Download BIOSEGURIDAD Teniendo en cuenta el gran incremento en el

Document related concepts

Hepatitis wikipedia , lookup

Hepatitis B wikipedia , lookup

VIH/sida wikipedia , lookup

Infecciones de transmisión sexual wikipedia , lookup

Coriomeningitis linfocítica wikipedia , lookup

Transcript
BIOSEGURIDAD
Teniendo en cuenta el gran incremento en el número de pacientes infectados por el
virus de inmunodeficiencia humana en nuestro país y el riesgo de adquirir el mismo y
otros agentes infecciosos como el virus de la hepatitis B que presentan nuestros
auxiliadores como primeros respondientes al estar expuestos a sangre, secreciones y
fluidos de pacientes (que en la mayoría de los casos no podrán determinar en el
momento de la atención si padecen de algún proceso infeccioso debido a los agentes
antes mencionados), es indispensable conocer e implementar una serie de medidas o
normas con las cuales se busca minimizar (ya que ninguna disminuye el riesgo a cero)
el riesgo de transmisión de enfermedades que pueden ser determinantes en la vida de
un auxiliador. Las normas de bioseguridad tienen como objetivo principal reducir este
riesgo y deben ser aplicadas por todo el personal que presten servicio en la atención
de pacientes como son los auxiliadores o primeros respondientes, al igual que
médicos, enfermeras, personal de laboratorio, entre otros.
Los agentes involucrados en accidentes por exposición a sangre y fluidos son
principalmente: el virus de hepatitis B (HBV), virus de la hepatitis C (HCV), y el virus
de inmunodeficiencia humana (HIV), y es así, como evitar la exposición a sangre y
secreciones, es la primera vía para prevenir la transmisión del los mismos.
El centro de control de enfermedades (CDC) de Atlanta estableció un sistema de
precauciones Universales en 1987, diseñado por un grupo de expertos a través de
unas guías para prevenir la transmisión del HIV, HBV, HCV y otros patógenos durante
actividades de atención a pacientes o durante el trabajo con sus fluidos o tejidos
corporales.
El impacto emocional de una lesión por exposición a sangre y fluidos corporales puede
ser severo y prolongado, y es particularmente severo cuando la lesión causa
exposición al VIH.
Definición de trabajadores del área de la salud y exposición
Trabajador del área de la salud (HCP) es definido como persona (por ejemplo:
empleado, estudiante, contratista, médicos, voluntarios, auxiliadores, etc.), cuyas
actividades involucran contacto con pacientes o con sangre u otro fluido corporal de
pacientes en hospitales, laboratorios o escenarios públicos.
Una exposición que puede dar lugar a riesgo de infección por HBV, HCV o VIH en
personal del área de la salud es definido como el contacto de membranas mucosas,
piel no intacta o lesiones por pinchazo con sangre, tejidos u otros fluidos corporales
que puedan estar potencialmente infectados.
Los siguientes fluidos son considerados potencialmente infecciosos:
•
•
•
•
•
•
Líquido cefalorraquídeo
Líquido sinovial
Líquido pleural
Líquido peritoneal
Líquido pericárdico
Líquido amniótico
El riesgo de transmisión de HBV, HCV y VIH a partir de estos fluidos es desconocido,
sin embargo los fluidos que contengan sangre visible, semen y secreciones vaginales
son considerados potencialmente infectantes.
Heces, secreciones nasales, saliva, esputo, sudor, lagrimas, orina, y vómito, no son
considerados potencialmente infecciosos a menos que éstos contengan sangre. El
riesgo de transmisión de HBV, HCV, y VIH a través de estos fluidos es
extremadamente bajo.
Para que la transmisión de microorganismos como el HIV, HBV, HCV pueda ser
efectiva, es necesario que el virus viable, procedente de un individuo infectado,
atraviese las barreras naturales, la piel o las mucosas. Ésto ocurre cuando las
secreciones contaminadas con una cantidad suficiente de partículas virales libres y de
células infectadas, entran en contacto con los tejidos de una persona a través de una
solución de continuidad de la piel (como úlceras, dermatitis, excoriaciones, y
traumatismos con elementos corto-punzantes) o contacto directo con las mucosas.
Se deberá evitar la atención directa de pacientes si esta atención puede generar
riesgo de exposición a sangre y fluidos corporales, cuando el auxiliador presenta
lesiones exudativas o dermatitis serosas, hasta tanto estas hayan desaparecido.
Es importante resaltar además la importancia de mantener actualizado el esquema de
vacunación.
Mecanismos de transmisión
La transmisión de microorganismos se hace a través de varios mecanismos, y además
un mismo microorganismo se puede transmitir por varios mecanismos:
• Transmisión por contacto: es la mas frecuente e importante y se refiere al contacto
de sangre o fluidos corporales del paciente potencialmente infectado con piel no
intacta del HCP.
• Transmisión por gotas: esta forma de transmisión se presenta por gotas
provenientes de los pacientes cuando tosen, estornudan o hablan. Estas gotas que
contienen material biológico entran en contacto con las mucosas conjuntivales,
nasales o bucales del HCP.
• Transmisión por aerosoles: ocurre por pequeñas gotas evaporadas y por micropartículas que contienen los agentes infecciosos. Estos aerosoles pueden
permanecer en suspensión aérea por largos periodos de tiempo y pueden viajar
grandes distancias.
• Transmisión por inoculación: esta se genera cuando se producen accidentes con
objetos cortantes, punzantes (sólidos y huecos), o reúnen ambas características,
los cuales están contaminados con sangre o fluidos de un paciente potencialmente
infectado.
Agentes infecciosos transmitidos por un accidente de exposición a sangre o
fluidos corporales:
El riesgo de transmisión de agentes infecciosos a través de sangre o fluidos corporales
depende de numerosos factores:
•
•
•
•
La prevalencia de la infección en una población determinada
La concentración del agente infeccioso
La virulencia del mismo
El tipo de accidente
En la práctica los agentes más frecuentemente comprometidos en los accidentes por
exposición a sangre o fluidos corporales son:
• VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA HUMANA (VIH):
La Infección por VIH es una enfermedad compleja que puede estar vinculada a
muchos síntomas. El virus ataca algunos componentes del sistema inmunológico
del organismo, lo cual conduce eventualmente a infecciones graves así como otras
complicaciones. Esta condición se conoce como SIDA. El riesgo de infectarse por
este virus en un accidente a través de una aguja que tiene sangre contaminada es
estimado en 0.3-0.4%. En un contacto mucoso con sangre contaminada baja a un
0.05%. En un estudio prospectivo de HCP, el riesgo promedio de transmisión de
VIH después de una exposición percutánea a sangre infectada por VIH ha sido
estimada en aproximadamente 0.3% (95% intervalo de confianza [CI] = 0.2%–0.5%)
y después de exposición por mucosas fue de aproximadamente de 0.09% (95% CI
= 0.006%–0.5%). Aunque episodios de transmisión de VIH después de exposición
de piel no intacta ha sido documentado, el promedio de riesgo de transmisión por
esta ruta no ha sido cuantificada de forma precisa, pero se estima que es menor al
riesgo que existe a la exposición por membranas mucosas. A pesar de que
actualmente existen terapias que hacen más lento el avance de la enfermedad
transmitida por el VIH, la mayor parte de los trabajadores sanitarios que contraen
infección por VIH tienen probabilidades de finalmente padecer SIDA y morir.
• VIRUS DE LA HEPATITIS B (HBV):
Aproximadamente 300 millones de personas en el mundo padecen de infección por
HBV. Se ha reportado que en Colombia la prevalencia de esta entidad varia entre 1
– 10% de la población. Las principales vías de transmisión de HBV son la vía
parenteral, la sexual y la vertical .El riesgo de infección por HBV esta principalmente
relacionado con el grado de contacto en el sitio de trabajo, y además la presencia
de antígeno e (el cual aparece en la infección aguda y representa replicación viral
de hepatitis B en la persona fuente). En estudios de HCP que sufrieron lesiones con
agujas contaminadas con sangre que contenía HBV, el riesgo de desarrollar
hepatitis clínica si la sangre tenia tanto antígeno de superficie para hepatitis B
(HBsAg)- y HBeAg positivo fue 22%–31%; el riesgo de desarrollar evidencia
serológica de infección por HBV fue de 37%–62%. En comparación, el riesgo de
desarrollar hepatitis clínica de agujas contaminadas con sangre con HBsAg
positivo, HBeAg negativo fue de 1%–6%, y el riesgo de desarrollar evidencia
serológica de infección por HBV, 23%–37%. Para 1983 fueron reportados 17.000
nuevos casos de infección por HBV en trabajadores sanitarios en Estados Unidos,
mientras que para el año de 1995, alrededor de 800 trabajadores sanitarios se
infectaron con el VHB en este mismo país. Esta disminución podría ser explicada
por los programas generalizados de administración de la vacuna de la hepatitis B a
todos los trabajadores sanitarios así como el uso de las precauciones universales y
otras medidas requeridas por los estándares de patógenos contenidos en la sangre
emitidos por la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional. Cerca de la
mitad de las personas con infección aguda de VHB presentan síntomas tales como
ictericia, fiebre, náuseas y dolor en el abdomen. En el 90% de los casos, la
infección aguda por HBV mejora espontáneamente y sólo 1% de los pacientes
puede desarrollar un cuadro de falla hepática fulminante en el momento de la
infección aguda. Además entre un 5% y un 10% de los pacientes desarrollan una
infección crónica con VHB que conlleva un riesgo permanente estimado en un 20%
de morir de cirrosis y un 6% de riesgo de morir de cáncer del hígado.
• VIRUS DE LA HEPATITIS C (HVC),
Se calcula que en el mundo existen cerca de 175 millones de portadores crónicos
de HCV. En Colombia hay reportes que indican una prevalencia de 0.8 a 1%. El
HCV no es transmitido eficientemente a través de exposiciones ocupacionales a
sangre. La incidencia promedio de seroconversión de anti-HCV luego de una
exposición percutánea accidental a una fuente HCV-positiva es 1.8% (rango: 0%–
7%). La Transmisión raramente ocurre de exposición de membranas mucosas a
sangre, y no han sido documentado casos de transmisión a través de piel intacta o
no intacta expuesta a sangre. Aunque la prevalencia de infección de VHC en los
trabajadores sanitarios es similar a la de la población general (1% a 2%), los
trabajadores sanitarios presentan un riesgo ocupacional más elevado de contraer
infección de VHC. La infección por VHC con frecuencia no tiene síntomas o los
tiene muy leves los cuales se presentan sólo hasta en un 5% de los pacientes con
hepatitis por HCV. Pero a diferencia del VHB, se presentan infecciones crónicas en
un 75% a 85% de los pacientes, y enfermedad activa del hígado en un 70%.
Aproximadamente 20% de los pacientes con infección crónica por HCV desarrollan
cirrosis, y entre 1% y 5% cáncer del hígado.
Factores que determinan la posibilidad de infección:
Existen diferentes factores que determinan la posibilidad de infección luego de un
accidente de exposición a sangre o fluidos corporales de un paciente, y los siguientes
son los de mayor importancia:
1) El volumen de fluido transfundido, el cual está determinado por diferentes
factores en el caso de accidentes por pinchazo, como son:
• La profundidad del pinchazo.
• Del tipo de aguja (maciza, hueca y el calibre de la misma).
• Del tipo de procedimiento (punción venosa o intramuscular).
• De la utilización de guantes en el caso de un pinchazo en la mano.
2) La concentración y viabilidad del virus en el fluido, determinado por el tipo de
fluido, periodo de la enfermedad en la cual se encuentra el
paciente (factor que
influye en la concentración del microorganismo en
el fluido del paciente), y para
mayor detalle se describirán cada uno de éstos:
• Tipo de fluido: como ya se mencionó anteriormente, existen fluidos que son
considerados como potencialmente infecciosos como sangre, liquido
cefalorraquídeo, entre otros, e igualmente existen fluidos que no son considerados
potencialmente infecciosos como saliva, sudor, lágrimas (a menos que éstos
estén contaminados con sangre), por tanto la exposición a determinado tipo de
fluido será determinante en la posibilidad de infección frente a un accidente de
riesgo biológico.
• Período de enfermedad: Al principio de la infección y al final de la enfermedad
la concentración del virus en los fluidos cambia. Por ejemplo en la infección por
VIH, una vez producida la infección, pasan 3 o 4 semanas antes de que el virus
alcance concentraciones importantes, persiste 3 a 5 semanas en niveles altos y
luego baja la concentración durante varios años aunque la infecciosidad se
mantiene, y luego de esta latencia vuelve a aumentar la concentración hasta la
muerte del paciente. Es así como el periodo de la enfermedad será un
determinante en la concentración del agente infeccioso en los fluidos corporales y
de esta forma será un factor influyente en la posibilidad de infección luego de
sufrir un accidente de este tipo.
3) Prevalencia de la infección VIH en la población que asistimos
4) La virulencia del agente
La virulencia designa el carácter patogénico, nocivo y violento de un
microorganismo, como una bacteria, hongo o virus, o en otras palabras, la
capacidad de un microbio de causar enfermedad. Virulencia deriva del latín
virulentus que significa «lleno de veneno»
Principios de bioseguridad:
A) Universalidad:
“Todos los pacientes y sus fluidos corporales independientemente del diagnóstico o
motivo por el cual están siendo atendidos, deberán ser considerados como
potencialmente infectantes y se debe tomar las precauciones necesarias para
prevenir que ocurra transmisión’’. Según lo anterior, las medidas de bioseguridad
deben ser aplicadas en la atención de todos los pacientes, en aquellas situaciones
que puedan dar origen a accidentes por contacto de piel o membranas mucosas
con sangre o fluidos corporales del paciente, independientemente de conocer o no
la presencia de algún proceso infeccioso en el mismo, siguiendo las precauciones
estándares de forma rutinaria.
B) Uso de barreras:
Con ésto se busca evitar la exposición directa a sangre y otros fluidos orgánicos
potencialmente contaminantes por medio de la utilización de materiales y
dispositivos diseñados para que éstos se interpongan entre la piel de quien brinda
la atención y los fluidos potencialmente contaminantes del paciente. Aunque la
utilización de barreras (Ej. guantes) no evitan los accidentes de exposición a estos
fluidos, disminuyen las consecuencias de dicho accidente.
C) Medios de eliminación de material contaminado:
Conjunto de dispositivos y procedimientos para depositar y eliminar los materiales
utilizados en la atención de los pacientes, con el fin de que los mismos no se
conviertan en una fuente de riesgo luego de su utilización.
Medidas de prevención :
Lavado de manos
Es la forma más eficaz de prevenir la infección cruzada entre pacientes y personal
hospitalario. Se realiza con el fin de reducir la flora normal y remover la flora transitoria
para disminuir la diseminación de microorganismos infecciosos.
El lavado de manos se debe realizar en los siguientes casos:
• Antes de iniciar labores
• Al ingresar a cirugía.
• Antes de realizar procedimientos invasivos, odontológicos y en laboratorios clínicos.
• Antes y después de atender pacientes especialmente susceptibles de contraer
infecciones tales como: inmunocomprometido, recién nacidos, ancianos, y
pacientes de alto riesgo.
• Antes y después de manipular heridas.
• Después de estar en contacto con secreciones, y fluidos de precaución universal.
• Antes y después de entrar en cuartos de aislamiento
• Después de manipular objetos contaminados
• Antes y después de realizar procedimientos asépticos: punciones y cateterismos.
• Antes de colocarse guantes e inmediatamente después de retirarlos.
• Al finalizar labores.
El lavado de las manos constituye la medida más importante y debe ser realizada de
inmediato, siempre antes y después del contacto. En caso de haber utilizado guantes,
el lavado de manos debe realizarse inmediatamente después de éstos ser retirados.
Para el lavado de las manos debe utilizarse jabón común neutro (de preferencia
liquido) o jabón con detergente antimicrobiano o con agentes antisépticos. Cuando se
emplea jabón en barra se debe mantener en soportes que permitan drenar el agua. Se
debe enjuagar la barra de jabón una vez utilizada. Una vez terminado el lavado de las
manos, éstas deben secarse preferiblemente con toalla desechable.
La siguiente es la técnica para el lavado de las manos:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Subirse las mangas hasta el codo
Retirar alhajas y reloj
Mojarse las manos con agua corriente
Aplicar 3 a 5 ml de jabón líquido
Friccionar las superficies de la palma de la manos y puño durante 10 o 15 segundos
Enjuagar en agua corriente de arrastre
Secar las manos
Uso de los guantes
La utilización de los guantes de ninguna forma debe reemplazar el lavado de manos.
El látex no esta fabricado para ser lavado y reutilizado, pues tiende a formar
microporos cuando ésto se realiza. Estos microporos podrán entonces permitir la
diseminación cruzada de gérmenes.
Se debe utilizar un par de guantes limpios, no necesariamente estériles, para todo
procedimiento que implique contacto con sangre y fluidos corporales, piel no intacta,
membranas mucosas y realización de procedimientos invasivos (en el ultimo caso los
guantes deberán ser estériles). Cuando un guante se rompe, se debe retirar ambos
guantes, lavarse las manos con agua y detergente, y luego colocarse otro par de
guantes nuevos.
Técnica para la postura de guantes estériles:
1. Lavarse las manos (con la técnica mencionada anteriormente).
2. Tomar el primer guante por su cara interna y colocarse este sin tocar su cara
externa.
3. Tomar el segundo guante por el pliegue del puño y colocarse este sin tocar la cara
interna que está en contacto con la piel.
4. Acomodarse el primer guante sin tocar la cara que está en contacto con la piel.
Durante la utilización de los guantes, se deben tener presentes las siguientes
recomendaciones:
• Una vez colocados los guantes, no tocar superficies ni áreas corporales que no
estén desinfectadas o estériles.
• Cambiarse los guantes entre pacientes. Una vez utilizados, los guantes se
pueden convertir en fuente de contaminación entre pacientes.
• Igualmente, una vez utilizados los guantes, éstos pueden convertirse en fuente
de contaminación externa, por lo cual se recomienda no tocar ni manipular
elementos y equipos del área de trabajo, que no sean necesarios en el
procedimiento.
• El utilizar doble guante es una medida eficaz en la prevención del contacto de
las manos con sangre y fluidos de precaución universal. Esta medida no evita la
inoculación por pinchazo o laceración, pero si disminuye el riesgo de infección
ocupacional.
• En caso de presentarse punción o ruptura en los guantes, éstos deben ser
cambiados.
• Es importante el uso de guantes con la talla adecuada, dado que el uso de
guantes estrechos o laxos favorece la ruptura y accidentes laborales.
Protección ocular y tapabocas
Su objetivo es proteger las membranas mucosas tanto de ojos, nariz y boca durante
procedimientos y cuidados de pacientes con actividades que puedan generar
aerosoles, y salpicaduras de sangre o fluidos corporales.
• El tapaboca: Debe tener una capa repelente de fluidos y estar elaborados en un
material con alta eficiencia de filtración, para disminuir la diseminación de
gérmenes a través de estos durante la respiración, al hablar y al toser. Los
tapabocas que no cumplan con la calidad óptima, deben usarse dobles. Los
tapabocas de gasa o de tela no ofrecen protección adecuada. El tapaboca debe
ser amplio cubriendo nariz y toda la mucosa bucal, y si el uso de mascarilla o
tapabocas está indicado, su colocación debe ser la primera maniobra que se
realice para comenzar el procedimiento.
• Las gafas de protección: Deberán tener barreras laterales de protección. Los
lentes deben ser amplios y ajustados al rostro para cumplir eficazmente con la
protección.
Protección corporal y Uso de los zapatos o botas
Para ésto son de gran utilidad los delantales protectores, que deberán ser
preferiblemente largos e impermeables, de manga larga y al menos hasta el tercio
medio de la pierna con el fin de evitar la contaminación de la ropa durante los
procedimientos. Se deben lavar las manos posteriormente a la manipulación de la
sobretúnica luego de su uso.
Precauciones durante la utilización de elementos cortopunzantes:
• Manejar con estricta precaución los elementos cortopunzantes.
• Recordar que todo material cortopunzante usado durante un procedimiento invasivo
•
•
•
•
•
•
•
•
•
deberá ser desechado en recipientes destinados para este fin – recipientes de
paredes duras e imperforables- los cuales estarán situados lo más cerca posible al
área de trabajo.
La ropa y elementos no cortopunzantes contaminados serán depositados en bolsas
resistentes de color rojo que lo identifique con el símbolo de riesgo biológico.
No cambiar elementos cortopunzantes de un recipiente a otro.
No doblar o partir manualmente las hojas de bisturí, cuchillas, agujas o cualquier
otro elemento cortopunzante.
No desenfundar manualmente la aguja de la jeringa. Para ello utilizar la pinza
adecuada y solamente girar la jeringa.
No colocar el protector a la aguja luego de que esta fue utilizada.
No reutilizar el material contaminado como agujas, jeringas y hojas de bisturí.
No desechar elementos cortopunzantes en bolsas de basura, cajas o contenedores
que no sean resistentes a punciones (7).
En caso de ruptura de material de vidrio contaminado con sangre u otro liquido
corporal, los vidrios se deben recoger con escoba y recogedor, nunca con las
manos.
Hacer los preparativos de manipulación y eliminación seguras antes de iniciar
cualquier procedimiento en el que se utilicen elementos cortopunzantes. (3)
• Reportar todas las lesiones con elementos cortopunzantes sin demora para
asegurarse de recibir el tratamiento y seguimiento adecuado.
Conducta a seguir en el caso de un accidente por exposición a sangre o fluidos
corporales:
*Primeros cuidados de urgencia:
1. Pinchazos y heridas:
• Lavar inmediatamente el sitio de la lesión con abundante agua y jabón.
• Permitir el sangrado de la herida o sitio de la punción.
• Realizar antisepsia de la herida con alcohol al 70% vol.
• Cubrir la herida con gasa estéril.
2. Contacto con mucosas (ojo, nariz, boca): Lavar con abundante agua o solución
salina. Recuerde no utilizar desinfectantes sobre las mucosas.
*Consultar inmediatamente a un servicio de urgencias: Donde se realizará la
evaluación del tipo de riesgo generado por el accidente?. No es conveniente que el
propio trabajador accidentado sea quien realice esta evaluación. Según lo anterior se
determinará la necesidad de realizar un tratamiento especifico con medicamentos
como AZT, 3TC y un inhibidor de proteasas (el cual en caso de estar indicado se
iniciará antes de 6 horas de ocurrido el accidente - preferente antes de las 2 horas). Se
realizará extracción de sangre para el VIH en el accidentado. Además, es necesario
conocer el estado clínico-serológico del paciente fuente. Si el estado serológico es
desconocido, el médico prescribirá la realización de los siguientes exámenes previo
consentimiento del paciente. - Serología para VIH. y Marcadores de hepatitis. En caso
de no poderse evaluar el caso fuente éste debe ser considerado como positivo y
procederse en consecuencia. El accidentado deberá continuar bajo vigilancia médica,
con el fin de determinar la continuación del tratamiento farmacológico si este fue
iniciado, y seguimiento serológico para todos los casos.
BIBLIOGRAFIA
1. Prevención y control de factores de riesgo biológicos VIH/SIDA y hepatitis. Seguro
Social.
2. http://www.infecto.edu.uy/prevencion/bioseguridad/bioseguridad.htm
3. http://www.cdc.gov/spanish/niosh/docs/00-108sp.html
4. http://www.latincancer.org/archivos/pautas03/Enfermeria.PDF
5. Centers for Disease Control and Prevention. Updated U.S. Public Health Service.
Guidelines for the Management of Occupational Exposures to HBV, HCV, and HIV
and Recommendations for Post exposure Prophylaxis. MMWR 2001;50
6. Norma tecnica hospitalaria de prevencion (NTHP) del HUSVP. Normas de
bioseguridad. Londoño Cuartas, Álvaro y Salas, Marta. Septiembre 23 de 2004.
7. Conductas Básicas en bioseguridad: Manejo Integral. Protocolo básico para el
equipo de salud. Ministerio de salud. Dirección general de promoción y prevención.
Santa Fe de Bogota. Abril de 1997.
8. Enfermedades Infecciosas. Vélez H, Rojas W, y Colaboradores. Fundamentos de
medicina. Sexta Edición. Corporación Para Investigaciones Biológicas. 2003