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ENFERMEDADES EN CEREALES DE INVIERNO Dra. María Rosa Simón En nuestra zona triguera el panorama de las enfermedades ha cambiado en los últimos años debido a diferentes factores tales como el crecimiento del área bajo siembra directa sin rotación, el uso de semillas infectadas, los niveles de fertilización, la aplicación de riego y la difusión de variedades susceptibles. Entre las enfermedades foliares del trigo, la mancha amarilla se incrementó considerablemente en campos bajo siembra directa y monocultivo. En nuestro país se han mencionado pérdidas de rendimiento producidos por Septoria tritici que oscilan entre 20 y 40% y disminuciones de entre 3 y 13% según cultivares en ataques tardíos de esta enfermedad. Con respecto a la mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis) se han determinado pérdidas de entre 10 y 20%. Se ha observado que esta enfermedad una vez introducida en un área determinada se vuelve dominante sobre otras manchas producidas por patógenos necrótrofos foliares. Con respecto a las royas que han causado importantes mermas en los rendimientos, su efecto se ha atenuado por la resistencia genética obtenida en los cultivares actuales, especialmente frente a roya negra. Las pérdidas producidas por Fusariosis (Fusarium spp) oscilan entre 20 y 50%. Las caries o carbón hediondo han llegado a producir hasta un 16% de espigas enfermas cuando las semillas no son tratadas con fungicidas adecuados. El odio (Blumeria graminis tritici ), en infecciones tempranas produce la reducción del número de plantas. Se ha observado en siembras tardías un alto porcentaje de muerte en plántulas. La magnitud de las pérdidas de rendimiento depende del estado fenológico en el que ocurre la enfermedad y del índice de infección (que relaciona incidencia con severidad). Es una función de la susceptibilidad del cultivar, virulencia de las razas fisiológicas, condiciones ambientales, fertilidad, de otras enfermedades asociadas, presencia de insectos, malezas, etc. El control integrado de enfermedades debe tener en cuenta todas estas variables. El empleo de variedades resistentes es la alternativa más económica para el control de los fitopatógenos. Sin embargo por diversas razones como la escasez de estudios sobre la herencia de la resistencia, los sistemas genéticos estrechos condicionados por uno o pocos genes y la alta variabilidad de los patógenos, se ha logrado poco éxito en la obtención de resistencia en varias enfermedades. Por tal motivo la tendencia es hacia la obtención de resistencia durable basada en genes múltiples en el caso de las royas, el oidio, la septoriosis, los carbones y otras. Considerando las ventajas que la diversidad genética puede proporcionar, el uso de variedades multilíneas puede resultar un recurso atractivo. Los rastrojos del cultivo, el suelo y los hospedantes alternativos pueden contener una gran cantidad de inóculo con potencial para generar epidemias. El objetivo es reducir la cantidad de inóculo a tal punto que el cultivo pueda ser producido económicamente. En muchos casos la siembra de un cultivo continuado aumenta el nivel de algunos patógenos. Sin embargo es necesario conocer la viabilidad del inóculo en el suelo sin el hospedante y si la reducción del inóculo es suficiente para que un programa de rotación tenga éxito. Algunos patógenos como Fusarium spp. que viven en el suelo, pueden crecer en una gran cantidad de cultivos y sobrevivir en el suelo por un período indefinido. En estos casos la rotación de cultivos no es practicable. En el sistema convencional de manejo de suelos, existe la ventaja de que los residuos del cultivo se pueden descomponer destruyendo la mayor parte del inóculo. En la práctica de labranza cero, los rastrojos son dejados en superficie y sirven como fuente de inóculo de patógenos foliares. A pesar de las ventajas de dicho sistema, debería considerarse la incorporación de los residuos cada cierto número años cuando la incidencia de la enfermedad llegue a niveles muy altos. La fertilización nitrogenada también puede incidir incrementando o reduciendo las enfermedades según de qué enfermedad se trate.9999 La semilla sana es un factor fundamental en el control de las enfermedades. Una gran proporción de patógenos pueden ser transportados por la semilla, sobreviven en ella largos períodos y son introducidos en nuevos campos o países. Entre las principales enfermedades causadas por patógenos de semilla se encuentran el carbón volador, el carbón cubierto, el tizón de la plántula y pudrición de raíces de trigo y cebada (Bipolaris sorokiniana), el tizón de la plántula (Fusarium graminearum), granos manchados en trigo y cebada (Alternaria tenuis, Cladosporium sp, Drechslera spp., Epicoccum sp, Fusarium spp., etc.), granos escudete negro de trigo y cebada (Bipolaris sorokiniana, Alternaria tenuis, Cladosporium sp., Epicoccum sp., Drechslera spp.). la mancha amarilla (Drechslera triticirepentis), la mancha del nudo y de la gluma (Stagonospora nodorum), la escaldadura de la cebada (Rynchosporium secalis), la mancha en red de la cebada (Drechslera teres), la mancha borrosa del trigo y la cebada (Bipolaris sorokiniana), la espiga negra o rayado bacteriano (Xanthomonas campestris pv. undulosa). La transmisión de Septoria tritici no está bien determinada. Varios patógenos pasan de la semilla a los órganos áereos. Cuanto más elevada es la incidencia en la semilla más eficiente será la transmisión, por lo que la semilla debe presentar los niveles de infección más bajos posibles, ésto sólo ocurrirá si la intensidad de la enfermedad en los órganos aéreos es baja en el cultivo previo. Los patógenos en lotes de semilla con altos niveles de infección difícilmente puedan ser erradicados. No se dispone de claras correlaciones entre la intensidad de las manchas foliares y la incidencia en semillas. En general debe considerarse que cuando las enfermedades alcanzan las inflorescencias los lotes no deben destinarse a producción de semillas. Cuando la sanidad de la semilla sea importante los lotes productores deben tratarse con fungicidas. Fusarium graminearum y S. nodorum son fácilmente eliminados de semillas por el tratamiento con fungicidas. Bipolaris sorokiniana, Drechslera avenae, D. teres y D.tritici-repentis son de difícil control. De todas las prácticas de control cultural la eliminación de las fuentes de inóculo es la más importante. Cuando el patógeno es portado por la semilla y su incidencia es baja es más fácil su eliminación. Los principales hongos asociados con la semilla son los necrotróficos. Cuanto menor sea la intensidad de la enfermedad en órganos aéreos, menor será la incidencia en semillas. Fusarium graminearum es dependiente de los restos culturales de los húespedes (cereales de invierno, maíz, sorgo) para sobrevivir. Las estructuras importantes para la infección son las ascosporas que se forman también en gran cantidad de plantas gramíneas nativas e invasoras. Estas fuentes de inóculo deben ser destruídas por la rotación de cultivo y por la eliminación de plantas invasoras o nativas hospedantes. Septoria nodorum también sobrevive en restos culturales infectados Bipolaris sorokiniana y Drechslera spp sobrevive en plantas voluntarias, hospedantes secundarios, conidios libres en el suelo, semillas infectadas y en restos de cultivo. Las plantas voluntarias son abundantes cuando se usa siembra directa de cultivos de verano sobre restos culturales de cereales de invierno. Cuando se procede a la rotación con especies no susceptibles, el hongo muere. Por lo tanto la rotación de cultivos durante uno o más años permite la completa mineralización de los restos culturales y la reducción de B. sorokiniana. El resultado será menor intensidad de la enfermedad en los órganos aéreos y menor incidencia en semilla. Sin embargo las semillas infectadas también desempeñan un papel fundamental en la epidemiología de la enfermedad. A partir de las semillas el hongo pasa a los órganos radiculares y aéreos, anulando el efecto erradicante de la rotación. La rotación de los cultivos es una medida de control importante para este grupo de patógenos, ya que todos son dependientes de los restos culturales para sobrevivir durante la fase saprofítica. Por lo tanto la avena, cebada, centeno, trigo y triticale no deben retornar a la misma área cultivada mientras existan restos culturales. Por la rotación ocurre la mineralización de los restos culturales y le eliminación de los patógenos por inanición y competición. En lotes donde se intenta la erradicación de los patógenos necrotróficos a través de la rotación, la presencia de plantas voluntarias garantiza la supervivencia de los patógenos necrotróficos y biotróficos. Las malezas también sirven como opción de supervivencia de los patógenos. Además de la resistencia genética y el control cultural, el control integrado implica la utilización de productos químicos. Otra forma de control que está siendo utilizada en diversos países es el control biológico a través de hongos o bacterias que actúan como antagonistas de los patógenos. Su utilización se realiza dentro del marco de la agricultura sustentable ya que si bien el control que realiza no puede compararse con el que realizan los productos químicos, preserva el medio ambiente e incrementa la población en el medio de los antagonistas naturales. ENFERMEDADES ROYAS El trigo es afectado por tres royas: Puccinia striiformis West. (roya amarilla o estriada), Puccinia triticina Eriks (roya anaranjada o de la hoja) y Puccinia graminis Pers. f.sp tritici, Eriks & Henn (roya negra o del tallo).La roya de la hoja es actualmente la de mayor importancia por su mayor frecuencia de aparición y por ser la más plástica en requerimientos térmicos lo que incide en su mayor difusión en la región triguera. La roya amarilla, intolerante a temperaturas cálidas se observa más frecuentemente en el sur de la región triguera. Puede ser considerada de importancia secundaria por su localización geográfica, sensibilidad a temperaturas altas y aparición esporádica. La roya negra, con requerimientos de temperatura más elevada puede ser más perjudicial en el norte. De hecho, ha causado importantes daños en el cultivo. Sin embargo debido a la resistencia a las distintas razas del patógeno de los cultivares actuales ha sido eficientemente controlada. ROYA ANARANJADA O DE LA HOJA Organismo causal: Puccinia triticina Eriks Síntomas: Pústulas rojizo-anaranjadas subepidérmicas. Las uredosoras de aproximadamente 2mm se distribuyen irregularmente en el haz de la hoja, puede alcanzar las vainas y espiguillas. Al final del ciclo del cultivo aparecen teleutosoros castaño oscuros a negros, dispuestos al azar en el envés de las hojas y en las vainas. Los uredosoros se diferencian de los de la roya amarilla por su color más intenso y porque en este último caso la distribución es en líneas o bandas en lugar de al azar. Momento y zona de ataque: a partir de macollaje en toda la zona de triguera. Condiciones predisponentes: se define como período crítico aquella combinación de horas de mojado a una dada temperatura necesaria para que ocurra la infección. En este caso se necesitan días luminosos con temperaturas de 15 a 22C y 4 hs. de mojado mínimo. Transmisión:por el viento que arrastran las uredosporas a grandes distancias. Epidemiología: no se conocen en Argentina los hospedantes intermediarios, por lo que las teleutosporas carecen de importancia como fuente de inóculo inicial. La reinfección anual se produce a través del micelio y uredosporas que se encuentran en los trigos guachos por su carácter de parásito obligado. Cuando el inóculo proviene del mismo lote las hojas inferiores aparecen muy afectadas, en cambio cuando el inóculo es transportado desde otros lotes la mayoría de las pústulas se observarán en las hojas superiores. Otros hospedantes: Aunque es más importante en trigo, también puede afectar cebada, triticale, Aegilops spp. o Agropyron spp. ROYA AMARILLA Organismo causal: Puccinia striiformis West Síntomas:Pústulas uredosóricas de color amarillento ordenadas en bandas o estrías, que le dan el nombre común a esta roya. Pueden presentarse también en la cara interna de las glumas y en las vainas. Las pústulas teleutosóricas constituídas por teleutosporas oscuras tienen una tendencia a ocupar la cara superior de las hojas también en forma de estrías y permanecen recubiertas por los tejidos epidérmicos durante mucho tiempo. Epidemiología: Sobrevive como micelio y uderosporas en más de 18 géneros de gramíneas. Las infecciones primarias son producidas por las uredosporas transportadas por el viento. ROYA DEL TALLO Organismo causal: Puccinia graminis f. sp. tritici Síntomas: Aparece comúnmente en tallos y vainas, en casos de ataques severos también afecta hojas y espigas. Las pústulas son más alargadas (3mm de ancho por 10mm de longitud) que las de P. triticina. Al romper la epidermis afloran masas pulverulentas de uredosporas color castaño rojizo. En el haz y envés de las hojas se observan las pústulas negras o teleutosoros con teleutosporas que se desarrollan al final del ciclo del cultivo. A diferencia de las otras royas estos teleutosoros aparecen descubiertos tempranamente, por rotura de la epidermis. Laceran los tejidos del tallo, los que pueden tornarse quebradizos, determinando el volcado de las plantas. Momento y zona de ataque: predominantemente en zonas con temperaturas más altas (I, II N, III), a partir de espigazón. Condiciones predisponentes: Temperaturas entre 20 y 30C y mojado de 6 a 8 hs. Transmisión: por las uredosporas transportadas por el viento a grandes distancias. Epidemiología: la fuente primaria de infección son las plantas guachas y otras gramíneas hospedantes. Control de las royas Resistencia genética Los daños causados por la roya de la hoja y del tallo han sido los más importantes, aunque actualmente existe un buen nivel de resistencia en nuestro germoplasma frente a roya del tallo. Con respecto a la roya de la hoja el comportamiento de los cultivares actuales varía de moderamente resistente a susceptible. Los genes de resistencia contenidos en los cultivares de trigo que resultan efectivos contra las razas de P. graminis f.sp tritici se denominan sr=stem rust seguidos de un número que indica su localización cromosómica, los genes efectivos contra P. triticina Eriks se denominan lr= leaf rust, también con un número. En un principio la resistencia a royas estuvo basada en genes específicos frente a determinadas razas del patógeno. Este tipo de resistencia monogénica se quiebra fácilmente, en especial cuando un cultivar de trigo portador de este gen se siembra en un área grande, o cuando se utiliza más de un cultivar pero con el mismo gen. Si el patógeno muta produciendo una nueva raza para el que este gen no es efectivo se origina una epidemia. Desde la década del 70 se comenzó a incorporar la resistencia parcial, basada en el efecto de varios genes de efecto aditivo. Esta resistencia si bien no es total implica un progreso lento de la enfermedad y es durable ya que aumenta la eficacia contra nuevas razas que pudieran aparecer. Otra estrategia es la mezcla de líneas casi isogénicas que poseen un gen de resistencia diferente a las demás (multilíneas). Densidad de siembra-Fertilización nitrogenada El aumento en la densidad y el incremento en la fertilización nitrogenada conduce a una mayor intensidad de las royas por el aumento del volumen de canopeo y proximidad de las plantas, que crea un microclima especial y además facilita la infección y velocidad de desarrollo de las mismas. Prácticas culturales: En el hemisferio sur no hay hospedantes alternativos. Si existen algunos hospedantes secundarios en las que el patógeno sobrevive al estado asexual. Las prácticas culturales, como la siembra directa que incrementan las plantas guachas o estos hospedantes secundarios pueden contribuir al aumento de una epidemia, Control químico: Para iniciar el control químico es necesario calcular el umbral de acción (UDA), es decir el valor de la enfermedad en el cual deberán efectuarse las aplicaciones para evitar que se alcance el umbral de daño económico (UDE, relación de indiferencia). MANCHA AMARILLA, BRONCEADA O TOSTADA Organismo causal: Drechslera tritici-repentis (anamorfo, forma asexual) Pyrenophora tritici-repentis (teleomorfo, forma sexual) Síntomas: Manchas cloróticas que luego se tornan de color castaño claro de forma elíptica con una región circundante o halo clorótico producido por una toxina. Las infecciones secundarias forman los típicos puntos de infección castaño oscuro rodeados de un halo amarillo. En condiciones de alta humedad aparecen bandas alargadas con conidióforos de color castaño oscuro con conidios de color claro Zona y momento de ataque: desde el inicio del cultivo, en toda la zona triguera. Condiciones predisponentes: Temperaturas de 19 a 22 C, lluvias y mojado de más de 18 hs. de la superficie foliar. Transmisión: por rastrojo y por semilla. Se han determinado tasas de transmisión semillaplántula de 38-75%. Esta enfermedad ha adquirido mucha importancia en los últimos años debido al incremento de las labranzas conservacionistas. Epidemiología: La infección primaria puede ser originada por la semilla (conidios) a través del coleoptilo originando lesiones en hojas jóvenes o bien a partir de los pseudotecios de Pyrenophora localizados en el rastrojo. La infección secundaria a partir de las primeras lesiones formadas es vertical hasta alcanzar las hojas superiores y puede ocurrir durante todo el desarrollo del cultivo. Las plantas guachas, otra plantas cultivadas como avena, cebada, centeno, pasto ovillo, agropiro, cebadilla, Phalaris y malezas como Cynodon dactylon, Panicum, Spartina, Stipa, Andropogon, Agrostis, etc. son también hospedantes pero no ha sido comprobada la importancia de esta fuente de supervivencia para garantizar la densidad de inóculo necesaria para el inicio de la epidemia Control: Nuestros cultivares tienen un comportamiento diferencial, pero varían en general entre moderadamente susceptibles y susceptibles. Es necesario también utilizar semillas tratadas con curasemillas eficientes, rotación de cultivos, descomposición del rastrojo, eliminar hospedantes alternativos, utilización de fungicidas sistémicos. El UDA para esta enfermedad ha sido estimado en 7.8% de severidad en espigazón. SEPTORIOSIS O MANCHA DE LA HOJA Organismo causal: Septoria tritici (anamorfo, forma asexual) Mycosphaerella graminicola (teleomorfo, forma sexual) Síntomatología: Las primera lesiones aparecen en las hojas inferiores como manchas pequeñas de color amarillo verdoso, de tipo acuoso, luego se necrosan y sobre ellas se observan las fructificaciones (picnidios). Estos picnidios en condiciones de alta humedad liberan un zarcillo o cirro blanco con esporos. Puede afectar también vainas. Zona y momento de ataque: a partir de macollaje, en toda la zona triguera Condiciones predisponentes: Lloviznas y temperaturas de 17 a 25C y más de 48 hs de mojado sobre la superficie foliar. Epidemiología: los conidios y/o ascosporas se depositan en hojas y vainas que darán origen a la infección en 10 a 15 días. Sobre estas lesiones se formarán picnidios que darán comienzo a la infección secundaria. Existen 15 géneros de gramíneas como hospedantes alternativos (Agrostis, Festuca, Bromus, Lolium, Poa, etc) plantas guachas y malezas como Stellaria media. Control: Transmisión: de tejidos muertos (rastrojo) (inóculo primario). La principal fuente de infección son los conidios transportados por el salpicado de lluvia a cortas distancias. Las ascosporas son de menor importancia como inóculo inicial y necesitan largos períodos lluviosos para su liberación. Son transportadas por el viento a largas distancias. Resistencia genética: El hongo tiene una alta variabilidad genética, de manera que cultivares resistentes en otros países pueden no serlo en Argentina donde la resistencia a septoriosis es escasa. Sin embargo existen algunos cultivares con un comportamiento aceptable. Prácticas culturales: En nuestro país se ha detectado la forma sexual de Septoria tritici de manera que tanto los conidios dispersados por el viento como las ascosporas en los restos culturales que quedan sobre el suelo pueden convertirse en fuentes de inóculo. En siembra directa, los tallos de trigo que permanecen en pie deben ser considerados como los más importantes porque resisten la acción de los microorganismos, de esa forma se ve favorecida la dispersión de conidios y ascosporas. La incorporación inmediata de los residuos puede reducir considerablemente la severidad de la enfermedad. La siembra directa en tanto será más conveniente con rotación con especies alternativas no susceptibles. Las plantas voluntarias de trigo, triticale y centeno son hospedantes de septoriosis como así también malezas que deben ser eliminadas para el control de la enfermedad. Otro de los aspectos del control integrado son las rotaciones que son eficaces si no hay hospedantes secundarios o plantas voluntarias. Control químico: Las estimaciones de UDE se han hecho sólo para algún cultivar en particular. SEPTORIOSIS DE LA HOJA, GLUMA Y NUDO Organismo causal: Leptosphaeria nodorum (teleomorfo) Stagonospora nodorum (anamorfo) Sgn. Síntomatología: Es mucho menos frecuente que la septoriosis de la hoja, se inicia con manchas cloróticas en las hojas inferiores, luego acuosas y finalmente castañas. Con escasa humedad afecta la vaina foliar y luego produce la muerte de la hoja. Los nudos y el raquis se tornan de color oscuro, presentándose estrangulados y los nudos se quiebran con facilidad. En la cara externa de la gluma se observan pequeñas manchas castañas en las que se detectan los picnidiosCondiciones predisponentes: Temperaturas de 22 a 24 ºC con HR de 90% durante 1 a 2 días, 15 horas de mojado continuados de 2 días de alta humedad Transmisión: por semillas infectadas y también restos culturales. Epidemiología: Las infecciones se inician por el micelio y los esporos presentes en la semilla y rastrojo, provenientes de grandes distancias. Hay varias gramíneas que son hospedantes secundarios. Control: semillas curadas con fungicidas, eliminación de hospedantes alternativos y trigos voluntarios, rotaciones con cultivos no susceptibles, aplicación de productos sistémicos en el follaje MANCHA BORROSA O TIZON FOLIAR Organismo causal: Cochliobolus sativus (teleomorfo) Bipolaris sorokiniana (anamorfo) Síntomatología: las lesiones son redondeadas de color castaño muy oscuro y en ocasiones con halo clorótico, pueden manifestarse en hojas y vainas. Cuando la lesión envejece el centro el centro toma un color bronceado rodeado por un anillo irregular de color café oscuro. Zona y momento de ataque: desde plántula en toda la región triguera, aunque es más frecuente en estados más avanzados del cultivo. Condiciones predisponentes: temperaturas que oscilan entre 24 y 28 ºC, lluvias y mojado de 9 a 24 hs. Transmisión: por semillas, rastrojo infectado y partículas de suelo Epidemiología: Se ha determinado al triticale, cebada y otras gramíneas como hospedantes alternativos, también plantas voluntarias y malezas gramíneas Control: utilización de semillas curadas, rotación con cultivos no susceptibles, elección de cultivares de buen comportamiento y aplicaciones foliares de fungicidas. OIDIO Organismo causal: Blumeria graminis tritici (teleomorfo) Oidium monilioides (anamorfo), sin Erysiphe graminis tritici Síntomatología: en el envés de vainas y láminas de hojas jóvenes se observa una masa pulverulenta blanca fácilmente removible. Las fructificaciones más viejas son de color gris o castaño claro, a simple vista se reconocen los cuerpos fructíferos (cleistotecios). Las hojas muy afectadas se tornan cloróticas, se necrosan y mueren tempranamente. En espiguillas el ataque comienza por las glumas observándose los cleistotecios en infecciones severas. Condiciones predisponentes: temperaturas de 15 a 22ºC y HR superior a 95%, poca amplitud entre temperatura diurna y nocturna y escasa radiación. Altas densidades y la fertilización nitrogenada incrementan su incidencia. Transmisión: por el viento que transporta los conidios a varios kilómetros Epidemiología: el hongo puede sobrevivir como micelio, conidios y cleistotecios en el rastrojo. Las plantas guachas de trigo o malezas gramíneas son los huéspedes alternativos donde el patógeno (parásito obligado) permanece durante el verano y otoño. Control: utilización de cultivares de resistentes a las razas fisiológicas determinadas en el país. Control de malezas y plantas guachas, eliminación del rastrojo y uso de fungicidas sistémicos ENFERMEDADES DE LA BASE DE LOS TALLOS Y RAICES PIETÍN Organismo causal: Gaeumannomyces graminis var. tritici Importancia: Es una enfermedad importante para los climas templados. El hongo muestra determinada especialización para trigo, pero también invade diversas gramíneas incluyendo Bromus, Agropyron y Agrostis. Sintomatología: Los síntomas se manifiestan desde espigazón en adelante. En el cultivo, la enfermedad se presenta por manchones de plantas enfermas, de desarrollo reducido, cloróticas y con una madurez prematura. Como características generales puede observarse que las plantas afectadas poseen menor número de macollos, menor altura y espiguillas totalmente vanas. El primer y segundo entrenudo presentan color pardo oscuro, brillante. Cuando se las arranca, salen con facilidad por la destrucción de las raíces que se separan de la corteza radical. La oclusión de los vasos determina la formación de espigas blancas y estériles, pudiendo confundirse la enfermedad con Fusarium graminearum, además las espigas se cubren de un polvillo muy oscuro. Momento de ataque: Las infecciones radicales se producen en otoño y a principios de primavera progresan con frecuencia hacia la corona y el pie. Las infecciones posteriores se detienen por la maduración del huésped y normalmente permanecen limitadas a las raíces. Condiciones predisponentes: Precipitaciones abundantes y temperaturas del suelo de 12 a 20ºC. Suelos pobres (principalmente deficientes en fósforo y nitrógeno), alcalinos, compactos y mal drenados. Las aplicaciones de calcio o fertilizantes de nitrato aumentan generalmente el pietín. La enfermedad se manifiesta con máxima intensidad sobre monocultura de trigo, siembra directa o barbechos cortos con gran ineficiencia en la descomposición de restos vegetales. Epidemiología: El hábitat natural del patógeno es el suelo. Sobrevive en los tejidos radiculares infectados y en gramíneas cultivadas nativas o invasoras. Las esporas (ascosporas), se diseminan después de períodos húmedos por medio de las salpicaduras de lluvia y el viento. La infección ocurre en la parte basal de la planta donde la germinación de esporas produce la infección primaria. Dentro de la planta el desarrollo es lento, pudiendo llegar a ocluir los vasos. El ataque puede ocurrir luego de la germinación pero en función de su lento desarrollo aparecen los síntomas más adelante. Daños: Disminución de espigas fértiles con la consecuente disminución del rendimiento. En ataques tempranos las plantas amarillean y se secan, cuando sucede poco antes de la espigazón, la oclusión de los vasos determina que las espigas queden blancas y estériles. En estas condiciones es frecuente el ataque de las espigas por patógenos secundarios (Clamidosporium sp., Alternaria sp.), tomando las mismas un aspecto negruzco. Control: No se conoce control químico eficiente y económico, por lo cual el control es netamente cultural. Se recomienda rotación de cultivos con especies no susceptibles: las leguminosas, otras especies dicotiledóneas e incluso los cereales como la avena, la cebada o el maíz son adecuados para cortar el ciclo del patógeno ya que el mismo es un saprófito relativamente pobre, pudiendo reducir su importancia en forma considerable en uno o dos años sin huéspedes a su alcance. ENFERMEDADES DE ESPIGAS Y GRANOS GOLPE BLANCO O FUSARIOSIS DE LA ESPIGA Agente causal: Fusarium graminearum. Importancia: Moderada a alta. El agente causal puede producir micotoxinas que originan trastornos en monogástricos. Sintomatología: En el cultivo los síntomas se presentan en la mayoría de las espigas. En la planta sólo se observan síntomas en la espiga, donde las espiguillas atacadas pierden el color verde normal tornándose blanquecinas y contrastando con las espiguillas sanas. Si las condiciones ambientales continúan favorables, se puede ver el micelio en la base de las espiguillas, raquis y entre las glumas y glumelas. Momento de ataque: La infección primaria ocurre durante la antesis. Este hongo puede atacar en forma muy temprana (o tratarse de semilla infectada) produciendo tizón de la plántula y podredumbre en la zona de la corona, pero esto no se asocia a la posterior presencia en espigazón. Condiciones predisponentes: Tanto para la infección primaria como para la secundaria, las condiciones predisponentes son precipitaciones frecuentes, alta humedad relativa (más de 80%) y temperaturas de 25ºC durante la floración. Daños: Produce esterilidad de florecillas, aborto de las flores, obturación de tejidos de conducción en el raquis y como consecuencia mal llenado de granos y mermas en el rendimiento. Los granos atacados pierden viabilidad o bien originan plántulas atizonadas sin vigor que terminan muriendo. Control: No hay variedades resistentes pero si tolerantes e incluso que presentan barreras físicas a la infección. Para la toma de decisiones en la aplicación de tratamientos preventivos con funguicidas sistémicos, el INTA Pergamino determinó tres estrategias de control en función de la superficie de cultivo: En situaciones de producción que involucren grandes extensiones (1000 Ha o más, pool de siembra) sería conveniente aplicar preventivamente a partir de antesis y no más allá de inicio de formación de granos. En el caso de extensiones medias podrían adoptarse dos estrategias según disponibilidad de asesoramiento técnico: 1- Empleo del modelo de pronóstico desarrollado por Moschini y colaboradores del Instituto de Clima y Agua del INTA en Castelar en base a temperaturas, precipitaciones y humedad. 2- Se recomienda realizar la aplicación de funguicidas si durante el período antesis-inicio de formación de granos, se produce una lluvia de importancia que implique la ocurrencia de un ambiente de alta humedad relativa por 24 horas o más. CARBÓN VOLADOR DEL TRIGO Agente causal: Ustilago tritici.(U. nuda) Importancia: Moderada a alta en cultivares susceptibles. Se encuentra distribuído mundialmente, generalmente con pérdidas cercanas al 1% de espigas, (aunque en algunos casos graves se observaron pérdidas del 27%). Sintomatología: En el cultivo los síntomas se presentan en forma uniforme y son claramente visibles al producirse la espigazón. En las plantas afecta a todas o casi todas las espigas y se observa que las hojas banderas se vuelven amarillas. Las espigas enfermas tienen las espiguillas totalmente destruidas y reemplazadas por una masa de esporas pulverulenta y oscura que al principio está cubierta por una delgada membrana que se rompe fácilmente liberando las esporas que se dispersan con el viento e infectan espigas sanas. Momento de ataque: Durante la floración las esporas caen sobre los estigmas emitiendo un promicelio y el hongo queda alojado en el ovario. Cuando estos granos infectados (de aspecto normal) germinan, se reactiva el crecimiento del parásito que se propaga por los espacios intercelulares del parénquima. Al alcanzar las espiguillas, las transforma en una masa carbonosa constituida por las clamidosporas. Condiciones predisponentes: Alta humedad relativa y temperaturas de 16 a 22ºC durante la floración. Aproximadamente una semana después de la floración el ovario y sus adyacencias se vuelven resistentes. Utilización de semilla infectada. Epidemiología: La infección se produce una sola vez en el cultivo. La infección primaria es por medio de semilla enferma que tiene aspecto normal y es imposible detectar el patógeno visualmente, para ello debe realizarse un análisis específico. Al ser sembradas el hongo se desarrolla juntamente con la planta, se ramifica en el tallo, alcanza los macollos y más tarde los tejidos florales. Las espiguillas son reemplazadas por una masa pulverulenta, constituída por las esporas del hongo que se dispersan con el viento. Por lo general las espiguillas afectadas emergen algo anticipadamente y cuando liberan las esporas coincide con la floración del resto del cultivo. Las esporas caen sobre las flores, germinan y penetran en el ovario infectándolo. Ocurrido esto, los granos de las espigas sanas se forman normalmente, pero infectados. Se reinicia el ciclo cuando se siembra estas semillas infectadas. Daños: Destrucción total de las flores atacadas. En lotes con altos niveles de infección, produce disminución de rendimientos, a pesar de registrarse cierta compensación por parte de las espigas sanas. Control: Uso de semilla sana, preferiblemente semilla certificada. Uso de variedades con cierta resistencia, las numerosas razas del patógeno hacen que sea más difícil la incorporación de resistencia y su mantenimiento. Tratamiento preventivo de las semillas con fungicidas sistémicos debido a la localización del patógeno en el interior de la semilla. CARIES, CARBÓN COMÚN O CARBÓN HEDIONDO DEL TRIGO Agente causal: Tilletia caries y T. foetida. Importancia: Esta enfermedad se encuentra difundida mundialmente, y en nuestro país se distribuye en todas las subregiones trigueras. Sintomatología: En el cultivo el daño se observa desde espigazón a cosecha, distribuído uniformemente en el campo y posteriormente se observa en la semilla almacenada. Las plantas enfermas presentan un menor desarrollo. En floración se reconoce el ataque por ausencia de anteras. En madurez las espigas enfermas permanecen erguidas, (al revés de las sanas que se inclinan debido al peso de los granos) y con las glumas abiertas. Los granos de las espigas afectadas son chuzos, livianos o directamente no existen. El contenido de los mismos es reemplazado por una masa pulverulenta oscura, las esporas. A diferencia del carbón volador, la capa externa de la semilla permanece intacta, pero es destruída fácilmente durante la cosecha del cultivo. De esta manera se contaminan los granos sanos a partir de los enfermos, desprendiendo un olor característico a pescado en descomposición. Momento de ataque: El patógeno se adhiere al grano en la zona del cepillo. Producida la germinación, el hongo se desarrolla dentro y a la par de los tejidos de la planta, hasta la formación de la espiga, ubicándose entonces en el ovario y reemplazando a éste por esporas. La diseminación de la enfermedad en el cultivo se produce cuando los granos infectados estallan liberando una masa pulverulenta oscura de esporas. Condiciones predisponentes: Temperatura del suelo entre 7,5 y 10ºC hasta espigazón. Siembras profundas. Utilización de semilla infectada. Epidemiología: El patógeno se transmite por medio de semilla infestada con esporas en la superficie del grano, especialmente en el cepillo, o a través del suelo, ya que posee la habilidad de sobrevivir en el mismo. La infección se produce cuando las semillas germinan en el suelo. El patógeno crece dentro de la planta alcanzando las zonas reproductivas, infectando las espiguillas y de esta manera reinicia el ciclo de la enfermedad. Daños: Pérdidas de rendimiento. Disminución de la calidad comercial del grano, la presencia de esporas en el cepillo de la semilla es fuertemente castigado en la comercialización (“grano carbonudo”), disminuyendo la calidad del producto destinado a la industria, debido a la contaminación de la harina. Control: Uso de semilla sana. Uso de variedades resistentes. El tratamiento preventivo de la semilla es rápido y sencillo debido a la ubicación del patógeno en el exterior de la semilla, se utilizan fungicidas de contacto. ESCUDETE NEGRO DE LA SEMILLA Organismo causal: Bipolaris sorokiniana y Alternaria alternata Síntomatología: El pericarpio de los granos es más oscuro que el normal. El ápice germinal donde se ubica el embrión toma un color castaño oscuro por el desarrollo de un micelio. Son inhibidores de la capacidad germinativa porque invaden, dañan y matan el germen Condiciones predisponentes: Se produce entre una a dos semanas antes de la cosecha con elevada humedad y temperatura. Afecta a los granos cuando alcanzan el estado pastoso. Transmisión: por semilla, rastrojo, suelo y hospedantes alternativos Epidemiología: es una enfermedad monocíclica. Si en el proceso de infección predomina Alternaria, sólo el pericarpio es afectado, si es mayor la presencia de Bipolaris se ve afectada la germinación. Control: es recomendable no atrasar la cosecha y ante la existencia de semilla infectada curar la semilla. La rotación de cultivos disminuye los niveles de inóculo y juega una función importante, ya que no existe resistencia en los cultivares comerciales. ESPIGA NEGRA DEL TRIGO Agente causal: Xantomonas translucens. Importancia: Es una bacteriosis de poca importancia económica, se presenta esporádicamente. También ataca centeno, avena, cebada, entre otras gramíneas. Sintomatología: Puede afectar toda la parte aérea, siendo de mayor frecuencia en hojas y glumas. En la planta se observa manchas listadas de color castaño oscuro en las glumas e incluso en las aristas. Estas estrías oscuras también pueden aparecer sobre los tallos. En las hojas se observan manchas de aspecto translúcido y amarillentas. En el tallo las estrías de aspecto húmedo presentan un exudado bacteriano que al secarse deja sobre la superficie pequeñas escamas. Momento de ataque: La bacteria se transmite por semilla, siendo el rastrojo una fuente importante de inóculo para la infección primaria. Condiciones predisponentes: Se desarrolla sólo bajo condiciones de alta humedad. Etiología: La bacteria persiste sobre residuos de plantas, en el suelo y en otras plantas. La bacteria se dispersa por medio de salpicaduras de lluvia, del contacto con otras plantas y de los insectos. Las bacterias penetran el las plantas de trigo a través de los estomas y heridas. Puede transmitirse por medio de la semilla. Daños: En condiciones severas ocasiona granos manchados, arrugados o chuzos, muerte de hojas y puede reducir el número y peso de los granos. Control: Utilización de semilla sana Uso de variedades con cierta resistencia genética. El almacenamiento de las semillas infectadas para siembra, como mínimo seis meses, produce una notable reducción de esta enfermedad. Rotación con cultivos no susceptibles. VIROSIS