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REPÙBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÒGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
NÙCLEO ACADÈMICO TÀCHIRA
Manejo de lengua de señas Venezolana para los padres de niños,
niñas y jóvenes con déficit auditivo
Autora: Carmen Contreras Roa
Profesora: Virgilia Salas
SAN CRISTÒBAL, MAYO 2011
Capitulo I
Planteamiento de problema
Los niños con déficit auditivo requieren de mas apoyo familiar de
manera que puedan sobrellevar el proceso escolar, se dice que la familia
es la base fundamental del ser humano, todo ambiente familiar puede
ejercer influencia en la formación del niño. De igual manera la familia es
la base de la sociedad y por consecuencia también es responsable de la
educación de las personas que existen y viven dentro de ella, por el cual
es importante resaltar, que se debe mantener una buena relación o
comunicación, para satisfacer las necesidades que manifiesten cada uno
de los integrantes de la familia. Por tal motivo es fundamental La
participación de los padres para mejorar el manejo de lengua de señas
Venezolanas, proporcionando apoyo en la casa, como también en la
comunidad y en la escuela, pues esto positivamente en desempeño de
todos los alumnos.
Es importante resaltar, que muchas familias no están informadas
en las estrategias del lenguaje de señas de cómo emplearlo, debido a
que los padres de hoy en día trabajan muchas horas, y además tienen un
segundo trabajo y deben lidiar con otras responsabilidades que limitan su
tiempo, para satisfacer las necesidades de la familia, dejando a un lado la
participación en el ámbito educativo de sus hijos, preocupándose mas por
las necesidades exteriores y no interiores. De manera que dejan a cargo
de los niños, a los abuelos y otras personas (tutores), sin importar qué
relación filial tiene con el niño, en la casa como en la escuela, para que a
su vez tengan éxito en la escuela. Por estas razones los niños cuyos
padres participan en su educación tienen mayor probabilidad de lograrlo.
Pero para muchos padres es difícil saber cómo comenzar o por dónde
empezar porque no le proporcionan al niño la comunicación necesaria
para informarlos.
A menudo, los padres de niños pequeños no saben lo importante
que transmitir esa comunicación, de que si importa lo que sucede en ese
mundo. No es que sean malos padres, simplemente desconocen la
importancia que esto tiene en el desarrollo del lenguaje la y socialización
y de sus hijos y que estos niños llegan a la escuela menos preparados,
ya que los padres son los primeros maestros de sus hijos y nunca deben
dejar de jugar ese rol.
Por otra parte, la educación es un proceso constante que comienza
desde el momento de la concepción hasta la muerte del ser humano, y
que esta, es valorizada continuamente como un proceso que durante
cada
etapa
de
vida
el
individuo
es
susceptible
de
acumular
conocimientos. Por lo que requiere diariamente de transformaciones
positivas que favorezcan a las personas, razón por el cual los educadores
buscan alternativas de superación que contribuyan a fomentar el
rendimiento académico de estos niños desde los hogares, para lograr
aprendizajes significativos desde la familia, escuela y comunidad.
En tal sentido, la familia es para el niño su primer núcleo de
convivencia y de actuación, donde irá modelando su construcción como
persona a partir de las relaciones que allí establezca y, de forma
particular, según sean atendidas sus necesidades básicas, para
(Brazelton y Greenspan, 2005). Es decir que, este proceso de
construcción de su proceso de aprendizaje se dará dentro de un ambiente
de expectativas y deseos que corresponderán al estilo propio de cada
núcleo familiar y social, ya que los padres como primeros cuidadores, en
una situación “suficientemente” buena, establecerán un vínculo, una
sintonía con el niño (a) que les permitirá interpretar aquellas demandas de
atención y de cuidado que precise su hijo en cada momento.
Según Vila (2006) indica que sea cierto que haya familias
desorientadas respecto al ejercicio de sus responsabilidades, pero no lo
es tanto que deleguen la educación de sus hijos o que los abandonen a
su suerte. Es decir que existen muchas familias que no pueden imaginar
para qué mundo tienen que educar y que están perdidos en la actualidad,
ya que en estos tiempos es más patente y relevante la necesidad de
apoyo entre la escuela
y la familia, ya que las personas con déficit
auditivo requieren de otro método de enseñanza y que la familia debe
participar en el lenguaje de señas, para poder comunicarse con sus hijos,
logrando ese proceso de aprendizaje.
Es fundamental destacar que se observa la poca participación de la
familia en la enseñanza lenguaje de señas en los estudiantes sordos,
generando consecuencias negativas en el ámbito escolar, familiar y social
ya que resulta preocupante para el personal de la institución, por lo cual
es frecuente encontrar educandos con escasas habilidades para
comunicarse por este medio, demostrando inestabilidad emocional, apatía
y poco interés por asistir a la institución.
Por ello en la Unidad Educativa Especial Bolivariana “Tulio Viera
Portillo” ubicada en San Cristóbal, estado Táchira, se refleja desde hace
dos años que la formación de los niños y niñas, con déficit auditivo, en su
proceso de aprendizaje es deficiente, es decir en el desarrollo de las
destrezas en las diferentes áreas del conocimiento. Por el poco interés y
apoyo familiar hacia estos escolares, trayendo como consecuencia el
fracaso
escolar,
la
repitencia,
poca
valoración
de
su
persona,
desmotivándose a la integración social por su discapacidad.
En vista de la situación expuesta se considera necesario utilizar
nuevas estrategias para las familias, en la enseñanza de la escritura en
los escolares sordos, creando un plan de acción, para proporcionar nueva
información y conocimientos, formas de trabajo con estos niños y niñas
especiales.
Objetivo
 Estrategias en el manejo de lengua de señas Venezolana para los
padres de niños, niñas y jóvenes con déficit auditivo.
Justificación
La actual sociedad impone el manejo eficiente de la lengua escrita
como herramienta clave para una mayor participación de los individuos en
todos los ámbitos. Si esta en presión de una sociedad caracterizada por el
gran volumen de información que circula por distintos medios y en la que
uso de la lengua escrita se convierte en la llave para la comunicación, el
acceso al conocimiento y la construcción de nuevos saberes. Este hecho
se hace vital para los sordos, puesto que la lengua escrita se configura
como uno de los aspectos más significativos en el logro de una mejor
calidad de vida.
Por tal motivo es necesario implementar estrategias del lenguajes
de señas Venezolanas, para los padres cuyos hijos presentan limitaciones
auditivas, que contribuyan a fortalecer el acción pedagógica, motivándolos
desde los hogares, para promover en los estudiantes el fácil manejo del
código escrito.
Ya que el aprendizaje de un sistema alternativo de comunicación
como puede ser la lengua escrita proporciona al sordo un instrumento
eficaz con muchas ventajas, debido a que la persona con déficit auditivo
necesita el acceso a la lengua usada mayoritariamente, en una versión
escrita porque el conocimiento de esta proporciona la llave de acceso a
los conocimientos, la cultura y la integración en la sociedad oyente, sin
menospreciar los conocimientos que puedan adquirirse mediante la
lengua de signos.
Finalmente la importancia de esta investigación, es en ayudar a
mejorar el manejo de lengua de señas Venezolanas, por medio de
estrategias, hacia los padres ya que sus hijos pasan el mayor tiempo con
ellos siendo necesario fortalecer esta confianza, bajo una perspectiva
metodológica, en el cual, se diseñara un instrumento que sirvió para la
recolección de datos necesarios para desarrollar el trabajo, con lo cual se
pretende dar solución a la realidad presente en la institución.
Capitulo II
Marco Referencial
Bases teóricas
Se presentara toda la información principal y complementaria
relacionada con el tema del proyecto de investigación. Es decir, en esta
parte de la investigación, se trata de definir conceptos y ampliar los datos
e informaciones sobre la problemática abordada y los factores que la
constituyen. En el cual, se presenta información textual o documental
sobre las variables en estudio, y puntos que tengan estricta relación con
estas, para ampliar el conocimiento sobre las mismas.
Saca, (2008) dice que La discapacidad auditiva se refiere a la falta o
disminución para oír, esto debido a la perdida en algún lugar del aparato
auditivo”.
Es decir, la pérdida auditiva puede ser desde lo más superficial
hasta lo más profundo y que aparece como invisible ya que no surge
como características físicas evidentes. Se hace notoria fundamentalmente
por el uso del audífono y en las personas que han nacidos sordas o han
adquirido pérdida auditiva a muy temprana edad. Ya que las personas
sordas tienen a su disposición la visual, por este motivo su lengua natural
es visual gestual como la lengua de señas y no la auditiva verbal, como el
lenguaje oral. La pérdida severa de la audición en las etapas tempranas
de la vida tendrá efectos importantes en el desarrollo de un niño o niña y
en su adquisición de su lenguaje oral.
Según
Canals, (2011) dice que “la llegada al seno familiar de un hijo
con trastorno auditivo total o parcial produce una gran conmoción en los
padres”. Las deficiencias auditivas, también denominadas pérdidas
auditivas o hipoacusias, ocurren cuando hay un problema en los oídos o
en una o más partes que facilitan la audición. El déficit auditivo plantea un
doble problema, el primero es la deficiencia auditiva del niño y el segundo,
y no menos importante, el trauma que esta situación provoca en los
padres.
Por un lado, los padres están angustiados por no saber cómo será
su hijo y si sabrán cómo tratarlo y educarlo, y por otro deberán asumir que
no tienen el hijo perfecto con el que habían soñado.
Clasificación según la naturaleza
 Sordera de transmisión: La calidad de recepción de la palabra es
deficiente. Es la más frecuente.
 Sordera de percepción: La deficiencia auditiva afecta a la
percepción de las palabras. Las dificultades de aprendizaje fonético
son considerables. Este tipo de sordera aparece aislada o asociada
a la sordera de identificación.
 Sordera de identificación: La comprensión de conceptos es muy
difícil debido a la mala recepción y percepción de las palabras. Se
produce una alteración de la simbolización de origen central.
Puede existir aisladamente pero es frecuente en la sordera de
percepción.
Clasificación según la intensidad
Se debe distinguir entre sordera y déficit auditivo definido por los
decibelios percibidos.
 Sordera total: déficit superior a 85 decibelios.
 Sordera profunda: déficit de 60 a 85 decibelios.
 Sordera ligera: déficit de 40 a 60 decibelios.
 Mala audición: déficit inferior a 40 decibelios.
En estos dos últimos puntos es posible la adquisición del lenguaje
aunque con problemas de articulación o pronunciación. Clasificación
según el origen u etiología. Alrededor de un 36% de los casos son de
causa desconocida, el resto pueden ser una causa:
 Genética: Es la sordera congénita que supone el 50% de los casos.
 Prenatal: Originada durante el embarazo por enfermedades como
la rubéola.
 Neonatal: Originada durante el nacimiento (parto, nacimiento
prematuro, infección.)
 Adquirida
durante la infancia: Originada por traumatismos,
infecciones, etc.
Es importante resaltar que los primeros años de la vida de un niño son
los más decisivos. El problema que puede llegar a tener un hijo sordo está
condicionado por el nivel de lenguaje en el momento de aparición de la
sordera. Es diferente el desarrollo de un niño con el lenguaje oral o escrito
adquirido que un niño que es sordo desde el nacimiento.
Diferencias, de los niños con sordera congénita y los de sordera
adquirida.
 Los primeros son niños con una gran dificultad de comunicación
con el exterior ya que carecen de lenguaje (sordomudos). Éstos
tienen más dificultades para relacionarse con los demás e
interactuar con el medio. Cuanto más intensa sea la sordera mayor
probabilidad de que haya mudez. A pesar de esta deficiencia, el
niño sordomudo estimulado correctamente desarrolla un nivel de
inteligencia normal.
 Los trastornos de la sordera adquirida varían en función de si ha
aparecido antes de aprender a hablar y/o escribir o después. Si no
hay lenguaje, la situación es parecida a los niños con sordera
congénita. Si hay lenguaje en el momento de la aparición de la
sordera, la dificultad para el desarrollo es menor.
Por todo ello, el diagnóstico precoz y la aplicación de un tratamiento
adecuado son decisivos: la estimulación temprana, la utilización de
prótesis (audífonos), la reeducación (aprendizaje de lenguaje por signos,
lectura labial) y el tratamiento médico-quirúrgico (implantación de prótesis,
intervenciones quirúrgicas, medicación…) siempre y cuando el equipo
médico lo considere necesario.
La estimulación del niño con deficiencia auditiva deberá potenciar sus
posibilidades de relación, comunicación y desarrollo global.
En un principio, se trabajarán las capacidades sensorio motrices:
visual, táctil y en algunas ocasiones, auditivo. Para ello se debe utilizar
todo lo que pueda llamar su atención. Por ejemplo, acompañando los
estímulos auditivos de vibraciones percibidas por el tacto - un molinillo de
café, la lavadora, la voz grave de papá, la aspiradora.
Respecto al lenguaje, siempre que se hable con los hijos se hace de
cara permitiéndole que pueda leer los labios. La lectura labial facilita la
comunicación (sobre todo en los casos de audición deficiente).
Los padres deben evitar las conductas de sobreprotección y de
rechazo siendo fundamental, por encima de todo hablar, cantar, jugar con
los hijos. Y hacer lo posible, sin pensar "no me oye". Se debe considerar
que aquello que afecta al niño con deficiencia auditiva no siempre es una
cuestión de volumen sino más bien de calidad del sonido.
Por otra parte, el niño sordo suele ser más indisciplinado que los
demás. A menudo no controla sus reacciones, da muestras de cólera,
agresividad o melancolía cuando se le lleva la contraria. Al enfrentarse a
situaciones que no siempre puede dominar, el niño sordo reacciona a la
defensiva, huye, se esconde y se aísla de un entorno que le es
desagradable o dañino. La privación de comunicación y sus limitaciones
en general, son percibidas por el niño como una fuente de frustración.
Debido a su déficit, no entiende como podría hacerlo un niño normal
las órdenes que se le dan en casa o en la escuela. Todos estos aspectos
influyen sobre su personalidad y hay que tenerlos en cuenta a la hora de
tratar sus conductas inapropiadas. Es recomendable la intervención de un
psicólogo para tratar los problemas afectivos del niño y atender las
necesidades de los familiares.
Es importante resaltar que los padres necesitarán ayuda y mucha
dedicación para educar a un hijo con un trastorno auditivo y siempre
deben evitar poner en segundo lugar a los otros miembros de la familia,
especialmente a los hermanos. La paciencia, la constancia y la actitud
positiva son imprescindibles para que la convivencia familiar se desarrolle
dentro de unos límites de normalidad y se cree un ambiente
emocionalmente estable en el que el niño pueda crecer equilibradamente.
El Acta para la Educación de los Individuos con Discapacidades
("Individuals with Disabilities Education Act," o IDEA) (2007), incluye
"impedimento del oído" y "sordera" como dos de las categorías bajo las
cuales los niños con discapacidades pueden ser elegibles para los
programas de educación especial y servicios relacionados. A pesar de
que el término "impedimento auditivo" ("hearing impairment") a menudo es
usado para describir una gran variedad de pérdidas de la capacidad
auditiva, incluyendo la sordera, los reglamentos de IDEA definen la
pérdida de la capacidad auditiva y la sordera por separado.
"Impedimento auditivo" se define en IDEA como "un impedimento del
oído, tanto permanente o fluctuante, que perjudique el rendimiento escolar
del niño."
"La sordera" se define como "un impedimento del oído que es tan
severo que el niño resulta impedido en procesar información lingüística a
través del oído, con o sin amplificación."
Por lo tanto, la sordera puede ser vista como una condición que evita
que un individuo reciba sonido en todas o casi todas sus formas. En
contraste, un niño con perdida de la capacidad auditiva generalmente
puede responder a los estímulos auditivos, incluyendo el lenguaje.
Características
Los impedimentos del oído pueden ocurrir en cualquiera o ambas
áreas, y pueden existir en un solo oído o en ambos oídos. La perdida de
la capacidad auditiva generalmente se describe como leve, benigna,
moderada, severa o profunda, dependiendo de lo bien que una persona
pueda escuchar las intensidades o frecuencias mayormente asociadas
con el lenguaje. Generalmente, solo los niños cuya pérdida de la
capacidad auditiva es mayor a 90 decibelios (dB) son considerados
sordos para los propósitos de la ubicación escolar.
Hay cuatro tipos de pérdida de la capacidad auditiva. Las pérdidas
de la capacidad auditiva conductivas son causadas por enfermedades u
obstrucciones en el oído exterior o medias (las vías de conducción a
través de las cuales el sonido llega al oído interior). Las pérdidas de la
capacidad auditiva conductivas usualmente afectan todas las frecuencias
del oído uniformemente y no resultan en pérdidas severas. Una persona
con una pérdida de la capacidad auditiva conductiva bien puede usar
dispositivos acústicos (o aparatos para sordos) o puede ser ayudada por
médicos o intervenciones quirúrgicas.
Asimismo las pérdidas de la capacidad auditiva sensoria neurales
resultan de daño a las delicadas células capilares sensoriales del oído
interno o a los nervios que lo abastecen. Estas pérdidas de la capacidad
auditiva pueden abarcar desde pérdidas leves a profundas. A menudo
afectan la habilidad de la persona para escuchar ciertas frecuencias más
que otras. Por lo tanto, aun con amplificación para aumentar el nivel del
sonido, una persona con pérdida de la capacidad auditiva de tipo sensorio
neural puede percibir los sonidos distorsionados, que a veces hacen
imposible el uso de dispositivos acústicos.
Las pérdidas de la capacidad auditiva mixtas se refieren a una
combinación de pérdidas conductivas y sensorias neurales y significa que
ocurre un problema tanto en el oído externo, o medio y el oído interno.
Una pérdida de la capacidad auditiva central resulta de daño o
impedimento a los nervios o núcleo del sistema nervioso central, ya sea
en las vías al cerebro o en el mismo cerebro.
Repercusiones Educacionales
La pérdida de la capacidad auditiva o sordera no afecta la capacidad
intelectual ni la habilidad para aprender. Sin embargo, los niños que
tienen dificultad para oír o que son sordos generalmente requieren alguna
forma de servicios de educación especial para recibir una educación
adecuada. Tales servicios pueden incluir:
 Sistemas de amplificación; servicios de intérprete para aquellos
alumnos que utilicen el lenguaje de señas.
 Un asiento favorable para facilitar la lectura hablada en la sala de
clases.
 Películas y videos con subtítulos; la asistencia de una persona que
tome notas para el alumno con pérdida de la capacidad auditiva,
para que así el alumno pueda concentrarse totalmente en la
instrucción.
 Orientación individual
A tal efecto que los niños con pérdida de la capacidad auditiva
encontraran más dificultad para aprender vocabulario, gramática, orden
alfabético, expresiones idiomáticas, y otros aspectos de la comunicación
verbal que los niños con el oído normal. Para los niños que son sordos o
tienen severas pérdidas de la capacidad auditiva, el uso consciente,
temprano, y consistente de visibles métodos de comunicación (tales como
los signos manuales, el alfabeto manual, y la Palabra Complementada) y
la amplificación y entrenamiento oral o rehabilitación auditiva pueden
ayudar a disminuir un atraso en el lenguaje. A la edad de cuatro o cinco
años, la mayoría de los niños que son sordos están matriculados en la
escuela el día completo y hacen trabajo especial para el desarrollo de la
comunicación y lenguaje. Es importante que los maestros y audiólogos
trabajen juntos para enseñarle al niño a utilizar su capacidad de oído
residual al máximo alcance posible, aunque el medio de comunicación
preferido sea manual. Como la gran mayoría de los niños sordos (mas del
90%) nacen de padres con el oído normal, los programas deben
proporcionar instrucción para los padres sobre las implicaciones de la
sordera en la familia.
Para
Gosálbez y López, (2008), dicen que las personas con
discapacidad auditiva, aprender a oír y hablar es una tarea larga y
costosa en la que influyen muchos factores, pero sólo constituye una
parte del desarrollo global del los niños sordos. El desarrollo personal
abarca dimensiones como la comunicación, el dialogo y la escucha, que
nunca deben olvidarse en el contexto familiar. Los padres no deben ser
profesores para sus hijos, deben apoyar los progresos en un clima de
afecto y confianza, observarlos como individuos completos que, aunque
faltos de un sentido, persiguen siempre la normalidad en el trato y en las
relaciones. Escuchar supone un aprendizaje complicado, por ello es
necesario que los padres mantengan una actitud de disponibilidad y
constancia, actitud que les llevará a vivir una comunicación rica e intensa
con vuestro hijo.
Por ello las familias juegan un papel esencial en el proceso educativo
de los alumnos sordos ya que deberán ir tomando decisiones sobre sus
hijos, siempre bajo el asesoramiento de los profesionales que trabajan en
distintos ámbitos (trabajadores sociales, logopedas, psicopedagogos,
médicos, tutores). Sentirse apoyados y asesorados en todo momento va a
facilitar a los padres el proceso de toma de decisiones en relación, por
ejemplo, con el centro educativo más adecuado para sus hijos o el
sistema de comunicación más apropiado a sus características.
Enseñar a los padres a estar informados, a saber dónde deben
dirigirse en cada momento o a conocer los recursos de la zona es tarea
de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP), y en
concreto del EOEP específico de Deficiencia Auditiva. Desde los equipos,
se desarrolla una intervención multidisciplinar que debe ir orientada, entre
otras cosas a:
 Informar a la familia sobre la propia deficiencia (tipos de pérdidas
auditivas, adaptación de prótesis, ayudas técnicas existentes para
el centro educativo y la casa, pruebas diagnóstica).
 Orientar y derivar a centros de atención temprana para iniciar
cuanto antes la intervención y rehabilitación logopédicas.
 Apoyar psicológicamente a las familias para que el desajuste
personal y familiar sufrido tras recibir la noticia sea lo menos
impactante posible.
 Derivar a las familias a las asociaciones de padres con niños
sordos para que entren en contacto con otras familias y compartan
sus experiencias.
 Proporcionar consejos sobre estrategias comunicativas que deben
desarrollar con sus hijos para favorecer una buena interacción y
relación con ellos.
 Mantener reuniones periódicas con los padres a lo largo del curso
para informarles de la evolución de sus hijos en el centro educativo
y orientarles para trabajar en casa aquellos aspectos que sea
necesario.
 Informar a la familia sobre los recursos existentes en la zona y
aconsejarles sobre los pasos a seguir en cada momento.
 Informar a las familias sobre las distintas modalidades de
escolarización existente en los centros educativos de la zona y
asesorarles sobre la modalidad más adecuada para su hijo.
Cidoncha y Díaz, (2008) señalan algunas variables ambientales que
influyen en las personas con déficit auditivo y áreas de desarrollo:
Ambiente familiar
El nivel socio-cultural y económico de la familia influye de forma
indirecta en la evolución del sordo en cuanto que posibilita una
estimulación más temprana y mejor. Pero, por otro lado, es tan importante
o más la capacidad de los padres para establecer con su hijo sordo una
adecuada comunicación, también socio-afectiva. Este hecho guarda
relación con la aceptación de la sordera por los padres así como con sus
habilidades para ajustarse comunicativamente a él y las expectativas,
sobre el tipo de intervención y atención a las n.e.e. de sus hijos, en este
sentido existen importantes diferencias entre las familias de padres
sordos y las de padres oyentes.
Detección y estimulación temprana
La posibilidad de una detección temprana del déficit auditivo permitirá
las adecuadas orientaciones tantas de tipo médico como protésico y
educativas. En este sentido el niño sordo puede encontrar respuestas que
favorezcan su desarrollo, intervención clínica, adaptación de audífonos,
elección de implante coclear, código de comunicación útil, estimulación
temprana.
Ambiente escolar
La edad de escolarización del sordo se ha mostrado muy influyente en
su posterior desarrollo. Todos los profesionales son conscientes de las
diferencias que existen entre los niños que fueron escolarizados
tempranamente y quienes accedieron a la escuela a los cinco o seis años.
Hoy en día, cada vez es más frecuente la estimulación precoz, pues está
claro que la escolarización temprana amplía el campo de experiencias del
niño. Le enfrenta con situaciones y problemas nuevos, y facilita la
comunicación con otros niños en sus mismas condiciones, favoreciendo el
desarrollo del lenguaje.
Áreas de desarrollo
Relación con el entorno; Personalidad.
Los sentidos desempeñan un papel importante en la relación del
sujeto con su medio, proporcionándole información de cuanto en él
acaece, con el fin de suscitar en el organismo una respuesta adecuada,
de tal manera que éste pueda sentirse seguro y mantener un equilibrio
psicológico, será fácil comprender que la carencia auditiva ha de producir
un impacto no sólo sobre el desarrollo lingüístico, sino también sobre el
desarrollo de toda la personalidad del deficiente auditivo.
El lenguaje juega un papel importante en el desarrollo de la
personalidad por cuanto sirve para controlar e inhibir nuestras acciones,
tomar conciencia de uno mismo, expresar sentimientos, poner nombre a
nuestra realidad, e interactuar con los demás. Añadiendo también que la
relación con los padres se puede ver alterada por la sobreprotección.
Así mismo las limitaciones comunicativas pueden crear dificultades
en la interiorización de normas y puede afectar de forma negativa en la
formación de su auto concepto.
Desarrollo motor
El desarrollo motriz del deficiente auditivo en líneas generales no
se suele ver afectado, salvo que existan deficiencias asociadas a la
sordera, no obstante se debe tener en cuenta aspectos tales como el
equilibrio estático y dinámico por tratarse el oído del órgano de control de
dicha capacidad. Podemos añadir que el percibir el mundo de sonidos y
lenguaje resulta una experiencia favorecedora de la anticipación de
ciertos hechos y la comprensión de sus secuencias así como de ciertas
relaciones causales. Razón por la cual también se puede ver afectada la
estructuración mental de los conceptos de espacio y tiempo.
Desarrollo cognitivo
Superadas aquellas épocas en las que se pensaba que el sordo
además era deficiente mental, los estudios más recientes sobre las
capacidades cognitivas del sordo ponen de manifiesto que la sordera no
conlleva ninguna deficiencia mental esencial, aún más se constata que el
niño sordo, aunque con un desfase en el tiempo, recorre los mismos
pasos y sigue la misma secuencia que el niño oyente en el desarrollo de
sus estructuras mentales.
No oír puede conllevar una lentificación del desarrollo cognitivo del
sujeto, que deriva, por un lado del déficit lingüístico y comunicativo, con lo
que esto supone de cara a la interacción y recepción de información, y por
otro, de las restricciones experienciales que supone el no oír, por tanto, su
exposición a una situación rica en experiencias a la vez que se les
proporciona un sistema lingüístico con el que codificar y almacenar la
realidad, ayudará a superar estos enlentecimientos cognitivos.
Finalmente la discapacidad auditiva es un déficit total o parcial en
la percepción auditiva, que afecta fundamentalmente a la comunicación.
Dependiendo del momento en el cual se produzca la discapacidad, y en
función de la adecuación del proceso educativo o rehabilitador, se
encontrarán personas que realicen lectura labio facial y que se
comuniquen oralmente u otras que se comuniquen a través del lenguaje
de signos. (Tomado de: Alcantud, F.; Ávila V.; y Asensi M. (2000). La
Integración de Estudiantes con Discapacidad en los Estudios Superiores.
España: Universidad de Valencia.)
A tal efecto existe el lenguaje de señas, que no es una lengua oral.
Es decir es una lengua que se caracteriza principalmente por ser visocorporal, que se percibe a través de la vista y se expresa con las manos
y el cuerpo que forman parte de la Lengua. Con ella, se pueden expresar
sentimientos y deseos; transmitir valores y reglas sociales; desarrollar
pensamientos y permitir al individuo sordo, comunicarse plenamente.
Las mismas funciones lingüísticas se encuentran en ambas
Lenguas tanto oral como de señas, gramaticalmente sería, Nombre,
Verbo, Adverbio, Adjetivo, entre otros. Como se puede ver todos estos
métodos son sistemas simbólicos y visuales, que tienen un buen
desarrollo lingüístico para la comunicación.
Antecedentes
Gonzalez, (2011) realizo una investigación cuyo nombre es la
“incorporación a la educación regular en personas con discapacidad
auditiva”. En México y que tiene como objetivo promover, desde el ámbito
familiar, líneas de acción tendientes a motivar la incorporación de la
persona con discapacidad auditiva a la educación regular básica, media y
superior, para su integración y participación activa y productiva a la
sociedad. Ya que la OMS, estima que existen 123 millones de personas
sordas en el mundo, anualmente en México nacen 2400 niños con
discapacidad auditiva, sólo el 10% recibe educación. A falta de espacios
de educación especial, asimismo el trabajo fue de campo con un enfoque
cualitativo, y una población de padres entre 26 a 54 años de edad,
basándose en la recolección de datos no estandarizados, en conclusión a
nivel familiar se detectaron básicamente tres dinámicas familiares, la
familia comprometida que realiza lo suficiente y necesario para la
rehabilitación de su hijo, la familia en que sólo la madre está
comprometida y el padre es un proveedor, y una tercer familia, la que
considera que los auxiliares o implante más la terapia que se realiza en la
escuela es lo adecuado y necesario para la rehabilitación de su hijo, este
tipo de familia guarda cierto grado de negación, depresión, o enojo ante
las demandas reales de esta discapacidad.