Download + n° 33 - Septiembre 2010 - Sociedad Argentina de Genética
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NOTICIERO GENETICO SEGEHU Nº 33– Septiembre de 2010 Sección de Genética Humana, Sociedad Argentina de Genética. www.sag.org.ar/ Esta nueva entrega del Noticiero va dirigida a los amigos y colegas del área de Genética Humana, en Argentina, Uruguay y otros países latinoamericanos. Contiene comentarios sobre cuatro temas: - Hipotiroidismo congénito y alteraciones o síndromes que pueden acompañarlo - Interacción genética – ambiental y malformaciones congénitas - Programa de Tarjetas o Fichas génicas de utilidad clínica, de la Sociedad Europea de Genética Humana - Queiloscopía - posible herramienta para estudio de expresión mínima de LL/PH Continuamos solicitando a todos los amigos del área de la Genética Humana, a enviar resúmenes de artículos que les han resultados de interés (incluso los suyos propios) para compartirlos con otros colegas de genética humana, adjuntando un pequeño comentario de la novedad, y el texto o resumen correspondiente en .pdf u otro sistema. Enfatizamos esta invitación; deseamos evitar algún posible sesgo en la selección de temas que pueda depender de preferencias personales de los redactores. Se encuentran disponibles, a pedido de los interesados, y sólo para uso personal, las fuentes de los artículos o documentos completos que no estén accesibles directamente. Se pueden solicitar a Martín Roubicek <[email protected]> o a José E Dipierri <[email protected]> El Noticiero Nº 25 (Noviembre de 2009) se encuentra disponible en la página web de la SAG www.sag.org.ar/ bajo la página de Secciones, dentro de la Sección de G.Humana. El material publicado previamente al mes de Julio de 2009, continúa siendo accesible en el Portal Genética y Salud Pública bajo el nombre http://geneticaysalud.wordpress.com/ entrando por sección NOTICIAS; allí seleccionar el Noticiero Nº 21 – Julio 2009; o bien los Noticieros anteriores, y los dos índices, alfabético y cronológico, que abarcan los números del 1 al 16; o directamente al http://geneticaysalud.wordpress.com/noticiero-genetico/ Los dos índices mencionados están siendo actualizados para abarcar todos los Noticieros hasta el presente. Hemos añadido al listado de destinatarios algunas direcciones nuevas que nos han sido referidas. Si algunos de los receptores prefirieran ser excluídos de la lista, les agradeceremos nos lo hagan saber para satisfacer su pedido. En entrega separada enviada como adjunto a este Noticiero, ofrecemos un listado actualizado de las pruebas diagnósticas en Genética Humana que se realizan en instituciones y laboratorios en Argentina, con datos que nos fueron remitidos por los respectivos directores, en respuesta a nuestra sugerencia publicada en los últimos Noticieros. En este listado se han incorporado algunas modificaciones y añadidos. Agradecemos a todos los que han colaborado con este intento de brindar un servicio de utilidad para nuestros pacientes. Los datos han debido ser abreviados en algunas secciones, debido a limitaciones de espacio para cada una de las determinaciones (p.ej. detalles explicativos justificando cada método). Pedimos disculpas a los que nos enviaron la información, por simplificar algunos datos, en un esfuerzo por presentarlos en una forma más comparable entre las diferentes instituciones. A medida que continuemos recibiendo nuevos aportes para ir ampliando la lista, o bien modificaciones a los datos ya incluidos, iremos actualizando este documento. Recordamos el XIV Congreso Latinoamericano de Genética, en Viña del Mar, Chile, del 1º al 5 de Octubre. Los datos detallados pueden obtenerse en www.alag2010.cl/ Hipotiroidismo congénito en la consulta de genética médica El Hipotiroidismo Congénito (HC) es una patología para la cual existe un programa nacional de detección neonatal y que normalmente debe resolverse en Neonatología. Esto ha determinado que estos pacientes se alejen de la consulta genética. Una revisión amplia en el tema realizada por Rastogi y LaFranchi (2010) y publicada en el Orphanet Journal of Rare Diseases presenta una serie de informaciones relevante para la práctica genética cotidiana en relación a pacientes genéticos con HC. El HC parece asociarse con un incremento en el riesgo de malformaciones congénitas extratiroideas de modo tal que 8.4% de los pacientes con HC presentan malformaciones congénitas, siendo las más frecuentes las cardiacas. Otras malformaciones asociadas son: paladar hendido, anormalidades neurológicas y malformaciones genitourinarias. También la incidencia de HC está elevada en pacientes con trisomía 21. La disgenesia tiroidea puede deberse a mutaciones en los genes de factores de trascripción, que se asocian a hallazgos clínicos relativamente específicos. Así por ejemplo, la mutación en el gen TTF2 (Thyroid transcription factor 2) se asocia a disgenesia tiroidea, atresia coanal, paladar hendido y pelo erizado (Síndrome de Bamforth-Lazarus); el gen NKX2.1 a HC más trastornos respiratorios, ataxia y corea benigna; el gen NKX2.5 a HC y malformaciones cardiacas; y el gen PAX-8 a disgenesia tiroidea y malformaciones del uréter y del riñón. Otras formas de HC sindrómico son: el Síndrome de Pendred (HC, sordera y gota); la displasia ectodérmica hipohidrótica (hipotiroidismo y disquinesia ciliar); hipotiroidismo, polidactilia postaxial y déficit intelectual; Sindrome Kocher - Debré - Sémélainge (pseudohipertrofia muscular e hipotiroidismo); obesidad - colitis (hipotiroidismo, hipertrofia cardiaca y retraso del desarrollo) y varios más. (Hacemos notar que el texto completo es accesible en Internet; lamentablemente contiene algunos errores en la tabla 3 – p.ej. dice PAX9 en lugar de PAX8 – y varios errores de tipeo). Congenital hypothyroidism. Rastogi MV, LaFranchi SH Orphanet Journal of Rare Diseases 5:17 (2010) Disponible en Internet, en: http://www.ojrd.com/content/5/1/17 Congenital hypothyroidism (CH) occurs in approximately 1:2,000 to 1:4,000 newborns. The clinical manifestations are often subtle or not present at birth. This likely is due to transplacental passage of some maternal thyroid hormone, while many infants have some thyroid production of their own. Common symptoms include decreased activity and increased sleep, feeding difficulty, constipation, and prolonged jaundice. On examination, common signs include myxedematous facies, large fontanels, macroglossia, a distended abdomen with umbilical hernia, and hypotonia. CH is classified into permanent and transient forms, which in turn can be divided into primary, secondary, or peripheral etiologies. Thyroid dysgenesis accounts for 85% of permanent, primary CH, while inborn errors of thyroid hormone biosynthesis (dyshormonogeneses) account for 10-15% of cases. Secondary or central CH may occur with isolated TSH deficiency, but more commonly it is associated with congenital hypopitiutarism. Transient CH most commonly occurs in preterm infants born in areas of endemic iodine deficiency. In countries with newborn screening programs in place, infants with CH are diagnosed after detection by screening tests. The diagnosis should be confirmed by finding an elevated serum TSH and low T4 or free T4 level. Other diagnostic tests, such as thyroid radionuclide uptake and scan, thyroid sonography, or serum thyroglobulin determination may help pinpoint the underlying etiology, although treatment may be started without these tests. Levothyroxine is the treatment of choice; the recommended starting dose is 10 to 15 mcg/kg/day. The immediate goals of treatment are to rapidly raise the serum T4 above 130 nmol/L (10 ug/dL) and normalize serum TSH levels. Frequent laboratory monitoring in infancy is essential to ensure optimal neurocognitive outcome. Serum TSH and free T4 should be measured every 1-2 months in the first 6 months of life and every 3-4 months thereafter. In general, the prognosis of infants detected by screening and started on treatment early is excellent, with IQs similar to sibling or classmate controls. Studies show that a lower neurocognitive outcome may occur in those infants started at a later age (> 30 days of age), on lower l-thyroxine doses than currently recommended, and in those infants with more severe hypothyroidism. ....................................................................................................................... Interacción genética - ambiental y malformaciones congénitas El término interacción genético-ambiental (GxA) se refiere a cualquier clase de interacción entre factores genéticos y ambientales, incluyendo efectos sinérgicos o conjuntos. La epidemiología genética contemporánea utiliza dos tipos de definiciones de interacción: estadística y biológica. La definición estadística de la interacción de dos o más factores de riesgo, genético o ambiental, es simplemente el coeficiente resultante del producto de los factores de riesgo. En un modelo de interacción biológica, la interacción GxA es definida como su coparticipación en el mismo mecanismo causal para promover el desarrollo de la enfermedad. Zhu et al (2009) realizan una revisión de las hipótesis prevalentes y de los antecedente clínicos y epidemiológicos sobre la interacción de diversos factores ambientales y las vías genéticas sobre los cuales probablemente estos factores tengan un efecto modificante. Se refieren a 4 tópicos. El primero constituye a su vez un ejemplo de genómica nutricional, entendiéndose por tal la variación genética que afecta la tolerancia a los alimentos y puede también influenciar los requerimientos dietéticos. Un aspecto de la genómica nutricional es el reconocimiento que factores nutricionales en interacción con genotipos susceptibles puede contribuir a la aparición de malformaciones congénitas (MC). El ejemplo clásico es la relación entre ácido fólico y malformaciones de cierre del tubo neural (MCTN). La menor respuesta en algunas poblaciones a la disminución de la prevalencia de las MCTN por la fortificación y/o suplementación con ácido fólico se debería a variaciones genéticas individuales o polimorfismos asociados al transporte y metabolismo de los folatos de los siguientes genes candidatos: receptor de folato alfa (FR ), transportador de folato reducido (RFC1), 5-10 metilenetetrahidrofolato reductasa (MTHFR), cistationina B-sintetasa (CBS), metionina sintetasa (MTR) metionina sintetasa reductasa (MTRR), metilenetetrahidrofolato dehidrogenasa (MTHFD1), etc. El segundo ejemplo se refiere a la relación entre tabaquismo materno y polimorfismos de los genes TGFA (transforming growth factor alpha), NOS3 (nitric oxide synthase) y genes detoxificantes (CYP1A1, EPHX1). La tercera interacción genético-ambiental que los autores revisan se refiere a la relación entre hiperglucemia materna no diabética y diabetes materna y MC. Los embriones carecen de función pancreática hasta el desarrollo de las células beta en la 7º semana de gestación. La hiperglucemia materna (diabética o metabólica) fuerza un incremento del flujo de glucosa en las células embrionarias a través de transportadores de glucosa durante la embriogenesis temprana. Las células embrionarias experimentan así una sobrecarga metabólica con repercusión sobre las mitocondrias y un incremento de oxigeno reactivo y stress oxidativo. La embriopatía diabética podría explicarse por apoptosis o disturbio de la organogénesis consecutiva al stress oxidativo producido por una afectación de la expresión génica embrionaria por la hiperglucemia. Finalmente el cuarto aspecto revisado por los autores se refiere a la susceptibilidad genética a drogas anticonvulsivantes para desarrollar MC. Aproximadamente el 3% de los niños expuestos in utero a estas drogas presentan MC y el 11-20% puede exhibir trastornos del neurodesarollo con o sin defectos estructurales. Los diversos ejemplos tomados por las autores demuestran que existe una interacción entre variantes genéticas y factores ambientales en la determinación de la susceptibilidad a la disrupción del desarrollo embrionario temprano. Múltiples genes con pequeños efectos interactúan con factores ambientales de una forma combinatoria para generar un desequilibrio del desarrollo más significativo, mas allá del que estos factores podrían haberlo hecho individualmente. El camino es identificar estas variantes Importance of gene–environment interactions in the etiology of selected birth defects. Zhu H, Kartiko S, Finnell RH. Clin Genet 2009: 75: 409–423. It is generally understood that both genetic and environmental factors contribute to the highly complex etiology of structural birth defects, including neural tube defects, oral clefts and congenital heart defects, by disrupting highly regulated embryonic developmental processes. The intrauterine environment of the developing embryo/fetus is determined by maternal factors such as health/disease status, lifestyle, medication, exposure to environmental teratogens, as well as the maternal genotype. Certain genetic characteristics of the embryo/fetus also predispose it to developmental abnormalities. Epidemiologic and animal studies conducted over the last few decades have suggested that the interplay between genes and environmental factors underlies the etiological heterogeneity of these defects. It is now widely believed that the study of gene–environment interactions will lead to better understanding of the biological mechanisms and pathological processes that contribute to the development of complex birth defects. It is only through such an understanding that more efficient measures will be developed to prevent these severe, costly and often deadly defects. In this review, we attempt to summarize the complex clinical and experimental literature on current hypotheses of interactions between several select environmental factors and those genetic pathways in which they are most likely to have significant modifying effects. These include maternal folate nutritional status, maternal diabetes/obesity-related conditions, and maternal exposure to selected medications and environmental contaminants. Our goal is to highlight the potential gene–environment interactions affecting early embryogenesis that deserve comprehensive study. Fichas o tarjetas génicas de utilidad clínica Un servicio gratuito ofrecido por la Sociedad Europea de Genética Humana (ESHG) con su grupo Eurogentest (http://www.eurogentest.org), en su revista, el European Journal of Human Genetics, y sitios de Internet. Como ejemplo presentamos la ficha o tarjeta de utilidad referida al síndrome Marfan tipo 1. Se la puede hallar bajo el acceso siguiente: http://www.nature.com/ejhg/journal/v18/n9/pdf/ejhg201042a.pdf La misma incluye: 1. Descripción breve del trastorno: Denominación del mismo, el nombre y abreviatura del gen, número de OMIM, el espectro de mutaciones conocidas, métodos analíticos utilizados, la validación analítica de los mismos, la prevalencia de la enfermedad, eventuales diferencias étnicas, diagnósticos disponibles (diferencial, predictivo, riesgo en familiares, prenatal), comentarios (en el caso del Marfan, criterios de Ghent u otros para decidir acerca de análisis moleculares. 2. Las características de la prueba diagnóstica molecular (sensibilidad, especificidad, y su valor predictivo; tanto analítico como más importantemente, clínico), y comentarios sobre las posibles inconsistencias entre los resultados y el cuadro clínico. 3. La utilidad clínica del análisis propuesto: indispensable? Relación costobeneficio aceptable? Útil para decisión terapéutica? 4. Bibliografía amplia, casi toda reciente. 5. Los autores y sus lugares de trabajo. En este caso, los autores provienen de diversos países europeos (ninguno de Argentina a pesar del nombre de la primera autora) y varios son bastante conocidos. Lo destacable es que estas fichas están siendo continuamente actualizadas, y más aún, se desafía a la comunidad de genetistas a colaborar aportando sus propias propuestas para registrar pruebas diagnósticas de otras enfermedades. Creemos que ese aporte de la ESHG será muy valioso para cuando uno tenga que resolver sobre si utilizar tal o cual análisis molecular y quiera saber hasta dónde puede esperar que con ello logre solucionar el problema planteado, sea diagnóstico, pronóstico, preventivo o terapéutico. Agradeceríamos los comentarios de los lectores en cuanto a este enfoque novedoso y provocador. Es nuestra intención incluir otros ejemplos de estas tarjetas génicas en los futuros Noticieros. ……………………………………………………………………………………………………………………….. ¿Vuelta a los dermatoglifos – esta vez en los labios? Los que vivimos la genética humana de los años 60, 70 y 80 seguramente recordamos las experiencias, algunas fascinantes y otras frustrantes, con los estudios de las crestas y figuras digitales y palmares (y a veces plantares), en el esfuerzo por acercarnos algo más a los diagnósticos de los rasgos, síndromes y malformaciones humanos. No tenemos noticias recientes en revistas de genética clínica de que se siga utilizándolos ampliamente; sí las hay en las de antropología; y se continúan empleando en docencia, para demostrar un rasgo genético cuantitativo casi totalmente heredado, sin efectos ambientales, como lo es el recuento total de crestas. Ahora se nos presenta un trabajo de interés, al menos como ejemplo de algo que pudiera aplicarse en genética clínica sin requerir un equipamiento costoso, para señalar a personas con rasgos mínimos del amplio espectro del labio leporino con o sin hendidura palatina, y así facilitara el cálculo de riesgos de recurrencia en las consultas de familias con pacientes afectados. Con la denominación de “verticilos labiales” (“whorls”) o “queiloscopía”, los autores de este trabajo han retomado ideas surgidas en Alemania en 1975 , con el propósito de averiguar si existen evidencias de que los familiares directos de pacientes con LL/PH presenten patrones diferentes de las personas sin antecedentes familiares. Los autores, provenientes de un grupo de trabajo de Pittsburgh junto con otros de Hungría, Brasil, Argentina y los EEUU, varios de quienes son conocidos por su actividad en el ECLAMC, estudiaron la presencia o no de los verticilos en el labio inferior de pacientes con labio leporino/paladar hendido, de familiares de éstos, y de personas sin antecedentes familiares de LL/PH (controles). Los primeros dos grupos fueron examinados en los EEUU, en Argentina (en la región patagónica con elevada prevalencia de LL/PH) y en Hungría; los controles eran casi todos de los EEUU. Hallaron diferencias significativas entre estos 3 grupos en casi todas las comparaciones, cuando se tomaron en cuenta criterios estrechos o bien amplios en la definición del fenotipo (verticilo). En la discusión de los hallazgos plantean la posibilidad de que haya un gen candidato para este patrón qeiloscópico: el gen IRF6 o factor regulatorio de interferón 6, cuyas mutaciones ocasionan el síndrome de Van der Woude (VWS) pero otras variantes podrían causar LL/PH sin las típicas marcas del síndrome en el labio inferior, y sólo podrían influir en la formación de los verticilos. Whorl Patterns on the Lower Lip Are Associated With Nonsyndromic Cleft Lip With or Without Cleft Palate Katherine Neiswanger, Kevin W. Chirigos, Cherise M. Klotz, Margaret E. Cooper, Kathleen M. Bardi, Carla A. Brandon, Seth M. Weinberg, Alexandre R. Vieira, Rick A. Martin, Andrew E. Czeizel, Eduardo E. Castilla, Fernando A. Poletta, Mary L. Marazita Am J Med Genet Part A 2009;149A:2673-2679 Nonsyndromic cleft lip with or without cleft palate (CL/P) is a common birth defect due to both genetic and environmental factors. Whorl lip print patterns are circular grooves on the central upper lip and/or the left and right lower lip. To determine if whorls are more common in families with CL/P than in controls, the Pittsburgh Orofacial Cleft Study collected lip prints from over 450 subjects, that is, individuals with CL/P, their relatives, and unrelated controls— from the U.S., Argentina, and Hungary. Using a narrow definition of lower-lip whorl, the frequency of whorls in the U.S. sample was significantly elevated in cleft individuals and their family members, compared to unrelated controls (14.8% and 13.2% vs. 2.3%; P¼0.003 and 0.001, respectively). Whorls were more frequent in CL/P families from Argentina than in CL/P families fromthe U.S. or Hungary. If these results are confirmed, whorl lip print patterns could be part of an expanded phenotypic spectrum of nonsyndromic CL/ P. As such, they may eventually be useful in a clinical setting, allowing recurrence risk calculations to incorporate individual phenotypic information in addtion to family history data.