Download Resumen
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Rev. Col. Anest, 17: 2 1 9 , 1 9 8 9 ESTUDIO CLÍNICO ENTRE BUPIVACAINA A L . 2 5 % CON E P I N E F R I N A (EPi) A L 1:400.000, BUPIVACAINA A L . 1 2 5 % CON EPI A L 1:800.000 MAS F E N T A N Y L Y L i D O C A I N A A L 1 % CON EPI AL 1:400,000 POR V I A P E R I D U R A L D U R A N T E EL TRABAJO DE PARTO Jorge Bonnet* Mauricio Calderón* Carlos A. Corrales* C.A. Echeverri** José M. Cárdenas*** Resumen Se estudiaron 60 pacientes maternas, 36 primigestantes y 24 multíparas, de bajo riesgo y en trabajo de parto, para valorar tres tipos de drogas analgésicas por vía peridural intermitente, divididas en 4 grupos de 15 pacientes cada uno, así: Grupo Control: sin analgesia; Grupo i: bupivacaína al .25°/o con epinefrina (epi) al 1:400.000; Grupo I I : bupivacaína al . 1 2 5 ° / o con epi al 1:800.000 más fentanyl;y Grupo I I I : Lidocanina a l 1 % con epi al 1:400.000. Los resultados fueron más significativos en el grupo I I ; mayor duración del efecto analgésico, 105 ± 23.6 minutos (p < 0.001); mayor dilatación por hora, 3 . 1 4 c m / h , e n las multigestantes (p < 0.05); menor tiempo de la fase activa también en las multigestantes, de 2.52 horas ( p < 0 . 0 5 ) . Hubo disminución del dolor durante el trabajo de parto y parto en un 9 1 ° / o con todos los esquemas (p < 0.001). El tiempo de expulsión de la primigestante del grupo III fué de 37.48 minutos, significativamente menor que en los demás grupos (p < 0.05). No hubo diferencias en el Apgar ni en el tiempo total del trabajo de parto. En cuanto a la modalidad de parto, el grupo general de pacientes que recibió analgesia, significativamente (p < 0.001), tuvo mayor número de partos instrumentados con fórceps y cesáreas que el grupo control. No hubo diferencias en cuanto a complicaciones. Se proponen algunos esquemas para el manejo del dolor durante el trabajo de parto y se arguyen algunas hipótesis sobre el empleo de narcóticos en este campo, así como la necesidad de otros estudios para determinar la efectividad de algunas técnicas según se trate de primigestantes o multíparas. Residente III de Anestesiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Caldas. Jefe del Servicio de Anestesiología del Hospital Universitario de Caldas; Profesor de Anestesiología de la Universidad de Caldas. Profesor de Anestesiología de la Universidad de Caldas. 219 Bonnet, J. y col, PALABRAS CLAVE; Escala Visual Análoga - Bupivacaína con fentanyl - Duración de la dosis - Dilatación por hora - Multigestantes - Analgesia secuencial de los 2 períodos del trabajo de parto. Hingson y Col., (52, 53) en 1942 introducen, por primera vez en el trabajo de parto, la analgesia caudal continua por medio de un catéter; y 2 años más tarde, también Hingson, la analgesia epidural lumbar continua. Introducción Con el avance del comportamiento en el campo de la fisiología materno-fetal, la farmacología y las técnicas analgésicas, la analgesia obstétrica se ha convertido en un método rutinario en muchos centros hospitalarios del mundo. Su objetivo primordial es el de controlar el dolor y el impacto fisiológico que éste induce al liberar catecolaminas en la madre, con sus efectos adversos sobre el feto, durante el trabajo de parto y el parto mismo. (87, 88). El dolor del trabajo de parto y parto sólo es superado por el de la causalgia o la amputación, aún en lasprimi y multigestantes enfrentadas. (71) Desde los trabajos del pionero James Young Simpson en 1848, cuando introdujo el éter como analgésico inhalatorio en el trabajo de parto, se han desarrollado diversidad de fármacos y técnicas tratando de hallar un método que al mismo tiempo sea eficaz y sin ningún efecto colateral, En 1884 Koller, (61) y Halsted, (49) inician la anestesia regional al emplear por primera vez un agente anestésico local: la cocaína. Un año más tarde, Corning, (33) da comienzo a la anestesia y analgesia de conducción al realizar la primera anestesia peridural en un hombre y espinal en un perro; y Bier, (11) en 1898 aplica la primera anestesia espinal en humanos. Solo hasta 1901 la analgesia en el trabajo de parto se vino a beneficiar de las nuevas técnicas. En forma simultánea, Kreis, (62) Siccard, (90) y Cathelin, (27) descubren el bloqueo subaracnoideo caudal, pero Kreis lo emplea en la analgesia del parto, Gellert en 1926 describe el bloqueo paracervical. En 1938, Cleland (31) describe las vías del dolor 220 Durante las décadas del 30 al 80, se desarrollan otras formas de terapia analgésica con diferentes resultados, como son los fármacos parenterales, el Método Psícoprofiláctico, (42, 63) la hipnosis, (4) la acupuntura, (2, 93) y la analgesia eléctrica (TENS). (25) Bonica, (13) comparando las diferentes técnicas y esquemas farmacológicos, ha encontrado una efectividad del 1 0 - 1 5 % para los métodos psicológicos, 6 0 - 8 0 % para la analgesia inhalatoria, 7 0 - 8 0 % para los narcóticos sistémicos, y del 9 0 - 9 5 % con las técnicas regionales. Desde la introducción en clínica de la L¡docaína en 1947 y la Bupivacaína en 1963, muchos esquemas se han propuesto y estandarizado para analgesia obstétrica, (13, 20, 22, 73, 89) igual ha sucedido con los narcóticos desde que Bahar, (5) y Wang, (95) en 1979, realizaron las primeras experiencias con morfina peridural y espinal respectivamente, en el tratamiento del dolor, (57, 92) Han surgido estudios con otros opiáceos, empleados en forma individual, del tipo meperidina, (50,77) pentazocina, (60) fentanyl, (6, 26, 59, 98) butorfanol, (75) lofentanil, (91) y buprenorfina, (64) con menos de 1.000 pacientes en todos los estudios, hasta la fecha, y muchos de ellos poco controlados; esto ha generado resultados muy variables y controvertidos en cuanto a dosis, duración de acción, efectos colaterales y grado de analgesia durante el trabajo de parto. (24, 55) O mezclados con bupivacaína, (9,44,74,91) lo que permite una disminución en las dosis de las drogas y por consiguiente tener una menor concentración plasmática potencialmente tóxica; a su vez, acelerando el inicio de la analgesia y prolongado el efecto de los anestésicos locales. (36) La utilización de mezclas analgésicas peridurales, en forma de Fentanyl y anestésicos locales dosis única, intermitente o continua, es un método corriente en el tratamiento del dolor agudo y crónico, (6, 35, 60, 64). Y las técnicas regionales, intermitentes o continuas a través de un catéter peridural, son quizás la mejor alternativa en la analgesia obstétrica, especialmente para el 2o. período y el expulsivo, por su eficacia, administración y los fácilmente controlables efectos colaterales que puede ocasionar, (9, 13, 20, 2 2 , 24, 4 4 , 59, 7 3 , 7 4 , 7 6 , 76, 88, 91). La investigación en el campo de la analgesia obstétrica con los opioides y de sus mezclas con anestésicos locales por vía peridural o espinal apenas comienza; es un campo prometedor y de múltiples perspectivas. (35) En el presente estudio se comparan tres esquemas analgésicos de administración peridural intermitente a través de un catéter lumbar, durante el trabajo de parto y parto de un grupo de maternas de bajo riesgo, con el fin de observar la duración de acción del efecto analgésico de cada esquema, y su influencia sobre la duración del trabajo de parto. Material y métodos tos sobre identificación, antecedentes ginecobstétricos, examen físico, examen ginecobstétrico y el trabajo de parto. Se les inst r u y ó sobre una Escala V i s u a l Análoga (E.V.A.), (85) con rangos de 1 a 10, para graduación numérica de la intensidad dolorosa, en la cual la paciente manifestaba el valor que mejor lo cuantificara, siendo 0 ninguno o m í n i m o y 10 el máximo o peor. Una vez comenzada la analgesia peridural, los datos se registraron cada 5-10 minutos según la hora de administración de la (s) droga (s) y sus dosis de refuerzo, anotándose ios signos vitales, síntomas indeseables, curso del trabajo de parto (partograma de Friedman), líquidos endovenosos y ocitósicos administrados. A cada paciente que recibió analgesia, se le canalizó una vena periférica con un Intracath (R) No. 18 y se administró un volumen mínimo de 500 mi de solución de Ringer-Lactato. Previa asepsia y antisepsis del área lumbar y m e d i a n t e una técnica de aproximación por la línea media, se procedió a identificar el espacio peridural mediante una aguja de Tuohy No. 18 con la prueba de pérdida de la resistencia; a través de la aguja peridural se introdujo un catéter de polivinilo calibre 26, unos 2 centímetros en dirección cefálica. Después de fijar el catéter a la espalda y determinar el comienzo de la fase activa como la dilatación de 4 centímetros en las multíparas y de 5 centímetros más borramientode 100% en las primíparas, se aplicó al azar uno de los tres esquemas farmacológicos siguientes: Se tomaron 80 maternas del Servicio de Sala de Partos del Hospital Universitario de Caldas durante los meses de julio a diciembre de 1988, en trabajo de parto, que cumplían con los requisitos establecidos previamente de bajo riesgo materno-fetal: edad<18 y > 35 años, ninguna patología ginecológica, obstétrica o sistémiea, presentación de vértice, trabajo de parto espontáneo y feto en buenas condiciones. Luego de explicar a la paciente sobre los riesgos y beneficios del procedimiento, se le solicitó verbalmente su aprobación para participar en el estudio. Quince pacientes de las que se rehusaron, entraron a conformar el grupo control. 1. 6 ml de bupivacaína al 0 . 2 5 ° / o con epinefrinaal 1:400.000 2. 4 ml. de bupivacaína 0 . 1 2 5 % con epinefrina al 1:800.000 más 2 ml (100 ug) de fentanyl. 3. 6 mi de lidocaína al 1 ° / o con epinefrina al 1:400.000. A todas las pacientes se les valoró desde el punto de vista clínico, anotándose los hallazgos en una hoja precodificada que incluía da- A los 5 minutos de aplicada la droga, se hizo una nueva evaluación del dolor mediante la E.V.A. por el mismo investigador. Las 221 Bonnet, J, y col. dosis se repitieron siempre que las evaluaciones seriadas del dolor mostraron un aumento de 2 ó más puntos con respecto al valor medido luego de la primera dosis. La analgesia se consideró satisfactoria cuando hubo una disminución de más de 4 puntos en la escala E.V.A. luego de aplicar las dosis. No se valoró la analgesia en el posparto inmediato. Durante el periodo del expulsivo y luego de determinar la rotación interna de la presentación se aplicó una dosis, a todas las pacientes de los grupos de analgesia, de lidocaínaal 1 . 5 % con 0.75 mEq, de bicarbonato de sodio en posición de Fowler de 45o. y con una almohada bajo la cadera derecha para desplazamiento uterino. Se consideró como expulsivo prolongado cuando sobrepasó los 60 minutos. El empleo de oxitocina se dejó a criterio del obstetra. En cada caso se hizo una estimación del número de dosis administradas por paciente, duración de la dosis en minutos, valor de la E.V.A. antes y después de iniciada la analgesia, dilatación cervical en centímetros por hora (DH), tiempo de la fase activa en horas ( T F A ) , tiempo de expulsivo en minutos (TE}, tiempo total del trabajo de parto en horas (TTTP) y puntajes de Apgar (84) al minuto y a los 5 minutos. No se hizo valoración sobre los dermatomas involucrados en ¡a analgesia, la sensación de pujo ni la presencia de relajación muscular perineal o en miembros inferiores. Se registraron como complicaciones, la presencia de hipotensión e hipertensión arterial (manifestada por una disminución o aumento de la presión arterial sistólica mayor del 3 0 ° / o de las cifras previas), náuseas, vóm i t o , prurito, depresión respiratoria, sufrimiento fetal agudo y puntajes de Apgar menores de 7, El análisis estadístico de los datos se realizó mediante Análisis de la Variancia (ANOVA) y la Prueba de Scheffé. Para muestras independientes se empleó la Prueba t y el 222 Test de Fisher. Valores de p < 0.05 se consideraron como significativos. Resultados Los resultados de los 4 grupos en cuanto a su conformación, tipo de droga utilizada, dolor, trabajo de parto y Apgar, aparecen consignados en la Tabla No. 1. El número de las dosis aplicada a cada grupo, (Fig. 1) sin diferencias estadísticamente significativas, fué de 2.0 ± 1.0 para el grupo I; 2.4 ± 1.1 para el I I ; y de 3.2 + 1.3 para el grupo I I I . La duración de la dosis (Fig. 2) mostró diferencias significativas entre ¡os grupos (p < 0.001), con 82.6 + 30.5 m i n . para el grupo I; 105 +/- 23.6 m i n , para el I I ; y de 41.9 + 6.4 min. para el I I I , En la evaluación del dolor, el promedio de la E.V.A. antes y después de la analgesia, (Fig. 3) mostró una notable diferencia (p < 0,001) en todos los grupos con respecto al grupo control: 8.3 ± 1.2 antes y 1,4 + 0,9 después en el grupo I; 8,2 ± 1.5 antes y 1,1 +/1,6 después en el grupo I I ; y de 9.3 ± 0.7 antes contra 1.7 ± 1.9 después para el grupo I I I . No hubo diferencias entre los grupos I, II y I I I . El grupo control, por el contrario, mostró un incremento poco significativo a medida que avanzaba el trabajo de parto, ( p < 0.01) de 8.4 ± 1.63 al inicio, contra 9.86 ± 0.35 al final del trabajo de parto. 41 pacientes de 45 (91°/o) que recibieron analgesia presentaron una disminución promedio de 7.6 puntos en la E.V.A.; las otras 4 ( 9 % ) la disminución en la escala fue menor de 4 puntos durante todo el trabajo de parto. En los parámetros del trabajo de parto, como son la D H , el T F A , el TE y el TTTP, no hubo diferencia estadística significativa entre los grupos y el control, Sinembargo, aquéllos grupos que tenían diferencias clínicas importantes, se analizaron de acuerdo al número de gestaciones de las pacientes mediante una prueba (t), encontrándose algunas diferencias. Grupos FIG. 8. Puntuación de Apgar, Al observar las multigestantes de los grupos con analgesia en relación a las del control, se aprecian diferencias clínicas relevantes en todos los parámetros del trabajo de parto: DH (2.37 vs. 1.36 cms./hora), TFA {3.76 vs. 5.2 horas), TE (33.13 vs. 42.85 min.), y TTTP (7.98 vs. 11.28 horas), (p < 0.01). No así con las primigestantes. El Apgar al primero y a los 5 minutos (Flg. 8), tampoco mostró diferencias significativas entre grupos o por número de gestaciones de las maternas. Se administró occitocina sintética (Syntocinon R) en dosis entre 4 y 8 miliunidades por minuto a un total de 26 pacientes (43.3%): 4 pacientes del grupo control (26.6°/o) y 22 de los grupos que recibió analgesia <48.8°/o). De las 22 pacientes que 226 recibieron analgesia, 7 de ellas venían recibiendo occitocina antes de iniciar el analgésico peridural; mientras que 15 de las mismas la recibieron posterior a la instalación de la técnica analgésica. En ambos casos su indicación fue el refuerzo del trabajo de parto. La modalidad del parto, Tabla No. 2, mostró diferencias estadísticas significativas (p < 0.001), en cuanto a la realización de fórceps y cesárea entre los grupos control y el total de las pacientes que recibió analgesia. Esta diferencia dependió más de las primigestantes que de las multíparas. (Fig. 9) El 28.8°/o, 13 pacientes, del grupo de analgesia tuvo parto instrumentado con fórceps contra un 6.6°/o, 1 paciente, del control; de las 13 pacientes del grupo con analgesia, 11 fueron primigestantes, 24.4°/o. Bonnet, J. y col. TABLA No. 3 ANALGESIA OBSTÉTRICA -COMPLICACIONES COMPLICACIONES GRUPO CONTROL GRUPO CON ANALGESIA Hipotensión 0 (0 % ) 2 (4.4 o/o) Hipertensión 9 (50%) 0 (0 % ) Sufrimiento Fetal Agudo 0 (0 % ) 1 (2.2%) APGAR<7 1 (6.6 % ) 7 (15.5%) Prurito 0 (0 % ) TOTAL 10 1 (2.2%) 11 Igualmente sucedió con las pacientes que terminaron en cesárea: 2 8 . 8 % del grupo de analgesia, 13 pacientes, contra ninguna del control; también, fueron las primíparas con el mayor porcentaje, 2 2 . 2 % . El parto espontáneo fué la constante en el c o n t r o l , 9 3 . 3 % , mientras que en el grupo de las pacientes tratadas fué del 4 2 . 2 % . por expulsivo prolongado en 1, cesárea en 4 y 2 en partos espontáneos; el del control se presentó en un parto espontáneo. Este último presentó fractura de cráneo, y uno que nació por cesárea falleció al día siguiente debido a una cardiopatíacongénitacianógena. El resto de los neonatos obtuvieron puntajes de Apgar entre 8 y 9 a los 5 minutos. Las complicaciones que se observaron se registran en la Tabla No. 3. Se presentó hipotensión arterial en 2 pacientes del grupo tratado (4.4%) contra ninguna en el control. En el grupo control el 6 0 % , 9 pacientes, presentaron hipertensión arterial durante las contracciones o el expulsivo, mientras que en el grupo de las pacientes tratadas ninguna tuvo alzas tensionales. Siendo la única complicación con diferencias significativas, (p < 0.001). La valoración del Apgar menor de 7 al primer minuto se presentó en el 1 5 . 5 % , 7 pacientes, de las tratadas con analgesia contra un 6 . 6 % , 1 paciente, del control. Los 7 casos del grupo de la analgesia, estuvieron relacionados con aplicación de fórceps 228 Hubo un caso (2.2°/o) de prurito en una paciente tratada con la mezcla de bupivacaína-fentanyl), Discusión Diversos autores han tratado con las mezclas que se han utilizado en este estudio, pero todos con algunas variaciones en la forma de administración, volumen, concentración de las drogas y la adición o no de epi- Fentanyl y anestesícos locales nefrina y bicarbonato de sodio. Sinembargo, casi todos han reportado, con casi cualquier esquema analgésico de administración pendura!, entre buenos y excelentes resultados en cuanto a la disminución de la intensidad dolorosa, (13) así como del nivel materno de catecolaminas circulantes; (88) especialmente durante el trabajo de parto y nacimiento, En la valoración del dolor del trabajo de parto se han encontrado muchas dificultades debido a la naturaleza del mismo, así como de otros factores de tipo emocional y social que sobre él inciden. (14, 80) Sinembargo, la valoración por medio de escalas gráficas es útil para demostrar alivio con técnicas farmacológicas, valorar la intensidad y su facilidad de empleo. (28, 85) Obviamente, nosotros también encontramos que en un 9 1 % de las pacientes se presentó una disminución promedio de 7.6 puntos en la valoración numérica del dolor (E.V.A.), con todas las mezclas empleadas por vía peridural a través de un catéter único a nivel lumbar y en dosis intermitentes. Solo en el 9% no hubo disminución mayor de 4 puntos en la escala, a pesar de verificar que la técnica estaba correcta, considerándose como analgesia fallida, Diferentes estudios demuestran como los anestésicos locales tienen una mayor eficacia que los opiáceos en el alivio del dolor del trabajo de parto; sinembargo, aunque la efectividad de los narcóticos es dósís-dependiente también se incrementan los efectos colaterales a medida que se aumentan sus dosis, (35) aunque varios estudios no manifiestan cambios en el flujo sanguíneo uterino de dosis de morfina tan altas como 20 mg., (82) o de 50 a 100 ugr. de fentanyl. (38, 39) Algunos no encuentran efectividad analgésica con el uso de morfina peridural durante ef trabajo de parto o sólo en un 50°/o con dosis de 2 a 5 mg.; (35, 55) otros reportan analgesia en el 66°/o durante 6 horas con dosis de 7.5 mg., pero con la necesidad de reforzar la analgesia durante e! expulsivo con anestésicos locales; (56, 57) igual sucede con la meperidina a dosis de 50 mg., con una analgesia efectiva del 50°/o, (50) la cual llega hasta el 80°/o cuando se añade epinefrina al 1:200.000; (77) inclusive, algunos reportan dosis efectivas de meperidína, en primigestantes, de hasta 100 mg. (9) Con el fentanyl, muy semejante a la meperidina por sus propiedades lipofílicas, se han reportado buenos resultados analgésicos durante el primer período del trabajo de parto con dosis de 150 a 200 ugr., pero con pobre analgesia perineal, (26, 98) y cuya incidencia de efectos colaterales es parcialmente dósisdependiente, (24) pero con menos difusión cefálica que la morfina o meperidina. (21) Justins, (59) reporta buenos resultados con dosis de 80 ugr. pero con concentraciones de bupivacaína al 0.3°/o. Los últimos trabajos sobre opiáceos perídurales en analgesia obstétrica se han centrado en el uso del lofentanyl con bupivacaína con excelentes resultados analgésicos, pero con una incidencia del 50°/o de náuseas, vómito y sedación. (91) En cuanto a los anestésicos locales, hay casi unanimidad acerca de su efectividad como analgésico durante el trabajo de parto; con variaciones solo en concentraciones. De la bupivacaína, la cual as considerada como la droga de elección por su efectividad y su escaso bloqueo motor, sin relajación del piso pélvico a las dosis apropiadas, necesario para la rotación interna de! feto, (36, 44) hay reportes de efectividad en todas las pacientes en concentraciones del 0 . 5 % , (56) 0 . 2 5 % ; (97) y en el 30 al 9 0 % de las pacientes con concentraciones al 0 . 1 2 5 % y aún al 0.0625%.(24) La iidocaína, que fué el estándar por muchos años, ha recobrado su popularidad gracias a su baja toxicidad y corno el ideal para permitir ¡a aplicación de fórceps en el expulsivo, pero tiene el inconveniente de inducir taquiíilaxia, (13,20,22,24,89) En resumen, diferencias farmacocinéticas entre opiáceos y anestésicos locales, hacen que los primeros tengan efectos analgésicos hasta 24 horas en el postoperatorio inmediato, pero escasas 5 horas durante el trabajo de parto; y que los segundos, especialmente la 229 Bonnet, J. y col. bupivacaína, tenga una efectividad analgésica del 9 5 % contra el 7 5 ° / o de los narcóticos, particularmente la meperidina. (24) Las técnicas peridurales en infusión continua no ofrece mejores resultados que la de dosis intermitentes. ( 2 0 , 2 4 ) Igualmente, observamos que la duración de las dosis de cada esquema difieren significativamente y concuerdan con los datos de otros autores. La dosis de la mezcla de bupivacaína, adrenalina y fentanyl que tuvo una duración de 105 ± 23.6 minutos difiere apreciablemente de los 82.6 ± 30.5 minutos de la solución de bupivacaína y adrenalina como lo han observado algunos al añadir pequeñas cantidades de opiáceos (59, 76) y epinefrina ( 1 , 22) a los anestésicos locales. En varios de estos estudios, las mezclas de anestésicos locales con narcóticos tienen una duración de acción que va desde los 90 a 150 minutos, (20) y en uno de ellos la duración se extiende hasta los 261 minutos con una mezcla de bupivacaína al 0 . 5 % más 80 ugr. de fentanyl. (89) Hay reportes de duración de la bupivacaína al 0 . 5 % de 99.6, (59) o de 196 ± 31 minutos, (20) encontraposición a la encontrada por nosotros de 82.6 ± 30.5 minutos para la mezcla de bupivacaína al 0.25°/o con epinefrina al 1:400.000. Con la lidocaína al 1% más epinefrina al 1:400.000 encontramos una duración de 41.9 ± 6.43 minutos, muy semejante a la reportada por algunos de 37 ± 5.0, (20) y a la vez muy diferente de 60 minutos a la misma concentración pero sin epinefrina a la encontrada por otros, (22) ó de 75 minutos en la misma concentración pero con epinefrina al 1:200.000. (22) Con respecto a la adición de epinefrina y bicarbonato de sodio en las mezclas, existen muchas controversias acerca de sus posibles efectos protectores y sinérgicos respectivamente. Por ejemplo, con la epinefrina, a dosis de 50-100 ug., se han reportado disminuciones desde un 14 a 5 0 % en el flujo sanguíneo uterino, (83, 94) o sin cambios, (34, 66, 81) 230 prolongación de la primera fase del trabajo de parto llegándose a requerir el empleo de ocitócicos, (47) leve disminución de la actividad uterina sin cambios en trabajo total del parto. (37,99) De todas formas, en este estudio se prefirió su empleo en dosis de 7.5-15 ugr. por su efecto analgésico alfa-adrenérgico (32, 65) y su acción de retardar la absorción de los anestésicos y analgésicos narcóticos del espacio peridural y por lo tanto prolongar su efecto. (24, 77, 89) Las soluciones carbonatadas han generado igualmente controversia en cuanto a sus efectos sinérgicos sobre los anestésicos locales. Hay estudios en los cuales se demuestra su superioridad en comparación con las sales, en relación a un inicio más rápido en la acción y una analgesia mayor, especialmente con la lidocaína; (19) en cambio, es cuestionada su efectividad cuando se emplea con bupivacaína. (23) No hay estudios al mezclarse con los opiáceos. El empleo de la lidocaína carbonatada que se aplicó para el expulsivo de todas las pacientes tratadas en este estudio, se basó en los trabajos que la consideran como la droga que mejor bloquea los segmentos más resistentes, L5 a S 1 , (17, 18, 19) y como especialmente útil durante maniobras de instrumentación con fórceps. (24) Los parámetros que utilizamos sobre e! curso del trabajo de parto no mostraron significancia importante ai analizarlos globalmente; sinembargo, las multíparas de los grupos con analgesia tuvieron algunas diferencias importantes entre sí y con el grupo control. No obstante, el tiempo total del trabajo de parto (TTTP) no se vio reducido en estas pacientes. Algunos opinan que acorta el primer período e inclusive regulan aquellos trabajos disfuncionales si se dan en las dosis apropiadas y el momento correcto. (12, 43, 58, 72, 78) Las concentraciones de los anestésicos locales también ejercen su acción inhibidora del trabajo de parto, sobretodo cuando son elevadas como en el caso de la anestesia. (67) Ferttanyl y anestésicos locales La modalidad del parto en nuestro estudio mostró una gran diferencia entre las pacientes que recibieron analgesia, en especial las primigestantes, con respecto al control (Fig. 9), Casi la mitad del total de pacientes, 4 4 , 9 % , terminaron su parto por instrumentación con fórceps o con cesárea. También existe controversia sobre este tópico; Chesnut, (29) cita por lo menos 8 estudios que demuestran un incremento de parto instrumentado en las pacientes que reciben analgesia; pero al mismo tiempo, menciona otros 6 trabajos en los cuales no hubo incremento en la instrumentación. La discusión se centra en la definición de lo que debe ser la duración del expulsivo y la necesidad de aplicación de fórceps; al tiempo que la decisión última de la colocación de los fórceps está en manos del obstetra cuya frecuencia en su aplicación oscila entre un 10 a 7 0 ° / o en centros especializados. (24) Sinembargo, otros reportes implican a la concentración de los anestésicos como las responsables de los partos instrumentados, debido a la relajación del piso pélvico principalmente; el empleo de bupivacaína al O.5°/o aumenta en 5 veces la aplicación de fórceps y en 3 veces la incidencia de malrotación. (54) Hoy se sabe que un límite arbitrario de tiempo para el expulsivo puede generar partos instrumentados innecesarios, (73) y que si se provee al feto de unas condiciones satisfactorias durante esta fase, el expulsivo podría permitirse que se extendiera hasta 4 horas sin riesgos para madre y producto. (7, 69, 86) En los casos de cesáreas que se presentaron ninguno fué atribuible directamente a la analgesia, y en todos los casos se aprovechó el catéter para producir una anestesia peridural. No encontramos referencias sobre relaciones entre analgesia de parto y cesáreas, Al analizar las complicaciones presentadas durante el presente estudio se vio que ninguna de ellas fué amenazante para la vida de la madre, no así para el feto. Todas las complicaciones fueron inmediatas y por lo tanto de tratamiento inmediato. La incidencia global de complicaciones varía en las diferentes series por lo que no existen estadísticas precisas. (20) Los casos de hipertensión arterial en el grupo control, confirma los trabajos de otros autores en el sentido de ¡a gran respuesta adrenérgica y endocrina que se observa en las pacientes durante todo el trabajo de parto y que por lo tanto inducen hipertensión arterial y otros efectos circulatorios regionales y sistémicos, (87) pero que se atenúan en aquellas maternas tratadas con analgesia peridural principalmente. (88) El test de Apgar. (3) empleado por más de 30 años para la valoración del recién nacido, no es en la actualidad la mejor prueba para detectar efectos sutiles y retardados de eventos o efectos de las drogas; (13) no obstante fué utilizado en el presente estudio por su facilidad en la aplicación. También sobre este asunto existen opiniones diversas en cuanto a la influencia de los anestésicos locales sobre el feto. Para algunos no hay trastornos neuroconductales del recién nacido, aún empleando dosis altas. de lidocaína, bupivacaína o clorprocaína, ( 4 1 , 70) y achacan la depresión fetal a otros factores relacionados con la madre, medicación sistémica o prematuridad. Aplicando otras escalas de valoración neonatal más completas, otros investigadores si han reportado depresión fetal impugnada a los anestésicos, siendo esta dependencia de la dosis y más frecuente con la lidocaína y mepivacaína, (13, 15, 84) El mecanismo no es muy claro, pero parece haber un efecto neuromuscular. (89) En cuanto al efecto de los narcóticos sobre el feto también existen controversias y en síntesis parece ser dósis-dependiente. (24, 35, 74) La hipotensión arterial que se presentó, 4.4°/o en el grupo con analgesia, concuerda con otros trabajos en los que señalan una Incidencia de 3.3°/o. (40, 73, 79) Su presentación está en relación directa a la altura del bloqueo, la posición materna y su estado físico así como de las medidas profilácticas tomadas para evitarlas; (30, 48, 96) en caso de presentarse, en forma transitoria, su pronto tratamiento no lleva a morbilidad materna o fetal. (16) 231 Bonnet, J, y col. Solo una paciente del grupo II presentó prurito leve a nivel de tronco que no requirió tratamiento. Es bien conocido que este efecto se presenta con más frecuencia en los pacientes tratados con morfina u otros opióides por vía intratecal, probablemente como una manifestación de excitación local de los narcóticos dentro del cordón espinal; su incidencia ha llegado a reportarse del 8.5°/o en la administración peridural y del 4 6 ° / o por vía espinal. (8) En conclusión, se puede afirmar que casi cualquier esquema farmacológico por vía peridural tiene entre buenos y excelentes resultados analgésicos en el trabajo de parto y parto, con escasos o nulos efectos colaterales si se emplean las dosis adecuadas. No obstante, la mayoría de nuestras pacientes en los hospitales públicos o servicios particulares se ven privadas de las bondades de estas técnicas, ya sea por falta de recursos o desconocimiento por parte de pacientes y médicos. Creemos que ¡a analgesia obstétrica debe ser un derecho de toda mujer al final de su embarazo y por lo tanto se deberían implementar programas para tal f i n . El fenómeno del dolor humano involucra muchos aspectos de la vida de quien lo sufre, particularmente de la mujer embarazada, en quién las expectativas y el temor a lo que pueda suceder, hacen en ocasiones difícil de controlar. Es por esto, que la analgesia del trabajo de parto debe empezar desde los comienzos del embarazo y secuencialmente ir incrementando la calidad y poderío de las técnicas a medida que se acerca el parto. El empleo de técnicas regionales no solamente involucra a los anestésicos locales solos o combinados con narcóticos, sino que también pueden ser efectivas las técnicas de estimulación eléctrica o acupuntura o ambas en las fases inicíales del trabajo de parto. En cuanto a los fármacos, es de esperarse que dosis más pequeñas de anestésicos locales precedidos por una dosis base y única de un opiáceo produzca los mejores resultados, (24) sin descartar otros tipos de drogas que pueden ser aplicadas por vía peridural como el midazolam (46) o la clonidina. (10, 45) Es probable también, y para ello sería necesario otros estudios, que las técnicas analgésicas del trabajo de parto sean diferentes según se trate de una primípara o una multigestante. BIBLIOGRAFÍA 1 Abbound, T.K., David, S,, Nagappala, S., y co'. Maternal, f etal and neonata! effects of lidocaine w l t h and w i t h o u t epinephrine for epidural anesthesia ¡n obstetrics. Anesth. Analg,, 63: 973, 1984. 7. Bailey, P.W. and Howard, F.A.: Epidural analgesia and fórceps delivery: iayinq and bogey. Anaesthesia, 38: 282, 1983, 8. Ballantyne, J.C., Loach, A.B., Carr, D.B.: Itching after epidurai and spinai opiatas, Pain, 33: 149, 1988. 9. Baraka, A., Maktabi, Nouehid, R,: Epidural meperidine-bupivacaine for obstetric analgesia. Anaesth, Analg. 6 1 : 652, 1980 10. 2. Abouieish, E,, Deep, R.: Acupunctin-e m obstetrics, Anesth, Analg,, 54: 8 3 , 1975, 3. Apgar, V.. A proposal for a new method of evaluaron of the newborn ¡nfant. Anesth, Analg., 32: 260, 1953. 4. August, R.V.: Hypnosis in obstetrics. McGrawH;il, New York. 1 9 6 1 . Bedder, M.D., Kozody. R., Palahniuk, R.J., y Col, Cionidine prolongs tetracaine spinai anesthesia in dogs. Anesth. Analg. 65: S14, 1986. 5. Bahar, M., Magora, F,, Olshwang, D., y col.: Epidural morphine ¡n treatment of pain. Lancet, 1: 527, 1979, 1 1 . Bier, A,: Versucbe über Kokamisierung des Rückenmarks. Dtsch, Z, Chir, 5 1 : 3 6 1 , 1899. 6. Bailey, P.W., Smith, B.E.: Continuous epidural infusión of fentanyl for postoperative analgesia, Anaesthesia, 35: 1002, 1980. 12. 232 Bonica, J.J.: Lumbar epidural versus caudal anestbesia. In Shnider, S.M.: Obstetrical anesthesia: current concepts and practice. Williams and Wilkins, 1969. Fentanyl y anestésicos locales Bonica, J.J. Obstetric analgesia and anesthesia, Amsterdam, 1978, 27. Cathelin, F.: Une nouvelle voie d'injection rachidienne. Méthodes des injections épidurales par le procede du canal sacre. Applications á l'homme. C.R. Soc. Biol. (Parisi 53: 4 5 2 , 1901. 28. Chapman, C.R., Casey, K,L,, Dubner, R., Foley, K.M., y col,, Pain measurement: an overview. Pain, 22: 1, 1985. 29. Chesnut, D.: The influence of continous epidural bupivacaine analgesia on the second stage of labor and method of deüvery in n u11 • parous women, Anesthesiology, 66: 7 7 4 , 1 9 8 7 . 30. Clark, R.B. and Thompson, D.S.: Prevention of spinal hypotension associated with cesarean section, Anesthesiology, 45: 670, 1976, Bonnel, A . M , and Boureau, F.: Labor pain assesment; validity of abehavioral índex, Pain, 22: 9 1 , 1 9 8 5 , Brazelton, T.B., Parker, W.B., Zuckerman, B, Importance of the behavioral assesment of the neonata. Gurr. Probl. Pediatr, 7 (2): 34, 1978, Brizgys, R.V.: The incidence and neonatal effects of maternal nypotension during epldural anesthesia for cesarean section, Anesthesiology, 57: 395A, 1982. Bromage, P.R.: A comparíson of the hydrochlorlde salts of lidocaine and prílocaíne for epidural analgesia. Br. J. Anaesth,, 37: 753, 1965. Bromage, P.R.: improved conduction blockade ¡n surgery and obstetrics: carbonated local anesthetics. Can, Med. Assoc. J„ 97: 1377, 1967. 3 1 . Cleland, J.G.P.: Paravertebrai anesthesia in obstetrics. Surg, Gynecol. Obstet., 57: 57, 1938. 32. Collins, J.G., Kítahata, L.M., Matsumoto, M.. y col. Spinally administered epinephríne suppresses noxiously evoked activity of WDR neurons in the dorsal horn of the spinal coro. Anesthesiology, 60: 269, 1984. WB 33. Corning, j , L , : Spinal anaesthesia and local medícation of the cord. N.Y. Med. J,,42: 4 8 3 , 1885. Bromage, P.R., Camporesi, E.M., Durant, P.A.C., y col.,: Rostral spread of epidural morphine. Anesthesiology, 56: 4 3 1 , 1982, 34. Cosmi, E.V. and Shnider, S.M.. Obstetric anesthesia and uterine blood f l o w , In Shnider, S.M, and Levinson, G.: Anesthesia for obstetrics. 2a. Ed. Williams and Wilkins, 1987. 35. Cousíns, M.J., Cherry, D.A., Gourlsy, G.K.: Acute and chronic pain: use of spinal oploids. In Cousins, M.J, and Bridenbaugh, P.O.: Neural blockade in clinical anesthesia and management of pain. J.B. Lippincott Co. 1988. 36. Covino, B.G.: Pharmacology of local anaesthetlc agents. Br. J. Anaesth, 58: 714, 1986, 37. Cratf, J.B., Epstein, B.S., Coakley, C.S.: Effects of lidocaine w i t h epinephríne versus lídocaine (plain) on induced labor. Anesth. A n a l g . , 5 1 : 243, 1972. 38. Craft, J.B., Coaldrake, L.A., Bolán, J.C, y col, Placenta! passage and uterine effects of fentan y l . Anesth, Analg. 62: 8 9 4 , 1983. 39. Craft, J.B., Roblchaus, A . G . , Kirn, H.S., y col. The maternal and fetal cardiovascular effects of epidural fentanyl in the sheep model. A m . J. Obstet. Gynecoi. 148; 1098, 1984. Bromage, P.R., Burfoot, ¡VI,F,, Crowell, D.E., y col, Quality of epidural blockade, I I I . Carbonated local anaesthetlc Solutions. Br. J. Anaesth. 39: 197, 1967. Bromage, P.R.: E p i d u r a l analgesia. Saunders. Phíladelphia, 1978, Bromage, P.R.: Choise of local anesthetics in obstetrics. Part 1: General considerations, In Shnyder, S.M. and Levlnson, G.: Anesthesia for obstetrics. 2a, Williams and Wilkins, 1987. Brown, D.T., Morrison, D.H., Covino, B.G., y col,: Comparíson of carbonated bupivacaine and bupivacaine hidrochloríde for extradural anaesthesía. Br. J. Anaesth, 52: 419, 1980. Brownridge, P., Cohén, S.E.: Neural blockade for obstetrics and gynecology surgery. In Cousins, M.J. and Bridenbaugh, P.O.: Neural blockade ¡n clinical anesthesia and management of pain, J.B. Lippincott Co. 1988. Bundsen, P„ Peterson, L.E., Selstam, U.: Pain relief in labor by transcutaneous electrical nerve stimulatíon, A prospectíve matched study. Acta Obstet. Gynecol. Scand.60: 459, 1981. Carríe, L.E.S., O'Sullivan, G.M., Seegobin, R,: Epidural fentanyl in labour, Anaesthesia, 36: 965,1981. 233 Crawford, J.S.: Patient marsagement during extradural anesthesia for obstetrics, 197S. Datta, E., Corke, B.G., Alpert, N.H., y coi,: Epidural anesthesia for cesarean section: a comparison of bupivacaine, clorprocaine and etidocalne, Anesthesiology, 52: 4 8 , 1980. Dick-Read, G.: Childbirth w i t h o u t fear. Harper and Row, New Y o r k , 1959, 54. Hoult, I.J., McLennan, A . H . , Carrie, L.E.S.: Lumbar epidural analgesia in labour: relations to fetal malposicion and instrumental delivery. Br. Med. J., 1: 1 4 , 1 9 7 7 . 55. Housemeyer, R.P., O'Connor, N.C.: Failure of epidural morphlne to relieve pain in labour. Anaesthesía, 35: 1 6 1 , 1980. 56. Hughes, S.C., A b b o u d , T.K., Shníder, S.M., y coi.: Maternal and neonatal effects of epidrual morphine for labor, Anesth. Analg. 6 1 : 190, 1982. 57. Hughes, S.C., Rosen, M.A., Shnider, S.M. y col.: Msternal and neonatal effects of epidural morphine for labor and delívery. Anesth. Analg. 63; 319, 1984. Friedman, E.A. and Sachtieben, M.R.: Caucal anesthesia: the factors that Infiuence its effect on labor. Obstet. Gynecol., 13: 4 4 3 , 196S. Gerrinck, K.,, Vandering, G., Van Steenberge, A . L . , y coi,: Bupivacaine 0,125o/o ¡n epidural block analgesia during childbirth: maternal and foetal plasma c o n c e t r a t i o n s , Br. J, Anaesth. 46: 939, 1974. Glynn, C.J., Jamous, A., Dawson, D., y col, The role of epidural clonidine in the treatment of patients w i t h íntractable pain. Fifth World Congress on Pain of the IASP, Harnburgo, 1987, 58. Jouppila, P,, Jouppíla, R,, Kaar Kmerila, M.: Fetal heart patterns and uterine activity after segmental epidural analgesia, Br. J. Obstet. Gynaecol.84: 8 4 1 , 1977. 59. Goodchild, C.S., Serrao, J.M., Gertt, J.P.: The antinociceptive effscts of intrathecal midazolam in rat. Fifth World Congress on Pain of the IASP, Harnburgo, 1987. Justlns, D . M „ Houlton, P.G., Reynold, F.: Controlled trial of extradural fentanyl in labour. Br, J. Anaesth., 54: 4 0 9 , 1982. 60. Kaiia, P.K., Madan, D.H. y col.: Epidural pentazocine for postoperatíve pain relief, Anaesth. Analg. 62: 949, 1983. Gunther, R.E. and Bauman, J,: Obstetrical caudal anesthesia, I. A randomized study comparlrtg 1 ° / o üdocaíne pius epinephrine, Anesthesiology, 3 1 : 5 , 1969. 6 1 . Kolle, C: On the use of cocaine for producíng anaesthesía on the eye. Lancet, 2 : 9 9 0 , 1884, Gutsche, R.B.: Prophiiactic ephedrine preceding spinal analgesia for cesarean section, Anesthesiology, 45: 462, 1976. Halsted, W.S.: Practical comments on the use and abuse of cocaine; suggested by its invariably successfu! employment in more than a thousand minor surgícaí operations. N.Y, Med. J . , 4 2 : 294, 1885, Hammonds, W., Braunwell R.S., Hug. C.C., y col. A comparison of epidural meperidine and bupivacaine for relief of labor pain. Anesth, Analgs, 6 1 : 18?. 1982. Heyler, S.: Extradural analgesia during labour using alfentanyl.Br.J. Anaesth.59: 3 3 1 , 1987 62. Kreis, O.: Ueber meduflamarkose bei Geárenden, Zentralbl. Gynakol. 24: 724. 1900. 63. Lamaze, P.: Painless chjldbrith; Psychoprophylactíc method. Burke, London, 1958. 64. Lañe, E., Sinko, G.: Epidural buprenorphine. A double blind study of postoperatíve analgesia and side effects. Anaesth. Analg. 63: 593, 1984. 65. Leirndorfer, A. and Metzner, W.R.T,: Analgesia and anesthesia induced by epinephrine. A m . J, Physiol. 157: 116, 1949. 66. Levinson.G., Shnider, S.M., Krames, E..y col. Epidural anesthesia for cesarean section: effects of epinephrine In the local anesthetic solutíon, In abstraéis of Seientific Papers, Annual Meeting. American Socíety of Anesthesiologlst, Chicago, 1975. 67. Lowenson, R.I., Paul, R., Fales, S., y col.: Intraparturn epidural anesthesia: an evaluation of effects on uterine activity. Obstet. Gynaec o l . 4 4 : 3 8 8 , 1974. Hingson, R.A., Southworth, J.L.: Continuous caudal anesthesia. A m . J. Surg, 58: 9 3 , 1942. Hingson, R.A., Edwards, W.B.; An analysis of the first ten thousand confinements managed w i t h continuous caudal analgesia w i t h a report or the autors first one thousand cases. J.A.M, A., 123: 5 3 8 , 1 9 4 3 . Fentanyl y anestésicos locales f l o w and acíd-base status in the pregnant ewe. Anesthesiology, 57: A 3 8 3 , 1982. Lund, P.C., Cwiok, J.C. Gannon, R.T.: Extradura! anaesthesia: choice of local anaesthetlc agents. Br. J. Anaesth., 4 7 : 313, 1975, 83. Maresch, M.n Choung, K.H., Brard, R.W.: Delayed pushing w i t h lumbar epidural analgesia in labour. Br. J. Obstet, Gynaecol, 9 0 : 623, 1983. McGuinness, G.A. and fvlerkow, A.J.: Epidural anesthesia w i t h bupivacaine for cesarean section: neonatal blood levéis and neobehavioral responses. Anestheslology, 49: 270, 1978. Rosenfeld, C.R., Barton, M.D., Mesonia, G.. Effects of epinephrine on distribution of blood flow in the pregnant ewe. A m . J. Obstet. Gynecol., 124: 156, 1976. 84. Scanlon, J.V.: Neurobehavioral responses of newborn infants after maternal epidural anesthesia. Anesthesiology, 40: 128, 1974. 85. Scott, J. and Huskisson, E.C.: Graphic representaron of pain. Pain, 2: 175, 1976. 86. Shoider, S.M,: Experíence w i t h regional anaesthesia for vaginal delivery. In Shnider, S.M. and Moya, F.: Anesthesiologist, mother and newborn. Williams and Wilkins, 1974. 87. Shnider, S.M., Wríght, R.G., Levinson, G.: Uterine blood flow and plasma norepinephrine changes during maternal stress in the pregnant ewe. Anesthesiology. 50: 524. 1979. 88. Shnider, S.M., Abboud, T.K., Artal, R., y col. Maternal catecholamines decrease during labor after lumbar epidural anesthesia. A m , J. Obstet, Gynecol. 147: 13, 1983. 89. Shnider, S.M. and Levinson, G.: Anesthesia for obstetrics. 2a. Ed. Williams and Wilkins, 1987. 90. Siccard, A.: Les ijections médicamenteuses extradurales par voie sacro-coccygienne. C.R. Soc. Biol. (París! 53: 3 9 6 , 1901. Melzack, R.: The m y t h of painless chilbirth, Pain,19: 3 2 1 , 1 9 8 4 . Moir, D.D. and Willoeks, J.: Management of inco-ordinate intrauterina action under continuous epidural analgesia. Br. Med. J, 3: 396, 1967. Moir, D.D.: Local anaesthetic techniques in obstetrics. Br. J. Anaesth. 58: 747, 1986. Nalda, M.A., Campo, F.,Burzaco. I.: Obstetric analgesia with fentanul-buplvaeaine by extradural route. Br. J. Anaesth., 64: 250, 1982. Naulty, J.S., Weintraub, S.J., Hunt, C: Epidural butorfanol for post-cesarean delivery pain management. Anesthesiology, 6 1 : 415, 1984. N¡v, D., Rudick, V., Golan, A., y col: Augmentation of Bupivacaine analgesia in labor by epidural morphine. Obstet. Gynecol, 67: 206, 1986. Perris, B.W, and MaMns, A.F.: Pain relief in labour using epidural pethidine w i t h adrenaline. Anaesthesia, 36: 6 3 1 . 1981. Phillips, J.C. Hochberg, C.J., Petrakis, J.K., y col.: Epidural analgesia and its effects on the " n o r m a l " progress of labor. Affl. J. Obstet. Gynecol. 129: 316, 1977 Purdy, J.: Continous extradural analgesia in labour. Br. J. Anaesth. 59: 319. 1987. Reading, A.E. and Cox, D.N.: Psychosocial predictors of labor pain. Pain,22: 309, 1985. 9 1 . Van Steenberge, A.: Epidural lofentanü for pain relief in labor. Anesth. Intenzivmed. 1988. 92. Von Hartung, H-J., Wiest, W., Klose, R., y co), Epidurale morphin-inyection zur schmerzbekámpfung ín der geburtshilfe. Forstschr Med. 98: 5 0 0 , 1 9 8 0 . 93. Wallís, K.L., Shnider, S.M., y col.: An evatuation of acupuncture analgesia in obstetrics. Anesthesiology, 4 1 : 596. 1974, 94. Wallís, K.L., Shnider, S.M,, Hicks, L.S. y col, Epidural anesthesia in the normotensive pregnant ewe: effects on uterine blood flow and fetal acíd-base status. Anesthesiology, 44: 4 8 1 , 1976. 95. Wang, J.K., Nauss, L.A., Thomas, J.E.: Pain relief by intrathecally applied morphine in man. Anesthesiology, 50: 149, 1979. de Rosayro, A.M., Nahrwold, M.L., Hill, A.B.: Cardiovascular effects of epidural epinephrine in the pregnant sheep. Regional Anesthesia, 6: 4,1981. Rosen, M.A., Hughes, S.C., Curtis, J.D. y col.: Effects of epidural morphine on uterine blood 235 Bonnet, J. y col. 96. Wollman, S.B. and Marx, G.F.: Acute hydration for prevention of hypotension of spina! anesthesia ¡n parturients. Anesthesiology, 29: 374, 1968. 98. Youngstrom, P., Eastwood, D., Patel, H., y col. Epidural fentanyl and pubivacaine in labor: doble-blind study. (Abstr) Anesthesiology, 6 1 : A 4 1 4 , 1984. 97. 99. Zador, G. and Nilsson, B.A.: Low dose intermittent epidural anaesthesia with lidocaine for vaginal delivery. I I . Influence on labour and foetal acid-base status. Acta Obstet. Gyanecol. Scand. (suppl), 34: 17, 1974. Writer, W.D.R., Jaus, F.M., Wheeler, A.S.: Double blind comparison of morphine and bupivacaine for continous epidural analgesia in labor. Anesthesiology, 54: 215, 1981.