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Estructura Material de la Sociedad Mexica 1 Temario Capítulo I Del Nomadismo a las Grandes Ciudades Capítulo II Desarrollo Evolutivo de la Sociedad Mexica Capitulo III Instrumentos de Trabajo y Fuerzas Productivas Capitulo IV Tenencia de la Tierra y Grupos Campesinos 2 Capitulo V Estructura Política Mexica Capitulo VI Una Concepción del Mundo Capitulo VII Caracteristicas del Sistema Tributario Capitulo VIII Consideraciones Generales 3 Capítulo I Del Nomadismo a las “Grandes Ciudades” Carácter Material de la Sociedad Mexica Lorenzo consideró que en la fabricación de objetos de cerámica el peso mayor recayó en la mujer "con cierta ayuda del hombre en cuanto a la obtención de las materias primas, arcilla y leña, así como en la preparación inicial de la materia prima. Se puede ver que dentro de un patrón general, cada mujer entre más o menor especializado en cierta forma que todas son capaces de fabricarla y que entre ellas hacen trueque de unas formas por otras. Todos utilizaban la misma leña, que es la que se obtenía en la región y disponen del fuego de la misma manera, así como también utilizan la misma arcilla, siempre obtenido de las inmediaciones geológicamente constantes. "En referencia a los instrumentos empleaba para darle pulimento a la superficie dijo que se usaban rocas, la calcedonia que se llama simplemente bruñidores o pulidores, después se ponen asas y soportes. Indicó que puede haber objetos de cerámica monocroma, pero también decorada y adornada. Hizo énfasis en el proceso de cocción que puede superar los 480 grados y convertir la arcilla en estado húmedo, en un cuerpo quebradizo y rígido.1 Mirambell ,Lorena, Lorenzo José Luis. La Cerámica: un Documento Arqueológico, Cuaderno de Trabajo, Departamento de Prehistoria, INAH, México, 1983,84p., p.47. 1 4 La primera gran especialización es la sexual, es decir, aquella que por razón del esfuerzo físico y del grado de riesgos a que se somete, solo puede realizar el hombre ya que se trata de proteger a la mujer como dadora de la vida, cuidadora y educadora de sus hijos. Es ella la que asegura la reproducción y por lo tanto la continuadora de la vida y por lo tanto no debía ser expuesta a la fiereza de los grandes animales carnívoros, no podía efectuar grandes esfuerzos físicos que terminan por matarla. Es por ello que, además, se les asignan las tareas de participar en las labores agrícolas, en la fabricación de la cerámica, sobre todo, para fines domésticos, el manejo de los telares de cintura. La arcilla, como ya dijimos en otro lado, es una materia moldeable y dúctil pues se puede trabajar fácilmente y por ello las mujeres estaban aptas para encargarse o contribuir a su producción. "En el preclásico Temprano, afirmó -García y Bárcenas- se habitaba en pequeñas aldeas, formadas por unas cuantas casas, distribuidas sin un padrón definido cerca de los campos de cultivo, los que a su vez, se establecen en tierras de mejor calidad, sobre todo aquellos situados en las planicies alrededor de los ríos o en las riberas de los lagos. Las casas eran semejantes entre sí, de acuerdo con el carácter igualitario de sus habitantes, pero su forma variaba de una región a otra. Cada aldea era básicamente autosuficiente, aunque mantenían relaciones de intercambio con otros pobladores, lo que les permitía el acceso a materiales importados, a veces traídos 5 desde lugares lejanos".2 Apareció la fabricación de vasijas que primero fueron sencillas, burdas y mal cocidas provenientes de Sudamérica y tampoco tenían decoración. "El plan de gobierno de los aborígenes americanos comenzó con la gens y terminó con la confederación ,siendo este el nivel más alto alcanzado por sus instituciones gubernamentales. : primero, la gens, un cuerpo consanguíneo dotado de un nombre gentilicio común; segundo la fratría, una reunión de gentes vinculadas y unidas en una asociación de orden más elevado, para ciertos objetos comunes; tercero, la tribu o una reunión de gentes comúnmente organizada en fratrías cuyos miembros hablaban el mismo dialecto y cuarto, una confederación de tribus, cuyos miembros respectivamente hablaban dialectos del mismo tronco lingüístico. Esto vino a dar una sociedad gentilicia distinta de una sociedad política o estado (civitas). La diferencia entre nombres es amplia y fundamental. Cuando fue descubierta América, no existía en ella sociedad política, ciudades, estados, ni civilización".3 El esbozo que hizo hecho Morgan estaba basado en la investigación que llevara a cabo sobre los pueblos aborígenes de Norteamérica, a los cuales conoció como pocos, efectuando incluso estudios antropológicos y etnológicos, pero no así con los pueblos del centro de América y de Sudamérica, los cuales conoció solo por textos de carácter histórico, como los de Clavijero, Torquemada y García Icazbalceta. La dificultad se presentó cuando Morgan hizo extensivas sus observaciones y conclusiones, derivadas de sus estudios de los pueblos indios, a los mesoamericanos e incaicos. Por el grado de desarrollo que tenía el García Bárcenas, Joaquín, Preclásico temprano, 2,500 a 1200, en Arqueología Mexicana, 13, 2008, p.22 3 p.1291 Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva. P.57 2 6 conocimiento antropológico hasta ese momento, el gran Morgan no advirtió que habiendo en la sociedad humana una serie de rasgos generales, que lo mismo los vemos en Mesopotamia, que en Egipto o en el Valle de México, no todos tuvieron el mismo nivel o grado de desarrollo sino que este fue cambiante y desigual, sujeto a una serie de circunstancias históricas y de condiciones materiales. En el pensamiento del siglo XIX era frecuente someter al estudio de las ciencias en general y en lo particular a una serie de clasificaciones que pronto mostraron una gran rigidez porque todos los elementos del conocimiento humano se sometieran a ellas, aunque no necesariamente quedaran comprendidos. En términos generales, la sociedad mexica evolucionó de los calpullis o de la gens, hasta la formación de una confederación que fue la alianza establecida entre México, Texcoco y Tlacopan. Precisamente Bernal, al referirse a la evolución histórica de los conocimientos arqueológicos, hizo alusión a la obra de Morgan, publicando en el año de 1877, dijo que había acertado en su estudio sobre las tribus de Norteamérica, pero que en relación con México había cometido un error fundamental, considerar que los aztecas del Valle de México habían llegado al mismo grado de progreso que los indios norteamericanos pues concluyó que sobre el reinado de Moctezuma se habían cometido muchas exageraciones, sobre todo por los cronistas españoles y por Prescott y que su discípulo Adolfo Bandelier había incurrido en los mismos errores de su maestro, Morgan, mientras que Taylor se separó de las concepciones de Morgan y Bandelier y que 7 la "ciencia arqueológica propiamente se inició con los trabajos de Alfonso Caso".4 Una de las limitaciones de Morgan, dice, es que solo estudió a los aztecas, mientras ignora el resto de los pueblos que había en la región mexicana. "Una de las características de la comunidades neolíticas, según Childe, fue la fabricación de ellas, pero observó que la alfarería pudo haber surgido antes, al describir la resistencia de una cesta recubierta de arcilla que pudo haber sido como recipiente de agua". Afirmó que "la alfarería es tal vez, la primera utilización concreta, hecho por el hombre, de una transformación química". Al descubrir que la arcilla se podía cocer en el fuego a los 600 grados y producía piezas sólidas, pero a la vez flexible. "En el proceso de cocimiento, la arcilla cambió no solo de consistencia física, sino también de color. La arcilla contiene generalmente algún oxido de hierro. Si el aire tiene libre acceso a la vasija cuando está caliente, producir en ella un tinte rojizo, porque oxida el hierro formando oxido férrico rojo". Señalando que los alfareros habían aprendido a producir objetos que tenían distintos colores.5 La alfarería, junto con la lítica, es una de las actividades primordiales de las aldeas, de los campamentos de aldeas, de las primeras poblaciones humanas y está intrínsecamente vinculada a la expansión de la agricultura. Esto permitió que una vez resuelto aunque fuesen en parte los grandes problemas de urgencia, aquellos que deparaban los fenómenos naturales extremos, se fue mejorando la habitación de las personas las cuales se construyeron con materiales más consistentes, como el adobe, la argamasa, la mampostería y después los ladrillos. Bernal Jgnacio, Historia de la Arqueología en México, Editorial Porrúa, México, 1979,222 p., p.4i. 5 Childe, Cordón. Los Orígenes de la Civilización, p 49 4 8 Al principio se trata de habitaciones que tenían un solo cuarto redondo donde viven una o más familias, pero después cada familia se fue separando y necesitaban su correspondiente vivienda y se requieren también nuevos utensilios para su comodidad. La alfarería en gran parte cubría estas necesidades y de ello hay muchas muestras en múltiples regiones del mundo. Mientras los objetos de piedra se hacían por medio de la percusión y del tallamiento o de la abrasión y las había en forma abundante en la naturaleza, también existían los distintos tipos de arcillas pero estas requerían la incorporación de distintos volúmenes de valor agregado y de una capacidad de creación y de inventiva mucho mayores que en la lítica, hasta producir artefactos que se alejaban mucho de los fines utilitario que habían caracterizado a otras creaciones. El hombre creador se transformó en artista. Al referirse a las primeras sociedades neolíticas, Caso consideró que no existían clases sociales, que todos los individuos pertenecen a una aldea la cual era una entidad relativamente homogénea, aunque existían algunos especialistas, como el brujo, el herrero, el carpintero y todos ellos participaban en forma común en la producción, pero que dichas agrupaciones poco a poco iban alcanzando un estadio superior y que con ello se incrementaba el excedente en la producción de bienes de consumo y que poco a poco se van rebasando los aspectos familiares para transitar hacia el establecimiento de vínculos económicos. Preocupados por definir los "rasgos generales" de una cultura y al estudiar los 9 olmecas que se desarrollan entre los límites de los estados de Veracruz y Tabasco, se interesó por ´precisar "el llamado estilo olmeca" que independientemente de la variedad de formas locales que asumían, hacía pensar que se trata de una comunidad económica, social y política. Entre las características generales incluyó la existencia de un dios de la lluvia, que era un jaguar esculpido en una piedra y había entre ellos "extraordinarios dibujantes, escultores, lapidarios, alfareros, talladores de hueso y madera, ingeniero y arquitectos" para concluir "que se trata de especialistas recluidos en talleres y escuelas que se dedicaron perfectamente a su profesión y oficio, es decir, implica una división del trabajo con clases sociales, con maestros y aprendices, con especialistas en ritos, ceremonias, parafernalia de los dioses, con diseñadores e ingenieros capaces de transportar desde grandes distancias a la isla de La Venta, a través de pantanos, piedras con peso de grandes toneladas y todo esto no es posible en una aldea que se caracteriza precisamente por la homogeneidad de la vida y la escasa división del trabajo".6 Afirmó Caso que la evolución neolítica fue un gigantesco paso en la historia de la humanidad en la etapa a partir de la cual descansa la cultura en la piedra pulida y se caracteriza por "una actividad económica basada en la caza, a pesca, a una nueva actividad que, aun cuando conservan estos elementos de la vida económica, sin embargo, ya tienen modos fundados en el pastoreo y la agricultura, es decir, en la producción de alimentos y se logran también otras invenciones como la cerámica, la cestería y ciertos descubrimientos de primera importancia, como el inicio de la escritura y de la astronomía. Caso, Alfonso, ¿Existía el Imperio Olmeca? en Raíces Indígenas y Presencia Hispánica, Editor Miguel León Portilla, El Colegio Nacional, México, 1993,671p., p.29 6 10 Lo que caracteriza a esta aldea neolítica es precisamente su homogeneidad. Todos los individuos que la integran son parientes o se consideran parientes. La aldea es la residencia de un clan o de varios clanes pero la relación que existe entre los individuos de la aldea es una relación familiar, se consideraran unidos por lazos de parentesco bien sea reales entre las familias individuales o bien sea, porque todos ellos derivan de un antepasado semidivino que constituyó el tótem el cual está también unido por estos lazos de descendencia ficticia. Así pues lo que mantiene unidos a los hombres dentro de las aldeas son los vínculos de la solidaridad familiar pero no existen todavía vínculos de solidaridad política indispensable, como veremos después, por la constitución del estado".7 Además Parsons definió que durante el posclásico temprano "hubo una marcada tendencia hacia lo rural y un descenso de la población en el centro y el sur de la Cuenca de México. Durante el posclásico Medio hubo un aumento significativo de la población y una mayor urbanización en el centro y el sur de la Cuenca; se hicieron grandes intentos por drenar los pantanos y así apareció en las ciénegas del lago de Chalco y Xochimilco la agricultura chinampera y por primera vez en varios siglos los centros de poder del altiplano se ubicaron afuera de la Cuenca, como Tula y Cholula.8 Caso, Alfonso, ¿Existía el Imperio Olmeca? en Raíces Indígenas y Presencia Hispánica, Editor Miguel León Portilla, El Colegio Nacional, México, 1993,671p., p.29 8 Parsons, Jeffrey, POSCLASICO TEMPRANO Y MEDIO, 900 A 1350 DC., EPOCA DE TRANSICION, ARQUEOLOGIA MEXICANA, 27 ENE-JUNIO, 2007,P.37 7 11 "Casi todas las tribus indias americanas tenían dos grados de jefes, que se pueden distinguir como sachems y jefes comunes. Todos los demás eras variedades de estas dos graduaciones primarias. Eran elegidos por cada gens dentro de sus miembros. El hijo no podía ser elegido para suceder a su padre, dada la descendencia es por línea femenina, porque pertenecían a otra gens y ninguna gens consentiría un sachem o jefe que no fuera la suya. El caso de jachem era hereditario a la gens, en el sentido de que reemplazaba cada vez que se produjera una vacante mientras que el cargo de jefe no era hereditario, porque era conferido en premio de méritos personales y se extinguía con el individuo. Además, los deberes del sachem se limitaban a los asuntos de paz. No podía ir a la guerra en calidad de sachem. Por otro lado, los jefes ascendidos al cargo por valor personal o por sabiduría en los negocios, por la elocuencia en el consejo, eran generalmente la clase superior en capacidad., bien que no en autoridad sobre la gens".9 Dijo que los cargos de sachem y de jefes si bien desde el punto de vista nominal eran vitalicios, en la realidad no lo eran pues dependían de la eficacia con que habían sabido conducir su ejercicio y el "consejo de la tribu" podía degradarlo, sin esperar las acciones o decisiones de la gens. Lo que debemos hacer es tratar de explicarnos las variaciones que tuvo el grupo mexica a través de los tiempos, desde que salieron de Aztlán hasta que llegaron al Valle de México, para verificar si los rasgos encontrados por Morgan, se presentan también en ese grupo humano o si de plano no se presentaron. Si no se presentaron tomando como experiencias validas, las aportaciones que hacen la antropología y la etnología, entonces esto indica, que el grupo mexica tuvo un 9 Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva, p.137 12 desarrollo diferente al de los pueblos norteamericanos y por lo tanto habría que elaborar otra teoría evolutiva. Desde luego que no se trata de constatar la existencia exacta de esos rasgos, a la manera de la repetición de una película, de una simple copia, sino de encontrar los rasgos más generales. Estos son los aspectos relativos a las líneas de parentesco o de linaje para organizar la sucesión de los dirigentes y a la existencia de jefes religiosos y guerreros, encontrando una gran similitud con los pueblos de Mesoamérica que en una primera etapa fueron dirigidos y se organizaron en torno a jefes o dignatarios, primero religiosos y después militares y políticos. Tal fue el caso de Tenoch, quien dirigió al grupo en la primera etapa de su existencia, que el caso mexicano estaba encabezado por jefes de los calpullis que los integraban; también en el caso mexica el carácter hereditario de esos jefes se fue debilitando al aparecer como ingrediente principal en la elección de los tlatoanis los méritos y las capacidades individuales, demostradas, sobre todo en las guerras. Así, Caso llegó a la conclusión de que los mexicas no eran una tribu sino un estado que había transcurrido por varias etapas, habían sido agricultores, cazadores y pescadores en el lago, luego habían construido las chinampas como tierras flotantes, se habían dedicado a la pesca y a la cacería pero "a partir de Izcoatl las cosas cambiaron totalmente, pues se permitió a los nobles aztecas tener tierras propias y en los barrios disponer de tierra, para aumentar su riqueza. De este modo se estableció la distancia económica entre las dos clases sociales fundamentales del pueblo azteca, los pipiltin y los macehultin por la diferencia en la tenencia de la tierra. En efecto, los antiguos clanes y los nuevos, creados en Tenochtitlán, no 13 podían poseer la tierra sino en forma comunal. La tierra de los barrios o calpullis, llamados calpullis eran parcelados entre los vecinos de los barrios pero no la tenían en propiedad sino en usufructo; así es que cada jefe de familia tenía no solo el derecho de poseer una parcela dentro de las tierras comunales que pertenecían al barrio, sino también la obligación de trabajarla, a tal punto que si en dos años no lo hacían, volvían las tierras al clan, el que podía entregarlas a otros de los vecinos del mismo".10 Dijo Childe: "La primera evolución que transformó la economía humana dio al hombre el control sobre su propio abastecimiento de alimentos. El hombre comenzó a sembrar, a cultivar y a mejorar por selección algunas yerbas, raíces y arbustos comestibles. Y también logró domesticar y unir firmemente a su persona a ciertas especies de animales, en correspondencia a los forrajes que les podían ofrecer, y la protección que estaba en condiciones de depararle y a la providencia que representaba para ellos. Existe una enorme variedad de plantas susceptibles de suministrar una dieta importante cuando se les cultiva. El arroz, el trigo, el mijo, la cebada, el maíz, el ñame y la batata, respectivamente sostiene en la actualidad a poblaciones considerables".11 Estudió la evolución del hombre tomando en cuenta los cambios que se operaron en la alimentación la cual pasó de las gramíneas a las proteínas de origen animal, lo que demuestra la gran trascendencia que tuvo para el desarrollo de la humanidad la agricultura, pero sobre todo 10 11 la agricultura de riego, Caso Alfonso, Instituciones Indígenas Precortesianas, en Obras Completas, T. VI, p.231 Childe, Cordón. Los Orígenes de la Civilización, 76. 14 sobresaliendo las repercusiones que tuvieron las grandes obras hidráulica para preservar en los pueblos de inundaciones graves y para asegurar el suministro del vital líquido en la época de siembras. Se redujo el peligro de que muchas cosechas se perdieran y al aumentar los márgenes de seguridad y de certidumbre sobre la recolección de los frutos, si pudieron hacer observaciones y estudios para crear plantas comestibles más resistentes a las plagas. Childe destacó gramíneas de gran importancia social las cuales dieron un sustento material permanente y lo siguen dando a pueblos enteros, a civilizaciones históricas. De ellos destacamos las plantas forrajeras que servían de alimento para el ganado por lo que aumentaron los hatos y la disponibilidad de carne y leche. "El territorio comprendía la ubicación de sus poblados actuales en la comarca circundante que recorrían las tribus cazadoras y pescadoras y que eran capaces de defenderse de las incursiones de otras tribus. Más allá de esta zona quedaba un ancho margen de tierras neutrales, que las separaban de sus vecinos más próximos "estos eran de lenguas diferentes y que ninguno de los dos pretendía, pero amplia y menos claramente definida, cuando ambos hablaban un dialecto de la misma lengua"12, dijo Morgan, al describir una de las características básicas de las tribus, es decir, la búsqueda y posesión de un territorio. Precisamente, el itinerario del grupo mexica, prácticamente desde que salió de Aztlán, tuvo como objetivo central la búsqueda de un territorio que tuviera todas las condiciones materiales y naturales para poder asentarse en él y desarrollar su cultura y su vida en general. Este imperativo real, objetivo, está nublado con la idea mítica de que un dios les impelía a seguir adelante, buscando otras zonas. El 12 Morgan , Lewis. La Sociedad Primitiva, p.171 15 grupo permanecía en cada sitio un periodo determinado, de 3 a 30 años y después se cambiaba a otro sin dejar construido ningún edificio perdurable por su calidad o dimensiones. Su dios les "había dicho" que se asentaran en forma definitiva en un sitio en donde encontraran a una águila devorando una serpiente, parada sobre un tunal. Esta es la explicación, digamos, religiosa o literaria, como sucedió con otras culturas en que un dios igualmente los inspiraba a la codicia o a la lucha como si fuera un pueblo "especial" elegido por un ser sobrenatural, porque tenía una serie de cualidades y debía desempeñar una misión, cuando, en realidad, estaban luchando por su sobrevivencia física y social. Por los estudios realizados en torno a la Tira de la Peregrinación se puede concluir que el Altiplano ya se encontraba muy poblado y que la llegada de un nuevo grupo humano, que venía del norte, producía una serie de fricciones o desequilibrios y por lo tanto había muchos conflictos armados. El arribo de un nuevo grupo a tierras que ya estaban habitadas reducía, por ejemplo, las posibilidades de pesca y caza, de recolección de materiales, en fin, disminuía las posibilidades de subsistencia, por la que los mexicas fueron vistos con recelo y animadversión. Los que ya estaban en la región, simplemente, trataban de defender su espacio vital. Dijo Caso que al arribar los aztecas el Valle de México "procuraron imitar las organizaciones sociales existentes" sobre todo las derivada de las civilizaciones de Tula y Teotihuacán. Definió a este pueblo "como un pueblo de agricultores" que se establecen en un sitio, cultivando las tierras, levantaban las cosechas de maíz y permanecían en el mismo lugar a veces hasta 28 años, surtiéndose de alimentos suficientes para que les permitieran continuar con la peregrinación. No eran en consecuencia pueblos cazadores y recolectores como aquellos otros que se 16 designaban con el nombre genérico de chichimecas y que habitaban en el norte del país. Nada sabemos de sus industrias, cerámica, cestería, pero en los manuscritos se les presenta generalmente cubiertos con mantas tejidas, a diferencia del chichimeca que se representa cubierto de pieles".13 Concluyó que en esta etapa se trataba de una organización rival fundada en los lazos del parentesco. En relación con el Preclásico Medio, González Lavak enfatizó en la variedad de la producción alfarera de Oaxaca, Guerrero, Cuenca de México sobre todo para uso cotidiano y doméstico, pero también apareció una cerámica con motivos decorativos con representación de la tierra y hombres jaguar; en la cuenca del Valle de México se encontraron vasijas monocromas en formas de tecomateS, ollas, vasos, platos, "pero ya aparecieron especialistas de tiempo completo, creación de terrazas agrícolas y manejo especializado del agua".14 Dijo Morgan que los aztecas, tezcucanos y tlacopanos habían poblado "fundamentalmente el Valle de México, pero que fuera del Valle había otros pueblos que hablaban una lengua diferente al náhuatl y que en su mayoría eran independientes entre los cuales estaban los tlaxcaltecas, cholulanos, tepeacas, huexotizncos y esto dispersó la compara con la que observaba las tribus de los estados nidos. Indicó que antes del año de 1426 eran muy escasos los acontecimientos de importancia en el Valle" hasta que el jefe militar Itzcoatl instituyó la liga o la confederación, pero dudó si dicha forma de organización subsistía o se disolvía a voluntad y de nueva cuenta vincula a los iroqueses para afirmar que "cada tribu era independiente en los asuntos de la autonomía local, 13 14 Caso Alfonso, Instituciones Indígenas Precortesianas, en Obras Com pletas, T. VI, p.200 González Lavak, Rebeca, Preclásico Medio, 1200-400 A.C., p.23 17 pero fuera de esto, las tres era un solo pueblo en lo concerniente a la agresión o a la defensa. Mientras que cada tribu tenía su propio consejo de jefes y su propio jefe mayor de guerra el jefe de guerra de los aztecas era el comandante en jefe de las bandas confederadas "e hizo alusión a la gran cantidad de pequeños pueblos que había fuera de los límites del valle y que se habían mantenido en forma independiente y que los aztecas habían aceptado deliberadamente esta situación "pues ni siquiera tendían a la formación de una nación", si practicaban la organización en gens, no había otro medio para que el individuo llegase a ser miembro del gobierno que la gens y ni otro medio para la admisión de la gens que su incorporación entre los aztecas, tezcucanos y tlacopanos".15 La idea de Morgan de que el Valle de México ya estaba poblado por otros grupos humanos, que incluso hablaban una lengua diferente a la náhuatl, y que eran, independientes entre si, es correcta. En efecto, había grupos provenientes de los toltecas, chichimecas, otomíes, por lo que no se puede hablar de la existencia de una unidad homogénea. Había, además, lenguas diferentes, pero debemos también advertir que había una serie de características básicas, como los tipos de agricultura existentes, las formas de tenencia de la tierra, la existencia de jefes. Las mayores diferencias se dieron no en el aspecto material, cultural o religiosos sino en la forma de organización política pues cada señorío era autónomo. Había una gran dispersión política y social porque además de las poblaciones grandes, había asentamientos humanos muy pequeños. 15 Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva., p.239, 18 En la medida en que avanzó el desarrollo de las fuerzas productivas se fueron definiendo las regiones y con ello los señoríos, encontrando los siguientes: el acolhua, que tenía por cabecera Texcoco, el poblano-tlaxcalteca, que tenía Cholula, las zonas otomíes a Toluca, la zona zapoteca, a Montealbán. La creación de la Triple Alianza se edificó medíante un principio federativo pues cada reino o señorío solo cedía una parte de su "soberanía" a una instancia superior, al Consejo de Jefes, pero seguía manteniendo su independencia en otros asuntos interiores y exteriores y su autonomía para elegir a los jefes, de conformidad con normas propias. Por ejemplo, cuando en México ya se había abandonado el tipo de liderazgo por la vía hereditaria patrilineal, en Texcoco, los descendientes de Netzahualcóyotl siguieron siendo nombrados por el mismo procedimiento., lo que indica la existencia de particularidades dentro de la generalidad pues cada grupo humano tuvo su propio desarrollo especifico, sobre todo en función de sus luchas internas; Texcoco, por ejemplo, tuvo un dignatario que mantuvo una gran hegemonía y unidad por un largo periodo y gran parte de sus conflictos se resolvieron por la vía pacífica. Para Corona Sánchez, la sociedad azteca vivía en un "estadio de transición del uso de la piedra al uso de los metales como instrumento de trabajo o medios de producción pero él se inclinó por utilizar el concepto de las fuerzas productivas para explicar la formación social económica de estado en Mesoamérica "en contra de su conceptualización en base a una economía natural explicada tan solo en función del análisis de su tecnología o de sus relaciones de subordinación como formas de extracción del plus producto o excedentes y así en base al análisis de una instancia, determina su economía política definiéndola como formas de transición 19 al Estado" y definió a las fuerzas productivas como las constituidas por las fuerzas de trabajo y por lo medios de producción y por ellos se necesitaba estudiar las formas de trabajo en la agricultura para obtener una cosecha diversificada. En estas relaciones de trabajo tenía una gran importancia la familia, la posesión comunal de las tierras en el interior del calpulli "En donde, a través de relaciones de consanguinidad o de identidad étnica, se generan sistemas de reciprocidad y solidaridad por sus componentes en actividades de producción y trabajo, ampliando con ello, como unidades de producción, su capacidad de fuerza productiva en el uso y transformación de la naturaleza. Estas unidades comunales de producción pueden revestir formas diversas ya que algunas estaban integradas como secciones territoriales de una ciudad a nivel urbano, como barrios y otras maneras de aldeas".16 Dijo Estrada que a pesar de que Tlatelolco fue anexionado a Tenochtitlán y se convirtió en una población más, la quinta, siguió conservando su carácter de ciudad comercial, coincidiendo con el criterio de Valero de que la división del trabajo se daba en los barrios. En cuanto a la distribución del reparto de las tierras consideró que por un lado estaban las tierras que eran propiedad de los calpullis, es decir, de los barrios y por la otra las tierras públicas, pero "todas las tierras eran trabajadas por los macehuales pero también había una gran población "flotante" la cual asistía regularmente a los mercados, hasta desempeñare! comercio un papel importante.17 Corona Sánchez, Eduardo Sobre el Desarrollo de las Fueras Productivas para la Caracterización del Estado en Mesoamérica, en Revista Española de Antropología Americana, 16,1986,8 p., p.6 17 Estrada Torres, María Isabel. San Juan Tenochtitlán y Santiago Tlatelolco, p.12 16 20 El hecho de que los mexicas permitieran la existencia de una provincia dedicada esencialmente al comercio reveló una de las facetas más significativas de la estructura material prevaleciente pues muchos productos y bienes que llegaban a la laguna provenían de lugares lejanos y por ello eran muy conveniente una creciente especialización de funciones. Los tlatoanis permitieron este auge de Tlatelolco porque así convenía al buen funcionamiento de la economía en su conjunto que se basaba precisamente en el intercambio comercial, demostrando que el pago de tributos no era suficiente para cubrir la densidad de la población de Tenochtitlán. Independientemente de las diferencias políticas que había con sus hermanos tlatelolcas, incurrieron en una actitud práctica y constructiva y facilitan la emergencia y consolidación de un grupo social, los mercaderes, que estaban ya en ascenso a la llegada de los españoles pues las huestes de Cortés los encuentran realizando sus funciones en sitios muy lejanos a Tenochtitlán, como fueron las costas de Yucatán y de Campeche. En la medida en que Tlatelolco desempeñó funciones complementarias tan importantes, se le dieron derechos de tránsito para los lagos, se construyeron embarcaderos para que pudieran atracar muchas canoas que venían de sitios distantes y después se someterse a la población se respetaron los derechos y privilegios de los pochtecas. Con base en un códice antiguo, referente a la migración azteca, para confirmar el sentido de identidad o permanencia, al este en Cohuacán, los aztecas les preguntaron a los jefes de las 8 tribus nahuas a donde iban y les respondieron que "nosotros los llevaremos y dijeron que está bien, entonces nosotros los vamos a 21 seguir, afirmaron los aztecas y después recibieron a un dios que se llamó Huitzilopochtli, se repartieron en 4 divisiones y cada uno de ellos llevaban a cuesta un bulto que era un dios. En el poblado de Altacuayan inventaron el lanza dardos y la flecha. Se recuerda que Moctezuma autorizó una expedición para ir en búsqueda de Aztlán y llamó a un cihuacotl, quien era un anciano muy viejo y le preguntó qué memoria tenía sobre la historia de las siete cuevas y dónde habían habitado los antepasados y éste respondió: en un lugar que quiere decir blancura, hay un gran cerro en medio del agua, en este cerro había bocas y cuevas y con concavidades en donde habitaron nuestros padres y abuelos, allí gozaban de gran cantidad de patos, de ciervos marinos, de gallinas de agua, de gallaretas, andaban en canoas y hacían camellones en que sembraban maíz, chile, tomate, bledo y frijoles y todo género de semillas que comemos y que trajeron de acá". 18 La búsqueda de Aztlán fue recomendada a hechiceros y así se trasladan al cerro de Cuatepec en donde encontraron un ambiente natural parecido al descrito. Muller estudió restos de cerámica encontrados en la zona de Cuicuilco, entre ellos, los relativos al horizonte post clásico tardío o fase azteca, entre los años 1,200 o 1,500 encontrando ollas con asas, cántaros, cazuelas, molcajetes trípodes, de tipo monocromo con semejanza a Culhuacán, pero también se encontraron objetos que eran de Chalco, del norte de Tlaxcala y de la Mixteca "lo que denota un intercambio con occidente y con la región sureste del Valle de México, mientras en las primeras fases se usó la técnica del modelado a mano y en el Clásico y Postclásico se usó el molde horizontal, utilizándose arcilla arcillosa de origen Krickeber Walter, Mitos y Leyendas Aztecas, Incas, Mayas y Muiscas, FCE, México, 1985, 221 p., p.87 18 22 lacustre con desgrasante de origen volcánico. Se utiliza la siguiente técnica, entre otros; el raspado, pilallos, excavado, estrellado, patillaje, corrugado, esgrafiado, punteado, recortado, grabado. Estás técnicas se usaron en forma aislada o cambiada. Localizó un fogón el cual se hacía al cocimiento. Definió a Cuicuilco "como una pequeña aldea de tipo rural que con el tiempo fue creciendo hasta convertirse en un patrón de asentamiento urbano y posiblemente en el origen de la ciudad estado en la cuenca de México". 19 Refirió la existencia de jefes de los conjuntos habitacionales que tenían el papel dual de comerciantes y sacerdotes y que motivó un fuerte intercambio comercial con el Golfo de México, Oaxaca. Un reflejo del grado de desarrollo social existente es el de la fabricación de cerámica para fines utilitarios, o sociales, los cuales se hacían a mano y eran lizas o monocromas, pero en la medida en que transcurrió el desarrollo, se elaboraron moldes para fabricar una gran cantidad de piezas por un número mayor de consumidores lo que indicaba que la población había crecido y por lo tanto la demanda de estos para disponer de estos satisfactores. El trabajo de la arcilla es antiquísimo, así como el uso de otros instrumentos líticos, pero la arcilla tenía la ventaja de que es relativamente fácil de manejar y decorar. El aumento de la demanda tanto de los macehuales como de los grupos de élite de la sociedad, estímulo una serie de cambios muy positivos, lo que propició el perfeccionamiento de las técnicas de cocimiento, la construcción de los Muller, Florencia. La Cerámica de Cuicuilco B. U n Rescate Arqueológico, Serie Arqueología INAH México, 1990,263 p.p.71. 19 23 hornos, cuyos restos se han encontrado en grandes cantidades cerca de los centros habitacionales y de los centros ceremoniales, y encontrándose la variación de sus decorados. En cambio, la descripción que hizo Olmeda acerca de la llamada Edad de Bronce en la que se caracteriza el carro de ruedas y la rueda del alfarero, el empleo de máquinas rotatorias, como fueron los casos de los egipcios, sumerios, chinos, pero no encontramos ninguna correspondencia en los pueblos mesoamericanos pues como hemos afirmado varias veces, no se utilizaban los metales, ni la rueda como herramientas de trabajo, lo que refleja la existencia de una gran disparidad histórica, por lo que no resulta conveniente recurrir a la aparición de las "etapas" de la historia de la humanidad en forma rígida. En nuestra región, mientras los pueblos de esas regiones tenían ya un alto desarrollo tecnológico, sobre todo por el uso de los metales, en el Valle de México se recurrió al uso de las milpas y la colocación de estacas de madera para hacer producir la tierra, así como el uso de la coa primitiva para hacer labores de siembra, sin que se hubiera avanzado hacia la fabricación del arado. La carencia de este instrumento de trabajo tan importante fue sustituida por un uso intensivo de la fuerza humana, lo que plantea una superioridad de aquellos pueblos en relación con la nuestra. En cuanto al "gens azteca" Morgan, afirmó que se expresaba en la constitución del consejo de jefes, compuesto por "jefes distinguidos, como Sachems, que representaba agrupaciones de parentelas, investidos de un cargo perpetuamente desempeñado "y siguiendo a Acosta consideró que después que se elegía al "rey" 24 se elegía a 4 señores que eran hermanos o parientes cercanos de aquel pero recomendó eliminar la denominación de "rey" "porque implica crear una sociedad política en donde no existía" y porque "desfiguraban las historias aborígenes". Se dice que el consejo tezcucano se componía de 14 miembros, mientras que el Consejo de Tlaxcala era un cuerpo numeroso. La estructura y principios de la sociedad india, requiere un consejo entre los aztecas y por lo tanto se debía contar con su existencia. En estos consejos podemos reconocer el elemento perdido de la historia azteca. Nos consta que el Consejo de Jefes es una institución que vino con las gentes que representa un electorado y que desde tiempo inmemorial fue convocado y tenía sus poderes originarios de gobierno; fue el consejo de jefes es lo más antigua institución de gobierno del género humano...".20 El concepto de "consejo de jefes", así como el "consejo" como institución, están presentes en la evolución del grupo mexica desde expresiones muy sencillas y espontáneas, hasta las formas más sofisticadas, como algunos de los descritos por Acosta, Torquemada y Clavijero que por su minuciosidad, nos hace pensar en el funcionamiento de las cortes europeas. Lo que sucede es que, los cronistas, al estar formados en esa tradición cultural occidental, se auxilian de esa categoría para describir la elección de un tlatoani que en realidad debía haber sido más apegada a las explicaciones que hace Tezozomoc y Chimalpain. Independientemente de cuál de las dos versiones se ajustaba más a la verdad histórica y a la realidad política, lo cierto es que en todos los procesos de toma de 20 Morgan ,Lewis. La Sociedad Primitiva,, p.247 25 decisiones trascendentales se realizaban un "consejos de jefes" que analizaba los problemas sometidos a su consideración y tomaba una determinación al respecto. Ejemplo: al cambiarse de un territorio al otro, al declarar la guerra a otros grupos, se requería la participación y la anuencia de los jefes (de los calpullis) para tomar medidas, o acuerdos que afectaban o involucraban a todo el grupo. La creación y existencia de "consejos de jefes" se hizo más estable y permanente, al grado que algunos cronistas españoles creen haber visto un "Senado romano", como si fuera una "monarquía constitucionalista", pero en realidad de lo que se trataba era de un mecanismo de participación de los jefes en diferentes grados y modalidades. "El estado natural que constituyó la comunidad primitiva no es objeto de idealización por parte de Marx; no hay propiedad privada, no hay consideración del hombre como objeto, pero si hay conciencia del insuficiente desarrollo de las fuerzas productivas y de la falta de capacidad política del individuo. La historia de la humanidad es interpretada como un proceso en el que la especie humana se ve prejuiciosamente condenada a sufrir mayores dosis de explotación. Pero este proceso de vejación cuyo punto de inflexión máxima es el capitalismo, será mejorado en sí mismo y superado. La superación no será una simple vuelta al estado de naturaleza sino que representará la asunción de lo que de valioso hay en el mismo sin sus limitaciones, esto es, junto con la riqueza material generada bajo las nuevas formas de producción". 21 No obstante, indicó que Marx había considerado de una gran importancia la relación de los hombres con el trabajo y la fraternidad del hombre. Castilla Urbano, Francisco. La Comunidad Primitiva y el Pensamiento de Marx, Utopía y Praxis Latinoamericana, Año 6, Núm.13, Universidad de Alcalá de Henares. 21 26 Marx le concede una gran importancia en la relación de seres humanos con la naturaleza pues de la modalidad que asuma depende su bienestar, su pobreza y los grados de explotación que sufre. Es más: el hombre es parte esencial de la naturaleza pues es un ser natural, pero a la vez un ser social ya que su vinculación con la naturaleza es dialéctica, es decir, a la vez, que le arrebatan aquella parte de esos frutos. Este es el caso, por ejemplo, de los metales pues si bien se localizaron en "bruto", en depósitos abiertos, por medio de la observación empírica los hombres describieron las combinaciones y aleaciones, hasta producir material, en la agricultura, en la metalurgia. Es históricamente imposible "volver" a la existencia de las "sociedades originarias" de que habla Marx en la Ideología Alemana, en primer lugar, porque esa estructura productiva era muy pequeña y limitada, sus grupos reducidos y la evolución de las sociedades, ha producido cambios muy profundos, en sentido opuesto. Serra Puche estudió la región sur de la Cuenca que incluye Xochimilco y Chalco y para ello se basó en las investigaciones que hicieron Sanders y Parsons que ubicaron 479 sitios, que iban desde caseríos hasta grandes ciudades. "Para el formativo temprano, 1500 a 1150 la Cuenca de México estaba habitada por una población distribuida en 19 sitios, 12 de ellos clasificados como caseríos, 3 pequeñas aldeas y otras 3 de tipo intermedio". Después precisó el llamado Formativo Medio que se caracterizó por una gran densidad de población pues aumentó el número de aldeas y su tamaño. En el Formativo Tardío (650 a 300) la población creció tres veces y se "establece ya una jerarquización de sitios que van desde caseríos, aldeas grandes hasta centros ceremoniales y en este periodo la población de Texcoco creció en forma considerable. Se abandonó Cuicuilco y 27 surge Teotihuacán como un gran centro de atracción. Distinguió tres "modos de vida" el lacustre, que estaría en Xochimilco y Chalco, el ribereño y el serrano. Al referirse a las técnicas de la fabricación de cerámica, Mirambell y Lorenzo, señalaron lo siguiente: ahuecando, que es un proceso mediante el cual a la arcilla se le da una forma redondeada, el moldeado, es la forma de obtener un objeto mediante la utilización de moldes, el modelado, mediante el cual se modela una vasija u objeto, el enrollado, construcción de piezas generalmente vasijas enrolladas en forma sucesiva hasta obtener la forma y el tamaño deseado. El torno que comprende dos fases técnicas, cuando la pieza es metida sobre una base y es movida lentamente según las necesidades del trabajador, la arcilla se monta sobre una tabla o planta y la pasta será modelada por los dedos del artesano. Una vez teniendo este proceso se alija mediante un tratamiento húmedo y así el objeto está terminado.22 Enseguida viene el proceso de pulimiento, el brillo y el bruñido. Aparece el pastillaje, las incisiones, los grabados y la aplicación de sustancias vitrificables. Siendo la arcilla un lodo, es por lo tanto, flexible y maleable y fácilmente puede ser manipulado en función de las técnicas existentes, empleando desde el simple ahuecamiento para hacer un recipiente hasta el modelado en un torno para producir un plato bellamente decorado. Lo importante es el cocimiento a que se someten los objetos fabricados pues de este procedimiento depende su existencia y su durabilidad. En los enterramientos existen distintos tipos de arcilla que van desde los que tienen una preparación muy elemental, que servían sobre todo para Mirambell Lorena, Lorenzo José Luis. La cerámica: un documento arqueológico. Cuaderno de Trabajo, Departamento de Prehistoria, INAH, México, 1983,84 p., p.41. 22 28 guardar alimentos, hasta objetos vidriados que tienen cientos y quizá miles de años y que se producían par afines vitales y/o ornamentales. Con anterioridad, todo el proceso se hacía a mano pero la invención del torno fue un adelanto notable pues tuvo la misma repercusión que el telar de cintura en la producción de textiles. En estas condiciones se pudieron fabricar muchos objetos en un plazo relativamente corto y los artesanos tuvieron más tiempo para dedicarse a otras actividades. Otras formas de agregarle valor a la arcilla era la decoración pues en la medida en que esta era más bella y estilizada era más apreciada por los miembros de los grupos dirigentes. Los objetos que vemos en los museos no estaban al servicio de los grupos más bajos de la sociedad sino de los estratos más elevados. Mejía Fernández consideró válida una tesis de Morgan que se enuncia así: el cargo de jefe era hereditario dentro de una misma gens, pero electiva entre miembros varones a los que reafirma que para designar un tlatoani se tomaban en cuenta varios factores, como el que tuviera más capacidad para la guerra y no solo por razones estrictamente familiares, tomando en cuenta su esfuerzo y valentía, la justicia, la temperancia y "se reunían en asamblea y después de discutir los méritos de los candidatos viables llegaban a ponerse de acuerdo". Destacando el cihuacoatl que presidía el consejo, pero además tenía funciones judiciales. Objetó la idea que se tenía de que el tlatoani es un "señor absoluto" pues sus principales decisiones las consultaba con el Consejo cuya autoridad estaba por encima del propio tecuhtii mientras que el pueblo participaba tanto en la elección como en la 29 disposición de los gobernador.23 La obra de Mejía Fernández constituye uno de los esfuerzos más serios para explicar las observaciones de Morgan a la realidad histórica y social mexica y uno de sus méritos consiste en haber resaltado la vigencia de sus principales teóricos explicativos, pero como es natural en la medida en que ha avanzado la investigación antropológica y etnológica, observaciones que fueron o eran válidas en la década de los treintas, pueden no serlo ahora, por lo menos no de un modo completo. El funcionamiento de las instituciones políticas estaba sujeto a variaciones, desde la instauración de los jefes guerreros y militares, con Tenoch a la cabeza, hasta la elección de Moctezuma. En realidad se trata de una mezcla de aspectos políticos, en el cual el factor hereditario, es decir, la pertenencia o descendencia de un linaje, era muy importante y fundamental, pero muchas veces no fue el factor decisivo. La convocatoria a la realización de asambleas de diferentes tipos, ya fueran de carácter informativo, como resolutivo, están presentes siempre en la historia del grupo; la existencia del Cihuacoátl, que le hacía contrapeso al poder del tlatoani y que era un factor de equilibrio que impedía una excesiva concentración del poder, siendo este otro elemento constante. Definió Lombardo que "el México anterior al Descubrimiento de América no estaba constituido por una o varias naciones. Sus habitantes vivían agrupadas en tribus que apenas empezaban a salir de la etapa del comunismo primitivo. No existía la propiedad privada de los instrumentos de la producción económica. No había, en consecuencia clases sociales antagónicas. El estado no había nacido. El gobierno de la tribu y la división del trabajo se establece de acuerdo con normas tradicionales 23 Mejía Fernández, Jorge. La Tribu Azteca, material meeanuscrito, México, 243 p., p.134. 30 que obedecían a vínculos de parentesco entre los miembros de la comunidad. En esta circunstancia fue conquistada por representantes de la España del Siglo XVI cuya estructura económica y política era del feudalismo".24 Se puede hablar de tribus en la etapa nómada pues se manifiesta la existencia de pequeños grupos de personas dirigidas por un jefe religioso o militar cuya conducción se basaba a la vez, en el prestigio y en la autoridad que daba la fortaleza y la capacidad de mando. Incluso cuando se pasó al periodo sedentario, al aparecer y desarrollarse villas, aldeas y centros urbanos, pero el empleo de este término, dicho así en forma singular, se dificultaba al hablar de "grandes ciudades" como Teotihuacán, Cholula, Montealbán en donde ya residen miles de individuos y se da una importante diferenciación social. En estos casos, es factible afirmar que los pobladores de esos centros urbanos descendían de una serie de antepasados comunes, en estos casos de toltecas o chichimecas y que todavía los unían en identificaba una serie de rasgos que compartían entre sí. Si se parte de la noción de estado concebido en su aspecto más simple, es decir, la materialización de un poder coactivo que se impone sobre unos hombres por otros hombres, si es posible hablar de esa categoría, pero sería un enfoque demasiado simplificado: no todo poder coactivo, de sujeción de unos individuos por otros, sin más elementos que estos, indican la existencia de un poder estatal el cual supone la existencia de profundas diferencias económicas y materiales entre los hombres y de una organización jurídica compleja, elementos que no existían en la etapa que estamos analizando. Lombardo Toledano, Vicente. Lección de Política para Párvulos, Revista Siempre. 9 de enero de 1958,. 24 31 Indicó Othón de Mendizábal que los grupos arcaicos que llegaron a la meseta central "tenín un concepto preciso de sus derechos territoriales los defendían celosamente, pero carecían en lo absoluto de la noción de propiedad privada, pues la posesión de bienes muebles y aun de sus mujeres obtenidas por compra, solo se podían conservar por la fuerza sin que hubiera ninguna ley o costumbre que salvaguarde el derecho adquirido. No conocían autoridades civiles y los caudillos guerreros, primeros en peligro y últimos en el reparto del botín, no tenían más función que la dirección de las operaciones militares. Dijo que al llegar los españoles, habían en lo que hoy es México distintos pueblos que se encontraban en diferentes grados de desarrollo desde los pueblos cazadores o recolectores que se ubicaban al margen del río Lerma hasta las retribuciones de la Sierra Madre Occidental y que poblaban los estados de Hidalgo, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, Chihuahua, Durango, Coahuila y Nuevo León y su "sustento se basaba en la recolección de frutos, semillas y raíces de las flores silvestres regionales, en particular de tunas y hojas tiernas de nopal, bayas de mezquite, dátiles, nueces y casullas de agaves. Su desarrollo tecnológico era muy incipiente; cazaban con arco y flecha y usaban para la recolección el "palo de cavar" y una vara con una red en sus extremidades, que servía para cosechar las tunas; la célula social era la banda constituida por una o varias familia vinculadas por parentesco e incluso por adopción", que reconocía como jefes al miembro del grupo que más se hubieran distinguido por su valor y habilidad. El trabajo tenía una estricta división sexual, correspondiendo a los hombres las actividades guerreas, la caza y la confección de sus armas e implementos, principalmente. Sobre la mujer pesaba la recolección realimentos vegetales, y comestibles, la 32 preparación de las pieles, la confección de los vestidos y la cestería, a parte de las labores propiamente domésticas".25 Los estudios de Mendizábal, Lombardo, Fernández, son similares en su contenido esencial al observar que no existía la propiedad privada de los instrumentos de producción, en la realidad social, ni en la formulación ideológica, lo que plantea una diferencia de calidad con otros grupos humanos, como los grupos anteriores a los romanos. En efecto, al leer las crónicas, no encontramos elementos como lo "tuyo" o lo "mío" sino en toda clase se hacía alusión frecuente a las propiedades o tierras de los pueblos y de los grupos humanos, sobre todo cuando se refería al surgimiento de un conflicto armado por la posesión de unas tierras. Los grupos humanos trataban de tener siempre una importante base territorial en la cual se podrían hacer los cultivos de los alimentos indispensables para la subsistencia de las comunidades y la riqueza o poderío de un pueblo se calculaba por la disponibilidad de tierras que tenían. La expresión de estas necesidades primarias era desigual, es decir, no había el mismo con el grado de desarrollo de sus fuerzas productivas pues no eran exactamente las mismas necesidades de los pueblos de cazadores o recolectores del norte, pues cambiaban de sitio de residencia con una gran facilidad, con respecto a las necesidades de los pueblos del centro de México, que tenían desplazamientos sociales más lentos o de quienes vivían en los grandes centros urbanos como Teotihuacán. También Mendizábal observó el desigual grado de desarrollo económico y por lo tanto social que existía entre los pueblos del "norte" y los pueblos del sur. Othón de Mendizábal, Miguel. Obras Completas, T. III., p.147 25 33 . La distinción entre las relaciones personales y las impersonales u objetivas adquieren cada vez mayor importancia a medida que la cantidad de producción aumenta y cargos como el de jefe se va definiendo en forma más evidente. A estas altura, aun no hay diferenciación manifiesta entre la propiedad colectiva a la propiedad individual. Ubicaba el origen de la sociedad civilizada y el estado en la disolución del grupo primitivo. La forma de este grupo se identificaba con la gens descrita por Morgan.26 En las sociedades primitivas, no había una distinción precisa y clara entre la propiedad individual y la colectivo porque había un cierto grado de igualdad económica y social ya que, salvo los niños, los ancianos y los lisiados, todos participaban en la producción de satisfactores materiales, en términos de igualdad y por lo tanto los antagonismos entre los individuos no eran intensos. Si todos los miembros de esas comunidades tenían acceso al mínimo de satisfactores materiales que la explotación de la naturaleza les prodigaba y si disfrutaban de niveles de vida y de bienestar más o menos iguales, no había entonces objetivas suficientes como para que se causas generaran antagonismos o conflictos graves. Se trataba de grupos humanos que tenían desde el punto de vista cuantitativo poca relevancia como se ha descubierto en las más recientes excavaciones arqueológicas, unas cuantas chozas que revalidan la existencia de poblaciones pequeñas, dirigidas por un jefe. Krader Laurence. Introducción a las NotasEtnológicas de Marx, Nueva Antologia, Num 10, Año III 1979. 26 34 Este dirigente concentraba en su persona las atribuciones de dirección política y de poderes religiosos, cuya distinción tampoco era muy visible pues los aspectos mágicos, la explicación supersticiosa de los fenómenos naturales, satisfacen los requerimientos espirituales de sus integrantes. Todos eran productores operaban en igualdad de circunstancias, sobre todo preocupados y atenazados por los fenómenos climáticos y por la mega fauna. Afirmó Othón de Mendizábal que "...las grandes naciones, salvo circunstancias geográficas desfavorables, el sostenimiento económico estaba basado principalmente en la agricultura y el cultivo del maíz, del fríjol, de la calabaza, del chile, del algodón y del cacao, constituir las actividad económica preferente, cuando no única, de los individuos. En algunas regiones donde lo impusieron las condiciones del clima y del suelo, el cultivo del Marqués llegó a ser importantísimo. Esos grupos agrícolas y sedentarios con gran desarrollo en su industria cerámica y textil, principalmente habían proporcionado la base económica necesaria para el desarrollo de las otras culturas y el elemento humano tecnológicamente apto para se utilizado en sus magnas realizaciones arquitectónicas, escultóricas y pictóricas. Aun los cazadores y recolectores que vivían en un estado de evolución muy primitivo, solían establecer relaciones con sus vecinos sedentarios, mediante el trueque de pieles tratadas y sebo de animales por productos agrícolas. La sal y los esclavos fueron también artículos muy importantes en las transacciones comerciales, cuando se suponía con frecuencia, cuando el hombre, comerciante de cacería o de guerras infortunadas, obligaban a la miseria honda a agruparse en hordas terribles para lanzarse contra los poblados sedentarios y saquear sus graneros. La tendencia general de todo grupo humano indígena era, naturalmente, 35 satisfacer lo mejor posible sus necesidades alimenticias e indumentarias por medio de la explotación de los recursos locales; dentro de cada familia, incluso, el esfuerzo combinado de todos sus miembros se encaminaban también a satisfacer su propias necesidades...". Childe hizo distintas observaciones importantes: dijo que las llamadas "edades arqueológicas" no se podían confundir con periodos absolutos de tiempo y que en las distintas regiones del mundo no principiaron ni términos simultáneamente en todas ellas. La aparición del hombre sobre las tierras ha quedado señalada por los utensilios que fabrica. El hombre necesita utensilios para llenar la deficiencia de sus aspectos fisiológicos, asegurándose alimentos y abrigo. Está capacitado para fabricarlo por la delicada correlación entre la mano y el ojo, la cual, a su vez, es posible por la constitución de su cerebro y de su sistema nervioso. Es de presumir que los primeros utensilios fueron trazos de madera, huesos o piedras toscamente afiladas o acomodadas a la mano, rompiéndolas o astillándolas. El hombre primitivo tuvo que aprender por experiencias el hecho de que las piedras son más adecuadas para la fabricación de instrumentos, lo mismo que el modo de tallarlas correctamente. Aunque el pedernal es muy duro para manipularlo con éxito, como puede comprobarlo fácilmente el lector. Solo después de haber dominado la técnica de fabricación pudo el hombre empezar a elaborar con éxito, herramientas especificas para cada operación particular".27 El enfoque metodológico que hizo Childe no es rígido como si las relaciones sociales en que incurren los hombres pudieran ser confinadas en compartimientos estancos, 27 por medio de etapas fijas, pero si estableció Childe, Gordon. Los Orígenes de la Civilización, FCE, México, 1997, 328 p., 36 regulaciones generales, por medio de la observación de aspectos o fenómenos que se acumulaban ene I tiempo y que eran comunes. Esto en la naturaleza de las leyes sociales, que no son lo mismo que las leyes de la física, la química y la biología sino que están sujetos a cambios y descripciones pues el comportamiento social de los hombres puede ser modificado por distintos factores, como guerras, hambrunas, sequías, desplazamientos de la población, epidemias, que proporcionaron que incluso obrando contra la voluntad de las personas en los planes, que tenían para su vidas, podían sufrir cambios y alteraciones. No obstante, las regularidades o los aspectos generales, si están presentes en la vida de los seres humanos. Algunos autores se refieren a los grupos nómadas y grupos sedentarios. En realidad, la agricultura fue la actividad esencial, pero también efectuaban, simultáneamente, funciones relativas a la caza y a la pesca, si se quiere en forma complementaria. Grupos nómadas y grupos sedentarios coexistían en un mismo territorio; el nomadismo fue también relativo pues las causas que motivaban los desplazamientos no tenían la misma intensidad en todas partes. En realidad, la agricultura fue la actividad esencial, pero también efectuaban actividades relativas a la caza ya la pesca, si se quiere en forma complementaria. Grupos nómadas combatían contra grupos sedentarios pero también intercambiaban bienes y servicios. Esto nos hace pensar que incluso en una misma región, no todos los grupos humanos habían alcanzado idéntico grado de desarrollo, pero lo importante es observar si tenía rasgos generales comunes, o no los tenían. En realidad, sí las tenían y por ello encontramos zonas con un alto grado de homogeneidad, desde el punto de vista económico y social, en regiones como la 37 acolhua, matlazincas, otomí, poblano y tlaxcalteca. No se trataba de una nación, a la manera occidental, como bien lo dijo Lombardo Toledano al observar este mosaico de pueblos y de grupos, sino un conjunto de los mismos, que no estaban integrados en un mercado único sino que cada uno de ellos tenia su propio mercado con el cual se podría intercambiar bienes y productos con otros grupos. Childe hizo distintas observaciones importantes: dijo que las llamadas "edades arqueológicas" no se podían confundir con periodos absolutos de tiempo y que en las distintas regiones del mundo no principiaron ni términos simultáneamente en todo ello. La aparición del hombre sobre las tierras ha quedado señalada por los utensilios que fabrica. El hombre necesita utensilios para llenar la deficiencia de sus aspectos fisiológicos, asegurándose alimentos y abrigo. Está capacitado para fabricarlo por la delicada correlación entre la mano y el ojo, la cual, a su vez, es posible por la constitución de su cerebro y de su sistema nervioso. Es de presumir que los primeros utensilios fueron trazos de madera, huesos o piedras toscamente afiladas o acomodadas a la mano, rompiéndolas o astillándolas. El hombre primitivo tuvo que aprender por experiencias el hecho de que las piedras son más adecuadas para la fabricación de instrumentos, lo mismo que el modo de tallarla correctamente. Aunque el pedernal es muy duro para manipularlo con éxito, como puede comprobarlo fácilmente el lector. Solo después de haber dominado la técnica de fabricación pudo el hombre empezar a elaborar con éxito, herramientas especificas para cada operación particular".28 El enfoque metodológico que hizo Childe no es rígido como si las relaciones 28 Childe, Gordon, Los Orígenes de la Civilización, FCE, México, 1997, 328 p.,35 38 sociales en que incurren los hombres pudieran estar congeladas o petrificadas por medio de etapas fijas, pero si estableció normas básicas, por medio de la observación de aspectos o fenómenos que se acumulaban en el tiempo y que eran comunes. Esto en la naturaleza de las leyes sociales, que no son lo mismo que las leyes de la física, la química y la biología sino que están sujetos a cambios y descripciones modificado por pues el comportamiento social de los hombres puede ser distintos factores, como guerras, hambrunas, sequías, desplazamientos de la población, epidemias, que proporcionaron que incluso obrando contra la voluntad de las personas en los planes, que tenían para su vidas, podían sufrir cambios y alteraciones. No obstante, las regularidades o los aspectos generales, si están presentes en la vida de los seres humanos. Othón de Mendizábal afirmó que en el Valle se habían constituido estados teocráticos, encabezados por una élite aristocrática, en la que había una importante producción de maíz y de otros alimentos, precisamente para mantener a esa élite, pero que al lado de ella había una profunda desigualdad social". Que se creía que el día Quetzalcóatl apoyaba y protegía a los prósperos, ricos y afortunados, mientras que los pobres se agruparon en torno a Tezcatlipoca, que era u rival, indicando que los "restos toltecas" que se encontraban dispersos en el centro de México transmitieron su cultura a las familias nahuas y "posteriormente como consecuencia de la conquista de Azcapotzalco al sencillo régimen de producción del calpulli se vio modificado por un estrato verdaderamente feudal, en beneficio de los guerreros chichimecas que agrupados en torno a los primeros caciques locales, pertenecientes a la misma filiación, pugnaban por constituir una superestructura aristocrática". 39 Un estado teocrático supone que la máxima autoridad política era un dios o un individuo que gobernaba en nombre de un dios, pero este no es el caso mexica. En una primera etapa el poder del jefe religioso -Tenoch- era el determinante, el verdadero conductor del pueblo, pero una vez que se eligió el primer tlatoani, Acampachtli, esta situación se modifica de una manera radical y el principal dirigente fue el líder político. Más que factores de orden religioso, lo verdaderamente importante era que pertenecen a alguna rama del linaje de aquel ya que podía acceder a fácilmente a puestos de mando en la sociedad y ascender en la escala social. En todo caso se puede hablar más que de un estado teocrático, de un estado guerrero porque eran los militares el elemento de poder decisivo. Los sacerdotes seguían siendo personalidades relevantes, e incluso las crónicas afirman que en varias ocasiones se les consultaba sobre una serie de problemas y dificultades, pero no eran determinantes en la conducción del gobierno, como lo eran los militares, que incluso pusieron a los sacerdotes a su servicio o por lo menos entablaron una alianza con ellos para repartirse las funciones de dominación en el seno del grupo. Sea lo que fuere, la modalidad general era la existencia de un grupo que ocupaba los cargos directivos esenciales en todo el aparato y siempre fue un grupo muy pequeño, por más esfuerzos que se hicieran en el periodo de Izcoátl para ampliar el abanico de posibilidades de poder y de enriquecimiento de los macehuales. Indicó Matos Moctezuma que se generó un paso cualitativo al transitar los grupos humanos de sociedades igualitarias a sociedades estratificadas: un punto de cambio fue la "caída" de Tenochtitlán pero que en realidad no había provocado ninguna involución sino una evolución hacia adelante pues aparecieron 40 poblaciones muy importantes como Tula, Cholula, Xochicalco, mientras se intensifica la lucha de estos grupos predomina en el centro de esta área, mientras que otros grupos pasan a tener una condición de explotadores, mientras ocurre un mejoramiento de los instrumentos de tecnología agrícola y la construcción de canales de riego; surgen muchos productos textiles y los especialistas de la producción de cal, ebanisteros y trabajos de madera. "En cuanto a la fuerza de trabajo empieza a haber un aumento demográfico en las grandes urbes en donde esa fuerza se manifiesta en la construcción de Templos y palacios del estamento dirigentes y sistemas agrícolas, calzadas, calles, plazas, todo lo cual debía estar controlado por el estado".29 El aumento de la población de las comunidades tuvo un efecto muy diverso en casi todas las actividades humanas y uno de ellos fue ,sin duda, el incremento de la fuerza de trabajo, es decir, de aquellos individuos que dedicaban la fuerza de sus manos a la producción de alimentos y otros muchos. Si se hubieran hecho estudios con base en los métodos modernos, diremos que también se incrementó el excedente social pues fueron más productivos y rentables la agricultura las artes textiles, la metalurgia y otras. Este fue el aspecto positivo del crecimiento demográfico pero habiendo una población mayor se encontraron las demandas de satisfactores materiales y hasta los conflictos sociales e individuales que en un mismo territorio tenían que vivir un mayor número de personas, lo que provocó que se aumentaran las superficies cultivadas y una mayor disponibilidad del agua, entre otros aspectos. Matos Moctezuma, Eduardo. Notas sobre el proceso de Desarrollo en el Centro de México, Nueva Antropología, Año III, Núm. 12,1979. P 54 29 41 Dijo Mendizábal "que los arcaicos eran sedentarios y vivían en aldeas más o menos populosas, atenidas al cultivo del maíz, practicando sin duda por el procedimiento de estaca, en uso hasta la fecha en nuestras costas; hay serias razones para creer que a los arcaicos se debía igualmente el cultivo del fríjol, la calabaza o el chile, así como que hayan sido los primeros domesticadores del guajolote o pavo americano, así como del perro comestible llamado xoloizcuientli. Debemos suponer que completarían su dieta eventualmente en la recolección de frutas espontáneas, con la pesca con red y con la caza de pequeños animales de pelo o pluma por medio de la resortera de hule o de la cerbatana o de la onda. Conocían sin duda alguna el arco y la flecha, aunque parece que no fueron muy hábiles en su manejo, por lo cual no perseguían a los animales grandes "y que estaban organizados en clanes totémicos y al llegar los nahuas al Valle de México su cultivo fundamental era el maíz aunque también se cultivaba la calabaza, el chile, el trigo y el algodón".30 A la llegada de los mexicas al Valle, la mayoría de los grupos humanos que se encontraban en la región eran sedentarios, es decir, ya se encontraban definitivamente asentados en un determinado territorio, ya tenía muchos años de estar en ellos, aunque las rivalidades subsistían. La historiografía se ha concentrado en estudiar las poblaciones "grandes", es decir, los centros urbanos, a las cuales se le ha dado el nombre de ciudades, no porque correspondan a los tipos encontrados en la "civilización occidental" sino tan solo porque se habían convertido en cabezas de los señoríos, que algunos denominan 30 Othón de Mendizábal, Miguel. Obras Completas, T. III., p.135 42 imperios, empleando este término con una enorme laxitud que raya en la inexactitud, pero sobre todo porque había una gran concentración de habitantes. Este enfoque es incorrecto, pero se suele olvidar a la gran cantidad de pequeñas poblaciones, villas, caseríos, incluso que habitaban en regiones muy abruptas, en las montañas, en las serranías o en las intricadas selvas y que o no tenían contacto con los grandes centros urbanos o estos contactos eran muy débiles y relativos. Todos los grupos humanos, tanto los que se encontraban concentrados en una "gran ciudad" como los que se encontraban dispersos tenían a un dios o a varios dioses o deidades a los cuales asociaban con todos los fenómenos de la naturaleza. Con una gran frecuencia, los antropólogos, alucinados por las obras monumentales, se olvidaron de la existencia de los otros grupos y de los otros habitantes, que quizás eran más importantes que los que residían en las zonas conurbanas de las "grandes urbes" y que no tenían los adelantos técnicos y urbanísticos de estas. No obstante que no tenían un conocimiento amplio acerca del origen o de las causas de los fenómenos naturales, su vida se basaba en la observación empírica de estos fenómenos, sobre todo de aquellos que estaban vinculados con la agricultura. El maíz fue el alimento común y general cultivado por todos los pueblos, porque cobraron conciencia, mucho tiempo antes, de que era un alimento muy completo y muy resistente a los cambios climáticos. Observó Márquez que durante el periodo formativo se desarrollaron múltiples aldeas en las cuales vivieron varios cientos de individuos con una densidad de población muy baja, siendo los picos más altos de población Teotihuacán, Tikal y en relación con los niveles de fecundidad calculó que eran a razón de 52 por cada 43 mil habitantes, entrando en el clásico a 72, pero aumentó a 77 en el siglo XV, como ocurrió en los poblados y ciudades de Tlatilco, Teotihuacán, Palenque, Teotenango y San Gregorio Atlapulco, pero también había tasa de mortalidad muy alta, cercana al 42% y afirmó que en algunos sitios de Norteamérica, esos niveles, eran similares. "Durante este lapso de tiempo la dieta rica en proteínas fue sustituida por alimentos ricos en carbohidratos y sus derivados, tal es el caso del maíz. Este cambio tuvo un impacto biológico en la reproducción femenina, al favorecer junto con la sedentarización, la maduración biológica más temprana, acortó la edad de inicio de la menopausia y por lo tanto alargar el periodo reproductivo".31 Al referirse a la cultura olmeca, los especialistas refieren la existencia de las aldeas como formas primordiales de poblamiento. En cada aldea había un jefe o chamán que tenía en sus manos, concentrados, el poder religioso y político. Después se avanzó hacia el complemento de aldeas, es decir, se progresó en su proceso de concentración en un solo territorio y un solo liderazgo, para comprobar que era mejor este tipo de poblamientos porque se podía disponer de una mayor fuerza de trabajo y se podían emprender obras públicas de mayor envergadura. Las poblaciones muy pequeñas, como las aldeas, no podían hacer presas, diques, templos de gran magnitud, ni podían sostener su funcionamiento, ni se podían cultivar grandes extensiones de tierra. En fin, estaban carencias y frecuentes peligros sujetas a múltiples naturales y sociales. Uno de ellos era la Márquez Morfin, Lourdes. La Transición Demográfica y el Surgimiento de la Agricultura en Mesoamérica. 123 p p 38 31 44 incapacidad que tenían para enfrentarse a otras aldeas o grupos humanos, a grupos nómadas que realizaban acciones de rapiña. Encontraron los aldeanos la ventaja que tenía la sedentarización, todavía sin comprender los riesgos, los costos ecológicos, económicos y sociales que se tenían que pagar, hasta que sufrieron en carne propia sus efectos y resultados. También Hermosillo hizo coincidir a Cholula o Cholollan, dijo que compartían rasgos con Tlatilco y también después fue coincidente con Tolla Cholullan y Tollán Xicocotilla, pero al referirse a su composición poblacional dijo que había estado formado por varios segmentos tribales y territoriales formados por calpultin; entonces gobernados por dos jefes o sacerdotes supremos, el Tlalchiaac, que se encargaba del culto de la tierra, el Aquiach, que administraba lo acuático y se encontraba en lo alto de la gran pirámide a la que llaman una dualidad políticareligiosa que formaba un gobierno teocrático, hasta formar una confederación de tribus y se distinguió por su cerámica policromo que representaba dioses, animales sagrados y hasta jeroglíficos, también utilizaban plumas de quetzal, jade en bruto, pieles de jaguar, hasta convertirse en un importante centro religioso y político regional pues "era nido de un sinfín de rutas comerciales y se caracterizaba por el arte pluriétnico de sus habitantes distribuidos en calpultin".32 También Kirchhoff indicó que en los clanes apareció en forma embrionaria la lucha de clases como los que se dan en el norte de Filipinas, en la isla Luzón, entre los terratenientes y lo grupos desposeídos."La concentración de las tierras, en pocas manos, se produce con rapidez. El mecanismo a través del cual operó este Hermosillo, Francisco. Cholula o el Desplome de un asentamiento étnico ancestral, Historia 10, sept. 1985, p.23 32 45 proceso en la igualdad de obligaciones, superficialmente de carácter religioso, para cada miembro del clan, sea rico o sea pobre. La continuación de obligaciones iguales funcionan incuestionablemente con ventaja para unos y desventaja para otros en un momento en el que el desarrollo de las fuerzas productivas ya provocó una diferenciación social y economía profunda".33 En la medida en que se mantuvo la propiedad colectiva o comunal de las tierras en los clanes o fratrías , imperó el trabajo cooperativo y colectivo pues todos los miembros del grupo tenían las mismas posibilidades reales de acceder a la distribución de los productos de la tierra, la caza y la pesca. Había una serie de condiciones igualitarias en el reparto y distribución de las fuerzas productivas incipientes pues todos tenían acceso a los arcos, las flechas, las cerbatanas, las hojas de pedernal y en general a los instrumentos de piedras que eran los predominantes. Sin duda, había conflictos sociales y personales desde el momento en que cada persona, miembro de la comunidad, tenía distintas potencialidades físicas y humanas, las cuales eran resueltas por los jefes o en las asambleas. Como dijo Kirchhoff, todos tenían igualdad de obligaciones materiales, es decir, de responsabilidades laborales pues a todos incumbía el mantenimiento de las comunidades; es decir, todos eran agricultores o labradores, que era el trabajo más universal de todos, con excepción de los niños, los ancianos y los lisiados. En él participaban de una manera preponderante o secundaria, hombres, mujeres y niños. Pero la fabricación de nuevas herramientas o de instrumentos de trabajo cada vez más productivo, pero sobre todo, la posesión de los mismos; sucesos que ocurrieron de cuando en cuando en la historia de la humanidad y según las 33 Kirchhoff Paul, Los Principios Clánicos, de la Sociedad Humana, p.16. 46 circunstancias históricas concretas de cada comunidad, hicieron posible el surgimiento de diferencias sociales más grandes y agudas. Afirmó Sugiura que había una relación muy estrecha entre Teotihuacán y el Valle de Toluca y a partir del Clásico esta región tiene un desarrollo sostenido, surge una clara jerarquización de los asentamientos y así aparece Santa Cruz Atizapán. Describió la población como una parte denominada la Campana y Tepozoco que tenían una función administrativa y ceremonial, otra en donde había casas habitación sobre montículos denominados bordes y una zona de cultivo y para construir los edificios se modificó la tipografía original nivelándola mediante terrazas, empleando pilotes de madera sobre los cuales se edificaron las casas habitación. Afirmó que a pesar de la desintegración de la hegemonía de Teotihuacán, el sitio seguía conservando una gran importancia pues fue un sitio de intercambio de la obsidiana que llegaba de Ucareo, en Michoacán e ingresó una gran cantidad de cerámica foránea al Valle.34 Al igual que otros centros urbanos, la de los asentamientos del Valle siguieron la misma pauta de desarrollo: se erigen al lado de grandes depósitos de agua, sobre todo de ríos, lagunas y aguas con el objeto de disponer en forma regular de agua para el regadío de las superficies cultivables; los capos agrícolas estaban en forma contigua para asegurar el abasto inmediato de alimentos pero sobre todo para cubrir las necesidades de la cauda de funcionarios, religiosos, administrativos y militares en la zonas habitacionales (los nobles) Era muy difícil hacer construcciones en zonas cenagosas, por lo que se optó por utilizar pilotes Sugiura, Yoko, El Desarrollo de un Asentamiento Lacustre en la cuenca Alta del Río Lerma: El caso de Santa Cruz Atizapán, México Central, Instituto de Investigaciones Arqueológicas, UNAM.123 p. p9 34 47 de madera para permitir colocar las casas habitación en lugares altos para evitar que la subida de las aguas pudiera inundarlas. Este tipo de instalaciones forman parte del modo de vida lacustre que existía en muchas regiones del mundo, aunque es obvia la preferencia en la construcción de los edificios, de los terrenos de tierra firme. Para traer el agua de los ríos y de las lagunas se construyeron una serie de canales para que el liquido llegara a los goteras de la ciudad, lo cual así estaban exentos de inundaciones. Se refirió Horn a la existencia de un altepetl en la región de Coyoacán el cual subsistió en la etapa temprana de la conquista pues tenían dos linajes dinásticos pero que sus partes constitutivas tenían una cierta independencia y autonomía formando un conjunto de subunidades y un sentimiento propio de comunidad de origen. Se trataba de pueblos de linaje tecpaneca. Las partes constitutivas del altepetl se denominaban calpullis o tlaxilacalli, con lazos de parentesco "los cuales se fueron debilitando para enfatizar en una entidad patrimonial corporativa con su propio dios y templo, una jefatura dinástica, su escuela para los jóvenes, con frecuencia casas para el sacerdocio con un corto grado de especialización artesanal". En relación con el uso de términos cita el Tlaxilacalli que indicaba residencia en un distrito y no calpulli. "El término tlaxilacalli abarca un amplio rango de subunidades, desde las más grandes e importantes, hasta las más pequeñas e incipientes; la etnicidad fue un elemento importante de la organización del tlaxilacalli...".35 En sus consideraciones generales sobre la cronología de la historia precolombina Horn, Rebeca, Coyoacán: Aspectos de la Organización Sociopolítica Y Económica Indígena en el Centro de México, 1550-1650, en Historia, 29, oct.-Dic., 1992.P.28 35 48 de América, Armillas dijo que "los americanos más antiguos eran recolectores, cazadores y pescadores. Pero desde antes de iniciarse el tercer milenio antes de Cristo habían comenzado el cultivo de plantas de algunas regiones del Continente, promoviendo el consiguiente cambio de las formas de vida basadas en la economía recolectora al estado cultural que se designa con el nombre de civilización, en sentido estricto". Ubicó el nacimiento de la civilización en las costas peruanas con el desarrollo de las técnicas de la agricultura. Definió la etapa pre agrícola desde la llegada de los primeros migrantes a suelo americano y hace probablemente 25 mil años, hasta los comienzos del cultivo de las plantas, la etapa protoagrícola, que corresponde a los cultivadores de la aldea en la zona nuclear mientras el resto del continente seguía ocupado por pueblos recolectores y cazadores y pescadores de diversos tipos culturales. Desde la aparición de las civilizaciones de Mesoamérica a la zona andina del año 500 AC al 1,500 DC., había un desarrollo progresivo aunque con crisis y expresiones locales de las civilizaciones mencionadas, expansión de los cultivadores de aldeas de diversos tipos culturales "hasta ocupar casi la totalidad de la zona cultivable sin arado y persistencia de culturas marginales de recolectores y cazadores y pescadores".36 Consideró muy importante la cultura de Tlatilco, pero sobre todo la de Teotihuacán, en donde ya existía un "carácter urbano evidente, lo que indica el nacimiento de la civilización mesoamericana, pero es de notar la ausencia de la metalurgia por lo que Armillas, Pedro, Consideraciones Generales sobre la Cronología de la Historia Precolombina de América, p.270 36 49 se trataba de una civilización pre metálica siendo la mayor parte del utillaje de carácter neolítico".37 Durante las excavaciones hechas en San Lorenzo se hizo pretender que "no es un centro ceremonial deshabitada sino un pueblo de considerable importancia" lo cual representa una cultura enteramente olmeca. Los olmecas construyeron pisos con grava, arena rojiza y arcilla, así como un sistema de canales de desagüe". Al igual que otro autores, Cepeda Cadena llegó a la conclusión de que las sociedades del post clásico debieron tener una estructura agraria intensiva en la que se contaban con sistema de regadío, precisamente para aumentar los excedentes agrícolas así poder comenzar con otras regiones. Tal fue el caso de Huejotzingo en donde se encontraron una serie de canales que servían para regar las sementeras. Obras como esta se han encontrado en otro puente del Valle de México, como Teotihuacan, Coyoacán y otras. Se trataba de canales de 30 o 40 centímetros de ancho, de una profundidad variable, que terminaban en una fosa o depósito permanente de agua y este "sistema era propicio para levantar de 2 a 3 cosechas, dependiendo del tipo de cultivos, generalmente unos de riego y uno de temporal; estos sistemas imponen dos condiciones primordiales: la primera una atención constante en las obras hidráulicas y por lo tanto una concentración urbana cercana a la permanencia de la habitación en la zona y segundo, un alto grado de cooperación de trabajo y centralización política, se dio en tiempos teotihuacanos, requirió una fuerte 37 Armillas, Pedro. Consideraciones Generales... p.300. 50 organización jerarquizada, tal vez un cuerpo represivo organizado y consecuentemente funciones religiosamente ligadas a la vida diaria". 38 Aparecía un dibujo tomado de textos de Sahagun en donde un macehual está haciendo derivaciones de una serie de fosas y canales. El tipo de agricultura existente determinó en gran medida el grado de evolución material y social de cada comunidad. Todos los grupos humanos buscaron depósitos de agua que estuvieran disponibles la mayor parte de los meses del año y que estuvieran lo más cerca posible de los caseríos y de las villas o al revés, estos se construyeron cerca de los depósitos de agua. Si la vida de todos los miembros de los grupos dependía de la producción de maíz y de otros alimentos, se trataba de asegurar que esta producción estuviera asegurada y en torno a esta necesidad se edificó todo un conjunto de creencias, supersticiones y deidades que incluyeron desde los dioses fundamentales, Tlaloc, entre otros, hasta los dioses menores, lo que confirma la suma preocupación general que se tenía para asegurar la producción de alimentos en cantidad suficiente par ano morir. Literalmente se trataba de una lucha por la subsistencia humana, porque sus hijos y sus descendientes tuvieran con qué alimentarse y por ello se construyeron muchas obras hidráulicas que aseguraban el contenido de los ríos y lagunas, de diques y acequias de muy diversos tipos y medidas, hasta obras gigantescas que tenían el propósito de evitar inundaciones de ciudades completas. La construcción de estas obras supuso ya un gobierno fuerte y capaz de organizar y Coe, Michael. La Segunda Temporada en San Lorenzo Tenochtitlán, Veracruz, Boletín del INAH, junio de 1967. 38 51 movilizar el esfuerzo humano de cientos o quizá miles de personas, utilizando para ello no solo métodos persuasivos, producto de acuerdos de asambleas o de Consejos, sino también empleando métodos coactivos. Aquí las creencias religiosas desempeñaron un papel fundamental como formas legitimadoras del uso de la fuerza en sus múltiples manifestaciones. Trias estableció una relación entre Palerm con el evolucionismo multilineal de Steward y las hipótesis hidráulicas de Wittfogel, y el desarrollo la teoría materialistas culturales. En el primer caso se trata de concitar el carácter cronológico de la historia con el desarrollo tecnoecológico y tecnoeconómicos de la cultura, así como la influencia de Childe de su estudio sobre las culturas de Mesopotamia y Egipto que tuvieron eco en las ideas de Pedro Armillas y después Palerm dijo estar convencido de una fuerte conexión entre los sistemas de regadío y la organización social.39 Al destacar la importancia de los instrumentos tecnológicas, mérito en el que destacó Childe, no incurre en una actitud dogmática o maniquea, como si los seres humanos que manejan esos instrumentos, que se benefician o se perjudican con ellos no tuvieran iniciativa propia y fueran víctimas de una fatalidad. Sin duda, existe un campo de libertad para que los individuos puedan actuar e influir sobre esos medios de trabajo. Sí lo hacen pero desafortunadamente solo lo pueden hacer en largos periodos de tiempo pues una innovación tecnológica o el perfeccionamiento de un instrumento solo es producto de una acumulación de Trias Mercant, Sebastián, Ángel Palerm y la Crítica de la Razón Antropológica, Tula, Cuadernos de Pensamiento, núm.33, 2000. 24 P 39 52 experiencias de muchas personas y de muchos años. En la descripción que se hizo de Teotihuacán, destaca la del barrio popular de la Ventilla, a 500 metros de la Ciudadela, en donde habitaban sobre todo artesanos encontrándose una gran cantidad de objetos de cerámica , pero "también había otros barrios que no tenían las característica anteriores". Y en el resto de los entierros se encontraron figurillas con personajes ricamente ataviados y otros que lo estaban en forma modesta, como dijo Mota. Luego se refirió al barrio de los comerciantes y al barrio oaxaqueño "que simbolizaba el intercambio que se hacía con Montealbán" Había también alfareros, tejedores, albañiles, peones y en los grupos de más alta jerarquía estaban los guerreros y los sacerdotes.40 Por el tipo de figurillas que se encontraron en las distintas excavaciones o enterramientos se concluye que había barrios de personas que tenían una elevada posición social y otro en donde habitaban personas pobres, que se dedicaban sobre todo al trabajo de las artesanías. Había dos tipos de cerámica: la que se utilizaban para fines domésticos y que servía para almacenar alimentos y guardar objetos y otros de carácter suntuario, que servían de ornato y que permitan el realce de los individuos encumbrados. "De ahí que el periodo de los recolectores cazadores se caracterizó por la existencia de grupos nomádicos o trashumantes que recolectaban plantas silvestres y que cazaban y atrapaban animales; que recogían los productos de plantas como el amaranto, chile, maíz, silvestre, calabazas o guajes, aguacate, zapote, agave, que cazaban especies pleistocenicas grandes y menores, que tenían raspadores, punta de proyectil, lanzadardos, machacadores, piedras para la molienda de semillas, 40 Matos Moctezuma, Eduardo. El Milenio Teotihuacano, p.45. 53 punzones y que también iniciaron el tejido y la cestería, a la vez que enterraban a sus muertos en el interior de las cuevas o los incineraban, a veces con acompañamiento de ofrendas para la otra vida. La apropiación o recolecta de los alimentos solo permitía la formación de bandas pequeñas y grandes unidas tal vez por lazos de parentesco, es decir, familiares, los cuales poseían una gran movilidad y un escaso quipo material, sometidos a sus necesidades más apremiantes y se vivían en cuevas, abrigos y campamentos temporales al aire libre, con un nivel cultural bastante bajo", dijo Lorenzo.41 41 Lorenzo, Jos Luis, Agroecosistemas históricos, o, 58 54 Por su parte, Ángulo dijo que en el Preclásico inferior, que va 13400 a 1500 C "ya se efectuaba el cultivo de plantas alimenticias como la actividad primordial" y se utilizaban los siguientes tipos de cultivo: el humedal, que se lograba en las verjas de los ríos que se inundaban en la época de lluvia, las terrazas, que era una palizada o simple superposición de piedras acomodadas por lo regular en forma de talud, con la cual se requería un gran trabajo comunal; un sistema de pozas que se forma por medio del sistema de drenaje pluvial; los amanalli o concavidades tipo chultun, que eran grandes estanques en donde se almacenaban agua recolectada en pozos y depresiones o pequeñas lagunas naturales; canales, acondicionamiento de cauces naturales hechos por excavación o por la instalación de piedras labradas y diques y represamientos hechos para contener o desviar el agua. Todo ello sobre la base del trabajo comunal o tequio.42 Lorenzo afirmó: "es de suponer que las primeras plantas cultivadas lo fueron por el simple procedimiento de ayudarles en su crecimiento quizás escardando y evitando que algunos animales se las comiesen sin llegar todavía a plantarlas: Cuando la asociación de ideas entre plantas y semillaestablecido existió la posibilidad de conservar algunas semillas o partes generadoras para plantarlas en lugares semejantes a aquellos a los que normalmente crecían, con mayores modificaciones. El instrumental no pudo haber sido otro que aquel en el que la literatura etnográfica se llama bastón plantador, por lo demás o menos, metro y medio, de madera dura y de un grosor entre 3 y 5 centímetros, algo aguzado en uno de sus extremos; su rigor está en los palos que los recolectores tanto hombres como mujeres, emplean para desenterrar raíces, escarbar en madrigueras o en áreas futuras. Ángulo, Jorge. Aprovechamiento agro hidráulico en el Preclásico Medio Superior, p.223. 42 55 Este bastón plantador es el que, con el tiempo, se convertiría en la coa".43 Fueron mejorando los incas y por ello la producción aumentaba creándose un excedente, el cual se almacenaba y transportaban, indicando que en esta etapa la agricultura no fue la actividad principal sino de carácter secundario con respecto de la caza y la recolección y tampoco había una clara división del trabajo. La observación de los fenómenos de la naturaleza y la acumulación en la experiencia humana de estos registros, produjo cambios cuantitativos, no solo en la agricultura, sino también en el resto de las actividades humanas. Sin duda, dichos registros se producen a través de varias generaciones de personas que observan, por ejemplo, el movimiento de los planetas y de los astros en general, para concluir si había el peligro de una helada, de una sequía, de una granizada o por el contrario, de una inundación. El estudio de las estaciones del año fue fundamental, pues el hombre aprendió en qué momento se debería plantar las semillas para su cultivo, en qué etapa maduraban y bajo qué condiciones y en qué momento se deberían recolectar las cosechas. La calidad de las semillas, su productividad, el grado de resistencia a los fenómenos climáticos, la selección de las mismas según el tipo de suelo, fueron otros elementos dignos de análisis y estudio. La experiencia de los grupos se acumulaba a través del tiempo y todos llegaban a las mismas conclusiones y se organizaban todas las facetas de la vida social en torno a esa actividad fundamental. La vida en su conjunto operó en función de los creadores y cultivadores de las gramíneas, sobre todo. Al emplear el concepto de creadores nos estamos refiriendo a los que se especializaban en Lorenzo, José Luis. Agroecosistemas Prehistóricos, en Chinampas Prehispánicas. compilador, Carlos Javier Gonzalo, Antología, Serie Arqueología, INAH,p,98 43 56 injertos para producir plantas más nutritivas y resistentes, valorando las características que tenia cada una de ellas, hasta hacer una síntesis. Al estudiar la periodización de la historia, López Austin consideró que el preclásico, de 2500 a 150 y 200 D.C., se había caracterizado por el sedentarismo agrícola y la cerámica, el cultivo de temporal, el incremento del número de miembros de los grupos humanos, la concentración de caseríos y aldeas que no rebasan unas 20 chozas, la homogeneidad del grupo, la organización tribal igualitaria, la producción interna para fines de subsistencia aunque también había intercambio entre las aldeas. En el preclásico medio, de 1200 A.C., a 4000 se produjeron importantes cambios tecnológicos sobre todo en la agricultura, con la construcción de represas, canales, terrazas y otros sistemas de control de agua, variedad de plantas domesticadas, perfeccionamiento de la cerámica y de la talla de piedra, diferenciación social y surgimiento de jerarquías por linaje, construcción de grandes plazas y templos. En el preclásico tardío 400 A.C., a 1500 había una agricultura intensiva, un rápido incremento de la población, aumento del número y tamaño de los asentamientos, complicidad socioeconómica creciente, expansión del comercio y establecimiento de largas rutas mercantiles, gran importancia comercial de la obsidiana.44 Escribió Kirchhoff que "el nivel rnás primitivo conocido en la evolución social muestra comunidades relativamente pequeñas con una economía recolectora. Las comunidades, algunas de las cuales están unidas a través de lazos lingüísticos comunes, costumbres, creencias, constituyendo lo que se llama usualmente una tribu, son aparentes en todos los lugares un núcleo de parientes cercanos López Austin, Alfredo. La periodización de la Historia Mesoamericana, Arqueología Mexicana, 13, 2008, 12 p., p.8 44 57 (parientes, tanto a través de casamiento, como de sangre); a este núcleo le son atribuidos a menudo parientes más lejanos e individuos no relacionados, que por una u otra razón dejaron a su comunidad de origen. Sin embargo, en todos lados el elemento decisivo constituye el grupo de los parientes por sangre o matrimonio. Con mucha frecuencia, la comunidad consiente solamente de este grupo: una pareja casada y algunos de sus hijos casados, o usualmente solo de los hijos varones casados o solamente de las hijas casadas junto con sus esposos y esposas y sus hijos no casados. Este grupo y toda la comunidad, si es más grande que el núcleo de parientes, no es de ninguna manera una unidad permanente. Periódicamente se divide en unidades más pequeñas de composición similar por la muerte de un miembro importante de la comunidad, por fricciones entre hermanos, entre los miembros del grupo o simplemente como resultado de la imposibilidad del grupo de existir más allá de cierto número de persona en una misma localidad, dado ese estadio de la economía y organización".45 Y por ello distinguió entre parientes por sangre y parientes por matrimonio, son estrechos los vínculos entre comunidades, siempre por medio de matrimonios. La vida social en los grupos humanos preagrícolas supone que la actividad básica era la recolección de frutos, legumbres y otras plantas silvestres. Para llevar a cabo esta tarea no se necesitaban utensilios de producción muy elaborados pues las manos cumplían en realidad estas funciones. En estas condiciones, este tipo de economía tenía muy pequeñas dimensiones y por lo tanto 45 Kirchhoff, Paul. Los Principios del Sistema Clánico de la Sociedad Humana, 16 p., p.3 58 requería también de grupos humanos muy reducidos que se tenían que mover constantemente de un sitio a otro, siempre con el peligro de enfrentar a otros grupos cuando penetraban en territorios hostiles. En esta forma, las condiciones de operación de los linajes sí operaban pues más bien se trataba de familias completas o de familias que se mezclaban entre sí. Por esta razón requerían habitaciones muy pequeñas, en algunos casos, una simple cueva o una construcción hecha de bajareque, utilizando de materiales deleznables, muchos vivían en acantilados o en simples chozas y se cambiaban de lugar cuando se presentaban fenómenos climáticos importantes, como las heladas y las sequías, prefiriendo siempre los climas moderados, sobre todo en donde hubiese bosques y pastos la mayor parte de los meses del año. Por su parte, García y Barcenas definió que el preclásico temprano "las herramientas de piedra tallada eran relativamente estandarizadas e incluían gran variedad de puntos de proyectil. En esta etapa se adoptan también el pulido de las piedras y las herramientas hechas de madera se utilizan, una para el trabajo de la madera (hachas y anzuelos) y otras para la molienda, sobre todo de semillas. También provienen de esta etapa los vestigios más antiguos con los que contamos de redes, cestería y candelarios" Casi también las planta sabían sido domesticadas y hay evidencia y de la aparición del maíz; estaba el frijol, la calabaza, los guajes, el amaranto, el chile, el aguacate. Entre los animales apareció el berro, el guajolote, las abejas y los patos.46 Ubicó alrededor del año 1000 antes de Cristo, Matos Moctezuma, la aparición de la García Barcenas, Joaquín, Preclásico temprano, 2,500 a 1200, en Arqueología Mexicana, 13, 2008, p 46 59 arquitectura, de los centros ceremoniales planificados, de los aparatos ideológicos y coercitivos, la regularización de la producción agrícola, la utilización de tierras, el control de las aguas y surgieron los estratos sociales, todo lo cual implicó un enorme salto cualitativo. Y en este contexto ubicó a los olmecas en donde el control de la sociedad "lo ejercen grupos minoritarios de personas, la población debía ser numerosa, así como la mano de obra que se utilizaba para la realización de construcciones y disponía de instrumentos de hueso como agujas, punzones y espátulas, como ocurrió en Cuicuilco Tlapacoya. Adelantó la hipótesis de que Teotihuacán se había fundado por la existencia en la zona de muchos manantiales lo cual le permitió a los pueblos que en ella se asentaran, que dispusieran de agua para sus actividades agrícolas. "En Teotihuacán es en donde mejor vemos presente una sociedad profundamente estratificada y el control social que existe. La producción agrícola es el principal medio de subsistencia si bien creemos que el control militar de otras zonas de Mesoamérica aportó a Teotihuacán una serie de materias que le son indispensables. Por ejemplo, al norte estaba la zona de piedras caliza, tan necesarias para la construcción.47 Se puede observar, siguiendo cualquier sistema clasificatorio, que los grupos humanos evolucionaron de formas de organización social muy simples, a otras más complejas y diversificadas, pues no es lo mismo, por ejemplo, Cuicuilco que Teotihuacán. En el primer asentamiento aparecieron formas muy rudimentarias en la arquitectura, la cerámica y la lítica y en el segundo, registramos avances notables en todas estas actividades y la aparición de otras funciones del hombre. 47 Matos Moctezuma ,Eduardo. Los Aztecas,, p.1 60 Eso no quiere decir que Teotihuacán sea distinto totalmente a Cuicuilco pues comparten algunos rasgos generales que son comunes y de que solamente así se pueden explicar la interconexión de fenómenos y problemas. El primer rasgo que observamos es el de la densidad de los poblamientos pues en el primer caso se trata de un grupo humano muy reducido, en el otro se trata de uno muy populoso. Este cambio sustancial que se produce a través del tiempo pues supone que Teotihuacán tenía una serie de ventajas materiales y ecológicas que permitieron un mayor volumen de producción de alimentos, así como la posibilidad de tener un excedente mayor para poder sostener a un creciente número de personas que se dedicaban a las actividades del centro ceremonial y a las funciones administrativas. Con base en un códice antiguo, referente a la migración azteca, para confirmar el sentido de identidad o permanencia, al este en Colhuacán, los aztecas les preguntaron a los jefes de las 8 tribus nahuas a dónde iban y les respondieron que "nosotros los llevaremos y dijeron que está bien, entonces nosotros los vamos a seguir, afirmaron los aztecas y después recibieron a un dios que se llamó Huitzilopochtli, se repartieron en 4 divisiones y cada uno de ellos llevaban a cuesta un bulto que era un dios. En el poblado de Altacuayan inventaron el lanza dardos y la flecha. Se recuerda que Moctezuma autorizó una expedición para ir en búsqueda de Aztlán y llamó a un cihuacotl, quien era un anciano muy viejo y le preguntó qué memoria tenía sobre la historia de las siete cuevas y dónde habían habitado los antepasados y éste respondió: en un lugar que quiere decir blancura, hay un gran cerro en medio del agua, en este cerro había bocas y cuevas y con concavidades en donde habitaron nuestros padres y abuelos, allí gozaban de gran cantidad de patos, de ciervos marinos, de gallinas de agua, de gallaretas, andaban en 61 canoas y hacían camellones en que sembraban maíz, chile, tomate, bledo y frijoles y todo género de semillas que comemos y que trajeron de acá". 48 La búsqueda de Aztlán fue recomendada a hechiceros y así se trasladan al cerro de Cuatepec en donde encontraron un ambiente natural parecido al descrito. Santamarina hizo referencia al Circulo del Tepanecoyotl para estudiar los antecedentes de los tepanecas, afirmando que habían sido presididos por cinco tlahtoques chichimecas y cuatro de ellos figuraban como predecesores de Tezozomoc. "En el caso del periodo de hegemonía tecpaneca parece asimismo que el que Tezozomoc concede a alguno de sus hijos como Tlatoani, a un lugar y le otorga a este un posición de mayor rango dentro de la organización imperial que a aquellos en las que se concede un sitio de la dinastía real de Atzcapotzalco: Tezozomoc se dirigió a señores locales a hijos suyos pero también procuraba heredar tepanecas en otros lugares mediante el otorgamiento de hijas suyas como esposas de los tlahtoques locales. En relación con la población de Amecameca, según datos publicados a este respecto por O Gorman, en el año de 1519 tenían 946 tributarios, con una población de 3784 y siempre dependió en lo civil de Chalco y de Tlalmanalco. En relación con los antecedentes, dijo que los indios cultivaban frijoles, calabazas, tunas, gallinas de Castilla y algunos magueyes, sembrando cada indio 200 brazas de largo y 40 de ancho. Tenango era la sede de un señorío y reconoció como autoridad superior al rey de Chalco pero fue conquistado por Huitzilihuitl y luego por Itzcóatl y más tarde por Moctezuma. En el poblado de Acatzinco los indios siembran 120 brazas de Krickeber Walter, Mitos y Leyendas Aztecas, Incas, Mayas y Muiscas, FCE, México, 1985, 221 p., p.87 48 62 largo y 38 de ancho y en general los indios "siembran en pedazos, de 100 a 12° brazos de largo. En el resto de las poblaciones la situación de la propiedad de la tierra y su explotación era similar. En el oficio de Francisco Pérez relativo al 7 de noviembre de 1599 se dijo que había "abundancia de aguas y de montes y que tenían (los indios) muchas tierras en la cabecera".49 Ubicó al posclásico tardío 1200-1521 D.C. como una etapa que se distinguió por el desarrollo de las técnicas metalúrgicas, con una intensa actividad comercial y un auge del militarismo. En la metalurgia se trabajaban objetos de oro, plata, cobre, teniendo como herramientas de trabajo las hachuelas, azadones, manivelas. Se empleaba la aleación de cobre con estaño, la cual dio lugar al bronce. De este metal aparecieron una máscara del dios Xipetotec, una hachuela, una coa, una pinza y un disco laminado y martillado procedente del Occidente de México. Aparecieron muchos mosaicos de turquesa. Fue un periodo de auge del militarismo.50 También Lombardo admitió que había un "desarrollo desigual" entre los pueblos del norte y los pueblos del sur, considerando a los del norte como cazadores y recolectores nómadas, mientras los aztecas y los peruanos "eran de los pueblos más brillantes del mundo, no obstante que no habían conocido el uso del hierro, de los animales domésticos y del conocimiento del principio de la rueda".51 Las crónicas confirman que los toltecas tenían un alto grado de desarrollo, si los comparamos con los chichimecas: era mayor su nivel de desarrollo, por ejemplo, si los relacionamos con los sioux e iraqueses pues estos pueblos seguían modificando Autos de la visita y Congregación de Amecameca, 30 de octubre de 1599, Boletín del AGN Segunda Serie, T. II, Núm. 1,1961 50 Santamarina Novillo, Carlos El “Circulo del Tepanecayol” de Codice Garcia Granados como fuente para el estudio del Imperio Tepaneca, Universidad Complutense de Madrid, 1999, 17 .p. 23 51 1 Solís, Felipe, Posclásico Tardío, 1200 a 1521, p.64. 49 63 de una manera permanente su sitio de residencia, mientras que los toltecas habían edificado por lo menos dos asentamientos muy grandes, Teotihuacán y Tula, haciendo a un lado el debate que existe sobre su existencia histórica, todo parece indicar que Tula Xicotitlán era, en todo caso, un poblado más pequeño que Teotihuacán y que más bien los toltecas se habían dispersado por todo el Valle de México pues no era un pueblo guerrero que conquistara otros señoríos sino los dominaban por medio de la cultura. En algunos aspectos estaban más avanzados los otomíes y los zapotecas del Valle de Oaxaca y más aun los mayas de la Península del Yucatán. Por esta razón, la afirmación de Lombardo adquiere plena validez pero a la vez confirma que no es conveniente,que se formulen consideraciones "científicas", explicar las etapas en que han vivido los pueblos como si fueran categorías omnicomprensivas, porque de hacerlo, toda la particularidad de la vida de los pueblos se subsumen en esas categorías de una manera forzosa.52 Sin duda, dijo Matos Moctezuma, la aparición de la agricultura implicó un salto cualitativo a la historia de las primeras sociedades, pero se incorporaron nuevos instrumentos de producción, como la coa y el bastón plantador de madera que se utiliza para la siembra. "La cerámica también se descubre, la cual permite al hombre crear utensilios y figurillas, en las que plasma, en el caso de este último, representaciones de mujeres desnudas con marcada exageración de las caderas y los pechos, seguramente por la importancia que la fertilidad ha cobrado dentro del 52 Lombardo Toledano, Vicente. Mensaje de un Latinoamericano a los Intelectuales del Mundo, El Popular, 22 de agosto de 1948. 64 grupo y que la lleva a considerar la tierra como madre universal que genera la vida de las plantas, tan necesarias ahora para la supervivencia de la aldea". Consideró a estos grupos como sedentarios agrícolas igualitarios.53 Los grandes cambios sociales se producen en la historia de los grupos humanos mediante la acumulación de avances tecnológicos y sociales y por ello tienen largos periodos de maduración. En estas condiciones, ha habido pocos cambios revolucionarios, de fondo, que han modificado estructuras materiales y humanas desde su raíz. Sin duda, una de esas reformas fue la aparición de la agricultura primitiva pues los hombres dejaron de andar de errabundos por los montes, las montañas, las praderas, para asentarse en forma definitiva en un lugar determinado. En estas condiciones el cultivo de la tierra, que antes era aleatorio o circunstancial pues los grupos cultivadores apenas levantaban una cosecha, se trasladaba a otro sitio por lo que se vieron literalmente obligados a incrementar la productividad. No solo se desarrollaron y perfeccionaron los instrumentos de producción sino también el resto de las actividades humanas, como la arquitectura, y los materiales que se utilizaban en ella, la cerámica, que amplió sus presentaciones y se hizo más bella y más utilitaria, la fabricación de muchas y variados artefactos de piedra, de metal y de otros muchos materiales; la escritura, la pintura, el progreso de la ciencia como la astronomía, la agronomía, la navegación, la biología y la filosofía. Desde el punto de vista tecnológico se avanzó a la fabricación y uso de la coa de 53 Matos Moctezuma, Eduardo. Los Aztecas,, p.25 65 madera, el plantador con una punta de metal, hasta el ideológico que consideraba a las tierras como una madre que proveía de todos los alimentos. Al hablar Clark sobre el Preclásico Tardío de 400 A.C., a 200 D.C., dijo que existían ya unas 20 ciudades y la población se estabiliza hacia los centros urbanos practicándose la agricultura intensiva de terraza y de riego, la arquitectura de piedra se volvió norma1, mientras Conwgill, al referirse al Clásico Temprano, 150 a 600 D.C., afirmó que se trataba de una agricultura de subsistencia que se basaba en el maíz y se completaba con el cultivo del frijol, calabaza y otras plantas domésticas, en donde surgieron los centros ceremoniales de Teotihuacán y Montalbán y en ella "abundan los simbolismos bélicos", prevalece el gran comercio; hubo un gran auge de las labores artesanales, sobre todo a la fabricación de cerámica, herramientas de obsidiana, trabajos de jade y otros metales preciosos, decoración de textiles y albañiles, sobresalía la cerámica anaranjada.54 El trabajo debe al lenguaje sus primeras armas, sus razonamientos imprecisos todavía y su medroso interés por conocer las causas de las fuerzas hostiles que lo rodeaban. Su inteligencia creció y ya no se detuvo. Saber, indagar, descubrir fueron su esencia y su móvil, pero como la ignorancia del hombre corría pareja con su miedo, atribuyó a seres sobrenaturales las causas de los fenómenos y la acción de los animales que les ponían en peligro constante, obligándolos a pelear o a huir sin contar con refugio seguro. La inteligencia tuvo un origen humilde. Es un instrumento pulido en un proceso de centenares de miles de años. Nació en las sombras y solo puede llegar a la claridad siguiendo el camino del conocimiento de 54 Clark, John, Preclásico Tardío, 400 A.C. A 200 D.C. p.29. 66 lo que se halla fuera del hombre. La evolución de la inteligencia ha destruido los viejos dioses, los mitos antiguos, los prejuicios milenarios, a cada descubrimiento que realiza, a cada paso que da el conocimiento de la verdad, relativo en cada ocasión, pero sólidamente construido, en la cual otras verdades se agregan en sucesión que jamás se interrumpe. Por eso el hombre ha venido luchando a lo largo del tiempo contra sus creencias irreales y fantásticas y le ha costado esfuerzos enormes destruir sus propias invenciones nacidas del error", afirmó Lombardo55 Destacó en este proceso al trabajo, como aquel mecanismo universal que permite incidir sobre la naturaleza para someterla, transformarla y extraerle sus frutos, al grado que definió el ser humano como un Homo creatur, es decir, un hombre que no solo piensa, inventa, sino que también fabrica objetos, cosas, herramientas, cada vez más sofisticadas. Al principio, los hombres vivían siempre atemorizados pues ante cada fenómeno natural, veían la manifestación de un ser divino, ya sea un enojo o un signo de alegría, según fuera el caso. En la Tira de la Peregrinación, cada paso del grupo mexica está orientado por un dios y las decisiones más importantes tienen que tomarse teniendo en cuenta su consejo e inspiración. El hombre se fue abriendo paso en medio de este universo deificado y por ello fue investigando las causas de los fenómenos naturales, tratando de evitar que fueran a ser considerados y tratados como prisioneros de fuerzas extra naturales, ajenas y sobre impuestas a él, a la manera de un 55 Conwgill, George Clásico Temprano, 150-600 p.36. 67 complemento indispensable, produciendo y fabricando bienes y objetos. Afirmó Guemes que en el periodo protoagrícola surgen asentamientos de franca sedentarismo "y del asentamiento constituido por campamentos estacionales se pasa a la formal de pequeñas aldeas que se mantienen de una economía mixta basada principalmente en el cultivo y la recolección, la pesca y la cacería. Estos habitantes sedentarios vivían en chozas construidas con materiales perecederos, como lodo y bajareque y es probable que en esa época se iniciara la división del trabajo por sexo”. A este periodo corresponderían los asentamientos de Tlatilco, Zacatecas y Arbolillo. Después en el Preclásico Medio y el Preclásico Superior se formaron los pueblos de Atotoc, Xalostoc, Cuatepec, Copilco y Tlapacoya y persistieron los de Tlatilco, Zacatenco, Arbolillo. En ellos los pueblos se dedicaban a cultivar mediante la parcela familiar, otras tierras estaban dedicadas a las casas-habitación y otras tierras a los servicios públicos. En el preclásico superior estaban los pueblos de Zacatenco, San Cristóbal Ecatepec, Cerro del Tepalcate, Tepetlanetoc, y Teotihuacán, transformándose las aldeas en villas.56 El hecho de que los grupos humanos se asentaran en forma definitiva en un lugar determinado y tuvieran como actividad central la agricultura, no excluyó, desde luego, la realización de las otras funciones, como la caza y la pesca. Menos aun en el caso de los pueblos del Valle de México en donde por ser una zona lacustre, había muchos recursos naturales acuáticos y por haber a sus alrededores montañas y serranías, había mucha fauna. Por lo tanto, la pesca y la caza fueron actividades que se siguieron realizando en forma permanente y complementaria a la dieta Lombardo Toledano, Vicente, Homilía por el Pensamiento, Revista Siempre. 17 de agosto de 1902. 56 68 del maíz, que se convirtió en el principal alimento. Pero ya había una ventaja considerable: mientras los productos de la caza y de la pesca estaban sujetos a una serie de fenómenos naturales aleatorios, como la frecuencia de la lluvia o el nivel del agua de los canales y de los lagos, se tenía asegurada un determinado rango de producción de maíz y sus déficit, se cubría por medio de los intercambios comerciales. Al aparecer las aldeas, que fue el primer paso que produjo la conjunción de varias familias, surgió la necesidad de que al lado de las zonas de producción comunal, hubiese parcelas de carácter familiar que permitieran complementar la dieta alimenticia y se empiezan a dividir las tierras para distintos usos y finalidades, lo cual originó la formación de villas en donde las aldeas, tienden a unificarse desde el punto de vista territorial, económico y político, pugnando siempre por evitar al máximo cualquier forma de dispersión. El aumento de la población generó un incremento notable de necesidades físicas y sociales, desde aquellas relacionadas con la alimentación cotidiana hasta las relativas al gobierno y a la administración pública. Mayores volúmenes de maíz, chile, calabaza, chía y otros muchos productos más, lo que indujo a ampliar en forma considerable las superficies de tierra aptas para los cultivos. Marx refiere que en esta etapa está presente la conquista, es decir, la obtención y ocupación de nuevas tierras a costa y en detrimento de otros pueblos pues el aumento de la población, afirma, no es una abstracción sino una realidad objetiva que hay que enfrentar. Para emplear términos modernos, afirmamos que se tuvieron que ampliar las "fronteras agrícolas" de los poblados y hacer acopio de inmensas cantidades de materiales para poder construir 69 nuevas casas, edificios de tipo religioso y administrativo y otros. Se requerían grandes volúmenes de leña y de carbón para satisfacer las necesidades de combustible de estas zonas y para levantar los techos y las paredes de las casas habitación. El centro de las poblaciones, es donde generalmente residían los jefes militares y religiosos, se fue reajustando para dar origen a nuevos focos poblacionales, en donde se asentaron los hijos y los descendientes de los fundadores de estos establecimientos. Ya no fue posible un acceso igualitario a las materias primas, como había sucedido en el pasado remoto, sino ahora había un acceso limitado y controlado por distintos grupos hidráulicos para la agricultura de chinampas y de riego por canales pero también propició la aparición de un gran mercado de artículos suntuarios y a la aparición de especialistas como los albañiles, alfareros y lapidarios. En referencia a Teotihuacán dijo que "era un núcleo urbano compacto y un anillo se extendido a comunidades satelitales. El centro del núcleo está formado por la pirámide más importante llamada por los aztecas Templo del Sol. Los recintos sagrados están rodeados por barrios habitacionales dispuestos en una formación compacta de cuadro. La distribución indica un crecimiento urbano conforme a los lineamientos de un plan regulado y no como resultado de una aglomeración dejada al azar. Calles y plazas estaban pavimentadas con cemento duro y bajo este piso corrían conductores de drenaje subterráneo, convertidos a coladeras colocadas en el piso de los patios de las casas. Todas las casas eran construcciones de mampostería de un piso con azotea. Muros y pisos estaban recubiertos con un aplomado de cal". Hicieron mención de los estudios que hizo Millo que incluyeron un mapeo aéreo y un estudio de superficie de unas 800 hectáreas y los estudios de Sanders que calculan que en suburbios habitaban unos 20 mil 70 individuos.57 Escribió López Austin que: "Una vez lograda la sedentarización, el ritmo de la historia fue más rápido. Las aldeas de agricultores crecieron con el desarrollo de las técnicas agrícolas. Después la complejidad social produjo la concentración de los aldeanos en torno a un centro ceremonial, sencillo este en un principio, para hacerlos más bellos con el paso del tiempo. La división social fue encontrándose tanto por la división del trabajo, dentro de las aldeas, como por lo que parece haber sido el surgimiento de un linaje de dirigentes. El intercambio de productos se incrementó entre aldeas distantes y con el desarrollo y la transmisión de técnicas, la circulación de bienes suntuarios y la especialización en la producción de las aldeas. No tardó en aparecer el control del intercambio de bienes, acompañado del predominio de unas aldeas sobre otras y el surgimiento de los conflictos políticos que desembocaban en la guerra. La especialización del trabajo y también regional ahora se desarrolla; con ello el comercio, controlado por los centros más poderosos, establecen redes por toda Mesoamérica. Los dirigentes dejan de ser simples jefes de un linaje, para formar aparatos burocráticos que controlaban poblaciones numerosas. Las diferencia sociales, ahora marcadamente económicas, se profundizan considerablemente, abriendo una brecha entre dominante y dominado".58 La sedentarización creó condiciones propicias para un desarrollo muy rápido de las 57 58 Armillas, Pedro. El Norte de Mesoamérica, p.179. López Austin, Alfredo. La Educación de los Antiguos Nahuas, p.34 71 fuerzas productivas debido a que se acumularon mayores volúmenes de experiencia técnica y de observaciones científicas y fue posible incorporarla a los procesos productivos y obtener nuevos utensilios, así como adelantos en la cerámica, la arquitectura y en general, en lo que se llama "las artes mecánicas" que son aquellas que están relacionadas con la producción material. Los fenómenos de la observación, de la comprobación empírica, de la experimentación requieren condiciones mínimas de estabilidad y de permanencia para poder producir sus frutos y esto no podía lograrse en la etapa nómada. Fue necesario avanzar hacia el registro de fenómenos naturales, históricos, políticos, fechas, nombres, datos en general por lo que fue necesario progresar en las distintas formas de escritura. La pictografía fue una de las modalidades más importantes pues permitía dibujar muchos de esos fenómenos. En síntesis, la sedentarización facilitó una mayor y más clara división del trabajo, por sexos y por edades, por ejemplo, hasta diferenciar grupos humanos cada vez más especializados. En la dirección de las aldeas y de las villas, se perdió la unificación del mando en un jefe guerrero y militar, para superar sus funciones depositándolas en individuos separados, lo que también se refleja en el resto de la sociedad a favor de un mayor número de oficios y de artesanos. Debemos constatar la existencia de un importante e histórico progreso tecnológico que se observa en casi todas las actividades humanas y productivas, desde la fabricación de artículos de piedra, hasta la elaboración de refinados y bellos objetos de oro y plata. En síntesis, la sedentarización produjo, propició o facilitó un gran auge de los niveles de productividad hasta ese momento alcanzandos por 72 el hombre que abandonaba y superaba los grandes progresos a que lo había conducido la llamada "revolución neolítica". Sin el incremento de la productividad, concebida desde el punto de vista histórico, es decir, relacionando los rendimientos que había en una etapa humana con los de otra etapa histórica, no se puede entender el crecimiento en la producción de alimentos, la introducción de nuevas técnicas y artes de caza y pesca, la construcción de obras hidráulicas; así mismo, podemos afirmar en cada actividad humana fue enriquecida de una manera notable. La experiencia acumulada indicaba que en el pasado, por la cacería de los grandes animales, se requería el concurso organizado de muchos individuos, así como para la construcción de grandes edificios y centros ceremoniales, principios organizativos que siguieron siendo válidos en la etapa posterior. Definió Lorenzo "que la etapa de las comunidades sedentarias marca una forma de vida estable o de sitios permanentes, basada en la agricultura, caza, pesca y recolección, que indicó la producción de alimentos y una gradual economía mixta; mismo que produce una autosuficiencia y autonomía, una organización comunal, poblamiento de aldeas dispersas o concentradas, al inicio de ciertas artesanías no especializadas, intercambio de productos locales, divulgación de los patrones agrícolas, incorporación de nuevos artefactos y otros factores de desarrollo".59 En este contexto, en el periodo agrícola aldeano los grupos agrícolas y pescadores se vuelven autosuficientes y ahora es común la agricultura de roza, e incremento de las especies vegetales y el uso de las hachas de piedra para el trabajo Lorenzo, José Luis y otros. Del Nomadismo a los Centros Ceremoniales, INAH, México, 1975, 318 p., p.13 59 73 de los campos. La conformación de villas o "ciudades" impulsó la ampliación de la estructura material de las sociedades, es decir, de los canales, acueductos, diques, campos de cultivo, zonas boscosas, lagunas pues al unificarse se desarrollo en forma exponencial su explotación. En la zona lacustre, por ejemplo, se dictaron una serie de medidas para regular la pesca dado que había un ascenso notable en el número de demandantes. Se unieron en la práctica pequeñas economías a escala, para producir unidades productivas mayores que tenían por lo tanto una mayor productividad. Ya no se trata de "minúsculos mercados" o de mercados exclusivamente limitados a una ciudad sino a regiones más grandes con un mayor número de productos y de consumidores; de una villa a otra se podían intercambiar estos productos, pero esto no significa que la dispersión como fenómeno general haya concluido históricamente pues todavía muchos grupos humanos quedaron al margen de estos cambios. Un primer resultado es la construcción de edificios e instalaciones de grandes dimensiones, entre ellas las pirámides, que tenían una finalidad ceremonial y de otras muchas instalaciones que tenían también ese fin y así surgieron las habitaciones suntuarias y lujosas de los gobernantes y del personal administrativo del gobierno, así como del resto del personal directivo de los templos y de las escuelas. Los grupos así unificados habían logrado un apetecible nivel de autosuficiencia de alimentos o de materias primas o por lo menos esa es su finalidad esencial y podían vender o entregar mediante el mecanismo de tributos una parte de su producción a otra ciudad. 74 También Lorenzo indicó que había una "perfecta comunicación" entre los lagos de Xochimilco-Chalco, el cual drenaba en el de México-Texcoco por un curso de agua que sería el canal de la Viga y "el requisito previo fue el establecer el sistema de calzadas y de que mediante el cual y a través de sus compuertas, se regulaba el sistema de turnarse de excedentes de un lago a otro. Esto era obligatorio debido a las características climáticas de la cuenca, con una apropiación masiva de precipitación en unos cuantos meses y un largo tiempo de sequía. Las chinampas regadas en un determinado nivel de agua en los canales que las circundan ya que la oscilación de ese nivel no puede sobrepasar unos cuantos centímetros, pues si se queda demasiado bajo, la capilaridad no es suficiente para humedecer las raíces de las plantas sembradas y si es demasiado alto produce el efecto contrario, exceso de agua, tampoco permite el crecimiento, aparte de que se corría el riesgo de alcanzar los extremos, una total sequía o la inundación".1 Indicó que este control del agua se obtuvo de una manera completa durante la hegemonía tenochca calificándo de deficientes los sistemas hidráulicos debido a la falta de instrumentos metálicos y de los medios, no obstante que se podían movilizar grandes grupos humanos para construir obras hidráulicas. La aparición de ciudades estableció una diagramación de lo que sería la zona fundamental siguiendo a Molina Enríquez que destaca como característica la de ser productora de cereales, sobre todo de maíz. Se trata de un conjunto de poblados o de ciudades, intercomunicadas por vías lacustres, es decir, por vías navegables a través de canales, acequias y diques, en donde las porciones de tierras son escasas. En los mapas de la época los mayores espacios los ocupan los depósitos de agua de México, Chalco, Texcoco y otros, lo que hace pensar 75 que se trata de una zona apta para la navegación y la pesca y que la llamada "frontera agrícola" estaba fuera de esta zona. La pesca fue en estas condiciones naturales una actividad muy importante y a veces hasta decisiva, colocando la agricultura en un segundo plano, pero en la realidad socioeconómica, la producción de maíz fue central para todos los pueblos, mientras que los productos derivados de la pesca, fueron su complemento indispensable. Se aprovecharon los recursos hidráulicos disponibles para establecer o construir acueductos que permitieron transportar agua dulce hacia las habitaciones, edificios y "palacios", hacia los campos de siembra y canales y terraplenes para desviar y canalizar el agua y mantener un equilibrio en la zona, sobre todo para evitar los efectos destructivos que tenían los desniveles de los lagos de Texcoco y México. Por su parte, Cervantes, al referirse a los grupos aldeanos de la Cuenca de México, definió que "en la siembra empleaban el bastón plantador, el cultivo fundamental era el maíz, después la calabaza, el frijol, el chile; a la vez que la dieta alimenticia se completaba con los productos de la caza del venado, pato, jabalí, aves de la pesca, practicada con redes y nasas, lo mismo que con los productos de la recolección como el aguacate, el maguey, nopal y amaranto y en el aspecto tecnológico era importante la manufactura de cerámicas "utilizando artefactos y herramientas de obsidiana y de pedernal con los que fabricaban navajas, raspadores, perforadoras, martilladores, morteros, metates, morteros que las mujeres se dedicaban a la preparación de la comida, a la recolección de frutas y semillas, a la elaboración de cerámica y tejido, mientras que los hombres se dedicaban a la caza, 76 a la pesca y a fabricar instrumentos.60 Señaló que entre los sitios más representativos de esta etapa estaban El Arbolillo, Tlatilco, Zacatenco y el Valle de Teotihuacan. El proceso de transformación a las sociedades aldeanas implicó una serie de cambios importante, como la división del trabajo por sexos, entre ellos la ubicación de las mujeres en un nuevo contexto, que se dedicaron sobre todo a labores de recolección de las cosechas, auxiliando a los hombres. Ahora apareció con mayor nitidez e importancia su papel como encargada del hogar y del cuidado y la educación de los hijos. Las labores dedicadas al cultivo de las plantas se hicieron cada vez más sofisticadas pues se produjeron muchos instrumentos, como morteros y raspadores, en donde prevalecían las mujeres que se dedicaban a la preparación de la comida, al tratamiento de las materias primas y al uso de los artefactos de cerámica que cada vez son en mayor número y variedad. La cerámica se desarrolla en forma extraordinaria y fue una de las manifestaciones más objetivas del progreso de las comunidades pues sus productos se utilizaban para recoger los alimentos y almacenarlos. Los hombres se dedicaban a cultivar las tierras, a la caza y a la pesca, como lo consignan los diagramas del Códice Mendocino, mientras que las mujeres están tejiendo. Después aparecieron los denominados "pueblos teocráticos" que constituyeron centros ceremoniales, corno los definió Pina Chan, confirmando que eran agrupamientos de varias aldeas y rancherías en donde había sacerdotes, artesanos, comerciantes y campesinos que tenían un centro mayor, pero ya también había Cervantes, María Antonieta. Los Grupos Aldeanos de la Cuenca de México, en Del Nomadismo a los Centros Ceremoniales, p.107 60 77 "una economía mixta productora de alimentos que exige una máxima explotación de los diversos ambientes ecológicos; el desarrollo de nuevos sistemas agrícolas como el terraceado y el riego artificial; el aumento de la población; el desenvolvimiento de las tecnologías y de las artesanías especializadas; el comercio e intercambio de experiencias y conocimientos; la difusión de estilos artísticos, lo mismo que la acumulación de excedentes económicos y su redistribución en beneficio de la población y de los centros ceremoniales, la religión institucionalizada; conocimiento del calendario, numeración y escritura jeroglífica, división del trabajo...". 61 En sus centros ceremoniales estaban gobernados por señores y sacerdotes, pero continuaban dependiendo de la agricultura, de la caza, de la pesca y de la recolección. Piña Chan ha hecho estudios acerca de la composición de los pueblos teocráticos entendiendo que eran aquellos en donde la estructura fundamental era la existencia del centro ceremonial que era en donde se realizaban actos de culto para los dioses, pero no se puede afirmar que eran entidades aisladas sino que había una serie de aldeas y de rancherías que producían bienes y servicios para ellas, en las cuales vivían los sacerdotes, artesanos, comerciantes y campesinos. Ningún centro ceremonial, podría subsistir por sí mismo; necesitaba la aportación material de los habitantes y trabajadores de esos sitios y se beneficiaban con el tipo de economía existente. Al leer una serie de descripciones, encontramos que recibían no solo maíz sino también leña y madera, agua, fruta y servicios personales. En síntesis, los centros ceremoniales fueron conjuntos o asociaciones de aldeas y Pina Chan Ramón. Los Pueblos Teocráticos, en Del Nomadismo a los Centros ceremoniales, p.169 61 78 villas, las cuales fueron el soporte material de las castas guerreras. También Romero destacó las aportaciones de Othón de Mendizábal para delimitar la región de Mesoamérica al definir un subsistema de vida por medio de un régimen alimenticio que separara a los grupos de cazadores y recolectores, de los grupos agricultores, colocando el río Sinaloa como la frontera de este estado. Después Kroeber precisó la frontera sur que estaría ente Panamá y Nicaragua. Al descubrirse esta zona se tomaron en cuenta cierto elementos tales como elemento cultivados exclusivos, elementos culturales comunes del área y de otras ingerencias y elementos culturales que sobresalen por su ausencia en el área y después Kirchhoff "privilegió como elemento indicador de cultura la actividad agrícola; su alimentación se asociaría, a u vez, con la tecnología y con alguno elementos materiales de la cultura "y al considerar otro factor común, la lengua, precisando que las familias mayas, zoques, totonacas, cuzcatlecas, radicaban desde hacía mucho tiempo en este territorio y por lo tanto sus habitantes tuvieron una historia común. Concedió una gran importancia a los trabajos de Pedro Armillas, influido por las ideas de Childe sobre los sistemas de cultivo en la región, enfatizándose no tanto en los rasgos comunes sino en la presencia de una estructura social y de una clase dominante. Al definirse el concepto Mesoamérica, sobre todo por Kirchhoff, los grupos recolectores aparecieron como grupos atrasados históricamente hablando, que estaban ubicados en el norte, mientras que el resto de la región había poblados que tenían una serie de rasgos comunes. Se concluye que los pueblos mesoamericanos tenían el mismo grado de desarrollo general, es decir, disponían de un conjunto de fuerzas productivas que les eran afines, siendo la 79 agricultura su actividad esencial; una misma cosmovisión general del mundo, de la vida y de la sociedad, una similar estructura de la tenencia de la tierra y una forma de gobierno muy parecida. La región estaba intercomunicada con una gran intensidad y variedad de formas, utilizando las vías acuáticas y las terrestres, destacándose las terrestres de larga distancia que permitían conectar pueblos del Valle de México con otros de la zona maya. Sedentarización equivale a civilización, mientras que nomadismo significa un paso atrás en la historia humana de los pueblos. En la Memoria se enfatizó en las actividades lacustres o acuíferas como la construcción de diques o canales, sembraduras y chinampas, que edificaron los mexicas en su lago transcurrían desde el mítico Aztlán hasta el Valle de México lo que indica que ejercían y dominaban varias técnicas constructivas. En Chapultepec, por ejemplo, en donde se establecían, estando bajo el dominio tecnpaneca, abundaban los manantiales, en Mexicaltzingo encontraron un "ojo de agua hermosísimo". Para obtener tierras y espacios para su construcción utilizan la desecación de porciones del lago y la construcción de las primeras chinampas pero necesitaban madera para estacar por lo que optaron por utilizar el truque en productos de la laguna por madera. "Las chinampas no las hicieron con el fin de cultivarlas; los agricultores no entraban de antemano en los planes de los mexicas y además el liquido semi salobre que lo rodeaba no era el más apropiado para ello. Con la madera estaban, con las piedras robustecían los cimientos y con tierra y césped rellenaban lo cercado convirtiendo así el agua en tierra firme. Se extienden de tal manera que los pequeños islotillos que había alrededor fueron 80 quedando incorporados a la isla mayor".62 La desecación de la zona lacustre reflejó la necesidad imperiosa que tenían los pueblos asentados en ellos de obtener mayores superficies de cultivo siendo la construcción de chinampas una de esas modalidades la cual tuvo un alto desarrollo en Chalco, Xochimilco, los cual permitió extender las superficies agrícolas para evitar que los alimentos se importaran desde sitios muy lejanos, tratando de disminuir los costos de la vida de la comunidad. Se otorgó una gran importancia a la extracción de madera para la construcción de habitaciones, en el contexto de una política de poblamientos que no fue deliberada ni consiente sino que busca el autoabastecimiento de las villas y de los centros urbanos. Los jefes buscaron tener una "economía rentable", basada en la autosuficiencia de los recursos naturales y alimenticios, es decir, a su lado se erigieron campos de cultivo o zonas de sembradíos que permitieron abastecer el "mercado interno" de esas localidades. No conocemos ningún plan de autosuficiencia para toda la región lacustre, lo que permite concluir que sus dirigentes no tenían la noción de pertenencia a una colectividad general, ni menos había un concepto de nación y no había nociones abstractas de propiedad. La construcción de chinampas no buscaba la colectivización de las tierras sino la ampliación particular de tierras, lo que supone la existencia de la idea de ocupación y de posesión. Memoria de las obras del drenaje profundo en el Distrito Federal, 4 Vols., México, 1973, T. II, p.28 62 81 En las láminas I a II de la Tira de la Peregrinación, según la explicación de Kingsbourogh, se afirmó que desde luego no hay precisión del sitio denominado Aztlán, que significa literalmente lugar de la blancura, pero que también se había traducido como lugar de las garzas. En este estudio se afirmó que puede tratarse de la isla de Mexcaltitlán, ubicado en el estado de Nayarit, o Mexcala, en Chápala. "Se encontraron 8 familias, representadas por un individuo sentado". Pero ya en las láminas III y IV no se habla de familias sino de cuatro barrios con sus respectivos guiadores y se efectúan una serie de sacrificios humanos en honor a Huitzilopochtli, que les dio el arco, la flecha y la red "para poner las piezas labradas, instituirlos como cazadores, dándoles a la vez el nombre de mexicas en lugar de aztecas..."63. En las láminas de Kingsbourog se puede determinar que fueron 8 grupos los que salieron de Aztlán pues a cada grupo correspondía una cueva pero lo que realmente importa es la existencia de 4 barrios que bien podrían ser gens o linajes los cuales se transformaron en calpullis, que a su vez correspondieron a los 4 barrios en que se dividió México - Tenochtitlán. Desde el punto de vista antropológico y por la representación de los glifos registrados, los mexicas eran cazadores que básicamente se dedicaban a la recolección de frutos pues tenían como símbolo el arco, la flecha y la red. Esa condición social era la de un pueblo sometido o subyugado por un grupo más poderoso. Si Aztlán era un lugar lacustre o una isla, entonces podemos concluir que, además, se dedicaban a la pesca, pero en los glifos no se hace alusión a la realización de actividades agrícolas, indicando con ello que era un grupo humano pobre que habitaba en un lugar "en donde no había 63 Kingsbourogh. Antigüedades de México, Tira de la Peregrinación. Vol. 2, p.18. 82 abundancia de recursos naturales" lo que dibujarían un sitio árido o semiárido del norte. Es muy importante el contenido de las láminas V y VI de la Tira de la Peregrinación pues, en otros datos, apareció la presencia de los mexicas en un lugar conocido como Coatepec, en donde por primera vez se realizó la ceremonia del fuego nuevo. "El guiador les enseñó que con los palos se produce el fuego..."1 Pero además en ese lugar hicieron una presa para contener las aguas de un río y encontraron un lago en donde había una abundante pesca. Se trata de Tula la cual comenzó a poblarse pero a tal grado fue insuficiente la variedad de sus recursos naturales que pronto la abandonaron y se marcharon a otras poblaciones. En Xaltocan había una pequeña isla en donde sembraron maíz, cuautli, fríjol, calabaza, chilchotl y construyeron las primeras chinampas y después pasaron a Tultepec, que estaba en la margen occidental de Texcoco. Las siguientes láminas reiteraron la lucha permanente por mantener una adhesión plena a los dictados que les hacía Huitzilopochtli, quien los guiaba desde el punto de vista espiritual y les enseñaba a realizar toda clase de esfuerzos y de sacrificios. Iban presididos por la idea medular de que "nada permanece, todo se transforma" al realizar la ceremonia del fuego nuevo en que se destruye todo el pasado por viejo y caduco para dar origen a todo lo bueno; en cada sitio o territorio había que empezar y acabar, acabar y empezar pero en realidad estaban asimilando experiencias teóricas y prácticas de los pueblos que encontraban a su paso, aprendiendo también de todos los esfuerzos que hicieron para la transformación de la naturaleza. 83 El agua aparece como un elemento constante, tanto como obstáculo, para su desarrollo y definitivo asentamiento como para su superación y por lo tanto, se presenta en forma regular la realización de obras hidráulicas, con el fin de convertir el agua en factor de progreso. Aparecieron registrados los primeros alimentos y el proceso mediante el cual se va incrementando y mejorando esta dieta a veces de productos lacustres y los primeros métodos de cultivo que permitían quitar agua a las lagunas, aprisionarla y convertirla en tierra. "Y así el primero que salió fue el género de los xochimilcas, luego siguió el de los chalcas, luego el de los tecpanecas, luego el de los culhuas y tras de ellos los de Tláhuac y las tribus tlaxcaltecas quedándose allá el mexicano según ellos dicen, por ordenación divina. El de Xochimilco, como primero en su llegada, después de haber rodeado todo el circuito de la laguna grande, pareciéndolo con un buen sitio y apacible el que ahora posee, se asienta en él y torno lo que le fue menester "afirmando que la generación xochimilcas habían llegado hasta Cuitláhuac, Mizquic y Culhuacán. Los segundos pues llegaron, ni mucho después, fueron los de la parcialidad y generación chalca, la cual en su llegado se junta con la de Xochimilco y partió términos con el quieto y pacificante. Tomó por cabecera y principal asiento a Tlalmanalco y de allí se dividieron los principales y grandes de aquella generación a vivir en los lugares o cabeceras que tienen la dicha provincia".64 Al llegar estos seis grupos chichimecas, que eran cazadores y que vivían en condiciones casi salvajes pues no, estaban vestidos, dormían en los montes pero también grupos que venían de Tlaxcala, Cholula y Huexotzingo, los cuales se mezclaron con los chichimecas, los cuales poco a poco se fueron "civilizando". 64 Duran, Diego. Historia de los Indios de Nueva España e Islas de la Tierra Firme,.p.45 84 Esta descripción de Durán permite concluir que los siete grupos humanos que en distintos momentos históricos llegaron al Valle de México tenían un origen común, procedía del mismo linaje y por lo tanto estaban unidos por lazos de parentesco y por ello sustentaban una idéntica concepción filosófica fundamental del mundo, la vida, la religión y por ello mismo compartían una serie de valores y adoraban a los mismos dioses. Había que preguntarnos si cada uno de esos grupos era un calpulli o estaba compuesto por calpullis o estos aparecieron cuando ya se encontraban en el Valle de México, merced a la influencia de los toltecas. Por ello en estas condiciones y con tantos lazos comunes de por medio, debieron encontrarse o reencontrarse con sus consanguíneos, pero el trato que recibieron no fue el de tales. Ya estaban poblados Xochimilco, Chalco, Mixquic, Culhuacán, Cuitlahuac y Tlalmanalco con una fuerte influencia mexica pero que al fusionarse o encontrarse con otros pueblos, en realidad ya eran grupos distintos a los que habían salido de Aztlán. En un periodo de 200 años, desde que salió el primer grupo humano, hasta que salió el último de aquel lugar mítico ya se habían producido una hibridación social y cultural que hizo que a los mexicas no les reconocieran los lazos de parentesco que tenían con ellos. El Códice Azcatillán apareció como punto de partida de la peregrinación, de Aztlán a México, un sitio que está rodeado de agua y los hombres visten de saco y de maxtlatl o de taparrabo. Junto con los templos se ven los jeroglíficos de cuatro señores que aparentemente representan cuatro barrios. Estos cuatro personajes están acompañados de cuatro casas, que se repiten varias veces en la escena y se 85 leyeron los nombres de los grupos que partieron en la peregrinación: Maltazincas, Tecpanecas, Malinalcas, Cuillahuaca, Xochimilcas, Chalcas y Huezotzincas y debajo de ellos están los nombres de sus respectivos jefes".65 Por los glifos de este códice se puede concluir pues, Aztlán era una isla y no una parte de tierra firme y por lo tanto los mexicas ya tenían una sólida formación o experiencia lacustre, entre ellos, ser buenos navegantes y conocer las políticas de regulación y control de aguas, experiencia que había hasta ese momento histórico; estaba dominado por un grupo que les era superior desde el punto de vista tecnológico y social y por ello tienen una vestimenta particular; había cuatro jefes, cuatro casas, que correspondían a la organización básica existente en Aztlán y que por los nombres específicos estaban unidos por un gentilicio, es decir, era una gens, tal como la definió Morgan. En la Historia se hizo alusión a un hecho muy revelador: en los primeros tiempos los mexicas andaban desnudos, "apenas vestidos con hierbas dando a entender que cuando vinieron a México vestían tales vestidos y comían de lo que pescaban y pasaron grandes trabajos", que durante 40 años "no habían tenido señor", que el primero de ellos había sido Acamapichtli, quien había vivido 20 años. Señaló que "en los primeros tiempos" se castigaba con la esclavitud al que se robaba mazorcas de maíz, se castigaba la borrachera. En cuanto a las leyes vigentes "si el hijo del principal salía tahúr y vende lo que se puede tener o alguna suerte de tierra, moría por ello secretamente ahogado y si era macehual pechero era esclavo, alguno tomaba los magueyes para hacer miel pagaba con las mantas que los jueces Códice Azcatillán, introducción de Michel Graulich, Comentarios de Robert Barlow, Traducción al Español de Leonardo López Lujan, Biblioteque Nationale de France, 1995,143 p., 65 86 mandan y si no los tienen son esclavos. Quien pida alguna manta prestada y no la paga es esclavo. Si hurta alguna red de pescar, pagaba con manta y si no la tiene es esclavo. Si alguno hurta alguna canoa o barco en que ellos andan, paga tantas mantas cuanto vale la canoa y si no las tiene es esclavo. El que hurtaba algo de los tianguis, lo mataban a pedradas, el que asaltaba en el camino también era apedreado, el que hurtaba mazorcas de maíz moría por ello.66 Olmos demuestró que el grupo mexica no era un pueblo excepcional en la historia de los pueblos del mundo y que se las mismas pautas generales de desarrollo que las de los demás pueblos, por lo que las explicaciones místicas o religiosas en realidad solo tienen un valor literario. Es decir, se trata de un grupo humano que evolucionó desde condiciones de atraso tecnológico, social y cultural, a otros niveles de desarrollo, hasta su culminación en el periodo de Moctezuma. Este progreso lo observamos en las láminas de la Tira de la Peregrinación; en las primeras pictografías aparecen pobremente vestidos y en la segunda se presentan lujosamente ataviados y armados con pertrechos de guerra "avanzados", lo que ratifica la idea de que habían pasado por distintas fases, conviviendo y mezclándose con los chichimecas, los toltecas y otros grupos, acumulando experiencias teóricas y prácticas. La tradición que se expresa como modesta en los campos de la actividad humana también se van ampliando y enriqueciendo, en la medida en que se mezclan con otros grupos humanos y comparten sus formas de uso, sus creencias y mitos. El Olmos Andrés, Historia de los Mexicanos por sus pinturas, en Historia de los Antiguos Nahuas, p. 90 66 87 grado de desarrollo material y cultural de un pueblo no se adquiere en forma súbita o espontánea, mucho menos por la gracia de una divinidad o por los méritos de un dirigente, sino es el resultado de la acumulación de muchos factores y requisitos que confluyeron en el Valle de México. "Fueron los toltecas gente crecida de cuerpo y dispuestos, andaban vestidos de unas túnicas largas y blancas. Eran poco guerreros y más dados al arte de labrar piedras que a otra arte alguna. El modo de su destrucción, perdición y acabamiento fue que habían sido perseguidos y oprimidos de un cierto rey y reyes por tiempo de más de 500 años, pareciéndoles que aquella persecución procedía de tener renegados a sus dioses, se determina de hacer una junta general de todos los sacerdotes, príncipes y señores, de cuenta que había en el reino en un lugar llamado Teotihuacán que cae ahora 6 leguas de la ciudad de México para hacer fiesta a sus dioses con intento de agradarlos y desenojarlos del gran enojo que contra ellos tenía" y que después se habían desatado una matanza entre ellos".67 Torquemada reafirmó la existencia de una relación hostil entre los chichimecas y los toltecas. En efecto, algunos cronistas refieren el carácter "atrasado" de los primeros, frente al carácter "progresivo" de los segundos, según los parámetros de la época que sitúan a los chichimecas como grupos humanos que seguían viviendo en la etapa del nomadismo, mientras que los toltecas estaban ya en el sedentarismo, es decir, se asentaban por largas etapas en una determinada región o zona y edifican varios centros urbanos de gran significación económica y social, Teotihuacán y Tula. ¿Quiénes predominaron en esta mezcla étnica, social y 67 Torquemada, Juan, Los Toltecas, en Fuentes e Interpretaciones, p.109. 88 económica? Aquellos grupos humanos que tenían un mayor desarrollo de sus fuerzas productivas, que tenían instrumentos de piedra más variados y sofisticados y que habían pasado a construir "ciudades" que implicaban una diferenciación mayor en sus relaciones de producción, precisamente porque necesitaban para satisfacer crecientes demandas sociales de mayores volúmenes de alimentos, materias primas y otros bienes. Estos fueron los toltecas. Chimalpain describió como durante la peregrinación de Aztlán a la ribera de Tenochtitlan, los Mixtlin cambiaron de dirigente o guía principal hasta sumar 7 así como todas las poblaciones que fundaron o ven las que vivieron, sus vinculaciones con los remanentes de los toltecas, de los chichimecas. Por ejemplo, los acoxotecas fundaron Chalco "en un lugar en donde hay un gran espejo de agua pues Chalco quiere decir "gente de las orillas del agua" pero mientras tanto ya habían muerto muchos ancianos chichimecas; y refiere por ejemplo que los macehuales de los acxotecas fundaron Xico. Para él, los primeros que llegaron a "estas tierras" eran los Olmecas xicalancas que venían buscando el paraíso terrenal, las ciudades tenochcas y "muchos vinieron a reunirse, a merecer tierras, eran individuos muy grandes y conocedores, muy experimentados, además de ser dinámicos. 68 Se produjo un procesos de secularización del mando supremo de los mexicas pues primero estuvieron dirigidos por un jefe religioso, Tenoch, y después por un jefe político, Mixtin, diferenciación que es natural en casi todos los grupos humanos. En un principio está concentrado el poder en una sola persona que tiene la Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo Francisco de San Antonio Muñoz, Memorial Breve Acerca de la Fundación de la ciudad de Culhuacán, p.133 68 89 característica de un dios o de un semidiós. Si le asignan funciones mesiánicas, de conducción y de salvación y por ello los juicios y opiniones son inapelables. Es el representante de la deidad principal en la tierra, en el seno del grupo humano. Esto ha generado confusiones entre los dioses propiamente dichos y los jefes políticos que llevan incluso el mismo nombre, como fue el caso de Quetzalcóatl. El carácter voluntarista y absoluto de las determinaciones del dirigente religioso o divino o con tintes de divinidad tropieza con muchas dificultades al resolver los problemas que planteaban los asentamientos humanos que se describen en la Tira de la Peregrinación. Esta dificultad solo podía ser resuelta por un jefe político o mejor aún, por un Consejo de Jefes, que deliberaba a cerca de los retos planteados y propusieron las soluciones más adecuada, más aun en un contexto de aguda competencia con grupos que ya estaban definitivamente instalados, como los chalquenses, en una competencia permanente con los grupos que tenían un mayor desarrollo, como los acolhuas o como los chichimecas. Torquemada refirió que grupos toltecas habían permanecido en las riberas del Valle de México y que al entrar en contacto estos con los chichimecas estos habían aprendido a cultivar el maíz y el algodón, el cual se cultivaba en tierra caliente. "Los señores reyes tenían bosques de conejos y venados donde tenían la carne segura y los plebeyos y macehuales los buscaban y cazaban por la compra y con ello se sustentaban y mantenían, sin otro genero de sustento que hubiese e 90 costarles trabajo de sembrarlo, por no haberse criado con el uso de ello". 69 Recordó que Xiutlato, cacique de Cuatepec había guardado unos granos de maíz "los cuales fueron sembrados y como iban desapareciendo y multiplicaban, iban departiendo para los de su nación y casta y de esta suerte volvía acrecer y multiplicarse esta plante y a cundir por toda la tierra. Que el algodón se cultivaba en tierras calientes pero que los chichimecas habían sembrado en regiones húmedas y así muchos árboles quedan conservados. Tanto el maíz como el algodón cumplieron funciones civilizatorias, pues permitieron satisfacer dos necesidades básicas: por un lado, la alimentación y por el otro el vestido, que son propias de grupos que ya se encuentran en la etapa sedentaria y que para cubrir sus demandas requieren grandes cantidades de alimentos que solo una semilla híbrida, muy resistente a las plagas y a las variaciones de temperatura pueden tener, también de mantas, huípiles, maxatl y otras muchas variedades que están descritas en el Códice Mendocino. El maíz, que tiene un alto desarrollo en la zona de Tehuacán, pronto se extiende a toda la región que después se conocería como Mesoaméríca y la economía de subsistencia de los grupos humanos va a descansar en su consumo masivo. El maíz está ya presente en algunos elementos mitológicos como si fuera un elemento indispensable para la vida de las personas. En cuanto al algodón se refiere, inicialmente fue cultivado en tierras calientes, desde donde se traían grandes cantidades, hasta la región del Valle de México, en donde cumplía una función fundamental entre los hombres. En las láminas y en los jeroglíficos 69 Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, p.41 91 encontramos métodos muy simples o sencillos, como los taparrabos en los hombres y los huipiles en las mujeres, hasta los más lujos y complicados de los jefes religiosos y de los dignatarios políticos. En cada grupo humano se requerían grandes cantidades de algodón para dotar de materias primas a las recuas primitivas que se instalaron. Describió López Luján las características de las Cuencas del Valle de México durante la época mexica, indicando que primeramente había estado habitada por grupos cazadores y recolectores que vivían en asentamientos semisedentarios, que se dedicaban a la agricultura y se concentraban en aldeas como El Arbolillo, Ticomán, Cuicuilco, Tlapacoyan y siglos más tarde aparecen Teotihuacán, Tula, Atzcapotzalco y Texcoco. Los grupos cazadores y recolectores disponían básicamente de instrumentos de piedra y usaban el arco y la flecha; en esas condiciones tenían un nivel de consumo basado en el principio de la subsistencia sin tener la posibilidad de constituir algún excedente: sus construcciones eran muy precarias y simples, como lo confirman la construcción de la pirámide de Cuicuilco, que está hecha de lodo y piedra; su organización social se basaba en la existencia de jefes religiosos y políticos que ejercían una autoridad directa en cada pueblo y que no tenían un alcance regional. Al describir Corona Sánchez, la región acolhua dijo que: "hubo un asentamiento de grupos recolectores-cazadores, chichimecas y en dos siglos son asimilados por los chalcas, collhua, mexica y tecpaneca desarrollándose un estado con características militaristas expansionistas, que logró dominar un mayor territorio consolidando un línea de tradición chichimeca y una compleja organización administrativa representada por los diferentes grupos étnicos que la integran en 92 base a relaciones tributarias."En relación con los recursos naturales disponibles en la zona lacustre, eran pescadillos pequeños, ranas y camaroncillos, gusanos, lombrices, que los macehuales se dedicaban a la caza de patos y otras aves de volatería que se atrapaban con redes. En materia social describió la existencia de un altepetl "que era un conjunto de estancias y de barrios, dejando a un lado sistemas agrícolas de terrazas, irrigadas, construidas por el estado con mano de obra tributaria de otras provincias..."70. Otro recurso compartido fue la leña que tenía una función doméstica. La región acolhua o texcocana estaba integrada por distintos grupos étnicos, entre ellos otomíes y chichimecas y habían logrado un importante grado de desarrollo mediante la combinación de distintos tipos de agricultura: la de terracería que se daba en las montañas o cerros, la de chinampera en la región lacustre y la que se daba en el centro en base a obras de irrigación. En la primera etapa florecieron los calpullis, los cuales fueron integrados por Netzahualcóyotl quien consolidó una elección de intereses aparentemente contrapuesta bajo una sola administración política central que residía en Texcoco pero que poblaciones importantes como Huexutla y Tepetlaoxtoc habían respetado. Una vez que el régimen de los calpullis se debilitó aparecieron los barrios, los cuales se beneficiaron de la importante red hidráulica con la cual lograron consolidar importantes posiciones de orden económico. No obstante la fortaleza de los pueblos y de los barrios, sus tecuthtli siguieron respetando la autoridad del Corona Sánchez, Eduardo. El Recurso Lacustre en la Formación Acolhua, Boletín de la Escuela de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Yucatán, Vol.9, número 55,1982. 70 93 grupo gobernante que residía en Texcoco. Precisamente la diversidad de subregiones, las montañas, las riberas de los lagos, la zona central, le permitió tener un desarrollo económico solo equiparable al de Tenochtitlán. Al llegar al punto conocido por Tenochtitlán, los mexicas construyeron unos pobres y pequeñas chozas rodeadas de carrizo y espadañas, que ellos llamaban xacalli en otras provincias, bahareques. En las cuales pasaban una vida estrecha y pobremente por ser el lugar muy pobre y desamparado como gente pobre y desamparada y de todos los pobladores de la tierra firme, comían raíces de til, y otras yerbas que en el sitio y alrededores se criaban. Pero como la necesidad es madre de toda invención e industria, enséñenles modo de pescar, haciendo redecillas y otras invenciones de hierbas con que pudiesen sacar el pescado, que en esta laguna donde se criaban. Y así comienza la pesca en esta laguna que hasta ese dicho linaje no sabía de los otros moradores de la tierra. Y como le había sucedido bien y tenía ya manera de poderse mejor sustentar fueron continuando la pesca de la cual tuvieron noticia los comarcanos de la tierra. Cuéntese que el oro a pescado que comían los mexicanos llegaba a las narices de la gente comarcana y que envidiosos de ello los quisieron desposeer del lugar y que nunca se atrevieron, teniendo el valor mexicano y recelado parecer en las aguas que eran hondas y muy llenas de carrizos y espadañas", dijo Torquemada. 71 Los jeroglíficos y la pictografía muestran la existencia de casas habitaciones hechas de materiales que tomaban precisamente de los lagos, como lodo, carrizo, el cual era fácilmente apisonado por ser materiales muy blandos. Estas habitaciones son tan precarias como otras que encontramos en los sitios anteriores a 71 Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, p.65 94 Tenochtitlán y por ello se trataba de habitaciones lacustres, que correspondían y no podían ser de otra manera a la naturaleza del medio físico en que se desarrollaba. Disponían de cantidades muy pequeñas de piedras y de madera porque tenían que traerla de sitios más lejanos, con grandes costos sociales. Piedras y madera eran esenciales para construir viviendas y edificios de mayor consistencia y perdurabilidad y eran necesarios para construir monumentos y pirámides, templos de gran importancia religiosa y social. Al ver aquellas casas de materiales tan deleznables, se constata un grado de desarrollo menor de los mexicas. En esas condiciones naturales y sociales y ante el escaso progreso de la agricultura en sus diferentes modalidades, la pesca resulta ser una actividad esencial para cubrir la dieta alimenticia y para ellos se inventaron distintos utensilios y sistemas para atrapar grandes cantidades de peces. También Chávez Orozco, basándose precisamente en los textos de Ixtlilxóchitl concluyó que los chichimecas "tenían una condición social completamente primitiva; al llegar a los lugares en donde tuvo asiento la primera etapa de la cultura nahua, en vez de refugiarse en los centros poblados, huían de ellos para ir a habitar a las cuevas de los montes. Sus costumbres trogloditas les impedían el ejercicio de la agricultura y vivía de la caza y de los productos espontáneos de la naturaleza. Andaban casi desnudos, traían el cabello largo hasta la espalda y cortado por delante, sus armas eran el arco y la flecha. A la primera caza que tomaban le cortaban la cabeza mostrando al sol, en signo de sacrificio, las mujeres usaban huipiles" y aunque señaló que se habían presentado conflictos violentos con los otros grupos humanos, en las crónicas oficiales no se mencionan, pero que Xilotl, su 95 caudillo "siempre procuró que la violencia no fuera el instrumento para ejercer su dominio" pero poco a poco fueron "substrayéndose de las costumbres bárbaras y montaraces, confundiéndolos otros sedentarios e industriosos" concluyendo que los grupos políticamente más desarrollados terminan por imponerse en los más débiles. 72 Las pictografías de la Tira de la Peregrinación y otros códices presentaron a los mexicas en una forma muy distinta a los chichimecas, indicando con ello que tenían una notable superioridad tecnológica y social. Una opinión derivada de estas observaciones permite concluir que los chichimecas se encontraban en la etapa del nomadismo pues no habían logrado constituir asentamientos humanos importantes y con mucha frecuencia cambiaban de sitio de residencia; se afirma que vivían en las cuevas por lo que se dedicaban sobre todo a la caza. Se infiere que los chichimecas no habitaban las zonas lacustres pues no hay alusiones a las actividades pesqueras por lo que se piensa que habitaban lugares fuera del Valle, en el Altiplano o más allá de esta región. Todo grupo nómada tiene necesariamente que experimentar un proceso de adaptación para vivir en comunidades estables, que asegure la permanencia de la reproducción social en condiciones más o menos seguras. Tal fue el caso de los chichimecas que sufrieron un proceso de aculturación, al establecer relaciones sociales con otros pueblos de la región. Durante la etapa de influencia de los chichimecas que se mezclaron con los restos de los pueblos toltecas, Guemes precisó que se habían efectuado una donación de 72 Chávez Orozco, Luis. Las Tradiciones Chichimecas, Excélsior, 6 de junio de 1932. 96 tierras a través de las cuales se exigía el pago de tributo por lo que lo más importante era el usufructo de las tierras y que ya "existe una forma particular de la tierra" la de los señores, inició de donaciones de tierras como premio por acciones guerreras. Además, ubicó una milpa por cada jefe de familia, una cierta cantidad de terrenos adjudicados a los señores y de cada señorío o cabecera.73 Sin una precisión sobre la tenencia de la tierra por parte de los chichimecas, sin una organización social estable, la fusión con los toltecas les permite avanzar como pueblo nuevo hacia los nuevos derroteros de la historia. Los toltecas tenían un grado superior, la organización gentilicia, la formación de calpullis y el establecimiento de nuevas formas de propiedad comunal, de organización colectiva en la que predominan estos últimos sobre los primeros. En el grupo tolteca existían señores que poseían tierras, si bien la forma predominante era la forma comunitaria, mientras que los chichimecas no habían desarrollado ninguna institución sólida. Todos los pueblos sometidos tanto por los chichimecas como por los toltecas, separados entre sí o ya como producto de una fusión, establecieron un mecanismo de sujeción que se fue generalizado: el vasallaje de los pueblos sometidos, que se manifestaba por medio de la tributación de bienes, mercancías y servicios, lo que permitió establecer un cierto orden en el Valle entre los pueblos vencedores y pueblos sometidos. Entre los chichimecas aparecieron las formas de propiedad de la milpa familiar que permitía que una vez cultivada y explotada, se abandonara para pasar a otra pues el grupo humano se movía de una manera constante. En estas condiciones de Guemes Herrera, Lina Oldea: “Fundacion de pueblos y tenencia de la tierra en la región del valle de Mexico en la época prehispánica,, p. 91 73 97 errabundez, no podían aparecer ni fortalecerse formas de propiedad particular ni había una preocupación ideológica por ellas. Al referirse a la tierra de los chichimecas, Herrera dijo que tenía poblaciones muy pequeñas y labraban poco las tierras, que habían echado de esta tierra a los otomíes que "eran grandes labradores y los hicieron retirar hacía México, no tiene ningún género de templo, ni sacerdote, ni ley ni humana policía, cásense con los parientes más cercanos pero no con los hermanos, todos son sucios, de buen cuerpo, y como siempre andan por cueros y suelen ser ligeros pero como son holgazanes fácilmente se cansan con cualquier trabajo; salían a los caminos a que les diesen de comer y alguna ropilla pero después se comienzan a abrir, a desvergonzar, declarándose por enemigo y aunque recibían la paz se volvían a levantar pues son de ligera inclinación y sumamente inconstantes", todo lo cual explicaría la guerra que los castellanos habían desatado en contra de ellos.74 Una vez terminado el proceso de fusión tolteca - chichimeca que dio origen al pueblo mexica, nuevos diferentes, cualitativamente superior a los dos anteriores, quedaron grupos humanos que estuvieron al margen de dicho proceso y por lo tanto también al margen de este proceso civilizatorio que se siguieron denominando chichimecas para insistir en que continuaban viviendo en situación de atraso económico y social y que no se había asimilando a los nuevos puntos de poblamiento del Valle de México. Esto significa que aún en proceso de aculturación y de integración, sólidos y sostenidos como el tolteca y chichimeca-mexica, existen grupos que se marginan por parte de los actores principales o que se automarginan. 74 Herrera, Antonio. Historia General de los Hechos de los Castellanos, T. VIII, p.168. 98 Mientras los nuevos grupos humanos marchaban hacia la conformación de importantes centros urbanos, estos grupos prefirieron seguir viviendo en las montañas y en las cuevas y siguieron manteniendo sus anteriores pautas de conducta social. Pero no solo no se incorporaron al proceso étnico de fusión sino que en cierta forma se convirtieron en un peligro real, de carácter permanente, pues fueron muy frecuentes los choques sangrientos, los robos y las acciones de rapiña. "Los toltecas eran grandes artífices, constructores de palacios, pintores, escultores, que ponían su corazón endiosado en sus obras, alfareros extraordinarios que enseñaban a meter el barrio, haciendo toda clase de figurillas, rostros, muñecos. Pero especialmente se atribuyen a ellos el culto del dios Quetzalcóatl, divinidad única, amante de la paz, que condenaba los sacrificios humanos y atraía a sus seguidores a una vida de perfección moral "para incluir que los creadores de Teotihuacan serían los Toltecas antiguos y los de Toluca, los toltecas recientes pues los toltecas eran gente experimentada", se dice que eran artistas de las plumas, del arte de pegarlas. De antiguo lo guardaban era en verdad invención de ello el arte del mosaico de las plumas, por eso de antiguo se les encomendaba a los recados, los que le decían aponecayotl, esto era su herencia, gracias a la cual se otorgaban las insignias, las hacían maravillosas, pegaban las plumas, los artistas sabían colocarlas; los toltecas no eran populosos, eran ricos, porque su destreza pronto los hace hallar riqueza, eran obediente y dados a las cosas de Dios".75 Después aparecieron otros centros de León Portilla, Miguel,, Los Antiguos Mexicanos, A través de sus Crónicas y Cantares, FCE, México 1961,202 p., p.39 75 99 cultura en el Valle de México como Coatlincha, Texcoco, Coyoacán, Azcapotzalco, Culhuacán, Chalco y Xochimilco, etapa en la cual los nómadas chichimecas adquieren la cultura tolteca. Al lado de la fusión sanguínea, que empieza con la celebración de matrimonios entre dignatarios toltecas y chichimecas con el fin de afianzar su dominio respectivo y después a la fusión en la base social de cada pueblo, en medio de múltiples acercamientos humanos, entre los que se destacan la unificación ideológica, en donde el culto a Quetzalcóatl desempeña un papel fundamental. No solo se trata de la adopción de un numen tutelar, comúnmente aceptado por todos los pueblos, sino de la unificación de una serie de valores humanos y de práctica sociales. Quetzalcóatl predicaba la paz como valor constante en las relaciones humanas y por ello se oponía a las prácticas guerreras y belicosas de los chichimecas que pronto se dieron cuenta que los pueblos podían ser sometidos más que con los recursos de la cultura, que con los de las armas. Para ello se persuadieron que en muchos casos era mejor establecer alianzas matrimoniales entre grupos rivales, que tratar de someterlos con la violencia porque ello suponía mantener ejércitos permanentes muy lejos de sus fronteras propias. Se destaca la importancia de la agricultura, por encima del factor de la anexión militar, en la formación de grandes centros culturales y la integración económica mediante el tributo. En la primera lámina se hizo alusión a los grupos humanos de la región acolhua que eran de origen chichimeca y que basaban su subsistencia en la cacería, habitaban en cuevas, vestían con atuendos de pieles de animales, destacándose la cacería de venados y los sacerdotes actuaban muy vinculados con los cazadores y 100 la vegetación descrita consiste en nopales, magueyes y zacate y a modo de alimentación, había una gran cantidad de tunas, apareció un personaje dedicado a la agricultura y se cargaba a una mujer mazorcas de maíz, lo que implicaría la existencia de una vida sedentaria y "en este sentido la agricultura e ha señalado como un elemento fundamental en el camino de los acolhuas para convertirse en el grupo hegemónico de la región" y después apareció la llegada de oro grupo humano como los huiznahuas, tepaneca y mexicas que permitió a los descendientes de Xolotl "no solo la herramientas agrícola y la sabiduría de los herederos de las altas culturas mesoamericanas sino además las bases económica, mediante las cuales Quinatzin y sus descendientes recibieron tributo en servicio (para la guerra y mano de obra) y en especie (materias primas y productos manufacturados) de numerosos pobladores" señalando la notable influencia que tuvieron los grupos toltecas para transformar a los grupos acolhuas, de la cacería a la agricultura, la escritura, el tejido y las artes.76 No solo el grupo mexica se benefició de las influencias culturales toltecas y chichimecas, sino también el acolhua, de la zona de Texcoco, hasta constituir uno de los señoríos más importantes del Valle y aliado fundamental de los señores de México. Se produjo un señorío muy compacto que llegó a desarrollar una serie de potencialidades económicas, sociales y políticas muy similares a las de Tenochtitlán e incluso más sólidas en algunos casos. El señorío de Netzahualcóyotl, sus instituciones sociales y sus prácticas jurídicas, revelaron la existencia de una sólida base material en la agricultura y en los tributos. Con una gran disponibilidad de recursos en donde se practica la agricultura de terraceras. 76 Análisis de las láminas del Códice Quinatzin, p.15. 101 Había magueyes, que convirtieron a la producción de pulque en una de las actividades económicas básicas y una gran cantidad de fauna silvestre que propició un notable impulso de la cacería. Los pueblos de la región pronto transformaron en puntos de poblamiento y se erigieron en asentamientos definitivos que tuvieron como sede la ciudad de Texcoco, que fue el principal centro administrativo, económico y político. En un periodo relativamente corto, pasaron esos pueblos al sedentarismo, a la construcción de grandes asentamientos humanos, lo que facilitó un rápido desarrollo de sus fuerzas productivas, lo que permitía el florecimiento económico de la región, hasta rivalizar en poderío con Tenochtitlán. Precisamente, Aguilera hizo notar que en el lienzo de Tepeticpac, aparecieron unos guerreros chichimecos que eran pipiltin menores, súbditos mayores, de tecuhtli, jefes de pilcalli o casas solariegas pero también aparecieron varios guerreros telpochcallis que eran hombres comunes o macehuales. Hubo un sacerdote llamado Descabezador porque sostiene una cabeza humana y es un pilli o noble. Entre lo señores chichimecas que se encuentran sedentarios estaban los teixhuahuas que "eran los parientes pobres de los nobles y ya muy cercanos a los macehuales, y solo tributaban trabajo personal, aves, flores y la presa de caza que podían obtener". Se trataba de 15 personas "que pertenecían a la categoría baja de nobles". Luego estaban los pilcallis que eran los que se habían asentado en Tepeticpac después de la victoria contra los zacatéeos olmecas y xicalancos y cuando "se ganaba una guerra el gran señor tomaba para si las mejores tierras de los vencidos y repartía las demás entre sus colaboradores que escogían las más buenas y dejaban el resto a 102 sus guerreros o familia "siendo lo pilcallis, los jefes de casas de noble".77 Aparecieron los jefes de los teocalis o jefes de casa y son aquellos "que son colaboradores del jefe mayor pero no tienen casas, haciendo notar que por sus méritos requerían una casa solariega y un mayorazgo". En el proceso de aculturación y de formación de nuevos grupos humanos, los chichimecas originales o sus descendientes ocuparon un plano secundario en la estructura social, mientras que los toltecas y sus descendientes ocuparon los puestos decisivos. El mestizaje no solo implicó complementariedad sino también una competencia pues en medio de la fusión o del acercamiento unos tratan de prevalecer sobre otros. Ello significa que en términos generales, los descendientes directos de los toltecas eran pillis, mientras que los que descendientes de los chichimecas eran macehuales. Esta diferenciación social no es rígida sino señala una pauta general que puede ser modificada por medio de la lucha política y social, de la valentía y de los méritos en campañas militares. En los mexicas "nuevos" se engrandece más los esquemas de diferenciación social de los toltecas que de los chichimecas pues los primeros habían alcanzado un grado de desarrollo superior con respecto de los segundos y por ello predominaron en el resultado social final. Las diferencias sociales que había entre los toltecas se trasladaron al nuevo grupo humano, pero se agrandaron y se hicieron más complejas. Aguilera, Carmen. Organización Social en el Lienzo de Tepetiapac, en Cuarto Seminario Internacional sobre Investigación Histórica de Tlaxcala, p.34 77 103 En los mexicas "nuevos" se engrandece más los esquemas de diferenciación social de los toltecas que de los chichimecas pues los primeros habían alcanzado un grado de desarrollo superior con respecto de los segundos y por ello predominaron en el resultado social final. Las diferencias sociales que había entre los toltecas se trasladaron al nuevo grupo humano, pero se agrandaron y se hicieron más complejas. Consideró "decisiva" la presencia de los chichimecas en la región poblana tlaxcalleca, según Dyckerhoff, ya que surgieron cuatro señoríos, el de Cuauhtincha, Totomihgacán, Tlaxcallam y Huexotzinco que tenían como cabecera Cholollán en donde varios "caciques militares se casaron con mujeres toltecas fundando linajes nobles con ellos". Mencionó otros grupos chichimecas, los Totolimpanecas, que se asentaron en Chalco; otro grupo fue el de los Tenochcas también de Chalco que tenían bajo su dominio y distintos grupos de macehuales; estaban los nonoalcas, los cuales tenían tlatoanis. Pero también describió la inmigración de los grupos otomíes y de la región míxteca y popoloca y también se instalaron en Chalco y "eran gente plebeya".78 Desde que se fundaron los pueblos, merced a los procesos de aculturación y de difusión ya mencionados, aparecieron formaciones sociales divididas en dos sectores fundamentales: los pillis y los macehuales, que eran los grupos sociales que se habían legitimado en la formulación de los grandes mitos. Es decir, todos los miembros del grupo estaban obligados a trabajar, pero había un grupo que estaba exento de ello, o mejor dicho, todos eran campesinos, porque labraban las Dyckerhoff, Úrsula. Grupos Étnicos y Estratificación Socio Política, Tentativa de Interpretación Histórica, Indiana, 19/20, 2003, p.24 78 104 tierras, pero otros individuos se encargaban de las funciones administrativas, políticas y religiosas. Las ciudades que aparecieron eran ciudades nucleares, es decir, constituían el centro político del cual irradiaba la sujeción hacia el resto de la población del señorío que habitaban en pequeños asentamientos. Ahí estaban, por ejemplo, el principal centro ceremonial o la pirámide más emblemática, pero cada pueblo pequeño adyacente reproducía la misma pauta arquitectónica y social. Es decir, esta división social que se expresaba también por medio de un tipo de tenencia de la tierra, la vemos no solo en los grandes centros urbanos sino también en los pequeños poblados. Los pillis y los macehuales se encuentraban en todas las localidades, en función del número de habitantes que tenía cada una de ellas. El tratamiento de vasallos y de plebeyos se dio interiormente desde los albores de esos pueblos y después o en forma concomitante, en sus relaciones de unos pueblos con otros pueblos.ÇACA al referirse a la fundación de pueblos, Guemes indicó que Teoculhuacan, ubicado cerca de Tula, provenía de macehuales en la región, siendo Tula la ciudad más importante la cual fue abandonada por varios grupos, los cuales al hacerlo, van fundando a distintos pueblos y "su móvil principal era conseguir tierras, pero muchos pueblos seguían rindiendo tributo. En cuanto a la tenencia de la tierra precisa que eran tierras del estado, tierras ocupadas por los migrantes, tierras de señorío y pueblos independientes, tierras de recintos ceremoniales, terrenos ocupados por las casas de los miembros de las élites, terrenos particulares de ciertos señores consistentes en huertas y jardines, los terrenos que había alrededor de las ciudades que abarcaban casas-habitación con milpas aledañas y los pueblos que no 105 cultivaban tributaban al estado tolteca producto de caza y recolección y habían tierras con una incipiente propiedad particular" encontrando mucha similitud entre Teotihuacán y Tula.79 La estructura de la tenencia de la tierra era también la misma, en términos generales, y tiene su génesis, y desarrollo, aunque existen algunas variaciones locales. Tierras de los señores, de los calpullis, de los templos y "palacios", de los "nobles", tierras de los pueblos. Todos estos segmentos tienen un destinatario social: los pipiltin, por un lado, los sacerdotes por el otro y los gobernantes por el otro final. Estos son los atisbos de un régimen de corporaciones pues quien no pertenece a alguno de esos grupos, no tiene existencia social.. Esta segmentación temprana ha hecho pensar que ya existían clases sociales y que la estratificación tenía una gran velocidad en la sociedad. Las primeras porciones de tierras se repartieron merced a la conquista militar y los principales beneficiarios fueron los dirigentes religiosos y militares quienes conformaron así sus parcelas de propiedad. Pero la característica de estos procesos es que no hubo una monopolización en tal grado acelerado que implicara la desaparición de los pueblos, ni que se exterminara a la población "plebeya". No. Se consigna la existencia de las tierras que eran propiedad de los pueblos, de los grupos, de las comunidades, lo que implica la reciedumbre que tenía ya los calpullis. Ningún jefe militar o religioso pretendía aplicar una política que desconociera, eliminara o redujera drásticamente las tierras de los pueblos, pues podrían provocar una auténtica Guemes Herrera, Lina Odena: "Fundación de pueblos y tenencia de la tierra en la región del valle de México en la época prehispánica"., p. 67 79 106 rebelión en su contra. En la Historia Tolteca se hizo alusión a la existencia de grandes cantidades de cacao y de algodón, a la producción de legumbres, como tomates, chiles, elotes, ejotes verdes, a la producción de miel. En el año de 7 conejo "aconteció una gran carestía de víveres y fue un hambre de 7 años y entonces sufrió a causa de grandes penas, como la pobreza porque como lumbre ardía el hombre". Narró el encuentro de los toltecas con los chichimecas y el establecimiento de estos grupos humanos en Cholula, Tehuacan, Cazcatlán, Nonohualco, Copilco, Topillán, Ayotlán y Mayatlán y "así se establecieron por todas partes en los países de los habitantes de la costa en la vertiente de México hacia el Istmo de Tehuantepec donde hoy viven todavía". La historia chichimeca tolteca tenía muchas manifestaciones de crisis alimentarias y de periodos de inestabilidad política y social, así como de una política que se basaba en la conquista, el despojo y la disponibilidad desigual de los recursos naturales. Ello desmiente de una manera categórica el carácter idílico que algunos autores creen ver en las relaciones sociales toltecas. En realidad, las vinculaciones de los pueblos entrañan una cadena sucesiva de conflictos armados, de mayor o menor gravedad, en donde la imposición y la exacción son las normas básicas. El hecho de hacer descansar la historia en una sucesión de reyes, príncipes, en largas listas de herederos impide conocer el trasfondo social de esas relaciones de producción y de intercambio. Cuando se habla de la producción de alimentos, semillas o vegetales existe la percepción de que todos tenían acceso a los mismos, pero esto no es así, pues la diferenciación en los estatutos de la sociedad implicaba una profunda desigualdad en estos accesos. No eran sociedades igualitarias en ningún sentido pues el consumo de alimentos 107 de unos, los pillis, no era igual al de otros, los macehuales. Por ello cobra mucha importancia la realización de estudios de estratificación social que permite confirmar distintos grados de acceso a los satisfactores, al punto que se puede concluir que muchos miembros, de las comunidades tenían niveles de mera subsistencia física. Berdan y Smith concluyeron que en la etapa postclásica, la región de Mesoamérica estaba, económicamente, integrada y trataron de formular una concepción global en la que definieron prósperas zonas productivas y zona de extracción de recursos, periferias especializada y periferias generales, zona de extracción y mercados interregionales, y definieron que "mientras Texcoco era un centro jurídico, de las artes y del conocimiento en general, Cholula era un destino de peregrinaciones y Acatlan sobresalía por sus reservas de cacao, un aspecto clave fue el papel que jugaron las mercancías, ciertos bienes de prestigio fueron transformados en artículos comerciales de lujo, artículos como la sal refinada, el cacao y los textiles decorados jugaron un papel especialmente importante, así como la aparición de objetos hechos de cobre y bronce".80 El pueblo mexica debe ser ubicado en su contexto económico y social: la región mesoamericana, descrita, entre otros, por Kirchhoff. Se considera que en el pueblo más importante de la zona tanto desde el punto de vista del desarrollo de sus fuerzas productivas como de su peso político y su influencia cultural. Incluso esta última traspasó las fronteras de esa región y llegó hasta la región Berdan, Francés y Smith, Michael. El Sistema Mundial Mesoamericano Post Clásico, Relaciones 99 Vol. XXV, 2004, 60 p., 36 80 108 centroamericana y andina, con la cual se tuvieron importantes lazos comerciales. No era Mesoamérica una zona homogénea sino muy dispar, lo que confirma la vigencia del desarrollo desigual en que si bien existen rasgos generales que les son comunes a todos los asentamientos, cada uno tiene un grado de progreso diferente, pero sujeto a ciertos parámetros. Había grandes centros urbanos, con una alta especialización en la producción de bienes y servicios, en donde existía un gran auge de los oficios y de las llamadas "artes mecánicas"; grandes depósitos de recursos naturales; desarrollos importantes de la agricultura de terracería y de chinampas y también regiones muy pobres y atrasadas; muchos poblados muy pequeños y caseríos irregulares en donde había un gran aislamiento con respecto de grandes zonas urbanas; el maíz era el principal cultivo, pero también había muchos productos textiles y una gran variedad de artículos suntuarios; no conocían la rueda como instrumento de trabajo ni los metales con esa misma finalidad social y la forma predominante de la propiedad de la tierra es la comunal o estamental con sus distintas modalidades. México-Tenochtitlán tenía, además un diversificado y sólido intercambio comercial con el resto de los pueblos de la zona. Dijo Guemes que habían llegado al Valle de México los Tlaitolaques, procedentes de la mixteca y con ellos se dio inicio a la división de Texcoco en barrios y la misma división se observa en Tenochtitlan, de tal forma que cuando llegaron los aztecas al Valle "lo encontraron densamente poblado y ya venían distribuidos en parcialidades y ya tenían conocimiento acerca de la construcción de camellones de riego, de sementeras de maíz, fríjol, calabaza, huauhtlli, jitomate". La ciudad (de Tenochtitlan) quedó dividida en 4 secciones. En relación con la separación de los poblados de Tlatelolco, afirmó que habían sido 15 personajes de los cuales solo 12 109 obtuvieron tierras y basados en el estudio de Justino Fernández afirmó que había 400 solares compuestos por chinampas y una población de 62 mil habitantes. 81 Uno de los poblados más importantes, que se formaron a raíz del asentamiento en la zona, es Tlatelolco, que fue una separación de los mexicas, producida por la necesidad de contar con una superficie de tierra mayor en sitios cercanos a los lagos, para una población más numerosa. Al constituirse México-Tenochtitlán; algunos dirigentes militares cobraron conciencia de que las tierras que tenían disponibles eran muy limitadas y escasas y que se necesitaba contar con otras porciones para satisfacer demandas más amplias de los grupos sociales y por ello decidieron segregarse y especializarse en sus funciones básicas pues se dedicaron a las artes, los oficios y al comercio, probablemente porque veían que esas actividades cobraban cada día mayor importancia económica y que ese sería el futuro productivo de muchos otros poblados. Enseguida tenemos al pueblo de Texcoco, que se fundó en condiciones físicas y geográficas muy similares a las de México y que siguió el mismo parámetro, es decir, la formación de barrios, que también en este caso corresponden al arquetipo de una división de calpullis que estaba subyacente. Matos consideró que los tres puntales en los que descasaba la economía de las naciones integrantes de la Triple Alianza, eran la agricultura, el pago de tributos y el comercio. Entre las modalidades que asumió el tributo estaba la entrega de materias primas y de mano de obra para la ampliación del Templo Mayor. Entre las poblaciones vecinas estaban las de Tlahuac y Xochimilco que se caracterizaban por Guemes Herrera, Lina Odena: "Fundación de pueblos y tenencia de la tierra en la región del valle de México en la época prehispánica" p. 116. 81 110 una alta producción agrícola con base en el sistema de las chinampas, aprovechando la humedad existente, habiendo localizado "casas sencillas de los campesinos de la época con pisos de barro y muros de adobe y piedra".82 Tlahuac, Xochimilco, Mixquic, que eran colindantes con Chalco y también con el señorío Acolhua de Texcoco compartían la misma orografía y por ende los mismos tipos de suelos: extensa zona lacustre, grandes depósitos de agua, lagunas, canales, ríos, arroyos y por lo tanto tierras muy fértiles para efectuar los cultivos básicos. No solo tenían una agricultura de chinampas sino también de terrazas. Los mexicas sometieron desde muy pronto, desde el punto de vista militar, y lograron ampliar lo que se denominara sus "fronteras agrícolas", es decir, disponer de mayores superficies de tierra para los cultivos indispensables de la sociedad y para satisfacer las necesidades de grandes grupos de población. Sometieron a esos pueblos y les impusieron sus tradiciones, tecnología y rasgos culturales, tratando de evitar, en la medida de lo posible, la extensión de la influencia de los señores de Texcoco y Chalco. La política de conquista y de mexicanización consiste en sojuzgarlos en calidad de tributarios, primero, en el campo de la producción material y como aliados en el terreno político y militar, hasta establecer sólidas alianzas que tuvieran repercusiones en toda la región. Dijo Chimalpain que los mexicas habían desplazado del poder en las riberas de los lagos a Chalco lo que irritaba a estos, e incluso reconocieron que había en ese reino 6 cortes señoriales que dominaban y guardaban los pueblos. También hubo, desde luego, un grave conflicto contra Azcapotzalco porque le exigían a los mexicas 82 Matos Moctezuma, Eduardo. Los Aztecas,. p.175 111 que arrastraran chinampas hasta las casas palaciegas y que Maxtla los había querido humillar invitándolos a un acto o convite en el cual en el que los hombres tenían que vestirse con ropas mujeriles como enaguas y huípiles y que también había matado a una cierta cantidad de macehuales y vasallos. Otra "humillación" impuesta a los mexicas era la de que tenían que pescar con redes. Una vez sometidos los chalcas, los mexicas los obligaron a "arrastrar piedras y madera desde una vertiente del Popocatepetl, llevaron arrastrando árboles muy grandes también denunció un despojo de tierras de campesinos macehuales, coincidiendo con una etapa en la que se habían presentado varias plagas, como una granizada que había matado a muchos peces y una plaga de langosta.83 Los mexicas sometieron militarmente a los señores chalcas y después, también, los convirtieron en pueblos tributarios, pero, además, en zonas de protección y de equilibrio con respecto de Texcoco, que era un aliado fundamental sino también un competidor en el aspecto económico y social pues en un plazo relativamente breve esos señores habían consolidado la cohesión acalhua y se habían erigido en un superpoder en Mesoamérica. Todo indica que la ciudad de Texcoco alcanzó a tener magnificencia en la arquitectura, la cerámica, la pintura, en las letras y en las artes que rivalizaban con Tenochtitlán. Los mexicas no quisieron utilizar la violencia para abordar sus diferencias con los Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo Francisco de San Antonio Muñoz, Relaciones Originales de Chalco Amaquemecan, Paleografiada y traducida del Nahual, con una introducción de Silvia Rendón, Prefacio de Ángel María Garibay, México, FCE, 1965, 321, p. p.115 83 112 texcocanos y prefirieron establecer una de las relaciones más perdurables y profundas que existían entre todos los pueblos de la región, lo que se refleja en las grandes consideraciones que tenían los señores en la "corte" mexica, en donde Netzahualcóyotl era tratado como uno entre pares. A partir de esta concepción se establecieron relaciones muy intensas de intercambio comercial y hubo arreglos especiales para suavizar las cargas de los tributos. Era el caso de los chalcas, los consideraron, además, como un punto desolado hacia la región poblanotlaxcalteca, aprovecharon los recursos básicos que eran muy grandes en las serranías así como los productos derivados de la caza. Entre los glifos está el de Motillan, que es una canoa que representa a Santa Cruz Acalpixca "por ser el sitio de florecimiento de la cultura xochimilca" y Ohtli, camino, por la pisada o pies sobre el agua que es uno de los atributos de los xochimilcas. Al referirse a los glifos, dijo Farias Galindo, que se refería a la producción de las chinampas. En el caso de Tlacoapa, o barrio de la Concepción, quería decir, "lugar de jaras y culebras", "lugar en donde hay esclavos y agua"; el barrio de Tlaltepellalpa, o San Marcos, significaba ""En la tierra Tepetatosa"; Motolla, o barrio de San Antonio, "Lugar de gorriones", Colhuacatzinco, barrio de la Asunción significaba "donde hay calhuas" o "donde están los calhuas"; Tlaltocpa, o San Lorenzo "en las tierras del templo", "en las tierras del palacio"; Tlacozpan o San Diego que significaba "lugar de la tierra amarilla"; Chililico, o la Santísima, "lugar donde hay chiles"; Tecponpa o "sobre las piedras", "sobre los pedernales"; Tlalnahuac o San Pedro, "Junto a la tierra", "a cerca de la tierra"; Acompo, o Belem, que significaba sementera de carrizo; Analco, Santa Crucita "Del otro lado del agua"; Caltongo, San Francisco, "En las casuchas", "Donde esta 113 nuestro alimento", Xochitenco o La Guadalupita, que significa "la orilla de las flores", Xaltocan, Nuestra Señora de los Dolores, "Lugar de arena y Tuzos". Entre los pueblos de Xochimilco, estaba, Santa María Nativitas, que significaba "en la tierra zacatosa", San Andrés Ahuayacan, "donde hay encinos"; Atemoaya, "en la caída del agua"; Tepalcallatpa, o "tierra de tepetate"; Tepetlapa, "lugar tepetates", Santa María Tepepan, Tepepan, "sobre el cerro"; Tulyehualco, "en el cerro del tule"; Atlapulco, "donde revolotea el agua", Acalpixca, "los que cuidan las canoas"; Xochimancas, "lugar en el que se ofrecen flores"; Xalpa, lugar arenoso; Tlalnepantla, "en medio de la tierra", Tlaxialtemalco, "barrio de los braceros", Xochitepec, "en el cerro de las Flores".84 El grupo xochimilca se asentó en Santa Cruz Acalpixca casi cien años antes de la llegada de los mexicas al Valle de México y compartió con él un mismo origen común, valores y tradiciones muy similares y se asentó definitivamente en una zona que es hidrográficamente muy parecida a la de Tenochtitlán. Lagos, lagunetas, canales, que se compartían, desde el punto de vista natural, con los chalquenses, conformaron los tipos de suelos que esos pueblos explotaron. Los recursos naturales de la zona son los mismos de Tenochtitlán en términos generales lo que constituía una gran reserva de zacate, bajareque, lodo y carrizos y que eran los materiales que más se usaban para la construcción de casas habitación y otros edificios. El carácter lacustre de la región obligó necesariamente a aplicar políticas de desecamiento y de anegamiento para ir reduciendo la superficie ocupada por el agua y ser sustituida por porciones de tierra aptas para Flores López, Alma, Jeroglíficos de Xochimilco, Texto mecanuscrito, septiembre 2002, AHX, p.43 84 114 la agricultura. El hecho de que los xochimilcas hubiesen sido sometidos militarmente por los mexicas hasta convertirlos en un grupo humano vasallo, los condenó históricamente a ser un reservorio de alimentos para Tenochtitlán, un abastecedor de algunas materias primas, como las piedras y la cal y un sitio de reclutamiento de guerreros para los combates que se tenían que librar. Durán dijo que en Xochimilco había dos jefes principales, uno, en la cabecera de nombre Yacaxapoteculli y otra en la milpa de Pachimilcatlhicutli, los cuales se opusieron a que se entregaran vencidos a los mexicas "para que siguieran siendo sus vasallos y serviciales y fueron a barrer y a regar las casas de los mexicanos y a que les dieran agua la cual no sería honra para nosotros", expresando su disposición de resistir y de compartir y que después los mexicas les solicitaron piedras y maderas. Respondió Tepnquizque que: ¿estáis beodos o fuera de juicio que venís así con esas cosas y demandas" ¿somos aquí por ventura vuestros vasallos y esclavos o vuestros mozos y no queremos ni en nuestra voluntad darles lo que piden? Los mexicas reaccionan enojados y deciden ya no ir a los mercados de Xochimilco ni hablar con ellos. Al ser derrotados los xochimilcas en la batalla de Xochitepec por fuerzas al mando de Tlacaellel, los xochimilcas no tuvieron más remedio que proporcionar "piedras pesadas y livianas, maderas y leña "pero los mexicas dijeron que deseaban tomarlo todo, manejarlo a su voluntad y los xochimilcas tornaron a humillarse", les dijeron que "iremos sirviéndoles y si llevamos vuestras cargas y si fuese a las guerras os promovemos de vituallas para ello y todo lo necesario de armas y bastimentos, Tlacaellel les impuso la siguiente obligación: que labraren una calzada de tres brazos en ancho, hasta la ciudad de México, de piedra y tierra, que cegasen el agua en el término de esa calzada y que 115 hicieran unos puentes.85 La política de sometimiento de los pueblos comarcanos tuvo un importante sentido de integración económica y social pues se construyera una serie de grandes obras públicas, sobre todo puentes, diques, albarradas y caminos que permitieron intercomunicar muy eficazmente la región, de tal modo que los productos y los bienes podían ser transportados de cualquier poblado importante hasta los propios almacenes de los calpixques mayores ubicados en el centro de la ciudad de Tenochtitlán. Impulsan los llamados "caminos de agua" que permitan que un individuo pudiese viajar desde Texcoco hasta México, desde Tacuba hasta México, desde Chalco hasta México y así sucesivamente para mencionar algunos de los poblados más importantes. La tendencia de esta política de "integración" posiblemente marchaba hacia la confirmación de un mercado regional que por su importancia económica y por sus potencialidades sería el más grande de Mesoamérica. No obstante los avances que se habían registrado, a la llegada de los españoles se confirmó que estaban muy lejos de llegar a este objetivo y que cada grupo tenía sentimientos de animadversión o de oposición contra los dirigentes de la Triple Alianza. Las tres grandes calzadas eran los ejes rectores del crecimiento y de la comunicación. La segunda lámina del Códice Quinatzin estableció que en Texcoco "había muy grandes edificios", existía el palacio de Nezahualcoyotl pero ya no aparecieron las pieles ni los cazadores sino el refinamiento de los palacios y los atuendos, aparecieron los glifos de los principales gobernantes del reino de Texcoco. "El 85 Durán, Diego. Historia de los Indios de Nueva España e Islas de la Tierra Firme, p.162 116 tributo de los pueblos acolhuas había sido organizado por el propio Nezahualcoyotl en 8 calpixcazgos. Seis de ellos tenían la obligación de proporcionar alimentos al palacio y 160 aldeas las había repartido entre sus hijos y otras personas beneméritas. Los calpixques contaban con una organización en la cual un calpixque tenía bajo su mando un gran número de funcionarios menores encargados de la recaudación del tributo a nivel local. Estos últimos supervisaban la entrega de productos agrícolas y supervisaban el tributo en trabajo agrícola de los macehuales y pueblo común. También recibían otro tipo de tributo como productos manufacturados. El calpixque a nivel local supervisaba la entrega de los bienes a nivel de la provincia tributaria y a su vez este funcionario de provincia inspeccionaba la entrega al calpixque mayor que residía en la ciudad. Precisamente en el Mapa aparecieron 2 calpixques y surtían de varios productos y artículos para cubrir las necesidades del Palacio como cargas de leña.86 Estás láminas describían una estructura muy similar a la de las otras regiones, lo que permite concluir que había una gran afinidad en materia de organización social, tradición, cultura, costumbres y una homogeneidad muy elevada. Dibujan una estructura, que se reproduce en cada pueblo en la medida de su tamaño, en la que una inmensa base social, los macehuales, aportaban con su trabajo los frutos para el sostenimiento de la minoría gobernante y de los dignatarios religiosos. Los tributos en especie son producto del trabajo humano, del número de horas que se dedicaban para producir maíz, fabrican cestos, hacen navajas de piedra, hacen tapetes o para almacenar piedras o madera y que se entregaban a una cadena de administradores que a su vez los distribuían por partes en el resto 86 Descripción del Códice Quinatzin, p.31. 117 de la estructura política y social. La imposición de estas obligaciones casi siempre se producía una vez que habían tenido las hostilidades militares y se sometía a los vencidos y era una de las condiciones para la paz, de una paz con sometimiento a los señores en cada pueblo, en cada región y en cada zona de Mesoamérica. Escribió León Carbajal: "Respecto de los terrenos conquistados o que ocuparon militarmente las tropas mexicanas, puedo afirmar que permanecían en su antiguo estado en cuanto al dominio. Las tierras de las provincias no quedaban ciertamente en la clave de los predios verticales del imperio romano: sus dueños gozan siempre sobre ellos un derecho tan pleno, como el que podía gozar un azteca sobre la suya: si de sus producciones había que pagar un tanto al rey de México en calidad de tributo, tenía tal exacción el carácter de un mero reconocimiento del poder supremo o si se quiere del dominio eminente que el emperador ejercía en los bienes de todos sus vasallos".87 En cuanto a los usufructuarios de las tierras de la Corona el Rey era quien señalaba a los beneficiarios, pero si los descendientes se retiraban a otra parte del imperio, perdían sus derechos. La política de relaciones hacia los pueblos no pretendía quitarles sus tierras sino obligar a los señores sometidos y dominados a explotarlas en beneficio, sobre todo, de los señores mexicas. Sin embargo, en las primeras guerras de conquista, sobre todo en el periodo de Itzcoatl, se habló de que unas tierras de Xochimilco, Chalco habían sido entregados en calidad de recompensa por sus méritos en León Carbajal, Francisco. Discurso sobre la legislación de los Antiguos Mexicanos, Tipográfica de Juan Abadiano, México, 1864,123 p., p95 87 118 campaña o distinguido capitanes aztecas, pero no sabemos si las trabajaban o no, lo que de haber sucedido, en el primer caso, hubiera producido una distorsión en la estructura de la propiedad pues estaríamos ante unos propietaris ausentistas, que residían a muchas leguas de distancia, en la ciudad de Tenochtitlán. Es factible también que esas tierras, así trabajadas, las hubiesen entregado para su explotación a los terrazgueros o a los mayeques. Independientemente de este elemento de carácter excepcional, lo que realmente interesaba a los señores mexicas era el fruto de las tierras, lo que producía, así como la entrega oportuna en las bodegas o almacenes, para lo cual se empleaban mecanismos más drásticos que evitaban el incumplimiento de las tasas o volúmenes que les habían impuesto. En la lámina 148 de Panorama de Anáhuac apareció una lámina en la cual un numeroso grupo de indios están construyendo la cañería de arcos que conduce a la alberca de Chapultepec.88 En las descripciones que se hacieron de los pueblos sometidos desde el punto de vista militar y económico aparecen muchas pictografías o glifos en donde hay muchos indígenas realizando distintas obras, tales como puentes, caminos, acequias, albarradas, pero sobre todo transportación de objetos y materiales. En una menor proporción se hizo alusión a los que si estaban dedicados a construir edificios y templos, pero dichas descripciones, por su calidad, no se comparan con las que se refieren a los tributos pues las hay en abundancia. ¿Esto quiere decir que García Panes, Diego. Panorama de Anahuac. Selección de Láminas y textos de lo tomos III y IV del Theatro de Nueva España, p.23 88 119 los señores mexicas preferían el pago de tributos y no la prestación de servicios personales forzados? Era más fácil exigir el cumplimiento de una obligación económica a una comunidad en su conjunto que a una parte de la misma porque era más sencilla su recolección. Los mexicas, en la mayor parte de los casos, no aplicaba concretamente los mecanismos de explotación sino lo hacían por intermedio de los señores de cada pueblo que eran los que se encargaban de imponer las medidas organizativas, así como el grado de coacción necesarios, para la realización de las tareas que permitieran alcanzar los volúmenes de producto que requerían los tlatoanis. Elaborando una visión panorámica de los grupos indígenas en su conjunto, Mendizábal dijo que "los estados indígenas que llegaron a alcanzar un desarrollo comercial más importante fueron los que integraban la alianza azteca-acolhuatepaneca, pues su hegemonía, fundada en el poder militar, le permitió rebasar rápidamente los mercados fronterizos y transitar, siempre no sin peligro de vida y haciendas, por territorios extranjeros. Fuertemente estimulados por los comerciantes de Tlatelolco, las sencillas operaciones iniciales de trueque se convirtieron en un verdadero comercio internacional de gran cuantía, que irradió por los diversos rumbos, hasta lugares muy lejanos, particularmente en el sureste, donde las factorías mercantiles de la Triple Alianza habían avanzado, a principios del siglo XVI, hasta Xicalango, población mexicana ubicada en la frontera entre Tabasco y Campeche y hasta Xoconochco, en la frontera con Guatemala".89 La base principal de sustentación del poder de los mexicas hacia los pueblos 89 De Mendizábal, Miguel Othón, Obras Completas, T. II, p.436 120 comarcanos es de carácter militar y punitivo y de ello están llenas todas las crónicas históricas. Pero esto no fue el único componente ya que también establecieron alianzas políticas que implicaban en la práctica un "sojuzgamiento pacífico", o bien la realización de acuerdos económicos con Texcoco, por ejemplo, para un reparto particular de tributos que beneficiara a estos señores y a los de Tenochtitlán. Otro elemento fue la implantación de alianzas matrimoniales con otros señoríos que produjeron una cierta neutralidad obligada de los contrarios, una serie de responsabilidades compartidas, así como un conjunto de operaciones comerciales con los poblados más cercanos y/o de operaciones a larga distancia, incluso con pueblos que se encontraban en las fronteras de Mesoamérica. Estas transacciones permitían cubrir fuertes déficits que había en la producción de alimentos y de materias primas, con lo que se demuestra que el sistema tributario, siendo tan grande como lo dibuja el Códice Mendocino, tenían muchas limitaciones materiales. Necesitar materias primas de otras regiones significaba también la existencia de distintas actividades productivas, como las del arte plumario, por ejemplo, o de orfebrería, por los cuales no había las suficientes condiciones para un desarrollo. En el Manuscrito Tovar se asentó que los mexicas entraban a Culhuacán y comienzaron a tratar con sus habitantes como hermanos y parientes y describe el encuentro violento que después tuvieron con ellos para concluir que después del mismo salieron de la laguna a "ganar tierra" y así pasan a Acatzintilla en donde hicieron balsas con los cañaverales, espadañas y carrizales y de ahí pasaron a 121 Ixtacalco y a estando allí, "buscaron un sitio acomodado para poblar y fundar su ciudad porque ya en la tierra no había remedio, por estar todo poblado por sus enemigos y después encontraron un manantial y ya metiéndose en los cañaverales de la laguna "cazaban muchos patos, ansares, gallaretas, y otros diversos géneros de aves marinas y tenido cuenta con los días de mercado, salían a ellos en nombre de cazadores y pescadores y trocaban todo aquello por maderas, por morillos y tablillas, cal y piedra, enfatizando que mientras tanto "ya tenían hijos y nietos con los de Culhuacán".90 La mayor parte de las crónicas afirman que los mexicas fueron recibidos en el Valle como intrusos indeseables, no obstante las afinidades de linaje y de parentesco ya indicadas, pero que al constatar que se trataba de un grupo humano "trabajador y laborioso" lo pretendieron utilizar como vasallos e incluso como esclavos y por esta razón de esta demostración palmaria de los méritos, lograron consolidar una posición autónoma primero y hegemónica, después. En el caso de Culhuacán, los mexicas son reconocidos como "hermanos y parientes", es decir, no eran elementos hostiles y trataron de establecerse desde un principio fuertes lazos de solidaridad que quizá recordaban tiempos muy antiguos. Se casaron entre sí con los de Culhuacán, como se casaron también con los tecpanecas de Atzcapotzalco, en lo que se debe entender como una relación lógica y natural pues tiene un origen histórico similar y edificaron una base material con base en los recursos naturales disponibles. En esta crónica se habló de un bien escaso pero que cada día cobraban más importancia económica, las maderas en 90 Manuscrito Tovar, p.27. 122 sus diferentes presentaciones, lo cal y la piedra que se requerían en forma creciente, para edificar conjuntos habitacionales, templos y pirámides. Duran describe varias "guerras" que los "reyes mexicas" desataron contra provincias y pueblos, las cuales tenían la finalidad de "conquistar nuevas tierras y señoríos", o de si aplastar a grupos disidentes que por algún motivo o causa se habían rebelado contra el "imperio". En todos los casos se impusieron tributos o se reafirmaron los que ya se habían fijado. Tal fue el caso de la guerra lanzada contra Coaixtlahuac, de la zona de la Mixteca, y cuya población le impusieron la elaboración de mantas, fardos de chile, fardos de algodón, sal y colorante para túnicas y pintas "pero también llevan indios esclavos a la ciudad de México, muchos de los cuales fueron sacrificados en las piedras labradas de Coaixtlahuac. En el caso de los habitantes de Cuetlaxtla, que también se rebelaron, Moctezuma ordenó a Tlacaellel que "desolara y que no quedara memoria de ella" a lo que el gran guerrero le dijo que tal castigo era excesivo y que "solo se les doblase el tributo, porque el destruirlos a todos era imposible y de gran inconveniente destruir pueblos de tanta riqueza". En relación con el incremento de los tributos se acordó que en lugar de rentas de diez brazas, dieran 20, que daban piedras verdes y que ahora diesen blancas y coloradas, entre otras cuentas Al arremeter contra el pueblo, contra los macehuales, estos dijeron ¿porqué nos matáis? ¿Qué culpa tienen estos ignorantes y simples, sin malicia ni interés? ¿Nosotros no os damos tributo? y dijeron los demás macehuales pedimos justicia contra nuestros señores y queremos sean muertos y destruidos y castigados porque ellos han sido causa de estos males, nosotros somos los que tributamos y de nosotros sale todo lo que os dan, mira lo que queremos, que de nuevo tributemos". 123 La principal finalidad de las guerras era de naturaleza económica pues buscaban conquistar nuevos pueblos y territorios para obtener volúmenes crecientes de tributos de toda índole y para mantener a los pueblos que ya estaban sometidos y que habían mostrado pruebas de infidencia o incluso de franca oposición al cumplimiento de las cargas ya fijadas. En otros casos no se enviaban los contingentes militares sino solo se amenazaba con hacerlo lo que infundía pánico entre la población, la cual de inmediato se doblegaba y aceptaba las condiciones impuestos. Las crónicas reseñaron que en muchas ocasiones las tropas mexicas aplicaban lo que hoy conocemos como táctica de arrasamiento, que implicaba la muerte de toda la población, incluyendo mujeres, niños y ancianos, que por lo demás no tenían la obligación de pagar tributo, así como la destrucción de sus recursos naturales. Estos severísimos castigos tenían el propósito de infundir temor entre los pueblos cercanos para que aceptaran someterse a los mexicas y a que los que se estaban sometiendo, mantuvieron esa calidad. Esta política se vio claramente manifestada en los pueblos de la mixteca oaxaqueña, en donde se confirma que los que en realidad pagaban los tributos y prestaban servicios personales, eran los macehuales, que lo hacían a nombre de los pueblos como sujetos genéricos. La política hacia Tlatelolco es la política de los señoríos independientes que fueron permitidos o tolerados por los mexicas en tanto no implicaban un desafío grave a su supremacía. Mientras los habitantes de ese islote, que eran sus hermanos más cercanos, no significaron un peligro para el control de las lagunas pero sobre todo para la fluidez del intercambió marítimo, las relaciones fueron reducidas y hasta complementarias, pero una vez que se rebasaron esas fronteras, se desató la 124 guerra y Tlatelolco fue conquistado. Este fue uno de los casos más ilustrativos de la aplicación del reparto del botín como desenlace de las hostilidades bélicas, al pagar con tierras del pueblo sometido a los participantes en la lucha, lo que le dio a la guerra otras finalidades económicas, hacer ricos a los militares, no obstante que muchos de ellos eran simples macehuales, es decir, no tenían derechos a ser propietarios de tierras. Desde Acamapichtii , una de las preocupaciones centrales de todos los grupos eran quién o quiénes controlaron los lagos, las acequias, los canales, sobre todo porque ello determinaba el tráfico de mercancías con los pueblos comarcanos y todo lo que ello implicaba, el equilibro político de toda la región. Esta situación cobró su real importancia si tomamos en cuenta que la mayor parte de las operaciones y movimientos de bienes y personas se hacía por vía marítima y que para salir del lago y avanzar hacia las otras regiones se necesitaban tener vías accesibles que no fueran monopolizadas por ningún grupo; que no fuera el de los mexicas. En el contacto entre grupos humanos, las economías consuntivas fueron perdiendo terreno para dar paso a las economías de inter cambio y por ello le concedió Othón de Mendizábal una gran importancia en las transacciones comerciales entre vecinos y "los estados indígenas que llegaron a alcanzar un desarrollo comercial más importante, fueron los que integraban la alianza azteca aculhua y tepaneca, pues su hegemonía, fundada en el poder militar les permitía rebasar rápidamente los mercados fronterizos y tránsitos, seguros sin peligro de vidas y haciendas, por 125 territorios extranjeros".91 En una primera etapa cada familia dependía íntegramente del fruto del esfuerzo común, no existían superestructuras políticas y administrativas muy desarrolladas, no había propiedad privada agraria pero comenzaron a aparecer factores de desigualdad económica y social que eran los grupos de linaje de origen militar lo que rompió el régimen igualitario de las tribus "pero los miembros no privilegiados se veían obligados a destinar parte de su fuerza de trabajo en beneficio de los representantes de sus nacientes instituciones políticas y después se incrementó la densidad demográfica. La anexión de Tlatelolco produjo severos daños a la población pues muchas de sus propiedades fueron asignadas a "capitanes aztecas", para no alterar el funcionamiento de uno de los grupos emergentes más grandes, los comerciantes. Por el contrario, estos se seguían desarrollando en forma impetuosa explotando la red de caminos que ya se habían construido e importando muchos productos y bienes que servían para resaltar el esplendor de los pipiltin y las castas de los militares que cobraron un una gran importancia por la política expansionista aconsejado por Tlacaelel. Los pochtecas también se especializaron, como lo hicieron muchos artesanos y se enriquecieron sobre todo al traer al Valle de México objetos de oro y plumería fina de las zonas mixtecas y maya. Las actividades comerciales se incrementaron de una manera notable lo que reflejaba un crecimiento de la economía en su conjunto sobre todo con la presencia de mayores volúmenes de tributo y de la recompensa entregando a De Mendizábal, Miguel Othón. La Evolución de la Cultura Indígena en México, en Nueva Antropología, Año III, 12, 1979, 8 p., p.6 91 126 los guerreros. La guerra dinamizó a la economía y el viejo mecanismo del truque fue debilitándose, al manifestar una mayor importancia el sistema de mercados. Al referirse al comercio afirmó Carbajal que: "A medida que se engrandecía el imperio por medio de las armas, aumentaba el comercio; así que, limitado está al principio de los alrededores de la ciudad, se extendió después a las provincias más remotas. Había infinitos traficantes mexicanos, que iban continuamente de ciudad en ciudad, comprando géneros en una y vendiéndolos en el otro. En todos los pueblos del imperio había mercado diario, pero cada cinco días tenían uno general. Los pueblos poco distantes entre sí, colocaban este gran mercado en diferentes días para que no se perjudicasen unos a otros, pero en la capital se tenía en los días de casa, del conejo, de la caña, del pedernal".92 Indicó que el mercado de la capital, en los tiempos de Axayacatl concurrían unas 50 mil personas se iban a vender todos los productos que había en la provincia del imperio y e los países vecinos que podían servir para las necesidades de la vida. La vía de la conquista militar y/o de la amenaza de la fuerza se debilitó a raíz de la muerte de Tlacaelel y ya en el periodo de Moctezuma el expansionismo armado se debilita, para volver los ojos de los Tlatoanis, hacia el interior del señorío que estaba inmerso en una serie de contradicciones. Los militares distinguidos en las batallas redujeron su prestigio social. Los comerciantes, que se convirtieron en un poderoso grupo social y político pues aunque ellos no formaban parte por sí mismos, es decir, por ser comerciantes, de los pipiltin y de los Carbajal Espinosa, Francisco. Historia de México, desde los primeros tiempos de que hay noticias hasta mediados del siglo XIX,, p.630 92 127 gobernantes, sí estaban muy cerca de ellos y sí influían en muchas de sus decisiones. Algunas pictografías los dibujan vestidos con atuendos muy lujosos, que revelaban tener un estatuto muy encumbrado al lado de los dignatarios de la ciudad, mientras se desarrollaban también sus componentes, los mercados regionales y locales y con ello la multiplicación de relaciones comerciales que hacían pensar que el trueque era un mecanismo muy limitado, un freno, para el crecimiento de la economía en su conjunto. Basándose precisamente en la Tira de la Peregrinación, o Códice Botourini, los tecpanecas eran parte de los 6 generaciones de gentes que habían salido de las cuevas de Chicomoztoc y por lo tanto tenían con los mexica un origen común, y una identidad cultural "y que los acolhuas, otomíes y tepanecas eran de los grupos dispersados tras la caída de folian, de modo que le es propio, al menos en buena medida, aquella herencia de alta cultura mesoaméricana". 93 La dominación tecpaneca fue una de las pruebas más duras que sufrieron los mexicas en el Valle de México pues les ayudó a templar sus facultades humanas y les hicieron sobreponerse a todas las adversidades y dificultades impuestas. Al igual que el resto de los grupos humanos que se encontraban ya pobladas la zona tecpaneca también tenía un origen común y mantenía lazos gentilicios con los mexicas, pero aun así las hicieron prisioneros y les impusieron severas cargas tributarias, así como otras vejaciones y castigos por muchos años. Santamarina Murillo, Carlos. Los Aztecas-Tepanecas en torno a sus orígenes y gentilicios. Revista Española de Antropología americana, 36, 2006, p.7, p.5. 93 128 El grupo tecpaneca era el mejor organizado desde el punto de vista económico y social y por lo tanto tenían la supremacía política y militar en la Cuenca y sometieron a los recién llegados para aprovechar las habilidades, las destrezas, la constancia y el espíritu de sacrificio que se les había conocido a los advenedizos que se sobrepusieron a la falta de tierras cultivables y a las condiciones naturales adversas que les deparaba la naturaleza Habían compartido varias relaciones profundas con los acolhuas y los otomíes y con los toltecas y por lo tanto se trataba de un pueblo revitalizado y enriquecido por distintas herencias culturales que desde luego las transmitieron a los mexicas. Las crónicas señalaron que a pesar de que estos eran vasallos, se mezclaron familiar y socialmente con los tecpanecas, lo que demuestra que reconocían la existencia de lazos de parentesco muy antiguos que ahora simplemente se estaban reforzado. En el Códice Ramírez se afirmó que los mexicas "iban poblando en todos los sitios por los que iban pasando" y en cuanto a la elección de Huitzilihuitl fue "electo por todo que le conocía por haber industriosos y de valerosos corazón y que le haría mucho caso por su defensa. Electo este por capitán general y habiéndolo dado toda la obediencia y mandó fortalecer las fronteras de aquel cerro y Chapultepec con unos terraplenes que acá llaman albarradas". 94 Contó que los mexicas se encontraban amenazados y acosados por todos lados y que había disensiones internas y que había muchas sabandijas y víboras las cuales comieron y en su lugar construyeron casas y sementeras muy bien labradas. Códice Ramírez, Manuscrito del Siglo XVI, Intitulado Relación del Origen de los Indios que Habitan esta Nueva España, según sus historias, Examen de la Obra y Anexo de Manuel Orozco Berra, Editorial Innovación, México, 1973, 2943 p., p.39 94 129 Contó una revelación que les hizo el sacerdote al describir una águila que posaba sobre un nopal, que en ese lugar se instalasen, que ahí "encontraban bienaventuranzas, quietud y descanso, sujetados de mar a mar todas las remotas provincias y ciudades, haciéndonos señores de oro y plata, de las joyas y piedras preciosas, plumas y mantas ricas. Aquí hemos de ser señores de todas estas gentes, de sus haciendas, hijos e hijas, aquí no hay de servicio y tributo, en este lugar se ha de edificar la famosa ciudad que ha de ser reino y señorío de todas las demás. Definió que pescaban un gran número de peces, ánsares y gallaretas y que también eran cazadores y cambiaban todo ello por morillos, tablitas, leña, cal y piedra "para construir primero una ermita, dedicada a Huitzilopochtli. Este dijo que "di a la congregación mexicana que se dividan los señores cada uno con sus parientes, amigos y allegados en cuatro barrios principales teniendo en medio la casa que para mi descanso habéis edificado y cada parcialidad edifique su barrio a su voluntad". Todas las crónicas coinciden que en esta etapa las condiciones de vida y existencia del grupo mexica eran verdaderamente dramáticas: vivían acosados por distintos grupos que habitaban la Cuenca hasta el grado de que trataron de aniquilarlos y expulsarlos, su alimentación era muy deficiente, sus vestimentas muy precarias y su organización social muy rudimentaria. Al no disponer de suficiente espacios de tierras firmes habitaban en medio de los depósitos de agua, entre carrizos y cañaverales. No tenían un templo que fuera adecuado para exaltar al dios que idolatraban en su principal actividad era la pesca. Sus principales dirigentes eran sacerdotes pero de una manera paulatina fueron transformados, mediante las aportaciones del trabajo humano, aquellas condiciones naturales y sociales 130 que les eran adversas para su desarrollo y comienzan a edificar casas y templos con materiales que tenían una mayor perdurabilidad como la piedra y la madera y a efectuar cultivos de maíz en superficies anegadas. Me refiero a las famosas sementeras de que hablan las crónicas las cuales evidencian un importante y rápido desarrollo de la agricultura que la colocaba en una posición vanguardista en relación con los demás grupos que poblaban las riberas. La penetración y expansión de los mexicas introdujo un factor de desequilibrio y de competencia entre todos los pobladores y por ello la historia refiere el estallido de múltiples conflictos armados y rivalidades políticas por mantener el control y el dominio de la zona lacustre y sus recursos naturales. Durante ese periodo hubo una gran inestabilidad social la cual intentó superarse por medio de una serie de alianzas políticas. Dijo el Manuscrito Tovar, que estando los mexicanos en la laguna "no tenían donde hacer una sola sementera, estando en manos de los comarcanos otorgarles el camino y no dejarles otra cosa de provisión y mandar a sus vasallos no les vendiesen maíz y fríjoles, que ello había suscitado una profunda y grave antipatía y que por ello habían concitado a los pueblos comarcanos a que se fueran en contra de los mexicanos con las armas en la mano, indicándoles que ellos (los mexicanos) los querían avasallar y convertir en vasallos y por ello establecer la prohibición de que pudieran mantener bastimentos al valle. Con lo que la respuesta de los mexicanos contra Azcapotzalco había sido muy violenta "pues no habían perdonado a mujeres, niños, ni reyes, lo cuales fueron ejecutados sin ninguna piedad ni lástima, ni dejando casa enhiesta ni persona con vida sino a los que habían huido y se habrán cogido en las montañas a los cuales no perdonaron los 131 mexicanos porque los fueron siguiendo como leones encarnizados, llenos de furor y de ira, hasta matarlos en la más áspera de las sierras, rindieron las armas prometiéndoles darles tierras y asimismo darles cal y piedra y madera para los edificios y todo lo necesario de legumbres y semillas para su sustento". 95 El citado Códice advierte que había una política dual hacia los mexicas pues a la vez que se les sometía a un tratamiento social muy drástico, reduciéndolos a condiciones de mera subsistencia pues los pueblos que ya estaban instalados decidían qué podían cultivar y qué podían pescar y en qué cantidades, estando severamente vigilados por grupos armados. Existía el deliberado propósito de que dichos grupos no desarrollaran sus potencialidades físicas e intelectuales pues ello ponía en peligro la hegemonía, entre otras, de los tecpanecas. Ahora bien, si los mexicas finalmente desean quedarse a vivir en la zona lacustre, debían hacerlo en su calidad de grupos subordinados o de vasallos o de tributarios que aportaron cargas de productos y materias primas. De una manera particular, se distinguieron por sus habilidades guerreras, lo que hizo surgir el temor y la zozobra de que podrían imponer una tiranía hacia los demás pueblos. El trabajo práctico hecho en ambientes naturales muy diversos, les hizo ser muy diestros con el arco y la flecha, con los punzones para trabajar piedras, con la coa para plantar semillas, lo que se convierte en un tiempo relativamente corto en un fuerte impulso al crecimiento de las fuerzas productivas, la cual planteaba un reto formidable para los demás pueblos que no tenían el mismo dinamismo. 95 Manuscrito Tovar, p.43. 132 León Portilla describió el proceso por medio del cual los mexicanos absorbieron la cultura tolteca, entregaron en 1376 a su primer tributo a Azcapotzalco que era los propietarios del islote en que vivían, pero se suscitó la animadversión de Maxtlatzin, hijo e Tezozomoc, "quien a su juicio no debían constituir (los mexicas) un señorío aparte sino tan solo uno de los dominios del imperio tecpaneco que él pensaba heredar a la muerte de su padre", habiendo de realizar varios intentos para una negociación pacífica con los tecpanecos, pero este no fue posible, dando lugar a la guerra. Esta decisión la impulsó Tlacaelel y con "él nace su visión mítica y guerrera del pueblo azteca que se consideró asimismo como el pueblo elegido del sol, "y después de haber derrotado a los de Azcapotzalco sometieron a los señores de Xochimilco, Chalco, Cuitlláhuac, pero también Tlacaelel fijó la conciencia histórica despueblo, ordenando la destrucción de los viejos códices que daban una importancia secundaria a los aztecas. Este preconizó que su dios era Huitzilopochtli, e introdujo la práctica de las guerras floridas. "Situándose los aztecas al lado del sol a Huitzilopochtli, se considera al lado del bien, en un combate sin tregua contra los poderes del mal. Y desde otro punto de vista, esta vez bastante utilitario, puede añadirse, que su alianza con el Sol-Huitzilopochtli trae consigo la justificación de todas sus conquistas, la justa confianza de que al someter a otros pueblos, haciéndolos tributarios suyos, se esté realizando una suprema misión".96 La práctica social y política habitual en la cuenca era el sometimiento, mediante la imposición de tributos de los pueblos que habían sido sometidos o dominados mediante la conquista militar. Ellos debían entregar una serie de bienes y León Portilla, Miguel,, Los Antiguos Mexicanos, A través de sus Crónicas y Cantares, FCE, México, 1961,202 p., p.95 96 133 productos y ofrecer su fuerza de trabajo para cultivar las sementeras de los señores de los pueblos victoriosos. No les interesaba imponer autoridades ajenas, ni entrometerse en sus asuntos internos, como medida política concreta o especiales, porque de ello se hablaba muy poco. Lo que deseaban era tener pueblos y territorios que fueran reservorio de mano de obra y de materias primas pues esto les permitía tener un excelente nivel de vida y las bases materiales de su sostenimiento. Por ello, los señores de Atzcapotzalco plantearon la necesidad económica de que los mexicas, si deseaban vivir en las riberas del lago, debían ser tributarios directos y no crear un señorío aparte, similar a los que se habían formado con anterioridad mediante largos procesos de aculturación. Ello supondría que no habría señoríos mexicas sino vasallos mexicas, lo que en definitiva comparaba contra el proyecto mítico religioso de ese pueblo y con las predicas de sus dirigentes religiosos y militares. La formación militar o guerrera fue un factor que contribuyó a denegar el papel que les asignaban los tecpanecas. "El señor de Azcapotzalco vio con alarma a los aztecas establecidos en el islote del lago. Reuniendo a los grandes de su gobierno les hizo ver como era necesario imponer una serie de vejaciones y tributos a los recién llegados para impedir su engrandecimiento, "y efectivamente les impusieron como tributo mazorcas de maíz, chile, tomates, bledos, fríjoles, calabaza y con diversas clases de flores, una garza y un pato de tal manera que en llegado a Azcapotzalco, sus crías estuvieron pasando los huevos". Al referirse a los poseedores o detentadores de la cultura, mencionó a los tlamatines que eran quienes tenían los códices, eran los detentadores de la tlaloca, o tradición e incluso había Amozcallis, o casas de códices. Entre las representaciones 134 que había en este texto estaba la numeración decimal, pero además había signos pictográficos, como casas, juego de pelota, signos fanáticos como a, e, o y signos ideográficos como noche, dios. Fue muy importante el complemento que se dio entre los códices y la transmisión oral de los tlamaties. "La fiel transmisión y enseñanza de los cantos antiguos, ni ya solo a los estudiantes sino al pueblo en general es precisamente incumbencia de otras clases o categorías de sacerdotes que recibían como títulos el de Tlapizcatzin que quiere decir, "conservador". Su misión era enseñar a la gente los cantores divinos, vigilando que nadie errara en su aprendizaje".97 Los mexicas fueron sometidos al trabajo forzado en beneficio de los tecpanecas, siguiendo los parámetros de dominación que encontramos en otras culturas y regiones del mundo, pero el hecho de que estos pueblos sufrían temporalmente este sojuzgamiento no los anulaba como tales, ni se extinguían los conglomerados humanos, no desaparecen sus reglas ni sus rasgos culturales o históricos y a veces ni siquiera sus dirigentes políticos. Desde el principio de la relación tecpaneca- mexica, que era de dominante a dominado, se observa un entrecruzamiento de influencias culturales, de forma de vida y de expresión de las ideas y de valores culturales que surgen y se mezclan por esta convivencia. Muchos mexicas se casaron con mujeres tecpanecas y muchas mujeres tecpanecas lo hicieron con hombres mexicas y estas relaciones fueron propiciadas y toleradas por los dirigentes políticos de ambos León Portilla, Miguel,, Los Antiguos Mexicanos, A través de sus Crónicas y Cantares, FCE, México 1961,202 p., p.70 97 135 pueblos. Al mantener estrechas relaciones sociales en el marco de la dominación militar, mexica y tecpaneca, reconocieron en la práctica, los viejos lazos identitarios que los unían. Al huir los tecpanecas a los cerros para salvar sus vidas de la violencia desatada por los mexicanos, uno de ellos había dicho, según el Manuscrito Tovar: ¿Qué ganaréis con asolarnos? Basta lo hecho, aquí tendréis esclavos y perpetuos tributos para cuanto tuviere menester: piedras, cal, madera, tierra, obreros para ello y vuestras casas, ropas, vestido de todo género, como los quisieren y mandaren. Los tecpanecas dijeron que ellos reconocían su culpa, pidieron perdón y misericordia con muchas lágrimas, prometiéndoles servir con sus personas y haciendas hasta la muerte. Entonces los mexicanos cesaron de herir y matar y luego mandó Tlacaelel retirar la gente mexicana que andaba muy encarnizada contra los tecpanecas. El Manuscrito Tovar reseñó que a raíz de la victoria, los mexicas comienzan a "tratar de tomar títulos y nombre de señores, que son equivalentes a los que en otras naciones llamaban duques, condes, marqueses, adelantados, almirantes y para ponerlos en ejecución toma la mano de Tlacaelel y después Itzcoatl, aceptando la demanda de Tlacaelel hizo señores iguales en su reino, ordenaron que se guardase este estatuto en la Corte mexicana y que después de electo el Rey en ella se eligiesen cuatro señores, que estos cuatro hicieran un Consejo Supremo, sin parecer de los cuales ninguna cosa se había de hacer y muerto el 136 rey había de ser electo uno de estos cuatro para sucesor del reino". 98 La liberación de los mexicas del yugo tecpaneca permitió la aparición de una nueva correlación de fuerzas, surgió un nuevo grupo hegemónico en la zona lacustre y los dominadores se transformaron en dominados siendo sometidos a las mismas reglas de que ellos habían sido usufructuarios en el pasado. Los tecpanecas se convirtieron, en parte esencial del grupo mexica por medio de vínculos matrimoniales y políticos y por medio también del ensamblamiento que hubo entre los calpullis, a nivel de la base social. La derrota de los tecpanecas permitió sentar las bases de un nuevo orden económico y social pues emergió una nueva distribución del poder y una nueva división del trabajo, pero lo cual tenía una regionalización mayor. Una vez que sus amos fueron derrotados y habiendo tendido alianzas con los señores de Texcoco y Tacuba, los mexicas multiplican el rigor de sus potencialidades humanas y por lo tanto se perfeccionaron sus fuerzas productivas, tal como se refleja en la pictografía de los siguientes tlatoanis: aumenta la capacidad combativa de los "ejércitos" bajo la inspiración militarista y mesiánica de Tlacaelel, se construyeron más casas-habitación, edificios, "templos" y pirámides, se realizó una mayor adecuación de tributos, se extendieron las vías de comunicación, se ampliaron los vínculos comerciales con poblaciones que estaban mucho más allá de la Cuenca, se fortalecían las instituciones de procuración de justicia y las educativas. Ya no había ningún poder alterno que fuera suficientemente capaz de oponerse al mexica. 98 Manuscrito Tovar, p.49 137 Al consumarse la derrota de los de Azcapotzalco, por parte de los mexicanos, el Códice Ramírez afirmó que les habían prometido darles tierras, labrarles sementeras y hacerles casas "siendo sus perpetuos tributarios y asimismo darles piedras, cal y madera para sus edificios y todo lo necesario de semillas y legumbres para su sustento". Que al llegar a la ciudad de Azcapotzalco, los mexicanos se habían repartido las tierras de la ciudad "dando lo más y mejor a la corona real y luego al capitán general Tlacaellel y luego a los demás señores principales de México, a cada uno según lo señalado en la guerra; a la gente común, no dieron tierras sino algunos que mostraron algún esfuerzo y ánimo, a los demás echároslos por ahí denostándolos como a gente cobarde y de poco ánimo; también dieron tierras a los barrios para que lo que de ellas cogiesen lo empleasen en el ornato y en el culto de sus dioses y templos y este estilo quedara siempre en todas las peticiones de tierras que ganaron y conquistaron. Quedaron entonces los de Azcapotzalco tan estrechos y necesitados de tierras que apenas tenían donde hacer una sementera. Hecha la petición, al rey de México hizo llamar a todos los de Azcapotzalco e imponiéndoles el tributo y servicio personal a que se habían obligado cuando los rindieron, mandó por público edicto que desde aquel día no hubiese rey en Azcapotzalco sino que todos reconocieran el rey de México, so pena de tormento y destrucción si a otro rey reconociesen ni apellidase y así quedó Itzcoatl por rey de Azcapotzalco y de México desde aquel día". 99 Con la derrota histórica de los tecpanecas, ocurrieron otros cambios importantes en Códice Ramírez, Manuscrito del Siglo XVI, Intitulado Relación del Origen de los Indios que Habitan esta Nueva España, según sus historias, Examen de la Obra y Anexo de Manuel Orozco Berra Editorial Innovación, México, 1973,2943 p., p.67. 99 138 la estructura social y política pues se fortalecía el poder del tlatoani de México, como el único mandatario con capacidad para mandar en toda la región mesoamericana. Muerto Netzahualcóyotl se acabó otro poder que pudo haberle hecho contrapeso y por ello se empiezaron a sentar las bases de lo que pudiera haber sido el estado del Valle de México, pues se había avanzado en forma considerable en la integración regional, pero desde una óptica militarista, hasta la ascensión al poder de Moctezuma. Ese es el periodo del militarismo mesiánico, pues Tlacaelel consideraba que los mexicas era un pueblo de naturaleza excepcional, capaz de establecer un señorío que tuviera muy grande extenso. Con el reparto de tierras que eran de Atzcapotzalco, aparecieron nuevos propietarios y se configuraron relaciones sociales distintas en el terreno de la propiedad agraria, al ampliarse el poder y el número de los propietarios, pero desconocemos en qué grado se alteraron las formas de propiedad comunal para favorecer la propiedad particular. Los militares o guerreros adquirieron un gran poder económico pues de entre ellos surgieron los nuevos propietarios, pero también se transformaron en el grupo social hegemónico en el aparato político. Concuerdan en general los escritores españoles en afirmar que el cargo desempeñado por Moctezuma era electivo y restringida la elección a una familia determinada. Se comprobaba que el puesto era transmitido de hermano a hermano o de tío a sobrino. No supieron explicar empero porqué en algunos casos no se transmitió de padres a hijos "y después describían al electorado, que era un grupo de grandes señores notables, pero el sistema de una asamblea numerosa, que 139 señalaría un elemento popular, les era ajeno y por lo tanto concluyó que el cargo de Moctezuma era "hereditario en un gens y se opuso a considerar la existencia de una monarquía, que calificó como un invento de los escritores españoles, sino que se trataba de un gobierno "esencialmente democrático", pero desde luego no a la manera ateniense porque sus instituciones eran sociales y no políticas pues "mientras la noción de prosperidad no progresó mucho más allá del punto que ellos habían alcanzado, era imposible subsistir como la sociedad política, la gentilicia"100, mientras que para él, el principio de la "democracia militar" era compatible con el principio de la democracia, en general. La elección de Moctezuma fue una restauración de las viejas prácticas del pasado remoto en que una asamblea de notables se encargó de esa tarea, eliminado toda participación de los elementos populares, como si se intentara fortalecer a las viejas familias gentilicias que habían tenido el poder y se trataran de corregir desviaciones. Los representantes de la gens, los calpullis y las fratrías se reunieron, deliberaron y acordaron seguir la práctica de recoger como tlatoani a un descendiente directo de los linajes, regresando al corporativismo primitivo. Todos los grupos, como los pochtecas, los militares, algunos artesanos especializados que por lo menos habían sido consultados o avisados de la realización de esta decisión trascendental se reunieron y en forma cerrada lo designaron. Pretendía, sin duda, restaurar privilegios, espacios de poder perdidos y tomar en cuenta requisitos de linaje que con los otros tlatoanis no Morgan Lewis. La Sociedad Primitiva, Cuadernos Culturales, Prólogo de Carmela Lisón Tolosana Librería Allende, México, Sin Fecha, 409 p., p.255. 100 140 habían tomado en cuenta o que si lo habían hecho, eran factores marginales, pero en estos casos, sí eran participantes. El grupo de los pilis seguramente pensó que con Moctezuma recuperaban espacios de decisión que habían entregado a otros y este caso ya no hubo "ninguna asamblea numerosa". Había muerto Tlacaelel y por lo tanto ya no había representantes de los intereses de los militares, que fueron el grupo más perjudicado de esta cúpula cerrada, unilateral, hermética lo que explicaría que dejaron pasar por alto una serie de defectos personales que aquel tenía, como un carácter pusilánime y de espíritu medroso, que no podía acometer ninguna acción ofensiva importante que expandiera más los límites del poder mexica. Escribió Morgan que el azteca "era un pueblo grande", el "más grande de América" y que tenía probablemente 30 mil habitantes , como una gran cantidad de casas comunitarias, pero que en ella había distinto grados de prosperidad. Ella explicó "que era natural", el "rey", a la manera occidental. En cuanto a las descripciones que se hicieran del "palacio" de Moctezuma, de los banquetes o comidas que había "diariamente", según refiriera Cortés a Bernal Díaz del Castillo, lo puso en tela de duda por "cuanta fantasiosas o falaces" que solo buscaba agrandar la "hazaña" de la conquista. "No hay duda de que Moctezuma era tratado con gran consideración por las personas de todas la clases. Los indios respetan y veneran a sus jefes. Como principal jefe que era, Moctezuma ocupaba el cargo oficial más elevado existente entre ellos. Es probable que (Moctezuma) viviera con su parientes de gens en una casa que se tenía en común y que lo que los españoles vieron fue una comida en común con lo de su casa, que con las mujeres y los niños, deben haber sido entre 500 y 1000 personas”. 141 En las elecciones anteriores se tomaban en cuenta, en forma preponderante, con un mayor peso específico que los factores relativos el linaje y el parentesco, los méritos personales en las batallas y en la guerras de conquista que se había efectuado, sus capacidades personales, como su valentía y arrojo, su capacidad de mando, sus dotes de organizador, sus lealtades y los intereses de las comunidades y de los pueblos, sus virtudes para el trabajo, como la construcción y la dedicación, sus asistencia y la escuela. Era, en su conjunto, una valoración que se hacía como si se buscara a un jefe político superior capaz de asegurar los intereses del grupo mexica, de extenderlo más allá de las fronteras a que habían llegado. Los jefes subalternos probablemente decidieron aprovechar la ausencia de Tlacaelel en el proceso sucesorio para hacer una designación libre de estos requisitos y consideraciones, explotación al hecho de que, como dijo Morgan, los mexicas, desde Acamapichtli observaba una total adhesión al tlatoani tan solo por el hecho de serlo. Nadie objetaba sus decisiones pensando que obraba siempre correcta y justamente pues era el hombre mejor dotado de todos. De esta manera, mientras los tlatoanis tenían una serie de poderes acotados por Tlacaelel y los demás tecutlis, Moctezuma se presentaba como un señor absoluto, casi a la manera de un monarca europeo cuando se considera que este representaba la divinidad en la tierra, siendo el representante directo de los intereses materiales y políticos de una minoría muy estrecha que cada día 142 representaba menor la pluralidad de intereses de los mexicas.101 Por su parte, Barlow hizo un estudio acerca de las provincias que tributaban maíz durante el reinado de Moctezuma y que tenía una troje, como Petlacalcatl, Acolhuacan, Cuaulihuhuac, Huaxtepec, Cuautilla, Ajucaba, Atotamila, Xilotepec, Quahuacan, Toluca, Ocuilan, Malinalco, Tlaxco, Tepequacuilco. "El tributo normal para una provincia era una troje de grano, aunque en varias casas se exigían dos o más. El número total de la lista es de 28, lo que hará que el tributo fuera el resultado de multiplicar 28, por 10,000 lo que redondeando el número, daría 300,000 bucles de maíz. Sin excepciones las indicaciones señalan que el tributo en maíz se pagaba una vez al año. Otro tributo tenía que pagarse en intervalos diferentes: dos veces al año, cuatro veces al año, seis veces al año, pero el maíz en todos los casos deberían entregarse una vez al año. Para la mayoría de las provincias el tributo consentía en una troje de maíz, las principales excepciones era el extremo sur del valle de México en donde la provincia de Chalco era responsable por cinco trojes y el valle de Toluca que contribuía con dos. Una porción del tributo imperial en maíz se cultivaba en campos especiales. Hacía una gran sementera todo el pueblo junto y lo que cultivaban en ella se lo llevaban esos gobernadores y estos se le daban cada año a Moctezuma. Una de las obras más importantes de Moctezuma fue la de ampliar a reforzar la estructura tributaria que los mexicas habían impuesto al resto de los pueblos, como se reveló en la Matrícula correspondiente, que enriquece al Códice Mendocino, haciendo cada vez más onerosas las cargas, incrementando con ello el descontento social a todas las poblaciones. Moctezuma, sin la sensibilidad de 101 México Antiguo, por Lewis Morgan y Adolph Bandelier, p.34 143 otros tlatoanis, recurrió a la represión abierta y brutal para sofocar este descontento y por ello fueron frecuentes los envíos de tropas haciendo a un lado la negociación y la revisión de las cargas para que fueran más justas, es decir, acordes, con las potencialidades de sus recursos naturales disponibles. Ningún pueblo se negaba a pagar tributo pues lo consideraban como una obligación "natural", derivada de la relación "normal", de dominadores a vasallos sino se oponían a lo que ellos consideraban "excesos" y "arbitrariedades" que afectaban sus niveles de vida. Esta política de exacción, exacerbada por Moctezuma, beneficiaba, desde luego a los pillis que de esta manera disponían de mayores volúmenes de alimentos y de otras materias primas. Por el ambiente social descrito en las crónicas se advierte la existencia de un tlatoani que ejercía el poder en forma arbitraria y prepotente, lo que sin duda ocasionó una enorme inconformidad entre los macehuales y el resto de los sectores explotados que perdían así muchas oportunidades de asenso social. En las Crónicas de Díaz del Castillo se hizo alusión muy frecuente a los artículos producidos en México; oro, gallinas, pan de maíz, pescado, todos ellos cargados por tatemes que se contaban por cientos, mantas de algodón y se destacó uno de los presentes que les envió Moctezuma: una rueda de hechura de cal de oro muy fina, que pesaba sobre 10 mil pesos, después una rueda de plata que figuraba la luna, 20 anales de oro, 10 collares, 12 flechas, y un arco con su rueda, muchas piezas de oro que simbolizaban tigres, leones y monos y 30 cargas de ropa de algodón. En cambio, Cortés le dio a cada gobernador 2 camisas de lado y diamantes azules y otras cosillas, una capa de vidrio de Florencia, 2 camisas de Hilado, indicando a los 144 emisarios que deseaba ver personalmente al emperador. Pero seguía la expedición avanzando buscando un puerto seguro y localizando nueva tierras, avanzando rumbo a Panuco. 102 Se decidió entonces que Cortés controlaría todo el oro que se obtuviera y que para ello designaría un tesorero, Gonzalo Mejía. Las descripciones que hicieron los cronistas y conquistadores y de quien estaba a su servicio ideológico, dibuja la existencia de una economía productiva muy próspera y variada (por las grandes cantidades de regalos que les hiciera en distintos momentos de la invasión) pero también es una fuerte oposición a las nuevas formas de dominación y opresión que enfatizaban en el uso de la fuerza, como el factor fundamental; los calpixques y mayordomos eran odiados porque los pueblos sometidos se quejaban pues cobraban con exceso las cargas tributarias y maltratando físicamente a los pobladores. Se advertía la presencia muy destacada de los comerciantes que realizaban funciones complementarias a las de los tributarios para hacer más dinámica la estructura economía, que nos hace pensar que había un gran desarrollo de las fuerzas productivas por medio de la aplicación de tácticas compulsivas que los representantes de Moctezuma se encargaban de imponer pues las crónicas refieren grandes volúmenes de productos alimenticios y objetos muy sofisticados y los cuales solo tenían acceso los pillis. Gran punto fueron los "regalos" entregados a Cortés y socios que ésta es la palabra correcta ya que la conquista fue una empresa esencialmente mercantil, eran tomando de los almacenes de Moctezuma, destacando los artículos de oro y plata, así como las 102 Díaz del Castillo, Bernal, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España,, p.80 145 piedras preciosas.103 Barlow, Robert. Obras. Los Mexicas y la Triple Alianza, Vol. 3, en INAH-UDLA, México, 1990. 103 146 Bibliografía Desarrollo Evolutivo. Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva, p.129. Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva, p.137. Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva, p.171. Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva, p.239. Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva, p.247. Mejía Fernández, Jorge. La Tribu Azteca, p.134. Lombardo Toledano, Vicente. Lecciones de Política para Párvulos, p.13. Mendizábal, Othón. Obras Completas, T. III, p.147. Mendizábal, Othón. La Evolución de la Cultura Indígena en México, Revista Nueva Antropología, Año III, 12, 1979, 8 p., p.4. Mendizábal, Othón. La Evolución de la Cultura Indígena en México, Revista Nueva antropología, Año III, 12,1979, 8 p., p.35 Mendizábal, Othón. Obras Completas, T. III, p.131. Kirchhoff, Paul. Los Principios Ciánicos de la sociedad Humana, p.16. 13. Cepeda Cárdenas, Gerardo. El Regadío de Huejotzingo, en Validez Teórica de Mesoamérica, p.34. 147 14. Lorenzo, José Luis. Agroecosistemas Prehispánicos, en Chinampas Prehispánicas, compilador Carlos Javier Ángulo, antología, Serie Antropología, INAH, p.98. Kirchhoff ,Paul. Los Principios Clánicos de la sociedad Humana, p.16 Matos Moctezuma, Eduardo. Los Aztecas, Obras Completas, T. II, p.123 17.Matos Moctezuma, Eduardo. Los Aztecas, Obras Completas, T. II, p.25 18. Lombardo Toledano, Vicente. Homilía por el Pensamiento, Revista Siempre, 17 de agosto de 1962. 19. Güemes Herrera, Lina Odena, Fundación de Pueblos y Tenencia de la Tierra en la Región del Valle de México en la Época Prehispánica, Tesis Profesional, ENAH, México, 1970, p.25 20. Güemes Herrera, Lina Odena, Fundación de Pueblos y Tenencia de la Tierra en la Región del Valle de México en la Época Prehispánica, p.48 21. López Austin, Alfredo. La Educación en los Antiguos Nahuas, p.34. 22. Lorenzo, José Luis, y otros. Del Nomadismo y los Centros Nomadismo y los Centros Ceremoniales, INAH, México, 1975, 318 p., p.71. 23. Lorenzo, José Luis, y otros. Del Ceremoniales, INAH, México, 1975, 318 p., p.45 24. Lorenzo, José Luis. Agroecosistemas Prehispánicos, en Chinampas Prehispánicas, compilador Carlos Javier Ángulo, Antología, Serie Antropología, INAH, p.77. 25. Cervantes, María Antonieta. Los Grupos aldeanos de la Cuenca en México, Del Nomadismo y los Centros Ceremoniales, p.107 148 26. Piña Chan, Román. Los Pueblos Teocráticos, Del Nomadismo y los Centros Ceremoniales, p.169. 27. Romero Contreras, Tonatiuh, Mesoamérica: Historia y Reconsideración del Concepto, Ciencia Ergo-Sum, Vol. 6,1999, 11 p., p.7. 28. Memoria de las obras del drenaje profundo en el Distrito Federal, 4 vols. México, 1973, T. II, p.28. 29. Kingsborough, Lord. Antigüedades de México. Tira de la Peregrinación, vol. 2, p.10. 30. Kingsborough, Lord. Antigüedades de México. Tira de la Peregrinación, vol. 2, p.18 31. Durán, Diego. Historia de las Indias de la Nueva España e Islas de Tierra Firme, p.45 32. Códice Azcatitlan, Introducción de Michel Graulich, comentarios de Robert Barlow, Traducción al español de Leonardo López Lujan, Bibliothéque Nationale Francia, 1995,143 p., p.85. 33. Olmos, Andrés. Historia de los Mexicanos contados por sus pinturas, en Historia de los Antiguos Nahuas, p.96. 34.Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo, Francisco de San Antón, Memorial Breve acerca de la Fundación de la Ciudad de Culhuacán, p.133. Torquemada Juan. Monarquía Indiana, p.41 Torquemada Juan. Monarquía Indiana, p.65. 37. Chávez Orozco, Luis. Las Tradiciones Chichimecas, Excélsior, 6 de junio de 1932. 149 Güemes Herrera, Lina Odena, Fundación de Pueblos y Tenencia de la Tierra en la Región del Valle de México en la Época Prehispánica, p. 91 Herrera, Antonio. Historia General de los Hechos de los Castellanos, T. VIII, p.168. León Portilla, Miguel. Los Antiguos Mexicanos, a través de sus crónicas y cantares, FCE, México, 1961, 202 p., p.39. Análisis del contenido de las Láminas del Códice Quinantzin, p.15. 42.Aguilera, Carmen. Organización social en el Lienzo de Tepeticpac, en Cuarto Seminario Internacional sobre Investigaciones Históricas de Tlaxcala, p.72. 43. Dycherhoff, Úrsula. Grupos Étnicos y Estratificación Socio-política, Tentativa de Interpretación Histórica, Indiana, 19, 2003, p.24 44. Güemes Herrera, Lina Odena, Fundación de Pueblos y Tenencia de la Tierra en la Región del Valle de México en la Época Prehispánica, p. 44 45. Lehman, Walter. La Historia Tolteca en los anales de Cuautitlán, INAH, México, 1941, 41 p., p.31. 46.Berdan, F. Francés, Smith, E. Michael. El Sistema Mundial Mesoamericano, Postclásico, Relaciones 99, Vol. XXV, 2004, p.36. 47. Güemes Herrera, Lina Odena, Fundación de Pueblos y Tenencia de la Tierra en la Región del Valle de México en la Época Prehispánica, p.116 Matos Moctezuma, Eduardo. Los Aztecas, Obras Completas, T. II, p.175 Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo, Francisco de San Antón. Relaciones de Chalco Amaquemecan, paleografiados y traducidos del náhuatl, introducción de Silvia Rendón, prefacio de Ángel María Garibay, México, FCE, 1965, 321 p., p.115. 150 50. Flores López, Alma, Jeroglíficos de Xochimilco, Textos Mecanuscritos, 2002, AHX, p.43. 51. Durán, Diego. Historia de las Indias de la Nueva España e Islas de Tierra Firme, p. 162. 52. Análisis del contenido de las Láminas del Códice Quinantzin, p.31. 53. León Carbajal, Francisco. Discurso sobre la Legislación de los Antiguos Mexicanos, Tipografía de Juan Badiano, México, 1864,123 p., p.95. 54.García Panes, Diego. Panorama de Anáhuac, Selección de laminas y Textos de la lámina III y IV del Theatro de la Nueva España, p.25. Mendizábal, Othón. Obras Completas, T. II, p.436 Manuscrito Tovar, p.27 57. Durán, Diego. Historia de las Indias de la Nueva España e Islas de Tierra Firme, p. 255. 58.Garduño, Ana, Conflictos y Alianzas entre Tlatelolco y Tenochtitlán, Siglos XII a XVI, p.126. 59. Mendizábal, Othón. La Evolución de la Cultura Indígena en México, Revista Nueva Antropología, Año III, 12, 1979, 8 p., p.6 60.Carbajal Espinosa, Francisco. Historia de México desde los primeros tiempos de que hay noticia hasta mediados del siglo XIX, p.630. 61. Santamarina Novillo, Carlos. Los Aztecas - Tepanecas, en torno a sus orígenes y gentilicios. Revista Española de Antropología Americana, 36, 2006, 7 p., p.5. 62. Códice Ramírez, Manuscrito del siglo XVI, Relación del Origen de los Indios que habitan esta Nueva España, según sus historias. Anexo de las 151 obras y estudios de Manuel Orozco y Berra, Editorial Innovación, México, 1973, 243 p., p.39. 63. Manuscrito Tovar, p.43 64. León Portilla, Miguel. Los Antiguos Mexicanos, a través de sus crónicas y cantares, FCE, México, 1961, 202 p., p.95. 65. León Portilla, Miguel. Los Antiguos Mexicanos, a través de sus crónicas y cantares, p.70. 66. Manuscrito Tovar, p.49. 67. Códice Ramírez, Manuscrito del siglo XVI, Relación del Origen de los Indios que habitan esta Nueva España, según sus historias. Anexo de las obras y estudios de Manuel Orozco y Berra, Editorial Innovación, México, 1973, 243 p., p.67. 68. Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva, p.255 69.Morgan, Lewis y Bandelier, Adolfo. México Antiguo, p.34. 70.Barlow, Robert. Obras. Los Mexicas y la Triple Alianza, Vol. 3, INAH, ULA, México, 1990. 71. Díaz del Castillo, Bernal. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, p.80. 152 Capitulo 11 Desarrollo Evolutivo de la Sociedad Mexica Dijo Engels: "La primitiva propiedad comunal de la tierra correspondía, por un lado, a un estado de desarrollo de los hombres en el que el horizonte de este quedaba limitado, por lo general, a las cosas más inmediatas y presupone, por otro lado, cierto excedente de tierras libres, que ofrecía cierto margen para neutralizar los posibles resultados adversos de esta economía primitiva. Al agotarse el excedente de tierras libres, comenzó la decadencia de la propiedad comunal. Todas las formas más elevadas de producción que vinieron después condujeron a la división de la población en clanes diferentes y por tanto el antagonismo entre las clases dominantes y las clases oprimidas. En consecuencia, los intereses de las clases dominantes se convirtieron en el elemento propulsor de la producción, en cuanto que este no se limitaba a mantener bien que mal la mísera existencia de los oprimidos".104 104 Engels, Federico. El Papel del Trabajo en la Transformación del Mono en Hombre, Obras Escogidas, I Tomos, Editorial Progreso, Moscú, 1966, TI, p.86 153 Para Engels, lo que verdaderamente importa es la materialidad de la sociedad, es decir, los aspectos físicos, los recursos naturales, el medio geográfico, sobre todo la existencia de ríos, lagos, canales, yacimientos de piedra y otros metales. Es decir, todos aquellos recursos materiales que son indispensables para que los hombres puedan satisfacer sus necesidades y ¿cuáles son aquellas?, las necesidades inmediatas, aquellas que tienen que ver con la alimentación y el vestido. La tierra, un recurso básico, era indispensable para el logro de estos objetivos y por ello los primeros conflictos tienen que ver con las distintas formas de ocupación y de posesión ya que de ellas depende el usufructo de las parcelas, en cualquiera de sus modalidades, al principio muy simples, apenas las de una ocupación arbitraria. Se puede precisar que al principio todas las tierras eran libres, es decir, podían disponer de ellas el grupo de individuos que estaban en un territorio determinado. Se daba la ocupación de hecho; es decir, el grupo humano que llegaba primero a un determinado sitio retenía el territorio, se asentaba en el, se quedaba con sus frutos. La población era escasa y la superficie de las tierras al alcance de los hombres, muy vastas, hasta donde los grupos humanos las podían controlar y repeler las acciones depredadoras de los grupos antagónicos. O como se dice simplemente: hasta donde alcanzaban las flechas. Exaltó Fuentes la importancia que Childe concedió a las condiciones materiales de existencia en la vida de la sociedad humana, así como las relaciones que existen entre los medios de producción y las relaciones sociales de producción, la importancia que tuvieron los oficios prácticos en el desarrollo del sistema 154 productivo, así como la introducción de importantes innovaciones tecnológicas, pero en el que los factores sociales y políticos tenían un rol activo en la evolución de las sociedades. Consideró también que no había propiamente una relación directa entre las edades geológicas y las diferentes etapas del desarrollo social puesto estos obedecen ya distintos procesos históricos particulares, señalando que es fundamentalmente endógeno el desarrollo social.105 Uno de los méritos de la obra de Childe fue el haber puesto énfasis en la práctica de los "oficios mecánicos", es decir, en aquellas actividades vinculadas con la producción material, mientras, la mayoría de los antropólogos ponían de relieve la magnificencia de las pirámides y de los templos, los policromos de los taludes, la belleza de las piezas de alfarería y la complejidad de los primeros textos escritos. Childe hizo referencia a aquellas actividades y a los encargados de llevarlos a cabo que representaban los cimientos de esta estructura como los lapidarios, orfebres, albañiles, carpinteros, labradores de los cuales solo se tenían referencia indirectas, de carácter social, prefiriéndola exaltación de sus manifestaciones estéticas de elevado relieve. Esta minusvalía del llamado "trabajo manual" que aparece en forma recurrente en la historiografía tradicional es un reflejo de las condiciones sociales en que vivían los labriegos y los especialistas, de cuyos representantes o voceros casi nada sabemos. Ellos eran los pilares de la agricultura y los constructores de las grandes 105 Fuentes Miguel, "V.G. Childe, fundador de la Arqueología Marxista", Serie Historia de América Prehispánica en Arqueología. 155 edificaciones, pero históricamente no aparecían, aunque socialmente, las rimas dibujadas, en pictografías y otros documentos de la época. Romero Vargas precisó que había tres características: la ocupación total del territorio aprovechable económicamente por lo que establecen el sistema de calpultin que eran caseríos rurales y casas dispersas, bienes comunes y trabajo y el tequiyo, faena en riguroso turno; la base económica era la agricultura por lo que su estructura una organización política, social y litúrgico basado en los ciclos calendáricos de los diversos productos agrícolas, combinándolos y sujetándolos a la producción de los diversos regímenes del país; la distribución de productos por medio de un doble sistema con una organización admirable de comercio, redistribución de impuestos o tributos en todo el país, realizando un intercambio extraordinario, entre las zonas de producción agrícola y los centros manufactureros; siendo la agricultura y la manufactura los principales factores para darles estabilidad y firmeza, estuviesen en integras zonas económicamente autosuficientes y autónomas, que se norman así mismos y autárquicos (que les dan su propio gobierno) por medio de pactos de amistad, vínculos matrimoniales o tratados de paz, respetando la costumbre, el estatuto personal y las economías locales y regionales, establecieron una superestructura de carácter federal e interestatal en materia política, educativa, científica, y cultura, con un sistema tributario adecuado a las necesidades...106 106 Romero Vargas Iturbide, Ignacio. Las Instituciones, en Esplendor de México Antiguo, T II, p. 729 156 Siendo las tierras la principal base material de la sociedad, asociada a la caza y a la pesa, el cultivo de las plantas, es decir, la agricultura, en sus formas más primitivas, fue su principal forma organizacional, de la cual dependía o producían el resto de las instituciones sociales y jurídicas. Por eso Romero Vargas vincula a la agricultura, la madre de todas las actividades humana, en las formas de distribución de los grupos humanos. Al principio debía haberse tratado de cuevas muy rudimentarias pero en la medida en que evolucionaron estos grupos humanos, evolucionaron y crearon una serie de nuevas necesidades y de comunidades y edificaron casas aisladas y después caseríos que indicaban la existencia de las ideas de la convivencia humana y de la presencia en un determinado punto geográfico. La vida de los hombres se organizó de tal manera que se necesitaba que vivieran grupos humanos en comunidad, para unificar sus refuerzos individuales en la conservación de distintos objetivos materiales. Muchos soñamos que se trató de comunidades basadas en el comunismo primitivo, es decir, en el intercambio armonioso de esfuerzos individuales, en donde no había explotadores ni explotados sino solo participaban en la producción material en términos igualitarios, pero si existió ese periodo de "paz social" debió haber sido por un plazo relativamente corto de tiempo. Afirmó Alfonso Caso que si bien la aparición de la agricultura "no explicaba totalmente" el desarrollo espiritual y material del país "representa la base sin la cual no se puede explicar la gran cultura de los pueblos aborígenes, así como su avanzada organización económica y social, así como el florecimiento de las artes y la ciencia. Cuando el hombre se transforma en agricultor tuvo por primera vez la 157 posibilidad de establecerse en un territorio, abandonando la vida nómada que hasta entonces había llevado; la primera población permanente es la base de las futuras ciudades-estado. El agricultor empezó a medir el año y a calcular por el movimiento de los astros la época propicia par siembra y la recolección y pobló los cielos de poderosas deidades, como un intento de explicar la infinita variedad de los fenómenos. "Explicó que hacia 16,000 años en Egipto había aparecido el cultivo de los cereales, sobre todo del trigo y que en Asia había otras civilizaciones que se fundaron en la explotación del buey, el cerdo, el carnero, pero destacó que en México se había producido el cultivo del maíz, en tanto en China, hace más de 5000 años, la civilización estuvo fundada en el arroz, el mijo y la cebada. 107 El cultivo de las plantas y de los cereales fue un paso gigantesco en el desarrollo de las comunidades humanas, como dijo Caso, aunque conviene precisar que esto implicó un arraigamiento de la idea de asociación y de permanencia. Como decía Engels y lo confirmó Marx, la idea de la explotación inmediata de los recursos naturales disponibles como la plantación de semillas en un pequeño espacio para alimentarse con ellos y después pasarse a otro pedazo de tierra, exactamente para hacer lo mismo, devino en una idea que generaba frutos en forma insuficiente para la población de los grupos humanos que iban en crecimiento. En este periodo, la estructura material de la producción era relativamente pequeña, que correspondía a la existencia de grupos casi nómadas, que tenían muy escasos miembros y que no requería de grandes volúmenes de 107 Caso, Alfonso, Acerca de la Alta Cultura Aborigen, El Universal, 28 de abril de 1935. 158 alimento y de otros satisfactores para cubrir sus necesidades, que eran reducidos, en concordancia con la población y una muy pequeña especialización de las actividades humanas. Pero sin duda la agricultura implica una explotación racional de la naturaleza, de los bienes naturales, como el agua, como su grado de avance en materia de conocimiento de los fenómenos naturales, como la lluvia, las estaciones y otros. Al hacer un llamado Moctezuma llhuicamina a los tlatoanis de las ciudades ribereñas para ampliar el Templo Mayor, les dijo que se necesitaban piedras pesadas y livianas, tezontle y cal y se acordó que Texcoco aportaría los materiales para la construcción de las fachadas, Tlacopan, los de la fachada posterior, Chalco, los de la meridional, Xochimilco, la septentrional, los pueblos de Morelos y de Tierra Caliente la cal, "todos los materiales estaban próximos a la capital mexica lo que implicaba un ahorro inmenso de tiempo y de energía debido a que la mayor parte de los traslados se hacía por vía lacustre; casi todos los acarreos se hacían en canoas, un medio más eficaz de transportar 40 o 50 veces más eficiente que el de los partidas",108 indicando que la mayor parte de las piedras estaban en un radio no mayor de 22 kilómetros a la redonda del Templo Mayor, predominando el tezontle pues combinaba con la limpieza, la tenacidad y la resistencia a la intemperie y la buena lija con la argamasa. Al referirse al Códice Florentino apareció dibujada una cantera, unos jóvenes transportando piedras en una canoa, unas vigas grandes, morillos, tablas grandes y cargas de cal. Había 108 López Lujan, Leonardo y otros. Los Materiales Constructivos del Templo Mayor, Estudios de Cultura Náhuatl, vol.34, 2003, 393p., p.271. 159 yacimientos de tezontle en la sierra de Santa Catarina, y en la zona de Texcoco, en Tepetzinco y Tepepepulco, así como yacimientos de basalto y andesita. Al definir a los grupos sociales que había en el momento de la llegada de los españoles, Olmeda hizo referencia a una fundamental, al de la división primaria de la gran familia azteca "que tenía una economía basada en la agricultura pero sin que la caza, la pesca y la recolección hubieran dejado de constituir una parte muy importante de su sostenimiento económico. Estos grupos habían fijado su residencia, más o menos sólidamente en determinadas regiones: la vida económica estaba basada en la agricultura el cultivo del maíz, del fríjol, de la calabaza, el chile, del algodón y del cacao, constituían la actividad económica preferentemente cuando no única de los individuos. La tendencia general de todo grupo indígena era la de satisfacer sus necesidades alimenticias y de indumentaria mediante la explotación de los recursos locales dentro de cada familia con el esfuerzo combinado de los miembros integrantes de ellos, aunque naturalmente dependían del intercambio que llevaba a cabo por medio del trueque para la obtención de productos tan necesarios como la sal."109 Enfatizó en que no se había descubierto el hierro aunque si había yacimientos de este metal, tampoco se daban las bestias de carga, ni las especies silvestres adecuadas a la domesticación, había muy pocos utensilios de este metal y por ello esos pueblos "no habían dado el paso decisivo más allá del periodo neolítico". 109 Olmeda, Mauro. El Desarrollo de la Sociedad Mexicana. La Fase Prehispánica, Proyección Americana del Modo de Producción Asiático, Edición del Autor, México, 1966,321 p.,58 160 Olmeda hizo el debido énfasis en el carácter local y por ende primitivo de la producción material. En efecto, si los grupos humanos eran notoriamente pequeños, gens de pocos miembros o tribus de reducido tamaño, si los comparamos con otros grupos humanos que existieron tiempo después, entonces el desarrollo de las fuerzas productivas era muy lento porque no se necesitaban importantes volúmenes de productos y satisfactores. Hay que tomar en cuenta, ante todo, en la población, como dice Marx, pues de su tamaño, evolución y crecimiento, dependía el desarrollo de otros factores objetivos de la sociedad humana. En esas condiciones, los grupos humanos eran pequeños y por lo tanto "su mundo" se reducía a pequeñas localidades, generalmente ubicados al lado de los ríos, de los lagos en donde fácilmente podían obtener los satisfactores más elementales sin la necesidad de una compleja división social del trabajo y sin tener que disponer de grandes extensiones de tierra. Se trataba de comunidades, que en este grado de su desarrollo evolutivo, era autosuficiente en la satisfacción de sus necesidades básicos, como la alimentación y el vestido y si bien tenía que usar el trueque con otras comunidades más lejanas, para complementar la satisfacción de esas necesidades, pero sin que se requiriera una compleja red comercial. Dijo Marx que en las comunidades primitivas "los individuos no se comportan como trabajadores sino como propietarios. El objeto de este trabajo no es la creación de valor, aun cuando es posible que se ejecute plus trabajo para intercambiarlo por productos del exterior, sino que su objetivo en el mantenimiento del propietario individual y de su familia así como de la entidad comunitaria global. 161 En la primera de estas formas de propiedad de la tierra aparece ante todo, como primer supuesto una entidad comunitaria resultante de un proceso natural. La familia o la familia devenida tribu, por ampliación o por casamientos cruzados entre familias o una combinación de tribus. Dado que se puede admitir que la vida pastoril o más en general el nomadismo, constituyen las primeras formas de los modos de existencia, en la cual la tribu no se instala en una sede determinada sino que aprovecha para el pastaje lo que va encontrando pues los hombres no son por naturaleza sedentarios, en consecuencia la entidad comunitaria tribal, la mentalidad comunitaria natural no nace como resultado sino como supuesto de la apropiación colectiva temprana del suelo y de su utilización”.110 En las condiciones de aquellas comunidades, en las que imperaba el principio de la igualdad natural pues todos sus miembros tenían la posibilidad de acceder en los beneficios de la naturaleza, en un contexto más o menos similares, si acaso con variaciones en la capacidad física de los individuos, lo que verdaderamente importaba era el plus trabajo, es decir, los grupos que cazaban o pescaban más, los que podían recolectar más frutos en un periodo determinado, sin la posibilidad de obtener ventajas adicionales pues prevalecía el intercambio de productos y no una economía monetaria. No había explotaciones del trabajo de unos individuos por otros individuos, salvo que un grupo sometiera a otro por medio de la violencia y los convirtiera al vasallaje y a la sumisión, los conquistara o los esclavizara. En estos casos, parte de los frutos del trabajo pasaban a ser usufructuados por los primeros, pero en términos generales se trataba de grupos humanos que se 110 Marx, Carlos. Formaciones Económicas Precapitalistas, p.52 162 encontraban aislados, en parajes distantes unos de otros. Cada grupo explotaba los recursos naturales que estaban a su disposición, como las plantas, los animales, el agua, las piedras. "La estructura económica indica que la agricultura fue la base importante, del comercio y el desarrollo subsecuente de las artes y de las artesanías Los excedentes de la agricultura se usarían para mantener a las bases dirigentes que se encargaban de las ciencias pero que no produc.an aumentos. También pudo haber intercambio de productos con otros de la Cuenca. La tierra era propiedad de la comunidad y que se dividiera para el uso de las diferentes familias, un sistema cercano al Calpulli de los Aztecas. También pudieron existir impuestos en forma de alimento y trabajo de mano de obra para los sacerdotes y dirigentes. Al revés grandes extensiones de terrenos pudieron haber estado monopolizadas por el sacerdocio, cuyo cultivo era ejecutado por los campesinos que recibirán parte de los productos como sueldo. La estratificación de la sociedad, la transformación de las villas en pueblos, el incipiente urbanismo, el florecimiento de la arquitectura religiosa, la importancia de la religión y de la casta sacerdotal son aspectos que descansan sobre una mayor productividad económica permitiendo que algunos miembros de la sociedad se liberaran de trabajos manuales, como es el caso de los sacerdotes que negaron a poseer económicamente permitiendo que algunos miembros de la sociedad se liberaran de trabajos manuales, como es el caso también de los sacerdotes que llegaron a poseer el conocimiento de las 163 matemáticas, de la escritura del calendario”, dijo Heydenreich.111 Para Bohem, "los materiales arqueológicos más antiguos se refieren a una diferenciación social prístina entre cultivadores, por un lado y cazadores y recolectores, por el otro, provocada por el éxito de la experimentación milenaria en la domesticación de las plantas. Particularmente, los requerimientos de trabajo del acto estacional de crecimiento y reproducción del maíz y del fríjol, obligaron a la reprogramación de los calendarios, de apropiación y reproducción de la subsistencia. El fenómeno parece haber sido concomitante con una mayor inversión de trabajo en el nivelamiento de terrenos y conducción de agua para sus cultivos y con la apropiación de un excedente por parte de nuevos especialistas en el trabajo intelectual en la dirección y en la toma de decisiones. Parece indicado, por lo tanto, buscar la primera división clasista en esa división del trabajo manual e intelectual, cuando los sacerdotes se especializan en las tareas de intermediación entre la sociedad y la naturaleza y desarrollan la religión con un sistema ideológico que instrumentaba y legitimaba su dominio. A cambio de la realización de esa función, los sacerdotes adjudicaron una parte del producto del trabajo social para promover y reproducir su subsistencia, para construir los edificios y espacios públicos en el ejercicio de su dominio -los templos y las plazas- que fueran los centros alrededor de los cuales surgieran las ciudades que albergaran a artesanos y mercaderes, además del personal encargado de practicar las disposiciones emanadas de su dirección".1 111 Heyndenreich, Doris. Los Primeros Centros Ceremoniales. La cuenca de México, en Del Nomadismo a los Centros Ceremoniales, p. 269 164 Si aplicamos los criterios de Bohem a la vida de los grupos tribunales que salieran del místico Aztlán y llegaron a la Cuenca del Valle de México, encontramos que su principal preocupación, de la cual dependía la vida presente y futura de dichos grupos, encontramos que se trataba de transformar las frutas de la naturaleza, en satisfactores materiales para la subsistencia humana. Llegaban a un paraje y desde luego buscaban las mejores tierras para cultivarlas, aquellos que estaban cerca de los ríos, los lagos y en general de los depósitos de agua, pero estos ya se encontraban ocupados y explotados por otros grupos humanos, que habían llegado a esos sitios con anterioridad. Entonces se generaba una pelea por esas tierras y quienes salieron victoriosos podían quedarse con ellos y gozar de sus frutos. Los terrenos "conquistados" se limpiaban, se nivelaban, se construían ciertas obras hidráulicas para introducir el riego en formas limitada, pero los grupos que eran excluidos del reparto de sus frutos, siempre permanecían al acecho para tratar de recuperar los espacios perdidos. También Olmeda indicó que si bien había artesanos con su oficio específico, todos se dedicaban al cultivo de una parcela, en una primera etapa, la del neolítico, insistiendo en que los pueblos aztecas eran exclusivamente agrícolas y coincidiendo con Cunaw afirmó que ni los artesanos ni los comerciantes vivían prescindiendo de los cultivos de las tierras, es decir, que no eran independientes, es decir, no había una distinción clara entre economía agrícola y economía industrial, coincidiendo también con Childe para quien la existencia de utensilios no implicaba necesariamente una división del trabajo, en donde le mercado fue un 165 instrumento eficaz de distribución de productos y "había una ausencia de intermediarios" lo que demuestra la existencia de formas de trabajo de tipo cooperativo y colectivo"112 Cuando afirmamos que la base material de los grupos indígenas eran la organización el trabajo para la explotación de los frutos de las tierras, no podemos desdeñar la realización de otras dos actividades igualmente importantes: la caza y la pesca y la recolección de la fruta de los árboles. En efecto, los primeros registros históricos establecen que a veces como complemento, en ocasiones y forma preponderante, la caza y la pesca servían para obtener nutrientes indispensables para el desarrollo evolutivo de los seres humanos. No solo trataban de obtener cereales, el maíz en nuestro caso, sino también productos cárnicos de las aves, los repíteles, los peces, así como la recolección de frutos, que fue una de las actividades primigenias de los hombres antes del conocimiento y de la práctica de la agricultura. Como dice Childe, la evolución de la división del trabajo debía haber empezado de la forma más simple, hasta formas más complejas. Por ejemplo, la separación de las funciones productivas de los hombres y de las mujeres, pues mientras este se dedicaba a la caza de animales, en donde se requiere una mayor fuerza física, las segundas se dedicaban a la agricultura, a la preparación de alimentos y al cuidado de los hijos. A pesar de que se fue incrementando la división social del trabajo, esas actividades, crecientemente especializadas, giraron en torno del cultivo de la tierra. Olmeda, Mauro. El Desarrollo de la Sociedad Mexicana. La Fase Prehispánica, Proyección Americana del Modo de Producción Asiático, p.67 112 166 "La concepción materialista de la historia parte del principio de que la producción y junto con ella, el intercambio de sus productos, constituyen la base de todo el orden social; que en toda sociedad que se presenta en la historia. La distribución de los productos y con ello la articulación social en clases y estamentos, se orienta por lo que se produce y por como se produce, así como por el modo como se intercambia lo producido. Según esto, las causas últimas de todas las modificaciones sociales y la subversiones políticas no deben buscarse en la cabeza de los hombres, en su consciente comprensión de la verdad y la justicia externa sino en las transformaciones del modo de producción y de intercambio; no hay que buscarlas en la filosofía sino en la economía de que se trata".113 Los acontecimientos históricos sobresalientes de estos pueblos giran en torno de la conquista, posesión, usufructo, transmisión, explotación de la tierra. Sobre estas formas o manifestaciones de la propiedad se desarrollan instituciones, mecanismos, formas supere estructurales como mitos, creencias o concepciones religiosas y luchas políticas, que tratan de legitimar o en tales casos de subvertir. La principal forma de propiedad es la comunal, tribal o comunitaria, o colectiva que desde un principio se comparaba la validez de un principio básico: lo la combinación, el entrelazamiento de diferentes esfuerzos individuales, los de todos los miembros de una colectividad, aseguraban la explotación de los frutos de la naturaleza y su reparto equitativo para todos. En las crónicas históricas, no se 113 Bekerman, Gerard. Vocabulario Básico del Marxismo: Terminología de las Obras Completas de Karl Marx y Friedrich Engels, p.120 167 habla de los indígenas como personalidades, individuales, salvo de los dignatarios y de los guerreros, sino de los propios humanos que por razones naturales se asociaban para la producción. Los problemas materiales de la vida social no los resolvían los individuos en lo personal sino en lo colectivo. Engels afirmó "que la tierra cultivada continuó siendo propiedad de la tribu y se entregaba en usufructo primero a la gens, después a las comunidades de familias y, por último, a los individuos. Estos debieron de tener ciertos derechos de posesión, pero nada más. En este periodo tuvieron mucha importancia social el ganado y sus productos como los lácteos y la carne" pues el ganado llegó a ser una mercancía que valora a todas las demás y se aceptaba con mucho gusto en todas partes a cambio de ellos; en una palabra el ganado desempeñó la función del dinero y sirvió como tal ya en aquella época".114 En una etapa muy posterior, Engels separó las actividades del hombre de la agricultura y la incorporó a otros campos y apareció una diferenciación mayor de los oficios. Engels, precisó una de las características básicas de la explotación de los bienes naturales, que correspondían a la naturaleza de la estructura material: los bienes eran propiedad comunal, es decir, de las tribus, de los sujetos sociales en cuanto un todo, se trataba de una propiedad colectiva. Por ejemplo, la explotación de las aguas de un río, de un lago, de un canal, era del pueblo que las había conquistado u ocupado y no de un miembro de la tribu en lo particular. No era de A, B o Z miembros de ese grupo social, sino del grupo social como tal. Después las formas 114 Engels, Federico. El Origen de la Familia, La Propiedad Privada y el Estado, p.311 168 de explotación variaron en sus formas de explotación y de usufructo es decir, se transfirieron a las gens, a los calpullis e incluso a ciertos miembros de la comunidad, pero como derecho que les eran transferidos y no como una propiedad absoluta. Persistía la convicción que aun con el crecimiento de la población y por ende, también con el crecimiento de la demanda de satisfactores, lo conveniente para la sobrevivencia del grupo, era el mantenimiento de la propiedad originaria de las propiedades, las aguas y los pastos, por parte de la comunidad como realidad sociológica. Las "artes de subsistencia" eran producto de la inteligencia de los hombres, pero también independiente de la institución, pero reconoció que ese invento y descubrimiento estaba ligado al desenvolvimiento de la sociedad, pero también que la propiedad estaba relacionada con las instituciones y por ello la propiedad fue el factor que permitió la aparición de la familia monogámica y señaló también "que la propiedad privada sobre los medios de producción, ya en el periodo de la "civilización", como los responsables, tanto de la desigualdad social, como de los sistemas de dominación que tienen como función reproducir esa condición de desigualdad y a su vez esta situación de desigualdad en dominación generó luchas".115 En gran parte, la historia de los grupos humanos que poblaron la Cuenca del Valle de México tiene que ver con la forma de propiedad, de usufructo de las tierras, del reparto de sus frutos. La expansión de los mexicas, desde su llegada a la zona lacustre, estaba relacionada con la conquista de mayores extensiones de tierra para tener una superficie mayor que permite incrementar la producción de 115 Díaz Polanco, Héctor, Morgan Evolucionismo, p.19 169 alimentos para una población creciente. Lo mismo podemos decir de los habitantes de la región Acolhua y de otros grupos humanos que dilataron a través del tiempo la aparición de las formas de la propiedad privada. Para ello se establecieron y defendieron instituciones sociales que permitían afirmar el carácter social de la propiedad indígena, como los lazos de parentesco. Era ley común y aprobada costumbre entre estos indios occidentales tener grados de consanguinidad entre si, los cuales reconoció por impedimento forzoso para no contraer matrimonio entre los comprendidos en ellos. Esto era padre con hija, hijo con madre, suegra con nuera, yerno con suegra, padrastro con entenada, entenada con madrastra y hermano con hermana. Todos estos grados eran ilícitos y dirimían el matrimonio y si alguno de ellos era hallado haber cometido este acto, era castigado por ello, como transgresores de su usada y prohibida costumbre. Los mexicanos y los texcocanos, en todos los reinos y provincias, jamás usaron sus casamientos en los grados que algunas naciones referidas, más antes quedan los grados de consanguinidad pues se ha dicho; otro abuso usaron algunas gentes de otras provincias muy apartadas de este de México y Texcoco y fue que los señores y gente principal, que usaban de tener muchas mujeres, muerto este las recibía el hijo que heredaba el señorío y las tenía por propias, pero también esto fue poco usado".116 Entendemos esta "ley común" como una forma fundamental que organiza a la sociedad en su conjunto pues tiene ramificaciones no solo económicas, sino 116 Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, T. IV, p. 172 170 sociales y políticas. Desde el punto de vista de la estructura material, el hecho de otorgar privilegios a los miembros de la gens o del calpulli para la transmisión de la propiedad de las tierras impedía que otros grupos de la misma comunidad pudieran apoderarse de ellas, o que lo hicieran miembros sueltos en lo particular. Los bienes naturales siempre quedaban bajo la jurisdicción y el usufructo de los mismos miembros de los grupos fundacionales. En realidad, eran grupos socioeconómicos que, como tales, podían establecer vinculaciones políticas con grupos de otras regiones o comunidades, pues la estructura de Tenochtitlan era esencialmente la misma que la de Texcoco o Tlacopan. Pertenece a un mismo grupo humano, utilizando los lazos de consanguinidad como un rasgo distintivo, aseguraba por ende la perpetuación de las formas de propiedad de la tierra y el goce de sus beneficios. Precisamente, Engels consideró que había habido una evolución en las gens y en las tribus, debido, entre otros factores, a la aparición de los comerciantes y poco a poco fue disminuyendo la importancia de estas asociaciones, habían surgido nuevas necesidades y nuevos intereses y los artesanos que nacían en aquella época, constituyeron nuevas agrupaciones. "En una palabra, el régimen de la gens, fruto de una sociedad que no conocía antagonismos, intereses, no era adecuada sino para una sociedad de esta clase. Pero acababa de surgir un factor disolvente: los comerciantes, que comenzaron a acumular importantes fortunas y así surgió una sociedad dividida en hombres libres y esclavos, en explotadores ricos y en explotados pobres y el régimen gentilicio fue sustituido por el 171 estado".117 En rigor, ninguna sociedad permaneció congelada o "estacionada" en el tiempo histórico sino todo evoluciona y progresa hacia estados diferentes e incluso superiores. La estructura material que se constituye en un momento dado, como sería la agricultura arcaica y primitiva, evolucionando en la medida en que se mejora y perfeccionaron los instrumentos de producción y se incrementan los volúmenes de satisfactores. Entonces surgen nuevos problemas, como el de la forma de repartir esos beneficios. Engels afirmó que las sociedades gentilicias, es decir, aquellas basadas en la gens, no permanecen inmóviles, no podía serlo de ninguna manera, sino que va sufriendo transformaciones internas que debilitan a los linajes y la vinculación de los lazos de parentesco para pasar a formas más abiertas. Hay grupos en la sociedad igualitaria, que parecen remontarse en las quimeras de la humanidad pero que no es así pues tiene una cierta realidad sociológica, que empieza a usufructuar en su beneficio parte del plus trabajo que generan los miembros de la comunidad. Estos son elementos de distorsión pero que a la vez producen nuevos elementos de la sociedad humana, que a la vez que impulsan formas de desigualdad social, se nutren de ellas. Para Vaillant, el "Consejo Central dividía la las tierras entre los clanes y los caciques de cada uno de ellas distribuía las raciones entre los jefes de familia justa y equitativamente. También se reservaban zonas para el sostenimiento del 117 Engels, Federico. El Origen de la Familia, a Propiedad Privada y el Estado, p.320 172 jefe y el personal del templo, para los abastecimientos de guerra y para el pago de tributos, todos ellos trabajaban en comunidad aunque, sin duda, también son esclavos. A la muerte de un usufructuario, las tierras pasaban a sus hijos y si morían sin descendencia la propiedad volvía al clan para que se volviera a distribuir como sucedía también si el propietario no cultivaba su parcela durante un periodo de 2 años. Este sistema podía funcionar equitativa y provechosamente para todos los interesados, mientras una sociedad se mantuviera relativamente estática y tuviera tierras laborables disponibles. Sin embargo, en el Valle de México este sistema dio lugar a desigualdades. La creciente población de los grupos del Valle agota toda tierra disponible y las familias y los clanes no tenían manera de incrementar sus propiedades agrícolas. Una parcela que producía abundantes productos para una familia pequeña ofrecía subsistencia insuficiente para una grande". 118 La estructura clánica de la sociedad mexica, evolucionó de forma simplificada, como la descrita con anterioridad, a otras más evolucionadas, las cuales tienen su expresión más acabada en el periodo de Itzcóatl quienes efectuaron repartos de tierra para gratificar méritos militares, al margen por completo de las formas tradicionales de transmisión de la riqueza, basados en los lazos de consanguinidad. Los clanes o las gens parecen corresponder a grupos humanos pequeños que fácilmente se pueden satisfacer sus necesidades alimenticias y de vestido, pero en la medida en que estos grupos crecen desde el punto de vista 118 Vaillant, George. La Civilización Azteca, Origen, Grandeza y Decadencia, revisado por Susana B. Vaillant. FCE. México, 1977, 303 p., p.109 173 numérico, esas formas de distribución se convierten en una tribu, en un obstáculo para el desarrollo de los grupos humanos, lo que induce a "abusos" esos comportamientos estando pendiente la autorización de "agentes libres", como los comerciantes que los dislocan. La historia siempre es relativa pues los volúmenes de producción y de abastecimiento que correspondía a una etapa y que cabrían fácilmente sus expectativas, en otras etapas puede no hacerlo y en la estructura material tiene que sufrir cambios, muchos de ellos elementos desde el poder. También Chavero hizo referencia a la existencia de diferentes tipos de casas, según era la dignidad y naturaleza de quienes habitaban en ellas: estaban los de los grandes dignatarios, guerreros distinguidos, de los sacerdotes, llamados teccalli o casas de señores y no podían penetrar a ellas ninguna persona que no fuera de idéntica condición. Seguía en categoría menor los pillcalli o casa de los principales que no habían legado a Tecuthlli; después los cauhcalli, o casas de guerreros que se dividían en cauhtli y los ocelotli. A los que se distinguía en acciones bélicas, se les nombraba tequihua y se les ponía una insignia para dar muestra de su valor y los libraban de todo tributo y los autorizaban para que él y sus hijos pudiesen usar algodón en sus trajes y cactli en sus pies y tener las mujeres que pudiera sustentar. A otro que también se distinguía les daban tierras en propiedad, podían bailar en los eventos "y empieza en él su linaje, gozando sus 174 hijos de sus privilegios".119 Una de las manifestaciones de esta "modernización" como resultado de las acciones sobresalientes de los guerreros y de los egresados del Calmecac en la transformación de las casas y habitaciones que en un principio eran de paja y bajareque y de otros materiales perecederos y que ahora se fabrican de adobe y argamasa, incluso de estuco; aparecen "grandes ciudades" o zonas urbanas, centros ceremoniales, que a la vez son sedes de aparatos burocráticos y administrativos, conjuntos residenciales de los jefes, militares, sacerdotes y guerreros, personas que sirven al aparato dominante. A un lado muchas casas en donde habitan los artesanos, los comerciantes y los labradores, correspondiendo cada casa a su condición de clase. De los caseríos dispersos y pequeños se transitó a conglomerados urbanos como Teotihuacán, Xochicalco, Texcoco, Tacuba, Chalco y otros muchos que revelaban en gran crecimiento de la población y por lo tanto una especialización mayor de las estructuras agrícolas que abarcaban hasta la agricultura chinampera y la agricultura de riego, coexistiendo con la de terrazas. Olmeda, por el contrario, no se dejó guiar solo por las clasificaciones que había elaborado Morgan, Thompson y Marx sino prefirió desglosar sus características distribuían estas sociedades primitivas, prehistóricas y pre clasistas están basadas en el parentesco, es decir, los habitantes de un territorio determinado son 119 Chavero, Alfredo, México A través de los Siglos, Obra única en su género, publicada bajo la dirección del general Vicente Riva Palacio, X Vols., Editorial Cumbre, México, T. II., p.145. 175 descendientes de un antepasado común y por consiguiente están emparentados entre si, la exclusión en ese territorio acotado y toda persona extraña en la comunidad, un nivel de desarrollo atrasado y no se registran excedentes, ausencia de una razón natural como instrumento de una explicación natural de explicación y conocimiento de los fenómenos del mundo exterior.120 Después hizo suyas las explicaciones de Morgan respecto de la sociedad azteca, considerándolas válidas, indicando que en las obras de los cronistas españoles se publicaron rasgos de la existencia de gens y fratrías, como fue el caso de la ciudad de México, que estaba dividido en cuatro cuarteles cada uno de ellos ocupado por el linaje, es decir, por persona que tenía un vínculo común, como se refleja también esta composición en la tenencia de la tierra, destacándose también la existencia de un consejo de jefes en cada una de las tribus. Todos los cronistas le dan la razón a Morgan en relación a la existencia de varios rasgos que son similares: los habitantes del valle de México se consideraban descendientes de unos antepasados que eran comunes, los mecanismos de trasmisión del poder y de la riqueza se hacían por medio de los lazos de consanguinidad, tenían la misma explicación general del mundo, la vida y la sociedad. Incluso una gran parte de estos textos representan la búsqueda del origen de los linajes de los señores de Xochimilco, Chalco, Texcoco y de otras poblaciones, en cuyos estudios se mezclaban elementos religiosos y mitológicos. Lo que demostraban era el gran peso que tenían los lazos de consanguinidad, que 120 Olmeda, Mauro. El Desarrollo de la Sociedad Mexicana. La Fase Prehispánica, Proyección Americana del Modo de Producción Asiático,., p.92 176 eran los que soportaban la estructura material. La estructura de la agricultura basada en grupos sectoriales, no solo tenían finalidades productivas sino también urbanísticas, como la formación de las cuatro parcialidades de la ciudad de Tenochtitlán, que tenían no solo un territorio determinado sino también divisiones particulares. Eran no solo centros de producción agrícola, sino también de productos artesanales, pero en forma más extensa, centros de vida en general. Indicó Caso que el surgimiento del estado o de los estados proviene de las aldeas en las que se transita de una solidaridad familiar a una solidaridad política "pero en la aldea hay algo que es muy característico: la homogeneidad del trabajo entre los habitantes. Todos hacen todo. Por su puesto que hay una división del trabajo determinado por la edad y el sexo; hay trabajo que puede hacer un niño, diferente de los que hace un viejo y hay diferentes trabajos para hombres y mujeres, pero no hay la división del trabajo que implique clases o gremios. No hay carpinteros ni albañiles, no hay sacerdotes ni militares. En un momento dado, todos los hombres de la aldea son militares o todos practican determinado rito religioso. Poco a poco va surgiendo la especialización, pero esta especialización no hombres y no de grupos".121 Desde este punto de vista existe un imperio, el olmeca que tuvo un gran adelanto artístico y estilístico y que floreció en esa zona en donde había grandes ríos, como es la frontera entre Veracruz y Tabasco en donde se trabajaba por medio del sistema de milpas, es decir, de raza y tumba, pero estos resultaron cada vez más improductivas por lo que muchas poblaciones se tuvieron que 121 Caso, Alfonso. Homenaje Alfonso Caso., p.213 177 abandonar. En la agricultura y en la sociedad en general en una primera etapa, como dijo Caso, había una gran uniformidad en la distribución del trabajo pues podemos decir que todos eran agricultores o campesinos, todos tenían que preparar las tierras, barbecharlas, plantar las semillas y recolectar sus frutos. No había dificultades mayores en el reparto de lo producido pues no se habló de la existencia de excedentes que generaran conflictos sociales o condujeran a guerras, pues en todo caso los excedentes servían para abastecer los templos, los palacios de los gobernantes y las casas reales. Estas eran personalidades que en forma paulatina se fueron separando del resto de la sociedad para ocupar puestos directivos, de influencia social e ideológica y de conducción política, es decir, se fueron transformando en parte de las clases directoras. Estos individuos habían dejado de ser productores de alimentos, de bienes y satisfactores materiales para convertirse en elementos parasitarios desde el punto de vista económico. Todas las sociedades, incluso las más primitivas, tuvieron un cierto grado de especialización, una cierta división del trabajo, pero estos elementos socioeconómicos se fueron acentuando y depurando en la medida y en correspondencia del aumento de la producción y también de la producción. Si bien Bandelier insistió, siguiendo a Morgan, en que lo predominante eran los grupos de parentesco entre los mexicas que soportaron un proceso unitario muy importante durante muchos años pero que después fueron apareciendo gérmenes de discordia que los perturbaron. En una primera etapa el gobierno se integraba 178 por siete jefes, representantes de 7 grupos de parentesco, que se reunían en pie de igualdad, pero también había 4 sacerdotes ancianos que eran los "cargadores de Dios" y que la superficie de tierra en que se asentaron eran muy pobres y muy reducidos y que esos grupos de parentesco estaban vinculados con las necesidades de la guerra y de los cultos religiosos. Al referirse a la elección de Acamapichtli, señaló, recordando a Morgan, que se trataba de una situación similar a la ocurrida entre los indios pueblos de Nuevo México pues apareció un Consejo Supremo, impuesto por dos jefes principales y para el se trata no del establecimiento de un estado feudal sino de una confederación y que incluso en la última etapa, la correspondía a Moctezuma siguió "siendo una sociedad exclusivamente tribal" pues la sociedad tribal, presupone igualdad de derechos entre todos los miembros de los grupos de parentesco que la componen la tribu. De esto se desprende que no pueden existir "castas", ni rangos hereditarios, que entre los antiguos mexicanos no podía existir ninguna división de clase alta y clase baja, ni "nobles" o "plebeyos" ni en profesores o vocaciones hereditarias, como "sacerdotes", "guerreros", "artesanos", "labradores". Como ocurrió con todos los grupos humanos y siguiendo el razonamiento de Bandelier, los lazos de parentesco y de consanguinidad se fueron debilitando como resultado del crecimiento de la población, de la formación de las instituciones estatales y de los requerimientos de la agricultura así como del surgimiento de profesiones. No desapareció el carácter agrario de la sociedad al mantener inalterable la importancia de la agricultura, pero si se modifican los viejos vínculos sociales pues ya no era necesario haber pertenecido a una casa 179 real o ser descendiente del linaje de un jefe militar o de un guerrero, sino que lo importante era haber tenido méritos en una guerra. Para tener acceso a las tierras, dotando esta en forma individual y privada, había que distinguirse en una batalla. Hemos dicho que se debilitan las relaciones patriarcales o gentilicias pero no que desaparecieran, pues gran parte de esas instituciones fueron revitalizadas por Moctezuma quien pretendió establecer lo que en términos europeos sería una nobleza hereditaria o una monarquía a lo occidental. Al suavizarse las anteriores formas de vinculación encontramos un gran crecimiento de la producción material, un gran auge de la agricultura, la pesca, sobre todo las actividades comerciales, lo que demuestra que la estructura cerrada o ciánica que creyó ver Morgan estaba siendo superada por el movimiento objetivo de las relaciones de producción. Dijo Carrasco que "había en México una gran cantidad de entidades políticas, total o parcialmente independientes unas de otras y con importantes diferencias sociales y económicas. Coexistían distintos niveles y formas de organización económica incluso dentro de una misma entidad política. Había una distinción entre ciudad y campo de cada tipo de población. Se observó también un gran desarrollo de la forma política de la organización económica; por ejemplo, un complejo sistema tributario, enormes almacenes reales, grandes obras públicas organizadas por el estado y tierras públicas, del rey o de otras entidades, trabajadas mediante correas. Por otra parte había numerosos mercados a los que concurrían cantidad de gente y mercaderes profesionales que organizaban expediciones mercantiles a remotas regiones, lo cual parece indicar otra forma de organización de la economía. 180 La base de la economía era una estructura de dominación política definida por la existencia de dos estamentos fundamentales: los nobles o pipiltin que formaban como personal de gobierno, la clase dominante que controlaba los medios materiales de producción y los plebeyos o macehualtin que era la clase trabajadora dependiente política y económicamente de la nobleza. La primacía del factor político en la organización de la economía se ve en que este es el que explica los procesos de producción y distribución.122 Las explicaciones de Morgan corresponden a un grado incipiente del conocimiento de la naturaleza de los pueblos al reducirlos a la categoría de tribus y en la Triple Alianza a la de una "confederación de Tribus", que era el grado de conocimiento científico a que se había arribado a finales del siglo XVIII. Si se examinan esas realidades en un periodo superior, sobre todo con el avance de los descubrimientos arqueológicos y sobre todo con los múltiples estudios de casos que se han producido, los grandes estudios especializados, regionales, que se han hecho, encontramos que la teoría de Morgan señala una estructura muy pequeña, pero no podemos negar tampoco que Morgan admitió que ese tipo de pueblos estaba en un proceso de evolución antes de la llegada de los españoles. Una gran parte de los elementos que Morgan descubrió se modificaron hasta debilitarse para pasar a formas de coexistencia de múltiples instituciones. Si la teoría de la línea de parentesco no se hubiera modificado, no habrían surgido los 122 Carrasco, Pedro. La Economía Prehispánica. Ensayo sobre el Desarrollo Económico de México y América Latina, 1500-1975, Compilador Enrique Florescano, FCE, México, 1987, 421 p., p.17. 181 mayeques, por ejemplo, que fueron los aparceros y que sientan las bases para otras formas de propiedad de la tierra... Bandelier formuló varias precisiones muy importantes: Entre los aztecas, el concepto de propiedad abstracta del suelo no había aparecido, solamente tenían el derecho a usar cierta extensión de tierra pero no tenían derecho de posesión y por lo tanto "no había nobleza ni patriarcado. Tampoco había una casta hereditaria de hechiceros o sacerdotes y tampoco había una clase permanente de labradores para cultivar la tierra, los hijos no estaban obligados a seguir con la misma profesión que había tenido su padre, quedaban muy poco de "riqueza" por los individuos que se dedicaban a las artes mecánicas y a las artesanías que propiamente no había condiciones para formar una clase social y ni siquiera se podía decir eso de los mercaderes no obstante los privilegios que tenía "pero había un grupo que crecía lenta pero constantemente, los trabajadores de las tlamilpas o los macehuales"123. El grupo de parentesco tenía el derecho de dar el nombre a sus miembros pero no había apellidos lo que indicaba que aun no había una familia en el sentido moderno. Tenían (dicho grupo) el deber de educar o capacitar a sus miembros para todas las ramas de la vida pública. Cevallos Novelo, quien se refirió a la construcción (paulatina) del Templo Mayor y dijo que "con la madera hicieran estacadas que rellenadas de piedra, tierra y césped aumentaron la superficie del islote, consiguiendo después unir a las 123 Bandelier, Adolfo. La Organización Social y la Forma de Gobierno, p.209 182 pequeñas islas cercanas, para ganar de esta suerte, mayor terreno a las aguas. Con el aumento de espacio ocupado aumentaron las chozas de paja alrededor del santuario de la deidad, aguardándose a la vez el mamaxtii primitivo, que comenzó a alcanzar la grandeza y suntuosidad que le dieron los monarcas posteriores. Con la gran cantidad de materiales que por convenio especial con los señores de las orillas del lago o por conquista de los menos poderosos, iban adquiriendo los mexicanos, mejora la calidad de sus construcciones y formaron acueductos, después puentes, calzadas que los comunican con la tierra firme" 124.Las casas de los pobres eran de adobe y de madera, con cimientos de piedra, mientras que los de piedra eran de cal, piedra y madera y eran por lo general casas de un solo piso. De acuerdo con las crónicas históricas y los descubrimientos arqueológicos, los principales recursos naturales eran el agua y sus productos propios de una zona lacustre, como pescado, tules, pajas, madera. En virtud de ser un conjunto de lagos y de lagunas, las tierras y las piedras eran escasas pues estas últimas tenían que traerse de Chalco. Fue una lucha permanente y sistemática por quitarle tierra firme a las zonas invadidas. Desde que llegaron a la Cuenca los indígenas buscaron ampliar sus zonas de cultivo para abastecer sus necesidades alimenticias, siempre crecientes en la medida en que aumentaba la población. Los materiales empleados eran muy precarios, pues al parecer se trata de construcciones de paja y de bajareque, incluso las primeras construcciones religiosas y solo después se emplea el adobe y la piedra y se hicieron grandes 124 Cevallos Novello, Roque, El Templo Mayor de México Tenochtitlan, p.343 183 avances arquitectónicos. En esa primera etapa, el principal recurso natural eran los productos derivados de la pesca, la captura de pececillos, ranas y otros moluscos. En su estudio Van Zantwijk indicó que 7 fueron los barrios originales de Tenochtitlán: Yopico, Tlacochalcah, Huitzaohuac, Tlacotecpan. Chalmecah, Cihuatepcpan, Izquitlán. A ellos se sumaron después Tzanomalco, Tezcacoac, Tlamatzaco, Molió Ixtillan, Chililico, Milnahuac, y Coatlixixouhcan. De los barrios que daban servicio a Huitzilopochtli, estaban Huitzanahuac, Tlamatzanco, Yopico y Tzanomalco, los cuales, sus habitantes sostenían los calmecacs. Este autor realizó un esfuerzo para relacionar cada barrio con el calpulli pero había dificultades "pues en cada calpulli se veneraban varios dioses o diosas o por lo menos a varias apariencias o manifestaciones diferentes; además varios barrios tenían más de un nombre". Observó que los principales funcionarios o gobernantes tenían que estudiar en una de estas prestigiadas instituciones educativas y que los individuos tenían la posibilidad muy limitada de ascender en la escala social independientemente de su filiación sub tribal, para concluir que los siete barrios originales, entre ellos el de Tlacatecpan, que era el barrio de la familia del Tlatoani, siendo este calpulli el más importante, con un estatuto más alto de los otros seis. El carácter lacustre de la zona determinó la vida de los grupos indígenas pues a partir de su instalación en ella, en medio de guerras y conflictos con los grupos que ya vivían en ella con anterioridad pues se dedicaron a realizar construcciones 184 de madera para estancar, rellenar de tierras las zonas invadidas y así poder realizar chinampas y fabricar edificaciones, hasta integrar los cuatro barrios originales en los cuales se dividía la población. En cada barrio había un dios particular, pero un dios general les había ordenado que así se distribuyera la población. Cada barrio tenía su propia estructura interna y organizacional pero no se ha podido precisar si a cada una de ellas correspondía un calpulli, es decir, tantos barrios equivaldrían al mismo número de calpullis, porque el concepto de calpulli tenía diferentes significados, que no necesariamente tenían que ver con los espacios físicos que lo comprendían. Siendo zonas homogéneas desde el punto de vista de los recursos naturales, las parcialidades o barrios tenían una identidad esencial.125 Por su parte, Caso llegó a la conclusión de que en la primera etapa, la de la peregrinación y asentamiento en la zona lacustre, se trataba de parcialidades o clanes y que juntos formaban una tribu la cual estaba unida por lazos de parentesco, aunque indicó que con Acamapichtli, Chimalpopoca e Itzcoatl, los pipiltin o nobles eran muy numerosos y formaban una clase social distinta a los macehaullis, pero con Itzcoatl se firmó un convenio los macehualtin estuvieron de acuerdo en una relación de servidumbre hacia los nobles descendentes de los toltecas; el éxito de la guerra contra Atzcapotzalco permitió a Itzcoatl disponer de la tierra a costa de los vencidos y de siervos para cultivar las tierras que recibieran el nombre de moyoquiles, pero también repartió tierras a los pillis y creó una 125 Van Zantwijk Rudolf. Los Seis Barrios sirvientes de Huitzilopochtli, en Estudios de Cultura Náhuatl, número VII, México, 1966 p. 89 185 nobleza a la manera de los toltecas. "La propiedad de las tierras entre los aztecas, desde entonces fue de dos naturalezas: por una parte las tierras de los macehualtin, cuya propiedad era comunal dentro del clan y las tierras de los principales y nobles, que tenían dichas tierras en un tipo de propiedad o tenencia individual transmisible por medio de la herencia, lo que aseguraba la permanencia de una clase noble, distintamente de la clase plebeya, no solo por su origen sino también por el poder económico".126 Por lo tanto a partir de Itzcoatl la sociedad quedó dividida en dos grandes clases, la de los nobles descendientes de los toltecas y aztecas y la de los plebeyos sin sangre tolteca. En la primera etapa, en el marco de una evolución que va de lo simple a lo complejo, los lazos clánicos y gentilicios que había en las unidades productivas y sociedades, los calpullis, era muy sólidos y aquí Morgan tiene razón y pocos autores se atreven a discrepar de esta concepción. Se trata de un principio elemental o fundamental en la historia y el devenir de todas las sociedades humanas, aunque estas se encuentran en un diferente grado de desarrollo. Caso vincula las transformaciones de las formas de propiedad con el tipo de gobierno existente pero en realidad es necesario advertir que esta evolución está relacionada con el crecimiento de la población en su conjunto y por lo tanto de sus necesidades y satisfactores. Todo parece indicar que la forma principal de la propiedad, la comunal en sus diferentes manifestaciones se fue debilitando, aunque no desapareció. 126 Caso, Alfonso, Obras, T. VI, p.214 186 Aparecieron nuevos grupos humanos y gérmenes de clases sociales, pero dicho fenómeno tiene un largo proceso de gestación y de desarrollo, que incluso puede durar siglos completos -como la aparición de los peones de las haciendas- siendo los factores políticos los que impulsaron y determinaron su progreso, como los repartos de tierra como recompensa por los méritos de carácter militar, que debieron causar efectos destructivos a los calpullis, por la aparición de muchos agricultores privados o libres. También Caso se resistía a afirmar que los aztecas era una tribu sino más bien un estado, aunque admitió que en una primera etapa eran agricultores, cazadores y pescadores del lago, también hasta el periodo de Itzcoatl, pero a "partir de Itzcoatl los nobles aztecas tuvieron tierras propias y en los barrios disponen de tierras para aumentar la riqueza. De este modo se estableció la distinción económica entre las dos clases fundamentales del pueblo azteca, los pipiltin y los macehualtin, por la diferencia de la tenencia de la tierra. En efecto, los antiguos clanes y los nuevos, creados en Tenochtitlán, no podían poseer la tierra sino en forma comunal. La tierra de los barrios o calpullis, llamados calpullis, eran parcelas entre los vecinos del barrio pero no la tenían en propiedad sino en usufructo; es así que cada jefe de familia tenía no solo el derecho de poseer una parcela dentro de las tierras comunales que pertenecían al barrio sino también la obligación de trabajarlas, a tal punto que si en dos años no lo hacían, volvían las tierras al clan al que podían entregarlas a otro de los vecinos del mismo. Las tierras de los nobles tenían una situación completamente diferente. Se llamaban pillalli y eran dadas por el rey en propiedad o tenencia individual; se transmitían por herencia y eran trabajadas no 187 por los miembros del calpulli sino por individuos conocidos como mayeques que tenían una situación muy semejante a los siervos de la gleba dentro del régimen feudal".127 Los cronistas refieren la existencia de un proceso evolutivo que va desde Acamapichtli hasta Moctezuma en el contexto de las relaciones de producción y por lo tanto la estructura material se fue modificando de lo más simple a lo más complejo, aunque se trata de un periodo relativamente corto de tiempo, de tiempo histórico, proceso que se enfrenta a un fenómeno exterior: la conquista española. Sin embargo, algunos rasgos básicos permanecieron inalterables, como el carácter agrícola y la aparcería. Esto hizo pensar que esas sociedades habían evolucionado de la categoría de tribus a la de estados plenamente desarrollados y hasta de estados imperialistas. La influencia de Duran es notable en esta transición pues existe la impresión de con Moctezuma de estaba organizando una sociedad muy parecida a la de la monarquía europea, basada en la nobleza y en un regreso al linaje de los antiguos príncipes. La estructura material evolucionó con la construcción de obras hidráulicas de pequeñas y medianas dimensiones, como las obras que se realizaron en la zona lacustre para evitar inundaciones, aunque no se encuentran datos cuantitativos que permitan evaluar un aumento en la productividad, la cual solo se presupone. Indicó Matos Moctezuma que para la construcción de la ciudad de México en una zona lacustre con un suelo inestable y lodoso en que se tenía que compactar el 127 Caso, Alfonso, Obras, T. VI, p.220 188 suelo se utilizan maderas y piedras de origen volcánico, sobre todo para hacer adobe con techos de maderas y paja con recubrimientos de estuco, colocaban pilotes de madera y rellenan con piedras y lodo para hacer una plancha, hacer calles que sirven para la comunicación por canales de agua.128 La historia de la ciudad de Tenochtitlán, es la historia de su espacio físico. Una gran parte de su desarrollo político está vinculado con el carácter lacustre de la zona pues influye no solo en su economía sino también en su política de alianzas y de expansión. Los cronistas confirman que los suelos eran muy precarios, hechos de lodo y de arcilla y que si se deseaba tener una superficie más o menos estable se necesitaba rellenar con piedras. Hasta para la construcción del primer altar a Huitzilopochtli había que realizar este procedimiento y por ello se edificó con materiales deleznables que pudieran soportar ese tipo de suelos. Los mexicanos buscaban espacios vitales para erigir sus edificios y pirámides pero también sus zonas residenciales. Es posible encontrar una diferenciación clasista de las regiones urbanas: al lado pero fuera de los centros ceremoniales, a los cuales no tenían acceso, estaban las casas de los labradores y de los artesanos, que eran la mano de obra disponible de la élite gobernante. En los centros ceremoniales encontramos los adelantos tecnológicos más sobresalientes, incluso, complejos sistemas de drenaje y alcantarillado como los había en las ciudades antiguas del Mediterráneo, pero en las zonas habitacionales de los campesinos, sobresalen las habitaciones colectivas, en las que vivían varias familias, con servicios de carácter colectivo. 128 Matos Moctezuma, Eduardo. Los Azteca, p.52 189 Guemes afirmó que las primeras sociedades primitivas que se basaban en lazos de parentesco, tenían formas sencillas de apropiación, las cuales se basaban en acuerdos mutuos pero que después se habían impuesto unos grupos sobre otros, pero la comunidad entera es la poseedora de la tierra, hasta concluir que esas sociedades habían evolucionado de una posesión comunal de la tierra, a sociedades altamente estratificadas, originadas en los periodos clásicos y post clásico, con tierras comunales controladas por el estado, pero la aparición de un nuevo modo de producción no implica la total desaparición de la antigua sociedad comunal, ni la pérdida absoluta de los antiguos rasgos culturales y por tal motivo en pleno siglo XVI se encuentran funcionando en los señoríos más importantes y dentro del mismo estado azteca patrones culturales que recuerdan y hacen presente a la comunidad primitiva, los cuales se entrelazan con las características del modo de producción asiático".129 Siendo la naturaleza el principal y único objeto de expropiación y de apropiación, los métodos de producción eran obviamente sencillos, propios de las sociedades nómadas que estaban en proceso de sedentarización. Durante la peregrinación no se habla de la existencia de "ciudades" sino de grupos errantes que se enfrentan a otros grupos, como los chichimecas y los toltecas, que estaban en un grado superior de desarrollo según se advierte por los conflictos bélicos que entablaron con ellos y en los cuales los pueblos intrusos fueron vencidos. Pero este 129 Guemes Herrera, Lina Odena: "Fundación de pueblos y tenencia de la tierra en la región del valle de México en la época prehispánica", Tesis Profesional, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, 1970,134 p. 45 190 vencimiento eso fue relativo pues asimilaron de esos pueblos una serie de conocimientos científicos, a cerca del funcionamiento de la agricultura, de la observación de los astros, del calendario, lo que les permitió un gran enriquecimiento cultural y técnico que les ayudó a consolidarse una vez que se asentaron en la zona lacustre. Los cronistas refirieron que los mexicas tenían una notoria inferioridad técnica y cultural frente a los otros pueblos, lo que confirma una desigualdad en la existencia de todos esos pueblos dentro de la zona del Valle. La estratificación se fue precisando o ampliando, sobre todo cuando los mexicas se asentaron en los poblados por largos periodos de tiempo en donde la guerra se convirtió en una estrategia económica, en un medio para obtener grandes volúmenes de alimentos y de vestuario. Precisó Chayanov que: "en una economía natural a la actividad económica humana la dominación, la obligación de satisfacer sus necesidades de cada unidad de producción, que es al mismo tiempo una unidad de consumo. En la explotación familiar, la familia, equipada con medios de producción, empleaban su capacidad de trabajo en cultivar las tierras y recibe como resultado del trabajo de un año cierta cantidad de bienes. Por cierto, el campesino y el artesano que lleva su empresa sin pagar mano de obra reciben como resultado de un año de trabajar una cantidad de mercancía que, después de cambiada en el mercado, forma el producto bruto de su unidad económica. De este producto bruto debemos dedicar una cantidad para el gasto material requerido en el transcurso del año; nos queda entonces el incremento de valor de los bienes materiales que las familias han adquirido con su trabajo durante el año o para decirlo de otro modo, el producto de 191 su trabajo. Ese producto de trabajo familiar es la única categoría posible de ingreso para una unidad de trabajo familiar campesino o artesano, porque no hay manera de descomponerlo analíticamente u objetivamente. Dado que no hay fenómeno social de salario, el fenómeno social de beneficio neto también falta. Entonces resulta imposible aplicar el calculo capitalista de la ganancia".130 Era una "economía natural" la de la transformación de los productos de la naturaleza, de la explotación de la tierra mediante la coa, que implicaba un alto predominio del esfuerzo humano, por encima de los instrumentos técnicos simplificados. Era una estructura productiva basada en el trabajo individual y familiar y por lo tanto se trataba también de necesidades alimenticias y sociales muy elementales, que correspondían al grado de desarrollo imperante en un momento determinado. Se aplicaba lo que se llamaría "trabajo intensivo" y por lo tanto correspondía a la existencia de grupos humanos muy reducidos. Si observó que la categoría de población, técnicas de cultivos de las tierras, satisfactores de necesidades, volúmenes de producción, son históricamente concordantes. En ese mismo nivel se ubica la estructura material, es decir, el conjunto de bienes naturales y de instrumentos de producción, la cual se encuentra en constante evolución. La base del trabajo no solo es individual sino también familiar, integrando el conjunto de ellas la fratría. El conglomerado de fratrías haría surgir a los calpullis. Esta incipiente división del trabajo está presente no solo en los grupos mexicas sino en otros grupos de la humanidad, en distintas latitudes 130 Chayanov, Alexander, Teoría de los Sistemas No Capitalistas, p.53 192 geográficas, lo que se puede considerar como una distribución natural. Odile y Turner firmaron que: "la intensificación de la agricultura, la creación de nuevos suelos cultivables y las facilidades del transporte, favorecieron las altas densidades de la población y las concentraciones urbanas. El poder económico y demográfico amasado en el Valle de México, combinado con una organización política militar estrechamente ligada a la organización hidráulica, permitió salir a la captura de las poblaciones y de los recursos de los valles vecinos. Una vez que el poder fue asegurado al interior del Valle, se desbordo sobre él resto de Mesoamérica: modificando sutilmente las organizaciones económicas de los pueblos sojuzgados aumentando la obtención de tributos pero sobre todo ha sido posible la generalización de los sistemas de riego".131 Coinciden con Palerm en la importancia económica y social que tuvieron las obras de regadío indicando que ahí donde este sistema existiera hubo grandes densidades de población, gracias a las cuales se pudieron tener elevados niveles de producción de alimentos para atender a muchos pobladores. Las repercusiones que tuvieron las obras hidráulicas, de contención de aguas, canalización de las mismas, construcción de represas y desviaciones y otras, mejoraron la producción de alimentos porque así sucedió en todos los pueblos de la antigüedad que las edificaron, comprobándose que el riego era un factor fundamental para mejorar los cultivos. Pero lo importante es demostrar empíricamente los resultados exitosos de la introducción de esos sistemas y es en 131 Roger, Odile y Turner, Ernesto. Organización Económica y Social de los aztecas y culturas que les precedieron 193 donde se presentan las dificultades para los especialistas debido a la carencia de datos concretos. Solo se pueden hacer afirmaciones de carácter general, que son válidas en si mismas. Existe una relación entre el crecimiento de la población, por ende el incremento de sus necesidades y la urgencia de elevar los índices de la producción de alimentos. Pero no solamente esto sino que se incrementan los excedentes para sostener a los grupos parasitarios, como los sacerdotes y los guerreros y la curda de funcionarios administrativos. Solo con una importante base material que asegure la alimentación del pueblo y el abastecimiento de las tropas, es posible que un grupo humano pueda levantar grandes ejércitos y que más aun puede efectuar incursiones militares a cientos o miles de kilómetros de sus fronteras. Bernal, en su estudio sobre Teotihuacán, reafirmó que si bien su agricultura fue muy similar a la de las regiones que regaban el lago de Texcoco, la población de esta región se especializó en la producción de obsidiana, aprovechando la existencia de minas en la región. "Hay indicios de que las casas ya tenían cimientos de piedra, aunque los muros y los techos fueron de materiales tales que no han dejado huella. Pero primera vez en Teotihuacán tenemos evidencia que sugieren edificios, poblaciones con muros de piedra y pisos compactos de tierra. Se han descubierto, cuando menos, cuatro talleres de obsidiana pues se especializaban en producir puntos y cuchillos tallados por percusión". Todo esto ocurrió en una primera etapa de la ciudad, pero en otra posterior aumentó la población a 50 mil habitantes. Posteriormente se construyeron varios sistemas de irrigación y se importaron grandes cantidades de obsidiana verde de la región 194 Navajas, en Hidalgo "lo que permite aumentar el prestigio religioso de la ciudad" y "poco a poco va apareciendo el estado con clases sociales diferenciadas y actividades profesionales de tal manera que no todos los hombres se ocupan de todos los menesteres "e incluso refirió la existencia de un estado" francamente militarista" pues la venta de obsidiana llegó hasta la región de Guatemala.132 Al referirse al entorno geográfico de Chalco, García Mora indicó que había dos regiones separadas: la antigua zona lacustre de la Ciénega rodeada de una llanura ribereña y varias sierras boscosas y un corredor de tierra alta que se extendía hacia el sur y que atravesó la sierra Nevada y del Ajusco para descender a las tierra caliente de Morelos. "Ha contado con agua de deshielo, manantiales y ríos. Llegó a cubrirse de vegetación de juncos y tulares en la ciénaga y de bosques de pinos y encinos en las faldas serranas y fue hábitat de fauna acuática, así como de mamíferos y montañas. La población vive básicamente del cultivo agrícola del 56% de la superficie y de la explotación de los montes boscosos. Formuló una periodización hipotética que comenzó desde el año de 30 mil antes de Cristo, hasta el año 5,500 en donde predominaron en la Cuenca las sociedades comunales que estaban internadas por comunidades nómadas, de cazadores y recolectores, agricultores incipientes, por comunidades nómadas de recolectores cazadores. Posteriormente, entre los años de 5500 a 1300 surgieron comunidades sedentarias de agricultores, comunidades estratificadas de agricultores, cacicazgos agrícolas, tlatocoyos, agrícolas asociados y en el periodo histórico de 1465 a 1519 aparecieron los tlatocayos agrícolas sometidos a un huetlatocayo 132 Bernal, Ignacio, Teotihuacán y los Destinos de los Mexicanos, p.57 195 concluyendo "que las sociedades comunales abarcaron alrededor de 28,000 años, mientras que las sociedades estratificadas solo abarcaron 2,200 años".133 En el caso de la derrota de Tlatelolco, Garduño destacó la parte relativa a las exacciones económicas: Axayacatl dispensó el saqueo de todas las casas para que resultaran beneficiados los soldados que habían actuado, se hizo un reparto de tierras para los mexicanos y también se repartieron los puestos del mercado y jefes militares y que le entregaran a cada uno de ellos la quinta parte de las ganancias mercantiles, pero la estructura de los pochtecas no sufrió alteraciones quienes siguieron desmembramiento controlando de la el mercado organización "por interna lo que no hubo del poctecoyotl sino un una incorporación al aparato estatal tenochca y los pochtecas tlatelolcas no dejaron de obtener ganancias de las expediciones militares y comerciales tenochca y como consecuencia los habitantes de Tlatelila se convirtieron en vasallos del señor de México, pagándole tributo en especie y en servicio".134 El reparto de tierras a los guerreros que se distinguían por sus méritos en campaña, al margen de la transmisión hereditaria de las parcelas, siguiendo la regla del calpulli, contribuyó a modificar la tenencia de la tierra, en una primera instancia. Pero a la vez acrecentó la fuerza social y política de los guerreros que incrementaron sus privilegios como castas pues habían llevado, victoriosos, los límites de la dominación hasta Tehuantepec. Las propiedades de tierras, así 133 134 García Mora, Carlos. Sociedad y Naturaleza en la Historia Prehispánica de Chalco Amecameca, 17 p Garduño, Ana Conflictos y Alianzas entre Tlatelolco y Tenochtitlán, Siglos XII a XV p.162 196 adquiridas, como sucedió a raíz también de la guerra de Chalco y de Xochimilco, acrecentaron las proporciones de la propiedad privada, así como el vasallaje a que se sometió a los mayeques, en su carácter de trabajadores libres que después pudieron haber derivado a asalariados en las haciendas del siglo XIX. El pretendido carácter igualitario y por lo tanto atípico de la sociedad mexica de la primera época, se fue modificando en la medida en que los militares acrecentaron sus propiedades particulares y se enriquecieron". Aparecieron los militares como individuos privilegiados, como pertenecientes a la élite gobernante, al utilizarse el concepto de botín de guerra, a la manera de muchos ejércitos conquistadores del mundo. Asimismo, Rojas Rabiela opinó que la extensión promedio de las chinampas en el siglo XVI era de 2 a 4 metros, pero que en el siglo XIX habían aumentado de 3 a 9 metros. "Las zanjas, apantles o canales, chinampas que delimitan la parcela lacustre proporciona humedad y al mismo tiempo son vías de acceso" destacando la formación que tenían los ahuejotes, que eran esenciales para la erosión de los bordes de la parcela. "El plantío de estación de ahuejotes contribuía a consolidar el terreno de la nueva chinampa al desarrollarse el árbol y entrelazan sus raíces. Las estacas se colocaban a cuatro o cinco metros de distancia".135 La construcción de chinampas fue un método de explotación agrícola muy adecuado en un medio físico y geográfico que se caracterizaba por la proliferación 135 Rojas Rábiela, Teresa. La Tecnología Indígenas de Construcción de Chinampas en la Cuenca de México, civilización, septiembre 1954, número 2., p.43 197 de lagos y lagunas. Estos depósitos de agua permitían disponer de riego en forma permanente y por lo tanto tienen islotes de alta productividad agrícola, si la comparamos con la producción e tumba y raza. Las chinampas se empezaron a construir desde antes de la llegada de los mexicas en el Valle pues se han encontrado vestigios arqueológicos en las regiones de Xochimilco y Chalco. Se rellenaban partes de la superficie acuícola mediante la construcción de acequias y canales, utilizando madera para construir apantles lo que permitía que esas superficies de tierra artificiales se mantuvieran estacionadas para poder sembrar en ellas de una manera permanente. Para ello era necesario disponer de árboles para hacer estacas y por lo tanto se requerían grandes cantidades de madera, proveniente de los ahuejotes. Esto explica que una de las primeras contribuciones que Axayacatl impuso al pueblo de Xochimilco fue precisamente ese tipo de árboles, cuya madera se arraigaba en el piso acuático, hasta compactar las porciones de lodo. Dijo Albores que en la zona agrícola de San Mateo, en la que fue la zona lacustre del Lerma, todavía se utiliza la coa y que se habían utilizado sistemas de camellones o huertos y chinampas y San Mateo "se caracterizó por su elemento acuático". Además de la ciénaga y de numerosos manantiales, estuvo cortado por una serie de zanjas o "escurrideras" que conducían hacia las lagunas el agua descendente de las montañas circunvecinas y en particular las del Nevado de Toluca. Esto fue la región denominada Matlazinco en donde estaban entre otros poblados, Almalipa del Río, Lerma, Ocoyoac, Otzotolepec, Tenango del Valle y se destinaban al cultivo del maíz para satisfacer las necesidades de los productos, 198 afirmando que se habían utilizado sistemas de humedad temporal y de humedad y de riego.136 Que esta región fue muy importante en materia de producción al grado de que el tlatoani había ordenado la construcción de 4 sementeras para cultivar el maíz e instalar numerosas trojes reales para su almacenamiento. También Lenz refirió que el Valle era una región de lagos siendo los más pequeños los de Xaltocan y Zumpango, los de Chalco y Xochimilco que era de agua dulce. "Chalco se situaba en las riberas y fue durante muchos siglos el lugar de depósito de todas las mercancías y productos de tierra caliente y de lugares aledaños que llegaban al Valle de México para su transporte en canoa y su distribución a otros centros de consumo. Todas las poblaciones ribereñas se comunicaban por una extensa red de canales y acalotes, siendo estos últimos espacios despojados de vegetación para que no se impidiera el transporte fluvial. No eran rectos y exigían mayores esfuerzos para conducir las pequeñas naves, pero la experiencia había enseñado a los indígenas a conducirlas de esa forma con el objeto de evitar derrumbes que pudieran oponer las canoas. El principal canal, cuyo paso frecuentemente quedaba obstruida por los céspedes flotantes, el tule y la yerba que movían los vientos del norte, partían de Chalco donde hubo un embarcadero que después se llamó San Juan de Dios; atravesaba el lago de Oriente y poniente, tocaba a Xico, pasaba y Tláhuac las amplias calzadas diques que dividían a los lagos de Chalco y de Xochimilco y recurrían tanto este, hasta el pueblo de Tomatlán, convirtiéndose de aquí en adelante en el gran canal que 136 Albores, Beatriz. Apuntes para la Agricultura maicera de humedad temporal en San Mateo Ateneo, estado de México, en Ciencia Ergo Sum, noviembre, vol.9, número 3, Toluca, Estado de México, 13 p. p.9 199 conducía a México las aguas que siguen por Mexicaltzingo y por la acequia de Ixtacalco y Santa Anita, para entrar a la laguna de Texcoco. Entre los lagos de Texcoco y de Chalco, Xochimilco, había una península, Iztapalapa. En Xico había abundante pesca y a ella se dedicaban algunas poblaciones ribereñas, principalmente Ayotla, en cuyo mercado vendían los peces más apreciados. El de mayor tamaño era el amilotl y a otros se les llamaba Xalmichi o pez de arena. En el lago y en las orillas de los canales y acequias se desarrollaban vegetales alimenticios con el utetztza (especie de junco) y el alchilli o chilillo o pimiento de agua. De los extensos carrizales obtenían material para la edificación de las choza y otros vegetales acuáticos como el tule que, según las especies, servían de forraje para hacer esteros o petates o bien para techar las chozas de los indígenas. En el lago de Xochimilco abundaban las aves acuáticas. Las canoas que surcaban el lago tenían la proa y la popa curvadas hacia arriba y eran de un corte bastante singular. Las había pequeñas por una o dos personas, pero otros podían llevar hasta 60. El agua de esta laguna (la de Texcoco) era salada y consecuentemente los productos que se obtenían diferenciaban de las de agua dulce, pero eran objetos de considerable comercio. En el terreno abandonado por las aguas y afloraban sales que se llamaran Tequixquitl o tequesquite; abundaban las aves acuáticas tales como los patos que llegaban en grandes cantidades para empollar entre los tules en invierto y desaparecían en el verano; una pequeña ave, el chichicuilote era muy solicitado, garzas blancas y las gallinas de agua, venían en el mes de julio. Para capturar a los pájaros pequeños se servían de un artefacto, indudablemente de invención indígena sobre el suelo y entre ellos colocaban maíz. Al acercarse las avecillas, empiezan a comer y las redes se 200 cerraban e un golpe sobre ellas. Dijo Lenz: "Dirigidos por sacerdotes y jefes, los mexicas fueron llevadas ramas y troncos de árboles y los clavaron en el seno del lago, formando una estacada que rellenaron con tierra, piedras y fango que extraían del fondo de la laguna, dejando a intervalos los canales comunicantes. Al extender el núcleo central que era el islote; por vías de comunicación tenías las acequias y lo quera de mucha importancia en aquellos tempes, Tenochtitlán seguía siendo inexpugnable y superior a las poblaciones ribereñas en las que los mexicas podían irrumpir a su antojo valiéndose de troncos ahuecados que usaban por barcas. Al cabo de algunos años, las chinampas flotantes se convertían en fijas y para evitar su desmoronamiento, en las orillas del rectángulo que las formaba, plantaron árboles, generalmente sauces, cuyas raíces unían fuertemente a la tierra. Entre cada una de estas islas artificiales dejaban estrechos canales donde corría el agua, sus jacales y quizás también pequeños templos los levantaban sobre aquellos, de modo que las chinampas eran tierras de labro y hogar, todo favorecido por la madre agua".137 Krickerberg, dijo que "la pesca y la caza de aves lacustres siguió siendo, sin embargo, una importante rama de la producción alimenticia de aquel pueblo campesino el que los lagos del altiplano dejaba demasiado poco suelo para una 137 Lenz, Hans. México-Tenochtitlán. Ciudad Lacustre, según relatos de los cronistas Miguel Ángel Porrúa Editores, México, 1971, 79 p, p.3 201 agricultura intensiva. Esa necesidad les agudizó el ingenio, el suelo negado por la región le fue ganado al agua en la que se construyeron los llamados jardines flotantes. Así se ganaron del agua 35 kilómetros de tierra de cultivo mediante la construcción de balsas rectangulares, rellenas de carrizos, ramas de árbol y lodo; las anclaban en el fondo del lago plantando en su borde sauces de rápido crecimiento. De esa manera todo el lago se cubrió gradualmente con una capa de islas artificiales y estrechos canales. Las chinampas eran muy fértiles y no necesitaban ser regadas, solo se abandonaban de vez en cuando con el limo sacado del fondo de los canales por medio de canastas especiales. El único utensilio usado por el campesino indígena, es este labrados horticultor igual al que usaba el agricultor de las tierras firmes, la "coa" un palo en forma de azadón y ensanchado con el que se sacaba y removía la tierra. Además del maíz se cultivaban frijoles, calabazas y tomates...138 También Armillas reconoce la existencia de obras de riego en distintas regiones, entre las el Valle del rio Nexapa, al sur de Puebla afirmando que eran obras "locales y pequeñas, pero reafirma que el albarradón cuya construcción dirigió Netzahualcóyotl y que tenía 16 kilómetros de largo no solo tenía la función de separar las aguas dulces de las chinampas. "En las tierras irrigadas se cosechaban cultivos básicos, como maíz, frijol, calabaza, chile y tomate así como plantas industriales como algodón. En algunas zonas se desarrollaron avanzadas técnicas agrícolas incluyendo el uso de semilleros y el trasplante, la utilización de fertilizantes y la protección contra heladas. Sin embargo, en amplia zona se 138 Krickerberg, Walter. Las Antiguas Culturas Mexicanas, FCE, México, 1985, 378 p., p.29 202 aplicaban exclusivamente el primitivo sistema de milpa. Los implementos líticos se utilizaban comúnmente mientras que las avanzadas técnicas metalúrgicas se empleaban fundamentalmente en la manufactura de artículos suntuarios. En el centro de México las herramientas de metal se utilizaban, en las épocas de la conquista, en algunas artesanías, pero no se utilizaban para labores pesadas y no había formas mutantes".139 Dijo que la elevación cultural de la región, hasta terminar con la aparición de "estado militarista" había sido muy parecida a la evolución registrada en la zona andina. Por su parte, Gómez Chávez, al hacer un recuento de las evidencias arqueológicas de Teotihuacán, sobre todo en la etapa previa a su colapso y abandono, dio cuenta de múltiples elementos relativos a los sistemas de riego: canales cavados en el tepetate, de .25 hasta 1.00 metros de ancho, mantenían la misma orientación de los edificios de la ciudad, canales con compuertas de distribución; un sistema de hoyos y de policultivos con riego a brazo, enfatizando en el riego de carácter individual; construcción de un canal paralelo al lado sur del río San Juan el cual tenía más de 400 metros de longitud. Pero habiendo sido muy importante la producción agrícola para alimentar a una gran población, la producción agrícola decayó para enfatizar en la producción artesanal y la aplicación de métodos de coerción y coacción para cobrar tributos. En el caso de la industria lapidaria, "no existía ningún desarrollo de la técnica ni de las herramientas empleadas por los artesanos a lo largo de varios siglos". 140 Sobre 139 140 Armillas, Pedro, Una Secuencia del Desarrollo Cultural en Mesoamérica, p.153 Gómez Chávez Sergio. Una Propuesta sobre el Proceso, Factores y Condiciones del Colapso de Teotihuacán, Vol. 31, 203 todo, tratándose de la producción de objetos de obsidiana. En general observó que no se habían registrado avances en la aplicación técnicas constructivas. Los estudios que se han hecho demuestran que siendo la producción artesanal de gran importancia sobre todo por el valor agregado que llevan todas sus piezas u objetos, no se puede desdeñar o abandonar el debido apoyo a la producción de alimentos, como tal fue uno de los errores fundamentales de los gobernantes teotihuacanos al final de la vida de la gran ciudad. La población creció en forma desmesurada y aunque había importantes regiones agrícolas irrigadas en sus alrededores, los cálculos indican que la producción de alimentos disminuyó en forma preocupante lo que obligó a algunos grupos humanos a abandonarlos para asentarse en otras poblaciones en donde las condiciones ecológicas y económicas fueron muy propicias. Tanto la caída de la producción como el abandono de barrios en la gran ciudad, coincidían con la aparición en el Valle de otras ciudades, poblaciones importantes que eran partidarias de los valores y de la cultura teotihuacana. Definió Pérez Campa que ciudades importantes como Cuicuilco y Teotihuacán, siento estos los modelos a seguir para el poblamiento del Altiplano, "Cuicuilco explotaba los recursos del lago, los ricos suelos agrícolas, las zonas forestales, la caza y limitaban al sur y poniente con las estribaciones del Aquío, al oriente con el canal de Cartier y al oriente cerca del lago de Xochimilco". mayo-agosto, 2004, p.7Dimensión Antropológica, Año II 204 Pero también destacó otros rasgos característicos: el comercio de larga distancia; se encontró también un gran depósito de agua en el centro de la Plaza Cuicuilco; tenía una población de 20 mil habitantes y tenía una posición estratégica pues lo mismo se podía comunicar con Texcoco que con la costa del Golfo de México e identificó tanto el templo como las pirámides como los que después se construían en Teotihuacán.141 Sepúlveda, al referirse, al pueblo de Zapotitlán, ubicado en la región de Tehuacán, afirmó que se había construido una serie de terrazas en diferentes niveles y una "complicada red de canales que conducían al agua de un río hasta la pileta y a sus alrededores en donde se obtenía la sal por medio de la evaporación solar del agua de ríos y manantiales, las piletas o aseladores de piedra son una especie de cajas rectangulares de poca profundidad, perfectamente evocadas en el piso y paredes para hacerla impermeable".142 Este sistema agro hidráulico era similar al encontrado en las laderas de las montañas de la zona andina y consistió en sembrar precisamente en sitios recarpeteados, a grandes latitudes, en donde eran prácticamente imposible mantener el agua que escurría hacia las partes bajas. Se construyeron piletas, canales, "albercas", pozos y otros para evitar que el agua se saliera de las terrazas, sobre todo en espacios en donde se cultivaba maíz y papas. 141 Pérez Campa, María. Preclásico Tardío. Las Primeras Ciudades, Arqueología Mexicana, 27, enero-junio, 2007, p.13 Sepúlveda, María Teresa, Tequitlato de Zapotitlán, en Dimensión Antropológica, INAH, Vol.37, mayo-junio 2006, p.7 142 205 Tezozomoc dijo en su Crónica Mexicayotl que los ancianos Teochichimecas, gente de Aztlán, mexicanos "cuando vinieron en busca de tierras, vinieron a ganar tierras, la ciudad de México está dentro del agua, en el tular, en el carrizal, dentro del cañaveral, en el que nacimos y vivimos los tenochcas. Menciona a Chicomoztoc como el lugar del que salieron los siete calpullis mexicas y vivían en medio de los zacatales, cuitóles, biznagales, carrizales y cuando vinieron a pie pues venados, conejos, fieras, serpientes acá con sus joyas de cuero y de sustento. Que Huitzilopochtli les dijo a los teomamas de los aztecas: "coge, víveres estos al pie de la biznaga, ellos tributaran primeramente y después les dijo que "os hace señores, reyes de cuánto hay de doquier en el mundo y cuando seáis reyes tendréis ellos innumerables, innumerables, excelentísimas piedras preciosas, oro, plumas de quetzal, esmeraldas, corales y amatistas.143 Precisamente Albores hizo referencia a la existencia de chinampas en la zona sur del Alto Lerma, de Toluca desde la época del Neolítico Temprano, 1300 a 800 antes de Cristo, etapa en la cual había lagos y pantanos sobre todo en los que se encontraban en la región de Mexicaltzingo, indicando que por ejemplo San Mateo Atenco era una "zona de agua" en donde había zanjas y escurrideras que canalizaban a la Ciénega las aguas que bajaban de las montañas circundantes y los habitantes ribereños se dedicaban a la caza, la pesca, a la recolección de flora y fauna acuáticas. Dijo que "había planchas" y bandos con camellones que formaban un rectángulo, mientras que los camellones se dedicaban al cultivo de 143 Alvarado Tezozomoc, Fernando, Crónica Mexicayotl, Traducción directa del náhuatl por Adrián León. Instituto de Investigación Histórica, UNAM, México, 1975, 223 p. p78 206 habas, quelites y elotes, yerbas acuáticas y plantas artesanales como tule, utilizando la técnica de atado que era una superposición de capas de vegetales y lodo.144 Las técnicas, que describe Albores, son muy parecidas a las relativas a la región de Xochimilco pues correspondían, en términos generales, a una zona lacustre, la cual había "quitado" espacio para poder efectuar cultivos de diverso tipo. Los atados permitían "elevar" porciones de las riberas, para sembrar semillas sobre ella y así asegurar un sistema de riego que fuera natural y permanente, hasta hacer camellones y terraplenes que tenían directamente grados de utilidad, pero que siempre estaban sujetos a los cambios en el nivel de las aguas. Precisamente para evitar que se sufrieran desbordamientos e inundaciones, que terminan por acabar de un golpe con las franjas cultivadas, se construyen canales para sustraer el agua y así lograr un mayor y más permanente equilibrio. Se trataba de utilizar en forma óptima hasta la última pulgada de tierra firme, al grado de quitarle tierra a las zonas cubiertas por el agua. Rojas Rabiela, siguiendo los estudios primeros de Armillas, concluyó que el área de chinampas en este periodo (1350-1521) era de unas 12 mil hectáreas, excluyendo islas e incluyendo canales y posibles lagunetas que ocupaban unas 3 mil hectáreas. Si se cuenta aproximadamente las tierras cultivables, la extensión era de aproximadamente unos 90 kilómetros cuadrados. Los canales mayores de 144 Albores Zarate, Beatriz. Origen Pre mexica de las Chinampas en la Zona Lacustre del Alto Lerma. Documentos de Investigación, Colegio Mexiquense, Toluca, 1998.123 p p34 207 servicios usados para drenar la región servían como importantes vías de navegación".145 Si bien el método agrícola de las chinampas fue sobresaliente, sobre todo si lo comparamos con el método de roza y tumba, estuvo limitado a ciertas zonas del Valle y sujeto a factores climáticos, como las inundaciones y las sequías. Cuando ocurrían los primeros fenómenos las tierras cultivadas se anegaban y se perdían las cosechas y si sucedían las segundas se perdían las semillas. Los primeros rasgos arqueológicos se encontraron en el valle de Teotihuacán pero se destacaron en las regiones de Xochimilco, Chalco y Texcoco que se convirtieron en zonas de abastecimiento de alimentos de Tenochtitlán. Sin embargo, no se puede exagerar la importancia productiva en relación con la demanda social en virtud de los bajos e irregulares volúmenes de abastecimiento. Considerar a esas zonas como graneros de gran importancia resulta un exceso, más aun, después de la conquista en donde el dislocamiento de los sistemas productivos terminó con las chinampas y quizá ello explique las frecuentes hambrunas que asolaron a la población. Respecto del tule, dijo Albores: "Se trata de vegetales herbáceas, con tallo flexible, que prospera en los espacios de humedad permanente, como las orillas de los lagos y lagunas, así como en depósitos de agua pluvial. Entre la gran variedad de tule se distinguieron el 145 Rojas Rabiela, Teresa. La Tecnología Indígenas de Construcción de Chinampas en la Cuenca de México, civilización, septiembre 1954, número 2 208 petlatoztin, el islotin y el tlamimillo. La drástica merma de la juncácea tuvo lugar por la desecación sufrida a partir de la colonización española y sobre todo en el contexto de la industrialización nacional".146 Se utilizan básicamente para la confección de esteras y canastas, pero sobre todo en el Valle de Toluca fueron sus petates de palma y tenían dos acepciones, una general que se refería al tejido de esteras y otro el llamado "tule redondo" y se trataba de un tule grande y espumoso. El corte se hacía individualmente y en grupos y se sacaban a brazadas, en fila a manera de bolsas y los tulares pertenecían a pueblos como San Pedro, Tlatizapan, San Lucas Junco, Santa Cruz Atizapán, Almoloya del Río, San Pedro Cholula. "Para el sajamiento se utilizaban remo aplomado o "palo", garrochas o remo cilíndrico y hoz o segadora, canitas y chalupas o canoas grandes quienes carecían de canoas caminaban hasta los tulares próximos a las riberas de la ciénaga y ellos mismos conducían los juncos o bien empleaba bestias de carga, generalmente asnos y después se tendían en el piso para secarse y se apartaban para manejarlos durante el entrelazado. En virtud de la existencia de una amplia variedad de tulares, pues los había delgados y gruesos, se podían fabricar muchos objetos, desde los canastos o esteros en donde se podían guardar alimentos y transportar semillas, hasta la elaboración de balsas, con las que se podían movilizar los individuos de un lugar a otro. Todos los pueblos ribereños tenían acceso a ellos y por lo tanto los tuleros iniciaron sus actividades desde una etapa temprana, pues estaban a un lado de 146 Albores Zarate, Beatriz, El Tejido de Tule en la zona lacustre del Valle de Toluca, Cuadernos de Investigación, Colegio Mexiquense, Tolca, 2009.. p45 209 sus habitaciones y por ello formaban parte de sus utensilios de trabajo; las fibras podían trabajarse con raspadores de todo tipo pues se trataba de fibras delgadas en una primera etapa, como ocurrió con otras actividades, se involucraron sobre todo las mujeres y los niños pero después se fueron creando grupos de artesanos especializados. Rojas Rabiela hizo alusión al método de lozas estacadas de morillo de madera, que se emplearon lo mismo en la zona chinampera de la región ChalcoXochimilco, que en la construcción de edificios coloniales, luego las calzadas, diques y los albardones y albaranes, como la célebre albardón de San Lázaro del año de 1556. "El primer método de construcción de chinampas consistía en el amontonamiento de césped y lodo. El plantío de estacas vivas de árboles de ahuejote era la operación final del proceso una vez formado el suelo y tenía como objeto afianzar la orilla de la parcela con las raíces de estos árboles típico de ellos".147 Sin embargo, esta especialista describió otros métodos de cultivo, entre ellos, uno que suponía que en la chinampa había un cimiento de césped la cual se zanjeaba para hacer sus aplantes o canales y por último se sembraban estacas de ahuejote en los bordes para detenerla y evitar que se cuarteara. Los morillos y las estacas desempeñaron un papel sobresaliente en el conjunto de los tributos que se imponían a los pueblos sometidos o conquistados ya que era un recurso natural para la construcción de edificios públicos y privados. Por ejemplo, aparecieron en los tributos que debía entregar Xochimilco y Chalco a 147 Rojas Rabiela, Teresa. El Papel de la Agricultura Chinampera, p.317 210 Tenochtitlán y su número asciendía a miles de piezas pues se usaban no solo para contener las sementeras a efecto de que no se "movieran" sino también para hacer techos, postes y para la construcción de albarradas para contener las piedras, la cal, en síntesis, la argamasa. En los modelos de casas que se dibujaron en los códices aparecieron los morillos como implementos indispensables para soportar los pesos de las construcciones. En una primera etapa de la agricultura se colocaban en los dinteles de orillas de los lagos y a partir de ellos se avanzaba rellenándolos con lodo y piedra a efecto de convertirlos en zonas de superficie firme aptas para el cultivo y la construcción pero en la medida en que avanzó este proceso de rellenado se fueron haciendo canales y acequias, que los españoles llamaron calles de agua. En Teotihuacán, se destacó la red de drenaje subterráneo que captaba el agua pluvial de los techos y de la calle, conduciéndola a pozos de absorción o desalojándola a las corrientes fluviales y estanques para el suministro de agua a la población urbana; había además un sistema de irrigación compuesta por varios canales y había canales y diques semicirculares. Estaba el Albarradón de Netzahualcóyotl y el de Ahuitzotl, las calzadas y diques de Tacuba, Tepeyac, Xochimilco, Iztapalapa, Atzcapotzalco, Tláhuac, la calzada de Tláhuac que dividía a Chalco con Xochimilco, los acueductos y los canales de abastecimiento de agua doble, drenaje, puentes elevadizos, embarcaderos, albercas, retoques, compuertas, jardines alimentados por acequias y estanques, canales de navegación. Vías de comunicación, desde Ayotzingo, en el extremo del lago de 211 Chalco hasta el centro de Xochimilco; había depósitos de agua dulce en medio de lagunas saladas, el doble acueducto de Chapultepec y los embalses y las "cargas" que proporcionaban agua dulce a la capital. En la región de Texcoco, Netzahualcóyotl construyó dos acueductos que permiten repartir el agua a través de la periferia del cerro de Tetzcotzino, derivar agua para riego y tener canales, había un manantial ubicando entre San Dieguito, Xochimilco y San Nicolás Tlaminca y se construyó un acueducto.148 De las exploraciones hechas en la zona de Teotihuacán, destacó el sistema de drenaje subterráneo, del cual aun encontramos muchos vestigios, que permitían entrar y sacar el agua de las habitaciones en los patios, lo cual constituyó un avance arquitectónico importante para la fecha. Se podían evitar el afecto contaminante de las aguas de las tierras, almacenar agua de lluvia pues había varios estanques para ello y mantener una vida más cómoda, claro está, para los gobernantes, jefes militares y sacerdotes. Escribió Lenz que el albarradón que dirigió Netzahualcóyotl era un dique que tenía 16 kilómetros de extensión y se extendía desde Iztapalapa hasta Atzacoalco y estaba hecha de piedra "y rodeada de hileras de estacas entrelazadas; y también había aberturas para el paso de las canoas y la regulación de las aguas. Cuando subía el nivel del lago de Texcoco durante la estación de lluvias, estas aberturas o compuertas se cerraban pero en la temporada seca se abrían y se dejaban entrar agua de los lagos de Chalco a Xochimilco. Estos albarradones protegían decisivamente a la capital sobre el peligro de violentas inundaciones y dividía en 148 Rojas Rabiela, Teresa, Obras Hidráulicas en Mesoamérica, p. 21 212 dos partes la laguna de Texcoco, recibiendo las más cercanas al sur de la ciudad agua dulce de los arroyos y de los lagos de Chalco a Xochimilco, convirtiéndose poco a poco el agua salada en dulce ya sí ya podían cultivarse flores y legumbres en chinampas, aumentando la población piscícola. A pesar de las obras de Netzahualcóyotl,aun amenazaban el peligro de inundaciones, pero por otra parte ya no bastaban para el consumo de la población el agua de Chapultepec que fue construido por Axayacatl y el rey Ahuizotl determinó traerla del manantial de Acuecuxtl, cercano a Churubusco, uniendo otras fuentes inmediatas.149 No sabemos si estos adelantos urbanísticos existían fuera del perímetro habitual y ceremonial, pues es probable que esto no haya sido así en virtud de la estratificación social de la época. Fuera de este y alejados de las obras de "cal y canto", de mampostería y argamasa, estaban las zonas "periféricas" en donde las habitaciones reflejaban la condición social de sus ocupantes, es decir, la precariedad y la pobreza. Ahí mismo en Teotihuacán encontraron vestigios de una red de canales de irrigación, fuera del referido perímetro, en las cuales aprovechaban los manantiales de agua de varios usos. Wright observó que durante siglos habían coexistido en el valle de México los otomíes con los nahuas, encontrando una gran similitud constructiva y arquitectónica en las ciudades pues existían templos, centros ceremoniales y mercados. De este último encontró grandes mercados en los grandes señoríos, mercados de segunda categoría en los señoríos subordinados y había plazas 149 Lenz, Hans. México-Tenochtitlán. Ciudad Lacustre, según relatos de los cronistas, p.25 213 comerciales menores en las poblaciones del tercer nivel. En los edificios había instalaciones para la administración de la justicia, los consejos de guerra y el hospedaje de los señores aliados. "Los grandes señoríos solían demandar tributo a los señoríos dominados, en especie, mano de obra y servicio militar. De esta manera se concentraba la riqueza y el poder en los señoríos más poderosos". 150 Hizo un estudio lingüístico demostrando que muchos de los conceptos de los nahuas, se encuentra contenido en la lengua otomí como gran gobernante o hueitlatoani, que en otomí tiene el título de otaya, que también significa "gran señor". Recordó Sevilla la importancia que Marx concedió a la agricultura la cual produjo un "excedente mayor" lo cual provocó la evolución de la sociedad hacia otros modos de producción. Definió a este excedente como la diferencia que existe entre el producto necesario y ese excedente; la renta es primeramente pagada en especie y existen tierras más fértiles y menos fértiles. 151 La aplicación de métodos agrícolas produjo una cierta cantidad de alimentos necesarios para la alimentación de las comunidades, es decir, para que se asegure su existencia social y se reprodujera como fuerza de trabajo. Se entiende que había un equilibrio entre la demanda de la población y la producción, pero se generó una diferencia entre estos factores ya que podía haber más satisfactores que la población misma lo que motivó que esa diferencia pudiera ser usada, por el 150 Wright Carr, David Charles. La Sociedad Prehispánica en Lengua Náhuatl y Otomí, p.5. Sevilla Guzmán, Eduardo. El factor tierra como categoría analítica, para el estudio de la estructura socioeconómica agraria. Departamento de sociología, Universidad Autónoma de Madrid, Cuaderno 5, 1975. p. 29 151 214 grupo gobernante para fines de enriquecimiento, acaparamiento y dominación social y política. El hecho de contar con bodegas y almacenes permitió guardar, como si fueran tesoros, volúmenes determinados de alimentos, los cuales podían ser empleados también para efectuar pagos en especie por servicios prestados por otros grupos humanos, para gratificaciones y premios que permitieran aumentar el área de influencia de algunos grupos. Desde luego, no conocemos datos específicos que nos permitan hacer cálculos, así fueran aproximados, de esta diferencia entre, lo producido y lo consumido, pero si sabemos que existieron estos fenómenos en términos generales. Se puede afirmar que, por ejemplo, Moctezuma tenía importantes excedentes guardados en sus almacenes para efectuar pagos en especie y realizar regalos y "presentes" a los dignatarios que solía invitar a su residencia. Al describir la Cuenca, agregó Rojas, estaban los Lagos de Xaltocan y Zumpango, situados un poco más arriba que el de Texcoco, alimentado por ríos como Cuautitlán y de algunos manantiales como el de Ozumba. Entre las transformaciones más grandes que se produjeron en la zona, señaló, estaba la aparición de las chinampería en la región Xochimilca y Chalco durante la época del Posclásico. "Alrededor de los pobladores lacustres y ribereños, de las obras hidráulicas y de las chinampas, se encontraban llanuras ribereñas, montañas y volcanes plenos de grandes masas boscosos y con gran riqueza en vida silvestre; ríos y manantiales que aloraban en las laderas, muchas de ellas captadas y canalizadas para utilizarlas en las terrazas y laderas agrícolas; pobladas serranías, sembradíos de magueyes y yacimientos de minerales y otros materiales 215 valiosos".152 Entre las ciudades más grandes estaban Tenochtitlán con 200 mil habitantes y Texcoco con 30 mil; había 40 centros menores con 4,000 a 5,000 habitantes cada uno y entre los principales problemas que tenían (la Cuenca) estaban una gran cantidad e chimpas que no podían sobrevivir, la falta de agua potable por la creciente población. En realidad, la Cuenca tenía importantes recursos naturales pues no solo disponía de los depósitos de agua que en forma permanente se encontraban en los lagos y pantanos, sino también en los escurrimientos que se provocaban de la Sierra Nevada, del Popocatépetl e Iztacihuatl y de la gran cantidad de ríos y arroyos que había. La descripción fisiográfica indica que, además hubo montañas, cerros, laderas, estepas, los que, de aprovecharse, hubiera permitido un uso óptimo de los multiformes recursos existentes, que permiten alimentar a una población que llegó a tener 150 mil habitantes en Teotihuacán, en la época del preclásico. Pocas ciudades en el mundo antiguo tenían ese potencial de recursos naturales y pocos estaban tan poblados como este, aun en el caso de que tuvieran un escaso desarrollo de las fuerzas productivas, si las comparamos con la civilización de Mesopotamia, Asiría y Egipto que ya habían establecido una sociedad esclavista, que sin duda fue un paso hacia adelante en el desarrollo de la humanidad. Entre las obras hidráulicas prehispánicas que describió Rojas Rabiela estaban las siguientes: en la zona maya refirió a los chultunes que eran cisternas o depósitos de agua construidos en roca madre para el abastecimiento de agua doméstica; los 152 Rojas Rabiela, Teresa, Las Cuencas Lacustre del Altiplano Central, Arqueología Mexicana, Vol. XII, Núm.68, p .31. 216 jagüeyes que eran depósitos de agua a cielo abierto. En la región del Valle de México estaban los acueductos ubicados en los cerros de Tezcutzingo y Purificación, en Texcoco y la tecnología empleada era de tierras, entretejidos con varas, troncos y piedras. En relación con las aguas subterráneas se hicieron pozos verticales para surtir de agua a las poblaciones y en la zona maya estaban los cenotes. En relación con las obras que se destinaron para su riego, Rojas mencionó las presas almacenadoras y las derivadoras, las canalizaciones de las corrientes, los diques, los albarradones, redes de canales de riego. Entre las presas almacenadoras estaban la de Santa Clara Coatitlán, estado de México, la de Teopantecuanitlan, norte de Guerrero, las de Tehuacán, conocidas como Purrón y la de Maquitongo en Puebla. Al habar de los canales dijo que los había en forma rectangular, trapezoidal, o escalonada y muchas de ellas tenían incipientes compuertas. Hizo mención de las llamadas "derramaderos" y eran canales y presas de tierra, piedras y ramas; los depósitos pluviales en cimas, que eran bardas o muros de piedra y tierra en cimas montañosas o niveladas artificialmente que servían para recolectar agua pluvial y conducirla y derramarla a los campos situados laderas abajo.153 Con base en las evidencias arqueológicas y menos aun en los registros históricos, plantear la existencia de un estado hidráulico como los de Mesopotamia y Egipto, parece una clara exageración pues siendo la economía de la región una economía de pequeñas escalas, una economía natural como la definió Carrasco, esto 153 Rojas Rabiela /Teresa. Las obras hidráulica s en la Transición Prehispánica, 13 p.8 217 correspondía a la construcción de obras hidráulicas de pequeñas dimensiones. De las "obras grandes" como el Albarradón hidráulico a otras de pequeñas dimensiones. De las "obras grandes" como el Albarradón de Netzahualcóyotl se destacó porque no tenían finalidades agrícolas sino eran reguladoras de los movimientos de las aguas, de los lagos, es decir, buscaban evitar inundaciones. Por otra parte, las milpas no requerían de "grandes obras" sino de presas y canales muy reducidos que pudieran desviar u obtener derrame de agua de ríos y lagos y para ello no se requerían de obras de grandes dimensiones como las que conocimos en los países más antiguos. En el caso de las obras públicas que se edificaron como la ya citada, o las obras hidráulicas que localizaron Armillas y Palerm, se comprobó la importancia que tenía el trabajo acumulado de importantes grupos humanos, no obstante que no tenían animales de tiro para transportar piedras muy pesadas a largas distancias. Por el uso de esos materiales, una mezcla de piedras pequeñas y lodo, se levantaron construcciones muy precarias. Entre la variedad de recursos vegetales que había en la zona lacustre estaban los tules con los cuales se hacían petates, se elaboraban muebles, como los icpallis, para hacer paredes, para techarlas y se "designó con el nombre de ulero aquel que dedicaba prácticamente todo su tiempo a esta actividad, se puede decir que este trabajo era más especializado "mencionando varios tipos de tules" y junto a ella había distintos tipos de pasturas como las arenas, el barro, el cortadillo, la 218 cucharilla, la grana, pelillo, pipilote, reatilla, xalma, zacanual; también había vegetales comestibles como el mamaxtle, e I tzayanalquilit, el axoxoquilitl, el uitzquilitl, este último era un cardo que tenía espinas, el apatlolli, que era una papa de agua, el atzatzamillo, que era un berro ancho. "Las planchas de tule se encontraban diseminadas por la Ciénegas, algunas estaban enraizadas en el suelo de los lagos, formaban una suerte de pequeñas islas que se dejaban remolcar a la deriva por el viento y llegaban incluso a detenerse en las aguas profundas".154 Si había grandes cantidades de tule, había quienes desempeñan el oficio de petateros. Para cortar los tules se utilizaban un cuchillo de obsidiana, luego se amontonaba hasta formar brazadas y después utilizaban su embarcación para transportarlos. Los tules propios de la zona lacustre, eran uno de los recursos naturales que estaban muy extendidos y de ellos tenemos noticias lo mismo en el Valle de Toluca, que en Xochimilco y Chalco y desde luego en la laguna de México y se trataba de plantas que estaban enraizadas en las riberas y que crecían arriba de los apantles. Eran un obstáculo para la navegación de las canoas que rápidamente cubrían grandes extensiones de agua, pero se encontraron varios usos sociales importantes, entre ellos la fabricación de petates o de balsas para embarcar o embalar productos. Estas raíces permitíian la acumulación, en sus tallos y sus hojas, de grandes 154 García Sánchez, Magdalena. El Modo de Vida Lacustre, p.71 219 cantidades de pececillos, renacuajos y de insectos los cuales, eran usados como comestibles y como carnada para pescar. El uso de los tules dependía del grosor y de la resistencia de sus fibras y quienes conocían al detalle estos aspectos prontos e especializaron como tuleros, es decir, también como petateros, que fabricaban productos de una gran demanda social pues estaban destinados sobre todo a las habitaciones de los macehuales. Entre las obras que describió Rojas estaban los sistemas de riego a brazo o irrigación manual a partir de aguas de pozos, canales de zona, chinampas y se usaban cántaros, jarros, bateas, jícaras, calabazas, pero al hablar el sistema hidráulico en su conjunto, dijo que buscaba proteger a las poblaciones de inundaciones y mantener el nivel de las aguas y después había diques, canales de navegación, de riego y drenaje, presas, puentes, embarcaderos.155 El "sistema hidráulico" que tenía Tenochtitlán y en general la Cuenca tenían como propósito fundamental regular las crecidas de los lagos y de las lagunas y por lo tanto evitar inundaciones que tuvieran graves consecuencias para la zonas habitadas, pero no fueron planeadas con finalidades agrícolas, aunque sin duda, estos fenómenos repercutía en estas actividades. Por ejemplo, cuando se presentaban grandes venidas de agua y en virtud de que la ciudad en gran parte tenía sus chinampas en las zonas ribereñas, estas se anegaban y por ende se perdían las cosechas. Se trata de "zonas bajas" que eran susceptibles de 155 Rojas Rabiela Teresa. Las Obras hidráulicas en la Transición Prehispánica, p.ll. 220 perderse pues los almácigos se movían en grandes cantidades por las grandes arribazones de agua que llegaban producción de la diferencia entre el lago de Texcoco y de Tenochtitlán y de fenómenos concomitantes. En las menciones que se hacen, por ejemplo, de la construcción del acueducto de Chapultepec tampoco se hace alusión a fines agrícolas sino a la necesidad de conducir agua potable al centro de la ciudad. El desfogue que empleaba el río de Cuautitlán tampoco tenía esas finalidades sino sacar del agua excedentes de la ciudad, llevándola fuera de sus límites, lo cual representará el principio del drenaje profundo. Precisó Hernández que la Acequia Real, que iba de la actual calle de Corregidora a la de Roldan, pasaba por la Casa Nueva de Moctezuma, tenía un embarcadero que era para su uso exclusivo y describió la existencia de varios puentes.156 En el marco de la estructura física de la ciudad aparecieron varios embarcaderos que permitían que muchos productos, mercancías y mano de obra, que provenía de poblados incluso lejanos, pudieran llegar hasta las puertas de sus beneficiarios. Tales fueron los casos de las obras que se construyeron para llegar hasta los linderos mismos del templo Mayor, las casas Nuevas y Viejas de Moctezuma, algunos templos importantes, la calmecac; además estaban aquellos que se habían edificado en los propios mercados como el de Tlatelolco. Se han encontrado restos arqueológicos de estas obras que permitían "acercar" los productos y materias primas a los consumidores. A la manera de los embarcaderos modernos, hasta ellos llegaban las canoas, las cuales eran 156 Hernández Pons, Elsa. La Acequia Real, Arqueología Mexicana, Vol. IX, núm.51, p.56 221 descargadas y después sus tripulantes regresaban a efectuar otro viaje. Algunas crónicas refieren la entrega regular de madera (morillos) y piedras que procedentes de Chalco llegaban hasta las construcciones de Tenochtitlán lo cual supone la existencia de un sistema de navegación de carga adecuada a las circunstancias de la época. Al señalar la existencia de albarradas y canales que servían para especificar límites entre los señoríos ribereños, se demuestra un intento para hacer respetar los alcances de su "gobierno". Moctezuma, intentó dejar en claro esta delimitación territorial sobre todo para satisfacer y dar tranquilidad a los abuelos, sobre todo a los más lejanos, a los cuales se les aseguraron el principio de la libre navegación para fines comerciales. Precisó García Quintero que en realidad las chinampas no fueron "jardines flotantes" sino parcelas construidas artificialmente en lagos de poco fondo y mantenidas firmes en su lugar por medio de estacas de sauce y en ellas cultivaban maíz, fríjol, calabaza, chile, tomate y también una gran variedad de flores, pero también comenzó la construcción de casa en Coyoacán, Mexicaltzinco, Iztapalapa, Xochimilco y otras. Concluyó que ya había algunas obras hidráulicas en proceso, como las del río de Cuautillán no solo para provocar inundaciones sino también para utilizarse de obras de riego. Ya estando en Chapultepec, dijo, se enfrentan a un serio problema, la carencia de tierras para edificar sus casas "por lo que tuvieron que recurrir a la utilización de dos métodos: la desecación de varias porciones por medio del fuego y la construcción de las 222 primeras chinampas propias y para ello necesitaban madera para estacar y recurrieron al intercambio de producto del lago por piedras, madera y cal.157 En rigor, no se puede hablar de superficies flotantes porque de haberlas hubieran sufrido graves y permanentes inundaciones con la consiguiente pérdida de semillas, alimentos, animales y construcciones pues bastaba que subiera el nivel de las aguas y este fenómeno se produjera. Y a la inversa, si bajaban los niveles sobre todo por la carencia de lluvias, también se hubieran inundado y desaparecido. En realidad, había conexiones de las chinampas, tanto con la orilla de los canales como con el suelo pues se aprovechaban zonas de escasa profundidad y los morillos de los ahuejotes cumplían la función de darles fijeza y estabilidad. Pero con las chinampas apareció la necesidad de que sus cultivadores tuvieran habitaciones cerca de las áreas de cultivo y por ello encontramos muchas construcciones que debieron ser de materiales ligeros. Al lado de los ahuejotes encontramos las superficies de cultivo y al lado la casa habitación de los labradores que por conducto de los canales y de las acequias, sacaban sus productos a zonas de tierra firme. Estas eran formas de dominar el principal recurso; el agua y destinarla para finalidades productivas. Dijeron Parsons y Moret que "el de Texcoco fue uno de los principales lagos de la Cuenca de México. De aguas salinas y poco profundas, alcanzaba una extensión aproximadamente de 600 kilómetros y su potencial fue aprovechado por los pueblos ribereños desde la época prehispánica hasta entrado el siglo XX. Se 157 García Quintero, Josefina. México Tenochtitlán y su Problemática Lacustre. UNAM, México, 1978, 123 p., p.60 223 apreció que el lago se encontraba dividido por cercas en una sección interna, sin plantas acuáticas y en las que no se pescaba con redes y una sección externa, con numerosas plantas acuáticas y en la que la pesca con redes parece ser la actividad principal.158 Entre los recursos que se encontraron en lo que fue el citado lago, se encontraron grandes depósitos de sal y muchos insectos comestibles y algas. Había en esa zona fabricantes de sal, recolectores de insectos, cazadores de patos, pescadores y tramperos de salamandras. Entre los objetos que se encontraban estaban navajas de sílex, navajas de obsidiana y molcajetes o comales. Al igual que el lago de México estaba determinado, el de Texcoco estaba cuadriculado con lo que se respondía a varias necesidades históricas: algunos pueblos se habían asentado desde hacía muchos años en sus riberas, incluso antes de la consolidación de la casa de Texcoco y por lo tanto había que reconocerles algunos de esos "derechos. Eran parte de la armonía y de equilibrio que había en forma admirable en el "reino acolhua" se debía a que se habían respetado no solo un reparto equitativo de los tributos sino también a los accesos a la pesca, a la sal y otros recursos que había en la región. Conocemos de la existencia de pocos incidentes por el acceso a estos bienes, los cuales al contrario se agravan y multiplican cuando los españoles decidieron acaparar tierras por la vía de la compra, efectuando, por ejemplo, el manejo de los recursos hídricos. Los litigios se fueron alargando y complicando al implantarse el derecho español, 158 Parsons, Jeffrey, Morett, Luis. Recursos Acuáticos en la Subsistencia Azteca. Cazadores, Pescadores y Recolectores, Arqueología Mexicana, Vol. IX, Núm. 59, 2007, p.43 224 mientras que se afirmaba que en la sede del Palacio de Netzahualcóyotl, los conflictos se resolvían rápidamente por medio de un sistema judicial abierto y flexible. Por su parte, Carbajal dijo, dijo que el Posclásico en realidad había 7 lagos entre los cuales los de Apan, Techac, Tecocomulco, Zumpango, Xaltocan, Texcoco declarando que estos últimos tres eran independientes y salobres mientras que Chalco y Xochimilco eran dulces pero todos vertían sus excedentes en el lago de Texcoco, pero que al fundarse Tlatelolco y Tenochtitlán lo hicieron en zonas mas bajas por o que estuvieron siempre expuestos a continuas inundaciones y para impedir esta situación se idearon y construyeron una serie de obras hidráulicas y para ello localizan la ubicación de los diques, canales y calzadas. Estos cruzaban el lago de sur a norte y de este a oeste y de norte a sur y estaban construidos con arcilla y taludes y tenían varios puentes o cortes que permitían la circulación, destacándose la de Tepeyac y de Iztapalapa. "El Albarradón o dique de Ahuizotl se construyó como remedio a una fuerte inundación ocurrida alrededor de 1499".159 Describió restos de canales, unos 32, de los cuales 25 corresponden a la época prehispánica y cumplieron el propósito de agilizar el drenado y la navegación. La mayoría de las obras fueron construidas en el periodo tenochca y otros por los tecpanecas y que las calzadas de tierra de Tenayuca, Nonoalco y Tacuba fueron señalamientos sobre derechos de agua, es decir, determinaban los dominios de los tecpanecas y de otros pueblos. 159 Carballal, Margarita. Elementos Hidráulicos en el Lago México-Texcoco, en el Posclásico, Arqueología Mexicana, Vol. XII, Núm. 68, 2007, p.23 225 La existencia de los lagos, sin duda, condicionó la existencia material y social de los pueblos que se habían asentado entre ellos determinó su dieta alimenticia, la construcción e sus viviendas y habitaciones, los medios de transporte y hasta sus deidades. Venían de una zona lacustre, la de Aztlán y llegaron a otra zona lacustre, la del Valle de México lo que les permite adquirir un adiestramiento técnico específico de este tipo de medio ambiente en el que el principal componente es el agua, lo que influyó en forma determinante en los tipo de agricultura existente, la tecnología empelada, la organización social, porque el medio físico determinó en gran medida aunque no totalmente el medio en el que se vive, así como la fuerza productiva que se debe crear por las necesidades impuestos por ese medio y no por actos voluntaristas y arbitrarios de las personas. Por ejemplo, en estas condiciones fisiográficas debieron desarrollar las artes de la pesca, fundamentalmente. Dentro de las obras importantes que hicieron los mexicas, destacó la introducción de aguas que provenientes de Chapultepec, llegaron a Tenochtitlán "pero la laguna de Texcoco era la más baja de la cuenca y en consecuencia cuando caían fuertes lluvias crecía sobremanera por la precipitación misma, por el aumento del cuidado de los ríos y porque los otros lagos, más altos vaciaban su sobrante en ella. De la misma manera que el agua anegaban las chinampas y aun las casas y algunas ocasiones, así también en otras retornaban escasas, se retiraban, a causa de sequías y de hambrunas. Por otra parte, no eran aguas propias para beber. Los manantiales de Tenochtitlán eran pocos -tres a lo sumo- y no bastaba 226 para las necesidades diarias de os habitantes ni para las obras".160 Por ello las crónicas hablaban de grandes lluvias con inundaciones, terribles sequías, lo que explica la construcción de un dique, dirigido por Nezahualcóyotl, para contener las aguas salobres de Texcoco. Desde el punto de vista físico, Tenochtitlán es un conjunto de lagos, lagunetas y ríos que se localizaban en una cuenca y esta combinación de factores determinó la vida de la ciudad hasta nuestros días, pues estaba sujeta a las vaivenes de las inundaciones, de diferente severidad, pues los depósitos de agua estaban ubicados a diferentes niveles de tal manera que cuando el Lago de Texcoco crecía en sus niveles, la derramaba sobre las otras lagunas y provocaba grandes o medianas catástrofes, que terminaban por anegar las superficies sembradas y habitadas. Los que sufrían las consecuencias mayores eran las superficies habitadas por los calpullis que se encontraban en las partes bajas y por lo tanto, las más vulnerables. El propósito central de las obras hidráulicas que se construyeron teniendo a los indígena como la principal fuerza de trabajo y a los pueblos ribereños como los grandes tributarios de materiales, como piedras, madera, consistía en tratar de crear un sistema de "esclusas", que funcionara como un gigantesco sistema de regulación de las aguas, de tal manera que se protegieran las zonas bajas de los excesos de agua que había en las partes altas. 160 García Quintero, Josefina. México Tenochtitlán y su Problemática Lacustre. UNAM, México 1978 123 p., p.84 227 Dijo Villalobos que "la acumulación de materiales en una enorme masa granular (tierra, arena, grava o piedra) natural o artificialmente depositada, conforme un plano encapado, o talud sobre cuya superficie el material no se desliza; el ángulo que generó respecto de lo horizontal le llamamos ángulo natural de reposo del material y a la superficie del talud le llamamos plano de apoyo. Independientemente de las dimensiones o elevación de esta acumulación, así los materiales así dispuestos se encuentran en estado consolidado o compactado, la figura resultante no solo es de gran solidez, sino indeformable. La progresiva acumulación de tierras generó sucesivas compresiones sobre la superficie donde se coloca y forma taludes de escasa inclinación frecuentemente expuestos a los agentes naturales del medio y consecuentemente a deteriorar por deformación. Los constructores del preclásico aplicaron el principio de confinamiento de los materiales, depositados a través de un eficiente sistema de corizas de piedras colocando a manera de evolvente cuya función es sostener, desde el exterior, el volumen de materiales que conforman una determinada plataforma o basamento", dijo Villalobos, en tanto que la mampostería eran la combinación de piedras y tierras y con la aplicación de la superposición de edificios se aplicó el principio de la economía constructiva".161 El principio de la progresividad estaba presente en las distintas fases de las etapas constructivas: desde los materiales de paja o carrizo, hasta los taludes, o 161 Villalobos Alejandro. Las Pirámides, Proceso de Edificación, tecnología Constructiva Mesoamericana, Arqueología Mexicana, VI, XVII, núm.101, 7 p.4 228 tableros repujados con mampostería y bellamente decorados. Se observó un avance notable, por ejemplo, entre los sedimentos encontrados en torno a la pirámide de Cuicuilco y los que se encontraban en el Valle de Teotihuacán y más adelante en los cimientos del Templo Mayor. Las masas de materiales encontrados eran acumulaciones de piedra y lodo, los taludes o tableros sumamente sencillos y muchos de ellos desaparecieron, sin ningún decorado, lo que indica un notable atraso del crecimiento de los materiales y de la tecnología constructiva, así como un escaso desarrollo de la arquitectura. Los materiales eran "confinados", dijo Villalobos, es decir, simplemente amontonados y protegidos con carrizo para que no se dispersaran, habiendo observado distintas capas de materiales lo que confirma también que fueron hechos en diferentes etapas. La pirámide representa la planeación más elevada del trabajo humano de toda una colectividad o de varias colectividades y reflejan la intensidad del mismo, los volúmenes de los materiales acumuladas y por lo tanto se trató de trabajo social. En torno a Mixquic, se dijo que inicialmente había sido un islote del antiguo lago de Chalco en donde había existido un importante grupo de cazadores-recolectores que impulsaron un proceso de domesticación de las aplantes desde hace 7 mil años y tenían una dieta basada en el consumo de maíz, calabaza y chile. En la época del esplendor de Teotihuacán, la zona tuvo un gran desarrollo de la agricultura de tierras anegadas y había una gran abundancia de recursos lacustres; los mixquicas eran vecinos de los pobladores de Cuitláhuac y de 229 Xochimilco y para el año de 1500 D.C., era una ciudad-estado. En relación con la estructura social, el 90% de la población estaba conformada por macehuales que no tenían acceso a la tierra, que no eran propietarios y el resto o sea el 10% por pipiltin, que eran propietarios y el representante del estado era el tlatoani, que es el legítimo propietario de las tierras y quien las distribuía a quien fuera necesario. Existía una relación muy estrecha, entre los pobladores de Mixquic, con los de Chalco y Xochimilco al grado de constituir, en la vida real, un solo conjunto económico y social pues habían tenido el mismo grado de evolución. Eran los pobladores recolectores y cazadores, después formaron aldeas y más tarde poblaciones más grandes pero no obstante haber recibido la influencia civilizatoria de Teotihuacán, Mixquic tuvo un desarrollo relativo menor. Ubicado en el lago de Chalco, tuvo lo que se llama una vida lacustre y por ello se trata de pueblos similares a los que se localizan en las riberas de los lagos de Texcoco y México. Son estructuras económicas similares, teniendo a las chinampas como la espina dorsal de su producción social y a la fabricación de objetos de tule, que los había en gran medida. El hecho de vivir en forma contigua en lo que se llaman tierras anegadas, propició la extensión de la agricultura de almácigos que se podían trasplantar y cambiar de un lugar a otro. Se trataba, en fin, de pueblos de una región que por sus características naturales, estaban intercomunicadas por la vía marítima, siendo las canoas, el principal medio de transporte de alimentos y de personas. Por ejemplo, se podía viajar en forma recurrente de Mixquic a Xochimilco o de Mixquic a Chalco. 230 En virtud de las características fisiográficas de la zona, tiene razón Rojas Rabiela pues se trataría de un sistema productivo general, compuesto por varias subsistemas pues no solo había grandes depósitos de agua, lo que permitía una caza y pesca abundantes y un intenso intercambio comercial por medio de diques, canales sino también había montañas y cerros en donde existía otro tipo de agricultura, la de terrazas, con varios sistemas de riego, como los descubiertos y descritos por Ángel Palerm. Entonces había dos tipos de agricultura, la de las chinampas y la de las terrazas, cuyos volúmenes de producción se completaban entre si. Las dos agriculturas eran de temporal, es decir, estaban sujetas y las variaciones de las precipitaciones pluviales y otra que llamaríamos de "riego", aunque no podemos precisar sus alcances. Palerm no hizo alusión a "grandes obras hidráulicas", grandes siempre en proporción a las regiones de la época, sino a obras "medianas y pequeñas". También en esas mismas proporciones, lo que hoy llamaríamos como "pequeña irrigación", en términos modernos. El carácter lacustres tenía una ventaja muy grande: había grandes puertas de entrada y de salida hacia otros poblados y regiones, lo que facilitaba los intercambios comerciales y por lo tanto la llegada de bienes, productos, de las regiones tropicales. Carballal definió que la calzada de Tepeyac estaba hecha de piedra, tenía un ancho de 10 a 11 metros, un espesor de 1.8 y tenía una dirección de norte a sur y se ubicaba en el lago de México-Texcoco, el de Iztapalapa, era de piedra o arcilla y teniendo en talud, con cercado 20 metros de ancho, 1.6 de espesor, estaba 231 ubicado en el lago de México-Texcoco, zona sur y una dirección de norte a sur; el de Nonoalco era de arcilla, teniendo en talud, con un ancho de 15 metros, un espesor de 2.10, estaba en el lago de México, zona oriente y su dirección en Este a oeste. Estas calzadas tienen un registro arqueológico, pero había otros que solo tenían registros históricos, como los de Tenayuca, con un ancho de 15 metros ubicado en el lago de México, zona noreste, con una dirección noroeste. La de Tacuba, con cerca de 22 metros, en el lago de México, oeste con dirección entre noreste y la de Chapultepec, con cerca de 12 metros en el lago de México, con dirección este sureste. Entre los objetivos que tenían estas obras, además de frenar las inundaciones y controlar la entrada de agua dulce.162 Las principales materias primas empleadas en la construcción de las calzadas eran la piedra y la arcilla y para ello necesitaron la aportación de grandes cantidades de mano de obra, procedentes de los pueblos ribereños. Las calzadas fueron concebidas, fundamentalmente, como medios de comunicación para transitar de una parte de la zona a otra, empleando las canoas, como medio básico de transporte. En ella se transportaban no solo los materiales de construcción ya señalados, sino también, los tributos que llegaban a la zona, procedentes de la provincia tributaria, para el intercambio comercial y claro está para la movilización de las personas. Existen láminas que dibujan que había un fuerte e intenso movimiento, en el caso de personas tratándose de las calzadas y de los llamados subcanales de agua" que estaban adjuntos y que revelan que 162 Carballal, Margarita. Elementos Hidráulicos en el Lago México-Texcoco, en el Posclásico, Arqueología Mexicana, Vol. XII, Núm. 68, 2007, p.33. 232 Tenochtitlán era una ciudad lacustre, con las ventas y desventajas que esta naturaleza tenía para el conglomerado humano que en ella habitaban. Las calzadas, hechas de materiales perecederos, fácilmente estaban a merced de las propias aguas de los canales las cuales las erosionaban y finalmente se destruían. Los rescates arqueológicos que se han realizado en donde había estas obras, revelan precisamente la existencia de grandes cantidades de piedras, las cuales se fueron deslavando a través del tiempo, hasta convertirse en restos o deshechos. Dijo Sugiura que el Valle de Toluca, en el río Lerma, había terrenos muy productivos, las tierras eran cenagosas, tres cuerpos de agua y uno de ellos se denominaba Santa Cruz Atizapán y "era un centro de control y distribución, tanto de los recursos permanentes de las Ciénegas y la zona circundante, como de los bienes obtenidos por medio del intercambio con regiones fuera del Valle de Toluca. Las lagunas que existían eran las de Chignahuapan, Chimaliapan y Chicnahuapan y se trata de ciénagas someras que se beneficiaban con el agua que llevaba el río Lerma a una serie de volcanes entre los cuales mencionó al volcán San Antonio, el Nevado de Toluca, que han tenido una importante influencia en el clima de la región y se trataba de ciénagas que eran muy productivas, mientras que la presencia humana se remonta a 5,000 años antes de Cristo y siempre existía un estrecho vínculo entre las poblaciones humanas y su entorno acuático, pero sobre todo había concentraciones humanas más 233 pequeñas.163 La estructura material del Valle de Toluca es similar a la de México Tenochtitlán que era de carácter lacustre, como grandes depósitos de agua y terrenos cenagosos y pantanosos, los cuales tuvieron el mismo destino, es decir, se desecaron y hoy los conocemos solo por medio de hallazgos arqueológicos. Si se observa, siendo una zona lacustre, como la de Tenochtitlán los recursos naturales eran los mismos, como los tules, que permitieron desde los primeros tiempos un alto desarrollo de la producción de cestas y canastas y la formación de grupos especialistas. Aquí no se trataba de una cuenca sino de grandes planicies, junto a las cuales había volcanes. Se trataba de tierras muy dúctiles en los rulares, era muy difícil hacer grandes construcciones. "Se trataba -dijo Rojas Rabiela- de un sistema compuesto de cinco subcuencas con espejos de agua somera y fondos relativamente planos, con secciones pantanosas y con lagunetas, que ocupaban entre 800 y 1,000 Km2 de superficie. Esos cinco lagos adquirieron los nombres de las poblaciones vecinas más importantes, cuya orilla se encontraba a una altura promedio de 2,240. El conjunto, de alturas ligeramente diferentes, funcionaba como un sistema de vasos comunicantes que confluían en el de Texcoco, el central y más bajo de todos. Se encontraba artificialmente subdividido en dos por medio de un albarradón que fue construido bajo la dirección del gran tlatoani acolhua Netzahualcóyotl. El vaso de 163 Sugiura, Yoko, El Desarrollo de un Asentamiento Lacustre en la cuenca Alta del Río Lerma: El caso de Santa Cruz Atizapán, México Central, Revista de Arqueología Iberoamericana, 5, 2000. P. 128 234 oriente, que se conocía como el de Texcoco, tenía sus aguas despejadas, era salobre y sus bordes presentaban fuertes variaciones estacionales. El lago de México ocupaba la parte occidental y era menos salino porque fue asilado con la edificación del dique antes mencionado y de otros más pequeños a su alrededor, así como porque recibía agua dulce de los manantiales del sur y de los ríos del poniente. Lo anterior hizo posible que sus pobladores construyeran chinampas agrícolas tanto en la propia ciudad de Tenochtitlán, como en sus inmediaciones. En el sur se encontraban los dos lagos de agua dulce más importantes (Chalco al oriente y Xochimilco al occidente), subdivididos también mediante la calzada-dique de Cuitláhuac; se encontraban hasta tres metros más arriba que el de Texcoco.164 A pesar de las obras hidráulicas descritas y siendo la región un conjunto de lagos que tenían una diferente altimetría y cualidades de aquí y estando integrada por señoríos sometidos, aliados o tributarios de Tenochtitlán, no se desarrolló un sistema hidráulico de compensaciones y de comunicaciones que permitieran una amplia integración económica, social y política. Ello en gran parte debido a la ausencia de la noción de nación que producían los tlatoanis quienes básicamente fueron elementales para el regionalismo y el localismo, sobre la base del cual toman muchas medidas que tienden a su consolidación y fortalecimiento y no a la formación de una posible nación en la cuenca. Afirmó Vaillant que a falta de tierras disponibles en el Valle de México, se inventó 164 Rojas Rabiela, Teresa, Las Cuencas Lacustre del Altiplano Central, Arqueología Mexicana, Vol. XII, Núm.68, p.23 235 la creación de chinampas para satisfacer el crecimiento de la población y también con la aplicación de las provincias conquistadas en las que se impuso la obligación de que las trabajen los miembros de las tribus vencidas y de esta manera se podían sostener las grandes propiedades que se habían acumulado, síntoma que aplica a los mexicas impuestos gravosos. "Tales propiedades pasaban de padres a hijos pero en caso de que no hubiera descendencia volvían a las autoridad tribal, no a la del clan de la que era miembro el beneficiario. Otras tierras de esta clase deben de haberse dedicado al sostenimiento de las organizaciones religiosas. De esta manera, las autoridades centrales de Tenochtitlán y de la iglesia y el estado sin gravar los recursos del pueblo. La flexibilidad relativa de semejante propiedad territorial daba a la autoridad central, manera de ajustar desigualdades y agravios entre los miembros más ambiciosos de ella". 165 Los distintos estudios regionales confirman que todos los poblados de la cuenca, sometidos de una manera o de otra, ya sea por medio de la conquista militar o por medio de una alianza política, contribuían al sostenimiento económico y material de Tenochtitlán. ¿En qué medida o grado el intercambio de productos por la vía comercial o por medio de la imposición de tributos; contribuir a abastecer el mercado de consumo y en qué grado la producción de la Cuenca cubría este abastecimiento? Son asuntos que es necesario aclarar y dilucidar porque de ellos depende la confirmación de varias premisas básicas. ¿Había un mercado regional debidamente constituido? ¿Qué grado de autonomía real tenían los señoríos de 165 Vaillant, George. La Civilización Azteca, Origen, p.108 236 Texcoco, Tlacopan, Chalco y Xochimilco? ¿Qué rasgos de identidad esencial tenían todos ellos entre sí que permitieran hablar de una comunidad lingüística, social y política? Lo que sí es posible confirmar con Valiant y otros autores es que era una unidad con alto grado de desarrollo pero al mismo tiempo con varios subsistemas regionales que no estaban integrados desde el punto de vista social, quizá porque tenían antecedentes diferentes y distintos grados de evolución que propiamente no permiten hablar de una nación mexica todavía. Una cosa era que hubieran sometido a muchos pueblos y señoríos y otra muy distinta que aceptaran comúnmente y voluntariamente una serie de lazos de identidad que confirmaran la existencia de una nación. Al describir la calzada de Tepeyacac, dijo Carballal, que iba del límite norte de la isla hasta el cerro de Tepeyacac, habiendo encontrado 6 rellenos de piedras sobrepuestas, utilizando basalto, tezontle, y las orillas estaban estacadas y con muros de mampostería (durante la época colonial). Calzada de Tenayuca, comunicaban a la ciudad de Tlatelolco con Tenayuca y tenía una longitud de 7 kilómetros, pero solo se han encontrado rastros coloniales; la calzada de Nonoalco, comunicaba a Nonoalco con Tacuba y tenía 2 kilómetros, con cinco rellenos sobrepuestos, se componían de arcilla y limos compactados en donde había una combinación de arcilla y arena; la calzada de Tacuba, no tenía rastros arqueológicos; calzada de Chapultepec, unía la calzada de Tlacopan y el cerro de Chapultepec, encontrándose depósitos de agua y cañería y tenían terraplenes de arcilla; la calzada de Iztapalapa, estaba estacada, con piedras y arcilla con taludes laterales. Tepeyacac comunicaba en donde estaba el culto de la diosa Tonatzin y 237 estaba ligado tanto a la casa reinante de Atzcapotzalco y de Tlatelolco y también tenía la función de señalar derechos de agua, mientras Tepeyacac cumplía también una función de diques.166 La construcción de estas calzadas planteó la decisión estratégica de comunicar a la ciudad lago con las regiones, las poblaciones que se encontraban fuera de estos límites, que decía, se trataba de evitar que por cualquiera consideración, medida, o accidente natural", la ciudad pudiera quedar alguna vez aislada. Ya se tenían amplias relaciones, algunas de ellas hostiles, con todos los pueblos de la comarca y las calzadas tenían el propósito de estrechar esos lazos políticos, que también eran comerciales y guerreros. Había también el temor, justificado para las trágicas experiencias del pasado, de que ante la presencia de lluvias torrenciales y siendo todo México una cuenca endorreica, la ciudad quedara cubierta por las aguas y perdieran todas sus ramificaciones importantes con el exterior, sufriendo consecuencias catastróficas. En cambio, no tenemos elementos para afirmar que desearan conformar una "potencia náutica" como la que hubo durante la Edad Media lo que desmiente la existencia la idea de un estado. Tortolero definió como arreglos especiales "del sistema hidráulico, previsto para controlar las aguas y la circulación de las mismas por medio de calzadas, como la construcción de puentes y canales o acequias hondas que iban de una ciudad a otra y que en ocasiones penetraban hasta el interior de la zona habitada. 166 Carballal Staedtler, margarita. Las calzadas prehispánicas en la Isla de México. Algunas consideraciones sobre sus funciones. Arqueológicas, Revista de Arqueología de la UNAM, Núm. 1, enero-junio, 989 238 Mencionó algunas obras de señalada importancia como el acceso de las canoas, hasta el palacio de los señores de Texcoco, la entrada de canoas hasta los estanques de agua dulce y huertos de Iztapalapa, los estanques de agua dulce para aves, el acueducto doble a Chapultepec, la distribución de agua a los estanques, palacios y viviendas. Las obras hidráulicas tenían el propósito central de evitar las inundaciones y por lo tanto los lagos se vieron como un mal, concepción que siguió en la etapa colonial en que se considera la principal fuente de enfermedades e infecciones, se comienzan a formular una serie de hipótesis que exigían que esos lagos se drenaran, pero los indígenas siguieron manipulando los sistemas hidráulicos. Así se realizó el desagüe del canal de Huehuetoca, construyéndose un tonel de 17 km de longitud.167 Siendo la cuenca del Valle de México una cuenca cerrada, es decir, endorreica, como las definen los geólogos, una de las principales funciones de las grandes obras hidráulicas fue la de vigilar y asegurar la entrada y salida de personas o embarcaciones, como una decisión de carácter estratégico para evitar que fueran invadidas por fuerzas externas y con ello se suspendieron sus suministros, con el riesgo de que perecieran de hambre. Esta fue una de las obsesiones de los dirigentes y por ello trataron de asegurar que las canoas podían fluir libremente y las poblaciones estuvieron comunicadas de una manera regular y permanente. Esta preocupación por quedar aislada del mundo exterior también la tuvieron con hispanos y por ello se pensó inicialmente a trasladar a la edificación de la nueva 167 Tortolero, Alejandro. Obras Hidráulicas en Tenochtitlán y Nueva España: Contraste entre el conocimiento ancestral y el colonial, UAM Iztapalapa., 23 p p9 239 ciudad a Coyoacán. La presencia de los conquistadores demostró la extrema vulnerabilidad que tenía el resto limitado a 3 o cuatro calzadas de entrada las cuales fácilmente podían se bloqueadas. Recordó Trejo que aun florecía en la memoria colectiva de los habitantes de Toluca, la existencia de una amplia zona lacustre; los recursos naturales que había en la zona, como pescado, tule, patos, hasta recordar la desecación de los lagos en la que "el agua simplemente se fue". Había pueblos "petateros" como San Lucas o pueblos "tuleros" como San Mateo Tuxcalyacan y pueblos de pescadores como Santa Cruz Atizapán.168 Si se parte de la consideración de que la existencia de grandes depósitos de agua representaba un obstáculo para el desarrollo de la existencia humana, que enfatizaba en las labores agrícolas, no hubo un progreso suficiente, por ejemplo, de la pesca y de la caza acuática, ni del transporte de la misma naturaleza. En realidad, se buscaba "quitarle tierra al agua", es decir, construir chinampas para efectuar siembras a la manera tradicional, siendo las dos actividades de carácter secundario o complementario, como fue el caso de los petateros y de los tuleros. Esta jerarquización sobre la importancia y viabilidad de los recursos naturales disponibilidad se prueba pues una vez que los pobladores tenían una oportunidad, desecaba los lagos y los patrones, reiterando que veían en el agua un impedimento para una vida mayor. A pesar de que se realizaban tareas de pesca, 168 Trejo Sánchez, José Antonio, memoria Colectiva: vida Lacustre y reserva Simbólica en el Valle de Toluca, estado de México, Revista Convergencia, Ciencias Sociales, UAEM, Número 50, agosto 2009. p.39 240 su dieta básica descansaba en el consumo de granos alimenticios y no de proteínas de origen animal. Los pescadores, y las aves acuáticas eran un complemento, ciertamente importante, pero un complemento al fin. El ochpaniztli eran las fiestas de la siembra, el inicio del año, fiesta de la renovación cuando se recreaban las tierras y se celebraban el nacimiento de la dios del maíz, escribió Graulich. Indicó que dicha fiesta iba del 3 al 22 de abril y se caracterizaba por la realización de una limpieza general, barrido en todos los lugares, se pintaban de nuevo los edificios, la vegetación renacía y coincidía con la temporada de lluvias. "Estaba dedicada a tres diosas: a la tierra, Toci, nuestra abuela, el maíz representado por Chicomecoatl, 7 serpiente que es más bien la diosa que preside al generación del cereal y finalmente el agua como Atlan Tonan, Nuestra Madre del Agua. Al principio de la noche asimilada con la temporada de lluvias, la tierra muere y renace como lo había hecho al principio de la era actual".169 También coincidió con la fiesta de Tlacaxipueliztli, que era la fiesta del "desollamiento de hombres", que era la fiesta de las cosechas. Al preparar las tierras para el cultivo, se abre y se está "limpiando", se le quitan las piedras, las ramas y otros objetos que se acumularon durante varios meses del año y que con su presencia no sería posible que las semillas germinaran. Esta labor de escarda equivale a la "limpieza" de las casas, "a los desollamientos" de los seres humanos en los sacrificios rituales, en donde todo cambia, todo se 169 Graulich, Michel. Ochpaniztli. La Fiesta de las Siembras de los Antiguos Mexicanos, Arqueología Mexicana, Núm.40. 2008, p.13 241 renueva, todo se depura para dar origen, de nuevo, a la aparición de la vida, en el marco de una serie de actos sucesivos. Cuando la tierra se "limpiaba" había alegría y preocupación a la vez, alegría porque se esperaba el inicio de un ciclo productivo en donde habría alimento para toda la población con lo que se aseguraba su subsistencia, y preocupación porque podía haber sequía o inundaciones que hicieran fracasar estas expectativas, íntimamente ligadas con esta etapa es el inicio también de la temporada de lluvias, de ahí la necesidad de conocer las estaciones del calendario, pues con ello se garantizaría que las semillas depositadas en los surcos, germinara. De no ser así, habría muerte y desolación. De ahí la aparición multiforme de las deidades de la lluvia sin la cuales simplemente no había vida. Si había un elemento que aun no tenía un grado de progreso considerable; la secrecía en la aplicación de los secretos "industriales", lo cual se observa sobre todo en los casos de los artesanos del Palacio. Esto no era fácil lograrlo pues había artesanos independientes, es decir, trabajaban en los barrios y otros eran itinerantes, es decir, fabricaban sus productos sin ningún asiento fijo, utilizando incluso los intercambios comerciales. Y Dijo Nezahualcóyotl: "los mexicanos que tienen por suya la tierra y toda la laguna grande por la que han de andar todos, son muy crueles de condición, allá buscan todo su menester, los pescadores andan ahí pescando, y cogiendo todo género de aves, que la punta de la laguna es nuestra, que nadie dijo nada, que en la laguna les hemos de dar una buena batería de guerra a estos mexicanos". La 242 historia describió que la de Tlatelolco había ido en defensa de la laguna y por ello había hecho la guerra a los de Texcoco venciéndolos y después ellos, en calidad de vencedores comenzaron a coger peces y toda clase de aves pero los de Texcoco se molestaron y mostraron una pintura en la cual dijeron que estaban los linderos y luego e presentaron lo señores de Tlatelolco y de Tenochtitlán y pararon la canoas a sosegar los remos e hicieron la división del agua y se acordó que desde el medio del cerrito del penal en derecha del oriente y todo aquella de la parte del sur la cojan el señor de Tenochtitlán y dijeron a los señores de Texcoco que ahí no tenían parte ni mando en la laguna. Había siempre, como es natural, una serie de disputas por las lagunas ya que se consideraban no solo como un receptáculo de peces para la alimentación humana, de tule para fabricar cestas y otros artículos, pero también un medio de comunicación de un pueblo a otro; podían viajar por ejemplo, del centro de Tenochtitlán, del gran centro ceremonial o Teocalli a Texcoco o a Chalco, de Tlacopan a Iztapalapa sin mayores obstáculos. Por medio de pactos y acuerdos con los señores de la triple Alianza se podían recorrer toda la zona lacustre y de ahí comunicarse con los señoríos independientes como Tlaxcala y viajar a regiones aun más lejanas, contribuyendo a la creación de una unidad económica. Al principio hubo conflictos con los tecpanecas de Atzcapotzalco y después con los Tlatelolco, que se habían separado del mismo y después se suscribieron pactos con Texcoco. Si en una primera etapa fueron las lagunas motivo de discordia y de enfrentamientos, después se convirtió en una causa de unidad, siendo este un germen de una cierta nacionalidad: la defensa común de un 243 importante reservorio de recursos naturales e importante vía de comunicación con todos los pueblos ribereños. Horcasitas hizo referencia a la antigüedad que tenían las explotaciones que databan de unas minas situadas en Tierra Caliente, durante el periodo de Canzanco, pero había otras en Guaraxo, Churumico, Penjabarato, Coyuca, Tancitaro, Periban, Inguarán, Oropeo y desde luego reconoció que el desarrollo de las técnicas metalúrgicas había sido impulsada por la difusión cultural procedente de Perú, Colombia, Panamá y Costa Rica, pero solo mencionó, como un testimonio de estos cambios, la carta de Rodrigo de Albornoz en la que afirmaba que indígenas sudamericanos llegaban a esas grandes piraguas" a estas tierras". En relación con las técnicas empleadas mencionó los braseros en los cuales se fundían los metales, los martillos para aplomar el metal, crisoles y cazuelas para fundir el metal, instrumentos punzantes para repuje, mazos de piedra que se utilizaban en los socavones artificiales y a cielo abierto y desde luego el uso de martillado y con él se facturaban joyas, cuentas de collar, placas, bezotes, orejeras.170 En realidad, García Quintero describió a Tenochtitlán como una compleja red de acequias, canales, acueductos, calles de tierra y agua que permitían no solo evitar inundaciones sino también contar con tierras firmes y proveerse de alimentos y también había muchos embarcaderos para poder estacionar las canoas las que conducían a los mercados. Dijo que las tres calzadas principales -Iztapalapa, 170 Horcasitas Barros, María Luisa. Una artesanía con Colección Científica, INAH, México, 2002, 171.p.12 244 Tepeyacac y Tlacopan- "eran vías de entrada a la ciudad, estaban todas hechas de piedra y tierra y bastante levantadas sobre el nivel de las aguas". Había otras calzadas que unían a Mexicaltzinco con Coyoacán y que separaban las aguas de las lagunas de México de las de Xochimilco.171 El control y la regulación de las aguas fue una actividad que les llevó muchos años, sin que se hubiesen podido alcanzar a plenitud esos objetivos pues la ciudad siempre estuvo amenazada por las inundaciones y hasta se puede elaborar un cronograma de las mismas y sus efectos destructivos entre la población, sus bienes y sus centros habitacionales. Un mapa antiguo puede ilustrar que la ciudad estaba comunicada por tres grandes calzadas y por otra de carácter secundario, en medio de ellas el gran centro ceremonial y la distribución de las cuatro grandes parcialidades o barrios. Toda la ciudad estaba intercomunicada por acequias y calzadas y muchos embarcaderos, para que arribaran a ellos comestibles desde sitios lejanos y así poder distribuirlos entre la población. Cuando había excesos de lluvias los niveles del agua se elevaban, los diques hechos de manpostería o de adobe no resistían, cedían ante las aguas impetuosas y se anegaban las casas y los templos. Estos rasgos indican que la ciudad era por lo tanto muy vulnerable y que bastaba con clausurar las tres grandes avenidas para que pudieran ser tomadas por fuerzas externas y de que era relativamente sencillo privarla de alimentos, sometiendo a la población a grandes penurias. 171 García Quintero, Josefina. México Tenochtitlán y su Problemática Lacustre. UNAM, México, 1978, 123 p., p.112. 245 Indicó Carrasco "que la especialización de las distintas ramas de la producción estaban relativamente poco desarrolladas. La familia campesina producía no únicamente solo sus alimentos mediante el cultivo sino que también atendía a sus necesidades con otras actividades como el tejido a cargo de las mujeres y la construcción de la casa familiar. Las actividades más especializadas se concentraban en la producción de artículos de lujo para los sectores superiores de la sociedad. La división del trabajo era en gran parte parcial y temprana; la especialización comprendía únicamente parte de las actividades del especialista en las distintas actividades se ejercían a tiempos distintos. En lo económico, esto quiere decir, que parte de los artesanos eran al mismo tiempo labradores que dedicaban solo parte de su tiempo a la actividad artesanal. En la política había una especialización temporal en las actividades militares, ceremoniales y gobernables".172 Concluyó que a pesar de la existencia de mercados, se trataba de una economía natural en la que de pagos se hacían en especie o en trabajo pues el hecho de que fuesen una economía de ese tiempo requería el uso directo de la energía humana. Es importante destacar dos elementos del análisis hecho por Carrasco: se trataba de una estructura económica natural, es decir, lo más cercana posible de la estructura productiva primitiva, que había llegado a evolucionarse a grados superiores en los que no existía el dinero, ni los símbolos monetarios, como equivalente de los intercambios. La ausencia de estos signos revela que aun no estaban en el grado de desarrollo de carácter mercantil, siendo el trueque el 172 Carrasco, Pedro. La Sociedad Mexicana antes de la Conquista, p.21 246 principal mecanismo y el pago en especie la principal forma de remuneración. La conquista hizo que evolucionaran estos fenómenos hacia etapas mercantiles, aunque se trata de procesos que tienen un largo proceso de maduración y que no ocurrió en forma homogénea en todo el territorio ocupado. Ser una economía natural tiene muchas implicaciones económicas y sociales. Estrada definió que Moyotla y Teopan fueron los barrios en los cuales los tenochcas "ganaron" terrenos en el lago y que eran zonas de agua dulce resguardadas por el dique de Netzahualcóyotl por lo que estaba muy cerca del río de Xochimilco. En tanto, el lago (de Texcoco) tenía agua salada y era una zona considerada como común a todos los pueblos ribereños pero después fue "el lugar hacia donde se relegó a la población más pobre, migrante y pequeños cultivadores".173 Además, se seleccionaron lugares especiales para que los pillis edificaran casas con altares y techos picudos, además de tener basamento. Las casas del resto de la población eran de un solo nivel, un cimiento de piedras y argamasa o de piedra, lodo, muros, adobe y ramas de árbol y muchas de esas casas tenían puestos hacia las calles de tierra, las acequias, lo que facilitaba las tareas de caza y de pesca y había un área para las chinampas la mayoría de las cuales fueron despareciendo. Evolucionó la ciudad hacia usos habitacionales, los tributos que se entregaban eran sobre todo productos primarios, sus habitantes se dedicaron a actividades más redituables como las artes y los oficios a al intercambio comercial y la administración y la guerra. 173 Estrada Torres, María Isabel, San Juan Teotihuacán y Santiago Tlatelolco, p.37. 247 La forma de distribuir espacio temporal de Tenochtitlán que después se adoptó en otras poblaciones estaba fuertemente influida por motivos religiosos y por la composición social que tenían los grupos mexicas, la cual extiende a toda la zona de dominación. Estaba por un lado las regiones destinadas a los estratos dirigentes, a los encargados de las funciones religiosas y a los funcionarios del gobierno, los cuales llegaban a niveles de magnificencia y esplendor, con elevado grado de urbanización, propios de ciudades más evolucionadas y los de las regiones destinadas a los macehuales y a otros grupos explotados que tenían las condiciones materiales más reducidas para su existencia. Este esquema clasista después lo reprodujeron las españoles al pretender crear las llamadas repúblicas de indios separadas de las repúblicas de españoles prohibiendo que los naturales penetraran en aquellas, salvo si iban a prestar servicios personales. Siendo Tenochtitlan una isla rodeada de agua, como dijo Chavero, implicaba muchos riesgos para quienes intentaran invadirla desde fuera y "mientras poco a poco iban formando sobre las aguas de su ciudad se dedicaban a la pesca y la necesidad los hacía comerciantes, comienzan entonces a introducir a la ciudad madera y piedra y ya bajo el reinado de Huitzilohuitl, empiezan a usar trajes de algodón. Constituyéndose, por decirlo así, en la potencia marítima del Anáhuac y natural era que al dominar el lago, adquirieron el poder militar de sus aguas. Organizó también Huitzilohuitl la táctica de las tropas por tierra y agua "y en general la industria y el comercio habían tomado un gran desarrollo". Se desarrolló la ciudad como una "potencia marítima" olvidando que la mayor 248 parte de los recursos naturales sobre los cuales se había edificado habían provenido del exterior y que estaba muy dependiente de las dotaciones de alimentos que también se les enviaban desde otras regiones comarcanas ya sea por medio de tributos o por medio de los intercambios comerciales. El Códice Mendocino ilustra muy claramente tanto las ventajas como las debilidades de la economía lacustre; una de ellas era los productos de las piedras, que se necesitaban para fabricar utensilios, las piedras preciosas, los ornamentos para los jefes religiosos y guerreros y los productos de la tierra caliente. También tenían una ventaja estratégica: ante la posible invasión de fuerzas exteriores se podía neutralizar anegando las acequias y las calzadas, levantando las compuertas de las calzadas ante cuya eventualidad quedarían aislados y derrotados. Por su parte, Vítale advirtió que el concepto de la multilinealidad, si bien era esencialmente correcto en la evolución de las sociedades, en donde cada uno determina su especificidad "puede conducir a negar las tendencias generales de la historia en función de un relativismo cultural abstracto. Adherirse a un evolucionismo multilineal generalizado en todos los tiempos, incluyendo el contemporáneo, significaría soslayar las interconexiones e interdependencia de procesos que dentro de la diversidad, aceleran la continuidad y discontinuidad histórica.174 Otorgando un tratamiento excesivo al utillaje lítico y otros elementos, sin estudiar los factores económicos y sociales, es un serio error metodológico pues puede 174 Vitale, Luis. Hacia el Enriquecimiento de la Teoría del desarrollo Desigual y Combinado de Trotsky, 13 p., p.10 249 implicar la negativa a reconocer la existencia de tendencias generales o fenómenos globales en la sociedad humana, desde luego a no caer en unilateralismos, actitud dogmática o a fijar plazos fijos. El citado utillaje es un elemento, ciertamente importante y revelador de múltiples datos, acerca de la vida de los individuos que habitaron esas comunidades, pero es tan solo un elemento, el cual debe estar integrado al lado de otros igualmente o más significativos. Por ejemplo, si el utillaje era muy primitivo y tosco se puede concluir, en forma apresurada, que se trataba de poblaciones relativamente atrasadas, pero con frecuencia se olvida la existencia de un factor dinamizador: el uso intensivo de "mano de obra" lo que finalmente suplía la ausencia de artefactos líticos. Estos son los casos de la construcción de pirámides o templos en que si bien no se conocía el uso industrial de la rueda, ni los animales domésticos de carga, la presencia de miles y miles de individuos podían transportar grandes cargamentos, incluso a sitios de difícil acceso o ubicados en lugares distantes. En la lámina VI de la Tira de la Peregrinación apareció los "calli" o "casa" de los mexicas que representan el centro del cosmos y constituye un resumen desde su salida de Aztlán hasta ese momento, en tanto la lámina Vil se refirió a Tollan en donde hay muchos tules y peces "lo que refuerza la idea de agua o lago; después residieron en Atlillalacuyan por espacio de 27 años que significa "lugar donde el agua entra en la tierra" y también en Apaxco y Atotonilco está presente el agua y a partir de Pantitlán los cuatro personajes visten tilmas de franja; en Atotonilco "calienta el agua en un fogón; en Cohuatillan ocurrieron dos hechos históricos: fue descubierto el maguey y elaborado el pulque; los magueyes los trajeron de Chalco 250 para plantarlos en ese lugar, lo cual se describe en la lámina XIV y se dibuja el plaztli o caña para extraer el aguamiel y se hizo el tlachiqueo.175 Después entraron a las zonas acuáticas indicando con ello que ya había llegado a los linderos de la Cuenca en donde se enfrentaron a una realidad geográfica totalmente distinta de la que habían enfrentado hasta el momento. De la zona semidesértica a las regiones lacustres, de la escasez de agua a la abundancia de este líquido, lo que plantea el surgimiento de nuevas tecnologías, entre ellas, las artes de la pesca y la fabricación de canoas, como medios de subsistencia y de transportes. Se abrió un abanico de posibilidades alimenticias con la siembra de magueyes y la fabricación del pulque por lo que tuvieron acceso a una serie de fibras vegetales para confeccionar vestidos. "Después de varios años de copiosas lluvias, creció la laguna de Texcoco y la ciudad de Tenochtitlán se inundó, no quedando seco ninguna de sus calles, la gente solo podía andar en canoas".176 Esto motivó, se dice en la Memoria, I construcción de un dique, dirigido por Nezahualcóyotl, de unas 4 leguas, 12 mil metros de largo por 20 de ancho, que comenzaban desde Atzacualco en el norte y que iba a terminar en Iztapalapa en el sur, hecho de piedras y arcilla con una hilera de empalizados y que tenían como propósito separar las aguas de la laguna de Texcoco de las de México. Pero a pesar de estas obras que contribuyó a ser menos salubre el agua y a mejorar los cultos siguieron presentándose hambrunas 175 Johansson Patrick. Tira de la Peregrinación o Códice Boturini, en Revista Arqueología Mexicana, Número 26, 2009, p.53 176 Memoria de las obras del drenaje profundo en el Distrito Federal, 4 Vols., México, 1973, T. II, p.40 251 y después se procedió a la construcción del acueducto de Chapultepec. Esta obra fue de una gran importancia económica y social pues fue construida con la aportación material que hicieron todos los pueblos comarcanos que hicieron entrega de miles de morillos, de centenares de toneladas de piedra; las crónicas señalan que se necesitaron miles de trabajadores estacionales, también provenientes de los pueblos ribereños, lo que constituyó un derroche de cooperación y de organización. Se demostró que Netzahualcóyotl tenía suficientes conocimientos técnicos para darse cuenta que era necesario contener las aguas que provenían de la laguna de Texcoco, evitando así inundaciones catastróficas en el resto del sistema lacustre. Desde luego no se podían prever los volúmenes de agua que el albarradón podía frenar. Se trataba de separar las aguas salobres de las dulces y así resolver otro problema: un suministro regular de agua potable para satisfacer las necesidades de los habitantes de los barrios o parcialidades, del centro ceremonial y de los edificios administrativos para cuyo objetivo se construyeron distintas obras. Visto en su perspectiva, las obras fueron insuficientes pues debieron haberse ampliado y mejorado; en un medio acuoso el principal reto era de utilizar materiales que soportaran la erosión del agua. En la lámina IV, según Johansson, de la Tira de la Peregrinación, se insistió en la separación de los aztecas de los demás grupos. Entre los cuatro partidarios del dúo; hay tres hombres y una mujer con tilma de tradición tolteca y calzan sandalias; los mimixcas están acostados sobre biznagas y mezquites; el mezquite representa el norte y la biznaga está relacionada con el agua; arriba de los 252 mimixcoani se encuentran volando un águila y se utiliza unas flechas y un arco, una red para pescar. Entonces Huitzilopochtli les dijo: "ahora ya no os llaméis aztecas, ya sois mexicas" y sus nuevos atributos del ser mexicas será el arco, la flecha y la red; los mimixcoa están vestidos con atuendos de pieles.177 La descripción señala el tipo de plantas y de vegetales existentes propios de zonas semidesérticas, pero todavía no se hace referencia a grandes depósitos de agua. Sufrieron un proceso de transformación cultural e ideológica pues en la medida en que transcurrió la peregrinación afianzaron con una mayor nitidez sus rasgos de carácter azteca. Se les iban insuflando una serie de valores que indicaban se trataba de un grupo humano que estaba destinado a realizar grandes hazañas guerreras para conquistar territorio, es decir, ampliar los límites de sus posesiones. Se establecían la conclusión de que el anegamiento de las tierras de Tenochtitlán d e su laguna, se debía a los diferente niveles que tenía el resto de la algunas, entre ellas las de Texcoco, como ocurrió con la inundación de 1382 en que se mejoran muchas chinampas lo que provocó una hambruna. Describió la formación de un limo que los indios recogían y que después vendían en los pueblos comarcanos el cual servía como fertilizante y después consumía el axayacatl que era una mezcla de hemípteros y huevéenlos que tenían alto contenido de calcio, tiamina, hiacina y riboflavina. También obtenían pequeños peces, ranas y ajolotes, 177 Johansson Patrick. Tira de la Peregrinación o Códice Boturini, p.35 253 y cazaban pequeños animales como conejos y tlacuaches. De las hambrunas a las inundaciones, de las inundaciones a las hambrunas, tales fueron los ritmos evolutivos de los grupos indígenas: con mucha frecuencia no llovía lo suficiente y los ríos bajaban de las montañas y de las serranías no llevaban suficientes caudales y por lo tanto no había líquido suficiente para cultivar el maíz. Hubo ocasiones en que el Tlatoani tenía que abrir sus graneros y repartir el maíz para paliar el hambre. Por lo opuesto, había frecuentes inundaciones por lo que se anegaban las chinampas y por ende se perdían muchos cultivos. Estos cambios drásticos, estas oscilaciones entre la escasez y la abundancia demostraron que las obras de riego que se habían construido no eran suficientes para mantener una cierta regulación o estabilidad y que la agricultura -principal actividad y base de la estructural material- estaba sujeta a fenómenos sobre los cuales los indígenas no tenían capacidad técnica para influir sobre ellos y acomodarlos a sus necesidades. Ello comprobaba que a pesar del conocimiento que se tenía a cerca de los fenómenos naturales, de los estudios que se hicieran sobre las estaciones del calendario, la capacidad tecnológica acumulada no era suficiente. La agricultura, su productividad dependía de los llamados fertilizantes naturales, como el limo y otras sustancias que se encontraban en los suelos de las chinampas. Precisamente Trautmann hizo referencia a la construcción e balsas o chinampas flotantes sobre todo en las poblaciones de Xochimilco, Chalco, Mixquic, Ayotzingo, Cuitláhuac, Culhuacán e Iztapalapa, que se construían después camellones pues 254 se colocaban varias capas de plantas acuáticas y lodo hasta formar camellones de 20 a 25 varias de largo y de 6 a 8 varas de ancho con un espesor que sobresalía un pie en la superficie del agua. "Sus características son el cultivo de almácigos y el riego manual. La diferencia se halla en que los camellones aprovechan los lados oblicuos, tratados más bien de cultivos de humedad, "destacándose su construcción en el área de Texcoco y después aparecieron pequeñas parcelas". Era frecuente que varios camellones pequeños se unieran para formar una parcela de propietarios. En los documentos se mencionan unidades de propiedad de 10, 40, 80, 100 y hasta 600 camellones".178 Se trata de cultivos de tierras de humedad de llamadas chiauhtlalli, construyeron los primeros en Tequixquiac durante la peregrinación de los mexicas al Valle. Al referirse a la "dinámica social", Castillo recordó que el Códice Florentino hacía distinción de cinco tipo de casas, según la significación económica y social de cada uno de sus poseedores, es decir, la casa del Tlatoani, que era "buena y hermosa", la del calpixcalli, que era la del calpixque, en donde se quedaban los bienes del calpixque, después las casas comunes y corrientes, más todas las casas de la gente humilde y al final las casas de los macehuales, pero al hablar de los calpullis concluyó diciendo que no habían existido como entes monolíticos sino que habían sufrido cambios y que ante la presencia hispánica, habían desaparecido en muchos sitios y pensó que era una "unidad social típicamente autosuficiente en la que se daban todas las condiciones básicas de la producción; 178 Trautmann, Wolfang. Los Cultivos de Humedad en la Historia Mexicana, Boletín del INAH, Época 2, abril-junio, 1973, 3 p., p.2. 255 incluida las de la producción de excedente. Estas últimas entidades, como el trabajo en común realizado expresamente para el emperador y dicho tanto de la propia unidad social integral, como de la unidad superior encabezada por el huey tlatoani".179 Indicó que precisamente las tierras del calpulli eran cultivadas para cubrir el pago de los tributo y que se entregaba en usufructo a cada uno de sus miembros y si tenía tierras vacantes se les ofrecía en arrendamiento a otros. Al observar "un mapa urbano" de Tenochtitlán encontramos notables diferencias económicas, políticas y sociales. Al centro se encontraban los grandes centros ceremoniales en donde predominaba la fastuosidad y el poderío, estaban los edificios administrativos y políticos, las casas de los altos dignatarios, de los guerreros, los militares y los guerreros pero lo que hoy importa destacar es la existencia de las casas de los macehuales y que se encontraban fuera del perímetro oficiales y eran "casas comunes y corrientes" de paja y bajareque; había un sector social "intermedio" compuesto por los calpixques y otros servidores. Denotaba una sociedad jerarquizada, basada en los privilegios sociales que iban desde el centro hacia la periferia. Se trataba de una sociedad basada en la desigualdad la cual estaba legitimada por los dioses que habían creado a los macehuales los cuales no podían cambiar de estrato económico y social. Las mejores casas las ocupaban los dignatarios, empezando por la magnificencia de las habitaciones del Tlatoani, descrita, desde 179 Castillo, Víctor M., Estructura Económica de la Sociedad Mexica, según las Fuentes Documentales, p.75 256 el punto de vista físico, por los cronistas españoles. El centro de la Ciudad habitaba la divinidad en sus múltiples manifestaciones. Al describir la mina de sal de Alahuiztlan, Guerrero, el especialista Besso-Oberto encontró cuatro pozos en donde se extraía agua salada para obtener mineral de sal los cuales tienen escalinatas y muros de mampostería; localizó una tecomate con los cuales se extraía el agua salina que se acumulaba en ella. "Siguiendo la rutina de Trabajo bajo una persona con uno o dos de esos tecomates, los llena de agua salada y sale del pozo para permitir que baje otra persona a realizar la misma operación. Una vez afuera, las salineras vierten el agua de los tecomates en la llamada capota que está colocada sobre la maceta o y bases circulares, hechas con piedras amontonadas. Una vez que los capotes están llenos de agua salitrosa, el color de sal va reparando el líquido de los cajetes, a los que cristaliza los minerales salina. Pero hay que llenar varias veces los capotes hasta obtener una capa de sal que se puede raspar con una cuchara de corion. El mineral raspado se va depositando en un ayate central de cada "maceta", el que se denomina tenepantle, o "piedra de en medio". Cuando los tenepantles están llenos de sal se pasa a un chiquigüite para recoger el mineral. El chiquigüite con la sal se deja un rato al sol, a fin de que se escurra el remanente de agua, luego la sal se pasa a un costal de ixtle o de fibras plásticas...".180 “Aunque faltan datos estadísticos detallados, si se puede asegurar que tierras y 180 Besso-Oberto. Humberto. Las Salinas Prehispánicas de Alahuiztlan, Guerrero, en Boletín del INAH, Época III, 29, ene.Marzo, 1980, p.21 257 trabajo se distribuían y combinaban para la producción en base a la organización política y no como mercancías. Las ofertas de trabajo en el tianguis eran de importancia mucho menor que el trabajo organizado en base a relaciones familiares y políticas. No existía realmente mercado de trabajo de ningún tipo. Igualmente sabemos que los ingresos de la clase dominante se obtenían en forma de tributo y no como beneficios de la actividad mercantil. De este modo la actividad de los mercados era secundaria respecto al sector político de la economía. Todo lo referente a materias primas obtenidas de la cacería, de la agricultura y de los minerales está sujeto a lo que se ha dicho sobre el régimen de la tierra. Los instrumentos de madera como coas y telares, e incluso los útiles de piedra y hueso, daba el sencillo nivel de la tecnología, eran medios de producción de adquisición relativamente fácil. El control de ellos no podía continuar el factor determinante para el dominio de la producción y de la economía en su totalidad. La expansión del mercado y de los artesanos especializados no aparece en la crónica como movimiento de grupos auspiciados y organizados por los señoríos que los acogen", dijo Carrasco.181 Aunque casi todos los cronistas han hecho alusión al mercado de Tlatelolco y se han efectuado estudios sobre los pochtecas, su posición económica y social, sus privilegios, no se puede generalizar esa importancia pues no había una economía mercantil sino una economía basada en el trueque. Había un cierto tipo de monedas, como las que estudió José Luis de Rojas, no se puede concluir que la 181 Carrasco, Pedro. La Economía del México Prehispánico, en Economía Política e Ideología en el México Prehispánico. p.62 258 mayoría de sus actividades comerciales se desarrollaban bajo las equivalencias de los signos monetarios. Quizá eran más importantes los mercados locales o zonales, mientras que el de Tlatelolco es el paradigma de los pochtecas y un reflejo de la tradición mercantil de esa zona. Las relaciones de intercambio están en un nivel más bajo, que el nivel de la economía monetaria o mercantil para enfatizar en los meros intercambios naturales. Carrasco tiene razón y por lo tanto ubicó a esa sociedad en su justo nivel. No hay elementos informativos que confirman la existencia de regulaciones oficiales en los mercados sino se trataba de imposiciones desde el poder o desde la conquista. No había mercancías sino productos. Definió a los tianguis como un sitio de intercambio de bienes entre los productores de distintos bienes de uso general y de poco valor y de las principales artesanías; en este intercambio, dijo Carrasco, se utilizaba un cuasi dinero, cacao y mantas como medio de pago y se trata de asegurar el consumo y no el lucro, los regatones, al adquirir bienes para su venta producía una cantidad superior a la invertida y por lo tanto tenía una utilidad y por lo tanto se trataba de "verdaderos comerciantes" con capital mercantil, en tanto que los oztomecas eran comerciantes que se dedican a viajar a lugares distantes "para traer bienes de lujo que servían para el consumo del estamento dominante". Además de los bienes con que comerciaban ellos mismos, llevaban bienes contribuidos por el rey y por tanto se les debe considerar como sus agentes comerciales y en el comercio exterior en donde se suele desarrollar el gran capital mercantil en sociedades precapitalistas y puede pensarse que algo semejante apuntaba en Mesoamérica. 259 Las ganancias del tráfico se invertían en el patrocinio de ceremonias para subir en la escala social. Es decir, la ética social de los mercaderes iba encaminada a convertir la riqueza en rango, gastándolo en convites. Esto había de poner un límite a las posibilidades de acumulación, incluso si pensamos que los pochtecas actuaban dentro de un sistema de mercado libre". Para concluir que el poder económico que podían acumular los pochtecas estaba subordinado al poder político y puso como ejemplo a Cholula que fue un gran centro comercial y artesanal gobernado por los mercaderes. Aunque se hace alusión a la existencia de "dinero" en las relaciones de intercambio en los mercados, sobre todo en los grandes mercados, este uso no estaba generalizado en la sociedad; se trata de uso limitado o parcial, pues lo predominante, lo básico, era la producción de alimentos y de otros bienes de los macehuales y de las aportaciones que hacían los pueblos tributarios. Estos rubros representaban los ingresos más fuertes de las autoridades indígenas y la fuente de sus riquezas y poderío. Al referirse a Moctezuma, por ejemplo, no se hacía referencia a una cierta cantidad monetaria, que se podía convertir en equivalencia en moneda occidental. Sin duda, los comerciantes como sector social se fueron desarrollado en la medida en que aumentaba la producción de bienes y servicio, se incrementaba la población y a aparecieron nuevos oficios o se sofisticaban los que ya existían. Este era un proceso que se encontraba en marcha, pero aun eran muy lentos que los cronistas no registran la realización de operaciones mercantiles de significativa importancia. 260 El aumento y la paulatina consolidación de los pochtecas inició un proceso que de llegarse hasta otras consecuencias implicaba la formación de una estructura monetaria basada en el intercambio con signos equivalentes. Pero a pesar de que los comerciantes cada vez más adquirían un mayor poder y presencia en las transacciones generales de la sociedad, su participación en la economía era de carácter secundario y su significación en la estructura política todavía no tenía el peso específico que en otras sociedades había alcanzado. Se menciona a los pochtecas y se hacen evaluaciones de su desarrollo, como el estudio hecho por Saignes, pero todo indica que la mayoría de las operaciones comerciales se realizaba en forma libre y autónoma, es decir, en el marco de una economía llamada natural. Al describir el mercado de Tlatelolco o el de Cholula se enfatiza que la mayoría de los bienes que se ofrecían al público eran materias primas y que en segundo término estaban los bienes manufacturados por lo que la incorporación de valor, producto del esfuerzo humano, era muy incipiente. Tiene razón Carrasco al afirmar "que las ganancias" eran muy pequeñas y que en todo caso se trataba de obtener un mayor excedente de bienes naturales para luego ser distribuidos a otras poblaciones o sectores sociales. Indicó Carrasco que la economía era una "economía natural pues los pagos que se hacían eran fundamentalmente en especie o en trabajo o utilizando el trueque. "En una economía natural, la acumulación de excedente requieren organizar la colección de la prestaciones de cada tipo de productos así como la organización de los servicios personales para cada una de las actividades económicas que se van a emplear. La productividad de los trabajadores era limitada y para acumular 261 grandes cantidades de bienes era necesario juntar los pequeños excedentes de un gran número de productos. La falta de animales domésticos para el trabajo de máquinas basadas en la rueda obligaban el uso intensivo de la energía humana; el sistema productivo requería el trabajo conjunto de masas de trabajadores dedicados a una misma obra y la cooperación simple y como la única manera de realizar trabajos que exigían grandes cantidades de energía; muy especialmente en las obras de construcción y en el transporte, todos estos rasgos requerían el control de grandes masas de productores, bien fuera para extraer los excedentes en especie o para organizar la cooperación para las obras públicas. El hecho de que la especialización fuera de tipo temporal requería también una organización del tiempo: las distintas actividades se tenían que realizar cada una a su tiempo y los varios tantos de trabajadores se turnaban para prestar su trabajo".182 Los cronistas no consignaron la existencia de tabuladores de "salarios" que se pagaran a los macehuales y otros trabajadores, en realidad no sabemos si había un estipendio monetario alguno sino que las remuneraciones las había en especie, es decir, tenían derecho a gozar de una parte de los bienes y productos que generaban. El hecho de que no hubiese utensilios de trabajo de metal, ni animales de carga, el cultivo de los cereales, su transportación, así como la construcción de obras públicas, llamado cuatequitl, eran efectuadas en base a las aportaciones del trabajo individual o lo que se denominara trabajo intensivo a falta de sustituir la carencia de elementos tecnológicos que elevara la productividad. Cuando los 182 Carrasco Pedro, Cultura y Sociedad en el México Antiguo,., p.167 262 dirigentes tenochcas necesitaban una mayor disponibilidad de alimentos y de materias primas, se modificaban las tasas de tributo hacia el alza, como lo demuestra el Códice Mendocino o el llamado Códice Moctezuma que es una actualización de los tributos. Además, se mantenía una existencia adecuada de cereales y otros productos en los almacenes reales, lo que demuestra el funcionamiento de un elemental sistema de regulación del mercado de subsistencia. Por su parte, Wright, al describir las estructuras arquitectónicas que correspondían a las instituciones sociales, como fue el mercado, sobresaliendo los de Tlatelolco, Texcoco y Ocotelalco que operaban todos los días y que cubrían las necesidades de distribución de las subregiones. El concepto "mercado" tenía varios significados, entre ellos, "el lugar donde uno vende algo", "el lugar donde uno vende y compra", "comprar y vender", "vender", lugar de compras", "lugar de vender". Este autor está sorprendido de la coexistencia de grupos nahuas y otomíes lo que revela la existencia de una "cultura centromexicana relativamente homogénea. 183 Al mencionarse la palabra "mercado" se refieren, en primer lugar, a un gran espacio físico, como las que había en los países europeos, en donde se realizaban muchas operaciones comerciales en virtud de la concurrencia de muchos compradores. Si se registra la existencia de este tipo de establecimientos los cuales se efectuaban uno o dos días a la semana, pero no representaba un 183 Wright Carr, David Charles, La Sociedad Prehispánica en las Lenguas Náhuatl y Otomí, 13 p., p.8 263 fenómeno importante en las grandes poblaciones. En cambio, nos referimos nosotros a los "mercados" de las pequeñas poblaciones, o poblaciones medianas, que también funcionaban uno o dos días a la semana en que se instalaban todos y se realizaban la mayoría de las operaciones comerciales, las cuales se basaban en el sistema de trueque, es decir, tantos morillos por un número determinado de mantas. Al lado de estos "mercados" pequeños pero sobresalientes por su número y las operaciones que realizaban, estaban los grandes mercados de las grandes ciudades, que eran manifestaciones de la existencia de un "sector moderno". Pero además, al margen de estas estructuras, pequeñas, grandes y medinas, estaban la amplísima gama de operaciones individuales que se efectuaban entre sí o entre los pulís y macehuales. Broda también fue de la idea de que la sociedad mexica estaba muy estratificada "pues había una polarización extrema de la población entre la clase dominante que en las áreas rurales representaba apenas entre el 1% y el 10% de la población, pero que no obstante detentaba todo el poder político y económico y la masa de la población compuesta por agricultores, (campesinos libres, renteros, terrazgueros y esclavos) pequeños artesanos y comerciantes que formaban la población dominada y tenía la obligación de cultivar las tierra de sus señores y/o entregarles el tributo. En los centros urbanos, la situación era algo diferente ya que en ellos se encontraba la élite (compuesta por grupos intermediarios como lo mercaderes importantes y los artesanos de lujo); allí la proporción de esta élite con respecto a la gente común era considerablemente mas elevada. La base del poder de la clase dominante era, en el área económica, su control sobre las tierras, los 264 trabajadores, el tributo que recibían y el control sobre el comercio. El tributo era la forma principal de circulación de los bienes y estaban firmemente ligados al sistema de estratificación así como a la organización política basada en ciudades estado y señoríos integrados dentro del imperio mexica. Mediante el tributo el estado mexica obtenía grandes excedentes de las poblaciones conquistadas que se acumulaban en la capital del imperio".184 En el campo del tributo destacó la importancia económica y social que tenía el trabajo de los macehuales que tenían que labrar la tierra tanto de los tlatoanis, como de los pillis, aunque el tributo en especie predominaba entre los artesanos y los mercaderes, pero se inclinó por considerar que los calpullis no implicaban una posición "igualitaria" y "democrática" de sus miembros sino grupos humanos que tenían diferencias sociales entre si. Los estudios sobre estratificación que hiciera Broda y otros confirman que el principal centro de control político que había era el que se daba entre la élite gobernante, los pillis y el resto de la población compuesta sobre todo por los macehuales y por los nuevos grupos de trabajadores que estaban apareciendo en la estructura productiva. Sería importante sumar y los pillis por un lado y a los macehuales por el otro, como se hizo en los estudios del padrón de Tlaxcala, para confirmar que se trataba de una pirámide social en cuya base estaba la inmensa mayoría de la población que tenían que hacer sus contribuciones en especie (tributo) y por medio del esfuerzo individual (los cuatequil) y otros; en medio 184 Broda Johanna. Las comunidades indígenas y las formas de extracción del excedente, época prehispánica y colonial., p .234 265 estarán los sacerdotes, los militares de alto rango, los comerciantes y los llamados "artesanos de lujo", aquellas que fabricaban piezas de jade, oro y plata, que fabricaban trajes de guerreros, o que se dedicaban a la plumería de lujo; otros funcionarios administrativos, que gozaban de una serie de privilegios, como la exención de trabajar la tierra y que de una manera directa se beneficiaban con los excedentes de productos. Para sostener el gran aparato de disminución que llegó a su mayor amplitud, sofisticación y complejidad en el periodo de Moctezuma, no era suficiente la producción directa de bienes y servicios de los vasallos por lo que se tuvo que recurrir a los excedentes que producían los pueblos conquistados. En referencia a los tipos de tierra que había en la Nueva España, Clavijero las definió de la siguiente manera: las de la corona, llamadas tecpanllalli, reservadas siempre al dominio del rey y que gozaban de usufructuarlas ciertos señores, estos no pagaban tributo alguno pero "si tenían la obligación de componer y reparar los palacios reales cuando fuese necesario y de cultivar los jardines del rey, corriendo ellos con la dirección de la obra y los plebeyos de un distrito con el trabajo. Debían hacer la corte del rey y acompañarlo siempre que salían en público, lo cual le atraía mucha honras y obsequios. Cuando moría uno de aquellos señores, entraba el primogénito en posesión de las tierras, con todas las obligaciones de su padre, pero si se establecía en otro punto del imperio, perdía aquellos derechos y el rey lo transmitía a otro usufructuario o dejaba la elección de este a cargo del común de habitantes del distrito en que se hallaban la tierra. Las llamadas pillallis, es decir, tierras de nobles, eran posesiones antiguas de esto, trasmitidas por herencia de padres a hijos o concedidos por el rey en galardón por los servicios 266 hechos a la corona. Los unos y los otros podían enajenar sus posesiones, pero no podían darlas ni venderlas a los plebeyos. Había, sin embargo, tierras de concesión real pero con la cláusula de no enajenarlas, sino dejarlas en herencia a sus hijos".185 Tanto las tierras de la "corona", como la de los "nobles" o pillis las trabajan la mayoría de la población, es decir, los macehuales y no se precisaba si percibían por ello un salario; los apuntes históricos confirman que a cambio de su trabajo les daban una parte de las cosechas, con lo que se aseguraba la existencia física y la reproducción de la fuerza de trabajo y la posibilidad de disponer de ella en las siguientes estaciones de cultivo y cosecha. Lo que deseamos señalar aquí, era que todos los miembros del pueblo trabajador hacían su aportación, aportación sobresaliente, en el mantenimiento de los grupos de la élite económica y de la dirección política de la sociedad. Todos trabajaban finalmente para beneficiar de una minoría. Para mantener este orden y esta disciplina laboral contaba no solo con el aparato punitivo sino también con el religioso y el ideológico que aseguraba que era "justo" y "legitimo", este orden, que estaba en consonancia con los planteamientos de la divinidad y que dicho orden era inalterable. Si era un orden así querido y "santificado" por la divinidad, entonces los macehuales "no tenían voz" y su única función en la sociedad era trabajar para el funcionamiento y mantenimiento del orden jurídico y social vigente, basado en los privilegios y en los beneficios de y para los pillis. 185 Clavijero, Francisco Javier. Capítulos de Historia y Disertaciones, México, UNAM, 1944,130 p., p.52 267 Uno de los cronistas que más influyó en la obra de Zorita es el monje franciscano Francisco de las Navas, quien en 1540, según lo reveló Ahundt, fue enviado a la región de la popoloca de Puebla en donde se habían dedicado a bautizar indios y en 1553 se le transfirió a Cuauhtincha, en donde intervino en forma decisiva en la fijación de la tasación de la región y escribió las Ordenanzas de Cuauhtincha y a partir del mes de julio de 1578 fue guardián del convento de Tlatelolco y después analizó una coincidencia que había entre el texto de Las Navas y los escritos de Zorita sobre todo en materia de la reglamentación de la sucesión de los linaje y los cuatro tipo de tributarios que existía, pero también señaló una influencia de fray Andrés de Olmos quien realizó una investigación etnográfica de los indios de México, Texcoco, Tlaxcala, redactó la colección de lo Huehuetllahtilli que son las oraciones morales que usaban los mexicanos; de Pablo Nazareno, noble indígena de Xaltocan y al establecer una concordancia entre los texto concluyó que la exposición del sistema tributario era de gran importancia y estaba vinculado con el sistema de dominación, en relación con la Suma de Visitas que escribió Zorita en el que consumó su actuación profesional al respecto. 186 De los pocos textos importantes que se refieren a la estructura económica y a la forma de dominación social y política, son los que escribió De los Navas en los cuales se basó Zorita, la obra más completa que existe en la materia. Queda confirmado que la imposición y el cobro de los tributos, fue uno de los 186 Ahundt. Wiebke, Edición Crítica de la Relación de la Nueva España y de la Breve y Sumaria Relación , escrita por Alonso de Zorita,p.6 268 instrumentos sobresalientes que utilizan los mexicanos para someter a los pueblos siendo este un mecanismo de saqueo, de explotación de recursos naturales y de utilización gratuito de la mano de obra. La fijación de los tributos, así como los volúmenes o cantidades que se fijaban de ellos, era presidida por el uso de la fuerza militar, "esto era necesario para alcanzar estos objetivos", pero había otros mecanismo que hacían más flexibles las formas de expoliación, como los pactos o las alianzas, o bien, los llamadas "aportaciones voluntarias". Los estudios de caso que se han hecho reafirman que en realidad el sistema de tributos, desde el punto de vista político, era una parte fundamental del sistema de dominación global que el señorío tenochca había implementado en el Altiplano. Navas, sin desearlo expresamente, vincula varias expresiones de la dominación ideológica con la dominación política y económica, al dar a conocer algunos textos, si se quiere breves, sobre el modo de pensar de los macehuales. Observó Yoneda que en los mapas de Cuahtincha se habían utilizado distintos colores para diferenciar los tipos de tierras, como por ejemplo, coztic y Tlapali, en color amarillo, Xochipalli y Itapalli, color naranja, y Texotli y un tlapalli, color azul y siguiendo a Torquemada dijo que "las tierras de los calpullis estaban pintados en color amarillo claro, las de los principales con un color encamado y la tierras de la recamara del rey con color colorado muy encendido. Al referirse a los personajes que se encontraban dibujados, observó que la mayoría era del sexo masculino y 269 que estaban entados en sus icpalli, es decir, se trataba de personajes políticamente importante como gobernadores.187 Los estudios del señorío de Cuautinchan, de la que en parte se alimenta la gran obra de Zorita, confirman la existencia de una estructura material de la sociedad idéntico en sus rasgos esenciales por lo menos en la región del Valle o del Altiplano, aunque conviene hacer estudios comparativos de las regiones mixteca, zapoteca, chiapaneca y maya entre otras, y lo más ambicioso sería que abarcara la región mesoamericana para verificar y confirmar la extensión de ese modo de producción. Los mapas que hizo Yoneda reafirman la importancia que se concedía de las tierras, ya que sobre ellas se levantaban las estructuras políticas y sociales que si bien puede registrar cambios y alteraciones, se mantienen en sus elementos esenciales. La distribución de tierras tiene distintos y lejanos orígenes y abarca desde la etapa en la que predominan la propiedad comunal, hasta las distintas formas de propiedad estamental, en la medida en que surgen los grupos organizados, los militares y los sacerdotes, que se separan en sus funciones y que generan una serie de necesidades que imponen al resto de la población. Habló Clavijero también de los "feudos" que eran concesiones de tierras que los señores de México habían entregado a los chichimecas y acolhuas cuyos dignatarios tenían una fidelidad "envidiable", un reconocimiento del supremo dominio y la obligación de ayudar al señor cuando fuese necesario pero que dicha 187 Yoneda, Keiko. Los mapas de Cuauhtinchan y la historia cartográfica prehispánica, FCE, Ciesas, México, 1981,193 p 270 institución no era perpetua sino que se renovaba cada año. "La tierras que se llamaban altepetlalli, esto es de los comunes de las ciudades y villas, se dividían en tantas partes cuantos eran los barrios de aquella población y cada barrio poseía su parte con entera exclusión e independencia de las otras. Entre ellos había algunos destinados a suministrar víveres al ejército en tiempo de guerra, los cuales se llamaban milchimalli o cacalomilli según la especie de víveres que daban". La clasificación de Clavijero es esencialmente parecida a la de Zorita y otros, sobresaliendo las tierras comunes de los pueblos que eran propiedad de todos y que se distribuían a los diferentes barrios con exclusión e independencia cada uno de ellos. Estas eran tierras que producían para la subsistencia de la población, sobresaliendo el interés de los dirigentes para asegurar esos suministros como una condición indispensable para mantener la paz y la tranquilidad social. Ese respeto para las tierras que eran propiedad y usufructo de los pueblos aparecen en las primeras etapas de los grupos humanos. Sus clases dirigentes podían distinguirse por su ferocidad en las formas de explotación del resto de la comunidad, pero cuidaban de proteger los bienes indispensables para asegurar su alimentación y su reproducción social. Estaba vigente la forma de propiedad comunal, como la principal y casi única forma y había penetrado en la conciencia social y en la vida íntima de las personas. La propiedad comunal había demostrado su utilidad y su permanencia, a pesar de los embates que a través de la historia había recibido ya pesar de la 271 aparición y de desarrollo de otras formas de propiedad. Esta situación provocó la admiración de Clavijero y de otros ilustrados que se comprometieron en la defensa de aquella forma de propiedad que está asociada indeleblemente con la vida de todos los pueblos. Sobre la ciudad de México, escribió Hernández: "La laguna parece hervir con chalupas volando de aquí para allá a la ciudad y llevando lo necesario para la vida de las poblaciones vecinas y limítrofes, que sólo aquellos que son de los mexicanos exceden en número de cincuenta mil. Contiene una y otra laguna en longitud cien millas y en latitud cincuenta, pero en circuito ciento cincuenta. Dentro de ella hay más o menos cincuenta poblados, en no pocos de los cuales sabemos que se han numerado cinco mil casas y en otros en verdad más de diez mil. La parte de ella que es salada, abunda en nitro y en sal por la naturaleza de su álveo y no por otras causas inanes que algunos soñaron. En mi opinión la ciudad de México tiene un clima intermedio entre frío y caliente, pero un poco húmedo debido a la laguna. En mayo empiezan las lluvias y duran hasta septiembre; las temperaturas en estos meses corresponden a nuestra primavera, entonces casi todas las plantas florecen y dan fruto. Los cuatro meses siguientes se inclina algo a lo frío, desde febrero hasta mayo crece poco a poco el calor como en tiempo estivo. El cielo es salubre en gran parte, pero debido a la humedad lacustre, a veces predomina la podredumbre".188 Hernández también 188 Hernández, Francisco. Escritos Varios, T.VI., p.71 272 hizo notar la gran cantidad de plantas diversas que había, las cultiva "porque se producen dos cosechas anuales, hasta tres". Esta descripción reafirma la tesis de que en el Valle de México había una gran densidad de población en el contexto de un breve espacio territorial, que no tenía las condiciones más adecuadas pues se trataba de una región rodeada por distintos cuerpos de agua, sin que se hubiese desarrollado un tipo de vida lacustre, como sucedió en otras regiones del mundo que tenían estas características hidrológicas. La variedad y la cantidad de recursos derivados de la pesca no eran tan abundantes como para hacer depender la dieta de las poblaciones ribereñas de esos consumos. En efecto, el Códice Florentino no refiere la existencia de una gama amplia de peces, lo que impulsó a buscar, en forma perentoria, otros alimentos como el maíz, el frijol, el chile o ají. Así el consumo de carne de pescado y de animales acuáticos apareció como una parte de esa dieta, pero no como la más importante. Depender de la pesca en forma predominante no era factible desde el punto de vista práctico pues con frecuencia las aguas salubres de Texcoco contaminaban las aguas dulces de México, había desniveles notorios entre los lagos de la región y la falta de un eficaz sistema de regulación hidráulica provocaba que hubiese notables crecidas en ríos y lagos, pero también bajos de nivel, que afectaba la producción piscícola, que así como podía aumentar, podía disminuir y por lo tanto los suministros de esos alimentos no eran seguros. 273 Escribió Gómez que en los últimos tiempos de la vida prehispánica, se utilizaba la moneda (el cacao) para comprar en los mercados todo tipo de productos y mercancías, así como mantas, pero también se empleaban estas como medios de pago y "así se empleaban las mantas de hilo torcido y por ello ya se percibía un pensamiento abstracto unido a la producción de bienes y a la circulación monetaria" y esta situación se acrecentó una vez que los pochtecas, ubicados en el barrio de Tlatelolco, adquirieron una gran importancia, en la expansión del imperio, es decir, cuando se inició el comercio a larga distancia. El título de Pochteca estaba reservado a los miembros de las poderosas organizaciones que tenían el cargo y el monopolio del comercio exterior. Este monopolio se conformó, en gran parte, por la expansión política económica del estado azteca y por la exigencia de ia nobleza producto del lujo, que estaba encabezado por el Pochtecateuctli, que se encargaba de organizar y planificar los intercambios y acostumbraba viajar en compañía de otros comerciantes de otras poblaciones, lo que simbolizaba alianzas económicas, agrupándose básicamente comerciantes de Tenochtitlan, con otros de Texcoco, Huexutla, Coatlinchan, Chalco, Xochimilco, Mixcoac, Cuautitlán y Otumba. Varios estudios que se han hecho en las formas de escritura y de lenguaje confirmaron la aparición de crecientes expresiones de carácter abstracto, aunque todavía estaban lejos de tener un lenguaje de esta naturaleza, propio de los pueblos más evolucionados. La posibilidad de utilizar una serie de signos para medir el intercambio de bienes y servicios refleja un grado de evolución de los pueblos que estaban saliendo de la equivalencia del trueque. Usar el cacao como 274 signo monetario para algunas operaciones es propio de economías a escala y de grupos sociales organizados que han superado las limitaciones del sistema precedente que por sencillez y simplicidad tienen los pueblos anteriores. Era relativamente fácil, sobre todo porque se efectuaban operaciones de intercambio de poca monta, reunir un número determinado de productos para "pagar otros". Esto podía realizarse, además, en mercados locales pero tratándose de mercados muy lejanos, como los de las Costas de Oaxaca, era muy difícil que los pochtecas en sus recuas llevaran muchos productos para intercambiarlos por otros. Según los estudios realizados los montos, de muy diferentes tamaños, forman, calidades, eran productos de una universal aceptación que lo mismo eran requeridos por los miembros de las clases dirigentes, que para los macehuales y para otros miembros del "pueblo bajo" pues todos tenían que vestirse según su condición social. En realidad, se describió como una leyenda la aparición de las primeras chinampas pues Tezozomoc, rey de los tecpanecas, dio la orden a los mexicas que construyeran una "balsa flotante" en la que pudieran cultivar maíz, chile, frijoles, calabazas, tomates, bledos "surgiendo la idea de que dicha balsa" podía "moverse" de un lugar a otro del lago, pero en realidad, no había tal movimiento. Se ubicó la construcción de las primeras chinampas en el siglo XIII, o sea, alrededor del año 1200, precisamente en la zona del lago de México. "Las chinampas, en general, tienen una forma rectangular; son largas y angostas. De largo pueden llegar a medir 100 o hasta 200 metros pero de ancho nunca miden 275 más de 10 metros. Tienen una superficie de 1000 a 2000 metros cuadrados. Primero se buscaba un lugar donde construirlo en aguas poco profundas. Casi siempre se trataba de encontrar un "cimiento". Así se llamaba a los restos de las chinampas viejas que se aprovechaban para construir sobre ella la nueva. Desde una canoa se zarandeaba el fondo de la cenega para ser localizado el cimiento. Con estacas largas de carrizo se marcaban los límites del terreno seleccionado. Con unos palos largos se zanjeaba el fondo del lago y alrededor del terreno marcado. El lodo que se extraía del fondo se echaba sobre el cimiento. Así quedaban unos canales que rodeaban los cuatro lados de la chinampa por donde se transitaba la canoa. Para hacer propiamente las chinampas se escogía el césped o atlapatacatl. Este era una gruesa capa de plantas que crecían en el agua como el tule, el lirio, el chichicaste, el zacate. Las raíces de todas estas plantas, se enredaban unas con otras, formando un colchón grueso, de 20 centímetro a 1 metro que flotaba sobre el agua".189 Así describió Miranda las tierras distribuidas a la nobleza: Las formadas por las tierras denominadas generalmente patrimoniales que eran adscritas a las familias y poseídos por su cabeza, las formadas por las tierras llamadas "fracciónales" que eran las adscritas a un cargo o a un oficio. "En estas clases de tierra, los nobles tenían, o cultivadores de la gleba (siervos, por hombres indígenas, mayaques) o cultivadores libres (renteros). Tanto los unos como los otros les daban prestación en especie, generalmente, una parte de lo que producían y servicios personales. El tipo de economía denominado natural que imperó en todos esos pueblos, lo 189 Las Chinampas, una Técnica Agrícola muy Productiva, sin autor, Árbol, Editorial, México, 1982,81.p12. 276 mismo en la del centro que en la del sur, impuso la retribución de los funcionarios con especies y servicios dado por quienes trabajan las tierras. Aclaró Miranda que a los miembros de la clase gobernante les interesa disponer de personas que pudieran proporcionar prestaciones, tanto en especie como en servicios, todo ello con el propósito de dar satisfacción a los miembros de esa clase, de tal forma que había dos clases de individuos, los "libres" y los "siervos". Todavía está pendiente la realización de un estudio acerca de la importancia económica y social que tuvieran los mayeques y los renteros para dar respuesta a una serie de interrogantes centrales. ¿En qué medida estaba dislocada la propiedad de los calpullis? ¿Cuál fue el impacto que tenía en la propiedad comunal, si partimos de la consideraciones de que aquellos estudios en el terreno de la propiedad particular? ¿Hasta dónde son sus límites? ¿Recibían ya un salario y por lo tanto se podían considerar como trabajadores asalariados? La figura del rentero despierta mucho interés pues tienen un gran parecido con el aparcero porque se trata de un pequeño propietario. Los estudios que conocemos al respecto son muy limitados: hacen falta análisis de los padrones indígenas que ubiquen a cada agricultor y el papel que tenía asignado, así como la evolución que han tenido en el tiempo. Se habla mucho también de los pagos de tributos en especie y para ello se han realizado investigaciones muy importantes, pero se requiere estudiar los llamados "servicios personales" de los cuales no conocemos relaciones demográficas o estadisticas, que probablemente estén sugiriendo que tenían un peso económico menor que los pagos de especie y que refirme la tesis acerca de la existencia de una economía natural, mientras que el predominio de 277 los "servicios personales" nos estaría indicando que se trataría de una "economía monetaria". También Armillas hizo alusión a la existencia de sistemas de riego en el Valle de Teotihuacán, basados en investigaciones que hizo Millon y después se refirió a las construcciones de chinampas en Zumpango, Xaltocan y parte de los Lagos de Texcoco, mencionando entre otros elementos, los semilleros indígenas "que eran especies de fertilizantes, empleando el concepto "estercolar" o bien el uso de excremento para fertilizar las tierras, así como la existencia de terrazas que eran "montes escalonados". Describió uno de ellos que se localizaba en Texcoco, algunas terrazas que estaban bien niveladas, que tenían muros de mampostería hacia las cuales se llevaba el agua hacia las terrazas más altas; en cambio en el valle del río de Nexapa, al sur de Puebla había zonas de regadío.190 En el Manuscrito Tovar se asentó que los mexicas entraban a Culhuacán y comienzan a tratar con sus habitantes como hermanos y parientes y describe el encuentro violento que después tuvieron con ellos para concluir que después del mismo salieron de la laguna a "ganar tierra" y así pasan a Acatzintilla en donde hicieron balsas con los cañaverales, espadañas y carrizales y de ahí pasaron a Ixtacalo y a estando allí, "buscaron un sitio acomodado para poblar y fundar su ciudad porque ya en la tierra no había remedio, por estar toda poblada por sus enemigos y después encontraron un manantial y ya metiéndose en los cañaverales de la laguna "cazaban muchos patos, ánsares, gallaretas, y otros 190 Armillas, Pedro. Programa de Historia de la América Antigua, p.127. 278 diversos géneros de aves marinas y tenido cuenta con los días de mercado, salían a ellos en nombre de cazadores y pescadores y trocaban todo aquello por maderas, por morillos y tablillas, cal y piedra, enfatizando que mientras tanto "ya tenían hijos y nietos con los de Culhuacán". 191 Los grandes depósitos de agua disponían de muchas materias primas no solo para pescar sino también para construir esteros, bolsas, redes, petates y otros, así como, limo para fertilizar los campos, lodo para colocar en ellas las estacas de las chinampas. En el Valle de Toluca se transformaron estas actividades en "verdaderas industrias locales", así como en los Valles de Chalco y Ateneco en donde se fabricaban cientos de esteras y petates que tenían distintos usos, sobre todo para poder dormir en ellas los indígenas. Esta es una de los aditamentos indispensables en las precarias viviendas de los barrios de los macehuales. Se fabricaban bolsas o recipientes para guardar o transportar alimentos. Entre los carrizales y los cañaverales se encontraban elementos materiales para construir canoas, que fueron uno de los instrumentos de intercambio de productos y de tránsito de personas. Había canoas de gran calidad que podían transportar grandes volúmenes de bienes e incluso de personas de los sitios más lejanos de la cuenca hasta el centro de Tenochtitlán. Otro de los recursos naturales importantes era la pesca, pues los estudios que se han efectuado demuestran la existencia de por lo menos 17 especies. En el estudio que hizo Armillas sobre las fortificaciones afirmó que "las calzadas 191 Manuscrito Tovar, p.27 279 que unían a Tenochtitlán con el lago de Texcoco estaban interrumpidas por aberturas, cubiertas por puentes de madera fácilmente removibles "pero con anterioridad, cuando estaban establecido en Chapultepec protegieron el asentamiento con hileras sucesivas y concéntricas de murallas de piedra, en tanto que el tecpan de Texcoco estaba rodeado por una muralla cuyo lados norte y occidental eran de piedra, mientras que el resto era de adobe con una altura que variaba entre los 5 y 8 metros. También Atlixco estaba rodeado por un muro de mampostería de cerca de 6.5 metros de alto; en Tepexi había un fuerte en lo alto de una colina; en Cacaxtla había cinco fosos paralelos excavados en la roca y en Michoacán se habían levantado líneas de fuentes y guarniciones; al sur del Río Balsas, estaba la fortaleza de Oztuma y se trataba de "un cinturón redondo formado por tres murallas concéntricas, cada una con un foso y cerca del importante poblado de la mixteca, Coaixtlahuacan estaba el pueblo de Ingustería ubicado en una meseta de 150 metros de elevación y rodeada por barrancos y en el sur del estado de Guerrero estaban los pueblos amurallados de Tototepec y Quetzaltepec en donde los accesos estaban protegidos por barricadas hechas con troncos y piedras.192 El Manuscrito Tovar también se refirió a la ecuación que hicieron los mexicanos, dirigida por Itzcoatl y Tlacaelel, a Xochimilco y sus consecuencias, se habían repartido sus tierras entre los mexicanos y les mandó que construyeran una 192 Armillas, Pedro. Fortificaciones Mesoamericanas, p.243 280 calzada que conectara a México con Xochimilco. 193 La formación y consolidación de la Cuenca está constituida por un conjunto de agresivos guerreros y alianzas políticas. Después de todo, los mexicas, procedían del mismo tronco común que el resto de los pueblos que ya estaban asentados en la zona y simplemente se "habían adelantado" en la búsqueda de tierras fértiles en donde desarrollaron su gentilidad. Tenían el mismo númen fundamental, tenían los mismos padres fundadores desde Aztlán, en consecuencia el mismo linaje y estaban unidos, por lo tanto, por lazos de parentesco. Pero no solo se encontraban a sus "hermanos" sino a grupos que tenían otros orígenes históricos. La evolución de los acontecimientos permitía la construcción de una unidad geográfica y política, integrada por medio de grandes calzadas para que de manera conjunta permitieran enfrentarse con la "potencia del exterior". Así como integrar a Chalco también lo hicieron con Xochimilco y lo comunicaron con el centro de Tenochtitlán; primero los sometieron por medio de la fuerza, después suscribieron una alianza política y les impusieron una serie de tributos, además de que los obligaron a incorporarse a los ejércitos tenochcas. Asoció Armillas la civilización en México, o sea, a la construcción de grandes obras hidráulicas, a la concentración demográfica, la dedicación de un gran sector de la población hacia actividades no agrícolas, un incremento de la eficiencia agrícola y ahí floreció la urbanización en forma más rápida y temprana y ubicó este florecimiento a la época de Cristo. "En el México central la urbanización a una 193 Manuscrito Tovar, p.53 281 escala comparable en la que se encontrara allí a la época de los aztecas ya se había alcanzado en los primeros siglos de la era cristiana y tenía una planificación de la ciudad, como lo evidenciaba la metrópoli de Teotihuacán, en donde había un área total de construcción continua de cerca de 500 hectáreas de los cuales una séptima parte, estaba ocupado por los templos principales, sus dependencias y el gran palacio si se cuentan los barrios de afuera, con construcción menos compacta, la cifra podría elevarse a 700 hectáreas" por lo que estimó una población urbana de 30 a 40 mil personas.194 Vivían dentro de la ciudad sobre todo los sacerdotes y sus séquitos, los empleados de gobierno, los comerciantes y los artesanos "pero los campesinos pobres no vivían dentro de los límites de la ciudad, según parece". "En principio nadie era propietario de un trozo de tierra. La tierra pertenecía colectivamente, ya al calpulli, ya a las instituciones públicas, como los templos, ya a la ciudad misma. No existía la propiedad privada del suelo, sino una propiedad colectiva con derechos individuales de uso. La propiedad es colectiva, pero el usufructo es individual. Todo adulto casado tiene derecho a recibir una parcela y cultivarla. Desde el momento de su matrimonio queda inscrito en los registros y si no ha heredado de su padre el derecho a trabajar un trozo de tierra, el calpulli tiene la obligación de darle uno. Nadie puede quitárselo mientras la cultive, si no está satisfecho con su parcela, puede pedir otra. Finalmente, a su muerte, y no transmite la tierra sino el uso de ella, a su hijo. Sin duda, el calpulli conserva la propiedad pero en la práctica el ciudadano que sucedía en el cultivo de la tierra su 194 Armillas, Pedro. Desarrollo Científico y cultural de la Humanidad América, p.296 282 padres o a su abuelo se sentía "en su casa".195 La mayoría de los autores coinciden en afirmar que no había propiedad particular de la tierra en el sentido de la acepción occidental, es decir, que el titular podía disponer libremente de ella, es decir, podía heredarla, venderla, dividirla, sin ninguna taxativa, como si fuera una cosa absoluta. Ni siquiera los pillis podían tener esta libertad pues en el caso de recibir una herencia de tierras, no podía cambiarse de lugar de residencia del reino, porque perdía las tierras. Podía disponer de sus tierras, pero tenía que respetar los otros tipos de tierras. Está muy claro que las tierras de los calpullis y de los pueblos estaban entregadas solo en usufructo pues tenían ciertas limitaciones. Por ejemplo, se aplicaba una "cláusula de reversión" si durante una año el macehual no la trabajaba, regresaba al pleno dominio del calpulli. Por todos lados existían formas sociales y no particulares, como las propiedades de los palacios y de los templos. Por ello son muy importantes las figuras de los mayeques y de los renteros, pues se salen de esa tendencia general y al mismo tiempo anunció un dislocamiento posible de ese modo de producción. Al hablar del albarradón de Netzahualcóyotl que se empezó a contraer en el año de 1450 después de las fuertes inundaciones que padeció la ciudad, Lorenzo dijo que tenía una longitud de 22 km, 4 leguas, una altura de casi 4 metros y una anchura de 6 metros y se trataba de una línea recta que iba desde la inmediación de Iztapalapa, entre eta población y Santa Cruz Meyehualco, el oeste del Peñón 195 Soustelle, Jacques. La Vida Cotidiana de los Aztecas en Vísperas de la Conquista.,, p.8 283 Viejo, hasta Atzacualco, el pie de la sierra de Guadalupe, haciendo notar que en realidad se había construido a otros dos albarradones en esa época y se colocaron muchas trancas construidas en línea.196 Consideró García Márquez que: "la Triple Alianza creó una infraestructura que le permitió cultivar, almacenar y transportar los alimentos cuando esto era necesario para lo cual fundó algunas colonias en las provincias de Cotaxtla. Curiosamente los españoles conocieron estos pueblos cuando andaban en busca de comida y las descubren con casas que "tenían muchas y grandes piezas, unas llenas de cántaros de miel, de centli, de judías y otras semillas que comen y guardan en provisión para todo el año. Los cempoaltecas se quejaron de que tenían que entregar mano de obra para el cultivo de las sementeras y para servir en sus casas. Además de las reservas de alimentos, otro motivo importante para conquistar las provincias fueron los montos apreciables de tributo que entregaban, principalmente, en textiles, que eran bien apreciados en Tenochtitlan pero también en pieles, plumas, cacao y otros artículos de lujo. Las colonias establecidas en Cotaxtla tenían cultivos en los que utilizaban mano de obra local y graneros para almacenar el producto de las cosechas. La ruta que iba desde la provincia de Cotaxtla hasta Tenochtitlan pasaban por Cuauhtochca y el Valle de Orizaba, atravesaba el sur de Puebla tocando los sitios de Quecholac, Tepeaca, Cholula y llegaban al valle de México por el paso de los volcanes". 196 Lorenzo José Luis. Algunos datos sobre el albarradón de Netzahualcóyotl, Boletín del INAH, Núm. 10, 2 Época, juliosept. 1974,3 p. 284 El concepto político de la creación de la Triple alianza, que según Morgan, era una Confederación de Tribus, ignorando el grado de desarrollo económico y social que habían alcanzados sus pueblos participantes, es una estratégica de largo alcance. No solo se trata de una alianza de tipo militar para enfrentarse con éxito a los enemigos del exterior sino también para disminuir los conflictos internos con un menor costo humano; es decir, realizar pactos o convenios de carácter pacífico para reducir los grados de violencia que había desde que los mexicas llegaron a la Cuenca. Se estaba creando una estructura más sólida que podía haber avanzado hacia un estado, el estado del Valle de México, ya que se estaba haciendo cada vez más compatibles las instituciones de gobierno de México, Texcoco y Tlacopan, hasta avanzar hacia la formación de un Consejo Supremo. Pero lo más importante era que se había formulado una estrategia general que consistía en una combinación de formas de hacer política que iban desde el uso de la violencia directa para someter a unos pueblos al pago de excedente, e integrar a otros, los llamados señoríos independientes para que no fueran ningún peligro potencial y contener a los señoríos hostiles. En el llamado Códice o Matricula de Tributos de Moctezuma se hizo alusión a otro principio central: la complementariedad de las fuentes económicas, no acordado voluntariamente por las partes integrantes, sino impuesta por los grupos dominantes, México, Texcoco y Tlacopan. Es decir, lo que podía producir un pueblo, ayudaría a satisfacer las necesidades de otros pueblos que tendrían otro tipo de productos y viceversa, con importantes reservas de alimentos en la ciudad central, capaces de ir en ayuda de los pueblos que estaban en desgracia como 285 resultado de fenómenos climáticos. En relación con los tipo de dominación, Zorita precisó que una vez que los reyes de México conquistaban un señorío, "dejaban a los señores naturales de ellos en sus señoríos y así a los supremos como a lo inferiores y a todo el común dejaba sus tierras y haciendas y las dejaban su usos y costumbre en manera de gobierno y para si señalaba alguna tierra según en lo que ganaban y que todo el común les labraba y hacían sementeras conforme a lo que a cada parte se daba y aquellos eran lo que le debían de dar por tributo, reconocimiento de vasallaje y con ello acudían los súbditos a los mayordomos o persona que el señor tenía puestos para la cobranza y ellos acudían con ello a las personas que les mataban los señores de México, Texcoco, Tacuba" señalando que en la actualidad "los encomendero tenían puestos personas para los cobro y de mano del señor lo recibían y cobraban los oficiales de vuestra Majestad en los pueblos que estaban bajo su real cabeza y los encomendero de lo que ellos tenían y así estaban todo los señores en su gravedad y autoridad antigua muy bendecida de sus súbditos y servían en su modo y manera antigua, que los encomenderos cuando no andaban a su voluntad los tributos y servicios personales que les pedían y ponían un macehual que no hacían más que lo que ello querían y lo mismo han hecho los calpixques que eran unos hombres que tenían los encomenderos, puesto en sus pueblos por hacer dar al servicio cada día y arrendando a otros y enviar gente a las mina y hacer recoger los tributos y quitaban y ponían señores con muy gran 286 libertad todas las veces que se le otorgaba".197 Los pueblos y gobiernos que integraban la Triple Alianza tenían como base material la agricultura (de humedad, de roza y tumba, de regadío, de chinampas) coexistiendo todas estos submedios en un mismo territorio. Ese modo general produjo un modo de producción que le puede denominar de aplicación de trabajo intensivo ante la falta de utensilios metálicos, animales domésticos de carga, ante la carencia de la rueda como aplicación amplia. Esta estructura produjo la satisfacción de las necesidades de los productores pero también un excedente de alimentos, materias primas, que se integraban en los tributos en especie y como servicios personales. La absoluta mayoría de los miembros de las comunidades eran labradores, lo que significaba la principal base de la mano de obra disponible; solo una pequeña minoría se quedaba al margen de este esfuerzo colectivo. El grupo hegemónico era el mexica, pero en virtud de que solo no podía establecer las bases de dominación que se requerían en la Cuenca, entabló alianzas con los pueblos de Texcoco y Tacuba y fija con ellos una relación que a la vez que fue de sometimiento, también fue de colaboración y de respeto a sus decisiones internas. ¿Tenían las tres partes integrantes un diferente grado de desarrollo de su estructura material y de sus fuerzas productivas? Si, en la vanguardia estaban desde luego los mexicas o aztecas, en segundo término los 197 Ahundt. Wiebke,Edición Crítica de la Relación de la Nueva España y de la Breve y Sumaria, p.165 287 acolhuas de Texcoco y en tercer término, el señorío de Tacuba. La formación de un Consejo Supremo, compuesto en forma tripartita, a la manera de un régimen federativo aseguraba el reconocimiento y la admisión de esa diferencia y la complementariedad de sus recursos. Para Sarmiento: "Una parte del plus-producto generado en las unidades domésticas está destinada al intercambio regional, posibilitando el acceso de la comunidad a bienes y materias primas no disponibles en la región. El encargado de mantener el vínculo con otras comunidades en un individuo o grupo representante que es mantenido por su linaje y que debido a sus funciones políticas cada vez más especializadas, tiende a no ser producto directo y a formar parte de los sectores privilegiados del linaje. La diferencia social no se deriva desprestigio o de las funciones de representación que tiene el grupo dominante sino a partir de la posibilidad que tiene dicho grupo de controlar la fuerza de trabajo que le posibilita el desarrollo de procesos de trabajo, conocimiento o grupos de individuos que repercuten en el resto de la comunidad creando nuevas necesidades o generando nuevos vínculos de dependencia. Una posibilidad de producir bienes exclusivos está dada por el acceso a materias primas no locales que el grupo de élite intercambia como estrategia diplomática comunal. Una vez producidos ciertos bienes o conocimientos exclusivos, su distribución queda en manos del grupo dominante que pueda estimular la creación de nuevas necesidades, incluso ideológicas, 288 utilizando elementos religiosos...".198 El Códice Mendocino, la Matricula de Tributos, las Relaciones Geográficas son los principales documentos originales que nos permiten conocer, se quiere en forma aproximada, las potencialidades productivas de las regiones y de los pueblos. Indican que las principales actividad de los pobladores eran las relacionadas con la agricultura, productoras de alimentos, cereales y de otras materias primas, las cuales eran intercambiadas por productos metálicos y otras mercancías que no producían. Uno de los recursos más apetecidos, sobre todo para la construcción de habitaciones y edificios, para el cultivo, eran las piedras y la madera. Hasta los pueblos que tenían gran disponibilidad de agua y que se concluyen podían dedicarse a la pesca, tenían en las actividades agrícolas como la predominante. El grupo dominante, y esto lo estudió Carrasco, es aquel que organizaba, aseguraba y planificaba la fuerza de trabajo disponible, en referencia al grupo de funcionarios que estructuraba los llamados servicios personales en la época colonial. Muchos de los calpixques o mandones que ocuparon esos puestos antes de la llegada de los españoles, fueron ratificados en sus responsabilidades ya que era vital asegurar el ritmo de explotación existente, sin lo cual no podrían alimentarse ni vestirse la población, ni por lo tanto habría excedente alguno para sostener el aparato religioso, militar y administrativo. 198 Sarmiento Pradera, Griselda, Tribus y Cacicazgos arqueológicos: Una discusión a cerca del origen de la estratificación social, en Boletín de Antropología Americana, número 27, julio de 1993, p.96 289 Dijeron Marx y Engels que: "las tierras pueden considerarse como instrumentos de producción En el primer caso, cuando se trata de un instrumento natural. En el primer caso, cuando se trata de un instrumento de producción natural y en el segundo caso, la propiedad (propiedad territorial) aparece también como un poder directo y natural y el segundo caso como poder del trabajo especialmente del trabajo acumulado del capital. El primer caso presupone que los individuos aparezcan agrupados por cualquier vínculo ya sea el de la familia, el de la tribu, el de la tierra; en el segundo caso, en cambio se le supone, independientes los unos de los otros y relacionados solamente por medio del intercambio. En el primer caso, el intercambio es, fundamentalmente, un intercambio entre los hombres y la naturaleza, en el que se trueca EI trabajo de unos por los productos de otros; en el segundo caso, tiene que haberse llevado prácticamente a cabo la división entre el trabajo físico y el intelectual. En el primer caso, el poder del propietario sobre quienes no lo son puede descansar en relaciones personales, en una especie de comunidad; en el segundo caso, la industria solo consiste en la división del trabajo y solo se realiza por medio de este.199 Como dice Marx, en una primera etapa, la relación del hombre con la naturaleza es directa y permanente, de carácter elemental, pues obtiene de ella los productos que necesita para su subsistencia física, utilizando instrumentos de producción 199 Marx, Engels, La Ideología Alemana, p.77 290 sumamente rudimentarios o primitivos e igualmente no le incorpora valor agregado a ellos. Por ejemplo, muchos de los alimentos y de las frutas se las come incluso crudas y no tienen cuidado en guardar para las épocas de sequías o de cambios climáticos. Pero en la medida en que se van incorporando al trabajo otro tipo de utensilios y de valores de uso, la relación con la naturaleza se hace más compleja pues ahora se pasa al cultivo de las plantas y a la domesticación de los animales, sin esperar a que la naturaleza los provea de todo. Además ya no lo puede hacer porque los grupos humanos tienden a crecer y por lo tanto necesitan de mayores volúmenes de alimentos y de una permanencia de sus suministros a los grupos humanos necesitan organizarse mejor y comienza a surgir los oficios y la especialidades, pues mientras unos hombres se quedan en la aldea, otros se van a cazar, pescar o recolectar frutos y las mujeres se dedican al cuidado de los niños o del hogar y a las actividades agrícolas. En relación con las instituciones llamadas interiores, Romerovargas habló del calpulli rural que constituía la principal unidad territorial, economía, social, militar y religiosa, pero se trataba de "pueblos" unidos por caminos que iban hacia el centro. En él estaba el tecalli o tecohcalli, que era la casa de los señores y del gobierno el teocalco, o templo; el petlacalco, o relaciones de abastecimiento de alimentos y prisión; el calpixcalli, o almacén o casa de recolección de tributo; el ithualli, servía para bailes y fiestas y actos públicos; el tlacxillan, o juzgado de primera instancia y el Tlacochcalco o arsenal. Definió al calpulli como un conjunto de familias unidas por ciertos lazos e integrar comunes que ocupaban determinando extensiones de tierra y cada uno de ellos tenían su propio gobierno 291 encabezado por una asamblea llamada cohuayotl presidida por dos autoridades, el calpule o administrador, y el teachcouh, hermano mayor, ejecutor e instrumento de la juventud. "La base primordial de la organización era la familia, la que servía de medida para la estructura total del estado. La mujer era considerada como administradora de la familia y el hombre, el ejecutor. Las familias organizadas en calpullis eran de dos categorías: pipiltin o tepilhea, que eran los principales o los privilegiados y los macehuales, o sufridos, el pueblo común".200 La institución del calpulli, independientemente de que en otras comunidades humanas, asuma otro nombre o sus características específicas estén sujetas a una determinada evolución, es una organización natural, es decir, los individuos se unen por lazos consanguíneos, pues todos tienen un padre o un tronco común, adoran a las mismas deidades, habitan un mismo territorio, tienen los mismos consumos de alimentos. Parece lógica esta estructura pues se basa en rasgos elementales que todos los pueblos tuvieron en los albores de su existencia. Los pueblos mesoamericanos e indoamericanos no podían ser la excepción. Se trataba de conjuntos o grupos de familias que se reagruparon para la defensa común frente a los grupos rivales que estaban en el exterior o para lograr una explotación más adecuada de la naturaleza, para conseguir más alimentos, para pescar, para comer carne y tener una mayor disposición de lana y cueros o para controlar las avenidas de un río, un arroyo o de una laguna. Los calpullis (con la denominación que se ocupe) fueron la estructura básica fundamental, de los pueblos indios, lo cual, como es lógico fue evolucionando. Esto lo dice Morgan, 200 Romero Vargas Iturbide, Ignacio. Las Instituciones, en Esplendor del México Antiguo, T. II, p.739 292 pero no estudió esa evolución, reflejando el estado del conocimiento que había hasta ese momento. ¿Por qué evolucionan los calpullis? Porque están formados por individuos físicos, de carne y hueso, que tienen diferentes potencialidades físicas, unos son más resistentes y aptos para el trabajo que desempeñan las comunidades, mientras que otros son más débiles y su aptitud para el trabajo es menor y por lo tanto esta diferencia natural se refleja en un acceso diferenciado de los frutos del trabajo. También Odile y Turner afirmaron "que el primer tipo de propiedad del suelo, es, sin duda, tanto por su importancia como por su antigüedad, la tierra de los calpullis. Su origen parece remontarse a la distribución del suelo, realizada por la tribu o su llegada al lugar escogido para la fundación de la ciudad. Bajo esta forma de propiedad del suelo se encuentra repartida la mayor parte de las tierras. Las tierras de estas comunidades estaban a disposición de sus miembros pero no pertenecían individualmente a cada uno de ellos sino al calpulli que constituía la unidad social de referencia y que era quien repartía las tierras. La propiedad o el derecho al uso, para ser más precisos, se asignaba personalmente o por lo que no era transmisible o enajenable; el que poseía la tierra debía trabajarla y si no la labraba yen dos años, se le advertía que lo hiciese porque de lo contrario se daría a otro y así se hacía al término de un año. Quien abandonaba el calpulli igualmente perdía todo derecho a la tierra mientras que aquel otro que no poseía tierra alguna, tenía derecho a solicitarla al jefe del calpulli. Junto a las parcelas individuales puestas a disposición de los miembros del calpulli, una parte de la tierra era trabajada en forma colectiva y su rendimiento estaba destinado al 293 sostenimiento del jefe del calpulli, el calpullec y para el pago del tributo del señor Supremo".201 Tanto la distribución de las tierras como las formas de explotarlas, eran también "naturales" pues el trabajo individual o personal era totalmente insuficiente para transformar los frutos que daba la naturaleza. Una persona podía tardar hasta varios días en derribar un árbol, varias semanas para construir un dique o el cauce de un arroyo. En cambio, si se juntaban todos o una parte importante de los miembros de esa comunidad, las cargas de trabajo individuales se aminoraban, los ritmos de trabajo se acrecentaban y los frutos eran mayores. Es consustancial a los hombres, en sus etapas iniciales de existencia, tanto la propiedad comunal como el trabajo a las existencias comunales y tienen pleno fundamento el trabajo colectivo, mientras que el trabajo individual y la posesión individuales, son la excepción o las particularidades específicas. Por ello Romerovargas en un escrito poco citado por los antropólogos, demuestra que por razones prácticas u operativas, las tierras que eran de la comunidad y del calpulli se entregaban en usufructo a los individuos. En efecto no todos los individuos podían cultivar el mismo pedazo de tierra lo cual hubiera sido técnicamente inusable, por lo que se "asignan" a los individuos una serie de derechos, entre ellos el de cultivar las tierras, pero no podían fraccionarla, ni menos aun, venderla y si no la cultivaban en un plazo determinado, perdían ese “derecho” y las tierras se devolvían al seno del calpulli. Esto confirma que el calpulli como estructura productiva comunal tenía 201 Roger, Odile y Turner Ernesto. Organización Económica y Social de los Aztecas y de las Culturas que Preceden, UAM, México, 1993,131 p., p.104 294 preeminencia por encima de los individuos. Por su parte, Van Zantwijk definió el teuatli o señor "como el que ejercía la autoridad externa de un conjunto de pueblos o de calpullis de alto rango y era considerado como un mandatario superior. Pueblos o ciudades gobernadas por un tlatoani tenían un rango superior en comparación con otras comunidades, guiadas por jefes de menor prestigio. Los aztecas designaban a todo el aparato gubernamental relacionado con el funcionamiento político del tlahtoamo con el término de tlahtocayotl, o lo que se refiere el tlahtoamo".202 El concepto de huey tlahtoani era un mandatario con autoridad externa que significaba gran mandatario, rey o emperador, mientras que al que ejercen la autoridad interna era el cihuacoatl y que más bien había tres linajes, los que gobernaban México, Texcoco o Tlacopa que en realidad formaban una sola familia, mientras que los mandatarios de Texcoco y Tlacopa tenían que ser hijos de princesas mexicanas. La distribución de tierras de los calpullis, así como la asignación del "derecho de usufructo" supuso que una primera etapa, la existencia de autoridades superiores en su seno que se encargaban de vigilar que se cumplieran las normas organizacionales y más aun cuando el número de miembros de aquella crecía en forma importante. El conjunto de calpullis componía el pueblo, en la ciudad, hasta formarse confederaciones de calpullis. Desde el punto de vista de los principios orgánicos, el calpulli era el mismo si este era un "calpulli rural" o un "calpulli urbano", empelando este término solo con fines explicativos, pero en su seno 202 Van Zantwijk, Rudolf. El Concepto de Imperio Azteca en las Fuentes Históricas Indígenas, p.207 295 había gérmenes o elementos que lo podían debilitar o descomponer, como sucedió. Sorprende la similitud que había con los ejidos en donde las tierras se entregaban en usufructo a los ejidatarios y no en forma de propiedad privada completa, en que le propietario originario y fundamental es el ejido. A pesar de que transcurrieron más de 300 años y surgieron formas de propiedad totalmente distintas y opuestas a aquellas, el hecho de que en algunos solo se mantuvieron hasta el siglo XX por lo menos demuestra que es una forma de propiedad creada por los legisladores o creadores por decretos oficiales sino surgida de la propia esencia de los grupos humanos y de ahí su actualidad. Este autor, Van Zantwijk, definió a los calpullis como "grupos locales de ciudadanos o campesinos gobernados por un jefe elegido de entre los miembros de la familia noble o por un jefe militar en colaboración con otro jefe secundario quien provenía de la misma o de otra familia noble o era elegido de entre otros miembros del mismo grupo local. Además, los calpullis tenían un centro religiosoceremonial propio llamado Calpolca, que significaba casa grande y una serie de santuarios menores. Un conjunto de cuatro, cinco o siete calpullis, formaban un pueblo y un número mayor de ellos constituía ciudades. El concepto indígena de gobierno local se basaba en el calpulli y a la vez el altepetl. El rango jerárquico de ambas instituciones determinaba su funcionamiento como unidad básica del sistema gubernamental indígena. Los calpullis como institución social y política eran un legado de los toltecas y por eso su existencia se limitaba a regiones dominadas o por lo menos fuertemente influenciadas por los toltecas en la época de su grandeza. La familia noble de la casa señorial, teccalli, ejercía la autoridad 296 local sobre una clase de siervos que trabajaban sus tierras (mayeques o macehualtin) a veces completados por esclavos o tlacotines en posesión de miembros de la familia noble".203 Haciendo una abstracción, diremos, con Zantwijk que del conjunto de calpullis de las "zonas rurales" y de las "zonas urbanas" emergen una serie de instituciones y de autoridades políticas que fueron conformando una institución general. Primero estaban los jefes militares y los jefes guerreros que en un principio concentraban el poder, pero que después se fueron separando y diferenciando. Luego estaban los teutlis que eran los jefes políticos supremos. Hasta aquí se trata de una estructura política simplificada pues había un grupo de jefes y entre ellos se destacaba uno que era superior. Hay que precisar un nuevo concepto: no todas las tierras de los pueblos estaban incluidas en los calpullis y no se puede afirmar que un pueblo haya sido la suma de calpullis que lo componían sino que había superficies de tierra al margen de esas estructuras, que eran propiedad de todo el pueblo, del pueblo en su conjunto, el llamado altepetl. Esto nos hace pensar que el calpulli, era, entre toros conceptos, una forma de organización para la producción y no solo una forma de vida en general y que en el transcurso del tiempo se fueron debilitando, mientras se fortalecía la propiedad de los pueblos. Los calpullis podrían haber desaparecido como forma de propiedad y de tenencia de la tierra que se basaban en lazos de consanguinidad pues se fueron haciendo cada vez más laxos, pero no así la propiedad de los pueblos que se integraba por otros 203 Van Zantwijk, Rudolf. El Concepto de Imperio Azteca en las Fuentes Históricas Indígenas. Estudio de Cultura Náhuatl, Vol. 20,1990, p.203. 297 elementos y que en muchas regiones persisten hasta nuestros días. Bandelier consideró que primero se construyeron habitaciones, hechas con cañas y barro y luego a medida que la media aumentaba de adobe y de piedra ligera y "la idea comunitaria parece haber predominado entre los mexicanos todavía en su periodo de mayor poderío. Así fueron y su número fue aumentando, la caza y la pesca ya no satisfacían a la población y comienzan a crearse pequeñas huertas artificiales o chinampas. Habló Bandelier de "grupos consanguíneos que fueron constituyendo los calpullis y los terrenos denominados calpulalli" que eran propiedad de esta como unidad, aun cuando las parcelas individuales eran cultivados y utilizados por familias individuales. Por consiguiente la forma de la tenencia de la tierra de los mexicanos en aquel periodo era comúnmente simple. Las tribus tenían su territorio, el atlapetlalli, una extensión indefinida por la que podían extenderse pero dentro de ese territorio los calpullis tenían y ocupaban las porciones productivas, cada calpulli era soberano dentro de sus límites y asignaban a sus miembros individuales para su uso, las parcelas menores en que el suelo se dividía según su modo de cultivar. Por lo tanto, si los términos atlapetlalli y calpulalli se consideraban a veces como idénticos es porque el primero indica la ocupación del suelo y el segundo su distribución". Bandelier confirmó la existencia de un proceso evolutivo en los calpullis al observar la aparición de fenómenos que iban haciendo más compleja su existencia, pero sin que se modificara la tenencia de las tierras, pues estas 298 siguieron siendo propiedad colectiva, apareciendo formas privadas como excepciones o exenciones que después darían lugar a otras formas, como las haciendas y los latifundios. En cada calpulli había una estructura gubernamental, un señor en su casa o tecpan, al que había que trabajarle para asegurar su manutención hasta que comienzar a pagar tributos. Esto rompía, sin duda, con el carácter igualitario de los primeros calpullis, fenómeno que se demostró después con la edificación de casas distintas, unas de mejor calidad que otras, que le permitió concluir que no todos los calpullis eran iguales y que estaban creciendo en forma diferenciada. Posiblemente este crecimiento se debía a la disparidad que existía en la disponibilidad de recursos naturales pues habría "calpullis ricos" y "calpullis pobres", que había ejidos pobres y ejidos prósperos. Se les pagaban a los miembros del calpulli que trabajaban para el señor de la casa o tecpan lo que suponía ya una cierta forma de apropiación de plus producto, todo ello, al margen de la simplicidad de los calpullis originales. Precisamente, Bandelier describió el proceso de crecimiento de los primeros calpullis, la aparición de las casas oficiales en cada una de ellos, sus contactos y relaciones con los grupos humanos del exterior, cada calpulli constituye su propio tecpan. Continuaron funcionado los calpullis por parte de los individuos miembros del mismo linaje, "hasta que el aumento de los negocios públicos les imposibilitó trabajando ellos mismos, como lo hacían antes y esta tarea fue pasando primero y sus hijos y familiares y después, cuando ellos fueron absorbidos por las tareas de la casa oficial y los demás miembros del grupo de parentesco. No eran vasallaje sino una remuneración por los servicios públicos de los jefes. Lo mismo ocurrió en 299 relación con el tecpan y sus ocupantes. Se apartaron algunas parcelas para el cultivo en común, cuyos productos se destinaban exclusivamente a lo que podríamos llamar "fines sociales". Así los propios miembros de las tribus, en forma voluntaria, no solo crearon un impuesto sino que introdujeron un rasgo nuevo en la distribución de las tierras. Pero el modo de la tenencia no cambió y no aparecieron derechos de propiedad descendientes".204 hereditaria a favor de los jefes y de sus Hizo notar que en un principio los aztecas había estado confinados a una pequeña porción de territorio del lago y que solo tenía como posesión al cerro de Chapultepec, pero poco a poco comenzaron a adquirir mayor experiencia militar y más fuerza en se fueron extendiendo desde el punto de vista territorial y social. Pienso que Bandelier amplió, precisó y enriqueció conceptos que Morgan no logró desarrollar, al incluir, por ejemplo, la figura del atlepellalli, como un concepto general que pudiera abarcar a varios calpullis. Ello demuestra que el calpulli fue una institución fundadora de pueblos y comunidades pero que no se quedó estacionada o anclada sino que evolucionó con el crecimiento de la población. Es interesante observar que en las crónicas históricas se insiste mucho en emplear, en la primera etapas, el término de calpulli, pero después este se va diluyendo para pasar a utilizar otros términos, como el de altepetl, dando la impresión de que este era un concepto más amplio y los calpullis un concepto más restringido, pero nunca desaparecido. La razón es la siguiente: en el transcurso del tiempo, los descendientes de los linajes guerreros antiguos tendieron a debilitarse y a 204 Bandelier, Adolfo. La Distribución en la Tenencia de la Tierra, p.134 300 perderse pues sus descendientes, cien años después ya no recordaban a sus ascendientes, lo que se comprueba con el interés por describir los cuadros genealógicos de todas las personas y el interés por precisar si descendían de pillis o de macehuales, ya que si se traba del primer caso entonces eran descendientes de la llamada "nobleza" y si era el caso del segundo, entonces eran del "pueblo llano" y estaban irremediablemente condenados a trabajar para otros. "El calpulli, dijo Bandelier, estaba dividido en parcelas particulares o tlalmilli que se asignaba a cada uno de los hombres casados del grupo a fin de que la trabajaran para su sustento y el de sus familias. Si una de estas parcelas quedaba sin trabajar durante dos años consecutivos, volvía al calpulli para ser redistribuida y lo mismo ocurría si la familia que disfrutaba de su posesión se separaba del grupo. Los jefes y sus familias que por la naturaleza de sus tareas no podían cultivar ellos mismos las tierras conservaban su derecho a una parte de la Tlamilpa en cuantos miembros del calpulli. Otros cuidaban sus tierras por su uso y recibían el nombre específico de pillallis. Los tlamilpa, tanto de jefes como de miembros ordinarios del grupo de parentesco, (macehuales) eran por lo tanto los únicos extensiones de tierra poseída para su uso por individuos del México antiguo".205 A la muerte del padre, el Tlamilli pasaba a su hijo mayor, junto con la obligación de cultivarla, en beneficio de todas las familias. Al referirse a los cargos dijo que ninguno era hereditario, si bien había "algún derecho de asociación y que en general se basaban las relaciones en el parentesco. 205 Bandelier, Adolfo. La Distribución en la Tenencia de la Tierra, p.167 301 Esta descripción del interior de los calpullis apareció en las crónicas históricas y confirman que se privilegiaba la existencia y el reconocimiento de las familias pues cada jefe de la misma recibía una parcela la cual explotaba para su manutención. No se trataba de una propiedad permanente sino de un usufructo pues si la parcela no se cultivaba, se revertía al seno del calpulli y sus dirigentes podían entregarla a otro individuo. Lo mismo sucedía cuando uno de ellos abandonaba el calpulli para ir a radicar a otro. Cuando los vínculos del linaje o de la consanguinidad eran sólidos pocos se cambiaban de un calpulli a otro, pero cuando aquellas relaciones se fueron reblandeciendo por motivos de conflictos armados o de guerras o de reparto de tierras, este fenómeno se hizo más común. En este caso, el principal mérito era el trabajo desempeñado al margen del linaje de sus antepasados, pensando que cada vez más se alcanzarían. Por su parte, Bandelier insistió en que en el interior de los calpulli, había "parcelas tributarias", también llamadas "tierras de guerra" o "tierras escardas" y que si bien la posesión de la misma seguía perteneciendo a los grupos de parentesco, sus productos se destinaban al tributo. Señaló dos clases particulares: las tierras o tecpantlalli, que eran las tierras de la comunidad, "cuya producción se destinaba al sustento de los que trabajaban en la construcción, ornamento, y reparación de la casa pública". Las tierras o tlalocatlalli cuyos productos estaban destinados a cubrir las necesidades de los residentes del tecpan y estas tierras eran cultivadas por turnos por los demás miembros de la tribu. "El espacio llamado calpulalli, porque el calpulli el que lo poseía y ocupaba estaba en la tenencia colectiva. No 302 podía ser enajenada ni vendida y en realidad o hay indicios de la venta o trueque de terrenos antes de la conquista. Sin embargo, si algún calpulli se debilitaba, reduciéndose por cualquier causa el número de sus miembros, podía dar a trabajar sus tierras a otro grupo similar y obtener su subsistencia de la renta. Si el grupo de parentesco se extinguía y por consiguiente sus tierras quedaban desocupadas, se agregaba a la de otro que tuviera menos de lo que necesitaba o se distribuían entre los demás grupos. El calpulli en si era una institución democrática: sus asuntos estaban en manos de jefes electivos, ancianos elevados a esa dignidad.206 El calpulli era una forma de organización para el trabajo, para la explotación de los bienes comunales, tanto hacia su interior como a su exterior. Todas las tierras cultivadas para un fin o para otro, pero la especialización que describía Bandelier confirmaron la existencia de distintas formas de apropiación de los excedentes del plus trabajo. En primer lugar, encontramos la parcela que se cultivaba para pagar los tributos que se pagaban a los señores que desde el exterior los conquistaban y dominaban y en segundo lugar, las tierras destinadas al señor que desde su tecpan los gobernaban. Aquí se manifestaba una distribución, si se quiere incipiente, del plus trabajo de todos los labradores. Implicó la consolidación de los pillis que se comienzan a beneficiar en gran escala con el trabajo en general. Es posible concluir que la aparición de estas formas de apropiación suponía la existencia de una serie de beneficios y de privilegios a grupos minoritarios, lo cual conspiraba con la naturaleza originaria del calpulli. Los que trabajaban, mantenían 206 Bandelier, Adolfo. La Distribución en la Tenencia de la Tierra, p.138 303 y vivían en el tecpan, es precisamente este beneficio y estando consciente de ello, se trata de mantener la tenencia colectiva de las tierras al no permitir que se vendiera. En realidad, las operaciones de compraventa que nosotros conocemos son de etapas posteriores, hechas por aportes externos como los españoles. Bandelier, en sus notas, afirmó que las tribus del Valle tenían, diferencias particulares en cuanto a a existencia de artes mecánicas, pero que en los principios orgánicos eran iguales. Para fundamentar su afirmación de la existencia de los calpullis en la ciudad e México recordó a Torquemada quien se refirió a los 4 barrios principales como grupos de parentesco o de grupos de consanguinidad. Que dentro de sus límites el calpulli era soberano, mientras que Zorita afirmó que las tierras de los barrios no eran de alguien en lo particular sino de la comunidad.207 Cada calpulli era independiente en su vida interna y este principio fue respetado en el transcurso de la vida de los pueblos mexicas, hasta el periodo de Moctezuma, no obstante que ya muchos de ellos se encontraban dislocados por los intensos movimientos poblacionales que se registran en esta historia, los desplazamientos de grupos humanos de una región a otra. Habían pasado 200 años desde la llegada de los grupos nuahuatlecas a la Cuenca del Valle y el calpulli era recordado y respetado como una institución social sobre la cual se había edificado la vida de esos pueblos, pero sobre todo por su carga de religiosidad pues cada calpulli tenía un dios particular que presidía los destinos de 207 Bandelier, Adolfo. La Distribución en la Tenencia de la Tierra, p.167 304 todos sus habitantes. Torquemada informa que las cuatro parcialidades que había en Tenochtitlán son las mismas que corresponden a los grupos originarios, a un calpulli, un barrio o una parcialidad. No obstante, la realidad es muy distinta pues arriba de los calpullis ya había instituciones políticas con mucho poder que tomaban decisiones que les afectaban, ya no por los Consejos de Ancianos que gobernaban al lado del Señor de la Casa sino por un autócrata, el Tlatoani, que concentra un gran poder político, social y religioso. Opinó Bandelier que los calpullis que se basaban en el parentesco eran núcleos que se podían autogobernar y que tenían un funcionamiento democrático, que todos los miembros de la tribu estaban en pie de igualdad y que todos tenían una participación igual en el gobierno y que más bien había delegados elegidos por los grupos de parentesco. "Era por lo tanto un Consejo Tribal, los que constituían el poder supremo y constaba de tantos miembros como grupos de parentesco había". Tales puestos solo podían ser ocupados por hombres de reconocida capacidad y reputación, que habían adquirido el rango de tecuhtli, de ahí su título de tecuhtlatoco; "o señor que habla", reconocido en todo el México aborigen como el cargo supremo. El lugar en donde se reunía ese Consejo era necesariamente la casa oficial de la tribu o tecpan y se congregaban allí a intervalos definidos, posiblemente dos veces cada mes mexicano de 20 días. En una sociedad basada en el parentesco, no podemos esperar una división clara de los poderes del gobierno, especialmente porque no había leyes escritas y solo regía la costumbre. Las funciones del antiguo consejo mexicano no eran puramente legislativas sino 305 más bien una combinación de lo ejecutivo y de lo judicial".208 Antes de la aparición de grupos que tenían una serie de privilegios como resultado de su posición en la Casa del Señor o Tecpan o del Consejo Supremo en que ejercían funciones de dominio político sobre el conjunto de la población, el funcionamiento de los calpullis era democrático en el sentido de que todos tenían una base de igualdad material, aunque en el exterior de los calpullis, es decir, en el concepto de los pueblos, se partiera de una profunda desigualdad, lo que representaba por un lado los pillis, la minoría y por la otra los macehuales, la inmensa mayoría. Pero en el interior de los calpullis todos era nominalmente iguales pues todos tenían una parcela para cultivarla y las familias, todas, tenían la posibilidad de mantenerse. Pero el hecho de que hubiese un grupo de individuos que integrasen la Casa o Tecpan, que ejercen funciones de autoridad y que se beneficien con tierras que no trabajaban directamente, generaba ya una distorsión social en beneficio de unos pocos. La elección para cargos directivos por razón de los lazos de parentesco fue pasando a un segundo plano, para tomar en cuenta otros requisitos y consideraciones políticas. En cuanto al calpulli urbano, que era un barrio, y tenía tierras que estaban fuera de la ciudad las cuales eran administradas por el calpuleh y había una serie de jueces que se encargaban de vigilar a la familia que había en la comunidad. "Un grupo de calpultin se federaban para constituir señoríos regionales a su vez autónomos y autárquicos, presididos por un administrador y un ejecutor. Su organización, 208 Bandelier, Adolfo. La Organización Social y la Forma de Gobierno, p.214. 306 aunque similar a la del calpulli, tenía mayor incremento en cuanto al comercio, industria, educación, milicia, ciencia y arte. Constaba además de calpultin urbanos en la cabecera y de calpultin rurales y las que protegía y asociaba. Generalmente tenía costumbres o derechos similares y sus jefes y representantes y miembros del consejo supremo de la Federación. Sus obligaciones para con el estado eran fundamentalmente prestar ayuda militar o de servicio en caso necesario, dar y pedir información de cuanto ocurriera…209 El calpulli fue esencialmente una institución "rural" que nace en una sociedad agrícola primitiva por lo que cuando se habla de un calpulli urbano, entendemos que esta estructura se mantuvo inalterada en sus rasgos básicos al aparecer las grandes ciudades en el Altiplano. Al estudiar las zonas habitacionales de Teotihuacán se han encontrado rasgos de la existencia de barrios en donde habitaban grupos de especialistas, pero no sabemos si a cada barrio correspondía un calpulli, como lo dice la concepción general. En Xochimilco, Chalco, Tepoztlán, por ejemplo, se han encontrado elementos constitutivos de los calpullis y en algunos poderes de los siglos XVI y XVII se hace referencia a los mismos, pero no aparece con los elementos preponderantes, lo que permite concluir que después de la conquista y una vez aplicadas las distintas políticas de población, tendieron a diluirse y quizá a desaparecer. En estas condiciones, el calpulli urbano, es decir, el que persistió en zonas densamente pobladas, habían sufrido ya una trasmutación pues sus tierras estaban "fuera de los pueblos", fuera de los atlepellalli, lo que 209 Romero Vargas Iturbide, Ignacio. Las Instituciones, en Esplendor del México Antiguo, T. II, p.742 307 revela un debilitamiento estructural pues los calpullis originarios eran parte constitutiva de las poblaciones. La formación de señoríos regionales, como los de Chalco, Texcoco y Xochimilco, supera la existencia de poderes políticos que estaban por encima de ellos y que las decisiones políticas y sociales que se tomaban estaban basadas en otras consideraciones. Al referirse a la sociedad azteca, Bandelier opinó que "todos los miembros de un clan vivían bajo un techo común. El territorio así ocupado por el calpullis no era, como admitió Torquemada, asignado a un poder superior puesto que el gobierno tribal no tenía ningún dominio que pudiera repartir entre subdivisiones e individuos, ya fuese gratuitamente o a cambio de ciertas prestaciones ni de ninguna otra marca. El territorio tribal era distribuido en el momento de su ocupación en derecho de posesión, que era los grupos de parentesco como un todo, por concepto tácito general, derivado naturalmente de su organización y estudio cultural. Mientras residían sin ser molestados "entre lo carrizales" su número fue aumentando y a cierta altura les hizo falta una extensión mayor, tanto para residir como para alimentarse. La pesca y la caza ya no satisfacían a una población originalmente inclinada hacia la horticultura. Aspiraban a cultivar el suelo como lo habían hecho anteriormente y como lo hacían las tribus que los rodeaban y con ese fin comenzaron a crear pequeñas huertas artificiales o chinampas en las que plantaban maíz indio y quizá otros vegetales. Cada grupo consanguíneo fue rodeando gradualmente la superficie en que vivía con una serie de huertas suficiente para las necesidades de sus miembros. Todos estos terrenos, incluyendo las viviendas, constituían el calpulalli y el terreno del calpullis y eran 308 propiedad de este como una unidad, aun cuando las parcelas individuales eran cultivadas y utilizadas por familias individuales. La tribu tenía su territorio, el altepellalli, una extensión indefinida por la que podía extenderse pero dentro de ese territorio los calpullis tenían y ocupaban las porciones productivas; cada calpullis era soberano dentro de sus límites y asignaba a su miembros individuales para su uso, las parcelas menores en que el suelo se dividían según su modo de cultivo".210 ¿Podía un miembro del calpulli ser "más rico" que otro? Si. Cuando hablamos del principio de igualdad, debemos reconocer que se basaba en otro principio: no todos los hombres son iguales en capacidades físicas e intelectuales y por lo tanto existía la posibilidad, de que en ambientes igualitarios, en términos generales, uno tuviera más bienes que otro. Todos eran agricultores que cultivaban una parcela aunque no conocemos su extensión, pero la edificación de huertos artificiales, como señala Torquemada, planteaba la existencia de un beneficio adicional que solo algunos pueden tener. Muchos labradores se beneficiaban adicionalmente con la caza y con la pesca, lo que les permitía tener una dieta alimenticia más completa. Los que trabajaban cerca de las lagunas podían ampliar su superficie cultivable construyendo chinampas, es decir, quitándole espacio a los depósitos de agua. ¿En dónde se notaba esta diferencia? En primer lugar, en la existencia de 10 tipos de casas-habitación, hechas de muy diferentes materiales que revelaban la riqueza material y el estatuto de cada uno de sus moradores. 210 México Antiguo, por Lewis Morgan y Adolph Bandelier, p.132 309 Toscano dijo que las tierras de los señores eran tierras de propiedad privada y eran rentadas o cultivadas por mayeques, en tanto que la tierra del calpulli eran tierras en común, que calpulli tenía un doble significado, era barrio y linaje. "Por un lado encierra la idea de lugar, de asentamiento, de áreas, pero por el otro se cree algo viviente y por ello se trata de un sitio de asentamientos y una corporación unida por la sangre y cuyo origen está en las tierras que posee, que fueron repartimiento de cuando vinieron a las tierras y tomo cada linaje o cuadrilla sus pedazos o suertes y términos señalados por ellos y sus descendientes, pero la propiedad es una persona moral y el barrio por lo mismo no puede ser enajenada y sin embargo cada padre de familia tiene derecho a usar y gozar durante sus vidas de la tierra dentro de los límites del derecho (no abandonar el área o dejar incultivados las tierras por dos años) y además puede transmitir este derecho, uso y goce de las cosas, a sus hijos".211 Las tierras de los nobles o pillis no eran de propiedad privada pues no las podían enajenar o vender a otros, aunque fuesen "nobles" sino sólo las podían rentar a los mayeques que eran productores independientes que actuaban al margen de la estructura del calpulli. Los llamados "nobles" podían transmitirlas por la vía de la herencia a sus hijos y esta fue una práctica muy común, pero no la podían entregar a otros. En consecuencia, había múltiples restricciones para este tipo de propiedades. Las formas que asumía la propiedad no está precisada pues no habían "derechos escritos" si no se pueden conocer por el transcurso de las 211 Toscano, Salvador. La Organización Social de los Aztecas, en De Teotihuacán a los Aztecas, fuentes e Interpretación Histórica, Antología de Lecturas Universitarias, UNAM, compilador Miguel León Portilla, México, 1971, 605 p.,234 310 batallas de los guerreros; una vez que se ocupaba un territorio se imponía un tributo a la población en su conjunto, se establecía un régimen de vasallaje y de subordinación pero se entregaban porciones o pedazos de tierras a los guerreros que se habían distinguido en los combates y esta dotación se hacía al margen de la estructura de los calpullis. Es posible que algunos calpullis pre existentes hayan desaparecido al distribuirse sus tierras y los conquistadores y que se convirtieron en unidades individuales que después se rentaban a los mayeques. También Soustelle asoció o identificó las funciones que tenían los tecuhtlis como las del calpullec, o jefe del barrio o calpulli, pero la principal función de este consiste en "tener al día el registro de las tierras colectivas posteriormente el calpulli cuyo número era distribuido por parcelas, entre distintas familias. Este podía trabajar y escoger su producto bajo ciertas condiciones; el calpullec y su consejo, estaban encargados de vigilar el cumplimiento de estas condiciones y de registro en sus labores, por medio de cuadros figurativos de jeroglíficos, todos los cambios que tenían lugar en el repartimiento de las tierras. El calpullec tenía que hacer frente, como parte de sus funciones, y gastos muy considerables; en su caso se reunían frecuentemente el consejo del barrio y él tenía el deber de ofrecer de comer o de beber a los ancianos. El calpulli es en verdad la célula básica, su jefe y sus ancianos representaban la primera forma de organización territorial de los aztecas. Si bien el calpullec era el jefe teórico de la institución comunal, debía ceder el templo local al guacuilli, sacerdote de barrio que lo relevaba de la categoría y la "casa de los jóvenes" a los guerreros instructores desde "alto", indicando que en realidad el calpullec estaba sometido por la autoridad de los 311 calpixques". 212 La reciedumbre del calpulli radicaba en la existencia de sus múltiples funciones pues no solamente era una forma de explotación de recursos naturales sino un espacio geográfico, un barrio, aunque no era su equivalente pues muchos barrios existieron sin tener calpullis en su seno, un centro de reunión y de deliberación y de toma de acuerdos de la comunidad. Era un espacio geográfico determinado en donde podían haber 1, 2 o 3 calpullis en donde existe una serie de problemas económicos y sociales comunes, la mayoría de ellos relativos al cultivo y a la administración de las tierras y a la celebración de ceremonias religiosas, tomando en cuenta que había una amplia gama de dioses particulares. Por ello, al lado de las autoridades de los propios calpullis estaban los sacerdotes que se encargaban de todos los asuntos vinculados con las festividades religiosas. El calpullec era el jefe supremo, pero tenía que compartir el poder con el resto de los miembros del Consejo al que consultaba con mucha frecuencia. Se trataba, pues, de un mecanismo colegiado, el cual se fue diluyendo en la medida en que se centralizó el poder y se aumento el de los tlatoanis. Insistió mucho Monzón en la existencia de los calpullis como estructura fundamental de la sociedad mexicana, considerando que los barrios que describieron los españoles eran manifestaciones extendidas de esos calpullis, o bien, tales familiares de los miembros de esos calpullis y concluyó afirmando que 212 Soustelle, Jacques. La Vida Cotidiana de los Aztecas en Vísperas de la Conquista, p.56 312 "en barrios, parecen tener relaciones con fenómenos de parentesco por mencionar a los tlaxilacallis como fundados por parejas y campa, formadas por calpullis allegados. Estas relaciones serán completamente seguras si se demuestra que el calpulli era un clan y de seguro se encuentran argumentos para pensar que entre los tenochcas los calpullis eran clanes”. Los calpullis, desde su establecimiento, están concentrados y limitados y que las tierras que ocupaban hacia la llegada de los españoles, eran los mismos que ocupaban desde su establecimiento en Tenochtitlán, de seguro no coincidiendo con el número de gente, algunos calpullis tienen más tierras que otros y aun sabemos de alguno que la tenían vacas. Las tierras que ocuparon originalmente los tenochcas fueron paulatinamente aumentando por medio de las chinampas que el resultado era, de todos modos, que las tierra de Tenochtitlán estaban distribuidas por calpullis y que a pesar de la diferencia en cantidad de gente o en cantidad de tierra, no podía un calpulli tomar tierras de otro calpulli".213 En cuanto al interior del calpulli distinguió que estaban ocupados solo en parte por los macehuales y que los demás colaboraban por el pago de tributos; había tierra explotadas en forma común, otras en forma de parcelas individuales. Monzón, uno de los estudiosos más importantes, asoció el concepto de clanes con los calpullis, siguiendo aquí a Morgan, para precisar que eran conjuntos de individuos que procedían de un mismo padre común y que habían transmitido su 213 Monzón Estrada, Arturo. El Calpulli en la Organización social de los Tenochea, p.61 313 riqueza natural y su fisonomía espiritual por medio de la realización de matrimonios a través de los cuales se había producido la herencia. De acuerdo con los datos de la Tira de la Peregrinación, así debíó haber sido al insistir en forma reiterada que se trataba de una tribu integrada por familias y que las familias formaron clanes o fratrías. Este fenómeno parece estar muy claro en esa etapa, pero la sucesión entre los grupos en el poder pronto sufrió alteraciones y ocuparon cargos de elevado nivel por individuos que estaban al margen de este mecanismo. Para poder apreciar o asegurar que los calpullis que fundaron la ciudad de Tenochtitlán son los mismos que existían antes de la llegada de los españoles se tendría que hacer un análisis comparativo de los linajes y verificar, si por la vía de la sucesión hereditaria, se llegó a la situación social de 1521. No conocemos esta información. De ser así se confirma la reciedumbre de la institución. ¿Si había 4 barrios o parcialidades en Tenochtitlán había por ello 4 calpullis pues a cada barrio corresponde a un calpulli? El concepto "barrio" da una idea de "sitio de residencia" pero no de sitio común de trabajo pues un miembro de un calpulli podía trabajar y tener su tierra en un lugar y en cambio, tener su sitio de residencia en otro. Esta es una posibilidad, pero la otra consiste en que en el lugar de trabajo tenía su sitio de residencia y por ello en algunos códices al lado de la chinampa aparece construida una casa habitación que confirma que ahí trabajaban y vivían, a la vez. "Las tierras se daban en general a miembros del propio calpulli y debe haber habido diferencias en el tamaño de las lotes, por lo menos según la posibilidad de trabajarlas y aun había personas que no tenían leña para su calpulli, quizá porque por dos años las habían dejado de labrar y se las quitaban. El resultado era que 314 de los miembros de cada calpulli unos tenían más tierras que otros y que posiblemente todos podían labrar más de las que tenían; es decir, que había una relativa escasez de tierra de cultivo, pero parece que las familias no eran dueñas de sus lotes".214 Pero también había tierras que eran parcelas familiares y por ello concluye que una parte de las tierras eran para el sostenimiento de los pillis, otra para la manutención de los macehuales, otra que era propiedad de los templos y se explotaba para su beneficio y había, finalmente, algunas tierras que se podían jugar y vender y que podrían ser propiedades particulares de los principales, pero solamente "algunos" las podían poseer y se refería no a tierra de los calpullis sino a tierras localizadas en lugares conquistados y dadas a macehuales valientes por lo que la propiedad de que era lo "fundamental" y la última modalidad, la particular, "la derivada". En los mapas que hemos consultado, como los relativos a la ciudad de Tlaxcala, encontramos la división de la tierra pintada con colores diferentes en los que por desgracia no podemos descifrar magnitudes pero consideramos que las parcelas tenían la función de sostener la vida de una familia; este puede ser "el tamaño comúnmente aceptado". Además, no todas las tierras eran de igual calidad, pues dependían del tipo de agricultura que se desarrollaba. Siendo los macehuales el sector más numeroso, la superficie mayor era en la que estaban asentados; luego seguía la de los pillis, en seguida, las que se explotaban para mantener a los 214 Monzón Estrada, Arturo. El Calpulli en la Organización social de los Tenochca,., p.70 315 templos, aunque en cada poblado o "ciudad" esta distribución variaba, pero no en forma radical. Hay que tomar en cuenta que se trataba de sociedades en las que había "dos clases sociales", los pillis y los macehuales, básicamente. La observación que hizo Monzón y que compartimos líneas arriba, era la de la que las tierras que se podían vender con las limitaciones ya señaladas, eran la de los pillis y no de los macehuales y que estaban al margen de las tierras de los calpullis, los cuales siempre se trataron de respetar en su integridad territorial y social. Solo la realización de estudios de casos específicos, como los en Cuautinchan, Puebla, Huejotzinco, Atlixco, Tlaxcala, Cholula, permitirán conocer la calidad de estas tierras pues el hecho de que los macehuales hayan sido mayoritarios, no asegura que hayan tenido las mejores tierras, aunque sí un mayor número de ellas y que en cada localidad había una situación particular. Reconoció Monzón que en la división del trabajo, lo fundamental era el calpulli y que después se presentó entre labradores, artesanos y mercaderes pero más que una organización clasista, se trataba de una estructura gremial pues había una separación entre trabajadores manuales y directores "para concluir que en realidad los barrios que describieron los conquistadores eran calpullis, es decir, clanes y "que la propiedad de la tierra, la distribución territorial de la población y la estratificación social, era resultante de una organización de la población tenochcas por clanes".215 Si bien aceptó la existencia de los calpullis en donde el factor del parentesco y del linaje eran básicos, también lo eran los elementos del barrio, de 215 Monzón Estrada, Arturo. El Calpulli en la Organización social de los Tenochca,., p.74 316 la tierra y de ahí que concluyó que "el calpulli era un clan", coincidiendo con la tesis de Morgan y Bandeleir, es decir, una relación basada en el parentesco por ascendencia común. Para él se trataba de clanes exogámicos o paterlineales o ambilaterales "pues las madres de un calpulli no podían labrar la tierras de otro calpulli por no dar lugar a que se mezclaran y que no salieran del linaje", es decir, había una tendencia a la exogamia. Una de las primeras formas de división del trabajo que se dio en los calpullis, como se dio en la sociedad indígena en su conjunto, fue la que surgió entre los labradores, los que cultivaban las tierras, los artesanos, los que fabricaban objetos y utensilios de trabajo, aunque esto no quiere decir que no cultivaran las tierras, también, solo que lo hacían como una actividad secundaria. Los oficios "mecánicos" se distinguían porque representaban una actividad principal, sobresaliente, casi única, especializada, en la que solo a eso se dedican durante su vida productiva y que intercambian sus artículos por otros bienes y alimentos. Este proceso no fue súbito sino gradual y duró muchos años. Existía otra división primigenia, la que surgió entre el trabajo manual y el trabajo intelectual que fue anterior a la aparición de los oficios y que correspondía al surgimiento de los dirigentes religiosos y cuadros administrativos, separados de los labradores propiamente dichos. Concluyó Monzón que los calpullis tenían una estructura muy jerarquizada pues en todo había un jefe y la "posición de estos jefes era vitalicia y hereditaria pues se 317 afirma que muerto el cabeza del calpulli elegían a otro, el más honrado, sabio, hábil a su modo y viejo o si quedaba algún hijo del difunto, lo elijen y siempre eligen parientes del difunto por lo que los principales jefes de los calpullis eran miembros descendientes de principales de su mismo calpulli, es decir, eran fuertemente aristocráticos" pero solo en algunos casos se incluían a descendientes de una mujer principal para concluir que la sociedad tenochcas "estaba basada en el parentesco por ascendencia común, pero con muchos rasgos de carácter económico, pero también existía cierta libertad de desarrollo individual y no era muy estricta la división del trabajo de los calpullis" y de que en todo caso la aparición de estratos sociales fueron un producto de la existencia de clanes.216 En la primera etapa, la elección de los jefes políticos superiores era vitalicia y hereditaria, es decir, los cambios se consumaban una vez fallecido el titular del poder, pero su sucesor tenía que ser un descendiente del padre y de la madre, es decir, de la familia que estaba en el poder. Esto es, pertenecer al mismo linaje, estar en la línea del parentesco era condición o requisito indispensable y no se toma en cuenta otro requisito salvo aquello que era elemental como la sabiduría, la valentía y la honradez, pero no necesariamente los méritos militares y políticos que ocupaban un plan secundario o quizá terciario. ¿Qué después cambió esta situación? Es verdad. Las líneas de sucesión fueron modificadas y ya no se requería ser hijo o descendiente de los principales miembros del calpulli pues 216 Monzón Estrada, Arturo. El Calpulli en la Organización social de los Tenochca, p.121 318 podrían ser los primos y los tíos y otros lejanos del tronco común. Estas modificaciones indicaban que los rasgos esenciales de los calpullis se habían debilitado y se habían introducido nuevos factores. En unas ocasiones se habían ampliado los canales de participación y en otros se habían cerrado. Esto se refleja, desde luego, en los niveles más altos, el del Tlatoani, el de Hueytlatoani, el del Cihuacoatl. La rigidez de los mecanismos de los calpullis había desaparecido. Definió López Austin "que las tierras del calpulli estaban divididas en parcelas familiares, en las que excedían, cuando era el caso, a las necesidades de las familias, eran provisionalmente arrendadas o se dejaban en espera de nuevas solicitudes; en las cultivadas para solventar los gatos del gobierno interno, en la utilizadas para los monasterio del representante estatal, en las cultivadas para pagar parte de la tributación al estado y en el caso de los pueblos vencido en las tierras con que se cubría el tributo al vencedor y e sostenía a sus representantes. Las tierras del estado eran divididas, según el destino de sus fruto, en las reservadas al sustento del tloatani y lo gastos del gobierno, o los gastos de mantenimiento y aseo del palacio, el del culto religioso estatal y el de la guerra".217 López Austin insistió en negar la existencia de la propiedad privada de la tierra pues precisó que las cultivadas por estos, las mayeques, labraban un territorio que era ajeno, solo entregaban a los pipiltin una parte de la renta de la tierra, los 217 López Austin, Alfredo. Organización Política en el Altiplano Central de México durante el posclásico, en Mesoamérica, y el Centro de México, p.197, p.212 319 pipiltin no tenían dominio personal sobre los mayeques, los pipiltin no dirigían ni financiaban la producción. También López Austin enfatizó en las otras formas de propiedad que eran comunales y sectoriales que, sumadas, representaban la mayoría de la propiedad, siendo la particular un rasgo de poca consideración. Es posible que a raíz del gobierno de Moctezuma, por distintos factores, que examinaremos en forma minuciosa en los capítulos correspondientes, que las fuerzas productivas se estaban desarrollando en forma impetuosa, fenómeno que vino a cortar de tajo la conquista. Había crecido la población, había aumentado los volúmenes de tributos, pero también se habían fortalecido los pipiltin, y se habían incrementado los macehuales como una clase social. La presencia y multiplicación de los mayeques como agricultores independientes revelaron que los macehuales como fuerza de trabajo habían disminuido y se requería la incorporación de nuevas fuerzas de trabajo. Los mayeques eran un grupo autónomo desde el punto de vista social y político que no estaba sujeto a las normas tradicionales y estaban adquiriendo un gran prestigio que los estaba convirtiendo como si fuera una clase intermedia, al lado de los pochtecas que eran la otra clase en crecimiento, que compartían muchos espacios de poder con los pipiltin. Insistió Carrasco en este texto que el calpulli no era propiamente una forma de tenencia de la tierra sino una unidad política y administrativa y así precisó que "el 320 teccalli compensaba un linaje noble encabezado por el señor de la casa (teuctli) que incluía a los nobles (pipiltin) descendiente de todos los señores anteriores. Contaba también con macehuales adscritos a la casa llamada Teccaleque, gente de la casa señorial. En la economía, el teccali tenía tierras distribuidas en parcelas para el teuctli y para los pipiltin así como para los macehuales residentes en distintas aldeas o barrios que tenían obligación de contribuir tributos y trabajo al señor de la casa. Estas aldeas sujetas a un teccali no formaban una unidad territorial contigua sino que estaban dispersas por todo el territorio del señorío. El teccal, además, contaba entre sus dependientes artesanos de diversos oficios. Como hace notar Zorita los señores tienen sus Teccalques organizados en calpullis. El señor Teuctli era miembro del grupo gobernante en la organización política y ceremonial de la ciudad estado. Todas las tierras y macehuales en ellos asentados, tanto labradores como artesanos adscritos a un tlatoani o teuctli constituía la base de complejas unidades de producción".218 Al principio, cuando los grupos indígenas eran pequeños, el calpulli fue una forma de organización para la explotación de las tierras o mejor dicho para la dotación de las mismas, porque los mecanismos para el trabajo eran otros muy específicos en donde había cuadrillas de trabajadores y calpixques que se encargaban de organizar a dichos trabajadores. Esos métodos se aplicaban tanto dentro como fuera de los calpullis que era el concepto general que los englobaba pero no privativo del mismo. Cuando los calpullis crecieron desde el punto de vista geográfico o físico, se amplió, desde luego el número de macehuales aumentaron 218 Carrasco Pedro. La Economía Prehispánica, p.31 321 los límites de los calpullis y estos se incrementaron. En un momento el calpulli tenía una solución de continuidad, correspondía a una zona homogénea con perfiles bien definidos, pero en ese momento se perdió esa continuidad y los calpullis se extendieron a otras zonas de las comunidades indígenas. Una vez que ocurrió este fenómeno los controles tradicionales e históricos se perdieron, se debilitaron, pues las autoridades y los jefes militares y administrativos, ya no pudieron ejercer el mismo control que tenían con anterioridad. Para ese momento ya se había formado más aldeas y las zonas pobladas habían crecido, apareciendo grandes ciudades. Bandelier precisó otras formas o modalidades de la tenencia de la tierra, además de la propiedad tribal o comunal: estaban las parcelas cuyos cultivos se destinaban al pago de los tributos y otros destinados a sostener los gastos gubernamentales. Las tierras de la comunidad que se dedicaban a sostener en la que trabajaban en la construcción, ornamentación y reparación de las casas públicas, además estaban las tierra destinadas a sostener al jefe supremo y a su familia "pero el suelo mismo no era propiedad ni posesión de los jefes ni de sus descendiente y por lo tanto definió el calpullis no solo como la unidad de la organización gubernamental sino también como la unidad de la tenencia de la tierra y esta tierra no podía ser enajenada ni vendida y en realidad no hay indicios de ventas o de trueque de terrenos ante de la conquista. El calpullis era en sí una organización democrática; sus asuntos estaban en manos de jefes electivos o ancianos elevados a esa dignidad. Estos jefes familiares el consejo del grupo de 322 parentesco o barrio pero su autoridad no era absoluta porque en todas las acciones importantes se convocaba a una asamblea general de todo el grupo. El consejo, a su vez, elegía a un ejecutivo, el calpullec que en la guerra funcionaba como achcacauhtin o hermano mayor".219 El calpullis estaba dividido para parcelas arables que se asignaban a cada uno de los miembros casados. Pero había unas tierras de particulares que se llamaban tlalmilpa y eran asignadas a una familia y tenían que ver con las cuestiones relativas a la herencia. El propósito central de los calpullis fue el de lograr la autosuficiencia alimenticia y de "materias primas" de sus pobladores, así como la satisfacción de sus "necesidades espirituales" pues cada uno tenía su dios particular y sus jefes específicos. ¿Lo logran? No lo sabemos. Pero en los documentos consultados nos encontramos la existencia de conflictos graves por razones de hambre o miseria generalizadas sino más bien por diferencias religiosas o políticas. Aunque no disponemos de elementos de carácter informativo, no podían ser unidades económicas "tersas" o "pacíficas" pero estaba de por medio la explotación del trabajo de miles de individuos, la dominación de los macehuales (una mayoría) por los pillis (una minoría). Existía un fuerte justificación religiosa de esta separación clasista lo que que los macehuales aceptaran en forma resignada ese estado de cosas. Es por ello que se constituyeron parcelas que se explotaban en beneficio de los templos y del personal que estaba a su servicio con lo que se aseguraba la reproducción de ese 219 México Antiguo, por Lewis Morgan y Adolph Bandelier, p.139 323 sector de la clase dominante. No podía ser democrática una sociedad que se encontraba profundamente escindida en dos grandes sectores, una pequeña, los pillis y una muy grande, los macehuales, que originaba un excedente que eran los tributos, como tampoco se puede decir que las sociedades antiguas de Roma y Grecia lo eran, si partimos de la consideración que la base de existencia y de prosperidad de los nobles, descansaba en la existencia de miles de esclavos. No se precisan los mecanismos de consulta que había hacia la población, los macehuales, ya que desde luego la elección del tlatoani en el mejor de los casos, en los que hubo una mayor amplitud, fue mediante una consulta a los jefes de los señores de Texcoco y Tlacopan. Precisamente, al aumentarse la población y al diversificarse las actividades sociales los jefes de los calpullis ya no pudieran trabajar directamente las tierra y la fueron dejando a hijos y familiares y a los demás miembros del grupo de parentesco y "se apartaron alguna parcelas para el cultivo en común, cuyos productos se destinaban exclusivamente a lo que podríamos llamar "fines oficiales" y explotaban huertas artificiales, mientras que los tecpanecas, que ocupaban porciones de tierra firme lograron una supremacía económica hasta que finamente fueron vencidos por los aztecas quienes le impusieron tributo. Refirió la constitución de la llamada alianza entre las "tribus" de los reinos de México, Texcoco y Tlacopa, indicando que este hecho no había alterado la estructura de la tenencia de la tierra "pues cada vez que su conquistadores extendían lo conquistado no eran anexados, sino simplemente obligados a pagar tributo; su territorio y su autonomía tribal se mantenía y no se introducía ningún cambio en la 324 distribución del terreno más allá de la reserva de parcela para el cultivo destinado al tributo. Los únicos representantes de la confederación o de alguno de sus miembros que residían permanentemente con los tributarios eran los mayordomos o calpixcas.220 En un principio, los jefes superiores también cultivaban las parcelas en el periodo que se puede llamar "igualitario" y se observa un interés por no divorciarse o distanciarse del pueblo, hasta ser una parte del mismo. Pero en la medida en que él aparato administrativo fue creciendo y aumentando las responsabilidades derivadas de la expansión hacia otras regiones, estos jefes dedicaron todos sus esfuerzos a sus tareas de gobierno y de mantener el control de la población. Permitieron que sus hijos, que se educaban en escuelas especiales, también tuvieran tierras disponibles para el sostenimiento de estas instituciones y trabajaran las tierras que eran de sus padres. A estos niños y jóvenes, hijos de pillis que también serían pillis, se les educó en el principio del trabajo constante y abnegado a la manera como lo hacían los macehuales y no en la molicie y la degeneración, en donde solo gozarían de los frutos de la riqueza que habían acumulado sus antepasados. Durante mucho tiempo la estructura de la tenencia de la tierra se mantuvo en los parámetros que se mantenían desde tiempos anteriores y propiamente su modificación se empezó a efectuar después de la conquista española. En los estudios particulares, las estructuras de las propiedades de Texcoco y de Tlacopan eran muy parecidas entre sí, lo que revela que formaban parte de una estructura general. 220 México Antiguo, por Lewis Morgan y Adolph Bandelier., p.136 325 Concluyó Redfield que: "...cada calpullis poseía en común, tierras separadas y distintas de las tierras de los demás calpullis. Esta tierra no se podía vender y únicamente miembros del calpullis podían establecerse en ellas. El calpullis asignaba a las familias pequeñas parcelas dentro de la propiedad del calpullis; esos campos asignados (tlatonillis) eran cultivados por los residentes y el derecho de ocupación y cultivo era hereditario. Pero si el ocupante de la asignación no cultivaba el campo, o si la familia se extinguía, el calpullis podía asignara nuevamente ese campo a otra familia. Cada uno tenía su casa del consejo o tecpa y sus jueces para resolver las irregularidades locales, aunque aparentemente sus decisiones estaban sujetas a revisión por autoridades tribales. Cada uno tenía su propio dios y su lugar de culto. Aparentemente, los hombres de cada calpullis formaban una sociedad militar, un ejército azteca y luchaban como una unidad bajo un estandarte con el emblema del calpullis. En cada calpullis había un dirigente militar y uno, dos o tres funcionarios civiles. Es seguro por lo tanto, que el calpullis gozaba de importantes funciones gubernamentales, religiosas y militares y también funciones estrechamente vinculadas con el método de la tenencia de la tierra”.221 El hecho de que las tierras de los calpullis no pudieran venderse demuestra la profundidad de los vínculos de sangre, de comunidad, el sentido de pertenencia 221 Riedfield, Robert. El calpulis-barrio en un pueblo mexicano actual, América Antropóloga, Vol. 30, 1928, 14 p.8 326 de las mismas, la fortaleza de las fratrías y de los clanes, en lo que tanto insistió Morgan. Esta reciedumbre explica, en gran parte, que en un breve periodo de tiempo, los mexicas hayan avanzado muy rápidamente en la conquista de los pueblos de la zona lacustre y de ser un grupo humano perseguido, humillado y sometido se transformó en el grupo humano hegemónico no solo en el Valle sino en la región mesoamericana. Una eventual destrucción de los calpullis hubiera terminado por pulverizar el grupo mexica y disolverlo entre el resto de los pueblos que habitaban la zona lacustre. Pero no sucedió así sino fue todo lo contrario. Otro elemento que contribuyó a la cohesión de esas unidades fue de carácter hereditario de la transmisión de la propiedad en las múltiples taxativas que se impusieron a los mismos, para mantener la hegemonía de los grupos que provenían del mismo linaje, pues aunque hubo variaciones estas no fueron importantes y en el régimen de Moctezuma todos seguían admitiendo un origen común, los mismos dioses y los mismos líderes fundadores originarios. "Estas familias, las del ayllu -de los calpullis- labraban la parcelas que en usufructo les había concedido la comunidad, pero realizaban actividades comunes, en las que la producción era colectiva y colaboraban con otras familias mediante un sistema cooperativo de trabajo. La familia destinaba algunos de sus miembros para las labores generales de la comunidad, como el regadío, la desecación de pantanos, la construcción de acequias, la roturación de tierras. El excedente no era apropiado de manera particular para cada familia sino por la comunidad, la cual se destinaba a un fondo común de reserva que se utilizaba en caso de seguía y también para el ceremonial y obras de bien público. El ayllus y los calpullis 327 agrupaban a personas ligadas por lazos consanguíneos primeros y luego por línea de parentesco. Tenía una misma etnia y un mismo tótem, como asimismo un alengua y tradiciones comunes", dijo Vítale.222 Estas consideraciones que encontró Vítale entre el ayllu peruano y el calpulli mexicano demuestran que este tipo de principios orgánicos está presente en el nacimiento y personalidad de muchos pueblos del mundo, en distintas latitudes geográficas y que la diferencia que pudiera haber entre ellos sea de naturaleza secundaria. Se comparten principios comunes, es lógico pensar que es factible la aplicación de los principios del materialismo histórico, que postula el progreso de la humanidad de etapas inferiores, menos desarrolladas a etapas superiores más desarrolladas. El pueblo mexica es parte de la humanidad y no su excepción y por lo tanto está sujeto a las leyes sociales descubiertas por Marx, a las categorías que este elaboró y que no explícitó en cada grupo humano, tareas que corresponden realizar a los antropólogos sociales. Estas explicaciones del desarrollo y evolución de los pueblos reafirman los principios de la propiedad comunal, la existencia de las familias como estructura básica y lo que se deriva de ella, el desarrollo matrilineal, multifacético, que se explica claramente durante la etapa evolutiva de Acamapichtli hasta Moctezuma. Afirmó Zorita que lo "comunes de los barrios o calpullec siempre tienen una cabeza y nunca quien esta sin ella y de ser de ellos mismos y no de otro calpullis ni forastero, este principal tiene cuidado de mirar por las tierras del calpullis y 222 Vítale, Luis. Historia Social Comparada de los Pueblos de América, p.26. 328 defenderla y tienen pintadas las cuales que son y las linden y adonde y con quien parten, cuales están vacas y cuales se han dado a españoles, dar tierras a quienes no la tienen para sus sementeras y si tienen pocas según sus familias les dan más y tienen cuidado de ampararon la gente del calpullis y de hablar por ellos ante la justicia y ante los gobernadores y en casa de esto se juntan lo del calpullis a hacer y tratar lo que conviene a su calpullis y a sus tributos, a sus fiestas y a sus regocijos. Definió un nuevo vocablo pipilzin que quiere decir principales "como decimos en Castillo caballeros y era y son todos los hijos de los señores supremos y otros que son nietos y biznietos de los tales señores y otros que llaman tesquibacque que son hidalgos hijo de los que tenían aquellos cargos; estos señores supremos tenían la jurisdicción civil y criminal y el gobierno de todas sus tierras y tenían puestos gobernadores y oficiales y ministros para la justicia y ejecución de ellos".223 Los estudios de Zorita siguen siendo los más importantes y reveladores no solo porque cuentan con los inestimables testimonios de algunos de los que fueron comparecientes de Sahagún sino porque también fue testigo de la evolución que ese modo de producción registrara después de la conquista, cuyos datos están contenidos en sus informes como funcionario colonial. Aunque es evidente que se registraron cambios de fondo y forma, es sorprendente la presencia de muchas instituciones propias de los calpullis, el uso o manipulación que de ellas hicieron los españoles para adecuarlas a los requerimientos de las nuevas políticas de 223 Ahundt. Wiebke, Edición Crítica de la Relación, de la Nueva España y de la Breve y Sumaria Relación, escrita por Alonso de Zorita., p.163 329 colonización. La conquista no trastocó violentamente esas instituciones ni las disolvió sino que muchas de ellas se mantuvieron intocadas en sus aspectos centrales. Muchas de las nuevas disposiciones oficiales seguían protegiendo y amparando las formas de la propiedad comunal, el respeto a los bienes de los pueblos y de las comunidades porque se consideraban las formas más idóneas para mantener la vida de los pueblos ya que su disolución generalizada puedo haber provocado una despoblación mayor que la que existió. Es sorprendente recordar que, por ejemplo, en la Española, en un plazo breve, prácticamente desapareció la población indígena, precisamente porque se habían aniquilado sus fuerzas productivas y sus relaciones de producción. Por su lado, Miranda precisó que en la sociedad prehispánica existían tres formas de propiedad: la común, del pueblo, con usufructo individual de parcela determinada, la privada, de la nobleza, de índole agrario y urbano y la de la institución y servicios. "Las tierras bajo el dominio de la nación mexicana están divididas en los grandes sectores, a saber: el sector de la reservada al pueblo y el sector de la reservada a la nobleza. La propiedad de la tierra correspondiente al pueblo era atribuida a este en su conjunto es decir, a la comunidad, pero estaba asignada por partes separadamente, a los clanes o calpullis que constituían desde tiempo inmemorial la base de la organización social mexicana. Cada clan, tenía, pues, sus propias tierras comunes y a sus dignatarios tocaba aplicar las normas reguladores del destino y el disfrute de esa porción territorial. Por razón de su 330 destino, la tierra signada para el aprovechamiento de los miembros del clero, la señalada para subvenir a los gastos públicos los que por estar baldíos, se dedicaban a usos comunes".224 Basándose en Zorita, Carrasco concluyó que el calpulli "desde el punto de vista económico era una corporación en posesión comunal de la tierra distribuida igualitariamente entre sus miembros, para el uso familiar". Pero no coincidió en la apreciación de que se trataba de un cierto "consumo primitivo", sino que la palabra calpulli tenía distintas acepciones y que más bien eran "segmentos territoriales" y que había una diferenciación entre los jefes del barrio y el común". No existe una plena identidad sobre el concepto calpulli; algunos hacen referencia -los más- a los aspectos organizacionales, pero debemos enfatizar en que era sobre todo una forma básica de convivencia social, la más natural, la primigenia. Este aspecto es quizá el más importante, el que explica la permanencia, a través de la historia del país, de esa institución: se trata de una convivencia permanente de las familias porque se dieran cuenta que era la forma más racional y eficaz de explotar laos recursos naturales. Cada familia unía sus fuerzas a otro y otros y no insistieron en la diferencia de sus propiedades, como ocurrió en otros muchos países. No se fortalecía la propiedad de carácter familiar sino la propiedad común de todos ellos, lo que demuestra el grado de madurez social de esa comunidad. Coincidió esta forma social con un territorio determinado y por ello el calpulli se asoció con el concepto territorial. Dentro del territorio había muchas casas y 224 Miranda, Jorge, Vida Colonia y Albores de la Independencia, en SepaSetenta, México, 1972, 252 p., p.25 331 habitaciones que conformaban barrios por lo que estamos ante un mismo fenómeno pero visto desde distintos niveles y aspectos. Después de hacer alusiones a los textos de Zorita, Moreno concluyó que los "calpullis eran tierras comunales que se distribuían entre las diversas familias del calpulli en atención a las necesidades de cada uno de ellos; eran inalienables pero en cambio eran hereditarias, dentro de cada familia particular. Esto ya indica un cierto grado de individualización en el régimen de la propiedad, que bastara por si solo, para desechar toda hipótesis relacionada con la supuesta organización tribal de los aztecas. Los bienes raíces de los calpullis pueden, pues, caracterizarse como bienes comunales con derechos hereditarios de familia, pero limitando ese derecho exclusivamente a las familias pertenecientes al calpulli desde tiempo inmemorial. El derecho hereditario de sucesión en la tierra de calpulli estaba correlativamente vinculado con la obligación de cultivar dichas tierras. Precisa advertir, por último que el título del derecho a estas tierras comunales no eran los individuos particulares, ni los jefes de familia como representantes de sus hijos y demás parientes, sino el calpulli mismo, la agrupación comunal que en cierto modo puede ser considerado como una persona moral, revestida de capacidad jurídica. Deben distinguirse los calpullis, circunscripciones territoriales a que nos hemos venido refiriendo, de los calpullis, secciones o barrios en que estaban divididas las ciudades".225 225 Moreno, Manuel M., La Organización Política y Social de los Aztecas, p.,45 332 El hecho de que las tierras del calpulli hayan sido de naturaleza comunal y el usufructo su forma práctica de operar o de cultivarla, tienen sus raíces en la salida de Aztlán en donde salieron familias, grupos organizados en torno a un líder militar y religioso y a un dios específico. Durante todo el recorrido, ese carácter de los grupos humanos se mantuvo inalterable, en términos generales y así lucharon en contra de sus grupos opositores; trabajaban en equipo en todos los sitios a los que llegaban, trabajaban las tierras en forma colectiva y seguían avanzando en la búsqueda de tierras de mejor calidad. Los factores religiosos fueron el pensamiento espiritual que los solidificó internamente. Los grupos sociales que llegaron a la Cuenca procedían del mismo tronco común y aunque arribaron en distintas fechas, después se encontraron, una vez que había asimilado la herencia cultural de los otomíes, los chichimecas y los toltecas. Algunos autores afirman que el calpulli es producto de la sociedad tolteca, pero sea lo que fuere su modo de producción logró transformar las condiciones materiales de los pueblos de la zona lacustre. El hecho de que las tierras del calpulli hayan sido de naturaleza comunal y el usufructo individual su forma práctica de operar o de cultivarla, tienen sus raíces en la salida de Aztlán en donde salieron familias, grupos organizados en torno a un líder militar y religioso y a un dios específico. Durante todo el recorrido, ese carácter de los grupos humanos se mantuvo inalterable, en términos generales y así lucharon en contra de sus grupos opositores; trabajaban en equipo en todos los sitios a los que llegaban, laboraban las tierras en forma colectiva y seguían avanzando en la búsqueda de tierras de mejor calidad. Los factores religiosos 333 fueron el pensamiento espiritual que los solidificó internamente. Los grupos sociales que llegaron a la Cuenca procedían del mismo tronco común y aunque arribaron en distintas fechas, después se encontraron, una vez que había asimilado la herencia cultural de los otomíes, los chichimecas y los toltecas. Algunos autores afirman que el calpulli es producto de la sociedad tolteca, pero sea lo que fuere su modo de producción logró transformar las condiciones materiales de los pueblos de la zona lacustre. También López Austin afirmó que los primeros españoles identificaron el concepto calpulli con el de barrio en una etapa en la cual sus habitantes los identificaban todavía por la existencia de derechos comunes, como la explotación de la misma parcela. "Estas no podían ser vendidas ni rentadas y su explotación tenía que ser hecha directamente por las familias a la que había sido encomendada, salvo los casos en la viudez, la minoría de edad o la incapacidad física hiciera necesaria la contratación de labradores. La falta de cultivo por dos años hacía que el calpulli tomara de nuevo las tierras y las entregara a otros miembros más diligentes. La disposición del fruto mismo, que estaba reglamentado en tiempo de necesidad y la destrucción de la propia cosecha, era sancionada con severísimas penas. Agricultura y ocupación especializada estaban unidas como actividades normales de los miembros del calpulli, pero los macehualtin eran los únicos tributarios y tras cultivar sus tierras "pero estaban exentos de dichos pagos, los comerciantes y los artesanos pero desde el punto de vista fiscal había autoridades del calpulli que eran las encargadas de la formación de los censos y de las labores de 334 recaudación de tributos".226 Es posible que en el momento histórico de la llegada de los españoles a Mesoamérica la forma comunal de explotación de la tierra se haya encontrado debilitada y que este proceso se intensificó durante los distintos periodos de la colonización y del poblamiento europeo. Por ejemplo, el carácter no enajenable se fue perdiendo pues los mercaderes reales que dictaban al rey en beneficio directo de los conquistadores, implicaba un acto de compraventa pero también los españoles podían adquirir directamente tierras a los grupos indígenas, lo que conspiraba en contra de la esencia de las propiedades comunales. Parte de los frutos de la explotación de la tierra que se entregaba a los pipiltin, a los administradores de los templos y de las escuelas, ahora se entregaban a particulares extranjeros. Entonces encontramos muchas quejas y reclamaciones, de parte de los núcleos indígenas, por operaciones de compraventa que se hicieron en forma ilegítima, sin guardar ningún respeto a las autonomías de los pueblos y no siguieron a la legislación de indias. En su estudio sobre el Códice Mendocino, Zantwijk destacó que en la fundación de Tenochtitlan había 7 calpullis, con sus respectivas estructuras jerárquicas tanto de los jefes como de sus familias y que estas jerarquías optaban interrelacionados en los aspectos económicos, social, público y religioso. Dio los nombres de los 8 jefes fundadores: Mexitzin, Ocelopan, Xiohcaque, Tezonpan, Xomimitl y Ahuexotl, 226 López Austin, Alfredo. Organización Política en el Altiplano Central de México durante el Post Clásico, en Mesoamérica y el Centro de México, p.206. 335 mientras que Fray Diego de Duran sustituyó a Tezompan pero Tenzacatetl y a Hiuchacoque, Huiclan pero añadió que en el transcurso del tiempo se convirtiera en 20 calpullis y así "el nivel más alto estaba en los 7 calpullis originales con su jerarquía interna propia, en segundo lugar venía los otros 13 calpullis, pertenecientes al sistema ceremonial y finalmente el sector más bajo estaba en los restantes calpullis; la población tenochca formaba una convivencia pluralista e interétnica organizada según sistema jerárquica entrelazada; el calpulli no era un clan u otro grupo de emparentados sino una congregación de personas aliadas a un jefe o a una familia dominante y además pertenecientes a ciertos centros ceremoniales particular donde se reverenciaba a un dios o a dioses particulares. Concluyó que los tenochcas tuvieron antecedentes muy diversos, que al llegar al lago se encontraron con los otomíes y que el término azteca no se refería a un pueblo sino a una tendencia cultural e ideológica.227 Los estudios que hizo Zantwijk sobre los calpullis en la ciudad de Tenochtitlán confirman que hubo una serie de movimientos, en ellos debido a un incremento en la población, desde que se asentaron en la región de Atzcapotzalco, hasta el periodo de Moctezuma. En esta larga etapa, que comprende una etapa de 200 años, los mexicas se mezclaron con otros grupos humanos, que procedían de otros troncos culturales. Los mexicas se fueron transformando, sus instituciones políticas y sociales se consolidaron y también cambiaron, hasta aparecer con plenitud en el periodo de Moctezuma. En este gobierno se fortaleció la autoridad 227 Zantwijk, Von R. La Organización social del México Tenochtitlan naciente, Una Interpretación de las primeras pinturas del Códice Mendocino, en XLI Congreso Internacional de Americanistas, México, 2 al 7 de septiembre de 1874, Vol., 2.1976. 336 del Consejo Supremo, como órgano deliberativo y electivo y en él participaban jefes de calpullis, como era la usanza tradicional. Los jefes de los calpullis fueron autoridades políticas y también morales como lo confirman los estudios de algunos de los padrones. "A su arribo al centro de México, la economía de esas primeras tribus nahuas, que habían dejado núcleos más o menos importantes de su mima filiación a través de su larga ruta migratoria por la vertiente del Océano Pacífico, estaban basadas en el cultivo del maíz. Nos inclinamos a creer que desde aquella época el fríjol, la calabaza, el chile, el algodón y el tabaco constituían ya un elemento importante de sus vidas; así como que buscaban la salina como punto de apoyo geográfico. La tierra era poseída en común por los miembros del clan o barrio, pero era usufructuada privadamente por las familias cultivadoras, aun cuando los lazos de solidaridad de clan y de tribu eran tan fuertes, que todos contribuían, en trabajo y en especie, en la atención de las necesidades colectivas. Al establecerse en el Valle de México se percibe ya entre ellos un principio de organización política y de culto religioso, lo que implicara, sin duda, los gravámenes obligados para el sostenimiento de las nacientes superestructuras sociales", dijo Othón de Mendizábal.228 Al hacer el estudio de algunos padrones se confirma la existencia de las familias como células básicas pues en primer lugar aparecía el jefe de la misma y en 228 Othón de Mendizábal, Miguel. La Evolución de la Cultura, p.4. 337 seguida los nombres de sus hijos, los cuales se distinguían por tener, desde luego, el mismo apellido. Pero, además, al lado del apellido estaba el oficio que desempeñaban indicando que eran labradores. Ello nos permite concluir que a pesar de los cambios que habían ocurrido desde que salieron de Aztlán hasta la llegada de los españoles, las tierras seguían cultivándose y explotándose en forma comunal y que seguían vigentes las reglas básicas de los calpullis. Los padrones confirman también que en el interior de estas unidades socioeconómicas habían aparecido nuevos oficios o "especialidades". Por ejemplo, en materia alimenticia la dieta se mantenía y el maíz era el producto esencial, aunque se completaba con otros productos cada vez más ricos en proteínas de origen animal. Precisó Kirchhoff que "los comunes eran a un tiempo dueño y cultivadores de las tierras, en tanto que los nobles solo eran dueños de la tierra, los siervos cultivaban las tierras, los comunes cultivaban tanto sus propias tierras como aquellas ligadas a un cargo público y los nobles simultáneamente usufructuaban las tierras de cargo público y eran dueños de tierras privadas y los siervos cultivaban las tierras de los nobles. En la primera etapa, todas las tierras eran propiedad de los calpules, incluyendo aquellas que eran separadas para el mantenimiento de los jefes del calpulli y del cargo tribal, quienes pertenecían a lo que podemos llamar nobleza del calpulli, los miembros "bien nacidos de los clanes". En la segunda etapa, quienes tenían puestos que anteriormente habían sido tribales y que ahora correspondían a los llamados cargos públicos o del estado, formaron una clase aparte, una nobleza distinta no solo de los comunes del calpulli, sino también de la nobleza del mismo, aunque algunos de sus miembros pudieron haber provenido de las filas de estos últimos. No obstante, el núcleo de esta nobleza estaba 338 formado por los descendientes de los reyes y por ello eran llamados pillis, es decir hijos; eran de origen extranjero y provenían de grupos más poderosos política y culturalmente y por lo tanto estaban fuera de la organización del calpulli de antecedentes tribales. Todos los miembros de la nobleza se casaban entre si, es decir, dentro de su clase, aunque no por fuerza dentro de la unidad política a la que pertenecían y eran dueños de tierras privadas, encontraste con la nobleza del calpulli, que solo tenía su parte en las tierras del calpulli, de la que eran dueños colectivamente".229 Las observaciones que formuló Kirchhoff permiten concluir que como sucede en todas las instituciones públicas se dieron cambios internos, como la aparición del fenómeno de la estratificación que preludiaba la aparición de clases en el futuro. Los calpullis están vinculados a formas asociativas más grandes o complejas, como los señoríos y las ciudades y estados que conformaron la Triple Alianza y por ello estaba en una relación de Ínter influencia, es decir, al mismo tiempo que su estructura interna irradiaba influencia hacia el exterior, también la recibía. Por ello, este especialista habló de etapas y de periodos que desde luego son difíciles de precisar por la falta de estudios de casos. Es así como señaló que se formó "una nobleza" para utilizar los conceptos de la sociología europea, es decir, hacía referencia a quienes ocupaban cargos políticos o administrativos y que recibían beneficios adicionales de parte del trabajo de los macehuales. Había aparecido un segmento, que carecía en la medida en que la sociedad se 229 Kirchhoff, Paul. La Tenencia de la Tierra en el México Antiguo, p.73 339 hacía más compleja, que acumulaban más bienes satisfactores materiales y bienes culturales. Ya no se requería "ser de buena sangre" para acceder a esos niveles de enriquecimiento y de prestigio social sino ahora se tomaban en cuenta otros factores, contrarios a la esencia primigenia de los calpullis Torquemada dedicó el capítulo VII, del tomo 6, en la forma que se tenía de repartir el suelo de la república afirmando que en cada pueblo o altapetl las tierras estaban repartidas en parcialidades "por calpullis que son barrios y sucedían que una parcialidad de este dicho tenían 3, 4 o más calpulles, conforme la gente tenía el pueblo y en lugar de calles llamaban tlaxilacales. Estos barrios y calles estaban todos sorteados y nivelados con tanta cuenta y medida, que los de un barrio o calle no podían tener en la otra un palmo de tierra y lo mismo hacían en las calles, recorriendo por sus suerte por todas partes del pueblo; estos tributaban al señor, cuyos vasallos eran, maíz, mantas, ropas, de los que ellos usaban, gallinas, huevos, cacao, sal y otros infinitas cosas que las tierras producían y no tenían obligación de pagar otro género de tributo, ni pecho, ni derecho; asimismo eran obligados a dar servicio de hombres y mayores a sus señores y estos si se morían, heredaban a sus hijos las casas y las tierras con cargas de pagar el tributo que sus padres pagaban y si querían ir a otra parte no podían vender las tierras que poseían sino que las habían de dejar para que el señor las diese a otro del barrio...".230 La estructura del calpulli, sobre todo de los actualizados por las sucesivas 230 Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, T. IV, p.331 340 administraciones de Axayacatl e Itzcoatl y más aun por la Moctezuma, facilita la explotación del trabajo de los macehuales, al establecerse la entrega de tributos en forma obligatoria. Este procedimiento se hizo extensivo para todos los pueblos, regiones, señoríos que existían en el Valle y se convirtió en uno de los mecanismos más sólidos del mantenimiento del sistema imperante. Los padrones examinados revelaron la composición interna o física: en los barrios había casas más o menos iguales, que tenían colores idénticos y que confirman este fenómeno en las facilidades de Tenochtitlán. La figura de los barrios permaneció mucho más, pero ya no podemos afirmar que sus moradores ya no reconocían a ningún antecedente común, si bien aparecieron grupos que tenían apellidos iguales. Para Vaillant, el "Consejo Central dividía la las tierras entre los clanes y los caciques de cada uno de ellas distribuía las raciones entre los jefes de familia justa y equitativamente. También se reservaban zonas para el sostenimiento del jefe y el personal del tempo, para los abastecimientos de guerra y para el pago de tributos, todos ellos trabajaban en comunidad aunque, sin duda, también son esclavos. A la muerte de un usufructuario, las tierras pasaban a sus hijos y si moría sin descendencia la propiedad volvía al clan para que se volviera a distribuir como sucedía también si el propietario no cultivaba su parcela durante un período de 2 años. Este sistema podía funcionar equitativa y provechosamente para todos los interesados, mientras una sociedad se mantuviera relativamente estática y tuviera tierras laborables disponibles. Sin embargo, en el Valle de México este sistema dio lugar a desigualdades. La creciente población de los grupos del Valle agota toda tierra disponible y las familias y los clanes no tenían manera de 341 incrementar sus propiedades agrícolas. Una parcela que producía abundantes productos para una familia pequeña ofrecía subsistencia insuficiente para una grande".231 Desde el punto de vista teórico, todos los miembros del calpulli eran iguales, en cuanto que eran jefes de familia, pero la calidad y la disponibilidad de las tierras fue diferente. La "presión demográfica" fue un factor que conspiró contra la estabilidad, como sucedió con los ejidos modernos. En la medida en que un productor o jefe de familia tenía hijos en este, iban creciendo, aumentaba la demanda de parcelas para sostener a sus descendientes que por otra parte, debilitaban sus vínculos con sus antepasados. Dijo Mejía Fernández que el padre Acosta había distinguido tres grupos de tribus: una en el que no tenía reyes, ni gobierno; en las cuales solo tenían capitanes que obedecían circunstancialmente y otros que estaban regido por Consejos. Por lo tanto había distintos grados de desarrollo, los cuales vincula con el progreso que habían alcanzado las fuerzas productivas. En una primera etapa, apenas se producía para reponer las energías perdidas "sin darles ningún margen para progresar; con el cultivo de la tierra se produjo más de lo absolutamente necesario y ese producto suplementario permitía a la sociedad abandonar el estado casi estático que se había mantenido en largas edades e inicia una línea 231 Vaillant, George. La Civilización Azteca, Origen, Grandeza y Decadencia, revisado por Susana B. Vaillant. FCE. México, 1977, 303 p., p.109 342 ascendente".232 El trabajo le hizo más complicado pues se exigieron más habilidades y conocimientos "más el progreso material permitió obtener un producto suplementario y con ello la creación y consolidación del gobierno de las tribus. Indicó finalmente que recaía el gobierno en el chinoncalletl, que tenía funciones económicas y administrativas como el de mirar por la tierra del calpulli y distribuirla y sus servicios eran recompensados por el labrado gratuito de sus tierras por parte de los miembros del calpulli. El estudio que hizo Mejía Fernández fue muy importante pero poco conocido y utilizado por los antropólogos y otros especialistas. En el demuestra que los grupos indígenas que había en el Valle de México se encontraban en diferentes etapas de desarrollo y por lo tanto no se pueden considerar esta zona como homogénea pues el proceso civilizatorio tenía un ritmo desigual pues se hablaba de grupos muy atrasados, que serían los chichimecas, que incluso se encontraban semidesnudos y los que tenían un alto progreso tecnológico, como los mexicas. Había pequeñas, medianas y grandes comunidades, pero la estructura material era esencialmente la misma, sujeta a distintas dimensiones. También hizo alusión al mismo desarrollo, que tuvieron los excedentes pues en la medida en que creció la población, se incrementa ese plus trabajo y por lo tanto el excedente fue mayor. Esto explica que los calpullis tuvieran una capacidad productiva muy variada, a la vez que las autoridades tomaron medidas cada vez más complejas para alcanzar esos niveles. Nos referimos a los administradores de los calpullis que lograron 232 Mejía Fernández, Jorge. La tribu Azteca, material mecanuscrito, México, 243 p.,p91 343 combinar la asignación de cargas de trabajo, aunque aun está pendiente un estudio completo sobre los servicios personales, es decir, aquellos esfuerzos que se hacen al margen del pago de tributos. Los cronistas señalaron que los lazos basados en el parentesco se debilitaron en el transcurso del tiempo para dar origen a otro tipo de vínculos, lo que refleja la madurez que poco a poco fue alcanzando la sociedad mexica. Los vínculos religiosos, es decir, la adhesión a una deidad o un conjunto de deidades, el respeto y la subordinación a un jefe militar, fueron cada vez más sólidos y quizá más fuertes que los basados en el linaje. Por ello es muy importante señalar que cada calpulli tenía su propio dios, que se sumaba al resto de los integrantes del conjunto de deidades, para reafirmar que el destino de los hombres estaba en gran medid predeterminado por factores divinos. Pesaba más las relaciones con los jefes políticos pues de ellos dependía, entre otros factores, la realización de incursiones armadas y la conquista de otros pueblos y territorios y naturalmente los beneficios materiales que de ello se derivaba. Las tierras del calpulli que estaba destinado para el mantenimiento de los gastos de laso templos es otra manifestación de la profunda religiosidad que tenían el pueblo ¿Qué tipo de vínculos pesaban más, los de la simple pertenencia a los calpullis o los otros ya mencionados? En la primera etapa, fueron los primeros y en la segunda, fueron los otros, aunque no se puede hablar de una distinción absoluta de unos con otros. Al principio, cuando había condiciones de mayor igualdad, lo que realmente importaba eran las cuotas de trabajo que se aportaban para arrancarle los frutos a la naturaleza pues era la única forma que se tenía para asegurar la manutención 344 de las familias. Chavero opinó que si bien tenía razón Zorita de que los miembros de una familia tendían a agruparse en un calpulli, pero dijo que un individuo podía cambiarse a otro calpulli, indicando que "los hombres que se unen solamente por el afecto del parentesco forman la tribu, pero los que se ligan por la religión son ya un pueblo. Por eso hemos visto que los mexicas conservaron por señor al sacerdote Tenochca y que su primer cuidado al fundar la ciudad fue levantar un templo a su dios y hacerle sacrificios. Por eso también por mandato del Dios, se repartieron en los barrios las deidades menores. Así como el culto modificó las formas de tribu de los mexicas, la escasez y la falta de tierras en que vivieron los primeros años alteraron sus ideas de comunicación, viéndose cada cual obligado a vivir de su trabajo personal para alimentarse. Por eso fue que al cambiarse por completo la situación de Tenochtitlán, por virtud de la conquista de Itzcoatl, se establece el derecho de propiedad y "se reservan tierras a los calpullis es para mantener el culto de los dioses".233 Para sostener su aserto señaló el códice de Ixhuatepec en que se garantiza la propiedad derivándola de ese reparto de tierras. "Podría creerse que subsistía el consumo en la tierra propia del calpulli, pero no era así, se repartía entre los vecinos del barrio para que la labrasen y cada uno pagaba en frutos una renta de ella, pero si o tenían propiedad completa porque a más de la renta no podían enajenarla y las perdían si iban a vivir a otro barrio, gozando de ellas de por vida y pasaban a sus herederos". 233 Chavero, Alfredo, Historia Antigua de México, T. II, p.133. 345 Mientras los macehuales estaban sujetos a un régimen cerrado y rígido pues se trataba de un estamento legitimado por la concepción religiosa y nadie podía separarse de esta condición pues los macehuales lo eran desde el nacimiento hasta la tumba, salvo que se distinguieran como guerreros o como artesanos especializados, los mayeques eran independientes, es decir, se contrataban libremente a los pillis para trabajarles sus tierras. La aparición de los mayeques probablemente indica que había etapas en las que se carecía de mano de obra suficiente y por lo tanto se debía recurrir a la contratación individual. Los cronistas reafirman que esta carencia o insuficiencia se daba durante los periodos en que los mexicas entraban en una guerra y debían levantar "grandes ejércitos" por lo que los macehuales se transformaban en guerreros y en todo caso debían abandonar sus lugares de origen y abandonar sus tierras para irse a sitios lejanos a combatir. A las tierras de los pillis les faltaban brazos para cultivar sus propiedades y es así que solicitaban el apoyo de los mayeques. Las historias, muy pocas por cierto, revelan que algunos provenían de otros pueblos, cuyos señores no estaban en guerra y solicitaban trabajo obteniéndolo de esta manera. En los códices hay representación gráfica de macehuales y mayeques pero no existe el registro de sus relaciones o exigencias, que seguramente las tenían por ser un sector explotado, lo que indica también que no había ningún interés de los pillis y después de los cronistas españoles por darles un espacio de expresión porque su condición de explotados se consideraba natural. Caso hizo una distinción más amplia: las tierras de dominio público y las tierras de 346 dominio privado, entre estas últimas, desde luego, la del rey que las había venido por herencia o que se les había adjudicado durante la conquista, las tierras que pertenecían a los pipiltin, que eran trabajadas por terrazgueros que se llamaban mayeques. "Estos mayeques o tlamaites eran muy diferentes de los plebeyos dueños de las tierras del clan o calpulli que podían cambiar de barrio, diferentes también de los aparceros libres o renteros que podían abandonar la parcela cuando cumplían su contrato y no daban servicios personales al dueño de las tierras, ni pagaban con ello al nuevo propietario, pero también eran diferentes de los esclavos que el propietario utilizaba para labrar sus tierras. El origen de los mayeques parece ser múltiple. Indudablemente casi todos eran viejos pobladores propietarios de las tierras conquistadas que eran repartidas entre los nobles, formando las propiedades individuales de ellos o pillalis. Pero también parece que algunos mayeques venían de otros pueblos, bien sea porque las tierras que les tocaban a ellos no les alcanzaban para vivir o bien porque huían de la acción de la justicia. Estos mayeques, después de la conquista, llamado terrazguero, siguieron labrando la tierra de los caciques. La propiedad de los nobles o pipiltin era en consecuencia individual. Comprendía no tan solo propiedad de la tierra sino la servidumbre de los que la habitaban que tenían que darles a los nobles una parte del producto y prestarles servicios personales. Además era una propiedad transmitida por herencia o por venta y sabemos que el rey podía transferirla por merced o por donación”. Caso hizo varias aclaraciones: el plebeyo o macehual no trabajaba las tierras de los nobles sino solo las tierras de su clan, las tierras de los nobles eran trabajadas 347 por otros individuos que no pertenecían al clan, si los pillis tenían sangre divina, es decir, sangre tolteca pero el "calpallec aunque no tenga sangre noble tenía autoridad de por vida y es el representante de los intereses del calpulli o barrio y esta sostenido con las prestaciones que le dan sus coterráneos. Zorita lo llama "pariente mayor", pero el macehual se distingue del noble desde que fueron creados sus antepasados. Los macehualtin fueron creados en el año 8 calli, mientras que los nobles lo fueron antes, en el año 1 tochtli y ayudaron a los dioses a levantar el cielo que había caído durante el diluvio. Atribuyó a Itzcoatl la realización de un pacto mediante el cual se otorgaron los más altos títulos religiosos, militares, judiciales y administrativos a sus parientes nobles y creó la propiedad privada de la tierra para ello. Ilustró el reparto de tierras a los pobladores de Coyoacán y Xochimilco, sobre todo favoreciendo a los hijos y a los sobrinos de Tlacaelel.234 Es muy importante señalar que Caso en sus estudios sobre religiosidad y mitología afirmó que tanto la creación y el surgimiento de los pillis como de los macehuales, fueron productos de la voluntad de los dioses. Ellos quisieran que la sociedad mexica fuera una sociedad profundamente escindida entre dos segmentos sociales, uno más pequeño y otro demasiado grande. Hemos leído algunas manifestaciones de macehuales, en los textos que ha publicado León Portilla y comprobando que esta fatalidad estaba muy arraigada a la conciencia social e individual y por lo tanto era prácticamente imposible que pudiera cambiar. Así había sido concebido y determinado desde el principio de la creación del 234 Caso, Alfonso, Obras, T. VI, p.293 348 mundo, desde la lucha, entre los dioses por destruir el mundo anterior y por construir otro, era una parte muy vigorosa de la herencia cultural tolteca y por lo tanto nadie podía negar o abdicar de esta situación. En gran parte, la historia de los mexicas describe el engrandecimiento y la consolidación de los pillis como grupo que se transmitía el poder de unos individuos a otros, los que tenían derecho, los derechos reales, producto del linaje, mientras que los macehuales no tenían ningún derecho, no obstante que era el sector mayoritario de la sociedad. Ninguna sociedad con esta estratificación monstruosa se sostiene por muchos años pues surgen de cuando en cuando conflictos, rebeliones con protesta que terminan por hacer cambios, aunque sean en parte, este estado de cosas. Es por ello que Moctezuma, encontró en los méritos militares un mecanismo de compensación económica y social adicional a la que los calpullis tradicionalmente habían aprobado.235 Escribió Caso: "El rey, como el más poderoso de los pipiltin, tenía tierras propias en todos los pueblos conquistados, con vasallos que sembraban las sementeras y pagaban el tributo para sus gastos personales. Eran los tlalocatlallis o tonal intlacatl; pero había otras tierras para los gastos generales que se llamaban "tierras de palacio", o tecpantlalli que servían para sostener los gastos de la burocracia que gobernaba y desempeñaba las múltiples funciones de una organización tan compleja como era la del imperio: magistrados, administradores, escribas, canteros. Para los 235 Caso, Alfonso, Obras, T. VI, p.286 349 gastos de la guerra existían también tierras especiales llamadas michamulli o "tierras de escarda" con las que se pagaban los gastos de los funcionarios militares y las del ejército en campaña. Había por último las tierras de los templos o teopontlalli con las que se pagaba el numeroso clero que desempeñaba las complicadas funciones del ritual. Dentro de los barrios mismos existían ciertas tierras que tenían por función sostener los gastos propios del clan entre los cuales se encontraba el sostenimiento de la escuela militar, el telpochcalli y los del templo en el que se veneraba al dios tutelar del barrio".236 Los estudios de Caso confirman la existencia de una sociedad estamental, propia de muchas sociedades antiguas, pues cada institución pública o social tenía su propia fuente de obtención de recursos para el mantenimiento de sus funciones y la continuidad de sus labores. En consecuencia, ellos invitaban a que todos los individuos se reagruparan en una de esas instituciones, y que todos ellos quedaran organizados, pues de no hacerlo quedaban comprendidos en la noción de pueblo llano, es decir, la masa amorfa, aquellos que no tenían rostro, ni significado social y político, solo que había un "pequeño destello": eran los grupos vinculados con la producción de bienes y con la prestación de servicios personales sin los cuales no podría subsistir los funcionarios de las casas reinantes, ni mantenerse sus ejércitos ya sea que estuvieran en guerra o en sus cuarteles, ni alimentar a los sacerdotes y su curda de ayudantes. A la vez que "no tenían derechos", era el sector productivo, de cuyo esfuerzo dependía el resto de los 236 Caso, Alfonso, Obras, T. VI, p.223 350 otros poderes y los individuos componentes de las instituciones. En los textos de León Portilla, se hace alusión a ciertos límites de pillis, durante la etapa posterior a la conquista, que hacían notar un estado de inseguridad y de zozobra cuando algunos macehuales hacían algunas reclamaciones. Ellos decían más o menso: si estos se transforman a nobles por merced de las leyes españolas, ¿Quiénes trabajaran sus tierras? La división estamental funciona mientras tenga vigencia los principios ideológicos y religiosos que les han dejado legitimación y así se ejecutaron también los procedimientos coercitivos y el uso de la violencia estatal para mantener ese estado de cosas. En la batalla de Cuetlaxtla se confirmó que a petición de los macehuales, los principales que se encontraban escondidos en una cueva fueron localizados, aprendidos y encarcelados por los mexicanos quienes "así estaban haciendo justicia. Los macehuales aprovechan la coyuntura para plantear a los mexicanos de que a pesar de que de ellos salían los tributos los "señores los maltrataban y tiranizaban con mucha crueldad y haciéndoles grandes injurias y poniéndoles excesivos tributos y que todo su oficio es comer y beber a costa del común, pujar y holgar, placeres y pasatiempos muy ordinarios y que les suplicaban que les hiciesen justicia en que fuese muertos". Ante esta reclamación -dijo DuránMoctezuma ordenó que fueran degollados los principales no por la parte de adelante sino por la de atrás, y los "macehuales quedaron muy contentos y luego exigieron a otro señor. Los macehuales agradecieran a Moctezuma, le trajeron muchas riquezas, le refrendaron que serían "sus leales vasallos" y que le 351 entregarían los tributos "directamente y hasta la muerte".237 Estos testimonios de Duran es de los pocos que hemos encontrado como una fuente directa de los macehuales, aunque aparecen sostenidos en un texto compuesto por un misionero de mentalidad occidental. Tanto por las advocaciones o lamentaciones que encontraron en Sahagún, Torquemada y Duran, sobre todo, en los textos recopilados por León Portilla, Ángel María Garibay se puede concluir que los macehuales recibían un tratamiento basado en el principio de la explotación intensiva del trabajo humano y de que no había para ellos "consideraciones" de carácter "humanitario". Los macehuales eran "máquinas" para hacer producir las tierras de los estamentos que tenía la sociedad lo que reafirma la existencia de graves antagonismos en el interior de los calpullis. Con frecuencia, los antropólogos oficiales, que le deseaban enmendar la plana a Morgan, presentaban el panorama de unas relaciones armoniosas y hasta idílicas, de una noción de igualdad y de respeto hacia los macehuales, como si fuesen hermanos de los pillis. Pero esto no fue así. Los factores económicos y políticos pesan más que los vínculos del parentesco y de la consideración de tipo religioso. Los mexicas demuestraron que tenían un gran pragmatismo en sus relaciones hacia el interior de los calpullis y hacia el exterior, al utilizar la fuerza armada cada vez que fuera necesario, e incluso arrasaban pueblos completos y sometían por medio de la violencia a antiguos aliados. 237 Duran, Diego. Historia de los Indios de Nueva España e Islas de la Tierra Firme,, p.256 352 "La mayor parte de los comunes solían estar adscritos a las casas nobles como dependientes: vivían en la tierra de los tecalli, las labraban y prestaban toda clase de servicios personales el tecutli, título a sus nobles que gozaban del usufructo. Los terrazgueros pertenecían a una población nativa de particularidad desconocida o pertenecen a los olmecas que antes habían dominado la región o podían haber formado parte de una u otra de los macro etnias inmigrantes. La población olmeca que los conquistadores chichímecas habían encontrado y vencido en la región circunvolcánica parece haber sido muy densa. La mayoría de la gente común nativa muy probablemente se habían quedado con las tierras que cultivaban y constituirían la masa de los numerosos macehuales terrazgueros o vasallos que pertenecían a los tecallis, a la gran masa de terrazgueros se concentraron en el Valle de Atlixco",238 dijo Dyckerhoff quien consideró la existencia de una gran presión social sobre las tierras a raíz de los sucesivas oleadas de inmigrantes. Solo los estudios de estratificación social nos permitirían abundar sobre el surgimiento, consolidación o debilitamiento de pillis, macehuales y mayeques para tratar de encontrar rasgos comunes generales, en todos ellos y hacer formulaciones que sean válidas para la región centroamericana. Los estudios particulares que hasta hoy se han hecho, sobre todo en las regiones de Puebla y Tlaxcala, confirman la existencia de una comunidad homogénea, con sus variantes locales. Una de las características centrales es la de la movilidad de las 238 Dyckerhoff, Úrsula. Grupos Étnicos y Estratificación Socio Política,, p.39 353 poblaciones, que se producían por razones naturales, es decir, generadas por sequías, hambrunas, inundaciones, como efecto de la conquista de un pueblo sobre otro, el aniquilamiento de sus fuerzas productivas, la conversión de sus habitantes en esclavos, entre otros factores. Estos cambios de lugar de los grupos humanos, sobre todo de los sometidos, como los chalcas, xochimilcas, matlazincas, otomíes, también explica la razón básica de por qué un pueblo que tenía su propio hábitat, los recursos naturales por su subsistencia de pronto la pierde y se ven obligados a buscar otro lugar de asentamiento, a vivir por largas temporadas en las montanas y en las cuevas o alquilar su fuerza de trabajo a otros pueblos. Muchos de estos eran los mayeques, a la manera de los trabajadores agrícolas migrantes del siglo XX los cuales no tuvieron acceso al reparto agrario y que se ven en la imperiosa necesidad de cambiar de residencia por temporadas y por alquilarse con los que si tienen tierras. Afirmó Soustelle que: "En principio el pilli no tenía derecho a nada y si quería subir en la jerarquía militar, civil o religiosa tenía que realizar los mismos esfuerzos de un macehual. De hecho, desfrutaba desde el principio de múltiples ventaja", la fama de su padre, la educación superior del calmecac en lugar del colegio del barrio. Era en su clase en donde el emperador reclutaba con preferencia a sus funcionarios, sus jueces, sus embajadores; estaba situado por decirlo así, a medio camino entre el pueblo y la clase dirigente y servía como una especie de reserva de la cual se echaba mano para hacer frente a las necesidades siempre crecientes de una administración en pleno desarrollo; el pilli no llegaba a distinguirse durante su vida, no tenia ningún 354 prestigio que legar a sus hijos. El prestigio del tecuhtli apenas se prolongaba más allá de una generación si nuevos esfuerzos no venían a reanimarlo". 239 En las crónicas de los primeros años, no aparecen diferencias ostensibles entre pilís y macehuales, pero sí comienza a surgir un abismo entre ellos desde el momento en que en la Tira de la Peregrinación se observa a los dirigentes caminando dos o tres pasos adelante del grupo humano, cuyos individuos aparecieron vestidos de la misma forma. Uno de los elementos que señalan una diferencia es el tipo de vestimenta empleada por uno o por otros. Pero uno de los principios "divinos" era que el bienestar material obtenido mediante la explotación de las tierras debía lograrse solo mediante el esfuerzo humano, ya fuese individual o colectivo. Por ello encontraron que los dioses hicieron muy frecuentes alusiones al trabajo físico, como la base en la cual descansaba la felicidad de la sociedad. En los documentos recopilados por Sahagún se hace referencia reiterada a la existencia de los flojos y los perezosos, como seres despreciables. Había una razón de fondo pues de acuerdo con las leyes más lejanas, la humanidad se había edificado por el esfuerzo de los dioses y no mediante un acto divino y súbito. El resto de las instituciones sociales que después se fueron creando, como las escuelas especializadas y el apoyo a los artesanos, reforzaron esta glorificación del trabajo que todos debían realiza. De esta forma, en la primera etapa, hasta los "nobles" o pillis debían hacerlo, haciendo una clara referencia, exclusiva, al trabajo manual, aquel dedicado al cultivo de las tierras. 239 Soustelle, Jacques. La Vida Cotidiana de los Aztecas en Vísperas de la Conquista, p.61 355 "De entre estos (macehuales) algunos se llamaban arrendatarios, pero otros tienen tierra cuyo dominio les pertenecía; estos dividían sus frutos en tres porciones y tributaban al rey con un tercio. Entre los frutos se encontraban los peces, los perritos comestibles, las gallinas de la tierra, las aves cubiertas de plumas preciosas, las liebres, venados, oro, gemas y otras cosas metálicas, sal, miel, cera, manta, penacho de plumas, algodón, hilos, frijoles, varios frutos, legumbres y muchas clases de semillas de aquellas que principalmente era costumbre usar como aliento. Los arrendamientos entregaban cada año o cada mes lo que estaban obligados según pacto o convenio. Pero era demasiado que se les llamara esclavos y no solo no eran propietarios de su cosas sino que ni de sí mismos tenían dominio integro ni les era permitido mandarse a sí mismos, completamente porque comían, bebían, se vestían y conservaban con hijos según mandamiento del rey o de los caciques a quienes pertenecían las ciudades, además del tributo debido al rey. Todas las cosas del tributo las llevaban a México, de cualquier región, por lejos que estuviera unos como fuertes cargadores porque todavía no conocían las bestias de carga y por consiguiente estaban acostumbrados todos casi desde la cuna a llevar el peso. En México, también había gravamenes y algunas cosas en las cuales quedaba el tlaolli y donde mandaba el ecónomo mayor, con otro de grado inferior para que recibieran, custodiaran y cuando había necesidad, las entregan, y las cuentas cuando se exigieran en jeroglíficos. Para cada ciudad había un recaudador que llevaba en la mano un abanico o una varita en señal de su cargo al cual le pagaban los impuestos que debían ser emitidos sobre la marcha al ecónomo 356 supremo"240, señaló Hernández. Los mecanismos de explotación de las tierras de los calpullis incluyeron una recompensa, generalmente, en especie, para todos los tipos de trabajadores, desde aquellos vinculados estrechamente en los aspectos más íntimos, como el parentesco o el linaje, hasta los más lejanos como los medieros, que después se transformaron en terrazgueros. En todos los casos, los "pagos eran en especie" pues no tenemos elementos para confirmar la existencia de pagos en moneda. Los macehuales cultivaban las tierras, extraían sus frutos, una parte de ellos se le entregaban directamente a los pillis, como si fuese el pago de una renta por la parcela y el resto de la producción se ubicaba en el patrimonio de los labradores, pues así lograban mantener a sus familias. En los casos de mayeques, el fenómeno está más claro, pues se les efectuaba un pago "por sus servicios" entregándole una parte de los bienes producidos, pero no estaban obligados a pagar tributos como si lo tenían los macehuales, mientras que los pagos a los arrendatarios o medieros, era similares, es decir, se les pagaba con una parte de la producción. Concluimos por lo tanto que los macehuales estaban sujetos a condiciones de explotación más estrictas pues tenían que pagar con su trabajo a los jefes del calpulli y a los dignatarios políticos (tributo) además de que tenían al calpulli como una cárcel por la sujeción y los lazos sociales y políticos, mientras que los mayeques y los medieros eran más independientes y por lo tanto recibían un 240 Hernández ,Francisco, Escritos Varios, Obras Completas, UNAM, 1984, 525 p., p.112 357 tratamiento humano mejor. ¿Muchos macehuales querían ser mayeques para que su vida no fuera tan sombría? Definió Carrasco al "tecalli o casa señorial como una institución que estaba encabezada por un teuctli, (en plural teteuctin) que participaba en la organización política del señorío, poseía tierras anejas a la casa y tenía como dependiente a los pipiltin o noble descendiente de los teteuctin de ellos". Pero aunque esta era una institución típica de la zona poblana-tlaxcalteca, había una institución que era paralela en el Valle de México, el Tecpan o palacio. En cuanto a la palabra mayeque la definición que le dio Zorita es la de "bracero agrícola", mineras que Molina, en su Diccionario lo tradujo como "labrador o gañan, lo que equivaldría a terrazguero en español". También encontró similitud con el concepto calpulelque, que era uno de los cuatro títulos de señores, entre la región tramontana y la cuenca de México y al referirse al concepto de calpullis, opinó Carraco que "es parte de un sentimiento de origen común entre los miembros de un grupo étnico y como parte de una organización en la cual el parentesco e de importancia principal en los niveles sociales más altos”.241 Los estudios que hizo Carrasco enriquecieron y actualizaron los textos que de Zorita y son los más completos que conocemos. Este gran antropólogo norteamericano trató de confirmar en la práctica de la vida social, algunos de las tesis de Morgan, Bandelier, Zorita y otros y por ello realizó estudios en varias localidades pues así lo confirmaron. Introdujo el concepto de "casa señorial", o casa en donde habitaba el jefe principal y al hacerlo indicó que en el interior de los 241 Carrasco Pedro. La Procedencia de los Datos de Zorita sobre la Organización Social Prehispánica, en Simposio Internacional de Investigación sobre Huexotzinco, Coordinadora Eréndira de la Lima y María Elena Landa, lección Científica, ENAH-SEP, México, 163 p., p.91 358 pillis también se estaban produciendo cambios importantes, que tendían hacia la piramidización, es decir, entre los señores, había uno que era superior a los demás, el llamado Tecutli, que disponía de tierras cercanas a su casa y que se daba mayor poder económico que el resto de los pillis. El rasgo más sobresaliente del calpulli era el sentido de pertenencia a la comunidad, "estár arraigado a la tierra", ser parte del grupo de trabajadores, como si fuera un atisbo de la conciencia de clase. Pero no conocemos formas asociativas de los macehuales o mayeques, medieros y sí hubo esos documentos tienen que ser destruidos por los españoles pues confirmaban la existencia de una sociedad más evolucionada, que la que habían pensado muchos misioneros y al mismo tiempo afectaba la otra versión, igualmente religiosa, de una sociedad tersa y amigable, presidida por el tratamiento igualitario. Precisó Carrasco que "los distintos tipos de tierras ocupadas por individuos y desde los del rey hasta lo de los macehuales y se transmitían de generación en generación por herencia, sujeto a la aprobación de la autoridad superior y el mantenimiento de las obligaciones añejas al gozo de la tierra. No se puede pensar por lo tanto que la transmisión hereditaria militar contra el control político de la tenencia de la tierra. Un régimen de plena propiedad privada incluye el derecho de libre disposición testamentaria. Varias fuentes hablan de la venta de tierras y se pueden documentar casos concretos, pero esta venta tenía importancia secundaria en relación al mecanismo administrativo de asignar y transferir tierras. 359 La venta de tierras tiene una importancia limitada por el número reducido de transacciones y porque estas tenían lugar dentro del marco impuesto por límites ligados y estamentales y parecen ser que requerían la aprobación de las autoridades. Las tierras se vendían entre los nobles o entre los labradores de los pueblos y barrios, es decir, dentro de una misma población y dentro del estamento. Las tierras compradas son una categoría residual y no se pueden pensar que las tierras se movilizan libremente como mercancía. Otra manera de transferir tierra eran jugándoselas. En juegos del azahar como el batey, (tlachtli) en el patoli, e podían apostar tierras aunque la práctica parece estar limitada a la nobleza y a los mercaderes" por lo que concluyó que "a cada estamento, a cada institución y puesto público, correspondía un tipo especial de tierra destinado a sostener a sus poseedores en el ejercicio de la funciones de ello requerido en la organización política”.242 No se puede negar, como dijo Carrasco, que había acciones de compraventa de tierras, sobre todo entre los pillis, muchos de los cuales conocimos a través de las Relaciones Geográficas, después de la Conquista en que se recopilaron datos sobre la historia y la evolución de los pueblos del Valle, pero fueron casos excepcionales, de valor secundario y no conformaron fenómenos generales. En realidad, la venta ocurre con mayor frecuencia después de la llegada de los 242 Carrasco, Pedro. La Economía Prehispánica de México p.21 360 europeos y no antes. La transmisión de la propiedad por la vía de la herencia de padres a hijos y sus descendientes es la tendencia predominante y se da hasta la conquista e incluso después de ella. En los documentos conocidos, algunos de los cuales fueron publicados tanto por Carrasco como por Reyes, en los casos de los litigios de tierras se hace alusión muy frecuente, o mejor dicho, en todos ellos, en que las tierras heredadas de antepasados remotos y en muchos casos dan sus nombres, así como los cambios sucesorios que se habían presentado a través del tiempo. Esta práctica administrativa confirma la reciedumbre de los lazos de parentesco, fundadores y originales de la comunidad mexica. Si bien estas operaciones se dieron, de todas maneras las tierras medidas o compradas se quedaban dentro de la comunidad pues un pilli ajeno a ellas no podía hacerlo, indicando que lo que se buscaba era fortalecer a los estamentos y no a los individuos propiamente dichos. También López Austin, consideró que las tierras de los nobles o pillallis no eran propiedad privada pues los cultivadores de estas tierras, los llamados mayeques, siempre consideraron ajena esta tierra, no entregaban la producción entera sino una parte de ella, en calidad de renta, los pipiltin no tenían dominio personal sobre los mayeques ni celebraban con ellos contratos, los pipiltin no dirigían ni financiaban la producción pero "quedan finalmente diferenciados dos grupos sociales: por una parte los macehualtin que con su trabajo satisfacían sus exiguas necesidades de subsistencia y sostenían toda la carga del aparato estatal, organizado en unidades que en gran parte conservaba su naturaleza gentilicia, por otra parte, los pipiltin o dirigentes, no tributarios, eran beneficiarios, debido a su 361 función dentro del estado, del excedente de producción de los macehualtin. Los pipiltin justificaban doblemente su posición de ventaja. Por una parte, eran los especialistas en el poder en ver mundo en el que la especialidad estaba estrictamente ligada a las creencias religiosas. Por otra, acudían tales a las escuelas de los estos dios (Quetzalcóatl) era protector: los calmecas: Allí recibían una educación especial que aparte de prepararlos, para el ejercicio del gobierno, la judicatura y la dirección militar y la clerecía alta, eran lo suficientemente dura para formar a los hombres austeros que debían regir los destinos del pueblo".243 El carácter independiente de los mayeques es confirmado por López Austin al afirmar que los pillis no tenían derecho de dominio sobre ellos, es decir, que no lo podían someter contra su voluntad, como si fueran esclavos clásicos. No lo fueron en sentido estricto o amplio porque los mayeques eran trabajadores estacionales y no permanentes que trabajaban fundamentalmente para llenar los vacios de mano de obra que dejaban los macehuales ya que podían cambiar de un sitio de residencia a otro. Eran individuos que no tenían tierras que eran de su propiedad o que si los tenían, ya las habían perdido y ahora debían vender su "fuerza de trabajo" y que tampoco financiaban la producción, lo que nos hace pensar que los utensilios de trabajo eran de la propiedad de estos. No encontramos elementos que indiquen la existencia de un contrato privado de servicios como lo que después fueron comunes en la etapa colonial, en el que se especificaba su materia, duración, pero sobre todo, su salario. No conocemos la existencia de ningún documento de esa naturaleza, así fueran redactados en forma primitiva por 243 López Austin, Alfredo. Organización Política en el Altiplano Central, p.213 362 lo que los vínculos derivados de esta relación "laboral" pueden ser de carácter verbal. Pero, además, las fracciones dirigentes de las labores agrícolas no las llevaban a cabo directamente los pillis sino los mayordomos o calpulelques que eran sus empleados y que después de la conquista siguieron desempeñando las mismas funciones. Los pillis desempeñaron, en forma cada vez más exclusiva y cerrada las funciones de dirección de gobierno y se alejaron cada vez más del mando del trabajo físico. Moreno definió la integración de la población trabajadora de la siguiente manera: un primer grupo, el de los teccallec que eran unos principales, el segundo grupo lo formaron los calpullec o chinancallec, que eran barrios conocidos por el parentesco y entraban tanto los que tributaban; el tercer grupo estaría constituido por los tlalmactes o mayeques que eran los labradores de las tierras. Pero indicó que "el calpulli no venía a constituir un poder frente a todo poder, un estado dentro del estado, sino que estaba subordinado en torno al gobierno de toda la nación, a la autoridad central, representada por el Tlacalecuhtli; el calpulli era simplemente una subdivisión de la ciudad azteca, era una mera unidad de la organización social, de los mexicas; el calpullec o chinancallec, era nombrado por elección pero en realidad es casi un principal y era además un cargo hereditario y vitalicio supuesto que a su muerte elegían a su hijo si era apto y solamente que no tuviese parientes nombraban a un extraño. Las relaciones engendradas por el calpulli entre sus habitantes no podían ser otras que las de la mera vecindad las de cualquier otra especie tenían que ser referidas necesariamente a la agrupación 363 total..."244 Un elemento de cohesión de los capulis era la recompensa asegurada por la dedicación de, trabajo y por ello los jefes políticos de, mismo eran los más aptos, los que habían contribuido de la mejor manera posible, con los satisfactores necesarios, al sostenimiento de las familias y de la unidad social en su conjunto. Los cargos se heredaban de padres a hijos pensando que a un padre trabajador correspondía un hijo trabajador, que a un padre apto para las "artes mecánicas" correspondería un descendiente con la misma capacidad y disposición. Es por ello que se crearon las escuelas especializadas y estamentales, el Calmecac para los pillis y el Telpochcalli para los macehuales y sus hijos. Ya para ese momento se habían presentado las diferencias entre el trabajo físico y el trabajo intelectual, así como una de sus derivaciones, la diferenciación entre las funciones directivas, entre los jefes políticos y los jefes religiosos que separados actuaban unidos en sus propósitos centrales. La creación de escuelas hizo que se debilitaran otro de los principios: el carácter hereditario y familiar de los cargos, pues ahora no se necesitaba ser hijo de un principal para tener un cargo público, sino que otros, suficientemente preparados, desde el punto de vista técnico y profesional, podían hacerlo. Los mayeques, según Chavero, se asemejaban a los siervos de la Edad Media, pero precisó que no eran renteros, ni arrendadores de tierras pues "no adquirían 244 Moreno, Manuel M., La Organización Política y Social de los Aztecas,, p.,83 364 derechos ni excusaban obligaciones por tal arrendamiento; tributaban según les correspondía y su contrato le daban facultad para labrar el fundo arrendado por uno o más años. Eran solariegos; formaban, por así decirlo, parte de la propiedad de la tierra, el dueño de esta tenía el dominio directo y aquel trabajaba, dándole una parte de su producto. El mayeque no podía abandonar las tierras a la que pertenece y pasaban con ella a un nuevo dueño por contrato o por herencia. Además prestaban servicios de leña y agua para la casa de su señor. Como los mayeques se consideraban parte de la propiedad de los dueños directos, estos daban el tributo que a toda su propiedad correspondía y aquellos no tributaban si no era el dueño de la tierra. Estos tributos constituían la hacienda pública y se daban para la sustentación del gobierno y para la guerra que era ordinaria; de ellos tomabáse la remuneración o pago para los dignatarios y jueces, para los principales y jefes guerreros y para las provisiones en campaña. Además las personas de distinción comían generalmente en el tecpan o palacio".245 No encontramos elementos de carácter informativo que den sustento a los juicios de Chavero al considerar a los mayeques como cosas, como objetos, como esclavos, como si fueran elementos inseparables de la tierra que estaban cultivando, es decir, como si fueran un utensilio de trabajo más. Cuando las crónicas históricas se refieren a ello se manifiesta un cierto ejercicio de voluntad, del pilli por obtener esa mano de obra que necesitaba y del mayeque por proporcionársela. Tampoco se habla de que los mayeques hayan sido forzados a trabajar después con el contexto de una guerra de conquista. Los mayeques 245 Chavero, Alfredo, Historia Antigua de México, T. II, p.197 365 trabajaban la tierra en forma estacional, es decir, por temporadas, por lo que su presencia confirma que la fuerza de trabajo de los calpullis seguía siendo la esencial, mientras que el trabajo de mayeques y enteros, los accesorios o complementarios. La sobresaliente de los juicios de Chavero consiste en que además de cultivar la tierra, desempeñaban otras tareas adicionales, es decir, realizaban lo que se llamaba servicios personales durante la etapa colonial. 366 Bibliografía Estructura Material de la Sociedad. Engels, Federico, El Papel del Trabajo en la Transformación del Mono en Hombre, Obras Escogidas, 2 Tomos, Editorial Progreso, Moscú, 1966, T. I, p.86. 2. Romerovargas Iturbide, Ignacio. Las Instituciones, en Esplendor del México Antiguo, T. II, p.729. 3.Caso, Alfonso. Acerca de la Alta Cultura aborigen, El Universal, 28 de abril de 1935. 4. Olmeda, Mauro. 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II, p.197. 374 Capitulo 111 Instrumentos de Trabajo y Fuerzas Productivas Al referirse a los materiales encontrados en el periodo de 14,000 años antes del llamado tiempo presente, "el instrumental recuperado de este horizonte se caracteriza por su tosquedad. Son piezas rústicas grandes, fabricadas por la técnica de talle de percusión, lanzado de piedra contra piedra, quizá contra yunque (una piedra fija) con la cual se obtienen bordes cortantes sinuosos y se puede conseguir también puntas más o menos agudas. En algunos casos, pocos, los bordes se trabajan por alternación de golpes, en lo que se llama talle bifocal. Alunas veces se encuentran bordes trabajadas en ángulos muy abruptos, que se pueden utilizar para raer, en vez de cortar que es lo que más apropiadamente hacen los bordes de talle de los demás objetos. Estos instrumentos son bastante reducidos en número y como característica general, muy poco especializados, 375 siendo frecuente el empleo de lascas simples que se utilizaban de sus bordes cortados. De muy pocas complicaciones para fabricarlos, una vez usado se podían abandonar, pues era fácil volver a hacer otra cuando esto se hacía necesario. Conocían el fuego y no se han encontrado instrumentos de molienda".246 Era una economía de apropiación, de recolección de plantas, frutas y semillas, solo una integración familiar y una baja demografía. Los primeros instrumentos de trabajo eran muy simples desde el punto de vista de su fabricación pues bastaba el pulimiento de una tosca piedra para hacer que una de ellas que sirvieran lo misma para matar a un animal salvaje, que para moler los granos de maíz, de trigo. El principal y más preciado fue simplemente la mano, que conectada al cerebro y con cierto adiestramiento, permitió al hombre recolectar frutos, tomar piedras para defenderse de los animales que intentaban atacarlo, colocar trampas para la cacería, entre otras actividades. Usaron las piedras, talladas y lisas y para ello emplearon instrumentos de percusión que permitían sacar lascas de las cuales se hacían a su vez otro instrumento, punzocortantes como navajas y punzones. La historia de los enterramientos, en cualquier lugar del mundo antiguo, es una colección de objetos de piedra en sus diferentes modalidades y presentaciones; la mano con la piedra fue una combinación muy exitosa en la historia de la humanidad pues al lado de otros factores y elementos propició un Lorenzo, José Luis y otros. Del Nomadismo a los Centros Ceremoniales, INAH, México, 1975,318 p., p.26 246 376 gran dinamismo en las fuerza productivas, hasta constituir una auténtica revolución material y cultural. Afirmó Childe que: "la primera revolución que transformó la economía humana dio al hombre el control sobre su propio abastecimiento de alimentos. El hombre comenzó a sembrar, a cultivar y a mejorar por selección algunas yerbas, raíces y arbustos comestibles. Y también logró domesticar y unir firmemente a su persona a ciertas especies de animales en correspondencia a los forrajes que les podía ofrecer, a la protección que estaban en condiciones de depararles y a la providencia que representaba para ellos".247 Hizo alusión a dos cultivos muy importantes, el del trigo y de la cebada, que se podía almacenar y tener un alto valor constructivo. La creación de instrumentos de trabajo, desde los más simples, hasta los más sofisticados, tenían la finalidad de asegurar un abasto suficiente de alimentos para la subsistencia de las familias. Crearon una serie de condiciones objetivas y materiales para que esto se diera; organizaron relaciones sociales de producción y de intercambio para lograr tener la cantidad de alimentos que se necesitaban para la subsistencia y la reproducción social. El cultivo de las plantas fue un gigantesco paso para la humanidad pues permitió que los hombres dejaran de vivir en la incertidumbre con respecto de su vida material, al disponer de un mínimo de alimentos en forma permanente, incluso en tiempos de helados y sequía. Nació la agricultura primitiva. Los hombres para llegar a esta meta debieron tener un largo periodo de observación de los astros, de las estaciones del año, del 247 Childe, V. Cordón. Los Orígenes de la Civilización., p.89 377 comportamiento de los fenómenos de la naturaleza, para después aplicarlos todo ello a la producción. En este proceso, los hombres, asimismo, crearon instrumentos de trabajo, los pusieron en práctica y le hicieron las correcciones y las modificaciones que el mismo trabajo acumulado les dictaba; otros probaron su eficacia y utilidad, como la coa y el arado y por ello se siguieron empleando hasta nuestro días. Dijo Nalda que a la caída de Teotihuacán, se desarrollaron centros como Xochimilco, Cacaxtla, Cantona y Teotenango y "como culminación de este proceso surgió Tula. Habló de la intrusión de grupos humanos que venían de Querétaro, Guanajuato, Zacatecas y Jalisco que fabricaban una cerámica llamada Coyotlatelco, pues en el periodo de 650 a 750 D.C., varios sitios habían sido abandonados, hasta constituir Tula, afirmando que el grupo humano que se identificaba con esas cerámicas eran genéticamente distintos a los teotihuacanos y habían incurrido en actos de vandalismo. La población casi bajó de 125 mil a 30 mil. Afirmó que entonces se habían producido una gran migración de Teotihuacán hacia otras poblaciones de la Cuenca, especialmente hacia la parte oriental. 378 "Un utensilio terminado, hecho con manos humanas, es obviamente, un buen índice de la destreza móvil y del desarrollo mental de su autor. De modo menos obvio, es la medida del conocimiento científico de la época. No obstante, todo instrumento refleja en realidad, aun cuando sea de manera imperfecta, la ciencia que tuvieron a su disposición los autores. El estudio del bronce implica, asimismo, la existencia de una industria especializada y generalmente de un comercio organizado. Para procurarse utensilios de bronce una comunidad debe producir un excedente de artículos alimenticios y tiene que sostener cuerpo de especialistas, mineros, fundidores y artífices, apartados de la producción directa de alimentos. Luego una parte del excedente tiene que gastarse siempre en el transporte del mineral, desde las montañas metalíferas relativamente remotas", dijo Childe.248 El desarrollo de las fuerzas productivas está íntimamente asociado con el grado de conocimiento científico alcanzado; a su vez, una serie de cambios que existen en ese ámbito, una vez que se incorporan a dichos instrumentos, los transforma, los mejoran, los enriquecen y los perfeccionan. Pero este proceso de materialización de las ideas nunca es súbito ni de corta duración sino más bien un proceso de larga trayectoria. Estos procesos fueron muy lentos, duraron muchos años, porque los instrumentos de trabajo se fabricaban a mano, utilizando piedras o bronce, estando muy distante la producción en serie que permitió aumentar la producción. Childe, V. Gordón. Los Orígenes de la Civilización, Breviarios, FCE, México, 1980, 281 p.78 248 379 En esa idea temprana, la transformación de estos instrumentos, se topaba con la ignorancia del hombre acerca de las leyes de la naturaleza pues casi todos los fenómenos, se asociaban a una divinidad; por lo tanto el hombre vivía atenazado por la superstición y el fatalismo, que están unidos, pero para poder avanzar en la creación de nuevos instrumentos más suficientes y hábiles se requieren condiciones sociales más favorables. Los hombres tenían que asentarse para comprobar la pertinencia y veracidad de sus observaciones científicas, poder sacar conclusiones que fueran útiles para mejorar los frutos de su trabajo. Armillas postuló que en el periodo básico de Mesoamérica se habían introducido las técnicas básicas del cultivo de las plantas, la producción alfarera y el tejido, mientras que en la etapa formativa el maíz constituyó el cultivo básico de la región y una producción alfarera que tenía una gran variedad de formas, técnicas y estilos, mientras que en el Valle se introdujeron técnicas agrícolas intensivas y se construyeron las grandes pirámides; en Texcoco había tlateles ubicadas en el lugar que eran antiguas chinampas, pero que no se habían efectuado canales de riego. Al referirse a las grandes pirámides del Sol, en Teotihuacán y a la de Cholula dijo que se habían requerido un gran trabajo humano, en el que probablemente participaron miles de personas y una gran acumulación de material necesitándose sobre el trabajo de albañiles, arquitectos, decoradores lo que "representa una grandísima cantidad de energía sustraída a las actividades productivas ya fuera en trabajo de esclavos o de hombres libres impulsados por su celo religioso".249 Entre los materiales que se utilizaron para fabricar telas y adornos, Mastache Armillas, Pedro, Una secuencia del desarrollo cultural en Mesoamérica, en Pedro Armillas Vida y Obra, T. I, CIESAS-INAH, México, 1991. 249 380 señaló los siguientes: yuca o izote, palma, ixtle de maguey, henequén, ortiga de agua, cáñamo indio, algodón blanco, algodón café, al hablar de los vegetales. Entre las pieles de animales mencionó las del jaguar, conejo, liebre, quetzal. Para adornar se empleaba el oro, las conchas y las piedras preciosas. Al referirse a los colorantes dijo que se empleaban de dos maneras: una, antes de comenzar el tejió y en otra se pintaban después de ser tejidas la cual llamó "técnica plangi" y que consistía en pintar una vez tejidas las telas amarrando aquellas que iban a ser pintadas".250 Incluyó también la "técnica del batik" en la que se empleaba una cera absorbente y se pintaban las partes descubiertas con uno o más colores. Mastache, Alba Guadalupe. El Tejido en el México Antiguo, Arqueología Mexicana, Edición Especial, 2007. p.35 250 381 El señorío de Moctezuma confirmó que el estudio aislado de las fuerzas productivas no permitía una concepción más amplia y diversificada de la sociedad mexicana, sino que debe examinarse en medio del conjunto de las relaciones políticas y sociales imperantes y por ello tiene que hacerse una permanente referencia a la política de los tlatoanis. Se incrementaron los niveles de producción y de productividad porque los pillis aplicaran una política de saqueo más intensivo de los recursos naturales que tenían los pueblos y las comunidades demostrando que la coerción, en sus distintas modalidades, logran alcanzar importantes metas económicas pero que esos frutos son transitorios pues una política económica basada exclusivamente en la fuerza puede desaparecer por los niveles de inconformidad social de los labradores y se requieren tomar otras medidas, estos de carácter persuasivo, que logren mantener, por lo menos, los niveles de carácter persuasivo, que permite asegurar, por lo menos, los niveles de producción alcanzados. Este proceso ya no se siguió desarrollando por la conquista. Corona Sánchez formuló cuatro propuestas. 1.- Las fuerzas productivas que los constituyen como instancia no implica de hecho un bajo nivel de capacidad ya que a pesar de su tecnología avanzada, las formas de organización del trabajo permiten ampliar la producción a niveles necesarios para su reproducción social. 2.- La relación unidad comunal y naturalmente como fuerzas productivas se da en actividades de apropiación y transformación de su nicho ecológico. En base a un uso múltiple de los recursos y a un trabajo colectivo integrado en función de relaciones de parentesco o de carácter étnico que permite su extensión y especialización. 3.- Las unidades de trabajo es una fuerza productiva y debe remitirse a formas 382 sociales de producción, como el calpulli que permitía, en función del trabajo dentro de relaciones de parentesco el derecho no solo a la propiedad o posesión comunal de los medios de producción, sino también al trabajo colectivo del a unidad a la que pertenecen. 4.- Que las unidades comunales de trabajo, como unidades de producción se articulan, con la unidad suprema a través de relaciones de subordinación, en donde el trabajo y el producto apropiado a nivel tributario por los funcionarios, como expresión del estado no solo externaban la división social sino que al ser utilizados por estos como fuerza productiva para extender la producción, retroalimentaban su poder.251 Al valorar los resultados de las excavaciones arqueológicas Bohemz se inclinó por concluir que "el hombre había aprovechado los frutos que la naturaleza le brindaba con el conocimiento acumulado de sus ciclos de crecimiento y reproducción. La distribución de las tareas de caza, pesca y recolección no habían creado derechos permanentes sobre los recursos que no había limitado el acceso a ellos a ningún miembro de los grupos trashumantes. El maíz apareció como una especie con exigencias especiales: requiere de la presencia continua de su amigo, el hombre y este, cautivado por él, ya no sobreviene en su ausencia. Cuanto más atención reciba el maíz, más abundante y mejores serán sus granos. Los actores principales en la agricultura maicera son la tierra, el agua, la planta y el hombre. La obra requiere de una compleja puesta en escena para su realización. El cultivador, creador de un medio artificial, toma posesión de él y no lo compartía con los demás Corona Sánchez, Eduardo. Sobre el nivel de desarrollo de las Fuerzas Productivas para la caracterización del estado en Mesoamérica, Revista Española de Antropología americana, número XVI, 11 p.23 251 383 productores. Dejó de participar en la secuencia anual completa del trabajo de subsistencia y sin perder la necesidad de los nutrientes y materias procedentes de la naturaleza prístina, se encargó de reprogramar el ciclo estacional del trabajo. La caza, la pesca y la recolección se convirtieron también en actividades especializadas dependientes del intercambio y obligados a incrementar su eficiencia productiva...".252 Conocer los ciclos del cultivo de las plantas, el momento en que deben sembrarse las semillas, las medidas que deben tomarse para protegerlo de las heladas o sequías, el momento en que deben ser recolectadas, implicó un avance notable. Este fue el caso del maíz. Con ello surgió la necesidad de conocer la calidad de las semillas, su tipología adecuada a cada uno de los climas y alturas; surgió también el imperativo de regular y controlar los depósitos de agua, preciado líquido que fue aumentado de importancia social en la medida en que crecía la población; en una primera etapa, el agua era un recurso natural que estaban disponibles para todos, más aun en una zona que como la del Valle estaba constituida por lagos y lagunas, solo que mientras algunos eran de agua salada, otro era de agua dulce y para varios ríos que se nutrían de los deshielos de los volcanes. Dijo Horn que en Coyoacán se dedicó a las artesanías locales, con materiales relacionados con la construcción que "una gran extensión era boscosa y su mercado era célebre por la oferta de productos de madera y por sus carpinteros Los traficantes de madera, los vendedores de troncos de roble, los leñadores de Bohemz, Brigitte. El Orden del Estado en el Valle de México, Nueva Antropología, Vol. VI, Num.23, México, 1984., p.22 252 384 pisón y los carpinteros eran oficios comunes. El trabajo de la madera, se concentraba en los Tlaxilacallis ubicados en las salinas de bosques del sur y oeste del área de Coyoacán cerca del lago de Texcoco". Habló de la existencia en grandes cantidades de tablas, tablones, puertas, vigas, y villas y también surtieron de piedras volcánicas para la construcción de monumentos, edificios y caminos y también había muchos tallos de caña y carrizos y se ofrecía la posibilidad de cultivar chinampas y también se encontraron grandes depósitos de arcilla para fabricar artesanías.253 Publicó una relación de los Tlaxilacallis. Sobre el uso de los metales, especialmente del cobre, Childe advirtió sobre la necesidad de varios adelantos técnicos como un fuelle para elevar las temperaturas hasta 1200 grados, la existencia de hornos crisoles, tenazas. "El vaciado requiere moldes. Es bastante fácil reproducir, por colado, un objeto, que sea plano de un lado, imprimiéndolo en su arcilla y vertiendo el metal fundido en el hueco dejaba que por modelo". Pero dijo que esto procedimientos requerían de nociones de química y de física y por lo tanto el oficio de forjador era muy especializado que el cobre no se encuentra fácilmente en la tierra sino se encuentra en veta. Esos instrumentos comienzan a sustituir a los fabricados con piedras los cuales se desgastaban muy rápidamente. 254 Del paso del uso de objetos de piedra, a los de metal hay otro paso gigantesco Horn, Rebeca, Coyoacán: Aspectos de la Organización Sociopolítica Y Económica Indígena en el Centro de México, 1550-1650, en Historia, 29, oct.-Dic., 1992., p.36. 254 Childe, Cordón. Los Orígenes de la Civilización, Obras Completas, UNAM, 1984, 525 p., p.102 253 385 pues el cobre permitió fabricar utensilios de gran calidad, durabilidad y ductilidad, si a ello agregamos la aparición del hierro. En el Códice Mendocino apareció un individuo soplando con un cañuto hacia un depósito de metal hirviendo para su fundición. Este es uno de los métodos más primitivos en la historia de la humanidad, pero los mexicas casi no construyeron objetos con este metal sino más bien filigrana y adornos los cuales se complementaban con incrustaciones de oro y piedras preciosas. Esto es lo que los especialista san denominado, influencia mixteca. Una vez lograda la conquista española se hicieron distintos tipos de colados de metal de fierro forjado. El cobre, por su ductilidad, era propicio para hacer objetos muy vistosos que se usaban como adornos o en la ceremonia religiosa. Serra Puche hizo referencia a otros hallazgos importantes tales como cuerdas, canastas, petates. "Las cuerdas no son de tule, son de agave, de maguey porque obviamente el tule no resiste la fuerza. Los instrumentos asociados a la manufactura de las canastas, tanto los punzones, las agujas, así como las astas de venado para empujar las fibras".255 También Bernal refirió la existencia de barrios de especialistas en Teotihuacán, como aquellos que se dedicaban a la alfarería, a la fabricación de figurillas y en general al trabajo de piezas de obsidiana y ya en la etapa final encontró una ciudad "densamente poblada, con muchos edificios" y ahora están divididos en clases sociales y por grupos de especialistas. Muchos de ellos ya serían agricultores ni producirían por tanto su propio alimento. Alrededor de la Calzada de los Muertos, están los barrios en donde viven los mercaderes y más afuera las casas de los 255 Serra Puche, Carmen. El Sur de la Cuenca de México durante el Formativo, p.285. 386 agricultores de las tierras de cultivo".256 La etapa de declinación de la ciudad la ubica hacia el 650 y 700 D.C, en la que fue abandonada. 256 Bernal, Ignacio, Teotihuacán y los Destinos de los Mexicanos, p.68. 387 Así mismo Guerra al estudiar la ciudad de Tula, demostró la existencia de una especialización artesanal ampliamente diversificada, prevaleciendo la estructura de los barrios. Dio cuenta de la existencia de varios talleres que se dedicaban a la producción de artículos de obsidiana, entre otros, que elaboran en diferentes etapas navajas prismáticas; había talleres dedicados al autoconsumo y otros dedicados a la producción, así como un taller de producción de cerámica, especializada y la producción de loza de servicio en especial, platos y capotes. También hizo referencia a la existencia de un conjunto de hornos de barbacoa con una amplia utilización de los objetos de concha, aunque enfatizó que se trataban de una producción doméstica, reducida a un sitio que hoy se llama el Boulevard. "Estas unidades productivas debieron ser consideradas como parte del aparato estatal "pero al hablar de los talleres que estaban en el templo dijo que se dedicaban al almacenamiento concreto de redistribución a través del cual el estado estableció la actividad y control en todos los ámbitos de la vida urbana; había intervención del estado en la coordinación de la producción y de la distribución, pero también había talleres más o menos independientes".257 Ya en el Cenolítico, dijo Lorenzo, se había avanzado en la fabricación de raederas, raspadores, barriles, navajas, perforadores, cuchillos, bifaciales "pero hacen su acto de aparición los implementos de molienda, metates y morteros, con sus respectivas manos. Al principio se trató de simples lajas de piedra de grano fino, irregulares en 257 Dimensión Antropológica, 10, Vol.29, sep.-Dic., 2003, p.29 388 su contorno de los que se aprovechaba una de las caras planas para poder triturar obre ella. Los morteros, algo más tardíos, son de fabricación más difícil, pero también va adquiriendo cada vez mayor factura. Ya se fabricaban canastos de buena calidad, por el sistema de enrollado, redes de cargas y también tejido. Se inició ahora el cultivo del maíz o del teozintle. El cuidado de ciertas plantas silvestres, quitándoles competidor vegetales de las inmediaciones y cuidándoles de animales herbívoros sin duda fue llevando a un conocimiento cada vez más amplio de su ciclo. La protección de las plantas productoras obligaba a un sedentarismo temporal, quizá no de todo el grupo, pero si de una parte de él".258 La aparición de los metales no implicó la negación de los demás instrumentos, hechos sobre todo de piedra, sino su coexistencia, pero esto fue un paso hacia adelante en la búsqueda del bienestar social humano. Por ello, no se puede dividir estos procesos en separaciones rígidas - Edad de Piedra, Edad de Bronce- que más bien se trato de fenómenos que se fueron acumulando a través del tiempo, lo que producía una serie de resultados finales. Mejoró la dieta con la fabricación de alimentos cocidos, preparados y para ello fue necesaria la producción en serie de metates, ollas y canastos. Estos permitieron que muchos alimentos y semillas se pudieran guardar por largos periodos de tiempo e incluso almacenarlos para las épocas de sequía y de hambre. Todavía estos cambios materiales solo pueden producirse en una etapa sedentaria, con un tipo de agricultura local ubicados los Lorenzo, José Luis y otros. Del Nomadismo a los Centros Ceremoniales, INAH, México, 1975,318p. 258 389 surcos al lado de los caseríos. Hizo alusión a los antecedentes de la obra de Quiroga afirmando que en la época prehispánica había canteros y pedreros, cazadores de venados y conejos, de patos y de codornices, los pescadores pescaban con redes y con anzuelo y los labradores cultivaban semillas, chile, bledos y frijoles. El religioso Francisco de la Rea informó que en la laguna de Pátzcuaro se capturaban mucho pescado blanco y que se navegaba en una canoa. También hizo alusión a la existencia de fundidores que hacían mascarillas y juguetes, que habían inventado la escultura de caña de maíz y era una pasta que se hacía con engrudo; por su parte, fray Isidro de Espinosa refirió la fabricación y que hacen de capas, rodelas y penachos, utilizando plumas y también había estandartes que se elaboraban con este tipo de materiales, pero también habían curtido, que hacían sandalias de cuero y de hilo de maguey "antes de la llagada de los españoles".259 Si bien estas divisiones de artesanos corresponden a la época colonial temprana, en forma señalada en las obras reductivas de Quiroga, los antecedentes directos de estos grupos de trabajadores son anteriores a ese periodo, es decir, son prehispánico, desde luego, la presencia de una gran cantidad de pescadores, lo que revela que esa era una actividad fundamental al lado de la agricultura; había muchos trabajadores de la orfebrería en donde llegaron a dominar técnicas superiores a las de los mexicas, así como lapidarias y desde luego fundidores de metales, cuya importancia económica y social estuvo presente en la región del occidente. También el Códice Florentino habló de la existencia de una "piedra de navaja", 259 López, Marco Antonio, Orígenes de las Artesanías en Michoacán. p4. 390 que en realidad era una esmeralda y de un esmeril que utilizaban los lapidarios para "moler arena y pulir piedras preciosas y la escoria que sale de los metales cuando se funden o se labran y también la arena o piedra de donde se saca otros metales. Había unos pedernales de los que salía del metal después de molido. Había unos pedernales y piedras recios que se hacían en Oaxtepec, en los arroyos traídos por acá, muelen aquellas piedras preciosas para después purificarlas con el mineral".260 A pesar de que no conocían los instrumentos de trabajo fabricados con metales, lo que permitió a otros pueblos del Mediterráneo y de la Mesopotamia, del Asia Menor alcanzar un grado de desarrollo superior, los mexicas usaban una piedra muy dura que servía para tratar otras piedras más suaves, pero también se utilizaban arenas para pulir piedras que podían tener muy distintos usos. Para poder cortar una piedra, primero la "lijaban" en una de sus partes y después con otra piedra la golpeaban y aquella se rompía. Esto con respecto de las "piedras duras". En referencia a las llamadas "piedras suaves", con los instrumentos disponibles se hicieron muchos objetos tanto con fines domésticos como ornamentales. En relación a otro tipo de "piedras industriales", el Códice Florentino se refirió a la piedra alumbre que usaban los pintores para fabricar tecomate de barro; la greda, que utilizaba la mujer para hilar y que hacían un tipo de barniz para embarnizar las jícaras, así como varias mezclas que producían colores morados; hacían unas tintas mejoradas.261 Reconoció Herrera que Cortés había repartido tierras entre los que habían 260 261 Códice Florentino, T. III, p.368 Códice Florentino, T, III, p.374 391 trabajado para lograr la conquista y lo hizo también entre sus amigos creado así pueblos o encomiendas con la condición de que tuvieran un clérigo, o un fraile en la cabecera "pero hubo muchos quejosos". "Los indios mostraron mucha admiración por ver el uso del hierro porque como no lo tenían labraban una piedra con otra más dura, muchos más se admiraron cuando vieron los ingenios para subir grandes piedras y vigas porque usaban para ello arrimar mucha tierra a los edificios y a pura fuerza tirada por encima de ellos y con todo esto fabricaron 100 mil casas, mejores que las de antes...".262 El uso industrial del hierro y del cobre aceleró más el desarrollo de las fuerzas productivas en aquellos pueblos que dispusieron de ellas y por ello plantearon problemas de hegemonía y conquista con respecto de los pueblos que no la tenían. Algunos autores afirman que no era necesario que tuvieran estas materias primas puesto que con la acumulación de fuerza de trabajo se podían lograr los objetivos deseados. Pero a la hora de participar en la realización de tareas productivas; en la construcción de pirámides, templos, fortificaciones militares, obras hidráulicas, el nivel de productividad de quienes usaba ese tipo de utensilios era mayor que el de las que no las usaban, lo que demuestra la importancia de los metales en los procesos productivos y constructivos. La introducción de esos éstos en la etapa de la post conquista, tanto para usos industriales, comerciales como para fines bélicos, planteó una supremacía de la cultura europea, sobre la cultura antigua indígena. El concepto "taller" también nos hace recordar los talleres medioevales en donde sí existía un fuerte grado de diferenciación de funciones, pero pensamos que en el caso de Teotihuacán la aplicación de este concepto puede ser exagerado y 262 Herrera, Antonio. Historia General de los Hechos de los Castellanos, T. IV, p.208 392 prestare a equivocaciones. Es natural todo tipo de trabajo en el que participan, grupos humanos tenían un cierto grado de especialización y diferenciación, pero solo un estado más detallado nos puede dar a conocer el grado de diferenciación a que había llegado, así como el peso específico que hubiese tenido en la economía teotihuacana. "... se puede afirmar que un pueblo que elabora objetos de metal, diferentes del oro y del cobre nativo, en cantidades grandes, ha debido recorrer este largo camino en el que realiza un acopio de conocimientos tecnológicos y como este antes era realizado por los maestros metalúrgicos, debía haber al menos un incipiente desarrollo social, son tareas diferentes para los campesinos, los alfareros, los fabricantes de aromas y adornos y los maestros metalúrgicos. En el comienzo de la minería no se construían toneles sino que se exploraban las montañas, buscando la zona en donde la veta llegaba a la superficie", indicando que fue en el Perú en donde los indígenas llegaron a su más alto desarrollo, mientas que con fecha de 1533 se descubrieron minas de cobre al norte de la laguna de Infiernillo en la provincia de Mechoacán, indicando que "las minas son de tajo abierto, es decir, cuando encontraban la veta en la superficie, comenzaban a cavar para retirar el mineral, en la paredes de las minas no se aprecia el empleo del fuego para quebrar las piedras, no se emplea la pólvora ni herramientas de hierro lo que significa que se trabajaba con cuñas, posiblemente de madera o astas de animales para lograr el desprendimiento de las piedras, las únicas herramientas que se han encontrado fueron molcajetes de piedra para moler el metal, en Churumuco trabajaban unos 20 fundidores los cuales producían por día una carga y todos juntos producían al mes, 393 un montón".263 Los fundidores tenían sus sementeras al pie del cerro. Si había yacimientos de cobre, sobre todo en la región de Michoacán pero carecían del conocimiento de los procesos tecnológicos para hacer un u so industrial y productivo de los mismos. Las pequeñas fundiciones de que habló el Códice Mendocino no se desarrollaron en forma suficiente como para incrementar su presencia en el contexto de las fuerzas productivas, como ocurrió en otras culturas: Este desarrollo no es un fenómeno mecánico, voluntarista, es decir, tan solo porque lo deseé un individuo, sino porque obedece a la satisfacción de necesidades de la sociedad y en la mexica no las había. Por ejemplo, en los casos de las minas a tajo abierto era relativamente sencilla la recolección de metales. Por su parte, Gazzola dijo que el trabajo artesanal de la Ventilla lo realizaban varias unidades productivas que controlaban la distribución de materias primas y de herramientas, haciendo notar que esta técnica "era conocida desde tiempos remotos" pero había una carencia de desarrollo técnico pues no disponía del uso del arco para realizar las perforaciones. Definió que al lado del taller había un adoratorio para las unidades 1, 2, 3, 4, 7 y 17 funcionaron como viviendas de grupos domésticos en donde había espacios para los lapidarios y había elementos de mayor estatus, hasta encontrar una división de trabajo pues unos artesanos se dedicaban al trabajo de piedras verdes y otras piedras calcáreas y micas, unos fabricaban cuentas y otras placas “ El grupo de artesanos trabajadores de tiempo completo laboraban con piedras adquiridas, Grinberg, Dora. ¿Qué sabían de fundición los Antiguos Habitantes de Mesoamérica?, Revista Ingeniería, Núm.22, 2004, 7 p.. 263 394 posteriormente por grupos de la élite e individuos de altos estatus, mientras los individuos de mayor estatus controlaban la producción mediante la fabricación y distribución de herramientas”. Los estudios que se han hecho en torno de la Ventilla reafirman que en Teotihuacán se había llegado a un elevado grado de diferenciación social entre los grupos que integraban la sociedad y de división del trabajo entre los productores. Este grado superior solo puede darse en las sociedades más evolucionadas en las que se demandan muchos productos, bienes y satisfactores muy elaborados y especializados, lo que obliga a retirar de la producción agrícola a grupos cada vez más numerosa de personas para que puedan dedicarse a esta actividad las cuales cobran una mayor importancia económica, por los altos costos que tienen sus productos, para atender a grupos cada vez más reducidas, pero que tienen un alto poder de exigencia. 395 En cuanto a la "producción industrial", Mejía los ubicó, -a los mexicas- en el estadio inferior de la barbarie pues su principal instrumento de producción fue el "cuchillo de obsidiana", las flechas y la punta de dardos, el metate o piedra de moler de tres soportes, la alfarería no conoce el torno y los tejedores solo conoce la rueda y los malacates primitivos conocidos ya por los toltecas; para sus vestidos usaban tejidos de ixtle, henequén y algodón, tenían armadura de piel de venado de tigre y hacían un gran uso de la madera, pero no tuvieron minas de oro y plata pues lo que usaron "con relativa profesión la obtenían del lecho de los ríos o torrentes, en forma de pepitas y hojuelas"; el cobre lo tomaban en "estado primitivo"; el "estaño se tomaba en depósitos de acarreo"; el principal empleo del bronce fueron las puntas de bronce y no llegan a ser de amplio uso industrial.264 Desde luego desconocían la rueda. Al aplicar el método del materialismo histórico, Mejía clasificó como "limitaciones" los distintos grados de evolución y que habían llegado los mexicas, pero conviene preguntarse respecto de qué otros pueblos del mundo son estas limitaciones, hasta matizar y precisar estos conceptos. Había no solo un tipo de cuchillos sino una amplia variedad de los mismos, lo que permitió a los mexicas hacer frente a sus necesidades sociales. No había cuchillos de metal, ciertamente, pero las necesidades imperantes eran satisfechas con los medios que tenían disponibles. No conocían el torno o el telar mecánico sino una rueca muy sencilla y con ese instrumento era factible cubrir la demanda de vestido de todos los miembros de las familias, pues antes que todo se trataba de una economía de subsistencia. 264 Mejía Fernández, Jorge. La Tribu Azteca, material mecanuscrito, México, 243 p.. p.174 396 No conocían el uso industrial del bronce pero sí había puntas de bronce y si bien no conocían las minas, si había depósitos de metales a tajo abierto. Esto explica que, como ocurrió con otros pueblos, el mexica se encontraba en el tránsito hacia formas de producción muy superiores, en cada una de las actividades ya mencionadas, pero esta afirmación pertenece al campo de las hipótesis pues la conquista produjo un escenario histórico inesperado. Definió García Acosta las tres actividades fundamentales de la zona lacustre: la pesca que incluía la fauna y cualquier otra especie acuática comestible para el hombre; la caza que tiene dos variantes: en el agua, donde se cazan aves residentes y migratorias y en tierra, para especies de las planicies. Pie de monte y bosques; la recolección que también tiene dos variantes: en el agua donde se recogen especies comestibles para humanos y animales o para trabajar y e las tierra, donde se puede recolectar cualquier elemento natural útil al hombre, recurrió a la madera, zacate, ciertas aves de ricas plumas, miel y piedra. Entre la variedad de peces que había estaban los camarones de río o acociles, los ajolotes, ranas de diferentes variedades, atepocates, renacuajos, una diversidad de insectos. Entre los instrumentos de pesca estaban el chicharro, las redes, anzuelos, fisgas, canoas, tiraderas, bateas, chiquigüites, costales, palos, cuerdas, lienzos de manta.265 En realidad, los mexicas practicaban toda clase de actividades productivas que eran parte de la zona lacustre y por lo tanto no se pueden definir como un pueblo pescador pues los escasos recursos naturales disponibles permitían la existencia Florescano, Enrique, García Acosta, Virginia, Mestizaje Tecnológico y Cambio Cultural en México, CIESAS-Porrúa, México, 2002, 312 p., p.2 265 397 de animales medianos y pequeños, de los cuales ilustra a cabalidad Joseph de Acosta; habían también muchos insectos, algunos de los cuales eran comestibles y muchos vegetales y frutas silvestres, estudiados entre otros por Hernández Juárez que hacía que la recolección fuera muy amplia y diversificada, muchos tipos de piedra, lo que dio sustento a los lapidarios. Había un grupo de ríos que también tenían recursos naturales disponibles, como peces, madera, rebaños, frutas, arenas. En los bosques había muchos recursos maderables, de los cuales se hacían tablas, tablones, morrillos que eran utilizados para la construcción de casas, templos, "palacios" y otras instalaciones y que eran muy solicitados por los gobernantes, siendo estos de los productos que con mayor importancia entregaban a la ciudad; en los rescates arqueológicos, desde luego, se han encontrado parte de maderas de pino, ocote, oyamel, sabino y otros muchos y que se empleaban para construir diques, canales, embarcaderos, puentes y otras obras hidráulicas. 398 399 Precisó Carbajal que: "No teniendo arados, ni bueyes u otros animales que emplear en el cultivo de la tierra, suplían su falta con las fatigas y con algunos sencillos instrumentos para cavar o menear la tierra, se servían del coatí o coa, instrumento de cobre con el mango de madera, pero muy diferente del azado y del azadón. Para cortar los árboles empleaban una hoz también de cobre, de la misma manera que la nuestra con un ojo o anillo del mismo metal en que se encajaba el mango de madera. El modo de sembrar el maíz consistía en hacer un pequeño agujero en la tierra con la punta de un bastón endurecido, al fuego y echar en él uno o dos granos de maíz, con un poco de tierra y sirviéndose de los pies para esta operación. Cuando la planta llegaba a cierta altura, le cubrían el pie con un montón de tierra para que tuviese más apoyo y pudiera resistir el viento".266 Del uso de la piedra se pasó al uso de la madera y de esta al uso de metales con lo que se incrementó el nivel de productividad alcanzado en todas las actividades agrícolas, "industriales" y en los servicios. Tal fue el caso de unos de sus instrumentos fundamentales, la coa o bastón plantador, cuyo origen es antiquísimo y se puede ubicar en los albores de la agricultura. Este instrumento, que terminaba al final en un pico, permitió hacer agujeros en la tierra en los cuales se depositaban las semillas para la siembra. Era apto para suelos blandos, pero muy difícil de emplear en los suelos "duros" por lo que surgió la innovación de cambiar las puntas de madera por una punta de metal, con la que se mejoró notablemente Carbajal Espinosa, Francisco. Historia de México, desde los primeros tiempos de que hay noticias hasta mediados del siglo XIX,, p.622 266 400 su eficacia. En realidad, el bastón plantador es un utensilio de trabajo en el que también es indispensable la fuerza de trabajo de quien maneja pues con el pie tenía que taparse el agujero que se había abierto. No se abandonó la coa del todo ante la aparición de la carreta de bueyes y el azadón o la pala de fierro, que sin duda constituyeron a mejorar la productividad de la agricultura, coexistiendo en una cierta unidad productiva varios instrumentos de producción. 401 Entre los métodos para cultivar la tierra que tenían los mexicas, Clavijero mencionó el uso de la coa que era un instrumento de cobre con mango de madera "que se usaba para cavar o menear la tierra"; una hoz o segur, también de cobre, para cortar árboles, utilizaban los ríos y las acequias que bajaban de los montes para regar los campos; tenían "heras" para deshojar y desgranar las mazorcas y graneros para guardar el grano. En cuanto a la forma de sembrar dijo que abrían un pequeño agujero en la tierra con un bastón endurecido al fuego y echaban en él uno o dos granos y luego lo cubrían con un poco de tierra y más adelante abrían otro y hacían lo mismo y que "aunque era un método lento es muy ventajoso porque proporcionan con exactitud las cantidades de grano y las fuerzas del terreno y no ocasionan además el menor desperdicio de semilla. Las mujeres ayudaban a los hombres en la fatiga del campo. A los hombres tocaban cavar y preparar la tierra, sembrar y cubrir las plantas y segar; a las mujeres deshojar las mazorcas y limpiar el grano. Aquellos y estos se empleaban igualmente en escardar y desgranar".267 También García Sánchez anunció la aplicación de técnicas para la pesca ilustrando que la pesca se hacía desde las canoas, lanzaban las redes en agua limpia, buscaban peces y luego las levantaban para capturarlos; había una red mediana que capturaba peces de menor tamaño como amilotes, acociles, ranas, atepocates; la técnica reguera capturaba el pez blanco y se aplicaba en aguas profundas y con corrientes, a lo largo de una garrucha colgaban tiras de tule blanco y con un palo en la mano impulsaban su canoa girando lentamente de modo que los tules se movieran bajo el agua y espantaran a los peces; Clavijero, Francisco Javier. Capítulos de Historia y Disertaciones, Biblioteca del Estudiante Universitario, UNAM, México, 1994, 97 p., p.57. 267 402 volteando la plancha se utilizaban para pesca acociles y se aplicaban en las zanjas y en canales o en aguas cercanas a los bandos y se trataba de una red mediana; picada con garruchas y se utilizaban para pescar acociles y otros animales pequeños y con las garrochas picaban a los lados del canal y zanjas para que removieran la vegetación y los pescados se espantaran; las fisgas eran de metal y se hacían desde la canoa y a pie; con anzuelos para pescar en agua semiprofunda, a mano sobre todo para pescar ranas, con chicharros para pescar peces grandes y se trataba de una red; unas cuadrillas que eran grupos de 4 trabajadores que se ubicaban en las esquinas de un cuadrado imaginario; presas y corrales, con un muro alto, hecho con yerbas acuáticas.268 "El zooquimaitl, que se emplea para la irrigación es en realidad una herramienta de uso múltiple. Consta de una balsa atada a un aro el cual a su vez está sujeto el extremo de una partija de unos cinco metros de longitud. Se le utiliza para tomar agua de los canales para depositarle sobre los carbellones. El nombre significa "instrumento para el lodo, lengua náhuatl". Estaba también los semilleros y consiste en una capa de lodo obtenida en los canales, de 6 a 8 centímetros de espesor, la cual se extiende sobre una estera de plantas acuáticas secas. Esta forma un barro pastoso. Después de que el chinampero ha extendido y dejando secar el lado en el área del semillero, lo que usualmente mide unos 2 por 10 centímetros, este se encuentra listo para siembra". 269 Este sería unos trasplantes de pequeñas matas del semillero los cuales pasa a un camellón y de ahí son trasladados a unas chinampas. Rojas Rabiela ha estudiado los distintos tipos de agricultura existentes entre los que García Sánchez, Magdalena. El Modo de Vida Lacustre, p.46. Moriarty, James, Agricultura de jardines flotante en los antiguos lagos de México, en Chinampas Prehispánicas, p.71. 268 269 403 se destacan, desde luego, la de temporal, que es aquella sujeta al régimen de lluvias estacionales, la de chinampas y la de riego. En realidad se trata de tres tecnología diferentes que tienen como propósito incrementar la producción y asegurar el abasto suficiente para todos los pueblos. Se muestra desde un principio un particular interés para aprovechar en forma racional los recursos hidrológicos y acuíferos, sobre todo, para llevar el agua de los grandes depósitos naturales que existen hacia las zonas de siembra, que en su mayor parte, estaban ubicados al lado de las poblaciones. Una de las obras más comunes que conocemos para lograr este propósito fue la construcción de canales, acequias, acueductos, que permitían transportar no solo agua salada sino también agua dulce para el riego y agua para el consumo humano. Las crónicas hablan de la construcción de muchas de estas obras que podríamos llamar de "pequeña irrigación" en los distintos señoríos. Así como la fuerza humana de trabajo es indispensable para operar el bastón plantador, también el zoogrimall lo es pues con la fuerza del labrador tenía que llevarse consigo este depósito de agua móvil. Estas plantas debieron ser originarias de Mesopotamia o de la India pero por su importancia económica y comercial pronto pasaron a ser cultivado en estos continentes y regiones aunque es distintas variedades, sufriendo un proceso de aclimatación y adaptación. Mucho antes de que recibiéramos noticias del surgimiento de ello en el Nuevo Mundo, ya se conocían en el Viejo, lo que también reafirma la gran importancia que para el desarrollo de la civilización tuvieron los intercambios de personas y de experiencias en el campo de la agricultura. 404 Transportar algunas semillas de un lugar a otro del mundo conocido y con ello los conocimientos que se habían acumulado para sembrarlos, mezclándolos y haciendo producir bajo diferentes circunstancias ecológicas y materiales, constituyeron vínculos de carácter civilizatorio que favorecieron sobre todo a las regiones menos desarrolladas. Al hablar de las técnicas de pesca, García Sánchez mencionó las siguientes: el atlatl o lanzadardos o palo volador, sobre todo para cazar patos, el chinhuastle o vara que era de madera y se trataba de un hilo de un metro de longitud; la honda, tejida con ixtle; el matla red que se montaba sobre un aro y una garrocha de madera; la red o chinchara que también se usaba para pescar y lo mismo sucedía con la fisga; el señuelo que era imitación de pata de plástico y/o de madera y caza a mano. Mencionó las técnicas que utilizaban de manera colectiva, cuando los patos salían volando eran atrapados por la red; un palo o garrote pues se trataba de golpear que era matar a los patos o gallaretas; la liga servía para atrapar vivos a corto número de patos; son animales que eran claro de aguas artificiales en donde se escondían los cazadores y la caza al vuelo que consistía en disparar pato al vuelo.270 La pesca era una actividad importante pero no alcanzó la preeminencia social que tuvieron otras sociedades en donde, ésta constituía la principal fuente alimenticia y proteínica de la población pues las crónicas no lo señalan así. En cambio, a la agricultura si le asignaron esta elevación. Es posible que los recursos piscícolas no hayan sido lo suficientemente abundantes como para conquistar un sitio relevante, sobre todo ante el hecho de que existían muchos pueblos que estaban ubicados en las riberas de los lagos y de las lagunas y que tenían acceso a estos recursos. 270 García Sánchez, Magdalena. El odo de Vida Lacustre, p.57 405 La demanda social era muy alta y la disponibilidad de los recursos muy limitados. Las artes de pesca que se describen corresponden a una etapa inicial pues en ninguno se incluyen los relativos a una pesca masiva sino más bien de carácter, individual, quizá con la excepción de la caza de los patos, en manadas y al vuelo en el que participaban varios individuos. En estos conceptos se hace alusión a la existencia de ciertas actividades relativas a la madera que como ya dijimos con anterioridad eran indispensables para la construcción de pirámides, templos, edificios en general. Para ello se utilizaron maderas de pino, ocote, oyamel, así como la gran cantidad de árboles que describió Oviedo en su Historia Natural. Había grandes superficies boscosas sobre todo en las regiones ubicadas cerca de la Sierra Nevada. Se labraban haciendo tablones y morillos, vigas para incorporar valor agregado a la misma; también de los grandes árboles se hacían canoas. Para cortar la madera se lijaba el árbol que se deseaba a la manera de un esmeril y una vez ya en el piso se procedía a labrar había una gran cantidad de navajas, lascas, cuchillos, que se utilizaban en estas funciones. Después estaba el cardado de la lana que prácticamente se realizaba en todos los hogares, sobre todo para hacer los vestidos de los miembros de las familias. Otro concepto referente al trabajo, en el Arte de Olmos , son: Ximanitla: labrar madera Xihtlaza nitla: esconder 406 Xoxotla ñutía: aserrar Zacamoa ni: romper tierra de nuevo Zaca-nitla: acarrear pochina-nitla: cardar lana en el arte de la Lengua Mexicana, De Olmos: Nitzahua: hilar Yxua: nacer de la planta Nicopi: concluir la tela Nitlamiqui: vender en el tianguis Nitlamatapachcoya: devanar los hijos Nitlaloaya: desgranar el maíz El telar de cintura tenía un uso muy extendido lo que revela la existencia casi permanente de materias primas como algodón, henequén, fibras de maguey y con anterioridad, zacate, que se extraía de las lagunas. Según el uso de la época, no era muy sencillo obtener algodón y en su lugar se empleaba el henequén sobre todo para hacer cestería para fines domésticos. Al parecer la tecnología empleada para el algodón era la misma que se utilizaba para el henequén y otras fibras. Se terminaban las telas y después se "labraban" o dibujaban, según la necesidad y deseos de cada usuario. Se hablaba de "vender" en los tianguis esos productos pero no disponemos de datos al respecto, en los que se refiere a unidades de medida, equivalencia y precios. Prácticamente en todos los pueblos había estos tianguis, cuya prevalencia en la economía en su conjunto está por dilucidarse ¿Del conjunto de operaciones de intercambio que se hacían, incluyendo los tributos, qué volúmenes representan 407 aquellos que se realizaban en el mercado? Se habla mucho en las crónicas de la gran importancia regional que tenían el mercado de Tepeaca, que por ello fue atacado y conquistado por armas, conjunto de los miembros de la Tiple Alianza. Del telar de cintura entre otros países del mundo se pasó al telar mecánico, pero los avances de la tecnología corresponden a la satisfacción de necesidades sociales presentes, reales, es decir, a la necesidad de incrementar la producción de textiles ¿Por qué este paso no se dio en el caso de los mexicas si había una notable abundancia de prendas de algodón? Se había llegado a un alto nivel en el labrado de mantas y en relación con la diversidad que había en sus usos, pero este avance corresponde a las demandas sociales de la época y a los gustos y apreciaciones estéticas de las personal. No se podían producir grandes cantidades de mantas, de huípiles o enaguas por medio de un procedimiento mecánico pero cuando se hacían peticiones de este tipo se incorporaban al proceso de fabricación cientos de mujeres, es decir, sustituían la carencia de instrumentos tecnológicos con la aplicación de mano de obra intensiva. Este mecanismo funcionó hasta el señorío de Moctezuma quien de esta manera planteo satisfacer la demanda, ésta si extraordinaria, que exigian los españoles En el Vocabulario de Olmos: Cuecuezo nitla: hilvanar lo que se ha de coser Locayotio nitla: enhilar aguja Ichcanelia nitla: envolver con lana Pizca-ni: coger maíz 408 Pixoa nitla: sembrar Tectzmolinatlioni: el que hace prosperar a la gente Tepaaxoocoa: meterse en tierra o hereda ajena Lequipanaro nitlatla: trabajo Teutcli: señorear Tlalia-nimo: labrar tierra Tlaquehuia: alquilar o tomar obreros Estos conceptos son fundamentales en la sociedad mexica pues apareció el concepto trabajo, concebido como tributo. Desde la prestación de servicios que se hacían en forma voluntaria, en el sentido de que era compelida por las reglas morales y las costumbres de la comunidad. Todos los miembros de la comunidad se sentían parte de ella, de sus necesidades y dificultades y por lo tanto, coparticipaban en todas las actividades productivas. Se trataba de un trabajo "voluntario y obligado", es decir, había formas diversas de coacción y de pensar, en el que desempeñaban una función muy importante, desde luego, las creencias religiosas. En el arte de la Lengua, Olmos dijo Nitlaqiti: tejer tela Ninotlaylia: lbrar la tierra Nillatlalia: hacer fuego Nixtlazma: labrar madera Nitlacuatzuma; enlazar tela Nillatlamenitlomma: pescar Naami: cazar 409 Nillamatino: tocer hilo Nitlamono: plantar Las modalidades del trabajo eran diversas pues iban desde el tejido de telas, hasta la fabricación de hilos y desde luego la plantación de semillas. Del estudio de las crónicas se desprenden solo conceptos generales pero no específicos, características particulares, sobre todo porque los españoles desdeñaban la realización de las artes mecánicas. Por ello en los testimonios que se publicaron post conquista, alentado por los hispanos, estos aspectos no causaron ningún interés y en cambio obtuvieron una gran preferencia las descripciones relativas a los linajes, las guerras y a los dioses. La principal actividad de los "trabajadores" era la de labrar la tierra, es decir, se dedicaban a la agricultura. La siguiente actividad en importancia era la cacería y la pesca, que desempeñaban funciones complementarias con respecto de los frutos de la agricultura. La tercera actividad era la explotación y procesamiento de la madera y la cuarta era la referente a la prestación de servicios personales que por la insuficiencia de datos, no puede ser valorada en sus justos términos. Manzanilla describió dos tipos de grupos de artesanos, los que se encontraban en el "palacio" y los que se encontraban en los "barrios" confirmando que las élites "organizaban la producción de artesanías muy sofisticadas y "estaban dirigidos a producir bienes suntuarios o utilizados en rituales" y buscaban que los artesanos se dedicaran de tiempo completo a las tareas artesanales. En los casos de los artesanos que vivían en los barrios, dijo, que estaban organizados en 410 corporaciones y que tenían su propia deidad tutelar pero también "artesanos itinerantes" que eran "muy cotizados", "con estilos personales y maneras de decorar particulares. Definió tres tipos de actividades: universales, realizadas en todos los sitios por la mayor parte de las familias, actividades solo presentes en ciertos sitios muy especializados y actividades únicas magistrales, concluyendo, entre otros conceptos, que la mayor parte de los bienes estaban elaborados por varias familias. "Conforme las élites demandaban productos específicos, la producción se fue haciendo menos variada, es decir, más estandarizada. Las élites gobernantes podían auspiciar a artesanos muy especializados en bienes suntuarios; así en los palacios era frecuente ver a orfebres, plumarios y escultores y pintores".1 Menciona el barrio de Teoponcazca, situado en el sureste de Teotihuacán en donde hacían atavíos para sacerdotes y militares, lo que se denominaba "una sastrería para la élite". No conocemos la existencia de una normatividad jurídica que requiera el funcionamiento de los artesanos como gremio corporativo, siendo este una experiencia fundamentalmente medioeval y europea. También ello puede deberse a que el desarrollo de este sector no había avanzado hasta el grado de que se requiere una ordenación específica, lo que reafirma que se encontraba la sociedad mexicana en un grado aun incipiente de organización social, menor que la del Viejo Continente. El "trabajo" se presenta como un fenómeno natural, inherente al ser humano, más aun en la historia de los mexicas, que era consustancial a la lucha contra la adversidad, en un entorno natural que le era desfavorable para poder asentarse en forma definitiva en un lugar determinado. El "trabajo" en su sentido primigenio, fue 411 impuesto en el interior de los calpullis como parte de la división del trabajo existente en ellos. Después al relacionarse dichos calpullis con el resto de los sectores de la población. El calpulli "obligaba" a transformar la naturaleza para ponerla al servicio de los hombres y para ello se consideró necesario que ninguno de ellos permaneciera fuera de esta estructura. Aquí la pertenencia al calpulli era una forma "común" de la organización del trabajo, que es un aspecto poco conocido por los estudiosos del tema. Si concebimos al grupo mexica, sobre todo en la primera etapa, como un conjunto de calpullis, entendemos que todos ellos tenían similar grado de desarrollo y que solo se fueron diferenciando sus funciones internas en el transcurso del tiempo. Los miembros de los calpullis "prestaban servicios", para emplear la terminología moderna, en primer lugar, para satisfacer las necesidades de su propia comunidad, es decir, era una economía de subsistencia y después había un excedente de producción que salía de los calpullis y se iba a otros sectores. Aparecieron los gérmenes de la explotación de unos sobre otros. Abrams realizó estudios sobre la construcción de las pirámides calculando el material bruto utilizado, los tiempos empleados en su construcción, el número de trabajadores organizados, haciendo referencia sobre todo a las pirámides mayas, como fueron los casos de Palenque y Copan, pues también hizo referencia a la pirámide del Sol y de la Luna que habían requerido el trabajo de miles de obreros. "Los señores de menor rango podían convocar a menos trabajadores que el rey, aunque con son un número considerable. Su capacidad para obtener sumisión era menor que la del rey: los señores de rango más bajo o administradores 412 estatales tenían menos influencia aun por lo que es muy probable que dar bienes y posesiones a cambio de servicios prestados. En el nivel político de la gente común, ellos mismos construían sus casas o solicitaban ayuda de su parientes y debían a su vez participar cuando los parientes construían las suyas".271 Entre los instrumentos que aparecieron en el Códice Huamantla, estaba el huictli, coa o bastón plantador "que era indispensable para sembrar, remover la tierra, servía de pala y otros quehaceres en la construcción". El siguiente es el palo para hacer fuego llamado tlecuahuitl; el tercero era un tlachialins o mirador, que tenía un orificio central. Las sementeras eran rectangulares, hechas por la mano del hombre. Probablemente si la representación de las tierras comunales y tienen los surcos transversales marcados a base de líneas negras. Se dibujan 8 sementeras, Después estaban los objetos domésticos con 4 canastos para huevos, 4 bebederos. Hay dos tipos de mobiliario, las banquillas y asientos de respaldo; hay dos asientos con respaldo que usaban los señores nahuas".272 Los miembros de los calpullis construían las llamadas sementeras, las mantenían funcionando y recolectaban los frutos: se trataba de la apertura de surcos que se hacían sobre la tierra con el uso de la coa o bastón plantador, en ellos se colocaban las semillas y después se les echaba un poco de agua. Las plantaciones estaban sujetas a la concurrencia de las lluvias: sí había estas en forma oportuna, según el ciclo reproductivo de cada planta, estás crecían y daban sus frutos, pero si esto no Manzanilla Linda. La Producción Artesanal en Mesoamérica, Arqueología Mexicana, Vol. XIV, núm.80, 2008. Abrams, Elliot. La Construcción de las Grandes Pirámi des de México, Arqueología Mexicana, 2008, abril, p.9. 272 Códice de Huamantla, p.26 271 413 sucedía en esos términos, las semillas no germinaban y no se cosechaban las frutas deseadas. Los miembros de los calpullis eran en realidad, en sí mismos, una fuerza productiva pues los utensilios prácticos de trabajo eran muy rudimentarios, de tal manera que la base de la explotación era el trabajo humano físico. En esas condiciones, las unidades productivas tenían que ser reducidas, guardando una proporción adecuada con el tamaño de las poblaciones. Una población era un conjunto cada vez más amplio de calpulli, pero estos al entrar en relación con otras unidades de producción, con otros grupos y con otros miembros de la sociedad, sufrieron una serie de mutaciones, algunas positivas y favorables a la tendencia común predominante, pero otra en sentido diferente, es decir, destructivo. También Brüggemann llegó a la conclusión de que al igual que en la producción agrícola que se organizaba en base a la familia también así se organizaron los calpullis artesanales pues hubo otras estructuras más sofisticadas como la de los comerciantes, que requieren el uso de salarios, pero aclaró que no había forma de saber sobre el pago de los salarios, pero fue de la opinión de que los tamemes y los comerciantes en general se organizaban como una cooperativa y por ello tenían participación en el reparto de las ganancias pero también había una relación entre un "grupo de mercaderes y un grupo de cargadores, entre patrón y trabajador. En este caso podrían tratarse de la población de un señorío que no estaba organizado en algunos de los calpullis o que no tenían acceso al usufructo de los privilegios. Esta población podía vender su capacidad de trabajo o incluso venderse 414 físicamente, como sucedía con los esclavos. La tercera opción es la del pago del tributo con trabajo. En este caso no se habría establecido prácticamente ninguna relación social de trabajo entre los mercaderes y los cargadores sino que los cargadores trabajaban dentro de la relación de trabajo establecida con el señorío del cual procedían, que a su vez eran dependientes políticamente de otro señorío".273 Por su parte, García Molí, al referirse al Preclásico temprano dio que el hombre había continuado siendo nómada pero ya tenía campamentos estacionales y disponía de instrumentos líticos más especializados y mejor tallados como las puntas de proyectil, el lanza dardos, los raspadores, las raederas, los cuchillos, las navajas, los morteros y las vasijas que transforman los granos en harina y se hicieron redes, mantas, cestería y trampas y "así aparecieron las primeras sociedades complejas, las cuales tenían una organización social simple, como fue el caso de Tlatilco que fue una aldea habitada por una sociedad estratificada" o bien Tlapacoya. "El rasgo más sobresaliente es el comienzo de la domesticación de algunas plantas que resultaron esenciales para el desarrollo de la subsecuentes etapas culturales. Entre las más importantes se cuentan el maíz, la calabaza, el chile, el aguacate, el guaje, el zapote blanco, el amaranto, el frijol y el algodón. Entre los animales domesticados se encuentran el perro, presente desde el poblamiento mismo del continente y más tarde el guajolote. Se dio un importante aumento de la población, comenzó la producción masiva de Brüggemann, Jürgen Kurt, et. al. Zempoala: El Estudio de una Ciudad Prehispánica. Serie Arqueología,, p.23 273 415 cerámicas y el intercambio de materias primas con otras regiones".274 El proceso de sedentarización desde luego no fue instantáneo ni uniforme sino se dio a plazos y por etapas, más rápido en unos grupos humanos que en otros, pero lo importante fue el impulso que otorgó al desarrollo de las fuerzas productivas al crearse muchos instrumentos cortantes y filosos que permitieron un uso más racional de la caza; sus productos tenían, además, que almacenarse y por ello se progresó mucho en materia de embases y embalajes, (la cestería). Con este tipo de medios de trabajo, los animales son cortados en "canales" y por piezas, haciendo cortes que eran cada vez más finos y la misma actividad, en su conjunto, se hizo más ágil y productiva, al poder utilizar lanza dardos contra aves en pleno vuelo. En un principio resultó muy difícil hablar de una división de trabajo pues todos sus habitantes se dedicaban a todo, es decir, eran labradores de la tierra pero también cazadores, concebidas esta como actividades complementarias. Algunos usaban unos huaraches que después los españoles denominaron cacles, a la manera europea, lo que reafirma que se trataba de una población que vivía es muy precarias condiciones de existencia material y social, avanzando a ella las habitaciones de paja en que vivían. Por ello no había necesidad de contar con un alto desarrollo en materias textiles pues la demanda de telas estaba demasiado uniformada, en realidad, la diversidad de gustos y formas formaron parte de la demanda de los grupos sociales dominantes, que son a los que se refieren la mayoría de los estudios. Palerm le concedió mucha importancia al regadío en los sistemas agrícolas de 274 García Molí, p. 48 416 Mesoamérica, diciendo que coincidía precisamente con las fronteras culturales de la región y al estudiar esos sistemas cuya tecnología se concentró en las cabeceras de los ríos Tula, Lerma y Atlixco y el área colindante Colima y Jalisco y "las mayor concentración de regadío y la obra hidráulica más importante coinciden con las mayores densidades de población, con la distribución de los centros urbanos más importante y los núcleos de poder político y de expansión militar "y por ello propuso el estudiar las relacione sociopol¡ticas y económicas que ocurrían entre esto sistemas y el resto de las sociedades y por ello estableció la existencia de tres sistemas, el de raza, barbecho o regadío, considerando a la chinampa como parte de este último y por ello precisó que agricultura extensiva requería tres elemento que eran desconocidos: el arado, los animales de tiro y buenos medios de transporte y una metalurgia avanzada, y la agricultura de secano que no era extensiva en Mesoamérica no podía reunir el excedente de producción suficiente y constante para mantener centros urbanos. También parece incapaz de crear el estímulo necesario para su desarrollo. Ambas posibilidades (capacidad productiva y estímulo) aparecen en la agricultura de riego, cuyo desarrollo es compatible con la metalurgia e instrumental relativamente primitivo con ausencia de arado, de rueda y de animales de carga. A cambio de esto se requiere mucha cooperación del trabajo y cierta centralización política".275 La construcción de obras hidráulicas, desde luego, las más simples, como la construcción de canales, ocurrió en la primera etapa de la agricultura, sobre todo para evitar inundaciones, en una región que como la del Valle de México Palerm, Ángel, Wolf, Eric, Agricultura y Civilización en Mesoamérica, Sepsetenta, México, 1972, 207 p., p. 275 417 disponía de grandes cantidades de agua. El agua existía, podemos afirmar que en exceso, en relación con la superficie de tierra firme que está en explotación y esta disparidad se agravaba en la época de lluvias. Pero también había tierras que se encontraban en una situación opuesta no tenían agua para riego y por lo tanto sus cosechas eran aleatorias y entonces surgieron las propuestas de traer el preciado líquido, haciendo una serie de canales y de drenes y de esta manera se aprovecharon las desviaciones que venían de la zona de volcanes, de sus ríos y arroyos. De ahí se pasó a la construcción de obras de mayor importancia material y de un alcance mayor, lo que solo se puede lograr con la aplicación del esfuerzo humano de muchos cientos o miles de individuos ante la carencia de instrumentos como los animales de carga, pero sobre todo de la rueda. Con la aplicación de esta "mano de obra intensiva" se trasladaron piedras de grandes dimensiones, por ejemplo Lorenzo afirmó: "es de suponer que las primeras plantas cultivadas lo fueron por el simple procedimiento de ayudarles en su crecimiento quizás escardando y evitando que algunos animales se las comiesen sin llegar todavía a plantarlas: Cuando la asociación de ideas entre plantas y semillas quedo establecido existió la posibilidad de conservar algunas semillas o partes generadoras para plantarlas en lugares semejantes a aquellos a los que normalmente crecían, con mayores modificaciones. El instrumental no puedo haber sido otro que aquel en el que la literatura etnográfica se llama bastón plantador, por lo demás o menos, metro y medio, de madera dura y de un grosor entre 3 y 5 centímetros, algo aguzado en uno de sus extremos; su rigor está en los palos que los recolectores tanto hombres como mujeres, emplean para desenterrar raíces, escarbar en madrigueras o en áreas futuras. Este bastón plantador es el 418 que, con el tiempo, se convertiría en la coa".276 Fueron mejorando los incas y por ello la producción aumentaba creándose un excedente, el cual se almacenaba y transportaban, indicando que en esta etapa la agricultura no fue la actividad principal sino de carácter secundario con respecto de la caza y la recolección y tampoco había una clara división del trabajo. El "oficio" de labrador nace asociado al surgimiento de la agricultura como una actividad permanente y sistemática, o mejor dicho, como una actividad predominante. Al principio, todos eran labradores, todos eran "campesinos", es decir, todos se dedicaban a la ejecución de estas funciones que pasaron también de las más simples a las más complejas. Por medio de la observación se dieron cuenta que plantando una serie de semillas que quizá habían caído en forma accidental al piso, estas germinaban y daban un fruto. La primera decisión que se tomó fue la de hacer lo que se llamaría un "huerto familiar", es decir, utiliza una porción de tierra, aledaña a aquel en donde estaba construida la casa-habitación, siembra esa semilla en ella y después recolectar sus frutos. No obstante el salto que esto implicaba, los productos agrícolas no podían satisfacer la demanda de ingesta de alimentos, por lo que las actividades predominantes fueran la de la caza, recolección de verduras y de insectos. Clark definió a los talleres "como lugares delimitados, donde se lleva a cabo una actividad o un grupo de actividades similares. Una distinción es que las actividades son, a veces mucho más especializadas y se hace repetidas veces en un mismo lugar; la regularidad depende del nivel de producción del taller, ya sea de tiempo Lorenzo, José Luis. Agroecosistemas Prehistóricos, en Chinampas Prehispanicas. compilador, Carlos Javier Gonzalo, Antología, Serie Arqueología, INAH,p.98 276 419 completo o no. En los talleres hay artesanos que fabrican productos especializados. Su producción rebasa sus propias necesidades y la mayor parte de ellas están destinadas para venta o intercambio, de no ser así, el lugar de la actividad sería solo "un área de actividad" y no un taller".277 Indicó que en los talleres hay evidencia de materias primas, de productos terminados y otros productos de manufactura, pero también se hallan objetos de desecho de talla, pero reiteró que no todos los depósitos de desechos pueden ser talleres sino que estos deben dedicarse a fabricar objetos nuevos. Distinguió dos tipos de talleres, unos de fabricación y otros de utilización. Cuando mencionamos la palabra taller de inmediato la asociamos a los talleres medievales, en donde ya se habían logrado un alto grado de especialización del trabajo, por lo que el concepto puede prestarse a interpretaciones equivocadas. No. Lo que importante de los sitios que se han excavado es que haya habido un grupo humano trabajando en forma coordinada para producir artículos que no eran para ellos sino para la comunidad y para la integración de los tributos. Si la producción estaba destinada para satisfacer necesidades de la familia, entonces estamos ante otra unidad de producción distinta que por cierto fue la más común que en un principio y durante muchos años, los propietarios fabricaron sus propios utensilios y solo cuando se crearon "ciudades más grandes" aparecieron estos llamados talleres, de cuyo funcionamiento interno no tenemos realmente información. 277 Clark, John. Hacia una Definición de Talleres, en La Obsidiana y Mesoamérica, p.215. 420 En el caso de Teotihuacán, es sorprendente la gran cantidad de restos encontrados al grado de que algún investigador habló de la existencia de "barrios obreros", como los de Manchester, Inglaterra, "que también facilitó las exageraciones" Lo que sí parece estar claro es que la población, en la medida en que crecía y se aglomeró en algunas poblaciones significativas, experimentan un proceso más acentuado de diferenciación social y por lo tanto surgieron demandas muy especializadas de ciertos bienes y servicios, que en las poblaciones más pequeñas no se daban y que en el primer caso lo que se llamó trabajo artesanal se fue separando y adquiriendo autonomía con respecto del trabajo agrícola. Labradores En cuanto a la agricultura primitiva que practicaban los mexicas, Carbajal definió la existencia "de una especie de balsa de madera ligera, formando encima un tejido de varas y raíces de algunas plantas acuáticas, capaces de sostener unida la tierra del huerto y sobre este fundamento colocaban, sacándola del lago, el fango llamado en nuestros días pantano. La figura ordinaria era cuadrilonga; las dimensiones varias, pero por o común de18 a 20 varas de largo, 7 o 9 e ancho y cosa de media vara de elevación sobre la superficie. Estos fueron los primeros campos que tuvieron los mexicanos después de la fundación de la ciudad y en ella cultivaban el maíz, el chile y otras plantas necesarias para su sustento. Habiéndose después multiplicado excesivamente aquellos campos movibles, los hubo también para jardines de flores y de yerbas aromáticas que se empleaban en el culto a los dioses y en el recreo de los 421 magnates. Ahora solo se cultivaba en ellas flores y toda clase de hortalizas y son conocidos con el nombre de chinampas; en ellas prosperaron todas las plantas maravillosamente porque el fango del lago es fertilísimo y no necesita de agua del cielo y en las huertas mayores suele haber arbustos y aun una cabaña para preservase del sol de la lluvia. Cuando el dueño de una chinampa quería pasar a otro sitio o para alejarse de un vecino perjudicial o para aproximarse a su familia, llevaba el huerto en remolque con una o más canoas, colocándole a donde quería".278 La existencia de las chinampas, entendidas como pequeños campos de cultivo que "flotaban" en el agua, es antiquísima y corresponde dicho método a las zonas lacustre, en donde hay escasez de tierras firmes y está presente en otras formaciones culturales del mundo. Lo misma expresión indicaba que no se debía proceder al observar que los tulares, los zarzales y otras plantas acuáticas, si se amojonaban, podían permanecer fijas en un sitio determinado, también por un tiempo determinado, sobre todo si se colocaban estacas que impidieran que los movimientos del agua las cambiaran de lugar. La fabricación de estas "balsas de madera", como las denominó Carbajal, requerían la aplicación de un cierto esfuerzo laboral pues unas veces juntando esas ramas había que colocar encima de ellas una capa de raíces y de varas que sirvieran de "colchón" en el cual se depositaran las semillas que se deseaban cultivar. De esta manera las superficies cultivables se ampliaban sobre todo cerca de las riberas de los lagos y de las lagunas, atando dichas balsas a tierra firme para que no Carbajal Espinosa, Francisco. Historia de México, desde los primeros tiempos de que hay noticias hasta mediados del siglo XIX,, p.620 278 422 se movieran de lugar. La ventaja era evidente: se disponía, por un lado de agua suficiente para alimentar los cultivos, durante todo el año y por la otra, de un abono natural, que era precisamente el limo que se encontraba en los depósitos de agua. Esta era la ventaja más notoria de este método de cultivo, cuya superficie se podía trasladar de un sitio a otro del lago, llevando las sementeras a cuestas. 423 Dijo el Manuscrito Tovar, que estando los mexicanos en la laguna "no tenían donde hacer una sola sementera, estando en manos de los comarcanos otorgarles el camino y no dejarles otra cosa de provisión y mandar a sus vasallos no les vendiesen maíz y fríjoles, que ello había suscitado una profunda y grave antipatía y que por ello habían concitado a los pueblos comarcanos a que se fueran en contra de los mexicanos con las armas en la mano, indicándoles que ellos (los mexicanos) los querían avasallar y convertir en vasallos y por ello establecer la prohibición de que pudieran mantener bastimentos al valle. Con lo que la respuesta de los mexicanos contra Azcapotzalco había sido muy violenta "pus no habían perdonado i a mujeres, niños, ni reyes, lo cuales fueron ejecutados sin ninguna piedad ni lástima, ni dejando casa enhiesta ni persona con vida sino a los que habían huido y se habrán cogido en las montañas a los cuales no perdonaron los mexicanos porque los fueron siguiendo como leones encarnizados, llenos de furor y de ira, hasta matarlos en la más áspera de las sierras, rindieron las armas prometiéndoles darles tierras y asimismo darles cal y piedra y madera para los edificios y todo lo necesario de legumbres y semillas para su sustento". 279 La agricultura de chinampas, por lo menos en esta modalidad, se puede decir que era una "agricultura de subsistencia" pues los mexicas, en esta etapa, no tenía tierras disponibles para la agricultura y corría el peligro de perecer si no tenían alimentos en la cantidad requerida para mantener a su población. La situación era verdaderamente apremiante pues el resto de los pueblos que habitaban en la zona les eran profundamente hostiles y por lo tanto la consigna era de expulsarlos de la región o bien, en el mejor de los casos, someterlos al pago de tributos. 279 Manuscrito Tovar, p.43. 424 En estas condiciones los primeros instrumentos de trabajo debieran ser muy rudimentarios, utilizando las plantas y los vegetales de la zona y algunas piedras y otros instrumentos punzocortantes que servían para cortar los tallos de las plantas y para hacer amasijos que permitieran realizar las precarias siembras que entonces hacían. Con palas de madera juntaban las jarcias y los carrizos; después los amarraban hasta hacer envoltorios o bultos que se depositaran y extendieran para hacer los pisos de las sementeras. No trabajaban en estas actividades en "condiciones normales sino en medio de la presión militar y de la hostilidad de los vecinos, lo que confirma la necesidad vital que tenían los mexicas de consumir gramíneas, entre ellas, maíz. Los estudiosos de las chinampas concluyen que fue un método que se extendía en todas la zona lacustre, llegando hasta los lagos de Xochimilco, Mixquic, Texcoco e incluso a algunas zonas del Vale de Toluca lo que significa que fue una experiencia exitosa, pero desde luego muy limitada en sus alcance pues su eficiencia productiva estaba sujeto a las fluctuaciones del agua: si había demasiada había siempre el peligro de que la superficie cultivada se inundara y se perdiera la cosecha y si por el contrario bajaban los niveles de las lagunas también perecían las plantas, precisamente por la falta del preciado líquido. Se comportaban de alguna manera como si fuera la agricultura de temporal ya que siempre dependía 425 de un suministro oportuno y suficiente de agua. La aplicación de este método permitió construir una amplia red de canales los cuales servían para que los caminos pudieran transportar a la agricultura hacia el sitio en donde se encontraban las chinampas y para llevar y traer la producción a los centros de distribución y consumo. Las crónicas hablan en forma suficiente y pormenorizada acerca de esta red canalera que permitió transportar de los puntos más distantes hacia Tenochtitlán y que operaban a la manera de una red carretera moderna. Si había cientos o miles de canoas, circulando por toda la cuenca, esto facilitaba que un solo día los productos alimenticios y otras materias primas llegaran a su destino, la cual tuvo una sensible ejecución en el desarrollo de las fuerzas productivas. "A la tierra fértil para sembrar y donde se hace mucho lo que se siembra en ella llaman Atoetli que quiere decir "tierra que el agua ha traído" y también xalatoctli que es una tierra blanda o suelta o tierra en donde se hace mucho maíz o trigo en pocas sementeras que hacen muchos frutos. A otra manera de tierra fértil donde se hace muy bien el maíz y el trigo la llaman Quauhtlalli; otra tierra fértil llaman tlalcoztli que quiere decir tierra amarilla; otra tierra fértil que es arenosa la llaman xalotictli; a las tierras que se venden y se compran y se pasan de uno a otro llaman tlamallacoalli que quiere decir tierra comprada y esta tierra en su mayoría son fértiles. A las tierras cuyos dueños eran muertos y las dejaron desamparadas las llaman 426 Micatlalli que quiere decir, tierras de los difuntos; a las tierras areniscas de poco fruto que llama Xalalli, que quiere decir tierras arenosas y estéril. A una tierra pegajosa y buena para hacer barro de paredes; a otra tierra fértil que se llama sallalli que quiere decir tierra en donde ha estado edificada una casa; en la tierra que la allana y la asiente y tejen a mano llaman Tlaluitectli que quiere decir tierra asentada a golpe; a la tierra en donde se pueden los magueyes y se han vuelto estiércol se llama matlalli que quiere decir tierra colada de magueyes; la tierra salitrosa es tierra estéril.280 A la existencia de tierras de distintas calidades, correspondía también distintos tipos de agricultura siendo la de chinampas una de ellas, pero estaba la de tumbar, rozar y quemar, la de las terrazas y la de la zona de humedades, así como la que tenías riego. A cada tipo de agricultura correspondía también un detenido conjunto de instrumentos de trabajo y de relaciones sociales y de estructura de poder. En estos tipos de agricultura había la estructura de los señoríos o Tecpan, que eran "casas reinantes" o sea grupos de pillis que eran los propietarios fundamentalmente que tenían a su servicio a los macehuales. En las poblaciones había pictogramas que dibujan las tierras que estaban disponibles, a qué grupo o estamento social estaban destinados, quiénes eran sus propietarios y cuál era su nivel de productividad. Se podían diferenciar de aquellas tierras que eran de tepetate o areniscas, de aquellas que eran infértiles o poco productivas, como las que estaban llenas de piedras, de aquellas que eran, por el contrario muy fértiles y que por lo tanto eran las más apetecidas por los pillis, 280 Códice Florentino, T. III, p.381 427 primero y por los encomenderos, después durante la época colonial. Dijo Chávez Alcázar: "el objeto del trabajo fundamental era la tierra y la múltiple variedad de materias primas que ella generosamente brindaba, siendo el calpulli la unidad política y estamental básica de la sociedad para la producción de los elementos primordiales de la vida, el maíz, el chile, el frijol, el cacao, el algodón, quedando el agricultor sometido a una política local más o menos hermética y ajena a la política general del estado. Desde los primeros años de la ciudad, los mexicas adquirieron destrezas en la explotación de los recursos del lago. En sus canoas labradas pescaban con redes y con lanzas cazaban aves a lo largo de la playa y en los lechos de carrizo. Las mujeres recolectaban huevos de aves y prensaban una pasta de algas para formar una especie de pastel, además de moler el maíz para la elaboración de tortillas. La actividad productiva de un hombre debe rendir suficiente fruto para que él pueda reproducirse además de su mujer y sus hijos. En este sentido la cooperación que los hijos hace desde pequeños en los trabajos domésticos, constituyen una actividad importante par ala reproducción del grupo familiar, Se debe contar además que los hijos varones pueden tener una plena actividad productiva desde temprana edad, de 13 a 15 años."281 Siendo la zona una región lacustre, esta determinaba la vida mínima, la existencia social de los mexicas. Esto implica el interés mostrado por Carlos Marx que al leer la obra de Prescott sobre la conquista de México se interesara por el "factor geográfico" pero no desde el punto de vista de una actitud fatalista sino realista. Los factores físicos o naturales son determinantes para la existencia de los seres humanos: esto explica, por ejemplo; la dieta de los mexicas, en gran parte basada 281 Chávez Alcázar, Margarita. Sistema Económico de la Sociedad Azteca-Mexihka, p.76 428 en productos marítimos, pero a la vez su insuficiencia pues tuvieron que desarrollar otros cultivos como los del maíz, fríjol y el chile, hasta formar una auténtica y multiforme vida doméstica. La existencia de múltiples recursos naturales influyó en la división social del trabajo, apareciendo en una primera fase la que se dio entre el hombre y la mujer y después el papel que le asignaron a los hijos, que trataban de ser formados y educados para continuar los oficios de sus padres. El Códice Mendocino ilustra a cerca de la necesidad que existía de que continuara fomentándose la destreza técnica en la agricultura, la caza, la pesca y en otras actividades; estas habilidades se inculcaban desde el seno familiar para después aplicarse en las actividades productivas a través de largos periodos de tiempo pues los cambios y las modificaciones en los instrumentos tecnológicos se dieron en plazos muy largos, después y como resultado de un proceso de ensayos y errores. Opinó también Odile que los agricultores aztecas tenían una vida prácticamente autosuficiente pues ellos mismos fabricaban casi todos los utensilios que necesitaban para su alimentación y de sus familias, pero también el estado permitía el desarrollo del sistema de riego, la implantación de una disciplina férrea y eficiente, el desarrollo de nuevas actividades como las artesanías y el comercio. "El desarrollo de los artesanos estuvo ligado al desarrollo del urbanismo y en la emergencia y crecimiento de la nobleza para quienes el lujo y la ostentación fueron signos de distinción y grandeza. Los artesanos se agrupaban en barrios propios, aunque muchos de ellos combinaban el oficio con el trabajo de la tierra y vivían dispersos y mezclados en los diferentes ranchos de la ciudad. El oficio era, en general, heredado de padres a hijos. En cuanto a su instrucción, comenzaban como 429 oficiales ayudando a algún maestro, en espera de aumentar sus conocimientos y ejercer la profesión por cuenta propia".282 En una primera etapa los instrumentos de trabajo, que forman parte de las fuerzas productivas imperantes en un momento dado, la fabricaron los mismos hombres que las emplearon que era a su vez aquellos que también cultivaban las tierras que estaban contiguas a sus sitios de residencia. Pero después, en la medida en que evolucionó la división social del trabajo, esos instrumento s de trabajo los fabricaron otros miembros de la comunidad a los cuales se las adquieren ya sea por medio de la compra o por medio del trueque o intercambio. Surgieron los "especialistas" en la elaboración de piezas de piedra, de madera, de metales y así sucesivamente. Siendo estas actividades de carácter básicamente comunitario o comunal, también la propiedad de esos instrumentos lo eran de la misma naturaleza, hasta que sufre modificaciones la estructura de la tenencia de la tierra y los pillis se convierten en grandes propietarios de tierras y que empiezan a acaparar instrumentos de trabajo que "prestan" a los macehuales. Los "especialistas" se van conformando en grupos o estamentos cada vez más herméticos pues han cobrado conciencia de la creciente importancia que tienen en la sociedad, por encima de la posición de los labradores, al incorporar valor agregado a las materias primas. La mayoría de los labradores o macehuales quedaron siéndolo y su calidad de tales se transmitía su actividad de padres a Roger, Odile y Turner Ernesto. Organización Económica y Social de los Aztecas y de las Culturas que Preceden, UAM, México, 1993,131 p., p.100 282 430 hijos, pues un sector de ellos busca otras alternativas en las nuevas tareas productivas que se iniciaban en forma prometedora en la sociedad y así mejorara sus condiciones de existencia. Al referirse a Tenochtitlán, Clendinnen afirmó que "mientras algunos labriegos trabajaban las tierras de los señores fuera de la ciudad, la mayoría de los plebeyos vivían desempeñando un oficio urbano: como fabricantes de huaraches, vendedores de combustible, alfareros, tejedores de tapetes, acarreadores o cualquiera de los múltiples servicios requeridos en una ocupada metrópoli. Los pescadores, cazadores de aves y cazadores y los recolectores en pequeña escala de anfibios y huevecillos de insectos se ocupaban en las orillas del lago, pero a pesar de la intensiva explotación de su entorno y la ininterrumpida contribución de las chinampas, la ciudad dependía de la importancia de alimentos, algunos del exterior del valle, traídos por medio del comercio o del tributo. Las materias primas exóticas, que proveían sus famosos artesanos de plumas o de algodón o piedras preciosas, eran obtenidas ya fuera como tributo o activado el sistema de los pochtecas o comerciantes viajeros, un sistema que crecientemente encontraba su centro en Tenochtitlán". 283 Pero había una escasez crónica de madera y combustible indicando que los calpullis especializados pagaban su tributo con los artículos que fabricaban y en general Clendinnen, Inga. Los Aztecas. Una Interpretación, Nueva Imagen, México 1998, 435 p., p.14 283 431 los calpullis todavía tenía importancia como unidades administrativa, regidos estos por cuerpos de ancianos. La situación que define Clendinner corresponde a una etapa avanzada de la sociedad en la que los especialistas o artesanos desempeñan una función económica y social cada vez más importante que hacía palidecer las actuaciones de los labriegos o macehuales. Esto no significa que hayan dejado de ser un sector importantísimo; siempre lo fuera, o mejor dicho, siempre lo ha sido. Los agricultores fueron en su momento al sector decisivo pues ellos se encargaban de producir los alimentos y la materias primas que requerían la economía en su conjunto; fuera el engranaje que hizo funcionar la estructura tributaria, mientras que los especialistas en las distintas artes fueron creciendo en importancia económica, precisamente al incorporar valor agregado a las materias primas que producían los macehuales. La sociedad se fue diferenciando desde el punto de vista de los oficios y de las especialidades, en la medida en que progresaba desde el punto de vista de la fuerza productiva, desde la etapa de los cazadores y recolectores hasta los comerciantes y los lapidarios para poner algunos ejemplos. Dijo Torquemada que casi todos los indios se ocupaban de la agricultura en general, todos eran labradores, en el cual ejercicio pasaba la vida por lo cual era grandísima la abundancia que tenía después, no deja de tener un espacio de tierra que sembrar y también quedó en ellas el modo rústico de cultivar las tierras con palas de palo que llaman huictli, hechos de madera de encino que son muy fuertes y según las provincias, así varias las formas de este instrumento; el trigo no lo conocieron estas gentes porque del que usaban era el maíz en esta tierras firmes; en este trabajo de campo ayudaban las mujeres y los hijos a sus maridos sembrando y cogiendo 432 juntamente y de presente lo acostumbraban. De esta manera los varones cavan y disponen la tierra y las mujeres van tras de ellos, sembrando las semillas y los granos y a tiempo de escardar o desyerbar les ayudaban al desyerbe y a la cosecha; ellos lo cogen y ellas las deshojan y guardan".284 Torquemada reconoció la importancia económica y social que tenían los labradores o macehuales en la sociedad mexica, afirmando que todos lo eran, incluyendo a sus familias completas. En efecto, tanto las crónicas como algunos códices describen a todos los miembros de la familia, y no solo a los padres y a las madres, en las tareas del campo. En una primera etapa esta función es natural pues no había individuos que pudieran ser proporcionadas por otras para realizar estas funciones, hasta que los pillis se convierten en propietarios de tierras y por lo tanto puede usufructuar el esfuerzo humano de los macehuales. En una economía que tenía como finalidad esencial no el intercambio de productos o bienes con otras comunidades, sino la satisfacción de sus necesidades internas, primero las de las propias familias. Una economía de subsistencia como esta no requería, objetivamente hablando, de instrumentos de producción muy avanzados puesto que no había interés agregado y tener un excedente en la producción que permitiera dedicado otras actividades. Toda la vida individual y la existencia social de los macehuales estaban destinadas a las tareas agrícolas y a las actividades conexas de la misma, entre ellas a las 284 Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, T. IV, p.247 433 festividades de los dioses de la fertilidad. En este concepto universal se ubicaba a las familias en su conjunto pues esto era una sociedad de campesino. García Bárcenas dijo que el Protoneolítico había comenzado la agricultura, es decir, la domesticación de las plantas, lo que ocurrió en una región que iba desde el sur de Tamaulipas pasando por el Valle de Tehuacán, pasando por Puebla, hasta los valles centrales de Oaxaca a los cuales se agregaban dos regiones, Mazatlán, en el occidente de Jalisco y la región de la Cuenca del Balsas. Entre las variedades que se domestican estaba el maíz, el frijol y la calabaza, observando que esos mismos alimentos y esas técnicas se localizan en el resto de Mesoamérica. Los animales domésticos eran muy escasos, como el perro, el guajolote y las abejas, el camote y el girasol. 285 La domesticación de los animales estaba asociada a las prácticas de la agricultura y desde luego claro está a la vida sedentaria pues los grupos humanos, una vez que se asentaron, si bien no todavía en forma definitiva, pero si por largos periodos de tiempo, en un determinado sitio requerían de aguas y de alimentos, en forma permanente, para poder subsistir y por lo tanto era necesario disponer de la carne y de las pieles para su manutención; las pieles se requerían para fabricar vestimentas y hacer frente a las variaciones climáticas y a los climas extremos. Con anterioridad, para poder disponer de estos recursos se tenía que efectuar intensas y peligrosas jornadas de caza, cuyos resultados la mayor parte de las veces fueron imprevisibles de pero los grupos humanos necesitaban de un suministro lo más regular posible de alimentos y materias primas y para ello, tanto 285 García Barcenas Joaquín, Tecnología Lítica, p.55 434 la domesticación de las plantas como la de los animales les fue de una gran importancia. Los animales fueron llevados a corrales y sometidos a distintos controles para asegurar que no murieran a causa de las inclemencias del tiempo, para poder alimentarlos y obtener su reproducción. Así al lado de la plantación de maíz, frijol, se cultivaron las calabazas, los chiles y otros vegetales, así como varias semillas, todo ello también para abarcar las necesidades alimenticias de los animales, como las gallinas de mucho tiempo después los cerdos y las vacas, los perros. En realidad se trataba de procesos que van en forma paralela, agricultura, domesticación de plantas, ganadería, domesticación de animales, aunque no seguían el mismo ritmo de desarrollo, ni tienen la misma importancia en la economía en su conjunto, aunque en muchos aspectos se complementan. "La posición más aceptada como respecto al origen del maíz la consideró como resultado de la hibridación y entrecruzamiento del teosinte silvestre, Zea mexicana. El teosinte es una gramínea de la zona semiárida subtropical de México y Guatemala, su distribución comprende un área desde el sur de Chihuahua, hasta el límite entre Guatemala y Honduras. Hubo una mutación en el teosinte en el que el grano se libera de la capsula, hecho ocurrido en una sola planta fundadora; esto habría expuesto al grano encapsulado haciéndolo fácil de cosechar".286 Al 286 De Tapia, Emily McCIung.y otros, Nuevos fecham lentos para las plantas domesticadas, en el México Prehispánico, Anales de Antropología, Vol. 35, 2001, p.41. 435 referirse a las posibles fechas de la domesticación dijo que se calculaba su inició hacía 5400 años, después de haber encontrado vestigios en las cuevas de Güila Naguitz, aunque aún existe una discusión al respecto. Entre las especies vegetales que se domestican estaban la calabaza, el chilacayote; en relación con el frijol se domesticaron distintas variedades. La agricultura mesoamericana tiene como espina dorsal al maíz pero este es producto de una evolución de varios miles de años la cual no apareció en un sitio determinado sino en distintos y por cierto, muy lejanos entre sí. Transita del Teosinte al maíz fue un proceso de observación y experimentación en el que participaron varias generaciones de agricultores en distintas regiones de nuestro continente, quienes estudiaron, por ejemplo, las resistencia de las plantas ante las plagas y los cambios atmosféricos, la dureza y resistencia de la membrana que cubre su grano, las posibilidades de este en cuanto a su siembra en distintos climas y espacios y a su potencialidad alimenticia. Obsérvese que el maíz, no obstante, las potencialidades que a través del tiempo le descubrieron los indígenas, no se plantó ni operó en forma aislada sino junto al frijol, con el objeto de tener un complemento alimenticio muy importante. Buscaron una dieta más amplia y variada que incluyó la calabaza, el tomate, el chile y el amaranto. El proceso de domesticación de las plantas requiería de un detenido y permanente proceso de observación para localizar e identificar la mutación y la hibridación a través de las cuales se puede encontrar lo mismo las debilidades que las fortalezas de las plantas. Estos conocimientos tardaron muchos siglos en madurar. 436 El labrador, según el Códice Florentino: "es fuerte y diligente, cuidadoso, madruga mucho para no perderse en la hacienda y por ninguna falla deja de comer o de dormir, trabaja mucho en su oficio, es viejo en el saber, en el romper la tierra, desyerbar, cavar, allanar lo cavado, hacer camellones, mover bien la tierra, ararla a su tiempo, romper la tierra en tiempo de agua, saber escoger la buena tierra para poder labrarla, hace hoyos para sembrar las semillas y regarla en tiempo de secas, sembrar derramando la semilla y regarla en tiempo de secas, cegar los hoyos en donde está el maíz sembrado, entresacar las cañas quebrándolas y entresacar las mazorcas, quitar los hijos de la mazorca, quitar los tallos para que crezca bien la naciente. En tanto que el mal labrador es muy negligente y haragán y se le hace grave y molesto todo el trabajo. En su oficio es tosco y bruto, grosero y villanazo, enemigo de dar y amigo de tomar. El hortelano tiene de oficio sembrar semilla y plantar árboles, hacer, eras y cavar y moler bien la tierra".287 El labrador o macehual es un ser humano que existe por el trabajo y para el trabajo y así lo es desde que nace hasta que muere, incluso traslada a su propia existencia física y familiar a los hijos ese carácter. Está asociado, desde una edad muy temprana, con las prácticas de la agricultura, con la aplicación de sus técnicas y procedimientos, con el conocimiento de sus "secretos" y de sus ventajas. Pero como las distintas fases de la agricultura están vinculadas con los dioses de la fertilidad, entonces es profundamente religioso. La religión pesa como una lápida pues no se puede pensar o esperar que el macehual dejar de serlo y por ello lo más conveniente es que conozca y domine todas las actividades agrícolas pues a ellas se dedicará toda su vida útil ya sea como labrador o campesino o como Códice Florentino, T. 11, p.30 287 437 tributario. En referencia al antiguo Valle de Toluca, dijo Albores, que había sido un suelo muy rico, apto para la agricultura, sobre todo por medio de chinampas y un sistema de humedad por medio de ciénegas, lagunas y hondos a lo largo del río Lerma, con un sistema de raza y de milpas en las laderas de los cerros; terraceadas y tal vez irrigación artificial. Las algunas fueron un modo permanente de alimentación pues la población se apoyó en actividades no agrícolas de caza y pesca, recolección de fauna y flora que el dinámico modo de vida lacustre. Este medio "hizo posible al supervivencia de grupos sedentarios antes del despunte de la agricultura y había dos formados de humedales una ubicada en la franja ribereña y otra ubicada en las zonas más alejadas y tenían lugar mediante camellones y huertos.288 La existencia de distintos tipos de humedad, derivados de la distribución de los recursos naturales, influyó mucho en las formas de vida de los grupos humanos, de sus formas de organización social, de sus actividades productivas y sobre todo de sus especializaciones. Estos fueron en algunos casos, aquellos vinculados a las zonas lacustres, es decir, a los arbustos, plantas y otros que se encontraban en ella, como los tulares que florecieron en casi toda la cuenca y fue una de las plantas más conocidas y publicitadas en los códices. Los carrizos permitieron elaborar todo tipo de productos, ya sea destinado a la construcción, a la caza, a la pesca, a la vida doméstica, puesto que estos recursos naturales eran muy variados y abundantes y por lo tanto podían tejerse sus fibras con muy Albores Zarate, Beatriz, ¿Matlatzinco o Valle de Toluca? Cuadernos de Investigación, colegio Mexiquense, 1999, Toluca .p. 34 288 438 diferentes propósitos. Al descubrir la zona matlatzinca podemos concluir que había una vasta región lacustre, integrada por varias subregiones en las que habitaban grupos humanos de muy distintos orígenes étnicos con características sociales y lingüísticas diferentes, pero que hacían de la zona un todo diversificado y único a la vez, por estar políticamente integradas bajo un sistema de alianzas y dominaciones específicas. Para el Códice Florentino, los trabajadores o labradores eran "infieles o afortunados", según nacieran bajo la advocación de buenos o malos signos, los que comían "pan duro y frío", "un pan bien molido".289 En referencia al antiguo Valle de Toluca , añadió Albores, que había sido un suelo muy rico, apto para la agricultura, sobre todo por medio de chinampas y un sistema de humedad por medio de ciénegas, lagunas y hondos a lo largo del río Lerma, con un sistema de raza y de milpas en las laderas de los cerros; terraceadas y tal vez irrigación artificial. Las algunas fueron un modo permanente de alimentación pues la población se apoyó en actividades no agrícolas de caza y pesca, recolección de fauna y flora que el dinámico modo de vida lacustre. Este medio "hizo posible al supervivencia de grupos sedentarios antes del despunte de la agricultura y había dos formados de humedales una ubicada en la franja ribereña y otra ubicada en las zonas más alejadas y tenían lugar mediante camellones y huertos.290 Códice Florentino, T. I, p.396 Albores Zarate, Beatriz, ¿Matlatzinco o Valle de Toluca? Cuadernos de Investigación, colegio Mexiquense, 1999, Toluca .p. 34 289 290 439 La figura del macehual está vinculada a otros valores o estereotipos, a la de la pobreza, miseria, ignorancia, explotación; su existencia está ligada a las largas jornadas de trabajo, el servicio de los pillis, a la mala o raquítica alimentación, al padecimiento de enfermedades diversas, al sacrificio permanente, a los vestidos de mala calidad. Está asociado también al destino de servicio a otros, sin la posibilidad de emancipación alguna. Su presente y su futuro se complicaban en medio de una sociedad en donde el fatalismo de los signos marcaba la existencia de todos los seres humanos. Desde que nacía hasta que moría estaba sujeto a una deidad. Por su lado, López Lujan, señaló las características que habían originado el surgimiento de Teotihuacán: desarrollo de la agricultura intensiva tanto en zonas irrigadas permanentes por manantiales y ríos, como en campos humedecidos con aguas de inundación; diferenciación entre la ciudad y el campo, incremento de la población de la Cuenca, urbanismo desarrollado de conformidad con una planificación vigorosa; diferenciación social asentada; incremento de la especialización de tiempo completo; consolidación de la élite en el gobierno, un control económico, político e ideológico; influencia del estado teotihuacano en la economía y en la política de la región; basó una buena parte de su poderío económico en la producción y en la exportación de objetos de obsidiana. Calculó que el clímax de Teotihuacán habían vivido entre 100 y 150 mil habitantes siendo la sexta ciudad más grande del mundo y mantuvo un control sobre los asentamientos humanos de la región. Dos terceras partes de la población se dedicaban a la agricultura sobre todo el cultivo del maíz, frijol, calabaza, chile, tomate y amaranto. 440 Se utilizaban materiales constructivos como obsidiana, arcilla, basalto, andesita, toba, había zonas de irrigación permanentes. "A diferencia de lo que sucedía en el resto de Mesoamérica, donde la mayoría de la gente habitaba chozas unifamiliares, casi todos los teotihuacanos vivían en conjuntos de departamentos. Se trata de residencias multifamiliares de cal y canto que arrojaban entre 20 y 100 individuos" 291, habiendo más de 2000 de estos conjuntos. En los estudios que se hicieron sobre la Matrícula de Tributos se detectaron dos piedras muy importantes, la jades y las turquesas, hasta integrar el tributo del chalchihuitl, que era un conjunto de piedra preciosas, las "cuales llegaban desde sus lugares de origen a los centros administrativos de la provincia y de allí a manos de las tesorerías reales; estos guardaban una parte, otra la daban como presente o retribución a los jóvenes y principales, otros a los artesanos reales y otra a los pochtecas para que las intercambiaran en los mercados".292 Se habían localizado montos de jade y jadeíta en las cercanías de Tehutzina, en el estado de Puebla "mientras daban sarta de joyas Tochpan, Xoconuchco y Coaixtlahuaca. El xihuitli o turquesa lo localizan en la superficie de las tierras, los indígenas no necesitaron conocer las labores de las minas para descubrirlas ya demás de su blandura facilita el trabajo". Las piedra preciosas, eran desde luego, muy apreciadas pues servían de ornamento de los principales, de los guerreros, los sacerdotes y los altos empleados administrativos, de los cuales dan información las múltiples pictografías realizadas. Nunca les preocupó a los mexicas traerlos a la ciudad de México desde sitios López Lujan, Leonardo. Cásico 150 - 600, La Diferencia Ciudad-Campo. Arqueología Mexicana, 27 enero-junio 2007, p.31. 292 Matrícula de Tributos, Nuevos Estudios, p.122 291 441 geográficos muy distantes, incluso de territorios hostiles y enemigos. Establecieron una alianza política perdurable como la mixteca y después sometieron militarmente a una serie de poblaciones con las que aseguraron esas piedras. Por ello, en la Matrícula se trata de "una mercancía especial", muy apreciada, ya que las piezas que no se adquirían por medio de la conquista directa en donde había yacimientos se adquirían por medio del comercio. Cada Tlatoani tenía como "tesorero" a un individuo encumbrado, así llamado por los españoles , lo que era un signo de poderío económico y político. En la medida en que repartía a los dignatarios extranjeros muchos de estos regalos o presentes y estos eran más grandes y variados, comprendiendo al mayor número posible de piedras labradas y engaces de todo tipo, se reflejaba una mayor fuerza y autoridad del tlatoani. Dijo Ponce: "Al tiempo en cuando anda barbechar sus tierra primero hacen su oración a la tierra diciéndole que es su madre y que la quieren abrir y ponerle arado o coa a la espalda a este punto piden favor a Quetzalcóatl para que les de el esfuerzo de labrar la tierra. Echan los barbechos y llegado el tiempo en que han de sembrar van a la barbecha y ahí primero invocan a cierto espíritus que llaman tlatoques o tlamacazques suplicándoles tengan cuidado de la sementera guardándola de los animalejos como tejones, ardillas y ratones para que no les hagan daño durante la siembre. Antes de empezar el desyerbe convocan a Quetzalcóatl pidiéndole su favor y esfuerzo con ciertas palabras que usan de ese tiempo, hecho el desyerbe. Al tiempo de coger la sementera primero hacen invocaciones a la diosa 442 chicomecoatl y cogido el maíz ya que lo han de echar a la tierra la saludan".293 Toda la vida civil de los mexicas está asociada al comportamiento de los dioses: si llovia o no llovia, era por culpa de uno de ellos, si la semilla germinaba o no también, si la cosecha se echaba a perder ocurría lo mismo. El Códice Florentino está lleno de advocaciones para que estas deidades sean favorables, benevolentes pues solo de esta manera se puede asegurar el éxito en las cosechas. El pensamiento mágico dominante impedía la búsqueda del conocimiento de las causas de los fenómenos naturales y la organización social estaba diseñada también para evitar que eso sucediera pues todo el año estaba lleno de festividades religiosas que hacían concluir que eran los dioses los que deciden el destino de los hombre y no el esfuerzo individual de cada uno de los macehuales. Siendo el calpulli una unidad productiva para el trabajo, cada uno de ellos tenía un dios tutelar que era el que guiaba los pasos de cada uno de sus miembros. A pesar de esta actitud fatalista, en el citado códice aparecen muchos llamamientos a la perfección en el trabajo, al adiestramiento técnico, y a la continuidad del trabajo, al desarrollo de las virtudes, pero todo esto envuelto por los velos misteriosos de los dioses. El estudio hizo referencia a la conformación de almácigos que son plantas cuyo cultivo se adelanta aprovechando espacios de tierras muy pequeñas. "Los pasos que se siguen para construir un almácigo son: se excava un hoyo en forma rectangular 293 Ponce, Pedro. Breves Relaciones de los Dioses y Ritos de la Gentilidad, Imprenta del Museo Nacional, 1892, p.9 443 que mida más o menos diez centímetros de largo por 1.30 metros de ancho y de unos cuatro centímetros de profundidad. Con la tierra que se saca de ese hoyo se forma un borde alrededor del mismo. Así se queda un hueco de 15 o 20 centímetros de profundidad. Casi siempre el almácigo se hace a una orilla de la chinampa para poder acercar a él la canoa donde se transporta el lodo. En el fondo del hueco se extiende una capa de vegetación o si no, una ligera capa de estiércol o arena para que el lodo no se pegue a la superficie de las chinampas y sea más fácil desprender los chapines. Antes de usar el lado chinampero tiene que limpiarse pues el lodo del almacigo tiene que estar limpio para que la basura no estorbe a la hora de cortarlo. El lodo vaciado dentro del almacigo se deja descansar 2 o 3 días para que se seque y endurezca hasta tener la consistencia de una gelatina. Cuando ya no "laguinea" o sea cuando ya no hace agua el apretado se corta el lodo con un cuchillo para que queden cuadritos en forma de cubos. A estos cuadritos se les llaman Chapines".294 En cada cuadrito se colocan semillas las cuales se cubren con una ligera capa de estiércol o de tierra muy fina. Con los almácigos se propiciaba un uso intensivo de pequeños espacios de tierra que en otras condiciones hubiesen quedado abandonados, así como la posibilidad de asentar el proceso de germinación de las plantas. Proceso que naturalmente podía durar varios meses, en los almácigos duraban unas cuantas semanas o días. Dichos procesos no se dejaron a merced de factores aleatorios, como la lluvia o el viento, la posible acción depredadora de la fauna nociva sino estaba vigilada y controlada por los hombres pues los almácigos podían incluso quedarse en espacios cerrados, hasta que llegaba el momento en que serían transportados a las chinampas. 294 Las Chinampas, p.41. 444 Al referirse a las formas de sostenimiento de los primeros habitantes del Valle de Tehuacán en donde se encontraron variedades de maíz muy antiguas, Armillas afirmó que vivían de la explotación de los recursos naturales, de la caza mayor y menor y de la recolección de frutos silvestres; había una especie de équidos salvajes que se extinguió muy pronto. En el octavo milenio antes de Cristo quedó cubierto con una densa cubierta natural de matorral y arbustos espinosos, y ello condujo a la desaparición del caballo salvaje o del berreado y de la llevar. Además del maíz, se consumía frijol, aguacate, se fabricaban platos fibrosas, cordeles y redes, magueyes y una especie de algodón; se encontraron molinos de mano para la trituración de granos y semillas. Dijo que había surgido una hibridación de las formas primitivas de maíz, lo que permitió avanzar a una economía plenamente agrícola, afirmando que este proceso de cultivo no fue exclusivo de México sino que también se dio en Arizona, Nuevo México y a partir de 3,000 a 1500 A.C., aparecieron razas de maíz de alto rendimiento.295 Precisamente, Florescano se refirió a la aparición del cultivo del maíz que permitía el desarrollo de la agricultura y la sedentarización de las comunidades humanas, considerándolo como un cambio de menores proporciones y consecuencias sociales ya que casi todas las expresiones culturales de esos pueblos, como la religión y la astronomía, gravitaron sobre este cultivo. "En su quehacer cotidiano el hombre veía intervenir las potencias divinas que mantenían la dinámica y el equilibrio del cosmos. En los elementos esenciales: la tierra, el agua, el sol, los planetas, moraban espíritus diversos, potencias benéficas y destructivas, a la vez, que él tenía que conjurar y propiciar para que continuara el ciclo de la vida. 295 Armilla, Pedro. Origen y Desarrollo de la Civilización Prehispánica, p.271. 445 De la misma manera, el cosmos era el escenario de una lucha perene entre fuerzas antagónicas: el sol, la potencia luminosa, diariamente entablaba una lucha cósmica con los elementos de la noche. Combates cíclicos y perennes. El día seguía a la noche, las estaciones se sucedían una dentro de otra, pero entrañaban e iniciaban otra vez el mismo movimiento. Ese orden expresado en la tierra. La vegetación moría en el invierno y renacía en la primavera, la época seca era seguida por las lluvias... Sin embargo, resultaría excesivo afirmar que los macehuales estaban sometidos a un conjunto de fatalidades y de sujeciones que impedían la emancipación, pues el hecho de estar en permanente contacto con la naturaleza les permitía ejercer la observación empírica de los fenómenos. Con la aparición y uso de las semillas del maíz estudiaron los fenómenos de la lluvia, las relaciones que éstas tenían con la germinación de las plantas y las estaciones del año para poder programar la realización de las operaciones de barbecho, limpia y preparación de las tierras, colocación de las semillas, siembras, desyerbe, crecimiento de las plantas. Sobre todo se dieron cuenta en qué momento se producían estos fenómenos, ligándolos con las precipitaciones pluviales. Después venía el levantamiento de las cosechas, su almacenamiento y distribución de conformidad con las normas de la época. Estaban sujetos no solo a los deseos y humores de los dioses sino a los ritmos de la naturaleza, teniendo una 446 cosmovisión dialéctica pues todos los fenómenos estaban concentrados y sujetos a la estrecha lucha entre el sol y la noche, entre la vida y la muerte; el invierno está asociado con el agotamiento de la vegetación o a su "muerte", mientras que la primavera, a su resurgimiento, o sea a la "a la vida" en el campo. Entre las plantas que se cultivaron en tiempos prehispánicos, Armillas mencionó a los siguientes: Maíz, huautli, alegría, frijol, de muchas variedades, escamotes, ayocotes, chilacayote, chayote, jícama, camote, yuca, girasol, chía, epazote, tomate o tomatillo, jitomate, chile. Entre las plantas aromáticas estaban la vainilla y entre las frutales, el aguacate, papaya, chirimoya, zapote blanco, mamey, zapato prieto, chicozapote, capulín, jocote, tejocote, guayaba, nanche, nopal, pina, cacao. Entre los receptáculos, estaban el guaje, la jícara y entre las fibras, el maguey, el algodón. En materia de colorantes estaban el achiote y el añil. Plantas para usos rituales, el tabaco y el copal y las ornamentales eran la dalia, el nardo, cacomite, flor de muertos o cempaxúchitl.296 Armillas realizó un importante estudio sobre los sistemas de cultivo existentes en Mesoamérica en el que afirmó que "el clima mayor de la región correspondía a los tipos de sabana y pradera, húmeda o calihumeda, caliente o mesotermal, con la común característica de las lluvias deficiente en invierno. Casi la totalidad de la precipitación pluvial se concentra en cinco meses, de mediados de mayo a mediados de octubre, pero añadió que la culminación de este procedimiento habían sido los cultivos de riego y humedad de las chinampas del Valle de México que incluye la construcción artificial del suelo y su consolidación; siembra en 296 Armillas, Pedro. Origen y Desarrollo de la Civilización Indígena, p.342. 447 almácigo, para ahorrar espacio en las chinampas mientras las semillas germinan y comienza el desarrollo de la planta, trasplante, abono, riego a brazo, abrigo para la protección de las plantas contra las heladas, renovación del suelo mediante el limo extraído del fondo de los canales que rodean las chinampas y entre las obra que se construyeron en la antigüedad, durante la época tolteca, se construyó un dique para represar la aguas del río Tula y se hicieron chinampas en Tequixquiac y Xaltocan, todo ello durante los siglos XII al XIV para concluir que "el desarrollo de la sociedad teocrática en Mesoamérica, es decir, lo que los arqueólogos designan como el horizonte clásico, está relacionado con un aumento de la productividad basada en sistema de agricultura intensiva, de riego".297 Los estudios que hicieron Armillas y Palerm ilustran sobre la íntima vinculación que existía entre la aplicación del riego y el incremento de la productividad agrícola, como base para satisfacer las necesidades alimenticias de una población en ascenso como la del Valle de México. Ellos hicieron notar que no había un solo tipo de agricultura sino varios tipos de agricultura, desde la más primitiva por ser aquella que estaba ubicada en tierras estériles, hasta las de más alta productividad, que eran los que tenían tierras de mejor calidad y que disponían de agua de riego todo el año. Estudiaron la construcción de obras hidráulicas, pequeñas y rudimentarias, hasta las "grandes obras" que permitieron hacer un uso más racional del agua y convertirlo en un factor productivo. El proceso utilitario de las plantas, que con anterioridad se podía considerar como Armillas, Pedro. Notas sobre Sistemas de Cultivo en Mesoamérica, Cultivos de Riego y Humedad en la Cuenca del Río Balsas, en Anales del instituto Nacional de Antropología e Historia, número XXXI, 1947-1948, México, 1949, p.92. 297 448 aleatorio pues estaba supeditado a las estaciones de lluvias, se transforma en un proceso más seguro y predecible en sus resultados pues la disponibilidad de agua facilitaba la germinación de las semillas y de las plantas y la recolección de las cosechas, conjurándose los peligros de las hambrunas que azotaban recurrentemente a los pueblos. Observó Fournier los distintos tratamientos que recibió el maíz desde que se servía hervido, triturando los granos, tostados como las rosetas de maíz y producían tortillas relativamente delgadas, memelas, tlacoyos, tlayudas o totopos, tamales salados o dulces, gorditas, pinole. En forma semicolada estaba el pozole, el atole, el téjate, taxcalate, esquite; bebidas fermentadas, la chicha, el tezquino, el tepache. Después estudió la fabricación de comales que se encuentran en prácticamente todas las ciudades como Tehuacán, Teotihuacán, es todos los periodos de la historia de los pueblos, en toda la etapa. Por ejemplo, encontró que en la región de Tula había comales desde la época del Epiclásico, en la región de Mezcala, desde el periodo clásico y se trata de objetos de loza anaranjada o negro sobre anaranjado. Se utilizaba sobre, todo arcilla; las unidades productivas son de carácter doméstico y familiar y se incluye el modelado simple en donde se utiliza una aplanadora que se hace sobre todo de piedra, se empleaban instrumentos de metal o espinas de maguey para cortar y carecían de decoración.298 Al estudiar el origen de la agricultura americana, Armillas ubicó extensas regiones, desde México hasta Guatemala, hasta Bolivia en donde aparecieron el maíz, el frijol 298 Fournier, Patricio. El Complejo Nixtamal en Tortilla, P25. 449 y la calabaza, mientras que en las tierras bajas sudamericanas como Colombia y Venezuela, aparecieron la mandioca y los camotes y en la zona andina la papa. Habló sobre el surgimiento del maíz indicando que en excavaciones del subsuelo de la ciudad de México se habían encontrado muestras de polen de una planta silvestre y era "accesible a los grupos recolectores antes de los inicios de la agricultura" y después se hicieron otros descubrimientos en unas cuevas de Teotihuacán. En las estribaciones de la Sierra Madre Oriental Tamaulipeca, se encontraron guajes, chiles y una cierta variedad de frijol. "Los inicios tentativos de cultivo de plantas no produjeron un cambio repentino o revolucionario en la vida de la gente. El cambio económico totalmente basado en la agricultura ocurrió miles de años después de inicio de las actividades del cultivo. La evolución cultural del salvajismo a la barbarie no coincide con los comienzos del cultivo. Fue el alcance de un nivel superior de eficiencia en la producción de alimentos, a través de la propagación de plantas de alto rendimiento lo que cambió radicalmente las condiciones de vida".299 En los casos de Zacatenco y El Arbolillo sus moradores vivieron en esos lugares por largos periodos de tiempo, sus casas fueron construidas con varas emplastadas con lodo y sus techos eran cobertizos de paja. Por su parte, Palerm insistió en el uso de las tecnologías que se emplearon durante la etapa prehispánica para concluir que "había alcanzado niveles de eficiencia y de productividad comparables, sino superiores, a la forma contemporánea más avanzada. La leyenda de una agricultura de menor subsistencia o bien capaz solamente de generar en casos excedente, quedó destruida; los restos de 1 Armas, Pedro. Desarrollo Científico y Cultura, de la Humanidad, 1200 A.C, a 400 D.C, América, p.269. 299 450 los sistemas prehispánicos de regadío comenzaron a aparecer por muchos lugares, algunos de ellos todavía en uso a pesar de su considerable deterioro; se localizan numerosas terrazas agrícolas, así como jagüeyes, presas de almacenamiento y diques de desvío de agua de los ríos. De todas las primeras grandes civilizaciones la mesoamericana es, seguramente, la que ha tenido infundamento económico más integrado agrícola. Por una parte, la cría de animales domésticos, con cierta importancia económica, estuvo reducido casi exclusivamente al guajolote (pavo) y al perro. Faltaron los grandes mamíferos, tanto de corral como de rebaño, característicos del viejo mundo".300 La importancia que Palerm le concedió a las obras hidráulicas mesoamericanas es, sin embargo, excesiva, en sus consecuencias económicas y sociales. La tendencia que describen los cronistas indica que, por el contrario, la ciudad de Tenochtitlán siempre padeció de una grave insuficiencia de alimentos, teniendo que recurrir a fuertes e importantes volúmenes de importaciones, de regiones que estaban más allá de las fronteras del Valle de México. Por otra parte, las obras que se localizaron indican una importancia más bien local que regional, como sucedió con lo que se describe en la región acolhua. La eficiencia de la productividad se podría medir en los volúmenes de tributos que llegaban a Tenochtitlán en forma regular pero en este caso también observábamos que muchos de los faltantes se cubrían con las transacciones comerciales, cuya importancia económica y social fue creciente en la sociedad mexicana, lo que indicaba su valor específico en la economía en su conjunto. Distinguió Armillas dos "evoluciones"; una la del cultivo de las plantas y la 300 Palerm, Ángel. Agricultura y Sociedad en Mesoamérica, p.178 451 domesticación de los animales, la aparición de nuevas técnicas de transformación, como la piedra pulimentada, el tejido la alfarería y la otra "evolución" apareció asociada a los aumentos de productividad mediante el desarrollo de las técnicas de la agricultura intensiva, "mientras la metalurgia es antigua en el Perú, es más reciente y menos desarrollada en Mesoamérica. Producción agraria superior a las necesidades de subsistencia y reserva de los productos, es decir, excedente y el sistema social para la concentración de los excedentes, especialización de tiempo completo, tanto de artesanos como en otras actividades, mercados formales, monedas, comercio exterior, mercaderes profesionales, estratificación social de base económica, con dominio de la clase superior sobre los medios de producción; gobierno político con concentración de poder, guerra organizada como instrumento político, centros urbanos sostenidos con la renta de las tierras, tributo y los ingresos del comercio".301 Consideró que había distintos grados de desarrollo, desde las regiones atrasadas, hasta las que habían alcanzado un alto grado de civilización. El método nativo utilizaba la técnica de tumba y quema para despejar los campos en los sitios en donde la cubierta vegetal lo hace necesario y alterna periodos de cultivo y descanso de ciclo corto, en los que los de descanso se aproximan al número de años en que el campo puede mantenerse bajo el cultivo intensivo. El largo descanso que se requiere para la restauración de los nutrientes vegetales en la mayoría de los suelos de trópicos húmedos incluyendo el bosque tropical en Mesoamérica y que permite el crecimiento de la selva durante un periodo mucho mayor que el que se necesita para el cultivo. En muchos lugares, la época de siembra que dura todo el año permite, en el caso de haber riego, el cultivo continuo del mismo terreno y la 301 Armillas, Pedro. Programa de Historia de la América Antigua, p.319. 452 recolección de dos cosechas ininterrumpidas anuales. El riego posibilita la siembra de cultivos con requerimientos especiales de humedad, todo como el algodón y el cultivo de árboles de cacao, sumamente sensible a la sequía", dijo Armillas.302 Dijo Wittfogel que en México se habían realizado obras hidráulicas de una gran importancia como las del Valle de México, sobre los cursos de los ríos Tula, Lerma y Atlixco y en la zona contigua de Colima y Jalisco. "Las mayores concentraciones y obras más importantes de la irrigación coinciden generalmente con la mayor densidad de población, con la distribución de los centros urbanos más importante y con los núcleos del poder político y expansión militar", citando aquí a Palerm. La expansión de la construcción monumental en Mesoamérica durante la primera parte del primer milenio después de Cristo pudo haberse debido a una lluvia menor y a una irrigación mayor, pero esto no quiere decir que antes del periodo clásico las precipitaciones no fueran suficientemente regulares como para que el recurso del riego constituyese una necesidad". Hizo referencia también a los trabajos de Palerm y Wolf, indicando que había obras hidráulicas de gran tamaño en la región de Texcoco y así Texcoco avanzó desde "unas condiciones marginales hidráulicas a otras más centradas" Como es lógico esperarlo, las obras de irrigación que se han localizado, la mayor parte convertidas ya en restos y otras, las menos que se encuentran aun en funcionamiento, eran concordantes con el tamaño de las poblaciones a las que servían pero en realidad no se han encontrado evidencias empíricas de "obras grandes" como serían grandes presas o canales. Decimos "grandes" si 302 Armillas, Pedro, Programa de Historia de la América Antigua, p.119. 453 recordamos las que se han encontrado en Mesopotamia, Egipto o China en donde sí se movilizaron miles y miles de personas para efectuar las construcciones ya citadas. Es difícil hablar entonces de "estado hidráulico", como los que pudieron haber existido en Egipto para regular las aguas del Nilo; en rigor, se trata de obras en su mayoría pequeñas que servían para regular las aguas de las lagunas y lagos donde el desnivel que tenían los lagos de Chalco, Texcoco y México, la calidad de sus aguas, calibres y dulces, pero sobre todo las obras encontradas por Palerm y Armillas son derivaciones de agua de los depósitos mayores hacia las zonas de sembraduría, es decir, se observa una clara intención de utilizarlos para riego. Hoy en día en varios poblados de la zona acolhua encontramos restos de este tipo de obras, pero es difícil concluir que había un estado político que hacía girar su existencia en torno a ellas. No. Esa era una de sus funciones, pero no la principal. La obras ciertamente están relacionadas con los centros urbanos pero sobre todo con las zonas de sembradío que se encontraban contiguas y que se siguen encontrando, aunque ya muy disminuidas por el creciente de la "mancha urbana". Entre los instrumentos que se utilizaban para construir o cultivar las chinampas estaban la coa, la estaca, el regador, la garanda, el rastrillo, la tlaxpala. Después apareció la pala, el azadón, el cuchillo de aflojar, el cero, el cuchillo para cortar capines, bieldo y la pala. Había otras formas de construir chinampas que era la de utilizar partes de los terrenos cenagosos o pantanosos, de las orillas de los lagos en donde se cavaban zanjas alrededor de un lote rectangular. "El lodo que se sacaba 454 de las zanjas se echaba sobre el terreno que sería la chinampa. Cuando las zanjas quedaban terminadas a lo largo de los cuatro lados, las parcelas quedaban convertidas en pequeños islotes. También se sembraban árboles en los extremos para fijar la tierra y evitar la erosión. Para construir una chinampa se juntaban a trabajar un grupo de 6 o 7 personas durante toda una semana hasta dejarlas listas para cultivarse. Este trabajo no se pagaba; los mismos chinamperos se ayudaban unos a otros. Cada familia cultivaba su chinampa para el mantenimiento de los canales, el control del nivel del agua y el cuidado en general de las chinampas era trabajo para todos los habitantes de cada pueblo chinampero que cooperaba voluntariamente".303 Al referirse a las técnicas empleadas, en este estudio se hizo referencia a los llamados "abonos" orgánicos que eran plantas acuáticas de diferentes tules y lirios; también se sembraba chile y jitomate, lo que producía mucho excremento de murciélagos y también se empleaba el excremento humano. Carrasco desde luego está de acuerdo en que la base material de la cultura en Mesoamérica era la agricultura, pero había una especialización bien definida ya que había plantas como el cacao, el algodón, las frutas que pertenecen a un medio ambiente específico y desde luego la técnica de cultivar eran muy diversas, desde las que se aplicaban en las selvas tropicales hasta las de las montañas de clima frío; había sistemas de riego, terrazas y chinampas pero finalmente admitió que "en materia tecnológica estaba menos desarrollado que los países del Viejo Mundo. Las Chinampas, una Técnica Agrícola muy Productiva, sin autor, Árbol, Editorial, México, 1982, 81 p., p.36. 303 455 No había grandes cuadrúpedos domésticos, de modo que no se podía contar con la aportación de estos animales en el cultivo como bestias de tiro para el arado y como fuentes de abono. Había animales domésticos, como el guajolote y el perro que suministraba carne, pero ninguno podía dar leche o pieles en abundancia. Otros recursos técnicos que faltaban eran los arados, con sus vados usos en el transporte y en las máquinas como poleas, tornos, molinos, ruecas. Igualmente los metales conocidos, oro, plata, cobre se usaban principalmente para hacer adornos. El útil del metal más importante era el hecho de cobre para el desmonte y el trabajo de la madera. La coa, una combinación de palo y bastón sembrador, era generalmente de madera; como instrumento perforante se usaban espinas de maguey y punzones de hueso".304 Podemos definir a esta economía como una economía campesina debido a que la espina dorsal de la estructura material en general era la agricultura en sus distintas modalidades, tanto por el peso específico que tenía aquella actividad en el conjunto, como por el número de individuos que trabajaban en ella. La mayoría de las poblaciones trabajadores estaban constituidas por labradores, pero no es posible precisar algunos porcentajes numerosos. Esta conclusión se puede fácilmente obtener por medio de evidencias sociales y económicas, derivadas de las constancias con lo que se refiere a esta actividad la absoluta mayoría de los historiadores y cronistas. Sin duda, que la existencia de zona de irrigación planteaba una superioridad de esas poblaciones en materia de productividad de la tierra, con respecto de aquellas que basaban su agricultura en las precipitaciones pluviales 304 Carrasco Pedro. La Sociedad Mexicana antes de la Conquista, 17 p.21 456 que existían cada año y que estaban sujetas a múltiples variaciones. Enrique Florescano y otros han estudiado, por ejemplo, las sequías que hubo en el periodo novohispano, los cuales derivaban en una carencia muy grande de alimentos que llegaban hasta la hambruna la desesperación. Las crónicas prehispánicas refieren la existencia de este tipo de fenómenos naturales: indican que faltaban alimentos suficientes y que obligaban a numerosos grupos humanos a trasladarse de un sitio a otro, al grado de perder sus propias tierras y de tener que vender a sus hijos como esclavos para adquirir un poco de maíz. Pero no coincidimos con la información de Odile y Torres de que la zona de riego, estaba generalizada. No. En nuestra opinión, el segmento de la agricultura prevaleciente, si bien no único, era el de la agricultura de temporal, entendida como aquella que está relacionada con las lluvias, siendo la de riego un sector de la agricultura en general, como lo fue lo de chinampas. Sarmiento hizo estudios sobre la población humana, tomando en cuenta los avances de las técnicas, de las artes mecánicas, de los aperos de labranza, la construcción de casas de madera, afirmando que la técnica se haya asociada a distintas actividades humanas, indicando que por ejemplo, los individuos que tenía el huso también tenían los molinos y los tornos. Observó que el estudio de la cultura material era necesario no solo para el estudio de la historia económica "sino para el quehacer del hombre común, la materialización de su labor cotidiana pues tiene incidencia en la conjugación de los individuos y de lo colectivo". En relación con el estudio de la mortalidad destacó la importancia que tenía en su conexión 457 con su entorno social y material.305 La historia de los instrumentos técnicos o tecnológicos es recientemente importante pero es apenas una parte de la historia económica de una sociedad y una parte menor todavía de la historia social. Estudiar ese aspecto, su evolución, sus cambios, nos dice muy poco y lo que importa es conocer y valorar sus repercusiones, primero, en las actividades productivas y después en un contexto más amplio, a la sociedad en su conjunto. Este último aspecto es el más profundo, amplio y complicado. Siempre existe el riesgo de reducir los acontecimientos históricos y las modificaciones que se dan en el terreno tecnológico, lo que significaría otorgarle una autonomía y una preponderancia que ese aspecto tiene. En efecto, puede haber instrumentos tecnológicas "muy atrasados" desde el punto de vista formal, pero la participación masiva de los trabajadores, por ejemplo, en la construcción de pirámides, templos religiosos y otras producir excelentes resultados materiales. instalaciones, puede La técnica, siendo desde luego importante y en algunos casos hasta decisiva, sobre todo en los niveles de productividad, en una parte de la estructura económica y social pues finalmente lo que sobresale es la capacidad de los individuos para operar y manejar esos instrumentos, pero sobre todo, los frutos que producen y más que eso, a quién o quiénes beneficiaban. Si bien Palerm le concedió una gran importancia económica y social a la existencia Sarmiento Rodríguez, Ismael. El estudio de la Cultura Material, interés de la Ciencia Histórica y Antropológica, Anales del Museo de América, 13, 2005. 305 458 de sistemas de regadío, no los convirtió en una causa absoluta pues dijo que se trataba de "progresos interrelacionados en varias esferas, como la agricultura, transporte, comercio, tecnología y organización sociopolítica", mientras que en materia agrícola no solo existieron las plantas destinadas para el alimento sino también las que servían como materias primas, pero también hubo un perfeccionamiento de las técnicas de los artesanos y un acelerado desarrollo de la urbanización pero para ello era "necesario una población agrícola numerosa de una densidad tal que llegara al límite ecológico establecido para el sistema agrícola en uso, que los ricos que no hubieran sido agotados por la sucesión exagerada de cultivos y por la erosión, técnicas agrícola que permitieron un alto nivel de productividad de regadío, la posibilidad de suplementar la producción agrícola con alimento procedentes de los lagos y los ríos, facilidad para transportar rápidamente los productos, comercio próspero y activo, producción manufacturera en escala considerable, existencia de organismos que permitieran estimular la producción de alimentos".306 La agricultura de regadío, en la medida o grado en que existía en cada región del Valle de México y en el Valle en su conjunto, sí implicó un importante avance tecnológico y a la vez económico y social pues permitía elevar la productividad de las tierras y así alimentar, sin problemas adicionales, a una población completa. Resultaría una posición unilateral considerar que esas zonas privilegiadas, precisamente porque no hay evidencias arqueológicas de que hubiesen sido el elemento determinante, hubiesen influido en la integración del poder político dominante. 306 Palerm, Ángel. Agricultura y Sociedad en Mesoamérica, en SEP-Diana, 1980,194 p., p.67 459 Lo que sí encontramos en algunas crónicas es el surgimiento de una serie de dificultades y de conflictos entre las poblaciones con el señorío predominante en una cierta región, por el uso y usufructo de las aguas, sobre todo las de los ríos. Fueron otros los elementos que influyeron en forma decisiva en la integración del poder político, mucho más importantes que el factor hidráulico como fueron el régimen tributario y las guerras de conquistas, entre otros. Tampoco encontramos en las crónicas prehispánicas descripciones de muchas grandes obras hidráulicas que de haber existido se hubieran registrado en los escasos testimonios que subsistieron. Morgado repasó los enfoque tradicionales que se habían formulado respecto de Teotihuacán, hechos por Millán, Sander, Manzanilla que enfatizaban en una elevada inversión energética y de movilización del trabajo, una agricultura intensiva en el valle, un carácter pluriétnico de la población ubicada en las clase media en los conjuntos habitacionales de Zacuala, Atetelco y Tetilla. "Por ello se trataría de una ciudad clasista con un estado de tipo hidráulico, encontrándose en la cúspide los sacerdotes" pero no se ha encontrado suficiente evidencia arqueológica que justifique este tipo de estructuras sociopolíticas y tampoco se han encontrado vestigios de la existencia de una red hidráulica, en relación con las tesis de William Sanders que habló de un sistema de irrigación muy desarrollado".307 En muchas sociedades humanas, como la purépecha, los otomíes o más aun la mixteca, había superficies irrigadas, pero no por sus dimensiones, ni por su Rovira Morgado, Rossend, Relaciones de poder y economía política en Teotihuacán: investigaciones y orientaciones, teóricas actuales, Universidad Complutense de Madrid, Anales del Museo de América, Núm. 16, 2009,17 p. 307 460 impacto económico, se puede concluir que había estados hidráulicos como los que describe Witogel. Necesariamente ese tipo de obras tenían grandes y medianas presas, acueductos, canales y otros sistemas que por lo demás no podían existir en donde las corrientes y los depósitos de agua no eran tan importantes, como los grandes ríos que había en otras regiones del mundo. La agricultura, concebida no como una actividad productiva única pero sí la más importante, condicionó e impulsó el crecimiento de los grandes centros urbanos ya que se estaban asegurando su manutención. Había en esos centros, como fue el caso de Teotihuacán, no solo mayores densidades de población trabajadora sino también funcionarios gubernamentales y religiosos, militares, en los cuales había que proveer a sus necesidades. Por esta razón encontramos que al lado de este centro había amplias zonas de cultivo, que estaban a su vez cerca de ríos y lagunas, que aseguraban el cultivo de plantas y cereales. La aparición de la agricultura, entendida como un conjunto de prácticas sistemáticas en las que se involucraban a miles de personas, tuvo repercusiones en otras esferas productivas, como la aparición de cerámicas diversas para almacenar alimentos, la fabricación de cestas de diferentes tamaños y así surgió la jarcería, la construcción de silos y almacenes, con el uso de piedra más resistente y la fabricación de azadones y picos para desbrazar las tierras con mayor eficacia y rapidez y otros avances tecnológicos y sociales. Si bien fue un cambio revolucionario en la forma de vida (relaciones sociales) en que vivían los seres humanos, implicó también el surgimiento de nuevas 461 contradicciones sociales, como las que señala Olivares, como fueron las relativas a un creciente separación entre los individuos que detentaban una mayor superficie terrestre y la que los tenían en menor grado, lo que fue eliminado paulatinamente el igualitarismo que caracterizó a esas sociedades primigenias, apareciendo formas de acaparamiento de productos finales de instrumentos de trabajo y por lo tanto, formas de coacción, sin que se pueda afirmar que ya existe el estado. Childe, al referirse a las primeras etapas de la agricultura, mencionó la tendencia a acumular un sobrante, "una planta cultivada no debe ser consumida tan pronto como se cosecha. Los granos deben conservarse y escatimarse de modo que duren hasta la siguiente cosecha, por un año entero. Es necesario apartar una porción de cada cosecha para la siembra. La conservación es fácil pero implica, por una parte, previsión y economía y por otro lado, receptáculos para almacenamiento. Estos son tan esenciales como la vivienda y en realidad puede haber sido construido con más cuidado que ellas. El sobrante obtenido de este modo ayudará a la comunidad a superar las dificultades en las malas, épocas, formando una reserva para los periodos de sequía o de fracaso de la cosecha. La simple comunidad productora de alimentos no depende, para ninguna de sus necesidades vitales o del trueque o del intercambio con otro grupo. Produce y recoge todo el alimento que necesita. Tiene a su disposición, en su inmediata vecindad, las materias primas que requiere para su simple equipo. Sus miembros integrantes o familia fabrican las 462 herramientas, utensilios y armas que necesita".308 Definió a esta "economía neolítica" como un rasgo universal en el progreso de la civilización y aunque mencionó muchas regiones del mundo, no incluyó a América. Las tareas de la producción en las pequeñas aldeas descansaban en las familias como unidades sociales complejas pero después se asociaron varias de ellas con el objeto de contar con una mano de obra mayor. La finalidad no era solo reproducir lo que la aldea necesitaba en forma perentoria sino también crear reservas, emitir una serie de medidas previsoras, que fueron atisbo de planeación para satisfacer necesidades sociales futuras. Contar con reservas equivalía a asegurar la alimentación de los niños y jóvenes, es decir, de las nuevas generaciones lo que proporcionaba la continuación y la preservación de las comunidades. Tener este tipo de disponibilidad adicionales permitía, además, que las comunidades pudieran hacer intercambios con otros poblados y aldeas e incluso obtener otros productos o alimentos que no se tenían, hasta desempeñar funciones complementarias para el enriquecimiento y diversificación de la dieta humana. 308 Childe, Cordón, V. Los Orígenes de la Civilización, p.125 463 En los Anales de Tlatelolco se hizo alusión con mucha frecuencia a los macehuales, como fue la ocasión en que algunos de ellos abandonaron Tenochtitlán precisamente para fugarse a Tlatelolco ante el asedio de los españoles y dijeron; "señores, mexicas, Tlatelolco. Quizás ya falta poco, solo nos quedan los almacenes y nuestra tierra pero los extranjeros no han de apoderarse de ellos, Aquí está vuestra riqueza. Las divisas que para vosotros ha guardado vuestro señor, los escudos y las mercancías, los tocados de pluma, las ovejeras de oro, las chalchihuites y ya estando los españoles en Tenochtitlán, aquellos le pusieron precio "el joven, el sirviente, la doncella, el niño, cualquier macehual podía valer dos medidas de maíz, diez panes de mosca acuática o veinte panes de zacate y estando los españoles en Coyohuacán se repartieron todos los pueblos; luego también la gente de todos los pueblos fue dada en encomiendas y entonces se hizo el repartimiento, entonces se estableció la encomienda".309 Esta ductilidad de las instituciones era un reflejo de que se trataba de una sociedad de estamentos sociales y no de clases sociales, que estaban en proceso de formación, lo que fue acelerado por la conquista y colonización española. Por ende, los intereses materiales de esos grupos sociales aun no estaban consolidados, con la fuerza y nitidez que la tuvieran en etapas posteriores. Esta flexibilidad se observa en relación con la llamada esclavitud, que dista mucho de ser la esclavitud de la sociedad griega. Para tener y mantener un régimen esclavista, suficientemente desarrollado, se requiere que la sociedad genere un producto social Anales de Tlatelolco. Paleografía y Traducción de Rafael Tena, CONACULTA, México, 2004,177 p., p.123. 309 464 lo suficientemente amplio que le permite realizar esa función pues aunque los esclavos eran considerados "cosas" en realidad eran seres humanos que necesitaban alimentarse y un techo para alojar a sus familias. No lo pudieron hacer los mexicas y por ello los esclavos, una vez cumpliendo el objetivo, que era el de utilizar su fuerza de trabajo, en un periodo transitorio, era dejado en libertad. En relación a la esclavitud perpetua, de la que habla Moncayo y Anaya, no hemos encontrado registros en las crónicas históricas, en cambio sí existen registro en las otras variantes de la "esclavitud" que fueron modalidades predominantes" 465 Indicó por su parte, Carrasco que los hogares de los macehuales eran una unidad económica pues sus miembros trabajaban las tierras para su sustento familiar y también para dar el tributo y sus servicios personales, en el hogar de labradores y artesanos, todos cooperaban en la producción para el sustento de las casas, el hombre se dedicaba al cultivo de las tierras y la mujer a hilar y a tejer y ayudaban a la fabricación de artesanías. "Los macehuales estaban organizados por sus barrios en cuadrillas de 20 o múltiplos de 20, bajo la dirección de mandones encargados de recoger los tributos y de llevar a los dependientes a las obras públicas. El promedio de los macehuales practicaba actividades diversas para su propio consumo. Había, sin embargo, artesanos especializados que producían para el mercado y que tributaban en especie o en trabajo conforme a su oficio. En algunos casos, los artesanos de cada oficio, separados de los labradores de sus barrios, estaban organizados en cuadrillas de especialistas para la aportación de tributos y servicios personales. Las especializaciones principales eran las de carpinteros, canteros, albañiles, alfareros, canasteros, petateros y huaracheros que fabricaban objetos de uso general y se encontraban en la mayoría de los pueblos".310 Carrasco reafirmó que las cargas tributarias que pagaban los macehuales eran, desde luego, demasiado onerosas y constituían una causa permanente de descontento social poniendo siempre en entredicho la legitimación de esta explotación que estaba contenida en el aparato ideológico y religioso, pero no al grado de dejarlo en estado de inanición que implicaría su aniquilación como productor. 310 Carrasco, Pedro, Economía Política e Ideología en el México Prehispánico, p.35 466 Además, de darles una parte de lo producido para su manutención y de sus familias, las obras públicas contribuía al enriquecimiento de la propia comunidad y se mejoraban los "servicios públicos" lo que generaba un beneficio social. Hay que hacer notar que las zonas ceremoniales, como todos sus adelantos tecnológicos, estaba a disposición, exclusivamente, para los sacerdotes y sus sirvientes y lo mismo las zonas en donde se encontraban los edificios gobernantes, que estaban habitados solo pro los miembros de los grupos de poder y sus sirvientes. Los macehuales vivían fuera de esos recintos, en sitios aledaños, con un nivel de vida urbana propia de su condición de grupos explotados. Si bien estaban afuera, en la periferia, debían estar disponibles para utilizar su fuerza de trabajo en función de los programas acordados al respecto, sobre todo en relación con el programa de construcción de obras públicas y por ello había que asegurarle un mínimo de alimentos para que se mantuvieran como grupo social y se reprodujeran como todos. Los niveles de explotación no eran degradantes al grado de que implicara su desaparición como macehuales. Dijo Chavero que "la gente distinguida, los sacerdotes y los guerreros de cierta categoría, estaban exceptuados del servicio personal que consistía en labrar las tierras de los señores, cortarles madera, ser criados de sus casas y hacer otros oficios análogos. El servicio personal solo existía dentro del mismo territorio. Los tecuhtlis de los pueblos y los chinancallis de los barrios disponían del número necesario de hombres para hacerlo. Por lo que toca a la labranza la hacían de los campos propios 467 del rey, que formaban su patrimonio y de que podía disponer libremente; lo hacían también de las tierras pertenecientes a la corona, llamadas Tlatocomillis, cuyo producto estaba asignado al señor supremo sin que tuviesen derecho de enajenarlas porque eran bienes unidos al cargo y finalmente de los calpullis destinados al tributo de cada barrio".311 Si como dijo Chavero, los servicios personales se prestaban solo en el interior de las comunidades a las que pertenecían, en beneficio de los tecullis locales, entonces los trabajadores que entraban a la ciudad de México y que describieron varios cronistas, eran otro tipo de trabajadores, sin poder precisar quiénes eran realmente. En la realización de obras públicas de la ciudad de México los tlatoanis llamaban a sus pares en Texcoco y Tacuba y a los del resto de los señoríos a que enviaran trabajadores, pero también leña, carbón y alimentos con los que se podía conformar verdaderos "ejércitos del trabajo". Estos no recibían pago salarial alguno sino la entrega de comida, sobre todo maíz, frijol y chile y esteras y petates, pero no se habló de una retribución de orden monetaria. Después, en la medida en que se requirieron más trabajadores para la construcción de obras religiosas y civiles o administrativas, llegaron más a laborar, pero tampoco sabemos si este excedente se le entregaba en forma de pago en efectivo, si llegaban coaccionados por los tecuthlis locales o si eran una parte para comenzar un acuerdo que se celebraba entre los dignatarios de la Triple Alianza. Todo esto en el periodo prehispánico, pero ya en la siguiente etapa las 311 Chavero, Alfredo, Historia Antigua de México, T. II, p.195 468 relaciones laborales fueron más claras.312 Dijo Olivera: "Las fuerzas productivas en general estaban escasamente desarrolladas. Los macehuales formaban una masa fraccionada que dependía de muchos teuhctlis; por lo tanto no estaban organizados en grandes sistemas productivos sino que, como dijimos, vivían en pequeñas unidades familiares cultivando sus parcelas dispersas por todo el territorio y con un escaso contacto entre sí y hacia el exterior; producían básicamente para su consumo y daban servicio a su señor local. A través de este trabajo quizá producían en forma colectiva y organizada por turnos, el excedente agrícola y artesanal para pagar el tributo, que incluía además la participación en las guerras que emprendían sus señores, en su propio beneficio o a favor de Cholula".313 Indicó que Cuauhtincha siempre fue dependiente de Cholula a la que le pagaban tributo, hasta que los mexica lo dominaran y conquistaran, dividieron el antiguo señorío de Cuauhtincha en cinco cabeceras, Cuauhtincha, Tepeaca, Tecali, Tecamachalco y Quecholac. También Carrasco estudió las distintas formas que asumieron los excedentes de la producción que se almacenaban en los solares de palacio y que los mismos servicios para ornamentos las festividades religiosas y políticas, para financiar guerras y dar comida a los macehuales durante la etapa de la construcción de obras públicas, pero también existía un sistema de imposición de tributos entre todos los pueblos sometidos. "Puede decirse que el macehual al dar su contribución al señor también recibía algo a cambio. Se beneficiaban de las obras públicas y de Modos de Producción de Tecal, del Siglo XII al XVI, Ediciones de la Casa Chata, México, 1978, 240 p. p.91 313 Olivera, Mercedes. Pillis y Macehuales. Las Formaciones Sociales y los 312 469 las redistribuciones de bienes; recibían tierras para que sustentaran, protección en caso de conflicto y los beneficios del culto público organizado por los señores. Probablemente el macehual pensaba que vivía por gracia de sus señores que le daban tierras, lograba la protección de los dioses y le mantenían en tiempos de hambruna. Pero por otra parte se ve que el excedente apropiado para el soberano mantenía a los reyes (tlatoques), señores (teteuctin), nobles (pipiltin), sacerdotes, y guerreros de alta graduación. Toda esta gente vivía a costa de los macehuales y recibía sus ingresos en forma de donaciones de tierra con gente o directamente de los bienes acumulados como tributos".314 Aunque la información que ofrece Carrasco se inscribe ya en el periodo hispánico, muestra la existencia de, por lo menos, algunos rasgos y características de la etapa precedente, pero lo sobresaliente era el conjunto de datos que se proporcionan acerca del libro de los servicios personales. Hubo alguna modificación central: en una primera etapa, en elemento predominante es la estructura económica era el pago de tributo pero en la medida en que crecía la población y aumentaron sus demandas y necesidades se hizo necesario que hubiese un mayor valor agregado a esas materias primas y entonces aumentó la importancia económica de los artesanos y de los comerciantes; pero después tuvo mayor valor agregado la contribución por medio de servicios personales en la medida en que se desarrollaron los centros urbanos y se edificaran más templos, pirámides y otras instalaciones civiles y administrativa, en la medida en que avanza el proceso de monetarización por encima Carrasco,Pedro. La Economía Prehispánica, En Ensayos sobre el Desarrollo Económico de México y América Latina, p.27 314 470 de del trueque tradicional. Así para la cacica De la Cruz se hará más redituable desde el punto de vista de sus intereses económicos individuales, disponer de moneda ahora y poderla utilizar para distintos fines, que recibir el pago de tributos. Entonces los macehuales tributarios fueron relegados para ser sustituidos por otro tipo de trabajadores y que le incorporaban mayor valor a las materias primas. Era más rentable tener a su disposición, por el ejemplo, albañiles que pudieran edificar casas y edificios, que solo madera en sus diferentes modalidades. Informó López Austin que "los plebeyos o macehualtzin vieron aumentar así sus cargas tributarias, que cumplieran con la entrega de bienes con servicios a funcionarios con trabajos comunales en las obras públicas y con su vida y sangre pues formaban las tropas de un ejército que estaba frecuentemente en campaña. Los nobles o pipiltin, en cambio, disfrutaban de la situación privilegiada en materia económica de dirección social y prestigio. Hay que reconocer que no era una nobleza ociosa porque una de sus justificaciones era de integrar el aparato del gobierno. En efecto, eran ellos los jefes militares, los sacerdotes de alo rango, los funcionarios públicos y los miembros de la burocracia superior". También coincidió con la apreciación de que los pillis que no cumplían con las obligaciones eran degradados y que muchos macehuales ascendían en la escala social.315 Varios autores, entre ellos López Austin, han afirmado que a pesar de la estructura piramidal que caracterizaba a la sociedad en donde en la base estaban los macehuales y en la cúspide los pillis, no se trataba de una estructura rígida, como era 315 López Austin, Alfredo. La Educación de los Antiguos Nahuas, p.25 471 el régimen de castas en la India, sino de una organización que tenía una cierta movilidad social, para emplear términos sociológicos modernos. Dicha movilidad fue de mayor grado de intensidad, menor grado sobre todo por la reforma que impulsó Tlacaelel para premiar a los guerreros distinguidos que desde el punto de vista de su origen social eran macehuales o habían sido hijos de macehuales. Un macehual, con méritos personales, aptitudes físicas e intelectuales podían aspirar a "subir" en la pirámide social como, por ejemplo, ser artesano y de ahí ascender a la posición de comerciante o de ayudante de comerciante. Desde luego, el núcleo de los pillis era impenetrable, pero si podían pretender estar cerca de ellos y así recibir algunos de sus beneficios, pero nunca formar parte de ese cuerpo. Uno de los caminos de "ascenso social" era la guerra pues si se distinguían en los enfrentamientos armados podían ser dotados de tierras y así disponer de una cantidad mayor de alimentos y de materias primas y como "guerreros distinguidos" acercarse al círculo de los pillis. Al referirse a los grupos de trabajadores que había en el "reinado" de Moctezuma, dijo Torquemada "que los labradores que se llamaban macehuales era casi infinitos porque la principal granjeria que tenían era labrar los campos; estos tributaban con sus personas y bienes. Esta era la diferencia que había entre nobles y pecheros, que los pecheros eran de dos maneras, unos renteros que arrendaban de otros las heredades a las cuales pagaban las rentas de ellas. Había otros pecheros que labraban sus heredades y pagaban cada año de todo lo que cogían, de tres fanegas uno y de todo lo que criaba, de tres uno. Las sementeras eran de maíz, fríjoles y otras semillas. Los instrumentos con que 472 labraban era de piedra; otras trataban en sal, miel, mantas, plumajes, algodón, cacao, camotli, y otras cosas a este tono, de todas frutas y hortalizas, de que principalmente se sustentaba y mantenían los renteros; porque pagaban estas rentas por meses o por año, en tanta cantidad, por esto se llamaban esclavos porque tributaban dos veces...". 316 La descripción que hizo Torquemada hace notar que los renteros y pecheros tenían una situación económica y social aparentemente más "desahogada" que los macehuales pues no estaban obligados a pagar tributo, pero si dar una parte de las cosechas por la renta de las tierras que cultivaban. Sin embargo, el estatuto social de los macehuales era de una mayor relevancia no solo porque eran miembros de los calpullis sino porque participaban en las guerras, en las ceremonias religiosas y en todas las actividades sociales. Por las crónicas al respecto, concluimos que los terrasgueros, renteros o pecheros eran un grupo de labradores muy reducido, en comparación con los macehuales, que realizaban funciones de complementariedad respecto de aquellos. Lo que también está claro con el pago de la renta de las tierras se estaban estableciendo una relación distinta a la de los macehuales pues había un incentivo en este tipo de relaciones, que teóricamente elevaba la productividad, lo que beneficiaría a los pillis, por un lado, pues si sus tierras eran mejor trabajadas obtendría un mayor volumen de producción y los renteros también se beneficiaban pues recibían una porción mayor de las sementeras, si estas, tenían un rendimiento mayor. Igualmente, era la tercera parte de la producción la ganancia que se podía 316 De Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, 4 Vols., T. I, p.317. 473 obtener. Debe observarse por los comentarios de Torquemada que la "esclavitud" prevaleciente era una forma de pagar el tributo, para obtener un ingreso económico extraordinario a efecto de realizar un pago determinado o para corregir una mala conducta. Estas tres modalidades no indican que había "honrar" para los efectos de dichas prácticas, como si la había en otras sociedades antiguas en donde los esclavos eran considerados como cosas que podían ser comprados y vendidos libremente, solo "bestia de trabajo" al igual que un animal de carga. No existen registros históricos de que la "esclavitud" mexica hubiese sido considerada una práctica odiosa y aborrecible que era relativamente sencilla dejar de tener esa condición, si se pagaban los tributos adeudados y si se saldaban las deudas que se habían contraído con anterioridad. Childe, al referirse a las primeras etapas de la agricultura, mencionó la tendencia a acumular un sobrante, "una planta cultivada no debe ser consumida tan pronto como se cosecha. Los granos deben conservarse y escatimarse de modo que duren hasta la siguiente cosecha, por un año entero. Es necesario apartar una porción de cada cosecha para la siembra. La conservación es fácil pero implica, por una parte, previsión y economía y por otro lado, receptáculos para almacenamiento. Estos son tan esenciales como la vivienda y en realidad puede haber sido construido con más cuidado que ellas. El sobrante obtenido de este modo ayudará a la comunidad a superar las dificultades en las malas, épocas, formando una reserva para los periodos de sequía o de fracaso de la cosecha. La simple comunidad productora de alimentos no depende, para ninguna de sus necesidades vitales o del trueque o del intercambio con otro grupo. Produce y recoge todo el 474 alimento que necesita. Tiene a su disposición, en su inmediata vecindad, las materias primas que requiere para su simple equipo. Sus miembros integrantes o familia fabrican las herramientas, utensilios y armas que necesita".317 Definió a esta "economía neolítica" como un rasgo universal en el progreso de la civilización y aunque mencionó muchas regiones del mundo, no incluyó a América. Las tareas de la producción en las pequeñas aldeas descansaba en las familias como unidades sociales complejas pero después se asociaron varias de ellas con el objeto de contar con una mano de obra mayor. La finalidad no era solo reproducir lo que la aldea necesitaba en forma perentoria sino también establecer reservas, emitir una serie de medidas previsoras, que fueran atisbo de planeación para satisfacer necesidades sociales futuras. Contar con reservas equivalía a asegurar la alimentación de los niños y jóvenes, es decir, de las nuevas generaciones lo que proporcionaba la continuación y la preservación de las comunidades. Tener este tipo de disponibilidades adicionales permitía, además, que las comunidades pudieran hacer intercambios con otros poblados y aldeas e incluso obtener otros productos o alimentos que no se tenían, hasta desempeñar funciones complementarias para el enriquecimiento y diversificación de la dieta humana. En los Anales de Tlatelolco se hizo alusión con mucha frecuencia a los macehuales, como fue la ocasión en que algunos de ellos abandonaron Tenochtitlán precisamente para fugarse a Tlatelolco ante el asedio de los españoles y dijeron; "señores, mexicas, Tlatelolco. Quizás ya falta poco, solo nos 317 Childe, Cordón, V. Los Orígenes de la Civilización, p.125 475 quedan los almacenes y nuestra tierra pero los extranjeros no han de apoderarse de ellos, Aquí está vuestra riqueza. Las divisas que para vosotros ha guardado vuestro señor, los escudos y las mercancías, los tocados de pluma, las orejeras de oro, las chalchihuites y ya estando los españoles en Tenochtitlán, aquellos le pusieron precio "el joven, el sirviente, la doncella, el niño, cualquier macehual podía valer dos medidas de maíz, diez panes de mosca acuática o veinte panes de zacate y estando los españoles en Coyohuacán se repartieron todos los pueblos; luego también la gente de todos los pueblos fue dada en encomiendas y entonces se hizo el repartimiento, entonces se estableció la encomienda".318 Esta ductilidad de las instituciones era un reflejo de que se trataba de una sociedad de estamentos sociales y no de clases sociales, que estaban en proceso de formación, lo que fue acelerado por la conquista y colonización española. Por ende, los intereses materiales de esos grupos sociales aun no estaban consolidados, con la fuerza y nitidez que la tuvieran en etapas posteriores. Esta flexibilidad se observa en relación con la llamada esclavitud, que dista mucho de ser la esclavitud de la sociedad griega. Para tener y mantener un régimen esclavista, suficientemente desarrollado, se requiere que la sociedad genere un producto social lo suficientemente amplio que le permite realizar esa función pues aunque los esclavos eran considerados "cosas" en realidad eran seres humanos que necesitaban alimentarse y un techo para alojar a sus familias. No lo pudieron hacer los mexicas y por ello los esclavos, una vez cumpliendo el objetivo, que era el de utilizar su fuerza de trabajo, en un periodo transitorio, era dejado en libertad. En Anales de Tlatelolco. Paleografía y Traducción de Rafael Tena, CONACULTA, México, 2004,177 p., p.123 318 476 relación a la esclavitud perpetua, de la que habla Moncayo y Anaya, no hemos encontrado registros en las crónicas históricas, en cambio si existen registro en las otras variantes de la "esclavitud" que fueron modalidades predominantes". Indicó por su parte, Carrasco que los hogares de los macehuales eran una unidad económica pues sus miembros trabajaban las tierras para su sustento familiar y también para dar el tributo y sus servicios personales, en el hogar de labradores y artesanos, todos cooperaban en la producción para el sustento de las casas, el hombre se dedicaba al cultivo de las tierras y la mujer a hilar y a tejer y ayudaban a la fabricación de artesanías. "Los macehuales estaban organizados por sus barrios en cuadrillas de 20 o múltiplos de 20, bajo la dirección de mandones encargados de recoger los tributos y de llevar a los dependientes a las obras públicas. El promedio de los macehuales practicaba actividades diversas para su propio consumo. Había sin embargo artesanos especializados que producían para el mercado y que tributaban en especie o en trabajo conforme a su oficio. En algunos casos los artesanos de cada oficio, separados de los labradores de sus barrios, estaban organizados en cuadrillas de especialistas para la aportación de tributos y servicios personales. Las especializaciones principales eran las de carpinteros, canteros, albañiles, alfareros, canasteros, petateros y huaracheros que fabricaban objetos de uso general y se encontraban en la mayoría de los pueblos".319 Carrasco reafirmó que las cargas tributarias que pagaban los macehuales eran desde luego demasiado onerosas y constituían una causa permanente de descontento social, poniendo siempre en entredicho la legitimación de esta explotación que estaba contenida en el aparato ideológico y religioso, pero no al grado de dejarlo en 319 Carrasco, Pedro, Economía Política e Ideología en el México Prehispánico, p.35 477 estado de inanición que implicaría su aniquilación como productor. Además, de darles una parte de lo producido para su manutención y de sus familias, las obras públicas contribuía al enriquecimiento de la propia comunidad y se mejoraban los "servicios públicos" lo que generaba un beneficio social. Hay que hacer notar que las zonas ceremoniales, como todos sus adelantos tecnológicos, estaba a disposición, exclusivamente, para los sacerdotes y sus sirvientes y lo mismo las zonas en donde se encontraban los edificios gobernantes, que estaban habitados solo pro los miembros de los grupos de poder y sus sirvientes. Los macehuales vivían fuera de esos recintos, en sitios aledaños, con un nivel de vida urbana propia de su condición de grupos explotados. Si bien estaban afuera, en la periferia, debían estar disponibles para utilizar su fuerza de trabajo en función de los programas acordados al respecto, sobre todo en relación con el programa de construcción de obras públicas y por ello había que asegurarle un mínimo de alimentos para que se mantuvieran como grupo social y se reprodujeran como todos. Los niveles de explotación no eran degradantes al grado de que implicara su desaparición como macehuales. Chavero dijo que "la gente distinguida, los sacerdotes y los guerreros de cierta categoría, estaban exceptuados del servicio personal que consistía en labrar las tierras de los señores, cortarles madera, ser criados de sus casas y hacer otros oficios análogos. El servicio personal solo existía dentro del mismo territorio. Los tecuhtlis de los pueblos y los chinancallis de los barrios disponían del número necesario de hombres para hacerlo. Por lo que toca a la labranza la hacían de los campos propios del rey, que formaban su patrimonio y de que podía disponer 478 libremente; lo hacían también de las tierras pertenecientes a la corona, llamadas Tlatocomillis, cuyo producto estaba asignado al señor supremo sin que tuviesen derecho de enajenarlas porque eran bienes unidos al cargo y finalmente de los calpullis destinados al tributo de cada barrio".320 Si como dijo Chavero, los servicios personales se prestaban solo en el interior de las comunidades a las que pertenecían, en beneficio de los tecullis locales, entonces los trabajadores que entraban a la ciudad de México y que describieron varios cronistas, eran otro tipo de trabajadores, sin poder precisar quiénes eran realmente. En la realización de obras públicas de la ciudad de México, los tlatoanis llamaban a sus pares en Texcoco y Tacuba y a los del resto de los señoríos a que enviaran trabajadores, pero también leña, carbón y alimentos con los que se podía conformar verdaderos "ejércitos del trabajo". Estos no recibían pago salarial alguno sino la entrega de comida, sobre todo maíz, frijol y chile y esteras y petates, pero no se habló de una retribución de orden monetaria. Después en la medida en que se requirieron más trabajado para la construcción de oras religiosas y civiles o administrativas, llegaron más a laborar, pero tampoco sabemos si este excedente se le hacía pago en efectivo alguno, se llegaban coaccionados por los tecuthlis locales o si eran parte de comenzar y acuerdo que se celebraba entre los dignatarios de la Triple Alianza. Todo esto en el periodo prehispánico, pero ya en la siguiente etapa las relaciones laborales fueron más claras. 320 Chavero, Alfredo, Historia Antigua de México, T. II, p.195 479 Dijo Olivera: "Las fuerzas productivas en general estaban escasamente desarrolladas. Los macehuales formaban una masa fraccionada que dependía de muchos teuhctlis; por lo tanto no estaban organizados en grandes sistemas productivos sino que, como dijimos, vivían en pequeñas unidades familiares cultivando sus parcelas dispersos por todo el territorio y con un escaso contacto entre sí y hacia el exterior; producían básicamente para su consumo y daban servicio a su señor local. A través de este trabajo quizá producían en forma colectiva y organizada por turnos, el excedente agrícola y artesanal para pagar el tributo, que incluía además la participación en las guerras que emprendían sus señores, en su propio beneficio o a favor de Cholula".321 Indicó que Cuauhtincha siempre fue dependiente de Cholula a la que le pagaban tributo, hasta que los mexica lo dominaran y conquistaran, dividieron el antiguo señorío de Cuauhtincha en cinco cabeceras, Cuauhtincha, Tepeaca, Tecali, Tecamachalco y Quecholac. También Carrasco estudió las distintas formas que asumieron los excedentes de la producción que se almacenaban en los solares de palacio y que los mismos servicios para ornamentos las festividades religiosas y políticas, para financiar guerras y dar comida a los macehuales durante la etapa de la construcción de obras públicas, pero también existía un sistema de imposición de tributos entre todos los pueblos sometidos. "Puede decirse que el macehual al dar su contribución al señor también recibía algo a cambio. Se beneficiaban de las obras públicas y de las redistribuciones de bienes; recibían tierras para que sustentaran, protección en 321 Olivera, Mercedes. Pillis y Macehuales. Las Formaciones Sociales y los Modos de Producción de Tecal, del Siglo XII al XVI, Ediciones de la Casa Chata, México, 1978, 240 p. p.91 480 caso de conflicto y los beneficios del culto público organizado por los señores. Probablemente el macehual pensaba que vivía por gracia de sus señores que le daban tierras, lograban la protección de los dioses y le mantenían en tiempos de hambruna. Pero por otra parte se ve que el excedente apropiado para el soberano mantenía a los reyes (tlatoques), señores (teteuctin), nobles (pipiltin), sacerdotes, y guerreros de alta graduación. Toda esta gente vivía a costa de los macehuales y recibía sus ingresos en forma de donaciones de tierra con gente o directamente de los bienes acumulados como tributos".322 Aunque la información que ofrecía Carrasco se inscribe ya en el periodo hispánico, muestra la existencia de por lo menos algunos rasgos y características de la etapa precedente, pero lo sobresaliente es el conjunto de datos que se proporcionan acerca del libro de los servicios personales. Hubo alguna modificación central: en una primera etapa, en elemento predominante es la estructura económica era el pago de tributo pero en la medida en que crecía la población y aumentaron sus demandas y necesidades se hizo necesario que hubiese un mayor valor agregado a esas materias primas y entonces aumentó la importancia económica de los artesanos y de los comerciantes; pero después tuvo mayor importancia económica y social la contribución por medio de servicios personales en la medida en que se desarrollaron los centros urbanos y se edificaran más templos, pirámides y otras instalaciones civiles y administrativa, en la medida en que avanza el proceso de monetarización por encima de del trueque tradicional. Así para la cacica De la Cruz se hará más redituable desde el punto de vista de sus intereses económicos Carrasco,Pedro. La Economía Prehispánica, En Ensayos sobre el Desarrollo Económico de México y América Latina, p.27 322 481 individuales, disponer de moneda ahora y poderla utilizar para distintos fines, que recibir el pago de tributos. Entonces los macehuales tributarios fueron relegados para ser sustituidos por otro tipo de trabajadores y que le incorporaban mayor valor a las materias primas. Era más rentable tener a su disposición, por el ejemplo, albañiles que pudieran edificar casas y edificios, que solo madera en sus diferentes modalidades. Informó López Austin que "los plebeyos o macehualtzin vieron aumentar así sus cargas tributarias, que cumplieran con la entrega de bienes con servicios a funcionarios con trabajos comunales en las obras públicas y con su vida y sangre pues formaban las tropas de un ejército que estaba frecuentemente en campaña. Los nobles o pipiltin, en cambio, disfrutaban de la situación privilegiada en materia económica de dirección social y prestigio. Hay que reconocer que no era una nobleza ociosa porque una de sus justificaciones era de componer el aparato del gobierno. En efecto, eran ellos los jefes militares, los sacerdotes de alo rango, los funcionarios públicos y los miembros de la burocracia superior". También coincidió con la apreciación de que los pillis que no cumplían con las obligaciones eran degradados y que muchos macehuales ascendían en la escala social.323 Al referirse a los grupos de trabajadores que había en el "reinado" de Moctezuma dijo Torquemada "que los labradores que se llamaban macehuales era casi infinitos porque la principal granjeria que tenían era labrar los campos; estos tributaban con sus personas y bienes. Esta era la diferencia que había entre nobles y pecheros, que los pecheros eran de dos maneras, unos renteros 323 López Austin, Alfredo. La Educación de los Antiguos Nahuas, p.25 482 que arrendaban de otros las heredades a las cuales pagaban las rentas de ellas. Había otros pecheros que labraban sus heredades y pagaban cada año de todo lo que cogían, de tres fanegas uno y de todo lo que criaba, de tres uno. Las sementeras eran maíz, fríjoles y otras semillas. Los instrumentos con que labraban era de piedra; otras trataban en sal, miel, mantas, plumajes, algodón, cacao, camotli, y otras cosas a este tono, de todas frutas y hortalizas, de que principalmente se sustentaba y mantenían los renteros; porque pagaban estas rentas por meses o por año, en tanta cantidad, por esto se llamaban esclavos porque tributaban dos veces...". 324 La descripción que hizo Torquemada hace notar que los renteros y pecheros tenían una situación económica y social aparentemente más "desahogada" que los macehuales pues no estaban obligados a pagar tributo, pero si dar una parte de las cosechas por la renta de las tierras que cultivaban. Sin embargo el estatuto social de los macehuales era de una mayor relevancia no solo porque eran miembros de los calpullis sino porque participan en las guerras, en las ceremonias religiosas y en todas las actividades sociales. Por las crónicas al respecto, concluimos que los terrazgueros, renteros o pecheros eran un grupo de labradores muy reducido, en comparación con los macehuales, que realizaban funciones de complementariedad respecto de aquellos. Lo que también está claro con el pago de la renta de las tierras se estaban estableciendo una relación distinta a la de los macehuales pues había un incentivo en este tipo de relaciones, que teóricamente elevara la productividad, lo que beneficiaría a los pillis, 324 De Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, 4 Vols., T. I, p.317. 483 por un lado, pues si sus tierras eran mejor trabajadas obtendría un mayor volumen de producción y los renteros también se beneficiaban pues recibían una porción mayor de las sementeras, si estas, tenían un rendimiento mayor. Igualmente, era la tercera parte de la producción la ganancia que se podía obtener. Debe observarse por los comentarios de Torquemada que la "esclavitud" prevaleciente era una forma de pagar el tributo, para obtener un ingreso económico extraordinario a efecto de realizar un pago determinado o para corregir una mala conducta. Estas tres modalidades no indican que había "honrar" para los efectos de dichas prácticas, como si la había en otras sociedades antiguas en donde los esclavos eran considerados como cosas que podían ser comprados y vendidos libremente, solo "bestias de trabajo" al igual que un animal de carga. No existen registros históricos de que la "esclavitud" mexica hubiese sido considerada una práctica odiosa y aborrecible pues era relativamente sencilla dejar de tener esa condición, si se pagaban los tributos adeudados y si se saldaban las deudas que se habían contraído con anterioridad. También de Tepeaca, Carrasco publicó los documentos que confirmaron la propiedad de tierras de doña Francisca de la Cruz, cacica de una de las cabeceras. En este texto se asevera que ella recibió una herencia de esa tierra, que tenía a su servicio indios enteros y terrazqueras según lo había testimoniado los ancianos. En las tierras de doña Francisca que estaban distribuidas en 22 barrios, habitaban en cada uno de ellos un cierto número de macehuales, hasta sumar 524 cuyo trabajo y tributo se distribuía de la siguiente manera; cada semana 8 indios y 8 indias servían en su casa, cada indio sembraba una sementera de 6 brazos; cada año, las esposas de estos macehuales, hilaban 40 484 capullos cada una, la mitad y la otra mitad, tejía mantas; 15 días hacían cotaras que son zapatos de tierra; 20 indios albañiles le daban cada 80 días, 50 cacaos pero también trabajaban en la construcción de una casa, pero les daban comida; 7 indias hacían loza, especialmente platos y escudilles; 20 pintores daban cada uno en periodo de 80 días, 100 cacaos, cinco indias hacían mantas de plumas y le daban cada año una prenda de manta; 12 canteros le daban cada 80 días 50 cacaos y cuando los macehuales hacían alguna casa les ayudaban en el oficio; 5 plateros le daban cada 80 días, 100 cacaos, y si se ofrecía alguna joya hacían. Destacó Carrasco que este era un claro ejemplo de pago de tributo mediante trabajo y en segundo término, en especie, considerando que los enteros de doña Francisca eran 520 macehuales y 172 artesanos, enfatizando que doña Francisca "procede de una casa de abolengo por linaje recto".325 Ese es uno de los pocos testimonios que establecieron la existencia del método de compraventa para obtener a un macehual, equiparándolo con un esclavo. Es necesario precisar que el macehual era un trabajador libre, independiente que prestaba su fuerza de trabajo de los pillis en su calidad de miembro del calpulli, para no hipotecaba por ese hecho su libertad personal. Una vez que los macehuales pagaban su tributo y prestaban los servicios personales a que estaban obligados, podían continuar con su existencia en el seno del calpulli al que pertenecían y por ende participaban en el resto de los actos de la sociedad pero sobre todo en las múltiples ceremonias religiosas que ocupaban una gran parte de su tiempo y que les implicaba gastos onerosos. 325 Carrasco, Pedro. Las Tierras de los Indios nobles de Tepeaca en el Siglo XVI, p.11. 485 Aquí se habló de que los macehuales podían comprarlos y venderse prácticamente sin ninguna restricción queriendo decir con ello que eran potencialmente esclavos, pero las crónicas históricas restantes, no registran estos fenómenos, como si fuera un fenómeno extendido. Solo se refieren a las excepciones o salvedades para que un macehual o un hijo de macehual se quisieran vender para saldar una deuda o poder pagar un tributo, señalando que después de hacerlo recibiría su libertad. Entre las causas de la esclavitud en la sociedad azteca, estaban según Moncayo y Ainaga, las siguientes: al que robaba un templo o un palacio, a los que hurtaban mantas, canoas, mazorcas y vendían artículos que no les pertenecían, a los que cometían traición contra el rey o la república, a lo que cometían los delitos de violación o estupro. "Otra de las vías para caer en la esclavitud resulta con la causa que arroja mayor número de esclavos; fue la venta voluntaria, en la que debemos distinguir dos situaciones: venta de si mismos y venta de sus hijos".326 Había mujeres que después de haberse prostituido se vendían como esclavas; en tiempo de hambre y necesidad se podían vender el hombre o la mujer; un padre podía vender a su hijo cuando este fuera incorregible y desobediente, o si era malcriado o perezoso. Había también la llamada "esclavitud antigua" en la que se obligaba a una familia a proporcionar esclavos en forma perpetua. Otra fuente era la del cautiverio por causas de guerra, si el reo no era destinado al sacrifico. No existe información sobre las unidades productivas existentes que nos permita valorar su tamaño y por ende, su productividad; por el estudio de las fuentes Moncayo Rodríguez, Socorro y Ainaga Vargas, María del Carmen, Consideraciones en Torno a la Esclavitud entre los Aztecas, 17 p., p.14 326 486 disponibles, incluso tomando en cuenta los estudios especializados que se han hecho con respecto de varios poblados de la zona de Puebla y Tlaxcala, nos permite concluir que se trataba de "unidades pequeñas", coincidiendo con la opinión de Olivera. Este tamaño es concordante con la densidad de la población y con su grado de dispersión. Se trataba de unidades reducidas, con un escaso desarrollo de las fuerzas productivas, en relación con grupos humanos de otras latitudes y por lo tanto la productividad se basaba en el trabajo humano intensivo y este trabajo era comunal o colectivo y básicamente se producía para el consumo. No había muchos productos para lograr un amplio y fuerte intercambio con otras comunidades porque a un no existía la necesidad de inventar signos monetarios que hacen más fluidos esos intercambios. Las relaciones de intercambio, su volumen, están vinculados con el tamaño de la producción una vez cubiertas las necesidades más apremiantes de la población, sobre todo en materia de alimentos. El excedente que se producía era apropiado por los representantes de los tlatoanis, los calpixques. Los macehuales distribuían su tiempo de trabajo en tres partes: uno destinado a la producción de bienes y materias primas para pagar el tributo, pillis; otros, para ofrecer sus servicios personales en las casas de aquellos y por último, el destinado a producir los alimentos para su propio consumo familiar. De modo que el macehual era un trabajador que laboraba prácticamente durante toda su vida útil. Pero aquí nos interesa en su papel de jefe o padre de familia pues este primero era soltero, pero después se casaba, hasta la vejez o la muerte. 487 Durante su etapa "productiva" labraba una parcela que llamaremos de carácter familiar en la que se cultivaba una serie de alimentos básicos para la subsistencia física y participaban de una manera decisiva en la primera división el trabajo que se dio entre los hombres y las mujeres, y después en otras divisiones en donde las relaciones se fueron haciendo más complejas pues las mujeres incrementaron su participación en las labores productivas. Las formas de organización para la prestación de los servicios personales a que alude Carrasco, durante la etapa relativa a la época prehispánica, están poco documentados y por ello no se puede hacer una descripción detallada de su forma de organización y funcionamiento, pero en cambio, ya en la etapa colonial aparecen muchos textos que enfatizan en la formación de las cuadrillas y en las rotaciones de los trabajadores. Se entiende que esta forma de trabajo hispánico de alguna manera reproducía y estaba inspirada en la forma prehispánica pues los europeos buscaban establecer relaciones de explotación humana que fueran exitosas y no copias mecánicas burdas, cuyos resultados habían sido contraproducentes en la Española. "Si una casa o dos se veían en necesidad de hambre, vendían a su hijo y obligaban a todos a tener siempre aquel esclavo vivo y ayudarlo a labrar, sembrar y coger sementeras y algunas veces traían leña y harina y que contraían aquella misma obligación con sus descendiente, pero que dicha ley había sido abolida por Nezahualpilli, en Texcoco y después, por Moctezuma, en la ciudad de México. Había otros esclavos que eran personas que se vendían para tener "para jugar y comer". Indicó Torquemada que los "hijos del esclavos eran libres y lo mismo eran los 488 de los esclavos; también se imponía la esclavitud al que había contraído deudas y si morían los heredaba la mujer y si el difunto había dejado hijo, el hijo se hacía esclavo. Incluso dijo que había eslavos que compraban bienes y otros esclavos para que les sirvieran y a los que salían malcriados, fugitivos o viciosos amonestábamos sus amos dos o tres veces y si todavía permanecían incorregibles echábanles la collera que usaban y después que le echaban las collera lo podían vender en cualquier mercado o tianguis".327 Había distintas modalidades de la esclavitud, como dijo Motolinía, entre ellos, los que adquirían una deuda y no la podían pagar, entonces la mujer del difunto quedaba esclava y a los viciosos, fugitivos, malcriados, les amonestaban y si reiteraban en su conducta, les echaban la collera y después de esto podían venderlo en la plaza pero los hijos de los esclavos eran libres pero lo que es más, los hijos del esclavo y esclava eran también libre. Los esclavos, adquirían para si hasta casarse y mantener casa y comprar otros esclavos que los servía y algunos hubo que tuvieron esclavos a su servicio, siendo esclavos. Si los esclavos eran muchachos pobres estábanse en casa con sus amos, los cuales los trataban cuasi como hijos y así los vestían y daban de comer como a hijos y muchas veces los tomaban a sus esclavas por mujeres y las mujeres, muertos los maridos, tomaban a sus esclavos por maridos y esclavas habían que mandaban y regían la casa de su señor, como un mayordomo".328 La observación que formuló Motolinía también reafirma que la "esclavitud" era una Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, T. IV, p. 360 Benavente Motolinía Toribio, Memoriales, o Libro de las Cosas de la Nueva España y de los Naturales de allá, Nueva Trascripción paleográflca de Edmundo O. Gorman, UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas, México, 1971, 575 p. p.102, p.371. 327 328 489 forma de establecer una cierta disciplina social, antes que obtener un cierto incremento de la fuerza laboral disponible, como fueron los casos de la venta de "niños malcriados", la liberación de los hijos de los esclavos, el tratamiento que recibían estos hijos de parte de sus armas, los cuales les prodigaban un tratamiento casi paternal. Los tlatoanis estaban interesados en que estas formas de trabajo no se desarrollara porque estos se oponían a uno de los principios, el del igualitarismo, que había sido uno de los pilares de la sociedad. En las primeras etapas de la Tira de la Peregrinación no hay alusiones a este tipo de instituciones; los registros son posteriores a TÍZOC a las ramas ya más extendidas en los periodos de los últimos tlatoanis (Moctezuma). Un macehual que estuviese en una pésima condición económica no requería "venderse" como si fuera esta una práctica habitual sino podía convertirse en un terrazguero, es decir, podía alquilar su fuerza de trabajo, sin necesidad de venderse como si fuera un objeto. Dijo Olive Negrete: "Los avances tecnológicos de la evolución neolítica impulsan al desarrollo de las fuerzas productivas no solo para la construcción de las obras de riego sino también al perfeccionar el instrumental y la técnica agrícola, así como la industriales, el desarrollo de esas fuerzas productivas determinó cambios en las relaciones de producción y proporcionó la estructura necesaria para que pudieran formarse los primeros centros urbanos y colonizar los valles pluviales. Los cambios en las relaciones de producción favorecieron a quienes manejaban la nueva tecnología y coordinaba el trabajo. Ello ejercitó a una modificación superestructural drástica, 490 surgiendo el estado como la organización social apropiada a las nuevas condiciones. De esa manera se realizó una doble división del trabajo, como base de la estratificación social y de la explotación del hombre por el hombre: la separación entre el campo y la ciudad y en el interior de este, de la minoría gobernante y de sus trabajadores y sirvientes. Así me explico la evolución urbana, tanto en el viejo Mundo como en Mesoamérica, como un reacción obre esta base".329 Dijo que "eran definitivos para la aparición del estado" la aparición de nuevos sistemas agrícolas, el incremento demográfico, los progresos de la tecnología, las artesanías y el comercio. Definió Carrasco a la sociedad prehispánica de la siguiente manera: "un tipo de cultura caracterizada por un sistema de producción con cultivos intensivos y artesanos desarrollados, capaz de mantener una población numerosa en la que existía una división del trabajo que incluía la distancia entre ciudades y campo, entre un grupo de trabajadores dedicadas principalmente a la producción de bienes materiales y otros dedicados a la distribución y al gobierno. Al llegar los españoles al centro de México había una gran diversidad de pueblos con distintos antecedentes culturales y no había lugar de unificación política ni cultural. El sistema productivo mesoamericano empleaba el trabajo humano en masa: la cooperación simple de gran número de trabajadores a todas las obras de construcción y transporte que requería gran cantidad de energía. Por otra parte, usaba el trabajo muy calificado en las líneas más especializadas de la producción agrícola y artesanal. Los mayores logros de la agricultura se basaba en el trabajo Olivé Negrete, Julio César. Estado, Función Socioeconómica y Periodización de Mesoamerica, en Mesoamerica y el Centro de México, p.96 329 491 calificado e intensivo de los cultivos, especialmente en los de riego y chinampas". Siguiendo a Carrasco afirmamos que en una primera etapa hubo un trabajo humano simple, una cooperación sencilla de los individuos para la producción y una división del trabajo desde luego, muy elemental, pues no existía propiedad privada de instrumentos de producción y la que existía en el mejor de los casos relativa a los propios instrumentos personales de trabajo, es decir, aquellos que cada persona fabricaba y que eran para su uso personal y/o familiar. Por ejemplo, las primeras navajas, cuchillos, coas, objetos pulimentados de piedra no se compraban o se adquirían sino los productores directos las fabricaban, teniendo las materias primas de la propia naturaleza. Pero este proceso se fue tornado más complejo y difícil en la medida en que aumentaron las poblaciones y las sociedades se fueron estratificando de una manera lenta pero inevitable y fueron apareciendo las llamadas "especialidades", es decir, distintas categorías de trabajadores que elaboraban artículos cada vez más sofisticados que al utilizarse en el sistema productivo, elevaban la tasa de producción. Pero la base del sistema seguía siendo el empleo del trabajo humano en masa, el cual fue retrocediendo ante el valor que aportaba el trabajo especializado. La situación social se fue haciendo más compleja pues, aparecieron grupos humanos que no estaban vinculados directamente con la producción material, como los sacerdotes, los guerreros, los empleados de los teocallis y una cauda cada vez mayor de personas que no "producían nada" y que a cambio tenían o aspiraban a tenerlo, un poder social y político cada vez más grande. 492 Para Vaillant, "la manufactura estaba en la producción manual realizada como un complemento a la tarea fundamental de obtener alimentos. Los hogares se bastaban así mismos en su mayoría, produciendo todo lo que necesitaban en lo que refiere a instrumentos, utensilios y vestidos. Sin embargo, algunas poblaciones tenían acceso a recursos naturales que otros no disfrutaban y lograban una habilidad esencial en su explotación. Estas especializaciones regionales iban acompañadas por la tendencia natural del individuo a explotar lo que hace y produce con mayor facilidad. A medida que aumentaron los conocimientos técnicos se desarrolla la especialización y el mercado llegó a ser una institución importante. El trueque era el único medio de cambio y el valor se establecía por la deseabilidad y la rareza. La moneda, medio de cobro de valor fijo, no existía. El material más precioso para los aztecas fue le jade o la piedra parecida a él, por su consistencia y color".330Hizo notar que en correspondencia con la naturaleza de una sociedad basada en el trueque, no tenían animales para el transporte y el guajolote era su principal ave doméstica y la coa era el principal instrumento agrícola. La "manufactura", concebida como un proceso mediante el cual el hombre le incorpora valor a un bien de la naturaleza, lo encontramos desde la primera etapa del desarrollo de los grupos humanos con el pulimento de las piedras y la fabricación de muchos utensilios derivados de ellas desde los más toscos y primitivos, hasta los cuchillos y las navajas de obsidiana o las piedras preciosas, como el jade y el cuarzo. El valor agregado dependía de los instrumentos tecnológicos de que se 330 Vaillant, George. La Civilización Azteca, Origen,, p.112 493 disponían, desde la fricción o el choque de una piedra con otra piedra, hasta la fabricación de punzones de sílex y de otras piedras más duras para labrar piedras más suaves. Pero no todas las poblaciones tenían las mismas materias primas, siendo una de ellas la obsidiana que por tener distintos usos industriales y armamentales, era escasa y fue objeto de intercambios comerciales, de fijación de tributo y de conflictos armados. Se todos estaban dedicados a las labores agrícolas, hacían falta individuos que se dedican exclusivamente a proveerles de instrumentos de trabajo ya sí se desarrollaron otras actividades productivas paralelas a la agricultura propiamente dicha, lo que permitió la aparición de distintos instrumentos de producción, pero dicho proceso transita por etapas de cientos o miles de años y muchos de ellos subsistieron aunque modificados hasta etapas más recientes. En aquella etapa, la "modernización tecnológica" avanzaba a un ritmo muy lento debido, entre otros factores, al aislamiento (relativo) en que se encontraban los grupos humanos, y la lentitud de los medios de transporte, que hacían muy dificultosa la difusión de los progresos que cada pueblo tenía. Escribió Vaillant que "la alfarería fue el oficio más notable del Nuevo Mundo y quizá ningún otro continente tenga esa múltiple y compleja riqueza de formas y de decorados. La plasticidad del bien hacía que fuera fiel de trabajar y la coacción era sencilla, de tal manera que los productos cerámicos eran una parte importante de los artesanos aborígenes. Los aztecas, como todos los otros pueblos del continente americano, no usaron el torno del alfarero sino que hicieron sus vasijas con tiras de arcilla confiando en sus ojos adiestrados y esos dedos de los indios para lograr la forma deseada. No emplearon moldes para dar forma a sus vasijas. Los aztecas disponían en abundancia de arcilla de fina textura, de color anaranjado 494 después de haber sido cocido, de la cual hacían vasijas para almacenar y servir la comida. Hicieron copas para beber pulque, raspadores (molcajetes) para moler chile y vasijas de barro para todo uso concebible. Una de las formas consiste en un plato ovalado, con compartimientos especiales para la salsa; el asador circular o comal para cocer tortillas apareció con la cultura Mazapa y siguió usándose en toda la época azteca". 331 A pesar de los factores exógamos adversos anotados con anterioridad y que en su conjunto convertían en lento el proces o de desarrollo y perfeccionamiento de las fuerzas productivas, hubo intercambios comerciales y tecnológicos ante los grupos humanos debido, entre otros factores, a las migraciones que se sucedían de un continente a otro, de una región a otra. Esto permitió que todos los grupos humanos desarrollaran un oficio "mecánico" similar como el de la alfarería, que asumió múltiples modalidades, usos y expresiones estéticas, desde la fabricación de objetos destinados al consumo humano doméstico, hasta los objetos de uso ceremonial o religioso. La fabricación de objetos de cerámica, por ejemplo, se observó, lo mismo en la zona mesoamericana que en la zona andina y en cada región asumió estilos y variaciones, aunque finalmente su destino final fuera el mismo. El labrador era un trabajador universal pues, además, elaboraba los objetos de cerámica que se necesitaban para satisfacer las necesidades de su familia, de su Vaillant, George. La Civilización Azteca, Origen, Grandeza y Decadencia, revisado por Susana B Vaillant. FCE. México, 1977, 303 p., p.127 331 495 gens o fratría, de su señorío o de su religión, así en ese orden de importancia. Había que tener objetos para preservar los alimentos que se cultivaban evitando al máximo su destrucción almacenándolos bajo las condiciones mejores posibles para preservarlos de hongos y de bacterias o de los roedores. Ya había alimentos cocidos y preparados que había que cuidar con el mayor espero y por ello se necesitaban todo tipo de vasijas, jarras, vasos y otros depósitos. Esta actividad se hizo tan necesaria pues había que satisfacer la demanda de miles de familias que se forman "barrios de alfareros" en las ciudades y ahora a los labradores les resultaba mejor adquirirlos por medio del trueque que hacerlos ellos mismos. Cook hizo referencia a los distintos tipos de alfarería desde la teotihuacana que fue de color anaranjado, la tolteca, de color plomizo, la "azteca" de color negro sobre anaranjado. "La pintura policroma se conoció desde la época clásica y en las combinaciones aparecen sobre todo el blanco, negro, rojo, anaranjado y amarillo. Significaba esto también una investigación del medio ambiente con experimentos de diversos materiales hasta lograr un efecto que quitara y se compusiera. La técnica para modelado y moldeado pudieron ser varias, estandarizada de acuerdo con el objeto que se iba a hacer, pero una olla podía elaborarse con varias arrollamientos o un largo en forma de espiral, o bien podía construirse partiendo de una especie de rosca que se iba modelando, subiendo las paredes, dando la forma deseada. Los moldes de vasijas podrían ser de una o dos parte, convexos y cóncavos. Para el cocimiento existen también los métodos que pudieron haberse usado antiguamente; el horno exterior o bajo tierra, siguiendo la forma de funcionar de su brasero; también al aire libre, sobre un comal de leña, formando el horno, con comales, colocando las 496 piezas más pequeñas y delicadas en el centro y hasta dentro de ollas grandes, que funcionaban como un verdadero horno".332 Soustelle hizo referencia a los artesanos, a los que llamaban toltecas los cuales "recibían cuantiosos emolumentos, pagaban el impuesto por como los negociantes estaban exentos del servicio personal y de las labores agrícolas. Finalmente sus corporaciones disfrutaban de lo que llamaríamos "personalidad civil", sus jefes los representaban ante el poder central y ante la justicia. Eran unos privilegiados, colocados por encima de la masa de los plebeyos. Pero lo que los distingue de los comerciantes es que ante ellos no se observa esa tendencia más o menos combatida de ascender en la jerarquía social. El artesano nada tiene que ocultar, no tiene que excusar una importancia que no busca, tiene en esa sociedad compleja el lugar que le conviene y en el cual decide permanecer. La clase de los comerciantes es dinámica, la de los artesanos estática. Este se contenta gracias a las exenciones y a la estimación que le atraen sus talentos; con ocupar en la escala social el grado inmediato superior al pueblo sin privilegios, sobre la plebe".333 Cook de Leonard, Carmen. La Alfarería Indígena Precolombina, y su Supremacía, Artes de México, Año XIII, Núm.21,1964, p.13 333 Soustelle, Jacques, La Vida Cotidiana de los Aztecas en Vísperas de la Conquista,., p.80 332 497 A diferencia de los labradores macehuales que tienen que dedicar largos y extenuantes jornadas de trabajo para cultivar y hacer producir la tierra, percibiendo ingresos magros que apenas les alcanzan para subsistir y reproducir como tales, es decir, como explotados de los distintos propietarios de la tierra, los artesanos, primero con sus propias manos y después con sus moldes, producen un conjunto de objetos que tienen un precio mayor y con los cuales se pueden pagar tributo y/o concurrir a los mercados, sin tener que experimentar el mismo grado de desgaste físico y humano que sufrían los macehuales. Su nivel de vida era mejor, su existencia más "descansada", sobre todo de aquellos que producían objetos bellos y sofisticados que podían ser utilizados para fines ceremoniales y religiosos. En la división social que en forma lenta pero inexorable experimentaban las sociedades, los artesanos obtuvieron las mayores ventajas, sobre todo en la etapa en que se valorizó cada vez más el trabajo y se abandonaron los criterios igualitaristas sobre los cuales se había cimentado la sociedad Como dijo Soustel, se convirtieron en "privilegiados" frente a los macehuales que no observaron cambios sustaciales en su estatuto social, al satisfacer necesidades de grupos y de sectores elitistas que pertenecían a los círculos de los pillis. Al compartir espacios de poder con los pillis, los artesanos estaban exentos de los servicios personales y de trabajar las tierras, indicando con ello que estaban usufructuando, junto a otros sectores, una parte considerable del excedente agrícola. Afirmó Cook "por lo regular la mujer era alfarera y el hombre se dedicaba a la 498 agricultura o a llevar el producto a los mercados; una buena alfarera es una mujer codiciada y podia escoger marido entre varios pretendientes. Las formas comunes ollas, jarros, comales- las trabajaban tanto las mujeres pero pueden inventar una forma especial, que se estima como propiedad suya y que hereda a su hija. Es muy probable que la mujer se alaba como inventora de la alfarería, como se cree por una casualidad observa, a un cesto de tejido abierto se le embarró lodo para recolectar laguna semilla pequeña, al quedar cerca del fuego, el barro se endurece; se había descubierto el proceso cerámico, su plasticidad estando mojado y su endurecimiento al someterse al calor las propiedades más distintivas del barro".334 Entre los materiales que tenía el barro Cook destacan las figurillas de Tlatilco, los cuales estaban conectadas con el mundo de la muerte, en el Preclásico hubo un acabado con líneas muy sobrias y en la época clásica se inventó el molde. Manzanilla describió dos tipos de artesanos en el periodo prehispánico: los que vivían en barrios especializados en las poblaciones y los artesanos itinerantes que eran "generalmente artistas muy cotizados, con estilos personales y manera de decorar particular, lo que podía dejar marcas en sus productos. Por último, había comunidades completas que se especializaban en la producción de bienes determinados, como sucedió en patrones de simbiosis económica. Habia bienes suntuarios cuya producción es muy especializada y eran elaboradas solo por una familia pero la mayoría de los bienes e instrumentos destinados a satisfacer las necesidades básicas, eran fabricados por varias familias, que en regiones con variados recursos formaban parte de esquemas de cooperación internacional. Cook de Leonard, Carmen. La Alfarería Indígena Precolombina, y su Supremacía, Artes de México, Año XIII, Núm.21,1964. 334 499 Conforme la élite demandaba productos específicos, la producción se fue haciendo menos variada, es decir, más estandarizada. Las élites gobernantes podían auspiciar a artesanos muy especializados en bienes suntuarios; así, en los palacios era frecuente ver a oficiales, plumarios, escultores y pintores".335 Los pillis les concedieron a los artesanos un tratamiento político y social muy benevolente pues les permitieron constituir en las grandes poblaciones barrios o asentamientos propios en donde pudieron vivir y trabajar, que pudieran pagar sus impuestos con una parte de los productos elaborados, que se pudieran relacionar con los pochtecas para realizar operaciones de intercambio comercial con otras regiones del mundo conocido. Es por ello que encontramos objetos de artesanías que se fabricaron por ejemplo, en la región de Teotihuacán, en las ciudades de la zona maya, o elaborados en Teotihuacán que aparecieron en la región andina, lo que plantea la idea de que todos los pueblos de la región americana estaban relacionados entre sí pues comparten muchos rasgos y características comunes. Hasta hoy la mayoría de los estudios realizados hacen énfasis en la belleza arquitectónica de las grandes pirámides y templos, en donde se encuentran asociados los objetos de piedra y alfarería, de carácter suntuario u ornamental pero en muchos enterramientos es fácil encontrar muchos de carácter doméstico o popular. Así como había una cierta especialización en el interior de las poblaciones, también los había en el seno de la región mesoamericana en su Manzanilla, Linda, La Producción Artesanal en Mesoamérica, en Arqueología Mexicana, número 80, Vol. XIV, p.34 335 500 conjunto. Por ejemplo, muchos objetos de oro, finamente tallados, provienen de la región mixteca oaxaqueña en donde sus habitantes habían logrado un alto grado de desarrollo en el tratamiento del oro. "El sistema productivo mesoamericano empleaba el trabajo humano en masa: la cooperación simple de gran número de trabajadores a todas las obras de construcción y transporte que requerían gran cantidad de energía. Por otra parte, usaban el trabajo muy calificado en las líneas más especializadas de la producción agrícola y artesanal. Los mayores logros de la agricultura se basan tanto en el trabajo calificado como intensivo de los cultivos, especialmente en los de riego y chinampas".336 Aunque reconoció que el trabajo de los tejidos y artesanal, el tallado de piedra o de madera había mano de obra muy especializada y encontró coincidencias entre las zonas de riego en donde había un florecimiento de la agricultura con la presencia de grandes ciudades, como Cholula. Entre las ventajas que observó Carrasco eran las de que las poblaciones que había en las riberas de los lagos se podían comunicar fácilmente por medio de canoa. Según los estudios de Carrasco, coexistían distintos tipos de trabajo, los cuales reflejaban la existencia de varios niveles de desarrollo de las esferas de la economía enfatizando en la cooperación simple que es la asociación más elemental de dos o más personas para producir. Este tipo de combinaciones de esfuerzos y de prestación de mano de obra era muy claro, por ejemplo, en la agricultura, pero adquiere una mayor complejidad en la metalurgia y en las 336 Carrasco, Pedro. La Sociedad Mexicana antes de la Conquista, p.17. 501 artesanías. Asumió distintas modalidades este fenómeno pero la esencia del mismo no cambiaba. Es posible que en el sistema de remuneraciones de los artesanos ya hubiesen empezado a florecer relaciones monetarias mercantiles, pero esto todavía no existe sino hasta la época de la Colonia. Se les pagaba en especie a los macehuales, a los fundidores de metales, a los orfebres, es decir, se les "pagaba" con productos de similar o equivalente naturaleza con los cuales a su vez los trabajadores podían efectuar otras transacciones. Esto era una forma en que asumiría el concepto de riqueza, la cual no tenía manifestaciones de carácter monetario sino se observaba en este tipo de vestimentas, del número y la calidad de las joyas y de los ornamentos. Se hablaba, por ejemplo, de que los pochtecas podían "comprar esclavos" dando a entender que entregaban por ellos algún tipo de moneda, pero pudieron haber entregado otras prendas u objetos. Por su parte, Albores Zarate describió la estructura de especialización de tule que incluyó el tulero o cortador independiente, tulero asalariado, cortador y vendedor, artesano y tejedor independiente, vendedor de productos tejidos e intermediario o resgatador. Pero también había actividades independientes o individuales como la de los tuleros o vendedores de tule, los cortadores y los tejedores. "Por otra parte, en torno al tule trabajaban casi todos los miembros de la familia. Todo el trabajo que se llevaba a cabo en la ciénega, era la actividad vinculada con el tule redondo lo que encerraba algunas relaciones de trabajo asalariado, siendo este tipo de tule una de las únicas dos variedades de toda la amplia gama que además de la 502 consecución del material implicaba una elaboración artesanal".337 Espinosa informó que ante los tarascos había tuleros que hacían petates y tapetes, hacian esteros de palma que servían como tapetes y desde luego mencionó a los trabajadores que fabricaban todo tipo de mantas, blancos, negras y pintadas, hechas de algodón; los alfareros hacían vasijas de barrio y jícaras de madera o bateas, en tanto que los carpinteros y talladores labraban la madera empleando instrumentos de cobre y los plateros utilizaban martillos para hacer objetos de oro y plata.338 En la región tarasca, que en gran parte también se asentó en una zona lacustre, de la que se derivaron parte de sus rasgos distintivos, ubicados en la agricultura de terraplenes y pasos a desnivel hubo un importante auge del proceso de especialización de las actividades manufactureras y metalúrgicas que la convirtieron en una de las regiones más demandadas para el intercambio comercial; al igual que en la región mixteca oaxaqueña, el desarrollo de la alfarería y de la metalurgia permitieron la realización de fuertes flujos comerciales hacia la Cuenca del Valle de México ya sí podemos encontrar en los enterramientos y en los hallazgos arqueológicos restos de esos objetos, muchos de ellos de bronce. Por su parte, Carbajal, basada en Armillas, explicó que los primeros grupos humanos se instalaron en las riberas de los islotes y que después, impulsados por varias sequías, los habían poblado en los periodos Clásico y Posclásico, atraídos por la alta productividad del sistema de cultivo de chinampas. Primero las 337 Albores Zarate, Beatriz, El Tejido de Tule en la Zona Lacustre del Valle de Toluca, El Colegio Mexiquense, 1966, 11 p., p.7 338 López, Marco Antonio, Orígenes de la Artesanía en Michoacán, p.5 503 embalses eran muy profundos pero después, con las frecuentes erupciones volcánicas se fueron azolvando y se fue generando una acumulación sedimentaria, hasta el periodo posclásico en el que había 7 lagos, tres de ellos ubicados en el norte, que eran independientes, Zumpango, Xaltocan, Texcoco y Chalco. Las calzadas de Tepeyacac, Tenayuca y Xionalco estaban asociadas a Tlatelolco mientras que la de Iztapalapa, Tacuba y su ramal a Chapultepec correspondían a Tenochtitlán. "Estas estructuras fueron edificadas con anterioridad a la caída del señorío Tecpaneca y en su territorio debieron hacerse con mano de obra Tlatelolca y/o tenochca, respectivamente, con la anuencia y para satisfacer necesidades tecpanecas. Su función consistía en subdividir el lago en varias secciones que deben corresponder con límites de "derechos de agua" de las localidades que unían, particularmente de las ribereñas".339 Para estar ubicadas a lado de las riberas del lago, las chinampas demostraron tener una elevada productividad pues disponían de dos de los insumos básicos: el agua que servía para alimentar en forma permanente a los almácigos y el lodo que era su abono. No debemos olvidar que la cuenca se formó por medio del azolvamiento originado por la erupción de volcanes y por ello era muy frecuente que los niveles de agua tuvieran movimientos pues era una cuenca "cerrada". Cuando el agua se retiraba, esa agricultura se debilitaba y después que se habían perdido sus ingredientes básicos y si por el contrario, las aguas llegaban en volúmenes crecientes se inundaba la ribera y se producían resultados similares, es decir, catastróficos. Las calzadas fueron obras que tenían dos finalidades: una, Carballal, Staedtler, Margarita. Tecnología de Prevención de Inundaciones en la Cuenca de México durante el Horizonte Posclásico, 13 p., p.23 339 504 la de servir de vías de transportación de bienes y personas y otro, indirecto, de contener la aguas de los lagos y hacer separaciones aunque fuesen artificiales. Además, y durante un largo periodo la fabricación de objetos de cerámica se hacía para satisfacer las necesidades de la familia, tarea en la cual la mujer tenía una gran responsabilidad. Entre ella estaba la de preparar los alimentos y conservarlos y para ello se necesitaban toda clase de vasijas y de depósitos para cumplir con estos objetivos. La especialista Mirambell definió los primeros artefactos durante la etapa de cacería siendo estos artefactos de piedra, hueso, madera y astas; se hacían cortes redondos y puntas de proyectil con los cuales cazaban y descuartizaban a los animales, raspadores, raederas, desarticuladores, perforadores. Hizo notar que durante la etapa del cenolítico superior, los grupos humanos se dedicaron a la recolección de plantas y animales, sobre todo a la caza de especies menores, pero que habían agregado una nueva técnica, el pulido por lo que se hicieron hachas y anzuelos. En las tierras altas operó la recolección de semillas y la caza de animales pequeños con el uso de la piedra y el hueso para hacer fibras de cestería, candelarias y redes y calificó a estos grupos de semisedentarios. "A raíz de las plantas de teosintle la planta de maíz fue domesticada, unos pequeños olotes que eran los maíces domésticos más temprano, los metates y su mano, herramientas que permitían un mejor aprovechamiento de semillas tanto silvestres como cultivadas".340 Desde el punto de vista práctico, era más fácil "trabajar" con piedras "suaves" que Mirambell, Lorena. Arqueolítico y cenolitico inferior, 3000-7000, A.C., Arqueología Mexicana, Vol. IX, Número 52, 3p.3 340 505 con "piedras duras" y por ello como dijo Mirambell se favoreció tanto el hueso como la madera, obteniéndose de ella, muchos productos que se destinaban sobre todo en la caza. Por ello encontramos muchos restos arqueológicos de estas materias primas, que desde luego tenían serias limitaciones como la precariedad de los materiales y la escasa resistencia de la misma. No era nada sencillo destazar un animal únicamente utilizando artefactos de hueso de madera, sino se requerían materiales más resistentes de los que se extraían punzones o lascas más filosas una mayor rapidez y eficiencia en esas operaciones; hasta fabricar hachas muy desarrolladas aplicando un pulido y un acabado más consistente de las piedras, ya sea mediante la técnica de la percusión, del tratamiento con arena muy fina o de ambos procedimientos a la vez, una después del otro, lo que aseguraba filos más finos y fuertes sobre todo para el tratamiento de las especies mismas, como jabalíes, venados y otros. El pulido de las piedras les dio un gran brillo y una gran capacidad también para utilizarlo como instrumento de trabajo para desbastar otras piedras, hasta conformar un utillaje más amplio de instrumentos líticos pues se habían dejado atrás las toscas piedras primitivas. Buenrostro formuló distintas observaciones sobre el sentido utilitario que le dieron a los objetos de ceremonia, como las cestas, guajes y calabazas cuyos bordes engrosaron para que fueran más fácilmente manipulados y las ollas porque el calor del fuego lo supieran aprovechar mejor; los cántaros para transportar agua se hicieron delgados y de boca estrecha para que se pudieran tapar y no se derramara el agua; las vasijas con tres capotes se hicieron para que se asentara bien en cualquier superficie. Al referirse a la cocción dijo que las piezas eran de un grosor 506 delgado que permitía que el aire caliente circulara por toda la superficie y para evitar que se fracturara. Las tres formas que había para utilizar el barro eran; la torta o bola, la plancha o el rodillo, en las que se agregaba el pastillaje" que era la aplicación de detalles que se van adhiriendo y trabajando con pequeños palillos o espátulas de hueso para crear ojos, peinados, orejeras, tocados e indumentaria. El uso de moldes para hacer figuras fue otra importante aportación pues facilitó la producción de figuras y rostros que después se retocaban con el fin de enfatizar en algunos rasgos".341 Después hizo alusión a las distintas formas de cocción y se abrió una base para que penetrara el aire. Al realizar un estudio de los objetos cerámicos se observa también una evolución de las vasijas y de los recipientes más simples y sencillos hasta los que tienen una mayor calidad, como la incorporación del vidriado y de una enorme diversificación artística que hoy es la admiración de los visitantes de los museos. La orfebrería nació vinculada sobre todo a la alimentación, es decir, a la necesidad de cocer y guardar los alimentos y a las necesidades de transportación de productos y por ello se requerían sus cestas y ollas. El barro fue la materia prima fundamental, pero lo importante era el tratamiento que se le daba y que en el mejor de los casos permitía una gran capacidad ante el fuego para elaborar figuras y utensilios muy variados, tanto por la resistencia de sus materiales como por la utilidad de sus productos. Las técnicas a que se refieren los especialistas se fueron perfeccionando no solo como producto de la experiencia Buenrostro, Marco. El Manejo del Barro en el México Prehispánico. Arqueología Mexicana, Edición Especial, junio de 2001, p.12 341 507 acumulada, sino también como resultado de los intercambios culturales de los distintos pueblos aborígenes del continente, hasta uniformarlos y compartirlos, si no todos por lo menos sí la mayoría de ellas. Estas obras regulaban el movimiento del agua, aunque también estaban sujetas a los resultados de los cambios en los niveles de las aguas que con frecuencia sufrían inundaciones y se interrumpía el servicio de transportación. Esta regulación, al parecer, no fue deliberada perseguida pues insistimos en que se edifican como medio de transporte, pero en la práctica si cumplieron esta función. Estos problemas, derivados de los desniveles de los dos lagos principales y del hecho de que varios ríos derramaban sus aguas en ellos, fueron conocidos desde el periodo tecpaneca y surgió una animadversión general por el hecho de tener grandes volúmenes de agua. No las vieron desde un principio como una manifestación positiva de la naturaleza, a la cual había que extraerle los frutos y beneficiarse de sus ventajas, como por ejemplo, haber construido un sistema de esclusas sino como un problema que había que resolver, por medio de la separación y de la contención de las aguas. En el estudio que hizo Servín de las llamadas artes menores se refirió a la orfebrería, que se hacía con materiales de oro y cobre, sobre todo los orfebres de Azcapotzalco, en donde había fundidores, martilladores utilizando la técnica del mutilaje "que permitía trabajar láminas tan delgadas como el papel con un punzón". Luego describió la fundición, "cera prendida" en la que se aplicaba carbón molido al que se añadió una parte de arcilla, se adelgazaba la cera con 508 una piedra plana para darle homogeneidad y se laminaba con un rodillo de madera sobre una piedra lisa, la laminilla de cera se sujetaba al molde por medio de pequeñas astillas de madera, se daba forma al oro y las piezas estuvieron fuertemente saturadas de simbolismo y religiosidad, el oro no era considerado en si un elemento comercialmente valioso sino que tiene una ascendencia casi divina por lo que únicamente podían elaborarse objetos del ritual, ornato distinguido o amuletos funerarios.342 El desarrollo de la orfebrería, íntimamente vinculada con la metalurgia, está más difundida entre los mixtecas de la zona de Montalbán y Mitla y en la zona purépecha, que en la región central del Valle de México. Con el intercambio comercial, el pago de tributos, las guerras de conquista, y las migraciones, la tecnología empleada en los procedimientos técnicos utilizados se hicieron muy similares, hasta alcanzar más o menos el mismo grado de evolución material y científico. La política integracionista que aplicó la Triple Alianza permitía que materias primas y objetos que nos podían producir en la región de la cuenca, sobre todo por razones alimenticias se pudieran traer de zonas geográficamente más lejanas. Así encontramos en el Valle muchos objetos y piezas que eran propias de las llamadas tierras calientes. ¿Esta integración económica fue deliberada o conciente, sujeta a un plan o a planes de los tlatoanis o bien fue producto de las circunstancias? No lo sabemos, realmente, pero en la práctica así sucedió. El hecho de disponer de la tecnología de la metalurgia hasta el grado en que se encontró con una relativa facilidad pues si no la obtenían por medio de la coacción de los tributos o 342 Servin Falencia, José. Las Artes Menores, en Esplendor del México Antiguo, T. I, p.402 509 por una guerra de conquista o en el mejor de los casos por medio del intercambio comercial, propició que la zona central se quedara rezagada en este campo respecto de otras regiones de Mesoamérica. También Manzanilla hizo referencia al sitio de Matacapan, ubicado en la zona de San Andrés Tuxtla "en donde se encontraron hornos de cerámica y basureros de desechos de cocción, donde se elaboraba la cerámica de pasta fina que se consumía (ocalmente, los artesanos de este sector estaban al servicio de esa élite y elaboraban algunas imitaciones de cerámica teotihuacana". Encontró también otras influencias culturales de Teotihuacán como tablero-taludes, concluyendo que en Matacapan se copiaban formas y técnicas teotihuacanas de la época del clásico Medio. Elaboró algunas conclusiones: la cerámica de Teotihuacán tiene baja resistencia mecánica y mayor porosidad, en cambio la cerámica de Veracruz son magnéticamente más estables, su polaridad es menor y son más estables mecánicamente.343 La existencia de hornos de cocción, sobre todo para fabricar cerámica, revela un gran dominio del fuego pues había que controlar los grados centígrados que se necesitaban para producir los artefactos, sin que se quemaran o se desintegraran, en virtud de las características que tenía la arcilla. Había hornos de superficie o al aire libre y otros subterráneos, que permitían producir cientos o miles de piezas de cerámica, hasta pasar a la producción en serie en los centros urbanos. Existen evidencias arqueológicas, sobre todo en Teotihuacán, que indica que la producción alfarera estaba ya muy diversificada y que se fabricaban miles Manzanilla Linda. Estudios Interdisciplinarios de Arcilla y Cerámica de Teotihuacán y del Centro de Veracruz, Revista Antropológica y Técnica, 2007,15 p.8 343 510 de piezas, encontrándose grandes volúmenes de restos de tepalcates. Existe también una constante: a una mayor cantidad de piezas fabricadas; correspondían grupos humanos más grandes y por lo tanto sociedades más estratificadas, sobre todo porque se produjeron grandes volúmenes de cerámica ricamente decorada, para fines suntuarios o de lujo. ¿Se vendía cerámica de Teotihuacán a otros sitios? ¿Simplemente el hecho de encontrar piezas de cerámica Teotihuacana en lugares tan distantes como la zona maya, era producto de las relaciones culturales y humanas, del intercambio comercial normal, los artesanos mayas aprendieron a copiar los modelos teotihuacanos que tanto nos han maravillado? Definió así Mohar a los orfebres: "... tenían una estricta jerarquía, básicamente se dividían en dos grupos: los martilladores o majadores, llamados así porque labraban el oro majándolo con piedras y martillos hasta dejarlo tan delgado como papel y los Tlallalianime o equitadores, que eran quienes asentaban el oro. En cambio, con cera diseñaban algo, con la que fundían metal precioso, sea amarillo, sea blanco, con estos dichos principios a su arte. Primeramente, el que presidía les repartía el carbón. Primero lo muelen bien, lo hacen polvo; lo reducen a menudo polvo. Ya que lo han molido, luego lo juntan, lo mezclan con un poco de lodo de olleros, el que es pegajoso, con el que hacen ollas. Cuando este desaparece desabasto, hacen pegajoso el carbón, con este se endurece, se adelgaza, y cuando lo han acabado hacen laminilla, la tienden al sol. En dos día se secan, las rejunta, y se endurecen". Este procedimiento es el de la cera, cuyos especialistas dibujaron 511 animales y flores, destacando las piezas de los orfebres de la Mixteca; tenían como dios a Totee y a lo veneraban en el templo llamado Yopac.344 Dijo Aburto que la arcilla natural está formada por los minerales arcillosos, entre ellos, los óxidos, feldespatos, carbonatos y sulfatos; hizo referencia a cinco tipos de arcilla, 4 provenientes del estado de Oaxaca, en la región de Mochixtlan y la otra en Tomatlán, Estado de México. Hizo estudios para determinar la temperatura y la atmósfera del horno que usaba el alfarero y las distintas muestras de cerámica que se efectuaron, así como los procesos de oxidación y vitrificación, a través de la aplicación del método de espectroscopia Móssbauer.345 Barba precisó que el caolín y la ilita eran los materiales arcillosos que más se usaban en la fabricación de productos cerámicos y la mayoría de las piezas tiene partículas de caolinita. "La arcilla, mientras se encuentra húmeda, posee un alto grado de plasticidad que permite su modelado y en consecuencia se utilización. Esto se debe a la capa de agua formada alrededor de cada una de las delgadas placas, que le permite deslizarse y acomodarse fácilmente, dando a la masa arcillosa la propiedad de mantener la forma y volumen que el alfarero le induzca. Durante el secado, el agua de plasticidad se va eliminando reduciéndose los espacios entre las partículas y con ello su movilidad. Cuando la temperatura en el calentamiento alcanza 200 grados centígrados, la mayor parte de esta agua se ha perdido y las partículas se encuentran muy cerca una de la otra. Si se continúa elevando la temperatura, se elimina la mayor parte del agua de combinación química deshidratando las moléculas. En este momento se produce un colapso en la estructura cristalina, la cual comienza a desintegrarse. El agua se pierde como vapor y Mohar Betancourt, Luz María, Manos Artesanas en el México Antiguo, p.124 Aburto, Sergio. La Espectroscopia Móssbauer y su Aplicación en Arqueología, Revista Antropología y Técnica 344 345 512 las partículas se acercan un poco más. A temperaturas mayores se alcanzan un punto en el que las paredes de las partículas se suavizan y se funden unas con otras, produciéndose un aumento en la densidad y una consolidación en la pieza." 346 Habló de las distintas temperaturas a que se puede llevar la arcilla, hasta alcanzar una temperatura de 900 grados, hasta llegar al grado de vitrificación. La principal labor del alfarero consiste, desde luego, en elaborar las piezas u objeto, lo cual tenía una relativa sencillez, pues se trata de una materia suave, muy dúctil, en donde es posible desarrollar la inteligencia y la capacidad estética, pero lo importante es someter la figura a la cocción de los hornos hasta que esa flexibilidad desaparece para adquirir una mayor dureza y resistencia. Si se excede de los grados que se necesitan, se puede producir un material quebradizo y por lo tanto desperdiciarse el esfuerzo realizado. La otra modalidad es realizar las figuras en serie, es decir, grandes cantidades, las cuales se pueden destinar a la comunidad en su conjunto, o a la exportación e intercambio. Siendo la zona de carácter lacustre, una de las primeras especializaciones era el tratamiento de tule y sus múltiples derivados. Desde que llegaron los primeros grupos humanos, impulsados por sus necesidades más apremiantes y por las abundantes materias primas que eran disponibles, el tule fue utilizado para distintos fines. En primer lugar, para hacer "canoas" en donde se plantaron los almácigos que posteriormente se ubicarían en la zona chinampera y/o para fabricar los "pisos" de las citadas chinampas, después para tejer cestos, hacer hilos, redes para pescar lo que permite desarrollar artículos que Barba Pingarrón Luis. Determinación de Temperaturas de Cocción de Cerámica Arqueológica por Métodos Dilatométricos, Revista Antropología y Técnica, 2003,11 p. 346 513 complementaran la agricultura y segundo, las artes de la pesca que en una primera etapa, pudo haber sido más importante para satisfacer las necesidades vitales, que la agricultura, la que se encontraba en una fase incipiente correspondiente tan solo en un sector de ellas, la agricultura chinampera. Esta planta (la del tule) creció en forma acelerada en las ciénagas y en ellas se acumulaba una gran cantidad de lodo o de limo que se utilizaba para fertilizar las siembras y también en sus ramas se escondía una gran cantidad de peces y de aves acuáticas. Muller explicó que había 4 técnicas para trabajar la arcilla: modelar a mano, enrollar, utilizar el molde y formar por secciones, mientras que la otra técnica que era el uso del torno o rueda del alfarero fue introducida por los españoles después de la conquista. "El color de las piezas cocidas dependía en gran parte del color del horno y de la cantidad de oxígeno consumido. Se cocía la cerámica lo mismo en hornos en forma de pozos que en hoguera abierta y existían por lo menos 30 técnicas decorativas".347 Nuevamente, Tlacaellel tomó una serie de medidas para "dignificar" a Ahuizotl que pedía a los lapidarios que se dieran prisa para labrar unas piedras, a los plateros para que fabricaran unas joyas y mandó llamar a los mandoncillos de los barrios para que trajeran esteras y cestillas para el pan que ellos usaban, a los albañiles y carpinteros "para que derrumbara lo que estaba caído, a los encaladores para que "encalaran y remediaran lo que estaba descompuesto, calculando que se habían sacrificado "casi mil" en la ceremonia de coronación. Destacó la aportación de Ahuizotl en la construcción de un templo al rey Huitzilopochtli por lo que participaron muchos canteros. En cuanto a la relación que tenía con Texcoco Hayden, Doris. A guide to Mexican Ceramics, en Boletín del INAH, Época 2, Núm. II, oct.dic. 1974, p.7 347 514 precisó que si bien no tributaban mantas, ni joyas, ni plumas, ni comidas, directamente a México "halla empero a los mexicanos metido en tierras tezcucanas, donde sembraban y cogían algunos de ellos, hechos terrazgueros de los señores de México y halla que ofreciéndoles estas fiestas y solemnidades daban tributo de esclavos para ello, de lo cual ninguno estaba exento o reservado".348 Ya se habló aquí de miembros de por lo menos 4 oficios, como serían los lapidarios, que se dedicaban a trabajar la piedra, los plateros, el oro y la palta, los albañiles y los carpinteros, dedicados a la construcción, entre los cuales se incluyeron a los canteros y desde luego incluimos a los jarcieros que fabricaban las cestas para transportar piedras. Estos son los "especialistas" que se pusieron en movimiento y disposición de Ahuizotl para construir una piedra ceremonial de gran importancia simbólica, o para construir una de las fases del Templo Mayor. Obsérvese que se utilizan nombres europeos para definir estas ocupaciones los que empelados en forma ligera nos haría considerar que se trataba de una sociedad estamental como la medioeval en Europa. Sería un exceso hacer una comparación de esta naturaleza pues el "sector especializado" era en realidad muy pequeño aunque se encontraba en crecimiento constante. En realidad, la carencia de una mayor especialización era una de las características de esa sociedad debido al escaso desarrollo de sus fuerzas productivas, en la falta del uso industrial de la rueda, el bronce, los animales de carga, lo que les impelía utilizar un uso intensivo y masivo de la fuerza de trabajo 348 Duran, Diego. Historia de las Indias de la Nueva España, T. II, p.337 515 de miles de personas, que por sí mismo implicaba un bajo nivel de productividad.349 Describió Motolinía los oficios mecánicos a los que se dedicaban los indios empezando por los pintores, que habían alcanzado un "gran perfeccionamiento" y "ágora hace tan buenas imágenes como en Flandes, a los batihojas, que aprendieron este oficio muy rápidamente, antes de los 8 años que señalaban las ordenanzas; los plateros a los cuales les faltaban los instrumentos y las herramientas para labor de martillo; los que se dedicaban a cortar corambre y que podían hacer zapatos, borceguíes y "este oficio comenzó en Mechoacán"; a los que fabricaban sillas para montar canteros y pedrerías que antes labraban muchos ídolos de piedra, pero ahora labraban todo tipo de cosas. "En Texcoco hay tantos y muchos telares de paño, que es una hacienda gruesa. Téjense muchas maneras de paño y de estas los maestros son españoles pero en todas entienden y ayudan a los indios y luego ponen la mano en cualquier oficio y en pocos días salen maestros; hoy indios herreros, cerrajeros, tierreros, cuchilleros, funden los indios plata y hay sastres que hacen sayos, calzas, gabanes y otras muchas ropas, hay carpinteros y entalladores que tienen escapuelos y en lugar de barrenar y taladrar usaban unos punzones cuadrados estas herramientas las fundían de cobre, mezclándolas con estaño y después que vinieron los carpinteros de España y trajeron herramientas, también los indios labran y hacen todo cuanto los españoles". Pero también había quien fabricaba vihuelas, arpas, flautas y chirimías. En relación con la economía basada en el esclavo, Chayanov consideró que en realidad no había salarios de por medio "pues el agricultor y el artesano se administran independientemente, controlan la producción y las demás actividades 349 Motolinía, Toribio, Memoriales, p.23 516 económicas bajo su propia responsabilidad. Tienen a su disposición todo el resultado de la producción de su trabajo y la impulsan o logran esta producción de trabajo las necesidades de la familia, cuya satisfacción solo limita el cansancio del trabajo. Ninguno de estos factores existe en la economía de la esclavitud. El esclavo trabaja en una producción dominada por la voluntad de un extraño; es solo un instrumento ciego y no tiene derecho a disponer del producto de su trabajo. Solamente lo mueve a producir trabajo el miedo al castigo y satisfacer sus necesidades a discreción del amo solo hasta donde es necesario para conservar su capacidad de labor. Para el empresario dueño de esclavos, la esclavitud solo espacial si le deja un producto excedente después reducir los gastos y el costo de la esclavonia; después de realizarlo en el mercado este producto de un ingreso objetivo por la posesión de los esclavos. El costo de mantener esclavos lo determinan normas fisiológicas y la tarea del trabajo asignada; no puede tomarse como una categoría sustentada por complicadas relaciones sociales y económicas análogas a las relacionadas con la categoría de los salarios. Por eso el esclavo apenas difiere de las bestias de carga en lo tocante a la organización de la empresa, si hacemos caso omiso de las normas éticas que configuran la vida patriarcal, de especial significado, por ejemplo, en la esclavitud musulmana".350 Existen muy pocas referencias al trabajo de los esclavos en las crónicas históricas y en la pictografía, lo que confirma que su presencia social no es considerable, ni su importancia económica y social significativa. Ya hemos visto que las dos principales fuentes de Chayanov, Alexander, Teoría de los Sistemas No Capitalistas, en Chayanov y la Teoría Económica Campesina, Cuadernos de Pasado y Presente, Editorial Siglo XXI, México, 1997,196 p., p.63 350 517 generación de riqueza eran los macehuales que labraban las tierras, siendo esta la actividad económica fundamental y el trabajo de los artesanos que transformaban los bienes de la naturaleza en bienes de consumo. Existe, claramente, un volumen de excedentes de la producción agrícola y artesanal, el cual acaparaban los grupos sociales parásitos, como los funcionarios gubernamentales, los sacerdotes y los militares. Mantenían una capa creciente de esclavos, concebidos como un conjunto de productores sometidos a voluntad de un propietario sin ningún derecho ni prerrogativa implicaba destinar una parte considerable de ese excedente para alimentarlos y así poder asegurar su subsistencia física y su reproducción social, pero este interés no fue manifestado nunca por los tlatoanis que prefieren a los macehuales por encima de las restricciones económicas que planteaban los esclavos; tampoco eran concebidos como unas bestias de carga pues ese papel lo desempeñaban los tamemes. Constituir una sociedad esclavista supone el desarrollo de un alto grado de producción económica que los mexicas no tuvieron. La lámina LX del Códice Mendocino es rico en la descripción de ocupaciones y oficios: a los niños mayores de siete años de edad se les daban sus redes para pescar, mientras que en otro escenario las madres ejercitaban a sus hijos en el arte de hilar y tejer y a darles buenos consejos para que siempre se aplicasen y ocupasen el tiempo en algo, para renunciar toda ociosidad. En la tercera portada de la lámina LXI se aplicaba al muchacho y a la muchacha, a partir de los 13 años de edad el castigo de traer leña del monte, carrizo para hacer canoas y se les daba de comer dos tortillas. Se señalan castigos o penitencias para aquellos jóvenes que estuviesen adiestrados en oficios, no fueran descuidados o negligentes, a quienes les eran aplicados puntas de maguey en distintas partes del cuerpo. Hay otro glifo en el cual los mandones aplicaban castigos a jóvenes mancebos que 518 "anduvisen vagabundos o viciosos".351 La pertenecía a un linaje, a un clan, en una primera etapa, determinaba la existencia de todos sus miembros y por ende de la sociedad en su conjunto. Visto esto con la lejanía de tiempos, diremos que era una sociedad cerrada, estamental, signada por la fatalidad y la inexorabilidad del nacimiento y de la pertenencia, lazos que por supuesto se fueron debilitando pero que no desaparecieron. Los niños eran educados y formados para el trabajo en aquellas actividades que eran vitales para su subsistencia, la agricultura, la caza y la pesca. Los hijos debían seguir el oficio de sus padres y ser tan eficaces y adiestrados como ellos en la aplicación práctica de los instrumentos del trabajo. Por ello observamos que los padres conducen a los hijos a las lagunas, se suben a los canoas y les enseñan a lanzar las redes, a distinguir los distintos tipos de peces existentes en ellas. Con el tiempo la experiencia práctica que acumularon los padres tras haber desempeñado durante su vida, un oficio, este de la pesca, fue trasladado a sus descendientes, los cuales, a su vez, la enriquecieron, la cual se tradujo en un perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo y así en forma sucesiva. Esta acumulación de conocimientos, prácticos y teóricos, contribuyó a desarrollar las fuerzas productivas. Un principal aconsejó, según el Códice Florentino que "se procurara saber algún oficio honroso, como es el de hacer obras de plumas y otros oficios mecánicos, también porque estas cosas son para ganar de comer en tiempo de necesidad; mayormente que tengáis cuidado con las cosas de la agricultura porque estas cosas las tienen, todas estas cosas las procuraron saber y hacer vuestros antepasados porque aunque eran hidalgos y nobles siempre tuvieron cuidado que sus tierras y heredades fuesen labradas y cultivadas porque si solamente tuviesen cuidado de tu hidalguía y de tu nobleza y no quisieres entender las 351 Kingsbourogh Lord. La Explicación del Códice Mendocino, T. I, p.138 519 cosas ya dichas en especial en las cosas de la agricultura, con que mantendrás tu casa y con que te mantendrás a ti mismo, no hay en el mundo ningún hombre que no tenga necesidad de comer y de beber, mirando hijo que es necesario sembrar los maizales, plantar los magueyes y tunales porque según lo que dijeran los viejos, loa fruta es regocijo de los niños, regocijo y mata la sed a los niños...".352 A diferencia de la cultura hispánica, la prehispánica tenía como una de sus finalidades centrales la de la preparación de los niños y jóvenes para que pudieran desempeñar actividades manuales o artes mecánicas, es decir, aquellas vinculadas con hacer cosas, transformar los bienes de la naturaleza en objetos útiles para el consumo humano, en dedicarse a las llamadas artes mecánicas. ¿Cuál era la actividad básica de la sociedad mexica? La agricultura en sus diferentes modalidades. Por lo tanto, se requería la formación permanente de personas que pudiesen dedicarse, con eficiencia, a esta actividad de la cual dependía la existencia mínima de esa comunidad. Se tenía que asegurar la reproducción social de los macehuales pues sin ellos no habría producción de alimentos posible y sin ellos simplemente la vida de los seres humanos no existiría. Muertos o desaparecidos los macehuales de una generación tenían que ser sustituidos por otra generación de macehuales. Esta fatalidad o perentoriedad estaba determinado por el escaso grado de desarrollo de la manufactura y por el carácter eminentemente agrícola de esa sociedad, por la gran importancia social que se le concedía al trabajo físico por encima del trabajo intelectual y por el tipo de necesidades existentes que eran las más perentorias. Se habla de una enseñanza que se transmitia desde en el hogar y en el el hogar y no de un conocimiento 352 Códice Florentino, T. II, p.78 520 institucionalizado que con frecuencia nos hace pensar erróneamente que se trataba de gremios estructurados, como los que había en Europa. "El oficial de cualquier oficio mecánico primero es aprendiz y después maestro de muchos oficiales y de tantos que se puede decir que es el omnis homo. El buen oficial mecánico es de estas condiciones, que a él se le entiende bien el oficio, en fabricar e imaginar cualquier obra la cual hace después con facilidad y sin pesadumbre, al fin es muy apto y diestro para hacer, para componer, además, aplica, cada cosa para su propósito. El mal oficial es inconsiderado, engañador, ladrón y tal que nunca hace obra perfecta. El oficial de pluma es único, hábil ingenioso en el oficio. El tal oficial "es bueno que le son imaginativos, diligentes, fiel y convenible. El platero es conocedor del buen metal y hace cualquier obra sutil y artificiosamente; el buen platero tiene buena mano y todo lo hace con medida y compás y sabe apurar cualquier metal y de lo fundido hace planchuela o tejuela de oro o de plata, también sabe hacer moldes de carbón y echan metal en el fuelle para fundirlo. El mal platero no sabe acendrar la plata, dejarlo envuelta con ceniza, astuto para sacar y hurtar algo de la plata y del oro"353, dijo el Códice Florentino. Los primeros pobladores del Valle eran omni-homo, es decir, sabía trabajar en todos los "oficios", lo mismo en la agricultura, que en la lapidaria, la orfebrería, que el arte de tejer, como ya hemos afirmado con anterioridad pero a pesar de la evolución que registraron estos grupos de especialistas, no encontramos indicios que nos permitan concluir que llegaron a un grado de organización y de madurez que el de los gremios de la Edad Media. No llegaron a ese nivel, con seguridad, por lo que fue la Nueva España en rigor estaba en un grado de desarrollo inferior al del Viejo Continente y por lo tanto no es adecuado utilizar la categoría que utiliza Sahagún para referirse a esos grupos, empleaba los términos aprendiz y maestro 353 Códice Florentino, T. III, p.13 521 que obedecen a otro contexto socioeconómico. No había una estructura rígida, jerarquizada o cerrada; no existían los requisitos que eran válidos en Europa para formar parte de esta estructura y ni siquiera sabemos si existían escuelas o centros de adiestramiento que permitieran la capacitación en esos oficios. Esos son traslapes que Sahagún hizo de las categorías europeas a una realidad que era distinta. Lo que seguramente existían entre los miembros de esos oficios fue el sentido de la pertenencia, el de la adhesión, que permitía en forma natural y espontánea, conocer "secretos", transmitirlos y protegerlos y un "espíritu de cuerpo" que estaba más asentado, por ejemplo, entre los comerciantes que entre los artesanos. Dijo Valle que había muchos glifos en los cuales se pintaban a los trabajadores especializados con la característica de que aparecieran realizando una función específica y no de su persona, que la imagen se reduce solo a la cabeza o se agrega parte del bastón y aparece con línea de enlace el glifo del oficio. Aparecieron los trabajadores que portaban la coa como herramienta de uso general. Estaban los pescadores, petateros, y comerciantes; en el caso de los primeros había una red, de los segundos una entera tejida de tela y de la tercera de un abanico de hojas, mientra que el Códice Osuna aparecieron los albañiles, los aguadores, los barrenderos, los carpinteros y los encaladores.354 En estos glifos apareció la función o actividad a la que se dedicaban y no el de las personas: por ejemplo, el pescador tenía dibujada una canoa, el tejedor, una tela, el labrador, una coa, el petatero un petate o equipal. Ello revela que aun no había llegado a un elevado grado de especialización y de organización, el punto de que pudieran aparecer como individuos distinguidos de carne y hueso; en cambio, se aparecen en otros glifos comerciantes Valle, Perla. Glifos de cargos, títulos, oficios en Códices Nahuas, del Siglo XVI, Revista Desacatos, sep.-diciembre 2, 2006, 12 p., p.l 1 354 522 individualmente considerados lo que reafirma el elevado estatuto a que habían alcanzado en la ciudad. Las funciones productivas "especiales" se fueron perfilando en el transcurso del tiempo, en la medida en que la población fue creciendo, sus necesidades individuales y colectivas se fueron ampliando y clarificando con mayor nitidez y se fue requiriendo de una mano de obra cada vez más especializada y detallada que permitiera satisfacer las solicitudes de artículos suntuarios que en forma creciente demandaban los pillis y en general el grupo gobernante. En la medida en que esto sucedió se fueron requiriendo objetos cada vez más bellos y sofisticados, las mantas con labrados cada vez más ricos y de mejores calidades, los objetos de cerámica con acabados más brillantes y ostentosos, los orfebres haciendo objetos de oro y plata más impresionantes, mientras se desarrolla el arte plumario, con plumas de animales exóticos e tierra caliente. En la proporción también en que aumentaron los servicios religiosos, el número de sus sacerdotes y cuerpos auxiliares, los privilegios de los militares que participaban en la guerra y que se distinguían en los actos de batalla, en la medida en que el sector que acompañaba al Tlatoani, fueron requiriendo volúmenes cada vez más grandes de piezas de oro, objetos de lujo más decorados y vistosos, más piedras preciosas y filigranas de oro y plata elaborados, plumajes de variados colores, aumentó el gasto suntuario y con ello se beneficiaron los comerciantes, por un lado, que debía traer las materias primas de lugares más lejanos y los especialistas que se dedicaban a la fabricación de esas piezas. Dijo Motolínia: "Hay indios herreros, tejedores, canteros, carpinteros y entalladores y el oficio que mejor han tomado y con el que mejor han salido ha sido de sastres, porque hacen 523 un gabán y sayal y chupa, de la manera que se lo demanda, tan bien como en Castilla y todas las otras ropas que no tienen número sus hechuras porque nunca hacen sino mudar trajes y buscar invenciones nuevas. También hacen guantes y calzas, de aguja de seda y bonetillas de seda y también son bordados razonables. Labran bonduarías, vihuelas y arpas y en mil libres y lazos. Sillas de calderos han hecho tanto que las casas de los españoles están llenas. Hacen también flautas muy buenas. Han despedido a curtos, calambres, o hacen fuelles de hierros y son tan buenos zapateros, que hacen zapatos y sevillas, borceguíes y pantuflas a todo lo demás que se hace en España: este oficio comenzó en Michoacán porque ahí se surten buenos cueros de venado. Han salido grandes pintores desde que vinieron las muestras e imágenes de Florida y de Italia; aprendieron a batir oro porque un batido de oro que pasó a esta Nueva España aunque quiso esconder su oficio a los indios; no pudo porque ellos miraban todas la particularidades del oficio y martillo. Para ser buenos plateros no les falta sino las herramientas, que no las tienen, pero una pieza sobre otra hacen una taza llena y un plato, mas para fundar una pieza y hacen lo de vaciado, hacen ventaja a la platería de España".355 De nuevo aquí Motolinía se refirió a los especialistas indígenas que ya estaban influidos por la tecnología europea, lo que sirvió para confirmar la tesis de que los habitantes antiguos del Valle eran personas suficientemente capacitadas y racionales como para aprender y desempeñar cualquier oficio, no solo las de carácter mecánico o manual sino otros que implican un mayor esfuerzo de Motolinía, Historia de la Nueva España. En Colección de Documentos Históricos de México, publicado por Joaquín García Icazbalceta, México, T. I. Porrúa, 1980, p.21t5. 355 524 carácter intelectual. Todo ello contra la tesis de Paw, Sepúlveda y otros que los consideraban como seres inferiores, que en el mejor de los casos solo podían "hacer cosas con las manos" y dudando, incluso, de su potencia cerebral. Cuando los españoles llegaron ya existían la mayoría de estos especialistas para confirmar con su existencia el grado de avance a que había llegado esa sociedad. Motolinía decía que los indígenas eran suficientemente capaces para "hacer cosas" y que lo único que les faltaba era la tecnología, lo cual vendría de España y de Europa en general. Por ejemplo, el "arte de curtir pieles" ya se practicaba en la región purépecha, pero el corambre, que permitía que los cueros así curtidos duraran más tiempo, se trajo de España con lo que se enriqueció ese oficio y dio pie a una "industria", la de la curtiduría, que florecía, por ejemplo, en Puebla y Querétaro. Díaz del Castillo, al hablar de las mansiones en que vivía Moctezuma, refirió a los oficiales que trabajaban para él y eran los siguientes: los lapidarios y plateros que labraban diferentes tipos de piedras; los que trabajaban las plumas, los pintores entalladores; los tejedores, que en realidad eran en mayoría mujeres "que vivían en un especial recogimiento"; los bailadores y danzadores; los hortelanos que cuidaban las flores y los que cuidaban los animales y toda clase de alimañas que había en el Palacio Real.356 En este pasaje ya estaban los especialistas viviendo en el "Palacio" de Moctezuma, pero no formando parte de su séquito gobernante sino sirviéndole a él y a su grupo. Esto puede hacer concluir que no tenían el mismo grado de importancia política y social que tenían los comerciantes, a los cuales incluso, se les invitaba, en plan de consultores, a la hora de nombrar al nuevo tlatoani. No encontramos esta 356 Díaz del Castillo, Bernal, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, p.187 525 referencia respecto de los artesanos, ni siquiera de los "altos artesanos" que eran los más famosos por la calidad y belleza de sus trabajos. Estaban en el recinto que ocupa Moctezuma en un plano de sirvientes o de ejecutores de sus decisiones y peticiones. Posiblemente muchos de los regalos que brindó a Cortés y a su comitiva los hayan elaborados estos artesanos que, sin duda, eran de los más destacados. Había "artesanos menores" que eran los que elaboraban objetos de menor calidad, de "menor primor", como se decía, pero que producían un volumen mayor y que servía para el consumo de amplios sectores de la población que por razones de estatus social no podían tener acceso a los bienes suntuarios y desde luego, los "artesanos de los barrios" que fabricaban objetos para los macehuales y otros sectores más pobres y que permitieron desarrollar, por ejemplo, la orfebrería de carácter doméstico o familiar. Destacó De Durand Forest el gran interés que tuvo Sahagun de describir la íntima relación que había entre los pochtecas y los artesanos mayores y la descripción que hizo de estos como los amantecas que se dividían entre los tecpan y amanteca, que laboraban para la Casa Real, los calpixca amantecas, que laboraban para el Tesoro y que trabajaban para el gobierno y los calla-amantecas que eran los artesanos independientes, pero enfatizó en el trabajo de los que se dedicaban a las actividades textiles, como lo Tlalelicconi, que hizo alusión al telar de pedal introducido por los españoles; el vocablo Tlaquili-tlaquili que quiere decir "bruñía, pulía enchapa" que significaba que el alfarero unta una vasija metiéndola en un baño de de arcilla líquida para aplanar la superficie del recipiente y tezictoc, 526 que quiere decir "terminar, fijar, sujetar un trabajo de cestería" y que significa "una cestería bien sujetada".357 Entre los comerciantes y los artesanos había una estrecha relación pues los primeros los proveían de materias primas para fabricar sus piezas y objetos, siendo muy apreciados aquellos que se encontraban en la zona de tierra caliente y también vendían sus productos, ya elaborados en regiones cercanas o lejanas, según fuera el caso. Es por eso que se ha encontrado, por ejemplo vasijas de barro, elaboradas en Tenochtitlán, en sitios muy distintas, debido a que los pochtecas tenían una amplia red de caminos que les permitía llegar incluso hasta la región inca, o a Venezuela y Colombia. Un comerciante no era solo un vendedor sino también un trasmisor de influencias culturales, de estilos artísticos, de vocablos lingüísticos, en suma un difusor de la ideología y de las voces dominantes en la región del Valle de México y se dice que hasta cumplir funciones de espionaje y que iban como avanzados antes de declararle una guerra a un señorío. Había otros artesanos, quizá menos numerosos, pero no por ello menos importantes, como los calpixca amatecas que llevaban los registros pormenorizados de las producciones materiales de cada pueblo y de los tributos que pagaban de una manera regular a los amatecas o escribas, que tenían un registro de carácter histórico, habiéndose destruido la mayor parte de esos testimonios por los españoles. De Durand Forest, Jacqueline. El Acercamiento Enciclopédico de Sahagun a la cultura Náhuatl, un ejemplo, La Artesanía de los Mexicas., p.5 357 527 "Solían hacer muchas cosas de pluma, como animales y aves y hombres, capas o mantas para cubrirse y vestimentas para los sacerdotes y coronas o mitras, rodelas y mascadores y otras mil manera de crías que se les antojaban, Estas plumas eran verdes, coloradas, o rubias, moradas, encaramadas, amarillas, azules, o pesadas, negras o blancas y de todos los demás colores mezclados y puros no teñidos por alguna industria humana. Asentaban esta pluma sobre lienzos de algodón y sobre una tabla. Los oficiales de la pluma son con mucha razón admirables y demuestran su gran ingenio y habilidad de los plateros por sus útilísimas y regias obras no son indignos de admirar. Hacen aves, hacen animales, hacen hombres, hacen ídolos, hacen vasos, rosarios, collares, ajorcas, zarcillos y otras muchas joyas que traían hombres y mujeres".358 Sobre todo los plateros labraban alhajas de oro y plata. Dijo que en la plaza de México había visto a un indio que llevaba hierros en los pies y que era considerado como esclavo y estaba un español junto a él y este era su amo. Entre los especialistas, se distinguían, por el trabajo y el material que procesaban, los llamados "oficiales de la pluma" que utilizaban plumas de aves de las más brillantes y varios colores, para hacer penachos, collares, vestidos, adornos en general y que eran empleados por los militares, los sacerdotes, los funcionarios, gobernantes y el propio Tlatoani. Las plumas se traían a la ciudad de México desde la zona del Istmo de Panamá por lo que se trataba de un costoso cargamento, cuyos frutos iban destinados a una minoría, la que detentaba el poder político y económico. Estos oficiales eran desde luego muy respetados pues los vestidos y adornos que fabricaban indicaban por si mismos el estatuto social que tenían sus portadores y bastaba verlas en algún sitio público para darse cuenta de su rango. Se han 358 De Las Casas, Bartolomé. Apologética Historia Sumaria,. 326 528 elaborado estudios, por ejemplo, sobre los trajes de los guerreros, sobre todo de los guerreros heroicos, para darnos cuenta que su vestimenta estaba acorde con su categoría social. Entre las "artes mecánicas" a que se refirió Zorita mencionó a los indios que se dedicaban a la pintura y "halen muy buenas figuras como en Flandes", fabricaban campaña muy perfecta. "A la platería de aquellas tierras les faltaban unos instrumentos o herramientas para labrar de martillo pero con una piedra sobre torrasen una taco llana y un plato y en fundir una pieza o una joya de vaciado hacen ventaja a los plateros de España; hacen fuelles; saben hacer todo lo que se labra de cuero y curtirlo y comenzasen estos oficios en Mechoacan en donde se curten bien los cueros de venado; había también cantera y pederos y aunque no sabían geometría hacía una carga de cantera como los de la sala de los señores y mui grandes y mui buenos y los demás con un extremo pauperrismo. Tejen en telares de Castila sayal y manta frescadas, paños, reposteros y muchos paños de muchas manera refinas y en todos entienden y ayudan y en pocos días salen maestros y ay tintes para todo ello, hay también indios herreros, cerrajeros, perreros, cuchilleros y que saben guarnecer una espada y limpiarla y saben fundir plata y hay sastres calceteros, jubeteros, quarteros, carpinteros, entalladores y los muchachos conoce todos los nombres de las aves, animales, árboles y hierbas, así como todas las propiedades para comer y hacer medicinas; todos saben labrar una piedra, hacen una cosa simple, torcer un cordel o una cosa y los otros oficios que no demanda mucha arte o sutiles instrumentos".359 Es un periodo relativamente corto, desde la culminación de la etapa armada de la 359 Zorita, Alonso, Historia de la Nueva España, p.298 529 conquista, transcurrieron unos 50 años, tiempo en el cual llegaron a la Nueva España artesanos españoles y especialistas en artes y oficios que desde luego eran portadores de la tecnología medioeval europea y española y la implantaron en estas tierras, pero no en forma mecánica pues esto no era posible po lo que recurrieron la adecuación a las características de la población y al grado de desarrollo de las fuerzas productivas a que había en la región. Por ahora ni deseamos referirnos a las artes mecánicas que se impulsaron en esta etapa sino solo a las prehispánicas, conscientes, como estamos, de que no puede haber un corte rígido entre ambos pues muchos de estos se basan en la primera. Tenemos los casos de los pintores o tlacuilos que se dedicaban a dibujar códices para registrar genealogías de reyes, hechos históricos, dioses y otros, así como tributos que pagaban los pueblos y muchas toponimias. Ya había plateros que englobamos en la definición general de orfebres, entre los cuales figuraban los fundidores de metales a que hace referencia el Códice Florentino. Desde luego estaban los tejedores los cuales se desarrollaron y ampliaron en las múltiples especialidades que tenía este "ente" y que ya son propios de la época hispánica; los lapidarios o trabajadores de la piedra que eran muy antiguos y que ahora procesaban distintos materiales y que después comenzaron a usar punzones metálicos. De Rojas dijo que había en Tenochtitlán oficiales artesanos los cuales eran contratados por sus servicios pero que no se les pagaban con tierras, sino con mercancías "y sobre todo de artículos reconocidos como medios de cambio, los cuales podían ser empleados para satisfacer las necesidades primarias. En el caso de que el contratante fuera una persona pundiente o una institución, la 530 remuneración podía consistir en el otorgamiento de su manutención".360 Hizo referencia al Códice Mendocino que registró la existencia de un mayordomo encargado de las obras públicas y de un tecuhtli, de reparar las calles y puentes, el que contaba con un mandón que actuaba como alguacil. Pero también estaban los que se dedicaban al mantenimiento de los canales, las acequias y calzadas, albardones, los templos, los acueductos, los servicios sanitarios. Existe poca información de este tipo de artesanos a que hace referencia De Rojas que podríamos considerar como independientes por ser susceptible de ser contratados. Este tipo de trabajadores, siguiendo la lógica de la actividad productiva de entonces, no percibían una remuneración no en efectivo sino en especie y por lo tanto sujeta a esta característica, eran diferentes de los artesanos que estaban ubicados en los calpullis. La aparición de estos artesanos conllevaba un mayor dinamismo en la economía local pues podía obtener un "pago" muy superior al de sus congéneres, seguramente porque se trataba de "artesanos mayores", es decir, de quienes habían desarrollado mucho sus cualidades artísticas y manuales y por lo tanto sus obras eran de una mayor calidad y belleza. Estos artesanos rivalizaban en prestigio social y estatus político con los pochtecas y a ellos hacieron referencia los cronistas como individuos dotados de una gran capacidad creativa, hasta "de una genialidad destacada" que los hacía comparar con 360 531 los especialistas europeos. La aparición y consecuente progreso de estos especialistas hizo posible también una mayor diversificación de las artesanías, sobresaliendo las de carácter suntuario por encima de las domésticas. "En esta etapa del desarrollo económico y social de un complejo cultural, el individuo deja de percibir íntegramente el fruto de su trabajo; agricultor, cazador, pescador, tejedor, alfarero, orfebre, lapidario, ya no dispuso libremente del producto de su esfuerzo sino que labora principalmente para pagar sus tributos en especie, o se agotó en el trabajo forzado y sin retribución de las prestaciones que hacían producir las tierras ajenas y elaboraban las materias primas controladas por las clases privilegiadas. Así comenzaron a fluir a Tenochtitlán y Texcoco, o a Azcapotzalco los variados productos de la agricultura de todos los climas del centro y sur de México y de la industria doméstica de todos los pueblos sojuzgados por los conquistadores infatigables. Y así también, en las grandes ciudades indígenas, los talleres de los artesanos y orfebres, lapidarios, tejedores, trabajadores de la pluma y transformaron en beneficio de los señores del oro, la diorita, el algodón y la pluma rica, compuesto como tributo a las remotas comarcas de Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Chiapas. A principios del siglo XVI, en este poderoso centro de población y cultura un número cada vez mayor de individuos pertenecientes a las clases privilegiadas, habían dejado de producir y aumentado sus consumos, en la medida que lo demandaban las crecientes necesidades del ritual religioso de la vida señorial, de los brillantes instituciones militares, de los múltiples organismos judiciales o administrativos y de la general elevación del estándar de vida de sus 532 agentes y servidores directos," escribió Miguel Othón de Mendizábal.361 Mendizábal integró a los artesanos y a su perfeccionamiento ulterior al desarrollo económico y social enfatizando que la producción para el pago de tributo era una forma de explotación de su trabajo, con el cual no debieron estar satisfechos para trabajarles a otro y otros. Pero los artesanos que se encontraban ubicados en los mercados y que percibían un pago por su trabajo, estaban en tránsito de ser asalariados lo que se confirma con muchos de ellos ya en la etapa hispánica. Pero, sin duda, esto fue una minoría pues los productos que se elaboraban tenían un destino doméstico y por ello los "orfebres menores" debieron seguir siendo la mayoría absoluta. Ello se puede observar, por ejemplo, en las piezas que acompañaban a los enterramientos de los fallecidos a los cuales les colocaban vasijas y otros objetos que recordaban su vida terrenal. Mendizábal observó cómo el aumento de los consumos de los grupos privilegiados contribuyó a impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas pues se requería: a) un mayor volumen de productos y de piezas y b), una mayor diversificación en sus presentaciones, lo que obligaba a emplear otras materias primas. Estos cambios hicieron que las técnicas se depuraran y se perfeccionaran y que aumentara la rentabilidad del trabajo humano. Mendizábal, Miguel Othón, Obras Completas, 5 Vols. México, 1946, Talleres Gráficos de la Nación, T. 2, p.123. 361 533 Los "oficios" a que hizo alusión Motolinía se refieren al periodo de la Post conquista, es decir, cuando ya había llegado una gran cantidad de tecnología europea, lo que propició que muchas de las especialidades que existieran en la época prehispánica se modificaran y se desarrollaran bajo nuevos parámetros. Lo que sí es conveniente señalar aquí es que estas artes mecánicas ya existían en la etapa precedente a la llegada de los españoles solo que con las características que hemos señalado para cada una de ellas. Ejemplo. Los batihojas serían aquellos que en el pasado hacían el martillado de oro hasta convertirlo en una lámina muy delgada. Desde luego los tejedores que existieron, en los primeros periodos de la historia de las sociedades antiguas en que los propios labradores tenían que fabricarse los vestidos que tenían que utilizar. Después aparecieron muchos de los otros oficios a que se hace referencia que son un reflejo muy claro de la expansión del capitalismo mercantil que se estaba implantando en las regiones comarcanas. "Los pueblos mexicas extraían antes de la Conquista el plomo y el estaño de las vetas de Taxco, al norte de Chilpancingo y de Ixmiquilpan y el cinabrio, que servía de colorante a los pintores, de las minas de Chilapa. El cobre era el metal más comúnmente usado en las artes mecánicas y reemplazaba hasta cierto punto al hierro y al acero; los arcos, las hachas, los cuchillos todos los utensilios se hacían con el cobre de las montañas de Zacatitlan y de Cohoxco. Los escultores mexicanos hacían grandes obras con la diorita, con el pórfido basáltico y con otras rocas mas duras. Los joyeros contaban y horadaban las esmeraldas y los jades por medio de instrumentos de metal y de unos polvos de sílice. Los instrumentos cortantes de los mexicanos era 534 unos de cobre otros de obsidiana.362 No conocían el hierro ni sus aplicaciones industriales, lo que planteaba a las sociedades que tienen estas características, un sensible atraso tecnológico, económico, social y político con respecto de aquellas sociedades que si poseían y utilizaban este tipo de metales. Después de los cambios revolucionarios que produjo el pulimento de las piedras, el siguiente movimiento radical fue el uso industrial y sistemático de los materiales, en forma señalada del hierro, con el cual se perfeccionaron muchos instrumentos técnicos que se empleaban en la agricultura, como la coa, distintos punzones para diferentes usos, navajas y cuchillos de un filo mayor, la fabricación de ruedas metálicas para transportar grandes cargamentos y así reducir el transporte de mercancías de la dependencia que implicaba movilizar y mantener a miles de cargadores humanos, la elaboración de armas de mayor eficacia destructiva, entre otros muchos adelantos. El uso del trabajo humano intensivo o masivo no sustituye el uso del hierro y sus productos derivados y al intentar hacerlo implicó costos muy elevados que finalmente representaban un peso demasiado elevado en el funcionamiento de la economía en su conjunto. Precisamente por su maleabilidad, el cobre sustituyó al hierro, sobre todo tratando de trabajar "piedras duras" o de incorporarlo al aparato productivo, a su sector, en forma directa. Afirmó Castillo que "no se conocía la rueda del alfarero pero la técnica empleada por Vázquez Vázquez, Elena. Estudio Geográfico, Histórico y Económico, Investigaciones Geográficas, número 50, abril, 2003,30 p., p.12 362 535 el zuguichiuhqui, el ceramista, produjo excelentes resultados: los instrumento cortantes no eran de metales duros, pero existieron magníficos cuauhxinques o carpinteros que cortaban y labraban la madera como se puedo hacer en otros lugares; el huictli, instrumento principal de labranza y en otros menesteres, era y aun es realmente simple, pero los cultivos cubrieron las necesidades". 363 Concluyó que si bien la técnica era "raquítica", los resultados no lo fueron. El grado de desarrollo de las fuerzas productivas se valora en relación con el nivel imperante que en términos generales existía en las respectivas sociedades humanas que eran coincidentes en el tiempo histórico en ese momento, con lo que determina el grado de progreso que habían alcanzado unos pueblos con respecto a otros. Es decir, el grado de evolución de los mexicas tiene que referirse, con base en este parámetro, con el nivel de desarrollo que observaban los pueblos de Mesopotamia, Egipto, Grecia, India, China y la región incaica en América. Todos esos pueblos ya conocían el uso de la rueda, de los metales (con excepción de los incas desde mucho tiempo antes) y por lo tanto el grado de evolución de sus sociedades es mayor que el que registraban los mexicas. Se podían tener carencias tecnológicas o insuficiencia en otros campos, sin que ello alterara el ritmo de desarrollo, pero no se puede ignorar o menospreciar la importancia que tenían la rueda y los metales industriales porque fueron decisivos y determinantes en la evolución de los pueblos. Los grupos humanos que no dispusieron de estos adelantos, se quedaron rezagados en el ritmo evolutivo del desarrollo de la Castillo, Víctor M., Estructura Económica de la Sociedad Mexica, Según las Fuentes Documentales, p.65 363 536 humanidad. Se hizo otra comparación que es aquella que consiste en relacionar el grado de avance de las fuerzas productivas con las necesidades sociales de las poblaciones, afirmando que sí existía una correspondencia, y que entonces no existía preocupación con respecto de este retraso. Es necesario señalar que las fuerzas productivas se renuevan y perfeccionan en forma incesante en el tiempo histórico, aunque esta evolución no es rectilínea sino está condicionada por factores sociales o históricos y muchas veces las relaciones sociales obstaculizan ese progreso. De esto se dio cuenta Moctezuma al restarles privilegios a los militares que absorbían una gran parte del excedente de producción agrícola, el cual él pensaba que se debería destinar para fines "productivos", es decir, para favorecer a los comerciantes y a los artesanos, que eran dos sectores sociales que dinamizaban la estructura económica. La conquista no interrumpió ese proceso de "modernización" sino lo aceleró pues eliminó el poder político despótico de los tlatoanis y estimuló relaciones de producción basadas en los intercambios comerciales y en la monetarización de las relaciones de intercambio. Es decir, se sentaron las bases de la acumulación primitiva del capital. 537 En el Códice Azcatillan, en uno de los últimos cuadros, en que se produjo el encuentro entre Cortés y Moctezuma, se dibujaron tres tamemes, o cargadores, ataviados con un maxtlatl, dos de ellos van descalzos y el otro usa cacles y los tres van cargando pesados bultos sobre sus espaldas, uno de ellos, guajolotes y los otros tortillas y huevos. En lo lámina número 5 aparecieron dos damas vestidas de huípil, cargando bultos en la espalda".364 La falta del uso industrial y comercial de la rueda, así como de los animales domésticos para cargar, como serían los llamados en los Andes, fue sustituido por el uso de centenares y miles de indios que cargaban cada uno de ellos un bulto y que formaban largas caravanas que transportaban grandes volúmenes de productos y de mercancías. Los tamemes los vemos descritos en muchos documentos pictográficos y existen sobre ellos muchas alusiones directas en las crónicas históricas. Al no existir los progresos técnicos que ya muchos pueblos tenían, los sistema de comunicación y de transportación eran muy rudimentarios, una rueda o camino angosto que hacían dificultoso, costoso y peligros la transportación de mercancías y de personas. Por esta razón las caravanas de tamemes, iban siempre acompañadas de un cuerpo de seguridad pues era frecuente que sufrieran asaltos, robos y hasta la muerte. No debemos olvidar que había algunos señoríos que eran "independientes", es decir, Valero de García Lascurain, Ana Rita. El Códice Azcatillan, una mirada a la Historia Mexica, Revista Ciencia, Academia Mexicana de Ciencias, número 4, vol. 57, octubre-dic. 2006, p.12 364 538 que no estaban sometidos a la Triple Alianza, otros estaban en estado de "rebelión" y otros eran enemigos", todo lo cual se refleja en el sistema de transportación en su conjunto. El uso de centenares de tamemes implicaba, en primer lugar, un elevado volumen de alimentos para asegurar su subsistencia humana física, lo que implicaba un costo elevado por lo que decidieron crear almacenes regionales, antes de traer los productos a la ciudad de México. TEJEDORES Al arribar a las costas de Yucatán, Díaz del Castillo describió al grupo indio que había llegado en canoas "vestidos con camiseta de algodón como jaquetas y cubriendo sus vergüenzas con unas mantas angostas, que entre ellos llaman masteles y tuvímoslos por hombres de más razón que a los indios de Cuba porque andaban los de Cuba con las vergüenzas de fuera, excepto las mujeres, que traían hasta los muslos unas ropas de algodón que llamaban enaguas.365 Por su parte, Serra afirmó que era difícil encontrar evidencia arqueológica del uso de madera, pero si encontraron muestras de azadones de basalto en las regiones de Teotihuacán y Temacalapa, de los cuales no se tenían noticias de su Díaz de. Castillo Berna!, Historia Verdadera de la Conquista de laNueva España,., p,58 365 539 uso; posiblemente, se emplearon ante el crecimiento de la población, mientras en Terremote-Tlaltenco definió que era una aldea de pescadores que explotaban el medio lacustre "y una especialización artesanal en la manufactura textil, como canastas, cuerdas, tanto de tule como de maguey por lo que los desflbradores, lejos de representar una intensificación agrícola reflejan una especialización artesanal". Entre la evidencia arqueológica a que hizo alusión, destacó las cuchillas rectangulares con mango en el extremo y que se utilizaban en la preparación de las fibras de maguey; en Tlapacoya se encontraron lajas de basalto, definidas como instrumentos de corte y desgaste. En Teotano, se encontraron 308 piezas de basalto "pues sirvieron para desbastar, raspar o rebajar la pulpa del maguey y dejar expuesta la fibra y para despulpar las pencas de maguey.366 Serra consideró que en la región Puebla-Tlaxcala se habían encontrado 473 azadas que sirvieron para la agricultura y para la construcción de canales de irrigación y tenían una forma trapezoidal pues si no la tuvieran se trabaría o se quebraría; tienen un filo pulido. Refirió la presencia de los tallados de ixtle y de lechuguilla y para ello se utilizaban los desfibradores para cortar las pencas. Para ello se han encontrado canastas, cuerdas y redes y eran largas de piedra en forma de cuña cuadrangular. Ya para la llegada de los españoles a costas americanas, el algodón se había extendido a varias regiones del mundo, tenían miles de años en que se habían aclimatado y transformado en sus plantas originales de tal manera que resultó Serra, Mari Carmen, Desfibradores, Análisis Microscópico de algunos implementos líticos de una aldea de pescadores y canastero de Terremote y Tlaltenco, Revista Antropología y Técnica, 2007,17 p., p. 366 540 muy difícil precisar el origen de la misma; las semillas de algodón ya habían llegado a nuestras playas o posiblemente transportado en una de las migraciones que llegaron a nuestro Continente, de tal forma que ya era conocido en varias regiones indoamericana en forma señalada en la región andina en donde a la llegada de los hispanos ya había hilados y tejidos. Por las descripciones que se hicieron en la conquista del Caribe en forma señalada en la Isla la Española, el algodón solo se usaba en sus vestimentas y rodelas, los altos dignatarios y no los miembros de las clases bajas, las cuales ni siquiera podían ocultar "sus vergüenzas" con excepción de las mujeres, lo que reafirma el relativo atraso social y cultural que tenían esos grupos humanos con respecto de los que habitaban tierra firme, es decir, lo que sería México. En las costas recientemente descubiertas muchos indios andaban casi desnudos, al igual que los caribes, lo que a su vez confirma un atraso en relación con los que vivían en el Altiplano Central en done se encontraban vestidos casi todos sus habitantes, aunque se trataba de vestidos muy sencillos y elementales en los cuales se utilizaban materias primas vegetales. Mastache estudió los telares de cintura de las etnias zoque y tzotzil afirmando que representaba una continuidad de los telares prehispánicos, considerando que ese telar era horizontal y recibió el nombre (telar de cintura) "cuyo nombre se debe a que uno de los extremos se coloca en la cintura del tejedor, lo que permite no solo sostener un extremo de la tela, sino también que el tejedor mantenga debidamente tensa la urdimbre; el otro extremo se mantiene por medio de otro bando o cordel amarrado a cualquier punto fijo, generalmente un árbol. Se trataba en realidad de 541 un artefacto muy simple, que constaba fundamentalmente de dos barras y carece de armazón rígida, al quitar la urdimbre, el telar queda limitado a esa barra y a otro palo pequeño.367 Dijo que había por lo menos unas 15 técnicas distintas y muy sofisticadas. Hizo mención de los tejidos de algodón de San Mateo del Mar, Oaxaca, huípil mixteco de algodón de Pinotepan, el hipil Chinanteco de algodón de Valle Nacional. Observó "que la trama y la urdimbre no siempre se entrelaza de la misma manera" por lo que se producen telas, aspectos, calidades y texturas, entre las cuales señaló las tapicerías, gasas, sarga, damasco, confites y terciopelos. El telar de cintura estaba presente en casi todas las sociedades indígenas de América, en su estructura principal y su finalidad esencial, aunque se ajustaba a las necesidades y gustos específicos de las comunidades pues en la medida en que estos fueron revolviendo no solo los estampados y los coloridos, sino también la trama de las telas y por ello la calidad de las mismas. Mastache señaló que había hasta 15 estilos diferentes, muchos de los cuales han llegado hasta nuestros días, pero lo principal fue la cantidad de hilos que se manejaron y las materias primas que se emplearon. Se han encontrado en los enterramientos más antiguos sobre todo en la región inca, telas muy rudimentarias, con escasa o nula policromía, lo que reafirma la existencia de grupos humanos, que estaban más atrasados desde el punto de vista cultural y social; se trataba de telares destinados al consumo utilitario comunal que no requería de telares más sofisticados, ni de trama más Mastache, Alba Guadalupe, El tejido en el México Antiguo, Arqueología Mexicana, Vol. XIII, 56, 2007. p. 23 367 542 delicadas, a diferencia de telares encontrados por ejemplo en la época mexica o mixteca, en donde la variedad y el colorido son mayores. Al estudiar el origen del algodón, Mastache confirmó que se habían localizado restos de fibras en etapas tardías en Tlatilco, Chichenitzá, Chometla, Balsas, pero sobre todo en los valles de Morelos, Guerrero y en la costa del Golfo, pero que al lado de este tipo de fibras había otras de agave y de yuca, pero también había sustancias colorantes de origen orgánico e inorgánico. "A los primeros se les denominó colorantes, son materiales de origen animal o vegetal cuya característica principal es su solubilidad en el agua, razón por la cual son absorbidos con facilidad y con frecuencia se cambian químicamente en los materiales a lo que se aplican. Los segundos reciben el nombre de pigmentos, son generalmente de origen mineral e insoluble en agua, por lo cual no pueden aplicarse directamente sobre superficies de los objetos sino que se requiere de un adhesivo o vehículo. Los colorantes requerían de ordinario, un agente fijador o mordente. Con este fin era usado frecuentemente el sulfato doble de aluminio y potasio cuya obtención fue sin duda sencilla dada la abundancia con que se encuentra en la naturaleza. También como mordente se usaba el nitro o salitre, ambas sales, además de fijar el color lo modificaban purificándolo o haciéndolo más intenso".368 Mohar, en su estudio obre la Matricula y el Mendocino, afirmó que había por lo menos 19 técnicas y clases de tejido, entre los cuales figuraban el estampado, tapicería, bordado, confite, brocado, gasa, enlazado, sarga tela doble, plumería, trabajo de red, acolchado, tintura con reservas, indicando que a partir del año de 1396 los mexicas comenzaron a vestirse de algodón, en lugar del hilo de la palma silvestre, o bien 368 Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehispánicas del Tejido, p.18 543 maxtle de henequén y al precisar los detalles mencionó a los siguientes: quachtli o manta de algodón y "son las que abarcan los tributos de la mayor parte de las zonas; las inacaizminqui, u oreja flechada, la canauc, o manta delgada de algodón; la Tlipapallauac, manta de rayas negras anchas; Ichtlilmatli o manta de fibra de maguey; Cacamoliuhqui, que presenta dos dedos en el borde; Tilmatli, o manta acolchada; cazhuanqui,con rayado de amarillo a cuatro brazos; chichicueye, con ocho brazos cada uno; Ycotilmalli o manta e izote; Tistamalli, que era manta lisa sin diseño ni color; Ichcatilmatli, una manta de algodón; tenchapanqui, manta adornada en la orilla; Tenchapqui ichtilmatli, manta de maguey adornada en la orilla; inellacuilolli, una manta que tenía como diseño una cabeza de águila en el centro; Nechpalli, una manta de la tuna roja; ocuitlecaya que era una manta de henequén; Campolla Tolmatli, manta morada de color oscuro; Yecacozcayo, manta de joyeles de viento; Ocellotilmatli, manta a la manera de un ajolote; Yitzcouacoliuhqui, con un dibujo de culebras de obsidiana; Tlapalcoliuhqui, manta pintada con grecas; Ichtilma conahuac, manta de algodón con fibras de maguey; huitzilsilla, un manta pintada por un colibrí; tlapallo, manta pintada con pintura ocuilteca, entre otras.369 Recordó que Francisco Hernández había localizado dos tipos de gusanos de seda, nombrando Ichicatzin y Temoctli, que eran gusanos "que se encerraban en una piel mortuoria tejida por él mismo, que también Sahagún habló de la existencia de os capullos que florecían en los árboles, que se volvían mariposas y que no eran comestibles; Clavijero mencionó la existencia de una seda silvestre e incluso en el vocabulario de Molina se hizo referencia al gusano de seda llamado Tzauhquiocuilin Mohar Betancourt, Luis María. La Escritura en el México Antiguo, 2 Vols., Plaza y Valdez, UAM, México, 2001, T. I, pl.293. 369 544 y al capullo del gusano, llamado cochipilotl.370 Prevalecían en la confección de vestidos el ixtle, el henequén, la lechuguilla, los tules, en primerísimo lugar; de la seda solos se hablaba de una "seda silvestre" pero no existen referencias de que de los productos de los capullos se hicieran vestidos indicando con ello que el uso más ordinario de esta materia prima se da en la época prehispánica. Se tejían las fibras vegetales ya señaladas para hacer con ellas hipiles, mantas, bragueros y maxtles que formaban parte del consumo habitual de los macehuales, sus esposas y sus hijas; las pictografías que conocemos ilustran que se trataba de prendas muy sencillas en su diseño y contextura, como los taparrabos que encontramos en los códices, mientras que los altos dignatarios usaban prendas más sofisticadas, hechas de algodón. La apariencia que daban las vestimentas eran muy importantes en el grupo social pues en los glifos o ideogramas es fácil advertir las diferencias de rangos sociales y políticas tan solo observó a la calidad de las ropas que vestían. Era muy sencillo identificar a un macehual, a un guerrero y más aún, a un pilli por lo que el algodón que ya era un cultivo muy común en la zona cálida o templada, se seleccionó para los miembros de las minorías policía y social, aunque después se amplió a los grupos más pobres. El uso de colorantes estaba determinado por los recursos naturales disponibles pues en el caso del color rojo lo había en gran cantidad en el Altiplano, pero no lo Núñez Ortega, A. Apuntes Históricos sobre el cultivo de la Seda en México, Bruselas, Editor Gustavo Morales, 1883,13,p.,p.7 370 545 encontramos en iguales proporciones en la zona maya, en donde predominaba el color azul. Esto explicaba la prevalencia en las decoraciones y en la pictografía de un color o de otro, pero también explica los intercambios de que eran objeto las regiones. Había colores azules en algunos frescos de Teotihuacán, pero probablemente los pigmentos se trajeron de la región de Montealbán, en donde había muchos colorantes de azul. En términos generales, los pigmentos de origen vegetal y animal eran escasos y por ellos se trataba de bienes que tenían un elevado valor. En algunos casos, esos colorantes los traían los mercaderes como si fuera polvo molido, siempre con el peligro de que pudieran ser robados en el camino pues esa materia prima se solicitaba en muchas regiones y poblados. Por ello se explica que, por ejemplo, las regiones productores de la grana cochinilla, estaban debidamente resguardadas y protegidas, por considerarse regiones de alto valor económico y social. 371 En cuanto a los tributos que pagaban los pueblos, Rojas se refirió en forma especial a la entrega de bienes manufacturados "entre los que se destacaba el número de mantas que pasaban de dos millones solo con las confeccionadas de algodón".372 A ello había que agregar las naguas y huípiles e incluso las mantas eran utilizados como monedas. Estos ingresos sostenían los gastos militares, la celebración de fiestas, los gastos sociales y para mantener a los artesanos y canteros que trabajaban en palacio. Que algunos artesanos vendían directamente sus productos en los mercados lo que la convertía en comerciantes ocasionales, pero también había regatones, es decir, personas que compraban sus productos y luego los 371 Roquero, Ana. Colores y colorantes en América, Anales del Museo de América, 3,1995. 23 P 372 De Rojas, José Luis, México Tenochtitlán, Economía y Sociedad en el siglo XVI, p.233. 546 vendían y considera que estos regatones eran muy parecidos a los que existían en España. Describió Mastache el "proceso de teñido como la inmersión del metal que se desea teñir en una solución acuosa y caliente del tinte. Probablemente el mordente era agregado a esta solución o bien el material se sumergía primero n la solución de mordente, siendo transferido después del baño colorante. Es posible que esta operación durara varias horas o quizá días, dependiendo tal vez de los materiales colorantes y de la cantidad de mordente empleado, o bien, el tono que se deseaba obtener. Parece que era empleado para teñir tanto colorantes como pigmentos. Después de ser pulverizado el pigmento en un ácido se aplicaba esta solución al tejido donde se produce la precipitación del hidróxido férrico; la operación se efectuaba sobre las madejas del hilo y no sobre tela ya elaborada. En el caso de los tejidos con franjas de urdimbre...".373 Pero también distinguió el proceso de pintura que era la aplicación del colorante sobre el tejido empleando un vehículo o medio que haga posible su aplicación y permita que perdure y había telas pintadas por completo y otros motivos pintados a mano en negativo. En el Códice Magliabechiano, aparecieron dibujos de por lo menos 18 tipos de mantas; una dedicada a los muertos, otra humeante, una tepeaca, una molida, otra negra, otra de junco y rosas, sol, el diablo, ortigaza, tigre, águila, fuga de indio, del gris del fuego. Había un tipo de numeración a color, de color amarillo, que refería 4 gatos, 5 águilas, otra de 5 águilas amarillas. Además, estaban tres calli o casas, 4 conejos, 6 caña y 7 tepatl o cuchillo y después cambiaba el número Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehlspánicas del Tejido, INAH, México, 1971,125 p. p.40. 373 547 correspondiente a cada uno de los grabados.374 Entre los artículos textiles que describió Sepúlveda estaba desde luego las mantas de algodón blanco de 2, 4 y 8 cenmatl , las cuauchtla o mantas ordinarias o delgadas. Las mantas teñidas, rayadas, rojo, morada, amarillo, las mantas labradas o acolchadas que sumaban 5 tipos. Las mantas de ichtle o pota que eran finas o teñidas, las mantas de Iczotl o Ízate o pelma. En la indumentaria masculina estaba el maxtlatl o braguero y en la femenina el huipilli o camisa de mujer y el suxitl o faldellines. Entre las unidades de medidas se destacaban las cargas que eran de 20 mantas, las longitudes y anchos especiales de los cenmatl eran de 2.50 a .69 cm. Una carga de algodón era un bulto o un fardo que pesaba 23 mil kilos.375 El Conquistador Anónimo hizo referencia a una de las principales actividades, "el hilo con que labran y que toman el pelo del viento de las liebres y conejos y lo tienen en greña del color que quieren, cuyos tintes dan tanta perfección, que no hay más que pedir. Después, las hilan y con este hilo hacen tan lindas labores, casi como con nuestra zeda. Aunque se lave nunca pierde el color y la tela hecha con él duran largo tiempo".376 Por su parte, Noguera dio a conocer los diversos tipos de tejido que hacían: los tejidos sencillos, que usaban hilos gruesos finos o bien hilos de color; el tejido de tapiz, en el cual los hilos se aprietan unos con otro hasta formar los diseños; brocados, que eran hilos adicionales de colores contrastados; el confite; o sea, el uso de telas de varios colores; el tejido labrado, que era una serie de urdimbres Códice Magliabechiano, CLXIII 25232, Biblotea Nazionale Céntrale Di Finenzi, Fernardino de Andeuso, Austria, 1970. 375 Sepúlveda Herrera, Teresa, Arqueología Mexicana, Ed. 376 El Conquistador Anónimo, Colección de Documentos para la Historia de México, Manuel Orozco y Berra, T. I, p.578 374 548 para formar un tejido; el tejido de sarga; el tejido de tela doble; la Jaya, que era una tela de encaje que se elaboraba cruzando hilos impares de la urdimbre; el acolchado, que era de algodón y se usaba en la guerra.377 Los primeros tejidos cuyas muestras han sido encontradas en múltiples enterramientos y en diferentes excavaciones arqueológicas, patentizan que se trataba de urdimbres muy elementales, un telar de hilar, que las piezas no eran labradas sino lisas en su mayor parte, lo que revela un sensible atraso en la tecnología aplicada en esa rama, pero también había prendas hechas por las fibras vegetales después hemos hablado con anterioridad, lo que probablemente indique su sola existencia de unos malacates rudimentarios, sin que se utilizara el telar de cintura; este artefacto no fue un invento mexica, ni siquiera mesoamericano, pues miles de años antes ya se conocía en otras regiones del mundo y en forma señalada en la región andina, por lo que estamos ante un aparato tecnológico de distintas migraciones humanas y de intercambios comerciales. Aquí como en otros aspectos se manifiestaba un gran paralelismo entre los grupos humanos de México y los del Perú. En la medida en que aumentó la población y se incrementó la complejidad de esta con la aparición de grupos sociales, primero y de clases sociales después, la industria de los tejidos evolucionó, primero, en un cada vez más extendido uso del algodón como materia prima fundamental y en una disminución de las fibras vegetales las cuales demostraron su vulnerabilidad ante la humanidad y su 377 Noguera, Eduardo. Cerámica Estratigrafía, en Esplendor de. México Antiguo, T. I. „p421. 549 incapacidad para responder a los altas y bajas temperaturas. Además, las prendas hechas con esas fibras entraban en descomposición más rápidamente que las prendas de algodón. En relación con las técnicas empleadas, Mohar mencionó la utilización de un huso de palo delgado de 25 a 30 centímetros de largo "el cual era más ancho en el centro. Esta pequeño palo requería de un peso o volante que lo impulsaba a girar por lo que se le colocaba un disco entre el centro y uno de los extremos. Este volante eran los llamado malacates, que podían ser de barro, hueso o de piedra. Las mujeres usaban la rueda o tizatl para hilar. La cual hacía más fácil y homogénea el movimiento giratorio del huso. Concluido el hilado las mujeres preparaban el vendado, disponiendo los hilos antes de colocarlos en el telar. La manera más sencilla de hacerlo consiste en colocar dos estacas clavadas en el suelo; la distancia entre ambas correspondía a la medida del tejido. La hiladora se preparaba según el ancho y largo de la pieza que se iba a elaborar; se enrollaba los hilos alrededor del volador que contaba de un número variable de varas ensartadas en una tabla o simplemente de dos estacas clavadas en el suelo. Los dibujos del tejido dependían de esta operación, pues la colocación de hilos de distintos colores alternados producía franjas que contrastaban. Los hilos debían de unirse en forma de ocho, configurando un cruce para que se introdujera en ella el hilo de la trama. Del urdidor los hilos pasaban al telar de cintura", dijo para enfatizar en la siguiente etapa pues había varias y toda sellas dependían de la habilidad de los tejedores.378 Dijo Noguera que: "...los malacates se hacían de barro, piedras, hueso y otros materiales. Es probable 378 Mohar Betancourt, Luz María, Manos Artesanas en el México Antiguo, p.143. 550 que la madera también se usara; tenían gran cantidad de formas y tamaños, algunos eran sencillos, otros ornamentales con diseños convencionales por incisión, impresión, pintura, estampado o modelado. Dos tipos de telares que usaron en México: el de cintura y el rígido horizontal de tipo rudimentario. El telar de cintura se usó sobre todo en la parte central y sur de México. Es probable que también se usara una varilla de liza, aditamento que constituye un adiestramiento muy avanzado en la mecanización del proceso de tejido. El telar de cintura, o telar de otate, no tenía un marco rígido. La barra o ángulo superior sencillamente se amarraba a un poste o árbol. En el ángulo inferior se ajustaba por medio de un mecapal alrededor de la cintura de la tejedora, quien se sentaba en el suelo y sostenía el telar estirado con el peso de su cuerpo. Los demás implementos necesarios para el tejido más sencillo eran: la espada, el templero, la bobina, la varilla de lizo y la varilla de liza. La espada se usa para apretar cada hilo de la trama durante la operación del ejido. Puesto de canto permite abrir una colada por la que la trama pasa con facilidad. El hilo de la trama se derrama longitudinalmente en un palo delgado, para formar la bobina. El huso del hilo terminado y enrollado puede también servir como bobina".379 Después marcó el llamado "tejido de dedos" en que se utilizaban palillos de labranza que se clocaba en extremo superior de telar y había un telar rígido que consistía en la aplicación de cuatro estacas, las que se adherían a un marco que sostenía los hilos de la urdimbre. Los malacates fueron sistemas elementales de rodillos, que permitían enrollar hilos de diferentes grosores y calidades y después hacer tejidos con ellos para distintos usos y sobre todo se hacían de piedras y de madera y correspondieron a una 379 Noguera, Eduardo. Cerámica Estratigrafía, en Esplendor del México Antiguo, T. I p. 450. 551 etapa temprana en la historia de las civilizaciones humanas e indoamericanas. Se han encontrado en los enterramientos estos objetos o rodelas, algunos hechos de hueso. La desventaja consistía en que al mezclarse se tenían que usar las dos manos y mantenerlas ocupadas, en cambio, el telar de cintura permitía un sensible ahorro del tiempo de trabajo pues el artefacto quedaba fijo en el suelo y también en la cintura, quedando las manos libres para realizar las distintas operaciones del hilado y para manipular las distintas piezas de que se integraba. El desarrollo técnico de los telares andinos demuestra la versatilidad que había en ese tipo de telares en donde lo principal era el trabajo social acumulado y desde luego una mayor productividad. El crecimiento de la población y por ende de sus categorías sociales y profesiones reafirmaba la necesidad social de disponer de mayores volúmenes y variedades de prendas de vestir y por ello los telares a que hemos hecho referencia, constituyeron la respuesta tecnológica a esa demanda creciente. Afirmó Mohar, que los oficios de tejer e hilar, eran esencialmente femeninos pues las niñas eran iniciadas desde los cuatro años y ya a los 6 hilaban por sí mismas. "A los 14 años ya sabían tejer en el telar de cintura y a partir de ese momento el tejido se convertía en parte de sus actividades cotidianas. Se empezó a usar el algodón bajo el reinado de Huitzilohuitl. Antes, el ixtle y otras fibras duras eran de uso generalizado para todos los grupos sociales. Inicialmente los mexicas podían adquirir el algodón solo por vía del comercio; más tarde lo exigieron como tributo tanto en rama como 552 elaborado en textiles".380 Indicó que había obtenido el algodón por la vía del comercio casando a Huitzilihuitl, hijo de Acamapichtli, con la hija del señor de Cuahuhnahuac y a partir de Iztcóatl este señorío quedaría sometido. Afirmó Mastache que los colorantes usados por los indígenas eran extraídos de semillas, flores, hojas, raíces, cortezas y frutas, pero el colorante más apreciado era el de la grana cochinilla, los había azules y morados, o ben se extraían de conchas de caracol. Dedicó un capítulo a los implementos y a los procesos, indicando que era bastante laborioso y largo: primero se limpiaba para quitarle las semillas y basuras, arrancando los pequeños bazos fibrosos, la preparación el algodón para limpiarlo que se golpea con una o dos varas "hasta lograr hacerlo esponjoso y suave, quedando en esta forma lista la fibra para ser hilada".381 Definió Mendizábal el avance prehispánico para el tejido que consistía en malacates con un telar suspendido; el malacate era un disco que se hacía girar con los dedos de la mano derecha y en eI que se retorcía el hilo de algodón con la izquierda, la fibra hilada se enrollaba formando una especie de ovillo. "El telar se instaló siempre en la casa o sus anexos pues el tejido es una función privativa de la mujer que no puede desatenderse de sus otras labores domésticas para lo cual se amarra, en la parte superior en un harca de la propia choza o en un árbol cercano, aproximadamente a dos metros de altura, quedando sujeta la parte inferior a la propia cintura de la tejedora, quien con su simple peso le pone en la tensión requerida para ser operado".382 Mohar Betancourt, Luz María, Manos Artesanas en el México Antiguo, p.139 Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehispánicas del Tejido, INAH, México, 1971,125 p. p.24 382 Othón de Mendizábal, Miguel. Obras Completas, T. III., p.345 380 381 553 Dijo que este procedimiento tan sencillo había venido operando en distintas regiones el país, una vez lograda la conquista de México, sobre todo para la fabricación de ayates, costales, cinchos, lienzos y artículos ixtle, de maguey, henequén, lechuguilla, pero que después habían llegados las cardas, las ruedas, las devaneras, los tornos, los julios, las lanzadoras, los peines y en fin los telares "lo que implicó una revolución en el mundo indígena porque los hombres reivindicaron exclusivamente el uso del aparato, relegando a la mujer, que siempre había sido la única tejedora, a las labores del lavado, cardar, devanado, teñido de lana, aunque la mujer siguió usando casi privativamente su arcaico telar suspendido, especializándose en los tipos textiles que requerían poca anchura de trama". Del malacate al telar hay un paso tecnológico muy importante que consiste en que se introduce una mayor velocidad en el hilado y en la trama de los tejidos, lo que incrementaba la velocidad de los que se dedicaban a ese oficio. Con esta promesa se amplía lo ancho de la trama, pues al principio eran muy angostos pero después se amplificaron, permitiendo que se pudieran fabricar mantas, por ejemplo, en forma mucho más rápida. Esto debió, además, aligerar el trabajo de quienes se dedicaban a este oficio, los cuales ya no permanecían atados o esclavizados a las ruecas o a la lanzadera sino que podían dedicar más tiempo a la realización de labores agrícolas y actividades domésticas, a cuidado de los animales y otros menesteres. 554 Si en un principio la fabricación de prendas de vestir servía para satisfacer las necesidades de los miembros de las familias después cuando evolucionaron las relaciones de producción y se implantó el sistema tributario, se fabricaron para pagar esas imposiciones y por lo tanto se requería de un mayor número de tejedores que produjeran un volumen cada vez más grande de prendas. En relación con el uso de colorantes en la fabricación textil, en la Matrícula de Tributos "se tejían las madejas antes de tejer; las sumergían en una lejía suave, luego la ponían a fuego manso, la dejaban enfriar, reposar hasta el día siguiente, la lavaban y luego la sometían a la acción de un mordente, de la que el alumbre fue el más usado, pero también recurrían a la ceniza, la sal, el tequesquite, el taliac, el pulque y aun los orines animal y vegetal, así como minerales. El color rojo fino , lo obtenían de la grana cochinilla o nocheztle, el morado fino de la espuma del caracol purpura, para el color amarillo fino usaban la flor llamada Xochipilli, de la planta llamada xiuhquititli obtenían gomas de color azul, con la semilla de achiotl preparaban el color rojo, no tan fino como la grana; con la tierra llamada tecozahuitl se hacia el color amarillo y lograban el color negro con la corteza quemada y molida de algunos árboles y con el humo de ocote quemado: para preparar precisamente usaron el cinabrio, la malaquita, la azurita, el yeso y la cal".383 Básicamente los colorantes empleados eran de origen vegetal o extraídos de piedras pues, desde luego, no habían desarrollado de la química industrial. Muchos de los dibujos multicolores que se hicieron en los estucos, las albardas, de las pirámides yd e los templos se han borrado pues ese tipo de colorante son resiste la lluvia ni el 383 Matrícula de Tributos Nuevos Estudios, p.110. 555 paso de los tiempos. Solo subsisten algunos pictogramas en algunas ciudades y centros ceremoniales que se mantuvieron ocultos durante muchos años o que se edificaron en sitios techados. Sin embargo, en la fabricación de prendas de vestir la situación era distinta pues se han descubierto enterramientos que datan de muchos años en los cuales aun sin conservar parte de tejidos, con sus respectivos colorantes. Debemos destacar como aportación originaria el uso que se hizo de la grana cochinilla que ya en la etapa colonial adquirieron un gran auge y se utilizaron industrialmente en varios países europeos, rivalizando con los tintes del Viejo Continente. Describió Chavero algunas ruinas nahuas indicando que a las niñas "se les enseñaba a preparar el alimento, e hilar el algodón ya tejer lienzos para la troje y esteros para las habitaciones. Se encontraron algunos aparatos para tejer. Usaban para preparar los alimentos y moler el maíz a fin de hacer la harina, de un mortero o molcajete, instrumento cóncavo, de piedra dura o barro cocido, apoyado en tres pies. De esta harina hacían el pinole, polvo que les servía de pan. Hilaban el algodón y lo tejían así como el ixtli o fibra de maguey. No se ha encontrado en aquella región el malacatli".384 Siendo el vestido para el cuerpo humano, una función social de primera importancia, del mismo rango que la alimentación y la habitación, el "arte de tejer" era una actividad de todos los miembro de la sociedad, de la misma categoría social que la siembra y atención de las cosechas, la caza y la pesca y la obtención de madera y 384 Chavero, Alfredo, Historia Antigua de México, p.123 556 otros materiales para fabricar casas. Este, cambio se produjo una vez que los hombres abandonaron su carácter de nómadas, para pasar al sedentarismo y a la vida en las ciudades en donde se establecen patrones uniformes de existencia. Si con anterioridad era socialmente aceptable que los hombres anduvieran semidesnudos, ahora esto ya no era socialmente aceptable. Andar semidesnudo, con apenas un braguero en la parte "pudenda" que era una forma de vestir de aquella época, sobre todo utilizando una prenda de cuero, en la etapa del nomadismo era un signo de atraso social y de primitivismo cultural. Esta transición se observa en los códices y glifos en donde en materia de vestimenta se progresa también, al igual que en otras actividades productivas y humanas, de las más sencillas a las más complejas, de lo rudimentario a lo estilizado, de lo lizo a lo labrado, de lo monocromático a lo policromático, del ixtle al algodón, hasta encontrar aplicaciones en la fabricación de materiales de guerra, como la rodela o escarda. Explicó Mastache la etapa de hilado a que era sometido el algodón: se trataba de distribuir fibras estirándolas al mismo tiempo para lograr que quedaran paralelas, torsión de las hebras para formar el hilo, traslado y enrollado del hilo. Este proceso, dijo que se iniciaba en forma primitiva "pues consistía en torcer las fibras en las palmas de la mano, con la mano y el muslo, luego se emplean un palo, dando así origen al huso, y los usos son hechos de madera. El huso necesita de un peso o volante que lo impulse a girar y para este efecto se le agrega un disco que se coloca en la parte inferior, en el centro y en uno de los extremos del huso. A esos volantes se les llama malacates los cuales aparecieron en el clásico tardío postclásico y en 557 el postclásico se encontraba de formas y tamaños semiesféricos". 385 Luego veía la operación de Tejido que era la inserción de hilos en la tramas a través de la urdimbre y había dos tipos de telares, unos verticales y otros horizontales. "Al color con que se tiñe la grana que llama nocheztli, que quiere decir sangre de tuna, porque en cierto género de tunas se crían algunos gusanos que llaman cochinillas apegados a las hojas y aquellos gusanos tienen una sangre muy colorada ésta es una grana fina, esta grana es muy conocida en la tierra y fuera de ella y grandes tratos de ella; llegan hasta la China y hasta Turquía, casi en todo el mundo es apreciada y tenida en mucho. A la grana que ya está purificada y hecha en pancitos, llaman Tlaplli que quiere decir grana recia o fina, venden en los tianguis echa panecitos para que la compren los tintoreros del tochamitl y los pintores. A otra manera de grana baja o mezclada que llaman tlapalnextli que quiere decir grana cenicienta y es porque la mezclan con greda o con harina. Al color amarillo fino llaman xochipali que quiere decir pintura de flores amarillas. Al color azul fino llaman matlalli que quiere decir azul y este color se hace con flore azules".386 Reseñó la existencia de un "árbol grande" que llaman uitzqueuitl, que tiene una madera colorada y que al revolverlo con alumbre y con otros materiales se hace muy colorado y con ese color tiñen los cueros coloridos de venado y después hizo mención de otros árboles que también producían colorantes naturales. En una primera etapa, los lienzos eran lizos, es decir, no tenían bordados ni color alguno, pero después se fueron transformando en piezas cada vez más sofisticadas, 385 386 Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehispánicas del Tejido, p.34 Códice Florentino, T. III, p.371 558 con una aplicación paulatina de colorantes de origen vegetal y animal, como la grana cochinilla. Aquí encontramos una similitud con la cultura peruana quienes tuvieron acceso a múltiples sustancias que permitían la tinción de las prendas. Encontramos dibujos geométricos, de animales, plantas, alusiones a las deidades; las prendas pintadas o labradas requerían un esfuerzo de trabajo mayor en la medida en que los diseños y estelas eran más elaborados y también sus costos en el mercado, cuando esto sucedió, eran más elevados. Los gusanos de la gran cochinilla tuvieron un gran desarrollo en la región de la Mixteca oaxaqueña, en donde hubo un notorio progreso en la orfebrería, en el tratamiento del oro y de la plata, para fines artísticos y ornamentales y en el tratamiento de las piedras de jade y de otras piedras preciosas. Originalmente, los indígenas buscaron materias tintóreas, en la naturaleza, valiéndose de las plantas, cortezas de los árboles, insectos y moluscos. Un factor inicial para que ciertos colorantes fueron adaptadas a la dependencia geográfica de plantas o animales". Señalando que el morado era extraído de un molusco llamado Púrpura patulo, el azul se sacaba de la secretina, del índigo y de la piedra de añil; el negro del caracolito llamado yute y del palo de Campeche; el café de la cascara de nanche, el amarillo del camotillo o achiote; el rojo de la cochinilla y el verde de una raíz llamada "cúrcuma".387 "El algodón era un producto natural de nuestro territorio y uno de los productos agrícolas que desde la mayor antigüedad cultivan los nahuas. Cosechando el algodón, debían despepitarlo a mano y cardarlo con púas de maguey y otros Alfredo, Historia Antigua de México, México A través de los Siglos, Obra única en su género, publicada bajo la dirección del general Vicente Riva Palacio, X Vols., Editorial Cumbre, México T. I, p. 123 387 559 instrumentos muy primitivos y después lo hilaban sin duda, el matacatl y advertimos que no solamente hilaban el algodón sino también el pelo de conejo. La otra planta de la que sacaban hilo los nahuas es el maguey o metí. El cultivo del maguey es el más sencillo que puede imaginarse y el más apropiado para un pueblo primitivo pues consiste solamente en poner retoños en almácigos, transportarlos cuando han secado y después removerles periódicamente la tierra, sin que necesiten nada más, ni riego. El uso más importante del maguey era el de las fibras que extraían de las pencas, las que les producían el ixtlí o pita. Para obtener este, finalmente recogían las pencas ya secas y las echaban en agua a fin de que se destruyesen la parte carnosa y recogían entonces las fibras".388 De esta hacían cordajes, sogas, sandalias, joyas, enredos, hordas y también tejían telas y mantas para vestirse. Chavero con mucha frecuencia hizo alusión al algodón, destinado para la fabricación de prendas de vestir, lo que demuestra que ese era su uso principal pero conviene precisar que al igual que los hilos que se extraían del maguey, también tenían un uso "industrial", es decir, se empleaban para elaborar cordeles, lazos, balsas o recipientes, redes para pescar o cazar. Las caravanas de mercaderes que caminaban por los senderos de Mesoamérica utilizaban grandes cantidades de ixtle para amarrar sus cargamentos y ser transportados por los porteadores. En las habitaciones se utilizaban también para fabricar recipientes en donde se guardarían las jumas y otros alimentos, enseres domésticos y animales. Carranza Forkel, Idolly. Colorantes y Métodos de Tinción, en la Artesanía Textil Guatemalteca, 45 p., p.23 388 560 El maguey está asociado al grupo mexica desde la primera etapa de su peregrinación no solo por el peligro que producía, que está muy relacionado con el conjunto de deidades que ellos tenían, sino también con los hilos que producían sus pencas que servían, entre otras cosas, para hacer cordeles que permitieran hacer envoltorios de diferente naturaleza. En la zona árida y semiárida había otras plantas que les llamaban chequillo que también producía hilos para los mismos fines. También Carranza estudió la industria textil afirmando que los vestidos indígenas femeninos, que era la falda, la faja y el huípil, habían sido prehispánico y que para ello empelaba el telar de cintura y el de pie, habiendo sido introducido este por los españoles, habiendo desplazado este aquel en la fabricación de piezas de vestir. "El quipal es la pieza más importante de la indumentaria. Le seguía el pañuelo y la servilleta. Es difícil fijar el orden, entre las demás prendas porque las cintas de cabeza y las fajas pueden o no ser introducidas en el telar familiar, mientras que el corte o falda es raramente manufacturada en la comunidad misma". El que es tintorero tiene por oficio el teñir la lana con diversos colores, y a las veces con colores deslavados y falsos; la lana que se vende es bien teñida y daba buen punto y tiñe de diversos colores, amarillo, verde, leonado, morado, verde oscuro, verde claro, verde fino, escariado, con los cuales colores tiene lana".389 Ramírez, al referirse al sitio arqueológico de El Rosario, San Juan del Río Querétaro, afirmó que las fibras vegetales eran difíciles de conservación porque las afectaban los cambios de temperatura y humedad, los rayos ultravioleta, las atmosferas contaminadas y los microorganismos. En referencia a este sitio, localizado a 7 kilómetros de la cabecera de San Juan del Río Querétaro, que 389 Sahagún, Bernardino. Historia General de las Cosas de la Nueva España., p.570 561 correspondió a la cultura teotihuacana, correspondiente a la etapa de 600 años D.C., y se encontraron fundentes carbonizados y eran fibras de algodón, agave y lana. Había una fibra gruesa y una delgada, físicamente aplastadas y retorcidas, pero el resto carbonizadas ya no se distinguieron sus tinciones.390 Los hallazgos de fibras vegetales en los enterramientos sobre todo confirman el carácter antiquísimo de los mismos, sobre todo si las referimos a las regiones de Egipto, Mesopotamia y la India, pero también la registramos en las poblaciones andinas. Se trataba de prendas de vestir muy elementales, sobre todo para los individuos pobres y de prendas ricamente adornadas para las personas que se encontraban en los niveles más elevados de la sociedad, pero debido a su composición material, no resisten los efectos del tiempo. Por ello, se pasó de las fibras que se sacaban del maguey, del henequén, que fácilmente se corrompían, a las extraídas del algodón que eran más resistentes y podían ser tejidas de una manera más vistosa. En los estudios que realizó Mastache sobre los hallazgos arqueológicos e los tejidos llegó a las siguientes conclusiones: la fabricación de cestas, redes, cordeles y esteros, precedió a la fabricación de ejidos, se usaban fibras de origen vegetal, en mayor medida, aunque había otros de origen animal, el uso de fibras duras es más antiguo que el algodón, la mayor parte de los colorantes eran extractos vegetales obtenidos de flores, raíces, cortezas o frutos. "Si bien la mayor parte de los malacates conocidos son de barro, se sabe que también los había de otros materiales, tales como hueso, piedra, conchas y probablemente madera. Se ha podido determinar que el tamaño y el peso de los malacates están en relación con las fibras empleadas en las finuras del hilado, en general los malacates grandes y pesados, Ramírez Segura, Octavio. Método para identificación de fibras vegetales de teztal prehispánico del sitio arqueológico en el Rosario, San Juan del Río Querétaro, 7 p., p.2 390 562 fueron empleados para hilar fibras duras, obteniéndose hilos más toscos, mientras que los malacates pequeños ligeros fueron empleados así siempre para hilar algodón y lograr finos hilos, aunque la regularidad y calidad del hilado dependía más bien de la habilidad y experiencia de la persona que hilaba".391 La invención del telar ha sido una de los grandes triunfos del ingenio humano. Sus inventores son anónimos e hicieron una aportación esencial al patrimonio del conocimiento humano, proporcionándoles una aplicación científica indicando que el telar también había sido producto de la acumulación de experiencia y de la aplicación de dedicarse extraído de ellas, pero dijo que las tradiciones artesanas no fueron productos individuales sino colectivas y todo fue resultado del trabajo corporativo o colectivo, todo esto en poblaciones pequeñas".392 Los hombres demostraron su capacidad para transformar una piedra en un artefacto que pudiera tener una utilidad en la caza, la pesca, la guerra, la producción de vasijas y cestos, de cerámica en general y para satisfacer una serie de necesidades objetivas e inmediatas que se tenían en las habitaciones. Sus moradores buscaron siempre, de una manera casi instintiva , tener una serie de comodidades elementales para preparar y guardar alimentos, para descansar, para almacenar agua y semillas para la siembra, un corral para la guarda de piezas de ganado que aseguran la disponibilidad de leche, carne y de pelo siendo fabricadas y labradas por miembros de la familia, en forma señalada, de las mujeres, entonces no había necesidad de que estuvieran rubricadas por sus autores, a menos que se quisiera usar para fines de intercambio comercial y religioso. Por ello tiene razón Childe cuando observa que esta producción no era individual sino 391 392 Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehispánicas del Tejido p.101 Childe, Cordón. Los Orígenes de la Civilización, p.151. 563 colectiva. Tenía que ser por lo tanto volúmenes muy pequeños de piezas, las necesarias para la sobrevivencia de las familias, pero sin duda y de una manera particular se fue incrementando la producción para otros fines e incluso para el encumbramiento de unos individuos sobre otros. Encontramos productos sumamente sencillos y elementales, los cuales estaban asociados a las cocinas en donde se hacía un uso muy frecuente del fuego pero después esta situación se fue modificando para instalar pequeños talleres, también familiares, que permiten producir en forma más diversificada y en una escala mayor, cuando la familia era más numerosa. Escribió Mastache: "El telar empleado en Mesoamérica: en el horizontal y que le llama "telar de cintura", "telar de átale", o telar de dos barras y en uno de sus extremos lleva una anda que se colocaba a la cintura del tejedor lo cual permite no solo sostener en un extremo del telar sino también que el tejedor mantenga debidamente tensa la urdimbre; el otro extremo se sostiene por medio de otra banda o cordel amarrado generalmente a un árbol o a cualquier punto fijo. Se trata de un artefacto muy simple que consta fundamentalmente de dos barras que sostiene la urdimbre y carece de armazón rígida. Al quitar la urdimbre, el telar imitado y las dos barras mencionadas y varios palos pequeños sueltos. Un aditamento muy importante del telar es el lizo, que consiste en una tira de madera o carrizo del cual cuelgan hilos en formas de pesilla; para enrollar el hilo de la trama, es decir, como bobina, puede usarse simplemente un carrizo o pedazo delgado de madera con una hendidura en los extremos; con el fin de apretar cada uno de los hilos de la trama que van siendo colocados en el tejido, se emplea un trozo de madera ancho, aplanado y pesado", dentro se lo que se 564 consideró como un huso sencillo.393 Smith describió una parte de los vestigios arqueológicos que se habían encontrado en Calixtlahuaca, entre ellos malacates grandes con incisión que se utilizaban para hilar las fibras de maguey, así como desfibradores, reafirmando que los hábitos de este poblado habían realizado frecuentes intercambios con otras regiones de Mesoamérica, así como objetos de cobre en sus relaciones las zonas tarasca de Michoacán".394 El intercambio de fibras vegetales para uso textil que realizaban los grupos humanos y que después se han encontrado en los hallazgos arqueológicos demuestraron la amplia gama de posibilidades que existían, desde las fibras de maguey, hasta los de conejo, pasando desde luego, por el ixtle y la lechuguilla hasta las hilaturas de algodón, ya que la hilatura de lino llegara posteriormente. Se trata de una actividad muy rica y compleja que se inicia propiamente desde los primeros tiempos del desarrollo de la humanidad como lo testificaron al encontrarse restos de alacates antiquísimos. Era una industria que nace estrechamente vinculada a las mujeres, hasta constituir talleres de gran y mediano nivel, que producían para el consumo familiar, primero, de las comunidades propias, después, y al final para el intercambio comercial. Se trata de una actividad productiva que tenía asegurado su futuro desarrollo pues atiende a sus necesidades básicas, al lado de la alimentación, que es la del vestido, tan importante o más, también, que la habitación. Estas son las necesidades básicas de todas las poblaciones, de todos los individuos, independientemente de su estadio evolutivo, de su ubicación geográfica y del progreso que Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehispánicas del Tejido, p.35 Smith, Michael. Los Materiales Arqueológicos de Calixtlahuaca y la Sociedad Posclásica de Matlazinco, ponencia presentada para el Vil Coloquio Internacional sobre Otopanes, El Colegio Mexiquense, Toluca, Estado de México, 15 de noviembre de 2005,7 p.23 393 394 565 tenían sus fuerzas productivas las cuales pronto se incorporaron a las tarea productiva para potenciar su innovación y por lo tanto su productividad y la diversidad de sus productos. Todos los seres humanos, en las diferentes etapas de la historia, necesitan un techo con qué cobijarse, un alimento que llevarse a la boca y un vestido para cubrir su cuerpo y protegerlo de los cambios climáticos. Dijo Las Casas: "...las mujeres se dedicaban a hilar, tejer algodón para hacer sus camisas y mantas que usan para vestirse, unas que se llaman naguas con las que se cubrían las mujeres desde la cinta hasta la media pierna y también tienen grandes cuidados en criar y regular a sus hijos; los maridos en instruirlos en los oficios y en la cosas de sus costumbres y ritos, así en su religión y culto divino como en la de su policía y no tenían esclavos comúnmente; en alguna parte tenían sus haciendas o peculio, con sus mujeres e hijos propios, como los otros vecinos libres, salvo que cuando el señor hubo a menester, que se hiciera en su casa; hacienda o algún servicio, aquella lo hacía". Todo ello en relación con los habitantes de la española.395 Al igual que sucedió en otros grupos humano es, "el arte de tejer" fue una actividad esencialmente femenina, la cual se producía desde que ocurrían las primeras diferenciaciones sexuales del trabajo. En una primera etapa las mujeres, se encargaban de la siembra y de los cultivos, mientras los hombres se dedican a la cacería y a la pesca. Después las mujeres se concentran en las tareas domésticas, cuando aparecen las familias nucleares y se precisó el carácter de le De Las Casas, Bartolomé. Apologética Historia Sumaria, Ediciones Preparadas de Edmundo O. Germán, Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México, 2 Vols., 1967 395 566 los padres y en este contexto apareció la mujer como tejedora. Es decir, si las madres o las mujeres se encargaban de la crianza y del cuidado de los hijos, una tarea muy cercana a esta función es la de proveer a los miembros de la familia de la vestimenta que necesitaban. Por ello, los primeros telares se ubicaron precisamente en el interior de las casas, en los patios de estas, en donde debían permanecer las mujeres cumpliendo con las otras tareas "propias de su sexo". Las mujeres tenían múltiples papeles dentro de la familia y de la sociedad y una de ellas era el de tejedoras, es decir, elaborando las piezas de vestir para los miembros de su familia y solo mucho tiempo de que se pensó que podrían fabricar piezas para el mercado externo. Eran los tiempos en que existía una economía de subsistencia, es decir, la evolución que habían tenido las fuerzas productivas, alcanzaban niveles de producción relativamente pequeña. Dijo Fernández, al referirse a la "industria textil" "que las prendas más usuales se hacían de algodón o ichcatl hilado, perfectamente tejido de colores, tan fino y tan bien trabajado que los conquistadores lo alaban de continuo. La calidad del algodón era tan alta, que les permitía hacerlas gruesas, delgadas o transparentes y no necesitaban de otras fibras para la manufactura de las distintas texturas esenciales para sus ropajes, pero para telas de menor cuantía y para ser usadas por los miembros de los niveles sociales menos encumbrados, empleaban varias fibras vegetales como el henequén, ichtli, Iczotl o palma silvestre, quetzalichtli, y pati y una multiplicidad de otras fibras derivadas del maguey. "Había dos clases de hilos, los de pluma y los de pelo de conejo y también por ello las mantas más labradas, de 567 colores las usaban las personas de las más latas jerarquías sociales lo mismo sucedía con las joyas, pero a los esclavos les estaba prohibido el labrado de telas.396 Había especialistas en la fabricación de cosas de algodón con los cuales "hacen camisas y con que cubren por vestidos y mantas para sus camas, blancas, negras, pintadas de muy finos colores, gruesas, delgadas, muchas como almaizares mancas, ágora común de cinco lienzos con el cielo de diversas maneras y otros que parecen de damasco blanco, que se le pueden poner el rey en su cama como otra cosa muy rica. Hoy hacen frazadas y guadameciles de solamente que lo vieron hacer una vez porque como los oficiales españoles conocen que cuanto ven hacen, por lo cual les llaman manos. Hay oficiales de navajas de piedras y esto es cosa admirable verlos hacer y poder hacer como las hacen; salen estas navajas de la misma hechura y forma de una lanceta con que los barberos nuestros acostumbran sangrar... 397 También describió a los que se encargaban de pintar paños chicos y grandes, retablos, el uso de plumas "pues son excelentes pintores, sobre todo e aves de distintos colores y también fabrican cenefas, casullas, capas, velas, mangas, y todo lo necesario para el culto divino. La "industria textil" alcanzó un alto desarrollo tecnológico y material debido a que en el régimen tributario imperante la fabricación de mantas tuvo una gran preponderancia en el conjunto del sistema lo que motivó que miles de miembros de la colectividad se dedicaran a estas actividades por estar en aptitud de cumplir en tiempo y forma con las cargas impositivas. Aunque no conocemos de la existencia Fernández Barrea, Josefina. El Are Textil entre los Nahuas, en Estudios de Cultura Náhuatl, Vol. V, México, 1968/89 397 De las Casas, Bartolomé. Los Indios de México y la Nueva España.., p.24 396 568 de "talleres textiles" en los cuales se congregaron un grupo de personas solo con la finalidad de producir, mantas y sí sabemos de la existencia de "barrios de tejedores", de tejedoras en muchas ciudades y poblaciones. A pesar de los requerimientos de grandes volúmenes de prendas, el telar de cintura no se modificó de una manera radical, pero si mejoró su funcionamiento, imprimiéndole más velocidad a sus operaciones, de cardado y urdimbre, por lo que el rasgo característico siguió siendo el uso continuo de mano de obra pues prácticamente no había una población en donde no hubiese un grupo de trabajadores dedicados a este oficio. Así se llegó hasta una etapa de alto desarrollo en las calidades y en los sistemas distinguiendo claramente las prendas lizas para los macehuales, de los "vistosamente coloreados" para los pillis, hasta que con la llegada de los españoles arribaron los nuevos artefactos medievales europeos, que rápidamente aprendieron a manejar los indígenas. Acosta, al describir la trayectoria empleada por las técnicas de construcción, dijo, que habían progresado desde el Preclásico Medio, en que no era sino montones de tierra, hasta avanzar a construcciones más sólidas, con rampas y escaleras y luego inventaron un muro en forma de talud. "Esta innovación permitió construcciones más altas, pero también tenían sus limitaciones, por lo que se ideó la combinación de dos cuerpos encimados con un pasillo intermedio que permitió la circulación; gran adelanto que culminó con la construcción de numerosos cuerpos superpuestos hasta que llegaron a tomar el aspecto de una pirámide truncada. Durante la época clásica los pequeños pueblos se transformaron todas en ciudades. Puede observarse en 569 ellas un principio de planificación y de servicios públicos como son las calles y los sistemas de drenaje. Los edificios ceremoniales estaban cubiertos con tableros y cornisas que variaban los gustos artísticos de cada región".398 Para construir los basamentos y las plataformas emplearon las técnicas de usar un amontonamiento de piedras sueltas o simplemente de tierra y que estaban revestidas con piedras labradas y con complicados tableros y cornisas. Al observar la pirámide de Cuicuilco, pensamos en su carácter rudimentario, es decir, se trata de un gigantesco amontonamiento de piedras y lodo, sin que se hubiese precisado sus rampas y taludes o sus escaleras. Sin embargo, en Teotihuacán la aplicación de técnicas constructivas permite concluir que se dio llegada a una gran complejidad arquitectónica en la que los taludes y las rampas han llegado a un gran esplendor, aparecen los taludes labrados en alto relieve, así como una gran cantidad de estructuras superpuestas. De una pequeña población, conjunta apenas por un reducido número de chozas de paja, se transitó hacia un gran centro urbano, lo que se llamaría una "gran ciudad", conformando por un conjunto de edificaciones, la mayoría de ellas de carácter ceremonial y otras de naturaleza administraba. Se habían avanzado notablemente no en la concepción de las pirámides que seguían siendo, en esencia, el mismo sino en su perfeccionamiento arquitectónico pues se habían utilizado grandes cantidades de piedra, la cual se había "trabajado" con otras piedras más resistentes, hasta construir un complejo de edificios, calles y canales. "En el periodo de los centros ceremoniales se inició la construcción de estructuras civiles y religiosas que van creciendo según las necesidades de la población que reside en ellas; se crearon los dioses y los cultos dirigidos por una casta de 398 Acosta, Jorge. Técnicas de la Construcción, Esplendor del México Antiguo, T. I, p.501. 570 sacerdotes que además posee más complejos conocimientos como el calendario, la numeración y la escritura; se intensificó el comercio y las artesanías; se comienza a jerarquizar la sociedad, a la vez que en esos centros se radican las funciones religiosas, administrativas, comerciales y políticas y cada uno es sostenido por una serie de aldeas, vecinos que lo reconocen como fase de integración social y cultura; ahora hay una mayor concentración de excedentes económicos, una agricultura intensiva, una población más concentrada, una planeación de los centros ceremoniales, y la proliferación de edificios y servicios públicos, una extensión del comercio y una jerarquización más marcada de la sociedad, con el consiguiente incremento de los conocimientos intelectuales, de la religión, de las festividades, de las artes, en suma, de toda la cultura", dijo Pina Chan. La construcción de centros ceremoniales, que en realidad eran ciudades religiosas y administrativas por los fines esenciales que tenían, fue un paso muy importante en la evolución de todas las actividades económicas, productivas y profesionales y sin duda, estuvo acompañado de un desenvolvimiento mayor de las fuerzas productivas. Una de los primeros motores de esta transformación hacia adelante es el desarrollo de los grupos humanos, fue el crecimiento de la población, que estaba abandonando el patrón de disposición en pequeños asentamientos que le habían caracterizado por mucho tiempo. Las ventajas de agruparse en una sola ciudad o población, con un mando político y administrativo único tenían ventajas materiales y sociales obvias. Consecuentemente, se desarrollaron los lapidarios, el "arte de labrar piedras" pues se requierían grandes volúmenes de piedras volcánicas, basaltos y de otras piedras, 571 como cantera, para levantar nuevas construcciones: el trabajo de los planificadores de las ciudades que utilizaban los conocimiento del calendario para precisar las jornadas de trabajo y de la observación de los astros para ubicar los edificios y trazar las calles y ubicarlas en las regiones más cercanas y las más lejanas como se comprueba con las excavaciones realizadas, por ejemplo, en Teotihuacán. Una "ciudad grande" era un centro de atracciones económicas pues a ella llegaban y de allí salían, grupos de mercaderes que intercambiaban bienes y productos con otras comunidades y también de ella salían bienes y productos que se enviaban a regiones cercanas o distantes. Sin embargo, las "ciudades" están ya marcadas por la diferenciación social pues en forma predominante solo podían vivir en ellos los miembros de los grupos gobernantes, de los sacerdotes, los militares y los artesanos, que ocupaban los sitios más cercanos al centro de la ciudad. A estos lugares no tenían acceso los macehuales sino era solo en calidad de servidores. Por su parte, Outwater estudió, desde el punto de vista de las normas de la construcción y de los ingenieros, edificios de Malinalco, Xochicalco y Mitla, habiendo excavado en el primer caso más de 1 600,000 kilogramos de roca viva para construir la escalinata de un monolito y para ello se utilizan varias canales para llevar agua. "Se usaron azadones de piedra y de madera en donde pudieron haber empleando unos 50 hombres para un periodo de 8 años". En el caso de Xochimilco se construyó una pirámide la cual tiene una gran simetría con la colocación de 4 piedras cortadas en las esquinas y los lados tallados en relieve "y se realizó un escrupuloso trabajo de labrado". En el caso de Mitla también se utiliza cantera en grandes cantidades y para llevar esas piedras hasta el lugar de 572 construcción se emplearon vigas y cuerdas hechas de fibra local, habiendo utilizando de 500 a 800 hombres.399 Desde los olmecas, que fueron los primeros grandes constructores, los grupos humanos movilizaron grandes volúmenes de piedras y rocas para hacer parte de las pirámides y de los templos y demás instalaciones y para ello utilizan canoas y barcazas, perdiéndolos transporte para medios acuáticos. En todos los casos y ante la falta del uso de la rueda y del metal, se requierían enormes cantidades de personas que con su esfuerzo físico unificado y coordinado pudiesen transportar esas piedras. Para ello usaron azadones de piedras y de madera para apalancar o jalar grandes moles y después hacían los tallados y labrados, una vez que la piedra se encontraba en los sitios acordados, para hacer los relieves, dibujar los correspondientes motivos decorativos para pulir la cantera, empelaban piedras más duras como el basalto y para ello fabricaron punzones de diferentes tamaños y formas, los cuales se utilizaban para hacer cortes. Con una piedra más dura se trabajaba una piedra más suave, siendo este el principio general.400 Marquina indicó que: "las ciudades prehispánicas se componen de un centro ceremonial que adquiere gran importancia en relación con el tamaño de la ciudad de una zona de palacios o residencias importantes, generalmente relacionada con un cementerio formado por tumbas, sepulcros o entierros y por las habitaciones de mucha importancia que se extiende en una gran superficie en sitios más alejados del centro.401 En la zona ceremonial están los templos sobre plataformas en grandes Outwater Osden, V. Técnicas de la Cantería, Esplendor del México Pina Chan, Ramón, Del Nomadismo a los Centros Ceremoniales* INAH, México, 1975, 318 p., p.12 401 Outwater Osden, V. Técnicas de la Cantería, Esplendor del México Antiguo, T. I, p.485. 399 400 573 basamentos piramidales, los juegos de pelota, las casas de los jefes y de los sacerdotes y en general es la parte más aparente y mejor conservada. Las habitaciones importantes aparecen en forma de montículo de poca altura. De la construcción de menor importancia solo se conservan pocos restos, debido a la pobreza del material empleado y aun estas en muchas ocasiones han desaparecido por completo. Los centros ceremoniales en la región central de México se caracterizan por la amplia y simétrica distribución de los monumentos y por sus grandes dimensiones. Sobre todo cuando se encuentran en lugares planos, los edificios se distribuyen a lo largo de avenidas, a veces formadas por una sucesión de patios rectangulares, limitadas por las plataformas En los primeros edificios todavía no se encuentra el empleo de la cal, como elemento de construcción por lo que exteriormente eran acabados con piedras toscamente colocadas y aplanadas con barro con pequeños fragmentos de toba muy comprimida que naturalmente no ofrecía una resistencia suficiente".402 Ya hemos afirmado que las ciudades o centros ceremoniales están signadas por la diferenciación social pues existía un sector de habitaciones, generalmente muy cerca o al lado de los templos o pirámides, en donde habitaban los sacerdotes y su personal auxiliar, que gozaban de todos los adelantos arquitectónicos de la época. Por ejemplo, en Teotihuacán tenían un sistema interno de agua potable, drenaje, baños, lo que les permitía vivir con confort y hasta con lujo, empleando este Marquina, Ignacio. Arquitectura Prehispánica. Instituto Nacional de Antropología e Historia SEP México, 1951, 977 p., p.15 402 574 concepto en función de los grados del progreso social a que se había llegado. Una situación urbanística similar tenían los altos funcionarios públicos, que ocupaban lo que denominaremos edificios administrativos o gubernamentales. Pero a un lado o cerca de ellas había habitaciones más modestas, hechas con materiales de construcción más precarios, o sin condiciones sanitarias, en donde habitaban los artesanos pobres, los agricultores que se encargaban de llevar los alimentos y más lejos aun o fuera de la "traza urbana" estaban los barrios de los calpullis que tenían características muy distintas a las anteriores. Durante muchos años los arqueólogos estudiaron y se maravillaron de las instalaciones que habían en la zona de "palacios y templos, pirámides" y elaboraron estudios muy profundos sobre ellos, para olvidaron aplicar su atención e ingenio a la zona en que habitaban los artesanos pobres y los macehuales. También López Lujan refirió que en Teotihuacan había varios conjuntos de edificios en los cuales vivían personas de distintos niveles, desde los gobernantes hasta las modestas viviendas de personas humildes. "En la mayoría de los conjuntos, sus habitantes pertenecían a la misma etnia, estaban emparentados entre si, desempeñaban un oficio común y rendían culto a un mismo dios patrono. A diferencia de lo que sucedía en el resto de Mesoamérica, donde la mayoría de la gente habitaba chozas unifamiliares, casi todos los teotihuacanos vivían en conjunto de departamentos. Se trata de residencias multifamiliares de cal y canto que alojaban entre 20 y 100 individuos. La calidad de los materiales y el enorme esfuerzo que implica su erección, no hablan del relativamente elevado bienestar de 575 la población urbana".403 Otros aspectos que no se han estudiado a profundidad son a los que se refiere López Austin: la pertenencia social de los grupos humanos que habitaban las grandes ciudades, lo que confirma que a pesar de que se habían transformado su entorno físico-geográfico pues habían dejado sus viejas aldeas, se reconocían como descendientes de un padre o un origen común, de una misma filiación étnica, adscrita a un calpulli con un dios tutelar. Esta reciedumbre en los lazos de linaje y parentesco se observa, por ejemplo, en la conformación de los cuatro barrios principales de la ciudad de México, cuyos habitantes tenían similitudes históricas, culturales, y hasta profesionales. De la residencia multifamiliar se transitó hacia la unifamiliar, en donde esos lazos deberían debilitarse y hasta desaparecer algunos de ellos con el desarrollo de las relaciones mercantiles que comienzan ya parecen en la etapa de Moctezuma. Al referirse Marquina a la llamada "pirámide de Cuicuilco" dijo que era de barro muy comprimido o que estaba limitada por grandes piedras empotradas perfectamente en el suelo, había un gran desconocimiento de la cal, los altares están construidos con barro y ubicó su construcción en dos mil años de nuestra era, cuyo basamento fue cubierto por la lava que lanzó el volcán Xitle. En el caso de Teotihuacan, dijo que eran núcleos de piedra irregulares unidas por 'López Lujan, Leonardo. La Cuenca de México, Clásico 150-600 en La disfunción campociudad Revista Arqueología Mexicana, año 44,13 p., p.7 403 576 lodo, grandes taludes que decoraban cada uno de los cuerpos del monumento, bloques de tepetate pegados con lodo, un aplomado hecho con tezontle molido y cal, los pisos están hechos con relleno de piedra mezclados con lodo y una capa de tepetate molido y apisonado con una delgada capa de cal.404 Los edificios tenían sistema de desagüe que consistía en una sección de caños bien aplanados. Los materiales predominantes de las pirámides de Cuicuilco, es decir, la pasta de lodo con los cuales se hicieron los aplanados que cubrían la erupción del volcán Xitle, mientras que en Teotihuacán, además de la piedra y el lodo, aparecieron el tepetate, el tezontle y la cal que permitieron la realización de los estucos policromados. A diferencia de la pirámide de Cuicuilco, hay en Teotihuacán grandes taludes que dibujan escenas de animales, vegetales, deidades, en escenas guerreras, figuras mixtecas que vislumbran la existencia de relaciones sociales, cada vez más complejas en las que prevalecen las relaciones de intercambio con otras ciudades y regiones, la conquista de nuevos territorios, la variedad de la religión. Por ello la cal era tan importante pues sobre el aplanado se pudieron escribir los grandes mensajes que conocemos; la complejidad de Teotihuacán hace notar también la existencia de un mayor número de artesanos y no solo de los arquitectos y de los diseñadores. Por ejemplo, el tratamiento de una piedra en forma especial, la cantera hizo que surgiera y se desarrollara una especialidad en los lapidarios. Si bien en el pasado se habían trabajado con "piedras volcánicas duras", ahora se Marquina, Ignacio. Arquitectura Prehispánica. Instituto Nacional de Antropología e Historia, SEP, México, 1951, 977 p., p.41 404 577 estaba trabajando con piedras más "suaves", por lo tanto más moldeables, que requerían una mayor precisión y calidad en el trabajo artesanal, pues un golpe equivocado en un bloque de cantera, podían destruirlo. Las pirámides no tenían la finalidad de depositar cámaras mortuorias en las que se quedaran los restos de los jefes políticos o jefes guerreros sino la de dejar una constancia perenne de hechos históricos trascendentes y/o de veneración o adoración de una deidad. Por lo tanto tenían que dejar una serie de mensajes políticos y sociales para la posterioridad. Por eso los aplanados de arena con cal para cubrir los taludes fueron muy importantes pues en Teotihuacán no solo aparecieron elementos geométricos como grecas sino también escenas de guerra, linaje de guerreros y de sacerdotes y sus atavíos. Estos dibujos, eran policromados, es decir, no solo tenían una finalidad meramente descriptiva, que por el solo hecho de serlo, es ya de suyo importante, sino también reflejo de magnificencia y de poderío. Existen habitaciones en las que en las cuatro paredes hay descripciones de esta naturaleza, que describen hechos históricos o míticos, a la manera de libros de la época. En virtud de que en los estucos se dejaban mensajes para la posteridad, los revestimientos, en los cuales se agregaba mortero, debían tener la mayor duración posible. Es muy importante la afirmación que hizo Cervantes de Salazar, al referirse a la ciudad de México, indicando que las construcciones prehispánicas eran de materiales muy precarios, eran de adobe y por ello desaparecieron en muy poco tiempo por lo que, según él, fue muy fácil su reedificación pues las nuevas instalaciones españolas se erigieron exactamente en los mismos sitios en donde se 578 levantaron los templos de los aztecas. "Hízose venir de toda la comarca una multitud innumerable de indios para trabajar en los edificios, de los españoles que no fue poca vejación para los vencidos: inmediatamente después de la ocupación de la ciudad, mandó Cortés que los indios la limpiasen y que reedificasen sus casas en las partes que les señaló, dejando libre las que destinaban a los edificios de los españoles".405 También, siguiendo las tendencias de la arqueología oficial, al referirse a la ciudad de México, se hizo una referencia muy destacada a las grandes construcciones, entre ellas, claro está, el Templo Mayor y a otras edificaciones de la zona central, pero pocos estudios se han hecho a cerca de las condiciones insalubres en que vivían la mayoría de la población en virtud del carácter lacustre de la zona. En efecto, todas las construcciones y habitaciones lujosas lanzaban sus depósitos sanitarios en las acequias, a los canales, lo que fue una causa importante de grave contaminación y de enfermedades. Desde luego se menospreciaron las condiciones físicas y ambientales de los cuatro barrios, para exaltar la belleza y el decorado de las iglesias, conventos y hospitales, ignorando dos hechos fundamentales: las familias indígenas vivían hacinados en espacios muy reducidos, carecían de sistema de drenaje y alcantarillado para satisfacer sus necesidades sanitarias y en una primera etapa los indígenas no podían salir del barrio al que pertenecían hasta que los españoles se dieron cuenta que esta medida era impráctica para poder contratar mano de obra barata. En realidad, las habitaciones de los macehuales siempre fueron concordantes a la situación de 405 Cervantes de Salazar, Francisco, México, 1554, p.120 579 pobreza y miseria en que siempre habían vivido, es decir, empleaban materiales muy deleznables como el bajareque. Afirmo Melgarejo que "después de las covachas, de las cavernas, de sus adaptaciones vino la construcción del jacal en sus diversos tipos: techo de paja y maderas ensambladas; techo de paja y embarres; techo circular de paja y adobe, planta cuadrangular y adobe, techo de tejamanil y adobe, techo de paja y adobe para llegar finalmente a los tipos de casas urbanas, con planta circular o cuadrangular, sus agrupamientos y anexos, como el temascal. Con el tiempo la construcción dejó de ser de madera y se hizo el montículo, una especie de isla, ciertamente artificial, construido por el hombre y el montículo se transformó en pirámide o en cono. En el área de Teotihuacan, llegó un día en que se agotaron las tierras, los montes habían sido talados, las lluvias disminuyeron haciéndose más irregulares, la producción agrícola se desplomó, se agotaron la cacería y la pesca, sin poder adquisitivo, la gran masa campesina redujo la compra de productos de la ciudad, el comercio vino a menos, la industria fue paralizándose por las ruinosas reservas de sus bodegas, diminuyó la mano de obra y el salario dejó de recircular; por otra parte, la población había crecido, ya eran graves los fenómenos de la presión demográfica y de la inconveniente distribución de los recursos humanos y la cultura clásica se traslada a otra punto, más ya era el 580 Horizonte Clásico Tardío, Xochicalco".406 Los constructores utilizaron en las primeras habitaciones la piedra y la madera pero pronto se dieron cuenta de que lo primero era una materia prima deleznable, es decir, que por efecto de la humedad o porque eran susceptible de ser atacados por hongos, se destruían en muy poco tiempo, pero no fue abandonado sino empelado siguiendo otras modalidades, como arenilla, tablones y vigas para construir techos y levantar paredes, al lado de construcciones de piedra, pero sobre todo de aplomados en donde se empelaban sobre todo la cal. Pero el acceso a la madera nunca fue sencillo debido a que algunos bosques habían desaparecido en forma parcial y total y había que traer las materias primas de la Sierra Nevada. El uso de la madera en sus diferentes aplicaciones hizo surgir la necesidad social de que hubiese especialistas en su tratamiento pues no bastaba la madera en tronco sino dispuesta en tablones o morillos. Los "arquitectos" solicitaron la colaboración de los carpinteros, colaboración que se fue haciendo muy estrecha, en la medida en que nos acercamos, al momento de la conquista. Se requería para satisfacer las nuevas necesidades arquitectónicas, tablas y tablones, es decir, preparaciones de madera que implicara un mayor valor agregado pues los tipos de casas y de habitaciones se hicieron muy variados y complejos. Mendieta se refirió de las casas de los principales; que todas eran grandes aunque no usaban altos, más porque la humedad no les causase enfermedad, alzaban los aposentos hasta un estrado poco más o menos y así quedaban Melgarejo, José Luis. Historia Antigua de México, 3 Vols. SEP-Documentos, sin fecha, Vol. III, p.144 406 581 como entre suelos. En estas casas había huertas y vergeles y aunque las mujeres estaban por si en piezas separadas, no salían las doncellas de sus aposentos a la huerta o vergeles sin ir acompañadas con sus guardias. Siendo la niña de cinco años las comenzaban a enseñar a hilar, tejer, labrar y no las dejaban andar ociosas y a las que se levantaban de labor fuera de tiempo atáñanle los pies para que se asentase y estuviese quieta. La gente común y plebeya tampoco se descuidaba de criar a sus hijos con disciplina, antes luego que comenzaban a tener juicio y entendimiento, los amonestaban dándoles buenos consejos y retrayéndolos de vicios y pecados, llevándolos consigo a los templos Llevábanlos consigo á los templos, y ocupábanlos en trabajos enseñándoles oficios, según que en ellos veían habilidad y inclinación, y lo mas común era darles el oficio y trabajos que su padre usaba. Si los veían traviesos ó malcriados, castigábanlos rigorosamente, á las veces riñéndolos de palabra, otras hostigándolos por el cuerpo con ortigas en lugar de azotes.407 De las cuatro calzadas que había en la ciudad de México, la de Tlacopán fue construida durante el reinado de Chimalpopoca y se iniciaba en la puerta del recinto sagrado del templo de Huitzilopochtli y terminaba en Popotla, con una extensión de media legua. La calzada de Tepeyacac fue construida por los tlatelolcas y partía de la puerta norte del recinto sagrado y tenía una extensión de dos leguas y terminaba en Tepeyacac o en Tepequaquilla. La más larga calzada, que estaba en el sur, era la de Iztapalapa, fue construida en el tiempo de Itzcoatl y atrancaba con la puerta sur del recinto sagrado. En cuanto al recinto sagrado dijo que contenía 78 templos siendo los más importantes los 407 De Mendieta, Gerónimo, Historia Eclesiástica Indiana, p. 137 582 dedicados a Huitzilopochtli y Tlaloc y además del albarradón que separaba las aguas de Texcoco, se construyó el dique de Cuitláhuac para contener las aguas de los lagos de Xochimilco y Chalco. 408 Los desniveles de las aguas de lagunas y lagos y un sistema de comunicación interna, se basaron en los llamados "caminos de agua". La edificación de las cuatro calzadas fue el primer esfuerzo tecnológico que se completó para que los habitantes de la ciudad se trasladaran, ellos y sus mercancías, de un sitio a otro de la cuenca, en un intento integracionista que correspondía a las funciones específicas de la Triple Alianza, aunque las obras materiales no correspondían exactamente a ese tiempo histórico. Se concebía a la zona acuática como una unidad en donde el centro sería el Templo Mayor y la serie de edificaciones que estaban adjuntas al mismo y que tenían funciones ceremoniales; las cuatro calzadas tenían la finalidad de hacer llegar a las personas y a los bienes materiales hacia ese lugar que se consideraba sagrado. Las aguas se fueron llenando de lodo y piedras hasta construir las calzadas que estaban ligeramente por encima del nivel de las aguas pero que al estarlo así, eran susceptibles de experimentar frecuentes inundaciones. Se proyectaba que a lado de las calzadas, se erigirían los barrios y desde luego también las casas de los habitantes de la región. Siendo la ciudad de México una zona lacustre, dominada por grandes cuerpos de agua, las cuales determinaban su existencia física y la de sus habitantes, entonces era necesario construir un sistema hidráulico que regulara los desniveles Memoria de las obras del drenaje profundo en el Distrito Federal, 4 Vols., México, 1973, T. II, p.80 408 583 de las aguas de lagunas y lagos y un sistema de comunicación interna, es decir, los llamados "caminos de agua". La edificación de las cuatro calzadas fue el primer esfuerzo tecnológico que se completó para que los habitantes de la ciudad se trasladaran, ellos y sus mercancías, de un sitio a otro de la cuenca, en un intento unificador que correspondía a las metas específicas de la Triple Alianza. Se concebía en la zona acuática como una espacio común en donde el centro sería el Templo Mayor y la serie de edificaciones que estaban adjuntas al mismo y que tenían funciones ceremoniales; las cuatro calzadas tenían la finalidad de hacer llegar a las personas y a los bienes materiales hacia ese lugar que se consideraba sagrado para los habitantes de la región. Definió Sahagún al carpintero con las siguientes palabras: "es de su oficio hacer lo siguiente, cortar con hacha, hender las vigas y hacer trozos, aserrar, cortar ramas de árboles y hender con cuñas cualquier madera. El buen carpintero suele medir y compasar la madera con nivel y labrarlas con la puntera para que vaya derecho y cepillar, emparejar y encajar unas tablas con otras y poner las vigas en conciente sobre las paredes; al final ser diestro en su oficio.409 Dentro de las obras importantes que hicieron los mexicas, destacó la introducción de aguas que provenientes de Chapultepec, llegaron a Tenochtitlán "pero la laguna de Texcoco era la más baja de la cuenca y en consecuencia cuando caían fuertes lluvias crecía sobremanera por la precipitación misma, por el aumento del caudal de los ríos y porque los otros lagos, más altos, vaciaban su sobrante en ella. De la misma manera que el agua anegaba las chinampas y aun las casas y algunas ocasiones, así también en otras retornaban escasas, se retiraban, 409 Sahagún Bernardino. Historia General de las Cosas de la Nueva ESpaña,p.554 584 y eran causa de sequías y de hambres. Por otra parte, no eran aguas propias para beber. Los manantiales de Tenochtitlán eran pocos -tres a lo sumo- y no bastaba para las necesidades diarias de os habitantes ni para las obras".410 Por ello las crónicas hablaban de grandes lluvias con inundaciones, terribles sequías, lo que explica la construcción de un dique, dirigido por Nezahualcóyotl, para contener las aguas salubres de Texcoco. La ciudad enfrentó algunos problemas fundamentales, aparte del de las inundaciones recurrentes debido al desnivel de los lagos y lagunas, lo que se pretendía resolver con la construcción del llamado albarradón de Netzahualcóyotl: la separación de las aguas salobres de las dulces y la carencia de agua potable. Para ello se construyó un sistema de canales y se edificó el acueducto de Chapultepec al centro de la ciudad, obra que nunca se cumplió con el objetivo para el que fuera diseñada y concebida. La ciudad, por su régimen de lluvias específicas, siempre estaba sujeta ya sea a las inundaciones, es decir, lluvias más grandes de las esperadas y las obras que habían sido proyectadas para evitar este fenómeno, resultaban insuficientes; por otro lado, había momentos y etapas de sequía en que pasaba los niveles de las aguas y también en este caso, los citados obras resultaban inoperantes. Joyeros Reyes Valeriano estudió una de las principales aportaciones: el color azul que se empleaba para teñir, conocido como azul maya, producido por medio del índigo que García Quintero, Josefina. México Tenochtitlán y su Problemática Lacustre. UNAM, México, 1978, 123 p., p.84 410 585 al mezclar atapulquita, producía índigo sintético que era resistente a los ácidos, o sea, se trata de hojas de planta de añil que podían teñir arcilla después ya en la época colonial se utiliza para teñir telas en los obrajes. El mundo de los colores, que tan extendido estaba entre los prehispánicos, era tal "que un hombre sin méritos militares no podía atreverse a utilizar determinado vestido, insignia o colores porque lo tenía prohibido y la contravención era un castigo". Además, dentro del mismo estamento también había distinciones obligatorias. Todavía eran más rigurosas las costumbres establecidas por el gobernante supremo los atuendos, después de las figuras de los dioses, era el que más colores llevaba...".411 Pero a diferencia de otros historiadores, Reyes Valeriano afirmó que el conocimiento de los oficios no se transmitía de padres a hijos sino que esta función estaba encomendada a los maestros y de que un oficio lo podían aprender en el Calmecac. En la miniatura número IX aparecieron cuatro canteros que trabajaban en la reparación de dos estatuas, una de Moctezuma, otra de Tlacaelel, vigilados por los sobrestantes de la obra.412 Esta definición de "canteros" es imprecisa pues estos especialistas no solo trabajaban la cantera como materia prima para la realización de sus obras sino también otras piedras de naturaleza volcánica. En realidad, los canteros, como tales, es decir, los especialistas de estas piedras, se conocen plenamente y se desarrollan en la época colonial, pero por ahora nos imitamos a utilizar este concepto solo con propósitos explicativos, precisando más tarde nuestro concepto al respecto. La cantera la 411 Reyes Valeriano, Constantino, De Bonampak al Templo Mayor, El Azul Maya en Mesoamérica, Editorial Siglo XXI y AGROMEX, México, 1993,153 p., p.70 412 Obregón, Gonzalo, Los Tlacuilos de Fray Diego de Duran, Edición privada de Cartón y Papel de México, México, 1975, sin paginación. 586 conocieron los mexicas y era una piedra blanda, suave y porosa que fácilmente se podía manejar utilizando piedras más duras. Era absorbente a los líquidos, pero se utilizaba sobre todo para cubrir exteriores y embellecer fachadas; tenían además otros inconvenientes se podían romper y astillas fácilmente por lo que los especialistas debían trabajar con mucho cuidado. Era una piedra "vistosa y atractiva" para pirámides, templos y estatuas pues podían ser moldeadas con relativa facilidad, a diferencia del basalto, por ejemplo. En obras públicas en que trabajaban estos especialistas, habían inspectores o supervisores que vigilaban su trabajo, pero en general los canteros eran muy apreciados por su trabajo "lleno de arte y primor", como lo describen los cronistas. En la Teogonia se definió el trabajo de los caleros que "eran los naturales introducidos que la cal no lo pueden quemar todo sino algunos viejos señalados los cuales cuando alguno ha de quemar cal llaman y venido toman un poco de piciete y ponerlo sobre cuatro o cinco piedras sobre que se arme e horno, que dicen Teñamaztli. Y dentro del horno en el suelo y por fuera hacen unas rayas como aspas y una oración. Xiuhtecuhtli que es el fuego para que con su ayuda. Armado el horno tiene su pulque aparejado y una gallina y es quemado el horno, derraman del pulque por lo alto en el borde del horno y en boca baja sacrificio una gallina, cortándole la cabeza. Suelen bailar delante de la boca por donde respira el fuego para todo lo cual cada cosa es particular, dicen sus palabras que se podrán al margen". Después estaban los cortadores de leña que hacia de ella vigas y que estos leñadores invocaban a Quetzalcóatl para que les ayude y para que no les 587 sucede nada mal en el camino.413 Para "trabajar" los canteros utilizaban punzones de diferentes tipos y medidas, hecho de pedernal y de otras "piedras duras", tomando en cuenta que se trataba de una "piedra noble" y que fácilmente se podía rajar, romper, pulir, moldear y hacer en ellas figuras de alto relieve y bajo relieve. En las zonas de pirámides y templos se utilizaban, pero su uso no estaba extendido; se consideraba que la cantera permitía hacer algunos realces en muros y paredes, sobre todo en taludes, el lado de otras piedras, incluía más bellas; en el proceso de tratamiento se empleaba también la cal para acompañar la cantera pero no para usarla como estuco en el cual se podía hacer varios dibujos. La cantera servía para hacer contrastes que llamaran la atención de quienes adornaban las construcciones y generalmente se utilizaba, al igual que la cal, las vigas o los morillos de madera, en calidad de acompañantes, para colocar muros y "levantar" paredes. Canteros Los olmecas, dijo Covarrubias, utilizaban todo tipo de piedras duras, compactas, semipreciosas, especialmente jadeíta y técnicas lapidarias, corte de las piedras, abrasión, desmenuzamiento para percusión, horadación para taladros, cortados, hicieron agujeros en placas de los edificios y dibujaban la aplicación de la técnica de taladro de una corona que consistía en un tallado tosco para "conformar las asas fundamentales y definir la forma y los rasgos de la composición, taladrando después agujeros estratégicos para establecer las áreas deprimidas removiendo la piedras superfluas por medio de cortes e incisiones y finalmente, acabándolos detalles y la superficie con distintos abrasivos", destacándose la influencia que tuvieron en distintas regiones de la 413 Teogonia en Historia de los Mexicanos, p.130 588 máscara del jaguar.414 "Aunque los metales preciosos eran conocidos y utilizados entre los muchos pueblos indígenas americanos, no habían pasado de la categoría de materias primas en la joyería, en el adorno individual, el ornato de los palacios o en el culto religioso, sin que su uso se hubiera generalizado entre la masa de la población o bien por su rareza, bien por prohibirlo las pragmática suntuaria. Entre los pueblos que habían superado el estadio consuntivo de la economía y practicando de manera sistemática el comercio por trueque, cierto tipo de mantas de algodón, como las llamadas cuachtli por los mexicanos y las almendras de cacao, investidos de un valor convencional generalizado, llenaban las limitadas funciones monetarias en los casos en que este se hacía necesario. Por esta razón era poco el oro que existía en poder los indígenas". Se inició desde luego el descubrimiento de minas de placeres auríferos en los ríos y arroyos, hasta que Cortés introdujo a la Nueva España las primeras máquinas para desaguar las minas y molinos para moler metales y otros como Alonso de Herrera que trajo herramientas especiales y Antón García Saldaña quien ideó ingenios para fundir metales y batanes. Una de las aportaciones más grandes de los toltecas fue el cultivo de las artes de orfebrería, es decir, la fabricación de piezas de oro, mezclados con piedras preciosas, pero el mayor desarrollo se dio en la región de la Mixteca oaxaqueña, en la zona de Montalbán y Mitla, en donde también observamos influencia cultural maya. El oro en sus distintas modalidades y formas se conoce desde Tenochtitlán; desde un principio descubrieron una de sus cualidades, una ductilidad y maleabilidad al calor, a los procesos de fundición que ocurren sobre todo en la región purépecha 414 Covarrubias, Miguel, Arte Indígena en México y Mesoamérica, p.77 589 de Michoacán en el Occidente. Pero más que pensar en el oro para amonedar se interesaron por ese metal como materia prima para hacer joyas, es decir, brazaletes, pectorales, pulseras, collares, buscando el orden personal, es decir, realizar las figuras de los gobernantes y de los dirigentes religiosos, políticos y militares. En una sociedad en la que la vestimenta y la apariencia exterior era muy importante porque reflejaba la posición social de las personas, el oro y las piezas que se fabrican con él tuvieron una gran importancia en la distinción que se hacía por ejemplo, entre los pillis y los macehuales y en el conjunto de estímulos y recompensas que se pagaban a los indígenas distinguidos en campañas civiles y militares. Por otra parte, el uso del oro con fines de adorno personal estaba muy extendido entre las poblaciones caribeñas que probablemente influyeron con sus conocimientos y tecnologías entre los grupos humanos de tierra firme.415 Solís refirió el trabajo de los orfebres de la siguiente manera: "El laminado, llamado también martillado era debido a la sencillez de su manufactura, las técnicas más antiguas para trabajar el oro: la pepita cuando era colocada sobre una piedra lisa, ligeramente cóncava que funcionaba como yunque y luego era golpeada con hachuelas o martillos de roca muy compacta, especialmente de diorita y nefrita. El golpeteo se realizaba en frío o en caliente con el fin de que el metal se fuera extendiendo poco a poco, hasta lograr el objeto con el grosor y la forma deseados. Para realizar las decoraciones en estas piezas laminadas se utilizaban las "técnicas del 415 Othón de Mendizábal,M iguel. Obras Completas, T. V., p.31. 590 repujado" que consistían en golpear el objeto, ahora con cinceles más angostos sobre una superficie de madera la que produciría la formación de los diseños de alto o bajo relieve, según la circunstancia. Con el tiempo los plateros mesoamericanos aprendieron la fundición de los metales preciosos, siendo la técnica de la "cera prendida" la que más fama le dio, debido a que la joyería así producida tenía una gran demanda por la vistosidad y la alta calidad de su manufactura".416 También Grinberg mencionó el uso del sistema de martillado por medio del cual un trozo o una pepita de oro se martilleaba hasta convertirse en lámina, cuya hoja después se podía recortar con un instrumento cortante que podía ser de metal o de piedra que después se quebraba por medio de un barril y para ello puso como ejemplo varias piezas encontradas en Chichenitza y también se podía fabricar vasos o vasijas cóncavas. "En los proceso de fundición se requieren herramientas diferentes a las empleadas en laminación. Para fundir es indispensable tener un crisol en cuyo interior se coloque lo que se quiere fundir, sea un metal nativo, un metal obtenido por reducción varios metales juntos".1417Para ellos se utilizaban crisoles en los cuales se empleaba carbón de leña y una vez que se tenía fundido el metal se colocaba en un molde y cuando ya estaba vaca seca la pasta se esculpía la forma del objeto que se quería fabricar. "...los oficiales que labran oro son de dos maneras, uno se llaman martilladores o majadores porque estos labran oro con martillos, majando el oro, con piedras, o con martillo para hacerlo delgado como papel. Otros se llaman tlatlaliani, que quiere decir que "asientan el oro", o alguna cosa en el oro o en la plata; estos son verdaderos oficiales, que por otro nombre se llaman tultéca, pero están divididos en dos partes porque labran el 416 417 Solís, Felipe. El Reino de Moctezuma, p.87 Grinberg, Dora. Los Señores del Metal, p.42. 591 oro cada uno de su manera. Tenían por dios estos oficiales, en tiempo de su idolatría, a un dios que se llamaba Totee, a este dios hacían fiesta cada año".418 En la región purépecha de Michoacán y el Occidente es en donde se impulsaban los oficios de majadores y de fundidores de oro, tal como la describe el Códice Florentino. Había algunas minas de las cuales se extraía cobre, oro, plata y estaño y por medido de distintas aleaciones se produce el objeto ya sea de oro y de plata con diferentes grados de pureza o mezclados estos metales con cobre, para reducir su aleación. Una gran parte de las piezas fabricadas que se encontraban en el Valle de México, provenían precisamente de estas zonas en las cuales se obtenían por medio del intercambio comercial pues, como sabemos, los purépechas no eran una provincia tributaria. Sin embargo, había regiones que sí lo eran, como los de Tehuantepec en donde había yacimientos de oro y plata cuyos habitantes debían pagar, ante otros tributos objetos de oro y plata. En una de las primeras conversaciones que tuvo Moctezuma con Cortés y ante la insistencia de éste porque le dijera en dónde estaban ubicados los grandes yacimientos de oro, le dijo que, en efecto se encontraban en esa región sureña, pero que sus habitantes los habían traicionado (como emperador). Habiendo entonces oro y plata surgieron por "razones naturales" los oficios correspondientes y así unos fundían el oro al alto fuego empleando una canuta por medio de las cual soplaban y los que lo hacían "enfriar", es decir, aquellos que a golpe de martillo adelgazaban los tejas de oro hasta dejarlas como hojas muy delgadas. Grinberg observó que había un desarrollo de la metalurgia del cobre en la región tarasca, 418 Códice Florentino, T. II, p.327 592 es decir, los indígenas podían fundirlo, señalando que en Churrumaco había tres minas y concluyendo que al observarlas no se habían empleado el fuego para quebrar las piedras, no se emplearon herramientas y hierro si no que fueron trabajadas con cuñas, probablemente con cuñas de madera; las minas eran de tajo abierto, que llegan a trabajar hasta 20 fundidores, pero que este trabajo no era permanente sino que su ocupación básica era como labriegos y se encontraron morteros, cuñas de madera, cucharas de cerámica y para amarrar los usaban fibras vegetales, pero también se encontraban minas de obsidiana en las sierras las Navajas y "en América no se han encontrado fuelles, pues los indios, solo soplaban cañutos y para ello recordó las figuras que aparecieron en el Códice Florentino, en el Mapa Tloltzin y en el Lienzo de acutacato.419 Sahagún describió a los plateros "que son aquellos que tienen que ver con el metal fino, los fundidores de él y los labradores de oro y de plata. Unos se nombran batihojas. Estos no tienen más oficios que el batir el metal fino, adelgazarlo, con piedras, extenderlo, donde sea necesario, laminarlo. Cada año hacían fiesta, le rendían veneración ahí en su templo al señor Totee Xipe, que era el señor desollado y trabajaban con cera diseñada, dibujaba algo, con lo que se formaba metal precioso, sea amarillo, sea blanco. Con esto daban principio a su arte. Primeramente el que pesaba les repartía coba. Primero los muelen bien, los hacen pulir, se le reducen a menudos polvo y ya que lo han molido, luego lo juntan, la mezcla con un poco de lodo de ollera, el que es pegajoso, con el que se hacen allí. Cuando lo han acabado, de igual manera hacen laminillas, las tienden al sol y otras Grinberg Dora. Los Señores del Metal, Minería y Metalurgia en Mesoamérica, Conaculta y Pangea, México, 1990,. 70 p. p.32 419 593 laminillas hacen de semejante manera que ponen al sol. En dos días se secan, se enjutan, se endurecen y así señalan los pasos consecutivos que recorrerán los batihojas hasta realizar el objeto de oro, en tanto que los plateros hacen los objetos de plata".420 Sahagún empleó la terminología europea para designar como plateros quienes labran el oro a la plata y batihojas a quienes la transforman en laminillas muy delgadas para después adornar distintos objetos sobre todas dedicadas al culto católico. Otras revelaciones son muy importantes: no todo el oro se extraía de las minas, ignorando en realidad qué porcentaje lo era; otra parte, se tomaba de los plácemes de los ríos y de los arroyos, se batía y fundía hasta convertirse en tejos, que fueron muy comunes en la Nueva España. El tejo era en sí importante y después se convirtió en una forma de atesoramiento pero desde luego lo era aun más si mediante una serie de tratamientos físicos se hacía de ella toda clase de joyas. Era cuando el tejo adquiría su verdadero valor pues ya dijimos que el oro no fue concebido como moneda, ni tenía el significación que ostentaba en Europa durante la etapa mercantilista en que el poderío de las naciones se medía por los barrios o lingotes de oro que tenían en sus terrenos, teniendo un propósito fundamentalmente ornamental servía para elaborar toda clase de artefactos y utensilios que servían para ataviar ricamente a los dignatarios, así como piedras preciosas, el jade, la turquesa, el ámbar, tal y como se ha encontrado, mezclados en algunos grandes descubrimientos de tumbas. De acuerdo con los estudios realizados en torno a la Matrícula de Tributos había una Sahagún Bernardino. Historia General de las Cosas de la Nueva España, Anotación y apéndices de Ángel María Garibay, Editorial Porrúa, México, 1982, 887 p., p.523. 420 594 en especial que llamaba la atención: la entrega del oro en polvo, que se entregaba a los tlatoanis en bolsitas de cuero y que probablemente se empleaba para adornar, con laminillas e incrustaciones, tocados de pluma de quetzal, escudos militares de gran significado, máscaras, otras prendas de ropa de algodón de excelente calidad y otros usos similares lo que guarda una gran similitud con el trabajo que posteriormente hicieron los batihojas. "Es obvio que los mixtecas no fueron grandes escultores aunque por otra parte pueden considerárseles como maestros en el tallar piedras duras semipreciosas. Existen alhajas extraordinarias en forma de figurillas, pectorales y pendientes de jadeíta, cristal de roca, amatista, ópalo, obsidiana, azabache, amozanato. Los temas favoritos fueron personajes lujosamente ataviados ya fuera de pie o sentados con las piernas cruzada, en talla para pectorales o con mayor frecuencia efigies de deidades, Tlaloques o Ehecatles. La técnica de la talla de piedra dura estaba por lo general, mecanizada, cortes directos, aserrados con cuchillos de pedernal, combinados por agujero, círculos, y medios círculos, taladrados con instrumentos tubulares para indicar los miembros, rasgos de la cara y ornamentos. Pueden incluirse en las artes lapidarias mixtecas la hechura de vasijas de alabastro y de espléndidos mosaicos de turquesa. Los plateros mixtecas de Oaxaca fueron los maestros de este arte; fabricaron ornamentos extraordinariamente ricos en una inmensa variedad deformas. Los metales usados principalmente fueron oro, cobre y con menor frecuencia, plata, para hacer campanas, anillos, narices falsas o protectores de nariz, pectorales, pendientes, mascaritas...".421 Dijo de los plateros Sahagún: 421 Covarrubias, Miguel, Arte Indígena en México y Mesoamérica, p.340 595 "... es conocedor del buen metal y de él hace cualquier obra sutil y artificiosamente. El buen platero tiene buena mano y todo lo que hace lo hace con medida y compás y sabe apurar bien cualquier metal y de los fundidos hace planchuelas o tejuelas de oro o de plata; también sabe hacer molde de carbón y echar metal en el fuego para fundirlo. El buen herrero es vivo, hábil y de buen sentido en sus obras y suele hondar con las tajaderas, masar o martillar y usar de fraguas y de fuelles de carbones, y cortar el hierro de pasta, como si fuese una cera. De acuerdo con Sahagún había sistemas de fraguas y de fuelles a la manera de las que se utilizaban en los países de la Edad Media, en las cuales los fundidores pasaban al rojo vivo el oro y la plata y después le hacían distintas presentaciones, según los requerimientos de los orfebres que de conformidad con los descubrimientos y las crónicas, elaboran piezas y joyas sumamente hermosas que rivalizaban en belleza y acabados con las de los indígenas del Perú y Colombia. En estas regiones el tratamiento de los metales llegó a un elevado nivel y públicamente esto sucedió antes de que se presentara el mismo fenómeno en el Valle de México. Es factible que alguna de la tecnología haya sido transferida y enseñada a los mexicas y primero a los teotihuacanos pero estos prefieren no especializarse en ese mismo nivel sino adquirir joyas por medio del intercambio comercial. La satisfacción de necesidades sociales ocurría de diferentes maneras y formas y aplicando una política de "complementariedad industrial" optaron mejor por abastecerse de los talleres de orfebrería de la región oaxaqueña, con quienes 596 tenían excelentes relaciones de carácter político y cultural. Uno de los avances más notables de estos especialistas fue el haber elaborado moldes de piezas y objetos que tenían un uso muy generalizado y que requerían producirse en grandes cantidades. Hasta existen indicios de que hubo algunos talleres pero desconocimos su tamaño y al grado de división el trabajo que tenían internamente.422 Al referirse a la fabricación de metales, dijo Covarrubias de los mixtecas: "Usaron dos técnicas. La primera consistía en martillar el metal hasta lograr láminas delgadísimas de oro en las que se recortaba la silueta del objeto deseado; después se decoraba con diseños repujados. Esta fue la técnica empleada en monumentos espectaculares, coronas, brazaletes, cinturones, discos para usarse sobre todo en los vestidos, ornamentos nasales. La segunda técnica fue la de la fundición por medio del proceso llamado de la "cera perdida". El objeto que se deseaba fundir se construía con láminas delgadas y tiras aplicadas de cera endurecida con resina blanca de copal y se le proveía de un centro núcleo de carbón vegetal, finamente molido, mezclado con barro con el propósito de que el objeto quedaba hueco. Este modelo de cera y resina se cubría de un molde e arcilla que se sometía al cocimiento para eliminar la cera; se vertía en este molde el metal fundido que empleaban, entonces, la cera que se perdía con el calor. Finalmente se quebraba el molde y se pulía la reproducción de oro y cobre".423 Escribió Othón de Mendizábal: "Aunque los metales preciosos eran conocidos y utilizados entre muchos de los 422 423 Sahagún, Bernardino. Historia General de las Cosas de la Nueva España, p.553 Covarrubias, Miguel, Arte Indígena en México y Mesoamérica, p.341. 597 pueblos indígenas americanos, no habían pasado a la categoría de materias primas en la joyería, en el adorno individual, el ornato de los palacios o en el culto religioso, sin que su uso se haya generalizado entre la masa e la población, bien por su rareza, bien por prohibirlo la pragmática suntuaria. Entre los pueblos indígenas de México, las piedras verdes o azules, llamadas genéricamente "chalchihuitl" por los nahuas; la obsidiana, el cristal de roca y las plumas ricas de diversas aves de vivos colores, eran tenidas en más estima que el teocuicatl, excremento de los dioses, el oro. Por esta razón era poco el oro que existía en poder de los indígenas que habitaban nuestro actual territorio, en la época de la conquista, por lo cual los conquistadores se vieron en la necesidad, para satisfacer su ambición, de explotar por si mismos los recursos del país en materia de metales preciosos".424 Resultaba que en las matriculas de tributos destacaban las aportaciones de objetos de oro ya sea en polvo o tejuelas y después los españoles explotaron los recursos auríferos que se encontraban en los ríos y arroyos; explotaban las minas y cuando ya las empobrecían, las abandonaban. Grinberg estudió las piedras y los materiales que se usaron en la etapa de la prehistoria, durante el periodo de los olmecas, en que se emplearon piedras de obsidiana, cuarzo perforado, pedernal y hematita, pero que después en la etapa de la cerámica se aplicaron otro tipo de conocimientos como el empelo del horno para la coacción de piezas, las distintas variedades de arcilla y el desarrollo de pigmentos. "Se llama lascado a un proceso en el que aplicando una ligera presión sobre los bordes de las herramientas de piedra, se produce el desprendimiento de escamas, o lascas, la cual genera un filo delgado y cortante. Si se caliente una piedra, digamos 424 Othón de Mendizábal, Miguel, La Minería y la Metalurgia Mexicana, 15230-1943. 76 598 de pedernal, pero sin excederse en la temperatura y haciendo un calentamiento y enfriamiento lentos las escamas que se desprenden después de este procedimiento son más pequeñas y el filo del pedernal se vuelve más uniforme".425 También se refirió Las Casas a los plateros que con "gran sutileza" hacían figuras de aves, animales, cuentas, rosarios, collares y muchas joyas y también hay "grandes y sutilísimos carpinteros de obra de talla que hacen obras en sus manos más dignas de toda alabanza y sobre todo perfectísimos crucifijos y devotísimos para provocar en los cristianos una gran devoción, no solo en cuanto al bulto y forma de madera pues añadiéndolos, proporcionándoles colores y pinturas. Esculpen y señalan una tabla las armas del emperador con todas sus menudencias y en tan poco espacio asentados que no es menor cosa que otra de ver...". 426 Al referirnos al trabajo de los orfebres en la etapa prehispánica y siendo sobre todo un ente decorativo los principales motivos eran las figuras geométricas, las de animales, de plantas, entre las cuales había collares, bezotes, haciendo alusión siempre a la naturaleza, los dibujos de algunas deidades y otros grabados. Servín afirmó que se "trabajaba" el mosaico habiendo verdaderas técnicas para el tratamiento de piedras como el corte, foliación, taladrar, pulimento, técnica que fue desarrollada en horizontes antiguos y sin la ayuda de los metales que posteriormente se emplearon como el cobre endurecido. "La perforación se lograba por medio de taladros que originalmente deberían ser de alguna piedra dura -cuarzo, jade- que funcionaban como un arco y un vástago en cuya 425 426 Grinberg, Dora. Los Señores del Metal, Minería y Metalurgia en Mesoamérica p.56 De las Casas, Bartolomé. Los Indios de México y la Nueva España.., p.34 599 exterioridad se fijaba la punta de piedra. El arte debió producir un movimiento oscilatorio en el vástago, lo que originaba una perforación cónica que se comunicaba con otro taladro iniciado en el lado opuesto, lo que producía n el orificio, un aspecto de dos conos unidos por su vértice. Posteriormente debían usar un pequeño canuto de cobre endurecido que auxiliado por algún esmeril y con la ayuda del agua, hacían la perforación, aunque es presumible el largo tiempo empleado y la enorme paciencia que este procedimiento requería. Los llamados esmeriles fueron arenas y polvos de sílice, cuarzo y jade que finalmente molidos desbastaban y abrillantaban las piedras".427 En la leyenda de Quetzalcóatl, se afirmó que los vasallos que tenían eran "todos oficiales de las artes mecánicas y diestras en labrar piedras verdes, que eran muy ricas pues tenía tanto cuanto era menester y necesario de comer y de beber y que el maíz era abundantísimo y las calabazas muy gordas, de un brazo en redondo y las mazorcas de maíz eran tan largas que se llevaban abrazadas". Se hizo referencia a que Tollan, lugar de residencia de esos dioses, era un lugar en donde había abundancia de plantas, flores, árboles, algodón, metales y de todas las riquezas del mundo de oro y plata. "Los vasallos de Quetzalcóatl estaban muy ricos y no les faltaban cosa alguna y en referencia a los tolleca, afirmó que "sabía casi de todos los oficios mecánicos y en todos ellos eran y únicos y primos oficiales porque eran pintores; lapidarios, carpinteros, albañiles, escaladores, oficiales de la pluma, oficiales de lazo, hilanderos y tejedores".428 El sistema de utilizar una piedra más dura sobre una más "suave" fue el principio Servín Falencia, José. Las Artes Menores, en Esplendor del México Antiguo, T. I, p.407 Krickeber Walter, Mitos y Leyendas Aztecas, Incas, Mayas y Muiscas, FCE, México, 1985, 221 p., p.49. 427 428 600 general del tratamiento de la lítica, desde los primeros albores de la humanidad prácticamente, desde que los hombres se hicieron colectores y cazadores en que emplearon piedras para pulir otras, romperlas, sobre todo para fabricar piezas punzocortantes que permitieran abrir los tallos de una planta, destazar un animal y prepara su carne para el consumo del grupo, limpiar pieles de animales para después usarlos como vestimenta y para cubrir sus chozas. En este caso se necesitaba romper una piedra más grande, de sílex o de granito, o de cuarzo, para hacer desprender de ellas partes más delgadas a la manera de cuchillos y navajas que eran indispensables para las labores de cacería. El arco y la flecha fueron los instrumentos básicos no solo para cazar grandes animales sino también para pescar, junto con redes muy simples. Se perforaba una piedra con otra hasta el grado y con la paciencia requeridas pues el trabajo no era sencillo, pues se rompía y se fracturaba; es así como pudieron romper grandes piedras para hacer de ellas otras de menor volumen y emplearlas para las construcción de templos y pirámides. También empleaban un pequeño tubo de cobre que hacía las funciones de ese esmeril el oval perforaba una hoya, así que se fracturaba el monolito y había unos polvos de sílice con los cuales se desgastaban piedras más duras como el jade o el cuarzo, para que después estuvieran en posibilidad de ser empleados y distintos ríos. También Horcasitas describió el proceso de la cera en la metalurgia indicando que se buscaba que en estos recipientes del metal tuviera el mismo espesor, que el enfriamiento fuera uniforme. "El núcleo de barro se cubría con la capa de cera que se adhería a él ya fuera por simple presión o fijándolo con pequeñísimos 601 espiguitas o briznas de madera compacta para que se conservaran en el lugar debido mientras el objeto era calentado".429 Dijo que este método se aplicaba en Colombia. Indicó que debería tener una proporción exacta para que su maleabilidad fuera perfecta, en lo que se denomina la cera perdida y los moldes se hacen con una mezcla de barro y de carbón. También confeccionaron hilos metálicos o alambres. En la técnica de dorado es donde se calentaba el objeto hasta 850 grados para después alisarlos y bruñirlos. Se emplearon polvos de oro y láminas de oro e incluso afirmó que se utilizaba la soldadura; había aleaciones de plata y oro con bronce y cobre; se hacían hachuelas de cobre. Dijo Aguilar que se habían establecido dos categorías: una, la de los martilladores o majadores y la otra eran los fundidores. El oro se sacaba de las arenas mediante el uso de bateas y de jícaras, ya sea en polvo o en granos pues el oro y el cobre se encontraron en estado nativo. Habló enseguida de las técnicas en frío, entre ellas, el laminado y el martillado, el repujado que se aplicaba en las láminas delgadas por medio de la presión y la repercusión, las uniones mecánicas que permitían hacer figurillas y objetos de partes articuladas y en el pulido se empleó arena muy fina, especialmente con granos de sílice, objetos forrados con lámina de oro, engastaba el oro en piezas de jade, turquesa, obsidiana, esmeraldas, ámbar; se licuaba el metal aplicándole fuego hasta fundirlo, ya sea total o parcial. Sin embargo, se refirió a una técnica muy utilizada, la de la fundición en unas azuelas y para ello se servían de fuelles, unas canastas de caña con las que se encendía el fuego, pero había unas más evolucionadas y finalmente el vaciado en moldes 'Horcasitas Barros, María Luisa. Una Artesanía con Raíces Prehispánicas, Sta. Clara del Cobre Colección Científica, INAH, México, 2002,171 p., p.33 429 602 abiertos como el de la cera perdida.430 Sobre todo en la región occidental y ante el auge de la metalurgia, la primera "gran división social" que se dio fue entre los fundidores y los martilladores o majadores que empleaban la aplicación del fuego para fundir y laminar. Las recolectas de cobre "en estado de naturaleza" extraído en las arenas de los ríos se las entregaban a los fundidores las cuales los sometían a los procedimientos correspondientes y estos a su vez a los martillados o laminadores quienes adelgazaban el metal par que pudieran ser "trabajado" por los orfebres. Estos, a su vez, le incorporaban al mayor volumen de valor agregado personal al elaborar los diseños que primero fueron fuente de ostentación de los dignatarios y después de admiración para todos. Estas operaciones fueron aisladas en los laminadores hasta convertirse en artesanos especializados que recibían la protección de los gobernantes y su decidido apoyo económico pues fabricaban un producto que significaba una elevada condición social. Durante mucho tiempo los sitios en donde se encontraban los yacimientos de estos metales se convirtieron en una información reservada solo a los tlatoanis pues había temor fundado de que fueran a ser ocupados o saqueados por grupos humanos hostiles. Por su parte, Rozar dijo que la afirmación de que los prehispánicos no conocían el uso de la rueda, era algo relativo pues para mover piedras pesadas y voluminosas se utilizaban rodillos de madera, pero señaló que faltaron ciertos elementos lógicos Aguilar, Carlos, Orfebrería en el México precortesiano, en Acta Antropológica, Dic. 1946, p.62. 430 603 de valor para que operara esa funcionalidad. "Cada sociedad desarrolla solo los objetos técnicos que necesita, esto no quiere decir que, desde el estricto punto de vista del saber, dicha sociedad sea incapaz de descubrir otros principios físicos generadores de ciertos principios técnicos. Tampoco el no desarrollar ni generalizar ciertos principios técnicos ya descubiertos no es de ninguna por una supuesta falta de madurez histórica y lógica, ni quiere decir que esa sociedad sea incapaz de encontrar, analizar y reconocer, bajo apariencias diversas, sus leyes físicas y química".431 Dijo que lo que había que preguntarse era como una sociedad que no aplicó la rueda a los principios productivos puede desarrollarse. Por medio de los canales es más fácil transportar las cargas de maíz y de trigo de los valles de Chalco y de Mixquic a la ciudad de México, que utilizar carreteras. "El que vende piedras preciosas o lapidario sabe labrar sutilmente las piedras preciosas y puede pulirla para hacerla relucir, algunos las pule con la caña maciza, que llama ótlatl, algunas lima y algunas adelgaza. El que vende las piedras sin engaño, el buen conocedor de los géneros de piedras preciosas como son la esmeralda fina y perla preciosa azabache y de otra piedra pintada y de otros muchos colores que por ser finas resplandecen o relucen y las que tienen por buenas después las venden a otro, según que cada uno puede vende, mirando la virtud y propiedad de ellas. El que vende piedras falsas es engañador por hacer piedras falsas y hacer preciosas las que no lo son, o las que son comunes, que no son de estima alguna; es carero; al fin, las vende con palabras engañosas.432 Los indígenas no contaban con punzones de acero, con martillos o mazos, ni con 431 432 Rozan, Guy. El redentor occidental y sus fantasías técnicas, p.26 Códice Florentino, T. 11, p.46 604 lijas, ni con ácidos que pudieran perforar piedras y desintegrarlas, lo que plantea una limitación muy grande en la posibilidad de construcción de templos, edificios, pirámides y otras instalaciones las cuales con la tecnología disponible, ya descrita arriba, tenían que dedicar muchos años a estas labores constructivas y movilizar a miles de individuos, es decir, los proyectos de obras se diseñaban y se llevaban a cabo mediante procesos de largo plazo. Un Tlatoani empezaba una cierta obra, pero la concluía otro; por ejemplo, para la edificación del llamado albarradón de Netzahualcóyotl, del cual se esperaba que evitara el traslado de las aguas del lago de Texcoco al lago de México con la consecuencia catastrófica ya conocida, primero se hizo un llamado abierto a todos los jefes de la Triple Alianza para que enviaran el mayor número posible de individuos, pero después se redujo esta exigencia y se les pidió que enviaran dos materias primas esenciales: grandes cantidades de piedra y de madera para levantar muros. Para la realización de esta obra se usaron los métodos primitivos de la época por lo que no pudo soportar la embestida de las aguas y en menos de 20 años ya se habían derrumbado en grandes secciones. Por su parte, González Ruiz afirmó que una vez que los yacimientos de obsidiana escasearon "se formó un grupo especializado de mineros y canteros que extraen y preparan el material y otro de trabajadores que se dedicaban a transportarlos para consumo propio o ajeno y así la obsidiana que se utiliza fue la verde botella, la dorada y en menor medida la gris, las vetéales y la lija". Después mencionó la existencia de varios sitios o poblados en los cuales se emplea la obsidiana como la zona de Chicoloapan y Tlapacoya, el Arbolillo, Ticomán; había mucha obsidiana en Otumba 605 de donde se abastece la región Teotihuacana, y fuera del valle de México estaba Huazca, San Miguel Regla y Tulancingo. En relación con la propiedad de las minas dijo que era tribal o comunal, hasta explotarse yacimientos de grandes dimensiones en el cerro de las Navajas, Hidalgo, en la sierra de Pachuca, que eran propiedad de los de Tepeapulco, las canteras las cuidaban y la guarnición las protegía.433 Se refirió López Aguilar a la existencia de grandes cantidades de obsidiana en la sierra de las Navajas, ubicada cerca de la ciudad de Pachuca y eran producto de derrames volcánicos y los yacimientos fueron encontrados en las rancherías del Zembo y en las cercanías de Huasca y era de color verde botella traslucido. Habló de la existencia de talleres para la explotación de esa materia prima que se encontraba en forma compacta y se efectuaron excavaciones profundas por medio tiro, con túneles horizontales. Para ello mencionó la existencia de varios talleres. Al descubrir el proceso de fabricación indicando que primero se fabricaban lascas obtenidas por medio de la percusión directa siendo sus productos para uso o consumo doméstico. Se preparaban núcleos de navajillas primitivas. También hizo referencia a la existencia de los yacimientos de Otumba en donde también se encontraron lascas de descortezamiento y se elaboraban navajas para fabricar artefactos obtenidos mediante percusión directa. Había dos cuevas en las cuales se encontraban esos yacimientos y sus artefactos bifaciales corresponden a la época azteca.434 González Ruiz, Francisco. Sobre las Minas de Obsidiana del Cerrón Pelón, Hidalgo, Boletín del INAH, Época II, oct.-dic. 1972, 6 p., p.3. 434 López Aguilar, Fernando. La Producción de Obsidiana en la Sierra de las Navajas, en La obsidiana en Mesoamérica, Margarita Gaxiola, coordinadora, Colección Científica, México, INAH, 1989,271 p.,57 433 606 Manzanilla afirmó que tenía una gran importancia los materiales que se usaban para la fabricación de instrumentos de piedras, tales como sílex, obsidiana, pedernal, basalto, con las cuales se podía hacer cuchillos, puntos de proyectil, raspadores, perforadores, navajas, indicando que "la obsidiana es un vidrio volcánico que se forma por refinamiento rápido del material fundido. La técnica de la hidratación de la obsidiana se basa en la asimilación de a gua por parte del objeto lo cual proviene del enterramiento en que se encuentra. La obsidiana enterrada se transformaba en pelota debido a la humedad del suelo, convirtiéndose así en una forma más estable. Pero es muy importante la siguiente precisión: "el objeto arqueológico fuera de contexto es un ente desvalido, carece de un sentido, ya que no ha sido registrado en asociaciones que le otorguen significado en el interior de una sociedad. Quizá sea un objeto muy bello o raro, se puede decir de que material fue hecho, con que técnica y con cuales motivos de decoración"...435 Farrero observó que en la Matrícula había los registros de la entrega de oro y cobre, pero no de plata. En los primeros casos, los pueblos tlapanecas y mixtecas aportaban al año hasta 20 jícaras de oro y polvo; Cozolapan tributaba 20 tejuelas de oro, Tlapa, 10 barras del mismo metal, Cuextala y Xoconuscho, bezotes de ámbar empastados en oro, en tanto que el cobre era entregado no como metal sino transformado en cascabeles y hachuelas que se usaban como adornos y ofrendas, en tanto que las hachuelas tenían finalidades rituales decorativas y utilitarias, "mientras que el oro tributado en tomines o en tejuelos se entregaba a los artesanos joyeros los cuales lo transformaban en adornos y objetos Manzanilla, Linda. La Arqueología, una Visión Científica del pasado del Hombre, SPEFCE, CONACYT, Colección La Ciencia desde México, México, 1994,97 p., p.93. 435 607 rituales".436 Desde luego se notó un gran énfasis por el oro pero no en su sentido comercial, como sinónimo de riqueza y poderío de una nación, como ocurrió en Europa durante el mercantilismo. Se decía que una nación era tan rica y poderosa como lingotes de oro guardaban en las Tesorerías o en las Cámaras reales pues con él se podían financiar muchas operaciones comerciales y militares. En México, estas funciones no eran conocidas por lo que se puede concluir, en la manera de un argumento adicional, que estos pueblos tenían un grado de desarrollo económico atrás de los del Viejo Continente, que se encontraba inmerso en una ola expansiva del capitalismo. El oro tenía entonces una finalidad eminentemente decorativa y también una función "industrial" primaria pues con él los plateros podían fabricar preciosos adornos, es decir, le incorporaban al oro un valor agregado. Por ello lo preferían en forma de teja pues con la técnica ya conocida podían fundirlo. Tampoco el cobre fue utilizado individualmente hablando pues han sido muy pocos ejemplos teniendo también en muchos casos un papel ornamental, lo que constituyó otra de las limitaciones estructurales que tenían las fuerzas productivas. Esta es una debilidad de la economía en su conjunto, que la sitúa atrás de otras culturas del mundo antiguo. Afirmó Childe que: "el trabajo de los metales implica dos grupos o conjuntos de descubrimientos: que el cobre, cuando es calentado, se funde y puede vaciarse en cualquier molde deseado y que al enfriarse se hace tan duro como la piedra y se Matrícula de Tributos. Nuevos Estudios, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, México, 1991,133 p., p.121. 436 608 le puede sacar un filo tan bueno como a esta, que este metal resistente, cortado y rojizo se puede producir calentando ciertas piedras o tierras cristalinas, poniéndolo en contacto con carbón vegetal".437Hizo referencia al uso de los metales que conocían los indígenas de la región de los grandes lagos, pues llegaron a conocer su maleabilidad, produciendo objetos de cobre batido. Pero, dijo, la "verdadera superioridad del metal es que es fusible y se puede colar, pues una vez en estado líquido se puede vaciar en cualquier molde y adquirir la forma que se diese, sin las restricciones que impone el hueso y la piedra, del estado líquido pasaba al estado sólido y podía ser afilado. Las técnicas descritas por Childe son esencialmente las mismas en los distintos regiones del mundo que van desde las más simples, el simple vaciando a unos moldes, hasta el uso de la "cera perdida" pues lo que importaba era fabricar utensilios más resistentes, maleables y por lo tanto más útiles para desempeñar múltiples actividades en la agricultura, la ganadería, la minería, la construcción de edificios, diques y terraplenes, el deslazamiento de animales y su preparación. Se elaboraron muchos raspadores, navajas y cuchillos, cada vez más afilados y sólidos, que podían durar mucho tiempo. Observar que los artefactos fabricados con cobre eran, además, muy flexibles y podían tener muchos usos, guardarse en sitios seguros. Además, estando el cobre en estado líquido, al vaciarse podía adquirir las formas más variadas y dispares y por ello los rangos de utilidad práctica eran mayores que aquellos utensilios hechos con piedras o madera. También el Códice Florentino habló de la existencia de una "piedra de navaja", que en realidad era una esmeralda y de un esmeril que utilizaban los lapidarios para 437 Childe, Gordon. Los Orígenes de la Civilización, p.170. 609 "moler arena y pulir piedras preciosas y la escoria que sale de los metales cuando se funden o se labran y también la arena o piedra de donde se saca otros metales. Había unos pedernales de los que salía del metal después de molido. Había unos pedernales y piedras recias que se hacían en Oaxtepec, en los arroyos traídos por acá, muelen aquellas piedras preciosas para después purificarlas con el mineral".438 El uso de las navajas en sus diferentes calidades y tamaños estaban muy extendida pues las había de obsidianas, que eran las más comunes, pero no las más resistentes al contacto con otras piedras, hasta las de cuarzo y pedernal que sí podían hacer grandes devastaciones y horadaciones, con lo que sustituyeron los objetos de metal pues tenían una duración muy parecida. Con ellos hacían bajo relaciones y altos relieves en piedras de grandes dimensiones como la de Coatlicue, que quedaron inconclusos. El resto de las piedras que encontramos en las pirámides y templos, por ejemplo, de la ciudad de México era de menor frente, por lo tanto podían "trabajarse" más fácilmente con las herramientas que estaban disponibles; en muchos casos se trata de rocas volcánicas que podían fracturarse rápidamente para dar paso a la creación humana; había piedras de ríos de varios colores y texturas que servían de adorno. En realidad, lo sobresaliente fueron los acabados de los taludes o de las escaleras aunque se hacían con una mezcla de arena y cal y luego se pintaban en lo que se llama el estuco. 438 Códice Florentino, T. III, p.368 610 Para Childe, "el arte de fundir no es menos difícil. Como en el caso del colado, es fundamental contar con una especie de fuelle. Y para la producción en gran escala, tuvo que inventarse un horno. Solamente los minerales superficiales de cobre se pueden reducir directamente, calentándolo con carbón vegetal; los minerales más profundos son generalmente sulfuro y tienen que ser calcinado a descubierto para que se oxide, antes de poder fundirlo. Los exploradores, mineros y fundidores debían dominar por lo tanto, una suma de conocimientos todavía más complejos que los requeridos por el forjador. Tenía que clasificar las distintas clases de minerales, aprendiendo las características más notables para reconocerlo y las técnicas más apropiadas para su tratamiento".439 Indicó que a pesar de las ventajas que tenían los objetos de metal, fue muy lento el proceso de sustitución de los artefactos de madera o de piedras que sufrían desgaste por su uso frecuente. Se observó un avance mayor de la metalurgia en las regiones de Mesopotamia, Egipto, India, que con respecto a América, sin establecer establecer un paralelismo histórico entre estas zonas. Lo sobresaliente consiste en que en aquellas ciudades o poblaciones había, desde luego, una mayor aplicación técnica y práctica de los objetos fabricados con distintos metales, hasta fabricar las ruedas metálicas para los carros de combate, observando que en las zonas de América fue mucho menor. De todas formas y a pesar de esta asimetría, los principios generales, así como los procedimientos técnicos fueron esencialmente los mismos, con la utilización de los fuelles para fundir, para colar y preparar los metales (cobre) para distintos usos, ceremoniales o de ornato en unos casos u utilitarios en otras. 439 Childe, Cordón. Los Orígenes de la Civilización, p.175 611 Los fundidores están presentes en las más diversas regiones y culturas y lo único distinto eran los fuelles que se utilizaban, desde los más primitivos, como los que describió el Códice Mendocino, hasta los más "avanzados", como los de Egipto, que tienden a parecerse a los fuelles modernos. Independientemente de su origen social y de su ubicación histórica, muchos se dieron cuenta por la experiencia acumulada, que los objetos fabricados con metal son más resistentes que los hechos con hueso o piedra, por ejemplo. El ingeniero Adolphus Langenscheidt reconoció, en una respuesta que dio al antropólogo Emiliano Melgar, no había muestras del uso de abrasivos como el coridam que tiene una gran dureza y que se hubiera usado en la época prehispánica, pues no se habían encontrado restos de estos metales en el área mesoamericana, con lo que se podía explicar que los indígenas trabajaban la jadeíta y el cuarzo. "Hacen cortes en jadeíta solo con obsidiana cuya dureza es cercana al 5, no es posible", en tanto que del crisibelio, con una dureza del 8.5 también era muy escaso en la región.440 Hausberger, al referirse a la aplicación del método de la amalgamación, empleada por Bartolomé de Medina dijo "que era un procedimiento simple, pero requería amplias inversiones en la molienda y el lavado de los minerales beneficiados y dependían del suministro regular del mercurio, un insumo administrado por un monopolio real y bastante caro. Procedía de las minas de Huancavelica en el Perú y de Almadén en España, además de cantidades Respuesta de Adolphus Langenscheidt a Emiliano Melgar en Revista de Arqueología Mexicana, nov. Dic. 2006, p.3. 440 612 menores de Idna, en la Eslovenia de hoy". Distinguió la aplicación de do s métodos, uno el método frío y el otro, el caliente. En el primero el mineral se amontonaba en un patio abierto y se mezclaba con agua, azoque y sal y otros ingredientes y se espera varios días, si no semanas, a que el mercurio se amalgamara con la pasta y en los hornos calientes, se cocinaba el mineral molido con el azogue en grandes casos de adobe. Dijo que en términos generales, los mineros mexicanos carecían de capitales suficientes, hasta bien entrado el siglo XVIII, aunque siguieron existiendo explotaciones muy primitivas y arcaicas hasta finales de la colonia.441 También García Bárcenas anunció la realización de un cambio tecnológico muy importante: a la percusión que se utilizaba de una manera exclusiva se añadió la presión, que permitía un mayor control sobre la hechura de las herramientas y la diversificación de estas, sobre todo para hacer puntos de proyectil. "La organización social, aparentemente, seguía estando basada en grupos de carácter familiar, pero varios de ellos se unían para la caza mayor" pues al encontrar restos de mamuts, se encontraron estos tipos de proyectiles y después en el periodo del Cenolítico superior, se agregó el pulido, y así se construyeron los metates. "Metates y morteros permitieron la utilización amplia de semillas, que quizá entonces pudieran haberse empezado a emplear como alimentos de reserva para las estaciones del año en que los recursos derivados de la caza y la recolección escaseaban. Al parecer, en esa época, la organización social estaba constituida por familias extensas, que se separaban en la estación de secas y se unían en la de Hausberger, Bernd. El Universalismo Científico del Barón Ignaz von Born y la transferencia de tecnología minera entre Hispanoamérica y Alemania a finales del siglo XVIII, Historia Mexica, Vol. 2, oct-nov 2009 p.605. 441 613 lluvias, siguiendo un patrón de nomadismo cíclico y a partir del año de 5,500 A.C. se comenzaron a cultivar plantas".442 Se observaron primero "toscas piedras", desbastadas con una percusión muy torpe, pero después esta operación se fue precisando ejerciendo la presión necesaria en el punto preciso lo que producía lascas más perfectas de las cuales se podía hacer, por ejemplo, navajas y cuchillos. Sucedió que si los golpes de percusión no tenían la necesaria presión, la piedra podría romperse y astillarse, lo cual era una gran pérdida en el caso de piedras finas. Aprendieron las cualidades de la piedra y su naturaleza de tal forma que los golpes de percusión se hicieron más precisos y por lo tanto, la siguiente etapa, el pulido, se hizo más sencillo. Uno de los productos sociales de mayor relieve, instintivamente asociado a la agricultura y a la preparación de alimentos, fue le metate, hecho de piedra volcánica, del cual encontraron muestras antiquísimas en muchas culturas antiguas. Este objeto permitió que productos tan esenciales como el maíz y el frijol pudieran olerlo y triturarse y después guardarse en polvo para fines ulteriores de alimentación. Destacó Horcasitas la existencia de importantes yacimientos de cobre en la región de Occidente, especialmente en la región purépecha, así como la aparición de "gremios" de plateros "que en realidad trabajaban cobre, habiendo localizado muchos hallazgos arqueológicos y para ello publicó el llamado Mapa del Cobre, editado por la UNAM en el que aparecen, entre otros, los siguientes sitios: Petatlán, Churumuco, Inguarán, Huetamo, Pátzcuaro, Angangeo, Aguchitlán, Tuzontla, Oropeo. Por ello encontraron varios glifos que indican la existencia de grupos García Barcenas, Joaquín. La Etapa Lítica. Los Primeros Pobladores, Arqueología, Mexicana, Vol. XVI, Num.16. 442 614 humanos fundiendo metal y por ello tributaban a los mexicas hachas y cascabeles de cobre. Entre los bienes utilitarios describió las hachas, las coas, agujas, alfileres, anzuelos, azadones, cinceles, punzones, alambre, restos de tubo, pero también había muchos que eran ornamentales o ceremoniales. En relación con la técnica empleada enfatizó en el fundido, el martillado, el dorado o platinado.443 Esta región, precisamente, por tener depósitos de cobre casi a flor de tierra o en minas de escasa profundidad, propició un rápido desarrollo de las técnicas metalúrgicas de tal forma que en textos muy antiguos aparecían varios individuos soplando con un cañete sobre un horno por lo que podemos decir que estaban fundiendo metales. El cobre, como sabemos, es muy maleable al fuego y fácilmente pasa a un estado de licuefacción, es muy dúctil y ligero y puede adquirir distintas formas sobre todo por medio del laminado. Los purépechas conocían las técnicas de la época, según lo ha explorado Horcasitas quien también ha desmentido que el conocimiento de esta técnica también es resultado de los intercambios humanos y comerciales con los demás pueblos aborígenes de América. En este campo de actividad tenían el mismo grado de desarrollo que los pueblos de Colombia y Perú, quienes también se distinguieron por tener importantes depósitos de cobre y por los distintos tratamientos que les daban. Horcasitas no refiere tampoco que hubiese habido un uso industrial de ese metal que en otros pueblos se manifestaba por sus aplicaciones en la fabricación de armas y de ruedas; por lo demás en los vestigios solo se han encontrado pequeños objetos 443 Horcasitas de Barros, María Luisa. Una Artesanía con Raíces Prehispánicas, p. 67 615 que tenían más bien una finalidad de