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14. LA ACTIVIDAD PESQUERA EN ESPAÑA. Significado de la pesca en España. Regiones pesqueras en España y principales caladeros. La importancia creciente de la acuicultura. La actividad pesquera en España: Significado de la pesca en España España ha sido y es una de las grandes potencias pesqueras mundiales. Así lo indican el tamaño de flota (tonelaje y potencia), el volumen de capturas y el valor de la pesca desembarcada. Está asentada en una península y dos archipiélagos con 7900 km. De costa y una prolongada aunque estrecha plataforma continental. Su aportación al PIB es hoy del 1,1%, incluyendo la comercialización y transformación industrial de la pesca, lo que muestra un declive de la actividad si se compara con los datos de 1970. Esto se debe, entre otras cuestiones, al agotamiento de los caladeros nacionales, la nueva situación internacional del mar (aguas jurisdiccionales en 200 millas), el ingreso de España en la Unión Europea (cuotas y paros biológicos para evitar la sobrepesca)... La población activa dedicada a la pesca está envejecida y sigue disminuyendo por la crisis del sector, la disminución de la flota y la mecanización del trabajo. La flota pesquera, unos 9.500 barcos en 2016 ha experimentado una enorme transformación y hoy la de altura se halla en la vanguardia de las tecnologías, en lo que se refiere a sistemas de navegación, adelantos náuticos, localización de bancos de pesca.... algunos buques son auténticas factorías, que pescan a grandes distancias, incluso en el Índico y Pacífico. Hay 205 buques factoría en aguas de terceros países o aguas internacionales y sus capturas son superiores a los 9300 barcos restantes, en su mayoría barcos de pesca de bajura. La flota tradicional de bajura, anticuada y poco rentable, sufre la sobreexplotación de los caladeros nacionales. En cualquier caso la pesca genera gran número de empleos indirectos (por cada pescador hay 6 empleos relacionados en tierra) por lo que se dice que tiene un efecto multiplicador. Su importancia además se concentra especialmente en ciertos puntos del país donde es un sector vital. Las principales artes de pesca son la pesca de cerco, de arrastre, la almadraba... La mayoría de las especies capturadas son peces (3/4 partes), el resto son moluscos y crustáceos. Destaca por su valor el pescado blanco (merluza y pescadilla) y por su tonelaje las sardinas, anchoas, atún y bonito. El volumen de pesca desembarcada ha decrecido en los últimos 25 años, pasando España de ser un país exportador para convertirse en importador de pescado, tanto para el consumo diario como para satisfacer la demanda de las industrias transformadoras y conserveras. Nuestro consumo de pescado es uno de los más altos del mundo, de unos 36 kg. al año por habitante. Evolución de la actividad pesquera en España: La pesca española tiene sus antecedentes en época prehistórica. Alcanzó una dimensión comercial ya en la época antigua con la salazón de pescado (Roma), pero durante la Edad Media predominó un carácter de subsistencia. - Fue a partir del siglo XIX cuando la pesca adquirió una dimensión nueva por efecto de la Revolución Industrial y por la aplicación del vapor a la navegación, lo que favoreció el comercio, las industrias de transformación pesquera y facilitó el transporte por ferrocarril del pescado hacia el interior de la península. - La guerra civil y la postguerra paralizaron el crecimiento y será a partir de 1960 cuando se produzcan las transformaciones más espectaculares en la pesca con la incorporación de motores de combustible líquido, modernización de la flota pesquera con los primeros buques congeladores que permitieron realizar pesca de altura y de gran altura en aguas del Sahara, Angola, Mozambique, Atlántico noroccidental, aunque también subsistió la pesca de bajura. - En 1970 España alcanza el récord de capturas de pescado, pero pronto empezaron a plantearse los problemas de una flota de bajura anticuada, de unos caladeros sobreexplotados y de otros lejanos de difícil acceso por las nuevas leyes sobre el Derecho del Mar. En la década de los 70 la ONU lanzó el nuevo Derecho del mar que estableció las aguas jurisdiccionales a las comprendidas entre la línea de costa y 200 millas marinas mar adentro, lo cual impide a la flota española pescar en aguas que hasta entonces había gozado de la condición de aguas internacionales y de libre aprovechamiento pesquero y ha generado conflictos, especialmente con Marruecos. - En 1986 España ingresa en la Unión Europea y debe someterse a la Política pesquera común, “la Europa Azul” con cuatro objetivos: -Política de conservación de recursos, con cupos de pesca para conservar los recursos. -Política estructural: se dan ayudas y subvenciones para mejorar y modernizar la flota, las industrias de transformación y los equipamientos portuarios. - Organización Común de Mercados: Se garantizan unas rentas equitativas, justas, a los pescadores y precios razonables a los consumidores. -Política de acceso a los caladeros exteriores: se realiza mediante convenios pesqueros o acuerdos con terceros países para que los buques de los países comunitarios puedan pescar allí. Se establecen tripulaciones mixtas con ciudadanos del país con el que se firma el acuerdo. Regiones pesqueras de España y principales caladeros España tiene un amplio perímetro costero cuyo litoral se reparte entre mares diferentes que dan lugar a diferentes posibilidades pesqueras: - El océano Atlántico con aguas de salinidad moderada y temperaturas frescas, corrientes marinas que facilitan la distribución del plancton y mareas que favorecen la variedad de especies marinas, el marisqueo y la instalación de bateas para cultivos marinos. - El mar Mediterráneo de aguas más calientes, con gran salinidad, contienen menos fitoplancton y tiene mareas débiles, por lo que a efectos de pesca es frágil y además está sobreexplotado. De las 8 regiones pesqueras españolas (Noroeste, Cantábrica, Tramontana, Levantina, Surmediterránea, Sur-atlántica, Balear y Canaria) destaca claramente la del Noroeste. 1. Región pesquera del Noroeste (Galicia): aporta un tercio de las capturas y casi la mitad del empleo pesquero. Ha seguido una evolución paralela la del resto de España, con una reducción notable de la pesca desembarcada y numerosos conflictos. Participa, junto con la flota cantábrica, de la pesca en aguas adyacentes (sardina, merluza), en los caladeros comunitarios del Atlántico (atún, pez espada) y en aguas muy alejadas (fletán, bacalao, atún), pues dispone de una excelente flota de altura. 2. El litoral mediterráneo presenta una flota anticuada, tradicional y una preocupante sobreexplotación de sus aguas. En Andalucía (zona mediterránea y atlántica) la pesca de bajura tiene arraigo social pero también se pesca en aguas de Marruecos, Portugal, en caladeros del Atlántico suroriental e incluso en los océanos Índico y Pacífico. La flota se aproxima a los 3000 barcos con un fuerte componente artesanal y un marcado carácter de actividad a tiempo parcial. En conjunto, ha experimentado una trayectoria descendente por la disminución de las capturas en un mar sobreexplotado y por la dificultad de acceso a aguas ajenas. La provincia con mayor importancia pesquera es Huelva, seguida de Cádiz. La pesca de especies como la bacaladilla o el salmonete ha sido muy considerable, pero se ha llegado a unos niveles mínimos por el agotamiento de los caladeros. La flota está obsoleta, la pesca es muy tradicional y el Mediterráneo un mar preocupante por el estado de conservación de sus recursos. Destacamos por su importancia económica, social y cultural un arte de pesca como la almadraba del atún, especialmente en la zona del Estrecho. 3. La pesca canaria tuvo su edad de oro entre los años 1961 y 1980. Su significación pesquera radicó en la explotación del banco sahariano, muy favorecido por la corriente fría de Canarias. El cambio de coyuntura en el mar le privó de los caladeros tradicionales y convirtió sus puertos en base de operaciones de las flotas del Atlántico suroriental. Los principales puertos pesqueros españoles son los A Coruña y Vigo en Galicia, Bermeo y Pasajes en el País Vasco, Huelva y Algeciras en Andalucía, Castellón y Santa Pola (C. Val.), Las Palmas en Canarias... La ampliación de las zonas exclusivas de cada país hasta las 200 millas se hace efectiva en los países de la U.E. desde el 1 de enero de 1997 lo que supone la reducción de la actividad pesquera española en una serie de áreas en las que pescaba tradicionalmente, sobre todo en las costas del Sur y Oeste de Irlanda y en el golfo de Vizcaya, desapareciendo las 3⁄4 partes de la flota de arrastre que faenaba allí. Afectará especialmente a las flotas gallega y vasca. Los caladeros españoles tienen pocas posibilidades, es por esto que se hace necesario buscar otros. Así se consolida una gran flota de altura y gran altura cuyas operaciones se hacen en aguas libres, en los límites jurisdiccionales de los países ribereños. Los caladeros internacionales utilizados por los españoles son variados: Islandia: bacalao, El banco Atlántico nororiental (Noruega y Svalbard): bacalao, pota, calamar. El banco Atlántico noroccidental (Terranova, Groenlandia): bacalao, fletán negro. Gran Sol, Atlántico Norte (frente a las costas de Bretaña y sur de Irlanda): merluza, rape, jurel. Agua libres del Atlántico, aguas internacionales adyacentes a las costas de Portugal, Azores y España: bonito, pez espada, marrajo. Mauritania y Senegal: merluza negra, atún... En el Índico: Mozambique y Schielles: crustáceos, merluza,... Caladero argentino, Chile y Malvinas: merluza negra La importancia creciente de la acuicultura en España. La acuicultura se define como el cultivo de organismos acuáticos, incluyendo peces, crustáceos, moluscos y plantas acuáticas. Dada la importancia económica y social del sector pesquero así como sus problemas, la acuicultura aparece como una interesante alternativa al sistema tradicional. España destaca por su labor de investigación en el sector pesquero en general (localización de bancos de pesca, nuevos conocimientos en biología marina y protección de especies...) y también en el desarrollo de la acuicultura, tanto en agua dulce como salada. El estado actual de la acuicultura es muy esperanzador. La acuicultura en agua dulce incluye cría de peces (trucha, salmón) y producción de huevos y alevines. La acuicultura marina es una alternativa para la producción de peces (lubina, dorada, rodaballo) y moluscos (mejillón, almejas y ostras). El rodaballo ha tenido gran auge en los últimos años aprovechando las adecuadas temperaturas de las costas gallegas. El 70% de la producción de rodaballo se produce en piscifactorías (gran parte de ellas ubicadas en La Coruña). En cuanto a la producción de moluscos, el mejillón presenta un porcentaje muy importante de la producción total y está concentrada en Galicia. Otras especies significativas son la ostra plana, ostrión, almeja fina y almeja del Pacífico, concentradas en la región cantábrica y gallega. Las empresas dedicadas a la acuicultura inciden indirectamente en empresas complementarias, dedicadas a la fabricación de piensos compuestos, en instalaciones dedicadas a la depuración... La producción acuícola tiene importante repercusión sobre las fábricas de conservas, de moluscos y de pescado, que se concentra básicamente en la región gallega. Parece claro que el desarrollo de la acuicultura aportará en el futuro una alternativa importante al dilema entre el crecimiento de la demanda de productos pesqueros y el agotamiento de los recursos, que habitualmente se extraían de los caladeros interiores y exteriores. La acuicultura representaba el 30% de la producción pesquera mundial en el 2007 y su peso no hace sino aumentar año a año, España ocupaba el puesto undécimo a nivel mundial. Práctica 19 5. El mapa representa las regiones pesqueras españolas: a) Nombre las regiones pesqueras. b) Compare (similitudes y diferencias) la región del suratlántica con la del noroeste c) ¿Cuáles son las características de las regiones pesqueras mediterráneas? d) ¿Cuál es la problemática del sector pesquero español y las alternativas a esta problemática?