Download protocolo de investigación - Revista Médico Científica

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
“Estudio
de la frecuencia de motivo de consulta, signos y síntomas en
adultos mayores de una consulta ambulatoria especializada en Geriatría.”
Cornejo Luis Manuel*, Brito Ana**, Ruíz Yaravi ***, Rivera Melchor ****
*Médico geriatra, Hospital Geriátrico “31 de marzo”, Caja de Seguro Social.
Departamento de Medicina, Facultad de Medicina Universidad de Panamá.
** Médica geriatra, Hospital Geriátrico “31 de marzo, Caja de Seguro Social.
***Médica residente de Anestesiología, CHMAAM, CSS.
****Médico, Hospital Santo Tomás.
1
Resumen.
Para identificar el motivo de consulta, la frecuencia de patologías, síntomas y
estilos de vida se realizó una investigación retrospectiva de los expedientes de
633 pacientes mayores de 60 años de primera consulta en una consulta externa de
una clínica particular de geriatría.
Los resultados demostraron que los motivos de consulta más frecuentes fueron el
chequeo general (30%), la preocupación por pérdida de la memoria (8%) y
síntomas de depresión (5%). Las patologías más frecuentes fueron la hipertensión
(26%), dislipidemia (22%) y diabetes mellitus (15%). Los síntomas más frecuentes
fueron trastorno de la memoria (37%), desánimo (37%) y los trastornos del sueño
(31%). En estilos de vida se encontró un promedio de 3 medicamentos por
paciente y una baja frecuencia de ejercicio regular (18%).
Los datos obtenidos permiten conocer mejor las necesidades asistenciales de las
personas adultas mayores, orientando el
fortalecimiento de los programas
preventivos y educativos en materia de promoción de la salud del adulto mayor,
para investigaciones más pormenorizadas sobre atención ambulatoria del anciano.
Palabras Clave: Geriatría; Adulto mayor; Motivo de consulta; Signos y síntomas;
comorbilidad.
Abstract.
To identify the reason for outpatient consultation, frequency of diseases, symptoms
and lifestyles conducted by a retrospective study of 633 older patients records in
their
first
consultation
The
results
showed
the checkup
(30%),
visit
at
that the most
concerns
an
outpatient geriatric particular
frequent reasons
about loss
for
of memory
office.
consultation were
(8%) and
symptoms
of depression (5%). The most frequent pathologies were hypertension (26%),
dislipidemia (22%)
and
symptoms were memory
2
diabetes mellitus
impairment (37%),
(15%). The
depression
most
(37%)
frequent
and sleep
disorders (31%). In life styles we found an average of 3 drugs use per patient and
a low
The
frequency
data provide
insights
of regular
into the
care
exercise
needs
of older
(18%)
people,
guiding
the strengthening of preventive and educational programs on health promotion,
opening new research interests for the elderly outpatient care.
Key Words: Geriatrics; Older outpatient care; Symptoms and signs; Chief
complaints; comorbid conditions.
3
La república de Panamá se encuentra en un proceso de transición demográfica
intermedia, observándose actualmente un progresivo envejecimiento de su
población. En el año 2010, 360,812 personas tenían 60 años o más, representando
al 10.5% de la población ˡ.
La vejez se encuentra relacionada a diferentes enfermedades crónicas y
discapacitantes, la mayoría de ellas producto de la cronificación de condiciones
adquiridas en la edad adulta, otras asociadas al desgaste fisiológico propio y otras
presentes por una mayor vulnerabilidad en la edad mayor.
Los cambios fisiológicos propios de la edad y la pérdida de las reservas
homeostáticas propician muchas veces una presentación atípica de las
enfermedades con gran variabilidad de signos y síntomas, que a menudo dificultan
el diagnóstico clínico
haciendo necesario un
interrogatorio exhaustivo, un
examen físico dirigido e investigación laboratorial. Estudios epidemiológicos en
otros países muestran que más del 60% de esta población sufre de dos o más
enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, osteoartrosis, coronariopatía
isquémica y otras, recibiendo muchos medicamentos (15). Algunas de las
condiciones más frecuentes en las personas adultas mayores han sido agrupadas
en Geriatría bajo la denominación común de “Grandes Síndromes Geriátricos”,
pero numerosas patologías y quejas no se encuadran en dichas categorizaciones
y pueden presentarse clínicamente de diferentes formas, dependiendo de la edad,
el sexo, el nivel de instrucción y el medio ambiente, entre otros factores,
constituyendo la vía final de una gran mayoría; la discapacidad y la dependencia.
La Geriatría es la especialidad médica para el cuidado de la salud y problemas
relacionados en pacientes adultos mayores
2
a través de la prevención, el
tratamiento, la rehabilitación para mantener independencia funcional y los cuidados
paliativos en las enfermedades crónicas avanzadas. Por la complejidad de las
4
patologías, el compromiso funcional que ocasionan y las dificultades terapéuticas
asociadas, el geriatra debería ser el médico de cabecera especialmente de los
ancianos, o sea los mayores de 75 años en nuestra actual área geográfica.
Al contrario de lo que ocurre con adultos jóvenes y pacientes de mediana edad,
que cuando buscan atención médica lo hacen por un motivo único y claro; ;las
personas adultas mayores al presentar varias o múltiples enfermedades (13,1718), tienen motivos de consulta a veces confusos,. Además por aspectos culturales
o pobres niveles de instrucción, lo que obliga al médico a estar atento para las
quejas genéricas e inespecíficas obligándolo a profundos interrogatorios, en los
que participa el familiar o cuidador, que en ocasiones se ven afectados ante las
limitaciones de tiempo. El proceso diagnóstico se dificulta aún más cuando existe
un trastorno cognoscitivo asociado (3).
Tanto los mecanismos del dolor central como periférico pueden estar alterados en
el envejeciente y los procesos nosológicos pueden dar síntomas a distancia. Por
ejemplo, pueden observarse quejas de dolor abdominal en vigencia de
bronconeumonía, caída por una infección urinaria, fatiga por hipertiroidismo y
muchos otros cuadros, razón por la cual todos los estudios que nos ayuden a
comprender mejor sus motivos de consulta, sus quejas, patologías, estilos de vida
predominantes o las ayudas que esperan de un especialista en Geriatría,
representan un valioso auxilio para la obtención de datos que permitan mejorar la
estratificación del riesgo clínico-epidemiológico de la población adulta mayor
panameña con la elaboración de estrategias preventivas y asistenciales que
puedan complementar la Valoración Geriátrica Integral y favorecer programas de
capacitación que enfoquen mejor sus necesidades prioritarias.
Investigaciones en el área de los cuidados de salud y la comorbilidad dirigidos a
las personas mayores han sido definidas como prioritarias, una
5
vez que su
mejoramiento, a través del análisis descriptivo mejoran la calidad de la atención,
favoreciendo el envejecimiento exitoso.(6, 16)
La siguiente investigación tiene como objetivo: establecer las causas más
frecuentes para la consulta ambulatoria especializada de Geriatría por parte de
las personas adultas mayores, así como su sintomatología, hallazgos físicos,
patologías crónicas más frecuentes y estilos de vida predominantes.
Materiales y Métodos
Se documentó el motivo de consulta en una población de 600 personas de 60 años
en adelante, que han asistido a una consulta particular de la especialidad de
Geriatría, por libre demanda, en Consultorios Médicos Paitilla, revisándose un
archivo de datos desde los años 1991 al 2007 obtenido de una historia
estandarizada como expediente clínico obligatorio. Los criterios de inclusión fueron:
edad de 60 años en adelante; expediente de primera consulta completo, con el
motivo de consulta bien especificado.
En todos los casos se determinó la edad, el sexo, el estado civil y un mismo
investigador cuestionó la presencia, de síntomas y/o patologías preexistentes,
estilos de vida específicos y uso de medicamentos.
Los estilos de vida interrogados se refirieron al hábito de la siesta, de la caminata
de por lo menos 30 minutos diarios, uso del alcohol y tabaco presente o pretérito.
A todos los pacientes se les interrogó sobre cirugías previas y se les precisó el
Índice de Masa Corporal, con una balanza estándar “Tecta”, con su respectivo
tallímetro y se les determinó la presión arterial en posición sentada., Después de 5
minutos, con un esfigmomanómetro de mercurio, categorizándose la presencia de
hipertensión de acuerdo a los criterios JNC VII.
6
El interrogatorio se manejó en base a los síntomas frecuentes en los últimos tres
meses que presentaron los pacientes en la primera consulta. Los pacientes sólo
debían responder si o no a la pregunta sobre el síntoma.
Una vez que se trata de una investigación retrospectiva, se mantuvo la
confidencialidad de cada caso a través de la omisión del nombre en la hoja de
recolección de datos y la firma de un documento por parte de cada miembro del
equipo investigador comprometiéndose al estricto cumplimiento del Principio de
Confidencialidad.
Los datos recolectados fueron recopilados, dividiéndose por sexo y grupos de
edad, procesándose a través de Epi Info.
Resultados.
Las características de la población estudiada, el promedio de medicamentos y el
número de cirugías previas pueden observarse en el cuadro No 1.
7
CUADRO No 1: Características generales y uso de medicamentos
______________________________________________________
8
La información nos permite observar que la figura del geriatra, es identificada como
médico especialista consultor por los ancianos (70%) y por las personas de sexo
femenino (70%), siendo la edad media de la muestra los 77 .
Con respecto a la relación de pareja en estos grupos de edad se observó que el
69% de los varones contaba con una pareja, contra solamente el 32% de las
mujeres. La tendencia a la pérdida de pareja estable aumentó después de los 75
años.
En el Cuadro No2 observamos los principales motivos de consulta y hábitos o
estilos de vida registrados.
CUADRO No 2: Motivos de Consulta y Hábitos/Estilo de vida.
_______________________________________________________________
9
Como podemos observar el control anual de salud o chequeo general es el
principal motivo de consulta al especialista en el 30.5% de los casos. Este motivo
de consulta dobla su frecuencia después de los 75 años. El segundo motivo de
consulta es la queja por el trastorno cognitivo, categorizado como falla de memoria
(8%), que también aumenta un poco después de los 75 años. Esta queja principal
es seguida respectivamente por síntomas depresivos (5%), lumbalgia y mareo,
ambas con
3% de frecuencia
y en secuencia,
pérdida de peso (2%). Las
consultas por síntomas depresivos doblaron su frecuencia después de los 75 años.
En lo referente a hábitos y estilos de vida se aprecia que el 18.5% de los
entrevistados refirió realizar por lo menos una caminata de 30 minutos diaria,
actividad mayormente cumplida por el grupo menor de 75 años (36.4% vs 11.1%
respectivamente). El 34% de los adultos mayores panameños conserva el hábito
de la siesta vespertina. La frecuencia de tabaquismo alcanzó el 12% mientras que
el uso regular de por lo menos 8 onzas de alcohol fue de 5%.
En cuanto a historia quirúrgica previa, podemos observar que
los pacientes de
esta muestra tenían en promedio 2 cirugías previas, tendencia que no aumentaba
después de los 75 años y que refleja por lo tanto actos quirúrgicos relativamente
frecuentes, predominantemente abdominales, antes de los 60 años.
En el cuadro No3 podemos observar las constantes biológicas y las principales
comorbilidades detectadas tanto por el interrogatorio como por el examen físico.
10
CUADRO No 3: Constantes Biológicas y Comorbilidades
__________________________________________________________________
El análisis de estos hallazgos nos permite señalar que predominó un Índice de
Masa Corporal (IMC) con media 23, categoría de sobrepeso, en la mayoría de la
muestra estudiada. Este índice fue discretamente mayor en el sexo femenino y
ajustándose a la fisiología del envejecimiento también tiende a disminuir más en
ese mismo sexo después de los 75 años, no obstante en este grupo más
envejecido los varones tuvieron un IMC mayor que las mujeres.
Con respecto a la presión arterial y según los criterios JNC VII, observamos que la
media total es prácticamente 140/80 y que las cifras presóricas son discretamente
mayores en el sexo femenino y se hacen más elevadas después de los 75 años.
No obstante la hipertensión previamente diagnosticada estaba presente solamente
en el 26% de los casos y en este grupo de pacientes predominaba en los menores
de 75 años con un 56% de frecuencia.
11
La segunda patología más frecuente fue la Dislipidemia con 22% y la tercera la
Diabetes Mellitus, que se encontraba ya diagnosticada en el 15% de la muestra,
sin diferencia especial por edad.
En orden de frecuencia, las otras patologías más comunes fueron: cardiopatía
isquémica en el 13% cuya prevalencia prácticamente se dobla después de los 75
años-, los trastornos cognitivos y el glaucoma en 6% de los pacientes y el
hipotiroidismo en el 5% de los casos. Al igual que la cardiopatía isquémica, los
trastornos cognitivos también doblaron su prevalencia después de los 75 años.
En el cuadro No 4 pueden observarse los resultados con respecto al uso de
medicamentos.
CUADRO N0.4 USO DE MEDICAMENTOS
TOTAL
60-74 AÑOS
≥75 AÑOS
Antihipertensivos
355(56.1%)
85 (46,2%)
257 (57.2%)
Polivitamínicos
204 (32.2%)
52 (28.2%)
145 (32.2)
plaquetarios
117 (18.5%)
22 (11.9%)
95 (21.1%)
Diuréticos
92 (14.5%)
21 (11.4%)
69 (15.4%)
Calcio
84 (13.3%)
24 (13%)
56 (12.5%)
Hipolipemiantes
78 (12.3%)
20 (10.9%)
58 (12.9%)
Antidiabéticos orales
76 (12.0%)
22 (11.9%)
52 (11.6%)
Uso
de
medicamentos N (%)
Antiagregantes
Antecedente
alergia
12
Medicamentosa(%)
Promedio
de
19.40%
Medicamentos
15.40%
por
paciente:
3 MEDICAMENTOS
_____________________________________________________
Como podemos observar en este cuadro, El promedio de uso de medicamentos
fue de 3 por persona para ambos grupos de edad-.
En orden de frecuencia los medicamentos más utilizados por las personas mayores
fueron
los
antihipertensivos
(56%),
seguidos
respectivamente
de
los
polivitamínicos, los antiagregantes plaquetarios ,los laxantes, los diuréticos, los
suplementos de calcio, los antidiabéticos orales y los hipolipemiantes.
El antecedente de alergia a medicamentos alcanzó un promedio de 17% de los
pacientes de esta muestra.
Los resultados que se refieren a los síntomas más comunes registrados en el
interrogatorio estándar pueden apreciarse en el cuadro número 5.
13
Cuadro No 5
FRECUENCIA DE SÍNTOMAS GENERALES Y GERIÁTRICOS
≥
75
TOTAL
60-74 años
años
Alteración de la memoria
37.0%
30.9%
40%
Desánimo
37.40%
34.20%
38.70%
Trastorno del sueño
31.80%
31.50%
31.80%
Dolor de rodillas
31.10%
35.30%
29.30%
Ansiedad
30.40%
31.50%
30.10%
Pérdida de Pe o
30%
27.10%
31.10%
Desequilibrio
30%
16.30%
35.60%
Hipoacusia
28.60%
13.50%
34.70%
Dificultad para caminar
28%
18.40%
32.10%
Estreñimiento
28%
19.60%
31.40%
Mareo
27.10%
20.10%
30.10%
Cansancio
27%
29.30%
26.10%
Incontinencia urinaria
25.10%
17.90%
28.10%
Caída
22.40%
13.60%
26.10%
Pérdida de visión
18.30%
16.80%
18.90%
Síntomas Generales
Otros
síntomas
asociados
a
Síndromes Geriátricos
14
Pérdida
de
fuerza
muscular
18.30%
16.80%
Como puede observarse los síntomas más frecuentes fueron
18.90%
quejas de mala
memoria y desánimo, molestias que se incrementan con la edad.
Los trastornos del sueño y el dolor articular, predominantemente de rodillas,
ocuparon el tercer y el cuarto lugar respectivamente.
La ansiedad, la pérdida de peso y el desequilibrio tuvieron 30% de frecuencia cada
uno, llamando la atención de que la percepción de falta de equilibrio dobló en la
frecuencia en los mayores de 75 años.
La hipoacusia, la dificultad para caminar y el estreñimiento tuvieron una
prevalencia de 28%, siendo que la hipoacusia dobló su frecuencia después de los
75 años. La queja de mareo y cansancio alcanzaron al 27% de la muestra,
mientras que la incontinencia urinaria estuvo presente en 25% de los casos,
predominantemente en las mujeres, presentando además un incremento con la
edad.
El 22% de los entrevistados había tenido por lo menos una caída en los seis
meses previos y la frecuencia de caídas era el doble en los mayores de 75 años.
La pérdida de la visión y la percepción de pérdida de fuerza muscular alcanzaron
ambas al 18% de los pacientes.
La relación entre algunos de estos síntomas y los Grandes Síndromes Geriátricos
se discutirá más adelante.
Discusión
Los resultados obtenidos en este estudio retrospectivo de 633 pacientes mayores
de 60 años, que consultaron a un médico geriatra ambulatoriamente en una clínica
15
particular
por
diversos
motivos
Primeramente, llama la atención
merecen
una
que a pesar de que
discusión
particular.
la mayoría de los que
acuden a la atención geriátrica son las personas mayores de 75 años y en su
mayoría de sexo femenino. Esta realidad hace dificultoso un abordaje preventivo
en el adulto mayor, una vez que el anciano acude a consulta generalmente
cronificado y con algún grado de riesgo para limitación funcional no detectado
previamente.
El principal motivo de consulta al geriatra fue el ”chequeo general”, equivalente al
control anual de salud. Este motivo de consulta traduce una preocupación por el
autocuidado de la salud, tanto por parte del paciente como de sus familiares.
El segundo motivo de consulta fue el trastorno cognitivo, generalmente por una
queja predominante de falla de la memoria o por períodos de amnesia más
significativos. La frecuencia encontrada de 8% es similar a la de un estudio
brasilero parecido, que demostró una
frecuencia de síntoma de pérdida de
memoria en el 6% de una población ambulatoria brasilera (19).
Los síntomas depresivos fueron los terceros en frecuencia y estuvieron presentes
en el 5% de los adultos mayores con mayor prevalencia después de los 75 años.
Similares
resultados
encontramos
en
el
estudio
de
Roriz
y
colaboradores17.Generalmente la frecuencia de síntomas depresivos en adultos
mayores de la comunidad fluctúa entre el 8 al 16%, dependiendo del estudio
18
. La
depresión ocurre con mayor frecuencia en los ancianos que en los menores de 75
años y puede estar relacionada con factores tanto extrínsecos-soledad- como
intrínsecos al individuo-limitación funcional, comorbilidades.
16
La lumbalgia y los mareos fueron las quejas siguientes en frecuencia en el 3% de
los entrevistados. En comparación con otros estudios este porcentaje es bajo y
puede relacionarse a que los pacientes eligieron consultar inicialmente con otros
especialistas por estos síntomas.
Otro motivo de consulta fue la por pérdida de peso con 2% de frecuencia, en
ambos grupos de edad.
Con respecto a estilos de vida observamos que la frecuencia de ejercicio resultó
baja, ya que solamente el 18% de los pacientes tenía una frecuencia diaria de por
los menos 30 minutos de ejercicio aeróbico. El hábito de hacer una siesta de por lo
menos 30 minutos después del almuerzo fue bastante compartido, alcanzando al
34% de los entrevistados. La frecuencia de siesta parece ser mayor en otros
estudios, alcanzando a más del 50% de las personas mayores. El papel de la siesta
para la salud del adulto mayor es controvertido (19). La frecuencia de tabaquismo
presente o pretérito fue de 12% y se registró más en varones.
Con referencia a las constantes biológicas y comorbilidades se encontró un Índice
de Masa Corporal promedio de 23.3±4.6, categoría de sobrepeso, eso equivaldría
a que el 21.4% de la muestra tenía sobrepeso y el 21.5% obesidad. El estudio de
Bernal de Mas sobre el estado nutricional del adulto mayor panameño, realizado en
el año 2002(4) encontró un 39% de sobrepeso en
personas mayores de la
comunidad, con un promedio de 24.9 ± 3.7 en una muestra total de 302 personas,
inferior a la nuestra, pero con resultados similares. Estos hallazgos nos permiten
comprender que la obesidad no afecta tanto a este grupo de edad y que, aunque
existen controversias, el sobrepeso puede ser un factor protector para longevidad
(22).
17
Se sabe que 80% de los individuos mayores de 65 años tiene una enfermedad
crónica y 50% por lo menos dos o más (23,24). Nuestro estudio encontró una
prevalencia de hipertensión de 56% en el grupo de edad de 60 a 74 años, más
predominante en sexo femenino. Resultados similares fueron encontrados en el
estudio sobre el estado nutricional, ya citado, mientras que el más amplio estudio
ENSCAVI, que evaluó 1,278 adultos mayores en diferentes áreas geográficas
nacionales, registró una prevalencia de 49.8% de hipertensión a los 60 años y de
54.1% a los 80 y más (25). La elevada prevalencia de hipertensión en nuestra
población envejecida constituye un desafío para la Salud Pública panameña ya
que a pesar de ser una enfermedad prevenible es responsable por la elevada tasa
de morbi-mortalidad
por enfermedad cerebro y cardiovascular en personas
mayores en Panamá. Estudios de población similares como el ya citado de
Matheus Roriz (19) y el de Bambuí (27), en población brasileña han encontrado
prevalencias menores; respectivamente 13 y 25.8%. Un estudio argentino encontró
una frecuencia de 53% (28) Mientras que el más amplio estudio SABE de la
Organización Panamericana de la Salud, realizado en 11,000 adultos mayores en 7
ciudades latinoamericanas determinó una prevalencia de 48% (29)
Nuestra investigación encontró una frecuencia de Diabetes Mellitus de 15%, que se
compara al 19.6% encontrado en el estudio Bernal de Mas y al 16.4% del estudio
ENSCAVI. El estudio brasileño de Bambuí encontró una prevalencia de 12,4% de
diabetes y el estudio SABE fluctuó entre 12.3% y 22.3% con un promedio de
16.5%.
.
Un 22% de los pacientes sufrían de trastornos metabólicos de dislipidemia, sin
diferencias sustanciales entre edades, mientras que en el estudio ENSCAVI se
encontró una prevalencia de dislipidemia de 21.3% en los sexagenarios y de 17.5%
en los octogenarios.
18
La cardiopatía isquémica fue detectada en 13% de los casos, variando de un 7.5%
de frecuencia a los 60 años a un 15% en los mayores de 75 años. En los Estados
Unidos la prevalencia estimada de cardiopatía es de 14.4% entre los 65 y 74 años
y 17.3% en mayores de 75 (20).
En nuestra serie encontramos una prevalencia de 6% de glaucoma reportado, lo
que se aproxima a los resultados de recientes estudios epidemiológicos que la
identifican en alrededor del 7.5% (30).
En cuanto al uso de medicamentos observamos un promedio de 3 medicamentos
por paciente. Los medicamentos más utilizados fueron los antihipertensivos, los
polivitamínicos (con o sin prescripción) y los antiagregantes plaquetarios.
En comparación, un estudio brasileño de 634 mujeres mayores, encontró que el
52.7% de su muestra utilizaba
de 1 a 4 medicamentos y 34.4% de 5 a 10
medicamentos, mientras que estudios en población anglosajona reportan
promedios todavía mayores (31, 32, 33).
Finalmente
los
síntomas
secundarios más
comunes encontrados
en
la
investigación fueron la queja de pérdida de la memoria, la sensación de desánimo
y los trastornos del sueño. Los dos primeros se corresponden con los motivos de
consulta ya citados, reforzando el hallazgo principal.
Los trastornos del sueño constituyen una queja relativamente frecuente, que afecta
calidad de vida en la vejez. La prevalencia de insomnio en mujeres es del 40%,
frente al 30% en varones a los 65 años (34), encontrando una frecuencia de queja
para insomnio de prácticamente 32%.
19
Con respecto a los Grandes Síndromes Geriátricos, los síntomas más frecuentes,
correlacionados a ellos fueron: el mareo, el cansancio/pérdida de fuerza (que se
podrían relacionarse con el síndrome de fragilidad), la incontinencia urinaria y las
caídas. Todos estos resultados se aproximan a los encontrados por un estudio
retrospectivo clínico-epidemiológico norteamericano que identificó, en 11 113
mayores de 65 años, tres condiciones comunes y dos síndromes geriátricos con
mayor frecuencia estadística: cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca
congestiva, diabetes mellitus, incontinencia urinaria y caídas traumáticas (35). Otro
estudio en latinos adultos mayores de la comunidad en los Estados Unidos
encontró una prevalencia de incontinencia urinaria de 26.9% (36).
Las fortalezas de esta investigación consisten en que por primera vez se presenta
una categorización general de síntomas y signos clínicos de una población
numéricamente
significativa
de
personas
adultas
mayores
en
Panamá,
fundamentada en una hoja de historia clínica geriátrica sistematizada que permitió
identificar los principales motivos de consulta en los pacientes estudiados que
acudieron a la consulta externa particular de geriatría, así como su comorbilidad,
uso de medicamentos y estilos de vida.
Las limitaciones de este estudio están determinadas por el carácter subjetivo de
las respuestas de los pacientes a las preguntas sobre síntomas y uso de
medicamentos. Igualmente por una predominancia del sexo femenino y por la
categoría económica de la muestra, ya que se trataba de pacientes particulares, o
con compañías de seguros, que pudieron tener
acceso a una atención
especializada particular y por una mejor situación económica para los cuidados de
la salud en general, razón por la cual los resultados obtenidos no pueden
extrapolarse a la población mayor en general.
20
Constituyeron igualmente limitantes
la falta de datos más precisos sobre la
funcionabilidad de las personas atendidas, la ausencia de mejores datos clínicos
para el diagnóstico de demencia, así como la falta de historia laboral pretérita e
información sobre el nivel de instrucción.
En conclusión estos resultados ofrecen una visión de la situación clínica de los
pacientes adultos mayores panameños, las razones por las que identifican y
acuden al especialista en geriatría en una consulta particular y la prevalencia de
sus principales quejas y
hallazgos
enfermedades crónicas. Como mencionado, estos
podrían servir de base para el fortalecimiento de los programas
preventivos y educativos en materia de promoción de la salud del adulto mayor,
para investigaciones más pormenorizadas sobre atención ambulatoria y para la
preparación de programas de educación continuada para la especialidad
en
Panamá.
1. Referencias Bibliográficas.
1. Contraloría General de la República, Dirección de Estadística y Censo;
Estadísticas
Nacionales.
http://www.contraloria.gob.pa/inec/,
accesado
en
septiembre, 2011.
2.
S. Duursma, M. Castleden, A. Cherubini et al , The Journal of Nutrition, Health &
Aging, Volume 8, Number 3, 2004 .
3. Schubert C, Boustani M, Callahan C, Perkins A, et al. Comorbidity Profile of
Dementia Patients in Primary Care: Are They Sicker?. J.Am Geriatr.Soc. 54:
104-109, 2006.
4. Bernal de Mas, Mabel. Estudio sobre el estado nutricional y calidad de vida del
adulto mayor que asiste a consulta en Centros de Salud y Policlínicas de San
Miguelito y Área Metropolitana. Ministerio de Salud, Panamá, 2003.
21
5. Boockvar K., Lachs M. Predictive value of nonspecific symptoms for acute
illness in nursing home residents. J.Am. Geriatr. Soc. 51: 1111-1115, 2003.
6. Landefeld S. Improving Health Care for Older Persons. Ann Intern Med 2003;
139: 421-424.
7. Dirección de Estadística y Censo. Estimaciones y Proyecciones de la población
total del país, por sexo y edad: años 1950: 2050. Contraloría General de la
Nación, Panamá, 2002.
8. Wolff Jl, Starfield B, Anderson G. Prevalence, expenditures, and complications
of multiple chronic conditions in the elderly. Arch Intern Med 2002; 162: 22692276.
9. Wagner EH. Meeting the needs of chronically ill people. BMJ 2001; 323: 945946.
10. Emmett KR. Nonspecific and atypical presentation of disease in the older
patient. Geriatrics 1998; 53: 50-52, 58-60.
11. Di Trolio J. Alfano A. Evaluación del Estado de Salud de pacientes mayores de
65 años. Vivir en Plenitud. Sociedad Argentina de Geriatría y Gerontología No.
38, 1996.
12. Fried LP, Storer DJ, King DE et al. Diagnosis of illness presentation in the
elderly. J.Am.Geriatr. Soc. 1991; 39: 117-123.
13. Carlomagno do Nascimento E., Hamada G., Moriguchi Y. Características das
doencas no idoso. R. Med PUCRS, No. 4, 1989.
14. Kroenke K. Studying Symptoms: Sampling and Measurement Issues. Ann
Intern Med 2001; 134: 844-853.
15. Steinbrook
R.
Patients
with
multiple
chronic
conditions-how
many
medications are enough? N Engl J Med 1998; 338: 1541-1542.
16. Di Bari M, Virgillo A., Mateuzzi D. et al. Predicitive validity of measures of
comorbidity in older community dwellers: the insufficienza cardiaca negli
anziani residenti a Dicomano Study. J.Am GeriatrSoc; 54: 210-216, 2006.
22
17. Cornejo Luis. Prevalencia de Morbidade Clínica em pacientes maiores
de 60
anos. Tesis de grado de Maestría, Pontificia Universidad Católica do Rio Grande
do Sul, 1992, Porto Alegre.
18. Howell, T., Piggot A., Morbid Anatomy of old Age. Geriatrics, V.7, 1951; 85-95.
19.Roriz-Cruz M., Rosset I., Roriz-filho J., et al.
Medical Complaints and
Psychosocial and cultural characteristics of a Nationwide Sample of 2,136
Community-Dwelling Brazilian Elderly People: The Fundacao
Perseu
Abramo Project. Journal of The American Geriatrics Soc. Letter, 2008, vol. 56, (4)
762-764.
20. Halter J, Ouslander J, Tinetti M, Studenski S, High K, Asthana S. Hazzard’s.
Geriatric Medicine and Gerontology. 6th Edition, 2009, Mc Graw Hill, New York.
21. Picarscic Jl.,Glinn NW,Taylor CA., et al. Self-reported napping and duration
and quality of sleep in the lifestyle interventions and independence for elders
pilot study. J. Amer. Ger. Soc.2008, Sep; 56(9): 1753-5.
22.Miller SL., Wolfe RR., The danger of weight loss in the elderly. The Journal of
Nutrition Health & Ageing 2008, 12(7): 487-491.
23.U.S. Department of Health and Human Services: Centers for Disease Control
and
Prevention.
Healthy
aging.
http://www.cdc.gov/chronicdisease/resources/publications/aag/aging.htm.
Accesado marzo 18, Accesado en septiembre del 2011.
24. Karlamanga A., Tinetti M., Guralnik J., et al. Comorbidity in Older Adults:
Nosology of Impairment, Diseases, and Conditions. Jor. Of Gerontology:
Medical Sciences. 2007;62A(3): 296-300.
25. Moreno de Rivera Aida, Roa Reina, Mc Donald Anselmo y cols. Encuesta
Nacional de Salud y Calidad de Vida, 2007. Instituto Conmemorativo Gorgas de
Estudios de la Salud, 2009.
26.Contraloría General de la República. Instituto Nacional de Estadística y Censo.
Estadísticas Vitales, Volumen III, Defunciones, 2009.
23
27. Lima-Costa F; Barreto S; Uchoa E; et al. The Bambuí Health and Aging study
(BHAS): prevalence of risk factors and use of preventive health care services.
Pan Am J Public Health 9 (4), 2001; 219-226.
28.Di Trolio Julio, Alfano Adriana. Evaluación del estado de salud de pacientes
ambulatorios mayores de 65 años. Resumen. II Congreso del Comité Regional
Latinoamericano y VII Congreso Argentino de Gerontología y Geriatría. Vivir en
Plenitud, Año 10, No 38,1997; 20-21.
29. Encuesta Multicéntrica, Salud y Bienestar y envejecimiento (SABE) en
América Latina y el Caribe. Organización Panamericana de la Salud, ,
Washington, 2001, CAIS36/2001.5
30.Anraku a.,Jin YP, Butti Z., et al. The Toronto Epidemiology Glaucoma Survey:
a pilot study. Can J, Ophthalmol. 2011, 46 (4)352-7.
31. Rozenfeld S., Camacho L., Veras R. Medication as a risk factor for fallas in
older women in Brazil. Rev. Panam Salud Pública. 2003; 13(6): 369-375.
32.Winona P.,Sabrina T., Byles J. et al. Medication Review: patient selection and
general parcticians report of drug-related problems and action taken in
elderly australians. J. Am Geriatr Soc; 2007; 55: 927-934.
33.Kaufman DW, Kelly JP, Rosenberg L et al. Recent patterns of medication use
in the ambulatory adult population of the United States: The Slone survey.
JAMA 2002; 287:337-344.
34.De la Calzada, MD. Modificaciones del sueño en el envejecimiento. Rev
Neurol; 2000; 30(6): 577-580.
35. Lee P., Cigolle C., Balum C. The Co-Occurrence of Chronic Diseases and
Geriatric Syndromes: The Health and Retirement Study. J Am Geriatr Soc.
2009; 57: 511-516.
36.Smith A., Pin-Chieh W., Anger T. et al. Correlates of Urinary Incontinence in
Community-Dwelling Older Latinos. J Am Geriatr Soc 2010; 58: 1170-1176.
24