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29/04/2017
Congreso mundial de Cabalá en Brasil “Todos como uno”
Lección 7: “De Yo a Nosotros”
1) Baal HaSulam, Seiscientas mil almas [Editado y adaptado al público]
Hay seiscientas mil almas y cada alma se divide en varias almas. Se creó tan
solo un alma y ella no se divide sino que se encuentra en cada uno en la
misma plenitud como en el Adam HaRishón, pues lo espiritual no se reparte
como algo material, y al referirse a seiscientas mil almas y otras partes de
estas, se reparte en la fuerza del cuerpo de cada uno.
2) Baal HaSulam, Seiscientas mil almas [Editado y adaptado al público]
En el deseo corporal se han hecho dos discernimientos:
1. que siente su alma como un individual especial, y no comprende que se
trata de la totalidad de Israel.
2. que no le ilumina la Luz del alma en realidad, en toda su capacidad de
iluminación, sino solo parte de ella, según la medida en la que se purificó a sí
mismo al regresar al colectivo.
La señal de que el deseo ha sido corregido enteramente es en el momento
en el que siente que su alma se encuentra en el colectivo, en cada uno, y
entonces no se siente a sí mismo como un individuo, y entonces es puro y sin
defecto, y la Luz del alma fluye sobre él con toda su potencia, así como
apareció en el Adam HaRishón.
3) Baal HaSulam, “Amor a Dios y amor a los creados” [Editado y
adaptado al público]
Al completarse en el hombre el amor y el otorgamiento a su prójimo en su
punto final, uno consigue también el amor al Creador y el otorgamiento de
contento al Creador. No hay diferencia entre ambos porque cualquier cosa
por fuera del deseo de recibir de la persona, por fuera de su beneficio propio
- se juzga del mismo modo, ya sea otorgar al amigo o al Creador.
Por eso, la ley "Ama a tu prójimo como a ti mismo" es el propósito final de
todas las acciones porque es la forma más clara para el hombre ya que uno
no se confunde en los actos, pues están alistados a la vista, y se sabe que si
uno pone las necesidades del amigo por encima de las propias, eso es estar
en el nivel de otorgamiento.
Por lo tanto la meta definida es “ama a tu prójimo como a ti mismo” y no “Ama
a tu Dios con todo el corazón” pues son iguales, como está escrito en la
palabra “como a ti mismo”, porque quien se ama a sí mismo puede
engañarse a sí mismo que ama al Creador, mientras que respecto a su amigo
está siempre muy claro ante sus ojos.
4. Baal HaSulam, Carta 4 [Editado y adaptado al público]
No te hace falta más que salir al campo )el deseo) bendecido por Dios y
recoger todos aquellos órganos flácidos (las almas) que se desprendieron de
tu alma y reunirlos en una sola alma. Y en esa alma completa depositará el
Creador a Su Shejiná constantemente. Y el fluido de gran sabiduría y los ríos
de Luz serán como un manantial interminable.
5. Rabash 1, Art. 3/1984, “Amor de los amigos-1” [Editado y adaptado al
público]
Al estar en un mismo grupo con los amigos que tienen amor de amigos,
entonces podré elevarme al amor al Creador. Este camino se llama “camino
de otorgamiento”. Este camino va contra nuestra naturaleza. Al fin de que
podamos llegar a ello, no hay otro consejo más que el amor de amigos, por
medio del cual toda persona puede ayudar a su amigo.
6. Rabash 1, Art. 6/1984, “Amor de los amigos-2” [Editado y adaptado al
público]
Al entrar cada uno a la sociedad y al anularse a sí mismo ante la sociedad,
entonces se forma un solo deseo compuesto de diez personas, una sola
fuerza diez veces mayor de la que tenía siendo uno solo. Pero existe una
condición en la reunión – que cada uno piense que viene a anularse a sí
mismo, al amor propio, que uno no piense cómo llenar su deseo de recibir,
sino que piense ahora, en la medida posible, solamente sobre el amor al
prójimo – sólo por este medio podrá recibir el deseo y la necesidad que se
debe recibir una nueva cualidad llamada deseo de otorgar. Y del amor de
amigos puede llegar al amor al Creador, es decir, que desea otorgar contento
al Creador.
7) Rabash 2, Carta 40
Mediante la fricción de los corazones, cada uno produce de las paredes de su
corazón una calidez que produce amor hasta que se cubren en un solo amor.
Y de momento que comienzan a sentir el amor del amigo, despierta en uno la
alegría y el placer al descubrir que su amigo le ama, ya que siempre supo
que solo él se preocupaba por su amigo, pero la revelación de que su amigo
lo ama a uno, despierta en él una alegría inmensurable y ya no puede
preocuparse por sí mismo.
8) Escritos de Rabash 2, Carta 8
Después de haber conseguido la vestidura del amor, el corazón comienza a
añorar y a unirse con mis amigos y me parece que mis manos los abrazan y
los pies bailan con amor y alegría junto a ellos en la ronda y yo salgo de mis
límites corporales y me olvido de la gran distancia que hay entre nosotros,
como si mis amigos estuvieran situados dentro de mi corazón y vieran. Y me
parece que no hay ninguna realidad en el mundo más que yo y mis amigos. Y
luego también el “yo” se anula y se incluye en mis amigos hasta que me paro
y declaro que no hay ninguna realidad en el mundo – solo los amigos.