Download RESTAURACIÓN ECOLÓGICA PARTICIPATIVA

Document related concepts

Restauración ecológica wikipedia , lookup

Retroceso y degradación del suelo wikipedia , lookup

Ecología forestal wikipedia , lookup

Servicios del ecosistema wikipedia , lookup

Suelo wikipedia , lookup

Transcript
RESTAURACIÓN ECOLÓGICA PARTICIPATIVA
DOCUMENTO TÉCNICO DE SOPORTE
Por: Germán Camargo Ponce de León
PARTE II. MARCO METODOLÓGICO
1. LINEAMIENTOS PARA EL PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
O LA NECESIDAD
El punto más importante de todo proyecto de restauración ecológica es la
determinación de los objetivos.
Para cada escenario de restauración existe una gama de posibles enfoques, estrategias
y técnicas, cada uno de los cuales puede diferir en costos, tiempos y beneficios.
Es de la mayor trascendencia, establecer con toda claridad y consenso qué se espera
del proceso y qué se espera del estado final:
-
Qué bienes y servicios se espera obtener de la restauración.
Quién va asumir las cargas generadas por las decisiones y quién va a captar los
beneficios ofrecidos por la restauración.
Qué espacio se va a dar a la conservación de los procesos y estructuras naturales
(rehabilitación) y cuál a otras necesidades de uso, ocupación y movilidad de las
personas (recuperación).
Los interesados deben poner sobre la mesa sus visiones y sus expectativas, del tipo
que éstas sean:
-
Paisajísticas: cómo se imaginan que se verá a pequeña y gran escala.
Técnicas: cómo se prevé la intervención, qué medios se van a utilizar y qué
molestias puede generar.
Ambientales: cómo se imaginan que va a transformarse el ecosistema en cada etapa
de la restauración.
Financieras: cuánto se imaginan que va a costar, a rentar y cómo se va a financiar.
Temporales: cuánto se imaginan que va a durar la intervención y la obtención de
los beneficios esperados.
Jurídicas: qué cambios en derechos y obligaciones puede generar el proceso.
Un problema mal planteado o una necesidad mal justificada son los peores puntos de
partida para un proyecto de restauración ecológica. Procesos así se convierten con
toda facilidad en soluciones en busca de problemas. Finalmente, los problemas
imaginarios escapan al campo de la Ecología de la Restauración y se tratan mejor por
otros especialistas.
1
Visión romántica de la restauración
Es poco frecuente que alguien haya escuchado sobre restauración ecológica. Las pocas
veces que esto ocurre, suele suceder que las personas tienen una idea un poco
caricaturesca sobre el tema. Se concibe entonces la restauración como un proceso
bastante rígido y determinístico: unas recetas fijas llevan a un proceso con etapas
ciertas hasta el restablecimiento exacto de un paisaje del pasado (Jurassic Park).
Este es un punto de partida muy equivocado e inconveniente para un proceso de
restauración. La Naturaleza no tiene necesidades ni preferencias, sólo estructuras y
dinámicas. Las personas tenemos necesidades y preferencias. La restauración es un
proceso de toma de decisiones de principio a fin y debe plantearse y conducirse
respetando y aprovechando las formas y dinámicas naturales, al mismo tiempo que se
orienta la sucesión a armonizar las necesidades de conservación con las de uso y
ocupación (ambas planteadas por humanos), bien sea en áreas distintas y
suficientemente extensas (modelo de compartimento) o conciliadas en distintas formas
y matices sobre la misma área a restaurar (modelo de compartimento).
Sin embargo se tiende a partir de asumir consciente o inconscientemente que existe un
deber ser de la Naturaleza, el cual se ubica en un pasado ideal y que la restauración es
una especie de acto de contrición y enmienda que pretende borrar las equivocaciones
humanas y devolvernos a una feliz armonía con la madre tierra.
Dejando de lado la discusión sobre si la historia humana es sólo un dechado de
despropósitos, los planteamientos románticos regresionistas difícilmente pueden
funcionar porque:
-
La restauración se basa en la sucesión ecológica y ésta no es proceso
determinístico, sino un caso típico de sistemas complejos autoorganizativos
(caóticos) que parten y pasan por situaciones, a veces, muy impredecibles
(estocásticas). Esto hace que la restauración no esté tan cerca de la visión lineal de
la ciencia newtoniana: a + b = c. Aquí las influencias sutiles en cualquier instante
pueden ser amplificadas por las retroalimentaciones en el ecosistema, dando lugar
a desarrollos mucho más creativos.
-
En consecuencia, aunque existen patrones generales repetitivos que son los que se
emplean en restauración, las etapas y los estados finales prácticamente no se
repiten jamás, al menos no en sucesiones naturales. Si ocurre en las inducidas
sería un gran azar o algo más o menos forzado.
-
Según el caso, los tensionantes del pasado (con efectos de alteración persistente) o
presentes (tensionantes crónicos) pueden haber generado condiciones ambientales
muy diferenciadas. No sólo diferentes de las del ecosistema primario del pasado,
sino, también, de las condiciones ambientales de las seres primitivas. En la medida
en que dicho cambio sea profundo y persistente, unas etapas y estados finales
fieles al pasado llegarían a ser más artificiales que una plantación de pinos, tanto
como plantar un manglar en una montaña.
-
Los “ecosistemas pasados” de referencia suelen corresponder (aunque no se haga
explícito) a algún momento entre las postrimerías del Pleistoceno y el Holoceno
2
temprano; un período idealizado en el cual el paisaje físico era muy similar al
actual (continentes, montañas y cuerpos de agua estaban más o menos donde hoy
se ven) pero no había llegado aún esa criatura terrible, destructiva y depredadora
que es el Homo sapiens o éste se hallaba aún en un estado tal de gracia, pureza y
candor, que lo libraba de manzanas, serpientes y malas compañías, de modo que
todos éramos algo así como venerables guardianes de la Naturaleza inalterada.
Aparte de que no se ha encontrado evidencia arqueológica alguna de ningún
período en que nuestra huella ecológica halla sido tan sutil, está, además, la
cuestión de los cambios seculares: del Holoceno temprano a acá, han ocurrido
muchos cambios ambientales por dinámicas ajenas a la alteración y la
regeneración y a la proliferación y la perversión industrial de nuestra especie, tales
como cambios climáticos y geológicos lo bastante fuertes como para que ni los
ecosistemas ni sus sucesiones puedan ser lo que fueron. Si a esto se suma el
cambio acumulado por la humanidad (ej: efecto invernadero, destrucción de suelos
cuaternarios), resulta mejor mirar pa’lante: Woodstock no vuelve (y se intenta todo
el tiempo); el Pleistoceno tampoco. Es mejor pasar los acetatos de Oscar Golden a
CDs y dejar que las sucesiones actuales sean lo que han de ser.
-
El potencial biótico también puede haber sufrido cambios profundos: poblaciones
ausentes, flujos genéticos interrumpidos o alterados, nuevas poblaciones
introducidas intencional o accidentalmente, etc. Si cambia el tablero (oferta
ambiental) y cambian los jugadores (potencial biótico), cambia el juego de la
sucesión. En distintos escenarios podrán encontrarse ejemplos más o menos
extensos y frecuentes de sucesiones primitivas (ej: la sere de regeneración de
pequeños claros recientes en una matriz forestal extensa; sucesiones rupestres en
sitios más o menos aislados) junto a sucesiones más alteradas (ej: priseres
arvenses sobre viejos paisajes agrícolas, o ruderales en terrenos bastante
perturbados por excavación y construcción de vías y otras estructuras).
-
Las nuevas condiciones ambientales presentes incluyen, con frecuencia, personas
que, probablemente, no habían fijado aún su domicilio en este ecosistema allá por
el Pleistoceno o el Holoceno temprano. Si además se tiene la mala fortuna de
contar con una sociedad que porfía en alguna medida aparente de democracia,
entonces el Profesor Jurassic tendrá que acordar las condiciones de los
tratamientos, las etapas y los estados meta, con las necesidades de uso y
habitación de los actuales pobladores.
-
Como colofón, la Naturaleza es bastante elástica y creativa por sí misma, de modo
que una posición rígida sobre cómo debería ser o cambiar no tiene fundamento.
René Dubos (19) ejemplifica la relación ideal entre el ser humano y la Naturaleza
con la descripción de cómo un esquimal talla un trozo de marfil; no lo talla en
forma de colmillo de morsa; tampoco le impone su idea de velero de tres mástiles;
más bien va mirando, acariciando y tallando hasta encontrar la figura que emerge
de su necesidad, de sus apreciaciones estéticas, de las vetas y la forma del
material, hasta que una inspiración, una foca, un caribú van brotando suave y
“naturalmente”. Un buen restaurador tiene mucho de artesano: entabla un diálogo
creativo con la Naturaleza, sabe, siente, observa, propone, se deja influenciar por la
sucesión que tiene entre manos y le imprime también las necesidades de
percepción y vivencia del hombre.
3
Visión realista de la restauración
Bajo una óptica más realista (no compartida por ciertos expertos ni por algunos
aficionados que la tildan de cínica), la restauración ecológica se convierte más en una
ingeniería de ecosistemas a la medida y menos en una máquina del tiempo.
Los alcances de la restauración para un proyecto dado resultan de relacionar:
- Qué se puede: potencial de restauración.
- Qué se quiere: demandas de los actores involucrados.
- Cuánto se sabe: conocimiento disponible sobre el ecosistema a manejar y sobre
restauración.
- Con qué se cuenta: otros recursos, v.gr. logísticos, financieros, humanos.
- Para cuándo se quiere: tiempo disponible.
A no ser que ya se cuente con la información suficiente, todo proyecto de restauración
comienza con el estudio de la sucesión ecológica tal y como ésta opera en el área en
cuestión. Según la ponderación del interés científico dentro del proyecto, dicho estudio
puede ser más o menos detallado.
La Evaluación Rápida del Potencial de Restauración Ecológica (ERPRE), es un método
que permite establecer las bases mínimas suficientes para iniciar un proceso de
restauración ecológica. Sin embargo, debe tenerse siempre presente que todo proceso
de restauración implica un diálogo creativo constante con la biota y la gea del lugar,
que exige una aproximación investigativa, experimental, bien fundada en las bases
científicas de la sucesión ecológica y en la observación constante y sensible de la
Naturaleza en desarrollo.
La Evaluación Rápida del Potencial de Restauración Ecológica (ERPRE) parte del
planteamiento de las siguientes preguntas:
-
Cuáles son los distintos ambientes presentes en la cuenca a restaurar y cómo se
ordenan en gradientes espaciales (ecoclinas).
-
Cuál es la historia de perturbación y el régimen presente de tensionantes que
explican el origen y permanencia de los estados alterados de los ecosistemas.
-
Cómo funciona la regeneración natural (estructura, función y composición por
etapas y sere) en cada uno de los ambientes diferenciados.
-
Cuáles son los factores que restringen (tensionantes y limitantes) y favorecen la
restauración (oferta ambiental y potencial biótico).
-
Cuáles son las condiciones y actores claves en la comunidad local para dinamizar
el proceso de restauración (potencial sociodinámico).
4
-
Cuáles serían los objetivos de la restauración a ser acordados con los actores
interesados y a qué atributos del ecosistema apuntan (qué es lo que hay que
reparar).
-
Cuáles son las prioridades y estrategias para la restauración, en función de las
condiciones locales y los objetivos acordados.
A las cuales responde mediante las siguientes actividades:
1.
2.
3.
-
4.
-
Análisis de ecoclinas:
Identificación de factores ambientales diferenciadores: relieve, precipitaciones,
inundaciones, pendientes, litología-suelos, fuegos extensos.
Ubicación de las áreas homogéneas dentro del gradiente regional de: temperatura,
concentración de nutrientes (partículas finas & materia orgánica), humedad
(edáfica & atmosférica).
Mapeo de áreas homogéneas para los factores ambientales diferenciadores.
Historia de perturbación:
Reconstrucción de la historia de poblamiento (causas, actores, cronología, zonas)
Descripción de prácticas pasadas y presentes de manejo del suelo, de la vegetación
y de la fauna.
Identificación de los posibles impactos de las prácticas sobre la oferta ambiental y
el potencial biótico.
Identificación de efectos persistentes.
Análisis del régimen de tensionantes
Identificación de los sistemas de alteridad presentes (ej: fundo colono, minifundio,
finca ganadera, fundo coquero, etc.).
Descripción de prácticas y efectos típicos de cada sistema de alteridad.
Identificación de factores que condicionan el establecimiento y la permanencia de
cada sistema de alteridad.
Localización de los sistemas de alteridad, sus estructuras y prácticas en las áreas
homogéneas.
Descripción de seres:
Identificación de tipos fisonómicos dentro de cada área homogénea.
Descripción florística y estructural de las asociaciones presentes por tipo
fisonómico por área homogénea: dominantes, patrón horizontal, estratificación,
bordes.
Bioindicación de factores limitantes en cada área homogénea.
Bioindicación de tensionantes crónicos en cada área homogénea.
5
5.
6.
7.
Identificación de perturbaciones iniciales y posteriores sobre la sucesión en cada
área homogénea.
Ordenación de seres típicas.
Identificación de posibles etapas faltantes.
Identificación de posibles elementos faltantes en las etapas presentes.
Evaluación de especies dinamogenéticas
Identificación de especies dinamogenéticas.
Clasificación, por ecotipos, de las poblaciones vegetales dinamogenéticas.
Documentación de los atributos vitales de las dinamogenéticas.
Delimitación del rango ambiental (ecofisiológico) de cada dinamogenética en las
ecoclinas.
Delimitación del rango sucesional de cada dinamogenética en las seres.
Evaluación de la oferta ambiental
Identificación y calificación de factores limitantes en cada área homogénea.
Identificación de factores o posiciones de mitigación de los limitantes en cada área
homogénea.
Evaluación de la telescopización en cada área homogénea.
Evaluación del potencial biótico
-
Localización y calificación del potencial biótico autóctono.
Localización y calificación del potencial biótico alóctono.
Evaluación de conectividad.
Evaluación de favorabilidad.
8.
Evaluación y zonificación del potencial de restauración
9.
-
Mapeo de alteración (intensidad, focos, tendencias espaciales).
Mapeo de potencial (Estado + Restricciones = Tendencia).
Mapeo de focos y franjas de alto potencial de restauración y sus posibles
conexiones.
Evaluación del potencial sociodinámico
Inventario de experiencias, conocimientos y destrezas aplicables a la restauración.
Identificación de factores sociales, económicos y culturales de predisposición a la
restauración (negativa o positiva).
Caracterización de las estructuras espaciales y temporales de los sistemas de
alteridad con que la restauración debe armonizarse.
Identificación de necesidades sentidas que la restauración puede ayudar a
responder.
Identificación de puntos de apoyo en las normas locales de ordenamiento territorial.
6
-
Identificación de puntos de sinergia en proyectos de otras instituciones y de
organizaciones locales de base.
10. Definición y ponderación de los objetivos de la restauración
-
Traducción recíproca del diagnóstico (información de los puntos anteriores) y de las
prioridades para la restauración.
Identificación colectiva de las condiciones y elementos de un paisaje deseable
(propuestas).
Visualización colectiva de un paisaje de compromiso (donde las propuestas
diferentes se combinan, se mejoran o se concilian).
Negociación de espacio y tiempo para objetivos institucionales y comunitarios.
Identificación de fuentes, contrapartidas y garantías.
Definición de alcances y flujogramas (programación por requisitos-pasos en vez de
tiempos-resultados).
Formalización de compromisos.
11. Definición de prioridades y estrategias para la restauración
-
Definición del flujograma de restauración para cada área homogénea: orden de
mitigación de limitantes, control de tensionantes e introducción de material.
Definición de estrategias de compartimento (terrenos asignados a la rehabilitación):
cómo, dónde, con quién.
Definición de estrategias de compromiso (microordenamiento para corredores y
estribones en espacios de uso, mejoramiento de prácticas de manejo): cómo, dónde,
con quién.
Definición de acciones de control de tensionantes.
Definición de acciones de mejoramiento de suelos.
Definición de acciones de conservación de aguas.
Definición de acciones de manejo de vegetación.
Definición de acciones de otras estrategias.
12. Evaluación de la logística para la restauración
-
Disponibilidad y condiciones de tierra para viverismo, parcelas demostrativas y
tratamientos de restauración.
Fuentes y costos de adquisición, transporte o producción de material vegetal.
Evaluación de la oferta técnica y de mano de obra local e institucional y las
necesidades de capacitación.
Disponibilidad de maquinaria y herramientas.
Fuentes y costos de adquisición, transporte o producción de materia orgánica o
abono.
Evaluación de las condiciones de mantenimiento y monitoreo de los tratamientos
una vez establecidos.
Y recoge los resultados en los siguientes productos:
a. Diagnóstico del Potencial de Restauración Ecológica: resultados de los puntos 1 al 8.
7
b. Evaluación del Potencial Sociodinámico: resultados del punto 9.
c. Ante-proyecto de Restauración: resultados de los puntos 11 y 12.
8
2. LINEAMIENTOS PARA LA FORMULACIÓN Y EJECUCIÓN DEL
PROYECTO
2.1.
Estrategia general
Esta estrategia general, puede describirse en los siguientes términos:






Planificación y diseño elásticos: hay que precisar los objetivos y acciones sin
cerrarse a lo que el ecosistema puede inesperadamente ofrecer. Cualquier
desarrollo del ecosistema debe ser detectado y aprovechado en ajustes al diseño y
la planificación.
Controlar los tensionantes: siempre priorizar el control de los tensionantes antes
que la introducción de materiales u organismos. No es muy viable la modificación
de un estado alterado cuando la causa de la alteración sigue operando
crónicamente.
Mitigación estratégica de los limitantes: toda vez que sea posible será preferible
trabajar con especies adaptadas a la oferta ambiental actual. Sin embargo, la
mitigación de factores limitantes puede ser viable si se aplica a los puntos y franjas
que se quieren inducir y se acompaña con las especies que pueden captar
ágilmente dichas mejoras.
Definir una red espacial de restauración: comenzar los tratamientos en los puntos y
franjas con mayor potencial de restauración, formando focos y corredores de
actividad biológica y trabajando en dirección a conectarlos y ampliarlos hasta
atravesar y acordonar los espacios de uso (alteración persistente) y contener y
estrangular los focos con mayores restricciones (áreas difíciles a restaurar).
Adaptar la gente a la Naturaleza y adecuar la Naturaleza a la gente: si bien, copiar
los patrones naturales es útil a la restauración, la Naturaleza es bastante plástica.
También lo es la cultura, hasta cierto punto. La restauración crea paisajes en cierta
medida “nuevos”. Es conveniente ajustar los diseños a los patrones de uso,
movilidad y percepción de las personas que habitarán, producirán y circularán en
medio de ellos. Al mismo tiempo es necesario educar a las personas para que su
forma de usar, moverse y percibir se adapten en alguna medida a las necesidades
de la restauración. Estos requisitos se hacen más importantes en la medida en que
aumenta el nivel de compromiso de la restauración con el uso (recuperación). El
planteamiento abarca, también, los ajustes complementarios entre el diseño de la
restauración y el ordenamiento del suelo a distintas escalas: predio, cuenca o
división político-administrativa.
Priorizar éxitos vistosos antes que necesidades difíciles: no embestir molinos de
viento; es mejor resistirse a la tentación de empezar por restaurar las áreas más
evidentemente degradadas. Esto puede llevar a desperdiciar recursos y perder la fe
propia y ajena en la restauración. Toda situación, por difícil que parezca tiene
9
algún punto bueno; por ahí hay que comenzar y rodear los peores puntos
procurando evitar que se expandan. Es mejor triunfar poco y de a pocos que
fracasar de una vez, sobre todo cuando se requiere mantener el apoyo del prójimo.





Introducción en el ambiente y momento correctos: introducir las especies vegetales
en el orden sucesional y en la posición ambiental que les corresponde, induciendo y
acelerando la sucesión natural.
Interesarse en el paisaje para hacer un paisaje interesante: asegurar la
heterogeneidad espacial, tanto de la base física como de la biota, con el fin de
aumentar la biodiversidad de cada etapa y las posibilidades de seres alternativas
(no poner todos los huevos en la misma canasta). Un modo es aprovechar todos los
accidentes topográficos de modo creativo, ajustando el diseño para sacar partido de
la oferta ambiental diferencial que éstos aportan. La diferencia entre un diseño
creativo y uno aleatorio (tiro de escopeta) es que el primero está leyendo el terreno.
Por supuesto, en la medida en que se disponga de poco conocimiento sobre el
ecosistema y el terreno, los aportes creativos del ecosistema mismo cobran mayor
importancia.
Dejar espacios para que pasen cosas: no tratar de diseñarlo o controlarlo todo. Hay
que dejar espacio y tiempo para que ocurran cosas y se introduzcan nuevos
elementos en el desarrollo espontáneo del sistema. Es conveniente que la
Naturaleza también aporte desde su creatividad caótica. Siempre que no se trate de
perturbaciones masivas, la mayoría de los accidentes pueden ser aprovechados.
Experimentación prudente y moderada: es mucho lo que se puede desarrollar y
aprender por medio de la experimentación en un campo tan nuevo como la
restauración. Sin embargo, una experimentación constante se convierte en
improvisación y en una fuente permanente de perturbaciones para el ecosistema
que está intentando desarrollarse en unas condiciones determinadas, mientras
alguien las cambia todo el tiempo.
Un naturalismo con criterio: el patrón básico para planificar y diseñar una
restauración se encontrará, casi siempre, en la Naturaleza. Sin embargo, hay que
ser prudentes en cuanto a qué preconceptos u observaciones se están empleando
para figurar ese “patrón natural”. Una idea muy estereotipada o sobresimplificada
de la sucesión local puede llevar a pasar por alto la diversidad de formas como el
ecosistema regenera en distintas condiciones ambientales. El error más fácil es
tratar de reconstruir una sere primitiva, tal y como sucedía antes de que se
estableciera el régimen de perturbación más reciente, y copiarla para inducir la
regeneración en un ambiente totalmente distinto por efecto o permanencia de las
alteraciones.
La sucesión no es una tendencia romántica de la Naturaleza a un ideal de pasado; es
el desarrollo del ecosistema en las condiciones que encuentra en cada lugar y en cada
momento.
En principio se intenta recomponer un modelo natural, ajustado a la nueva dinámica
humana del ecosistema. Si el ecosistema eventualmente restaurado difiere del
10
primitivo o de la vegetación señalada inicialmente como potencial, pero tiene todos los
atributos buscados (estabilidad, servicios ambientales, belleza, diversidad, etc.), vale.
2.2.
La Zonificación de Manejo con la perspectiva de la
restauración
La consideración de la conservación como el compuesto de tres grandes campos de
acción: preservación, restauración y uso sostenible, tiene, necesariamente una
incidencia significativa sobre el modo como se define la zonificación de manejo, esto es,
el tratamiento asignado a cada porción del área protegida según sus condiciones.
Bajo la perspectiva de la restauración, el territorio a ordenar y manejar puede ser
representado como un mosaico cambiante de zonas en distintos grados de alteración y
regeneración, tal y como se refleja en una ecuación de conversión de tierras, como la
siguiente:
Áreas alteradas =
Áreas naturales convertidas a usos rurales (deterioradas)
+ Áreas ocupadas por estructuras artificiales
+ Áreas convertidas a otros ecosistemas
+ Áreas degradadas
– Áreas en restauración
Donde cada término está expresado sobre una unidad de tiempo de medición (ej: áreas
alteradas/año)
La lógica de la ecuación implica que la conversión antrópica de áreas naturales,
consiste en la transformación de las mismas en cuatro tipos de espacios:
-
Las convertidas a agroecosistemas de distintos tipos, lo que implica un deterioro de
la diversidad y funcionalidad del ecosistema natural original y su capacidad de
automantenerse y regenerarse. En términos del ecosistema original, puede decirse
que la sucesión está detenida (no regenera en 50 años o menos) en un plazo
durante el cual no se contará con los bienes y servicios que el mismo generaba.
-
Las convertidas a coberturas artificiales: urbanización, infraestructura, industria.
La ecuación asume que tales conversiones son más o menos definitivas en el
sentido de que la regeneración natural a quedado suspendida y dichas áreas son
más demandantes que proveedoras de servicios ambientales.
-
Las convertidas a otros ecosistemas: que básicamente comprenden las áreas de
ecosistemas acuáticos o inundables convertidos en terrestres o viceversa, debido a
la intervención humana, en las cuales se establecen condiciones de estructura,
función y composición correspondientes a un ecosistema terrestre, acuático o
inundable natural o en regeneración activa.
-
Las degradadas, en las cuales no sólo se ha suspendido la regeneración natural (lo
cual implica deterioro) sino que, además, se han destruido las condiciones que
11
permitirían el aprovechamiento económico sostenible o la habitación segura del ser
humano (degradación).
En la ecuación se restan del total de alteradas, para un determinado lapso de tiempo,
las áreas (deterioradas o degradadas) en proceso de restauración, bien se trate de
recuperación para el uso y la habitación o de rehabilitación como áreas naturales a
preservar.
La ecuación establece el equilibrio o tendencia de la conversión de tierras y es
indicativa de la sostenibilidad de la transformación general del territorio, bajo las
siguientes premisas:
1) Las áreas naturales remanentes deben estar en equilibrio cuantitativo (superficie) y
espacial (distribución) en relación con el acumulado de áreas alteradas. Dicho
equilibrio varía según los ecosistemas y demandas ambientales de cada región y
cuenca.
2) La acumulación de áreas degradadas es indicativa de baja sostenibilidad del
modelo de desarrollo en ejecución e implica la pérdida de territorio apto para el
desarrollo de la sociedad en el futuro inmediato.
Como señalan Brown & Lugo (19), la adición de área a las tierras degradadas (que
salen del stock de ocupables-utilizables) implica un doble aumento en la alteración,
pues a las áreas que deben ser transformadas para responder al aumento de la
población y las demanda de recursos naturales, se suman las que se requieren para
reemplazar las áreas perdidas por degradación. En consecuencia, señalan estos
autores, desarrollo sostenible es aquél que no acumula áreas degradadas y que logra
un equilibrio estacionario (entradas Vs. salidas) en donde la alteración es compensada
por la restauración.
En la siguiente gráfica se representa una progresión fisonómica típica de una sucesión
forestal en un ambiente mésico (en ambientes perhúmedos comenzaríamos con árboles
heliófilos) sobre la curva logística de desarrollo del ecosistema según Lugo (19), cuyas
implicaciones fueron antes discutidas (Sección 2.1.4).
12
Sobre las ordenadas se ha representado la progresión sucesional, esto es, el avance en
términos de las tendencias generales de la sucesión ecológica: aumento de la
productividad bruta, la homeostasis, la biomasa, la diferenciación estructural, etc.
Sobre las abcisas se ha representado el tiempo o los recursos invertidos, ya que en una
sucesión natural el desarrollo del ecosistema es función del tiempo para una oferta
ambiental dada, mientras que en una sucesión inducida (restauración) es función del
tiempo y los insumos aplicados (subsidio al ecosistema en términos de protección,
materiales, organismos, etc.).
Puesto que la sucesión es generalmente lenta y vulnerable en sus primeras etapas
(fase heterárquica o de crecimiento lineal), es en estas etapas y rodales donde la
inversión en restauración presenta menor rendimiento y mayores riesgos.
A no ser que el proyecto consista precisamente en restaurar del modo más completo
posible estos focos de degradación, la estrategia más recomendable es la contención de
los bordes para prevenir su expansión, seguida de la recuperación de las áreas
degradadas para reincorporarlas al stock disponible para el uso y la ocupación
sostenibles.
Si se cuenta con zonas en otros estados menos severos de alteración, generalmente no
resultará eficiente intentar una restauración más completa (rehabilitación ecológica)
sobre los más degradados.
Cerca del punto de inflexión de la curva (que en la gráfica coincide con la etapa
arbustiva, lo cual no puede generalizarse) se tienen las etapas de transición a un
desarrollo más acelerado (fase de transición o de crecimiento exponencial). En estas
zonas, los rodales más alterados aún presentan una regeneración lenta (siendo
frecuentes los subclímax que es necesario desestabilizar para inducir la sucesión). En
tales condiciones, una planeación prudente podría apuntar a una rehabilitación
limitada, con bosques secundarios y otras asociaciones subserales como estados
meta.
13
En rodales más avanzados dentro de esta fase de transición, la regeneración es muy
activa. En términos de conservación de la biodiversidad, estos son los fragmentos que
es preciso conectar, ampliar y proteger como fuente de propágulos que sostiene la
dispersión de una gran diversidad de especies.
De hecho, estos estados intermedios – avanzados suelen tener la mayor diversidad
dentro de la sucesión, debido a la combinación de poblaciones propias de los inicios de
la sere (priserales) persistentes, otras de estados primarios o muy avanzados
(tardiserales) que ya empiezan a colonizar y otras características de las etapas medias
(mesoserales) o con un rango sucesional muy amplio (euriserales).
La planificación puede contar con que una sucesión tan vigorosa puede ser llevada a
una rehabilitación total del ecosistema primario. Por la misma razón, son también los
rodales que permiten la reintroducción de especies vegetales propias de las
formaciones primarias, por medio de un enriquecimiento de la sucesión.
Este tipo de vegetación proporciona, además, altos rendimientos en términos de
alimento para la fauna y deposición e integración de materia orgánica al suelo. Por eso,
a la hora de tomar un ecosistema de referencia para la rehabilitación, son estos
rodales los patrones más recomendables. Más incluso que los fragmentos de
ecosistemas primarios (relictos).
Más allá del siguiente punto de inflexión, la composición y la estructura se hacen cada
vez más afines a las de los relictos (del mismo segmento ambiental en la ecoclina; la
comparación con otros relictos sería necia) y el desarrollo del ecosistema se hace
extremadamente lento (fase autárquica o de crecimiento asintótico). En este punto,
invertir en una restauración activa no tiene rendimiento ni sentido. Todo lo que se
necesita es proteger esta regeneración ya bastante consolidada, lo que representa una
restauración pasiva.
Finalmente, los rodales que se han conservado en condiciones aproximadamente
primarias o han sido rehabilitados hasta tal estado, son los núcleos de conservación de
cualquier zonificación, asignados a los tratamientos de preservación más estrictos.
Como se ha dicho anteriormente (Patrones de alteración) la restauración tiene mayores
impactos en los bordes entre franjas de alteración. A manera de ilustración
supongamos que existen dos franjas contiguas una, A más alterada que la otra¸ B.
14
La restauración cobra gran importancia en el borde entre ambas franjas, de dos
maneras:
-
La prioridad de aplicar técnicas de recuperación para prevenir, mitigar, corregir y
compensar los impactos de las presiones de alteración, que son los que facilitan su
expansión.
-
La prioridad de aprovechar y “estirar” el potencial biótico de la franja mejor
conservada, impulsando su regeneración sobre las zonas contiguas al borde.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la lucha contra la alteración mediante
acciones de restauración sobre los bordes cambiantes puede llevar en algunos casos a
promover sucesiones vegetales desviadas. Pero este es un riesgo de todo proceso de
restauración (incluso pasiva), tan frecuentemente detectado que ha llevado a muchos
expertos a recomendar la aceptación de tales desviaciones (siempre que impliquen
ganancias en términos de las tendencias generales de la sucesión) como parte de una
planificación elástica de la restauración, aunque se alejen en alguna medida de los
preconceptos del proyecto sobre la sucesión a promover y la composición y la
fisonomía esperadas.
2.3.
Priorización y estrategias según los tensionantes
En correspondencia con el modelo de tensionantes, arriba citado, Brown & Lugo (1994)
plantean 5 conjuntos de estrategias de restauración:
1. Basadas en la remoción o control de los tensionantes leves (frecuencia de quemas,
sobrepastoreo, tasa de cosecha, erosión moderada).
2. Basadas en la adición de especies (plantas, animales o microorganismos) o
materiales (fertilizantes, materia orgánica, agua).
3. Basadas en la regulación de la tasa de los procesos ecosistémicos, es decir, los flujos
entre los compartimientos (ej : regular la composición y estructura del suelo para
sincronizar liberación edáfica y captación vegetal de los nutrientes ).
15
4. Basadas en la remoción de los tensionantes severos.
5. Basadas en la regulación de las fuentes o entradas de energía.
En la siguiente figura (tomada de los mismos autores) se representan las 5 estrategias
básicas en relación con el modelo de tensionantes del ecosistema.
Estrategias de restauración según tipos de tensionantes.
Las estrategias 1-2 son menos costosas y complejas en comparación con las del grupo
3 ; las 4-5 son generalmente las más complejas y costosas.
Este análisis implica un orden de prioridades en la intervención:
 En primer lugar, es preciso controlar o eliminar los tensionantes leves responsables de
la transformación observada y de su mantenimiento (estrategias tipo 1). No es posible
avanzar en una restauración si se mantiene la cobertura, intensidad y frecuencia de
tensionantes tales como pastoreo, fuego, labranza, tala, entresaca, erosión superficial,
etc. Muchas veces basta sólo mitigar dichos tensionantes para desencadenar la
regeneración; en tales casos resulta evidente que el régimen de perturbaciones era el
factor determinante que mantenía el equilibrio del estado alterado.
 Dado que se logre mitigar o eliminar los tensionantes, se justifica invertir en
suplementar los compartimentos (estrategias tipo 2): revegetalización, refaunación,
enmiendas al suelo, riego, etc.
 Generalmente, las estrategias tipo 3, de control de flujos (control de herbivoría,
reciclaje forzado de la materia orgánica, regulación de liberación de nutrientes, etc.)
16
sólo se aplican como complemento de las de suplementación (acompañando la
revegetalización, las enmiendas, etc.). No obstante, en algunos casos se justifica su
aplicación aislada, cuando se detecta que bastan para superar algún limitante clave
para la regeneración.
 Las estrategias de control de tensionantes severos (estrategias tipo 4) suelen incluir
correcciones geotécnicas e hidráulicas o complejos tratamientos de fitorremediación
para el control de salinización o contaminación persistente de aguas o suelos. A pesar
de su costo o complejidad, el marco normativo, los considerandos sociales y los
requisitos de la conservación pueden lleva a que esto sea lo primero que hay que hacer
en determinadas situaciones. La otra alternativa es restaurar ecosistemas totalmente
distintos a los anteriores, adaptados a los efectos de los tensionantes severos, como
tratamiento de transición o quizás definitivo.
 Las estrategias tipo 5, de adición o manipulación de las fuentes de energía no siempre
resultan obvias, pues se olvida fácilmente que una de las principales entradas de
energía al ecosistema es el flujo del agua a través suyo, encargado de movilizar los
nutrientes, muchos organismos y de impulsar el crecimiento.
Estas estrategias suelen implicar, como las anteriores, proyectos considerables de
ingeniería ambiental. El ejemplo más obvio son las manipulaciones hidráulicas
(embalses, sistemas de riego) para forzar el aumento del balance hídrico de toda una
región. Sin embargo, algunas son más sutiles, como las pequeñas pantallas de anjeo
utilizadas en Chile para forzar la condensación de las nieblas bajas en las zonas secas
costeras y subsidiar el crecimiento de la reforestación. En cualquier caso, estas
estrategias tipo 5 son complementos de las anteriores y deben estar bien justificados
por los limitantes específicos o efectos particulares de la alteración en un caso
determinado.
2.4.
Manejo del agua
Manejar el agua es una forma drástica de manipular la oferta ambiental para inducir y
acelerar la regeneración.
La mayor parte de cómo, dónde y cuándo avanza la sucesión está determinado por la
disponibilidad de agua. Aunque esto parece tan obvio como decir que el agua corre
hacia abajo o que se seca con el sol, algunas implicaciones suelen pasar inadvertidas:
-
Sobre una pendiente el agua se acumula hacia abajo, hacia el pie de la ladera. Es
frecuente observar cómo el material plantado se desarrolla cada vez más
pobremente hacia la parte alta. Hay que tener en cuenta esto al distribuir las
especies según sus necesidades hídricas y al decidir la densidad y patrón de
plantación, que no pueden ser homogéneos de arriba hasta abajo.
-
Si bien un exceso hídrico puede producir anegamientos en pendientes suaves o
erosión en pendientes mayores, la falta de agua definitivamente impide la
restauración. Dependiendo de la textura y pendiente, el suelo debe ser mantenido
con una humedad constante (cercana por debajo a su capacidad de campo),
17
siempre que resulte factible, para favorecer el desarrollo de los organismos del
suelo y de las plantas.
Parece obvio, pero muchos tratamientos geotécnicos se encargan de drenar por
completo un área o evitarle toda entrada por escorrentía, con lo cual se convierten
en eriales secos. Si se va a manipular la escorrentía, es preferible distribuirla en
varios canales y depósitos, más que evacuarla con la mayor eficiencia hidráulica
factible.
-
Cuando los ecosistemas a restaurar presentan, en su estructura, franjas naturales
de inundación, el manejo hidráulico (si se contempla) debe tener en cuenta la
periodicidad y la extensión de las crecientes según las condiciones originales del
lugar o las que se pretende establecer, evitando (en lo posible) que se reduzcan las
zonas inundables.
-
Someter un ecosistema naturalmente árido a un tratamiento de riego continuo no
sólo destruye las condiciones para el restablecimiento de una comunidad biótica
xerófila (si ello tiene algún valor en los objetivos del proyecto) sino que puede
producir alteraciones mayores a las que se pretendía corregir, con la diferencia de
que esta vez se invierte expresamente en lograrlo.
-
Todo cambio hidráulico o hidrológico en un lugar tendrá efectos aguas abajo. Es
preciso procurar que dichos efectos ayuden a hacer la restauración más viable y
más amigable para los vecinos. O al menos evitar que suceda lo contrario.
Pocos tensionantes producen alteraciones tan drásticas como los cambios hidráulicos
(taponamiento de los caños y manglares, canales de saca en los actívales, pérdida del
régimen de inundación por causa de embalses, destrucción de suelos por riego
inapropiado, etc.). Por ende, cuando un proyecto de restauración incorpore manejos
hidráulicos más allá de la pequeña escala, debe aplicar al máximo el principio de
precaución.
2.5.
Manejo del suelo
Manejar el suelo es una forma de manipular la oferta ambiental para inducir y acelerar
la regeneración, que frecuentemente resulta imprescindible, en la medida en que en la
mayoría de los casos la alteración a corregir involucra algún nivel de deterioro del
suelo. Si dicho deterioro es extenso y profundo, las probabilidades de restablecer seres
y estados finales similares a los primarios se reducen significativamente.
El suelo es uno de los compartimentos más complejos y menos estudiados de los
ecosistemas tropicales. Así mismo, suele ser la causa de mucho de lo que
inexplicablemente funciona o no funciona en uno u otro caso de restauración.
Si el proyecto es pequeño, hará falta mucha observación y sensibilidad para resolver
los problemas planteados por el suelo. Si el proyecto es mayor, será difícil prescindir
de un experto en suelos cuando dichos problemas se presenten (o se crea que se están
presentando).
18
Intentar forzar un suelo limitante mediante enmiendas generales (ej: enmienda
orgánica masiva) puede resultar en algunos casos, pero puede ser extremadamente
más costoso que un estudio o asesoría puntual y también puede fallar del todo.
Como principio general, es preciso tener presente que la pedogénesis es un proceso
que avanza en dos direcciones a partir de la superficie inicial: hacia abajo, el suelo se
profundiza por fractura y desintegración de la roca parental, liberando la matriz
cristalina y los nutrientes minerales; hacia arriba, el suelo aumenta su espesor y se
eleva con la deposición de materia orgánica, en especial aquella cuya descomposición
es incompleta, lo que da lugar al humus, esencial para formar el complejo organomineral del suelo.
Por tanto, en restauración es preciso asegurarse de:
-
Que la roca se rompa (en fracciones diversas). Esto no implica despedazar todo
afloramiento rocoso y acabar con sus bellas sucesiones rupestres.
-
Que la materia orgánica se descomponga (en fracciones diversas) y se acumule.
Tampoco se trata de generar composteras por hectáreas, sino suelo.
-
Que la roca desintegrada y la materia orgánica descompuesta se mezclen. En
general, de esto se encargan el desarrollo de las raíces y el excavar de la fauna
edáfica.
En los casos en que los procesos y ritmos naturales no aseguran los resultados y
tiempos necesarios para el proyecto, puede requerirse intervenir alguno de estos tres
puntos.
Con el aumento de espesor y de contenido orgánico en el suelo, se incrementan
también el calor específico y la capacidad para regular el contenido de agua y
nutrientes, así como para amortiguar deficiencias nutricionales y toxicidades.
Por contrapartida, los suelos delgados o pobres en materia orgánica se anegan y se
secan más fácilmente, se calientan y se enfrían con más frecuencia y tienden
fácilmente a excesos químicos de pH y toxicidad.
Algunas pautas claves para el manejo del suelo en restauración incluyen:
-
Hacer análisis de suelos de partida con el fin de tener línea base (para evaluar más
adelante la recuperación del suelo) y para evitar darse cabezazos contra factores
tóxicos o limitantes.
-
Tener en cuenta la litología. Ej: en Colombia son frecuentes los escenarios de
restauración con rocas parentales pobres en fósforo, lo que obliga a pensar en
estrategias de subsidio y enmienda.
19
-
Hacer todo lo posible por retener y acumular humedad, materia orgánica y
partículas finas. Cada pequeño obstáculo a la erosión y la escorrentía es clave para
la acumulación y desarrollo del suelo y del ecosistema sobre él.
-
Para que el suelo se desarrolle es preciso mantenerlo HFP: húmedo (no seco ni
anegado), fresco (libre de excesos de calor o frío) y protegido (cubierto del viento, la
lluvia, la escorrentía y el pisoteo).
-
La disponibilidad de nutrientes no depende sólo de su concentración por área,
también depende de la velocidad y cierre del ciclado dentro del ecosistema. Ej: las
hormigas cortadoras aceleran la formación de suelos forestales al cosechar
tempranamente el follaje joven (rico en nutrientes), picarlo, enterrarlo y
descomponerlo (con ayuda de los hongos simbiontes de sus colonias); esto puede
imitarse con la plantación de especies de alta producción de biomasa barata,
cosecha, procesamiento
-
La aplicación de fertilizantes químicos sólo puede considerarse como estrategia
para vencer limitantes iniciales o tratar deficiencias de oligoelementos (si se quiere
llegar a un ecosistema no adaptado a dichas deficiencias). Su aplicación recurrente
está, en general, contraindicada pues puede generar problemas más difíciles que
los que pretende resolver: salinización, toxicidad, destrucción de la microflora del
suelo y dependencia de la vegetación.
-
Cuando se vaya a hacer una enmienda de un nutriente específico, ésta debe
acompañarse (mismo sitio y momento) con vegetación capaz y suficiente de captar
dicho fertilizante a una tasa comparable con la de su liberación al suelo, de modo
que los elementos químicos introducidos, rápidamente se incorporen a biomasa y
necromasa vegetal, evitando acumulaciones tóxicas o pérdidas por lixiviación. Las
graminoides (pastos, juncos, guaduas, bambúes) son sensacionales trampas de
nutrientes, lo mismo que algunos cultivos y malezas de hoja ancha. Hay que prever
que el vegetal-trampa no se convierta luego en una barrera para el establecimiento
de las sucesoras programadas.
-
El procesamiento de la materia orgánica para retroalimentar el suelo puede hacerse
por varios métodos según la disponibilidad de tiempo, mano de obra y volumen a
tratar: picado, alimentación animal para producción de estiércol, compostaje de
follaje o estiércol, lombricultura, enriquecimiento con nutrientes o con
microorganismos, son algunos ejemplos de cómo consentir la microflora del suelo.
-
La forma de aplicar la materia orgánica es definitiva: debe mantenerse HFP
evitando, ante todo, que sea fácilmente lavada o arrastrada; debe colocarse
siguiendo el diseño de plantación para que las plantas incorporen ágilmente los
nutrientes y abriguen en sus raíces a los microorganismos.
-
Cuando se trate de elevar el contenido de materia orgánica del suelo, es
conveniente seguir una serie de enriquecimiento por etapas: desde materia
orgánica de rápida descomposición y baja estructura, asociada a revegetalización
con especies de ciclo rápido y rápida generación de cobertura y biomasa, pasando a
enmiendas con materia orgánica de descomposición lenta y más rica en estructura,
20
asociada a introducción de especies vegetales de ciclo más lento y con estructuras
más permanentes.
-
A la hora de mantener el suelo abrigado existen muchos medios: desde la poda alta
de los forrajes (en vez de a ras del suelo) y los cultivos asociados con “malezas” o
plantas leñosas cultivadas (agroforestería), hasta la protección con mulch,
hojarasca, biomantos o geotextiles.
-
No se debe olvidar que la mejor vegetación para proteger el suelo son los tipos
herbáceos altos (desde pastos altos hasta guaduas) y los arbustos. Los árboles
brindan poca protección contra la erosión, pues la lluvia cae sobre sus copas y
luego de éstas al suelo y si éste no cuenta con otra protección, se erosiona.
Adicionalmente, debe tenerse cuidado extremo en la introducción de árboles o
cualquier peso adicional (agua, muros, etc.) sobre pendientes con tendencia a
solifluxión o cualquier otro tipo de deslizamiento.
2.6.
Manejo de la vegetación
El manejo de la vegetación no sólo abarca la revegetalización. También puede incluir la
eliminación o poda con fines de liberación o el control activo de poblaciones vegetales
invasivas.
Sin embargo, la revegetalización suele ser el eje central de los proyectos de
restauración ecológica, en la medida en que la vegetación es la matriz estructural y
funcional de los ecosistemas terrestres y anfibios. Si se logra el establecimiento de
poblaciones vegetales dinamogenéticas, esto proporciona las condiciones para la
reintroducción natural o inducida de la flora y fauna asociadas, las cuales son, en
extremo, dependientes de dicha matriz vegetal.
Los ecosistemas terrestres se hallan en las posiciones altas de las cadenas de
geoformas (catena geomórfica), desde donde el agua drena hacia las partes bajas,
arrastrando con ella los nutrientes, las partículas finas del suelo y la materia orgánica
producida por aquéllos. En la restauración de estos ecosistemas, se hacen todos los
esfuerzos para evitar estas pérdidas y por lograr el crecimiento y acumulación de
nutrientes, materia orgánica y vegetación.
Por definición, la restauración en humedales (tratada más adelante) opera en sentido
inverso. Dado que éstos se encuentran en las posiciones más bajas de las catenas
geomórficas (al final de todas las pendientes) su tendencia natural es a la acumulación
de nutrientes, materia orgánica y vegetación, lo cual tiende a acelerarse con las
perturbaciones antrópicas, precipitando la conversión del humedal en ecosistema
terrestre (terrificación).
Las pautas de manejo bajo este apartado tratan de lo aplicable a ecosistemas
terrestres, dejando para una sección específica, más adelante, lo relacionado con la
restauración ecológica de los humedales.
21
Para empezar, vale la pena hacer una comparación entre el manejo de vegetación que
se hace en la forestería convencional y el que conviene a un proyecto de restauración
ecológica. Esto, sólo con el fin de evitar errores que fácil y frecuentemente ocurren
cuando las prácticas forestales instituidas y corrientes se aplican a fines de
restauración.
Forestería convencional
Revegetalización para
restauración
 Las
especies
y
los
diseños
responden
principalmente
a
métodos de plantación productora.
 Las especies y diseños se escogen
con base en la sucesión vegetal
nativa.
 Aplica
fórmulas
y
preestablecidos y rígidos.
métodos
 Parte de unas pautas generales y
adapta las fórmulas y diseños al
contexto y al desarrollo de la
restauración. Implica observación
y
tiene
un
componente
permanente de investigación y
experimentación.
 Emplea
el
material
vegetal
corrientemente
disponible
en
viveros
comerciales
e
institucionales.
 Emplea material disponible en
viveros pero requiere trabajos de
propagación
con
especies
dinamogenéticas locales.
 Usualmente
arranca
por
la
“limpieza
y
preparación
del
terreno”,
lo
cual
implica
la
destrucción de la sucesión local.
 Incorpora la regeneración local
como base de partida de la
restauración. A veces se hacen
pequeños despejes o plateos para
reducir la competencia inicial.
 Más adelante se sigue haciendo
“limpieza”
y
liberación
para
asegurar un desarrollo libre de
competencia
de
los
árboles
plantados.
 Las
liberaciones
son
poco
frecuentes. Se aplican cuando se
trata
de
precipitar
un
reemplazamiento, facilitando el
crecimiento de la sucesora a
través y sobre el dosel de la
precursora.
 La selección de especies y el diseño
apuntan a obtener un crecimiento
óptimo y homogéneo del material
plantado.
 Para
cada
ambiente
se
seleccionan las especies y se
define el diseño apuntando a
garantizar
la
supervivencia,
reproducción y propagación del
material plantado.
 El patrón de plantación es regular
(cuadro, tres bolillo, etc.) para
 El patrón de plantación es de
agregados y cordones, con el fin
22
asegurar un desarrollo individual
libre de competencia.
 Las interdistancias garantizan el
adecuado desarrollo de las raíces y
las
copas,
minimizando
la
competencia entre individuos.
 Toda área revegetalizada adicional
depende de nuevas plantaciones.
 Se planta homogéneamente
forma de bloques.
de
asegurar
autosostenibles
autopropagativos.
núcleos
y
 Las interdistancias responden
tanto a la disponibilidad de
recursos como a la intención de
crear modificaciones ambientales
en el punto tratado o el área
adyacente (ej: un microclima).
 Las plantaciones se establecen de
forma tal y con el fin expreso de
que se reproduzcan y extiendan.
en
 Plantación en red, siguiendo los
puntos y franjas de mayor oferta
ambiental, uniendo los puntos de
mayor potencial de regeneración y
rodeando
(estrangulando)
los
puntos difíciles.
 El trazado de la plantación
responde exactamente al diseño
previsto.
 El trazado de la plantación, según
el diseño previsto, puede sufrir
ajustes en la operación, con el fin
de
acercar los
puntos
de
plantación a micrositios más
favorables detectados sobre el
terreno.
 La cobertura a lograr está dada por
la cantidad de material disponible
dividido por la densidad por
hectárea.
 La cobertura del tratamiento
depende del patrón (densidad de
la red). Con la misma cantidad de
material se trata más área.
 El patrón es difícil de compatibilizar
con otros usos del suelo.
 El patrón en red y elástico
permite acoplar la restauración a
la estructura espacial de los
sistemas de alteridad locales.
 La plantación depende de
mantenimiento silvicultural.
un
 La plantación depende de las
adaptaciones de las especies
empleadas.
Aparte
del
mantenimiento
inicial,
lo
plantado
requiere
poco
sostenimiento, salvo la protección
frente a perturbaciones.
 Se hace una sola plantación, al
principio
del
ciclo
de
 Puede hacerse más de una
plantación
(plantación
seral)
23
aprovechamiento forestal.
imitando e induciendo las etapas
sucesionales.
 Ofrece
poco
soporte
al
restablecimiento de flora y fauna
asociadas y de la red trófica.
 Genera una matriz sobre la que
regeneran
fácilmente
la
composición y el funcionamiento
del ecosistema nativo.
 El efecto sobre aguas y suelos suele
ser contraproducente.
 Asegura la regeneración del suelo
y el restablecimiento del balance
hídrico.
 Tiende
a
homogéneos.
paisajes
 Ofrece
mayor
elasticidad
y
diversidad
de
formas
y
composiciones para el paisajismo.
 Introduce especies con poco acervo
cultural asociado (transferencia de
tecnología).
 Facilita la recuperación del acervo
cultural
asociado
a
la
biodiversidad local (diálogo de
saberes).
 Los resultados finales son bastante
predecibles.
 Los resultados finales sólo son
predecibles a grandes rasgos.
 Se usa para obtener madera y otros
productos forestales. Puede ayudar
a proteger o restablecer algunos
factores ambientales.
 Se
usa
para
restablecer
ecosistemas
y
servicios
ambientales. Puede incluir la
obtención de productos forestales
primarios y secundarios.
producir
Por lo demás, se parecen bastante. Sobre todo en la logística: extensionismo,
viverismo, hoyado, vigilancia, etc.
En el diseño de una revegetalización con fines de restauración existen básicamente
tres aproximaciones:
-
Plantación seral: se planta en cada punto escogido una composición de especies
dinamogenéticas correspondiente a la etapa que se quiere inducir. Una vez se ha
consolidado la vegetación correspondiente a la etapa inducida, se hace la
plantación de la siguiente etapa de la sere supuesta para dicho ambiente.
-
Composición inicial: se planta una combinación de especies correspondientes a la
sucesión local, con diferentes ciclos de vida. Unas se desarrollan primero y sirven
de “nodriza” para las de desarrollo más lento, las cuales, eventualmente,
reemplazan a las primeras.
-
Mezcla aleatoria (tiro de escopeta): se aplica una mezcla de especies seleccionadas
con mayor o menor precisión entre las aptas para las condiciones ambientales
24
generales del área. Es frecuente en estrategias de mezclas de semillas que se
aplican por aspersión.
Evidentemente, existen todas las combinaciones y transiciones pensables entre las tres
estrategias básicas de revegetalización.
En principio, entre más favorable es la oferta ambiental de un lugar, tanto la
regeneración natural como la inducida (restauración) se pueden aproximar más al
modelo de composición florística inicial, pues se depende menos de la facilitación, es
decir, de cambios ambientales que permitan el establecimiento (ecesis) de las
sucesoras.
Por contrapartida, en ambientes más adversos, la estrategia debe acercarse más a la
plantación seral, procurando diferenciar áreas y hasta micrositios, según la etapa que
se quiera inducir y asegurándose de haber facilitado las condiciones previas para la
viabilidad de cada fórmula florística a introducir.
Aunque la estrategia de mezcla aleatoria puede parecer extraña, hay que recordar que
en la medida en que una fórmula de revegetalización (seral o de composición inicial)
parta de un conocimiento imperfecto de la sucesión local, sus resultados pueden ser
muy los de un tiro de escopeta: no funciona todo lo plantado, ni funciona como se
esperaba.
Por otra parte, en ambientes muy favorables, las mezclas aleatorias tienen más
probabilidades de prosperar. Sin embargo, una vez dichas mezclas se establecen,
pueden ellas mismas dificultar la introducción de una vegetación más afín a las
asociaciones naturales, en caso de que se pretendiera rehabilitarlas.
La mezcla aleatoria es más frecuente en forma de siembra (con semillas aplicadas al
terreno manualmente, con cañones aspersores o por avión, con mezclas de fijadores
y/o fertilizantes) que en plantación, pues el costo del ensayo y error con material
germinado y fomentado suele ser prohibitivo.
25
2.7.
Corología, corredores
conectividad
biológicos
y
estrategias
de
Los aspectos corológicos de la vegetación, esto es, sus estrategias de reproducción y
dispersión y el efecto de las mismas sobre la distribución de las comunidades y
poblaciones vegetales, revisten la mayor importancia en el manejo de la regeneración
natural.
Si bien el tema es extenso, podrían resumirse aquí algunos elementos esenciales para
el manejo.
Las formas de dispersión de las plantas se clasifican normalmente en:
Medios físicos:
-
Barocoria: frutos y semillas que simplemente caen y ruedan. El tamaño y forma de
la semilla incide en el tipo de micrositio en el que tiende a detenerse y germinar. El
ágave (Agave americana) es una especie vivípara cuyos embriones ruedan por las
cuestas áridas que habita esta especie hasta detenerse en pequeñas grietas o
terrazas donde enraízan.
-
Hidrocoria: frutos, semillas y esporas con adaptaciones para el arrastre o la
flotación en la escorrentía superficial. En principio no existe una diferencia tajante
entre las especies hidrócoras y las barócoras, pues la caída, rodamiento y el
arrastre por agua pueden ser un solo fenómeno. El mangle rojo es una especie
vivípara cuyos embriones son dispersados por las mareas y las corrientes marinas.
-
Anemocoria: frutos, semillas y esporas con tamaños y adaptaciones morfológicas
que les permiten ser transportados por el viento. Algunos frutos como las sámaras
(como los urapanes) giran en el aire y caen a distancias relativamente cortas. Las
semillas con vilano (como el diente de león) pueden flotar en el viento a grandes
distancias. Las esporas le pueden dar la vuelta al planeta e incluso es difícil evitar
que se cuelen en los vuelos espaciales.
Medios bióticos = Zoocoria, transporte de las semillas por animales.
-
Ectozoocoria: los propágulos se transportan adheridos a la piel de los animales:
pelaje, plumaje, las patas de las aves acuáticas, la ropa de las personas, etc.
-
Endozoocoria: los propágulos son ingeridos, sufren cambios físico-químicos por
digestión (que con frecuencia los activan o viabilizan) y son dispersados con las
heces de los animales. Según el dispersor, esta estrategia abarca: ornitocoria (aves),
quirocoria (murciélagos), mastozoocoria (mamíferos, sobre todo no voladores),
ictiocoria (peces).
26
-
Mirmecocoria: el transporte activo de algunas semillas por las hormigas es propio
de especies con adaptaciones específicas como capas oleaginosas o arilos dulces
(unas diminutas adherencias carnosas sobre la semilla).
Para efectos de la restauración es importante tener en cuenta las siguientes pautas:

En medios pobres en vegetación remanente, los medios físicos de dispersión
predominan en la regeneración natural, en especial en las primeras etapas.

La zoocoria varía en el gradiente altitudinal:
-
En la franja altoandina depende casi exclusivamente de las aves.
En las zonas subandinas las aves siguen siendo muy importantes, pero los
murciélagos y pequeños mamíferos (ardillas y agutíes) son esenciales para la
dispersión de muchas otras.
En las tierras bajas aumenta la importancia de grandes mamíferos como
venados y tapires.
En las zonas bajas inundables las migraciones de peces dispersores juegan un
importante papel en la propagación de muchas especies de los bosques
inundables.

La mayor parte de las familias dominantes de las priseres vegetales son barócoras y
anemócoras, entre las que sobresalen las Gramíneas y las Asteráceas. Si bien,
algunas son típicamente quirócoras como alguas Solanáceas y Piperáceas.

Entre la vegetación secundaria mesoseral, las principales familias son endozoócara.
Muchas son ornitócoras con bayas sésiles o péndulas muy vistosas, muy
dependientes de sus dispersores: Myrsináceas, Melastomatáceas (géneros con
frutos en baya como Miconia y Clidemia), Moráceas, Myrtáceas, Flacourtiáceas,
Burseráceas, Euphorbiáceas y Anonáceas. Otras son quirócoras más reconocidas
como Piperáceas, algunas Solanáceas y Rubiáceas y la tribu Cecropiae de las
Moráceas. Sin embargo, salvo algunos casos, la dispersión no es muy específica y
aves y murciélagos compiten en la dispersión de la mayoría de los frutos carnosos,
en amentos o con arilos.

Los monos, los tucanes (Pisciformes) y loros (Psitaciformes) juegan un papel
importante en la dispersión de frutos duros, como los de las palmas, junto a los
grandes mamíferos (pecaríes, tapires y venados) y algunos peces.

Los pequeños mamíferos, como las ardillas (Sciurus spp.) y los picures, agutíes o
ñeques (Dasyprocta fuliginosa), juegan un importante papel en la dispersión de
drupas y nueces, por su costumbre de enterrar frutos como reservas de alimento, a
poca profundidad en el mantillo del suelo forestal, muchos de los cuales no
encuentran de nuevo, con lo que se convierten en activos sembradores de estas
especies.
27

El papel de las hormigas en la dispersión de muchas semillas pequeñas con aceites
perfumados o con arilos es esencial para algunas especies vegetales (mirmecocoria).
De hecho, las colonias de muchas especies de hormigas (en especial las grandes
ciudadelas de las arrieras, bachacos o culonas, del género Atta) se convierten en
focos de regeneración forestal por la concentración de nutrientes y semillas y la
profundidad efectiva del suelo excavado y mullido.

Los murciélagos dispersores dependen menos que las aves de la extensión y
conectividad de las masas forestales, por lo que juegan un importante papel en las
primeras etapas de la sucesión (especialmente en los cinturones subandino y basal)
y en zonas extensamente desforestadas.

Si no hay mucho que la fauna local pueda dispersar, resulta prioritario proveerlo,
incluso si no son especies nativas. Algunos frutales introducidos resultan de gran
utilidad para soportar y promover la fauna dispersora. Algunas de estas plantas
incluso son dispersadas efectivamente y participan activamente en la regeneración
de estas áreas tan desprovistas de otra vegetación (Ej: el pomarroso, Zyzigium
jambos)
La conectividad ecológica es un concepto complejo que incluye el tráfico de animales y
de propágulos o unidades de dispersión de los vegetales (semillas, esporas1) entre
distintos ecosistemas o puntos de un ecosistema así como las condiciones ambientales
que favorecen o restringen el mismo.
Los efectos más destacados de la conectividad ecológica en términos de conservación y
restauración incluyen:

Aumenta el areal efectivo de una especie, permitiéndole ocupar y usar distintas
áreas y ambientes.

Facilita las migraciones locales y regionales (las verticales son especialmente
importantes en zonas montañosas o inundables).

Refuerza la conservación de las poblaciones. Si una subpoblación local mengua en
un área, ésta puede ser colonizada de nuevo por individuos o propágulos de otra
subpoblación de otra área.

Previene o mitiga la endogamia, permitiendo el intercambio reproductivo entre
subpoblaciones distantes.

Eleva el potencial biótico alóctono, acelerando y asegurando la regeneración.

Aumenta la tasa de colonización de unas etapas sucesionales en otras.
Unas pocas especies vegetales vivíparas se dispersan por medio de embriones completos como
en Agaveamericana, cuyos embriones ruedan, y Rhizophora mangle, cuyos embriones, si no
quedan clavados en el cieno al caer de las ramas, flotan y son arrastrados a grandes distancias.
1
28

Aumenta las probabilidades de telescopización en los agregados y acelera la
expansión y agregación entre ellos.

Eleva la resiliencia total del ecosistema. Funciona como una especie de “sistema
inmune” del ecosistema frente a las perturbaciones.
La mecánica por la cual la conectividad eleva la resiliencia total del ecosistema puede
entenderse fácilmente por los patrones espaciales expuestos en la Sección 2.1.4.
No pueden dejar de señalarse algunos inconvenientes que pueden presentarse con una
mayor conectividad ecológica:
-
Aumenta la movilidad de la fauna a través de ambientes hostiles. Ej:
desplazamiento y forrajeo de aves en zonas contaminadas con agrotóxicos;
incursión de fauna silvestre en fincas y asentamientos; aumento de la frecuencia de
cruce sobre vías y otras redes peligrosas.
-
Puede facilitar la dispersión de pestes y especies invasoras. Sin embargo, la
mayoría de los casos de invasoras son especies que se dispersan bien a través de
medios deteriorados con baja conectividad.
-
Puede ser percibida por algunas personas como un problema de seguridad, en
tanto facilita el desplazamiento y las tácticas de grupos armados ilegales.
Uno de los objetivos estratégicos en toda restauración es el aumento de la
conectividad. Las estrategias varían según:
-
La escala espacial de la conectividad que se quiere promover.
La disponibilidad de focos de dispersión y colonización.
El nivel de fragmentación existente.
La permeabilidad de la matriz al tráfico biológico.
La naturaleza de los medios de dispersión.
Las especies cuya movilidad se desea incrementar.
A pesar de tales variaciones, las estrategias en general se plantean en términos de:

Identificar o crear focos de dispersión: la composición de éstos debe abundar en
especies aptas para la colonización de las áreas cuya restauración se quiere
promover, es decir, especies dinamogenéticas del segmento ambiental (de la
ecoclina) y de la etapa (de la sere) correspondientes al sitio diana.

Identificar y adecuar focos de colonización (puntos receptores): partiendo de los
puntos más favorables, la oferta ambiental debe ser aumentada y el régimen de
tensionantes mitigado, para facilitar la ecesis de las poblaciones colonizadoras. Un
aspecto importante es la heterogeneidad ambiental entre puntos y al interior de
cada punto, con el fin de proveer suficientes sitios de germinación (plantas) o
refugio (fauna).
29

Aumentar el tráfico de los medios de dispersión entre focos dispersores y
receptores: dependiendo de la naturaleza de cada forma de dispersión, el tráfico
biológico puede ser incrementado aumentando el atractivo de los focos receptores y
los puntos intermedios (en el caso de aves y otras formas de zoocoria) o eliminando
obstáculos físicos (como en el caso de la dispersión hidrócora o anemócora)

Aumentar la permeabilidad de la matriz alterada al tráfico biológico entre el foco de
dispersión y los sitios receptores: la estructura, composición y dinámica de la
matriz del paisaje entre los focos puede ser más o menos favorable al flujo de los
medios de dispersión. Por ello, es necesario intervenir en las formas de uso y
ocupación en dicha matriz, promoviendo prácticas amables que mitiguen los
tensionantes sobre focos y flujos.
Los ejemplos a continuación pueden ilustrar los conceptos anteriores a distintas
escalas:

Corredores biológicos: son franjas con condiciones físicas y vegetacionales distintas
a la matriz que atraviesan, las cuales proveen refugio y movilidad para la fauna
dispersora.

Estribones de dispersión: son parches que ofrecen hábitat (refugio, alimento,
movilidad) a los dispersores. Se disponen a intervalos más o menos regulares,
formando una especie de corredor biológico discontinuo a través de una matriz más
pobre, facilitando que la fauna dispersora salta de un estribón a otro.

Perchas vivas: son árboles cuya arquitectura (ramas abundantes, horizontales y
delgadas facilitan el posado de las aves dispersoras). Las perchas vivas atraen a las
aves con su oferta de sombra, percha, refugio (y ocasionalmente frutas para
dispersar) en medio de un área poco atractiva. A la sombra de estas perchas se
suelen acumular semillas viabilizadas por la digestión de las aves (a veces
procedentes de rodales muy distantes), así como plántulas que pueden dejarse en
el lugar para conformar un agregado en torno a la percha o transplantarse para
otros tratamientos, en cuyo caso la percha sirve como vivero natural. Entre las
especies más atractivas para estos trabajos están los arbolitos de las Myrsináceas,
Piperáceas y Anonáceas, sobre todo las especies propias de bordes y agregados.

Perchas muertas: una gama de artefactos pueden diseñarse para imitar las
funciones de una percha viva: postes, comederos, bebederos, cercas de un solo hilo.
El suelo bajo estos útiles puede ser labrado ligeramente para proveer mayor
densidad de micrositios de germinación.
El diseño de conectores ecológicos tiene dos escalas:
-
El diseño de los elementos tipo (o tipologías de conectores): con las características
de forma, dimensión y composición de los mismos, a ser empleados como plantillas
o guías para su replicación en el terreno.
-
El diseño del arreglo o red de conectores conforme a las características del terreno y
la distribución de los focos fuente y receptores en el área.
30
Los siguientes lineamientos pueden ayudar en el diseño de una red de corredores
ecológicos, a distintas escalas de manejo:

La forma de los bordes en los corredores y estribones tiene distintos efectos,
dependiendo de las condiciones de la matriz. Bordes más irregulares aumentan el
perímetro del conector facilitando el efecto de borde de una matriz adversa hacia el
interior. Frente a una matriz más favorable, las proyecciones y enbolsamientos en el
borde del conector favorecen el efecto de borde sobre la matriz y la dispersión sobre
la misma para efectos de regeneración y tráfico biológico.

Combinar los corredores continuos, donde éstos sean factibles, con los estribones,
en donde no sea posible la continuidad física.

Compensar el espesor de los corredores, donde éstos deban hacerse delgados, con
nodos más amplios, a intervalos más o menos regulares (estribones dentro de los
corredores).
31

Trabajar la permeabilidad de la matriz al tiempo que la expansión de los elementos
conectores (corredores y estribones). La conectividad no puede depender sólo de los
segundos.

Establecer una jerarquía de conectores: unos mayores marcando una estructura
ecológica principal y otros menores más abundantes, conformando mallas más
locales. Esto es superior a una red de corredores similares.
La jerarquización de los conectores por tamaño/frecuencia es una adaptación de los
patrones fractales de la regeneración natural a la restauración y ofrece ventajas en tres
aspectos principales:
-
Jerarquía funcional: la diferencia funcional entre conectores mayores y menores no
es sólo cuantitativa (más de lo mismo), sino también cualitativa. En otras palabras,
la conectividad con elementos mayores es para unas especies y funciones
ecológicas, mientras que los menores proveen conectividad para otras.
-
Jerarquía de localización: al disponer de distintas escalas de conectores, se pueden
distribuir en distintos tipos de localización. Así, los mayores resultan adecuados
para determinados contextos y los menores para otros, lo cual confiere mayor
elasticidad y versatilidad al diseño e implementación de la red.
-
Jerarquía de gestión: cada jerarquía de conector implica una estrategia específica
de gestión del suelo. Para conectores mayores, los cuales representan por sí
32
mismos áreas importantes, puede requerirse una estrategia adquisitiva o
transacciones distintas a las necesarias para viabilizar los elementos menores, los
cuales pueden ser conciliados con el microordenamiento del uso en cada predio,
por medio de distintas fórmulas de compromiso (ej: cercas vivas, alamedas, rondas
de quebradas y acequias, cintas y manchas).
2.8.
El manejo paisajístico y la apreciación estética de la
restauración
La apreciación estética de la restauración reviste dos aspectos importantes:
-
Por una parte, tiene que ver con la percepción que el propio restaurador tiene de
sus diseños y de las transformaciones que están ocurriendo.
-
Por otra, se relaciona con la percepción que otros tienen sobre la restauración en
curso (que muchas veces ocurre en el dominio de dichas personas) y la facilidad
para identificar y aceptar tratamientos y resultados con base en su apariencia.
Bajo el primer aspecto es preciso recalcar que la apreciación estética del restaurador
es de gran ayuda, en la medida en que ésta es un tipo de percepción integradora, que
logra destacar los detalles y matices junto con la armonía del conjunto y extraer de ello
una noción no verbal de lo conveniente y lo inminente. Por estas características, la
apreciación estética puede ayudar a suplir muchos vacíos en formación ecológica,
cuando la restauración es abordada por no especialistas.
Sin embargo, el tipo de apreciación estética a que aquí se hace referencia es aquella
basada en una prolongada compenetración con las formas y dinámicas del ecosistema
en cuestión y una sensibilidad innata o cultivada hacia dichos fenómenos naturales.
Si no es el caso, puede suceder, en cambio, que los patrones estéticos que condicionan
la percepción del prospecto de restaurador correspondan a ambientes o ecosistemas
muy distintos, lo que puede llevar a una interpretación errónea de los fenómenos
observados y a un manejo forzado de las formas nativas.
También se da el caso en que una sensibilidad estética poco dotada o cultivada puede
determinar unos patrones de percepción y diseño bastante burdos y elementales que
poco benefician a ni se benefician de las formas naturales locales.
Así como una sensibilidad estética adecuada favorece al proyecto de restauración y
viceversa, pocas cosas hay tan destructivas en restauración y cualquier otro manejo de
los ecosistemas como el mal gusto.
Bajo el segundo aspecto, hay que recordar que la restauración es un trabajo que
usualmente se adelanta con recursos de otros, en terrenos de otros y para beneficio de
otros. Por tanto, la respuesta de los diseños y ejecuciones a los patrones y expectativas
estéticas de esas personas incide significativamente en la medida en que ellas pueden
33
identificar las acciones y resultados, disfrutar y proteger los beneficios y aceptar el
proceso.
La importancia del paisajismo en restauración crece en la medida en que los
tratamientos deban coexistir con el uso, la movilidad y la ocupación humanas. No es
un aspecto exclusivo de grupos urbanos o élites. Todo grupo humano tiene unos
patrones de percepción y apreciación estética que le son característicos y que están
íntimamente entramados en su visión y clasificación del mundo y de su propio lugar
en él.
Aunque no cabe aquí un ABC de paisajismo, los siguientes lineamientos pueden ser de
ayuda al respecto.

El paisajismo en restauración debe buscar opciones de compromiso entre los
patrones estéticos corrientes y las formas los ecosistemas nativos, procurando
acercar a las personas al reconocimiento y valoración de las formas naturales al
tiempo que se adecuan éstas para facilitar su identificación y apreciación por las
personas.
Hay que tener en cuenta que los requisitos espaciales varían según los sistemas de
alteridad y los usos. Unas son las condiciones en espacios agropecuarios y otras en
espacios de turismo o recreación.
No sólo la distribución y dimensiones deben responder a estos requisitos, sino que
todo el diseño debe ayudar a la identificación de cómo se responde, es decir, cuál es
el carácter y función de cada espacio.

El diseño debe apuntar al enriquecimiento sensorial del paisaje, por medio de la
combinación y secuencia de sensaciones físicas y evocaciones. Esto implica el
aprovechamiento de los sonidos, olores, temperaturas, humedad, texturas, formas,
colores, así como la manera de presentar estas sensaciones: anunciadas,
sorpresivas, inmediatas, distantes, evidentes, sutiles, etc.

Los diseños deben desarrollar una propuesta estética y un lenguaje visual propios.
Esto significa que la repetición de determinados elementos, símbolos, contrastes y
dimensiones en arreglos, ritmos y otros patrones reiterativos a distintas escalas,
genera una identidad del área que es como un mensaje: aquí hay alguien que está
haciendo algo de modo sistemático y consistente y ese algo contiene una propuesta
de comunicación sobre unos espacios, símbolos y sensaciones.
El lenguaje visual en el diseño puede apelar a distintos símbolos y patrones
extraídos de la Naturaleza nativa o de las formas culturales locales. Estos
elementos facilitan el reconocimiento del carácter y función de cada espacio, la
relación de identidad y la apropiación social.
Debe tenerse en cuenta que en la medida en que los patrones se hagan más
complejos o se alejen de las formas culturales locales, su reconocimiento se
dificulta para grupos cada vez más amplios de espectadores y usuarios.
34

La naturalidad de los diseños debe evitar caer en el “efecto primitivo”, es decir la
falta de patrones y símbolos, lo cual genera una apariencia de “terreno inculto”,
baldío o “abandonado” y facilita culturalmente la alteración de dichas áreas. Lo
que no tiene una forma reconocible como humana, invita a ser ocupado y
transformado.
Existen muchas formas culturales que pueden ser empleadas en restauración,
encajándolas en la red fractal que ésta requiere pero dando a pequeña escala, en
cada sitio, el mensaje claro de que lo que allí está es creado y valorado por alguien.
Dos ejemplos de aplicación muy notoria de este principio:
-
Corredores ecológicos con bordes fractales muy simples consistentes en una
sucesión de figuras geométricas fácilmente identificables de diferentes tamaños en
una secuencia con un orden fácilmente reconocible. Amplifica el efecto de borde,
que es lo buscado en este caso, al tiempo que facilita la identificación del
tratamiento y sus límites por los encargados del control y mantenimiento.
-
Un dragado de recuperación del vaso de un humedal con figuras geométricas y
animales. Las figuras crean penínsulas y ensenadas de distintos tamaños, en
beneficio de la heterogeneidad ambiental y la oferta de hábitat para las aves, al
tiempo que facilita el reconocimiento de los límites para los encargados y para los
visitantes.
2.9.
Estrategia sociodinámica
La restauración ecológica, siempre que se acomete sobre ecosistemas secundarios,
perturbados por el hombre, requiere no sólo la reconstrucción de la estructura y
función de los componentes físicos y bióticos del ecosistema, sino que involucra,
necesariamente, la reconstrucción de la relación hombre - Naturaleza (alteridad) cuya
crisis y ruptura se manifiestan en la degradación ambiental a corregir, pues, de fondo,
lo que se ha degradado no es llanamente mineral u orgánico, sino el diálogo mismo
entre el hombre y su entorno.
En consecuencia, todo el proceso de “sanación ecosistémica” debe ser llevado adelante
con la participación activa, consciente y constante del “paciente”, esto es, de la
comunidad cuyo destino y calidad de vida están directamente ligados al estado de
conservación - recuperación del entorno a intervenir.
Un proyecto o programa de restauración está, pues, obviamente ligado al proceso
sociodinámico, pues siempre que la degradación a corregir tenga un origen humano,
su recuperación involucrará la intervención de procesos y relaciones físicos, bióticos,
económicos, sociales y culturales, donde el proyecto mismo de restauración constituye
una instancia para la reflexión histórica y ambiental, la toma de conciencia y la
elaboración del protagonismo comunitario en la construcción de ambiente - futuro.
35
Un aspecto esencial es la restauración cultural (o componente cultural de la
restauración). La desaparición de los ecosistemas y especies nativas del paisaje, va
acompañada de su desvanecimiento de la cultura en la misma región. Si el objeto
natural no tiene una imagen en la cultura local, un concepto que la define y un valor
que lo asocie positivamente a la praxis cotidiana, está condenado a desaparecer. La
gente crea a su alrededor el paisaje que lleva en su interior, programado dentro de las
ideas genéticas de su sistema de alteridad. Para restablecer un bosque o unas especies
dentro de un ecosistema controlado por el hombre, debe primero restaurarse su
conocimiento y valoración dentro de la cultura.
La estrategia social se basa en la metodología de Investigación Sociodinámica, según la
cual, el proceso de restauración se desarrolla bajo dos ejes : el eje técnico, que
comprende los contenidos técnicos a considerar para abordar la restauración y el eje
sociodinámico que desarrolla los considerandos sociales, económicos y culturales para
viabilizar las propuestas técnicas de la restauración.
Estos dos ejes funcionan retroalimentando la información y afinando los objetivos y
metodologías de un proyecto de restauración dado. El esquema metodológico general
es netamente dialogal y requiere por parte de los técnicos capacidad para traducir
permanentemente planteamientos técnicos al lenguaje local y viceversa.
Con este método se pasa por:
1.
Un diagnóstico confiable, enriquecido con información técnica validada y ajustada
por el saber local y una información técnica socializada en la comunidad, que
permite, además, identificar las experiencias, destrezas y formas de organización
locales.
2.
Una identificación exacta, concertada y legítima de las necesidades a atender por
medio de la restauración con expectativas claras y explícitas tanto de la parte
técnica como de la comunidad participante.
3.
Una formulación y diseños que incorporan visiones, saberes y destrezas tanto de
los técnicos como de la comunidad local, lo cual fortalece a ambas partes y las
prepara con una comprensión clara y completa de las actividades a adelantar y la
distribución de las responsabilidades.
4.
Una planeación concertada y transparente, clara en costos, tiempos y alcances.
5.
Una implementación que sobre una base sólida de reglas de comunicación,
cooperación y organización entre técnicos y comunidad.
6.
Un seguimiento y evaluación bajo criterios técnicos y vernáculos que permite
enriquecer y ajustar oportunamente los tratamientos.
36
3. LINEAMIENTOS PARA EL SEGUIMIENTO Y MONITOREO DE
LA RESTAURACIÓN
El seguimiento (a las acciones) y monitoreo (al ecosistema) de la restauración ecológica
tiene tres fines principales:




Evaluar los resultados e impactos de la restauración (qué se restaura y a quién
afecta cómo).
Detectar cambios en las dinámicas de alteración y regeneración.
Hacer ajustes oportunos a las estrategias, tratamientos y diseños.
Documentar el proceso para su divulgación y replicación.
El hecho de que los procesos de restauración tienden a y deben ser elásticos y
creativos, hace aún más importante el llevar una bitácora, en la cual se consignen:





Metas iniciales
Registros para los indicadores.
Ajustes a tratamientos y diseños.
Ajustes a metas.
Observaciones de alteración y regeneración.
Es difícil dar una idea suficiente de la importancia que el seguimiento y el monitoreo
tienen para la restauración. Aun así, no es exagerado decir que es la actividad más
importante de todo proyecto de restauración.
En consecuencia, la planificación de un programa o proyecto de restauración debe
incluir los recursos para el seguimiento y el monitoreo, en términos de:





Personal y capacitación
Materiales y equipos
Logística
Sistematización y archivo
Tiempo
Indicadores
La diversidad de variables y técnicas de manejo que se aplican en restauración
dificulta hacer una revisión comprensiva de todos los indicadores aplicables. Sin
embargo, a continuación se presenta un listado, más ilustrativo que exhaustivo.
En consecuencia con el marco conceptual expuesto, los indicadores para el
seguimiento de la restauración pueden agruparse así:
Tipo
Estrategia
Indicador
Unidad
Definición
37
RESPUESTA Control de
tensionantes
Extensión de
mejores
prácticas
Cantidad de
obras
(hidráulicas o de
control de
erosión o control
de fuego)
Superficie
cercada
Personas
capacitadas
Suplementación Individuos
plantados
Superficie
empradizada
Superficie
sembrada
Has/año
Incremento
anual de la
superficie
manejada con
prácticas que
reducen los
tensionantes
m lineales Las obras
m2
difieren en su
3
m
medición:
gaviones,
trinchos,
canales,
banquetas,
esterillas,
cortafuegos, etc.
Has
Superficie
encerrada y
efectivamente
protegida del
ganado
Personas
Número de
/año
personas
capacitadas en
prácticas de
reducción de
tensionantes
Individuos Número de
individuos
vegetales
plantados por
área por tiempo
(se usa más con
leñosas). Es
preciso indicar
área, intervalo y
tipo de
tratamiento (no
es igual un
enriquecimiento
que una
plantación
homogénea).
Has
Superficie
cubierta con
vegetación de
porte herbáceo
Has
Superficie
cubierta con
38
aspersión de
semillas
Tasa de
% año
Porcentaje de
supervivencia
los individuos
plantados o
superficie
empradizada
que sobrevive al
cabo de un año
Superficie
Has/año
Superficie
enmendada
tratada con
enmiendas
químicas,
biológicas,
orgánicas, etc.
Debe indicarse
la naturaleza y
concentración
del tratamiento
(volumen/Ha)
Individuos
Individuos Individuos de
reintroducidos
/año
una especie
animal
determinada
reintroducidos
en un área
dada, en un año
Personas
Personas
Número de
capacitadas
/año
personas
capacitadas en
prácticas de
restauración
activa
Producción en
Individuos Número de
vivero
/año
individuos
(dinamogenéticas
vegetales de
y económicas)
especies
dinamogenéticas
o económicas
producidos en
un año
Los indicadores de seguimiento, evaluados en relación con los de monitoreo (a
continuación) permiten establecer mediciones de eficacia, eficiencia y costo-efectividad.
Los indicadores para el monitoreo de la restauración pueden agruparse así:
Categoría
Tipo
PRESIÓN Tensionante 3
Indicador
Superficie
Unidad
Has/año
Definición
Reducción anual en
39
desforestada al
año
Tensionante 4
Superficie
desvegetalizada
al año
Has/año
Superficie
agrícola per
capita anual
Has/habi
tante
Expansión
agrícola anual
Has/año
Volumen de
entresaca
Volumen de
entresaca
específica
m3/año
Frecuencia
media de fuego
por hectárea
Años/Ha
Cobertura
anual de
quemas
Fragmentación
de las masas
forestales
Extensión de la
erosión
superficial
severa
Has/año
m3 por
especie/a
ño
Índice
fractal
Has
la superficie cubierta
por vegetación de
porte forestal
(cobertura continua
con alturas
superiores a 6m).
Reducción anual en
la superficie cubierta
por vegetación de
determinado tipo (ej:
cualquier vegetación
leñosa nativa)
Cantidad de
hectáreas que tienen
uso agrícola en uno o
más momentos del
año, dividida por el
número de
habitantes
Hectáreas
desforestadas en un
año, que reciben uso
agrícola al menos
una vez en el año
siguiente.
Cantidad de madera
extraída anualmente
Cantidad de madera
extraída anualmente
de cada especie de
interés
Promedio de tiempo
entre incendios sobre
una misma Hectárea
para un intervalo
multianual dado
Superficie anual que
se quema
Tamaño, perímetros
y distancia entre
fragmentos forestales
Hectáreas de
sustrato mineral
expuesto por erosión
(no cuentan
afloramientos
rocosos naturales).
Se mide mediante
40
Tensionante 5
Tensionante 2
Pérdida anual
de suelo por
erosión
Ton/Ha/
año
Consumo anual
familiar de caza
Kg/famili
a/
año
Intensidad de
caza por especie
Individuo
s/
año
Superficie
afectada por
minería a cielo
abierto
Has
Disminución del
área inundable
Has/año
Reducción de la Has/año
superficie de
cuerpos de agua
Determinante
Carga
contaminante
(DBO y DQO)
mg
O2/litro
Salinidad del
suelo
Milimohs
/cm3
Crecimiento
poblacional
anual
Consumo de
A.C.P.M. y
gasolina
Habitant
es/
año
Galones/
año
grillas e intervalos de
densidad.
Peso del suelo
arrastrado
anualmente por la
escorrentía, al final
de una pendiente o
salida de una
cuenca, dividido por
la superficie en
hectáreas del área
aportante
Peso de la carne de
cacería consumido
por una familia
promedio en un año
Individuos abatidos
anualmente (se
consuman o no) por
especie
Superficie de
canteras y otras
minas a cielo abierto
dentro de un área
determinada
Reducción del área
cubierta por
inundaciones por lo
menos un día
durante un año
Reducción anual del
área cubierta
permanentemente
cubierta por agua
Carga de
contaminantes
oxidables o
biodegradables por
volumen de agua
Concentración de
cationes por volumen
de suelo
Diferencia entre la
población del año y
la del año anterior
Galones de estos
combustibles
consumidos en un
área determinada en
41
ESTADO
Estructura
Índice de
tenencia
Has/teni
ente
Porcentaje de
titulación
%
Densidad vial
Km/Ha
Índice de
conexión
regional
Nodos
Cobertura
forestal
Has
Altura promedio
del dosel
mts
Distancia media
entre copas
mts
Estratificación
Número
de
estratos
Biomasa (aérea)
Ton/Ha
Contenido de
materia
orgánica
Kg/Ha
Profundidad
efectiva
cm
un año
Superficie promedio
en tenencia de una
misma persona
Porcentaje de
hectáreas tituladas,
del total de Has en
tenencia
Kilómetros de vías
carreteables por
unidad de superficie
Número de pasos por
centros locales
principales (nodos)
para la conexión al
total de
asentamientos de la
red regional
Superficie con
cobertura forestal
continua (dosel
superior a 6m de
altura)
Distancia
perpendicular del
suelo a la línea
promedio del dosel
(no se cuentan copas
emergentes)
Distancia promedio
entre las copas de las
leñosas de un estrato
determinado
Número de estratos
de vegetación
diferenciados dentro
de un rodal
Masa de la
vegetación por
encima de la
superficie del suelo,
por hectárea
Peso de la materia
orgánica en el
horizonte A por
unidad de superficie
Distancia
perpendicular de la
superficie del suelo a
42
Composición
Dinámica
Estress hídrico
Días/año
Biodiversidad
alfa
Ïndice de
Shannon
Biodiversidad
betha
Ïndice de
Shannon
Diversidad
sucesional
Ïndice de
Shannon
Balance
sucesional
Índice de
balance
sucesion
al
Conectividad
Índice
fractal
Potencial de
dispersión
Semillas
viables/
m2
la primera capa
limitante para el
enraizamiento (roca,
duripán o la napa
freática, según cual
esté más arriba)
Días al año en que la
humedad del
horizonte A cae por
debajo del punto de
marchitamiento
permanente
Número de especies y
distribución de
individuos en ellas
Número de
ambientes con una
composición biótica
diferenciada
(variación de la
betha) Se aplica el
índice de Shannon
con etapas
sucesionales (en
lugar de especies) y
superficie (en lugar
de abundancia)
Promedio ponderado
de superficies, en el
que se asignan
coeficientes más
altos a los estados
sucesionales más
avanzados y se divide
por la sumatoria de
los coeficientes
Distancia, perímetro
y tamaño de los
parches de
regeneración de una
determinada etapa
en adelante (ej:
rastrojo bajo y
superiores)
Número de semillas
germinadas por m2
de suelo superficial,
por tipo de
dispersión
(enemócora,
43
Potencial de
regeneración
Plántulas
/m2
Tasa anual de
reclutamiento
% anual
Abundancia
relativa
sin
unidad
ornitócora, etc.)
Número de plántulas
por unidad de
superficie.
Porcentaje de
plántulas que
sobreviven en un año
Número de
individuos de una
especie de interés (ej:
dinamizadora de una
etapa próxima)
presentes dividido
por el total de
individuos en un
lugar
Puede verse que algunos de los indicadores propuestos para el monitoreo de la
dinámica, pueden resultar subjetivos, en la medida en que parten de una clasificación
de la vegetación presente en etapas sucesionales, lo cual implica decisiones de
diferenciación dentro de un continuum real así como la presunción de que unos
determinados tipos de vegetación están relacionados con otros como etapas de una
misma sere.
Dadas estas limitaciones, tales indicadores difícilmente pueden emplearse para
establecer comparaciones entre proyectos o locaciones distintos. Sin embargo, sí son
útiles para el monitoreo dentro de un mismo proyecto, siempre que los criterios de
clasificación sean claros y se mantengan.
Aplicación de sensores remotos
Dependiendo de la escala y recursos de un proyecto dado, las imágenes de sensores
remotos (aéreas y satelitales) tendrán mayor o menor aplicabilidad en el monitoreo y
evaluación de la restauración.
Si se cuenta con este recurso, las siguientes orientaciones pueden ser útiles:

Dada la escala de la mayor parte de los cambios sucesionales, las escalas mayores
son las más útiles. Las aerofotografías a color a escala 1:10.000 son una gran
herramienta; pero si no pueden obtenerse, las pancromáticas en escalas cercanas
al 1:20.000 son bastante útiles. Las escalas cercanas a 1:40.000 y superiores
tienen poca aplicación en el monitoreo de la restauración y sólo servirían para
hacer algunas observaciones (casi especulaciones) a escala regional.
Hay que tener en cuenta que si no se cuenta con personal diestro en la
interpretación de vegetación y suelos sobre tales imágenes, su adquisición es inútil.
44
Aunque puede ser una oportunidad para que alguien descubra su talento natural
(por que lo es) y se entrene.

La leyenda que se emplee para la interpretación de las imágenes y la elaboración de
la cartografía es de gran trascendencia. Las categorías empleadas deben:
- Ser adecuadas a la escala de la información disponible. Es decir, que sea posible
definir con comodidad y sin mucha imaginación a qué categoría pertenece un
área determinada, con base en la información disponible y el nivel de detalle de
la misma.
- Ser objetivamente discernibles. Esto es, que asignar un área a una u otra
categoría no depende de quién la aplica o de su estado fisiológico y emocional.
- Tener un significado claro y explícito en términos de la dinámica sucesional y la
estructura de los ecosistemas en manejo.
- Ser lo bastante sensibles para diferenciar cambios ecosistémicos significativos en
términos del proyecto en curso.
- Ser fácil de homologar de manera unívoca y precisa con otras leyendas en uso. Si
se pueden utilizar las mismas leyendas corrientes en el SINA o validadas por el
IGAC, aún mejor. Sin embargo, se requeriría algún trabajo de traducción a
significados de sucesión-restauración.

La georreferenciación de la línea base y de los tratamientos y transformaciones ha
de ser tan precisa y verificable como sea posible, ligándola a la información de
sensores remotos mediante cartografía estándar. En el futuro sería difícil evaluar
los resultados de la restauración si los datos no quedaron amarrados a un sistema
de coordenadas y de cartas conocido y confiable.

Si se usa un Sistema de Información Geográfica por computador, no debe olvidarse
que:
- El modelo entidad-relación debe partir de un modelo de las variables
involucradas en la alteración y restauración del ecosistema y sus relaciones
según estas se conciben como modelo-hipótesis del proyecto.
- El sistema sólo servirá para apoyar el análisis estadístico y espacial de los datos
del seguimiento y monitoreo y mejorar la producción y edición de reportes.
Ningún juguete podrá reemplazar una comprensión profunda del ecosistema, la
observación directa en campo ni la sensibilidad al desarrollo de la Naturaleza.
Diseño experimental, evaluación y ajustes
Los resultados del seguimiento y el monitoreo deben ser evaluados conforme a una
serie de criterios preestablecidos (no esperar a tener los datos para sentarse a pensar
qué pensar de ellos).
45
La restauración ecológica es un campo nuevo en la gestión ambiental en todo el
planeta. Esto, sumado a la complejidad de los ecosistemas en todo el mundo y la
diversidad de los mismos en el trópico, hacen necesario abordar todo proyecto de
restauración desde un diseño experimental. De este modo que es posible evaluar los
resultados, al tiempo que se construye conocimiento verificable sobre la dinámica de
los ecosistemas y los métodos para su manejo.
Los siguientes puntos pueden orientar el diseño experimental:







Partir de una diferenciación clara de las condiciones ambientales de base:
ambientes diferentes (ecoclina) y estados diferentes (historia de perturbación y
estado sucesional de cada zona).
Establecer diferentes combinaciones de tratamiento y condiciones ambientales de
base.
Establecer diferentes combinaciones de tratamientos.
Dejar siempre parcelas de control (sin tratamiento) para cada condición ambiental
presente.
Dar suficiente extensión (en lo posible) a cada tratamiento (o combinación de
tratamientos) para minimizar el efecto de borde entre unos y otros.
Es difícil excluir del todo los tensionantes y perturbaciones, pero si se cuenta con
suficiente extensión en cada tratamiento, puede documentarse la perturbación y
tratarla como parte de un nuevo tratamiento para fines de monitoreo y evaluación.
Los datos que se toman para los indicadores deberán estar siempre
complementados con observaciones de campo tan abundantes y bien registradas
como sea posible.
Para la evaluación de los resultados del seguimiento y monitoreo, los siguientes puntos
brindan una orientación:







El análisis debe procurar filtrar las variables, priorizando las que se demuestren
como más determinantes.
Un robusto análisis no puede suplir la imprecisión o insuficiencia de datos.
Los métodos de análisis informal pueden preceder a la aplicación de los más
formales, para empezar con una idea general de la estructura de los datos.
Debe existir una clara idea de la relación entre los indicadores de seguimiento
(acciones de manejo) y las variables ambientales que el manejo modifica.
En análisis de los indicadores de monitoreo debe centrarse en las variables meta,
esto es, aquellas que la restauración pretende modificar.
El análisis debe apuntar a la identificación y ponderación de las variables que
actúan como determinantes del comportamiento de las variables meta,
identificando qué cambios se deben al manejo y cuáles responden más
probablemente a otras dinámicas y factores.
La adecuada interpretación de los datos y de su análisis depende de: lo robusto de
los datos, lo adecuado de su procesamiento y análisis, el dominio de la teoría y el
conocimiento estrecho de los fenómenos naturales que se analizan, basado en una
atenta, compenetrada y prolongada observación.
46
47
4. LINEAMIENTOS PARA LA APLICACIÓN DE LA
RESTAURACIÓN ECOLÓGICA EN LOS PLANES DE MANEJO
DEL SPNN
La restauración ecológica, con todo y sus atractivos y beneficios, debe abordarse de
manera responsable y prudente en el contexto de áreas protegidas tan valiosas como
los Parques Nacionales Naturales.
Las razones para aplicar el principio de precaución en cuanto a la restauración en el
SPNN radican en que:
- La restauración es un campo nuevo y por mucho que se avance en él, cada
ecosistema nuevo en que se aplica es un comienzo con mucho por investigar y
aprender.
- La restauración es una intervención en los ecosistemas que puede modificar la
estructura, composición y funcionamiento de los mismos, de diversas maneras
intencionales o imprevistas y más o menos reversibles.
- La restauración no puede resolver cualquier problema.
La aplicación de la restauración ecológica en el manejo del SPNN debe, por tanto, tener
presentes los siguientes lineamientos para prevenir efectos indeseados y aumentar los
beneficios a obtener:

Toda actividad de restauración debe estar claramente fundada en los valores y
objetivos de conservación identificados en el Plan de Manejo.

En el diagnóstico se deben identificar, localizar, delimitar y formular con toda
precisión las necesidades de restauración.

Si no se tiene claro qué es la restauración y qué papel puede jugar en determinadas
situaciones de conservación, es mejor no ponerla de comodín: “todo lo que no sea
conservación pura, pues será restauración”.

La restauración, bien sea como rehabilitación ecológica o como recuperación
ambiental, es un tratamiento transitorio. Por tanto, se debe especificar qué
tratamiento corresponde al área, una vez se logren las metas de restauración y qué
medidas se aplicarán para mantener los atributos restaurados.

En particular en las zonas que se destinen al régimen de transición, la restauración
debe planificarse y diseñarse, de modo que se garantice un efectivo cambio
progresivo de la alteración actual hasta el nivel de conservación deseado, pasando
por fórmulas de manejo y aprovechamiento que vayan elevando las funciones de
regeneración y sostenimiento del ecosistema.
48

En la prospectiva se deben analizar de modo documentado y realista las tendencias
y escenarios de alteración, así como el potencial de restauración en dichos
escenarios. Es mejor ser prudente en las metas que generar expectativas difíciles de
satisfacer.

Hay que mantener una correspondencia prudente entre los recursos disponibles
(incluyendo la experiencia en restauración) y el tamaño y complejidad de los
problemas a enfrentar.

Todo el material biológico a emplear dentro de un área protegida debe proceder de
las mismas poblaciones del área.

La reintroducción o suplementación de poblaciones vegetales o animales con
individuos de otra procedencia debe tener en cuenta la aplicación esmerada de
evaluaciones previas y medidas de control sobre los probables impactos sanitarios,
genéticos y demográficos.

La introducción de cualquier especie en un área protegida, cuyo comportamiento
ecológico en ambientes similares no se conozca suficientemente, está, por principio,
contraindicada.
Si en algún caso se justificara con solvencia (incluyendo la demostración de que no
existen alternativas a nivel de especies o tratamiento) deberá estar siempre
precedida de una evaluación experimental cuidadosamente controlada de los
posibles efectos, lo cual debe adelantarse fuera del área protegida.

Toda obra que afecte la hidráulica de un terreno debe adelantarse con la mayor
precaución y estudio suficiente, desde el diseño y la implementación hasta el
seguimiento de su comportamiento en el terreno.

En la medida en del tamaño y complejidad de las intervenciones los proyectos
deben involucrar especialistas en las distintas áreas (revegetalización, obras civiles,
trabajo social, etc.). La restauración en áreas protegidas no soporta improvisación.

Todo tratamiento de restauración debe prever los efectos en áreas colindantes a la
de aplicación y, en especial, en el marco de las cuencas hidrográficas.

Todo tratamiento de restauración en un área protegida debe estar precedido de una
evaluación de los posibles impactos o efectos colaterales, en términos de intensidad,
extensión, duración, reversibilidad y tendencia de los mismos, teniendo en cuenta
el encadenamiento de efectos sobre la sucesión ecológica y sobre la conservación de
las especies críticas.

No obstante lo anterior, el principio de precaución en restauración también debe
ser aplicado con precaución. Cuando las amenazas sobre los valores de
conservación o el nivel de deterioro exigen intervenir un ecosistema, la restauración
debe adelantarse con firme resolución.
49

Siempre que se aborde la promoción y extensión de la restauración con otros
actores locales o institucionales, las acciones deben priorizar resultados
plenamente alcanzables y verificables, evitando desacreditar el tema de entrada.

La introducción de la restauración ecológica en los Planes de Manejo del SPNN se
hará de dos maneras: la primera, consistente en el apoyo a la revisión y ajuste de
los temas relacionados dentro de los Planes; la segunda, el acompañamiento a la
formulación e implementación de proyectos piloto de restauración.

Está claro que resulta conveniente y necesario algún desarrollo normativo que
respalde y oriente la restauración ecológica dentro del manejo del SPNN. Dicho
desarrollo tendrá como base, esta experiencia introductoria con los Planes de
Manejo.

En cualquier caso, la implementación de las actividades de restauración que se
incluyan en los Planes de Manejo, recibirán un acompañamiento especializado por
parte del nivel central de la UAESPNN.
No está de más advertir que en Colombia los nuevos conceptos, enfoques y métodos
tienden a abordarse y desecharse con una frivolidad temeraria. Como es usual en las
sociedades elitistas, todo el mundo quiere estar en la jugada. Suelen abordarse
inicialmente con más entusiasmo que estudio, con lo cual se convierten en panaceas
de moda. Con el tiempo se critican y descartan más de oídas que por experiencia
propia y sin que medie una evaluación seria del modo cómo se aplicaron y sus
resultados. Hoy todos repiten que eso es buenísimo y que cura desde el cáncer hasta la
pecueca; mañana todos repiten que no sirvió, que qué fiasco, que malísimo, e igual
tampoco saben de qué están hablando.
Nada puede estar más lejos de este “vanguardismo plagiario” que la restauración
ecológica. Ésta no es una moda ni un embeleco. Es un campo científico y técnico
nuevo pero lo bastante consolidado para requerir años de estudio y de práctica. Por
supuesto que admite entusiastas, aun cuando no sean especialistas, pero igual
demanda de unos y de otros, sensibilidad y dedicación.
50
5. LINEAMIENTOS PARA LA APLICACIÓN DE LA
RESTAURACIÓN ECOLÓGICA EN EL SINAP
Como entidad a cargo de impulsar y orientar el desarrollo del SINAP, la UAESPNN está
llamada a jugar un papel fundamental en la promoción y extensión de la restauración
ecológica en el manejo de las numerosas y variadas áreas protegidas que conforman
las redes regionales, departamentales y locales del sistema.
Al respecto, cabe dar algunas orientaciones:

Es del interés de la UAESPNN, la conformación de espacios interinstitucionales,
interdisciplinarios y interculturales de investigación y capacitación sobre
restauración ecológica, como parte de las herramientas para la conservación. Lo
cual contará con el apoyo de la entidad a todos los niveles.

En consecuencia, es muy conveniente involucrar a los socios e interlocutores claves
de cada Parque y cada Dirección Territorial en la discusión y la capacitación sobre
el tema, priorizando en todo momento la participación y la formación del personal
de la Unidad.

La promoción y extensión dirigida a personas y organizaciones externas a la Unidad
implica una responsabilidad mayor de capacitación previa.

Las iniciativas de extensión de la restauración ecológica en las diversas redes del
SINAP deben incluirse previamente en los Planes de Manejo de los PNN o en la
planeación estratégica de la Dirección Territorial respectiva, con el fin de que
cuenten con el respaldo y el seguimiento adecuados desde el nivel central.

Las iniciativas de restauración (a nivel de extensión, capacitación o ejecución)
promovidas o apoyadas por la UAESPNN deben identificar, contactar y coordinar
con las iniciativas a fines proyectadas o en curso por otras organizaciones y, muy
especialmente, por las CARs.

En la planificación armónica de los SIRAPs, SIDAPs y SILAPs, la Unidad procurará
que se incluya lo relacionado con la conformación de redes de personas, iniciativas,
áreas y tratamientos de restauración, apuntando a su refuerzo recíproco.
51