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CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EI1 Diversidad geográfica y cultural La zona conocida como Oriente Medio abarca el suroeste asiático y el noreste de África y se caracteriza por su diversidad geográfica y cultural. Sus múltiples ecosistemas –ríos caudalosos y tierras de aluvión, montañas y planicies, costas y desiertos- permitieron el surgimiento de culturas independientes con distintas lenguas, sistemas de escritura, formas de gobierno y religiones. A pesar de los obstáculos geográficos –desiertos, mares y montañas- estos pueblos mantuvieron un contacto constante que permitió el intercambio de avances tecnológicos y sociales. Hace 12 000 años, después de milenios de subsistir de la caza y la recolección, los pueblos de Oriente Medio comenzaron a obtener alimentos del cultivo de plantas y la domesticación de animales. Esto significó importantes cambios en la forma de vida de aquellos grupos nómadas que se asentaron en poblados. Las necesidades de la vida sedentaria impulsaron el descubrimiento de nuevas tecnologías y materiales: sistemas de riego, la construcción con ladrillos de arcilla, el uso de la cerámica, el trabajo de metal y vidrio y la confección de vestidos con lana. Asimismo, el crecimiento de las poblaciones fomentó el surgimiento de nuevas formas de organización social y la aparición de las ciudades, las clases dirigentes y la escritura. Así se establecieron elementos culturales que, aun hoy, perviven. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EI2 Las culturas de la Antigüedad entre nosotros Esta sección del museo ofrece un recorrido por los cuatro mil años que antecedieron la era cristiana. A lo largo de las salas dedicadas a Egipto, el Levante, Mesopotamia y Persia es posible descubrir los orígenes más remotos de nuestros sistemas religiosos, políticos y administrativos. Áreas del conocimiento humano como matemáticas, astronomía, física, ciencias de la naturaleza, medicina, historia, literatura y arquitectura son producto del espíritu deductivo, observador y ordenador de las culturas que habitaron el suroeste de Asia y Egipto. Ellas fueron capaces de mirar el universo analíticamente y con la suficiente capacidad de abstracción para ser consideradas artífices de la ciencia y el pensamiento filosófico. Las colecciones del Museo Nacional de las Culturas Desde su apertura en 1965, el Museo Nacional de las Culturas ha enriquecido sus colecciones gracias a la donación y al intercambio de objetos con museos y universidades de otros países. Para complementar la exhibición se han incluido reproducciones de piezas emblemáticas de las diversas culturas representadas, brindando la oportunidad de contemplar objetos cuyos originales se encuentran dispersos en los principales museos del mundo. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EI3 La vida en las “dos tierras” Hacia el tercer milenio a. C., en el noreste de África nació una de las más grandes culturas de la antigüedad: el Egipto faraónico. Los egipcios se hacían llamar los habitantes de kemet la “tierra negra”. Kemet era el nombre que recibía el territorio que flanqueaba el río Nilo, desde la primera catarata hasta el delta que desembocaba en el mar Mediterráneo, fertilizado por el limo oscuro que el río depositaba cada año cuando se desbordaba. Para esta cultura agrícola y ganadera, las crecidas anuales del Nilo significaron el éxito de las cosechas. Su estrecha relación con la naturaleza y la profunda observación de sus ciclos –día y noche, inundación y sequía, vida y muerte- permitieron la creación de un calendario de 365 días, una cosmovisión rica en mitos y dioses y la concepción de la muerte como el final de una vida efímera y el comienzo de una vida eterna “en otra tierra”. El Egipto faraónico se desarrolló a lo largo de más tres mil años como un Estado teocrático. En el 30 a. C., tras la muerte de la reina Cleopatra VII, se convirtió en una provincia del imperio romano, comenzando un nuevo periodo de su historia. Estos sucesos, lejos de destruir el gran legado egipcio, le permitieron rebasar sus fronteras geográficas y temporales. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO ET1 El país del Nilo a través del tiempo La cultura del Egipto faraónico es el resultado del largo vínculo entre dos áreas bien definidas: el valle del Nilo, al sur, asociada con las culturas del África subsahariana, y el delta, en el norte, que compartía rasgos culturales con poblaciones del Levante y del Oriente Medio. A finales del período predinástico (ca. 4000-3000 a. C.) se cimentaron los rasgos característicos de la cultura egipcia que se desarrollarían a lo largo de casi tres milenios. Las épocas más representativas de la historia del Egipto faraónico son tres periodos de esplendor denominados Reino Antiguo, Reino Medio y Reino Nuevo. Entre ellos hubo periodos intermedios que se caracterizaron por crisis política, económica y social, en ocasiones provocadas por invasiones extranjeras. Sin embargo, estos periodos no significaron una ruptura cultural: el país del Nilo mantuvo sus tradiciones y concepciones religiosas, especialmente, la de una vida eterna después de la muerte. Estas ideas fueron adoptadas por algunos de los invasores, entre los que se encontraban hicsos, nubios, libios, persas, griegos y, finalmente, romanos MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO ET2 La sociedad: una estructura jerárquica Las grandes obras arquitectónicas emprendidas a orillas del río Nilo a partir del Reino Antiguo (c. 2686-2160 a. C.) sólo pudieron llevarse a cabo en una sociedad jerárquica con un aparato administrativo capaz de controlar los recursos humanos y materiales. El faraón -junto a su esposa principal y sus descendientes- era tanto la cabeza de la administración como la cumbre de la escala social. Él era la máxima autoridad del Alto y el Bajo Egipto, el propietario de todas sus tierras, el señor de sus pobladores, el juez supremo y el sumo sacerdote ante los dioses. Después del rey se encontraban los altos funcionarios, empezando por el tchaty “visir”, encargado de la administración estatal: le seguía la nobleza provincial y los sacerdotes que regían los templos y los nomos, divisiones territoriales y administrativas del país. La clase la militar logró incorporarse a este grupo privilegiado hasta el Reino Nuevo (ca. 1550-1069 a. C.). Los funcionarios secundarios formaban otro grupo social junto a los artesanos especializados y los profesionistas como médicos y arquitectos. Así se conformó una clase letrada que fue el soporte de la estructura política y religiosa de Egipto. En la base de la escala social se encontraban los rekhyt “el pueblo común”, quienes trabajaban en el campo o en la construcción, artesanos no especializados y criados domésticos. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO ET3 El faraón: el “dios bello” de Egipto La palabra faraón proviene del término egipcio per aa, “la gran casa”, que designaba la residencia real. Durante el Reino Antiguo (ca. 26862160 a. C.) se creó el protocolo faraónico que consistía en cinco títulos que precedían los cinco nombres oficiales del rey que lo legitimaba como un dios: El Horus –soberano del cielo y la tierra-, “el de las dos señoras” –las diosas Nekhbet y Uadjet-, el Horus de oro, el rey del Alto y el Bajo Egipto y el hijo de Ra, el dios del Sol. Como encarnación de la fuerza vital del dios Horus e hijo de Ra, sólo el faraón podía establecer contacto directo con los dioses. Gracias a esta cualidad, el rey representaba a los humanos ante ellos, lo que lo convertía en el sacerdote supremo de todos los dioses y, por tanto, el encargado de sus cultos. Mediante los ritos el faraón instauraba el ma’at “el orden, la verdad y la justicia” ante la constante amenaza del isfet, “el caos destructor”. Con el paso del tiempo, se aceptó la humanidad del faraón pues, al igual que todos los hombres, su vida eterna dependía de la conservación de su nombre, su cuerpo y la posesión de un sepulcro. El faraón asumió el rango de divinidad, representado así en estatuas colosales y relieves, con un estilo idealizado que transmitía la solemnidad, sentido de estabilidad y poder que, como gobernante, debía poseer. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO ET4 Los dioses: creadores de vida. Los habitantes del antiguo Egipto creían que el universo estaba regido por múltiples entidades sobrenaturales llamadas netcheru “dioses”, que influían en todos los aspectos de su vida. La Eneada, una de las genealogías divinas, atribuye el origen del cosmos a Ra, el dios Sol, creador de la primera pareja divina: Shu, el aire seco y Tefnut, la humedad. Éstos fueron los padres de Geb, la tierra y Nut, la bóveda celeste, a su vez, padres de Osiris, señor del Más allá; Isis, señora de la magia; Seth, señor del caos, y Neftis, señora de la noche. Las deidades se representaban como figuras humanas, animales o con sus símbolos sagrados. Con el paso del tiempo, algunos dioses adquirieron diferentes advocaciones o manifestaciones según la región y época en que se les rendía culto. Por ejemplo, Ra, el dios Sol, se manifestaba como Khepri-Ra al amanecer, Ra-Horakhty al mediodía y Ra-Atum en el ocaso. Asimismo, Ra se unió con otros dioses formando deidades compuestas como Amon-Ra. La estrecha relación entre el gobierno y la religión y la magia y la vida diaria permitió que las deidades encargadas de mantener el equilibrio del universo también se asociaran con actividades cotidianas. Así, Thot, dios lunar y de la sabiduría, era patrono de los escribas; Bastet era diosa de la maternidad y Ptah era patrono de los arquitectos y orfebres. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO ET5 La eternidad: el reino de Osiris Para los antiguos egipcios la vida humana era un ciclo más de la naturaleza. La muerte era, entonces, un estado de transición hacia la vida eterna en el que las esencias espirituales del hombre recorrían el inframundo enfrentando diversas pruebas. Las concepciones del Más Allá cambiaron a través del tiempo. Sin embargo, siempre se mantuvo la creencia en la vida eterna. A partir del Reino Medio (ca. 2055-1630 a. C.) se creyó que el difunto se transfiguraba en el dios Osiris, el señor del Más Allá. La religión, el arte y la cosmovisión egipcias no podrían entenderse sin el mito de este dios. El dios usri “Osiris” fue un gobernante mítico muy querido entre los hombres. Lleno de envidia, su hermano Seth lo arrojó al río Nilo encerrado en un sarcófago; al saber que había sobrevivido, mandó descuartizarlo. Su esposa Isis recuperó cada parte de su cuerpo y, para unirlo, lo embalsamó con ayuda del dios Anubis. Convertida en un ave milano, Isis aleteó hasta devolverle la vida a su esposo para concebir a Horus. Éste ocupó el trono del mundo de los vivos, mientras que Osiris se convirtió en el señor del Más Allá. Basándose en este mito el pueblo egipcio buscó la vida eterna siendo su mayor deseo convertirse en usir ma’at kheru, un “Osiris justificado” que viviría por toda la eternidad. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO ET6 Hetep: ofrendas para la vida eterna. Los antiguos egipcios creían que la muerte ocurría cuando las esencias espirituales de una persona abandonaban su cuerpo. El ka, “la fuerza vital”, era aquella parte intangible e inmortal que trascendía en el Más Allá, mientras el ba era “la esencia de la personalidad”. Ya que la muerte significaba la posibilidad de una vida eterna, el funeral era una compleja ceremonia que los egipcios preparaban desde temprana edad. Al morir, el cuerpo era embalsamado para preservarlo. Después de setenta días, era llevado a la tumba en una procesión integrada por sacerdotes, parientes, amigos y, a veces, plañideras contratadas para llorar al difunto. Las tumbas solían tener una parte subterránea donde se colocaba el cuerpo con sus ofrendas o hetep, indispensables para la vida en el Más Allá”. El ajuar funerario consistía en amuletos, vestuario, ornamentos, mobiliario, alimentos e incluso conjuros escritos en rollos de papiro, conocidos como el Libro de los muertos. Sobre la tumba estaba la capilla decorada con imágenes del difunto, su familia y las ofrendas. Su parte más importante era la “falsa puerta”, construida de piedra o madera en el muro oeste para simbolizar el contacto entre las “dos tierras”. Antes de depositar el cuerpo en la tumba, se llevaba al cabo el ritual de “la apertura de la boca” para que el muerto pudiera recitar los conjuros necesarios y recobrar todos sus sentidos. Posteriormente, se sacrificaba un toro; su carne se colocaba en la tumba, junto a otros alimentos y bebidas, como sustento para el viaje al “más allá”. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO ET7 Dioses guías y jueces para ir al Más Allá” La posibilidad de gozar una vida eterna surgió primero como un privilegio de faraones, sacerdotes y altos funcionarios. A partir del Reino Medio (2040-1640 a. C.) se dio esta oportunidad a todos los egipcios que prepararan su cuerpo y mente para superar el juicio en el inframundo. Sin embargo, muchas prácticas eran costosas y sólo unos cuantos podían tener funerales con grandes ofrendas y procesiones. Se creía que una vez que el cuerpo era embalsamado para su preservación, el difunto sería conducido por los dioses guías –Upuaut, “el abridor de caminos”; Khentimentiu, “el primero de los occidentales” y Anubis, “el señor de las necrópolis”- a la “sala de las dos verdades”. Ahí, frente a un tribunal presidido por Osiris y cuarenta y dos divinidades, la persona se declaraba inocente de actos reprobables. Simultáneamente, su corazón o ib, sede de la conciencia, la razón, las emociones y la verdad, era puesto en una balanza y su peso se comparaba con ma’ at, la pluma del orden, la verdad y la justicia. Thot, el dios escriba con cabeza de ibis, registraba el resultado sobre una tablilla y anunciaba el resultado. Si el ib y ma’ at se mantenían en equilibrio, el difunto se transformaba en ursri m’akheru u “Osiris justificado” para vivir por siempre en el iaru, “campo de juncos”. Si el corazón pesaba más, Ammit, “la devoradora”, deidad funeraria mezcla de cocodrilo, león e hipopótamo, lo devoraría, dejando al difunto sin posibilidad de vivir eternamente. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 Triada del faraón Menkaura ca. 2490-2472 a. C. Dinastía IV, Reino Antiguo Réplica en resina del original en grauvaca tallada y pulida Original en el Museo Egipcio de El Cairo, Egipto Museo Nacional de las Culturas, INAH Al centro se encuentra Menkaura ataviado con la corona hedjet del Alto Egipto y el faldellín shendyt, indumentaria representativa de los faraones. A su derecha se encuentra Hathor, diosa de la fertilidad y de la belleza, mientras a su izquierda está la personificación de uaset, ciudad que fuera la capital de Egipto durante los Reinos Medio y Nuevo, llamada por los helenos Tebas “la de las cien puertas”. Menkaura mandó construir la menor de las tres grandes pirámides de Guiza. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO2 El faraón Khafra ca. 2520-2494 a. C. Dinastía IV, Reino Antiguo Réplica en yeso del original en diorita tallada y pulida. Original en el Museo Egipcio de El Cairo, Egipto. Museo Nacional de las Culturas, INAH Detrás de la cabeza de Khafra, se encuentra el dios Horus en forma de halcón; con sus alas cubre la nuca del faraón y le transfiere su divinidad y dominio sobre la tierra del Nilo. El faraón se encuentra ataviado con el tocado nemes, la barba real y el faldellín shendyt. A cada lado del trono se encuentra el motivo sema tawy que simboliza la unificación del Alto y Bajo Egipto y consiste en sus plantas heráldicas – loto y papiro- entrelazadas. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO3 Nefertiti, la gran esposa real, y sus hijas ca. 1380-1340 a. C. Dinastía XVIII, Reino Nuevo Réplicas en resina de las originales en caliza tallada, pulida y policromada y en cuarcita tallada y pulida con restos de pigmento Originales en el Museo Egipcio de Berlín, Alemania; Museo del Louvre, París, Francia; y Museo Egipcio de El Cairo, Egipto Museo Nacional de las Culturas, INAH El busto de esta reina, cuyo nombre significa “la bella ha llegado”, fue descubierto en el taller del escultor Thotmes en la actual ciudad de Amarna. Probablemente, sirvió como modelo maestro para las múltiples representaciones de la esposa del faraón Akhenaton. Los dos bustos pequeños representan a dos de sus seis hijas, probablemente Meritaton y Meketaton. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO4 Nombres de Horus de los faraones Mentuhotep II, Psametico I y la diosa Nekhbet ca. 2010-1998 a. C. Dinastía XI, Reino Medio ca. 664-610 a. C. Dinastía XXVI, Periodo Tardío ca. 1307-1070 a. C. Dinastías XIX-XX, Reino Nuevo. Caliza tallada con restos de policromía y arenisca tallada Museo Nacional de las Culturas, INAH Museo Metropolitano de Arte, Nueva York El dios Horus se representaba sobre el serekh “la fachada del palacio”, recuadro que contenía el nombre del monarca. En el fragmento de Mentuhotep II, el halcón se encuentra junto a Uadjet, diosa cobra patrona del Bajo Egipto, y al anillo shen. En el fragmento de columna de Psametico I, Horus porta la sekhmety “las dos poderosas”, es decir, las coronas del Alto y Bajo Egipto unidas; Uadjet emerge del disco solar con el ankh, símbolo en forma de cruz que representa la vida. En el tercer relieve figura la diosa Nekhbet, diosa patrona del Alto Egipto, como un buitre con alas extendidas. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO5 “Cartuchos” con los nombres de los faraones Senusert I, Tutankhamon, Ramses II y Ramses III ca. 1971-1926 a. C. Dinastía XII, Reino Medio ca. 1333-1163 a. C. Dinastía XVIII-XX, Reino Nuevo Caliza tallada, fayenza y terracota moldeada Museo Nacional de Antropología, INAH Museo Metropolitano de Arte, Nueva York En los “cartuchos” se escribían los últimos dos nombres del monarca rey del Alto y Bajo Egipto e hijo de Ra- que proclamaban su divinidad. En el relieve se encuentra el cuarto nombre de Senusert I: kheper ka ra “el ka de Ra se manifiesta”. Dos de las pequeñas placas de fayenza contienen el cuarto nombre de Ramses II: user ma´at ra setep en ra “poderosa es la justicia de Ra, el elegido de Ra”. Las otras presentan el quinto nombre de Ramses III: ra mess heqa iunu “el nacido de Ra, señor de Heliópolis” y el sello de terracota, el quinto nombre Tutankhamon: tut ankh amon heqa uaset “la viva imagen de Amon, señor de Tebas”. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO6 El escriba Nebwa y su esposa Tenethet ca. 1307-1070 a. C. Dinastías XIX-XX, Reino Nuevo Arenisca tallada con restos de policromía Museo Metropolitano de Arte, Nueva York El arte faraónico representó a las personas de manera idealizada; el status social se reflejaba en el tamaño del personaje: a mayor jerarquía, mayores dimensiones. Asimismo, la sociedad egipcia consideraba que los hombres y las mujeres, al ser complementarios, gozaban de derechos y obligaciones similares. Esta concepción manifiesta en esta obra: los cónyuges se muestran del mismo tamaño, compartiendo abrazo en señal de apoyo por toda la eternidad. En los costados de la escultura se enlistan los cargos de ambos esposos. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO7 Implementos de la vida cotidiana ca.1550-1069 a. C. Dinastías XVIII-XX, Reino Nuevo Madera tallada, hierro moldeado, bronce moldeado, fibras vegetales, fayenza modelada, cerámica modelada y pintada Museo Nacional de Antropología, INAH La sociedad del Egipto faraónico usó diversos utensilios y herramientas en sus actividades diarias. Los alfareros fabricaron vasijas de todos tamaños con la arcilla de las riberas del río Nilo. Con madera procedente de otras regiones se elaboraron herramientas y muebles. Las sogas, hechas con fibras vegetales, permitieron la construcción de los grandes monumentos. El hierro y el bronce se utilizaron en la fabricación de herramientas y como unidades de cambio (deben) que tenían forma de aro. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO8 Herramientas de la vida cotidiana ca. 2686-2160 a. C. Dinastías III-VIII, Reino Antiguo. Cerámica modelada, calcita, pedernal, granito, serpentinita y esteatita talladas. Museo Nacional de Antropología, INAH Museo Metropolitano de Arte, Nueva York Egipto cuenta con canteras de diversos minerales que se explotaron a gran escala desde la antigüedad. Las piedras duras -granito, serpentinita y esteatita- se utilizaron para elaborar morteros, hachas y cabezas de maza. Las mazas eran armas usadas en el combate cuerpo a cuerpo y se convirtieron en símbolos de la autoridad militar del faraón. Por otra parte, en las faenas agrícolas se emplearon lascas de pedernal afiladas, sujetas a empuñaduras de madera. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO9 Ibis dedicado al dios Thot ca. 332-30 a. C. Dinastía ptoloméica, Periodo Ptoloméico Ave embalsamada, lino estucado con incrustación de hoja de oro y bronce moldeado. Museo Nacional de Antropología, INAH El dios djehuty, patrono de la escritura y la sabiduría, era considerado el creador de los jeroglíficos, el tiempo y el calendario. Una de sus manifestaciones era el ave ibis: su pico curvo fue relacionado con la luna y con la forma del cálamo, caña cortada diagonalmente en su extremo que se utilizaba para escribir. Este tipo de esculturas, cuya base es el ave embalsamada, se ofrendaban en los templos para obtener el favor de este dios, conocido como Thot por los griegos. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 0 Dioses en su advocación animal ca. 1550-30 a. C. Dinastías XVIII-ptoloméica, Reino Nuevo-Período Ptoloméico. Bronce moldeado a la cera perdida, mármol, pórfido, esteatita y caliza talladas, madera tallada con incrustación de calcita y restos de pigmento y fayenza moldeada y modelada. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York Los dioses de la tierra del Nilo podían manifestarse de diferentes formas según fuesen invocados. Thot, dios patrono de los escribas, se representó como un babuino, pues los chillidos de estos monos al amanecer eran considerados plegarias a Ra, el dios Sol. Los halcones representaban a varios dioses como Horus, Montu y Sokar y los leones, a Shu, Min y Aker. Se creía que este tipo de esculturas eran receptoras de las fuerzas divinas. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 1 Esculturas y relieves reales ca. 1550-30 a. C. Dinastías XVIII-ptoloméica, Reino Nuevo-Periodo Ptoloméico Caliza y arenisca talladas. Réplicas en resina de los originales en cuarzoarenita tallada y pulida y en bronce moldeado a la cera perdida Originales en el Museo del Louvre, París, Francia Museo Nacional de Antropología, INAH Museo Nacional de las Culturas, INAH Museo Metropolitano de Arte, Nueva York La autoridad de los reyes se representó con símbolos vinculados a los ámbitos religioso y gubernamental. A pesar de los cambios de la sociedad egipcia a lo largo de su historia, la estructura del gobierno faraónico y sus emblemas se mantuvieron por más de 3000 años. Akhenaton, tras protagonizar un cambio radical en la religión popular, conservó las insignias tradicionales de poder: el tocado nemes y los cetros heqa y nenej. Por otro lado, las nobles de la dinastía ptoloméica adoptaron elementos típicos de la realeza egipcia, como el tocado en forma de buitre de la diosa Mut y el collar usekh, apreciables en el relieve proveniente de Dendera. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 2 Herma bifronte dedicada al dios Dionisio, Imhotep divinizado, Patecos y las diosas Bastet y Sekhmet ca. 332-30 a.C. Período Ptolemaico, ca. 664-332 a.C. Período tardío y ca. 1550-1069 a.C. Reino Nuevo. Originales arqueológicos en mármol tallado, fayenza moldeada y réplicas en yeso y resina de los originales en bronce moldeado y granito tallado. Originales arqueológicos en préstamo en comodato de Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos de América y Acervo INAH. Las deidades griegas también fueron reverenciadas en Egipto. Se creía que Dionisio, dios del vino y del éxtasis, envejecía y rejuvenecía anualmente al igual que la vegetación. Por otra parte, los griegos también divinizaron a los sabios egipcios, como al arquitecto Imhotep, quien fue asimilado a Asciepio, dios heleno de la medicina. Para invocar la protección divina se utilizaron amuletos en forma de patecos, enanos asociados a Ptah, dios creador patrono de los artesanos, que era consorte de Sekhmet, diosa leona que porta el disco solar y el ureus sobre su cabeza. Sekhmet simbolizaba el poder, la fuerza y la cólera, mientras que Bastet, en forma de gata, representaba los conceptos de ternura y maternidad. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 3 Ushebtis de faraones nubios y de nobles ca. 1550-332 a. C. Dinastías XVIII-XXX, Reino Nuevo-Periodo Tardío. Granito y esquisto tallados y pulidos, madera tallada con restos de pigmento, fayenza y cerámica moldeada y modelada. Museo Nacional de Antropología, INAH Museo Nacional de las Culturas, INAH Museo Metropolitano de Arte, Nueva York Los ushebtis, del término useb “responder”, proporcionaban asistencia al difunto en el Más Allá. Se creía que al recitar la fórmula mágica inscrita en su cuerpo, fragmento del Libro de los Muertos, se animaban para realizar diversas tareas, principalmente agrícolas. Por ello, las figuras sujetan en sus manos azadas y herramientas de labranza. Inicialmente, el ajuar funerario incluía unos cuantos ushebtis; con el tiempo, el número creció hasta 365, uno para cada día del año, acompañados de 36 supervisores. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 4 Vasijas funerarias, escarabeo, amuletos funerarios y fragmento de mortaja con las diosas Isis y Neftis ca. 2686-30 a. C. Dinastías III-ptoloméica, Reino Antiguo-Periodo Ptoloméico Calcita y diorita talladas y pulidas, madera tallada, fayenza moldeada y modelada y fibra textil con restos de pigmento Museo Nacional de Antropología, INAH Museo Metropolitano de Arte, Nueva York Con el alabastro, mineral translúcido asociado a la pureza y sacralidad, se elaboraron vasijas y platos para contener óleos y ungüentos sagrados. Las vasijas con dos pequeñas asas semejan al ib “corazón” que era protegido por un escarabeo –amuleto con forma de escarabajo pelotero- que representaba al dios Khepri-Ra. La función de los amuletos (udjau “bienestar”) era proteger y dotar de cualidades benéficas al difunto en su viaje al Más Allá; ahí recibía la ayuda de deidades, como Isis y Neftis, quienes aparecen fusionadas en el fragmento de mortaja. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 5 Vasijas funerarias y paletas “cosméticas” ca. 4000-3100 a. C. Periodo Predinástico Cerámica modelada bruñida y pintada y pizarra tallada y pulida Museo Nacional de Antropología, INAH Desde tiempos tempranos, los egipcios dotaron de un ajuar a sus muertos, enterrados en el borde del desierto y momificados naturalmente. Las vasijas contenían las ofrendas que les servirían de sustento en el Más Allá; sus motivos en zig-zag probablemente evocan las aguas del Nilo. Por su parte, las paletas se usaron para moler y preparar maquillajes que, además de embellecer, servían para prevenir enfermedades. Las formas de animales de las vasijas les conferían propiedades mágicas a las sustancias que el difunto usaría en la vida eterna. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 6 Los dioses Osiris e Isis ca. 664-332 a. C. Dinastías XXVI-XXX, Periodo Tardío Bronce moldeado a la cera perdida y réplica en resina del original en esteatita tallada y pulida. Original en el Museo Egipcio de El Cairo, Egipto Museo Nacional de Antropología, INAH Museo Nacional de las Culturas, INAH Museo Metropolitano de Arte, Nueva York La momificación fue una práctica que buscó preservar al difunto y semejar el cuerpo de Osiris quien, según el mito, fue embalsamado por su esposa Isis. Representado como rey, Osiris, señor del Más Allá, utiliza la corona atef, flanqueada por dos plumas, y porta los cetros heqa y nenej. Este dios se asociaba a la fertilidad agrícola, mientras Isis personificaba la maternidad. La diosa es representada amamantando al infante Horus, hijo de su unión con Osiris, quien encarnaba en el faraón para gobernar el mundo de los vivos. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 7 Ataúd de una dama noble ca. 1069-664 a. C. Dinastías XXI-XXV, Tercer Período Intermedio Madera tallada, estucada y policromada. Museo Nacional de Antropología, INAH Los sarcófagos y ataúdes se utilizaron para preservar el cuerpo embalsamado con el fin de que las esencias espirituales –ka y ba- lo reconocieran desde el Más Allá. Este ataúd muestra, en su tapa, a un escarabajo alado que representa al dios Khepri-Ra, a la diosa Nut con los brazos alados extendidos y a la difunta presentándose ante los dioses Osiris y Sokar. En los costados se representan, de izquierda a derecha, Thot, Osiris acompañado de Isis y Neftis, y la mujer noble presentando ofrendas a los dioses Imsety, Hapy, Duamutef y Quebehsenuf, los cuatro hijos de Horus. Éstos se relacionaban con los vasos canopos, donde se preservaban las vísceras del difunto. Los textos jeroglíficos son fórmulas mágicas y recitaciones a los dioses para ayudar a la propietaria de este ataúd a alcanzar la vida eterna. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 8 Tapa y vasos canopos ca. 2160-2055 a. C. Dinastías IX-XI, Primer Período Intermedio Madera tallada con policromía y caliza tallada. Museo Nacional de Antropología, INAH Museo Metropolitano de Arte, Nueva York Durante el proceso de momificación los órganos internos del difunto eran retirados, embalsamados y colocados en estos recipientes. Cuatro dioses, los hijos de Horus, brindaban protección mágica a los vasos y permitían que, al momento de renacer en el Más Allá, la persona se restituyera completamente. Cada deidad tenía una función específica: Hapy protegía los pulmones, Duamutef, el estómago, Quebehsenuf, los intestinos e Imsety, el hígado. Las inscripciones en los vasos mencionan a estos dioses y el nombre del propietario. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO1 9 Mesa de ofrendas ca. 332-30 a. C. Dinastía Ptoloméica, Periodo Ptoloméico Caliza tallada Museo Nacional de Antropología, INAH Para que el ka, la fuerza vital, pudiera recibir el sustento en el Más Allá era necesario realizar ofrendas. Éstas se depositaban en mesas que tenían la forma del jeroglífico hetep “ofrenda, estar satisfecho, estar en paz”. En caso de no presentar alimentos y bebidas, bastaba con verter un poco de agua y recitar las formulas mágicas adecuadas para que el ka de la persona se nutriera de los motivos tallados en la propia mesa. En esta mesa se representan dos panes redondos, dos racimos de flores y una sítula o jarra de la que mana agua, ubicada en medio de las dos cavidades. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO2 0 Fragmento de texto funerario ca. 1550- 1069 a. C. Dinastías XVIII-XX, Reino Nuevo Caliza tallada Museo Nacional de Antropología, INAH Para los antiguos egipcios la vida en el Más Allá era dinámica. Continuamente se necesitaban renovar las ofrendas para asegurar el sustento de las esencias espirituales que se alimentaban de la “esencia” de las cosas. Se creía que al escribir o leer el nombre de un objeto o concepto, su esencia se “materializaba” en el plano espiritual; de ahí que la escritura jeroglífica se denominara medu netcher “las palabras divinas”. Así, las tumbas se dotaban con numerosas inscripciones; ésta menciona los conceptos ankh “vida” y seneb “salud”. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO2 1 Ataúd doble con restos de infante, ba y estela funeraria ca. 1550-1069 a. C. Dinastías XVIII-XX, Reino Nuevo ca. 664-332 a. C. Dinastías XXVI-XXX, Periodo Tardío ca. 30 a. C.-395 d. C. Periodo Romano Madera tallada con restos de policromía, osamenta humana y caliza tallada. Museo Nacional de Antropología, INAH Museo Nacional de las Culturas, INAH Museo Metropolitano de Arte, Nueva York La función de los ataúdes era la protección física y mágica de los restos mortales. Se creía que el ba, la esencia de la personalidad, tenía forma de ave con cabeza humana y que podía volar fuera de la tumba hacia el Más Allá. La cosmovisión funeraria permaneció firmemente arraigada aún cuando Egipto se convirtió en provincia del Imperio Romano. En la estela funeraria se encuentra, en forma de chacal, el dios Anubis que fue relacionado con las divinidades griegas Hécate y Hermes Psicopompo, encargado de guiar a los difuntos desde su tumba hasta la orilla del río Styx, que separaba el mundo de los vivos del inframundo. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected] CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: EGIPTO EO2 2 El dios Osiris, el señor del bello occidente ca. 770-664 a. C. Dinastía XXV, Tercer Período Intermedio Réplica en yeso del original en diorita tallada y pulida Original en el Museo del Louvre, Paris, Francia Museo Nacional de las Culturas, INAH Para los antiguos egipcios la vida después de la muerte fue una realidad cotidiana. Así como el Sol “muere” por el poniente y “renace” por el oriente cada día, se creía que las personas podían renacer en el Más Allá. Osiris era el dios con el que toda persona se encontraría al ser juzgado por sus actos en vida en la “sala de las dos verdades”. También fue considerado como un rey mítico que otorgó los dones de la agricultura y de las artes a la humanidad. MONEDA 13, CENTRO HISTÓRICO, C.P. 06060, MÉXICO, D.F. (+52 55) 5542 0422 • 5542 0165 • 5542 0187 [email protected]