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Publicaciones protestantes en el siglo XVI Lizbeth Valencia Gómez Uno de los factores que dio pie al inicio de la época moderna es la Reforma Protestante. En el ámbito religioso va a provocar una crisis doctrinal, en lo político va a conformar nuevas alianzas políticas entre gobernantes católicos y gobernantes protestantes, en el ámbito social va a influir en la educación al fomentar la alfabetización del pueblo y en el campo de la economía, según Weber va a dar pie al desarrollo del capitalismo. Es por ello que la finalidad de este trabajo de investigación es investigar de qué forma influyeron las publicaciones protestantes para concretar y difundir los argumentos de la reforma protestante y cuál fue el impacto social que tuvieron. Introducción Con la disolución de los principios fundamentales del Medioevo y el surgimiento de las nuevas corrientes intelectuales del humanismo y el Renacimiento, se dieron las condiciones propicias para el desarrollo de la Reforma protestante, especialmente en los territorios de habla alemana, en donde el fervor religioso se entremezclaba con el disgusto hacia la Iglesia romana. La Reforma fue denominada “protestante” después de la segunda Dieta de Espira (1529), en la cual los dirigentes luteranos firmaron una enérgica protesta dirigida al Emperador manifestando su disconformidad y reafirmando su fe con ahínco. Las cuatro tradiciones protestantes principales que surgieron de la Reforma fueron la luterana, la calvinista, la anabaptista y la anglicana, cada una con importantes implicaciones en la teoría y la práctica políticas. El mundo de la cristiandad estaba siendo socavado como resultado de una combinación de factores. Desde lo ideológico - teológico, movimientos tan divergentes como el misticismo, con su énfasis en el encuentro directo con lo divino, y el nominalismo, que enfatiza lo concreto, desafiaron sin quererlo la estructura jerárquica y corporativa de la Iglesia de Roma. Los humanistas, con el entusiasmo de sus nuevos descubrimientos en el campo de la cultura clásica, favorecían el estudio de Grecia y Roma más que las sutilezas de los teólogos escolásticos. El descubrimiento de América, las nuevas ideas de Copérnico, y sobre todo la expansión de la información a través de la imprenta, que expuso nuevos horizontes del conocimiento no asequibles anteriormente. En lo político, el Imperio estaba acosado por la conciencia de sentimientos étnicos y nacionales. La consecuencia eran que las agresivas demandas de los grupos nuevos no podían ser satisfechas por los representantes de las tierras alemanas: los príncipes y los nobles. La Reforma suministró una nueva teología de la autoridad política y de la relación entre el hombre cristiano y la autoridad. En cuanto al contexto social, el sistema feudal estaba siendo amenazado por el crecimiento de una nueva clase, la burguesía, interesada en el comercio y el intercambio. Los pequeños pueblos se iban convirtiendo en centros urbanos, y existía un nuevo sentimiento de independencia de los señores feudales. Los campesinos explotados estaban listos para rebelarse, y así lo hicieron durante la Reforma. Erasmo de Rótterdam El principal humanista fue Erasmo de Rótterdam. Fue el símbolo de toda una corriente cultural y un ejemplo de la ambigüedad y de la complejidad de las relaciones de la época. Fue muy critico con la Iglesia católica por lo que lo vinculan como parte del movimiento protestante. Sin embargo, nunca apoyó la Reforma por considerarla una ruptura de la Cristiandad, por lo que se mantuvo fiel a Roma. Su educación fue religiosa y culta, siendo durante algún tiempo monje dominico, aunque renunció al hábito poco después. Fue secretario del arzobispo de Cambray y a finales del siglo XV residió en Oxford donde conoció a Thomas Moore (Tomas Moro) y a John Colet. Viajó también por todo el continente, aumentando su prestigio por la publicación y difusión de sus obras, recibiendo además el mecenazgo de personajes destacados, como el Papa o Carlos de Gante, futuro emperador, Carlos V, siendo uno de sus consejeros. Manejaba un latín culto y elegante. En 1503 publica Manual del Caballero cristiano, donde fomentaba una religiosidad más bíblica e imitadora de Cristo. En 1508 publica sus Adagios comentados, donde mostraba la prudencia y una serie de valores morales propios de la antigüedad clásica. En 1511 escribe el Elogio de la locura, en el que realiza una crítica muy dura a la mentalidad del clero, las órdenes religiosas y la superstición popular. Esta obra será un posible antecedente a la crítica de la jerarquía eclesiástica realizada poco más tarde por los protestantes. Esta misma idea se mantuvo en sus Coloquios entre 1516 y 1521 en los Países Bajos. Erasmo supo utilizar de forma magistral la imprenta como elemento difusor de las principales obras e ideas intelectuales. A pesar de estar de acuerdo con algunos planteamientos de los protestantes y criticar a la Iglesia católica, jamás rompió con ella. Sin embargo, también criticó ciertos puntos de los reformadores, como su pesimismo sobre la libertad y la naturaleza humana, como lo expuso en El libre albedrío (1524). No obstante, tampoco apoyó al Papado en 1534, siendo mal visto por la Iglesia católica y por los protestantes. Tras la muerte de Erasmo, la Iglesia católica prohibió sus libros, que se incorporaron al Índice de libros prohibidos. Lutero La Reforma protestante de Lutero va a suponer toda una convulsión ideológica y política, y la palabra de Lutero se transcribe a través del texto impreso; siendo el primer movimiento ideológico que se basa en la imprenta como movimiento "publicista". Posteriormente que se toma conciencia del poder de la imprenta la contrarreforma instaurará la censura. Y la Reforma supondrá una democratización del libro hasta entonces desconocida, tradición lectora que hasta hoy se conserva. Hasta la Reforma los impresores tratan de imitar al manuscrito; incluso se utiliza el pergamino y buen papel y es iluminado como los manuscritos; se intentaba suplantar el manuscrito porque la Reforma sacrifica esto a que los libros lleguen a la mayor gente posible, lo que traerá el abaratamiento de los costes, los malos papeles y tintas, pero también la lengua vulgar y la alfabetización. En 1517 expone en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus 95 tesis en la lengua de la Iglesia (latín), con la esperanza de precipitar un debate acerca de las indulgencias para las grandes obras de los papas Julio II y León X. Pero las tesis fueron secretamente traducidas al alemán y ampliamente difundidas, debido a la insatisfacción con las prácticas de la Iglesia en tierras germanas. Un tema que no parecía demasiado trascendente se convierte en un gran problema que logra captar el interés y el apoyo popular para con la figura de Lutero. La condena del Papa León X hace que Lutero proclame que el Papado no tiene poder con respecto a la relación del hombre con Dios, empeorando las cosas. Se realiza un debate en Leipzig en 1519, en el cual Lutero expresa más claramente los límites del poder del Papa. El conflicto final ya es inevitable, y en 1520 aparecen los escritos reformadores esenciales, en los que se precisa la doctrina luterana y se desarrolla su determinismo místico y religioso hasta las últimas consecuencias. En 1520 una bula papal había condenado todos los escritos de Lutero, dándole 60 días para retractarse, y el 10 de diciembre de ese año Lutero quemó la bula pontificia como símbolo de su ruptura con Roma. En un intento por frenar los acontecimientos, el emperador Carlos V y los príncipes alemanes y eclesiásticos se reunieron en 1521 en la Dieta Imperial de Worms, instando a Lutero a retractarse. Pero éste se negó una vez más, ratificando su postura y afirmando que el concilio y el Papa podían equivocarse pero no las Escrituras. Ese mismo año es excomulgado como hereje. El Emperador condenó a Lutero, pero el elector Federico el Sabio lo recluyó en su castillo de Wartburgo para protegerlo de posibles ataques papistas. Es allí que comienza a traducir las Sagradas Escrituras, una contribución fundamental al desarrollo de la lengua alemana. La Iglesia católica estaba apoyada por los interesados en preservar el orden tradicional (el emperador, algunos príncipes y el alto clero), mientras que el luteranismo estaba apoyado por los príncipes del norte de Alemania, el bajo clero, los comerciantes y amplios sectores del campesinado, quienes interpretaban la situación como una posibilidad para obtener una mayor independencia tanto religiosa como económica. En 1523, Martin Lutero hizo público uno de sus primeros escritos político: “Sobre la autoridad secular, hasta dónde se le debe obediencia [Von Weltlicher Oberkeit]”. Lutero entregó en esa obra una concepción de la obediencia que permanecería vigente dentro del luteranismo hasta el siglo XX. Llevando hasta el último extremo el precepto cristiano que ordena una sumisión incondicional a la autoridad, debido a que ésta tiene un origen y una misión divinos. La aparición de los escritos teológico-políticos de Lutero coincide con su etapa teológica del llamado “cambio reformador”, etapa en la cual Lutero define las características de su discurso teológico que lo harán irreductible a la luz de la ortodoxia católica, provocando la separación definitiva con Roma, y de paso, dando origen a la Iglesia reformada. Para nuestro propósito consideramos aquí como obras políticas de Lutero las que propone el politólogo e historiador español J. Abellán. Estas obras están redactadas entre 1520 y 1525. Ellas son las siguientes: - A la nobleza cristiana de la nación alemana, acerca de la reforma de la condición cristiana. (An den christlichen Adel der deutschen Nation von des christlichen Standes Besserung 1520). - Sobre la autoridad secular: hasta donde se le debe obediencia (Von weltlicher Obrigkeit, wie weit man ihr Gehorsam schuldig sei 1523). - Exhortación a la paz en contestación a los doce artículos de campesinos de Suabia (Ermahnung zum Frieden auf die zwölf Artikel der Bauernschaft in Schwaben 1525). - Contra las bandas ladronas y asesinas de los campesinos (Wider die räuberischen und mördischen Rotten der Bauern 1525). - Carta sobre el duro librito contra los campesinos (Ein Sendbrief von dem harten Büchlein wider die Bauern 1525). La piedra angular de la teología luterana y el punto de partida de todas sus reflexiones, incluidas las políticas, es la tesis de que sólo la fe en Dios hace justos a los hombres. La revelación de que “el justo por la fe vivirá” da respuesta a la inquietante pregunta de cómo llegar a un Dios bondadoso. Esta justificación por la fe implica que la fe del cristiano no puede darse a través de un agente externo, sea eclesiástico o político. La fe es una predisposición interna del individuo que lo inclina hacia Dios. Para Lutero la esencia del cristianismo no se encuentra en la organización encabezada por el Papa, sino en la comunicación directa de cada persona con Dios. Los tres principios fundamentales del credo reformado son: la justificación por la fe, el sacerdocio universal, y la autoridad de la Biblia. El sentido principal de la Reforma suele expresarse con la frase “justificación por la gracia a través de la fe”, pues la fe es lo único que nos permite aprehender la gracia recibida. El sacerdocio universal es el resultado del individualismo y la secularización, que prescinde de todo intermediario y permite al individuo el contacto directo con Dios. La Biblia será invocada como referencia única, con el consiguiente rechazo de la tradición o la interpretación eclesiástica, terminando con el monopolio de Roma ya que cada cual puede expresar su propia opinión en materia doctrinal. La preocupación de Lutero por los excesos del poder temporal, al prohibirse en el ducado de Sajonia la divulgación de su traducción de los Evangelios, hace que desarrolle su doctrina de los dos reinos. En resumen, “la autoridad es servidora de Dios, no hay que dejar que la utilicen exclusivamente los paganos sino todos los hombres”. La espada, la autoridad secular y el poder son como un servicio especial a Dios que debe estimarse, y “corresponden al cristiano con preferencia a todos los demás hombres en la tierra”. La función material del orden secular “debe castigar o actuar donde la culpa lo merezca o la necesidad lo exija, sin tomar en consideración a los papas, obispos o sacerdotes, por mucho que amenacen o excomulguen”. “El poder secular está ordenado por Dios para castigar a los malos y proteger a los buenos". Ulrico Zwinglio Ulrico Zuinglio, en alemán Huldrych (o Ulrich) Zwingli (1 de enero de 1484 - 11 de octubre de 1531) fue el líder de la Reforma Protestante suiza y el fundador de la Iglesia Reformada Suiza. Sus 67 Tesis frecuentemente se consideran como la primera confesión reformada del año 1523, constituyendo la contribución de Zwinglio a la llamada Primera Disputación de Zurich en enero 1523. La explicación detallada de las Tesis en julio 1523 es considerada como una de las obras más importantes de Zwinglio. En 1523, Zwinglio redactó su Introducción de Zurich como consecuencia de la Segunda Disputación de Zurich. En ella se había criticado, entre otros, la escasa educación del clérigo, lo que llevó a Zwinglio a redactar una especie de “instrucción de trabajo” para los pastores, en el que trata la doctrina de pecado y gracia, la ley, el Evangelio y la nueva vida, exigiendo reformas eclesiásticas en cuanto a las imágenes y el culto. En noviembre de 1523, el Consejo de Zurich declaró esta escritura documento obligatorio. Las diez Tesis de Berna del año 1528, que apenas llenan una página y se deben a la autoría de los predicadores bernenses Berthold Haller y Francisco Kolb, son el fundamento de la conversión de Berna a la Reforma. También tenían influencia directa en St. Gallen, Mühlhausen, Biel y Lindau. Esta confesión se destaca especialmente por su primera tesis: “La santa iglesia cristiana cuya única cabeza es Cristo, nació de la palabra de Dios; ella permanecerá en su palabra y no escuchará la voz de un extraño.” En 1530, con ocasión de la Dieta Imperial de Augsburgo, Zwinglio entregó su Fidei Ratio (razón o justificación de la fe) como confesión; sin embargo, esta confesión probablemente no fue tratada en esa oportunidad. Zwinglio argumenta claramente en oposición tanto al catolicismo como al luteranismo, dando un resumen de su doctrina cristiana basada en la Confesión de Fe Apostólica. La doctrina de los sacramentos que era el punto central de las polémicas, es tratada en todos sus detalles. Juan Calvino La segunda Reforma se da con el teólogo Juan Calvino (1509 – 1564). Se originó en un momento en el que parecía que el Luteranismo se había agotado a mediados del siglo XVI. Juan Calvino creó en Ginebra su “reino de Dios” en la Tierra. Basó su obra en parte de lo realizado por Ulrich Zwinglio. La reforma de Calvino era una doctrina más radical que la de Lutero. Se basa en la predestinación. Dios desde el inicio de la Creación decide quien se salva y quien se condena, no importando ni las obras ni la fe, ya que está decidido desde antes del nacimiento. La predestinación se podrá manifestar en una vida exitosa, señal de que Dios favorece a esa persona por ser "hijo de Dios". Esta doctrina fue fácilmente asumida por una burguesía emprendedora y ambiciosa como la de Ginebra u Holanda. Calvino estableció en Ginebra entre 1541 y 1563 una república teocrática que estaría bajo una estructura moral impuesta a la fuerza si se diese el caso, como ocurrió con la ejecución de Miguel Servet. Esta segunda reforma se extendió rápidamente a Flandes, a Alemania occidental, Escocia y a Francia, ocasionando tanto en Francia como en Flandes, luchas civiles que van a culminar con la Guerra de los treinta años en 1618. En Juan Calvino se encuentra el desarrollo de una temática político-jurídica más desarrollada. Recoge elementos de la tradición conciliar cristiana, como de la forma administrativa de la llamada república hebrea, cuya estructura está concebida de acuerdo a un orden federativo y en la noción de pacto/contrato. Estos principios sirvieron para el desarrollo en el pensamiento teológico calvinista de la teología federal y se manifestarán en la formación de las democracias modernas de Suiza, Holanda y los Estados Unidos (Carvajal, 1999, p. 33). Thomas Hobbes (1588-1679), firmemente comprometido con la Reforma inglesa, entregó en su Leviatán los fundamentos teóricos calvinistas para reemplazar la antigua metáfora medieval de las Dos Espadas (que representaba el equilibrio entre el poder eclesiástico del Papa y el secular del Emperador) por la concepción de un gobierno secular que sujeta el arma del estado soberano en una mano y el bastón pastoral de la iglesia nacional en la otra. La obra principal de Juan Calvino es la Institución de la religión cristiana. La primera edición de la Institución fue publicada en Basilea para el mes de marzo de 1536. El libro, en aquel entonces, tenía tan sólo 516 páginas y era pequeño, de tal manera que cabía en los amplio bolsillos de la época, y por tanto podía circular encubiertamente en Francia. Tenía sólo seis capítulos. Los primeros cuatro hablaban sobre la ley, el Credo, el Padrenuestro y los sacramentos. Los últimos dos eran un resumen de la posición protestante frente a los "falsos sacramentos romanos," y a la libertad cristiana. En los años subsiguientes, el libro usualmente llamado los Institutos o la Institución, creció significativamente. Tras la edición de 1536, en latín, apareció en Estrasburgo la de 1539, en el mismo idioma. En 1541 Calvino publicó en Ginebra la primera edición francesa, que es una obra maestra de la literatura en ese idioma, incluso se llega a comparar (en cuanto al aporte lingüístico) con la obra de Shakespear y de Cervantes que fueron la base del desarrollo lingüístico en la lengua inglesa y en el español respectivamente. A partir de entonces, las ediciones aparecieron en pares, una latina seguida de su versión francesa, como sigue: 1543, 1545, 1550 y 1551, 1559 y 1560. Puesto que las ediciones latina y francesa de 1559 y 1560 fueron las últimas producidas en vida de Calvino, son ellas las que nos dan el texto definitivo de la Institución. En ediciones sucesivas, Calvino lo amplió desde seis capítulos a ochenta, completando así cuatro libros. En la última edición, la de 1559, la Institución siguió el orden del Credo Apostólico, al tratar de las verdades de la religión cristiana. En el primer libro, Calvino aborda el tema del conocimiento de Dios en cuanto es creador y supremo gobernador de todo el mundo. El segundo libro trata del conocimiento de Dios como redentor en Cristo, conocimiento que primeramente fue manifestado a los patriarcas bajo la ley, y después a nosotros en el evangelio. El tercer libro trata de la manera de participar de la gracia de Jesucristo, frutos que se obtienen de ello y efectos que se siguen. Resulta interesante el segundo capítulo, donde se define la fe, y se expone sus propiedades. Calvino entiende que el fin único de toda fe verdadera es Jesucristo. Para finalizar, el cuarto libro trata de los medios externos o ayudas de que Dios se sirve para llamarnos a la compañía de su Hijo, Jesucristo, y para mantenernos en ella. Iglesia Anglicana Enrique VIII no veía con buenos ojos la gran influencia de Roma en Inglaterra, ya que la Iglesia contaba tribunales propios y el clero inglés ricas posesiones: la Iglesia era uno de los mayores terratenientes de Inglaterra. Tanto el rey como la burguesía aspiraban a controlar estas tierras. En los Comunes se quería reducir el peso y la riqueza de la Iglesia y la monarquía tenía escasos recursos. Por tanto, la secularización de los bienes eclesiásticos permitiría un relanzamiento de la monarquía. Esta hostilidad se acentuó con el problema de Catalina de Aragón, casada con Enrique VIII. El rey alegaba para pedir la anulación de su matrimonio el hecho de ser la viuda de su hermano Arturo. En realidad se trataba de una excusa para casarse con su amante, Ana Bolena. Pero el papa se opuso a su divorcio. Enrique VIII decidió que el Papa no tenía razón alguna para impedir la anulación del matrimonio con Catalina y la boda con Ana Bolena. Se organizó un ataque contra la Iglesia tanto desde la monarquía como desde la burguesía, que apoyaba a su rey con el deseo de quedarse con las tierras de la Iglesia. En 1529 el parlamento votó una serie de medidas contra la Iglesia, como el control financiero de los bienes. En 1531, con la intervención de Thomas Crammer, una comisión dictaminó que Enrique VIII se convirtiera en la cabeza de la Iglesia de Inglaterra, Enrique designó a Crammer arzobispo de Canterbury, y este declaró nulo el matrimonio real. Entonces el Papa decidió excomulgar a Enrique VIII y se produjo la ruptura total con Roma cuando el Parlamento aprobó el Acta de Supremacía en 1534, según la cual la Iglesia de Inglaterra tendría al rey como líder. La intensidad del carácter protestante del anglicanismo bajo la influencia del reformista Martín Bucero (1522) fue moderada con el afianzamiento de Isabel I en el trono de Inglaterra. Para sobrevivir, Isabel se había convertido, en apariencias, al catolicismo durante el reinado de su hermanastra María. Con el Prayer Book (1559) y el Credo (1571), la “jefa suprema” conforme con el Acta de Supremacía de 1534– estableció la base doctrinal de la Iglesia de Inglaterra, aun cuando la Biblia fue proclamada la autoridad única en materia de fe. Fue abolido el celibato eclesiástico y se conservaron sólo dos sacramentos: el bautismo y la Cena, además del principio episcopal. Esta confesión aparecía aún muy próxima al catolicismo aunque teológicamente protestante, influida por el calvinismo. Influencia que era mayor entre los grupos denominados puritanos que, en el siguiente siglo, encabezados por Oliverio Cromwell, jefe militar del ejército del Parlamento, derrotaron al rey Carlos I en Naseby (1645). La ejecución del monarca, representante temporal de Dios –seguida de la liquidación de la monarquía, la caída de la jerarquía anglicana y la desaparición de la Cámara de los Lores– fue considerada un acto religioso y político: una “nueva reforma” y el comienzo de un milenio en que la nueva Iglesia triunfaría progresivamente. Como consecuencia de la guerra civil fue instaurada la República la que sólo duró hasta 1653, cuando Cromwell aceptó el Instrumento de Gobierno, constitución escrita que establecía un Protectorado (fórmula mixta de gobierno con aspectos semimonárquicos y del parlamentarismo) y le nombraba Lord Protector, compartiendo poderes soberanos con un nuevo Consejo de Estado de 21 miembros. Con el Instrumento se buscaba un gobierno estable y tolerancia para todas las sectas puritanas. El protectorado –que terminó siendo una virtual dictadura– concluyó con la muerte de Cromwell, en 1660. Confesiones La confesión más importante de la Reforma suizo-alemana fue, durante treinta años, la Primera Confesión Helvética o Confessio Helvetica Prior del año 1536. Planificada y promulgada en un esfuerzo común por las ciudades de Zurich, Berna, Basilea, Schaffhausen, St. Gallen, Mühlhausen y Biel, y redactada por Leo Jud, esta confesión demuestra en un lenguaje claro y sin adornos los principios de la temprana Reforma suiza. Sólo fue superada en su impacto hacia afuera por la Segunda Confesión Helvética o Confessio Helvetica Posterior. Esta última se remonta a una confesión personal de fe de Enrique Bullinger del año 1562, transformándose en 1566 en la confesión común de las iglesias reformadas helvéticas (salvo Basilea). Más tarde ganó importancia más allá de las fronteras suizas, sobre todo en Hungría y Polonia, pero también en Escocia. La Confessio Helvetica Posterior se considera, en un primer momento, como el documento definitivo de la Reforma suizo-alemana. Sus treinta artículos se basan principalmente en la Confesión de Fe Apostólica. Sus argumentos tratan de consolidar y conservar la doctrina reformada internamente y defenderla hacia afuera. En el curso del liberalismo, que abolió cualquier obligación confesional, la Segunda Confesión Helvética perdió importancia en Suiza. Sin embargo, hoy en día todavía es considerada como una de las confesiones reformadas más importantes. La primera confesión en el territorio alemán era la Confesión de la Frisia Oriental de 1528, también llamada Confesión de Predicantes. A partir de 1528 había actividades reformistas en la Frisia Oriental que estaban influenciadas más bien por Zwinglio que por Lutero. La posición de Zwinglio, sobre todo su doctrina de la Santa Cena, entra claramente a la Confesión de la Frisia Oriental cuyos 33 artículos contienen una “suma de la enseñanza cristiana de los predicantes en la Frisia Oriental”. En 1530 se elaboró la Confessio Tetrapolitana (Confesión de las Cuatro Ciudades) para la Dieta Imperial de Augsburgo, con el fin de desarrollar la posición evangélica de las regiones del Sur de Alemania. Paralelamente se redactaron la Confessio Augustana, esto es, la confesión luterana más importante, y la Fidei Ratio de Zwinglio. La Confessio Tetrapolitana fue influenciada tanto por Lutero como por Zwinglio, buscando una intermediación entre los dos reformadores en la doctrina de los sacramentos. Martín Bucero y Wolfgang Capito formularon un texto encargado por la ciudad de Estrasburgo, seguida por Memmingen, Lindau y Constanza. Este texto, sin embargo, no fue presentado públicamente en la Dieta Imperial. En 1554 se publicó el Catecismo Menor de Emden, precedido por una versión más amplia del año 1546. Ambos textos fueron elaborados por Juan a Lasco quien era principalmente a Juan Calvino. En 1569, la confesión se ratificó en el sínodo de La Rochelle (una pequeña ciudad en la costa atlántica de Francia), por lo que se denomina también la Confesión de La Rochelle o Confesión Francesa. La Confessio Gallicana tuvo mucha influencia en Francia y, después de la huida de los hugonotes, también en otras regiones europeas. La escritura confesional reformada más importante de origen alemán es el Catecismo de Heidelberg, redactado en esta misma ciudad en el año 1563. Conclusión Como hemos visto, las publicaciones protestantes del siglo XVI, forman parte de un revuelo en el aspecto comunicativo ya que se descubre su carácter político. Es aceptado que la Reforma protestante originó una reforma política en la medida en que dio origen a “un discurso político-jurídico que deriva de los escritos teológicos de los Padres de la Reforma: Lutero y Calvino principalmente, y que continúa su desarrollo por sus sucesores a través de la formulación de una corriente doctrinal y de una institucionalidad temporal”. Así mismo, el desarrollo ideológico va a concretar las bases del pensamiento moderno, por ejemplo, con la proclamación de un Dios personal y con la idea del sacerdocio universal surge el individualismo espiritual; y con el concepto de los dos reinos empieza la separación Iglesia - Estado. Bibliografía A. Pérez Blázquez (2010). “El cambio de mentalidad colectiva: renacimiento, humanismo, reforma y contrarreforma” (Sección Temario de oposiciones de Geografía e Historia), Proyecto Clío 36. ISSN: 1139-6237. http://clio.rediris.es Arrau Fernando y Virginie Loiseau. El protestantismo. Serie Estudio, año XII, no 267, Santiago de Chile, Enero de 2002. Carvajal, Patricio. La reforma política. Una introducción al pensamiento políticojurídico del protestantismo en los siglos XVI-XVII. Revista de Estudios Histórico-Jurídicos [Sección Historia del Pensamiento Político-Jurídico] XXI (Valparaíso, Chile, 1999). García Cárcel, Ricardo. De la reforma protestante a la reforma católica. Reproducción de la conferencia pronunciada en agosto de 1997 en El Escorial, en el curso Felipe 11, príncipe, en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrjd. Universidad Autónoma de Barcelona. Plasger, George. Las confesiones reformadas en los siglos XVI y XVII. 2004 Várnagy, Tomas. "El pensamiento político de Martín Lutero" en La filosofía política clásica. De la Antigüedad al Renacimiento. Buenos Aires, CLACSO. Weber, M. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Madrid: Alianza. 2001.