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SEMINARIO: “NECESIDAD DE POLITICAS SOCIALES COMO POLITICA DE ESTADO”. Organizado por: Presidencia de la Cámara de Representantes Centro de Estudios para la Democracia Uruguaya (CELADU) Equipo de Representación de los Trabajadores en el BPS (ERT) Instituto Cuesta-Duarte del PIT-CNT (ICD) Auspicia: Fundación Friedrich Ebert del Uruguay (FESUR)) 23 de agosto de 2001- Sala 17 del Edificio Anexo del Poder Legislativo. PONENCIA DE LA REPRESENTACION DE LOS TRABAJADORES EN EL BPS INDICE 1 INTRODUCCION ____________________________________________________ 2 2 POLITICA SOCIAL Y PARADIGMA SOCIAL ____________________________ 2 3 POLITICA SOCIAL Y ECONOMIA _____________________________________ 3 4 POLITICAS SOCIALES EN URUGUAY _________________________________ 6 4.1 Dimensión y estructura funcional del gasto público ____________________________ 6 4.2 Seguridad Social y niveles de cobertura. _____________________________________ 9 4.3 Políticas sociales y actual coyuntura ________________________________________ 14 5 PROPUESTAS______________________________________________________ 15 5.1 Propuestas sobre Pobreza Infantil __________________________________________ 15 5.2 Propuestas para trabajadores con problemas de empleo en general y para cincuentones en particular. ____________________________________________________ 18 5.3 Otras propuestas para exclusión y situaciones de pobreza. _____________________ 19 5.4 Propuestas de carácter institucional. ________________________________________ 20 1 1 INTRODUCCION Para el Equipo de Representación de los Trabajadores en el BPS y el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, ese tipo de encuentros entre organizaciones, instituciones y expertos de tan diverso origen político, social y técnico, revisten superior importancia. No es la primera vez que los promovemos ni tampoco la primera vez que se concretan. Pero sin dudas, este tema, de las políticas sociales, su necesidad y la definición de su importancia como política de estado, no es casual ni coyuntural. Estamos dispuestos a seguir construyendo estos caminos. Acá presentaremos una visión social de diagnóstico y de propuestas sobre esta urgencia nacional. Ni acabada, ni cerrada. No es así ni el diagnóstico ni la propuesta. Simplemente es con la idea de contribuir al debate y la necesidad urgente, tratando de no generar otra vez falsas expectativas ni consensos inútiles o inoperantes. Pero sí es necesario concretar propuestas viables, posibles a corto, mediano y largo plazo. Hay carencias en este diagnóstico y en nuestras propuestas. Bienvenida la crítica y el aporte. Hay cosas por hacer. Busquemos superarlas. Nota: la presente ponencia es responsabilidad del Equipo de Representación de los Trabajadores en el BPS, coordinada en esta instancia por el Economista Gabriel Lagomarsino. Sin perjuicio de ello, se reconocen expresamente los aportes del Instituto Cuesta Duarte y de una docena de personalidades que han contribuído de distintas formas en su elaboración. 2 POLITICA SOCIAL Y PARADIGMA SOCIAL El término “política social” está vinculado al modelo de sociedad existente o querido (sociedad protectora, competitiva, etc.) y supone un conjunto de propuestas que se perciben como inherentes al modelo. Cada modelo está compuesto por diversos elementos de carácter abstracto (idea, sentimiento, sueño, meta). El modelo abstracto se concreta, tangiblemente, en las políticas sociales. Las políticas pueden ser (son) diferenciadas según diversos factores, como por ejemplo el ámbito subjetivo al que están dirigidas (niños, jóvenes, ancianos, mujeres, etc.) Con una política social definida (percepción clara del modelo buscado) se puede determinar qué políticas sociales deben desarrollarse así como prever adhesiones y resistencias. Otro tema diferente, aunque vinculado, es el de los efectos sociales de toda política, tema del cual la política social deberá ocuparse para prever resultados, hacer su seguimiento, reducir los efectos negativos de las actuaciones imprescindibles, etc. Todas esas son políticas sociales dentro de un marco más amplio y ambicioso que es la política social. Un instrumento operativo –no el único- son los servicios sociales. Una de las filosofías y metodologías es el trabajo social. 2 Las políticas sociales se ocupan o se integran con políticas de salud, de seguridad social, de empleo, de educación, de justicia, de vivienda, de ocio, de cultura, deportes, etc. En su manejo siempre está presente el necesario equilibrio entre competitividad, empleo y bienestar. En la actualidad se ha operado un cambio del peso de las políticas sociales de contenido económico, al de las políticas centradas en servicios sociales. Existe una importante evolución de las políticas sociales que incrementan un protagonismo en los presupuestos nacionales, diversificando las fuentes de financiación. La integración europea ha sido un factor de impulso de políticas sociales (por compromisos internacionales formales tanto como por “contagios” de demandas y soluciones). El Estado de Bienestar se define como aquella forma de organización del poder político en la comunidad que comporta una responsabilidad de los poderes públicos en orden a asegurar una protección social y bienestar básico para sus ciudadanos. En este modelo se articulan diferentes proveedores de bienestar (Estado, mercado y familia). Y, de acuerdo a las formas de su articulación puede definirse la concepción residual, donde el bienestar social constituye una función marginal, sintetizada en la lucha contra la pobreza, frente a la concepción institucional, donde el Estado es el principal agente de provisión de bienestar, con la colaboración del mercado y la familia. En definitiva, en esta segunda concepción es el Estado quien debe asumir la garantía del bienestar. El objetivo es la igualdad y no simplemente la lucha contra la pobreza. Actualmente existe una confrontación entre la universalización de servicios (educación, sanidad y tercera edad) y prestaciones sociales (pensiones y seguro por desempleo) frente a las políticas de contención (ajuste o racionalización) de la intensidad de la cobertura protectora. Recientemente el Cdor. Enrique Iglesias, Presidente del BID en este mismo recinto señaló que una de las razones de la situación uruguaya en el desarrollo humano en comparación con otros países de América Latina es que “este país viene generando, desde hace más de cien años, redes de protección social, comenzando por la tan cuestionada, aunque ha sido un gran factor de apoyo- seguridad social. En esta materia Uruguay ha sido pionero a través de los años”. En momentos en que consideramos que la protección social y la seguridad social en nuestro país, está siendo seriamente reducida, más allá de otras diferencias, es necesario alertar sobre este pensamiento y esta realidad. 3 POLITICA SOCIAL Y ECONOMIA La percepción de cómo se relacionan la políticas sociales con la economía depende en gran medida de una visión más general de cual debería ser el rol del Estado dentro de la economía. 3 Así, en el paradigma neoliberal se entiende que cualquier acción del Estado genera distorsiones en la economía, las cuales impiden el libre desenvolvimiento de las fuerzas del mercado, lo que deriva en un alejamiento de la eficiente asignación de recursos. Según esta concepción la distribución del ingreso óptima sería el resultado de la contribución marginal que los factores productivos (capital y trabajo) realizan a la generación de la riqueza. En esta visión extrema el Estado debería limitarse a sus funciones básicas de proveer justicia y seguridad (interna y externa) a los ciudadanos Siendo el objetivo de su acción en el plano económico, asegurar el desarrollo de las fuerzas del mercado, a través de una política fiscal lo más neutral posible y la fijación de determinadas reglas. En una visión menos extrema pero en línea con la anterior, se admite que el mercado presenta determinadas fallas por lo cuál es necesaria alguna acción del Estado a través de ciertas transferencias de ingresos, pero principal o exclusivamente para atender las situaciones de pobreza. Bajo esta concepción las políticas sociales se limitarían a jugar un papel asistencialista a los sectores de pobreza y con un sentido focalizado. En una tercera interpretación, se parte de la concepción de que el libre desarrollo del mercado genera, por la propia lógica inherente a la acumulación del capital, una creciente concentración y centralización de la riqueza. La hipótesis de mercados de competencia perfecta, en la que se sustenta las conclusiones de las visiones anteriores, no se corresponde con la realidad, siendo una de sus consecuencias, en el plano social, la exclusión de una proporción importante de la población de los beneficios que el avance tecnológico podría potencialmente generar para el conjunto de la sociedad. Según esta última concepción1 las políticas sociales2 no deberían cumplir un papel meramente asistencialista, sino uno mucho más amplio de integración y cohesión social. Las políticas sociales estarían justificadas no solo por un imperativo ético, sino también serían imprescindibles para el desarrollo económico y social de las naciones. La potencialidad que tienen en la distribución de ingresos coadyuvaría a un crecimiento armónico de la economía, siendo vitales para fortalecer la demanda efectiva y evitar las crisis económicas –que significan pérdida de riqueza- derivadas de la no realización de la producción por falta de demanda.3 Desde otro punto de vista, y también desde una perspectiva económica, el gasto social es esencial para la conformación del capital humano, particularmente el gasto asociado a la salud y educación. Según define la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)4 el gasto público social es, sin duda, el instrumento más importante por medio del cual el Estado influye sobre la distribución del ingreso, particularmente en su distribución secundaria, a la vez que, a largo plazo, la mayor inversión en capital humano permite incidir en algunos de los factores estructurales que influyen en su distribución primaria. El impacto distributivo Que para referenciarla en lo que sigue del documento denominaremos política social integradora y solidaria. Que se define como las erogaciones que realiza el Estado en políticas sociales tal como se definieron en el título anterior. 3 Las teorías de demanda efectiva fueron desarrolladas por el economista Keynes, al interpretar la crisis del 29 y la depresión subsiguiente. En el plano económico esta teoría sirvió de fuente de inspiración para el fuerte desarrollo que tuvieron la políticas sociales, en particular las de seguridad social, en los países desarrollados. 4 Equidad, Desarrollo y Ciudadanía. 1 2 4 del gasto social dependerá de su magnitud, su distribución y su financiamiento, así como de su estabilidad y de la eficiencia en el uso de los recursos correspondientes. Si tomamos partido por una concepción de política social integradora y solidaria, y aceptáramos el juicio de la CEPAL enunciado en el párrafo anterior, nuestro problema es analizar que tan eficaces resultan las políticas sociales actualmente en nuestro país. Lo cuál no podría hacerse en forma abstracta, sino, por el contrario, evaluarlas a la luz del entorno donde se desarrollan, en particular las condiciones sociales y económicas donde se insertan. Por otra parte, no podrían dejar de evaluarse los efectos de las políticas sociales sin considerar sus consecuencias en los equilibrios macroeconómicos o estabilidad macroeconómica. Sin embargo es necesario precisar este concepto. En efecto, últimamente se ha asociado, particularmente en la definición de los objetivos de política en nuestra región, el término de estabilidad con déficits fiscales bajos e inflaciones bajas. Sin embargo el contenido del concepto, en su desarrollo original, es bastante más amplio e implica, además de baja inflación, crecimiento económico estable, cercanía al pleno empleo y la sostenibilidad de las cuentas externas. Así bajo la versión restringida del concepto estabilidad, una política podría catalogarse de exitosa, mientras que con la definición amplia no.5 Bajo la concepción amplia de estabilidad macroeconómica el equilibrio fiscal debe ser sostenido no en base al indicador del déficit fiscal corriente, sino a una definición de déficit fiscal estructural. Conforme a dicha idea lo recomendable sería realizar un manejo antíclico6 de las finanzas públicas donde los gastos asociados a los sistemas de protección social de los grupos más vulnerables sea uno de sus principales componentes. En resumen: Una política social integradora y solidaria debe ser parte esencial de la construcción de una nación. Dicha política no se opone, sino que refuerza el crecimiento económico equilibrado y lo dota de la equidad que en su ausencia no tendría. Su objetivo central es lograr la cohesión e integración social a través de una distribución progresiva de ingresos. El tal sentido su principal característica no es la de asistencialismo, lo cuál no inhibe atender específicamente los grupos más vulnerables a través de redes de protección social, en particular en los períodos de recesión económica donde ellos quedan más expuestos. Un ejemplo es el resultado de las políticas llevadas adelante en Uruguay en la década del 90. Bajo la versión restringida del concepto podría catalogarse de exitosa al haber bajado la inflación a menos de dos dígitos, sin embargo en la acepción tradicional del término habría que ponderar dicho logro con el crecimiento estructural del desempleo, la inestabilidad del crecimiento económico y su vulnerabilidad, dado el crecimiento del endeudamiento producido por los continuos déficits en cuenta corriente sin que en contrapartida ello se reflejara en la inversión productiva. 6 Déficits fiscal en períodos de recesión y superávit en períodos de auge, con equilibrio fiscal estructural. 5 5 La política social debe ser fundamentalmente una política de Estado: más allá del gobierno de turno y con efectiva participación de las organizaciones sociales representativas, sin perjuicio de la responsabilidad política e institucional correspondiente.7 La política social debe enmarcarse dentro de los necesarios equilibrios macroeconómicos. Sin embargo los mismos deben estar definidos en su acepción natural y no en el contenido restringido que se le ha dado al término en la última década, donde, entre otras cosas, se confunden instrumentos con objetivos. Así una meta de equilibrio fiscal estructural no es incompatible con políticas fiscales antíciclicas. Si en períodos de recesión se baja el gasto público y/o se incrementan los impuestos para atender el déficit fiscal corriente, se compromete la salida del ciclo recesivo, al disminuirse la demanda se agudiza la pérdida de recaudación de tributos y se expone aún más a los grupos vulnerables de la sociedad. 4 POLITICAS SOCIALES EN URUGUAY Si bien en el país existen diversas investigaciones acerca del desempeño de determinados programas de políticas sociales, existen escasos estudios recientes que tuvieran el objetivo de abarcarlos desde una visión totalizadora. En lo que sigue, como se ha dicho, no se pretende acometer dicha tarea, sino plasmar algunas reflexiones con la finalidad de contribuir al debate sobre el tema con aportes al diagnóstico y propuestas posibles. 4.1 Dimensión y estructura funcional del gasto público Las políticas sociales se llevan adelante por un conjunto de agentes, principalmente el Estado a través del presupuesto público y de sus respectivas dependencias, pero también existen otro conjunto de instituciones como las Intendencias Municipales, las empresas públicas, las organizaciones no gubernamentales –que muchas veces coordinan sus acciones con el Estado- y acciones más espontaneas o menos institucionalizadas como organizaciones barriales de diverso tipo. Teniendo en cuenta que el principal peso de las políticas sociales recae sobre la acción estatal, aquí se presentaran algunos indicadores estadísticos que permiten una primera aproximación al tema. En el Cuadro 1 puede observarse el gasto público total como porcentaje del PBI, desde la reinstitucionalización democrática en el país hasta 1999. Se observa un similar peso del gasto respecto al PBI en los extremos de la serie , de lo cuál se infiere que ambas variables crecieron a una tasa promedio similar. No obstante el gasto público como porcentaje del producto tuvo una importante reducción en el primer lustro de los 90 para luego subir a partir de 1996, dando un salto en 1999 influido por la caída del producto en dicho año. “En este contexto tiene creciente importancia la participación ciudadana, tanto en las ideas sobre fortalecimiento de la democracia como en los procesos y mecanismos que pueden utilizarse para alcanzar los grandes objetivos de desarrollo en la región” . “ Marco estratégico para la participación ciudadana en las actividades del BID”, noviembre 1, 2000. 7 6 Cuadro 1: Evolución del gasto público total como % del PBI Año Total Funcionamiento Inversión 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 21.8 20.6 19.3 20.2 16.7 15.3 16.0 17.4 17.1 17.7 20.3 20.6 20.8 22.7 20.1 18.5 17.3 18.0 14.6 13.8 14.5 15.6 15.2 16.2 18.1 18.3 18.5 20.4 1.7 2.1 2.0 2.2 2.1 1.5 1.5 1.8 1.9 1.5 2.1 2.3 2.3 2.3 Fuente. Instituto Cuesta-Duarte8, en base a información de la CGN y del BCU. Con la finalidad de discriminar, dentro del presupuesto nacional, que proporción del gasto público total puede conceptuarse como destinado a políticas sociales, en el Cuadro 2 se observa la distribución del mismo según la clasificación funcional del gasto. Cuadro 2: Clasificación funcional del gasto público. Año 1999 Destino del gasto Educación Salud Vivienda INAME Transferencias a seguridad social Seguridad Transporte y obras públicas Coordinación actividades productivas Justicia y organismos de contralor Desembolsos financieros Otros Total Millones de U$S % PBI 659.1 430.8 109.9 88.3 1,184.9 569.5 159.8 108.1 111.4 431.0 978.0 4,830.7 3.1% 2.0% 0.5% 0.4% 5.6% 2.7% 0.8% 0.5% 0.5% 2.0% 4.6% 22.7% % en total 13.6% 8.9% 2.3% 1.8% 24.5% 11.8% 3.3% 2.2% 2.3% 8.9% 20.2% 100.0% Fuente: Instituto Cuesta-Duarte en base a datos de la CGN. Notas: 1.- El Gasto en Educación del Estado comprende lo destinado a la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la Universidad de la República, el Programa de Capacitación Profesional del Ministerio del Interior y el Programa de Promoción de la Educación Física y los Deportes (CNEF).En el caso de la 8 “ Ingresos y Gastos del Estado: Una perspectiva histórico – estructural.” 7 Universidad, y por tratarse de una agrupación de programas educativos se descontó de su Presupuesto lo destinado a Hospital de Clínicas e Instituto de Higiene, que se considerarán posteriormente en la función Salud. En este sentido, si bien el Hospital de Clínicas es el principal centro de formación en Medicina, se considera que la actividad que se realiza gira sobre todo, en torno a la atención a la Salud. 2.- El gasto público en Salud se discrimina de la siguiente manera: Cuadro 3: Gasto público en salud. Año 1999 Organismo Millones de U$S % en el total Ministerio de Salud Pública 314.4 Hospital de Clínicas 31.1 Sanidad Militar 47.8 Sanidad Policial 36.2 Instituto de Higiene 1.4 Total Salud 430.8 Fuente: Instituto Cuesta-Duarte en base a datos de la CGN. 73.0% 7.2% 11.1% 8.4% 0.3% 100% 3.- Las transferencias a la seguridad social comprenden las realizadas al BPS, cajas militar y policial y a las pensiones graciables, según las siguientes cifras: Cuadro 4: Asistencia financiera a la seguridad social. Año 1999 Instituto Millones de U$S %en el total BPS 864.1 72.9% Retiros Policiales 104.6 8.8% Retiros Militares 214.4 18.1% Pensiones Graciables 1.8 0.2% Total 1,184.9 100% Fuente: Instituto Cuesta-Duarte en base a datos de la CGN. 4.- Seguridad comprende los gastos de los Ministerios de Defensa y del Interior sin considerar los gastos en sanidad ni las transferencias recibidas para el pago de los retiros. 5.- El rubro coordinación de actividades productivas comprende los gastos realizados por los ministerios de Ganadería Agricultura y Pesca, de Industria y Energía, de Turismo y el inciso de subsidios y subvenciones. 6.- Otros comprende gastos Presidencia, Relaciones Exteriores, Poder Legislativo, etc . Incluyendo las transferencias a la seguridad social dentro del gasto destinado a políticas sociales la suma asciende a 2.473 millones de dólares lo que representa el 11,6% del PBI y el 51,2% del presupuesto total. Dentro del ordenamiento institucional del país, además de lo destinado a políticas sociales con cargo al presupuesto nacional, se destaca los programas de seguridad social administrados por el Banco de Previsión Social (BPS). 8 Cuadro 5: Prestaciones del BPS según tipo de riesgo. Año 1999 TIPO DE RIESGO Invalidez, Vejez y Sobrevivencia Seguro de enfermedad Familia y Maternidad Seguro desempleo TOTAL Millones de U$S 2343.9 387.6 113.8 88.7 2934.0 % del PBI 11.0% 1.8% 0.5% 0.4% 13.8% % TOTAL 79.9% 13.2% 3.9% 3.0% 100.0% Fuente: elaborado en base a boletín estadístico 2000 del BPS. Si descontamos del gasto en seguridad social la porción financiada por las transferencias al BPS realizadas por el gobierno central ya incluidas en el Cuadro 2 (aproximadamente 4% del PBI) obtendríamos, dada una definición convencional del gasto público, que el gasto público social consolidado9 representa el 21,4 % del PBI, que se divide, aproximadamente, la mitad en seguridad social –con un peso mayoritario de IVS- y la mitad en los otros programas sociales (educación, salud, etc). Sin embargo es necesario precisar que una definición mas afinada del gasto público social debería distinguir entre el gasto realizado por transferencias estatales a través del presupuesto nacional de lo que supone un sistema contributivo basado en un seguro como los son los programas de IVS y seguro de enfermedad del BPS, lo cual implica que bajo esta definición el gasto público social representa el 11,6% del PBI. Por otra parte a la hora de evaluar las políticas sociales no importa solo que tan amplio es el gasto que tiene una contrapartida de recursos financieros asignados al mimo, sino que también es imprescindible considerar los efectos en el bienestar social producido por el mismo. En tal sentido recientemente el presidente del BID, en cita ya comentada más arriba, destacó en un reciente seminario la importancia que ha tenido el desarrollo de las políticas sociales en educación y seguridad social en el país en la configuración histórica de la sociedad uruguaya. En lo que sigue del documento nos centraremos en la seguridad social que es una parte importante del conjunto de las políticas sociales. 4.2 Seguridad Social y niveles de cobertura. La recesión que sufre el país desde hace 3 años ha tenido consecuencias negativas en el plano social. El 16% de tasa de desempleo es un indicador elocuente pero no el único (desde el año 2000 se asiste a una caída del salario real, jubilaciones – en este caso por primera vez después del plebiscito de 1989- y del ingreso de los hogares). La suma del gasto público social del presupuesto nacional más las prestaciones de seguridad social que brinda el BPS. 9 9 En el plano fiscal la recesión provocó un mayor déficit que se origina principalmente por la caída en la recaudación tributaria al ser ésta muy dependiente del consumo dada la estructura tributaria del país. Así el déficit fiscal se sitúa en torno del 4% del PBI desde 1999. Sin embargo, si bien los problemas sociales se han agudizado por la larga recesión, no han nacido con ella. Una rápida mirada a la década de los 90 nos permite concluir que no cualquier crecimiento (3% promedio anual en la década) asegura la creación de empleos de calidad suficiente que se traduzca en un mayor bienestar del conjunto de la sociedad. La década terminó con una tasa de desempleo mayor como fenómeno tendencial y un crecimiento de la precariedad laboral, el informalismo, el cuentapropismo (ver Cuadro 6) , existiendo la percepción casi unánime (y las cifras lo demuestran) que existe un creciente fenómeno de exclusión social que se manifiesta en diversas dimensiones (guetización, pobreza infantil, disminución de la cobertura de seguridad social, etc). Cuadro 6: Problemas de empleo en Uruguay. En porcentaje de la PEA. 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Desempleados 8.8 9.0 8.4 9.2 10.3 Precarios* 19.6 20.2 19.8 19.9 20.0 Subempleo** 3.6 2.7 2.2 2.8 3.9 Cuenta propistas*** 13.8 14.1 14.9 14.9 14.5 Total 45.8 46.0 45.3 46.8 48.7 Fuente: Informalidad y seguridad social en Uruguay. ERT, en base a ECH. 12.0 19.9 4.5 14.5 50.9 11.5 20.7 3.6 14.6 50.4 11.3 19.8 3.6 15.2 49.9 10.1 20.6 3.1 14.6 48.4 *Trabajadores dependientes privados que son precarios principalmente por falta de cobertura de seguridad social. ** Trabajadores que desean trabajar más tiempo de lo que lo hacen. *** Trabajadores independientes no profesionales ni que ocupen cargos gerenciales. En el Cuadro 7 se presenta información desagregada por género, nivel educativo y edad de la evolución de la tasa de desempleo. 10 Cuadro 7: Evolución del desempleo. 1991.1999 Años 1992 1993 1994 1995 1996 Tasa de desempleo general 8.9 9.0 8.3 9.2 10.3 11.9 Tasa de desempleo por sexo Hombres 7.0 6.9 6.5 7.1 8.0 9.8 Mujeres 11.5 11.9 10.9 12.0 13.3 14.6 Tasa de desempleo por nivel educativo Hasta primaria completa 7.6 7.8 6.4 7.8 9.2 10.7 Secundaria incompleta 12.2 11.9 11.3 12.6 13.5 15.5 Secundaria completa 6.3 7.2 7.4 6.4 7.4 9.6 UTU 9.3 10.1 9.3 10.8 11.9 14.1 Universidad incompleta 12.7 12.9 12.2 10.6 12.5 12.4 Universidad completa 2.7 2.6 3.1 1.6 2.4 2.4 Otros 3.8 3.4 3.3 2.9 3.2 4.4 Tasa de desempleo por tramo de edad Menos 25 24.1 24.1 22.9 24.0 24.7 27.4 Entre 25 y 34 7.1 7.6 7.0 7.4 8.8 10.6 Entre 35 y 44 4.9 5.0 4.4 5.1 6.2 7.3 Entre 45 y 54 3.7 3.8 3.1 3.5 4.7 6.2 55 y más 3.3 3.3 2.2 3.2 4.3 5.2 Fuente: Informalidad y seguridad social en Uruguay. ERT, en base a ECH. Variables 1991 1997 1998 1999 11.5 10.1 11.3 9.0 14.7 7.8 13.0 8.7 14.6 9.8 15.5 9.0 12.8 12.0 2.4 4.7 9.4 13.4 7.3 10.5 11.8 2.0 3.1 10.9 14.2 9.5 11.8 13.9 1.6 4.7 26.4 10.5 7.1 5.6 5.0 23.3 7.7 6.5 5.1 4.5 24.6 9.8 7.3 6.1 6.1 El desempleo muestra un patrón claramente diferenciado en dos subperíodos. Hasta la recesión sufrida por la economía hacia mediados de la década (1994/95), la tasa de desempleo se mantiene relativamente estable, afectando a entre un 8 y 9% de la población activa. A partir de éste momento, la desocupación se ubica en un nivel más alto, pese al importante crecimiento del PBI registrado entre 1995 y 1998. Se observa que en este contexto de crecimiento de la tasa de desempleo en la década de los noventa, las tasas específicas por nivel educativo muestran un comportamiento diferencial. Así, para universidad completa se registra una disminución de la desocupación entre 1991 y 1999 mientras que crece significativamente para el resto de los estratos educativos. A su vez, la desocupación afecta más a las mujeres que a los hombres, aunque no se registra un patrón divergente al considerar la evolución por género. En cuanto a el perfil etáreo de los desempleados, el Cuadro 7 refleja claramente que los jóvenes son el grupo más afectado por esta problemática. Sin embargo, el desempleo se mantiene en guarismos relativamente estables durante todo el período para este grupo, por lo que el incremento de la desocupación afectó principalmente a los activos no jóvenes. Concretamente a los mayores de 45 años. Como es previsible existe una alta correlación entre las personas que presentan problemas de empleo y la probabilidad que de dichas personas pertenezcan a hogares más vulnerables, lo cuál podemos medir a través de su ubicación en la distribución del ingreso y de los niveles de pobreza. 11 Cuadro 8: Ubicación de los trabajadores con distintos problemas de empleo en la distribución de los hogares ordenados por ingreso per cápita. Déciles de hogares ordenados por ingreso per cápita 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1991 Desempleados 25.3 15.1 14 10.1 8.69 7.64 6.1 5.86 4.41 Precarios 17.5 13.9 11.3 10.4 9.3 8.31 7.86 7.13 6.91 Subempleo 10.7 9.93 10.6 12 11.7 9.93 10.4 10.1 8.43 Informales 10.5 10.7 11 10.2 10.2 10.9 10.4 9.5 9.35 Sin problemas 6.13 8.77 9.36 10.2 10.4 10.4 11 11.4 11.2 1999 Desempleados 23.2 18.7 15.8 9.94 8.88 7.04 5.9 5.16 3.48 Precarios 20.9 15.8 13.5 10.6 8.82 7.3 6.84 5.88 5.45 Subempleo 10.6 9.49 9.67 10.5 10.6 10.6 8.65 10.6 9.86 Informales 13.6 12.9 11.1 11.8 11 10.4 9.08 7.85 6.92 Sin problemas 4.89 8.42 9.78 9.84 10.2 10.5 10.8 10.9 11.9 Fuente: Informalidad y seguridad social en Uruguay. ERT, en base a ECH. 10 2.79 7.4 6.02 7.32 11.2 1.9 5 9.41 5.37 12.7 Puede observarse que en el año 1999 el 41,9% de los desempleados se ubicaban dentro del quintil más bajo de la distribución del ingreso, mientras que el 36,7% de los trabajadores dependientes precarios se encontraban en dicho tramo. La gráfica siguiente nos permite obtener una conclusión similar midiendo la vulnerabilidad social por niveles de pobreza. Incidencia de la pobreza según problemática de empleo 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Desempleados Precarios Subempleados Informales Sin problemas Promedio Fuente: Informalidad y seguridad social en Uruguay. ERT, en base a ECH. Nota: Para medir la pobreza se utilizó la línea de pobreza elaborada en el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de la Encuesta de Gastos e Ingresos de los Hogares 1994/95. 12 Otra dato relevante de la realidad nacional tiene que ver con lo que se ha denominado la infantilización de la pobreza. Así en 1997 mientras que para el total de la población urbana el porcentaje de personas pobres era del 23.4%, se elevaba al 40% para los menores de 18 años. (Véase Cuadro 10) Por lo tanto se puede concluir que las familias que integran las personas que presentan problemas de empleo tienen una mayor probabilidad de vulnerabilidad social, lo cual se refuerza con la correlación positiva que existe entre los adultos que presentan problemas de inserción laboral con el número promedio de menores que viven en esas familias, provocando una alto nivel de pobreza de los menores del país. La conclusión anterior sugiere que las políticas sociales deberían orientarse a atender la situación desde una visión totalizadora, que comience con la detección de los problemas de empleo de los adultos de los hogares vulnerables. En este sentido es necesario revisar las condiciones de elegibilidad que tienen actualmente los trabajadores para acceder a los beneficios de las políticas sociales, en particular las de seguridad social. Cuadro 9: Excluidos de la seguridad social. En miles de personas Año 1993 1994 1995 1996 Tipo de problema de empleo Desempleados sin seguro * 75.3 86.3 98.4 119.3 Asalariados privados precarios ** 136.4 140.1 144.5 143.2 Servicio doméstico precarios ** 56.2 57.0 57.7 57.4 Cuenta propias sin local *** 55.8 55.8 58.5 56.6 Cuenta propias c local *** 82.3 88.6 89.2 89.8 TOTAL 406.1 427.7 448.3 466.3 % sobre Pea 37.2 37.7 38.6 40.3 Fuente: Informalidad y seguridad social en Uruguay. ERT, en base a ECH. 1997 1998 1999 115.5 150.8 58.9 59.1 91.6 475.9 41.1 105.9 157.1 64.9 65.4 94.4 487.6 39.8 114.6 151.3 61.5 68.3 99.9 495.6 40.6 *desempleados no beneficiarios del seguro de desempleo del BPS **precarios solamente por no cobertura de seguridad social *** Se excluye a profesionales y directivos. Los trabajadores de las categorías presentadas en el Cuadro 9 presentan bajo nivel de cobertura de la seguridad social en 1999. Por definición los asalariados privados incluidos en el cuadro tienen cero cobertura, del conjunto de desempleados solamente el 17,1% tenia cobertura del seguro de desempleo, el nivel de cobertura de los trabajadores por cuenta propia sin local era del 7%, la cobertura de los cuenta propia con local era del 21,6%, mientras que para las empleadas de servicio doméstico era del 23,5%. Dada la modalidad del sistema de seguridad social, basada en que la adquisición de derechos, viene dada principalmente por la vinculación de los trabajadores por con el mercado formal del trabajo, la falta de cobertura implica la pérdida de los derechos de los 13 diferentes beneficios: compromete los futuros beneficios de jubilación, pérdida de los seguros de salud y de desempleo y de las prestaciones familiares.10 Con respecto al último tema podemos observar que la mayoría de los niños en situación de pobreza no tenían derecho a la prestación de asignaciones familiares. Cuadro 10. Menores pobres no cubiertos por la seguridad social. Año 1997 Total menores No pobres Pobres Pobres no cubiertos % de no cobertura de menores pobres Número de menores 905,530 544,600 360,930 205,490 % total menores 60.1% 39.9% 56.9% Fuente: Infancia y seguridad social en Uruguay. ERT, en base a ECH. El 40% de los menores de 18 años son pobres y casi el 57% de ellos no tenían cobertura de asignaciones familiares. 4.3 Políticas sociales y actual coyuntura La larga recesión ha impactado negativamente en la calidad de vida de un conjunto importante de la población. Se estima que más de 200 mil trabajadores (15,5% de la PEA en el primer semestre del corriente año) se encuentran actualmente desempleados y seguramente se ha incrementado la precariedad laboral y el subempleo. Una reciente investigación realizada en la Universidad Católica concluye que la pobreza aumento en el año 2000, por lo que es de suponer que en lo que va del 2001 también lo haya hecho. A pesar de que la cantidad de beneficiarios del seguro de desempleo se encuentra en nivel récord, la inmensa mayoría de los desempleados no llega logra el amparo. En promedio en el primer semestre del año 30.000 trabajadores se encontraban en seguro de paro, por lo que 170.000 desempleados –el 85% del total- no tienen protección. La ley 17.139 permitió extender el beneficio de la asignación familiar a los hogares de menores recursos, la cuál fue reglamentada por el decreto 316/99. En dicho decreto los hogares de menores recursos fueron definidos, como aquellos núcleos familiares que perciban ingresos mensuales de cualquier naturaleza, monetarios y no monetarios, no superiores a tres salarios mínimos nacionales ($3.276 actualmente). A su vez se limito también el derecho especificándose como atributarios a: i.- La mujer que constituya el único sustento de hogar monoparental. La ley 17.139 extendió el derecho a la asignación familiar a los niños pertenecientes a hogares de menores recursos cuyos padres o tutores no pertenezcan al mercado formal de trabajo, pero el decreto reglamentario de la ley restringió fuertemente la obtención del beneficio. Se comentará en la sección siguiente este aspecto. 10 14 ii.- Los trabajadores que hayan agotado su cobertura al seguro por desempleo dentro de los seis meses anteriores a la vigencia del decreto. iii.- La mujer embarazada, sirviéndose una prestación prenatal desde el comienzo del embarazo, y luego una prestación por un período de doce meses inmediatos y posteriores al nacimiento. Sin perder de vista la necesidad de profundizar en el análisis de las políticas sociales desde una perspectiva integral que permita detectar las actuales ineficiencias, consideramos que en la actual coyuntura es necesario y posible actuar sobre los factores más críticos que se han detectado en los distintos diagnósticos realizados últimamente en el país y considerando los elementos presentados en este documento. 5 PROPUESTAS 5.1 Propuestas sobre Pobreza Infantil La misma se sustenta en las conclusiones que surgen de la investigación realizada en 1999 por el Equipo de Representación de los Trabajadores en el BPS para la Fundación Friedrich Ebert (FESUR) “Infancia y Seguridad Social”. Se ubica conceptualmente la prestación de la Asignación Familiar como un derecho del niño, esto es, independiente de la situación laboral de los padres respecto al mercado formal del trabajo. En tal sentido es necesario un rediseño de la política actual del programa de Asignaciones Familiares, ya que, en su configuración actual, excluye a la mayoría de los niños de las familias que más necesitan de un apoyo de la sociedad para enfrentar su situación de carencias. En tal sentido se entiende que la prestación monetaria debe constituir, en principio pero no exclusivamente, una política de ingresos, que ayude a aliviar la situación de pobreza de los hogares con menores, contribuya a una mejor redistribución del ingreso y coadyuve, junto a otras políticas, a combatir la marginalidad y la exclusión social. Se entiende que la prestación monetaria por si misma no es suficiente dadas las carencias en que se encuentra este sector de la población. En tal sentido aquella deberá insertarse en un conjunto de programas sociales que contemplen las distintas dimensiones involucradas: salud, educación, vivienda e integración social. Se visualiza así que el programa, además de su especificidad en materia de ingresos, sea capaz de potenciar y potenciarse con las políticas sociales ya existentes. En este sentido se propone que el BPS otorgue la asistencia de salud materno-infantil a los nuevos beneficiarios de esta nueva ley 17.139 en las mismas condiciones de los beneficiarios de la vieja ley 15.084 (menores a cargo de trabajadores formales) incluyendo asimismo a los menores con discapacidad, así como la extensión de la educación pública preescolar, escolar y secundaria. 15 Esto implica un cambio en la política que se expresó en la reglamentación de la ley 17.139. En efecto en la misma las carencias en cuanto a una necesidad básica como la salud o educación actúan como algunas de las restricciones para acceder al régimen de asignaciones familiares, conjuntamente con los bajos topes de ingresos familiares y requisitos administrativos. Por el contrario, la propuesta que aquí se presenta apunta a que el otorgamiento de la asignación familiar sea un instrumento para resolver dichas carencias y que la sociedad y el Estado sean capaces de contribuir a tales fines buscando involucrar, de acuerdo a sus distintas responsabilidades, a los niños y padres o tutores a los que va destinado el beneficio. El marco institucional del programa estaría dado por lo que denominamos en este documento como redes sociales de atención a la infancia. El BPS sería el organismo responsable de brindar la prestación monetaria, actuando en coordinación con las otras instituciones de la red para la atención integral que se propone. Esta propuesta tiene antecedentes en diversos países y programas de organismos internacionales: por ejemplo el BID apoya los proyectos “Progresa” en México y “Bolsa Escola” en Brasil donde el Estado paga un subsidio familiar importante para un sector de los hogares pobres con control de atención escolar y de salud. Propuestas específicas de ASIGNACIONES FAMILIARES PARA NIÑOS EN SITUACION DE POBREZA Se propone brindar una prestación monetaria a los niños de los hogares pobres, independiente de la relación de sus padres o tutores con el mercado laboral. El monto de la misma dependerá de varios factores. Lo ideal sería una cifra que acercara a los hogares pobres al umbral de la línea de pobreza. Por razones administrativas esto sería imposible porque habría que detectar que tan lejos está cada hogar de dicha línea. Sin embargo podría estimarse una relación media y tener en cuenta ese parámetro a los efectos de determinar la cifra para cubrir la brecha de pobreza. Ya se detalló en la investigación que es necesario acceder a datos más precisos que hoy la ECH no releva para determinar dicha brecha. En lo que sigue se plantearán distintas alternativas del monto de dicha prestación, la viabilidad de su financiamiento dependerá de una resolución de los poderes públicos cuya posibilidad se analizará en la sección siguiente. ALTERNATIVA 1 - Darle a los niños pobres una asignación equivalente a U$S 28,8 por mes. La cifra surge dado que es el doble de la asignación familiar que se brinda hoy: 16 Cuadro 11 Menores sin cobertura actual Categoría de Cantidad de Costo mensual pobreza menores En miles de U$S Pobres Cepal Pobres solo INE Pobres INE 109.190 96.300 205.490 3.145 2.773 5.918 Costo anual En miles de U$S 37.736 33.281 71.017 Cuadro 12 Beneficiarios actuales por incremento del monto de la prestación Categoría de pobreza Cantidad de menores Costo mensual Costo anual En miles de U$S En miles de U$S Pobres Cepal Pobres solo INE Pobres INE 60.420 95.020 155.440 870 1.368 2.238 10.441 16.419 26.860 El costo total de esta alternativa es de 97,9 millones de dólares anuales. La misma se desagrega en 71 millones por los nuevos beneficiarios y 26,9 millones por incremento del monto de la prestación para los beneficiarios actuales ALTERNATIVA 2.- Darle a los niños pobres una asignación equivalente a U$S 14,4 por mes, que es el monto que se paga actualmente. En este caso la el costo equivaldría a la mitad del costo que surge del cuadro 11, ya que los beneficiarios actuales del cuadro 12 quedarían en la misma situación. Por lo tanto el costo es de 35,5 millones de dólares anuales ALTERNATIVA 3.- Darle a los niños pobres debajo de la línea de CEPAL una asignación equivalente a U$S 28,8 por mes y a los niños pobres por encima de la línea de CEPAL (pobres solo INE) una asignación equivalente a U$S 14,4 por mes. El costo anual en millones de dólares de esta alternativa sería: Pobres CEPAL sin cobertura actual Pobres CEPAL por incremento del monto Pobres solo INE sin cobertura actual COSTO TOTAL 37,7 millones de dólares 10,4 millones de dólares 16,6 millones de dólares 64,7 millones de dólares 17 Las distintas alternativas tienen la finalidad de poder plantearse un proceso gradual, según el programa se vaya desarrollando y considerando las restricciones que pudieran existir. Tomada como una política de ingresos la financiación deberá provenir de rentas generales en una política de transferencias públicas, Para que el efecto redistributivo del programa se potencie, la tributación deberá recaer sobre impuestos directos. NOTA: Las estimaciones realizadas corresponden al total de Montevideo e Interior urbano, que según información del Censo de 1996, comprende el 93% del total de menores de todo el país. 5.2 Propuestas para trabajadores con problemas de empleo en general y para cincuentones en particular. 1.- Jubilación proporcional anticipada con 35 años de actividad para trabajadores/as mayores de 55 años. Al cumplimiento de la edad mínima jubilatoria (60 años) la jubilación se reliquidará correspondientemente. La causal jubilatoria común se propone con 60 años de edad y 30 de trabajo reconocidos (actualmente 35 registrados y de hecho aportados). El monto de la jubilación anticipada no podrá ser superior al 70 % del monto correspondiente a la edad de jubilación común (60 años). Antecedentes: Ley para trabajadores de exCampomar; legislación internacional. 2.- Autorización a reconocimiento de años de aportes sin actividad efectiva hasta obtención de causal jubilatoria común. Los aportes podrán ser realizados por las empresas a través de la negociación colectiva o provenir de: a.- subsidio estatal equivalente a los aportes personales jubilatorios (15 %) para empresas y/o trabajadores que no hayan hecho uso del subsidio por desempleo durante un último período a determinar. b.- un Fondo Solidario recaudado por el BPS con aportación bipartita a determinar, correspondiente a trabajadores de altos ingresos de la actividad pública y privada.. Antecedentes: Caja Bancaria y Profesional. Legislación internacional. 3.- Facultad de extensión del subsidio por desempleo al MTSS hasta por 30 meses para los casos de empresas cerradas o con reducción de personal superior al 50 % con informe preceptivo del Directorio del BPS con mayoría especial de 5 votos. Antecedentes: Leyes vigentes para ex trabajadores de Astra, Campomar, Sudamtex, Polimeros, Mak. 4.- Flexibilizar resoluciones del MTSS y BPS relativas a prórrogas y acumulación de servicios para generar el derecho al subsidio por desempleo posibilitando: generación del derecho al subsidio por desempleo por reingreso, con causal despido o reiteración de suspensión de actividad, reduciendo a 6 meses el período intermedio de actividad (hoy 12 meses); generación del derecho al subsidio con 150 jornales en 24 meses para trabajadores temporarios, zafreros, destajistas y similares. 18 generación del derecho por actividad final en industria y comercio a todo anterior trabajador rural. Condiciones para los trabajadores: a.- estar inscriptos en un Registro Nacional de Trabajadores con Problemas de Empleo a crearse; b.- realizar cursos de capacitación en la JUNAE que estén disponibles; c.- no rechazar más de 2 oportunidades laborales adecuadas a su persona (a reglamentar). d.- tendrán prioridad los/las trabajadores/as jefes de hogar monoparental, aquellos de hogares con más de un afectado por desempleo, con carga familiar, de sectores de actividad o zonas de mayor afectación, con ingresos familiares (convivientes bajo un mismo techo) inferiores a 24 UR. Nota: la demora en la implementación de los numerales a, b y c, no impedirá el goce del derecho. 5.3 Otras propuestas para exclusión y situaciones de pobreza. Se ha demostrado en las investigaciones reseñadas, el creciente informalismo, precariedad laboral y exclusión en el Uruguay, así como el incremento de la pobreza en algunos sectores. Es necesario fomentar la inclusión y combatir la pobreza. Para ello proponemos algunas otras propuestas al debate. FACILITAR LA INCLUSION EN LA SEGURIDAD SOCIAL AMPLIANDO A OTROS SECTORES Y MODIFICANDO LA RECIENTE LEY CONOCIDA COMO “MONOTRIBUTO” PARA LA VENTA AMBULANTE. Es necesario estimular convenientemente el ingreso a la seguridad social: como la extensión de la asignación familiar para estos sectores no incluídos, eliminar la incompatibilidad para jubilados de hogares de bajos ingresos con otra actividad, etc. Asimismo hay sectores que pueden asimilarse al régimen recientemente instaurado de “monotributo” como los grupos de mujeres rurales, microemprendimientos empresariales, cuentapropistas de bajos ingresos con local y sin local. FACILITAR LA INCLUSION DE PEQUEÑOS PRODUCTORES RURALES, COMERCIANTES E INDUSTRIALES MEDIANTE FACILIDADES PARA EL PAGO DE DEUDAS CON LA SEGURIDAD SOCIAL. Es conocida la situación de pequeños empresarios de escasos recursos que no pueden acceder a los derechos jubilatorios por deudas patronales. Se propone el pago de las mismas en hasta 120 cuotas mensuales calculadas en Unidades Reajustables aplicando razonables mecanismos de prescripción. Antecedentes: leyes 16.244 y 16.866. PROGRESIVA ELEVACION DEL MINIMO JUBILATORIO DEL ACTUAL STOCK DE JUBILACIONES INFERIORES A $1.973.- A ESE MONTO REAJUSTABLE PARA JUBILADOS DE HOGARES POBRES. Se propone para jubilados dependientes o no dependientes que perciban montos de jubilación inferiores al citado, y que provengan de hogares con ingresos inferiores a 24 UR, la elevación progresiva de esa pasividad a dicho monto. 19 Antecedente: reciente resolución de Directorio del BPS proponiendo proyecto de ley para que a las nuevas jubilaciones mínimas otorgadas por ley 16.713 se les adelante al 1/1/2002 el monto correspondiente al 1/1/2003. También contenido en la Propuesta Alternativa de los Trabajadores de 9/1999. ATENCION INTEGRAL DE SALUD PARA PERSONAS DE BAJOS INGRESOS. Una importante cantidad de beneficiarios de cuota mutual, jubilados y trabajadores de bajos ingresos (éstos últimos obligados legalmente a dicha afiliación), en muchas ocasiones no pueden hacer uso del derecho a esta asistencia médica por costos de órdenes y tickets (copagos) u otras circunstancias. Se propone una sensible reducción de los valores de órdenes y tickets de asistencia médica por instituciones de asistencia médica colectiva (IAMC, mutualistas) que hagan efectivamente accesible su derecho para personas de hogares de bajos recursos o la atención integral adecuada por los servicios de salud estatales debidamente coordinada. 5.4 Propuestas de carácter institucional. CREACION DE UN AMBITO DE COORDINACION INTERINSTITUCIONAL DE POLITICAS SOCIAL CON PARTICIPACION DE ORGANIZACIONES REPRESENTATIVAS DE LA SOCIEDAD CIVIL. CREACION DE UN SISTEMA NACIONAL DE INFORMACION ESTADISTICA CONSOLIDADA DE TODAS LAS FUENTES DE INFORMACION SOBRE POLITICAS SOCIALES EN EL PAIS. 20