La agresión es un ataque no provocado producto de la práctica o del hábito de ser agresivo. Es una conducta hostil o destructiva cuya finalidad es provocar un daño a otro. Dollard afirma[cita requerida] que es cualquier conducta cuyo objetivo es causar un daño cierto a la persona a la que se dirige. Existe una polémica sobre conductas agresivas: Archer y Browne (1989) establecen[¿dónde?] tres características del caso prototípico de agresión: Intención de causar daño. Provocar daño real. La existencia de alteración del estado emocional. Geen hace una tajante distinción[¿dónde?] entre agresión colérica y agresión instrumental. La primera tiene un estado emocional negativo de cólera como reacción a alguna provocación previa y persigue causar daño que, mediante la agresión, pretende anular a la persona.