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Los 8 “saber hacer” más importantes para un Animador Sociocultural 1. Trabajar en equipo La palabra "equipo" implica la inclusión de más de una persona, lo que significa que el objetivo planteado no puede ser logrado sin la ayuda de todos sus miembros, sin excepción. Trabajar en equipo implica compromiso, no es sólo la estrategia y el procedimiento que el grupo de personas lleva a cabo para alcanzar metas comunes. También es necesario que exista comunicación, armonía, responsabilidad, creatividad, voluntad, organización y cooperación entre cada uno de los miembros. 2. Animar Animar significa dar vida, infundir vigor para recobrar el ánimo, dotar de movimiento a cosas inanimadas. La animación sociocultural consiste en dar vida, aliento y estímulo a lo sociocultural. Lo sociocultural se refiere al modo en que las personas, los grupos y las comunidades se construyen a sí mismos, y queremos que este proceso tenga lugar de la forma más activa, consciente y responsable posible. 3. Coordinar Es una manera de actuar para cambiar una realidad de una serie de acciones acordadas ordenadas, consecutivas y planificadas. Poner a trabajar un de diferentes elementos para obtener un resultado Implica que tenemos que planificar, organizar y las diversas tareas del proceso con el fin de generar ciertos resultados. por medio conjunto específico. ordenar 4. Facilitar Ayudar al grupo para que se realice el trabajo, averiguando qué es lo que quiere hacer el grupo y proponiendo algunas técnicas o dinámicas para lograrlo no es el experto o la única persona con todo el conocimiento o información. Tiene como tarea asegurarse que todos los integrantes del grupo escuchen a los demás, puede hacer preguntas para ayudar al grupo a decidir qué es lo que tienen que hacer y alienta a que el grupo se evalúe a sí mismo y determine cuán “bien” les ha ido 5. Organizar Es un proceso comunidad se cooperación manera mediante el cual un grupo de personas o una comunica, y manifiestan actitudes de entre sí y tienen la disposición de actuar de coordinada, identificando sus necesidades u objetivos, dando un orden de prioridad, y encontrando los recursos internos y/o externos necesarios para lograrlos. 6. Comunicar El animador sociocultural tiene que utilizar una manera de comunicarse verbalmente con los demás que ayude a resolver conflictos, mejore las relaciones consigo mismo y los demás, y ayuda a aclarar y definir los valores y principios que rigen la propia vida y el grupo. La esencia en la intención de conectarse con empatía y compasión. con radica 7. Respetar la diversidad Vivimos en un mundo de diversidad, tenemos la responsabilidad de promover acciones educativas que reconozcan y valoren estas diferencias, Para el desarrollo emocional de las personas es necesario sentirse apreciados, respetados, y valorados en su persona, por esto, promover actividades en donde se entienda que ser diferente, de sexo, de cultura o de capacidad, no significa ser inferior. Toda la gente tiene el derecho de ser tratado igualmente con respeto, y consideración. 8. Buscar sustentabilidad Elaborar proyectos o actividades basados en el desarrollo sustentable, buscar procesos integrales que exijan a los distintos actores del grupo o de la sociedad los compromisos y responsabilidades pertinentes en la realización de las actividades cuidando la postura económica, política, ambiental y social, para una adecuada calidad de vida, para nosotros y las generaciones futuras. FUNDAMENTOS DE LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL La numerosa literatura ya existente sobre Animación Sociocultural ha permitido avanzar en la identificación de sus elementos básicos, demostrando ser útil para promover su discusión teórica y su puesta en práctica. La integración de las distintas facetas de este amplio concepto requiere adoptar un planteamiento multidisciplinar que fundamente su base teórica con el concurso de ciencias como la antropología, la psicología y la sociología. 3.1. Fundamentos antropológicos Atendiendo a su sentido etimológico, el término antropología parece claro: el estudio del hombre en su compleja realidad tanto biológica, como histórica, cultural y social, esto es, en su totalidad. Entre las distintas ramas de la misma, nos interesan especialmente la antropología cultural y social y la pedagógica. La primera se ocupa del análisis y descripción de las culturas y de las sociedades, la segunda de la persona como un ser-en-formación, pues ambas dimensiones están presentes en la Animación Sociocultural. Dentro de esta perspectiva antropológica se han de subrayar sus aportaciones sobre la singularidad del individuo, su socialización cultural y sus posibilidades perfectivas como ser susceptible de mejora y como ser inacabado que necesariamente tiene que hacerse. La diferencia fundamental que proporciona la singularidad del ser humano radica en la estructura de su comportamiento, puesto que rompe la relación directa entre estímulos y respuestas, propia de los animales, mediante la reflexión y la selección entre diversas alternativas y variables en las respuestas. El ser humano recibe impulsos internos o externos, los interpreta y los ordena conforme a sus deseos, respondiendo con arreglo a sus principios éticos o, simplemente, a su voluntad. La persona es un ser susceptible de formación como ente inacabado, situado entre su dotación genética y su ubicación social. Se ha señalado que es un animal no determinado, al que se ha de considerar como un ser en construcción entre la naturaleza y la cultura. De hecho, la socialización desde la antropología se entiende como adquisición de los patrones de cultura presentes en el medio, denominándose aculturación a los cambios que experimenta una cultura por el dominio de otra. Volviendo a la idea del ser humano como realidad inacabada, sin duda que la educación y la Animación Sociocultural contribuyen decisivamente a que ese hombre se vaya haciendo en el ser consigo mismo y con los otros, lo que conduce al concepto de educabilidad. Esta noción se refiere a la capacidad humana para adquirir nuevas actitudes, destrezas y conocimientos, para modificar el medio en función de intereses vitales o de necesidades culturales y para desarrollarse en distintos contextos, punto básico de toda acción pedagógica y sociocultural. La función de la Animación Sociocultural en las cuestiones planteadas, en tanto ámbito en el que la persona es el centro de todo desarrollo, reside en propiciar la reflexión del hombre sobre sí mismo, su apertura al mundo y que descubra el significado de su vida. Fundamentos sociológicos Los fundamentos sociológicos de la Animación Sociocultural son objeto de consideración y estudio desde el momento en que gracias a ésta el individuo se compromete en actividades encaminadas al bien de la sociedad, cuyos principales rasgos son la evolución tecnológica, el incremento del tiempo de ocio, la voluntad de democratización y la necesidad de cultura. Una cuestión sobresaliente con la que está directamente relacionado el ámbito que nos ocupa es el fenómeno de la socialización. Por socialización se entiende el proceso de interacción entre la sociedad y el individuo, por el que se internalizan las pautas, costumbres y valores compartidos por la mayoría de los miembros de la comunidad. Por medio de la socialización se integra la persona en el grupo, se adapta a las instituciones, convive con los demás y recibe la influencia cultural, de modo que se vigoriza el desarrollo de su personalidad. La socialización se caracteriza por ser una capacidad de relación con los otros, de inserción social en cuanto introduce al individuo en el grupo y le convierte en uno de sus miembros, de convivencia con los demás sin la cual la persona se empobrecería y, al tiempo, constituye un aprendizaje mediante el que se realizan y desarrollan las posibilidades humanas de asimilar la conducta aceptada por el grupo. De acuerdo con lo expuesto, la Animación Sociocultural contribuye a la socialización y a la transmisión de los modelos culturales propios de un pueblo e intenta potenciar la asimilación e internalización cultural con el fin de que la persona sea capaz, no sólo de asimilar los peculiares valores culturales de su pueblo, sino de potenciarlos y de crear otros nuevos. En cuanto al cambio social, es indudable que en el mismo desempeñan un papel crucial las acciones socioculturales, al impulsar los procesos de dinamización de las personas hacia la participación en todos los sectores sociales y políticos, de reflexión sobre las experiencias vividas, de identificación de valores y en la construcción de una organización personal al objeto de propiciar un desarrollo autónomo. En otro orden de cuestiones, ha de hacerse mención al fenómeno social del tiempo libre y el ocio como contexto privilegiado de la Animación en la medida en que se ponen en juego actitudes y valores diferentes de los que presiden el entorno laboral, introduciendo una dinámica nueva de las relaciones en el conjunto de la vida social. 3.3. Fundamentos psicológicos Los componentes psicológicos de la Animación Sociocultural se relacionan con la necesidad humana de aprender y con la comunicación interpersonal. La primera cuestión se concibe como un medio primordial para irse superando constantemente en el campo social, económico, de desarrollo personal o profesional, de conocimiento del mundo, etc... La mayoría de las teorías sobre la motivación contemplan el concepto de necesidad, dada la especial incidencia de éstas en las primeras. La motivación viene a ser la fuerza que empuja a la persona a comportarse de una forma determinada. En el aprendizaje, la motivación se compone de factores de contenido, novedad, asequibilidad, responde a aspectos como ser aceptado, deseo de sobresalir y se encuentra relacionada, por lo general, con la satisfacción de carencias personales. Se entiende por necesidad «la discrepancia existente entre la situación real y la deseada, susceptible de ser eliminada o reducida por medio de la aplicación de intervenciones apropiadas». Entre los modelos de sistematización de las necesidades, probablemente el más aceptado sea el de Maslow (1991), que establece la siguiente estructura piramidal de las mismas: Esta distribución significa que al individuo le afectan, en primer lugar, las necesidades básicas como las fisiológicas y, a medida que las consigue, aparecen las de niveles más elevados. Dado que las carencias predisponen o impulsan a determinados aprendizajes, la tarea esencial del animador sociocultural, en este caso, será ayudar a su diagnóstico, para planificar los procesos adecuados. La comunicación interpersonal es un proceso que implica relaciones dinámicas, cambiantes y elementos que interaccionan e influyen unos en otros. Es una de las necesidades más fuertes sentida por las personas. Todo individuo necesita vitalmente emitir, transmitir y recibir ideas, sentimientos, emociones... En este término, que comprende tanto la comunicación verbal como no verbal, está incluida la idea de transmitir y también de reciprocidad, pues abarca la capacidad de ponerse en relación y de interactuar unos con otros. Sin ella seria imposible la vida en grupo y los individuos permanecerían aislados. Evidentemente, las formas de comunicación hoy día han cambiado sensiblemente con el gran desarrollo alcanzado por las técnicas de información y comunicación. El descubrimiento de las necesidades comunicativas de un colectivo determinado, la reflexión sobre las formas específicas que adopta y el consiguiente análisis de las mismas es un elemento sustancial en todo proceso de la animación de grupos.