Download Cirugía auxiliar, cirugía correctiva
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Rev Esp Ortod 2002;32:265-72 Revista de revistas Cirugía auxiliar, cirugía correctiva ANDREU PUIGDOLLERS La práctica profesional actual se caracteriza por la interrelación constante con otros profesionales. Los pacientes de ortodoncia precisan, en muchas ocasiones, de procedimientos quirúrgicos que, auxiliares o terapéuticos, complementan nuestro trabajo. Algunas de estas posibilidades de trabajo conjunto se presentan en esta revisión. Los autotrsplantes de dientes, los implantes en adolescentes o la movilización de un incisivo central maxilar anquilosado tienen en común, no sólo la necesidad de una cirugía delicada, sino la interacción entre nuestro tratamiento y el crecimiento y desarrollo de nuestro paciente. Los resultados de estos artículos nos van a recordar posibilidades de tratamiento que no contemplamos habitualmente, como con los autotrasplantes. También nos harán reflexionar sobre cuándo y cómo indicar mejor implantes en pacientes jóvenes o en movilizar dientes anquilosados. No se debe olvidar que el hueso alveolar tiene una capacidad de crecimiento toda la vida y puede comprometer el resultado final del caso si precipitamos, por ejemplo, la colocación de un implante en un paciente aún joven. Los 2 artículos más quirúrgicos nos recuerdan una buena herramienta de tratamiento, como es la distracción transversal de la mandíbula y el diagnóstico y tratamiento de la hiperplasia condilar. La distracción transversal de la sínfisis mandibular es la única manera de conseguir un aumento de la anchura mandibular de forma estable y predecible sin realizar compensaciones con los dientes. El artículo sobre la hiperplasia condilar nos recuerda la posible causa de un crecimiento anormal de la mandíbula y nos orienta sobre su diagnóstico y tratamiento. Resultado de los autotrasplantes dentarios: supervivencia y nivel de éxito de 17 a 41 años postratamiento Outcome of tooth transplantation: survival and success rates 17-41 years posttreatment Czochrowska EM, Stenvik A, Bjercke B, Zachrisson BU Am J Orthod Dentofacial Orthop 2002;121:110-9 Objetivo El propósito del estudio era el de evaluar la supervivencia y éxito a largo plazo de dientes trasplantados y compararlos con dientes naturales adyacentes. Adicionalmente se evaluó la valoración que hacían los pacientes del proceso del tratamiento y de su resultado. Material y métodos Hasta 1980 se habían realizado autotrasplantes dentales en 63 pacientes. De estos pacientes, 28, con 33 dientes trasplantados, pudieron ser examinados de nuevo. Correspondencia: Andreu Puigdollers C/Urgel, 280, 1º 2ª 08036 Barcelona 69 La edad media en el momento de la cirugía fue de 11,5 años (rango de 8 a 15 años) y el período postoperatorio medio fue de 26,4 años (rango de 17 a 41 años). La cirugía se llevó a cabo por un solo cirujano siguiendo un protocolo estricto. La disección era muy cuidadosa y el germen del diente (preferiblemente con el folículo dental intacto y el desarrollo radicular incompleto) se transfería inmediatamente a su nueva ubicación con el lecho ya preparado. La mayor parte de dientes donantes eran premolares, incisivos laterales maxilares o caninos. Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 265 Puigdollers A: Cirugía auxiliar, cirugía correctiva 266 El estudio demuestra que el trasplante de dientes en desarrollo realizado en niños tiene un resultado exitoso décadas más tarde cuando los pacientes son adultos de mediana edad. La tasa de éxito (presencia o ausencia de patología, anquilosis o acortamiento radicular) fue del 79%. Para conseguir estos resultados se combinaron un cirujano experimentado, seguir un protocolo estricto y seleccionar bien a los pacientes y los dientes donantes. Por su parte, la tasa de supervivencia de los dientes autotrasplantados fue del 90%. Tres pacientes perdieron 1 diente cada uno, a los 9, 10 y 29 años después de la cirugía. Los 30 dientes restantes estaban presentes en un proceso alveolar con apariencia totalmente normal. La comparación intraindividuo entre dientes autotrasplantados y dientes naturales no mostraba diferencias clínicas ni radiológicas, excepto la obliteración pulpar que se veía en todos los dientes autotrasplantados. El autotrasplante es uno de los métodos de que se dispone para solucionar el problema de un diente ausente. Tuvo su auge en los años 70 con los Dres. Slagsvold y Bjercke, de Suecia, pero no es un tema que haya tenido una presencia habitual en la literatura. Autores, escandinavos también, como Andreasen y su equipo, o los Dres. Kristerson y Lagerström, han publicado series de casos con autotrasplantes. Más recientemente, el Dr Zachrisson en sus cursos, y junto a miembros de su equipo en investigaciones como la presente, continúan llamando la atención sobre las posibilidades que ofrece esta arternativa terapéutica. Las posibilidades de autotrasplantar son numerosas. Por ejemplo, en determinadas maloclusiones como una Clase III con agenesias de laterales o premolares superiores, el autotrasplante de premolares inferiores al maxilar puede ser una buena solución del caso. Se compensa la arcada deficitaria maxilar y se cierran espacios en mandíbula con mecánica de Clase III. En las maloclusiones de Clase II el autotrasplante se puede orientar de maxilar a mandíbula y se emplea la mecánica inversa. Aunque el autotrasplante de premolares es la posibilidad más utilizada, tanto si sustituye un incisivo como otro premolar, también se pueden realizar Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 Resultados y discusión Rev Esp Ortod 2002:32 Los pacientes, en general, recordaban el autotrasplante como un procedimiento de alguna manera doloroso y se sentían cómodos por haber tomado la decisión de hacerlo. Sabían cuál era el o los dientes trasplantados, la mayoría no los percibían como diferentes de los otros, creían que encajaban bien en la arcada y no habían tenido ninguna medida de cuidado especial con esos dientes. En comparación con la longevidad de otros métodos para reemplazar dientes ausentes, como puentes e implantes, los autotranplantes son probablemente la mejor alternativa de tratamiento a largo plazo en las regiones posteriores y, por lo menos, tan buena como otras modalidades en la región anterior. Conclusiones El autotrasplante de dientes en desarrollo puede tener un resultado exitoso décadas después y se puede comparar favorablemente con otras modalidades de tratamiento para reemplazar dientes ausentes; además, no se aprecian diferencias clínicas con los dientes naturales (excepto la obliteración pulpar). autotrasplantes de otros dientes, como incisivos laterales, caninos, dientes supernumerarios o molares; por ejemplo, terceros molares a segundos premolares agenésicos. En esta investigación se insiste en que los autotrasplantes realizados una media de 26 años antes tenían una tasa de supervivencia del 90% y permanecían en boca con una buena función y estética. En comparación con restauraciones protéticas realizadas en sectores posteriores de la boca, los autotrasplantes tienen una tasa de supervivencia más elevada. En cuanto a los autotrasplantes en regiones anteriores de la boca, la comparación directa se establece con los implantes osteointegrados. Con unos niveles de supervivencia similares, parece que la estética, desde la perspectiva del contorno del margen gingival, es mejor en dientes autotrasplantados que en implantes unitarios. Es una posibilidad más en nuestro armamentario terapéutico, que necesita, sobre todo, que la tengamos en cuenta. Una cirugía muy cuidadosa, que preserve el folículo intacto, y la extracción del diente a trasplantar en el momento adecuado de su formación radicular (unos 3/4 de raíz), son 2 aspectos básicos de los autotrasplantes. 70 Aspectos ortodóncicos del uso de implantes orales en adolescentes: estudio de seguimiento de 10 años Orthodontic aspects of the use of oral implants in adolescents: a 10-year follow-up study Thilander B, Ödman J, Lekholm U Eur J Orthod 2001;23:715-31 Objetivo Evaluar el efecto a largo plazo en la oclusión y en los márgenes de implantes colocados en adolescentes para reemplazar dientes ausentes en diferentes áreas de la boca. Sujetos y métodos Este estudio se diseñó en 1988 sobre una muestra de 18 adolescentes que tenían dientes ausentes por agenesia o traumatismo. Todos los dientes permanentes estaban erupcionados excepto los terceros molares. El rango de edad era bastante amplio: de los 13 a los 17 años así como su maduración esquelética (desde el pico de crecimiento estatural hasta el crecimiento completado). Los pacientes se controlaron anualmente durante los primeros 4 años y bianualmente a partir de entonces. En los controles se practicaba un examen clínico junto a modelos de estudio, radiografías periapicales, radiografías laterales de cráneo y registro de la estatura. Resultados y discusión No se perdió ningún implante durante el período de observación de 10 años. Son, por tanto, una buena opción para reemplazar dientes ausentes en adolescentes siempre que el desarrollo dental y esquelético haya terminado. Sin embargo, se observaron problemas diferentes en la región incisiva y en la de premolares que han de tenerse presente en el plan de tratamiento. Implantes unitarios en la región incisiva maxilar: Se colocaron 17 implantes en 10 adolescentes. A los 10 años había un resultado estético bueno o aceptable en 10 implantes. En los otros 7 existía infraoclusión que se evidenció, sobre todo, en los 3 primeros años de control. A partir del cuarto ya no se detectaron ni crecimiento estatural ni cambios craneofaciales. Sin embargo, se siguió observando un aumento de la infraoclusión y en pocos casos una desviación del margen del tejido gingival. Esto se debió a que los incisivos continuaban erupcionando incluso después de acabado el desarrollo dental y esquelético. Así, en los 6 últimos años de control, con el crecimiento de los pacientes ya acabado, la infraoclusión aumentó de 0,59 mm a 0,98 mm (una media de 0,1 mm por año). Es interesante observar que las infraoclusiones menores o nulas se observaron, sobre todo, en pacientes con una buena estabilidad interincisiva. Respecto a la pérdida de hueso de soporte en los márgenes, sólo se observó una pérdida mínima excepto en 3 de los implantes en los que se registró una notable pérdida de hueso. La pérdida se situaba entre la conexión del pilar y la situación de la corona. En algunos pacientes se observó una reducción del hueso marginal en los 71 dientes adyacentes a los implantes, más obvia en los incisivos superiores y mínima en la región de los premolares. Se observó que a menor distancia entre el implante y el diente adyacente, mayor era la reducción del nivel de hueso marginal. Por tanto, es importante conseguir con el tratamiento de ortodoncia el máximo de espacio antes de colocar el implante. Las áreas más críticas para la colocación de los implantes eran en los incisivos superiores, en especial los laterales. Implantes unitarios en la región de los caninos: Ninguno de los 3 implantes colocado en esta área se encontraba en posición de infraoclusión y la pérdida de hueso marginal era mínima. Implantes unitarios en la región de premolares: Los 9 implantes colocados, a los 3 años de control, mostraban un grado mínimo de infraoclusión en relación con el incremento de estatura en ese período. Con todo, las 9 coronas estaban en oclusión aunque algunas mostraban un mínimo escalón oclusal. Los implantes en la zona de premolares inferiores precisan de espacio no sólo mesiodistal sino también vestibulolingual. Por esta razón, si los implantes reemplazan a molares temporales anquilosados, éstos han de extraerse muy poco antes de insertar el implante para evitar la pérdida ósea vestibulolingual. Implantes en combinación con prótesis fija en niños con aplasia grave: Se colocaron 18 implantes y a los 4-6 meses se cementaron las prótesis. Tras el período de observación las prótesis funcionaban bien y los implantes eran estables. Las periapicales mostraban algo de pérdida de hueso marginal durante el primer año pero no aumentó en los controles posteriores. Por tanto, se puede emplear la rehabilitación oral con prótesis fija apoya por implantes en pacientes con aplasia dental grave cuando el crecimiento craneofacial está casi o totalmente completado. Conclusiones Una edad cronológica determinada no es buena guía para colocar implantes. Los dientes permanentes erupcionados o la madurez esquelética completa o casi completa no es suficiente para evitar la infraoclusión de las coronas de los implantes por la erupción continua de los dientes adyacentes pospuberales, en especial en la región incisiva maxilar. El tratamiento de ortodoncia previo a los implantes ha de buscar espacio suficiente para el implante y enderezar y paralelizar los dientes adyacentes. A menor distancia implante - diente adyacente, mayor reducción de hueso marginal. En la región de los premolares el espacio necesario no sólo es mesiodistal sino también vestibulolingual. La rehabilitación oral con prótesis apoyada en implantes es una buena alternativa para adolescentes con aplasia dental grave siempre que el crecimiento esté casi o totalmente completado. Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 267 Puigdollers A: Cirugía auxiliar, cirugía correctiva 268 ¿Es posible la osteintegración de implantes orales en un hueso en desarrollo? La respuesta es sí, en paciente jóvenes y sanos. En pacientes con desórdenes metabólicos sistémicos la información es escasa. En 1995 no se disponía de documentación sobre la predictibilidad y tasa de éxito de estos implantes. El estudio de Thilander, et al. confirma que los implantes orales en jóvenes tiene un elevado nivel de supervivencia en boca. ¿Existe algún tipo de peligro o contraindicación en colocar implantes en pacientes jóvenes? No se conocen peligros para la salud. Una contraindicación adicional a las habituales para colocar un implante son aquellas situaciones raras que afectan el metabolismo óseo. ¿Cuál es la edad óptima para colocar los implantes orales en pacientes jóvenes?. No existe una edad cronológica fija para colocar los implantes (al igual que lo que indican Thilander, et al.), aunque en su lugar se ha de determinar la edad biológica en relación con el crecimiento y desarrollo esquelético, que debe estar completo o casi. Sin embargo, Thilander, et al. comprueban que existe una diferencia en cuanto al resultado a largo plazo de los implantes Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 En 1995 se realizó la “Conferencia de consenso sobre los implantes orales en pacientes jóvenes”, que se publicó 1 año más tarde1. Durante la conferencia se plantearon cuestiones, alguna de las cuales, junto a los resultados obtenidos en el presente estudio, presentamos a continuación: Rev Esp Ortod 2002:32 en las regiones anterior y posterior de la boca. Los incisivos continuaban erupcionando incluso después de acabado el desarrollo dental y esquelético, lo cual motivaba infraoclusión de los implantes adyacentes, y, por tanto, defecto estético, en muchas ocasiones. En la Conferencia se recomendaba un seguimiento de, por lo menos, 2 años de la curva de crecimiento del paciente antes de tomar la decisión de colocar un implante. En casos de anodoncia u oligodoncia los implantes se pueden colocar antes del brote de crecimiento puberal. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de colocar implantes orales en individuos en crecimiento? Al paciente se le reemplaza 1 o varios dientes de forma fija, con buena función y estética y sin afectar los dientes adyacentes. Sin embargo, como demuestran Thilander, et al., existe el riesgo de infraoclusión, ya que el implante es como un diente anquilosado y no sigue el crecimiento alveolar normal. Los implantes son una alternativa al diente ausente o perdido. En casos de múltiples dientes ausentes las alternativas terapéuticas son pocas y los implantes permiten una buena función oral y la preservación del volumen óseo. Cuando el ortodoncista planifica el caso, Thilander, et al. llaman la atención sobre la necesidad de preparar la zona del implante correctamente. Dejar espacio para evitar pérdidas óseas por cercanía con el diente adyacente y mantener el grosor no sólo mesiodistal sino vestibulolingual. Movimiento de un incisivo central anquilosado mediante ortodoncia, cirugía y distracción osteogénica Moving an Ankylosed Central Incisor Using Orthodontics, Surgery and Distraction Osteogenesis Isaacson RJ, Strauss RA, Bridges-Poquis A, Peluso A, Lindauer SJ Angle Orthod 2001;71:411-8 Objetivo Este artículo presenta el caso de una paciente de 12 años con un incisivo central maxilar anquilosado que tenía la historia previa de un traumatismo 5 años antes. En lugar de la extracción y reposición protética se optó por reposicionar el diente con ortodoncia, cirugía y distracción osteogénica. Caso clínico Paciente de 12 años de edad que presenta una grave (4 mm apical) anquilosis del incisivo central maxilar izquierdo (21). El diagnóstico clínico de anquilosis se confirmó al comprobar la falta de movimiento en respuesta a las fuerzas de ortodoncia. La paciente relataba una historia de traumatismo sobre este diente a los 7 años que provocó su avulsión y posterior replantado en menos de 30 min. Además, la paciente presentaba la impactación bilateral de ambos caninos maxilares y un apiñamiento leve maxilar y mandibular. Se colocó aparatología multibrackets preprogramada en ambas arcadas para alinear y nivelar. Se hizo la exposición quirúrgica de los caninos maxilares impactados y se llevaron a arcada mediante arcos segmentados de brazo largo. El incisivo anquilosado se utilizó para el movimiento del canino izquierdo. Antes de la cirugía segmentaria para mover el incisivo anquilosado se colocó un muelle entre el central contralateral y el lateral para crear espacio extra al cirujano. Se fabricó un arco de titanio- 72 molibdeno con un escalón para la posición ideal posquirúrgica del 21. A los 23 meses de tratamiento ortodóncico se comprobó con radiografías que el crecimiento de la paciente había disminuido de forma marcada y se procedió con la cirugía. Se administró anestesia local y sedación. El colgajo de mucosa se extendió desde el diente 12 al 23. Las osteotomías verticales del incisivo anquilosado divergían hacia oclusal y profundizaban hasta la mucosa palatina sin llegar a perforarla. Se movilizó el segmento y se reposicionó incisalmente todo lo que permitían los tejidos blandos. En esta posición se ajustó el alambre a las brackets y se procedió a suturar. El crecimiento es un aspecto de especial importancia. La paciente terminó su tratamiento a los 14 años y 3 meses y a esta edad es posible que le quedase crecimiento vertical que volviese a dejar al 21 fuera del nivel oclusal de nuevo. Sin embargo, a pesar de ser advertida, la paciente decidió proceder con el tratamiento. Hay que proporcionar el espacio adecuado para el abordaje quirúrgico y el cirujano debe hacer un bloque óseo en el que quede preservado el aporte vascular para mantener la vitalidad. Además la dirección de las osteotomías divergían hacia oclusal para permitir el movimiento vertical del bloque óseo. A las 2 semanas de la cirugía se inició la distracción del segmento óseo correspondiente al incisivo mediante dobleces verticales de 1 mm que se repetían cada 2 semanas hasta alcanzar el nivel deseado. En este momento se colocó un arco pasivo durante 6 semanas. A continuación se procedió a acabar el caso y se pusieron placas de Hawley como retención. La distracción osteogénica está indicada cuando el movimiento óseo a realizar excede a la cantidad de movimiento de los tejidos blandos y de su aporte vascular. La presentación de este caso clínico tiene diversos puntos de interés. La combinación de cirugía, distracción ósea y ortodoncia para un movimiento dentario es uno de ellos. El auge de los procedimientos quirúrgicos permite afrontar pequeños pero trascendentes problemas ortodóncicos con más medios. El artículo permite seguir la mecánica de tratamiento de un caso no difícil pero sí laborioso. Aspectos técnicos como el procedimiento de incisión, trazado divergente hacia oclusal de las osteotomías no tienen implicación directa sobre el ortodoncista, pero sí ayudan a comprender mejor lo que hacen nuestros compañeros cirujanos. muy adecuada. En el caso que se presenta por anquilosis no hay muchas alternativas, pero en otros casos que se presentan con una cierta frecuencia, como son las extrusiones de molares, el plantearse cirugías segmentadas es una herramienta muy eficaz y previsible que hemos de tener siempre presente. El segundo aspecto es el plantear la necesidad de hacer una distracción. Da la impresión, no sé si equivocada o no, de que la necesidad de plantear una distracción ósea surgió durante la cirugía cuando se encontraron con que el cierre de tejidos blandos no era posible y precisaban de otro procedimiento para completar el caso. Tanto si se planificó con antelación como si se rectificó el plan de tratamiento en función de la cirugía, la decisión es 73 Discusión Los registros finales del caso a los 6 meses de acabado el tratamiento mostraban una discrepancia vertical del 21 que alcanzó 1 mm. El tercer aspecto a tener en cuenta, como en el artículo de implantes en jóvenes, es el de la valoración del crecimiento en esta paciente. Los autores lo indican así: “growth is of special concern” (el crecimiento es motivo de especial interés). En efecto, el crecimiento vertical alveolar es algo que no cesa durante toda la vida y en una niña de 12 años aún continúa con gran intensidad. A los pocos meses de acabado el caso existía ya una discrepancia vertical de aproximadamente 1 mm que en las fotos frontales resulta bastante evidente. La opción más segura hubiese sido, sin duda, posponer la cirugía para una edad más madura o, en último caso, sobrecorregir la posición del incisivo para compensar la infraoclusión por el crecimiento alveolar de los incisivos adyacentes. Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 269 Puigdollers A: Cirugía auxiliar, cirugía correctiva 270 Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 Rev Esp Ortod 2002:32 Desplazamiento condilar relacionado con la distracción de la sínfisis mandibular Condylar displacement related to mandibular symphyseal distraction Braun S, Bottrel JA, Legan HL Am J Orthod Dentofacial Orthop 2002;121:162-5 Objetivo Este estudio se llevó a cabo para determinar la verdadera naturaleza de los desplazamientos condilares en relación con la distracción de la sínfisis mandibular. Material y métodos ble de 0,036” que entraban pasivas en los tubos vestibulares de las bandas de los molares y que se ligaban a las brackets de los premolares. Resultados y discusión Se realizó la distracción de la sínfisis mandibular en 12 pacientes. En 10 casos se empleó un distractor tipo Hyrax cementado sobre molares y premolares y en 2 casos el distractor tenía fijación exclusivamente ósea. El ritmo de activación era de 1 mm cada día y el rango de distracción fue de 2 a 8 mm. La cantidad de distracción necesaria se había calculado previamente. Tras el estudio y superposición de los trazados en T1 y en T2 se observó que los desplazamientos de los cóndilos derecho e izquierdo eran lineares y estaban directamente relacionados con la cantidad de distracción de la sínfisis, con independencia del tipo de distractor. Las articulaciones parecían acomodarse a estos desplazamientos articulares ya que, después de la distracción, no aparecieron síntomas en las personas asintomáticas o no se exacerbaron en aquellos que sí los presentaban. Antes y una vez completada la distracción se realizaron radiografías basales a los pacientes. Para poder estudiar los movimientos efectuados se colocaba a todos los pacientes, como identificador, una estructura removible que consistía en 2 barras de acero inoxida- Las observaciones del estudio están en contradicción con las opiniones de otros investigadores que suponen un desplazamiento condilar angulado de los cóndilos durante la distracción de la sínfisis. El tratamiento de la compresión transversal de la mandíbula tiene diversas indicaciones: apiñamiento dental, forma de arcada estrecha y en punta, dientes inclinados y ausentes. En la mayoría de los casos los tratamientos de estos pacientes, que son muy frecuentes, son tratamientos de camuflaje que consisten en extracciones, reducción interproximal o en compensaciones dentales. El inconveniente de la compensación dental es la inestabilidad del resultado, el compromiso periodontal y el compromiso estético. Los estudios a medio y largo plazo sobre el alineamiento de los incisivos mandibulares de la Universidad de Washington son suficientemente concluyentes como para respetar el axioma de la inviolabilidad de la distancia intercanina. ensanchar la mandíbula de forma estable y predecible. Uno de los problemas asociados con la distracción de la sínfisis mandibular es el efecto deletéreo sobre los cóndilos mandibulares. El desplazamiento condilar durante la distracción se interpretaba como una rotación de los cóndilos, mientras que la presente investigación permite ver que el desplazamiento es lineal y que está en función de la cantidad de desplazamiento transversal de la sínfisis. A nivel clínico esta investigación confirma los resultados de otros estudios (Guerrero, et al.) en los que no existe un aumento en la incidencia de problemas articulares tras la distracción. Dado que la forma y tamaño de la arcada mandibular dicta la del maxilar, la única posibilidad de conseguir de forma estable un cambio en la arcada mandibular es la expansión mediante distracción osteogénica. Con esta técnica quirúrgica se puede El interés de estudio radica en la observación del movimiento condilar. No aporta nada más puesto que la muestra del estudio es pequeña, no permite comparar diferencias entre los 2 tipos de distractores (dental y óseo) y no tiene un seguimiento a medio y a largo plazo de los casos, lo que aportaría mucho más interés desde nuestra perspectiva. 74 Eficacia de la condilectomía para el manejo de la hiperplasia condilar Efficacy of high condylectomy for management of condylar hyperplasia Wolford LM, Mehra P, Reiche-Fischel O, Morales-Ryan CA, García-Morales P Am J Orthod Dentofacial Orthop 2002;121:136-51 Objetivo El propósito de este estudio era el de comparar, de forma retrospectiva, el resultado de tratamiento y la estabilidad a largo plazo de 2 grupos de pacientes adultos diagnosticados de hiperplasia condilar activa y tratados con 2 métodos quirúrgicos diferentes: cirugía ortognática o condilectomía alta, reposición del disco articular y cirugía ortognática. Hiperplasia condilar Es una entidad patológica que causa un crecimiento anormal de la mandíbula. Se desarrolla habitualmente durante la pubertad y pocas veces empieza pasados los 20 años. Se distinguen 2 vectores básicos de crecimiento en la hiperplasia condilar (HC): tipo 1, con vector de crecimiento horizontal; tipo 2, con vector de crecimiento vertical. La relación de prevalencia entre los tipos 1 y 2 es de 15 a 1. En la HC tipo 1 el cóndilo tiene una arquitectura normal y se ve habitualmente un aumento de la longitud de la cabeza del cóndilo, cuello condilar y cuerpo mandibular. El tipo 1 se denomina habitualmente prognatismo simétrico o desviado, laterognatia o hiperplasia mandibular. El exceso de crecimiento mandibular ocurre tanto uni como bilateralmente. En la HC tipo 2 se puede ver una cabeza y cuello condilar que son mucho mayores en longitud y diámetro que los normales, los polos lateral y medial pueden ser prominentes, pero la superficie condilar es lisa y el contorno uniforme. Se suele denominar hipertrofia hemimandibular. El crecimiento activo de la HC se puede determinar por el empeoramiento de los cambios estéticos y funcionales en controles periódicos (clínicos, con modelos de yeso, radiográficos con superposiciones y con tomografías). El crecimiento condilar normal de la mandíbula durante la pubertad es de, aproximadamente, 2 mm para los chicos y 1,5 mm para las chicas, medido desde condylion a punto B. La γgrafía con Tecnecio 99 puede detectar el crecimiento activo del cóndilo, aunque no es concluyente en pacientes jóvenes con HC de crecimiento lento. Pacientes y métodos El grupo 1, tratado únicamente con cirugía ortognática, estaba formado por 12 pacientes, con una edad media en el momento de la cirugía de 17,5 años. El seguimiento posquirúrgico medio fue de 5,6 años. El grupo 2, en el que se practicó la condilectomía alta, estaba formado por 25 pacientes que tenían una media de 16,7 años en el momento de la cirugía. El seguimiento posquirúrgico medio fue de 5,3 años. 75 Todos los pacientes tenían un examen clínico y radiográfico estandarizado. Los registros se tomaron en la exploración inicial, antes de la cirugía, inmediatemente después de la cirugía y años después. La exploración de la articulación temporomandibular incluía la máxima apertura y las excursiones laterales. Se hicieron controles radiográficos para evaluar el crecimiento mandibular pre y posquirúrgico. Resultados y discusión Es importante determinar si el crecimiento de la hiperplasia condilar (HC) es activa o inactiva. Si el crecimiento condilar aberrante se ha detenido la HC es inactiva, se puede tratar de forma rutinaria con ortodoncia y cirugía ortognática. Pero si la HC es activa no se puede tratar de forma predecible de esta manera. Todos los pacientes del grupo 1 (sólo cirugía ortognática) recidivaron a una relación oclusal y esquelética de Clase III que requirió una segunda intervención. Sólo 1 paciente del grupo 2 precisó de una segunda cirugía, maxilar, para corregir una recidiva transversal del maxilar, dado que la mandíbula permaneció estable. Datos objetivos clínicos: No había diferencias significativas entre los 2 grupos en cuanto a la máxima apertura o a las excursiones laterales antes de la cirugía. Después de la cirugía sí se detectó un aumento significativo de la máxima apertura en el grupo 2. Datos cefalométricos: Se observó más crecimiento mandibular en los pacientes del grupo 2. En el grupo 1 hubo un aumento significativo del crecimiento mandibular posquirúrgico en comparación con el grupo 2 en que apenas hubo cambios. Datos clínicos subjetivos: No se detectaron dolores articulares ni restricciones en la dieta después de la cirugía en los pacientes del grupo 2. Conclusiones Existen 3 opciones de tratamiento para la HC: 1) Diferir la cirugía hasta que el crecimiento aberrante cese. 2) Hacer cirugía ortognática durante el crecimiento activo, con sobrecorrección de la mandíbula. 3) Realizar una condilectomía alta para eliminar el crecimiento condilar, la reposición del menisco y la cirugía ortognática simultánea, la opción de tratamiento empleada en los pacientes del grupo 2. Los pacientes con hiperplasia condilar tratados con condilectomía alta, reposición del menisco y cirugía ortognática convencional eran más estables que si la HC era tratada exclusivamente con cirugía ortognática sola. Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 271 Puigdollers A: Cirugía auxiliar, cirugía correctiva 272 El problema radica, primero, en cómo diagnosticar bien si hay o no crecimiento aberrante mandibular. Woldford, et al. recomiendan los controles radiográficos seriados, algo que no tiene objeción, pero no se muestra tan partidario de utilizar la γgrafía con Tc 99 como la mayoría de autores recomiendan. Como indican Epker, et al., la gammagrafía con Tc 99 es útil para comparar la captación del isótopo en uno y otro cóndilo y poder determinar tanto la presencia de crecimiento condilar unilateral activo o hiperactivo o si existe una diferencia significativa en el ritmo de crecimiento condilar activo2. En segundo lugar aparece el problema de denominar correctamente el crecimiento condilar aberrante o, en otras palabras, ¿ante qué entidad patológica nos encontramos? Woldford, et al. distinguen entre hiperplasia condilar (HC): tipo 1, con vector de crecimiento horizontal, y tipo 2, con vector de crecimiento vertical. En la HC tipo 1 el cóndilo tiene una arquitectura normal y se ve habitualmente un aumento de la longitud de la cabeza del cóndilo, cuello condilar y cuerpo mandibular. En la HC tipo 2 se puede ver una cabeza y cuello condilar que son Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 El artículo de Woldford, et al. tiene como objeto “educar a los ortodoncistas sobre los factores causales en pacientes específicos con relaciones esqueléticas y oclusales de Clase III. La mayoría de ortodoncistas han experimentado casos en los que los pacientes crecen y se apartan de su tratamiento. Beneficiaría al ortodoncista identificar a estos pacientes y comprender las opciones de tratamiento”. Este trabajo evidencia, de forma clara, que los pacientes con hiperplasia condilar tratados con condilectomía alta, reposición del menisco y cirugía ortognática convencional eran más estables que si la hiperplasia condilar se trataba exclusivamente con cirugía ortognática sola. Y, por tanto, que es preciso diagnosticar el origen de la maloclusión de forma apropiada para saber si ese crecimiento mandibular aberrante es activo o no, y a partir de ahí, realizar la cirugía más adecuada. Rev Esp Ortod 2002:32 mucho mayores en longitud y diámetro que los normales, los polos lateral y medial pueden ser prominentes, pero la superficie condilar es lisa y el contorno uniforme. Por su parte, Epker, et al.2 distinguen en las “condiciones hiperplásicas unilaterales del cóndilo mandibular” un cóndilo hiperplásico que aparece con una forma normal y un cuello condilar elongado, mientras que el cóndilo agrandado irregularmente se considera osteocondromatoso. Recientemente, el Dr. Hugo Obwegeser3 cita en su libro su clasificación (que publicó junto a Makek en 1986) de la hiperactividad condilar en 3 tipos: tipo I, o “hiperplasia hemimandibular”, la mandíbula del lado afecto se agranda en volumen en todas sus secciones (cóndilo, cuello, rama ascendente y cuerpo) hasta llegar a la sínfisis; tipo II: o “elongación hemimandibular”, es la más común, se elonga la mitad de la mandíbula en todas sus secciones con desplazamiento del mentón hacia el otro lado, y tipo III: es una forma híbrida de las 2 anteriores con elongación e hiperplasia en el mismo lado. En los tipos I y III el cóndilo está agrandado y también el cuello, mientras que en el tipo II el cóndilo no se aprecia agrandado. La cuestión terminológica no debe hacernos olvidar la necesidad de plantear un seguimiento clínico y de registros diagnósticos de todos aquellos casos que presentan una historia reciente o una aparente evolución del crecimiento mandibular que se aleja de lo normal. El objetivo del artículo, llamarnos la atención sobre esto, se ha cumplido. BIBLIOGRAFÍA 1. Koch G, Bergendeal T, Kvint S, Johansson U-B. Consensus Conference on Oral Implants in Young Patients. Jönköping: Förlagshuset Gothia 1996. 2. Epker BN, Stella J P, Fish LC. Dentofacial Deformities. Integrated Orthodontic and Surgical Correction. Vol IV. 2 ed. St Louis: Mosby 1999. 3. Obwegeser H L. Mandibular Growth Anomalies. Terminology, Aetiology, Diagnosis, Treatment. Berlín: Springer 2001. 76