Download Descargar - Fundació Catalana Síndrome de Down
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
ISSN: 1138-2074 Indexada en: Scopus, EMBASE/Excerpta Medica, Índice Médico Español (IME), Índice Bibliográfico Español en Ciencias de la Salud (IBECS) SD Volumen 16•Número 1 Enero-Abril 2012 REVISTA MÉDICA INTERNACIONAL SOBRE EL SÍNDROME DE DOWN Sumario / Contents Editorial 1 Investigación clínica y nivel asistencial de excelencia Clinical research and level of excellence in health care S. Videla Original 3 Aspectos específicos del envejecimiento en el síndrome de Down Specific aspects of ageing in Down’s syndrome C. Farriols Danés Clínica y práctica 11 Protocolo de intervención de enfermería para favorecer el vínculo afectivo entre el bebé recién nacido con síndrome de Down y su familia Nursing intervention protocol to help establish affective ties between the newborn infant with Down’s syndrome and his/her family E. González Jiménez, M.J. Aguilar Cordero, J. Álvarez Ferre, C.A. Padilla López y M.C. González Jiménez DS INTERNATIONAL MEDICAL REVIEW ON DOWN’S SYNDROME 00 PORTADA CAS.indd 1 www.fcsd.org www.elsevier.es/sd 21/3/12 08:22:15 SD REvISTA MÉDICA INTERNACIONAL SObRE EL SÍNDROME DE DOWN Comité de Redacción Comité Científico Director: Josep M. Corretger Jefe de redacción: Agustí Serés Edición y coordinación: Katy Trias Trueta Cardiología: J. Casaldàliga Dermatología: J. Ferrando Dietética-nutrición: N. Egea Endocrinología: A. Goday Cirugía maxilofacial: A. Monner Genética: A. Serés Geriatría: C. Farriols Ginecología: J. Cararach Medicina Interna: A. Garnacho Neurología Infantil: A. Nascimento Neurología Adultos: S. Fernández Odontología y Ortodoncia: M. A. Mayoral Oftalmología Infantil: A. Galán Oftalmología Adultos: J. Puig, S. Simón Otorrinolaringología: J. Domènech Pediatría: J. M. Corretger Psicología: B. Garvía Psiquiatría: J. Barba Traumatología y Ortopedia: F. Torner Consultores de medicina F. Ballesta Martínez M. Cruz Hernández J. Moreno Hernando S. M. Pueschel (USA) Consultores de psicopedagogía Equipo de la FCSD J. M. Jarque T. Vilà L. Brown (USA) Secretaria de Redacción Mar Cabezas 21 FUNDACIÓ CATALANA SÍNDROME DE DOWN El objetivo de SD, ReviSta MéDica inteRnacional SobRe el SínDRoMe De Down es, por un lado, recoger los conocimientos actuales sobre los aspectos médicos del síndrome de Down y hacer una permanente revisión y actualización, desde los avances más prometedores en ciencias básicas como la biología molecular y la genética, hasta la práctica clínica diaria; y, por otro lado, tratar aquellos aspectos psicopedagógicos que por su relación con el campo médico puedan tener un interés práctico para los pediatras generalistas y especialistas relacionados con el síndrome de Down. SD considerará para su publicación trabajos clínicos o de investigación relacionados con el síndrome de Down en todas sus ramas. Travessera de Gràcia, 17-21 08021 Barcelona Tel.: +34 932 000 711 José Abascal nº 45, 3ª 28003 Madrid Tel.: +34 914 021 212 Publicación cuatrimestral (3 números al año). © Copyright 2012 Fundació Catalana Síndrome de Down Reservados todos los derechos. El contenido de la presente publicación no puede ser reproducido, ni transmitido por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, ni registrado por ningún sistema de recuperación de información, en ninguna forma, ni por ningún medio, sin la previa autorización por escrito del titular de los derechos de explotación de la misma. ELSEVIER ESPAÑA, a los efectos previstos en el artículo 32.1 párrafo segundo del vigente TRLPI, se opone de forma expresa al uso parcial o total de las páginas de SD, ReviSta MéDica inteRnacional SobRe el SínDRoMe De Down con el propósito de elaborar resúmenes de prensa con fines comerciales. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a Portadilla Sindro Down Castellano-2012.indd 1 Disponible en internet: www.elsevier.es/sd Tarifa de suscripción anual Profesionales Instituciones 82,22 € 208,17 € (IVA incluido. Precios válidos sólo para España) CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Ni Elsevier ni la Fundació Catalana Síndrome de Down (FCSD) tendrán responsabilidad alguna por las lesiones y/o daños sobre personas o bienes que sean el resultado de presuntas declaraciones difamatorias, violaciones de derechos de propiedad intelectual, industrial o privacidad, responsabilidad por producto o negligencia. Tampoco asumirán responsabilidad alguna por la aplicación o utilización de los métodos, productos, instrucciones o ideas descritos en el presente material. En particular, se recomienda realizar una verificación independiente de los diagnósticos y de las dosis farmacológicas. Aunque el material publicitario se ajusta a los estándares éticos (médicos), su inclusión en esta publicación no constituye garantía ni refrendo alguno de la calidad o valor de dicho producto, ni de las afirmaciones realizadas por su fabricante. Suscripciones y atención al cliente: Elsevier España, S.L. Travessera de Gràcia, 17-21 • 08021 Barcelona. Tel.: 902 888 740 Correo electrónico: [email protected] Protección de datos: Elsevier España, S.L., declara cumplir lo dispuesto por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. Papel ecológico libre de cloro. Esta publicación se imprime en papel no ácido. This publication is printed in acid-free paper. Correo electrónico: [email protected] Impreso en España. Depósito legal: B-40257-1986 ISSN: 1138-2074 12/03/12 09:57 Rev Med Int Sindr Down. 2012;16(1):1-2 REVISTA MÉDICA INTERNACIONAL SOBRE EL SÍNDROME DE DOWN www.fcsd.org www.elsevier.es/sd EDITORIAL Investigación clínica y nivel asistencial de excelencia Clinical research and level of excellence in health care S. Videla Director científico de la Fundació Catalana Síndrome de Down “La investigación clínica es imprescindible para poder mantener un nivel asistencial de excelencia”. Esta frase la escuché decir a un político hace más de dos décadas, y desde entonces la he vuelto a escuchar en repetidas ocasiones. No sé si la gente que la pronuncia es consciente de su significado e implicación real para nuestra sociedad. No existe duda alguna que el amplio desarrollo de la medicina en las últimas décadas ha llevado a una mayor esperanza de vida, y esto ha sido posible en gran parte al empuje de la investigación clínica. Para que la investigación clínica tenga una repercusión directa en el proceso asistencial, ésta ha de alcanzar el nivel máximo, es decir, los resultados obtenidos deben ser sinónimo de las mejores evidencias. El nivel máximo se consigue cuando la investigación se lleva a cabo con el mayor rigor. El método científico, como referente de todas las normas y reglas, permite alcanzar la mejor forma de conocimiento, de evidencias. De una manera simplista, la investigación se podría dividir en “no clínica” o básica, entendida como la investigación no llevada a cabo en seres humanos, y “clínica”, como la investigación que se realiza en seres humanos o que está en referencia a ellos. A su vez, la investigación clínica se puede subdividir en experimental y observacional o epidemiológica. El método experimental por excelencia es el ensayo clínico, el patrón de oro de la investigación clínica. Por axioma, las evidencias obtenidas a través de los resultados de ensayos clínicos son los que más impacto tienen en la práctica clínica. Ahora bien, es difícil o prácticamente inviable estudiar la historia natural de una enfermedad mediante un ensayo clínico, por ejemplo. Si la investigación clínica se entiende como un elemento más del proceso asistencial, conlleva que la práctica clínica se convierta en una tarea en la que se sigue una estrategia de intervención predeterminada, elaborada, estructurada, una estrategia fruto de un pensamiento previo. Éste es un tipo de investigación clínica mucho más alcanzable al basarse en la misma práctica asistencial, en el trabajo del día a día, y al ser económicamente más asequible. Por otro lado, sin olvidar su objetivo principal, la generación de conocimiento, la investigación clínica conlleva un importante valor añadido para los profesionales al mejorar la formación, estimular el espíritu crítico, consolidar la actividad profesional, aumentar la motivación y satisfacción profesional, etc.; para los pacientes al mejorar la calidad asistencial que se les presta, y para el sistema sanitario al conseguir un nivel asistencial de excelencia. En el síndrome de Down nos encontramos con la paradoja que la investigación clínica es insuficiente e inaceptablemente baja en nuestro entorno. Además, estamos ante el escenario que la esperanza sustentada en los resultados de la investigación básica no siempre tiene una traducción en el ser humano. Basta con hacer una búsqueda en PubMed para darse cuenta de esta realidad. Los profesionales que nos dedicamos al cuidado de la salud deberíamos entender que el quehacer diario 1138-2074/$ - see front matter © 2012 Fundació Catalana Síndrome de Down. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. 01 EDITORIAL cast (1-2).indd 1 21/3/12 08:24:31 2 se puede convertir en investigación clínica rigurosa. Asimismo, debemos ir más allá y pensar en aunar esfuerzos entre aquellos que pensamos que el avance o desarrollo de la asistencia sanitaria exige tanto la búsqueda sistemática, a través de la investigación, de respuestas a los interrogantes que pueden surgir en el ejercicio de la actividad profesional, como la trans- 01 EDITORIAL cast (1-2).indd 2 S. Videla misión de los resultados a través de las publicaciones y la docencia. En resumen, desde un punto de vista holístico, se ha de ser consciente que la investigación clínica es un elemento necesario para el propio desarrollo del sistema de cuidados de la salud, es decir, es imprescindible para poder mantener un nivel asistencial de excelencia. 21/3/12 08:24:32 Rev Med Int Sindr Down. 2012;16(1):3-10 REVISTA MÉDICA INTERNACIONAL SOBRE EL SÍNDROME DE DOWN www.fcsd.org www.elsevier.es/sd ORIGINAL Aspectos específicos del envejecimiento en el síndrome de Down C. Farriols Danés Médico geriatra, Centro Médico Down (CMD), Fundació Catalana Síndrome de Down (FCSD), Barcelona, España Recibido el 20 de diciembre de 2011; aceptado el 24 de enero de 2012 PALABRAS CLAVE Síndrome de Down; Geriatría; Envejecimiento; Fragilidad; Mortalidad KEYWORDS Down’s syndrome; Geriatrics; Ageing; Frailty; Death Resumen La esperanza de vida está aumentando considerablemente en la población con síndrome de Down (SD), gracias a los avances sanitarios y a las condiciones de vida. Como consecuencia de este fenómeno, surgen necesidades específicas para las personas con SD de edad avanzada, que requieren una atención sanitaria especializada. El presente artículo pretende dar una visión actualizada del envejecimiento y final de vida en la población con SD, mediante tres apartados: a) definición de conceptos geriátricos; b) problemas médicos específicos del envejecimiento en el SD, y c) final de vida en el SD. En último lugar, se propone una guía de recomendaciones para detectar problemas específicos en la atención de pacientes con SD de edad avanzada. © 2012 Fundació Catalana Síndrome de Down. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. Specific aspects of ageing in Down’s syndrome Abstract Life expectancy is increasing considerably in the population with Down’s syndrome (DS), thanks to advances in health care and living conditions. As a result, older people with DS require specialized care. This article aims to give an updated view of ageing and end of life in people with DS, with three sections: 1. Definition of geriatric concepts, 2. Specific medical problems of ageing in DS, 3. End of life in DS. Finally, a set of guidelines for the detection of specific problems in the care of older patients with DS is proposed. © 2012 Fundació Catalana Síndrome de Down. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved. El trabajo no ha sido presentado en ningún congreso, revista, ni ha recibido ningún premio ni subvención. Correo electrónico: [email protected] 1138-2074/$ - see front matter © 2012 Fundació Catalana Síndrome de Down. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. 02 ORIG cast (3-10).indd 3 21/3/12 08:26:52 4 Introducción El aumento de la esperanza de vida de la población general en las últimas décadas conlleva una actuación clínica compleja. El envejecimiento implica cambios en las habilidades físicas y cognitivas, que generalmente se acompañan de modificaciones del entorno familiar y social. A nivel fisiológico, el envejecimiento se considera un proceso multifactorial, con un denominador común: inflamación crónica y progresiva que afecta a múltiples sistemas fisiológicos. El envejecimiento es un proceso individual, la edad cronológica puede no reflejar la reserva funcional, ni la expectativa de vida de una persona1. Gracias a los avances sanitarios y a las condiciones de vida, el aumento de esperanza de vida también se está reconociendo actualmente en la población con síndrome de Down (SD), aunque con un proceso de envejecimiento a edades más tempranas, disminución de la capacidad de reparación del ADN, edad biológica incrementada y mortalidad más temprana2. Según la bibliografía médica, el envejecimiento temprano de las personas con SD se inicia alrededor de los 45 años, con un riesgo aumentado de determinados problemas de salud, deterioro funcional y cognitivo3. Algunos de los factores sanitarios que han contribuido a alargar la esperanza de vida en este colectivo han sido la corrección de las cardiopatías congénitas, el desarrollo de programas de inmunización y el abordaje de las infecciones, mejora de la nutrición y de problemas específicos de salud. Entre los factores sociales, destacan una menor institucionalización y puesta en marcha de servicios de atención especializada comunitaria4. Es sorprendente que en el año 1900 la esperanza de vida media era de 9-11 años, mientras que actualmente es mayor a los 50 años, y algunos llegan incluso a los 70 años5,6. Se estima que en las próximas generaciones la esperanza de vida media alcanzará los 60 años2. Como consecuencia de este fenómeno, surgen unas necesidades específicas para las personas con SD de edad avanzada, que requieren una atención sanitaria especializada. El presente artículo pretende dar una visión actualizada del envejecimiento y final de vida en la población con SD, mediante tres apartados: a) definición de conceptos geriátricos; b) problemas médicos específicos del envejecimiento en el SD, y c) final de vida en el SD. En último lugar, teniendo en cuenta estos tres apartados, se propone una guía de recomendaciones para la detección de problemas específicos en la atención de pacientes con SD de edad avanzada. Definición de conceptos geriátricos Pérdida de capacidad funcional7,8 La capacidad funcional es la habilidad que tiene una persona para llevar a cabo una actividad por sí misma. La pérdida de capacidad funcional conlleva de forma progresiva un deterioro funcional, discapacidad física (dificultad en realizar actividades de la vida diaria [AVD]) y dependencia (necesidad de asistencia de otras personas para realizar las AVD). Es bien conocido que la expectativa de vida no sólo depende 02 ORIG cast (3-10).indd 4 C. Farriols Danés de la edad y la comorbilidad, sino que además un factor predictivo importante es la situación funcional. En la población general, la capacidad funcional física se mide principalmente por las AVD, que se diferencian entre actividades básicas de la vida diaria (ABVD) y actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD). Las ABVD consisten principalmente en la higiene personal, en la capacidad de usar el baño, de vestirse, de comer, en la movilidad y en el control de esfínteres. Se mide habitualmente con el índice de Barthel, y su alteración indica la necesidad de un cuidador. Las AIVD son necesidades más complejas, necesarias para la vida independiente, y consisten en la capacidad para responsabilizarse de la medicación, de la compra, del dinero, teléfono y transporte público. Su principal medida en la población general es el índice de Lawton. Entre las medidas del estado mental se utilizan escalas como el índice de Pfeiffer. En el SD, en numerosos estudios se ha constatado que a partir de los 50 años se produce un deterioro funcional y cognitivo más acelerado que en la población general, a edades más tempranas y con un riesgo mayor de enfermedad de Alzheimer3,4. Sin embargo, en edades menores de 40-50 años, no hay un riesgo mayor de deterioro funcional, e incluso las personas con SD presentan mejores habilidades que en otros tipos de retraso mental3. En este colectivo hay la necesidad de disponer de instrumentos adaptados y de una formación específica en este ámbito, tanto para la orientación diagnóstica, como para la intervención4. En algunos estudios se ha utilizado una escala funcional modificada del índice de Barthel, adaptada para personas con retraso mental de edades avanzadas. Es una escala que consta de 30 ítems y que mide habilidades tanto básicas como instrumentales, en áreas como trabajos de la casa, higiene personal, comida y movilidad3. Con el objetivo de homogeneizar las escalas para medir las habilidades cognitivas en el SD, un grupo internacional de trabajo para el diagnóstico de demencia en personas con discapacidad intelectual propuso una batería de evaluación aplicable a la mayoría de adultos con discapacidad intelectual, que por un lado incluye cuestionarios dirigidos por el cuidador (“Dementia Scale for Down’s Syndrome” [DSDS], “Dementia Questionnaire for mentally retarded persons” [DMR]), y, por el otro, cuestionarios administrados al paciente (CAMCOG-DS, “Test for severe impairment”, y otras pruebas neuropsicológicas específicas)6. Valoración geriátrica integral1 La valoración geriátrica integral consiste en un proceso diagnóstico interdisciplinario, dirigido a identificar y evaluar múltiples dimensiones de la persona: problemas médicos y comorbilidad, capacidad funcional, función física, mental (cognitiva, emocional) y social (fig. 1). Se trata de una valoración exhaustiva y protocolizada, con escalas estandarizadas. El objetivo no es sólo restaurar la salud, sino también mantener el mejor grado de independencia posible y la autonomía física y mental, consiguiendo así una mayor calidad de vida en el proceso de envejecimiento. La valoración integral debe seguirse de un plan terapéutico con intervenciones multifactoriales. 21/3/12 08:26:53 Aspectos específicos del envejecimiento en el síndrome de Down 5 Curación o muerte Anamnesis Exploración física Exploraciones complementarias Diagnóstico médico Tratamiento médico Cronicidad Función física (actividades vida diaria) Valoración de la función Función mental (nivel cognitivo, emocional) Tratamiento dirigido a preservar la función Función social (entorno familiar, cuidadores) Figura 1 Valoración geriátrica integral. Fragilidad9-12 Una de las definiciones más aceptadas de fragilidad es: “Estado fisiológico de aumento de la vulnerabilidad a estresores como resultado de una disminución o desregulación de las reservas fisiológicas de múltiples sistemas fisiológicos, que origina dificultad para mantener la homeostasis”9. Es un síndrome biológico de disminución de reserva funcional y, por lo tanto, genera deterioro funcional progresivo y, finalmente, la muerte. En el colectivo de personas con SD, es necesario elaborar indicadores de fragilidad específicos relacionados con el envejecimiento y la demencia11. Comorbilidad y compresión de la comorbilidad Comorbilidad implica la presencia de varios trastornos o enfermedades. El hecho de retrasar la comorbilidad supone un retraso de la discapacidad y la dependencia, de forma que se alarga la expectativa de vida activa. En este sentido, son esenciales las medidas preventivas. Una buena medida del estado de salud es la esperanza de vida libre de discapacidad, porque tiene en cuenta la duración de la vida y también la calidad, estimada por la limitación funcional. El hecho de minimizar la progresión de la discapacidad tiene gran interés en los pacientes con SD. El objetivo no es simplemente prolongar la duración de la vida, sino “vivirla” con más salud y autonomía, “comprimir” la mayor discapacidad y comorbilidad al final de la vida13. Comorbilidad, fragilidad y discapacidad son tres entidades que se solapan10,12, pero que tienen sus diferencias. Como se ha citado anteriormente, comorbilidad implica presentar varias enfermedades; discapacidad implica restricción o pérdida de la capacidad para realizar una actividad, y fragilidad, vulnerabilidad y pérdida de homeostasis por disminución de la reserva funcional. Fragilidad y comorbilidad son predictores de discapacidad, y ésta, además, puede exacerbar la comorbilidad y la fragilidad. En el SD, la presencia de comorbilidades se incrementa alrededor de los 45 años, con un riesgo aumentado de determinados problemas de salud, deterioro funcional y cognitivo3. 02 ORIG cast (3-10).indd 5 Problemas médicos específicos del envejecimiento en el síndrome de Down Las personas con SD en edades avanzadas (> 45-50 años) presentan un riesgo mayor de demencia, cambios dermatológicos, menopausia temprana, trastornos auditivos y visuales, epilepsia de aparición tardía, hipotiroidismo, obesidad, apneas del sueño, osteoporosis y otras afecciones musculoesqueléticas, limitaciones en la capacidad cardiorrespiratoria y una susceptibilidad mayor a las infecciones. Por otra parte, cabe destacar que la prevalencia de otras enfermedades es menor, como tumores sólidos malignos, hipertensión arterial, coronariopatía y enfermedad cerebrovascular. En la tabla 1 se muestran las diferencias en las principales afecciones por grupos de edad. A continuación se revisan los trastornos que se presentan con más frecuencia en personas con SD de edad avanzada2,6,14-17. Demencia6,15 El tipo de demencia que se asocia más al SD es la enfermedad de Alzheimer. La aparición de este tipo de demencia sucede de forma más frecuente y en edades mucho más tempranas que en la población general. La existencia del cromosoma 21 extra origina la producción de proteína betaamiloide, que conlleva el depósito de placas amiloides en el cerebro asociadas con la enfermedad de Alzheimer. En estudios post mórtem, se ha observado que aproximadamente un 80% de las personas mayores de 40 años desarrollan las características neuropatológicas de la enfermedad de Alzheimer, aunque la aparición de síntomas clínicos de demencia puede ocurrir unos años después2. Parece ser que desarrollan la demencia el 8% de las personas entre 35 y 49 años; el 55% de las personas entre 50 y 59 años, y el 75% de las personas mayores de 60 años6. Actualmente, con la investigación llevada a cabo en este campo, probablemente el porcentaje de pacientes diagnosticados es mayor que en estudios previos. Otro tipo de demencia menos frecuente, pero que también se ha detectado en personas con SD, es la demencia por cuerpos de Lewy4. 21/3/12 08:26:54 6 C. Farriols Danés Tabla 1 Afecciones médicas en personas con síndrome de Down Afecciones médicas < 50 años a (n = 77, 67,5% varones) ≥ 50 años a (n = 64, 50% varones) 71 5 22 18 8 3 31 17 18 8 3 39 26 10 19 5 18 81 9 13 16 19 2 35 20 14 9 3 42 22 34 34 5 17 Demencia Ansiedad Depresión Otras enfermedades psiquiátricas Enfermedad musculoesquelética Cáncer Afección cardíacab Afección respiratoriac Cataratas Hipercolesterolemia Hipertensión arterial Hipotiroidismo Osteoporosis Epilepsia Trastornos de la pield Incontinencia fecal Incontinencia urinaria Porcentaje de personas con síndrome de Down por grupo de edad. La afección cardíaca incluye principalmente prolapso de la válvula mitral y defectos del septo aurículo-ventricular. No incluye coronariopatía (no se detectó en ningún paciente). c La afección respiratoria incluye enfermedad obstructiva crónica, asma, gripe, neumonías. d Los trastornos de la piel incluyen principalmente infecciones fúngicas, psoriasis, eccemas. Tomada de Kerins et al15. a b Es complejo detectar las primeras manifestaciones clínicas de la demencia, debido a la dificultad de distinguirla de los déficits cognitivos previos, de una depresión, del delírium o de un hipotiroidismo. Asimismo, la presencia de déficits sensoriales puede enmascarar los síntomas. Es frecuente que un acontecimiento vital estresante sea el factor desencadenante del inicio de la enfermedad de Alzheimer. Se deben tener en cuenta los criterios diagnósticos de demencia: — Deterioro del nivel previo de memoria a corto y largo plazo. — Afectación como mínimo de otra función cognitiva, que se puede manifestar como uno de los síntomas siguientes: alteración del nivel basal de orientación temporal y espacial, afasia, pérdida progresiva de su lenguaje oral y escrito adquirido, apraxia, pérdida de capacidades manipulativas. Para diagnosticar demencia, estos dos criterios deben acompañarse de una incapacidad para desarrollar las actividades cotidianas habituales, es decir, de un cambio en el funcionamiento social y/o laboral o en su grado de independencia en las actividades de la vida diaria (básicas o instrumentales). En fases más avanzadas, pueden aparecer más trastornos conductuales, como cambios en la personalidad, alteraciones de la percepción, ideas delirantes, comportamientos agresivos, desinhibición (sexual o conductas socialmente inapropiadas), irritabilidad, apatía o comportamientos repetitivos. Los signos neurológicos suelen aparecer en 02 ORIG cast (3-10).indd 6 las fases moderadas y graves, como incontinencia urinaria o fecal, alteraciones de la marcha, temblor, rigidez. Un buen diagnóstico requiere un buen conocimiento del funcionamiento previo del paciente, tanto cognitivo como funcional. Trastornos de la visión14 Las anomalías de visión (44-71%) son frecuentes en el SD de edad avanzada, y en porcentaje mayor al de la población general. Es importante destacar que en estudios realizados se ha detectado un infradiagnóstico de los trastornos visuales, y en consecuencia una corrección inadecuada de éstos. Entre los problemas oftalmológicos más frecuentes destacan las cataratas, el estrabismo, los problemas de refracción y el queratocono. Incluso cuando se realiza cirugía, pueden persistir los trastornos visuales debido a la afaquia y el mal uso de las lentes bifocales. Trastornos auditivos14,16 La pérdida de audición relacionada con la edad es más frecuente y temprana que en la población general. Los trastornos auditivos neurosensoriales para altas frecuencias se inician unos 30 años antes que en la población general, con un proceso de degeneración más rápido y progresivo14. En los adultos con SD a partir de los 45-50 años, hasta un 70% presenta pérdida auditiva (53% moderada, 17% grave). Asimismo, es importante destacar que los trastornos auditivos 21/3/12 08:26:54 Aspectos específicos del envejecimiento en el síndrome de Down con mucha frecuencia están infradiagnosticados o se detectan de forma tardía, y que la corrección con prótesis auditiva es inferior a la esperada14. Una pérdida auditiva produce una disminución de la aferencia sensorial, con dificultad de detectar la información verbal del entorno, lo cual favorece al aislamiento social y la falta de estimulación cognitiva. Otro aspecto al que se debe prestar atención es el problema del cerumen, que fácilmente obstruye el conducto auditivo externo al ser más estrecho que en la población general. Es importante hacer seguimiento y eliminarlo, porque puede empeorar la pérdida auditiva. Cambios dermatológicos14 En adultos con SD aparecen síntomas característicos del envejecimiento prematuro, como el encanecimiento prematuro del cabello, alopecia areata y arrugas de la piel. Otros problemas dérmicos son la dermatitis atópica, infecciones fúngicas, dermatitis seborreica y xerosis. Algunas de estas afecciones pueden deberse en parte al declive en el autocuidado asociado a la pérdida de memoria y demencia. Trastornos convulsivos2,14,15 La frecuencia de crisis convulsivas aumenta con la edad en el SD, que es de un 24-28% en adultos mayores de 50 años. El tipo de crisis que experimentan es típicamente tónicoclónica o crisis parcial simple o compleja. Asimismo, la epilepsia de inicio tardío parece estar relacionada con el inicio de demencia (75-85% de personas con SD mayores de 50 años con enfermedad de Alzheimer). Disfunción tiroidea2,14,15 La prevalencia de trastornos tiroideos en adultos con SD aumenta con la edad. El 35-40% de adultos tiene una función tiroidea anormal, y el 7-8%, un hipotiroidismo activo. Es importante destacar que puede ser una causa de deterioro cognitivo tratable. Es bien conocida la necesidad de revisar de forma sistemática la función tiroidea. Obesidad2,14 La frecuencia de sobrepeso y obesidad en adultos con SD es mayor del 50%, lo que comporta riesgos cardiovasculares (hipertensión arterial), osteoarticulares y metabólicos (dislipemia, diabetes mellitus, hiperuricemia). Entre los factores causantes se encuentran el menor nivel de ejercicio físico, los hábitos de alimentación, el metabolismo basal y el hipotiroidismo. Síndrome de apneas del sueño14,16 Los adultos con SD tienen una prevalencia mayor de apneas obstructivas del sueño (incluso superior al 60%), debido a las características morfológicas que permanecen con la edad (amígdalas agrandadas, glosoptosis y otros factores faciales y de vías respiratorias), y favorecido por la obesidad. 02 ORIG cast (3-10).indd 7 7 Enfermedad musculoesquelética14,16,17 A menudo, los problemas osteoarticulares son consecuencia de la degeneración prematura del hueso y de la enfermedad articular. El riesgo de osteoporosis es mayor en adultos con SD y aumenta con la edad, como consecuencia de una menopausia temprana, menor actividad física o bajo tono muscular. También es frecuente la osteoartritis degenerativa, que se manifiesta con entumecimiento, debilidad y dolor. Son habituales los problemas ortopédicos relacionados con anomalías osteoarticulares congénitas, como los pies planos. En la columna vertebral, la inestabilidad atlantoaxial también se puede presentar en adultos con edad avanzada. Aunque es poco frecuente (1,5%), puede causar sintomatología neurológica, como dificultad en la deambulación, dolor de cuello o tortícolis. Otros trastornos esqueléticos degenerativos poco frecuentes son luxaciones de cadera y subluxaciones de rótula. Prolapso de la válvula mitral14,17 Es más frecuente en los adultos con SD (46-57%) y su aparición tardía es independiente de la cardiopatía congénita. Es importante recordar la profilaxis antibiótica en las revisiones odontológicas. Menopausia temprana14 Las mujeres con SD tienen una media de edad de la menopausia entre 45 y 47 años, unos 4-6 años antes que en las mujeres con otra discapacidad intelectual o de la población general. Este hecho implica un riesgo mayor de cardiopatías, osteoporosis y cáncer de mama. Infecciones18 La alteración de la inmunidad humoral y celular de la población con SD condiciona un riesgo mayor de enfermedades infecciosas. La neumonía es un proceso frecuente en personas con SD de edad avanzada, y es su principal causa de mortalidad. Las neumonías por aspiración están favorecidas también por las características morfológicas específicas del SD y por los trastornos de la deglución debidos a la disminución, con la edad, de la flexibilidad de las estructuras, del peristaltismo esofágico y faríngeo, de la sensibilidad faríngea (disminuye la detección de líquidos y del bolo alimenticio y puede darse el paso del contenido de la faringe a la tráquea)16. La inmunidad deprimida condiciona también afección bucodental y dermatológica, lo que confiere especial importancia a la higiene bucodental y al cuidado de la piel. Trastornos psiquiátricos16,19 La depresión es el trastorno psiquiátrico más frecuente en la población con SD, y a medida que va envejeciendo aumenta la incidencia, que es más prevalente que en la población general o en otros tipos de trastorno mental. Algunos factores desencadenantes son la pérdida de visión o audición, pérdida de capacidad funcional, o el fallecimiento de un familiar o cuidador cercano. Al igual que la demencia, es difícil 21/3/12 08:26:54 8 establecer el diagnóstico de depresión en el SD, principalmente por las dificultades en expresar y comunicar su estado emocional. Algunos síntomas que pueden presentar son: tristeza, labilidad afectiva, tendencia al aislamiento, apatía, falta de energía, cambios de humor, síntomas somáticos, miedos, etc. También es relativamente frecuente que presenten alteraciones de la conducta y del pensamiento, como síntomas psicóticos. Los síntomas psicóticos y la somatización son más frecuentes en personas mayores con SD que en jóvenes, y la ansiedad y el llanto son mayores. La prevalencia de síntomas depresivos en personas con enfermedad de Alzheimer (20%) supera mucho al de la población general. Puede ser difícil el diagnóstico diferencial inicial entre demencia y depresión (también se pueden presentar simultáneamente). La depresión es más fluctuante, reversible, y generalmente responde bien al tratamiento. El síntoma neuropsiquiátrico más frecuente de presentación de enfermedad de Alzheimer es la apatía. Final de vida en el síndrome de Down En la población general hay cuatro trayectorias de final de vida: a) muerte súbita (5%); b) insuficiencia crónica avanzada de órgano (cardíaca, renal, respiratoria, hepática) (30%); c) cáncer (25%), y d) demencia y otras enfermedades neurodegenerativas (40%)20,21. Se define enfermedad terminal como una enfermedad avanzada, progresiva, irreversible, con pocas o nulas posibilidades de respuesta a los tratamientos específicos y que condiciona un pronóstico de vida de semanas o meses. En el SD aparece un patrón de mortalidad diferente al de la población general. En un estudio reciente, se determinó la causa de muerte de 97 personas con SD mayores de 40 años, y se observó que la neumonía y otras infecciones respiratorias son la principal causa de muerte en edades avanzadas de SD (40%), seguido de coronariopatía (10%), insuficiencia cardíaca, renal y respiratoria (9%) y accidente cerebrovascular (5%)2. Los factores que mejor predicen la mortalidad son la edad, el deterioro funcional y las alteraciones de la conducta14. Las necesidades de cuidados paliativos en la última etapa de la vida debería estar cubierta al igual que en la población general. Hay una necesidad de integrar las habilidades y los conocimientos de cuidados paliativos en las personas con discapacidad, para ofrecer una calidad mayor del final de la vida20,21. En personas con SD de edad avanzada con comorbilidad, deterioro funcional, demencia y cualquier enfermedad grave que haga prever un mal pronóstico a corto-medio plazo, es recomendable documentar los síntomas, las preocupaciones del paciente, la situación de los cuidadores y abordar los problemas prácticos, para iniciar un proceso de planificación avanzada del final de la vida. Estos aspectos se pueden hacer constar en un documento de voluntades anticipadas. Es recomendable en la situación del final de vida priorizar el bienestar y el control de síntomas ante las intercurrencias médicas, evitar el encarnizamiento terapéutico al igual que el infratratamiento, intentando realizar un abordaje diagnóstico-terapéutico proporcionado a la situación basal física y cognitiva del paciente. La “buena muerte” se entiende 02 ORIG cast (3-10).indd 8 C. Farriols Danés como la que sucede libre de sufrimiento evitable, para el paciente y su familia, respetando los deseos del paciente22. Guía de recomendaciones para la detección de problemas específicos en la atención de pacientes con síndrome de Down de edad avanzada En la tabla 2 se proponen recomendaciones que se concluyen de los apartados anteriores del artículo, con la finalidad de obtener un envejecimiento saludable en las personas con SD. La valoración geriátrica integral consistirá en realizar una valoración de problemas médicos (check list de las enfermedades más frecuentes, de síntomas y de medicación), así como de la capacidad funcional física, cognitiva y social. Se recomienda un control analítico periódico: glucemia, colesterol total, colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad, colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad, niveles de cinc, hormona tirotropa o tiroestimulante y T4 libre, ácido fólico, vitamina B12, calcio y vitamina D, además de los parámetros habituales de una analítica general. Conclusiones La mayor esperanza de vida en las personas con SD, que alcanza ya los 60 años, conlleva una prevalencia mayor de comorbilidad asociada al envejecimiento. A menudo es difícil diferenciar algunas enfermedades (demencia, depresión, etc.) del envejecimiento “normal”2. En un estudio realizado sobre calidad de vida, se observó que la mayoría de personas con SD mayores de 45 años se consideran jóvenes o de mediana edad, se sienten felices y dan mucho valor a su privacidad y a que se les trate como adultos5. El abordaje clínico del envejecimiento en el SD requiere un equipo interdisciplinario de médicos (geriatra, médicos de familia y otras especialidades), psicólogos, fisioterapeutas y personal de enfermería, que trabajen de forma coordinada y con una formación específica en este ámbito. Asimismo, se hace necesario disponer de unos instrumentos adecuados y unificados. El objetivo común es mejorar la prevención, el diagnóstico y las opciones terapéuticas para mejorar su autonomía y calidad de vida al final de la vida4,15. Asimismo, la sociedad debería facilitar el acceso a los servicios, niveles asistenciales y al tratamiento farmacológico en igualdad de condiciones que el resto de la población4. Es necesario investigar para conocer mejor la historia natural de las enfermedades médicas en el proceso de envejecimiento de las personas con SD para mejorar el abordaje preventivo y terapéutico específico, y proporcionarles el máximo bienestar en su vejez. Agradecimientos Queremos expresar nuestro agradecimiento a la Fundació Catalana Síndrome de Down y a los especialistas del Centro Médico Down, entre los que destaca la aportación del Dr. Josep M. Corretger Rauet y de Bessy Benejam. 21/3/12 08:26:54 Aspectos específicos del envejecimiento en el síndrome de Down 9 Tabla 2 Principales problemas médicos a tener en cuenta en la valoración del paciente con síndrome de Down de edad avanzada Problemas médicos Recomendaciones Observaciones Trastornos auditivos Eliminación de tapones de cerumen Detección temprana de presbiacusia Revisiones periódicas por otorrinolaringólogo La detección y la corrección temprana previenen aislamiento social y pérdida de rendimiento cognitivo Trastornos visuales Revisiones periódicas por oftalmólogo Detección temprana, especialmente cataratas Síndrome de apneas del sueño En caso de sospecha derivar al especialista Presencia de apneas nocturnas, número de apneas/hora (serían patológicas 5/hora) Síntomas diurnos como somnolencia, trastornos de memoria, de la atención Disfagia orofaríngea Modificaciones en la consistencia de la dieta para prevenir neumonías por broncoaspiración Trastornos tiroideos Controles periódicos de hormonas tiroideas (1-2/año) Crisis convulsivas Asegurar el tratamiento antiepiléptico Afección cardíaca Revisar soplo sistólico de insuficiencia mitral, síntomas de insuficiencia cardíaca, arritmias, síncope Control de la presión arterial y glucemia Afección ortopédica Descartar problemas en los pies, síntomas de inestabilidad atlantoaxial u otras enfermedades. Asegurar buen calzado Valorar estudio radiológico y derivación a traumatólogo Osteoporosis Asegurar dieta rica en calcio y vitamina D, ejercicio físico Revisar si precisa tratamiento específico Incontinencia de esfínteres Detección y recomendaciones preventivas Depresión y ansiedad Detección de síntomas y valoración terapéutica Demencia Descartar causas reversibles como hipotiroidismo, déficit de ácido fólico/vitamina B12, depresión, delírium o déficits sensoriales En caso de sospecha solicitar valoración neuropsicológica para realizar una evaluación con instrumentos específicamente diseñados para el síndrome de Down, y derivar al médico especialista en demencia (neurólogo/psiquiatra/geriatra) para valorar estudios de neuroimagen y tratamiento farmacológico específico En población con discapacidad intelectual, se recomienda realizar al menos una evaluación neuropsicológica antes de los 30 años para conocer el estado basal del paciente Polifarmacia Revisar fármacos, adecuación terapéutica e interacciones Asegurar cumplimiento terapéutico Final de vida Identificar situaciones de final de vida, resolver aspectos prácticos y basar la toma de decisiones en la priorización del bienestar Cuidadores y familiares deberían conocer síntomas de alerta y tener herramientas de cómo actuar Situación funcional Capacidad funcional física y cognitiva, previa y actual. Evaluar si ha habido un deterioro en las últimas semanas/meses Preguntar por situación social y actividad laboral. Identificar al cuidador y al tutor Valorar alguna escala funcional específica para el síndrome de Down (p. ej., escala modificada del índice de Barthel) Presencia, tipo y frecuencia Tipos: urinaria, fecal Criterios de demencia: trastorno de la memoria, afectación como mínimo de otra función cognitiva, e interferencia en las actividades de la vida diaria Si hay fallecimiento, valorar estudio neuropatológico del tejido cerebral para progresar en la investigación (Continúa en pág. siguiente) 02 ORIG cast (3-10).indd 9 21/3/12 08:26:54 10 C. Farriols Danés Tabla 2 Principales problemas médicos a tener en cuenta en la valoración del paciente con síndrome de Down de edad avanzada (continuación) Problemas médicos Recomendaciones Observaciones Recomendaciones generales Ejercicio físico, para prevenir obesidad, rigidez importantes osteoarticular, osteoporosis, caídas. Ayuda a mantener la independencia, mejorar el estado emocional e incrementar la calidad de vida global Hábitos saludables alimentarios: alimentación equilibrada, variada y fraccionada. Si hay obesidad, dieta hipocalórica mantenida y controlada y mantener ejercicio físico regular Higiene bucodental. Control dentista periódico (1 vez/año). Recordar profilaxis antibiótica si existe prolapso de la válvula mitral Cuidado de la piel: higiene diaria, crema hidratante Actividades de estimulación cognitiva Facilitar y mejorar la actividad social Vacunaciones preventivas actualizadas Vacuna antitetánica, vacuna antineumocócica y vacuna antigripal Conflicto de intereses La autora declara no tener ningún conflicto de interés. Bibliografía 1. Cruz Jentoft AJ, Franco A, Sommer P, Baeyens JP, Jankowska E, Maggi A, Ponikowski P, et al. European Silver Paper. Documento europeo sobre el futuro de la promoción de la salud y las acciones preventivas, la investigación básica y los aspectos clínicos de las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2009;44;61-5. 2. Bittles AH, Bower C, Hussain R, Glasson EJ. The four ages of Down syndrome. Eur J Public Health. 2006;17:221-5. 3. Esbensen AJ, Seltzer M, Krauss MW. Stability and change in health, functional abilities, and behavior problems among adults with and without Down Syndrome. Am J Ment Retard. 2008;113:263-77. 4. Esteba-Castillo S, Ribas N, Baró M, Novell R. Envejecimiento saludable en personas con síndrome de Down y demencia: necesidad de promover programas de formación y soporte a los usuarios, familias y entidades. SD Rev Med Int S Down. 2006;10:25-9. 5. Brown R, Taylor J, Matthews B. Quality of life – Ageing and Down syndrome. Downs Syndr Res Pract. 2001;6:111-6. 6. Benejam B, revisor. Síndrome de Down y demencia. Guía práctica. 2.ª ed. Barcelona: Fundació Catalana Síndrome de Down; 2009. 7. Abizanda P, Romero L. Innovación en la valoración funcional. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2006;41(Supl 1):27-35. 8. Cabañero-Martínez MJ, Cabrero García J, Richart-Martínez M, Muñoz-Mendoza CL. Revisión estructurada de las medidas de actividades de la vida diaria en personas mayores. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2008;43:271-83. 9. Walston J, Hadley E, Ferrucci L, Guralnik JM, Newman AB, Studenski SA, et al. Research agenda for frailty in older adults: Toward a better understanding of physiology and etiology: Summary from the American Geriatrics Society/National Institute on Aging Research Conference on Frailty in Older Adults. J Am Geriatr Soc. 2006;54:991-1001. 02 ORIG cast (3-10).indd 10 10. Fried LP, Ferrucci L, Darer J, Williamson JD, Anderson G. Untangling the concepts of disability, frailty and comorbidity: implications for improved targeting and care. J Gerontol. 2004;59:255-63. 11. Baztan JJ, Gonzalez-Montalvo JI, Solano JJ, Hornillos M. Atención sanitaria al anciano frágil: de la teoría a la evidencia científica. Med Clin (Barc). 2000;115:704-7. 12. Baztan JJ, Valero C, Regalado P, Carrillo E. Evaluación de la fragilidad en el anciano. Rev Esp Geriatr Gerontol. 1997;32: 26-34. 13. Rodríguez-Artalejo F. Envejecer satisfactoriamente. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2011:46:1-2. 14. Esbensen AJ. La salud en el envejecimiento y el final de la vida de los adultos con síndrome de Down. Revista Down. 2011; 8:1-11. [Consulta 10 de julio de 2011] Disponible en: http:// www.down21.org/revistaadultos/revista8/problemassalud.asp 15. Kerins G, Petrovic K, Bruder MB, Gruman C. Medical conditions and medication use in adults with Down syndrome: a descriptive analysis. Down Syndr Res Pract. 2008;12:141-7. 16. Fundació Catalana Síndrome de Down. Síndrome de Down. Hacia la tercera edad: retos y esperanzas. Recopilación de las ponencias de las IX Jornadas Internacionales sobre el Síndrome de Down. Barcelona: Fundació Catalana Síndrome de Down; 2009. 17. Corretger JM, Serés A, Casaldàliga J, Trias K. Síndrome de Down. Aspectos médicos actuales. Fundació Catalana Síndrome de Down. Barcelona: Masson; 2005. 18. Hill DA, Gridley G, Cnattingius S, Mellemkjaer L, Linet M, Adami HO, et al. Mortality and cancer incidence among individuals with Down Syndrome. Arch Intern Med. 2003;163: 705-11. 19. Garvía B. Depresión y síndrome de Down. SD Rev Med Int Sindr Down. 2010;14:14-6. 20. Murray MA, Kendall M, Boyd K, Sheikh A. Clinical review: Illness trajectories and palliative care. BMJ. 2005;330:1007-11. 21. Lunney JR. Functional trajectories at the end of life. J Am Geriatr Soc. 2002;50:1108-12. 22. Lorenz KA, Rosenfeld K, Wenger N. Quality indicators for palliative and end-of-life care in vulnerable elders. J Am Geriatr Soc. 2007;55;S326-7. 21/3/12 08:26:55 Rev Med Int Sindr Down. 2012;16(1):11-16 REVISTA MÉDICA INTERNACIONAL SOBRE EL SÍNDROME DE DOWN www.fcsd.org www.elsevier.es/sd CLÍNICA Y PRÁCTICA Protocolo de intervención de enfermería para favorecer el vínculo afectivo entre el bebé recién nacido con síndrome de Down y su familia E. González Jiménez a,*, M.J. Aguilar Cordero a, J. Álvarez Ferre b, C.A. Padilla López c y M.C. González Jiménez d Departamento de Enfermería, Facultad de Enfermería (Campus de Melilla), Universidad de Granada, Granada, España Enfermera Grupo Preving, Granada, España c Grupo de Investigación CTS-367, Junta de Andalucía, España d Colegio Público Pilar Izquierdo, Hijar, Granada, España a b Recibido el 22 de diciembre de 2011; aceptado el 20 de enero de 2012 PALABRAS CLAVE Protocolo de intervención de enfermería; Recién nacido con síndrome de Down; Vinculación afectiva Resumen El establecimiento del vínculo afectivo entre madre e hijo representa un hecho universal en todas las culturas. A pesar de ello, su equilibrio puede verse perturbado por factores tanto ambientales, como de la madre o del recién nacido. La llegada de un recién nacido supone un acontecimiento familiar de alegría. Sin embargo, esta situación puede verse alterada cuando el recién nacido presenta alguna diferencia respecto a la normalidad, resultando en ocasiones en una ruptura en el proceso de vinculación afectiva en la familia, principalmente entre los padres y el bebé. Este tipo de situaciones se intensifican cuando los padres no aceptan en los primeros días a su bebé con síndrome de Down. Los profesionales de enfermería elaboramos estrategias para facilitar el vínculo desde el momento del diagnóstico y en los primeros días posparto. La enfermera tendrá un papel esencial en la información a la familia. Debemos dar apoyo emocional e informar sobre el contacto piel con piel y las ventajas de la lactancia materna. Las posibilidades futuras de estos niños dependerán del nivel de estimulación y la aceptación de los padres. Debemos respetar las etapas emocionales por las que atraviesa la familia, especialmente los padres, pues de ellos dependerá la integración correcta del bebé. El objetivo de este trabajo fue establecer un protocolo de actuación de enfermería estandarizado para favorecer el vínculo afectivo entre el recién nacido con síndrome de Down y su familia. © 2012 Fundació Catalana Síndrome de Down. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. * Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (E. González Jiménez). 1138-2074/$ - see front matter © 2012 Fundació Catalana Síndrome de Down. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. 04 CLINICA Y PRAC cast (11-16).indd 11 21/3/12 08:31:47 12 KEYWORDS Intervention protocol; Newborn infant with Down’s syndrome; Affective ties E. González Jiménez et al Nursing intervention protocol to help establish affective ties between the newborn infant with Down’s syndrome and his/her family Abstract The establishment of affective ties between mother and child is a universal phenomenon in all cultures. However, this process can be disrupted by contextual factors of the mother and her newborn child. The arrival of a baby is generally a joyful event in all families. Nevertheless, this situation can change when the newborn baby is not regarded as normal. This can sometimes cause a breach in the affective ties within the family, mainly between the parents and their child. Situations of this type are intensified when parents refuse to accept their Down’s syndrome baby from the very beginning. Nursing professionals prepare strategies help in the emotional bonding from the time of diagnosis, and in the period immediately after childbirth. In this respect, nurses have a crucial role as information providers for the family. More specifically, they give parents emotional support and tell them about the importance of skin to skin contact, as well as the advantages of breastfeeding. The emotional process that the family is going through must be respected, especially the parents since they are responsible for the integration of the baby into the family unit. The objective of this research was to establish a standard nursing intervention protocol that helps to establish affective ties and bonding between the Down’s syndrome baby and the family. © 2012 Fundació Catalana Síndrome de Down. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved. Introducción El establecimiento del vínculo afectivo entre madre e hijo supone un fenómeno universal en todas las culturas, que se remonta a orígenes ancestrales. Su estudio minucioso ha permitido conocer que esta conducta es predecible y evolutiva. Se produce por etapas, donde una sigue a la otra y no se saltan ni entrecruzan1. La primera etapa se corresponde con el período de embarazo. La gestación y los momentos que anteceden al parto suelen rodear a los padres de un ambiente de ansiedad y expectativas positivas, ya que el cariño y el afecto que durante nueve meses han ido elaborando, finalmente va a tomar una forma concreta y tangible. Se idealiza al bebé, pensando cómo será, a quién se parecerá, etc.2,3. La segunda etapa se inicia en el período inmediatamente posterior al parto. En estos momentos, los padres colmados de expectativas positivas y reconfortantes toman contacto directo con su hijo por primera vez. La interacción entre el bebé y la madre en los primeros minutos de vida es de extrema importancia4. El recién nacido a término y sano, al ser puesto sobre el abdomen de su madre inmediatamente después de nacer, tiene la capacidad innata de reptar en dirección del pezón hasta lograr asirse y succionar. Es posible observar este evento antes de la primera hora de vida, sin mediar para ello ninguna intervención clínica5. Este período es importante para asentar la vinculación afectiva, ya que es cuando se producen crecientes descargas de occitocina a nivel cerebral, se elevan los niveles plasmáticos de opioides endógenos, se desencadena en la madre un estado de ansiedad y somnolencia con un elevado umbral para el dolor. Es un estado emocional difícil de describir, donde la madre, al ver y sentir a su hijo, completa y consolida la fase de enamoramiento iniciada en el embarazo, que marcará su 04 CLINICA Y PRAC cast (11-16).indd 12 maternidad en forma positiva6,7. Está demostrado que las madres que tuvieron la oportunidad de realizar apego inmediatamente posterior al parto (la primera media hora tras su nacimiento) tienen mejor éxito en la lactancia, evolucionan afectivamente con más estabilidad frente a la maternidad, y tienen menores índices de maltrato y abandono que las que no lo lograron8. La tercera y última etapa se inicia después del nacimiento. Es un período más largo y evolutivo, durante el cual se refuerzan los lazos afectivos primariamente iniciados a través del apego. En este proceso es vital comprender que se requiere la interacción de ambas partes para que el resultado sea óptimo9. Vale decir, en la medida en que el niño va creciendo y recibiendo estímulos por parte de sus padres, éste responde de acuerdo a su etapa de desarrollo. Por ejemplo, a los pocos días de vida, el recién nacido logra fijar la mirada, al mes de vida es capaz de sonreír y seguir con la mirada, más adelante voltea la cabeza en 60 grados y luego a 90 grados, aparece la vocalización, el balbuceo, las primeras palabras, las primeras caricias, etc. Ello provoca en los padres y en el entorno social que lo rodea respuestas positivas de elogio y satisfacción que refuerzan el amor, el cariño y el orgullo de los padres por su hijo10. Es una escalada ascendente de sensaciones gratificantes que rara vez es interrumpida, salvo que se produzca una violenta distorsión de la realidad, como es la prematuridad, malformaciones congénitas, enfermedad materna, estrés ambiental, etc. A pesar de ello, el equilibrio de estas fases puede verse perturbado por factores tanto ambientales, como de la madre o del recién nacido. Normalmente, la llegada de un recién nacido supone un acontecimiento familiar de alegría11. Sin embargo, esta situación puede verse alterada cuando el recién nacido presenta alguna diferencia respecto de la 21/3/12 08:31:48 Protocolo de intervención de enfermería para favorecer el vínculo afectivo entre el bebé recién nacido con síndrome de Down y su familia normalidad, resultando inevitable la ruptura en el proceso de vinculación afectiva entre los padres y el bebé. Situaciones de este tipo se intensifican cuando estas diferencias resultan visibles, como ocurre con los niños con síndrome de Down. El equipo de enfermería debe elaborar estrategias que faciliten y refuercen el vínculo afectivo desde el momento del diagnóstico y en el posparto inmediato. Por todo ello, los profesionales de enfermería tienen un papel esencial en la información a la familia y la creación del vínculo afectivo. Se ofrece la información siguiente: características de estos bebés, contacto piel con piel, lactancia materna y estudios complementarios recomendados. Hay que respetar y ayudar en las etapas emocionales por las que atraviesa la familia, especialmente los padres, pues de ello dependerá su correcta integración en su medio12. Objetivos El objetivo de este trabajo fue establecer un protocolo de actuación de enfermería estandarizado que favorezca el vínculo afectivo entre el recién nacido con síndrome de Down y su familia. Material y métodos Para realizar este trabajo se ha llevado a cabo una revisión de 12 trabajos científicos publicados en Medline durante los últimos 7 años. Una vez seleccionados, se realizó un examen minucioso de los aspectos comunes abordados en todos ellos, así como las consideraciones más relevantes y novedosas descritas en ellos sobre el proceso de vinculación afectiva entre los niños con síndrome de Down y su familia. La metodología utilizada ha sido la elaboración de un protocolo para aplicar a todas las madres de recién nacidos con síndrome de Down durante un período de un año. El material ha supuesto unos 20 bebés. Resultados En este trabajo se pretende dar a conocer el protocolo que estamos llevando a cabo en nuestra unidad de recién nacidos patológicos de nuestro hospital (fig. 1). Estamos de acuerdo con algunos autores que describen que los padres de los bebés con síndrome de Down pasan por cinco etapas tras conocer el diagnóstico su hijo, que son las siguientes: impacto, negación, tristeza y dolor, adaptación y reorganización. Etapa de impacto Esta primera etapa se corresponde con el período de embarazo, el cual suele venir mediado por un clima de ansiedad, aunque con expectativas positivas derivadas del cariño y afecto elaborado durante los nueve meses. Durante este período, la familia tiende a idealizar al bebé. Se produce una instancia de “enamoramiento” de la imagen del bebé ideal. Por lo general, la familia adoptará una actitud de rechazo, negándose a comprender lo sucedido. 04 CLINICA Y PRAC cast (11-16).indd 13 13 Etapa de negación Esta etapa se inicia inmediatamente después del parto. Durante este período los padres permanecerán colmados de expectativas positivas y reconfortantes, estableciendo contacto directo con su hijo por primera vez. No obstante, a medida que avanza el tiempo, la familia mostrará una actitud tendente a la negación de la realidad con especial énfasis en los prejuicios y la opinión de terceras personas. Finalmente, los padres adoptarán una actitud de incomunicación con un importante déficit de vínculo afectivo. Etapa de tristeza y dolor El período comprendido por esta etapa es más largo. En él tiene lugar un refuerzo de los lazos afectivos primariamente iniciados a través del apego. Tendrá lugar la asimilación parcial de la realidad de su hijo. Los padres permanecerán angustiados y temerosos del futuro. Etapa de adaptación Una vez los padres han superado la etapa anterior, éstos entrarán en un proceso de adaptación donde lograrán aceptar sus propios sentimientos y la condición de su hijo, y se mostrarán interesados en aprender y conocer con más detalle las peculiaridades del proceso que experimenta su hijo. Durante este período, es de suma importancia aceptar que el medio familiar ha expresado a este nuevo integrante, y el apoyo que la pareja exprese a su cónyuge. En esta etapa el proceso de vinculación sigue un rumbo instintivo, donde el medio ambiente ejerce un poderoso efecto en los padres, que de ser nocivo, expone al niño a riesgos de abandono, maltrato y desvinculación definitiva. Etapa de reorganización En este último período, el dolor, la ansiedad y la impotencia forman parte del pasado. Los padres y los familiares directos han asumido ya una postura diferente y el bebé ha sido integrado en la familia. Ésta ha aprendido a tolerar sus discapacidades y se ha comprometido a ayudar en su rehabilitación e inserción como un nuevo miembro. La vinculación afectiva como proceso se consolida y fortalece día a día, a través de los avances emocionales y neurológicos del bebé, los cuales facilitan la interacción con los padres, transformando este proceso en un circuito de retroalimentación positiva. Cada nuevo avance en el desarrollo psicofísico alcanzado por su hijo constituirá un nuevo elemento de refuerzo y vinculación, y por ende una nueva emoción. Discusión/conclusión Como resultado de la bibliografía consultada y la aplicación de nuestro protocolo, y de acuerdo a las diferentes corrientes, cabe plantear que el personal de enfermería debe facilitar el contacto físico inmediato posterior al parto entre los padres y el bebé, especialmente con la madre colocándolo al pecho e iniciando así el apego. 21/3/12 08:31:48 14 E. González Jiménez et al N.º de historia clínica Fecha de nacimiento I. Datos de la embarazada (entrevista realizada a la madre o al padre) 1. Nombre y apellidos de la madre: 2. Fecha de nacimiento: __________________ Edad de la madre 3. Procedencia: _________________ Nacionalidad: 4. Dirección particular: 5. Escolaridad: Primaria _____ Secundaria ______ Universitaria ____ Otros 6. Número de hijos (incluido el actual): 7. Nombre y apellidos del padre: 8. Tipo de trabajo del padre: II. Variables biológicas (entrevista realizada a la madre) 9. Edad gestacional ___ Edad de la menarquia ___ Peso de la madre ___ Talla 10. Analítica (bioquímica y hemograma). Especificar alteración: 11. 12. 13. 14. 15. 16. Tipo de embarazo: Natural ___ Estimulado ___ Inseminación ___ Múltiples Sepsis vaginal: Sí ___ No ___ Tratamiento Enfermedades previas al embarazo: Sí ___ No ___ Especificar: Interrupciones previas de embarazos: Sí ___ No ___ Especificar: Abortos espontáneos previos: Sí ___ No ___ Especificar: Enfermedades crónicas: Sí ___ No ___ Especificar: III. Variables psicosociales y económicas 17. Embarazo deseado: Sí ___ No ___ Natural ___ Estimulado ___ Inseminación 18. Fuma Sí ___ No ___ < 10 ___ > 10 ___ Especificar: 19. Ha ingerido cualquier bebida alcohólica antes del embarazo: Sí _____ No Especificar: 20. ¿Durante el embarazo, ha ingerido bebidas alcohólicas? Especificar: 21. Convivencia con la pareja: Sí ___ No ___ Especificar: 22. Calidad de la alimentación. Buena ___ Regular ___ Mala ___ 23. Condiciones de la zona donde vive. Buena ___ Regular ___ Mala ____ 24. Apoyo familiar. Sí ___ No ___ Violencia familiar: Sí ___ No ___ Ocasional Especificar: 25. Personas que viven con la embarazada: ___ Especificar: 26. Hijos que viven con la embarazada: ___ Especificar: 27. ¿Ha tenido apoyo de instituciones sociales que no sea salud? Sí ____ No Especificar: 28. ¿Cómo fue la infancia de la madre? Buena ______ Regular _____ Mala Especificar: 29. Problemas de aprendizaje de usted y de su pareja. Especificar: 30. 31. Problemas de comportamiento de usted y de su pareja. Especificar: ¿Qué opina usted sobre la violencia de género? 32. Tipo de trabajo de la madre (servicio, sin cualificar, cualificado, universitario): Especificar: ¿Tiene baja laboral? Sí ___ No ___ Especificar: Horario de trabajo. Especificar: Tipo de trabajo padre (servicio, sin cualificar, cualificado, universitario): Especificar: Evaluación de la situación económica. Buena __________ Regular _________ Mala 33. 34. 35. 36. IV. Alteraciones durante el embarazo 37. Náuseas o vómitos: Sí ___ No ___ Especificar: 38. Hemorragia vaginal: Sí ___ No ___ Especificar: 39. Gripe, resfriado u otras infecciones: Sí ___ No ___ Especificar: 40. Alteración de la presión arterial: Sí ___ No ___ Especificar: 41. Alteraciones de la glucosa: Sí ___ No ___ Especificar: 42. Ha tomado alguna medicación: Sí ___ No ___ Especificar: 43. Le han realizado radiografía o ecografía: Sí ___ No ___ Especificar: 44. Hospitalización antes del parto: Sí ___ No___ Especificar: 45. Obesidad antes del embarazo. Sí ___ No ___ Especificar: 46. Bajo peso de la embarazada: Sí ___ No ___ Especificar: 47. Enfermedades crónicas surgidas en el embarazo: Sí ________ No ___________ Especificar: 48. ¿Fue un embarazo de riesgo de síndrome de Down? 04 CLINICA Y PRAC cast (11-16).indd 14 21/3/12 08:31:48 Protocolo de intervención de enfermería para favorecer el vínculo afectivo entre el bebé recién nacido con síndrome de Down y su familia 15 V. Condiciones al nacer. Puerperio inmediato 49. Tipo de parto: Espontáneo _____ Inducido ___ Instrumentado ____ Cesárea 50. APGAR: 1 ___ 5 ___ 10 ___ Tipo de reanimación I ___ II ____ III ___ IV Especificar: 51. Sexo: Varón ___ Mujer ___ Peso ___ Edad gestacional 52. Alteración del bebé: Prematuridad ______ SFA _____ Ictericia ___ Infección ____ Otros 53. Traslado a la unidad neonatal. Especificar: 54. ¿Los padres conocían la noticia antes del nacimiento del bebé? 55. ¿Quién le dio la primera noticia? 56. ¿Se le informó de todas las posibilidades de estos bebés? 57. ¿Tuvieron apoyo de la familia extensa y amigos? 58. 59. Lactancia materna: ________ Mixta _______ Artificial _____ Alojamiento conjunto Visitas de los familiares y hermanos del bebé: VI. Etapas psicológicas de aceptación del bebé con síndrome de Down (adaptado de Pueschel SM et al. Guías para padres) 1. Etapa de impacto Dejar de expresar los sentimientos. Escucha activa, empatía. Esperar acontecimientos Preparar a la madre para la lactancia materna, contacto piel con piel al nacimiento Describir las características de su bebé a los padres. Apoyar con la lactancia materna Aconsejar contacto piel con piel con el bebé siempre que la madre lo desee. Recomendar que los visite la familia y esperar el cariotipo. Alojamiento conjunto. “Comunicación” Recomendamos hablar con los padres siempre que ellos lo pidan. Beneficios de la leche humana. Informar sobre las posibilidades del bebé con el inicio de la estimulación temprana Informarle sobre los rasgos familiares similares del bebé con su familia. Minimizar el estrés familiar Continuar favoreciendo la lactancia materna, enseñando características del bebé Ponerla en contacto con la Asociación SD, y el servicio de estimulación tempana. Informar sobre el crecimiento y el desarrollo de estos bebés que es diferente a los otros niños Continuamos la lactancia, estimulación tempana. Fortalecer a los padres a través de los avances emocionales y neurológicos del bebé, los cuales facilitarán la interacción con los padres 2. Etapa de negación 3. Etapa de tristeza y dolor 4. Etapa de adaptación 5. Etapa de reorganización VII. Contacto piel con piel y lactancia materna Hora Días 9.00 12.00 15.00 18.00 21.00 24.00 1 2 3 4 5 6 7 VII. Observaciones del investigador: Describir brevemente la situación actual del niño y desde el nacimiento. Circunstancias de la familia y aceptación del bebé por ésta. Dar tiempo a los padres para la adaptación a la nueva situación. Informar sobre todas las posibilidades de estos bebés, enseñarles cuidados básicos y comportamientos durante la alimentación de estos bebés. Figura 1 Protocolo de intervención de enfermería para favorecer el vínculo afectivo entre el bebé con síndrome de Down y su familia. Adaptada de Aguilar Cordero MJ. Tratado de Enfermería Infantil. Cuidados pediátricos. 2004. Por otra parte, los padres necesitan tiempo y oportunidad para superar estos duros momentos. Para ello, una actuación necesaria por parte de enfermería será la de proporcionar información a los padres cuando éstos la demanden y siempre bajo un lenguaje comprensivo. En todo momento se deberá ofrecer apoyo psicológico e informar de todas las 04 CLINICA Y PRAC cast (11-16).indd 15 posibilidades de estos niños, hablándoles sobre las asociaciones de síndrome de Down. Finalmente, destacar que el equipo de enfermería, además de reconocer las diferentes etapas emocionales por las que han de pasar los padres, deberá igualmente identificar las posibles alteraciones o situaciones de crisis en cada una de ellas. 21/3/12 08:31:48 16 Bibliografía 1. Pueschel SM. Ha nacido un niño con síndrome de Down. Síndrome de Down. Hacia un futuro mejor. Guía para padres. 2.ª ed. Barcelona: Masson; 2002. 2. Hedov G, Wickblad K, Annere’n G. First information and support provided to parents of children with Down Syndrome in Sweden: Clinical goals and parental experiences. Acta Paediatr. 2002;91:1344-9. 3. Klaus MH. Mother and Infant: Early Emotional Ties. Section 2 Research perspectives. Pediatrics. 1998;102:1244-6. 4. Kennell J, Klaus MH. Vínculo entre padres e hijos: observaciones recientes que alteran la atención perinatal. Pediatrics en español. 1998;19:55-65. 5. Bruschweiler N. Early emotional care for mother and infants Section 3 Management of clinical problems and emotional care. Pediatrics. 1998;102:1278-81. 04 CLINICA Y PRAC cast (11-16).indd 16 E. González Jiménez et al 6. Kumin L, Councill C, Goodman M. Desarrollo de vocabulario expresivo en los niños con síndrome de Down. Rev Sindr Down. 1999;16:7-13. 7. Troncoso MV. La educación de la persona con síndrome de Down: una visión longitudinal. Rev Sindr Down. 1992;(Supl 1):9-12. 8. Dykens EM, Kasari C. Problemas de conducta en muchachos con síndrome de Down, síndrome de Prader-Willi y retraso intelectual inespecífico. Rev Sindr Down. 1998;15:17-23. 9. Escribá A. Síndrome de Down. Propuesta de Intervención. Madrid: Ed. Gymnos; 2002. 10. Guía para la atención educativa de los alumnos y alumnas con síndrome de Down. Madrid: Consejería de Educación; 2004. 11. Programa Español de Salud para personas con Síndrome de Down. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo; 2004. 12. Molloy M. Attachment between mothers and their Down Syndrome infant. West J Nurs Res. 1991;13:382-96. 21/3/12 08:31:48 NOVEDADES EDITORIALES NOVEDADES EDITORIALES NOVETATS EDITORIALS Síndrome de Down. Síndrome deafectivas Down. y sexualidad. Relaciones Relaciones afectivas y sexualidad. Beatriz Garvía Peñuelas Beatriz Garvía Peñuelas Barcelona: Fundació Catalana Barcelona: Fundació Síndrome de Down, Catalana 2011 Síndrome de Down, 2011 La conquista de la dignidad. La conquista de dignidad. Recopilación de lalas X Jornadas Recopilación desobre las Xel Jornadas Internacionales Síndrome Internacionales sobre el Síndrome de Down. de Down. AAVV AAVV Barcelona: Fundació Catalana Barcelona: Fundació Catalana Síndrome de Down, 2011 Síndrome de Down, 2011 Vida independiente: el derecho Vida independiente: el a decidir. derecho decidir. Jornada adel X Aniversario del Jornada delApoyo X Aniversario Servicio de a la Vida del Servicio de Vida Independiente Independiente ““Me Me voy voy aa casa” casa” AAVV AAVV Barcelona: Barcelona:Fundació Fundació Catalana Catalana Síndrome Down, 2011 2011 Síndrome de de Down, El teu fill amb síndrome de Down. El fillaamb de Down. Deteu la A la Z.síndrome Guia pràctica per De la A adels la Z. Guia pràctica a pares aspectes mèdicsper de alapares dels aspectes síndrome de Down. mèdics (Versiónde la síndrome de Down. ( Versión electrónica) electrónica) Josep Maria Corretger, Agustí Josep Maria Casaldàliga, Corretger, Ernesto Agustí Serés, Juame Serés, Juame Casaldàliga, Ernesto Quiñones, Katy Trias Quiñones, Trias Barcelona:Katy Escofet-Zamora; Barcelona: FCSD 2011Escofet- Zamora; FCSD 244 p.2011 Gratuito disponible en: 244 p. Gratuït disponible a: www.fcsd.org www.fcsd.org A la venda a : www.fcsd.org A la venta en: www.fcsd.org A la venta en: www.fcsd.org Tota persona amb discapacitat intel·lectual té dret a triar sobre la seva pròpia vida La Fundació Catalana Síndrome de Down, des del 1984, es distingeix per conjugar l’atenció directa, la formació pels familiars, Toda persona con discapacidad intelectual tiene derecho aseva elegir sobre su propia vida La Fundació Catalana Síndrome Down las nuevas y ielde medio ambiente professionals i estudiants i la recerca. Tot això ésde resultat de lacon aposta decididatecnologías pel rigor científic la seva proximitat als La aspectes Fundació més Catalana Síndrome de Down, desde 1984, se distingue por ser la única entidad que conjuga la atención directa, la formación de los humans. familiares, profesionales y estudiantes y la investigación. Todo esto es el resultado de una apuesta decidida por el rigor científico y de su proximidad a losA aspectos partirmás dehumanos. junio de 2011, la Revista Médica Internacional sobre el Síndrome de Down se publicará en Supapel carácter pionero lapioner ha convertido en un referente en el mundo delelsíndrome y ha abierto nuevos y posibilidades para Instituciones, Asociaciones yenBibliotecas. Se podrá on-line a través El seu únicamente caràcter l’ha convertit en un indiscutible referent indiscutible món de de la Down síndrome deconsultar Down i hacaminos obert nous camins de ia las personas con discapacidad intelectual. possibilitats a les persones amb discapacitat intel·lectual. la página web de la Fundación. (www.fcsd.org/es/biblioteca/revista.html), de la página web de Elsevier (www.elsevier.es/sd) y de las plataformas internacionales ScienceDirect (www.sciencedirect.com) y ACÉRCATE TÚ TAMBIÉN Scopus (www.scopus.com), donde la revista está indexada. ACOSTA’T TU TAMBÉ ¡Hazte socio! Fes-te soci! Colaboraciones: La Caixa 2100 3054 65 2200233070 Todos los números se pueden consultar en español, catalán e inglés en la web de la Fundación y Col·laboracions: La Caixa 2100 3054 65 2200233070 Comte Borrell 201-203, entl. Elsevier. 08029 Barcelona Tel. 932 157 423 [email protected] Sólo aquellos suscriptores Comte Borrell 201-203, entl. www.fcsd.org que lo pidan de forma expresa recibirán la revista impresa en papel. Para ello, solicitarlo, por correo electrónico, a la dirección [email protected]. En el correo 08029deben Barcelona Tel. 932 157 423 deberán adjuntar sus datos de envío completos. [email protected] www.fcsd.org El\jkif_fi`qfek\ \jcXm`[X <e>ilgfLi`XZ_cc\mXdfjd}j[\(.'Xfj kiXYXaXe[f\`em\jk`^Xe[f#gXiXf]i\Z\ijfclZ`fe\j Xcfjgif]\j`feXc\j[\cXjXcl[pZfeki`Yl`iXcX d\afiX[\cXZXc`[X[[\m`[X[\d`c\j[\g\ijfeXj \ekf[f\cdle[f% El\jkifj]}idXZfjjfei\ZfefZ`[fj `ek\ieXZ`feXcd\ek\p\jkXdfjgi\j\ek\j\ecfj Z`eZfZfek`e\ek\j%El\jkifmXcfi\jj\^l`i XgfjkXe[fgficXm`[Xgfihl\\e\ccXZi\\dfjp gfi\ccX`eefmXdfj% <edfm`d`\ekfZfecXm`[X M`j`k\efjfe$c`e\\e1nnn%li`XZ_%Zfd ;\j[\(/*/