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APUNTES DE ÉTICA. PROFESORA: CHARO MORATA 7. La persona como ciudadano de la Era Contemporánea 7.1. Ciudadano y política. Concepto de democracia La democracia es la forma de gobierno que caracteriza a un Estado en el que los ciudadanos, a través de sistemas de representación política más o menos directa, elaboran y establecen las leyes a las que debe sujetarse su propia actuación. En las sociedades democráticas, la soberanía corresponde al conjunto de los ciudadanos, quienes la ejercen, con arreglo a la ley y por medio de sus representantes, desde las distintas instituciones políticas (ciudadanas) del Estado. Uno de los rasgos que distingue esencialmente a la democracia de otras formas de gobierno como la aristocracia, la oligarquía o los regímenes feudales es justamente el reconocimiento de que: todos los ciudadanos son iguales ante la ley (isonomía); todos tienen el mismo derecho a participar en los asuntos públicos (isegoría); todos tienen originariamente o "por naturaleza" el mismo poder (isocratía); y todos tienen igual derecho a expresar libremente su opinión o su parecer (parrhesía). En una democracia, nadie está exento de la obligación de cumplir las leyes y todos los ciudadanos han de ser tratados del mismo modo en relación con las mismas. Tanto desde una perspectiva política como desde una perspectiva jurídica, nadie es de antemano más que nadie, en una democracia. 7.2. El sistema de representación y participación ciudadana. Los partidos y el pluralismo político Pero ¿cómo hacen efectiva los ciudadanos su participación? En la inmensa mayoría de los estados democráticos modernos la participación ciudadana se lleva a efecto mediante el llamado "sistema de partidos". Los partidos políticos son organizaciones civiles que surgen cuando se ha reconocido al pueblo el derecho a participar en el gobierno del Estado y son el vehículo a través del cual, el pueblo, hace efectiva dicha participación. Los partidos hacen públicos sus programas de gobierno, las ideas y los principios políticos que orientarían su actuación en caso de obtener el apoyo ciudadano suficiente para formar parte del Gobierno de la Nación. Y, cada vez que se abre un proceso electoral, los ciudadanos votan al partido cuyo programa de gobierno consideran más adecuado (el cual lo defenderá en las instituciones y foros políticos preestablecidos por la ley al efecto). Para que este sistema de representación y participación cumpla satisfactoriamente las expectativas democráticas que hay depositadas en él, han de cumplirse algunas condiciones: El voto de los ciudadanos ha de ser individual, privado, intransferible, innegociable, totalmente libre y secreto. El Estado debe garantizar el pluralismo político. Siempre que se respete la ley de constitución de partidos, cualquier grupo de ciudadanos tiene derecho a formar un partido político, elaborar un programa de gobierno y presentarse con él a las elecciones. El Estado debe garantizar que todos los partidos políticos que se presentan a las elecciones compitan en igualdad de condiciones. El resultado de las elecciones debe ser respetado por todos los ciudadanos, todos los partidos y todas las instituciones del Estado. Los procesos electorales han de celebrarse de forma periódica, con la regularidad y en el modo previamente establecido por la ley. (En España, por ejemplo, el Gobierno está obligado a convocar "elecciones generales" en un plazo máximo de cuatro años). 7.3. Concepto de Estado de Derecho Un "Estado de Derecho" es un estado sometido a la ley. En un Estado de Derecho la ley determina lo que cada una de las instituciones del Estado puede hacer y lo que no, establece las condiciones y los límites de la acción legítima de todos los componentes del Estado. En un Estado de Derecho nadie puede hacer nada que no permita la ley: ni los ciudadanos ni ninguna de las instituciones que les gobiernan. El presidente del gobierno, los ministros, los gobiernos autonómicos o regionales, los ayuntamientos, el parlamento, los jueces..., todos deben cumplir la ley sin excepción. Y si no lo hacen, deben responder de ello ante la autoridad judicial (que, como todas las demás instituciones del Estado, se halla también sometida a la ley). Por todo ello, es frecuente referirse al Estado de Derecho como a un "imperio de la ley". 7.4. La división de poderes De este modo, el poder del Estado quedaría dividido en tres poderes, cada uno de los cuales correspondería a una institución distinta: El poder de hacer las leyes, llamado poder legislativo, correspondería al Parlamento (en algunos campos, a las cámaras autonómicas o a los plenos municipales). El poder de aplicarlas o ejecutarlas, llamado poder ejecutivo, correspondería al Gobierno (central, regional o municipal). Y el poder juzgar el grado de cumplimiento de las mismas por parte de todos los ciudadanos e instituciones del Estado, llamado poder judicial, correspondería a los Tribunales de Justicia. 7.5. Democracia, Constitución y Estado de Derecho La Constitución es un ingrediente fundamental del Estado de Derecho. En un Estado de Derecho "la última palabra" en materia de leyes la tiene siempre la Constitución. En un país como el nuestro, no bastaría, por ejemplo, con que una gran mayoría de la población desease la expulsión de una minoría étnica de la población para que ésta pudiese ser decretada por una ley, porque esa ley iría contra los derechos fundamentales de las personas, recogidos y amparados por la Constitución. 7.6. El Estado social y democrático de Derecho En el Artículo 1 de la Constitución española se dice expresamente que España es un "Estado social y democrático de Derecho". Pero ¿qué debemos entender por esta expresión?, veámoslo. El Estado democrático de Derecho a. Un "Estado democrático" es aquel en el que los ciudadanos participan de modo más o menos directo en el gobierno de la "ciudad". En un estado democrático, la soberanía corresponde al "pueblo" (demos) y éste la ejerce, con arreglo a la ley y por medio de sus representantes, desde las distintas instituciones políticas del Estado. Un Estado de Derecho es aquel en el que la actuación de todos sus integrantes se encuentra sometida incondicionalmente a la ley. En un Estado de Derecho ni siquiera la mayoría puede promover una actuación institucional contraria a la ley (por muy mayoritaria que sea la voluntad de hacerlo). El "Estado social" o Estado de Bienestar Pero la Constitución Española dice que España es un "Estado social", además de un Estado democrático de Derecho. ¿Qué significa esto? Se llama "Estado social" a aquél que se obliga a sí mismo, por medio de la ley, a proteger y a promover la justicia social y el bienestar de todos sus ciudadanos. Las medidas que los Estados sociales acostumbran a poner en práctica para lograr este objetivo son principalmente: Sistema de salud público. Sistema de enseñanza público. Sistema de protección contra el desempleo. Sistema de pensiones (para las personas mayores que terminan su vida profesional activa). Ayudas económicas para las personas sin recursos (para la adquisición de una vivienda digna, por ejemplo). Ayudas económicas para las personas con minusvalía o que han sufrido daños irreversibles a causa de algún accidente o enfermedad. Becas para realización de estudios. Ayudas económicas a las víctimas del terrorismo o de los malos tratos. Claro está que la adopción de todas estas medidas por parte de Estado tiene un elevado coste económico. El procedimiento mediante el cual el Estado social se provee de los fondos necesarios para atender a sus obligaciones sociales es el "sistema fiscal", la recaudación de impuestos a los ciudadanos. Ésta proporciona al Estado la financiación necesaria para desarrollar su política social. Política orientada, como hemos visto, a lograr una mayor justicia social, una distribución de la riqueza más equitativa, una protección económica para los más necesitados y unos servicios públicos (salud, educación, transporte) que garanticen el bienestar del mayor número posible de ciudadanos. 8. La diversidad social y cultural 8.1. El concepto de igualdad Podemos definir el concepto de igualdad como la equivalencia, correspondencia o conformidad entre dos elementos o cosas. Por ejemplo, imagina que estás comprando un objeto que vale un euro. En tu mano derecha tienes una moneda de un euro y en tu mano izquierda dos monedas de cincuenta céntimos. En esta situación es indistinto con qué monedas efectúes la compra, la de la mano derecha o las de la mano izquierda, ya que son equivalentes, son iguales. El concepto de igualdad se suele contraponer con otros tres conceptos: el concepto de diferencia, el concepto de diversidad y el concepto de desigualdad. • El concepto de "diferencia" puede tener matices positivos o negativos y muestra que dos cosas no son iguales, es decir, que no se corresponden. Por ejemplo, puedo hacer un pasatiempo en el que tengo que hallar siete diferencias entre dos retratos. • El concepto de "diversidad" suele tener matices positivos. Este concepto muestra que es bueno que en un determinado ámbito no todo sea igual, sino que haya variedad. Por ejemplo, imagina que tienes ante ti dos fruteros: en uno hay siete plátanos y en el otro hay frutas variadas. Si te dieran a elegir uno de los fruteros como regalo, es muy probable que eligieras el segundo, pues es más diverso. • Finalmente, el concepto de "desigualdad" suele tener matices negativos pues denuncia situaciones de injusticia. Por ejemplo, si decimos que en el mundo existe un reparto de la riqueza desigual, estamos evidenciando que algunas personas son inmensamente ricas mientras que otras son enormemente pobres. Una vez hecha esta distinción, vamos a profundizar en el concepto de "igualdad". Este concepto ha sido muy importante a nivel socio-político, pues especialmente a partir de la época ilustrada (siglo XVIII) ha habido grupos de personas que han luchado a favor de la igualdad en términos sociales y políticos. Este tipo de igualdad se denomina "igualdad de derechos y oportunidades". Así ocurrió durante la revolución francesa, momento en el que se acuñó la célebre proclama "libertad, igualdad y fraternidad". Sobre esta misma base se asentaron los cimientos de la Declaración Universal de los Derechos humanos, proclamada por la ONU el 10 de diciembre de 1948. En ella se defendía que ningún ser humano podía ser infravalorado por su raza, color, sexo, idioma, religión u opinión política. En definitiva, la igualdad como equivalencia supone que no se dé un trato discriminatorio a ninguna persona y que todas ellas tengan el mismo valor o "dignidad" a todos los efectos. 8. 2. El concepto de discriminación y su tipología La palabra "discriminar" proviene del latín discriminare y en su primera acepción alude a seleccionar algo o a alguien excluyendo a los demás. Discriminar consiste en dar trato de inferioridad a una persona por motivos raciales, religiosos, políticos o económicos. Generalmente, al hablar de discriminación nos referimos a la discriminación en sentido negativo, pues se está tratando indebidamente a una persona por causas injustificadas. Ahora bien, actualmente existe también una medida política denominada "discriminación positiva" que consiste en ayudar a un colectivo desfavorecido de la sociedad para que pueda conseguir la equidad social. Los tipos más frecuentes de discriminación negativa son los siguientes: a) Discriminación racial o étnica: tiene lugar cuando una persona, o grupo humano, es tratada como inferior por su pertenencia a una determinada raza o etnia. Así ha ocurrido históricamente con los indios americanos, los judíos, los gitanos, los negros, etc. b) Discriminación religiosa: se da cuando una persona, o grupo de personas, recibe un trato desfavorable por no practicar la creencia religiosa mayoritaria de la sociedad en la que vive o por no profesar creencia alguna. c) Discriminación política: tiene lugar cuando algunas personas no pueden expresar libremente sus convicciones políticas porque viven bajo el yugo de gobiernos totalitarios o dictatoriales. d) Discriminación sexual: se ha producido a lo largo de la historia debido a que se consideraba que los varones eran superiores a las mujeres, de manera que ellas quedaban relegadas al ámbito doméstico, pues se pensaba que no tenían capacidad intelectual ni fuerza física suficiente para el trabajo e) Discriminación de nivel cultural y económico: se produce cuando algunas personas consideran a otras inferiores por no haber tenido acceso a la misma formación o por no disfrutar de una buena situación económica. f) Discriminación estética: se produce cuando una persona es tratada de forma inferior porque su imagen personal no encaja con el ideal de belleza establecido en la sociedad en la que vive. g) Discriminación por edad: tiene lugar cuando se trata con inferioridad o se menosprecia a las personas que no tienen una determinada edad. Generalmente goza de mejor consideración social la franja de edad en la que sus miembros están insertos en el mundo laboral (aproximadamente 25-60 años). h) Discriminación por discapacidad: se manifiesta cuando una persona es menospreciada o infravalorada por sufrir algún tipo de discapacidad, bien sea física o mental. i) Discriminación por enfermedad: se produce cuando algunas personas son tratadas con cierto recelo o desprecio por el hecho de estar enfermas. Con el fin de atajar el problema de la discriminación, gran cantidad de asociaciones que protegen los derechos de los colectivos discriminados procuran concienciar a la sociedad y hacer que reflexione sobre su comportamiento, de manera que las conductas discriminatorias se eviten en la medida de lo posible. 8.2.1. Causas de la discriminación a) Circunstancias socio-económicas: Las circunstancias de tipo social y económico pueden ser determinantes para el surgimiento de conductas discriminatorias, ya que una mala situación socio-económica establece un ambiente más proclive a la discriminación. b) Ideología: Una causa frecuente de discriminación es la ideología, ya que existen corrientes de pensamiento que validan la segregación y el trato de inferioridad a determinados grupos humanos. Una ideología constituye un conjunto de creencias que contiene sus propias teorías, emblemas, música, desfiles, etc. c) Miedo: En el caso de que un grupo poderoso de personas practique la discriminación con asiduidad, cabe la posibilidad de que alguno de sus miembros esté disconforme con determinadas prácticas pero no se atreva a expresarlo por miedo a las consecuencias. d) Personalidad dócil e imitativa: Hay personas que no son críticas realidad que les rodea. Actúan del comportándose de forma imitativa y ocasiones las personas que discriminan con su entorno, no cuestionan la mismo modo que sus allegados, según la costumbre. En numerosas no se han planteado por qué están discriminando a una persona, si hay motivos reales para hacerlo o si simplemente se están dejando llevar por la opinión de otros. e) Inconsciencia: Determinadas prácticas discriminatorias constan de varias etapas, de manera que si se divide el trabajo a realizar entre varias personas ninguna de ellas será consciente de la verdadera magnitud del horror con el que está colaborando. f) Lucha de intereses: Frecuentemente, los grupos humanos se encuentran con un serio problema: hay más personas en el grupo que bienes o alimentos. Al plantearse un conflicto de intereses, hay personas que no saben resolver el conflicto y actúan de forma violenta. 8.2.2. Causas de la desigualdad Tal y como vimos más arriba, hay colectivos que se encuentran en situación de desigualdad socioeconómica, lo cual les hace vulnerables y posibles víctimas de discriminación. Las causas de la desigualdad son también muy diversas: a) Circunstancias familiares y estatales: Hay personas que tienen la fortuna de nacer en países o en familias con una buena situación económica. No es este el caso de muchos millones de personas que viven en la extrema pobreza. Dicha situación, en gran parte azarosa, determinará en buen grado sus vidas futuras y les colocará en una situación de partida desigual. b) Circunstancias vitales: Un revés de la fortuna puede suponer que una persona que se hallaba en una buena situación económica se encuentre repentinamente con serias dificultades financieras. El cambio de situación podría deberse a un inadecuado análisis de riesgos, a un comportamiento poco realista o simplemente a un cambio de la situación consecuencias nefastas para la ciudadanía. económica mundial con c) Circunstancias sociales: Si bien la desigualdad puede conllevar la discriminación, una discriminación social también puede crear o aumentar una desigualdad. Por ejemplo, si una mujer es discriminada por serlo a la hora de conseguir un puesto de trabajo, su situación personal y económica se resentirá, de manera que la desigualdad quedará subrayada. 8.2.3. Racismo y xenofobia • Racismo El racismo es una actitud discriminatoria que consiste en considerar que las personas que tienen unos determinados rasgos físicos, como por ejemplo un tono de piel diferente, son por ello inferiores intelectual, social y moralmente al resto de personas que no tienen esos rasgos. En este sentido, una persona racista tiene la creencia de que existe una jerarquía de razas humanas inmutables con determinadas diferencias genéticas. • Xenofobia Etimológicamente "xenofobia" significa "miedo al extranjero". Esta actitud de se da cuando una persona siente miedo o rechazo hacia otra persona que ha llegado a su territorio procedente del exterior. Habitualmente aflora cuando una persona se siente amenazada por otra recién llegada a la que no conoce y piensa que esa persona va a hacer que su bienestar decrezca. De ahí que la xenofobia se presente frecuentemente asociada a otra actitud denominada por la filósofa Adela Cortina como "aporofobia" o rechazo del pobre o persona sin recursos económicos. Es decir, si la persona que llega desde el extranjero es alguien con abundante dinero resulta más extraño que se den comportamientos xenófobos, pues el nativo de la zona cree que va a salir muy beneficiado. Por el contrario, si la persona que llega del exterior tiene pocos recursos económicos es más frecuente que se produzca rechazo, ya que el nativo no siempre tiene una actitud de apertura al otro. 9. La era de la globalización. 9.1. El debate sobre la globalización Los partidarios de la globalización Para los defensores de la globalización, la interrelación creciente entre todos los habitantes del mundo es positiva y beneficiosa. La globalización económica está expandiendo por todo el mundo la producción y el comercio. La economía debe basarse en garantizar la libertad económica que estimula el progreso y el empleo. De esta forma se contribuye al desarrollo y la prosperidad de todos los países del mundo. La globalización cultural permite que además de los gustos y las modas, se extiendan los logros de la democracia, la libertad y los derechos humanos por todo el planeta. Todas las personas del mundo podrán compartir una serie de valores comunes, con lo que surgirá una cultura universal de la que todos formaremos parte. Este proceso favorecerá la comprensión y el diálogo basados en el respeto a los valores básicos aceptados por todos. La globalización informativa fomenta la transparencia porque permite que sepamos lo que ocurre en cualquier lugar del mundo. Los ciudadanos tenemos cada vez más y mejor información, con lo que podemos saber lo que ocurre para tomar nuestras decisiones de manera responsable. La globalización política está contribuyendo a crear instituciones capaces de afrontar los problemas de nuestro mundo. Los países están haciendo un esfuerzo para integrarse y actuar conjuntamente, como sucede por ejemplo en la Unión Europea. Los críticos de la globalización Los críticos de la globalización creen que el proceso actual de interrelación mundial no beneficia a todos por igual, por lo que piensan que el rumbo de la globalización debería cambiarse. La globalización económica no es justa, porque beneficia a los países ricos y perjudica a los países pobres. El comercio es desigual y las organizaciones económicas internacionales favorecen a los poderosos. Además, una verdadera extensión del desarrollo a todo el mundo sería insostenible porque no habría suficientes recursos si todas las personas del mundo viviésemos como los habitantes de los países ricos. La globalización cultural está imponiendo por todas partes las costumbres, la lengua y la forma de vivir de los países dominantes. Se están destruyendo muchas formas culturales locales y diversas que existían hace unas pocas décadas. Las culturas minoritarias y las lenguas con pocos hablantes están amenazadas y podrían desaparecer. Este proceso actúa extendiendo una lógica individualista y mercantil por todos los rincones del planeta. La globalización informativa deja mucho que desear porque la abundancia de información no nos está sirviendo para comprender mejor lo que sucede ni para elegir libremente. Los medios de comunicación tienden a estar concentrados en unas pocas manos, y sus contenidos son muchas veces superficiales o publicitarios. Harían falta formas de comunicación alternativas, que fueran verdaderamente plurales e independientes. La globalización política es insuficiente porque todavía existen muchas barreras para el movimiento de las personas, aunque el dinero y las mercancías pueden moverse libremente por el mundo. Además, las organizaciones internacionales no han conseguido todavía globalizar la justicia, la igualdad, la ciudadanía democrática o los derechos humanos. 9.2. Ciudadanía global Hoy en día ya no podemos considerarnos únicamente ciudadanos de la nación en la que hemos nacido, porque los problemas a los que nos enfrentamos son mundiales. El mundo globalizado de nuestro tiempo es un espacio sin fronteras en el que todos estamos interrelacionados. Por eso tenemos que actuar como ciudadanos del mundo ejerciendo una ciudadanía global que debería cumplir los siguientes requisitos: Promover la justicia a escala global. Defender un modelo de desarrollo sostenible. Respetar con la diversidad. Impulsar la igualdad entre todas las personas. Apostar por el diálogo y la resolución pacífica de los conflictos. Fomentar la solidaridad. La globalización de los derechos humanos, de la justicia y de la libertad es sin duda un requisito imprescindible si aspiramos a construir entre todos una ciudadanía verdaderamente democrática que nos permita hacernos dueños de nuestras propias decisiones conjuntas mediante el diálogo y el ejercicio de la democracia a nivel mundial. 10. La cultura de la paz en la era contemporánea (documentos sobre L. Tolstoi y Gandhi) La utopía de la paz de León Tolstoi León Tolstoi (1828-1910) fue un importante escritor ruso que sentaría las bases de un movimiento pacifista de gran magnitud. Se puede decir de él que fue un terrateniente que liberó a sus siervos y transformó sus tierras, Yasnia Polaina, en una extensa escuela para los pobres analfabetos campesinos, que fue un militar que renunció al ejército por adoptar una posición contraria a las armas y a la guerra y que fue un noble que rechazó sus títulos para promover una regeneración de los principios cristianos pacifistas. A parte de su gran actividad novelística en la dirección de su pacifismo neocristiano su obra más importante es la que lleva por título: El Reino de los Cielos está en vosotros. Una obra en la que proclamaba como principal principio el de la resistencia no-violenta al mal. Para Tolstoi el Dios cristiano es un Dios interior presente en la conciencia de todo ser humano. Es desde tal posicionamiento desde el que recoge, enlaza y sintetiza las ideas de noviolencia, paz y desobediencia civil. A su juicio toda transformación social tiene que comenzar por una transformación individual, de ahí que en su obra antes mencionada se exprese del siguiente modo: "Los hombres creen que su condición mejora cuando las formas exteriores de vida se modifican. Pero esta modificación procede siempre del desarrollo de la conciencia. Solo esta evolución de la conciencia conduce a una vida mejor. Y no sólo la condición humana no experimenta mejoramiento alguno si nada cambia en la conciencia, sino que, en la mayoría de los casos, empeora" (Tolstoi El Reino de los Cielos está en vosotros). Al contrario que el marxismo, que le criticó duramente por rechazar la violencia como medio de transformación de las condiciones sociales de los oprimidos, Tolstoi pensaba que primero tenían que transformarse las conciencias para que, a partir de una minoría interiormente evolucionada, se produjese la extensión y transformación posterior de las estructuras sociales y de las formas de vida entre los hombres. Ese fue su testamento vital, humano y espiritual, dejando el camino abierto para que el siguiente gran hombre de la cultura de la paz, uniendo todas las tradiciones pacifistas, extendiese dicha tradición a nivel universal. El sincretismo pacifista de Mahatma Gandhi Todas las corrientes del pacifismo confluyen en la figura de Mohandas Karmchand Gandhi (1869-1948), máximo exponente del pacifismo contemporáneo. Conocedor de todas las variantes que hemos expuesto con anterioridad, Gandhi, revitalizó el pacifismo a través de la filosofía y de la práctica de la no-violencia, concepto considerado como piedra angular o base fundamental de su sistema espiritual, filosófico y ético, de una cultura para la paz. El concepto de no-violencia de Gandhi se remonta al antiguo concepto sánscrito de Ahimsa, pero vinculándolo, en su caso, a la desobediencia civil de Thoreau (que primero llevó el nombre de resistencia pasiva), a la transformación interior del cristianismo agustinista y franciscano, así como a las propuestas que hemos visto de Tolstoi, con quien mantuvo correspondencia. En una carta fechada el mismo año de su muerte el gran escritor ruso preveía la dimensión que iba a alcanzar, tanto en la teoría como en la práctica, el movimiento pacifista liderado por Gandhi, que había comenzado en Sudáfrica, enfrentando a la comunidad india de manera pacífica contra las leyes segregacionistas del gobierno de esa región: "Acabo de recibir su carta y su libro Indian Home Rule. He leído el libro con enorme interés porque creo que el tema que trata usted en él -la resistencia pasiva- es una cuestión de gran importancia, no sólo para la India sino para toda la humanidad" (Carta de Tolstoi a Gandhi del 8 de mayo de 1910). Entre sus múltiples escritos es importante para adentrarnos en el pensamiento de Gandhi su propia autobiografía, titulada: La historia de mis experiencias con la verdad. Una obra en la que narra todo su itinerario vital, humano y espiritual. La lucha no-violenta o resistencia pasiva de Gandhi tuvo su mayor éxito al ser el medio y el método a través del cual la India consiguió su independencia y dejó de ser dominada por el Imperio Británico. No todos los objetivos de Gandhi se cumplieron, ya que cosechó algunos fracasos: a. Uno de ellos fue el de la eliminación del sistema de castas hinduista, que generaba la segregación de los parias o intocables, aún hoy vigente. b. Otro de ellos fue el intento ecuménico de unión de todas las religiones bajo el concepto de la paz y la no-violencia como principio ético universal (donde Dios, Buda, Jesús y Mahoma son considerados como mensajeros de la paz). c. El tercero de sus grandes fracasos fue su intento de mantener la unidad de lo que hoy son la India (hinduismo) y Pakistán (islamismo), escindidos por motivos religiosos. Consiguió, eso sí, sin violencia alguna por su parte ni por la de sus millones de seguidores, la expulsión de los británicos y la independencia de la India, pero para ver con tristeza como se dividía su patria en dos países. El joven Gandhi había quedado fuertemente impresionado, tras educarse en Londres como abogado y viajar a ejercer en Sudáfrica, por la noción jainista de "devolver bien por mal", germen de su concepto primordial de no-violencia. Al unir la idea de no provocar el mal con la idea de la firmeza en la Verdad interior, Gandhi, forjaba un potente pero pacífico revulsivo social, tanto más efectivo cuanto más numerosos eran sus seguidores. En un artículo publicado en el periódico Young India del 9 de marzo de 1920 ya se explicaba Gandhi con completa seguridad en sus ideas y lo hacía de la siguiente forma: "La no-violencia completa es ausencia completa de mala voluntad hacia todo lo que vive. La no-violencia es su forma activa, es buena voluntad hacia todo lo que vive. Amor perfecto". Y en otro artículo de madurez ya fechado el 4 de noviembre de 1926 y publicado en el mismo medio, precisaba: "Ahimsa no es únicamente no matar. Himsa es causar sufrimiento o destruir una vida, sea por ira, bajo el dominio del egoísmo o con el deseo de realizar el mal. Abstenerse de obrar así es ahimsa. Tal actitud es la que se propone que la humanidad alcance tanto en la mente, como en la palabra y en la acción". Gandhi, no distinguiendo entre fines y medios, fue quien con más insistencia propuso la utilización como método de la no-violencia, como medio para la consecución de unos objetivos sociales y políticos, la misma noción, pues la paz era el medio y la paz era la finalidad. Los procedimientos de la no-violencia empleados por Gandhi y sus seguidores fueron muy numerosos. Entre ellos podríamos destacar los siguientes, que se encuentran todos ellos entrelazados entre sí: a. El testimonio no violento y pacificador, bien por medios orales bien por medios escritos. b. Las manifestaciones públicas pacíficas, los ayunos, las huelgas de hambre o de brazos caídos. c. La no-cooperación o boicot como negativa a servir a una causa injusta o a un régimen opresor. Aunque eso conllevase la cárcel o la muerte. d. La desobediencia civil de las leyes injustas y el no acatamiento de las órdenes de un sistema tiránico o despótico. Además, por tanto, de constituir la no-violencia una fuerza pacífica de presión social, podemos observar como, al mismo tiempo, se la presenta como una firme actitud ética en la vida. Una actitud que se presentaba como amor, inocencia y buena voluntad hacia todo lo existente. De ahí que Gandhi profesara y promoviera el vegetarianismo como la forma de alimentación menos dañina e investigara en lo que denominaba, "experimentos con la Verdad", sobre la manera de elevarse a un nivel de conciencia superior. Otro de los elementos fundamentales del pensamiento activo de Gandhi fue su interés por cualquier proceso de desarme, ya que a su juicio, uno de los problemas fundamentales de nuestro mundo era y es el de que los Estados inviertan en armamentos presupuestos que podrían erradicar el hambre del planeta. Su actividad de promoción de la paz mundial no cesó hasta que fue asesinado en su India natal el 30 de enero de 1948. Otros grandes activistas de la cultura para la paz seguirán sus enseñanzas y algunos otros de gran talla moral y personal, paradójicamente, morirán también a manos de la violencia asesina que con tanto fervor combatieron. Entre los no-violentos que acabaron siendo víctimas de la violencia se encuentran personalidades como la del baptista Martin Luther King o el cantante John Lenon. Sus injustos asesinatos reforzarían su memoria y sus ideas, quedando como testimonios de la divisa socrática que declaraba como mejor el padecer la injusticia a cometerla. Todos ellos han inspirado a Premios Nobel de la Paz como Nelson Mandela, Rigoberta Menchú o Teresa de Calcuta. (buscar información sobre estos personajes) 11. MUJERES E IGUALDAD 11. 1. Causas y factores de la discriminación de las mujeres El problema de la discriminación de las mujeres es multicausal. A continuación analizaremos los principales factores que han provocado la discriminación de este colectivo: Circunstancias socio-políticas: A lo largo de la historia, la mayoría de las sociedades humanas se han organizado en estructuras patriarcales, de manera que la autoridad, el liderazgo y el poder eran ejercidos por los varones, estando las mujeres y los hijos subordinados a ellos. Circunstancias económicas: las sociedades patriarcales se han caracterizado por la división sexual del trabajo, de manera que los varones salían fuera del hogar para ganar un salario mientras que las mujeres se dedicaban a las tareas domésticas y al cuidado de hijos y enfermos. La no remuneración del trabajo femenino ha supuesto su total dependencia económica del "padre de familia". Pensamiento androcéntrico: Dado que los varones eran quienes poseían los medios para estudiar, formarse e investigar; sus teorías científicas, filosóficas y políticas enseñaban un modo de comprender la realidad en el que ellos mismos, en tanto que varones, eran más relevantes que las mujeres, siendo ellas descartadas de sus estudios o consideradas de forma estereotipada. Lucha de intereses: Una vez que los varones detentaban el poder, gran parte de ellos se opusieron a las vindicaciones femeninas surgidas a raíz de la Ilustración, pues eran reacios a perder sus antiguos privilegios. Sin embargo, otros hombres como Condorcet y Mill apoyaron el cambio social necesario para que las mujeres alcanzasen la igualdad de derechos. 11. 2. La lucha por la igualdad de derechos de las mujeres El feminismo es un movimiento social, político y filosófico cuyo objetivo consiste en alcanzar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Este movimiento surgió en el siglo XVIII, momento en el que las ideas ilustradas acerca de la igualdad entre todos los seres humanos calaron en las mentes de algunas mujeres, las cuales comenzaron a reivindicar sus derechos. En 1791, la literata francesa Olympe de Gouges escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana al considerar que la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano proclamada por la Revolución Francesa no amparaba a la mitad de la humanidad, es decir, a las mujeres. El primero de los diecisiete artículos que componen su declaración afirma lo siguiente: La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común. Desafortunadamente, las palabras de Olympe de Gouges tardaron mucho tiempo en ser tenidas en cuenta, pues su autora fue ajusticiada en el cadalso por apoyar la causa de los girondinos. No obstante, en la actualidad su declaración es considerada como uno de los grandes alegatos escritos a favor de las mujeres. En 1792, la filósofa y escritora inglesa Mary Wollstonecraft publicó su obra Vindicación de los derechos de la mujer, en respuesta a los escritos en los que Rousseau afirmaba que las mujeres debían recibir una educación diferente a la de los varones, pues ellas estaban hechas para agradar. En su obra Wollstonecraft defendía que las mujeres recibieran una educación de la misma calidad y extensión que la de hombres. De modo general, las mujeres del siglo XVIII reivindicaron el derecho a la educación, el derecho al trabajo, los derechos matrimoniales y el derecho al voto. Sin embargo, con el advenimiento del Código de Napoleón, las mujeres fueron de nuevo obligadas a obedecer a sus maridos sin poder ejercer una profesión. Al siglo XVIII se le denomina "la primera ola" del feminismo. La segunda ola del feminismo comenzó en el siglo XIX y finalizó a mediados del siglo XX. Uno de sus objetivos principales fue la reivindicación del derecho al voto, llevada a cabo por las sufragistas. Las sufragistas eran unas mujeres norteamericanas que ya tenían experiencia política, ya que habían defendido la abolición de la esclavitud y que después vindicaron el sufragio femenino. En 1848 sesenta y ocho mujeres y treinta hombres firmaron la Declaración de Seneca Falls o Declaración de sentimientos en la que se reivindicaban los derechos de las mujeres. Este texto es considerado uno de los primeros programas políticos feministas. Gracias a él, Wyoming se convirtió en el primer estado de los EEUU que reconoció el voto a las mujeres. Fue en 1869, veintiún años después de la declaración de Seneca Falls. Otro de los objetivos del feminismo de la segunda ola fueron los derechos laborales. Las mujeres cobraban un sueldo inferior al de los varones y no se veía con buenos ojos que desempeñasen tareas fuera del hogar. Entre las autoras que defendieron los derechos laborales de las mujeres destacan Flora Tristán y Rosa Luxemburgo. Ahora bien, las mujeres socialistas encontraron cierta resistencia en los varones obreros, los cuales defendían la igualdad de derechos de los obreros pero no tenían tan asumida la necesaria igualdad de las mujeres. Para convencerles, Flora Tristán redactó las siguientes palabras: A vosotros obreros, que sois las víctimas de la desigualdad de hecho y de la injusticia, a vosotros os toca establecer, al fin, sobre la tierra el reino de la justicia y de la igualdad absoluta entre el hombre y la mujer. Entre el final de la segunda ola del feminismo y el comienzo de la tercera se publicó una obra filosófica que supuso toda una revolución en el modo en el que las mujeres se concebían a sí mismas. Dicha obra se titula El segundo sexo y fue escrita por la filósofa existencialista Simone de Beauvoir en 1950. En su obra, Beauvoir analizó pormenorizadamente y a través de diversas disciplinas, cómo era la vida de las mujeres. Llegó a la conclusión de que gran parte de los rasgos que la sociedad consideraba femeninos no era más que una convención social, de manera que la subordinación a la que se veían abocadas las mujeres no tenía una causa biológica fundamentada sino una causa cultural. Esta tesis se resume en su famosa frase No se nace mujer, se llega a serlo. Traducido a numerosos idiomas, el libro de Beauvoir inspiró la tercera ola del feminismo, la cual se extiende hasta la actualidad. El feminismo de la tercera ola se caracteriza por la investigación, la reflexión y la publicación de obras emblemáticas como La mística de la feminidad de Betty Friedan y Política sexual de Kate Millet. A partir de los años 70, el feminismo se ha diversificado en diferentes corrientes de pensamiento, dando lugar a: el feminismo de la igualdad, el feminismo de la diferencia, el cyberfeminismo, el ecofeminismo y la teoría queer. En conclusión, actualmente no existe un único "feminismo" sino que hay distintos "feminismos" cuyas teorías no son coincidentes, aunque todos ellos tienen un único objetivo en común: lograr la igualdad entre hombres y mujeres. 11.3. El problema de la violencia contra las mujeres La violencia de género consiste en todo acto de violencia física o psicológica ejercida por un varón unido sentimentalmente a una mujer como manifestación de la situación de discriminación y desigualdad en la que ella se encuentra. Para prevenirla es importante, en primer lugar, que los varones sean conscientes de que sentir celos extremos, controlar, insultar, amenazar o incluso pegar a su pareja no es en modo alguno señal de que se la quiera más ni una manera saludable o ética de establecer relaciones afectivas. En segundo lugar, es necesario que las mujeres sean conscientes de que el maltrato no es tolerable en una relación de pareja, aunque haya problemas o conflictos que resolver. Es sumamente arriesgado creer que el maltratador es inmoral sólo debido a que está pasando una mala racha y que va a cambiar porque está arrepentido. Son muchos los maltratadores que vuelven a ser violentos, y cada vez lo son de forma más peligrosa, llegando incluso a asesinar a su pareja. Las cifras de la violencia contra las mujeres son escalofriantes. Cada año más de 50 mujeres mueren en España a manos de sus parejas o ex-parejas. En ocasiones la cifra de víctimas casi se duplica. Esta violencia incluye vejaciones, violaciones, estrangulamientos, disparos con arma de fuego, puñaladas, golpes, etc. Ante este panorama desolador, el Parlamento Europeo formuló una resolución en 1997, según la cual era necesario modificar las actitudes de la sociedad para que existiese tolerancia cero ante el maltrato a las mujeres. El maltrato es censurable éticamente y denunciable ante las autoridades. En esta línea, diversos gobiernos han articulado un marco legal que permita luchar contra esta lacra social. En España, desde el año 2004, existe la Ley Integral contra la violencia de Género. En consecuencia, ante una situación de maltrato, la mujer víctima de violencia de género tiene derecho a recibir plena información y asesoramiento, así como asistencia psicológica y apoyo social para su completa recuperación. La violencia de género deja secuelas en las mujeres que la sufren: ansiedad, angustia, estrés crónico, mareos, alteraciones gastrointestinales, problemas urinarios, depresión y baja autoestima. De ahí la importancia de los servicios e instituciones, como por ejemplo las casas de acogida o el Instituto de la Mujer, que colaboran para que las víctimas puedan recuperarse y reintegrarse con normalidad en la sociedad. 11.4. Buenas prácticas para la igualdad entre sexos Para lograr que nuestra sociedad sea más equitativa, instaurando unas relaciones entre hombres y mujeres que se basen en el respeto mutuo y la colaboración, existen una serie de medidas que es recomendable favorecer: Coeducación: tanto en el hogar como en la escuela, es de suma importancia que se enseñe a niños y niñas a valorarse y a respetarse desde un marco equitativo. Para ello es importante que en la escuela se enseñen las contribuciones de las mujeres al saber, se fomente el uso compartido del patio de recreo y se procure utilizar un lenguaje no sexista. Condiciones laborales: tanto hombres como mujeres deben cobrar el mismo salario si la tarea que desempeñan es la misma. Ambos deben tener las mismas posibilidades de promoción y ascenso. Se debe evitar y denunciar el acoso sexual en el trabajo. Las mujeres han de poder acceder a las profesiones de prestigio en igualdad de condiciones con los varones. Corresponsabilidad doméstica: todas las personas que compartan un hogar deben aprender a organizar un reparto equitativo de las tareas domésticas, de manera que cada una contribuya con su esfuerzo al bienestar del grupo. Las tareas domésticas no se limitan a cocinar o fregar sino que incluyen las gestiones administrativas, la economía familiar y el cuidado tanto de los otros habitantes del hogar como de animales y plantas que se encuentren en el mismo. Conciliación de la vida familiar y laboral: las empresas y organismos que empleen a profesionales, de ambos sexos, deben velar por la implantación de medidas que impulsen la conciliación de la vida familiar y laboral. Por ejemplo los permisos por maternidad y paternidad, el teletrabajo, el horario flexible y el servicio de ludotecas o guarderías. Con una buena aplicación de estas medidas se logrará una sociedad en la que hombres y mujeres podrán colaborar juntos en todos los ámbitos; compartiendo espacios, responsabilidades y proyectos. Dicha sociedad será beneficiosa para todo el mundo porque no sólo será una sociedad más equitativa, sino también una sociedad más justa, basada en el intercambio, la cooperación y la búsqueda de metas comunes. (debate sobre la violencia de género) 12. Nuestro compromiso con el medio ambiente. (trabajar sobre la Carta de la Tierra)