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Nota de Resumen
Introducción y Apertura:
Nelson Cuéllar de la Fundación PRISMA ofreció la bienvenida a los participantes, y presentó a las
organizaciones socias involucradas en la realización del evento: la Iniciativa de Derechos y Recursos (RRI), la
Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), la Asociación Coordinadora Indígena y
Campesina de Agroforestería (ACICAFOC), y la Fundación PRISMA. Las palabras de apertura del evento
estuvieron a cargo de Roberto Rodríguez, Secretario Ad Interim de la CCAD, quien anunció que no se
trataba de un seminario, sino un diálogo a partir de una conversación rica, franca y directa, donde se
pudiera lograr un acercamiento al tema REDD en sus distintas formas, y a la vez entender las distancias
entre los diferentes planteamientos. Manifestó que este espacio sería una plataforma para identificar las
brechas entre lo que se plantea en la región y lo posible.
Deborah Barry, de la Iniciativa de Derechos y Recursos, continuó destacando que éste era un evento
regional, con la participación de aproximadamente 125 personas, de las cuales 75 provenían de
Centroamérica y México, además de las personas que se encontraban dando seguimiento por internet. La
Sra. Barry describió las dos razones por las que se había decidido realizar el evento: Primero, porque se ha
observado en Centroamérica y México una atención creciente sobre mitigación, REDD, REDD+, etc., y
después de reuniones dentro sectores sobre el tema, se identificó que había llegado el momento para
impulsar un diálogo entre los diferentes sectores y actores relacionados con la temática; gobierno,
científicos, donantes, ONGs, líderes locales, etc. Segundo, con la COP16 que se llevará a cabo en Cancún,
existe una oportunidad de llevar un mensaje importante, a partir de las experiencias particulares de
Mesoamérica y la vulnerabilidad de la región. A pesar de las diferencias ideológicas y políticas, existe un
intento de unificar criterios en este tema, por lo que se puede enviar un mensaje importante a los demás
países del mundo. Finalmente, la Sra. Barry explicó el formato y reglas para el diálogo.
Sesión I: Apuestas estratégicas nacionales sobre REDD y REDD+
La primera sesión del Diálogo fue iniciada con la participación del Dr. Andy White, Presidente de RRI, quien
realizó una presentación a partir de las realidades que enfrenta REDD en el contexto global, entre las que se
encuentran la continuación y el aumento de los impactos causados por fenómenos como las catástrofes
climáticas; así como una mayor presión sobre la tierra y los bosques, lo cual implica el aumento de la
deforestación, los conflictos sociales y retrocesos en los derechos, generando situaciones de inestabilidad
política, tal como se presenció con las protestas de hambruna en Mozambique. Tras un resumen de los
obstáculos presentes y futuros para REDD a nivel internacional, el Dr. White planteó la siguiente pregunta:
¿Está muerto REDD? Finalmente, afirmó que sí vale la pena aprovechar la oportunidad temporal de REDD
para proyectar las experiencias comunitarias de Mesoamérica, asegurar mayores niveles de representación
y transparencia, abordar las causas subyacentes de deforestación; así como priorizar esfuerzos para el
empoderamiento de la gobernanza local. El moderador de la sesión, Jorge Cabrera, Asesor a la Comisión
Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) pidió que los panelistas brindaran un enfoque político al
tema REDD, y que presentaran una visión de las estrategias que se desarrollan en cada país.
El Dr. Luis Ferraté, Ministro de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala, estimó que era necesario
agregar a la presentación inicial el contexto de Mesoamérica, en donde el cambio climático actúa como
multiplicador de todos los problemas de la región. Asimismo, señaló varias debilidades de REDD, al no
tomar en cuenta los múltiples servicios y valores que tienen los bosques, la existencia de incentivos
perversos, y la alta intermediación en el tema, que representa un nuevo estilo de ‘colonialismo’ que podría
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llevarse a cabo. El Dr. Ferraté planteó varias acciones, incluyendo la búsqueda de métodos innovadores
para reducir las emisiones de GEI, el análisis de a quiénes premian y a quiénes castigan los distintos
mecanismos, y la necesidad de avanzar en el reconocimiento de los derechos de las comunidades forestales
y pueblos indígenas, incluyendo las concesiones comunitarias forestales en el Petén.
Carlos Romero, Vice-Ministro de Desarrollo Forestal del ICF en Honduras, destacó que la vulnerabilidad
también es un tema de alta importancia en su país, una situación que no sería tan severa si se cuidara
mejor los bosques, algo que se busca lograr con o sin REDD. El gobierno de Honduras está abordando el
tema de la deforestación con un enfoque orientado hacia la reducción de la pobreza, que incluye la
implementación de iniciativas de forestería comunitaria y la ejecución de un proceso de titulación a favor
del Estado, pero con convenios de usufructo a largo plazo a favor de las comunidades.
De su parte, el Director de CONAFOR en México, Juan Manuel Torres Rojo, afirmó que México también
comparte los mismos desafíos relacionados con el cambio climático que vive Centroamérica,
particularmente fuertes sequías e inundaciones. Tras un resumen de las amplias experiencias con forestaría
comunitaria, desarrollo forestal y programas de PSA en México, informó que México ve en REDD una
oportunidad de extender el alcance de los programas forestales actuales y la posibilidad de avanzar en la
alineación de las políticas públicas. Coincidió con el Dr. Andy White en la temporalidad de los fondos, y
afirmó la necesidad de tener claro el objetivo de cómo canalizar estos recursos, los cuales deben ser
recibidos por comunidades y promover beneficios adicionales.
La cuarta intervención correspondió al Sr. Herman Rosa, Ministro de Medioambiente y Recursos Naturales
de El Salvador, quien comentó que a nivel internacional, los países pequeños como los de Centroamérica
“no están en la banca, ni siquiera entran en el estadio”. En el tema de REDD, el Ministro consideró que a
pesar de los esfuerzos extraordinarios de muchas comunidades, en Mesoamérica “no se logran las
economías de escala que interesan desde la lógica de la mitigación”. Además, El Ministro señaló que la
región ha caído en la trampa de hablar del futuro, cuando las realidades del cambio climático son
inmediatas y requieren respuestas urgentes, por el altísimo nivel de vulnerabilidad de los países del Istmo.
Ante este panorama, destacó que la estrategia de revegetación y restauración ecológica que se busca
implementar en El Salvador tiene como resultado secundario el aumento de stocks de carbono, pero el
objetivo principal es una recuperación de las funciones ecosistémicas y así enfrentar los peligros extensos
del cambio climático. El Ministro Rosa enfatizó que este abordaje de una “mitigación basada en la
adaptación” es necesario para transformar las condiciones de alta vulnerabilidad de los territorios, y tiene
que ser a una escala significativa, no solamente a nivel nacional sino también a nivel regional. En este
sentido, propone que la región juegue un rol más fuerte en los foros internacionales, planteando una
“mitigación basada en la adaptación” capaz de reconocer las vulnerabilidades de la región. El Ministro
propuso el desarrollo de este concepto vinculante como una ruta estratégica para la región con el horizonte
de la COP de Sudáfrica, a ser celebrada en el 2011. En este sentido, un factor que puede ser aprovechado
durante este período de preparación es la alternancia entre Guatemala y El Salvador de la presidencia del
SICA y el CCAD para el próximo año.
Discusión
Los principales temas discutidos con los participantes del Diálogo incluyeron el concepto de ‘compensación
por daños ecológicos´, la necesidad de mayor alineación intersectorial, así como varios aspectos
relacionados con la representación, la participación y los derechos de las comunidades. Primero, en
respuesta a una pregunta sobre la falta de inclusión del concepto de ‘compensación por daños ecológicos´
en las discusiones REDD, el ministro Ferraté mencionó que el mismo había sido incluido en la Ley General
del Mejoramiento del Ambiente, además de la Ley de Adaptación Forzosa y la Mitigación Obligada al
Cambio Climático, en ambos casos vinculado a los conceptos de justicia ambiental, deuda ecológica, y
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derechos humanos. Por su parte, el ministro Rosa respondió que sí se había tomado en cuenta el tema de
compensación, pero no en REDD, debido a las condiciones que requiere este mecanismo.
Varios representantes respondieron a la pregunta de Arturo Santos de UICN sobre los desafíos que existen
en el tema de coordinación intersectorial. El ministro Ferraté respondió afirmando que es un problema
fuerte, pero se han realizado varios esfuerzos para abordar esta problemática en Guatemala, a través,
entre otros, de la creación de la Comisión Interinstitucional de Cambio Climático y las unidades de cambio
climático en cada ministerio y en 83 de las municipalidades. El ministro Rosa de El Salvador respondió a esta
pregunta destacando la coherencia existente en el país, demostrada por una política de adaptación al
cambio climático impulsada por el Ministerio de Obras Públicas, donde el tema de la reconstrucción
aparece como un tema sustantivo.
Hubo una discusión general en respuesta a varias preguntas sobre los desafíos relacionados con la
representación y participación de comunidades, y algunas interrogantes sobre casos específicos. En
respuesta a una pregunta directa sobre los pasos que tomaría el gobierno para apoyar a las concesiones
comunitarias del Petén, el ministro Ferraté afirmó que el primer paso ha sido el análisis de los aspectos
jurídicos, legales y administrativos vinculados con REDD, realizado actualmente por Rainforest Alliance. Al
ser cuestionado sobre por qué se titulan territorios indígenas en nombre del Estado, Carlos Romero del ICF
respondió mencionando el ejemplo de un caso en la Mosquitia donde se iba a nombrar el territorio a favor
de la comunidad, y rechazó críticas acerca de que el gobierno miraba el bosque sin valorar a las personas
que habitan en el territorio.
Juan Manuel Torres Rojo (CONAFOR) respondió a una pregunta de cómo se pueden lograr vincularse las
comunidades con el Estado en los procesos de participación y representación. Consideró esto como un
desafío importante, e informó que en CONAFOR tenían planeado canalizar las problemáticas de las
comunidades a través de las organizaciones de primero o segundo nivel. Destacó que realizar este proceso
es complicado, porque no se trata solamente de modificar las políticas, sino también de lograr la
operacionalización de las mismas a nivel de las comunidades.
Sesión II: Las principales posiciones frente a REDD+ a partir de las preocupaciones sobre
tenencia, gobernanza y la sostenibilidad.
Rubén Pasos abrió la segunda sesión del Diálogo enfatizando la necesidad de que las discusiones sobre
REDD se hagan desde una perspectiva más local, desde los territorios existentes en la región. Afirmó que
REDD en su esencia es un tema de gobernanza, de tenencia segura, derechos, e instituciones (acuerdos
claros) de manejo común de los bosques. El Sr. Pasos se enfocó en los escenarios posibles de tres distintos
territorios: el Petén en Guatemala, donde se puede apoyar el manejo forestal comunitario de estas
comunidades, y la extensión de este modelo a otros lugares; Nicaragua, donde REDD puede representar
una oportunidad para profundizar la autonomía y fortalecer la canasta de derechos de los territorios de la
Costa Atlántica; y los territorios indígenas de Panamá, en los que se verifican conflictos recientes entre los
Pueblos Indígenas y el gobierno sobre la Ley 30 (“Ley Chorizo”), por lo que se podría convertir en un
“territorio de colisión”. El moderador de la sesión, Marco González de GAIA, México, dejó planteadas dos
preguntas para guiar la discusión: ¿Cuáles son las preocupaciones sobre REDD+? ¿Cuáles son las
propuestas?
Álvaro Umaña, Jefe del Equipo de negociación sobre cambio climático de Costa Rica, retomó la posición del
Ministro Rosa, afirmando la importancia de ubicar a REDD dentro del contexto de la vulnerabilidad, y
destacó que la región necesita una estrategia de cambio climático basada en la adaptación, pues es allí
donde existe mayor oportunidad para una posición regional, y la misma debe estar basada en las realidades
del presente y reconociendo los contextos diferenciados entre países. Respecto a REDD, citó el ejemplo de
Costa Rica, donde este mecanismo podría ampliar el sistema de PSA. Sin embargo, también destacó que
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REDD no resuelve todos los problemas de adaptación, y tampoco resolverá los conflictos y problemas de
tenencia que se viven en muchos países de la región. Finalmente, planteó que a pesar de que el progreso
ha sido lento desde la COP-1 hasta Cancún, aún es posible hacer una agenda fuerte hacia el futuro y la COP
de Sudáfrica.
José Román Carrera de Rainforest Alliance (RA) comentó que esta organización considera necesario trabajar
en el reconocimiento de la importancia de los bosques para el cambio climático. Resaltó que las iniciativas
de RA buscan mejorar el conocimiento que existe en la región sobre la temática, tanto en la sociedad civil
como en los gobiernos, además de contribuir a resolver los obstáculos para la implementación de REDD
constituidos por la ausencia de marcos y normas apropiadas, falta de metodologías, y los problemas de
tenencia de la tierra. Igualmente, planteó la necesidad de reformar los contratos de las concesiones
comunitarias en el Petén.
La tercera intervención de panel correspondió a Edilberto Dogirama del Congreso General Emberá y
Wounaan en Panamá, quien destacó las preocupaciones existentes para la seguridad jurídica sobre la
tenencia de la tierra en ese país. Actualmente sólo cinco territorios tienen comarcas legales, mientras los
otros seis están en proceso de lucha y reconocimiento. Además, otros factores atentan contra los derechos
y el territorio, incluyendo un alto traslape entre áreas protegidas y los territorios indígenas, débiles
derechos jurídicos, y múltiples presiones externas, incluyendo un proyecto de interconexión eléctrica con
Colombia. Afirmó que la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP) está abierta
al dialogo, y planteó al gobierno 19 puntos en Octubre del 2009 con relación a REDD, incluyendo la
necesidad de garantizar la realización de consultas previas, libres e informadas.
El panel concluyó con la participación de Gustavo Sánchez, de Red MOCAF en México, quien empezó su
presentación destacando la experiencia de MOCAF (agrupa 40 organizaciones locales y regionales) y
enfatizó que los procesos de REDD deben adaptarse a las necesidades de cada país y no lo contrario.
Destacó la necesidad de que mayor información llegue a las comunidades, mientras advirtió contra el riesgo
de la conservación ‘pasiva’ pues con estas prácticas se corre el riesgo de romper el tejido social de las
comunidades, las cuales ya tienen conflictos dentro de áreas protegidas. A pesar de estos desafíos, el Sr.
Sánchez propuso aprovechar el interés temporal en REDD para gestionar políticas públicas debidamente
alineadas y no depender solamente de las iniciativas internacionales.
Discusión
El dialogo y la discusión se centró mucho en las preguntas planteadas por el público, las cuales se
orientaron hacia los retos de gobernanza y las amenazas a los derechos. El ministro Ferraté expresó su
preocupación por varias iniciativas que atentan contra la gobernanza, incluyendo la conexión eléctrica
entre Panamá y Colombia, el crimen organizado, y la presencia de petróleo y zonas mineras en las áreas
protegidas. Dentro de este contexto, no ve un abordaje claro desde REDD frente a estos temas.
Jadder Lewis, de la Universidad URACCAN (Nicaragua) expresó preocupación sobre el traslape de áreas
protegidas con territorios indígenas, y la extrema pobreza de los habitantes de esas zonas. Afirmó que
REDD solamente fortalecerá la gobernanza si garantiza efectivamente la autodeterminación de los pueblos
indigenas. Hizo una recomendación que fue repetida por otros participantes, sobre la necesidad de
elaborar un protocolo de negociación. De su lado, Yanel Venado, representante de la Comarca Ngäbe-Buglé
(Panamá) describió como una amenaza el Decreto Ejecutivo 537, el cual realizó cambios en el sistema
electoral de su comarca. Afirmó categóricamente que sin seguridad territorial, no hay conversación sobre
REDD.
Respondiendo a estas inquietudes, Álvaro Umaña de Costa Rica manifestó que REDD no era una solución
‘mágica’ a los problemas; afirmando que “puede ser una solución importante, pero pequeña”, por lo que
también se deben considerar otras medidas. Valoró positivamente la propuesta de establecer un protocolo
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de negociación. Junto con Edilberto Dogirama de COONAPIP manifestaron la importancia del apoyo para la
seguridad de los territorios indígenas.
Precisamente, el Sr. Dogirama coincidió con Gustavo Sánchez (México) respecto a la necesidad de lograr
una mayor coordinación intersectorial y una articulación efectiva de las políticas públicas. En el caso de
México, el Sr. Sánchez afirmó que a pesar de tener mayor coincidencia con CONAFOR, todavía existen
debilidades importantes, y hace falta la generación de sinergias entre las instituciones de la sociedad civil,
así como políticas públicas orientadas a la revalorización de las comunidades.
Finalmente, el Sr. Román Carrera (Rainforest Alliance) enfatizó la importancia de trabajar en los tres niveles
de mercado: nacionales, voluntarios y regulados. También señaló la necesidad de establecer proyectos
sólidos, técnicamente rigurosos, consultados, consensuados socialmente y avalados políticamente.
Sesión III: Dinámicas de la deforestación y degradación: implicaciones para la defensa de los
derechos.
El tercer panel del día fue iniciado por David Kaimowitz, de la Fundación Ford, quien abrió la sesión
planteando las tendencias de la deforestación y la degradación en la región. Mientras que en las décadas de
los 80s y 90s, la pérdida rápida de bosques era causada, entre otras, por el avance de los grandes y
medianos ganaderos, la pecuarización del paisaje y el avance de pequeños campesino quienes cultivaban
granos básicos para sobrevivir; en los últimos 10-15 años esas causas han perdido fuerza para dar paso a
otras amenazas, por ejemplo: empresas mineras y petroleras, construcción de presas hidroeléctricas,
proyectos turísticos y de urbanización, y la presencia del narcotráfico. También, es probable que la
degradación sea mayor que la deforestación en los bosques de pinares, aunque existen procesos de
regeneración importantes en muchas áreas de bosque. Además, actualmente las comunidades indígenas y
forestales se perfilan más en los procesos de control y manejo sobre los territorios, y por esto mismo
REDD+ ha abierto una oportunidad muy grande para que las comunidades protagonicen la discusión sobre
REDD. Afirmó que éstas pueden demostrar su rol decisivo en la proteccion de los bosques. Agregó que no
hay problema de adicionalidad, pues “si no apoyamos a las comunidades forestales estos bosques no van a
existir en el futuro”.
Luego, el moderador, Sergio Madrid del CCMSS en México, planteó tres preguntas clave para los miembros
del panel: ¿Cómo se pueden entender las causas de la deforestación y la degradación?, ¿Cómo pueden
contribuir las comunidades y pueblos indígenas a frenarlas?, y ¿Cómo se pueden fortalecer sus derechos?
Marcedonio Cortave, de la Asociación de Comunidades Forestales del Petén (ACOFOP) habló de la
experiencia en Petén, donde se ha logrado la conservación de los recursos y el desarrollo de las capacidades
locales. A pesar de los avances, destacó la gran variedad de presiones sobre los territorios de las
concesiones comunitarias, incluyendo: agrocombustibles, turismo - con la ampliación del Parque Mirador-,
petróleo, y narcotráfico, entre otros. Además, señaló la falta de una política coherente del Estado en el
área. Afirmó que se puede apoyar a las comunidades reconociendo el papel que juegan en el manejo
forestal sostenible, cediendo derechos de tenencia, y creando herramientas orientadas a garantizar esos y
otros derechos.
Margarita Flores del ILSA (Colombia) coincidió con Andy White sobre la necesidad de cambiar las políticas
que promueven la deforestación. Señaló la inmensa contradicción que existe entre la reducción de
deforestación y degradación y la expansión de la minería, los hidrocarburos, y las extensiones destinadas
para agrocombustibles, afirmando que “hay que exigir mayor coherencia de parte de las instituciones
financieras internacionales y los gobiernos en cuanto a estas políticas”. Afirmó que en muchos casos los
gobiernos están recentralizando el control de los recursos para redistribuirlos a externos, via concesiones.
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Expresó preocupación de que REDD esté siendo diseñado para beneficiar a los actores externos, con la
ausencia de consultas y poco entendimiento de las perspectivas locales.
Kenedy Raymundo, representante de la Federación Misquita FINZMOS de Honduras expresó sus
preocupaciones relacionadas con la inseguridad de los territorios indígenas en su país bajo la creciente
presión de ganaderos, empresas madereras, narcotraficantes, exploraciones petroleras, áreas protegidas, y
el Plan de Nación que ha propuesto dividir el territorio de los Misquitos en dos regiones. Además,
manifestó que a pesar de que el país sea signatario del Convenio 169 de la OIT, no se respeta el principio de
consulta previa, libre e informada.
La intervención final del Tercer Panel correspondió a Gerardo Segura, funcionario del Banco Mundial, quien
comentó sobre la importancia y la dificultad de abordar las causas subyacentes de la deforestación, en
particular las que no forman parte del sector forestal, porque muchas veces se tocan intereses que
transcienden lo ambiental. Con relación a las comunidades, señaló que en muchos casos la degradación del
tejido social limita la participación efectiva de comunidades, y por ende, hay que buscar fortalecerlo por
medio de espacios de diálogo y participación. A modo de conclusión, expresó que sin el reconocimiento de
los derechos de uso y usufructo, “REDD no llegará a ninguna parte”.
Discusión
En esta sesión, las discusiones giraron principalmente en torno a las políticas del Banco Mundial, así como
sobre las distintas visiones, posiciones y conceptualizaciones de REDD, y los derechos de las comunidades
forestales y pueblos indígenas de la región. Jorge Cabrera, Asesor de la Comisión Centroamericana de
Ambiente y Desarrollo (CCAD), cuestionó al Banco Mundial sobre la aparente falta de coherencia sobre sus
préstamos, pues por un lado el IFC promueve la minería de oro, y simultáneamente por otro lado se
impulsan las iniciativas REDD. Respondiendo a esta pregunta, el representante del BM afirmó que esas
inconsistencias son difíciles de evitar, pues el Banco integra en torno a sí a muchos bancos entre los cuales
no hay suficiente coherencia, aunque hay esfuerzos para remediar esto. Luego, en respuesta sobre las
salvaguardas aplicadas a los proyectos REDD del BM, afirmó que esas salvaguardas han tardado mucho
tiempo porque requieren un alto nivel de especificidad, y que el Banco está sometiendo todas las políticas a
procesos muy rigurosos.
Surgieron varias preguntas y respuestas durante la sesión sobre las distintas visiones e intereses en el tema
REDD y cambio climático, lo que fue retomado por Margarita Flores al señalar que “no hay una agenda
común”. Lo anterior se refleja a nivel internacional, donde los países buscan reducciones baratas en los
bosques, pero también a nivel regional, donde se observan diversas estrategias e intereses entre países. En
ese sentido, Salvador Tapia, de la Cooperación Finlandesa en Nicaragua, preguntó sobre la existencia o no
del consenso de San Pedro Sula sobre cambio climático. Por su parte, David Kaimowitz afirmó que está
claro la presencia de distintas visiones e intereses, inclusive dentro de todos los países, pero que las
preguntas clave para las comunidades son: ¿con quién debo aliarme?, y ¿qué puedo negociar?. Destacó que
el argumento de decir “no a REDD sin seguridad territorial” es diferente a una posición de rechazo
completo al mecanismo.
Ramiro Batzin de la Asociación Sotzil, identificó una tercera posición, manifestando que es “no a REDD
porque está enmarcado dentro del mercado”. Enfatizó que REDD en su forma actual no toma en cuenta la
perspectiva de los pueblos indígenas, donde el bosque es una parte esencial de una totalidad dentro de su
cosmovisión. De manera parecida, Jadder Lewis afirmó que REDD se diseñó bajo un sistema occidental
ajeno a las razones por las cuales los ecosistemas y su biodiversidad han sido manejados de forma
sostenible en los territorios indígenas. Terminó su intervención preguntando en cómo re-pensar las
inversiones en el territorio para apoyar las comunidades.
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IV. Conversatorio: Desafíos de la COP16 y Post-COP16 para la tenencia, los derechos y la
gobernanza de comunidades forestales en Mesoamérica
La cuarta sesión del Diálogo giró en torno a las conceptualizaciones sobre REDD, las alianzas en la región y
las posibilidades para REDD en el futuro. El conversatorio se inició con una pregunta de la moderadora
Cecilia Alvear, sobre cómo entendían los panelistas la mitigación y la adaptación. Varios panelistas
relacionaron la mitigación con la reducción de emisiones, tal y como se plantea en la CMNUCC, desde una
perspectiva de los países industrializados ”que buscan que nuestras regiones asuman una responsabilidad
no generada”, como destacó el Sr. Chinchilla de ACICAFOC. Sin embargo, la Sra. Venado, representante de
la Comarca Ngäbe Buglé destacó que su comunidad llevaba mucho tiempo mitigando al afirmar que “…
nuestras comunidades no usan aire acondicionado ni carros”, mientras que el Sr. Umaña (Costa Rica)
enfatizó que los países pequeños no tienen el compromiso obligatorio de mitigar, sino más bien queda
como una decisión voluntaria de cada país.
De su lado, el ministro Rosa destacó que, a diferencia de la mitigación, la adaptación no era algo que se
podría realizar ‘oportunísticamente’, porque se trata de sobrevivir los impactos actuales asociados al
cambio climático en una región altamente vulnerable, los cuales generan altos costos humanos,
ambientales y financieros. Aunque el Sr. Segura (BM) confirmó la disponibilidad de fondos bajo el Programa
de Adaptación financiado por el Banco Mundial, no estaba claro si la cantidad de fondos cubriría los costos
de los países pequeños. En ese sentido, el Sr. Umaña manifestó que no habrá suficiente apoyo desde los
países industrializados, por lo que los países pequeños tendrán que cubrir sus propios costos de
adaptación.
El tema de cómo llegar a la adaptación por medio de la mitigación, o replantear el tema REDD y cambio
climático, se discutió en varios momentos. Una de las propuestas consistió en la noción de las propuestas
de ‘compensación’ por daños causados, un tema que no ha figurado en las negociaciones internacionales o
en REDD, pues se afirmó que éste es básicamente un mecanismo de comercio. Los ministros Rosa y Ferraté
apoyaron la idea de ‘compensación’, y destacaron la oportunidad de impulsar estas propuestas desde la
CCAD durante el 2011, en la ruta hacia la COP de Sudáfrica. Sin embargo, otros participantes consideraron
que este concepto no será aceptado por los países industrializados.
Otro punto central de la discusión se enfocó hacia las posibilidades de REDD, a partir de la pregunta:
¿puede abordar REDD las preocupaciones de las comunidades, o está muerto? El Sr. Umaña destacó que a
pesar de que existen motivos para ser optimistas por los avances recientes, habrá un problema en las
distintas interpretaciones de las salvaguardas (si se incluyen en REDD) sobre cuánto se han cumplido y
consideró que “un exceso de las normas podría matar a REDD”. El Sr. Segura también se mostró optimista,
afirmando que la región está bien ubicada para recibir los fondos. Varios participantes enfatizaron la
necesidad de abrir un espacio de diálogo con los países del ALBA, dado su rol particular en las
negociaciones internacionales. Sin embargo, otros participantes enfatizaron que no estaban seguros sobre
la posibilidad de que las comunidades se beneficiaran de REDD, debido a las condiciones que trae, pero que
en el proceso siempre se deben respetar los derechos de las comunidades, incluyendo el consentimiento
previo, libre e informado.
Las discusiones finales del evento concluyeron con un enfoque orientado hacia el futuro. Varios
participantes propusieron la necesidad de llevar un frente unificado, y construir una agenda común basada
en los intereses compartidos. Esto incluiría el impulso de propuestas enfocadas en la compensación y la
adaptación, además de la perspectiva destacada por el Sr. Chinchilla sobre la necesidad de que la sociedad
civil de la región se unifique frente a los gobiernos y se logren plantear nuevas propuestas.
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