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CONTENCIÓN MECÁNICA: DEFINICIÓN CONCEPTUAL
AUTOR: Meritxell Sastre Rus. Profesora titular Escuela Universitaria
Enfermería Gimbernat (Universidad Autónoma de Barcelona).
Fernando Campaña Castillo. Enfermero.Hospital San Rafael. Barcelona.
RESUMEN
El objetivo de este trabajo es analizar críticamente el concepto de
Contención Mecánica a través del análisis del estado actual de la literatura
científica y definir este procedimiento tan utilizado en la práctica enfermera.
La contención mecánica es un procedimiento utilizado en el ámbito
hospitalario por profesionales enfermeros. En muchas unidades de salud
mental o de psicogeriatría, se realiza de manera rutinaria y con alta
prevalencia (1).
El análisis se ha llevado a cabo con la técnica de Wilson, tal y como la
describió Avant Para las enfermeras y otros profesionales de la salud. El
resultado de este análisis conceptual es la identificación de los elementos
esenciales del concepto de contención mecánica que incluye definirla como
una terapia realizada por enfermería y pautada por el médico que implica
una inmovilización de una parte o total del cuerpo del paciente en contra de
su voluntad. Debemos saber reconocer los riesgos auto / hetero lesivos que
preceden a la contención mecánica, así como destacar la importancia de
unificar criterio y una formación específica del equipo que la realiza. Es
esencial disponer de un concepto claro de contención mecánica para poder
proporcionar a los pacientes unos cuidados óptimos basados en la evidencia.
PALABRAS CLAVE: Contención mecánica, agitación psicomotriz, conducta
auto lesiva, terapia, procedimiento involuntario.
MECHANICAL RESTRAINT: A CONCEPT ANALYSIS
ABSTRACT
The objective of this paper is to critically analyze the concept of Mechanical
Restraint by analyzing the current state of the literature and define this
procedure as used in nursing practice.
Mechanical restraint is a procedure used in the hospital for nursing
professionals. In many mental health units or psycho geriatrics routinely
performed with high prevalence (1).
The analysis was performed with the technique of Wilson, described as the
Avant for nurses and other health professionals. The result of this analysis
is to identify conceptual essential elements of the mechanical containment
concept which includes defining a therapy performed by nursing staff and
guided by the physician which involves immobilizing a part or whole body of
the patient against his will . We need to recognize the risks auto / hetero
harmful preceding mechanical restraint and highlight the importance of
unifying criteria and specific training of the procurement team. It is
essential to have a clear concept of mechanical restraint in order to provide
optimal care for patients based on evidence.
KEY WORDS: Restraint Physical, Psychomotor Agitation, Self-Injurious
behavior, therapy, commitment involuntary
INTRODUCCIÓN
Podemos definir contención mecánica como una terapia consistente en la
supresión de toda posibilidad de movimiento de una parte o la totalidad
móvil del organismo para favorecer la curación, utilizada en la agitación
psicomotora o en la falta de control de impulsos (2).
Principalmente utilizamos la contención mecánica cuando tenemos un
episodio de agitación psicomotriz, por eso, hemos de conocer que engloba
este concepto. Una agitación psicomotriz es un conjunto de movimientos
irreflexivos, continuados y desordenados, de inicio generalmente busco, en
respuesta a impulsos instintivos o afectivos variables, que va acompañado
de una sintomatología psíquica amplia y exige una intervención terapéutica
inmediata.
Pero cualquier intervención ha de basarse en el respeto a la persona, la
libertad de movimientos, la seguridad y la salud que hemos de considerar en
todo momento. Saber cómo las enfermeras hemos de actuar con pacientes
que tengan riesgo de auto y heterolesión, es fundamental para el
procedimiento de la misma. No hay que olvidar, que el uso de medidas de
contención puede vulnerar algunos de los derechos fundamentales de la
persona, y por eso, es necesario que las enfermeras reflexionen acerca de
este problema con altas implicaciones éticas y que establezcan unos criterios
de actuación respetuosos con los derechos inherentes a la persona, se trata
muchas veces pues, de un procedimiento involuntario.
Parece ser que hay una confusión en las normas de contención en unidades
de cuidados agudos, quirúrgicos y de salud mental en un hospital, según la
revisión de restricción y aislamiento de la Joint Comission (2). La decisión de
utilizar una contención no se basa en el tratamiento, pero en la actualidad
se está utilizando para afrontar las diferentes situaciones que no se pueden
controlar de otra forma, tanto en unidades de salud mental como en otros
servicios. Las normas de contención elaboradas por la Joint Comission (2) se
aplicarían en la atención médica, post quirúrgica y en situaciones en que los
cambios de comportamiento son causados por enfermedad o síntoma, como
la confusión y la agitación. En estas situaciones, la contención y las
intervenciones de protección pueden ser necesarias. Si la contención sólo se
aplica cuando hay una patología mental, ¿cómo definimos las otras
situaciones? La forma más fácil es determinar cuando no se trata de un
trastorno mental: cuando la contención se aplica para apoyar el tratamiento
médico, cuando el paciente tienen un comportamiento que puede interferir
con el tratamiento o el dispositivo (arrancarse una vía intravenosa, un
respirador o un apósito…) podríamos estar aplicándola fuera del contexto de
la salud mental. De todas formas, las normas y los protocolos de la
contención mecánica deben estar bien definidos.
Hay también algunos dispositivos que pueden ser considerados elementos de
una contención como la baranda de una cama en función de cómo se
utilizan. Si el paciente puede decidir retirar cuando él quiera esta baranda o
dispositivo, no se entiende como contención. Respetará en todo momento su
libertad de movimiento y decisión. Si fuera al contrario, tendríamos que
aplicar también controles de procedimientos similares a los de la contención
mecánica (2).
Las contenciones mecánicas son pautadas por los facultativos. Según la
Joint Comission, si la situación es de carácter urgente, puede ser aplicada
por otros profesionales que el centro acredite, pero deben estar revaluadas
antes de una hora por un facultativo tal y como lo requiere la norma
provisional de CMS para los derechos del paciente (1 de agosto, 1999).
Cuando el paciente está en contención, hay que establecer un protocolo para
supervisar los signos de las posibles lesiones asociadas a la aplicación de la
contención, como los signos vitales, hidratación, higiene, circulación,
movilidad de las extremidades…En algunos estándares de contención se
aconseja realizarlo cada quince minutos, pero esto va en función de las
necesidades y el tipo de contención, ya que a veces puede agravar la
situación de agitación, así como dificultar el descanso del paciente.
Desde los estándares de la Joint Comission, se aconseja utilizar el juicio
clínico para delimitar los tiempos de supervisión de las contenciones. La
monitorización de la contención se realiza para garantizar la seguridad
física del paciente.
Algunos autores definen la expresión de contención mecánica como un
eufemismo que utilizamos constantemente en los hospitales para no
expresar que sujetamos los pacientes. El uso de este eufemismo, facilita las
cosas y así utilizamos de forma muy natural esta práctica no sólo cuando el
paciente corre riesgo de lesión física sino cuando no lo podemos dejar solo,
por falta de personal o de familiares que lo puedan atender y así evitar el
riesgo de caídas o de fuga por desorientación de la gente mayor.
MATERIAL Y MÉTODO
Para realizar el análisis del concepto de contención mecánica hemos
utilizado la técnica de Wilson. Esta técnica de análisis de conceptos está
diseñada para facilitar la comprensión de un concepto que tiene más de un
significado, como la contención mecánica. La técnica Wilsoniana está
diseñada en un formato de múltiples pasos, proporcionando un marco para
el análisis conceptual. Este formato tiene 11 pasos que nos llevan al último
objetivo que es la consecución de resultados en el lenguaje.
RESULTADOS
Paso 1. Aislar las preguntas relativas al concepto
La falta de conceptos bien definidos en la literatura sobre el concepto de
contención mecánica nos hace plantear una serie de pregunta: ¿Que es la
contención mecánica? ¿Es lo mismo contención mecánica que física? ¿Cómo,
cuándo y quien ha de aplicar la contención mecánica?
Es importante separar estas preguntas en tres categorías: de concepto, de
hecho y de valor. El motivo de la importancia de separarlas es porque las
cuestiones de concepto son el núcleo de este análisis y solo desde este
enfoque conceptual se puede asegurar un abordaje adecuado a las cuestiones
de hecho y las de valores.
Paso 2. Encontrar las respuestas adecuadas
Cuando revisamos el significado de contención mecánica, detectamos que
puede significar diferentes cosas en función del ámbito, quien la aplica, el
porqué y el sujeto que la recibe. No hemos de olvidar la importancia del
marco legal y ético para definir el significado de la misma (3).
El concepto de contención mecánica no lo podemos encontrar en los
diccionarios como tal, ya que se trata de una palabra compuesta. Por ello,
conoceremos las definiciones por separado. Como contención se define la
acción de impedir que una cosa salga de sus límites, que los traspase. La
acción de aquello que tiende a separarse (4). El concepto de mecánica es
usado como un adjetivo, del aparato o el sistema de funcionamiento del cual
puede ser explicado exclusivamente por las leyes de la mecánica clásica,
donde no intervienen fenómenos eléctricos ni hidráulicos (4).
Revisando el concepto de contención en la bibliografía, aparecen otros
relacionados como restricción y aislamiento, muy unidos al eje conceptual
que merece la pena revisar.
La JCAHO
(2)
nos ofrece la definición de restricción (no define contención)
como el uso de procedimientos físicos o mecánicos dirigidos a limitar los
movimientos de una parte del cuerpo del paciente, con la finalidad de
controlar sus actividades físicas y protegerlo de las lesiones que se pueda
hacer a sí mismo o a los otros.
Ramos (1) explica que no se incluyen en la definición de restricción de
movimientos aquellos procedimientos de sujeción usados de forma habitual
en algunos procedimientos diagnósticos y/o terapéuticos como la sujeción en
intervenciones quirúrgicas o algunos métodos diagnósticos.
Se entiende por aislamiento el confinamiento (según la Rae, pena por la que
se obliga a una persona a vivir temporalmente en libertad en un sitio
diferente al de su domicilio) de un paciente, solo en una habitación,
impidiendo que pueda salir de ella por un período delimitado de tiempo.
La principal característica del uso de la restricción y el aislamiento, es que
la necesidad de aplicación va en contra de la voluntad del paciente. Por eso
la contención se usa en un contexto de situación potencialmente peligrosa y
es necesario personal formado que respete los derechos fundamentales del
paciente. Los aislamientos, restricciones o contenciones que puedan
realizarse en contexto sanitarios, solo han de tener finalidades terapéuticas
o preventivas, como se recoge en la declaración de los derechos humanos (5),
nunca como necesidades extra clínicas. Los aislamientos no se practican
como castigos por conductas delictivas, en estos casos son los organismos
judiciales y de seguridad los que han de actuar y están fuera de nuestro
tema de estudio.
Cuando nos preguntamos si es lo mismo contención mecánica que física,
debemos detenernos a pensar la situación y el ámbito de estudio. En la
mayoría de protocolos hospitalarios o asistenciales se utilizan los dos
conceptos como sinónimos, pero fuera del ámbito hospitalario existen
diferencias. En la tesis doctoral de Bernatallada (6), sobre el uso de la
contención física en centros de menores, encontramos la definición de
contención física como una actuación en que el adulto utiliza la fuerza física
para inmovilizar al adolescente estirándolo en el suelo bocabajo estando el
adulto encima de él. Esta acción se realiza para asegurar la integridad física
de la propia persona sobre la que se actúa y el entorno para resolver de
manera instantánea la situación de violencia que se estaba produciendo. La
diferencia importante con la definición de contención mecánica es la no
utilización de dispositivos físicos. Otra diferencia es el tiempo que se utiliza
en la contención; mientras que la contención mecánica puede durar horas o
días, la contención física se entiende como una solución temporal de
minutos.
En referencia a las preguntas de hechos y valores, nos preguntamos cómo,
quien y cuando ha de aplicar la contención mecánica. No en todos los casos
será necesaria la utilización de la contención mecánica. Hay que explicar la
importancia y necesidad de la contención ambiental, verbal y farmacológica
como técnicas previas a la contención mecánica (7). Es decir, preguntarnos
siempre antes si existen procedimientos alternativos para poder evitarla. La
mayoría de veces en nuestra practica asistencial, definimos la mejor
contención mecánica como aquella que nunca ha llegado a producirse.
Diferenciar las contenciones mecánicas aplicadas a la gente mayor para
evitar el riesgo de caídas, tan utilizada en los hospitales y centros socio
sanitarios y las contenciones que se realizan en unidades de agudos.
En la práctica asistencial, la contención mecánica la lleva a cabo el equipo
de enfermería, pero en última instancia, la orden y responsabilidad es
médica. Los protocolos existentes no se ponen de acuerdo en este
procedimiento, en las horas de margen para que la enfermería la pueda
llevar a cabo hasta recibir la orden médica firmada en casos de urgencia
(como una agitación psicomotriz) ni en los tiempos para controlar y
supervisar dicha contención.
Hay poca investigación empírica sobre el uso de la contención mecánica, el
porqué y como se utiliza (8). Hay que destacar también que la contención
mecánica se utiliza en cualquier ámbito asistencial, como en personas
grandes durante la atención hospitalaria y residencial para evitar la hetero
agresión y las caídas. En estos casos, la definición del proceso de contención
es diferente, ya que la finalidad y la manera de realizarla cambia (9).
La contención mecánica también se define como una intervención para el
control de las autolesiones (10), el consentimiento informado y el examen de
los marcos legales, éticos y de organización son rígidos para la definición de
su proceso por la privación de libertad de las personas.
El uso de la contención mecánica también está relacionado con el tipo de
personal que la lleva a término. Es decir, en ocasiones se realizará o no en
función del personal que atiende a la persona. La formación, los
conocimientos previos, la capacidad de realizar una buena contención
verbal, pueden influir en la decisión final de la misma. Recordemos que se
procede a una contención mecánica por orden médica, pero que a menudo,
cuando se producen situaciones urgentes de agitación, es el personal de
enfermería quien decide y la realiza en primera instancia. Posteriormente el
personal facultativo la autoriza y la pauta. En la mayoría de los casos que
enfermería puede decidir o no la utilización de una contención mecánica
disminuye su uso (3).
Paso 3-7. Casos ejemplares
Siguiendo la Técnica Wilson, en los pasos siguientes vamos a hacer uso del
estudio de casos para poder identificar los elementos y características
esenciales del concepto.
Caso ejemplar: CS es un paciente de 22 años que ingresa en la unidad de
agudos de salud mental por alteración conductual en su domicilio.
Diagnosticado de esquizofrenia paranoide desde hace cinco años, no se ha
vinculado al centro de salud mental y no realiza cumplimiento terapéutico.
La familia avisa al servicio de urgencias por mostrarse agresivo en casa.
Presenta ideación delirante de prejuicio hacia los padres y ansiedad.
Al ingresar en la unidad, el paciente se niega a quedarse aunque el
psiquiatra ha cursado un ingreso involuntario (11). Se muestra hostil y
aparece un riesgo auto o hetero agresivo. La conducta auto lesiva, es
definida por Matson en 1989 como una conducta repetitiva en el ser humano
que tiene como resultado el daño físico ó psicológico de la misma persona
que la lleva acabo. El riesgo hetero agresivo es cuando la conducta lesiva
está dirigida a elementos externos, personas o objetos.
El equipo de enfermería empieza una contención verbal que no es efectiva y
le ofrece medicación oral que el paciente rechaza. CS empieza a dar golpes a
las paredes y amenaza al personal. Inicia un cuadro de agitación
psicomotora, definida como un conjunto de movimientos irreflexivos,
continuados y desordenados, de inicio generalmente brusco, en respuesta a
impulsos instintivos o afectivos variables, que va acompañada de una
sintomatología psíquica amplia y que exige una intervención terapéutica
inmediata. Puede manifestarse con ansiedad o con tensión interna (12).
A causa de esta sintomatología psíquica se procede a contención mecánica.
En esta situación, la contención mecánica se está utilizando como una
terapia o tratamiento (utilizados como sinónimos habitualmente en
psiquiatría), como un precepto destinado al tratamiento de un trastorno
mental (12). Se procede a contención mecánica de extremidades superiores,
inferiores y cintura.
Caso contrario: MP es una mujer de 40 años que ingresa en urgencias de
psiquiatría por presentar una ideación auto lítica. Esta diagnosticada de un
trastorno depresivo desde hace 15 años y ha precisado de diversos ingresos.
En los últimos años ha presentado dos tentativas auto líticas con alta
rescatabilidad (la paciente realizó una sobre ingesta farmacológica con aviso
previo a la familia y garantías de ser atendida). La familia claudica en su
cuidado, pues considera que la paciente utiliza su patología mental para
realizar demandas de atención. Durante su ingreso, la paciente verbaliza
ideas de muerte y ideación estructurada. El equipo de enfermería decide que
el aislamiento y supervisión son suficientes. En el cambio de turno la
paciente ha hecho una ingesta de más de cuarenta comprimidos de
lormetazepam 2mg que traía escondidos. Se procede a lavado gástrico y
traslado a la UCI.
En este caso la no aplicación de la contención mecánica como terapia ha
comportado un riesgo vital para el paciente.
Caso relacionado: AS es un paciente de 82 años que ingresa por descanso
familiar en un centro socio sanitario. Diagnosticado de hace tres años de una
demencia vascular, es dependiente en las actividades de la vida diaria. Va
en silla de ruedas por dificultad en la marcha, tolera con dificultad la
bipedestación y necesita ayuda en las transferencias. A su ingreso, el equipo
de enfermería procede a la contención mecánica de cintura para evitar
riesgo de caídas, previamente pactada con la familia. Esta contención
implica una restricción del movimiento del paciente.
En este caso, la contención mecánica no va ligada a una agitación
psicomotora, ya que se aplica como prevención de caídas, no hay
intencionalidad del paciente de hetero o autolesión. No consiste pues en una
terapia o tratamiento, sino en una medida para evitar situaciones más
complicadas. El uso de contenciones en gente mayor institucionalizada es
frecuente en los últimos años (13).
Caso fronterizo: Paciente de 26 años que ingresa en la unidad por
desnutrición. Su IMC es <17. La paciente no tiene conciencia de enfermedad
ni de necesidad de tratamiento. Presenta una alteración en su analítica
general que compromete su estado vital. Se decide inserción de sonda
nasogástrica para iniciar alimentación enteral. La paciente no está conforme
con el tratamiento
necesario aplicar
inferiores y cintura
no hay agitación
ni el ingreso, se tramita un ingreso involuntario i es
contención mecánica de extremidades superiores,
para evitar un arrancamiento de la sonda. En este caso
psicomotora, pero si aparece una restricción del
movimiento. Se aplica la contención como una terapia para poder
administrar un tratamiento cuando la vida del paciente está en peligro. Se
puede discutir si en este caso aparece un riesgo de autolesión, ya que las
acciones no serian directamente lesivas, sino por omisión de los hechos
(dejar de comer implica un riesgo vital para la situación actual de la
paciente).
Paso 8. Contexto social
Desde los orígenes de la psiquiatría, donde se confundía religión y magia,
hasta el estado actual como una especialidad, se han cruzado dos corrientes
principales. Una que busca el tratamiento de los trastornos mentales a
través de la comprensión de fuerzas externas inmateriales, y la otra que lo
intenta a través de la corrección de los procesos orgánicos internos. En todos
los casos, la contención mecánica como tratamiento, ha ido evolucionando,
en su uso y en su desuso. En les primeras ocasiones, se utilizó como medida
de castigo y en la psiquiatría más moderna, pasó a ser una terapia.
Con la Revolución Francesa y la aparición de los derechos humanos, la
concepción de la Psiquiatría evolucionó y el tratamiento del enfermo mental
cambió. En el S.XVII en Francia, con el Dr. Pinet, médico que estudió las
enfermedades mentales y muy vinculado al concepto de tratamiento moral
de Pussin, retiró los grilletes a los enfermos mentales por considerarse una
práctica insana (primero al manicomio de Bicetre y más posteriormente a
Salpetriere). En aquella sociedad, en los manicomios ingresaban los
delincuentes, prostitutas y los realistas. Aparece el concepto de alienistas,
como personas desvinculadas de la sociedad, como no ciudadanos que no
cumplían los deberes como tal.
Hasta el 1940 la Psiquiatría estaba incluida dentro de la patología médica.
A partir de entonces, se desvincula a causa de la complejidad de les
patologías y los avances psicofarmacológicos.
En 1950, se utilizaron las primeras contenciones en 1.300 pacientes
psiquiátricos, usando camisas de fuerza u otro dispositivo de restricción. Los
investigadores ya discutían sobre el uso de contenciones en pacientes
psiquiátricos sin llegar a un consenso claro (Bay,1950).
En el 1987 en EEUU fue aprobada “Omnibus Budget Reconciation Act”,
una ley federal que provocó la mayor reforma legal en la práctica de curas y
donde se regulaba el uso de la restricción física.
Actualmente no hay un criterio claro sobre el uso de la contención mecánica,
no sólo a nivel nacional, sino también a nivel mundial. Según el Mirin,
director de la Asociación Americana de Psiquiatría, el uso de las
contenciones debe tener como objetivo proteger la seguridad del paciente
(Charatan, 2000) (14). Como los pacientes psiquiátricos están en riesgo de
conductas heteroagresivas y
no cumplimiento del
tratamiento,
las
contenciones pueden formar parte del proceso terapéutico, pero hay autores
como Mohr (2009) (15) que ponen de manifiesto que su utilización queda en
mano de los cuidadores, que existe una falta de control externo y que su uso
puede ser demasiado paternalista.
En el ámbito geriátrico, las contenciones se usan con cierta frecuencia. A
nivel internacional se registran cifras variables entre estudios del 12 al 47
%. Hay diferentes interpretaciones de los resultados y una amplia
variabilidad que puede responder a criterios metodológicos diferentes o a
factores locales. Entre los factores que se relacionan con la utilización de
más o menos contenciones esta la dependencia, el deterioro cognitivo, la
experiencia del personal, las medidas legislativas existentes i la actitud i
aptitud del personal (Hammers, 2005).
En el ámbito de la salud mental, la literatura alerta de la variabilidad en el
uso de las contenciones, tanto en tipos como en frecuencia. La revisión
realizada por Joanna Briggs, registraba en el 2002 que un 10% de las
personas ingresadas en unidades de agudos precisaban algún tipo de
contención mecánica durante su período de hospitalización (2.7 a 4.5 dias).
Paso 9. Emociones subyacentes
El concepto contención mecánica lleva implícitas muchas emociones en su
utilización. En primer lugar, va relacionada con un procedimiento que se
aplica en contra de la voluntad de la persona, y eso genera miedo y rechazo
tanto a nivel individual como en su contexto social. Fuera del ámbito
asistencial, muy a menudo se percibe como un procedimiento de castigo o
sanción a alguna conducta. Relacionar la contención mecánica con el hecho
de atar a la persona en contra de su deseo es muy común en cualquier
conversación con gente ajena al mundo sanitario. (10)
Según Gastmans y Milisen
(16)
la contención mecánica viola la dignidad del
paciente y su autoestima. Así lo recogen en sus estudios, donde aparecen
opiniones de muchos pacientes que expresan sus sentimientos de privación
de libertad.
La angustia y el sufrimiento descritos por los pacientes que han pasado por
una contención mecánica, y el miedo a pasar por ella de nuevo, nos debería
hacer reflexionar sobre que alguna cosa no estamos haciendo bien o de la
manera más adecuada. Haría falta destacar la importancia de realizar
siempre y de forma correcta una contención farmacológica previa a la
contención mecánica. No es válido ni ético tener a un paciente en contención
mecánica en un estado de vigilia, realizando ingestas, con los riesgos que
esto comporta o angustiado por su situación. Una correcta administración de
la medicación oral o intramuscular, con el paciente sedado, disminuye el
tiempo de contención mecánica y alivia o elimina la angustia que comporta
estar en esta situación.
De igual manera que se han descrito efectos negativos sobre el entorno del
paciente, también sobre el personal que la aplica (lesiones traumáticas
durante la contención, sentimientos de malestar, insatisfacción…) y en la
misma relación profesional-paciente (desconfianza, resentimiento…). Se
aconseja el debriefing del equipo y con el paciente después de aplicar esta
medida.
RESULTADOS
Paso 10. Resultados prácticos
Este análisis demuestra que la contención mecánica es una terapia que se
aplica en muchas ocasiones con falta de conocimientos, criterios y sin
regulación ni protocolos asistenciales unificados.
Definir la contención mecánica nos debería ayudar a los profesionales de la
salud que la realizamos a la correcta utilización y indicación de la misma,
así como la suspensión de contenciones mecánicas inadecuadas.
DISCUSIÓN
Paso 11. Resultados en el lenguaje
.La contención mecánica es aplicada en muchos centros asistenciales por las
enfermeras y pautadas por los facultativos.
.En algunos casos no es aplicada como terapia sino como medida de
prevención para riesgos futuribles.
.Hay algunas corrientes de pensamiento apoyadas en estudios de diferentes
países que van en contra de su aplicación de manera generalizada.
.Hay una falta de criterios unificados para su realización, así como
literatura basada en la evidencia científica.
.Es importante definir quién, cómo y cuándo se debe aplicar la contención
mecánica. Hay que procurar una formación continuada del personal
sanitario en esta materia.
.Destacar la importancia de las implicaciones éticas y legales, como
cualquier acto médico, está sujeto al marco legislativo y a la ética médica. El
principal conflicto en las contenciones no voluntarias se plantea entre el
principio ético de autonomía, porque limitan los movimientos de la persona,
y el principio de la beneficencia, ya que debemos proteger a la persona.
.La definición de la contención nos debe ayudar a aplicarla siempre como
una terapia, en la que previamente hemos aplicado una contención verbal y
farmacológica.
.Se recomienda el desarrollo de protocolos para la utilización y aplicación de
las contenciones, así como destacar la importancia del buen registro en la
historia clínica.
.Como tratamiento implica unos riesgos para el paciente que hemos de
conocer: alteración de la integridad cutánea, caídas, bronco aspiración,
estreñimiento, pérdida de fuerza y tono muscular, trombosis venosa
profunda, dificultad respiratoria, compresión nerviosa, edemas, hematomas
y ahorcamiento.
CONCLUSIONES
De la definición conceptual de contención mecánica, derivan unos elementos
a considerar por la práctica asistencial. La aplicación de la contención
mecánica deber ser evaluada en cada caso particular. Decidir si es o no
necesaria, evaluar las consecuencias y los riesgos, y aplicarla como última
opción después de una correcta contención verbal y farmacológica es muy
importante para una buena praxis. Las contenciones son una medida
terapéutica, pero deben ser la última opción.
En algunos casos la contención no es aplicada como una terapia, sino como
una medida de prevención, y en estos hay que valorar opciones alternativas.
En otras situaciones, donde haya una agitación psicomotriz o un riesgo de
auto o heterolesión, la contención mecánica será imprescindible, y siguiendo
la evidencia científica, el equipo de enfermería debe saber cómo llevarla a
cabo. Evidenciamos una falta de estudios sobre el uso de la contención
mecánica para ayudarnos a la definición conceptual de la misma.
Es importante realizar un abordaje del equipo multidisciplinar para una
buena praxis en la utilización de las medidas de contención. (Rodríguez,
2011) y en cualquier caso, el procedimiento ha de respetar los derechos de la
personal y estar dentro del marco legal y ético actual (17). Este análisis del
concepto de contención mecánica favorece su uso y nos proporciona una
visión más amplia y una investigación con resultados significativos. Esto nos
ayuda a una mejora de la práctica basada en la evidencia y un abordaje con
más concordancia con los resultados de la investigación actual y favorecer el
estudio de la prevalencia (18) Es importante utilizar un lenguaje claro sobre
el concepto de la contención mecánica en los debates y en la documentación
entre enfermeras y otras disciplinas. La clarificación del lenguaje contribuye
a mejorar la práctica.
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