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30 Expansión Viernes 30 enero 2015 ECONOMÍA / POLÍTICA La tensión en Grecia irá a más, pero el BCE frena el contagio LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS/ Creen que la volatilidad no cesará aún, pero confían en que haya un acuerdo sobre la deuda. Juanma Lamet. Madrid Que las actuales turbulencias griegas son carne de analista es algo tan cierto como inversamente proporcional a la seguridad de las predicciones que de ellas se hacen. Parte de la volatilidad que planea sobre el tumulto informativo griego se debe, de hecho, a la falta palmaria de certidumbre. Los escenarios que se apuntan son siempre vaticinios finalistas, porque en todos ellos hay cuando menos una incógnita que no se puede despejar aún: el devenir de las negociaciones del nuevo Gobierno heleno con sus acreedores públicos, agrupados en la Troika. Con esta premisa –en la que coinciden todos los expertos consultados por EXPANSIÓN– como punto de partida, los economistas y las principales casas de análisis componen pronósticos no demasiado halagüeños para el futuro inmediato de Grecia. La nota común es que las turbulencias van a seguir, cuando menos, hasta que se llegue a un acuerdo sobre la deuda, pero sólo en Grecia. El contagio económico es cosa del pasado; las implicaciones ahora son políticas, pero en ambos sentidos: el de contagio y el de parapeto. “Hay que acostumbrarse a unos mercados inestables en los próximos meses”, sintetiza José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. “Es evidente que el Quantitative Easing del Banco Central Europeo (BCE) es un cortafuegos”. Este economista agrega que, “a diferencia de la crisis de 2009 y 2010, donde sí hubo contagio, ahora Europa tiene mecanismos de asistencia y el BCE actúa para proteger, como colchón financiero”. Además, como apuntan los analistas de Royal Bank of Scotland (RBS) en su último informe, los mercados de bonos están considerando a Grecia “como un caso aislado”. Algo similar opinan en la gestora de fondos británica M&G, que circunscribe el desplome de los mercados helenos –y posterior e insufi- “Parece que las medidas del BCE han logrado aislar el riesgo de contagio”, apuntan los expertos La negociación entre Grecia y la Troika será dura e incierta, lo que aumenta las incertidumbres ciente rebote– “a una respuesta doméstica, más allá de cierta volatilidad en España”. No en vano, “las emisiones soberanas de otras naciones siguen en un rally, a pesar de las recientes declaraciones del nuevo Gobierno griego”, apuntan desde RBS. “Parece que el BCE ha logrado aislar el riesgo”, apostillan. Pero el combate por la deuda griega será duro y erosivo, no un mero guanteo. Markus Allenspach, jefe de Renta Fija del banco suizo Julius Baer, opina que la negociación en busca de la reestructuración del pasivo heleno no fructificará sin que antes haya “interrupciones y amenazas por ambos lados”. Es algo que preocupa a José García Montalvo, catedrá- tico de Economía de la Universitat Pompeu Fabra, quien cree que buena parte del fin de las tensiones depende de la actitud que tome el Ejecutivo de la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza): “Debe tirar de realismo y de una elevada flexibilidad; si no, no llegará a un acuerdo con la Troika”. En todo caso, Allenspach añade que no es de esperar que las conversaciones entre la Troika y el equipo que capitanea el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, “desestabilicen el mercado de bonos gubernamentales europeos”. El mercado, en su opinión, sigue contando con que el oleaje de liquidez del BCE “mantendrá los rendimientos de los bonos soberanos en niveles que no serán atractivos para los inversores privados”. Por eso los analistas piden paciencia. José Luis Feito, presidente del Instituto de Estudios Económicos, se limita a decir: “Hay que esperar a que pongan sobre la mesa medidas firmes, más allá de los anuncios que se han hecho”. Toca esperar a examinar mejor los pormenores de las nuevas medidas del Gobierno griego, opina el consenso. Hay un aspecto que muchos parecen obviar, y es que José Gª Montalvo: “Esto se preveía” José L. Martínez: Rafael Pampillón: “Más inestabilidad” “Habrá una quita” El catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra José García Montalvo opina: “En Grecia está pasando lo que se preveía si se tomaban estas medidas. Tsipras ha mandado a los mercados la señal de que toma una posición de fuerza. Pero lo peor es la reacción política que ello provoca en países como España, ya que si se flexibilizaran las condiciones económicas como quiere Tsipras, se mandaría la señal de que ‘sí se puede’… y Podemos barrería. Por eso ahora hay un choque de trenes políticos definitivo en la UE. Antes lo que le iba bien a Grecia le iba bien a España, pero ahora no”. El estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, asegura: “Nuestro principal escenario es una negociación larga pero con acuerdo, pero no sabemos muy bien cómo. Son dos posiciones tan encontradas que al final es algo complicado. Pensamos que para ambas partes es mejor llegar a un acuerdo que no. Se debe producir. Europa no quiere crear antecedentes para que la Unión Económica Monetaria se convierta en una unión de transferencias. La integración fiscal está muy lejos de conseguirse y la política, mucho más, así que ello no ocurrirá. La inestabilidad seguirá”. “incluso cuando habla de reestructuración, Syriza excluye explícitamente de ese escenario la parte de deuda en manos privadas”, como apunta Álvaro Sanmartín, economista jefe en MCH Investment Strategies. “Hay margen de maniobra suficiente para llegar a una solución que pueda resultar relativamente satisfactoria para todos, partiendo de un hecho que en el fondo acepta todo el mundo: la deuda griega es difícilmente sostenible”, agrega. El profesor del Instituto de Empresa y columnista de este diario Rafael Pampillón afirma: “Syriza ha tomado medidas muy precipitadamente y de forma muy unilateral. ¿No podía esperar 15 días, a reunirse con la UE? Eso de pegar primero porque el que da primero da dos veces puede hundir tu economía. Pero esta situación es buenísima para España, con vistas a Podemos. Se pondrán sobre la mesa los resultados de un partido como Podemos. Al final llegará el sentido común y el coste altísimo de las medidas de Syriza se tendrá que reconducir y habrá una quita o una quita y espera”. Las opiniones divergen cuando de pronosticar cuál será la solución final se trata. Por un lado, economistas como García Montalvo y Rafael Pampillón, profesor del IE, creen que “no hay otra solución que no sea la quita”. Europa podría tener que sacrificar a Grecia para OPINIÓN Simon Nixon H ace unos días que Alexis Tsipras es el primer ministro de Grecia y apenas ha dado pie con bola –asumiendo que realmente quiera mantener a su país en la eurozona. Con unas semanas apenas para negociar un acuerdo con los acreedores oficiales de Grecia y prevenir un colapso financiero, prácticamente todo lo que ha dicho y hecho parece calculado para agravar sus desavenencias con los acreedores del país. Desde su visita simbólica a las tumbas de las víctimas de la ocupación nazi, a su decisión de formar una coalición con la extrema derecha de los Griegos Independientes, contrarios a la UE y favorables a Rusia, su nombramiento de un profesor de economía marxista como ministro de Finanzas, o la promesa de su gabinete de revocar reformas clave, su enfoque sugiere que busca la confrontación más que el compromiso. Los mercados han reflejado el aumento del riesgo a que Grecia pueda salir de la eurozona. La rentabilidad del bono a tres años se ha disparado al 17%, y las acciones bancarias caen cerca de un 30%. Algunos ministros de Finanzas y autoridades de la eurozona aseguran estar más preocupados ahora sobre el futuro de la eurozona que en plena crisis de deuda en 2011 y 2012. La estrategia de Tsipras parece ser la de situarse a la cabeza de un asalto izquierdista contra la “austeridad” en toda Europa, con la esperanza de aislar a Berlín. Sus ambiciones podrían haberse visto alentadas por el desorden que ha sembrado su éxito entre los partidos europeos de izquierdas mayoritarios. Atrapados entre el populismo radical de Tsipras y su propia aquiescencia en la respuesta a la crisis, su respaldo electoral se está hundiendo. Los primeros indicios sugieren que quieren incorporar a Tsipras a su club. El ministro de Finanzas holandés Jeroen Dijsselbloem no perdió tiempo para autoinvitarse a Atenas esta semana aprovechando su condición de presidente del eurogrupo. Tsipras y su ministro de Finanzas ya han mantenido contactos con los gobiernos de izquierdas de Francia e Italia. Pero la izquierda tradicional de la eurozona, acosada, no puede dar a Tsipras lo que quiere. La reducción de la deuda de Grecia no parece negociable. Alemania y Finlandia y otros gobiernos han expresado su oposición. Grecia ya disfruta de los vencimientos de la deuda más largos, y de unos de los tipos de interés más bajos como proporción del Producto Interior Bruto de la eurozona, gracias a anteriores rescates. Es posible relajar aún más las condiciones de pago, pero los gobiernos no están dispuestos a ser generosos con los contribuyentes griegos cuando sus propios ciudadanos están sometidos a una fuerte presión. Un escollo aún mayor puede ser el programa de reformas de Grecia. En este caso, es España la que puede erigir- Impreso por Juan Lorenzo Rodríguez Cuenda. Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reproduc Viernes 30 enero 2015 Expansión 31 ECONOMÍA / POLÍTICA Marianna Fotaki: “Se necesita más” Marianna Fotaki, economista griega y profesora de la Warwick Business School, apunta: “Un alivio generoso de la deuda es esencial para permitir que la economía griega tenga una segunda oportunidad, pero se necesita mucho más para que el país deje atrás su pasado. Los griegos son ahora totalmente conscientes de que no pueden seguir viviendo del dinero prestado, pero demandan a su Gobierno transparencia y rectitud en la gestión de los repagos de la deuda pública del país. También demandan justicia y juego limpio a la hora de determinar quién comparte la carga de esa deuda”. Otros, como Sanmartín o José Manuel Amor, socio de AFI, creen que “no habrá quitas, al menos de momento, pero sí suavización de las condiciones asociadas a la parte de deuda griega en manos de tenedores públicos”. R. Casado. Londres Ivan Menezes, consejero delegado de Diageo, dijo ayer que la empresa fabricante de J&B y Guinness está “preparada” para una potencial salida de Grecia del euro. Durante la presentación de resultados del semestre cerrado en diciembre de 2014, explicó que Diageo ya diseñó planes para ese escenario hace dos años, y ahora han sido activados de nuevo ante el riesgo de que el nuevo Gobierno griego no alcance un acuerdo sobre los pagos de su deuda con los socios europeos. “No deseo que esto suceda, pero como empresa debemos prepararnos para estas situaciones extremas”. El principal daño para Diageo llegaría por la depreciación de la nueva moneda local. John Kennedy, director de la empresa en Europa, señaló que el impacto en la facturación podría ser similar al sufrido por la devaluación del bolívar en Venezuela, que se situó en 251 millones de libras en el semestre. La caída de valor del bolívar, junto a la del rublo y el euro, hizo que el beneficio neto de bajara un 18%, hasta 1.311 millones de libras. salvar a España se como el adversario más implacable de Tsipras, y no Alemania. Madrid ha dejado claro que cualquier acuerdo con el líder griego debe partir del compromiso de hacer reformas al menos tan duras como las exigidas al ex primer ministro Antonis Samaras. Todo lo que esté por debajo de eso supondría una victoria para Tsipras y daría alas al nuevo partido de extrema izquierda de España, Podemos. El Gobierno español cree que el giro dado por su economía es la prueba de que la única forma de salir de la crisis es aplicar un sólido programa de reformas a favor del mercado. Madrid cree que lo que más le interesa a España y a la eurozona es permitir que Grecia salga en lugar de aumentar los apoyos para Podemos y poner en riesgo la recuperación, según una fuente familiarizada. En otras palabras, la eurozona podría tener que sacrificar a Grecia para salvar a España. ¿Llegaría Tsipras a aceptar las reformas acordadas por Samaras? Nunca pareció probable –y menos tras la primera decisión de su gabinete de subir el salario mínimo un 30% y bloquear el programa de privatizaciones del Gobierno. En el mejor de los casos, nos aguardan semanas de políticas arriesgadas. 5 The Wall Street Journal La fuga de depósitos griegos supera ya los 10.000 millones TEMORES/ Los cuatro principales bancos de Grecia cuantifican en 3.000 millones la salida de capitales a finales de diciembre y en unos 8.000 millones la de enero. Juanma Lamet. Madrid El pasado martes, los analistas de Citi se reunieron con representantes de los cuatro principales bancos de Grecia –Alpha Bank, Banco del Pireo, Banco Nacional de Grecia y Eurobank–, que les transmitieron que la recuperación que se comenzó a atisbar en la segunda mitad de 2014 se ha visto comprometida en los dos últimos meses, con una fuga de depósitos de unos 3.000 millones de euros en la segunda quincena de diciembre y alrededor de 8.000 en enero. Es decir, en el entorno de 11.000 millones en sólo seis semanas. Pero los bancos helenos destacan un aspecto que no es baladí: “La salida de depósitos fue mucho menor en el día 26 de enero, el día después de las elecciones generales, que en la semana anterior”. La naturaleza de estas fugas de capital diverge dependiendo de las fechas. En diciembre se produjeron, sobre todo, grandes transferencias de clientes corporativos, mientras que en enero la nota predominante ha sido el recrudecimiento de los temores de muchas familias, que han sacado sus ahorros de las entidades financieras ante la inminente victoria de un partido que parece que no les daba confianza, según las pesquisas de Citi, reflejadas en su último informe bancario desde Atenas, realizado por el analista Ronit Ghose. Una salida de 11.000 millones de euros en depósitos equivale a más del 6% del total, según los últimos datos de la banca griega, que en noviembre acumulaba una suma cercana a los 164.000 millones de euros procedentes de ahorradores. Ahora la cifra se sitúa en el entorno de los 153.000 millones. La fuga de depósitos actual es menor que la del 37% de 2010, 2011 y 2012, aunque se está produciendo a un ritmo muchísimo mayor. Ahora el sistema de depósitos se sitúa en niveles similares a los de 2012 (151.000 millones). Según Citi, hay “varios factores” que explican la temerosa escapada del dinero que se viene produciendo desde finales del mes pasado. Entre esos motivos se incluye “la preocupación sobre un [hipo- Efe Diageo se prepara para un ‘Grexit’ TSIPRAS PIDE TIEMPO Y UNA QUITA El primer ministro griego, Alexis Tsipras (dcha.), pidió ayer a la Troika “tiempo” para hacer “profundas reformas” y una “quita parcial” de la deuda, tras el encuentro con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz (izda.). tético nuevo] impuesto a los depósitos”. Pero los bancos del país balcánico aseguran que el posible Grexit (salida de la eurozona) no ha sido uno de esos motivos, ya que sus clientes no temen este escenario. Por otro lado, los analistas de Citi aprovechan para estimar que la financiación del Banco Central Europeo (BCE) a Grecia será mayor, para cubrir en parte el agujero que está dejando la fuga de depósitos. Por otro lado, aunque dentro de la batería de mensajes negativos que asaetean a Grecia, la agencia de calificación crediticia Fitch advirtió ayer de que podría rebajar la nota de la deuda soberana griega si no hay acuerdo (o casi) con la Troika en mayo. Cabe recordar que el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, se ha puesto de plazo hasta verano para la “negociación dura” con los acreedores públicos. “Si para nuestra próxima revisión de mayo no hay un progreso en las conversaciones o parece que puedan estar fracasando, por supuesto que sería un motivo para una re- baja”, afirmó Douglas Renwick, director sénior de Deuda Soberana de Fitch. La retirada de depósitos de los bancos griegos también está en el punto de mira de la agencia que sigue de cerca la evolución de sus cuentas. Fitch mantiene en B-, un escalón por debajo de la deuda soberana (B), la valoración de los cuatro principales bancos griegos: Alpha Bank, Banco del Pireo, Banco Nacional de Grecia y Eurobank. Es decir, la de esos con los que se reunió Citi y que alertan de la fuga de capitales. Grecia complica pero no veta las sanciones a Rusia Miquel Roig. Bruselas “Una discusión más bien bizantina [pero respetando] la lógica aristotélica”, así definió José Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores español, el diálogo con su homólogo griego, Nikos Kotziás. Fue la primera reunión de ministros de la UE en la que participaba un miembro del gobierno de Alexis Tsipras, el líder de Syriza, el partido de izquierda radical. El tema era delicado de por sí nuevas sanciones a Rusia tras la escalada del conflicto en el Este de Ucrania-, pero se veía acrecentado por los lazos que unen a Syriza con el Gobierno ruso de Vladimir Putin. La reunión empezó con una “reserva general” griega a todo el texto de conclusiones pactado por los embajadores de los 28. Según aseguró GarcíaMargallo ayer, Grecia amenazó con vetar todo el documento -las conclusiones en este tipo de reuniones se adoptan por unanimidad- si no se suavizaba el mensaje contra Rusia. Pero finalmente, apuntó el español, “no llegó la sangre al río”. Los ministros acordaron prorrogar las actuales sanciones de marzo hasta septiembre. Kotziás se llevó una concesión simbólica. El texto final encargaba a Federica Mogherini, jefa diplomática de la UE, que estudiara “acciones apropiadas” para aplicar a Rusia, que pudieran ser adoptadas por los jefes de Estado y Gobierno. Antes, se hablaba de “medidas restrictivas”.