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Revista digit@l Eduinnova Nº 33 – NOVIEMBRE 2011 ISSN 1989-1520 Depósito Legal: SE 7617-2010 UN PEQUEÑO RECORRIDO POR LA HISTORIA DE ANDALUCÍA DURANTE LA EDAD MODERNA AUTOR: JOSE ANTONIO MATA PINO DNI: 30974812-E ESPECIALIDAD: EDUCACIÓN SECUNDARIA En este artículo hacemos un pequeño recorrido por la historia de Andalucía durante la Edad Moderna; hacemos hincapié en dos aspectos como la economía y la sociedad. En primer lugar, la Andalucía Moderna, como resultado de la evolución histórica, se diferenciaran dos territorios: “baja” y “alta Andalucía”. La baja Andalucía está formada por el reino de Granada, el de Sevilla, el de Córdoba y el de Jaén, constituyendo el 70 % del territorio andaluz. Es preciso resaltar que Andalucía no existía como tal, que Andalucía no era una unidad política propiamente dicha; sus territorios formaban parte de la monarquía hispánica dentro del reino de Castilla. Andalucía suponía el 18% de los territorios peninsulares de la monarquía hispánica, lo que provocaba que la corona se basase en Andalucía para conseguir y mantener la potencia política y militar de la monarquía. En cuanto a economía y sociedad podemos hablar de lo siguiente: en relación con la economía, tenemos que decir que hay dos elementos que distorsionan la apreciación de la economía andaluza en la edad moderna: el primero es la impresión de riqueza que producía la exuberancia de su paisaje agrario y monumental; el otro es el impacto y trascendencia que el descubrimiento, conquista y colonización de América, supuso para Andalucía. En cuanto a la población tenemos que decir que en torno a 1591, Andalucía contaba con 1200000 habitantes, por unos 7200000 que era el total de la población peninsular. Se observa una serie de tendencias de la población: emigración del campo a la ciudad por mejores expectativas de vida, por crisis agrarias, etc. También se observa menos natalidad. ECONOMÍA. Para un análisis más exhaustivo de la economía podemos dividirla según sectores, esto facilitará su comprensión: Agricultura. En Andalucía coexistía la pequeña propiedad junto a la gran propiedad o latifundio: en la baja Andalucía, tras su conquista, quedaron muchas tierras vacías y sin dueños, por lo que la corona las dispensó a la alta nobleza para que las defendiese y explotase: suponían un 40% de tierra disponible y formaban la base económica de muchas dinastías nobiliarias. Existían también grandes extensiones de tierras propiedad de la Iglesia, además de tierras de realengo, baldías y concejiles. Por su parte la pequeña propiedad existía en gran medida en el reino de Granada La tierra correspondiente a los privilegiados (nobleza y clero) fue creciendo en gran medida, en paralelo con las composiciones regias y con la usurpación –por los nobles 12 Revista digit@l Eduinnova Nº 33 – NOVIEMBRE 2011 ISSN 1989-1520 Depósito Legal: SE 7617-2010 y municipios-, de los predios realengos, baldíos y concejiles, a la vez que el mercado libre de tierras se reducía, encareciendo los precios y limitando las posibilidades adquisitivas de la burguesía. Otro sistema de adquisición de tierras era mediante la ejecución de los “censos”, es decir, pequeños campesinos endeudados que tenían que dar sus tierras a los poderosos para hacer frente a sus deudas. En lo que se refiere a tenencia (posesión de la tierra y trabajo), estará la explotación directa por sus propietarios (vid y olivo); otra era el arrendamiento de la tierra de los nobles por poderosos propietarios agrícolas y estos a su vez subarrendaban a pequeños agricultores. Pero la explotación más extendida era el cortijo y la hacienda. En referencia a los cultivos estaba la “tríada mediterránea” (cereal, vid y olivo); cultivo de huerta (frutales, algodón, maíz, patatas). El paisaje agrario era de campos abiertos y cultivo a dos o tres hojas. Ganadería. Tuvo una gran importancia en toda Andalucía, con la yeguada como expresión de la potencia señorial. La ganadería bovina carecía de importancia económica, mientras que la ovina fue muy importante, ya que significó un gran apoyo para la producción de paños, para el abastecimiento del ejército. La cabaña se complementaba con cerdos, aves de corral, palomares, apicultura… Otros sectores. Por lo que respecta a la pesca, se dividía en bajura y altura (de mucha menor entidad), especialmente las almadrabas gaditanas del señorío de Medina Sidonia. La minería sólo tenía importancia en cuanto al cobre, plomo, sal gema (alto Guadalquivir). Manufacturas. Están representadas primordialmente por la pañería de lana (Córdoba y Jaén), aunque se producía en menor entidad en casi toda Andalucía. Los textiles de fibra de lino se localizaron en Sevilla y los de cáñamo y esparto existían en la mayoría de los territorios. Este punto, nos lleva a hablar de los gremios (agrupaciones de artesanos, para una defensa común) y cuya función, en la época medieval (época de su creación), había sido la de garantizar la justicia distributiva entre los componentes de los diferentes oficios, mediante el reparto colegiado e igualitario de materia prima. El número de gremios estaba en función de la importancia económica de cada ciudad, diversificándose según subsectores de producción (textil, cuero, maderas, barro, vestido...). En teoría todo artesano debía estar encuadrado en su respectiva corporación, pero no todas las actividades formaron un gremio. Comercio. Era la actividad esencial y donde se producía una mayor acumulación de capital, pese a la inseguridad y lentitud de caminos y la inseguridad de rutas marítimas. El comercio en la baja Andalucía estaba muy asentado, con organización de sus propias rutas, tráfico y mercados. En la Edad Moderna se potenciaron y establecieron los antiguos y nuevos vínculos comerciales con las ciudades italianas, con Francia, Gran Bretaña. En cuanto a las exportaciones, Andalucía exportaba hacia el norte de la península, el aceite ecijano y cordobés, pañería cordobesa, vinos jerezanos, tocino rondeño, cueros 13 Revista digit@l Eduinnova Nº 33 – NOVIEMBRE 2011 ISSN 1989-1520 Depósito Legal: SE 7617-2010 cordobeses, seda granadina, azúcar, pasa, higos, almendras; en cuanto a las importaciones, sobre todo cereales procedentes de La Mancha, Sicília, Polonia. La organización comercial era rudimentaria en sus territorios y en su soporte financiero. Existían pequeñas empresas de tipo familiar, aunque el control radicaba en casas extranjeras. El comercio andaluz también adquirió una gran importancia a través de ferias y exiguos mercados regionales. SOCIEDAD La sociedad andaluza la podemos abordar desde tres perspectivas diferentes: Jurídicamente: “privilegiados” (nobleza y clero) y “no privilegiados” (pueblo llano). - Ideológica y funcionalmente: los que guerrean y defienden (la nobleza), los que rezan y salvan para el cielo (clero) y los que soportan todo el sistema con su trabajo (plebeyos). - Poblacional: “sociedad urbana”, “sociedad rural”. Todos esto grupos presentan una gran diversidad, lo que produce una gran complejidad de la sociedad. Lo característico de esta sociedad heredera del medievo, es que la sangre (nacimiento) o privilegio real (ennoblecimiento) eran los elementos determinantes de la pertenecía al grupo privilegiado, el cual tenía mayor derecho y facilidades para tener riqueza y poder. La nobleza andaluza (3% de la población), estaba concentrada en las ciudades y tuvo una gran importancia socioeconómica. La nobleza titulada (baja Andalucía), llegó a dominar 400 ciudades, villas y lugares de señorío, frente a sólo 300 de realengo. La riqueza señorial, especialmente la agraria, era inmensa, lo que no impidió que en muchas ocasiones tuvieran problemas de “liquidez”, debido al gran dinero que gastaban en vivir “noblemente” (palacios, joyas, criados, etc). Las estructuras de las rentas nobiliarias se componían de sus derechos territoriales y jurisdiccionales, aumentados por las mercedes regias y las usurpaciones que realizaban sobre las tierras realengas, baldías y concejiles. Existieron muchas luchas internobiliarias. La baja nobleza fue escasa en Andalucía y se situaba sobre todo en pequeñas ciudades, donde trató de monopolizar el control municipal. En cuanto al clero, tenemos que decir que tendrá un gran poder económico y señorial: en la Baja Andalucía lo poseía por donación regia, el cual lo aumentó por compras; en el reino de Granada el poderío económico fue realmente grande. Todo este poder de la Iglesia se vio aumentado porque las dotaciones de las mezquitas (habices) fueron traspasadas a la Iglesia, además de numerosas adquisiciones y disposiciones estamentarias, es decir, un proceso de acumulación territorial y económica que pervivió en toda Andalucía, hasta 1640, y que igualaba a la riqueza de la nobleza. La iglesia tenía el poder en educación, además de la asistencia social (hospitales, fundaciones pías...). El clero lo podemos dividir en: alto clero, de extracción nobiliaria (obispos, arzobispos, cardenales...) con gran poder adquisitivo, y el bajo clero (sacerdotes, frailes...) los cuales tenían muy escasa preparación teológica y doctrinal, muy poca devoción y disciplinas eclesiásticas, lo que se traducía en una gran cantidad de denuncias. El clero regular (frailes y monjes, los cuales se denominaban así por que vivían recluidos en un - 14 Revista digit@l Eduinnova Nº 33 – NOVIEMBRE 2011 ISSN 1989-1520 Depósito Legal: SE 7617-2010 monasterio bajo unas reglas) estaban más valorados que el clero secular (resto de sacerdotes). Por último, hablaremos del pueblo llano: comenzaremos por los estados más altos: burguesía mercantil (urbana , de origen extranjero), abundante en el eje SevillaCádiz, Málaga, es decir, lugares con puertos para el comercio; burguesía agraria, es decir, labradores ricos. Ambas terminaron poseyendo abundantes tierras, aunque la primera la utilizaba sólo como una inversión, mientras que la segunda tenía en la tierra toda su razón de ser social y económica. Muchos de estos burgueses quisieron ennoblecerse, aunque sólo lo consiguieron algunos. Pese a esto la gran mayoría del pueblo llano, estaba constituida, por los pequeños propietarios agrícolas, renteros, artesanos de ciudad y asalariados, es decir, el 85-90% del total de la población andaluza. En las ciudades aparecían agrupados como gremios, corporaciones. El campesinado tenía que soportar grandes cargas fiscales. Por debajo del pueblo llano están las minorías: confesionales (moriscos y judeoconversos), etnias (gitanos y negros) y las sociales (viudas, pobres, esclavos), los cuales eran marginados. Bibliografía - GARCÍA-BAQUERO, A. Andalucía y la carrera de indias, Editoriales andaluzas unidas, Sevilla, 1986. - VINCENT, B. Andalucía en la Edad Moderna: economía y sociedad, Diputación provincial, Granada, 1985. - DOMÍNGUEZ ORTIZ, A. Andalucía en la Edad Moderna, Ed. Istmo, Madrid, 1980. - DE MERCADO, T. La economía en la Andalucía del descubrimiento, Ed. Editoriales andaluzas unidas, Sevilla, 1985. - GARCÍA CÁRCEL, R. 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