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"LA IMPORTANCIA DE LA ASOCIATIVIDAD EN LAS
MICROEMPRESAS DE MISIONES PARA EL DESARROLLO
REGIONAL"
Autores
Lic. MARCOS DANIEL BENITEZ - [email protected]
Cra. SUSANA CACERES – [email protected]
Cra. ZULMA LIDIA GERULA - [email protected]
Cra. GABRIELA VICTORIA LOPEZ - [email protected]
RESUMEN
Nuestra investigación tiene por objetivo elaborar un Manual de Gestión para la microempresa,
como herramienta esencial para la toma de decisiones, que garantice su sustentabilidad.
Reconocemos que estas organizaciones conforman un tejido social que mantiene vivo el
interior de las provincias, generando en la economía regional un efecto multiplicador.
Sin embargo, si bien las microempresas son generadoras de empleo y, por ende, necesarias en
épocas de crisis financiera y económica global como la actual, su extrema fragilidad nos lleva a
pensar en la construcción de un camino que posibilite su permanencia y sustentabilidad.
En este sentido, consideramos fundamental manejar la idea de asociatividad, como una
estrategia que involucra la participación voluntaria de pequeñas empresas en procesos cooperativos
para la generación de valor mediante la solución de dificultades comunes.
De esta manera, se logra mejorar su competitividad mediante la reducción de costos, la
especialización productiva, la complementariedad, el aumento de la productividad, la incorporación de
tecnologías, el acceso a la información de los mercados y el mejoramiento de las estrategias de
comercialización.
Este principio de asociatividad permitirá lograr la “gran organización”, conformada por la red
local que nuclee a las microempresas, posibilitando mayores niveles de desarrollo humano en la
región.
PALABRAS CLAVE
Asociatividad – microempresa – sustentabilidad – competitividad.
LAS MICROEMPRESAS EN MISIONES
La provincia de Misiones presenta una estructura económica basada en la agricultura, en la
foresto-industria y el turismo. Alrededor de estas actividades las unidades económicas se organizan
preferentemente como micro, pequeñas y medianas empresas, donde cobra significado la presencia de
la familia como administradora de su propio emprendimiento.
Esto ocurre en un contexto de crecimiento generalizado de las actividades económicas,
alentado principalmente por el desarrollo de la foresto-industria con base en las exportaciones por un
lado y, por el otro, por el fomento de la actividad productiva a través de la política de incentivos al
sector.
También, la salida de la convertibilidad, que favoreció un tipo de cambio competitivo para
determinados sectores de la economía, alentó el desarrollo de emprendimientos turísticos. Fomentados
por la creciente demanda de visitantes, tanto extranjeros como nacionales, y por el apoyo de políticas
estatales, Misiones asiste a la impronta expansiva que estas iniciativas marcan a lo largo de toda la
provincia. Así, pequeños emprendimientos de turismo de granjas, turismo ecológico, muestran el
desarrollo de un sector de servicios incipiente y de fuerte consolidación en los últimos años.
Por otro lado, existe una política de estado que alienta a los pequeños emprendimientos a
través de distintos programas. En muchos casos, el éxito de su continuidad se ve afectada por muchos
factores: inexperiencia, desconocimiento, falta de asesoramiento. Es decir, por un lado se advierte la
intencionalidad política de favorecer la economía formal propiciando iniciativas de creación y
fortalecimiento de la microempresa pero, por el otro, la ausencia de tradición empresarial en estas
familias, sumado al desconocimiento de las herramientas que pudieran dar lugar a una gestión
eficiente y eficaz, termina atentando contra la permanencia de estas organizaciones.
CONTRIBUCIÓN DE LAS MICROEMPRESAS AL DESARROLLO REGIONAL
Para poder entender por qué las microempresas contribuyen al desarrollo regional, es
importante enunciar algunas características que las distinguen del resto de las organizaciones
económicas. El criterio que seguiremos es el cualitativo, por ser el que mejor se adapta a esta línea de
razonamiento.
Gervais 1 enuncia como típicas de la pequeña empresa las siguientes:
 Por ser de dimensión chica la influencia que ejerce el dueño sobre la organización interna es
mucho más significativa que en la empresa grande.
 En este tipo de empresa no se distingue la figura del propietario de la del administrador, se
fusionan en una sola persona.
 Generalmente es una empresa familiar, con la problemática que ello implica.
 El personal de la empresa no se encuentra fuertemente sindicalizado; sus objetivos y aspiraciones,
si no coinciden con los del dueño, no generan mayores conflictos.
 Los mercados a los que se dirige suelen ser locales, de naturaleza limitada, sin mayores
conocimientos por parte del empresario de sus posibilidades de expansión.
Asimismo, la Asociación Argentina para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa, que
es una entidad no gubernamental sin fines de lucro, y cuya misión es esencialmente promover el
GERVAIS, M. 1981. “Hacia una teoría organizativa de la pequeña y mediana empresa”. Administración de Empresas.
Vol. XII. Buenos Aires. pp. 769-785.
1
nacimiento y crecimiento de nuevas empresas, expresa, entre otras, las siguientes características de
este tipo de organizaciones:
 “Las mipymes y los emprendedores tienen una tasa de innovación superior al de las grandes
empresas beneficiando a todo el aparato productivo.
 Las mipymes poseen una estructura flexible que les permite reaccionar velozmente frente a los
cambios en comparación a las grandes empresas más burocráticas. Esto contribuye a una mayor
flexibilidad y por consiguiente menor vulnerabilidad de todo el aparato productivo.
 Las microempresas y el autoempleo contribuyen a la reducción del desempleo y la pobreza en
forma más efectiva y sustentable que las políticas asistencialistas”.
En un estudio realizado por el IERAL2, se fundamenta por qué la sociedad debiera
preocuparse, a través de sus gobiernos, por brindar asistencia a las pequeñas empresas. Además de
coincidir en varias de las razones ya expresadas en este trabajo, agrega:
 La energía empresarial enfocada a la obtención de nuevos negocios suele ser más fuerte en el
dueño/emprendedor que en las grandes organizaciones, donde todo suele estar mucho más
estructurado.
 En entornos locales y regionales, la productividad de un sector suele estar directamente
relacionado con la existencia de pequeñas empresas, mucho más proclives a generar redes que
posibilitan acuerdos productivos y de cooperación.
Ahora bien, ¿qué es lo que está sucediendo hoy a nivel mundial?. Estamos asistiendo a una de
las crisis financieras más serias de los últimos ochenta años, que está generando efectos económicos y
sociales muy negativos. El fantasma de la pérdida del empleo ya se está convirtiendo en una tremenda
realidad, con las nefastas consecuencias que esto provoca en el tejido social.
En medio de esta situación se impone plantear qué tipo de organizaciones hay que fortalecer
para poder combatir este flagelo. En este sentido se observa que debiera ser la empresa pequeña, ya
que es la que mejor puede garantizar el mantenimiento y creación de puestos de trabajo.
A poco que se observe la experiencia en otras regiones del mundo, se detecta la capacidad que
tienen estas organizaciones para generar empleo y distribuir riqueza entre un mayor número de
personas.
Así lo expresa Albert Berry3, al referirse a las empresas medianas y pequeñas de América
Latina “..... No hay otro sector importante con el potencial de generar un gran número de empleos con
renta adecuada. La experiencia de otros países muestra que este sector puede cumplir un papel auxiliar
relevante en condiciones apropiadas y con un apoyo adecuado.”
Teniendo en cuenta el proceso recesivo que ya se está generando a nivel mundial, debiéramos
preguntarnos si no es más importante priorizar pequeñas organizaciones con un grado relativo de
tecnificación pero con mayor ocupación de trabajadores, frente a aquéllas de gran envergadura, muy
sofisticadas, que sólo rinden culto a las famosas “economías de escala”.
Es el mismo Berry el que nos responde: “No es más que lógico suponer que el desempeño de
una economía será mejor tanto en producción como en distribución del ingreso y generación del
empleo si concentra una proporción apreciable de sus recursos en tecnologías de uso de capital de
intensidad media, más bien que asignar casi todo su capital a unos pocos trabajadores con tecnologías
bastante modernas, y casi nada al resto de la fuerza de trabajo.”
2
INSTITUTO PARA EL ESTUDIO DE LA REALIDAD ARGENTINA Y LATINOAMERICANA (IERAL) DE LA
FUNDACIÓN MEDITERRÁNEA. “Estrategias de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas”. Buenos Aires.
EUDEBA. 2001.
BERRY, Albert (Departamento de Economía, Universidad de Toronto, Canadá) “Las tareas de la pequeña y mediana
empresa en América Latina” Revista de la CEPAL Nº Extraordinario – Octubre 1998 págs. 331-342.
3
Existen, además, importantes razones no económicas que avalan la necesidad de sostener la
creación y desarrollo de la pequeña empresa local.
En efecto, el economista E.F. Schumacher4, al referirse a la organización en gran escala
expresa que “…. La mayoría de los sociólogos y psicólogos insisten en advertirnos de sus peligros
inherentes; peligros que atentan contra la integridad del individuo y lo hacen sentir como un engranaje
en una gran maquinaria donde las relaciones humanas de su vida diaria de trabajo se van
deshumanizando con el tiempo….”.
Entonces, si adherimos a la idea de la empresa con rostro humano, es fundamental que el
contacto entre la gente que en ella trabaja sea cara a cara, independientemente que sea el dueño o sus
colaboradores. Es necesario entonces pensar en un formato pequeño para la empresa. Y que la “gran
organización” sea la red local o regional que nuclee a las organizaciones chicas, para permitir
mayores niveles de desarrollo humano.
Muchas de las características que mencionamos como representativas de las micro y pequeñas
empresas, son verdaderas fortalezas que van a sustentar un auténtico desarrollo regional: son
innovadoras, flexibles, generadoras de empleo y posibilitadoras de relaciones interpersonales fluídas.
ESTRATEGIAS ASOCIATIVAS
Si bien hemos presentado las fortalezas que presentan las microempresas como favorecedoras
del desarrollo regional, también es importante señalar que tienen importantes limitaciones en el
acceso a la incorporación de tecnología, a la información, a los mercados y a fuentes de
financiamiento, entre otras. También, las dificultades derivadas de la producción a baja escala, que
dificultan su competitividad.
Todos estos factores las convierten en poco sustentables y por lo tanto, no permiten su
continuidad en el tiempo. Las estrategias asociativas constituyen una alternativa, cuando no la única,
para resolver el camino hacia la sustentabilidad.
Consideramos importante entonces plantear algunas ideas referidas a asociatividad, trabajo en
red, términos que se escuchan en la actualidad, y respecto de los cuales conviene hacer algunas
precisiones.
La globalización implica para las empresas, entre otras cosas, la posibilidad de acceder a
nuevos mercados, dado por la dinámica de la información, la tecnología, el capital. Pero, mientras
algunas se enfrentan a la competitividad propia de este escenario mediante acuerdos empresariales
tales como alianzas estratégicas, joinventures y otras, las microempresas ven amenazada su propia
existencia, ante la necesidad de superar algunas exigencias del mercado, principalmente, las escalas
individuales.
Este contexto, donde la economía plantea cambios estructurales, genera el ambiente para el
desarrollo de estrategias orientadas a mejorar la competitividad y en algunos casos logra la
supervivencia de las micro y pequeñas empresas.
La asociatividad es la estrategia colectiva que permite orientar la transformación interna de las
organizaciones empresariales, y asegurar así el desarrollo sustentable. Es el camino que las
microempresas pueden habilitar para enfrentar las dificultades derivadas de la globalización. Muchos
autores sostienen que la asociatividad constituye la única posibilidad que permite a estas
organizaciones subsistir en el tiempo.
Son muchos los trabajos realizados, en relación a la asociatividad, los tipos asociativos, las
ventajas, las barreras que existen para su formación y permanencia. Es un fenómeno abordado desde
distintas disciplinas y perspectivas, y en concordancia con los múltiples impactos que genera en las
comunidades que los sustentan.
4
SCHUMACHER, E.F. “Lo pequeño es hermoso”. Ediciones Orbis S.A. 1973.Pág. 249,251
Las características que presenta este proceso, colectivo y colaborativo, están presentes cuando
se intenta plantear una definición: “Un mecanismo de relación y acción conjunta organizada y con
cierto grado de permanencia, entre distintos actores - empresas, personas u organizaciones interesados en unir voluntariamente sus esfuerzos para conseguir objetivos comunes y obtener
beneficios que no podrían alcanzar individualmente.”5
A partir de la idea presentada, se deduce que algunas cuestiones se convierten en condiciones
necesarias y preexistentes para que se instituya el tipo asociativo. La voluntariedad es uno de los
aspectos a destacar: mientras las grandes empresas se asocian, no lo hacen con carácter voluntario, se
obligan mediante un contrato. En cambio, las micro y pequeñas empresas, pueden optar por integrar la
asociación, y en caso de formar parte, no pierden su individualidad, autonomía y carácter jurídico. Está
presente el convencimiento de que asociarse puede abrir las puertas a múltiples ventajas y que todos
son beneficiarios. El compromiso mutuo como el objetivo común debe estar acordado por todos los
miembros, y la aceptación de que se comparten los beneficios como así también los riesgos.
Si intentamos señalar algunos elementos característicos de este mecanismo, podemos
mencionar: la organización, que es necesaria para la estabilidad pues se requiere ordenar y coordinar
actividades particulares y especificas del tipo asociativo. También la permanencia en el tiempo, que
trascienda el cumplimiento de objetivos coyunturales, por ej.: disminuir costos en el proceso de
compra de materia prima. La participación de los miembros en las decisiones, implica asegurar que las
decisiones sean colectivas.
Siguiendo a las distintas fuentes consultadas, podemos mencionar los beneficios que el
modelo asociativo puede generar para sus miembros:
•
reducción de costos
•
incorporación de tecnología
•
mejora del posicionamiento en los mercados
•
acceso a mercados de mayor envergadura
•
capacitación de recursos humanos
•
incremento de productividad
•
acceso a recursos materiales y humanos especializados
•
desarrollo de economías de escala
•
disponibilidad de información
•
captación de recursos financieros
•
optimización de estándares de calidad
•
desarrollo de nuevos productos
•
ventajas competitivas
•
mejora de las posibilidades de negociación con clientes y proveedores
•
Aumento del poder relativo de los asociados
•
Facilita el aprendizaje entre los asociados
Observamos que si bien la estrategia asociativa sirve al negocio empresarial, la impronta de su
funcionamiento trasciende, pudiendo generar el fortalecimiento de valores en la comunidad que los
alberga: la solidaridad, la posibilidad de involucrarse en la resolución de necesidades de la comunidad,
el compromiso, el trabajo en equipo, la identidad.
MAGNAZO, C., ORCHANSKY, C. et al. “Estrategias asociativas para micro y pequeñas empresas” 1º ed. Buenos Aires.
Oficina de la OIT en Argentina, Programa AREA, 2007.
5
Sin embargo, debe reconocerse que existen barreras para alcanzar la aceptación de modelos
asociativos como una forma de enfrentar las amenazas del entorno. Entre ellas, está la confianza: es
difícil aceptar que vamos a realizar negocios con el “otro”, que en definitiva es mi competencia
cercana, directa. La escasa asistencia técnica, financiera, y de capacitación que oriente estos modelos
hacia la constitución y consolidación se presentan como un obstáculo para superar. Y en este sentido
es importante reconocer la necesidad de agentes “gestores”, que por sus características, no se
constituyen en miembros, sino que actúan como facilitadores. Hacemos referencia a las organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales, quienes tienen la función de orientar, promover, gestionar,
identificar las necesidades y, en definitiva, propiciar el nacimiento del modelo asociativo.
¿POR QUÉ ADOPTAR LA ESTRATEGIA DE ASOCIATIVIDAD EN LAS
MICRO Y PEQUEÑAS EMPRESAS DE MISIONES?
El eje principal pasa por la falta de planificación estratégica, tanto de definición de estrategias
competitivas a largo plazo relacionadas con el mercado, como así también la falta de planificación de
la producción. No se puede pedir a las micro y pequeñas empresas que produzcan un volumen
determinado para poder competir cuando no tienen un lugar adecuado para el acopio o almacenaje ni
una política de abastecimiento. Tampoco todos deben producir lo mismos productos durante todo el
año, sobre todo teniendo en cuenta la demanda atomizada.
En la función de comercialización es dónde se vislumbran los mayores inconvenientes de
desarrollo y competitividad, siendo a pesar de esto una fortaleza importante afianzada en los últimos
años la venta conjunta asociativa, lo que generó un mayor poder negociador para las Mype
Igualmente, hay cosas para destacar que se deben aprovechar. Las Mype en Misiones
generalmente tienen experiencia en el manejo de las técnicas de producción básicas, dada por la
transmisión de conocimientos generacionales. Actualmente cuentan con posibilidades de asistencia
técnica en producción y comercialización por parte de organismos oficiales y del sector y también
capacitación en organización y gestión asociativa, lo que permite la formación en temas fundamentales
para la gestión productiva y la posibilidad de crecimiento. Por ejemplo, el empleo de nuevas formas de
producción y comercialización aumentaron la ocupación de mano de obra de jóvenes y mujeres.
Entre los llamados de atención hay que destacar el ingreso de nuevos competidores al mercado
dado por grandes empresas nacionales que compiten aprovechando las economías de escala que tienen
y que las Mype no poseen. En este sentido se hace imposible competir en costos y precios, por lo que
las barreras bajas de entrada y de salida al mercado se tornan una amenaza constante, no habiendo
restricciones en ese aspecto o una política proteccionista.
Uno de los objetivos debe ser la construcción de herramientas que ayuden a ir superando estos
inconvenientes, algunos en forma inmediata y otros paulatinamente. La asociatividad es, entonces, una
de las estrategias más importantes.
Para que pueda funcionar coordinadamente y alcanzar los objetivos propuestos, una estrategia
asociativa requiere alguna forma de organización. Para ello, es necesario acordar una serie de
cuestiones tales como las necesidades y objetivos comunes, las actividades que se realizarán
conjuntamente y en qué forma se trabajará, el tipo y nivel de compromiso que los asociados están
dispuestos a asumir, los vínculos con organismos externos públicos y privados que podría ser
conveniente desarrollar y los recursos que se van a compartir.6
Para sortear estas dificultades, existen varios caminos en el marco de la asociatividad en el
mediano y largo plazo; por ej., acentuar el trabajo sobre los factores productivos y los aspectos
técnicos que permitan incrementar la productividad; en el corto plazo, lograr el abastecimiento
6
MAGNAZO, C., ORCHANSKY, C. et al. “Estrategias asociativas para micro y pequeñas empresas”. Op. cit.
necesario para satisfacer los flujos de demanda, por medio de una mejora en la organización de las
Mype que venden en el mercado local, la aplicación de técnicas de rápidos resultados, o,
preferentemente, por la vinculación con otros grupos que puedan complementar la oferta originaria.
Las formas asociativas existen desde hace mucho tiempo, pero cobran vigencia fuertemente en
la década del 90. Asistimos hoy a un escenario donde diversas organizaciones, públicas y privadas, se
vinculan directamente con estos procesos.
El convencimiento de que las pequeñas empresas mantienen vivo el interior de las provincias,
pues son generadoras de empleo y de desarrollo regional, guía actitudes, preocupaciones, políticas,
programas, acciones de múltiples instituciones.
Nuestra provincia no es ajena a este escenario, y nos muestra algunas situaciones que señalan
acciones, programas, preocupaciones.
Desde lo gubernamental podemos hacer referencia a la marca colectiva “Hecho en Misiones”,
para los productores y emprendedores misioneros. Es una línea de acción desde el Ministerio de
Desarrollo Social, la Mujer y la Juventud, a través del área de Economía Social. La concreción de esta
marca es el resultado de diferentes organizaciones civiles, los municipios y el gobierno nacional, y
forma parte de políticas sociales. En este marco el Estado Provincial, propicia la “Redem”, Red de
Emprendedores, con el objetivo de apoyar a las iniciativas individuales, propiciando la inclusión.
Contempla un proyecto de articulación e intercambio, donde están presentes la elaboración de planes y
proyectos, la identificación de fuentes de financiamiento, la promoción comercial, la capacitación,
asistencia, acompañamiento y la articulación con otras instituciones.
Otra de las acciones impulsadas por este organismo son los Festivales Hecho en Misiones, las
Ferias de Emprendedores de la Economía Social y la participación en Ferias Provinciales y locales, lo
que nos muestra señales acerca de la comprensión del fenómeno que nos ocupa.
También hemos encontrado que algunas organizaciones civiles, tales como la Cámara
Regional de Industria, Producción y Comercio de Oberá y la Cámara Argentina de Comercio han
organizado espacios de capacitación orientados a estrategias de asociatividad para el comercio y los
servicios.
Podemos mencionar como otro elemento el convenio firmado entre el Parque Tecnológico
Misiones (PTMi), y el Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresa (Sebrae), con el
fin de facilitar acciones y alianzas estratégicas, para contribuir con el desarrollo de las pymes de
nuestra región. En este marco propicio la concreción de un seminario de capacitación denominado
“Redes Empresariales de Negocios”, ofrecido por representantes del Centro de Desarrollo de
Tecnologías para la Integración Transfronteriza entre Micro y Pequeñas Empresas del Mercosur y
América Latina (CDT-AL), organismo que integra el SEBRAE.
Dentro del Parque Tecnológico, existe un programa “Redes Empresariales de Negocios” que
pretende fortalecer núcleos sectoriales para mejorar la competitividad de las empresas.
Por otro lado, es importante señalar que, la Universidad Nacional de Misiones también está
presente en diversos organismos que contribuyen de una u otra manera al desarrollo de la región,
propiciando la cooperación y acceso a la información de las empresas misioneras. La incubadora de
empresas (Incutemi), fundación Agencia para el Desarrollo de Misiones (Ademis) son ejemplos, por
mencionar algunos, de la participación de la Universidad.
El actual escenario nacional e internacional, caracterizado por una economía abierta y
desregulada, demanda nuevas estrategias por parte de las Mype, o la unidad organizativa que los
agrupa, y también por parte de los organismos oficiales que los apoyan. Esto implica un gran desafío
para los dueños y conductores del sector. Las Mype que no mejoran su eficiencia y su competitividad,
y no logran un posicionamiento claro en el mercado, corren el riesgo de extinguirse. Surge así
entonces la necesidad de diseñar estrategias colectivas, no sólo como herramienta apropiada para
incrementar la competitividad sino, en algunos casos, como única alternativa de supervivencia para las
micro y pequeñas empresas.7
MODALIDADES ALTERNATIVAS DE ASOCIATIVIDAD
Las razones para asociarse pueden ser múltiples, pero principalmente se vinculan con los
beneficios que genera la asociatividad y que difícilmente pueden obtenerse individualmente, más aún
en un sector que enfrenta tantas dificultades como el de las micro y pequeñas empresas (Mype)
Los objetivos de la estrategia de asociatividad se podrían resumir en tres8: eficacia colectiva,
eficiencia colectiva y sinergia.
 La eficacia colectiva se consigue al alcanzar conjuntamente los objetivos originalmente
propuestos.
 La eficiencia colectiva se logra al reducir costos a través del logro de economías de escala.
 La sinergia permite potenciar los recursos individuales para alcanzar un resultado conjunto que es
cualitativamente superior a la suma de aquellos.
No se trata sólo de asociarse para producir o vender más, sino también de aprender a trabajar
conjuntamente y a pensar con una perspectiva de largo plazo.
En consecuencia, la estrategia de asociatividad puede perseguir ventajas económicas, políticas
y socioculturales, entre otras. Y, en tal sentido las formas más usuales de asociatividad en forma
general son las siguientes:
Redes
Es una forma de asociatividad entre un grupo de actores –denominados “nodos” -unidos a
través de vínculos que se caracterizan por su gran flexibilidad. Esta proviene fundamentalmente de lo
latente de los lazos formales o informales, que no requieren estar permanentemente activados, y
pueden movilizarse cuando alguna acción económica, comercial, social u otra similar lo requiera.
Doval define a las organizaciones en red como “…. un conjunto integrado de organizaciones y
personas relacionadas entre sí mediante un sistema de comunicación para concretar la demanda de
proyectos diferentes uno de otro”.9
Magnazo et al. la conceptualizan como “Un mecanismo de relación y acción conjunta
organizada y con cierto grado de permanencia, entre distintos actores - empresas, personas u
organizaciones - interesados en unir voluntariamente sus esfuerzos para conseguir objetivos comunes
y obtener beneficios que no podrían alcanzar individualmente”. 10
El sistema de redes permite ser pensado para una variedad de actividades económicas, pues
supone una estructura democrática horizontal y flexible, lo que permitiría adaptarse a un entorno
donde los actores y las posibilidad de interacción aumentan.
Ferias
Es una forma asociativa de comercialización en donde oferentes (feriantes) y consumidores se
vinculan a través de un espacio de encuentro en común. La relación es entonces entre “oferentes y
consumidores” y no necesariamente entre “productores y consumidores”, ya que, en algunos casos,
LIENDO, M., MARTÍNEZ, A. “Asociatividad: una alternativa para el desarrollo y crecimiento de las PYMES”. Instituto
de Investigaciones Económicas, Escuela de Economía. 2001.
7
8
MAGNAZO, C; ORCHANSKY, C. et al. “Estrategias asociativas para micro y pequeñas empresas”. Op.cit.
9
DOVAL, I.M. “Organizaciones en red” 2007.
10
MAGNAZO, C.; ORCHANSKY, C. et al. “Estrategias asociativas para micro y pequeñas empresas”. Op.cit
quienes ofrecen los productos no los han elaborado sino que cumplen una función de intermediación.
Las Ferias se caracterizan por la localización física común para la comercialización conjunta.
Clubes de trueque
Constituye una iniciativa de tipo colectiva, en la que un grupo de personas – llamados
prosumidores- acuerdan intercambiar servicios o bienes en forma directa o a través de una unidad de
medida acordada colectivamente, en lugar del dinero corriente.
Clúster
Un cluster es una aproximación geográfica de un grupo interconectado de actores – que
pueden ser empresas o instituciones – vinculados por las actividades de la cadena de valor en
cuestiones comunes o complementarias, es decir, que pueden competir y cooperar.
Cooperativas
Es, quizás, la forma más usual de asociatividad en Misiones. Una cooperativa es una asociación
autónoma de personas agrupadas voluntariamente para satisfacer sus necesidades económicas, sociales
y culturales comunes, por medio de una empresa que se posee en conjunto y se controla
democráticamente11
CONCLUSIONES
Hasta aquí hemos encontrado una serie de elementos que nos indican un contexto posibilitador
para el desarrollo de estrategias asociativas de diversas modalidades en la provincia de Misiones. La
Universidad, como institución orientada a la enseñanza, pero también a la transferencia del
conocimiento, nos coloca a los profesionales en el desafío de actuar como agentes facilitadores del
encuentro entre las microempresas y la asociatividad, mediante la asistencia, colaboración,
capacitación de los actores involucrados.
En este sentido, el objetivo principal debe apuntar a desarrollar las condiciones para un
ambiente de comercio eficiente, leal y transparente de las Mype en los mercados internos y externos,
con el fin de aumentar la competitividad por precios, calidad, inocuidad y respeto al ambiente.
Desarrollar un sistema de gestión empresarial donde se articulen la producción primaria, la
agroindustria y el comercio, que consoliden las asociaciones de Mype.
La idea de la empresa con rostro humano se alimenta propiciando la sustentabilidad de las
microempresas, pues en ellas está latente la posibilidad de avanzar hacia estrategias asociativas, que
además de los beneficios vinculados con la permanencia del negocio, generan un ámbito de
interacción permanente, estable que trasciende a la comunidad que las “sostiene”.
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