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HOSPITAL PSICOASISTENCIAL “JOSE T. BORDA”
REVISTA DEL HOSPITAL BORDA
INFORMACION Y PUBLICACION CIENTIFICA
Departamento de Docencia e Investigación
Año 2 - N º 4 -Octubre 2010
FOTO DE TAPA
Ministerio de Salud
Buenos Aires
Gobierno de la Ciudad
1
COMITE EDITORIAL
SUMARIO
Dirección Honoraria: Dr. Stingo Néstor
Dirección Ejecutiva: Lic. Florio Liliana Inés
- Editorial
PAGINA WEB
I Sección Informativa
Dr.Ricardo Corral
Lic. Liliana Florio
Dra Monica Fudín
COMITÉ CIENTIFICO
Clínica Psiquiátrico-Psicológica
y Neurológica
- Estructura
- Dirección
- Imprenta
- C.I.A.I.P.I.
- Dpto Rehabilitación:Servicio de
Terapia Ocupacional.
- Servicio de Kinesiología
- Servicio 31 A de Salud Mental
- La Capilla y la Palabra de los Pacientes
- Por la Puerta Grande
- Dpto.Docencia e Investigación
- Normativas Publicación
Dr. Corral Ricardo
Dr. Donnoli Vicente
Dra. Fudín Mónica
Dr. Stingo Néstor
Dra. Zazzi Cristina
II Sección Cientifica
Psicofarmacología
Dr. Corral Ricardo
Dra. Zazzi Cristina
- “El Reencuentro con lo humano,Ramón:
Otra Historia y un Poncho “.
Lic. TO Sara Daneri
Psicología y Psiquiatría Forense
- Efectos Biológicos y Psicodinámicos de la
Psicoterapia con Estress Crónico ,Trastorno de Ansiedad Generalizada y Depresión
Dr. Jemar Guillermo
Lic. Florio Liliana
Dr. Stingo Nestor
Psicoanálisis
Dra. Fudín Mónica
Dr. Donnoli Vicente
Área Social y Rehabilitación
Lic. Florio Liliana
Dr. Goldberg Carlos M.
Secretaría General
Luna Susana
Villagra Carina
Paredes Lorena
Sanchez Lilian
- Discriminación y Violencia Laboral en
Organizaciones Públicas: Consecuencias
sobre el capital humano por su práctica
períodica.
Lic.Adm.Pública Rafael Fernández
- El Programa de Eutanasia de Hitler.
Dr. Navarro Daniel
- Discurso Paranoico –Pensamiento y
Paranoia
Dr. Carofile Alfonso
- Dispositivo Grupal en un Servicio de
Internación de Mujeres: “Las mañanas
Con Romina”
Lic. Fudin , M. Lic.Carballo ,R.
II SECCION CIENTIFICA
2
II.1
“EL REENCUENTRO CON LO HUMANO, RAMÓN: OTRA HISTORIA
Y UN PONCHO”
Autora: Lic. TO SARA DANERI
* Jefa de Servicio Terapia Ocupacional Hospital José T. Borda.
Lic. en Terapia Ocupacional. Miembro Comité de Bioética Hospital
José T. Borda.
[email protected]
4305-5083
Sumario:
Esta comunicación plantea las intervenciones clínicas que realiza un terapista ocupacional en
un servicio de internación de un hospital monovalente en función de producir espacios para una
verdadera integración en el ámbito socio-comunitario.
La institución en la que se realizó tiene características asilares lo que promueve la
fragmentación, las relaciones especulares y la inmovilidad.
La presentación de este caso clínico intenta resaltar por una parte los efectos de los largos
períodos de institucionalización y por otra destacar posibles estrategias para habilitar espacios
de subjetividad y lazo social.
Se hace un recorrido clínico desde la internación hacia espacios reales de vida en
contraposición a la vida en el interior de un hospital de salud mental, los que favorecieron un
entramado vincular con y en el barrio.
Las intervenciones y actividades estuvieron centradas en la búsqueda e identificación de
intereses de la persona internada y su instrumentación tuvo como objetivo promover su mayor
nivel de autonomía y participación social.
Por tanto desde Terapia Ocupacional, ofrecer espacios para la construcción de tramas de
intercambios, a través de las palabras, el hacer, la reflexión y posibles articulaciones, es la
tarea que convoca.
Palabras Claves: intervención clínica- integración – intercambio - autonomía- participación social
Keys board: clinical interventions- integration- interchange- autonomy-participation – social
Introducción:
Esta es la historia clínica de Ramón en el asilo, ella nos dice que nació el 28-10-1922 y que
desde el año 1950 hasta el año 2005 excepto por muy breves períodos, su vida transcurrió en
su interior. La Carátula de su Historia Clínica comienza:
HOSPICIO DE LAS MERCEDES1
Hospital Nacional de Neuropsiquiatría
Boletín Anamnésico: 1º Internación: 4 de agosto de 1950, lo acompaña la madre
1
Registros extractados de su Historia Clínica
3
Padres: Manuel y Encarnación españoles. Edad: 27 años. Oficio: obrero. Religión: católico.
Instrucción: alfabeto. Expresión clínica del enfermo “tranquilo”. Principales síntomas actuales:
psicosis esquizofrénica. Motivo de la internación: alienación mental
Alta: 9-5-1951 mejorado a pedido de la familia… Jefe de Scio Dr. Brumana Director.
1º reinternación: 28-5 1951: acompaña hermano de 22 años Pedro, reingresa a los 19 días.
Boletín Anamnésico: Expresión clínica del enfermo: “tranquilo-indiferente”.
14-11-62 Dado de alta, fugado.
17-11-62 La Guardia médica constata que el paciente se encuentra dentro del establecimiento.
Es claro que Ramón NUNCA se fue de los predios del hospital. (Resaltado SD).
Cabe señalar que estas situaciones de extravío dentro del mismo predio de la institución son
parte de la vida asilar por la importante extensión de tierra, por el nº de personas alojadas en
ella y por la desorganización que impera, factores constitutivos de las estructuras
manicomiales.
2º reinternación: 19-11-62
17-1-63: se ha conseguido levantar al paciente y en cierta medida hacer que ayude
(estimulado) en la limpieza de la sala. Se le administran sedantes eventualmente. Fdo. Juan
Mengoni.
23-12-63 Forma parte del elenco de ayudantes con peculio. (Resaltado SD)
10-5-64: ayer por la tarde agredió con un palo al enfermo del mismo del servicio. Queda en
cama con ampliactil. Fdo. J.M.
1º-7-64 Levantado, tranquilo, no habla con sus compañeros, dócil por eso a pesar de sus
estado se le puede solicitar cooperación en la limpieza de la sala. Ocasionalmente impulsos
agresivos leves. Visitado asiduamente por su madre. Fdo. J.M.
7-11-64 Levantado. Ayuda en quehaceres de la sala, puede realizar algunos encargos, se
lo manda a talleres de lavadero. Dócil, tranquilo. Visitado por su madre. Fdo. J. M.
14- 9-65 colabora en las tareas de la sala, realiza mandados internos. Se alimenta bien. Resto
sin novedad.
18-7-66 Tranquilo habitualmente, aunque a veces tiene episodios de excitación en los que se
torna agresivo sin causa externa aparente, probablemente incitado por su trastorno delirante y
alucinaciones.
28-2-67 sigue en el mismo estado psíquico. Colaborador en algunos menesteres con el
servicio. (Resaltado S.D)
18-6-68 al 74: registros sin variantes, sigue igual.
17-11-76 Hace tres días tuvo visitas le avisaron que su madre de 86 años esta muy enferma: A
su edad teme salir, enfrentar la búsqueda de un empleo (es pintor de oficio, pero no tiene
buena vista) acá tiene techo y comida asegurada” Podría dice, salir si le ayuda el hermano y
trabajar.
1977-1980 sin variantes, colabora en el transporte de la comida. Tranquilo, lúcido. Cobra
peculio. Bien adaptado, sin variantes en su condición psíquica.
Pasa a otro servicio:
9-11-83: tranquilo, adaptado al Servicio. Colabora en las tareas del servicio. (Resaltado SD)
10-11-84: Dice: “Yo no tengo capacidad para otras personas. Yo soy enfermo de nacimiento.
¿El Hospicio es esto no? Primero era el hospicio ahora lo hicieron hospital. Refiere que
colabora en las tareas de la sala espontáneamente. Tiene un hermano que lo visita cada 2
meses. (Resaltado S.D).
8-8-85: Refiere que trabajó de pintor, en un aserradero de peón y trabajó en el campo desde
los 15 a los 25 años y que hace 35 años que esta acá desde 1950, que nunca salió a la calle.
Con respecto al reingreso del año 1962, refiere que cuando lo pasaron al pabellón 13 se asustó
y estuvo 4 días perdido en los fondos del hospital, dato que ratifica lo ya señalado.
16-10-87: “Estoy más delgado pero a la vez soy gordo, me tengo que valer de los demás
porque yo no tengo capacidad mental...” “Hace 37 años que estoy acá desde el 50...” “es feo
estar enfermo, nadie le lleva el apunte a uno...”. “La realidad es cuando uno mismo hace la
familia...ahora la realidad es que estoy enfermo y no embromo a nadie, me embromo
yo...” (Resaltado SD)
88-89-90-91-92 sin variantes en su cuadro psiquiátrico. Disgregado, delirante.
93 grave defecto esquizofrénico.
9-4-95 acentuado deterioro psicótico. 2-10- 95 sin medicación psiquiátrica.
De 1994 a 2005 Continúa sin medicación psiquiátrica. (Resaltado S.D)
Cabe la pregunta si no requiere ni siquiera medicación psicofarmacológica ¿qué sostiene el
discurso de la internación?
4
1º-7-01 participa con agrado de la actividad docente (presentación de pacientes) Agradece
haber sido “tratado como persona” (Resaltado SD). Se plantea asignar terapeuta individual.
30-10-01 mantiene sus espacios terapéuticos. En el día de ayer se le festejó su cumpleaños
que repercute positivamente en su timia “nunca me habían hecho fiesta de cumpleaños”
“ahora parece que estoy a la par de los demás”. (Resaltado SD)
02-04 comienza a percibir su pensión no contributiva. Colabora en el servicio por propia
voluntad. Psicopedagogía. (Resaltado SD)
3-6-05 Sufre un accidente 11-7-05 vuelve al servicio. 30-9-05 comienza kinesiología. 12-10-05
reinicia alfabetización.
Abordaje en Terapia Ocupacional:
Hasta aquí una síntesis de los registros de su historia clínica. ¿De qué nos hablan?, ¿cómo nos
hablan?, podemos decir que a través de descripciones impersonales, de las observaciones que
se hacen de las conductas de Ramón y de su grado de adaptación o no al entorno asilar. Nos
dan cuenta de su “tranquilidad hasta llegar a su indiferencia”;”adaptabilidad”, “colaboración”;
“acentuado deterioro psicótico”; y así podríamos seguir enumerando.
Pero poco dicen de Ramón en términos de él persona, sujeto: ¿quien fue?, ¿que hizo?, ¿que le
gustaba? , ¿Qué quería, que esperaba?
Señala
Jorge
Luis
Pellegrini
5
“Las historias clínicas suelen registrar los diagnósticos descriptivos de ingreso y muy escasamente la
actualización o confirmación de los mismos. Así el paciente queda adherido a un diagnóstico
inmutable que pasa a darle nueva identidad: con el paso del tiempo en el encierro aquello lo define,
reemplazando su historia personal, familiar y social, las cuales se mitifican en parte y en parte se
olvidan, si es que alguna vez se conocieron. El diagnóstico rotula al ser humano depositado,
esperando que actúe según el enunciado. Y el tiempo va pasando, con individuos que pierden
su individualidad, para ir domesticándose según el funcionamiento de la institución.”
Nos conocimos en septiembre de 2000 al incorporarme como t.o2 al servicio de internación en el que
estuvo alojado desde el año 1983 hasta noviembre de 2005 mes en el que falleció, aunque en total
permaneció internado 55 años.
Es decir, 55 años para apenas decir tan poco a través de su historia clínica ¿desde que lógica podría
justificarse una internación atemporal, sin plan de tratamiento, proyecto y objetivos?
En TO3 participó del espacio ni bien se realizó la primera convocatoria abierta a todas las personas
internadas, a la que luego se sumó una entrevista individual que permitió conocer aspectos de su
vida personal.
Trajo en los encuentros iniciales que era nacido en Avellaneda e hincha de fútbol del Club
Independiente, mencionando que no había concurrido a la cancha aunque le hubiera gustado hacerlo.
Comentó, lo que ratificaban sus compañeros que recibía visitas de su hermano Pedro, pero que hacía
bastante tiempo que no lo visitaba.
Habitualmente no participaba en forma espontánea del diálogo grupal, pero cuando se lo invitaba y
estimulaba, hacía cometarios pertinentes sobre los diversos temas que se trataban poniendo de
manifiesto un alto nivel de información y de conexión con la realidad, pese a que no mantenía
contacto con el exterior desde el año 1951.
En correlación con su Historia Clínica pero en menor medida que al inicio, perduraron dos conductas:
1) Distancia física y rechazo a la vinculación con otros a través de la mirada: habitualmente no
dirigía su mirada cuando hablaba, era esquivo, al punto que en muchas oportunidades
provocaba la situación para que Ramón estableciera un mínimo contacto visual conmigo.
También era reacio a la cercanía corporal de otros, fueran sus compañeros o la t.o. A partir
de la pintura de los roperitos donde guardaban sus pertenencias y con la excusa de ayudarlo
a limpiarse la pintura de sus manos, se generó contacto a través de estas y desde sus manos
un contacto visual sostenido y frecuente.
2) Su indumentaria: acostumbra a ponerse un delantal tipo cocinero que confeccionaba con
bolsas plásticas, a hacerse pasadores de tela en ropa que no tenía botones o ponchos con
alguna frazada. Cuando le pregunté por su forma de vestirse me respondió que se protegía
su ropa porque se encargaba de repasar las mesas del comedor por la tarde, luego de la
merienda. Antigua actividad que realizaba bajo el sistema asilar. El poncho lo usaba porque a
veces por la noche decía sentir frío además de haber sufrido cuando joven un “un aire, un
golpe de frío en la espalda a la altura de la cintura” por lo cual también usaba una faja hecha
en tela. Esto se correspondía con su edad cuyo registro térmico según manifestaba era
mucho más sensible al frío y en los períodos de bajas temperatura.
Comenzamos con salidas dentro del Hospital como a la cafetería o al Vivero en las que manifestaba
sorpresa al encontrarse con lugares que no conocía, indudablemente el efecto del encierro había ido
cercenando hasta su posibilidad de pensar su circulación por dentro de los muros
La visita al Vivero le trajo el recuerdo de la huerta familiar que tenían en su casa paterna y sus
conocimientos sobre los cultivos que hacía con su padre. Manifestaba una actitud dispuesta ante las
actividades que se le proponían y esperaba a la t.o los días de sesión sentado en su cama para que
lo invitara a pasar al consultorio.
Sus compañeros tenían con Ramón una actitud afectuosa y de cuidado y cuando surgían
comentarios de actualidad política, él ponía en evidencia sus conocimientos e información, que
decía tener a través de las noticias de la TV, así como del fútbol.
Ante propuestas de concurrir a otros espacios como salidas fuera del Hospital, en un principio lo
dejaba librado a la opinión del jefe de servicio y al preguntarle acerca de si le gustaría respondía: ”sí,
siempre que el médico me de autorización, porque si el médico dice que tengo que estar acá no
puedo ir”.
Es evidente que los efectos de la institucionalización habían marcado a Ramón de tal manera que
se sometía pasivamente a la aprobación de un Otro encarnado en el jefe del servicio, sin poder decir
sobre lo que le gustaría.
Pellegrini en su libro agrega: “Esta (la institución/jefe de servicio), a su vez, le deja cada vez menos
margen para elegir algo respecto de sí mismo, integrándolo a un rebaño indiscriminado, donde los
2
3
t.o: terapista ocupacional
T.O: Terapia Ocupacional
2
conflictos se silencian, y todo se interpreta desde el rótulo impuesto. Un rótulo que deja de lado la
condición humana del sujeto y lo va incorporando al inventario del hospital”1.
Trajo a las sesiones de TO que tenía conocimientos de guitarra y que cuando joven anduvo por
algunas provincias argentinas tocando música y cantando con un grupo milongas y folklore.
De este interés surge su inclusión en el taller de musicoterapia, convirtiéndose en las fiestas del
servicio en uno de los números artísticos infaltables. En estas sesiones comenta a la musicoterapeuta
que sería de su interés aprender matemática y repasar “lengua”, pues al tener que firmar un
documento hace unos años un enfermero le dijo que no firmara sino que pusiera el dedo, lo que
aceptó pasivamente.
Nuevamente este hecho marca la forma en que la Institución que se encarna en el discurso del
enfermero en vez promover los procesos de personación2 de Ramón arrasa su singularidad.
A partir de este comentario y del trabajo interdisciplinario, en T.O se le consulta a Ramón sobre esta
inquietud dando lugar al despliegue de su subjetividad que originó una nueva actividad: la
revinculación con la escritura y luego con la matemática.
Juntos organizamos este proyecto, al igual que los anteriores y para ello comenzamos con la
búsqueda de un cuaderno en el que con su aprobación escribí su nombre y apellido. Esta actividad
en el espacio grupal motivó e interesó a sus compañeros, que se incorporaron desde su interés o
necesidad identificada.
En T.O a lo largo de dos años y medio transitamos diversas áreas de conocimiento que surgían a
propuesta del propio Ramón, así luego de recuperar la firma continuamos con la gramática, la
multiplicación y división, los decimales, etc.
Este acto de “recuperar su firma” resultó esencial para abrir instancias hacia el rescate de su
identidad y a partir de esta su participación e integración en el ámbito comunitario.
Por la misma época le otorgaron una pensión por edad avanzada la que en un principio y por
información suministrada por la T.S4 se negaba a aceptar, pero al momento de su asignación y por el
trabajo terapéutico realizado en las sesiones de T.O, para él había comenzado a adquirir sentido.
Comenzaba a adscribirle sentido y función a este dinero, primeramente sólo para comprar “azúcar y
yerba mate” luego y en la medida que surgían espacios para hablar sobre sus necesidades e
intereses agregaría:”jabón de lavar y de tocador; ropa; galletitas; calzado; un almuerzo; postres; un
café; útiles escolares etc.” una lista interminable que planificábamos mensualmente.
Esta posibilidad de contar con recurso económico habilitó nuevas actividades: ir al banco a cobrar su
pensión; ir de compras por zonas aledañas y luego por otros barrios; a almorzar; comprar una guitarra
y también un poncho.
Guitarra y poncho habían forjado en la juventud de Ramón parte de su identidad, ambos objetos lo
habían llevado fuera de su casa con un grupo de música folklórica cuando tenía alrededor de 23
años, regresando al hogar paterno al tiempo desde donde fue internado en el Hospital.
De aquella etapa de su vida Ramón conservó pese a los años y del efecto de arrasamiento del asilo,
sus conocimientos de guitarra y su recuerdo sobre la letra de una canción que hablaba de un “un
poncho de vicuña marrón”, que alguna vez supo tener.
Ambos objetos traídos en sus relatos a las sesiones de TO fueron motivo de intervenciones
específicas. Para la compra de su guitarra indagamos precios y evaluamos diferentes opciones:
compra de una usada; en un banco de empeño; de una nueva; ubicamos tiendas de instrumentos
musicales, planificamos la salida, concretamos la compra y festejamos con un almuerzo.
Con el tema del poncho teníamos de antemano una situación conflictiva con el área de enfermería,
que se quejaba del hábito de Ramón de cortar las frazadas que colocaban en su cama, aunque nadie
había preguntado a Ramón sobre su conducta.
Ante este planteo hecho a la t.o por los enfermeros y de los relatos de Ramón, pudimos comprender
la historia y el valor del “poncho de color marrón” para Ramón y realizar la compra, momento en el
que cesó su “costumbre” de cortar las frazadas que ocasionaba enojo a la enfermería. Quizás su
modo o intento de subjetivarse ante un ambiente inhóspito e impersonal.
Con su guitarra, su poncho nuevo y el rescate de sus aprendizajes en T.O, Ramón durante dos años
y en forma semanal y en paralelo a las actividades en T.O, se integró al Taller de Alfabetización en el
Centro de Gestión y Participación Vecinal junto con otros compañeros del Servicio.
Allí encontró un espacio del cual apropiarse, ser reconocido y valorado por compañeros y
alfabetizadoras, un espacio perdido y recuperado en el escenario de la vida real.
Ramón falleció el 15 de noviembre de 2005 en el Hospital, luego de una breve convalecencia
producto de una arritmia cardiaca y una descompensación clínica generalizada, su cuerpo fue
entregado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
4
T.S: Trabajadora Social
3
Algunas reflexiones:
Si bien no hubo posibilidad de alta, aunque sí existió por parte de Ramón la pregunta y su propia
respuesta acerca de su alta, de por sí dolorosa para él y la t.o, las intervenciones y actividades que se
realizaron estuvieron siempre centradas en la búsqueda e identificación de sus intereses.
El permanente estímulo para propiciar su mayor grado de autonomía y de participación social,
permitió abrir nuevos ámbitos para su circulación y lazo social.
Desafío para Ramón y también de aceptación del límite para la t.o entre lo posible y lo deseable,
intervenciones que partiendo de su condición de sujeto participe activo de su proceso de tratamiento
posibilitaron básicamente que su modo de hacer fuera significante para sí y adquiriera valor para
otros3.
Quedan para nosotros las preguntas acerca del alcance del término “crónico”, la pertinencia y función
de nuestros abordajes con esta población.
Un primer intento de respuesta me permite sostener que desplazado el eje médico nosográfico de la
“cronicidad”4 y centrado en la persona y una posible terapéutica, siempre en T.O existe la
oportunidad de desarrollar actividades en favor de las condiciones y calidad de vida de las personas e
inclusive hasta en aquellas como Ramón, que transcurrieron dentro de un asilo la mayor parte de sus
vidas.
Finalmente esta presentación es una propuesta a repensar nuestras prácticas en instituciones
cerradas, los límites y desafíos con que nos encontramos y rescatar a través de mi memoria a
Ramón persona reconociéndole su esfuerzo, pese a los años de embate despersonalizante del asilo5
para preservar al menos un resto de su identidad y sus ganas de descubrir el mundo detrás de los
muros.
Citas Bibliográficas:
Pellegrini, J. L: 2005. Cuando el manicomio ya no está.... Fundación Gerónima. Gráfica
Pellegrino. San Luis. Argentina
Pellegrini, J. L. Ob. cit. Pág. 59
Hochmann, J. 1971.Hacia una psiquiatría comunitaria. Ed. Amorrortu, Buenos Aires.
Destuet; S. 1997. “Una ética en la perspectiva del sujeto a tratar”. Terapia Ocupacional. Avances.
Serie Autores. COLTOA. Buenos Aires.
Casas Gassó, F. 2002. Diccionario Médico de Signos y Síntomas. (Ediciones de Bolsillo). 2002. Ed.
Península
Foucalt, M. 2005. El poder psiquiátrico. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.
BIBLIOGRAFÍA:
Apollon, W y Otros.1997. “Tratar la psicosis”. Ed. Polemos, Buenos Aires.
Foucault, M. 1996. “La vida de los hombres infames”. Ed. Altamira. La Plata.
Goldchluck, A. “La elección del encierro”, en Vertex, Revista Argentina de Psiquiatría, Vol. IV, Buenos
Aires. 1993-94
Ley Nº 448 de Salud Mental. 2000. Ciudad de Buenos Aires.
Paganizzi, L. 1997 “Actividad: lenguaje particular”. Edigraf, Buenos Aires.
Saraceno, B. “Clínica de la vulnerabilidad”, en Revista de Terapia Ocupacional de la Universidad de
San Pablo, Vol. 8, Brasil. 1996.
4
II. 2
EFECTOS BIOLOGICOS Y PSICODINAMICOS DE LA PSICOTERAPIA EN PACIENTES CON
ESTRÉS CRONICO , TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA Y DEPRESION
Autor: Guillermo Nicolas Jemar – Medico concurrente de tercer año Hospital Borda. Especialista
en psiquiatria de la Universidad Maimonides.
Introducción:
Se ha demostrado ampliamente, tanto a nivel neurobiológico como psicológico, la asociación entre
el estrés crónico y el origen y desarrollo de cuadros depresivos. En ese sentido, numerosos
estudios han demostrado que la activación sostenida y prolongada de los sistemas de respuesta al
estrés produce la alteración de los circuitos de control del sistema cortico-límbico-hipotálamohipófiso-adrenal. Dicha alteración, con el consiguiente aumento en los niveles de cortisol, ha sido
ampliamente descripta en condiciones de estrés crónico y depresión. Se ha demostrado la eficacia
de diversos abordajes psicoterapéuticos en el tratamiento de dichos trastornos, donde se destaca
la psicoterapia cognitiva, ya sea por si sola o en combinación con psicofarmacoterapia. En
investigaciones recientes hemos observado que un grupo de pacientes con estrés crónico, quienes
además presentaban elevados niveles de cortisol, respondieron favorablemente a la psicoterapia
cognitiva normalizando sus niveles de cortisol en conjunto con su mejoría clínica. De esta manera,
nuestras investigaciones constituyen una demostración del efecto benéfico de un abordaje
psicoterapéutico, tanto a nivel psicológico como biológico.
Desarrollo:
El estrés psicosocial es una situación habitual en la vida de toda persona, ante la cual el organismo
reacciona con una respuesta adaptativa. Dicha respuesta es un proceso dinámico que incluye la
percepción de estímulos ambientales, su procesamiento y evaluación, la atribución de un cierto
tono emocional, y la activación de respuestas neurales y neuroendocrinas.
Los diferentes aspectos de la respuesta adaptativa dependen de numerosos factores, incluyendo
características propias del estimulo, también llamado factor de estrés o “estresor”, y de los
recursos propios del sujeto, los cuales a su vez determinan la evaluación subjetiva y las posibles
estrategias de afrontamiento. Este proceso estaría orientado a promover una respuesta adecuada
ante situaciones de estrés concretas y específicas, como en el caso del estrés agudo, de manera
que su activación crónica puede provocar diversas alteraciones fisio-patológicas. En ese sentido,
una situación de estrés que se mantenga de manera sostenida y prolongada, donde los factores
sean percibidos como indeseables, impredecibles o incontrolables, puede conducir a una
activación persistente del sistema de respuesta al estrés, con la consecuente alteración de los
circuitos de control de los sistemas involucrados. Esto resulta evidente en el caso del eje HPA,
donde se produce la alteración de los circuitos de retroalimentación negativa mediados
principalmente por el propio cortisol, llevando en última instancia a un aumento persistente y
sostenido del mismo. Por lo tanto, el estrés crónico, producido por la exposición prolongada y
sostenida ante diversos factores de estrés, percibidos como indeseables o inevitables, junto con la
incapacidad para afrontar la situación, o la percepción subjetiva de dicha incapacidad o de perdida
de la controlabilidad, puede conducir a la activación persistente del eje HPA . De esta manera, la
actividad normal del eje HPA, caracterizada por un ritmo circadiano con picos matutinos y
marcados descensos vespertinos, se altera en situaciones de estrés crónico, resultando en un
aumento sostenido de los niveles de cortisol. Dicha alteración se expresa en un aplanamiento de la
curva circadiana, debido al aumento sostenido de los niveles vespertinos, y discretos cambios en
los niveles matutinos. Esta activación sostenida, con el consiguiente aumento en los niveles de
cortisol, ha sido ampliamente descripta en diferentes condiciones clínicas, tales como los
trastornos de ansiedad y la depresión. En ese sentido, se ha demostrado una asociación altamente
significativa entre el estrés crónico y la depresión, en la cual el aumento sostenido del cortisol
representa uno de los marcadores biológicos más consistentes y mejor estudiados en ambos
síndromes.(1)
Estrés Crónico y Depresión
Varios autores han postulado que dicho aumento en los niveles de cortisol estaría involucrado en
los mecanismos moleculares que subyacen a la relación entre ambos cuadros clínicos . A nivel
molecular, el cortisol actúa mediante la unión a receptores de tipo mineralocorticoide
(mineralocorticoid receptor, MR) y de tipo glucocorticoide (glucocorticoid receptor, GR), los cuales
pertenecen a una familia de factores de transcripción. En presencia de cortisol se constituye un
5
complejo hormona-receptor, a partir del cual estos receptores sufren un cambio conformacional
que les permita interactuar con un sitio de consenso especifico (glucocorticoid response element,
GRE), en la región reguladora de ciertos genes. De esta manera, el complejo hormona-receptor,
constituido por cortisol y GR, puede regular la expresión de diversos genes, algunos de ellos
involucrados en procesos de neurotransmisión (2). En ese sentido, se ha demostrado que el
cortisol puede estimular la recaptación de serotonina, exactamente lo opuesto al efecto producido
por los antidepresivos que inhiben este proceso, indirectamente por medio de la activación
transcripcional del gen del transportador de serotonina. De esta manera, así como el sistema
endocrino es regulado por el SNC, este recibe información, y a su vez puede resultar afectado por
el sistema endocrino. Esta interacción reciproca entre ambos sistemas provee una explicación
acerca de cómo las emociones y los procesos cognitivos pueden afectar la regulación del sistema
endocrino, tal como se observa en el estrés crónico. Dado que la hiperactividad del eje HPA
representa un posible eslabón en la cadena de eventos moleculares que vincula al estrés crónico
con el origen y desarrollo de la depresión, las personas con estrés crónico, que además presenten
elevados niveles de cortisol, podrían presentar una mayor vulnerabilidad para desarrollar cuadros
depresivos, en el caso de persistir la situación de estrés y de no mediar ningún tipo de tratamiento.
(3)
Psicoterapia cognitiva y Psiconeuroendocrinología:
Existen numerosos trabajos que demuestran la eficacia de diferentes abordajes psicoterapéuticos
en el tratamiento de los trastornos de ansiedad y del ánimo. Entre ellos se destacan los estudios
realizados con psicoterapia cognitiva (PC) en el tratamiento de pacientes con depresión o
trastornos de ansiedad, demostrando su eficacia, por si misma o en combinación con
psicofármaco-terapia, en el tratamiento de la depresión, así como también en los trastornos de
ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Se ha demostrado ampliamente la
correlación entre los síntomas psicológicos y las manifestaciones somáticas que presentan los
pacientes con estrés crónico, así como también se ha descripto la buena evolución que presentan
dichos pacientes, en respuesta a una psicoterapia eficaz. De esta manera, la eficacia de la
psicoterapia en el tratamiento del estrés crónico sería evidente no solo restableciendo el equilibrio
emocional del paciente, lo cual puede ser comprobado en la mejoría clínica, sino también
restableciendo las funciones somáticas afectadas en concordancia con la clínica, incluyendo los
síntomas neurovegetativos como así también el desequilibrio del eje HPA.
Con respecto a la definición de estrés crónico y sus criterios diagnósticos, el DSM IV define varios
trastornos de ansiedad, incluyendo aquellos que se caracterizan por su curso crónico, entre los
cuales se destaca el TAG. Este cuadro se caracteriza por un marcado estado de ansiedad y
excesiva preocupación acerca de diferentes factores, lo cual representa una situación de
considerable estrés, que además se sostiene durante un cierto periodo, siendo por lo tanto un
cuadro característico de estrés crónico. Esto puede ocasionar la activación sostenida y prolongada
del eje HPA, con el consiguiente incremento en los niveles de cortisol circulante, similares
comportamientos de demuestran en TAG y depresión mayor.(4)
Abordaje terapéutico Cognitivo:
Se ha postulado que la PC de los trastornos por estrés crónico se basa en el modelo cognitivo de
vulnerabilidad , el cual refleja el balance entre la amenaza percibida y los recursos disponibles. De
acuerdo a este modelo, la información acerca de diversos estímulos ambientales puede ser
percibida como un factor de estrés, que a su vez se puede interpretar, de acuerdo a la evaluación
cognitiva de cada sujeto, como una señal de alarma, peligro o potencial amenaza. La evaluación
cognitiva contempla diversos aspectos pertinentes a los estímulos percibidos, como así también los
recursos con que cuenta el sujeto para poder afrontar adecuadamente la supuesta amenaza.
Cuando la evaluación cognitiva refleja un desequilibrio, en el cual los factores de estrés son
percibidos como de excesiva amenaza, o los recursos disponibles son percibidos como
insuficientes para poder afrontarlos, la sensación de vulnerabilidad puede derivar en estados
emocionales de miedo y desesperanza, que a su vez generan sentimientos de ansiedad, angustia,
frustración, temor y preocupación, característicos de los cuadros de estrés crónico.
Los efectos terapéuticos de la PC pueden explicarse como parte de las modificaciones producidas
en el proceso de evaluación cognitiva. Esto incluye la percepción subjetiva de mejores
posibilidades de afrontar la incertidumbre, la remodelación de esquemas disfuncionales, y el
desarrollo de estrategias mas efectivas orientadas a identificar creencias disfuncionales y controlar
la angustia y la preocupación excesiva. En ese sentido, se ha postulado que un aspecto
característico de la angustia y la preocupación es precisamente la falta de control, lo que a su vez
constituye un aspecto central del TAG, de manera que el efecto terapéutico observado en estos
pacientes, puede ser interpretado como el resultado de una evaluación mas adaptativa, que a su
6
vez se traduce en una sensación de mayor control y mayor eficacia en las estrategias de
afrontamiento.
De esta manera, los efectos terapéuticos de la PC pueden entenderse como parte de un proceso
de psico-educación, en el cual el sujeto aprende a identificar la relación entre sus creencias
disfuncionales, la influencia que ejercen en su evaluación cognitiva distorsionada, y los síntomas
que se expresan en sus emociones y sus conductas mal-adaptativas. Como parte de este proceso
psico-educativo, el sujeto aprende a desarmar los esquemas cognitivos disfuncionales para
reemplazarlos por otros mas adaptativos. Este proceso de aprendizaje supone la creación de
nuevos contenidos en la memoria de largo plazo, lo cual involucra eventos transcripcionales y la
síntesis de nuevas proteínas como parte de un proceso de neuro-plasticidad. Dicho proceso de
aprendizaje a nivel molecular tendría su correlato a nivel cognitivo, como una suerte de psicoplasticidad, que junto con la neuro-plasticidad garantizan la durabilidad de los efectos terapéuticos
obtenidos.
Consideraciones:
Nuestro organismo debe adaptarse siempre a situaciones de amenaza a la homeostasis,
respondiendo con nuevos equilibrios que configuran nuevas situaciones que despiertan y activan
sistemas de cambio. En todo sistema dinámico hay dependencia sensible a ciertas condiciones de
estímulo inicial que siempre determinan conductas inestables.
La respuesta al stress depende de circuitos preformados y de otros en permanente formación, por
nuevas sinaptogénesis o incluso neurogénesis. Psicoterapéuticamente podemos actuar intentando
lograr nuevos equilibrios.
Cuando intervenimos biológicamente debemos siempre recordar el concepto de Post, quien refiere
que algunas alteraciones que se detectan en los desórdenes psiquiátricos pueden ser
compensatorias y adaptativas; esto quiere decir que pueden ser parte de mecanismos terapéuticos
endógenos más que una parte del proceso patológico.
Nuestro organismo es un sistema fractal y, como tal, no es ordenado y debe adaptarse a cambios
en forma constante. Según la teoría del caos, no siempre podemos predecir el comportamiento de
un sistema, aunque lo conozcamos. Es más, no necesariamente entenderemos lo que podemos
predecir. Sin embargo, cuantas más variables podamos medir, más predicciones de probabilidad
podremos hacer. En nuestros mecanismos de adaptación al distress estamos lejos de conocer
todas las variables.
Si no nacemos (por fenotipo) o, no nos hacemos (por tratamiento) resilientes, seremos más
vulnerables a: hiperreacionar ante stress agudo, no lograr adaptación ante stress crónico,
desarrollar depresión ante stress temprano, cristalizar depresión ante stress crónico, desarrollar
stresspostraumático ante trauma imprevisto, expresar fenotípicamente genotipos de psicosis,
enfermedad psicosomática, etc.
La psicoterapia cognitiva es un procedimiento activo, directivo, estructurado y de tiempo limitado,
en el cual el Paciente y el terapeuta conforman un equipo colaborativo en el que se especifican los
objetivos, los pasos a seguir y se incentiva al paciente a intervenir activamente en el proceso
terapéutico dentro y fuera de las sesiones. Es un sistema psicoterapéutico basado en la teoría del
procesamiento de la información Sus intervenciones terapéuticas están orientadas a revaluar y
desafiar creencias no funcionales y su correlato conductual, con el objetivo terapéutico del cambio
psíquico mediante la re-organización cognitiva. Posee vasta documentación de efectividad, en mas
de sus treinta años de desarrollo.
Bibliografía:
1- efecto de la Psicoterapia Cognitiva en la regulación del sistema Cortico-Limbico-HipotalamoHipofiso-Adrenal en pacientes con estrés crónico, Dr. Gustavo Tafet y Lic. Diego Feder, año 2008.
2- Charles Nemeroff y Noha Sadek. “ Update on the Neurobiology of Depresión”. Medscape
/Psychiatry/Treatment Update/2000
3Prof. Dra. Andrea Marquez Lopez Mato. “Psiconeuro-inmuno-endocrinología. PNIE del Stress”.
Pubicacion de la AAP.
4-Acta Psiquiátrica y Psicológica de America latina, año 2006: Psiconeumoinmuniendocriniología del
Estrés Crónico y Depresión, Dr. Gustavo E. Tafet, Departamento de psiquiatría y Neurociencias
Universidad Maimónides, Buenos Aires, Argentina.
7
II:3
“DISCRIMINACIÓN y VIOLENCIA LABORAL EN ORGANIZACIONES PÚBLICAS:
CONSECUENCIAS SOBRE EL CAPITAL HUMANO, POR SU PRÁCTICA PERIÓDICA”
Autor: Rafael J. Fernández – Lic. en Adm. Pública y Municipal (U.N.S.A.M – F.C.P.) – Especialista
en Dirección Estratégica de RR. HH. (U.B.A.–F.C.E.) – Depto. Int. I
email: [email protected]
Cel: 15-6571-0851
“Los colores de que me valgo serán fuertes, podrán ser exagerados, pero no mentirosos. Quitad
algunos grados al color amarillo, siempre será pálido el color que quede. Algunos quilates de menos
no alteran la fuerza de la verdad, como no alteran la naturaleza del oro. Es necesario dar formas
exageradas a las verdades que se escapan a la vista de los ojos comunes”.6
INTRODUCCIÓN: Cuando se plantea el tema de la Discriminación y la Violencia Laboral7
, como un dispositivo recurrente en las organizaciones públicas, habitualmente se hace hincapié en la
que se origina, básicamente, por cuestiones de género. Sin desmerecer la extraordinaria importancia
del tema y reconocer la gravedad que implica, a nivel institucional fundamentalmente, cuando se
esgrime la violencia, ésta no tiene ni parámetros ni objetivos específicos que distingan sólo, las
cuestiones de género. Ahora bien, partiendo de esta premisa y desde una objetiva visión interna de
las instituciones públicas, es harto elocuente que ambas están presentes, instaladas e instauradas y
cada vez menos solapadas, como producto de la protección con que se goza para ejercerlas
periódicamente en este tipo de organizaciones.
Desde sus inicios las instituciones públicas, de hecho y de derecho, deberían haber adoptado la
particular perspectiva de ser los organismos rectores en la materia, ya que toda la legislación parte de
su interior y les otorga amplias facultades para ejercer – en este caso particular – el “poder de
policía de trabajo”. Por su parte estas organizaciones se encuentran bajo un estado de anarquía
con respecto a la aplicación del poder referido y, a los efectos prácticos la defensa de los individuos
ante actos de discriminación como factores de violencia, bajo la vulgar consigna de: “la ropa sucia se
lava en casa”, ejercen un amparo relativo, cuando no, inexistente.
Arbitrariamente le he asignado una escala descendente, lo que de manera alguna significa una
disminución en la gradación respecto a las responsabilidades que les caben a las instituciones el no
llevar a la práctica, políticas que sean coherentes con los enunciados normativos y que la letra muerta
de la Ley, quede simplemente en eso, en letra, sin acción. En principio, el compromiso que debemos
asumir y nos debe comprometer es el de replantearnos, con la máxima urgencia y el mayor de los
esfuerzos, cual es el espacio que pretendemos y debemos otorgarle a la violencia laboral en las
instituciones como otra forma de discriminación; y nos debiera conducir a: acometerlo para que el
mismo se reduzca notoriamente, o ser condescendientes para que su accionar continúe
extendiéndose ilimitadamente.
Como ya he mencionado es sorprendente la frecuencia con que, en las instituciones públicas, ¡no
se intenta, siquiera, sacar a la luz, lo que en ellas sucede!; por que de eso no debe hablarse, no debe
escribirse y por lo tanto, no debe denunciarse. Ello es la razón fundamental por la cual no he
objetado directamente el lugar preponderante que tiene la cuestión de género, pero llegado el
momento nos encontramos ante las secuelas – en muchos casos irreparables – de aquellas
conductas y no los orígenes que las motivaron.
A modo de introducción y de recordatorio debemos tener presente los diferentes estadios que
deben encontrarse cumplimentados para evitar o al menos atenuar, en un primer momento,
situaciones de alta complejidad y que conduzcan a minimizar las mismas en sus hoy “no tan
imprevisibles resultados”.
Sobre el particular, debemos hacer hincapié sobre los tres ejes
fundamentales en los cuales se debe sustentar la estructura del referido amparo de la persona y que
nos obliga a efectuar una rápida y somera mención de los poderes que tienen la facultad indelegable
de llevar adelante su aplicación: El Legislativo: su función primordial es la de, como recordaremos,
elaborar y sancionar las normas respectivas, en este caso, sobre la materia que nos ocupa. El
Ejecutivo: quien detenta el poder delegado y la obligación de velar para que su ejecución se
produzca debidamente. El Judicial: es quien, complementando esta trilogía, debe abocarse a la
resolución y dictamen, con la mayor celeridad – en última instancia – en acudir a la salvaguarda de la
persona.
De ellos dependemos los individuos – sin distinción de género – para lograr, bajo su amparo, una
mejor calidad de vida laboral, ateniéndonos a que:
Según la jurisdicción a la cual se pertenezca, se podrá acceder al órgano pertinente, en tanto el
legislativo regional haya cumplimentado, en tiempo y forma, con su misión específica; si pese haber
8
ejercido satisfactoriamente su facultad legislativa y el Ejecutivo no haya ejercido su poder de veto
sobre el particular, yendo contra los principios constitucionales; y si el Judicial contase con la debida
independencia, las herramientas y medios apropiados para el pronto dictado de una sentencia, que
pueda sentar jurisprudencia para evitar, a partir de ella, perjuicios mayores.
Hay un cuarto eje que premeditadamente no se ha mencionado en la enumeración precedente,
pero que debería ejercer su rol preponderante, con el mismo debería tener una relevancia sustantiva
y es el elemento compuesto por las organizaciones gremiales, las que deberían asumir una decisiva
actividad a la impulsión y difusión de este tipo de acciones para cumplir con otro de sus principales
objetivos fundacionales, la defensa del trabajador en su calidad de persona, acometiendo contra ese
tipo de acciones. Continuando con la imaginaria línea descendente se intentará resumir algunas de
las consecuencias que, como muchos autores han expuesto en la variada bibliografía, son altamente
perniciosas para la salud psíco/física del individuo, con las gravísimas derivaciones que estas a ella le
acarrea contaminando, además, a su entorno.
A modo de una primera síntesis obtenemos, que lo institucional ha logrado transponer –
transformado en acciones de violencia/discriminación – su ámbito natural incursionando como un
elemento altamente contaminante en otras esferas, como lo mencionado en el párrafo anterior que
deberían contar con una asepsia relativa. Nos encontramos, pues, frente a los dos principales
efectos que “se manifiestan en la superficie”, y que se encuentran determinados por los siguientes
factores: Los Psíquicos: son aquellos que habitualmente no son considerados, al menos en primera
instancia como valederos o relevantes, pero al manifestarse ya nos encontramos frente a situaciones
de variada complejidad y de no fácil solución, por una parte; y, Los Físicos: siendo estos los que, en
general, suelen pasar desapercibidos manifestándose como dolencias orgánicas, pero directamente
relacionados con los factores de la materia en tratamiento, suelen ser las consecuencias de aquellos,
por la otra.
Debo destacar que, de acuerdo a investigaciones realizadas, se ha podido establecer el siguiente
orden de prelación, tomando en consideración el lugar en el cual se ubican las habituales
concurrencias a las consultas ante los Profesionales de la Salud:
1º. Intervención de la parte clínica, quien podrá determinar o presumir de acuerdo al cuadro, cual
sería la probable dolencia orgánica; ello podría producir la posterior derivación por medio de una ínter
consulta con el respectivo especialista;
2º. Se efectúa la ínter consulta con el especialista mencionado en 1º, sobre la base de la presunción
que la medicación administrada en primer momento por el profesional de la medicina clínica, no haya
enmascarado el cuadro o contenga algún componente que pudiese atenuarlo;
3º. En el supuesto que lo mencionado en el punto 2º, no produjese el efecto deseado, el especialista
podría indicar una nueva derivación, en este caso al especialista, siendo en esta oportunidad el
perteneciente al “campo interdisciplinario de la salud mental”.
De suyo se desprende, como se mencionó anteriormente, que en las primeras consultas el
afectado no menciona o le otorga relativa importancia al desarrollo diario de las tareas y al mal trato
recibido en el organismo en el que esa persona se desempeña, motivo por el que no se consigue un
diagnóstico precoz del síndrome ya que, valga la redundancia, podría enmascararse bajo un estado
de
somatización.8
Como complemento del párrafo precedente y a modo de aclaración, podremos arriesgar, con un
alto grado de certidumbre, que la persona de ser enviada a realizar la consulta médica y ser atendido
en primera instancia por un médico laboralista con amplia experiencia en trastornos somatopsíquicos, permitiría diagnosticar tempranamente la patología.
Al efecto considero relevante mencionar que las instituciones más tristemente paradigmáticas y
mayormente relativizadas, sean tal vez aquellas que se encuadran – paradójicamente – dentro de las
áreas de la Educación y la Salud, todo ello sin menoscabar las acciones que se ejercen en la materia
en otros organismos, los cuales, de manera alguna, se encuentran excluidos. Con referencia a la
valoración proporcionada a esas dos áreas, la misma tiene su fundamento en el alto grado de
exposición en que se encuentran las personas que en ellas se desenvuelven con directa relación a
los elevados componentes emocionales y al tipo de necesidades sociales, tanto externas cuanto
internas, que deben ser cubiertas por ellas.
Las instituciones públicas son generadoras de violencia por antonomasia, y esa violencia arrastra
consigo como condición suficiente a la discriminación, debido al entorno socio/laboral que impera y
que se inicia previamente a la incorporación de la persona como sujeto activo de esas instituciones.
En ellas, por lo general, la constante que prima es la de mantenerse al margen de lo que ocurre, no
revelarse contra ese tipo de situaciones, no opinar diferente a lo que está instituido como Ley
Fundamental: los usos y costumbres, cuya raigambre está cimentada en una nefasta y perimida
cultura organizacional, que tal vez acompañándola con una visión más objetiva podríamos
determinarla como vulgarmente se la denomina, “negocios de familia”; como se encuadra penalmente
bajo
la
figura
de
Asociación
Ilícita.9
Podemos inferir que tal situación subyace habitual y permanentemente en el seno de las
instituciones públicas, las que también cuentan con los elementos jurídico-administrativos para limitar
su accionar y que, a partir de ellos, deberían actuar en consecuencia adoptando los recaudos
necesarios en materia de detección y prevención. Aquí, me obligaría a realizar un paréntesis para
enumerar y ubicar de manera, en un orden de prelación nuevamente arbitrario, las causas que
promueven o permiten que las situaciones de violencia, y por decantación las de discriminación, no
hayan tenido un freno en su efectivo avance. Ámbito Normativo: sanción de normas protectivas,
falta de su reglamentación; inaplicación; lenta instrucción; demora en su resolución, y hasta
podríamos arriesgar, la inversión de la carga de la prueba, por una parte. Ámbito Institucional:
temor a la denuncia; desinformación; falta y/o fallas de capacitación; descreimiento; condena
institucional; condescendencia corporativa; mayor represalia; etc., por la otra.
Un interrogante que habitualmente no se hace es el de ¿cuáles son las principales franjas etáreas
destinatarias del ejercicio de esta modalidad?, relacionándola con lo ya mencionado podemos inferir
que comienzan a producirse entre los 18 y 21 años, edad legal para incorporarse al organismo
público. Ello permite advertir la temprana edad en que se comienza con la elaboración del
condicionamiento al sistema y también nos faculta a proyectar el plazo de extinción de este tipo de
“contrato”, que se encontraría delimitado entre los 44 y 47 años (de servicio), según el género de
pertenencia. O sea que la acción en este campo, se iniciaría en medio del proceso de la
adolescencia (considerando que el final de la misma se estima en los 30 años) y en el supuesto de
permanecer en el mismo sistema (estabilidad), hasta entrada a la edad “pasiva” – el final de su vida
laboral activa.
Resumiendo, la práctica se ejercería durante su permanencia en el ámbito de trabajo y, si a eso le
adicionamos los conflictos privados – utilizando la denominación de inevitables daños colaterales – la
calidad de vida de la persona se encontraría disminuida tanto en lo laboral como en lo particular. De
acuerdo a las definiciones de Acoso Laboral/Moral (Mobbing), Quemar al Capacitado (Burn Able) y
Síndrome del Quemado (Burn Out) hay puntos coincidentes en su implementación teniendo en
cuenta que no se reconoce la experiencia si no está acompañada por una formación teórica, se
intenta vilipendiar a quien pretenda efectuar aportes sobre la base de diferentes culturas
organizacionales que puedan ser adoptadas e implementarse para mejorar los procesos de cambio
cultural que mantienen una dependencia funcional estricta sustentada en obsoletos paradigmas.
Otro componente y que tiene una notable injerencia es el método utilizado en pos de la
desintegración del capital humano que – bajo la tutela corporativa – intente subvertir la estructura
funcional. Como complementación de lo anterior no debemos obviar al individuo quien, con relación a
su entorno laboral, queda automáticamente relativizado en su calidad de tal y arrastrado dentro del
sistema de discriminación/violencia. Si comenzamos a descomponer la ecuación en la que
intervienen los distintos órganos mencionados – legislativo, ejecutivo, judicial y gremial –
individualmente o ellos en su conjunto, nos encontramos ante situaciones paradojales en tanto se
produce un conflicto de intereses sectoriales y particulares que terminan permitiendo que el objeto de
estudio se diluya sin llegar, como se ha referenciado, a una solución o atenuación de la problemática,
promoviendo en la mayoría de los casos el aumento de la complejidad de la misma ya que se
incorporan otros aspectos que influyen directa o indirectamente en la toma de una decisión
relativamente racional u objetiva.
Otro detalle que no debe obviarse es el que habitualmente en primera instancia – y en relación
directa con el párrafo anterior – se procede a descalificar el hecho relativizándolo de forma tal que se
produzca la inversión de la carga de la prueba con el objeto de alterar la posición
discriminado/discriminador o víctima/victimario. Al momento de plantear y polarizar dicha tutela bajo
la esfera de algunos grupos corporativos – ya sean estos de derecho o de facto – estarían “sujetos a
las generales de la ley” otros tantos individuos que, por diferentes razones, sufren este tipo de
violencia bajo el signo de la discriminación.
Quienes hemos transitado o recibimos, periódicamente, comentarios calificados del
funcionamiento de ese tipo de instituciones nos encontramos en condiciones de inferir cual es la
cultura organizacional que impera y cuan repetidamente se traduce esta en acciones discriminatorias
trocadas en violencia institucional. De hecho, sobran elementos de juicio que permiten verificar lo
planteado sobre la base científica de estudios específicos.
Si tratamos de resumir todo lo expuesto podremos convenir que; nos encontramos ante
corporaciones inescrupulosas que se valen de la suma de esos métodos espurios y otros artilugios
que, en una connivencia permisiva por acción u omisión, nos llevó a terminar atrapados en una
maraña perversa que en la medida que no se continúen realizando los esfuerzos para detenerlo en su
cada vez más vertiginosa marcha, comprenderá un sacrificio mayor para lograr reducir a la mínima
expresión, su existencia. Trasladándonos al ámbito legislativo, nos encontramos con que, en todo el
país, los datos no son menos halagüeños debido a la mínima cantidad de Provincias que tienen en su
legislación normas que contemplen la sanción de este tipo de situaciones y lo más preocupante, que
son mínimas cuando no inexistentes, las que se encuentran sin reglamentar.
“…la razón de su intolerancia con los intolerantes que no entienden la vida como una aspiración de
justicia, de bienestar social, de amor por la humanidad, de anhelo de elevar la condición humana
educando al niño en la libertad, liberando del servilismo a la mujer, desarrollando la conciencia del
ciudadano
en
el
hombre”.10
El cuadro siguiente nos permitirá tener una acabada idea de lo mencionado en el párrafo anterior
al poder efectuar una comparación ante los porcentajes de cuatro (4) factores que adelantaré a
continuación:
 20,83 % – total de provincias con leyes (5)
 12,50 % – total de provincias con leyes derogadas/vetadas (3)
 66,67 % – total de provincias con proyectos de ley (16)
Todo nos permite arribar a una cifra que nos puede resultar particularmente sombría,
que es la del:
79,17 % – total de provincias sin leyes vigentes (19).
Pese a todo, y en el caso particular del G. C. A. B. A., no se cuenta con un órgano que le permita
realizar una Estadística respecto a las resoluciones que se hubieren tomado en su efectiva aplicación,
en tanto estas hubiesen sido.
“No basta que la Constitución contenga todas las libertades y garantías conocidas. Es necesario,
como se ha dicho antes, que contenga declaraciones formales de que no se dará ley que, con
pretexto de organizar y reglamentar el ejercicio de esas libertades, las anule y falsee con
disposiciones reglamentarias”
ALBERDI, J. B., Bases. Cap. 32, Pág. 175 – Librería Editorial Castellví – Santa Fe – R.A.
DEFINICIÓN: Posición incómoda, presión psicológica, ambiente inadecuado y cualquier otra forma de su manifestación; algunas de
estas formas podrían ser: comportamiento hostil, mensajes ofensivos, aislamiento, amenaza, acoso psicológico (mobbing).
Definición: Sintomatologías diversas, que pueden llegar a derivar en trastornos físicos. El mal estar se puede somatizar de forma violenta,
degenerativa y/o auto lesiva. Todo sufrimiento lleva asociado un agotamiento, así es que lo malo no es sufrir, sino no encontrar la salida a
ese sufrimiento. Cuando una persona no es capaz por sus propios medios de razonar como superar un mal estar, ponerlo en práctica y
sentir alivio, se puede decir que se ha hundido emocionalmente y está a las puertas de una enfermedad mental (depresión, trastornos
bipolares, ansiedades, etc.), ello le causa dolor. Wikipedia, enciclopedia libre.
CÓDIGO PENAL. Cap. II - Asociación ilícita: Art. 210.- (Texto originario conforme a la ley 20509, con la modificación dispuesta por la
ley 20642 – Libro II – Título VIII – delitos contra el orden público).
BOSCO, María A. Introducción de: Recuerdos de Provincia. Domingo F. Sarmiento.
ALBERDI, Juan Bautista. Ob. Cit. Cap. 33, Pág. 176.
II. 4
EL PROGRAMA DE EUTANASIA DE HITLER.5
Autor: Dr. Daniel Alejandro Navarro. Médico Legista. Psiquiatra. Jefe de Sección de Hospital
Psicoasistencial Dr. José T. Borda. www.psiquiatriaforense.wordpress.com
Aún conservo el ejemplar de Página 12 del 5 de mayo de 2002, el mismo contiene la
nota de nota de Daniel Link, “Los niños primero”, allí escribe: “ A partir de la anexión al Tercer
Reich, se instauro en Austria una red de hospitales, correccionales y reformatorios en los que
el nacionalsocialismo internaba niños cuyas vidas eran consideradas indignas de ser vividas a
someterlos a los más abyectos experimentos o directamente eliminarlos con una inyección
letal. El domingo pasado, la cuidad de Viena organizo un monumental acto funerario para dar
sepultura a 600 niños asesinados en la Clínica Am Spiegelgrund, uno de los centros más
importantes del programa de eutanasia.”6
Hasta entonces pensaba, parafraseando a Bauman, más por pereza mental que por
exceso de reflexión, que el holocausto era un “asunto judío” , un acto de locura. Nada sabía, a
pesar de mis años como psiquiatra, que las primeras víctimas del nazismo fueron, a través del
programa de eutanasia, los niños anormales y los enfermos mentales. Superado el escalofrió
inicial se inicio allí una investigación tendiente a establecer el tipo de vinculo desarrollado en la
ciencia médica y el nazismo, que he desplegado en mi libro “Psiquiatría y Nazismo, historia de
un encuentro.” Me pregunte como a ninguno de los destacados médicos y psiquiatras que
participaron en mi formación se les ocurrió que tal situación, la participación activa de médicos
psiquiatras en la matanza de enfermos mentales primero y judíos después, no constituía un
tema fundamental para ser trasmitido, analizado, repensado. Máxime en una país que había
atravesado una situación de vulneración de los derechos humanos más fundamentales
intentado la dictadura militar remedar, las prácticas genocidas del holocausto.
Hoy considero que tal olvido no es casual y responde a la lógica corporativa, ley no
escrita pero vigente, mediante la cual los colegas, de tal o cual profesión, intentan acallar las
voces críticas, porque suponen un desprestigio a la profesión misma. Efectivamente no puede
analizarse la responsabilidad de los médicos alemanes en el genocidio del holocausto, sin
analizar y poner en cuestión las ideas científicas de la época, aquellas que consideran a
ciertos sujetos, por el simple hecho de padecer una enfermedad, o pertenecer a una raza o
grupo social como anormales y/o degenerados, subhumanos. Si consideramos además que
muchas de estas concepciones científicas continúan aún vigentes, su cuestionamiento
adquiere no solo un carácter histórico sino también actual y necesario.
Aun hoy, cierta psiquiatría aliada del derecho penal, considera que seres humanos por
el simple hecho de padecer una enfermedad mental, son sujetos peligrosos, que deben ser
excluidos y segregados en instituciones psiquiátricas, donde van a pertenecer el resto de sus
vidas. Aún hoy consideran que la enfermedad mental que padecen es un síntoma de la
degeneración que portan, conceptualizándolos como sujetos anormales, degenerados y
potadores de un peligro para la sociedad, de la cual deben ser apartados. Por suerte la
legislación vigente, a los que los psiquiatras debemos adaptarnos, reconocen su derecho a
vivir en sociedad y al ejercicio pleno de todos sus derechos.
Analizar la implicancia de la medicina en la génesis de los conceptos del nazismo,
resulta entonces no solo un ejercicio histórico acerca de una de los hechos más atroces que
sufrió la humanidad, sino también indagar acerca de las concepciones
científicas
desarrolladas por la medicina y la ciencia misma. Significa plantearnos problemas éticos, la
relación de la ciencia con el poder, la supuesta imparcialidad del conocimiento científico, el
problema del bien y del mal, la supuesta peligrosidad de algunos sujetos. El análisis histórico
nos permite rastrear la génesis de determinados conceptos que se han establecidos como
dogmas.
Extraído de : “El programa de eutanasia de Hitler: una historia traumática y olvidada”. Tercer Premio V
Congreso Argentino de Salud Mental. Buenos Aires, 2010.
6
6 Daniel Link ‘Los niños primero’ en Radar (Página 12). Buenos Aires, 8 de mayo de 2002. Pág. 4
5
El Campo de Concentración con sus mecanismos de segregación, aislamiento y
aniquilamiento resulto ser una continuación del dispositivo inaugurado por la psiquiatría, a
través del programa de eutanasia, donde se segregada, aislaba y aniquilaba a los niños
discapacitados y a los enfermos mentales. El campo de concentración puede ser pensado
entonces como un dispositivo medico. Se pensó el aniquilamiento como obra de locos, hoy
se lo puede pensar como producto de ciencia, en particular la medicina. . Es que previo a la
“solución final”, las primeras víctimas del nazismo fueron los niños y los enfermos mentales, en
un proyecto ideado, coordinado y ejecutado por médicos. Fue el proyecto de eutanasia.
Hannah Arendt destaca la relación del programa de eutanasia de Hitler con el posterior
exterminio masivo de judíos: “La solución final, en sus últimas etapas, no se llevaba a cabo
con armas de fuego, sino en cámaras de gas, las cuales desde un primer momento estuvieron
relacionadas con el ‘programa de eutanasia’ ordenado por Hitler en las primeras semanas de la
guerra, y del que fueron sujeto pasivo los enfermos mentales alemanes, hasta el momento de
la invasión a Rusia (…).uno de los grandes méritos de la obra La Solución Final, de Gerald
Reitlinger, es haber demostrado, con pruebas documentales, que el programa de extermino de
judíos en las cámaras de gas de la zona oriental nació a consecuencia del programa de
eutanasia de Hitler, y es muy de lamentar que el juicio contra Eichmann, tan atento a la ‘verdad
histórica’ , no prestara la menor atención a esta relación”. 7
El hecho de que la solución final se haya iniciado como un programa médico en
instituciones psiquiátricas nos permite arribar a conclusiones interesantes. El programa de
eutanasia, iniciado en los institutos psiquiátricos, fue puesto en pausa, trasladándose el
personal y las cámaras de gas que funcionaban en los mismos a las nuevas instituciones de
exterminio: los campos de concentración, donde el aniquilamiento de los “anormales” alcanza
una dimensión escalofriante.
Veamos los elementos que unen ambas instituciones, la psiquiátrica y el campo de
exterminio .El programa de eutanasia del régimen nazi, era un programa médico concebido,
conducido y ejecutado por personal y auxiliar médico, en instituciones médicas. Suspendido el
mismo, las cámaras de gas y el personal responsable del aniquilamiento de pacientes son
trasladado a los campos de concentración, centro de aniquilamiento de sujetos ‘indeseables’,
pero también campo de investigaciones medicas, investigaciones auspiciadas por el poder y
por las principales universidades alemanas.
El ingreso en el programa de exterminio de pacientes psiquiátricos, denominado
eutanasia, se iniciaba con el diagnóstico de una enfermedad psiquiátrica que incluía al
paciente en la categoría de vida indigna de ser vivida, desviamiento del estándar, anormalidad.
Para el traslado de los pacientes a los institutos psiquiátricos de exterminio se crea la Sociedad
de Utilidad Pública de Trasporte de Enfermos, los mismos se realizaban en muy malas
condiciones y muchos pacientes llegaban sin vida. Al llegar a los institutos psiquiátricos eran
recibidos por personal médico, desnudados y llevados a un compartimiento donde son
asesinados con acido cianhídrico y un anestésico agregado
El ingreso al campo de concentración estaba igualmente determinado por la inclusión
de los prisioneros en la misma categoría, produciéndose un desplazamiento, desde la
enfermedad mental a un cúmulo de clasificaciones, en las que predominaba la categoría de
judío, adjudicándoles a los mismos características atávicas. El traslado de los prisioneros al
campo era realizado en “vagones de mercancías, cerrados desde el exterior, y adentro
hombres, mujeres y niños comprimidos sin piedad, como mercancías en docenas, en un viaje
hacia la nada”8. Muchos fallecían en el traslado. Al llegar al campo, los prisioneros eran
recibidos y clasificados por personal médico, de acuerdo con su capacidad para el trabajo; los
niños y ancianos eran destinados inmediatamente a las cámaras de gas, por improductivos; los
adultos sanos eran remitidos al campo de concentración propiamente dicho.
La muerte de los pacientes en los institutos psiquiátricos infantiles, de adultos y de los
prisioneros del campo, se producía a través de la sobremedicación, el hambre, las infecciones,
las investigaciones “científicas” a las que eran sometidos o las cámaras de gas. En los campos
predominaba el factor de aniquilación directa, pero también a través de la de experimentación
7 Hannah Arendt. ‘Eichman en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal’. Ed. Lumen. Barcelona.
2000.
8
Primo Levi. Si esto es un hombre. Editor. Buenos Aires, 1988.
sobre los cuerpos de los prisioneros. En ambas instituciones, los médicos eran los encargados
de dirigir las investigaciones, prescribir tales tratamientos o indicar la muerte.
Luego de la muerte los cuerpos de los pacientes psiquiátricos y de los prisioneros del
campo eran incinerados o estudiados por destacados científicos preocupados por descubrir
las alteraciones anatómicas específicas de la víctima, de acuerdo con la categoría que
determinase su inclusión en el programa de eutanasia o ingreso al campo. Tales estudios
revestían un interés fundamental para la medicina alemana a los efectos de convalidar sus
teorías biologicistas y eugenésicas; tal es así que los cerebros de las víctimas de los niños de
Viena se conservaron 60 años como material de estudio y el Dr. Groos, psiquiatra forense,
alcanzo premios y distinciones por sus trabajos con ese material. 9
La medicina necesita comprobar sus teorías biológicas y el programa de eutanasia y el
campo se convirtieron en fuente inagotables de victimas, de niños y adultos disponibles para
la investigación, de cuerpos a los que se podía estudiar vivos o muertos según el interés del
investigador. El hospital psiquiátrico y el campo de se convierten
en centros de
investigaciones médicas. Eran los propios médicos del hospital
o del campo quienes
elaboraban los proyectos de investigación que proponían a las autoridades alemanas, los
mismos en su mayoría estaban destinados a la confirmación de las teorías nazis sobre higiene
racial.
Se trata entonces de la misma metodología selectiva y clasificatoria de sujetos
anormales, considerados subhumanos, fruto de la degeneración de la especie humana, a
quienes hay que excluir, anular , esterilizar a los efectos de evitar su progenie y los peligros
que portan a la sociedad. Con el nazismo los institutos psiquiátricos alemanes avanzaron un
paso más en su metodología científica tendiente a excluir a los sujetos anormales, adultos o
niños, y procedieron a su eliminación directa. Siguiendo la misma lógica imperante en la época
otros sujetos fueron considerados degenerados y anormales (judíos, gitanos, homosexuales,
testigos de Jehová, prisioneros políticos), alojados en guetos primero y en campos de
concentración después y finalmente aniquilados.
¿Resulto el campo de concentración una “degeneración” de las teorías genéticas y
psiquiátricas, o un paso más audaz en la técnica disciplinar y excluyente de sujetos anormales
propuesta por estas, determinada por la rotura de los diques civilizatorios?
Sería mucho más tranquilizador pensar la primera opción, pues la segunda nos
advierte sobre las responsabilidades de la ciencia médica en la génesis de los conceptos que
llevaron adelante el proyecto genocida más atroz de la humanidad y aún más, la presencia
inquietante de los mismos conceptos como justificativos para segregar y aislar a quienes
padecen de enfermedades mentales nos advertirían sobre la posibilidad de repetir tragedias.
En definitiva no se trata de que la psiquiatría y la medicina aportaran algo concreto al
nazismo. Todo lo contrario, el nazismo es expresión de una ciencia dogmatizada, de un
positivismo pobre en argumentos, pero eficaz a la hora de revolver la tripa de las multitudes.
Agregara Eugenio Zaffaroni : “En efecto los crímenes del nazismo no fueron más que
culminación de la senda indicada por el positivismo seguida hasta sus últimas consecuencias” 10
Finalizada la guerra,
se intentó que la asociación entre medicina, psiquiatría y
nazismo no fuera valorada ni recordada, los propios médicos intentaron ocultar el accionar de
sus colegas por el gran desprestigio que su conocimiento público determinaría. La comunidad
médica y psiquiátrica alemana intento ocultar y olvidar y la comunidad
psiquiátrica
internacional avalo, en la práctica, está decisión que permitió que muchos médicos asesinos
bajo el nazismo continuaran ejerciendo su profesión e incluso muchos de ellos obtuvieran
reconocimiento en Alemania o Austria e incluso internacional.
Es necesario rescatar la historia. La memoria se constituye en una categoría
fundamental para pensar lo impensado. Señala Adorno que Hitler ha impuesto a los hombres
un imperativo categórico para su actual estado de esclavitud: el de orientar su pensamiento y
acción de modo que Auschwitz no se repita, que no vuelva a ocurrir algo semejante. Y para
que no repita hay que recordarlo, porque en ese recuerdo se juega el ser o no ser de la
humanidad.11
Rescatar la historia y ubicar los roles de cada uno de los personajes, aún de aquellos
que 65 años después pretenden esconderse y olvidarse, resulta entonces una tarea
Navarro Daniel. Psiquiatría y nazismo. Ediciones Madres de Plaza de mayo. Buenos Aires, 2009.
Eugenio Zaffaroni. Prologo a “Psiquiatría y Nazismo. Historia de un encuentro” Ediciones Madres de
Plaza de mayo. Buenos Aires, 2009.
11 Reyes Mate. Memoria de Auschwitz. Ed. Trotta, Madrid, 2003.
9
10
imprescindible para reafirmar nuestra condición de humanos. Tal tarea trasciende nuestra
profesión, credo, religión o idea política, ya que de una manera u otra fuimos víctimas o
podremos serlo si quienes consideraron o consideran que existen sujetos superiores e
inferiores según su credo, religión, raza o el padecimiento que padezcan, logran negar u olvidar
la historia.
II.5
DISCURSO PARANOICO –PENSAMIENTO Y PARANOIA
Autor : Dr. CAROFILE ALFONSO
Voy a hablar sobre la cuestión de la paranoia, sobre el diagnostico nosológico más que del
discurso de la paranoia. Ustedes saben, por la historia de la psiquiatría y de la sicopatología,
que la “vieja paranoia”, fue un diagnostico que englobo al 80% de los casos entre 1890-1910
siendo la 1º causa de ingreso en los hospicios alemanes.
Entre 1912-1920 el cuadro comienza a desaparecer, sobre todo en Centroeuropa donde baja
hasta un 1% en los ingresos a las instituciones psiquiatritas. Emil Kraepelin, Karl Jaspers y
sobre todo Eugene Bleuler, este último inspirado por Freud marcan las nuevas coordenadas,
con las cuales se reestructuran el saber sobre la locura. La autobiografía de Daniel Paul
Schreber (1903) es probablemente el último gran documento sobre la paranoia. Esta cuestión,
tomada por Freud tiene cierta ambigüedad en el título del texto, cierta vacilación entre el
sintagma paranoia y el de “demencia paranoide”, ya incluido en el campo de las esquizofrenias.
El concepto de Schreber, el “Aufscheribesystem”, el “sistema de registro”, se estableció unos
ochenta años mas tarde a través del estudioso Friedrich Kittler, quien lo toma como concepto
básico de los estudios de medios técnicos de conocimiento cultural y literario.
Esta transformación fundamental se vincula a finales del siglo XX, con la realización
tecnológica de los delirios paranoicos individuales del principio de siglo.
Mientras la vieja paranoia atribuía a los locos un delirio razonable (vernunftähnlich), el nuevo
diagnostico masivo de demencia praecox, bajo el pretexto de la comprensión, los hace seres
con una mayor alteridad, y que siempre terminan en un “derrumbamiento endógeno”, casi una
imbecilidad. Schreber dice en un momento; lo leo directamente desde sus memorias, que:
“…Se llevan libros u otras clases de anotaciones en los que se registran desde hace años
todos mis pensamientos, todos mis giros del lenguaje, todos mis objetos usuales, todas las
cosas que de alguna manera se encuentran en mi poder o en mi cercanía, todas las personas
con las cuales trato, etc. Me es imposible decir con seguridad quien se encarga del registro.
Como no puedo representarme en la omnipotencia de Dios….presumo que el registro esta a
cargo de seres residentes en astros distantes… hombres hechos a la ligera… que desempeñan
de manera mecánica este registro, de manera que los rayos que aparezcan después puedan
conocer lo registrado”.
El discurso schreberiano, referido a los “sistemas de registro” les sirve para lograr su
rehabilitación jurídica, por lo que entraría en otro espacio mas allá del puro discurso
psiquiátrico. En ese espacio que produce un sentimiento de consternación. ¿Cómo este sujeto
llegó allí? ¿Cómo salta todos los géneros, creando uno nuevo?
El sistema de registro (Friedrich Kittler 1985) se parece extraordinariamente a los sistemas a
los que aparecen en otras narrativas, por ejemplo: la de ciencia ficción norteamericana tal
como la entiende Philip K Dick (1928-1982).
Este escritor tiene una vivencia delirante primaria (Karl Jaspers). En la película “Blade Runner
de Ridley Scott está bastante bien reflejada la atmósfera en la cual Dick piensa su texto.
Esta narrativa comienza a desarrollarse básicamente con la vivencia que él tiene después del
consumo de cocaína y de alcohol durante un tiempo prolongado. Entonces se ve viviendo en
el año 70, estamos hablando del año 70 después de Cristo. Siendo un cristiano primitivo, en un
tiempo ensamblado, que esta perseguido por la CIA, que esta ha llevado agentes a través del
tiempo (grave trastorno de la temporalidad muy frecuentes en las paranoias en forma de
paramnesias).
Escucha voces, escucha cuestiones relacionadas con lo que el llama milagros, que son
premoniciones, lo que le va a pasar al mundo, y entonces necesita hacer una aclaración de
esto. La aclaración que hace Dick, la llama Exégesis, esta exegesis le lleva prácticamente un
año y es una especie de gran cosmogonía que se parece mucho a la de Schreber.
Es una especie de gran sistema que se parece mucho al de Schreber. Es una cosmogonía en
donde él dice que hay una inteligencia viva central, una especie de radio trasmisor, el de
bienaventuranza, cercano a una estrella lejana y capaz de comunicarse con la mente, de
algunos elegidos para impulsar la lucha contra un imperio insidioso metafísico que había
cancelado el tiempo en el año 70. La Exegesis es una clara explicación delirante en la que
intenta darle racionalidad a esta vivencia delirante primaria jasperiana típica.
En este texto de Dick al igual que en el texto de Schreber aparecen algunas formas
sintomáticas interesantes que algunos autores llaman “mitológemas” (Ramón Sarro Burbano
1978). Estos mitologemas no tienen que ver con los mitemas elaborados por el estructuralismo.
Son unidades delirantes, temas delirantes que descubrieron los fenomenólogos a partir de la
reducción eidética (Husserl) del discurso del paciente.
Nosotros en algún momento intentamos en el servicio nº 23 del Hospital Borda realizar un
estudio sobre la temática delirante de los internados aplicando el estudio de los mitologemas,
pero dicho estudio quedó trunco.
Por ejemplo el primer mitologena que estaba prácticamente en todos los delirios crónicos sobre
todo en la gran cantidad de delirios parafrénicos que teníamos, era el de “Hostilidad Universal”
relacionado con la persecución, que también aparece en Schreber y en Dick.
Este mitologema comienza con la mirada, primero la mirada penetrante, la mirada sartreana.
Luego se transforma en un ataque moral y después en un síndrome de influencia.
Hay otro mitologema muy importante que aparece casi siempre, es el del “fin del mundo”, muy
conocido por ustedes a veces en el comienzo de la psicosis, en un momento fecundo de esta.
Otro es el de la “Amistad-Hostilidad sobrenatural” mitologema donde los dioses contrarios
pelean entre sí, como leemos en el texto de Schreber.
Otro mitologema es de las “Psicomàquinas omnipotentes”, tal como denominó un paciente y
que son asimilables a la maquina de influencia estudiada por Tausk en 1918.
La metamorfosis de la corporalidad sería otros de los mitologemas importantes, que aparecen
también en el texto de Dick, la transformación que Lacan, llamó “empuje a la mujer”, a la
feminización. Los “Rayos divinos”, aparecen en Schreber pero Dick le da un toque más
relacionado con la tecnología más moderna.
Nosotros teníamos en el servicio pacientes que dibujaban esta cosmogonía delirante, un origen
del hombre, una nueva antropogenia, un pensamiento participante de tipo telepático de los
cuales se aislaron alrededor de veinte mitologemas.
Este estudio provocó nuestra inquietud sobre la caída del discurso paranoico y del mismo
diagnostico de paranoia. La gran producción literaria de los pacientes del servicio nos invitó a
pensar la traslación del discurso paranoico hacia la narrativa literaria, cuando se dan las
condiciones. Desde un punto de vista microscópico pensamos que este pasaje también se diò
por ejemplo en Dick y en otros autores hizo pensar en esta cuestión primero, de la caída del
discurso paranoico y del diagnóstico de paranoia, segundo de la traslación del discurso
paranoico hacia la narrativa literaria, o sea hacia Dick, hacia otros autores. De la patología a la
narrativa.
Si ustedes ven la historia de la psiquiatría, verán que el pasaje de los Delirios crónicos, a la
demencia precoz, se produce en 20 años. O sea, de la extrema racionalidad del delirio, de este
delirio razonante de los franceses, que se acercaba peligrosamente a la “normalidad”, pasamos
a la anormalidad absoluta, al silencio, a la locura absoluta, a la caída, donde se destruye
prácticamente la personalidad y no queda nada. Hay una especie de operación tanto médica
como psiquiátrica y sociológica, para ir transformando estos discursos en discursos del sin
sentido que se comparan con los de Schreber, de Dick, discursos del sentido, discursos
paranoicos.
Habría dos órdenes de observación, un orden de observación que vamos a llamar un discurso
médico, este orden de observación mide las enfermedades, la epidemiología, la aparición de
determinados trastornos, lo patógeno, todo eso sería un orden de observación médico
psiquiátrica. Un segundo orden de observación importante es el orden literario, que en realidad
hace un diagnostico estético sobre como está la sociedad en ese momento, o sea que hace
una relación diríamos entre el sujeto y el Estado, este orden literario que es distinto del orden
médico.
¿Qué es lo que nos describen estos autores, tanto Schreber en sus comienzos, como Dick?
Nos describen una sociedad particular, nos describen lo que se llama una sociedad de control.
La descripción se transforma en una narrativa que tiene varias entradas, un genero policial,
otro genero que podríamos llamarlo ciencia ficción, combinando esta ciencia ficción con lo
policial pero en un desborde que no corresponde a ninguno de los dos géneros.
En algunos casos como en el de Schreber, aparece otro genero, relacionado con el derecho,
un género de tipo heterogéneo, totalmente nuevo sin antecedentes en la historia. Podríamos
decir que la paranoia produce una narrativa nueva dentro de la literatura apelando a una
especie de método de desborde, donde aparecen juntos el género policial, el de la ciencia
ficción, el del derecho y el de las nuevas tecnologías.
Lo que hace Friedrich kittler en 1985, es tomar el texto schreberiano como el producto de una
gran red de informaciones que recibe y trasmite el saber de distintas fuentes y canales. El
análisis psicológico, y el “sistema de registro” paranoico le sirvió como base para una nueva
teoría de la comunicación que atraviesa los sujetos mas allá de la misma productividad de los
mismos.
A este teórico de la comunicación (Kittler) le llama la atención una serie de cuestiones, por
ejemplo que la editorial Oswald Mutze de Leipzig que publica las memorias de Schreber se
especializaba en textos espiritistas, y que allí también había publicado Carl Gustav Jung su
psicología de los llamados Fenómenos ocultos. El hecho de que el paranoico y el psiquiatra
publicaran sus obras en la misma editorial puede considerarse una constelación única: y por lo
menos demuestra -antes de la afirmación de Freud- que el delirio de Schreber contiene una
teoría que no tiene de que avergonzarse ante la teoría psicoanalítica.
El análisis psicológico de estos medios de registro, va desapareciendo según la teoría de
kittler, a medida que estos medios pasan a ser parte de la cultura general. La aparición del
teléfono, de la telefonía sin hilos, la comunicación por radio, las pantallas de control, todo lo
que en un momento fue solo premonitorio en los textos delirantes se transformaron en objetos
de la ciencia en general dejando de estar en el campo de la psiquiatría para pasar al campo de
la narrativa cultural. Para Kittler, todo esto se explica a través del hecho “del delirio registrado”:
“delirios registrados coinciden con lo que hacen las ciencias y los medios técnicos”.
Los sistemas de registro, toman el delirio y lo transforman en realidades concretas; este delirio
se va apagando. Se va apagando, esto es una especie de explicación de porque se produce
esta operación por la cual la paranoia cae.
Me gustaría conversar sobre estas pequeñas tesis, sobre estos pequeños axiomas. Primero la
caída de la paranoia, la caída de la paranoia como diagnóstico. Si ustedes se fijan en este
momento en cualquier libro de guardia o en cualquier servicio de psiquiatría, incluso en
cualquier texto moderno se van a encontrar que la paranoia existe hasta el año 1920, en
Francia hasta 1930, y después desaparece completamente incluso en el DSM VI. En los textos
actuales la paranoia aparece traída por algunos psiquiatras franceses, pero como un retorno
diríamos de lo más antiguo en los cuales los temas paranoicos son tomados según la temática:
delirios de persecución, delirio erotómano, delirio celotípico, o sea no toman en cuenta todo el
desarrollo que hizo la psiquiatría francesa sobre los Delirios crónicos sino que lo toman de una
manera casi infantil.
Eso es una cuestión, la caída del discurso, de estos hechos semióticos, de estos textos
paranoicos. Este pasaje, en la modernidad tardía del discurso paranoico al discurso literario, a
la narrativa, y esto es inaugurado evidentemente por las memorias de Schreber, que por otra
parte el otro día me entere que había estado internado en el manicomio de Sonnestein que es
el lugar donde se comenzaron los experimentos de eliminación de los enfermos mentales
durante el nazismo.
Yo no sabía que había estado en ese mismo lugar, el psiquiatra americano que rescata la
historia de Schreber también descubre que en ese lugar donde él, como psiquiatra militar,
estaba administrando, era un lugar en donde se había comenzado la exterminación de los
enfermos mentales, o sea antes de comenzar la limpieza étnica, se comenzó con la eliminación
de los enfermos mentales, o sea fue el comienzo del desastre.
En las memorias de Schreber, influyente texto en la cultura contemporánea, aparece una
especie de sintagma: “el alma humana esta contenida en los nervios del cuerpo”, que parece
una especie de tomografía computada de todo su sistema delirante. Es interesante el parecido
de este texto al texto de Philip K. Dick, a la exégesis paranoica.
Creo también de interés el estudio de los mitologemas, que resumen el delirio en veinte o
treinta construcciones que aparecen en forma sistemática, en todas las culturas, en todos los
espacios históricos (Estructura). Es interesante también, esta cuestión de la literatura como
segundo orden de observación aparte del orden de observación médico. Que haya un sistema
que recree un discurso y lo transforme en otra cosa distinta. Como se produce esta operación
de transformación que no se realiza de un día para el otro sino que demora alrededor de
veinte años. Y en esos veinte años, se produce todo una serie de fenómenos sumamente
interesantes que estás relacionados con los casos individuales, o sea los casos de paranoia
tratados por médicos y psicoanalistas...
No es el mismo sistema para el tratamiento de la esquizofrenia. Por ejemplo, cuando Kraepelin
presenta la esquizofrenia, presenta doscientos casos que tienen tal cosa, tal síntoma, tal
fenómeno. En cambio la paranoia es presentada como casos individuales siempre como
historias de vida, como narrativas. Así es como Lacan presenta el caso Aimèe.
También el profesor Gaupp, discípulo de Kreschmer, en la clínica de Tubinga, presenta el
primer asesino de masas, el maestro Wagner, un solo caso que produce una transformación
impresionante dentro de la terapéutica de las paranoias “curables”.
El caso del profesor Wagner, es el de un maestro que comete una serie de crímenes de
masas, o sea que, es el primer paranoico que entra en un pueblo perseguido por una fantasía.
Soñaba que había tenido relaciones sexuales con animales y que lo observaban injuriándolo,
entonces, mata a toda la familia y luego alrededor de treinta pobladores. Es el primer asesino
de masas del año 20. Gaupp, discípulo de Kreschmer, describe a Wagner, en un hermosísimo
texto, que me parece, debe ser estudiado porque tiene una fuerte impronta post moderna a
pesar que esta escrito en 1920. En realidad el delirio de Wagner se concreta en el acto, nunca
llego a delirar excepto en la última parte de su internación en la cual comienza con la cuestión
del plagio. Decía, que habían unos judíos que habían plagiado algunas obras que el había
escrito. Porque el escribía también como todos los paranoicos y escribía cosas muy
interesantes que están en el texto, están traducidos al castellano.
Gaupp decía que el había curado la paranoia porque el era el perito y además el había hecho
una fuerte relación transferencial con Wagner, lo presentó en un congreso, no es que presento
el escrito de Wagner sino que lo presento a Wagner, dijo este es Wagner, les va a hablar y esta
curado, una cosa insólita, mostraba una paranoia curada.
Kreschmer refiere grandes cantidades de casos. Sí ustedes leen el texto del Delirio sensitivo de
autorreferencia allí habla del delirio de las solteronas, de los masturbadores , una cantidad
enorme de casos tratados con psicoterapia, todas estas paranoias “blandas”, que formaban un
universo dentro del campo alemán, del campo del centro, al que se refiere Heidegger, ese lugar
especial de Europa en donde nacen determinadas producciones culturales, que se había
transformado de la gran paranoia terrible en algo que ya estaba pasando a la narrativa literaria.
Este segundo orden de observación, es interesante para estudiar como se produce toda esta
operación de transformación de la paranoia, siempre tomando la cuestión de teoría paranoica
tal cual lo conocemos a través de la clínica psiquiátrica. Es un delirio en el cual lo que
predomina es lo interpretativo donde toda la cuestión de la significación dirigida al sujeto, toda
la significación anormal, la percepción delirante, más que nada eso, sin alucinaciones y con
paramnesias forman una construcción frondosa con un intento de transcribir esta vivencia
delirante primaria en textos, en una producción constante de textos.
II . 6
DISPOSITIVO GRUPAL EN
“ LAS MAÑANAS CON ROMINA”
UN
SERVICIO
DE
INTERNACION
DE
MUJERES:
Autores: Dra Mónica Fudín
Romina Carballo12
Este trabajo surge como efecto de la supervisión de la dirección de la cura de una
paciente de mediana edad internada en el Servicio Terapia Corto Plazo Mujeres En este
Servicio ubicado en el 3 piso del Pabellón Central del Hospital Borda se encuentran internadas
actualmente 18 pacientes de diversas edades y patologías asistidas por médicos y psicólogos.
Una actividad que se fue gestando a raiz de intervenciones en esa cura y que la
analista había realizado sobre el quehacer diario de su paciente, tuvieron efecto en el resto de
sus compañeras de sala.
Pacientes de conductas rutinarias y pasivas en un lugar donde por lo general el
tiempo trascurre lentamente y una abulia generalizada es el signo que marca sus vivencias La
estimulación que la analista hizo sobre el aspecto personal y el acento sobre lo femenino, ya
sea llevándole esmalte de uñas, jabon, algun perfume y cepillos, fue el detonante que permitió
enlazar lo que permanecía desligado y ajeno
Aquello que comenzó como una simple puntuación individual terminó relanzando
dentro de este escenario un espacio grupal para que las pacientes pudieran hablar de ciertos
hábitos y conductas repetitivas efecto del hospitalismo y el deterioro que la inactividad propicia.
Lugar donde la pulsión de muerte hace su nido a través de la desligazón que recae sobre el
vínculo con el objeto, ahí donde atacar esta funciòn de ligazón con el objeto y no al objeto
mismo, es ir en contra de esta pulsiòn mortífera.
Los tratamientos individuales siempre insuficientes a la hora de remar en la
psicosis propició la creación de un taller conformando un dispositivo que permitió en un tiempo
y un espacio acotado un anclaje para decir algo de la verdad de esos sujetos, donde habita la
psicosis. Todo trabajo psíquico es del orden de la ligazón y asi por definicion en el orden
freudiano deviene una expresión de la pulsión de vida. Es la ligazón la que define la pulsión de
vida, no es una pulsión libre que se trata ligar, ella es ligazón en tanto tal.
Servicio de mujeres, significante que no dejó de resonar a hora de comenzar la
actividad y no azarosamente se le ocurrieron a la coordinadora cuestiones a recortar: higiene y
aseo personal, cocina, belleza y cuidados personales. “Cosas de mujeres”. La idea era poder
pensar temáticas desde sus deseos e ideales y no como mandatos superyoicos del orden de lo
que “ se debe hacer en una sala para el bienestar común” ofreciéndoles actividades que las
entretuvieran.
La operatoria de la metáfora paterna permite no solo el acceso a la exogamia,
hace de carretera principal hacia las relaciones sexuales de un hombre con una mujer, tiene
una función de normalización en cuanto a la posición sexuada de un individuo. Es el Nombre
del Padre el que opera sobre ese goce y lo coordina al falo. En la estructura psicótica el efecto
de la forclusion del nombre del padre se hace sentir, falla en la estructura simbólica que
repercute sobre la estructura imaginaria y sus consecuencias son los fenómenos observables
en la clínica: invasión de goce desde lo real sobre el sujeto. Un goce no regulado por el falo.
Comienza la actividad reunidas en el salón principal, juntando las mesas de tal forma
que todas pudieran participar, favoreciendo el dialogo y la mirada se encuadró la frecuencia
semanal de una hora, las pautas generales y una simple consigna con algún material de fácil
acceso en la Sala, encontrar en las revistas informaciones que fueran de su agrado e interés
para el próximo encuentro.
Para nuestra sorpresa la respuesta tuvo un efecto inmediato y movilizador ante
esas aletargadas mujeres. Hablaron de moda, maquillaje, combinación de ropa en cuanto al
12
Psicologa del Servicio Terapia Corto Plazo de Mujeres Hopital Jose T. Borda
color, discordante con el aspecto que las caracterizaba, nos encontramos con un retorno al
pasado con las tendencias de los años 50, 60, 70, ropajes utilizados según las edades.
Siendo mujeres de larga data de internación, habría quedado sepultado algún
rasgo o signo femenino que las rescatara del lugar de resto? Rasgos localizables capaz de
capturar la mirada del otro y así reencauzando nuestro deseo el dispositivo del taller fue puesto
en juego. Esta temática nos sorprendió ya que si bien el motivo del encuentro había sido
informativo, detrás había un pasado aprisionado por muchas de ellas y con necesidad de
sacarse a la luz…la femineidad seria la puerta de entrada? Analista testigo de “ testimonios”
escuchando la creación donde todo estuvo desligado y detenido.
Las pacientes se iban acercando con el material trabajado, recortes de revistas
sobre estética femenina, maquillaje, calzados, cremas, perfumes, ropa, cocina, decoración
familia e hijos. Algunos de los que nos llamaron la atención: una figura femenina que
conmemora el día internacional de la mujer, otra figura femenina pero esta vez marcando su
mirada,” la recorte porque me gusta su mirada” , el dibujo de Betty Boop, caricatura femenina
de la década de 1930 que marca una tendencia, que rompe con los estereotipos femeninos de
la época: atuendo de corta minifalda, cabello ondulado, y dorso descubierto, seductora,
llamativa, deseada y rodeada de pretendientes, luego los recortes de bebes y ropa infantil.
Para concluir el horóscopo, recortado por una paciente próxima a ser externada. Oráculo de
Otro que marca un destino de salida
Durante el encuentro estos disparadores hilvanaron pasados, Algunas habían
trabajado en locales de ropa y otras en perfumerías. La vida antes de la internación asociada a
la imagen corporal, cremas, y marcas, de los peinados a la toca. Tocadas por el entusiasmo se
rien entre bikinis o mallas enterizas.” éramos felices por estar arregladas”.- dice alguienArregladas, compuestas en su imagen, ilusión de felicidad. Freud en su texto “El malestar en la
cultura” afirma: “El programa que nos impone el principio de placer, el de ser felices, es
irrealizable, empero, no es licito resignar los empeños por acercarse de algún modo a su
cumplimiento. Cada quien tiene que ensayar por si mismo, la manera en que puede alcanzar
la bienaventuranza”. Y agrega: “Aquí puede situarse el interesante caso en que la felicidad en
la vida se busca sobre todo en el goce de la belleza, donde quiera que ella se muestre a
nuestros sentidos y a nuestro juicio”.
Lo hecho, lo vivido, el dolor por lo perdido, un cuerpo unificado y ahora
adormecido, un retorno a la mujer que también apareció en la faz materna. Según Freud la
mujer quiere el falo y se lo pide al hombre de dos modos: bajo la forma del amor y bajo la forma
del hijo. A nivel del amor no solo es un beneficio de tener lo que se pone en juego, sino
también del Ser: ser amada por un hombre, da el sentimiento de Ser algo. Hay un
desplazamiento de Freud a Lacan respecto de la problemática de la sexualidad femenina. Para
lacan no basta el deseo del falo para rendir cuentas de lo que vincula una mujer a un hombre.
Si bien un hijo puede funcionar como “objeto a” para una mujer esto no es lo mismo que causar
el deseo sexual femenino. La maternidad concierne a lo femenino pero lo femenino no se agota
en la maternidad.
La mascarada, como registro imaginario, se constituye intentando ofrecerse a la
mirada del otro como completa, digna de ser investida libidinalmente amada, deseada. Es el
ornamento femenino, las joyas, la vestimenta, la cosmética, lo que desde tiempo y en todas las
culturas fue y será patrimonio de las mujeres para cubrir esta falta en el cuerpo, y abordarla
con un velo de modo que su cuerpo atraiga al hombre y que este se deleite con el cuerpo de
una mujer.
Traer los recuerdos de las experiencias vividas al presente produjo un afecto
placentero pero también dio lugar al dolor por lo perdido. De la mascarada a la falta no
tardaron en aparecer el paso del tiempo reflejado en el cuerpo, las arrugas, la vejez, lo
inevitable del correr de los años, la dificultad de tener que atravesar por la vida, la imposibilidad
de volver el tiempo atrás y recuperar lo perdido. Belleza, ideales y cuidado corporal situados
en el pasado. Las pacientes hablan del dolor que sienten por haberse ilusionado con que su
vida iba a ser otra cosa, que no se imaginaban tal destino para ellas, frases como “quien
pudiera tener 25 años”, “Para que arreglarnos si estamos internadas?” Un dolor que muestra
una temporalidad detenida empieza a ser enlazado a las coordenadas actuales. Real que
produce arrasamiento subjetivo y origina falta de impulso para hacer o producir, se anula el
deseo, y surge la resignación ante la imposibilidad.
Efecto de esta producción son invitadas a anudar esas hilachas a sus historias, y
asi cada relato marca su singularidad en el modo en enlazar lo femenino al cuerpo al deseo
más allá de su patología, la pérdida y la manera de sobrellevar su dolor. Sucesos que
adquirieron el valor del acontecimiento con algun significante que los distinguía, hilación
discursiva, sucesos catectizados y transformados en relatos para otros. Piera Aulagnier dice “El
analista ocupa la posición de oído del que habla. El analista puede transformar un pensamiento
sin destinatario en un discurso que Uno puede y El puede oír. La presencia de una escucha
nueva pasa a garantizar al sujeto que esto que dice forma de nuevo parte de lo oíble, investible
por otro”
Cada encuentro lleva su marca particular, pero cada uno de ellos se enlaza con los
anteriores tratando de seguir un hilo lógico al trazar coordenadas guiados por lo decantado
con anterioridad. Lejos de estructurar los encuentros, acompañamos su hoja de ruta,
posibilitando que algo nuevo aparezca y así dos temáticas se enlazan: “lo familiar y lo
corporal”. Reaparece el concepto de mirarse y ser mirada. Esta vez se dirige al semejante, la
pregunta se relanza y vira a como el grupo se ve, idea de consistencia que algunas pacientes
pensaron como una gran familia. Si bien tenían una mirada alentadora para con el otro,
descuidadas, menospreciadas para consigo mismas continuaban trabajando, una paciente dice
“poder elegir lo positivo de ese pasado, poder desechar lo negativo y poder en el presente
intentar cambiar algo”
Se vislumbran funciones, lugares, diferencias. Ilusión de unión grupal,
ayudarse y contenerse intercambiar y comprender conflictos efecto de un intento de sostener
las diferencias y la singularidad de cada una. De la complementariedad a la rivalidad fraterna.
La alianza grupal invita a pensar un nombre para el grupo, esto le daría cuerpo al mismo y se
infiltra un malentendido “…”Pensemos un nombre dijimos”.. y las pacientes responden:…”
Hombres?..”
El cambio llega a la hora de poner el cuerpo, proponen una limpieza de cutis en cada
una de ellas, práctica que recordaban de la adolescencia donde fueron ayudadas por amigas,
familiares y madres. La piel comienza a renovarse, deseo de adquirir brillo y purificación,
identificaciones simbólicas e imaginarias garantizadas en la voz y la mirada, estadio del espejo
que garantiza al yo la ilusión de unidad. Un niño es nombrado, hablado y mirado. imagen del
cuerpo propio que depende de la aprobación e intercambio con los otros donde se recortan y
se extraen los objetos pulsionales, aunque esta aprobación no siempre este disponible o
pueda faltar.
La interacción y alianza fraterna instituye una función familiar sustitutiva y
promueve la identificación especular con el otro. Si en la psicosis, no hay extracción del objeto
y por lo tanto el sujeto queda alienado al mismo, en este espacio grupal la función del analista
permitió producir un clivaje entre el sujeto y el objeto, dejando este último del lado del analista.
De esta forma, el analista ofreciendo su voz y su mirada permite sostener un cuerpo y ubica al
mismo en la dimensión del tener. Voz que a través de las propuestas hace el analista como
soporte especular permite que el cuerpo se incorpore, se levante y mirada que en ese accionar
hace que el cuerpo se unifique acotando el goce mortífero que desliga y aisla.
Un acontecimiento sucede en el servicio: una paciente ha contraído matrimonio.
Cupido toca la puerta en los últimos encuentros, hablan de lo que para cada una significa ser
mujer no ya en el plano individual sino extendido a los logros sociales y a los lugares en la
comunidad, como ellas dicen “La mujer como madre, esposa y compañera”.Para Lacan la
Mujer no existe, pero si los nombres sustitutivos, la esposa, la niña, la compañera. Todos estos
nombres son nombres de los que puede ser la mujer para el deseo masculino. De esto se trata
en la mascarada: de vestirse con los ropajes del objeto del fantasma del hombre.
Desplazamiento que reactualiza los interrogantes por el deseo de la mujer. Deseo de la madre
hacia otro objeto, allí donde no toda se satisfaga en la maternidad: un hombre, su trabajo,
amigos. Mujeres no todas fálicas. La pregunta por la mujer les abre al campo del amor y la
sexualidad. Frases como “yo soy muy romántica… como me gustaría tener un anillo de
casada,… mi marido nunca me lo dio…”. Un anillo que por su forma circular representa
culturalmente compromiso, amor eternidad retoma en lo que emergió con anterioridad: “
Hombres?” y ahora se incluye en sus discursos.
CONCLUSION:
Aquello que se inició como una puntuación individual a una paciente tuvo un
efecto en el lazo con el otro de la convivencia mortìfera en un servicio de internacion de
mujeres. Efecto que se plasmó en encuentros grupales semanales donde se montaba una
puesta en escena que abrió paso a nuevas posibilidades.
Se dio lugar a la palabra que motoriza ahí donde siempre hay algo más por decir y
hacer, nos dejamos sorprender por sus palabras de sujetos por advenir. Nombraron al taller
“De mañana y con Romina” nombre de la analista coordinadora, asociado a programas
televisivos, programa que se da a ver, identidad de grupo, unificación de ese cuerpo grupal,
que programa y fue rescatando un significante particular. Las pacientes nos convocan y en
este movimiento libidinal se instaura el vinculo transferencial vía identificatoria que permite
pesquisar algún signo o rasgo nuevo, en este caso femenino pues se trata de un programa
sobre “ cosas de mujeres”.
La dinámica grupal ocasionó distintos movimientos transferenciales funciones al
comienzo del orden paterno estableciendo orden, ley y acotamiento hacia una función
maternal mas ligado a los ideales, al alojamiento de los deseos, el amor, la voz, la mirada y la
fraternidad.
Se reencauza aquello que no fue donado por madre o padre alguno, miradas y voces
insuficientes. Pacientes que vieron el programa que se les ofrecía, participaron del mismo
articulando su entramado histórico para poder finalmente rearmarse y armar su propio
programa. Deseo del analista necesariamente presente para mirar y escuchar ese canal.
Haciendo letra de esa abulia generalizada, del desgano, del desánimo del lugar de resto que
les posibilito a las pacientes separarse de ese signo que marcaba sus vidas en la sala.
Pusieron el cuerpo y “lo compusieron” utilizando la estética como puerta de entrada, para poder
hacer su camino a la externacion, al lazo social
Producir un movimiento ahí donde la pulsiòn de muerte desenlazaba haciendo su
juego como origen del odio, la autodestructividad y el fracaso fue nuestro gran desafío,
motorizando la expresión de Eros en su afan de dominar, fuerza que impulsa hacia lo que
anhelamos, erotizándolo y haciendo la vida mas tolerable se esté donde se esté.
Referencias Bibliográficas
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Conferencias de introduccion al psicoanalisis" Conferencia 33: La feminidadObras Completas Editorial Amorrortu
Lacan " La pregunta Histerica" "¿ Que es una mujer?" El Seminario, libro 3: Las
Psicosis- Editorial Paidos Bs.as. Lacan J " La Significacion del Falo" - Editorial
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Fudín Monica La Novela Familiar, la otra historia Biblioteca de la Efba—
Elida E Fernandez " Diagnosticar Las Psicosis" Cuarta Edicion- Ed. Letra Viva –
-Piera Aulagnier " El aprendiz de Historiador y el maestro brujo" Cap 3