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Descartes Apuntes de Historia de la Filosofía de Segundo de Bachillerato de Santiago Sánchez-Migallón Jiménez EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES "Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez" "Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás" René Descartes 1. Transformaciones históricas que consolidaron una nueva mentalidad.a) La ciudad: la decadencia de la economía feudal y el auge del comercio provocaron el enorme crecimiento de las ciudades europeas en los siglos XV y XVI. El medio urbano se consolida frente al rural y se impone también la mentalidad del "hombre del burgo", más abierta, práctica y crítica de la tradición en cuanto a privilegios estamentales de la nobleza. El arte, el comercio, la contabilidad y los trazados urbanísticos exigidos por la explosión demográfica en el medio urbano, favorecieron el desarrollo de la geometría y el cálculo. El matematicismo será clave en la nueva ciencia y en su nueva concepción del universo. b) Los descubrimientos geográficos y el desarrollo de la técnica: la nueva economía comercial y el mercantilismo que surge a raíz de los grandes descubrimientos geográficos (se descubre América en 1492) aceleraron la transformación de la vieja economía feudal (comienza la decadencia de la nobleza en pro de la burguesía enriquecida). La prosperidad económica impulsa el urbanismo, la arquitectura y el arte en las ciudades (se pretende recuperar el esplendor de la Grecia Clásica, se pretenden crear "nuevas Atenas") así como la técnica y el maquinismo, pues resultan de gran utilidad en el progreso económico: brújulas, relojes, catalejos, sextantes, la imprenta, etc. son instrumentos muy celebrados por la nueva clase burguesa. El pragmatismo burgués se impone en la mentalidad de la época frente a la pureza del saber clásica (saber por el puro deseo de saber o saber contemplativo, estrictamente teórico. Recuerda que tanto para Platón como para Santo Tomás, el súmmum del saber era la contemplación, bien de la idea de Bien, bien de Dios). Poco a poco se impone el "saber es poder" (cita de Francis Bacon), la búsqueda de una utilidad para los conocimientos. c) El Giro antropocéntrico: Esta prosperidad económica, este descubrimiento de nuevos mundos en base a conocimientos científicos, este desarrollo increíble de la técnica, provocó la recuperación de la fe en el ingenio humano: éste fue el optimismo renacentista que comenzó a creer en las posibilidades ilimitadas del conocimiento humano. Ahora, la razón del hombre no va a estar tan supeditada a la fe o a la teología (a Dios al fin y al cabo), sino que por sí misma puede llevar a descubrir prácticamente todo. La vuelta al arte clásico va a situar al hombre como centro de las representaciones artísticas (y ya no tanto a Dios) y, en general, el pensamiento va a girar, como veremos al estudiar la filosofía de Descartes, hacia pensar sobre el hombre: la antropología va a sustituir a la teología medieval. d) El concepto de igualdad: los contratos comerciales, propios de la nueva economía, son contratos "entre iguales". Esta igualdad en las relaciones comerciales se proyectará a todos los niveles de las relaciones sociales, perfilándose la idea moderna de igualdad entre los hombres. Aparecerán las teorías políticas del pacto o contrato social 2 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES (Hobbes, Locke, Rousseau, etc.): la sociedad ya no es un ser natural como decía Aristóteles sino el fruto del pacto entre todos los ciudadanos que delegan el poder en un soberano o parlamento, sólo legítimo si se respetan las condiciones del pacto (contractualismo). 2. El pensamiento renacentista: periodo de transición a la Modernidad.El concepto de Renacimiento obedece a la recuperación de la cultura clásica greco-latina que se extendió desde Italia al resto de Europa en el siglo XV (fundamentalmente). El hombre renacentista va admirar el glorioso pasado de la cultura clásica y rechaza el precedente mundo medieval como época de oscuridad intelectual y barbarie. Cabe destacar de forma muy resumida: a) El humanismo renacentista: como hemos dicho va a darse una "vuelta al hombre", una recuperación de la confianza en la razón (a pesar del nominalismo) y una recuperación de la concepción del hombre como un ser plenamente libre (en contra de lo debilitada que quedó la libertad humana frente a Dios en la Edad Media). b) La recuperación de la filosofía clásica va a ser depurada de las adherencias religiosas escolásticas (auque el hombre renacentista también es religioso). Por ejemplo, en Florencia surgen escuelas platónicas y aristotélicas. c) Nace la figura del científico-artesano, de mentalidad práctica que trabaja en su taller intentando escudriñar los secretos de la naturaleza en las cosas mismas y no en los libros de Aristóteles (se va a perfilar la división entre estudios humanísticos y científicos). Habrá que buscar en estos talleres el origen de los laboratorios modernos y de la metodología científica que acabará por imponerse con la figura de Galileo. d) El Renacimiento será una época de hombres geniales, eruditos, científicos y artistas de la talla de Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Rafael, Donatello, Bruneleschi, Bernini, etc. e) Pero a pesar de estas transformaciones, la concepción del universo (ontología) y del conocimiento (gnoseología) renacentistas seguirán siendo de corte clásico (principalmente aristotélico). 3. El Barroco: mundo de contrastes.El Barroco es un mundo en el que se han consolidado nuevas realidades, pero a costa de guerras, persecuciones, crisis general en definitiva. Es un mundo de contrastes en el que lo místico y lo pagano conviven, la intolerancia choca con la mentalidad libre del intelectual al uso, en las universidades se sigue explicando filosofía escolástica mientras que en los salones de los palacios se habla de ciencia, y frente al escepticismo que origina este mundo en crisis, se opone la enorme fe en el conocimiento humano y en el progreso. Quizá estos contrastes expliquen la aparición de las dos grandes corrientes de pensamiento del mundo moderno: el racionalismo (la razón como fuente principal de conocimiento, facultad última que garantiza la verdad de lo que sabemos) que se desarrollará en el continente europeo, y el empirismo (la experiencia como fuente primaria del conocimiento sin la cual es imposible alcanzar verdad alguna) que, 3 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES siguiendo la corriente nominalista de Oxford (Ockham), se desarrolló en las islas británicas. En esta época se vivirá también la definitiva destrucción de la unidad religiosa: la pérdida de valores religiosas durante el Renacimiento y la poca atención dada a las exigencias de renovación espiritual condujeron a la gran división de la Europa cristiana occidental en tres iglesias: católica, protestante y anglicana. Mutuas acusaciones y apasionados conflictos definieron las relaciones entre las distintas iglesias: uno de los conflictos fue la guerra de los Treinta Años (1618-1648) entre católicos y protestantes. a) Perfil del pensador moderno: - Individualista, crítico y escéptico, desconfía del pensamiento tradicional, pero hereda el optimismo renacentista hacia la razón humana. Ve en el progreso científico-cultural la solución a la barbarie que predomina en su tiempo. - Librepensador, pero con temor a las represalias (todavía estamos en una época de gran intolerancia religiosa). - Pensador laico (no es un clérigo) al que no convence ninguna filosofía del pasado, por lo que busca unas verdades más sólidas: busca certeza en el 4 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES conocimiento con la precisión de las verdades matemáticas (como veremos claramente en Descartes). - Pero para obtener tal certeza es consciente de la necesidad de revisar o analizar críticamente las posibilidades y límites del conocimiento humano. Por eso, es central en la filosofía moderna lo que se ha denominado como problema crítico: ¿Hasta dónde puedo conocer? La filosofía moderna va a ser fundamentalmente gnoseología y uno de sus principales problemas será la búsqueda de un método correcto para el conocimiento (epistemología). - Galileo será uno de los máximos responsables de esto. No sólo será uno de los fundadores de la concepción moderna del universo claramente enfrentada a la aristotélica (junto con Copérnico, Kepler o Tycho Brahe y otros), sino que también será el "instigador" del problema del método en cuanto que su nueva metodología científica (también enfrentada a la aristotélica) y los impresionantes resultados que obtuvo con ella, influyeron en Descartes a la hora de entender que el problema de la filosofía del pasado no había sido otro que el de la carencia de un método de investigación del rigor del pisano. b) La nueva imagen del mundo y de las ciencias: 1. El Universo Moderno (Ontología).- Heliocentrismo: el sol es ahora el centro del universo (en contra del geocentrismo del universo aristotélico y de la Biblia). - Universo homogéneo: ya no existe la división entre mundo sublunar (imperfecto) y supralunar (perfecto). La Tierra es un planeta más como cualquier otro y la Luna es un satélite como los de Júpiter. Será Isaac Newton el que culmine con este proceso homogeneizador cuando formule su rey de gravitación universal: una sola ley para todos los cuerpos del universo y no leyes distintas para cada cuerpo). - Matematicismo y "giro copernicano": la realidad es racional y matemática, y será el universo el que se adecue a la razón y no la razón al universo (subjetivismo moderno). Galileo dirá que la naturaleza es un libro cuyos caracteres son las matemáticas. Distinguirá entre cualidades primarias de las cosas (peso, volumen, longitud, etc.) que son cuantificables, medibles, etc. y que considera reales y objetivas, y las cualidades secundarias (color, olor, etc.) que no son matematizables y que considera como subjetivas, que no están en el objeto sino que dependen del sujeto que las percibe (he aquí otra muestra del subjetivismo moderno). - Mecanicismo: el antiguo modelo biológico de Aristóteles (el Universo como una especie de "gran organismo") va a ser sustituido por el modelo de la máquina: el Universo será como una especie de gran reloj. Las cuatro causas de Aristóteles (material, formal, eficiente y final) van a quedar reducidas sólo a la causa eficiente. A Newton no le va a interesas el por qué de las cosas, sino más bien el cómo (a un mecánico no le interesa mucho saber la substancia segunda del carburador, sino sólo cómo funciona y qué debe hacer para arreglarlo). 2. El método de una nueva ciencia (Epistemología).- 5 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES - Método experimental: se dará una absoluta fidelidad a la razón y a la experiencia. Se rechaza la observación ingenua del aristotélismo: a la naturaleza hay que interrogarla siguiendo un proyecto racional previo o hipótesis y luego comprobar si los fenómenos concuerdan o no con ésta (método hipotético-deductivo). Y esta hipótesis, para pasar a ser una ley, debe estar expresado en el lenguaje propio de la naturaleza: el matemático. - Matematización de la realidad: la naturaleza está regida por una auténtica armonía matemática (pitagóricos). El lenguaje ordinario (de orden cualitativo: frío, tibio, caliente, rápido, lento, pesado, liviano, etc.) no es el adecuado para hablar de la naturaleza. Es necesario un lenguaje matemático (de orden cuantitativo: grados de temperatura, kilómetros por hora, gramos, etc.). Todos los fenómenos de la naturaleza han de corresponder a números si queremos tener un conocimiento fiable. La matemática se convierte así en una poderosa e imprescindible herramienta de investigación. - La conjunción de ambos elementos dará lugar a lo que se ha llamado como Revolución científica, que nacerá en primer lugar con la Revolución astronómica: Copérnico afirmará que la tierra no es el centro del universo, Galileo observará las imperfecciones de la luna con un primitivo telescopio de veinte aumentos (¿pero no decía Aristóteles que la luna, al encontrarse en el mundo supralunar, era un ser perfecto? ¿cómo es posible entonces que en ella existan cordilleras y cráteres?), Tycho Brahe descubrirá la presencia de cometas que "atravesaban con su trayectoria las esferas de éter aristotélicas" (¿pero no estaban engarzados los planetas en ellas?) y el nacimiento de una estrella en Casiopea (¿pero no estaba el mundo sublunar libre de corrupción y generación, no estaba libre de cambios?), Kepler afirmará que las órbitas de los planetas del sistema solar no eran circulares sino elípticas (¿no eran los movimientos circulares los más perfectos, propios de un mundo supralunar constituido por seres perfectos? Ay, ay, ay, ¿las esferas de éter ya no son redondas...? ¿son elípticas?) y que los planetas se aceleraban y deceleraban según su proximidad al sol (pero... ¿hay aceleración en el mundo supralunar? ¿pero no decía Aristóteles que los movimientos de los planetas eran uniformes...?); y, para dar el golpe de gracia al sistema aristotélico, Newton sintetiza todo el conocimiento científico anterior en su ley de gravitación universal: todos los cuerpos del Universo, con independencia de donde estén, se atraen unos a otros con una fuerza directamente proporcional al cuadrado de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa. 6 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES 4. Rene Descartes.4.1. Biografía.René Descartes nace en La Haye (Turena) el 31 de Marzo de 1596. Familia de magistrados, su padre era consejero en el parlamento de Rennes. Muy niño entró en el colegio de La Flèche, dirigido por jesuitas. Allí estudió con profundidad la Lógica, la Moral, la Física, y la Metafísica de Aristóteles. Descartes alaba en diversas ocasiones la educación allí recibida pero, por otra parte, anhelaba cierta libertad de pensamiento que allí se prohibía ya que las normas de estos estudios estaban minuciosamente establecidas en órdenes y estatutos de la compañía (No apartarse de Aristóteles y no pensar nada que pueda ir en contra de la fe). Terminados sus estudios en la Flèche en 1612, Descartes pasó algunos años ocioso en Paris. Seguidamente entró al servicio del príncipe Mauricio de Nasau; guerreó en Alemania y Holanda; sirvió bajo el duque de Baviera; recorrió los Países Bajos, Suecia, Dinamarca; después de pasar otros dos años en París, asistió como voluntario del ejercito real al sitio de La Rochelle y ya en 1629, da término a su época como soldado, viajero y observador, y decide dedicarse por completo a la meditación y al estudio. París no parecía convenirle para tal tarea debido a que allí tenía demasiadas distracciones (amigos, conversaciones, visitas, etc.) además que no era la ciudad más libre y cómoda para especulaciones filosóficas. Así que se fue a Holanda, donde vivió veinte años. Allí escribió El discurso del método, con la Diótrica, Los meteoros y la geometría, en 1637; las Meditaciones metafísicas en 1641, los Principios de la filosofía en 1644 y el Tratado de las pasiones humanas en 1650. Su nombre fue pronto celebérrimo y su persona y su doctrina fueron pronto duramente combatidas. Por un lado, adeptos suyo como Leroy (que empezó a impartir en la Universidad de Utrecht los principios de la nueva filosofía) lo defendían a ultranza, pero por otro, la mayoría de los peripatéticos (como Voetius que lo acusó de ateísmo y calumnia), iniciaron una poderosa cruzada contra él. Sus libros estuvieron a punto de ser quemados de no ser por la intervención del embajador francés, y esta cruenta lucha acabó por hastiar el pacífico espíritu de Descartes quien aceptó la invitación de la reina de Suecia. Llegó a Estocolmo en 1649, donde fue recibido con los mayores honores, no obstante que el duro clima terminó por ocasionar tu muerte en 1650. En 1667 sus restos 7 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES fueron trasladados a París y enterrados en la iglesia de Sainte Geneviève du Mont. Comenzó entonces una fuerte persecución contra el cartesianismo. Sus libros fueron incluidos en el Índice. Los jesuitas excitaron a la Sorbona contra Descartes y pidieron al parlamento la proscripción de su filosofía. Durante un tiempo fue un crimen en Francia declararse cartesiano. Publicaciones póstumas fueron las de El mundo o tratados de la luz y Cartas de René Descartes sobre diferentes temas en 1667. En la edición de las obras póstumas en Ámsterdam se incluyó por primera vez el tratado inacabado Regulae ad diectionem ingenii en 1701. 4.2. El método.4.2.1. Caracterización del método.- Los objetivos del pensamiento cartesiano son colosales: levantar sobre pilares firmes una Ciencia Universal, un sistema que comprenda todas las ciencias (un “árbol de la ciencia”) con la única ayuda de la razón. Como todos los hombres han sido dotados de la misma razón, es posible mediante esta, crear una sola ciencia, ayudados mediante un solo método. Se pretende derribar los viejos y ruinosos saberes imperantes y levantar desde cero (el comenzar sin apoyarse en los saberes anteriores va a ser algo muy revolucionario en la época de Descartes), los pilares del gran edificio del saber. En las Reglas para la dirección de la mente, Descartes nos define su método como “Reglas ciertas y fáciles, cualquiera que las observe con exactitud, jamás tomará nada falso como verdadero y, sin consumir inútilmente esfuerzo alguno de la mente, sino aumentando gradualmente la ciencia, llegará al conocimiento verdadero de aquellas cosas de que es capaz”. Como mencionábamos antes, Descartes se encuentra en una época de crisis donde abundan las contradicciones (el Barroco), los engaños, por lo que el método se hace estrictamente necesario. Con él se pretende llegar a la verdad de un modo independiente, por uno mismo (el individualismo de Descartes es uno de los grandes caracteres de la modernidad), y con seguridad, sin dejarse llevar por lo que uno sabía de antes. Por eso “es mejor no preocuparse por investigar la verdad que hacerlo sin método”. 8 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES Pero, ¿qué método es ese que nos permite llegar con seguridad a la verdad? Sus orígenes están en la lógica, el análisis geométrico y el álgebra. El gravísimo defecto de la lógica de Aristóteles consiste en su incapacidad para la invención. El silogismo (Aristóteles es el padre de la lógica y una de sus principales aportaciones es la teoría del silogismo) no puede ser método de descubrimiento puesto que las premisas (so pena de ser falsas) deben ya contener la conclusión. Descartes busca reglas fijas para descubrir verdades, no para defender tesis o exponer teorías. Por ello, el análisis matemático de los antiguos es el que le llama poderosamente la atención: según Euclides el análisis consiste en admitir aquello mismo que se trata de demostrar y, partiendo de ahí, reducir, por medio de consecuencias, la tesis a otras proposiciones ya conocidas. Siguiéndolo, Descartes explica su concepción del análisis en La Geometría: “...Si se quiere resolver un problema, hay que considerarlo primero como ya resuelto y poner nombres a todas las líneas que parecen necesarias para construirlo, tanto las conocidas como las desconocidas. Luego, sin hacer ninguna diferencia entre las conocidas y las desconocidas, se recorrerá la dificultad, según el orden que muestre, con más naturalidad, la dependencia mutua de unas y otras...”.Como se ve, el análisis es un método de invención, de descubrimiento. Es, entonces, el primer momento del método. Dada la dificultad, planteado el problema, es preciso ante todo considerarlo en bloque y dividirlo en tantas partes como se pueda. Pero, ¿en cuantas partes dividirlo? Nuestra división se detendrá cuando nos hallemos ante la presencia de elementos que puedan ser conocidos inmediatamente como verdaderos y de cuya verdad no puede caber duda alguna. Tales elementos simples son las ideas claras y distintas. La regla pone la evidencia como criterio de verdad. Lo verdadero es lo evidente y lo evidente es a su vez definido por dos notas esenciales: la claridad y la distinción: 1. Clara es una idea que se nos presenta de forma evidente e indudable, tal que no podamos concebir su falsedad. 2. Distinta es una idea cuando no necesita apoyar o derivar su verdad de otro conocimiento o verdad, cuando es verdadera por sí misma Nótese, que Descartes rompe con la concepción escolástica de la verdad como adecuación o conformidad entre la idea y el objeto exterior. Las cosas existentes no nos son dadas en sí mismas, sino como ideas o representaciones, a las cuales suponemos que corresponden realidades fuera del yo. El material del conocimiento no es nunca otro que ideas y, por tanto, el criterio de verdad no puede ser extrínseco (no puede estar fuera), sino que debe ser interior a las ideas mismas. La filosofía cartesiana incluye el mundo en el sujeto, transforma las cosas en ideas, de tal manera, que su problema fundamental va a ser el del salir del yo y verificar el tránsito de las ideas a las cosas (Descartes cae en cierto idealismo). Así, las ideas como representaciones, se dividen en tres tipos: a) Ideas adventicias: procedentes de la experiencia sensible y de naturaleza bastante dudosa. b) Ideas facticias: procedentes de nuestra imaginación y, por lo tanto, también bastante dudosas. c) Ideas innatas: nacen con nosotros, verdades de Razón no procedentes de la experiencia. Las únicas indudables. Y a ellas se llega por procesos naturales de la razón, también innatos a los individuos: la intuición y la deducción. 9 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES El acto que aprehende y conoce las naturalezas simples es la intuición o conocimiento inmediato, o una inspección del espíritu. Esta operación de conocer lo evidente o intuir la naturaleza simple es la primera y fundamental del conocimiento. Los procedimientos del método comenzarán, pues, por proponerse llegar a esta intuición de los simple, claro y distinto. Las dos primeras reglas del método estarán encaminadas a ello: 1ª regla: Regla del criterio de verdad: sólo aceptar como verdadero aquello que se presente con claridad y distinción a un espíritu atento. 2ª regla: Regla del análisis: descomponer las verdades más complejas en las más simples y volver a aplicar a estas la primera regla. Las dos segundas se referirán a la concatenación o enlace de las intuiciones. Estamos ya en la deducción: una enumeración o sucesión de intuiciones, por medio de la cual vamos pasando de una a otra verdad evidente, hasta llegar a la que queremos demostrar. El análisis deshizo la compleja dificultad en elementos o naturalezas simples. Ahora, recorriendo estos elementos y su composición, volvemos de evidencia en evidencia, a la dificultad primera en toda su complejidad; pero ahora volvemos conociendo, es decir, intuyendo una por una las ideas claras. Conocer es aprender por intuición infalible las naturalezas simples y las relaciones entre ellas, que son, a su vez, naturalezas simples. 3ª regla: Regla de la síntesis: elaborar o construir a partir de los conocimientos más simples saberes más complejos, deducir de lo simple lo complejo. 4ª regla: Regla de revisión: revisar todo el proceso anterior. 4.2.2. Función de la “duda” y la metafísica de Descartes.La filosofía de Descartes parte de la duda. El nominalismo anterior había afirmado las limitaciones del conocimiento humano, la imposibilidad de conocer los “porqués” y causas últimas de los fenómenos, la duda sobre la existencia de leyes naturales que limitarían la omnipotencia divina. Hay pues que ser críticos con los saberes anteriores, por evidentes que nos parezcan, y hay que analizar críticamente qué es el conocer y qué capacidad y límites tiene nuestro conocimiento. Es visible cómo por las páginas de Descartes corren los Ensayos de Montaigne (a su vez, basados en los tropos de Sexto Empírico) o la duda de San Agustín (que acabaría por llevar al de Hipona a una conclusión muy similar a la de 10 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES Descartes: “Fallor, ergo sum”). Sin embargo, con el Renacimiento surge una nueva confianza en las posibilidades de la razón y los nuevos científicos (como Galileo), rechazan el viejo sistema aristotélico que se explicaba aún en todas las universidades. Asumen de los nominalistas el apoyo de la experiencia y no intentar rebasarla buscando causas últimas, pero afirman que existen leyes naturales aritmético-geométricas, que vivimos en un universo matemático creado por Dios y que podremos comprenderlo usando una ciencia exacta. Y es en esta posición, afirmando sin tapujos el potencial de la razón, tomando la precisión y rigurosidad de las matemáticas y desechando críticamente la filosofía anterior, donde Descartes pretende encontrar un nuevo punto de apoyo para fundar una nueva filosofía y escapar de la duda, y de aquí la preeminencia del método y su necesidad. Una vez concluido el método, Descartes lo aplica con los fines antes mencionados: construir el gran edificio del saber. No obstante, la duda metódica es implacable y somete todo a prueba. A pesar de que el método pretende ser riguroso y basarse en los procesos naturales de la razón, podría darse que la razón no fuera un instrumento válido para el conocimiento. Esta será la hipótesis del genio maligno: ¿Y si yo fuera una criatura creada por un Dios malvado que me ha creado con un instrumento no válido para el conocimiento? Luchando contra esta duda, la metafísica de Descartes pretende justificar la validez de la razón y establecer las primeras verdades o primeros principios: a) La substancia pensante: Yo (res cogitans): La primera verdad clara y distinta que se presenta es que existe algo que duda, ya que la duda es algo universal que se da en todos los hombres, así que debe existir algo cuya esencia es el pensar, reflexionar, dudar, una substancia pensante: “Pienso, luego soy”. Aunque no existiese cuerpo, sería evidente la existencia del pensamiento. Ningún genio mentiroso podría engañarme de esto. Este es el giro hacia la subjetividad que propone el pensamiento de Descartes, de vital importancia en la modernidad. Pero el problema sigue allí: ¿cómo demostrar que esa substancia pensante es un instrumento válido para conocer? Siguiendo las reglas del método: ¿cómo encontrar otra evidencia igual a esta? En otras palabras: ¿cómo superar esa “soledad del yo” (solipsismo)? La hipótesis del genio maligno sigue en píe y necesito otra nueva verdad para superarla. b) La substancia infinita: Dios (res infinita). Además de la primera idea innata (el cogito) encuentro en mí algunas otras, entre ellas, la más importante es la de la existencia de un ser superior y perfecto. Las pruebas de su existencia las encontramos en la IV parte del Discurso del método: 1. La idea de Dios es la de un ser perfecto y lo más perfecto no puede proceder de lo menos perfecto, por lo tanto no puede proceder de mí ni de nada, sólo del mismo Dios. 2. Puesto que soy un ser imperfecto yo no puedo ser causa de mí mismo, ya que habría puesto en mí las perfecciones que, reconozco que me faltan. Ergo soy la criatura de Dios. 3. Argumento ontológico de San Anselmo: La existencia está incluida en la idea de Dios: no puede ser, por definición, que un ser prefecto no contenga en sí la cualidad, propia de la perfección, de la existencia. 11 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES Si soy criatura de un ser perfecto y por tanto sumamente bondadoso, no puede ser tan malvado como para privarme absolutamente de la verdad dándome un instrumento de conocimiento engañoso. Así, Dios garantiza la validez de la razón como instrumento de conocimiento. Sin embargo, aquí parece haber un círculo vicioso que imposibilitaría la salida del solipsismo: Dios garantiza la validez de la razón pero, a la vez, demuestro a Dios a través de la razón. c) La substancia extensa: el mundo (res extensa): Aunque es evidente que los sentidos nos engañan a menudo, Dios no puede ser tan malvado como para poner en mí ideas (adventicias) que capto como de una realidad distinta a mí, sin que tal realidad exista. De aquí se intuye que el mundo exterior existe. El mundo de Descartes es, siguiendo la ciencia de la época, lo racional, lo medible, cuantificable, matemático, extenso (las cualidades primarias de Galileo). El universo es mecánico, dominado por leyes matemáticas, en el que los movimientos se producen por contacto entre los cuerpos (rechazando el vacío y las fuerzas que actúan a distancia, cosa que cambiará con la teoría de la gravedad de Newton) y por la conservación de movimiento o inercia. Es un universo homogéneo, pues toda la realidad natural se reduce a una substancia: la extensa material frente a las jerarquías sublunar y supralunar del mundo antiguo y medieval (en base a la cosmología aristotélica). El cuerpo formaría también parte de esta res extensa y, estaría, sujeto a sus mismas leyes. Descartes define la substancia como aquello que existe de tal modo que no necesita de otra cosa para existir. Con esto se declara la independencia entre las tres substancias (aunque, rigurosamente, sólo Dios sería la substancia auténticamente independiente). Puesto que el hombre estaría compuesto por dos substancias (pensante y extensa), ¿cómo una puede afectar a la otra? Esta cuestión pone en peligro la libertad del hombre y, por lo tanto, la posibilidad de la moral (si el hombre no es libre no es responsable). Descartes intenta solucionarlo con su “glándula pineal”, lugar de contacto entre las dos substancias que posibilita que el pensamiento tenga control sobre el cuerpo. Sin embargo, esta solución parece poco satisfactoria y filósofos posteriores introducirán otras, yendo desde el panteísmo de Spinoza (sólo existe una substancia: Dios), a las infinitas substancias espirituales (mónadas) de Leibniz sincronizadas con el cuerpo en una “maravillosa armonía preestablecida” por Dios. 12 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES 4.3. Conclusiones.Descartes ha sido considerado tradicionalmente como el filósofo padre de la Modernidad, es decir, como aquel que inicia una nueva época en el campo del pensamiento y, en consecuencia, un gran cambio en todos los niveles, que perdurará hasta nuestros días al ser puesta en duda toda la serie de ideales modernos en lo que se ha llamado como postmodernidad. Y así es, la filosofía de Descartes es más valiosa por la serie de problemáticas filosóficas que abre y por la novedad de su enfoque, que por las soluciones que aporta (en algunos casos, y como ya hemos visto, bastante arbitrarias). Descartes destaca por las siguientes aportaciones: 1. Desplazamiento del centro de la filosofía, desde el ser al sujeto. Hasta entonces la filosofía se había preocupado más de las cuestiones ontológicas que de las gnoseológicas y epistemológicas. La Modernidad, a partir de Descartes, centró su atención en la teoría del conocimiento y en la epistemología. Descartes abre el llamado problema crítico: ¿Qué puedo conocer? ¿Qué método debo usar para conocer? 2. Confianza en la razón como medio de conocimiento. Toda la filosofía racionalista e ilustrada tendrá este punto de partida. La razón deberá ser autónoma y autosuficiente para llegar a la verdad, eliminando toda superstición o presupuesto aceptado por tradición. En Kant esto llegará a su punto álgido en la afirmación de que todo habría de pasar por el gran tribunal de la razón. 3. Valoración y uso de las matemáticas. El Renacimiento y su influjo posterior van a constituir una progresiva matematización de la realidad. Se empleará el método matemático para aplicarlo a todos los campos del saber humano. Recordemos como Spinoza hace una Ética more geométrica y Leibniz pensará que es posible un lenguaje universal que resuelva todos los problemas filosóficos (la lógica). 4. La importancia de la duda: la crítica. Descartes parte de los Ensayos de Montaigne para someter a duda todo el conocimiento anterior. La filosofía cartesiana tiene un comienzo crítico muy radical: hay que dudar de todo, incluso de las verdades que teníamos por más incuestionables. La importancia de la crítica en la filosofía posterior va a ser inmensa: llegará a su máximo apogeo con la filosofía kantiana y llegará hasta nuestros días con la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt. Crítica a la filosofía cartesiana: 1. Los criterios de “claridad” y “distinción” a la hora de encontrar verdades no son satisfactorios ni son suficientemente explicados. ¿En qué se fundamentan? Al final parecen ser algo así como un “acto de revelación”. 2. Descartes deja las directrices para construir el “gran edificio del saber” pero él no llega a construirlo. Una vez fijado el método y, a lo sumo, aplicado a la metafísica, Descartes se olvida de la cuestión y no sigue su grandioso proyecto. 3. Las soluciones que da a los problemas de la comunicación entre substancias son insatisfactorias. El argumento de la glándula pineal es ingenuo y nada riguroso. Los pasos que va dando para demostrar las diversas substancias como verdades incontrastables son muy débiles. Además de que cae en el famoso círculo vicioso de 13 EL RACINALISMO MODERNO: DESCARTES querer demostrar a Dios mediante la razón y a la razón mediante Dios. Del mismo modo el paso de la res infinita a la res extensa presupone la bondad de un Dios del que, en teoría, y según el método, no sabemos nada. Descartes utiliza el argumento ontológico de San Anselmo para demostrar la existencia de Dios siendo este argumento falaz: confunde el plano lógico y el ontológico. 4. La filosofía cartesiana nos arroja a un solipsismo del que es muy difícil salir. Al final el individuo queda encerrado en un cogito del que no puede escapar. La filosofía posterior ingenió múltiples maneras para solucionar el problema (Leibniz y Spinoza), llegando al grado máximo de solipsismo en el idealismo aboluto de Fichte. En la filosofía contemporánea la fenomenología de Edmund Husserl ha seguido en ciertos sentidos este planteamiento solipsista. El problema está en que el solipsismo tiende a ignorar los factores sociales, biológicos e históricos que interactúan en la formación del cogito y la naturaleza dialógica de éste (como subraya Charles Taylor). 14