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NOTICIERO GENÉTICO (SEGEHU) Nº 75 – NOVIEMBRE DE 2014 Edición Rubén Bronberg Comentarios Alberto Solari Martín Roubicek José Dipierri Rubén Bronberg Alejandra Mampel Vanesa Lotersztein Este Noticiero está destinado a socios, amigos y colegas del área de Genética Humana, en Argentina y en otros países hispanoparlantes. En esta ocasión incluimos los siguientes comentarios sobre temas de interés * Comentario editorial: Genética y ambivalencia sexual * Aclaración de fe: Guía de práctica Clínica para Acondroplasia * Riesgo de sordera en prematuros con mutación A1555G por gentamicina * Dolor genético * Mucopolisacaridosis VI (Maroteaux – Lamy): seguimiento luego del tratamiento prolongado de reemplazo enzimático * Un logro notable en diagnósticos moleculares de enfermedades raras * Voyage au centre de l’ECLAMC Noticiero Genético N° 75 Noviembre 2014 Genética y ambivalencia sexual Tradicionalmente, los sexos son sólo dos, en todas las sociedades y culturas humanas antiguas, desde los preceptos bíblicos hasta los textos actuales de Biología humana. Mirando esta cuestión desde la Historia de la evolución humana, el hombre y la mujer del paleolítico eran distintos y definidos, como en las pinturas rupestres: el hombre, barbudo y melenudo, encargado de la caza del bisonte; la mujer, emblemática de la fertilidad, de ´”producir” hijos, como la “cuidadora del fuego” y de la cocción de la comida en la choza familiar. Y así miles de años, al menos los 30.000 años antes de la aparición de las primitivas ciudades. Es en la cultura griega donde empieza a complejizarse este asunto, con la afición de algunos hombres por efebos (adolescentes lampiños) y las cultoras de Safo supuestamente en la isla de Lesbos (siglo VI a.c.). Mucha más complejidad arrojó Sigmund Freud con el psicoanálisis, a principios del S.XX; y en la sociedad actual parecería haber un “espectro continuo” de orientaciones sexuales desde el macho total hasta la mujer absolutamente femenina. ¿Qué aporta la Genética sobre este asunto? Ingenuamente, puede pensarse que el sexo masculino es irrevocable por la presencia de testículos y genitales masculinos, y similarmente, el femenino por los ovarios y el correspondiente tracto genital femenino. Sin embargo, la Embriología humana muestra un inicio que es potencialmente bisexual, y que se torna hacia lo masculino por la actividad del gen SRY (del cromosoma Y) y el gen SOX9 (del cromosoma 17); y hacia lo femenino por la ausencia del SRY , pero también por la inactividad del gen de la HAM, del cromosoma 19. Es decir, que la genética de la determinación del sexo también es compleja, y es por ello que - en una porción muy minoritaria de la población humana – hay estados intersexuales genéticos. (ya en la cultura griega, el bellísimo mito de Hermes y Afrodita, lo predecía [1]). ¿Y qué aporta sobre la orientación sexual, el día de hoy? Tomemos el caso paradigmático del Sindrome de Insensibilidad Completa a Andrógenos, CAIS, por mutación del receptor, gen RA. Estas niñas nacen con genitales externos femeninos (en el CAIS; no el PAIS). Son inscriptas como nenas y son criadas como tales. Sin embargo, tienen testículos inguinales o abdominales. Contrariamente a la opinión ingenua, entonces, ni la presencia de testículo ni la del cromosoma Y determinan la orientación sexual. Tampoco el síndrome de Klinefelter (XXY) tiene ambigüedad sexual, pese a la espectacular película de Lucía Puenzo (2007); son de orientación masculina. 2 Noticiero Genético N° 75 Noviembre 2014 Aunque no cabe descartar algún gen predisponente, (como en los rasgos multifactoriales), es inevitable concluir que la orientación sexual es un rasgo fenotípíco ambiental, es decir originado en la historia personal, en la crianza y en las experiencias psicológicas personales. Tampoco puede evitarse concluir que la orientación no heterosexual, es un “dead end”, un callejón sin salida, desde el punto de vista de la Teoría de la Evolución aplicada a la especie humana. [1] Solari A.J. : Los orígenes del sexo. Ciencia Hoy, 13:76 (2003). Comentado por: Dr. Alberto J. Solari Aclaración de fe: Guía de práctica Clínica para Acondroplasia "En relación al comentario difundido del NG N°74 el comentarista opinó que algunas páginas de la guía no eran de utilidad fundamental al destinatario habitual del Noticiero, ya que se trata de genetistas del área humana a quienes estas páginas no le aportan elementos esenciales. "El término "poco útiles" intentaba haberse entendido como "no esenciales para el uso de los genetistas clínicos a los que va dirigido el Noticiero". La edición Riesgo de sordera en prematuros con mutación A1555G por gentamicina El estudio se realiza en un Hospital de Pediatría de Londres, en el Centro de Medicina Genética y Genómica. Estudio casos control para investigar la prevalencia en prematuros menores de 32 semanas de hipoacusia neurosensorial asociada a la mutación A1555G. El estudio se desarrolló durante 5 años (2009-2013) y los resultados finales estarán en el año 2016. Por cada caso índice se tomaron 5 controles (se excluyeron los pacientes sindrómicos). 3 Noticiero Genético N° 75 Noviembre 2014 Con el avance de las terapias neonatales cada vez hay mayor sobrevida en niños muy prematuros. Y esto trae mayor discapacidad (alteraciones visuales auditivas parálisis cerebral, etc) La sordera en este grupo de pacientes es multifactorial (bajo peso, ictericia, hipoxia, medicación e infecciones). Los aminoglucósidos son la primera línea de tratamiento en los prematuros en quienes se sospecha sepsis bacteriana. Son económicos, eficaces y con poco nivel de resistencia. Es sabida la nefro y ototoxicidad de los mismos. Existe una predisposición genética que aumenta la susceptibilidad a los aminoglucósidos. La mutación del ADN mitocondrial A1555G, es heredada en forma matrilineal. Dicha variante hace que los aminoglucósidos se unan con mayor afinidad a los ribosomas de las mitocondrias (la mutación de susceptibilidad a aminoglucósidos genera mitocondrias en las celulas ciliadas del oído interno y de la región vestibular similares al ribosoma bacteriano por eso el aminoglucósido se pega a las mitocondrias y daña a las células y así provoca la ototoxicidad), disminuyendo la producción de energía en las células ciliadas del oído que son metabólicamente activas, tienen muchas mitocondrias, y el aminoglucósido no puede liberarse fácilmente. En individuos susceptibles una sola dosis de aminoglucósidos causa hipoacusia prácticamente en el 100% de los pacientes estudiados. Puede estar sesgado el estudio ya que si los pacientes recibieron aminoglucósidos y no tuvieron hipoacusia no se realiza el screening de la mutación A1555G, pudiendo tener la mutación y no desarrollar la hipoacusia La prevalencia aproximada de la mutación es de 1 en 520 nacidos (Avon Longitudinal Study of Parents and Children Cohort). El objetivo primario de este estudio será evaluar la contribución de m1555 A>G en la hipoacusia adquirida en bebes que nacen antes de las 32 semanas de gestación que probablemente hayan recibido aminoglucósidos. Se calculara el riesgo relativo (Odds ratio) de portar la mutación y presentar hipoacusia vs portar la mutación y ser normo oyente. También se valorará la diferencia en dosis únicas de aminoglucósidos y las dosis múltiples. Para mayor información entrar en la página Mitogent (explica cómo se gestó el estudio, la manera de extraer ADN de un hisopado bucal, el comité de ética, los consentimientos, etc) La proporción de las muestras será aproximadamente (600 niños, 100 casos y 500 controles) El comentario que surge es la importancia de trabajar en forma inter-disciplianaria y en equipo para sacar conclusiones que sirvan para el futuro. El rol del genetista es el de asesorar en caso de ser positivo el screening a otros posibles mutados en riesgo. Por ahora es impracticable realizar screening a todas las embarazadas 4 Noticiero Genético N° 75 Noviembre 2014 y la necesidad imperiosa del tratamiento del neonato hace imposible tener los resultados genéticos antes de la administración del aminoglucósido. Con los resultados de este estudio se podrá evaluar otras estrategias terapéuticas para manejar la sepsis en los pretérminos susceptibles. El 'link' a Mitogent es: http://www.ucl.ac.uk/mitogent/background Comentado por: Dra. Vanesa Lotersztein Gentamicin, genetic variation and deafness in preterm children Maria Bitner-Glindzicz, Shamima Rahman , Kathy Chant and Neil Marlow BMC Pediatrics 2014, 14:66 Background: Hearing loss in children born before 32 weeks of gestation is more prevalent than in full term infants. Aminoglycoside antibiotics are routinely used to treat bacterial infections in babies on neonatal intensive care units. However, this type of medication can have harmful effects on the auditory system. In order to avoid this blood levels should be maintained in the therapeutic range. However in individuals with a mitochondrial genetic variant (m.1555A > G), permanent hearing loss can occur even when drug levels are within normal limits. The aim of the study is to investigate the burden that the m.1555A > G mutation represents to deafness in very preterm infants. Method: This is a case control study of children born at less than 32 completed weeks of gestation with confirmed hearing loss. Children in the control group will be matched for sex, gestational age and neonatal intensive care unit on which they were treated, and will have normal hearing. Saliva samples will be taken from children in both groups; DNA will be extracted and tested for the mutation. Retrospective pharmacological data and clinical history will be abstracted from the medical notes. Risk associated with gentamicin, m.1555A > G and other co-morbid risk factors will be evaluated using conditional logistic regression. Discussion: If there is an increased burden of hearing loss with m.1555A > G and aminoglycoside use, consideration will be given to genetic testing during pregnancy, postnatal testing prior to drug administration, or the use of an alternative first line antibiotic. Detailed perinatal data collection will also allow greater definition of the causal pathway of acquired hearing loss in very preterm children Dolor genético En un primer momento puede resultar extraño ligar estos dos conceptos en el campo de la Genética Médica. Sin embargo, este síntoma puede ser traído a la consulta genética. Existen una serie de trastornos mendelianos que pueden causar dolor (e incluso ausencia de sensibilidad al dolor), ya sea porque estos genes están directamente comprometidos en la producción de proteínas ligadas al dolor o bien secundariamente. Los RN con osteogenésis imperfecta son sensibles al dolor y lloran por el movimiento brusco de sus miembros, en la enfermedad de Fabry también el dolor es un síntoma diagnóstico relevante. El trabajo que se comenta precisamente constituye una excelente revisión sobre el dolor genético o de causa genética. 5 Noticiero Genético N° 75 Noviembre 2014 De acuerdo a los autores del trabajo existen unos 358 genes relacionados al dolor o a la analgesia. Estos genes están repertoriados en la Pain Genes Database (http://paingeneticslab.ca/4105/06_02_pain_genetics_database.asp). Una búsqueda rápida en OMIM identifica las siguientes enfermedades que cursan con dolor o insensibilidad al mismo: dolor óseo periódico, insensibilidad al dolor con mielonopatía hiperplasica, anomalía Pelger-Huet-like y dolor abdominal episódico febril, ataxia cerebellar benigna con termoanalgesia, indiferencia al dolor AD, dolor extremo paroxístico, síndrome doloroso episódico familiar, etc. La mayoría de estos genes mendelianos codifican distintas tipos de proteínas (canales iónicos, factores de transcripción y factores tróficos) y quizás el único elemento común entre ellos sea la participación en varios trastornos del gen SCN9A que codifica un canal de sodio regulado por voltaje, el Nav1.7 responsable de los trastornos neuropáticos de los canales de sodio dependientes de voltaje. La relación de este gen con la producción del dolor viene de la existencia de una variante de NaV1.7 (R1150W) por cambio de un aminoácido amino en la cadena α que se asocia a dolor regional múltiple y probablemente con osteoartritis de la rodilla. El dolor crónico, no canceroso, es uno de los problemas de salud humana más prevalente por su contribución a la mortalidad y morbilidad. El manejo del dolor crónico se encuentra lejos de ser óptimo ya que los analgésicos disponibles se caracterizan por su eficacia limitada y alta frecuencia de efectos adversos. En primer lugar, existe una gran variabilidad en el desarrollo de síndromes de dolor crónico per se, actualmente conceptualizado por muchos como una transición de un dolor agudo a un dolor crónico. Se presume que muchos estados de dolor crónico per se son secundarios a una lesión traumática o infecciosa de los tejidos blandos, especialmente de los nervios (dolor neuropático). Sin embargo, la mayoría de las personas que experimentan estos insultos (traumáticos o infecciosos) no llegan a desarrollar dolor crónico. En este sentido, el dolor crónico es un ejemplo prototípico de interacción genética ambiental. Para su producción se requiere de la existencia de un insulto, pero también resulta necesario contar con factores de susceptibilidad que podrían ser heredados. Suponiendo la existencia de un estado de dolor crónico, la intensidad del dolor (y de otros síntomas, signos y secuelas) es muy variable y menudo no es en absoluto predecible a partir de la gravedad de la presunta lesión o enfermedad (por ejemplo, hallazgos por imágenes ocasionales de signos artrosis asintómaticos o a la inversa, sintomatología de dolor sin imagen). La variabilidad en las calificaciones del dolor está asociada con una variabilidad similar en la activación cortical del dolor evocado, que sugiere ciertas diferencias en la percepción subjetiva del estímulo. Existe también una gran variabilidad en las respuestas analgésicas de los pacientes tanto a los opioides como a los anti-inflamatorios no esteroides. La reacción de los pacientes a un tratamiento del dolor deriva de una multitud de factores tanto sociales, psicológicos y culturales pero también de la vulnerabilidad genética. 6 Noticiero Genético N° 75 Noviembre 2014 Es decir que existen diferencias individuales al dolor y a la analgesia, no solo culturales, emocionales y psicológicas, sino también genéticas. Existen muchos factores de riesgo para las enfermedades que cursan con dolor crónico. Las bases biológicas que enlazan los factores que afectan el procesamiento anormal de las señales dolorosas ha recibido un gran impulso por el aporte de la genética molecular y la compresión de los procesos epigenéticos subyacentes que permiten comprender tanto la vulnerabilidad como la resiliencia hacia el desarrollo de dolor crónico. Comentado por: Dr. José Dipierri Mogil JS (2012) Pain genetics: past, present and future. Trends Genet 28(6):258-66. Chronic pain is a classic example of gene × environment interaction: inflammatory and/or nerve injuries are known or suspected to be the etiology of most chronic pain syndromes, but only a small minority of those subjected to such injuries actually develop chronic pain. Once chronic pain has developed, pain severity and analgesic response are also highly variable among individuals. Although animal genetics studies have been ongoing for over two decades, only recently have comprehensive human twin studies and large-scale association studies been performed. Here, I review recent and accelerating progress in, and continuing challenges to, the identification of genes contributing to such variability. Success in this endeavor will hopefully lead to both better management of pain using currently available therapies and the development and/or prioritizing of new ones. Mucopolisacaridosis VI (Maroteaux – Lamy): seguimiento luego del tratamiento prolongado de reemplazo enzimático. Se trata de una reevaluación de pacientes con esta enfermedad metabólica, luego de 10 años de tratamiento de reemplazo. Los autores son personas muy conocidas, de distintos países (Brasil, Alemania, Francia, Australia, Portugal, Reino Unido y EEUU) quienes comenzaron, 10 años antes, a tratar a 121 pacientes con este diagnóstico, y ahora presentan datos clínicos de 59 sobrevivientes luego de un promedio de 6,8 ± 2,2 años de tratamiento con Galsulfasa (55 pacientes) y 4 sin ser tratados.. El texto comienza con un repaso histórico general sobre la MPS VI y su cuadro clínico. Luego se presentan los datos del estudio basal original de 121 pacientes que fueron enrolados en este estudio, y el diseño, los métodos y procedimientos utilizados. Los resultados clínicos de los enfermos medicados (n=55) fueron comparados con los de los 4 no sometidos al tratamiento; mientras los de sobrevida se compararon entre los 17 fallecidos de 103 de los inicialmente medicados, con los 7 de 14 inicialmente no 7 Noticiero Genético N° 75 Noviembre 2014 medicados. Los autores enfatizan haber obtenido una mejoría en sobrevida, el ritmo de crecimiento, en la función cardiaca y pulmonar, y en la calidad de la vida. Aunque el pronóstico de esta alteración metabólica continúa siendo desfavorable, este tratamiento ofrece una perspectiva alentadora general para este tipo de defectos enzimáticos hereditarios. Comentado por: Dr. Martín Roubicek Natural History and Galsulfase Treatment in Mucopolysaccharidosis VI (MPS VI, Maroteaux–Lamy Syndrome)—10-Year Follow-Up of Patients who Previously Participated in an MPS VI Survey Study Roberto Giugliani, Christina Lampe, Nathalie Guffon, David Ketteridge, Elisa Leao-Teles, James E.Wraith, Simon A. Jones, Cheri Piscia-Nichols, Ping Lin, Adrian Quartel, Paul Harmatz Am J Med Genet Part A 164A:1953–1964 MucopolysaccharidosisVI(MPSVI) is a clinically heterogeneous and progressive disorder with multiorgan manifestations caused by deficient N-acetylgalactosamine-4-sulfatase activity. A cross-sectional Survey Study in individuals (n=121) affected with MPS VI was conducted between 2001 and 2002 to establish demographics, urinary glycosaminoglycan (GAG) levels, and clinical progression of disease. We conducted a Resurvey Study (ClinicalTrials.gov: NCT01387854) to obtain 10-year follow-up data, including medical histories and clinical assessments (n=59), and survival status over 12 years (n=117). Patients received a mean (SD) of 6.8 (2.2) years of galsulfase ERT between baseline (Survey Study) and follow-up. ERT patients increased in height by 20.4 cm in the 4–7-year-old baseline age group and by 16.8 cm in the 8–12-year-old baseline age group. ERT patients <13 years-old demonstrated improvement in forced vital capacity( FVC)by68%and forced expiratory volume in 1 sec (FEV1)by 55%, and those <13 years-old increased FVC by 12.8% and maintained FEV1. Patients with >200mg/mg baseline uGAG levels increased FVC by 48% in the <13-year-old baseline age group and by 15% in the <=13-year-old baseline age group. ERT patients who completed the 6-min walk test demonstrated a mean (SD) increase of 65.7 (100.6) m. Cardiac outcomes did not significantly improve or worsen. Observed mortality rate among naïve patients was 50% (7/14) and 16.5% (17/103) in the ERT group (unadjusted hazard ratio, 0.24; 95% CI, 0.10–0.59). Long- term galsulfase ERT was associated with improvements in pulmonary function and endurance, stabilized cardiac function and increased survival. Un logro notable en diagnósticos moleculares de enfermedades raras. Este trabajo es una presentación de un equipo de genetistas (clínicos, moleculares, consejeros, bioinformáticos – varios de ellos bien conocidos en laliteratura) de varias instituciones (universitarias y otras) de las principales ciudades del Canadá, sobre su experiencia de dos años de funcionamiento de un ‘Consorcio’ destinado a identificar alteraciones genéticas en los casos sin diagnóstico actual. Aunque este esfuerzo está destinado a resolver problemas de ciudadanos y profesionales del país (Canadá), que cuenta con una población humana y de profesionales similar a la Argentina, evidentemente se observan diferencias notables que sin ser 8 Noticiero Genético N° 75 Noviembre 2014 necesariamente ejemplos a imitar, dan cuenta de lo que puede lograrse de manera cooperativa. Resumiendo someramente la información contenida en este reporte, aclaremos que cuentan con recursos tecnológicos excelentes pero no diferentes de los de otros países del ‘primer mundo’. Han reunido a 170 miembros profesionales de unos 15 sitios de consulta clínica supervisados por 3 ‘centros de innovación científico-tecnológica’ ubicados en Montreal/Québec (Universidad McGill), Toronto, y Vancouver. El título FORGE del consorcio se traduce como “Hallando genes de enfermedades raras”. En los dos años de actividad han recibido y estudiado las consultas de 264 enfermedades raras (seleccionadas entre las 371 presentadas), luego de haberse cumplido ciertas condiciones preestablecidas de admisión (variantes raras, fenotipo detallado, estudio genealógico completo, y citogenético con microarray, previos). Los análisis moleculares fueron la secuenciación exómica acompañada con métodos de enriquecimiento y otros que permiten concentrar los datos a los más aproximados a los reales. Halladas las alteraciones probables, usan los varios procedimientos para determinar patogenicidad, e incluso en algún caso una prueba experimental. Para atribuir efecto causal del trastorno, utilizan diversas estrategias según los datos de las genealogías: *casos aislados pero con fenotipos repetidos en otras instancias; *casos de consanguinidad paterna; *casos sugestivos de genealogía dominante; *posibles dobles heterocigotas; y *casos con posible variante de genes conocidos. De los 264 trastornos estudiados, fueron respectivamente 32; 60; 19; 62 y 91 instancias. De ellas, fueron identificadas 120 enfermedades (más 26 altamente probables), en las cuales se hallaron 67 genes nuevos (noveles) y 95 ya conocidos. 118 trastornos continuaron sin explicar. Entre los genes cuyas mutaciones aclararon enfermedades génicas, figuran el síndrome Floating-Harbor; Hajdu-Cheney; Jeune; Joubert; Leber; Nager; SHORT; Weaver. Algunos de estos hallazgos ya los hemos relatado en Noticieros en los años recientes. El artículo recalca la importancia de hallar un diagnóstico cierto aunque no haya aún un tratamiento disponible (la única excepción fue una mutación de susceptibilidad a la hipertermia maligna), y la satisfacción de poder darle esta información a los consultantes. En la parte final del trabajo los autores mencionan sus perspectivas futuras, sobre todo enfocadas hacia posibles tratamientos, para lo cual comenzaron un nuevo proyecto colaborativo, Care4Rare http://care4rare.ca que acepta propuestas para este fin. También incluyen referencia al sitio PhenomeCentral que propone a los que desean participar, a informar aspectos fenotípicos no usuales en casos de enfermedades raras ya diagnosticadas. Su sitio es http://phenomecentral.org Comentado por: Dr. Martín Roubicek 9 Noticiero Genético N° 75 Noviembre 2014 FORGE Canada Consortium: Outcomes of a 2-Year National Rare-Disease Gene-Discovery Project Chandree L. Beaulieu, Jacek Majewski, Jeremy Schwartzentruber, Mark E. Samuels, Bridget A. Fernandez, Francois P. Bernier, Michael Brudno, Bartha Knoppers, Janet Marcadier, David Dyment, Shelin Adam, Dennis E. Bulman, Steve J.M. Jones, Denise Avard, Minh Thu Nguyen, Francois Rousseau, Christian Marshall, Richard F. Wintle, Yaoqing Shen, Stephen W. Scherer, FORGE Canada Consortium, Jan M. Friedman, Jacques L. Michaud, Kym M. Boycott. The American Journal of Human Genetics 94, 809–817, June 5, 2014 809 Inherited monogenic disease has an enormous impact on the well-being of children and their families. Over half of the children living with one of these conditions are without a molecular diagnosis because of the rarity of the disease, the marked clinical heterogeneity, and the reality that there are thousands of rare diseases for which causative mutations have yet to be identified. It is in this context that in 2010 a Canadian consortium was formed to rapidly identify mutations causing a wide spectrum of pediatric-onset rare diseases by using whole-exome sequencing. The FORGE (Finding of Rare Disease Genes) Canada Consortium brought together clinicians and scientists from 21 genetics centers and three science and technology innovation centers from across Canada. From nation-wide requests for proposals, 264 disorders were selected for study from the 371 submitted; disease-causing variants (including in 67 genes not previously associated with human disease; 41 of these have been genetically or functionally validated, and 26 are currently under study) were identified for 146 disorders over a 2-year period. Here, we present our experience with four strategies employed for gene discovery and discuss FORGE’s impact in a number of realms, from clinical diagnostics to the broadening of the phenotypic spectrum of many diseases to the biological insight gained into both disease states and normal human development. Lastly, on the basis of this experience, we discuss the way forward for rare-disease genetic discovery both in Canada and internationally. Voyage au centre de l’ECLAMC Es un artículo publicado en Junio de 1974 por el Dr. Eduardo Castilla (entonces director del Centro de Genética Médica, de la subsecretaría de Salud Pública, en Argentina), acompañado por Osvaldo Mutchinick, Joaquín Paz, Elsa Muñoz y Zulema Gelman. El artículo da cuenta de un estudio prospectivo de las malformaciones congénitas, realizado en colaboración, en el que participaron 44 hospitales seleccionados de la Argentina, Chile y Uruguay, incluidos los datos sobre la incidencia de 140.050 nacimientos vivos consecutivos registrados en los primeros 42 meses del proyecto (julio de 1967 a diciembre de 1970). Se diagnosticaron 3.234 (2,3%) malformaciones presentes en 2.484 (1,8%) niños malformados; 419 de ellos estaban afectados por más de una malformación. Según los autores, refieren que es un estudio cooperativo que se planeó con carácter “permanente”, por tiempo “indefinido”, debido a que la frecuencia de cada 10 Noticiero Genético N° 75 Noviembre 2014 entidad diagnóstica comprendida en este grupo patológico de anomalías congénitas es baja y también porque se tiene el propósito de convertirlo oportunamente en un registro. El estudio permitiría a los médicos, enfermeras y autoridades de salud pública familiarizarse con las malformaciones y sus repercusiones médicas, epidemiológicas y sociales. Señalan que una vez alcanzado un nivel aceptable de motivación se podrán incorporar muchos más hospitales. Cuarenta años más tarde de este artículo el Estudio Colaborativo Latinoamericano de Malformaciones Congénitas (ECLAMC), es uno de los principales programas de vigilancia epidemiológica e investigación de los defectos congénitos en Latinoamérica y en el mundo, abarcando a lo largo de estos años a más de 200 centros hospitalarios de más de 116 ciudades de los 10 países de Latinoamérica (también Centroamérica), a partir de más de 6 millones de nacimientos y más de 126 mil nacidos con defectos congénitos. Luego de este artículo se publicaron más de 270 publicaciones. Desde otro enfoque y de acuerdo a un integrante del ECLAMC (Leo Salgado), reflejado en el Boletín del ECLAMC (Junio 2014) http://www.eclamc.org/descargas/ ECLAMC%20BOLETRIM%202014-II-.pdf, se refirió a una conversación informal acerca de para que sirvió el ECLAMC: “El ECLAMC creó lazos de amistad, de afecto, de comprensión entre mucha gente. Y el saldo que queda al fin y al cabo, y esto va por vos (por el Dr. Castilla), no es tanto lo que esa persona hizo sino lo que dejó”. Comentado por: Dr. Rubén Bronberg ESTUDIO LATINOAMERICANO SOBRE MALFORMACIONES CONGÉNITAS Dres. Eduardo Castilla, Osvaldo Mutchinick, Joaquín Paz, Elsa Muñoz y Zulema Gelman Bol Oficina Sanit Panam. 1974 Jun;76(6):494-502 Se presentan los resultados de un estudio colaborativosobre malformaciones realizado en 44 maternidades de Argentina, Chile y Uruguay. Se examinaron 140,050 recién nacidos vivos consecutivos detectándose 3,234 (23.09/1,000) malformaciones congénitas externas presentes en 2,484 (17.74/1,000) niños malformados. Se concluye que en estudios en colaboración es difícil obtener una uniformidad completa de los criterios diagnósticos. 11