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PROYECTO DE DECLARACION La Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires DECLARA Que vería con agrado que el Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata efectúe un convenio con el Centro de Geología de Costas y del Cuaternario, dependiente de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), para la realización de un estudio científico que sirva de base para solucionar los problemas de obstrucción del canal de acceso al Puerto Mar del Plata, originados por el embancamiento de arena. 1 FUNDAMENTOS Antecedentes El Puerto Mar del Plata es un puerto marítimo de ultramar, pesquero, petrolero, cerealero y de explotación turística, con un área netamente militar, actual asiento de la Base Naval Mar del Plata de la Armada Argentina. Es el principal puerto pesquero del país, ya que moviliza el 60% de la pesca en la Argentina. Para la ciudad de Mar del Plata, el hecho de contar con un puerto de ultramar le permite disponer de una puerta comercial internacional no sólo para ella, sino también para la región. El Puerto Mar de Plata se encuentra ubicado geográficamente en los 38º 01' de latitud sur y en los 57º 32' de longitud oeste. Las obras de abrigo están constituidas por dos escolleras de núcleo de material pétreo y bloques de hormigón asentadas sobre el lecho de arena a una cota de 12 metros: la escollera sur de 2750,60 m y la escollera norte 1099,60 m. La escollera Sur tiene un trazado curvo con orientación general SO-NE y sensiblemente paralela a la línea de la costa; constituye el cierre principal del puerto y le proporciona protección adecuada a los oleajes dominantes del cuadrante sudeste. Entre los morros terminales de ambas escolleras se encuentran sus canales de acceso. El principal, que se encuentra fijado en su enfilación en 238º 39' y tiene un ancho de 100 m y una profundidad –cuando se encuentra libre de sedimentación- de 11 m. Su canal de acceso secundario se encuentra fijado en su enfilación en 216º 20', Esta estación marítima es multimodal. Posee un muelle cabotaje con 20 pies de profundidad y 762 m lineales; un muelle de ultramar de 30 pies de profundidad y 218 m lineales; una plataforma de atraque para pescadores con 220 m lineales; y un muelle para Pescadores de entre 16 y 10 pies de profundidad y 190 m lineales. La profundidad original promedio del área ocupada por el puerto era de 11 m, con un sector comercial de 140 ha y uno militar de 80 ha. La obstrucción reiterada de la boca de acceso compromete seriamente las actividades, lo que implica grandes pérdidas. Las dificultades que en cuanto a calado provoca una reducción del 30% de la capacidad navegable en el canal de acceso; punto critico que obliga a la realización de peligrosas maniobras para evitarlo. Se debe tener en cuenta el sostenido aumento del tráfico de buques portacontenedores y de otras grandes embarcaciones, lo que genera el reclamo permanente en cuanto al calado por parte de los usuarios del puerto. La obstrucción al canal de acceso al Puerto Mar del Plata es un problema que afecta reiteradamente su operatividad. Esta situación se vincula con la deriva litoral de sedimentos, proceso natural que caracteriza a nuestro sector costero. La dinámica de las arenas posee ciclos estacionales definidos, siendo preponderantes los desplazamientos sudoeste-nordeste. Las obras de infraestructura realizadas en nuestro litoral oceánico, tales como defensas costeras y las de protección de sectores portuarios, alteran la circulación de este material sedimentario. A partir del año 1911, en que comenzó la construcción del mencionado puerto, se desencadenó un fuerte impacto ambiental en el litoral del Partido de General Pueyrredon, evidenciándose un notable proceso de erosión costera extendido hacia el nordeste de aquellas instalaciones, el cual fue afectando a un amplio sector costero. La escollera sur se constituyó en una barrera artificial que fue acumulando las arenas en tránsito, en una magnitud aproximada a los 600.000 m3 2 anuales. Este material, principalmente depositado en el sector sur contiguo a la misma, se fue restando al que naturalmente debería reponerse en las playas. El proceso de acumulación de sedimentos, producido al entramparse los mismos, desarrolló notablemente en el transcurso de más de nueve décadas los balnearios del sector Punta Mogotes provocando, asimismo, que las playas se continuaran sobre el perfil externo de la mencionada escollera. Ese desplazamiento de las arenas tiende a prolongarse hasta su morro, conformando una barra submarina que va rellenando el canal de acceso al puerto. El proceso erosivo desencadenado con la construcción de la escollera sur a comienzos de la década del 10 provocó, con sus casi tres kilómetros de extensión, el deterioro de la mayoría de los balnearios marplatenses. A causa de este fenómeno, el Gobierno provincial creó en el año 1930 la Dirección de Defensa de Playas, organismo que en el año 1960 cambió de nombre por el de Departamento de Obras Marinas, dependiente de la Dirección Provincial de Hidráulica. Esta dependencia tuvo a su cargo la realización de obras de defensa costera con el propósito de estabilizar el sistema. En la boca de entrada y en las aguas del antepuerto, se fue reduciendo progresivamente la profundidad que presentaba en los primeros años de su construcción. A partir de la segunda mitad de los años 30 comenzó a registrar su presencia un fenómeno de la naturaleza que, con lentitud pero sin pausa, fue haciéndose sentir negativamente: la arena en suspensión que viaja con la deriva costera de sudoeste a noroeste, comenzó a sedimentarse. El depósito arenoso se fue conformando paulatinamente y de forma tal que los niveles de los fondos se fueron elevando y comenzó a desarrollarse una barra, un banco de arena. Esta aglomeración de material fue creciendo en altura y extensión con una acumulación de arena que formaba volúmenes insospechados, cuya forma y tendencia es la de penetrar al interior del puerto. El Puerto Mar del Plata, ya a finales de la década del 50, comenzó a manifestar grandes problemas de operatividad ocasionados por el embancamiento de arena entre los morros de sus dos escolleras de abrigo. Esta reacción de la naturaleza, ante el hecho concreto de la presencia de una obra que altera el equilibrio sedimentario costero, ha perturbado el tránsito de las embarcaciones desde o hacia el mar. La facilidad, comodidad y seguridad con la que inicialmente se accedía a esta estación marítima, fue dificultándose con el transcurrir de las décadas hasta llegar a extremos de la obstrucción de su canal principal Las arenas que llegan al puerto, penetran y se introducen en él, se consideran proveniente de tres fuentes: aquellas que entran directamente por su boca, atraviesan la barra y son las que provienen de la deriva del sur; las que arriban a lo largo de la escollera norte, con movimiento un tanto complicados frente al área de Playa Grande, después de haber pasado el banco de la boca, y finalmente las que pasan a través de las hendiduras de los cascajos de la escollera sur. Por supuesto que dentro de todo este mecanismo, la mayor sedimentación de arena se produce en la boca de entrada, adquiriendo esa acumulación formas y dimensiones notables en una real barra de arena, conformada por cientos de miles de metros cúbicos de ese material. La formación de este banco de gran extensión y siempre creciente, es la causa que en definitiva ha originado el levantamiento del fondo y, como consecuencia, disminuido notablemente la profundidad de entrada al puerto, al disminuirle en gran proporción su capacidad operativa. El fenómeno de la sedimentación de arena responde a un mecanismo hidrodinámico en el que intervienen los vientos, las olas, las corrientes y su acción, intensa o débil, depende de las profundidades, capacidad de transporte, existencia de sedimentos y el establecimiento de barreras, naturales o artificiales que 3 obstaculizan el fluir de las derivas litorales y provocan finalmente la difracción del oleaje, que es en definitiva la determinante principal de estas acciones. El Puerto Mar del Plata, implantado en playa móvil, esta sujeto a estas manifestaciones del mar. Sus dos escolleras, que penetran mar adentro en busca de profundidad y abrigo, interfieren en el libre escurrir de la corriente costera, la cual se desplaza regularmente con dirección y sentido de sudoeste a nordeste. En forma especial la escollera sur, con su flanco exterior tendido a la largo de más de dos kilómetros guía a esa corriente y la conduce hasta su morro. Y en esta parte terminal de la escollera es donde se produce el fenómeno de difracción del oleaje cuyo accionar y efectos hemos comentado. La preocupación por el fenómeno de la sedimentación de arena desarrollado a lo largo del tiempo dio origen a estudios que se concretaron en proyectos, los cuales tenían como propósito la búsqueda de una solución integral y estable al problema y sus derivaciones, como la erosión que evidentemente sufrían las playas ubicadas al norte. De los trabajos que más intensa y seriamente fueron elaborados, sustentados en datos ciertos y técnicas confiables, merecen comentarse dos de ellos: uno realizado íntegramente en el orden local y otro producido por una consultora extranjera, como consecuencia de una licitación internacional realizada al efecto. Ambos estudios se desarrollaron con tiempo y dedicación y en los dos trabajos se aplicaron las más avanzadas técnicas que en ese momento correspondía utilizar. Algunos de los procedimientos y técnicas que se aplicaron para determinar ciertas condiciones y valores, eran entonces originales en el país y muy poco conocidos en el mundo. Primer Estudio En el año 1957 el Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires inició actuaciones en las que, con convincentes argumentaciones, se planteaba la problemática costera de la Provincia. Se solicitó una acción conjunta para la realización de estudios especializados sobre el tema, que por supuesto interesaba sobremanera a la Nación, porque los mismos debían incluir la acción negativa que producía la sedimentación de arena en la boca del puerto, la cual por entonces adquiría dimensiones notables. La tramitación conjunta de ambos organismos, condujo a la designación de una comisión especial, que fue integrada por funcionarios de ambos ministerios, con la denominación de Comisión Mixta. El cúmulo de antecedentes datos, mediciones, planos, etc., una vez analizado y compilados, posibilitó la base documental para el estudio. La Comisión Mixta, integrada ya entrado el año 1958, entregó en diciembre 1959 su informe final del estudio realizado. La Comisión Mixta arribo a conclusiones importantes y concluyentes sobre aspectos esenciales del problema en estudio, especialmente en lo referente a la determinación y sentido de la deriva litoral transportadora de arenas. A su vez fueron analizados: la cuantía mensual y anual de ese transporte, profundidades, análisis de la situación de las playas ubicadas al norte del puerto, su erosión, defensa, recuperación y problemática en general. Lo notable y destacable de este diverso y complejo estudio, es que fue realizado con escasos medios y posibilidades. El informe final de la Comisión Mixta constituyó un aporte muy especial para la búsqueda de soluciones al grave problema de la sedimentación de arena en zonas vitales del puerto; allanó muchos aspectos del mismo y proveyó de datos y conocimientos para el estudio que posteriormente realizó una firma consultora japonesa. 4 Algunas de sus recomendaciones se concretaron con posterioridad a su disolución. Merecen por cierto destacarse dos inquietudes que la Comisión Mixta entendía que eran esenciales para un posterior estudio, y las recomendaba muy especialmente: una de ellas era la realización de un estudio con modelo físico reducido. La otra propuesta fue la de realizar estudios destinados a obtener información sobre dirección, intensidad y sentido de las corrientes marinas frente a nuestras costas, mediante la utilización de arenas marcadas radiactivamente como trasadores. Los resultados de ambas realizaciones corroboraron los datos anticipados. En su informe reducido la Comisión Mixta efectuó una reseña explicativa de la formación del banco de arena en la boca del puerto y el deterioro de las playas al norte del mismo. Asimismo, determinó los lineamientos fundamentales y conclusiones del estudio sobre: “Bombeo de arenas con draga fija en Mar del Plata”. Por otra parte, se tomó en cuenta el fenómeno de acumulación de arena al sur del puerto conformando la Playa Punta Mogotes. Entre otras importantes afirmaciones surgidas de los diversos estudios desarrollados, cabe destacar las siguientes: “El fluir constante de la corriente con su aporte de arena que transporta, a hecho que el material rebase el extremo de la escollera sur y se vuelque en la boca de entrada del puerto –efecto de la difracción del oleaje- formando un banco de dimensiones considerables que obstruye el acceso produciendo un fuerte disminución de los tirantes de agua. El mantenimiento del canal navegable de acceso, efectuado con medios convencionales –dragas flotantes- es imprescindible, pero significa lentitud, alto costo del cubaje de arena extraída, imposibilidad de regular un trabajo de acuerdo a épocas convenientes, amen de una inevitable discontinuidad; al ser tareas discontinuas, logran mantener una cierta situación, pero no solucionan íntegramente el problemas. Todas estas circunstancias llevan a pensar que es necesario buscar otra solución, que logre al menos distanciar los períodos en que es forzoso recurrir a la utilización de una draga convencional. También es necesario prestar la debida atención al deterioro que la erosión produce en las playas del norte y procurar que los trabajos que se encaren en el puerto para eliminar el banco de arena contribuyan al alivio de esa situación procurando su reversión. Para ello es imprescindible conocer entera y perfectamente la índole, dirección y sentido, características estacionales, y todo cuanto contribuya a un mejor conocimiento de la deriva costera, que tan importante es con su transporte de arena”. El informe consignaba textualmente: “debido a la altura del banco frecuente es de observar sobre el mismo la rompiente de la ola, en cuyas circunstancias la maniobra de los navíos que intentan tomar puerto o zarpar del mismo se torna sumamente difícil y riesgosa, por la acción desfavorable que ejerce sobre el gobierno de los mismos”. Cuando se han cumplido ya muchas décadas de este escrito prácticamente puede reproducirse en su totalidad, con el agregado que tuvo en ese lapso situaciones aún más comprometidas. La rompiente que se forma sobre el banco de arena que obstruye la entrada producida por la poca profundidad en ese lugar, y que toma por el través a los barcos que intentan el paso y quedan sometidos a un duro castigo con gran riesgo para su estabilidad y gobierno. El mismo transe le sucede a un barco que en iguales circunstancias tiene necesidad de tomar puerto. La presencia de la escollera norte y la posibilidad de embestirla, es realmente inquietante. Al lograrse mejorar el acceso los navíos pueden entrar o salir del puerto sin problemas ni retardos, y así gradualmente su eficacia va en aumento y con ella se estimula las operaciones comerciales. 5 Señalaba el informe de la Comisión: “Los problemas enunciados han merecido constantemente la preocupación de los funcionarios de la ex Dirección de Navegación y Puertos los que han presentado, en distintas épocas numerosas iniciativas tendientes a lograr una solución; pero ninguna de ellas podría satisfacer en forma amplia un detenido análisis relativo a su eficacia o a las posibles consecuencias posteriores; si bien algunas de las obras propuestas, además de exigir una elevada inversión, cumpliría durante cierto tiempo el propósito que se tuvo encuentra al disponer su construcción; sucedería entonces que, con el transcurrir de los años se volvería a la situación anterior”. En el informe de la Comisión Mixta se esbozaron otras soluciones que consistían sucintamente en lo siguiente: 1º) La instalación de una estación de bombeo, a ubicarse en la escollera sur, cuyo objeto sería trasladar las arenas al norte de la escollera homónima. 2º) La de dragar una “fosa de guardia” que evite la llegada de la arena a la boca de entrada al puerto. 3º) La de producir, mediante el empleo de aire comprimido una zona de calma dentro de la cual podría actuar y con menores demoras y mayor eficacia, la draga destacada en el puerto. El informe puntualizaba que ninguna de las iniciativas mencionadas había merecido hasta ese momento -1959- un detenido estudio que permitiera asegurar con suficiente fundamento, que una vez construidas las obras, quedarían cumplidas las condiciones que se habían tenido en cuenta al proyectarlas. La diversidad de los factores que intervienen y que se encuentran íntimamente ligados, repercutiendo los unos sobre los otros, complican enormemente el problema. La Comisión proponía entonces con acierto, la realización de un estudio especial, que estaba fuera de sus posibilidades el ejecutarla, pero al que asignaba gran significación. El aspecto central del estudio de la Comisión Mixta tenía como principal tarea inquirir sobre el procedimiento técnico más factible para eliminar o reducir el embancamiento de arena en la boca del puerto. Al respecto propuso detalladamente la instalación de una draga fija ubicada en la escollera sur cercana a su extremo final que succionaría del lado externo del puerto, y por tubería sumergida, volcaría su contenido en el exterior de la escollera norte, buscando que la corriente costera lo transportara hacia las playas del norte. Una de las propuestas que con insistencia formuló la Comisión Mixta fue la de investigar con moderna y confiable metodología, la dirección y sentido la deriva litoral portadora de arena. Segundo Estudio A mediados de la década de los años 60, la Administración Nacional llamó a concurso internacional para el estudio y propuestas de soluciones a varios problemas que la dinámica del mar ocasionaba al puerto local. Entre otras cuestiones se formulaba la búsqueda de acciones muy importante para resolver dos sucesos esenciales para el buen funcionamiento del puerto, y que eran: 1) la eliminación del banco de arena formado en su boca, que dificulta grandemente la entrada y salida al reducir notablemente las profundidades. 2) soluciones para eliminar la agitación de las aguas interiores del puerto que provoca el oleaje exterior y que perturba la permanencia de las embarcaciones en los embarcaderos. Por su parte la Administración Provincial solicitó que se incluyera en el estudio el análisis de la costa de la ciudad, en el tramo comprendido desde Playa La Perla hacia el norte. Como resultado de esta convocatoria le fueron adjudicados los trabajos a la firma japonesa “Sunrise Consultan” de Tokio. La misión de expertos que llegó desde Japón realizó las tareas de campo entre los años 1966 y 1968. Estos trabajos 6 fueron variados y extensos y abarcaron un amplio conjunto de tareas que incluyeron mediciones de corrientes, vientos, sedimentación, batimetrías, operaciones topográficas, altura de olas, orientación del oleaje, su vinculación con los vientos, estudios de las arenas de la costa y mar adentro, etc., apoyados por embarcaciones e instrumental adecuado. Una vez obtenida la masa de datos necesario, se montó y calibró un modelo físico a escala reducida, mediante el cual fueron ensayadas distintas propuestas de solución. El estudio fue de notable profesionalidad y empleando para ello la más avanzada técnica de entonces. Las soluciones propuestas surgidas de estudios para reducir en el tiempo la formación del banco de arena, en la boca del Puerto Mar del Plata fueron cuatro: 1) Prolongación rectilínea de la escollera sur en 500 metros; 2) Construcción de una trampa de arena con un espigón exterior de 300 metros de largo apoyado en la escollera sur, perpendicular a esta, y en las inmediaciones de su morro; 3) Construcción de un rompe olas, de 500 metros de longitud, totalmente aislado, exterior a la escollera sur y considerablemente alejado de ella; 4) Construcción de un rompe olas aislado, exterior a la escollera sur, con un morro ubicado a 100 metros de la misma y el otro apartándose 350 metros de ella. Situación Se debe remarcar que las construcciones ubicadas en sectores del frente marítimo producen la retención del material en tránsito, disminuyendo el aporte sedimentario en el resto de la costa. Los aproximadamente 50.000 m3 de arena que la escollera sur atrapa mensualmente, son equivalentes a la deriva litoral neta. En la medida en que el canal de acceso al puerto se reduce, la situación tiende a impedir progresivamente el ingreso de embarcaciones de gran calado. También se produce una alteración particular en las condiciones marinas, potenciándose el oleaje y originándose corrientes cuyas magnitudes son muy variables según las mareas y los vientos. Cuando el estado de deterioro del sector llega a niveles tales en que la operación del puerto se torna muy dificultosa, ya sea desde el punto de vista económico -por la restricción del ingreso de barcos cargueros-, o por estar en grave peligro la seguridad de las personas y embarcaciones; se decide el dragado del área. Este tipo de tareas constituyen solo un paliativo y únicamente solucionan el problema coyuntural, al ampliar nuevamente la profundidad del canal y eliminar parcialmente el banco de arena en la boca de acceso. La evolución del proceso de acumulación descripto, hace que cada vez con mayor frecuencia sea necesario el dragado del área. Reiteradamente se requirieren este tipo de operaciones ya que las mejoras no perduran por mucho tiempo. Actualmente los diversos sectores vinculados a la actividad portuaria están planteando la necesidad de que una draga opere casi en forma permanente en el Puerto Mar del Plata. Desde el punto de vista económico, este tipo de tareas es muy costoso, y no siempre la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables dispone de estas grandes embarcaciones para afectarlas a dicha estación marítima. En los últimos años se ha optado por el sistema de contratación de dragas pertenecientes a empresas extranjeras, lo cual representa importantes erogaciones para el erario público. Debemos tener muy en cuenta que la actividad pesquera es de suma importancia para la economía nacional, siendo precisamente la estación portuaria marplatense la de mayor actividad en el movimiento de las flotas pesqueras de bandera nacional, contando con importantes plantas de procesamiento. 7 La flota que diariamente utiliza estas instalaciones debe sufrir los problemas de restricción en cuanto a sus operaciones, al disminuir las condiciones de seguridad en determinadas épocas o días del año. Ante esta situación, las entidades relacionadas con la pesca reclaman en forma reiterada cada vez que se vuelven a manifestar estos inconvenientes. Resulta indudable la necesidad de dar una respuesta definitiva a este grave inconveniente. El empleo reiterado de las dragas, además de ser antieconómico, quita gran parte de los sedimentos que son necesarios para el natural repoblamiento de las playas ubicadas hacia el norte del puerto, con lo cual se potencia otro grave problema para la ciudad turística más importante de nuestro país. Estamos en presencia de un problema grande y cuya solución no puede resolverse con acciones pequeñas. Si se toma la firme decisión de resolver este tema definitivamente, se deberán adoptar medidas de carácter especial sobre la base de estudios desarrollados en profundidad. De la confrontación, tanto de las propuestas a realizar como de las ideas planteadas en el pasado, es posible analizar en la actualidad los aspectos que continúan teniendo vigencia, a pesar de los años transcurridos desde que fueron formuladas. Para ello se deberán comparar aquellas propuestas de solución con nuevos estudios que posibiliten determinar las pautas a seguir para aliviar o solucionar definitivamente los problemas planteados. Así es como se formularán propuestas definidas; algunas coincidentes con los resultados de los estudios comentados y otras que procuran alcanzar un estado intermedio, así como también las ahí que se apartan totalmente. Con respecto al dragado convencional, se ha tenido que dragar permanentemente el canal de acceso al puerto y llevarlo a las dimensiones que se necesitan, especialmente en profundidad. Esta operación es obligada y menester repetirla periódicamente cuando las mediciones del canal y las condiciones de navegación indican la necesidad de encarar estos trabajos. Por lo general, las dragas descargan los sedimentos extraídos del banco en sitios no muy alejados del lugar de remoción; preferentemente donde existe mayor profundidad y la seguridad lo admite. El único sistema que posibilita múltiples opciones de descarga, es el bombeo de las arenas removidas mediante conductos, lo que permite las operaciones de refulado para realimentar las playas erosionadas. Las vías de acceso a los puertos exigen, imperiosa y casi permanentemente como condición sine qua non para poder utilizarlas, su limpieza y mantenimiento mediante dragado. La magnitud de los volúmenes que deben ser extraídos en muchos puertos para poder utilizarlos es altamente significativa, y para ello es menester hablar de millones de metros cúbicos anuales. El Puerto Mar del Plata necesita que su canal de acceso, ubicado entre los morros de las dos escolleras de abrigo, se mantenga libre de sedimentos -en este caso es arena- y conserve la profundidad adecuada, por cuanto su boca se debe encontrar libre de todo tipo de impedimentos para la navegación. Esta facilidad de maniobra debe también cumplirse cuando las embarcaciones deben dejar el puerto, puesto que el buque en ese trance necesita una salida rápida a mar abierto. Asimismo, debe tenerse en cuenta la limpieza interna de su espejo de agua. Conclusiones El Puerto Mar del Plata se caracterizó y distinguió, a partir de su inauguración y durante las primeras décadas de funcionamiento, como una importante estación marítima de acceso franco y con óptimas profundidades, sin la complejidad que 8 otros puertos ofrecían. Estas condiciones que lo diferenciaban, se fueron perdiendo por la acción de la dinámica sedimentaria del ecosistema costero, desencadenado también procesos de acumulación y erosión en las playas ubicadas al sur y al norte del puerto respectivamente. Esta grave situación obligó –a mediados de la década del 50- a la conformación de una Comisión Mixta por parte del Ministerio de Obras Publicas de la Provincia de Buenos Aires., la cual –como se mencionó anteriormente- tuvo a su cargo realizar el primer estudio amplio sobre el problema del citado banco de arena. Esta Comisión constituyó un aporte muy especial para la búsqueda de soluciones, basando sus conclusiones en la necesidad de instalación de una draga fija para el bombeo de arenas, recomendando asimismo la realización de un estudio con mayor profundidad sobre el complejo problema. A mediados de la década del 60, al decidirse la construcción del Elevador Terminal de Granos, se realizó un Concurso Internacional para la presentación de proyectos destinados a mejorar la operación de grandes embarcaciones en dicha instalación portuaria. El mencionado Concurso fue adjudicado a la firma japonesa "Sunrise Consultant". Trabajando en base a un modelo físico a escala reducida, la consultora propuso dos alternativas de obras: la construcción de un espigón aislado paralelo a la escollera sur, o la prolongación de la misma 500 m. con un espigón complementario de 150 m. y una bomba aspiradora de arena. Lamentablemente, y tal como lo mencionara el Ing. Alberto A. Lagrange en su libro “Mar, playas y puerto” –del cual hemos extraído numerosas referencias para la presente iniciativa-, los mencionados estudios quedaron en el olvido, no siendo aprovechados en su oportunidad para resolver el caso. Han pasado los años y no se ha atacado el problema de fondo, solo se reiteran las soluciones coyunturales y elementales como son las tareas de dragado en momentos en que se torna crítica la accesibilidad al puerto. Desde mediados del siglo pasado, las autoridades han actuado para resolver la obstrucción sistemática del acceso al puerto con una única medida: el dragado de los cientos de miles de metros cúbicos de arena que se van acumulando progresivamente alrededor del morro de la escollera sur. A este problema se le agrega el hecho de que los sedimentos también se acumulan en el interior del puerto, reduciendo el calado de algunos sectores operativos esenciales. Las operaciones de dragado que reiteradamente se realizan en la boca del Puerto Mar del Plata acusan diversos problemas cuando se determina llevarlas a cabo. En principio aparece el inconveniente de la existencia de dragas disponibles, ya que las pocas embarcaciones de la Dirección Nacional de Puerto y Vías Navegables generalmente no están operables cuando se las necesita; motivo por el cual las autoridades portuarias deben recurrir a la contratación de dragas de bandera extranjera. En este último caso se deben enfrentar dos tipos de problemas: las características de las embarcaciones disponibles y el costo de su contratación. Como dato estimativo cabe mencionar que las dragas de menor porte cotizan aproximadamente, entre 5 y 6 dólares el metro cúbico de material removido, mientras que las de mayor porte elevan esta suma a unos 10 dólares el metro cúbico. El último tipo de draga mencionado es el necesario para efectuar lo que se denomina un dragado capital o integral, en cuanto a las de tipo menor solo sirven para hacer un repaso general de limpieza de los canales. La situación actual del Puerto Mar del Plata, ha obligado, en función de los problemas mencionados en párrafos anteriores, ha efectuar solamente un trabajo de dragado en el canal alternativo, con que cuenta esta estación marítima, no pudiéndose remover la parte principal del banco de arena que obstruye el canal principal. 9 Según las autoridades portuarias, se redujo la eslora máxima de los barcos porta contenedores, porque la profundidad cambia permanentemente en ese enfilamiento. No hay un ingreso directo, se trata de un camino sinuoso que dificulta el acceso. Para paliar la conflictiva situación actual, se ha debido contratar el trabajo de una draga cuyo objetivo previsto es que el canal secundario vuelva a tener 100 m de ancho y 10 m de profundidad, para permitir el ingreso de buques de hasta 200 m de eslora. Actualmente el canal se encuentra reducido a 60 m de ancho, lo que representa un serio riesgo para los buques que ingresan al puerto y obligó a no admitir la llegada de embarcaciones que superen los 150 m de eslora. La draga contratada, llamada "Acróbata", de origen portugués, pertenece a la empresa Dragamais Argentina, llegó al Puerto a fines del año pasado teniendo previsto trabajar en Mar del Plata durante unos 40 días, lapso en que deberá extraer entre 160 y 170 mil metros cúbicos de arena, a través de un mecanismo de succión, los que serán removidos y arrojados 6 millas mar adentro La embarcación realiza el dragado del Canal Alternativo de Acceso al Puerto de Mar del Plata definido por la enfilación 216º 39’ desde su intersección con la enfilación del Canal de Acceso Principal 238º 20’ en una extensión hacia el norte de 800 m a fin de obtener una profundidad de 32 pies (9,75 m) El enorme banco de arena que se encuentra ubicado junto a la escollera Sur inutilizó el canal de acceso principal, obligando a los buques a utilizar la vía de ingreso secundaria, que también hoy se encuentra comprometida por la acumulación de sedimentos. El Presidente del Consorcio, Eduardo Pezzati, indicó que su "prioridad número uno" consistirá, justamente, en resolver este grave problema que mantiene en vilo a los armadores pesqueros y dificulta el tránsito de buques portacontenedores. Por otra parte, el Consorcio trabaja para que la Nación le otorgue fondos para hacer un dragado definitivo, que elimine el banco de arena y rehabilite el canal principal. "Hay que hacer este dragado capital para atacar el banco de arena y poner operativo el primer enfilamiento", sostuvo Pezzati. La administración y explotación del Puerto Mar del Plata se encuentra en cabeza del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata, Ente de Derecho Público No Estatal, a quién el Poder Ejecutivo Provincial, por Decreto Nº 3572/2000, le otorgó individualidad jurídica, financiera, contable y administrativa, y plena capacidad para realizar todos los actos jurídicos y celebrar todos los contratos necesarios para el cumplimiento de su objeto y funciones. Estas comprenden todo lo relativo a la explotación, administración y gestión del Puerto Mar del Plata. La desobstrucción del canal es muy importante para el puerto, ya que posibilita la operatividad de los barcos portacontenedores que ingresan a Mar del Pata para trasladar las exportaciones de origen pesquero. Que se pueda exportar desde esta ciudad cierra un ciclo productivo. De lo contrario, el pescado debe salir desde Buenos Aires pero, como cada vez hay que ir más lejos a pescar, es posible que el pescado se exporte directamente desde los puertos del sur y no pasen por Mar del Plata La obra de dragado que se efectúa actualmente le costará al Consorcio Portuario un total de U$S 758.000, que saldrán de la recaudación de la entidad, siendo un esfuerzo grande para que el puerto no quede obstruido. La prioridad es el calado Cabe señalar que el canal secundario fue reacondicionado con poco éxito a finales del año pasado. En noviembre de 2006, la draga “James Ensor” trabajó en el sector, pero el resultado no fue satisfactorio ya que retiró un caudal de arena menor al esperado. Tras ello, se registraron una serie de temporales que redujeron nuevamente las dimensiones del canal. La escasez de dragas en la Argentina es un problema no sólo para el puerto marplatense, ya que Quequén, La Plata y Bahía Blanca también padecen 10 inconvenientes a la hora de solicitar esta clase de servicios. Por ese motivo, el Consorcio pretende retener a la embarcación portuguesa en la ciudad durante un período de tiempo prolongado, a efectos que este disponible para realizar otras tareas de mantenimiento. De hecho, el dragado del canal secundario que se está realizado no resolverá el problema de fondo. Para eliminarlo habría que realizar una inversión de magnitud, que el consorcio no puede afrontar por su cuenta. Según el Consorcio Regional estos trabajos principales se han visto postergado para un futuro próximo, habiéndose iniciado gestiones a nivel nacional para obtener el financiamiento necesario. Cabe recordar que la última vez que se emprendió una tarea de esta magnitud fue en el año 1998, cuando se complemento con el refulado de algunas playas marplatenses. Por lo anteriormente expuesto queda en evidencia que la continuidad de la situación descripta obliga a contratar reiteradamente trabajos de dragado con el alto costo y los problemas de operación del puerto que ello conlleva. No caben dudas que el dragado no constituye una solución al grave problema del embancamiento de arena. Es necesario otro tipo de alternativas para lo cual es imprescindible contar con un estudio científico que determine con claridad las características actuales de la dinámica costera de sedimentos, no solo en el morro de la escollera sur sino en un sector más amplio de la costa donde este fenómeno se manifiesta con mayor vinculación al punto conflictivo que es la boca de acceso al puerto. Propuesta Desde hace ya muchas décadas la comunidad portuaria en particular y la población regional en general, viene reclamando por una solución definitiva al problema del embancamiento de arena. Entre las numerosas instituciones que se han manifestado reiteradamente y han trabajado en ese sentido, cabe mencionar a la Comisión Mixta para la Defensa y Recuperación del Puerto y las Playas de Mar del Plata, entidad creada por Ordenanza municipal y conformada por representantes de la comuna local y de prestigiosas entidades marplatenses vinculadas a esta problemática, Una de las alternativas que hemos evaluado tiempo atrás para resolver la situación planteada ha sido la de convocar a un concurso de oferentes, con el objeto de seleccionar una entidad consultora que se encargue de elaborar el imprescindible estudio y determine las correspondientes acciones a ejecutar. Para ello podrían presentarse entes públicos o privados, nacionales o extranjeros, en forma individual o mancomunada, los que deberán acreditar antecedentes en estudios de similar carácter. Sin embargo, creemos que sería más conveniente realizar primero el estudio científico, para luego de finalizado el mismo y obtenidas sus conclusiones, se determinen las opciones técnicas a implementar. El mencionado estudio debería comprender entre otros aspectos los siguientes: 1) establecer las características de la dinámica litoral, en todo el sector costero en general y en el área comprendida entre el extremo norte del Complejo Turístico Punta Mogotes y el Cabo Corrientes en particular; 2)analizar los efectos consecuentes de la extracción de arena en el sector externo de la escollera sur del puerto, en los casos de no ser reintegrado total o parcialmente a su deriva natural el material en tránsito; evaluar posibles soluciones tecnológicas que permitan mantener un calado óptimo en el canal de acceso, evitando producir efectos degradativos en sectores costeros situados, tanto en proximidades de la estación marítima como en áreas alejadas de dicho punto geográfico; 3)efectuar una evaluación de impacto ambiental de las acciones a implementar para dar una solución definitiva al embancamiento de arena y 4)analizar las posibilidades 11 existentes para transferir material sedimentario del sector, tanto en forma de arenas finas en suspensión como de arenas gruesas extraídas lejos de la costa, para el repoblamiento de las playas y el uso por la industria de la construcción. Las alternativas de aplicación de los resultados del mismo determinarán las posibles tecnologías a utilizar para solucionar el problema, los costos previstos para la realización de los trabajos, así como las obras de ingeniería a ejecutar y su valuación económica estimada. Resulta conveniente una acción conjunta de los gobiernos nacional y provincial. Un principio elemental de planeamiento aconseja encarar el problema en su conjunto, intentando soluciones integrales que permitan aunar esfuerzos económicos, disponibilidad de elementos y capacidad técnica de las reparticiones con jurisdicción sobre los problemas planteados. Nuestro país cuenta con importantes institutos oficiales de investigación científica y tecnológica, los que podrían aportar su conocimiento en la resolución de problemas como el planteado en la presente. Entre ellos cabe destacar al Centro de Geología de Costas y del Cuaternario (CGCyC), dependiente de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), el cual se especializa principalmente en la investigación de procesos ambientales que actúan en los sectores costeros. Este Centro fue creado en 1979 mediante un convenio entre la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (C.I.C.) y la Universidad Nacional de Mar del Plata. En 1985 el CGCyC pasó a depender totalmente de la UNMdP, más precisamente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Desde su creación se ha caracterizado por una fuerte vocación por la investigación, la docencia y el servicio a la comunidad a través de la transferencia de sus conocimientos. En la actualidad el CGCyC cuenta con los grupos de investigación consolidados de Geología del Cuaternario, Sedimentología costero-marina, Hidrogeología, Geología Ambiental, Geoecología de Suelos y el Grupo de Investigaciones Antárticas, que llevan a cabo líneas de trabajo a escala local, regional, nacional e internacional, ésta última como resultado de los vínculos de cooperación establecidos con reconocidas instituciones a nivel mundial. La docencia se desarrolla en el grado a través de las asignaturas Fundamentos de Geología, Geomorfología Ambiental, Mineralogía de Suelos, Teledetección, Paleobiología, Riesgo Asociado a Procesos Naturales y Cartografía Aplicada y GIS cursadas principalmente por alumnos de la Licenciatura en Ciencias Biológicas y en menor medida por alumnos de otras Facultades de la Universidad Nacional de Mar del Plata, y en el postgrado por medio de cursos no permanentes dictados dentro y fuera de esta Universidad. El Grupo de Geología de Costas y Paleoecología reúne los intereses de varios proyectos de investigación. El proyecto de la UNMDP: “Paleontología y geología costera”, dirigido por la Dra. Espinosa y el Dr. Bértola analiza problemas costeros desde el significado de algunas secuencias fósiles (estudios de diatomeas, ostrácodos y moluscos) a los problemas de erosión costera y migración de médanos. Se ejecutaron convenios de cooperación con las municipalidades de Tres Arroyos y San Cayetano (Dr. Bértola), Mar Chiquita y Villa Gesell (Dr. Isla). A su vez se han concertado proyectos de cooperación con otros grupos de investigación de la UNMDP: el estudio de los estuarios de la Patagonia (proyecto PNUD, Dr. Isla-Dr. Moreno) y el estudio integral de la Cuenca del río Quequén Grande (Dr. Martínez). También es importante destacar los trabajos científicos desarrollados y publicados –vinculados con los ambientes costeros- en los que han intervenido los profesionales que integran el Centro, entre ellos: Isla, F. I. y Villar M. C. 1992. Ambiente Costero. Pacto Ecológico UNMDP. Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. Mar del Plata, Argentina. 23 pp. 12 Isla, F. I. 1989. The Southern Hemisfere sea nivel fluctuation . Quaternary Sience. Rewiews, 8: 359-368. Isla, F. I., Bértola, G. R., Farenga, M. O. Serra, S. B. y Cortizo, L. C. 1998. Villa Gesell: un desequilibrio sedimentario inducido por fijaciones de médanos. AAS Revista 5 (1); 41-51. Isla, F. I., Bértola G. R., Farenga, M. O. y Cortizo, L. C. 2001. Variaciones antropogénicas de las playas del sudeste de Buenos Aires, Argentina. Geociencias, 28 (1) 27-35. Isla, F. I. 2003. Disponibilidad de arena para el refulado de las playas de Miramar y Chapadmalal, Argentina. Revista de la Asociación Geológica Argentina, 58 (3) 311-320. Morphology, grain-size and faunistic composition of the macrotidal beaches of Tierra del Fuego, Argentina. Revista de la Asociación Geológica Argentina 60, 3, 433-445. Isla, F. I y Bujalesky, G. G., 2005. Groundwater dynamics on macrotidal gravel beaches of Tierra del Fuego. Journal of Coastal Research, 21,1, 65-72. Stutz, S., Prieto, A.R. e Isla, F.I., 2006. Holocene evolution of the Mar Chiquita coastal lagoon area, Argentina indicated by pollen analysis. Journal of Quaternary Science 21, 1, 17-28. Bujalesky, G. G. e Isla, F. I., 2006. Depósitos Cuaternarios de la costa atlántica fueguina entre los cabos Peñas y Ewan, Argentina. Revista de la Asociación Geológica Argentina, 61, 1, 81-92. Isla, F. I., 2006. Erosión y defensa costeras. En Isla, F. I y Lasta, C. A. (eds.) Manual de Manejo costero para la Provincia de Buenos Aires, EUDEM, Mar del Plata, 125-147. Hassan, G. S., Espinosa, M. A. e Isla, F. I. 2006. Modern diatom assemblages in surface sediments from estuarine systems in the southeastern Buenos Aires Provincia, Argentina.. Journal of Paleolimnology 35, 39-53. Hassan, G. S., Espinosa, M. A. e Isla, F. I. 2006. Dead diatom assemblages in surface sediments from a low impacted estuary: the Quequén Salado river, Argentina.. Hydrobiología 579, 257-270. Isla, F. I., 2003. Coastal zone and estuaries. In Coastal Zone and Estuaries, [Ed. Federico Ignacio Isla], in Encyclopedia of Life Support Systems (EOLSS), Developed under the Auspices of the UNESCO, Eolss Publishers, Oxford, UK. Isla, F. I., 2003. Coastal lagoons. In CoastalZone and Estuaries, [Ed. Federico Ignacio Isla], in Encyclopedia of Life Support Systems (EOLSS), Developed under the Auspices of the UNESCO, Eolss Publishers, Oxford, UK. Cortizo, L. C. e Isla, F. I., 2007. Evolución y dinámica de la barrera medanosa de San Cayetano y Tres Arroyos, Buenos Aires. Revista de la Asociación Geológica Argentina, 62, 1, 3-12. Hassan, G. S., Espinosa, M. A. e Isla, F. I. 2008. Fidelity of dead diatom assemblages in estuarien sediments: How much environmental informations is preserved Palaios 23, 112-120. La existencia de un centro científico de excelencia como es el Centro de Geología de Costas y del Cuaternario, instituto dependiente de una universidad nacional y que tiene como ventaja el haber realizado numerosos estudios en el litoral costero bonaerense, teniendo su sede precisamente en la ciudad de Mar del Plata; otorga un sinnúmero de aspectos favorables para su intervención en este caso. Por otra parte creemos que la contratación de dicho Centro por parte del Consorcio Regional Portuario Mar del Plata, se ve facilitada por la vigencia de la Ley 11.275. La misma incorporó al texto del Decreto-Ley 7764/71, en su artículo 26 lo siguiente: “En los supuestos de contratación de los inc. h) y n) las universidades nacionales con asiento en el territorio de la Provincia de Buenos Aires, tendrán el carácter de cuerpos consultores y asesores preferenciales”. 13 Con referencia a los mencionados incisos, cabe destacar que el identificado como h) indica “la contratación de artistas, técnicos y/o sus obras”; mientras que el n) expresa: “cuando los bienes o servicios sean limitados a experimentación, investigación o simple ensayo”. La vigencia de esta ley y su contenido, así como los antecedentes del Centro de Geología de Costas y del Cuaternario –expuesto precedentemente-, demuestran no solo la viabilidad sino la conveniencia de contratar a este instituto para la realización del necesario estudio científico del área. Paralelamente se debe tener muy en cuenta la vigencia de la Ley 26318, promulgada el 12 de diciembre de 2007- la cual declaró en su artículo 1: “en emergencia el funcionamiento del Puerto Mar del Plata, Partido de General Pueyrredon, Provincia de Buenos Aires por falta de dragado en las vías navegables de acceso al mismo”. El artículo 2 de dicha norma estableció: “la asignación de una partida presupuestaria del ejercicio correspondiente a la entrada en vigencia de la presente ley con el objeto de ser destinada a las obras de dragado…”. La Ley 26318 posibilitaría contar con aportes del Estado Nacional para financiar el estudio, mas allá que el mismo seguramente no supondrá grandes erogaciones. Por lo tanto del Consorcio Regional Portuario contaría con las atribuciones, conferida en su creación, y con las facilidades de contratación y financiación, de acuerdo a las leyes mencionadas. No caben dudas sobre la capacidad del Centro de Geología de Costas y del Cuaternario para concretar un estudio científico de las características mencionadas. Los antecedentes citados, sumados a la experiencia acumulada de análisis y monitoreo de la dinámica litoral de sedimentos en nuestra región, así como el hecho de tener su sede en Mar del Plata y pertenecer a nuestra Universidad Nacional, lo constituyen en la institución más adecuada para la realización del mismo. Una vez realizado el estudio en el tiempo prefijado, se deberán analizar sus resultados y, posteriormente evaluar los caminos a seguir para desarrollar los trabajos de ingeniería necesarios de acuerdo con las conclusiones obtenidas. Así se deberán determinar las correspondientes acciones a seguir, las posibles tecnologías a aplicar y un plan de obras de ingeniería a ejecutar para dar solución al embancamiento de arena. Para tal determinación, se considera conveniente que la dependencia correspondiente del Poder Ejecutivo constituya una Comisión Evaluadora y convoque a participar para integrar la misma a los organismos competentes locales, provinciales y nacionales relacionados con la problemática. En ese sentido cabe mencionar a la Comisión Mixta de Defensa del Puerto y Playas, la Dirección de Hidráulica de la Provincia de Buenos Aires, y a la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables. Creemos que ha llegado el momento de actuar adoptando las medidas apropiadas para resolver de definitivamente este permanente problema. La realización de un pormenorizado estudio científico-técnico será la base para la adopción de las acciones y la ejecución de las obras de ingeniería necesarias. Los recursos aplicados con este carácter, se verán multiplicados con la reducción casi total del trabajo de las dragas y el sustancial mejoramiento en la operatividad del puerto. Éste es uno de los pocos puertos con que cuenta la región pampeana para el intercambio de su producción. En él operan las flotas pesqueras, los buques cargueros, los graneleros, los que transportan combustibles, embarcaciones de turismo, deportivas y recreativas, así como las naves de la Armada Argentina y los Guardacostas de la Prefectura Naval. El Puerto Mar del Plata es fundamental para el desarrollo bonaerense y del país todo, más aún si tenemos en cuenta que ésta es la estación marítima más cercana 14 al resto de las naciones que conforman el MERCOSUR, por lo que es necesario resolver urgentemente el problema que impide aprovechar su potencialidad. Los estudios científicos realizados en el pasado –comentados anteriormente- han coincidido en la necesidad de realizar obras que impidan la formación del banco de arena, para lo cual se plantearon diversas alternativas basadas en estudios particularizados efectuados en su momento. Actualmente, y al no haberse concretado en aquellos años trabajos como los aconsejados, se debe reiniciar el proceso; es decir: realizar nuevos estudios que permitan conocer con total rigor científico el comportamiento del ecosistema para así determinar las alternativas a desarrollar para resolver en gran medida el problema, evitándose los reiterados trabajos de dragado. Indudablemente, considerar soluciones parciales es inútil. Al asumir sus funciones, el actual presidente del Consorcio Regional Portuario de Mar del Plata, Eduardo Pezzati, en presencia del gobernador Daniel Scioli no sólo manifestó su compromiso para resolver la actual falta de dragado, también afirmó que quiere una "solución definitiva" para el embancamiento de arena en la escollera sur. Las limitaciones en cuanto a la profundidad, el ancho y la maniobra de acceso al puerto, no sólo limita la operatividad general de las embarcaciones sino que perjudica y hasta impide la entrada de barcos de gran porte que necesitan de mucho calado. Además de portacontenedores y graneleros, esta situación complica la llegada de grandes cruceros de turismo a Mar del Plata, lo que redunda en una pérdida de los beneficios que ello generaría. Ya no se puede dilatar más la adopción de las medidas destinadas a resolver definitivamente esta situación. En forma urgente se deben realizar los estudios científico- técnicos a partir de los cuales, con datos actualizados de la situación ambiental del sector, se podrán evaluar las diversas alternativas tecnológicas y decidir su aplicación en consecuencia. 15