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Regresa a Casa..
Lucas 11:18-21
Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy
digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su
padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se
echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y
ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
Esta es el pasaje del hijo pródigo, si tu estas familiarizado con este pasaje recordemos que el
hijo menor pidió su herencia se fue lejos a una provincia apartada para independizarse, no
rendir cuentas. Así son algunas personas que se van del templo, agarran la actitud de alejarse
de la enseñanza y autoridad que Dios a puso sobre ellos para ser “independientes”.
Nos dice que mal gasto sus bienes viviendo perdidamente “Esto nos muestra el curso del
pecador. Así como hay un costo para vivir en pecado, así mismo hay un costo para ser un
discípulo. Cuesta mucho ser cristiano, pero también cuesta mucho vivir en pecado.
Así que nos describe que ahora este joven había perdido toda su herencia para deleitarse en
pecado, al no tener ya nada el deseaba ahora era llenar su vientre de las algarrobas que comían
los cerdos. Recuerden que él había tomado su libre albedrío de salir de la casa de su padre, el
tomo una decisión, pero ahora no podía ser libre de las consecuencias de su decisión.
Su memoria le hizo recordar que tenía un buen hogar, y yo creo que tuvo mucho que ver con el
regreso del hijo pródigo, la memoria de un buen hogar, de su padre, sus hermanos que le
aman, esto bien puede convencer a otros hijos pródigos a volver a casa.
Así mismo la memoria de una buena iglesia donde se enseña la sana doctrina, donde hay orden
y la paz ayuda anhelar regresar a su casa espiritual. Ahora ve este joven el verdadero propósito
de Satanás fue reducirlo a un nivel de sufrimiento y miseria. Quieren que todos malgasten su
herencia y que vivan y coman con cerdos.
Por ejemplo:
2 Pedro 2:21-22...Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que
después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les
ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito,* y la puerca lavada a
revolcarse en el cieno. Esta es la agenda de Satanás, que los miembros de la iglesia hagan como
los perros y cerdos: “El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno”.
Pero el hijo prodigo propuso firmemente regresar a su Padre y tomo los siguientes tres pasos;
Paso 1.. En verso 18 dice :Me levantaré e iré a mi padre, – Aquí no es pensamiento pasajero
sino una resolución firme. Hay que borrar todos los pensamientos negativos (“no puedo”; que
van a decir de mi “¿qué pasará si …?” ). No sería fácil hacer tal viaje, pero el pensamiento de
estar en su propio hogar, con su padre amado, le dio fuerza para completar el viaje.
Paso 2.. le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. – No pasó tiempo meditando en
cómo excusarse y justificarse diciendo. El tomó la única decisión sabia, confesar al decir:
“Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”.
paso 3.. humillación: Ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Yo sé que No soy digno de nada,
hazme como uno de tus jornaleros. – Con gozo aceptaría el último lugar en la casa de su padre.
Este es el verdadero arrepentimiento. “Tal como soy sin más decir…”
Obviamente el hijo pródigo no era el único que había sufrido. También su padre sufría, pues
¡Cuántas veces había observado ese camino con la esperanza de que un día pronto su hijo
volvería! Regresa a casa hijo pródigo, no temas porque el Padre te espera con brazos abiertos.