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Guía Superior en Turismo Aventura FESAT Primeros Auxilios Prof. Juan Pedro Vilche Trabajo Práctico Espacio Curricular: Primeros Auxilios en zonas agrestes Tema: Quemaduras – Ampollas Consigna: Investigar acerca de las clasificaciones de las quemaduras y su tratamiento. Investigar acerca de las ampollas producidas por la actividad física y su tratamiento. Quemaduras Una quemadura es un tipo de lesión en la piel causada por diversos factores. Las quemaduras térmicas se producen por el contacto con llamas, líquidos calientes, superficies calientes y otras fuentes de altas temperaturas; aunque el contacto con elementos a temperaturas extremadamente bajas, también las produce. También existen las quemaduras químicas y quemaduras eléctricas. Las quemaduras térmicas son las más comunes y ocurren cuando metales calientes, líquidos hirvientes, vapor o llamas entran en contacto con la piel. Suelen ser producto de incendios, accidentes, juegos con fósforos, calentadores, etc. Las quemaduras de las vías respiratorias pueden ser causadas por inhalación de humo, vapor, aire sobrecalentado o vapores tóxicos, a menudo en espacios poco ventilados. Síntomas Ampollas Dolor (el grado de éste no está relacionado con la gravedad de la quemadura, ya que las quemaduras más graves pueden ser indoloras) Peladuras en la piel Enrojecimiento de la piel Shock: se debe observar si hay palidez y piel fría y húmeda, debilidad, labios y uñas azulados y disminución de la capacidad de estar alerta Inflamación Piel blanca o carbonizada Los síntomas de una quemadura en las vías respiratorias son: Boca carbonizada, labios quemados Quemaduras en la cabeza, cara o cuello Sibilancias Cambio en la voz Dificultad al respirar, tos Pelos de la nariz o de las cejas chamuscados Manfré, Nahir Soledad 1 FESAT Guía Superior en Turismo Aventura Primeros Auxilios Prof. Juan Pedro Vilche Tipos de quemaduras: Las quemaduras han sido agrupadas teniendo en cuenta su extensión y la profundidad de la lesión. Por su extensión se las clasifica el localizadas y extensas. Las quemaduras localizadas abarcan una zona cirscuncripta del cuerpo: un dedo, una rodilla, un pie, etc. Las quemaduras extensas abarcan una región amplia: el tórax, todo el mimbro superior, o el inferior, etc. Son peligrosas, deformantes y expuestas a la infección. Por la profundidad de la lesión las quemaduras, ya sean localizadas o extensas, se clasifican en: Primer grado o Tipo A: muy superficiales, destruye solamente la epidermis y se expresa, típicamente, por un eritema (enrojecimiento) que palidece a la presión, es dolorosa, causando ardor e inflamación (edema) moderada y piel seca, no asociándose con evidencia de desgarro de la piel ni formación de ampollas. Segundo grado o de Tipo AB: destruye la epidermis y un espesor mayor o menor de la dermis; se subdividen en dos grados, superficial o profundo. Su aspecto es rosado o rojo, con presencia de vesiculación de contenido plasmático (ampollas ó flictenas) y tienden a una epitelización espontánea. Son dolorosas. Tercer grado Tipo B: destruyen todo el espesor de la piel y, salvo que sean muy pequeñas, no tienen posibilidad de epitelización espontánea. Su aspecto es pálido y se aprecian pequeños vasos coagulados, la piel está carbonizada con ausencia de ampollas y piel acartonada y seca. Son indoloras y no palidecen por la presión. Quemaduras solares Las quemaduras solares: producidas predominantemente en verano cuando miles de personas se exponen al sol, pueden producir quemaduras de primer y segundo grado. En casos excepcionales, se producen casos más graves. Son provocadas por una exposición excesiva al sol o a una fuente de luz ultravioleta, que supera la capacidad protectora de la melanina, pigmento que protege la piel. Las cremas con un FPS (factor de protección solar) alto ayudan a prevenir e incluso evitar este tipo de quemaduras, que causan mucho dolor y pueden desembocar en enfermedades mucho más graves. Una persona de piel clara puede resultar dañada por este tipo de quemadura en menos de 15 minutos de exposición al sol durante el mediodía, en cambio una persona con piel oscura puede tolerar la misma exposición por horas. Quemaduras eléctricas Las quemaduras eléctricas, como su nombre lo indica, son provocadas por descargas eléctricas como pueden ser: rayos, corrientes mayores de electricidad, etc. Por lo Manfré, Nahir Soledad 2 Guía Superior en Turismo Aventura FESAT Primeros Auxilios Prof. Juan Pedro Vilche general, si una descarga es suficiente para provocar quemadura, hace que se produzca una quemadura de tercer grado. Pero también depende la intensidad de la corriente, para que pueda generar daños en la dermis, hasta poder causar la muerte por paro cardíaco. La supervivencia a quemaduras severas es mejorada si el paciente es tratado en un centro especializado en quemaduras en un hospital. Consideraciones generales: Antes de administrar los primeros auxilios, evalúe la extensión de las quemaduras de la persona y trate de determinar la profundidad de la parte más seria de la quemadura. La atención médica oportuna para quemaduras graves puede ayudar a evitar la cicatrización, discapacidad y deformaciones. Las quemaduras en la cara, las manos, los pies y los genitales pueden ser particularmente graves. Anatomía normal de la piel: La piel es una estructura bilaminar, conformada por la epidermis y la dermis. Podemos observar su estructura anatómica en la figura siguiente Primeros auxilios PARA QUEMADURAS MENORES: 1. Si no hay rupturas en la piel, deje correr agua fría sobre el área de la quemadura o sumerja el área en agua fría, pero no helada, durante por lo menos cinco minutos. Una toalla limpia, húmeda y fría también ayuda a reducir el dolor. 2. Calme y bríndele confianza a la persona. 3. Luego de lavar o remojar en agua por varios minutos, cubra la quemadura con un vendaje estéril o con un trozo de tela limpio. 4. Proteja la quemadura de presiones o fricciones. 5. Los medicamentos para el dolor que no necesitan receta médica, como el ibuprofeno o el paracetamol, se pueden utilizar para aliviar el dolor, a la vez que pueden ayudar a reducir la hinchazón. NO les dé ácido acetilsalicílico (aspirina) a niños menores de 12 años. Una vez que se enfríe la piel, una loción humectante también puede servir. Manfré, Nahir Soledad 3 Guía Superior en Turismo Aventura FESAT Primeros Auxilios Prof. Juan Pedro Vilche 6. Las quemaduras menores suelen sanar sin tratamiento adicional. Sin embargo, en el caso de quemaduras de segundo grado que cubran un área de más de dos o tres pulgadas en diámetro (5 a 8 cm.), o si el área quemada es en las manos, pies, cara, ingles, glúteos o una articulación importante, trátela como si fuera una quemadura grave. 7. Verifique que la persona esté al día con la vacuna antitetánica. PARA QUEMADURAS GRAVES: 1. Si alguien se prende fuego, dígale que se detenga, se tire al suelo y ruede. Envuelva a la persona con un material grueso para apagar las llamas (un abrigo, una alfombra o una manta de algodón o lana) y rocíela con agua. 2. Cerciórese de que la persona ya no esté en contacto con materiales ardientes. No obstante, NO le quite las ropas quemadas que estén pegadas a la piel. 3. Verifique que la persona esté respirando. Si la respiración se ha detenido o si las vías respiratorias están bloqueadas, ábralas. De ser necesario, comience a administrar respiración artificial y RCP. 4. Cubra el área de la quemadura con un vendaje estéril, húmedo y frío (si lo hay) o una pieza de tela limpia. Una sábana puede servir si el área de la quemadura es muy extensa. NO aplique ungüentos y evite reventar cualquier ampolla causada por la quemadura. 5. Si los dedos de las manos o de los pies sufrieron quemaduras, sepárelos con compresas secas, estériles y no adhesivas. 6. Eleve el área quemada por encima del nivel del corazón y protéjala de presiones y fricciones. 7. Tome las medidas necesarias para prevenir el shock. Acueste a la persona, elevándole los pies unas 12 pulgadas (30 cm) y cúbrala con una manta o abrigo. Sin embargo, NO coloque a la persona en esta posición de shock si se sospecha que hay lesiones en la cabeza, cuello, espalda o piernas o si esto hace sentir a la persona incómoda. 8. Continúe observando los signos vitales de la persona hasta que llegue asistencia médica. Esto significa el pulso, la frecuencia respiratoria y la presión arterial. No se debe NO aplicar ungüentos, mantequilla, hielo, medicamentos, cremas, aceites en aerosol ni cualquier otro remedio casero en las quemaduras graves. NO respire, sople ni tosa sobre la quemadura. NO toque la piel muerta o ampollada. NO retire la ropa que esté pegada a la piel. NO administre nada a la persona por vía oral si hay una quemadura grave. NO sumerja una quemadura grave en agua fría, pues esto puede causar shock. Manfré, Nahir Soledad 4 Guía Superior en Turismo Aventura FESAT Primeros Auxilios Prof. Juan Pedro Vilche NO coloque una almohada debajo de la cabeza de la persona si hay quemaduras de las vías respiratorias, porque esto puede cerrarlas. Tratamiento de Quemaduras Primer grado: Refrescar inmediatamente la quemadura con agua a una temperatura de entre 10 y 20 grados centígrados; Beber abundantes líquidos si ésta es muy extensa, caso de las producidas por el sol durante el verano. Segundo grado: Existe peligro de infección si la ampolla revienta al convertirse en una puerta de entrada para los microorganismos, Siempre se ha de lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos; Posteriormente, según el estado de las ampollas se actuará de una u otra manera: Ampolla intacta: poner antiséptico sobre ella y cubrir con paño limpio o compresa estéril. Ampolla rota: tratar como una herida. Lavarse las manos, aplicar antiséptico, recortar con una tijera limpia (a ser posible estéril) la piel muerta e impregnar nuevamente con antiséptico. Colocar una cinta adhesiva o tirita para evitar el dolor y la infección. Tercer grado: Lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos; NO retirar los restos de ropa; NO se deben reventar las ampollas que aparezcan; NO dar pomadas de ningún tipo; Envolver la parte afectada con un paño limpio, toallas o sábanas, humedecidos en suero, agua oxigenada o agua. Ampollas Una ampolla es un mecanismo de defensa del cuerpo humano consistente en una vejiga llena de líquido linfático y otros fluidos corporales, que se forma en la epidermis. Puede producirse como reacción a quemaduras o fricción y ayuda a reparar el daño producido a la piel. Las causas que las provocan son: el calzado, la actividad física, enfermedades, quemaduras, plantas urticantes (ortiga), etc. Manfré, Nahir Soledad 5 Guía Superior en Turismo Aventura FESAT Primeros Auxilios Prof. Juan Pedro Vilche Tratamiento Ampolla por quemadura de segundo grado. En general, las ampollas se curan por sí solas, sin necesidad de tratamiento médico, ya que la piel ensanchada protege bien la herida. De esta manera, el líquido se reabsorbe y la piel de la ampolla se seca. Para evitar que se rompa, esta puede cubrirse con una venda o apósito protector. Salvo bajo supervisión médica, las ampollas deben mantenerse intactas para evitar infecciones; es decir, no se deben picar las ampollas. Sin embargo, si la ampolla se encuentra debajo de la planta del pie, puede ser pinchada con una aguja estéril para que sane más rápido. Entonces la ampolla es cubierta con un gran parche, con el fin de evitar infecciones. Ampollas provocadas por el calzado Contra las ampollas en los pies ayudan el calzado adecuado, que no roza, así como otras medidas: atar los zapatos lo más firmemente posible para que entre el zapato y el pie se produzca tan poco movimiento como sea posible; usar calcetines sintéticos delgados bajo calcetines de excursión más gruesos: la fricción aparece así entre los dos calcetines y no en la piel; un parche protector (antes de la excursión) fijado con una buena cinta adhesiva, teniendo cuidado de que no se formen arrugas; embetunar los pies con una crema para la piel que engrase fuertemente. usar sandalias sin calcetas rozando el pie contra el borde Recomendaciones No reventar, en términos generales, la ampolla. Con el fin de evitar el riesgo de una infección, se recomienda no perforar una ampolla. Sin embargo, existen especialistas que aconsejan drenar una ampolla si ésta es demasiado grande o está ubicada en una zona donde se recarga el peso corporal. En este caso, se aconseja lavar la ampolla con agua y jabón o pasarle un algodón con alcohol o agua oxigenada. Luego, pinchar con una aguja desinfectada con alcohol o con la llama de un fósforo (La incisión debe ser pequeña, pero apropiada para permitir que salga el líquido) Posteriormente, secar el líquido con una gasa antiséptica y luego aplicar un pequeño vendaje con una abertura en el centro para que penetre el aire. No retirar la cubierta. Si se ha drenado o reventado la ampolla, no se debe retirar la cubierta (la piel que cubre la ampolla), ya que la zona terminará muy enrojecida, Manfré, Nahir Soledad 6 Guía Superior en Turismo Aventura FESAT Primeros Auxilios Prof. Juan Pedro Vilche sensible e irritada. Es mejor dejarla puesta para que proteja la piel hasta que sane completamente. Escoger un material sencillo de protección. Además de la cubierta natural de piel de la ampolla, se recomienda cubrirla y protegerla con una venda adhesiva flexible. Sin embargo, cuando la ampolla es demasiado grande, se aconseja los apósitos de gasa estéril y para fijarlos se emplee cinta adhesiva a prueba de agua. Ventilar un poco la ampolla. Se aconseja remojar la ampolla en agua y dejarla al aire libre para que se ventile durante toda la noche con el fin lograr una más rápida curación. Cambiar las gasas húmedas o mojadas. Si las gasas se han mojado por alguna razón, se puede considerar que se ha contaminado y debe cambiarse. Esto significa que se deberá cambiar las gasas con bastante frecuencia si los pies transpiran mucho o si realiza actividades que produzcan sudación y las humedezca. Bula Ampolla por quemadura de segundo grado con café caliente. Una bula es en dermatología un espacio lleno de líquido elevado sobre el nivel de la piel al menos del tamaño de una arveja (> 5 mm). Las lesiones bulosas suelen ser consecuencia de agentes químicos o físicos como quemaduras, congelación de segundo grado o la irritación mecánica -por ejemplo, zapatos que rozan-. Manfré, Nahir Soledad 7