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Los paisajes vitivinícolas en la economía rural aragonesa
LOS PAISAJES VITIVINÍCOLAS EN LA ECONOMÍA RURAL ARAGONESA1
Ana CASTELLÓ PUIG.
Luisa Mª FRUTOS MEJÍAS
Mª Luz HERNÁNDEZ NAVARRO
Blanca LOSCERTALES PALOMAR
Enrique RUIZ BUDRÍA
Universidad de Zaragoza.
[email protected], [email protected], [email protected], [email protected], [email protected]
1. INTRODUCCIÓN
Si, como señalan BATHELT Y GLÜKER (2003), el espacio geográfico no es una
categoría analítica independiente, y, por lo tanto, no puede ser aislada de las estructuras y
agentes socioeconómicos que lo han configurado, esto mismo puede aplicarse al paisaje,
que debe analizarse desde una triple perspectiva: como objeto, proceso y recurso. Como
objeto es un bien patrimonial de carácter natural y cultural, del que se tiene una
percepción personal; como proceso, tiene un dinamismo, ya que sus estructuras se
modifican con el paso del tiempo; como recurso da lugar a actividades económicas.
El mosaico agrícola mediterráneo, en el que se combinan la clásica trilogía de trigo, vid y
olivo, configura un sistema de paisaje territorializado, que BERTRAND (2008) considera
como un espacio arracimado, articulado en torno a un núcleo definido y, por tanto,
susceptible de ser tratado a escala local. En ese sistema, el paisaje del viñedo tiene
personalidad propia, como resultado de una obra humana, individual y colectiva a lo largo
de generaciones, “que hoy se percibe como depositario de formas de vida, de tradición y de
una ancestral relación con el medio natural”, (PINTÓ I FOSALBA, 2008: 5). Pero forma
parte, igualmente de una actividad económica que, en determinadas zonas rurales, ha
pasado a ser la base de su desarrollo, asociada de modo indisoluble a la industria de
producción de vino, también con un indudable papel social, pues fija la población y
permiten una mejor distribución de la renta (ALBISÚ,1998). El análisis de este paisaje y
su repercusión socioeconómica territorial es hoy pertinente, porque en los viejos países
europeos exportadores se constata una crisis a la que intentan responder economistas y
enólogos, pero que, desde una óptica geográfica, afecta a verdaderos complejos
multidimensionales, fuertemente inscritos en espacios rurales a lo largo del tiempo
(PEREIRA, 2006).
Desde la inicial domesticación de la viña y las primeras fermentaciones hasta el momento
actual hay un largo proceso histórico y técnico, al que se refiere UNWIN (2001), tanto en
los métodos de cultivo y la selección de las cepas como en la vinificación, que se ha
acelerado en la última mitad del siglo XX. Algunas zonas se han especializado, creando
paisajes que a escala local rompen el esquema de ese mosaico mediterráneo originario. En
la búsqueda de calidad y de mercados, en los que el consumidor aprecie las características
propias de cada marca de vino, en la Europa vitivinícola se han establecido demarcaciones
que se ajusten a una serie de normas, de modo que el producto sea reconocible y apreciado
por sus cualidades y características (LORENTE, 2001). En todas las regiones vitivinícolas
españolas estas demarcaciones son las Denominaciones de Origen (DO) y, más
recientemente, las Indicaciones Geográficas de los Vinos de la Tierra.
Si se analizan los cambios acaecidos en el binomio cultivo-producción de vino en las DO a
la luz de la Teoría de las convenciones, criterios que determinan las decisiones de los
productores y los consumidores en torno a la calidad, y la Teoría de los Mundos de
1
Grupo GEETUZ. Este trabajo forma parte del proyecto de investigación CSO2008-05793-C03-02, financiado por el
Ministerio de Ciencia e Innovación
49
Ana Castelló Puig (et all.)
Producción, combinaciones de tecnologías, mercados, cualidades de los productos y estilos
de utilización de los recursos, (LINDKVIST; SÁNCHEZ, 2007), en las últimas décadas se
ha producido un cambio desde los procesos de producción hacia innovaciones que
conducen a nuevas convenciones y mundos de producción, cuya reflejo en el paisaje es
patente. De la misma manera se han establecido redes complejas entre los viticultores, las
bodegas y las instituciones, con un sistema de gobernanza a nivel normativo, organizativo
y productivo, cuya preocupación principal es conseguir calidad y promoción, mediante la
innovación y la comunicación, como ponen de manifiesto APARICIO, ALONSO y
SÁNCHEZ (2003) para Castilla y León.
Enmarcado en estos conceptos, en las siguientes páginas se abordará el análisis de la
vitivinicultura en las Denominaciones de Origen (DO) de Aragón y sus cambios, partiendo
de la hipótesis de que los paisajes creados son un patrimonio del medio rural,
estrechamente vinculados a los cambios técnicos, económicos y socioculturales, que
afectan tanto al cultivo como a los procesos de producción y comercialización y, por tanto,
que responden a un cambio de convenciones y de mundos de producción. Para ello,
además de los trabajos publicados que se citan en la bibliografía, las fuentes estadísticas
utilizadas han sido esencialmente los Anuarios de Estadística Agraria y Agroalimentaria de
Aragón, los Cuestionarios 1T para la escala municipal y la información obtenida de los
Consejos Reguladores de las DO.
2. VIÑEDOS Y VINOS EN ARAGÓN. UNA PANORÁMICA GENERAL
El cultivo de la vid en tierras aragonesas cuenta con condiciones de suelo y clima
adecuadas y tiene una larga historia, documentada desde el medioevo, cuyos paisajes
toman carta de naturaleza a partir de siglo XVIII y sobre todo de finales del XIX, a raíz de
la destrucción del viñedo francés por la filoxera, alcanzando su máxima expansión entre
1877 y 1900, con 145.500 has y decayendo más tarde, de tal modo que pese a una
recuperación posterior nunca volvió a alcanzar la misma superficie (ASSO, 1748, red.
1947; FERRER REGALES, 1957; GARCÍA MANRIQUE, 1960; ESTELLA, 1981 y
1982; FRUTOS, 1982; CHUECA, 1972; LORENTE Y BARBACIL, 2004). La actual
presencia en el paisaje puede apreciarse en la tabla 1.
Tabla 1. Porcentaje de la superficie de viñedo sobre los cultivos leñosos, las tierras de
cultivo y la extensión de los municipios.
Somontano
Cariñena
Campo de Borja
Calatayud
SDO
Total
Viñedo (ha)
5.008
15.761
7.535
6.440
10.011
44.755
%/ Leñosos
34,9
90,2
61,6
40,4
7,9
23,9
% /Tierras cultivo
5,4
35,6
23,4
11,0
0,6
2,5
% /Total municipal
2,4
20,4
12,6
3,6
0,2
0,9
Fuente: DGA. Cuestionario 1T (2007). Elaboración propia
Desde la segunda mitad del siglo XX el éxodo rural repercutió en la falta de mano de obra y
de conservación del viñedo, propiciando un nuevo retroceso del cultivo. Pero recientemente
en zonas localizadas donde ubican las DO, la superficie no sólo se ha mantenido, sino que se
ha incrementado, como muestra la Figura 2, especialmente en relación con la instalación del
regadío, que ha asegurado las cosechas.
La diversidad de situaciones puede verse en las Figura 1, que ponen de relieve que los
viñedos se han concentrado especialmente en las demarcaciones con DO y, en menor
medida, en los Vinos de la Tierra.
50
Los paisajes vitivinícolas en la economía rural aragonesa
Figura 1. Distribución, cambios y demarcaciones en los viñedos aragoneses
Mapa 1. Porcentaje de viñedo sobre las tierras de cultivo
en los municipios de Aragón en 2008
Ribera del Gállego-Cinco Villas
Mapa 2. Localización de las áreas vitícolas
reguladas en Aragón
DO SOMONTANO
Ribera del Queiles
Ribera del Cinca
DO CAMPO DE BORJA
Denominaciones
de Origen
Vinos de la tierra
Sin denominación
Valdejalón
DO CARIÑENA
DO CALATAYUD
Ribera del Jiloca
Mapa 3. Variación de la superficie de viñedo
en los municipios de Aragón (1996-2008)
Bajo Aragón
Ribera del Gállego-Cinco Villas
Porcentaje de viñedo
sobre tierras de cultivo
Sin viñedo
0,1 - 5
5,1 - 10
10,1 . 20
20,1 - 40
40,1- 78
DENOMINACION
DE ORIGEN
Vinos de la tierra
Municipio
DO SOMONTANO
Ribera del Queiles
Ribera del Cinca
DO CAMPO DE BORJA
Valdejalón
DO CARIÑENA
DO CALATAYUD
Variación de la superficie de
viñedo entre 1996 y 2008
Incremento > ó = al 100%
Entre +20% y + 99,9%
Entre -10% y + 19,9 %
Entre - 9,9 % y - 35%
Entre -35,1% y -75 %
Descenso superior al 75%
Sin viñedo
DENOMINACION
DE ORIGEN
Vinos de la tierra
Municipio
Fuente: Cuestionarios 1T. Gobierno de Aragon. Elaboración propia
Ribera del Jiloca
Bajo Aragón
¯
0
15
30
60
90 Km
51
Ana Castelló Puig (et all.)
Esta dinámica no es exclusiva de Aragón. En el resto de España y a escala mundial,
incluso en zonas tradicionalmente vitícolas, se aprecia el mismo comportamiento debido a
causas múltiples (PAN-MONTOJO, 1994; PEREIA, 2006).
Figura 2. Evolución de la superficie ocupada por viñedo en Aragón 1975-2009
110
100
Miles de hectáreas
90
80
70
60
50
40
30
20
10
19
75
19
77
19
79
19
81
19
83
19
85
19
87
19
89
19
91
19
93
19
95
19
97
19
99
20
01
20
03
20
05
20
07
20
09
0
Fuente: Cuestionario 1T. Gobierno de Aragón.
Elaboración propia
Total viñedo secano
Total viñedo regadío
Denominaciones de Origen
A pesar de la menor superficie cultivada en el último periodo se observa un incremento
neto en de la cantidad, de vino producida, hasta superar el millón de Hectolitros, con las
oscilaciones propias de cada año (Figura 3). Sin embargo esto no ha ido en perjuicio e la
calidad, que, como ocurre en otras regiones con DO, trascienden el ámbito local y ha
propiciado la evolución desde la cantidad a la calidad, gracias a un fuerte impulso
innovador (ALONSO, APARICIO y SÁNCHEZ, 2003).
Figura 3. Evolución de la producción de vino en Aragón. 1997-2008
1.600
Miles de hectolitros
1.400
1.200
1.000
800
600
400
200
0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Vino de calidad producido en DO
Vino de mesa
Otros vinos
Fuente: Anuario de Estadística Agraria. Gobierno de Aragón. Elaboración propia
Los vinos tintos y rosados han mantenido su predominio, aunque han sido los blancos los
que han aumentado notablemente y las rentas obtenidas por su comercialización, según los
últimos datos disponibles, pasan de 125,5 millones de euros en 1996 a 185.260 en 2002 y
a 206,7 en 2005, (CAI, 2006; DGA, 2008).
El interés social de la producción radica también en el número de empleos, que ha
evolucionado positivamente pese a la elevada automatización del proceso de producción
que implica que casi un 75% de las empresas tengan menos de 10 asalariados y solo un
52
Los paisajes vitivinícolas en la economía rural aragonesa
15% más de veinte. Según los últimos datos publicados, en 2006 se censaban algo más de
mil trabajadores (CAI, 2006; DGA, 2008).
Tabla 2. Incremento de la producción de vino en Aragón
años
1999
2007 incremento Hl % incremento
blancos
60.638
215.424
154.786
255,3
rosados/tintos
488.616
879.844
391.228
80,1
total
549.254
1.095.268
546.014
99,4
Fuente: MARM. Anuarios de la producción Agroalimentaria. Elaboración propia
2. INNOVACIÓN Y CAMBIOS. LAS DENOMINACIONES DE ORIGEN
1.2. El camino hacia la calidad
La fuerte competencia en el mercado mundial de los vinos desde hace varias décadas ha
impulsado las estrategias de los vitivinicultores hacia la creación de demarcaciones
protegidas como son las Denominaciones de Origen, con un organismo regulador
reconocido, que como señala LORENTE (2001), cobra singular importancia porque
aseguran para el consumidor un control de calidad y salubridad actuando como
herramienta de competitividad territorial. La vinculación del producto al lugar es
también un requisito para relocalizar los sistemas de producción agroalimentaria
(ILBERY, 2001).
2.1.1. La génesis de las Denominaciones de Origen
Las DO no son un hecho nuevo. Francia fue pionera a finales del siglo XIX y ya en los
primeros decenios del siglo XX se establecieron en España para el sector del vino, con
la aparición del Estatuto del Vino de 1932. A partir de 1970 se dictan nuevas normas en
España (Ley 25/1970; Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes (BOE de 5 de
diciembre 1970); Ley 24/2003 de la Viña y del Vino, que recoge las DO). En el marco
de la Unión Europea, la normativa para estas demarcaciones fue fijada en 1992,
equiparándose las DO a la Protected Designations of Origin (PDO).
La expresión Denominación de Origen no sólo hace referencia a un territorio bajo cuyo
nombre se designa y protege un producto agrícola originario. Evoca también a los
grupos humanos que han sido capaces de crear un producto reconocido por su calidad y
por unas características diferentes y singulares, que se deben a las condiciones naturales
del medio geográfico en el que se elabora, a la introducción de nuevas tecnologías y
capital humano competente; es, por tanto, una seña de identidad (BARCO ET AL,
2006). Contar con una DO que avale una producción local es el objetivo de muchos
agentes económicos y sociales en variados ámbitos rurales, por cuanto es una
oportunidad para el fomento de la innovación territorial y socioeconómica a partir de un
cultivo tradicional, como es, en este caso, la vid, desarrollando una agroindustria que es
una apuesta por la calidad, por la innovación y por la comercialización. Ayuda
igualmente a superar el individualismo, uniendo a los agricultores, a las empresas y a la
Administración en torno a una serie de objetivos comunes, con un nuevo modelo de
gobernanza. La existencia de DO favorece igualmente otras actividades, como el
turismo o el comercio, lo que permite fijar población y crear riqueza económica. Por
ello las DO son, sin duda, uno de los motores fundamentales del desarrollo económico y
social de los territorios donde se han implantado (LOSCERTALES, 2009).
El papel de los Consejos Reguladores es fundamental. Sus dos funciones son la
inspección y asesoramiento a las bodegas (Ley 24/2003) y a partir de diciembre de
2007, asumirán también una función certificadora.
53
Ana Castelló Puig (et all.)
2.1.2. Las Denominaciones de Origen Aragonesas
La larga tradición vitivinícola de Aragón, a la que ya se ha hecho referencia, ha sentado
las bases para la consolidación de las cuatro DO que existen actualmente (SÁNCHEZ.
Y GIL, 1997), sin descartar que en un futuro próximo se definan otras.
De ellas, La DO Cariñena es la más antigua y la segunda de España después de la de
Rioja. Se creó el 8 de septiembre de 1932 y el 13 de septiembre del mismo año se
reconoció su Consejo Regulador. Las tres restantes irían apareciendo al cabo de medio
siglo. La DO Campo de Borja se fundó en 1980 y es la segunda por su antigüedad,
aunque históricamente puede compararse a Cariñena, como queda patente en el trabajo
de GARCÍA MANRIQUE (1960); actualmente ha basado su estrategia de desarrollo en
las propiedades y originalidad de la garnacha y en enoturismo. La DO Somontano se
fraguó en los años 1960, con la creación de una cooperativa comarcal del vino, solicitó
su calificación en 1974 y fue aprobada en 1984 a la vez que el Reglamento y el Consejo
Regulador, modificado en 2002 y ratificado en 2003. Es esta DO la de mayor expansión
reciente en el cultivo de la vid, como se aprecia en la Figura 3 y en la Tabla 3, lo que no
siempre ha sido bien valorada por los habitantes de la comarca (BIELZA;
LOSCERTALES; PARDINILLA, 2006). La DO Calatayud es la más joven de Aragón,
ya que nació en 1989, pero tiene un futuro prometedor, apoyado en un plan estratégico
calidad del producto con una orientación muy selecta y la búsqueda de nichos de
mercado en consonancia (CAI, 2006).
Estas cuatro DO engloban el 80% de los viñedos aragoneses, pero tienen diverso
impacto en el paisaje regional, puesto que abarcan un número de municipios, una
superficie de viñedo y un número de viticultores desigual. De la Tabla 3 se desprende
que Cariñena destaca no solo por su antigüedad, sino por la extensión de sus viñedos y
el número de viticultores. Pero llama la atención que son las DO Somontano y
Calatayud, con las superficies vitícolas más reducidas, las que engloban más
municipios. Tal cosa se justifica porque en ambas zonas esos municipios son más
pequeños que los de Cariñena y Campo de Borja, pero también hay que aclarar que sus
tierras no están dedicadas al cuasi monocultivo de la vid. Puede añadirse que en el caso
del Somontano, el área de viñas controladas por a DO supera los límites de la
demarcación administrativa (LOSCERTALES, 2009: 34-37)
Tabla 3. El territorio de las Denominaciones de Origen aragonesas
DO
Año creación nº Municipios Sup. Has
Viticultores
Calatayud
1989
46
6.440
2700
Campo de Borja
1980
16
7.535
2100
Cariñena
1932
14
15.761
3974
Somontano
1984
42
5.008
519
Fuente: Loscertales, 2006. Datos de los Consejos Reguladores, 2006 y Cuestionarios 1T 2007
Tabla 4. Evolución de la superficie de viñedo en las DO
Variación
(%)
DO Calatayud
10.705
6.687
-37,5
DO Campo de Borja
8.967
6.935
-22,7
DO Cariñena
16.412
14.809
-9,8
DO Somontano
2.466
4.429
79,6
Total DO
38.550
32.860
-14,8
Total regional
58381
42553
-27,1
Fuente: Cuestionario 1T (2008). DGA. Elaboracion propia
Denominaciones
1996 (ha)
2008 (ha)
54
Los paisajes vitivinícolas en la economía rural aragonesa
En términos generales, en las DO también se ha producido un descenso importante de la
superficie ocupada por viñedos, pero hay fuertes desviaciones de la media, que para el
conjunto se sitúa en torno a un descenso de 14,8%, lo que es algo menos que el
retroceso del cultivo en el conjunto de Aragón (Tabla 4). Así, en Calatayud y Campo de
Borja se han perdido extensiones importantes de viñedos y han concentrado sus
esfuerzos en las zonas más productivas, mientras en Cariñena el descenso ha sido
moderad y en Somontano la tendencia a la expansión, que se ha mencionado ya, queda
patente en ese incremento de casi un ochenta por ciento.
No obstante estos ajustes, todas las DO son los ejes en torno a los que han girando desde
entonces las actividades económicas de cualquiera de las áreas citadas, aunque con
diversos vaivenes (Figura 4), muchas veces ocasionados desde el exterior y otras de
origen endógeno. El descenso de la superficie vitícola es paulatino hasta los años en que
se produce una caída más brusca a raíz de la incorporación de España a la UE, aunque
las DO más jóvenes, con menos viñedos, acusan menos el descenso. Es al iniciarse el
siglo XXI cuando se produce cierta estabilización e incluso un incremento, aunque las
hectáreas dedicadas a la vid quedan muy por debajo de los valores de mediados del siglo
XX.
Figura 4. Evolución de la superficie ocupada por viñedo en las DO aragonesas
24
22
20
miles de hectáreas
18
16
14
Cariñena
12
10
8
6
4
Calatayud
Campo de Borja
Somontano
2
19
75
19
77
19
79
19
81
19
83
19
85
19
87
19
89
19
91
19
93
19
95
19
97
19
99
20
01
20
03
20
05
20
07
20
09
0
Fuente: Cuestionarios 1T. Gobierno de Aragón. Elaboración propia
2.2. Cambios en el cultivo
El control de las DO sobre la producción no se refiere solamente al proceso de
elaboración del vino sino que se inicia en el campo. La búsqueda de la calidad está
relacionada siempre algún tipo de innovación y con la trazabilidad del producto. Se
analizarán aquí brevemente las variedades de uva que se cultivan, la introducción del
regadío en las DO y los cambios en el sistema de plantación.
2.2.1. Las Variedades cultivadas
Los planes de reestructuración, propiciados por la PAC y las OMC del vino, han
rejuvenecido las plantaciones, fomentando cierta reconversión varietal, lo que puede
poner en peligro, a juicio de algunos expertos, la biodiversidad. Según los expertos, se
consideran cepas autóctonas, las nativas o endémicas pero también aquellas de las que
hay indicios de haber sido introducida, en general, en periodo anterior a la filoxera
(DOMINGO, 2009). La recuperación de variedades autóctonas es un objetivo de las DO
para resaltar las propiedades únicas de sus vinos (LORENTE y BARBACIL, 2004).
Pero se han introducido igualmente variedades alógenas, bien acogidas en los mercados
55
Ana Castelló Puig (et all.)
internacionales. En los Reglamentos se establecen las que pueden cultivarse y su
extensión; los Consejos Reguladores velarán por que se cumplan las normas.
No obstante, actualmente en las DO aragonesas siguen predominando las variedades
tradicionales y solo en el Somontano se ha producido una incorporación importante de
variedades de uvas foráneas, que se adaptan bien al medio natural y a las características
del tipo de vino que se desea obtener. La Tabla 5 ilustra esa diversidad varietal, entre
las que destaca la Garnacha negra, originaria del bajo Aragón y ya citada en el siglo
XVI. Son también autóctonas las Garnachas peluda y blanca, la Mazuela o Cariñena,
Tempranillo, Robal, que solo se mantiene en Calatayud, Moristel, Provechón, Macabeo
y Moscatel Romano, cultivadas todas ellas desde antiguo y bien adaptadas a suelos y
clima. Entre las especies foráneas, Cabernet Sauvignon se está extendiendo con rapidez,
mientras otras lo hacen a un ritmo más lento.
Tabla 5. Variedades de uva cultivadas en Aragón
Variedad
Cariñena, Mazuela…
Chardonnay
Garnacha blanca
Macabeu, Viura
Robal
Total uva blanca
Cabernet Souvignon
Garnacha Peluda
Garnacha Tinta
Merlot
Syrach
Tempranillo
Total uva tinta
Otras variedades
Total
Regadío
Secano
Total
101
277
65
336
0
779
2.798
7
2.343
1.694
1.829
1.965
10.636
33
11.448
921
219
451
5.594
386
7.572
1.374
178
21.704
823
567
5.033
29.679
14
37.266
1022
496
517
5.930
386
8.352
4.172
185
24.047
2.518
2.396
6.998
40.315
47
48.714
% de regadío
sobre total
9,9
55,8
12,6
5,7
0,0
9,3
67,1
3,6
9,7
67,3
76,3
28,1
26,4
69,5
23,5
% sobre total
2,1
1,0
1,1
12,2
0,8
17,1
8,6
0,4
49,4
5,2
4,9
14,4
82,8
0,1
100
Fuente: Gobierno de Aragón. Anuario de Estadística Agraria. 2006
2.2.2. El regadío en los viñedos con DO
La expansión del regadío en los viñedos para vinificación de las DO es otra novedad en la
viticultura aragonesa, puesto que el artículo 42 del Estatuto de la Viña y el Vino y los
Alcoholes (Ley 25/1970) prohibía el riego de la vid destinada a la vinificación hasta 1996.
Es interesante, por tanto, citarlo entre los procesos de transformación reciente. El riego
facilita el desarrollo vegetativo y el crecimiento de la vid, mejora la calidad de la uva e
incrementa el rendimiento, garantizando además una mayor estabilidad a las cosechas.
(YUSTE; RUBIO, 2003).
Tabla 6. Superficie de viñedo en secano y regadío en las DO de Aragón
Secano Regadio Total
% sobre el total
(ha)
(ha)
(ha)
Sec
Reg
DO Calatayud
6.166
521
6.687 92,2
7,8
DO Campo de Borja
4.854
2.081
6.935 70,0
30,0
DO Cariñena
10.829
3.980 14.809 73,1
26,9
DO Somontano
2.964
1.465
4.429 66,9
33,1
Total D O
24.813
8.047 32.860 75,5
24,5
Resto de Aragón
8.106
1.587
9.693 83,6
16,4
Total Aragón
32.919
9.634 42.553 77,4
22,6
Fuente: Fuente: Cuestionario 1T (2008). DGA. Elaboracion propia.
% sobre total Aragón
Sec
Reg
Tot
18,7
5,4
15,7
14,7 21,6
16,3
32,9 41,3
34,8
9,0
15,2
10,4
75,4 83,5
77,2
24,6 16,5
22,8
100
100
100
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Los paisajes vitivinícolas en la economía rural aragonesa
Todo lo expuesto justifica los esfuerzos realizados por incrementar su superficie, máxime
teniendo en cuenta la aridez de las áreas vitícolas aragonesas. En la actualidad, el regadío
se incorpora como una técnica más de cultivo en las nuevas plantaciones, sea con técnicas
de goteo o aspersión. Sin embargo, todavía la superficie cultivada en régimen de secano,
triplica a la del regadío. Las DO Campo de Borja y Somontano son las que tienen una
mayor proporción de has regadas, en relación con las transformaciones recientes en el
sistema de cultivo (Tabla 6).
2.2.3. El cultivo en vaso y en espaldera
Tradicionalmente ha predominado el cultivo en forma de vaso, configurando una cepa
de brazos cortos que se abren desde su base y aunque el laboreo se ha ido mecanizando,
ampliando el marco de la plantación, la vendimia se hace a mano. Recientemente este
modo de cultivo está siendo sustituido por la espaldera, cambio estimulado por las
subvenciones para la modernización del viñedo, con innegables ventajas agronómicas y
económicas (YUSTE Y RUBIO, 2003). Este método, favorece la mecanización de la
vendimia, facilita las operaciones de poda u otras, mejora la eficacia de los tratamientos
sanitarios, disminuye el riesgo de determinadas plagas como el mildiu, las hace más
resistentes al viento y permite que la planta aproveche mejor la insolación, favoreciendo
con ello la maduración.
En 2005 el cultivo en espaldera suponía cerca de 2000 has en Aragón (ESYRCE, 2005),
la mayor parte en las zonas con DO. En Cariñena la transformación afecta al 30% de las
parcelas, mientras que estas cifras son algo menores en las restantes DO. Las nuevas
ayudas para la modernización del viñedo (BOA 17/03/2009) sin duda permitirán
ampliar la superficie transformada. Es indudable que estos cambios afectan de manera
sensible la fisonomía del paisaje agrario vitícola tradicional.
2.3. La producción de vino en las DO
Los cambios en el paisaje del viñedo están íntimamente ligados a los cambios en la
producción, que afecta tanto a las bodegas como a la calidad y variedad de los vinos.
2.3.1. Las bodegas
Entre la elaboración del vino en bodegas excavadas en las colinas y cerros, con el pisado
de la uva y los lagares tradicionales, al proceso de producción de las actuales bodegas
construidas con modernas normas arquitectónicas, hay un cambio técnico y una innovación
muy importantes, que también ha afectado al paisaje. Las DO aragonesas han realizado
grandes inversiones encaminadas a modernizar sus instalaciones, adquiriendo bienes de
equipo avanzados y ajustándose a los cambios con sucesivas remodelaciones y
ampliaciones. La descarga autobasculante con una prensa neumática, la incorporación de
depósitos de acero inoxidable, la maceración en frío, las técnicas de fermentación en
barricas de roble americano o francés o las líneas de embotellado automática son algunas
de las innovaciones que pueden ser citadas. El objetivo ha sido adaptar la producción a los
cánones de calidad en el marco de un mercado global y de la competencia de nuevos
países, teniendo presentes los principios de sostenibilidad ambiental (ESCALONA,
LOSCERTALES, CLIMENT, 2010).
Tabla 7. Bodegas y producción de vino en las DO aragonesas
DO
Municipios con bodegas
Calatayud
24%
Campo de Borja
50%
Cariñena
86%
Somontano
30%
TOTALES
nº Bodegas
15
17
54
30
109
Producción (hl)
124.600
224.000
680.397
139.111
1.168.090
Comercio (hl)
72.845
118.037
296.138
104.885
591.905
Fuente: Informe MERCASA, 2007/2008; DGA. Indicadores de la Agroindustria Aragonesa, 2007;
Consejos Reguladores 2005/2006. Elaboración propia.
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Ana Castelló Puig (et all.)
Las nuevas prácticas que aportan los técnicos bien preparados, enólogos, ingenieros,
comerciales, publicistas, entre otros, colaboran a alcanzar la calidad deseada y la difusión
en el mercado. En suma, se asiste a una nueva cultura de gestión, con cotas de
profesionalización muy altas (LOSCERTALES, 2009) que alejan a las DO de un mundo
de producción doméstica, tradicional y local para consagrar un cambio hacia los mundos
industrial y comercial, a los que se aludió en la introducción, donde los productores toman
sus decisiones en función de una mejora de la calidad y una expansión de sus ventas
(LINDKVIST; SÁNCHEZ, 2007).
En el momento actual las cuatro DO aragonesas tienen en funcionamiento más de cien
bodegas que forman parte integrante del paisaje vitícola, aunque no todos los municipios
de la demarcación cuentan con alguna (Tabla 7), siendo Cariñena la que destaca, al igual
que en los demás conceptos. En los últimos años en todas se han instalado nuevas
empresas, pero es en el Somontano donde el incremento ha sido mayor, un 50% más entre
2002 y 2006; en Cariñena y Campo de Borja se registran un 6% más en ese periodo y en
Calatayud un 15%. Una buena parte de esas bodegas son cooperativas, que han sido motor
de la vitivinicultura en Aragón y han contribuido a un reparto de la renta y un bienestar que
afecta a amplias zonas del territorio
2.3.2. Los vinos y su mercado
La producción de vinos de calidad se ha incrementado considerablemente, aunque con las
variaciones anuales propia de producciones que descansan en materia prima agrícola
(Figura 5), quedando patente que la disminución de hectáreas de viñedo no ha afectado a la
transformación. Cariñena destaca sensiblemente sobre las restantes DO, con más de
cuatrocientos mil Hl en 2008. No toda esa producción es calificada ni puesta cada año en el
mercado en su totalidad, siendo variable la proporción sobre lo producido.
Figura 5. Evolución de la producción de vino calificado
en las Denominaciones de Origen de Aragón (1996-2008)
500
450
Cariñena
Miles de hectolitros
400
350
300
250
200
Campo de Borja
Somontano
150
100
Calatayud
50
0
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Fuente: M APA. Dirección General de Alimentación: "Datos de las Denominaciones de Vinos y Bebidas Espirituosas".
Tabla 8. Vino certificado en las DO y valor de la producción en 2006
DO
Hl producidos
Hl certificados M vino certificado
Calatayud
124.600
72.845
9,87
Campo de Borja
224.000
139.111
30,00
Cariñena
680.379
437.438
51,00
Somontano
139.111
131.000
52,44
Fuente: DGA. Anuario Estadístico Agrario de Aragón, 2008. Elaboración propia
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Los paisajes vitivinícolas en la economía rural aragonesa
El objetivo final de la producción de vino en las DO es el mercado, pero no cabe duda de
que los aspectos que confieren la singularidad a un producto se vinculan especialmente al
territorio y al su paisaje, atributos que los diferentes actores locales tratan de potenciar,
porque muchas zonas productoras difícilmente podrán seguir compitiendo en los diversos
mercados, nacionales y exteriores, a no ser que encuentren sus nichos específicos
determinados por las características diferenciales y de calidad de su producción.
(GOGÓRCENA Y LORENTE, 2009). Sin embargo, en el momento actual, todavía se
venden importantes cantidades de vino que podría calificarse por su precio como de tipo
medio, resaltando, eso sí, las características locales propias y siempre teniendo en cuenta la
calidad, si bien este es un concepto que va más allá de los atributos técnicos, ya que
también depende de la percepción personal del consumidor.
Tabla 9. Hectolitros de vino exportados por las DO en 2006.
DO/mercados (Hl)
Nacional
Internacional
total
% internacional
Calatayud
9.350
40.850
50.200
81,4
Campo de Borja
46.261
71.777
118.038
60,8
Cariñena
131.565
145.404
276.969
52,5
Somontano
81.810
23.075
104.885
22,0
Fuente: DGA. Anuario Estadístico Agrario de Aragón, 2008. Elaboración propia
La evolución de este mercado es positiva en todas las DO, tanto el ámbito nacional como
en el internacional. En conjunto, el incremento de ventas entre 2002 y 2006, últimos datos
disponibles, es de un 42%, aunque como puede verse en las Tablas 7, 8 y 9, ni ese
crecimiento no es igual para todas ellas ni lo son las rentas obtenidas. Pero todas tienen
entre sus prioridades la expansión, con inversiones importantes para promocionar los
vinos aragoneses en los cuatro continentes, al amparo de lo que recoge la última OMC, tal
como señala MARTÍNEZ (2010).
3. ALGUNAS CONCLUSIONES
Del análisis del viñedo, en su doble condición de paisaje y recurso económico, se
desprenden algunas conclusiones que verifican la hipótesis de partida y se resumen aquí.
En primer lugar se constata que las zonas vitícolas siguen formando parte del paisaje
aragonés y constituyen un patrimonio cultural con una larga historia, si bien ha habido un
retroceso del viñedo a escala general para concentrarse en las nuevas demarcaciones.
Se evidencia, en segundo lugar, que las modificaciones de estos paisajes están
estrechamente vinculadas a los cambios socioeconómicos y culturales en relación con la
producción del vino y su demanda, y en función de ello, a las innovaciones técnicas, tanto
en el modo de cultivo como en el proceso e producción y las características de las bodegas.
En tercer lugar, se ponen de manifiesto que las decisiones de los vitivinicultores de las DO
se apoyan prioritariamente en criterios o convenciones que las sitúa en los mundos de
producción industrial y/o comercial, ya que se centran no solo en la permanente búsqueda
de la calidad, que está ligada al control de la trazabilidad, sino en el incremento en el
número de bodegas y de la cantidad de vino producido, así como en la importancia dada a
las exportaciones, tanto en el ámbito nacional como en el internacional.
Finalmente, se pone de manifiesto que las DO son motores de desarrollo local y de
protección del paisaje. En el primer aspecto, la actividad desarrollada contribuye al
mantenimiento de la población, al asegurar a los viticultores una renta, especialmente al
existir un elevado número de bodegas cooperativas; igualmente, permiten que se cree un
fuerte vínculo entre los agricultores, las empresas, la administración y los centros de
investigación, propiciando un nuevo modelo de gobernanza. Por último, el esmerado
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Ana Castelló Puig (et all.)
cuidado de los viñedos, una reciente orientación hacia los vinos ecológicos, el desarrollo,
aun incipiente, del ecoturismo, ayudan a la conservación del medio rural y su paisaje.
En suma, paisaje, cultura y economía se aúnan en la vitivinicultura aragonesa.
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