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REVOLUCIONES CIENTIFICAS
http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluciones_cient%C3%ADficas
Revolución científica es un concepto de la epistemología y la historia de
la ciencia acuñado por Thomas Kuhn en la obra La estructura de las
revoluciones científicas; aunque muy a menudo se restringe su uso a
una época histórica en concreto, la de la ciencia de los siglos XVI y XVII,
que es el sentido en que lo usó Alexandre Koyré
El concepto kuhniano de revolución científica implica una especial relación
entre las condiciones socioeconómicas y el entorno intelectual, y se
entiende como el momento en que la producción científica deja de
reproducir los esquemas de la denominada ciencia normal y se produce un
cambio de paradigma científico
I
Las grandes revoluciones científicas
Son cada uno de los periodos históricos en que se ha producido uno de esos
cambios. Cada una de ellas surgió y se concentró especialmente en
determinadas disciplinas científicas, aunque también trajeron consecuencias
para las demás:

Revolución copernicana, en astronomía y física, desde Nicolás
Copérnico (De revolutionibus, siglo XVI) hasta Isaac Newton (finales
del siglo XVII; la importancia de Newton en la aceptación del nuevo
paradigma y su fijación hace que se suela hablar de él como
paradigma newtoniano). El filósofo e historiador de la ciencia
Alexandre Koyré propuso el término revolución astronómica para
este proceso.1
o En el mismo año (1543) en que Copérnico moría y se publicaba
póstumamente su libro, también lo hacía el De humani corporis
fabrica de Andrés Vesalio, que revolucionó la anatomía. Suele
hablarse de revolución científica del siglo XVII para
referirse al periodo fundamental que supuso el cambio del
concepto de ciencia cualitativa, basada en la lógica silogística
por la ciencia cuantitativa basada en la lógica experimental. En
ese proceso fue fundamental la renovación del método
científico a cargo de personajes como René Descartes,
Johannes Kepler, Francis Bacon o Galileo Galilei. La nómina
podría ser extensa: Christian Huygens, William Gilbert, Otto
von Guericke, Francis Hauksbee, Evangelista Torricelli, Blaise
Pascal, Robert Hooke, Robert Boyle, William Harvey, Marcelo
Malpighi, Regnier de Graaf, Jan Swammerdam o Antoni
Leeuwenhoek.2 La polémica entre empirismo y racionalismo,
deducción y razonamiento inductivo y otros debates
intelectuales, como el debate de los antiguos y los modernos
(superación del principio de autoridad propio de la escolástica),
se completan con lo que a finales del siglo XVII se conoce con
el nombre de crisis de la conciencia europea (concepto
2



acuñado por el historiador Paul Hazard) que precede a la
Ilustración del siglo XVIII.
Revolución darwiniana, en biología y ciencias de la Tierra, desde
Charles Darwin (El origen de las especies, 1859). También suele
denominarse revolución evolucionista.
Revolución einsteniana, en física, desde Albert Einstein (artículos
de 1905). También suele denominarse revolución relativista.
Revolución indeterminista, que no se refiere al indeterminismo
filosófico opuesto al determinismo, sino a la indeterminación: la
superación de la concepción mecanicista o determinista de la ciencia,
sobre todo a partir de las tres famosas construcciones teóricas de los
años veinte y treinta del siglo XX debidas a Heisenberg, Schrödinger
y Gödel, sobre la indecidibilidad, el principio de incertidumbre, la
indiferencia y la imposibilidad de eludir la interferencia del
experimentador u observador sobre el hecho experimentado u
observado.
o Incluida en ésta, la revolución cuántica se inició en un
periodo anterior, a partir de Max Planck (1900, constante de
Planck) y Einstein (Un punto de vista heurístico acerca de la
creación y transformación de la luz, uno de los famosos
artículos de 1905). Esta revolución cuántica no puede
denominarse por un sólo científico, ni siquiera por un único
grupo de ellos, equipo o escuela local, dada la gran cantidad
que intervino en el complejo proceso que llevó a lo largo del
primer tercio del siglo XX hasta la definición de la mecánica
cuántica (Pieter Zeeman, Hendrik A. Lorentz, James Franck,
Walter Nernst, Henry Moseley, Peter Debye, Arnold
Sommerfeld, Arthur Holly Compton, Hendrik Kramers,
Wolfgang Pauli, Louis de Broglie, George Uhlenbeck, Samuel
Goudsmit, Paul Dirac, John von Neumann, etc.); entre los que
Heisemberg, Max Born, David Hilbert, Felix Klein, Pascual
Jordan y Niels Bohr desarrollaron la llamada mecánica
cuántica matricial y Schrödinger la mecánica cuántica
ondulatoria (1926 Cuantización como un problema de valores
propios).
Otros cambios de paradigma entre la ciencia clásica y la ciencia
moderna


En medicina y fisiología la revisión de la anatomía de Aristóteles y las
teorías de Hipócrates y Galeno (teoría de los humores); por autores
de los siglos XVI y XVII: Andrea Vesalio, Miguel Servet y William
Harvey (De motu cordis, 1628, donde propone su teoría de la
circulación de la sangre).
Superación de las matemáticas griegas clásicas de Pitágoras, Tales
de Mileto, Euclides y Arquímedes; a partir del siglo XVII (Descartes,
Pascal, Leibniz-Newton, cálculo infinitesimal) y del siglo XVIII (Euler,
Gauss, geometría no euclidiana).
3
Otras denominaciones
Sin que representen cambios menos importantes, otros cambios de
paradigma restringidos a una ciencia en concreto, son también
denominados habitualmente "revoluciones" y a veces denominados por el
científico que los protagoniza:




Revolución lavoiseriana o revolución química, por el químico
Antoine Lavoisier.
Revolución lyelliana, por el geólogo Charles Lyell.
Revolución maxwelliana, por el físico James Clerk Maxwell.
Revolución mendeliana o revolución genética, en genética,
desde Gregor Mendel (1865, Experimentos sobre la hibridación de
plantas), aunque no fue recibido por la comunidad científica hasta
principios del siglo XX (1900, Hugo de Vries, Carl Correns y Erich von
Tschermak; 1902, William Bateson Principios de herencia de Mendel;
investigaciones posteriores de Archibald Edward Garrod y Thomas
Hunt Morgan)



Revolución bioquímica se suele aplicar a los descubrimientos
que llevaron al desciframiento del código genético y el ADN
(James D. Watson, Francis Crick y un largo etcétera, en que se
incluye al español Severo Ochoa).
Revolución genómica se suele aplicar a la biotecnología
procedente de la investigaciones en torno al genoma (19902003, Proyecto Genoma Humano).
Revolución wegeneriana, en geología, desde que Alfred Wegener
propone la teoría de la deriva continental en 1912, y hasta el año
Geofísico Internacional de 1957
II La Revolución científica de los siglos XVI-XVII
http://www.monografias.com/trabajos14/revolucion-cientifica/revolucioncientifica.shtml
Autor: Larissa G. Martínez S. Octubre 2003
Indice
1. Introducción
2. Revolución científica
3. Consecuencias de la revolución científica
4. La revolución copernicana
5. Teóricos de la ciencia
6. El desarrollo de la revolución científica
7. Revolución científica aplicada
8. Conclusión
4
1. Introducción
La esencia real de la Revolución Científica comprende un amplio espacio, en
el cual fueron desarrollándose los hechos que dieron origen a dicho hecho.
Esta revolución como su nombre la indica, representa el cambio
paradigmático de la era en cual reinaban formas de proceder como la
especulación y la deducción. Pasando a tiempos en el cual se procede
mediante una forma más sustentada, es decir con soportes firmes basados
en la ciencia pura, es decir de cierta forma se dejo de lado la visión aérea
de los hechos.
Esta revolución, presenta las razones por las cuales la asimilación de un
nuevo tipo de fenómeno o de una nueva teoría científica debe exigir el
rechazo de un paradigma más antiguo, no se derivan de la estructura lógica
del conocimiento científico; pues podría surgir un nuevo fenómeno sin
reflejarse sobre la práctica científica pasada.
2. Revolución Científica
Conceptos
Por revolución científica se denomina habitualmente el periodo comprendido
entre 1500 y 1700 durante el cual se establecen los fundamentos
conceptuales e institucionales de la ciencia moderna.
Se considera revolución científica a todos aquellos episodios de desarrollo
no acumulativo, en que un paradigma antiguo es reemplazado
completamente o en parte, por otro nuevo, incompatible.
En lo que a conceptos, el elemento central de la Revolución Científica es el
abandono de la visión cosmogónica en la que la Tierra ocupaba el centro del
Universo (sistema geocéntrico de Ptolomeo) y de la física aristotélica, por
una en la que los planetas se mueven en torno al Sol (sistema
heliocéntrico), una idea que, aunque también habían considerado algunos
antiguos (Astiarco), fue introducida con detalle por Nicolás Copérnico.
3. Consecuencias de la revolución científica
Las consecuencias de la revolución científica, de la que Galileo y Newton
fueron sus máximos exponentes, pueden dividirse en tres grandes grupos:
consecuencias metodológicas, filosóficas, y religiosas:
Consecuencias metodológicas:
Desconfianza ante las "intuiciones" ingenuas del sentido común como
intérprete de la realidad.
Se incrementa el valor de la observación y de la experiencia y la necesidad
de la verificación empírica. Los sistemas puramente especulativos, como
construcciones mentales deducidas a partir de unos principios universales
no discutidas, ceden el paso a hipótesis de trabajo basadas en la
experiencia y sujetas a una revisión continua.
5
Nuevo criterio de verdad.
La deducción, que había reinado desde Parménides, cede el trono a la
inducción. Galileo la practica, y Bacon acomete la tarea de justificarla
teóricamente y de elaborar su metodología, de forma que constituya el
nuevo instrumento (Novum Organum) de la ciencia en sustitución del
Organon aristotélico.
La expresión de la realidad se matematiza. La ciencia moderna desea
predecir con exactitud los fenómenos, y para ello necesita conocer las leyes
físico-matemáticas que los rigen.
Cada rama de la ciencia se independiza de las otras (aunque aproveche
indirectamente sus avances).
Consecuencias filosóficas
Se derrumba la autoridad de Aristóteles. Se ve que Aristóteles se equivocó
al afirmar el sistema geocéntrico de esferas, la incorruptibilidad de los
astros, el cese del movimiento cuando cesa la causa, etc. El desprestigio de
Aristóteles aumentó también por considerársele defensor a ultranza del
método deductivo y la especulación pura.
Cambia el concepto de ciencia. Ya no interesa lo óntico, sino lo fenoménico;
la realidad subyacente, sino el comportamiento aparente. Algunos
científicos como Galileo y Kepler solo se interesan por establecer las leyes
matemáticas de los movimientos.
Consecuencias religiosas
Autonomía de la ciencia frente a cualquier autoridad. La última palabra
corresponde a la razón, que parte de la experiencia científica y vuelve a ella
para verificar sus conclusiones.
El científico moderno suprime las explicaciones prenaturales de los
fenómenos físicos, y busca sólo las causas inmanentes, intramundanas.
El papel de las leyes en las explicaciones científicas
Con Descartes, Galileo y Newton se desarrolló la idea de que el verdadero
conocimiento es conocimiento de algo que está más allá de los fenómenos,
que tiene una estructura definida y caracterizable matemáticamente. Decir
que la realidad tiene una estructura que no está constituida por sustancias
y, en particular, identificar la realidad con una estructura matemática de los
fenómenos, nos permite formular la idea de que sí podemos tener
conocimiento cierto de esa estructura.
Según Newton, la "deducción a partir de los fenómenos" requería el diseño
de experimentos y la sistematización de observaciones en un marco de
conceptos matemáticos que permitieran llegar a tener conocimiento de la
estructura, de lo real, sin suponer que conocemos las causas últimas de lo
real. Así, implícitamente, Newton distingue dos conceptos de "causa"; por
un lado, habla de las leyes cuantitativas de la naturaleza como causas, en
un sentido en el que ya Descartes hablaba de las leyes como causas
secundarias, esto es, en el sentido de que apelar a esas leyes permite
explicar los fenómenos. Por el otro, Newton habla de "causa" en el sentido
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del origen físico, en el nivel de la estructura corpuscular de la materia, del
movimiento.
La estructura de los fenómenos o, más precisamente, las leyes de la
naturaleza que describen la estructura de manera cuantitativa, eran para
Newton, causas que explicaban los fenómenos, y en ese marco sería más
correcto hablar de principios explicativos.
Newton señalaba que las leyes fundamentales de la naturaleza son
descripciones de las fuerzas de interacción que se aplican universalmente.
Estas leyes nos permiten explicar la estructura de los fenómenos en la
medida en que, por lo menos es posible derivar las regularidades a las que
tenemos acceso en la experiencia a partir de esas leyes fundamentales.
Parte del éxito de la propuesta de Newton se debió a que la ley de la
gravitación universal salió a relucir a partir de cierta reformulación
matemática de los fenómenos conocidos. Por esto Newton pudo hablar de
"deducción", aunque el término no fuera estrictamente correcto. Pero el
punto es que dadas ciertas restricciones, que no introducen hipótesis
adicionales a los fenómenos, en el sentido de que no introducen otros
principios explicativos, es posible deducir la ley de la gravitación a partir de
los fenómenos en un sentido matemático estricto.
Newton mostró como, en algunos casos especiales pero importantes, y bajo
ciertos supuestos, es posible "deducir" de la estructura de los fenómenos
ciertas leyes generales que describen esa estructura y que pueden utilizarse
como puntos de partida, como premisas de las explicaciones.
4. La revolución copernicana
Para Thomas Khun la revolución copernicana fue una revolución en el
campo de las ideas, una transformación del concepto del universo que tenía
el hombre hasta aquel momento y de su propia relación con el mismo, y
tuvo lugar en las investigaciones astronómica. En 1543 Nicolás Copérnico se
propuso incrementar la sencillez y precisión de la teoría astronómica
vigente, transfiriendo al sol muchas de las funciones que hasta entonces se
atribuían a la tierra. Esa revolución no se limita a una reforma astronómica,
sino que con la publicación del The Revolution orbis de Copérnico se
produjeron enseguida una serie de cambios radicales en la forma de
comprender la naturaleza por parte del hombre, innovaciones que
culminaron un siglo más tarde con el concepto newtoniano del universo.
Copérnico vivió y trabajó en un periodo caracterizado por rápidos cambios
de orden político, económico e intelectual que prepararían las bases de la
moderna civilización europea y americana, se convirtió en un foco de las
apasionadas controversias religiosas, filosóficas, y sociales.
La concepción aristotélica del cosmos fue la principal fuente y el punto de
apoyo para la práctica astronómica precopernicana. El principio de autoridad
típicamente medieval que emanaba de los escritos de Aristóteles deriva del
brillo y la originalidad de sus ideas, y de su extensión y coherencia lógica. El
espacio newtoniano es físicamente neutro, al contrario del primitivo, que
7
podríamos denominar como un espacio vital. Si bien la ciencia jugó un
importante papel a finales de la Edad Media, no debe olvidarse que las
fuerzas intelectuales dominantes eran teológicas. Sin embargo, las críticas
escolásticas a la obra de Aristóteles ofrecieron unas alternativas
importantes en algunos puntos específicos, que desempeñaron una función
de máxima importancia en la preparación del camino de Copérnico.
La teoría copernicana se desarrolló en el marco de una tradición científica
apadrinada y apoyada por la Iglesia. La ciencia pagana y secular derivada
de los contactos con el oriente musulmán y bizantino dejaban de ser una
amenaza siempre que la Iglesia pudiera seguir manteniendo su liderazgo
intelectual a través de la integración de las concepciones procedentes de
aquella. Dentro de una erudición de corte cristiano, se mantuvo a lo largo
de cinco siglos el monopolio católico sobre la ciencia. La estructura física y
cosmológica del nuevo universo cristiano plenomedieval era básicamente
aristotélica, derivada de las concepciones de Tomas de Aquino (1225-1274).
La crítica que realizaron los escolásticos al sistema aristotélico tiene sus
mayores exponentes en Nicolás de Oresme y su maestro Juan Buridan
durante el siglo XIV. Los siglos durante los que perduró la escolástica son
aquellos en que la tradición de la ciencia y la filosofía antigua fue
simultáneamente reconstruida, asimilada y puesta a prueba, a medida que
iban siendo descubiertos puntos débiles, se convertían de inmediato en
focos de las primeras operaciones investigativas del mundo moderno.
Para los europeos contemporáneos a Copérnico, la astronomía planetaria
era un campo casi nuevo, que fue elaborado en un clima intelectual y social
muy distinto de que hasta entonces se habían enmarcado los estudios
astronómicos.
La vida de Copérnico transcurrió entre 1473 y 1543, las décadas centrales
del Renacimiento y la Reforma. La agitación en la Europa renacentista y
reformista facilitó la innovación astronómica de Copérnico.
5. Teóricos de la ciencia
Gilbert Hottois
Según Gilbert Hottois, la ciencia antigua era una ciencia logoteórica, lo que
quiere decir que estaba formada por el lenguaje (logos) y la visión
intelectual o espiritual (theoría). Tal ciencia estaba constituida por el
lenguaje: la ciencia antigua se formula con ayuda del lenguaje ordinario, es
discursiva; utiliza las palabras de la lengua natural, que redefine, precisa e
intenta articular rigurosamente. Es producto de la reflexión activa (es decir,
la especulación) sobre la organización lingüística o simbólica de lo real.
La forma que adopta la ciencia aristotélica es una forma lógica,
demostrativa, silogística. Lo que es objeto de conocimiento científico, según
Aristóteles, es la conclusión universal y necesaria de un silogismo. En las
premisas del silogismo está contenida la explicación de la conclusión. La
explicación es el porqué, lo que Aristóteles denomina la causa. Pero es una
causa lógica o semántica, es decir, que expresa un encadenamiento
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conceptual o de significaciones, sin relación alguna con la causalidad
mecánica y empírica de la ciencia moderna.
La lógica (la silogística) es el verdadero Organon de la ciencia, lo que quiere
decir la herramienta, el método por excelencia de la ciencia, el instrumento
de su despliegue riguroso y definitivo. Fundamentalmente, la ciencia
aristotélica es, pues, intuitiva y deductiva, teórica (o contemplativa) y
discursiva (o verbalista).
La ciencia moderna
La ciencia moderna se inicia propiamente con Francis Bacon. La principal
obra de éste es el Novum Organum. Tradicionalmente el término "Organon"
designa el conjunto de los tratados de lógica de Aristóteles y define la lógica
como instrumento de la ciencia. La obra de Francis Bacon se opondrá a esta
concepción. El Novum Organum tiene, a la vez, un aspecto crítico (de la
ciencia tradicional) y un aspecto positivo (una nueva forma de concebir la
ciencia). Los principales aspectos de la crítica de Bacon a la ciencia
tradicional son los siguientes:
La lógica (la silogística) no es ni el instrumento ni la forma por excelencia
del saber;
Una ciencia lógica sólo es una ciencia a priori y formal, vacía; no enseña
nada, puesto que se limita a explicitar el contenido de las premisas;
La ciencia debe ser inductiva y no deductiva; pero no se trata de la
inducción aristotélica, que sólo es una intuición inmediata de lo universal en
lo particular;
La ciencia lógica opera con palabras, es decir, con las "etiquetas de las
cosas", e ignora éstas; es preciso terminar con la confusión de las palabras
y las cosas, origen esencial del saber filosófico antiguo. El lenguaje no
ofrece representación correcta de lo real y no es una fuente fiable para la
ciencia;
Es menester rechazar la ciencia libresca, rehusar todo prejuicio y
argumento de autoridad en el estudio de la naturaleza;
Es menester distinguir entre causas finales y causas eficientes, y limitarse a
la investigación de las causas eficientes para la explicación científica de los
fenómenos.
Desde el punto de vista positivo, el Novum Organum, exige:
Practicar la inducción en sentido moderno, es decir, la liberación
progresiva de las identidades y de las diferencias reales gracias a la
observación y a la comparación repetida de las observaciones;
Practicar la experiencia en el sentido de la experimentación, es decir, no
conformarse con observar pasivamente; utilizar instrumentos y técnicas;
Verificar, escoger, confirmar y corregir incansablemente a fin de distinguir
entre las causas eficientes verdaderas y los factores marginales, las
circunstancias accidentales de un fenómeno.
Según Bacon, la ciencia moderna deberá ser:
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activa, operatoria, eficaz y no contemplativa y verbal. Esta relación activa,
caracteriza la investigación y la aplicación
técnica: la utilización de instrumentos y de procedimientos determinados
permite explicar y controlar los fenómenos;
potente y operativa: el fin último del conocimiento está en aumentar el
control, la potencia, el dominio del hombre sobre la naturaleza, con el
propósito de someterla a sus necesidades y proyectos. Para la ciencia
nueva, saber es poder.
Copérnico
La idea del heliocentrismo parece que le sobrevino a Copérnico halla por los
años 1505 o 1506; en efecto, en 1512 Copérnico escribió e hizo circular
entre sus amigos una exposición (De hypotesibus coelestium a se constituis
Commentariolus) que ofrece, en forma esquemática y breve, los principios
de la nueva astronomía. La obra entraba en abierta contradicción con lo que
decían las Sagradas Escrituras, Para salvar esta dificultad, Ossiander
propuso a Copérnico la idea de presentar su sistema no como algo real, sino
adoptar una concepción fenomenista de la ciencia. Esta concepción
fenomenista de la ciencia es expuesta en el prólogo de Ossiander a la obra
de Copérnico.
La ciencia – y en especial la astronomía – no tiene, según Ossiander, sino
un fin único, un solo objeto, el de "salvar los fenómenos". Su misión
consiste en relacionar y ordenar sus observaciones por medio de hipótesis
que permitan calcular, prever y predecir las posiciones (visibles y
aparentes) de los planetas.
Los dos ejes centrales sobre los que gira la teoría de Copérnico son: 1)
colocar al Sol, inmóvil, en el centro del Universo y 2) hacer de la Tierra un
planeta más que gira en torno al Sol.
Filosofía científica
Las Regulae philosophandi, colocadas por Newton al principio del tercer libro
de los Principia, nos enseñan la filosofía científica del autor.
Regla I: Debemos admitir únicamente aquellas causas de cosas naturales
que son verdaderas y suficientes para explicar las apariencias.
Regla II: A los mismos efectos naturales debemos asignarles las mismas
causas.
Regla III: Las cualidades [propiedades] de los cuerpos que no admiten
aumento o disminución de grado, y que encontramos en todos los cuerpos
al alcance de nuestros experimentos, deben considerarse como las
cualidades universales de los cuerpos.
Regla IV: En la filosofía experimental debemos buscar proposiciones
seleccionadas por medio de una inducción general a partir de fenómenos
exactos o muy cercanos a la verdad, a pesar de la posibilidad de imaginarse
hipótesis contrarias, hasta que llegue el momento en el que ocurran otros
fenómenos que sean más exactos, o que muestren que estas proposiciones
tienen excepciones.
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La regla III es un intento por caracterizar aquellas propiedades que, según
Newton, son epistemológicamente básicas en el sentido en que lo explica la
siguiente regla metodológica: las cualidades [propiedades] universales de
las cosas son derivables de los fenómenos.
Newton avanza la tesis de que no es posible refutar -filosófica o
científicamente- ningún descubrimiento por el hecho de que parezca
contradecir o contradiga un principio general, un postulado, un sistema o
cualquiera otra «hipótesis» Lo importante es que la especulación no sea
«hipotética». La oposición no se establece entre hipótesis y experimentos,
sino entre descubrimiento y convencimiento. Pues todo lo que no se deduce
de los fenómenos es una hipótesis; y las hipótesis, no deben ser recibidas
en filosofía experimental. Newton, en los mismos Principia, viola a actitud
de hypotheses non fingo y las reglas que él mismo había fijado a toda
inducción y a toda analogía generalizadora. La actitud del hypotheses non
fingo tiene más bien en Newton el carácter de un repliegue o retirada
tácticos. Disgustado por las polémicas que había tenido que sostener en la
Optica, Newton quiso cortar por lo sano toda discusión, dando así a su
Física un lenguaje exclusivamente matemático sobre una sólida base
experimental.
Thomas Khun
Thomas Khun es uno de los más destacados referentes por su obra La
Estructura de las Revoluciones Científicas. Para Khun la historia de la
ciencia tiene periodos de crisis o de revoluciones, y periodos de "ciencia
normal". En los periodos de ciencia normal los sabios trabajan para
desarrollar las implicaciones sobre puntos particulares. Se relaciona con el
término paradigma en el sentido que la ciencia normal, debe responder al
paradigma dominante. La investigación, en los períodos de ciencia normal
es tratada de manera que los hechos que estudia puedan ser clasificados en
las casillas suministradas por el paradigma. La investigación normal se
preocupa muy poco de encontrar novedades. Cuando un enigma científico
es tan grande que no puede ser resuelto y llega a ser considerado como una
anomalía, aparece una transición hacia una crisis, es el pasaje de la ciencia
normal a la ciencia extraordinaria. Las revoluciones científicas o periodos de
ciencia extraordinaria aparecen cuando los especialistas no pueden ignorar
por más tiempo las anomalías que aparecen.
Para que una revolución científica tenga lugar, el sabio debe renunciar a la
visión del mundo que tenía hasta ese momento y adecuarse a una nueva
visión.
Dice Khun al respecto de la revolución científica: La ciencia normal es la que
produce los ladrillos que la investigación científica está continuamente
añadiendo al creciente edificio del conocimiento científico.
(...) Los cambios revolucionarios son diferentes (...), ponen en juego
descubrimientos que no pueden acomodarse dentro de los conceptos que
eran habituales antes de que se hicieran dichos descubrimientos.
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Las características del cambio revolucionario que Khun enumera, son las
siguientes: a) los cambios revolucionarios son en un sentido holistas, no
pueden hacerse poco a poco y contrasta así con los cambios normales o
acumulativos; b) se desarrolla un cambio en que se determinan sus
referentes, en el lenguaje no solo se alteran los criterios con que los
términos se relacionan con la naturaleza, altera además el conjunto de
objetos o situaciones con los que se desarrollan esos términos, se genera
un cambio en las categorías taxonómicas. La característica esencial es su
alteración del conocimiento de la naturaleza intrínseco al lenguaje mismo.
La violación o distorsión de un lenguaje científico que previamente no era
problemático es la piedra de toque de un cambio revolucionario.
Alexandre Koyré
Está incluido en el denominado campo francés. Su método consiste en
preguntarse, frente a un autor, a su obra, cuales fueron en su época las
limitaciones de lo pensable y dentro de esos límites, qué explica que ese
pensamiento haya aparecido en lugar de otro. De la misma forma que
Bachelard y la mayoria de científicos y filosofos en el campo francés, Koyré
asume una posición "discontinuista" en epistemología e historia de las
ciencias, característica por ejemplo, de Michel Foucault, en quien influyo
fuertemente. Señala que el cambio del pensamiento filosófico y científico del
siglo XVII, transforma al hombre de espectador de la naturaleza en posesor
y maestro, conduciendo finalmente a la mecanización de la concepción del
mundo. Coincide con Bachelard en su antiempirismo: para él la experiencia
es secundaria, el mundo de las ideas es fundamental.
Dice que el papel de la "subestructura filosófica" ha sido de suma
importancia –sino fundamental- en el desarrollo de las ciencias, a pesar
toda la carga en contra de esa subestructura por parte de los historiadores
de orientación positivista de los siglos XIX y XX. Las grandes revoluciones
científicas siempre han estado determinadas por conmociones o cambios de
concepciones filosóficas.
El pensamiento científico (...), no se desarrolla in vacuo, sino que siempre
se encuentra en el interior de una cuadro de ideas, de principios
fundamentales, de evidencias axiomáticas que habitualmente han sido
consideradas como pertenecientes a la filosofía.
Tycho Brahe (1546-1601)
Fue la autoridad más importante durante la segunda mitad del siglo XVI en
materia de astronomía, aunque mostraba una línea de pensamiento
relativamente tradicional, incluso opuesta a Copérnico. Sin embargo, Brahe
fue responsable de cambios de enorme importancia en las técnicas de
observación astronómica y en los noveles de precisión que exigían la
recolección de datos astronómicos. El sistema de Tycho Brahe, conocido
como ticónico, es una adecuación como solución de compromiso a los
problemas planteado por el De Revolutionibus, ya que mantiene a la tierra
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en el centro del universo, por lo que reconcilia su propuesta con las
Escrituras.
Johanes Kepler (1571-1630)
Es uno de los mas célebres colegas de Brahe, fue copernicano toda su vida,
aunque trabajó con argumentos matemáticos mucho mas sólidos. La
intuición física kepleriana introduce un concepto mas de suma importancia
en el desarrollo de la ciencia en el futuro: el anima motrix, fuerza que
emanaba del sol y responsable de la órbita de los planetas. Al resolver este
problema, Kepler acabo por convertir al copernicanismo a todos los
astrónomos a partir de 1627, cuando publica las Tablas Redolfinas.
Lo que es realmente nuevo en la concepción el mundo de Kepler es la idea
de que el universo esté regido en todas partes por las mismas leyes y por
leyes de naturaleza estrictamente matemática. Su universo es, sin duda, un
universo estructurado, jerárquicamente estructurado en relación al sol y
armoniosamente ordenado por el Creador, que se manifiesta a sí mismo en
él como en un símbolo.
Galileo Galilei (1564-1642)
Escrutaba a partir de 1609 los cielos con un telescopio por primera vez,
instrumento que permitió descubrir en sus manos innumerables testimonios
a favor del copernicanismo, aportando a la astronomía los primeros datos
cualitativos desde los recogidos en la antigüedad. Galileo es antimágico en
el mas alto grado. (...) Lo que le anima es la gran idea de la física
matemática, de la reducción de lo real a lo geométrico.
(...) Galileo se nos presenta al mismo tiempo como uno de los primeros
hombres que comprendió de manera muy precisa la naturaleza y el papel
de la experiencia en las ciencias.
Con Galileo y después de Galileo tenemos una ruptura entre el mundo que
se ofrece a los sentidos y el mundo real, el de la ciencia. Este mundo real es
la geometría hecha cuerpo, la geometría realizada.
René Descartes (1596-1650)
Es considerado como el fundador de la filosofía moderna. No acepta las
bases filosóficas establecidas e intenta construir un edificio filosófico
completo de novo. De la misma manera que Bacon, Descartes concibió a la
ciencia como una pirámide cuya cúspide estaba ocupada por los principios
generales de la realidad. Descartes propuso que el conocimiento científico
se inicia en la cumbre y de ahí procede hasta abajo, siguiendo el camino de
la deducción. Tiene la certeza de que el conocimiento puede alcanzarse a
priori, en ausencia de la realidad y la experiencia, cuya síntesis es su cogito
ergo sum. Los aspectos más sobresalientes de la filosofía cartesiana son el
dualismo y el mecanicismo. Con respecto al primero, postula la existencia
de dos mundos paralelos pero incapaces de articularse entre sí: el cuerpo y
la mente. Con relación al segundo, la filosofía cartesiana es rígidamente
determinista.
13
6. El desarrollo de la revolución científica
Tomando la concepción de la historia de la ciencia de Koyré, el panorama de
la filosofía moderna del siglo XVII, y su relación con la ciencia, o más
exactamente como la filosofía natural se fue gradualmente escindiendo
hasta convertirse en dos entidades separadas e incluso opuestas: la filosofía
y la ciencia.
Los caracteres generales de la filosofía del siglo XVII: este periodo señala la
madurez de la conciencia filosófica moderna y abarca su etapa más
productiva. Se desarrolla un pensamiento cuyos caracteres difieren
notablemente del renacentista anterior. Encontramos nuevos métodos en
las prescripciones baconianas y cartesianas, de hecho, la filosofía moderna
adulta se inaugura con dos tratados metodológicos: el Novum Organon de
Francis Bacon, y el Discurso del Método de Rene Descartes. La filosofía del
siglo XVII adopta un tono severo muy próximo al de las ciencias, y
mantiene con estas una estrecha relación.
Para el progreso del pensamiento, especialmente de las ciencias, fue
considerable la creación de las Academias, que contrastaba con el
envejecido y anquilosado de las Universidades. A partir del siglo XVII la
ciencia adquiere un ímpetu y una influencia sobre la vida humana que antes
no poseía, se inicia lo que podría llamarse la profesionalización de la
filosofía en ciencia. Este es el primer siglo en que se puede distinguir,
aunque no con precisión, estos dos tipos de sabios: científicos y filósofos.
En este momento los filósofos ya no pueden considerase "hombres de
ciencia". A partir del siglo V A. C. Cuando surgieron los primeros filósofos
naturales, y hasta bien entrado el siglo XVI D.C., la ciencias y la filosofía
fueron la misma cosa, tuvieron el mismo nombre: filosofía natural, y fueron
cultivadas sin distinción desde Tales de Mileto hasta Leonardo Da Vinci.
Naturalmente, al iniciarse la separación entre científicos y filósofos, la
nuevas especie que predomino por buen tiempo fue la híbrida. Sin
embrago, los hombres del siglo XVII, tenían ya su vista dirigida al futuro y
sus esperanzas en este mundo, diferente de los de la Edad Media.
El profeta de la nueva filosofía era Francis Bacon (1561-1626), quien llegó a
prometer que la nueva filosofía conduciría a la Instauratio Magna, la
restauración de todas las cosas por la ciencia. Propuso el método inductivo,
que presuponía reunir gran cantidad de hechos, a los que se llegaba por
medio de la observación y la experimentación. El método baconiano surgió
como un intento de corregir las deficiencias de la teoría aristotélica clásica,
pero en realidad solo aporto un procedimiento para hacer inducciones
graduales y progresivas, y un método de exclusión. Otra gran contribución
fue su insistencia en que el conocimiento científico no solo conduce a la
sabiduría, sino al poder, y que la mejor ciencia es la que se institucionaliza
y se lleva a cabo por investigadores.
La innovación más fructífera fue la conjunción del sistema deductivo de
Descartes con el método inductivo de Bacon. Lo que provocó en gran parte
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la explosión científica del siglo XVII fueron los dos sistemas: la reunión de
los "hechos" de Bacon y la luz del análisis cartesiano.
De La revolución copernicana a newton
(...) Una serie de características especificas de esa época tuvo efectos más
concretos sobre la astronomía. El Renacimiento fue un periodo de viajes y
exploraciones. Las necesidades de la exploración contribuyeron a crear una
demanda de astrónomos competentes, con lo que, hasta cierto punto,
cambio la actitud de estos hacia su propia ciencia. Cada nuevo viaje
revelaba nuevos territorios, nuevos productos y nuevos pueblos. Los
hombres no tardaron en comprender hasta que punto podía ser erróneas las
antiguas descripciones de la tierra.
(...) Las discusiones en torno a las reformas de los calendarios tuvieron un
efecto más directo y dramático en la práctica de la astronomía renacentista,
pues el estudio de aquellos enfrentó a los astrónomos con la inadecuación e
insuficiencia de las técnicas de computación que se venían empleando.
Dicha reforma se convirtió entonces en un proyecto oficial de la Iglesia. (...)
El calendario gregoriano, adoptado por primera vez en 1582, se basaba
sobre el establecimiento de cálculos fundados en Copérnico. Puede
comprenderse entonces porque la revolución copernicana se realizó ocurrió
precisamente en ese momento. El humanismo también desempeñò un papel
de carácter intelectual.
(...) la época del Renacimiento fue la menos dotada de espíritu crítico que
haya conocido el mundo. Es la época de las más burda y profunda
superstición, una época en que la creencia en la magia y en la brujería se
propagó de una manera prodigiosa y estuvo infinitamente mas extendida
que en la Edad Media.
(...) el gran enemigo del Renacimiento, desde el punto de vista filosófico y
científico, fue la síntesis aristotélica, y se puede decir que su gran obra es la
destrucción de esta síntesis. (...) La credulidad, la creencia en la magia,
parecen consecuencias directas de esta destrucción. Efectivamente,
después de haber destruido la física, la metafísica, y la ontología
aristotélicas, el Renacimiento se encontró sin física y sin ontología, es decir,
sin posibilidad de decidir con anticipación si algo es posible o no. (...) Una
vez que esta ontología es destruida y antes de que una nueva, que no se
elabora hasta el siglo XVII, haya sido establecida, no hay ningún criterio
que permita decidir si la información que se recibe de tal o cual "hecho" es
verdadera o no. De esto resulta una credibilidad sin limites.
Una de las características del humanismo, el desapego de lo mundano,
derivaba de una tradición filosófica que ejerció gran influencia en los
primeros padres dela Iglesia, eclipsada después del siglo XII con el
redescubrimiento de Aristóteles: el neoplatonismo. Dicha tradición,
descubría la realidad no en las cosas efímeras de la vida cotidiana, sino en
un mundo espiritual exento de todo cambio:
El neoplatonismo pasó de un salto desde el cambiante y corruptible mundo
de la vida cotidiana al mundo eterno del espíritu puro, y las matemáticas
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mostraron la forma de llevar a cabo su cabriola. En el universo de Platón, la
divinidad se hallaba convenientemente representada por el sol, que
proporcionaba luz, calor y fertilidad.
(...) La publicación del De Revolutionibus orbium caelestium inaugura un
profundo cambio dentro del pensamiento astronómico y cosmológico. De
ella se deriva un enfoque nuevo de la astronomía planetaria
La Revolución Copernicana y La Iglesia
La Iglesia jugó un importante papel en la época cuando todas las obras en
las que se admitía el movimiento de la tierra, se prohibió a los católicos
enseñar, e incluso leer, las teorías copernicanas.
La teoría copernicana planteaba algunos problemas de enorme importancia
para los cristianos, obviamente de índole teológicos. Dirigentes como Lutero
y Calvino blandieron las Escrituras contra Copérnico e incitaron a la
represión contra sus seguidores, pero en general el protestantismo
abandona la lucha una vez que las teorías de Copérnico se vieron
confirmadas con pruebas indiscutibles.
Durante los sesenta años posteriores a la muerte de Copérnico, la oposición
de los católicos a su teoría fue mínima comparada con la desplegada por los
protestantes. Durante los siglos XIV, XV y XVI la Iglesia no impuso doctrina
alguna a sus fieles en materia de cosmología.
Camino al nuevo universo
Rasgos que caracterizaron a la ciencia moderna: 1°, la destrucción del
cosmos y, por consiguiente, la desaparición en la ciencia de todas las
consideraciones fundadas en esta noción; 2° la geometrización del espacio,
es decir, la sustitución de la concepción de un espacio cósmico
cualitativamente diferenciado y concreto, el de la física pregalileana, por el
espacio homogéneo y abstracto de la geometría euclidiana.
Divide la transición a la ciencia moderna en tres etapas o épocas, que
corresponden a tres tipos diferentes de pensamiento: primero, la física
aristotélica; a continuación, la física del ímpetus, salida, como todo el resto,
del pensamiento griego y elaborada en el curso del siglo XIV por los
nominalistas parisienses; Finalmente, la física moderna, matemática, del
tipo de Arquímedes o Galileo.
La física del ímpetus progresó mucho en los trabajos de Galilei, bajo la
influencia innegable de Arquímedes y Platón, sin embargo, encuentra que es
imposible matematizar, es decir, transformar en concepto exacto,
matemático, la grosera, vaga y confusa teoría del ímpetus.
El atomismo comenzó a resurgir intensamente a partir del siglo XVII, y
mezclado con el copernicanismo se convirtió en uno de los principios
fundamentales de una nueva filosofía que guiaba la imaginación científica.
Durante el proceso conocido como Revolución Científica que llevó a la
instauración de la ciencia moderna, hemos visto como la filosofía aristotélica
propia del medioevo y que representaba la autoridad de la Iglesia, fue
reemplazada por el neoplatonismo; cómo el principio de autoridad que
ejercía la Iglesia a través de las Escrituras y los textos, tanto religiosas
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como filosóficas y científicas, fue reemplazado por otro nuevo criterios de
verdad, con la teoría –hipótesis-, y la observación de la realidad; cómo la
filosofía y las ciencias se van paulatinamente diferenciando y distanciando
hasta convertirse en disciplinas diferentes; en el campo del lenguaje fueron
mutando conceptos que facilitaron la comprensión de la realidad, como por
ejemplo el concepto de ímpetus en el de inercia, para dar finalmente con la
Ley de Gravitación Universal; pero fundamentalmente, la revolución
científica representa y contribuyo significativamente a la visión del universo
que aun hoy en la actualidad tenemos, y que es uno de los pilares de la
modernidad.
7. Revolución científica aplicada
Instituciones Científicas
En estas se crearon instituciones como las primeras sociedades científicas
realmente significativas y estables.
Laboratorios.
Hay indicios de que el laboratorio estaba inicialmente ligado exclusivamente
con la alquimia/química; solamente de manera gradual, parece, se extendió
el término para describir todos aquellos lugares en donde tenía lugar la
investigación mediante manipulaciones de los fenómenos naturales. No
obstante, sin duda que cualquier exposición con pretensiones de completud
acerca del desarrollo del laboratorio en los orígenes de la ciencia moderna
debe incluir no sólo el laboratorio químico, sino también el teatro
anatómico, el gabinete de curiosidades, el jardín botánico y el observatorio
astronómico.
La aparición del laboratorio es indicativa de un nuevo modo de investigación
científica, uno que involucra la observación y manipulación de la naturaleza
mediante instrumentos especializados, técnicas y aparatos que requieren de
habilidades manuales, al igual que de conocimiento conceptual para su
construcción y explotación. Fue uno de los rasgos distintivos de la nueva
ciencia que emergió de los siglos XVI y XVII.
Academias.
Las primeras academias surgieron en la Italia del siglo XV. Los trabajos de
aquellas primeras academias eran de alcances enciclopédicos. Mientras la
Academia Platónica de Florencia se dedicaba principalmente a la filosofía,
los estudios de la Academia Romana se enfocaron más hacia el
conocimiento clásico la arqueología, y la gran labor de la Academia
Veneciana consistía en hacer asequibles para toda Europa tesoros del
pensamiento y literatura griegos imprimiendo ediciones de esos clásicos.
Entre las del siglo XVII surgieron las primeras que podríamos denominar
"modernas". Comenzando con la Academia dei Lindei en Roma (16011630). La idea era establecer "monasterios comunales científicos, no
monacales", no solamente en Roma, sino en todo los confines del globo.
Habría una biblioteca, un museo y una imprenta, además de instrumentos
científicos, jardines botánicos o laboratorios.
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Surgió después la Academia del Cimento (cimento significa experimento) de
Florencia (1657-1667), en la que nueve científicos (la mayor parte
discípulos de Galileo) se esforzaron durante una década en construir
instrumentos, desarrollar sus habilidades experimentales y buscar verdades
básicas.
De Italia el modelo de las academias se fue extendiendo a Inglaterra, con la
Royal Society (1660), que llegó a presidir Newton; a Francia con la
Académie des Sciences (1666); a Alemania con la Academia de Berlín
(1700). Comenzaba de esta manera una nueva era de la ciencia.
Comunicaciones científicas.
El siglo XVII fue entonces cuando los medios de transporte y comunicación
mejoraron considerablemente, expandiéndose su utilización. Así la
diligencia, que fue introducida en Londres en 1608, se difundió rápidamente
por el país y en 1685 había un sistema de servicio de diligencias entre
Londres y las estaciones terminales importantes de toda Inglaterra, que
llegaban hasta Edimburgo. El desarrollo de las comunicaciones fue similar. A
mediados del siglo XVII se creó en Inglaterra una oficina postal general
para la correspondencia privada. Las relaciones postales internacionales
mejoraron continuamente, de modo que a fines del siglo la comunicación
con el continente europeo era constante y regular. Así, la correspondencia
entre los científicos, que constituyó el único medio de comunicación
científica a principios del siglo XVII, se vio facilitada por las mejoras en el
servicio postal.
Revistas
Otro medio de comunicación y difusión científica, desarrollado durante la
revolución científica, fueron las revistas donde se publicaron descripciones
de muchas de las principales investigaciones de la época.
La Tecnología
Antes del siglo XIX la ciencia y la tecnología eran actividades esencialmente
separadas. Lo que no impidió que ambas avanzaran. Se trata de una
coincidencia el que la Revolución Científica comenzada durante el siglo XVII
y desarrollada en el XVIII, haya precedido a las revoluciones industriales
que se diseminaron por Europa durante los siglos XVIII y XIX. Hasta la
segunda mitad del siglo XIX las innovaciones tecnológicas importantes casi
nunca provinieron de las personas, las instituciones, o los grupos sociales
que trabajaban para las ciencias.
Aunque los científicos hicieron algunas incursiones en la tecnología, quienes
verdaderamente
contribuyeron
al
desarrollo
tecnológico
fueron
predominantemente los maestros de oficios, los artesanos, los trabajadores
y los ingeniosos inventores, individuos que basaban sus innovaciones en la
experiencia. Aunque no fuese ciencia aplicada, existía tecnología.
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8. Conclusión
Una revolución implica de manera inmediata, un cambio es por esto, lo
representativo de la revolución científica. La misma represento la
sustitución del paradigma existente de la ciencia antigua, la cual se vio
fuertemente cuestionada por los nuevos lineamientos estipulados por los
"teóricos de la ciencia" encaminados primordialmente por Nicolás Copérnico.
Tanto así que esto dio lugar a fuertes aplicaciones de la ciencia como tal, en
la Creación de asociaciones científicas en el orden de laboratorios,
academias, y hasta comunicaciones científicas.
Durante el proceso conocido como Revolución Científica que llevó a la
instauración de la ciencia moderna, hemos visto como la filosofía aristotélica
propia del medioevo y que representaba la autoridad de la Iglesia, fue
reemplazada por el neoplatonismo; cómo el principio de autoridad que
ejercía la Iglesia a través de las Escrituras y los textos, tanto religiosas
como filosóficas y científicas, fue reemplazado por otro nuevo criterios de
verdad, con la teoría –hipótesis-, y la observación de la realidad; cómo la
filosofía y las ciencias se van paulatinamente diferenciando y distanciando
hasta convertirse en disciplinas diferentes; en el campo del lenguaje fueron
mutando conceptos que facilitaron la comprensión de la realidad, como por
ejemplo el concepto de ímpetus en el de inercia, para dar finalmente con la
Ley de Gravitación Universal; pero fundamentalmente, la revolución
científica representa y contribuyo significativamente a la visión del universo
que aun hoy en la actualidad tenemos, y que es uno de los pilares de la
modernidad.