Química organometálica
La química organometálica se encarga del estudio, síntesis y reactividad de los compuestos organometálicos, aquellos compuestos químicos que poseen al menos un enlace entre un átomo de carbono de un ligando orgánico y un átomo metálico. En este contexto, el término ""metal"" se puede definir utilizando una escala de electronegatividad, asignando la palabra metal a aquel elemento que presenta un carácter más electropositivo que el carbono. Bajo este punto de vista se designan como metales a elementos conocidos como metaloides, tal como el silicio.Puede considerarse una parte de la Química diferenciada de la química orgánica (en la que el carbono se une de modo covalente a átomos de no-metal como hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo, azufre o halógenos) y también distinta de la química inorgánica. La química organometálica es una disciplina que engloba a otras subdisciplinas de la química, como: química orgánica, química inorgánica, fisicoquímica, electroquímica. Esta transdisciplina de la química organometálica hace que posea una aplicabilidad tecnológica en variadas industrias químicas. Por mencionar sólo unos casos: hidrogenación catalítica de olefinas utilizando sistemas homogéneos, a menor presión y temperatura, polimerización de etileno y propileno que generan polímeros plásticos con mayor grado de tacticidad, etc.