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PN Folleto y diario para pacientes Conocer la HPN El Nurses Group of the European Society for Blood and Marrow Transplantation (EBMT NG) quiere expresar su agradecimiento a las siguientes personas por la revisión crítica de este folleto y las aportaciones realizadas: — Paola Arnaboldi, Italia — Louise Arnold, Reino Unido — Aleksandra Babic, Italia — Britta Höchsmann, Alemania — Joanna Large, Reino Unido — Sarah Liptrott, Italia — Siglinde Schmid, Alemania Los colaboradores quieren hacer extensivo su agradecimiento a Lars Ritzal (Alemania), por su valiosa aportación a este folleto desde la perspectiva de un paciente con HPN. Este folleto se ha diseñado para pacientes con hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) y para sus cuidadores, familiares y amigos. Contiene información acerca de la HPN, con sus causas, síntomas y opciones de tratamiento, además de consejos sobre el estilo de vida para facilitar el día a día. El diario de síntomas que se encuentra al final del folleto pueden usarlo personas con diagnóstico de HPN para tener un registro de sus síntomas y anotar cómo se encuentran con el tratamiento. Comentar las anotaciones del diario en cada visita ayudará al médico y a otros miembros del equipo sanitario a hacer un seguimiento de los síntomas y los cambios, y servirá para determinar si es necesario modificar el tratamiento. Nota introductoria Los términos subrayados se definen en el Glosario que se incluye al final del folleto. Índice Conocer la hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) Páginas 7-10 ¿A quién afecta la HPN? Página 11 ¿Qué causa la HPN? Páginas 12-14 ¿Cuáles son los signos y síntomas de la HPN? Saber de otro paciente con HPN Páginas 15-18 Páginas 33-36 ¿Cómo afecta la HPN a la calidad de vida? Diario de síntomas del paciente Páginas 19-20 Páginas 37-42 ¿Cómo se diagnostica y vigila la HPN? ¿Dónde puedo obtener más información? Páginas 21-22 Página 43 ¿Cómo se trata la HPN? Páginas 23-24 Vivir con HPN Páginas 25-30 Hablar de la HPN Páginas 31-32 Glosario Páginas 45-46 ¿Qué es la HPN? Apartado 1. Conocer la hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) 7 La HPN es una enfermedad muy rara y compleja. Las personas con HPN pueden presentar diversos síntomas. Algunas prácticamente no presentan ninguno, mientras que otras pueden tener síntomas y complicaciones diversos. Apartado 1. Conocer la hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) La HPN ha recibido este nombre por diversas manifestaciones esenciales de la enfermedad. En la siguiente figura se explican los términos médicos incluidos en el nombre: Hemoglobinuria significa presencia de hemoglobina en la orina. En la HPN, en la que se destruyen glóbulos rojos, se puede liberar hemoglobina en la orina, lo que da a la orina un color oscuro. Sin embargo, solo una de cada cuatro personas presenta este síntoma en el momento de recibir el diagnóstico de HPN y es posible que otras nunca lo presenten. Paroxística significa que se produce de forma episódica. La HPN es realmente una enfermedad en la que la destrucción de células sanguíneas es continua, se produce en todo momento. Sin embargo, a veces, puede aumentar la velocidad de la destrucción, con un empeoramiento de los síntomas. Nocturna significa que se produce por la noche. La orina oscura (hemoglobinuria) que se puede producir en la HPN tiende a percibirse más por la mañana, por lo que al principio se pensaba que la destrucción de glóbulos rojos se producía durante la noche. Ahora sabemos que también se produce durante el día. Ahora que se conoce mejor la HPN, sabemos que su nombre no describe las experiencias de todos los pacientes ni refleja totalmente la naturaleza de la enfermedad. 8 Acerca de la sangre 9 La sangre circula constantemente por todo el cuerpo gracias a la acción de bombeo del corazón, suministrando nutrientes a las células y eliminando materiales de desecho. Aproximadamente la mitad de la sangre de nuestro cuerpo está formada por un líquido llamado plasma; las células forman la otra mitad. Apartado 1. Conocer la hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) Las células sanguíneas son células que se producen en la médula ósea y se dividen en tres tipos: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. (eritrocitos) hacen circular oxígeno por el cuerpo. Contienen hemoglobina, también conocida como Hb, que es la que les da su color rojo Apartado 1. Conocer la hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) Los glóbulos rojos Los glóbulos blancos (leucocitos) tienen un papel importante en las respuestas inflamatorias e inmunitarias 10 Las plaquetas (trombocitos) intervienen en las fases iniciales de la coagulación de la sangre y detienen la hemorragia Los trastornos de la sangre son enfermedades que alteran el funcionamiento normal de la sangre y pueden ser graves. Pueden afectar a uno o más componentes de la sangre y pueden ser agudos (significa que se producen súbitamente y duran poco tiempo) o crónicos (significa que se desarrollan lentamente o duran mucho tiempo). La HPN es un trastorno crónico, pero los pacientes pueden tener episodios agudos. ¿A quién afecta la HPN? La HPN es una enfermedad muy rara; solo afecta a unas 16 personas por millón y se diagnostican solo 1,3 casos nuevos por millón de personas cada año. Es una enfermedad genética adquirida, lo que significa que no es un trastorno hereditario y los padres no pueden transmitirla a sus hijos. No es contagiosa. La HPN afecta por igual a hombres y mujeres y, aunque se puede producir en cualquier grupo de edad (también en niños), se diagnostica con mayor frecuencia en personas de 30 a 35 años, a menudo después de presentar síntomas leves que se pueden desarrollar y empeorar durante un largo período de tiempo. Apartado 2. ¿A quién afecta la HPN? 11 La HPN a menudo se asocia a enfermedades que pueden hacer que la médula ósea no funcione normalmente, como la anemia aplásica (AA). Las personas con síndromes de insuficiencia medular tienen más probabilidades de desarrollar HPN. Apartado 3: ¿Qué causa la HPN? ¿Qué causa la HPN? El sistema del complemento es una parte del sistema de defensa inmunitaria del cuerpo, que actúa para atacar y destruir bacterias, virus y células anómalas. Las células sanguíneas normales tienen proteínas protectoras en su superficie, que están allí para defender a las células frente al ataque del sistema del complemento. Estas proteínas se acoplan a la superficie celular por un grupo diferente de proteínas (proteínas de anclaje al GPI) producidas por el gen PIG-A. En la HPN, un cambio (mutación) en el gen PIG-A en las células progenitoras de la médula ósea habitualmente significa que algunas células sanguíneas tienen menos (o una ausencia completa) proteínas de anclaje al GPI en su superficie. Esto, a su vez, significa que tienen menos proteínas protectoras (o ninguna) acopladas y, por tanto, no pueden protegerse frente al sistema del complemento. La mutación del gen PIG-A puede afectar a los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. El sistema del complemento descompone fácilmente los glóbulos rojos afectados (un proceso llamado hemólisis), mientras que el sistema del complemento activa los glóbulos blancos y las plaquetas afectados. El grado de afectación de cada tipo de célula es variable y se describe como tipo I, tipo II y tipo III, tal y como se ilustra en la figura siguiente. No se sabe exactamente por qué se produce la mutación del gen PIG-A, aunque existe una relación con otras formas de insuficiencia medular, como la AA o el síndrome mielodisplásico (SMD). Sin embargo, esta relación no se observa en todos los pacientes y algunos pueden tener HPN sin ninguna otra forma de insuficiencia medular o «HPN clásica» como se describe a veces. Tipos de célula afectada por HPN 12 Las células sanguíneas de las personas con HPN se dividen en tres tipos: Célula progenitora Célula progenitora afectada Célula progenitora normal (tipo I) por HPN (tipo II) afectada por HPN (tipo III) Las células I de HPN (también Las células II de HPN (también Las células III de HPN (también conocidas como células de tipo I) conocidas como células de tipo II) conocidas como células de tipo III) son células sanguíneas normales han perdido algunas de las proteínas han perdido todas las proteínas que tienen las proteínas en su protectoras de su superficie y, por protectoras de su superficie y, superficie para protegerlas frente tanto, son parcialmente vulnerables por tanto, son fácilmente destruidas a la destrucción o activación por a la destrucción o activación por o activadas por el sistema del el sistema del complemento. el sistema del complemento. complemento. Los médicos usan un tipo de prueba llamada citometría de flujo para medir los porcentajes de los diferentes tipos de células sanguíneas. Encontrará información adicional sobre la citometría de flujo en el apartado 6: ¿Cómo se diagnostica y vigila la HPN? Tamaño del clon HPN Apartado 3: ¿Qué causa la HPN? 13 El llamado tamaño del clon HPN se refiere al porcentaje de células afectadas por HPN sin expresión normal de proteínas de anclaje al GPI (células II de HPN y células III de HPN) frente a células normales (células I de HPN). Por ejemplo, una persona con un 60 % de células sanguíneas sin proteínas de anclaje al GPI y un 40 % de células normales tiene un tamaño del clon HPN del 60 %. En general, el médico o el personal de enfermería se referirá al clon de glóbulos blancos o «granulocítico» cuando hablen del tamaño del clon HPN. Esto es porque los glóbulos blancos no son destruidos por el sistema del complemento y, por tanto, son más estables para su medición que los glóbulos rojos, que son vulnerables a su reducción o pueden estar presentes por una transfusión de sangre y, por tanto, no son producidos por la propia médula ósea del paciente. El porcentaje de células de clones HPN puede variar enormemente; algunas personas tienen muy pocas células afectadas por HPN y en otras, casi el 100 % son células afectadas por HPN. Además, el tamaño del clon HPN puede cambiar con el tiempo y debería comprobarse periódicamente porque puede ayudar a conocer mejor la enfermedad. No es infrecuente que el tamaño del clon HPN aumente después del tratamiento (por ejemplo, con fármacos como globulina antilinfocítica [GAL] o globulina antitimocítica [GAT]). La HPN es una enfermedad en la que se destruyen glóbulos rojos de tipo II y III afectados por HPNy se activan glóbulos blancos y plaquetas de tipo II y III de HPN porque carecen de proteínas protectoras en su superficie. Apartado 3: ¿Qué causa la HPN? Insuficiencia medular Se desconoce el motivo exacto por el que algunas personas desarrollan HPN; sin embargo, la HPN a menudo se produce junto con otras enfermedades que hacen que la médula ósea sea menos eficaz para producir nuevas células sanguíneas, tales como la AA y el SMD. Actualmente, se sabe poco de las causas de la insuficiencia medular subyacente a la HPN. Sin embargo, es importante señalar que la insuficiencia medular se puede desarrollar a lo largo del tiempo y algunos pacientes aún pueden desarrollar una HPN después de haberse curado de una insuficiencia medular. Por tanto, es importante realizar un seguimiento de los cambios en el hemograma o de los síntomas para vigilar la función de la médula ósea. Relación entre insuficiencia medular y HPN 14 IM IM-HPN HPN ¿Cuáles son los signos y síntomas de la HPN? 15 Los signos y síntomas de la HPN son variados y algunas personas se encontrarán bien a pesar de tener HPN, mientras que otras pueden encontrarse muy mal, con complicaciones que pueden ser potencialmente mortales. Con frecuencia, pasan años antes de que se diagnostique la HPN porque se manifiesta de forma diferente en cada persona , con síntomas variables asociados habitualmente a otras enfermedades. Apartado 4. ¿Cuáles son los signos y síntomas de la HPN? Es muy difícil pronosticar cómo afectará la HPN a diferentes personas y cómo puede cambiar la enfermedad a lo largo del tiempo. A las personas con una enfermedad de la médula ósea, como AA, se les puede diagnosticar HPN en una prueba de detección rutinaria de la HPN, aunque no tengan síntomas de HPN. 01 — Trombosis 02 — Hemólisis 03 — Anemia 04 — Cansancio 05 — Hipertensión pulmonar (HTP) y disnea 06 —Hipertensión arterial (HTA) 07 — Ictericia 08 — Cálculos biliares 09 — Dolor abdominal y dificultad para deglutir 10 —Disfunción renal y nefropatía crónica 11 — Disfunción eréctil Los siguientes síntomas se pueden producir por todo el cuerpo 01 04 Apartado 4: ¿Cuáles son los signos y síntomas de la HPN? A continuación se exponen los signos y síntomas que puede presentar una persona con HPN. Es importante recordar que algunas personas pueden tener muy pocos problemas y no presentar todos estos signos y síntomas. En la página siguiente se ofrece más información sobre estos signos y síntomas y otras consecuencias de la HPN. 02 03 06 09 05 16 07 08 09 11 10 Trombosis La trombosis es la formación de coágulos de sangre en el interior de los vasos sanguíneos. Normalmente, la sangre puede formar coágulos en situaciones de daño, como sucede en caso de producirse una lesión. Sin embargo, en la HPN, la sangre forma coágulos con facilidad. Es una situación grave porque los coágulos de sangre pueden obstruir los vasos sanguíneos e impedir que llegue oxígeno a los tejidos del cuerpo. La obstrucción de una vena o arteria por un coágulo de sangre procedente de otro lugar se denomina tromboembolia. Puede ser muy grave o incluso mortal según la localización del vaso sanguíneo bloqueado y puede producir un ataque al corazón, un ictus o dañar órganos. La HPN también puede causar trombosis en venas no habituales como las venas hepáticas que drenan el hígado (síndrome de Budd-Chiari). La tromboembolia es la principal causa de muerte en personas con HPN. Hemólisis Apartado 4: ¿Cuáles son los signos y síntomas de la HPN? 17 La hemólisis es la destrucción de glóbulos rojos, por la que se libera hemoglobina en el plasma y causa síntomas como orina oscura y anemia. En la hemólisis grave, la destrucción de glóbulos rojos causa una liberación más rápida de hemoglobina a la circulación sanguínea y puede provocar cansancio excesivo, falta de aliento y frecuencia cardíaca más rápida. La hemoglobina libre también se une al óxido nítrico, creando una falta de óxido nítrico en la sangre, que provoca espasmos en ciertos músculos del cuerpo, como el abdomen y el esófago (que conecta la boca con el estómago), causando mucho dolor y un riesgo mayor de tromboembolia. El mismo proceso puede provocar dificultad para deglutir o disfunción eréctil. Anemia La anemia se define como un descenso de la cantidad de glóbulos rojos en la sangre. Las cifras bajas de glóbulos rojos pueden deberse a una reducción de la producción de glóbulos rojos por una función deficiente de la médula ósea o a una mayor destrucción de glóbulos rojos (hemólisis). Una de las principales características de la HPN es la anemia hemolítica. Las personas con anemia pueden presentar cansancio (fatiga), falta de aliento, especialmente con el esfuerzo (p. ej., al subir una escalera) o al relajarse, palidez (piel de color pálido), palpitaciones (notar los latidos cardíacos), mareo o desmayos. El nivel de hemoglobina de una persona podría no reflejar el nivel de cansancio o afectación de la calidad de vida que sufre. Cansancio El cansancio es un síntoma de anemia, pero también se puede producir con independencia de la anemia. En la HPN, el cansancio que manifiesta una persona a menudo es mucho peor del que se esperaría en personas con otros tipos de anemia. Una explicación podrían ser los niveles reducidos de óxido nítrico. El cansancio excesivo puede ser debilitante, y afectar a la vida laboral y familiar y a la capacidad para realizar actividades cotidianas. Es posible que las personas con HPN tengan que adaptar sus vidas y actividades por el cansancio. A veces, un cansancio excesivo se podría diagnosticar erróneamente como depresión. Hipertensión pulmonar (HTP) y disnea La hipertensión pulmonar (HTP) es un trastorno en el que la presión sanguínea de las arterias de los pulmones es anormalmente alta. Casi la mitad de las personas con HPN presenta signos de HTP. Dado que la HTP afecta a los pulmones, la falta de aliento y la dificultad respiratoria (disnea) son síntomas habituales de este trastorno, que también pueden añadir una carga adicional al corazón. El cansancio acusado y la disnea intensa son dos síntomas de la HPN que concuerdan con la HTP. La HTP también se asocia a un riesgo mayor de otros problemas de salud graves, como episodios trombóticos (ET) y, de no tratarse, puede ser una enfermedad muy grave. La hipertensión arterial (significa presión arterial alta) es una dolencia en la que la presión sanguínea de las arterias está elevada. Algunos pacientes manifiestan dolor de cabeza, mareo, vértigo (cuando una persona nota que se está moviendo o girando cuando no lo está), acúfenos (percibir sonidos en ausencia de un sonido externo correspondiente) o alteración de la visión. Habitualmente, la hipertensión no causa síntomas al inicio, pero de persistir en el tiempo, es un factor de riesgo importante de cardiopatía hipertensiva, arteriopatía coronaria, ictus, aneurisma aórtico, arteriopatía periférica y nefropatía crónica. Ictericia La bilirrubina es el pigmento amarillo liberado por la descomposición de los glóbulos rojos y este pigmento puede causar ictericia (coloración amarilla de los ojos o la piel) en caso de hemólisis (destrucción de glóbulos rojos) significativa. La ictericia también puede ir acompañada de picor en la piel. Cálculos biliares Los cálculos son depósitos endurecidos de líquidos digestivos que se pueden formar en la vesícula biliar, un órgano que procesa bilis en el intestino. Si los cálculos bloquean el colédoco (vía biliar), pueden provocar un dolor súbito e intenso en el abdomen, náuseas, dolor en la espalda entre los omóplatos o dolor en el hombro derecho. Los pacientes con HPN también pueden desarrollar «arenilla» en la vesícula biliar, que puede producir síntomas similares a los cálculos. Los médicos podrían recomendar la extirpación de la vesícula biliar para aliviar los síntomas de los cálculos y la arenilla biliares. Dolor abdominal y dificultad para deglutir Los pacientes con HPN pueden sufrir un dolor continuo o episódico en el estómago y en la región abdominal, además de dificultad y dolor al deglutir. Este dolor puede ser leve o muy intenso y puede requerir tratamiento. El dolor también se puede producir en la zona lumbar y causar dolor de cabeza. Apartado 4: ¿Cuáles son los signos y síntomas de la HPN? Hipertensión arterial (HTA) Disfunción renal y nefropatía crónica Los riñones son órganos importantes con funciones básicas en el cuerpo humano, una de las cuales es eliminar los productos de desecho de la sangre. Una de las complicaciones identificadas de la HPN es una disminución de la función renal y un porcentaje significativo de personas con HPN presenta nefropatía crónica. Se cree que la hemólisis crónica es una causa primordial de cicatrización renal que, a su vez, puede alterar la función renal y producir una insuficiencia renal, una de las principales causas de muerte en la HPN después de una tromboembolia. Disfunción eréctil Los hombres con HPN pueden presentar problemas para tener o mantener erecciones. Esto se produce porque la hemoglobina libre liberada en la sangre durante la hemólisis se une al óxido nítrico, reduciendo sus niveles en la circulación sanguínea. A su vez, esto provoca una contracción de los vasos sanguíneos del pene, lo que ocasiona una restricción del flujo sanguíneo en el pene que impide que se produzca o mantenga una erección. Los hombres que presentan disfunción eréctil deben hablar con su médico porque se dispone de tratamientos. 18 ¿Cómo afecta la HPN a la calidad de vida? 19 Riesgo de trombosis Efectos psicológicos La hemólisis crónica, que comporta un riesgo mayor de trombosis, es el mecanismo central subyacente a las enfermedades concomitantes y la mortalidad asociadas a la HPN. Con los tratamientos actuales, se ha constatado que las personas con HPN tienen una reducción significativa de ET y se puede prever una esperanza de vida próxima a la normal. Para tener una buena calidad de vida es básico mantener el bienestar mental. El diagnóstico de HPN es una experiencia que cambia la vida y algunos pacientes se pueden beneficiar del apoyo psicológico profesional al aprender a adaptarse a su enfermedad. Además, a las personas con HPN les puede resultar útil tener apoyo y compartir experiencias con otras personas con HPN. Llevar una vida lo más normal posible, que incluye adaptar las actividades físicas, a menudo puede ayudar a la salud psicológica de los pacientes. Impacto de los síntomas Apartado 5: ¿Cómo afecta la HPN a la calidad de vida? Debido a la hemólisis constante que se puede producir en la HPN, las personas afectadas pueden sufrir diversos síntomas que pueden alterar su calidad de vida, por ejemplo, fatiga (cansancio/agotamiento), dolor abdominal (en el estómago), dolor de cabeza, falta de aliento, disfagia (dificultad al deglutir) y disfunción eréctil. Mejorar la calidad de vida Los síntomas que experimentan las personas con HPN pueden ser debilitantes y afectar significativamente a sus vidas. Sin embargo, recientes avances en medicina han brindado opciones para el control y el tratamiento de la HPN que pueden tener un impacto significativo en la supervivencia y la calidad de vida. Apartado 5: ¿Cómo afecta la HPN a la calidad de vida? 20 Se puede obtener información adicional sobre cómo controlar los síntomas y los efectos del tratamiento de la HPN y cómo facilitar el día a día en el apartado 8: Vivir con HPN. ¿Cómo se diagnostica y vigila la HPN? Se sabe que se tarda mucho tiempo en diagnosticar la HPN, a veces incluso meses o años. Esto puede deberse a diversos motivos: ¿En quién se deben realizar pruebas de detección de HPN? — Sus signos y síntomas varían enormemente de un paciente a otro. Se deben realizar pruebas de detección de HPN en personas que presenten alguno de los siguientes signos: — Sus signos y síntomas se producen en muchas enfermedades. — Trombosis no explicada — Es muy rara y es posible que no sea la primera enfermedad en la que piensa el médico. — Trombosis en lugares no habituales, acompañada de hemólisis, como síndrome de Budd-Chiari — Insuficiencia medular, como AA o SMD — Anemia hemolítica con prueba de Coombs negativa 21 — Hemólisis asociada a anemia, cansancio, distonía del músculo liso (disfagia, dolor abdominal, disnea, disfunción eréctil), dolor visceral no explicado o hemoglobinuria Apartado 6: ¿Cómo se diagnostica y vigila la HPN? Por la naturaleza progresiva y potencialmente mortal de la HPN, es realmente importante vigilar a estos grupos: el tamaño del clon en algunas personas puede aumentar rápidamente durante un período de varios meses, incluso en aquellos con un número pequeño de células afectadas. Sin embargo, el tamaño del clon no siempre afecta al comportamiento de la enfermedad y, en consecuencia, se debe vigilar a cada paciente. Citometría de flujo para diagnosticar la HPN La citometría de flujo mide el tamaño del clon HPN utilizando una pequeña muestra de sangre obtenida del brazo de la persona. Examina células sanguíneas individuales para ver si tienen proteínas de anclaje al GPI en su superficie, que pueden protegerlas frente al sistema inmunitario. Si se encuentran estas proteínas, la célula sanguínea es normal (célula de tipo I), mientras que si su presencia es parcial o su ausencia es total, la célula es una célula de tipo II de HPN o de tipo III de HPN, respectivamente. Otras pruebas Otras pruebas también pueden aportar información sobre cómo afecta la HPN a una persona: Hemograma Las cifras de todos los tipos de células sanguíneas. Cifras de glóbulos blancos Muestra el grado de funcionamiento de la médula ósea al indicar si produce cifras normales de glóbulos blancos. Cifras de plaquetas Igual que las cifras de glóbulos blancos, las de plaquetas indican el grado de funcionamiento de la médula ósea. Nivel de lactato-deshidrogenasa (LDH) La LDH es una enzima abundante en los glóbulos rojos. En la HPN, se libera LDH a la circulación sanguínea cuando se destruyen los glóbulos rojos y, por tanto, su medición indica el nivel de destrucción de glóbulos rojos. Niveles de hemoglobina y cifras de reticulocitos/glóbulos rojos El nivel de hemoglobina se utiliza a veces para indicar el nivel de destrucción de glóbulos rojos; sin embargo, el nivel de LDH es más exacto y es una medida que se utiliza con mayor frecuencia. Las cifras de reticulocitos se utilizan para mostrar si la médula ósea produce más glóbulos rojos de lo normal. Apartado 6: ¿Cómo se diagnostica y vigila la HPN? La prueba de mayor calidad para diagnosticar y vigilar la HPN es la citometría de flujo de alta sensibilidad. Pruebas de la función renal Dado que la HPN puede causar problemas renales, se deben realizar análisis de sangre a las personas con HPN para comprobar su función renal. Nivel de bilirrubina La bilirrubina es un producto de desecho de la descomposición de los glóbulos rojos. Los niveles de bilirrubina pueden estar elevados en la HPN por la mayor destrucción de glóbulos rojos. Prueba de ferritina sérica La ferritina es una proteína que almacena hierro en el interior de las células. En la HPN, los niveles de ferritina pueden ser inferiores a lo normal por la pérdida crónica de hierro en la orina que se produce como consecuencia de la hemólisis. Los niveles de ferritina también pueden ser más altos de lo normal en pacientes con HPN si se utiliza un tratamiento para reducir significativamente la hemólisis y, por tanto, la pérdida de hierro. Médula ósea, biopsia y aspiración La obtención de una muestra de tejido o líquido de la médula ósea permite examinar las células de la médula ósea para conocer su nivel de funcionamiento. Esta técnica también se puede usar para vigilar si los pacientes con HPN han desarrollado AA, SMD o leucemia. ¿Cómo se vigila la HPN? Los médicos vigilarán de forma estrecha los signos y síntomas de HPN y los análisis de sangre a lo largo del tiempo. Los diarios de síntomas pueden ayudar al paciente a hacer un seguimiento del grado de afectación por la HPN en diferentes momentos. Son útiles para que los pacientes hablen con su médico o el personal de enfermería. Al final de este folleto se encuentra un diario y un rastreador de síntomas para facilitar su seguimiento; se puede compartir con el médico o el personal de enfermería durante las visitas. 22 ¿Cómo se trata la HPN? Las personas con HPN deben hablar de las posibles opciones de tratamiento con su equipo médico y decidir la mejor estrategia para cada caso y circunstancias individuales. En la página opuesta se ofrece una lista de los tratamientos que se pueden usar para tratar la HPN. 23 Apartado 7: ¿Cómo se trata la HPN? La mayoría de tratamientos disponibles actualmente son tratamientos de soporte. Esto significa que ayudan a resolver los síntomas o tratar complicaciones específicas, pero no curan la HPN. Es importante recordar que algunas personas con HPN no necesitarán ningún tratamiento, sino que será suficiente vigilar HPN a lo largo del tiempo por si se produce algún cambio en su situación. En casos individuales, se ha descrito la desaparición de la HPN por sí sola, un proceso que se llama remisión espontánea. La sangre obtenida de donantes voluntarios se puede administrar a pacientes con HPN para aumentar sus niveles de glóbulos rojos y mejorar los síntomas de anemia que presentan. Las transfusiones de sangre no curan la HPN y es posible que tengan que repetirse a intervalos regulares de tiempo. Suplementos de vitaminas y minerales Pueden administrarse suplementosde vitaminas y minerales, como hierro, vitamina B12 y ácido fólico, porque el cuerpo los necesita para producir nuevos glóbulos rojos. Anticoagulantes Los anticoagulantes, como por ejemplo heparina de bajo peso molecular y warfarina, son fármacos que diluyen la sangre para intentar impedir que se formen coágulos. La warfarina es un ejemplo de un medicamento utilizado con frecuencia en personas con HPN. El uso de anticoagulantes puede ser arriesgado y, por tanto, se utilizan solo en pacientes con HPN que tienen determinados factores de riesgo. Eritropoyetina Se administrará eritropoyetina a algunas personas con HPN; es un factor de crecimiento que estimula la médula ósea para producir glóbulos rojos. Puede reducir la necesidad de transfusiones de sangre y dar más energía a las personas; sin embargo, en algunos casos puede empeorar los síntomas y, por lo tanto, no se utiliza habitualmente. Inhibición del complemento Los inhibidores del complemento, como eculizumab (también conocido como Soliris), son medicamentos que se unen a componentes específicos del sistema del complemento y los inhiben. Funcionan específicamente en personas con HPN porque pueden impedir que el sistema del complemento destruya glóbulos rojos. Eculizumab es un fármaco intravenoso que se introduce en una vena y se administra cada dos semanas. De estar indicado, lo debe recetar un médico con experiencia en el tratamiento y el control de la HPN. Pertenece a un grupo de medicamentos llamados anticuerpos monoclonales; sin embargo, a diferencia de otros fármacos de esta familia, es «inerte» y las reacciones al fármaco son raras. Es una medicación a largo plazo y, en algunos países, lo administra personal de enfermería cualificado en los domicilios de los pacientes. Apartado 7: ¿Cómo se trata la HPN? Transfusiones de sangre Trasplante de médula ósea (TMO) alogénico Un TMO alogénico es el proceso de sustituir las propias células de la médula ósea de una persona (que produce células sanguíneas afectadas por HPN) por células sanas de médula ósea de un donante. El TMO alogénico habitualmente requiere que el paciente se someta a un periodo de acondicionamiento para destruir las células enfermas de la médula ósea, que utiliza combinaciones de quimioterapia o radioterapia y puede durar varios días según el método utilizado. Actualmente, tras el desarrollo de inhibidores del complemento, es raro tratar la HPN con un TMO y, con frecuencia, el TMO es una opción secundaria a la inhibición del complemento. 24 25 Vivir con HPN ¿Cómo afectan los signos y síntomas de HPN a las personas que la sufren? Los signos y síntomas de la HPN son muy variados. Algunas personas tendrán muy pocos síntomas y se encontrarán lo bastante bien como para llevar una vida normal a pesar de tener HPN, mientras que otros pueden encontrarse muy mal y deben cambiar su rutina diaria. Además, algunos pacientes pueden presentar complicaciones potencialmente mortales. Es muy difícil pronosticar cómo afectará la HPN a diferentes personas y cómo puede cambiar la enfermedad a lo largo del tiempo. Apartado 8: Vivir con HPN Pero existe la ayuda. Los avances en investigación y su conocimiento significan que la HPN no tiene tanto impacto en la calidad de vida y la esperanza de vida como solía tener en el pasado. Apartado 8: Vivir con HPN 26 Vida laboral y familiar Sexualidad y función sexual La vida laboral y familiar puede ser todo un reto incluso encontrándose bien. Intentar hacer frente a los síntomas y las emociones derivados de la HPN puede hacer que aún sea más difícil. Es importante que las personas con HPN racionalicen sus prioridades y piensen en lo que pueden hacer cada día; planificar su tiempo y ahorrar energía para lo que sea más importante. La HPN puede causar problemas para conseguir o mantener una erección en los hombres. Además, el cansancio, la ansiedad y las emociones cambiantes originados por la HPN también pueden tener un efecto en el interés por el sexo. Hable de ello con el equipo sanitario porque pueden ayudarle. El trabajo es importante para la mayoría de personas y los pacientes deben hablar con sus jefes de los retos que les plantea la enfermedad. Es posible que los pacientes que siguen un tratamiento tengan que negociar permisos para poder recibir las infusiones y transfusiones. El equipo sanitario podrá actuar de defensa en estas situaciones. Compañeros, familiares y amigos pueden ser de gran ayuda y apoyo. Hablar abiertamente de los problemas y preocupaciones permite a las personas compartir sus sentimientos y, a menudo, las ayuda a gestionar cuestiones cotidianas antes de que se les vayan de las manos. Emociones Apartado 8: Vivir con HPN 27 Es normal tener sentimientos dispares después de recibir un diagnóstico de HPN. Algunas personas pueden estar tristes, nerviosas o enfadadas, mientras que otras pueden sentirse aliviadas porque por fin tienen un diagnóstico. No hay ninguna manera correcta de sentirse y esta diversidad de emociones puede afectar no solo a la persona a la que han diagnosticado HPN, sino también a las personas a su cuidado. La opción de recibir apoyo psicológico profesional debe tenerse en cuenta pronto. El apoyo puede ser necesario no solo para las personas con diagnóstico de HPN, sino también para sus familiares y amigos. Un diagnóstico de HPN significa una estrecha vigilancia de la enfermedad y del tratamiento, que puede repercutir en las actividades cotidianas y llevar a algunas personas a pensar que han perdido el control de sus vidas. Estar informado sobre la enfermedad y participar en la toma de decisiones puede ayudar a potenciar el sentido de control en una nueva situación. Las emociones pueden afectar a la salud física y también al bienestar mental. Es frecuente que las personas con HPN estén estresadas o nerviosas por su enfermedad y los tratamientos que están recibiendo, que pueden provocar síntomas físicos. A veces puede resultar difícil identificar la causa de estos síntomas físicos. Es un tema delicado del que puede ser difícil hablar. Tener una charla abierta con la pareja puede aliviar la tensión si se explica que la falta de interés por el sexo no significa que se haya producido un cambio en el nivel de afecto por esa persona y la intimidad también se puede expresar al tocarse, cogerse de las manos, besarse o abrazarse. El equipo hospitalario debería facilitar el acceso a consejeros expertos que puedan hablar de sentimientos. Controlar los síntomas y los efectos secundarios del tratamiento Las personas con HPN normalmente serán atendidas por un hematólogo (médico especializado en trastornos de la sangre) y su equipo, que a menudo incluirá personal de enfermería especializado, junto con su médico de cabecera. Cuando las personas presentan complicaciones por su HPN es importante comentarlas cuanto antes porque pueden requerir atención especializada de otros equipos médicos que trabajarán con los hematólogos. Los equipos médicos desearán saber qué síntomas ha presentado una persona y cómo afectan a su vida. A las personas con HPN les puede resultar útil mantener un diario sobre sus experiencias para ayudarles a recordarlos y explicarlos con claridad. Algunos síntomas físicos pueden mejorar con cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta saludable y hacer ejercicio siempre que sea posible. Apartado 8: Vivir con HPN Sueño La ansiedad, las preocupaciones y el miedo ante el futuro también pueden afectar al sueño. Intentar no dormir de día, seguir patrones de sueño regulares y hacer ejercicio suave pueden ayudar a dormir mejor por la noche. Además, también puede ser útil no tomar bebidas que contengan cafeína ni alcohol o darse un baño caliente antes de acostarse. Si conciliar el sueño es un problema, puede resultar útil levantarse e ir a otra habitación o relajarse leyendo o escuchando música. Utilizar técnicas de meditación y relajación también puede ayudar a dormir mejor. 28 Consideraciones y sugerencias del estilo de vida Puede ser difícil vivir con HPN, dada la naturaleza grave y rara de la enfermedad. A continuación indicamos algunas sugerencias para facilitar el día a día: Mantener un diario de síntomas Es importante hablar abiertamente de todos los síntomas en cada encuentro con el equipo sanitario; mecanismos de afrontamiento y adaptaciones del estilo de vida a los síntomas, como el cansancio, pueden enmascarar la gravedad de la enfermedad o el deterioro. Comunicar al médico los medicamentos que se están tomando Es importante que el equipo sanitario tenga información sobre todos los medicamentos de venta con y sin receta, plantas medicinales, además de vitaminas/suplementos nutricionales que esté tomando. Hacer ejercicio físico Es importante hacer ejercicio físico, para el bienestar tanto físico como mental. La actividad física puede ir desde ejercicios pasivos suaves, tareas domésticas sencillas y paseos ligeros hasta actividades más intensas, como ciclismo o correr. Los equipos sanitarios podrán aconsejar sobre programas de ejercicios adecuados para cada persona. 29 Avisar al médico o al personal de enfermería antes de someterse a algún procedimiento invasivo (p. ej., intervenciones dentales, colonoscopia) Si una persona con HPN debe someterse a cirugía, es posible que el médico desee comprobar los niveles de células sanguíneas y ver si necesita soporte adicional para prevenir la trombosis. Podrían recetar un antibiótico antes para evitar una infección. Pedir ayuda Las personas con HPN pueden estar bajo un estrés intenso, físico y mental. Esto significa que es muy frecuente sentirse desbordado por las tareas cotidianas. Por tanto, es importante pedir apoyo a familiares y amigos para aliviar algunas de las presiones adicionales causadas por la HPN. Apartado 8: Vivir con HPN Seguir una dieta saludable y beber agua abundante Comer bien es importante para todos, pero lo es especialmente para personas con enfermedades crónicas. Las personas con HPN deben asegurarse de recibir los nutrientes necesarios, al tiempo que evitan azúcares y productos químicos innecesarios para ayudar a que sus cuerpos funcionen bien. Apartado 8: Vivir con HPN Viajar y seguro Si una persona con HPN desea viajar, debe comentarlo con el equipo especialista en HPN. El seguro de viaje ofrece protección financiera si algo va mal mientras las personas están fuera. Al contratar un seguro, las aseguradoras a menudo piden datos sobre la edad de los viajeros, el destino del viaje y cualquier enfermedad médica preexistente, como HPN. Por tanto, es útil tener preparados estos datos, además de cualquier dato sobre el tratamiento, para la compañía de seguros. Si es posible, asegúrese de que la compañía de seguros tiene un código específico para la HPN. Embarazo En las mujeres con HPN, el embarazo puede ser arriesgado para la madre y el hijo. Las mujeres que tienen HPN y esperan quedarse embarazadas deben hablar con su equipo especialista en HPN para comentar las mejores opciones para reducir el riesgo de complicaciones durante el embarazo. La estrecha comunicación entre el equipo obstétrico y hematológico es clave para la seguridad de madre e hijo. Anticoncepción Para las personas con HPN, los métodos anticonceptivos más seguros son los dispositivos intrauterinos con progesterona o los preservativos. Debe evitarse la píldora anticonceptiva oral combinada porque puede aumentar el riesgo de desarrollar un coágulo de sangre. Los pacientes deben hablar sobre anticonceptivos con el equipo sanitario, que podrá ofrecer más información y consejos. Cirugía La cirugía puede comportar diversos riesgos a las personas con HPN. Puede aumentar la actividad del sistema del complemento, que causa hemólisis. En este contexto, la cirugía puede aumentar el riesgo de coágulos de sangre y causar hemorragias graves en personas con una cifra baja de plaquetas (que puede producirse en la HPN). Las personas con HPN que requieren cirugía deben hablar con el médico especialista en HPN para asegurarse de que se pueden adoptar medidas especiales. Tratamientos complementarios Los tratamientos complementarios son los utilizados junto con los tratamientos médicos tradicionales, como asesoramiento, aromaterapia, masajes, meditación y técnicas de visualización. A menudo se usan para favorecer el bienestar físico y emocional y pueden ayudar a mejorar la calidad de vida, reducir el estrés y la ansiedad, mejorar los patrones de sueño y aliviar algunos síntomas. Los equipos sanitarios podrán asesorar sobre tratamientos que pueden ser seguros y adecuados en situaciones individuales. 30 Hablar de la HPN Preguntas sobre la HPN para el médico/el personal de enfermería Es importante establecer una buena relación entre las personas con HPN y los médicos/ personal de enfermería para tener un control satisfactorio de la enfermedad. A las personas con HPN les puede resultar útil anotar las preguntas que quieren formular a su médico o al personal de enfermería durante las visitas. Un punto de partida útil podría ser preguntar: 31 — ¿Qué es la HPN? — ¿Cuál es la causa subyacente de la HPN? — ¿Cómo se diagnostica la HPN? — ¿¿Cómo se vigila la HPN?/¿qué hay que buscar? — ¿Cómo se tratará la HPN? Apartado 9: Hablar de la HPN Además, es crucial que médicos y el personal de enfermería estén totalmente informados sobre todos los síntomas, aunque no parezcan importantes ni relacionados con la HPN; se debe aportar información sobre cuándo empezaron los síntomas, con qué frecuencia se producen y cuánto empeoran. En el diario y el rastreador de síntomas al final del folleto hay espacio para anotar preguntas y síntomas a lo largo del tiempo. Apartado 9: Hablar de la HPN Comunicarse con familia, amigos y cuidadores Es importante que los familiares y amigos de una persona con HPN entiendan muy bien cómo les puede afectar la enfermedad, ayudarles a entender cómo se puede sentir la persona y cómo pueden ayudar. Con el diagnóstico de HPN pueden aparecer emociones dispares, además de ser un periodo estresante. A veces es difícil hablar con los familiares sobre la HPN; amigos y familia a menudo quieren ayudar, pero no saben cómo iniciar las charlas por temor de molestar a sus seres queridos. Iniciar la conversación puede ayudar a los demás a sentirse más cómodos cuando hablan de sus problemas. Hablar de la enfermedad y del impacto de vivir con HPN en la vida diaria puede ser una forma de compartir sentimientos y preguntas y de dar y recibir apoyo. Puede ser útil especificar de antemano el motivo de preocupación, por ejemplo, «Me preocupa el nivel de hemoglobina», para ayudar a centrar la conversación en los principales problemas. . A veces, puede ser útil hablar con un especialista, que podría ser un miembro del equipo hospitalario, un miembro especializado del personal de enfermería, un psicólogo o alguien de las organizaciones de apoyo indicadas al final del folleto. Hablar con los hijos Cuando un padre tiene HPN, puede ser difícil saber qué decir y qué no decir sobre la enfermedad a sus hijos. Cualquier charla sobre la enfermedad o el tratamiento debe reflejar la edad del niño. A menudo lo mejor es ser franco porque los niños pueden notar cambios en la dinámica familiar y les puede resultar beneficioso entender por qué uno de sus progenitores puede estar más cansado o no puede cuidarle de forma tan activa como es habitual. 32 Saber de otro paciente con HPN Lars es un paciente de Alemania con HPN. Se ha ofrecido amablemente a compartir su historia como una forma de apoyo e información para otros pacientes, familiares, amigos y cuidadores. 33 Nombre: Lars Edad: 29 Procedencia: Stuttgart, Alemania Apartado 10: Saber de otro paciente con HPN Aficiones: Soy una persona activa e intento disfrutar al máximo de las alegrías de la vida. Me encantan varios deportes y las actividades al aire libre, y soy adicto a los viajes. En 2008 sufrí una inflamación autoinmunitaria del hígado (sarcoidosis), que se curó satisfactoriamente con esteroides. Tras recuperarme, los recuentos de la sangre empezaron a disminuir y los médicos me hicieron análisis de sangre y una biopsia de la médula ósea. Me diagnosticaron posible síndrome mielodisplásico de bajo grado, sin ninguna indicación de tratamiento. Después, sufrí hipotiroidismo (tiroides hipoactivo) mal controlado y una inflamación del hígado, lo que afectó mucho a mi calidad de vida. Como estaba harto de ver a médicos y hospitales, decidí seguir mi vida y olvidar mis problemas de salud. Sin embargo, en los años siguientes gradualmente fui perdiendo vitalidad, energía, fuerza y concentración. Luché por continuar mi carrera y mis estudios a tiempo parcial y nadie comprendía qué estaba pasando. Mis familiares y amigos estaban cada vez más preocupados; me decían que estaba demasiado activo y que de vez en cuando debía parar. Estaba pálido, tenía los ojos de color amarillo y siempre estaba cansado. Explíquenos los episodios que desembocaron en el diagnóstico de HPN Durante un período estresante de mi vida sufrí una fuerte crisis hemolítica. Se produjo en torno a Nochevieja de 2013 durante la preparación de un examen importante. De repente tuve un dolor abdominal atroz y náuseas que me obligaron a guardar cama durante días. Mi madre me llevó al hospital, donde los médicos realizaron numerosas pruebas médicas. Para aliviar el dolor de tripa, me recetaron morfina, aunque no me produjo ningún alivio. Apartado 10: Saber de otro paciente con HPN ¿Qué sucedió cuando empezó a manifestar síntomas de HPN? Como último recurso, un médico del hospital provincial sugirió una prueba de detección de HPN, que resultó positiva. Me trataron con esteroides y pude salir del hospital al cabo de unos días, con menos dolor, pero en un estado peor si cabe. En este hospital provincial carecían de experiencia en HPN y, por eso, me enviaron a otro médico de un hospital universitario al cabo de unas semanas. En el hospital universitario me dijeron que la información sobre HPN era limitada y que el futuro no sería fácil para mí. En ese momento me sentí totalmente impotente y solo. Me recetaron anticoagulantes y me redujeron la dosis de esteroides, con lo que inmediatamente reapareció el dolor abdominal. Parecía no existir ningún tratamiento adecuado y los médicos a los que acudí por entonces no me ofrecieron información útil sobre mi enfermedad. En ese momento, la hemólisis había arruinado mi estado físico. Estaba desmoralizado y perdí las ganas de sobrevivir. Empecé a investigar por mi cuenta, lo que comportaba quedarme toda la noche despierto leyendo todo lo que encontraba; llegué a leer tesis y artículos médicos en internet. Al final averigüé que el Hospital Universitario de Ulm es famoso por su especialización en el tratamiento de pacientes con HPN y que existe un fármaco llamado eculizumab (Soliris) que me podría ayudar. 34 ¿Qué tratamiento recibió para la HPN y cómo le afectó? Después de recibir infusiones de eculizumab (Soliris) dejé de estar cansado y pude dejar de tomar los anticoagulantes y los esteroides. Por suerte, no presenté efectos secundarios por el tratamiento y doy gracias por esta mejoría increíble de mi calidad de vida. Inicialmente, la enfermedad no mejoró porque la hemólisis me provocó cálculos biliares. Una vez extirpada la vesícula biliar pude vivir con la HPN sin ningún síntoma. ¿Qué aspectos de la asistencia médica ha encontrado más útiles y qué ha sido lo más frustrante? 35 Para mí, el aspecto más útil de la asistencia médica es que tenemos un sistema sanitario encomiable en Alemania que me ofreció ayuda y tratamiento una vez encontrado el especialista adecuado. Apartado 10: Saber de otro paciente con HPN Sentí una gran frustración cuando me dieron un diagnóstico que para mí fue como una sentencia de muerte, sin recibir ningún tipo de ayuda ni apoyo. No se disponía de información adecuada y los médicos no pudieron ofrecerme la ayuda psicológica necesaria para hacer frente al diagnóstico, sobre todo siendo tan joven. Me hubiera hecho sentir mejor si algunos de los médicos que conocí me hubieran enviado a un centro de tratamiento especializado, en vez de dejarme sufrir con la terapia de «observar y esperar». Hacer frente a una enfermedad rara, potencialmente mortal, cambió mi vida completamente. La enfermedad había durado años antes del diagnóstico. Cuando finalmente me diagnosticaron, fue un momento agridulce, como un alivio y una carga al mismo tiempo. Las emociones me sobrepasaron, con lo que decidí buscar ayuda psicológica profesional, que fue muy importante porque yo solo no era capaz de manejar la nueva situación y adoptar una actitud positiva de cara al futuro. Me di cuenta de que mi familia y amigos estaban muy preocupados porque no me veían bien. Como la HPN no es una enfermedad bien conocida y, visto desde fuera, los pacientes tienen a menudo un aspecto relativamente sano, es difícil que las personas que no la padecen entiendan cómo afecta física y mentalmente a los enfermos. Algunas personas que no tienen la suerte de recibir un diagnóstico precoz pueden presentar depresión porque se supone que están mentalmente enfermos por la ausencia de causas físicas para sus síntomas. Ha sido una lucha mantener una vida normal y ser tomado en serio por la sociedad y los profesionales sanitarios. ¿Qué siente sobre el futuro? Apartado 10: Saber de otro paciente con HPN ¿Cómo le ha afectado la HPN a usted y a sus allegados? Ahora es una bendición haber encontrado a un médico experto y fiable y un tratamiento que me permite llevar una vida casi normal. Gané confianza y miro el futuro con ilusión. Tener una enfermedad crónica como la HPN no es un regalo; sin embargo, si abres la mente y aprendes a aceptar la nueva situación, el proceso puede mostrarte el valor de la vida y de las cosas más pequeñas. Si hoy se encontrara con un paciente al que le acaben de diagnosticar HPN, ¿qué consejos le daría? Si le han diagnosticado HPN hace poco, debe saber que no está solo. Todos los demás pacientes con HPN saben por lo que está pasando y qué siente acerca del nuevo diagnóstico. Debe confiar en que los médicos le ayudarán lo mejor que puedan y debe saber que la investigación y el desarrollo de nuestro trastorno se basan en un alto nivel científico. ¡Le deseo lo mejor y espero mi historia le dé confianza en el futuro! 36 Diario de síntomas del paciente Este diario se ha creado para ayudar a las personas con HPN a mantener un registro de los síntomas o problemas que presentan. También hay sitio para anotar las visitas al hospital y las preguntas que quiera formular al médico o al personal de enfermería. La información del diario puede comentarse con el médico/personal de enfermería en la siguiente visita. El médico/personal de enfermería también puede pedirle que anote información importante sobre su enfermedad. Citas Mantenga el control de las próximas citas en el hospital en la tabla siguiente: Sección 11: Diario de síntomas del paciente 37 Fecha Hora Clínica/hospital Notas Apartado 11: Diario de síntomas del paciente Notas Clínica/hospital Hora Fecha 38 Diario de síntomas Este diario de síntomas se puede usar para hacer un seguimiento de los síntomas que puede presentar entre las visitas al hospital. Dedique unos minutos cada semana a actualizar el diario. Añada notas en el apartado de comentarios del diario para ofrecer detalles adicionales sobre los síntomas que presente. Notas: Apartado 11: Diario de síntomas del paciente 39 Día Cansancio (falta de energía) Semana 1 Semana 2 Semana 3 Semana 4 Semana 5 Semana 1 Semana 2 Semana 3 Semana 4 Semana 5 Semana 1 Semana 2 Semana 3 Semana 4 Semana 5 Lunes Martes Miércoles Apartado 11: Diario de síntomas del paciente Mes Jueves ¿Cómo puntuaría sus síntomas? Viernes Sábado (1 leve y 10 intenso) Domingo Día Dolor abdominal (dolor de estómago) Lunes Martes Miércoles Jueves ¿Cómo puntuaría sus síntomas? Viernes Sábado (1 leve y 10 intenso) Domingo Día Hemoglobinuria (orina oscura) Lunes Martes Miércoles Puntúe de 1 a 5 el color de la orina que ha presentado 1 2 3 4 5 40 Jueves Viernes Sábado Domingo Falta de aliento (dificultad para respirar) Día Semana 1 Semana 2 Semana 3 Semana 4 Semana 5 Semana 1 Semana 2 Semana 3 Semana 4 Semana 5 Lunes Martes Miércoles ¿Cómo puntuaría sus síntomas? (1 leve y 10 intenso) Jueves Viernes Sábado Domingo Dolor de pecho Día Lunes Martes Miércoles ¿Cómo puntuaría sus síntomas? (1 leve y 10 intenso) Jueves Viernes Sábado Domingo Fecha de actualización: octubre de 2015 Elaborado por el Nurses Group of the European Society for Blood and Marrow Transplantation (EBMT NG), este folleto ha sido posible gracias a la financiación recibida de Alexion Pharmaceuticals.