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El nacimiento del Sistema de Bretton Woods (SBW). Prof. Dr. Andreas Novy. Departamento para el Desarrollo Urbano y Regional Universidad de Economía de Viena1 El sistema Bretton Woods desde la visión Keynesiana. El sistema tuvo origen en una idea de John Maynard Keynes, que en política económica consistía en tratar de conducir el crecimiento económico desde el plano global. Su propuesta para la puesta en práctica de este objetivo se basaba sobre cuatro pilares institucionales: La construcción de un banco central mundial, el que condujera globalmente la liquidez y fuera responsable del apoyo a países con excedentes de exportaciones -por consiguiente, el que estabilizara la economía mundial- (propuso la creación de una Moneda mundial) 2. Un “fondo para la reconstrucción y el desarrollo” que promoviera la puesta a disposición del crédito para los países de bajos ingresos. 3. La creación de una organización internacional del comercio, que se ocupara por la estabilidad de los precios de los bienes de exportación primarios. 4. Un programa de créditos blandos institucionalizado “soft aid programme” vinculado a las Naciones Unidas, sobre los subsidios no reintegrables que se deberían llegar a adjudicar 1. El 27 de julio de 1944 en Bretton Woods, EE.UU tuvo lugar la fundación de dos organizaciones institucionales, a saber: El banco internacional para la reconstrucción y el desarrollo, BIRD, o World Bank y el Fondo Monetario Internacional, FMI o International Monetary Fund. El rol del banco fue por consiguiente, asignar fondos, tal como un banco. Se renunció en un comienzo a la fundación de las dos organizaciones restantes, no obstante, la influencia sobre el comercio mundial se recuperó por la institucionalización del “General Agreement on Tariffs and Trade”, GATT, en 1948 en Havanna Charta. Recién a partir del 1ero de enero de 1995, con la fundación de la “World Trade Organisation”, WTO, u Organización Mundial de Comercio, OMC, el GATT se convirtió en un ámbito organizador propio. El GATT fue logrando desde el comienzo una liberalización del comercio mundial a través de las sucesivas reducciones de las aduanas y la disminución de los obstáculos no tarifarios del comercio. El objetivo más importante de Bretton Woods fue el nuevo orden de la economía mundial y el apoyo al comercio a través de un régimen internacional monetario (Bretton Woods System) con tipo de cambio estable y fuerte y con el dólar 1 Tomado de la dirección electrónica: http://www.joaquinpi.com/tema7.htm estadounidense como patrón. Los componentes más importantes de este sistema fueron: Total convertibilidad del Dólar estadounidense en oro con una cotización de 35 US$ por onza (el banco emisor de USA estaba por consiguiente obligado a comprar y vender el dólar a esa cotización). Obligación del resto de los bancos centrales al mantenimiento de las respectivas cotizaciones internas a través de intervenciones en el mercado de divisas, manteniendo los márgenes de fluctuación establecidos. Adjudicación de créditos del FMI por problemas transitorios de la balanza de pagos. Ajuste de las paridades por dificultades permanentes en la balanza de pagos. El sistema Bretton Woods quebró cuando, alrededor de los años 60s, el Dólar estadounidense no podía seguir cumpliendo con su función de dinero patrón, por la guerra de Vietnam y sus altas exigencias financieras. Los Estados Unidos siguieron una política inflacionaria, la que no podía ni quería ser sostenida por los otros bancos emisores, en razón de que sus propias monedas sufrían una restricción de su soberanía. Al mismo tiempo y en forma creciente Estados Unidos cuestionó la total convertibilidad del Dólar estadounidense en oro; había perdido su rol de hegemonía indiscutible en la economía mundial por el rápido proceso de recuperación económica de los países de Europa y Japón. Además, por las regulaciones imprecisas, cuando los países participantes pudieron llegar a adaptar por separado las paridades, el tipo de cambio fluctuó en bandas importantes. En 1971 el presidente de los Estados Unidos puso fin definitivo a la total convertibilidad-oro del dólar. En los años siguientes la mayoría de los países se decidieron por una liberalización total de sus tipos de cambio, algunos de ellos establecieron nuevas relaciones (por ejemplo, la relación del Schilling con el Marco alemán). En los años 1970 volvió la esperanza de un régimen internacional estable de tipo de cambio hasta la siguiente despedida. Hoy apenas se encuentran reliquias del Bretton Woods en los acuerdos para el nuevo orden de la economía mundial en ambas instituciones del Breton Woods, el Banco Mundial y el FMI, así como la OMC surgida del GATT, que son duramente criticadas por las sucesivas desviaciones de las ideas solidarias y estabilizadoras keynesianas. Tanto el Banco Mundial como el FMI vinculan sus adjudicaciones de créditos a condiciones duras para países en vías de desarrollo, las que en opinión de muchos minan la estabilidad del sistema económico internacional, con lo que se expresan contra las intervenciones estatales en la economía y representan el espíritu de la época, basado en primer lugar en posiciones económicas liberales. Las condiciones que se solicitan a los tomadores de créditos para recorrer el “buen camino” fueron agrupadas en el Consenso de Washington. La Organización Mundial del Comercio representa, más allá de la liberalización del comercio mundial, a los intereses de los países industrializados. Se reclama la liberalización de los mercados donde los países industrializados esperan ventas potenciales de sus productos, o visualizan posibilidades de inversión para sus excedentes de capital financiero. Por el contrario, los mercados de productos agrícolas están sujetos al proteccionismo La otra visión del Bretton Woods El marco monetario donde se encuadran los primeros pasos de la llamada Unión Europea venía determinado por los acuerdos de Bretton Woods, firmados el 22 de julio de 1944 por 44 países, al final de la II Guerra Mundial. Las naciones acababan de sufrir grandes inflaciones asociadas a una puesta entre paréntesis del patrón oro,2 y deseaban volver a un sistema estable de tipos de cambio. Por ello, los principales objetivos de Bretton Woods eran garantizar la estabilidad monetaria en el plano internacional para favorecer las relaciones comerciales -una cierta vuelta al patrón oro- y la recuperación económica de unos países que habían sido devastados por los avatares bélicos. Y tuvo como rasgo principal el consagrar la primacía económica de los Estados Unidos y establecer su dólar como unidad internacional de cambio. “Una de las reglas principales del patrón oro es que no se emita más moneda que la que esté respaldada por reservas de oro en el banco central. Esto es muy molesto para los gobiernos en tiempos de guerra, porque sus gastos se disparan sin que puedan echar mano de la fábrica de billetes. Por ello no es raro que cedan muy fácilmente a la tentación de suspender "provisionalmente" este incómodo requisito” Los acuerdos alcanzados en Bretton Woods supusieron resucitar la política monetaria, que había sido guardada bajo llave durante un decenio. "Aunque muy 2 El patrón oro de cambio fue un sistema histórico de tipo de cambio sólido en el período de la revolución industrial. En ese sistema cada país establecía una relación de cambio firme entre la propia moneda y el oro y garantizaba la total convertibilidad de su moneda (así la posibilidad de cambiar dinero por oro). A través de la relación entre las monedas nacionales y el oro fue fijado el tipo de cambio entre las monedas. El patrón oro se discutió y propició, en la Conferencia de Ginebra celebrada en 1922 para resolver algunos problemas monetarios, que a la sazón podían desequilibrar las finanzas y trabar el comercio mundial. Al finalizar la segunda guerra mundial se puso el esfuerzo, con el System Bretton Woods, en la instauración de un régimen estable del tipo de cambio, con el dólar estadounidense como patrón. gradualmente, la política monetaria fue añadida de nuevo a la política fiscal como parte del cajón de herramientas que había de servir para guiar la economía". Los diseñadores de Bretton Woods querían volver a las ventajas del patrón oro -de hecho, los dólares podían ser cambiados efectivamente por lingotes-, pero introduciendo un corrector de los problemas típicamente asociados a este sistema, es decir, su excesiva rigidez (no permitía adaptar los tipos de cambios a las modificaciones substanciales de las economías) y la fuga de oro de los países que se ven obligados a importar más que exportar. “Ante una situación de déficit comercial, en que el país deficitario empieza a perder rápidamente sus reservas de divisas extranjeras (éstas son empleadas para pagar las importaciones), la consecuencia natural sería que se devaluara la moneda nacional (hay una demanda muy grande de divisas, y muy débil de la moneda nacional). Para evitarlo, el banco central interviene en el mercado de divisas comprando su propia moneda (eleva artificialmente la demanda de su moneda, a cambio de sus reservas de divisas). Pero como las reservas de divisas son limitadas, esto no puede hacerlo durante mucho tiempo, a no ser que tenga acceso a un fondo grande de reservas al que pedir prestado” Por ello, el acuerdo más importante alcanzado por los 730 participantes de esta cumbre histórica fue la creación del Fondo Monetario Internacional, cuya finalidad era poner a disposición de los países miembros un fondo que les permitiese amortiguar estos efectos negativos del patrón oro cuando las importaciones fueran más fuertes que las exportaciones. Hasta el momento, la única protección que tenían los estados contra esta fuga de oro era encarecer la compra de productos extranjeros (importaciones) y hacer más atractivos los productos nacionales en el exterior (exportaciones), para estabilizar así la balanza comercial. El nuevo fondo suavizaba temporalmente la dureza de estas medidas: A pesar del misterio que rodeaba las discusiones de Bretton Woods, tanto el objeto como el proyecto básico del Fondo Monetario Internacional, FMI. En 1944, las existencias mundiales de oro estaban aún peor repartidas que antes. Y el patrón oro tenía mala fama. Los acuerdos de Bretton Woods trataban de recobrar las ventajas del patrón oro: monedas cambiables en oro a unos tipos estables y previsibles y, por lo tanto, convertibles entre sí, también según índices previsibles y estables. No es de extrañar que el elemento moderador fuese el dinero -un fondo, monetario, al que podían acudir los países hasta que pudiesen enderezar las cosas-, parte en oro o dólares, pues éstos eran desde luego intercambiables, y parte (cosa mucho más económica para la mayoría) en sus propias divisas. Estas suscripciones estaban de acuerdo con un cálculo elástico de la participación particular de la nación en el comercio internacional y en su posibilidad general de pagar. Los más grandes suscriptores fueron, con gran diferencia sobre los demás, los Estados Unidos y Gran Bretaña. "Cada país se comprometía a mantener estable su moneda -sujeta a una pequeña fluctuación del 1%- en relación con las de los demás. Si bajo la presión, por ejemplo, de un exceso de importaciones y un defecto de exportaciones empezaba a bajar la moneda de un país, su banco central compraría esta moneda a precio alto y de este modo mantendría su valor en relación con el de las monedas de los otros países. Y si las a menudo exiguas reservas del banco central en divisas aceptables por los otros países no permitían estas compras, el país podía pedir oro o dólares u otras monedas aceptables al FMI, para realizar aquel apoyo". El crédito permitía a los países deficitarios evitar inmediatamente las políticas restrictivas duras, pero no a medio plazo. Cuanto más durase el préstamo, éste les resultaba más caro, por lo que los pequeños países tenían un buen aliciente para dejarse guiar por los consejos de los expertos del FMI dirigidos a sanear su economía. El FMI empezó a trabajar en Washington el 1 de marzo de 1947, con unos recursos modestos: 2.750 millones de dólares de los Estados Unidos y 6.800 millones de dólares aportados por los demás países. En los primeros años apenas fue utilizado, ya que los desequilibrios comerciales de la posguerra eran muy fuertes -el fondo estaba pensado para salvar pequeñas diferencias- y los países beligerantes sólo podían importar a toda costa. El remedio financiero para superar esta crisis no fue el FMI, sino el Plan Marshall, aprobado el 3 de abril de 1948 por el presidente Truman bajo el nombre de "Foreign Assistance Act", (Ley de ayuda extranjera). Este llegó a otorgar créditos por un total de 12.500 millones de dólares. Sólo a mediados de los años 50, cuando las economías europeas ya se habían recuperado y las importaciones guardaban una relación razonable con las exportaciones, el FMI empezó a cobrar importancia. Estados Unidos y el dólar se convirtieron en los puntos de referencia de la política económica internacional de los años 50 y comienzos de los 60, al igual que en el siglo XIX lo fueran Gran Bretaña y la libra esterlina, siempre con el oro como patrón de respaldo. Los precios americanos eran estables, y los dólares constituían un activo seguro que cualquiera deseaba tener. Bretton Woods diseñó un sistema monetario de tipos fijos (aunque con la posibilidad de recurrir a reajustes cuando la realidad los impusiera ineludiblemente), en el que el dólar remplazo al oro como patrón. La gran diferencia del "patrón dólar" estaba en que éste no seguía el principio de "cobertura al cien por ciento", por lo que podían emitirse billetes bancarios independientemente del volumen de reservas de oro. Y de hecho así se hizo. Sin embargo, el sistema seguía guardando cierta relación con el oro, ya que los dólares podían ser cambiados por éste (con ciertas restricciones) al valor de 35 dólares la onza. "Parecía haberse encontrado un sustituto racional del patrón oro". "En realidad, como había ocurrido con el patrón oro antes de las dos guerras, las medidas básicas -monedas plenamente convertibles entre los principales países industriales, dificultades ocasionales salvadas con préstamos del FMI, importantes reajustes ocasionales- se daban por seguras. Y así, como antes de 1914 pero con un menor papel del oro, pareció que, en conjunto, se habían resuelto los arreglos monetarios internacionales" Los estudios para establecer las bases de un nuevo sistema monetario internacional, y evitar el caos monetario ocurrido durante el período de entreguerras, se llevaron a cabo en el Reino Unido y en Estados Unidos, tras concluir la II Guerra Mundial. El nuevo sistema monetario de Bretton Woods fue el resultado de un proceso de negociación entre ambos países, siendo John Maynard Keynes la figura intelectual dominante del mismo. En julio de 1944, el SBW quedó formalmente establecido cuando los representantes de cuarenta y cuatro países firmaron los artículos del Acuerdo del Fondo Monetario Internacional. El resultado final de la negociación proporcionó un sistema monetario internacional mucho más cercano al propuesto por EE.UU que al defendido por Keynes. Ambos planes coincidían en una serie de puntos fundamentales. En primer lugar, ambos planes descartaban la posibilidad de implantar un sistema de tipos de cambio libremente fluctuantes, dados sus efectos adversos sobre la economía mundial durante los períodos en que este sistema estuvo en vigor, especialmente antes de la I Guerra Mundial y durante los años treinta. En segundo lugar, se consideraba poco recomendable la implantación de un sistema de tipos de cambio absolutamente fijos, dada la experiencia poco favorable obtenida durante el restablecimiento del patrón oro en el período 1925-31. El intento británico de restablecer un patrón oro internacional había contribuido a agravar la Gran Depresión. No obstante, también existían puntos de discrepancia entre ambos planes. Como primer punto de discrepancia debe señalarse el producido por la especial preocupación del plan británico por la asignación de las políticas económicas nacionales a objetivos domésticos y, especialmente, al objetivo del pleno empleo nacional. En este contexto, el tipo de cambio debería ser una variable que pudiera alterarse para hacerla compatible con el objetivo del pleno empleo. Por el contrario, el plan norteamericano perseguía como objetivo prioritario la estabilidad de los tipos de cambio, de forma que éstos sólo pudieran variarse en circunstancias excepcionales de carácter poco frecuente. En segundo lugar, el plan británico proponía que los costes de los ajustes necesarios para corregir los desequilibrios de balanza de pagos deberían compartirse entre los países con superávit y los países con déficit. Por el contrario, EE.UU defendía que el ajuste debería correr exclusivamente a cargo de los países con déficit. Sobre este segundo punto de discrepancia, EE.UU aceptó que en el acuerdo final se incorporara un principio que parecía cubrir los deseos del Reino Unido y, en general, de todos los países europeos, de crear algún mecanismo que obligara a realizar ajustes a los países con superávit de balanza de pagos. Este principio se plasmó en la "cláusula de moneda escasa", según la cual los países miembros del nuevo sistema monetario podían establecer controles de cambio discriminatorios contra un miembro cuya moneda fuera declarada escasa por el FMI. Sin embargo, esta cláusula no fue nunca utilizada, y la carga del ajuste frente a desequilibrios de balanza de pagos fue soportada fundamentalmente por los países con déficit exterior. En tercer lugar, los planes británico y norteamericano diferían en la concepción del mecanismo a través del cual debería proporcionarse liquidez al sistema en general, y a los países con problemas de balanza de pagos en particular. Así, el Plan Keynes apoyaba la creación de una institución cuyo funcionamiento era más cercano al de un banco central nacional. En concreto, proponía que los países con superávit acumularan una posición acreedora consistente en depósitos en una "Clearing Union" internacional. Estos depósitos serían denominados en una nueva moneda de reserva, el "bancor". Los países deficitarios tendrían derecho a obtener descubiertos frente a la "Clearing Union", aunque este derecho estaría limitado para cada país a través de una cuota, que fijaría el saldo deudor máximo que podría acumularse frente a la "Unión". El ajuste de los saldos deudores o acreedores excesivos debían ser responsabilidad conjunta de los países con déficit o superávit en sus balanzas de pagos, por lo que devengarían intereses los saldos deudores o acreedores por encima del 25% de la cuota. La provisión de una liquidez internacional adecuada quedaba asegurada a través de la revisión al alza de las cuotas conforme así lo dictaran las necesidades del comercio internacional. El plan de EE.UU, por el contrario, proponía que todos los países, independientemente de su posición de balanza de pagos, deberían aportar cuotas a un fondo, un 25% del importe de las mismas en oro y el resto en moneda nacional. Además, la obtención de fondos para hacer frente a un déficit de balanza de pagos sería condicional, y no un derecho como pretendía el Plan Keynes. La presión para el ajuste de la balanza de pagos se ejercía, por tanto, exclusivamente en los países con déficit. El resultado final, con la creación del FMI, fue prácticamente el propuesto por Estados Unidos. En este aspecto los negociadores británicos sólo lograron incluir unas cuotas superiores a las propuestas inicialmente por EE.UU. En cuarto lugar, ambos planes diferían en el papel que debería desempeñar la movilidad internacional del capital. El plan británico proponía retener los controles ligados a la cuenta de capital. En concreto, Keynes consideraba conveniente extender al resto de los países el sistema general de controles de cambios usado por el Reino Unido durante la Guerra. Por el contrario, EE.UU deseaba mantener su mercado de capital abierto a la participación extranjera, dando especial importancia al papel que debía desempeñar la banca privada en el sistema de pagos internacionales. El resultado final fue una solución de compromiso, en la que los americanos aceptaron que se limitara la obligación de mantener una moneda convertible para las transacciones por cuenta corriente. 2. Las reglas de funcionamiento. Los acuerdos de Bretton Woods consistían, en esencia, en un conjunto de reglas diseñadas para regir el funcionamiento del nuevo sistema monetario internacional. El sistema monetario que entonces se estableció, el patrón cambios oro, era una versión del patrón oro en la que los bancos centrales utilizaban como reservas internacionales el oro y el dólar. El sistema se basaba en un conjunto de principios que se resumen a continuación. Primero, se establecía un precio fijo del oro en 35 dólares la onza. A este precio EE.UU se comprometía a realizar las compras y ventas de oro demandadas por las autoridades económicas extranjeras. Segundo, cada país miembro se comprometía a declarar la paridad o tipo de cambio oficial de su moneda en relación con el oro o en relación con el dólar. La fijación de las paridades de las unidades monetarias nacionales con el oro o el dólar daba lugar a paridades fijas entre las monedas de los países miembros. Tercero, cada país se comprometía a intervenir en el mercado de divisas con sus reservas internacionales de dólares para mantener la paridad o tipo oficial de su moneda con respecto al dólar, permitiéndose una oscilación del ±1% entre el tipo de cambio de mercado de una moneda y su paridad. Las intervenciones debían realizarse exclusivamente para mantener el tipo de cambio de la moneda en cuestión con respecto al dólar, no existiendo puntos oficiales de intervención para el tipo de cambio entre dos monedas no dólar. Estos puntos oficiales de intervención hubieran sido inútiles, pues al estar fijados los límites de intervención de dos monedas con respecto al dólar en una banda del ±1%, quedaba fijada la fluctuación del tipo de cambio entre esas dos monedas en una banda del ±2%, al actuar el arbitraje privado. Era éste precisamente el mecanismo que se contemplaba en el SBW, de forma que el tipo de cambio entre dos monedas no dólar se mantenía dentro de la banda de fluctuación del ±2%, no como consecuencia de la intervención oficial, sino gracias al arbitraje privado. Cuarto, se contemplaba la posibilidad de modificar la paridad de la moneda de un país miembro cuando éste se enfrentaba a un problema de "desequilibrio fundamental" de la balanza de pagos. Aunque el concepto de "desequilibrio fundamental" no fue definido en los acuerdos de Bretton Woods, se interpretaba normalmente como desequilibrio fundamental aquél que tenía carácter persistente y que no podía eliminarse sin poner en grave peligro otros objetivos internos de la economía. La modificación de las paridades para eliminar desequilibrios fundamentales debía ser autorizada por el FMI siempre que la alteración en la paridad de la moneda, contabilizando todas las variaciones anteriores, fuera superior al 10% de su valor inicial. 3. Las deficiencias del SBW. El SBW era un sistema de tipos de cambio fijos, aunque ajustables, en el que las reservas internacionales consistían en oro y dólares convertibles en oro. Sin embargo, desde la creación del SBW, la tasa de crecimiento de las existencias de oro utilizables como reserva, y más en concreto, la tasa de crecimiento de las reservas de oro en poder de EE.UU, fue muy inferior a la tasa de crecimiento de la demanda mundial de reservas internacionales. Esta demanda fue satisfecha a través de los sucesivos déficits experimentados por la balanza de pagos EE.UU, que suministraban como medio de reserva dólares teóricamente convertibles en oro. En estas circunstancias, la llamada "Paradoja de Triffin" comenzaba a aparecer como obvia. La economía mundial dependía de los déficits de EE.UU para asegurarse un aumento de las reservas, lo que incrementaba los pasivos de EE.UU en relación con su activo de reserva. Por ello, la estabilidad del sistema se pondría inevitablemente en entredicho conforme los poseedores de dólares empezaran a dudar de su convertibilidad en oro. Si se hubiera eliminado el déficit exterior EE.UU, la economía mundial habría perdido la fuente más importante de provisión de reservas, poniendo en peligro el comercio mundial y el crecimiento económico. El SBW, por tanto, era intrínsecamente inestable, ya que a largo plazo conducía irremediablemente a la pérdida de confianza de la convertibilidad del dólar en oro, erosionando la base del sistema que era precisamente esa convertibilidad del dólar en oro. En efecto, un análisis de las reservas de oro de EE.UU y de los pasivos externos oficiales en manos de los bancos centrales de los restantes países, muestra como el cociente oro/pasivos fue descendiendo paulatinamente, hasta que en 1963 se alcanzó un valor igual a la unidad. A partir de ese año, el anterior cociente se va deteriorando y, por tanto, también se va deteriorando la confianza en la convertibilidad del dólar. En 1971, año en que se produce la primera crisis grave del SBW, la relación oro/pasivos de EE.UU era casi de uno a cinco. Además de la razón que acaba de apuntarse, existían una serie de deficiencias adicionales en el SBW que contribuyeron, sin duda, a facilitar su colapso. Entre estas deficiencias se han destacado en la literatura económica, la inexistencia de un mecanismo de ajuste adecuado para las paridades, la existencia de asimetrías en el sistema, y la falta de un método sistemático para aportar reservas internacionales a largo plazo a un ritmo adecuado. En los primeros años de existencia del SBW, los ajustes de las paridades no tuvieron que desempeñar un papel importante en la consecución de equilibrio de las balanzas de pagos, fundamentalmente como consecuencia de las bajas tasas de inflación a que se vio sometida la economía mundial. A finales de los años 1960 y principios de los años 1970, los países industrializados vieron como se producían fuertes divergencias entre sus tasas de inflación, que además mostraban una tendencia creciente. No obstante, los necesarios ajustes de paridades fueron evitados. Los países con déficit temían las consecuencias inflacionistas de la devaluación, además del desprestigio político. Los países con superávit temían la pérdida de competitividad asociada con la revaluación. La inexistencia de un mecanismo de ajuste de las paridades generaba tensiones al producirse desajustes crecientes de las paridades, que se veían además agravadas por la diferente presión a la que se veían sometidos los países con déficit y superávit en la balanza de pagos, ya que los primeros se enfrentaban a la restricción impuesta por sus existencias de reservas internacionales. El SBW se veía sometido a tensiones a través de sus asimetrías, siendo quizá la más importante la que se producía al librarse a EE.UU, en la práctica, de intervenir en los mercados de cambios para estabilizar su moneda, siendo los restantes países los encargados de mantener la paridad con el dólar. Para mantener las paridades de sus monedas los gobiernos tenían que comprar y vender dólares a cambio de sus propias monedas, quedando EE.UU libre del compromiso de intervenir en los mercados de cambios. En teoría, esta asimetría del sistema se compensaba con la obligación de EE.UU de comprar y vender oro. En la práctica, éste no fue el caso, bien porque los restantes países se mostraron dispuestos a mantener sus reservas en forma de dólares, o bien porque a partir de 1971 el dólar dejó de ser convertible en oro. Por otra parte, esta asimetría generaba el problema de que impedía la existencia de un mecanismo de ajuste claro en el caso de que, por ejemplo, ante dificultades en la balanza de pagos de EE.UU fuera recomendable que se llevara a cabo una devaluación del dólar. En la práctica, se demostró que USA se resistía a variaciones en el precio del dólar con respecto al oro, para mantener la confianza en el principio básico del SBW, que era precisamente, la convertibilidad del dólar en oro. Por otra parte, los restantes países podían anular los efectos de una variación del precio dólar-oro, redefiniendo sus paridades. Además, estos países no se veían presionados a la intervención, ya que disfrutaban de una situación de superávit de balanza de pagos. La primera vez que se presentó un problema con estas características, en 1971, planteándose la necesidad de corregir un déficit exterior de USA, el sistema quedó en entredicho y a las puertas de su desaparición. 4. Evolución y crisis del SBW. Tras la constitución del nuevo orden monetario internacional de Bretton Woods, se produce una etapa caracterizada por el amplio dominio de EE.UU en la economía mundial y una considerable estabilidad monetaria internacional. Sin embargo, a partir del año 1959, después de un período de transición de 13 años, los países desarrollados declaran la convertibilidad de sus monedas, lo que facilita la movilidad internacional del capital. Como consecuencia de ello, el SBW comienza a verse sometido a continuas tensiones. Así, a principios de los años 1960, la balanza de pagos de USA comienza a mostrar un déficit, y, en 1960-61 se produce la primera crisis entre el dólar y el marco alemán, que concluye con una revaluación del marco de un 5% ante las presiones de EE.UU. Este hecho sirve de preludio a un período de crisis continuas en el sistema monetario internacional, que concluye con el abandono del SBW en 1973. Los acontecimientos más importantes ocurridos en este período se pueden resumir en la forma siguiente: a) Crisis de la libra esterlina, en 1964-67; b) crisis del oro, en 1968; c) crisis entre marco alemán y el dólar, en 1970-71; d) inconvertibilidad del dólar, en agosto de 1971; e) acuerdo Smithsoniano, en diciembre de 1971; f) segunda devaluación del dólar, en febrero de 1973; g) II serpiente monetaria europea, y abandono del SBW. 4.1. Crisis de la libra esterlina de 1964-67. En el año 1960 el equilibrio exterior de la economía del Reino Unido experimentó un importante deterioro. Aunque en los tres años siguientes se observó una cierta mejoría, a partir de mediados de los años sesenta, se produjo un fuerte déficit, tanto en la balanza por cuenta corriente como en la balanza básica, que en 1964 alcanzó su nivel máximo. A pesar de que el mercado anticipó la existencia de un desequilibrio fundamental en el sector exterior, EE.UU se opuso a una devaluación de la libra ante el temor de que ello supondría un trasvase de las presiones especulativas hacia un dólar, que en aquellos momentos ya mostraba síntomas de debilidad. Para evitar la devaluación de la libra, EE.UU organizó apoyo financiero para esta moneda, y el Reino Unido implantó políticas de demanda y de renta restrictivas. Sin embargo, a pesar de estas medidas, en noviembre de 1967, la libra esterlina tuvo que ser devaluada un 14 por ciento, pasando su paridad desde 2.8 a 2.4 dólares. 4.2. Crisis del oro de 1968. Durante el período 1965-68 se produjo en EE.UU una importante expansión fiscal basada en un fuerte aumento del gasto público, como consecuencia del conflicto de Vietnam y de los programas de la Great Society puestos en marcha por el Presidente Jhonson. Esta expansión fiscal produjo tanto un fuerte deterioro en el superávit de la balanza por cuenta corriente de EE.UU como un aumento de la inflación. Aunque esta expansión fiscal fue acompañada en un principio de una política monetaria restrictiva, en 1965 y 1966, el efecto negativo de los altos tipos de interés llevó al FED a realizar una política monetaria mucho más expansiva en 1967 y 1968, con la consiguiente elevación de la tasa de inflación. La creciente inflación en EE.UU, el deterioro de su balanza de pagos por cuenta corriente y el déficit presupuestario, llevó a los especuladores privados, a finales de 1967 y principios de 1968, a anticipar una posible devaluación del dólar en relación con el precio oficial del oro. Ello produjo compras masivas de oro en el mercado privado, forzando al Pool del Oro a utilizar sus existencias de oro para hacer frente al exceso de demanda que existía al precio oficial. Sin embargo, en marzo de 1968, el Pool del Oro decidió abandonar su intervención en el mercado, tras haber tenido que vender en los seis meses anteriores oro por importe de 3.500 millones de dólares al precio oficial de 35 dólares la onza. De este total, 2.400 millones de dólares correspondían a Estados Unidos, que de esta forma había perdido casi el 20% de sus reservas de oro. Al mismo tiempo que se suspendían las intervenciones del Pool del Oro se decidió mantener invariable el precio oficial del oro a 35 dólares la onza, acordándose que las autoridades monetarias se abstendrían de comprar o vender oro en el mercado privado. Estos acuerdos suponían de hecho la creación de un doble mercado del oro. Por una parte, un mercado oficial reservado a transacciones oficiales entre los bancos centrales, manteniéndose para estas transacciones el precio oficial de 35 dólares la onza. Por otra parte, un mercado privado en el que las autoridades monetarias no intervendrían y en el que el precio quedaría libremente determinado por la oferta y la demanda. La creación del doble mercado del oro supuso un grave debilitamiento del SBW, ya que implicaba la desaparición, en la práctica, del ancla nominal del sistema. En efecto, el SBW trataba de prevenir la inflación ligando el precio del dólar al oro, e imponiendo de esta forma una limitación a la oferta de dólares. Aunque la oferta de dólares continuaba restringida por la posibilidad de que los bancos centrales cambiaran dólares por oro en el banco central de EE.UU al precio oficial, lo cierto es que con el doble mercado del oro había desaparecido el control automático impuesto por el mercado. Además, los bancos centrales no EE.UU trataban de evitar la conversión de dólares en oro para no poner el sistema bajo más presión. 4.3. Crisis entre el dólar y el marco alemán de 1970-71. A finales de 1969 la economía de USA se encuentra en una clara recesión, lo que lleva a las autoridades económicas de este país a realizar una política monetaria expansiva. Esta política produce a lo largo de 1970 un descenso paulatino de los tipos de interés del mercado de eurodólares y de los activos financieros denominados en dólares. Mientras tanto, los tipos de interés en Alemania mostraban una tendencia creciente, ya iniciada a principios de 1969, en respuesta a la política anti-inflacionista realizada por el Bundesbank. Como consecuencia de ambos hechos, la diferencia entre tipos de interés se mueva rápidamente a favor de Alemania durante 1970 y 1971, lo que produce la consiguiente salida de capital a corto plazo desde Estados Unidos con destino a Alemania. Además, en los primeros meses de 1971 la situación se ve agravada por la especulación en contra del dólar, producida en gran medida por los problemas de balanza de pagos USA. En efecto, en 1971, aparece por primera vez, desde 1946, un déficit en la balanza comercial USA, al mismo tiempo que la balanza básica alcanza una cifra deficitaria récord. Estos datos hacen que el mercado anticipe una depreciación del dólar, lo que produce un premio en el tipo de cambio a plazo del marco. Esto, junto con el mencionado diferencial favorable a Alemania en los tipos de interés, impulsa una salida masiva de capital a corto plazo desde USA que, durante 1970-71, alcanzó casi los 30 mil millones de dólares. Al mismo tiempo, se produce como contrapartida una entrada de capital a corto plazo en Alemania que alcanzó los 20 mil millones de dólares. Ante la imposibilidad de contener las entradas de capital, en mayo de 1971, el Bundesbank renuncia a intervenir para mantener el tipo de cambio del marco en los márgenes acordados. 4.5. La inconvertibilidad del dólar en oro, agosto 1971. Con el Marco alemán flotando desde mayo de 1971, y con un fuerte déficit en las balanzas comercial y básica de USA, el dólar se vio sometido a un ataque especulativo a mediados de 1971. En estas circunstancias, USA se vio obligada a adoptar una política activa para el tipo de cambio, que tenía por finalidad conseguir una devaluación del dólar en términos de las restantes monedas. Sin embargo, como se ha señalado anteriormente, los acuerdos de Bretton Woods dejaban en manos de los gobiernos no USA el mantenimiento del tipo de cambio del dólar. Por otra parte, una decisión unilateral de USA. En resumen. 1. En julio de 1944, el SBW quedó formalmente establecido cuando los representantes de cuarenta y cuatro países firmaron los artículos del Acuerdo del Fondo Monetario Internacional, tras una negociación llevada a cabo por Reino Unido y USA. 2. El SBW, también llamado patrón cambios oro, era una versión del patrón oro en la que los bancos centrales utilizaban como reservas internacionales el oro y el dólar. El sistema se basaba en un conjunto de reglas que se resumen a continuación Primero, se establecía un precio fijo del oro en 35 dólares la onza. A este precio USA se comprometía a realizar las compras y ventas de oro demandadas por las autoridades económicas extranjeras. Segundo, cada país miembro se comprometía a declarar la paridad o tipo de cambio oficial de su moneda en relación con el oro o en relación con el dólar. La fijación de las paridades de las unidades monetarias nacionales con el oro o el dólar daba lugar a paridades fijas entre las monedas de los países miembros. Tercero, cada país se comprometía a intervenir en el mercado de divisas con sus reservas internacionales de dólares para mantener la paridad o tipo oficial de su moneda con respecto al dólar, con una banda de fluctuación del ± 1%. Cuarto, se contemplaba la posibilidad de modificar la paridad de la moneda de un país miembro cuando éste se enfrentaba a un problema de "desequilibrio fundamental" de la balanza de pagos Las deficiencias del SBW 1. En el SBW existían una serie de deficiencias que contribuyeron a facilitar su colapso. La más importante era que el sistema era intrínsecamente inestable debido a la "Paradoja de Triffin". La economía mundial dependía del déficit de USA para asegurarse un aumento de las reservas, lo que incrementaba los pasivos de USA en relación con el oro en su poder. La estabilidad del sistema se pondría inevitablemente en entredicho conforme los poseedores de dólares empezaran a dudar de su convertibilidad en oro. 2. Un análisis de las reservas de oro de USA y de los pasivos externos oficiales en manos de los bancos centrales de los restantes países, muestra como el cociente oro/pasivos fue descendiendo paulatinamente, lo que fue deteriorando la confianza en la convertibilidad del dólar en oro Evolución y crisis del SBW. 1. Tras la constitución del nuevo orden monetario internacional de Bretton Woods, se produce una etapa caracterizada por el amplio dominio de USA en la economía mundial y una considerable estabilidad monetaria internacional. Sin embargo, a partir del año 1959, después de un período de transición, los países desarrollados declaran la convertibilidad de sus monedas, lo que facilita la movilidad internacional del capital. Como consecuencia de ello, el SBW comienza a verse sometido a continuas tensiones. Así, a principios de los años 1960, la balanza de pagos de USA comienza a mostrar un déficit, y, en 1960-61 se produce la primera crisis entre el dólar y el Marco alemán, que concluye con una revaluación del marco de un 5% ante las presiones de USA. Este hecho sirve de preludio a un período de crisis continuas en el sistema monetario internacional, que concluye con el abandono del SBW en 1973. Los acontecimientos más importantes ocurridos en este período se pueden resumir en la forma siguiente: a) Crisis de la libra esterlina, en 1964-67; b) crisis del oro, en 1968; c) crisis entre marco alemán y el dólar, en 1970-71; d) inconvertibilidad del dólar, en agosto de 1971; e) acuerdo Smithsoniano, en diciembre de 1971; f) segunda devaluación del dólar, en febrero de 1973; g) II serpiente monetaria europea, y abandono del SBW. Crisis de la libra esterlina de 1964-67. 1. El deterioro del sector exterior del Reino Unido en los años sesenta, hizo anticipar al mercado una devaluación de la libra. A pesar de los esfuerzos de USA y el Reino Unido, en noviembre de 1967, la libra esterlina tuvo que ser devaluada un 14 por ciento, pasando su paridad desde 2.8 a 2.4 dólares Crisis del oro de 1968. La creciente inflación en USA en la década de los sesenta y el deterioro de su balanza de pagos por cuenta corriente, lleva a los especuladores, a finales de 1967 y principios de 1968, a anticipar una posible devaluación del dólar en relación con el precio oficial del oro. Ello produjo compras masivas de oro en el mercado privado, forzando al Pool del Oro a utilizar sus existencias de oro para hacer frente al exceso de demanda que existía al precio oficial. Finalmente se suspendieron las intervenciones del Pool del Oro y se creó un doble mercado del oro: uno privado (precio libre), y uno oficial (35$ la onza) reservado a las transacciones entre bancos centrales. Crisis entre el dólar y el Marco alemán de 1970-71. La diferencia entre tipos de interés se mueva rápidamente a favor de Alemania durante 1970 y 1971, lo que produce la consiguiente salida de capital a corto plazo desde Estados Unidos con destino a Alemania. Además, en los primeros meses de 1971 la situación se ve agravada por la especulación en contra del dólar, producida en gran medida por los problemas de balanza de pagos USA. Ambos hechos producen una entrada masiva de capitales en Alemania que hacen que en mayo de 1971, el Bundesbank deja al marco en flotación La inconvertibilidad del dólar en oro, agosto 1971. Con el marco flotando desde mayo de 1971, y con un fuerte déficit en las balanzas comercial y básica de USA, el dólar se vio sometido a un ataque especulativo a mediados de 1971. En estas circunstancias, el 15 de agosto de 1971, el presidente Nixon anunció la suspensión formal de la convertibilidad del dólar en oro, por lo que el SBW se convertía en un "patrón dólar", es decir, un sistema monetario en el que el dólar sería el bien utilizado como reserva. Acuerdo Smithsoniano de diciembre de 1971. Las negociaciones multilaterales, que se celebraron en el Smithsonian Institute de Washington en diciembre de 1971, tomaron como punto de partida la propuesta de USA que planteaba la necesidad de reducir su déficit de balanza de pagos. Para conseguir este objetivo, USA solicitaba como medida más importante una considerable revaluación, de alrededor del 15%, de las monedas del resto del mundo con respecto al dólar. Al final el dólar se devaluó un 7,89 por ciento con respecto al oro, aumentando el precio oficial del oro desde 35 hasta 38 dólares la onza, aunque de hecho el dólar continuó siendo inconvertible en oro. Asimismo, se ampliaron los márgenes de fluctuación de los tipos de cambio desde un ± 1% a un ± 2,25% con el fin de los tipos de cambio desempeñaran un mayor peso en el proceso de ajuste de las balanzas de pagos. Segunda devaluación del dólar en febrero 1973 y abandono del SBW. A pesar de que el acuerdo Smithsoniano se consideró en un principio como un importante logro para asegurar el funcionamiento del SBW, éste quedó colapsado en el plazo de un año. En definitiva, el colapso del sistema se debió a la imposibilidad de corregir el déficit de la balanza de pagos de USA agravado por las salidas de capital a corto plazo. El 13 de febrero de 1973, Estados Unidos devaluó el dólar, fijando en 42,2 dólares la onza el nuevo precio oficial del oro, pero ello no pudo evitar que tras unas semanas de crisis en los mercados de divisas el sistema se abandonara y las principales monedas entraron en flotación. No obstante, tras el abandono del SBW, las monedas de la Comunidad formaron lo que se denominó la II Serpiente monetaria europea, es decir, se mantuvo el acuerdo de limitar los márgenes de fluctuación para las monedas de los países participantes en la II Serpiente en un ± 2,25%, aunque se abandonó el compromiso de limitar las fluctuaciones con respecto al dólar.