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Rev Med Hosp Esp Mza ISSN 1668-9496 Foto de tapa Pág. 66 Sumario EDITORIAL 62 Necesito ayuda para entender A. Giménez 64 ¿Cuál es su diagnóstico? S. Gómez Ferreyra, O. Pravata, F. Viggiano y P. Ariza 68 Uso de mallas protésicas en ginecología A. Bianchi, S. Lutz, R. Tonelli y M. Bricco 74 ¿Es suficiente con obtener el consentimiento informado? R. I. A. Romeo 80 Síndrome de la úlcera rectal solitaria M. Ferré, O. Jorge, G. Camus y A. Jorge 84 , Actitud médica al final de la vida: una reflexión S. Salomón Síndrome de Evans como forma de presentación de lupus eritematoso sistémico N. Niella, M. C. Solchaga, G. Cremades Mitos y realidades en terapia intensiva M. Rinaudo, A. Battistini, L. Luján, W. Vázquez Tumor odontogénico queratoquístico 87 90 96 F. D. Fernigrini Elizalde, M. Guiñazú Widmer. Hitos que dieron origen a la bioquímica 100 O. Vicente Vol. XI • Nº 2 Noticias 102 Cronograma de actividades científicas del servicio de gastroenterología 61 Vol. XI - Nº 2 Editorial Fecha de Recepción: 05 - 04 - 2009 Fecha de Aceptación: 16 - 04 - 2009 ISSN 1668-9496 NECESITO AYUDA PARA ENTENDER 62 Cuando decidí escribir este editorial para la revista del hospital, pensé qué tema sería importante aportar para mejorar el funcionamiento y desempeño propio y de mis colegas, tal cual es el objeto en este tipo de escritos. Si escribía acerca de un trabajo científico sería remarcar u opinar sobre algo que puede ser leído en infinitos lugares que existen, gracias a los medios que actualmente posee el médico en revistas y libros de la especialidad, donde existen autores de peso y renombre que lo explicarían mucho mejor que yo. Basado en ese principio busqué cuál es el tema que menos entiendo y que, desarrollándolo, pudiese servir para este editorial con el objeto previsto en los primeros párrafos. Con sorpresa me di cuenta de que es el individualismo del que hacemos uso permanentemente los médicos a pesar de trabajar en un lugar común. Busqué la definición en un diccionario de lengua española y encontré lo siguiente: tendencia a actuar según el propio criterio y no de acuerdo con el de la colectividad. Frente a esto me sorprendí, siendo mayor mi asombro cuando habían otras palabras que también por extensión podían usarse, tales como aislamiento y la peor, egoísmo. Comencé a preguntarme si en realidad so- mos individualistas cuando actuamos en el diario vivir y comenzaron a asaltarme ciertas ideas en forma espontánea. Según mi concepción el hombre fue por necesidad gregario (pensemos en los comienzos del desarrollo del lenguaje, que es la fuente del pensamiento y la abstracción de la cual hacemos gala en la actualidad y que sin embargo no pudo desarrollarse si no había al menos dos o más individuos comunicándose). De esa manera se transmitieron pensamientos comunes, necesidades, éxitos y fracasos que nos permitieron llegar al punto donde hoy nos encontramos. De esta manera establecimos patrones de comparación para saber dónde estábamos parados y cuál es el contorno del espacio donde vivimos. De la mejor percepción de esto es que resultaron individuos con mayor o menor capacidad de adaptarse y, por ende, más o menos inteligentes y que por extensión se transmitió a sus comunidades. Llevé este concepto a la tarea asistencial de todos los días y me dije: ¿soluciono los problemas planteados? ¿Me comunico y escucho las opiniones de mis pares acerca de cómo solucionar mejor un problema a resolver?, a lo que respondí: no, porque yo sé más que los otros. Lo expuesto lo leí en la revista tal en un artículo que salió la se- Rev Med Hosp Esp Mza mana pasada. De esta manera no puedo escuchar otra forma de pensar porque desde el comienzo está descalificada, lo mío siempre es lo mejor (y nuestra sociedad lo fomenta permanentemente). Entonces dije, ¿dónde esta mi capacidad de abstracción, si de dos ideas no puedo extraer una conclusión válida? ¿Dónde está mi capacidad de escuchar a mi congénere al cual conceptúo como incapaz si de hecho no lo he escuchado? Recordé que a través de los años de profesión, lo que era incólume ayer, hoy no lo es tanto. Por otra parte hay pensadores que en sus comienzos parecían poco inteligentes y luego deslumbraron a la colectividad científica. No olvidemos que del ejercicio intelectual surgen ideas conexas, que de unirlas surge la abstracción. Otra forma de explicar este último comportamiento y para no ser tan duro pensé, quizás no es así y lo que pasa es que no tengo tiempo de escuchar a los demás; resuelvo el problema rápidamente y me dedico a hacer otra tarea, así me siento más eficaz. Excelente, pero para medir necesito puntos de referencia, como lo hace cualquier persona que tiende a cuantificar una magnitud… y mis parámetros ¿cuáles son? ¿Por qué estoy tan convencido de ser eficaz? Me dije: ya sé y como lo dije recién, Julio 2009 - Noviembre 2009 utilizo un argumento de autoridad escrito por otros que yace en las biblias de las actuales bibliotecas de las basadas en evidencias y soluciono el problema, a lo que me respondí: no, esto tampoco es válido porque no estoy pensando. Qué interesante, siempre caigo en el mismo concepto, el del argumento de autoridad (generalmente desarrollado por otros) y que me hacen sentir superior a mi par. Siempre recuerdo que en el principio de la era espacial fueron convocadas varias personas para poner un hombre en la luna, les dieron un libro de Julio Verne y un libro elemental de balística. Ellas no tenían una biblioteca donde consultar cómo se resolvía el problema. Se reunieron, se escucharon (sobre todo esto, se escucharon) llevando a buen fin el teorema planteado. Por todo esto sigo sin entender y les ruego me ayuden. ¿Por qué en el diario vivir, no nos escuchamos y resolvemos entre todos los problemas que atañen a nuestros pacientes? Así no caeremos en el individualismo, actitud que tiende a la atomización del desarrollo del pensamiento. Dr. Ambrosio Giménez Jefe Servicio Neurología Hospital Español de Mendoza 63 Vol. XI - Nº 2 S. Gómez Ferreyra, O. Pravata, F. Viggiano y P. Ariza Caso para Diagnóstico Departamento de Diagnóstico por Imágenes Hospital Español de Mendoza. Fecha de Recepción: 28 - 03 - 2009 Fecha de Aceptación: 09 - 04 - 2009 ISSN 1668-9496 ¿CUÁL ES SU DIAGNÓSTICO? 64 Paciente de 72 años, sexo masculino, que es derivado de un nosocomio de San Luis, con diagnóstico de aneurisma de aorta abdominal, para realizar cirugía programada en nuestro hospital. Motivo de consulta: Inicialmente comienza con dolor testicular, a predominio izquierdo de seis meses de evolución, que cede con analgésicos. En los últimos tres meses se acompaña de astenia, disminución del apetito y pérdida de peso. Se realiza tratamiento ATB por posible infección del tracto urinario, con ecografía testicular, renal y de próstata normales. Antecedentes patológicos: HTA, FA paroxística, hipertiroidismo (no tratado), insuficiencia renal (diagnosticada recientemente). Datos de laboratorio: Hemograma normal, VSG aumentada, uremia y creatinina aumentadas, VDRL negativa. Al examen físico se palpa latido expansivo en región umbilical por lo que se decide realizar: Ecografía abdominal: En el retroperitoneo se observa imagen ecogénica que engloba aorta y arterias ilíacas. A nivel renal se aprecia hidronefrosis bilateral moderada a severa (Fig. 1a, b). Luego se solicita TC de abdomen y pelvis para evaluar relación con arterias renales: Se visualizan imágenes similares a las anteriores (Fig.2). Resonancia magnética nuclear (RMN): Se observa hidronefrosis bilateral a predominio izquierdo, con dilatación pélvica y de los uréteres proximales, donde existe, y en estrecha relación con formación de tejido de aspecto fibroso, isointenso en secuencia T1 y heterogéneo, predominantemente hipointenso, en secuencia T2, que rodea la aorta abdominal inferior. En el interior de dicho tejido se observa la aorta con calibre normal, aunque ligeramente reducido, que presenta vacío de señal de flujo normal en su interior (Fig. 3). Fig 1a Fig 1b Hidronefrosis bilateral. Riñón derecho y aorta abdominal Rev Med Hosp Esp Mza Julio 2009 - Noviembre 2009 Fig 2 TC de abdomen, se visualiza aorta abdominal, hidronefrosis bilateral. Fig 3: RMN, cortes axiales en T2, en densidad protónica y cortes coronales. 65 Vol. XI - Nº 2 DIAGNÓSTICO ANATOMOPATOLÓGICO: Fig 4 FIBROSIS RETROPERITONEAL O ENFERMEDAD DE ORMOND Se observa uréter derecho envuelto por tejido fibroso. 66 Con el diagnóstico imagenológico de fibrosis retroperitoneal se decide la cirugía, previa colocación de catéteres ureterales doble j. En forma bilateral se efectúa una incisión mediana supra e infra umbilical con apertura del retroperitoneo en ambos parietocólicos y en su raíz central, respetando la arteria mesentérica inferior. Se identifica un denso tejido fibroso que involucra ambos lados del espacio en el cual se encuentran envueltos los grandes vasos y ambos uréteres. A través de una incisión lateral se libera el uréter derecho y luego el izquierdo, se realiza biopsia del material, se coloca peritoneo y epiplón rodeando los uréteres que de esta forma quedan aislados del tejido fibroso (Fig. 4). La fibrosis retroperitoneal es una rara enfermedad, con incidencia de 1/200.000; la relación H:M es 2:1, preferentemente entre los 40-60 años de edad. Se caracteriza por el reemplazo del tejido graso retroperitoneal inferior por fibras de colágeno e infiltrado inflamatorio, que se extiende desde la bifurcación aórtica, siguiendo fundamentalmente una distribución perivascular, que engloba aorta, VCI, ejes ilíacos, arterias renales y ocasionalmente tronco celíaco, arteria mesentérica superior y vasos testiculares.(1) Con frecuencia tiene crecimiento lateral comprometiendo uréteres o músculo psoas. En sentido cefálico puede afectar estructuras supradiafragmáticas, produciendo fibrosis mediastínicas, llegando a extenderse a lo largo de toda la aorta. En forma excepcional afecta intestino delgado, duodeno, colon y vejiga.(2) Rev Med Hosp Esp Mza CLÍNICA: Los síntomas son vagos, en el 92% se presenta como dolor poco preciso en el flanco o fosa lumbar y su origen se puede explicar por el proceso inflamatorio o por alteración del peristaltismo de los uréteres. Otros síntomas pueden ser descenso de peso, astenia, náuseas y malestar general. Ocasionalmente se puede palpar una masa abdominal y raramente signos de trombosis venosa profunda de las extremidades inferiores y más tardíamente oliguria o anuria. Los hallazgos de laboratorio son igualmente inespecíficos con VHS elevada, en algunos pacientes. Con estudios imagenológicos se puede encontrar hidronefrosis. Dependiendo del órgano comprometido se pueden encontrar signos de obstrucción intestinal, diarrea o constipación, pseudotumor de páncreas, colangitis esclerosante, etc. CAUSAS: El 68% es de causa idiopática. En el 12% de los casos se presenta por el uso de metisergida (antimigrañoso del tipo ergotamina). El 8-10% se asocia a neoplasias malignas, que producen reacción fibrosa en retroperitoneo (neoplasia secundaria infiltrante gástrica, pulmonar, de mama, colon, próstata y riñón). El 5-10% se presentan como aneurismas inflamatorios que inducen un anillo de fibrosis perianeurismático. El 15% de los pacientes presentan fibrosis de otros órganos: Fibrosis mediastínica, tiroiditis fibrosante de Riedel, colangitis esclerosante y pseudotumores fibrosantes orbitarios. La clave de la fibrosis retroperitoneal en la pielografía excretora es el estrechamiento liso de uno o ambos uréteres en la región de L4-L5. La hidronefrosis proximal resulta de la dificultad en el peristaltismo ureteral. Se trata de un diagnóstico importante porque si pasa inadvertido puede provocar insuficiencia renal o puede confundirse con trastornos más graves.(3) Julio 2009 - Noviembre 2009 Imágenes en Fibrosis Retroperitoneal En la ecografía, la fibrosis retroperitoneal se confunde fácilmente con el linfoma en el retroperitoneo. Ambos se presentan como masas hipoecogénicas confluentes que engloban vena cava inferior (VCI) y la aorta clásicamente; el linfoma se extiende detrás de los vasos y los desplaza anteriormente, pero la fibrosis retroperitoneal no lo hace. La TC demuestra una imagen hipodensa que envuelve la aorta, VCI y con frecuencia los uréteres, aunque puede encontrarse en la línea media o asimétricamente, bien o mal definida, localizada o no. En la RMN es una imagen hipointensa, que clásicamente es de baja señal tanto en las imágenes potenciadas en T1 como en T2. Si esta lesión muestra una elevada señal en T2, debe considerarse sospechosa de malignidad como causa de la misma, aunque muchas lesiones edematosas pueden presentar este mismo aspecto. (2) En resumen, el diagnóstico es difícil inicialmente, ya que por lo general el examen físico es normal y el laboratorio inespecífico. El diagnóstico clínico depende fundamentalmente de la ecografía, de la TC y de la RMN. La determinación diagnóstica ha evolucionado vertiginosamente en los últimos 30 años. Durante mucho tiempo, la anamnesis y el examen físico fueron las únicas herramientas con que contó el saber médico para tal fin. El advenimiento y perfeccionamiento continuo de los métodos por imágenes permitieron obtener datos e indagar entre diferencias que anteriormente no hubieran sido posible distinguir como tales. BIBLIOGRAFÍA 1- Brant W, Clyde A. Fundamentos de Radiología Diagnóstica.Wolters Kluwer, Lippincott Williams y Wilkins. Tercera Edición. España. 2008. 2- Rumack W, Charbonean J. Diagnóstico por ecografía. Elsevier Mosby. Volumen 1. Madrid. España. 2006. 3- Villaman J, Fernández W, Abud M, et al. Fibrosis retroperitoneal por radiación. Rev Med Santiago 1998; 1: 20-25. 67 Vol. XI - Nº 2 A. Bianchi, S. Lutz, R. Tonelli y M. Bricco Técnica Quirúrgica Servicio de Ginecología Hospital Español de Mendoza Fecha de Recepción: 23 - 02 - 2009 Fecha de Aceptación: 07 - 03 - 2009 ISSN 1668-9496 USO DE MALLAS PROTÉSICAS EN GINECOLOGÍA 68 RESUMEN SUMMARY: Se realiza una reseña de los cambios de conceptos en la fisiopatología, anatomía y en el tratamiento quirúrgico del prolapso genital femenino, evaluando el uso de distintas mallas protésicas en la reparación del mismo, con sus distintas características, ventajas, desventajas, éxitos y complicaciones. La combinación de las técnicas clásicas a las que se suman modificaciones modernas y el uso de mallas en el tratamiento del prolapso, tal como en las hernias abdominales, han disminuido los fracasos quirúrgicos que llegaban al 30% a los 5 años, a menos de un 5%. En la actualidad nuestra cirugía de prolapso genital femenino se apoya fundamentalmente en cuatro pilares: 1- Conocimiento anatómico funcional del suelo pelviano. 2- Técnicas de reparación sitio específicas. 3- Uso de mallas. 4- Experiencia clínica. Estos fundamentos permiten realizar una cirugía reparadora anatómica y funcional con excelentes resultados. We review the changing concepts in the physiopathology, anatomy and surgical treatment of female genital prolapse, considering the use of different prosthetic meshes for its repair, evaluating their distinct characteristics, strengths, weaknesses, successes and complications. The combination of traditional techniques with modern changes and the use of meshes in the treatment of prolapse, such as abdominal hernias, have decreased surgical failures from 30% at 5 years to less than 5%. At present our female genital prolapse surgery is based primarily on four rules: 1- Understanding the pelvic floor functional anatomy 2- Site specific repair techniques 3- Use of meshes 4- Clinical experience These steps allow professionals to perform an anatomical and functional restorative surgery with excellent results. Palabra clave: Prolapso genital – Uso de mallas. Key words: Genital prolapse – Use of meshes Rev Med Hosp Esp Mza INTRODUCCIÓN El prolapso genital es una de las patologías que frecuentemente afecta la calidad de vida de la mujer. Se presenta en el 50% de las multíparas(1), y su incidencia aumenta con la edad. El suelo pélvico debe entenderse como una unidad anatómica y funcional formada por un conjunto de músculos, ligamentos, tejido conectivo y nervios que permiten el soporte adecuado y el control de la posición del útero, vagina, vejiga, uretra, recto y ano. No debemos olvidar que el soporte del suelo pélvico depende de la integridad y funcionamiento sincronizado de estos elementos. Cada uno actúa por sí solo y en conjunto, para lograr así la correcta ubicación de las vísceras pelvianas. Las alteraciones del suelo pélvico se manifiestan como: incontinencia urinaria, prolapso genital, incontinencia fecal, dolor pélvico, disfunción sexual (alteración y disconfort coital) y dificultad evacuatoria(2). El objetivo del tratamiento quirúrgico debe ser corregir el prolapso, preservando el eje, el largo y la funcionalidad vaginal(3). La existencia de múltiples técnicas ha demostrado que los rangos de recidiva aún permanecen altos, incluso después de una reoperación(4). La reparación del prolapso de pared anterior es una de las cirugías que más cambios ha experimentado a través de los años. Diferentes publicaciones evidencian recidivas entre 2 y 40% con las técnicas clásicas(5), requiriendo una reoperación. La colporrafia anterior ha sido recomendada para los defectos de pared anterior, constituyéndose por mucho tiempo como el estándar en la reparación del cistocele. Las primeras cirugías fueron de plicaturas del diafragma urogenital y los ligamentos parauretrales. Algunas de estas técnicas son la de Kelly(6) publicada en 1913, Stáckel en 1921 y Marion en 1935. Las cirugías de plicatura para defectos de línea media tienen alta tendencia a la recidiva. Se ha descrito la importancia de los defectos laterales en la génesis del cistocele, los cuales han sido demostrados incluso con resonancia magnética(7). En estos casos se deben realizar reparaciones para- Julio 2009 - Noviembre 2009 vaginales. Ya en 1909 White(8) trata este concepto y describe su técnica operatoria. Actualmente se conoce que el defecto vaginal anterior, debido al daño en las estructuras paravaginales, no es tratado adecuadamente por la plicatura de la fascia vésicovaginal en la línea media, existiendo una tendencia a la reproducción del cistocele(9). Estos resultados han llevado a buscar nuevas técnicas para evitar el fracaso de la corrección quirúrgica. El prolapso genital femenino puede ser entendido como una hernia, es decir hay una caída de un órgano, como puede ser la vejiga o el recto, a través de un defecto de pared, en este caso el suelo pélvico. Si entendemos el prolapso genital como una hernia(10-11), podemos reparar el defecto y reforzarlo con mallas. Utilizando la experiencia de los cirujanos en el uso de mallas protésicas en la corrección de hernias abdominales, se planteó utilizarlas también en la corrección y reforzamiento de tejidos en el prolapso de órganos pélvicos. De esta forma se reducirá la posibilidad de una recidiva. Con la utilización de mallas protésicas, las estadísticas muestran un significativo beneficio y eficacia, que superan largamente las otras técnicas cuando las indicaciones de uso son las adecuadas. Al momento de elegir cuál utilizaremos, es importante el tamaño del poro y si es mono o multifilamento; ya que de estas características depende la potencial infección, biointegración y erosión de la vagina, como de órganos vecinos. Julián(5) publicó un éxito de un 100% en la corrección de cistocele con malla versus un 66% en casos controles, sólo con colporrafia anterior. Sin embargo, utilizó Marlex, obteniendo un 25% de complicaciones relacionadas a esta malla, versus un 0% en los casos de colporrafia anterior sin utilización de malla. En conclusión cualquier malla no es lo mismo, es necesario comprender las características para desarrollar la que más se acerque al ideal, disminuyendo las potenciales complicaciones debidas a la utilización de estos materiales que se comportan como prótesis(5-12). Las alternativas quirúrgicas actualmente 69 Vol. XI - Nº 2 aceptadas para la corrección del prolapso genital son: utilización de material protésico, reparación de defectos paravaginales, reparación de defectos pararrectales y reparación del defecto del sitio específico. Para ello, durante los últimos años se han confeccionado mallas más flexibles y de mayor maleabilidad, como lo son las de polipropileno, macroporo y monofilamento (Prolene soft). Con estas nuevas mallas se ha logrado reducir la recurrencia del prolapso a un 3%(13-14). Otro factor de gran importancia al escoger el tipo de malla a utilizar, es el tamaño del poro, el cual es primordial en la respuesta inflamatoria y reducción del riesgo de infección(15-16-17). VENTAJAS Y DESVENTAJAS 70 Las mallas utilizadas en la corrección de prolapsos genitales pueden ser, según sus características físicas: no absorbibles, absorbibles, sintéticas o biológicas. Las mallas sintéticas se utilizaron por primera vez en la corrección de hernias de pared abdominal(18), entregan un soporte adicional a tejidos de mala calidad. La malla protésica ideal es aquella que es biocompatible, inerte, estéril, no carcinogénica, que no cause reacciones alergénicas ni inflamatorias y resistente(19). Las características que debería tener la malla ideal serían: • No debe ser modificada físicamente por los fluidos tisulares. • Inerte químicamente. • No cancerígena. • No debe provocar reacción inflamatoria o de antígeno-anticuerpo. • Debe resistir una tensión mecánica. • Posibilidad de fabricarse. • Debe poder esterilizarse. • Resistencia a la infección. • Barrera de adherencia sobre superficie de contacto de las vísceras. • Mejor respuesta in vivo que un tejido autólogo. Existen cuatro tipos de mallas protésicas: sintéticas, xenoinjerto, aloinjerto y autólogas(20). Las sintéticas, a su vez, se pueden clasificar de acuerdo al material, tamaño del poro y según sean de monofilamento o multifilamento(19). El tamaño del poro no sólo otorga la flexibilidad a la malla(21), también permite la infiltración de fibroblastos, pasaje de leucocitos, angiogénesis y mecanismo de anclaje o biointegración(22). Poros entre 50 y 200 micrones proporcionan un mejor anclaje por facilitar la infiltración de colágeno(23). Es importante que permita el pasaje de macrófagos (50 micrones) y leucocitos, ya que de esta forma se reduce el riesgo de infección(24). El tipo de fibras también puede facilitar la infección. Es el caso de las mallas de multifilamentos, con separación entre ellas menores de 10 micrones. Estas últimas permitirán el paso de bacterias y no de leucocitos(24). En la tabla 1 se consignan los datos esenciales. TABLA 1 Ventajas y desventajas de las mallas Sintéticas Autólogas Ventajas Bajo costo Disponibilidad Resistencia No hay transmisión de enfermedades Desventajas Puede no incorporarse Infección Erosión No hay erosión Incorporación Sin riesgo de transmisión de enf. Tiempo quirúrgico mayor Incisiones separadas Herniación sitio donante Mayor dolor Rev Med Hosp Esp Mza Biológicas Julio 2009 - Noviembre 2009 Erosiones cicatrizan espontáneamente Podría desarrollar tejido conectivo Material "poroso" al sistema inmune Costosas Obtención difícil Potencial transmisión enf. Falta de remodelación Estenosis Clasificación de las mallas protésicas Componente Tipo 1 Polipropileno Nombre comercial Prolene Marlex Atrium Vypro Tipo de fibra Monofilamento Monofilamento Monofilamento Multifilamento Tamaño poro Macroporo Macroporo Macroporo Macroporo Vycril Multifilamento Macroporo Tipo 2 Politetrafluroetileno Gore-tex Multifilamento Macroporo Tipo 3 Polietileno Mersilene Multifilamento poro Macro/micro- Tipo 4 Hoja de polietileno Cellgard Monofilamento Submicroporo Polipropileno/Poliglactin 910 Poliglactin 910 Biológicas Xenoinjerto Aloinjerto Autóloga Intest. Delgado Sis de cerdo Pericardio Pelvicol bovino Dura madre Fascia lata Fascia lata Mucosa vaginal Macroporo: > 75 micrones Microporo: < 75 micrones Analicemos los diferentes componentes de las mallas: • Polipropileno: Es la malla más utilizada en ginecología. Pertenecen a este grupo las mallas Atrium, Marlex y Prolene. Son mallas de monofilamento (Figura 1), no absorbibles, elásticas, resistentes a la infección y que soportan gran tensión. Los principales problemas que registra este material, cuyas mallas se clasifican como Tipo 1, es la erosión de mucosa de pared vaginal, con cifras entre el 2%(5) y el 25%(25). • Polipropileno-Poliglactin 910: Se trata de una combinación de material absorbible y no absorbible. Respecto a la anterior, disminuye el número de erosiones. • Poliglactin 910: Sand(26) publica un trabajo con un 25% de recurrencia con esta malla. • Politetrafluorotileno: Clasificadas como Tipo 2, su representante es el GoreTex. Su principal característica es la gran capacidad de elongación al com- 71 Vol. XI - Nº 2 pararla con otras como Mersilene, Marlex y Teflón(25). No se incorpora en los tejidos. • Polietileno: Son clasificadas como Tipo 3 y su representante es el Mersilene. Es conocida por su utilización en procedimientos de cerclaje(27), slings suburetrales y sacrocolpopexias. Al utilizarse transvaginal aumenta el riesgo de infección y de erosión(28). • Mallas autólogas: Cosson(29) informa un 93% de cura, con una media de seguimiento de 1 a 6,4 meses. La fascia lata de donante cadáver se trata de una alternativa al uso de tejidos autólogos o mallas sintéticas. COMPARACIÓN ENTRE LAS DIFERENTES MALLAS 72 El tamaño de los poros de las mallas de politetrafluorotileno (Goretex) es menor que en las de poliéster (Mersilene) y polipropileno (Marlex). La malla de Goretex no es incorporada por los tejidos debido a sus características químicas. La malla de Marlex posee mayor adhesión que la de Mersilene(30), pero la mayor rigidez de Marlex facilita la erosión(28). Kohli(31) demostró 5 casos de erosión vaginal en 47 sacrocolpopexias y Julián(7) muestra tres casos de erosión en 12 reparaciones de pared anterior. Watson y Parker publican nueve correcciones de rectocele sin erosión(32). Al comparar las mallas de Prolene y Marlex, ambas de polipropileno y monofilamento, pero con poros de mayor tamaño la primera, hace que esta característica le otorgue una mayor flexibilidad al Prolene, con menor posibilidad de erosión. En general, con Marlex, Goretex y Mersilene se presenta erosión en menos del 9%. En conclusión, una de las decisiones más importantes es la elección de la malla a utilizar. No hay duda de que su uso como refuerzo de fascias permite obtener mejores resultados en la corrección de defectos de suelo pélvico. La experiencia en cirugía de hernias de pared abdominal ha puesto en evidencia que el polipropileno es el material de elección, utilizando mallas tejidas de monofilamentos. Podemos ver algunas características en tabla 2. Las principales complicaciones en el uso de la malla son intolerancia, infección, fístula, erosión de malla entre 2-7%. DISCUSIÓN: Las técnicas clásicas de corrección de prolapso genital poseen alto porcentaje de recidivas. Los estudios de corrección con utilización de mallas demuestran mejores resultados. Sin embargo para evitar agregar complicaciones es necesario elegir correctamente la malla que utilizaremos. Actualmente poseen mayor seguridad y eficacia las de polipropileno, en comparación a las sintéticas e incluso las biológicas. La malla debe tener macroporos, que permitan la entrada de macrófagos para evitar infecciones y mejorar la biointegración. Es preferible que sea monofilamento y si es multifilamento el espacio entre ellos también debe permitir el paso de macrófagos por las mismas razones anteriores. Las mallas que se utilizan en la reparación de hernias de pared abdominal, no deben utilizarse en vagina, ya que aumentan la posibilidad de infección y erosión. La vagina posee condiciones locales especiales y diferentes al resto del organismo, por lo que deben utilizarse mallas especialmente diseñadas para este objetivo. Las mallas quedan bajo la mucosa, no de la piel, lo que teóricamente aumenta los riegos. Aquellas a utilizar deberán ser las más flexibles. TABLA 2: COMPARATIVA DE LA MALLA DE POLIPROPILENO SOFT (MACROPORO-MONOFILAMENTO) Característica Malla Gynemesh PS Malla Prolene Espesor Unidad de peso Porosidad (% del área total) Presión de ruptura Flexibilidad Fuerza de tensión 0,4 mm 4,36 mg/cm2 65,60% 115 psi 176,71 mg/cm 22 lb 0,5 mm 7,60 mg/cm2 53,10% 243,33 psi 623,53 mg/cm 50 lb Rev Med Hosp Esp Mza En base a lo expuesto, la malla que representa mejor estas características es de polipropileno, macroporo monofilamento. Sin embargo, para afirmar con mayor propiedad los buenos resultados hasta ahora observados en estudios de cohorte, se deberán diseñar investigaciones que en forma aleatoria separen pacientes para corrección con técnica clásica y para uso de estas nuevas mallas. Además la vagina ofrece condiciones ideales para desarrollar bacterias potencialmente patógenas. Para minimizar los riesgos de infección, que podrían aumentar al incorporar mallas, recomendamos utilizar antibióticos por 24 horas, medida que hemos incorporado con buenos resultados. Otro punto importante es estar preparados para manejar una potencial erosión, que sin duda, si tomamos todas las precauciones mencionadas, veremos cada vez en un número más reducido. BIBLIOGRAFÍA 1) Carey M, Dwyer P: Genital prolapse: vaginal versus abdominal route of repair. Obstetr Gynecol 2001; 13: 499-05. 2) Olsen A, Smith V, Bergstrom J, et al: Epidemiology of surgically managed pelvic organ prolapse and urinary incontinence. Obstet Gynecol 1989: 501-06. 3) Deval B, Haab F: What's new in prolapse surgery? Curr Opin Urol 2003; Jul; 13: 315-23. 4) Porges R, Smilen S: Longterm analysis ofthe surgical management of pelvic support defects. 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Tirado Comentario Servicio de Urología Hospital Español de Mendoza Fecha de Recepción: 10 - 01 - 2009 Fecha de Aceptación: 02 - 02 - 2009 ISSN 1668-9496 ¿ES SUFICIENTE CON OBTENER EL CONSENTIMIENTO INFORMADO? RESUMEN 74 En este artículo se exponen las causas por las cuales ha cambiado la relación Médico-Paciente (RMP) que abarcaba un consentimiento implícito de contenido ético, y que se ha transformado en un consentimiento explícito de contenido legal, debido a que la RMP es interpretada por la sociedad como un contrato, por el cual, ante un reclamo, vamos a ser juzgados por el Derecho Civil. Se discute un modelo de contrato para ser aplicado a la RMP con el fin de otorgar equidad legal a ambas partes. Palabras claves: Consentimiento informado; Relación Médico Paciente (RMP) SUMMARY This article explains the causes of the change in the Physician-Patient Relation (PPR) which used to involve an implicit consent of ethical content and which, through time, has become an explicit consent of legal content, frequently used in legal actions against physicians. This has happened because it is now interpreted as a civil contract by our society. This work shows a model of contract which can be applied in PPR in order to grant legal equity to both parties. Key words: Informed consent; PhysicianPatient Relation (PPR) Fue Heráclito de Éfeso (540-480 a.C) quien estableció el siguiente concepto: Los cambios constantes son los rasgos básicos de la naturaleza. En el mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos los mismos(1). Indudablemente no es la misma la relación Médico-Paciente (RMP) en los últimos años y los médicos probablemente desconocemos el por qué de este cambio. Desde la promulgación de la ley de ejercicio de la medicina en el año 1967 (2) (3) (4) a la actualidad, se ha producido una profunda modificación en la RMP y la legislación actual ha quedado insuficiente. Considero que la ambigüedad y la falta de claridad y precisión de las leyes y códigos que rigen el acto médico en la Argentina atenta contra la RMP en perjuicio del médico que queda expuesto a toda clase de reclamos, dado que a estas normas se les otorga en el ambiente jurídico el valor que le correspondería a una ley debatida y promulgada. CAMBIOS EN LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE Los libros de praxis médica (escritos por médicos y abogados) señalan erróneamente que en el pasado, este binomio tenía una cualidad paternalista en el médico y pueril en el paciente, describiendo estos autores una suerte de dictadura del médico sobre el paciente, el cual con sumisión total, se entregaba a su sanador incuestionable.(6) En la actualidad la sociedad tiene una vi- Rev Med Hosp Esp Mza sión distinta de la RMP que es generada por fenómenos ajenos al acto médico. Uno de ellos es la “información”. Cualquier persona (independientemente de su grado de instrucción) tiene fácil acceso a la información médica por medio de la televisión, la prensa o de Internet y por lo tanto creen tener conocimiento suficiente y, en algunos casos, más que el médico sobre aspectos relacionados a su enfermedad. Pero al no discernir o filtrar esta información no pueden ser objetivos con ella. Su análisis se hace desde la realidad de su enfermedad y no desde la evidencia científica. No siempre los artículos que se encuentran en Internet tienen la seriedad estadística y en algunos casos no pasan de ser meras propagandas de determinado procedimiento, o simples noticias de avances en medicina que aún no pasaron por un serio meta análisis. Sin embargo el paciente o su familia forman un juicio de conocimiento sobre su enfermedad, que puede o no coincidir con la realidad que viven. Siguiendo el aforismo Hipocrático no existen enfermedades sino enfermos, cada paciente que busque libremente información construirá una realidad acorde a sus deseos, temores o experiencias que podrán concordar o no con el accionar del médico al cual, en definitiva, va a consultar. Pero el cambio no sólo es la información buscada libremente por el paciente, sino la que el médico está obligado a dar por ley (7) (8). En una suerte de sentencia lapidaria el médico debe informar a su paciente no sólo de los beneficios de su tratamiento, sino también del diagnóstico, de las alternativas terapéuticas y de las complicaciones y efectos nocivos que pueden ocurrir, exponiendo al doliente y su familia un abanico de probabilidades o sucesos futuros, sean o no un camino cierto pero sí probable. Si omitiera avisar de alguna variable y ésta ocurriera, el médico será pasible de recibir una demanda legal. Esto nos hace actuar en contraposición con lo enunciado en la ley 17.132(2) o en los códigos de ética sobre la necesidad de proteger el estado psicológico del paciente ante su enfermedad. Como consecuencia indeseable de estos requerimientos, exponemos al paciente a una suerte de maldición, como la que pesa sobre el mítico Cíclope que conocía el día exacto de su muerte desde su nacimiento y tenía que vivir con ello. Cuando le expresamos y entregamos al paciente para que firme el consenti- Julio 2009 - Noviembre 2009 miento, éste tendrá información pero no la certeza, sobre qué es lo que le espera en la evolución de su enfermedad, dejando todo el escenario futuro a su libre interpretación. Queda de este modo la ayuda psicológica del médico reducida a una ambigua expresión: Lo más probable es que salga bien, pero no puedo asegurarle que no, ocurra algo no deseado. Por el contrario en la antigua forma de RMP el médico daba a entender que, ante cualquier escenario futuro, él siempre estaría cerca de su paciente y que si no podía curarlo o aliviarlo, al menos nunca dejaría de asistirlo. El otro cambio importante es la adopción de una cultura ciudadana de consumidor de servicios de salud, con autoridad para expresar preferencias, evaluar resultados y capacidad para elegir. Encontramos ejemplos frecuentes en publicaciones populares donde se enseña al paciente cómo elegir a determinado médico o cómo detectar un mal médico antes de someterse a una práctica determinada.(9) Esta visión distinta de la RPM afecta a las partes y al contenido que pasan a llamarse equipo de salud y paciente-entorno social o paciente y su familia. Como veremos ya son muchas más las que forman el binomio de la RPM y cada una de ellas tiene derechos y obligaciones enunciadas por las leyes. Esto lleva a que el anterior modelo de RMP que contenía el contrato implícito, basado en la confianza que tenía el paciente en el profesional al cual libremente había elegido; debe quedar actualmente reemplazado por un contrato explícito y formal en el cual el médico está obligado a brindar el diagnóstico y tratamiento adecuado y el paciente se reconoce a sí mismo como responsable por la atención de su salud y con capacidad para saber decidir sobre su enfermedad y tratamientos. De esta forma queda claro que nuestra actividad profesional fue asimilada a lo dictaminado por las leyes del Derecho Civil(10), en el concepto de: • Obligaciones contractuales(10) • Responsabilidad contractual(10) • Reparación monetaria por daños (el daño sufrido da derecho a indemnización). Actualmente el paciente exige que el profesional realice en forma eficiente su tarea pero sin producir daño alguno, como si el acto médico fuera similar al de reparar un motor descompuesto(10). Este modelo social y legal, al cual ha sido arrastrada la RPM 75 Vol. XI - Nº 2 76 desde el año 1976, exige al médico la demostración (carga de la prueba) de no haber sido la causa del daño por el cual el paciente reclama y con derecho a hacerlo hasta 10 años posteriores al acto médico. Sin tener en cuenta un principio fundamental por el cual la enfermedad es ajena al médico y propia del paciente, siendo el médico a requerimiento del paciente, quien intenta influir favorablemente en la evolución natural de una enfermedad. Pero igual, nos obligan a probar nuestro accionar como si fuéramos la causa eficiens (causa que produjo el daño) y de esta forma se nos reclaman cosas tan subjetivas como el dolor o el daño psicológico o el bienestar perdido. ¿Cómo se nos puede exigir la garantía que tenga éxito o que no existan daños secundarios en un procedimiento? Cuando lo único exigible, desde lo legal o ético, es que el médico cumpla con su obligación de medios. Siendo un contrato, por definición, el pacto o convenio oral o escrito entre partes, por el cual se obligan a ciertos derechos y deberes, es muy importante que recordemos cuáles son éstos, para limitar las ambigüedades de interpretación en esta compleja RPM. LOS DERECHOS Y DEBERES EN EL CONTRATO MÉDICO-PACIENTE A-Enunciado de los deberes del médico y su equipo con el paciente - Obligación de asistir al paciente - Obligación de medios, no de resultado; nadie está autorizado a asegurar curación. - Obligado a mantener el secreto médico - Obligación de fiscalizar y controlar a su personal auxiliar - Obligado a utilizar con sus paciente productos, de cualquier índole, que sean de calidad probada y garantizada(7) - Obligado a informar Creo necesario precisar algunos conceptos que se desprenden de la obligación de informar al paciente y a su familiar para de esta manera llegar a la firma del libre consentimiento informado(7). Dentro de esta entrega de información estamos obligados a evitar en nuestros actos y palabras todo lo que pueda obrar en forma desfavorable en el ánimo del paciente y revelar la incurabilidad sólo a ciertos pacientes que a juicio del médico no les cause un daño(3). Porque el equipo de salud está obligado a extremar la prudencia, cuando informe al paciente sobre: a) enfermedad grave, b) incurabilidad, c) invalidez psicofísica progresiva irreversible(7). Si bien, lo que está escrito en la ley 17.132 de ejercicio profesional es: Respetar la voluntad del paciente en cuanto sea negativa a tratarse o internarse salvo en los casos de inconsciencia, alienación mental, etc.(2) Se nos impone por usos y costumbres de los abogados generalizar el “consentimiento informado obligatorio” expresado por primera vez en la ley de transplante, promulgada en 1993 sobre la información que se debe dar al paciente que va a ser transplantado o que se le va a extraer un órgano para dación(6). Esta ley fue pionera en la obligatoriedad del consentimiento médico informado sobre las posibilidades de éxito, complicaciones y consecuencias del tratamiento. Por otro lado es muy importante dejar en claro que el médico tiene prohibido, por la ley vigente, cuando informa a un paciente: Asegurar o prometer la curación fijando plazos. Anunciar o prometer la conservación de la salud. Prometer el alivio o la curación por medio de procedimientos secretos. Anunciar agentes terapéuticos de efectos infalibles (2) (3). Llegados a este punto, vemos cómo el médico, aún cuando no está obligado por la ley 17.132 a pedir el consentimiento explícito para todo acto médico, lo está por este enjambre de leyes nacionales, provinciales, declaraciones de derechos de los pacientes; Códigos de Ética de las distintas asociaciones médicas (COMRA de 125 artículos y AMA de 609 artículos) que tienen fuerza de ley (4) (5) (7) (10). De este punto crucial nace la importancia de informar al paciente qué enfermedad tiene, cuál es la evolución probable, qué se puede hacer y cuál es el posible efecto colateral. Por lo tanto debemos conocer y aplicar las normas vigentes, impuestas a la (RPM) por la sociedad del siglo XXI, de forma clara y precisa sin dejar lugar a la libre interpretación. Podremos de esta forma, defender la profunda tradición ética y moral de la RPM basada en la vocación de servicio al prójimo y en los sentimientos humanitarios como forma de cuidar el objeto último de la misma, nuestro paciente. Es nuestra obligación intentar cambiar lo que tenemos en la actualidad, una mera Rev Med Hosp Esp Mza declaración de derechos, bastante ambigua, o peor aún, la libre interpretación que tiene el abogado a encuadrar nuestro acto médico en lo dispuesto por los artículos del Código Civil en el capítulo general de obligación por daños y como figura en algunos textos, igualándolo a accidentes de tránsito, en lo referente a obligaciones(10). Por eso debemos reclamar nuestro derecho constitucional al bien común como fundamento y finalidad del Estado que tiene el deber de proporcionar una legislación clara sobre el acto médico(12). B-Derechos del médico y su equipo Llama la atención que la ley 17.132 sólo nos otorga el derecho a ejercer(2); el resto del texto habla de las obligaciones. Los derechos están enunciados únicamente en los Códigos de Ética(4) (7) y en la “Declaración de derechos emergentes de la relación equipo de salud-paciente”(5). En los mismos se enuncian los siguientes derechos: - Derecho a exigir que se cumplan las normas vigentes. - Derecho a percibir honorarios justos y acordes a su nivel profesional. - Derecho a recibir un trato digno por parte del paciente y de las instituciones donde desempeñe su labor. - Derecho a la libre elección de sus pacientes. - Derecho a requerir de los pacientes, veracidad en las respuestas y colaboración en el seguimiento de las indicaciones diagnósticas y terapéuticas. - Derecho de abandonar o transferir la atención cuando: a) No se ha establecido una buena relación equipo de salud-paciente y esto sea un impedimento para una correcta atención b) Si el paciente o sus allegados no colaboran en el cumplimiento de las indicaciones o prescripciones médicas. C-Deberes del paciente y su entorno Cuando profundizamos la lectura de las normas que rigen el acto médico, vemos que el paciente además de sus derechos incuestionables debe tener obligaciones. Al involucrarse en una RPM, en la cual se le ha otorgado la capacidad de decisión, queda obligado a participar en el proceso de diagnóstico y tratamiento final. Es muy importante que los médicos informemos al paciente, claramente y por escrito, que Julio 2009 - Noviembre 2009 todos estos principios sobre sus derechos les otorgan también obligaciones, puesto que los deberes del paciente no fueron escritos en las leyes o códigos con la misma claridad que los derechos del paciente, o que los deberes de los médicos para con ellos. Lo que habla claramente de la ambigüedad de estas leyes que pretenden reglamentar el acto médico del cual el paciente es también parte. Esta es la mínima garantía que necesita tener el médico, sobre la aceptación o no del paciente. La responsabilidad del paciente en este binomio debe ser tan importante como la del médico. Porque participa en el proceso de decidir y debe aceptar las consecuencias. La derivación natural del derecho a decidir es la responsabilidad de aceptar las consecuencias de la decisión tomada. En el cambio de la relación paternalista a la democrática-científica, el paciente debe tener responsabilidades sobre si acepta o no la propuesta diagnóstica o terapéutica, debe compartir con el médico la responsabilidad en la decisión; esto no es meramente transferir la carga de la decisión al paciente, es el deber que tiene el paciente de compartir la responsabilidad con el médico en la búsqueda de la mejor opción para su tratamiento(6). Este esquema actual de la RPM implica que el paciente tome conciencia sobre su enfermedad y sea responsable de la decisión tomada, aceptando las consecuencias que, a su estado de salud y bienestar perdido, le deparen su enfermedad o tratamiento. ¿Por qué tiene que ser responsable el médico de la mala decisión de un paciente, que agrava su enfermedad o fallece por no querer internarse o tratarse oportunamente? ¿No cabe acaso responsabilidad al paciente cuando omite datos al ser interrogado o cuando no se preocupa por conocer el nombre de los medicamentos que toma diariamente? (5) Toda persona tiene la obligación moral y social de cuidar su salud (7). Declarar la Salud como un derecho de todo ser humano, no sólo es un eufemismo, sino más bien un engaño al cual somos sometidos cotidianamente por los políticos y estadistas. Tenemos el deber, la responsabilidad individual y colectiva de cuidar nuestra salud, y no un derecho adquirido sobre ella, puesto que un derecho sin la obligación correspondiente es una tiranía. Actualmente muchas personas no tienen en cuenta que ellos son los causantes de su propia enfermedad, o pade- 77 Vol. XI - Nº 2 78 cen de una enfermedad por hábitos alimenticios y tóxicos que el simple sentido común de supervivencia les indica cambiar. El ejemplo más común es el del fumador que pretende un derecho a su salud cuando es él mismo quien la destruye.(8) Otros deberes del paciente son: El de tratar con respeto y consideración a todos los trabajadores del equipo de salud.(7) Tiene la obligación de dejar claramente expresado el rechazo a ser informados; dado que la renuncia a la información es un derecho del paciente, éste debe quedar debidamente asentado(6) también cuando sea la familia la que no acepte discutir con el paciente su estado, como en el caso de diagnóstico fatal. Esto que tampoco está aclarado en las leyes se desprende del derecho a ser informado y si no quiere serlo debe dejarlo por escrito. Tiene el deber de reconocer sus responsabilidades por el incumplimiento de las indicaciones profesionales, en el caso que su salud empeore o surjan circunstancias graves en el curso de la misma. Tiene el deber de comunicar adecuadamente el uso de su derecho a una segunda opinión(6). Otro punto que no está claro en ninguna reglamentación oficial, es ¿Quién paga? ¿Quién tiene la obligación de obtener el sustento económico que hace falta para su diagnóstico y tratamiento? ¿Es el Estado, el paciente, su familia o su sistema de cobertura social? quien debe comprometerse a solventar los gastos necesarios para su curación y dentro de éstos están los honorarios médicos. Es obligación del paciente como ciudadano y custodio de una democracia, exigir al Estado que provea los medios necesarios para mantener su salud; éstos deberían ser de fácil acceso y estar presentes en el lugar donde se desarrolle el acto médico(5). D-Derechos del paciente y su entorno - Derecho a conocer sus derechos y obligaciones, normas y reglamentos del efector e institución sanitaria. - Derecho a que se requiera su consentimiento para la realización de prácticas y/o tratamientos salvo: a) riesgo para la salud pública, b) incapacidad, c) emergencia médica. - Derecho a recibir atención sin discriminación. - Derecho a ser atendido en un ámbito que garanticen bioseguridad y recursos humanos necesarios. - Derecho a quejarse. - Derecho a solicitar su historia clínica. - Derecho a recibir asistencia de emergencia cuando su estado lo requiera. MODELO PARA LA CONFECCIÓN DE UN CONTRATO MÉDICO Como queda planteado existe la necesidad de un contrato explícito para que la RMP sea legalmente saludable. La redacción del mismo debe ser obra de un estudio minucioso, por parte del médico y sus sociedades científicas. Para su confección deben tenerse en cuenta los derechos y deberes del paciente, del médico, de la empresa de asistencia médica (estado, obra social, hospital) y del acto médico específico sobre el que se va a aplicar el contrato. Este contrato debe ser simple de aplicar y entender, por lo cual seguramente será muy difícil de redactar. Vamos a necesitar un profundo conocimiento de los protocolos de diagnóstico y tratamiento. El contrato debe estar conformado por tres partes: 1- PARTE GENERAL Donde se enuncian las personas que participan, se deja constancia de: A- Competencia o discernimiento (capacidad para comprender lo que se está firmando). B- Voluntad de hacerlo (intención). C- Libertad para firmarlo (falta de coacción)(10). Es fundamental que en el documento, el paciente, escriba unas pocas frases de su puño y letra expresando que lo leyó y que comprende lo que se le ha informado y presta su consentimiento para que se le realice el procedimiento, o por el contrario que no acepta lo que se le ha dicho. De esta manera queda liberado el médico de la responsabilidad ante un paciente que por necedad se niega a recibir el tratamiento que corresponde a su enfermedad o situación crítica. Estos puntos son de suma importancia para dejar en claro que el paciente es hábil, tiene capacidad de discernimiento y participa en forma activa y voluntaria en la toma de decisiones del acto médico. Rev Med Hosp Esp Mza 2- OBJETO ESPECIAL (CAUSA) DEL CONTRATO El objeto especial debe ser: A- Lícito B- De cumplimiento posible Por lo cual debe dejar en claro lo que es imposible de ofrecer o garantizar por parte del profesional como curación, felicidad, calidad de vida, proyecto vital, prolongar la duración de la vida, etc. Debemos tener muy en claro que: Cura el curandero y sana el sanador. Los médicos sólo realizamos tratamientos, en pacientes con enfermedades, para tratar de mejorar su evolución natural. Otra interpretación del acto médico es totalmente ajena a la realidad de este mundo y esto debe quedar asentado en forma clara y precisa para que lo entiendan todos. C- De fin determinado Esta parte es muy importante, puesto que en ella queda registrada la entrega de información al paciente, en cantidad y calidad suficiente, para que el paciente y/o su entorno puedan comprender los alcances de su enfermedad, los medios diagnósticos o terapéuticos propuestos y las complicaciones o posibles efectos adversos de los mismos. En definitiva explicar los riesgosbeneficios en forma clara y precisa. Se deja asentado qué es lo que se va a hacer, cómo se va hacer y lo que no está garantizado. Qué es lo que está incluido en la práctica y qué está excluido En este punto se debe resaltar que la enfermedad es un proceso dinámico sujeto a cambios repentinos y que puede ser necesario alterar el esquema de tratamiento propuesto. Debe contener información sobre los controles a los que debe someterse con posterioridad al tratamiento propuesto(10). Debe dejar en claro quién se compromete a sustentar económicamente los medios necesarios para el diagnóstico, tratamiento y las posibles variables según la evolución de la enfermedad. 3- EFECTOS DEL CONTRATO A- Son los derechos y deberes de las partes que enunciamos en párrafos anteriores. B- Fijar el ámbito legal del contrato, ante un reclamo qué tribunales van a ser utilizados. Julio 2009 - Noviembre 2009 Queda demostrado que el solo consentimiento informado no es suficiente para proteger legalmente al médico. Por lo cual este modelo de contrato nos puede ser de utilidad. Sólo tenemos que modificar el texto en lo referente al fin determinado donde se anuncia el tratamiento o diagnóstico. El resto va a ser común a los diferentes procedimientos y a todas las especialidades. Es un modelo adecuado a cada situación y mucho más completo que los formularios habituales de consentimiento informado a los que tenemos acceso. BIBLIOGRAFÍA 1. Delius C: Historia de la filosofía. 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Guidet, Jorge J. L. Orlando, P. Domínguez , R. Welti , G. Tirado Caso Clínico Servicio de Gastroenterología Hospital Español de Mendoza. Fecha de Recepción: 10 - 04 - 2009 Fecha de Aceptación: 19 - 04 - 2009 ISSN 1668-9496 SÍNDROME DE LA ÚLCERA RECTAL SOLITARIA RESUMEN 80 El síndrome de la úlcera rectal solitaria presenta una incidencia de 1/100.000/ habitantes/año. Los síntomas más frecuentes son el dolor anal y la rectorragia. El diagnóstico se efectúa con la endoscopia, la biopsia y la defecografía. Las lesiones macroscópicas pueden ser: presencia de una úlcera solitaria de recto, o una mucosa rectal mamelonada con o sin úlcera sangrante, encontrándose en el 6% de los casos la presencia de úlceras múltiples. La biopsia muestra engrosamiento de la mucosa, una lámina propia elongada, edematosa, gran cantidad de colágeno y fibras musculares con alteraciones morfológicas de los vasos sanguíneos. Palabra clave: Proctorragia, dolor abdominal, prolapso rectal, defecografía. SUMMARY: Solitary rectal ulcer síndrome has a 1/100.000/person/year incidence. The most frequent symptoms are anal pain and rectal bleeding, the diagnosis is made by endoscopy, biopsy and defecography. Macroscopic lesions may be: the presence of a solitary rectal ulcer, or a rectal mamelonated mucosa with or without bleeding ulcer, finding in 6% of cases the presence of multiple ulcers. Biopsy shows thickening of the mucosa, an elongated, edematic lamina propia with great amount of collagen and muscle fibers, and morfologic alterations of blood vessels. Key words: Proctal hemorrhage, abdominal pain, rectal prolapse, defecography. INTRODUCCIÓN El síndrome de la úlcera rectal solitaria es un trastorno crónico, benigno caracterizado por dolor abdominal, rectorragia y distensión abdominal. Madigan y Morson en 1969 (1) definieron por primera vez, este síndrome, publicando 68 casos. La incidencia es de 1/100.000/habitantes/año (2). Por su rareza se la ha confundido con enfermedades inflamatorias intestinales en su forma endoscópica de lesión ulcerada o parches de mucosa hiperémica y las formas polipoideas con pólipos neoplásicos. (3) Presentamos una enferma que concurrió por dolor y distensión abdominal y rectorragia. Endoscópicamente se visualizó una lesión pseudopolipoidea en caras anterior e izquierda de recto pero con histología compatible con colitis ulcerosa. CASO CLÍNICO Mujer de 21 años, soltera, sin antecedentes patológicos ni familiares previos, en- Rev Med Hosp Esp Mza viada al Servicio de Gastroenterología por rectorragia, dolor abdominal difuso y distensión abdominal. El examen físico mostró abdomen distendido, doloroso a la palpación y con reacción peritoneal. En el tacto rectal se encontró sangre fresca roja, rutilante, sin tactar ninguna lesión. Los anticuerpos p anca, c anca y asca, así como el CEA, CA 19.9 y CA 125 fueron negativos. La Rx directa de abdomen, la ecografía abdominal y la tac de abdomen y pelvis fueron normales. Se realizó videocolonoscopía que mostró lesión sobreelevada, mamelonada, irregular de bordes geográficos, de 50 mm. x 20 mm desde los 3 a los 8 cm del margen anal (Fig. 1). Se efectuó biopsia planteándose diagnóstico diferencial con enfermedad de Crohn. El resto del examen hasta ciego no evidenció ninguna otra lesión. El diagnóstico anatomopatológico de la biopsia, fue el de una colitis crónica inespecífica. La enferma fue tratada con mesalazina 4 gr vía oral por día y supositorios de 800 mg/día de la misma droga, sin mejoría. Por esta razón, a los 30 días, se administró también budesonide 2 mg en enemas, cada 12 hs, sin respuesta terapéutica. Se adicionó 60 mg de metilprednisona vía oral por 7 días, no variando el cuadro clínico. A la terapéutica indicada se sumó 50 mg de azatioprina vía oral por día y se disminuyó la metilprednisona a 20 mg/día durante 30 días, persistiendo el dolor, la distensión y la enterorragia. Se realizó nueva colonoscopía, objetivando sobre tejido mamelonado, pseudopolipoideo una úlcera anfractuosa, de bordes geográficos de 1,5 cm, con vaso sangrante que se trata con coagulador de plasma de argón (cpa) cediendo el sangrado por algunos días. La aparición simultánea de sangrados rectovaginales durante la evolución, plantea el diagnóstico diferencial con endometriosis, y/o fístula rectovaginal por probable enfermedad de Crohn. Los exámenes ginecológicos y urológicos fueron normales. No se pudo objetivar fístula, por resonancia magnética, endosonografía, ni con azul de metileno. Ante la sospecha de enfermedad de Crohn, se inició tratamiento con infliximab 100 mg endovenoso cada 7 días durante 4 semanas, no constatándose mejoría del cuadro clínico. A los treinta días se realizó nueva colonos- Julio 2009 - Noviembre 2009 copía, la que encontró lesión mamelonada y la presencia de una úlcera de contornos irregulares con sangre fresca en poca cantidad (Fig. 2). Se extrajeron macro biopsias múltiples y profundas de la lesión. La microscopia objetivó engrosamiento de la mucosa, con elongación y distorsión de glándulas, con lámina propia edematosa con gran cantidad de colágeno y fibras musculares, e infiltración inflamatoria. Diagnóstico compatible con úlcera rectal solitaria (Fig. 3-4-5). La defecografía señaló prolapso rectal moderado. Ante la persistencia y gravedad de los síntomas, se planteó resección de la zona sangrante. Se realizó ileostomía, anastomosis colónica término-lateral, desfuncionalización parcial colónica, corrección del prolapso. La biopsia de la pieza operatoria confirmó el diagnóstico de úlcera rectal solitaria. A los 15 días de la cirugía, presentó rectorragia y distensión abdominal. La nueva Figura 1 Figura 2 81 Vol. XI - Nº 2 rectosigmoideoscopía evidenció sangre fresca sin sitio visible de sangrado, mostrando a nivel de la sutura (3 cm. del margen anal) una zona anfractuosa, irregular, que se biopsió. Se constató la recidiva de la úlcera rectal solitaria. Evolucionó tórpidamente con múltiples episodios de dolor, distensión abdominal y hemorragias, con descenso del hematocrito y de la hemoglobina de 22% y 7 gr. /l, respectivamente y debió ser transfundida en 3 oportunidades. La defecografía a los 9 meses de la cirugía, no objetivó prolapso rectal. La manometría ano rectal señaló leve hipotonía del canal anal tanto en reposo como en faz voluntaria, por defecto de caras laterales. Actualmente, la paciente ha continuado con sangrados rectovaginales, y episodios de dolor y de distensión abdominal. DISCUSIÓN 82 El síndrome de la úlcera rectal solitaria (SURS), es un trastorno crónico, benigno caracterizado por rectorragia, dolor y distensión abdominal. (4) El síntoma más común es la rectorragia, 60%, como sangre roja rutilante, acompañando a la deposición (5). La eliminación rectal de moco ocurre en un 18%. El estreñimiento está presente hasta en el 55% de los casos, es obstructivo distal, con esfuerzo excesivo al defecar, tenesmo rectal, sensación de taponamiento, debido al prolapso mucoso de la pared rectal anterior. (4-6) Se acompaña de dolor abdominal hipogástrico, lumbosacro o anorectal. Hay un 20% de los pacientes que tienen diarrea y un 25% son asintomáticos. La macroscopía es en un 57%, una úlcera entre 0,5 a 5 cm superficial, con halo eritematoso, fondo blanquecino gris o amarillento; puede ser lineal, redondeada, ovalada, serpiginosa o estrellada y suelen ser lesiones únicas en cara anterior y/o lateral del recto. Hasta un 30% son múltiples y existen casos de afectación de sigmoides y descendente. (6) En el 25% de los casos se observan lesiones polipoideas y un 18% de parches de mucosa hiperémica. La presentación de esta patología puede ser muy heterogénea, ya que a menudo no existe una lesión clara de úlcera, existen lesiones múltiples o la localización no es rectal. (6) Nuestra paciente presentó una lesión rectal de aspecto pseudopolipoideo, sin úlcera evidente en su comienzo. En el estudio histopatológico, hay engrosamiento de la mucosa, elongación y distorsión de las glándulas, una lámina propia ensanchada con gran cantidad de colágeno y fibras musculares que engloban las criptas con desorganización de la arquitectura. El diagnóstico diferencial es con la neoplasia colorrectal, la colitis ulcerosa,(8) colitis infecciosa,(9) colitis isquémica, colitis cística profunda, colitis colágena(11) la úlcera estercorácea y lesiones secundarias a traumatismos digitales.(12) La fisiopatología es multifactorial. La contracción permanente del músculo puborectal durante la defecación, hace persistir un ángulo anorectal agudo que mantiene cerrado el conducto anal, con aumento de la presión intrarectal en los pacientes con SURS. El esfuerzo propulsa la mucosa de la pared rectal anterior contra el conducto anal, y el prolapso repetido produce isquemia y ulceración. (13) El trauma directo en forma digital, es causa de este síndrome. El tratamiento es problemático, existen 4 pilares básicos de tratamiento. Medidas higiénico-dietéticas, tratamiento farmacológico, biofeedback y cirugía. (14-15-16) Es frecuente la mejoría sintomática, no así la endoscópica, ni la histológica. Nuestra paciente ha sido refractaria a todos los tratamientos médicos y al quirúrgico. Existe un 30% de pacientes tratados con biofeedback y dieta que no responden al tratamiento, en estos casos se ha recomendado mucosectomía y tratamientos quirúrgicos tales como la microcirugía transanal, la cirugía laparoscópica con rectopexia y la cirugía convencional (17-1819) con rectopexia con resultados muy variables. A nuestra paciente se le realizó resección de la zona sangrante con ileostomía, desfuncionalización parcial colónica con anastomosis colónica término-lateral, corrigiendo prolapso rectal, mejorando la distensión y el dolor abdominal, no así el sangrado, ni la histología. Rev Med Hosp Esp Mza Julio 2009 - Noviembre 2009 síndrome de la úlcera rectal solitaria. Rev Esp Figura 3 Enferm Dig. 2007; 99: 663-66. 5. Endozain J C, Bárcena R, Pérez F, y col.: Úlcera solitaria de recto. Rev Esp de Enferm Dig. 1989; 6. 7. 8. Figura 4 9. 10. 11. 12. Figura 5 13. 14. 15. 16. BIBLIOGRAFÍA: 1. Madigan M R, Morson B C. Solitary rectal ulcer 17. of the rectum. Gut 1969; 10: 871-81. 2. 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Salomón Comentario Servicio de Clínica Médica Hospital Luis Lagomaggiore - Mendoza Trabajo por invitación especial Fecha de Recepción: 17 - 04 - 2009 Fecha de Aceptación: 29 - 04 - 2009 ISSN 1668-9496 ACTITUD MÉDICA AL FINAL DE LA VIDA: UNA REFLEXIÓN 84 Mucho se ha escrito y mucho se ha dicho respecto a cuándo interrumpir las intervenciones terapéuticas en el manejo del paciente en situación terminal. No es la intención de esta reflexión hacer un abordaje bioético, jurídico ni siquiera un intento de un análisis exhaustivo de un tema tan difícil y en cierta forma polémico como éste. El único propósito de estas palabras es generar una meditación interna y un espacio para un debate profundo, interdisciplinario y multidimensional de esta compleja situación. Los objetivos generales de la Medicina incluyen la prevención de la enfermedad y de las lesiones, y la promoción y mantenimiento de la salud; el alivio del dolor y del sufrimiento; la asistencia y curación de los enfermos, el cuidado de los que no pueden ser curados; evitar, en la medida de lo posible, las muertes prematuras y velar porque nuestro paciente tenga una muerte digna. A lo largo de la formación médica de grado se nos enseña que el acto médico debe tender a “curar a veces, aliviar frecuentemente y confortar siempre”. En el aprendizaje y la práctica de la medicina se insiste en que todo médico debe estar preparado, entre otras cosas, para prevenir enfermedades y para tratar las potencialmente “curables”, pero es poco lo que se hace respecto a preparar a los profesionales para que sepan cómo enfrentar el “no hay más nada que hacer” desde el punto curativo, subrayo: desde el punto de vista curati- vo…, ya que siempre hay algo que se puede y que se debe hacer. Pero no se nos enseña, que en ciertas ocasiones, es más importante saber lo que no se debe hacer o lo que no hay que hacer. Nadie niega que como profesionales tenemos claro que una de nuestras principales misiones es acompañar al buen morir de un paciente, sobre todo cuando está en situación de enfermo terminal, definido como tal a aquel individuo que padece una enfermedad avanzada, progresiva e incurable, sin posibilidades razonables de respuesta al tratamiento específico y con un pronóstico conocido y fatal a corto plazo. En la práctica diaria de la medicina nos enfrentamos a distintos retos y desafíos, pero cuando estamos ante pacientes con una enfermedad en fase terminal, el ejercicio profesional nos pone ante una situación límite. Ya que no sólo estamos ante un paciente (nuestro paciente), que se encuentra en situación de “ser humano sufriente/doliente”, sino que estamos ante su historia vital, ante su certidumbre del final próximo de su existencia, con su contexto, su familia y en todo lo que hagamos, está incluida la sociedad en la que ese paciente está inmerso y el sistema de salud, que lo contiene utilizando recursos materiales y humanos. Teniendo todo esto en cuenta, discernir cuándo y cómo parar, no es una decisión fácil. En el planteamiento de estar frente al final de la vida del otro, se conjugan varios factores, que pasan no sólo por las características individuales de cada pro- Rev Med Hosp Esp Mza fesional como persona (con sus valores, virtudes, defectos, experiencias, creencias y principios) sino que intervienen los condicionamientos de la sociedad, la cultura de cada pueblo y la bioética. La respuesta de los facultativos ante la situación de decidir o no soporte vital frente a medidas terapéuticas innecesarias, toca una zona de frontera muy difícil y se plantean entonces la eutanasia, el suicidio asistido o incluso la obstinación terapéutica, término preferido a encarnizamiento o ensañamiento terapéutico, ya que éstos últimos dan la impresión de “intencionalidad maliciosa de causar daño y de conciencia de inmoralidad”, que nada tienen que ver con el objetivo del acto médico. Si bien etimológicamente la palabra eutanasia significa “buena muerte”, la Real Academia de la Lengua Española define el término eutanasia como “muerte sin sufrimiento físico, la que así se provoca voluntariamente”, es decir que incluye la acción u omisión encaminada a provocar la muerte de una persona que padece una enfermedad terminal. La eutanasia activa (positiva o directa) implica una actuación expresamente dirigida a facilitar o determinar la muerte del enfermo, mientras que se entiende por eutanasia pasiva (activa o indirecta) más una omisión que una acción, e incluye tanto la renuncia al uso de medidas llamadas extraordinarias para el mantenimiento de la vida, como la utilización de tratamientos destinados a mejorar algún síntoma y que pueden secundariamente apresurar la muerte. En el vocabulario de la ética se utiliza la palabra distanasia, palabra de origen griego que significa "muerte difícil o angustiada", para indicar la utilización en el proceso de morir de tratamientos que no tienen más sentido que la prolongación de la vida biológica del paciente. La obstinación terapéutica supone la adopción de medidas (diagnósticas y terapéuticas) generalmente con objetivos curativos no indicadas en fases avanzadas y terminales de manera desproporcionada o el uso de recursos extraordinarios con el objeto de alargar innecesariamente la vida en una situación claramente definida de agonía. Existe una profunda discusión relativa a “el no parar”, pero ¿cuándo podemos estar seguros de que no se trata de una obstinación terapéutica? Muchas veces la prolongación innecesaria de los medios de soporte vital avala prácticas que no Julio 2009 - Noviembre 2009 benefician al enfermo e incluso pueden provocar sufrimiento, aislamiento y soledad, y desde el punto de vista de salud pública el uso de recursos en forma inadecuada que genera falta de eficacia, eficiencia, efectividad y lo que es peor, falta de equidad en la asignación de dichos recursos. El disponer de tecnología de avanzada, con un creciente arsenal de recursos diagnósticos y terapéuticos, debe acompañarse necesariamente de una merecida, profunda y continua reflexión por todos los profesionales relacionados con la salud, de cómo afrontar y evitar la obstinación terapéutica. Un primer paso para evitar esta situación es reconocer algunos de los factores que pueden desencadenarla, los que podemos clasificar en factores causales relacionados con los médicos, con los pacientes y con el entorno. Con respecto a los profesionales, juega un rol importante la experiencia, la falta de formación en el tema, la certeza de que lo único importante es la vida biológica, sin valorar la calidad de vida, o contemplar más los aspectos científicos de la enfermedad que al propio enfermo. Incluso ignorar los deseos del paciente o los derechos del paciente a rechazar el inicio o mantenimiento de conductas que prolonguen el sufrimiento o la agonía. Por último, la resistencia a aceptar la muerte del paciente y la propia angustia del médico ante el fracaso. En cuanto a las causas relacionadas con el paciente, podemos citar algunas circunstancias especiales como la edad, la responsabilidad familiar o social del enfermo, la dificultad de pronósticos claros, la presión familiar y la falta de aceptación de la enfermedad. Con respecto al entorno, debemos tener en cuenta los problemas de comunicación, la falta de trabajo en equipo, la medicalización del proceso de morir, la presión de los nuevos fármacos y el papel de la industria farmacéutica mundial, incluida la bibliografía tendenciosa. En una sociedad caracterizada por el consumismo, la inmediatez, el egoísmo, la falta de reflexión y de valoración de la vida humana, posiblemente sea tiempo de empezar a valorar la dignidad de la vida, para poder también valorar el derecho de cada ser humano a morir con dignidad, quizá una de las exigencias ética más ineludibles. El proceso y el acto de morir de- 85 Vol. XI - Nº 2 86 be ser asumido como un momento trascendente y vital en la vida de una persona, una familia y un grupo social, pero para dignificar la muerte es imperativo dignificar primero la vida. El objetivo es intentar dejar de pensar que la muerte es “el final” y que representa un fracaso, expresa una falla médica y genera sistemáticamente una profunda sensación de frustración, por lo cual el éxito se basa en prolongar la vida a cualquier costo y sin poner el acento en la calidad de vida y dignidad de la muerte que se le ofrece al paciente, y por consiguiente a la familia y a la sociedad. Si analizamos los distintos factores involucrados en un paciente en situación de enfermo terminal, tendremos en cuenta el rol significativo que juega el médico, en cuanto a que debe analizar y proponer alternativas, en un contexto bioético, con el respeto a la dignidad humana y a la vida, por encima de todo, conservando la integridad y la dignidad del enfermo, para que se logren grupos multidisciplinarios que trabajen a favor del acompañar al “buen morir”. Lo más importante será planear estrategias para evitar que cualquiera de los actores involucrados (pacientes, familias, profesionales de la salud) deba decidir sobre los últimos días de vida de un ser humano, bajo una mirada personal y solitaria. Quizá intentar teorizar sobre conductas para evitar esta situación de intervenciones fútiles, es lo más difícil, pero podemos mencionar la importancia de una mejor capacitación profesional para estar preparados para la situación de enfermo terminal, prepararnos en herramientas de comunicación para el diálogo con el paciente y sus familiares, trabajar en equipos multidisciplinarios, avanzar en la enseñanza y aprendizaje de la bioética, tener claros protocolos sobre la toma de decisiones, abordar seriamente el tema de decisiones anticipadas e incluso la participación de los comités de bioética, que permitan establecer criterios acerca de cómo actuar en cada situación particular, con cada persona, en especial con ancianos y enfermos terminales, que se establezcan normativas en relación con los cuidados de la medicina paliativa, la asistencia y la prevención básica; criterios sobre cómo se ha de actuar tomando en cuenta circunstancias personales y sobre todo, criterios de cómo y cuándo parar. La buena práctica médica en la atención al final de la vida incluye darle dignidad y ca- lidad de vida al proceso de la muerte, lograr una atención integral del enfermo y de la familia, dar soporte emocional a través de una comunicación fluida y sobre todo aplicar medidas proporcionadas, evitando la obstinación terapéutica pero también el abandono, no propender al alargamiento innecesario ni al acortamiento deliberado de la vida. Colaborar a la muerte digna de nuestro paciente, incluye que muera sin dolor físico ni sufrimiento psíquico innecesario, en uso de sus facultades, con la información sobre la propia realidad clínica que pueda aceptar, que pueda tomar decisiones o hacer respetar las voluntades expresadas previamente, con la posibilidad de estar acompañado por sus afectos, en un ambiente acogedor. El analizar la actitud de los médicos frente al final de la vida de los pacientes, ha generado profundos debates e interesantes polémicas, pero el tema no está agotado, nos queda un largo camino por delante de cómo abordar este hecho. BIBLIOGRAFÍA 1. Cengarle C. Encarnizamiento terapéutico. Límites a la actividad médica. Separata 2004; 7: 2-4. 2. Gherardi C. Encarnizamiento terapéutico y Muerte digna. Mitos y realidades. Medicina (Buenos Aires) 1998; 58: 755-62. 3. Barreto Vaquero D. Reflexiones en torno a la eutanasia como problema de salud pública. Rev Cubana Salud Pública 2004; 30: 10-16. 4. Spaemann R. ¿Matar, o Dejar Morir? Cuad Bioét 2007; XVIII: 107-22. 5. Masiá J. Dignidad humana y situaciones terminales. An. Sist. Sanit. Navar. 2007; 30 (Supl 3): 3955. 6. Azulay Tapiero A. La sedación terminal. Aspectos éticos. An Med Interna (Madrid) 2003; 20: 645649. 7. Pardo A. Obstinación Terapéutica. Bioética y ciencias de la salud, 2001; 4(4): 30-8. 8. Lang F, Quill T. 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SUMMARY Systemic lupus erythematosus (SLE) and antiphospholipid syndrome are conditions more frequently observed in women between 15 and 50 years old. The clinical presentation may be diverse. We present a female patient with Evans syndrome (autoimmune hemolytic anemia associated with thrombocytopenia) as a form of presentation of antiphospholipid syndrome due to systemic lupus erythematosus. Key Words: Evans Syndrome – antiphospholipid – lupus. INTRODUCCIÓN En 1951 Evans y colaboradores describieron una condición clínica caracterizada por anemia hemolítica y trombocitopenia autoinmune, que podía presentarse en el contexto de diferentes patologías de base inmune. En la actualidad el síndrome de Evans se define como la combinación de anemia hemolítica autoinmune con prueba de Coombs directa positiva con trombocitopenia inmunológica. Suele afectar primordialmente a la población pediátrica pero también puede darse en adultos jóvenes y mediana edad. Además de la anemia y plaquetopenia, es posible encontrar también neutropenia y recuento reticulocitario elevado. La primera línea de tratamiento la constituye la prednisona en dosis de 1-2 mg/kg /día. Otras alternativas incluyen la gammaglobulina IV y algunas drogas inmunosupresoras como danazol, ciclosporina, azatioprina, ciclofosfamida y vincristina. CASO CLÍNICO Paciente femenino, de 26 años de edad, que ingresa por deterioro progresivo del estado general y afasia de expresión de inicio súbito. Por interrogatorio indirecto se conoce que presenta poliartritis migratriz de pequeñas y grandes articulaciones asociada a marcada astenia, de aproximadamente dos meses de evolución. 87 Vol. XI - Nº 2 Antecedentes de anorexia nerviosa y tabaquismo crónico. Ingresa a U.T.I. en mal estado general, con trastorno del sensorio y afasia de expresión. Se constata Hematocrito de 11% y recuento plaquetario de 95.000</mm3. Test de Coombs positivo, compatible con diagnóstico de síndrome de Evans. Recibe transfusión de glóbulos rojos e inicia terapia con metilprednisona 2 mg/kg/día, con buena respuesta. Pasa a sala común en buen estado general, lúcida, hemodinámicamente compensada, con palidez cutáneo-mucosa. Examen cardiovascular, respiratorio, abdominal, neurológico y osteoarticular dentro de lo normal. ● Ac Anti Beta 2 Glicoproteína 1 IgG: 45 U/ml (normal h/ 20 U/ml). ● Ac Anti Beta 2 Glicoproteína 1 IgM: 67 U/ml (normal h/ 10 U/ml). ● ANCA c: Negativo - ANCA p: Negativo. ● Complemento Total: 17 UCH50/ml (70150 UCH50/ml). ● Anti Cardiolipina IgG: 59 GPL (normal hasta 20 GPL). ● Anti Cardiolipina IgM: 100 MPL (normal hasta 20 MPL). Virológico: ● HIV: No reactivo. ● VHB: No reactivo - VHC: No reactivo. 88 EXÁMENES COMPLEMENTARIOS: Hemograma de ingreso: Hto 11%. Hemoglobina 7g%. Reticulocitos 12,6%. Leucocitos 16.000 x mm3. Plaquetas 95.000 x mm3. VSG 142 mm 1ª hora. Glucemia 127 mg/dl. Uremia 0,28 g/l. Creatinina 0,6 mg/dl. Albúminas 3,8 g/dl. GOT 48 U/l. GPT 16 U/l. FAL 49 U/l. Bilirrubina directa 0,41 mg/dl, indirecta 0,76 mg/dl, total 1,17 mg/dl. LDH 728 U/l. Pseudocolinesterasa 3481 U/l. Cloro 109 mmol/l. Sodio 134 mmol/l. Potasio 4,70 mmol/l. Hemograma a las 48 horas del ingreso: Hto 21%. Hemoglobina 6g%. Reticulocitos 8%. Leucocitos 14.000 x mm3. Plaquetas 46.000 x mm3. VSG 148 mm 1ª hora. Uremia 0,36 g/l. Creatinina 0,6 mg/dl. GOT 18 U/l. GPT 26 U/l. FAL 47 U/l. Bilirrubina directa 0,31 mg/dl, indirecta 0,51 mg/dl, total 0,82 mg/dl. Cloro 106 mmol/l. Sodio 138 mmol/l. Potasio 4,40 mmol/l. INMUNOLÓGICO: ● Proteinograma por electroforesis: Proteínas totales: 6.20 g/dl- Discreta hipobeta e hipergammaglobulinemia difusa. ● ANA: Positivo. Título 1/160. Patrón homogéneo. ● Anti ADN: Positivo. Titulo 1/32. ● F.R.: Negativo. ● Células LE: Se observan células LE típicas. ● Ac Anti LA: Negativo - Ac Anti RO: Negativo. ● IgM CMV: No reactivo - IgG CMV: No reactivo. Clearance de Creatinina: 153.24 ml/min. Creatinina:0.6.Creatininuria:1.32. Ecografía Abdominal: Hígado de forma y tamaño normal, aumentado difusamente de tamaño. Bazo de forma y tamaño normal, mide 10.3 x9.2 x 5 cm de ecoestructura homogénea. Resto normal. TAC de Cerebro: Normal. Fondo de ojo: de bordes netos. No hay signos de vasculitis. No hay exudados. OD: hemorragia en llama y hemorragia en astilla. OI: sin hemorragias. Ecocardiograma: No muestra alteraciones significativas. DIAGNÓSTICO: LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO CON SÍNDROME ANTIFOSFOLIPÍDICO. Evolución: buena respuesta clínica y en parámetros hematológicos con corticoterapia (metilprednisona en dosis decrecientes). Hemogramas sucesivos: Hto 20%. Hemoglobina 6,6 g%. Reticulocitos 14,4%. Leucocitos 12.000 x mm3. Plaquetas 80.000 x mm3. Hto 26%. Hemoglobina 8,7g%. Reticulocitos 9,5%. Leucocitos 10.300 x mm3. Plaquetas 120.000 x mm3. VSG 122 mm 1ª hora. Hto 29%. Hemoglobina 10,2%. Reticulocitos 9,3%. Leucocitos 8.000 x mm3. Plaquetas 295.000 x mm3. VSG 90 mm 1ª hora. Rev Med Hosp Esp Mza DISCUSIÓN El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune inflamatoria crónica de etiología desconocida con afectación multiorgánica. Las alteraciones hematológicas están dentro de los criterios diagnósticos según el American College of Rheumatology. Pueden presentarse en el transcurso de la enfermedad o ser el síntoma primario. La anemia hemolítica autoinmune se presenta en aproximadamente el 9-22% de los pacientes lúpicos. Puede preceder muchos años a otros síntomas de LES. En la mayoría de los casos la hemólisis está mediada por anticuerpos IgG y, menos frecuentemente IgM o IgA, y en algunos casos por anticuerpos mixtos. Ocasionalmente se asocia a trombocitopenia autoinmune constituyendo el síndrome de Evans, que se produce por aparición simultánea de diferentes autoanticuerpos específicos para cada una de las líneas celulares implicadas. Por otro lado, hasta en una cuarta parte de los pacientes con lupus es posible detectar anticuerpos antifosfolípidos, principalmente anticuerpos anticardiolipinas (17-86%), anticoagulante lúpico (7-65%) y anti-B2 GP-1. Desde su descripción en 1983 por Graham R.V. Hughes, el síndrome antifosfolipídico (SAF) ha sido intensamente estudiado. Constituye un estado de hipercoagulabilidad adquirido de origen autoinmune, que se manifiesta con la aparición de trombosis arteriales o venosas, pérdidas fetales recurrentes, trombocitopenia moderada y la presencia en el suero de anticuerpos antifosfolipídicos. Éstos no son solamente marcadores serológicos del síndrome, sino al parecer, juegan un papel patogénico importante. El SAF puede estar asociado a otras enfermedades autoinmunes sistémicas, especialmente lupus eritematoso sistémico, o no presentar evidencias clínicas de otra enfermedad, denominándose entonces SAF primario. Las manifestaciones clínicas son similares, sin embargo, la anemia hemolítica autoinmune, la linfopenia, la neutropenia y la disminución de C4 son más frecuentes en los pacientes lúpicos. Se cree que las anomalías encontradas en los linfocitos T (disminución del cociente Julio 2009 - Noviembre 2009 CD4/CD8 son los causantes de la desregulación inmune sobre la que se sustenta la patogenia, los cuales conducirán a la aparición de linfocitos B autorreactivos con capacidad de autoanticuerpo. El tratamiento convencional de estas enfermedades autoinmunes son los corticoides, altas dosis de inmunoglobulinas y la esplenectomía en casos refractarios. Pese a ello, hay pacientes que no responden a lo citado y por ellos es que se han buscado otras alternativas. Se ha empezado a utilizar recientemente Ac monoclonal anti CD20 (Rituximab), marcador presente en los linfocitos B, que al producir una depleción de linfocitos B disminuye la producción de estos autoanticuerpos en algunas enfermedades de base inmunológica. Es bien tolerado, con pocos efectos secundarios, y aunque se asocia con una depleción marcada de células B y descenso de inmunoglobulinas séricas, no se ha asociado con incremento de procesos infecciosos como cabría de esperar. BIBLIOGRAFÍA 1. García Tello A, Villegas Martínez A, González Fernández A F. Manifestaciones hematológicas en el lupus eritematoso sistémico. An Med Interna (Madrid) 2002. 19: 539-43. 2. Ferro H, Roel J E, Lantos J, Grassi D, Korin J. Púrpura trombocitopénica trombótica y lupus eritematoso sistémico. Medicina (Buenos Aires) 1999; 59: 739-42. 3. Rahman A, Isenberg D A. Systemic Lupus Erythematosus. N Engl J Med 2008. 358; 9: 929-39. 4. Levine J S, Branch D W, Rauch J. The Antiphospholipid Syndrome. N Engl J Med 2002; 346-: 752. 5. Vázquez Elizondo G, Aguilar Domínguez C. Revisiones breves: Síndrome de Evans: Médica Sur 2005; 12 (4). 6. Ortiz Jiménez E, Loera Fragoso S, Rull Gabayet M. Inhibidores adquiridos de la coagulación en una paciente con lupus eritematoso sistémico y anticuerpos antifosfolipídicos: respuesta a rituximab. Reumatol Clin 2008; 4(2): 74-6. 89 Vol. XI - Nº 2 M. Rinaudo, A. Battistini, L. Luján, W. Vazquez Comentario Servicio de Terapia Intensiva Hospital Español de Mendoza Fecha de Recepción: 15 - 04 - 2009 Fecha de Aceptación: 25 - 04 - 2009 ISSN 1668-9496 MITOS Y REALIDADES EN TERAPIA INTENSIVA INTRODUCCIÓN 90 Todos los días, en el parte médico que se les da a los familiares de los pacientes internados, nos enfrentamos a preguntas con la que pretenden entender mejor el problema, o avizorar la situación de la ciencia frente a los mismos. Esto suele ser un eslabón más de esa empatía que en la relación médico paciente es tan necesaria. Pero existen preguntas que responden a una creencia generalizada, presente en todos los ámbitos y que se comparten con distintas culturas. Mitos y realidades, dos palabras que parecen contrapuestas, ya que una (la primera), nos da una sensación de “algo” con cierto carácter fabuloso y alegórico, por lo general de situaciones que parecen imposibles y que se trasmiten de generación en generación. En cambio realidades, se refiere a la existencia real y efectiva de “algo”, comprobada por sustento científico. La intención de este artículo es compartir con los lectores los interrogantes más comunes con que nos enfrentamos a diario, y las respuestas con las que contamos respaldados por la literatura vigente. 1-Al tener suero, ¿significa que el paciente se encuentra alimentado? La desnutrición se define como el desequilibrio entre la ingesta y las necesidades del individuo, o dicho de otra forma por el ingreso insuficiente de sustrato al organismo o la excesiva pérdida de ellos (recordemos que son pacientes con un aumento importante del metabolismo dadas por su enfermedad de base, conectados a respirador, etc.). Las alteraciones metabólicas y la función celular son consecuencias inmediatas, mientras que la pérdida de tejidos corporales aparece posteriormente. Muchas personas creen que al estar con sueros está alimentado y le debemos explicar que por esta vía sólo se administra agua más dextrosa en sus diferentes concentraciones: 5,10 o 25%, la cual nos es nutritiva, y/o sales como el ClNa, que obviamente no son formas de alimentación. Se les debe explicar que los tipos de terapia nutricional son tres: 1) nutrición enteral (oral o por sonda naso gástrica), 2) nutrición parenteral (central) y 3) nutrición mixta, cada una de éstas tienen sus indicaciones precisas, según las necesidades calóricas y proteicas de los pacientes. En resumen, la desnutrición tiene consecuencias sobre el curso de las enfermedades y su prevención o tratamiento debe ser implementada siempre lo antes posible. Bibliografía • Busby JP, Mullen JL, Mattews DC, et al. Prognostic nutritional index in gastrointestinal surgery. Am J Surg 1980, 139: 160-7. • Crivelli A, et al. prevalencia de desnutrición en Hospitales de Argentina. Metodología del estudio y el análisis preliminar de los resultados. RNC. Publicación científica sobre Nutrición Clínica, 2000; 9: 128-44. Rev Med Hosp Esp Mza 2-¿El paciente se complicó con una infección por falta de cuidados? Responder en qué momento y por qué período ocurre alguna infección resulta imprescindible para estudiarla y comprenderla. Lo que anteriormente se conocía como infección nosocomial (IN), hoy infección asociada a los cuidados de la salud (IACS), tradicionalmente se ha definido como aquella que se presenta después de las primeras 48-72 horas de estancia en el hospital y que no estaba presente o en período de incubación al momento del ingreso. Por persona entendemos a quién le ocurrió determinada complicación, cuáles son sus características y con quiénes las comparte. Así, las características de las personas deberán ser descritas con detalle. La edad, sexo, raza, enfermedades subyacentes, procedimientos diagnósticos o terapéuticos y, en general, cualquier condición que predisponga el desarrollo de una enfermedad deberá ser descrito. Los factores que efectivamente aumentan la posibilidad de adquirir la infección se conocen como factores de riesgo. Las infecciones resultan de la interacción del huésped (paciente, persona) y el agente infeccioso. La forma en que agente y huésped se relacionan se denomina transmisión. En conjunto, agente, mecanismos de transmisión y huésped, representan los eslabones de la cadena de la infección. La capacidad de los organismos para producir enfermedad se denomina patogenicidad y tiene dos componentes: la virulencia y la invasividad. La virulencia es la capacidad para ocasionar enfermedad (a mayor virulencia la enfermedad será mas grave), y la invasividad se refiere a la capacidad para invadir los tejidos. Un factor importante relacionado al agente, es la cantidad del inóculo o dosis del agente infectante, que se refiere al número de organismos requeridos para ocasionar enfermedad; hay organismos que requieren de un gran inóculo, mientras que para otros, basta con unos pocos para causarla. Con todo esto lo que se trata de transmitir a los familiares, es que los pacientes no se infectan por falta de cuidados, sino que existen múltiples factores en el proceso de una infección. Por otra parte y como elemento básico debemos explicarle que un paciente sujeto a cualquier procedimiento está en riesgo de sufrir complicaciones, entre ellas, la infec- Julio 2009 - Noviembre 2009 ción y que existe un cierto porcentaje, mundialmente aceptado, en el cual las infecciones ocurren. Por lo tanto si una infección aparece a pesar de haberse tomado todos los recaudos necesarios para evitarla, ello no implica falta de cuidado sino que es inherente a la práctica del procedimiento. La correcta explicación de estos fenómenos previa a la realización del procedimiento, hace que la relación con el paciente o sus familiares, se mantenga en buen cauce en casi todos los casos. Bibliografía: • Association for the Advancement of Medical Instrumentation. Handling and biological decontamination of reusable medical devices. In: Standards and Recommended Practices (vol 1): Sterilization. Arlington, VA 1992: 669-88. • Beaglehole R, Bonita R, Kjelstrom T. Basic epidemiology. World Health Organization (1ed) (WA 105); 1993. 3-¿Se debe usar ropa estéril para visitar a los pacientes en terapia intensiva? Los sistemas de aislamiento buscan específicamente evitar la transmisión con medidas razonables y efectivas. Los procedimientos de aislamiento han sufrido múltiples modificaciones en las últimas décadas, motivadas por un mejor conocimiento sobre las características de los agentes, por cambios en los riesgos propiamente, por la demostración de la efectividad de algunas medidas y por un esfuerzo continuo de facilitar la aplicación de las recomendaciones. La necesidad de considerar a todos los pacientes como potencialmente infectantes es muy clara, pero la utilidad de las Precauciones Universales es limitada a patógenos transmitidos por sangre. Con esto en mente, se decidió realizar una combinación del aislamiento para substancias corporales y precauciones universales. El resultado son las Precauciones Estándar, diseñadas para reducir el riesgo de transmisión de patógenos transmitidos por sangre y también por otros patógenos. Este tipo de recomendaciones deberán ser utilizadas en todos los pacientes hospitalizados. Por todo lo expuesto se le explica a los familiares que la visita sólo debe ingresar con ropa limpia y cambiada diariamente, salvo que estén indicados otros 91 Vol. XI - Nº 2 modos de aislamiento (de contacto, respiratorio, etc.) los cuales estarán indicados al ingreso de la cama del paciente y debidamente explicados a los visitantes. Ello en casi ningún caso implica el ingreso a la sala de terapia intensiva con ropa estéril. Bibliografía: • Centers for Disease Control (CDC). Recommendations for preventing transmission of human immunodeficiency virus and Hepatitis B virus to patients during exposure-prone invasive procedures. MMWR 1991; 40 (Nº RR-8): 179-88. • Centers for Diseases Control (CDC). Preventing the spread of vancomicyn resistance - Report from the Infection Control Practices Advisory Committee. Federal Register, 1994, Mayo 17. 4-En la tomografía, no se halló nada, entonces, ¿salió todo bien? 92 La tomografía axial computada es un método de diagnóstico médico que permite obtener imágenes del interior del cuerpo humano mediante el uso de los Rayos X, a manera de rebanadas milimétricas transversales, con el fin de estudiarlo (anatómicamente) con detalle desde la cabeza hasta los pies. En un estudio convencional de rayos X el haz de radiación se emite de una manera difusa, pero en la tomografía axial computada (TAC) el haz está dirigido y tiene un grosor determinado que puede variar desde los 0.5mm hasta 20mm, dependiendo del tamaño de la estructura a estudiar. Las exploraciones complementarias confirman o descartan una enfermedad en concreto, antes de iniciar un tratamiento. A veces no ofrecen ningún tipo de información útil, sobre todo cuando se solicitan sin ningún tipo de criterio o no existe un diagnóstico diferencial. La exactitud diagnóstica (sensibilidad y especificidad) no es casi nunca del 100% y en algunas patologías es muy bajo, por ello un resultado negativo o positivo, dependiendo de la patología, dependerá de la clínica del enfermo, del operador que informa la TAC entre otros elementos. Bibliografía: • Pérez Blázquez G J. Localización radiográfica de los cuerpos extraños intraoculares según la escuela cubana de oftalmología. Arch Soc Esp Oftalm. 1994; 67: 199-204. • Lakits A, Prokesch R, Scholda C, Bankier A. Orbital helicoidal Computed Tomography in the diag- nosis and management of eye trauma. Ophthalmology. 1999; 106(12): 2330-5. 5-El paciente tiene una infección, pero ¿se va a mejorar?, ¿ya le pusieron antibióticos? Los antibióticos han sido uno de los más grandes aportes para la curación de enfermedades. Luego del descubrimiento de la penicilina se inició una época de continuos descubrimientos de nuevos compuestos con actividad antimicrobiana. Desde el principio se llamó la atención sobre el riesgo de usar estos compuestos en forma indiscriminada, puesto que tempranamente se reconoció la aparición de organismos resistentes. Su utilización creció rápidamente y en la actualidad la proporción de pacientes que reciben antibióticos en algunos hospitales es cercana al 50%, lo que significa que casi uno de cada dos pacientes internados recibe uno o más antibióticos. Simultáneamente, la advertencia se ha cumplido y la resistencia bacteriana a los antibióticos es ahora motivo de preocupación mundial. Se prevé que en los próximos lustros, la utilidad de los antibióticos usados para tratar infecciones por bacterias grampositivas sea mínima, lo que nos colocaría en la misma situación que hace más de 50 años, cuando la gente moría por infecciones por estreptococos y estafilococos por no disponer de tratamientos útiles. Por otra parte, hemos constatado también en estas décadas cómo han mejorado las capacidades de diagnóstico y de tratamiento. Se realizan trasplantes y complicadas intervenciones quirúrgicas, usamos poderosos inmunosupresores e invadimos a los pacientes con endoscopios y líneas intravasculares, apoyamos su ventilación, se regula la frecuencia cardíaca y se disuelven oclusiones coronarias. Todos estos avances también implican nuevos riesgos y así, entre otras, tenemos ahora infecciones por agentes antes no reconocidos como capaces de causar enfermedad significativa. En la actualidad enfrentamos infecciones por agentes multirresistentes. Por todo esto es imprescindible que los familiares entiendan que tenemos que ser muy cuidadosos al momento de elegir un antibiótico, y además que no todas las infecciones son por bacterias, pueden ser por virus, hongos, parásitos, los cuales no tienen indicación de antibiótico. Ha sido evidenciado Rev Med Hosp Esp Mza que el uso inapropiado de antibióticos aumenta la morbimortalidad. Por otra parte en una infección debidamente diagnosticada, aislado el germen que la produce y testeado en el laboratorio el mejor antibiótico, en ocasiones la infección no siempre se resuelve porque además del germen y del antibiótico es indispensable que el paciente (huésped) tenga algún grado de defensa inmunitaria para combatir la infección. Dicho de otra manera a pesar de un correcto tratamiento, una infección puede persistir y de hecho el 50% de las muertes en terapia intensiva son debidas a sepsis. Julio 2009 - Noviembre 2009 contagiosas del donante. Y según compatibilidad de grupo sanguíneo y emergencias por órganos, se presentan las listas de espera de los receptores por el INCUCAI. Y se comienza el proceso de distribución de los mismos en los diferentes hospitales. Se dan órganos a quienes lo necesitan y son compatibles con el tejido del donante, según rige la ley. Bibliografía: • Ley 26.066: LEY DE TRASPLANTE DE ÓRGANOS Y TEJIDOS. Modificación de la Ley 24.193. Sancionada: noviembre 30 de 2005. Promulgada por el Poder Ejecutivo Nacional. Publicada en el Boletín Oficial Nº 30.807: diciembre 22 de 2005. Bibliografía: • Neu H C. Antimicrobial chemotherapy, 1934-1994. Antimicrobics and Infectious Diseases Newsletter. 1994; 13: 1-8. • Paganini J M y Novaes HM. La Garantía de Calidad: El Control de Infecciones Hospitalarias. OPS/OMS, Ed. PALTEX, Serie SILOS N.12, 1991. • Washington D C, Pfaller M. Microbiology: the role of the clinical laboratory in hospital epidemiology and infection control in: Wenzel RP (ed): Prevention and Control of Nosocomial Infections 2ºed. Baltimore, MD. Williams & Wilkins. 1993: 385-405. 6- Si acepto la donación ¿qué van a hacer con los órganos? Se define como donante de órganos y tejidos a aquella persona que ha decidido donar sus órganos en vida (donante vivo) o después de su muerte (donante cadavérico), para ser implantados a un receptor que padece una insuficiencia terminal de algún órgano o tejido. Puede ocurrir también que no lo haya manifestado y al fallecer es un donante presunto, siendo su familia quien tiene la potestad de tomar la decisión final de entregar dichos órganos en donación. Una vez diagnosticada la muerte cerebral y aceptado el proceso de donación (por el individuo en vida o no existiendo manifestación expresa del difunto, deberá requerirse de las siguientes personas, hijos mayores de 18 años, padres, hermanos mayores de 18… siempre que estuviesen en pleno uso de sus facultades mentales, testimonio sobre la última voluntad del causante, respecto a la ablación de sus órganos y/o a la finalidad de la misma), se procede a descartar enfermedades infecto- 7-¿Puede pasar que los órganos se extraigan cuando la persona aún no ha muerto? Para poder responder a esta pregunta debemos conocer bien lo que está manifiesto en la Ley, por lo que recordamos algunos artículos vigentes al momento actual. De los Actos de Disposición de Órganos o Materiales Anatómicos Provenientes de Personas ARTÍCULO 14º - La extracción de órganos o materiales anatómicos en vida con fines de trasplante entre personas relacionadas conforme a las previsiones de los artículos 15 y concordantes de la presente ley, estará permitida sólo cuando se estime que razonablemente no causará un grave perjuicio a la salud del dador y existan perspectivas de éxito para conservar la vida o mejorar la salud del receptor. Esta extracción siempre deberá practicarse previo cumplimiento de lo dispuesto en el artículo anterior. De los Actos de Disposición de Órganos o Materiales Anatómicos Cadavéricos ARTÍCULO 19º - Toda persona podrá en forma expresa: 1. Manifestar su voluntad negativa o afirmativa a la ablación de los órganos o tejidos de su propio cuerpo. 2. Restringir de un modo específico su voluntad afirmativa de ablación a determinados órganos y tejidos. 3. Condicionar la finalidad de la voluntad afirmativa de ablación a alguno o algunos de los fines previstos en esta ley implante en seres humanos vivos o con fines de estudio o investigación-. 93 Vol. XI - Nº 2 94 (Artículo sustituido por art. 4° de la Ley 26.066 B.O. 22/12/2005. Vigencia: a los TREINTA (30) días de su publicación en el Boletín Oficial). ARTÍCULO 19º BIS - La ablación podrá efectuarse respecto de toda persona capaz mayor de DIECIOCHO (18) años que no haya dejado constancia expresa de su oposición a que después de su muerte se realice la extracción de sus órganos o tejidos, la que será respetada cualquiera sea la forma en la que se hubiere manifestado. ARTÍCULO 21º - En caso de muerte natural y no existiendo manifestación expresa del difunto, deberá requerirse de las siguientes personas, en el orden en que se las enumera siempre que estuviesen en pleno uso de sus facultades mentales, testimonio sobre la última voluntad del causante, respecto a la ablación de sus órganos y/o a la finalidad de la misma. a) El cónyuge no divorciado que convivía con el fallecido, o la persona que sin ser su cónyuge convivía con el fallecido en relación de tipo conyugal no menos antigua de TRES (3) años, en forma continua e ininterrumpida; b) Cualquiera de los hijos mayores de DIECIOCHO (18) años; c) Cualquiera de los padres; d) Cualquiera de los hermanos mayores de DIECIOCHO (18) años; e) Cualquiera de los nietos mayores de DIECIOCHO (18) años; f) Cualquiera de los abuelos; g) Cualquier pariente consanguíneo hasta el cuarto grado inclusive; h) Cualquier pariente por afinidad hasta el segundo grado inclusive; i) El representante legal, tutor o curador; Por todo lo expuesto toda ablación de órganos está supeditada a la ley y controlada por un organismo según la ley, por lo que les explicamos a los familiares en estos casos que no se preocupen, que “no se los mata” sino que están en un estado de muerte y que se les mantiene sus órganos viables para poder ser útiles en otros seres humanos, Bibliografía: • Ley 26.066: LEY DE TRASPLANTE DE ÓRGANOS Y TEJIDOS. Modificación de la Ley 24.193. Sancionada: noviembre 30 de 2005. Promulgada por el Poder Ejecutivo Nacional. Publicada en el Boletín Oficial Nº 30.807: diciembre 22 de 2005. 8-¿El paciente necesita una transfusión para mejorarse? Muchas veces se cree (según el dicho popular), que una transfusión de sangre es una especie de vitalizador, de energizante; pero lo que comúnmente no se conoce es que las transfusiones están ligadas a una serie de complicaciones como son la transmisión de enfermedades infectocontagiosas como las hepatitis B y C, el HIV, Chagas; además de reacciones anafilácticas por incompatibilidad de grupos ya sea mayores o menores; también se relacionan a mayor incidencia de infecciones y por último injuria pulmonar (TRALI). En cuanto a este último punto, podemos agregar que el TRALI (Transfusion-Related Acute Lung Injury) o injuria pulmonar aguda relacionada con la transfusión, es en los últimos años la principal causa de muerte relacionada con las transfusiones de sangre o productos derivados de la sangre en el mundo. A pesar de esto sigue siendo una entidad poco diagnosticada y por lo tanto poco reportada. La real incidencia de esta entidad permanece desconocida, aunque varía según el lugar, por ejemplo en Norteamérica es de 1/5.000 a 1/1.323 transfusiones; por otro lado en Europa es de 1/1.000.000 a 1/7.900 transfusiones. También varía según el producto sanguíneo utilizado. La incidencia de TRALI durante la anestesia se estima en 1/2.500 pacientes. Se desarrolla dentro de las 6 horas posteriores a la transfusión, aunque la mayor parte ocurre a la hora o las 2 horas. El cuadro se inicia con taquipnea, cianosis, disnea y fiebre. La hipotensión es frecuente. Al examen físico se puede detectar la presencia de rales difusos bilaterales y disminución de los sonidos respiratorios. Los gases sanguíneos confirman la hipoxemia y la PaFIO2 < 300mmhg. Radiografía de tórax, infiltrado alveolar difuso bilateral. Por todo esto se les debe explicar a los familiares que sólo se transfundirá cuando tenga indicaciones precisas (Hb: <7 mg/dl; en los pacientes críticos en general, o Hto <30% en pacientes críticos con sepsis y síndrome coronario agudo). Bibliogafía • Silliman C C, Ambruso D R, Boshkov L K. TRALI, Review. BLOOD 2005; 105: 2266-73. Rev Med Hosp Esp Mza • Julio 2009 - Noviembre 2009 Pearl T, Popovsky M A, Abraham E, et al. The national heart, lung and blood institute working group on TRALI. TRALI, definition and review. Ovid Toy Crit Care Med, Volume 33 (4)_ April 2005_ 721-26.htmtoc. 9-Doctor ¿por qué no lo deja en terapia intensiva que es más seguro y se va a mejorar antes? Los propios pacientes hospitalizados, con infección o colonización, son la fuente más importante de bacterias resistentes en el hospital. En pocas horas o días después de haber ingresado al hospital los pacientes sufren cambios en la flora normal de la oro-faringe, tracto digestivo y piel, sustituyéndose los microorganismos habituales por Pseudomonas aeruginosa y enterobacterias multirresistentes. Es importante destacar que por cada paciente con infección evidente hay muchos más pacientes colonizados y que estas modificaciones en la flora normal son consecuencia de todas las intervenciones a que se someten los pacientes. En segundo orden de importancia el personal del hospital es también una fuente importante de microorganismos multirresistentes, aunque su participación más crítica es como acarreadores momentáneos, entre paciente y paciente. Se han descrito portadores de bacterias tanto grampositivas como gramnegativas que han sido causa de brotes epidémicos. Al estar en un servicio con mayor exposición a gérmenes multirresistentes, una vez que el paciente se encuentre sin necesidad de soporte vital ni monitoreo hemodinámico, será necesario ser trasladado a una sala en donde la exposición es a gérmenes menos resistentes. En conclusión debemos siempre valorar el beneficio de un monitoreo más cercano (que es lo que siempre se nos pide a los intensivistas), vs. el riesgo de contraer una infección asociado a los cuidados de la salud por excesiva demora en el pase a un área menos compleja. Bibliografía: • Ponce de León S, Rangel Frausto S. Organizing in Infection Control with limited resources. En: Wenzel RP (ed). Prevention and Control of Nosocomial Infections. Williams and Wilkins Baltimore 1993: 82. • Tablan O C, Anderson L J, Arden N H et al. Gui- deline for prevention of nosocomial pneumonia. Infect Control Hosp Epidemiol 1994; 15: 587-627. 4, 1983; 5: 371-5. 10-Doctor: ¿por qué no le pone antibióticos si tiene fiebre? Existen varias causas que pueden producir fiebre en un paciente internado en una unidad crítica. Sólo el 30 al 40% de las causas de fiebre se deben a infección, y dentro de éstas los antibióticos estarían indicadas para las bacterianas. Por otra parte muchos medicamentos incluyendo antibióticos, pueden producir fiebre, por lo que se debe estar muy seguro antes de prescribirlo. También existe la fiebre del posoperatorio inmediato, para lo cual debemos esperar 48 a 72 hs. antes de indicar o no antibióticos, a menos que tenga una causa precisa. En este punto a veces es difícil explicar por qué no poner antibióticos y lo cual no resulta fácil y en ocasiones no deja satisfechos a familiares y pacientes. Es obligación y arte del medico evitar que esto ocurra y jamás ceder ante las presiones. Bibliografía • Petersdorf R G. Fever of unknown origin: an old friend revisited. Arch Intern Med 1992; 152: 21-2. • Knockaert D C, Vanneste L J, Bobbaers H J. Recurrent or episodic fever of unknown origin: review of 45 cases and survey of the literature. Medicine (Baltimore) 1993; 72: 184-96. 95 Vol. XI - Nº 2 F. D. Fernigrini Elizalde, M. Guiñazú Widmer. Original Servicio de Cirugía Bucomáxilofacial. Hospital Español de Mendoza. Cátedra de Cirugía Bucomáxilofacial. Facultad de Odontología, U. N. de Cuyo. Fecha de Recepción: 17 - 04 - 2009 Fecha de Aceptación: 29 - 04 - 2009 ISSN 1668-9496 TUMOR ODONTOGÉNICO QUERATOQUÍSTICO RESUMEN 96 En el presente trabajo se evaluó la sobreexpresion de c-erbB-2 en 35 casos de tumor odontogénico queratósico, no asociado al sindrome carcinoma basocelular nevoide. Del total de la muestra, trece (13) casos presentaron sobreexpresion de c-erbB-2 correspondiendo al 37,14% de los cuales 12 (34,29%) mostraron tinción leve y 1 (2,86) mostró tinción moderada para c-erbB-2. Veintidos casos no presentaron tinción, correspondiendo al 62;86%. El test de Cohen kappa presentó un valor de 1, lo que equivale a un acuerdo interobservador casi perfecto. El resultado de este estudio respalda el desarrollo de nuevos trabajos siguiendo esta línea de investigación. Palabras claves: Tumor odontogénico queratósico- Queratoquiste odontogénicoc-erB-2. SUMMARY In our study we evaluated the overexpression of c-erbB-2 in 35 cases with keratocystic odontogenic tumor, not associated with nevoid basal cell carcinoma syndrome. Of the total samples, thirteen (13) cases showed overexpression of cerbB-2 (37.14%), of which 12 cases (34.29%) showed a slight staining and 1 (2.86%) showed moderate staining for c-erbB-2. Twenty two ca- ses did not show any staining, representing the 62.86%. The Cohen’s Kappa test gave a value of 1, which means an almost perfect inter-rater agreement. The result of this study supports the development of new studies following these research guidelines. Key words: Keratocystic odontogenic tumor; Odontogenic keratocyst, c-erbB-2. INTRODUCCIÓN El Queratoquiste Odontogénico era considerado un quiste del desarrollo, originado en restos epiteliales de la lámina dental, o en proliferaciones del estrato basal del epitelio que recubre el estomodeo(1). Esta patología se caracteriza por su alto grado de recurrencia(2), potencial comportamiento agresivo y la asociación al Síndrome Carcinoma Basocelular Nevoide (SCBN) o síndrome de Gorlin-Goltz(3). En el año 2005 la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su nueva clasificación de tumores, lo considera una neoplasia benigna con el nombre de “Tumor Odontogénico Queratoquístico” (TOQ). El c-erbB-2 es un receptor de membrana que pertenece a la familia del receptor de factor de crecimiento epitelial que juega un rol importante en la regulación de procesos como crecimiento, supervivencia y diferenciación celular(4). La transformación oncogénica de c-erbB-2 se relaciona invariablemente con la sobre expresión de la Rev Med Hosp Esp Mza proteína. Debido a su actividad kinasa constitutiva, la sobre expresión de c-erbB2 resulta en un aumento de las actividades de fosforilación produciendo incremento del grado de proliferación, resistencia al factor de necrosis tumoral alfa (TNF-_), disminución de la expresión de moléculas de adhesión (E-caderinas e integrinas), e incremento en la secreción de factor de crecimiento de endotelio vascular (VEGF). Está documentado que entre el 20% y 30% de los pacientes con cáncer de mama, las células tumorales presentan amplificación y/o sobre expresión de c-erbB-2. Este estado se asocia con mayor agresividad de la patología y menor sobrevida cuando se lo compara con casos que no sobre expresan c-erbB-2(5). También se ha observado que la sobre expresión de c-erbB-2 es un factor pronóstico en el carcinoma oral de células escamosas(6). MATERIAL Y MÉTODOS El presente es un estudio descriptivo, con muestreo por conveniencia. El tamaño de muestra se determinó según la fórmula para variables cualitativas nominales, (1,645/d)2.p.(1-p). Donde d=0,08, y p=0,1. De un listado de casos correspondientes a “queratoquistes odontogénicos” se identificaron aquellos con diagnóstico de tumor odontogénico queratoquístico no asociado al SCBN, se buscaron los cortes histológicos teñidos con hematoxilina eosina y fueron observados al microscopio óptico. De esta manera se escogieron los que presentaban la histopatología característica del tumor odontogénico queratoquístico, a saber, epitelio plano estratificado paraqueratinizado, células basales cuboides con núcleos dispuestos en empalizada y ausencia de crestas epiteliales. No se tuvo en cuenta si se trataba de recidiva o no. Los criterios de inclusión que se tuvieron en cuenta fueron: 1. Casos con diagnóstico de tumor odontogénico queratoquístico no asociado al síndrome carcinoma basocelular nevoide. 2. Presentar la histología característica del tumor odontogénico queratoquístico. Criterios de exclusión: 1. Casos con diagnóstico de tumor odontogénico queratoquístico asociado al síndrome carcinoma basocelular nevoide. 2. Presencia de infiltrado inflamatorio que produzca cambios en el epitelio. Julio 2009 - Noviembre 2009 3. Presencia de hemorragia que dificulte o impida la observación del epitelio. 4. Casos de un paciente ya seleccionado. Así se obtuvieron 35 biopsias que cumplían con los criterios antes mencionados, se reprocesaron y tiñeron con técnica inmunohistoquímica para detección de oncoproteína c-erbB-2. En la misma lámina histológica se pusieron dos cortes, correspondientes al mismo caso. En la parte superior de la lámina se colocó el corte tratado con el anticuerpo primario y en la parte inferior el corte de control negativo, en el cual se sustituyó el anticuerpo primario por buffer fosfato (PBS). Como control positivo se utilizó carcinoma de mama que se sabía positivo para cerbB-2. Éste se procesó junto con todos los preparados de tumor odontogénico queratoquístico no asociado al SCBN. Los preparados se evaluaron en microscopio óptico por dos observadores independientes y clasificados según el grado de tinción de la membrana celular de las células epiteliales del TOQ. Cuando no se observó tinción de la membrana o la tinción correspondía a menos del 10% de las células se consideró como negativo. La tinción pobre, casi imperceptible, de la membrana celular en más del 10% de las células se consideró leve. La tinción débil a modesta en más del 10% de las células se consideró como moderada y la tinción fuerte, definida de la membrana celular de más del 10% de las células se consideró como intensa. El nivel de acuerdo interobservador fue analizado mediante el test de Cohen kappa. Los datos se muestran con estadística descriptiva porcentual conforme al total de la muestra. RESULTADOS Del total de la muestra, 35 casos, trece (13) presentaron sobre expresión de c-erbB-2 correspondiendo al 37,14% (fig. 1), de los cuales 12 (34,29%) mostraron tinción leve y 1 (2,85%) mostró tinción moderada para c-erbB-2. Veintidós casos no presentaron tinción para c-erbB-2, correspondiendo al 62,86%. De acuerdo a la fórmula para determinar el tamaño de muestra, los resultados obtenidos poseen un nivel de confianza de 95%, con un margen de error de 8%. El test de Cohen kappa presentó un valor 97 Vol. XI - Nº 2 de 1, lo que equivale a un acuerdo interobservador casi perfecto. Los casos que presentaron sobre expresión c-erbB-2 mostraron una tinción uniforme de la membrana celular en todas las capas del epitelio, sin variaciones evidentes en el grado de tinción entre una zona y otra del mismo preparado (fig. 2 y 3). Figura 1 DISCUSIÓN La sobre expresión de c-erbB-2 mostrada en este estudio, se suma a la lista de otros marcadores tumorales avalando que el TOQ sea considerado una neoplasia benigna. En los últimos años se han identificado o Sobre expresión porcentual de c-erbB-2 Intenso 0% Moderado 3% Leve 34% 98 Negativo 63% Figura 2 Tinción positiva leve, de la membrana celular (flecha), para c-erbB-2 (400 x). Figura 3 Tinción positiva leve, de la membrana celular (flecha), para c-erbB-2. Mismo caso a mayor aumento (600 x). Rev Med Hosp Esp Mza conocido distintas alteraciones celulares en los tumores odontogénicos queratoquísticos. Li y cols. (1995) observaron que los TOQ asociados al SCBN presentaban mayor número de células Ki67 positivas, comparado con TOQ simples y recurrentes, presumiendo que el incremento de proliferación reflejaba defectos genéticos en el SCBN(7). Sin embargo, cuando evaluaron la expresión de p53 no encontraron diferencias entre los distintos subtipos de TOQ, para la tinción de p53. Al analizar el ADN, no encontraron mutaciones en el gen p53 por lo que la tinción positiva reflejaría sobre producción o estabilización de la proteína p53 normal(8). Por otra parte Lo Muzio y cols. (1999), al comparar la expresión de antígeno nuclear de proliferación celular (ANPC), p53, bcl-1 y bcl-2 entre TOQ asociados al SCBN y TOQ esporádicos, hallaron que sólo las lesiones asociadas al síndrome expresaban bcl-1 y p53, mientras que no hubo diferencia en la expresión de ANPC y bcl-2, entre ambos grupos(9). Barreto y cols. (2000) describieron mutaciones del gen PTCH en TOQ asociados al SCBN así como en no asociados al mismo, indicando una patogénesis similar(10). Los datos obtenidos en este estudio, en conjunto con los aportados por la literatura, sustentan la idea de que los mecanismos, o alteraciones celulares involucradas en el desarrollo de TOQ son variados. Esto estaría de acuerdo con los diversos comportamientos clínicos observados, siendo algunos casos más agresivos que otros. Los avances en la identificación de estas alteraciones celulares y la utilización de nuevas técnicas son de gran importancia para abordar el tratamiento del tumor odontogénico queratoquístico de una manera más racional, permitiendo el desarrollo de protocolos e intentar un pronóstico en cada caso. La identificación de marcadores tumorales, junto con el desarrollo de nuevas drogas antineoplásicas dirigidas a éstos, abre la posibilidad de nuevos tratamientos sustentados por una base científica. Julio 2009 - Noviembre 2009 CONCLUSIÓN El resultado de este estudio, junto con los aportados por la bibliografía, fundamentan el estudio de c-erbB-2 en TOQ asociado a SCBN. BIBLIOGRAFÍA 1. Stoelinga P J W: Etiology and pathogenesis of keratocyst. Oral Maxillofacial Surg Clin N Am 2003, 15, 317-24. 2. Shear M: Odontogenic keratocyst: clinical features. Oral Maxillofac Surg Clin N Am 2003, 15, 335-45. 3. Neville B W: Oral and maxillofacial pathology. Saunders 594-97, Philadelphia, 2002. 4. Zwick E, Hackel P O, Prenzel N, et al: The EGF receptor as central transducer of heterologous signaling systems. Trends in Pharmacological Sciences, 1999, 20, 408-12. 5. Selvarajan S, Bay B H, Chng M J, et al: The Hercep Test and routine C-erbB-2 immunohistochemistry in breast cancer: any difference? Ann Acad Med Singapore, 2004, 33, 473-76. 6. Chen C H, Lin Y S, Lin C C, et al: Elevated serum levels of a c-erbB-2 oncogene product in oral squamous cell carcinoma patients. J Oral Pathol Med, 2004, 33, 589-94. 7. Li T J, Browne R M, Matthews J B: Epithelial cell proliferation in odontogenic keratocyst: immunocytochemical study of Ki-67 in simple, recurrent and basal cell nevus syndrome (BCNS)-associated lesions. J Oral Pathol Med 1995, 24, 221-6. 8. Li T J, Browne R M, Prime S S, et al: p53 Expression in odontogenic keratocysts epithelium. J Oral Pathol Med, 1996, 25, 249-55. 9. Lo Muzio L, Staibano S, Pannone G, et al: Expression of cell cycle and apoptosis-related proteins in sporadic odontogenic keratocysts and odontogenic keratocysts associated with the nevoid basal cell carcinoma syndrome. J Dent Res 1999, 78, 1345-53. 10. Barreto D C, Gómez R S, Bale A E, et al: PTCH gene mutations in odontogenic keratocysts. J Dent Res 2000, 79, 1418-22. 99 Vol. XI - Nº 2 O. Vicente Nota Histórica Servicio de Análisis Clínicos Hospital Español de Mendoza Fecha de Recepción: 23 - 04 - 2009 Fecha de Aceptación: 06 - 05 - 2009 ISSN 1668-9496 HITOS QUE DIERON ORIGEN A LA BIOQUÍMICA 100 Nuestra capacidad de explicación de los fenómenos que rodearon el origen de la células más primitivas y su evolución está enormemente dificultada por la lejanía temporal de los procesos de interés. Esta falta de datos acerca del ambiente de la Tierra arcaica hace que muchos de los acontecimientos narrados del comienzo de la vida se basen en datos y cálculos científicos que son sólo aproximados. Para que haya evolución biológica ha de haber organismos. Así que desde el momento que hubo células capaces de reproducirse, se pudo iniciar la evolución biológica y ello dio origen de la Bioquímica propiamente dicha. La historia de la Bioquímica, como casi todas las historias, implica muchas historias difíciles de entrelazar. En el desarrollo de la Bioquímica ha influido de forma importante el modelo tetraédrico para el átomo de carbono elaborado por Van´t Hoff y Le Bel (1847-1930), la composición de los ácidos nucleicos descubierta por Levene (1869-1940), y el desarrollo de la cristalografía de rayos X por W. H. Bragg y W. L. Bragg (padre e hijo) en 1912. A comienzos del siglo XX, R. Willstätter (1872-1942) establece cuidadosamente la estructura de la clorofila, y fue el inicio del descubrimiento de otras estructuras como la de los esteroides, terpenos, el grupo hemo, los carotenoides, o algunas vitaminas, hormonas y alcaloides. En 1903 Neuberg propone el término Bio- química para redefinir los conocimientos previamente esbozados por Félix Von Hoppe-Seyles (1877) y afirma que la Química Fisiológica a partir de sus necesarios y naturales conocimientos, se ha transformado en una auténtica ciencia. Este desarrollo de la Bioquímica coincide con un momento de plenitud de la Química Orgánica, que ya es capaz de sintetizar artificialmente casi cualquier compuesto natural. Lentamente se fue propagando esta tendencia hacia la constitución de una disciplina independiente con una enseñanza autónoma. Inicialmente se denominó Química Fisiológica debido al marcado enfoque clínico y el estudio en humanos como modelo. Posteriormente se denominó Química Biológica para ampliar su enfoque, puesto que la Biología también empezaba a profundizar en otros organismos que no son humanos. Fruto de esta reorientación, comienza a publicarse en 1906 el “Journal of Biological Chemistry” como la primera revista específica de la Bioquímica. La denominación como Bioquímica es muy posterior en consonancia con su carácter híbrido, pero anteponiendo lo biológico a lo químico. Vicente Villar Palasí denominó la Bioquímica, como “El fruto de una orientación moderna netamente funcional y dinámica”. La naturaleza y el modo de acción de las enzimas no se aclararon hasta entrado el siglo XX. Que la enzimas son proteínas quedó definitivamente establecido tras la cristalización de la ureasa por J. B. Sumner Rev Med Hosp Esp Mza (1926) y de la purificación de diversas enzimas digestivas como la pepsina por Northrop y Kunitz (1929), la quimotripsina (1933) e inhibidor de la tripsina (1935). En 1917, Harkins encuentra que la materia viva está compuesta predominantemente por los elementos de bajo peso molecular (C, H, O, N) y en particular, de los que tienen un número de orden par. En 1923 se incorpora a la Bioquímica los conceptos de energía y entropía con el medio. En 1940 Kalckar esclarece la formación del ATP en la fosforilación oxidativa. En 1941 Lipmann postula el papel del ATP en los ciclos de transferencia energética, sentándose las bases de la correcta interpretación de la energía celular. Otros descubrimientos importantes son el ciclo de la úrea por Krebs y Hanseleit (1933), los estudios sobre glucólisis y fermentación de Embden y Meyehof y el enunciado del ciclo del ácido cítrico por Krebs (1937). En 1951 Lipmann descubrió una sustancia que desempeña un papel crítico en la producción de energía en la célula: la coenzima A. En 1951 Fred Sanger secuencia por primera vez una proteína, la insulina. A mediados 1970 los siguientes temas aumentaron sensiblemente su relevancia: proteínas, aspectos bioquímicos de la genética, mecanismos de acción enzimática, organización y regulación de enzimas, ácidos nucleicos y nucleótidos. Nuevas temáticas aparecen en esta época: membranas y paredes celulares, diferenciación celular, motilidad, fijación de nitrógenos, secreción, etc. En estos años empiezan a decaer los estudios y caracterizaciones de enzimas o rutas metabólicas, ya que otra disciplina derivada de la Bioquímica está empezando a demostrar que su forma de abordar los problemas es más funcional y rápida: la Biología Molecular. La Bioquímica es hoy una profesión consolidada que tuvo, como hemos visto, un comienzo azaroso. La Bioquímica en Argentina, es una actividad que surgió en el concierto de las profesiones liberales con un sello inédito y exclusivo que la ubica como paradigma que luego imitaron otros países. Fue el día 28 de noviembre del año 1919 que, en una memorable sesión del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires y luego de una extensa exposición que realiza el Farmacéutico Dr. Juan Antonio Sánchez, Julio 2009 - Noviembre 2009 se aprueba el programa de la carrera de doctorado en Bioquímica y nace para la Universidad de Buenos Aires una nueva profesión, que luego se extendió por otras Universidades argentinas y del exterior, específicamente a países de América Latina. El profesional que hoy conocemos como Bioquímico, originalmente Farmacéutico, nació aquí en la Argentina y luego se integró rápidamente como profesional de la salud para coadyuvar en el diagnóstico y pronóstico de las enfermedades. El profesional Bioquímico desarrolla su trabajo en áreas tales como la investigación, área que podría definirse como la que le dio origen a la Bioquímica y que sigue creciendo en desarrollos que van desde la genética a la Biología Molecular. Mencionaremos también el área de diagnóstico, con aportes importantes desde el laboratorio clínico a la medicina y la bioquímica industrial aplicados a innovar nuevas tecnologías. Hoy los Bioquímicos reconocemos como padre de nuestra profesión en Argentina, al Dr. Juan Antonio Sánchez y desde 1961, se instituye el día del Bioquímico como el 15 de junio, en conmemoración al natalicio de este Profesional, que logró con vocación, honestidad, trabajo y por sobre todo una gran convicción, demostrar que se pueden llevar adelante proyectos innovadores en pos de logros comunes. BIBLIOGRAFÍA - - Historia de la Bioquímica Compañía Literaria S. L., pág. 319, Madrid, 1997. La estructura ejemplar de la Bioquímica. Revista de Filosofía. 2007; 32: 7-31. Origen Bioquímico de la Vida. Guión conferencia. Ignacio Núñez de Castro S J. Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Universidad de Málaga. Profesor de Filosofía de la Naturaleza. Revista Bioanálisis. 2005, Nº 3. 101 Vol. XI - Nº 2 Noticias CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES CIENTÍFICAS DEL SERVICIO DE GASTROENTEROLOGÍA 102 FECHA HORA TEMA LUGAR DISERTANTE OBSERVACIONES 04/07/09 10:00 CASO CLÍNICO: HEMANGIO AUDITORIUM DR. MARCELO ENDOTELIOMA FERRE 08/08/09 10:00 29/08/09 10:00 CÁNCER DE PÁNCREAS. DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO MÉDICO, QUIRÚRGICO Y ENDOSCÓPICO. 05/09/09 10:00 HEMORRAGIA DIGESTIVA AUDITORIUM DRES. CARLOS ALTA GRAVE. MANEJO MILUTÍN, JOSÉ MULTIDICIPLINARIO ADI Y CLÍNICO, QUIRÚRGICO Y GUILLERMO ENDOSCÓPICO. CAMUS 26/09/09 10:00 03/10/09 10:00 ESTENOSIS COMPLEJAS DEL AUDITORIUM TRACTO DIGESTIVO DR. JORGE ISAGUIRRE 24/10/09 10:00 CASO CLÍNICO SERV. GASTRO DR. MIGUEL SOLANES 14/11/09 10:00 PREVENCIÓN DEL CÁNCER COLORECTAL SERV. GASTRO DR. DINO SÁNCHEZ 05/12/09 10:00 NUEVAS TENDENCIAS EN AUDITORIUM EL TRATAMIENTO DE HCV ESÓFAGO DE BARRET. AUDITORIUM DR. PABLO DIAGNÓSTICO, OMELANCZUK TRATAMIENTO MÉDICO Y QUIRÚRGICO CASO CLÍNICO: AUDITORIUM SERV. GASTRO DRES. DINO SÁNCHEZ Y JORGE ISAGUIRRE DR. MIGUEL DÍAZ DR. ARTURO JORGE SE INVITA A CIRUGÍA. SE INVITA A TERAPIA INTENSIVA, CLÍNICA MÉDICA Y CIRUGÍA