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51st European Congress of the Regional Science Association International 37th Spanish Regional Science Association Conference Estancamiento económico, regiones y manufacturas en México, 1993-2010* Economic stagnation, regions and manufactures in Mexico, 1993-2010* Young Scientist Sessions Isaac Leobardo Sánchez Juárez Doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Estudios Regionales Universidad Autónoma de Ciudad Juárez ICSA-Departamento de Ciencias Sociales México Tel: (656) 1-60-29-13 [email protected] Resumen: El objetivo de este artículo consiste en evidenciar el proceso de estancamiento económico regional mexicano, de 1993 al 2010, tanto en términos de producto como de empleo. La hipótesis que se sostiene y que de forma preliminar se confirma, indica que el sector secundario, principalmente las manufacturas, explican las reducidas tasas de crecimiento económico. De acuerdo con el marco teórico kaldoriano, el crecimiento de las manufacturas determina cuan rápido puede crecer una región, dada la existencia de rendimientos crecientes en este sector y sus encadenamientos productivos hacia adelante y hacia atrás con el resto de actividades productivas. A partir de los resultados, el documento propone el lanzamiento de un nuevo programa de industrialización, con énfasis en las ventajas competitivas creadas por algunas regiones, especialmente la frontera norte. Palabras clave: Regiones, estancamiento, manufacturas, México. Abstract: The aim of this paper is to show the process of mexican regional economic stagnation, from 1993 to 2010, both in terms of output and employment. The hypothesis supported and confirmed preliminarily, indicates that the secondary sector, mainly manufacturing, explain the low rates of economic growth. According to the kaldorian theoretical framework, the manufacturing growth determines how fast can grow a region, given the existence of increasing returns in this sector and its productive chains forward and backward with other productive activities. From the results, the paper proposes the launch of a new program of industrialization, with emphasis on the competitive advantages created by some regions, especially the northern border. Key words: Regions, stagnation, manufactures, Mexico. * Documento que forma parte del proyecto de investigación: “Estancamiento económico en México, manufacturas y desarrollo regional”, dirigido por el autor y registrado ante la Coordinación General de Investigación y Posgrado de la UACJ. 1 Introducción El objetivo del presente trabajo consiste en evidenciar el proceso de estancamiento económico regional mexicano, de 1993 al 2010, tanto en términos de producto como de empleo. La hipótesis que se sostiene y que de forma preliminar se confirma, indica que el sector secundario, principalmente las manufacturas, se encuentran detrás de las reducidas tasas de crecimiento económico. En México, como resultado de un proceso de industrialización trunca y las políticas aplicadas durante el Modelo de Apertura y Estabilización Macroeconómica (MAEM), fue imposible crear un núcleo endógeno de dinamización tecnológica, lo que redundó en un sector industrial manufacturero insuficientemente dinámico. La insuficiencia dinámica manufacturera, junto a otros factores, como son: la escasa inversión pública en infraestructura, el acceso al crédito, la apreciación del tipo de cambio, la dependencia de la economía del ciclo estadounidense, los shocks exógenos, la débil aplicación del estado de derecho, el elevado costo para hacer cumplir los derechos de propiedad, entre muchos otros factores, han jugado en contra de la elevación y sostenimiento del crecimiento económico en las regiones de México. Este avance de investigación se centra en el rol jugado por las manufacturas, se considera que el tipo de actividades en las cuales un determinado espacio geográfico se especializa resulta vital para entender las razones de su progreso o atraso. En función de lo anterior, en la primera parte se expone sumariamente el marco teórico que sirve como base de las reflexiones. En la segunda parte se pone en evidencia el estado actual de estancamiento económico regional, usando para ello el PIB total y per cápita. En la tercera sección se exhibe el estancamiento económico regional usando como criterio el comportamiento del empleo. En la cuarta sección se muestra que correlacionado positivamente con el bajo crecimiento del empleo y el producto per cápita se encuentra la desaceleración del ritmo de avance de la producción industrial manufacturera. En la parte final del documento se presentan las conclusiones. 1. Progreso económico y manufacturas La búsqueda del progreso económico ha sido una preocupación constante de los economistas por muchos años, y fue Adam Smith en 1776 quien sentó las bases para las modernas aportaciones en la materia. Para este autor, la principal fuente de la riqueza de las naciones y regiones se encuentra en la división del trabajo, especialmente en las actividades manufactureras, dado que genera una mayor especialización en los trabajadores y fomenta la inventiva e imaginación, lo que produce un mayor rendimiento por unidad de trabajo (productividad). La división del trabajo es la causa de los aumentos en la productividad y por tanto es un factor crucial del mayor o menor crecimiento económico. Dado que Smith entendía que las relaciones de causalidad son bastante complejas, suponía que a su vez la división del trabajo tenía su origen en la extensión del mercado, ya que entre más grande sea el mercado (demanda) mayor será la extensión en la cual la diferenciación y especialización son llevadas a cabo y con ello se da una mayor productividad. De esta forma, la división del trabajo en las 2 manufacturas es una consecuencia de la extensión del mercado, pero la extensión del mercado resulta de una mayor división del trabajo. Es en las manufacturas donde se generan esta clase de círculos virtuosos para la economía, para Smith sólo en ellas se presentan rendimientos crecientes a escala. Evidentemente, los cambios acontecidos en la economía en los años posteriores a la publicación de su obra ponen en duda las ideas de Smith, sobre todo por la aparición de modernas actividades de servicios; sin embargo, los casos de China y la mayoría de países Asiáticos (Taiwán, Singapur, Malasia, Japón, Hong Kong) ofrecen evidencia aplastante en torno a la importancia que tienen los procesos industrial-manufactureros para una economía. Las ideas de Smith serían ampliadas y mejoradas muchos años más tarde por Young (1928) e indirectamente por una serie de economistas del desarrollo (Rosenstein-Rodan, Nurkse, Hirschman, Myrdal, Prebisch, entre otros), para quienes la industria se constituía en el motor del crecimiento económico, ya sea por la existencia de rendimientos crecientes o bien por sus encadenamos productivos con el resto de sectores de actividad económica1. En especial para Prebisch (1959), la industrialización se constituía en la clave para superar las relaciones de dependencia existentes entre el centro y la periferia, ya que la elaboración de productos manufacturados por parte de los países periféricos, particularmente las economías de América Latina, ayudaría a mejorar la relación de términos de intercambio y con ello a superar la restricción al crecimiento como consecuencia de la balanza de pagos casi siempre deficitaria. Para Prebisch es necesario incorporar el progreso técnico en la industria y aprovechar sus frutos para nuevos procesos de ese tipo, lo que provoca un proceso acumulativo, dinámico y expansivo. Para mediados de los sesenta, Kaldor (1966) estableció con claridad a través de tres leyes la importancia que tiene la industria manufacturera para el progreso económico. La primera de estas leyes indica que el crecimiento del producto total se encuentra determinado por el crecimiento de las manufacturas, de forma explícita Kaldor consideraba que las manufacturas representan el motor del crecimiento económico y con ello estableció, al igual que los economistas del desarrollo, que las actividades en las cuales se especializa un país o región son determinantes del éxito o fracaso económico. La segunda ley de Kaldor o ley Verdoorn2 señala que un rápido crecimiento del producto industrial manufacturero, a través de los rendimientos crecientes a escala, conducirá a un rápido crecimiento de la productividad laboral industrial, la productividad es endógena, la productividad no causa en primera instancia una mayor producción, más bien una mayor demanda por producto y una mayor producción para satisfacerla terminan incrementando a la larga la productividad y por ende la competitividad regional3. La tercera ley de Kaldor propone que el crecimiento del PIB por trabajador está positivamente relacionado con el crecimiento del producto manufacturero y negativamente relacionado con el crecimiento del empleo no manufacturero. La lógica de esta relación es que un rápido crecimiento de las manufacturas incrementará la productividad manufacturera (y de aquí el PIB por trabajador) a través de la ley Verdoorn-Kaldor. De hecho, con un excedente laboral en la agricultura y el sector servicios, un rápido crecimiento de la manufactura incrementará el 1 Véase Toner (1999) y Ros (2004) para una presentación amplia de las ideas de estos autores. Un excelente resumen de la ley Verdoorn-Kaldor aparece en Bairam (1987). 3 Algunos trabajos que han evaluado esta ley para el caso mexicano son Calderón y Martínez (2005), Calderón (2008) y Ocegueda (2003). 2 3 crecimiento de la productividad en este sector por los incrementos de las transferencias sectoriales de trabajo desde el resto de la economía a la manufactura (subempleo o desempleo disfrazado). Como el trabajo se mueve de la agricultura, donde la productividad marginal de trabajo es reducida, hacia la manufactura donde ésta es alta, la productividad termina por incrementarse. De aquí se tiene que una rápida tasa de declive del empleo no manufacturero incrementará el crecimiento de la productividad no manufacturera. Uniendo todas las proposiciones, se puede concluir que una rápida tasa de crecimiento de las exportaciones y el producto industrial manufacturero tenderán a establecer un proceso acumulativo o círculo virtuoso del crecimiento a través del enlace entre el crecimiento del producto y la productividad manufacturera. Una región que sostiene un crecimiento elevado y persistente del producto, tenderá a reducir sus costos comparativos, lo que volverá difícil para otras establecer un volumen suficiente de producción que les permita ser exportadoras. A través de los beneficios que un rápido crecimiento manufacturero trae consigo, las regiones se involucran en un proceso acumulativo de progreso con el consecuente declive relativo de otras regiones, debido a que las regiones que crecen primero y rápido se encuentran en posibilidad de sostener su ventaja en las actividades manufactureras respecto a aquellas que inician después o bien lo hacen lentamente (Thirlwall, 1983:357). 2. Estancamiento económico regional En esta sección se analiza el estado actual de las regiones en materia de crecimiento del PIB total y per cápita, lo que permite apreciar la existencia de ciertos hechos estilizados de la economía mexicana durante el MAEM, la sección analiza la dinámica o su ausencia entre las diferentes regiones. Las regiones consideradas en el estudio son las siguientes: 1) Centro: Distrito Federal, México, Puebla, Hidalgo, Morelos y Tlaxcala; 2) Centro norte: Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Durango, Aguascalientes y Zacatecas; 3) Frontera norte: Nuevo León, Chihuahua, Baja California, Coahuila, Tamaulipas y Sonora; 4) Pacífico: Baja California Sur, Sinaloa y Nayarit; 5) Sur: Oaxaca, Guerrero y Chiapas; 6) Occidente: Jalisco, Michoacán y Colima; y 7) Golfo: Veracruz, Tabasco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo. La divergencia en el crecimiento económico regional se puede apreciar claramente en la gráfica 1, en ella se observa que las dos regiones de mayor crecimiento económico en el país son la Frontera norte y Centro norte, el resto de regiones ha reducido el nivel de su producto respecto al año inicial. El Centro y Sur del país son las regiones de menor crecimiento. En promedio anual, entre 1993 y 2010, la región Frontera norte creció un 3.49 por ciento y la región Centro norte un 3.39 por ciento, les siguieron el Golfo con un crecimiento de 2.24 por ciento, Pacífico 2.11 por ciento, Occidente 2.09 por ciento, Sur 1.69 por ciento y Centro 1.57 por ciento. Aunque las regiones Frontera y Centro norte crecen por encima del resto, su crecimiento no es excepcional, a todas luces es insuficiente, los datos revelan el estancamiento económico en el que se encuentran todas las regiones, en algunas es particularmente grave. Gráfica 1 Crecimiento PIB total regional (Índice regional/Índice nacional, 1993=100) 4 120 115 110 105 100 95 90 85 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 CENTRO CENTRO NORTE FRONTERA SUR OCCIDENTE GOLFO 2005 2006 2007 2008 2009 2010 PACÍFICO * Los datos del 2007 al 2010 son estimaciones de la consultoría Aregional. Fuente: elaboración propia con datos del Sistema de Cuentas Nacionales por Entidad del INEGI. Las reformas económicas implementadas durante los últimos años, principalmente el TLCAN, no han tenido un impacto favorable en el crecimiento, la principal razón estriba en la ausencia de medidas para favorecer el tejido industrial y aprovechar las ventajas que este acuerdo otorga a los productores de bienes manufacturados; la mayor parte de los que han hecho un uso apropiado del tratado son sectores maquiladores, desconectados por definición del resto de actividad económica. El tratado en sí no es el problema, el problema es la falta de un paquete de incentivos y labores de fomento de la producción industrial nacional, cuando se sabía que no había condiciones para competir con empresas extranjeras, las cuales se encuentran respaldadas por sus respectivos gobiernos. Al analizar por subperiodos, los resultados son que de 1993 a 1999, la región de mayor crecimiento fue la Frontera norte con un 4.63 por ciento promedio anual, le siguió la Centro norte con un 3.91 por ciento, Occidente 3.26 por ciento, Centro 2.46 por ciento, Golfo 2.20 por ciento, Sur 1.88 por ciento y Pacífico 1.20 por ciento. Del 2000 al 2010 la región de mayor crecimiento fue la Centro norte con un 2.40 por ciento, le siguió Frontera norte con un 1.99 por ciento, Pacífico 1.98 por ciento, Golfo 1.72 por ciento, Sur 1.20 por ciento, Occidente 0.98 por ciento y Centro 0.39 por ciento. Es interesante observar como para los últimos diez años, el estancamiento económico se profundiza en todas las regiones. También parece que los efectos del TLCAN en el crecimiento fueron ligeramente positivos durante los primeros años del tratado, para luego desvanecerse ante la ausencia de bases estructurales (básicamente la existencia de una nueva política industrial). Si el estancamiento parece grave usando como referencia el PIB total, es más grave usando el per cápita, en la gráfica 2 se presenta tal información para el periodo 1993-2010; las regiones Centro norte y Frontera son las que han crecido desde 1993, se reproduce la misma PIB 5 tendencia que se identificó usando el PIB total; la región Occidente supera de forma constante el PIB per cápita de 1993 hasta 1999, a partir de ese año se observan pequeños incrementos y decrementos. Las otras cuatro regiones no lograron superar el nivel de PIB per cápita que tenían en el año inicial. El crecimiento promedio anual del PIB per cápita, para el periodo 1993-2010, de la región Centro fue 0.69 por ciento; la región Centro norte fue la que más creció al hacerlo en un 2.17 por ciento; la región Frontera norte creció 1.74 por ciento, la región Pacífico un 0.96 por ciento; la región Sur 0.82 por ciento; la región Occidente 1.05 por ciento y la región Golfo decreció 0.11 por ciento. Gráfica 2 Crecimiento económico regional (Índice regional/Índice nacional, 1993=100) 115 110 105 100 95 90 85 80 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 CENTRO CENTRO NORTE FRONTERA SUR OCCIDENTE GOLFO 2005 2006 2007 2008 2009 2010 PACÍFICO * Los datos del 2007 al 2010 son estimaciones de la consultoría Aregional. Fuente: elaboración propia con datos del Sistema de Cuentas Nacionales por Entidad del INEGI y el CONAPO. . La región Centro creció en promedio anual, para el periodo 1993-1999, un 1.29 por ciento, para después decrecer, en el periodo 2000-2010, un 0.15 por ciento; la región Centro norte creció en el primer periodo 2.45 por ciento y luego lo hizo un 1.47 por ciento; la región Frontera norte creció en el primer periodo 2.62 por ciento y redujo su crecimiento a un 0.63 por ciento para el segundo; la región Pacífico pasó de un estancamiento absoluto en el primer periodo a un crecimiento de 1.13 por ciento en el segundo; la región Sur creció un 0.5 por ciento en el primero y 0.7 por ciento en el segundo; la región Occidente creció 2.13 por ciento en el primero y 0.23 por ciento en el segundo; la región Golfo decreció 0.53 por ciento en el primero y decreció 0.23 por ciento en el segundo. Todas las regiones del país se encuentran estancadas, durante los últimos diecisiete años ninguna de ellas ha presentado un crecimiento aceptable; las regiones Centro norte y Frontera norte son relativamente las mejores. De acuerdo con Hausmann, Pritchett y Rodrik (2005), una economía que por un determinado periodo de tiempo es incapaz de sostener un crecimiento anual de 3 por ciento en el PIB per cápita debe ser considerada como estancada. En el cuadro 1 se presentan las tasas anuales de crecimiento del PIB per cápita, con el ánimo de identificar los periodos de estancamiento regional. Cuadro 1 Tasas de crecimiento regionales del PIB per cápita 6 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Centro 1.83 -9.76 4.29 5.73 3.57 2.92 5.00 -0.74 -1.14 -0.40 1.51 2.39 3.68 1.88 -0.09 -8.37 0.28 Centro norte 4.17 -5.67 5.12 5.03 5.88 0.66 5.41 0.38 2.01 1.76 4.09 0.60 5.74 3.33 0.83 -5.24 1.53 Frontera 3.76 -6.52 4.68 6.33 4.44 3.54 6.01 -3.44 -0.77 1.81 4.98 2.32 3.57 3.48 0.77 -8.25 2.51 Pacífico -0.03 -5.32 3.28 1.03 0.65 0.62 4.19 1.23 -2.36 0.40 3.53 2.27 5.23 2.82 1.63 -4.17 1.05 Sur 2.02 -4.69 0.01 0.98 3.11 1.99 2.80 0.23 -0.52 0.53 3.07 0.68 2.69 2.66 0.59 -3.39 0.65 Occidente 2.98 -6.44 4.40 4.50 3.66 4.11 1.81 -2.68 -0.10 -0.54 3.81 0.80 3.80 2.67 1.00 -6.37 0.33 Golfo 1.02 -6.81 1.51 2.96 1.05 -2.58 3.86 1.07 -1.80 2.66 3.20 -0.21 0.40 0.04 -1.38 -5.51 -0.50 * Los datos del 2007 al 2010 son estimaciones de la consultoría Aregional. Fuente: elaboración propia con datos del Sistema de Cuentas Nacionales por Entidad del INEGI y el CONAPO. La región que presentó el mayor número de años un crecimiento igual o superior al 3 por ciento fue la Frontera norte, en nueve de diecisiete años; le siguió la Centro norte con ocho años de crecimiento superior a la línea de estancamiento, en tercer lugar se ubicó la región Occidente con seis años por encima de la línea de estancamiento, en cuarto lugar la región Centro con cinco años, en quinto lugar la región Pacífico con cuatro años y en los dos últimos lugares las regiones Sur y Golfo con sólo dos años por encima de la línea de estancamiento. Observe como el periodo 1996-1998 fue el de mejor comportamiento para las regiones Centro, Centro norte, Frontera y Occidente, fuera de ese breve periodo el crecimiento ha sido inestable e insuficiente. 3. Estancamiento regional del empleo Utilizando los datos de trabajadores asegurados totales en el IMSS (permanentes y eventuales), como indicador del comportamiento del empleo privado en el sector formal de la economía, se calcularon las tasas de crecimiento para cada región y se compararon con el índice nacional, los resultados aparecen en la gráfica 3. Las regiones Frontera norte y Centro norte son en las que más ha crecido el empleo. Las otras dos regiones con un crecimiento relevante del empleo fueron la Occidente y Golfo. Las regiones estancadas en materia de empleo son: Centro, Pacífico y Sur. En promedio anual, de 1993 al 2010, la tasa de crecimiento del empleo en la región Centro Norte fue de 2.84 por ciento, en la Frontera norte de 2.43 por ciento, en la Golfo de 2.50 por ciento, en la Occidente de 2.28 por ciento, en la Pacífico y Sur de 1.70 por ciento y en la Centro de 1.47 por ciento. Al igual que sucede con el PIB, el empleo se encuentra estancado, siendo más grave la situación en algunas regiones. Gráfica 3 Crecimiento regional del empleo (Índice regional/Índice nacional, 1994=100) 7 115 110 105 100 95 90 85 80 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 CENTRO CENTRO NORTE FRONTERA SUR OCCIDENTE GOLFO 2005 2006 2007 2008 2009 2010 PACÍFICO * Los datos para el 2010 son estimaciones Fuente: elaboración propia con datos del IMSS. La generación de empleo se ha deteriorado en los últimos diez años en las regiones Centro, Centro norte, Frontera y Occidente, mientras que ha mejorado relativamente en las regiones Pacífico, Sur y Golfo. La caída del empleo observada en los últimos diez años en la región Frontera norte es de llamar la atención, lo mismo que los incrementos en las regiones Pacífico y Sur. El crecimiento del empleo está altamente correlacionado con el registrado en el PIB. Una tasa de crecimiento anual del número de trabajadores asegurados en el IMSS superior al 4 por ciento puede considerarse como un indicador de fortaleza, mientras que una tasa por debajo indicaría la profundidad del estancamiento económico. En el cuadro 2 se presentan las tasas anuales de crecimiento del empleo por región. Las regiones con el mayor número de años con una tasa de crecimiento del empleo superior a la línea marcada fueron la Centro norte y la Frontera norte, principalmente del periodo que va de 1996 al 2000. 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Centro -9.27 0.53 7.27 6.31 3.96 4.85 0.37 -1.05 -0.82 0.88 2.49 3.95 4.41 2.09 -1.96 -0.04 Cuadro 2 Tasas de crecimiento del empleo regional Centro norte Frontera Pacífico Sur Occidente -6.26 -1.42 -6.28 -7.15 -5.70 4.30 6.12 0.77 -2.52 1.06 7.77 8.92 -3.15 -0.59 5.48 8.15 7.86 3.15 2.26 7.94 6.60 7.60 3.82 5.43 6.11 7.84 7.39 4.47 5.30 5.93 1.09 -1.96 1.54 1.69 1.17 0.80 -2.77 0.86 1.26 0.67 -0.05 -1.09 1.57 3.20 0.83 1.94 2.45 3.48 2.26 2.39 4.04 3.44 2.55 2.81 3.67 4.78 5.00 5.85 4.51 4.48 4.28 3.49 5.56 2.13 4.93 4.27 2.86 2.82 2.21 0.67 -4.14 -1.05 -6.96 -3.48 4.51 0.64 0.74 0.92 -1.31 0.13 Golfo -6.40 2.05 0.85 7.03 5.04 6.00 2.87 0.83 2.87 2.41 3.87 4.98 4.39 3.00 0.40 -0.13 * Los datos del 2010 son estimaciones del IMSS. Fuente: elaboración propia. 8 La región Occidente fue la tercera con el mayor número de años por encima de la línea marcada, la mayor parte de ellos de 1997 a 2000. Las regiones Golfo y Pacífico presentaron cinco años con tasas de crecimiento del empleo superiores al 4 por ciento. De todas las regiones, la Pacífico fue la única que exhibió de 2005 a 2008 un crecimiento del empleo mayor a la línea indicada. Las regiones Centro y Sur únicamente presentaron cuatro años de crecimiento del empleo superiores al 4 por ciento, en los otros doce años el empleo se mantuvo estancado. En la región Sur, la recuperación de la crisis de 1995 tomó tres años, siendo la región más afectada. A diferencia de lo anterior, durante la crisis del 2009 las regiones Sur y Golfo fueron de las menos afectadas. 4. Insuficiencia dinámica manufacturera regional En esta parte el interés se centra en las actividades manufactureras, su producción, empleo y productividad. Dada la hipótesis sostenida, se espera encontrar evidencia preliminar de la primera ley de Kaldor y de la ley Verdoorn; es decir, se busca evidencia de la relación positiva entre el crecimiento del producto manufacturero y el crecimiento del producto total, entre el crecimiento de la productividad y el producto manufacturero. Como primera evidencia, se presentan en la gráfica 4 las tasas de crecimiento de la producción manufacturera en cada una de las regiones de México; es fácil observar que el crecimiento de las manufacturas y el crecimiento del PIB total y per cápita regional muestran una gran correlación positiva (véase las anteriores graficas). Gráfica 4 Crecimiento regional de las manufacturas (Índice regional/Índice nacional, 1993=100) 150 140 130 120 110 100 90 80 1993 1994 Centro 1995 1996 1997 1998 1999 Centro norte 2000 Frontera 2001 2002 2003 Pacífico 2004 2005 Sur 2006 2007 2008 Occidente 2009 2010 Golfo * Los datos del 2007 al 2010 son estimaciones. Fuente: elaboración propia con datos del INEGI. Las regiones Centro norte y Frontera norte son las grandes “ganadoras” en materia de crecimiento del PIB y también del PIB manufacturero. En el resto de regiones del país, las manufacturas prácticamente no han crecido. Existe una insuficiencia dinámica manufacturera en la mayor parte de regiones y ésta se asocia con el estancamiento económico que presentan. La evidencia aporta elementos para creer que un sector manufacturero dinámico puede colaborar a la superación del estancamiento que viven las regiones del país. 9 Entre 1993 y 2010 la tasa de crecimiento promedio anual de las manufacturas fue de 2.68 por ciento en todo el país. En la región Centro norte fue de 5.54 por ciento, en la Frontera norte de 4.11 por ciento, en la Pacífico de 1.71 por ciento, en la Sur de 1.70 por ciento, en la Golfo de 1.54 por ciento, en la Occidente de 1.43 por ciento y en la Centro de 1.35 por ciento, ésta última región después de ser el núcleo industrial del país poco a poco a dejado de serlo En los últimos años se ha dado un claro desplazamiento de las actividades manufactureras a favor de las regiones del norte del país. El crecimiento de las manufacturas, como consecuencia de la entrada en operación del TLCAN fue bastante bueno en las regiones Centro norte y Frontera norte de 1993 a 1999. En la región Occidente para ese periodo el crecimiento fue mediamente bueno y para el resto de regiones se mantuvo estancado. Los efectos del TLCAN sobre el crecimiento manufacturero desaparecieron rápidamente, poniendo en evidencia la debilidad estructural de la economía mexicana. Para el periodo 2000-2010 el estancamiento manufacturero fue particularmente grave en todas las regiones, quizás con la excepción de la Centro norte donde fue menos severo. El estancamiento en las manufacturas coincide con el de la producción total de la economía del país. En las regiones Centro y Occidente, donde se encuentran los estados de Jalisco, México y Distrito Federal, se observó incluso la existencia de una gradual desindustrialización. Los datos sugieren que el país se encuentra atrapado en un círculo vicioso de bajo crecimiento manufacturero. Al calcular la dispersión de los logaritmos del PIB manufacturero para el periodo 1993-2010 se revela la existencia de una gran divergencia interregional, que junto a la información anterior lleva a concluir que durante el MAEM ha existido un claro proceso de reestructuración industrial, que ha favorecido principalmente, a las entidades del norte del país en detrimento de los viejos centros industriales del periodo sustitutivo de importaciones4. Este proceso es el resultado del crecimiento de la industria maquiladora de exportación en los estados de la Frontera norte, sobre todo en la década de los noventa. 4 En diferentes estudios que abordan el tema de la localización y la reestructuración, especialmente posterior a la liberalización comercial se llega a los mismos resultados que aquí, algunos de los más destacados son Livas y Krugman (1992), Hanson (1994), Mendoza y Martínez (1999), Chamboux-Leroux (2001), Mendoza (2002), Dávila (2004). Sin embargo, la mayor parte de estos estudios no toman en cuenta el problema de la existencia de rendimientos crecientes a escala en la industria manufacturera y la dinámica de causación acumulativa que se desprende, donde la productividad de la manufactura proviene de este tipo de rendimientos. 10 Gráfica 5 Dispersión del producto manufacturero regional, 1993-2010 0.61 0.6 0.59 0.58 0.57 0.56 0.55 0.54 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 * Los datos del 2007 al 2010 son estimaciones. Fuente: elaboración propia con datos del INEGI. Las regiones Centro norte y Frontera norte son las “ganadoras” del proceso de reconversión productiva en el país, en ellas debe centrar su atención la política para el desarrollo industrial, ya que cuentan con las bases suficientes como para hacer que el proceso sea más exitoso. Para el resto de regiones del país el proceso de industrialización requerirá de más tiempo y será mucho más costoso. Al analizar las tasas de crecimiento anuales del PIB manufacturero de cada una de las regiones, se tiene que en la Centro norte hubo dos años (1996 y 1997) en los cuales el crecimiento fue espectacular, pero dicho dinamismo no logro mantenerse, aunque ha presentado crecimientos anuales muy importantes, de hecho para el 2010 se espera un crecimiento que superará el 9 por ciento, está región es una de las más dinámicas de todo el país. La región Centro norte en siete de diecisiete años creció por encima del 5 por ciento. 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Cuadro 3 Tasas anuales de crecimiento del PIB manufacturero Centro Centro norte Frontera Pacífico Sur Occidente 9.46 6.03 3.51 4.23 3.46 1.68 -9.38 -2.33 -0.36 -4.39 0.84 -5.04 9.84 19.14 13.61 8.17 4.39 6.08 10.84 12.19 10.77 -1.53 -4.70 9.24 7.54 9.13 7.87 7.95 6.83 6.22 5.40 2.63 0.22 5.28 4.08 3.42 6.31 10.33 7.95 1.91 4.59 4.41 -3.91 -2.25 -5.38 0.65 -0.45 -4.27 -1.50 2.46 -0.13 -3.02 -1.63 -1.69 -3.26 1.42 -0.06 3.67 2.46 -1.07 9.22 6.76 2.94 -0.63 4.65 0.34 2.13 -1.13 2.38 -0.65 1.60 -0.62 7.20 7.41 3.10 8.55 -1.53 3.55 2.89 4.16 4.92 3.34 2.65 4.10 0.80 4.33 2.33 2.48 0.83 1.96 -8.54 -5.08 -6.99 -3.85 -3.62 -7.27 9.88 5.48 1.37 1.91 0.66 0.70 Golfo 6.33 2.46 1.12 3.40 1.52 0.84 3.86 0.70 -1.58 -0.74 4.81 0.32 -0.29 4.54 0.09 -3.57 1.30 * Los datos del 2007 al 2010 son estimaciones. Fuente: elaboración propia con datos del INEGI. 11 La región Frontera norte es la otra región en donde el crecimiento de las manufacturas ha sido notable, principalmente en los últimos años de los noventa; a principios del 2000 el crecimiento de la producción manufacturera se redujo considerablemente y no fue sino hasta el 2004 que logró recuperarse. La región Frontera durante nueve años de diecisiete presentó un crecimiento superior al 5 por ciento. La región Centro se encuentra en franco declive, en sólo cuatro años logró presentar un crecimiento por encima del 5 por ciento y en el 2009 fue la región que se vio más seriamente afectada por la crisis al descender su producción anual un 8.5 por ciento. La región Occidente también ha tenido un desempeño muy pobre, al crecer por encima de la línea marcada (5%) únicamente en cuatro años, de 1996 a 1999, fuera de ese periodo el crecimiento de las manufacturas ha sido pobre e incluso negativo en muchos años. Las regiones Sur, Golfo y Pacífico prácticamente no muestran un crecimiento destacable de su producción manufacturera, son las menos industrializadas del país. La falta de industrias y crecimiento de la producción de las existentes, se correlaciona con las bajas tasas de crecimiento de su producto global. 4.1 Las manufacturas como motor del crecimiento, evidencia econométrica ¿Son las regiones clasificadas como manufactureras las que más crecen? ¿Son las regiones industrialmente estancadas y en desindustrialización las que menos crecen? ¿Las manufacturas son el motor del crecimiento económico? Responder a estas preguntas es bastante fácil una vez que se ha reunido y agrupado toda la información correspondiente. La evidencia sugiere que las regiones Frontera norte y Centro norte son las de mayor crecimiento económico del PIB total, per cápita y empleo y no es casualidad, dado el marco teórico que se privilegia, que sean donde mayormente ha crecido la actividad manufacturera. En línea con la primera ley de Kaldor, la tasa de crecimiento de una economía se correlaciona positivamente con la tasa de crecimiento del sector industrial manufacturero, o lo que es lo mismo, las manufacturas representan el motor del crecimiento. La razón detrás de dicha aseveración se encuentra en los siguientes hechos: 1) las manufacturas tienen efectos multiplicadores sobre el resto de la actividad económica, debido a la complejidad e innovación que integran los productos que generan; 2) tienen elevadas elasticidades ingreso de la demanda; 3) cuentan con encadenamientos productivos hacia atrás y delante; y 4) exhiben economías dinámicas, que se obtienen conforme la división del trabajo se incrementa, como resultado del incremento en el producto. Siguiendo a Kaldor (1966), Cripps y Tarling (1973), Cornwall (1976) y Bairam (1991), la primera forma de evaluar la hipótesis utiliza las siguientes especificaciones: qT = aT + bT qM pPC y = aPC + bPC qM (1) (2) Donde qT, pPC y qM son las tasas de crecimiento del PIB, del PIB per cápita y de la producción manufacturera. Se argumenta que una condición suficiente para el cumplimiento de la hipótesis del motor del crecimiento económico es la existencia de una relación 12 estadísticamente significativa entre la tasa de crecimiento del producto total (qT) o de la producción por persona (pPC) y el producto manufacturero, con un coeficiente de regresión b significativamente mayor a cero. No obstante, es posible que las ecuaciones 1 y 2 arrojen resultados espurios. Esto debido a que el PIB total (y el per cápita) están relacionados por definición con el producto manufacturero. Para mostrar esto, el PIB total se puede definir como: QT = wQM + (1 − w)QNM (3) Donde QT, QM y QNM son los niveles de producto total, producto manufacturero y no manufacturero respectivamente, w y (1 - w) son las participaciones de producto manufacturero y producto no manufacturero. A partir de aquí, la tasa de crecimiento del producto total está dada por: qT = wqM + (1 − w)qNM (4) La ecuación 4 indica que cualquier coeficiente bT obtenido usando la ecuación 1 simplemente refleja la participación del producto manufacturero en el producto total (i.e bT = w). Consecuentemente un coeficiente positivo y estadísticamente significativo de bT (o bPC) puede decir muy poco sobre la hipótesis del motor del crecimiento económico. En este artículo se considera que las cinco especificaciones siguientes son más apropiadas para evaluar la primera ley de Kaldor: qNM = aNM + bNM qM (5) qA = aA + bAqM (6) qS = aS + bS qM (7) qT = aT + bT (qM − qNM ) Q qNM = aNM + bNM M qM QTE (8) (9) Donde qNM, qM, qA, qS, qT son las tasas de crecimiento del producto no manufacturero, producto manufacturero, producto agropecuario, producto comercial y de servicios y producto total respectivamente. QM/QTE es un ponderador del regresor sugerido por McCombie y de Ridder (1983), donde el numerador es el nivel del producto manufacturero en una región y el denominador es el nivel del producto total en esa región. El foco de interés en la ecuación 9 es la bondad del ajuste, dado que es difícil dar una interpretación económica intuitiva al tamaño del coeficiente de regresión. Las ecuaciones anteriores se estimaron usando datos de sección cruzada para los treinta y dos estados que componen el país, estimando los coeficientes con mínimos cuadrados ordinarios; Los resultados aparecen en el cuadro 4. 13 Cuadro 4 Primera ley de Kaldor: mínimos cuadrados ordinarios, 1993-2010 Ecuación (1) (2) (5) (6) (7) (8) Variables independientes\Dependientes qT pPC qNM qA qS qT 0.107* 0.034* 0.123* 0.088* 0.113* 0.180* Constante (8.91) (2.58) (10.13) (4.78) (7.35) (18.27) 0.387* 0.243* 0.337* 0.141 0.229* qM (7.04) (5.11) (7.40) (1.66) (3.90) 0.368* qM - qNM (3.80) QM/QTE*qM n(entidades federativas) R2ajustado F estadístico D.W. Prueba JB normalidad + Prueba White heterocedasticidad Prueba Ramsey forma funcional 32 0.66 62.86 2.10 0.798 (0.670) 0.351 (0.706) 0.202 (0.656) 32 0.29 14.09 1.93 20.84 (0.000) 0.411 (0.666) 0.197 (0.660) 32 0.55 39.83 2.30 0.151 (0.927) 0.435 (0.651) 0.450 (0.507) 32 0.059 2.97 2.08 1.12 (0.569) 0.254 (0.776) 0.303 (0.586) 32 0.22 10.09 2.00 12.80 (0.001) 0.301 (0.742) 2.573 (0.119) 32 0.29 14.23 1.72 0.570 (0.751) 0.200 (0.819) 0.271 (0.606) (9) qNM 0.150* (12.16) 0.888* (5.26) 32 0.37 19.85 2.09 1.37 (0.50) 0.444 (0.645) 2.395 (0.132) Prueba t entre paréntesis * Coeficiente estadísticamente significativo al 5% + Probabilidad entre paréntesis, la hipótesis nula es que se tiene normalidad, homocedasticidad y buena forma funcional. Errores estándar & covarianza consistentes con heterocedasticidad de White. De forma general, los resultados confirman la existencia de una relación positiva entre la tasa de crecimiento del producto manufacturero y el crecimiento del producto total. Existe evidencia para suponer que en la economía mexicana y sus regiones las manufacturas son un sector fundamental en la explicación de las bajas tasas de crecimiento económico registradas de 1993 al 2010. Específicamente, las estimaciones de las ecuaciones 1 y 2 para todo el periodo arrojaron coeficientes significativos con el signo correcto, para ser modelos de una sola variable explicativa presentaron una buena bondad de ajuste (particularmente la primera). La ecuación 1 superó todas las pruebas realizadas a las estimaciones, no así la 2 en la que no se pudo demostrar que los residuos se distribuyen normalmente. De cualquier forma, estas dos primeras ecuaciones no son definitivas. La estimación de la ecuación 5 indica que la tasa de crecimiento de la producción manufacturera se encuentra correlacionada positivamente con la tasa de crecimiento de la producción no manufacturera para el periodo 1993-2010. La bondad de ajuste es relativamente buena y se logró demostrar que los residuos cumplen con la condición de homocedasticidad y normalidad. Además la prueba de Ramsey indica que la forma funcional elegida es la correcta. De esta forma, se tiene que para las regiones de México un incremento de un 1 por ciento en el PIB manufacturero se correlaciona con un incremento del 0.34 por ciento del PIB no manufacturero o de 0.46 por ciento si se considera el valor del intercepto. Con las ecuaciones 6 y 7 lo que se busca es conocer el efecto diferencial que tiene la tasa de crecimiento de la producción manufacturera sobre el sector agropecuario y los servicios. Como se puede apreciar en el cuadro 4 la relación entre la tasa de producción del sector agropecuario y manufacturera es positiva, pero el coeficiente no es significativo y la bondad de ajuste de la regresión es bastante mala. 14 La estimación de la ecuación 7 con datos del periodo 1993-2010 indica que la relación entre la tasa de crecimiento de la producción manufacturera y la de servicios es positiva, los coeficientes estimados fueron estadísticamente significativos y la bondad del ajuste aceptable; el único problema tiene que ver con el hecho de que los residuos no se distribuyen normalmente. Si alguna duda existía sobre la validez de la primera ley con datos de sección cruzada, ésta quedó despejada al estimar las ecuaciones 8 y 9, las cuales indican que el crecimiento manufacturero determina positivamente el crecimiento del producto total o el del producto no manufacturero. Existen elementos suficientes como para considerar que en la economía mexicana la hipótesis kaldoriana del crecimiento es valida. Ahora bien, una vez presentada la evidencia de la primera ley de Kaldor, enseguida se utilizan datos provenientes de los Censos Industriales, para el periodo 1993-2003, con el afán de comprobar parcialmente la segunda ley de Kaldor. Cuadro 5 Tasas medias de crecimiento anual, 1993-2003, de las manufacturas VA PO PRO PIBpc -0.44 0.48 0.90 1.03 Centro 2.42 Centro norte 6.41 3.59 2.88 6.22 4.33 1.59 1.90 Frontera -0.01 0.75 -0.99 0.34 Pacífico 6.47 2.89 4.75 0.62 Sur 1.23 3.50 1.44 1.11 Occidente 1.61 2.37 3.23 0.25 Golfo VA: Valor agregado; PO: población ocupada; PRO: productividad y PIB pc: Producto por persona. Fuente: elaboración con los Censos Industriales y Cuentas Nacionales. La relación entre la tasa de crecimiento del valor agregado y la productividad manufacturera para la región Centro indica que en ella no se da un cumplimiento de la ley, ya que el valor agregado decrece mientras que la productividad crece cerca de un punto porcentual. Lo mismo ocurre entre la tasa de crecimiento de la población ocupada y el valor agregado. En la región Centro norte el crecimiento de la productividad y el valor agregado se relacionan positivamente, correspondiendo a lo que teóricamente se esperaba, lo mismo en la Frontera norte, aunque el crecimiento de la productividad fue bastante menor al del valor agregado. En la región Pacífico la relación entre la tasa de crecimiento del valor agregado y la productividad fue positiva, no así entre la población ocupada y el valor agregado, note también que el PIB per cápita se incrementó cerca de medio punto porcentual. En la región Sur también se da un cumplimiento de la segunda ley. En la región Occidente el crecimiento del valor agregado es menor que el crecimiento del empleo y muy parecido al de la productividad, en esta región también se confirma la hipótesis. En la región Golfo, aunque se confirma la hipótesis, el crecimiento del valor agregado es bastante menor respecto al crecimiento de la productividad. La evidencia suministrada hasta ahora sugiere, de forma preliminar, que las manufacturas son el motor del crecimiento económico, gracias a la existencia de rendimientos crecientes, de los incrementos de su producción depende el crecimiento del resto de actividad económica. Además, la relación positiva existente entre la productividad y el valor agregado manufacturero en la mayoría de regiones contribuye a sostener parcialmente la segunda ley de Kaldor en México. 15 Los resultados obtenidos sugieren que el crecimiento o decrecimiento de la producción manufacturera se encuentra relacionado con el crecimiento o decrecimiento del producto total. Las regiones estancadas son aquellas en las que la producción manufacturera es exigua, mientras que las regiones “ganadoras” son aquellas que muestran una estructura productiva y de crecimiento dirigida por el sector manufacturero. Aún más, el empleo, una variable clave del bienestar, al encontrarse relacionado positivamente con el crecimiento del producto, también depende de lo que suceda al interior de las manufacturas. Las industrias manufactureras son el pilar sobre el cual se construyen círculos virtuosos de crecimiento (aunque existen algunas salvedades). Comentarios finales La ciencia económica trabaja a través de la verificación de hipótesis que se desprenden de modelos teóricos, que intentan de manera simplificada y significativa representar la realidad. El modelo kaldoriano de crecimiento concluye que las regiones que tienen una fuerte vocación industrial tenderán a alejarse de la senda de crecimiento seguida por aquellas regiones cuya especialización o vocación productiva no son las manufacturas. La razón de esto es la existencia de rendimientos crecientes en las actividades industriales, como consecuencia de la división del trabajo, la cual a su vez es resultado de la extensión del mercado. Las actividades manufactureras son el motor del crecimiento económico. El objetivo general consistía en demostrar que el estancamiento del periodo 1993-2010 se asocia con el sector industrial manufacturero; se puede decir que el objetivo se cumplió y que la hipótesis de base se verifica parcialmente. Para llegar a resultados definitivos se tendrían que evaluar econométricamente las otras dos leyes de Kaldor e incluso utilizar otras técnicas econométricas más sofisticadas, una tarea que queda como parte de la agenda de investigación. Lo que el documento espera haber dejado claro es que las regiones Centro norte y Frontera norte son las que durante el periodo de estudio observaron el mayor crecimiento económico, tanto en el producto como en el empleo, mientras las regiones Pacífico y Sur fueron las de menor crecimiento. En el grupo de regiones de alto crecimiento las manufacturas también lo son y en el grupo de regiones de bajo crecimiento las manufacturas muestran una clara insuficiencia dinámica. En conclusión existen, como ya se ha dicho, elementos para confirmar parcialmente que las manufacturas regionales son el motor del crecimiento económico. Antes de terminar, debe remarcarse que el crecimiento económico en México es insuficiente, despreciable, se ha presentado evidencia del estancamiento económico en cada una de las regiones. Es cierto que las regiones Frontera norte y Centro norte divergen respecto al resto de regiones, pero ninguna deja de estar estancada para todo el periodo, lo que difiere entre ellas es el grado de estancamiento. Volver a crecer requiere, entre otras cosas, la puesta en marcha de una nueva estrategia de industrialización con un enfoque regional en el país, que tenga como objetivo principal el incremento de la tasa de crecimiento de la producción manufacturera. Una de las regiones con mayor potencial para el desarrollo de esta clase de actividades es la Frontera norte, la misma debe ser utilizada como polo de desarrollo industrial. La región Frontera norte representa una oportunidad para el desarrollo de México si logra consolidarse como un polo industrial con fuerte participación de empresas nacionales 16 produciendo bienes con un alto contenido tecnológico y de innovación. La nueva política industrial para el desarrollo debe tomar en cuenta su rol estratégico y sacar ventaja de la acumulación de conocimiento de la región. La región Frontera norte representa una potencial oportunidad para: 1) crear una base industrial manufacturera que sirva como ejemplo y apoyo del desarrollo industrial en el resto de regiones del país; 2) obtener divisas para financiar el crecimiento de México y superar con ello una de las principales restricciones que se enfrentan; 3) asimilar y adaptar nuevas tecnologías, la Frontera norte se encuentra a la vanguardia mundial en el aspecto tecnológico y humano por su permanente interacción con los Estados Unidos de Norteamérica; y 4) crear empleos y generar un polo de atracción de empleo que ayude a reducir los costos de congestión y aglomeración en las ciudades tradicionales; el desarrollo acelerado de la Frontera puede contribuir a resolver de manera eficiente los problemas de la población de los estados más pobres, al crearse mejores opciones para ellos en zonas de alto crecimiento. La nueva política para la industrialización con enfoque regional, necesita tomar en cuenta que aunque a nivel nacional se requiere una industria manufacturera diversificada, al interior del país resulta complicado diversificar la actividad económica ya que existen fuerzas centrípetas (economías de escala, urbanización, localización, aglomeración) que obligan a mantener a la actividad económica concentrada. A partir del conocimiento teórico e histórico es preciso reconocer que la concentración de la actividad económica es un rasgo inherente del sistema de producción capitalista moderno y que lo único que se puede hacer por aquellas entidades en las que no se localizan actividades manufactureras dinámicas es promover su funcionamiento a través de subsidios y apoyos monetarios provenientes de un adecuado sistema de coordinación fiscal e incentivar los sectores de actividad en los que poseen ventajas comparativas (comercio, servicios, agricultura, minería, etc.). No todas las regiones del país pueden ser manufactureras, este principio pragmático de la política industrial debe de quedar claro y deben dejarse de lado discursos huecos en lo que se propone que la política industrial favorezca la desconcentración territorial de la industria. Respecto a la desconcentración de la manufactura se pueden decir dos cosas más. La primera es que si en el país se promueve y aplica un plan de desarrollo de infraestructura que conecte de forma eficiente por tierra, mar y aire el país es posible que la actividad se desconcentre un poco, pero todo depende de la calidad y extensión de la infraestructura que se desarrolle, sin olvidar un punto que en los países subdesarrollados como México casi siempre queda de lado: el mantenimiento. La segunda es que los gobiernos locales pueden dedicar parte de sus recursos para la atracción de inversiones a sus estados, algo que ya se viene haciendo aunque de manera un poco descoordinada y con poca energía. El último elemento a considerar es el siguiente: ¿Hasta qué grado ha influido en los pobres resultados económicos, el hecho de que la legislación y otras disposiciones oficiales se hayan aplicado erráticamente, tanto por los distintos criterios de los funcionarios en turno, como por la simple omisión administrativa y hasta por asociación delictiva o intereses creados? ¿Podríamos haber tenido una industria competitiva si simplemente se hubieran manejado con estricto apego a la letra y el espíritu, las innumerables disposiciones, programas y proyectos de las múltiples secretarías y organismos a lo largo de los últimos diecisiete años? ¿Es posible tener un sistema gubernamental menos corrupto? 17 Y aun en los casos en que no hayan existido diversas formas de corrupción, ¿cuánta ignorancia y burocratismo no habrán sido también las causas directas de esas desviaciones en los objetivos? ¿Cuánta falta de coordinación entre secretarías e instituciones no habrá determinado el fracaso económico? Estas y otras consideraciones deben ser tomadas en cuenta al momento de diseñar un programa completo de política industrial en México para superar el estancamiento y alentar el empleo regional. Bibliografía Bairam, Erkin. “The Verdoorn law, returns to scale and industrial growth: a review of the literature”. Australian Economic Papers, vol. 26, núm. 48, 1987, pp. 20-42. Bairam, Erkin. “Economic growth and Kaldor’s law: the case of Turkey, 1925-1978”. Applied Economics, vol. 23, núm. 8, 1991, pp. 1277-1280. Calderón, Cuauhtémoc y Gerardo Martínez. “La ley de Verdoorn y la industria manufacturera regional en México en la era del TLCAN”. Frontera Norte, vol. 17, núm. 34, 2005, pp. 103-137. Calderón, Cuauhtémoc. “Crecimiento y rendimientos crecientes a escala en la industria manufacturera regional Mexicana”. En Trinidad Martínez, coord. Desarrollo regional en México. México: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, 2008, pp. 45-75. 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