Download Mar Chiquita Se debe establecer una categoría de manejo que
Document related concepts
Transcript
Mar Chiquita Se debe establecer una categoría de manejo que reconoce explícitamente la presencia humana como factor central en la estrategia de conservación, con lo cual debe constituirse en una unidad de uso sostenible y directo. En esta concepción deberían cumplirse tres funciones fundamentales: Función de conservación para mantener en buen estado los recursos genéticos, los ecosistemas y los paisajes. Función de apoyo logístico para apoyar actividades de investigación, de educación, de formación y de observación permanente relacionadas con actividades de interés local, nacional y mundial encaminadas a la conservación y al desarrollo sostenible así como pertenecer a una red internacional que asegura intercambio de información Función de desarrollo del medio humano local que incluye estrategias para cooperar con instituciones locales y regionales en la planificación y gestión, a fin de promover un desarrollo social sostenible. Presentación de la problemática “Mar Chiquita”. -En el primer paso se procedió a la presentación del tema a estudiar. Los alumnos buscaron información relevante al mismo, acercando la información a la clase. Por medio de las imágenes pudieron constatar la disminución de la laguna en estos últimos años. -En segundo paso realizaron un cuestionario para incorporar los nuevos conocimientos. -En tercer paso buscaron información referida a las últimas inundaciones y a la contaminación que sufre la misma. Estas son las preguntas que elaboraron los alumnos referidas al tema a tratar. ¿Cuál es la importancia de Mar Chiquita? Mar Chiquita y los Bañados del Río Dulce constituyen un humedal de grandes dimensiones (uno de los mayores del mundo), y una nota muy singular del paisaje de la región pampeana argentina. ¿Cuáles son las dimensiones de la laguna? Mar Chiquita ha oscilado enormemente desde que se tienen datos. El menor tamaño conocido con certeza corresponde al mapa catastral argentino publicado en (1891) donde la laguna aparece con una superficie de unas 110.000 hectáreas, con medidas máximas de 75 Km de Este a Oeste y 35 Km de Sur a Norte. La mayor superficie se alcanzó en el año 2003, cuando las imágenes satelitales indican una superficie algo mayor a las 600.000 ha, con medidas máximas aproximadas de 110 Km de Este a Oeste y 95 Km de Sur a Norte. En la actualidad el área ocupada por la laguna es de unas 480.000 hectáreas, con tendencia decreciente, y unos 100 Km de Este a Oeste y 80 Km de Norte a Sur. ¿Cuál es el origen de Mar Chiquita? La laguna de Mar Chiquita se originó hace unos treinta mil años. Una falla geológica que levantó sus bordes Este y Sur generó un gran dique natural que impide que el agua aportada por los ríos tributarios, Dulce por el norte, Primero (Suquía) y Segundo (Xanaes) por el sur, alcancen el río Paraná y finalmente el mar. Técnicamente, se trata de una laguna sin desagüe al final de una cuenca hidrográfica endorreica. ¿Cuáles son las fuentes de agua que alimentan a Mar Chiquita? La casi totalidad del agua que recibe la laguna proviene de sus afluentes (ríos Dulce, Primero y Segundo) y de la lluvia sobre la misma. Todas las evidencias disponibles indican que el aporte de agua subterránea no es significativo. La laguna NO TIENE NINGUNA CONEXIÓN CON EL MAR, como a veces se menciona (recordemos además que Mar Chiquita está a más de 60 metros sobre el nivel del mar…) ¿Por qué es salada el agua de Mar Chiquita? Al tratarse de una cuenca cerrada, sin salida al mar, el agua que recibe la laguna sólo puede salir por evaporación en su superficie. Dado que el agua evaporada no lleva minerales, las sales aportadas por los ríos tributarios se han ido acumulando a través de miles de años, lo que explica el alto contenido de sal de Mar Chiquita. ¿Cuál es la salinidad de Mar Chiquita? La salinidad (es decir, cantidad de sales disueltas en el agua) varía con el nivel de la laguna. De la información disponible se sabe que ha oscilado entre valores muy altos cuando la laguna estaba muy baja (360 gramos por litro en 1915) a valores mínimos de alrededor de 25 gramos por litro en los momentos de máximo nivel (2003). En la actualidad (Septiembre de 2012) alcanza a casi 75 gramos por litro, dado que el nivel de la laguna viene descendiendo en forma constante desde 2003. Como valor de comparación, la salinidad del mar es de alrededor de 35 gramos por litro. ¿El agua de Mar Chiquita es similar al agua de mar? La proporción relativa de las distintas sales es similar a la del mar, con predominio del cloruro de sodio (sal común). La principal diferencia la constituye el contenido de azufre, el cual es mucho mayor en Mar Chiquita (aproximadamente 3 % en el mar y 15 % en Mar Chiquita). Este elevado nivel de azufre genera sulfuro de hidrógeno (olor a huevo podrido) que a veces se percibe en las costas. ESTE OLOR ES UNA CARACTERÍSTICA NORMAL RELACIONADO A LA ACTIVIDAD BACTERIANA EN AGUAS SALOBRES Y NO ESTA VINCULADO CON PROCESOS DE CONTAMINACIÓN. ¿Cuáles son las subregiones de la reserva? La reserva tiene dos grandes subregiones: los bañados del río Dulce en la parte norte y la laguna Mar Chiquita al sur. Bañados del río Dulce: esta subregión comprende extensos pastizales y matorrales de arbustos de suelos salinos (jumeales) que ocupan una extensa planicie por la que corre el río Dulce proveniente de la provincia de Santiago del Estero. Estos pastizales se mantienen gracias a las inundaciones periódicas del río Dulce, sin las cuales desaparecerían, siendo reemplazados por jumeales. Se practica ganadería trashumante, es decir los animales son trasladados desde y hacia el río según se trate de la estación de lluvias cuando se desborda o de la estación seca cuando el río se retira. Los bañados albergan una gran biodiversidad, particularmente aves. Laguna Mar Chiquita: incluye el cuerpo de agua de la laguna propiamente dicho. ¿Cuál es la profundidad de Mar Chiquita? Mar Chiquita es una depresión ubicada en medio de una llanura sedimentaria, de muy poca profundidad. La profundidad máxima con el nivel actual (de alrededor de 69 metros sobre el nivel del mar) se ubica entre 9 - 10 metros. Debe tenerse en cuenta que esta profundidad se alcanza en áreas muy reducidas ya que la mayor parte de la laguna es mucho menos profunda, no superando el medio metro en extensas áreas, lo que hace difícil la navegación. ¿Qué características tiene el fango terapéutico? El fango de la laguna es característico de lagos salados. Es generado por actividad microbiana en condiciones de baja disponibilidad de oxígeno y alta salinidad del agua, por lo que es mucho más abundante cuando la laguna tiene un nivel de agua bajo, y disminuye en períodos de aguas altas. De consistencia untuosa, tiene un color negro característico, el que al secarse se torna gris debido a su alto contenido de sulfuro de hierro, con un olor característico a huevo podrido debido al sulfuro de hidrógeno. Se le atribuyen propiedades terapéuticas. ¿Cuál es la riqueza de Mar Chiquita en biodiversidad? Mar Chiquita tiene una gran importancia por su riqueza en biodiversidad. Se llevan registradas más de 300 especies de aves, de las cuales 142 son especies de aves directamente relacionadas con los ambientes acuáticos, 35 de reptiles, 16 de anfibios (ranas y sapos), y un número todavía no precisado de mamíferos entre los que son comunes el coipo o nutria (explotada comercialmente), los zorros, los hurones, la comadreja y el puma. Mar Chiquita tiene el raro privilegio de albergar a tres de las seis especies de flamencos que existen en el mundo: el flamenco austral, que es el más común y que cría en grandes colonias (habiéndose registrado hasta 100.000 ejemplares), el flamenco andino o parina grande, y la parina chica. ¿Qué grupo de aves se conoce como “migrantes transcontinentales”? Los chorlos o chorlitos son otro grupo de aves característico de Mar Chiquita. Estas avecillas son grandes voladoras. Algunas especies viajan todos los años a Canadá y norte de Estados Unidos donde crían, para regresar de nuevo durante el invierno boreal, que corresponde a nuestro verano austral. La especie más común en Mar Chiquita es el Falaropo tricolor, del cual se han visto hasta medio millón de ejemplares en ciertos años. ¿Es importante la actividad pesquera? La laguna no tenía peces hasta fines de la década de 1970, debido a la salinidad elevada de sus aguas. A partir de 1980 el nivel de las aguas aumenta rápidamente y la salinidad decrece proporcionalmente, lo que crea condiciones que permiten la expansión del pejerrey desde los ríos tributarios hasta ocupar toda la laguna. En los años subsiguientes se genera una actividad pesquera significativa. En la actualidad sólo se permite la pesca deportiva. El límite de salinidad a la que puede prosperar el pejerrey es de alrededor de 50 gramos por litro. ¿Cuál es la importancia de Mar Chiquita como sitio de valor pale ontológico y arqueológico? En el área es frecuente el hallazgo de fósiles de los grandes mamíferos extinguidos hace unos 10.000 años, tales como megaterios, gliptodontes, etc. Además se encuentran restos de culturas indígenas que habitaron la región. Vale la pena visitar el Museo Aníbal Montes de Miramar y los Museos Municipales de la región. ¿Cuál es la importancia ecológica de los humedales? Los humedales como Mar Chiquita constituyen un recurso de gran valor económico, científico y recreativo. Además, prestan servicios ambientales importantes en lo que hace a regulación de clima, contención de inundaciones, etc. Por ello, la degradación y la pérdida de humedales puede causar graves y a veces irreparables daños. ¿Cuál es la situación de protección de Mar Chiquita? Mar Chiquita es un área protegida. Fue declarada Reserva Provincial de Uso Múltiple en el año 1994. La Reserva Mar Chiquita depende administrativamente de la Secretaría de Ambiente de la provincia de Córdoba. Además, Mar Chiquita ha sido designada sitio Ramsar en Mayo de 2002. ¿Qué significa que Mar Chiquita sea Sitio Ramsar? La Convención sobre los Humedales (también conocida como convención Ramsar) es un tratado intergubernamental que proporciona el marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso de los humedales y sus recursos. Argentina es miembro de dicha convención. La Convención sobre los Humedales toma el nombre de la ciudad iraní de Ramsar donde fue adoptada en 1971. Aunque Mar Chiquita y los bañados del río Dulce ocupan el noreste de Córdoba y sur de Santiago del Estero, esta designación solo se aplica a la provincia de Córdoba, siendo de esperar que en el futuro próximo sea incorpore la porción santiagueña. ¿Cuáles son las amenazas ambientales que enfrenta Mar Chiquita? Las principales causas de preocupación incluyen: extracción no controlada de agua de los ríos afluentes, contaminación de diverso origen, deforestación, y la caza y pesca no controladas. Cada una de ellas requiere una adecuada consideración y planificación a fin de evitar deterioros ambientales no deseados. Contaminación reciente en Mar Chiquita -Un estudio realizado por científicos de las universidades nacionales de Córdoba y Mar del Plata detectó la existencia de varios contaminantes en la laguna Mar Chiquita, el quinto lago salado más grande del mundo. Las conclusiones, difundidas por la agencia Uniciencia de la Universidad Nacional de Córdoba, precisa que "se trata de elementos que no son letales para los humanos, pero tienen incidencia en la biota" (vida silvestre), a la vez que advierte que, de mantenerse, "a largo plazo podrían tener algún efecto en la salud de las personas". Los autores detectaron componentes de plaguicidas, de uso agropecuario. También se constataron contaminantes provenientes de la actividad industrial y de la vida urbana, que estiman que son "acarreados por los ríos". A la laguna la nutren los ríos Suquía y Xanaes, desde Córdoba, y el Dulce, desde Santiago del Estero. El trabajo surgió de la tesis doctoral de Laura Ballesteros, miembro del Instituto de Diversidad y Ecología Animal de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba. Ballesteros analizó la presencia de endosulfán, un plaguicida organoclorado que se utiliza para combatir la chinche de la soja. "El endosulfán está prohibido en casi todo el mundo, pero en Argentina todavía rige un plazo de cinco años para usarlo: no se fabrica pero se puede aplicar lo que queda en stock”, explicó a Uniciencia. Para el trabajo se tomaron muestras en diferentes meses de agua, sedimentos, partículas en suspensión y tejido de peces, en dos puntos de Mar Chiquita: Laguna del Plata, cerca de la desembocadura del río Suquía, y Campo Mare, más al norte. Además de endosulfán, los investigadores aseguran haber hallados rastros de PCBs, HCHs, DDTs y PBDEs. Los PCBs fueron los detectados en mayor cantidad. “Es uno de los contaminantes más nocivos del planeta y está prohibido en muchos países. A pesar de su moderadamente baja volatilidad, aparece en lugares donde no hay fuentes de contaminación aparente. En este caso, su presencia en la laguna podría deberse al arrastre por el río, a transporte atmosférico o a la suma de estos y otros fenómenos de transporte de contaminantes en el ambiente”, describió Daniel Wunderlin, miembro del equipo. Los HCHs, en tanto, son una mezcla de hexaclorociclohexanos. El más conocido es el lindano, que se utilizaba en los champuses piojicidas antes de su prohibición en 1998. Es altamente persistente en el ambiente y su aparición en la laguna podría deberse a arrastre por el río Suquía u otros factores ambientales. El DDT, por su parte, es un insecticida que dejó de usarse hace más de 40 años, pero que, según confirma este trabajo, todavía persiste en Mar Chiquita. Los investigadores suponen que su presencia se debería, además, a que el DDT es producto de la manufacturación de Dicofol, un acaricida que se utiliza en la actualidad en la actividad agrícola. Aldrin y Dieldrin, componentes de hormiguicidas, también son parte del combo de químicos que sube y baja con la marea de la laguna. Al analizar el tejido de los peces, los investigadores encontraron endosulfán tanto en el hígado, donde procesan los alimentos, como en el músculo, que es la parte del animal que se consume. “Detectamos 20 nanogramos en 100 gramos. Es una cantidad muy pequeña, pero es acumulable”, explicó Ballesteros a la agencia universitaria de comunicación. También hallaron PCB, DDT y HCH en los tejidos de los pejerreyes. El informe aclara que "en ningún caso la cantidad hallada sobrepasa la ingesta diaria admisible, según las tablas de referencia que se usan a nivel mundial". Los especialistas recomiendan una política integral, que minimice los contaminantes que llegan desde las ciudades por el río Suquía, además de evitar pulverizaciones aéreas de cultivos en sitios cercanos a los ríos y la laguna y el control de los agroquímicos que se usan. PCB HCH DPT PBDE PCB: fueron los contaminantes hallados en mayor cantidad, tanto en partículas suspendidas sobre el agua como en el sedimento. “Este compuesto es uno de los contaminantes más nocivos del planeta y está prohibido en muchos países. A pesar de su moderadamente baja volatilidad, aparece en lugares donde no hay fuentes de contaminación aparente. En este caso, su presencia en la laguna podría deberse a arrastre por el río, a transporte atmosférico o a la suma de estos y otros fenómenos de transporte de contaminantes en el ambiente”. HCH: En tanto, son una mezcla de hexaclorociclohexanos. El más conocido es el lindano, que se utilizaba en los champuses piojicidas antes de su prohibición en 1998. Es altamente persistente en el ambiente y, como el PCB, su aparición en la laguna podría deberse a arrastre por el río Suquía, transporte ambiental u otros factores ambientales. DPT: Por su parte, es un insecticida que dejó de usarse hace más de 40 años pero que, según confirma este trabajo, todavía persiste en Mar Chiquita. Los investigadores suponen que su presencia se debería, además, a que el DDT es producto de la manufacturación de Dicofol, un acaricida que se utiliza en la actualidad en la actividad agrícola. PBDE: Es otro compuesto que forma parte del paisaje de Mar Chiquita. Es tan tóxico y persistente como el PCB. Tiene propiedades ignífugas por lo que se usa en la industria electrónica como retardador de llama. “Es una película que está sobre casi todos nuestros aparatos eléctricos. Está de moda y en los últimos años acaparó la atención de la comunidad internacional por su creciente concentración en el ambiente”. . La problemática global del agua La creciente necesidad de lograr el equilibrio hidrológico que asegure el abasto suficiente de agua a la población se logrará armonizando la disponibilidad natural con las extracciones del recurso mediante el uso eficiente del agua. México, un país rico en recursos naturales, obtiene el agua que consume la población de fuentes tales como ríos, arroyos y acuíferos del subsuelo. Estos acuíferos se recargan de forma natural en época de lluvias. Sin embargo, la época de lluvias tiene una duración promedio de cuatro meses lo que propicia una escasa captación. Aunado a esto, del total de agua captada por lluvias, aproximadamente el 70% se evapora. La desproporción que existe entre la cantidad de agua que se capta por escurrimiento y las extensiones territoriales que comprenden aunado a la corta temporada de lluvias hace que la disponibilidad del agua sea cada vez menor. Bajo este panorama México enfrenta actualmente graves problemas de disponibilidad, desperdicio y contaminación del agua.} Parte de esta problemática, se enfrenta con la construcción de la Infraestructura Hidráulica que permite satisfacer de agua a los diferentes sectores de la población: el agrícola, el industrial, el doméstico y de servicios y para la generación de energía eléctrica, entre otros. No obstante existen diferencias territoriales importantes que son desfavorables. En el norte del territorio nacional, el agua de lluvia que se capta por escurrimiento es únicamente el 4% mientras que en el sureste y las zonas costeras se logra captar el 50% del escurrimiento. Así, entre otros beneficios de la infraestructura hidráulica se encuentra la protección a la población y las áreas productivas de situaciones como las inundaciones, además de aprovechar las zonas con alto promedio de escurrimientos para la generación de servicios como la energía eléctrica. La zona norte del país está constituida por regiones áridas y las presas tienen la función de captar el agua que se utilizará en la actividad agrícola. En la zona sur del país, donde se localizan las regiones húmedas, las presas tienen como función almacenar el agua para la generación de la energía eléctrica y el control de avenidas. Dada la importancia del agua, es nuestro deber utilizarla adecuada y racionalmente, y así ayudar a nuestro medio ambiente, realizando algunas pequeñas tareas: Cierra las llaves mientras te enjabonas, te tallas en el baño, te afeitas o te cepillas los dientes. No laves la banqueta, pisos o el coche a "chorro de manguera", usa solo la necesaria en cubetas. Reporta cualquier fuga que observes en la calle, vigila los mecanismos de depósito de sanitarios, tinacos y cisternas, reparando cualquier fuga. Revisa periódicamente las paredes de la cisterna y el buen funcionamiento de la bomba. Utiliza solamente el agua estrictamente necesaria en el baño, en el lavado de trastes y en el lavado de ropa. Al usar la lavadora, usa el máximo de ropa permitido en cada carga. No riegues el jardín durante las horas de mayor calor, el agua se evapora. Vigila a tus hijos, para que en sus juegos no se bañen a chorro de agua o a cubetazos. No utilices el inodoro como cubo de basura. Utiliza cisternas de WC con dispositivo de descarga controlada o de bajo volumen. Una forma de reducir el consumo de una cisterna convencional consiste en introducir en su interior una botella de uno o dos litros llena de agua. No olvides explicar estos consejos a los más pequeños de la casa. “No desperdicies el agua, recuerda siempre la importancia del vital líquido: El Agua”. . La escasez del agua Las fuentes, los manantiales, las cuencas o cañadas están en acelerada vía de extinción, hay cambios de clima y de suelo, inundaciones, sequías y desertización. Pero es la acción humana la más drástica: ejerce una deforestación delirante, ignora los conocimientos tradicionales sobre todo de las comunidades indígenas locales, retira el agua de los ríos de diferentes maneras, entre otras con obras de ingeniería, represas y desvíos. En la agenda política internacional el tema de la escasez del agua se ha vuelto prioritario, por ejemplo, el acceso al agua es un punto importante de los acuerdos de paz entre Israel y sus vecinos. Pero este aspecto no está confinado al Medio Oriente, puesto que el compartir ríos es un asunto de índole de seguridad nacional, precisamente por la importancia del agua para el desarrollo; actualmente cerca del 40% de la gente en el mundo vive en más de 200 cuencas de ríos compartidos. Y es que ante una situación de escasez del agua la amenaza se cierne sobre tres aspectos fundamentales del bienestar humano: la producción de alimentos, la salud y la estabilidad política y social. Esto se complica aún más si el recurso disponible se encuentra compartido, sin considerar el aspecto ecológico. Es por esto que, la gestión del recurso deberá tender a evitar situaciones conflictivas debidas a escasez, sobreexplotación y contaminación, mediante medidas preventivas que procuren un uso racional y de conservación. La conceptualización de la conservación del recurso agua debe entenderse como un proceso que cruza a varios sectores, por lo que la estrategia debe considerar todo: lo económico, lo social, lo biológico, lo político, etcétera. La calidad del agua son fundamentales para el alimento, la energía y la productividad. El manejo juicioso de este recurso es central para la estrategia del desarrollo sustentable, entendido éste como una gestión integral que busque el equilibrio entre crecimiento económico, equidad y sustentabilidad ambiental a través de un mecanismo regulador que es la participación social efectiva. El agua es un recurso imprescindible pero escaso para la vida. Menos del 1% del agua del planeta es dulce y accesible para el hombre, aunque este porcentaje varía considerablemente según el lugar, el clima o la época del año. . El sector agrícola, mayor consumidor del agua El sector agrícola es el mayor consumidor de agua con el 65%, no sólo porque la superficie irrigada en el mundo ha tenido que quintuplicarse sino porque no se cuenta con un sistema de riego eficiente, razón principal que provoca que las pérdidas se tornen monumentales. Le siguen el sector industrial que requiere del 25% y el consumo doméstico, comercial y de otros servicios urbanos municipales que requieren el 10%. Para el año 2015 el uso industrial alcanzará el 34% a costa de reducir al 58% los volúmenes destinados para riego y al 8% los destinados para otros usos. El consumo total de agua se ha triplicado desde 1950 sobrepasando los 4,300 km3/año, cifra que equivale al 30% de la dotación renovable del mundo que se puede considerar como estable. Ante estas circunstancias muchas regiones del mundo han alcanzado el límite de aprovechamiento del agua, lo que los ha llevado a sobreexplotar los recursos hidráulicos superficiales y subterráneos, creando un fuerte impacto en el ambiente. Aunque en las últimas dos décadas se ha logrado progreso sobre los distintos aspectos del desarrollo y la administración de los recursos hidráulicos, los temas de la calidad del agua son más serios de lo que se creía. Las razones son diversas pero podríamos citar dos de estas: La mayor parte de la población mundial vive en cuencas compartidas, lo que implica una mayor competencia debida a los usos, 50 países de los cuatro continentes asientan más de tres cuartas partes del total de su población en las cuencas internacionales; lo que hace que el 47% de la población se encuentre en cuencas compartidas internacionales, 214 cuencas son multinacionales, incluyendo 57 en África, 58 en América, 48 en Europa y 51 en Asia. La situación jurídica sobre el uso y conservación del recurso que se comparte casi siempre en los PED tradicionalmente es ambigua, ya que prácticamente enfrentan una ausencia de reglamentación, aunque los países desarrollados han generado regulaciones y metodologías para una mejor gestión del recurso, no porque sean más precavidos, sino porque los problemas de contaminación de las aguas los comenzaron a enfrentar desde la época de los años 60 y 70, así tenemos que han logrado desarrollar alta tecnología y diversidad de metodologías para su conservación. En este sentido, este 47% de la población, es decir, dos mil millones de personas dependen de la cooperación de todos los países que comparten las cuencas para garantizar el suministro del agua en cantidad y calidad, y para su estabilidad ambiental. El agotamiento del agua subterránea es la amenaza oculta para la seguridad de los alimentos. La oferta de alimentos de muchos países en desarrollo depende del agua subterránea que se utiliza para irrigación. Si ese recurso no se administra de forma más sostenible, puede que algunas de las zonas más pobladas del mundo tengan que enfrentarse a una crisis profunda en el futuro. El primer estudio global del Instituto Internacional para el Manejo del Agua (IWMI, según sus siglas en inglés) sobre la escasez del agua, publicado en el año 1998, puso de manifiesto que el agotamiento incontrolado de las capas acuíferas subterráneas representaba una seria amenaza para la seguridad de los alimentos en muchos países en desarrollo. En esos países, el agua subterránea se ha convertido en el sostén principal de las actividades agroalimentarias. Sin embargo, ese valioso recurso no se está utilizando de manera sostenible. En los países en los que se depende del agua subterránea para la irrigación, el exceso de extracción de agua está provocando que los niveles freáticos de agua dulce estén descendiendo a un ritmo muy alarmante. Las consecuencias derivadas de no intentar solucionar ese problema son potencialmente catastróficas, especialmente para las poblaciones más pobres, que son las que más padecen la escasez del agua. Son tres los problemas principales que caracterizan a la utilización del agua subterránea: el agotamiento debido a un exceso de extracción de este recurso; las inundaciones y la salinización causadas por un drenaje insuficiente; y finalmente, la contaminación, debida a las actividades intensivas agrícolas, industriales y de otro tipo. Países que sufren ya las consecuencias de un exceso de utilización de las aguas subterráneas. Los usos del agua se determinan de acuerdo a la ubicación geográfica del lugar, la economía que tiene, las actividades que realizan los miembros de la comunidad y el contexto cultural en el que se combinan cada uno de los aspectos anteriores. Cada vez es más frecuente ver como algunas acciones que realizamos en nuestra comunidad deterioran no sólo la calidad del agua, también nos acerca más ala racionalización severa del recurso para poder cubrir las necesidades de todos los pobladores. Esta situación nos llevará en pocos años a una escasez del agua que pondría en riesgo el desarrollo social de todos. Si bien es importante que cada persona valore el uso del agua para sus actividades básicas, es necesaria la organización comunitaria par a el manejo eficiente del agua que nos permita preservarla a futuro. . La contaminación del agua La contaminación del agua por tuberías de desechos debe ser controlada de alguna manera. El déficit local y regional de agua es debido, sobre todo, al aumento de las necesidades surgidas del desarrollo económico y de la explosión demográfica. El hombre ha utilizado el agua para fines cada vez más numerosos, y su dependencia de ese elemento no ha hecho más que crecer. El recurso agua es cada vez más apreciado, tanto para uso doméstico industrial o agrícola. Su escasez, sobre todo en las zonas áridas y semiáridas, la sitúan como prioridad vital para el desarrollo de las poblaciones: "si no hay agua, no hay vida". Muchos son los programas emprendidos para el uso racional del vital líquido; sin embargo; gran parte de ellos adolecen de objetividad, ya sea por su difícil aplicación o por el elevado costo que representan; es más, se ataca el problema desde puntos de vista sofisticados (se piensa que el modelo más complicado es el mejor); sin embargo existen oportunidades valiosas que están a nuestro alcance, que solo requieren ser visualizadas, un tratamiento técnico simple y "conciencia de todos". Mucho se habla de las plantas tratadoras para reutilización del agua en ciertas actividades donde no se requiere la calidad de potable (claro, dado el acondicionamiento de las aguas degradadas). Pero hemos olvidado que también hay desperdicios que no están a la vista y por ello no les ponemos atención. Adicionalmente, la contaminación causada por los efluentes domésticos e industriales, la deforestación y las prácticas del uso del suelo, está reduciendo notablemente la disponibilidad de agua utilizable. En la actualidad, una cuarta parte de la población mundial, es decir, mil quinientos millones de personas, que principalmente habitan en los PED (Países en Desarrollo) sufren escasez severa de agua limpia, lo que ocasiona que en el mundo haya más de diez millones de muertes al año producto de enfermedades hídricas. . Ciudadanos e instituciones gubernamentales al cuidado del vital líquido: el agua El agua es indispensable para cualquier actividad: la industrial, la agrícola y la urbana ya que promueve su desarrollo económico y social. Con el propósito de alcanzar un manejo sustentable del recurso futuro, es necesario que todos los ciudadanos conozcamos la situación real del agua y participemos con las instituciones gubernamentales en la toma de decisiones para el manejo responsable del agua. Se necesita la participación de los miembros de la sociedad para que desde cada una de sus actividades: en el hogar, en el trabajo, en la escuela, en la comunidad, en las áreas de recreación, consideren el valor del agua haciendo uso eficiente del recurso y cuidando de no regresarla tan contaminada para preservar la calidad de las reservas naturales del agua. Así la participación ciudadana en la toma de decisiones para el uso del agua, se complementa con aquellas que se llevan a cabo de manera institucional a través de las Comisiones Estatales del Agua, los Consejos de Cuenca y los Comités Técnicos de Aguas Subterráneas a lo largo del país. . La productividad del agua La escasez de agua se ha venido considerando como un problema hidrológico, cuando en realidad es cada vez en mayor grado un problema económico, puesto que se trata de un recurso escaso, que al margen de otros usos, es demandado casi en un 90% para actividades económicas. Parece pues necesario acercarse a la escasez del agua también desde una perspectiva económica, puesto que, pese a sus características especiales, el agua es un recurso al cual podrían aplicársele criterios análogos a los que se usan para asignar otros recursos también escasos. 9. La función ecológica Para la ecología el agua tiene un doble valor, por una parte es un elemento del ecosistema y es consecuentemente un activo social, por otra es generador de ecosistemas. Con ser cuestiones muy importantes a considerar, cuando se trata de llevar a cabo aprovechamientos de agua, la conservación de las especies y de los ecosistemas afectados, no podemos olvidar la función que realiza el agua cuando fluye, de modo variable, desde las cabeceras de los ríos hasta el mar, puesto que moviliza y distribuye elementos químicos tan importantes para la vida como el fósforo o el anhídrido carbónico. La función ecológica del agua en sus dos vertientes fundamentales: a)mantenimiento de los ecosistemas que le son propios. b)vehículo de transporte de nutrientes, sedimentos y vida, es un bien común cuyo respeto debe conciliarse con el desarrollo sostenible de las actividades humanas sobre la tierra. Existen algunas zonas geográficas tradicionalmente afectadas por la escasez del recurso hídrico a las que no se puede dar una solución aceptable para sus problemas si no es la mayor y mejor disponibilidad de ese recurso, que no poseen, puesto que tanto las aguas subterráneas como la reutilización y, en su caso, la desalación se han aplicado hasta límites razonables sin resolver los problemas, y que, por tanto, debería ser suministrado por la aportación externa de agua o la modificación de sus estructuras productivas. En ciertos casos, la desalación podrá resolver algunos problemas hidrológicos pero, además del alto coste que comporta, su utilización masiva supone una contradicción básica desde el punto de vista ecológica puesto que se sustituyen los recursos renovables por otros que demandan un elevado consumo energético -muchas veces de origen fósil. Es conveniente introducir el volumen de agua realmente consumido como factor para distribuir los costes de la misma entre los usuarios, resolviendo lógicamente los problemas de control que se plantean, puesto que esta medida incentivaría el ahorro. Es imprescindible revisar los criterios de asignación del agua, especialmente en lo que respecta a las actividades económicas. La incidencia negativa que los nuevos criterios pudieran tener sobre algunos regadíos (hay distintas agriculturas y distintos agricultores), debe ser corregida considerando la función social que es inherente a la mayor parte de esos regadíos. La subvención de los costes del agua es contraproducente con la asignación eficaz del propio recurso. Cualquier demanda de nuevas disponibilidades de agua para usos económicos debe someterse a un riguroso análisis coste-beneficio, bien entendido que por la movilidad del recurso y la amplitud de sus funciones habrán de considerarse todos los costes y todos los beneficios. . El problema: falta de agua Mientras que en muchos lugares el agua limpia y fresca se da por hecho, en otros es un recurso escaso debido a la falta de agua o a la contaminación de sus fuentes. Aproximadamente 1.100 millones de personas, es decir, el 18 por ciento de la población mundial, no tienen acceso a fuentes seguras de agua potable, y más de 2.400 millones de personas carecen de saneamiento adecuado. En los países en desarrollo, más de 2.200 millones de personas, la mayoría de ellos niños, mueren cada año a causa de enfermedades asociadas con la falta de acceso al agua potable, saneamiento inadecuado e insalubridad. Además, gran parte de las personas que viven en los países en desarrollo sufren de enfermedades causadas directa o indirectamente por el consumo de agua o alimentos contaminados o por organismos portadores de enfermedades que se reproducen en el agua. Con el suministro adecuado de agua potable y de saneamiento, la incidencia de contraer algunas enfermedades y consiguiente muerte podrían reducirse hasta en un 75 por ciento. La carencia de agua potable se debe tanto a la falta de inversiones en sistemas de agua como a su mantenimiento inadecuado. Cerca del 50 por ciento del agua en los sistemas de suministro de agua potable en los países en desarrollo se pierde por fugas, conexiones ilegales y vandalismo. En algunos países, el agua potable es altamente subsidiada para aquellos conectados al sistema, generalmente personas en una mejor situación económica, mientras que la gente pobre que no está conectada al sistema depende de vendedores privados costosos o de fuentes inseguras. Los problemas de agua tienen una importante implicación de género. Con frecuencia en los países en desarrollo, las mujeres son las encargadas de transportar el agua. En promedio, estas tienen que recorrer a diario distancias de 6 kilómetros, cargando el equivalente de una pieza de equipaje, o 20 kilogramos. Las mujeres y las niñas son las que más sufren como resultado de la falta de servicios de saneamiento. La mayor parte del agua dulce, aproximadamente el 70 por ciento del líquido disponible mundialmente se utiliza en la agricultura. Sin embargo, la mayoría de los sistemas de irrigación son ineficientes: pierden alrededor del 60 por ciento del agua por la evaporación o reflujo a los ríos y mantos acuíferos. La irrigación ineficiente desperdicia el agua y también provoca riesgos ambientales y de salud, tales como la pérdida de tierra agrícola productiva debido a la saturación, un problema grave en algunas áreas del sur de Asia; asimismo, el agua estancada provoca la transmisión de la malaria. El consumo de agua en algunas áreas ha tenido impactos dramáticos sobre el medio ambiente. En áreas de os Estados Unidos, China y la India, se está consumiendo agua subterránea con más rapidez de la que se repone, y los niveles hidrostáticos disminuyen constantemente. Algunos ríos, tales como el Río Colorado en el oeste de los Estados Unidos y el Río Amarillo en China, con frecuencia se secan antes de llegar al mar. Debido a que los suministros de agua dulce son el elemento esencial que permite la supervivencia y el desarrollo, también han sido, a veces, motivo de conflictos y disputas, pero a la vez, son una fuente de cooperación entre personas que comparten los recursos del agua. A la par del aumento de la demanda del líquido vital, las negociaciones sobre la asignación y administración de los recursos del agua son cada vez más comunes y necesarias. . Estadísticas clave Aunque el 70 por ciento de la superficie del mundo está cubierta por agua, solamente el 2.5 por ciento del agua disponible es dulce, mientras que el restante 97.5 por ciento es agua salada. Casi el 70 por ciento del agua dulce está congelado en los glaciares, y la mayor parte del resto se presenta como humedad en el suelo, o yace en profundas capas acuíferas subterráneas inaccesibles. Menos del 1 por ciento de los recursos de agua dulce del mundo están disponibles para el consumo 17 por ciento más de agua para cultivar alimentos para las crecientes poblaciones de los países en desarrollo, y el consumo total del agua aumentará en un 40 por ciento. La tercera parte de los países en regiones con gran demanda de agua podrían enfrentar escasez severa de agua en éste siglo, y para el 2025, dos tercios de la población mundial probablemente vivan en países con escasez moderada o severa. La distribución de los recursos de agua dulce es muy desigual. Las zonas áridas y semiáridas del mundo constituyen el 40 por ciento de la masa terrestre, y estas disponen solamente del 2 por ciento de la precipitación mundial. La agricultura por irrigación es responsable del consumo de aproximadamente el 70 por ciento del agua, y hasta del 90 por ciento en las regiones tropicales áridas. Los consumos de agua para la irrigación han aumentado más de un 60 por ciento desde 1960. Al ritmo actual de inversiones, el acceso universal al agua potable no podrá anticiparse razonablemente hasta el año 2050 en África, el 2025 en Asia y el 2040 en América Latina y el Caribe. En general, para estas tres regiones, que comprenden el 82.5 por ciento de la población mundial, el acceso durante los años noventa aumentó de 72 a 78 por ciento de la población total, mientras que el saneamiento aumentó de 42 a 52 por ciento. En los países en desarrollo, entre el 90 y el 95 por ciento de las aguas residuales y el 70 por ciento de los desechos industriales se vierten sin ningún tratamiento en aguas potables que consecuentemente contaminan el suministro del agua utilizable. Aproximadamente el 94 por ciento de la población urbana tuvo acceso al agua potable al final del 2000, mientras que el índice para los habitantes en áreas rurales era solamente del 71 por ciento. Para el saneamiento, la diferencia era aún mayor ya que el 85 por ciento de la población urbana estaba cubierta, mientras que en las áreas rurales, solamente el 36 por ciento de la población tuvo saneamiento adecuado. La escasez de agua dulce es uno de los siete problemas ambientales fundamentales presentados en el Informe "Perspectivas del Medio Ambiente Mundial" del PNUMA. Es más, en una encuesta realizada a 200 científicos lo señalaban, junto al cambio climático, como el principal problema del nuevo siglo. De forma sencilla se puede decir que estamos alcanzando el límite de extraer agua dulce de la superficie terrestre, pero el consumo no deja de aumentar. Sin embargo, una gran amenaza la constituye el efecto que el cambio climático tendrá sobre el ciclo hidrológico y la disponibilidad de agua dulce. Básicamente se agravarán las condiciones de escasez de las zonas que ya son áridas (menos lluvias y mayor evaporación). Actualmente el 20 % de la población no tiene acceso a agua de calidad suficiente y el 50% carece de saneamiento. África y Asia Occidental son las zonas de mayor carencia. De forma simplificada podríamos decir que en los países enriquecidos el problema del agua afecta sobre todo a la conservación de la naturaleza y a las posibilidades de crecimiento económico mientras que en el sur, además de todo eso, la falta de agua potable es la causante directa de enfermedades como la diarrea y el cólera que causan la muerte de 15 millones de niños cada año. El consumo global de agua dulce se ha multiplicado por 6 entre 1900 y 1995 mientras que la población sólo lo ha hecho por 3 ¿superpoblación o superconsumo? La Agricultura se lleva el 70% de agua dulce consumida por el uso de técnicas de riego inapropiadas. El consumo industrial se doblará en el 2050 y en países de rápida industrialización como China se multiplicará por 5. El consumo urbano también aumenta con la renta percápita, sobretodo en usos recreativos (campos de golf, parques y jardines, etc) y derivados del turismo. Por otro lado la pérdida de calidad del agua dulce por contaminación repercute muy gravemente en su disponibilidad para consumo, una vez superada la capacidad natural de autodepuración de los ríos. En primer lugar la contaminación difusa de origen agropecuario a través del uso incontrolado de plaguicidas tóxicos y fertilizantes (N y P) produce la eutrofización (crecimiento excesivo de algas y muerte de los ecosistemas acuáticos) pero llega a causar enfermedades cancerígenas a las altas concentraciones que se dan en el Sur. En segundo lugar la contaminación industrial por metales pesados, materia orgánica y nuevos compuestos tóxicos (PCB, etc) se multiplicará por 4 para el 2025. Por último la contaminación urbana se da sobretodo en las megas ciudades del Sur y a sus cinturones de miseria. Otro gran problema a nivel mundial es el de las aguas subterráneas. Estas constituyen el 97% del agua dulce terrestre frente al ridículo 0.015 % del agua superficial embalsable. El 33% de la población mundial, sobretodo la rural, depende de ella, pero está amenazada tanto por la contaminación de los acuíferos como por la mala utilización de los pozos existentes. La sobreexplotación de éstos provoca el descenso de la capa freática y hace necesario excavar más hondo; el aumento de costes que esto supone perjudica primero a los más pobres. Cuando esto sucede en zonas costeras el agua del mar penetra y saliniza los acuíferos subterráneos (como ocurre en el litoral mediterráneo). Por último, tanto a nivel nacional como mundial el agua dulce no está homogéneamente distribuido ni geográfico ni temporalmente. Por ello se están ya produciendo muchos conflictos por el acceso al agua, sobretodos internacionales pero también nacionales. Este es un problema que se está agravando muy rápidamente por lo que empezamos a asistir a verdaderas guerras del agua. Sin embargo, esta distribución desigual se utiliza a menudo como excusa para grandes embalses y trasvases que ocultan motivaciones puramente económicas y una política hidráulica derrochadora. Dado que la causa real de las injusticias derivadas del agua no se deben a una causa natural sino a la lógica imperialista del sistema, la principal línea de acción debe ser combatir éste en todos sus frentes. . Reducción de consumo Hay mucho trabajo que hacer en reducir el consumo, en todos los ámbitos pero principalmente en los que mayor porcentaje del gasto suponen: En agricultura es imprescindible mejorar los sistemas de riego.. Las pérdidas de agua dulce en la red de distribución son escandalosas. 25-50 % en Urbanas y 40-60% en Agrícolas. Las campañas de sensibilización ciudadana pueden reducir el gasto de agua doméstico. Es algo necesario por coherencia, pero no debe caerse en el testimonialismo fácil, ya que estamos hablando de un porcentaje muy pequeño del consumo global de agua. Sin embargo, las actividades recreativas (fuentes, riego de jardines, campos de golf, parques de atracciones etc) suponen la mayor parte del consumo considerado urbano y es muy fácilmente reducible. . Organismos democráticos de distribución Debido a la desigual distribución del agua, todo el mundo coincide en la necesidad de instituciones que lo regulen en la que estén presentes responsables políticos, empresarios, hidrólogos, ciudadanos, etc. El problema está en la verdadera democracia y justicia de los mismos. . Cuestión del precio El principio básico es que el agua no es un bien económico que pertenezca a una empresa, cuenca o país, sino un patrimonio común de la humanidad, al que todo el mundo debe poder acceder para cubrir sus necesidades básicas. Es evidente que si el agua es gratis, el derroche está garantizado. Sin embargo, el precio debe tener en cuenta la capacidad de pagarlo. . Datos importantes sobre este indispensable líquido El lema del Día Mundial del Medio Ambiente 2003 "Agua: ! Dos mil millones sufren sin ella!" pone de relieve el papel fundamental que tiene el agua en la supervivencia humana y el desarrollo sostenible. Las estadísticas actuales son inquietantes. Una de cada seis personas carece de un acceso regular al agua potable. Más del doble 2.400 millones de personas no disponen de servicios de saneamiento adecuados. Las enfermedades vinculadas con el agua provocan la muerte de un niño cada ocho segundos y son la causa del 80% del total de las enfermedades y muertes en el mundo en desarrollo, situación que resulta mucho más trágica si se tiene en cuenta que desde hace mucho tiempo sabemos que esas enfermedades se pueden prevenir fácilmente. Si bien en los últimos 20 años el mundo en desarrollo ha presenciado un aumento del suministro de los servicios de agua, ese adelanto se vio contrarrestado en gran parte por el crecimiento demográfico. En muchos lugares del mundo se vive con el fantasma de la escasez de agua a causa del cambio climático, la contaminación y el consumo excesivo. El desafío para nosotros es suministrar servicios de agua para todos, especialmente los pobres; optimizar la productividad de los recursos hídricos, especialmente en la agricultura, sector al que se destina la mayor parte de esos recursos en todo el mundo y en el que, sin embargo, muchas de las prácticas de rutina que se emplean para el uso del agua suelen ser ineficientes; y velar por que los ríos y los acuíferos subterráneos compartidos por dos o más países se gestionen en forma equitativa y armoniosa. Por un lado hace falta agua dulce, y por otro una nueva forma de pensar. Debemos aprender a valorar el agua. En algunos casos, será necesario que los usuarios paguen un precio que se ajuste a la realidad; en ninguno, por esa valoración se debería privar de este recurso vital a poblaciones ya marginal izadas. Una de las paradojas más perversas con respecto al agua en el mundo en el presente es que las personas con menores ingresos s9n las que en general más pagan por el agua. Esta nueva forma de pensar también implica encontrar soluciones prácticas y adecuadas para garantizar un abastecimiento fiable y equitativo del agua. Algunas soluciones son simples y económicas. La recolección del agua de lluvia, sin ir más lejos, podría ayudar a 2.000 millones de personas en Asia, y purificar el agua antes de beberla y las campañas de salud pública sobre prácticas básicas de higiene serían de gran ayuda para aliviar la carga de morbilidad mundial ocasionada por el agua sucia. Para proporcionar servicios adecuados de saneamiento y un suministro sostenible de agua dulce también serán necesarias nuevas inversiones de envergadura en la infraestructura y la tecnología. Se estima que para lograr las metas acordadas habrá que duplicar con creces los gastos anuales en agua potable y saneamiento. Además hay que subrayar que no cabe relacionar la escasez del agua con las entradas por precipitación, pensando que se pueden canalizar en su totalidad hacia los usos: éstas se han de dividir en tres partes, una se evapora en la atmósfera, otra se fija en el suelo, en la vegetación y los organismos que componen la biosfera y otra es la que va por los cauces y lagos superficiales y subterráneos hacia el mar. Y solo de esta última parte cabe derivar agua hacia los usos antrópicos, pero sin agotar cauces o acuíferos, para evitar los daños sociales y ecológicos derivados de su sobreexplotación. El abastecimiento de agua de calidad no es ya tanto un problema físico, como económico: las técnicas disponibles permiten fabricar el agua con la calidad deseada y llevarla al lugar requerido, pero ello entraña unos costes físicos y monetarios que pueden hacer la operación económica y ecológicamente poco recomendable. La otra es más despilfarradora, más insostenible, pero políticamente fácil de implementar: basta con mantener el statu quo y ampliar el negocio de las empresas de obras públicas, de producción y venta de agua y de los concesionarios de nuevos caudales. La primera apoya los cambios institucionales necesarios para gestionar mejor el agua como recurso, incentivando la conservación y el ahorro del agua, readaptando los usos y mejorando su eficiencia,... Se trata de una opción de cambio institucional que requiere hacer política, en el mejor sentido de esta palabra, para desbloquear una situación que, aunque beneficie a ciertos intereses particulares, va cada vez más en perjuicio de la mayoría de la población apuntando hacia un horizonte de creciente insostenibilidad global y de deterioro ecológico local. La otra es la opción técnica (9) que ha predominando hasta el momento: la de ampliar a cualquier coste la oferta de agua. Tras la sobreexplotación de los recursos hídricos esta opción promueve también ahora la desalación del agua del mar. Esta opción renovada beneficia a constructores y "productores" de agua, deseosos de ampliar sus ventas favoreciendo el actual despilfarro de agua, que redunda en perjuicio de la mayoría de la población y de su medio ambiente local y global. El actual marco institucional favorece esta segunda opción: ahorrar agua y gestionarla mejor no es hoy negocio. La primera opción deberá pues cambiar las reglas del juego económico para conseguir que gestionar mejor el agua sí sea negocio, cerrando a la vez la llave presupuestaria que subvenciona y privilegia las inversiones orientadas a ampliar la oferta de agua. Se ha estimado que un ser humano necesita en promedio 50 litros de agua por día para beber, cocinar, lavar, cultivar, sanear. Pero el derecho al agua, básico para cualquier criatura empieza a llegar gota a gota a millones de personas. Y este sonido de emergencia hace sólo unos años (el Foro Mundial del Agua celebró en marzo reciente su tercera versión, en Kioto, Japón) empezó a ser considerado internacionalmente como una constatación pavorosa de la ya no paulatina, sino vertiginosa escasez de agua en todo el planeta, surgida no sólo del crecimiento poblacional, sino de la estremecedora negligencia humana con todas sus consecuencias relacionadas. El problema ha pasado de rumor de riachuelo a bramido de avalancha. Aunque las siguientes cifras han sido masivamente difundidas por organizaciones sociales y ONG dedicadas a la protección de los recursos naturales y el medio ambiente, sería necio abstenerse de citarlas una vez más: 1.100 millones de personas carecen de agua hoy y 2400 millones de instalaciones sanitarias. 31 países carecen totalmente de acceso a fuentes de agua limpia. De cada cuatro personas una no alcanza el agua pura. Cada ocho segundos muere un niño por beber agua contaminada. Más de cinco millones de personas mueren cada año por aguas contaminadas. El primer Foro Mundial del Agua celebrado en el año 2000 en La Haya, se fijó como objetivo para el año 2015 reducir a la mitad el número de personas sin acceso al agua potable. Pero no incluyó planes para evitar su monopolio. Apenas sí se nombró el conflicto de la privatización de las fuentes de agua, destinado a ser uno de los más graves del siglo que empieza. Pese a que sólo el 5% del agua potable en el mundo está en manos privadas, las ganancias anuales que obtienen estas empresas son más del doble de lo que gana hoy la industria petrolera. Pero previsto como está el crecimiento poblacional del planeta de nueve mil millones de habitantes para el año 2025, no es ningún trabajo imaginar el monstruoso mecanismo que está en marcha para el mercado del agua. Partiendo de que sin agua no hay futuro el requerimiento de la Asamblea de los Sabios del Agua en Kioto, es una acción universal combinada, individual y grupal, social, institucional de todos los órdenes en concierto para la protección y el fortalecimiento de fuentes, cuencas, manantiales, acequias. Ni más ni menos lo mismo que los pueblos aborígenes del mundo han hecho desde la antigüedad. Ejercer el derecho al agua, con la celosa participación de todos y todas, -niños, jóvenes, adultos- en el cuidado del agua. Participación que patentiza lo animado, el fluido, el movimiento, la transformación, símbolo del agua, único modo de avizorar futuro para la tierra . Conclusiones La aparente abundancia del agua en el mundo ha dado la impresión, en el pasado, de que se trataba de un bien inagotable. Era también el más barato. En la mayor parte de regiones el agua era gratuita. Todo ello ha conducido al hombre a derrocharla. El riego se efectúa de forma excesivamente generosa, hasta el punto de anegar los suelos y de provocar una salinización secundaria. Las fugas en las redes de alimentación de agua de las ciudades son enormes. El agua se considera en la actualidad como un recurso económico del mismo valor que los minerales, y debe ser administrada racionalmente. En el origen de esta toma de conciencia aparece una importante disminución de este recurso en múltiples puntos del globo y, a partir de la mitad de la década de los setenta, el crecimiento del coste de la energía. Se ha constatado que la explotación irracional de un recurso de superficie o subterráneo provoca déficit de agua y que esos déficit tienden a aparecer en nuevos lugares y a menudo varias veces por año. Es probable que los déficit sean causados por la contaminación; en todos los casos, comprometen el desarrollo urbano y económico. Por último cabe mencionar que cada uno de los habitantes de este planeta debemos de estar conscientes del agotamiento de este vital liquido y debemos tomar en cuenta y ejecutar los consejos y tareas mencionadas en esta presentación. Este nuevo paradigma postula la conservación de la biósfera en su sentido más amplio como socio-diversidad (además de biodiversidad). Es decir, el desarrollo debe ser culturalmente sustentable en la conservación del sistema de valores, prácticas y símbolos de identidad (Guimaraes, 2002). La necesidad de un cambio gradual y progresivo hacia un estilo de desarrollo sustentable requiere de cambios en los modelos culturales hoy dominantes, particularmente en lo que se refiere al patrón cultural de articulación sociedad- naturaleza. Esta relación sociedad naturaleza se inscribe en el concepto de desarrollo sostenible, rescatando su noción multidimensional y entendiendo que es un proceso para mejorar y mantener la equidad, justicia y solidaridad de la calidad de vida cotidiana de las personas, que depende fundamentalmente de la capacidad gestora, organizativa y transformativa de las comunidades locales. En este marco, existen consensos de carácter dual, es decir ecológicos y sociales, contienen elementos originales y de gran importancia que es necesario analizar y comprender. (Guimaraes, 2001: 10) Por lo tanto, un paso importante en la transformación cualitativa del tratamiento dimensión socio cultural de la sostenibilidad, es comprender la percepción de la problemática de los distintos grupos sociales, para determinar cuáles son las posibilidades y cómo se puede incorporar progresivamente la población al manejo sostenible de las áreas naturales ecológicamente notables. . La dimensión sociocultural de la sostenibilidad La concreción del equilibrio entre las dimensiones ambiental, económica y sociocultural de la sostenibilidad supone una revalorización de la escala local de la planificación y de la gestión ambiental, sin desconocer la importancia de otras escalas globales. Las prácticas de uso de los recursos dependen del sistema de valores de las comunidades, de la significación cultural de sus recursos, de la lógica social y ecológica de sus prácticas productivas. Por lo cual, la construcción de una nueva racionalidad ambiental demanda nuevos acercamientos que permitan integrar la valoración de las condiciones ecológicas de sustentabilidad y los significados y sentidos de la naturaleza construidos desde la cultura (Leff, 2004: 36) La dimensión cultural del desarrollo sostenible representa un aspecto clave para articular una conciencia más responsable con el uso y la conservación de los recursos naturales. Lo cual es necesario propiciar un proceso social de redefinición de valores y significados culturales para reelaborar los parámetros tradicionales de uso y apropiación sociocultural de la naturaleza; lo que implica generar nuevas percepciones, normas, valores, actitudes ambientales. Las formas de significación ambiental están íntimamente ligadas a las identidades culturales de las comunidades configurando estilos locales que organizan las prácticas de uso de la naturaleza y que constituyen el patrimonio de recursos naturales y culturales de las poblaciones locales. (Leff et al, 2002). Sin dudas, es desde la cultura desde donde los grupos sociales interpretan la realidad y se relacionan con ella, dan sentido y orientan sus acciones. CALIDAD AMBIENTAL PERCIBIDA La evaluación del ambiente percibido, tal como lo propone Gallopin (1986), debe tener en cuenta tres aspectos principales: mediciones o estimaciones del estado o condición del ambiente de las personas, una evaluación intersubjetiva de esas condiciones y una evaluación subjetiva personal de esas condiciones efectuada por las personas que las experimentan. La evaluación personal de las condiciones ambientales es parte de una sumatoria de actividades sociales diferentes, que tienen unas cualidades afectivas y estéticas, y que son percibidas por el individuo como partes componentes interrelacionadas con unidades de significado y que se traducen en comportamientos o actitudes ambientales. La calidad ambiental percibida representa una evaluación subjetiva de la calidad del ambiente. El ambiente percibido son los factores ambientales a los cuales el sistema humano adjudica valores significativos, ya sea económico social estético o ético (Gallopín, 1986). Los servicios de los ecosistemas representan valores para la sociedad. La adopción de decisiones puede resultar especialmente difícil debido a que los diferentes puntos de vista filosóficos y disciplinares conciben los valores de los ecosistemas de diferentes maneras. Existen distintas formas de valorar, de manera que las cosas se diferencian por su valor y como se valoran. Según la perspectiva de la economía ambiental el valor económico total está integrado por valores de uso, de opción y de no uso (Azqueta Oyarzun, 2002). El valor de uso hace referencia al carácter instrumental que adquieren los bienes y servicios ambientales que son útiles para satisfacer necesidades sociales puede distinguirse el uso directo del indirecto. El valor de opción plantea la existencia de una preferencia de tener la opción abierta para utilizar el bien o servicio en algún momento. El valor de no uso es un valor no ligado a la utilización presente o futura del bien se valora positivamente el mero valor de su existencia. Tanto los valores de uso, opción o no uso pueden ser considerados como valores extrínsecos porque se valora algo diferente al bien en cuestión, el bienestar propio o el ajeno (intra e intergeneracional). Sin embargo, cuando los valores de opción o de no uso hacen referencia a un valor más esencial o propiedad de los bienes o servicios que se están valorando, entonces se hace referencia a un valor intrínseco. En este sentido, el Documento de antecedentes de la Decisión VII/28 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, 2006) plantea valores relacionados con el uso a partir de un concepto utilitario del valor y uno no utilitario vinculado al no uso. La perspectiva utilitaria coincide con el concepto de valor extrínseco, y la no utilitaria con el valor intrínseco planteado por Azqueta Oyarzun (2002); y entre los valores de tipo utilitario distingue los valores: económicos, sociales y ecológicos. Los valores económicos son: directos que son los ingresos por los productos y la provisión de materias primas, e indirectos que son servicios que en el caso de que no existieran requerirían grandes inversiones. Los valores sociales: se asocian a condiciones tales como empleo, seguridad, salud, calidad de vida, seguridad social, valoración de la presencia de vida animal y vegetal, entre otros. Los valores ecológicos o valores futuros (no relacionados con el uso) son los que resguardan la diversidad biológica y su potencial hasta ahora no reconocido, para uso futuro. El enfoque no utilitario considera que la diversidad biológica tiene valor por sí misma (valor intrínseco), independientemente de su contribución tangible al bienestar humano. Las diferentes concepciones de valor no necesariamente son excluyentes unas de otras, sino que deben ser expresadas libremente y pueden ser discutidas. El reconocimiento de la inconmensurabilidad de la naturaleza obliga a establecer la relación sociedad naturaleza, desde la pluralidad de valoraciones y percepciones sociales. La percepción ambiental de los individuos está constituida por toda una simbología fruto de su actividad cognitiva. Una parte importante de las respuestas perceptivas al ambiente se expresan por medio de juicios que entrañan evaluaciones cargadas de afecto, positivas o negativas a favor o en contra de determinados aspectos del ambiente, los cuales determinan la calidad ambiental percibida y las actitudes. Las percepciones ambientales de distintos actores sociales adquieren formas particulares de comprender y apreciar el ambiente natural de acuerdo a un grupo social. Las percepciones sociales del ambiente constituyen sistemas cognitivos en los que es posible reconocer la presencia de opiniones, creencias, valores y normas sobre el ambiente natural de las personas y que van a determinar la orientación actitudinal positiva o negativa para la conservación de la naturaleza. Las actitudes ambientales son el producto de una percepción y valoración social y están conformadas por componentes afectivos, cognitivos y disposicionales de los habitantes hacia el ambiente. Además sintetizan la orientación favorable o desfavorable de los individuos hacia el objeto de estudio y su intensidad fuerte o débil. El análisis de las actitudes ambiéntales permite identificar los componentes culturales, simbólicos y cognitivos, que sustentan los patrones de interacción sociedad – naturaleza y orientan los usos de los recursos. La relevancia de este análisis reside en que frente a los indicadores objetivos, la percepción de la calidad ambiental obtenida a través de las impresiones y actitudes del individuo proporciona elementos para una evaluación intersubjetiva de distintos factores ambientales, sociales y estilos de vida de la reserva que contribuyen a comprender la pertinencia del contexto social comunitario en la investigación-acción participativa. Por este motivo se incorpora una valoración personal del medio ambiente local y se caracterizan en la población las creencias y actitudes ambientales para comprobar su potencialidad para la promoción del desarrollo sostenible de la región. -EVALUACION DEL HABITAD DE MAR CHIQUITA Para establecer las percepciones de la población residente Mar Chiquita, en primer lugar se presentan los aspectos relevantes del área de estudio, en segundo término los aspectos metodológicos del estudio y por último el análisis de resultado. Los aspectos relevantes para la valoración de la reserva de Biosfera son (Volpato et al., 2009): Las características intrínsecas del valor natural de la reserva. La zona núcleo de la reserva comprende unas 5000 hectáreas cubiertas por la laguna y unas 19.000 hectáreas de campos aledaños, de uso principalmente ganadero. El área presenta una importante diversidad de ambientes con características propias de la región pampeana: playas, dunas, pastizales y la única albufera de la Argentina. Es complementada por un refugio de vida silvestre que la circunda y le suma unas 45.000 hectáreas de ambientes del litoral marino, pastizales, talares, lagunas, arroyos y canales. La zona de amortiguamiento suma a esto 50.000 hectáreas más, donde el uso agrícola es más importante, constatándose en especial un avance importante del cultivo de la soja en los últimos años. La importancia de la figura de la Reserva de la Biosfera esta dada en que es un referente de gobernabilidad ambiental que tiene un "valor demostrativo", debido a que plantea un modelo de gestión de espacios naturales desde una concepción flexible y participativa que pretende superar la dicotomía tradicional entre conservación y desarrollo, planteando estrategias de estímulo de la actividad económica en los territorios protegidos. La reserva se constituye en un bien importante para el desarrollo turístico de Mar Chiquita y tiene significado de identidad emblemática para los habitantes del partido. En particular, existe consenso entre la Secretaria de Medio Ambiente Municipal y los prestadores de servicios en que la Reserva se constituye en un recurso central en el diseño de estrategias de calificación, diversificación y diferenciación de la oferta turística y como una oportunidad y una ventaja competitiva en el mercado turístico. Si bien, el 94% del territorio de la reserva es de propiedad privada, el uso turístico recreativo en particular, de la albufera tiene características de bien público ya que su acceso es gratuito y el uso (consumo) no es exclusivo. Esto significa que se le asigna atributos de patrimonio natural y tiene un significado simbólico e identitario para la comunidad local y los turistas. -La muestra se compone de un total de 76 familias residentes en la localidad de Mar Chiquita censadas en el mes de noviembre del 2009. La encuesta se administró en el domicilio al total de jefes/jefas de de hogar. Las encuestas se apoyaran con un folleto explicativo acompañado de imágenes y fotografías representativas de los distintos ecosistemas que forman la zona de estudio con el fin de familiarizar al entrevistado con el escenario de valoración. El cuestionario se diseñó agrupando las preguntas en tres bloques de contenido. El primero procura conocer el perfil socioeconómico del jefe/jefa de hogar, el segundo bloque trata la valoración económica de la Reserva utilizando el método de valoración contingente (Riera, 1994) y el tercer bloque indaga sobre la valoración subjetiva de la calidad ambiental percibida y las actitudes ambientales de la Reserva. En función del objetivo de este trabajo se presenta el tercer bloque de esta encuesta cuyas variables son: la valoración de las condiciones de calidad ambiental y el significado atribuido a la Reserva que permiten establecer el grado de satisfacción con las condiciones del ambiente y las actitudes ambientales que explican las predisposiciones individuales y colectivas hacia el comportamiento sostenible. Para ello se indagó respecto de la opinión de la calidad ambiental en general, de la reserva a través de una pregunta cerrada con respuesta en forma escalar con las opciones: alta, media y baja. Asimismo, dado que las variables relevantes que contribuyen a una mejor calidad ambiental percibida están relacionadas con el entorno en que el ciudadano se desenvuelve a diario y la percepción que tenga del mismo. Entonces para establecer su vínculo con el lugar se preguntó por si o no, si tenía conocimiento de que vivía en una reserva de Biosfera y a través de pegunta abierta que admitía respuesta múltiple cuál era el valor atribuido al lugar donde habita. Además de la percepción de la calidad, existen otros indicadores que recogen las reacciones emocionales o afectivas ante una cualidad ambiental, denominadas evaluaciones afectivas vinculadas a las actitudes ambientales. Para indagar y medir las actitudes ambiéntales se diseño una escala Likert (1932), compuesta por nueve afirmaciones referidas a creencias, sentimientos e intenciones de comportamiento que permiten establecer una posición favorable o desfavorables de la personas hacia la conservación de la naturaleza y determinar la orientación débil o fuerte de la intención para realizar comportamientos pro ambientales. La escala consta de tres grados de acuerdo para cada afirmación: muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo. Los valores establecidos para los grados de acuerdo son 3, 2 y 1 respectivamente, donde el valor 1,5 es la media y por encima de ese valor se considera la actitud favorable y por debajo desfavorable. La posición de las personas respecto al ambiente se infiere de las siguientes afirmaciones: los recursos naturales deben ser conservados incluso si para ello la gente debe poner límites a su uso; la gente tiene derecho a modificar la naturaleza cuando lo necesite; la problemática ambiental no es una de mis mayores preocupaciones; el futuro es algo que no me preocupa, yo vivo el hoy y ya; y son mucho más importantes los problemas económicos que los problemas de la conservación de la naturaleza; que permiten establecer una posición general del ambiente favorable o desfavorable, asociada al nivel de conciencia ambiental de las personas. La orientación de la conducta se deduce de las siguientes afirmaciones presentadas: estoy dispuesto a participar en talleres de educación ambiental; me considero una persona bastante desinformada de las problemáticas ambientales; cree que todos somos responsables de los problemas ambientales; y me siento parte de la Reserva de la Biosfera; que permiten establecer la predisposición fuerte o débil de las personas a realizar comportamientos pro-ambientales. -ANÁLISIS DE RESULTADOS El análisis de los resultados permite establecer que la calidad ambiental percibida del lugar en el que se vive es considerada media - alta y casi el total de la población tiene conocimiento de que vive en una reserva de Biósfera. La interpretación y clasificación de las respuestas respecto del significado atribuido se hace en función de valores sociales, ecológicos intrínseco tal como se describieron precedentemente. Se opta por esta clasificación porque permite entender el "valor instrumental" de la naturaleza, no concebido exclusivamente en un sentido utilitario estricto, sino además en función de una ética ecológica asociada la inconmensurabilidad de ciertos valores asignados por los encuestados. En mayor medida se registran los valores sociales (53 %) positivos asociados a condiciones de agradabilidad (sensación de tranquilidad, posibilidad de vivir en lugar único) y bienestar familiar (mejor calidad de vida y mejor opción para la familia). Aunque, también se presenta una leve valoración negativa respecto de la funcionalidad urbana (falta de obras /servicios urbanos). Estos valores atribuidos a la reserva permite expresar en forma clara y notoria sentimientos de satisfacción con el lugar donde viven los encuestados. En segundo lugar, se distinguen los valores ecológicos (30 %) donde se constató que los encuestados asumen una relativa auto responsabilidad y responsabilidad colectiva como vecinos (manifestada como compromiso y necesidad de preservar y cuidar la naturaleza) ante los posibles daños y asignan, una responsabilidad externa (11%) respecto de las prácticas no sustentables en la naturaleza a los gestores y turistas (expresada en preocupación por la falta de conservación y de fiscalización). Esta valoración permite establecer la existencia de un incipiente reconocimiento de la pérdida de la biodiversidad como problema y cierto conocimiento del concepto de sostenibilidad. Por último, un valor intrínseco (17 %) expresado en la importancia de vivir en contacto con la naturaleza. La importancia atribuida a la conexión con la naturaleza, infiere una valoración estética del paisaje de la reserva. El predominio de los valores sociales pone de manifiesto una carga simbólica afectiva de la valoración de la reserva, mientras que los valores ecológicos expresan un preeminencia de una componente cognitiva en la valoración que enfatiza la responsabilidad social y la conservación de la naturaleza y la valoración intrínseca esta determinada por condiciones de la naturaleza per se. Los aspectos positivos de la valoración son los que tienen más relevancia y se relacionan con las condiciones de habitabilidad y del paisaje natural. En menor medida los aspectos negativos que más se mencionan se asocian a la falta de medidas preventivas de conservación de recursos y el mantenimiento urbano. Por lo tanto, se puede inferir que existe una alta satisfacción con el lugar en que se vive, no sólo en función de los aspectos positivos y negativos mencionados sino además por la calidad ambiental percibida. En relación a las actitudes ambientales, las afirmaciones referidas a la posición de las personas hacia la conservación de la naturaleza son las que tienen una respuesta con grados de acuerdo más significativos (un promedio de 2,8). Esto permite inferir la existencia de conciencia ambiental en la comunidad asociada una fuerte interiorización de valores y creencias ambientales acordadas en la preocupación por el ambiente y el futuro y la aceptación de la existencia de límites de para modificar y usar la naturaleza. Aunque cabe destacar que se le asigna una mayor importancia a los problemas económicos respecto de los problemas de conservación (2). En cuanto a las afirmaciones relativas a la orientación de la conducta se observa una predisposición favorable (2,5) hacia los comportamientos pro-ambientales que se pone de manifiesto en: un sentimiento de responsabilidad ambiental individual; un fuerte sentido de pertenencia a la Reserva; reconocimiento de ser personas informadas en las problemáticas ambiéntales. Sin embargo esta orientación diminuye en la disposición a participar en talleres de educación ambiental. Los resultados generales obtenidos del análisis de la escala Likert (2,53) permiten determinar que existe una actitud favorable (conciencia y predisposición) hacia la conservación de la Reserva por parte de los habitantes de la localidad de Mar Chiquita. La conciencia ambiental de la población de Mar Chiquita es relativamente alta, ya que explícitamente hay acuerdo en la necesidad de imponer límites a las formas en que los individuos interactúan con la naturaleza e implícitamente, se asumen los principios de sostenibilidad orientadores de las actividades humanas, siempre y cuando se garanticen las condiciones socioeconómicas de la región. La orientación hacia una conducta favorable para la conservación presenta un grado de consenso tanto en aspectos cognitivos (responsabilidad y información ambiental), como afectivos (sentido de pertenencia), que refuerzan la interiorización de valores y creencias ambientales. No obstante, la predisposición resulta algo débil respecto de la participación. Los valores que comparten los residentes juegan un papel determinante en su relación con el entorno y en su comportamiento. Para que un individuo adquiera un compromiso con el desarrollo sostenible tal, que integre la variable ambiental como valor, en su toma de decisiones diaria es necesario que éste alcance un grado adecuado de conciencia y compromiso ambiental. Los resultados obtenidos de las concepciones del valor de la comunidad de Mar Chiquita son las bases para entender y justificar qué intereses sociales es deseable perseguir y qué acciones o políticas resultarían inadmisibles frente a tales intereses. Además la articulación entre esta valoración y la medición de actitudes permite crear un espacio de entendimiento hacia posiciones vinculadas a un antropocentrismo ético ecológicamente, que pueda ser reflejado efectivamente en comportamientos ambientales. En síntesis, se establece que existe una significativa potencialidad para consolidación de la identidad y la conciencia ambiental de la comunidad de Mar Chiquita. En definitiva, el valor que la comunidad atribuye a su entorno esta ligada a la noción de bien común, compartida de manera implícita entre los habitantes. Además de la valoración positiva del entorno, las actitudes ambientales favorables detectadas refuerzan en un mayor compromiso de esta sociedad para habitar en una reserva de Biosfera y procurar que Mar Chiquita sea un destino turístico sostenible. -COMENTARIOS FINALES En la definición de estrategias de desarrollo locales se debe tener en cuenta la dimensión sociocultural de la sostenibilidad, debido a que el desarrollo sostenible es un proceso social que depende de las personas, su cultura y valores. El análisis sistemático de las percepciones ambientales permite revelar las lógicas subjetivas de interacción sociedad - naturaleza y mejorar las intervenciones en la Reserva, debido a que la información generada permite compatibilizar las demandas ecológicas con las preferencias y demandas sociales y asignar usos y funciones que no excedan su capacidad de sustentación y aseguren la plena apropiación cultural de la comunidad. Específicamente, se entiende que los estudios sobre percepción del ambiente implican el descubrimiento de las pautas de ver, pensar y de actuar en la realidad que conforman el conocimiento y la identidad de los sistemas culturales. Asimismo, brindan el marco de análisis para respuestas (adaptativas e inadaptativas) al ambiente natural y es información relevante para la superación de la problemática ambiental que viven los sistemas culturales contemporáneos. Sin embargo, no es suficiente con medir la calidad ambiental percibida, el grado de satisfacción con la reserva y las actitudes ambientales, si no se cuenta con una valoración de la reserva en su conjunto (tal como lo propone el proyecto marco de este trabajo) y ni se establecen objetivos de sostenibilidad de este espacio. En este sentido, es necesaria una nueva reflexión sobre la reserva, a través de aspectos fundamentales como su análisis sistémico, la relación estructura urbana-área protegida y el fomento de la participación ciudadana a través de instrumentos adecuados. En consecuencia, disponer de un conocimiento más exhaustivo de los aspectos sociales, económicos, políticos, físicos, ambientales de la Reserva, facilita una visión integral y no sectorial de su gestión y favorece la toma de decisiones para la realización de acciones, programas y planes orientados hacia la sostenibilidad Fotos de las últimas inundaciones de mar chiquita, su gran aumento.