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1. INTRODUCCIÓN
a. Mahoma
Según la religión musulmana, Abu l-Qasim Muhammad ibn „Abd Allāh alHashimi al-Qurashi, universalmente conocido como Muhammad, castellanizado,
Mahoma (La Meca, 570/571 – Medina, 632), es el "sello de los profetas", por ser el
último de una larga cadena de mensajeros o profetas (en árabe nabi) enviados por
Dios para actualizar su mensaje, que según el islam, sería en esencia el mismo que
habrían transmitido sus predecesores, entre los que se contarían Ibrahim (Abraham),
Musa (Moisés) e Isa (Jesús).
La predicación de Mahoma parte de las revelaciones del arcángel Gabriel en la
cueva de Hira, por las que Dios, Allah, ordenaba memorizar y poner en práctica los
versículos puestos después por escrito en el Corán, el libro sagrado de los
musulmanes, indicando además el arcángel que no cabía esperar otro profeta ni otra
revelación antes del Juicio Final. Según la tradición, Mahoma era analfabeto, de
donde sea visto como un signo el que éste dejara el testimonio del ángel por escrito.
A medida que los seguidores del Islam crecían, Mahoma se convertía en un
auténtico peligro para los jefes locales, entre otras razones por el monoteísmo de la
nueva religión, que no casaba con la Kaaba o recinto sagrado de la Meca en el que
se veneraban los ídolos de las tribus árabes, centro de peregrinación para las tribus
árabes y fuente de pingües ingresos. Finalmente Mahoma fue repudiado por su
propia tribu, la qurayshi, encargada de custodiar el mismo santuario; la fuga o exilio
en la cercana ciudad de Medina es conocido como la Hégira (622), y marca el año 1
de la era musulmana. El tiempo en Medina fue fundamental para el futuro, ya que la
ciudad acogía a una importante comunidad judía, Mahoma comprueba la
imposibilidad de absorber a los judíos en el Islam como tales, y redacta la
Constitución de Medina, que marca a posteriori la situación de los dhimmis
“pueblos del libro” (la Biblia) bajo un Estado islámico en términos de supeditación
social y política pero respeto a la libertad de conciencia.
Por otra parte, la estancia en Medina favoreció la aceptación del Islam de buena
parte de las tribus árabes a través de la conversión o de la guerra. La hostilidad
inicial marca desde sus orígenes el papel de la Gihad o Guerra Santa como ordalía
de Dios y como método de proselitismo. El devenir de los éxitos militares unido a
los acertados matrimonios de Mahoma con las hijas de sus seguidores más próximos
consolidó su posición mientras que la Meca fue quedando en una posición de
aislamiento, tanto más grave por su carácter de centro caravanero. En 630,
finalmente, la ciudad es conquistada sin apenas resistencia: los ídolos de la Kaaba
fueron destruidos constituyendo un nuevo lugar sagrado de peregrinación islámico y
no politeísta, así como Mahoma sin formar propiamente un Estado islámico era
reconocido como cabeza política y religiosa de las tribus árabes.
Debemos tener presente que la historia de Mahoma y de los orígenes del Islam
es propiamente una leyenda fundacional que atribuye al fundador todos los
elementos de la religión ya establecida. Si en el cristianismo es complejo discernir el
mensaje histórico de Jesús de Nazaret de aquel atribuido por la Iglesia, en el caso
del Islam la dificultad es mucho mayor. Sin entrar en mayores detalles, debemos
tener en cuenta que Mahoma como árabe vinculado a las caravanas comerciales de
su primera mujer, estuvo en contacto directo tanto con judíos como monjes sirios
monofisitas, herejía cristiana que negaba la divinidad de Cristo; ello es fundamental
para entender el carácter de Mahoma de profeta de la fe de Abrahán, Moisés y Jesús
para los árabes. A ello hay que añadir que el Corán no proviene en absoluto de un
único momento de redacción al dictado o de la mano de Mahoma, sino que es una
extensa y desordenada colección de versículos recopilados mayoritariamente a la
muerte del profeta, junto a los que cabe señalar autoridad de las tradiciones, sunna,
de los supuestos dichos y hechos del profeta, no aceptados por el conjuntos de
musulmanes.
b. Los califatos
La palabra califa significa “sucesor”, con ella nos referimos a los diversos jefes
políticos y religiosos que sucedieron a Mahoma tras su muerte. En general se
distinguen tres fases del califato:
 Ortodoxo (632-661), se trata de los cuatro primeros califas, todos ellos
emparentados con Mahoma en razón de sus matrimonios con las hijas de
sus más cercanos seguidores.
 Califato Omeya (661-750). La familia Omeya de Damasco, Siria, ejerce
la sucesión califal. Se trata del período de mayor expansión del Islam en
la Edad Media, que se convierte de facto en un imperio teocrático que va
desde la Península Ibérica hasta la India. La capital del califato se
establece en Damasco, el imperio es dividido en provincias o emiratos a
cuyo frente se sitúa un gobernador, emir, que administra en nombre del
califa.
 Califato Abasida (750-1258). La familia Abasida de Bagdad, arrebata el
título califal. Se trata de una época de gran esplendor aunque las
fronteras del califato no experimentan el desarrollo de los períodos
anteriores. La desaparición del califato Abasida viene marcada por una
progresiva escisión político-religiosa que no deviene en una cabeza
universal para todos los musulmanes, queda así fraguada la división
política y religiosa del Islam que llega hasta nuestros días. Uno de los
episodios de escisión más importantes es protagonizado por el emir de
Al-Andalus, Abd-al-Rahman III, que se establece en 929 como califa de
los creyentes de su emirato; este califato tendrá una efímera existencia
hasta principios del siglo XI (ca. 1035), dando lugar a la división en
reinos de Taifa que marcan el declive político y militar que favorece la
reconquista cristiana de Al-Andalus por parte de los reinos cristianos
peninsulares, en especial Castilla, Aragón y Portugal.
En el período de los reinos de Taifa en Al-Andalus, se suceden
dos invasiones de imperios islámicos del Norte de África, Almorávides
(1086) y Almohades (1146) que fracasan en su intento en el proyecto
político de anexión de Al-Andalus y reversión de la reconquista. Causa
de ello era el integrismo religioso de aquellos, que encontró poco favor
entre los musulmanes peninsulares. Tras el avance de los reinos
cristianos en el siglo XIII (Navas de Tolosa, 1212), la última taifa que
sobrevive es el reino nazarí de Granada, que sobrevive hasta la conquista
por los Reyes Católicos en 1492.
c. El Islam
El Islam, a pesar de sus divisiones internas tiene en común el reconocimiento del
Corán como libro sagrado y cinco pilares del creyente:
a. Profesión de fe diaria: Allah es el único Dios y Mahoma su profeta
b. Oración: cinco veces al día, en dirección a la Meca
c. Limosna: estipulada por el Corán según la riqueza
d. Ayuno: mes del Ramadán, hasta la puesta del sol
e. Peregrinación a la Meca: una vez en la vida
Junto a ello, hay toda una serie de mandamientos morales basados en el
Corán o en las diversas tradiciones, que marcan en el día a día el sometimiento a
Allah. Entre ellos destaca el respeto a los progenitores, la abstinencia absoluta de
alcohol y las prescripciones sobre la comida, que rechazan el consumo de cerdo
y de todo animal que no haya sido completamente desangrado.
La situación de la mujer es ambigua, por una parte la mujer es un individuo
creyente que personalmente acepta la religión y no un ente pasivo de las
creencias de su padre o de su marido; en ello la historiografía ha vertido en gran
medida sus alabanzas al Islam como hito en la promoción de la mujer; no
obstante, la mujer queda siempre sometida a la tutela del padre y después del
marido, su lugar de honor queda siempre circunscrito a su papel como señora
del hogar y los hijos son del marido a todos los efectos; cualquier comparación
con la independencia personal y jurídica que suponía la consagración religiosa
de una monja cualquiera en el cristianismo hace palidecer estas supuestas
bondades para la promoción de los derechos humanos en el Islam. Junto a ello,
en el Islam se hace gala de que el Corán no acusa a la mujer del Pecado Original
como en la Biblia judeocristiana, pero no debemos perder de vista que esta
supuesta dignificación de la mujer, le otorga un mero papel neutro (ni quita ni
pone), mientras que en el cristianismo la Virgen María introduce a la mujer
como actor de primera magnitud en la historia de la Salvación. Sirvan estas
desordenadas consideraciones de cara a no caer en los espejismos a los que
acostumbra la historiografía contemporánea, especialmente aquella deudora de
un resentimiento inveterado contra la herencia cristiana de Europa y en los
derechos humanos.
d. Arte islámico
El Islam rechaza a priori la representación de imágenes, ya que las considera
una tentación de cara a la idolatría; ello influye lógicamente en el cultivo de las artes
plásticas de la pintura y la escultura, que en buena medida encuentran su espacio
piadoso como instrumentos de decoración en edificios, mobiliario, objetos o libros.
El islam tan diverso como amplio, no desconoce la representación figurada, pero
gusta más del recurso a los motivos geométricos y a los textos del Corán, que en
perfecta armonía ocupan los más diversos espacios sagrados o profanos. Esta
herencia ha marcado al Islam desde sus orígenes hasta nuestros días, y no es por ello
casual que un repaso a las principales obras artísticas islámicas tenga como origen y
centro la arquitectura, en cuanto que es en la arquitectura donde los artesanos
musulmanes vierten lo mejor de su genio, ocupando las restantes artes un papel casi
secundario al servicio de aquélla, si bien ello es muy similar a lo que analizaremos
en la Europa medieval hasta el siglo XIII.
2. CARACTERÍSTICAS DE LA ARQUITECTURA ISLÁMICA
En primer lugar, hay que señalar que el arte islámico surge de la conjunción de
influencias bizantinas, persas e indias. La originalidad del arte islámico no reside
tanto en la aportación de elementos nuevos, como en la original y coherente
combinación y en el espíritu propio que imprimen a influencias tan diversas.
La arquitectura constituye la primera de las artes plásticas en el Islam, ella
reasume el espacio artístico de la escultura y la pintura, que principalmente quedan
relegadas al papel decorativo del edificio, del mismo modo que podríamos señalar si
no refiriéramos a la marquetería u orfebrería en el Islam.
La técnica de construcción es rápida, en general se emplean materiales de poca
calidad para dar forma a la estructura, recurriendo siempre a un acabado preciosista.
En los edificios predominan la horizontalidad y la escasa altura:
a. Materiales
o Piedra:
 Función defensiva: murallas y fortalezas
 Función decorativa: columnas, puertas, etc.
o Ladrillo y adobe: constituye la fábrica de los edificios, recubierta
o Madera: techos, ventanas y celosías
o Recubrimientos: principalmente estuco de yeso y azulejo
b. Elementos constructivos
o Soportes
 Muro
 Pilar
 Columnas: capiteles inspirados en el orden corintio, con follaje
de hojas lisas (capiteles de pencas cordobeses) o follaje
antinaturalista con técnica de trépano “de avispero”; también
hallamos capiteles de forma cúbica -encintados- decorados en
relieve, por ejemplo con mocárabes (forma de estalactita) o
ataurique (formas vegetales)
o Arcos: suelen estar rodeados por el alfiz (resultado de la unión de la
moldura horizontal en forma de dintel y de las molduras verticales con
que los romanos encuadraban el arco). En muchas ocasiones tienen una
mera función decorativa. Tipos:
 Medio punto
 Apuntado
 De herradura: propio de la Península Ibérica, lo toman de la
arquitectura visigótica
 Lobulado (arcos pequeños que forman la línea del arco)
 Mixtilíneo
 Entrecruzados
 De mocárabes
o Techos:
 Techumbres planas, normalmente. Los artesonados de madera
reciben el nombre de alfarjes.
 Bóvedas y cúpulas: en muchas ocasiones son decorativas. Se
realizan de materiales ligeros recubiertos de yeso:
 Bóvedas de cañón o cañón apuntado
 Cúpulas semiesféricas, gallonadas (imitan gajos de la
naranja), de arcos cruzados, calada o de mocárabes
c. Decoración y significado
o Los materiales utilizados son el yeso y el azulejo vidriado
o Es superpuesta a la fábrica (materiales pobres, construcción rápida).
Sobre todo en el interior, los exteriores suelen ser sobrios
o Relieves casi planos y policromados
 Ataurique: motivos vegetales inspirados en el acanto clásico.
Muy utilizada en la arquitectura califal cordobesa
 Lacería: ornamentación geométrica que consiste en una serie
de líneas entrecruzadas alternativamente unas sobre otras
formando diversas figuras poligonales y estrelladas
 Epigrafía: versículos del Corán
o Motivos:
 Mocárabes: decoración de prismas yuxtapuestos y dirigidos
hacia abajo, que acaban en un estrechamiento también
prismático, cuya superficie inferior es cóncava, toman la
forma de estlactitas
 Paño de Sebka: motivo ornamental en ladrillo difundido por
la arquitectura almohade que presenta una retícula de rombos,
de trazos lobulados o mixtilíneos
o Principales edificios de la ciudad islámica:
 Mezquita: centro religioso de oración y enseñanza
 Madrassa o medersa: la escuela coránica, dotada de un patio
central al que dan las celdas de los estudiantes y una sala
rectangular amplia, la al-quaah
 Mausoleo (a partir del siglo XII por influencia turca): con
patio cuadrado y cubiertos por cúpula. Poseen una cámara
para el sarcófago y otra para orar
 Baños o hamán: imitan las termas romanas ya que tienen la
misma estructura, piscinas de agua caliente, fría y templada.




Ricamente decorados y cubiertos por bóvedas y cúpulas
caladas, para que entrara la luz.
Palacio: en el que se distingue la parte privada o residencia, de
la parte pública o sede del gobierno
Zoco (mercado)
Alcazaba: fortaleza y palacio
Atarazanas: grandes naves cubiertas con techumbre de madera
destinadas a la construcción de barcos, ubicadas en la
inmediación del puerto
La ciudad islámica da una apariencia caótica, de calles estrechas e irregulares sin
concierto ni orden. En el mundo musulmán nada se puede anteponer a la vida
privada de la familia. Las actividades industriales y mercantiles son desplazadas a
espacios propios, para no molestar: los barrios artesanos cuyas actividades sean más
molestas se ubicarán extramuros (arrabales) y los espacios de mercado se reúnen en
el centro de la ciudad o junto a las puertas de la muralla. La prioridad de los privado
sobre lo público aconseja un urbanismo de calles estrechas que dificulte el tráfico
rodado y el bullicio.
3. LA MEZQUITA
a. Características generales
La mezquita es el lugar de oración de los musulmanes. El Islam, en la misma línea
que la sinagoga judía, a diferencia de la iglesia cristiana, no entiende el templo como un
lugar sagrado en cuanto a la presencia de la divinidad, sino que es meramente un
espacio sagrado en cuanto que se invoca su nombre y se reza. La mezquita es un espacio
sagrado en tal sentido, y es por ello que es preceptivo purificarse ritualmente antes de
entrar e ir descalzos en la misma.
La mezquita primigenia era la casa de Mahoma en Medina, de la estructura de ésta
conserva la mezquita la existencia de un patio y pórtico que comunique el espacio
profano y sagrado. Fue Mahoma quien estableció en Medina la obligación de rezar
cinco veces al día, en principio en dirección al templo de Jerusalén, tras la negativa a la
conversión de la comunidad judía de Medina, orientados a la Meca.
Desde Mahoma, la oración ha quedado como el segundo de los pilares del Islam,
quedando fijadas por el profeta los cinco momentos del día en el que el musulmán debe
interrumpir su actividad y rezar a Allah: al alba, al mediodía, por la tarde, tras la puesta
de sol y por la noche. El almuédano o muecín es el encargado de llamar a la oración
desde el minarete (torre) o el tejado de la mezquita. Se puede rezar en cualquier lugar
que no sea impuro, mirando hacia la Meca; sólo es preceptivo acudir a la mezquita
mayor de la ciudad, la aljama, en la oración del viernes al mediodía. La palabra aljama,
significa “reunión” – “asamblea”, paralelo casi exacto de los términos griegos
“sinagoga” e “iglesia”, respectivamente del verbo suna¿gw “traer juntos, reunir juntos”
y e)kklhsi¿a “asamblea”, y da nombre en el islam al viernes, ya que es propiamente “el
día de la reunión” de los creyentes en la aljama, la mezquita mayor, que lógicamente
deberá tener capacidad para acoger a los musulmanes de una ciudad concreta.
En el interior de la mezquita, los fieles se distribuyen ordenados en filas paralelas al
muro orientado hacia La Meca. El viernes el imán, pronuncia en la aljama la jutba o
explicación, donde se explica el sentido religioso de tal o cual pasaje del Corán y donde
se repasa la actualidad de la comunidad musulmana. En la aljama, además, se realizan
otra serie de celebraciones, entre las que podemos subrayar la proclamación del Corán
las noches del Ramadán y ciertas plegarias en relación al califa y al ejército que marcha
en campaña. La mezquita es ante todo un lugar de recogimiento siempre disponible para
el musulmán que quiera rezar a Allah, de donde que junto a la aljama principal, se
multiplican mezquitas menores por todos los barrios de la ciudad islámica.
Todos estos aspectos, nos explican que el monumento principal de la arquitectura
islámica sea la mezquita, aunque a posteriori dediquemos un apartado a la arquitectura
civil islámica, donde el palacio ocupa un lugar principal.
Glosario de la mezquita
Toda mezquita se distribuye en dos partes:
1. Patio o Sahn: espacio a cielo abierto rodeado de galerías o pórticos. Está situado
en la mitad Norte o Noroeste de la mezquita. Este patio suele contar con un
jardín de árboles, naranjos y palmeras en Córdoba, y distingue en su interior la
fachada de la sala de oración, a la que se accede a través de grandes arcos. El
patio incluye
o Sabil: fuente para las abluciones rituales (purificación a través del
agua). Para realizar la oración el musulmán debe estar en estado de
pureza ritual, tahara. Era frecuente, como en la Córdoba omeya, que
aparte de la fuente del patio, se construyeran baños públicos en las
cercanías de la mezquita llamados midá, lugar con letrinas y pilas de
agua para hacer todo tipo de abluciones.
o Alminar o minarete: torre desde donde el almuédano o muecín llama
a la oración. En su interior se dispone las escaleras para ascender y
sobre la terraza superior hay una habitación donde se puede refugiar
el almuédano los días de lluvia o de intenso calor. Los minaretes
están rematados por el yamur, un mástil con tres bolas de tamaño
decreciente engarzada o por la Media Luna; en la mezquita de
Córdoba era una flor de lis.
2. Sala de oración o Haram: espacio dividido en naves, en Córdoba orientadas
Norte-Sur, mediante arcos y columnas. Tiene puertas directas a la calle y una
gran fachada que da al patio, junto a esas entradas se disponen cajones para dejar
el calzado. Su suelo está cubierto por alfombras y esteras donde se postran sus
fieles. Dentro de la sala de oración se distingue
o Saqifas: galerías laterales del patio que sirven para dar cobijo a los fieles,
en especial a las mujeres que tienen en ellas un lugar reservado para la
oración
o Quibla: muro orientado hacia La Meca y hacia el cual los fieles deben
dirigir sus oraciones. En España está orientado hacia el Sur (como en
Córdoba) o el Sureste, en tiempos del califato andalusí, las aljamas
españolas se orientaban hacia Córdoba.
o Almimbar: púlpito de madera desde el que pronuncia el jatib el sermón
del viernes. Tiene la forma de una silla alta con varios escalones. Suele
situarse a la derecha del mihrab.
o Kursi: atril en el que se coloca el Corán.
o Cámara del tesoro: lugar donde se guarda el tesoro de los musulmanes,
es decir, sus donaciones y limosnas que sirven para sufragar cualquier
necesidad de la comunidad, desde ayudar a los pobres hasta reparar la
mezquita. En Córdoba es una habitación situada a la izquierda del
mihrab y donde se guardaban también objetos litúrgicos como
ejemplares del Corán, candelabros y velas.
o Macsura: recinto acotado delante del Mihrab, reservado al califa y su
séquito cuando acuden a la mezquita los viernes. Suele consistir en una
celosía de madera con puertas. Otros espacios acotados de la mezquita,
como el lugar destinado a las mujeres pueden recibir también este
nombre. En muchas ocasiones, un pasadizo o sabat comunicaba la
alcazaba con la macsura, de forma que pudiera acceder y salir el califa
sin ser visto.
o Mihrab: arco o nicho situado en el centro del muro de la quibla que
marca la dirección a la Meca, y que recuerda también el lugar que
ocupaba Mahoma en su mezquita de Medina. Es el lugar más importante
de la mezquita por su función y junto al que se sitúa el imán para dirigir
la oración.
b. Evolución
o El único santuario preislámico es la Kaaba, en la Meca
o Se tomó como modelo para la mezquita la vivienda del profeta en Medina
o Hitos:
i.
La primera mezquita de la que se tiene constancia es la de Basora,
marcada en el suelo por piedras y cuyo perímetro determinó un
arquero disparando cuatro flecas hacia los puntos cardinales. En el
638 se le agregó una techumbre a la parte de la quibla.
ii. En Egipto, la primera mezquita se construye en El-Fistal, en el 641,
de 29x17 m., con cubierta de troncos de palmera según testimonio
documental.
iii. Mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén (construida por Abd-el-Malik
entre 685 y 705). Se trata de la primera mezquita construida con la
intención de edificio emblemático. La estructura ha sido muy
alterada, parece que la fábrica era de ladrillo, la techumbre plana,
descansando ésta sobre unos arcos entre naves perpendiculares a la
quibla.
iv.
Cúpula de la Roca en Jerusalén (s. VII, 692): no es una mezquita, sino
el relicario donde se conserva la piedra desde donde Mahoma
ascendió al cielo. Es de planta octogonal, aúna la tradición clásica y
la cristiana bizantina, la fábrica es de mampostería irregular,
recubierto de mármol en el exterior y de mosaicos en el interior con
imágenes del paraíso hasta que los turcos en 1552 lo recubrieron de
cerámica. La cúpula es de madera aplacada con ladrillos esmaltados
v.
Gran mezquita de Damasco (s. VIII, 706-715): modelo final de
mezquita. Construida sobre el templo de Júpiter damasceno,
aprovecha los cimientos de aquél y se justa a sus medidas, a la par
que debió reutilizar elementos constructivos del mismo a la vista de
la cuidada sillería de la mezquita. Se inspira en las basílicas
paleocristianas y en modelos bizantinos. Pretende reflejar el prestigio
y poder de los omeyas revistiendo el edificio de mármoles y
mosaicos.
Estos ejemplos primeros no generan ningún sistema constructivo común ni
uniforme. En cada caso se incorpora la tradición local al esquema canónico, aunque
éste es tan estricto que todos acaban recurriendo a expedientes semejantes ante el
mismo programa. La construcción es la propia de cada lugar y época, aunque el
espacio resultante sea el mismo
c. Obras a comentar: Mezquita-Catedral de Córdoba, ss. VIII-XI
4. EL PALACIO
a. Características
o Era el centro de poder por excelencia, sirve para manifestar el estatus de sus
ocupantes y es símbolo de ostentación y lujo
o Son edificios en los que contrastan exteriores sobrios con interiores muy
refinados.
o El espacio interior se distribuye en torno a patios porticados con agua y
vegetación, simbolizan paraíso y oasis.
o Funcionalmente, el espacio interior se diferencia entre:
a. Sector público, incluye: salón del trono, sala de consejo, salón de justicia
b. Sector privado, en el que diferencia las dependencias privadas del señor
y el harén
o El edificio se ve completado con elementos anexos como el hamán (baños),
mezquita privada y las dependencias del príncipe heredero
b. Tipos andalusíes:
 Medina Azahara: ciudad palatina mandada construir por Abderramán III a
las afueras de Córdoba como símbolo de su poder a imitación de otros
califas, la tradición popular también dice que fue mandada construir para su
favorita Zahra (“Flor”). Costó casi 40 años su construcción y se trajeron
materiales y obreros traídos desde el norte de África y Constantinopla, sin
embargo, tuvo una corta existencia y sirvió como cantera hasta las
excavaciones arqueológicas y la puesta en valor en el siglo XX (que sigue
hasta la actualidad)
 La Aljafería: se construye a partir de la segunda mitad del siglo XI, época de
los reinos de taifa, por Al-Muqtadir como residencia de los
reyes hudíes de Saraqusta, a las afueras de la ciudad. Se trata del palacio
musulmán mejor conservado de la época ya que continuó en uso a partir de
la conquista cristiana en el siglo XII, destacando en especial el palacio de los
Reyes Católicos; posteriormente fue cárcel de la Inquisición y actualmente
es la sede de las Cortes de Aragón.
El conjunto se halla fortificado por una muralla dotada de torreones
semicirculares, totalmente restaurada, sólo se conservan los arcos de
herradura originales en la puerta de acceso.
En el interior se denota el gusto islámico por lo decorativo, donde el yeso
y el alabastro favorecen la multiplicación de temas decorativos. Gusta del
arco lobulado y mixtilíneo, relegado el arco de herradura.
c. Obras a comentar: La Alhambra de Granada