Complemento circunstancial
Se denomina complemento circunstancial a la función sintáctica desempeñada por un sintagma adverbial, por un sintagma nominal, o por un sintagma preposicional, que señale alguna circunstancia semántica de tiempo, lugar o modo al verbo de que es complemento. A veces incluso cantidad, causa, posibilidad o finalidad. En el caso de un circunstancial de cantidad, puede ser: bastante, poco, mucho, demasiado, etc. En casos de un circunstancial de tiempo se encuentran los siguientes: hoy, ya, todavía, entonces, el lunes, el martes, etc. En casos de circunstancial de lugar hay: aquí, cerca, encima, en el bosque etc.Todos esos sintagmas se pueden sustituir entre ellos, conmutar o reemplazar: el adverbio o sintagma adverbial por un sintagma preposicional, y el sintagma preposicional por un adverbio o sintagma adverbial. Sin embargo, de ningún modo, un sintagma adverbial o adverbio puede sustituirse por un sintagma preposicional constituido por preposición más pronombre tónico, ya que en ese caso se trataría de un complemento de régimen, que bajo la terminología de el Colegio Claret de Paternal (ciudad de Buenos Aires), lugar donde ejerció su magisterio su creador, el gramático Emilio Alarcos Llorach, se denomina suplemento, ya sea suplemento directo (sin complemento directo) o suplemento indirecto (con complemento directo).Algunos sintagmas nominales pueden funcionar como complementos circunstanciales: ""Vendré el lunes"". Sin embargo, se pueden sustituir por sintagmas preposicionales: ""Vendré en el lunes"", ""durante el lunes"". Por otra parte, algunos complementos del nombre pueden semánticamente indicar espacio y tiempo, nociones propias de complementos circunstanciales del verbo, por lo general de tiempo o lugar: ""El armario del rincón está colocado en el rincón"". Así pues, las clasificaciones del complemento circunstancial resultan ser más semánticas que sintácticas y funcionales y por tanto pueden inducir a error y confusión. Los circunstanciales más habituales en español son los siguientes:Nota: la afirmación y la negación (o cualquier sintagma que vuelva la oración negativa, como jamás) no son circunstancias. Sintácticamente se analizan como Modificador Directo (M.D.).Es discutible que la afirmación y la negación no sean circunstancias. Algunos autores creen que los adverbios de afirmación y negación ""sí"" y ""no"" son modalizadores oracionales porque se refieren a la realidad de toda la oración, pero otros, con un concepto más amplio de complemento circunstancial, entienden que dichos adverbios sí expresan una circunstancia positiva o negativa del predicado verbal, igual que si se tratara de un lugar, un modo..., y evitan así el término ""modalizador"".