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Transcript
Estructura Material
de la
Sociedad Mexica
1
Temario
Capítulo I
 Del Nomadismo a las Grandes Ciudades
Capítulo II
 Desarrollo Evolutivo de la Sociedad Mexica
Capitulo III
 Instrumentos de Trabajo y Fuerzas Productivas
Capitulo IV
 Tenencia de la Tierra y Grupos Campesinos
2
Capitulo V
 Estructura Política Mexica
Capitulo VI
 Una Concepción del Mundo
Capitulo VII
 Caracteristicas del Sistema Tributario
Capitulo VIII
 Consideraciones Generales
3
Capítulo I
Del Nomadismo a las “Grandes Ciudades”
Carácter Material de la Sociedad Mexica
Lorenzo consideró que en la fabricación de objetos de cerámica el peso mayor
recayó en la mujer "con cierta ayuda del hombre en cuanto a la obtención de
las materias primas, arcilla y leña, así como en la preparación inicial de la materia
prima. Se puede ver que dentro de un patrón general, cada mujer entre más o
menor especializado en cierta forma que todas son capaces de fabricarla y que
entre ellas hacen trueque de unas formas por otras. Todos utilizaban la misma
leña, que es la que se obtenía en la región y disponen del fuego de la misma
manera, así como también utilizan la misma arcilla, siempre obtenido de las
inmediaciones geológicamente constantes. "En referencia a los instrumentos
empleaba para darle pulimento a la superficie dijo que se usaban rocas, la
calcedonia que se llama simplemente bruñidores o pulidores, después se ponen
asas y soportes. Indicó que puede haber objetos de cerámica monocroma, pero
también decorada y adornada. Hizo énfasis en el proceso de cocción que puede
superar los 480 grados y convertir la arcilla en estado húmedo, en un cuerpo
quebradizo y rígido.1
Mirambell ,Lorena, Lorenzo José Luis. La Cerámica: un Documento Arqueológico,
Cuaderno de Trabajo, Departamento de Prehistoria, INAH, México, 1983,84p., p.47.
1
4
La primera gran especialización es la sexual, es decir, aquella que por razón del
esfuerzo físico y del grado de riesgos a que se somete, solo puede realizar el
hombre ya que se trata de proteger a la mujer como dadora de la vida, cuidadora y
educadora de sus hijos. Es ella la que asegura la reproducción y por lo tanto la
continuadora de la vida y por lo tanto no debía ser expuesta a la fiereza de los
grandes animales carnívoros, no podía efectuar grandes esfuerzos físicos que
terminan por matarla. Es por ello que, además, se les asignan las tareas de
participar en las labores agrícolas, en la fabricación de la cerámica, sobre todo,
para fines domésticos, el manejo de los telares de cintura. La arcilla, como ya
dijimos en otro lado, es una materia moldeable y dúctil pues se puede trabajar
fácilmente y por ello las mujeres estaban aptas para encargarse o contribuir a su
producción.
"En el preclásico Temprano, afirmó -García y Bárcenas- se habitaba en pequeñas
aldeas, formadas por unas cuantas casas, distribuidas sin un padrón definido cerca
de los campos de cultivo, los que a su vez, se establecen en tierras de mejor calidad,
sobre todo aquellos situados en las planicies alrededor de los ríos o en las riberas de
los lagos. Las casas eran semejantes entre sí, de acuerdo con el carácter igualitario
de sus habitantes, pero su forma variaba de una región a otra. Cada aldea era
básicamente autosuficiente, aunque mantenían relaciones de intercambio con otros
pobladores, lo que les permitía el acceso a materiales importados, a veces traídos
5
desde lugares lejanos".2 Apareció la fabricación de vasijas que primero fueron
sencillas, burdas y mal cocidas provenientes de Sudamérica y tampoco tenían
decoración.
"El plan de gobierno de los aborígenes americanos comenzó con la gens y terminó
con la confederación ,siendo este el nivel más alto alcanzado por sus instituciones
gubernamentales. : primero, la gens, un cuerpo consanguíneo dotado de un nombre
gentilicio común; segundo la fratría, una reunión de gentes vinculadas y unidas
en una asociación de orden más elevado, para ciertos objetos comunes; tercero, la
tribu o una reunión de gentes comúnmente organizada en fratrías cuyos miembros
hablaban el mismo dialecto y cuarto, una confederación de tribus, cuyos miembros
respectivamente hablaban dialectos del mismo tronco lingüístico. Esto vino a dar una
sociedad gentilicia distinta de una sociedad política o estado (civitas). La diferencia
entre nombres es amplia y fundamental. Cuando fue descubierta América, no existía
en ella sociedad política, ciudades, estados, ni civilización".3
El esbozo que hizo hecho Morgan estaba basado en la investigación que llevara a
cabo sobre los pueblos aborígenes de Norteamérica, a los cuales conoció como
pocos, efectuando incluso estudios antropológicos y etnológicos, pero no así con los
pueblos del centro de América y de Sudamérica, los cuales conoció solo por
textos de carácter histórico, como los de Clavijero, Torquemada y García
Icazbalceta. La dificultad se presentó cuando Morgan hizo extensivas sus
observaciones y conclusiones, derivadas de sus estudios de los pueblos indios, a
los mesoamericanos e incaicos. Por el grado de desarrollo que tenía el
García Bárcenas, Joaquín, Preclásico temprano, 2,500 a 1200, en Arqueología Mexicana,
13, 2008, p.22
3
p.1291 Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva. P.57
2
6
conocimiento antropológico hasta ese momento, el gran Morgan no advirtió que
habiendo en la sociedad humana una serie de rasgos generales, que lo mismo los
vemos en Mesopotamia, que en Egipto o en el Valle de México, no todos tuvieron
el mismo nivel o grado de desarrollo sino que este fue cambiante y desigual,
sujeto a una serie de circunstancias históricas y de condiciones materiales.
En el pensamiento del siglo XIX era frecuente someter al estudio de las ciencias en
general y en lo particular a una serie de clasificaciones que pronto mostraron una
gran rigidez porque todos los elementos del conocimiento humano se sometieran a
ellas, aunque no necesariamente quedaran comprendidos. En términos generales,
la sociedad mexica evolucionó de los calpullis o de la gens, hasta la formación de
una confederación que fue la alianza establecida entre México, Texcoco y
Tlacopan.
Precisamente
Bernal,
al
referirse
a
la
evolución
histórica
de
los
conocimientos arqueológicos, hizo alusión a la obra de Morgan, publicando en el
año de 1877, dijo que había acertado en su estudio sobre las tribus
de
Norteamérica, pero que en relación con México había cometido un error
fundamental, considerar que los aztecas del Valle de México habían llegado al
mismo grado de progreso que los indios norteamericanos pues concluyó que
sobre el
reinado de Moctezuma se habían cometido muchas exageraciones,
sobre todo por los cronistas españoles y por Prescott y que su discípulo Adolfo
Bandelier había incurrido en los mismos errores de su maestro,
Morgan,
mientras que Taylor se separó de las concepciones de Morgan y Bandelier y que
7
la "ciencia arqueológica propiamente se inició con los trabajos de Alfonso Caso".4
Una de las limitaciones de Morgan, dice, es que solo estudió a los aztecas,
mientras ignora el resto de los pueblos que había en la región mexicana.
"Una de las características de la comunidades neolíticas, según Childe, fue la
fabricación de ellas, pero observó que la alfarería pudo haber surgido antes, al
describir la resistencia de una cesta recubierta de arcilla que pudo haber sido
como recipiente de agua". Afirmó que "la alfarería es tal vez, la primera utilización
concreta, hecho por el hombre, de una transformación química". Al descubrir que
la arcilla se podía cocer en el fuego a los 600 grados y producía piezas sólidas,
pero a la vez flexible. "En el proceso de cocimiento, la arcilla cambió no solo de
consistencia física, sino también de color. La arcilla contiene generalmente algún
oxido de hierro. Si el aire tiene libre acceso a la vasija cuando está caliente,
producir en ella un tinte rojizo, porque oxida el hierro formando oxido férrico rojo".
Señalando que los alfareros habían aprendido a producir objetos que tenían
distintos colores.5
La alfarería, junto con la lítica, es una de las actividades primordiales de las aldeas,
de los campamentos de aldeas, de las primeras poblaciones humanas y está
intrínsecamente vinculada a la expansión de la agricultura. Esto permitió que una
vez resuelto aunque fuesen en parte los grandes problemas de urgencia,
aquellos que deparaban los fenómenos naturales extremos, se fue mejorando la
habitación de las personas las cuales se construyeron con materiales más
consistentes, como el adobe, la argamasa, la mampostería y después los ladrillos.
Bernal Jgnacio, Historia de la Arqueología en México, Editorial Porrúa, México, 1979,222 p.,
p.4i.
5
Childe, Cordón. Los Orígenes de la Civilización, p 49
4
8
Al principio se trata de habitaciones que tenían un solo cuarto redondo donde viven
una o más familias, pero después cada familia se fue separando y necesitaban su
correspondiente vivienda y se requieren también nuevos utensilios para su
comodidad. La alfarería en gran parte cubría estas necesidades y de ello hay
muchas muestras en múltiples regiones del mundo.
Mientras los objetos de piedra se hacían por medio de la percusión y del tallamiento
o de la abrasión y las había en forma abundante en la naturaleza, también existían
los distintos tipos de arcillas pero estas requerían la incorporación de distintos
volúmenes de valor agregado y de una capacidad de creación y de inventiva mucho
mayores que en la lítica, hasta producir artefactos que se alejaban mucho de los
fines utilitario que habían caracterizado a otras creaciones. El hombre creador se
transformó en artista.
Al referirse a las primeras sociedades neolíticas, Caso consideró que no existían
clases sociales, que todos los individuos pertenecen a una aldea la cual era una
entidad relativamente homogénea, aunque existían algunos especialistas, como el
brujo, el herrero, el carpintero y todos ellos participaban en forma común en la
producción, pero que dichas agrupaciones poco a poco iban alcanzando un estadio
superior y que con ello se incrementaba el excedente en la producción de bienes de
consumo y que poco a poco se van rebasando los aspectos familiares para
transitar hacia el establecimiento de vínculos económicos.
Preocupados por definir los "rasgos generales" de una cultura y al estudiar los
9
olmecas que se desarrollan entre los límites de los estados de Veracruz y Tabasco,
se interesó por ´precisar "el llamado estilo olmeca" que independientemente de la
variedad de formas locales que asumían, hacía pensar que se trata de una
comunidad económica, social y política. Entre las características generales incluyó
la existencia de un dios de la lluvia, que era un jaguar esculpido en una piedra y
había entre ellos "extraordinarios dibujantes, escultores, lapidarios, alfareros,
talladores de hueso y madera, ingeniero y arquitectos" para concluir "que se trata
de especialistas recluidos en talleres y escuelas que se dedicaron perfectamente a
su profesión y oficio, es decir, implica una división del trabajo con clases sociales,
con maestros y aprendices, con especialistas en ritos, ceremonias, parafernalia de
los dioses, con diseñadores e ingenieros capaces de transportar desde grandes
distancias a la isla de La Venta, a través de pantanos, piedras con peso de
grandes toneladas y todo esto no es posible en una aldea que se caracteriza
precisamente por la homogeneidad de la vida y la escasa división del trabajo".6
Afirmó Caso que la evolución neolítica fue un gigantesco paso en la historia de la
humanidad en la etapa a partir de la cual descansa la cultura en la piedra pulida y se
caracteriza por "una actividad económica basada en la caza, a pesca, a una
nueva actividad que, aun cuando conservan estos elementos de la vida
económica, sin embargo, ya tienen modos fundados en el pastoreo y la agricultura, es
decir, en la producción de alimentos y se logran también otras invenciones como la
cerámica, la cestería y ciertos descubrimientos de primera importancia, como el inicio
de la escritura y de la astronomía.
Caso, Alfonso, ¿Existía el Imperio Olmeca? en Raíces Indígenas y Presencia Hispánica,
Editor Miguel León Portilla, El Colegio Nacional, México, 1993,671p., p.29
6
10
Lo que caracteriza a esta aldea neolítica es precisamente su homogeneidad. Todos
los individuos que la integran son parientes o se consideran parientes. La aldea
es la residencia de un clan o de varios clanes pero la relación que existe entre los
individuos de la aldea es una relación familiar, se consideraran unidos por lazos de
parentesco bien sea reales entre las familias individuales o bien sea, porque todos
ellos derivan de un antepasado semidivino que constituyó el tótem el cual está
también unido por estos lazos de descendencia ficticia. Así pues lo que mantiene
unidos a los hombres dentro de las aldeas son los vínculos de la solidaridad familiar
pero no existen todavía vínculos de solidaridad política indispensable, como veremos
después, por la constitución del estado".7
Además Parsons definió que durante el posclásico temprano "hubo una marcada
tendencia hacia lo rural y un descenso de la población en el centro y el sur de la
Cuenca de México. Durante el posclásico Medio hubo un aumento significativo de la
población y una mayor urbanización en el centro y el sur de la Cuenca; se hicieron
grandes intentos por drenar los pantanos y así apareció en las ciénegas del lago de
Chalco y Xochimilco la agricultura chinampera y por primera vez en varios siglos los
centros de poder del altiplano se ubicaron afuera de la Cuenca, como Tula y Cholula.8
Caso, Alfonso, ¿Existía el Imperio Olmeca? en Raíces Indígenas y Presencia Hispánica,
Editor Miguel León Portilla, El Colegio Nacional, México, 1993,671p., p.29
8
Parsons, Jeffrey, POSCLASICO TEMPRANO Y MEDIO, 900 A 1350 DC., EPOCA DE
TRANSICION, ARQUEOLOGIA MEXICANA, 27 ENE-JUNIO, 2007,P.37
7
11
"Casi todas las tribus indias americanas tenían dos grados de jefes, que se pueden
distinguir como sachems y jefes comunes. Todos los demás eras variedades de
estas dos graduaciones primarias. Eran elegidos por cada gens dentro de sus
miembros. El hijo no podía ser elegido para suceder a su padre, dada la
descendencia es por línea femenina, porque pertenecían a otra gens y ninguna
gens consentiría un sachem o jefe que no fuera la suya. El caso de jachem era
hereditario a la gens, en el sentido de que reemplazaba cada vez que se produjera
una vacante mientras que el cargo de jefe no era hereditario, porque era conferido
en premio de méritos personales y se extinguía con el individuo. Además, los
deberes del sachem se limitaban a los asuntos de paz. No podía ir a la guerra en
calidad de sachem. Por otro lado, los jefes ascendidos al cargo por valor personal o
por sabiduría en los negocios, por la elocuencia en el consejo, eran generalmente
la clase superior en capacidad., bien que no en autoridad sobre la gens".9 Dijo
que los cargos de sachem y de jefes si bien desde el punto de vista nominal eran
vitalicios, en la realidad no lo eran pues dependían de la eficacia con que habían
sabido conducir su ejercicio y el "consejo de la tribu" podía degradarlo, sin esperar las
acciones o decisiones de la gens.
Lo que debemos hacer es tratar de explicarnos las variaciones que tuvo el grupo
mexica a través de los tiempos, desde que salieron de Aztlán hasta que llegaron al
Valle de México, para verificar si los rasgos encontrados por Morgan, se presentan
también en ese grupo humano o si de plano no se presentaron. Si no se
presentaron tomando como experiencias validas, las aportaciones que hacen la
antropología y la etnología, entonces esto indica, que el grupo mexica tuvo un
9
Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva, p.137
12
desarrollo diferente al de los pueblos norteamericanos y por lo tanto habría que
elaborar otra teoría evolutiva. Desde luego que no se trata de constatar la existencia
exacta de esos rasgos, a la manera de la repetición de una película, de una simple
copia, sino de encontrar los rasgos más generales.
Estos son los aspectos relativos a las líneas de parentesco o de linaje para
organizar la sucesión de los dirigentes y a la existencia de jefes religiosos y
guerreros, encontrando una gran similitud con los pueblos de Mesoamérica que en
una primera etapa fueron dirigidos y se organizaron en torno a jefes o
dignatarios, primero religiosos y después militares y políticos. Tal fue el caso de
Tenoch, quien dirigió al grupo en la primera etapa de su existencia, que el caso
mexicano estaba encabezado por jefes de los calpullis que los integraban; también
en el caso mexica el carácter hereditario de esos jefes se fue debilitando al
aparecer como ingrediente principal en la elección de los tlatoanis los méritos y
las capacidades individuales, demostradas, sobre todo en las guerras.
Así, Caso llegó a la conclusión de que los mexicas no eran una tribu sino un estado
que había transcurrido por varias etapas, habían sido agricultores, cazadores y
pescadores en el lago, luego habían construido las chinampas como tierras
flotantes, se habían dedicado a la pesca y a la cacería pero "a partir de Izcoatl las
cosas cambiaron totalmente, pues se permitió a los nobles aztecas tener tierras
propias y en los barrios disponer de tierra, para aumentar su riqueza. De este modo
se estableció la distancia económica entre las dos clases sociales fundamentales
del pueblo azteca, los pipiltin y los macehultin por la diferencia en la tenencia de la
tierra. En efecto, los antiguos clanes y los nuevos, creados en Tenochtitlán, no
13
podían poseer la tierra sino en forma comunal. La tierra de los barrios o calpullis,
llamados calpullis eran parcelados entre los vecinos de los barrios pero no la
tenían en propiedad sino en usufructo; así es que cada jefe de familia tenía no
solo el derecho de poseer una parcela dentro de las tierras comunales que
pertenecían al barrio, sino también la obligación de trabajarla, a tal punto que si en
dos años no lo hacían, volvían las tierras al clan, el que podía entregarlas a otros de
los vecinos del mismo".10
Dijo Childe:
"La primera evolución que transformó la economía humana dio al hombre el
control sobre su propio abastecimiento de alimentos. El hombre comenzó a
sembrar, a cultivar y a mejorar por selección algunas yerbas, raíces y arbustos
comestibles. Y también logró domesticar y unir firmemente a su persona a ciertas
especies de animales, en correspondencia a los forrajes que les podían ofrecer, y la
protección que estaba en condiciones de depararle y a la providencia que
representaba para ellos. Existe una enorme variedad de plantas susceptibles de
suministrar una dieta importante cuando se les cultiva. El arroz, el trigo, el mijo,
la cebada, el maíz, el ñame y la batata, respectivamente sostiene en la
actualidad a poblaciones considerables".11
Estudió la evolución del hombre tomando en cuenta los cambios que se operaron
en la alimentación la cual pasó de las gramíneas a las proteínas de origen
animal, lo que demuestra la gran trascendencia que tuvo para el desarrollo
de la humanidad la agricultura, pero sobre todo
10
11
la agricultura de riego,
Caso Alfonso, Instituciones Indígenas Precortesianas, en Obras Completas, T. VI, p.231
Childe, Cordón. Los Orígenes de la Civilización, 76.
14
sobresaliendo las repercusiones que tuvieron las grandes obras hidráulica
para preservar
en los pueblos de inundaciones graves y para asegurar el
suministro del vital líquido en la época de siembras. Se redujo el peligro de que
muchas cosechas se perdieran y al aumentar los márgenes de seguridad y de
certidumbre sobre la recolección de los frutos, si pudieron hacer observaciones y
estudios para crear plantas comestibles más resistentes a las plagas. Childe
destacó gramíneas de gran importancia social las cuales dieron un sustento
material permanente y lo siguen dando a pueblos enteros, a civilizaciones
históricas. De ellos destacamos las plantas forrajeras que servían de alimento para
el ganado por lo que aumentaron los hatos y la disponibilidad de carne y leche.
"El territorio comprendía la ubicación de sus poblados actuales en la comarca
circundante que recorrían las tribus cazadoras y pescadoras y que eran capaces de
defenderse de las incursiones de otras tribus. Más allá de esta zona quedaba un
ancho margen de tierras neutrales, que las separaban de sus vecinos más próximos
"estos eran de lenguas diferentes y que ninguno de los dos pretendía, pero
amplia y menos claramente definida, cuando ambos hablaban un dialecto de la
misma lengua"12, dijo Morgan, al describir una de las características básicas de las
tribus, es decir, la búsqueda y posesión de un territorio.
Precisamente, el itinerario del grupo mexica, prácticamente desde que salió de
Aztlán, tuvo como objetivo central la búsqueda de un territorio que tuviera todas
las condiciones materiales y naturales para poder asentarse en él y desarrollar su
cultura y su vida en general. Este imperativo real, objetivo, está nublado con la idea
mítica de que un dios les impelía a seguir adelante, buscando otras zonas. El
12
Morgan , Lewis. La Sociedad Primitiva, p.171
15
grupo permanecía en cada sitio un periodo determinado, de 3 a 30 años y
después se cambiaba a otro sin dejar construido ningún edificio perdurable por su
calidad o dimensiones. Su dios les "había dicho" que se asentaran en forma
definitiva en un sitio en donde encontraran a una águila devorando una serpiente,
parada sobre un tunal. Esta es la explicación, digamos, religiosa o literaria, como
sucedió con otras culturas en que un dios igualmente los inspiraba a la codicia o a
la lucha como si fuera un pueblo "especial" elegido por un ser sobrenatural, porque
tenía una serie de cualidades y debía desempeñar una misión, cuando, en
realidad, estaban luchando por su sobrevivencia física y social. Por los estudios
realizados en torno a la Tira de la Peregrinación se puede concluir que el Altiplano
ya se encontraba muy poblado y que la llegada de un nuevo grupo humano, que
venía del norte, producía una serie de fricciones o desequilibrios y por lo tanto
había muchos conflictos armados. El arribo de un nuevo grupo a tierras que ya
estaban habitadas reducía, por ejemplo, las posibilidades de pesca y caza, de
recolección de materiales, en fin, disminuía las posibilidades de subsistencia, por la
que los mexicas fueron vistos con recelo y animadversión. Los que ya estaban en
la región, simplemente, trataban de defender su espacio vital.
Dijo Caso que al arribar los aztecas el Valle de México "procuraron imitar las
organizaciones sociales existentes" sobre todo las derivada de las civilizaciones de
Tula y Teotihuacán. Definió a este pueblo "como un pueblo de agricultores" que se
establecen en un sitio, cultivando las tierras, levantaban las cosechas de maíz y
permanecían en el mismo lugar a veces hasta 28 años, surtiéndose de alimentos
suficientes para que les permitieran continuar con la peregrinación. No eran
en consecuencia pueblos cazadores y recolectores como aquellos otros que se
16
designaban con el nombre genérico de chichimecas y que habitaban en el
norte del país. Nada sabemos de sus industrias, cerámica, cestería, pero en los
manuscritos se les presenta generalmente cubiertos con mantas tejidas, a
diferencia del chichimeca que se representa cubierto de pieles".13 Concluyó que en
esta etapa se trataba de una organización rival fundada en los lazos del parentesco.
En relación con el Preclásico Medio, González Lavak enfatizó en la variedad de la
producción alfarera de Oaxaca, Guerrero, Cuenca de México sobre todo para
uso cotidiano y doméstico, pero también apareció una cerámica con motivos
decorativos con representación de la tierra y hombres jaguar; en la cuenca del
Valle de México se encontraron vasijas monocromas en formas de tecomateS,
ollas, vasos, platos, "pero ya aparecieron especialistas de tiempo completo,
creación de terrazas agrícolas y manejo especializado del agua".14
Dijo Morgan que los aztecas, tezcucanos y tlacopanos habían poblado
"fundamentalmente el Valle de México, pero que fuera del Valle había otros
pueblos que hablaban una lengua diferente al náhuatl y que en su mayoría eran
independientes entre los cuales estaban los tlaxcaltecas, cholulanos, tepeacas,
huexotizncos y esto dispersó la compara con la que observaba las tribus de los
estados nidos. Indicó que antes del año de 1426 eran muy escasos los
acontecimientos de importancia en el Valle" hasta que el jefe militar Itzcoatl
instituyó la liga o la confederación, pero dudó si dicha forma de organización
subsistía o se disolvía a voluntad y de nueva cuenta vincula a los iroqueses para
afirmar que "cada tribu era independiente en los asuntos de la autonomía local,
13
14
Caso Alfonso, Instituciones Indígenas Precortesianas, en Obras Com pletas, T. VI, p.200
González Lavak, Rebeca, Preclásico Medio, 1200-400 A.C., p.23
17
pero fuera de esto, las tres era un solo pueblo en lo concerniente a la agresión o a la
defensa. Mientras que cada tribu tenía su propio consejo de jefes y su propio jefe
mayor de guerra el jefe de guerra de los aztecas era el comandante en jefe de las
bandas confederadas "e hizo alusión a la gran cantidad de pequeños pueblos que
había fuera de los límites del valle y que se habían mantenido en forma
independiente y que los aztecas habían aceptado deliberadamente esta situación
"pues ni siquiera tendían a la formación de una nación", si practicaban la
organización en gens, no había otro medio para que el individuo llegase a ser
miembro del gobierno que la gens y ni otro medio para la admisión de la gens que su
incorporación entre los aztecas, tezcucanos y tlacopanos".15
La idea de Morgan de que el Valle de México ya estaba poblado por otros grupos
humanos, que incluso hablaban una lengua diferente a la náhuatl, y que eran,
independientes entre si, es correcta. En efecto, había grupos provenientes de los
toltecas, chichimecas, otomíes, por lo que no se puede hablar de la existencia de
una unidad homogénea. Había, además, lenguas diferentes, pero debemos
también advertir que había una serie de características básicas, como los tipos
de agricultura existentes, las formas de tenencia de la tierra, la existencia de jefes.
Las mayores diferencias se dieron no en el aspecto material, cultural o religiosos
sino en la forma de organización política pues cada señorío era autónomo. Había
una gran dispersión política y social porque además de las poblaciones grandes,
había asentamientos humanos muy pequeños.
15
Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva., p.239,
18
En la medida en que avanzó el desarrollo de las fuerzas productivas se fueron
definiendo las regiones y con ello los señoríos, encontrando los siguientes: el
acolhua, que tenía por cabecera Texcoco, el poblano-tlaxcalteca, que tenía Cholula,
las zonas otomíes a Toluca, la zona zapoteca, a Montealbán. La creación de la
Triple Alianza se edificó medíante un principio federativo pues cada reino o señorío
solo cedía una parte de su "soberanía" a una instancia superior, al Consejo de
Jefes, pero seguía manteniendo su independencia en otros asuntos interiores y
exteriores y su autonomía para elegir a los jefes, de conformidad con normas
propias. Por ejemplo, cuando en México ya se había abandonado el tipo de
liderazgo por la vía hereditaria patrilineal, en Texcoco, los descendientes de
Netzahualcóyotl siguieron siendo nombrados por el mismo procedimiento., lo que
indica la existencia de particularidades dentro de la generalidad pues cada grupo
humano tuvo su propio desarrollo especifico, sobre todo en función de sus luchas
internas; Texcoco, por ejemplo, tuvo un dignatario que mantuvo una gran
hegemonía y unidad por un largo periodo y gran parte de sus conflictos se
resolvieron por la vía pacífica.
Para Corona Sánchez, la sociedad azteca vivía en un "estadio de transición del
uso de la piedra al uso de los metales como instrumento de trabajo o medios de
producción pero él se inclinó por utilizar el concepto de las fuerzas productivas para
explicar la formación social económica de estado en Mesoamérica "en contra de su
conceptualización en base a una economía natural explicada tan solo en función
del análisis de su tecnología o de sus relaciones de subordinación como formas de
extracción del plus producto o excedentes y así en base al análisis de una
instancia, determina su economía política definiéndola como formas de transición
19
al Estado" y definió a las fuerzas productivas como las constituidas por las fuerzas
de trabajo y por lo medios de producción y por ellos se necesitaba estudiar las
formas de trabajo en la agricultura para obtener una cosecha diversificada. En
estas relaciones de trabajo tenía una gran importancia la familia, la posesión
comunal de las tierras en el interior del calpulli "En donde, a través de
relaciones de consanguinidad o de identidad étnica, se generan sistemas de
reciprocidad y solidaridad por sus componentes en actividades de producción y
trabajo, ampliando con ello, como unidades de producción, su capacidad de fuerza
productiva en el uso y transformación de la naturaleza. Estas unidades
comunales de producción pueden revestir formas diversas ya que algunas estaban
integradas como secciones territoriales de una ciudad a nivel urbano, como barrios y
otras maneras de aldeas".16
Dijo Estrada que a pesar de que Tlatelolco fue anexionado a Tenochtitlán y se
convirtió en una población más, la quinta, siguió conservando su carácter de ciudad
comercial, coincidiendo con el criterio de Valero de que la división del trabajo se
daba en los barrios. En cuanto a la distribución del reparto de las tierras
consideró que por un lado estaban las tierras que eran propiedad de los calpullis,
es decir, de los barrios y por la otra las tierras públicas, pero "todas las tierras
eran trabajadas por los macehuales pero también había una gran población
"flotante" la cual asistía regularmente a los mercados, hasta desempeñare! comercio
un papel importante.17
Corona Sánchez, Eduardo Sobre el Desarrollo de las Fueras Productivas para la
Caracterización del Estado en Mesoamérica, en Revista Española de Antropología
Americana, 16,1986,8 p., p.6
17
Estrada Torres, María Isabel. San Juan Tenochtitlán y Santiago Tlatelolco, p.12
16
20
El hecho de que los mexicas permitieran la existencia de una provincia dedicada
esencialmente al comercio reveló una de las facetas más significativas de la
estructura material prevaleciente pues muchos productos y bienes que llegaban a
la laguna provenían de lugares lejanos y por ello eran muy conveniente una
creciente especialización de funciones. Los tlatoanis permitieron este auge de
Tlatelolco porque así convenía al buen funcionamiento de la economía en su
conjunto que se basaba precisamente en el intercambio comercial, demostrando
que el pago de tributos no era suficiente para cubrir la densidad de la población de
Tenochtitlán. Independientemente de las diferencias políticas que había con sus
hermanos tlatelolcas, incurrieron en una actitud práctica y constructiva y facilitan la
emergencia y consolidación de un grupo social, los mercaderes, que estaban ya en
ascenso a la llegada de los españoles pues las huestes de Cortés los encuentran
realizando sus funciones en sitios muy lejanos a Tenochtitlán, como fueron las
costas de Yucatán y de Campeche.
En la medida en que Tlatelolco desempeñó funciones complementarias tan
importantes, se le dieron derechos de tránsito para los lagos, se construyeron
embarcaderos para que pudieran atracar muchas canoas que venían de sitios
distantes y después se someterse a la población se respetaron los derechos y
privilegios de los pochtecas.
Con base en un códice antiguo, referente a la migración azteca, para confirmar el
sentido de identidad o permanencia, al este en Cohuacán, los aztecas les
preguntaron a los jefes de las 8 tribus nahuas a donde iban y les respondieron que
"nosotros los llevaremos y dijeron que está bien, entonces nosotros los vamos a
21
seguir, afirmaron los aztecas y después recibieron a un dios que se llamó
Huitzilopochtli, se repartieron en 4 divisiones y cada uno de ellos llevaban a cuesta un
bulto que era un dios. En el poblado de Altacuayan inventaron el lanza dardos y la
flecha. Se recuerda que Moctezuma autorizó una expedición para ir en
búsqueda de Aztlán y llamó a un cihuacotl, quien era un anciano muy viejo y le
preguntó qué memoria tenía sobre la historia de las siete cuevas y dónde habían
habitado los antepasados y éste respondió: en un lugar que quiere decir blancura,
hay un gran cerro en medio del agua, en este cerro había bocas y cuevas y con
concavidades en donde habitaron nuestros padres y abuelos, allí gozaban de gran
cantidad de patos, de ciervos marinos, de gallinas de agua, de gallaretas, andaban en
canoas y hacían camellones en que sembraban maíz, chile, tomate, bledo y frijoles
y todo género de semillas que comemos y que trajeron de acá". 18 La búsqueda de
Aztlán fue recomendada a hechiceros y así se trasladan al cerro de Cuatepec en
donde encontraron un ambiente natural parecido al descrito.
Muller estudió restos de cerámica encontrados en la zona de Cuicuilco, entre ellos,
los relativos al horizonte post clásico tardío o fase azteca, entre los años 1,200 o
1,500 encontrando ollas con asas, cántaros, cazuelas, molcajetes trípodes, de tipo
monocromo con semejanza a Culhuacán, pero también se encontraron objetos que
eran de Chalco, del norte de Tlaxcala y de la Mixteca "lo que denota un
intercambio con occidente y con la región sureste del Valle de México, mientras en
las primeras fases se usó la técnica del modelado a mano y en el Clásico y
Postclásico se usó el molde horizontal, utilizándose arcilla arcillosa de origen
Krickeber Walter, Mitos y Leyendas Aztecas, Incas, Mayas y Muiscas, FCE, México, 1985,
221 p., p.87
18
22
lacustre con desgrasante de origen volcánico. Se utiliza la siguiente técnica,
entre otros; el raspado, pilallos, excavado, estrellado, patillaje, corrugado,
esgrafiado, punteado, recortado, grabado. Estás técnicas se usaron en forma
aislada o cambiada. Localizó un fogón el cual se hacía al cocimiento. Definió a
Cuicuilco "como una pequeña aldea de tipo rural que con el tiempo fue creciendo
hasta convertirse en un patrón de asentamiento urbano y posiblemente en el
origen de la ciudad estado en la cuenca de México". 19 Refirió la existencia de
jefes de los conjuntos habitacionales que tenían el papel dual de comerciantes y
sacerdotes y que motivó un fuerte intercambio comercial con el Golfo de México,
Oaxaca.
Un reflejo del grado de desarrollo social existente es el de la fabricación de
cerámica para fines utilitarios, o sociales, los cuales se hacían a mano y eran
lizas o monocromas, pero en la medida en que transcurrió el desarrollo, se
elaboraron moldes para fabricar una gran cantidad de piezas por un número mayor
de consumidores lo que indicaba que la población había crecido y por lo tanto la
demanda de estos para disponer de estos satisfactores.
El trabajo de la arcilla es antiquísimo, así como el uso de otros instrumentos
líticos, pero la arcilla tenía la ventaja de que es relativamente fácil de manejar y
decorar. El aumento de la demanda tanto de los macehuales como de los grupos
de élite de la sociedad, estímulo una serie de cambios muy positivos, lo que
propició el perfeccionamiento de las técnicas de cocimiento, la construcción de los
Muller, Florencia. La Cerámica de Cuicuilco B. U n Rescate Arqueológico, Serie
Arqueología INAH México, 1990,263 p.p.71.
19
23
hornos, cuyos restos se han encontrado en grandes cantidades cerca de los centros
habitacionales y de los centros ceremoniales, y encontrándose la variación de sus
decorados.
En cambio, la descripción que hizo Olmeda acerca de la llamada Edad de Bronce
en la que se caracteriza el carro de ruedas y la rueda del alfarero, el empleo de
máquinas rotatorias, como fueron los casos de los egipcios, sumerios, chinos, pero
no encontramos ninguna correspondencia en los pueblos mesoamericanos pues
como hemos afirmado varias veces, no se utilizaban los metales, ni la rueda como
herramientas de trabajo, lo que refleja la existencia de una gran disparidad
histórica, por lo que no resulta conveniente recurrir a la aparición de las "etapas"
de la historia de la humanidad en forma rígida.
En nuestra región, mientras los pueblos de esas regiones tenían ya un alto
desarrollo tecnológico, sobre todo por el uso de los metales, en el Valle de México se
recurrió al uso de las milpas y la colocación de estacas de madera para hacer
producir la tierra, así como el uso de la coa primitiva para hacer labores de
siembra, sin que se hubiera avanzado hacia la fabricación del arado. La
carencia de este instrumento de trabajo tan importante fue sustituida por un uso
intensivo de la fuerza humana, lo que plantea una superioridad de aquellos pueblos
en relación con la nuestra.
En cuanto al "gens azteca" Morgan, afirmó que se expresaba en la constitución
del consejo de jefes, compuesto por "jefes distinguidos, como Sachems, que
representaba agrupaciones de parentelas, investidos de un cargo perpetuamente
desempeñado "y siguiendo a Acosta consideró que después que se elegía al "rey"
24
se elegía a 4 señores que eran hermanos o parientes cercanos de aquel pero
recomendó eliminar la denominación de "rey" "porque implica crear una sociedad
política en donde no existía" y porque "desfiguraban las historias aborígenes". Se
dice que el consejo tezcucano se componía de 14 miembros, mientras que el
Consejo de Tlaxcala era un cuerpo numeroso. La estructura y principios de la
sociedad india, requiere un consejo entre los aztecas y por lo tanto se debía contar
con su existencia. En estos consejos podemos reconocer el elemento perdido de
la historia azteca. Nos consta que el Consejo de Jefes es una institución que vino
con las gentes que representa un electorado y que desde tiempo inmemorial fue
convocado y tenía sus poderes originarios de gobierno; fue el consejo de jefes es
lo más antigua institución de gobierno del género humano...".20
El concepto de "consejo de jefes", así como el "consejo" como institución, están
presentes en la evolución del grupo mexica desde expresiones muy sencillas y
espontáneas, hasta las formas más sofisticadas, como algunos de los descritos por
Acosta, Torquemada y Clavijero que por su minuciosidad, nos hace pensar en el
funcionamiento de las cortes europeas. Lo que sucede es que, los cronistas, al
estar formados en esa tradición cultural occidental, se auxilian de esa categoría
para describir la elección de un tlatoani que en realidad debía haber sido más
apegada a las explicaciones que hace Tezozomoc y Chimalpain.
Independientemente de cuál de las dos versiones se ajustaba más a la verdad
histórica y a la realidad política, lo cierto es que en todos los procesos de toma de
20
Morgan ,Lewis. La Sociedad Primitiva,, p.247
25
decisiones trascendentales se realizaban un "consejos de jefes" que analizaba los
problemas sometidos a su consideración y tomaba una determinación al respecto.
Ejemplo: al cambiarse de un territorio al otro, al declarar la guerra a otros grupos,
se requería la participación y la anuencia de los jefes (de los calpullis) para tomar
medidas, o acuerdos que afectaban o involucraban a todo el grupo. La creación y
existencia de "consejos de jefes" se hizo más estable y permanente, al grado que
algunos cronistas españoles creen haber visto un "Senado romano", como si
fuera una "monarquía constitucionalista", pero en realidad de lo que se trataba era
de un mecanismo de participación de los jefes en diferentes grados y modalidades.
"El estado natural que constituyó la comunidad primitiva no es objeto de idealización
por parte de Marx; no hay propiedad privada, no hay consideración del hombre
como objeto, pero si hay conciencia del insuficiente desarrollo de las fuerzas
productivas y de la falta de capacidad política del individuo. La historia de la
humanidad es interpretada como un proceso en el que la especie humana se ve
prejuiciosamente condenada a sufrir mayores dosis de explotación. Pero este
proceso de vejación cuyo punto de inflexión máxima es el capitalismo, será
mejorado en sí mismo y superado. La superación no será una simple vuelta al
estado de naturaleza sino que representará la asunción de lo que de valioso hay en
el mismo sin sus limitaciones, esto es, junto con la riqueza material generada bajo
las nuevas formas de producción". 21 No obstante, indicó que Marx había
considerado de una gran importancia la relación de los hombres con el trabajo y
la fraternidad del hombre.
Castilla Urbano, Francisco. La Comunidad Primitiva y el Pensamiento de Marx, Utopía y
Praxis Latinoamericana, Año 6, Núm.13, Universidad de Alcalá de Henares.
21
26
Marx le concede una gran importancia en la relación de seres humanos con la
naturaleza pues de la modalidad que asuma depende su bienestar, su pobreza y los
grados de explotación que sufre. Es más: el hombre es parte esencial de la
naturaleza pues es un ser natural, pero a la vez un ser social ya que su vinculación
con la naturaleza es dialéctica, es decir, a la vez, que le arrebatan aquella parte de
esos frutos. Este es el caso, por ejemplo, de los metales pues si bien se localizaron
en "bruto", en depósitos abiertos, por medio de la observación empírica los hombres
describieron las combinaciones y aleaciones, hasta producir material, en la
agricultura, en la metalurgia. Es históricamente imposible "volver" a la existencia de
las "sociedades originarias" de que habla Marx en la Ideología Alemana, en primer
lugar, porque esa estructura productiva era muy pequeña y limitada, sus grupos
reducidos y la evolución de las sociedades, ha producido cambios muy profundos,
en sentido opuesto.
Serra Puche estudió la región sur de la Cuenca que incluye Xochimilco y Chalco y
para ello se basó en las investigaciones que hicieron Sanders y Parsons que
ubicaron 479 sitios, que iban desde caseríos hasta grandes ciudades. "Para el
formativo temprano, 1500 a 1150 la Cuenca de México estaba habitada por una
población distribuida en 19 sitios, 12 de ellos clasificados como caseríos, 3
pequeñas aldeas y otras 3 de tipo intermedio". Después precisó el llamado
Formativo Medio que se caracterizó por una gran densidad de población pues
aumentó el número de aldeas y su tamaño. En el Formativo Tardío (650 a 300) la
población creció tres veces y se "establece ya una jerarquización de sitios que van
desde caseríos, aldeas grandes hasta centros ceremoniales y en este periodo la
población de Texcoco creció en forma considerable. Se abandonó Cuicuilco y
27
surge Teotihuacán como un gran centro de atracción. Distinguió tres "modos de
vida" el lacustre, que estaría en Xochimilco y Chalco, el ribereño y el serrano.
Al referirse a las técnicas de la fabricación de cerámica, Mirambell y Lorenzo,
señalaron lo siguiente: ahuecando, que es un proceso mediante el cual a la arcilla
se le da una forma redondeada, el moldeado, es la forma de obtener un objeto
mediante la utilización de moldes, el modelado, mediante el cual se modela una
vasija u objeto, el enrollado, construcción de piezas generalmente vasijas
enrolladas en forma sucesiva hasta obtener la forma y el tamaño deseado. El torno
que comprende dos fases técnicas, cuando la pieza es metida sobre una base y es
movida lentamente según las necesidades del trabajador, la arcilla se monta
sobre una tabla o planta y la pasta será modelada por los dedos del artesano.
Una vez teniendo este proceso se alija mediante un tratamiento húmedo y así el
objeto está terminado.22 Enseguida viene el proceso de pulimiento, el brillo y el
bruñido. Aparece el pastillaje, las incisiones, los grabados y la aplicación de
sustancias vitrificables.
Siendo la arcilla un lodo, es por lo tanto, flexible y maleable y fácilmente puede ser
manipulado en función de las técnicas existentes, empleando desde el simple
ahuecamiento para hacer un recipiente hasta el modelado en un torno para producir
un plato bellamente decorado. Lo importante es el cocimiento a que se someten los
objetos fabricados pues de este procedimiento depende su existencia y su
durabilidad. En los enterramientos existen distintos tipos de arcilla que van desde
los que tienen una preparación muy elemental, que servían sobre todo para
Mirambell Lorena, Lorenzo José Luis. La cerámica: un documento arqueológico.
Cuaderno de Trabajo, Departamento de Prehistoria, INAH, México, 1983,84 p., p.41.
22
28
guardar alimentos, hasta objetos vidriados que tienen cientos y quizá miles de
años y que se producían par afines vitales y/o ornamentales.
Con anterioridad, todo el proceso se hacía a mano pero la invención del torno fue
un adelanto notable pues tuvo la misma repercusión que el telar de cintura en la
producción de textiles. En estas condiciones se pudieron fabricar muchos objetos
en un plazo relativamente corto y los artesanos tuvieron más tiempo para
dedicarse a otras actividades. Otras formas de agregarle valor a la arcilla era la
decoración pues en la medida en que esta era más bella y estilizada era más
apreciada por los miembros de los grupos dirigentes. Los objetos que vemos en los
museos no estaban al servicio de los grupos más bajos de la sociedad sino de los
estratos más elevados.
Mejía Fernández consideró válida una tesis de Morgan que se enuncia así: el cargo
de jefe era hereditario dentro de una misma gens, pero electiva entre miembros
varones a los que reafirma que para designar un tlatoani se tomaban en cuenta
varios factores, como el que tuviera más capacidad para la guerra y no solo por
razones estrictamente familiares, tomando en cuenta su esfuerzo y valentía, la
justicia, la temperancia y "se reunían en asamblea y después de discutir los
méritos de los candidatos viables llegaban a ponerse de acuerdo". Destacando el
cihuacoatl que presidía el consejo, pero además tenía funciones judiciales. Objetó
la idea que se tenía de que el tlatoani es un "señor absoluto" pues sus principales
decisiones las consultaba con el Consejo cuya autoridad estaba por encima del
propio tecuhtii mientras que el pueblo participaba tanto en la elección como en la
29
disposición de los gobernador.23
La obra de Mejía Fernández constituye uno de los esfuerzos más serios para explicar
las observaciones de Morgan a la realidad histórica y social mexica y uno de sus
méritos consiste en haber resaltado la vigencia de sus principales teóricos explicativos,
pero como es natural en la medida en que ha avanzado la investigación antropológica y
etnológica, observaciones que fueron o eran válidas en la década de los treintas,
pueden no serlo ahora, por lo menos no de un modo completo. El funcionamiento
de las instituciones políticas estaba sujeto a variaciones, desde la instauración de
los jefes guerreros y militares, con Tenoch a la cabeza, hasta la elección de Moctezuma.
En realidad se trata de una mezcla de aspectos políticos, en el cual el factor
hereditario, es decir, la pertenencia o descendencia de un linaje, era muy importante y
fundamental, pero muchas veces no fue el factor decisivo. La convocatoria a la
realización de asambleas de diferentes tipos, ya fueran de carácter informativo, como
resolutivo, están presentes siempre en la historia del grupo; la existencia del
Cihuacoátl, que le hacía contrapeso al poder del tlatoani y que era un factor de
equilibrio que impedía una excesiva concentración del poder, siendo este otro
elemento constante.
Definió Lombardo que "el México anterior al Descubrimiento de América no estaba
constituido por una o varias naciones. Sus habitantes vivían agrupadas en tribus que
apenas empezaban a salir de la etapa del comunismo primitivo. No existía la
propiedad privada de los instrumentos de la producción económica. No había, en
consecuencia clases sociales antagónicas. El estado no había nacido. El gobierno de
la tribu y la división del trabajo se establece de acuerdo con normas tradicionales
23
Mejía Fernández, Jorge. La Tribu Azteca, material meeanuscrito, México, 243 p., p.134.
30
que obedecían a vínculos de parentesco entre los miembros de la comunidad. En
esta circunstancia fue conquistada por representantes de la España del Siglo XVI
cuya estructura económica y política era del feudalismo".24
Se puede hablar de tribus en la etapa nómada pues se manifiesta la existencia de
pequeños grupos de personas dirigidas por un jefe religioso o militar cuya
conducción se basaba a la vez, en el prestigio y en la autoridad que daba la fortaleza
y la capacidad de mando. Incluso cuando se pasó al periodo sedentario, al aparecer
y desarrollarse villas, aldeas y centros urbanos, pero el empleo de este término,
dicho así en forma singular, se dificultaba al hablar de "grandes ciudades" como
Teotihuacán, Cholula, Montealbán en donde ya residen miles de individuos y se
da una importante diferenciación social. En estos casos, es factible afirmar que los
pobladores de esos centros urbanos descendían de una serie de antepasados
comunes, en estos casos de toltecas o chichimecas y que todavía los unían en
identificaba una serie de rasgos que compartían entre sí. Si se parte de la noción
de estado concebido en su aspecto más simple, es decir, la materialización de un
poder coactivo que se impone sobre unos hombres por otros hombres, si es posible
hablar de esa categoría, pero sería un enfoque demasiado simplificado: no todo
poder coactivo, de sujeción de unos individuos por otros, sin más elementos que
estos, indican la existencia de un poder estatal el cual supone la existencia de
profundas diferencias económicas y materiales entre los hombres y de una
organización jurídica compleja, elementos que no existían en la etapa que estamos
analizando.
Lombardo Toledano, Vicente. Lección de Política para Párvulos, Revista Siempre. 9 de
enero de 1958,.
24
31
Indicó Othón de Mendizábal que los grupos arcaicos que llegaron a la meseta
central "tenín un concepto preciso de sus derechos territoriales los defendían
celosamente, pero carecían en lo absoluto de la noción de propiedad privada,
pues la posesión de bienes muebles y aun de sus mujeres obtenidas por compra,
solo se podían conservar por la fuerza sin que hubiera ninguna ley o costumbre
que salvaguarde el derecho adquirido. No conocían autoridades civiles y los
caudillos guerreros, primeros en peligro y últimos en el reparto del botín, no
tenían más función que la dirección de las operaciones militares. Dijo que al llegar
los españoles, habían en lo que hoy es México distintos pueblos que se
encontraban en diferentes grados de desarrollo desde los pueblos cazadores o
recolectores que se ubicaban al margen del río Lerma hasta las retribuciones de la
Sierra Madre Occidental y que poblaban los estados de Hidalgo, Guanajuato,
Zacatecas, San Luis Potosí, Chihuahua, Durango, Coahuila y Nuevo León y su
"sustento se basaba en la recolección de frutos, semillas y raíces de las flores
silvestres regionales, en particular de tunas y hojas tiernas de nopal, bayas de
mezquite, dátiles, nueces y casullas de agaves. Su desarrollo tecnológico era muy
incipiente; cazaban con arco y flecha y usaban para la recolección el "palo de
cavar" y una vara con una red en sus extremidades, que servía para cosechar las
tunas; la célula social era la banda constituida por una o varias familia vinculadas
por parentesco e incluso por adopción", que reconocía como jefes al miembro del
grupo que más se hubieran distinguido por su valor y habilidad. El trabajo tenía
una estricta división sexual, correspondiendo a los hombres las actividades
guerreas, la caza y la confección de sus armas e implementos, principalmente.
Sobre la mujer pesaba la recolección realimentos vegetales, y comestibles, la
32
preparación de las pieles, la confección de los vestidos y la cestería, a parte de
las labores propiamente domésticas".25
Los estudios de Mendizábal, Lombardo, Fernández, son similares en su contenido
esencial al observar que no existía la propiedad privada de los instrumentos de
producción, en la realidad social, ni en la formulación ideológica, lo que plantea una
diferencia de calidad con otros grupos humanos, como los grupos anteriores a los
romanos. En efecto, al leer las crónicas, no encontramos elementos como lo "tuyo"
o lo "mío" sino en toda clase se hacía alusión frecuente a las propiedades o tierras
de los pueblos y de los grupos humanos, sobre todo cuando se refería al
surgimiento de un conflicto armado por la posesión de unas tierras. Los grupos
humanos trataban de tener siempre una importante base territorial en la cual se
podrían hacer los cultivos de los alimentos indispensables para la subsistencia de
las comunidades y la riqueza o poderío de un pueblo se calculaba por la
disponibilidad de tierras que tenían. La expresión de estas necesidades primarias
era desigual, es decir, no había el mismo con el grado de desarrollo de sus fuerzas
productivas pues no eran exactamente las mismas necesidades de los pueblos
de cazadores o recolectores del norte, pues cambiaban de sitio de residencia con
una gran facilidad, con respecto a las necesidades de los pueblos del centro de
México, que tenían desplazamientos sociales más lentos o de quienes vivían en
los grandes centros urbanos como Teotihuacán. También Mendizábal observó
el desigual grado de desarrollo económico y por lo tanto social que existía entre los
pueblos del "norte" y los pueblos del sur.
Othón de Mendizábal,
Miguel. Obras Completas, T. III., p.147
25
33
.
La distinción entre las relaciones personales y las impersonales u objetivas
adquieren cada vez mayor importancia a medida que la cantidad de producción
aumenta y cargos como el de jefe se va definiendo en forma más evidente. A estas
altura, aun no hay diferenciación manifiesta entre la propiedad colectiva a la
propiedad individual. Ubicaba el origen de la sociedad civilizada y el estado en la
disolución del grupo primitivo. La forma de este grupo se identificaba con la gens
descrita por Morgan.26
En las sociedades primitivas, no había una distinción precisa y clara entre la
propiedad individual y la colectivo porque había un cierto grado de igualdad
económica y social ya que, salvo los niños, los ancianos y los lisiados, todos
participaban en la producción de satisfactores materiales, en términos de igualdad y
por lo tanto los antagonismos entre los individuos no eran intensos. Si todos los
miembros de esas comunidades tenían acceso al mínimo de satisfactores
materiales que la explotación de la naturaleza les prodigaba y si disfrutaban de
niveles de vida y de bienestar más o menos iguales, no había entonces
objetivas
suficientes
como
para
que
se
causas
generaran antagonismos o
conflictos graves. Se trataba de grupos humanos que tenían desde el punto de
vista cuantitativo poca relevancia como se ha descubierto en las más recientes
excavaciones arqueológicas, unas cuantas chozas que revalidan la existencia de
poblaciones pequeñas, dirigidas por un jefe.
Krader Laurence. Introducción a las NotasEtnológicas de Marx, Nueva Antologia, Num 10,
Año III 1979.
26
34
Este dirigente concentraba en su persona las atribuciones de dirección política y de
poderes religiosos, cuya distinción tampoco era muy visible pues los aspectos
mágicos, la explicación supersticiosa de los fenómenos naturales, satisfacen los
requerimientos espirituales de sus integrantes. Todos eran productores operaban
en igualdad de circunstancias, sobre todo preocupados y atenazados por los
fenómenos climáticos y por la mega fauna.
Afirmó Othón de Mendizábal que "...las grandes naciones, salvo circunstancias
geográficas
desfavorables,
el
sostenimiento
económico
estaba
basado
principalmente en la agricultura y el cultivo del maíz, del fríjol, de la calabaza, del
chile, del algodón y del cacao, constituir las actividad económica preferente,
cuando no única, de los individuos. En algunas regiones donde lo impusieron las
condiciones del clima y del suelo, el cultivo del Marqués llegó a ser importantísimo.
Esos grupos agrícolas y sedentarios con gran desarrollo en su industria cerámica
y textil, principalmente habían proporcionado la base económica necesaria para el
desarrollo de las otras culturas y el elemento humano tecnológicamente apto para
se utilizado en sus magnas realizaciones arquitectónicas, escultóricas y pictóricas.
Aun los cazadores y recolectores que vivían en un estado de evolución muy
primitivo, solían establecer relaciones con sus vecinos sedentarios, mediante el
trueque de pieles tratadas y sebo de animales por productos agrícolas. La sal y los
esclavos fueron también artículos muy importantes en las transacciones
comerciales, cuando se suponía con frecuencia, cuando el hombre, comerciante
de cacería o de guerras infortunadas, obligaban a la miseria honda a agruparse en
hordas terribles para lanzarse contra los poblados sedentarios y saquear sus
graneros. La tendencia general de todo grupo humano indígena era, naturalmente,
35
satisfacer lo mejor posible sus necesidades alimenticias e indumentarias por
medio de la explotación de los recursos locales; dentro de cada familia, incluso, el
esfuerzo combinado de todos sus miembros se encaminaban también a satisfacer
su propias necesidades...".
Childe hizo distintas observaciones importantes: dijo que las llamadas "edades
arqueológicas" no se podían confundir con periodos absolutos de tiempo y que en
las distintas regiones del mundo no principiaron ni términos simultáneamente en
todas ellas. La aparición del hombre sobre las tierras ha quedado señalada por los
utensilios que fabrica. El hombre necesita utensilios para llenar la deficiencia de sus
aspectos fisiológicos, asegurándose alimentos y abrigo. Está capacitado para
fabricarlo por la delicada correlación entre la mano y el ojo, la cual, a su vez, es
posible por la constitución de su cerebro y de su sistema nervioso. Es de presumir
que los primeros utensilios fueron trazos de madera, huesos o piedras toscamente
afiladas o acomodadas a la mano, rompiéndolas o astillándolas. El hombre
primitivo tuvo que aprender por experiencias el hecho de que las piedras son
más adecuadas para la fabricación de instrumentos, lo mismo que el modo de
tallarlas correctamente. Aunque el pedernal es muy duro para manipularlo con
éxito, como puede comprobarlo fácilmente el lector. Solo después de haber
dominado la técnica de fabricación pudo el hombre empezar a elaborar con éxito,
herramientas especificas para cada operación particular".27
El enfoque metodológico que hizo Childe no es rígido como si las
relaciones sociales en que incurren los hombres pudieran ser confinadas en
compartimientos estancos,
27
por medio de etapas fijas,
pero si estableció
Childe, Gordon. Los Orígenes de la Civilización, FCE, México, 1997, 328 p.,
36
regulaciones generales, por medio de la observación de aspectos o fenómenos que
se acumulaban ene I tiempo y que eran comunes. Esto en la naturaleza de las
leyes sociales, que no son lo mismo que las leyes de la física, la química y la
biología sino que están sujetos a cambios y descripciones
pues el
comportamiento social de los hombres puede ser modificado por distintos
factores, como guerras, hambrunas, sequías, desplazamientos de la población,
epidemias, que proporcionaron que incluso obrando contra la voluntad de las
personas en los planes, que tenían para su vidas, podían sufrir cambios y
alteraciones. No obstante, las regularidades o los aspectos generales, si están
presentes en la vida de los seres humanos.
Algunos autores se refieren a los
grupos nómadas y grupos sedentarios. En
realidad, la agricultura fue la actividad esencial, pero también efectuaban,
simultáneamente, funciones relativas a la caza y a la pesca, si se quiere en forma
complementaria. Grupos nómadas y grupos sedentarios coexistían en un mismo
territorio; el nomadismo fue también relativo pues las causas que motivaban los
desplazamientos no tenían la misma intensidad en todas partes. En realidad, la
agricultura fue la actividad esencial, pero también efectuaban actividades
relativas a la caza ya la pesca, si se quiere en forma complementaria. Grupos
nómadas combatían contra grupos sedentarios pero también intercambiaban
bienes y servicios. Esto nos hace pensar que incluso en una misma región, no
todos los grupos humanos habían alcanzado idéntico grado de desarrollo, pero lo
importante es observar si tenía rasgos generales comunes, o no los tenían. En
realidad, sí las tenían y por ello encontramos zonas con un alto grado de
homogeneidad, desde el punto de vista económico y social, en regiones como la
37
acolhua, matlazincas, otomí, poblano y tlaxcalteca. No se trataba de una nación,
a la manera occidental, como bien lo dijo Lombardo Toledano al observar este
mosaico de pueblos y de grupos, sino un conjunto de los mismos, que no estaban
integrados en un mercado único sino que cada uno de ellos tenia su propio
mercado con el cual se podría intercambiar bienes y productos con otros grupos.
Childe hizo distintas observaciones importantes: dijo que las llamadas "edades
arqueológicas" no se podían confundir con periodos absolutos de tiempo y que en
las distintas regiones del mundo no principiaron ni términos simultáneamente en
todo ello. La aparición del hombre sobre las tierras ha quedado señalada por los
utensilios que fabrica. El hombre necesita utensilios para llenar la deficiencia de sus
aspectos fisiológicos, asegurándose alimentos y abrigo. Está capacitado para
fabricarlo por la delicada correlación entre la mano y el ojo, la cual, a su vez, es
posible por la constitución de su cerebro y de su sistema nervioso. Es de presumir
que los primeros utensilios fueron trazos de madera, huesos o piedras toscamente
afiladas o acomodadas a la mano, rompiéndolas o astillándolas. El hombre
primitivo tuvo que aprender por experiencias el hecho de que las piedras son
más adecuadas para la fabricación de instrumentos, lo mismo que el modo de
tallarla correctamente. Aunque el pedernal es muy duro para manipularlo con éxito,
como puede comprobarlo fácilmente el lector. Solo después de haber dominado la
técnica de fabricación pudo el hombre empezar a elaborar con éxito, herramientas
especificas para cada operación particular".28
El enfoque metodológico que hizo Childe no es rígido como si las relaciones
28
Childe, Gordon, Los Orígenes de la Civilización, FCE, México, 1997, 328 p.,35
38
sociales en que incurren los hombres pudieran estar congeladas o petrificadas
por medio de etapas fijas, pero si estableció normas básicas, por medio de la
observación de aspectos o fenómenos que se acumulaban en el tiempo y que eran
comunes. Esto en la naturaleza de las leyes sociales, que no son lo mismo que las
leyes de la física, la química y la biología sino que están sujetos a cambios y
descripciones
modificado
por
pues el comportamiento social de los hombres puede ser
distintos
factores,
como
guerras,
hambrunas,
sequías,
desplazamientos de la población, epidemias, que proporcionaron que incluso
obrando contra la voluntad de las personas en los planes, que tenían para su
vidas, podían sufrir cambios y alteraciones. No obstante, las regularidades o los
aspectos generales, si están presentes en la vida de los seres humanos.
Othón de Mendizábal afirmó que en el Valle se habían constituido estados
teocráticos, encabezados por una élite aristocrática, en la que había una
importante producción de maíz y de otros alimentos, precisamente para mantener a
esa élite, pero que al lado de ella había una profunda desigualdad social". Que se
creía que el día Quetzalcóatl apoyaba y protegía a los prósperos, ricos y
afortunados, mientras que los pobres se agruparon en torno a Tezcatlipoca, que
era u rival, indicando que los "restos toltecas" que se encontraban dispersos en el
centro de México transmitieron su cultura a las familias nahuas y "posteriormente
como consecuencia de la conquista de Azcapotzalco al sencillo régimen de
producción del calpulli se vio modificado por un estrato verdaderamente feudal, en
beneficio de los guerreros chichimecas que agrupados en torno a los primeros
caciques locales, pertenecientes a la misma filiación, pugnaban por constituir una
superestructura aristocrática".
39
Un estado teocrático supone que la máxima autoridad política era un dios o un
individuo que gobernaba en nombre de un dios, pero este no es el caso mexica.
En una primera etapa el poder del jefe religioso -Tenoch- era el determinante, el
verdadero conductor del pueblo, pero una vez que se eligió el primer tlatoani,
Acampachtli, esta situación se modifica de una manera radical y el principal dirigente
fue el líder político. Más que factores de orden religioso, lo verdaderamente
importante era que pertenecen a alguna rama del linaje de aquel ya que podía
acceder a fácilmente a puestos de mando en la sociedad y ascender en la escala
social. En todo caso se puede hablar más que de un estado teocrático, de un
estado guerrero porque eran los militares el elemento de poder decisivo. Los
sacerdotes seguían siendo personalidades relevantes, e incluso las crónicas
afirman que en varias ocasiones se les consultaba sobre una serie de problemas y
dificultades, pero no eran determinantes en la conducción del gobierno, como lo
eran los militares, que incluso pusieron a los sacerdotes a su servicio o por lo
menos entablaron una alianza con ellos para repartirse las funciones de
dominación en el seno del grupo. Sea lo que fuere, la modalidad general era la
existencia de un grupo que ocupaba los cargos directivos esenciales en todo el
aparato y siempre fue un grupo muy pequeño, por más esfuerzos que se hicieran
en el periodo de Izcoátl para ampliar el abanico de posibilidades de poder y de
enriquecimiento de los macehuales.
Indicó Matos Moctezuma que se generó un paso cualitativo al transitar los grupos
humanos de sociedades igualitarias a sociedades estratificadas: un punto de
cambio fue la "caída" de Tenochtitlán pero que en realidad no había provocado
ninguna involución sino una evolución hacia adelante pues aparecieron
40
poblaciones muy importantes como Tula, Cholula, Xochicalco, mientras se
intensifica la lucha de estos grupos predomina en el centro de esta área, mientras
que otros grupos pasan a tener una condición de explotadores, mientras ocurre un
mejoramiento de los instrumentos de tecnología agrícola y la construcción de
canales de riego; surgen muchos productos textiles y los especialistas de la
producción de cal, ebanisteros y trabajos de madera. "En cuanto a la fuerza de
trabajo empieza a haber un aumento demográfico en las grandes urbes en donde
esa fuerza se manifiesta en la construcción de Templos y palacios del estamento
dirigentes y sistemas agrícolas, calzadas, calles, plazas, todo lo cual debía estar
controlado por el estado".29
El aumento de la población de las comunidades tuvo un efecto muy diverso en
casi todas las actividades humanas y uno de ellos fue ,sin duda, el incremento de
la fuerza de trabajo, es decir, de aquellos individuos que dedicaban la fuerza de
sus manos a la producción de alimentos y otros muchos. Si se hubieran hecho
estudios con base en los métodos modernos, diremos que también se incrementó
el excedente social pues fueron más productivos y rentables la agricultura las artes
textiles, la metalurgia y otras. Este fue el aspecto positivo del crecimiento
demográfico pero habiendo una población mayor se encontraron las demandas de
satisfactores materiales y hasta los conflictos sociales e individuales que en un
mismo territorio tenían que vivir un mayor número de personas, lo que provocó que
se aumentaran las superficies cultivadas y una mayor disponibilidad del agua,
entre otros aspectos.
Matos Moctezuma, Eduardo. Notas sobre el proceso de Desarrollo en el Centro de México,
Nueva Antropología, Año III, Núm. 12,1979. P 54
29
41
Dijo Mendizábal "que los arcaicos eran sedentarios y vivían en aldeas más o menos
populosas, atenidas al cultivo del maíz, practicando sin duda por el procedimiento de
estaca, en uso hasta la fecha en nuestras costas; hay serias razones para creer que
a los arcaicos se debía igualmente el cultivo del fríjol, la calabaza o el chile, así como
que hayan sido los primeros domesticadores del guajolote o pavo americano, así
como del perro comestible llamado xoloizcuientli. Debemos suponer que completarían
su dieta eventualmente en la recolección de frutas espontáneas, con la pesca con red
y con la caza de pequeños animales de pelo o pluma por medio de la resortera de
hule o de la cerbatana o de la onda. Conocían sin duda alguna el arco y la flecha,
aunque parece que no fueron muy hábiles en su manejo, por lo cual no perseguían a
los animales grandes "y que estaban organizados en clanes totémicos y al llegar los
nahuas al Valle de México su cultivo fundamental era el maíz aunque también se
cultivaba la calabaza, el chile, el trigo y el algodón".30
A la llegada de los mexicas al Valle, la mayoría de los grupos humanos que se
encontraban en la región eran sedentarios, es decir, ya se encontraban
definitivamente asentados en un determinado territorio, ya tenía muchos años de
estar en ellos, aunque las rivalidades subsistían. La historiografía se ha
concentrado en estudiar las poblaciones "grandes", es decir, los centros
urbanos, a las cuales se le ha dado el nombre de ciudades, no porque
correspondan a los tipos encontrados en la "civilización occidental" sino tan solo
porque se habían convertido en cabezas de los señoríos, que algunos denominan
30
Othón de Mendizábal, Miguel. Obras Completas, T. III., p.135
42
imperios, empleando este término con una enorme laxitud que raya en la inexactitud,
pero sobre todo porque había una gran concentración de habitantes. Este enfoque
es incorrecto, pero se suele olvidar a la gran cantidad de pequeñas poblaciones,
villas, caseríos, incluso que habitaban en regiones muy abruptas, en las montañas,
en las serranías o en las intricadas selvas y que o no tenían contacto con los
grandes centros urbanos o estos contactos eran muy débiles y relativos.
Todos los grupos humanos, tanto los que se encontraban concentrados en una
"gran ciudad" como los que se encontraban dispersos tenían a un dios o a varios
dioses o deidades a los cuales asociaban con todos los fenómenos de la
naturaleza. Con una gran frecuencia, los antropólogos, alucinados por las obras
monumentales, se olvidaron de la existencia de los otros grupos y de los otros
habitantes, que quizás eran más importantes que los que residían en las zonas
conurbanas de las "grandes urbes" y que no tenían los adelantos técnicos y
urbanísticos de estas. No obstante que no tenían un conocimiento amplio acerca
del origen o de las causas de los fenómenos naturales, su vida se basaba en la
observación empírica de estos fenómenos, sobre todo de aquellos que estaban
vinculados con la agricultura. El maíz fue el alimento común y general cultivado por
todos los pueblos, porque cobraron conciencia, mucho tiempo antes, de que era un
alimento muy completo y muy resistente a los cambios climáticos.
Observó Márquez que durante el periodo formativo se desarrollaron múltiples
aldeas en las cuales vivieron varios cientos de individuos con una densidad de
población muy baja, siendo los picos más altos de población Teotihuacán, Tikal y
en relación con los niveles de fecundidad calculó que eran a razón de 52 por cada
43
mil habitantes, entrando en el clásico a 72, pero aumentó a 77 en el siglo XV,
como ocurrió en los poblados y ciudades de Tlatilco, Teotihuacán, Palenque,
Teotenango y San Gregorio Atlapulco, pero también había tasa de mortalidad muy
alta, cercana al 42% y afirmó que en algunos sitios de Norteamérica, esos niveles,
eran similares. "Durante este lapso de tiempo la dieta rica en proteínas fue
sustituida por alimentos ricos en carbohidratos y sus derivados, tal es el caso del
maíz. Este cambio tuvo un impacto biológico en la reproducción femenina, al
favorecer junto con la sedentarización, la maduración biológica más temprana,
acortó la edad de inicio de la menopausia y por lo tanto alargar el periodo
reproductivo".31
Al referirse a la cultura olmeca, los especialistas refieren la existencia de las aldeas
como formas primordiales de poblamiento. En cada aldea había un jefe o chamán
que tenía en sus manos, concentrados, el poder religioso y político. Después
se avanzó hacia el complemento de aldeas, es decir, se progresó en su proceso
de concentración en un solo territorio y un solo liderazgo, para comprobar que era
mejor este tipo de poblamientos porque se podía disponer de una mayor fuerza
de trabajo y se podían emprender obras públicas de mayor envergadura.
Las poblaciones muy pequeñas, como las aldeas, no podían hacer presas, diques,
templos de gran magnitud, ni podían sostener su funcionamiento, ni se podían
cultivar grandes extensiones de tierra. En fin, estaban
carencias y frecuentes
peligros
sujetas a
múltiples
naturales y sociales. Uno de ellos era la
Márquez Morfin, Lourdes. La Transición Demográfica y el Surgimiento de la Agricultura en
Mesoamérica. 123 p p 38
31
44
incapacidad que tenían para enfrentarse a otras aldeas o grupos humanos, a
grupos nómadas que realizaban acciones de rapiña. Encontraron los aldeanos la
ventaja que tenía la sedentarización, todavía sin comprender los riesgos, los
costos ecológicos, económicos y sociales que se tenían que pagar, hasta que
sufrieron en carne propia sus efectos y resultados.
También Hermosillo hizo coincidir a Cholula o Cholollan, dijo que compartían
rasgos con Tlatilco y también después fue coincidente con Tolla Cholullan y Tollán
Xicocotilla, pero al referirse a su composición poblacional dijo que había estado
formado por varios segmentos tribales y territoriales formados por calpultin;
entonces gobernados por dos jefes o sacerdotes supremos, el Tlalchiaac, que se
encargaba del culto de la tierra, el Aquiach, que administraba lo acuático y se
encontraba en lo alto de la gran pirámide a la que llaman una dualidad políticareligiosa que formaba un gobierno teocrático, hasta formar una confederación de
tribus y se distinguió por su cerámica policromo que representaba dioses, animales
sagrados y hasta jeroglíficos, también utilizaban plumas de quetzal, jade en bruto,
pieles de jaguar, hasta convertirse en un importante centro religioso y político
regional pues "era nido de un sinfín de rutas comerciales y se caracterizaba por el
arte pluriétnico de sus habitantes distribuidos en calpultin".32
También Kirchhoff indicó que en los clanes apareció en forma embrionaria la lucha
de clases como los que se dan en el norte de Filipinas, en la isla Luzón, entre los
terratenientes y lo grupos desposeídos."La concentración de las tierras, en pocas
manos, se produce con rapidez. El mecanismo a través del cual operó este
Hermosillo, Francisco. Cholula o el Desplome de un asentamiento étnico ancestral,
Historia 10, sept. 1985, p.23
32
45
proceso en la igualdad de obligaciones, superficialmente de carácter religioso,
para cada miembro del clan, sea rico o sea pobre. La continuación de obligaciones
iguales funcionan incuestionablemente con ventaja para unos y desventaja para
otros en un momento en el que el desarrollo de las fuerzas productivas ya provocó
una diferenciación social y economía profunda".33
En la medida en que se mantuvo la propiedad colectiva o comunal de las tierras en
los clanes o fratrías , imperó el trabajo cooperativo y colectivo pues todos los
miembros del grupo tenían las mismas posibilidades reales de acceder a la
distribución de los productos de la tierra, la caza y la pesca. Había una serie de
condiciones igualitarias en el reparto y distribución de las fuerzas productivas
incipientes pues todos tenían acceso a los arcos, las flechas, las cerbatanas, las
hojas de pedernal y en general a los instrumentos de piedras que eran los
predominantes. Sin duda, había conflictos sociales y personales desde el momento
en que cada persona, miembro de la comunidad, tenía distintas potencialidades
físicas y humanas, las cuales eran resueltas por los jefes o en las asambleas.
Como dijo Kirchhoff, todos tenían igualdad de obligaciones materiales, es decir, de
responsabilidades laborales pues a todos incumbía el mantenimiento de las
comunidades; es decir, todos eran agricultores o labradores, que era el trabajo
más universal de todos, con excepción de los niños, los ancianos y los lisiados. En
él participaban de una manera preponderante o secundaria, hombres, mujeres y
niños. Pero la fabricación de nuevas herramientas o de instrumentos de trabajo
cada vez más productivo, pero sobre todo, la posesión de los mismos; sucesos que
ocurrieron de cuando en cuando en la historia de la humanidad y según las
33
Kirchhoff Paul, Los Principios Clánicos, de la Sociedad Humana, p.16.
46
circunstancias históricas concretas de cada comunidad, hicieron posible el
surgimiento de diferencias sociales más grandes y agudas.
Afirmó Sugiura que había una relación muy estrecha entre Teotihuacán y el Valle de
Toluca y a partir del Clásico esta región tiene un desarrollo sostenido, surge una
clara jerarquización de los asentamientos y así aparece Santa Cruz Atizapán.
Describió la población como una parte denominada la Campana y Tepozoco que
tenían una función administrativa y ceremonial, otra en donde había casas
habitación sobre montículos denominados bordes y una zona de cultivo y para
construir los edificios se modificó la tipografía original nivelándola mediante
terrazas, empleando pilotes de madera sobre los cuales se edificaron las casas
habitación. Afirmó que a pesar de la desintegración de la hegemonía de
Teotihuacán, el sitio seguía conservando una gran importancia pues fue un sitio de
intercambio de la obsidiana que llegaba de Ucareo, en Michoacán e ingresó una
gran cantidad de cerámica foránea al Valle.34
Al igual que otros centros urbanos, la de los asentamientos del Valle siguieron la
misma pauta de desarrollo: se erigen al lado de grandes depósitos de agua,
sobre todo de ríos, lagunas y aguas con el objeto de disponer en forma regular
de agua para el regadío de las superficies cultivables; los capos agrícolas
estaban en forma contigua para asegurar el abasto inmediato de alimentos pero
sobre todo para cubrir las necesidades de la cauda de funcionarios, religiosos,
administrativos y militares en la zonas habitacionales (los nobles) Era muy difícil
hacer construcciones en zonas cenagosas, por lo que se optó por utilizar pilotes
Sugiura, Yoko, El Desarrollo de un Asentamiento Lacustre en la cuenca Alta del Río
Lerma: El caso de Santa Cruz Atizapán, México Central, Instituto de Investigaciones
Arqueológicas, UNAM.123 p. p9
34
47
de madera para permitir colocar las casas habitación en lugares altos para evitar
que la subida de las aguas pudiera inundarlas. Este tipo de instalaciones forman
parte del modo de vida lacustre que existía en muchas regiones del mundo, aunque
es obvia la preferencia en la construcción de los edificios, de los terrenos de tierra
firme. Para traer el agua de los ríos y de las lagunas se construyeron una serie de
canales para que el liquido llegara a los goteras de la ciudad, lo cual así estaban
exentos de inundaciones.
Se refirió Horn a la existencia de un altepetl en la región de Coyoacán el cual
subsistió en la etapa temprana de la conquista pues tenían dos linajes dinásticos
pero que sus partes constitutivas tenían una cierta independencia y autonomía
formando un conjunto de subunidades y un sentimiento propio de comunidad de
origen. Se trataba de pueblos de linaje tecpaneca. Las partes constitutivas del
altepetl se denominaban calpullis o tlaxilacalli, con lazos de parentesco "los cuales
se fueron debilitando para enfatizar en una entidad patrimonial corporativa con su
propio dios y templo, una jefatura dinástica, su escuela para los jóvenes, con
frecuencia casas para el sacerdocio con un corto grado de especialización
artesanal". En relación con el uso de términos cita el Tlaxilacalli que indicaba
residencia en un distrito y no calpulli. "El término tlaxilacalli abarca un amplio rango
de subunidades, desde las más grandes e importantes, hasta las más pequeñas
e incipientes; la etnicidad fue un elemento importante de la organización del
tlaxilacalli...".35
En sus consideraciones generales sobre la cronología de la historia precolombina
Horn, Rebeca, Coyoacán: Aspectos de la Organización Sociopolítica Y Económica
Indígena en el Centro de México, 1550-1650, en Historia, 29, oct.-Dic., 1992.P.28
35
48
de América, Armillas dijo que "los americanos más antiguos eran recolectores,
cazadores y pescadores. Pero desde antes de iniciarse el tercer milenio antes de
Cristo habían comenzado el cultivo de plantas de algunas regiones del Continente,
promoviendo el consiguiente cambio de las formas de vida basadas en la economía
recolectora al estado cultural que se designa con el nombre de civilización, en sentido
estricto". Ubicó el nacimiento de la civilización en las costas peruanas con el
desarrollo de las técnicas de la agricultura.
Definió la etapa pre agrícola desde la llegada de los primeros migrantes a suelo
americano y hace probablemente 25 mil años, hasta los comienzos del cultivo de las
plantas, la etapa protoagrícola, que corresponde a los cultivadores de la aldea en la
zona nuclear mientras el resto del continente seguía ocupado por pueblos
recolectores y cazadores y pescadores de diversos tipos culturales. Desde la
aparición de las civilizaciones de Mesoamérica a la zona andina del año 500 AC al
1,500 DC., había un desarrollo progresivo aunque con crisis y expresiones locales de
las civilizaciones mencionadas, expansión de los cultivadores de aldeas de diversos
tipos culturales "hasta ocupar casi la totalidad de la zona cultivable sin arado y
persistencia de culturas
marginales de
recolectores y cazadores y
pescadores".36
Consideró muy importante la cultura de Tlatilco, pero sobre todo la de Teotihuacán,
en donde ya existía un "carácter urbano evidente, lo que indica el nacimiento de la
civilización mesoamericana, pero es de notar la ausencia de la metalurgia por lo que
Armillas, Pedro, Consideraciones Generales sobre la Cronología de la Historia
Precolombina de América, p.270
36
49
se trataba de una civilización pre metálica siendo la mayor parte del utillaje de carácter
neolítico".37
Durante las excavaciones hechas en San Lorenzo se hizo pretender que "no es un
centro ceremonial deshabitada sino un pueblo de considerable importancia" lo cual
representa una cultura enteramente olmeca. Los olmecas construyeron pisos con
grava, arena rojiza y arcilla, así como un sistema de canales de desagüe".
Al igual que otro autores, Cepeda Cadena llegó a la conclusión de que las
sociedades del post clásico debieron tener una estructura agraria intensiva en la
que se contaban con sistema de regadío, precisamente para aumentar los
excedentes agrícolas así poder comenzar con otras regiones. Tal fue el caso de
Huejotzingo en donde se encontraron una serie de canales que servían para
regar las sementeras. Obras como esta se han encontrado en otro puente del
Valle de México, como Teotihuacan, Coyoacán y otras.
Se trataba de canales de 30 o 40 centímetros de ancho, de una profundidad
variable, que terminaban en una fosa o depósito permanente de agua y este
"sistema era propicio para levantar de 2 a 3 cosechas, dependiendo del tipo de
cultivos, generalmente unos de riego y uno de temporal; estos sistemas imponen
dos condiciones primordiales: la primera una atención constante en las obras
hidráulicas y por lo tanto una concentración urbana cercana a la permanencia
de la habitación en la zona y segundo, un alto grado de cooperación de trabajo y
centralización política, se dio en tiempos teotihuacanos, requirió una fuerte
37
Armillas, Pedro. Consideraciones Generales... p.300.
50
organización
jerarquizada,
tal
vez
un
cuerpo
represivo
organizado
y
consecuentemente funciones religiosamente ligadas a la vida diaria". 38 Aparecía
un dibujo tomado de textos de Sahagun en donde un macehual está haciendo
derivaciones de una serie de fosas y canales.
El tipo de agricultura existente determinó en gran medida el grado de evolución
material y social de cada comunidad. Todos los grupos humanos buscaron
depósitos de agua que estuvieran disponibles la mayor parte de los meses del año
y que estuvieran lo más cerca posible de los caseríos y de las villas o al revés,
estos se construyeron cerca de los depósitos de agua. Si la vida de todos los
miembros de los grupos dependía de la producción de maíz y de otros alimentos, se
trataba de asegurar que esta producción estuviera asegurada y en torno a esta
necesidad se edificó todo un conjunto de creencias, supersticiones y deidades
que incluyeron desde los dioses fundamentales, Tlaloc, entre otros, hasta los
dioses menores, lo que confirma la suma preocupación general que se tenía para
asegurar la producción de alimentos en cantidad suficiente par ano morir.
Literalmente se trataba de una lucha por la subsistencia humana, porque sus
hijos y sus descendientes tuvieran con qué alimentarse y por ello se
construyeron muchas obras hidráulicas que aseguraban el contenido de los ríos y
lagunas, de diques y acequias de muy diversos tipos y medidas, hasta obras
gigantescas que tenían el propósito de evitar inundaciones de ciudades completas.
La construcción de estas obras supuso ya un gobierno fuerte y capaz de organizar y
Coe, Michael. La Segunda Temporada en San Lorenzo Tenochtitlán, Veracruz, Boletín del
INAH, junio de 1967.
38
51
movilizar el esfuerzo humano de cientos o quizá miles de personas, utilizando para
ello no solo métodos persuasivos, producto de acuerdos de asambleas o de
Consejos, sino también empleando métodos coactivos. Aquí las creencias religiosas
desempeñaron un papel fundamental como formas legitimadoras del uso de la
fuerza en sus múltiples manifestaciones.
Trias estableció una relación entre Palerm con el evolucionismo multilineal de
Steward y las hipótesis hidráulicas de Wittfogel, y el desarrollo la teoría materialistas
culturales. En el primer caso se trata de concitar el carácter cronológico de la
historia con el desarrollo tecnoecológico y tecnoeconómicos de la cultura, así como
la influencia de Childe de su estudio sobre las culturas de Mesopotamia y Egipto
que tuvieron eco en las ideas de Pedro Armillas y después Palerm dijo estar
convencido de una fuerte conexión entre los sistemas de regadío y la
organización social.39
Al destacar la importancia de los instrumentos tecnológicas, mérito en el que
destacó Childe, no incurre en una actitud dogmática o maniquea, como si los seres
humanos que manejan esos instrumentos, que se benefician o se perjudican con
ellos no tuvieran iniciativa propia y fueran víctimas de una fatalidad. Sin duda,
existe un campo de libertad para que los individuos puedan actuar e influir sobre
esos medios de trabajo. Sí lo hacen pero desafortunadamente solo lo pueden
hacer en largos periodos de tiempo pues una innovación tecnológica o el
perfeccionamiento de un instrumento solo es producto de una acumulación de
Trias Mercant, Sebastián, Ángel Palerm y la Crítica de la Razón Antropológica, Tula,
Cuadernos de Pensamiento, núm.33, 2000. 24 P
39
52
experiencias de muchas personas y de muchos años.
En la descripción que se hizo de Teotihuacán, destaca la del barrio popular de la
Ventilla, a 500 metros de la Ciudadela, en donde habitaban sobre todo artesanos
encontrándose una gran cantidad de objetos de cerámica , pero "también había
otros barrios que no tenían las característica anteriores". Y en el resto de los entierros
se encontraron figurillas con personajes ricamente ataviados y otros que lo estaban
en forma modesta, como dijo Mota. Luego se refirió al barrio de los comerciantes y al
barrio oaxaqueño "que simbolizaba el intercambio que se hacía con Montealbán"
Había también alfareros, tejedores, albañiles, peones y en los grupos de más alta
jerarquía estaban los guerreros y los sacerdotes.40
Por el tipo de figurillas que se encontraron en las distintas excavaciones o
enterramientos se concluye que había barrios de personas que tenían una elevada
posición social y otro en donde habitaban personas pobres, que se dedicaban sobre
todo al trabajo de las artesanías. Había dos tipos de cerámica: la que se utilizaban
para fines domésticos y que servía para almacenar alimentos y guardar objetos y
otros de carácter suntuario, que servían de ornato y que permitan el realce de los
individuos encumbrados.
"De ahí que el periodo de los recolectores cazadores se caracterizó por la existencia
de grupos nomádicos o trashumantes que recolectaban plantas silvestres y que
cazaban y atrapaban animales; que recogían los productos de plantas como el
amaranto, chile, maíz, silvestre, calabazas o guajes, aguacate, zapote, agave, que
cazaban especies pleistocenicas grandes y menores, que tenían raspadores, punta
de proyectil, lanzadardos, machacadores, piedras para la molienda de semillas,
40
Matos Moctezuma, Eduardo. El Milenio Teotihuacano, p.45.
53
punzones y que también iniciaron el tejido y la cestería, a la vez que enterraban a
sus muertos en el interior de las cuevas o los incineraban, a veces con
acompañamiento de ofrendas para la otra vida. La apropiación o recolecta de los
alimentos solo permitía la formación de bandas pequeñas y grandes unidas tal vez
por lazos de parentesco, es decir, familiares, los cuales poseían una gran
movilidad y un escaso quipo material, sometidos a sus necesidades más
apremiantes y se vivían en cuevas, abrigos y campamentos temporales al aire libre,
con un nivel cultural bastante bajo", dijo Lorenzo.41
41
Lorenzo, Jos Luis, Agroecosistemas históricos, o, 58
54
Por su parte, Ángulo dijo que en el Preclásico inferior, que va 13400 a 1500 C "ya se
efectuaba el cultivo de plantas alimenticias como la actividad primordial" y se
utilizaban los siguientes tipos de cultivo: el humedal, que se lograba en las verjas
de los ríos que se inundaban en la época de lluvia, las terrazas, que era una palizada
o simple superposición de piedras acomodadas por lo regular en forma de talud,
con la cual se requería un gran trabajo comunal; un sistema de pozas que se
forma por medio del sistema de drenaje pluvial; los amanalli o concavidades
tipo chultun, que eran grandes estanques en donde se almacenaban agua
recolectada en pozos y depresiones o pequeñas lagunas naturales; canales,
acondicionamiento de cauces naturales hechos por excavación o por la instalación de
piedras labradas y diques y represamientos hechos para contener o desviar el agua.
Todo ello sobre la base del trabajo comunal o tequio.42
Lorenzo afirmó: "es de suponer que las primeras plantas cultivadas lo fueron por el
simple procedimiento de ayudarles en su crecimiento quizás escardando y evitando
que algunos animales se las comiesen sin llegar todavía a plantarlas: Cuando la
asociación de ideas entre plantas y semillaestablecido existió la posibilidad de
conservar algunas semillas o partes generadoras para plantarlas en lugares
semejantes a aquellos a los que normalmente crecían, con mayores modificaciones.
El instrumental no pudo haber sido otro que aquel en el que la literatura etnográfica
se llama bastón plantador, por lo demás o menos, metro y medio, de madera dura
y de un grosor entre 3 y 5 centímetros, algo aguzado en uno de sus extremos; su
rigor está en los palos que los recolectores tanto hombres como mujeres,
emplean para desenterrar raíces, escarbar en madrigueras o en áreas futuras.
Ángulo, Jorge. Aprovechamiento agro hidráulico en el Preclásico Medio Superior, p.223.
42
55
Este bastón plantador es el que, con el tiempo, se convertiría en la coa".43 Fueron
mejorando los incas y por ello la producción aumentaba creándose un excedente,
el cual se almacenaba y transportaban, indicando que en esta etapa la agricultura
no fue la actividad principal sino de carácter secundario con respecto de la caza y la
recolección y tampoco había una clara división del trabajo.
La observación de los fenómenos de la naturaleza y la acumulación en la
experiencia humana de estos registros, produjo cambios cuantitativos, no solo en
la agricultura, sino también en el resto de las actividades humanas. Sin duda, dichos
registros se producen a través de varias generaciones de personas que
observan, por ejemplo, el movimiento de los planetas y de los astros en general,
para concluir si había el peligro de una helada, de una sequía, de una granizada
o por el contrario, de una inundación. El estudio de las estaciones del año fue
fundamental, pues el hombre aprendió en qué momento se debería plantar las
semillas para su cultivo, en qué etapa maduraban y bajo qué condiciones y en
qué momento se deberían recolectar las cosechas. La calidad de las semillas, su
productividad, el grado de resistencia a los fenómenos climáticos, la selección de
las mismas según el tipo de suelo, fueron otros elementos dignos de análisis y
estudio. La experiencia de los grupos se acumulaba a través del tiempo y todos
llegaban a las mismas conclusiones y se organizaban todas las facetas de la vida
social en torno a esa actividad fundamental. La vida en su conjunto operó en
función de los creadores y cultivadores de las gramíneas, sobre todo. Al emplear el
concepto de creadores nos estamos refiriendo a los que se especializaban en
Lorenzo, José Luis. Agroecosistemas Prehistóricos, en Chinampas Prehispánicas.
compilador, Carlos Javier Gonzalo, Antología, Serie Arqueología, INAH,p,98
43
56
injertos para producir plantas más nutritivas y resistentes, valorando las
características que tenia cada una de ellas, hasta hacer una síntesis.
Al estudiar la periodización de la historia, López Austin consideró que el preclásico,
de 2500 a 150 y 200 D.C., se había caracterizado por el sedentarismo agrícola y la
cerámica, el cultivo de temporal, el incremento del número de miembros de los
grupos humanos, la concentración de caseríos y aldeas que no rebasan unas 20
chozas, la homogeneidad del grupo, la organización tribal igualitaria, la producción
interna para fines de subsistencia aunque también había intercambio entre las aldeas.
En el preclásico medio, de 1200 A.C., a 4000 se produjeron importantes cambios
tecnológicos sobre todo en la agricultura, con la construcción de represas, canales,
terrazas y otros sistemas de control de agua, variedad de plantas domesticadas,
perfeccionamiento de la cerámica y de la talla de piedra, diferenciación social y
surgimiento de jerarquías por linaje, construcción de grandes plazas y templos. En el
preclásico tardío 400 A.C., a 1500 había una agricultura intensiva, un rápido
incremento de la población, aumento del número y tamaño de los asentamientos,
complicidad socioeconómica creciente, expansión del comercio y establecimiento de
largas rutas mercantiles, gran importancia comercial de la obsidiana.44
Escribió Kirchhoff que "el nivel rnás primitivo conocido en la evolución social muestra
comunidades relativamente pequeñas con una economía recolectora. Las
comunidades, algunas de las cuales están unidas a través de lazos lingüísticos
comunes, costumbres, creencias, constituyendo lo que se llama usualmente una
tribu, son aparentes en todos los lugares un núcleo de parientes cercanos
López Austin, Alfredo. La periodización de la Historia Mesoamericana, Arqueología
Mexicana, 13, 2008, 12 p., p.8
44
57
(parientes, tanto a través de casamiento, como de sangre); a este núcleo le son
atribuidos a menudo parientes más lejanos e individuos no relacionados, que por
una u otra razón dejaron a su comunidad de origen. Sin embargo, en todos lados el
elemento decisivo constituye el grupo de los parientes por sangre o matrimonio. Con
mucha frecuencia, la comunidad consiente solamente de este grupo: una pareja
casada y algunos de sus hijos casados, o usualmente solo de los hijos varones
casados o solamente de las hijas casadas junto con sus esposos y esposas y
sus hijos no casados. Este grupo y toda la comunidad, si es más grande que el
núcleo de parientes, no es de ninguna manera una unidad permanente.
Periódicamente se divide en unidades más pequeñas de composición similar
por la muerte de un miembro importante de la comunidad, por fricciones entre
hermanos, entre los miembros del grupo o simplemente como resultado de la
imposibilidad del grupo de existir más allá de cierto número de persona en una
misma localidad, dado ese estadio de la economía y organización".45 Y por ello
distinguió entre parientes por sangre y parientes por matrimonio, son estrechos los
vínculos entre comunidades, siempre por medio de matrimonios.
La vida social en los grupos humanos preagrícolas supone que la actividad
básica era la recolección de frutos, legumbres y otras plantas silvestres. Para
llevar a cabo esta tarea no se necesitaban utensilios de producción muy
elaborados pues las manos cumplían en realidad estas funciones. En estas
condiciones, este tipo de economía tenía muy pequeñas dimensiones y por lo tanto
45
Kirchhoff, Paul. Los Principios del Sistema Clánico de la Sociedad Humana, 16 p., p.3
58
requería también de grupos humanos muy reducidos que se tenían que mover
constantemente de un sitio a otro, siempre con el peligro de enfrentar a otros
grupos cuando penetraban en territorios hostiles. En esta forma, las condiciones
de operación de los linajes sí operaban pues más bien se trataba de familias
completas o de familias que se mezclaban entre sí. Por esta razón requerían
habitaciones muy pequeñas, en algunos casos, una simple cueva o una
construcción hecha de bajareque, utilizando de materiales deleznables, muchos
vivían en acantilados o en simples chozas y se cambiaban de lugar cuando se
presentaban fenómenos climáticos importantes, como las heladas y las sequías,
prefiriendo siempre los climas moderados, sobre todo en donde hubiese bosques
y pastos la mayor parte de los meses del año.
Por su parte, García y Barcenas definió que el preclásico temprano "las herramientas
de piedra tallada eran relativamente estandarizadas e incluían gran variedad de
puntos de proyectil. En esta etapa se adoptan también el pulido de las piedras y las
herramientas hechas de madera se utilizan, una para el trabajo de la madera (hachas
y anzuelos) y otras para la molienda, sobre todo de semillas. También provienen de
esta etapa los vestigios más antiguos con los que contamos de redes, cestería y
candelarios" Casi también las planta sabían sido domesticadas y hay evidencia y de
la aparición del maíz; estaba el frijol, la calabaza, los guajes, el amaranto, el chile,
el aguacate. Entre los animales apareció el berro, el guajolote, las abejas y los
patos.46
Ubicó alrededor del año 1000 antes de Cristo, Matos Moctezuma, la aparición de la
García Barcenas, Joaquín, Preclásico temprano, 2,500 a 1200, en Arqueología Mexicana,
13, 2008, p
46
59
arquitectura, de los centros ceremoniales planificados, de los aparatos ideológicos y
coercitivos, la regularización de la producción agrícola, la utilización de tierras, el
control de las aguas y surgieron los estratos sociales, todo lo cual implicó un enorme
salto cualitativo. Y en este contexto ubicó a los olmecas en donde el control de la
sociedad "lo ejercen grupos minoritarios de personas, la población debía ser
numerosa, así como la mano de obra que se utilizaba para la realización de
construcciones y disponía de instrumentos de hueso como agujas, punzones y
espátulas, como ocurrió en Cuicuilco Tlapacoya.
Adelantó la hipótesis de que Teotihuacán se había fundado por la existencia en la
zona de muchos manantiales lo cual le permitió a los pueblos que en ella se
asentaran, que dispusieran de agua para sus actividades agrícolas. "En Teotihuacán
es en donde mejor vemos presente una sociedad profundamente estratificada y el
control social que existe. La producción agrícola es el principal medio de subsistencia
si bien creemos que el control militar de otras zonas de Mesoamérica aportó a
Teotihuacán una serie de materias que le son indispensables. Por ejemplo, al
norte estaba la zona de piedras caliza, tan necesarias para la construcción.47
Se puede observar, siguiendo cualquier sistema clasificatorio, que los grupos
humanos evolucionaron de formas de organización social muy simples, a otras más
complejas y diversificadas, pues no es lo mismo, por ejemplo, Cuicuilco que
Teotihuacán. En el primer asentamiento aparecieron formas muy rudimentarias en
la arquitectura, la cerámica y la lítica y en el segundo, registramos avances
notables en todas estas actividades y la aparición de otras funciones del hombre.
47
Matos Moctezuma ,Eduardo. Los Aztecas,, p.1
60
Eso no quiere decir que Teotihuacán sea distinto totalmente a Cuicuilco pues
comparten algunos rasgos generales que son comunes y de que solamente así se
pueden explicar la interconexión de fenómenos y problemas. El primer rasgo que
observamos es el de la densidad de los poblamientos pues en el primer caso se
trata de un grupo humano muy reducido, en el otro se trata de uno muy populoso.
Este cambio sustancial que se produce a través del tiempo pues supone que
Teotihuacán tenía una serie de ventajas materiales y ecológicas que permitieron
un mayor volumen de producción de alimentos, así como la posibilidad de tener un
excedente mayor para poder sostener a un creciente número de personas que se
dedicaban a las actividades del centro ceremonial y a las funciones administrativas.
Con base en un códice antiguo, referente a la migración azteca, para confirmar el
sentido de identidad o permanencia, al este en Colhuacán, los aztecas les
preguntaron a los jefes de las 8 tribus nahuas a dónde iban y les respondieron que
"nosotros los llevaremos y dijeron que está bien, entonces nosotros los vamos a
seguir, afirmaron los aztecas y después recibieron a un dios que se llamó
Huitzilopochtli, se repartieron en 4 divisiones y cada uno de ellos llevaban a cuesta un
bulto que era un dios. En el poblado de Altacuayan inventaron el lanza dardos y la
flecha. Se recuerda que Moctezuma autorizó una expedición para ir en
búsqueda de Aztlán y llamó a un cihuacotl, quien era un anciano muy viejo y le
preguntó qué memoria tenía sobre la historia de las siete cuevas y dónde habían
habitado los antepasados y éste respondió: en un lugar que quiere decir blancura,
hay un gran cerro en medio del agua, en este cerro había bocas y cuevas y con
concavidades en donde habitaron nuestros padres y abuelos, allí gozaban de gran
cantidad de patos, de ciervos marinos, de gallinas de agua, de gallaretas, andaban en
61
canoas y hacían camellones en que sembraban maíz, chile, tomate, bledo y frijoles
y todo género de semillas que comemos y que trajeron de acá". 48 La búsqueda de
Aztlán fue recomendada a hechiceros y así se trasladan al cerro de Cuatepec en
donde encontraron un ambiente natural parecido al descrito.
Santamarina hizo referencia al Circulo del Tepanecoyotl para estudiar los
antecedentes de los tepanecas, afirmando que habían sido presididos por cinco
tlahtoques chichimecas y cuatro de ellos figuraban como predecesores de
Tezozomoc. "En el caso del periodo de hegemonía tecpaneca parece asimismo que
el que Tezozomoc concede a alguno de sus hijos como Tlatoani, a un lugar y le otorga
a este un posición de mayor rango dentro de la organización imperial que a aquellos
en las que se concede un sitio de la dinastía real de Atzcapotzalco: Tezozomoc se
dirigió a señores locales a hijos suyos pero también procuraba heredar tepanecas en
otros lugares mediante el otorgamiento de hijas suyas como esposas de los tlahtoques
locales.
En relación con la población de Amecameca, según datos publicados a este respecto
por O Gorman, en el año de 1519 tenían 946 tributarios, con una población de
3784 y siempre dependió en lo civil de Chalco y de Tlalmanalco. En relación con los
antecedentes, dijo que los indios cultivaban frijoles, calabazas, tunas, gallinas de
Castilla y algunos magueyes, sembrando cada indio 200 brazas de largo y 40 de
ancho. Tenango era la sede de un señorío y reconoció como autoridad superior al
rey de Chalco pero fue conquistado por Huitzilihuitl y luego por Itzcóatl y más tarde
por Moctezuma. En el poblado de Acatzinco los indios siembran 120 brazas de
Krickeber Walter, Mitos y Leyendas Aztecas, Incas, Mayas y Muiscas, FCE, México, 1985,
221 p., p.87
48
62
largo y 38 de ancho y en general los indios "siembran en pedazos, de 100 a 12°
brazos de largo. En el resto de las poblaciones la situación de la propiedad de la
tierra y su explotación era similar. En el oficio de Francisco Pérez relativo al 7 de
noviembre de 1599 se dijo que había "abundancia de aguas y de montes y que
tenían (los indios) muchas tierras en la cabecera".49
Ubicó al posclásico tardío 1200-1521 D.C. como una etapa que se distinguió por el
desarrollo de las técnicas metalúrgicas, con una intensa actividad comercial y un
auge del militarismo. En la metalurgia se trabajaban objetos de oro, plata, cobre,
teniendo como herramientas de trabajo las hachuelas, azadones, manivelas. Se
empleaba la aleación de cobre con estaño, la cual dio lugar al bronce. De este metal
aparecieron una máscara del dios Xipetotec, una hachuela, una coa, una pinza y
un disco laminado y martillado procedente del Occidente de México. Aparecieron
muchos mosaicos de turquesa. Fue un periodo de auge del militarismo.50
También Lombardo admitió que había un "desarrollo desigual" entre los pueblos del
norte y los pueblos del sur, considerando a los del norte como cazadores y
recolectores nómadas, mientras los aztecas y los peruanos "eran de los pueblos
más brillantes del mundo, no obstante que no habían conocido el uso del hierro, de
los animales domésticos y del conocimiento del principio de la rueda".51
Las crónicas confirman que los toltecas tenían un alto grado de desarrollo, si los
comparamos con los chichimecas: era mayor su nivel de desarrollo, por ejemplo, si
los relacionamos con los sioux e iraqueses pues estos pueblos seguían modificando
Autos de la visita y Congregación de Amecameca, 30 de octubre de 1599, Boletín del AGN
Segunda Serie, T. II, Núm. 1,1961
50
Santamarina Novillo, Carlos El “Circulo del Tepanecayol” de Codice Garcia Granados
como fuente para el estudio del Imperio Tepaneca, Universidad Complutense de Madrid,
1999, 17 .p. 23
51
1 Solís, Felipe, Posclásico Tardío, 1200 a 1521, p.64.
49
63
de una manera permanente su sitio de residencia, mientras que los toltecas habían
edificado por lo menos dos asentamientos muy grandes, Teotihuacán y Tula,
haciendo a un lado el debate que existe sobre su existencia histórica, todo parece
indicar que Tula Xicotitlán era, en todo caso, un poblado más pequeño que
Teotihuacán y que más bien los toltecas se habían dispersado por todo el Valle de
México pues no era un pueblo guerrero que conquistara otros señoríos sino los
dominaban por medio de la cultura.
En algunos aspectos estaban más avanzados los otomíes y los zapotecas del
Valle de Oaxaca y más aun los mayas de la Península del Yucatán. Por esta razón,
la afirmación de Lombardo adquiere plena validez pero a la vez confirma que no es
conveniente,que se formulen consideraciones "científicas", explicar las etapas en
que han vivido los pueblos como si fueran categorías omnicomprensivas, porque de
hacerlo, toda la particularidad de la vida de los pueblos se subsumen en esas
categorías de una manera forzosa.52
Sin duda, dijo Matos Moctezuma, la aparición de la agricultura implicó un salto
cualitativo a la historia de las primeras sociedades, pero se incorporaron nuevos
instrumentos de producción, como la coa y el bastón plantador de madera que se
utiliza para la siembra. "La cerámica también se descubre, la cual permite al hombre
crear utensilios y figurillas, en las que plasma, en el caso de este último,
representaciones de mujeres desnudas con marcada exageración de las caderas y
los pechos, seguramente por la importancia que la fertilidad ha cobrado dentro del
52
Lombardo Toledano, Vicente. Mensaje de un Latinoamericano a los Intelectuales del
Mundo, El Popular, 22 de agosto de 1948.
64
grupo y que la lleva a considerar la tierra como madre universal que genera la vida de
las plantas, tan necesarias ahora para la supervivencia de la aldea". Consideró a
estos grupos como sedentarios agrícolas igualitarios.53
Los grandes cambios sociales se producen en la historia de los grupos humanos
mediante la acumulación de avances tecnológicos y sociales y por ello tienen
largos periodos de maduración. En estas condiciones, ha habido pocos cambios
revolucionarios, de fondo, que han modificado estructuras materiales y humanas
desde su raíz. Sin duda, una de esas reformas fue la aparición de la agricultura
primitiva pues los hombres dejaron de andar de errabundos por los montes, las
montañas, las praderas, para asentarse en forma definitiva en un lugar
determinado. En estas condiciones el cultivo de la tierra, que antes era aleatorio o
circunstancial pues los grupos cultivadores apenas levantaban una cosecha, se
trasladaba a otro sitio por lo que se vieron literalmente obligados a incrementar
la productividad.
No solo se desarrollaron y perfeccionaron los instrumentos de producción sino
también el resto de las actividades humanas, como la arquitectura, y los materiales
que se utilizaban en ella, la cerámica, que amplió sus presentaciones y se hizo más
bella y más utilitaria, la fabricación de muchas y variados artefactos de piedra, de
metal y de otros muchos materiales; la escritura, la pintura, el progreso de la
ciencia como la astronomía, la agronomía, la navegación, la biología y la filosofía.
Desde el punto de vista tecnológico se avanzó a la fabricación y uso de la coa de
53
Matos Moctezuma, Eduardo. Los Aztecas,, p.25
65
madera, el plantador con una punta de metal, hasta el ideológico que consideraba
a las tierras como una madre que proveía de todos los alimentos.
Al hablar Clark sobre el Preclásico Tardío de 400 A.C., a 200 D.C., dijo que existían
ya unas 20 ciudades y la población se estabiliza hacia los centros urbanos
practicándose la agricultura intensiva de terraza y de riego, la arquitectura de piedra
se volvió norma1, mientras Conwgill, al referirse al Clásico Temprano, 150 a 600 D.C.,
afirmó que se trataba de una agricultura de subsistencia que se basaba en el maíz
y se completaba con el cultivo del frijol, calabaza y otras plantas domésticas, en
donde surgieron los centros ceremoniales de Teotihuacán y Montalbán y en ella
"abundan los simbolismos bélicos", prevalece el gran comercio; hubo un gran auge de
las labores artesanales, sobre todo a la fabricación de cerámica, herramientas de
obsidiana, trabajos de jade y otros metales preciosos, decoración de textiles y
albañiles, sobresalía la cerámica anaranjada.54
El trabajo debe al lenguaje sus primeras armas, sus razonamientos imprecisos
todavía y su medroso interés por conocer las causas de las fuerzas hostiles que lo
rodeaban. Su inteligencia creció y ya no se detuvo. Saber, indagar, descubrir fueron
su esencia y su móvil, pero como la ignorancia del hombre corría pareja con su
miedo, atribuyó a seres sobrenaturales las causas de los fenómenos y la acción de
los animales que les ponían en peligro constante, obligándolos a pelear o a huir
sin contar con refugio seguro. La inteligencia tuvo un origen humilde. Es un
instrumento pulido en un proceso de centenares de miles de años. Nació en las
sombras y solo puede llegar a la claridad siguiendo el camino del conocimiento de
54
Clark, John, Preclásico Tardío, 400 A.C. A 200 D.C. p.29.
66
lo que se halla fuera del hombre.
La evolución de la inteligencia ha destruido los viejos dioses, los mitos antiguos, los
prejuicios milenarios, a cada descubrimiento que realiza, a cada paso que da el
conocimiento de la verdad, relativo en cada ocasión, pero sólidamente construido,
en la cual otras verdades se agregan en sucesión que jamás se interrumpe. Por eso
el hombre ha venido luchando a lo largo del tiempo contra sus creencias irreales y
fantásticas y le ha costado esfuerzos enormes destruir sus propias invenciones
nacidas del error", afirmó Lombardo55
Destacó en este proceso al trabajo, como aquel mecanismo universal que permite
incidir sobre la naturaleza para someterla, transformarla y extraerle sus frutos, al
grado que definió el ser humano como un Homo creatur, es decir, un hombre que
no solo piensa, inventa, sino que también fabrica objetos, cosas, herramientas,
cada vez más sofisticadas. Al principio, los hombres vivían siempre atemorizados
pues ante cada fenómeno natural, veían la manifestación de un ser divino, ya sea
un enojo o un signo de alegría, según fuera el caso.
En la Tira de la Peregrinación, cada paso del grupo mexica está orientado por un
dios y las decisiones más importantes tienen que tomarse teniendo en cuenta su
consejo e inspiración. El hombre se fue abriendo paso en medio de este universo
deificado y por ello fue investigando las causas de los fenómenos naturales,
tratando de evitar que fueran a ser considerados y tratados como prisioneros de
fuerzas extra naturales, ajenas y sobre impuestas a él, a la manera de un
55
Conwgill, George Clásico Temprano, 150-600 p.36.
67
complemento indispensable, produciendo y fabricando bienes y objetos.
Afirmó Guemes que en el periodo protoagrícola surgen asentamientos de franca
sedentarismo "y del asentamiento constituido por campamentos estacionales se
pasa a la formal de pequeñas aldeas que se mantienen de una economía mixta
basada principalmente en el cultivo y la recolección, la pesca y la cacería. Estos
habitantes sedentarios vivían en chozas construidas con materiales perecederos,
como lodo y bajareque y es probable que en esa época se iniciara la división del
trabajo por sexo”. A este periodo corresponderían los asentamientos de Tlatilco,
Zacatecas y Arbolillo. Después en el Preclásico Medio y el Preclásico Superior se
formaron los pueblos de Atotoc, Xalostoc, Cuatepec, Copilco y Tlapacoya y
persistieron los de Tlatilco, Zacatenco, Arbolillo. En ellos los pueblos se
dedicaban a cultivar mediante la parcela familiar, otras tierras estaban dedicadas a las
casas-habitación y otras tierras a los servicios públicos. En el preclásico superior
estaban los pueblos de Zacatenco, San Cristóbal Ecatepec, Cerro del Tepalcate,
Tepetlanetoc, y Teotihuacán, transformándose las aldeas en villas.56
El hecho de que los grupos humanos se asentaran en forma definitiva en un lugar
determinado y tuvieran como actividad central la agricultura, no excluyó, desde
luego, la realización de las otras funciones, como la caza y la pesca. Menos aun en el
caso de los pueblos del Valle de México en donde por ser una zona lacustre, había
muchos recursos naturales acuáticos y por haber a sus alrededores montañas y
serranías, había mucha fauna. Por lo tanto, la pesca y la caza fueron actividades
que se siguieron realizando en forma permanente y complementaria a la dieta
Lombardo Toledano, Vicente, Homilía por el Pensamiento, Revista Siempre. 17 de agosto
de 1902.
56
68
del maíz, que se convirtió en el principal alimento. Pero ya había una ventaja
considerable: mientras los productos de la caza y de la pesca estaban sujetos a una
serie de fenómenos naturales aleatorios, como la frecuencia de la lluvia o el nivel del
agua de los canales y de los lagos, se tenía asegurada un determinado rango
de producción de maíz y sus déficit, se cubría por medio de los intercambios
comerciales.
Al aparecer las aldeas, que fue el primer paso que produjo la conjunción de varias
familias, surgió la necesidad de que al lado de las zonas de producción comunal,
hubiese parcelas de carácter familiar que permitieran complementar la dieta
alimenticia y se empiezan a dividir las tierras para distintos usos y finalidades, lo
cual originó la formación de villas en donde las aldeas, tienden a unificarse desde el
punto de vista territorial, económico y político, pugnando siempre por evitar al máximo
cualquier forma de dispersión.
El aumento de la población generó un incremento notable de necesidades físicas y
sociales, desde aquellas relacionadas con la alimentación cotidiana hasta las relativas al
gobierno y a la administración pública. Mayores volúmenes de maíz, chile, calabaza,
chía y otros muchos productos más, lo que indujo a ampliar en forma considerable las
superficies de tierra aptas para los cultivos. Marx refiere que en esta etapa está presente
la conquista, es decir, la obtención y ocupación de nuevas tierras a costa y en
detrimento de otros pueblos pues el aumento de la población, afirma, no es una
abstracción sino una realidad objetiva que hay que enfrentar. Para emplear términos
modernos, afirmamos que se tuvieron que ampliar las "fronteras agrícolas" de los
poblados y hacer acopio de inmensas cantidades de materiales para poder construir
69
nuevas casas, edificios de tipo religioso y administrativo y otros. Se requerían grandes
volúmenes de leña y de carbón para satisfacer las necesidades de combustible de estas
zonas y para levantar los techos y las paredes de las casas habitación.
El centro de las poblaciones, es donde generalmente residían los jefes militares y
religiosos, se fue reajustando para dar origen a nuevos focos poblacionales, en donde
se asentaron los hijos y los descendientes de los fundadores de estos establecimientos.
Ya no fue posible un acceso igualitario a las materias primas, como había sucedido en
el pasado remoto, sino ahora había un acceso limitado y controlado por distintos grupos
hidráulicos para la agricultura de chinampas y de riego por canales pero también
propició la aparición de un gran mercado de artículos suntuarios y a la aparición de
especialistas como los albañiles, alfareros y lapidarios. En referencia a Teotihuacán dijo
que "era un núcleo urbano compacto y un anillo se extendido a comunidades satelitales.
El centro del núcleo está formado por la pirámide más importante llamada por los
aztecas Templo del Sol. Los recintos sagrados están rodeados por barrios
habitacionales dispuestos en una formación compacta de cuadro. La distribución indica
un crecimiento urbano conforme a los lineamientos de un plan regulado y no como
resultado de una aglomeración dejada al azar. Calles y plazas estaban pavimentadas
con cemento duro y bajo este piso corrían conductores de drenaje subterráneo,
convertidos a coladeras colocadas en el piso de los patios de las casas. Todas las
casas eran construcciones de mampostería de un piso con azotea. Muros y pisos
estaban recubiertos con un aplomado de cal". Hicieron mención de los estudios que hizo
Millo que incluyeron un mapeo aéreo y un estudio de superficie de unas 800 hectáreas y
los estudios de Sanders que calculan que en suburbios habitaban unos 20 mil
70
individuos.57
Escribió López Austin que:
"Una vez lograda la sedentarización, el ritmo de la historia fue más rápido. Las
aldeas de agricultores crecieron con el desarrollo de las técnicas agrícolas. Después
la complejidad social produjo la concentración de los aldeanos en torno a un centro
ceremonial, sencillo este en un principio, para hacerlos más bellos con el paso del
tiempo. La división social fue encontrándose tanto por la división del trabajo, dentro
de las aldeas, como por lo que parece haber sido el surgimiento de un linaje de
dirigentes.
El intercambio de productos se incrementó entre aldeas distantes y con el
desarrollo y la transmisión de técnicas, la circulación de bienes suntuarios y la
especialización en la producción de las aldeas. No tardó en aparecer el control del
intercambio de bienes, acompañado del predominio de unas aldeas sobre otras y
el surgimiento de los conflictos políticos que desembocaban en la guerra. La
especialización del trabajo y también regional ahora se desarrolla; con ello el
comercio, controlado por los centros más poderosos, establecen redes por toda
Mesoamérica. Los dirigentes dejan de ser simples jefes de un linaje, para formar
aparatos burocráticos que controlaban poblaciones numerosas. Las diferencia
sociales, ahora marcadamente económicas, se profundizan considerablemente,
abriendo una brecha entre dominante y dominado".58
La sedentarización creó condiciones propicias para un desarrollo muy rápido de las
57
58
Armillas, Pedro. El Norte de Mesoamérica, p.179.
López Austin, Alfredo. La Educación de los Antiguos Nahuas, p.34
71
fuerzas productivas debido a que se acumularon mayores volúmenes de
experiencia técnica y de observaciones científicas y fue posible incorporarla a los
procesos productivos y obtener nuevos utensilios, así como adelantos en la
cerámica, la arquitectura y en general, en lo que se llama "las artes mecánicas" que
son aquellas que están relacionadas con la producción material. Los fenómenos de
la observación, de la comprobación empírica, de la experimentación requieren
condiciones mínimas de estabilidad y de permanencia para poder producir sus
frutos y esto no podía lograrse en la etapa nómada. Fue necesario avanzar
hacia el registro de fenómenos naturales, históricos, políticos, fechas, nombres,
datos en general por lo que fue necesario progresar en las distintas formas de
escritura. La pictografía fue una de las modalidades más importantes pues permitía
dibujar muchos de esos fenómenos.
En síntesis, la sedentarización facilitó una mayor y más clara división del trabajo,
por sexos y por edades, por ejemplo, hasta diferenciar grupos humanos cada vez
más especializados. En la dirección de las aldeas y de las villas, se perdió la
unificación del mando en un jefe guerrero y militar, para superar sus funciones
depositándolas en individuos separados, lo que también se refleja en el resto de la
sociedad a favor de un mayor número de oficios y de artesanos.
Debemos constatar la existencia de un importante e histórico progreso tecnológico
que se observa en casi todas las actividades humanas y productivas, desde la
fabricación de artículos de piedra, hasta la elaboración de refinados y bellos
objetos de oro y plata. En síntesis, la sedentarización produjo, propició o facilitó
un gran auge de los niveles de productividad hasta ese momento alcanzandos por
72
el hombre que abandonaba y superaba los grandes progresos a que lo había
conducido la llamada "revolución neolítica". Sin el incremento de la productividad,
concebida desde el punto de vista histórico, es decir, relacionando los
rendimientos que había en una etapa humana con los de otra etapa histórica, no
se puede entender el crecimiento en la producción de alimentos, la introducción de
nuevas técnicas y artes de caza y pesca, la construcción de obras hidráulicas;
así mismo, podemos afirmar en cada actividad humana fue enriquecida de una
manera notable. La experiencia acumulada indicaba que en el pasado, por la
cacería de los grandes animales, se requería el concurso organizado de muchos
individuos, así como para la construcción de grandes edificios y centros
ceremoniales, principios organizativos que siguieron siendo válidos en la etapa
posterior.
Definió Lorenzo "que la etapa de las comunidades sedentarias marca una forma de
vida estable o de sitios permanentes, basada en la agricultura, caza, pesca y
recolección, que indicó la producción de alimentos y una gradual economía
mixta; mismo que produce una autosuficiencia y autonomía, una organización
comunal, poblamiento de aldeas dispersas o concentradas, al inicio de ciertas
artesanías no especializadas, intercambio de productos locales, divulgación de los
patrones agrícolas, incorporación de nuevos artefactos y otros factores de
desarrollo".59 En este contexto, en el periodo agrícola aldeano los grupos agrícolas
y pescadores se vuelven autosuficientes y ahora es común la agricultura de roza, e
incremento de las especies vegetales y el uso de las hachas de piedra para el trabajo
Lorenzo, José Luis y otros. Del Nomadismo a los Centros Ceremoniales, INAH, México,
1975, 318 p., p.13
59
73
de los campos.
La conformación de villas o "ciudades" impulsó la ampliación de la estructura
material de las sociedades, es decir, de los canales, acueductos, diques, campos
de cultivo, zonas boscosas, lagunas pues al unificarse se desarrollo en forma
exponencial su explotación. En la zona lacustre, por ejemplo, se dictaron una
serie de medidas para regular la pesca dado que había un ascenso notable en el
número de demandantes. Se unieron en la práctica pequeñas economías a escala,
para producir unidades productivas mayores que tenían por lo tanto una mayor
productividad. Ya no se trata de "minúsculos mercados" o de mercados
exclusivamente limitados a una ciudad sino a regiones más grandes con un mayor
número de productos y de consumidores; de una villa a otra se podían intercambiar
estos productos, pero esto no significa que la dispersión como fenómeno general
haya concluido históricamente pues todavía muchos grupos humanos quedaron al
margen de estos cambios.
Un primer resultado es la construcción de edificios e instalaciones de grandes
dimensiones, entre ellas las pirámides, que tenían una finalidad ceremonial y de
otras muchas instalaciones que tenían también ese fin y así surgieron las
habitaciones suntuarias y lujosas de los gobernantes y del personal administrativo
del gobierno, así como del resto del personal directivo de los templos y de las
escuelas. Los grupos así unificados habían logrado un apetecible nivel de
autosuficiencia de alimentos o de materias primas o por lo menos esa es su
finalidad esencial y podían vender o entregar mediante el mecanismo de tributos
una parte de su producción a otra ciudad.
74
También Lorenzo indicó que había una "perfecta comunicación" entre los lagos de
Xochimilco-Chalco, el cual drenaba en el de México-Texcoco por un curso de
agua que sería el canal de la Viga y "el requisito previo fue el establecer el sistema
de calzadas y de que mediante el cual y a través de sus compuertas, se regulaba el
sistema de turnarse de excedentes de un lago a otro. Esto era obligatorio debido
a las características climáticas de la cuenca, con una apropiación masiva de
precipitación en unos cuantos meses y un largo tiempo de sequía. Las chinampas
regadas en un determinado nivel de agua en los canales que las circundan ya que
la oscilación de ese nivel no puede sobrepasar unos cuantos centímetros, pues si
se queda demasiado bajo, la capilaridad no es suficiente para humedecer las raíces
de las plantas sembradas y si es demasiado alto produce el efecto contrario, exceso
de agua, tampoco permite el crecimiento, aparte de que se corría el riesgo de
alcanzar los extremos, una total sequía o la inundación".1 Indicó que este control
del agua se obtuvo de una manera completa durante la hegemonía tenochca
calificándo de deficientes los sistemas hidráulicos debido a la falta de
instrumentos metálicos y de los medios, no obstante que se podían movilizar
grandes grupos humanos para construir obras hidráulicas.
La aparición de ciudades estableció una diagramación de lo que sería la zona
fundamental siguiendo a Molina Enríquez que destaca como característica la
de ser productora de cereales, sobre todo de maíz. Se trata de un conjunto de
poblados o de ciudades, intercomunicadas por vías lacustres, es decir, por vías
navegables a través de canales, acequias y diques, en donde las porciones de
tierras son escasas. En los mapas de la época los mayores espacios los ocupan
los depósitos de agua de México, Chalco, Texcoco y otros, lo que hace pensar
75
que se trata de una zona apta para la navegación y la pesca y que la llamada
"frontera agrícola" estaba fuera de esta zona. La pesca fue en estas condiciones
naturales una actividad muy importante y a veces hasta decisiva, colocando la
agricultura en un segundo plano, pero en
la realidad socioeconómica, la
producción de maíz fue central para todos los pueblos, mientras que los productos
derivados de la pesca, fueron su complemento indispensable.
Se aprovecharon los recursos hidráulicos disponibles para establecer o construir
acueductos que permitieron transportar agua dulce hacia las habitaciones, edificios
y "palacios", hacia los campos de siembra y canales y terraplenes para desviar y
canalizar el agua y mantener un equilibrio en la zona, sobre todo para evitar los
efectos destructivos que tenían los desniveles de los lagos de Texcoco y México.
Por su parte, Cervantes, al referirse a los grupos aldeanos de la Cuenca de México,
definió que "en la siembra empleaban el bastón plantador, el cultivo fundamental
era el maíz, después la calabaza, el frijol, el chile; a la vez que la dieta alimenticia
se completaba con los productos de la caza del venado, pato, jabalí, aves de la
pesca, practicada con redes y nasas, lo mismo que con los productos de la
recolección como el aguacate, el maguey, nopal y amaranto y en el aspecto
tecnológico era importante la manufactura de cerámicas "utilizando artefactos y
herramientas de obsidiana y de pedernal con los que fabricaban navajas,
raspadores, perforadoras, martilladores, morteros, metates, morteros que las mujeres
se dedicaban a la preparación de la comida, a la recolección de frutas y semillas, a la
elaboración de cerámica y tejido, mientras que los hombres se dedicaban a la caza,
76
a la pesca y a fabricar instrumentos.60 Señaló que entre los sitios más
representativos de esta etapa estaban El Arbolillo, Tlatilco, Zacatenco y el Valle de
Teotihuacan.
El proceso de transformación a las sociedades aldeanas implicó una serie de
cambios importante, como la división del trabajo por sexos, entre ellos la ubicación
de las mujeres en un nuevo contexto, que se dedicaron sobre todo a labores de
recolección de las cosechas, auxiliando a los hombres. Ahora apareció con mayor
nitidez e importancia su papel como encargada del hogar y del cuidado y la
educación de los hijos. Las labores dedicadas al cultivo de las plantas se hicieron
cada vez más sofisticadas pues se produjeron muchos instrumentos, como
morteros y raspadores, en donde prevalecían las mujeres que se dedicaban a la
preparación de la comida, al tratamiento de las materias primas y al uso de los
artefactos de cerámica que cada vez son en mayor número y variedad. La
cerámica se desarrolla en forma extraordinaria y fue una de las manifestaciones
más objetivas del progreso de las comunidades pues sus productos se utilizaban
para recoger los alimentos y almacenarlos. Los hombres se dedicaban a cultivar las
tierras, a la caza y a la pesca, como lo consignan los diagramas del Códice
Mendocino, mientras que las mujeres están tejiendo.
Después aparecieron los denominados "pueblos teocráticos" que constituyeron
centros ceremoniales, corno los definió Pina Chan, confirmando que eran
agrupamientos de varias aldeas y rancherías en donde había sacerdotes, artesanos,
comerciantes y campesinos que tenían un centro mayor, pero ya también había
Cervantes, María Antonieta. Los Grupos Aldeanos de la Cuenca de México, en Del
Nomadismo a los Centros Ceremoniales, p.107
60
77
"una economía mixta productora de alimentos que exige una máxima explotación
de los diversos ambientes ecológicos; el desarrollo de nuevos sistemas agrícolas
como el terraceado y el riego artificial; el aumento de la población; el
desenvolvimiento de las tecnologías y de las artesanías especializadas; el
comercio e intercambio de experiencias y conocimientos; la difusión de estilos
artísticos, lo mismo que la acumulación de excedentes económicos y su
redistribución en beneficio de la población y de los centros ceremoniales, la
religión institucionalizada; conocimiento del calendario, numeración y escritura
jeroglífica, división del trabajo...". 61 En sus centros ceremoniales estaban
gobernados por señores y sacerdotes, pero continuaban dependiendo de la
agricultura, de la caza, de la pesca y de la recolección.
Piña Chan ha hecho estudios acerca de la composición de los pueblos teocráticos
entendiendo que eran aquellos en donde la estructura fundamental era la existencia
del centro ceremonial que era en donde se realizaban actos de culto para los
dioses, pero no se puede afirmar que eran entidades aisladas sino que había una
serie de aldeas y de rancherías que producían bienes y servicios para ellas, en
las cuales vivían los sacerdotes, artesanos, comerciantes y campesinos. Ningún
centro ceremonial, podría subsistir por sí mismo; necesitaba la aportación material
de los habitantes y trabajadores de esos sitios y se beneficiaban con el tipo de
economía existente. Al leer una serie de descripciones, encontramos que recibían
no solo maíz sino también leña y madera, agua, fruta y servicios personales. En
síntesis, los centros ceremoniales fueron conjuntos o asociaciones de aldeas y
Pina Chan Ramón. Los Pueblos Teocráticos, en Del Nomadismo a los Centros
ceremoniales, p.169
61
78
villas, las cuales fueron el soporte material de las castas guerreras.
También Romero destacó las aportaciones de Othón de Mendizábal para delimitar
la región de Mesoamérica al definir un subsistema de vida por medio de un régimen
alimenticio que separara a los grupos de cazadores y recolectores, de los grupos
agricultores, colocando el río Sinaloa como la frontera de este estado. Después
Kroeber precisó la frontera sur que estaría ente Panamá y Nicaragua. Al descubrirse
esta zona se tomaron en cuenta cierto elementos tales como elemento cultivados
exclusivos, elementos culturales comunes del área y de otras ingerencias y
elementos culturales que sobresalen por su ausencia en el área y después Kirchhoff
"privilegió como elemento indicador de cultura la actividad agrícola; su
alimentación se asociaría, a u vez, con la tecnología y con alguno elementos
materiales de la cultura "y al considerar otro factor común, la lengua, precisando que
las familias mayas, zoques, totonacas, cuzcatlecas, radicaban desde hacía mucho
tiempo en este territorio y por lo tanto sus habitantes tuvieron una historia común.
Concedió una gran importancia a los trabajos de Pedro Armillas, influido por las ideas
de Childe sobre los sistemas de cultivo en la región, enfatizándose no tanto en los
rasgos comunes sino en la presencia de una estructura social y de una clase
dominante.
Al definirse el concepto Mesoamérica, sobre todo por Kirchhoff, los grupos
recolectores aparecieron como grupos atrasados históricamente hablando, que
estaban ubicados en el norte, mientras que el resto de la región había poblados que
tenían
una
serie
de
rasgos
comunes.
Se
concluye
que
los
pueblos
mesoamericanos tenían el mismo grado de desarrollo general, es decir,
disponían de un conjunto de fuerzas productivas que les eran afines, siendo la
79
agricultura su actividad esencial; una misma cosmovisión general del mundo, de la
vida y de la sociedad, una similar estructura de la tenencia de la tierra y una forma
de gobierno muy parecida. La región estaba intercomunicada con una gran
intensidad y variedad de formas, utilizando las vías acuáticas y las terrestres,
destacándose las terrestres de larga distancia que permitían conectar pueblos del
Valle de México con otros de la zona maya. Sedentarización equivale a civilización,
mientras que nomadismo significa un paso atrás en la historia humana de los
pueblos.
En la Memoria se enfatizó en las actividades lacustres o acuíferas como la
construcción de diques o canales, sembraduras y chinampas, que edificaron los
mexicas en su lago transcurrían desde el mítico Aztlán hasta el Valle de México lo
que indica que ejercían y dominaban varias técnicas constructivas. En
Chapultepec, por ejemplo, en donde se establecían, estando bajo el dominio
tecnpaneca, abundaban los manantiales, en Mexicaltzingo encontraron un "ojo de
agua hermosísimo". Para obtener tierras y espacios para su construcción utilizan la
desecación de porciones del lago y la construcción de las primeras chinampas pero
necesitaban madera para estacar por lo que optaron por utilizar el truque en
productos de la laguna por madera. "Las chinampas no las hicieron con el fin de
cultivarlas; los agricultores no entraban de antemano en los planes de los mexicas y
además el liquido semi salobre que lo rodeaba no era el más apropiado para ello.
Con la madera estaban, con las piedras robustecían los cimientos y con tierra y
césped rellenaban lo cercado convirtiendo así el agua en tierra firme. Se
extienden de tal manera que los pequeños islotillos que había alrededor fueron
80
quedando incorporados a la isla mayor".62
La desecación de la zona lacustre reflejó la necesidad imperiosa que tenían los
pueblos asentados en ellos de obtener mayores superficies de cultivo siendo la
construcción de chinampas una de esas modalidades la cual tuvo un alto desarrollo
en Chalco, Xochimilco, los cual permitió extender las superficies agrícolas para
evitar que los alimentos se importaran desde sitios muy lejanos, tratando de
disminuir los costos de la vida de la comunidad. Se otorgó una gran importancia a la
extracción de madera para la construcción de habitaciones, en el contexto de una
política de poblamientos que no fue deliberada ni consiente sino que busca el
autoabastecimiento de las villas y de los centros urbanos.
Los jefes buscaron tener una "economía rentable", basada en la autosuficiencia
de los recursos naturales y alimenticios, es decir, a su lado se erigieron campos
de cultivo o zonas de sembradíos que permitieron abastecer el "mercado interno"
de esas localidades. No conocemos ningún plan de autosuficiencia para toda la
región lacustre, lo que permite concluir que sus dirigentes no tenían la noción
de pertenencia a una colectividad general, ni menos había un concepto de
nación y no había nociones abstractas de propiedad. La construcción de
chinampas no buscaba la colectivización de las tierras sino la ampliación
particular de tierras, lo que supone la existencia de la idea de ocupación y de
posesión.
Memoria de las obras del drenaje profundo en el Distrito Federal, 4 Vols., México, 1973, T.
II, p.28
62
81
En las láminas I a II de la Tira de la Peregrinación, según la explicación de
Kingsbourogh, se afirmó que desde luego no hay precisión del sitio denominado
Aztlán, que significa literalmente lugar de la blancura, pero que también se había
traducido como lugar de las garzas. En este estudio se afirmó que puede tratarse de
la isla de Mexcaltitlán, ubicado en el estado de Nayarit, o Mexcala, en Chápala. "Se
encontraron 8 familias, representadas por un individuo sentado". Pero ya en las
láminas III y IV no se habla de familias sino de cuatro barrios con sus respectivos
guiadores y se efectúan una serie de sacrificios humanos en honor a Huitzilopochtli,
que les dio el arco, la flecha y la red "para poner las piezas labradas, instituirlos
como cazadores, dándoles a la vez el nombre de mexicas en lugar de aztecas..."63.
En las láminas de Kingsbourog se puede determinar que fueron 8 grupos los que
salieron de Aztlán pues a cada grupo correspondía una cueva pero lo que
realmente importa es la existencia de 4 barrios que bien podrían ser gens o linajes
los cuales se transformaron en calpullis, que a su vez correspondieron a los 4
barrios en que se dividió México - Tenochtitlán. Desde el punto de vista
antropológico y por la representación de los glifos registrados, los mexicas eran
cazadores que básicamente se dedicaban a la recolección de frutos pues tenían
como símbolo el arco, la flecha y la red. Esa condición social era la de un pueblo
sometido o subyugado por un grupo más poderoso. Si Aztlán era un lugar lacustre o
una isla, entonces podemos concluir que, además, se dedicaban a la pesca, pero en
los glifos no se hace alusión a la realización de actividades agrícolas, indicando con
ello que era un grupo humano pobre que habitaba en un lugar "en donde no había
63
Kingsbourogh. Antigüedades de México, Tira de la Peregrinación. Vol. 2, p.18.
82
abundancia de recursos naturales" lo que dibujarían un sitio árido o semiárido del
norte.
Es muy importante el contenido de las láminas V y VI de la Tira de la Peregrinación
pues, en otros datos, apareció la presencia de los mexicas en un lugar conocido
como Coatepec, en donde por primera vez se realizó la ceremonia del fuego nuevo.
"El guiador les enseñó que con los palos se produce el fuego..."1 Pero además en ese
lugar hicieron una presa para contener las aguas de un río y encontraron un lago en
donde había una abundante pesca. Se trata de Tula la cual comenzó a poblarse
pero a tal grado fue insuficiente la variedad de sus recursos naturales que pronto
la abandonaron y se marcharon a otras poblaciones. En Xaltocan había una
pequeña isla en donde sembraron maíz, cuautli, fríjol, calabaza, chilchotl y
construyeron las primeras chinampas y después pasaron a Tultepec, que estaba en la
margen occidental de Texcoco.
Las siguientes láminas reiteraron la lucha permanente por mantener una adhesión
plena a los dictados que les hacía Huitzilopochtli, quien los guiaba desde el punto
de vista espiritual y les enseñaba a realizar toda clase de esfuerzos y de
sacrificios. Iban presididos por la idea medular de que "nada permanece, todo se
transforma" al realizar la ceremonia del fuego nuevo en que se destruye todo el
pasado por viejo y caduco para dar origen a todo lo bueno; en cada sitio o territorio
había que empezar y acabar, acabar y empezar pero en realidad estaban
asimilando experiencias teóricas y prácticas de los pueblos que encontraban a su
paso, aprendiendo también de todos los esfuerzos que hicieron para la
transformación de la naturaleza.
83
El agua aparece como un elemento constante, tanto como obstáculo, para su
desarrollo y definitivo asentamiento como para su superación y por lo tanto, se
presenta en forma regular la realización de obras hidráulicas, con el fin de convertir
el agua en factor de progreso. Aparecieron registrados los primeros alimentos y el
proceso mediante el cual se va incrementando y mejorando esta dieta a veces de
productos lacustres y los primeros métodos de cultivo que permitían quitar agua a
las lagunas, aprisionarla y convertirla en tierra.
"Y así el primero que salió fue el género de los xochimilcas, luego siguió el de los
chalcas, luego el de los tecpanecas, luego el de los culhuas y tras de ellos los de
Tláhuac y las tribus tlaxcaltecas quedándose allá el mexicano según ellos dicen, por
ordenación divina. El de Xochimilco, como primero en su llegada, después de
haber rodeado todo el circuito de la laguna grande, pareciéndolo con un buen sitio y
apacible el que ahora posee, se asienta en él y torno lo que le fue menester
"afirmando que la generación xochimilcas habían llegado hasta Cuitláhuac,
Mizquic y Culhuacán. Los segundos pues llegaron, ni mucho después, fueron los de
la parcialidad y generación chalca, la cual en su llegado se junta con la de Xochimilco
y partió términos con el quieto y pacificante. Tomó por cabecera y principal asiento a
Tlalmanalco y de allí se dividieron los principales y grandes de aquella generación a
vivir en los lugares o cabeceras que tienen la dicha provincia".64 Al llegar estos
seis grupos chichimecas, que eran cazadores y que vivían en condiciones casi
salvajes pues no, estaban vestidos, dormían en los montes pero también grupos
que venían de Tlaxcala, Cholula y Huexotzingo, los cuales se mezclaron con los
chichimecas, los cuales poco a poco se fueron "civilizando".
64
Duran, Diego. Historia de los Indios de Nueva España e Islas de la Tierra Firme,.p.45
84
Esta descripción de Durán permite concluir que los siete grupos humanos que
en distintos momentos históricos llegaron al Valle de México tenían un origen
común, procedía del mismo linaje y por lo tanto estaban unidos por lazos de
parentesco y por ello sustentaban una idéntica concepción filosófica fundamental
del mundo, la vida, la religión y por ello mismo compartían una serie de valores
y adoraban a los mismos dioses. Había que preguntarnos si cada uno de esos
grupos era un calpulli o estaba compuesto por calpullis o estos aparecieron
cuando ya se encontraban en el Valle de México, merced a la influencia de los
toltecas. Por ello en estas condiciones y con tantos lazos comunes de por medio,
debieron encontrarse o reencontrarse con sus consanguíneos, pero el trato que
recibieron no fue el de tales.
Ya estaban poblados Xochimilco, Chalco, Mixquic, Culhuacán, Cuitlahuac y
Tlalmanalco con una fuerte influencia mexica pero que al fusionarse o
encontrarse con otros pueblos, en realidad ya eran grupos distintos a los que
habían salido de Aztlán. En un periodo de 200 años, desde que salió el primer
grupo humano, hasta que salió el último de aquel lugar mítico ya se habían
producido una hibridación social y cultural que hizo que a los mexicas no les
reconocieran los lazos de parentesco que tenían con ellos.
El Códice Azcatillán apareció como punto de partida de la peregrinación, de Aztlán a
México, un sitio que está rodeado de agua y los hombres visten de saco y de maxtlatl
o de taparrabo. Junto con los templos se ven los jeroglíficos de cuatro señores que
aparentemente representan cuatro barrios. Estos cuatro personajes están
acompañados de cuatro casas, que se repiten varias veces en la escena y se
85
leyeron los nombres de los grupos que partieron en la peregrinación:
Maltazincas, Tecpanecas, Malinalcas, Cuillahuaca, Xochimilcas, Chalcas y
Huezotzincas y debajo de ellos están los nombres de sus respectivos jefes".65
Por los glifos de este códice se puede concluir pues, Aztlán era una isla y no una
parte de tierra firme y por lo tanto los mexicas ya tenían una sólida formación o
experiencia lacustre, entre ellos, ser buenos navegantes y conocer las políticas de
regulación y control de aguas, experiencia que había hasta ese momento histórico;
estaba dominado por un grupo que les era superior desde el punto de vista
tecnológico y social y por ello tienen una vestimenta particular; había cuatro jefes,
cuatro casas, que correspondían a la organización básica existente en Aztlán y que
por los nombres específicos estaban unidos por un gentilicio, es decir, era una gens,
tal como la definió Morgan.
En la Historia se hizo alusión a un hecho muy revelador: en los primeros tiempos los
mexicas andaban desnudos, "apenas vestidos con hierbas dando a entender que
cuando vinieron a México vestían tales vestidos y comían de lo que pescaban y
pasaron grandes trabajos", que durante 40 años "no habían tenido señor", que el
primero de ellos había sido Acamapichtli, quien había vivido 20 años. Señaló que
"en los primeros tiempos" se castigaba con la esclavitud al que se robaba
mazorcas de maíz, se castigaba la borrachera. En cuanto a las leyes vigentes "si el
hijo del principal salía tahúr y vende lo que se puede tener o alguna suerte de tierra,
moría por ello secretamente ahogado y si era macehual pechero era esclavo,
alguno tomaba los magueyes para hacer miel pagaba con las mantas que los jueces
Códice Azcatillán, introducción de Michel Graulich, Comentarios de Robert Barlow,
Traducción al Español de Leonardo López Lujan, Biblioteque Nationale de France, 1995,143
p.,
65
86
mandan y si no los tienen son esclavos. Quien pida alguna manta prestada y no la
paga es esclavo. Si hurta alguna red de pescar, pagaba con manta y si no la tiene es
esclavo. Si alguno hurta alguna canoa o barco en que ellos andan, paga tantas mantas cuanto vale la
canoa y si no las tiene es esclavo. El que hurtaba algo de los tianguis, lo mataban a
pedradas, el que asaltaba en el camino también era apedreado, el que hurtaba
mazorcas de maíz moría por ello.66
Olmos demuestró que el grupo mexica no era un pueblo excepcional en la
historia de los pueblos del mundo y que se las mismas pautas generales de
desarrollo que las de los demás pueblos, por lo que las explicaciones místicas o
religiosas en realidad solo tienen un valor literario. Es decir, se trata de un grupo
humano que evolucionó desde condiciones de atraso tecnológico, social y cultural,
a otros niveles de desarrollo, hasta su culminación en el periodo de Moctezuma.
Este progreso lo observamos en las láminas de la Tira de la Peregrinación; en las
primeras pictografías aparecen pobremente vestidos y en la segunda se
presentan lujosamente ataviados y armados con pertrechos de guerra
"avanzados", lo que ratifica la idea de que habían pasado por distintas fases,
conviviendo y mezclándose con los chichimecas, los toltecas y otros grupos,
acumulando experiencias teóricas y prácticas.
La tradición que se expresa como modesta en los campos de la actividad humana
también se van ampliando y enriqueciendo, en la medida en que se mezclan con
otros grupos humanos y comparten sus formas de uso, sus creencias y mitos. El
Olmos Andrés, Historia de los Mexicanos por sus pinturas, en Historia de los Antiguos
Nahuas, p. 90
66
87
grado de desarrollo material y cultural de un pueblo no se adquiere en forma súbita
o espontánea, mucho menos por la gracia de una divinidad o por los méritos de un
dirigente, sino es el resultado de la acumulación de muchos factores y requisitos
que confluyeron en el Valle de México.
"Fueron los toltecas gente crecida de cuerpo y dispuestos, andaban vestidos
de unas túnicas largas y blancas. Eran poco guerreros y más dados al arte de
labrar piedras que a otra arte alguna. El modo de su destrucción, perdición y
acabamiento fue que habían sido perseguidos y oprimidos de un cierto rey y
reyes por tiempo de más de 500 años, pareciéndoles que aquella persecución
procedía de tener renegados a sus dioses, se determina de hacer una junta
general de todos los sacerdotes, príncipes y señores, de cuenta que había en el
reino en un lugar llamado Teotihuacán que cae ahora 6 leguas de la ciudad de
México para hacer fiesta a sus dioses con intento de agradarlos y desenojarlos del
gran enojo que contra ellos tenía" y que después se habían desatado una matanza
entre ellos".67
Torquemada reafirmó la existencia de una relación hostil entre los chichimecas
y los toltecas. En efecto, algunos cronistas refieren el carácter "atrasado" de los
primeros, frente al carácter "progresivo" de los segundos, según los parámetros de la
época que sitúan a los chichimecas como grupos humanos que seguían viviendo
en la etapa del nomadismo, mientras que los toltecas estaban ya en el
sedentarismo, es decir, se asentaban por largas etapas en una determinada región
o zona y edifican varios centros urbanos de gran significación económica y social,
Teotihuacán y Tula. ¿Quiénes predominaron en esta mezcla étnica, social y
67
Torquemada, Juan, Los Toltecas, en Fuentes e Interpretaciones, p.109.
88
económica? Aquellos grupos humanos que tenían un mayor desarrollo de sus
fuerzas productivas, que tenían instrumentos de piedra más variados y sofisticados y
que habían pasado a construir "ciudades" que implicaban una diferenciación mayor
en sus relaciones de producción, precisamente porque necesitaban para satisfacer
crecientes demandas sociales de mayores volúmenes de alimentos, materias primas
y otros bienes. Estos fueron los toltecas.
Chimalpain describió como durante la peregrinación de Aztlán a la ribera de
Tenochtitlan, los Mixtlin cambiaron de dirigente o guía principal hasta sumar 7 así
como todas las poblaciones que fundaron o ven las que vivieron, sus
vinculaciones con los remanentes de los toltecas, de los chichimecas. Por
ejemplo, los acoxotecas fundaron Chalco "en un lugar en donde hay un gran
espejo de agua pues Chalco quiere decir "gente de las orillas del agua" pero
mientras tanto ya habían muerto muchos ancianos chichimecas; y refiere por
ejemplo que los macehuales de los acxotecas fundaron Xico. Para él, los primeros
que llegaron a "estas tierras" eran los Olmecas xicalancas que venían buscando el
paraíso terrenal, las ciudades tenochcas y "muchos vinieron a reunirse, a merecer
tierras, eran individuos muy grandes y conocedores, muy experimentados,
además de ser dinámicos. 68
Se produjo un procesos de secularización del mando supremo de los mexicas pues
primero estuvieron dirigidos por un jefe religioso, Tenoch, y después por un jefe
político, Mixtin, diferenciación que es natural en casi todos los grupos humanos. En
un principio está concentrado el poder en una sola persona que tiene la
Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo Francisco de San Antonio Muñoz, Memorial
Breve Acerca de la Fundación de la ciudad de Culhuacán, p.133
68
89
característica de un dios o de un semidiós. Si le asignan funciones mesiánicas, de
conducción y de salvación y por ello los juicios y opiniones son inapelables. Es el
representante de la deidad principal en la tierra, en el seno del grupo humano.
Esto ha generado confusiones entre los dioses propiamente dichos y los jefes
políticos que llevan incluso el mismo nombre, como fue el caso de Quetzalcóatl. El
carácter voluntarista y absoluto de las determinaciones del dirigente religioso o
divino o con tintes de divinidad tropieza con muchas dificultades al resolver los
problemas que planteaban los asentamientos humanos que se describen en la
Tira de la Peregrinación.
Esta dificultad solo podía ser resuelta por un jefe político o mejor aún, por un
Consejo de Jefes, que deliberaba a cerca de los retos planteados y
propusieron las soluciones más adecuada, más aun en un contexto de aguda
competencia con grupos que ya estaban definitivamente instalados, como los
chalquenses, en una competencia permanente con los grupos que tenían un mayor
desarrollo, como los acolhuas o como los chichimecas.
Torquemada refirió que grupos toltecas habían permanecido en las riberas del Valle
de México y que al entrar en contacto estos con los chichimecas estos habían
aprendido a cultivar el maíz y el algodón, el cual se cultivaba en tierra caliente.
"Los señores reyes tenían bosques de conejos y venados donde tenían la carne
segura y los plebeyos y macehuales los buscaban y cazaban por la compra y con
ello se sustentaban y mantenían, sin otro genero de sustento que hubiese e
90
costarles trabajo de sembrarlo, por no haberse criado con el uso de ello". 69
Recordó que Xiutlato, cacique de Cuatepec había guardado unos granos de maíz
"los cuales fueron sembrados y como iban desapareciendo y multiplicaban, iban
departiendo para los de su nación y casta y de esta suerte volvía acrecer y
multiplicarse esta plante y a cundir por toda la tierra. Que el algodón se cultivaba
en tierras calientes pero que los chichimecas habían sembrado en regiones
húmedas y así muchos árboles quedan conservados.
Tanto el maíz como el algodón cumplieron funciones civilizatorias, pues permitieron
satisfacer dos necesidades básicas: por un lado, la alimentación y por el otro el
vestido, que son propias de grupos que ya se encuentran en la etapa sedentaria
y que para cubrir sus demandas requieren grandes cantidades de alimentos
que solo una semilla híbrida, muy resistente a las plagas y a las variaciones de
temperatura pueden tener, también de mantas, huípiles, maxatl y otras muchas
variedades que están descritas en el Códice Mendocino. El maíz, que tiene un alto
desarrollo en la zona de Tehuacán, pronto se extiende a toda la región que
después se conocería como Mesoaméríca y la economía de subsistencia de los
grupos humanos va a descansar en su consumo masivo.
El maíz está ya presente en algunos elementos mitológicos como si fuera un
elemento indispensable para la vida de las personas. En cuanto al algodón se
refiere, inicialmente fue cultivado en tierras calientes, desde donde se traían
grandes cantidades, hasta la región del Valle de México, en donde cumplía una
función fundamental entre los hombres. En las láminas y en los jeroglíficos
69
Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, p.41
91
encontramos métodos muy simples o sencillos, como los taparrabos en los
hombres y los huipiles en las mujeres, hasta los más lujos y complicados de los
jefes religiosos y de los dignatarios políticos. En cada grupo humano se requerían
grandes cantidades de algodón para dotar de materias primas a las recuas
primitivas que se instalaron.
Describió López Luján las características de las Cuencas del Valle de México
durante la época mexica, indicando que primeramente había estado habitada por
grupos cazadores y recolectores que vivían en asentamientos semisedentarios, que
se dedicaban a la agricultura y se concentraban en aldeas como El Arbolillo,
Ticomán, Cuicuilco, Tlapacoyan y siglos más tarde aparecen Teotihuacán, Tula,
Atzcapotzalco y Texcoco. Los grupos cazadores y recolectores disponían
básicamente de instrumentos de piedra y usaban el arco y la flecha; en esas
condiciones tenían un nivel de consumo basado en el principio de la
subsistencia sin tener la posibilidad de constituir algún excedente: sus
construcciones eran muy precarias y simples, como lo confirman la construcción de
la pirámide de Cuicuilco, que está hecha de lodo y piedra; su organización social
se basaba en la existencia de jefes religiosos y políticos que ejercían una autoridad
directa en cada pueblo y que no tenían un alcance regional.
Al describir Corona Sánchez, la región acolhua dijo que: "hubo un asentamiento de
grupos recolectores-cazadores, chichimecas y en dos siglos son asimilados por los
chalcas,
collhua,
mexica
y
tecpaneca
desarrollándose
un
estado
con
características militaristas expansionistas, que logró dominar un mayor territorio
consolidando un línea de tradición chichimeca y una compleja organización
administrativa representada por los diferentes grupos étnicos que la integran en
92
base a relaciones tributarias."En relación con los recursos naturales disponibles
en la zona lacustre, eran pescadillos pequeños, ranas y camaroncillos, gusanos,
lombrices, que los macehuales se dedicaban a la caza de patos y otras aves de
volatería que se atrapaban con redes. En materia social describió la existencia de
un altepetl "que era un conjunto de estancias y de barrios, dejando a un lado
sistemas agrícolas de terrazas, irrigadas, construidas por el estado con mano de
obra tributaria de otras provincias..."70. Otro recurso compartido fue la leña que tenía
una función doméstica.
La región acolhua o texcocana estaba integrada por distintos grupos étnicos, entre
ellos otomíes y chichimecas y habían logrado un importante grado de desarrollo
mediante la combinación de distintos tipos de agricultura: la de terracería que se
daba en las montañas o cerros, la de chinampera en la región lacustre y la que se
daba en el centro en base a obras de irrigación. En la primera etapa florecieron los
calpullis, los cuales fueron integrados por Netzahualcóyotl quien consolidó una
elección de intereses aparentemente contrapuesta bajo una sola administración
política central que residía en Texcoco pero que poblaciones importantes como
Huexutla y Tepetlaoxtoc habían respetado.
Una vez que el régimen de los calpullis se debilitó aparecieron los barrios, los
cuales se beneficiaron de la importante red hidráulica con la cual lograron
consolidar importantes posiciones de orden económico. No obstante la fortaleza
de los pueblos y de los barrios, sus tecuthtli siguieron respetando la autoridad del
Corona Sánchez, Eduardo. El Recurso Lacustre en la Formación Acolhua, Boletín de la
Escuela de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Yucatán, Vol.9, número 55,1982.
70
93
grupo gobernante que residía en Texcoco. Precisamente la diversidad de
subregiones, las montañas, las riberas de los lagos, la zona central, le permitió tener
un desarrollo económico solo equiparable al de Tenochtitlán.
Al llegar al punto conocido por Tenochtitlán, los mexicas construyeron unos pobres y
pequeñas chozas rodeadas de carrizo y espadañas, que ellos llamaban xacalli en
otras provincias, bahareques. En las cuales pasaban una vida estrecha y
pobremente por ser el lugar muy pobre y desamparado como gente pobre y
desamparada y de todos los pobladores de la tierra firme, comían raíces de til, y
otras yerbas que en el sitio y alrededores se criaban. Pero como la necesidad es
madre de toda invención e industria, enséñenles modo de pescar, haciendo
redecillas y otras invenciones de hierbas con que pudiesen sacar el pescado, que en
esta laguna donde se criaban. Y así comienza la pesca en esta laguna que hasta
ese dicho linaje no sabía de los otros moradores de la tierra. Y como le había
sucedido bien y tenía ya manera de poderse mejor sustentar fueron continuando
la pesca de la cual tuvieron noticia los comarcanos de la tierra. Cuéntese que el
oro a pescado que comían los mexicanos llegaba a las narices de la gente
comarcana y que envidiosos de ello los quisieron desposeer del lugar y que nunca
se atrevieron, teniendo el valor mexicano y recelado parecer en las aguas que eran
hondas y muy llenas de carrizos y espadañas", dijo Torquemada. 71
Los jeroglíficos y la pictografía muestran la existencia de casas habitaciones
hechas de materiales que tomaban precisamente de los lagos, como lodo, carrizo,
el cual era fácilmente apisonado por ser materiales muy blandos. Estas habitaciones
son tan precarias como otras que encontramos en los sitios anteriores a
71
Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, p.65
94
Tenochtitlán y por ello se trataba de habitaciones lacustres, que correspondían y
no podían ser de otra manera a la naturaleza del medio físico en que se
desarrollaba. Disponían de cantidades muy pequeñas de piedras y de madera
porque tenían que traerla de sitios más lejanos, con grandes costos sociales.
Piedras y madera eran esenciales para construir viviendas y edificios de mayor
consistencia y perdurabilidad y eran necesarios para construir monumentos y
pirámides, templos de gran importancia religiosa y social. Al ver aquellas casas
de materiales tan deleznables, se constata un grado de desarrollo menor de los
mexicas. En esas condiciones naturales y sociales y ante el escaso progreso
de la agricultura en sus diferentes modalidades, la pesca resulta ser una actividad
esencial para cubrir la dieta alimenticia y para ellos se inventaron distintos
utensilios y sistemas para atrapar grandes cantidades de peces.
También Chávez Orozco, basándose precisamente en los textos de Ixtlilxóchitl
concluyó que los chichimecas "tenían una condición social completamente
primitiva; al llegar a los lugares en donde tuvo asiento la primera etapa de la cultura
nahua, en vez de refugiarse en los centros poblados, huían de ellos para ir a habitar a
las cuevas de los montes. Sus costumbres trogloditas les impedían el ejercicio de la
agricultura y vivía de la caza y de los productos espontáneos de la naturaleza.
Andaban casi desnudos, traían el cabello largo hasta la espalda y cortado por
delante, sus armas eran el arco y la flecha. A la primera caza que tomaban le
cortaban la cabeza mostrando al sol, en signo de sacrificio, las mujeres usaban
huipiles" y aunque señaló que se habían presentado conflictos violentos con los otros
grupos humanos, en las crónicas oficiales no se mencionan, pero que Xilotl, su
95
caudillo "siempre procuró que la violencia no fuera el instrumento para ejercer su
dominio" pero poco a poco fueron "substrayéndose de las costumbres bárbaras y
montaraces, confundiéndolos otros sedentarios e industriosos" concluyendo que los
grupos políticamente más desarrollados terminan por imponerse en los más débiles.
72
Las pictografías de la Tira de la Peregrinación y otros códices presentaron a los
mexicas en una forma muy distinta a los chichimecas, indicando con ello que tenían
una notable superioridad tecnológica y social. Una opinión derivada de estas
observaciones permite concluir que los chichimecas se encontraban en la etapa del
nomadismo pues no habían logrado constituir asentamientos humanos importantes y
con mucha frecuencia cambiaban de sitio de residencia; se afirma que vivían en las
cuevas por lo que se dedicaban sobre todo a la caza. Se infiere que los chichimecas no
habitaban las zonas lacustres pues no hay alusiones a las actividades pesqueras por
lo que se piensa que habitaban lugares fuera del Valle, en el Altiplano o más allá de
esta región. Todo grupo nómada tiene necesariamente que experimentar un proceso de
adaptación para vivir en comunidades estables, que asegure la permanencia de la
reproducción social en condiciones más o menos seguras. Tal fue el caso de los
chichimecas que sufrieron un proceso de aculturación, al establecer relaciones sociales
con otros pueblos de la región.
Durante la etapa de influencia de los chichimecas que se mezclaron con los restos de
los pueblos toltecas, Guemes precisó que se habían efectuado una donación de
72
Chávez Orozco, Luis. Las Tradiciones Chichimecas, Excélsior, 6 de junio de 1932.
96
tierras a través de las cuales se exigía el pago de tributo por lo que lo más importante
era el usufructo de las tierras y que ya "existe una forma particular de la tierra" la de
los señores, inició de donaciones de tierras como premio por acciones guerreras.
Además, ubicó una milpa por cada jefe de familia, una cierta cantidad de terrenos
adjudicados a los señores y de cada señorío o cabecera.73
Sin una precisión sobre la tenencia de la tierra por parte de los chichimecas, sin
una organización social estable, la fusión con los toltecas les permite avanzar como
pueblo nuevo hacia los nuevos derroteros de la historia. Los toltecas tenían un
grado superior, la organización gentilicia, la formación de calpullis y el
establecimiento de nuevas formas de propiedad comunal, de organización colectiva
en la que predominan estos últimos sobre los primeros. En el grupo tolteca existían
señores que poseían tierras, si bien la forma predominante era la
forma
comunitaria, mientras que los chichimecas no habían desarrollado ninguna
institución sólida. Todos los pueblos sometidos tanto por los chichimecas como por
los toltecas, separados entre sí o ya como producto de una fusión, establecieron
un mecanismo de sujeción que se fue generalizado: el vasallaje de los pueblos
sometidos, que se manifestaba por medio de la tributación de bienes, mercancías
y servicios, lo que permitió establecer un cierto orden en el Valle entre los pueblos
vencedores y pueblos sometidos.
Entre los chichimecas aparecieron las formas de propiedad de la milpa familiar que
permitía que una vez cultivada y explotada, se abandonara para pasar a otra pues
el grupo humano se movía de una manera constante. En estas condiciones de
Guemes Herrera, Lina Oldea: “Fundacion de pueblos y tenencia de la tierra en la región
del valle de Mexico en la época prehispánica,, p. 91
73
97
errabundez, no podían aparecer ni fortalecerse formas de propiedad particular ni
había una preocupación ideológica por ellas.
Al referirse a la tierra de los chichimecas, Herrera dijo que tenía poblaciones muy
pequeñas y labraban poco las tierras, que habían echado de esta tierra a los otomíes
que "eran grandes labradores y los hicieron retirar hacía México, no tiene ningún
género de templo, ni sacerdote, ni ley ni humana policía, cásense con los parientes
más cercanos pero no con los hermanos, todos son sucios, de buen cuerpo, y
como siempre andan por cueros y suelen ser ligeros pero como son holgazanes
fácilmente se cansan con cualquier trabajo; salían a los caminos a que les diesen de
comer y alguna ropilla pero después se comienzan a abrir, a desvergonzar,
declarándose por enemigo y aunque recibían la paz se volvían a levantar pues son
de ligera inclinación y sumamente inconstantes", todo lo cual explicaría la guerra que
los castellanos habían desatado en contra de ellos.74
Una vez terminado el proceso de fusión tolteca - chichimeca que dio origen al
pueblo mexica, nuevos diferentes, cualitativamente superior a los dos anteriores,
quedaron grupos humanos que estuvieron al margen de dicho proceso y por lo
tanto también al margen de este proceso civilizatorio que se siguieron denominando
chichimecas para insistir en que continuaban viviendo en situación de atraso
económico y social y que no se había asimilando a los nuevos puntos de
poblamiento del Valle de México. Esto significa que aún en proceso de aculturación
y de integración, sólidos y sostenidos como el tolteca y chichimeca-mexica, existen
grupos que se marginan por parte de los actores principales o que se
automarginan.
74
Herrera, Antonio. Historia General de los Hechos de los Castellanos, T. VIII, p.168.
98
Mientras los nuevos grupos humanos marchaban hacia la conformación de
importantes centros urbanos, estos grupos prefirieron seguir viviendo en las
montañas y en las cuevas y siguieron manteniendo sus anteriores pautas de
conducta social. Pero no solo no se incorporaron al proceso étnico de fusión
sino que en cierta forma se convirtieron en un peligro real, de carácter
permanente, pues fueron muy frecuentes los choques sangrientos, los robos y las
acciones de rapiña.
"Los toltecas eran grandes artífices, constructores de palacios, pintores, escultores,
que ponían su corazón endiosado en sus obras, alfareros extraordinarios que
enseñaban a meter el barrio, haciendo toda clase de figurillas, rostros, muñecos. Pero
especialmente se atribuyen a ellos el culto del dios Quetzalcóatl, divinidad única,
amante de la paz, que condenaba los sacrificios humanos y atraía a sus seguidores
a una vida de perfección moral "para incluir que los creadores de Teotihuacan serían
los Toltecas antiguos y los de Toluca, los toltecas recientes pues los toltecas eran
gente experimentada", se dice que eran artistas de las plumas, del arte de pegarlas.
De antiguo lo guardaban era en verdad invención de ello el arte del mosaico de las
plumas, por eso de antiguo se les encomendaba a los recados, los que le decían
aponecayotl, esto era su herencia, gracias a la cual se otorgaban las insignias, las
hacían maravillosas, pegaban las plumas, los artistas sabían colocarlas; los toltecas no
eran populosos, eran ricos, porque su destreza pronto los hace hallar riqueza, eran
obediente y dados a las cosas de Dios".75 Después aparecieron otros centros de
León Portilla, Miguel,, Los Antiguos Mexicanos, A través de sus Crónicas y Cantares, FCE,
México 1961,202 p., p.39
75
99
cultura en el Valle de México como Coatlincha, Texcoco, Coyoacán, Azcapotzalco,
Culhuacán, Chalco y Xochimilco, etapa en la cual los nómadas chichimecas
adquieren la cultura tolteca.
Al lado de la fusión sanguínea, que empieza con la celebración de matrimonios
entre dignatarios toltecas y chichimecas con el fin de afianzar su dominio respectivo
y después a la fusión en la base social de cada pueblo, en medio de múltiples
acercamientos humanos, entre los que se destacan la unificación ideológica, en
donde el culto a Quetzalcóatl desempeña un papel fundamental. No solo se trata de
la adopción de un numen tutelar, comúnmente aceptado por todos los pueblos, sino
de la unificación de una serie de valores humanos y de práctica sociales.
Quetzalcóatl predicaba la paz como valor constante en las relaciones humanas y
por ello se oponía a las prácticas guerreras y belicosas de los chichimecas que
pronto se dieron cuenta que los pueblos podían ser sometidos más que con los
recursos de la cultura, que con los de las armas. Para ello se persuadieron que en
muchos casos era mejor establecer alianzas matrimoniales entre grupos
rivales, que tratar de someterlos con la violencia porque ello suponía
mantener ejércitos permanentes muy lejos de sus fronteras propias. Se destaca
la importancia de la agricultura, por encima del factor de la anexión militar, en la
formación de grandes centros culturales y la integración económica mediante el
tributo.
En la primera lámina se hizo alusión a los grupos humanos de la región acolhua
que eran de origen chichimeca y que basaban su subsistencia en la cacería,
habitaban en cuevas, vestían con atuendos de pieles de animales, destacándose la
cacería de venados y los sacerdotes actuaban muy vinculados con los cazadores y
100
la vegetación descrita consiste en nopales, magueyes y zacate y a modo de
alimentación, había una gran cantidad de tunas, apareció un personaje dedicado a
la agricultura y se cargaba a una mujer mazorcas de maíz, lo que implicaría la
existencia de una vida sedentaria y "en este sentido la agricultura e ha señalado
como un elemento fundamental en el camino de los acolhuas para convertirse en
el grupo hegemónico de la región" y después apareció la llegada de oro grupo
humano como los huiznahuas, tepaneca y mexicas que permitió a los
descendientes de Xolotl "no solo la herramientas agrícola y la sabiduría de los
herederos de las altas culturas mesoamericanas sino además las bases económica,
mediante las cuales Quinatzin y sus descendientes recibieron tributo en servicio
(para la guerra y mano de obra) y en especie (materias primas y productos
manufacturados) de numerosos pobladores" señalando la notable influencia que
tuvieron los grupos toltecas para transformar a los grupos acolhuas, de la cacería
a la agricultura, la escritura, el tejido y las artes.76
No solo el grupo mexica se benefició de las influencias culturales toltecas y
chichimecas, sino también el acolhua, de la zona de Texcoco, hasta constituir uno
de los señoríos más importantes del Valle y aliado fundamental de los señores de
México. Se produjo un señorío muy compacto que llegó a desarrollar una serie de
potencialidades económicas, sociales y políticas muy similares a las de
Tenochtitlán e incluso más sólidas en algunos casos. El
señorío de
Netzahualcóyotl, sus instituciones sociales y sus prácticas jurídicas, revelaron la
existencia de una sólida base material en la agricultura y en los tributos. Con una
gran disponibilidad de recursos en donde se practica la agricultura de terraceras.
76
Análisis de las láminas del Códice Quinatzin, p.15.
101
Había magueyes, que convirtieron a la producción de pulque en una de las
actividades económicas básicas y una gran cantidad de fauna silvestre que propició
un notable impulso de la cacería.
Los pueblos de la región pronto transformaron en puntos de poblamiento y se
erigieron en asentamientos
definitivos que tuvieron como sede la ciudad de
Texcoco, que fue el principal centro administrativo, económico y político. En un
periodo relativamente corto, pasaron esos pueblos al sedentarismo, a la
construcción de grandes asentamientos humanos, lo que facilitó un rápido
desarrollo de sus fuerzas productivas, lo que permitía el florecimiento económico de
la región, hasta rivalizar en poderío con Tenochtitlán.
Precisamente, Aguilera hizo notar que en el lienzo de Tepeticpac, aparecieron
unos guerreros chichimecos que eran pipiltin menores, súbditos mayores, de
tecuhtli, jefes de pilcalli o casas solariegas pero también aparecieron varios guerreros
telpochcallis que eran hombres comunes o macehuales. Hubo un sacerdote llamado
Descabezador porque sostiene una cabeza humana y es un pilli o noble. Entre lo
señores chichimecas que se encuentran sedentarios estaban los teixhuahuas que
"eran los parientes pobres de los nobles y ya muy cercanos a los macehuales, y solo
tributaban trabajo personal, aves, flores y la presa de caza que podían obtener". Se
trataba de 15 personas "que pertenecían a la categoría baja de nobles". Luego
estaban los pilcallis que eran los que se habían asentado en Tepeticpac después de
la victoria contra los zacatéeos olmecas y xicalancos y cuando "se ganaba una
guerra el gran señor tomaba para si las mejores tierras de los vencidos y repartía las
demás entre sus colaboradores que escogían las más buenas y dejaban el resto a
102
sus guerreros o familia "siendo lo pilcallis, los jefes de casas de noble".77
Aparecieron los jefes de los teocalis o jefes de casa y son aquellos "que son
colaboradores del jefe mayor pero no tienen casas, haciendo notar que por sus
méritos requerían una casa solariega y un mayorazgo".
En el proceso de aculturación y de formación de nuevos grupos humanos, los
chichimecas originales o sus descendientes ocuparon un plano secundario en la
estructura social, mientras que los toltecas y sus descendientes ocuparon los
puestos decisivos. El mestizaje no solo implicó complementariedad sino también
una competencia pues en medio de la fusión o del acercamiento unos tratan de
prevalecer sobre otros. Ello significa que en términos generales, los descendientes
directos de los toltecas eran pillis, mientras que los que descendientes de los
chichimecas eran macehuales. Esta diferenciación social no es rígida sino señala
una pauta general que puede ser modificada por medio de la lucha política y
social, de la valentía y de los méritos en campañas militares. En los mexicas
"nuevos" se engrandece más los esquemas de diferenciación social de los toltecas
que de los chichimecas pues los primeros habían alcanzado un grado de
desarrollo superior con respecto de los segundos y por ello predominaron en el
resultado social final. Las diferencias sociales que había entre los toltecas se
trasladaron al nuevo grupo humano, pero se agrandaron y se hicieron más
complejas.
Aguilera, Carmen. Organización Social en el Lienzo de Tepetiapac, en Cuarto Seminario
Internacional sobre Investigación Histórica de Tlaxcala, p.34
77
103
En los mexicas "nuevos" se engrandece más los esquemas de diferenciación social
de los toltecas que de los chichimecas pues los primeros habían alcanzado un
grado de desarrollo superior con respecto de los segundos y por ello
predominaron en el resultado social final. Las diferencias sociales que había entre
los toltecas se trasladaron al nuevo grupo humano, pero se agrandaron y se
hicieron más complejas.
Consideró "decisiva" la presencia de los chichimecas en la región poblana tlaxcalleca, según Dyckerhoff, ya que surgieron cuatro señoríos, el de
Cuauhtincha, Totomihgacán, Tlaxcallam y Huexotzinco que tenían como cabecera
Cholollán en donde varios "caciques militares se casaron con mujeres toltecas
fundando linajes nobles con ellos". Mencionó otros grupos chichimecas, los
Totolimpanecas, que se asentaron en Chalco; otro grupo fue el de los Tenochcas
también de Chalco que tenían bajo su dominio y distintos grupos de macehuales;
estaban los nonoalcas, los cuales tenían tlatoanis. Pero también describió la
inmigración de los grupos otomíes y de la región míxteca y popoloca y también se
instalaron en Chalco y "eran gente plebeya".78
Desde que se fundaron los pueblos, merced a los procesos de aculturación y de
difusión ya mencionados, aparecieron formaciones sociales divididas en dos
sectores fundamentales: los pillis y los macehuales, que eran los grupos sociales
que se habían legitimado en la formulación de los grandes mitos. Es decir, todos
los miembros del grupo estaban obligados a trabajar, pero había un grupo que
estaba exento de ello, o mejor dicho, todos eran campesinos, porque labraban las
Dyckerhoff, Úrsula. Grupos Étnicos y Estratificación Socio Política, Tentativa de
Interpretación Histórica, Indiana, 19/20, 2003, p.24
78
104
tierras, pero otros individuos se encargaban de las funciones administrativas,
políticas y religiosas. Las ciudades que aparecieron eran ciudades nucleares, es
decir, constituían el centro político del cual irradiaba la sujeción hacia el resto de
la población del señorío que habitaban en pequeños asentamientos. Ahí estaban,
por ejemplo, el principal centro ceremonial o la pirámide más emblemática, pero
cada pueblo pequeño adyacente reproducía la misma pauta arquitectónica y social.
Es decir, esta división social que se expresaba también por medio de un tipo de
tenencia de la tierra, la vemos no solo en los grandes centros urbanos sino también
en los pequeños poblados.
Los pillis y los macehuales se encuentraban en todas las localidades, en función
del número de habitantes que tenía cada una de ellas. El tratamiento de vasallos y
de plebeyos se dio interiormente desde los albores de esos pueblos y después o en
forma concomitante, en sus relaciones de unos pueblos con otros pueblos.ÇACA
al referirse a la fundación de pueblos, Guemes indicó que Teoculhuacan, ubicado
cerca de Tula, provenía de macehuales en la región, siendo Tula la ciudad más
importante la cual fue abandonada por varios grupos, los cuales al hacerlo, van
fundando a distintos pueblos y "su móvil principal era conseguir tierras, pero
muchos pueblos seguían rindiendo tributo. En cuanto a la tenencia de la tierra precisa
que eran tierras del estado, tierras ocupadas por los migrantes, tierras de señorío y
pueblos independientes, tierras de recintos ceremoniales, terrenos ocupados por
las casas de los miembros de las élites, terrenos particulares de ciertos señores
consistentes en huertas y jardines, los terrenos que había alrededor de las ciudades
que abarcaban casas-habitación con milpas aledañas y los pueblos que no
105
cultivaban tributaban al estado tolteca producto de caza y recolección y habían
tierras con una incipiente propiedad particular" encontrando mucha similitud entre
Teotihuacán y Tula.79
La estructura de la tenencia de la tierra era también la misma, en términos
generales, y tiene su génesis, y desarrollo, aunque existen algunas variaciones locales.
Tierras de los señores, de los calpullis, de los templos y "palacios", de los "nobles",
tierras de los pueblos. Todos estos segmentos tienen un destinatario social: los
pipiltin, por un lado, los sacerdotes por el otro y los gobernantes por el otro final. Estos
son los atisbos de un régimen de corporaciones pues quien no pertenece a alguno de
esos grupos, no tiene existencia social.. Esta segmentación temprana ha hecho
pensar que ya existían clases sociales y que la estratificación tenía una gran velocidad
en la sociedad.
Las primeras porciones de tierras se repartieron merced a la conquista militar y los
principales beneficiarios fueron los dirigentes religiosos y militares quienes
conformaron así sus parcelas de propiedad. Pero la característica de estos procesos
es que no hubo una monopolización en tal grado acelerado que implicara la
desaparición de los pueblos, ni que se exterminara a la población "plebeya". No. Se
consigna la existencia de las tierras que eran propiedad de los pueblos, de los grupos,
de las comunidades, lo que implica la reciedumbre que tenía ya los calpullis. Ningún
jefe militar o religioso pretendía aplicar una política que desconociera, eliminara o
redujera drásticamente las tierras de los pueblos, pues podrían provocar una auténtica
Guemes Herrera, Lina Odena: "Fundación de pueblos y tenencia de la tierra en la región
del valle de México en la época prehispánica"., p. 67
79
106
rebelión en su contra.
En la Historia Tolteca se hizo alusión a la existencia de grandes cantidades de cacao
y de algodón, a la producción de legumbres, como tomates, chiles, elotes, ejotes
verdes, a la producción de miel. En el año de 7 conejo "aconteció una gran
carestía de víveres y fue un hambre de 7 años y entonces sufrió a causa de grandes
penas, como la pobreza porque como lumbre ardía el hombre". Narró el encuentro
de los toltecas con los chichimecas y el establecimiento de estos grupos humanos
en Cholula, Tehuacan, Cazcatlán, Nonohualco, Copilco, Topillán, Ayotlán y Mayatlán
y "así se establecieron por todas partes en los países de los habitantes de la costa
en la vertiente de México hacia el Istmo de Tehuantepec donde hoy viven todavía".
La historia chichimeca tolteca tenía muchas manifestaciones de crisis alimentarias y
de periodos de inestabilidad política y social, así como de una política que se
basaba en la conquista, el despojo y la disponibilidad desigual de los recursos
naturales. Ello desmiente de una manera categórica el carácter idílico que algunos
autores creen ver en las relaciones sociales toltecas. En realidad, las vinculaciones
de los pueblos entrañan una cadena sucesiva de conflictos armados, de mayor o
menor gravedad, en donde la imposición y la exacción son las normas básicas. El
hecho de hacer descansar la historia en una sucesión de reyes, príncipes, en largas
listas de herederos impide conocer el trasfondo social de esas relaciones de
producción y de intercambio. Cuando se habla de la producción de alimentos,
semillas o vegetales existe la percepción de que todos tenían acceso a los
mismos, pero esto no es así, pues la diferenciación en los estatutos de la sociedad
implicaba una profunda desigualdad en estos accesos.
No eran sociedades igualitarias en ningún sentido pues el consumo de alimentos
107
de unos, los pillis, no era igual al de otros, los macehuales. Por ello cobra mucha
importancia la realización de estudios de estratificación social que permite
confirmar distintos grados de acceso a los satisfactores, al punto que se puede
concluir que muchos miembros, de las comunidades tenían niveles de mera
subsistencia física.
Berdan y Smith concluyeron que en la etapa postclásica, la región de Mesoamérica
estaba, económicamente, integrada y trataron de formular una concepción global en
la que definieron prósperas zonas productivas y zona de extracción de recursos,
periferias especializada y periferias generales, zona de extracción y mercados
interregionales, y definieron que "mientras Texcoco era un centro jurídico, de las
artes y del conocimiento en general, Cholula era un destino de peregrinaciones y
Acatlan sobresalía por sus reservas de cacao, un aspecto clave fue el papel que
jugaron las mercancías, ciertos bienes de prestigio fueron transformados en artículos
comerciales de lujo, artículos como la sal refinada, el cacao y los textiles decorados
jugaron un papel especialmente importante, así como la aparición de objetos
hechos de cobre y bronce".80
El pueblo mexica debe ser ubicado en su contexto económico y social: la región
mesoamericana, descrita, entre otros, por Kirchhoff. Se considera que en el
pueblo más importante de la zona tanto desde el punto de vista del desarrollo de
sus fuerzas productivas como de su peso político y su influencia cultural. Incluso
esta última traspasó las fronteras de esa región y llegó hasta la región
Berdan, Francés y Smith, Michael. El Sistema Mundial Mesoamericano Post Clásico,
Relaciones 99 Vol. XXV, 2004, 60 p., 36
80
108
centroamericana y andina, con la cual se tuvieron importantes lazos comerciales.
No era Mesoamérica una zona homogénea sino muy dispar, lo que confirma la
vigencia del desarrollo desigual en que si bien existen rasgos generales que les
son comunes a todos los asentamientos, cada uno tiene un grado de progreso
diferente, pero sujeto a ciertos parámetros. Había grandes centros urbanos, con una
alta especialización en la producción de bienes y servicios, en donde existía un gran
auge de los oficios y de las llamadas "artes mecánicas"; grandes depósitos de
recursos naturales; desarrollos importantes de la agricultura de terracería y de
chinampas y también regiones muy pobres y atrasadas; muchos poblados muy
pequeños y caseríos irregulares en donde había un gran aislamiento con respecto
de grandes zonas urbanas; el maíz era el principal cultivo, pero también había
muchos productos textiles y una gran variedad de artículos suntuarios; no conocían
la rueda como instrumento de trabajo ni los metales con esa misma finalidad social
y la forma predominante de la propiedad de la tierra es la comunal o estamental
con sus distintas modalidades. México-Tenochtitlán tenía, además un diversificado
y sólido intercambio comercial con el resto de los pueblos de la zona.
Dijo Guemes que habían llegado al Valle de México los Tlaitolaques, procedentes
de la mixteca y con ellos se dio inicio a la división de Texcoco en barrios y la
misma división se observa en Tenochtitlan, de tal forma que cuando llegaron los
aztecas al Valle "lo encontraron densamente poblado y ya venían distribuidos en
parcialidades y ya tenían conocimiento acerca de la construcción de camellones de
riego, de sementeras de maíz, fríjol, calabaza, huauhtlli, jitomate". La ciudad (de
Tenochtitlan) quedó dividida en 4 secciones. En relación con la separación de los
poblados de Tlatelolco, afirmó que habían sido 15 personajes de los cuales solo 12
109
obtuvieron tierras y basados en el estudio de Justino Fernández afirmó que había 400
solares compuestos por chinampas y una población de 62 mil habitantes. 81
Uno de los poblados más importantes, que se formaron a raíz del asentamiento en
la zona, es Tlatelolco, que fue una separación de los mexicas, producida por la
necesidad de contar con una superficie de tierra mayor en sitios cercanos a los
lagos, para una población más numerosa. Al constituirse México-Tenochtitlán;
algunos dirigentes militares cobraron conciencia de que las tierras que tenían
disponibles eran muy limitadas y escasas y que se necesitaba contar con otras
porciones para satisfacer demandas más amplias de los grupos sociales y por ello
decidieron segregarse y especializarse en sus funciones básicas pues se dedicaron
a las artes, los oficios y al comercio, probablemente porque veían que esas
actividades cobraban cada día mayor importancia económica y que ese sería el
futuro productivo de muchos otros poblados. Enseguida tenemos al pueblo de
Texcoco, que se fundó en condiciones físicas y geográficas muy similares a las de
México y que siguió el mismo parámetro, es decir, la formación de barrios, que
también en este caso corresponden al arquetipo de una división de calpullis que
estaba subyacente.
Matos consideró que los tres puntales en los que descasaba la economía de las
naciones integrantes de la Triple Alianza, eran la agricultura, el pago de tributos y el
comercio. Entre las modalidades que asumió el tributo estaba la entrega de
materias primas y de mano de obra para la ampliación del Templo Mayor. Entre las
poblaciones vecinas estaban las de Tlahuac y Xochimilco que se caracterizaban por
Guemes Herrera, Lina Odena: "Fundación de pueblos y tenencia de la tierra en la región
del valle de México en la época prehispánica" p. 116.
81
110
una alta producción agrícola con base en el sistema de las chinampas,
aprovechando la humedad existente, habiendo localizado "casas sencillas de los
campesinos de la época con pisos de barro y muros de adobe y piedra".82
Tlahuac, Xochimilco, Mixquic, que eran colindantes con Chalco y también con
el señorío Acolhua de Texcoco compartían la misma orografía y por ende los
mismos tipos de suelos: extensa zona lacustre, grandes depósitos de agua, lagunas,
canales, ríos, arroyos y por lo tanto tierras muy fértiles para efectuar los cultivos
básicos. No solo tenían una agricultura de chinampas sino también de terrazas. Los
mexicas sometieron desde muy pronto, desde el punto de vista militar, y lograron
ampliar lo que se denominara sus "fronteras agrícolas", es decir, disponer de
mayores superficies de tierra para los cultivos indispensables de la sociedad y para
satisfacer las necesidades de grandes grupos de población.
Sometieron a esos pueblos y les impusieron sus tradiciones, tecnología y rasgos
culturales, tratando de evitar, en la medida de lo posible, la extensión de la
influencia de los señores de Texcoco y Chalco. La política de conquista y de
mexicanización consiste en sojuzgarlos en calidad de tributarios, primero, en el
campo de la producción material y como aliados en el terreno político y militar,
hasta establecer sólidas alianzas que tuvieran repercusiones en toda la región.
Dijo Chimalpain que los mexicas habían desplazado del poder en las riberas de
los lagos a Chalco lo que irritaba a estos, e incluso reconocieron que había en ese
reino 6 cortes señoriales que dominaban y guardaban los pueblos. También hubo,
desde luego, un grave conflicto contra Azcapotzalco porque le exigían a los mexicas
82
Matos Moctezuma, Eduardo. Los Aztecas,. p.175
111
que arrastraran chinampas hasta las casas palaciegas y que Maxtla los había querido
humillar invitándolos a un acto o convite en el cual en el que los hombres tenían que
vestirse con ropas mujeriles como enaguas y huípiles y que también había matado a
una cierta cantidad de macehuales y vasallos.
Otra "humillación" impuesta a los mexicas era la de que tenían que pescar con
redes. Una vez sometidos los chalcas, los mexicas los obligaron a "arrastrar piedras
y madera desde una vertiente del Popocatepetl, llevaron arrastrando árboles muy
grandes también denunció un despojo de tierras de campesinos macehuales,
coincidiendo con una etapa en la que se habían presentado varias plagas, como
una granizada que había matado a muchos peces y una plaga de langosta.83
Los mexicas sometieron militarmente a los señores chalcas y después, también, los
convirtieron en pueblos tributarios, pero, además, en zonas de protección y de
equilibrio con respecto de Texcoco, que era un aliado fundamental sino también
un competidor en el aspecto económico y social pues en un plazo relativamente
breve esos señores habían consolidado la cohesión acalhua y se habían erigido en
un superpoder en Mesoamérica. Todo indica que la ciudad de Texcoco alcanzó a
tener magnificencia en la arquitectura, la cerámica, la pintura, en las letras y en
las artes que rivalizaban con Tenochtitlán.
Los mexicas no quisieron utilizar la violencia para abordar sus diferencias con los
Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo Francisco de San Antonio Muñoz, Relaciones
Originales de Chalco Amaquemecan, Paleografiada y traducida del Nahual, con una
introducción de Silvia Rendón, Prefacio de Ángel María Garibay, México, FCE, 1965, 321, p.
p.115
83
112
texcocanos y prefirieron establecer una de las relaciones más perdurables y
profundas que existían entre todos los pueblos de la región, lo que se refleja en las
grandes consideraciones que tenían los señores en la "corte" mexica, en donde
Netzahualcóyotl era tratado como uno entre pares. A partir de esta concepción se
establecieron relaciones muy intensas de intercambio comercial y hubo arreglos
especiales para suavizar las cargas de los tributos. Era el caso de los chalcas, los
consideraron, además, como un punto desolado hacia la región poblanotlaxcalteca, aprovecharon los recursos básicos que eran muy grandes en las
serranías así como los productos derivados de la caza.
Entre los glifos está el de Motillan, que es una canoa que representa a Santa
Cruz Acalpixca "por ser el sitio de florecimiento de la cultura xochimilca" y Ohtli,
camino, por la pisada o pies sobre el agua que es uno de los atributos de los
xochimilcas. Al referirse a los glifos, dijo Farias Galindo, que se refería a la
producción de las chinampas. En el caso de Tlacoapa, o barrio de la Concepción,
quería decir, "lugar de jaras y culebras", "lugar en donde hay esclavos y agua"; el
barrio de Tlaltepellalpa, o San Marcos, significaba ""En la tierra Tepetatosa";
Motolla, o barrio de San Antonio, "Lugar de gorriones", Colhuacatzinco, barrio de la
Asunción significaba "donde hay calhuas" o "donde están los calhuas";
Tlaltocpa, o San Lorenzo "en las tierras del templo", "en las tierras del palacio";
Tlacozpan o San Diego que significaba "lugar de la tierra amarilla"; Chililico, o la
Santísima, "lugar donde hay chiles"; Tecponpa o "sobre las piedras", "sobre los
pedernales"; Tlalnahuac o San Pedro, "Junto a la tierra", "a cerca de la tierra";
Acompo, o Belem, que significaba sementera de carrizo; Analco, Santa Crucita
"Del otro lado del agua"; Caltongo, San Francisco, "En las casuchas", "Donde esta
113
nuestro alimento", Xochitenco o La Guadalupita, que significa "la orilla de las
flores", Xaltocan, Nuestra Señora de los Dolores, "Lugar de arena y Tuzos".
Entre los pueblos de Xochimilco, estaba, Santa María Nativitas, que significaba
"en la tierra zacatosa", San Andrés Ahuayacan, "donde hay encinos"; Atemoaya, "en
la caída del agua"; Tepalcallatpa, o "tierra de tepetate"; Tepetlapa, "lugar tepetates",
Santa María Tepepan, Tepepan, "sobre el cerro"; Tulyehualco, "en el cerro del
tule"; Atlapulco, "donde revolotea el agua", Acalpixca, "los que cuidan las canoas";
Xochimancas, "lugar en el que se ofrecen flores"; Xalpa, lugar arenoso;
Tlalnepantla, "en medio de la tierra", Tlaxialtemalco, "barrio de los braceros",
Xochitepec, "en el cerro de las Flores".84
El grupo xochimilca se asentó en Santa Cruz Acalpixca casi cien años antes de la
llegada de los mexicas al Valle de México y compartió con él un mismo origen
común, valores y tradiciones muy similares y se asentó definitivamente en una
zona que es hidrográficamente muy parecida a la de Tenochtitlán. Lagos,
lagunetas, canales, que se compartían, desde el punto de vista natural, con los
chalquenses, conformaron los tipos de suelos que esos pueblos explotaron. Los
recursos naturales de la zona son los mismos de Tenochtitlán en términos
generales lo que constituía una gran reserva de zacate, bajareque, lodo y carrizos
y que eran los materiales que más se usaban para la construcción de casas
habitación y otros edificios. El carácter lacustre de la región obligó necesariamente
a aplicar políticas de desecamiento y de anegamiento para ir reduciendo la
superficie ocupada por el agua y ser sustituida por porciones de tierra aptas para
Flores López, Alma, Jeroglíficos de Xochimilco, Texto mecanuscrito, septiembre 2002,
AHX, p.43
84
114
la agricultura. El hecho de que los xochimilcas hubiesen sido sometidos
militarmente por los mexicas hasta convertirlos en un grupo humano vasallo, los
condenó históricamente a ser un reservorio de alimentos para Tenochtitlán, un
abastecedor de algunas materias primas, como las piedras y la cal y un sitio de
reclutamiento de guerreros para los combates que se tenían que librar.
Durán dijo que en Xochimilco había dos jefes principales, uno, en la cabecera de
nombre Yacaxapoteculli y otra en la milpa de Pachimilcatlhicutli, los cuales se
opusieron a que se entregaran vencidos a los mexicas "para que siguieran siendo
sus vasallos y serviciales y fueron a barrer y a regar las casas de los mexicanos y a
que les dieran agua la cual no sería honra para nosotros", expresando su
disposición de resistir y de compartir y que después los mexicas les solicitaron
piedras y maderas. Respondió Tepnquizque que: ¿estáis beodos o fuera de juicio
que venís así con esas cosas y demandas" ¿somos aquí por ventura vuestros
vasallos y esclavos o vuestros mozos y no queremos ni en nuestra voluntad
darles lo que piden? Los mexicas reaccionan enojados y deciden ya no ir a los
mercados de Xochimilco ni hablar con ellos. Al ser derrotados los xochimilcas en la
batalla de Xochitepec por fuerzas al mando de Tlacaellel, los xochimilcas no
tuvieron más remedio que proporcionar "piedras pesadas y livianas, maderas y
leña "pero los mexicas dijeron que deseaban tomarlo todo, manejarlo a su voluntad
y los xochimilcas tornaron a humillarse", les dijeron que "iremos sirviéndoles y si
llevamos vuestras cargas y si fuese a las guerras os promovemos de vituallas para
ello y todo lo necesario de armas y bastimentos, Tlacaellel les impuso la siguiente
obligación: que labraren una calzada de tres brazos en ancho, hasta la ciudad de
México, de piedra y tierra, que cegasen el agua en el término de esa calzada y que
115
hicieran unos puentes.85
La política de sometimiento de los pueblos comarcanos tuvo un importante
sentido de integración económica y social pues se construyera una serie de
grandes obras públicas, sobre todo puentes, diques, albarradas y caminos que
permitieron intercomunicar muy eficazmente la región, de tal modo que los
productos y los bienes podían ser transportados de cualquier poblado importante
hasta los propios almacenes de los calpixques mayores ubicados en el centro de la
ciudad de Tenochtitlán. Impulsan los llamados "caminos de agua" que permitan
que un individuo pudiese viajar desde Texcoco hasta México, desde Tacuba
hasta México, desde Chalco hasta México y así sucesivamente para mencionar
algunos de los poblados más importantes.
La tendencia de esta política de "integración" posiblemente marchaba hacia la
confirmación de un mercado regional que por su importancia económica y por sus
potencialidades sería el más grande de Mesoamérica. No obstante los avances
que se habían registrado, a la llegada de los españoles se confirmó que estaban
muy lejos de llegar a este objetivo y que cada grupo tenía sentimientos de
animadversión o de oposición contra los dirigentes de la Triple Alianza. Las tres
grandes calzadas eran los ejes rectores del crecimiento y de la comunicación.
La segunda lámina del Códice Quinatzin estableció que en Texcoco "había muy
grandes edificios", existía el palacio de Nezahualcoyotl pero ya no aparecieron
las pieles ni los cazadores sino el refinamiento de los palacios y los atuendos,
aparecieron los glifos de los principales gobernantes del reino de Texcoco. "El
85
Durán, Diego. Historia de los Indios de Nueva España e Islas de la Tierra Firme, p.162
116
tributo de los pueblos acolhuas había sido organizado por el propio Nezahualcoyotl
en 8 calpixcazgos. Seis de ellos tenían la obligación de proporcionar alimentos al
palacio y 160 aldeas las había repartido entre sus hijos y otras personas beneméritas.
Los calpixques contaban con una organización en la cual un calpixque tenía bajo su
mando un gran número de funcionarios menores encargados de la recaudación del
tributo a nivel local. Estos últimos supervisaban la entrega de productos agrícolas y
supervisaban el tributo en trabajo agrícola de los macehuales y pueblo común.
También recibían otro tipo de tributo como productos manufacturados. El calpixque
a nivel local supervisaba la entrega de los bienes a nivel de la provincia tributaria y a
su vez este funcionario de provincia inspeccionaba la entrega al calpixque mayor
que residía en la ciudad. Precisamente en el Mapa aparecieron 2 calpixques y
surtían de varios productos y artículos para cubrir las necesidades del Palacio como
cargas de leña.86
Estás láminas describían una estructura muy similar a la de las otras regiones,
lo que permite concluir que había una gran afinidad en materia de organización
social, tradición, cultura, costumbres y una homogeneidad muy elevada. Dibujan
una estructura, que se reproduce en cada pueblo en la medida de su tamaño,
en la que una inmensa base social, los macehuales, aportaban con su trabajo
los frutos para el sostenimiento de la minoría gobernante y de los dignatarios
religiosos. Los tributos en especie son producto del trabajo humano, del número de
horas que se dedicaban para producir maíz, fabrican cestos, hacen navajas de
piedra, hacen tapetes o para almacenar piedras o madera y que se entregaban a
una cadena de administradores que a su vez los distribuían por partes en el resto
86
Descripción del Códice Quinatzin, p.31.
117
de la estructura política y social. La imposición de estas obligaciones casi siempre
se producía una vez que habían tenido las hostilidades militares y se sometía a
los vencidos y era una de las condiciones para la paz, de una paz con
sometimiento a los señores en cada pueblo, en cada región y en cada zona de
Mesoamérica.
Escribió León Carbajal:
"Respecto de los terrenos conquistados o que ocuparon militarmente las tropas
mexicanas, puedo afirmar que permanecían en su antiguo estado en cuanto al
dominio. Las tierras de las provincias no quedaban ciertamente en la clave de los
predios verticales del imperio romano: sus dueños gozan siempre sobre ellos un
derecho tan pleno, como el que podía gozar un azteca sobre la suya: si de sus
producciones había que pagar un tanto al rey de México en calidad de tributo, tenía tal
exacción el carácter de un mero reconocimiento del poder supremo o si se quiere
del dominio eminente que el emperador ejercía en los bienes de todos sus
vasallos".87 En cuanto a los usufructuarios de las tierras de la Corona el Rey era quien
señalaba a los beneficiarios, pero si los descendientes se retiraban a otra parte del
imperio, perdían sus derechos.
La política de relaciones hacia los pueblos no pretendía quitarles sus tierras sino
obligar a los señores sometidos y dominados a explotarlas en beneficio, sobre
todo, de los señores mexicas. Sin embargo, en las primeras guerras de conquista,
sobre todo en el periodo de Itzcoatl, se habló de que unas tierras de Xochimilco,
Chalco habían sido entregados en calidad de recompensa por sus méritos en
León Carbajal, Francisco. Discurso sobre la legislación de los Antiguos Mexicanos,
Tipográfica de Juan Abadiano, México, 1864,123 p., p95
87
118
campaña o distinguido capitanes aztecas, pero no sabemos si las trabajaban o no,
lo que de haber sucedido, en el primer caso, hubiera producido una distorsión en
la estructura de la propiedad pues estaríamos ante unos propietaris ausentistas,
que residían a muchas leguas de distancia, en la ciudad de Tenochtitlán.
Es factible también que esas tierras, así trabajadas, las hubiesen entregado para
su explotación a los terrazgueros o a los mayeques. Independientemente de este
elemento de carácter excepcional, lo que realmente interesaba a los señores
mexicas era el fruto de las tierras, lo que producía, así como la entrega oportuna
en las bodegas o almacenes, para lo cual se empleaban mecanismos más
drásticos que evitaban el incumplimiento de las tasas o volúmenes que les habían
impuesto.
En la lámina 148 de Panorama de Anáhuac apareció una lámina en la cual un
numeroso grupo de indios están construyendo la cañería de arcos que conduce a la
alberca de Chapultepec.88
En las descripciones que se hacieron de los pueblos sometidos desde el punto de
vista militar y económico aparecen muchas pictografías o glifos en donde hay
muchos indígenas realizando distintas obras, tales como puentes, caminos,
acequias, albarradas, pero sobre todo transportación de objetos y materiales. En
una menor proporción se hizo alusión a los que si estaban dedicados a construir
edificios y templos, pero dichas descripciones, por su calidad, no se comparan con
las que se refieren a los tributos pues las hay en abundancia. ¿Esto quiere decir que
García Panes, Diego. Panorama de Anahuac. Selección de Láminas y textos de lo tomos III
y IV del Theatro de Nueva España, p.23
88
119
los señores mexicas preferían el pago de tributos y no la prestación de servicios
personales forzados? Era más fácil exigir el cumplimiento de una obligación
económica a una comunidad en su conjunto que a una parte de la misma porque
era más sencilla su recolección.
Los mexicas, en la mayor parte de los casos, no aplicaba concretamente los
mecanismos de explotación sino lo hacían por intermedio de los señores de cada
pueblo que eran los que se encargaban de imponer las medidas organizativas,
así como el grado de coacción necesarios, para la realización de las tareas que
permitieran alcanzar los volúmenes de producto que requerían los tlatoanis.
Elaborando una visión panorámica de los grupos indígenas en su conjunto,
Mendizábal dijo que "los estados indígenas que llegaron a alcanzar un desarrollo
comercial más importante fueron los que integraban la alianza azteca-acolhuatepaneca, pues su hegemonía, fundada en el poder militar, le permitió rebasar
rápidamente los mercados fronterizos y transitar, siempre no sin peligro de vida y
haciendas, por territorios extranjeros. Fuertemente estimulados por los
comerciantes de Tlatelolco, las sencillas operaciones iniciales de trueque se
convirtieron en un verdadero comercio internacional de gran cuantía, que irradió
por los diversos rumbos, hasta lugares muy lejanos, particularmente en el sureste,
donde las factorías mercantiles de la Triple Alianza habían avanzado, a principios del
siglo XVI, hasta Xicalango, población mexicana ubicada en la frontera entre
Tabasco y Campeche y hasta Xoconochco, en la frontera con Guatemala".89
La base principal de sustentación del poder de los mexicas hacia los pueblos
89
De Mendizábal, Miguel Othón, Obras Completas, T. II, p.436
120
comarcanos es de carácter militar y punitivo y de ello están llenas todas las
crónicas históricas. Pero esto no fue el único componente ya que también
establecieron alianzas políticas que implicaban en la práctica un "sojuzgamiento
pacífico", o bien la realización de acuerdos económicos con Texcoco, por ejemplo,
para un reparto particular de tributos que beneficiara a estos señores y a los de
Tenochtitlán.
Otro elemento fue la implantación de alianzas matrimoniales con otros señoríos
que produjeron una cierta neutralidad obligada de los contrarios, una serie de
responsabilidades
compartidas,
así
como
un
conjunto
de
operaciones
comerciales con los poblados más cercanos y/o de operaciones a larga
distancia, incluso con pueblos que se encontraban en las fronteras de
Mesoamérica. Estas transacciones permitían cubrir fuertes déficits que había en la
producción de alimentos y de materias primas, con lo que se demuestra que el
sistema tributario, siendo tan grande como lo dibuja el Códice Mendocino, tenían
muchas limitaciones materiales. Necesitar materias primas de otras regiones
significaba también la existencia de distintas actividades productivas, como las del
arte plumario, por ejemplo, o de orfebrería, por los cuales no había las suficientes
condiciones para un desarrollo.
En el Manuscrito Tovar se asentó que los mexicas entraban a Culhuacán y
comienzaron a tratar con sus habitantes como hermanos y parientes y describe el
encuentro violento que después tuvieron con ellos para concluir que después del
mismo salieron de la laguna a "ganar tierra" y así pasan a Acatzintilla en donde
hicieron balsas con los cañaverales, espadañas y carrizales y de ahí pasaron a
121
Ixtacalco y a estando allí, "buscaron un sitio acomodado para poblar y fundar su
ciudad porque ya en la tierra no había remedio, por estar todo poblado por sus
enemigos y después encontraron un manantial y ya metiéndose en los
cañaverales de la laguna "cazaban muchos patos, ansares, gallaretas, y otros
diversos géneros de aves marinas y tenido cuenta con los días de mercado, salían a
ellos en nombre de cazadores y pescadores y trocaban todo aquello por
maderas, por morillos y tablillas, cal y piedra, enfatizando que mientras tanto "ya
tenían hijos y nietos con los de Culhuacán".90
La mayor parte de las crónicas afirman que los mexicas fueron recibidos en el Valle
como intrusos indeseables, no obstante las afinidades de linaje y de parentesco ya
indicadas, pero que al constatar que se trataba de un grupo humano "trabajador y
laborioso" lo pretendieron utilizar como vasallos e incluso como esclavos y por esta
razón de esta demostración palmaria de los méritos, lograron consolidar una
posición autónoma primero y hegemónica, después. En el caso de Culhuacán, los
mexicas son reconocidos como "hermanos y parientes", es decir, no eran
elementos hostiles y trataron de establecerse desde un principio fuertes lazos de
solidaridad que quizá recordaban tiempos muy antiguos.
Se casaron entre sí con los de Culhuacán, como se casaron también con los
tecpanecas de Atzcapotzalco, en lo que se debe entender como una relación lógica
y natural pues tiene un origen histórico similar y edificaron una base material con
base en los recursos naturales disponibles. En esta crónica se habló de un bien
escaso pero que cada día cobraban más importancia económica, las maderas en
90
Manuscrito Tovar, p.27.
122
sus diferentes presentaciones, lo cal y la piedra que se requerían en forma
creciente, para edificar conjuntos habitacionales, templos y pirámides.
Duran describe varias "guerras" que los "reyes mexicas" desataron contra provincias
y pueblos, las cuales tenían la finalidad de "conquistar nuevas tierras y señoríos", o
de si aplastar a grupos disidentes que por algún motivo o causa se habían rebelado
contra el "imperio". En todos los casos se impusieron tributos o se reafirmaron los
que ya se habían fijado. Tal fue el caso de la guerra lanzada contra Coaixtlahuac, de
la zona de la Mixteca, y cuya población le impusieron la elaboración de mantas,
fardos de chile, fardos de algodón, sal y colorante para túnicas y pintas "pero
también llevan indios esclavos a la ciudad de México, muchos de los cuales fueron
sacrificados en las piedras labradas de Coaixtlahuac. En el caso de los habitantes de
Cuetlaxtla, que también se rebelaron, Moctezuma ordenó a Tlacaellel que "desolara
y que no quedara memoria de ella" a lo que el gran guerrero le dijo que tal castigo
era excesivo y que "solo se les doblase el tributo, porque el destruirlos a todos era
imposible y de gran inconveniente destruir pueblos de tanta riqueza". En relación
con el incremento de los tributos se acordó que en lugar de rentas de diez brazas,
dieran 20, que daban piedras verdes y que ahora diesen blancas y coloradas, entre
otras cuentas Al arremeter contra el pueblo, contra los macehuales, estos dijeron
¿porqué nos matáis? ¿Qué culpa tienen estos ignorantes y simples, sin malicia ni
interés? ¿Nosotros no os damos tributo? y dijeron los demás macehuales pedimos
justicia contra nuestros señores y queremos sean muertos y destruidos y
castigados porque ellos han sido causa de estos males, nosotros somos los que
tributamos y de nosotros sale todo lo que os dan, mira lo que queremos, que de
nuevo tributemos".
123
La principal finalidad de las guerras era de naturaleza económica pues buscaban
conquistar nuevos pueblos y territorios para obtener volúmenes crecientes de
tributos de toda índole y para mantener a los pueblos que ya estaban sometidos y
que habían mostrado pruebas de infidencia o incluso de franca oposición al
cumplimiento de las cargas ya fijadas. En otros casos no se enviaban los
contingentes militares sino solo se amenazaba con hacerlo lo que infundía pánico
entre la población, la cual de inmediato se doblegaba y aceptaba las condiciones
impuestos. Las crónicas reseñaron que en muchas ocasiones las tropas mexicas
aplicaban lo que hoy conocemos como táctica de arrasamiento, que implicaba la
muerte de toda la población, incluyendo mujeres, niños y ancianos, que por lo
demás no tenían la obligación de pagar tributo, así como la destrucción de sus
recursos naturales. Estos severísimos castigos tenían el propósito de infundir temor
entre los pueblos cercanos para que aceptaran someterse a los mexicas y a
que los que se estaban sometiendo, mantuvieron esa calidad. Esta política se
vio claramente manifestada en los pueblos de la mixteca oaxaqueña, en donde
se confirma que los que en realidad pagaban los tributos y prestaban servicios
personales, eran los macehuales, que lo hacían a nombre de los pueblos como
sujetos genéricos.
La política hacia Tlatelolco es la política de los señoríos independientes que fueron
permitidos o tolerados por los mexicas en tanto no implicaban un desafío grave a
su supremacía. Mientras los habitantes de ese islote, que eran sus hermanos más
cercanos, no significaron un peligro para el control de las lagunas pero sobre todo
para la fluidez del intercambió marítimo, las relaciones fueron reducidas y hasta
complementarias, pero una vez que se rebasaron esas fronteras, se desató la
124
guerra y Tlatelolco fue conquistado. Este fue uno de los casos más ilustrativos de
la aplicación del reparto del botín como desenlace de las hostilidades bélicas, al
pagar con tierras del pueblo sometido a los participantes en la lucha, lo que le dio
a la guerra otras finalidades económicas, hacer ricos a los militares, no obstante
que muchos de ellos eran simples macehuales, es decir, no tenían derechos a ser
propietarios de tierras.
Desde Acamapichtii , una de las preocupaciones centrales de todos los grupos eran
quién o quiénes controlaron los lagos, las acequias, los canales, sobre todo
porque ello determinaba el tráfico de mercancías con los pueblos comarcanos y
todo lo que ello implicaba, el equilibro político de toda la región. Esta situación cobró
su real importancia si tomamos en cuenta que la mayor parte de las operaciones y
movimientos de bienes y personas se hacía por vía marítima y que para salir del
lago y avanzar hacia las otras regiones se necesitaban tener vías accesibles que
no fueran monopolizadas por ningún grupo; que no fuera el de los mexicas.
En el contacto entre grupos humanos, las economías consuntivas fueron perdiendo
terreno para dar paso a las economías de inter cambio y por ello le concedió
Othón de Mendizábal una gran importancia en las transacciones comerciales entre
vecinos y "los estados indígenas que llegaron a alcanzar un desarrollo comercial
más importante, fueron los que integraban la alianza azteca aculhua y tepaneca,
pues su hegemonía, fundada en el poder militar les permitía rebasar rápidamente los
mercados fronterizos y tránsitos, seguros sin peligro de vidas y haciendas, por
125
territorios extranjeros".91 En una primera etapa cada familia dependía íntegramente
del fruto del esfuerzo común, no existían superestructuras políticas y administrativas
muy desarrolladas, no había propiedad privada agraria pero comenzaron a aparecer
factores de desigualdad económica y social que eran los grupos de linaje de origen
militar lo que rompió el régimen igualitario de las tribus "pero los miembros no
privilegiados se veían obligados a destinar parte de su fuerza de trabajo en
beneficio de los representantes de sus nacientes instituciones políticas y
después se incrementó la densidad demográfica.
La anexión de Tlatelolco produjo severos daños a la población pues muchas de
sus propiedades fueron asignadas a "capitanes aztecas", para no alterar el
funcionamiento de uno de los grupos emergentes más grandes, los comerciantes.
Por el contrario, estos se seguían desarrollando en forma impetuosa
explotando la red de caminos que ya se habían construido e importando muchos
productos y bienes que servían para resaltar el esplendor de los pipiltin y las castas
de los militares que cobraron un una gran importancia por la política expansionista
aconsejado por Tlacaelel. Los pochtecas también se especializaron, como lo
hicieron muchos artesanos y se enriquecieron sobre todo al traer al Valle de
México objetos de oro y plumería fina de las zonas mixtecas y maya.
Las actividades comerciales se incrementaron de una manera notable lo que
reflejaba un crecimiento de la economía en su conjunto sobre todo con la
presencia de mayores volúmenes de tributo y de la recompensa entregando a
De Mendizábal, Miguel Othón. La Evolución de la Cultura Indígena en México, en Nueva
Antropología, Año III, 12, 1979, 8 p., p.6
91
126
los guerreros. La guerra dinamizó a la economía y el viejo mecanismo del truque
fue debilitándose, al manifestar una mayor importancia el sistema de mercados.
Al referirse al comercio afirmó Carbajal que:
"A medida que se engrandecía el imperio por medio de las armas, aumentaba el
comercio; así que, limitado está al principio de los alrededores de la ciudad, se
extendió después a las provincias más remotas. Había infinitos traficantes
mexicanos, que iban continuamente de ciudad en ciudad, comprando géneros en una
y vendiéndolos en el otro. En todos los pueblos del imperio había mercado diario,
pero cada cinco días tenían uno general. Los pueblos poco distantes entre sí,
colocaban este gran mercado en diferentes días para que no se perjudicasen unos a
otros, pero en la capital se tenía en los días de casa, del conejo, de la caña, del
pedernal".92 Indicó que el mercado de la capital, en los tiempos de Axayacatl
concurrían unas 50 mil personas se iban a vender todos los productos que había en la
provincia del imperio y e los países vecinos que podían servir para las necesidades de
la vida.
La vía de la conquista militar y/o de la amenaza de la fuerza se debilitó a raíz de la
muerte de Tlacaelel y ya en el periodo de Moctezuma el expansionismo
armado se debilita, para volver los ojos de los Tlatoanis, hacia el interior del
señorío que estaba inmerso en una serie de contradicciones. Los militares
distinguidos en las batallas redujeron su prestigio social. Los comerciantes, que se
convirtieron en un poderoso grupo social y político pues aunque ellos no formaban
parte por sí mismos, es decir, por ser comerciantes, de los pipiltin y de los
Carbajal Espinosa, Francisco. Historia de México, desde los primeros tiempos de que hay
noticias hasta mediados del siglo XIX,, p.630
92
127
gobernantes, sí estaban muy cerca de ellos y sí influían en muchas de sus
decisiones. Algunas pictografías los dibujan vestidos con atuendos muy lujosos,
que revelaban tener un estatuto muy encumbrado al lado de los dignatarios de la
ciudad, mientras se desarrollaban también sus componentes, los mercados
regionales y locales y con ello la multiplicación de relaciones comerciales que
hacían pensar que el trueque era un mecanismo muy limitado, un freno, para el
crecimiento de la economía en su conjunto.
Basándose precisamente en la Tira de la Peregrinación, o Códice Botourini, los
tecpanecas eran parte de los 6 generaciones de gentes que habían salido de las
cuevas de Chicomoztoc y por lo tanto tenían con los mexica un origen común, y
una identidad cultural "y que los acolhuas, otomíes y tepanecas eran de los
grupos dispersados tras la caída de folian, de modo que le es propio, al menos
en buena medida, aquella herencia de alta cultura mesoaméricana". 93
La dominación tecpaneca fue una de las pruebas más duras que sufrieron los
mexicas en el Valle de México pues les ayudó a templar sus facultades humanas
y les hicieron sobreponerse a todas las adversidades y dificultades impuestas. Al
igual que el resto de los grupos humanos que se encontraban ya pobladas la zona
tecpaneca también tenía un origen común y mantenía lazos gentilicios con los
mexicas, pero aun así las hicieron prisioneros y les impusieron severas cargas
tributarias, así como otras vejaciones y castigos por muchos años.
Santamarina Murillo, Carlos. Los Aztecas-Tepanecas en torno a sus orígenes y gentilicios.
Revista Española de Antropología americana, 36, 2006, p.7, p.5.
93
128
El grupo tecpaneca era el mejor organizado desde el punto de vista económico y
social y por lo tanto tenían la supremacía política y militar en la Cuenca y
sometieron a los recién llegados para aprovechar las habilidades, las destrezas, la
constancia y el espíritu de sacrificio que se les había conocido a los advenedizos
que se sobrepusieron a la falta de tierras cultivables y a las condiciones naturales
adversas que les deparaba la naturaleza Habían compartido varias relaciones
profundas con los acolhuas y los otomíes y con los toltecas y por lo tanto se trataba
de un pueblo revitalizado y enriquecido por distintas herencias culturales que desde
luego las transmitieron a los mexicas. Las crónicas señalaron que a pesar de que
estos eran vasallos, se mezclaron familiar y socialmente con los tecpanecas, lo
que demuestra que reconocían la existencia de lazos de parentesco muy antiguos
que ahora simplemente se estaban reforzado.
En el Códice Ramírez se afirmó que los mexicas "iban poblando en todos los sitios
por los que iban pasando" y en cuanto a la elección de Huitzilihuitl fue "electo por
todo que le conocía por haber industriosos y de valerosos corazón y que le haría
mucho caso por su defensa. Electo este por capitán general y habiéndolo dado
toda la obediencia y mandó fortalecer las fronteras de aquel cerro y Chapultepec
con unos terraplenes que acá llaman albarradas".
94
Contó que los mexicas se
encontraban amenazados y acosados por todos lados y que había disensiones
internas y que había muchas sabandijas y víboras las cuales comieron y en su
lugar construyeron casas y sementeras muy bien labradas.
Códice Ramírez, Manuscrito del Siglo XVI, Intitulado Relación del Origen de los Indios que
Habitan esta Nueva España, según sus historias, Examen de la Obra y Anexo de Manuel
Orozco Berra, Editorial Innovación, México, 1973, 2943 p., p.39
94
129
Contó una revelación que les hizo el sacerdote al describir una águila que posaba
sobre un nopal, que en ese lugar se instalasen, que ahí "encontraban
bienaventuranzas, quietud y descanso, sujetados de mar a mar todas las remotas
provincias y ciudades, haciéndonos señores de oro y plata, de las joyas y piedras
preciosas, plumas y mantas ricas. Aquí hemos de ser señores de todas estas
gentes, de sus haciendas, hijos e hijas, aquí no hay de servicio y tributo, en este
lugar se ha de edificar la famosa ciudad que ha de ser reino y señorío de todas las
demás. Definió que pescaban un gran número de peces, ánsares y gallaretas y
que también eran cazadores y cambiaban todo ello por morillos, tablitas, leña, cal y
piedra "para construir primero una ermita, dedicada a Huitzilopochtli. Este dijo que
"di a la congregación mexicana que se dividan los señores cada uno con sus
parientes, amigos y allegados en cuatro barrios principales teniendo en medio la
casa que para mi descanso habéis edificado y cada parcialidad edifique su barrio a
su voluntad".
Todas las crónicas coinciden que en esta etapa las condiciones de vida y
existencia del grupo mexica eran verdaderamente dramáticas: vivían acosados
por distintos grupos que habitaban la Cuenca hasta el grado de que trataron de
aniquilarlos y expulsarlos, su alimentación era muy deficiente, sus vestimentas muy
precarias y su organización social muy rudimentaria. Al no disponer de suficiente
espacios de tierras firmes habitaban en medio de los depósitos de agua, entre
carrizos y cañaverales. No tenían un templo que fuera adecuado para exaltar al dios
que idolatraban en su principal actividad era la pesca. Sus principales dirigentes
eran sacerdotes pero de una manera paulatina fueron transformados, mediante
las aportaciones del trabajo humano, aquellas condiciones naturales y sociales
130
que les eran adversas para su desarrollo y comienzan a edificar casas y templos
con materiales que tenían una mayor perdurabilidad como la piedra y la madera y a
efectuar cultivos de maíz en superficies anegadas. Me refiero a las famosas
sementeras de que hablan las crónicas las cuales evidencian un importante y
rápido desarrollo de la agricultura que la colocaba en una posición vanguardista en
relación con los demás grupos que poblaban las riberas.
La penetración y expansión de los mexicas introdujo un factor de desequilibrio
y de competencia entre todos los pobladores y por ello la historia refiere el
estallido de múltiples conflictos armados y rivalidades políticas por mantener el
control y el dominio de la zona lacustre y sus recursos naturales. Durante ese
periodo hubo una gran inestabilidad social la cual intentó superarse por medio de
una serie de alianzas políticas.
Dijo el Manuscrito Tovar, que estando los mexicanos en la laguna "no tenían
donde hacer una sola sementera, estando en manos de los comarcanos otorgarles
el camino y no dejarles otra cosa de provisión y mandar a sus vasallos no les
vendiesen maíz y fríjoles, que ello había suscitado una profunda y grave antipatía y
que por ello habían concitado a los pueblos comarcanos a que se fueran en
contra de los mexicanos con las armas en la mano, indicándoles que ellos (los
mexicanos) los querían avasallar y convertir en vasallos y por ello establecer la
prohibición de que pudieran mantener bastimentos al valle. Con lo que la respuesta
de los mexicanos contra Azcapotzalco había sido muy violenta "pues no habían
perdonado
a mujeres, niños, ni reyes, lo cuales fueron ejecutados sin ninguna
piedad ni lástima, ni dejando casa enhiesta ni persona con vida sino a los que
habían huido y se habrán cogido en las montañas a los cuales no perdonaron los
131
mexicanos porque los fueron siguiendo como leones encarnizados, llenos de furor y
de ira, hasta matarlos en la más áspera de las sierras, rindieron las armas
prometiéndoles darles tierras y asimismo darles cal y piedra y madera para los
edificios y todo lo necesario de legumbres y semillas para su sustento". 95
El citado Códice advierte que había una política dual hacia los mexicas pues a la
vez que se les sometía a un tratamiento social muy drástico, reduciéndolos a
condiciones de mera subsistencia pues los pueblos
que ya
estaban
instalados decidían qué podían cultivar y qué podían pescar y en qué
cantidades, estando severamente vigilados por grupos armados. Existía el
deliberado propósito de que dichos grupos no desarrollaran sus potencialidades
físicas e intelectuales pues ello ponía en peligro la hegemonía, entre otras, de los
tecpanecas. Ahora bien, si los mexicas finalmente desean quedarse a vivir en la
zona lacustre, debían hacerlo en su calidad de grupos subordinados o de
vasallos o de tributarios que aportaron cargas de productos y materias primas.
De una manera particular, se distinguieron por sus habilidades guerreras, lo que
hizo surgir el temor y la zozobra de que podrían imponer una tiranía hacia los
demás pueblos. El trabajo práctico hecho en ambientes naturales muy diversos, les
hizo ser muy diestros con el arco y la flecha, con los punzones para trabajar
piedras, con la coa para plantar semillas, lo que se convierte en un tiempo
relativamente corto en un fuerte impulso al crecimiento de las fuerzas productivas,
la cual planteaba un reto formidable para los demás pueblos que no tenían el
mismo dinamismo.
95
Manuscrito Tovar, p.43.
132
León Portilla describió el proceso por medio del cual los mexicanos absorbieron la
cultura tolteca, entregaron en 1376 a su primer tributo a Azcapotzalco que era los
propietarios del islote en que vivían, pero se suscitó la animadversión de Maxtlatzin,
hijo e Tezozomoc, "quien a su juicio no debían constituir (los mexicas) un señorío
aparte sino tan solo uno de los dominios del imperio tecpaneco que él pensaba
heredar a la muerte de su padre", habiendo de realizar varios intentos para una
negociación pacífica con los tecpanecos, pero este no fue posible, dando lugar a la
guerra. Esta decisión la impulsó Tlacaelel y con "él nace su visión mítica y guerrera del
pueblo azteca que se consideró asimismo como el pueblo elegido del sol, "y después
de haber derrotado a los de Azcapotzalco sometieron a los señores de Xochimilco,
Chalco, Cuitlláhuac, pero también Tlacaelel fijó la conciencia histórica despueblo,
ordenando la destrucción de los viejos códices que daban una importancia secundaria
a los aztecas. Este preconizó que su dios era Huitzilopochtli, e introdujo la práctica
de las guerras floridas. "Situándose los aztecas al lado del sol a Huitzilopochtli, se
considera al lado del bien, en un combate sin tregua contra los poderes del mal. Y
desde otro punto de vista, esta vez bastante utilitario, puede añadirse, que su
alianza con el Sol-Huitzilopochtli trae consigo la justificación de todas sus conquistas,
la justa confianza de que al someter a otros pueblos, haciéndolos tributarios suyos, se
esté realizando una suprema misión".96
La práctica social y política habitual en la cuenca era el sometimiento, mediante la
imposición de tributos de los pueblos que habían sido sometidos o dominados
mediante la conquista militar. Ellos debían entregar una serie de bienes y
León Portilla, Miguel,, Los Antiguos Mexicanos, A través de sus Crónicas y Cantares, FCE,
México, 1961,202 p., p.95
96
133
productos y ofrecer su fuerza de trabajo para cultivar las sementeras de los
señores de los pueblos victoriosos. No les interesaba imponer autoridades
ajenas, ni entrometerse en sus asuntos internos, como medida política concreta o
especiales, porque de ello se hablaba muy poco. Lo que deseaban era tener
pueblos y territorios que fueran reservorio de mano de obra y de materias primas
pues esto les permitía tener un excelente nivel de vida y las bases materiales de su
sostenimiento.
Por ello, los señores de Atzcapotzalco plantearon la necesidad económica de que
los mexicas, si deseaban vivir en las riberas del lago, debían ser tributarios directos
y no crear un señorío aparte, similar a los que se habían formado con
anterioridad mediante largos procesos de aculturación. Ello supondría que no
habría señoríos mexicas sino vasallos mexicas, lo que en definitiva comparaba
contra el proyecto mítico religioso de ese pueblo y con las predicas de sus
dirigentes religiosos y militares. La formación militar o guerrera fue un factor
que contribuyó a denegar el papel que les asignaban los tecpanecas.
"El señor de Azcapotzalco vio con alarma a los aztecas establecidos en el islote del
lago. Reuniendo a los grandes de su gobierno les hizo ver como era necesario
imponer una serie de vejaciones y tributos a los recién llegados para impedir su
engrandecimiento, "y efectivamente les impusieron como tributo mazorcas de maíz,
chile, tomates, bledos, fríjoles, calabaza y con diversas clases de flores, una garza y
un pato de tal manera que en llegado a Azcapotzalco, sus crías estuvieron pasando
los huevos". Al referirse a los poseedores o detentadores de la cultura, mencionó a los
tlamatines que eran quienes tenían los códices, eran los detentadores de la tlaloca, o
tradición e incluso había Amozcallis, o casas de códices. Entre las representaciones
134
que había en este texto estaba la numeración decimal, pero además había signos
pictográficos, como casas, juego de pelota, signos fanáticos como a, e, o y signos
ideográficos como noche, dios. Fue muy importante el complemento que se dio entre
los códices y la transmisión oral de los tlamaties. "La fiel transmisión y enseñanza de
los cantos antiguos, ni ya solo a los estudiantes sino al pueblo en general es
precisamente incumbencia de otras clases o categorías de sacerdotes que recibían
como títulos el de Tlapizcatzin que quiere decir, "conservador". Su misión era enseñar
a la gente los cantores divinos, vigilando que nadie errara en su aprendizaje".97
Los mexicas fueron sometidos al trabajo forzado en beneficio de los tecpanecas,
siguiendo los parámetros de dominación que encontramos en otras culturas y
regiones del mundo, pero el hecho de que estos pueblos sufrían temporalmente
este sojuzgamiento no los anulaba como tales, ni se extinguían los conglomerados
humanos, no desaparecen sus reglas ni sus rasgos culturales o históricos y a
veces ni siquiera sus dirigentes políticos.
Desde el principio de la relación tecpaneca- mexica, que era de dominante a
dominado, se observa un entrecruzamiento de influencias culturales, de forma de
vida y de expresión de las ideas y de valores culturales que surgen y se mezclan
por esta convivencia. Muchos mexicas se casaron con mujeres tecpanecas y
muchas mujeres tecpanecas lo hicieron con hombres mexicas y estas
relaciones fueron propiciadas y toleradas por los dirigentes políticos de ambos
León Portilla, Miguel,, Los Antiguos Mexicanos, A través de sus Crónicas y Cantares, FCE,
México 1961,202 p., p.70
97
135
pueblos. Al mantener estrechas relaciones sociales en el marco de la
dominación militar, mexica y tecpaneca, reconocieron en la práctica, los viejos lazos
identitarios que los unían.
Al huir los tecpanecas a los cerros para salvar sus vidas de la violencia
desatada por los mexicanos, uno de ellos había dicho, según el Manuscrito Tovar:
¿Qué ganaréis con asolarnos? Basta lo hecho, aquí tendréis esclavos y
perpetuos tributos para cuanto tuviere menester: piedras, cal, madera, tierra,
obreros para ello y vuestras casas, ropas, vestido de todo género, como los
quisieren y mandaren. Los tecpanecas dijeron que ellos reconocían su culpa,
pidieron perdón y misericordia con muchas lágrimas, prometiéndoles servir con
sus personas y haciendas hasta la muerte. Entonces los mexicanos cesaron de
herir y matar y luego mandó Tlacaelel retirar la gente mexicana que andaba
muy encarnizada contra los tecpanecas.
El Manuscrito Tovar reseñó que a raíz de la victoria, los mexicas comienzan a
"tratar de tomar títulos y nombre de señores, que son equivalentes a los que en
otras naciones llamaban duques, condes, marqueses, adelantados, almirantes y
para ponerlos en ejecución toma la mano de Tlacaelel y después Itzcoatl,
aceptando la demanda de Tlacaelel hizo señores iguales en su reino, ordenaron
que se guardase este estatuto en la Corte mexicana y que después de electo
el Rey en ella se eligiesen cuatro señores, que estos cuatro hicieran un Consejo
Supremo, sin parecer de los cuales ninguna cosa se había de hacer y muerto el
136
rey había de ser electo uno de estos cuatro para sucesor del reino". 98
La liberación de los mexicas del yugo tecpaneca permitió la aparición de una nueva
correlación de fuerzas, surgió un nuevo grupo hegemónico en la zona lacustre y
los dominadores se transformaron en dominados siendo sometidos a las mismas
reglas de que ellos habían sido usufructuarios en el pasado. Los tecpanecas se
convirtieron, en parte esencial del grupo mexica por medio de vínculos
matrimoniales y políticos y por medio también del ensamblamiento que hubo
entre los calpullis, a nivel de la base social. La derrota de los tecpanecas
permitió sentar las bases de un nuevo orden económico y social pues emergió
una nueva distribución del poder y una nueva división del trabajo, pero lo cual tenía
una regionalización mayor.
Una vez que sus amos fueron derrotados y habiendo tendido alianzas con los
señores de Texcoco y Tacuba, los mexicas multiplican el rigor de sus
potencialidades humanas y por lo tanto se perfeccionaron sus fuerzas productivas,
tal como se refleja en la pictografía de los siguientes tlatoanis: aumenta la
capacidad combativa de los "ejércitos" bajo la inspiración militarista y mesiánica
de Tlacaelel, se construyeron más casas-habitación, edificios, "templos" y
pirámides, se realizó una mayor adecuación de tributos, se extendieron las vías de
comunicación, se ampliaron los vínculos comerciales con poblaciones que estaban
mucho más allá de la Cuenca, se fortalecían las instituciones de procuración de
justicia y las educativas. Ya no había ningún poder alterno que fuera
suficientemente capaz de oponerse al mexica.
98
Manuscrito Tovar, p.49
137
Al consumarse la derrota de los de Azcapotzalco, por parte de los
mexicanos, el Códice Ramírez afirmó que les habían prometido darles tierras,
labrarles sementeras y hacerles casas "siendo sus perpetuos tributarios y
asimismo darles piedras, cal y madera para sus edificios y todo lo necesario de
semillas y legumbres para su sustento". Que al llegar a la ciudad de
Azcapotzalco, los mexicanos se habían repartido las tierras de la ciudad "dando
lo más y mejor a la corona real y luego al capitán general Tlacaellel y luego a los
demás señores principales de México, a cada uno según lo señalado en la
guerra; a la gente común, no dieron tierras sino algunos que mostraron algún
esfuerzo y ánimo, a los demás echároslos por ahí denostándolos como a gente
cobarde y de poco ánimo; también dieron tierras a los barrios para que lo que
de ellas cogiesen lo empleasen en el ornato y en el culto de sus dioses y
templos y este estilo quedara siempre en todas las peticiones de tierras que
ganaron y conquistaron. Quedaron entonces los de Azcapotzalco tan estrechos y
necesitados de tierras que apenas tenían donde hacer una sementera. Hecha la
petición, al rey de México hizo llamar a todos los de Azcapotzalco e
imponiéndoles el tributo y servicio personal a que se habían obligado cuando los
rindieron, mandó por público edicto que desde aquel día no hubiese rey en
Azcapotzalco sino que todos reconocieran el rey de México, so pena de tormento
y destrucción si a otro rey reconociesen ni apellidase y así quedó Itzcoatl por rey
de Azcapotzalco y de México desde aquel día".
99
Con la derrota histórica de los tecpanecas, ocurrieron otros cambios importantes en
Códice Ramírez, Manuscrito del Siglo XVI, Intitulado Relación del Origen de los Indios que
Habitan esta Nueva España, según sus historias, Examen de la Obra y Anexo de Manuel
Orozco Berra Editorial Innovación, México, 1973,2943 p., p.67.
99
138
la estructura social y política pues se fortalecía el poder del tlatoani de México,
como el único mandatario con capacidad para mandar en toda la región
mesoamericana. Muerto Netzahualcóyotl se acabó otro poder que pudo haberle
hecho contrapeso y por ello se empiezaron a sentar las bases de lo que pudiera
haber sido el estado del Valle de México, pues se había avanzado en forma
considerable en la integración regional, pero desde una óptica militarista, hasta la
ascensión al poder de Moctezuma. Ese es el periodo del militarismo mesiánico,
pues Tlacaelel consideraba que los mexicas era un pueblo de naturaleza
excepcional, capaz de establecer un señorío que tuviera muy grande extenso.
Con el reparto de tierras que eran de Atzcapotzalco, aparecieron nuevos
propietarios y se configuraron relaciones sociales distintas en el terreno de la
propiedad agraria, al ampliarse el poder y el número de los propietarios, pero
desconocemos en qué grado se alteraron las formas de propiedad comunal para
favorecer la propiedad particular. Los militares o guerreros adquirieron un gran
poder económico pues de entre ellos surgieron los nuevos propietarios, pero
también se transformaron en el grupo social hegemónico en el aparato político.
Concuerdan en general los escritores españoles en afirmar que el cargo
desempeñado por Moctezuma era electivo y restringida la elección a una familia
determinada. Se comprobaba que el puesto era transmitido de hermano a hermano
o de tío a sobrino. No supieron explicar empero porqué en algunos casos no se
transmitió de padres a hijos "y después describían al electorado, que era un grupo de
grandes señores notables, pero el sistema de una asamblea numerosa, que
139
señalaría un elemento popular, les era ajeno y por lo tanto concluyó que el cargo de
Moctezuma era "hereditario en un gens y se opuso a considerar la existencia de
una monarquía, que calificó como un invento de los escritores españoles, sino que
se trataba de un gobierno "esencialmente democrático", pero desde luego no a la
manera ateniense porque sus instituciones eran sociales y no políticas pues
"mientras la noción de prosperidad no progresó mucho más allá del punto que
ellos habían alcanzado, era imposible subsistir como la sociedad política, la
gentilicia"100, mientras que para él, el principio de la "democracia militar" era
compatible con el principio de la democracia, en general.
La elección de Moctezuma fue una restauración de las viejas prácticas del pasado
remoto en que una asamblea de notables se encargó de esa tarea, eliminado toda
participación de los elementos populares, como si se intentara fortalecer a las
viejas familias gentilicias que habían tenido el poder y se trataran de corregir
desviaciones. Los representantes de la gens, los calpullis y las fratrías se
reunieron, deliberaron y acordaron seguir la práctica de recoger como tlatoani a
un descendiente directo de los linajes, regresando al corporativismo primitivo.
Todos los grupos, como los pochtecas, los militares, algunos artesanos
especializados que por lo menos habían sido consultados o avisados de la
realización de esta decisión trascendental se reunieron y en forma cerrada lo
designaron. Pretendía, sin duda, restaurar privilegios, espacios de poder
perdidos y tomar en cuenta requisitos de linaje que con los otros tlatoanis no
Morgan Lewis. La Sociedad Primitiva, Cuadernos Culturales, Prólogo de Carmela Lisón
Tolosana Librería Allende, México, Sin Fecha, 409 p., p.255.
100
140
habían tomado en cuenta o que si lo habían hecho, eran factores marginales, pero
en estos casos, sí eran participantes.
El grupo de los pilis seguramente pensó que con Moctezuma recuperaban
espacios de decisión que habían entregado a otros y este caso ya no hubo
"ninguna asamblea numerosa". Había muerto Tlacaelel y por lo tanto ya no había
representantes de los intereses de los militares, que fueron el grupo más
perjudicado de esta cúpula cerrada, unilateral, hermética lo que explicaría que
dejaron pasar por alto una serie de defectos personales que aquel tenía, como un
carácter pusilánime y de espíritu medroso, que no podía acometer ninguna acción
ofensiva importante que expandiera más los límites del poder mexica.
Escribió Morgan que el azteca "era un pueblo grande", el "más grande de América"
y que tenía probablemente 30 mil habitantes , como una gran cantidad de casas
comunitarias, pero que en ella había distinto grados de prosperidad. Ella explicó
"que era natural", el "rey", a la manera occidental. En cuanto a las descripciones
que se hicieran del "palacio" de Moctezuma, de los banquetes o comidas que había
"diariamente", según refiriera Cortés a Bernal Díaz del Castillo, lo puso en tela de
duda por "cuanta fantasiosas o falaces" que solo buscaba agrandar la "hazaña" de
la conquista. "No hay duda de que Moctezuma era tratado con gran
consideración por las personas de todas la clases. Los indios respetan y veneran a
sus jefes. Como principal jefe que era, Moctezuma ocupaba el cargo oficial más
elevado existente entre ellos. Es probable que (Moctezuma) viviera con su
parientes de gens en una casa que se tenía en común y que lo que los españoles
vieron fue una comida en común con lo de su casa, que con las mujeres y los niños,
deben haber sido entre 500 y 1000 personas”.
141
En las elecciones anteriores se tomaban en cuenta, en forma preponderante,
con un mayor peso específico que los factores relativos el linaje y el parentesco, los
méritos personales en las batallas y en la guerras de conquista que se había
efectuado, sus capacidades personales, como su valentía y arrojo, su capacidad de
mando, sus dotes de organizador, sus lealtades y los intereses de las
comunidades y de los pueblos, sus virtudes para el trabajo, como la construcción y
la dedicación, sus asistencia y la escuela. Era, en su conjunto, una valoración que
se hacía como si se buscara a un jefe político superior capaz de asegurar los
intereses del grupo mexica, de extenderlo más allá de las fronteras a que habían
llegado.
Los jefes subalternos probablemente decidieron aprovechar la ausencia de
Tlacaelel en el proceso sucesorio para hacer una designación libre de estos
requisitos y consideraciones, explotación al hecho de que, como dijo Morgan, los
mexicas, desde Acamapichtli observaba una total adhesión al tlatoani tan solo
por el hecho de serlo. Nadie objetaba sus decisiones pensando que obraba
siempre correcta y justamente pues era el hombre mejor dotado de todos. De esta
manera, mientras los tlatoanis tenían una serie de poderes acotados por
Tlacaelel y los demás tecutlis, Moctezuma se presentaba como un señor absoluto,
casi a la manera de un monarca europeo cuando se considera que este
representaba la divinidad en la tierra, siendo el representante directo de los
intereses materiales y políticos de una minoría muy estrecha que cada día
142
representaba menor la pluralidad de intereses de los mexicas.101
Por su parte, Barlow hizo un estudio acerca de las provincias que tributaban maíz
durante el reinado de Moctezuma y que tenía una troje, como Petlacalcatl,
Acolhuacan, Cuaulihuhuac, Huaxtepec, Cuautilla, Ajucaba, Atotamila, Xilotepec,
Quahuacan, Toluca, Ocuilan, Malinalco, Tlaxco, Tepequacuilco. "El tributo normal
para una provincia era una troje de grano, aunque en varias casas se exigían dos o
más. El número total de la lista es de 28, lo que hará que el tributo fuera el
resultado de multiplicar 28, por 10,000 lo que redondeando el número, daría
300,000 bucles de maíz. Sin excepciones las indicaciones señalan que el tributo en
maíz se pagaba una vez al año. Otro tributo tenía que pagarse en intervalos
diferentes: dos veces al año, cuatro veces al año, seis veces al año, pero el maíz en
todos los casos deberían entregarse una vez al año. Para la mayoría de las
provincias el tributo consentía en una troje de maíz, las principales excepciones era
el extremo sur del valle de México en donde la provincia de Chalco era
responsable por cinco trojes y el valle de Toluca que contribuía con dos. Una
porción del tributo imperial en maíz se cultivaba en campos especiales. Hacía una
gran sementera todo el pueblo junto y lo que cultivaban en ella se lo llevaban esos
gobernadores y estos se le daban cada año a Moctezuma.
Una de las obras más importantes de Moctezuma fue la de ampliar a reforzar la
estructura tributaria que los mexicas habían impuesto al resto de los pueblos, como
se reveló en la Matrícula correspondiente, que enriquece al Códice Mendocino,
haciendo cada vez más onerosas las cargas, incrementando con ello el
descontento social a todas las poblaciones. Moctezuma, sin la sensibilidad de
101
México Antiguo, por Lewis Morgan y Adolph Bandelier, p.34
143
otros tlatoanis, recurrió a la represión abierta y brutal para sofocar este descontento
y por ello fueron frecuentes los envíos de tropas haciendo a un lado la negociación
y la revisión de las cargas para que fueran más justas, es decir, acordes, con las
potencialidades de sus recursos naturales disponibles.
Ningún pueblo se negaba a pagar tributo pues lo consideraban como una
obligación "natural", derivada de la relación "normal", de dominadores a vasallos
sino se oponían a lo que ellos consideraban "excesos" y "arbitrariedades" que
afectaban sus niveles de vida. Esta política de exacción, exacerbada por
Moctezuma, beneficiaba, desde luego a los pillis que de esta manera disponían de
mayores volúmenes de alimentos y de otras materias primas. Por el ambiente
social descrito en las crónicas se advierte la existencia de un tlatoani que ejercía el
poder en forma arbitraria y prepotente, lo que sin duda ocasionó una enorme
inconformidad entre los macehuales y el resto de los sectores explotados que
perdían así muchas oportunidades de asenso social.
En las Crónicas de Díaz del Castillo se hizo alusión muy frecuente a los artículos
producidos en México; oro, gallinas, pan de maíz, pescado, todos ellos cargados por
tatemes que se contaban por cientos, mantas de algodón y se destacó uno de los
presentes que les envió Moctezuma: una rueda de hechura de cal de oro muy fina,
que pesaba sobre 10 mil pesos, después una rueda de plata que figuraba la luna,
20 anales de oro, 10 collares, 12 flechas, y un arco con su rueda, muchas piezas
de oro que simbolizaban tigres, leones y monos y 30 cargas de ropa de algodón.
En cambio, Cortés le dio a cada gobernador 2 camisas de lado y diamantes azules y
otras cosillas, una capa de vidrio de Florencia, 2 camisas de Hilado, indicando a los
144
emisarios que deseaba ver personalmente al emperador. Pero seguía la expedición
avanzando buscando un puerto seguro y localizando nueva tierras, avanzando
rumbo a Panuco.
102
Se decidió entonces que Cortés controlaría todo el oro que se
obtuviera y que para ello designaría un tesorero, Gonzalo Mejía.
Las descripciones que hicieron los cronistas y conquistadores y de quien estaba a
su servicio ideológico, dibuja la existencia de una economía productiva muy
próspera y variada (por las grandes cantidades de regalos que les hiciera en
distintos momentos de la invasión) pero también es una fuerte oposición a las
nuevas formas de dominación y opresión que enfatizaban en el uso de la fuerza,
como el factor fundamental; los calpixques y mayordomos eran odiados porque los
pueblos sometidos se quejaban pues cobraban con exceso las cargas tributarias y
maltratando físicamente a los pobladores.
Se advertía la presencia muy destacada de los comerciantes que realizaban
funciones complementarias a las de los tributarios para hacer más dinámica la
estructura economía, que nos hace pensar que había un gran desarrollo de las
fuerzas productivas por medio de la aplicación de tácticas compulsivas que los
representantes de Moctezuma se encargaban de imponer pues las crónicas
refieren grandes volúmenes de productos alimenticios y objetos muy
sofisticados y los cuales solo tenían acceso los pillis. Gran punto fueron los
"regalos" entregados a Cortés y socios que ésta es la palabra correcta ya que la
conquista fue una empresa esencialmente mercantil, eran tomando de los
almacenes de Moctezuma, destacando los artículos de oro y plata, así como las
102
Díaz del Castillo, Bernal, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España,, p.80
145
piedras preciosas.103
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43. Dycherhoff, Úrsula. Grupos Étnicos y Estratificación Socio-política, Tentativa
de Interpretación Histórica, Indiana, 19, 2003, p.24
44. Güemes Herrera, Lina Odena, Fundación de Pueblos y Tenencia de la Tierra
en la Región del Valle de México en la Época Prehispánica, p. 44
45. Lehman, Walter. La Historia Tolteca en los anales de Cuautitlán, INAH,
México, 1941, 41 p., p.31.
46.Berdan,
F.
Francés,
Smith,
E.
Michael.
El
Sistema
Mundial
Mesoamericano, Postclásico, Relaciones 99, Vol. XXV, 2004, p.36.
47. Güemes Herrera, Lina Odena, Fundación de Pueblos y Tenencia de la Tierra
en la Región del Valle de México en la Época Prehispánica, p.116
Matos Moctezuma, Eduardo. Los Aztecas, Obras Completas, T. II, p.175
Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo, Francisco de San Antón.
Relaciones de Chalco Amaquemecan, paleografiados y traducidos del
náhuatl, introducción de Silvia Rendón, prefacio de Ángel María Garibay,
México, FCE, 1965, 321 p., p.115.
150
50. Flores López, Alma, Jeroglíficos de Xochimilco, Textos Mecanuscritos, 2002,
AHX, p.43.
51. Durán, Diego. Historia de las Indias de la Nueva España e Islas de Tierra Firme,
p. 162.
52. Análisis del contenido de las Láminas del Códice Quinantzin, p.31.
53. León Carbajal, Francisco. Discurso sobre la Legislación de los Antiguos
Mexicanos, Tipografía de Juan Badiano, México, 1864,123 p., p.95.
54.García Panes, Diego. Panorama de Anáhuac, Selección de laminas y
Textos de la lámina III y IV del Theatro de la Nueva España, p.25.
Mendizábal, Othón. Obras Completas, T. II, p.436
Manuscrito Tovar, p.27
57. Durán, Diego. Historia de las Indias de la Nueva España e Islas de Tierra Firme,
p. 255.
58.Garduño, Ana, Conflictos y Alianzas entre Tlatelolco y Tenochtitlán, Siglos
XII a XVI, p.126.
59. Mendizábal, Othón.
La Evolución de la Cultura Indígena en
México,
Revista Nueva Antropología, Año III, 12, 1979, 8 p., p.6
60.Carbajal Espinosa, Francisco. Historia de México desde los primeros
tiempos de que hay noticia hasta mediados del siglo XIX, p.630.
61. Santamarina Novillo, Carlos. Los Aztecas - Tepanecas, en torno a sus orígenes
y gentilicios. Revista Española de Antropología Americana, 36, 2006, 7 p., p.5.
62. Códice Ramírez, Manuscrito del siglo XVI, Relación del Origen de los Indios
que habitan esta Nueva España, según sus historias. Anexo de las
151
obras y estudios de Manuel Orozco y Berra, Editorial Innovación, México, 1973, 243
p., p.39.
63. Manuscrito Tovar, p.43
64. León Portilla, Miguel. Los Antiguos Mexicanos, a través de sus crónicas y
cantares, FCE, México, 1961, 202 p., p.95.
65. León Portilla, Miguel. Los Antiguos Mexicanos, a través de sus crónicas y
cantares, p.70.
66. Manuscrito Tovar, p.49.
67. Códice Ramírez, Manuscrito del siglo XVI, Relación del Origen de los Indios
que habitan esta Nueva España, según sus historias. Anexo de las obras y estudios
de Manuel Orozco y Berra, Editorial Innovación, México, 1973, 243 p., p.67.
68. Morgan, Lewis. La Sociedad Primitiva, p.255
69.Morgan, Lewis y Bandelier, Adolfo. México Antiguo, p.34.
70.Barlow, Robert. Obras. Los Mexicas y la Triple Alianza, Vol. 3, INAH, ULA,
México, 1990.
71. Díaz del Castillo, Bernal. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva
España, p.80.
152
Capitulo 11
Desarrollo Evolutivo de la Sociedad Mexica
Dijo Engels:
"La primitiva propiedad comunal de la tierra correspondía, por un lado, a un estado
de desarrollo de los hombres en el que el horizonte de este quedaba limitado, por
lo general, a las cosas más inmediatas y presupone, por otro lado, cierto
excedente de tierras libres, que ofrecía cierto margen para neutralizar los posibles
resultados adversos de esta economía primitiva. Al agotarse el excedente de
tierras libres, comenzó la decadencia de la propiedad comunal. Todas las formas
más elevadas de producción que vinieron después condujeron a la división de la
población en clanes diferentes y por tanto el antagonismo entre las clases
dominantes y las clases oprimidas. En consecuencia, los intereses de las clases
dominantes se convirtieron en el elemento propulsor de la producción, en cuanto
que este no se limitaba a mantener bien que mal la mísera existencia de los
oprimidos".104
104 Engels, Federico. El Papel del Trabajo en la Transformación del Mono en Hombre, Obras Escogidas, I Tomos, Editorial
Progreso, Moscú, 1966, TI, p.86
153
Para Engels, lo que verdaderamente importa es la materialidad de la sociedad, es
decir, los aspectos físicos, los recursos naturales, el medio geográfico, sobre todo
la existencia de ríos, lagos, canales, yacimientos de piedra y otros metales. Es
decir, todos aquellos recursos materiales que son indispensables para que los
hombres puedan satisfacer sus necesidades y ¿cuáles son aquellas?, las
necesidades inmediatas, aquellas que tienen que ver con la alimentación y el
vestido. La tierra, un recurso básico, era indispensable para el logro de estos
objetivos y por ello los primeros conflictos tienen que ver con las distintas formas
de ocupación y de posesión ya que de ellas depende el usufructo de las parcelas,
en cualquiera de sus modalidades, al principio muy simples, apenas las de una
ocupación arbitraria. Se puede precisar que al principio todas las tierras eran
libres, es decir, podían disponer de ellas el grupo de individuos que estaban en un
territorio determinado. Se daba la ocupación de hecho; es decir, el grupo humano
que llegaba primero a un determinado sitio retenía el territorio, se asentaba en el,
se quedaba con sus frutos. La población era escasa y la superficie de las tierras al
alcance de los hombres, muy vastas, hasta donde los grupos humanos las podían
controlar y repeler las acciones depredadoras de los grupos antagónicos. O como
se dice simplemente: hasta donde alcanzaban las flechas.
Exaltó Fuentes la importancia que Childe concedió a las condiciones materiales de
existencia en la vida de la sociedad humana, así como las relaciones que existen
entre los medios de producción y las relaciones sociales de producción, la
importancia que tuvieron los oficios prácticos en el desarrollo del sistema
154
productivo, así como la introducción de importantes innovaciones tecnológicas,
pero en el que los factores sociales y políticos tenían un rol activo en la evolución
de las sociedades. Consideró también que no había propiamente una relación
directa entre las edades geológicas y las diferentes etapas del desarrollo social
puesto estos obedecen ya distintos procesos históricos particulares, señalando
que es fundamentalmente endógeno el desarrollo social.105
Uno de los méritos de la obra de Childe fue el haber puesto énfasis en la práctica
de los "oficios mecánicos", es decir, en aquellas actividades vinculadas con la
producción material, mientras, la mayoría de los antropólogos ponían de relieve la
magnificencia de las pirámides y de los templos, los policromos de los taludes, la
belleza de las piezas de alfarería y la complejidad de los primeros textos escritos.
Childe hizo referencia a aquellas actividades y a los encargados de llevarlos a
cabo que representaban los cimientos de esta estructura como los lapidarios,
orfebres, albañiles, carpinteros, labradores de los cuales solo se tenían referencia
indirectas, de carácter social, prefiriéndola exaltación de sus manifestaciones
estéticas de elevado relieve.
Esta minusvalía del llamado "trabajo manual" que aparece en forma recurrente en
la historiografía tradicional es un reflejo de las condiciones sociales en que vivían
los labriegos y los especialistas, de cuyos representantes o voceros casi nada
sabemos. Ellos eran los pilares de la agricultura y los constructores de las grandes
105
Fuentes Miguel, "V.G. Childe, fundador de la Arqueología Marxista", Serie Historia de América Prehispánica en
Arqueología.
155
edificaciones, pero históricamente no aparecían, aunque socialmente, las rimas
dibujadas, en pictografías y otros documentos de la época.
Romero Vargas precisó que había tres características: la ocupación total del
territorio aprovechable económicamente por lo que establecen el sistema de
calpultin que eran caseríos rurales y casas dispersas, bienes comunes y trabajo y
el tequiyo, faena en riguroso turno; la base económica era la agricultura por lo que
su estructura una organización política, social y litúrgico basado en los ciclos
calendáricos de los diversos productos agrícolas, combinándolos y sujetándolos a
la producción de los diversos regímenes del país; la distribución de productos por
medio de un doble sistema con una organización admirable de comercio,
redistribución de impuestos o tributos en todo el país, realizando un intercambio
extraordinario,
entre
las
zonas
de
producción
agrícola
y
los
centros
manufactureros; siendo la agricultura y la manufactura los principales factores
para darles estabilidad y firmeza, estuviesen en integras zonas económicamente
autosuficientes y autónomas, que se norman así mismos y autárquicos (que les
dan su propio gobierno) por medio de pactos de amistad, vínculos matrimoniales o
tratados de paz, respetando la costumbre, el estatuto personal y las economías
locales y regionales, establecieron una superestructura de carácter federal e
interestatal en materia política, educativa, científica, y cultura, con un sistema
tributario adecuado a las necesidades...106
106 Romero Vargas Iturbide, Ignacio. Las Instituciones, en Esplendor de México Antiguo, T II, p. 729
156
Siendo las tierras la principal base material de la sociedad, asociada a la caza y a
la pesa, el cultivo de las plantas, es decir, la agricultura, en sus formas más
primitivas, fue su principal forma organizacional, de la cual dependía o producían
el resto de las instituciones sociales y jurídicas. Por eso Romero Vargas vincula a
la agricultura, la madre de todas las actividades humana, en las formas de
distribución de los grupos humanos. Al principio debía haberse tratado de cuevas
muy rudimentarias pero en la medida en que evolucionaron estos grupos
humanos, evolucionaron y crearon una serie de nuevas necesidades y de
comunidades y edificaron casas aisladas y después caseríos que indicaban la
existencia de las ideas de la convivencia humana y de la presencia en un
determinado punto geográfico. La vida de los hombres se organizó de tal manera
que se necesitaba que vivieran grupos humanos en comunidad, para unificar sus
refuerzos individuales en la conservación de distintos objetivos materiales. Muchos
soñamos que se trató de comunidades basadas en el comunismo primitivo, es
decir, en el intercambio armonioso de esfuerzos individuales, en donde no había
explotadores ni explotados sino solo participaban en la producción material en
términos igualitarios, pero si existió ese periodo de "paz social" debió haber sido
por un plazo relativamente corto de tiempo.
Afirmó Alfonso Caso que si bien la aparición de la agricultura "no explicaba
totalmente" el desarrollo espiritual y material del país "representa la base sin la
cual no se puede explicar la gran cultura de los pueblos aborígenes, así como su
avanzada organización económica y social, así como el florecimiento de las artes
y la ciencia. Cuando el hombre se transforma en agricultor tuvo por primera vez la
157
posibilidad de establecerse en un territorio, abandonando la vida nómada que
hasta entonces había llevado; la primera población permanente es la base de las
futuras ciudades-estado. El agricultor empezó a medir el año y a calcular por el
movimiento de los astros la época propicia par siembra y la recolección y pobló los
cielos de poderosas deidades, como un intento de explicar la infinita variedad de
los fenómenos. "Explicó que hacia 16,000 años en Egipto había aparecido el
cultivo de los cereales, sobre todo del trigo y que en Asia había otras civilizaciones
que se fundaron en la explotación del buey, el cerdo, el carnero, pero destacó que
en México se había producido el cultivo del maíz, en tanto en China, hace más de
5000 años, la civilización estuvo fundada en el arroz, el mijo y la cebada. 107
El cultivo de las plantas y de los cereales fue un paso gigantesco en el desarrollo
de las comunidades humanas, como dijo Caso, aunque conviene precisar que
esto implicó un arraigamiento de la idea de asociación y de permanencia. Como
decía Engels y lo confirmó Marx, la idea de la explotación inmediata de los
recursos naturales disponibles como la plantación de semillas en un pequeño
espacio para alimentarse con ellos y después pasarse a otro pedazo de tierra,
exactamente para hacer lo mismo, devino en una idea que generaba frutos en
forma insuficiente para la población de los grupos humanos que iban en
crecimiento. En este periodo, la estructura material de la producción era
relativamente pequeña, que correspondía a la existencia de grupos casi nómadas,
que tenían muy escasos miembros y que no requería de grandes volúmenes de
107
Caso, Alfonso, Acerca de la Alta Cultura Aborigen, El Universal, 28 de abril de 1935.
158
alimento y de otros satisfactores para cubrir sus necesidades, que eran reducidos,
en concordancia con la población y una muy pequeña especialización de las
actividades humanas. Pero sin duda la agricultura implica una explotación racional
de la naturaleza, de los bienes naturales, como el agua, como su grado de avance
en materia de conocimiento de los fenómenos naturales, como la lluvia, las
estaciones y otros.
Al hacer un llamado Moctezuma llhuicamina a los tlatoanis de las ciudades
ribereñas para ampliar el Templo Mayor, les dijo que se necesitaban piedras
pesadas y livianas, tezontle y cal y se acordó que Texcoco aportaría los materiales
para la construcción de las fachadas, Tlacopan, los de la fachada posterior,
Chalco, los de la meridional, Xochimilco, la septentrional, los pueblos de Morelos y
de Tierra Caliente la cal, "todos los materiales estaban próximos a la capital
mexica lo que implicaba un ahorro inmenso de tiempo y de energía debido a que
la mayor parte de los traslados se hacía por vía lacustre; casi todos los acarreos
se hacían en canoas, un medio más eficaz de transportar 40 o 50 veces más
eficiente que el de los partidas",108 indicando que la mayor parte de las piedras
estaban en un radio no mayor de 22 kilómetros a la redonda del Templo Mayor,
predominando el tezontle pues combinaba con la limpieza, la tenacidad y la
resistencia a la intemperie y la buena lija con la argamasa. Al referirse al Códice
Florentino apareció dibujada una cantera, unos jóvenes transportando piedras en
una canoa, unas vigas grandes, morillos, tablas grandes y cargas de cal. Había
108
López Lujan, Leonardo y otros. Los Materiales Constructivos del Templo Mayor, Estudios de Cultura Náhuatl, vol.34,
2003, 393p., p.271.
159
yacimientos de tezontle en la sierra de Santa Catarina, y en la zona de Texcoco,
en Tepetzinco y Tepepepulco, así como yacimientos de basalto y andesita.
Al definir a los grupos sociales que había en el momento de la llegada de los
españoles, Olmeda hizo referencia a una fundamental, al de la división primaria de
la gran familia azteca "que tenía una economía basada en la agricultura pero sin
que la caza, la pesca y la recolección hubieran dejado de constituir una parte muy
importante de su sostenimiento económico. Estos grupos habían fijado su
residencia, más o menos sólidamente en determinadas regiones: la vida
económica estaba basada en la agricultura el cultivo del maíz, del fríjol, de la
calabaza, el chile, del algodón y del cacao, constituían la actividad económica
preferentemente cuando no única de los individuos. La tendencia general de todo
grupo indígena era la de satisfacer sus necesidades alimenticias y de
indumentaria mediante la explotación de los recursos locales dentro de cada
familia con el esfuerzo combinado de los miembros integrantes de ellos, aunque
naturalmente dependían del intercambio que llevaba a cabo por medio del trueque
para la obtención de productos tan necesarios como la sal."109 Enfatizó en que no
se había descubierto el hierro aunque si había yacimientos de este metal, tampoco
se daban las bestias de carga, ni las especies silvestres adecuadas a la
domesticación, había muy pocos utensilios de este metal y por ello esos pueblos
"no habían dado el paso decisivo más allá del periodo neolítico".
109
Olmeda, Mauro. El Desarrollo de la Sociedad Mexicana. La Fase Prehispánica, Proyección Americana del Modo de
Producción Asiático, Edición del Autor, México, 1966,321 p.,58
160
Olmeda hizo el debido énfasis en el carácter local y por ende primitivo de la
producción material. En efecto, si los grupos humanos eran notoriamente
pequeños, gens de pocos miembros o tribus de reducido tamaño, si los
comparamos con otros grupos humanos que existieron tiempo después, entonces
el desarrollo de las fuerzas productivas era muy lento porque no se necesitaban
importantes volúmenes de productos y satisfactores. Hay que tomar en cuenta,
ante todo, en la población, como dice Marx, pues de su tamaño, evolución y
crecimiento, dependía el desarrollo de otros factores objetivos de la sociedad
humana. En esas condiciones, los grupos humanos eran pequeños y por lo tanto
"su mundo" se reducía a pequeñas localidades, generalmente ubicados al lado de
los ríos, de los lagos en donde fácilmente podían obtener los satisfactores más
elementales sin la necesidad de una compleja división social del trabajo y sin tener
que disponer de grandes extensiones de tierra. Se trataba de comunidades, que
en este grado de su desarrollo evolutivo, era autosuficiente en la satisfacción de
sus necesidades básicos, como la alimentación y el vestido y si bien tenía que
usar el trueque con otras comunidades más lejanas, para complementar la
satisfacción de esas necesidades, pero sin que se requiriera una compleja red
comercial.
Dijo Marx que en las comunidades primitivas "los individuos no se comportan
como trabajadores sino como propietarios. El objeto de este trabajo no es la
creación de valor, aun cuando es posible que se ejecute plus trabajo para
intercambiarlo por productos del exterior, sino que su objetivo en el mantenimiento
del propietario individual y de su familia así como de la entidad comunitaria global.
161
En la primera de estas formas de propiedad de la tierra aparece ante todo, como
primer supuesto una entidad comunitaria resultante de un proceso natural. La
familia o la familia devenida tribu, por ampliación o por casamientos cruzados
entre familias o una combinación de tribus. Dado que se puede admitir que la vida
pastoril o más en general el nomadismo, constituyen las primeras formas de los
modos de existencia, en la cual la tribu no se instala en una sede determinada
sino que aprovecha para el pastaje lo que va encontrando pues los hombres no
son por naturaleza sedentarios, en consecuencia la entidad comunitaria tribal, la
mentalidad comunitaria natural no nace como resultado sino como supuesto de la
apropiación colectiva temprana del suelo y de su utilización”.110
En las condiciones de aquellas comunidades, en las que imperaba el principio de
la igualdad natural pues todos sus miembros tenían la posibilidad de acceder en
los beneficios de la naturaleza, en un contexto más o menos similares, si acaso
con variaciones en la capacidad física de los individuos, lo que verdaderamente
importaba era el plus trabajo, es decir, los grupos que cazaban o pescaban más,
los que podían recolectar más frutos en un periodo determinado, sin la posibilidad
de obtener ventajas adicionales pues prevalecía el intercambio de productos y no
una economía monetaria. No había explotaciones del trabajo de unos individuos
por otros individuos, salvo que un grupo sometiera a otro por medio de la violencia
y los convirtiera al vasallaje y a la sumisión, los conquistara o los esclavizara. En
estos casos, parte de los frutos del trabajo pasaban a ser usufructuados por los
primeros, pero en términos generales se trataba de grupos humanos que se
110
Marx, Carlos. Formaciones Económicas Precapitalistas, p.52
162
encontraban aislados, en parajes distantes unos de otros. Cada grupo explotaba
los recursos naturales que estaban a su disposición, como las plantas, los
animales, el agua, las piedras.
"La estructura económica indica que la agricultura fue la base importante, del
comercio y el desarrollo subsecuente de las artes y de las artesanías Los
excedentes de la agricultura se usarían para mantener a las bases dirigentes que
se encargaban de las ciencias pero que no produc.an aumentos. También pudo
haber intercambio de productos con otros de la Cuenca. La tierra era propiedad de
la comunidad y que se dividiera para el uso de las diferentes familias, un sistema
cercano al Calpulli de los Aztecas. También pudieron existir impuestos en forma
de alimento y trabajo de mano de obra para los sacerdotes y dirigentes. Al revés
grandes extensiones de terrenos pudieron haber estado monopolizadas por el
sacerdocio, cuyo cultivo era ejecutado por los campesinos que recibirán parte de
los productos como sueldo. La estratificación de la sociedad, la transformación de
las villas en pueblos, el incipiente urbanismo, el florecimiento de la arquitectura
religiosa, la importancia de la religión y de la casta sacerdotal son aspectos que
descansan sobre una mayor productividad económica permitiendo que algunos
miembros de la sociedad se liberaran de trabajos manuales, como es el caso de
los sacerdotes que negaron a poseer económicamente permitiendo que algunos
miembros de la sociedad se liberaran de trabajos manuales, como es el caso
también de los sacerdotes que llegaron
a poseer el conocimiento de las
163
matemáticas, de la escritura del calendario”, dijo Heydenreich.111
Para Bohem, "los materiales arqueológicos más antiguos se refieren a una
diferenciación social prístina entre cultivadores, por un lado y cazadores y
recolectores, por el otro, provocada por el éxito de la experimentación milenaria en
la domesticación de las plantas. Particularmente, los requerimientos de trabajo del
acto estacional de crecimiento y reproducción del maíz y del fríjol, obligaron a la
reprogramación de los calendarios, de apropiación y reproducción de la
subsistencia. El fenómeno parece haber sido concomitante con una mayor
inversión de trabajo en el nivelamiento de terrenos y conducción de agua para sus
cultivos y con la apropiación de un excedente por parte de nuevos especialistas en
el trabajo intelectual en la dirección y en la toma de decisiones. Parece indicado,
por lo tanto, buscar la primera división clasista en esa división del trabajo manual e
intelectual, cuando los sacerdotes se especializan en las tareas de intermediación
entre la sociedad y la naturaleza y desarrollan la religión con un sistema ideológico
que instrumentaba y legitimaba su dominio. A cambio de la realización de esa
función, los sacerdotes adjudicaron una parte del producto del trabajo social para
promover y reproducir su subsistencia, para construir los edificios y espacios
públicos en el ejercicio de su dominio -los templos y las plazas- que fueran los
centros alrededor de los cuales surgieran las ciudades que albergaran a artesanos
y mercaderes, además del personal encargado de practicar las disposiciones
emanadas de su dirección".1
111
Heyndenreich, Doris. Los Primeros Centros Ceremoniales. La cuenca de México, en Del Nomadismo a los
Centros Ceremoniales, p. 269
164
Si aplicamos los criterios de Bohem a la vida de los grupos tribunales que salieran
del místico Aztlán y llegaron a la Cuenca del Valle de México, encontramos que su
principal preocupación, de la cual dependía la vida presente y futura de dichos
grupos, encontramos que se trataba de transformar las frutas de la naturaleza, en
satisfactores materiales para la subsistencia humana. Llegaban a un paraje y
desde luego buscaban las mejores tierras para cultivarlas, aquellos que estaban
cerca de los ríos, los lagos y en general de los depósitos de agua, pero estos ya
se encontraban ocupados y explotados por otros grupos humanos, que habían
llegado a esos sitios con anterioridad. Entonces se generaba una pelea por esas
tierras y quienes salieron victoriosos podían quedarse con ellos y gozar de sus
frutos. Los terrenos "conquistados" se limpiaban, se nivelaban, se construían
ciertas obras hidráulicas para introducir el riego en formas limitada, pero los
grupos que eran excluidos del reparto de sus frutos, siempre permanecían al
acecho para tratar de recuperar los espacios perdidos.
También Olmeda indicó que si bien había artesanos con su oficio específico, todos
se dedicaban al cultivo de una parcela, en una primera etapa, la del neolítico,
insistiendo en que los pueblos aztecas eran exclusivamente agrícolas y
coincidiendo con Cunaw afirmó que ni los artesanos ni los comerciantes vivían
prescindiendo de los cultivos de las tierras, es decir, que no eran independientes,
es decir, no había una distinción clara entre economía agrícola y economía
industrial, coincidiendo también con Childe para quien la existencia de utensilios
no implicaba necesariamente una división del trabajo, en donde le mercado fue un
165
instrumento eficaz de distribución de productos y "había una ausencia de
intermediarios" lo que demuestra la existencia de formas de trabajo de tipo
cooperativo y colectivo"112
Cuando afirmamos que la base material de los grupos indígenas eran la
organización el trabajo para la explotación de los frutos de las tierras, no podemos
desdeñar la realización de otras dos actividades igualmente importantes: la caza y
la pesca y la recolección de la fruta de los árboles. En efecto, los primeros
registros históricos establecen que a veces como complemento, en ocasiones y
forma preponderante, la caza y la pesca servían para obtener nutrientes
indispensables para el desarrollo evolutivo de los seres humanos. No solo trataban
de obtener cereales, el maíz en nuestro caso, sino también productos cárnicos de
las aves, los repíteles, los peces, así como la recolección de frutos, que fue una de
las actividades primigenias de los hombres antes del conocimiento y de la práctica
de la agricultura. Como dice Childe, la evolución de la división del trabajo debía
haber empezado de la forma más simple, hasta formas más complejas. Por
ejemplo, la separación de las funciones productivas de los hombres y de las
mujeres, pues mientras este se dedicaba a la caza de animales, en donde se
requiere una mayor fuerza física, las segundas se dedicaban a la agricultura, a la
preparación de alimentos y al cuidado de los hijos. A pesar de que se fue
incrementando la división social del trabajo, esas actividades, crecientemente
especializadas, giraron en torno del cultivo de la tierra.
Olmeda, Mauro. El Desarrollo de la Sociedad Mexicana. La Fase Prehispánica, Proyección Americana del Modo de
Producción Asiático, p.67
112
166
"La concepción materialista de la historia parte del principio de que la producción y
junto con ella, el intercambio de sus productos, constituyen la base de todo el
orden social; que en toda sociedad que se presenta en la historia. La distribución
de los productos y con ello la articulación social en clases y estamentos, se orienta
por lo que se produce y por como se produce, así como por el modo como se
intercambia lo producido. Según esto, las causas últimas de todas las
modificaciones sociales y la subversiones políticas no deben buscarse en la
cabeza de los hombres, en su consciente comprensión de la verdad y la justicia
externa sino en las transformaciones del modo de producción y de intercambio; no
hay que buscarlas en la filosofía sino en la economía de que se trata".113
Los acontecimientos históricos sobresalientes de estos pueblos giran en torno de
la conquista, posesión, usufructo, transmisión, explotación de la tierra. Sobre estas
formas o manifestaciones de la
propiedad se desarrollan instituciones,
mecanismos, formas supere estructurales como mitos, creencias o concepciones
religiosas y luchas políticas, que tratan de legitimar o en tales casos de subvertir.
La principal forma de propiedad es la comunal, tribal o comunitaria, o colectiva que
desde un principio se comparaba la validez de un principio básico: lo la
combinación, el entrelazamiento de diferentes esfuerzos individuales, los de todos
los miembros de una colectividad, aseguraban la explotación de los frutos de la
naturaleza y su reparto equitativo para todos. En las crónicas históricas, no se
113
Bekerman, Gerard. Vocabulario Básico del Marxismo: Terminología de las Obras Completas de Karl Marx y
Friedrich Engels, p.120
167
habla de los indígenas como personalidades, individuales, salvo de los dignatarios
y de los guerreros, sino de los propios humanos que por razones naturales se
asociaban para la producción. Los problemas materiales de la vida social no los
resolvían los individuos en lo personal sino en lo colectivo.
Engels afirmó "que la tierra cultivada continuó siendo propiedad de la tribu y se
entregaba en usufructo primero a la gens, después a las comunidades de familias
y, por último, a los individuos. Estos debieron de tener ciertos derechos de
posesión, pero nada más. En este periodo tuvieron mucha importancia social el
ganado y sus productos como los lácteos y la carne" pues el ganado llegó a ser
una mercancía que valora a todas las demás y se aceptaba con mucho gusto en
todas partes a cambio de ellos; en una palabra el ganado desempeñó la función
del dinero y sirvió como tal ya en aquella época".114 En una etapa muy posterior,
Engels separó las actividades del hombre de la agricultura y la incorporó a otros
campos y apareció una diferenciación mayor de los oficios.
Engels, precisó una de las características básicas de la explotación de los bienes
naturales, que correspondían a la naturaleza de la estructura material: los bienes
eran propiedad comunal, es decir, de las tribus, de los sujetos sociales en cuanto
un todo, se trataba de una propiedad colectiva. Por ejemplo, la explotación de las
aguas de un río, de un lago, de un canal, era del pueblo que las había conquistado
u ocupado y no de un miembro de la tribu en lo particular. No era de A, B o Z
miembros de ese grupo social, sino del grupo social como tal. Después las formas
114
Engels, Federico. El Origen de la Familia, La Propiedad Privada y el Estado, p.311
168
de explotación variaron en sus formas de explotación y de usufructo es decir, se
transfirieron a las gens, a los calpullis e incluso a ciertos miembros de la
comunidad, pero como derecho que les eran transferidos y no como una
propiedad absoluta. Persistía la convicción que aun con el crecimiento de la
población y por ende, también con el crecimiento de la demanda de satisfactores,
lo conveniente para la sobrevivencia del grupo, era el mantenimiento de la
propiedad originaria de las propiedades, las aguas y los pastos, por parte de la
comunidad como realidad sociológica. Las "artes de subsistencia" eran producto
de la inteligencia de los hombres, pero también independiente de la institución,
pero
reconoció
que
ese
invento
y
descubrimiento
estaba
ligado
al
desenvolvimiento de la sociedad, pero también que la propiedad estaba
relacionada con las instituciones y por ello la propiedad fue el factor que permitió
la aparición de la familia monogámica y señaló también "que la propiedad privada
sobre los medios de producción, ya en el periodo de la "civilización", como los
responsables, tanto de la desigualdad social, como de los sistemas de dominación
que tienen como función reproducir esa condición de desigualdad y a su vez esta
situación de desigualdad en dominación generó luchas".115
En gran parte, la historia de los grupos humanos que poblaron la Cuenca del Valle
de México tiene que ver con la forma de propiedad, de usufructo de las tierras, del
reparto de sus frutos. La expansión de los mexicas, desde su llegada a la zona
lacustre, estaba relacionada con la conquista de mayores extensiones de tierra
para tener una superficie mayor que permite incrementar la producción de
115
Díaz Polanco, Héctor, Morgan Evolucionismo, p.19
169
alimentos para una población creciente. Lo mismo podemos decir de los
habitantes de la región Acolhua y de otros grupos humanos que dilataron a través
del tiempo la aparición de las formas de la propiedad privada. Para ello se
establecieron y defendieron instituciones sociales que permitían afirmar el carácter
social de la propiedad indígena, como los lazos de parentesco.
Era ley común y aprobada costumbre entre estos indios occidentales tener grados
de consanguinidad entre si, los cuales reconoció por impedimento forzoso para no
contraer matrimonio entre los comprendidos en ellos. Esto era padre con hija, hijo
con madre, suegra con nuera, yerno con suegra, padrastro con entenada,
entenada con madrastra y hermano con hermana. Todos estos grados eran ilícitos
y dirimían el matrimonio y si alguno de ellos era hallado haber cometido este acto,
era castigado por ello, como transgresores de su usada y prohibida costumbre.
Los mexicanos y los texcocanos, en todos los reinos y provincias, jamás usaron
sus casamientos en los grados que algunas naciones referidas, más antes quedan
los grados de consanguinidad pues se ha dicho; otro abuso usaron algunas gentes
de otras provincias muy apartadas de este de México y Texcoco y fue que los
señores y gente principal, que usaban de tener muchas mujeres, muerto este las
recibía el hijo que heredaba el señorío y las tenía por propias, pero también esto
fue poco usado".116
Entendemos esta "ley común" como una forma fundamental que organiza a la
sociedad en su conjunto pues tiene ramificaciones no solo económicas, sino
116
Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, T. IV, p. 172
170
sociales y políticas. Desde el punto de vista de la estructura material, el hecho de
otorgar privilegios a los miembros de la gens o del calpulli para la transmisión de la
propiedad de las tierras impedía que otros grupos de la misma comunidad
pudieran apoderarse de ellas, o que lo hicieran miembros sueltos en lo particular.
Los bienes naturales siempre quedaban bajo la jurisdicción y el usufructo de los
mismos miembros de los grupos fundacionales. En realidad, eran grupos
socioeconómicos que, como tales, podían establecer vinculaciones políticas con
grupos de otras regiones o comunidades, pues la estructura de Tenochtitlan era
esencialmente la misma que la de Texcoco o Tlacopan. Pertenece a un mismo
grupo humano, utilizando los lazos de consanguinidad como un rasgo distintivo,
aseguraba por ende la perpetuación de las formas de propiedad de la tierra y el
goce de sus beneficios.
Precisamente, Engels consideró que había habido una evolución en las gens y en
las tribus, debido, entre otros factores, a la aparición de los comerciantes y poco a
poco fue disminuyendo la importancia de estas asociaciones, habían surgido
nuevas necesidades y nuevos intereses y los artesanos que nacían en aquella
época, constituyeron nuevas agrupaciones. "En una palabra, el régimen de la
gens, fruto de una sociedad que no conocía antagonismos, intereses, no era
adecuada sino para una sociedad de esta clase. Pero acababa de surgir un factor
disolvente: los comerciantes, que comenzaron a acumular importantes fortunas y
así surgió una sociedad dividida en hombres libres y esclavos, en explotadores
ricos y en explotados pobres y el régimen gentilicio fue sustituido por el
171
estado".117
En rigor, ninguna sociedad permaneció congelada o "estacionada" en el tiempo
histórico sino todo evoluciona y progresa hacia estados diferentes e incluso
superiores. La estructura material que se constituye en un momento dado, como
sería la agricultura arcaica y primitiva, evolucionando en la medida en que se
mejora y perfeccionaron los instrumentos de producción y se incrementan los
volúmenes de satisfactores. Entonces surgen nuevos problemas, como el de la
forma de repartir esos beneficios. Engels afirmó que las sociedades gentilicias, es
decir, aquellas basadas en la gens, no permanecen inmóviles, no podía serlo de
ninguna manera, sino que va sufriendo transformaciones internas que debilitan a
los linajes y la vinculación de los lazos de parentesco para pasar a formas más
abiertas. Hay grupos en la sociedad igualitaria, que parecen remontarse en las
quimeras de la humanidad pero que no es así pues tiene una cierta realidad
sociológica, que empieza a usufructuar en su beneficio parte del plus trabajo que
generan los miembros de la comunidad. Estos son elementos de distorsión pero
que a la vez producen nuevos elementos de la sociedad humana, que a la vez que
impulsan formas de desigualdad social, se nutren de ellas.
Para Vaillant, el "Consejo Central dividía la las tierras entre los clanes y los
caciques de cada uno de ellas distribuía las raciones entre los jefes de familia
justa y equitativamente. También se reservaban zonas para el sostenimiento del
117
Engels, Federico. El Origen de la Familia, a Propiedad Privada y el Estado, p.320
172
jefe y el personal del templo, para los abastecimientos de guerra y para el pago de
tributos, todos ellos trabajaban en comunidad aunque, sin duda, también son
esclavos. A la muerte de un usufructuario, las tierras pasaban a sus hijos y si
morían sin descendencia la propiedad volvía al clan para que se volviera a
distribuir como sucedía también si el propietario no cultivaba su parcela durante un
periodo de 2 años. Este sistema podía funcionar equitativa y provechosamente
para todos los interesados, mientras una sociedad se mantuviera relativamente
estática y tuviera tierras laborables disponibles. Sin embargo, en el Valle de
México este sistema dio lugar a desigualdades. La creciente población de los
grupos del Valle agota toda tierra disponible y las familias y los clanes no tenían
manera de incrementar sus propiedades agrícolas. Una parcela que producía
abundantes productos para una familia pequeña ofrecía subsistencia insuficiente
para una grande". 118
La estructura clánica de la sociedad mexica, evolucionó de forma simplificada,
como la descrita con anterioridad, a otras más evolucionadas, las cuales tienen su
expresión más acabada en el periodo de Itzcóatl quienes efectuaron repartos de
tierra para gratificar méritos militares, al margen por completo de las formas
tradicionales de transmisión de la riqueza, basados en los lazos de
consanguinidad. Los clanes o las gens parecen corresponder a grupos humanos
pequeños que fácilmente se pueden satisfacer sus necesidades alimenticias y de
vestido, pero en la medida en que estos grupos crecen desde el punto de vista
118
Vaillant, George. La Civilización Azteca, Origen, Grandeza y Decadencia, revisado por Susana B. Vaillant. FCE.
México, 1977, 303 p., p.109
173
numérico, esas formas de distribución se convierten en una tribu, en un obstáculo
para el desarrollo de los grupos humanos, lo que induce a "abusos" esos
comportamientos estando pendiente la autorización de "agentes libres", como los
comerciantes que los dislocan.
La historia siempre es relativa pues los volúmenes de producción y de
abastecimiento que correspondía a una etapa y que cabrían fácilmente sus
expectativas, en otras etapas puede no hacerlo y en la estructura material tiene
que sufrir cambios, muchos de ellos elementos desde el poder.
También Chavero hizo referencia a la existencia de diferentes tipos de casas,
según era la dignidad y naturaleza de quienes habitaban en ellas: estaban los de
los grandes dignatarios, guerreros distinguidos, de los sacerdotes, llamados
teccalli o casas de señores y no podían penetrar a ellas ninguna persona que no
fuera de idéntica condición. Seguía en categoría menor los pillcalli o casa de los
principales que no habían legado a Tecuthlli; después los cauhcalli, o casas de
guerreros que se dividían en cauhtli y los ocelotli. A los que se distinguía en
acciones bélicas, se les nombraba tequihua y se les ponía una insignia para dar
muestra de su valor y los libraban de todo tributo y los autorizaban para que él y
sus hijos pudiesen usar algodón en sus trajes y cactli en sus pies y tener las
mujeres que pudiera sustentar. A otro que también se distinguía les daban tierras
en propiedad, podían bailar en los eventos "y empieza en él su linaje, gozando sus
174
hijos de sus privilegios".119
Una de las manifestaciones de esta "modernización" como resultado de las
acciones sobresalientes de los guerreros y de los egresados del Calmecac en la
transformación de las casas y habitaciones que en un principio eran de paja y
bajareque y de otros materiales perecederos y que ahora se fabrican de adobe y
argamasa, incluso de estuco; aparecen "grandes ciudades" o zonas urbanas,
centros ceremoniales, que a la vez son sedes de aparatos burocráticos y
administrativos, conjuntos residenciales de los jefes, militares, sacerdotes y
guerreros, personas que sirven al aparato dominante. A un lado muchas casas en
donde habitan los artesanos, los comerciantes y los labradores, correspondiendo
cada casa a su condición de clase.
De los caseríos dispersos y pequeños se transitó a conglomerados urbanos como
Teotihuacán, Xochicalco, Texcoco, Tacuba, Chalco y otros muchos que revelaban
en gran crecimiento de la población y por lo tanto una especialización mayor de
las estructuras agrícolas que abarcaban hasta la agricultura chinampera y la
agricultura de riego, coexistiendo con la de terrazas.
Olmeda, por el contrario, no se dejó guiar solo por las clasificaciones que había
elaborado Morgan, Thompson y Marx sino prefirió desglosar sus características
distribuían estas sociedades primitivas, prehistóricas y pre clasistas están basadas
en el parentesco, es decir, los habitantes de un territorio determinado son
119
Chavero, Alfredo, México A través de los Siglos, Obra única en su género, publicada bajo la dirección del
general Vicente Riva Palacio, X Vols., Editorial Cumbre, México, T. II., p.145.
175
descendientes de un antepasado común y por consiguiente están emparentados
entre si, la exclusión en ese territorio acotado y toda persona extraña en la
comunidad, un nivel de desarrollo atrasado y no se registran excedentes, ausencia
de una razón natural como instrumento de una explicación natural de explicación y
conocimiento de los fenómenos del mundo exterior.120 Después hizo suyas las
explicaciones de Morgan respecto de la sociedad azteca, considerándolas válidas,
indicando que en las obras de los cronistas españoles se publicaron rasgos de la
existencia de gens y fratrías, como fue el caso de la ciudad de México, que estaba
dividido en cuatro cuarteles cada uno de ellos ocupado por el linaje, es decir, por
persona que tenía un vínculo común, como se refleja también esta composición en
la tenencia de la tierra, destacándose también la existencia de un consejo de jefes
en cada una de las tribus.
Todos los cronistas le dan la razón a Morgan en relación a la existencia de varios
rasgos que son similares: los habitantes del valle de México se consideraban
descendientes de unos antepasados que eran comunes, los mecanismos de
trasmisión del poder y de la riqueza se hacían por medio de los lazos de
consanguinidad, tenían la misma explicación general del mundo, la vida y la
sociedad. Incluso una gran parte de estos textos representan la búsqueda del
origen de los linajes de los señores de Xochimilco, Chalco, Texcoco y de otras
poblaciones, en cuyos estudios se mezclaban elementos religiosos y mitológicos.
Lo que demostraban era el gran peso que tenían los lazos de consanguinidad, que
120
Olmeda, Mauro. El Desarrollo de la Sociedad Mexicana. La Fase Prehispánica, Proyección Americana del Modo de
Producción Asiático,., p.92
176
eran los que soportaban la estructura material. La estructura de la agricultura
basada en grupos sectoriales, no solo tenían finalidades productivas sino también
urbanísticas, como la formación de las cuatro parcialidades de la ciudad de
Tenochtitlán, que tenían no solo un territorio determinado sino también divisiones
particulares. Eran no solo centros de producción agrícola, sino también de
productos artesanales, pero en forma más extensa, centros de vida en general.
Indicó Caso que el surgimiento del estado o de los estados proviene de las aldeas
en las que se transita de una solidaridad familiar a una solidaridad política "pero en
la aldea hay algo que es muy característico: la homogeneidad del trabajo entre los
habitantes. Todos hacen todo. Por su puesto que hay una división del trabajo
determinado por la edad y el sexo; hay trabajo que puede hacer un niño, diferente
de los que hace un viejo y hay diferentes trabajos para hombres y mujeres, pero
no hay la división del trabajo que implique clases o gremios. No hay carpinteros ni
albañiles, no hay sacerdotes ni militares. En un momento dado, todos los hombres
de la aldea son militares o todos practican determinado rito religioso. Poco a poco
va surgiendo la especialización, pero esta especialización no hombres y no de
grupos".121 Desde este punto de vista existe un imperio, el olmeca que tuvo un
gran adelanto artístico y estilístico y que floreció en esa zona en donde había
grandes ríos, como es la frontera entre Veracruz y Tabasco en donde se trabajaba
por medio del sistema de milpas, es decir, de raza y tumba, pero estos resultaron
cada vez más improductivas por lo que muchas poblaciones se tuvieron que
121
Caso, Alfonso. Homenaje Alfonso Caso., p.213
177
abandonar.
En la agricultura y en la sociedad en general en una primera etapa, como dijo
Caso, había una gran uniformidad en la distribución del trabajo pues podemos
decir que todos eran agricultores o campesinos, todos tenían que preparar las
tierras, barbecharlas, plantar las semillas y recolectar sus frutos. No había
dificultades mayores en el reparto de lo producido pues no se habló de la
existencia de excedentes que generaran conflictos sociales o condujeran a
guerras, pues en todo caso los excedentes servían para abastecer los templos, los
palacios de los gobernantes y las casas reales. Estas eran personalidades que en
forma paulatina se fueron separando del resto de la sociedad para ocupar puestos
directivos, de influencia social e ideológica y de conducción política, es decir, se
fueron transformando en parte de las clases directoras. Estos individuos habían
dejado de ser productores de alimentos, de bienes y satisfactores materiales para
convertirse en elementos parasitarios desde el punto de vista económico. Todas
las sociedades, incluso las más primitivas, tuvieron un cierto grado de
especialización,
una
cierta
división
del
trabajo,
pero
estos
elementos
socioeconómicos se fueron acentuando y depurando en la medida y en
correspondencia del aumento de la producción y también de la producción.
Si bien Bandelier insistió, siguiendo a Morgan, en que lo predominante eran los
grupos de parentesco entre los mexicas que soportaron un proceso unitario muy
importante durante muchos años pero que después fueron apareciendo gérmenes
de discordia que los perturbaron. En una primera etapa el gobierno se integraba
178
por siete jefes, representantes de 7 grupos de parentesco, que se reunían en pie
de igualdad, pero también había 4 sacerdotes ancianos que eran los "cargadores
de Dios" y que la superficie de tierra en que se asentaron eran muy pobres y muy
reducidos y que esos grupos de parentesco estaban vinculados con las
necesidades de la guerra y de los cultos religiosos. Al referirse a la elección de
Acamapichtli, señaló, recordando a Morgan, que se trataba de una situación
similar a la ocurrida entre los indios pueblos de Nuevo México pues apareció un
Consejo Supremo, impuesto por dos jefes principales y para el se trata no del
establecimiento de un estado feudal sino de una confederación y que incluso en la
última etapa, la correspondía a Moctezuma siguió "siendo una sociedad
exclusivamente tribal" pues la sociedad tribal, presupone igualdad de derechos
entre todos los miembros de los grupos de parentesco que la componen la tribu.
De esto se desprende que no pueden existir "castas", ni rangos hereditarios, que
entre los antiguos mexicanos no podía existir ninguna división de clase alta y clase
baja, ni "nobles" o "plebeyos" ni en profesores o vocaciones hereditarias, como
"sacerdotes", "guerreros", "artesanos", "labradores".
Como ocurrió con todos los grupos humanos y siguiendo el razonamiento de
Bandelier, los lazos de parentesco y de consanguinidad se fueron debilitando
como resultado del crecimiento de la población, de la formación de las
instituciones estatales y de los requerimientos de la agricultura así como del
surgimiento de profesiones. No desapareció el carácter agrario de la sociedad al
mantener inalterable la importancia de la agricultura, pero si se modifican los
viejos vínculos sociales pues ya no era necesario haber pertenecido a una casa
179
real o ser descendiente del linaje de un jefe militar o de un guerrero, sino que lo
importante era haber tenido méritos en una guerra. Para tener acceso a las tierras,
dotando esta en forma individual y privada, había que distinguirse en una batalla.
Hemos dicho que se debilitan las relaciones patriarcales o gentilicias pero no que
desaparecieran, pues gran parte de esas instituciones fueron revitalizadas por
Moctezuma quien pretendió establecer lo que en términos europeos sería una
nobleza hereditaria o una monarquía a lo occidental. Al suavizarse las anteriores
formas de vinculación encontramos un gran crecimiento de la producción material,
un gran auge de la agricultura, la pesca, sobre todo las actividades comerciales, lo
que demuestra que la estructura cerrada o ciánica que creyó ver Morgan estaba
siendo superada por el movimiento objetivo de las relaciones de producción.
Dijo Carrasco que "había en México una gran cantidad de entidades políticas, total
o parcialmente independientes unas de otras y con importantes diferencias
sociales y económicas. Coexistían distintos niveles y formas de organización
económica incluso dentro de una misma entidad política. Había una distinción
entre ciudad y campo de cada tipo de población. Se observó también un gran
desarrollo de la forma política de la organización económica; por ejemplo, un
complejo sistema tributario, enormes almacenes reales, grandes obras públicas
organizadas por el estado y tierras públicas, del rey o de otras entidades,
trabajadas mediante correas. Por otra parte había numerosos mercados a los que
concurrían cantidad de gente y mercaderes profesionales que organizaban
expediciones mercantiles a remotas regiones, lo cual parece indicar otra forma de
organización de la economía.
180
La base de la economía era una estructura de dominación política definida por la
existencia de dos estamentos fundamentales: los nobles o pipiltin que formaban
como personal de gobierno, la clase dominante que controlaba los medios
materiales de producción y los plebeyos o macehualtin que era la clase
trabajadora dependiente política y económicamente de la nobleza. La primacía del
factor político en la organización de la economía se ve en que este es el que
explica los procesos de producción y distribución.122
Las explicaciones de Morgan corresponden a un grado incipiente del conocimiento
de la naturaleza de los pueblos al reducirlos a la categoría de tribus y en la Triple
Alianza a la de una "confederación de Tribus", que era el grado de conocimiento
científico a que se había arribado a finales del siglo XVIII. Si se examinan esas
realidades en un periodo superior, sobre todo con el avance de los
descubrimientos arqueológicos y sobre todo con los múltiples estudios de casos
que se han producido, los grandes estudios especializados, regionales, que se
han hecho, encontramos que la teoría de Morgan señala una estructura muy
pequeña, pero no podemos negar tampoco que Morgan admitió que ese tipo de
pueblos estaba en un proceso de evolución antes de la llegada de los españoles.
Una gran parte de los elementos que Morgan descubrió se modificaron hasta
debilitarse para pasar a formas de coexistencia de múltiples instituciones. Si la
teoría de la línea de parentesco no se hubiera modificado, no habrían surgido los
122
Carrasco, Pedro. La Economía Prehispánica. Ensayo sobre el Desarrollo Económico de México y América
Latina, 1500-1975, Compilador Enrique Florescano, FCE, México, 1987, 421 p., p.17.
181
mayeques, por ejemplo, que fueron los aparceros y que sientan las bases para
otras formas de propiedad de la tierra...
Bandelier formuló varias precisiones muy importantes:
Entre los aztecas, el concepto de propiedad abstracta del suelo no había
aparecido, solamente tenían el derecho a usar cierta extensión de tierra pero no
tenían derecho de posesión y por lo tanto "no había nobleza ni patriarcado.
Tampoco había una casta hereditaria de hechiceros o sacerdotes y tampoco había
una clase permanente de labradores para cultivar la tierra, los hijos no estaban
obligados a seguir con la misma profesión que había tenido su padre, quedaban
muy poco de "riqueza" por los individuos que se dedicaban a las artes mecánicas
y a las artesanías que propiamente no había condiciones para formar una clase
social y ni siquiera se podía decir eso de los mercaderes no obstante los
privilegios que tenía "pero había un grupo que crecía lenta pero constantemente,
los trabajadores de las tlamilpas o los macehuales"123. El grupo de parentesco
tenía el derecho de dar el nombre a sus miembros pero no había apellidos lo que
indicaba que aun no había una familia en el sentido moderno. Tenían (dicho
grupo) el deber de educar o capacitar a sus miembros para todas las ramas de la
vida pública.
Cevallos Novelo, quien se refirió a la construcción (paulatina) del Templo Mayor y
dijo que "con la madera hicieran estacadas que rellenadas de piedra, tierra y
césped aumentaron la superficie del islote, consiguiendo después unir a las
123
Bandelier, Adolfo. La Organización Social y la Forma de Gobierno, p.209
182
pequeñas islas cercanas, para ganar de esta suerte, mayor terreno a las aguas.
Con el aumento de espacio ocupado aumentaron las chozas de paja alrededor del
santuario de la deidad, aguardándose a la vez el mamaxtii primitivo, que comenzó
a alcanzar la grandeza y suntuosidad que le dieron los monarcas posteriores. Con
la gran cantidad de materiales que por convenio especial con los señores de las
orillas del lago o por conquista de los menos poderosos, iban adquiriendo los
mexicanos, mejora la calidad de sus construcciones y formaron acueductos,
después puentes, calzadas que los comunican con la tierra firme" 124.Las casas
de los pobres eran de adobe y de madera, con cimientos de piedra, mientras que
los de piedra eran de cal, piedra y madera y eran por lo general casas de un solo
piso.
De acuerdo con las crónicas históricas y los descubrimientos arqueológicos, los
principales recursos naturales eran el agua y sus productos propios de una zona
lacustre, como pescado, tules, pajas, madera. En virtud de ser un conjunto de
lagos y de lagunas, las tierras y las piedras eran escasas pues estas últimas
tenían que traerse de Chalco. Fue una lucha permanente y sistemática por quitarle
tierra firme a las zonas invadidas. Desde que llegaron a la Cuenca los indígenas
buscaron ampliar sus zonas de cultivo para abastecer sus necesidades
alimenticias, siempre crecientes en la medida en que aumentaba la población. Los
materiales empleados eran muy precarios, pues al parecer se trata de
construcciones de paja y de bajareque, incluso las primeras construcciones
religiosas y solo después se emplea el adobe y la piedra y se hicieron grandes
124
Cevallos Novello, Roque, El Templo Mayor de México Tenochtitlan, p.343
183
avances arquitectónicos. En esa primera etapa, el principal recurso natural eran
los productos derivados de la pesca, la captura de pececillos, ranas y otros
moluscos.
En su estudio Van Zantwijk indicó que 7 fueron los barrios originales de
Tenochtitlán: Yopico, Tlacochalcah, Huitzaohuac, Tlacotecpan. Chalmecah,
Cihuatepcpan, Izquitlán. A ellos se sumaron después Tzanomalco, Tezcacoac,
Tlamatzaco, Molió Ixtillan, Chililico, Milnahuac, y Coatlixixouhcan. De los barrios
que daban servicio a Huitzilopochtli, estaban Huitzanahuac, Tlamatzanco, Yopico
y Tzanomalco, los cuales, sus habitantes sostenían los calmecacs. Este autor
realizó un esfuerzo para relacionar cada barrio con el calpulli pero había
dificultades "pues en cada calpulli se veneraban varios dioses o diosas o por lo
menos a varias apariencias o manifestaciones diferentes; además varios barrios
tenían más de un nombre". Observó que los principales funcionarios o
gobernantes tenían que estudiar en una de estas prestigiadas instituciones
educativas y que los individuos tenían la posibilidad muy limitada de ascender en
la escala social independientemente de su filiación sub tribal, para concluir que los
siete barrios originales, entre ellos el de Tlacatecpan, que era el barrio de la familia
del Tlatoani, siendo este calpulli el más importante, con un estatuto más alto de los
otros seis.
El carácter lacustre de la zona determinó la vida de los grupos indígenas pues a
partir de su instalación en ella, en medio de guerras y conflictos con los grupos
que ya vivían en ella con anterioridad pues se dedicaron a realizar construcciones
184
de madera para estancar, rellenar de tierras las zonas invadidas y así poder
realizar chinampas y fabricar edificaciones, hasta integrar los cuatro barrios
originales en los cuales se dividía la población. En cada barrio había un dios
particular, pero un dios general les había ordenado que así se distribuyera la
población. Cada barrio tenía su propia estructura interna y organizacional pero no
se ha podido precisar si a cada una de ellas correspondía un calpulli, es decir,
tantos barrios equivaldrían al mismo número de calpullis, porque el concepto de
calpulli tenía diferentes significados, que no necesariamente tenían que ver con
los espacios físicos que lo comprendían. Siendo zonas homogéneas desde el
punto de vista de los recursos naturales, las parcialidades o barrios tenían una
identidad esencial.125
Por su parte, Caso llegó a la conclusión de que en la primera etapa, la de la
peregrinación y asentamiento en la zona lacustre, se trataba de parcialidades o
clanes y que juntos formaban una tribu la cual estaba unida por lazos de
parentesco, aunque indicó que con Acamapichtli, Chimalpopoca e Itzcoatl, los
pipiltin o nobles eran muy numerosos y formaban una clase social distinta a los
macehaullis, pero con Itzcoatl se firmó un convenio los macehualtin estuvieron de
acuerdo en una relación de servidumbre hacia los nobles descendentes de los
toltecas; el éxito de la guerra contra Atzcapotzalco permitió a Itzcoatl disponer de
la tierra a costa de los vencidos y de siervos para cultivar las tierras que recibieran
el nombre de moyoquiles, pero también repartió tierras a los pillis y creó una
125
Van Zantwijk Rudolf. Los Seis Barrios sirvientes de Huitzilopochtli, en Estudios de Cultura Náhuatl, número VII,
México, 1966 p. 89
185
nobleza a la manera de los toltecas. "La propiedad de las tierras entre los aztecas,
desde entonces fue de dos naturalezas: por una parte las tierras de los
macehualtin, cuya propiedad era comunal dentro del clan y las tierras de los
principales y nobles, que tenían dichas tierras en un tipo de propiedad o tenencia
individual transmisible por medio de la herencia, lo que aseguraba la permanencia
de una clase noble, distintamente de la clase plebeya, no solo por su origen sino
también por el poder económico".126 Por lo tanto a partir de Itzcoatl la sociedad
quedó dividida en dos grandes clases, la de los nobles descendientes de los
toltecas y aztecas y la de los plebeyos sin sangre tolteca.
En la primera etapa, en el marco de una evolución que va de lo simple a lo
complejo, los lazos clánicos y gentilicios que había en las unidades productivas y
sociedades, los calpullis, era muy sólidos y aquí Morgan tiene razón y pocos
autores se atreven a discrepar de esta concepción. Se trata de un principio
elemental o fundamental en la historia y el devenir de todas las sociedades
humanas, aunque estas se encuentran en un diferente grado de desarrollo. Caso
vincula las transformaciones de las formas de propiedad con el tipo de gobierno
existente pero en realidad es necesario advertir que esta evolución está
relacionada con el crecimiento de la población en su conjunto y por lo tanto de sus
necesidades y satisfactores. Todo parece indicar que la forma principal de la
propiedad, la comunal en sus diferentes manifestaciones se fue debilitando,
aunque no desapareció.
126
Caso, Alfonso, Obras, T. VI, p.214
186
Aparecieron nuevos grupos humanos y gérmenes de clases sociales, pero dicho
fenómeno tiene un largo proceso de gestación y de desarrollo, que incluso puede
durar siglos completos -como la aparición de los peones de las haciendas- siendo
los factores políticos los que impulsaron y determinaron su progreso, como los
repartos de tierra como recompensa por los méritos de carácter militar, que
debieron causar efectos destructivos a los calpullis, por la aparición de muchos
agricultores privados o libres.
También Caso se resistía a afirmar que los aztecas era una tribu sino más bien un
estado, aunque admitió que en una primera etapa eran agricultores, cazadores y
pescadores del lago, también hasta el periodo de Itzcoatl, pero a "partir de Itzcoatl
los nobles aztecas tuvieron tierras propias y en los barrios disponen de tierras para
aumentar la riqueza. De este modo se estableció la distinción económica entre las
dos clases fundamentales del pueblo azteca, los pipiltin y los macehualtin, por la
diferencia de la tenencia de la tierra. En efecto, los antiguos clanes y los nuevos,
creados en Tenochtitlán, no podían poseer la tierra sino en forma comunal. La
tierra de los barrios o calpullis, llamados calpullis, eran parcelas entre los vecinos
del barrio pero no la tenían en propiedad sino en usufructo; es así que cada jefe
de familia tenía no solo el derecho de poseer una parcela dentro de las tierras
comunales que pertenecían al barrio sino también la obligación de trabajarlas, a tal
punto que si en dos años no lo hacían, volvían las tierras al clan al que podían
entregarlas a otro de los vecinos del mismo. Las tierras de los nobles tenían una
situación completamente diferente. Se llamaban pillalli y eran dadas por el rey en
propiedad o tenencia individual; se transmitían por herencia y eran trabajadas no
187
por los miembros del calpulli sino por individuos conocidos como mayeques que
tenían una situación muy semejante a los siervos de la gleba dentro del régimen
feudal".127
Los cronistas refieren la existencia de un proceso evolutivo que va desde
Acamapichtli hasta Moctezuma en el contexto de las relaciones de producción y
por lo tanto la estructura material se fue modificando de lo más simple a lo más
complejo, aunque se trata de un periodo relativamente corto de tiempo, de tiempo
histórico, proceso que se enfrenta a un fenómeno exterior: la conquista española.
Sin embargo, algunos rasgos básicos permanecieron inalterables, como el
carácter agrícola y la aparcería. Esto hizo pensar que esas sociedades habían
evolucionado de la categoría de tribus a la de estados plenamente desarrollados y
hasta de estados imperialistas. La influencia de Duran es notable en esta
transición pues existe la impresión de con Moctezuma de estaba organizando una
sociedad muy parecida a la de la monarquía europea, basada en la nobleza y en
un regreso al linaje de los antiguos príncipes. La estructura material evolucionó
con la construcción de obras hidráulicas de pequeñas y medianas dimensiones,
como las obras que se realizaron en la zona lacustre para evitar inundaciones,
aunque no se encuentran datos cuantitativos que permitan evaluar un aumento en
la productividad, la cual solo se presupone.
Indicó Matos Moctezuma que para la construcción de la ciudad de México en una
zona lacustre con un suelo inestable y lodoso en que se tenía que compactar el
127
Caso, Alfonso, Obras, T. VI, p.220
188
suelo se utilizan maderas y piedras de origen volcánico, sobre todo para hacer
adobe con techos de maderas y paja con recubrimientos de estuco, colocaban
pilotes de madera y rellenan con piedras y lodo para hacer una plancha, hacer
calles que sirven para la comunicación por canales de agua.128
La historia de la ciudad de Tenochtitlán, es la historia de su espacio físico. Una
gran parte de su desarrollo político está vinculado con el carácter lacustre de la
zona pues influye no solo en su economía sino también en su política de alianzas
y de expansión. Los cronistas confirman que los suelos eran muy precarios,
hechos de lodo y de arcilla y que si se deseaba tener una superficie más o menos
estable se necesitaba rellenar con piedras. Hasta para la construcción del primer
altar a Huitzilopochtli había que realizar este procedimiento y por ello se edificó
con materiales deleznables que pudieran soportar ese tipo de suelos. Los
mexicanos buscaban espacios vitales para erigir sus edificios y pirámides pero
también sus zonas residenciales. Es posible encontrar una diferenciación clasista
de las regiones urbanas: al lado pero fuera de los centros ceremoniales, a los
cuales no tenían acceso, estaban las casas de los labradores y de los artesanos,
que eran la mano de obra disponible de la élite gobernante.
En los centros ceremoniales encontramos los adelantos tecnológicos más
sobresalientes, incluso, complejos sistemas de drenaje y alcantarillado como los
había en las ciudades antiguas del Mediterráneo, pero en las zonas habitacionales
de los campesinos, sobresalen las habitaciones colectivas, en las que vivían
varias familias, con servicios de carácter colectivo.
128
Matos Moctezuma, Eduardo. Los Azteca, p.52
189
Guemes afirmó que las primeras sociedades primitivas que se basaban en lazos
de parentesco, tenían formas sencillas de apropiación, las cuales se basaban en
acuerdos mutuos pero que después se habían impuesto unos grupos sobre otros,
pero la comunidad entera es la poseedora de la tierra, hasta concluir que esas
sociedades habían evolucionado de una posesión comunal de la tierra, a
sociedades altamente estratificadas, originadas en los periodos clásicos y post
clásico, con tierras comunales controladas por el estado, pero la aparición de un
nuevo modo de producción no implica la total desaparición de la antigua sociedad
comunal, ni la pérdida absoluta de los antiguos rasgos culturales y por tal motivo
en pleno siglo XVI se encuentran funcionando en los señoríos más importantes y
dentro del mismo estado azteca patrones culturales que recuerdan y hacen
presente a la comunidad primitiva, los cuales se entrelazan con las características
del modo de producción asiático".129
Siendo la naturaleza el principal y único objeto de expropiación y de apropiación,
los métodos de producción eran obviamente sencillos, propios de las sociedades
nómadas que estaban en proceso de sedentarización. Durante la peregrinación no
se habla de la existencia de "ciudades" sino de grupos errantes que se enfrentan a
otros grupos, como los chichimecas y los toltecas, que estaban en un grado
superior de desarrollo según se advierte por los conflictos bélicos que entablaron
con ellos y en los cuales los pueblos intrusos fueron vencidos. Pero este
129
Guemes Herrera, Lina Odena: "Fundación de pueblos y tenencia de la tierra en la región del valle de México en la
época prehispánica", Tesis Profesional, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, 1970,134 p. 45
190
vencimiento eso fue relativo pues asimilaron de esos pueblos una serie de
conocimientos científicos, a cerca del funcionamiento de la agricultura, de la
observación de los astros, del calendario, lo que les permitió un gran
enriquecimiento cultural y técnico que les ayudó a consolidarse una vez que se
asentaron en la zona lacustre. Los cronistas refirieron que los mexicas tenían una
notoria inferioridad técnica y cultural frente a los otros pueblos, lo que confirma
una desigualdad en la existencia de todos esos pueblos dentro de la zona del
Valle. La estratificación se fue precisando o ampliando, sobre todo cuando los
mexicas se asentaron en los poblados por largos periodos de tiempo en donde la
guerra se convirtió en una estrategia económica, en un medio para obtener
grandes volúmenes de alimentos y de vestuario.
Precisó Chayanov que: "en una economía natural a la actividad económica
humana la dominación, la obligación de satisfacer sus necesidades de cada
unidad de producción, que es al mismo tiempo una unidad de consumo. En la
explotación familiar, la familia, equipada con medios de producción, empleaban su
capacidad de trabajo en cultivar las tierras y recibe como resultado del trabajo de
un año cierta cantidad de bienes. Por cierto, el campesino y el artesano que lleva
su empresa sin pagar mano de obra reciben como resultado de un año de trabajar
una cantidad de mercancía que, después de cambiada en el mercado, forma el
producto bruto de su unidad económica. De este producto bruto debemos dedicar
una cantidad para el gasto material requerido en el transcurso del año; nos queda
entonces el incremento de valor de los bienes materiales que las familias han
adquirido con su trabajo durante el año o para decirlo de otro modo, el producto de
191
su trabajo. Ese producto de trabajo familiar es la única categoría posible de
ingreso para una unidad de trabajo familiar campesino o artesano, porque no hay
manera de descomponerlo analíticamente u objetivamente. Dado que no hay
fenómeno social de salario, el fenómeno social de beneficio neto también falta.
Entonces resulta imposible aplicar el calculo capitalista de la ganancia".130
Era una "economía natural" la de la transformación de los productos de la
naturaleza, de la explotación de la tierra mediante la coa, que implicaba un alto
predominio del esfuerzo humano, por encima de los instrumentos técnicos
simplificados. Era una estructura productiva basada en el trabajo individual y
familiar y por lo tanto se trataba también de necesidades alimenticias y sociales
muy elementales, que correspondían al grado de desarrollo imperante en un
momento determinado. Se aplicaba lo que se llamaría "trabajo intensivo" y por lo
tanto correspondía a la existencia de grupos humanos muy reducidos. Si observó
que la categoría de población, técnicas de cultivos de las tierras, satisfactores de
necesidades, volúmenes de producción, son históricamente concordantes.
En ese mismo nivel se ubica la estructura material, es decir, el conjunto de bienes
naturales y de instrumentos de producción, la cual se encuentra en constante
evolución. La base del trabajo no solo es individual sino también familiar,
integrando el conjunto de ellas la fratría. El conglomerado de fratrías haría surgir a
los calpullis. Esta incipiente división del trabajo está presente no solo en los
grupos mexicas sino en otros grupos de la humanidad, en distintas latitudes
130
Chayanov, Alexander, Teoría de los Sistemas No Capitalistas, p.53
192
geográficas, lo que se puede considerar como una distribución natural.
Odile y Turner firmaron que: "la intensificación de la agricultura, la creación de
nuevos suelos cultivables y las facilidades del transporte, favorecieron las altas
densidades de la población y las concentraciones urbanas. El poder económico y
demográfico amasado en el Valle de México, combinado con una organización
política militar estrechamente ligada a la organización hidráulica, permitió salir a la
captura de las poblaciones y de los recursos de los valles vecinos. Una vez que el
poder fue asegurado al interior del Valle, se desbordo sobre él resto de
Mesoamérica: modificando sutilmente las organizaciones económicas de los
pueblos sojuzgados aumentando la obtención de tributos pero sobre todo ha sido
posible la generalización de los sistemas de riego".131
Coinciden con Palerm en la importancia económica y social que tuvieron las obras
de regadío indicando que ahí donde este sistema existiera hubo grandes
densidades de población, gracias a las cuales se pudieron tener elevados niveles
de producción de alimentos para atender a muchos pobladores.
Las repercusiones que tuvieron las obras hidráulicas, de contención de aguas,
canalización de las mismas, construcción de represas y desviaciones y otras,
mejoraron la producción de alimentos porque así sucedió en todos los pueblos de
la antigüedad que las edificaron, comprobándose que el riego era un factor
fundamental para mejorar los cultivos. Pero lo importante es demostrar
empíricamente los resultados exitosos de la introducción de esos sistemas y es en
131
Roger, Odile y Turner, Ernesto. Organización Económica y Social de los aztecas y culturas que les precedieron
193
donde se presentan las dificultades para los especialistas debido a la carencia de
datos concretos. Solo se pueden hacer afirmaciones de carácter general, que son
válidas en si mismas. Existe una relación entre el crecimiento de la población, por
ende el incremento de sus necesidades y la urgencia de elevar los índices de la
producción de alimentos. Pero no solamente esto sino que se incrementan los
excedentes para sostener a los grupos parasitarios, como los sacerdotes y los
guerreros y la curda de funcionarios administrativos. Solo con una importante base
material que asegure la alimentación del pueblo y el abastecimiento de las tropas,
es posible que un grupo humano pueda levantar grandes ejércitos y que más aun
puede efectuar incursiones militares a cientos o miles de kilómetros de sus
fronteras.
Bernal, en su estudio sobre Teotihuacán, reafirmó que si bien su agricultura fue
muy similar a la de las regiones que regaban el lago de Texcoco, la población de
esta región se especializó en la producción de obsidiana, aprovechando la
existencia de minas en la región. "Hay indicios de que las casas ya tenían
cimientos de piedra, aunque los muros y los techos fueron de materiales tales que
no han dejado huella. Pero primera vez en Teotihuacán tenemos evidencia que
sugieren edificios, poblaciones con muros de piedra y pisos compactos de tierra.
Se han descubierto, cuando menos, cuatro talleres de obsidiana pues se
especializaban en producir puntos y cuchillos tallados por percusión". Todo esto
ocurrió en una primera etapa de la ciudad, pero en otra posterior aumentó la
población a 50 mil habitantes. Posteriormente se construyeron varios sistemas de
irrigación y se importaron grandes cantidades de obsidiana verde de la región
194
Navajas, en Hidalgo "lo que permite aumentar el prestigio religioso de la ciudad" y
"poco a poco va apareciendo el estado con clases sociales diferenciadas y
actividades profesionales de tal manera que no todos los hombres se ocupan de
todos los menesteres "e incluso refirió la existencia de un estado" francamente
militarista" pues la venta de obsidiana llegó hasta la región de Guatemala.132
Al referirse al entorno geográfico de Chalco, García Mora indicó que había dos
regiones separadas: la antigua zona lacustre de la Ciénega rodeada de una
llanura ribereña y varias sierras boscosas y un corredor de tierra alta que se
extendía hacia el sur y que atravesó la sierra Nevada y del Ajusco para descender
a las tierra caliente de Morelos. "Ha contado con agua de deshielo, manantiales y
ríos. Llegó a cubrirse de vegetación de juncos y tulares en la ciénaga y de
bosques de pinos y encinos en las faldas serranas y fue hábitat de fauna acuática,
así como de mamíferos y montañas. La población vive básicamente del cultivo
agrícola del 56% de la superficie y de la explotación de los montes boscosos.
Formuló una periodización hipotética que comenzó desde el año de 30 mil antes
de Cristo, hasta el año 5,500 en donde predominaron en la Cuenca las sociedades
comunales que estaban internadas por comunidades nómadas, de cazadores y
recolectores, agricultores incipientes, por comunidades nómadas de recolectores
cazadores. Posteriormente, entre los años de 5500 a 1300 surgieron comunidades
sedentarias
de
agricultores,
comunidades
estratificadas
de
agricultores,
cacicazgos agrícolas, tlatocoyos, agrícolas asociados y en el periodo histórico de
1465 a 1519 aparecieron los tlatocayos agrícolas sometidos a un huetlatocayo
132
Bernal, Ignacio, Teotihuacán y los Destinos de los Mexicanos, p.57
195
concluyendo "que las sociedades comunales abarcaron alrededor de 28,000 años,
mientras que las sociedades estratificadas solo abarcaron 2,200 años".133
En el caso de la derrota de Tlatelolco, Garduño destacó la parte relativa a las
exacciones económicas: Axayacatl dispensó el saqueo de todas las casas para
que resultaran beneficiados los soldados que habían actuado, se hizo un reparto
de tierras para los mexicanos y también se repartieron los puestos del mercado y
jefes militares y que le entregaran a cada uno de ellos la quinta parte de las
ganancias mercantiles, pero la estructura de los pochtecas no sufrió alteraciones
quienes
siguieron
desmembramiento
controlando
de
la
el
mercado
organización
"por
interna
lo
que
no
hubo
del poctecoyotl sino
un
una
incorporación al aparato estatal tenochca y los pochtecas tlatelolcas no dejaron de
obtener ganancias de las expediciones militares y comerciales tenochca y como
consecuencia los habitantes de Tlatelila se convirtieron en vasallos del señor de
México, pagándole tributo en especie y en servicio".134
El reparto de tierras a los guerreros que se distinguían por sus méritos en
campaña, al margen de la transmisión hereditaria de las parcelas, siguiendo la
regla del calpulli, contribuyó a modificar la tenencia de la tierra, en una primera
instancia. Pero a la vez acrecentó la fuerza social y política de los guerreros que
incrementaron sus privilegios como castas pues habían llevado, victoriosos, los
límites de la dominación hasta Tehuantepec. Las propiedades de tierras, así
133
134
García Mora, Carlos. Sociedad y Naturaleza en la Historia Prehispánica de Chalco Amecameca, 17 p
Garduño, Ana Conflictos y Alianzas entre Tlatelolco y Tenochtitlán, Siglos XII a XV p.162
196
adquiridas, como sucedió a raíz también de la guerra de Chalco y de Xochimilco,
acrecentaron las proporciones de la propiedad privada, así como el vasallaje a que
se sometió a los mayeques, en su carácter de trabajadores libres que después
pudieron haber derivado a asalariados en las haciendas del siglo XIX. El
pretendido carácter igualitario y por lo tanto atípico de la sociedad mexica de la
primera época, se fue modificando en la medida en que los militares acrecentaron
sus propiedades particulares y se enriquecieron". Aparecieron los militares como
individuos privilegiados, como pertenecientes a la élite gobernante, al utilizarse el
concepto de botín de guerra, a la manera de muchos ejércitos conquistadores del
mundo.
Asimismo, Rojas Rabiela opinó que la extensión promedio de las chinampas en el
siglo XVI era de 2 a 4 metros, pero que en el siglo XIX habían aumentado de 3 a 9
metros. "Las zanjas, apantles o canales, chinampas que delimitan la parcela
lacustre proporciona humedad y al mismo tiempo son vías de acceso" destacando
la formación que tenían los ahuejotes, que eran esenciales para la erosión de los
bordes de la parcela. "El plantío de estación de ahuejotes contribuía a consolidar
el terreno de la nueva chinampa al desarrollarse el árbol y entrelazan sus raíces.
Las estacas se colocaban a cuatro o cinco metros de distancia".135
La construcción de chinampas fue un método de explotación agrícola muy
adecuado en un medio físico y geográfico que se caracterizaba por la proliferación
135
Rojas Rábiela, Teresa. La Tecnología Indígenas de Construcción de Chinampas en la Cuenca de México,
civilización, septiembre 1954, número 2., p.43
197
de lagos y lagunas. Estos depósitos de agua permitían disponer de riego en forma
permanente y por lo tanto tienen islotes de alta productividad agrícola, si la
comparamos con la producción e tumba y raza. Las chinampas se empezaron a
construir desde antes de la llegada de los mexicas en el Valle pues se han
encontrado vestigios arqueológicos en las regiones de Xochimilco y Chalco. Se
rellenaban partes de la superficie acuícola mediante la construcción de acequias y
canales, utilizando madera para construir apantles lo que permitía que esas
superficies de tierra artificiales se mantuvieran estacionadas para poder sembrar
en ellas de una manera permanente. Para ello era necesario disponer de árboles
para hacer estacas y por lo tanto se requerían grandes cantidades de madera,
proveniente de los ahuejotes. Esto explica que una de las primeras contribuciones
que Axayacatl impuso al pueblo de Xochimilco fue precisamente ese tipo de
árboles, cuya madera se arraigaba en el piso acuático, hasta compactar las
porciones de lodo.
Dijo Albores que en la zona agrícola de San Mateo, en la que fue la zona lacustre
del Lerma, todavía se utiliza la coa y que se habían utilizado sistemas de
camellones o huertos y chinampas y San Mateo "se caracterizó por su elemento
acuático". Además de la ciénaga y de numerosos manantiales, estuvo cortado por
una serie de zanjas o "escurrideras" que conducían hacia las lagunas el agua
descendente de las montañas circunvecinas y en particular las del Nevado de
Toluca. Esto fue la región denominada Matlazinco en donde estaban entre otros
poblados, Almalipa del Río, Lerma, Ocoyoac, Otzotolepec, Tenango del Valle y se
destinaban al cultivo del maíz para satisfacer las necesidades de los productos,
198
afirmando que se habían utilizado sistemas de humedad temporal y de humedad y
de riego.136 Que esta región fue muy importante en materia de producción al
grado de que el tlatoani había ordenado la construcción de 4 sementeras para
cultivar el maíz e instalar numerosas trojes reales para su almacenamiento.
También Lenz refirió que el Valle era una región de lagos siendo los más
pequeños los de Xaltocan y Zumpango, los de Chalco y Xochimilco que era de
agua dulce. "Chalco se situaba en las riberas y fue durante muchos siglos el lugar
de depósito de todas las mercancías y productos de tierra caliente y de lugares
aledaños que llegaban al Valle de México para su transporte en canoa y su
distribución a otros centros de consumo. Todas las poblaciones ribereñas se
comunicaban por una extensa red de canales y acalotes, siendo estos últimos
espacios despojados de vegetación para que no se impidiera el transporte fluvial.
No eran rectos y exigían mayores esfuerzos para conducir las pequeñas naves,
pero la experiencia había enseñado a los indígenas a conducirlas de esa forma
con el objeto de evitar derrumbes que pudieran oponer las canoas. El principal
canal, cuyo paso frecuentemente quedaba obstruida por los céspedes flotantes, el
tule y la yerba que movían los vientos del norte, partían de Chalco donde hubo un
embarcadero que después se llamó San Juan de Dios; atravesaba el lago de
Oriente y poniente, tocaba a Xico, pasaba y Tláhuac las amplias calzadas diques
que dividían a los lagos de Chalco y de Xochimilco y recurrían tanto este, hasta el
pueblo de Tomatlán, convirtiéndose de aquí en adelante en el gran canal que
136
Albores, Beatriz. Apuntes para la Agricultura maicera de humedad temporal en San Mateo Ateneo, estado de
México, en Ciencia Ergo Sum, noviembre, vol.9, número 3, Toluca, Estado de México, 13 p. p.9
199
conducía a México las aguas que siguen por Mexicaltzingo y por la acequia de
Ixtacalco y Santa Anita, para entrar a la laguna de Texcoco. Entre los lagos de
Texcoco y de Chalco, Xochimilco, había una península, Iztapalapa. En Xico había
abundante pesca y a ella se dedicaban algunas poblaciones ribereñas,
principalmente Ayotla, en cuyo mercado vendían los peces más apreciados. El de
mayor tamaño era el amilotl y a otros se les llamaba Xalmichi o pez de arena. En
el lago y en las orillas de los canales y acequias se desarrollaban vegetales
alimenticios con el utetztza (especie de junco) y el alchilli o chilillo o pimiento de
agua. De los extensos carrizales obtenían material para la edificación de las choza
y otros vegetales acuáticos como el tule que, según las especies, servían de
forraje para hacer esteros o petates o bien para techar las chozas de los
indígenas. En el lago de Xochimilco abundaban las aves acuáticas. Las canoas
que surcaban el lago tenían la proa y la popa curvadas hacia arriba y eran de un
corte bastante singular. Las había pequeñas por una o dos personas, pero otros
podían llevar hasta 60. El agua de esta laguna (la de Texcoco) era salada y
consecuentemente los productos que se obtenían diferenciaban de las de agua
dulce, pero eran objetos de considerable comercio. En el terreno abandonado por
las aguas y afloraban sales que se llamaran Tequixquitl o tequesquite; abundaban
las aves acuáticas tales como los patos que llegaban en grandes cantidades para
empollar entre los tules en invierto y desaparecían en el verano; una pequeña ave,
el chichicuilote era muy solicitado, garzas blancas y las gallinas de agua, venían
en el mes de julio. Para capturar a los pájaros pequeños se servían de un
artefacto, indudablemente de invención indígena sobre el suelo y entre ellos
colocaban maíz. Al acercarse las avecillas, empiezan a comer y las redes se
200
cerraban e un golpe sobre ellas.
Dijo Lenz:
"Dirigidos por sacerdotes y jefes, los mexicas fueron llevadas ramas y troncos de
árboles y los clavaron en el seno del lago, formando una estacada que rellenaron
con tierra, piedras y fango que extraían del fondo de la laguna, dejando a
intervalos los canales comunicantes. Al extender el núcleo central que era el islote;
por vías de comunicación tenías las acequias y lo quera de mucha importancia en
aquellos tempes, Tenochtitlán seguía siendo inexpugnable y superior a las
poblaciones ribereñas en las que los mexicas podían irrumpir a su antojo
valiéndose de troncos ahuecados que usaban por barcas. Al cabo de algunos
años, las chinampas flotantes se convertían en fijas y para evitar su
desmoronamiento, en las orillas del rectángulo que las formaba, plantaron árboles,
generalmente sauces, cuyas raíces unían fuertemente a la tierra. Entre cada una
de estas islas artificiales dejaban estrechos canales donde corría el agua, sus
jacales y quizás también pequeños templos los levantaban sobre aquellos, de
modo que las chinampas eran tierras de labro y hogar, todo favorecido por la
madre agua".137
Krickerberg, dijo que "la pesca y la caza de aves lacustres siguió siendo, sin
embargo, una importante rama de la producción alimenticia de aquel pueblo
campesino el que los lagos del altiplano dejaba demasiado poco suelo para una
137
Lenz, Hans. México-Tenochtitlán. Ciudad Lacustre, según relatos de los cronistas Miguel Ángel Porrúa Editores,
México, 1971, 79 p, p.3
201
agricultura intensiva. Esa necesidad les agudizó el ingenio, el suelo negado por la
región le fue ganado al agua en la que se construyeron los llamados jardines
flotantes. Así se ganaron del agua 35 kilómetros de tierra de cultivo mediante la
construcción de balsas rectangulares, rellenas de carrizos, ramas de árbol y lodo;
las anclaban en el fondo del lago plantando en su borde sauces de rápido
crecimiento. De esa manera todo el lago se cubrió gradualmente con una capa de
islas artificiales y estrechos canales. Las chinampas eran muy fértiles y no
necesitaban ser regadas, solo se abandonaban de vez en cuando con el limo
sacado del fondo de los canales por medio de canastas especiales. El único
utensilio usado por el campesino indígena, es este labrados horticultor igual al que
usaba el agricultor de las tierras firmes, la "coa" un palo en forma de azadón y
ensanchado con el que se sacaba y removía la tierra. Además del maíz se
cultivaban frijoles, calabazas y tomates...138
También Armillas reconoce la existencia de obras de riego en distintas regiones,
entre las el Valle del rio Nexapa, al sur de Puebla afirmando que eran obras
"locales y pequeñas, pero reafirma que el albarradón cuya construcción dirigió
Netzahualcóyotl y que tenía 16 kilómetros de largo no solo tenía la función de
separar las aguas dulces de las chinampas. "En las tierras irrigadas se
cosechaban cultivos básicos, como maíz, frijol, calabaza, chile y tomate así como
plantas industriales como algodón. En algunas zonas se desarrollaron avanzadas
técnicas agrícolas incluyendo el uso de semilleros y el trasplante, la utilización de
fertilizantes y la protección contra heladas. Sin embargo, en amplia zona se
138
Krickerberg, Walter. Las Antiguas Culturas Mexicanas, FCE, México, 1985, 378 p., p.29
202
aplicaban exclusivamente el primitivo sistema de milpa. Los implementos líticos se
utilizaban comúnmente mientras que las avanzadas técnicas metalúrgicas se
empleaban fundamentalmente en la manufactura de artículos suntuarios. En el
centro de México las herramientas de metal se utilizaban, en las épocas de la
conquista, en algunas artesanías, pero no se utilizaban para labores pesadas y no
había formas mutantes".139 Dijo que la elevación cultural de la región, hasta
terminar con la aparición de "estado militarista" había sido muy parecida a la
evolución registrada en la zona andina.
Por su parte, Gómez Chávez, al hacer un recuento de las evidencias
arqueológicas de Teotihuacán, sobre todo en la etapa previa a su colapso y
abandono, dio cuenta de múltiples elementos relativos a los sistemas de riego:
canales cavados en el tepetate, de .25 hasta 1.00 metros de ancho, mantenían la
misma orientación de los edificios de la ciudad, canales con compuertas de
distribución; un sistema de hoyos y de policultivos con riego a brazo, enfatizando
en el riego de carácter individual; construcción de un canal paralelo al lado sur del
río San Juan el cual tenía más de 400 metros de longitud. Pero habiendo sido muy
importante la producción agrícola para alimentar a una gran población, la
producción agrícola decayó para enfatizar en la producción artesanal y la
aplicación de métodos de coerción y coacción para cobrar tributos. En el caso de
la industria lapidaria, "no existía ningún desarrollo de la técnica ni de las
herramientas empleadas por los artesanos a lo largo de varios siglos". 140 Sobre
139
140
Armillas, Pedro, Una Secuencia del Desarrollo Cultural en Mesoamérica, p.153
Gómez Chávez Sergio. Una Propuesta sobre el Proceso, Factores y Condiciones del Colapso de Teotihuacán, Vol. 31,
203
todo, tratándose de la producción de objetos de obsidiana. En general observó
que no se habían registrado avances en la aplicación técnicas constructivas.
Los estudios que se han hecho demuestran que siendo la producción artesanal de
gran importancia sobre todo por el valor agregado que llevan todas sus piezas u
objetos, no se puede desdeñar o abandonar el debido apoyo a la producción de
alimentos, como tal fue uno de los errores fundamentales de los gobernantes
teotihuacanos al final de la vida de la gran ciudad. La población creció en forma
desmesurada y aunque había importantes regiones agrícolas irrigadas en sus
alrededores, los cálculos indican que la producción de alimentos disminuyó en
forma preocupante lo que obligó a algunos grupos humanos a abandonarlos para
asentarse en otras poblaciones en donde las condiciones ecológicas y
económicas fueron muy propicias. Tanto la caída de la producción como el
abandono de barrios en la gran ciudad, coincidían con la aparición en el Valle de
otras ciudades, poblaciones importantes que eran partidarias de los valores y de la
cultura teotihuacana.
Definió Pérez Campa que ciudades importantes como Cuicuilco y Teotihuacán,
siento estos los modelos a seguir para el poblamiento del Altiplano, "Cuicuilco
explotaba los recursos del lago, los ricos suelos agrícolas, las zonas forestales, la
caza y limitaban al sur y poniente con las estribaciones del Aquío, al oriente con el
canal de Cartier y al oriente cerca del lago de Xochimilco".
mayo-agosto, 2004, p.7Dimensión Antropológica, Año II
204
Pero también destacó otros rasgos característicos: el comercio de larga distancia;
se encontró también un gran depósito de agua en el centro de la Plaza Cuicuilco;
tenía una población de 20 mil habitantes y tenía una posición estratégica pues lo
mismo se podía comunicar con Texcoco que con la costa del Golfo de México e
identificó tanto el templo como las pirámides como los que después se construían
en Teotihuacán.141
Sepúlveda, al referirse, al pueblo de Zapotitlán, ubicado en la región de Tehuacán,
afirmó que se había construido una serie de terrazas en diferentes niveles y una
"complicada red de canales que conducían al agua de un río hasta la pileta y a sus
alrededores en donde se obtenía la sal por medio de la evaporación solar del agua
de ríos y manantiales, las piletas o aseladores de piedra son una especie de cajas
rectangulares de poca profundidad, perfectamente evocadas en el piso y paredes
para hacerla impermeable".142
Este sistema agro hidráulico era similar al encontrado en las laderas de las
montañas de la zona andina y consistió en sembrar precisamente en sitios
recarpeteados, a grandes latitudes, en donde eran prácticamente imposible
mantener el agua que escurría hacia las partes bajas. Se construyeron piletas,
canales, "albercas", pozos y otros para evitar que el agua se saliera de las
terrazas, sobre todo en espacios en donde se cultivaba maíz y papas.
141
Pérez Campa, María. Preclásico Tardío. Las Primeras Ciudades, Arqueología Mexicana, 27, enero-junio, 2007, p.13
Sepúlveda, María Teresa, Tequitlato de Zapotitlán, en Dimensión Antropológica, INAH, Vol.37, mayo-junio
2006, p.7
142
205
Tezozomoc dijo en su Crónica Mexicayotl que los ancianos Teochichimecas, gente
de Aztlán, mexicanos "cuando vinieron en busca de tierras, vinieron a ganar
tierras, la ciudad de México está dentro del agua, en el tular, en el carrizal, dentro
del cañaveral, en el que nacimos y vivimos los tenochcas. Menciona a
Chicomoztoc como el lugar del que salieron los siete calpullis mexicas y vivían en
medio de los zacatales, cuitóles, biznagales, carrizales y cuando vinieron a pie
pues venados, conejos, fieras, serpientes acá con sus joyas de cuero y de
sustento. Que Huitzilopochtli les dijo a los teomamas de los aztecas: "coge,
víveres estos al pie de la biznaga, ellos tributaran primeramente y después les dijo
que "os hace señores, reyes de cuánto hay de doquier en el mundo y cuando
seáis reyes tendréis ellos innumerables, innumerables, excelentísimas piedras
preciosas, oro, plumas de quetzal, esmeraldas, corales y amatistas.143
Precisamente Albores hizo referencia a la existencia de chinampas en la zona sur
del Alto Lerma, de Toluca desde la época del Neolítico Temprano, 1300 a 800
antes de Cristo, etapa en la cual había lagos y pantanos sobre todo en los que se
encontraban en la región de Mexicaltzingo, indicando que por ejemplo San Mateo
Atenco era una "zona de agua" en donde había zanjas y escurrideras que
canalizaban a la Ciénega las aguas que bajaban de las montañas circundantes y
los habitantes ribereños se dedicaban a la caza, la pesca, a la recolección de flora
y fauna acuáticas. Dijo que "había planchas" y bandos con camellones que
formaban un rectángulo, mientras que los camellones se dedicaban al cultivo de
143
Alvarado Tezozomoc, Fernando, Crónica Mexicayotl, Traducción directa del náhuatl por Adrián León. Instituto de
Investigación Histórica, UNAM, México, 1975, 223 p. p78
206
habas, quelites y elotes, yerbas acuáticas y plantas artesanales como tule,
utilizando la técnica de atado que era una superposición de capas de vegetales y
lodo.144
Las técnicas, que describe Albores, son muy parecidas a las relativas a la región
de Xochimilco pues correspondían, en términos generales, a una zona lacustre, la
cual había "quitado" espacio para poder efectuar cultivos de diverso tipo. Los
atados permitían "elevar" porciones de las riberas, para sembrar semillas sobre
ella y así asegurar un sistema de riego que fuera natural y permanente, hasta
hacer camellones y terraplenes que tenían directamente grados de utilidad, pero
que siempre estaban sujetos a los cambios en el nivel de las aguas. Precisamente
para evitar que se sufrieran desbordamientos e inundaciones, que terminan por
acabar de un golpe con las franjas cultivadas, se construyen canales para sustraer
el agua y así lograr un mayor y más permanente equilibrio. Se trataba de utilizar
en forma óptima hasta la última pulgada de tierra firme, al grado de quitarle tierra a
las zonas cubiertas por el agua.
Rojas Rabiela, siguiendo los estudios primeros de Armillas, concluyó que el área
de chinampas en este periodo (1350-1521) era de unas 12 mil hectáreas,
excluyendo islas e incluyendo canales y posibles lagunetas que ocupaban unas 3
mil hectáreas. Si se cuenta aproximadamente las tierras cultivables, la extensión
era de aproximadamente unos 90 kilómetros cuadrados. Los canales mayores de
144
Albores Zarate, Beatriz. Origen Pre mexica de las Chinampas en la Zona Lacustre del Alto Lerma. Documentos
de Investigación, Colegio Mexiquense, Toluca, 1998.123 p p34
207
servicios usados para drenar la región servían como importantes vías de
navegación".145
Si bien el método agrícola de las chinampas fue sobresaliente, sobre todo si lo
comparamos con el método de roza y tumba, estuvo limitado a ciertas zonas del
Valle y sujeto a factores climáticos, como las inundaciones y las sequías. Cuando
ocurrían los primeros fenómenos las tierras cultivadas se anegaban y se perdían
las cosechas y si sucedían las segundas se perdían las semillas. Los primeros
rasgos arqueológicos se encontraron en el valle de Teotihuacán pero se
destacaron en las regiones de Xochimilco, Chalco y Texcoco que se convirtieron
en zonas de abastecimiento de alimentos de Tenochtitlán. Sin embargo, no se
puede exagerar la importancia productiva en relación con la demanda social en
virtud de los bajos e irregulares volúmenes de abastecimiento. Considerar a esas
zonas como graneros de gran importancia resulta un exceso, más aun, después
de la conquista en donde el dislocamiento de los sistemas productivos terminó con
las chinampas y quizá ello explique las frecuentes hambrunas que asolaron a la
población.
Respecto del tule, dijo Albores:
"Se trata de vegetales herbáceas, con tallo flexible, que prospera en los espacios
de humedad permanente, como las orillas de los lagos y lagunas, así como en
depósitos de agua pluvial. Entre la gran variedad de tule se distinguieron el
145
Rojas Rabiela, Teresa. La Tecnología Indígenas de Construcción de Chinampas en la Cuenca de México,
civilización, septiembre 1954, número 2
208
petlatoztin, el islotin y el tlamimillo. La drástica merma de la juncácea tuvo lugar
por la desecación sufrida a partir de la colonización española y sobre todo en el
contexto de la industrialización nacional".146 Se utilizan básicamente para la
confección de esteras y canastas, pero sobre todo en el Valle de Toluca fueron
sus petates de palma y tenían dos acepciones, una general que se refería al tejido
de esteras y otro el llamado "tule redondo" y se trataba de un tule grande y
espumoso. El corte se hacía individualmente y en grupos y se sacaban a
brazadas, en fila a manera de bolsas y los tulares pertenecían a pueblos como
San Pedro, Tlatizapan, San Lucas Junco, Santa Cruz Atizapán, Almoloya del Río,
San Pedro Cholula. "Para el sajamiento se utilizaban remo aplomado o "palo",
garrochas o remo cilíndrico y hoz o segadora, canitas y chalupas o canoas
grandes quienes carecían de canoas caminaban hasta los tulares próximos a las
riberas de la ciénaga y ellos mismos conducían los juncos o bien empleaba
bestias de carga, generalmente asnos y después se tendían en el piso para
secarse y se apartaban para manejarlos durante el entrelazado.
En virtud de la existencia de una amplia variedad de tulares, pues los había
delgados y gruesos, se podían fabricar muchos objetos, desde los canastos o
esteros en donde se podían guardar alimentos y transportar semillas, hasta la
elaboración de balsas, con las que se podían movilizar los individuos de un lugar a
otro. Todos los pueblos ribereños tenían acceso a ellos y por lo tanto los tuleros
iniciaron sus actividades desde una etapa temprana, pues estaban a un lado de
146
Albores Zarate, Beatriz, El Tejido de Tule en la zona lacustre del Valle de Toluca, Cuadernos de Investigación,
Colegio Mexiquense, Tolca, 2009.. p45
209
sus habitaciones y por ello formaban parte de sus utensilios de trabajo; las fibras
podían trabajarse con raspadores de todo tipo pues se trataba de fibras delgadas
en una primera etapa, como ocurrió con otras actividades, se involucraron sobre
todo las mujeres y los niños pero después se fueron creando grupos de artesanos
especializados.
Rojas Rabiela hizo alusión al método de lozas estacadas de morillo de madera,
que se emplearon lo mismo en la zona chinampera de la región ChalcoXochimilco, que en la construcción de edificios coloniales, luego las calzadas,
diques y los albardones y albaranes, como la célebre albardón de San Lázaro del
año de 1556. "El primer método de construcción de chinampas consistía en el
amontonamiento de césped y lodo. El plantío de estacas vivas de árboles de
ahuejote era la operación final del proceso una vez formado el suelo y tenía como
objeto afianzar la orilla de la parcela con las raíces de estos árboles típico de
ellos".147 Sin embargo, esta especialista describió otros métodos de cultivo, entre
ellos, uno que suponía que en la chinampa había un cimiento de césped la cual se
zanjeaba para hacer sus aplantes o canales y por último se sembraban estacas de
ahuejote en los bordes para detenerla y evitar que se cuarteara.
Los morillos y las estacas desempeñaron un papel sobresaliente en el conjunto de
los tributos que se imponían a los pueblos sometidos o conquistados ya que era
un recurso natural para la construcción de edificios públicos y privados. Por
ejemplo, aparecieron en los tributos que debía entregar Xochimilco y Chalco a
147
Rojas Rabiela, Teresa. El Papel de la Agricultura Chinampera, p.317
210
Tenochtitlán y su número asciendía a miles de piezas pues se usaban no solo
para contener las sementeras a efecto de que no se "movieran" sino también para
hacer techos, postes y para la construcción de albarradas para contener las
piedras, la cal, en síntesis, la argamasa. En los modelos de casas que se
dibujaron
en
los
códices
aparecieron
los
morillos
como
implementos
indispensables para soportar los pesos de las construcciones.
En una primera etapa de la agricultura se colocaban en los dinteles de orillas de
los lagos y a partir de ellos se avanzaba rellenándolos con lodo y piedra a efecto
de convertirlos en zonas de superficie firme aptas para el cultivo y la construcción
pero en la medida en que avanzó este proceso de rellenado se fueron haciendo
canales y acequias, que los españoles llamaron calles de agua.
En Teotihuacán, se destacó la red de drenaje subterráneo que captaba el agua
pluvial de los techos y de la calle, conduciéndola a pozos de absorción o
desalojándola a las corrientes fluviales y estanques para el suministro de agua a la
población urbana; había además un sistema de irrigación compuesta por varios
canales y había canales y diques semicirculares. Estaba el Albarradón de
Netzahualcóyotl y el de Ahuitzotl, las calzadas y diques de Tacuba, Tepeyac,
Xochimilco, Iztapalapa, Atzcapotzalco, Tláhuac, la calzada de Tláhuac que dividía
a Chalco con Xochimilco, los acueductos y los canales de abastecimiento de agua
doble,
drenaje,
puentes
elevadizos,
embarcaderos,
albercas,
retoques,
compuertas, jardines alimentados por acequias y estanques, canales de
navegación. Vías de comunicación, desde Ayotzingo, en el extremo del lago de
211
Chalco hasta el centro de Xochimilco; había depósitos de agua dulce en medio de
lagunas saladas, el doble acueducto de Chapultepec y los embalses y las "cargas"
que proporcionaban agua dulce a la capital. En la región de Texcoco,
Netzahualcóyotl construyó dos acueductos que permiten repartir el agua a través
de la periferia del cerro de Tetzcotzino, derivar agua para riego y tener canales,
había un manantial ubicando entre San Dieguito, Xochimilco y San Nicolás
Tlaminca y se construyó un acueducto.148
De las exploraciones hechas en la zona de Teotihuacán, destacó el sistema de
drenaje subterráneo, del cual aun encontramos muchos vestigios, que permitían
entrar y sacar el agua de las habitaciones en los patios, lo cual constituyó un
avance arquitectónico importante para la fecha. Se podían evitar el afecto
contaminante de las aguas de las tierras, almacenar agua de lluvia pues había
varios estanques para ello y mantener una vida más cómoda, claro está, para los
gobernantes, jefes militares y sacerdotes.
Escribió Lenz que el albarradón que dirigió Netzahualcóyotl era un dique que tenía
16 kilómetros de extensión y se extendía desde Iztapalapa hasta Atzacoalco y
estaba hecha de piedra "y rodeada de hileras de estacas entrelazadas; y también
había aberturas para el paso de las canoas y la regulación de las aguas. Cuando
subía el nivel del lago de Texcoco durante la estación de lluvias, estas aberturas o
compuertas se cerraban pero en la temporada seca se abrían y se dejaban entrar
agua de los lagos de Chalco a Xochimilco. Estos albarradones protegían
decisivamente a la capital sobre el peligro de violentas inundaciones y dividía en
148
Rojas Rabiela, Teresa, Obras Hidráulicas en Mesoamérica, p. 21
212
dos partes la laguna de Texcoco, recibiendo las más cercanas al sur de la ciudad
agua dulce de los arroyos y de los lagos de Chalco a Xochimilco, convirtiéndose
poco a poco el agua salada en dulce ya sí ya podían cultivarse flores y legumbres
en chinampas, aumentando la población piscícola. A pesar de las obras de
Netzahualcóyotl,aun amenazaban el peligro de inundaciones, pero por otra parte
ya no bastaban para el consumo de la población el agua de Chapultepec que fue
construido por Axayacatl y el rey Ahuizotl determinó traerla del manantial de
Acuecuxtl, cercano a Churubusco, uniendo otras fuentes inmediatas.149
No sabemos si estos adelantos urbanísticos existían fuera del perímetro habitual y
ceremonial, pues es probable que esto no haya sido así en virtud de la
estratificación social de la época. Fuera de este y alejados de las obras de "cal y
canto", de mampostería y argamasa, estaban las zonas "periféricas" en donde las
habitaciones reflejaban la condición social de sus ocupantes, es decir, la
precariedad y la pobreza. Ahí mismo en Teotihuacán encontraron vestigios de una
red de canales de irrigación, fuera del referido perímetro, en las cuales
aprovechaban los manantiales de agua de varios usos.
Wright observó que durante siglos habían coexistido en el valle de México los
otomíes con los nahuas, encontrando una gran similitud constructiva y
arquitectónica en las ciudades pues existían templos, centros ceremoniales y
mercados. De este último encontró grandes mercados en los grandes señoríos,
mercados de segunda categoría en los señoríos subordinados y había plazas
149
Lenz, Hans. México-Tenochtitlán. Ciudad Lacustre, según relatos de los cronistas, p.25
213
comerciales menores en las poblaciones del tercer nivel. En los edificios había
instalaciones para la administración de la justicia, los consejos de guerra y el
hospedaje de los señores aliados. "Los grandes señoríos solían demandar tributo
a los señoríos dominados, en especie, mano de obra y servicio militar. De esta
manera se concentraba la riqueza y el poder en los señoríos más poderosos". 150
Hizo un estudio lingüístico demostrando que muchos de los conceptos de los
nahuas, se encuentra contenido en la lengua otomí como gran gobernante o
hueitlatoani, que en otomí tiene el título de otaya, que también significa "gran
señor".
Recordó Sevilla la importancia que Marx concedió a la agricultura la cual produjo
un "excedente mayor" lo cual provocó la evolución de la sociedad hacia otros
modos de producción. Definió a este excedente como la diferencia que existe
entre el producto necesario y ese excedente; la renta es primeramente pagada en
especie y existen tierras más fértiles y menos fértiles. 151
La aplicación de métodos agrícolas produjo una cierta cantidad de alimentos
necesarios para la alimentación de las comunidades, es decir, para que se
asegure su existencia social y se reprodujera como fuerza de trabajo. Se entiende
que había un equilibrio entre la demanda de la población y la producción, pero se
generó una diferencia entre estos factores ya que podía haber más satisfactores
que la población misma lo que motivó que esa diferencia pudiera ser usada, por el
150
Wright Carr, David Charles. La Sociedad Prehispánica en Lengua Náhuatl y Otomí, p.5.
Sevilla Guzmán, Eduardo. El factor tierra como categoría analítica, para el estudio de la estructura socioeconómica
agraria. Departamento de sociología, Universidad Autónoma de Madrid, Cuaderno 5, 1975. p. 29
151
214
grupo gobernante para fines de enriquecimiento, acaparamiento y dominación
social y política. El hecho de contar con bodegas y almacenes permitió guardar,
como si fueran tesoros, volúmenes determinados de alimentos, los cuales podían
ser empleados también para efectuar pagos en especie por servicios prestados
por otros grupos humanos, para gratificaciones y premios que permitieran
aumentar el área de influencia de algunos grupos. Desde luego, no conocemos
datos específicos que nos permitan hacer cálculos, así fueran aproximados, de
esta diferencia entre, lo producido y lo consumido, pero si sabemos que existieron
estos fenómenos en términos generales. Se puede afirmar que, por ejemplo,
Moctezuma tenía importantes excedentes guardados en sus almacenes para
efectuar pagos en especie y realizar regalos y "presentes" a los dignatarios que
solía invitar a su residencia.
Al describir la Cuenca, agregó Rojas, estaban los Lagos de Xaltocan y Zumpango,
situados un poco más arriba que el de Texcoco, alimentado por ríos como
Cuautitlán y de algunos manantiales como el de Ozumba. Entre las
transformaciones más grandes que se produjeron en la zona, señaló, estaba la
aparición de las chinampería en la región Xochimilca y Chalco durante la época
del Posclásico. "Alrededor de los pobladores lacustres y ribereños, de las obras
hidráulicas y de las chinampas, se encontraban llanuras ribereñas, montañas y
volcanes plenos de grandes masas boscosos y con gran riqueza en vida silvestre;
ríos y manantiales que aloraban en las laderas, muchas de ellas captadas y
canalizadas para utilizarlas en las terrazas y laderas agrícolas; pobladas
serranías, sembradíos de magueyes y yacimientos de minerales y otros materiales
215
valiosos".152 Entre las ciudades más grandes estaban Tenochtitlán con 200 mil
habitantes y Texcoco con 30 mil; había 40 centros menores con 4,000 a 5,000
habitantes cada uno y entre los principales problemas que tenían (la Cuenca)
estaban una gran cantidad e chimpas que no podían sobrevivir, la falta de agua
potable por la creciente población.
En realidad, la Cuenca tenía importantes recursos naturales pues no solo disponía
de los depósitos de agua que en forma permanente se encontraban en los lagos y
pantanos, sino también en los escurrimientos que se provocaban de la Sierra
Nevada, del Popocatépetl e Iztacihuatl y de la gran cantidad de ríos y arroyos que
había. La descripción fisiográfica indica que, además hubo montañas, cerros,
laderas, estepas, los que, de aprovecharse, hubiera permitido un uso óptimo de
los multiformes recursos existentes, que permiten alimentar a una población que
llegó a tener 150 mil habitantes en Teotihuacán, en la época del preclásico. Pocas
ciudades en el mundo antiguo tenían ese potencial de recursos naturales y pocos
estaban tan poblados como este, aun en el caso de que tuvieran un escaso
desarrollo de las fuerzas productivas, si las comparamos con la civilización de
Mesopotamia, Asiría y Egipto que ya habían establecido una sociedad esclavista,
que sin duda fue un paso hacia adelante en el desarrollo de la humanidad.
Entre las obras hidráulicas prehispánicas que describió Rojas Rabiela estaban las
siguientes: en la zona maya refirió a los chultunes que eran cisternas o depósitos
de agua construidos en roca madre para el abastecimiento de agua doméstica; los
152
Rojas Rabiela, Teresa, Las Cuencas Lacustre del Altiplano Central, Arqueología Mexicana, Vol. XII, Núm.68, p .31.
216
jagüeyes que eran depósitos de agua a cielo abierto. En la región del Valle de
México estaban los acueductos ubicados en los cerros de Tezcutzingo y
Purificación, en Texcoco y la tecnología empleada era de tierras, entretejidos con
varas, troncos y piedras. En relación con las aguas subterráneas se hicieron pozos
verticales para surtir de agua a las poblaciones y en la zona maya estaban los
cenotes. En relación con las obras que se destinaron para su riego, Rojas
mencionó las presas almacenadoras y las derivadoras, las canalizaciones de las
corrientes, los diques, los albarradones, redes de canales de riego. Entre las
presas almacenadoras estaban la de Santa Clara Coatitlán, estado de México, la
de Teopantecuanitlan, norte de Guerrero, las de Tehuacán, conocidas como
Purrón y la de Maquitongo en Puebla. Al habar de los canales dijo que los había
en forma rectangular, trapezoidal, o escalonada y muchas de ellas tenían
incipientes compuertas. Hizo mención de las llamadas "derramaderos" y eran
canales y presas de tierra, piedras y ramas; los depósitos pluviales en cimas, que
eran bardas o muros de piedra y tierra en cimas montañosas o niveladas
artificialmente que servían para recolectar agua pluvial y conducirla y derramarla a
los campos situados laderas abajo.153
Con base en las evidencias arqueológicas y menos aun en los registros históricos,
plantear la existencia de un estado hidráulico como los de Mesopotamia y Egipto,
parece una clara exageración pues siendo la economía de la región una economía
de pequeñas escalas, una economía natural como la definió Carrasco, esto
153
Rojas Rabiela /Teresa. Las obras hidráulica s en la Transición Prehispánica, 13 p.8
217
correspondía a la construcción de obras hidráulicas de pequeñas dimensiones. De
las "obras grandes" como el Albarradón hidráulico a otras de pequeñas
dimensiones. De las "obras grandes" como el Albarradón de Netzahualcóyotl se
destacó porque no tenían finalidades agrícolas sino eran reguladoras de los
movimientos de las aguas, de los lagos, es decir, buscaban evitar inundaciones.
Por otra parte, las milpas no requerían de "grandes obras" sino de presas y
canales muy reducidos que pudieran desviar u obtener derrame de agua de ríos y
lagos y para ello no se requerían de obras de grandes dimensiones como las que
conocimos en los países más antiguos.
En el caso de las obras públicas que se edificaron como la ya citada, o las obras
hidráulicas que localizaron Armillas y Palerm, se comprobó la importancia que
tenía el trabajo acumulado de importantes grupos humanos, no obstante que no
tenían animales de tiro para transportar piedras muy pesadas a largas distancias.
Por el uso de esos materiales, una mezcla de piedras pequeñas y lodo, se
levantaron construcciones muy precarias.
Entre la variedad de recursos vegetales que había en la zona lacustre estaban los
tules con los cuales se hacían petates, se elaboraban muebles, como los icpallis,
para hacer paredes, para techarlas y se "designó con el nombre de ulero aquel
que dedicaba prácticamente todo su tiempo a esta actividad, se puede decir que
este trabajo era más especializado "mencionando varios tipos de tules" y junto a
ella había distintos tipos de pasturas como las arenas, el barro, el cortadillo, la
218
cucharilla, la grana, pelillo, pipilote, reatilla, xalma, zacanual; también había
vegetales comestibles como el mamaxtle, e I tzayanalquilit, el axoxoquilitl, el
uitzquilitl, este último era un cardo que tenía espinas, el apatlolli, que era una papa
de agua, el atzatzamillo, que era un berro ancho. "Las planchas de tule se
encontraban diseminadas por la Ciénegas, algunas estaban enraizadas en el
suelo de los lagos, formaban una suerte de pequeñas islas que se dejaban
remolcar a la deriva por el viento y llegaban incluso a detenerse en las aguas
profundas".154 Si había grandes cantidades de tule, había quienes desempeñan
el oficio de petateros. Para cortar los tules se utilizaban un cuchillo de obsidiana,
luego se amontonaba hasta formar brazadas y después utilizaban su embarcación
para transportarlos.
Los tules propios de la zona lacustre, eran uno de los recursos naturales que
estaban muy extendidos y de ellos tenemos noticias lo mismo en el Valle de
Toluca, que en Xochimilco y Chalco y desde luego en la laguna de México y se
trataba de plantas que estaban enraizadas en las riberas y que crecían arriba de
los apantles. Eran un obstáculo para la navegación de las canoas que
rápidamente cubrían grandes extensiones de agua, pero se encontraron varios
usos sociales importantes, entre ellos la fabricación de petates o de balsas para
embarcar o embalar productos.
Estas raíces permitíian la acumulación, en sus tallos y sus hojas, de grandes
154
García Sánchez, Magdalena. El Modo de Vida Lacustre, p.71
219
cantidades de pececillos, renacuajos y de insectos los cuales, eran usados como
comestibles y como carnada para pescar. El uso de los tules dependía del grosor
y de la resistencia de sus fibras y quienes conocían al detalle estos aspectos
prontos e especializaron como tuleros, es decir, también como petateros, que
fabricaban productos de una gran demanda social pues estaban destinados sobre
todo a las habitaciones de los macehuales.
Entre las obras que describió Rojas estaban los sistemas de riego a brazo o
irrigación manual a partir de aguas de pozos, canales de zona, chinampas y se
usaban cántaros, jarros, bateas, jícaras, calabazas, pero al hablar el sistema
hidráulico en su conjunto, dijo que buscaba proteger a las poblaciones de
inundaciones y mantener el nivel de las aguas y después había diques, canales de
navegación, de riego y drenaje, presas, puentes, embarcaderos.155
El "sistema hidráulico" que tenía Tenochtitlán y en general la Cuenca tenían como
propósito fundamental regular las crecidas de los lagos y de las lagunas y por lo
tanto evitar inundaciones que tuvieran graves consecuencias para la zonas
habitadas, pero no fueron planeadas con finalidades agrícolas, aunque sin duda,
estos fenómenos repercutía en estas actividades. Por ejemplo, cuando se
presentaban grandes venidas de agua y en virtud de que la ciudad en gran parte
tenía sus chinampas en las zonas ribereñas, estas se anegaban y por ende se
perdían las cosechas. Se trata de "zonas bajas" que eran susceptibles de
155
Rojas Rabiela Teresa. Las Obras hidráulicas en la Transición Prehispánica, p.ll.
220
perderse pues los almácigos se movían en grandes cantidades por las grandes
arribazones de agua que llegaban producción de la diferencia entre el lago de
Texcoco y de Tenochtitlán y de fenómenos concomitantes. En las menciones que
se hacen, por ejemplo, de la construcción del acueducto de Chapultepec tampoco
se hace alusión a fines agrícolas sino a la necesidad de conducir agua potable al
centro de la ciudad. El desfogue que empleaba el río de Cuautitlán tampoco tenía
esas finalidades sino sacar del agua excedentes de la ciudad, llevándola fuera de
sus límites, lo cual representará el principio del drenaje profundo.
Precisó Hernández que la Acequia Real, que iba de la actual calle de Corregidora
a la de Roldan, pasaba por la Casa Nueva de Moctezuma, tenía un embarcadero
que era para su uso exclusivo y describió la existencia de varios puentes.156
En el marco de la estructura física de la ciudad aparecieron varios embarcaderos
que permitían que muchos productos, mercancías y mano de obra, que provenía
de poblados incluso lejanos, pudieran llegar hasta las puertas de sus beneficiarios.
Tales fueron los casos de las obras que se construyeron para llegar hasta los
linderos mismos del templo Mayor, las casas Nuevas y Viejas de Moctezuma,
algunos templos importantes, la calmecac; además estaban aquellos que se
habían edificado en los propios mercados como el de Tlatelolco. Se han
encontrado restos arqueológicos de estas obras que permitían "acercar" los
productos y materias primas a los consumidores. A la manera de los
embarcaderos modernos, hasta ellos llegaban las canoas, las cuales eran
156
Hernández Pons, Elsa. La Acequia Real, Arqueología Mexicana, Vol. IX, núm.51, p.56
221
descargadas y después sus tripulantes regresaban a efectuar otro viaje.
Algunas crónicas refieren la entrega regular de madera (morillos) y piedras que
procedentes de Chalco llegaban hasta las construcciones de Tenochtitlán lo cual
supone la existencia de un sistema de navegación de carga adecuada a las
circunstancias de la época. Al señalar la existencia de albarradas y canales que
servían para especificar límites entre los señoríos ribereños, se demuestra un
intento para hacer respetar los alcances de su "gobierno". Moctezuma, intentó
dejar en claro esta delimitación territorial sobre todo para satisfacer y dar
tranquilidad a los abuelos, sobre todo a los más lejanos, a los cuales se les
aseguraron el principio de la libre navegación para fines comerciales.
Precisó García Quintero que en realidad las chinampas no fueron "jardines
flotantes" sino parcelas construidas artificialmente en lagos de poco fondo y
mantenidas firmes en su lugar por medio de estacas de sauce y en ellas
cultivaban maíz, fríjol, calabaza, chile, tomate y también una gran variedad de
flores,
pero
también
comenzó
la construcción
de
casa en
Coyoacán,
Mexicaltzinco, Iztapalapa, Xochimilco y otras. Concluyó que ya había algunas
obras hidráulicas en proceso, como las del río de Cuautillán no solo para provocar
inundaciones sino también para utilizarse de obras de riego. Ya estando en
Chapultepec, dijo, se enfrentan a un serio problema, la carencia de tierras para
edificar sus casas "por lo que tuvieron que recurrir a la utilización de dos métodos:
la desecación de varias porciones por medio del fuego y la construcción de las
222
primeras chinampas propias y para ello necesitaban madera para estacar y
recurrieron al intercambio de producto del lago por piedras, madera y cal.157
En rigor, no se puede hablar de superficies flotantes porque de haberlas hubieran
sufrido graves y permanentes inundaciones con la consiguiente pérdida de
semillas, alimentos, animales y construcciones pues bastaba que subiera el nivel
de las aguas y este fenómeno se produjera. Y a la inversa, si bajaban los niveles
sobre todo por la carencia de lluvias, también se hubieran inundado y
desaparecido. En realidad, había conexiones de las chinampas, tanto con la orilla
de los canales como con el suelo pues se aprovechaban zonas de escasa
profundidad y los morillos de los ahuejotes cumplían la función de darles fijeza y
estabilidad. Pero con las chinampas apareció la necesidad de que sus cultivadores
tuvieran habitaciones cerca de las áreas de cultivo y por ello encontramos muchas
construcciones que debieron ser de materiales ligeros. Al lado de los ahuejotes
encontramos las superficies de cultivo y al lado la casa habitación de los
labradores que por conducto de los canales y de las acequias, sacaban sus
productos a zonas de tierra firme. Estas eran formas de dominar el principal
recurso; el agua y destinarla para finalidades productivas.
Dijeron Parsons y Moret que "el de Texcoco fue uno de los principales lagos de la
Cuenca de México. De aguas salinas y poco profundas, alcanzaba una extensión
aproximadamente de 600 kilómetros y su potencial fue aprovechado por los
pueblos ribereños desde la época prehispánica hasta entrado el siglo XX. Se
157
García Quintero, Josefina. México Tenochtitlán y su Problemática Lacustre. UNAM, México, 1978, 123 p., p.60
223
apreció que el lago se encontraba dividido por cercas en una sección interna, sin
plantas acuáticas y en las que no se pescaba con redes y una sección externa,
con numerosas plantas acuáticas y en la que la pesca con redes parece ser la
actividad principal.158 Entre los recursos que se encontraron en lo que fue el
citado lago, se encontraron grandes depósitos de sal y muchos insectos
comestibles y algas. Había en esa zona fabricantes de sal, recolectores de
insectos, cazadores de patos, pescadores y tramperos de salamandras. Entre los
objetos que se encontraban estaban navajas de sílex, navajas de obsidiana y
molcajetes o comales.
Al igual que el lago de México estaba determinado, el de Texcoco estaba
cuadriculado con lo que se respondía a varias necesidades históricas: algunos
pueblos se habían asentado desde hacía muchos años en sus riberas, incluso
antes de la consolidación de la casa de Texcoco y por lo tanto había que
reconocerles algunos de esos "derechos. Eran parte de la armonía y de equilibrio
que había en forma admirable en el "reino acolhua" se debía a que se habían
respetado no solo un reparto equitativo de los tributos sino también a los accesos
a la pesca, a la sal y otros recursos que había en la región. Conocemos de la
existencia de pocos incidentes por el acceso a estos bienes, los cuales al contrario
se agravan y multiplican cuando los españoles decidieron acaparar tierras por la
vía de la compra, efectuando, por ejemplo, el manejo de los recursos hídricos. Los
litigios se fueron alargando y complicando al implantarse el derecho español,
158
Parsons, Jeffrey, Morett, Luis. Recursos Acuáticos en la Subsistencia Azteca. Cazadores, Pescadores y
Recolectores, Arqueología Mexicana, Vol. IX, Núm. 59, 2007, p.43
224
mientras que se afirmaba que en la sede del Palacio de Netzahualcóyotl, los
conflictos se resolvían rápidamente por medio de un sistema judicial abierto y
flexible.
Por su parte, Carbajal dijo, dijo que el Posclásico en realidad había 7 lagos entre
los cuales los de Apan, Techac, Tecocomulco, Zumpango, Xaltocan, Texcoco
declarando que estos últimos tres eran independientes y salobres mientras que
Chalco y Xochimilco eran dulces pero todos vertían sus excedentes en el lago de
Texcoco, pero que al fundarse Tlatelolco y Tenochtitlán lo hicieron en zonas mas
bajas por o que estuvieron siempre expuestos a continuas inundaciones y para
impedir esta situación se idearon y construyeron una serie de obras hidráulicas y
para ello localizan la ubicación de los diques, canales y calzadas. Estos cruzaban
el lago de sur a norte y de este a oeste y de norte a sur y estaban construidos con
arcilla y taludes y tenían varios puentes o cortes que permitían la circulación,
destacándose la de Tepeyac y de Iztapalapa. "El Albarradón o dique de Ahuizotl
se construyó como remedio a una fuerte inundación ocurrida alrededor de
1499".159 Describió restos de canales, unos 32, de los cuales 25 corresponden a
la época prehispánica y cumplieron el propósito de agilizar el drenado y la
navegación. La mayoría de las obras fueron construidas en el periodo tenochca y
otros por los tecpanecas y que las calzadas de tierra de Tenayuca, Nonoalco y
Tacuba fueron señalamientos sobre derechos de agua, es decir, determinaban los
dominios de los tecpanecas y de otros pueblos.
159
Carballal, Margarita. Elementos Hidráulicos en el Lago México-Texcoco, en el Posclásico, Arqueología Mexicana, Vol.
XII, Núm. 68, 2007, p.23
225
La existencia de los lagos, sin duda, condicionó la existencia material y social de
los pueblos que se habían asentado entre ellos determinó su dieta alimenticia, la
construcción e sus viviendas y habitaciones, los medios de transporte y hasta sus
deidades. Venían de una zona lacustre, la de Aztlán y llegaron a otra zona
lacustre, la del Valle de México lo que les permite adquirir un adiestramiento
técnico específico de este tipo de medio ambiente en el que el principal
componente es el agua, lo que influyó en forma determinante en los tipo de
agricultura existente, la tecnología empelada, la organización social, porque el
medio físico determinó en gran medida aunque no totalmente el medio en el que
se vive, así como la fuerza productiva que se debe crear por las necesidades
impuestos por ese medio y no por actos voluntaristas y arbitrarios de las personas.
Por ejemplo, en estas condiciones fisiográficas debieron desarrollar las artes de la
pesca, fundamentalmente.
Dentro de las obras importantes que hicieron los mexicas, destacó la introducción
de aguas que provenientes de Chapultepec, llegaron a Tenochtitlán "pero la
laguna de Texcoco era la más baja de la cuenca y en consecuencia cuando caían
fuertes lluvias crecía sobremanera por la precipitación misma, por el aumento del
cuidado de los ríos y porque los otros lagos, más altos vaciaban su sobrante en
ella. De la misma manera que el agua anegaban las chinampas y aun las casas y
algunas ocasiones, así también en otras retornaban escasas, se retiraban, a
causa de sequías y de hambrunas. Por otra parte, no eran aguas propias para
beber. Los manantiales de Tenochtitlán eran pocos -tres a lo sumo- y no bastaba
226
para las necesidades diarias de os habitantes ni para las obras".160 Por ello las
crónicas hablaban de grandes lluvias con inundaciones, terribles sequías, lo que
explica la construcción de un dique, dirigido por Nezahualcóyotl, para contener las
aguas salobres de Texcoco.
Desde el punto de vista físico, Tenochtitlán es un conjunto de lagos, lagunetas y
ríos que se localizaban en una cuenca y esta combinación de factores determinó
la vida de la ciudad hasta nuestros días, pues estaba sujeta a las vaivenes de las
inundaciones, de diferente severidad, pues los depósitos de agua estaban
ubicados a diferentes niveles de tal manera que cuando el Lago de Texcoco crecía
en sus niveles, la derramaba sobre las otras lagunas y provocaba grandes o
medianas catástrofes, que terminaban por anegar las superficies sembradas y
habitadas.
Los que sufrían las consecuencias mayores eran las superficies habitadas por los
calpullis que se encontraban en las partes bajas y por lo tanto, las más
vulnerables. El propósito central de las obras hidráulicas que se construyeron
teniendo a los indígena como la principal fuerza de trabajo y a los pueblos
ribereños como los grandes tributarios de materiales, como piedras, madera,
consistía en tratar de crear un sistema de "esclusas", que funcionara como un
gigantesco sistema de regulación de las aguas, de tal manera que se protegieran
las zonas bajas de los excesos de agua que había en las partes altas.
160
García Quintero, Josefina. México Tenochtitlán y su Problemática Lacustre. UNAM, México 1978 123 p., p.84
227
Dijo Villalobos que "la acumulación de materiales en una enorme masa granular
(tierra, arena, grava o piedra) natural o artificialmente depositada, conforme un
plano encapado, o talud sobre cuya superficie el material no se desliza; el ángulo
que generó respecto de lo horizontal le llamamos ángulo natural de reposo del
material
y
a
la
superficie
del
talud
le
llamamos
plano
de
apoyo.
Independientemente de las dimensiones o elevación de esta acumulación, así los
materiales así dispuestos se encuentran en estado consolidado o compactado, la
figura resultante no solo es de gran solidez, sino indeformable. La progresiva
acumulación de tierras generó sucesivas compresiones sobre la superficie donde
se coloca y forma taludes de escasa inclinación frecuentemente expuestos a los
agentes naturales del medio y consecuentemente a deteriorar por deformación.
Los constructores del preclásico aplicaron el principio de confinamiento de los
materiales, depositados a través de un eficiente sistema de corizas de piedras
colocando a manera de evolvente cuya función es sostener, desde el exterior, el
volumen de materiales que conforman una determinada plataforma o basamento",
dijo Villalobos, en tanto que la mampostería eran la combinación de piedras y
tierras y con la aplicación de la superposición de edificios se aplicó el principio de
la economía constructiva".161
El principio de la progresividad estaba presente en las distintas fases de las
etapas constructivas: desde los materiales de paja o carrizo, hasta los taludes, o
161
Villalobos Alejandro. Las Pirámides, Proceso de Edificación, tecnología Constructiva Mesoamericana, Arqueología
Mexicana, VI, XVII, núm.101, 7 p.4
228
tableros repujados con mampostería y bellamente decorados. Se observó un
avance notable, por ejemplo, entre los sedimentos encontrados en torno a la
pirámide de Cuicuilco y los que se encontraban en el Valle de Teotihuacán y más
adelante en los cimientos del Templo Mayor. Las masas de materiales
encontrados eran acumulaciones de piedra y lodo, los taludes o tableros
sumamente sencillos y muchos de ellos desaparecieron, sin ningún decorado, lo
que indica un notable atraso del crecimiento de los materiales y de la tecnología
constructiva, así como un escaso desarrollo de la arquitectura.
Los materiales eran "confinados", dijo Villalobos, es decir, simplemente
amontonados y protegidos con carrizo para que no se dispersaran, habiendo
observado distintas capas de materiales lo que confirma también que fueron
hechos en diferentes etapas. La pirámide representa la planeación más elevada
del trabajo humano de toda una colectividad o de varias colectividades y reflejan la
intensidad del mismo, los volúmenes de los materiales acumuladas y por lo tanto
se trató de trabajo social.
En torno a Mixquic, se dijo que inicialmente había sido un islote del antiguo lago
de Chalco en donde había existido un importante grupo de cazadores-recolectores
que impulsaron un proceso de domesticación de las aplantes desde hace 7 mil
años y tenían una dieta basada en el consumo de maíz, calabaza y chile. En la
época del esplendor de Teotihuacán, la zona tuvo un gran desarrollo de la
agricultura de tierras anegadas y había una gran abundancia de recursos
lacustres; los mixquicas eran vecinos de los pobladores de Cuitláhuac y de
229
Xochimilco y para el año de 1500 D.C., era una ciudad-estado.
En relación con la estructura social, el 90% de la población estaba conformada por
macehuales que no tenían acceso a la tierra, que no eran propietarios y el resto o
sea el 10% por pipiltin, que eran propietarios y el representante del estado era el
tlatoani, que es el legítimo propietario de las tierras y quien las distribuía a quien
fuera necesario.
Existía una relación muy estrecha, entre los pobladores de Mixquic, con los de
Chalco y Xochimilco al grado de constituir, en la vida real, un solo conjunto
económico y social pues habían tenido el mismo grado de evolución. Eran los
pobladores recolectores y cazadores, después formaron aldeas y más tarde
poblaciones más grandes pero no obstante haber recibido la influencia civilizatoria
de Teotihuacán, Mixquic tuvo un desarrollo relativo menor. Ubicado en el lago de
Chalco, tuvo lo que se llama una vida lacustre y por ello se trata de pueblos
similares a los que se localizan en las riberas de los lagos de Texcoco y México.
Son estructuras económicas similares, teniendo a las chinampas como la espina
dorsal de su producción social y a la fabricación de objetos de tule, que los había
en gran medida. El hecho de vivir en forma contigua en lo que se llaman tierras
anegadas, propició la extensión de la agricultura de almácigos que se podían
trasplantar y cambiar de un lugar a otro. Se trataba, en fin, de pueblos de una
región que por sus características naturales, estaban intercomunicadas por la vía
marítima, siendo las canoas, el principal medio de transporte de alimentos y de
personas. Por ejemplo, se podía viajar en forma recurrente de Mixquic a
Xochimilco o de Mixquic a Chalco.
230
En virtud de las características fisiográficas de la zona, tiene razón Rojas Rabiela
pues se trataría de un sistema productivo general, compuesto por varias
subsistemas pues no solo había grandes depósitos de agua, lo que permitía una
caza y pesca abundantes y un intenso intercambio comercial por medio de diques,
canales sino también había montañas y cerros en donde existía otro tipo de
agricultura, la de terrazas, con varios sistemas de riego, como los descubiertos y
descritos por Ángel Palerm.
Entonces había dos tipos de agricultura, la de las chinampas y la de las terrazas,
cuyos volúmenes de producción se completaban entre si. Las dos agriculturas
eran de temporal, es decir, estaban sujetas y las variaciones de las precipitaciones
pluviales y otra que llamaríamos de "riego", aunque no podemos precisar sus
alcances. Palerm no hizo alusión a "grandes obras hidráulicas", grandes siempre
en proporción a las regiones de la época, sino a obras "medianas y pequeñas".
También en esas mismas proporciones, lo que hoy llamaríamos como "pequeña
irrigación", en términos modernos. El carácter lacustres tenía una ventaja muy
grande: había grandes puertas de entrada y de salida hacia otros poblados y
regiones, lo que facilitaba los intercambios comerciales y por lo tanto la llegada de
bienes, productos, de las regiones tropicales.
Carballal definió que la calzada de Tepeyac estaba hecha de piedra, tenía un
ancho de 10 a 11 metros, un espesor de 1.8 y tenía una dirección de norte a sur y
se ubicaba en el lago de México-Texcoco, el de Iztapalapa, era de piedra o arcilla
y teniendo en talud, con cercado 20 metros de ancho, 1.6 de espesor, estaba
231
ubicado en el lago de México-Texcoco, zona sur y una dirección de norte a sur; el
de Nonoalco era de arcilla, teniendo en talud, con un ancho de 15 metros, un
espesor de 2.10, estaba en el lago de México, zona oriente y su dirección en Este
a oeste. Estas calzadas tienen un registro arqueológico, pero había otros que solo
tenían registros históricos, como los de Tenayuca, con un ancho de 15 metros
ubicado en el lago de México, zona noreste, con una dirección noroeste. La de
Tacuba, con cerca de 22 metros, en el lago de México, oeste con dirección entre
noreste y la de Chapultepec, con cerca de 12 metros en el lago de México, con
dirección este sureste. Entre los objetivos que tenían estas obras, además de
frenar las inundaciones y controlar la entrada de agua dulce.162
Las principales materias primas empleadas en la construcción de las calzadas
eran la piedra y la arcilla y para ello necesitaron la aportación de grandes
cantidades de mano de obra, procedentes de los pueblos ribereños. Las calzadas
fueron concebidas, fundamentalmente, como medios de comunicación para
transitar de una parte de la zona a otra, empleando las canoas, como medio
básico de transporte. En ella se transportaban no solo los materiales de
construcción ya señalados, sino también, los tributos que llegaban a la zona,
procedentes de la provincia tributaria, para el intercambio comercial y claro está
para la movilización de las personas. Existen láminas que dibujan que había un
fuerte e intenso movimiento, en el caso de personas tratándose de las calzadas y
de los llamados subcanales de agua" que estaban adjuntos y que revelan que
162
Carballal, Margarita. Elementos Hidráulicos en el Lago México-Texcoco, en el Posclásico, Arqueología
Mexicana, Vol. XII, Núm. 68, 2007, p.33.
232
Tenochtitlán era una ciudad lacustre, con las ventas y desventajas que esta
naturaleza tenía para el conglomerado humano que en ella habitaban.
Las calzadas, hechas de materiales perecederos, fácilmente estaban a merced de
las propias aguas de los canales las cuales las erosionaban y finalmente se
destruían. Los rescates arqueológicos que se han realizado en donde había estas
obras, revelan precisamente la existencia de grandes cantidades de piedras, las
cuales se fueron deslavando a través del tiempo, hasta convertirse en restos o
deshechos.
Dijo Sugiura que el Valle de Toluca, en el río Lerma, había terrenos muy
productivos, las tierras eran cenagosas, tres cuerpos de agua y uno de ellos se
denominaba Santa Cruz Atizapán y "era un centro de control y distribución, tanto
de los recursos permanentes de las Ciénegas y la zona circundante, como de los
bienes obtenidos por medio del intercambio con regiones fuera del Valle de
Toluca. Las lagunas que existían eran las de Chignahuapan, Chimaliapan y
Chicnahuapan y se trata de ciénagas someras que se beneficiaban con el agua
que llevaba el río Lerma a una serie de volcanes entre los cuales mencionó al
volcán San Antonio, el Nevado de Toluca, que han tenido una importante
influencia en el clima de la región y se trataba de ciénagas que eran muy
productivas, mientras que la presencia humana se remonta a 5,000 años antes de
Cristo y siempre existía un estrecho vínculo entre las poblaciones humanas y su
entorno acuático, pero sobre todo había concentraciones humanas más
233
pequeñas.163
La estructura material del Valle de Toluca es similar a la de México Tenochtitlán
que era de carácter lacustre, como grandes depósitos de agua y terrenos
cenagosos y pantanosos, los cuales tuvieron el mismo destino, es decir, se
desecaron y hoy los conocemos solo por medio de hallazgos arqueológicos. Si se
observa, siendo una zona lacustre, como la de Tenochtitlán los recursos naturales
eran los mismos, como los tules, que permitieron desde los primeros tiempos un
alto desarrollo de la producción de cestas y canastas y la formación de grupos
especialistas. Aquí no se trataba de una cuenca sino de grandes planicies, junto a
las cuales había volcanes. Se trataba de tierras muy dúctiles en los rulares, era
muy difícil hacer grandes construcciones.
"Se trataba -dijo Rojas Rabiela- de un sistema compuesto de cinco subcuencas
con espejos de agua somera y fondos relativamente planos, con secciones
pantanosas y con lagunetas, que ocupaban entre 800 y 1,000 Km2 de superficie.
Esos cinco lagos adquirieron los nombres de las poblaciones vecinas más
importantes, cuya orilla se encontraba a una altura promedio de 2,240. El
conjunto, de alturas ligeramente diferentes, funcionaba como un sistema de vasos
comunicantes que confluían en el de Texcoco, el central y más bajo de todos. Se
encontraba artificialmente subdividido en dos por medio de un albarradón que fue
construido bajo la dirección del gran tlatoani acolhua Netzahualcóyotl. El vaso de
163
Sugiura, Yoko, El Desarrollo de un Asentamiento Lacustre en la cuenca Alta del Río Lerma: El caso de Santa
Cruz Atizapán, México Central, Revista de Arqueología Iberoamericana, 5, 2000. P. 128
234
oriente, que se conocía como el de Texcoco, tenía sus aguas despejadas, era
salobre y sus bordes presentaban fuertes variaciones estacionales. El lago de
México ocupaba la parte occidental y era menos salino porque fue asilado con la
edificación del dique antes mencionado y de otros más pequeños a su alrededor,
así como porque recibía agua dulce de los manantiales del sur y de los ríos del
poniente. Lo anterior hizo posible que sus pobladores construyeran chinampas
agrícolas tanto en la propia ciudad de Tenochtitlán, como en sus inmediaciones.
En el sur se encontraban los dos lagos de agua dulce más importantes (Chalco al
oriente y Xochimilco al occidente), subdivididos también mediante la calzada-dique
de Cuitláhuac; se encontraban hasta tres metros más arriba que el de
Texcoco.164
A pesar de las obras hidráulicas descritas y siendo la región un conjunto de lagos
que tenían una diferente altimetría y cualidades de aquí y estando integrada por
señoríos sometidos, aliados o tributarios de Tenochtitlán, no se desarrolló un
sistema hidráulico de compensaciones y de comunicaciones que permitieran una
amplia integración económica, social y política. Ello en gran parte debido a la
ausencia de la noción de nación que producían los tlatoanis quienes básicamente
fueron elementales para el regionalismo y el localismo, sobre la base del cual
toman muchas medidas que tienden a su consolidación y fortalecimiento y no a la
formación de una posible nación en la cuenca.
Afirmó Vaillant que a falta de tierras disponibles en el Valle de México, se inventó
164
Rojas Rabiela, Teresa, Las Cuencas Lacustre del Altiplano Central, Arqueología Mexicana, Vol. XII, Núm.68, p.23
235
la creación de chinampas para satisfacer el crecimiento de la población y también
con la aplicación de las provincias conquistadas en las que se impuso la
obligación de que las trabajen los miembros de las tribus vencidas y de esta
manera se podían sostener las grandes propiedades que se habían acumulado,
síntoma que aplica a los mexicas impuestos gravosos. "Tales propiedades
pasaban de padres a hijos pero en caso de que no hubiera descendencia volvían
a las autoridad tribal, no a la del clan de la que era miembro el beneficiario. Otras
tierras de esta clase deben de haberse dedicado al sostenimiento de las
organizaciones religiosas. De esta manera, las autoridades centrales de
Tenochtitlán y de la iglesia y el estado sin gravar los recursos del pueblo. La
flexibilidad relativa de semejante propiedad territorial daba a la autoridad central,
manera de ajustar desigualdades y agravios entre los miembros más ambiciosos
de ella". 165
Los distintos estudios regionales confirman que todos los poblados de la cuenca,
sometidos de una manera o de otra, ya sea por medio de la conquista militar o por
medio de una alianza política, contribuían al sostenimiento económico y material
de Tenochtitlán. ¿En qué medida o grado el intercambio de productos por la vía
comercial o por medio de la imposición de tributos; contribuir a abastecer el
mercado de consumo y en qué grado la producción de la Cuenca cubría este
abastecimiento? Son asuntos que es necesario aclarar y dilucidar porque de ellos
depende la confirmación de varias premisas básicas. ¿Había un mercado regional
debidamente constituido? ¿Qué grado de autonomía real tenían los señoríos de
165
Vaillant, George. La Civilización Azteca, Origen, p.108
236
Texcoco, Tlacopan, Chalco y Xochimilco? ¿Qué rasgos de identidad esencial
tenían todos ellos entre sí que permitieran hablar de una comunidad lingüística,
social y política? Lo que sí es posible confirmar con Valiant y otros autores es que
era una unidad con alto grado de desarrollo pero al mismo tiempo con varios
subsistemas regionales que no estaban integrados desde el punto de vista social,
quizá porque tenían antecedentes diferentes y distintos grados de evolución que
propiamente no permiten hablar de una nación mexica todavía. Una cosa era que
hubieran sometido a muchos pueblos y señoríos y otra muy distinta que aceptaran
comúnmente y voluntariamente una serie de lazos de identidad que confirmaran la
existencia de una nación.
Al describir la calzada de Tepeyacac, dijo Carballal, que iba del límite norte de la
isla hasta el cerro de Tepeyacac, habiendo encontrado 6 rellenos de piedras
sobrepuestas, utilizando basalto, tezontle, y las orillas estaban estacadas y con
muros de mampostería (durante la época colonial). Calzada de Tenayuca,
comunicaban a la ciudad de Tlatelolco con Tenayuca y tenía una longitud de 7
kilómetros, pero solo se han encontrado rastros coloniales; la calzada de
Nonoalco, comunicaba a Nonoalco con Tacuba y tenía 2 kilómetros, con cinco
rellenos sobrepuestos, se componían de arcilla y limos compactados en donde
había una combinación de arcilla y arena; la calzada de Tacuba, no tenía rastros
arqueológicos; calzada de Chapultepec, unía la calzada de Tlacopan y el cerro de
Chapultepec, encontrándose depósitos de agua y cañería y tenían terraplenes de
arcilla; la calzada de Iztapalapa, estaba estacada, con piedras y arcilla con taludes
laterales. Tepeyacac comunicaba en donde estaba el culto de la diosa Tonatzin y
237
estaba ligado tanto a la casa reinante de Atzcapotzalco y de Tlatelolco y también
tenía la función de señalar derechos de agua, mientras Tepeyacac cumplía
también una función de diques.166
La construcción de estas calzadas planteó la decisión estratégica de comunicar a
la ciudad lago con las regiones, las poblaciones que se encontraban fuera de
estos límites, que decía, se trataba de evitar que por cualquiera consideración,
medida, o accidente natural", la ciudad pudiera quedar alguna vez aislada. Ya se
tenían amplias relaciones, algunas de ellas hostiles, con todos los pueblos de la
comarca y las calzadas tenían el propósito de estrechar esos lazos políticos, que
también eran comerciales y guerreros. Había también el temor, justificado para las
trágicas experiencias del pasado, de que ante la presencia de lluvias torrenciales y
siendo todo México una cuenca endorreica, la ciudad quedara cubierta por las
aguas y perdieran todas sus ramificaciones importantes con el exterior, sufriendo
consecuencias catastróficas. En cambio, no tenemos elementos para afirmar que
desearan conformar una "potencia náutica" como la que hubo durante la Edad
Media lo que desmiente la existencia la idea de un estado.
Tortolero definió como arreglos especiales "del sistema hidráulico, previsto para
controlar las aguas y la circulación de las mismas por medio de calzadas, como la
construcción de puentes y canales o acequias hondas que iban de una ciudad a
otra y que en ocasiones penetraban hasta el interior de la zona habitada.
166
Carballal Staedtler, margarita. Las calzadas prehispánicas en la Isla de México. Algunas consideraciones sobre sus
funciones. Arqueológicas, Revista de Arqueología de la UNAM, Núm. 1, enero-junio, 989
238
Mencionó algunas obras de señalada importancia como el acceso de las canoas,
hasta el palacio de los señores de Texcoco, la entrada de canoas hasta los
estanques de agua dulce y huertos de Iztapalapa, los estanques de agua dulce
para aves, el acueducto doble a Chapultepec, la distribución de agua a los
estanques, palacios y viviendas. Las obras hidráulicas tenían el propósito central
de evitar las inundaciones y por lo tanto los lagos se vieron como un mal,
concepción que siguió en la etapa colonial en que se considera la principal fuente
de enfermedades e infecciones, se comienzan a formular una serie de hipótesis
que exigían que esos lagos se drenaran, pero los indígenas siguieron
manipulando los sistemas hidráulicos. Así se realizó el desagüe del canal de
Huehuetoca, construyéndose un tonel de 17 km de longitud.167
Siendo la cuenca del Valle de México una cuenca cerrada, es decir, endorreica,
como las definen los geólogos, una de las principales funciones de las grandes
obras hidráulicas fue la de vigilar y asegurar la entrada y salida de personas o
embarcaciones, como una decisión de carácter estratégico para evitar que fueran
invadidas por fuerzas externas y con ello se suspendieron sus suministros, con el
riesgo de que perecieran de hambre. Esta fue una de las obsesiones de los
dirigentes y por ello trataron de asegurar que las canoas podían fluir libremente y
las poblaciones estuvieron comunicadas de una manera regular y permanente.
Esta preocupación por quedar aislada del mundo exterior también la tuvieron con
hispanos y por ello se pensó inicialmente a trasladar a la edificación de la nueva
167
Tortolero, Alejandro. Obras Hidráulicas en Tenochtitlán y Nueva España: Contraste entre el conocimiento
ancestral y el colonial, UAM Iztapalapa., 23 p p9
239
ciudad a Coyoacán. La presencia de los conquistadores demostró la extrema
vulnerabilidad que tenía el resto limitado a 3 o cuatro calzadas de entrada las
cuales fácilmente podían se bloqueadas.
Recordó Trejo que aun florecía en la memoria colectiva de los habitantes de
Toluca, la existencia de una amplia zona lacustre; los recursos naturales que
había en la zona, como pescado, tule, patos, hasta recordar la desecación de los
lagos en la que "el agua simplemente se fue". Había pueblos "petateros" como
San Lucas o pueblos "tuleros" como San Mateo Tuxcalyacan y pueblos de
pescadores como Santa Cruz Atizapán.168
Si se parte de la consideración de que la existencia de grandes depósitos de agua
representaba un obstáculo para el desarrollo de la existencia humana, que
enfatizaba en las labores agrícolas, no hubo un progreso suficiente, por ejemplo,
de la pesca y de la caza acuática, ni del transporte de la misma naturaleza. En
realidad, se buscaba "quitarle tierra al agua", es decir, construir chinampas para
efectuar siembras a la manera tradicional, siendo las dos actividades de carácter
secundario o complementario, como fue el caso de los petateros y de los tuleros.
Esta jerarquización sobre la importancia y viabilidad de los recursos naturales
disponibilidad se prueba pues una vez que los pobladores tenían una oportunidad,
desecaba los lagos y los patrones, reiterando que veían en el agua un
impedimento para una vida mayor. A pesar de que se realizaban tareas de pesca,
168
Trejo Sánchez, José Antonio, memoria Colectiva: vida Lacustre y reserva Simbólica en el Valle de Toluca, estado
de México, Revista Convergencia, Ciencias Sociales, UAEM, Número 50, agosto 2009. p.39
240
su dieta básica descansaba en el consumo de granos alimenticios y no de
proteínas de origen animal. Los pescadores, y las aves acuáticas eran un
complemento, ciertamente importante, pero un complemento al fin.
El ochpaniztli eran las fiestas de la siembra, el inicio del año, fiesta de la
renovación cuando se recreaban las tierras y se celebraban el nacimiento de la
dios del maíz, escribió Graulich. Indicó que dicha fiesta iba del 3 al 22 de abril y se
caracterizaba por la realización de una limpieza general, barrido en todos los
lugares, se pintaban de nuevo los edificios, la vegetación renacía y coincidía con
la temporada de lluvias. "Estaba dedicada a tres diosas: a la tierra, Toci, nuestra
abuela, el maíz representado por Chicomecoatl, 7 serpiente que es más bien la
diosa que preside al generación del cereal y finalmente el agua como Atlan Tonan,
Nuestra Madre del Agua. Al principio de la noche asimilada con la temporada de
lluvias, la tierra muere y renace como lo había hecho al principio de la era
actual".169 También coincidió con la fiesta de Tlacaxipueliztli, que era la fiesta del
"desollamiento de hombres", que era la fiesta de las cosechas.
Al preparar las tierras para el cultivo, se abre y se está "limpiando", se le quitan las
piedras, las ramas y otros objetos que se acumularon durante varios meses del
año y que con su presencia no sería posible que las semillas germinaran. Esta
labor de escarda equivale a la "limpieza" de las casas, "a los desollamientos" de
los seres humanos en los sacrificios rituales, en donde todo cambia, todo se
169
Graulich, Michel. Ochpaniztli. La Fiesta de las Siembras de los Antiguos Mexicanos, Arqueología Mexicana, Núm.40.
2008, p.13
241
renueva, todo se depura para dar origen, de nuevo, a la aparición de la vida, en el
marco de una serie de actos sucesivos. Cuando la tierra se "limpiaba" había
alegría y preocupación a la vez, alegría porque se esperaba el inicio de un ciclo
productivo en donde habría alimento para toda la población con lo que se
aseguraba su subsistencia, y preocupación porque podía haber sequía o
inundaciones que hicieran fracasar estas expectativas, íntimamente ligadas con
esta etapa es el inicio también de la temporada de lluvias, de ahí la necesidad de
conocer las estaciones del calendario, pues con ello se garantizaría que las
semillas depositadas en los surcos, germinara. De no ser así, habría muerte y
desolación. De ahí la aparición multiforme de las deidades de la lluvia sin la cuales
simplemente no había vida.
Si había un elemento que aun no tenía un grado de progreso considerable; la
secrecía en la aplicación de los secretos "industriales", lo cual se observa sobre
todo en los casos de los artesanos del Palacio. Esto no era fácil lograrlo pues
había artesanos independientes, es decir, trabajaban en los barrios y otros eran
itinerantes, es decir, fabricaban sus productos sin ningún asiento fijo, utilizando
incluso los intercambios comerciales.
Y Dijo Nezahualcóyotl: "los mexicanos que tienen por suya la tierra y toda la
laguna grande por la que han de andar todos, son muy crueles de condición, allá
buscan todo su menester, los pescadores andan ahí pescando, y cogiendo todo
género de aves, que la punta de la laguna es nuestra, que nadie dijo nada, que en
la laguna les hemos de dar una buena batería de guerra a estos mexicanos". La
242
historia describió que la de Tlatelolco había ido en defensa de la laguna y por ello
había hecho la guerra a los de Texcoco venciéndolos y después ellos, en calidad
de vencedores comenzaron a coger peces y toda clase de aves pero los de
Texcoco se molestaron y mostraron una pintura en la cual dijeron que estaban los
linderos y luego e presentaron lo señores de Tlatelolco y de Tenochtitlán y pararon
la canoas a sosegar los remos e hicieron la división del agua y se acordó que
desde el medio del cerrito del penal en derecha del oriente y todo aquella de la
parte del sur la cojan el señor de Tenochtitlán y dijeron a los señores de Texcoco
que ahí no tenían parte ni mando en la laguna.
Había siempre, como es natural, una serie de disputas por las lagunas ya que se
consideraban no solo como un receptáculo de peces para la alimentación humana,
de tule para fabricar cestas y otros artículos, pero también un medio de
comunicación de un pueblo a otro; podían viajar por ejemplo, del centro de
Tenochtitlán, del gran centro ceremonial o Teocalli a Texcoco o a Chalco, de
Tlacopan a Iztapalapa sin mayores obstáculos. Por medio de pactos y acuerdos
con los señores de la triple Alianza se podían recorrer toda la zona lacustre y de
ahí comunicarse con los señoríos independientes como Tlaxcala y viajar a
regiones aun más lejanas, contribuyendo a la creación de una unidad económica.
Al principio hubo conflictos con los tecpanecas de Atzcapotzalco y después con
los Tlatelolco, que se habían separado del mismo y después se suscribieron
pactos con Texcoco. Si en una primera etapa fueron las lagunas motivo de
discordia y de enfrentamientos, después se convirtió en una causa de unidad,
siendo este un germen de una cierta nacionalidad: la defensa común de un
243
importante reservorio de recursos naturales e importante vía de comunicación con
todos los pueblos ribereños.
Horcasitas hizo referencia a la antigüedad que tenían las explotaciones que
databan de unas minas situadas en Tierra Caliente, durante el periodo de
Canzanco, pero había otras en Guaraxo, Churumico, Penjabarato, Coyuca,
Tancitaro, Periban, Inguarán, Oropeo y desde luego reconoció que el desarrollo de
las técnicas metalúrgicas había sido impulsada por la difusión cultural procedente
de Perú, Colombia, Panamá y Costa Rica, pero solo mencionó, como un
testimonio de estos cambios, la carta de Rodrigo de Albornoz en la que afirmaba
que indígenas sudamericanos llegaban a esas grandes piraguas" a estas tierras".
En relación con las técnicas empleadas mencionó los braseros en los cuales se
fundían los metales, los martillos para aplomar el metal, crisoles y cazuelas para
fundir el metal, instrumentos punzantes para repuje, mazos de piedra que se
utilizaban en los socavones artificiales y a cielo abierto y desde luego el uso de
martillado y con él se facturaban joyas, cuentas de collar, placas, bezotes,
orejeras.170
En realidad, García Quintero describió a Tenochtitlán como una compleja red de
acequias, canales, acueductos, calles de tierra y agua que permitían no solo evitar
inundaciones sino también contar con tierras firmes y proveerse de alimentos y
también había muchos embarcaderos para poder estacionar las canoas las que
conducían a los mercados. Dijo que las tres calzadas principales -Iztapalapa,
170
Horcasitas Barros, María Luisa. Una artesanía con Colección Científica, INAH, México, 2002, 171.p.12
244
Tepeyacac y Tlacopan- "eran vías de entrada a la ciudad, estaban todas hechas
de piedra y tierra y bastante levantadas sobre el nivel de las aguas". Había otras
calzadas que unían a Mexicaltzinco con Coyoacán y que separaban las aguas de
las lagunas de México de las de Xochimilco.171
El control y la regulación de las aguas fue una actividad que les llevó muchos
años, sin que se hubiesen podido alcanzar a plenitud esos objetivos pues la
ciudad siempre estuvo amenazada por las inundaciones y hasta se puede elaborar
un cronograma de las mismas y sus efectos destructivos entre la población, sus
bienes y sus centros habitacionales. Un mapa antiguo puede ilustrar que la ciudad
estaba comunicada por tres grandes calzadas y por otra de carácter secundario,
en medio de ellas el gran centro ceremonial y la distribución de las cuatro grandes
parcialidades o barrios. Toda la ciudad estaba intercomunicada por acequias y
calzadas y muchos embarcaderos, para que arribaran a ellos comestibles desde
sitios lejanos y así poder distribuirlos entre la población. Cuando había excesos de
lluvias los niveles del agua se elevaban, los diques hechos de manpostería o de
adobe no resistían, cedían ante las aguas impetuosas y se anegaban las casas y
los templos. Estos rasgos indican que la ciudad era por lo tanto muy vulnerable y
que bastaba con clausurar las tres grandes avenidas para que pudieran ser
tomadas por fuerzas externas y de que era relativamente sencillo privarla de
alimentos, sometiendo a la población a grandes penurias.
171
García Quintero, Josefina. México Tenochtitlán y su Problemática Lacustre. UNAM, México, 1978, 123 p., p.112.
245
Indicó Carrasco "que la especialización de las distintas ramas de la producción
estaban relativamente poco desarrolladas. La familia campesina producía no
únicamente solo sus alimentos mediante el cultivo sino que también atendía a sus
necesidades con otras actividades como el tejido a cargo de las mujeres y la
construcción de la casa familiar. Las actividades más especializadas se
concentraban en la producción de artículos de lujo para los sectores superiores de
la sociedad. La división del trabajo era en gran parte parcial y temprana; la
especialización comprendía únicamente parte de las actividades del especialista
en las distintas actividades se ejercían a tiempos distintos. En lo económico, esto
quiere decir, que parte de los artesanos eran al mismo tiempo labradores que
dedicaban solo parte de su tiempo a la actividad artesanal. En la política había una
especialización
temporal
en
las
actividades
militares,
ceremoniales
y
gobernables".172 Concluyó que a pesar de la existencia de mercados, se trataba
de una economía natural en la que de pagos se hacían en especie o en trabajo
pues el hecho de que fuesen una economía de ese tiempo requería el uso directo
de la energía humana.
Es importante destacar dos elementos del análisis hecho por Carrasco: se trataba
de una estructura económica natural, es decir, lo más cercana posible de la
estructura productiva primitiva, que había llegado a evolucionarse a grados
superiores en los que no existía el dinero, ni los símbolos monetarios, como
equivalente de los intercambios. La ausencia de estos signos revela que aun no
estaban en el grado de desarrollo de carácter mercantil, siendo el trueque el
172
Carrasco, Pedro. La Sociedad Mexicana antes de la Conquista, p.21
246
principal mecanismo y el pago en especie la principal forma de remuneración. La
conquista hizo que evolucionaran estos fenómenos hacia etapas mercantiles,
aunque se trata de procesos que tienen un largo proceso de maduración y que no
ocurrió en forma homogénea en todo el territorio ocupado. Ser una economía
natural tiene muchas implicaciones económicas y sociales.
Estrada definió que Moyotla y Teopan fueron los barrios en los cuales los
tenochcas "ganaron" terrenos en el lago y que eran zonas de agua dulce
resguardadas por el dique de Netzahualcóyotl por lo que estaba muy cerca del río
de Xochimilco. En tanto, el lago (de Texcoco) tenía agua salada y era una zona
considerada como común a todos los pueblos ribereños pero después fue "el lugar
hacia donde se relegó a la población más pobre, migrante y pequeños
cultivadores".173 Además, se seleccionaron lugares especiales para que los pillis
edificaran casas con altares y techos picudos, además de tener basamento. Las
casas del resto de la población eran de un solo nivel, un cimiento de piedras y
argamasa o de piedra, lodo, muros, adobe y ramas de árbol y muchas de esas
casas tenían puestos hacia las calles de tierra, las acequias, lo que facilitaba las
tareas de caza y de pesca y había un área para las chinampas la mayoría de las
cuales fueron despareciendo. Evolucionó la ciudad hacia usos habitacionales, los
tributos que se entregaban eran sobre todo productos primarios, sus habitantes se
dedicaron a actividades más redituables como las artes y los oficios a al
intercambio comercial y la administración y la guerra.
173
Estrada Torres, María Isabel, San Juan Teotihuacán y Santiago Tlatelolco, p.37.
247
La forma de distribuir espacio temporal de Tenochtitlán que después se adoptó en
otras poblaciones estaba fuertemente influida por motivos religiosos y por la
composición social que tenían los grupos mexicas, la cual extiende a toda la zona
de dominación. Estaba por un lado las regiones destinadas a los estratos
dirigentes, a los encargados de las funciones religiosas y a los funcionarios del
gobierno, los cuales llegaban a niveles de magnificencia y esplendor, con elevado
grado de urbanización, propios de ciudades más evolucionadas y los de las
regiones destinadas a los macehuales y a otros grupos explotados que tenían las
condiciones materiales más reducidas para su existencia. Este esquema clasista
después lo reprodujeron las españoles al pretender crear las llamadas repúblicas
de indios separadas de las repúblicas de españoles prohibiendo que los naturales
penetraran en aquellas, salvo si iban a prestar servicios personales.
Siendo Tenochtitlan una isla rodeada de agua, como dijo Chavero, implicaba
muchos riesgos para quienes intentaran invadirla desde fuera y "mientras poco a
poco iban formando sobre las aguas de su ciudad se dedicaban a la pesca y la
necesidad los hacía comerciantes, comienzan entonces a introducir a la ciudad
madera y piedra y ya bajo el reinado de Huitzilohuitl, empiezan a usar trajes de
algodón. Constituyéndose, por decirlo así, en la potencia marítima del Anáhuac y
natural era que al dominar el lago, adquirieron el poder militar de sus aguas.
Organizó también Huitzilohuitl la táctica de las tropas por tierra y agua "y en
general la industria y el comercio habían tomado un gran desarrollo".
Se desarrolló la ciudad como una "potencia marítima" olvidando que la mayor
248
parte de los recursos naturales sobre los cuales se había edificado habían
provenido del exterior y que estaba muy dependiente de las dotaciones de
alimentos que también se les enviaban desde otras regiones comarcanas ya sea
por medio de tributos o por medio de los intercambios comerciales. El Códice
Mendocino ilustra muy claramente tanto las ventajas como las debilidades de la
economía lacustre; una de ellas era los productos de las piedras, que se
necesitaban para fabricar utensilios, las piedras preciosas, los ornamentos para
los jefes religiosos y guerreros y los productos de la tierra caliente. También tenían
una ventaja estratégica: ante la posible invasión de fuerzas exteriores se podía
neutralizar anegando las acequias y las calzadas, levantando las compuertas de
las calzadas ante cuya eventualidad quedarían aislados y derrotados.
Por su parte, Vítale advirtió que el concepto de la multilinealidad, si bien era
esencialmente correcto en la evolución de las sociedades, en donde cada uno
determina su especificidad "puede conducir a negar las tendencias generales de la
historia en función de un relativismo cultural abstracto. Adherirse a un
evolucionismo multilineal generalizado en todos los tiempos, incluyendo el
contemporáneo, significaría soslayar las interconexiones e interdependencia de
procesos que dentro de la diversidad, aceleran la continuidad y discontinuidad
histórica.174
Otorgando un tratamiento excesivo al utillaje lítico y otros elementos, sin estudiar
los factores económicos y sociales, es un serio error metodológico pues puede
174
Vitale, Luis. Hacia el Enriquecimiento de la Teoría del desarrollo Desigual y Combinado de Trotsky, 13 p., p.10
249
implicar la negativa a reconocer la existencia de tendencias generales o
fenómenos globales en la sociedad humana, desde luego a no caer en
unilateralismos, actitud dogmática o a fijar plazos fijos. El citado utillaje es un
elemento, ciertamente importante y revelador de múltiples datos, acerca de la vida
de los individuos que habitaron esas comunidades, pero es tan solo un elemento,
el cual debe estar integrado al lado de otros igualmente o más significativos. Por
ejemplo, si el utillaje era muy primitivo y tosco se puede concluir, en forma
apresurada, que se trataba de poblaciones relativamente atrasadas, pero con
frecuencia se olvida la existencia de un factor dinamizador: el uso intensivo de
"mano de obra" lo que finalmente suplía la ausencia de artefactos líticos. Estos
son los casos de la construcción de pirámides o templos en que si bien no se
conocía el uso industrial de la rueda, ni los animales domésticos de carga, la
presencia de miles y miles de individuos podían transportar grandes cargamentos,
incluso a sitios de difícil acceso o ubicados en lugares distantes.
En la lámina VI de la Tira de la Peregrinación apareció los "calli" o "casa" de los
mexicas que representan el centro del cosmos y constituye un resumen desde su
salida de Aztlán hasta ese momento, en tanto la lámina Vil se refirió a Tollan en
donde hay muchos tules y peces "lo que refuerza la idea de agua o lago; después
residieron en Atlillalacuyan por espacio de 27 años que significa "lugar donde el
agua entra en la tierra" y también en Apaxco y Atotonilco está presente el agua y a
partir de Pantitlán los cuatro personajes visten tilmas de franja; en Atotonilco
"calienta el agua en un fogón; en Cohuatillan ocurrieron dos hechos históricos: fue
descubierto el maguey y elaborado el pulque; los magueyes los trajeron de Chalco
250
para plantarlos en ese lugar, lo cual se describe en la lámina XIV y se dibuja el
plaztli o caña para extraer el aguamiel y se hizo el tlachiqueo.175
Después entraron a las zonas acuáticas indicando con ello que ya había llegado a
los linderos de la Cuenca en donde se enfrentaron a una realidad geográfica
totalmente distinta de la que habían enfrentado hasta el momento. De la zona
semidesértica a las regiones lacustres, de la escasez de agua a la abundancia de
este líquido, lo que plantea el surgimiento de nuevas tecnologías, entre ellas, las
artes de la pesca y la fabricación de canoas, como medios de subsistencia y de
transportes. Se abrió un abanico de posibilidades alimenticias con la siembra de
magueyes y la fabricación del pulque por lo que tuvieron acceso a una serie de
fibras vegetales para confeccionar vestidos.
"Después de varios años de copiosas lluvias, creció la laguna de Texcoco y la
ciudad de Tenochtitlán se inundó, no quedando seco ninguna de sus calles, la
gente solo podía andar en canoas".176 Esto motivó, se dice en la Memoria, I
construcción de un dique, dirigido por Nezahualcóyotl, de unas 4 leguas, 12 mil
metros de largo por 20 de ancho, que comenzaban desde Atzacualco en el norte y
que iba a terminar en Iztapalapa en el sur, hecho de piedras y arcilla con una
hilera de empalizados y que tenían como propósito separar las aguas de la laguna
de Texcoco de las de México. Pero a pesar de estas obras que contribuyó a ser
menos salubre el agua y a mejorar los cultos siguieron presentándose hambrunas
175
Johansson Patrick. Tira de la Peregrinación o Códice Boturini, en Revista Arqueología Mexicana, Número 26,
2009, p.53
176
Memoria de las obras del drenaje profundo en el Distrito Federal, 4 Vols., México, 1973, T. II, p.40
251
y después se procedió a la construcción del acueducto de Chapultepec.
Esta obra fue de una gran importancia económica y social pues fue construida con
la aportación material que hicieron todos los pueblos comarcanos que hicieron
entrega de miles de morillos, de centenares de toneladas de piedra; las crónicas
señalan que se necesitaron miles de trabajadores estacionales, también
provenientes de los pueblos ribereños, lo que constituyó un derroche de
cooperación y de organización. Se demostró que Netzahualcóyotl tenía suficientes
conocimientos técnicos para darse cuenta que era necesario contener las aguas
que provenían de la laguna de Texcoco, evitando así inundaciones catastróficas
en el resto del sistema lacustre. Desde luego no se podían prever los volúmenes
de agua que el albarradón podía frenar. Se trataba de separar las aguas salobres
de las dulces y así resolver otro problema: un suministro regular de agua potable
para satisfacer las necesidades de los habitantes de los barrios o parcialidades,
del centro ceremonial y de los edificios administrativos para cuyo objetivo se
construyeron distintas obras. Visto en su perspectiva, las obras fueron
insuficientes pues debieron haberse ampliado y mejorado; en un medio acuoso el
principal reto era de utilizar materiales que soportaran la erosión del agua.
En la lámina IV, según Johansson, de la Tira de la Peregrinación, se insistió en la
separación de los aztecas de los demás grupos. Entre los cuatro partidarios del
dúo; hay tres hombres y una mujer con tilma de tradición tolteca y calzan
sandalias; los mimixcas están acostados sobre biznagas y mezquites; el mezquite
representa el norte y la biznaga está relacionada con el agua; arriba de los
252
mimixcoani se encuentran volando un águila y se utiliza unas flechas y un arco,
una red para pescar. Entonces Huitzilopochtli les dijo: "ahora ya no os llaméis
aztecas, ya sois mexicas" y sus nuevos atributos del ser mexicas será el arco, la
flecha y la red; los mimixcoa están vestidos con atuendos de pieles.177
La descripción señala el tipo de plantas y de vegetales existentes propios de
zonas semidesérticas, pero todavía no se hace referencia a grandes depósitos de
agua. Sufrieron un proceso de transformación cultural e ideológica pues en la
medida en que transcurrió la peregrinación afianzaron con una mayor nitidez sus
rasgos de carácter azteca. Se les iban insuflando una serie de valores que
indicaban se trataba de un grupo humano que estaba destinado a realizar grandes
hazañas guerreras para conquistar territorio, es decir, ampliar los límites de sus
posesiones.
Se establecían la conclusión de que el anegamiento de las tierras de Tenochtitlán
d e su laguna, se debía a los diferente niveles que tenía el resto de la algunas,
entre ellas las de Texcoco, como ocurrió con la inundación de 1382 en que se
mejoran muchas chinampas lo que provocó una hambruna. Describió la formación
de un limo que los indios recogían y que después vendían en los pueblos
comarcanos el cual servía como fertilizante y después consumía el axayacatl que
era una mezcla de hemípteros y huevéenlos que tenían alto contenido de calcio,
tiamina, hiacina y riboflavina. También obtenían pequeños peces, ranas y ajolotes,
177
Johansson Patrick. Tira de la Peregrinación o Códice Boturini, p.35
253
y cazaban pequeños animales como conejos y tlacuaches.
De las hambrunas a las inundaciones, de las inundaciones a las hambrunas, tales
fueron los ritmos evolutivos de los grupos indígenas: con mucha frecuencia no
llovía lo suficiente y los ríos bajaban de las montañas y de las serranías no
llevaban suficientes caudales y por lo tanto no había líquido suficiente para cultivar
el maíz. Hubo ocasiones en que el Tlatoani tenía que abrir sus graneros y repartir
el maíz para paliar el hambre. Por lo opuesto, había frecuentes inundaciones por
lo que se anegaban las chinampas y por ende se perdían muchos cultivos. Estos
cambios drásticos, estas oscilaciones entre la escasez y la abundancia
demostraron que las obras de riego que se habían construido no eran suficientes
para mantener una cierta regulación o estabilidad y que la agricultura -principal
actividad y base de la estructural material- estaba sujeta a fenómenos sobre los
cuales los indígenas no tenían capacidad técnica para influir sobre ellos y
acomodarlos a sus necesidades. Ello comprobaba que a pesar del conocimiento
que se tenía a cerca de los fenómenos naturales, de los estudios que se hicieran
sobre las estaciones del calendario, la capacidad tecnológica acumulada no era
suficiente. La agricultura, su productividad dependía de los llamados fertilizantes
naturales, como el limo y otras sustancias que se encontraban en los suelos de las
chinampas.
Precisamente Trautmann hizo referencia a la construcción e balsas o chinampas
flotantes sobre todo en las poblaciones de Xochimilco, Chalco, Mixquic, Ayotzingo,
Cuitláhuac, Culhuacán e Iztapalapa, que se construían después camellones pues
254
se colocaban varias capas de plantas acuáticas y lodo hasta formar camellones de
20 a 25 varias de largo y de 6 a 8 varas de ancho con un espesor que sobresalía
un pie en la superficie del agua. "Sus características son el cultivo de almácigos y
el riego manual. La diferencia se halla en que los camellones aprovechan los lados
oblicuos, tratados más bien de cultivos de humedad, "destacándose su
construcción en el área de Texcoco y después aparecieron pequeñas parcelas".
Era frecuente que varios camellones pequeños se unieran para formar una parcela
de propietarios. En los documentos se mencionan unidades de propiedad de 10,
40, 80, 100 y hasta 600 camellones".178 Se trata de cultivos de tierras de
humedad de llamadas chiauhtlalli, construyeron los primeros en Tequixquiac
durante la peregrinación de los mexicas al Valle.
Al referirse a la "dinámica social", Castillo recordó que el Códice Florentino hacía
distinción de cinco tipo de casas, según la significación económica y social de
cada uno de sus poseedores, es decir, la casa del Tlatoani, que era "buena y
hermosa", la del calpixcalli, que era la del calpixque, en donde se quedaban los
bienes del calpixque, después las casas comunes y corrientes, más todas las
casas de la gente humilde y al final las casas de los macehuales, pero al hablar de
los calpullis concluyó diciendo que no habían existido como entes monolíticos sino
que habían sufrido cambios y que ante la presencia hispánica, habían
desaparecido en muchos sitios y pensó que era una "unidad social típicamente
autosuficiente en la que se daban todas las condiciones básicas de la producción;
178
Trautmann, Wolfang. Los Cultivos de Humedad en la Historia Mexicana, Boletín del INAH, Época 2, abril-junio, 1973, 3
p., p.2.
255
incluida las de la producción de excedente. Estas últimas entidades, como el
trabajo en común realizado expresamente para el emperador y dicho tanto de la
propia unidad social integral, como de la unidad superior encabezada por el huey
tlatoani".179 Indicó que precisamente las tierras del calpulli eran cultivadas para
cubrir el pago de los tributo y que se entregaba en usufructo a cada uno de sus
miembros y si tenía tierras vacantes se les ofrecía en arrendamiento a otros.
Al observar "un mapa urbano" de Tenochtitlán encontramos notables diferencias
económicas, políticas y sociales. Al centro se encontraban los grandes centros
ceremoniales en donde predominaba la fastuosidad y el poderío, estaban los
edificios administrativos y políticos, las casas de los altos dignatarios, de los
guerreros, los militares y los guerreros pero lo que hoy importa destacar es la
existencia de las casas de los macehuales y que se encontraban fuera del
perímetro oficiales y eran "casas comunes y corrientes" de paja y bajareque; había
un sector social "intermedio" compuesto por los calpixques y otros servidores.
Denotaba una sociedad jerarquizada, basada en los privilegios sociales que iban
desde el centro hacia la periferia.
Se trataba de una sociedad basada en la desigualdad la cual estaba legitimada
por los dioses que habían creado a los macehuales los cuales no podían cambiar
de estrato económico y social. Las mejores casas las ocupaban los dignatarios,
empezando por la magnificencia de las habitaciones del Tlatoani, descrita, desde
179
Castillo, Víctor M., Estructura Económica de la Sociedad Mexica, según las Fuentes Documentales, p.75
256
el punto de vista físico, por los cronistas españoles. El centro de la Ciudad
habitaba la divinidad en sus múltiples manifestaciones.
Al describir la mina de sal de Alahuiztlan, Guerrero, el especialista Besso-Oberto
encontró cuatro pozos en donde se extraía agua salada para obtener mineral de
sal los cuales tienen escalinatas y muros de mampostería; localizó una tecomate
con los cuales se extraía el agua salina que se acumulaba en ella. "Siguiendo la
rutina de Trabajo bajo una persona con uno o dos de esos tecomates, los llena de
agua salada y sale del pozo para permitir que baje otra persona a realizar la
misma operación. Una vez afuera, las salineras vierten el agua de los tecomates
en la llamada capota que está colocada sobre la maceta o y bases circulares,
hechas con piedras amontonadas. Una vez que los capotes están llenos de agua
salitrosa, el color de sal va reparando el líquido de los cajetes, a los que cristaliza
los minerales salina. Pero hay que llenar varias veces los capotes hasta obtener
una capa de sal que se puede raspar con una cuchara de corion. El mineral
raspado se va depositando en un ayate central de cada "maceta", el que se
denomina tenepantle, o "piedra de en medio". Cuando los tenepantles están llenos
de sal se pasa a un chiquigüite para recoger el mineral. El chiquigüite con la sal se
deja un rato al sol, a fin de que se escurra el remanente de agua, luego la sal se
pasa a un costal de ixtle o de fibras plásticas...".180
“Aunque faltan datos estadísticos detallados, si se puede asegurar que tierras y
180
Besso-Oberto. Humberto. Las Salinas Prehispánicas de Alahuiztlan, Guerrero, en Boletín del INAH, Época III, 29, ene.Marzo, 1980, p.21
257
trabajo se distribuían y combinaban para la producción en base a la organización
política y no como mercancías. Las ofertas de trabajo en el tianguis eran de
importancia mucho menor que el trabajo organizado en base a relaciones
familiares y políticas. No existía realmente mercado de trabajo de ningún tipo.
Igualmente sabemos que los ingresos de la clase dominante se obtenían en forma
de tributo y no como beneficios de la actividad mercantil. De este modo la
actividad de los mercados era secundaria respecto al sector político de la
economía. Todo lo referente a materias primas obtenidas de la cacería, de la
agricultura y de los minerales está sujeto a lo que se ha dicho sobre el régimen de
la tierra. Los instrumentos de madera como coas y telares, e incluso los útiles de
piedra y hueso, daba el sencillo nivel de la tecnología, eran medios de producción
de adquisición relativamente fácil. El control de ellos no podía continuar el factor
determinante para el dominio de la producción y de la economía en su totalidad.
La expansión del mercado y de los artesanos especializados no aparece en la
crónica como movimiento de grupos auspiciados y organizados por los señoríos
que los acogen", dijo Carrasco.181
Aunque casi todos los cronistas han hecho alusión al mercado de Tlatelolco y se
han efectuado estudios sobre los pochtecas, su posición económica y social, sus
privilegios, no se puede generalizar esa importancia pues no había una economía
mercantil sino una economía basada en el trueque. Había un cierto tipo de
monedas, como las que estudió José Luis de Rojas, no se puede concluir que la
181
Carrasco, Pedro. La Economía del México Prehispánico, en Economía Política e Ideología en el México
Prehispánico. p.62
258
mayoría de sus actividades comerciales se desarrollaban bajo las equivalencias
de los signos monetarios. Quizá eran más importantes los mercados locales o
zonales, mientras que el de Tlatelolco es el paradigma de los pochtecas y un
reflejo de la tradición mercantil de esa zona. Las relaciones de intercambio están
en un nivel más bajo, que el nivel de la economía monetaria o mercantil para
enfatizar en los meros intercambios naturales. Carrasco tiene razón y por lo tanto
ubicó a esa sociedad en su justo nivel. No hay elementos informativos que
confirman la existencia de regulaciones oficiales en los mercados sino se trataba
de imposiciones desde el poder o desde la conquista. No había mercancías sino
productos.
Definió a los tianguis como un sitio de intercambio de bienes entre los productores
de distintos bienes de uso general y de poco valor y de las principales artesanías;
en este intercambio, dijo Carrasco, se utilizaba un cuasi dinero, cacao y mantas
como medio de pago y se trata de asegurar el consumo y no el lucro, los
regatones, al adquirir bienes para su venta producía una cantidad superior a la
invertida y por lo tanto tenía una utilidad y por lo tanto se trataba de "verdaderos
comerciantes" con capital mercantil, en tanto que los oztomecas eran
comerciantes que se dedican a viajar a lugares distantes "para traer bienes de lujo
que servían para el consumo del estamento dominante". Además de los bienes
con que comerciaban ellos mismos, llevaban bienes contribuidos por el rey y por
tanto se les debe considerar como sus agentes comerciales y en el comercio
exterior en donde se suele desarrollar el gran capital mercantil en sociedades
precapitalistas y puede pensarse que algo semejante apuntaba en Mesoamérica.
259
Las ganancias del tráfico se invertían en el patrocinio de ceremonias para subir en
la escala social. Es decir, la ética social de los mercaderes iba encaminada a
convertir la riqueza en rango, gastándolo en convites. Esto había de poner un
límite a las posibilidades de acumulación, incluso si pensamos que los pochtecas
actuaban dentro de un sistema de mercado libre". Para concluir que el poder
económico que podían acumular los pochtecas estaba subordinado al poder
político y puso como ejemplo a Cholula que fue un gran centro comercial y
artesanal gobernado por los mercaderes.
Aunque se hace alusión a la existencia de "dinero" en las relaciones de
intercambio en los mercados, sobre todo en los grandes mercados, este uso no
estaba generalizado en la sociedad; se trata de uso limitado o parcial, pues lo
predominante, lo básico, era la producción de alimentos y de otros bienes de los
macehuales y de las aportaciones que hacían los pueblos tributarios. Estos rubros
representaban los ingresos más fuertes de las autoridades indígenas y la fuente
de sus riquezas y poderío. Al referirse a Moctezuma, por ejemplo, no se hacía
referencia a una cierta cantidad monetaria, que se podía convertir en equivalencia
en moneda occidental. Sin duda, los comerciantes como sector social se fueron
desarrollado en la medida en que aumentaba la producción de bienes y servicio,
se incrementaba la población y a aparecieron nuevos oficios o se sofisticaban los
que ya existían. Este era un proceso que se encontraba en marcha, pero aun eran
muy lentos que los cronistas no registran la realización de operaciones mercantiles
de significativa importancia.
260
El aumento y la paulatina consolidación de los pochtecas inició un proceso que de
llegarse hasta otras consecuencias implicaba la formación de una estructura
monetaria basada en el intercambio con signos equivalentes. Pero a pesar de que
los comerciantes cada vez más adquirían un mayor poder y presencia en las
transacciones generales de la sociedad, su participación en la economía era de
carácter secundario y su significación en la estructura política todavía no tenía el
peso específico que en otras sociedades había alcanzado. Se menciona a los
pochtecas y se hacen evaluaciones de su desarrollo, como el estudio hecho por
Saignes, pero todo indica que la mayoría de las operaciones comerciales se
realizaba en forma libre y autónoma, es decir, en el marco de una economía
llamada natural. Al describir el mercado de Tlatelolco o el de Cholula se enfatiza
que la mayoría de los bienes que se ofrecían al público eran materias primas y
que en segundo término estaban los bienes manufacturados por lo que la
incorporación de valor, producto del esfuerzo humano, era muy incipiente. Tiene
razón Carrasco al afirmar "que las ganancias" eran muy pequeñas y que en todo
caso se trataba de obtener un mayor excedente de bienes naturales para luego
ser distribuidos a otras poblaciones o sectores sociales.
Indicó Carrasco que la economía era una "economía natural pues los pagos que
se hacían eran fundamentalmente en especie o en trabajo o utilizando el trueque.
"En una economía natural, la acumulación de excedente requieren organizar la
colección de la prestaciones de cada tipo de productos así como la organización
de los servicios personales para cada una de las actividades económicas que se
van a emplear. La productividad de los trabajadores era limitada y para acumular
261
grandes cantidades de bienes era necesario juntar los pequeños excedentes de
un gran número de productos. La falta de animales domésticos para el trabajo de
máquinas basadas en la rueda obligaban el uso intensivo de la energía humana; el
sistema productivo requería el trabajo conjunto de masas de trabajadores
dedicados a una misma obra y la cooperación simple y como la única manera de
realizar trabajos que exigían grandes cantidades de energía; muy especialmente
en las obras de construcción y en el transporte, todos estos rasgos requerían el
control de grandes masas de productores, bien fuera para extraer los excedentes
en especie o para organizar la cooperación para las obras públicas. El hecho de
que la especialización fuera de tipo temporal requería también una organización
del tiempo: las distintas actividades se tenían que realizar cada una a su tiempo y
los varios tantos de trabajadores se turnaban para prestar su trabajo".182
Los cronistas no consignaron la existencia de tabuladores de "salarios" que se
pagaran a los macehuales y otros trabajadores, en realidad no sabemos si había
un estipendio monetario alguno sino que las remuneraciones las había en especie,
es decir, tenían derecho a gozar de una parte de los bienes y productos que
generaban. El hecho de que no hubiese utensilios de trabajo de metal, ni animales
de carga, el cultivo de los cereales, su transportación, así como la construcción de
obras públicas, llamado cuatequitl, eran efectuadas en base a las aportaciones del
trabajo individual o lo que se denominara trabajo intensivo a falta de sustituir la
carencia de elementos tecnológicos que elevara la productividad. Cuando los
182
Carrasco Pedro, Cultura y Sociedad en el México Antiguo,., p.167
262
dirigentes tenochcas necesitaban una mayor disponibilidad de alimentos y de
materias primas, se modificaban las tasas de tributo hacia el alza, como lo
demuestra el Códice Mendocino o el llamado Códice Moctezuma que es una
actualización de los tributos. Además, se mantenía una existencia adecuada de
cereales y otros productos en los almacenes reales, lo que demuestra el
funcionamiento de un elemental sistema de regulación del mercado de
subsistencia.
Por su parte, Wright, al describir las estructuras arquitectónicas que correspondían
a las instituciones sociales, como fue el mercado, sobresaliendo los de Tlatelolco,
Texcoco y Ocotelalco que operaban todos los días y que cubrían las necesidades
de distribución de las subregiones. El concepto "mercado" tenía varios
significados, entre ellos, "el lugar donde uno vende algo", "el lugar donde uno
vende y compra", "comprar y vender", "vender", lugar de compras", "lugar de
vender". Este autor está sorprendido de la coexistencia de grupos nahuas y
otomíes lo que revela la existencia de una "cultura centromexicana relativamente
homogénea. 183
Al mencionarse la palabra "mercado" se refieren, en primer lugar, a un gran
espacio físico, como las que había en los países europeos, en donde se
realizaban muchas operaciones comerciales en virtud de la concurrencia de
muchos compradores. Si se registra la existencia de este tipo de establecimientos
los cuales se efectuaban uno o dos días a la semana, pero no representaba un
183
Wright Carr, David Charles, La Sociedad Prehispánica en las Lenguas Náhuatl y Otomí, 13 p., p.8
263
fenómeno importante en las grandes poblaciones. En cambio, nos referimos
nosotros a los "mercados" de las pequeñas poblaciones, o poblaciones medianas,
que también funcionaban uno o dos días a la semana en que se instalaban todos y
se realizaban la mayoría de las operaciones comerciales, las cuales se basaban
en el sistema de trueque, es decir, tantos morillos por un número determinado de
mantas. Al lado de estos "mercados" pequeños pero sobresalientes por su número
y las operaciones que realizaban, estaban los grandes mercados de las grandes
ciudades, que eran manifestaciones de la existencia de un "sector moderno". Pero
además, al margen de estas estructuras, pequeñas, grandes y medinas, estaban
la amplísima gama de operaciones individuales que se efectuaban entre sí o entre
los pulís y macehuales.
Broda también fue de la idea de que la sociedad mexica estaba muy estratificada
"pues había una polarización extrema de la población entre la clase dominante
que en las áreas rurales representaba apenas
entre el 1% y el 10% de la
población, pero que no obstante detentaba todo el poder político y económico y la
masa de la población compuesta por agricultores, (campesinos libres, renteros,
terrazgueros y esclavos) pequeños artesanos y comerciantes que formaban la
población dominada y tenía la obligación de cultivar las tierra de sus señores y/o
entregarles el tributo. En los centros urbanos, la situación era algo diferente ya que
en ellos se encontraba la élite (compuesta por grupos intermediarios como lo
mercaderes importantes y los artesanos de lujo); allí la proporción de esta élite con
respecto a la gente común era considerablemente mas elevada. La base del poder
de la clase dominante era, en el área económica, su control sobre las tierras, los
264
trabajadores, el tributo que recibían y el control sobre el comercio. El tributo era la
forma principal de circulación de los bienes y estaban firmemente ligados al
sistema de estratificación así como a la organización política basada en ciudades
estado y señoríos integrados dentro del imperio mexica. Mediante el tributo el
estado mexica obtenía grandes excedentes de las poblaciones conquistadas que
se acumulaban en la capital del imperio".184
En el campo del tributo destacó la importancia económica y social que tenía el
trabajo de los macehuales que tenían que labrar la tierra tanto de los tlatoanis,
como de los pillis, aunque el tributo en especie predominaba entre los artesanos y
los mercaderes, pero se inclinó por considerar que los calpullis no implicaban una
posición "igualitaria" y "democrática" de sus miembros sino grupos humanos que
tenían diferencias sociales entre si.
Los estudios sobre estratificación que hiciera Broda y otros confirman que el
principal centro de control político que había era el que se daba entre la élite
gobernante, los pillis y el resto de la población compuesta sobre todo por los
macehuales y por los nuevos grupos de trabajadores que estaban apareciendo en
la estructura productiva. Sería importante sumar y los pillis por un lado y a los
macehuales por el otro, como se hizo en los estudios del padrón de Tlaxcala, para
confirmar que se trataba de una pirámide social en cuya base estaba la inmensa
mayoría de la población que tenían que hacer sus contribuciones en especie
(tributo) y por medio del esfuerzo individual (los cuatequil) y otros; en medio
184
Broda Johanna. Las comunidades indígenas y las formas de extracción del excedente, época prehispánica y
colonial., p .234
265
estarán los sacerdotes, los militares de alto rango, los comerciantes y los llamados
"artesanos de lujo", aquellas que fabricaban piezas de jade, oro y plata, que
fabricaban trajes de guerreros, o que se dedicaban a la plumería de lujo; otros
funcionarios administrativos, que gozaban de una serie de privilegios, como la
exención de trabajar la tierra y que de una manera directa se beneficiaban con los
excedentes de productos. Para sostener el gran aparato de disminución que llegó
a su mayor amplitud, sofisticación y complejidad en el periodo de Moctezuma, no
era suficiente la producción directa de bienes y servicios de los vasallos por lo que
se tuvo que recurrir a los excedentes que producían los pueblos conquistados.
En referencia a los tipos de tierra que había en la Nueva España, Clavijero las
definió de la siguiente manera: las de la corona, llamadas tecpanllalli, reservadas
siempre al dominio del rey y que gozaban de usufructuarlas ciertos señores, estos
no pagaban tributo alguno pero "si tenían la obligación de componer y reparar los
palacios reales cuando fuese necesario y de cultivar los jardines del rey, corriendo
ellos con la dirección de la obra y los plebeyos de un distrito con el trabajo. Debían
hacer la corte del rey y acompañarlo siempre que salían en público, lo cual le
atraía mucha honras y obsequios. Cuando moría uno de aquellos señores, entraba
el primogénito en posesión de las tierras, con todas las obligaciones de su padre,
pero si se establecía en otro punto del imperio, perdía aquellos derechos y el rey
lo transmitía a otro usufructuario o dejaba la elección de este a cargo del común
de habitantes del distrito en que se hallaban la tierra. Las llamadas pillallis, es
decir, tierras de nobles, eran posesiones antiguas de esto, trasmitidas por
herencia de padres a hijos o concedidos por el rey en galardón por los servicios
266
hechos a la corona. Los unos y los otros podían enajenar sus posesiones, pero no
podían darlas ni venderlas a los plebeyos. Había, sin embargo, tierras de
concesión real pero con la cláusula de no enajenarlas, sino dejarlas en herencia a
sus hijos".185
Tanto las tierras de la "corona", como la de los "nobles" o pillis las trabajan la
mayoría de la población, es decir, los macehuales y no se precisaba si percibían
por ello un salario; los apuntes históricos confirman que a cambio de su trabajo les
daban una parte de las cosechas, con lo que se aseguraba la existencia física y la
reproducción de la fuerza de trabajo y la posibilidad de disponer de ella en las
siguientes estaciones de cultivo y cosecha. Lo que deseamos señalar aquí, era
que todos los miembros del pueblo trabajador hacían su aportación, aportación
sobresaliente, en el mantenimiento de los grupos de la élite económica y de la
dirección política de la sociedad. Todos trabajaban finalmente para beneficiar de
una minoría. Para mantener este orden y esta disciplina laboral contaba no solo
con el aparato punitivo sino también con el religioso y el ideológico que aseguraba
que era "justo" y "legitimo", este orden, que estaba en consonancia con los
planteamientos de la divinidad y que dicho orden era inalterable. Si era un orden
así querido y "santificado" por la divinidad, entonces los macehuales "no tenían
voz" y su única función en la sociedad era trabajar para el funcionamiento y
mantenimiento del orden jurídico y social vigente, basado en los privilegios y en
los beneficios de y para los pillis.
185
Clavijero, Francisco Javier. Capítulos de Historia y Disertaciones, México, UNAM, 1944,130 p., p.52
267
Uno de los cronistas que más influyó en la obra de Zorita es el monje franciscano
Francisco de las Navas, quien en 1540, según lo reveló Ahundt, fue enviado a la
región de la popoloca de Puebla en donde se habían dedicado a bautizar indios y
en 1553 se le transfirió a Cuauhtincha, en donde intervino en forma decisiva en la
fijación de la tasación de la región y escribió las Ordenanzas de Cuauhtincha y a
partir del mes de julio de 1578 fue guardián del convento de Tlatelolco y después
analizó una coincidencia que había entre el texto de Las Navas y los escritos de
Zorita sobre todo en materia de la reglamentación de la sucesión de los linaje y los
cuatro tipo de tributarios que existía, pero también señaló una influencia de fray
Andrés de Olmos quien realizó una investigación etnográfica de los indios de
México, Texcoco, Tlaxcala, redactó la colección de lo Huehuetllahtilli que son las
oraciones morales que usaban los mexicanos; de Pablo Nazareno, noble indígena
de Xaltocan y al establecer una concordancia entre los texto concluyó que la
exposición del sistema tributario era de gran importancia y estaba vinculado con el
sistema de dominación, en relación con la Suma de Visitas que escribió Zorita en
el que consumó su actuación profesional al respecto. 186
De los pocos textos importantes que se refieren a la estructura económica y a la
forma de dominación social y política, son los que escribió De los Navas en los
cuales se basó Zorita, la obra más completa que existe en la materia. Queda
confirmado que la imposición y el cobro de los tributos, fue uno de los
186
Ahundt. Wiebke, Edición Crítica de la Relación de la Nueva España y de la Breve y Sumaria Relación , escrita
por Alonso de Zorita,p.6
268
instrumentos sobresalientes que utilizan los mexicanos para someter a los pueblos
siendo este un mecanismo de saqueo, de explotación de recursos naturales y de
utilización gratuito de la mano de obra. La fijación de los tributos, así como los
volúmenes o cantidades que se fijaban de ellos, era presidida por el uso de la
fuerza militar, "esto era necesario para alcanzar estos objetivos", pero había otros
mecanismo que hacían más flexibles las formas de expoliación, como los pactos o
las alianzas, o bien, los llamadas "aportaciones voluntarias".
Los estudios de caso que se han hecho reafirman que en realidad el sistema de
tributos, desde el punto de vista político, era una parte fundamental del sistema de
dominación global que el señorío tenochca había implementado en el Altiplano.
Navas, sin desearlo expresamente, vincula varias expresiones de la dominación
ideológica con la dominación política y económica, al dar a conocer algunos
textos, si se quiere breves, sobre el modo de pensar de los macehuales.
Observó Yoneda que en los mapas de Cuahtincha se habían utilizado distintos
colores para diferenciar los tipos de tierras, como por ejemplo, coztic y Tlapali, en
color amarillo, Xochipalli y Itapalli, color naranja, y Texotli y un tlapalli, color azul y
siguiendo a Torquemada dijo que "las tierras de los calpullis estaban pintados en
color amarillo claro, las de los principales con un color encamado y la tierras de la
recamara del rey con color colorado muy encendido. Al referirse a los personajes
que se encontraban dibujados, observó que la mayoría era del sexo masculino y
269
que estaban entados en sus icpalli, es decir, se trataba de personajes
políticamente importante como gobernadores.187
Los estudios del señorío de Cuautinchan, de la que en parte se alimenta la gran
obra de Zorita, confirman la existencia de una estructura material de la sociedad
idéntico en sus rasgos esenciales por lo menos en la región del Valle o del
Altiplano, aunque conviene hacer estudios comparativos de las regiones mixteca,
zapoteca, chiapaneca y maya entre otras, y lo más ambicioso sería que abarcara
la región mesoamericana para verificar y confirmar la extensión de ese modo de
producción. Los mapas que hizo Yoneda reafirman la importancia que se concedía
de las tierras, ya que sobre ellas se levantaban las estructuras políticas y sociales
que si bien puede registrar cambios y alteraciones, se mantienen en sus
elementos esenciales. La distribución de tierras tiene distintos y lejanos orígenes y
abarca desde la etapa en la que predominan la propiedad comunal, hasta las
distintas formas de propiedad estamental, en la medida en que surgen los grupos
organizados, los militares y los sacerdotes, que se separan en sus funciones y que
generan una serie de necesidades que imponen al resto de la población.
Habló Clavijero también de los "feudos" que eran concesiones de tierras que los
señores de México habían entregado a los chichimecas y acolhuas cuyos
dignatarios tenían una fidelidad "envidiable", un reconocimiento del supremo
dominio y la obligación de ayudar al señor cuando fuese necesario pero que dicha
187
Yoneda, Keiko. Los mapas de Cuauhtinchan y la historia cartográfica prehispánica, FCE, Ciesas, México,
1981,193 p
270
institución no era perpetua sino que se renovaba cada año. "La tierras que se
llamaban altepetlalli, esto es de los comunes de las ciudades y villas, se dividían
en tantas partes cuantos eran los barrios de aquella población y cada barrio
poseía su parte con entera exclusión e independencia de las otras. Entre ellos
había algunos destinados a suministrar víveres al ejército en tiempo de guerra, los
cuales se llamaban milchimalli o cacalomilli según la especie de víveres que
daban".
La clasificación de Clavijero es esencialmente parecida a la de Zorita y otros,
sobresaliendo las tierras comunes de los pueblos que eran propiedad de todos y
que se distribuían a los diferentes barrios con exclusión e independencia cada uno
de ellos. Estas eran tierras que producían para la subsistencia de la población,
sobresaliendo el interés de los dirigentes para asegurar esos suministros como
una condición indispensable para mantener la paz y la tranquilidad social. Ese
respeto para las tierras que eran propiedad y usufructo de los pueblos aparecen
en las primeras etapas de los grupos humanos. Sus clases dirigentes podían
distinguirse por su ferocidad en las formas de explotación del resto de la
comunidad, pero cuidaban de proteger los bienes indispensables para asegurar su
alimentación y su reproducción social.
Estaba vigente la forma de propiedad comunal, como la principal y casi única
forma y había penetrado en la conciencia social y en la vida íntima de las
personas. La propiedad comunal había demostrado su utilidad y su permanencia,
a pesar de los embates que a través de la historia había recibido ya pesar de la
271
aparición y de desarrollo de otras formas de propiedad. Esta situación provocó la
admiración de Clavijero y de otros ilustrados que se comprometieron en la defensa
de aquella forma de propiedad que está asociada indeleblemente con la vida de
todos los pueblos.
Sobre la ciudad de México, escribió Hernández:
"La laguna parece hervir con chalupas volando de aquí para allá a la ciudad y
llevando lo necesario para la vida de las poblaciones vecinas y limítrofes, que sólo
aquellos que son de los mexicanos exceden en número de cincuenta mil. Contiene
una y otra laguna en longitud cien millas y en latitud cincuenta, pero en circuito
ciento cincuenta. Dentro de ella hay más o menos cincuenta poblados, en no
pocos de los cuales sabemos que se han numerado cinco mil casas y en otros en
verdad más de diez mil. La parte de ella que es salada, abunda en nitro y en sal
por la naturaleza de su álveo y no por otras causas inanes que algunos soñaron.
En mi opinión la ciudad de México tiene un clima intermedio entre frío y caliente,
pero un poco húmedo debido a la laguna. En mayo empiezan las lluvias y duran
hasta septiembre; las temperaturas en estos meses corresponden a nuestra
primavera, entonces casi todas las plantas florecen y dan fruto. Los cuatro meses
siguientes se inclina algo a lo frío, desde febrero hasta mayo crece poco a poco el
calor como en tiempo estivo. El cielo es salubre en gran parte, pero debido a la
humedad lacustre, a veces predomina la podredumbre".188 Hernández también
188
Hernández, Francisco. Escritos Varios, T.VI., p.71
272
hizo notar la gran cantidad de plantas diversas que había, las cultiva "porque se
producen dos cosechas anuales, hasta tres".
Esta descripción reafirma la tesis de que en el Valle de México había una gran
densidad de población en el contexto de un breve espacio territorial, que no tenía
las condiciones más adecuadas pues se trataba de una región rodeada por
distintos cuerpos de agua, sin que se hubiese desarrollado un tipo de vida
lacustre, como sucedió en otras regiones del mundo que tenían estas
características hidrológicas. La variedad y la cantidad de recursos derivados de la
pesca no eran tan abundantes como para hacer depender la dieta de las
poblaciones ribereñas de esos consumos. En efecto, el Códice Florentino no
refiere la existencia de una gama amplia de peces, lo que impulsó a buscar, en
forma perentoria, otros alimentos como el maíz, el frijol, el chile o ají. Así el
consumo de carne de pescado y de animales acuáticos apareció como una parte
de esa dieta, pero no como la más importante.
Depender de la pesca en forma predominante no era factible desde el punto de
vista práctico pues con frecuencia las aguas salubres de Texcoco contaminaban
las aguas dulces de México, había desniveles notorios entre los lagos de la región
y la falta de un eficaz sistema de regulación hidráulica provocaba que hubiese
notables crecidas en ríos y lagos, pero también bajos de nivel, que afectaba la
producción piscícola, que así como podía aumentar, podía disminuir y por lo tanto
los suministros de esos alimentos no eran seguros.
273
Escribió Gómez que en los últimos tiempos de la vida prehispánica, se utilizaba la
moneda (el cacao) para comprar en los mercados todo tipo de productos y
mercancías, así como mantas, pero también se empleaban estas como medios de
pago y "así se empleaban las mantas de hilo torcido y por ello ya se percibía un
pensamiento abstracto unido a la producción de bienes y a la circulación
monetaria" y esta situación se acrecentó una vez que los pochtecas, ubicados en
el barrio de Tlatelolco, adquirieron una gran importancia, en la expansión del
imperio, es decir, cuando se inició el comercio a larga distancia. El título de
Pochteca estaba reservado a los miembros de las poderosas organizaciones que
tenían el cargo y el monopolio del comercio exterior. Este monopolio se conformó,
en gran parte, por la expansión política económica del estado azteca y por la
exigencia de ia nobleza producto del lujo, que estaba encabezado por el
Pochtecateuctli, que se encargaba de organizar y planificar los intercambios y
acostumbraba viajar en compañía de otros comerciantes de otras poblaciones, lo
que simbolizaba alianzas económicas, agrupándose básicamente comerciantes de
Tenochtitlan, con otros de Texcoco, Huexutla, Coatlinchan, Chalco, Xochimilco,
Mixcoac, Cuautitlán y Otumba.
Varios estudios que se han hecho en las formas de escritura y de lenguaje
confirmaron la aparición de crecientes expresiones de carácter abstracto, aunque
todavía estaban lejos de tener un lenguaje de esta naturaleza, propio de los
pueblos más evolucionados. La posibilidad de utilizar una serie de signos para
medir el intercambio de bienes y servicios refleja un grado de evolución de los
pueblos que estaban saliendo de la equivalencia del trueque. Usar el cacao como
274
signo monetario para algunas operaciones es propio de economías a escala y de
grupos sociales organizados que han superado las limitaciones del sistema
precedente que por sencillez y simplicidad tienen los pueblos anteriores. Era
relativamente fácil, sobre todo porque se efectuaban operaciones de intercambio
de poca monta, reunir un número determinado de productos para "pagar otros".
Esto podía realizarse, además, en mercados locales pero tratándose de mercados
muy lejanos, como los de las Costas de Oaxaca, era muy difícil que los pochtecas
en sus recuas llevaran muchos productos para intercambiarlos por otros. Según
los estudios realizados los montos, de muy diferentes tamaños, forman, calidades,
eran productos de una universal aceptación que lo mismo eran requeridos por los
miembros de las clases dirigentes, que para los macehuales y para otros
miembros del "pueblo bajo" pues todos tenían que vestirse según su condición
social.
En realidad, se describió como una leyenda la aparición de las primeras
chinampas pues Tezozomoc, rey de los tecpanecas, dio la orden a los mexicas
que construyeran una "balsa flotante" en la que pudieran cultivar maíz, chile,
frijoles, calabazas, tomates, bledos "surgiendo la idea de que dicha balsa" podía
"moverse" de un lugar a otro del lago, pero en realidad, no había tal movimiento.
Se ubicó la construcción de las primeras chinampas en el siglo XIII, o sea,
alrededor del año 1200, precisamente en la zona del lago de México. "Las
chinampas, en general, tienen una forma rectangular; son largas y angostas. De
largo pueden llegar a medir 100 o hasta 200 metros pero de ancho nunca miden
275
más de 10 metros. Tienen una superficie de 1000 a 2000 metros cuadrados.
Primero se buscaba un lugar donde construirlo en aguas poco profundas. Casi
siempre se trataba de encontrar un "cimiento". Así se llamaba a los restos de las
chinampas viejas que se aprovechaban para construir sobre ella la nueva. Desde
una canoa se zarandeaba el fondo de la cenega para ser localizado el cimiento.
Con estacas largas de carrizo se marcaban los límites del terreno seleccionado.
Con unos palos largos se zanjeaba el fondo del lago y alrededor del terreno
marcado. El lodo que se extraía del fondo se echaba sobre el cimiento. Así
quedaban unos canales que rodeaban los cuatro lados de la chinampa por donde
se transitaba la canoa. Para hacer propiamente las chinampas se escogía el
césped o atlapatacatl. Este era una gruesa capa de plantas que crecían en el agua
como el tule, el lirio, el chichicaste, el zacate. Las raíces de todas estas plantas, se
enredaban unas con otras, formando un colchón grueso, de 20 centímetro a 1
metro que flotaba sobre el agua".189
Así describió Miranda las tierras distribuidas a la nobleza: Las formadas por las
tierras denominadas generalmente patrimoniales que eran adscritas a las familias
y poseídos por su cabeza, las formadas por las tierras llamadas "fracciónales" que
eran las adscritas a un cargo o a un oficio. "En estas clases de tierra, los nobles
tenían, o cultivadores de la gleba (siervos, por hombres indígenas, mayaques) o
cultivadores libres (renteros). Tanto los unos como los otros les daban prestación
en especie, generalmente, una parte de lo que producían y servicios personales.
El tipo de economía denominado natural que imperó en todos esos pueblos, lo
189
Las Chinampas, una Técnica Agrícola muy Productiva, sin autor, Árbol, Editorial, México, 1982,81.p12.
276
mismo en la del centro que en la del sur, impuso la retribución de los funcionarios
con especies y servicios dado por quienes trabajan las tierras. Aclaró Miranda que
a los miembros de la clase gobernante les interesa disponer de personas que
pudieran proporcionar prestaciones, tanto en especie como en servicios, todo ello
con el propósito de dar satisfacción a los miembros de esa clase, de tal forma que
había dos clases de individuos, los "libres" y los "siervos".
Todavía está pendiente la realización de un estudio acerca de la importancia
económica y social que tuvieran los mayeques y los renteros para dar respuesta a
una serie de interrogantes centrales. ¿En qué medida estaba dislocada la
propiedad de los calpullis? ¿Cuál fue el impacto que tenía en la propiedad
comunal, si partimos de la consideraciones de que aquellos estudios en el terreno
de la propiedad particular? ¿Hasta dónde son sus límites? ¿Recibían ya un salario
y por lo tanto se podían considerar como trabajadores asalariados? La figura del
rentero despierta mucho interés pues tienen un gran parecido con el aparcero
porque se trata de un pequeño propietario. Los estudios que conocemos al
respecto son muy limitados: hacen falta análisis de los padrones indígenas que
ubiquen a cada agricultor y el papel que tenía asignado, así como la evolución que
han tenido en el tiempo. Se habla mucho también de los pagos de tributos en
especie y para ello se han realizado investigaciones muy importantes, pero se
requiere estudiar los llamados "servicios personales" de los cuales no conocemos
relaciones demográficas o estadisticas, que probablemente estén sugiriendo que
tenían un peso económico menor que los pagos de especie y que refirme la tesis
acerca de la existencia de una economía natural, mientras que el predominio de
277
los "servicios personales" nos estaría indicando que se trataría de una "economía
monetaria".
También Armillas hizo alusión a la existencia de sistemas de riego en el Valle de
Teotihuacán, basados en investigaciones que hizo Millon y después se refirió a las
construcciones de chinampas en Zumpango, Xaltocan y parte de los Lagos de
Texcoco, mencionando entre otros elementos, los semilleros indígenas "que eran
especies de fertilizantes, empleando el concepto "estercolar" o bien el uso de
excremento para fertilizar las tierras, así como la existencia de terrazas que eran
"montes escalonados". Describió uno de ellos que se localizaba en Texcoco,
algunas terrazas que estaban bien niveladas, que tenían muros de mampostería
hacia las cuales se llevaba el agua hacia las terrazas más altas; en cambio en el
valle del río de Nexapa, al sur de Puebla había zonas de regadío.190
En el Manuscrito Tovar se asentó que los mexicas entraban a Culhuacán y
comienzan a tratar con sus habitantes como hermanos y parientes y describe el
encuentro violento que después tuvieron con ellos para concluir que después del
mismo salieron de la laguna a "ganar tierra" y así pasan a Acatzintilla en donde
hicieron balsas con los cañaverales, espadañas y carrizales y de ahí pasaron a
Ixtacalo y a estando allí, "buscaron un sitio acomodado para poblar y fundar su
ciudad porque ya en la tierra no había remedio, por estar toda poblada por sus
enemigos y después encontraron un manantial y ya metiéndose en los
cañaverales de la laguna "cazaban muchos patos, ánsares, gallaretas, y otros
190
Armillas, Pedro. Programa de Historia de la América Antigua, p.127.
278
diversos géneros de aves marinas y tenido cuenta con los días de mercado, salían
a ellos en nombre de cazadores y pescadores y trocaban todo aquello por
maderas, por morillos y tablillas, cal y piedra, enfatizando que mientras tanto "ya
tenían hijos y nietos con los de Culhuacán". 191
Los grandes depósitos de agua disponían de muchas materias primas no solo
para pescar sino también para construir esteros, bolsas, redes, petates y otros, así
como, limo para fertilizar los campos, lodo para colocar en ellas las estacas de las
chinampas. En el Valle de Toluca se transformaron estas actividades en
"verdaderas industrias locales", así como en los Valles de Chalco y Ateneco en
donde se fabricaban cientos de esteras y petates que tenían distintos usos, sobre
todo para poder dormir en ellas los indígenas. Esta es una de los aditamentos
indispensables en las precarias viviendas de los barrios de los macehuales. Se
fabricaban bolsas o recipientes para guardar o transportar alimentos. Entre los
carrizales y los cañaverales se encontraban elementos materiales para construir
canoas, que fueron uno de los instrumentos de intercambio de productos y de
tránsito de personas. Había canoas de gran calidad que podían transportar
grandes volúmenes de bienes e incluso de personas de los sitios más lejanos de
la cuenca hasta el centro de Tenochtitlán. Otro de los recursos naturales
importantes era la pesca, pues los estudios que se han efectuado demuestran la
existencia de por lo menos 17 especies.
En el estudio que hizo Armillas sobre las fortificaciones afirmó que "las calzadas
191
Manuscrito Tovar, p.27
279
que unían a Tenochtitlán con el lago de Texcoco estaban interrumpidas por
aberturas, cubiertas por puentes de madera fácilmente removibles "pero con
anterioridad, cuando estaban establecido en Chapultepec protegieron el
asentamiento con hileras sucesivas y concéntricas de murallas de piedra, en tanto
que el tecpan de Texcoco estaba rodeado por una muralla cuyo lados norte y
occidental eran de piedra, mientras que el resto era de adobe con una altura que
variaba entre los 5 y 8 metros. También Atlixco estaba rodeado por un muro de
mampostería de cerca de 6.5 metros de alto; en Tepexi había un fuerte en lo alto
de una colina; en Cacaxtla había cinco fosos paralelos excavados en la roca y en
Michoacán se habían levantado líneas de fuentes y guarniciones; al sur del Río
Balsas, estaba la fortaleza de Oztuma y se trataba de "un cinturón redondo
formado por tres murallas concéntricas, cada una con un foso y cerca del
importante poblado de la mixteca, Coaixtlahuacan estaba el pueblo de Ingustería
ubicado en una meseta de 150 metros de elevación y rodeada por barrancos y en
el sur del estado de Guerrero estaban los pueblos amurallados de Tototepec y
Quetzaltepec en donde los accesos estaban protegidos por barricadas hechas con
troncos y piedras.192
El Manuscrito Tovar también se refirió a la ecuación que hicieron los mexicanos,
dirigida por Itzcoatl y Tlacaelel, a Xochimilco y sus consecuencias, se habían
repartido sus tierras entre los mexicanos y les mandó que construyeran una
192
Armillas, Pedro. Fortificaciones Mesoamericanas, p.243
280
calzada que conectara a México con Xochimilco. 193
La formación y consolidación de la Cuenca está constituida por un conjunto de
agresivos guerreros y alianzas políticas. Después de todo, los mexicas, procedían
del mismo tronco común que el resto de los pueblos que ya estaban asentados en
la zona y simplemente se "habían adelantado" en la búsqueda de tierras fértiles en
donde desarrollaron su gentilidad. Tenían el mismo númen fundamental, tenían los
mismos padres fundadores desde Aztlán, en consecuencia el mismo linaje y
estaban unidos, por lo tanto, por lazos de parentesco. Pero no solo se
encontraban a sus "hermanos" sino a grupos que tenían otros orígenes históricos.
La evolución de los acontecimientos permitía la construcción de una unidad
geográfica y política, integrada por medio de grandes calzadas para que de
manera conjunta permitieran enfrentarse con la "potencia del exterior". Así como
integrar a Chalco también lo hicieron con Xochimilco y lo comunicaron con el
centro de Tenochtitlán; primero los sometieron por medio de la fuerza, después
suscribieron una alianza política y les impusieron una serie de tributos, además de
que los obligaron a incorporarse a los ejércitos tenochcas.
Asoció Armillas la civilización en México, o sea, a la construcción de grandes
obras hidráulicas, a la concentración demográfica, la dedicación de un gran sector
de la población hacia actividades no agrícolas, un incremento de la eficiencia
agrícola y ahí floreció la urbanización en forma más rápida y temprana y ubicó
este florecimiento a la época de Cristo. "En el México central la urbanización a una
193
Manuscrito Tovar, p.53
281
escala comparable en la que se encontrara allí a la época de los aztecas ya se
había alcanzado en los primeros siglos de la era cristiana y tenía una planificación
de la ciudad, como lo evidenciaba la metrópoli de Teotihuacán, en donde había un
área total de construcción continua de cerca de 500 hectáreas de los cuales una
séptima parte, estaba ocupado por los templos principales, sus dependencias y el
gran palacio si se cuentan los barrios de afuera, con construcción menos
compacta, la cifra podría elevarse a 700 hectáreas" por lo que estimó una
población urbana de 30 a 40 mil personas.194 Vivían dentro de la ciudad sobre
todo los sacerdotes y sus séquitos, los empleados de gobierno, los comerciantes y
los artesanos "pero los campesinos pobres no vivían dentro de los límites de la
ciudad, según parece".
"En principio nadie era propietario de un trozo de tierra. La tierra pertenecía
colectivamente, ya al calpulli, ya a las instituciones públicas, como los templos, ya
a la ciudad misma. No existía la propiedad privada del suelo, sino una propiedad
colectiva con derechos individuales de uso. La propiedad es colectiva, pero el
usufructo es individual. Todo adulto casado tiene derecho a recibir una parcela y
cultivarla. Desde el momento de su matrimonio queda inscrito en los registros y si
no ha heredado de su padre el derecho a trabajar un trozo de tierra, el calpulli
tiene la obligación de darle uno. Nadie puede quitárselo mientras la cultive, si no
está satisfecho con su parcela, puede pedir otra. Finalmente, a su muerte, y no
transmite la tierra sino el uso de ella, a su hijo. Sin duda, el calpulli conserva la
propiedad pero en la práctica el ciudadano que sucedía en el cultivo de la tierra su
194
Armillas, Pedro. Desarrollo Científico y cultural de la Humanidad América, p.296
282
padres o a su abuelo se sentía "en su casa".195
La mayoría de los autores coinciden en afirmar que no había propiedad particular
de la tierra en el sentido de la acepción occidental, es decir, que el titular podía
disponer libremente de ella, es decir, podía heredarla, venderla, dividirla, sin
ninguna taxativa, como si fuera una cosa absoluta. Ni siquiera los pillis podían
tener esta libertad pues en el caso de recibir una herencia de tierras, no podía
cambiarse de lugar de residencia del reino, porque perdía las tierras. Podía
disponer de sus tierras, pero tenía que respetar los otros tipos de tierras. Está muy
claro que las tierras de los calpullis y de los pueblos estaban entregadas solo en
usufructo pues tenían ciertas limitaciones. Por ejemplo, se aplicaba una "cláusula
de reversión" si durante una año el macehual no la trabajaba, regresaba al pleno
dominio del calpulli. Por todos lados existían formas sociales y no particulares,
como las propiedades de los palacios y de los templos.
Por ello son muy
importantes las figuras de los mayeques y de los renteros, pues se salen de esa
tendencia general y al mismo tiempo anunció un dislocamiento posible de ese
modo de producción.
Al hablar del albarradón de Netzahualcóyotl que se empezó a contraer en el año
de 1450 después de las fuertes inundaciones que padeció la ciudad, Lorenzo dijo
que tenía una longitud de 22 km, 4 leguas, una altura de casi 4 metros y una
anchura de 6 metros y se trataba de una línea recta que iba desde la inmediación
de Iztapalapa, entre eta población y Santa Cruz Meyehualco, el oeste del Peñón
195
Soustelle, Jacques. La Vida Cotidiana de los Aztecas en Vísperas de la Conquista.,, p.8
283
Viejo, hasta Atzacualco, el pie de la sierra de Guadalupe, haciendo notar que en
realidad se había construido a otros dos albarradones en esa época y se
colocaron muchas trancas construidas en línea.196
Consideró García Márquez que: "la Triple Alianza creó una infraestructura que le
permitió cultivar, almacenar y transportar los alimentos cuando esto era necesario
para lo cual fundó algunas colonias en las provincias de Cotaxtla. Curiosamente
los españoles conocieron estos pueblos cuando andaban en busca de comida y
las descubren con casas que "tenían muchas y grandes piezas, unas llenas de
cántaros de miel, de centli, de judías y otras semillas que comen y guardan en
provisión para todo el año. Los cempoaltecas se quejaron de que tenían que
entregar mano de obra para el cultivo de las sementeras y para servir en sus
casas. Además de las reservas de alimentos, otro motivo importante para
conquistar las provincias fueron los montos apreciables de tributo que entregaban,
principalmente, en textiles, que eran bien apreciados en Tenochtitlan pero también
en pieles, plumas, cacao y otros artículos de lujo. Las colonias establecidas en
Cotaxtla tenían cultivos en los que utilizaban mano de obra local y graneros para
almacenar el producto de las cosechas. La ruta que iba desde la provincia de
Cotaxtla hasta Tenochtitlan pasaban por Cuauhtochca y el Valle de Orizaba,
atravesaba el sur de Puebla tocando los sitios de Quecholac, Tepeaca, Cholula y
llegaban al valle de México por el paso de los volcanes".
196
Lorenzo José Luis. Algunos datos sobre el albarradón de Netzahualcóyotl, Boletín del INAH, Núm. 10, 2 Época, juliosept. 1974,3 p.
284
El concepto político de la creación de la Triple alianza, que según Morgan, era una
Confederación de Tribus, ignorando el grado de desarrollo económico y social que
habían alcanzados sus pueblos participantes, es una estratégica de largo alcance.
No solo se trata de una alianza de tipo militar para enfrentarse con éxito a los
enemigos del exterior sino también para disminuir los conflictos internos con un
menor costo humano; es decir, realizar pactos o convenios de carácter pacífico
para reducir los grados de violencia que había desde que los mexicas llegaron a la
Cuenca. Se estaba creando una estructura más sólida que podía haber avanzado
hacia un estado, el estado del Valle de México, ya que se estaba haciendo cada
vez más compatibles las instituciones de gobierno de México, Texcoco y
Tlacopan, hasta avanzar hacia la formación de un Consejo Supremo. Pero lo más
importante era que se había formulado una estrategia general que consistía en
una combinación de formas de hacer política que iban desde el uso de la violencia
directa para someter a unos pueblos al pago de excedente, e integrar a otros, los
llamados señoríos independientes para que no fueran ningún peligro potencial y
contener a los señoríos hostiles.
En el llamado Códice o Matricula de Tributos de Moctezuma se hizo alusión a otro
principio central: la complementariedad de las fuentes económicas, no acordado
voluntariamente por las partes integrantes, sino impuesta por los grupos
dominantes, México, Texcoco y Tlacopan. Es decir, lo que podía producir un
pueblo, ayudaría a satisfacer las necesidades de otros pueblos que tendrían otro
tipo de productos y viceversa, con importantes reservas de alimentos en la ciudad
central, capaces de ir en ayuda de los pueblos que estaban en desgracia como
285
resultado de fenómenos climáticos.
En relación con los tipo de dominación, Zorita precisó que una vez que los reyes
de México conquistaban un señorío, "dejaban a los señores naturales de ellos en
sus señoríos y así a los supremos como a lo inferiores y a todo el común dejaba
sus tierras y haciendas y las dejaban su usos y costumbre en manera de gobierno
y para si señalaba alguna tierra según en lo que ganaban y que todo el común les
labraba y hacían sementeras conforme a lo que a cada parte se daba y aquellos
eran lo que le debían de dar por tributo, reconocimiento de vasallaje y con ello
acudían los súbditos a los mayordomos o persona que el señor tenía puestos para
la cobranza y ellos acudían con ello a las personas que les mataban los señores
de México, Texcoco, Tacuba" señalando que en la actualidad "los encomendero
tenían puestos personas para los cobro y de mano del señor lo recibían y
cobraban los oficiales de vuestra Majestad en los pueblos que estaban bajo su
real cabeza y los encomendero de lo que ellos tenían y así estaban todo los
señores en su gravedad y autoridad antigua muy bendecida de sus súbditos y
servían en su modo y manera antigua, que los encomenderos cuando no andaban
a su voluntad los tributos y servicios personales que les pedían y ponían un
macehual que no hacían más que lo que ello querían y lo mismo han hecho los
calpixques que eran unos hombres que tenían los encomenderos, puesto en sus
pueblos por hacer dar al servicio cada día y arrendando a otros y enviar gente a
las mina y hacer recoger los tributos y quitaban y ponían señores con muy gran
286
libertad todas las veces que se le otorgaba".197
Los pueblos y gobiernos que integraban la Triple Alianza tenían como base
material la agricultura (de humedad, de roza y tumba, de regadío, de chinampas)
coexistiendo todas estos submedios en un mismo territorio. Ese modo general
produjo un modo de producción que le puede denominar de aplicación de trabajo
intensivo ante la falta de utensilios metálicos, animales domésticos de carga, ante
la carencia de la rueda como aplicación amplia. Esta estructura produjo la
satisfacción de las necesidades de los productores pero también un excedente de
alimentos, materias primas, que se integraban en los tributos en especie y como
servicios personales. La absoluta mayoría de los miembros de las comunidades
eran labradores, lo que significaba la principal base de la mano de obra disponible;
solo una pequeña minoría se quedaba al margen de este esfuerzo colectivo.
El grupo hegemónico era el mexica, pero en virtud de que solo no podía
establecer las bases de dominación que se requerían en la Cuenca, entabló
alianzas con los pueblos de Texcoco y Tacuba y fija con ellos una relación que a
la vez que fue de sometimiento, también fue de colaboración y de respeto a sus
decisiones internas. ¿Tenían las tres partes integrantes un diferente grado de
desarrollo de su estructura material y de sus fuerzas productivas? Si, en la
vanguardia estaban desde luego los mexicas o aztecas, en segundo término los
197
Ahundt. Wiebke,Edición Crítica de la Relación de la Nueva España y de la Breve y Sumaria, p.165
287
acolhuas de Texcoco y en tercer término, el señorío de Tacuba. La formación de
un Consejo Supremo, compuesto en forma tripartita, a la manera de un régimen
federativo aseguraba el reconocimiento y la admisión de esa diferencia y la
complementariedad de sus recursos.
Para Sarmiento:
"Una parte del plus-producto generado en las unidades domésticas está destinada
al intercambio regional, posibilitando el acceso de la comunidad a bienes y
materias primas no disponibles en la región. El encargado de mantener el vínculo
con otras comunidades en un individuo o grupo representante que es mantenido
por su linaje y que debido a sus funciones políticas cada vez más especializadas,
tiende a no ser producto directo y a formar parte de los sectores privilegiados del
linaje. La diferencia social no se deriva desprestigio o de las funciones de
representación que tiene el grupo dominante sino a partir de la posibilidad que
tiene dicho grupo de controlar la fuerza de trabajo que le posibilita el desarrollo de
procesos de trabajo, conocimiento o grupos de individuos que repercuten en el
resto de la comunidad creando nuevas necesidades o generando nuevos vínculos
de dependencia. Una posibilidad de producir bienes exclusivos está dada por el
acceso a materias primas no locales que el grupo de élite intercambia como
estrategia
diplomática
comunal.
Una
vez
producidos
ciertos
bienes
o
conocimientos exclusivos, su distribución queda en manos del grupo dominante
que pueda estimular la creación de nuevas necesidades, incluso ideológicas,
288
utilizando elementos religiosos...".198
El Códice Mendocino, la Matricula de Tributos, las Relaciones Geográficas son los
principales documentos originales que nos permiten conocer, se quiere en forma
aproximada, las potencialidades productivas de las regiones y de los pueblos.
Indican que las principales actividad de los pobladores eran las relacionadas con
la agricultura, productoras de alimentos, cereales y de otras materias primas, las
cuales eran intercambiadas por productos metálicos y otras mercancías que no
producían. Uno de los recursos más apetecidos, sobre todo para la construcción
de habitaciones y edificios, para el cultivo, eran las piedras y la madera. Hasta los
pueblos que tenían gran disponibilidad de agua y que se concluyen podían
dedicarse a la pesca, tenían en las actividades agrícolas como la predominante.
El grupo dominante, y esto lo estudió Carrasco, es aquel que organizaba,
aseguraba y planificaba la fuerza de trabajo disponible, en referencia al grupo de
funcionarios que estructuraba los llamados servicios personales en la época
colonial. Muchos de los calpixques o mandones que ocuparon esos puestos antes
de la llegada de los españoles, fueron ratificados en sus responsabilidades ya que
era vital asegurar el ritmo de explotación existente, sin lo cual no podrían
alimentarse ni vestirse la población, ni por lo tanto habría excedente alguno para
sostener el aparato religioso, militar y administrativo.
198
Sarmiento Pradera, Griselda, Tribus y Cacicazgos arqueológicos: Una discusión a cerca del origen de la
estratificación social, en Boletín de Antropología Americana, número 27, julio de 1993, p.96
289
Dijeron Marx y Engels que:
"las tierras pueden considerarse como instrumentos de producción En el primer
caso, cuando se trata de un instrumento natural. En el primer caso, cuando se
trata de un instrumento de producción natural y en el segundo caso, la propiedad
(propiedad territorial) aparece también como un poder directo y natural y el
segundo caso como poder del trabajo especialmente del trabajo acumulado del
capital. El primer caso presupone que los individuos aparezcan agrupados por
cualquier vínculo ya sea el de la familia, el de la tribu, el de la tierra; en el segundo
caso, en cambio se le supone, independientes los unos de los otros y relacionados
solamente por medio del intercambio. En el primer caso, el intercambio es,
fundamentalmente, un intercambio entre los hombres y la naturaleza, en el que se
trueca EI trabajo de unos por los productos de otros; en el segundo caso, tiene
que haberse llevado prácticamente a cabo la división entre el trabajo físico y el
intelectual. En el primer caso, el poder del propietario sobre quienes no lo son
puede descansar en relaciones personales, en una especie de comunidad; en el
segundo caso, la industria solo consiste en la división del trabajo y solo se realiza
por medio de este.199
Como dice Marx, en una primera etapa, la relación del hombre con la naturaleza
es directa y permanente, de carácter elemental, pues obtiene de ella los productos
que necesita para su subsistencia física, utilizando instrumentos de producción
199
Marx, Engels, La Ideología Alemana, p.77
290
sumamente rudimentarios o primitivos e igualmente no le incorpora valor agregado
a ellos. Por ejemplo, muchos de los alimentos y de las frutas se las come incluso
crudas y no tienen cuidado en guardar para las épocas de sequías o de cambios
climáticos. Pero en la medida en que se van incorporando al trabajo otro tipo de
utensilios y de valores de uso, la relación con la naturaleza se hace más compleja
pues ahora se pasa al cultivo de las plantas y a la domesticación de los animales,
sin esperar a que la naturaleza los provea de todo. Además ya no lo puede hacer
porque los grupos humanos tienden a crecer y por lo tanto necesitan de mayores
volúmenes de alimentos y de una permanencia de sus suministros a los grupos
humanos necesitan organizarse mejor y comienza a surgir los oficios y la
especialidades, pues mientras unos hombres se quedan en la aldea, otros se van
a cazar, pescar o recolectar frutos y las mujeres se dedican al cuidado de los
niños o del hogar y a las actividades agrícolas.
En relación con las instituciones llamadas interiores, Romerovargas habló del
calpulli rural que constituía la principal unidad territorial, economía, social, militar y
religiosa, pero se trataba de "pueblos" unidos por caminos que iban hacia el
centro. En él estaba el tecalli o tecohcalli, que era la casa de los señores y del
gobierno el teocalco, o templo; el petlacalco, o relaciones de abastecimiento de
alimentos y prisión; el calpixcalli, o almacén o casa de recolección de tributo; el
ithualli, servía para bailes y fiestas y actos públicos; el tlacxillan, o juzgado de
primera instancia y el Tlacochcalco o arsenal. Definió al calpulli como un conjunto
de familias unidas por ciertos lazos e integrar comunes que ocupaban
determinando extensiones de tierra y cada uno de ellos tenían su propio gobierno
291
encabezado por una asamblea llamada cohuayotl presidida por dos autoridades,
el calpule o administrador, y el teachcouh, hermano mayor, ejecutor e instrumento
de la juventud. "La base primordial de la organización era la familia, la que servía
de medida para la estructura total del estado. La mujer era considerada como
administradora de la familia y el hombre, el ejecutor. Las familias organizadas en
calpullis eran de dos categorías: pipiltin o tepilhea, que eran los principales o los
privilegiados y los macehuales, o sufridos, el pueblo común".200
La institución del calpulli, independientemente de que en otras comunidades
humanas, asuma otro nombre o sus características específicas estén sujetas a
una determinada evolución, es una organización natural, es decir, los individuos se
unen por lazos consanguíneos, pues todos tienen un padre o un tronco común,
adoran a las mismas deidades, habitan un mismo territorio, tienen los mismos
consumos de alimentos. Parece lógica esta estructura pues se basa en rasgos
elementales que todos los pueblos tuvieron en los albores de su existencia. Los
pueblos mesoamericanos e indoamericanos no podían ser la excepción. Se
trataba de conjuntos o grupos de familias que se reagruparon para la defensa
común frente a los grupos rivales que estaban en el exterior o para lograr una
explotación más adecuada de la naturaleza, para conseguir más alimentos, para
pescar, para comer carne y tener una mayor disposición de lana y cueros o para
controlar las avenidas de un río, un arroyo o de una laguna. Los calpullis (con la
denominación que se ocupe) fueron la estructura básica fundamental, de los
pueblos indios, lo cual, como es lógico fue evolucionando. Esto lo dice Morgan,
200
Romero Vargas Iturbide, Ignacio. Las Instituciones, en Esplendor del México Antiguo, T. II, p.739
292
pero no estudió esa evolución, reflejando el estado del conocimiento que había
hasta ese momento. ¿Por qué evolucionan los calpullis? Porque están formados
por individuos físicos, de carne y hueso, que tienen diferentes potencialidades
físicas, unos son más resistentes y aptos para el trabajo que desempeñan las
comunidades, mientras que otros son más débiles y su aptitud para el trabajo es
menor y por lo tanto esta diferencia natural se refleja en un acceso diferenciado de
los frutos del trabajo.
También Odile y Turner afirmaron "que el primer tipo de propiedad del suelo, es,
sin duda, tanto por su importancia como por su antigüedad, la tierra de los
calpullis. Su origen parece remontarse a la distribución del suelo, realizada por la
tribu o su llegada al lugar escogido para la fundación de la ciudad. Bajo esta forma
de propiedad del suelo se encuentra repartida la mayor parte de las tierras. Las
tierras de estas comunidades estaban a disposición de sus miembros pero no
pertenecían individualmente a cada uno de ellos sino al calpulli que constituía la
unidad social de referencia y que era quien repartía las tierras. La propiedad o el
derecho al uso, para ser más precisos, se asignaba personalmente o por lo que no
era transmisible o enajenable; el que poseía la tierra debía trabajarla y si no la
labraba yen dos años, se le advertía que lo hiciese porque de lo contrario se daría
a otro y así se hacía al término de un año. Quien abandonaba el calpulli
igualmente perdía todo derecho a la tierra mientras que aquel otro que no poseía
tierra alguna, tenía derecho a solicitarla al jefe del calpulli. Junto a las parcelas
individuales puestas a disposición de los miembros del calpulli, una parte de la
tierra era trabajada en forma colectiva y su rendimiento estaba destinado al
293
sostenimiento del jefe del calpulli, el calpullec y para el pago del tributo del señor
Supremo".201
Tanto la distribución de las tierras como las formas de explotarlas, eran también
"naturales" pues el trabajo individual o personal era totalmente insuficiente para
transformar los frutos que daba la naturaleza. Una persona podía tardar hasta
varios días en derribar un árbol, varias semanas para construir un dique o el cauce
de un arroyo. En cambio, si se juntaban todos o una parte importante de los
miembros de esa comunidad, las cargas de trabajo individuales se aminoraban,
los ritmos de trabajo se acrecentaban y los frutos eran mayores. Es consustancial
a los hombres, en sus etapas iniciales de existencia, tanto la propiedad comunal
como el trabajo a las existencias comunales y tienen pleno fundamento el trabajo
colectivo, mientras que el trabajo individual y la posesión individuales, son la
excepción o las particularidades específicas. Por ello Romerovargas en un escrito
poco citado por los antropólogos, demuestra que por razones prácticas u
operativas, las tierras que eran de la comunidad y del calpulli se entregaban en
usufructo a los individuos. En efecto no todos los individuos podían cultivar el
mismo pedazo de tierra lo cual hubiera sido técnicamente inusable, por lo que se
"asignan" a los individuos una serie de derechos, entre ellos el de cultivar las
tierras, pero no podían fraccionarla, ni menos aun, venderla y si no la cultivaban
en un plazo determinado, perdían ese “derecho” y las tierras se devolvían al seno
del calpulli. Esto confirma que el calpulli como estructura productiva comunal tenía
201
Roger, Odile y Turner Ernesto. Organización Económica y Social de los Aztecas y de las Culturas que Preceden,
UAM, México, 1993,131 p., p.104
294
preeminencia por encima de los individuos.
Por su parte, Van Zantwijk definió el teuatli o señor "como el que ejercía la
autoridad externa de un conjunto de pueblos o de calpullis de alto rango y era
considerado como un mandatario superior. Pueblos o ciudades gobernadas por un
tlatoani tenían un rango superior en comparación con otras comunidades, guiadas
por jefes de menor prestigio. Los aztecas designaban a todo el aparato
gubernamental relacionado con el funcionamiento político del tlahtoamo con el
término de tlahtocayotl, o lo que se refiere el tlahtoamo".202 El concepto de huey
tlahtoani era un mandatario con autoridad externa que significaba gran
mandatario, rey o emperador, mientras que al que ejercen la autoridad interna era
el cihuacoatl y que más bien había tres linajes, los que gobernaban México,
Texcoco o Tlacopa que en realidad formaban una sola familia, mientras que los
mandatarios de Texcoco y Tlacopa tenían que ser hijos de princesas mexicanas.
La distribución de tierras de los calpullis, así como la asignación del "derecho de
usufructo" supuso que una primera etapa, la existencia de autoridades superiores
en su seno que se encargaban de vigilar que se cumplieran las normas
organizacionales y más aun cuando el número de miembros de aquella crecía en
forma importante. El conjunto de calpullis componía el pueblo, en la ciudad, hasta
formarse confederaciones de calpullis. Desde el punto de vista de los principios
orgánicos, el calpulli era el mismo si este era un "calpulli rural" o un "calpulli
urbano", empelando este término solo con fines explicativos, pero en su seno
202
Van Zantwijk, Rudolf. El Concepto de Imperio Azteca en las Fuentes Históricas Indígenas, p.207
295
había gérmenes o elementos que lo podían debilitar o descomponer, como
sucedió. Sorprende la similitud que había con los ejidos en donde las tierras se
entregaban en usufructo a los ejidatarios y no en forma de propiedad privada
completa, en que le propietario originario y fundamental es el ejido. A pesar de que
transcurrieron más de 300 años y surgieron formas de propiedad totalmente
distintas y opuestas a aquellas, el hecho de que en algunos solo se mantuvieron
hasta el siglo XX por lo menos demuestra que es una forma de propiedad creada
por los legisladores o creadores por decretos oficiales sino surgida de la propia
esencia de los grupos humanos y de ahí su actualidad.
Este autor, Van Zantwijk, definió a los calpullis como "grupos locales de
ciudadanos o campesinos gobernados por un jefe elegido de entre los miembros
de la familia noble o por un jefe militar en colaboración con otro jefe secundario
quien provenía de la misma o de otra familia noble o era elegido de entre otros
miembros del mismo grupo local. Además, los calpullis tenían un centro religiosoceremonial propio llamado Calpolca, que significaba casa grande y una serie de
santuarios menores. Un conjunto de cuatro, cinco o siete calpullis, formaban un
pueblo y un número mayor de ellos constituía ciudades. El concepto indígena de
gobierno local se basaba en el calpulli y a la vez el altepetl. El rango jerárquico de
ambas instituciones determinaba su funcionamiento como unidad básica del
sistema gubernamental indígena. Los calpullis como institución social y política
eran un legado de los toltecas y por eso su existencia se limitaba a regiones
dominadas o por lo menos fuertemente influenciadas por los toltecas en la época
de su grandeza. La familia noble de la casa señorial, teccalli, ejercía la autoridad
296
local sobre una clase de siervos que trabajaban sus tierras (mayeques o
macehualtin) a veces completados por esclavos o tlacotines en posesión de
miembros de la familia noble".203
Haciendo una abstracción, diremos, con Zantwijk que del conjunto de calpullis de
las "zonas rurales" y de las "zonas urbanas" emergen una serie de instituciones y
de autoridades políticas que fueron conformando una institución general. Primero
estaban los jefes militares y los jefes guerreros que en un principio concentraban
el poder, pero que después se fueron separando y diferenciando. Luego estaban
los teutlis que eran los jefes políticos supremos. Hasta aquí se trata de una
estructura política simplificada pues había un grupo de jefes y entre ellos se
destacaba uno que era superior. Hay que precisar un nuevo concepto: no todas
las tierras de los pueblos estaban incluidas en los calpullis y no se puede afirmar
que un pueblo haya sido la suma de calpullis que lo componían sino que había
superficies de tierra al margen de esas estructuras, que eran propiedad de todo el
pueblo, del pueblo en su conjunto, el llamado altepetl. Esto nos hace pensar que el
calpulli, era, entre toros conceptos, una forma de organización para la producción
y no solo una forma de vida en general y que en el transcurso del tiempo se fueron
debilitando, mientras se fortalecía la propiedad de los pueblos. Los calpullis
podrían haber desaparecido como forma de propiedad y de tenencia de la tierra
que se basaban en lazos de consanguinidad pues se fueron haciendo cada vez
más laxos, pero no así la propiedad de los pueblos que se integraba por otros
203
Van Zantwijk, Rudolf. El Concepto de Imperio Azteca en las Fuentes Históricas Indígenas. Estudio de Cultura
Náhuatl, Vol. 20,1990, p.203.
297
elementos y que en muchas regiones persisten hasta nuestros días.
Bandelier consideró que primero se construyeron habitaciones, hechas con cañas
y barro y luego a medida que la media aumentaba de adobe y de piedra ligera y
"la idea comunitaria parece haber predominado entre los mexicanos todavía en su
periodo de mayor poderío. Así fueron y su número fue aumentando, la caza y la
pesca ya no satisfacían a la población y comienzan a crearse pequeñas huertas
artificiales o chinampas. Habló Bandelier de "grupos consanguíneos que fueron
constituyendo los calpullis y los terrenos denominados calpulalli" que eran
propiedad de esta como unidad, aun cuando las parcelas individuales eran
cultivados y utilizados por familias individuales. Por consiguiente la forma de la
tenencia de la tierra de los mexicanos en aquel periodo era comúnmente simple.
Las tribus tenían su territorio, el atlapetlalli, una extensión indefinida por la que
podían extenderse pero dentro de ese territorio los calpullis tenían y ocupaban las
porciones productivas, cada calpulli era soberano dentro de sus límites y
asignaban a sus miembros individuales para su uso, las parcelas menores en que
el suelo se dividía según su modo de cultivar. Por lo tanto, si los términos
atlapetlalli y calpulalli se consideraban a veces como idénticos es porque el
primero indica la ocupación del suelo y el segundo su distribución".
Bandelier confirmó la existencia de un proceso evolutivo en los calpullis al
observar la aparición de fenómenos que iban haciendo más compleja su
existencia, pero sin que se modificara la tenencia de las tierras, pues estas
298
siguieron siendo propiedad colectiva, apareciendo formas privadas como
excepciones o exenciones que después darían lugar a otras formas, como las
haciendas y los latifundios. En cada calpulli había una estructura gubernamental,
un señor en su casa o tecpan, al que había que trabajarle para asegurar su
manutención hasta que comienzar a pagar tributos. Esto rompía, sin duda, con el
carácter igualitario de los primeros calpullis, fenómeno que se demostró después
con la edificación de casas distintas, unas de mejor calidad que otras, que le
permitió concluir que no todos los calpullis eran iguales y que estaban creciendo
en forma diferenciada. Posiblemente este crecimiento se debía a la disparidad que
existía en la disponibilidad de recursos naturales pues habría "calpullis ricos" y
"calpullis pobres", que había ejidos pobres y ejidos prósperos. Se les pagaban a
los miembros del calpulli que trabajaban para el señor de la casa o tecpan lo que
suponía ya una cierta forma de apropiación de plus producto, todo ello, al margen
de la simplicidad de los calpullis originales.
Precisamente, Bandelier describió el proceso de crecimiento de los primeros
calpullis, la aparición de las casas oficiales en cada una de ellos, sus contactos y
relaciones con los grupos humanos del exterior, cada calpulli constituye su propio
tecpan. Continuaron funcionado los calpullis por parte de los individuos miembros
del mismo linaje, "hasta que el aumento de los negocios públicos les imposibilitó
trabajando ellos mismos, como lo hacían antes y esta tarea fue pasando primero y
sus hijos y familiares y después, cuando ellos fueron absorbidos por las tareas de
la casa oficial y los demás miembros del grupo de parentesco. No eran vasallaje
sino una remuneración por los servicios públicos de los jefes. Lo mismo ocurrió en
299
relación con el tecpan y sus ocupantes. Se apartaron algunas parcelas para el
cultivo en común, cuyos productos se destinaban exclusivamente a lo que
podríamos llamar "fines sociales". Así los propios miembros de las tribus, en forma
voluntaria, no solo crearon un impuesto sino que introdujeron un rasgo nuevo en la
distribución de las tierras. Pero el modo de la tenencia no cambió y no aparecieron
derechos
de
propiedad
descendientes".204
hereditaria
a
favor
de
los
jefes
y
de
sus
Hizo notar que en un principio los aztecas había estado
confinados a una pequeña porción de territorio del lago y que solo tenía como
posesión al cerro de Chapultepec, pero poco a poco comenzaron a adquirir mayor
experiencia militar y más fuerza en se fueron extendiendo desde el punto de vista
territorial y social.
Pienso que Bandelier amplió, precisó y enriqueció conceptos que Morgan no logró
desarrollar, al incluir, por ejemplo, la figura del atlepellalli, como un concepto
general que pudiera abarcar a varios calpullis. Ello demuestra que el calpulli fue
una institución fundadora de pueblos y comunidades pero que no se quedó
estacionada o anclada sino que evolucionó con el crecimiento de la población. Es
interesante observar que en las crónicas históricas se insiste mucho en emplear,
en la primera etapas, el término de calpulli, pero después este se va diluyendo
para pasar a utilizar otros términos, como el de altepetl, dando la impresión de que
este era un concepto más amplio y los calpullis un concepto más restringido, pero
nunca desaparecido. La razón es la siguiente: en el transcurso del tiempo, los
descendientes de los linajes guerreros antiguos tendieron a debilitarse y a
204
Bandelier, Adolfo. La Distribución en la Tenencia de la Tierra, p.134
300
perderse pues sus descendientes, cien años después ya no recordaban a sus
ascendientes, lo que se comprueba con el interés por
describir los cuadros
genealógicos de todas las personas y el interés por precisar si descendían de pillis
o de macehuales, ya que si se traba del primer caso entonces eran descendientes
de la llamada "nobleza" y si era el caso del segundo, entonces eran del "pueblo
llano" y estaban irremediablemente condenados a trabajar para otros.
"El calpulli, dijo Bandelier, estaba dividido en parcelas particulares o tlalmilli que se
asignaba a cada uno de los hombres casados del grupo a fin de que la trabajaran
para su sustento y el de sus familias. Si una de estas parcelas quedaba sin
trabajar durante dos años consecutivos, volvía al calpulli para ser redistribuida y lo
mismo ocurría si la familia que disfrutaba de su posesión se separaba del grupo.
Los jefes y sus familias que por la naturaleza de sus tareas no podían cultivar ellos
mismos las tierras conservaban su derecho a una parte de la Tlamilpa en cuantos
miembros del calpulli. Otros cuidaban sus tierras por su uso y recibían el nombre
específico de pillallis. Los tlamilpa, tanto de jefes como de miembros ordinarios del
grupo de parentesco, (macehuales) eran por lo tanto los únicos extensiones de
tierra poseída para su uso por individuos del México antiguo".205 A la muerte del
padre, el Tlamilli pasaba a su hijo mayor, junto con la obligación de cultivarla, en
beneficio de todas las familias. Al referirse a los cargos dijo que ninguno era
hereditario, si bien había "algún derecho de asociación y que en general se
basaban las relaciones en el parentesco.
205
Bandelier, Adolfo. La Distribución en la Tenencia de la Tierra, p.167
301
Esta descripción del interior de los calpullis apareció en las crónicas históricas y
confirman que se privilegiaba la existencia y el reconocimiento de las familias pues
cada jefe de la misma recibía una parcela la cual explotaba para su manutención.
No se trataba de una propiedad permanente sino de un usufructo pues si la
parcela no se cultivaba, se revertía al seno del calpulli y sus dirigentes podían
entregarla a otro individuo. Lo mismo sucedía cuando uno de ellos abandonaba el
calpulli para ir a radicar a otro. Cuando los vínculos del linaje o de la
consanguinidad eran sólidos pocos se cambiaban de un calpulli a otro, pero
cuando aquellas relaciones se fueron reblandeciendo por motivos de conflictos
armados o de guerras o de reparto de tierras, este fenómeno se hizo más común.
En este caso, el principal mérito era el trabajo desempeñado al margen del linaje
de sus antepasados, pensando que cada vez más se alcanzarían.
Por su parte, Bandelier insistió en que en el interior de los calpulli, había "parcelas
tributarias", también llamadas "tierras de guerra" o "tierras escardas" y que si bien
la posesión de la misma seguía perteneciendo a los grupos de parentesco, sus
productos se destinaban al tributo. Señaló dos clases particulares: las tierras o
tecpantlalli, que eran las tierras de la comunidad, "cuya producción se destinaba al
sustento de los que trabajaban en la construcción, ornamento, y reparación de la
casa pública". Las tierras o tlalocatlalli cuyos productos estaban destinados a
cubrir las necesidades de los residentes del tecpan y estas tierras eran cultivadas
por turnos por los demás miembros de la tribu. "El espacio llamado calpulalli,
porque el calpulli el que lo poseía y ocupaba estaba en la tenencia colectiva. No
302
podía ser enajenada ni vendida y en realidad o hay indicios de la venta o trueque
de terrenos antes de la conquista. Sin embargo, si algún calpulli se debilitaba,
reduciéndose por cualquier causa el número de sus miembros, podía dar a
trabajar sus tierras a otro grupo similar y obtener su subsistencia de la renta. Si el
grupo de parentesco se extinguía y por consiguiente sus tierras quedaban
desocupadas, se agregaba a la de otro que tuviera menos de lo que necesitaba o
se distribuían entre los demás grupos. El calpulli en si era una institución
democrática: sus asuntos estaban en manos de jefes electivos, ancianos elevados
a esa dignidad.206
El calpulli era una forma de organización para el trabajo, para la explotación de los
bienes comunales, tanto hacia su interior como a su exterior. Todas las tierras
cultivadas para un fin o para otro, pero la especialización que describía Bandelier
confirmaron la existencia de distintas formas de apropiación de los excedentes del
plus trabajo. En primer lugar, encontramos la parcela que se cultivaba para pagar
los tributos que se pagaban a los señores que desde el exterior los conquistaban y
dominaban y en segundo lugar, las tierras destinadas al señor que desde su
tecpan los gobernaban. Aquí se manifestaba una distribución, si se quiere
incipiente, del plus trabajo de todos los labradores. Implicó la consolidación de los
pillis que se comienzan a beneficiar en gran escala con el trabajo en general. Es
posible concluir que la aparición de estas formas de apropiación suponía la
existencia de una serie de beneficios y de privilegios a grupos minoritarios, lo cual
conspiraba con la naturaleza originaria del calpulli. Los que trabajaban, mantenían
206
Bandelier, Adolfo. La Distribución en la Tenencia de la Tierra, p.138
303
y vivían en el tecpan, es precisamente este beneficio y estando consciente de ello,
se trata de mantener la tenencia colectiva de las tierras al no permitir que se
vendiera. En realidad, las operaciones de compraventa que nosotros conocemos
son de etapas posteriores, hechas por aportes externos como los españoles.
Bandelier, en sus notas, afirmó que las tribus del Valle tenían, diferencias
particulares en cuanto a a existencia de artes mecánicas, pero que en los
principios orgánicos eran iguales. Para fundamentar su afirmación de la existencia
de los calpullis en la ciudad e México recordó a Torquemada quien se refirió a los
4 barrios principales como grupos de parentesco o de grupos de consanguinidad.
Que dentro de sus límites el calpulli era soberano, mientras que Zorita afirmó que
las tierras de los barrios no eran de alguien en lo particular sino de la
comunidad.207
Cada calpulli era independiente en su vida interna y este principio fue respetado
en el transcurso de la vida de los pueblos mexicas, hasta el periodo de
Moctezuma, no obstante que ya muchos de ellos se encontraban dislocados por
los intensos movimientos poblacionales que se registran en esta historia, los
desplazamientos de grupos humanos de una región a otra. Habían pasado 200
años desde la llegada de los grupos nuahuatlecas a la Cuenca del Valle y el
calpulli era recordado y respetado como una institución social sobre la cual se
había edificado la vida de esos pueblos, pero sobre todo por su carga de
religiosidad pues cada calpulli tenía un dios particular que presidía los destinos de
207
Bandelier, Adolfo. La Distribución en la Tenencia de la Tierra, p.167
304
todos sus habitantes. Torquemada informa que las cuatro parcialidades que había
en Tenochtitlán son las mismas que corresponden a los grupos originarios, a un
calpulli, un barrio o una parcialidad. No obstante, la realidad es muy distinta pues
arriba de los calpullis ya había instituciones políticas con mucho poder que
tomaban decisiones que les afectaban, ya no por los Consejos de Ancianos que
gobernaban al lado del Señor de la Casa sino por un autócrata, el Tlatoani, que
concentra un gran poder político, social y religioso.
Opinó Bandelier que los calpullis que se basaban en el parentesco eran núcleos
que se podían autogobernar y que tenían un funcionamiento democrático, que
todos los miembros de la tribu estaban en pie de igualdad y que todos tenían una
participación igual en el gobierno y que más bien había delegados elegidos por los
grupos de parentesco. "Era por lo tanto un Consejo Tribal, los que constituían el
poder supremo y constaba de tantos miembros como grupos de parentesco
había". Tales puestos solo podían ser ocupados por hombres de reconocida
capacidad y reputación, que habían adquirido el rango de tecuhtli, de ahí su título
de tecuhtlatoco; "o señor que habla", reconocido en todo el México aborigen como
el cargo supremo. El lugar en donde se reunía ese Consejo era necesariamente la
casa oficial de la tribu o tecpan y se congregaban allí a intervalos definidos,
posiblemente dos veces cada mes mexicano de 20 días. En una sociedad basada
en el parentesco, no podemos esperar una división clara de los poderes del
gobierno, especialmente porque no había leyes escritas y solo regía la costumbre.
Las funciones del antiguo consejo mexicano no eran puramente legislativas sino
305
más bien una combinación de lo ejecutivo y de lo judicial".208
Antes de la aparición de grupos que tenían una serie de privilegios como resultado
de su posición en la Casa del Señor o Tecpan o del Consejo Supremo en que
ejercían funciones de dominio político sobre el conjunto de la población, el
funcionamiento de los calpullis era democrático en el sentido de que todos tenían
una base de igualdad material, aunque en el exterior de los calpullis, es decir, en
el concepto de los pueblos, se partiera de una profunda desigualdad, lo que
representaba por un lado los pillis, la minoría y por la otra los macehuales, la
inmensa mayoría. Pero en el interior de los calpullis todos era nominalmente
iguales pues todos tenían una parcela para cultivarla y las familias, todas, tenían la
posibilidad de mantenerse. Pero el hecho de que hubiese un grupo de individuos
que integrasen la Casa o Tecpan, que ejercen funciones de autoridad y que se
beneficien con tierras que no trabajaban directamente, generaba ya una distorsión
social en beneficio de unos pocos. La elección para cargos directivos por razón de
los lazos de parentesco fue pasando a un segundo plano, para tomar en cuenta
otros requisitos y consideraciones políticas.
En cuanto al calpulli urbano, que era un barrio, y tenía tierras que estaban fuera de
la ciudad las cuales eran administradas por el calpuleh y había una serie de jueces
que se encargaban de vigilar a la familia que había en la comunidad. "Un grupo de
calpultin se federaban para constituir señoríos regionales a su vez autónomos y
autárquicos, presididos por un administrador y un ejecutor. Su organización,
208
Bandelier, Adolfo. La Organización Social y la Forma de Gobierno, p.214.
306
aunque similar a la del calpulli, tenía mayor incremento en cuanto al comercio,
industria, educación, milicia, ciencia y arte. Constaba además de calpultin urbanos
en la cabecera y de calpultin rurales y las que protegía y asociaba. Generalmente
tenía costumbres o derechos similares y sus jefes y representantes y miembros
del consejo supremo de la Federación. Sus obligaciones para con el estado eran
fundamentalmente prestar ayuda militar o de servicio en caso necesario, dar y
pedir información de cuanto ocurriera…209
El calpulli fue esencialmente una institución "rural" que nace en una sociedad
agrícola primitiva por lo que cuando se habla de un calpulli urbano, entendemos
que esta estructura se mantuvo inalterada en sus rasgos básicos al aparecer las
grandes ciudades en el Altiplano. Al estudiar las zonas habitacionales de
Teotihuacán se han encontrado rasgos de la existencia de barrios en donde
habitaban grupos de especialistas, pero no sabemos si a cada barrio correspondía
un calpulli, como lo dice la concepción general. En Xochimilco, Chalco, Tepoztlán,
por ejemplo, se han encontrado elementos constitutivos de los calpullis y en
algunos poderes de los siglos XVI y XVII se hace referencia a los mismos, pero no
aparece con los elementos preponderantes, lo que permite concluir que después
de la conquista y una vez aplicadas las distintas políticas de población, tendieron a
diluirse y quizá a desaparecer. En estas condiciones, el calpulli urbano, es decir, el
que persistió en zonas densamente pobladas, habían sufrido ya una trasmutación
pues sus tierras estaban "fuera de los pueblos", fuera de los atlepellalli, lo que
209
Romero Vargas Iturbide, Ignacio. Las Instituciones, en Esplendor del México Antiguo, T. II, p.742
307
revela un debilitamiento estructural pues los calpullis originarios eran parte
constitutiva de las poblaciones. La formación de señoríos regionales, como los de
Chalco, Texcoco y Xochimilco, supera la existencia de poderes políticos que
estaban por encima de ellos y que las decisiones políticas y sociales que se
tomaban estaban basadas en otras consideraciones.
Al referirse a la sociedad azteca, Bandelier opinó que "todos los miembros de un
clan vivían bajo un techo común. El territorio así ocupado por el calpullis no era,
como admitió Torquemada, asignado a un poder superior puesto que el gobierno
tribal no tenía ningún dominio que pudiera repartir entre subdivisiones e individuos,
ya fuese gratuitamente o a cambio de ciertas prestaciones ni de ninguna otra
marca. El territorio tribal era distribuido en el momento de su ocupación en
derecho de posesión, que era los grupos de parentesco como un todo, por
concepto tácito general, derivado naturalmente de su organización y estudio
cultural. Mientras residían sin ser molestados "entre lo carrizales" su número fue
aumentando y a cierta altura les hizo falta una extensión mayor, tanto para residir
como para alimentarse. La pesca y la caza ya no satisfacían a una población
originalmente inclinada hacia la horticultura. Aspiraban a cultivar el suelo como lo
habían hecho anteriormente y como lo hacían las tribus que los rodeaban y con
ese fin comenzaron a crear pequeñas huertas artificiales o chinampas en las que
plantaban maíz indio y quizá otros vegetales. Cada grupo consanguíneo fue
rodeando gradualmente la superficie en que vivía con una serie de huertas
suficiente para las necesidades de sus miembros. Todos estos terrenos,
incluyendo las viviendas, constituían el calpulalli y el terreno del calpullis y eran
308
propiedad de este como una unidad, aun cuando las parcelas individuales eran
cultivadas y utilizadas por familias individuales. La tribu tenía su territorio, el
altepellalli, una extensión indefinida por la que podía extenderse pero dentro de
ese territorio los calpullis tenían y ocupaban las porciones productivas; cada
calpullis era soberano dentro de sus límites y asignaba a su miembros individuales
para su uso, las parcelas menores en que el suelo se dividían según su modo de
cultivo".210
¿Podía un miembro del calpulli ser "más rico" que otro? Si. Cuando hablamos del
principio de igualdad, debemos reconocer que se basaba en otro principio: no
todos los hombres son iguales en capacidades físicas e intelectuales y por lo tanto
existía la posibilidad, de que en ambientes igualitarios, en términos generales, uno
tuviera más bienes que otro. Todos eran agricultores que cultivaban una parcela
aunque no conocemos su extensión, pero la edificación de huertos artificiales,
como señala Torquemada, planteaba la existencia de un beneficio adicional que
solo algunos pueden tener. Muchos labradores se beneficiaban adicionalmente
con la caza y con la pesca, lo que les permitía tener una dieta alimenticia más
completa. Los que trabajaban cerca de las lagunas podían ampliar su superficie
cultivable construyendo chinampas, es decir, quitándole espacio a los depósitos
de agua. ¿En dónde se notaba esta diferencia? En primer lugar, en la existencia
de 10 tipos de casas-habitación, hechas de muy diferentes materiales que
revelaban la riqueza material y el estatuto de cada uno de sus moradores.
210
México Antiguo, por Lewis Morgan y Adolph Bandelier, p.132
309
Toscano dijo que las tierras de los señores eran tierras de propiedad privada y
eran rentadas o cultivadas por mayeques, en tanto que la tierra del calpulli eran
tierras en común, que calpulli tenía un doble significado, era barrio y linaje. "Por un
lado encierra la idea de lugar, de asentamiento, de áreas, pero por el otro se cree
algo viviente y por ello se trata de un sitio de asentamientos y una corporación
unida por la sangre y cuyo origen está en las tierras que posee, que fueron
repartimiento de cuando vinieron a las tierras y tomo cada linaje o cuadrilla sus
pedazos o suertes y términos señalados por ellos y sus descendientes, pero la
propiedad es una persona moral y el barrio por lo mismo no puede ser enajenada
y sin embargo cada padre de familia tiene derecho a usar y gozar durante sus
vidas de la tierra dentro de los límites del derecho (no abandonar el área o dejar
incultivados las tierras por dos años) y además puede transmitir este derecho, uso
y goce de las cosas, a sus hijos".211
Las tierras de los nobles o pillis no eran de propiedad privada pues no las podían
enajenar o vender a otros, aunque fuesen "nobles" sino sólo las podían rentar a
los mayeques que eran productores independientes que actuaban al margen de la
estructura del calpulli. Los llamados "nobles" podían transmitirlas por la vía de la
herencia a sus hijos y esta fue una práctica muy común, pero no la podían
entregar a otros. En consecuencia, había múltiples restricciones para este tipo de
propiedades. Las formas que asumía la propiedad no está precisada pues no
habían "derechos escritos" si no se pueden conocer por el transcurso de las
211
Toscano, Salvador. La Organización Social de los Aztecas, en De Teotihuacán a los Aztecas, fuentes e Interpretación
Histórica, Antología de Lecturas Universitarias, UNAM, compilador Miguel León Portilla, México, 1971, 605 p.,234
310
batallas de los guerreros; una vez que se ocupaba un territorio se imponía un
tributo a la población en su conjunto, se establecía un régimen de vasallaje y de
subordinación pero se entregaban porciones o pedazos de tierras a los guerreros
que se habían distinguido en los combates y esta dotación se hacía al margen de
la estructura de los calpullis. Es posible que algunos calpullis pre existentes hayan
desaparecido al distribuirse sus tierras y los conquistadores y que se convirtieron
en unidades individuales que después se rentaban a los mayeques.
También Soustelle asoció o identificó las funciones que tenían los tecuhtlis como
las del calpullec, o jefe del barrio o calpulli, pero la principal función de este
consiste en "tener al día el registro de las tierras colectivas posteriormente el
calpulli cuyo número era distribuido por parcelas, entre distintas familias. Este
podía trabajar y escoger su producto bajo ciertas condiciones; el calpullec y su
consejo, estaban encargados de vigilar el cumplimiento de estas condiciones y de
registro en sus labores, por medio de cuadros figurativos de jeroglíficos, todos los
cambios que tenían lugar en el repartimiento de las tierras. El calpullec tenía que
hacer frente, como parte de sus funciones, y gastos muy considerables; en su
caso se reunían frecuentemente el consejo del barrio y él tenía el deber de ofrecer
de comer o de beber a los ancianos. El calpulli es en verdad la célula básica, su
jefe y sus ancianos representaban la primera forma de organización territorial de
los aztecas. Si bien el calpullec era el jefe teórico de la institución comunal, debía
ceder el templo local al guacuilli, sacerdote de barrio que lo relevaba de la
categoría y la "casa de los jóvenes" a los guerreros instructores desde "alto",
indicando que en realidad el calpullec estaba sometido por la autoridad de los
311
calpixques". 212
La reciedumbre del calpulli radicaba en la existencia de sus múltiples funciones
pues no solamente era una forma de explotación de recursos naturales sino un
espacio geográfico, un barrio, aunque no era su equivalente pues muchos barrios
existieron sin tener calpullis en su seno, un centro de reunión y de deliberación y
de toma de acuerdos de la comunidad. Era un espacio geográfico determinado en
donde podían haber 1, 2 o 3 calpullis en donde existe una serie de problemas
económicos y sociales comunes, la mayoría de ellos relativos al cultivo y a la
administración de las tierras y a la celebración de ceremonias religiosas, tomando
en cuenta que había una amplia gama de dioses particulares. Por ello, al lado de
las autoridades de los propios calpullis estaban los sacerdotes que se encargaban
de todos los asuntos vinculados con las festividades religiosas. El calpullec era el
jefe supremo, pero tenía que compartir el poder con el resto de los miembros del
Consejo al que consultaba con mucha frecuencia. Se trataba, pues, de un
mecanismo colegiado, el cual se fue diluyendo en la medida en que se centralizó
el poder y se aumento el de los tlatoanis.
Insistió mucho Monzón en la existencia de los calpullis como estructura
fundamental de la sociedad mexicana, considerando que los barrios que
describieron los españoles eran manifestaciones extendidas de esos calpullis, o
bien, tales familiares de los miembros de esos calpullis y concluyó afirmando que
212
Soustelle, Jacques. La Vida Cotidiana de los Aztecas en Vísperas de la Conquista, p.56
312
"en barrios, parecen tener relaciones con fenómenos de parentesco por mencionar
a los tlaxilacallis como fundados por parejas y campa, formadas por calpullis
allegados. Estas relaciones serán completamente seguras si se demuestra que el
calpulli era un clan y de seguro se encuentran argumentos para pensar que entre
los tenochcas los calpullis eran clanes”. Los calpullis, desde su establecimiento,
están concentrados y limitados y que las tierras que ocupaban hacia la llegada de
los españoles, eran los mismos que ocupaban desde su establecimiento en
Tenochtitlán, de seguro no coincidiendo con el número de gente, algunos calpullis
tienen más tierras que otros y aun sabemos de alguno que la tenían vacas.
Las tierras que ocuparon originalmente los tenochcas fueron paulatinamente
aumentando por medio de las chinampas que el resultado era, de todos modos,
que las tierra de Tenochtitlán estaban distribuidas por calpullis y que a pesar de la
diferencia en cantidad de gente o en cantidad de tierra, no podía un calpulli tomar
tierras de otro calpulli".213 En cuanto al interior del calpulli distinguió que estaban
ocupados solo en parte por los macehuales y que los demás colaboraban por el
pago de tributos; había tierra explotadas en forma común, otras en forma de
parcelas individuales.
Monzón, uno de los estudiosos más importantes, asoció el concepto de clanes con
los calpullis, siguiendo aquí a Morgan, para precisar que eran conjuntos de
individuos que procedían de un mismo padre común y que habían transmitido su
213
Monzón Estrada, Arturo. El Calpulli en la Organización social de los Tenochea, p.61
313
riqueza natural y su fisonomía espiritual por medio de la realización de
matrimonios a través de los cuales se había producido la herencia. De acuerdo
con los datos de la Tira de la Peregrinación, así debíó haber sido al insistir en
forma reiterada que se trataba de una tribu integrada por familias y que las familias
formaron clanes o fratrías. Este fenómeno parece estar muy claro en esa etapa,
pero la sucesión entre los grupos en el poder pronto sufrió alteraciones y ocuparon
cargos de elevado nivel por individuos que estaban al margen de este mecanismo.
Para poder apreciar o asegurar que los calpullis que fundaron la ciudad de
Tenochtitlán son los mismos que existían antes de la llegada de los españoles se
tendría que hacer un análisis comparativo de los linajes y verificar, si por la vía de
la sucesión hereditaria, se llegó a la situación social de 1521. No conocemos esta
información. De ser así se confirma la reciedumbre de la institución. ¿Si había 4
barrios o parcialidades en Tenochtitlán había por ello 4 calpullis pues a cada barrio
corresponde a un calpulli? El concepto "barrio" da una idea de "sitio de residencia"
pero no de sitio común de trabajo pues un miembro de un calpulli podía trabajar y
tener su tierra en un lugar y en cambio, tener su sitio de residencia en otro. Esta
es una posibilidad, pero la otra consiste en que en el lugar de trabajo tenía su sitio
de residencia y por ello en algunos códices al lado de la chinampa aparece
construida una casa habitación que confirma que ahí trabajaban y vivían, a la vez.
"Las tierras se daban en general a miembros del propio calpulli y debe haber
habido diferencias en el tamaño de las lotes, por lo menos según la posibilidad de
trabajarlas y aun había personas que no tenían leña para su calpulli, quizá porque
por dos años las habían dejado de labrar y se las quitaban. El resultado era que
314
de los miembros de cada calpulli unos tenían más tierras que otros y que
posiblemente todos podían labrar más de las que tenían; es decir, que había una
relativa escasez de tierra de cultivo, pero parece que las familias no eran dueñas
de sus lotes".214
Pero también había tierras que eran parcelas familiares y por ello concluye que
una parte de las tierras eran para el sostenimiento de los pillis, otra para la
manutención de los macehuales, otra que era propiedad de los templos y se
explotaba para su beneficio y había, finalmente, algunas tierras que se podían
jugar y vender y que podrían ser propiedades particulares de los principales, pero
solamente "algunos" las podían poseer y se refería no a tierra de los calpullis sino
a tierras localizadas en lugares conquistados y dadas a macehuales valientes por
lo que la propiedad de que era lo "fundamental" y la última modalidad, la particular,
"la derivada".
En los mapas que hemos consultado, como los relativos a la ciudad de Tlaxcala,
encontramos la división de la tierra pintada con colores diferentes en los que por
desgracia no podemos descifrar magnitudes pero consideramos que las parcelas
tenían la función de sostener la vida de una familia; este puede ser "el tamaño
comúnmente aceptado". Además, no todas las tierras eran de igual calidad, pues
dependían del tipo de agricultura que se desarrollaba. Siendo los macehuales el
sector más numeroso, la superficie mayor era en la que estaban asentados; luego
seguía la de los pillis, en seguida, las que se explotaban para mantener a los
214
Monzón Estrada, Arturo. El Calpulli en la Organización social de los Tenochca,., p.70
315
templos, aunque en cada poblado o "ciudad" esta distribución variaba, pero no en
forma radical. Hay que tomar en cuenta que se trataba de sociedades en las que
había "dos clases sociales", los pillis y los macehuales, básicamente. La
observación que hizo Monzón y que compartimos líneas arriba, era la de la que las
tierras que se podían vender con las limitaciones ya señaladas, eran la de los pillis
y no de los macehuales y que estaban al margen de las tierras de los calpullis, los
cuales siempre se trataron de respetar en su integridad territorial y social. Solo la
realización de estudios de casos específicos, como los en Cuautinchan, Puebla,
Huejotzinco, Atlixco, Tlaxcala, Cholula, permitirán conocer la calidad de estas
tierras pues el hecho de que los macehuales hayan sido mayoritarios, no asegura
que hayan tenido las mejores tierras, aunque sí un mayor número de ellas y que
en cada localidad había una situación particular.
Reconoció Monzón que en la división del trabajo, lo fundamental era el calpulli y
que después se presentó entre labradores, artesanos y mercaderes pero más que
una organización clasista, se trataba de una estructura gremial pues había una
separación entre trabajadores manuales y directores "para concluir que en
realidad los barrios que describieron los conquistadores eran calpullis, es decir,
clanes y "que la propiedad de la tierra, la distribución territorial de la población y la
estratificación social, era resultante de una organización de la población tenochcas
por clanes".215 Si bien aceptó la existencia de los calpullis en donde el factor del
parentesco y del linaje eran básicos, también lo eran los elementos del barrio, de
215
Monzón Estrada, Arturo. El Calpulli en la Organización social de los Tenochca,., p.74
316
la tierra y de ahí que concluyó que "el calpulli era un clan", coincidiendo con la
tesis de Morgan y Bandeleir, es decir, una relación basada en el parentesco por
ascendencia común. Para él se trataba de clanes exogámicos o paterlineales o
ambilaterales "pues las madres de un calpulli no podían labrar la tierras de otro
calpulli por no dar lugar a que se mezclaran y que no salieran del linaje", es decir,
había una tendencia a la exogamia.
Una de las primeras formas de división del trabajo que se dio en los calpullis,
como se dio en la sociedad indígena en su conjunto, fue la que surgió entre los
labradores, los que cultivaban las tierras, los artesanos, los que fabricaban objetos
y utensilios de trabajo, aunque esto no quiere decir que no cultivaran las tierras,
también, solo que lo hacían como una actividad secundaria.
Los oficios "mecánicos" se distinguían porque representaban una actividad
principal, sobresaliente, casi única, especializada, en la que solo a eso se dedican
durante su vida productiva y que intercambian sus artículos por otros bienes y
alimentos. Este proceso no fue súbito sino gradual y duró muchos años. Existía
otra división primigenia, la que surgió entre el trabajo manual y el trabajo
intelectual que fue anterior a la aparición de los oficios y que correspondía al
surgimiento de los dirigentes religiosos y cuadros administrativos, separados de
los labradores propiamente dichos.
Concluyó Monzón que los calpullis tenían una estructura muy jerarquizada pues
en todo había un jefe y la "posición de estos jefes era vitalicia y hereditaria pues se
317
afirma que muerto el cabeza del calpulli elegían a otro, el más honrado, sabio,
hábil a su modo y viejo o si quedaba algún hijo del difunto, lo elijen y siempre
eligen parientes del difunto por lo que los principales jefes de los calpullis eran
miembros descendientes de principales de su mismo calpulli, es decir, eran
fuertemente
aristocráticos"
pero
solo
en
algunos
casos
se
incluían
a
descendientes de una mujer principal para concluir que la sociedad tenochcas
"estaba basada en el parentesco por ascendencia común, pero con muchos
rasgos de carácter económico, pero también existía cierta libertad de desarrollo
individual y no era muy estricta la división del trabajo de los calpullis" y de que en
todo caso la aparición de estratos sociales fueron un producto de la existencia de
clanes.216
En la primera etapa, la elección de los jefes políticos superiores era vitalicia y
hereditaria, es decir, los cambios se consumaban una vez fallecido el titular del
poder, pero su sucesor tenía que ser un descendiente del padre y de la madre, es
decir, de la familia que estaba en el poder. Esto es, pertenecer al mismo linaje,
estar en la línea del parentesco era condición o requisito indispensable y no se
toma en cuenta otro requisito salvo aquello que era elemental como la sabiduría,
la valentía y la honradez, pero no necesariamente los méritos militares y políticos
que ocupaban un plan secundario o quizá terciario. ¿Qué después cambió esta
situación? Es verdad. Las líneas de sucesión fueron modificadas y ya no se
requería ser hijo o descendiente de los principales miembros del calpulli pues
216
Monzón Estrada, Arturo. El Calpulli en la Organización social de los Tenochca, p.121
318
podrían ser los primos y los tíos y otros lejanos del tronco común. Estas
modificaciones indicaban que los rasgos esenciales de los calpullis se habían
debilitado y se habían introducido nuevos factores. En unas ocasiones se habían
ampliado los canales de participación y en otros se habían cerrado. Esto se refleja,
desde luego, en los niveles más altos, el del Tlatoani, el de Hueytlatoani, el del
Cihuacoatl. La rigidez de los mecanismos de los calpullis había desaparecido.
Definió López Austin "que las tierras del calpulli estaban divididas en parcelas
familiares, en las que excedían, cuando era el caso, a las necesidades de las
familias, eran provisionalmente arrendadas o se dejaban en espera de nuevas
solicitudes; en las cultivadas para solventar los gatos del gobierno interno, en la
utilizadas para los monasterio del representante estatal, en las cultivadas para
pagar parte de la tributación al estado y en el caso de los pueblos vencido en las
tierras con que se cubría el tributo al vencedor y e sostenía a sus representantes.
Las tierras del estado eran divididas, según el destino de sus fruto, en las
reservadas al sustento del tloatani y lo gastos del gobierno, o los gastos de
mantenimiento y aseo del palacio, el del culto religioso estatal y el de la
guerra".217
López Austin insistió en negar la existencia de la propiedad privada de la tierra
pues precisó que las cultivadas por estos, las mayeques, labraban un territorio que
era ajeno, solo entregaban a los pipiltin una parte de la renta de la tierra, los
217
López Austin, Alfredo. Organización Política en el Altiplano Central de México durante el posclásico, en
Mesoamérica, y el Centro de México, p.197, p.212
319
pipiltin no tenían dominio personal sobre los mayeques, los pipiltin no dirigían ni
financiaban la producción.
También López Austin
enfatizó en las otras formas de propiedad que eran
comunales y sectoriales que, sumadas, representaban la mayoría de la propiedad,
siendo la particular un rasgo de poca consideración. Es posible que a raíz del
gobierno de Moctezuma, por distintos factores, que examinaremos en forma
minuciosa en los capítulos correspondientes, que las fuerzas productivas se
estaban desarrollando en forma impetuosa, fenómeno que vino a cortar de tajo la
conquista.
Había crecido la población, había aumentado los volúmenes de tributos, pero
también se habían fortalecido los pipiltin, y se habían incrementado los
macehuales como una clase social. La presencia y multiplicación de los mayeques
como agricultores independientes revelaron que los macehuales como fuerza de
trabajo habían disminuido y se requería la incorporación de nuevas fuerzas de
trabajo. Los mayeques eran un grupo autónomo desde el punto de vista social y
político que no estaba sujeto a las normas tradicionales y estaban adquiriendo un
gran prestigio que los estaba convirtiendo como si fuera una clase intermedia, al
lado de los pochtecas que eran la otra clase en crecimiento, que compartían
muchos espacios de poder con los pipiltin.
Insistió Carrasco en este texto que el calpulli no era propiamente una forma de
tenencia de la tierra sino una unidad política y administrativa y así precisó que "el
320
teccalli compensaba un linaje noble encabezado por el señor de la casa (teuctli)
que incluía a los nobles (pipiltin) descendiente de todos los señores anteriores.
Contaba también con macehuales adscritos a la casa llamada Teccaleque, gente
de la casa señorial. En la economía, el teccali tenía tierras distribuidas en parcelas
para el teuctli y para los pipiltin así como para los macehuales residentes en
distintas aldeas o barrios que tenían obligación de contribuir tributos y trabajo al
señor de la casa. Estas aldeas sujetas a un teccali no formaban una unidad
territorial contigua sino que estaban dispersas por todo el territorio del señorío. El
teccal, además, contaba entre sus dependientes artesanos de diversos oficios.
Como hace notar Zorita los señores tienen sus Teccalques organizados en
calpullis. El señor Teuctli era miembro del grupo gobernante en la organización
política y ceremonial de la ciudad estado. Todas las tierras y macehuales en ellos
asentados, tanto labradores como artesanos adscritos a un tlatoani o teuctli
constituía la base de complejas unidades de producción".218
Al principio, cuando los grupos indígenas eran pequeños, el calpulli fue una forma
de organización para la explotación de las tierras o mejor dicho para la dotación de
las mismas, porque los mecanismos para el trabajo eran otros muy específicos en
donde había cuadrillas de trabajadores y calpixques que se encargaban de
organizar a dichos trabajadores. Esos métodos se aplicaban tanto dentro como
fuera de los calpullis que era el concepto general que los englobaba pero no
privativo del mismo. Cuando los calpullis crecieron desde el punto de vista
geográfico o físico, se amplió, desde luego el número de macehuales aumentaron
218
Carrasco Pedro. La Economía Prehispánica, p.31
321
los límites de los calpullis y estos se incrementaron. En un momento el calpulli
tenía una solución de continuidad, correspondía a una zona homogénea con
perfiles bien definidos, pero en ese momento se perdió esa continuidad y los
calpullis se extendieron a otras zonas de las comunidades indígenas.
Una vez que ocurrió este fenómeno los controles tradicionales e históricos se
perdieron, se debilitaron, pues las autoridades y los jefes militares y
administrativos, ya no pudieron ejercer el mismo control que tenían con
anterioridad. Para ese momento ya se había formado más aldeas y las zonas
pobladas habían crecido, apareciendo grandes ciudades.
Bandelier precisó otras formas o modalidades de la tenencia de la tierra, además
de la propiedad tribal o comunal: estaban las parcelas cuyos cultivos se
destinaban al pago de los tributos y otros destinados a sostener los gastos
gubernamentales. Las tierras de la comunidad que se dedicaban a sostener en la
que trabajaban en la construcción, ornamentación y reparación de las casas
públicas, además estaban las tierra destinadas a sostener al jefe supremo y a su
familia "pero el suelo mismo no era propiedad ni posesión de los jefes ni de sus
descendiente y por lo tanto definió el calpullis no solo como la unidad de la
organización gubernamental sino también como la unidad de la tenencia de la
tierra y esta tierra no podía ser enajenada ni vendida y en realidad no hay indicios
de ventas o de trueque de terrenos ante de la conquista. El calpullis era en sí una
organización democrática; sus asuntos estaban en manos de jefes electivos o
ancianos elevados a esa dignidad. Estos jefes familiares el consejo del grupo de
322
parentesco o barrio pero su autoridad no era absoluta porque en todas las
acciones importantes se convocaba a una asamblea general de todo el grupo. El
consejo, a su vez, elegía a un ejecutivo, el calpullec que en la guerra funcionaba
como achcacauhtin o hermano mayor".219
El calpullis estaba dividido para
parcelas arables que se asignaban a cada uno de los miembros casados. Pero
había unas tierras de particulares que se llamaban tlalmilpa y eran asignadas a
una familia y tenían que ver con las cuestiones relativas a la herencia.
El propósito central de los calpullis fue el de lograr la autosuficiencia alimenticia y
de "materias primas" de sus pobladores, así como la satisfacción de sus
"necesidades espirituales" pues cada uno tenía su dios particular y sus jefes
específicos. ¿Lo logran? No lo sabemos. Pero en los documentos consultados nos
encontramos la existencia de conflictos graves por razones de hambre o miseria
generalizadas sino más bien por diferencias religiosas o políticas. Aunque no
disponemos de elementos de carácter informativo, no podían ser unidades
económicas "tersas" o "pacíficas" pero estaba de por medio la explotación del
trabajo de miles de individuos, la dominación de los macehuales (una mayoría) por
los pillis (una minoría).
Existía un fuerte justificación religiosa de esta separación clasista lo que que los
macehuales aceptaran en forma resignada ese estado de cosas. Es por ello que
se constituyeron parcelas que se explotaban en beneficio de los templos y del
personal que estaba a su servicio con lo que se aseguraba la reproducción de ese
219
México Antiguo, por Lewis Morgan y Adolph Bandelier, p.139
323
sector de la clase dominante. No podía ser democrática una sociedad que se
encontraba profundamente escindida en dos grandes sectores, una pequeña, los
pillis y una muy grande, los macehuales, que originaba un excedente que eran los
tributos, como tampoco se puede decir que las sociedades antiguas de Roma y
Grecia lo eran, si partimos de la consideración que la base de existencia y de
prosperidad de los nobles, descansaba en la existencia de miles de esclavos. No
se precisan los mecanismos de consulta que había hacia la población, los
macehuales, ya que desde luego la elección del tlatoani en el mejor de los casos,
en los que hubo una mayor amplitud, fue mediante una consulta a los jefes de los
señores de Texcoco y Tlacopan.
Precisamente, al aumentarse la población y al diversificarse las actividades
sociales los jefes de los calpullis ya no pudieran trabajar directamente las tierra y
la fueron dejando a hijos y familiares y a los demás miembros del grupo de
parentesco y "se apartaron alguna parcelas para el cultivo en común, cuyos
productos se destinaban exclusivamente a lo que podríamos llamar "fines
oficiales" y explotaban huertas artificiales, mientras que los tecpanecas, que
ocupaban porciones de tierra firme lograron una supremacía económica hasta que
finamente fueron vencidos por los aztecas quienes le impusieron tributo. Refirió la
constitución de la llamada alianza entre las "tribus" de los reinos de México,
Texcoco y Tlacopa, indicando que este hecho no había alterado la estructura de la
tenencia de la tierra "pues cada vez que su conquistadores extendían lo
conquistado no eran anexados, sino simplemente obligados a pagar tributo; su
territorio y su autonomía tribal se mantenía y no se introducía ningún cambio en la
324
distribución del terreno más allá de la reserva de parcela para el cultivo destinado
al tributo. Los únicos representantes de la confederación o de alguno de sus
miembros que residían permanentemente con los tributarios eran los mayordomos
o calpixcas.220
En un principio, los jefes superiores también cultivaban las parcelas en el periodo
que se puede llamar "igualitario" y se observa un interés por no divorciarse o
distanciarse del pueblo, hasta ser una parte del mismo. Pero en la medida en que
él aparato administrativo fue creciendo y aumentando las responsabilidades
derivadas de la expansión hacia otras regiones, estos jefes dedicaron todos sus
esfuerzos a sus tareas de gobierno y de mantener el control de la población.
Permitieron que sus hijos, que se educaban en escuelas especiales, también
tuvieran tierras disponibles para el sostenimiento de estas instituciones y
trabajaran las tierras que eran de sus padres. A estos niños y jóvenes, hijos de
pillis que también serían pillis, se les educó en el principio del trabajo constante y
abnegado a la manera como lo hacían los macehuales y no en la molicie y la
degeneración, en donde solo gozarían de los frutos de la riqueza que habían
acumulado sus antepasados. Durante mucho tiempo la estructura de la tenencia
de la tierra se mantuvo en los parámetros que se mantenían desde tiempos
anteriores y propiamente su modificación se empezó a efectuar después de la
conquista española. En los estudios particulares, las estructuras de las
propiedades de Texcoco y de Tlacopan eran muy parecidas entre sí, lo que revela
que formaban parte de una estructura general.
220
México Antiguo, por Lewis Morgan y Adolph Bandelier., p.136
325
Concluyó Redfield que:
"...cada calpullis poseía en común, tierras separadas y distintas de las tierras de
los demás calpullis. Esta tierra no se podía vender y únicamente miembros del
calpullis podían establecerse en ellas. El calpullis asignaba a las familias
pequeñas parcelas dentro de la propiedad del calpullis; esos campos asignados
(tlatonillis) eran cultivados por los residentes y el derecho de ocupación y cultivo
era hereditario. Pero si el ocupante de la asignación no cultivaba el campo, o si la
familia se extinguía, el calpullis podía asignara nuevamente ese campo a otra
familia. Cada uno tenía su casa del consejo o tecpa y sus jueces para resolver las
irregularidades locales, aunque aparentemente sus decisiones estaban sujetas a
revisión por autoridades tribales. Cada uno tenía su propio dios y su lugar de culto.
Aparentemente, los hombres de cada calpullis formaban una sociedad militar, un
ejército azteca y luchaban como una unidad bajo un estandarte con el emblema
del calpullis. En cada calpullis había un dirigente militar y uno, dos o tres
funcionarios civiles. Es seguro por lo tanto, que el calpullis gozaba de importantes
funciones
gubernamentales,
religiosas
y
militares
y
también
funciones
estrechamente vinculadas con el método de la tenencia de la tierra”.221
El hecho de que las tierras de los calpullis no pudieran venderse demuestra la
profundidad de los vínculos de sangre, de comunidad, el sentido de pertenencia
221
Riedfield, Robert. El calpulis-barrio en un pueblo mexicano actual, América Antropóloga, Vol. 30, 1928, 14
p.8
326
de las mismas, la fortaleza de las fratrías y de los clanes, en lo que tanto insistió
Morgan. Esta reciedumbre explica, en gran parte, que en un breve periodo de
tiempo, los mexicas hayan avanzado muy rápidamente en la conquista de los
pueblos de la zona lacustre y de ser un grupo humano perseguido, humillado y
sometido se transformó en el grupo humano hegemónico no solo en el Valle sino
en la región mesoamericana. Una eventual destrucción de los calpullis hubiera
terminado por pulverizar el grupo mexica y disolverlo entre el resto de los pueblos
que habitaban la zona lacustre. Pero no sucedió así sino fue todo lo contrario. Otro
elemento que contribuyó a la cohesión de esas unidades fue de carácter
hereditario de la transmisión de la propiedad en las múltiples taxativas que se
impusieron a los mismos, para mantener la hegemonía de los grupos que
provenían del mismo linaje, pues aunque hubo variaciones estas no fueron
importantes y en el régimen de Moctezuma todos seguían admitiendo un origen
común, los mismos dioses y los mismos líderes fundadores originarios.
"Estas familias, las del ayllu -de los calpullis- labraban la parcelas que en usufructo
les había concedido la comunidad, pero realizaban actividades comunes, en las
que la producción era colectiva y colaboraban con otras familias mediante un
sistema cooperativo de trabajo. La familia destinaba algunos de sus miembros
para las labores generales de la comunidad, como el regadío, la desecación de
pantanos, la construcción de acequias, la roturación de tierras. El excedente no
era apropiado de manera particular para cada familia sino por la comunidad, la
cual se destinaba a un fondo común de reserva que se utilizaba en caso de seguía
y también para el ceremonial y obras de bien público. El ayllus y los calpullis
327
agrupaban a personas ligadas por lazos consanguíneos primeros y luego por línea
de parentesco. Tenía una misma etnia y un mismo tótem, como asimismo un
alengua y tradiciones comunes", dijo Vítale.222
Estas consideraciones que encontró Vítale entre el ayllu peruano y el calpulli
mexicano demuestran que este tipo de principios orgánicos está presente en el
nacimiento y personalidad de muchos pueblos del mundo, en distintas latitudes
geográficas y que la diferencia que pudiera haber entre ellos sea de naturaleza
secundaria. Se comparten principios comunes, es lógico pensar que es factible la
aplicación de los principios del materialismo histórico, que postula el progreso de
la humanidad de etapas inferiores, menos desarrolladas a etapas superiores más
desarrolladas. El pueblo mexica es parte de la humanidad y no su excepción y por
lo tanto está sujeto a las leyes sociales descubiertas por Marx, a las categorías
que este elaboró y que no explícitó en cada grupo humano, tareas que
corresponden realizar a los antropólogos sociales. Estas explicaciones del
desarrollo y evolución de los pueblos reafirman los principios de la propiedad
comunal, la existencia de las familias como estructura básica y lo que se deriva de
ella, el desarrollo matrilineal, multifacético, que se explica claramente durante la
etapa evolutiva de Acamapichtli hasta Moctezuma.
Afirmó Zorita que lo "comunes de los barrios o calpullec siempre tienen una
cabeza y nunca quien esta sin ella y de ser de ellos mismos y no de otro calpullis
ni forastero, este principal tiene cuidado de mirar por las tierras del calpullis y
222
Vítale, Luis. Historia Social Comparada de los Pueblos de América, p.26.
328
defenderla y tienen pintadas las cuales que son y las linden y adonde y con quien
parten, cuales están vacas y cuales se han dado a españoles, dar tierras a
quienes no la tienen para sus sementeras y si tienen pocas según sus familias les
dan más y tienen cuidado de ampararon la gente del calpullis y de hablar por ellos
ante la justicia y ante los gobernadores y en casa de esto se juntan lo del calpullis
a hacer y tratar lo que conviene a su calpullis y a sus tributos, a sus fiestas y a sus
regocijos. Definió un nuevo vocablo pipilzin que quiere decir principales "como
decimos en Castillo caballeros y era y son todos los hijos de los señores supremos
y otros que son nietos y biznietos de los tales señores y otros que llaman
tesquibacque que son hidalgos hijo de los que tenían aquellos cargos; estos
señores supremos tenían la jurisdicción civil y criminal y el gobierno de todas sus
tierras y tenían puestos gobernadores y oficiales y ministros para la justicia y
ejecución de ellos".223
Los estudios de Zorita siguen siendo los más importantes y reveladores no solo
porque cuentan con los inestimables testimonios de algunos de los que fueron
comparecientes de Sahagún sino porque también fue testigo de la evolución que
ese modo de producción registrara después de la conquista, cuyos datos están
contenidos en sus informes como funcionario colonial. Aunque es evidente que se
registraron cambios de fondo y forma, es sorprendente la presencia de muchas
instituciones propias de los calpullis, el uso o manipulación que de ellas hicieron
los españoles para adecuarlas a los requerimientos de las nuevas políticas de
223
Ahundt. Wiebke, Edición Crítica de la Relación, de la Nueva España y de la Breve y Sumaria Relación, escrita por
Alonso de Zorita., p.163
329
colonización.
La conquista no trastocó violentamente esas instituciones ni las disolvió sino que
muchas de ellas se mantuvieron intocadas en sus aspectos centrales. Muchas de
las nuevas disposiciones oficiales seguían protegiendo y amparando las formas de
la propiedad comunal, el respeto a los bienes de los pueblos y de las comunidades
porque se consideraban las formas más idóneas para mantener la vida de los
pueblos ya que su disolución generalizada puedo haber provocado una
despoblación mayor que la que existió. Es sorprendente recordar que, por
ejemplo, en la Española, en un plazo breve, prácticamente desapareció la
población indígena, precisamente porque se habían aniquilado sus fuerzas
productivas y sus relaciones de producción.
Por su lado, Miranda precisó que en la sociedad prehispánica existían tres formas
de propiedad: la común, del pueblo, con usufructo individual de parcela
determinada, la privada, de la nobleza, de índole agrario y urbano y la de la
institución y servicios. "Las tierras bajo el dominio de la nación mexicana están
divididas en los grandes sectores, a saber: el sector de la reservada al pueblo y el
sector de la reservada a la nobleza. La propiedad de la tierra correspondiente al
pueblo era atribuida a este en su conjunto es decir, a la comunidad, pero estaba
asignada por partes separadamente, a los clanes o calpullis que constituían desde
tiempo inmemorial la base de la organización social mexicana. Cada clan, tenía,
pues, sus propias tierras comunes y a sus dignatarios tocaba aplicar las normas
reguladores del destino y el disfrute de esa porción territorial. Por razón de su
330
destino, la tierra signada para el aprovechamiento de los miembros del clero, la
señalada para subvenir a los gastos públicos los que por estar baldíos, se
dedicaban a usos comunes".224
Basándose en Zorita, Carrasco concluyó que el calpulli "desde el punto de vista
económico era una corporación en posesión comunal de la tierra distribuida
igualitariamente entre sus miembros, para el uso familiar". Pero no coincidió en la
apreciación de que se trataba de un cierto "consumo primitivo", sino que la palabra
calpulli tenía distintas acepciones y que más bien eran "segmentos territoriales" y
que había una diferenciación entre los jefes del barrio y el común".
No existe una plena identidad sobre el concepto calpulli; algunos hacen referencia
-los más- a los aspectos organizacionales, pero debemos enfatizar en que era
sobre todo una forma básica de convivencia social, la más natural, la primigenia.
Este aspecto es quizá el más importante, el que explica la permanencia, a través
de la historia del país, de esa institución: se trata de una convivencia permanente
de las familias porque se dieran cuenta que era la forma más racional y eficaz de
explotar laos recursos naturales. Cada familia unía sus fuerzas a otro y otros y no
insistieron en la diferencia de sus propiedades, como ocurrió en otros muchos
países. No se fortalecía la propiedad de carácter familiar sino la propiedad común
de todos ellos, lo que demuestra el grado de madurez social de esa comunidad.
Coincidió esta forma social con un territorio determinado y por ello el calpulli se
asoció con el concepto territorial. Dentro del territorio había muchas casas y
224
Miranda, Jorge, Vida Colonia y Albores de la Independencia, en SepaSetenta, México, 1972, 252 p., p.25
331
habitaciones que conformaban barrios por lo que estamos ante un mismo
fenómeno pero visto desde distintos niveles y aspectos.
Después de hacer alusiones a los textos de Zorita, Moreno concluyó que los
"calpullis eran tierras comunales que se distribuían entre las diversas familias del
calpulli en atención a las necesidades de cada uno de ellos; eran inalienables pero
en cambio eran hereditarias, dentro de cada familia particular. Esto ya indica un
cierto grado de individualización en el régimen de la propiedad, que bastara por si
solo, para desechar toda hipótesis relacionada con la supuesta organización tribal
de los aztecas. Los bienes raíces de los calpullis pueden, pues, caracterizarse
como bienes comunales con derechos hereditarios de familia, pero limitando ese
derecho exclusivamente a las familias pertenecientes al calpulli desde tiempo
inmemorial. El derecho hereditario de sucesión en la tierra de calpulli estaba
correlativamente vinculado con la obligación de cultivar dichas tierras. Precisa
advertir, por último que el título del derecho a estas tierras comunales no eran los
individuos particulares, ni los jefes de familia como representantes de sus hijos y
demás parientes, sino el calpulli mismo, la agrupación comunal que en cierto
modo puede ser considerado como una persona moral, revestida de capacidad
jurídica. Deben distinguirse los calpullis, circunscripciones territoriales a que nos
hemos venido refiriendo, de los calpullis, secciones o barrios en que estaban
divididas las ciudades".225
225
Moreno, Manuel M., La Organización Política y Social de los Aztecas, p.,45
332
El hecho de que las tierras del calpulli hayan sido de naturaleza comunal y el
usufructo su forma práctica de operar o de cultivarla, tienen sus raíces en la salida
de Aztlán en donde salieron familias, grupos organizados en torno a un líder militar
y religioso y a un dios específico. Durante todo el recorrido, ese carácter de los
grupos humanos se mantuvo inalterable, en términos generales y así lucharon en
contra de sus grupos opositores; trabajaban en equipo en todos los sitios a los que
llegaban, trabajaban las tierras en forma colectiva y seguían avanzando en la
búsqueda de tierras de mejor calidad. Los factores religiosos fueron el
pensamiento espiritual que los solidificó internamente. Los grupos sociales que
llegaron a la Cuenca procedían del mismo tronco común y aunque arribaron en
distintas fechas, después se encontraron, una vez que había asimilado la herencia
cultural de los otomíes, los chichimecas y los toltecas. Algunos autores afirman
que el calpulli es producto de la sociedad tolteca, pero sea lo que fuere su modo
de producción logró transformar las condiciones materiales de los pueblos de la
zona lacustre.
El hecho de que las tierras del calpulli hayan sido de naturaleza comunal y el
usufructo individual su forma práctica de operar o de cultivarla, tienen sus raíces
en la salida de Aztlán en donde salieron familias, grupos organizados en torno a
un líder militar y religioso y a un dios específico. Durante todo el recorrido, ese
carácter de los grupos humanos se mantuvo inalterable, en términos generales y
así lucharon en contra de sus grupos opositores; trabajaban en equipo en todos
los sitios a los que llegaban, laboraban las tierras en forma colectiva y seguían
avanzando en la búsqueda de tierras de mejor calidad. Los factores religiosos
333
fueron el pensamiento espiritual que los solidificó internamente. Los grupos
sociales que llegaron a la Cuenca procedían del mismo tronco común y aunque
arribaron en distintas fechas, después se encontraron, una vez que había
asimilado la herencia cultural de los otomíes, los chichimecas y los toltecas.
Algunos autores afirman que el calpulli es producto de la sociedad tolteca, pero
sea lo que fuere su modo de producción logró transformar las condiciones
materiales de los pueblos de la zona lacustre.
También López Austin afirmó que los primeros españoles identificaron el concepto
calpulli con el de barrio en una etapa en la cual sus habitantes los identificaban
todavía por la existencia de derechos comunes, como la explotación de la misma
parcela. "Estas no podían ser vendidas ni rentadas y su explotación tenía que ser
hecha directamente por las familias a la que había sido encomendada, salvo los
casos en la viudez, la minoría de edad o la incapacidad física hiciera necesaria la
contratación de labradores. La falta de cultivo por dos años hacía que el calpulli
tomara de nuevo las tierras y las entregara a otros miembros más diligentes. La
disposición del fruto mismo, que estaba reglamentado en tiempo de necesidad y la
destrucción de la propia cosecha, era sancionada con severísimas penas.
Agricultura y ocupación especializada estaban unidas como actividades normales
de los miembros del calpulli, pero los macehualtin eran los únicos tributarios y tras
cultivar sus tierras "pero estaban exentos de dichos pagos, los comerciantes y los
artesanos pero desde el punto de vista fiscal había autoridades del calpulli que
eran las encargadas de la formación de los censos y de las labores de
334
recaudación de tributos".226
Es posible que en el momento histórico de la llegada de los españoles a
Mesoamérica la forma comunal de explotación de la tierra se haya encontrado
debilitada y que este proceso se intensificó durante los distintos periodos de la
colonización y del poblamiento europeo. Por ejemplo, el carácter no enajenable se
fue perdiendo pues los mercaderes reales que dictaban al rey en beneficio directo
de los conquistadores, implicaba un acto de compraventa pero también los
españoles podían adquirir directamente tierras a los grupos indígenas, lo que
conspiraba en contra de la esencia de las propiedades comunales. Parte de los
frutos de la explotación de la tierra que se entregaba a los pipiltin, a los
administradores de los templos y de las escuelas, ahora se entregaban a
particulares extranjeros. Entonces encontramos muchas quejas y reclamaciones,
de parte de los núcleos indígenas, por operaciones de compraventa que se
hicieron en forma ilegítima, sin guardar ningún respeto a las autonomías de los
pueblos y no siguieron a la legislación de indias.
En su estudio sobre el Códice Mendocino, Zantwijk destacó que en la fundación
de Tenochtitlan había 7 calpullis, con sus respectivas estructuras jerárquicas tanto
de los jefes como de sus familias y que estas jerarquías optaban interrelacionados
en los aspectos económicos, social, público y religioso. Dio los nombres de los 8
jefes fundadores: Mexitzin, Ocelopan, Xiohcaque, Tezonpan, Xomimitl y Ahuexotl,
226
López Austin, Alfredo. Organización Política en el Altiplano Central de México durante el Post Clásico, en
Mesoamérica y el Centro de México, p.206.
335
mientras que Fray Diego de Duran sustituyó a Tezompan pero Tenzacatetl y a
Hiuchacoque, Huiclan pero añadió que en el transcurso del tiempo se convirtiera
en 20 calpullis y así "el nivel más alto estaba en los 7 calpullis originales con su
jerarquía interna propia, en segundo lugar venía los otros 13 calpullis,
pertenecientes al sistema ceremonial y finalmente el sector más bajo estaba en los
restantes calpullis; la población tenochca formaba una convivencia pluralista e
interétnica organizada según sistema jerárquica entrelazada; el calpulli no era un
clan u otro grupo de emparentados sino una congregación de personas aliadas a
un jefe o a una familia dominante y además pertenecientes a ciertos centros
ceremoniales particular donde se reverenciaba a un dios o a dioses particulares.
Concluyó que los tenochcas tuvieron antecedentes muy diversos, que al llegar al
lago se encontraron con los otomíes y que el término azteca no se refería a un
pueblo sino a una tendencia cultural e ideológica.227
Los estudios que hizo Zantwijk sobre los calpullis en la ciudad de Tenochtitlán
confirman que hubo una serie de movimientos, en ellos debido a un incremento en
la población, desde que se asentaron en la región de Atzcapotzalco, hasta el
periodo de Moctezuma. En esta larga etapa, que comprende una etapa de 200
años, los mexicas se mezclaron con otros grupos humanos, que procedían de
otros troncos culturales. Los mexicas se fueron transformando, sus instituciones
políticas y sociales se consolidaron y también cambiaron, hasta aparecer con
plenitud en el periodo de Moctezuma. En este gobierno se fortaleció la autoridad
227
Zantwijk, Von R. La Organización social del México Tenochtitlan naciente, Una Interpretación de las primeras
pinturas del Códice Mendocino, en XLI Congreso Internacional de Americanistas, México, 2 al 7 de septiembre de
1874, Vol., 2.1976.
336
del Consejo Supremo, como órgano deliberativo y electivo y en él participaban
jefes de calpullis, como era la usanza tradicional. Los jefes de los calpullis fueron
autoridades políticas y también morales como lo confirman los estudios de algunos
de los padrones.
"A su arribo al centro de México, la economía de esas primeras tribus nahuas, que
habían dejado núcleos más o menos importantes de su mima filiación a través de
su larga ruta migratoria por la vertiente del Océano Pacífico, estaban basadas en
el cultivo del maíz. Nos inclinamos a creer que desde aquella época el fríjol, la
calabaza, el chile, el algodón y el tabaco constituían ya un elemento importante de
sus vidas; así como que buscaban la salina como punto de apoyo geográfico. La
tierra era poseída en común por los miembros del clan o barrio, pero era
usufructuada privadamente por las familias cultivadoras, aun cuando los lazos de
solidaridad de clan y de tribu eran tan fuertes, que todos contribuían, en trabajo y
en especie, en la atención de las necesidades colectivas. Al establecerse en el
Valle de México se percibe ya entre ellos un principio de organización política y de
culto religioso, lo que implicara, sin duda, los gravámenes obligados para el
sostenimiento de las nacientes superestructuras sociales", dijo Othón de
Mendizábal.228
Al hacer el estudio de algunos padrones se confirma la existencia de las familias
como células básicas pues en primer lugar aparecía el jefe de la misma y en
228
Othón de Mendizábal, Miguel. La Evolución de la Cultura, p.4.
337
seguida los nombres de sus hijos, los cuales se distinguían por tener, desde luego,
el mismo apellido. Pero, además, al lado del apellido estaba el oficio que
desempeñaban indicando que eran labradores. Ello nos permite concluir que a
pesar de los cambios que habían ocurrido desde que salieron de Aztlán hasta la
llegada de los españoles, las tierras seguían cultivándose y explotándose en forma
comunal y que seguían vigentes las reglas básicas de los calpullis. Los padrones
confirman también que en el interior de estas unidades socioeconómicas habían
aparecido nuevos oficios o "especialidades". Por ejemplo, en materia alimenticia la
dieta se mantenía y el maíz era el producto esencial, aunque se completaba con
otros productos cada vez más ricos en proteínas de origen animal.
Precisó Kirchhoff que "los comunes eran a un tiempo dueño y cultivadores de las
tierras, en tanto que los nobles solo eran dueños de la tierra, los siervos cultivaban
las tierras, los comunes cultivaban tanto sus propias tierras como aquellas ligadas
a un cargo público y los nobles simultáneamente usufructuaban las tierras de
cargo público y eran dueños de tierras privadas y los siervos cultivaban las tierras
de los nobles. En la primera etapa, todas las tierras eran propiedad de los
calpules, incluyendo aquellas que eran separadas para el mantenimiento de los
jefes del calpulli y del cargo tribal, quienes pertenecían a lo que podemos llamar
nobleza del calpulli, los miembros "bien nacidos de los clanes". En la segunda
etapa, quienes tenían puestos que anteriormente habían sido tribales y que ahora
correspondían a los llamados cargos públicos o del estado, formaron una clase
aparte, una nobleza distinta no solo de los comunes del calpulli, sino también de la
nobleza del mismo, aunque algunos de sus miembros pudieron haber provenido
de las filas de estos últimos. No obstante, el núcleo de esta nobleza estaba
338
formado por los descendientes de los reyes y por ello eran llamados pillis, es decir
hijos; eran de origen extranjero y provenían de grupos más poderosos política y
culturalmente y por lo tanto estaban fuera de la organización del calpulli de
antecedentes tribales. Todos los miembros de la nobleza se casaban entre si, es
decir, dentro de su clase, aunque no por fuerza dentro de la unidad política a la
que pertenecían y eran dueños de tierras privadas, encontraste con la nobleza del
calpulli, que solo tenía su parte en las tierras del calpulli, de la que eran dueños
colectivamente".229
Las observaciones que formuló Kirchhoff permiten concluir que como sucede en
todas las instituciones públicas se dieron cambios internos, como la aparición del
fenómeno de la estratificación que preludiaba la aparición de clases en el futuro.
Los calpullis están vinculados a formas asociativas más grandes o complejas,
como los señoríos y las ciudades y estados que conformaron la Triple Alianza y
por ello estaba en una relación de Ínter influencia, es decir, al mismo tiempo que
su estructura interna irradiaba influencia hacia el exterior, también la recibía. Por
ello, este especialista habló de etapas y de periodos que desde luego son difíciles
de precisar por la falta de estudios de casos. Es así como señaló que se formó
"una nobleza" para utilizar los conceptos de la sociología europea, es decir, hacía
referencia a quienes ocupaban cargos políticos o administrativos y que recibían
beneficios adicionales de parte del trabajo de los macehuales.
Había aparecido un segmento, que carecía en la medida en que la sociedad se
229
Kirchhoff, Paul. La Tenencia de la Tierra en el México Antiguo, p.73
339
hacía más compleja, que acumulaban más bienes satisfactores materiales y
bienes culturales. Ya no se requería "ser de buena sangre" para acceder a esos
niveles de enriquecimiento y de prestigio social sino ahora se tomaban en cuenta
otros factores, contrarios a la esencia primigenia de los calpullis
Torquemada dedicó el capítulo VII, del tomo 6, en la forma que se tenía de repartir
el suelo de la república afirmando que en cada pueblo o altapetl las tierras estaban
repartidas en parcialidades "por calpullis que son barrios y sucedían que una
parcialidad de este dicho tenían 3, 4 o más calpulles, conforme la gente tenía el
pueblo y en lugar de calles llamaban tlaxilacales. Estos barrios y calles estaban
todos sorteados y nivelados con tanta cuenta y medida, que los de un barrio o
calle no podían tener en la otra un palmo de tierra y lo mismo hacían en las calles,
recorriendo por sus suerte por todas partes del pueblo; estos tributaban al señor,
cuyos vasallos eran, maíz, mantas, ropas, de los que ellos usaban, gallinas,
huevos, cacao, sal y otros infinitas cosas que las tierras producían y no tenían
obligación de pagar otro género de tributo, ni pecho, ni derecho; asimismo eran
obligados a dar servicio de hombres y mayores a sus señores y estos si se
morían, heredaban a sus hijos las casas y las tierras con cargas de pagar el tributo
que sus padres pagaban y si querían ir a otra parte no podían vender las tierras
que poseían sino que las habían de dejar para que el señor las diese a otro del
barrio...".230
La estructura del calpulli, sobre todo de los actualizados por las sucesivas
230
Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, T. IV, p.331
340
administraciones de Axayacatl e Itzcoatl y más aun por la Moctezuma, facilita la
explotación del trabajo de los macehuales, al establecerse la entrega de tributos
en forma obligatoria. Este procedimiento se hizo extensivo para todos los pueblos,
regiones, señoríos que existían en el Valle y se convirtió en uno de los
mecanismos más sólidos del mantenimiento del sistema imperante. Los padrones
examinados revelaron la composición interna o física: en los barrios había casas
más o menos iguales, que tenían colores idénticos y que confirman este fenómeno
en las facilidades de Tenochtitlán. La figura de los barrios permaneció mucho más,
pero ya no podemos afirmar que sus moradores ya no reconocían a ningún
antecedente común, si bien aparecieron grupos que tenían apellidos iguales.
Para Vaillant, el "Consejo Central dividía la las tierras entre los clanes y los
caciques de cada uno de ellas distribuía las raciones entre los jefes de familia
justa y equitativamente. También se reservaban zonas para el sostenimiento del
jefe y el personal del tempo, para los abastecimientos de guerra y para el pago de
tributos, todos ellos trabajaban en comunidad aunque, sin duda, también son
esclavos. A la muerte de un usufructuario, las tierras pasaban a sus hijos y si
moría sin descendencia la propiedad volvía al clan para que se volviera a distribuir
como sucedía también si el propietario no cultivaba su parcela durante un período
de 2 años. Este sistema podía funcionar equitativa y provechosamente para todos
los interesados, mientras una sociedad se mantuviera relativamente estática y
tuviera tierras laborables disponibles. Sin embargo, en el Valle de México este
sistema dio lugar a desigualdades. La creciente población de los grupos del Valle
agota toda tierra disponible y las familias y los clanes no tenían manera de
341
incrementar sus propiedades agrícolas. Una parcela que producía abundantes
productos para una familia pequeña ofrecía subsistencia insuficiente para una
grande".231
Desde el punto de vista teórico, todos los miembros del calpulli eran iguales, en
cuanto que eran jefes de familia, pero la calidad y la disponibilidad de las tierras
fue diferente. La "presión demográfica" fue un factor que conspiró contra la
estabilidad, como sucedió con los ejidos modernos. En la medida en que un
productor o jefe de familia tenía hijos en este, iban creciendo, aumentaba la
demanda de parcelas para sostener a sus descendientes que por otra parte,
debilitaban sus vínculos con sus antepasados.
Dijo Mejía Fernández que el padre Acosta había distinguido tres grupos de tribus:
una en el que no tenía reyes, ni gobierno; en las cuales solo tenían capitanes que
obedecían circunstancialmente y otros que estaban regido por Consejos. Por lo
tanto había distintos grados de desarrollo, los cuales vincula con el progreso que
habían alcanzado las fuerzas productivas. En una primera etapa, apenas se
producía para reponer las energías perdidas "sin darles ningún margen para
progresar; con el cultivo de la tierra se produjo más de lo absolutamente necesario
y ese producto suplementario permitía a la sociedad abandonar el estado casi
estático que se había mantenido en largas edades e inicia una línea
231
Vaillant, George. La Civilización Azteca, Origen, Grandeza y Decadencia, revisado por Susana B. Vaillant. FCE.
México, 1977, 303 p., p.109
342
ascendente".232
El trabajo le hizo más complicado pues se exigieron más
habilidades y conocimientos "más el progreso material permitió obtener un
producto suplementario y con ello la creación y consolidación del gobierno de las
tribus. Indicó finalmente que recaía el gobierno en el chinoncalletl, que tenía
funciones económicas y administrativas como el de mirar por la tierra del calpulli y
distribuirla y sus servicios eran recompensados por el labrado gratuito de sus
tierras por parte de los miembros del calpulli.
El estudio que hizo Mejía Fernández fue muy importante pero poco conocido y
utilizado por los antropólogos y otros especialistas. En el demuestra que los
grupos indígenas que había en el Valle de México se encontraban en diferentes
etapas de desarrollo y por lo tanto no se pueden considerar esta zona como
homogénea pues el proceso civilizatorio tenía un ritmo desigual pues se hablaba
de grupos muy atrasados, que serían los chichimecas, que incluso se encontraban
semidesnudos y los que tenían un alto progreso tecnológico, como los mexicas.
Había pequeñas, medianas y grandes comunidades, pero la estructura material
era esencialmente la misma, sujeta a distintas dimensiones. También hizo alusión
al mismo desarrollo, que tuvieron los excedentes pues en la medida en que creció
la población, se incrementa ese plus trabajo y por lo tanto el excedente fue mayor.
Esto explica que los calpullis tuvieran una capacidad productiva muy variada, a la
vez que las autoridades tomaron medidas cada vez más complejas para alcanzar
esos niveles. Nos referimos a los administradores de los calpullis que lograron
232
Mejía Fernández, Jorge. La tribu Azteca, material mecanuscrito, México, 243 p.,p91
343
combinar la asignación de cargas de trabajo, aunque aun está pendiente un
estudio completo sobre los servicios personales, es decir, aquellos esfuerzos que
se hacen al margen del pago de tributos.
Los cronistas señalaron que los lazos basados en el parentesco se debilitaron en
el transcurso del tiempo para dar origen a otro tipo de vínculos, lo que refleja la
madurez que poco a poco fue alcanzando la sociedad mexica. Los vínculos
religiosos, es decir, la adhesión a una deidad o un conjunto de deidades, el
respeto y la subordinación a un jefe militar, fueron cada vez más sólidos y quizá
más fuertes que los basados en el linaje. Por ello es muy importante señalar que
cada calpulli tenía su propio dios, que se sumaba al resto de los integrantes del
conjunto de deidades, para reafirmar que el destino de los hombres estaba en
gran medid predeterminado por factores divinos. Pesaba más las relaciones con
los jefes políticos pues de ellos dependía, entre otros factores, la realización de
incursiones armadas y la conquista de otros pueblos y territorios y naturalmente
los beneficios materiales que de ello se derivaba. Las tierras del calpulli que
estaba destinado para el mantenimiento de los gastos de laso templos es otra
manifestación de la profunda religiosidad que tenían el pueblo ¿Qué tipo de
vínculos pesaban más, los de la simple pertenencia a los calpullis o los otros ya
mencionados? En la primera etapa, fueron los primeros y en la segunda, fueron
los otros, aunque no se puede hablar de una distinción absoluta de unos con
otros. Al principio, cuando había condiciones de mayor igualdad, lo que realmente
importaba eran las cuotas de trabajo que se aportaban para arrancarle los frutos a
la naturaleza pues era la única forma que se tenía para asegurar la manutención
344
de las familias.
Chavero opinó que si bien tenía razón Zorita de que los miembros de una familia
tendían a agruparse en un calpulli, pero dijo que un individuo podía cambiarse a
otro calpulli, indicando que "los hombres que se unen solamente por el afecto del
parentesco forman la tribu, pero los que se ligan por la religión son ya un pueblo.
Por eso hemos visto que los mexicas conservaron por señor al sacerdote
Tenochca y que su primer cuidado al fundar la ciudad fue levantar un templo a su
dios y hacerle sacrificios. Por eso también por mandato del Dios, se repartieron en
los barrios las deidades menores. Así como el culto modificó las formas de tribu de
los mexicas, la escasez y la falta de tierras en que vivieron los primeros años
alteraron sus ideas de comunicación, viéndose cada cual obligado a vivir de su
trabajo personal para alimentarse. Por eso fue que al cambiarse por completo la
situación de Tenochtitlán, por virtud de la conquista de Itzcoatl, se establece el
derecho de propiedad y "se reservan tierras a los calpullis es para mantener el
culto de los dioses".233 Para sostener su aserto señaló el códice de Ixhuatepec
en que se garantiza la propiedad derivándola de ese reparto de tierras. "Podría
creerse que subsistía el consumo en la tierra propia del calpulli, pero no era así, se
repartía entre los vecinos del barrio para que la labrasen y cada uno pagaba en
frutos una renta de ella, pero si o tenían propiedad completa porque a más de la
renta no podían enajenarla y las perdían si iban a vivir a otro barrio, gozando de
ellas de por vida y pasaban a sus herederos".
233
Chavero, Alfredo, Historia Antigua de México, T. II, p.133.
345
Mientras los macehuales estaban sujetos a un régimen cerrado y rígido pues se
trataba de un estamento legitimado por la concepción religiosa y nadie podía
separarse de esta condición pues los macehuales lo eran desde el nacimiento
hasta la tumba, salvo que se distinguieran como guerreros o como artesanos
especializados, los mayeques eran independientes, es decir, se contrataban
libremente a los pillis para trabajarles sus tierras. La aparición de los mayeques
probablemente indica que había etapas en las que se carecía de mano de obra
suficiente y por lo tanto se debía recurrir a la contratación individual. Los cronistas
reafirman que esta carencia o insuficiencia se daba durante los periodos en que
los mexicas entraban en una guerra y debían levantar "grandes ejércitos" por lo
que los macehuales se transformaban en guerreros y en todo caso debían
abandonar sus lugares de origen y abandonar sus tierras para irse a sitios lejanos
a combatir. A las tierras de los pillis les faltaban brazos para cultivar sus
propiedades y es así que solicitaban el apoyo de los mayeques. Las historias, muy
pocas por cierto, revelan que algunos provenían de otros pueblos, cuyos señores
no estaban en guerra y solicitaban trabajo obteniéndolo de esta manera. En los
códices hay representación gráfica de macehuales y mayeques pero no existe el
registro de sus relaciones o exigencias, que seguramente las tenían por ser un
sector explotado, lo que indica también que no había ningún interés de los pillis y
después de los cronistas españoles por darles un espacio de expresión porque su
condición de explotados se consideraba natural.
Caso hizo una distinción más amplia: las tierras de dominio público y las tierras de
346
dominio privado, entre estas últimas, desde luego, la del rey que las había venido
por herencia o que se les había adjudicado durante la conquista, las tierras que
pertenecían a los pipiltin, que eran trabajadas por terrazgueros que se llamaban
mayeques. "Estos mayeques o tlamaites eran muy diferentes de los plebeyos
dueños de las tierras del clan o calpulli que podían cambiar de barrio, diferentes
también de los aparceros libres o renteros que podían abandonar la parcela
cuando cumplían su contrato y no daban servicios personales al dueño de las
tierras, ni pagaban con ello al nuevo propietario, pero también eran diferentes de
los esclavos que el propietario utilizaba para labrar sus tierras. El origen de los
mayeques parece ser múltiple. Indudablemente casi todos eran viejos pobladores
propietarios de las tierras conquistadas que eran repartidas entre los nobles,
formando las propiedades individuales de ellos o pillalis. Pero también parece que
algunos mayeques venían de otros pueblos, bien sea porque las tierras que les
tocaban a ellos no les alcanzaban para vivir o bien porque huían de la acción de la
justicia. Estos mayeques, después de la conquista, llamado terrazguero, siguieron
labrando la tierra de los caciques. La propiedad de los nobles o pipiltin era en
consecuencia individual. Comprendía no tan solo propiedad de la tierra sino la
servidumbre de los que la habitaban que tenían que darles a los nobles una parte
del producto y prestarles servicios personales. Además era una propiedad
transmitida por herencia o por venta y sabemos que el rey podía transferirla por
merced o por donación”.
Caso hizo varias aclaraciones: el plebeyo o macehual no trabajaba las tierras de
los nobles sino solo las tierras de su clan, las tierras de los nobles eran trabajadas
347
por otros individuos que no pertenecían al clan, si los pillis tenían sangre divina, es
decir, sangre tolteca pero el "calpallec aunque no tenga sangre noble tenía
autoridad de por vida y es el representante de los intereses del calpulli o barrio y
esta sostenido con las prestaciones que le dan sus coterráneos. Zorita lo llama
"pariente mayor", pero el macehual se distingue del noble desde que fueron
creados sus antepasados. Los macehualtin fueron creados en el año 8 calli,
mientras que los nobles lo fueron antes, en el año 1 tochtli y ayudaron a los dioses
a levantar el cielo que había caído durante el diluvio. Atribuyó a Itzcoatl la
realización de un pacto mediante el cual se otorgaron los más altos títulos
religiosos, militares, judiciales y administrativos a sus parientes nobles y creó la
propiedad privada de la tierra para ello. Ilustró el reparto de tierras a los
pobladores de Coyoacán y Xochimilco, sobre todo favoreciendo a los hijos y a los
sobrinos de Tlacaelel.234
Es muy importante señalar que Caso en sus estudios sobre religiosidad y
mitología afirmó que tanto la creación y el surgimiento de los pillis como de los
macehuales, fueron productos de la voluntad de los dioses. Ellos quisieran que la
sociedad mexica fuera una sociedad profundamente escindida entre dos
segmentos sociales, uno más pequeño y otro demasiado grande. Hemos leído
algunas manifestaciones de macehuales, en los textos que ha publicado León
Portilla y comprobando que esta fatalidad estaba muy arraigada a la conciencia
social e individual y por lo tanto era prácticamente imposible que pudiera cambiar.
Así había sido concebido y determinado desde el principio de la creación del
234
Caso, Alfonso, Obras, T. VI, p.293
348
mundo, desde la lucha, entre los dioses por destruir el mundo anterior y por
construir otro, era una parte muy vigorosa de la herencia cultural tolteca y por lo
tanto nadie podía negar o abdicar de esta situación.
En gran parte, la historia de los mexicas describe el engrandecimiento y la
consolidación de los pillis como grupo que se transmitía el poder de unos
individuos a otros, los que tenían derecho, los derechos reales, producto del linaje,
mientras que los macehuales no tenían ningún derecho, no obstante que era el
sector mayoritario de la sociedad. Ninguna sociedad con esta estratificación
monstruosa se sostiene por muchos años pues surgen de cuando en cuando
conflictos, rebeliones con protesta que terminan por hacer cambios, aunque sean
en parte, este estado de cosas. Es por ello que Moctezuma, encontró en los
méritos militares un mecanismo de compensación económica y social adicional a
la que los calpullis tradicionalmente habían aprobado.235
Escribió Caso:
"El rey, como el más poderoso de los pipiltin, tenía tierras propias en todos los
pueblos conquistados, con vasallos que sembraban las sementeras y pagaban el
tributo para sus gastos personales. Eran los tlalocatlallis o tonal intlacatl; pero
había otras tierras para los gastos generales que se llamaban "tierras de palacio",
o tecpantlalli que servían para sostener los gastos de la burocracia que gobernaba
y desempeñaba las múltiples funciones de una organización tan compleja como
era la del imperio: magistrados, administradores, escribas, canteros. Para los
235
Caso, Alfonso, Obras, T. VI, p.286
349
gastos de la guerra existían también tierras especiales llamadas michamulli o
"tierras de escarda" con las que se pagaban los gastos de los funcionarios
militares y las del ejército en campaña. Había por último las tierras de los templos
o teopontlalli con las que se pagaba el numeroso clero que desempeñaba las
complicadas funciones del ritual. Dentro de los barrios mismos existían ciertas
tierras que tenían por función sostener los gastos propios del clan entre los cuales
se encontraba el sostenimiento de la escuela militar, el telpochcalli y los del templo
en el que se veneraba al dios tutelar del barrio".236
Los estudios de Caso confirman la existencia de una sociedad estamental, propia
de muchas sociedades antiguas, pues cada institución pública o social tenía su
propia fuente de obtención de recursos para el mantenimiento de sus funciones y
la continuidad de sus labores. En consecuencia, ellos invitaban a que todos los
individuos se reagruparan en una de esas instituciones, y que todos ellos
quedaran organizados, pues de no hacerlo quedaban comprendidos en la noción
de pueblo llano, es decir, la masa amorfa, aquellos que no tenían rostro, ni
significado social y político, solo que había un "pequeño destello": eran los grupos
vinculados con la producción de bienes y con la prestación de servicios personales
sin los cuales no podría subsistir los funcionarios de las casas reinantes, ni
mantenerse sus ejércitos ya sea que estuvieran en guerra o en sus cuarteles, ni
alimentar a los sacerdotes y su curda de ayudantes. A la vez que "no tenían
derechos", era el sector productivo, de cuyo esfuerzo dependía el resto de los
236
Caso, Alfonso, Obras, T. VI, p.223
350
otros poderes y los individuos componentes de las instituciones. En los textos de
León Portilla, se hace alusión a ciertos límites de pillis, durante la etapa posterior a
la conquista, que hacían notar un estado de inseguridad y de zozobra cuando
algunos macehuales hacían algunas reclamaciones. Ellos decían más o menso: si
estos se transforman a nobles por merced de las leyes españolas, ¿Quiénes
trabajaran sus tierras? La división estamental funciona mientras tenga vigencia los
principios ideológicos y religiosos que les han dejado legitimación y así se
ejecutaron también los procedimientos coercitivos y el uso de la violencia estatal
para mantener ese estado de cosas.
En la batalla de Cuetlaxtla se confirmó que a petición de los macehuales, los
principales que se encontraban escondidos en una cueva fueron localizados,
aprendidos y encarcelados por los mexicanos quienes "así estaban haciendo
justicia. Los macehuales aprovechan la coyuntura para plantear a los mexicanos
de que a pesar de que de ellos salían los tributos los "señores los maltrataban y
tiranizaban con mucha crueldad y haciéndoles grandes injurias y poniéndoles
excesivos tributos y que todo su oficio es comer y beber a costa del común, pujar y
holgar, placeres y pasatiempos muy ordinarios y que les suplicaban que les
hiciesen justicia en que fuese muertos". Ante esta reclamación -dijo DuránMoctezuma ordenó que fueran degollados los principales no por la parte de
adelante sino por la de atrás, y los "macehuales quedaron muy contentos y luego
exigieron a otro señor. Los macehuales agradecieran a Moctezuma, le trajeron
muchas riquezas, le refrendaron que serían "sus leales vasallos" y que le
351
entregarían los tributos "directamente y hasta la muerte".237
Estos testimonios de Duran es de los pocos que hemos encontrado como una
fuente directa de los macehuales, aunque aparecen sostenidos en un texto
compuesto por un misionero de mentalidad occidental. Tanto por las advocaciones
o lamentaciones que encontraron en Sahagún, Torquemada y Duran, sobre todo,
en los textos recopilados por León Portilla, Ángel María Garibay se puede concluir
que los macehuales recibían un tratamiento basado en el principio de la
explotación intensiva del trabajo humano y de que no había para ellos
"consideraciones" de carácter "humanitario". Los macehuales eran "máquinas"
para hacer producir las tierras de los estamentos que tenía la sociedad lo que
reafirma la existencia de graves antagonismos en el interior de los calpullis.
Con frecuencia, los antropólogos oficiales, que le deseaban enmendar la plana a
Morgan, presentaban el panorama de unas relaciones armoniosas y hasta idílicas,
de una noción de igualdad y de respeto hacia los macehuales, como si fuesen
hermanos de los pillis. Pero esto no fue así. Los factores económicos y políticos
pesan más que los vínculos del parentesco y de la consideración de tipo religioso.
Los mexicas demuestraron que tenían un gran pragmatismo en sus relaciones
hacia el interior de los calpullis y hacia el exterior, al utilizar la fuerza armada cada
vez que fuera necesario, e incluso arrasaban pueblos completos y sometían por
medio de la violencia a antiguos aliados.
237
Duran, Diego. Historia de los Indios de Nueva España e Islas de la Tierra Firme,, p.256
352
"La mayor parte de los comunes solían estar adscritos a las casas nobles como
dependientes: vivían en la tierra de los tecalli, las labraban y prestaban toda clase
de servicios personales el tecutli, título a sus nobles que gozaban del usufructo.
Los terrazgueros
pertenecían
a
una población
nativa
de particularidad
desconocida o pertenecen a los olmecas que antes habían dominado la región o
podían haber formado parte de una u otra de los macro etnias inmigrantes. La
población olmeca que los conquistadores chichímecas habían encontrado y
vencido en la región circunvolcánica parece haber sido muy densa. La mayoría de
la gente común nativa muy probablemente se habían quedado con las tierras que
cultivaban y constituirían la masa de los numerosos macehuales terrazgueros o
vasallos que pertenecían a los tecallis, a la gran masa de terrazgueros se
concentraron en el Valle de Atlixco",238 dijo Dyckerhoff quien consideró la
existencia de una gran presión social sobre las tierras a raíz de los sucesivas
oleadas de inmigrantes.
Solo los estudios de estratificación social nos permitirían abundar sobre el
surgimiento, consolidación o debilitamiento de pillis, macehuales y mayeques para
tratar de encontrar rasgos comunes generales, en todos ellos y hacer
formulaciones que sean válidas para la región centroamericana. Los estudios
particulares que hasta hoy se han hecho, sobre todo en las regiones de Puebla y
Tlaxcala, confirman la existencia de una comunidad homogénea, con sus
variantes locales. Una de las características centrales es la de la movilidad de las
238
Dyckerhoff, Úrsula. Grupos Étnicos y Estratificación Socio Política,, p.39
353
poblaciones, que se producían por razones naturales, es decir, generadas por
sequías, hambrunas, inundaciones, como efecto de la conquista de un pueblo
sobre otro, el aniquilamiento de sus fuerzas productivas, la conversión de sus
habitantes en esclavos, entre otros factores. Estos cambios de lugar de los grupos
humanos, sobre todo de los sometidos, como los chalcas, xochimilcas,
matlazincas, otomíes, también explica la razón básica de por qué un pueblo que
tenía su propio hábitat, los recursos naturales por su subsistencia de pronto la
pierde y se ven obligados a buscar otro lugar de asentamiento, a vivir por largas
temporadas en las montanas y en las cuevas o alquilar su fuerza de trabajo a
otros pueblos. Muchos de estos eran los mayeques, a la manera de los
trabajadores agrícolas migrantes del siglo XX los cuales no tuvieron acceso al
reparto agrario y que se ven en la imperiosa necesidad de cambiar de residencia
por temporadas y por alquilarse con los que si tienen tierras.
Afirmó Soustelle que:
"En principio el pilli no tenía derecho a nada y si quería subir en la jerarquía militar,
civil o religiosa tenía que realizar los mismos esfuerzos de un macehual. De
hecho, desfrutaba desde el principio de múltiples ventaja", la fama de su padre, la
educación superior del calmecac en lugar del colegio del barrio. Era en su clase en
donde el emperador reclutaba con preferencia a sus funcionarios, sus jueces, sus
embajadores; estaba situado por decirlo así, a medio camino entre el pueblo y la
clase dirigente y servía como una especie de reserva de la cual se echaba mano
para hacer frente a las necesidades siempre crecientes de una administración en
pleno desarrollo; el pilli no llegaba a distinguirse durante su vida, no tenia ningún
354
prestigio que legar a sus hijos. El prestigio del tecuhtli apenas se prolongaba más
allá de una generación si nuevos esfuerzos no venían a reanimarlo". 239
En las crónicas de los primeros años, no aparecen diferencias ostensibles entre
pilís y macehuales, pero sí comienza a surgir un abismo entre ellos desde el
momento en que en la Tira de la Peregrinación se observa a los dirigentes
caminando dos o tres pasos adelante del grupo humano, cuyos individuos
aparecieron vestidos de la misma forma. Uno de los elementos que señalan una
diferencia es el tipo de vestimenta empleada por uno o por otros. Pero uno de los
principios "divinos" era que el bienestar material obtenido mediante la explotación
de las tierras debía lograrse solo mediante el esfuerzo humano, ya fuese individual
o colectivo. Por ello encontraron que los dioses hicieron muy frecuentes alusiones
al trabajo físico, como la base en la cual descansaba la felicidad de la sociedad.
En los documentos recopilados por Sahagún se hace referencia reiterada a la
existencia de los flojos y los perezosos, como seres despreciables. Había una
razón de fondo pues de acuerdo con las leyes más lejanas, la humanidad se había
edificado por el esfuerzo de los dioses y no mediante un acto divino y súbito. El
resto de las instituciones sociales que después se fueron creando, como las
escuelas especializadas y el apoyo a los artesanos, reforzaron esta glorificación
del trabajo que todos debían realiza. De esta forma, en la primera etapa, hasta los
"nobles" o pillis debían hacerlo, haciendo una clara referencia, exclusiva, al trabajo
manual, aquel dedicado al cultivo de las tierras.
239
Soustelle, Jacques. La Vida Cotidiana de los Aztecas en Vísperas de la Conquista, p.61
355
"De entre estos (macehuales) algunos se llamaban arrendatarios, pero otros
tienen tierra cuyo dominio les pertenecía; estos dividían sus frutos en tres
porciones y tributaban al rey con un tercio. Entre los frutos se encontraban los
peces, los perritos comestibles, las gallinas de la tierra, las aves cubiertas de
plumas preciosas, las liebres, venados, oro, gemas y otras cosas metálicas, sal,
miel, cera, manta, penacho de plumas, algodón, hilos, frijoles, varios frutos,
legumbres y muchas clases de semillas de aquellas que principalmente era
costumbre usar como aliento. Los arrendamientos entregaban cada año o cada
mes lo que estaban obligados según pacto o convenio. Pero era demasiado que
se les llamara esclavos y no solo no eran propietarios de su cosas sino que ni de
sí mismos tenían dominio integro ni les era permitido mandarse a sí mismos,
completamente porque comían, bebían, se vestían y conservaban con hijos según
mandamiento del rey o de los caciques a quienes pertenecían las ciudades,
además del tributo debido al rey. Todas las cosas del tributo las llevaban a México,
de cualquier región, por lejos que estuviera unos como fuertes cargadores porque
todavía no conocían las bestias de carga y por consiguiente estaban
acostumbrados todos casi desde la cuna a llevar el peso.
En México, también había gravamenes y algunas cosas en las cuales quedaba el
tlaolli y donde mandaba el ecónomo mayor, con otro de grado inferior para que
recibieran, custodiaran y cuando había necesidad, las entregan, y las cuentas
cuando se exigieran en jeroglíficos. Para cada ciudad había un recaudador que
llevaba en la mano un abanico o una varita en señal de su cargo al cual le
pagaban los impuestos que debían ser emitidos sobre la marcha al ecónomo
356
supremo"240, señaló Hernández.
Los mecanismos de explotación de las tierras de los calpullis incluyeron una
recompensa, generalmente, en especie, para todos los tipos de trabajadores,
desde aquellos vinculados estrechamente en los aspectos más íntimos, como el
parentesco o el linaje, hasta los más lejanos como los medieros, que después se
transformaron en terrazgueros. En todos los casos, los "pagos eran en especie"
pues no tenemos elementos para confirmar la existencia de pagos en moneda.
Los macehuales cultivaban las tierras, extraían sus frutos, una parte de ellos se le
entregaban directamente a los pillis, como si fuese el pago de una renta por la
parcela y el resto de la producción se ubicaba en el patrimonio de los labradores,
pues así lograban mantener a sus familias. En los casos de mayeques, el
fenómeno está más claro, pues se les efectuaba un pago "por sus servicios"
entregándole una parte de los bienes producidos, pero no estaban obligados a
pagar tributos como si lo tenían los macehuales, mientras que los pagos a los
arrendatarios o medieros, era similares, es decir, se les pagaba con una parte de
la producción.
Concluimos por lo tanto que los macehuales estaban sujetos a condiciones de
explotación más estrictas pues tenían que pagar con su trabajo a los jefes del
calpulli y a los dignatarios políticos (tributo) además de que tenían al calpulli como
una cárcel por la sujeción y los lazos sociales y políticos, mientras que los
mayeques y los medieros eran más independientes y por lo tanto recibían un
240
Hernández ,Francisco, Escritos Varios, Obras Completas, UNAM, 1984, 525 p., p.112
357
tratamiento humano mejor. ¿Muchos macehuales querían ser mayeques para que
su vida no fuera tan sombría?
Definió Carrasco al "tecalli o casa señorial como una institución que estaba
encabezada por un teuctli, (en plural teteuctin) que participaba en la organización
política del señorío, poseía tierras anejas a la casa y tenía como dependiente a los
pipiltin o noble descendiente de los teteuctin de ellos". Pero aunque esta era una
institución típica de la zona poblana-tlaxcalteca, había una institución que era
paralela en el Valle de México, el Tecpan o palacio. En cuanto a la palabra
mayeque la definición que le dio Zorita es la de "bracero agrícola", mineras que
Molina, en su Diccionario lo tradujo como "labrador o gañan, lo que equivaldría a
terrazguero en español". También encontró similitud con el concepto calpulelque,
que era uno de los cuatro títulos de señores, entre la región tramontana y la
cuenca de México y al referirse al concepto de calpullis, opinó Carraco que "es
parte de un sentimiento de origen común entre los miembros de un grupo étnico y
como parte de una organización en la cual el parentesco e de importancia principal
en los niveles sociales más altos”.241
Los estudios que hizo Carrasco enriquecieron y actualizaron los textos que de
Zorita y son los más completos que conocemos. Este gran antropólogo
norteamericano trató de confirmar en la práctica de la vida social, algunos de las
tesis de Morgan, Bandelier, Zorita y otros y por ello realizó estudios en varias
localidades pues así lo confirmaron. Introdujo el concepto de "casa señorial", o
casa en donde habitaba el jefe principal y al hacerlo indicó que en el interior de los
241
Carrasco Pedro. La Procedencia de los Datos de Zorita sobre la Organización Social Prehispánica, en
Simposio Internacional de Investigación sobre Huexotzinco, Coordinadora Eréndira de la Lima y María Elena
Landa, lección Científica, ENAH-SEP, México, 163 p., p.91
358
pillis también se estaban produciendo cambios importantes, que tendían hacia la
piramidización, es decir, entre los señores, había uno que era superior a los
demás, el llamado Tecutli, que disponía de tierras cercanas a su casa y que se
daba mayor poder económico que el resto de los pillis.
El rasgo más sobresaliente del calpulli era el sentido de pertenencia a la
comunidad, "estár arraigado a la tierra", ser parte del grupo de trabajadores, como
si fuera un atisbo de la conciencia de clase. Pero no conocemos formas
asociativas de los macehuales o mayeques, medieros y sí hubo esos documentos
tienen que ser destruidos por los españoles pues confirmaban la existencia de una
sociedad más evolucionada, que la que habían pensado muchos misioneros y al
mismo tiempo afectaba la otra versión, igualmente religiosa, de una sociedad tersa
y amigable, presidida por el tratamiento igualitario.
Precisó Carrasco que "los distintos tipos de tierras ocupadas por individuos y
desde los del rey hasta lo de los macehuales y se transmitían de generación en
generación por herencia, sujeto a la aprobación de la autoridad superior y el
mantenimiento de las obligaciones añejas al gozo de la tierra. No se puede pensar
por lo tanto que la transmisión hereditaria militar contra el control político de la
tenencia de la tierra. Un régimen de plena propiedad privada incluye el derecho de
libre disposición testamentaria. Varias fuentes hablan de la venta de tierras y se
pueden documentar casos concretos, pero esta venta tenía importancia
secundaria en relación al mecanismo administrativo de asignar y transferir tierras.
359
La venta de tierras tiene una importancia limitada por el número reducido de
transacciones y porque estas tenían lugar dentro del marco impuesto por límites
ligados y estamentales y parecen ser que requerían la aprobación de las
autoridades.
Las tierras se vendían entre los nobles o entre los labradores de los pueblos y
barrios, es decir, dentro de una misma población y dentro del estamento. Las
tierras compradas son una categoría residual y no se pueden pensar que las
tierras se movilizan libremente como mercancía. Otra manera de transferir tierra
eran jugándoselas. En juegos del azahar como el batey, (tlachtli) en el patoli, e
podían apostar tierras aunque la práctica parece estar limitada a la nobleza y a los
mercaderes" por lo que concluyó que "a cada estamento, a cada institución y
puesto público, correspondía un tipo especial de tierra destinado a sostener a sus
poseedores en el ejercicio de la funciones de ello requerido en la organización
política”.242
No se puede negar, como dijo Carrasco, que había acciones de compraventa de
tierras, sobre todo entre los pillis, muchos de los cuales conocimos a través de las
Relaciones Geográficas, después de la Conquista en que se recopilaron datos
sobre la historia y la evolución de los pueblos del Valle, pero fueron casos
excepcionales, de valor secundario y no conformaron fenómenos generales. En
realidad, la venta ocurre con mayor frecuencia después de la llegada de los
242
Carrasco, Pedro. La Economía Prehispánica de México p.21
360
europeos y no antes. La transmisión de la propiedad por la vía de la herencia de
padres a hijos y sus descendientes es la tendencia predominante y se da hasta la
conquista e incluso después de ella. En los documentos conocidos, algunos de los
cuales fueron publicados tanto por Carrasco como por Reyes, en los casos de los
litigios de tierras se hace alusión muy frecuente, o mejor dicho, en todos ellos, en
que las tierras heredadas de antepasados remotos y en muchos casos dan sus
nombres, así como los cambios sucesorios que se habían presentado a través del
tiempo. Esta práctica administrativa confirma la reciedumbre de los lazos de
parentesco, fundadores y originales de la comunidad mexica. Si bien estas
operaciones se dieron, de todas maneras las tierras medidas o compradas se
quedaban dentro de la comunidad pues un pilli ajeno a ellas no podía hacerlo,
indicando que lo que se buscaba era fortalecer a los estamentos y no a los
individuos propiamente dichos.
También López Austin, consideró que las tierras de los nobles o pillallis no eran
propiedad privada pues los cultivadores de estas tierras, los llamados mayeques,
siempre consideraron ajena esta tierra, no entregaban la producción entera sino
una parte de ella, en calidad de renta, los pipiltin no tenían dominio personal sobre
los mayeques ni celebraban con ellos contratos, los pipiltin no dirigían ni
financiaban la producción pero "quedan finalmente diferenciados dos grupos
sociales: por una parte los macehualtin que con su trabajo satisfacían sus exiguas
necesidades de subsistencia y sostenían toda la carga del aparato estatal,
organizado en unidades que en gran parte conservaba su naturaleza gentilicia, por
otra parte, los pipiltin o dirigentes, no tributarios, eran beneficiarios, debido a su
361
función dentro del estado, del excedente de producción de los macehualtin. Los
pipiltin justificaban doblemente su posición de ventaja. Por una parte, eran los
especialistas en el poder en ver mundo en el que la especialidad estaba
estrictamente ligada a las creencias religiosas. Por otra, acudían tales a las
escuelas de los estos dios (Quetzalcóatl) era protector: los calmecas: Allí recibían
una educación especial que aparte de prepararlos, para el ejercicio del gobierno,
la judicatura y la dirección militar y la clerecía alta, eran lo suficientemente dura
para formar a los hombres austeros que debían regir los destinos del pueblo".243
El carácter independiente de los mayeques es confirmado por López Austin al
afirmar que los pillis no tenían derecho de dominio sobre ellos, es decir, que no lo
podían someter contra su voluntad, como si fueran esclavos clásicos. No lo fueron
en sentido estricto o amplio porque los mayeques eran trabajadores estacionales y
no permanentes que trabajaban fundamentalmente para llenar los vacios
de
mano de obra que dejaban los macehuales ya que podían cambiar de un sitio de
residencia a otro. Eran individuos que no tenían tierras que eran de su propiedad o
que si los tenían, ya las habían perdido y ahora debían vender su "fuerza de
trabajo" y que tampoco financiaban la producción, lo que nos hace pensar que los
utensilios de trabajo eran de la propiedad de estos. No encontramos elementos
que indiquen la existencia de un contrato privado de servicios como lo que
después fueron comunes en la etapa colonial, en el que se especificaba su
materia, duración, pero sobre todo, su salario. No conocemos la existencia de
ningún documento de esa naturaleza, así fueran redactados en forma primitiva por
243
López Austin, Alfredo. Organización Política en el Altiplano Central, p.213
362
lo que los vínculos derivados de esta relación "laboral" pueden ser de carácter
verbal. Pero, además, las fracciones dirigentes de las labores agrícolas no las
llevaban a cabo directamente los pillis sino los mayordomos o calpulelques que
eran sus empleados y que después de la conquista siguieron desempeñando las
mismas funciones. Los pillis desempeñaron, en forma cada vez más exclusiva y
cerrada las funciones de dirección de gobierno y se alejaron cada vez más del
mando del trabajo físico.
Moreno definió la integración de la población trabajadora de la siguiente manera:
un primer grupo, el de los teccallec que eran unos principales, el segundo grupo lo
formaron los calpullec o chinancallec, que eran barrios conocidos por el
parentesco y entraban tanto los que tributaban; el tercer grupo estaría constituido
por los tlalmactes o mayeques que eran los labradores de las tierras. Pero indicó
que "el calpulli no venía a constituir un poder frente a todo poder, un estado dentro
del estado, sino que estaba subordinado en torno al gobierno de toda la nación, a
la autoridad central, representada por el Tlacalecuhtli; el calpulli era simplemente
una subdivisión de la ciudad azteca, era una mera unidad de la organización
social, de los mexicas; el calpullec o chinancallec, era nombrado por elección pero
en realidad es casi un principal y era además un cargo hereditario y vitalicio
supuesto que a su muerte elegían a su hijo si era apto y solamente que no tuviese
parientes nombraban a un extraño. Las relaciones engendradas por el calpulli
entre sus habitantes no podían ser otras que las de la mera vecindad las de
cualquier otra especie tenían que ser referidas necesariamente a la agrupación
363
total..."244
Un elemento de cohesión de los capulis era la recompensa asegurada por la
dedicación de, trabajo y por ello los jefes políticos de, mismo eran los más aptos,
los que habían contribuido de la mejor manera posible, con los satisfactores
necesarios, al sostenimiento de las familias y de la unidad social en su conjunto.
Los cargos se heredaban de padres a hijos pensando que a un padre trabajador
correspondía un hijo trabajador, que a un padre apto para las "artes mecánicas"
correspondería un descendiente con la misma capacidad y disposición. Es por ello
que se crearon las escuelas especializadas y estamentales, el Calmecac para los
pillis y el Telpochcalli para los macehuales y sus hijos. Ya para ese momento se
habían presentado las diferencias entre el trabajo físico y el trabajo intelectual, así
como una de sus derivaciones, la diferenciación entre las funciones directivas,
entre los jefes políticos y los jefes religiosos que separados actuaban unidos en
sus propósitos centrales.
La creación de escuelas hizo que se debilitaran otro de los principios: el carácter
hereditario y familiar de los cargos, pues ahora no se necesitaba ser hijo de un
principal para tener un cargo público, sino que otros, suficientemente preparados,
desde el punto de vista técnico y profesional, podían hacerlo.
Los mayeques, según Chavero, se asemejaban a los siervos de la Edad Media,
pero precisó que no eran renteros, ni arrendadores de tierras pues "no adquirían
244
Moreno, Manuel M., La Organización Política y Social de los Aztecas,, p.,83
364
derechos ni excusaban obligaciones por tal arrendamiento; tributaban según les
correspondía y su contrato le daban facultad para labrar el fundo arrendado por
uno o más años. Eran solariegos; formaban, por así decirlo, parte de la propiedad
de la tierra, el dueño de esta tenía el dominio directo y aquel trabajaba, dándole
una parte de su producto. El mayeque no podía abandonar las tierras a la que
pertenece y pasaban con ella a un nuevo dueño por contrato o por herencia.
Además prestaban servicios de leña y agua para la casa de su señor. Como los
mayeques se consideraban parte de la propiedad de los dueños directos, estos
daban el tributo que a toda su propiedad correspondía y aquellos no tributaban si
no era el dueño de la tierra. Estos tributos constituían la hacienda pública y se
daban para la sustentación del gobierno y para la guerra que era ordinaria; de
ellos tomabáse la remuneración o pago para los dignatarios y jueces, para los
principales y jefes guerreros y para las provisiones en campaña. Además las
personas de distinción comían generalmente en el tecpan o palacio".245
No encontramos elementos de carácter informativo que den sustento a los juicios
de Chavero al considerar a los mayeques como cosas, como objetos, como
esclavos, como si fueran elementos inseparables de la tierra que estaban
cultivando, es decir, como si fueran un utensilio de trabajo más. Cuando las
crónicas históricas se refieren a ello se manifiesta un cierto ejercicio de voluntad,
del pilli por obtener esa mano de obra que necesitaba y del mayeque por
proporcionársela. Tampoco se habla de que los mayeques hayan sido forzados a
trabajar después con el contexto de una guerra de conquista. Los mayeques
245
Chavero, Alfredo, Historia Antigua de México, T. II, p.197
365
trabajaban la tierra en forma estacional, es decir, por temporadas, por lo que su
presencia confirma que la fuerza de trabajo de los calpullis seguía siendo la
esencial, mientras que el trabajo de mayeques y enteros, los accesorios o
complementarios. La sobresaliente de los juicios de Chavero consiste en que
además de cultivar la tierra, desempeñaban otras tareas adicionales, es decir,
realizaban lo que se llamaba servicios personales durante la etapa colonial.
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374
Capitulo 111
Instrumentos de Trabajo y Fuerzas Productivas
Al referirse a los materiales encontrados en el periodo de 14,000 años antes del
llamado tiempo presente, "el instrumental recuperado de este horizonte se
caracteriza por su tosquedad. Son piezas rústicas grandes, fabricadas por la
técnica de talle de percusión, lanzado de piedra contra piedra, quizá contra
yunque (una piedra fija) con la cual se obtienen bordes cortantes sinuosos y se
puede conseguir también puntas más o menos agudas. En algunos casos, pocos,
los bordes se trabajan por alternación de golpes, en lo que se llama talle bifocal.
Alunas veces se encuentran bordes trabajadas en ángulos muy abruptos, que se
pueden utilizar para raer, en vez de cortar que es lo que más apropiadamente
hacen los bordes de talle de los demás objetos. Estos instrumentos son bastante
reducidos en número y como característica general, muy poco especializados,
375
siendo frecuente el empleo de lascas simples que se utilizaban de sus bordes
cortados. De muy pocas complicaciones para fabricarlos, una vez usado se podían
abandonar, pues era fácil volver a hacer otra cuando esto se hacía necesario.
Conocían el fuego y no se han encontrado instrumentos de molienda".246 Era una
economía de apropiación, de recolección de plantas, frutas y semillas, solo una
integración familiar y una baja demografía.
Los primeros instrumentos de trabajo eran muy simples desde el punto de vista
de su fabricación pues bastaba el pulimiento de una tosca piedra para hacer que
una de ellas que sirvieran lo misma para matar a un animal salvaje, que para
moler los granos de maíz, de trigo. El principal y más preciado fue simplemente
la mano, que conectada al cerebro y con cierto adiestramiento, permitió al
hombre recolectar frutos, tomar piedras para defenderse de los animales que
intentaban atacarlo, colocar trampas para la cacería, entre otras actividades.
Usaron las piedras, talladas y lisas y para ello emplearon instrumentos de
percusión que permitían sacar lascas de las cuales se hacían a su vez otro
instrumento, punzocortantes como navajas y punzones.
La historia de los enterramientos, en cualquier lugar del mundo antiguo, es una
colección
de
objetos
de
piedra
en
sus
diferentes
modalidades
y
presentaciones; la mano con la piedra fue una combinación muy exitosa en la
historia de la humanidad pues al lado de otros factores y elementos propició un
Lorenzo, José Luis y otros. Del Nomadismo a los Centros Ceremoniales, INAH, México,
1975,318 p., p.26
246
376
gran dinamismo en las fuerza productivas, hasta constituir una auténtica
revolución material y cultural.
Afirmó Childe que: "la primera revolución que transformó la economía humana dio
al hombre el control sobre su propio abastecimiento de alimentos. El hombre
comenzó a sembrar, a cultivar y a mejorar por selección algunas yerbas, raíces y
arbustos comestibles. Y también logró domesticar y unir firmemente a su persona a
ciertas especies de animales en correspondencia a los forrajes que les podía
ofrecer, a la protección que estaban en condiciones de depararles y a la
providencia que representaba para ellos".247 Hizo alusión a dos cultivos muy
importantes, el del trigo y de la cebada, que se podía almacenar y tener un alto
valor constructivo.
La creación de instrumentos de trabajo, desde los más simples, hasta los más
sofisticados, tenían la finalidad de asegurar un abasto suficiente de alimentos para la
subsistencia de las familias. Crearon una serie de condiciones objetivas y materiales
para que esto se diera; organizaron relaciones sociales de producción y de
intercambio para lograr tener la cantidad de alimentos que se necesitaban para la
subsistencia y la reproducción social. El cultivo de las plantas fue un gigantesco paso
para la humanidad pues permitió que los hombres dejaran de vivir en la
incertidumbre con respecto de su vida material, al disponer de un mínimo de
alimentos en forma permanente, incluso en tiempos de helados y sequía. Nació la
agricultura primitiva. Los hombres para llegar a esta meta debieron tener un largo
periodo de observación de los astros, de las estaciones del año, del
247
Childe, V. Cordón. Los Orígenes de la Civilización., p.89
377
comportamiento de los fenómenos de la naturaleza, para después aplicarlos todo
ello a la producción. En este proceso, los hombres, asimismo, crearon
instrumentos de trabajo, los pusieron en práctica y le hicieron las correcciones y las
modificaciones que el mismo trabajo acumulado les dictaba; otros probaron su
eficacia y utilidad, como la coa y el arado y por ello se siguieron empleando hasta
nuestro días.
Dijo Nalda que a la caída de Teotihuacán, se desarrollaron centros como Xochimilco,
Cacaxtla, Cantona y Teotenango y "como culminación de este proceso surgió Tula.
Habló de la intrusión de grupos humanos que venían de Querétaro, Guanajuato,
Zacatecas y Jalisco que fabricaban una cerámica llamada Coyotlatelco, pues en el
periodo de 650 a 750 D.C., varios sitios habían sido abandonados, hasta constituir
Tula, afirmando que el grupo humano que se identificaba con esas cerámicas eran
genéticamente distintos a los teotihuacanos y habían incurrido en actos de vandalismo.
La población casi bajó de 125 mil a 30 mil. Afirmó que entonces se habían producido
una gran migración de Teotihuacán hacia otras poblaciones de la Cuenca,
especialmente hacia la parte oriental.
378
"Un utensilio terminado, hecho con manos humanas, es obviamente, un buen
índice de la destreza móvil y del desarrollo mental de su autor. De modo menos
obvio, es la medida del conocimiento científico de la época. No obstante, todo
instrumento refleja en realidad, aun cuando sea de manera imperfecta, la ciencia
que tuvieron a su disposición los autores. El estudio del bronce implica, asimismo, la
existencia de una industria especializada y generalmente de un comercio
organizado. Para procurarse utensilios de bronce una comunidad debe producir un
excedente de artículos alimenticios y tiene que sostener cuerpo de especialistas,
mineros, fundidores y artífices, apartados de la producción directa de alimentos.
Luego una parte del excedente tiene que gastarse siempre en el transporte del
mineral, desde las montañas metalíferas relativamente remotas", dijo Childe.248
El desarrollo de las fuerzas productivas está íntimamente asociado con el grado de
conocimiento científico alcanzado; a su vez, una serie de cambios que existen en
ese ámbito, una vez que se incorporan a dichos instrumentos, los transforma, los
mejoran, los enriquecen y los perfeccionan. Pero este proceso de materialización de
las ideas nunca es súbito ni de corta duración sino más bien un proceso de larga
trayectoria. Estos procesos fueron muy lentos, duraron muchos años, porque los
instrumentos de trabajo se fabricaban a mano, utilizando piedras o bronce, estando
muy distante la producción en serie que permitió aumentar la producción.
Childe, V. Gordón. Los Orígenes de la Civilización, Breviarios, FCE, México, 1980, 281
p.78
248
379
En esa idea temprana, la transformación de estos instrumentos, se topaba con la
ignorancia del hombre acerca de las leyes de la naturaleza pues casi todos los
fenómenos, se asociaban a una divinidad; por lo tanto el hombre vivía atenazado
por la superstición y el fatalismo, que están unidos, pero para poder avanzar en la
creación de nuevos instrumentos más suficientes y hábiles se requieren condiciones
sociales más favorables. Los hombres tenían que asentarse para comprobar la
pertinencia y veracidad de sus observaciones científicas, poder sacar conclusiones
que fueran útiles para mejorar los frutos de su trabajo.
Armillas postuló que en el periodo básico de Mesoamérica se habían introducido
las técnicas básicas del cultivo de las plantas, la producción alfarera y el tejido,
mientras que en la etapa formativa el maíz constituyó el cultivo básico de la región y
una producción alfarera que tenía una gran variedad de formas, técnicas y
estilos, mientras que en el Valle se introdujeron técnicas agrícolas intensivas y se
construyeron las grandes pirámides; en Texcoco había tlateles ubicadas en el lugar
que eran antiguas chinampas, pero que no se habían efectuado canales de riego.
Al referirse a las grandes pirámides del Sol, en Teotihuacán y a la de Cholula dijo
que se habían requerido un gran trabajo humano, en el que probablemente
participaron miles de personas y una gran acumulación de material necesitándose
sobre el trabajo de albañiles, arquitectos, decoradores lo que "representa una
grandísima cantidad de energía sustraída a las actividades productivas ya fuera en
trabajo de esclavos o de hombres libres impulsados por su celo religioso".249
Entre los materiales que se utilizaron para fabricar telas y adornos, Mastache
Armillas, Pedro, Una secuencia del desarrollo cultural en Mesoamérica, en Pedro Armillas
Vida y Obra, T. I, CIESAS-INAH, México, 1991.
249
380
señaló los siguientes: yuca o izote, palma, ixtle de maguey, henequén, ortiga
de agua, cáñamo indio, algodón blanco, algodón café, al hablar de los vegetales.
Entre las pieles de animales mencionó las del jaguar, conejo, liebre, quetzal. Para
adornar se empleaba el oro, las conchas y las piedras preciosas. Al referirse a los
colorantes dijo que se empleaban de dos maneras: una, antes de comenzar el tejió y
en otra se pintaban después de ser tejidas la cual llamó "técnica plangi" y que
consistía en pintar una vez tejidas las telas amarrando aquellas que iban a ser
pintadas".250 Incluyó también la "técnica del batik" en la que se empleaba una cera
absorbente y se pintaban las partes descubiertas con uno o más colores.
Mastache, Alba Guadalupe. El Tejido en el México Antiguo, Arqueología Mexicana,
Edición Especial, 2007. p.35
250
381
El señorío de Moctezuma confirmó que el estudio aislado de las fuerzas productivas
no permitía una concepción más amplia y diversificada de la sociedad mexicana,
sino que debe examinarse en medio del conjunto de las relaciones políticas y
sociales imperantes y por ello tiene que hacerse una permanente referencia a la
política de los tlatoanis. Se incrementaron los niveles de producción y de
productividad porque los pillis aplicaran una política de saqueo más intensivo de los
recursos naturales que tenían los pueblos y las comunidades demostrando que la
coerción, en sus distintas modalidades, logran alcanzar importantes metas
económicas pero que esos frutos son transitorios pues una política económica
basada exclusivamente en la fuerza puede desaparecer por los niveles de
inconformidad social de los labradores y se requieren tomar otras medidas, estos
de carácter persuasivo, que logren mantener, por lo menos, los niveles de carácter
persuasivo, que permite asegurar, por lo menos, los niveles de producción
alcanzados. Este proceso ya no se siguió desarrollando por la conquista.
Corona Sánchez formuló cuatro propuestas.
1.- Las fuerzas productivas que los constituyen como instancia no implica de hecho
un bajo nivel de capacidad ya que a pesar de su tecnología avanzada, las formas
de organización del trabajo permiten ampliar la producción a niveles necesarios para
su reproducción social.
2.- La relación unidad comunal y naturalmente como fuerzas productivas se da en
actividades de apropiación y transformación de su nicho ecológico. En base a un uso
múltiple de los recursos y a un trabajo colectivo integrado en función de relaciones
de parentesco o de carácter étnico que permite su extensión y especialización.
3.- Las unidades de trabajo es una fuerza productiva y debe remitirse a formas
382
sociales de producción, como el calpulli que permitía, en función del trabajo
dentro de relaciones de parentesco el derecho no solo a la propiedad o posesión
comunal de los medios de producción, sino también al trabajo colectivo del a unidad
a la que pertenecen.
4.- Que las unidades comunales de trabajo, como unidades de producción se
articulan, con la unidad suprema a través de relaciones de subordinación, en donde
el trabajo y el producto apropiado a nivel tributario por los funcionarios, como
expresión del estado no solo externaban la división social sino que al ser utilizados
por estos como fuerza productiva para extender la producción, retroalimentaban su
poder.251
Al valorar los resultados de las excavaciones arqueológicas Bohemz se inclinó por
concluir que "el hombre había aprovechado los frutos que la naturaleza le brindaba
con el conocimiento acumulado de sus ciclos de crecimiento y reproducción. La
distribución de las tareas de caza, pesca y recolección no habían creado derechos
permanentes sobre los recursos que no había limitado el acceso a ellos a ningún
miembro de los grupos trashumantes. El maíz apareció como una especie con
exigencias especiales: requiere de la presencia continua de su amigo, el hombre y
este, cautivado por él, ya no sobreviene en su ausencia. Cuanto más atención reciba
el maíz, más abundante y mejores serán sus granos. Los actores principales en la
agricultura maicera son la tierra, el agua, la planta y el hombre. La obra requiere
de una compleja puesta en escena para su realización. El cultivador, creador de
un medio artificial, toma posesión de él y no lo compartía con los demás
Corona Sánchez, Eduardo. Sobre el nivel de desarrollo de las Fuerzas Productivas para la
caracterización del estado en Mesoamérica, Revista Española de Antropología americana,
número XVI, 11 p.23
251
383
productores. Dejó de participar en la secuencia anual completa del trabajo de
subsistencia y sin perder la necesidad de los nutrientes y materias procedentes de la
naturaleza prístina, se encargó de reprogramar el ciclo estacional del trabajo. La
caza, la pesca y la recolección se convirtieron también en actividades
especializadas dependientes del intercambio y obligados a incrementar su
eficiencia productiva...".252
Conocer los ciclos del cultivo de las plantas, el momento en que deben
sembrarse las semillas, las medidas que deben tomarse para protegerlo de las
heladas o sequías, el momento en que deben ser recolectadas, implicó un avance
notable. Este fue el caso del maíz. Con ello surgió la necesidad de conocer la
calidad de las semillas, su tipología adecuada a cada uno de los climas y alturas;
surgió también el imperativo de regular y controlar los depósitos de agua,
preciado líquido que fue aumentado de importancia social en la medida en que
crecía la población; en una primera etapa, el agua era un recurso natural que
estaban disponibles para todos, más aun en una zona que como la del Valle
estaba constituida por lagos y lagunas, solo que mientras algunos eran de agua
salada, otro era de agua dulce y para varios ríos que se nutrían de los
deshielos de los volcanes.
Dijo Horn que en Coyoacán se dedicó a las artesanías locales, con materiales
relacionados con la construcción que "una gran extensión era boscosa y su
mercado era célebre por la oferta de productos de madera y por sus carpinteros
Los traficantes de madera, los vendedores de troncos de roble, los leñadores de
Bohemz, Brigitte. El Orden del Estado en el Valle de México, Nueva Antropología, Vol. VI,
Num.23, México, 1984., p.22
252
384
pisón y los carpinteros eran oficios comunes. El trabajo de la madera, se
concentraba en los Tlaxilacallis ubicados en las salinas de bosques del sur y oeste
del área de Coyoacán cerca del lago de Texcoco".
Habló de la existencia en grandes cantidades de tablas, tablones, puertas, vigas, y
villas y también surtieron de piedras volcánicas para la construcción de
monumentos, edificios y caminos y también había muchos tallos de caña y
carrizos y se ofrecía la posibilidad de cultivar chinampas y también se encontraron
grandes depósitos de arcilla para fabricar artesanías.253 Publicó una relación de los
Tlaxilacallis.
Sobre el uso de los metales, especialmente del cobre, Childe advirtió sobre la
necesidad de varios adelantos técnicos como un fuelle para elevar las
temperaturas hasta 1200 grados, la existencia de hornos crisoles, tenazas. "El
vaciado requiere moldes. Es bastante fácil reproducir, por colado, un objeto, que
sea plano de un lado, imprimiéndolo en su arcilla y vertiendo el metal fundido en
el hueco dejaba que por modelo". Pero dijo que esto procedimientos requerían
de nociones de química y de física y por lo tanto el oficio de forjador era muy
especializado que el cobre no se encuentra fácilmente en la tierra sino se
encuentra en veta. Esos instrumentos comienzan a sustituir a los fabricados con
piedras los cuales se desgastaban muy rápidamente. 254
Del paso del uso de objetos de piedra, a los de metal hay otro paso gigantesco
Horn, Rebeca, Coyoacán: Aspectos de la Organización Sociopolítica Y Económica
Indígena en el Centro de México, 1550-1650, en Historia, 29, oct.-Dic., 1992., p.36.
254
Childe, Cordón. Los Orígenes de la Civilización, Obras Completas, UNAM, 1984, 525 p.,
p.102
253
385
pues el cobre permitió fabricar utensilios de gran calidad, durabilidad y ductilidad, si a
ello agregamos la aparición del hierro. En el Códice Mendocino apareció un
individuo soplando con un cañuto hacia un depósito de metal hirviendo para su
fundición. Este es uno de los métodos más primitivos en la historia de la
humanidad, pero los mexicas casi no construyeron objetos con este metal sino más
bien filigrana y adornos los cuales se complementaban con incrustaciones de oro y
piedras preciosas. Esto es lo que los especialista san denominado, influencia
mixteca. Una vez lograda la conquista española se hicieron distintos tipos de
colados de metal de fierro forjado. El cobre, por su ductilidad, era propicio para
hacer objetos muy vistosos que se usaban como adornos o en la ceremonia
religiosa.
Serra Puche hizo referencia a otros hallazgos importantes tales como cuerdas,
canastas, petates. "Las cuerdas no son de tule, son de agave, de maguey
porque obviamente el tule no resiste la fuerza. Los instrumentos asociados a la
manufactura de las canastas, tanto los punzones, las agujas, así como las astas de
venado para empujar las fibras".255
También Bernal refirió la existencia de barrios de especialistas en Teotihuacán,
como aquellos que se dedicaban a la alfarería, a la fabricación de figurillas y en
general al trabajo de piezas de obsidiana y ya en la etapa final encontró una ciudad
"densamente poblada, con muchos edificios" y ahora están divididos en clases
sociales y por grupos de especialistas. Muchos de ellos ya serían agricultores ni
producirían por tanto su propio alimento. Alrededor de la Calzada de los Muertos,
están los barrios en donde viven los mercaderes y más afuera las casas de los
255
Serra Puche, Carmen. El Sur de la Cuenca de México durante el Formativo, p.285.
386
agricultores de las tierras de cultivo".256 La etapa de declinación de la ciudad la
ubica hacia el 650 y 700 D.C, en la que fue abandonada.
256
Bernal, Ignacio, Teotihuacán y los Destinos de los Mexicanos, p.68.
387
Así mismo Guerra al estudiar la ciudad de Tula, demostró la existencia de una
especialización artesanal ampliamente diversificada, prevaleciendo la estructura
de los barrios. Dio cuenta de la existencia de varios talleres que se dedicaban a la
producción de artículos de obsidiana, entre otros, que elaboran en diferentes
etapas navajas prismáticas; había talleres dedicados al autoconsumo y otros
dedicados a la producción, así como un taller de producción de cerámica,
especializada y la producción de loza de servicio en especial, platos y capotes.
También hizo referencia a la existencia de un conjunto de hornos de barbacoa
con una amplia utilización de los objetos de concha, aunque enfatizó que se
trataban de una producción doméstica, reducida a un sitio que hoy se llama el
Boulevard. "Estas unidades productivas debieron ser consideradas como parte del
aparato estatal "pero al hablar de los talleres que estaban en el templo dijo que se
dedicaban al almacenamiento concreto de redistribución a través del cual el estado
estableció la actividad y control en todos los ámbitos de la vida urbana; había
intervención del estado en la coordinación de la producción y de la distribución,
pero también había talleres más o menos independientes".257
Ya en el Cenolítico, dijo Lorenzo, se había avanzado en la fabricación de raederas,
raspadores, barriles, navajas, perforadores, cuchillos, bifaciales "pero hacen su acto
de aparición los implementos de molienda, metates y morteros, con sus respectivas
manos. Al principio se trató de simples lajas de piedra de grano fino, irregulares en
257
Dimensión Antropológica, 10, Vol.29, sep.-Dic., 2003, p.29
388
su contorno de los que se aprovechaba una de las caras planas para poder
triturar obre ella. Los morteros, algo más tardíos, son de fabricación más difícil,
pero también va adquiriendo cada vez mayor factura. Ya se fabricaban canastos de
buena calidad, por el sistema de enrollado, redes de cargas y también tejido. Se
inició ahora el cultivo del maíz o del teozintle. El cuidado de ciertas plantas
silvestres, quitándoles competidor vegetales de las inmediaciones y cuidándoles de
animales herbívoros sin duda fue llevando a un conocimiento cada vez más amplio
de su ciclo. La protección de las plantas productoras obligaba a un sedentarismo
temporal, quizá no de todo el grupo, pero si de una parte de él".258
La aparición de los metales no implicó la negación de los demás instrumentos,
hechos sobre todo de piedra, sino su coexistencia, pero esto fue un paso hacia
adelante en la búsqueda del bienestar social humano. Por ello, no se puede dividir
estos procesos en separaciones rígidas - Edad de Piedra, Edad de Bronce- que más
bien se trato de fenómenos que se fueron acumulando a través del tiempo, lo que
producía una serie de resultados finales. Mejoró la dieta con la fabricación de
alimentos cocidos, preparados y para ello fue necesaria la producción en serie
de metates, ollas y canastos. Estos permitieron que muchos alimentos y semillas se
pudieran guardar por largos periodos de tiempo e incluso almacenarlos para las
épocas de sequía y de hambre. Todavía estos cambios materiales solo pueden
producirse en una etapa sedentaria, con un tipo de agricultura local ubicados los
Lorenzo, José Luis y otros. Del Nomadismo a los Centros Ceremoniales, INAH, México,
1975,318p.
258
389
surcos al lado de los caseríos.
Hizo alusión a los antecedentes de la obra de Quiroga afirmando que en la época
prehispánica había canteros y pedreros, cazadores de venados y conejos, de
patos y de codornices, los pescadores pescaban con redes y con anzuelo y los
labradores cultivaban semillas, chile, bledos y frijoles. El religioso Francisco de
la Rea informó que en la laguna de Pátzcuaro se capturaban mucho pescado
blanco y que se navegaba en una canoa. También hizo alusión a la existencia de
fundidores que hacían mascarillas y juguetes, que habían inventado la escultura
de caña de maíz y era una pasta que se hacía con engrudo; por su parte, fray
Isidro de Espinosa refirió la fabricación y que hacen de capas, rodelas y penachos,
utilizando plumas y también había estandartes que se elaboraban con este tipo de
materiales, pero también habían curtido, que hacían sandalias de cuero y de hilo de
maguey "antes de la llagada de los españoles".259
Si bien estas divisiones de artesanos corresponden a la época colonial temprana,
en forma señalada en las obras reductivas de Quiroga, los antecedentes directos
de estos grupos de trabajadores son anteriores a ese periodo, es decir, son
prehispánico, desde luego, la presencia de una gran cantidad de pescadores, lo
que revela que esa era una actividad fundamental al lado de la agricultura; había
muchos trabajadores de la orfebrería en donde llegaron a dominar técnicas
superiores a las de los mexicas, así como lapidarias y desde luego fundidores de
metales, cuya importancia económica y social estuvo presente en la región del
occidente.
También el Códice Florentino habló de la existencia de una "piedra de navaja",
259
López, Marco Antonio, Orígenes de las Artesanías en Michoacán. p4.
390
que en realidad era una esmeralda y de un esmeril que utilizaban los lapidarios
para "moler arena y pulir piedras preciosas y la escoria que sale de los metales
cuando se funden o se labran y también la arena o piedra de donde se saca otros
metales. Había unos pedernales de los que salía del metal después de molido.
Había unos pedernales y piedras recios que se hacían en Oaxtepec, en los
arroyos traídos por acá, muelen aquellas piedras preciosas para después
purificarlas con el mineral".260
A pesar de que no conocían los instrumentos de trabajo fabricados con metales, lo
que permitió a otros pueblos del Mediterráneo y de la Mesopotamia, del Asia Menor
alcanzar un grado de desarrollo superior, los mexicas usaban una piedra muy dura
que servía para tratar otras piedras más suaves, pero también se utilizaban arenas
para pulir piedras que podían tener muy distintos usos. Para poder cortar una
piedra, primero la "lijaban" en una de sus partes y después con otra piedra la
golpeaban y aquella se rompía. Esto con respecto de las "piedras duras". En
referencia a las llamadas "piedras suaves", con los instrumentos disponibles se
hicieron muchos objetos tanto con fines domésticos como ornamentales.
En relación a otro tipo de "piedras industriales", el Códice Florentino se refirió a la
piedra alumbre que usaban los pintores para fabricar tecomate de barro; la greda,
que utilizaba la mujer para hilar y que hacían un tipo de barniz para embarnizar las
jícaras, así como varias mezclas que producían colores morados; hacían unas tintas
mejoradas.261
Reconoció Herrera que Cortés había repartido tierras entre los que habían
260
261
Códice Florentino, T. III, p.368
Códice Florentino, T, III, p.374
391
trabajado para lograr la conquista y lo hizo también entre sus amigos creado así
pueblos o encomiendas con la condición de que tuvieran un clérigo, o un fraile
en la cabecera "pero hubo muchos quejosos". "Los indios mostraron mucha
admiración por ver el uso del hierro porque como no lo tenían labraban una piedra
con otra más dura, muchos más se admiraron cuando vieron los ingenios para
subir grandes piedras y vigas porque usaban para ello arrimar mucha tierra a los
edificios y a pura fuerza tirada por encima de ellos y con todo esto fabricaron 100
mil casas, mejores que las de antes...".262
El uso industrial del hierro y del cobre aceleró más el desarrollo de las fuerzas
productivas en aquellos pueblos que dispusieron de ellas y por ello plantearon
problemas de hegemonía y conquista con respecto de los pueblos que no la tenían.
Algunos autores afirman que no era necesario que tuvieran estas materias primas
puesto que con la acumulación de fuerza de trabajo se podían lograr los objetivos
deseados. Pero a la hora de participar en la realización de tareas productivas; en
la construcción de pirámides, templos, fortificaciones militares, obras hidráulicas, el
nivel de productividad de quienes usaba ese tipo de utensilios era mayor que el de
las que no las usaban, lo que demuestra la importancia de los metales en los
procesos productivos y constructivos. La introducción de esos éstos en la etapa de
la post conquista, tanto para usos industriales, comerciales como para fines bélicos,
planteó una supremacía de la cultura europea, sobre la cultura antigua indígena.
El concepto "taller" también nos hace recordar los talleres medioevales en donde
sí existía un fuerte grado de diferenciación de funciones, pero pensamos que en el
caso de Teotihuacán la aplicación de este concepto puede ser exagerado y
262
Herrera, Antonio. Historia General de los Hechos de los Castellanos, T. IV, p.208
392
prestare a equivocaciones. Es natural todo tipo de trabajo en el que participan,
grupos humanos tenían un cierto grado de especialización y diferenciación, pero
solo un estado más detallado nos puede dar a conocer el grado de diferenciación a
que había llegado, así como el peso específico que hubiese tenido en la economía
teotihuacana.
"... se puede afirmar que un pueblo que elabora objetos de metal, diferentes del oro y
del cobre nativo, en cantidades grandes, ha debido recorrer este largo camino en el
que realiza un acopio de conocimientos tecnológicos y como este antes era
realizado por los maestros metalúrgicos, debía haber al menos un incipiente
desarrollo social, son tareas diferentes para los campesinos, los alfareros, los
fabricantes de aromas y adornos y los maestros metalúrgicos. En el comienzo de la
minería no se construían toneles sino que se exploraban las montañas, buscando
la zona en donde la veta llegaba a la superficie", indicando que fue en el Perú en
donde los indígenas llegaron a su más alto desarrollo, mientas que con fecha de
1533 se descubrieron minas de cobre al norte de la laguna de Infiernillo en la
provincia de Mechoacán, indicando que "las minas son de tajo abierto, es decir,
cuando encontraban la veta en la superficie, comenzaban a cavar para retirar el
mineral, en la paredes de las minas no se aprecia el empleo del fuego para quebrar
las piedras, no se emplea la pólvora ni herramientas de hierro lo que significa que
se trabajaba con cuñas, posiblemente de madera o astas de animales para lograr
el desprendimiento de las piedras, las únicas herramientas que se han encontrado
fueron molcajetes de piedra para moler el metal, en Churumuco trabajaban unos 20
fundidores los cuales producían por día una carga y todos juntos producían al mes,
393
un montón".263 Los fundidores tenían sus sementeras al pie del cerro.
Si había yacimientos de cobre, sobre todo en la región de Michoacán pero
carecían del conocimiento de los procesos tecnológicos para hacer un u so
industrial y productivo de los mismos. Las pequeñas fundiciones de que habló el
Códice Mendocino no se desarrollaron en forma suficiente como para incrementar
su presencia en el contexto de las fuerzas productivas, como ocurrió en otras
culturas: Este desarrollo no es un fenómeno mecánico, voluntarista, es decir, tan
solo porque lo deseé un individuo, sino porque obedece a la satisfacción de
necesidades de la sociedad y en la mexica no las había. Por ejemplo, en los
casos de las minas a tajo abierto era relativamente sencilla la recolección de
metales.
Por su parte, Gazzola dijo que el trabajo artesanal de la Ventilla lo realizaban
varias unidades productivas que controlaban la distribución de materias primas y
de herramientas, haciendo notar que esta técnica "era conocida desde tiempos
remotos" pero había una carencia de desarrollo técnico pues no disponía del uso
del arco para realizar las perforaciones. Definió que al lado del taller había un
adoratorio para las unidades 1, 2, 3, 4, 7 y 17 funcionaron como viviendas de
grupos domésticos en donde había espacios para los lapidarios y había
elementos de mayor estatus, hasta encontrar una división de trabajo pues unos
artesanos se dedicaban al trabajo de piedras verdes y otras piedras calcáreas y
micas, unos fabricaban cuentas y otras placas “ El grupo de artesanos
trabajadores
de
tiempo
completo
laboraban
con
piedras
adquiridas,
Grinberg, Dora. ¿Qué sabían de fundición los Antiguos Habitantes de Mesoamérica?,
Revista Ingeniería, Núm.22, 2004, 7 p..
263
394
posteriormente por grupos de la élite e individuos de altos estatus, mientras los
individuos de mayor estatus controlaban la producción mediante la fabricación y
distribución de herramientas”.
Los estudios que se han hecho en torno de la Ventilla reafirman que en
Teotihuacán se había llegado a un elevado grado de diferenciación social entre
los grupos que integraban la sociedad y de división del trabajo entre los
productores. Este grado superior solo puede darse en las sociedades más
evolucionadas en las que se demandan muchos productos, bienes y
satisfactores muy
elaborados y especializados, lo que obliga a retirar de la
producción agrícola a grupos cada vez más numerosa de personas para que
puedan dedicarse a esta actividad las cuales cobran una mayor importancia
económica, por los altos costos que tienen sus productos, para atender a grupos
cada vez más reducidas, pero que tienen un alto poder de exigencia.
395
En cuanto a la "producción industrial", Mejía los ubicó, -a los mexicas- en el estadio
inferior de la barbarie pues su principal instrumento de producción fue el "cuchillo de
obsidiana", las flechas y la punta de dardos, el metate o piedra de moler de tres
soportes, la alfarería no conoce el torno y los tejedores solo conoce la rueda y los
malacates primitivos conocidos ya por los toltecas; para sus vestidos usaban tejidos
de ixtle, henequén y algodón, tenían armadura de piel de venado de tigre y hacían
un gran uso de la madera, pero no tuvieron minas de oro y plata pues lo que usaron
"con relativa profesión la obtenían del lecho de los ríos o torrentes, en forma de
pepitas y hojuelas"; el cobre lo tomaban en "estado primitivo"; el "estaño se
tomaba en depósitos de acarreo"; el principal empleo del bronce fueron las puntas
de bronce y no llegan a ser de amplio uso industrial.264 Desde luego desconocían la
rueda.
Al aplicar el método del materialismo histórico, Mejía clasificó como "limitaciones"
los distintos grados de evolución y que habían llegado los mexicas, pero conviene
preguntarse respecto de qué otros pueblos del mundo son estas limitaciones, hasta
matizar y precisar estos conceptos. Había no solo un tipo de cuchillos sino una
amplia variedad de los mismos, lo que permitió a los mexicas hacer frente a sus
necesidades sociales. No había cuchillos de metal, ciertamente, pero las necesidades
imperantes eran satisfechas con los medios que tenían disponibles. No conocían el
torno o el telar mecánico sino una rueca muy sencilla y con ese instrumento era
factible cubrir la demanda de vestido de todos los miembros de las familias, pues
antes que todo se trataba de una economía de subsistencia.
264
Mejía Fernández, Jorge. La Tribu Azteca, material mecanuscrito, México, 243 p.. p.174
396
No conocían el uso industrial del bronce pero sí había puntas de bronce y si bien
no conocían las minas, si había depósitos de metales a tajo abierto. Esto explica
que, como ocurrió con otros pueblos, el mexica se encontraba en el tránsito
hacia formas de producción muy superiores, en cada una de las actividades ya
mencionadas, pero esta afirmación pertenece al campo de las hipótesis pues la
conquista produjo un escenario histórico inesperado.
Definió García Acosta las tres actividades fundamentales de la zona lacustre: la
pesca que incluía la fauna y cualquier otra especie acuática comestible para el
hombre; la caza que tiene dos variantes: en el agua, donde se cazan aves
residentes y migratorias y en tierra, para especies de las planicies. Pie de monte y
bosques; la recolección que también tiene dos variantes: en el agua donde se
recogen especies comestibles para humanos y animales o para trabajar y e las
tierra, donde se puede recolectar cualquier elemento natural útil al hombre,
recurrió a la madera, zacate, ciertas aves de ricas plumas, miel y piedra. Entre la
variedad de peces que había estaban los camarones de río o acociles, los
ajolotes, ranas de diferentes variedades, atepocates, renacuajos, una diversidad
de insectos. Entre los instrumentos de pesca estaban el chicharro, las redes,
anzuelos, fisgas, canoas, tiraderas, bateas, chiquigüites, costales, palos, cuerdas,
lienzos de manta.265
En realidad, los mexicas practicaban toda clase de actividades productivas que
eran parte de la zona lacustre y por lo tanto no se pueden definir como un pueblo
pescador pues los escasos recursos naturales disponibles permitían la existencia
Florescano, Enrique, García Acosta, Virginia, Mestizaje Tecnológico y Cambio Cultural en
México, CIESAS-Porrúa, México, 2002, 312 p., p.2
265
397
de animales medianos y pequeños, de los cuales ilustra a cabalidad Joseph de
Acosta; habían también muchos insectos, algunos de los cuales eran comestibles
y muchos vegetales y frutas silvestres, estudiados entre otros por Hernández
Juárez que hacía que la recolección fuera muy amplia y diversificada, muchos
tipos de piedra, lo que dio sustento a los lapidarios. Había un grupo de ríos que
también tenían recursos naturales disponibles, como peces, madera, rebaños,
frutas, arenas.
En los bosques había muchos recursos maderables, de los cuales se hacían
tablas, tablones, morrillos que eran utilizados para la construcción de casas,
templos, "palacios" y otras instalaciones y que eran muy solicitados por los
gobernantes, siendo estos de los productos que con mayor importancia
entregaban a la ciudad; en los rescates arqueológicos, desde luego, se han
encontrado parte de maderas de pino, ocote, oyamel, sabino y otros muchos y que
se empleaban para construir diques, canales, embarcaderos, puentes y otras
obras hidráulicas.
398
399
Precisó Carbajal que:
"No teniendo arados, ni bueyes u otros animales que emplear en el cultivo de la tierra,
suplían su falta con las fatigas y con algunos sencillos instrumentos para cavar o
menear la tierra, se servían del coatí o coa, instrumento de cobre con el mango de
madera, pero muy diferente del azado y del azadón. Para cortar los árboles
empleaban una hoz también de cobre, de la misma manera que la nuestra con un
ojo o anillo del mismo metal en que se encajaba el mango de madera. El modo de
sembrar el maíz consistía en hacer un pequeño agujero en la tierra con la punta de
un bastón endurecido, al fuego y echar en él uno o dos granos de maíz, con un
poco de tierra y sirviéndose de los pies para esta operación. Cuando la planta
llegaba a cierta altura, le cubrían el pie con un montón de tierra para que tuviese
más apoyo y pudiera resistir el viento".266
Del uso de la piedra se pasó al uso de la madera y de esta al uso de
metales con lo que se incrementó el nivel de productividad alcanzado en todas las
actividades agrícolas, "industriales" y en los servicios. Tal fue el caso de unos de
sus instrumentos fundamentales, la coa o bastón plantador, cuyo origen es
antiquísimo y se puede ubicar en los albores de la agricultura. Este instrumento, que
terminaba al final en un pico, permitió hacer agujeros en la tierra en los cuales se
depositaban las semillas para la siembra. Era apto para suelos blandos, pero muy
difícil de emplear en los suelos "duros" por lo que surgió la innovación de cambiar
las puntas de madera por una punta de metal, con la que se mejoró notablemente
Carbajal Espinosa, Francisco. Historia de México, desde los primeros tiempos de que hay
noticias hasta mediados del siglo XIX,, p.622
266
400
su eficacia.
En realidad, el bastón plantador es un utensilio de trabajo en el que también es
indispensable la fuerza de trabajo de quien maneja pues con el pie tenía que taparse
el agujero que se había abierto. No se abandonó la coa del todo ante la aparición de
la carreta de bueyes y el azadón o la pala de fierro, que sin duda constituyeron a
mejorar la productividad de la agricultura, coexistiendo en una cierta unidad
productiva varios instrumentos de producción.
401
Entre los métodos para cultivar la tierra que tenían los mexicas, Clavijero mencionó
el uso de la coa que era un instrumento de cobre con mango de madera "que se
usaba para cavar o menear la tierra"; una hoz o segur, también de cobre, para cortar
árboles, utilizaban los ríos y las acequias que bajaban de los montes para regar los
campos; tenían "heras" para deshojar y desgranar las mazorcas y graneros para
guardar el grano. En cuanto a la forma de sembrar dijo que abrían un pequeño
agujero en la tierra con un bastón endurecido al fuego y echaban en él uno o dos
granos y luego lo cubrían con un poco de tierra y más adelante abrían otro y hacían
lo mismo y que "aunque era un método lento es muy ventajoso porque
proporcionan con exactitud las cantidades de grano y las fuerzas del terreno y no
ocasionan además el menor desperdicio de semilla. Las mujeres ayudaban a los
hombres en la fatiga del campo. A los hombres tocaban cavar y preparar la tierra,
sembrar y cubrir las plantas y segar; a las mujeres deshojar las mazorcas y limpiar
el grano. Aquellos y estos se empleaban igualmente en escardar y desgranar".267
También García Sánchez anunció la aplicación de técnicas para la pesca
ilustrando que la pesca se hacía desde las canoas, lanzaban las redes en agua
limpia, buscaban peces y luego las levantaban para capturarlos; había una red
mediana que capturaba peces de menor tamaño como amilotes, acociles, ranas,
atepocates; la técnica reguera capturaba el pez blanco y se aplicaba en aguas
profundas y con corrientes, a lo largo de una garrucha colgaban tiras de tule
blanco y con un palo en la mano impulsaban su canoa girando lentamente de
modo que los tules se movieran bajo el agua y espantaran a los peces;
Clavijero, Francisco Javier. Capítulos de Historia y Disertaciones, Biblioteca del
Estudiante Universitario, UNAM, México, 1994, 97 p., p.57.
267
402
volteando la plancha se utilizaban para pesca acociles y se aplicaban en las zanjas
y en canales o en aguas cercanas a los bandos y se trataba de una red mediana;
picada con garruchas y se utilizaban para pescar acociles y otros animales
pequeños y con las garrochas picaban a los lados del canal y zanjas para que
removieran la vegetación y los pescados se espantaran; las fisgas eran de metal y
se hacían desde la canoa y a pie; con anzuelos para pescar en agua semiprofunda,
a mano sobre todo para pescar ranas, con chicharros para pescar peces grandes y
se trataba de una red; unas cuadrillas que eran grupos de 4 trabajadores que se
ubicaban en las esquinas de un cuadrado imaginario; presas y corrales, con un
muro alto, hecho con yerbas acuáticas.268
"El zooquimaitl, que se emplea para la irrigación es en realidad una herramienta
de uso múltiple. Consta de una balsa atada a un aro el cual a su vez está sujeto el
extremo de una partija de unos cinco metros de longitud. Se le utiliza para tomar agua
de los canales para depositarle sobre los carbellones. El nombre significa
"instrumento para el lodo, lengua náhuatl". Estaba también los semilleros y consiste
en una capa de lodo obtenida en los canales, de 6 a 8 centímetros de espesor, la
cual se extiende sobre una estera de plantas acuáticas secas. Esta forma un barro
pastoso. Después de que el chinampero ha extendido y dejando secar el lado en el
área del semillero, lo que usualmente mide unos 2 por 10 centímetros, este se
encuentra listo para siembra". 269 Este sería unos trasplantes de pequeñas matas del
semillero los cuales pasa a un camellón y de ahí son trasladados a unas chinampas.
Rojas Rabiela ha estudiado los distintos tipos de agricultura existentes entre los que
García Sánchez, Magdalena. El Modo de Vida Lacustre, p.46.
Moriarty, James, Agricultura de jardines flotante en los antiguos lagos de México, en
Chinampas Prehispánicas, p.71.
268
269
403
se destacan, desde luego, la de temporal, que es aquella sujeta al régimen de lluvias
estacionales, la de chinampas y la de riego. En realidad se trata de tres tecnología
diferentes que tienen como propósito incrementar la producción y asegurar el
abasto suficiente para todos los pueblos. Se muestra desde un principio un
particular interés para aprovechar en forma racional los recursos hidrológicos y
acuíferos, sobre todo, para llevar el agua de los grandes depósitos naturales que
existen hacia las zonas de siembra, que en su mayor parte, estaban ubicados al
lado de las poblaciones.
Una de las obras más comunes que conocemos para lograr este propósito fue la
construcción de canales, acequias, acueductos, que permitían transportar no solo
agua salada sino también agua dulce para el riego y agua para el consumo humano.
Las crónicas hablan de la construcción de muchas de estas obras que podríamos
llamar de "pequeña irrigación" en los distintos señoríos. Así como la fuerza humana
de trabajo es indispensable para operar el bastón plantador, también el zoogrimall
lo es pues con la fuerza del labrador tenía que llevarse consigo este depósito de
agua móvil.
Estas plantas debieron ser originarias de Mesopotamia o de la India pero por su
importancia económica y comercial pronto pasaron a ser cultivado en estos
continentes y regiones aunque es distintas variedades, sufriendo un proceso de
aclimatación y adaptación. Mucho antes de que recibiéramos noticias del
surgimiento de ello en el Nuevo Mundo, ya se conocían en el Viejo, lo que también
reafirma la gran importancia que para el desarrollo de la civilización tuvieron los
intercambios de personas y de experiencias en el campo de la agricultura.
404
Transportar algunas semillas de un lugar a otro del mundo conocido y con ello los
conocimientos que se habían acumulado para sembrarlos, mezclándolos y
haciendo producir bajo diferentes circunstancias ecológicas y materiales,
constituyeron vínculos de carácter civilizatorio que favorecieron sobre todo a las
regiones menos desarrolladas.
Al hablar de las técnicas de pesca, García Sánchez mencionó las siguientes: el atlatl
o lanzadardos o palo volador, sobre todo para cazar patos, el chinhuastle o vara que
era de madera y se trataba de un hilo de un metro de longitud; la honda, tejida con ixtle;
el matla red que se montaba sobre un aro y una garrocha de madera; la red o
chinchara que también se usaba para pescar y lo mismo sucedía con la fisga; el
señuelo que era imitación de pata de plástico y/o de madera y caza a mano.
Mencionó las técnicas que utilizaban de manera colectiva, cuando los patos salían
volando eran atrapados por la red; un palo o garrote pues se trataba de golpear que
era matar a los patos o gallaretas; la liga servía para atrapar vivos a corto número
de patos; son animales que eran claro de aguas artificiales en donde se escondían
los cazadores y la caza al vuelo que consistía en disparar pato al vuelo.270
La pesca era una actividad importante pero no alcanzó la preeminencia social que
tuvieron otras sociedades en donde, ésta constituía la principal fuente alimenticia y
proteínica de la población pues las crónicas no lo señalan así. En cambio, a la
agricultura si le asignaron esta elevación. Es posible que los recursos piscícolas no
hayan sido lo suficientemente abundantes como para conquistar un sitio relevante,
sobre todo ante el hecho de que existían muchos pueblos que estaban ubicados en
las riberas de los lagos y de las lagunas y que tenían acceso a estos recursos.
270
García Sánchez, Magdalena. El odo de Vida Lacustre, p.57
405
La demanda social era muy alta y la disponibilidad de los recursos muy
limitados. Las artes de pesca que se describen corresponden a una etapa inicial
pues en ninguno se incluyen los relativos a una pesca masiva sino más bien de
carácter, individual, quizá con la excepción de la caza de los patos, en manadas
y al vuelo en el que participaban varios individuos.
En estos conceptos se hace alusión a la existencia de ciertas actividades relativas a
la madera que como ya dijimos con anterioridad eran indispensables para la
construcción de pirámides, templos, edificios en general. Para ello se utilizaron
maderas de pino, ocote, oyamel, así como la gran cantidad de árboles que describió
Oviedo en su Historia Natural. Había grandes superficies boscosas sobre todo en las
regiones ubicadas cerca de la Sierra Nevada. Se labraban haciendo tablones y
morillos, vigas para incorporar valor agregado a la misma; también de los grandes
árboles se hacían canoas.
Para cortar la madera se lijaba el árbol que se deseaba a la manera de un esmeril y
una vez ya en el piso se procedía a labrar había una gran cantidad de navajas,
lascas, cuchillos, que se utilizaban en estas funciones. Después estaba el cardado
de la lana que prácticamente se realizaba en todos los hogares, sobre todo para
hacer los vestidos de los miembros de las familias.
Otro concepto referente al trabajo, en el Arte de Olmos , son:
Ximanitla: labrar madera
Xihtlaza nitla: esconder
406
Xoxotla ñutía: aserrar
Zacamoa ni: romper tierra de nuevo
Zaca-nitla: acarrear
pochina-nitla: cardar lana en el arte de la Lengua Mexicana, De Olmos:
Nitzahua: hilar
Yxua: nacer de la planta
Nicopi: concluir la tela
Nitlamiqui: vender en el tianguis
Nitlamatapachcoya: devanar los hijos
Nitlaloaya: desgranar el maíz
El telar de cintura tenía un uso muy extendido lo que revela la existencia casi
permanente de materias primas como algodón, henequén, fibras de maguey y con
anterioridad, zacate, que se extraía de las lagunas. Según el uso de la época, no era
muy sencillo obtener algodón y en su lugar se empleaba el henequén sobre todo para
hacer cestería para fines domésticos. Al parecer la tecnología empleada para el
algodón era la misma que se utilizaba para el henequén y otras fibras. Se
terminaban las telas y después se "labraban" o dibujaban, según la necesidad y
deseos de cada usuario. Se hablaba de "vender" en los tianguis esos productos
pero no disponemos de datos al respecto, en los que se refiere a unidades de
medida, equivalencia y precios.
Prácticamente en todos los pueblos había estos tianguis, cuya prevalencia en la
economía en su conjunto está por dilucidarse ¿Del conjunto de operaciones de
intercambio que se hacían, incluyendo los tributos, qué volúmenes representan
407
aquellos que se realizaban en el mercado? Se habla mucho en las crónicas de la
gran importancia regional que tenían el mercado de Tepeaca, que por ello fue
atacado y conquistado por armas, conjunto de los miembros de la Tiple Alianza.
Del telar de cintura entre otros países del mundo se pasó al telar mecánico, pero los
avances de la tecnología corresponden a la satisfacción de necesidades sociales
presentes, reales, es decir, a la necesidad de incrementar la producción de textiles
¿Por qué este paso no se dio en el caso de los mexicas si había una notable
abundancia de prendas de algodón? Se había llegado a un alto nivel en el labrado de
mantas y en relación con la diversidad que había en sus usos, pero este avance
corresponde a las demandas sociales de la época y a los gustos y apreciaciones
estéticas de las personal.
No se podían producir grandes cantidades de mantas, de huípiles o enaguas por
medio de un procedimiento mecánico pero cuando se hacían peticiones de este
tipo se incorporaban al proceso de fabricación cientos de mujeres, es decir,
sustituían la carencia de instrumentos tecnológicos con la aplicación de mano de
obra intensiva. Este mecanismo funcionó hasta el señorío de Moctezuma quien de
esta manera planteo satisfacer la demanda, ésta si extraordinaria, que exigian los
españoles
En el Vocabulario de Olmos:
Cuecuezo nitla: hilvanar lo que se ha de coser
Locayotio nitla: enhilar aguja
Ichcanelia nitla: envolver con lana
Pizca-ni: coger maíz
408
Pixoa nitla: sembrar
Tectzmolinatlioni: el que hace prosperar a la gente
Tepaaxoocoa: meterse en tierra o hereda ajena
Lequipanaro nitlatla: trabajo
Teutcli: señorear
Tlalia-nimo: labrar tierra
Tlaquehuia: alquilar o tomar obreros
Estos conceptos son fundamentales en la sociedad mexica pues apareció el
concepto trabajo, concebido como tributo. Desde la prestación de servicios que
se hacían en forma voluntaria, en el sentido de que era compelida por las
reglas morales y las costumbres de la comunidad. Todos los miembros de la
comunidad se sentían parte de ella, de sus necesidades y dificultades y por lo
tanto, coparticipaban en todas las actividades productivas. Se trataba de un
trabajo "voluntario y obligado", es decir, había formas diversas de coacción y de
pensar, en el que desempeñaban una función muy importante, desde luego, las
creencias religiosas.
En el arte de la Lengua, Olmos dijo
Nitlaqiti: tejer tela
Ninotlaylia: lbrar la tierra
Nillatlalia: hacer fuego
Nixtlazma: labrar madera
Nitlacuatzuma; enlazar tela
Nillatlamenitlomma: pescar
Naami: cazar
409
Nillamatino: tocer hilo
Nitlamono: plantar
Las modalidades del trabajo eran diversas pues iban desde el tejido de telas,
hasta la fabricación de hilos y desde luego la plantación de semillas. Del estudio de
las crónicas se desprenden solo conceptos generales pero no específicos,
características particulares, sobre todo porque los españoles desdeñaban la
realización de las artes mecánicas. Por ello en los testimonios que se publicaron
post conquista, alentado por los hispanos, estos aspectos no causaron ningún
interés y en cambio obtuvieron una gran preferencia las descripciones relativas a
los linajes, las guerras y a los dioses.
La principal actividad de los "trabajadores" era la de labrar la tierra, es decir, se
dedicaban a la agricultura. La siguiente actividad en importancia era la cacería y la
pesca, que desempeñaban funciones complementarias con respecto de los frutos
de la agricultura. La tercera actividad era la explotación y procesamiento de la
madera y la cuarta era la referente a la prestación de servicios personales que por
la insuficiencia de datos, no puede ser valorada en sus justos términos.
Manzanilla describió dos tipos de grupos de artesanos, los que se encontraban
en el "palacio" y los que se encontraban en los "barrios" confirmando que las
élites "organizaban la producción de artesanías muy sofisticadas y "estaban
dirigidos a producir bienes suntuarios o utilizados en rituales" y buscaban que los
artesanos se dedicaran de tiempo completo a las tareas artesanales. En los casos
de los artesanos que vivían en los barrios, dijo, que estaban organizados en
410
corporaciones y que tenían su propia deidad tutelar pero también "artesanos
itinerantes" que eran "muy cotizados", "con estilos personales y maneras de
decorar particulares. Definió tres tipos de actividades: universales, realizadas en
todos los sitios por la mayor parte de las familias, actividades solo presentes en
ciertos sitios muy especializados y actividades únicas magistrales, concluyendo,
entre otros conceptos, que la mayor parte de los bienes estaban elaborados por
varias familias. "Conforme las élites demandaban productos específicos, la
producción se fue haciendo menos variada, es decir, más estandarizada. Las élites
gobernantes podían auspiciar a artesanos muy especializados en bienes
suntuarios; así en los palacios era frecuente ver a orfebres, plumarios y escultores
y pintores".1 Menciona el barrio de Teoponcazca, situado en el sureste de
Teotihuacán en donde hacían atavíos para sacerdotes y militares, lo que se
denominaba "una sastrería para la élite".
No conocemos la existencia de una normatividad jurídica que requiera el
funcionamiento de los artesanos como gremio corporativo, siendo este una
experiencia fundamentalmente medioeval y europea. También ello puede
deberse a que el desarrollo de este sector no había avanzado hasta el grado de
que se requiere una ordenación específica, lo que reafirma que se encontraba
la sociedad mexicana en un grado aun incipiente de organización social, menor que
la del Viejo Continente.
El "trabajo" se presenta como un fenómeno natural, inherente al ser humano,
más aun en la historia de los mexicas, que era consustancial a la lucha contra la
adversidad, en un entorno natural que le era desfavorable para poder asentarse en
forma definitiva en un lugar determinado. El "trabajo" en su sentido primigenio, fue
411
impuesto en el interior de los calpullis como parte de la división del trabajo existente
en ellos. Después al relacionarse dichos calpullis con el resto de los sectores de la
población. El calpulli "obligaba" a transformar la naturaleza para ponerla al servicio
de los hombres y para ello se consideró necesario que ninguno de ellos
permaneciera fuera de esta estructura.
Aquí la pertenencia al calpulli era una forma "común" de la organización del
trabajo, que es un aspecto poco conocido por los estudiosos del tema. Si
concebimos al grupo mexica, sobre todo en la primera etapa, como un conjunto de
calpullis, entendemos que todos ellos tenían similar grado de desarrollo y que solo se
fueron diferenciando sus funciones internas en el transcurso del tiempo. Los
miembros de los calpullis "prestaban servicios", para emplear la terminología
moderna, en primer lugar, para satisfacer las necesidades de su propia
comunidad, es decir, era una economía de subsistencia y después había un
excedente de producción que salía de los calpullis y se iba a otros sectores.
Aparecieron los gérmenes de la explotación de unos sobre otros.
Abrams realizó estudios sobre la construcción de las pirámides calculando el
material bruto utilizado, los tiempos empleados en su construcción, el número
de trabajadores organizados, haciendo referencia sobre todo a las pirámides
mayas, como fueron los casos de Palenque y Copan, pues también hizo referencia a
la pirámide del Sol y de la Luna que habían requerido el trabajo de miles de obreros.
"Los señores de menor rango podían convocar a menos trabajadores que el rey,
aunque con son un número considerable. Su capacidad para obtener sumisión era
menor que la del rey: los señores de rango más bajo o administradores
412
estatales tenían menos influencia aun por lo que es muy probable que dar
bienes y posesiones a cambio de servicios prestados. En el nivel político de la
gente común, ellos mismos construían sus casas o solicitaban ayuda de su
parientes y debían a su vez participar cuando los parientes construían las suyas".271
Entre los instrumentos que aparecieron en el Códice Huamantla, estaba el huictli,
coa o bastón plantador "que era indispensable para sembrar, remover la tierra,
servía de pala y otros quehaceres en la construcción". El siguiente es el palo para
hacer fuego llamado tlecuahuitl; el tercero era un tlachialins o mirador, que tenía un
orificio central. Las sementeras eran rectangulares, hechas por la mano del
hombre. Probablemente si la representación de las tierras comunales y tienen los
surcos transversales marcados a base de líneas negras. Se dibujan 8 sementeras,
Después estaban los objetos domésticos con 4 canastos para huevos, 4
bebederos. Hay dos tipos de mobiliario, las banquillas y asientos de respaldo; hay
dos asientos con respaldo que usaban los señores nahuas".272
Los miembros de los calpullis construían las llamadas sementeras, las mantenían
funcionando y recolectaban los frutos: se trataba de la apertura de surcos que se
hacían sobre la tierra con el uso de la coa o bastón plantador, en ellos se colocaban
las semillas y después se les echaba un poco de agua. Las plantaciones estaban
sujetas a la concurrencia de las lluvias: sí había estas en forma oportuna, según el
ciclo reproductivo de cada planta, estás crecían y daban sus frutos, pero si esto no
Manzanilla Linda. La Producción Artesanal en Mesoamérica, Arqueología Mexicana, Vol.
XIV, núm.80, 2008.
Abrams, Elliot. La Construcción de las Grandes Pirámi des de México, Arqueología
Mexicana, 2008, abril, p.9.
272
Códice de Huamantla, p.26
271
413
sucedía en esos términos, las semillas no germinaban y no se cosechaban las frutas
deseadas.
Los miembros de los calpullis eran en realidad, en sí mismos, una fuerza productiva
pues los utensilios prácticos de trabajo eran muy rudimentarios, de tal manera que la
base de la explotación era el trabajo humano físico. En esas condiciones, las
unidades productivas tenían que ser reducidas, guardando una proporción
adecuada con el tamaño de las poblaciones. Una población era un conjunto cada
vez más amplio de calpulli, pero estos al entrar en relación con otras unidades de
producción, con otros grupos y con otros miembros de la sociedad, sufrieron una
serie de mutaciones, algunas positivas y favorables a la tendencia común
predominante, pero otra en sentido diferente, es decir, destructivo.
También Brüggemann llegó a la conclusión de que al igual que en la producción
agrícola que se organizaba en base a la familia también así se organizaron los
calpullis artesanales pues hubo otras estructuras más sofisticadas como la de los
comerciantes, que requieren el uso de salarios, pero aclaró que no había forma de
saber sobre el pago de los salarios, pero fue de la opinión de que los tamemes y los
comerciantes en general se organizaban como una cooperativa y por ello tenían
participación en el reparto de las ganancias pero también había una relación entre
un "grupo de mercaderes y un grupo de cargadores, entre patrón y trabajador. En
este caso podrían tratarse de la población de un señorío que no estaba organizado
en algunos de los calpullis o que no tenían acceso al usufructo de los privilegios.
Esta población podía vender su capacidad de trabajo o incluso venderse
414
físicamente, como sucedía con los esclavos. La tercera opción es la del pago del
tributo con trabajo. En este caso no se habría establecido prácticamente ninguna
relación social de trabajo entre los mercaderes y los cargadores sino que los
cargadores trabajaban dentro de la relación de trabajo establecida con el señorío del
cual procedían, que a su vez eran dependientes políticamente de otro señorío".273
Por su parte, García Molí, al referirse al Preclásico temprano dio que el hombre
había continuado siendo nómada pero ya tenía campamentos estacionales y
disponía de instrumentos líticos más especializados y mejor tallados como las
puntas de proyectil, el lanza dardos, los raspadores, las raederas, los cuchillos, las
navajas, los morteros y las vasijas que transforman los granos en harina y se
hicieron redes, mantas, cestería y trampas y "así aparecieron las primeras
sociedades complejas, las cuales tenían una organización social simple, como
fue el caso de Tlatilco que fue una aldea habitada por una sociedad estratificada" o
bien Tlapacoya. "El rasgo más sobresaliente es el comienzo de la domesticación
de algunas plantas que resultaron esenciales para el desarrollo de la subsecuentes
etapas culturales. Entre las más importantes se cuentan el maíz, la calabaza, el
chile, el aguacate, el guaje, el zapote blanco, el amaranto, el frijol y el algodón.
Entre los animales domesticados se encuentran el perro, presente desde el
poblamiento mismo del continente y más tarde el guajolote. Se dio un
importante aumento de la población, comenzó la producción masiva de
Brüggemann, Jürgen Kurt, et. al. Zempoala: El Estudio de una Ciudad Prehispánica. Serie
Arqueología,, p.23
273
415
cerámicas y el intercambio de materias primas con otras regiones".274
El proceso de sedentarización desde luego no fue instantáneo ni uniforme sino
se dio a plazos y por etapas, más rápido en unos grupos humanos que en
otros, pero lo importante fue el impulso que otorgó al desarrollo de las fuerzas
productivas al crearse muchos instrumentos cortantes y filosos que permitieron un
uso más racional de la caza; sus productos tenían, además, que almacenarse y
por ello se progresó mucho en materia de embases y embalajes, (la cestería).
Con este tipo de medios de trabajo, los animales son cortados en "canales" y por
piezas, haciendo cortes que eran cada vez más finos y la misma actividad, en su
conjunto, se hizo más ágil y productiva, al poder utilizar lanza dardos contra aves
en pleno vuelo. En un principio resultó muy difícil hablar de una división de trabajo
pues todos sus habitantes se dedicaban a todo, es decir, eran labradores de la
tierra
pero
también
cazadores,
concebidas
esta
como
actividades
complementarias.
Algunos usaban unos huaraches que después los españoles denominaron cacles,
a la manera europea, lo que reafirma que se trataba de una población que vivía es
muy precarias condiciones de existencia material y social, avanzando a ella las
habitaciones de paja en que vivían. Por ello no había necesidad de contar con un
alto desarrollo en materias textiles pues la demanda de telas estaba demasiado
uniformada, en realidad, la diversidad de gustos y formas formaron parte de la
demanda de los grupos sociales dominantes, que son a los que se refieren la
mayoría de los estudios.
Palerm le concedió mucha importancia al regadío en los sistemas agrícolas de
274
García Molí, p. 48
416
Mesoamérica, diciendo que coincidía precisamente con las fronteras culturales de la
región y al estudiar esos sistemas cuya tecnología se concentró en las cabeceras
de los ríos Tula, Lerma y Atlixco y el área colindante Colima y Jalisco y "las mayor
concentración de regadío y la obra hidráulica más importante coinciden con las
mayores densidades de población, con la distribución de los centros urbanos más
importante y los núcleos de poder político y de expansión militar "y por ello propuso
el estudiar las relacione sociopol¡ticas y económicas que ocurrían entre esto sistemas
y el resto de las sociedades y por ello estableció la existencia de tres sistemas, el
de raza, barbecho o regadío, considerando a la chinampa como parte de este
último y por ello precisó que agricultura extensiva requería tres elemento que eran
desconocidos: el arado, los animales de tiro y buenos medios de transporte y una
metalurgia avanzada, y la agricultura de secano que no era extensiva en
Mesoamérica no podía reunir el excedente de producción suficiente y constante para
mantener centros urbanos. También parece incapaz de crear el estímulo necesario
para su desarrollo. Ambas posibilidades (capacidad productiva y estímulo) aparecen
en la agricultura de riego, cuyo desarrollo es compatible con la metalurgia e
instrumental relativamente primitivo con ausencia de arado, de rueda y de
animales de carga. A cambio de esto se requiere mucha cooperación del trabajo y
cierta centralización política".275
La construcción de obras hidráulicas, desde luego, las más simples, como la
construcción de canales, ocurrió en la primera etapa de la agricultura, sobre
todo para evitar inundaciones, en una región que como la del Valle de México
Palerm, Ángel, Wolf, Eric, Agricultura y Civilización en Mesoamérica, Sepsetenta, México,
1972, 207 p., p.
275
417
disponía de grandes cantidades de agua. El agua existía, podemos afirmar que
en exceso, en relación con la superficie de tierra firme que está en explotación y
esta disparidad se agravaba en la época de lluvias. Pero también había tierras
que se encontraban en una situación opuesta no tenían agua para riego y por lo
tanto sus cosechas eran aleatorias y entonces surgieron las propuestas de traer
el preciado líquido, haciendo una serie de canales y de drenes y de esta
manera se aprovecharon las desviaciones que venían de la zona de volcanes,
de sus ríos y arroyos. De ahí se pasó a la construcción de obras de mayor
importancia material y de un alcance mayor, lo que solo se puede lograr con la
aplicación del esfuerzo humano de muchos cientos o miles de individuos ante la
carencia de instrumentos como los animales de carga, pero sobre todo de la
rueda. Con la aplicación de esta "mano de obra intensiva" se trasladaron piedras
de grandes dimensiones, por ejemplo Lorenzo afirmó: "es de suponer que las
primeras plantas cultivadas lo fueron por el simple procedimiento de ayudarles en su
crecimiento quizás escardando y evitando que algunos animales se las comiesen sin
llegar todavía a plantarlas: Cuando la asociación de ideas entre plantas y semillas
quedo establecido existió la posibilidad de conservar algunas semillas o partes
generadoras para plantarlas en lugares semejantes a aquellos a los que
normalmente crecían, con mayores modificaciones. El instrumental no puedo haber
sido otro que aquel en el que la literatura etnográfica se llama bastón plantador, por
lo demás o menos, metro y medio, de madera dura y de un grosor entre 3 y 5
centímetros, algo aguzado en uno de sus extremos; su rigor está en los palos
que los recolectores tanto hombres como mujeres, emplean para desenterrar
raíces, escarbar en madrigueras o en áreas futuras. Este bastón plantador es el
418
que, con el tiempo, se convertiría en la coa".276 Fueron mejorando los incas y por
ello la producción aumentaba creándose un excedente, el cual se almacenaba y
transportaban, indicando que en esta etapa la agricultura no fue la actividad
principal sino de carácter secundario con respecto de la caza y la recolección y
tampoco había una clara división del trabajo.
El "oficio" de labrador nace asociado al surgimiento de la agricultura como una
actividad permanente y sistemática, o mejor dicho, como una actividad
predominante. Al principio, todos eran labradores, todos eran "campesinos", es
decir, todos se dedicaban a la ejecución de estas funciones que pasaron también de
las más simples a las más complejas. Por medio de la observación se dieron cuenta
que plantando una serie de semillas que quizá habían caído en forma accidental al
piso, estas germinaban y daban un fruto. La primera decisión que se tomó fue la de
hacer lo que se llamaría un "huerto familiar", es decir, utiliza una porción de tierra,
aledaña a aquel en donde estaba construida la casa-habitación, siembra esa semilla
en ella y después recolectar sus frutos. No obstante el salto que esto implicaba, los
productos agrícolas no podían satisfacer la demanda de ingesta de alimentos, por lo
que las actividades predominantes fueran la de la caza, recolección de verduras y
de insectos.
Clark definió a los talleres "como lugares delimitados, donde se lleva a cabo una
actividad o un grupo de actividades similares. Una distinción es que las actividades
son, a veces mucho más especializadas y se hace repetidas veces en un mismo
lugar; la regularidad depende del nivel de producción del taller, ya sea de tiempo
Lorenzo, José Luis. Agroecosistemas Prehistóricos, en Chinampas Prehispanicas.
compilador, Carlos Javier Gonzalo, Antología, Serie Arqueología, INAH,p.98
276
419
completo o no. En los talleres hay artesanos que fabrican productos
especializados. Su producción rebasa sus propias necesidades y la mayor
parte de ellas están destinadas para venta o intercambio, de no ser así, el lugar
de la actividad sería solo "un área de actividad" y no un taller".277
Indicó que en los talleres hay evidencia de materias primas, de productos
terminados y otros productos de manufactura, pero también se hallan objetos de
desecho de talla, pero reiteró que no todos los depósitos de desechos pueden ser
talleres sino que estos deben dedicarse a fabricar objetos nuevos. Distinguió dos
tipos de talleres, unos de fabricación y otros de utilización.
Cuando mencionamos la palabra taller de inmediato la asociamos a los talleres
medievales, en donde ya se habían logrado un alto grado de especialización del
trabajo, por lo que el concepto puede prestarse a interpretaciones equivocadas.
No. Lo que importante de los sitios que se han excavado es que haya habido un
grupo humano trabajando en forma coordinada para producir artículos que no
eran para ellos sino para la comunidad y para la integración de los tributos. Si la
producción estaba destinada para satisfacer necesidades de la familia, entonces
estamos ante otra unidad de producción distinta que por cierto fue la más común
que en un principio y durante muchos años, los propietarios fabricaron sus
propios utensilios y solo cuando se crearon "ciudades más grandes" aparecieron
estos llamados talleres, de cuyo funcionamiento interno no tenemos realmente
información.
277
Clark, John. Hacia una Definición de Talleres, en La Obsidiana y Mesoamérica, p.215.
420
En el caso de Teotihuacán, es sorprendente la gran cantidad de restos encontrados
al grado de que algún investigador habló de la existencia de "barrios obreros",
como los de Manchester, Inglaterra, "que también facilitó las exageraciones" Lo
que sí parece estar claro es que la población, en la medida en que crecía y se
aglomeró en algunas poblaciones significativas, experimentan un proceso más
acentuado de diferenciación social y por lo tanto surgieron demandas muy
especializadas de ciertos bienes y servicios, que en las poblaciones más pequeñas
no se daban y que en el primer caso lo que se llamó trabajo artesanal se fue
separando y adquiriendo autonomía con respecto del trabajo agrícola.
Labradores
En cuanto a la agricultura primitiva que practicaban los mexicas, Carbajal definió la
existencia "de una especie de balsa de madera ligera, formando encima un tejido de
varas y raíces de algunas plantas acuáticas, capaces de sostener unida la tierra del
huerto y sobre este fundamento colocaban, sacándola del lago, el fango llamado en
nuestros días pantano. La figura ordinaria era cuadrilonga; las dimensiones varias,
pero por o común de18 a 20 varas de largo, 7 o 9 e ancho y cosa de media vara de
elevación sobre la superficie. Estos fueron los primeros campos que tuvieron los
mexicanos después de la fundación de la ciudad y en ella cultivaban el maíz, el chile
y otras plantas necesarias para su sustento. Habiéndose después multiplicado
excesivamente aquellos campos movibles, los hubo también para jardines de flores y
de yerbas aromáticas que se empleaban en el culto a los dioses y en el recreo de los
421
magnates. Ahora solo se cultivaba en ellas flores y toda clase de hortalizas y son
conocidos con el nombre de chinampas; en ellas prosperaron todas las plantas
maravillosamente porque el fango del lago es fertilísimo y no necesita de agua del
cielo y en las huertas mayores suele haber arbustos y aun una cabaña para
preservase del sol de la lluvia. Cuando el dueño de una chinampa quería pasar a otro
sitio o para alejarse de un vecino perjudicial o para aproximarse a su familia, llevaba
el huerto en remolque con una o más canoas, colocándole a donde quería".278
La existencia de las chinampas, entendidas como pequeños campos de cultivo que
"flotaban" en el agua, es antiquísima y corresponde dicho método a las zonas
lacustre, en donde hay escasez de tierras firmes y está presente en otras
formaciones culturales del mundo. Lo misma expresión indicaba que no se debía
proceder al observar que los tulares, los zarzales y otras plantas acuáticas, si se
amojonaban, podían permanecer fijas en un sitio determinado, también por un
tiempo determinado, sobre todo si se colocaban estacas que impidieran que los
movimientos del agua las cambiaran de lugar.
La fabricación de estas "balsas de madera", como las denominó Carbajal,
requerían la aplicación de un cierto esfuerzo laboral pues unas veces juntando
esas ramas había que colocar encima de ellas una capa de raíces y de varas que
sirvieran de "colchón" en el cual se depositaran las semillas que se deseaban cultivar.
De esta manera las superficies cultivables se ampliaban sobre todo cerca de las
riberas de los lagos y de las lagunas, atando dichas balsas a tierra firme para que no
Carbajal Espinosa, Francisco. Historia de México, desde los primeros tiempos de que hay
noticias hasta mediados del siglo XIX,, p.620
278
422
se movieran de lugar. La ventaja era evidente: se disponía, por un lado de agua
suficiente para alimentar los cultivos, durante todo el año y por la otra, de un abono
natural, que era precisamente el limo que se encontraba en los depósitos de agua.
Esta era la ventaja más notoria de este método de cultivo, cuya superficie se podía
trasladar de un sitio a otro del lago, llevando las sementeras a cuestas.
423
Dijo el Manuscrito Tovar, que estando los mexicanos en la laguna "no tenían
donde hacer una sola sementera, estando en manos de los comarcanos otorgarles
el camino y no dejarles otra cosa de provisión y mandar a sus vasallos no les
vendiesen maíz y fríjoles, que ello había suscitado una profunda y grave antipatía y
que por ello habían concitado a los pueblos comarcanos a que se fueran en
contra de los mexicanos con las armas en la mano, indicándoles que ellos (los
mexicanos) los querían avasallar y convertir en vasallos y por ello establecer la
prohibición de que pudieran mantener bastimentos al valle. Con lo que la respuesta
de los mexicanos contra Azcapotzalco había sido muy violenta "pus no habían
perdonado i a mujeres, niños, ni reyes, lo cuales fueron ejecutados sin ninguna
piedad ni lástima, ni dejando casa enhiesta ni persona con vida sino a los que
habían huido y se habrán cogido en las montañas a los cuales no perdonaron los
mexicanos porque los fueron siguiendo como leones encarnizados, llenos de furor y
de ira, hasta matarlos en la más áspera de las sierras, rindieron las armas
prometiéndoles darles tierras y asimismo darles cal y piedra y madera para los
edificios y todo lo necesario de legumbres y semillas para su sustento". 279
La agricultura de chinampas, por lo menos en esta modalidad, se puede decir que
era una "agricultura de subsistencia" pues los mexicas, en esta etapa, no tenía tierras
disponibles para la agricultura y corría el peligro de perecer si no tenían alimentos
en la cantidad requerida para mantener a su población. La situación era
verdaderamente apremiante pues el resto de los pueblos que habitaban en la
zona les eran profundamente hostiles y por lo tanto la consigna era de expulsarlos
de la región o bien, en el mejor de los casos, someterlos al pago de tributos.
279
Manuscrito Tovar, p.43.
424
En estas condiciones los primeros instrumentos de trabajo debieran ser muy
rudimentarios, utilizando las plantas y los vegetales de la zona y algunas piedras y
otros instrumentos punzocortantes que servían para cortar los tallos de las plantas y
para hacer amasijos que permitieran realizar las precarias siembras que entonces
hacían. Con palas de madera juntaban las jarcias y los carrizos; después los
amarraban hasta hacer envoltorios o bultos que se depositaran y extendieran
para hacer los pisos de las sementeras. No trabajaban en estas actividades en
"condiciones normales sino en medio de la presión militar y de la hostilidad de los
vecinos, lo que confirma la necesidad vital que tenían los mexicas de consumir
gramíneas, entre ellas, maíz.
Los estudiosos de las chinampas concluyen que fue un método que se extendía en
todas la zona lacustre, llegando hasta los lagos de Xochimilco, Mixquic, Texcoco
e incluso a algunas zonas del Vale de Toluca lo que significa que fue una
experiencia exitosa, pero desde luego muy limitada en sus alcance pues su
eficiencia productiva estaba sujeto a las fluctuaciones del agua: si había demasiada
había siempre el peligro de que la superficie cultivada se inundara y se perdiera la
cosecha y si por el contrario bajaban los niveles de las lagunas también perecían
las plantas, precisamente por la falta del preciado líquido. Se comportaban de
alguna manera como si fuera la agricultura de temporal ya que siempre dependía
425
de un suministro oportuno y suficiente de agua.
La aplicación de este método permitió construir una amplia red de canales los cuales
servían para que los caminos pudieran transportar a la agricultura hacia el sitio en
donde se encontraban las chinampas y para llevar y traer la producción a los centros
de distribución y consumo. Las crónicas hablan en forma suficiente y pormenorizada
acerca de esta red canalera que permitió transportar de los puntos más distantes
hacia Tenochtitlán y que operaban a la manera de una red carretera moderna. Si
había cientos o miles de canoas, circulando por toda la cuenca, esto facilitaba que
un solo día los productos alimenticios y otras materias primas llegaran a su
destino, la cual tuvo una sensible ejecución en el desarrollo de las fuerzas
productivas.
"A la tierra fértil para sembrar y donde se hace mucho lo que se siembra en ella
llaman Atoetli que quiere decir "tierra que el agua ha traído" y también xalatoctli
que es una tierra blanda o suelta o tierra en donde se hace mucho maíz o trigo en
pocas sementeras que hacen muchos frutos. A otra manera de tierra fértil donde
se hace muy bien el maíz y el trigo la llaman Quauhtlalli; otra tierra fértil llaman
tlalcoztli que quiere decir tierra amarilla; otra tierra fértil que es arenosa la llaman
xalotictli; a las tierras que se venden y se compran y se pasan de uno a otro llaman
tlamallacoalli que quiere decir tierra comprada y esta tierra en su mayoría son fértiles.
A las tierras cuyos dueños eran muertos y las dejaron desamparadas las llaman
426
Micatlalli que quiere decir, tierras de los difuntos; a las tierras areniscas de poco
fruto que llama Xalalli, que quiere decir tierras arenosas y estéril. A una tierra
pegajosa y buena para hacer barro de paredes; a otra tierra fértil que se llama sallalli
que quiere decir tierra en donde ha estado edificada una casa; en la tierra que la
allana y la asiente y tejen a mano llaman Tlaluitectli que quiere decir tierra asentada
a golpe; a la tierra en donde se pueden los magueyes y se han vuelto estiércol se
llama matlalli que quiere decir tierra colada de magueyes; la tierra salitrosa es
tierra estéril.280
A la existencia de tierras de distintas calidades, correspondía también distintos
tipos de agricultura siendo la de chinampas una de ellas, pero estaba la de tumbar,
rozar y quemar, la de las terrazas y la de la zona de humedades, así como la que
tenías riego. A cada tipo de agricultura correspondía también un detenido conjunto
de instrumentos de trabajo y de relaciones sociales y de estructura de poder. En
estos tipos de agricultura había la estructura de los señoríos o Tecpan, que eran
"casas reinantes" o sea grupos de pillis que eran los propietarios fundamentalmente
que tenían a su servicio a los macehuales.
En las poblaciones había pictogramas que dibujan las tierras que estaban
disponibles, a qué grupo o estamento social estaban destinados, quiénes eran sus
propietarios y cuál era su nivel de productividad. Se podían diferenciar de aquellas
tierras que eran de tepetate o areniscas, de aquellas que eran infértiles o poco
productivas, como las que estaban llenas de piedras, de aquellas que eran, por el
contrario muy fértiles y que por lo tanto eran las más apetecidas por los pillis,
280
Códice Florentino, T. III, p.381
427
primero y por los encomenderos, después durante la época colonial.
Dijo Chávez Alcázar: "el objeto del trabajo fundamental era la tierra y la múltiple
variedad de materias primas que ella generosamente brindaba, siendo el calpulli la
unidad política y estamental básica de la sociedad para la producción de los
elementos primordiales de la vida, el maíz, el chile, el frijol, el cacao, el algodón,
quedando el agricultor sometido a una política local más o menos hermética y
ajena a la política general del estado. Desde los primeros años de la ciudad, los
mexicas adquirieron destrezas en la explotación de los recursos del lago. En sus
canoas labradas pescaban con redes y con lanzas cazaban aves a lo largo de la
playa y en los lechos de carrizo. Las mujeres recolectaban huevos de aves y
prensaban una pasta de algas para formar una especie de pastel, además de
moler el maíz para la elaboración de tortillas. La actividad productiva de un hombre
debe rendir suficiente fruto para que él pueda reproducirse además de su mujer y
sus hijos. En este sentido la cooperación que los hijos hace desde pequeños en los
trabajos domésticos, constituyen una actividad importante par ala reproducción del
grupo familiar, Se debe contar además que los hijos varones pueden tener una
plena actividad productiva desde temprana edad, de 13 a 15 años."281
Siendo la zona una región lacustre, esta determinaba la vida mínima, la existencia
social de los mexicas. Esto implica el interés mostrado por Carlos Marx que al leer la
obra de Prescott sobre la conquista de México se interesara por el "factor
geográfico" pero no desde el punto de vista de una actitud fatalista sino realista. Los
factores físicos o naturales son determinantes para la existencia de los seres
humanos: esto explica, por ejemplo; la dieta de los mexicas, en gran parte basada
281
Chávez Alcázar, Margarita. Sistema Económico de la Sociedad Azteca-Mexihka, p.76
428
en productos marítimos, pero a la vez su insuficiencia pues tuvieron que desarrollar
otros cultivos como los del maíz, fríjol y el chile, hasta formar una auténtica y
multiforme vida doméstica. La existencia de múltiples recursos naturales influyó
en la división social del trabajo, apareciendo en una primera fase la que se dio entre
el hombre y la mujer y después el papel que le asignaron a los hijos, que trataban de
ser formados y educados para continuar los oficios de sus padres.
El Códice Mendocino ilustra a cerca de la necesidad que existía de que continuara
fomentándose la destreza técnica en la agricultura, la caza, la pesca y en otras
actividades; estas habilidades se inculcaban desde el seno familiar para después
aplicarse en las actividades productivas a través de largos periodos de tiempo pues
los cambios y las modificaciones en los instrumentos tecnológicos se dieron en
plazos muy largos, después y como resultado de un proceso de ensayos y errores.
Opinó también Odile que los agricultores aztecas tenían una vida prácticamente
autosuficiente pues ellos mismos fabricaban casi todos los utensilios que
necesitaban para su alimentación y de sus familias, pero también el estado permitía
el desarrollo del sistema de riego, la implantación de una disciplina férrea y eficiente,
el desarrollo de nuevas actividades como las artesanías y el comercio. "El desarrollo
de los artesanos estuvo ligado al desarrollo del urbanismo y en la emergencia y
crecimiento de la nobleza para quienes el lujo y la ostentación fueron signos de
distinción y grandeza. Los artesanos se agrupaban en barrios propios, aunque
muchos de ellos combinaban el oficio con el trabajo de la tierra y vivían dispersos y
mezclados en los diferentes ranchos de la ciudad. El oficio era, en general,
heredado de padres a hijos. En cuanto a su instrucción, comenzaban como
429
oficiales ayudando a algún maestro, en espera de aumentar sus conocimientos y
ejercer la profesión por cuenta propia".282
En una primera etapa los instrumentos de trabajo, que forman parte de las
fuerzas productivas imperantes en un momento dado, la fabricaron los mismos
hombres que las emplearon que era a su vez aquellos que también cultivaban
las tierras que estaban contiguas a sus sitios de residencia. Pero después, en
la medida en que evolucionó la división social del trabajo, esos instrumento s
de trabajo los fabricaron otros miembros de la comunidad a los cuales se las
adquieren ya sea por medio de la compra o por medio del trueque o intercambio.
Surgieron los "especialistas" en la elaboración de piezas de piedra, de madera,
de metales y así sucesivamente. Siendo estas actividades de carácter
básicamente comunitario o comunal, también la propiedad de esos instrumentos
lo eran de la misma naturaleza, hasta que sufre modificaciones la estructura de
la tenencia de la tierra y los pillis se convierten en grandes propietarios de tierras
y que empiezan a acaparar instrumentos de trabajo que "prestan" a los
macehuales.
Los "especialistas" se van conformando en grupos o estamentos cada vez más
herméticos pues han cobrado conciencia de la creciente importancia que tienen
en la sociedad, por encima de la posición de los labradores, al incorporar valor
agregado a las materias primas. La mayoría de los labradores o macehuales
quedaron siéndolo y su calidad de tales se transmitía su actividad de padres a
Roger, Odile y Turner Ernesto. Organización Económica y Social de los Aztecas y de las
Culturas que Preceden, UAM, México, 1993,131 p., p.100
282
430
hijos, pues un sector de ellos busca otras alternativas en las nuevas tareas
productivas que se iniciaban en forma prometedora en la sociedad y así mejorara
sus condiciones de existencia.
Al referirse a Tenochtitlán, Clendinnen afirmó que "mientras algunos labriegos
trabajaban las tierras de los señores fuera de la ciudad, la mayoría de los
plebeyos vivían desempeñando un oficio urbano: como fabricantes de
huaraches, vendedores de combustible, alfareros, tejedores de tapetes,
acarreadores o cualquiera de los múltiples servicios requeridos en una ocupada
metrópoli. Los pescadores, cazadores de aves y cazadores y los recolectores en
pequeña escala de anfibios y huevecillos de insectos se ocupaban en las orillas
del lago, pero a pesar de la intensiva explotación de su entorno y la
ininterrumpida contribución de las chinampas, la ciudad dependía de la
importancia de alimentos, algunos del exterior del valle, traídos por medio del
comercio o del tributo.
Las materias primas exóticas, que proveían sus famosos artesanos de plumas o
de algodón o piedras preciosas, eran obtenidas ya fuera como tributo o activado
el sistema de los pochtecas o comerciantes viajeros, un sistema que
crecientemente encontraba su centro en Tenochtitlán". 283 Pero había una
escasez crónica de madera y combustible indicando que los calpullis
especializados pagaban su tributo con los artículos que fabricaban y en general
Clendinnen, Inga. Los Aztecas. Una Interpretación, Nueva Imagen, México 1998, 435 p.,
p.14
283
431
los calpullis todavía tenía importancia como unidades administrativa, regidos
estos por cuerpos de ancianos.
La situación que define Clendinner corresponde a una etapa avanzada de la
sociedad en la que los especialistas o artesanos desempeñan una función
económica y social cada vez más importante que hacía palidecer las actuaciones de
los labriegos o macehuales. Esto no significa que hayan dejado de ser un sector
importantísimo; siempre lo fuera, o mejor dicho, siempre lo ha sido. Los agricultores
fueron en su momento al sector decisivo pues ellos se encargaban de producir los
alimentos y la materias primas que requerían la economía en su conjunto; fuera el
engranaje que hizo funcionar la estructura tributaria, mientras que los especialistas
en las distintas artes fueron creciendo en importancia económica, precisamente al
incorporar valor agregado a las materias primas que producían los macehuales. La
sociedad se fue diferenciando desde el punto de vista de los oficios y de las
especialidades, en la medida en que progresaba desde el punto de vista de la fuerza
productiva, desde la etapa de los cazadores y recolectores hasta los comerciantes y
los lapidarios para poner algunos ejemplos.
Dijo Torquemada que casi todos los indios se ocupaban de la agricultura en general,
todos eran labradores, en el cual ejercicio pasaba la vida por lo cual era grandísima
la abundancia que tenía después, no deja de tener un espacio de tierra que sembrar
y también quedó en ellas el modo rústico de cultivar las tierras con palas de palo
que llaman huictli, hechos de madera de encino que son muy fuertes y según las
provincias, así varias las formas de este instrumento; el trigo no lo conocieron estas
gentes porque del que usaban era el maíz en esta tierras firmes; en este trabajo de
campo ayudaban las mujeres y los hijos a sus maridos sembrando y cogiendo
432
juntamente y de presente lo acostumbraban. De esta manera los varones cavan y
disponen la tierra y las mujeres van tras de ellos, sembrando las semillas y los
granos y a tiempo de escardar o desyerbar les ayudaban al desyerbe y a la
cosecha; ellos lo cogen y ellas las deshojan y guardan".284
Torquemada reconoció la importancia económica y social que tenían los labradores
o macehuales en la sociedad mexica, afirmando que todos lo eran, incluyendo a sus
familias completas. En efecto, tanto las crónicas como algunos códices describen a
todos los miembros de la familia, y no solo a los padres y a las madres, en las
tareas del campo. En una primera etapa esta función es natural pues no había
individuos que pudieran ser proporcionadas por otras para realizar estas funciones,
hasta que los pillis se convierten en propietarios de tierras y por lo tanto puede
usufructuar el esfuerzo humano de los macehuales.
En una economía que tenía como finalidad esencial no el intercambio de productos
o bienes con otras comunidades, sino la satisfacción de sus necesidades internas,
primero las de las propias familias. Una economía de subsistencia como esta no
requería, objetivamente hablando, de instrumentos de producción muy avanzados
puesto que no había interés agregado y tener un excedente en la producción
que permitiera dedicado otras actividades.
Toda la vida individual y la existencia social de los macehuales estaban destinadas a
las tareas agrícolas y a las actividades conexas de la misma, entre ellas a las
284
Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, T. IV, p.247
433
festividades de los dioses de la fertilidad. En este concepto universal se ubicaba a
las familias en su conjunto pues esto era una sociedad de campesino.
García Bárcenas dijo que el Protoneolítico había comenzado la agricultura, es
decir, la domesticación de las plantas, lo que ocurrió en una región que iba desde
el sur de Tamaulipas pasando por el Valle de Tehuacán, pasando por Puebla, hasta
los valles centrales de Oaxaca a los cuales se agregaban dos regiones, Mazatlán,
en el occidente de Jalisco y la región de la Cuenca del Balsas. Entre las variedades
que se domestican estaba el maíz, el frijol y la calabaza, observando que esos
mismos alimentos y esas técnicas se localizan en el resto de Mesoamérica. Los
animales domésticos eran muy escasos, como el perro, el guajolote y las abejas, el
camote y el girasol. 285
La domesticación de los animales estaba asociada a las prácticas de la agricultura
y desde luego claro está a la vida sedentaria pues los grupos humanos, una vez
que se asentaron, si bien no todavía en forma definitiva, pero si por largos
periodos de tiempo, en un determinado sitio requerían de aguas y de alimentos, en
forma permanente, para poder subsistir y por lo tanto era necesario disponer de la
carne y de las pieles para su manutención; las pieles se requerían para fabricar
vestimentas y hacer frente a las variaciones climáticas y a los climas extremos.
Con anterioridad, para poder disponer de estos recursos se tenía que efectuar
intensas y peligrosas jornadas de caza, cuyos resultados la mayor parte de las
veces fueron imprevisibles de pero los grupos humanos necesitaban de un
suministro lo más regular posible de alimentos y materias primas y para ello, tanto
285
García Barcenas Joaquín, Tecnología Lítica, p.55
434
la domesticación de las plantas como la de los animales les fue de una gran
importancia.
Los animales fueron llevados a corrales y sometidos a distintos controles para
asegurar que no murieran a causa de las inclemencias del tiempo, para poder
alimentarlos y obtener su reproducción. Así al lado de la plantación de maíz, frijol,
se cultivaron las calabazas, los chiles y otros vegetales, así como varias semillas,
todo ello también para abarcar las necesidades alimenticias de los animales, como
las gallinas de mucho tiempo después los cerdos y las vacas, los perros. En
realidad se trataba de procesos que van en forma paralela, agricultura,
domesticación de plantas, ganadería, domesticación de animales, aunque no
seguían el mismo ritmo de desarrollo, ni tienen la misma importancia en la
economía en su conjunto, aunque en muchos aspectos se complementan.
"La posición más aceptada como respecto al origen del maíz la consideró
como resultado de la hibridación y entrecruzamiento del teosinte silvestre, Zea
mexicana. El teosinte es una gramínea de la zona semiárida subtropical de México
y Guatemala, su distribución comprende un área desde el sur de Chihuahua, hasta
el límite entre Guatemala y Honduras. Hubo una mutación en el teosinte en el que
el grano se libera de la capsula, hecho ocurrido en una sola planta fundadora;
esto habría expuesto al grano encapsulado haciéndolo fácil de cosechar".286 Al
286
De Tapia, Emily McCIung.y otros, Nuevos fecham lentos para las plantas domesticadas,
en el México Prehispánico, Anales de Antropología, Vol. 35, 2001, p.41.
435
referirse a las posibles fechas de la domesticación dijo que se calculaba su inició
hacía 5400 años, después de haber encontrado vestigios en las cuevas de Güila
Naguitz, aunque aún existe una discusión al respecto. Entre las especies
vegetales que se domestican estaban la calabaza, el chilacayote; en relación con
el frijol se domesticaron distintas variedades.
La agricultura mesoamericana tiene como espina dorsal al maíz pero este es
producto de una evolución de varios miles de años la cual no apareció en un sitio
determinado sino en distintos y por cierto, muy lejanos entre sí. Transita del
Teosinte al maíz fue un proceso de observación y experimentación en el que
participaron varias generaciones de agricultores en distintas regiones de nuestro
continente, quienes estudiaron, por ejemplo, las resistencia de las plantas ante las
plagas y los cambios atmosféricos, la dureza y resistencia de la membrana que
cubre su grano, las posibilidades de este en cuanto a su siembra en distintos
climas y espacios y a su potencialidad alimenticia.
Obsérvese que el maíz, no obstante, las potencialidades que a través del tiempo
le descubrieron los indígenas, no se plantó ni operó en forma aislada sino junto al
frijol, con el objeto de tener un complemento alimenticio muy importante. Buscaron
una dieta más amplia y variada que incluyó la calabaza, el tomate, el chile y el
amaranto. El proceso de domesticación de las plantas requiería de un detenido y
permanente proceso de observación para localizar e identificar la mutación y la
hibridación a través de las cuales se puede encontrar lo mismo las debilidades
que las fortalezas de las plantas. Estos conocimientos tardaron muchos siglos en
madurar.
436
El labrador, según el Códice Florentino: "es fuerte y diligente, cuidadoso, madruga
mucho para no perderse en la hacienda y por ninguna falla deja de comer o de
dormir, trabaja mucho en su oficio, es viejo en el saber, en el romper la tierra,
desyerbar, cavar, allanar lo cavado, hacer camellones, mover bien la tierra, ararla a
su tiempo, romper la tierra en tiempo de agua, saber escoger la buena tierra para
poder labrarla, hace hoyos para sembrar las semillas y regarla en tiempo de
secas, sembrar derramando la semilla y regarla en tiempo de secas, cegar los
hoyos en donde está el maíz sembrado, entresacar las cañas quebrándolas y
entresacar las mazorcas, quitar los hijos de la mazorca, quitar los tallos para que
crezca bien la naciente. En tanto que el mal labrador es muy negligente y haragán
y se le hace grave y molesto todo el trabajo. En su oficio es tosco y bruto, grosero y
villanazo, enemigo de dar y amigo de tomar. El hortelano tiene de oficio sembrar
semilla y plantar árboles, hacer, eras y cavar y moler bien la tierra".287
El labrador o macehual es un ser humano que existe por el trabajo y para el trabajo y
así lo es desde que nace hasta que muere, incluso traslada a su propia existencia
física y familiar a los hijos ese carácter. Está asociado, desde una edad muy
temprana, con las prácticas de la agricultura, con la aplicación de sus técnicas y
procedimientos, con el conocimiento de sus "secretos" y de sus ventajas. Pero
como las distintas fases de la agricultura están vinculadas con los dioses de la
fertilidad, entonces es profundamente religioso. La religión pesa como una lápida
pues no se puede pensar o esperar que el macehual dejar de serlo y por ello lo
más conveniente es que conozca y domine todas las actividades agrícolas pues a
ellas se dedicará toda su vida útil ya sea como labrador o campesino o como
Códice Florentino, T. 11, p.30
287
437
tributario.
En referencia al antiguo Valle de Toluca, dijo Albores, que había sido un suelo muy
rico, apto para la agricultura, sobre todo por medio de chinampas y un sistema de
humedad por medio de ciénegas, lagunas y hondos a lo largo del río Lerma, con
un sistema de raza y de milpas en las laderas de los cerros; terraceadas y tal vez
irrigación artificial. Las algunas fueron un modo permanente de alimentación
pues la población se apoyó en actividades no agrícolas de caza y pesca,
recolección de fauna y flora que el dinámico modo de vida lacustre. Este medio
"hizo posible al supervivencia de grupos sedentarios antes del despunte de la
agricultura y había dos formados de humedales una ubicada en la franja ribereña y
otra ubicada en las zonas más alejadas y tenían lugar mediante camellones y
huertos.288
La existencia de distintos tipos de humedad, derivados de la distribución de los
recursos naturales, influyó mucho en las formas de vida de los grupos humanos, de
sus formas de organización social, de sus actividades productivas y sobre todo de
sus especializaciones. Estos fueron en algunos casos, aquellos vinculados a las
zonas lacustres, es decir, a los arbustos, plantas y otros que se encontraban en
ella, como los tulares que florecieron en casi toda la cuenca y fue una de las
plantas más conocidas y publicitadas en los códices. Los carrizos permitieron
elaborar todo tipo de productos, ya sea destinado a la construcción, a la caza, a la
pesca, a la vida doméstica, puesto que estos recursos naturales eran muy
variados y abundantes y por lo tanto podían tejerse sus fibras con muy
Albores Zarate, Beatriz, ¿Matlatzinco o Valle de Toluca? Cuadernos de Investigación,
colegio Mexiquense, 1999, Toluca .p. 34
288
438
diferentes propósitos.
Al descubrir la zona matlatzinca podemos concluir que había una vasta región
lacustre, integrada por varias subregiones en las que habitaban grupos humanos de
muy distintos orígenes étnicos con características sociales y lingüísticas diferentes,
pero que hacían de la zona un todo diversificado y único a la vez, por estar
políticamente integradas bajo un sistema de alianzas y dominaciones específicas.
Para el Códice Florentino, los trabajadores o labradores eran "infieles o afortunados",
según nacieran bajo la advocación de buenos o malos signos, los que comían "pan
duro y frío", "un pan bien molido".289
En referencia al antiguo Valle de Toluca , añadió Albores, que había sido un suelo
muy rico, apto para la agricultura, sobre todo por medio de chinampas y un sistema
de humedad por medio de ciénegas, lagunas y hondos a lo largo del río Lerma,
con un sistema de raza y de milpas en las laderas de los cerros; terraceadas y tal
vez irrigación artificial. Las algunas fueron un modo permanente de alimentación
pues la población se apoyó en actividades no agrícolas de caza y pesca,
recolección de fauna y flora que el dinámico modo de vida lacustre. Este medio
"hizo posible al supervivencia de grupos sedentarios antes del despunte de la
agricultura y había dos formados de humedales una ubicada en la franja ribereña y
otra ubicada en las zonas más alejadas y tenían lugar mediante camellones y
huertos.290
Códice Florentino, T. I, p.396
Albores Zarate, Beatriz, ¿Matlatzinco o Valle de Toluca? Cuadernos de Investigación,
colegio Mexiquense, 1999, Toluca .p. 34
289
290
439
La figura del macehual está vinculada a otros valores o estereotipos, a la de la
pobreza, miseria, ignorancia, explotación; su existencia está ligada a las largas
jornadas de trabajo, el servicio de los pillis, a la mala o raquítica alimentación, al
padecimiento de enfermedades diversas, al sacrificio permanente, a los vestidos de
mala calidad. Está asociado también al destino de servicio a otros, sin la
posibilidad de emancipación alguna. Su presente y su futuro se complicaban en
medio de una sociedad en donde el fatalismo de los signos marcaba la existencia de
todos los seres humanos. Desde que nacía hasta que moría estaba sujeto a una
deidad.
Por su lado, López Lujan, señaló las características que habían originado el
surgimiento de Teotihuacán: desarrollo de la agricultura intensiva tanto en zonas
irrigadas permanentes por manantiales y ríos, como en campos humedecidos con
aguas de inundación; diferenciación entre la ciudad y el campo, incremento de la
población de la Cuenca, urbanismo desarrollado de conformidad con una
planificación
vigorosa;
diferenciación
social
asentada;
incremento
de
la
especialización de tiempo completo; consolidación de la élite en el gobierno, un
control económico, político e ideológico; influencia del estado teotihuacano en la
economía y en la política de la región; basó una buena parte de su poderío
económico en la producción y en la exportación de objetos de obsidiana. Calculó
que el clímax de Teotihuacán habían vivido entre 100 y 150 mil habitantes siendo la
sexta ciudad más grande del mundo y mantuvo un control sobre los asentamientos
humanos de la región. Dos terceras partes de la población se dedicaban a la
agricultura sobre todo el cultivo del maíz, frijol, calabaza, chile, tomate y amaranto.
440
Se utilizaban materiales constructivos como obsidiana, arcilla, basalto, andesita,
toba, había zonas de irrigación permanentes. "A diferencia de lo que sucedía en el
resto de Mesoamérica, donde la mayoría de la gente habitaba chozas
unifamiliares, casi todos los teotihuacanos vivían en conjuntos de departamentos.
Se trata de residencias multifamiliares de cal y canto que arrojaban entre 20 y
100 individuos" 291, habiendo más de 2000 de estos conjuntos.
En los estudios que se hicieron sobre la Matrícula de Tributos se detectaron
dos piedras muy importantes, la jades y las turquesas, hasta integrar el tributo del
chalchihuitl, que era un conjunto de piedra preciosas, las "cuales llegaban desde
sus lugares de origen a los centros administrativos de la provincia y de allí a manos
de las tesorerías reales; estos guardaban una parte, otra la daban como presente
o retribución a los jóvenes y principales, otros a los artesanos reales y otra a los
pochtecas para que las intercambiaran en los mercados".292 Se habían localizado
montos de jade y jadeíta en las cercanías de Tehutzina, en el estado de Puebla
"mientras daban sarta de joyas Tochpan, Xoconuchco y Coaixtlahuaca. El xihuitli o
turquesa lo localizan en la superficie de las tierras, los indígenas no necesitaron
conocer las labores de las minas para descubrirlas ya demás de su blandura facilita el
trabajo".
Las piedra preciosas, eran desde luego, muy apreciadas pues servían de ornamento
de los principales, de los guerreros, los sacerdotes y los altos empleados
administrativos, de los cuales dan información las múltiples pictografías realizadas.
Nunca les preocupó a los mexicas traerlos a la ciudad de México desde sitios
López Lujan, Leonardo. Cásico 150 - 600, La Diferencia Ciudad-Campo. Arqueología
Mexicana, 27 enero-junio 2007, p.31.
292
Matrícula de Tributos, Nuevos Estudios, p.122
291
441
geográficos muy distantes, incluso de territorios hostiles y enemigos. Establecieron
una alianza política perdurable como la mixteca y después sometieron
militarmente a una serie de poblaciones con las que aseguraron esas piedras. Por
ello, en la Matrícula se trata de "una mercancía especial", muy apreciada, ya que
las piezas que no se adquirían por medio de la conquista directa en donde había
yacimientos se adquirían por medio del comercio.
Cada Tlatoani tenía como "tesorero" a un individuo encumbrado, así llamado por los
españoles , lo que era un signo de poderío económico y político. En la medida en que
repartía a los dignatarios extranjeros muchos de estos regalos o presentes y estos
eran más grandes y variados, comprendiendo al mayor número posible de piedras
labradas y engaces de todo tipo, se reflejaba una mayor fuerza y autoridad del tlatoani.
Dijo Ponce:
"Al tiempo en cuando anda barbechar sus tierra primero hacen su oración a la tierra
diciéndole que es su madre y que la quieren abrir y ponerle arado o coa a la espalda
a este punto piden favor a Quetzalcóatl para que les de el esfuerzo de labrar la
tierra. Echan los barbechos y llegado el tiempo en que han de sembrar van a la
barbecha y ahí primero invocan a cierto espíritus que llaman tlatoques o
tlamacazques suplicándoles tengan cuidado de la sementera guardándola de los
animalejos como tejones, ardillas y ratones para que no les hagan daño durante la
siembre. Antes de empezar el desyerbe convocan a Quetzalcóatl pidiéndole su
favor y esfuerzo con ciertas palabras que usan de ese tiempo, hecho el desyerbe. Al
tiempo de coger la sementera primero hacen invocaciones a la diosa
442
chicomecoatl y cogido el maíz ya que lo han de echar a la tierra la saludan".293
Toda la vida civil de los mexicas está asociada al comportamiento de los dioses: si
llovia o no llovia, era por culpa de uno de ellos, si la semilla germinaba o no también,
si la cosecha se echaba a perder ocurría lo mismo. El Códice Florentino está lleno de
advocaciones para que estas deidades sean favorables, benevolentes pues solo
de esta manera se puede asegurar el éxito en las cosechas. El pensamiento
mágico dominante impedía la búsqueda del conocimiento de las causas de los
fenómenos naturales y la organización social estaba diseñada también para evitar
que eso sucediera pues todo el año estaba lleno de festividades religiosas que
hacían concluir que eran los dioses los que deciden el destino de los hombre y no el
esfuerzo individual de cada uno de los macehuales.
Siendo el calpulli una unidad productiva para el trabajo, cada uno de ellos tenía un
dios tutelar que era el que guiaba los pasos de cada uno de sus miembros. A pesar
de esta actitud fatalista, en el citado códice aparecen muchos llamamientos a la
perfección en el trabajo, al adiestramiento técnico, y a la continuidad del trabajo, al
desarrollo de las virtudes, pero todo esto envuelto por los velos misteriosos de los
dioses.
El estudio hizo referencia a la conformación de almácigos que son plantas cuyo
cultivo se adelanta aprovechando espacios de tierras muy pequeñas. "Los pasos que
se siguen para construir un almácigo son: se excava un hoyo en forma rectangular
293
Ponce, Pedro. Breves Relaciones de los Dioses y Ritos de la Gentilidad, Imprenta del
Museo Nacional, 1892, p.9
443
que mida más o menos diez centímetros de largo por 1.30 metros de ancho y de
unos cuatro centímetros de profundidad. Con la tierra que se saca de ese hoyo se
forma un borde alrededor del mismo. Así se queda un hueco de 15 o 20 centímetros
de profundidad. Casi siempre el almácigo se hace a una orilla de la chinampa para
poder acercar a él la canoa donde se transporta el lodo. En el fondo del hueco se
extiende una capa de vegetación o si no, una ligera capa de estiércol o arena para
que el lodo no se pegue a la superficie de las chinampas y sea más fácil desprender
los chapines. Antes de usar el lado chinampero tiene que limpiarse pues el lodo del
almacigo tiene que estar limpio para que la basura no estorbe a la hora de cortarlo.
El lodo vaciado dentro del almacigo se deja descansar 2 o 3 días para que se seque
y endurezca hasta tener la consistencia de una gelatina. Cuando ya no "laguinea" o
sea cuando ya no hace agua el apretado se corta el lodo con un cuchillo para que
queden cuadritos en forma de cubos. A estos cuadritos se les llaman Chapines".294
En cada cuadrito se colocan semillas las cuales se cubren con una ligera capa de
estiércol o de tierra muy fina.
Con los almácigos se propiciaba un uso intensivo de pequeños espacios de tierra que
en otras condiciones hubiesen quedado abandonados, así como la posibilidad de
asentar el proceso de germinación de las plantas. Proceso que naturalmente podía
durar varios meses, en los almácigos duraban unas cuantas semanas o días. Dichos
procesos no se dejaron a merced de factores aleatorios, como la lluvia o el viento, la
posible acción depredadora de la fauna nociva sino estaba vigilada y controlada por
los hombres pues los almácigos podían incluso quedarse en espacios cerrados,
hasta que llegaba el momento en que serían transportados a las chinampas.
294
Las Chinampas, p.41.
444
Al referirse a las formas de sostenimiento de los primeros habitantes del Valle de
Tehuacán en donde se encontraron variedades de maíz muy antiguas, Armillas
afirmó que vivían de la explotación de los recursos naturales, de la caza mayor y
menor y de la recolección de frutos silvestres; había una especie de équidos
salvajes que se extinguió muy pronto. En el octavo milenio antes de Cristo quedó
cubierto con una densa cubierta natural de matorral y arbustos espinosos, y ello
condujo a la desaparición del caballo salvaje o del berreado y de la llevar. Además
del maíz, se consumía frijol, aguacate, se fabricaban platos fibrosas, cordeles y
redes, magueyes y una especie de algodón; se encontraron molinos de mano para la
trituración de granos y semillas. Dijo que había surgido una hibridación de las formas
primitivas de maíz, lo que permitió avanzar a una economía plenamente agrícola,
afirmando que este proceso de cultivo no fue exclusivo de México sino que también
se dio en Arizona, Nuevo México y a partir de 3,000 a 1500 A.C., aparecieron razas
de maíz de alto rendimiento.295
Precisamente, Florescano se refirió a la aparición del cultivo del maíz que permitía el
desarrollo de la agricultura y la sedentarización de las comunidades humanas,
considerándolo como un cambio de menores proporciones y consecuencias
sociales ya que casi todas las expresiones culturales de esos pueblos, como la
religión y la astronomía, gravitaron sobre este cultivo. "En su quehacer cotidiano el
hombre veía intervenir las potencias divinas que mantenían la dinámica y el
equilibrio del cosmos. En los elementos esenciales: la tierra, el agua, el sol, los
planetas, moraban espíritus diversos, potencias benéficas y destructivas, a la
vez, que él tenía que conjurar y propiciar para que continuara el ciclo de la vida.
295
Armilla, Pedro. Origen y Desarrollo de la Civilización Prehispánica, p.271.
445
De la misma manera, el cosmos era el escenario de una lucha perene entre
fuerzas antagónicas: el sol, la potencia luminosa, diariamente entablaba una
lucha cósmica con los elementos de la noche. Combates cíclicos y perennes. El día
seguía a la noche, las estaciones se sucedían una dentro de otra, pero entrañaban e
iniciaban otra vez el mismo movimiento. Ese orden expresado en la tierra. La
vegetación moría en el invierno y renacía en la primavera, la época seca era seguida
por las lluvias...
Sin embargo, resultaría excesivo afirmar que los macehuales estaban sometidos a
un conjunto de fatalidades y de sujeciones que impedían la emancipación, pues
el hecho de estar en permanente contacto con la naturaleza les permitía ejercer la
observación empírica de los fenómenos.
Con la aparición y uso de las semillas del maíz estudiaron los fenómenos de la lluvia,
las relaciones que éstas tenían con la germinación de las plantas y las estaciones
del año para poder programar la realización de las operaciones de barbecho,
limpia y preparación de las tierras, colocación de las semillas, siembras,
desyerbe, crecimiento de las plantas. Sobre todo se dieron cuenta en qué
momento se producían estos fenómenos, ligándolos con las precipitaciones
pluviales.
Después venía el levantamiento de las cosechas, su almacenamiento y distribución
de conformidad con las normas de la época. Estaban sujetos no solo a los deseos y
humores de los dioses sino a los ritmos de la naturaleza, teniendo una
446
cosmovisión dialéctica pues todos los fenómenos estaban concentrados y sujetos a
la estrecha lucha entre el sol y la noche, entre la vida y la muerte; el invierno está
asociado con el agotamiento de la vegetación o a su "muerte", mientras que la
primavera, a su resurgimiento, o sea a la "a la vida" en el campo.
Entre las plantas que se cultivaron en tiempos prehispánicos, Armillas mencionó a
los siguientes:
Maíz, huautli, alegría, frijol, de muchas variedades, escamotes, ayocotes,
chilacayote, chayote, jícama, camote, yuca, girasol, chía, epazote, tomate o
tomatillo, jitomate, chile. Entre las plantas aromáticas estaban la vainilla y entre las
frutales, el aguacate, papaya, chirimoya, zapote blanco, mamey, zapato prieto,
chicozapote, capulín, jocote, tejocote, guayaba, nanche, nopal, pina, cacao. Entre los
receptáculos, estaban el guaje, la jícara y entre las fibras, el maguey, el algodón.
En materia de colorantes estaban el achiote y el añil. Plantas para usos rituales, el
tabaco y el copal y las ornamentales eran la dalia, el nardo, cacomite, flor de muertos
o cempaxúchitl.296
Armillas realizó un importante estudio sobre los sistemas de cultivo existentes
en Mesoamérica en el que afirmó que "el clima mayor de la región correspondía a
los tipos de sabana y pradera, húmeda o calihumeda, caliente o mesotermal, con la
común característica de las lluvias deficiente en invierno. Casi la totalidad de la
precipitación pluvial se concentra en cinco meses, de mediados de mayo a
mediados de octubre, pero añadió que la culminación de este procedimiento
habían sido los cultivos de riego y humedad de las chinampas del Valle de México
que incluye la construcción artificial del suelo y su consolidación; siembra en
296
Armillas, Pedro. Origen y Desarrollo de la Civilización Indígena, p.342.
447
almácigo, para ahorrar espacio en las chinampas mientras las semillas germinan y
comienza el desarrollo de la planta, trasplante, abono, riego a brazo, abrigo para la
protección de las plantas contra las heladas, renovación del suelo mediante el limo
extraído del fondo de los canales que rodean las chinampas y entre las obra que se
construyeron en la antigüedad, durante la época tolteca, se construyó un dique para
represar la aguas del río Tula y se hicieron chinampas en Tequixquiac y Xaltocan,
todo ello durante los siglos XII al XIV para concluir que "el desarrollo de la sociedad
teocrática en Mesoamérica, es decir, lo que los arqueólogos designan como el
horizonte clásico, está relacionado con un aumento de la productividad basada en
sistema de agricultura intensiva, de riego".297
Los estudios que hicieron Armillas y Palerm ilustran sobre la íntima vinculación
que existía entre la aplicación del riego y el incremento de la productividad
agrícola, como base para satisfacer las necesidades alimenticias de una población en
ascenso como la del Valle de México. Ellos hicieron notar que no había un solo tipo
de agricultura sino varios tipos de agricultura, desde la más primitiva por ser aquella
que estaba ubicada en tierras estériles, hasta las de más alta productividad, que
eran los que tenían tierras de mejor calidad y que disponían de agua de riego
todo el año. Estudiaron la construcción de obras hidráulicas, pequeñas y
rudimentarias, hasta las "grandes obras" que permitieron hacer un uso más
racional del agua y convertirlo en un factor productivo.
El proceso utilitario de las plantas, que con anterioridad se podía considerar como
Armillas, Pedro. Notas sobre Sistemas de Cultivo en Mesoamérica, Cultivos de Riego y
Humedad en la Cuenca del Río Balsas, en Anales del instituto Nacional de Antropología e
Historia, número XXXI, 1947-1948, México, 1949, p.92.
297
448
aleatorio pues estaba supeditado a las estaciones de lluvias, se transforma en un
proceso más seguro y predecible en sus resultados pues la disponibilidad de agua
facilitaba la germinación de las semillas y de las plantas y la recolección de las
cosechas, conjurándose los peligros de las hambrunas que azotaban
recurrentemente a los pueblos.
Observó Fournier los distintos tratamientos que recibió el maíz desde que se servía
hervido, triturando los granos, tostados como las rosetas de maíz y producían tortillas
relativamente delgadas, memelas, tlacoyos, tlayudas o totopos, tamales salados o
dulces, gorditas, pinole. En forma semicolada estaba el pozole, el atole, el téjate,
taxcalate, esquite; bebidas fermentadas, la chicha, el tezquino, el tepache. Después
estudió la fabricación de comales que se encuentran en prácticamente todas las
ciudades como Tehuacán, Teotihuacán, es todos los periodos de la historia de los
pueblos, en toda la etapa.
Por ejemplo, encontró que en la región de Tula había comales desde la época del
Epiclásico, en la región de Mezcala, desde el periodo clásico y se trata de objetos
de loza anaranjada o negro sobre anaranjado. Se utilizaba sobre, todo arcilla; las
unidades productivas son de carácter doméstico y familiar y se incluye el modelado
simple en donde se utiliza una aplanadora que se hace sobre todo de piedra, se
empleaban instrumentos de metal o espinas de maguey para cortar y carecían de
decoración.298
Al estudiar el origen de la agricultura americana, Armillas ubicó extensas regiones,
desde México hasta Guatemala, hasta Bolivia en donde aparecieron el maíz, el frijol
298
Fournier, Patricio. El Complejo Nixtamal en Tortilla, P25.
449
y la calabaza, mientras que en las tierras bajas sudamericanas como Colombia y
Venezuela, aparecieron la mandioca y los camotes y en la zona andina la
papa. Habló sobre el surgimiento del
maíz indicando que en excavaciones
del subsuelo de la ciudad de México se habían encontrado muestras de polen de una
planta silvestre y era "accesible a los grupos recolectores antes de los inicios de la
agricultura" y después se hicieron otros descubrimientos en unas cuevas de
Teotihuacán. En las estribaciones de la Sierra Madre Oriental Tamaulipeca, se
encontraron guajes, chiles y una cierta variedad de frijol. "Los inicios tentativos
de cultivo de plantas no produjeron un cambio repentino o revolucionario en la
vida de la gente. El cambio económico totalmente basado en la agricultura ocurrió
miles de años después de inicio de las actividades del cultivo. La evolución cultural
del salvajismo a la barbarie no coincide con los comienzos del cultivo. Fue el
alcance de un nivel superior de eficiencia en la producción de alimentos, a través de
la propagación de plantas de alto rendimiento lo que cambió radicalmente las
condiciones de vida".299 En los casos de Zacatenco y El Arbolillo sus moradores
vivieron en esos lugares por largos periodos de tiempo, sus casas fueron construidas
con varas emplastadas con lodo y sus techos eran cobertizos de paja.
Por su parte, Palerm insistió en el uso de las tecnologías que se emplearon durante
la etapa prehispánica para concluir que "había alcanzado niveles de eficiencia y
de productividad comparables, sino superiores, a la forma contemporánea
más avanzada. La leyenda de una agricultura de menor subsistencia o bien
capaz solamente de generar en casos excedente, quedó destruida; los restos de
1 Armas, Pedro. Desarrollo Científico y Cultura, de la Humanidad, 1200 A.C, a 400 D.C,
América, p.269.
299
450
los sistemas prehispánicos de regadío comenzaron a aparecer por muchos lugares,
algunos de ellos todavía en uso a pesar de su considerable deterioro; se localizan
numerosas terrazas agrícolas, así como jagüeyes, presas de almacenamiento y
diques de desvío de agua de los ríos. De todas las primeras grandes civilizaciones la
mesoamericana es, seguramente, la que ha tenido infundamento económico más
integrado agrícola. Por una parte, la cría de animales domésticos, con cierta
importancia económica, estuvo reducido casi exclusivamente al guajolote (pavo)
y al perro. Faltaron los grandes mamíferos, tanto de corral como de rebaño,
característicos del viejo mundo".300
La importancia que Palerm le concedió a las obras hidráulicas mesoamericanas
es, sin embargo, excesiva, en sus consecuencias económicas y sociales. La
tendencia que describen los cronistas indica que, por el contrario, la ciudad de
Tenochtitlán siempre padeció de una grave insuficiencia de alimentos, teniendo que
recurrir a fuertes e importantes volúmenes de importaciones, de regiones que
estaban más allá de las fronteras del Valle de México.
Por otra parte, las obras que se localizaron indican una importancia más bien local
que regional, como sucedió con lo que se describe en la región acolhua. La
eficiencia de la productividad se podría medir en los volúmenes de tributos que
llegaban a Tenochtitlán en forma regular pero en este caso también
observábamos que muchos de los faltantes se cubrían con las transacciones
comerciales, cuya importancia económica y social fue creciente en la sociedad
mexicana, lo que indicaba su valor específico en la economía en su conjunto.
Distinguió Armillas dos "evoluciones"; una la del cultivo de las plantas y la
300
Palerm, Ángel. Agricultura y Sociedad en Mesoamérica, p.178
451
domesticación de los animales, la aparición de nuevas técnicas de transformación,
como la piedra pulimentada, el tejido la alfarería y la otra "evolución" apareció
asociada a los aumentos de productividad mediante el desarrollo de las técnicas de
la agricultura intensiva, "mientras la metalurgia es antigua en el Perú, es más reciente
y menos desarrollada en Mesoamérica. Producción agraria superior a las necesidades
de subsistencia y reserva de los productos, es decir, excedente y el sistema social
para la concentración de los excedentes, especialización de tiempo completo, tanto de
artesanos como en otras actividades, mercados formales, monedas, comercio
exterior, mercaderes profesionales, estratificación social de base económica, con
dominio de la clase superior sobre los medios de producción; gobierno político
con concentración de poder, guerra organizada como instrumento político, centros
urbanos sostenidos con la renta de las tierras, tributo y los ingresos del comercio".301
Consideró que había distintos grados de desarrollo, desde las regiones atrasadas,
hasta las que habían alcanzado un alto grado de civilización.
El método nativo utilizaba la técnica de tumba y quema para despejar los campos en
los sitios en donde la cubierta vegetal lo hace necesario y alterna periodos de cultivo
y descanso de ciclo corto, en los que los de descanso se aproximan al número de
años en que el campo puede mantenerse bajo el cultivo intensivo. El largo descanso
que se requiere para la restauración de los nutrientes vegetales en la mayoría de los
suelos de trópicos húmedos incluyendo el bosque tropical en Mesoamérica y que
permite el crecimiento de la selva durante un periodo mucho mayor que el que se
necesita para el cultivo. En muchos lugares, la época de siembra que dura todo el
año permite, en el caso de haber riego, el cultivo continuo del mismo terreno y la
301
Armillas, Pedro. Programa de Historia de la América Antigua, p.319.
452
recolección de dos cosechas ininterrumpidas anuales. El riego posibilita la siembra
de cultivos con requerimientos especiales de humedad, todo como el algodón y el
cultivo de árboles de cacao, sumamente sensible a la sequía", dijo Armillas.302
Dijo Wittfogel que en México se habían realizado obras hidráulicas de una gran
importancia como las del Valle de México, sobre los cursos de los ríos Tula, Lerma y
Atlixco y en la zona contigua de Colima y Jalisco. "Las mayores concentraciones y
obras más importantes de la irrigación coinciden generalmente con la mayor
densidad de población, con la distribución de los centros urbanos más importante
y con los núcleos del poder político y expansión militar", citando aquí a Palerm. La
expansión de la construcción monumental en Mesoamérica durante la primera
parte del primer milenio después de Cristo pudo haberse debido a una lluvia
menor y a una irrigación mayor, pero esto no quiere decir que antes del periodo
clásico las precipitaciones no fueran suficientemente regulares como para que el
recurso del riego constituyese una necesidad". Hizo referencia también a los
trabajos de Palerm y Wolf, indicando que había obras hidráulicas de gran tamaño
en la región de Texcoco y así Texcoco avanzó desde "unas condiciones
marginales hidráulicas a otras más centradas"
Como es lógico esperarlo, las obras de irrigación que se han localizado, la mayor
parte convertidas ya en restos y otras, las menos que se encuentran aun en
funcionamiento, eran concordantes con el tamaño de las poblaciones a las que
servían pero en realidad no se han encontrado evidencias empíricas de "obras
grandes" como serían grandes presas o canales. Decimos "grandes" si
302
Armillas, Pedro, Programa de Historia de la América Antigua, p.119.
453
recordamos las que se han encontrado en Mesopotamia, Egipto o China en donde
sí se movilizaron miles y miles de personas para efectuar las construcciones
ya citadas.
Es difícil
hablar entonces de "estado hidráulico", como los que pudieron haber
existido en Egipto para regular las aguas del Nilo; en rigor, se trata de obras en su
mayoría pequeñas que servían para regular las aguas de las lagunas y lagos donde
el desnivel que tenían los lagos de Chalco, Texcoco y México, la calidad de sus
aguas, calibres y dulces, pero sobre todo las obras encontradas por Palerm y
Armillas son derivaciones de agua de los depósitos mayores hacia las zonas de
sembraduría, es decir, se observa una clara intención de utilizarlos para riego.
Hoy en día en varios poblados de la zona acolhua encontramos restos de este tipo
de obras, pero es difícil concluir que había un estado político que hacía girar su
existencia en torno a ellas. No. Esa era una de sus funciones, pero no la principal. La
obras ciertamente están relacionadas con los centros urbanos pero sobre todo con
las zonas de sembradío que se encontraban contiguas y que se siguen
encontrando, aunque ya muy disminuidas por el creciente de la "mancha urbana".
Entre los instrumentos que se utilizaban para construir o cultivar las chinampas
estaban la coa, la estaca, el regador, la garanda, el rastrillo, la tlaxpala. Después
apareció la pala, el azadón, el cuchillo de aflojar, el cero, el cuchillo para cortar
capines, bieldo y la pala. Había otras formas de construir chinampas que era la de
utilizar partes de los terrenos cenagosos o pantanosos, de las orillas de los lagos en
donde se cavaban zanjas alrededor de un lote rectangular. "El lodo que se sacaba
454
de las zanjas se echaba sobre el terreno que sería la chinampa. Cuando las zanjas
quedaban terminadas a lo largo de los cuatro lados, las parcelas quedaban
convertidas en pequeños islotes. También se sembraban árboles en los extremos
para fijar la tierra y evitar la erosión. Para construir una chinampa se juntaban a
trabajar un grupo de 6 o 7 personas durante toda una semana hasta dejarlas listas
para cultivarse. Este trabajo no se pagaba; los mismos chinamperos se ayudaban
unos a otros. Cada familia cultivaba su chinampa para el mantenimiento de los
canales, el control del nivel del agua y el cuidado en general de las chinampas era
trabajo para todos los habitantes de cada pueblo chinampero que cooperaba
voluntariamente".303
Al referirse a las técnicas empleadas, en este estudio se hizo referencia a los
llamados "abonos" orgánicos que eran plantas acuáticas de diferentes tules y lirios;
también se sembraba chile y jitomate, lo que producía mucho excremento de
murciélagos y también se empleaba el excremento humano.
Carrasco desde luego está de acuerdo en que la base material de la cultura en
Mesoamérica era la agricultura, pero había una especialización bien definida ya que
había plantas como el cacao, el algodón, las frutas que pertenecen a un medio
ambiente específico y desde luego la técnica de cultivar eran muy diversas, desde
las que se aplicaban en las selvas tropicales hasta las de las montañas de clima
frío; había sistemas de riego, terrazas y chinampas pero finalmente admitió que
"en materia tecnológica estaba menos desarrollado que los países del Viejo Mundo.
Las Chinampas, una Técnica Agrícola muy Productiva, sin autor, Árbol, Editorial, México,
1982, 81 p., p.36.
303
455
No había grandes cuadrúpedos domésticos, de modo que no se podía contar con
la aportación de estos animales en el cultivo como bestias de tiro para el arado y
como fuentes de abono. Había animales domésticos, como el guajolote y el
perro que suministraba carne, pero ninguno podía dar leche o pieles en
abundancia. Otros recursos técnicos que faltaban eran los arados, con sus vados
usos en el transporte y en las máquinas como poleas, tornos, molinos, ruecas.
Igualmente los metales conocidos, oro, plata, cobre se usaban principalmente para
hacer adornos. El útil del metal más importante era el hecho de cobre para el
desmonte y el trabajo de la madera. La coa, una combinación de palo y bastón
sembrador, era generalmente de madera; como instrumento perforante se usaban
espinas de maguey y punzones de hueso".304
Podemos definir a esta economía como una economía campesina debido a que
la espina dorsal de la estructura material en general era la agricultura en sus
distintas modalidades, tanto por el peso específico que tenía aquella actividad en el
conjunto, como por el número de individuos que trabajaban en ella. La mayoría
de las poblaciones trabajadores estaban constituidas por labradores, pero no es
posible precisar algunos porcentajes numerosos. Esta conclusión se puede
fácilmente obtener por medio de evidencias sociales y económicas, derivadas de
las constancias con lo que se refiere a esta actividad la absoluta mayoría de los
historiadores y cronistas.
Sin
duda,
que
la
existencia
de
zona
de
irrigación
planteaba
una
superioridad de esas poblaciones en materia de productividad de la tierra, con
respecto de aquellas que basaban su agricultura en las precipitaciones pluviales
304
Carrasco Pedro. La Sociedad Mexicana antes de la Conquista, 17 p.21
456
que existían cada año y que estaban sujetas a múltiples variaciones.
Enrique Florescano y otros han estudiado, por ejemplo, las sequías que hubo en el
periodo novohispano, los cuales derivaban en una carencia muy grande de alimentos
que llegaban hasta la hambruna la desesperación. Las crónicas prehispánicas refieren
la existencia de este tipo de fenómenos naturales: indican que faltaban alimentos
suficientes y que obligaban a numerosos grupos humanos a trasladarse de un sitio a
otro, al grado de perder sus propias tierras y de tener que vender a sus hijos
como esclavos para adquirir un poco de maíz. Pero no coincidimos con la
información de Odile y Torres de que la zona de riego, estaba generalizada. No. En
nuestra opinión, el segmento de la agricultura prevaleciente, si bien no único, era el
de la agricultura de temporal, entendida como aquella que está relacionada con las
lluvias, siendo la de riego un sector de la agricultura en general, como lo fue lo de
chinampas.
Sarmiento hizo estudios sobre la población humana, tomando en cuenta los
avances de las técnicas, de las artes mecánicas, de los aperos de labranza, la
construcción de casas de madera, afirmando que la técnica se haya asociada a
distintas actividades humanas, indicando que por ejemplo, los individuos que tenía
el huso también tenían los molinos y los tornos. Observó que el estudio de la
cultura material era necesario no solo para el estudio de la historia económica "sino
para el quehacer del hombre común, la materialización de su labor cotidiana pues
tiene incidencia en la conjugación de los individuos y de lo colectivo". En relación
con el estudio de la mortalidad destacó la importancia que tenía en su conexión
457
con su entorno social y material.305
La historia de los instrumentos técnicos o tecnológicos es recientemente importante
pero es apenas una parte de la historia económica de una sociedad y una parte
menor todavía de la historia social. Estudiar ese aspecto, su evolución, sus
cambios, nos dice muy poco y lo que importa es conocer y valorar sus
repercusiones, primero, en las actividades productivas y después en un contexto
más amplio, a la sociedad en su conjunto. Este último aspecto es el más profundo,
amplio y complicado. Siempre existe el riesgo de reducir los acontecimientos
históricos y las modificaciones que se dan en el terreno tecnológico, lo que
significaría otorgarle una autonomía y una preponderancia que ese aspecto tiene.
En efecto, puede haber instrumentos tecnológicas "muy atrasados" desde el punto
de vista formal, pero la participación masiva de los trabajadores, por ejemplo, en la
construcción de pirámides, templos religiosos y otras
producir excelentes resultados materiales.
instalaciones,
puede
La técnica, siendo desde luego
importante y en algunos casos hasta decisiva, sobre todo en los niveles de
productividad, en una parte de la estructura económica y social pues
finalmente lo que sobresale es la capacidad de los individuos para operar y
manejar esos instrumentos, pero sobre todo, los frutos que producen y más que
eso, a quién o quiénes beneficiaban.
Si bien Palerm le concedió una gran importancia económica y social a la existencia
Sarmiento Rodríguez, Ismael. El estudio de la Cultura Material, interés de la Ciencia
Histórica y Antropológica, Anales del Museo de América, 13, 2005.
305
458
de sistemas de regadío, no los convirtió en una causa absoluta pues dijo que se
trataba de "progresos interrelacionados en varias esferas, como la agricultura,
transporte, comercio, tecnología y organización sociopolítica", mientras que en
materia agrícola no solo existieron las plantas destinadas para el alimento sino
también las que servían como materias primas, pero también hubo un
perfeccionamiento de las técnicas de los artesanos y un acelerado desarrollo de la
urbanización pero para ello era "necesario una población agrícola numerosa de
una densidad tal que llegara al límite ecológico establecido para el sistema
agrícola en uso, que los ricos que no hubieran sido agotados por la sucesión
exagerada de cultivos y por la erosión, técnicas agrícola que permitieron un alto
nivel de productividad de regadío, la posibilidad de suplementar la producción
agrícola con alimento procedentes de los lagos y los ríos, facilidad para transportar
rápidamente los productos, comercio próspero y activo, producción manufacturera en
escala considerable, existencia de organismos que permitieran estimular la
producción de alimentos".306
La agricultura de regadío, en la medida o grado en que existía en cada región
del Valle de México y en el Valle en su conjunto, sí implicó un importante avance
tecnológico y a la vez económico y social pues permitía elevar la productividad
de las tierras y así alimentar, sin problemas adicionales, a una población
completa. Resultaría una posición unilateral considerar que esas zonas
privilegiadas, precisamente porque no hay evidencias arqueológicas de que
hubiesen sido el elemento determinante, hubiesen influido en la integración del
poder político dominante.
306
Palerm, Ángel. Agricultura y Sociedad en Mesoamérica, en SEP-Diana, 1980,194 p., p.67
459
Lo que sí encontramos en algunas crónicas es el surgimiento de una serie de
dificultades y de conflictos entre las poblaciones con el señorío predominante en
una cierta región, por el uso y usufructo de las aguas, sobre todo las de los ríos.
Fueron otros los elementos que influyeron en forma decisiva en la integración del
poder político, mucho más importantes que el factor hidráulico como fueron el
régimen tributario y las guerras de conquistas, entre otros. Tampoco
encontramos en las crónicas prehispánicas descripciones de muchas grandes
obras hidráulicas que de haber existido se hubieran registrado en los escasos
testimonios que subsistieron.
Morgado repasó los enfoque tradicionales que se habían formulado respecto de
Teotihuacán, hechos por Millán, Sander, Manzanilla que enfatizaban en una
elevada inversión energética y de movilización del trabajo, una agricultura
intensiva en el valle, un carácter pluriétnico de la población ubicada en las clase
media en los conjuntos habitacionales de Zacuala, Atetelco y Tetilla. "Por ello se
trataría de una ciudad clasista con un estado de tipo hidráulico, encontrándose
en la cúspide los sacerdotes" pero no se ha encontrado suficiente evidencia
arqueológica que justifique este tipo de estructuras sociopolíticas y tampoco se
han encontrado vestigios de la existencia de una red hidráulica, en relación con las
tesis de William Sanders que habló de un sistema de irrigación muy desarrollado".307
En muchas sociedades humanas, como la purépecha, los otomíes o más aun la
mixteca, había superficies irrigadas, pero no por sus dimensiones, ni por su
Rovira Morgado, Rossend, Relaciones de poder y economía política en Teotihuacán:
investigaciones y orientaciones, teóricas actuales, Universidad Complutense de Madrid,
Anales del Museo de América, Núm. 16, 2009,17 p.
307
460
impacto económico, se puede concluir que había estados hidráulicos como los que
describe Witogel. Necesariamente ese tipo de obras tenían grandes y
medianas presas, acueductos, canales y otros sistemas que por lo demás no
podían existir en donde las corrientes y los depósitos de agua no eran tan
importantes, como los grandes ríos que había en otras regiones del mundo.
La agricultura, concebida no como una actividad productiva única pero sí la más
importante, condicionó e impulsó el crecimiento de los grandes centros urbanos ya
que se estaban asegurando su manutención. Había en esos centros, como fue el
caso de Teotihuacán, no solo mayores densidades de población trabajadora sino
también funcionarios gubernamentales y religiosos, militares, en los cuales había que
proveer a sus necesidades. Por esta razón encontramos que al lado de este centro
había amplias zonas de cultivo, que estaban a su vez cerca de ríos y lagunas, que
aseguraban el cultivo de plantas y cereales.
La aparición de la agricultura, entendida como un conjunto de prácticas sistemáticas
en las que se involucraban a miles de personas, tuvo repercusiones en otras
esferas productivas, como la aparición de cerámicas diversas para almacenar
alimentos, la fabricación de cestas de diferentes tamaños y así surgió la jarcería,
la construcción de silos y almacenes, con el uso de piedra más resistente y la
fabricación de azadones y picos para desbrazar las tierras con mayor eficacia y
rapidez y otros avances tecnológicos y sociales.
Si bien fue un cambio revolucionario en la forma de vida (relaciones sociales) en
que vivían los seres humanos, implicó también el surgimiento de nuevas
461
contradicciones sociales, como las que señala Olivares, como fueron las relativas a
un creciente separación entre los individuos que detentaban una mayor superficie
terrestre y la que los tenían en menor grado, lo que fue eliminado paulatinamente el
igualitarismo que caracterizó a esas sociedades primigenias, apareciendo formas de
acaparamiento de productos finales de instrumentos de trabajo y por lo tanto, formas
de coacción, sin que se pueda afirmar que ya existe el estado.
Childe, al referirse a las primeras etapas de la agricultura, mencionó la tendencia a
acumular un sobrante, "una planta cultivada no debe ser consumida tan pronto
como se cosecha. Los granos deben conservarse y escatimarse de modo que duren
hasta la siguiente cosecha, por un año entero. Es necesario apartar una porción de
cada cosecha para la siembra. La conservación es fácil pero implica, por una
parte, previsión y economía y por otro lado, receptáculos para almacenamiento.
Estos son tan esenciales como la vivienda y en realidad puede haber sido
construido con más cuidado que ellas.
El sobrante obtenido de este modo ayudará a la comunidad a superar las
dificultades en las malas, épocas, formando una reserva para los periodos de
sequía o de fracaso de la cosecha. La simple comunidad productora de
alimentos no depende, para ninguna de sus necesidades vitales o del trueque o del
intercambio con otro grupo. Produce y recoge todo el alimento que necesita.
Tiene a su disposición, en su inmediata vecindad, las materias primas que requiere
para su simple equipo. Sus miembros integrantes o familia fabrican las
462
herramientas, utensilios y armas que necesita".308 Definió a esta "economía
neolítica" como un rasgo universal en el progreso de la civilización y aunque
mencionó muchas regiones del mundo, no incluyó a América.
Las tareas de la producción en las pequeñas aldeas descansaban en las familias
como unidades sociales complejas pero después se asociaron varias de ellas con
el objeto de contar con una mano de obra mayor. La finalidad no era solo
reproducir lo que la aldea necesitaba en forma perentoria sino también
crear
reservas, emitir una serie de medidas previsoras, que fueron atisbo de planeación
para satisfacer necesidades sociales futuras. Contar con reservas equivalía a
asegurar la alimentación de los niños y jóvenes, es decir, de las nuevas
generaciones lo que proporcionaba la continuación y la preservación de las
comunidades. Tener este tipo de disponibilidad adicionales permitía, además, que
las comunidades pudieran hacer intercambios con otros poblados y aldeas e incluso
obtener otros productos o alimentos que no se tenían, hasta desempeñar
funciones complementarias para el enriquecimiento y diversificación de la dieta
humana.
308
Childe, Cordón, V. Los Orígenes de la Civilización, p.125
463
En los Anales de Tlatelolco se hizo alusión con mucha frecuencia a los
macehuales, como fue la ocasión en que algunos de ellos abandonaron
Tenochtitlán precisamente para fugarse a Tlatelolco ante el asedio de los
españoles y dijeron; "señores, mexicas, Tlatelolco. Quizás ya falta poco, solo nos
quedan los almacenes y nuestra tierra pero los extranjeros no han de apoderarse de
ellos, Aquí está vuestra riqueza. Las divisas que para vosotros ha guardado vuestro
señor, los escudos y las mercancías, los tocados de pluma, las ovejeras de oro, las
chalchihuites y ya estando los españoles en Tenochtitlán, aquellos le pusieron
precio "el joven, el sirviente, la doncella, el niño, cualquier macehual podía valer
dos medidas de maíz, diez panes de mosca acuática o veinte panes de zacate y
estando los españoles en Coyohuacán se repartieron todos los pueblos; luego
también la gente de todos los pueblos fue dada en encomiendas y entonces se hizo
el repartimiento, entonces se estableció la encomienda".309
Esta ductilidad de las instituciones era un reflejo de que se trataba de una sociedad
de estamentos sociales y no de clases sociales, que estaban en proceso de
formación, lo que fue acelerado por la conquista y colonización española. Por ende,
los intereses materiales de esos grupos sociales aun no estaban consolidados,
con la fuerza y nitidez que la tuvieran en etapas posteriores. Esta flexibilidad se
observa en relación con la llamada esclavitud, que dista mucho de ser la esclavitud
de la sociedad griega. Para tener y mantener un régimen esclavista,
suficientemente desarrollado, se requiere que la sociedad genere un producto social
Anales de Tlatelolco. Paleografía y Traducción de Rafael Tena, CONACULTA, México,
2004,177 p., p.123.
309
464
lo suficientemente amplio que le permite realizar esa función pues aunque los
esclavos eran considerados "cosas" en realidad eran seres humanos que
necesitaban alimentarse y un techo para alojar a sus familias. No lo pudieron hacer
los mexicas y por ello los esclavos, una vez cumpliendo el objetivo, que era el de
utilizar su fuerza de trabajo, en un periodo transitorio, era dejado en libertad.
En relación a la esclavitud perpetua, de la que habla Moncayo y Anaya, no hemos
encontrado registros en las crónicas históricas, en cambio sí existen registro en las
otras variantes de la "esclavitud" que fueron modalidades predominantes"
465
Indicó por su parte, Carrasco que los hogares de los macehuales eran una unidad
económica pues sus miembros trabajaban las tierras para su sustento familiar y
también para dar el tributo y sus servicios personales, en el hogar de labradores y
artesanos, todos cooperaban en la producción para el sustento de las casas, el
hombre se dedicaba al cultivo de las tierras y la mujer a hilar y a tejer y ayudaban
a la fabricación de artesanías. "Los macehuales estaban organizados por sus
barrios en cuadrillas de 20 o múltiplos de 20, bajo la dirección de mandones
encargados de recoger los tributos y de llevar a los dependientes a las obras
públicas. El promedio de los macehuales practicaba actividades diversas para su
propio consumo. Había, sin embargo, artesanos especializados que producían
para el mercado y que tributaban en especie o en trabajo conforme a su oficio. En
algunos casos, los artesanos de cada oficio, separados de los labradores de sus
barrios, estaban organizados en cuadrillas de especialistas para la aportación de
tributos y servicios personales. Las especializaciones principales eran las de
carpinteros, canteros, albañiles, alfareros, canasteros, petateros y huaracheros
que fabricaban objetos de uso general y se encontraban en la mayoría de los
pueblos".310
Carrasco reafirmó que las cargas tributarias que pagaban los macehuales eran,
desde luego, demasiado onerosas y constituían una causa permanente de
descontento social poniendo siempre en entredicho la legitimación de esta
explotación que estaba contenida en el aparato ideológico y religioso, pero no al
grado de dejarlo en estado de inanición que implicaría su aniquilación como
productor.
310
Carrasco, Pedro, Economía Política e Ideología en el México Prehispánico, p.35
466
Además, de darles una parte de lo producido para su manutención y de sus
familias, las obras públicas contribuía al enriquecimiento de la propia comunidad y
se mejoraban los "servicios públicos" lo que generaba un beneficio social. Hay que
hacer notar que las zonas ceremoniales, como todos sus adelantos tecnológicos,
estaba a disposición, exclusivamente, para los sacerdotes y sus sirvientes y lo
mismo las zonas en donde se encontraban los edificios gobernantes, que estaban
habitados solo pro los miembros de los grupos de poder y sus sirvientes.
Los macehuales vivían fuera de esos recintos, en sitios aledaños, con un nivel de
vida urbana propia de su condición de grupos explotados. Si bien estaban afuera,
en la periferia, debían estar disponibles para utilizar su fuerza de trabajo en función
de los programas acordados al respecto, sobre todo en relación con el programa de
construcción de obras públicas y por ello había que asegurarle un mínimo de
alimentos para que se mantuvieran como grupo social y se reprodujeran como
todos. Los niveles de explotación no eran degradantes al grado de que implicara su
desaparición como macehuales.
Dijo Chavero que "la gente distinguida, los sacerdotes y los guerreros de cierta
categoría, estaban exceptuados del servicio personal que consistía en labrar las
tierras de los señores, cortarles madera, ser criados de sus casas y hacer otros
oficios análogos.
El servicio personal solo existía dentro del mismo territorio. Los tecuhtlis de los
pueblos y los chinancallis de los barrios disponían del número necesario de
hombres para hacerlo. Por lo que toca a la labranza la hacían de los campos propios
467
del rey, que formaban su patrimonio y de que podía disponer libremente; lo hacían
también de las tierras pertenecientes a la corona, llamadas Tlatocomillis, cuyo
producto estaba asignado al señor supremo sin que tuviesen derecho de
enajenarlas porque eran bienes unidos al cargo y finalmente de los calpullis
destinados al tributo de cada barrio".311
Si como dijo Chavero, los servicios personales se prestaban solo en el interior
de las comunidades a las que pertenecían, en beneficio de los tecullis locales,
entonces los trabajadores que entraban a la ciudad de México y que describieron
varios cronistas, eran otro tipo de trabajadores, sin poder precisar quiénes eran
realmente. En la realización de obras públicas de la ciudad de México los
tlatoanis llamaban a sus pares en Texcoco y Tacuba y a los del resto de los
señoríos a que enviaran trabajadores, pero también leña, carbón y alimentos
con los que se podía conformar verdaderos "ejércitos del trabajo". Estos no
recibían pago salarial alguno sino la entrega de comida, sobre todo maíz, frijol y
chile y esteras y petates, pero no se habló de una retribución de orden monetaria.
Después, en la medida en que se requirieron más trabajadores para la
construcción de obras religiosas y civiles o administrativas, llegaron más a laborar,
pero tampoco sabemos si este excedente se le entregaba en forma de pago en
efectivo, si llegaban coaccionados por los tecuthlis locales o si eran una parte
para comenzar un acuerdo que se celebraba entre los dignatarios de la Triple
Alianza. Todo esto en el periodo prehispánico, pero ya en la siguiente etapa las
311
Chavero, Alfredo, Historia Antigua de México, T. II, p.195
468
relaciones laborales fueron más claras.312
Dijo Olivera:
"Las fuerzas productivas en general estaban escasamente desarrolladas. Los
macehuales formaban una masa fraccionada que dependía de muchos teuhctlis;
por lo tanto no estaban organizados en grandes sistemas productivos sino que,
como dijimos, vivían en pequeñas unidades familiares cultivando sus parcelas
dispersas por todo el territorio y con un escaso contacto entre sí y hacia el
exterior; producían básicamente para su consumo y daban servicio a su señor
local. A través de este trabajo quizá producían en forma colectiva y organizada por
turnos, el excedente agrícola y artesanal para pagar el tributo, que incluía además
la participación en las guerras que emprendían sus señores, en su propio
beneficio o a favor de Cholula".313 Indicó que Cuauhtincha siempre fue
dependiente de Cholula a la que le pagaban tributo, hasta que los mexica lo
dominaran y conquistaran, dividieron el antiguo señorío de Cuauhtincha en cinco
cabeceras, Cuauhtincha, Tepeaca, Tecali, Tecamachalco y Quecholac.
También Carrasco estudió las distintas formas que asumieron los excedentes
de la producción que se almacenaban en los solares de palacio y que los mismos
servicios para ornamentos las festividades religiosas y políticas, para financiar
guerras y dar comida a los macehuales durante la etapa de la construcción de
obras públicas, pero también existía un sistema de imposición de tributos entre todos
los pueblos sometidos. "Puede decirse que el macehual al dar su contribución al
señor también recibía algo a cambio. Se beneficiaban de las obras públicas y de
Modos de Producción de Tecal, del Siglo XII al XVI, Ediciones de la Casa Chata, México,
1978, 240 p. p.91
313
Olivera, Mercedes. Pillis y Macehuales. Las Formaciones Sociales y los
312
469
las redistribuciones de bienes; recibían tierras para que sustentaran, protección en
caso de conflicto y los beneficios del culto público organizado por los señores.
Probablemente el macehual pensaba que vivía por gracia de sus señores que le
daban tierras, lograba la protección de los dioses y le mantenían en tiempos de
hambruna. Pero por otra parte se ve que el excedente apropiado para el soberano
mantenía a los reyes (tlatoques), señores (teteuctin), nobles (pipiltin), sacerdotes, y
guerreros de alta graduación. Toda esta gente vivía a costa de los macehuales y
recibía sus ingresos en forma de donaciones de tierra con gente o directamente de
los bienes acumulados como tributos".314
Aunque la información que ofrece Carrasco se inscribe ya en el periodo hispánico,
muestra la existencia de, por lo menos, algunos rasgos y características de la etapa
precedente, pero lo sobresaliente era el conjunto de datos que se proporcionan
acerca del libro de los servicios personales. Hubo alguna modificación central:
en una primera etapa, en elemento predominante es la estructura económica era el
pago de tributo pero en la medida en que crecía la población y aumentaron sus
demandas y necesidades se hizo necesario que hubiese un mayor valor agregado a
esas materias primas y entonces aumentó la importancia económica de los artesanos
y de los comerciantes; pero después tuvo mayor valor agregado la contribución por
medio de servicios personales en la medida en que se desarrollaron los centros
urbanos y se edificaran más templos, pirámides y otras instalaciones civiles y
administrativa, en la medida en que avanza el proceso de monetarización por encima
Carrasco,Pedro. La Economía Prehispánica, En Ensayos sobre el Desarrollo Económico
de México y América Latina, p.27
314
470
de del trueque tradicional.
Así para la cacica De la Cruz se hará más redituable desde el punto de vista de sus
intereses económicos individuales, disponer de moneda ahora y poderla utilizar
para distintos fines, que recibir el pago de tributos. Entonces los macehuales
tributarios fueron relegados para ser sustituidos por otro tipo de trabajadores y que le
incorporaban mayor valor a las materias primas. Era más rentable tener a su
disposición, por el ejemplo, albañiles que pudieran edificar casas y edificios, que
solo madera en sus diferentes modalidades.
Informó López Austin que "los plebeyos o macehualtzin vieron aumentar así sus
cargas tributarias, que cumplieran con la entrega de bienes con servicios a
funcionarios con trabajos comunales en las obras públicas y con su vida y sangre
pues formaban las tropas de un ejército que estaba frecuentemente en campaña.
Los nobles o pipiltin, en cambio, disfrutaban de la situación privilegiada en materia
económica de dirección social y prestigio. Hay que reconocer que no era una
nobleza ociosa porque una de sus justificaciones era de integrar el aparato del
gobierno. En efecto, eran ellos los jefes militares, los sacerdotes de alo rango, los
funcionarios públicos y los miembros de la burocracia superior". También coincidió
con la apreciación de que los pillis que no cumplían con las obligaciones eran
degradados y que muchos macehuales ascendían en la escala social.315
Varios autores, entre ellos López Austin, han afirmado que a pesar de la estructura
piramidal que caracterizaba a la sociedad en donde en la base estaban los
macehuales y en la cúspide los pillis, no se trataba de una estructura rígida, como era
315
López Austin, Alfredo. La Educación de los Antiguos Nahuas, p.25
471
el régimen de castas en la India, sino de una organización que tenía una cierta
movilidad social, para emplear términos sociológicos modernos. Dicha movilidad fue
de mayor grado de intensidad, menor grado sobre todo por la reforma que impulsó
Tlacaelel para premiar a los guerreros distinguidos que desde el punto de vista de su
origen social eran macehuales o habían sido hijos de macehuales. Un macehual,
con méritos personales, aptitudes físicas e intelectuales podían aspirar a "subir"
en la pirámide social como, por ejemplo, ser artesano y de ahí ascender a la posición
de comerciante o de ayudante de comerciante.
Desde luego, el núcleo de los pillis era impenetrable, pero si podían pretender estar
cerca de ellos y así recibir algunos de sus beneficios, pero nunca formar parte de ese
cuerpo. Uno de los caminos de "ascenso social" era la guerra pues si se distinguían
en los enfrentamientos armados podían ser dotados de tierras y así disponer de
una cantidad mayor de alimentos y de materias primas y como "guerreros
distinguidos" acercarse al círculo de los pillis.
Al referirse a los grupos de trabajadores que había en el "reinado" de
Moctezuma, dijo Torquemada "que los labradores que se llamaban macehuales
era casi infinitos porque la principal granjeria que tenían era labrar los campos;
estos tributaban con sus personas y bienes. Esta era la diferencia que había
entre nobles y pecheros, que los pecheros eran de dos maneras, unos renteros
que arrendaban de otros las heredades a las cuales pagaban las rentas de
ellas. Había otros pecheros que labraban sus heredades y pagaban cada año de
todo lo que cogían, de tres fanegas uno y de todo lo que criaba, de tres uno.
Las sementeras eran de maíz, fríjoles y otras semillas. Los instrumentos con que
472
labraban era de piedra; otras trataban en sal, miel, mantas, plumajes, algodón,
cacao, camotli, y otras cosas a este tono, de todas frutas y hortalizas, de
que principalmente se sustentaba y mantenían los renteros; porque pagaban
estas rentas por meses o por año, en tanta cantidad, por esto se llamaban
esclavos porque tributaban dos veces...". 316
La descripción que hizo Torquemada hace notar que los renteros y pecheros
tenían una situación económica y social aparentemente más "desahogada" que
los macehuales pues no estaban obligados a pagar tributo, pero si dar una parte de
las cosechas por la renta de las tierras que cultivaban. Sin embargo, el estatuto social
de los macehuales era de una mayor relevancia no solo porque eran miembros de los
calpullis sino porque participaban en las guerras, en las ceremonias religiosas y en
todas las actividades sociales. Por las crónicas al respecto, concluimos que los
terrasgueros, renteros o pecheros eran un grupo de labradores muy reducido, en
comparación con los macehuales, que realizaban funciones de complementariedad
respecto de aquellos.
Lo que también está claro con el pago de la renta de las tierras se estaban
estableciendo una relación distinta a la de los macehuales pues había un incentivo
en este tipo de relaciones, que teóricamente elevaba la productividad, lo que
beneficiaría a los pillis, por un lado, pues si sus tierras eran mejor trabajadas
obtendría un mayor volumen de producción y los renteros también se beneficiaban
pues recibían una porción mayor de las sementeras, si estas, tenían un rendimiento
mayor. Igualmente, era la tercera parte de la producción la ganancia que se podía
316
De Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, 4 Vols., T. I, p.317.
473
obtener.
Debe observarse por los comentarios de Torquemada que la "esclavitud"
prevaleciente era una forma de pagar el tributo, para obtener un ingreso
económico extraordinario a efecto de realizar un pago determinado o para corregir una
mala conducta. Estas tres modalidades no indican que había "honrar" para los efectos
de dichas prácticas, como si la había en otras sociedades antiguas en donde los
esclavos eran considerados como cosas que podían ser comprados y vendidos
libremente, solo "bestia de trabajo" al igual que un animal de carga. No existen
registros históricos de que la "esclavitud" mexica hubiese sido considerada una
práctica odiosa y aborrecible que era relativamente sencilla dejar de tener esa
condición, si se pagaban los tributos adeudados y si se saldaban las deudas que se
habían contraído con anterioridad.
Childe, al referirse a las primeras etapas de la agricultura, mencionó la tendencia a
acumular un sobrante, "una planta cultivada no debe ser consumida tan pronto
como se cosecha. Los granos deben conservarse y escatimarse de modo que duren
hasta la siguiente cosecha, por un año entero. Es necesario apartar una porción de
cada cosecha para la siembra. La conservación es fácil pero implica, por una
parte, previsión y economía y por otro lado, receptáculos para almacenamiento.
Estos son tan esenciales como la vivienda y en realidad puede haber sido
construido con más cuidado que ellas. El sobrante obtenido de este modo ayudará
a la comunidad a superar las dificultades en las malas, épocas, formando una
reserva para los periodos de sequía o de fracaso de la cosecha. La simple
comunidad productora de alimentos no depende, para ninguna de sus necesidades
vitales o del trueque o del intercambio con otro grupo. Produce y recoge todo el
474
alimento que necesita. Tiene a su disposición, en su inmediata vecindad, las
materias primas que requiere para su simple equipo. Sus miembros integrantes
o familia fabrican las herramientas, utensilios y armas que necesita".317 Definió a
esta "economía neolítica" como un rasgo universal en el progreso de la civilización y
aunque mencionó muchas regiones del mundo, no incluyó a América.
Las tareas de la producción en las pequeñas aldeas descansaba en las familias
como unidades sociales complejas pero después se asociaron varias de ellas con
el objeto de contar con una mano de obra mayor. La finalidad no era solo
reproducir lo que la aldea necesitaba en forma perentoria sino también establecer
reservas, emitir una serie de medidas previsoras, que fueran atisbo de planeación
para satisfacer necesidades sociales futuras.
Contar con reservas equivalía a asegurar la alimentación de los niños y jóvenes,
es decir, de las nuevas generaciones lo que proporcionaba la continuación y la
preservación de las comunidades. Tener este tipo de disponibilidades adicionales
permitía, además, que las comunidades pudieran hacer intercambios con otros
poblados y aldeas e incluso obtener otros productos o alimentos que no se tenían,
hasta desempeñar funciones complementarias para el enriquecimiento y
diversificación de la dieta humana.
En los Anales de Tlatelolco se hizo alusión con mucha frecuencia a los
macehuales, como fue la ocasión en que algunos de ellos abandonaron
Tenochtitlán precisamente para fugarse a Tlatelolco ante el asedio de los
españoles y dijeron; "señores, mexicas, Tlatelolco. Quizás ya falta poco, solo nos
317
Childe, Cordón, V. Los Orígenes de la Civilización, p.125
475
quedan los almacenes y nuestra tierra pero los extranjeros no han de apoderarse de
ellos, Aquí está vuestra riqueza. Las divisas que para vosotros ha guardado vuestro
señor, los escudos y las mercancías, los tocados de pluma, las orejeras de oro, las
chalchihuites y ya estando los españoles en Tenochtitlán, aquellos le pusieron
precio "el joven, el sirviente, la doncella, el niño, cualquier macehual podía valer
dos medidas de maíz, diez panes de mosca acuática o veinte panes de zacate y
estando los españoles en Coyohuacán se repartieron todos los pueblos; luego
también la gente de todos los pueblos fue dada en encomiendas y entonces se hizo
el repartimiento, entonces se estableció la encomienda".318
Esta ductilidad de las instituciones era un reflejo de que se trataba de una sociedad
de estamentos sociales y no de clases sociales, que estaban en proceso de
formación, lo que fue acelerado por la conquista y colonización española. Por ende,
los intereses materiales de esos grupos sociales aun no estaban consolidados,
con la fuerza y nitidez que la tuvieran en etapas posteriores. Esta flexibilidad se
observa en relación con la llamada esclavitud, que dista mucho de ser la esclavitud
de la sociedad griega. Para tener y mantener un régimen esclavista,
suficientemente desarrollado, se requiere que la sociedad genere un producto social
lo suficientemente amplio que le permite realizar esa función pues aunque los
esclavos eran considerados "cosas" en realidad eran seres humanos que
necesitaban alimentarse y un techo para alojar a sus familias. No lo pudieron hacer
los mexicas y por ello los esclavos, una vez cumpliendo el objetivo, que era el de
utilizar su fuerza de trabajo, en un periodo transitorio, era dejado en libertad. En
Anales de Tlatelolco. Paleografía y Traducción de Rafael Tena, CONACULTA, México,
2004,177 p., p.123
318
476
relación a la esclavitud perpetua, de la que habla Moncayo y Anaya, no hemos
encontrado registros en las crónicas históricas, en cambio si existen registro en las
otras variantes de la "esclavitud" que fueron modalidades predominantes".
Indicó por su parte, Carrasco que los hogares de los macehuales eran una unidad
económica pues sus miembros trabajaban las tierras para su sustento familiar y
también para dar el tributo y sus servicios personales, en el hogar de labradores y
artesanos, todos cooperaban en la producción para el sustento de las casas, el
hombre se dedicaba al cultivo de las tierras y la mujer a hilar y a tejer y ayudaban a la
fabricación de artesanías. "Los macehuales estaban organizados por sus barrios
en cuadrillas de 20 o múltiplos de 20, bajo la dirección de mandones encargados
de recoger los tributos y de llevar a los dependientes a las obras públicas. El
promedio de los macehuales practicaba actividades diversas para su propio
consumo. Había sin embargo artesanos especializados que producían para el
mercado y que tributaban en especie o en trabajo conforme a su oficio. En algunos
casos los artesanos de cada oficio, separados de los labradores de sus barrios,
estaban organizados en cuadrillas de especialistas para la aportación de tributos
y servicios personales. Las especializaciones principales eran las de carpinteros,
canteros, albañiles, alfareros, canasteros, petateros y huaracheros que fabricaban
objetos de uso general y se encontraban en la mayoría de los pueblos".319
Carrasco reafirmó que las cargas tributarias que pagaban los macehuales eran desde
luego demasiado onerosas y constituían una causa permanente de descontento
social, poniendo siempre en entredicho la legitimación de esta explotación que
estaba contenida en el aparato ideológico y religioso, pero no al grado de dejarlo en
319
Carrasco, Pedro, Economía Política e Ideología en el México Prehispánico, p.35
477
estado de inanición que implicaría su aniquilación como productor. Además, de
darles una parte de lo producido para su manutención y de sus familias, las obras
públicas contribuía al enriquecimiento de la propia comunidad y se mejoraban los
"servicios públicos" lo que generaba un beneficio social. Hay que hacer notar que
las zonas ceremoniales, como todos sus adelantos tecnológicos, estaba a
disposición, exclusivamente, para los sacerdotes y sus sirvientes y lo mismo las
zonas en donde se encontraban los edificios gobernantes, que estaban habitados
solo pro los miembros de los grupos de poder y sus sirvientes.
Los macehuales vivían fuera de esos recintos, en sitios aledaños, con un nivel de vida
urbana propia de su condición de grupos explotados. Si bien estaban afuera, en la
periferia, debían estar disponibles para utilizar su fuerza de trabajo en función de los
programas acordados al respecto, sobre todo en relación con el programa de
construcción de obras públicas y por ello había que asegurarle un mínimo de
alimentos para que se mantuvieran como grupo social y se reprodujeran como
todos. Los niveles de explotación no eran degradantes al grado de que implicara su
desaparición como macehuales.
Chavero dijo que "la gente distinguida, los sacerdotes y los guerreros de cierta
categoría, estaban exceptuados del servicio personal que consistía en labrar las
tierras de los señores, cortarles madera, ser criados de sus casas y hacer otros
oficios análogos. El servicio personal solo existía dentro del mismo territorio. Los
tecuhtlis de los pueblos y los chinancallis de los barrios disponían del número
necesario de hombres para hacerlo. Por lo que toca a la labranza la hacían de los
campos propios del rey, que formaban su patrimonio y de que podía disponer
478
libremente; lo hacían también de las tierras pertenecientes a la corona, llamadas
Tlatocomillis, cuyo producto estaba asignado al señor supremo sin que tuviesen
derecho de enajenarlas porque eran bienes unidos al cargo y finalmente de los
calpullis destinados al tributo de cada barrio".320
Si como dijo Chavero, los servicios personales se prestaban solo en el interior
de las comunidades a las que pertenecían, en beneficio de los tecullis locales,
entonces los trabajadores que entraban a la ciudad de México y que describieron
varios cronistas, eran otro tipo de trabajadores, sin poder precisar quiénes eran
realmente. En la realización de obras públicas de la ciudad de México, los
tlatoanis llamaban a sus pares en Texcoco y Tacuba y a los del resto de los
señoríos a que enviaran trabajadores, pero también leña, carbón y alimentos
con los que se podía conformar verdaderos "ejércitos del trabajo". Estos no
recibían pago salarial alguno sino la entrega de comida, sobre todo maíz, frijol y
chile y esteras y petates, pero no se habló de una retribución de orden monetaria.
Después en la medida en que se requirieron más trabajado para la construcción
de oras religiosas y civiles o administrativas, llegaron más a laborar, pero tampoco
sabemos si este excedente se le hacía pago en efectivo alguno, se llegaban
coaccionados por los tecuthlis locales o si eran parte de comenzar y acuerdo que
se celebraba entre los dignatarios de la Triple Alianza. Todo esto en el periodo
prehispánico, pero ya en la siguiente etapa las relaciones laborales fueron más
claras.
320
Chavero, Alfredo, Historia Antigua de México, T. II, p.195
479
Dijo Olivera:
"Las fuerzas productivas en general estaban escasamente desarrolladas. Los
macehuales formaban una masa fraccionada que dependía de muchos teuhctlis;
por lo tanto no estaban organizados en grandes sistemas productivos sino que,
como dijimos, vivían en pequeñas unidades familiares cultivando sus parcelas
dispersos por todo el territorio y con un escaso contacto entre sí y hacia el exterior;
producían básicamente para su consumo y daban servicio a su señor local. A través
de este trabajo quizá producían en forma colectiva y organizada por turnos, el
excedente agrícola y artesanal para pagar el tributo, que incluía además la
participación en las guerras que emprendían sus señores, en su propio
beneficio o a favor de Cholula".321 Indicó que Cuauhtincha siempre fue dependiente
de Cholula a la que le pagaban tributo, hasta que los mexica lo dominaran y
conquistaran, dividieron el antiguo señorío de Cuauhtincha en cinco cabeceras,
Cuauhtincha, Tepeaca, Tecali, Tecamachalco y Quecholac.
También Carrasco estudió las distintas formas que asumieron los excedentes
de la producción que se almacenaban en los solares de palacio y que los mismos
servicios para ornamentos las festividades religiosas y políticas, para financiar
guerras y dar comida a los macehuales durante la etapa de la construcción de
obras públicas, pero también existía un sistema de imposición de tributos entre todos
los pueblos sometidos. "Puede decirse que el macehual al dar su contribución al
señor también recibía algo a cambio. Se beneficiaban de las obras públicas y de
las redistribuciones de bienes; recibían tierras para que sustentaran, protección en
321
Olivera, Mercedes. Pillis y Macehuales. Las Formaciones Sociales y los Modos de
Producción de Tecal, del Siglo XII al XVI, Ediciones de la Casa Chata, México, 1978, 240 p.
p.91
480
caso de conflicto y los beneficios del culto público organizado por los señores.
Probablemente el macehual pensaba que vivía por gracia de sus señores que le
daban tierras, lograban la protección de los dioses y le mantenían en tiempos de
hambruna. Pero por otra parte se ve que el excedente apropiado para el soberano
mantenía a los reyes (tlatoques), señores (teteuctin), nobles (pipiltin), sacerdotes, y
guerreros de alta graduación. Toda esta gente vivía a costa de los macehuales y
recibía sus ingresos en forma de donaciones de tierra con gente o directamente de
los bienes acumulados como tributos".322
Aunque la información que ofrecía Carrasco se inscribe ya en el periodo hispánico,
muestra la existencia de por lo menos algunos rasgos y características de la etapa
precedente, pero lo sobresaliente es el conjunto de datos que se proporcionan
acerca del libro de los servicios personales. Hubo alguna modificación central:
en una primera etapa, en elemento predominante es la estructura económica era el
pago de tributo pero en la medida en que crecía la población y aumentaron sus
demandas y necesidades se hizo necesario que hubiese un mayor valor agregado a
esas materias primas y entonces aumentó la importancia económica de los artesanos
y de los comerciantes; pero después tuvo mayor importancia económica y social la
contribución por medio de servicios personales en la medida en que se
desarrollaron los centros urbanos y se edificaran más templos, pirámides y otras
instalaciones civiles y administrativa, en la medida en que avanza el proceso de
monetarización por encima de del trueque tradicional. Así para la cacica De la Cruz se
hará más redituable desde el punto de vista de sus intereses económicos
Carrasco,Pedro. La Economía Prehispánica, En Ensayos sobre el Desarrollo Económico
de México y América Latina, p.27
322
481
individuales, disponer de moneda ahora y poderla utilizar para distintos fines, que
recibir el pago de tributos. Entonces los macehuales tributarios fueron relegados para
ser sustituidos por otro tipo de trabajadores y que le incorporaban mayor valor a las
materias primas. Era más rentable tener a su disposición, por el ejemplo, albañiles
que pudieran edificar casas y edificios, que solo madera en sus diferentes
modalidades.
Informó López Austin que "los plebeyos o macehualtzin vieron aumentar así sus
cargas tributarias, que cumplieran con la entrega de bienes con servicios a
funcionarios con trabajos comunales en las obras públicas y con su vida y sangre
pues formaban las tropas de un ejército que estaba frecuentemente en campaña.
Los nobles o pipiltin, en cambio, disfrutaban de la situación privilegiada en materia
económica de dirección social y prestigio. Hay que reconocer que no era una
nobleza ociosa porque una de sus justificaciones era de componer el aparato del
gobierno. En efecto, eran ellos los jefes militares, los sacerdotes de alo rango, los
funcionarios públicos y los miembros de la burocracia superior". También coincidió
con la apreciación de que los pillis que no cumplían con las obligaciones eran
degradados y que muchos macehuales ascendían en la escala social.323
Al referirse a los grupos de trabajadores que había en el "reinado" de
Moctezuma dijo Torquemada "que los labradores que se llamaban macehuales
era casi infinitos porque la principal granjeria que tenían era labrar los campos;
estos tributaban con sus personas y bienes. Esta era la diferencia que había
entre nobles y pecheros, que los pecheros eran de dos maneras, unos renteros
323
López Austin, Alfredo. La Educación de los Antiguos Nahuas, p.25
482
que arrendaban de otros las heredades a las cuales pagaban las rentas de
ellas. Había otros pecheros que labraban sus heredades y pagaban cada año de
todo lo que cogían, de tres fanegas uno y de todo lo que criaba, de tres uno.
Las sementeras eran maíz, fríjoles y otras semillas. Los instrumentos con que
labraban era de piedra; otras trataban en sal, miel, mantas, plumajes, algodón,
cacao, camotli, y otras cosas a este tono, de todas frutas y hortalizas, de
que principalmente se sustentaba y mantenían los renteros; porque pagaban
estas rentas por meses o por año, en tanta cantidad, por esto se llamaban
esclavos porque tributaban dos veces...". 324
La descripción que hizo Torquemada hace notar que los renteros y pecheros
tenían una situación económica y social aparentemente más "desahogada" que
los macehuales pues no estaban obligados a pagar tributo, pero si dar una parte de
las cosechas por la renta de las tierras que cultivaban. Sin embargo el estatuto social
de los macehuales era de una mayor relevancia no solo porque eran miembros de los
calpullis sino porque participan en las guerras, en las ceremonias religiosas y en todas
las actividades sociales.
Por las crónicas al respecto, concluimos que los terrazgueros, renteros o pecheros
eran un grupo de labradores muy reducido, en comparación con los macehuales, que
realizaban funciones de complementariedad respecto de aquellos. Lo que también
está claro con el pago de la renta de las tierras se estaban estableciendo una
relación distinta a la de los macehuales pues había un incentivo en este tipo de
relaciones, que teóricamente elevara la productividad, lo que beneficiaría a los pillis,
324
De Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, 4 Vols., T. I, p.317.
483
por un lado, pues si sus tierras eran mejor trabajadas obtendría un mayor volumen de
producción y los renteros también se beneficiaban pues recibían una porción
mayor de las sementeras, si estas, tenían un rendimiento mayor. Igualmente, era la
tercera parte de la producción la ganancia que se podía obtener.
Debe observarse por los comentarios de Torquemada que la "esclavitud"
prevaleciente era una forma de pagar el tributo, para obtener un ingreso
económico extraordinario a efecto de realizar un pago determinado o para corregir una
mala conducta. Estas tres modalidades no indican que había "honrar" para los efectos
de dichas prácticas, como si la había en otras sociedades antiguas en donde los
esclavos eran considerados como cosas que podían ser comprados y vendidos
libremente, solo "bestias de trabajo" al igual que un animal de carga. No existen
registros históricos de que la "esclavitud" mexica hubiese sido considerada una
práctica odiosa y aborrecible
pues era relativamente sencilla dejar de tener esa
condición, si se pagaban los tributos adeudados y si se saldaban las deudas que se
habían contraído con anterioridad.
También de Tepeaca, Carrasco publicó los documentos que confirmaron la
propiedad de tierras de doña Francisca de la Cruz, cacica de una de las
cabeceras. En este texto se asevera que ella recibió una herencia de esa tierra,
que tenía a su servicio indios enteros y terrazqueras según lo había testimoniado
los ancianos. En las tierras de doña Francisca que estaban distribuidas en 22
barrios, habitaban en cada uno de ellos un cierto número de macehuales, hasta
sumar 524 cuyo trabajo y tributo se distribuía de la siguiente manera; cada
semana 8 indios y 8 indias servían en su casa, cada indio sembraba una
sementera de 6 brazos; cada año, las esposas de estos macehuales, hilaban 40
484
capullos cada una, la mitad y la otra mitad, tejía mantas; 15 días hacían cotaras
que son zapatos de tierra; 20 indios albañiles le daban cada 80 días, 50 cacaos
pero también trabajaban en la construcción de una casa, pero les daban comida; 7
indias hacían loza, especialmente platos y escudilles; 20 pintores daban cada uno en
periodo de 80 días, 100 cacaos, cinco indias hacían mantas de plumas y le daban
cada año una prenda de manta; 12 canteros le daban cada 80 días 50 cacaos y
cuando los macehuales hacían alguna casa les ayudaban en el oficio; 5 plateros le
daban cada 80 días, 100 cacaos, y si se ofrecía alguna joya hacían. Destacó
Carrasco que este era un claro ejemplo de pago de tributo mediante trabajo y en
segundo término, en especie, considerando que los enteros de doña Francisca eran
520 macehuales y 172 artesanos, enfatizando que doña Francisca "procede de una
casa de abolengo por linaje recto".325
Ese es uno de los pocos testimonios que establecieron la existencia del
método de compraventa para obtener a un macehual, equiparándolo con un
esclavo. Es necesario precisar que el macehual era un trabajador libre,
independiente que prestaba su fuerza de trabajo de los pillis en su calidad de
miembro del calpulli, para no hipotecaba por ese hecho su libertad personal. Una
vez que los macehuales pagaban su tributo y prestaban los servicios personales a
que estaban obligados, podían continuar con su existencia en el seno del calpulli
al que pertenecían y por ende participaban en el resto de los actos de la sociedad
pero sobre todo en las múltiples ceremonias religiosas que ocupaban una gran
parte de su tiempo y que les implicaba gastos onerosos.
325
Carrasco, Pedro. Las Tierras de los Indios nobles de Tepeaca en el Siglo XVI, p.11.
485
Aquí se habló de que los macehuales podían comprarlos y venderse
prácticamente sin ninguna restricción queriendo decir con ello que eran
potencialmente esclavos, pero las crónicas históricas restantes, no registran
estos fenómenos, como si fuera un fenómeno extendido. Solo se refieren a las
excepciones o salvedades para que un macehual o un hijo de macehual se
quisieran vender para saldar una deuda o poder pagar un tributo, señalando que
después de hacerlo recibiría su libertad.
Entre las causas de la esclavitud en la sociedad azteca, estaban según Moncayo y
Ainaga, las siguientes: al que robaba un templo o un palacio, a los que hurtaban
mantas, canoas, mazorcas y vendían artículos que no les pertenecían, a los que
cometían traición contra el rey o la república, a lo que cometían los delitos de
violación o estupro. "Otra de las vías para caer en la esclavitud resulta con la causa
que arroja mayor número de esclavos; fue la venta voluntaria, en la que debemos
distinguir dos situaciones: venta de si mismos y venta de sus hijos".326 Había
mujeres que después de haberse prostituido se vendían como esclavas; en tiempo de
hambre y necesidad se podían vender el hombre o la mujer; un padre podía vender
a su hijo cuando este fuera incorregible y desobediente, o si era malcriado o
perezoso. Había también la llamada "esclavitud antigua" en la que se obligaba a una
familia a proporcionar esclavos en forma perpetua. Otra fuente era la del cautiverio
por causas de guerra, si el reo no era destinado al sacrifico.
No existe información sobre las unidades productivas existentes que nos permita
valorar su tamaño y por ende, su productividad; por el estudio de las fuentes
Moncayo Rodríguez, Socorro y Ainaga Vargas, María del Carmen, Consideraciones en
Torno a la Esclavitud entre los Aztecas, 17 p., p.14
326
486
disponibles, incluso tomando en cuenta los estudios especializados que se han
hecho con respecto de varios poblados de la zona de Puebla y Tlaxcala, nos
permite concluir que se trataba de "unidades pequeñas", coincidiendo con la
opinión de Olivera. Este tamaño es concordante con la densidad de la población y
con su grado de dispersión. Se trataba de unidades reducidas, con un escaso
desarrollo de las fuerzas productivas, en relación con grupos humanos de otras
latitudes y por lo tanto la productividad se basaba en el trabajo humano intensivo y
este trabajo era comunal o colectivo y básicamente se producía para el consumo.
No había muchos productos para lograr un amplio y fuerte intercambio con otras
comunidades porque a un no existía la necesidad de inventar signos monetarios
que hacen más fluidos esos intercambios. Las relaciones de intercambio, su
volumen, están vinculados con el tamaño de la producción una vez cubiertas las
necesidades más apremiantes de la población, sobre todo en materia de
alimentos. El excedente que se producía era apropiado por los representantes de
los tlatoanis, los calpixques.
Los macehuales distribuían su tiempo de trabajo en tres partes: uno destinado a la
producción de bienes y materias primas para pagar el tributo, pillis; otros, para ofrecer
sus servicios personales en las casas de aquellos y por último, el destinado a
producir los alimentos para su propio consumo familiar. De modo que el macehual
era un trabajador que laboraba prácticamente durante toda su vida útil. Pero aquí nos
interesa en su papel de jefe o padre de familia pues este primero era soltero, pero
después se casaba, hasta la vejez o la muerte.
487
Durante su etapa "productiva" labraba una parcela que llamaremos de carácter
familiar en la que se cultivaba una serie de alimentos básicos para la subsistencia
física y participaban de una manera decisiva en la primera división el trabajo que se
dio entre los hombres y las mujeres, y después en otras divisiones en donde las
relaciones se fueron haciendo más complejas pues las mujeres incrementaron su
participación en las labores productivas.
Las formas de organización para la prestación de los servicios personales a que
alude Carrasco, durante la etapa relativa a la época prehispánica, están poco
documentados y por ello no se puede hacer una descripción detallada de su forma de
organización y funcionamiento, pero en cambio, ya en la etapa colonial aparecen
muchos textos que enfatizan en la formación de las cuadrillas y en las rotaciones de
los trabajadores. Se entiende que esta forma de trabajo hispánico de alguna
manera reproducía y estaba inspirada en la forma prehispánica pues los europeos
buscaban establecer relaciones de explotación humana que fueran exitosas y no
copias mecánicas burdas, cuyos resultados habían sido contraproducentes en la
Española.
"Si una casa o dos se veían en necesidad de hambre, vendían a su hijo y obligaban
a todos a tener siempre aquel esclavo vivo y ayudarlo a labrar, sembrar y coger
sementeras y algunas veces traían leña y harina y que contraían aquella misma
obligación con sus descendiente, pero que dicha ley había sido abolida por
Nezahualpilli, en Texcoco y después, por Moctezuma, en la ciudad de México.
Había otros esclavos que eran personas que se vendían para tener "para jugar y
comer". Indicó Torquemada que los "hijos del esclavos eran libres y lo mismo eran los
488
de los esclavos; también se imponía la esclavitud al que había contraído deudas
y si morían los heredaba la mujer y si el difunto había dejado hijo, el hijo se hacía
esclavo. Incluso dijo que había eslavos que compraban bienes y otros esclavos para
que les sirvieran y a los que salían malcriados, fugitivos o viciosos amonestábamos
sus amos dos o tres veces y si todavía permanecían incorregibles echábanles
la collera que usaban y después que le echaban las collera lo podían vender en
cualquier mercado o tianguis".327
Había distintas modalidades de la esclavitud, como dijo Motolinía, entre ellos,
los que adquirían una deuda y no la podían pagar, entonces la mujer del difunto
quedaba esclava y a los viciosos, fugitivos, malcriados, les amonestaban y si
reiteraban en su conducta, les echaban la collera y después de esto podían
venderlo en la plaza pero los hijos de los esclavos eran libres pero lo que es más,
los hijos del esclavo y esclava eran también libre. Los esclavos, adquirían para si
hasta casarse y mantener casa y comprar otros esclavos que los servía y algunos
hubo que tuvieron esclavos a su servicio, siendo esclavos. Si los esclavos eran
muchachos pobres estábanse en casa con sus amos, los cuales los trataban cuasi
como hijos y así los vestían y daban de comer como a hijos y muchas veces los
tomaban a sus esclavas por mujeres y las mujeres, muertos los maridos, tomaban
a sus esclavos por maridos y esclavas habían que mandaban y regían la casa de
su señor, como un mayordomo".328
La observación que formuló Motolinía también reafirma que la "esclavitud" era una
Torquemada, Juan, Monarquía Indiana, T. IV, p. 360
Benavente Motolinía Toribio, Memoriales, o Libro de las Cosas de la Nueva España y de
los Naturales de allá, Nueva Trascripción paleográflca de Edmundo O. Gorman, UNAM,
Instituto de Investigaciones Históricas, México, 1971, 575 p. p.102, p.371.
327
328
489
forma de establecer una cierta disciplina social, antes que obtener un cierto
incremento de la fuerza laboral disponible, como fueron los casos de la venta de
"niños malcriados", la liberación de los hijos de los esclavos, el tratamiento que
recibían estos hijos de parte de sus armas, los cuales les prodigaban un
tratamiento casi paternal. Los tlatoanis estaban interesados en que estas formas de
trabajo no se desarrollara porque estos se oponían a uno de los principios, el del
igualitarismo, que había sido uno de los pilares de la sociedad. En las primeras etapas
de la Tira de la Peregrinación no hay alusiones a este tipo de instituciones; los
registros son posteriores a
TÍZOC
a las ramas ya más extendidas en los periodos de
los últimos tlatoanis (Moctezuma). Un macehual que estuviese en una pésima
condición económica no requería "venderse" como si fuera esta una práctica
habitual sino podía convertirse en un terrazguero, es decir, podía alquilar su fuerza
de trabajo, sin necesidad de venderse como si fuera un objeto.
Dijo Olive Negrete:
"Los avances tecnológicos de la evolución neolítica impulsan al desarrollo de las
fuerzas productivas no solo para la construcción de las obras de riego sino también
al perfeccionar el instrumental y la técnica agrícola, así como la industriales, el
desarrollo de esas fuerzas productivas determinó cambios en las relaciones de
producción y proporcionó la estructura necesaria para que pudieran formarse los
primeros centros urbanos y colonizar los valles pluviales. Los cambios en las
relaciones de producción favorecieron a quienes manejaban la nueva tecnología y
coordinaba el trabajo. Ello ejercitó a una modificación superestructural drástica,
490
surgiendo el estado como la organización social apropiada a las nuevas
condiciones. De esa manera se realizó una doble división del trabajo, como base de
la estratificación social y de la explotación del hombre por el hombre: la separación
entre el campo y la ciudad y en el interior de este, de la minoría gobernante y de
sus trabajadores y sirvientes. Así me explico la evolución urbana, tanto en el
viejo Mundo como en Mesoamérica, como un reacción obre esta base".329 Dijo
que "eran definitivos para la aparición del estado" la aparición de nuevos sistemas
agrícolas, el incremento demográfico, los progresos de la tecnología, las
artesanías y el comercio.
Definió Carrasco a la sociedad prehispánica de la siguiente manera: "un tipo de
cultura caracterizada por un sistema de producción con cultivos intensivos y
artesanos desarrollados, capaz de mantener una población numerosa en la que
existía una división del trabajo que incluía la distancia entre ciudades y campo,
entre un grupo de trabajadores dedicadas principalmente a la producción de
bienes materiales y otros dedicados a la distribución y al gobierno. Al llegar los
españoles al centro de México había una gran diversidad de pueblos con distintos
antecedentes culturales y no había lugar de unificación política ni cultural. El
sistema productivo mesoamericano empleaba el trabajo humano en masa: la
cooperación simple de gran número de trabajadores a todas las obras de
construcción y transporte que requería gran cantidad de energía. Por otra parte,
usaba el trabajo muy calificado en las líneas más especializadas de la producción
agrícola y artesanal. Los mayores logros de la agricultura se basaba en el trabajo
Olivé Negrete, Julio César. Estado, Función Socioeconómica y Periodización de
Mesoamerica, en Mesoamerica y el Centro de México, p.96
329
491
calificado e intensivo de los cultivos, especialmente en los de riego y chinampas".
Siguiendo a Carrasco afirmamos que en una primera etapa hubo un trabajo humano
simple, una cooperación sencilla de los individuos para la producción y una división
del trabajo desde luego, muy elemental, pues no existía propiedad privada de
instrumentos de producción y la que existía en el mejor de los casos relativa a los
propios instrumentos personales de trabajo, es decir, aquellos que cada persona
fabricaba y que eran para su uso personal y/o familiar. Por ejemplo, las primeras
navajas, cuchillos, coas, objetos pulimentados de piedra no se compraban o se
adquirían sino los productores directos las fabricaban, teniendo las materias primas
de la propia naturaleza.
Pero este proceso se fue tornado más complejo y difícil en la medida en que
aumentaron las poblaciones y las sociedades se fueron estratificando de una
manera lenta pero inevitable y fueron apareciendo las llamadas "especialidades", es
decir, distintas categorías de trabajadores que elaboraban artículos cada vez más
sofisticados que al utilizarse en el sistema productivo, elevaban la tasa de producción.
Pero la base del sistema seguía siendo el empleo del trabajo humano en masa, el
cual fue retrocediendo ante el valor que aportaba el trabajo especializado.
La situación social se fue haciendo más compleja pues, aparecieron grupos
humanos que no estaban vinculados directamente con la producción material, como
los sacerdotes, los guerreros, los empleados de los teocallis y una cauda cada
vez mayor de personas que no "producían nada" y que a cambio tenían o aspiraban a
tenerlo, un poder social y político cada vez más grande.
492
Para Vaillant, "la manufactura estaba en la producción manual realizada como un
complemento a la tarea fundamental de obtener alimentos. Los hogares se
bastaban así mismos en su mayoría, produciendo todo lo que necesitaban en lo que
refiere
a
instrumentos,
utensilios
y
vestidos.
Sin
embargo,
algunas
poblaciones tenían acceso a recursos naturales que otros no disfrutaban y
lograban una habilidad esencial en su explotación. Estas especializaciones
regionales iban acompañadas por la tendencia natural del individuo a explotar lo
que hace y produce con mayor facilidad. A medida que aumentaron los
conocimientos técnicos se desarrolla la especialización y el mercado llegó a ser
una institución importante. El trueque era el único medio de cambio y el valor se
establecía por la deseabilidad y la rareza. La moneda, medio de cobro de valor fijo,
no existía. El material más precioso para los aztecas fue le jade o la piedra parecida
a él, por su consistencia y color".330Hizo notar que en correspondencia con la
naturaleza de una sociedad basada en el trueque, no tenían animales para el
transporte y el guajolote era su principal ave doméstica y la coa era el principal
instrumento agrícola.
La "manufactura", concebida como un proceso mediante el cual el hombre le
incorpora valor a un bien de la naturaleza, lo encontramos desde la primera etapa
del desarrollo de los grupos humanos con el pulimento de las piedras y la fabricación
de muchos utensilios derivados de ellas desde los más toscos y primitivos, hasta los
cuchillos y las navajas de obsidiana o las piedras preciosas, como el jade y el
cuarzo. El valor agregado dependía de los instrumentos tecnológicos de que se
330
Vaillant, George. La Civilización Azteca, Origen,, p.112
493
disponían, desde la fricción o el choque de una piedra con otra piedra, hasta la
fabricación de punzones de sílex y de otras piedras más duras para labrar piedras
más suaves. Pero no todas las poblaciones tenían las mismas materias primas,
siendo una de ellas la obsidiana que por tener distintos usos industriales y
armamentales, era escasa y fue objeto de intercambios comerciales, de fijación de
tributo y de conflictos armados. Se todos estaban dedicados a las labores agrícolas,
hacían falta individuos que se dedican exclusivamente a proveerles de
instrumentos de trabajo ya sí se desarrollaron otras actividades productivas
paralelas a la agricultura propiamente dicha, lo que permitió la aparición de distintos
instrumentos de producción, pero dicho proceso transita por etapas de cientos o
miles de años y muchos de ellos subsistieron aunque modificados hasta etapas
más recientes. En aquella etapa, la "modernización tecnológica" avanzaba a un
ritmo muy lento debido, entre otros factores, al aislamiento (relativo) en que se
encontraban los grupos humanos, y la lentitud de los medios de transporte, que
hacían muy dificultosa la difusión de los progresos que cada pueblo tenía.
Escribió Vaillant que "la alfarería fue el oficio más notable del Nuevo Mundo y quizá
ningún otro continente tenga esa múltiple y compleja riqueza de formas y de
decorados. La plasticidad del bien hacía que fuera fiel de trabajar y la coacción era
sencilla, de tal manera que los productos cerámicos eran una parte importante de los
artesanos aborígenes. Los aztecas, como todos los otros pueblos del continente
americano, no usaron el torno del alfarero sino que hicieron sus vasijas con tiras de
arcilla confiando en sus ojos adiestrados y esos dedos de los indios para lograr la
forma deseada. No emplearon moldes para dar forma a sus vasijas. Los aztecas
disponían en abundancia de arcilla de fina textura, de color anaranjado
494
después de haber sido cocido, de la cual hacían vasijas para almacenar y servir
la comida. Hicieron copas para beber pulque, raspadores (molcajetes) para moler
chile y vasijas de barro para todo uso concebible. Una de las formas consiste en un
plato ovalado, con compartimientos especiales para la salsa; el asador circular o
comal para cocer tortillas apareció con la cultura Mazapa y siguió usándose en
toda la época azteca". 331
A pesar de los factores exógamos adversos anotados con anterioridad y que en
su
conjunto
convertían
en
lento
el
proces o
de
desarrollo
y
perfeccionamiento de las fuerzas productivas, hubo intercambios comerciales y
tecnológicos ante los grupos humanos debido, entre otros factores, a las
migraciones que se sucedían de un continente a otro, de una región a otra. Esto
permitió que todos los grupos humanos desarrollaran un oficio "mecánico" similar
como el de la alfarería, que asumió múltiples modalidades, usos y expresiones
estéticas, desde la fabricación de objetos destinados al consumo humano
doméstico, hasta los objetos de uso ceremonial o religioso. La fabricación de
objetos de cerámica, por ejemplo, se observó, lo mismo en la zona
mesoamericana que en la zona andina y en cada región asumió estilos y
variaciones, aunque finalmente su destino final fuera el mismo.
El labrador era un trabajador universal pues, además, elaboraba los objetos de
cerámica que se necesitaban para satisfacer las necesidades de su familia, de su
Vaillant, George. La Civilización Azteca, Origen, Grandeza y Decadencia, revisado por
Susana B Vaillant. FCE. México, 1977, 303 p., p.127
331
495
gens o fratría, de su señorío o de su religión, así en ese orden de importancia.
Había que tener objetos para preservar los alimentos que se cultivaban evitando
al máximo su destrucción almacenándolos bajo las condiciones mejores
posibles para preservarlos de hongos y de bacterias o de los roedores. Ya
había alimentos cocidos y preparados que había que cuidar con el mayor espero
y por ello se necesitaban todo tipo de vasijas, jarras, vasos y otros depósitos. Esta
actividad se hizo tan necesaria pues había que satisfacer la demanda de miles de
familias que se forman "barrios de alfareros" en las ciudades y ahora a los
labradores les resultaba mejor adquirirlos por medio del trueque que hacerlos ellos
mismos.
Cook hizo referencia a los distintos tipos de alfarería desde la teotihuacana que fue de
color anaranjado, la tolteca, de color plomizo, la "azteca" de color negro sobre
anaranjado. "La pintura policroma se conoció desde la época clásica y en las
combinaciones aparecen sobre todo el blanco, negro, rojo, anaranjado y amarillo.
Significaba esto también una investigación del medio ambiente con experimentos de
diversos materiales hasta lograr un efecto que quitara y se compusiera. La técnica
para modelado y moldeado pudieron ser varias, estandarizada de acuerdo con el
objeto que se iba a hacer, pero una olla podía elaborarse con varias arrollamientos o
un largo en forma de espiral, o bien podía construirse partiendo de una especie de
rosca que se iba modelando, subiendo las paredes, dando la forma deseada. Los
moldes de vasijas podrían ser de una o dos parte, convexos y cóncavos. Para el
cocimiento existen también los métodos que pudieron haberse usado antiguamente;
el horno exterior o bajo tierra, siguiendo la forma de funcionar de su brasero; también
al aire libre, sobre un comal de leña, formando el horno, con comales, colocando las
496
piezas más pequeñas y delicadas en el centro y hasta dentro de ollas grandes, que
funcionaban como un verdadero horno".332
Soustelle hizo referencia a los artesanos, a los que llamaban toltecas los cuales
"recibían cuantiosos emolumentos, pagaban el impuesto por como los negociantes
estaban exentos del servicio personal y de las labores agrícolas. Finalmente sus
corporaciones disfrutaban de lo que llamaríamos "personalidad civil", sus jefes los
representaban ante el poder central y ante la justicia. Eran unos privilegiados,
colocados por encima de la masa de los plebeyos. Pero lo que los distingue de los
comerciantes es que ante ellos no se observa esa tendencia más o menos
combatida de ascender en la jerarquía social. El artesano nada tiene que ocultar, no
tiene que excusar una importancia que no busca, tiene en esa sociedad compleja el
lugar que le conviene y en el cual decide permanecer. La clase de los comerciantes
es dinámica, la de los artesanos estática. Este se contenta gracias a las exenciones
y a la estimación que le atraen sus talentos; con ocupar en la escala social el
grado inmediato superior al pueblo sin privilegios, sobre la plebe".333
Cook de Leonard, Carmen. La Alfarería Indígena Precolombina, y su Supremacía, Artes
de México, Año XIII, Núm.21,1964, p.13
333
Soustelle, Jacques, La Vida Cotidiana de los Aztecas en Vísperas de la Conquista,., p.80
332
497
A diferencia de los labradores macehuales que tienen que dedicar largos y
extenuantes jornadas de trabajo para cultivar y hacer producir la tierra, percibiendo
ingresos magros que apenas les alcanzan para subsistir y reproducir como tales, es
decir, como explotados de los distintos propietarios de la tierra, los artesanos,
primero con sus propias manos y después con sus moldes, producen un conjunto de
objetos que tienen un precio mayor y con los cuales se pueden pagar tributo y/o
concurrir a los mercados, sin tener que experimentar el mismo grado de desgaste
físico y humano que sufrían los macehuales. Su nivel de vida era mejor, su existencia
más "descansada", sobre todo de aquellos que producían objetos bellos y
sofisticados que podían ser utilizados para fines ceremoniales y religiosos.
En la división social que en forma lenta pero inexorable experimentaban las
sociedades, los artesanos obtuvieron las mayores ventajas, sobre todo en la etapa en
que se valorizó cada vez más el trabajo y se abandonaron los criterios
igualitaristas sobre los cuales se había cimentado la sociedad
Como dijo Soustel, se convirtieron en "privilegiados" frente a los macehuales que
no observaron cambios sustaciales en su estatuto social, al satisfacer necesidades
de grupos y de sectores elitistas que pertenecían a los círculos de los pillis. Al
compartir espacios de poder con los pillis, los artesanos estaban exentos de los
servicios personales y de trabajar las tierras, indicando con ello que estaban
usufructuando, junto a otros sectores, una parte considerable del excedente agrícola.
Afirmó Cook "por lo regular la mujer era alfarera y el hombre se dedicaba a la
498
agricultura o a llevar el producto a los mercados; una buena alfarera es una mujer
codiciada y podia escoger marido entre varios pretendientes. Las formas comunes ollas, jarros, comales- las trabajaban tanto las mujeres pero pueden inventar una
forma especial, que se estima como propiedad suya y que hereda a su hija. Es muy
probable que la mujer se alaba como inventora de la alfarería, como se cree por una
casualidad observa, a un cesto de tejido abierto se le embarró lodo para recolectar
laguna semilla pequeña, al quedar cerca del fuego, el barro se endurece; se había
descubierto
el proceso
cerámico,
su
plasticidad
estando mojado y su
endurecimiento al someterse al calor las propiedades más distintivas del barro".334
Entre los materiales que tenía el barro Cook destacan las figurillas de Tlatilco, los
cuales estaban conectadas con el mundo de la muerte, en el Preclásico hubo un
acabado con líneas muy sobrias y en la época clásica se inventó el molde.
Manzanilla describió dos tipos de artesanos en el periodo prehispánico: los que
vivían en barrios especializados en las poblaciones y los artesanos itinerantes que
eran "generalmente artistas muy cotizados, con estilos personales y manera de
decorar particular, lo que podía dejar marcas en sus productos. Por último, había
comunidades completas que se especializaban en la producción de bienes
determinados, como sucedió en patrones de simbiosis económica. Habia bienes
suntuarios cuya producción es muy especializada y eran elaboradas solo por una
familia pero la mayoría de los bienes e instrumentos destinados a satisfacer las
necesidades básicas, eran fabricados por varias familias, que en regiones con
variados recursos formaban parte de esquemas de cooperación internacional.
Cook de Leonard, Carmen. La Alfarería Indígena Precolombina, y su Supremacía, Artes
de México, Año XIII, Núm.21,1964.
334
499
Conforme la élite demandaba productos específicos, la producción se fue haciendo
menos variada, es decir, más estandarizada. Las élites gobernantes podían
auspiciar a artesanos muy especializados en bienes suntuarios; así, en los
palacios era frecuente ver a oficiales, plumarios, escultores y pintores".335
Los pillis les concedieron a los artesanos un tratamiento político y social muy
benevolente pues les permitieron constituir en las grandes poblaciones barrios
o asentamientos propios en donde pudieron vivir y trabajar, que pudieran pagar
sus impuestos con una parte de los productos elaborados, que se pudieran
relacionar con los pochtecas para realizar operaciones de intercambio comercial
con otras regiones del mundo conocido. Es por ello que encontramos objetos de
artesanías que se fabricaron por ejemplo, en la región de Teotihuacán, en las
ciudades de la zona maya, o elaborados en Teotihuacán que aparecieron en la
región andina, lo que plantea la idea de que todos los pueblos de la región
americana estaban relacionados entre sí pues comparten muchos rasgos y
características comunes.
Hasta hoy la mayoría de los estudios realizados hacen énfasis en la belleza
arquitectónica de las grandes pirámides y templos, en donde se encuentran
asociados los objetos de piedra y alfarería, de carácter suntuario u ornamental
pero en muchos enterramientos es fácil encontrar muchos de carácter doméstico o
popular. Así como había una cierta especialización en el interior de las
poblaciones, también los había en el seno de la región mesoamericana en su
Manzanilla, Linda, La Producción Artesanal en Mesoamérica, en Arqueología Mexicana,
número 80, Vol. XIV, p.34
335
500
conjunto. Por ejemplo, muchos objetos de oro, finamente tallados, provienen de
la región mixteca oaxaqueña en donde sus habitantes habían logrado un alto
grado de desarrollo en el tratamiento del oro.
"El sistema productivo mesoamericano empleaba el trabajo humano en masa: la
cooperación simple de gran número de trabajadores a todas las obras de
construcción y transporte que requerían gran cantidad de energía. Por otra parte,
usaban el trabajo muy calificado en las líneas más especializadas de la producción
agrícola y artesanal. Los mayores logros de la agricultura se basan tanto en el
trabajo calificado como intensivo de los cultivos, especialmente en los de riego y
chinampas".336
Aunque reconoció que el trabajo de los tejidos y artesanal, el tallado de piedra o
de madera había mano de obra muy especializada y encontró coincidencias
entre las zonas de riego en donde había un florecimiento de la agricultura con la
presencia de grandes ciudades, como Cholula. Entre las ventajas que observó
Carrasco eran las de que las poblaciones que había en las riberas de los lagos se
podían comunicar fácilmente por medio de canoa.
Según los estudios de Carrasco, coexistían distintos tipos de trabajo, los cuales
reflejaban la existencia de varios niveles de desarrollo de las esferas de la
economía enfatizando en la cooperación simple que es la asociación más
elemental de dos o más personas para producir. Este tipo de combinaciones de
esfuerzos y de prestación de mano de obra era muy claro, por ejemplo, en la
agricultura, pero adquiere una mayor complejidad en la metalurgia y en las
336
Carrasco, Pedro. La Sociedad Mexicana antes de la Conquista, p.17.
501
artesanías. Asumió distintas modalidades este fenómeno pero la esencia del
mismo no cambiaba.
Es posible que en el sistema de remuneraciones de los artesanos ya hubiesen
empezado a florecer relaciones monetarias mercantiles, pero esto todavía no
existe sino hasta la época de la Colonia. Se les pagaba en especie a los
macehuales, a los fundidores de metales, a los orfebres, es decir, se les "pagaba"
con productos de similar o equivalente naturaleza con los cuales a su vez los
trabajadores podían efectuar otras transacciones. Esto era una forma en que
asumiría el concepto de riqueza, la cual no tenía manifestaciones de carácter
monetario sino se observaba en este tipo de vestimentas, del número y la calidad
de las joyas y de los ornamentos. Se hablaba, por ejemplo, de que los pochtecas
podían "comprar esclavos" dando a entender que entregaban por ellos algún tipo
de moneda, pero pudieron haber entregado otras prendas u objetos.
Por su parte, Albores Zarate describió la estructura de especialización de tule que
incluyó el tulero o cortador independiente, tulero asalariado, cortador y vendedor,
artesano y tejedor independiente, vendedor de productos tejidos e intermediario o
resgatador. Pero también había actividades independientes o individuales como la
de los tuleros o vendedores de tule, los cortadores y los tejedores. "Por otra parte,
en torno al tule trabajaban casi todos los miembros de la familia. Todo el trabajo que
se llevaba a cabo en la ciénega, era la actividad vinculada con el tule redondo lo
que encerraba algunas relaciones de trabajo asalariado, siendo este tipo de tule una
de las únicas dos variedades de toda la amplia gama que además de la
502
consecución del material implicaba una elaboración artesanal".337
Espinosa informó que ante los tarascos había tuleros que hacían petates y tapetes,
hacian esteros de palma que servían como tapetes y desde luego mencionó a los
trabajadores que fabricaban todo tipo de mantas, blancos, negras y pintadas,
hechas de algodón; los alfareros hacían vasijas de barrio y jícaras de madera o
bateas, en tanto que los carpinteros y talladores labraban la madera empleando
instrumentos de cobre y los plateros utilizaban martillos para hacer objetos de oro y
plata.338
En la región tarasca, que en gran parte también se asentó en una zona lacustre, de
la que se derivaron parte de sus rasgos distintivos, ubicados en la agricultura de
terraplenes y pasos a desnivel hubo un importante auge del proceso de
especialización de las actividades manufactureras y metalúrgicas que la
convirtieron en una de las regiones más demandadas para el intercambio
comercial; al igual que en la región mixteca oaxaqueña, el desarrollo de la
alfarería y de la metalurgia permitieron la realización de fuertes flujos comerciales
hacia la Cuenca del Valle de México ya sí podemos encontrar en los
enterramientos y en los hallazgos arqueológicos restos de esos objetos, muchos
de ellos de bronce.
Por su parte, Carbajal, basada en Armillas, explicó que los primeros grupos
humanos se instalaron en las riberas de los islotes y que después, impulsados por
varias sequías, los habían poblado en los periodos Clásico y Posclásico, atraídos
por la alta productividad del sistema de cultivo de chinampas. Primero las
337
Albores Zarate, Beatriz, El Tejido de Tule en la Zona Lacustre del Valle de Toluca, El
Colegio Mexiquense, 1966, 11 p., p.7
338
López, Marco Antonio, Orígenes de la Artesanía en Michoacán, p.5
503
embalses eran muy profundos pero después, con las frecuentes erupciones
volcánicas se fueron azolvando y se fue generando una acumulación sedimentaria,
hasta el periodo posclásico en el que había 7 lagos, tres de ellos ubicados en el
norte, que eran independientes, Zumpango, Xaltocan, Texcoco y Chalco. Las
calzadas de Tepeyacac, Tenayuca y Xionalco estaban asociadas a Tlatelolco
mientras que la de Iztapalapa, Tacuba y su ramal a Chapultepec correspondían a
Tenochtitlán. "Estas estructuras fueron edificadas con anterioridad a la caída del
señorío Tecpaneca y en su territorio debieron hacerse con mano de obra Tlatelolca
y/o tenochca, respectivamente, con la anuencia y para satisfacer necesidades
tecpanecas. Su función consistía en subdividir el lago en varias secciones que
deben corresponder con límites de "derechos de agua" de las localidades que
unían, particularmente de las ribereñas".339
Para estar ubicadas a lado de las riberas del lago, las chinampas demostraron
tener una elevada productividad pues disponían de dos de los insumos básicos: el
agua que servía para alimentar en forma permanente a los almácigos y el lodo que
era su abono. No debemos olvidar que la cuenca se formó por medio del
azolvamiento originado por la erupción de volcanes y por ello era muy frecuente
que los niveles de agua tuvieran movimientos pues era una cuenca "cerrada".
Cuando el agua se retiraba, esa agricultura se debilitaba y después que se habían
perdido sus ingredientes básicos y si por el contrario, las aguas llegaban en
volúmenes crecientes se inundaba la ribera y se producían resultados similares,
es decir, catastróficos. Las calzadas fueron obras que tenían dos finalidades: una,
Carballal, Staedtler, Margarita. Tecnología de Prevención de Inundaciones en la Cuenca
de México durante el Horizonte Posclásico, 13 p., p.23
339
504
la de servir de vías de transportación de bienes y personas y otro, indirecto, de
contener la aguas de los lagos y hacer separaciones aunque fuesen artificiales.
Además, y durante un largo periodo la fabricación de objetos de cerámica se hacía
para satisfacer las necesidades de la familia, tarea en la cual la mujer tenía una
gran responsabilidad. Entre ella estaba la de preparar los alimentos y conservarlos
y para ello se necesitaban toda clase de vasijas y de depósitos para cumplir con
estos objetivos.
La especialista Mirambell definió los primeros artefactos durante la etapa de cacería
siendo estos artefactos de piedra, hueso, madera y astas; se hacían cortes
redondos y puntas de proyectil con los cuales cazaban y descuartizaban a los
animales, raspadores, raederas, desarticuladores, perforadores. Hizo notar que
durante la etapa del cenolítico superior, los grupos humanos se dedicaron a la
recolección de plantas y animales, sobre todo a la caza de especies menores,
pero que habían agregado una nueva técnica, el pulido por lo que se hicieron
hachas y anzuelos. En las tierras altas operó la recolección de semillas y la caza de
animales pequeños con el uso de la piedra y el hueso para hacer fibras de cestería,
candelarias y redes y calificó a estos grupos de semisedentarios. "A raíz de las
plantas de teosintle la planta de maíz fue domesticada, unos pequeños olotes que
eran los maíces domésticos más temprano, los metates y su mano, herramientas
que permitían un mejor aprovechamiento de semillas tanto silvestres como
cultivadas".340
Desde el punto de vista práctico, era más fácil "trabajar" con piedras "suaves" que
Mirambell, Lorena. Arqueolítico y cenolitico inferior, 3000-7000, A.C., Arqueología
Mexicana, Vol. IX, Número 52, 3p.3
340
505
con "piedras duras" y por ello como dijo Mirambell se favoreció tanto el hueso
como la madera, obteniéndose de ella, muchos productos que se destinaban
sobre todo en la caza. Por ello encontramos muchos restos arqueológicos de
estas materias primas, que desde luego tenían serias limitaciones como la
precariedad de los materiales y la escasa resistencia de la misma. No era nada
sencillo destazar un animal únicamente utilizando artefactos de hueso de
madera, sino se requerían materiales más resistentes de los que se extraían
punzones o lascas más filosas una mayor rapidez y eficiencia en esas
operaciones; hasta fabricar hachas muy desarrolladas aplicando un pulido y un
acabado más consistente de las piedras, ya sea mediante la técnica de la
percusión, del tratamiento con arena muy fina o de ambos procedimientos a la vez,
una después del otro, lo que aseguraba filos más finos y fuertes sobre todo para el
tratamiento de las especies mismas, como jabalíes, venados y otros. El pulido de
las piedras les dio un gran brillo y una gran capacidad también para utilizarlo como
instrumento de trabajo para desbastar otras piedras, hasta conformar un
utillaje más amplio de instrumentos líticos pues se habían dejado atrás las toscas
piedras primitivas.
Buenrostro formuló distintas observaciones sobre el sentido utilitario que le dieron a
los objetos de ceremonia, como las cestas, guajes y calabazas cuyos bordes
engrosaron para que fueran más fácilmente manipulados y las ollas porque el calor
del fuego lo supieran aprovechar mejor; los cántaros para transportar agua se
hicieron delgados y de boca estrecha para que se pudieran tapar y no se derramara
el agua; las vasijas con tres capotes se hicieron para que se asentara bien en
cualquier superficie. Al referirse a la cocción dijo que las piezas eran de un grosor
506
delgado que permitía que el aire caliente circulara por toda la superficie y para evitar
que se fracturara. Las tres formas que había para utilizar el barro eran; la torta o
bola, la plancha o el rodillo, en las que se agregaba el pastillaje" que era la
aplicación de detalles que se van adhiriendo y trabajando con pequeños palillos o
espátulas de hueso para crear ojos, peinados, orejeras, tocados e indumentaria.
El uso de moldes para hacer figuras fue otra importante aportación pues facilitó la
producción de figuras y rostros que después se retocaban con el fin de enfatizar en
algunos rasgos".341 Después hizo alusión a las distintas formas de cocción y se
abrió una base para que penetrara el aire.
Al realizar un estudio de los objetos cerámicos se observa también una evolución
de las vasijas y de los recipientes más simples y sencillos hasta los que tienen una
mayor calidad, como la incorporación del vidriado y de una enorme diversificación
artística que hoy es la admiración de los visitantes de los museos. La orfebrería
nació vinculada sobre todo a la alimentación, es decir, a la necesidad de cocer y
guardar los alimentos y a las necesidades de transportación de productos y por ello
se requerían sus cestas y ollas.
El barro fue la materia prima fundamental, pero lo importante era el tratamiento que
se le daba y que en el mejor de los casos permitía una gran capacidad ante el
fuego para elaborar figuras y utensilios muy variados, tanto por la resistencia de
sus materiales como por la utilidad de sus productos. Las técnicas a que se refieren
los especialistas se fueron perfeccionando no solo como producto de la experiencia
Buenrostro, Marco. El Manejo del Barro en el México Prehispánico. Arqueología
Mexicana, Edición Especial, junio de 2001, p.12
341
507
acumulada, sino también como resultado de los intercambios culturales de los
distintos pueblos aborígenes del continente, hasta uniformarlos y compartirlos,
si no todos por lo menos sí la mayoría de ellas.
Estas obras regulaban el movimiento del agua, aunque también estaban sujetas
a los resultados de los cambios en los niveles de las aguas que con frecuencia
sufrían inundaciones y se interrumpía el servicio de transportación. Esta regulación,
al parecer, no fue deliberada perseguida pues insistimos en que se edifican como
medio de transporte, pero en la práctica si cumplieron esta función. Estos
problemas, derivados de los desniveles de los dos lagos principales y del hecho de
que varios ríos derramaban sus aguas en ellos, fueron conocidos desde el
periodo tecpaneca y surgió una animadversión general por el hecho de tener
grandes volúmenes de agua. No las vieron desde un principio como una
manifestación positiva de la naturaleza, a la cual había que extraerle los frutos y
beneficiarse de sus ventajas, como por ejemplo, haber construido un sistema de
esclusas sino como un problema que había que resolver, por medio de la
separación y de la contención de las aguas.
En el estudio que hizo Servín de las llamadas artes menores se refirió a la
orfebrería, que se hacía con materiales de oro y cobre, sobre todo los orfebres de
Azcapotzalco, en donde había fundidores, martilladores utilizando la técnica del
mutilaje "que permitía trabajar láminas tan delgadas como el papel con un
punzón". Luego describió la fundición, "cera prendida" en la que se aplicaba
carbón molido al que se añadió una parte de arcilla, se adelgazaba la cera con
508
una piedra plana para darle homogeneidad y se laminaba con un rodillo de
madera sobre una piedra lisa, la laminilla de cera se sujetaba al molde por medio
de pequeñas astillas de madera, se daba forma al oro y las piezas estuvieron
fuertemente saturadas de simbolismo y religiosidad, el oro no era considerado
en si un elemento comercialmente valioso sino que tiene una ascendencia casi
divina por lo que únicamente podían elaborarse objetos del ritual, ornato
distinguido o amuletos funerarios.342
El desarrollo de la orfebrería, íntimamente vinculada con la metalurgia, está más
difundida entre los mixtecas de la zona de Montalbán y Mitla y en la zona purépecha,
que en la región central del Valle de México. Con el intercambio comercial, el pago
de tributos, las guerras de conquista, y las migraciones, la tecnología empleada en
los procedimientos técnicos utilizados se hicieron muy similares, hasta alcanzar más
o menos el mismo grado de evolución material y científico. La política integracionista
que aplicó la Triple Alianza permitía que materias primas y objetos que nos podían
producir en la región de la cuenca, sobre todo por razones alimenticias se pudieran
traer de zonas geográficamente más lejanas.
Así encontramos en el Valle muchos objetos y piezas que eran propias de las
llamadas tierras calientes. ¿Esta integración económica fue deliberada o
conciente, sujeta a un plan o a planes de los tlatoanis o bien fue producto de las
circunstancias? No lo sabemos, realmente, pero en la práctica así sucedió. El hecho
de disponer de la tecnología de la metalurgia hasta el grado en que se encontró con
una relativa facilidad pues si no la obtenían por medio de la coacción de los tributos o
342
Servin Falencia, José. Las Artes Menores, en Esplendor del México Antiguo, T. I, p.402
509
por una guerra de conquista o en el mejor de los casos por medio del intercambio
comercial, propició que la zona central se quedara rezagada en este campo respecto
de otras regiones de Mesoamérica.
También Manzanilla hizo referencia al sitio de Matacapan, ubicado en la zona de
San Andrés Tuxtla "en donde se encontraron hornos de cerámica y basureros de
desechos de cocción, donde se elaboraba la cerámica de pasta fina que se
consumía (ocalmente, los artesanos de este sector estaban al servicio de esa
élite y elaboraban algunas imitaciones de cerámica teotihuacana". Encontró
también otras influencias culturales de Teotihuacán como tablero-taludes,
concluyendo que en Matacapan se copiaban formas y técnicas teotihuacanas de la
época del clásico Medio. Elaboró algunas conclusiones: la cerámica de
Teotihuacán tiene baja resistencia mecánica y mayor porosidad, en cambio la
cerámica de Veracruz son magnéticamente más estables, su polaridad es menor y
son más estables mecánicamente.343
La existencia de hornos de cocción, sobre todo para fabricar cerámica, revela un
gran dominio del fuego pues había que controlar los grados centígrados que se
necesitaban para producir los artefactos, sin que se quemaran o se
desintegraran, en virtud de las características que tenía la arcilla. Había hornos
de superficie o al aire libre y otros subterráneos, que permitían producir cientos o
miles de piezas de cerámica, hasta pasar a la producción en serie en los centros
urbanos. Existen evidencias arqueológicas, sobre todo en Teotihuacán, que indica
que la producción alfarera estaba ya muy diversificada y que se fabricaban miles
Manzanilla Linda. Estudios Interdisciplinarios de Arcilla y Cerámica de Teotihuacán y del
Centro de Veracruz, Revista Antropológica y Técnica, 2007,15 p.8
343
510
de piezas, encontrándose grandes volúmenes de restos de tepalcates.
Existe también una constante: a una mayor cantidad de piezas fabricadas;
correspondían grupos humanos más grandes y por lo tanto sociedades más
estratificadas, sobre todo porque se produjeron grandes volúmenes de cerámica
ricamente decorada, para fines suntuarios o de lujo. ¿Se vendía cerámica de
Teotihuacán a otros sitios? ¿Simplemente el hecho de encontrar piezas de
cerámica Teotihuacana en lugares tan distantes como la zona maya, era producto
de las relaciones culturales y humanas, del intercambio comercial normal, los
artesanos mayas aprendieron a copiar los modelos teotihuacanos que tanto nos
han maravillado?
Definió así Mohar a los orfebres:
"... tenían una estricta jerarquía, básicamente se dividían en dos grupos: los
martilladores o majadores, llamados así porque labraban el oro majándolo con
piedras y martillos hasta dejarlo tan delgado como papel y los Tlallalianime o
equitadores, que eran quienes asentaban el oro. En cambio, con cera diseñaban
algo, con la que fundían metal precioso, sea amarillo, sea blanco, con estos
dichos principios a su arte. Primeramente, el que presidía les repartía el carbón.
Primero lo muelen bien, lo hacen polvo; lo reducen a menudo polvo. Ya que lo han
molido, luego lo juntan, lo mezclan con un poco de lodo de olleros, el que es
pegajoso, con el que hacen ollas. Cuando este desaparece desabasto, hacen
pegajoso el carbón, con este se endurece, se adelgaza, y cuando lo han acabado
hacen laminilla, la tienden al sol. En dos día se secan, las rejunta, y se
endurecen". Este procedimiento es el de la cera, cuyos especialistas dibujaron
511
animales y flores, destacando las piezas de los orfebres de la Mixteca; tenían como
dios a Totee y a lo veneraban en el templo llamado Yopac.344
Dijo Aburto que la arcilla natural está formada por los minerales arcillosos, entre
ellos, los óxidos, feldespatos, carbonatos y sulfatos; hizo referencia a cinco tipos de
arcilla, 4 provenientes del estado de Oaxaca, en la región de Mochixtlan y la otra en
Tomatlán, Estado de México. Hizo estudios para determinar la temperatura y la atmósfera
del horno que usaba el alfarero y las distintas muestras de cerámica que se efectuaron,
así como los procesos de oxidación y vitrificación, a través de la aplicación del
método de espectroscopia Móssbauer.345
Barba precisó que el caolín y la ilita eran los materiales arcillosos que más se usaban en
la fabricación de productos cerámicos y la mayoría de las piezas tiene partículas de
caolinita. "La arcilla, mientras se encuentra húmeda, posee un alto grado de plasticidad
que permite su modelado y en consecuencia se utilización. Esto se debe a la capa de
agua formada alrededor de cada una de las delgadas placas, que le permite deslizarse y
acomodarse fácilmente, dando a la masa arcillosa la propiedad de mantener la forma y
volumen que el alfarero le induzca. Durante el secado, el agua de plasticidad se va
eliminando reduciéndose los espacios entre las partículas y con ello su movilidad. Cuando
la temperatura en el calentamiento alcanza 200 grados centígrados, la mayor parte de
esta agua se ha perdido y las partículas se encuentran muy cerca una de la otra. Si se
continúa elevando la temperatura, se elimina la mayor parte del agua de combinación
química deshidratando las moléculas. En este momento se produce un colapso en la
estructura cristalina, la cual comienza a desintegrarse. El agua se pierde como vapor y
Mohar Betancourt, Luz María, Manos Artesanas en el México Antiguo, p.124
Aburto, Sergio. La Espectroscopia Móssbauer y su Aplicación en Arqueología, Revista
Antropología y Técnica
344
345
512
las partículas se acercan un poco más. A temperaturas mayores se alcanzan un
punto en el que las paredes de las partículas se suavizan y se funden unas con
otras, produciéndose un aumento en la densidad y una consolidación en la pieza." 346
Habló de las distintas temperaturas a que se puede llevar la arcilla, hasta alcanzar una
temperatura de 900 grados, hasta llegar al grado de vitrificación. La principal labor del
alfarero consiste, desde luego, en elaborar las piezas u objeto, lo cual tenía una relativa
sencillez, pues se trata de una materia suave, muy dúctil, en donde es posible
desarrollar la inteligencia y la capacidad estética, pero lo importante es someter la
figura a la cocción de los hornos hasta que esa flexibilidad desaparece para adquirir
una mayor dureza y resistencia. Si se excede de los grados que se necesitan, se puede
producir un material quebradizo y por lo tanto desperdiciarse el esfuerzo realizado. La otra
modalidad es realizar las figuras en serie, es decir, grandes cantidades, las cuales se
pueden destinar a la comunidad en su conjunto, o a la exportación e intercambio.
Siendo la zona de carácter lacustre, una de las primeras especializaciones era el
tratamiento de tule y sus múltiples derivados. Desde que llegaron los primeros grupos
humanos, impulsados por sus necesidades más apremiantes y por las abundantes materias
primas que eran disponibles, el tule fue utilizado para distintos fines. En primer lugar, para
hacer "canoas" en donde se plantaron los almácigos que posteriormente se ubicarían en
la zona chinampera y/o para fabricar los "pisos" de las citadas chinampas, después para
tejer cestos, hacer hilos, redes para pescar lo que permite desarrollar artículos que
Barba Pingarrón Luis. Determinación de Temperaturas de Cocción de Cerámica
Arqueológica por Métodos Dilatométricos, Revista Antropología y Técnica, 2003,11 p.
346
513
complementaran la agricultura y segundo, las artes de la pesca que en una primera etapa,
pudo haber sido más importante para satisfacer las necesidades vitales, que la
agricultura, la que se encontraba en una fase incipiente correspondiente tan solo en un
sector de ellas, la agricultura chinampera. Esta planta (la del tule) creció en forma
acelerada en las ciénagas y en ellas se acumulaba una gran cantidad de lodo o de limo
que se utilizaba para fertilizar las siembras y también en sus ramas se escondía una gran
cantidad de peces y de aves acuáticas.
Muller explicó que había 4 técnicas para trabajar la arcilla: modelar a mano, enrollar, utilizar
el molde y formar por secciones, mientras que la otra técnica que era el uso del torno o
rueda del alfarero fue introducida por los españoles después de la conquista. "El color de
las piezas cocidas dependía en gran parte del color del horno y de la cantidad de oxígeno
consumido. Se cocía la cerámica lo mismo en hornos en forma de pozos que en hoguera
abierta y existían por lo menos 30 técnicas decorativas".347
Nuevamente, Tlacaellel tomó una serie de medidas para "dignificar" a Ahuizotl que
pedía a los lapidarios que se dieran prisa para labrar unas piedras, a los plateros
para que fabricaran unas joyas y mandó llamar a los mandoncillos de los barrios para
que trajeran esteras y cestillas para el pan que ellos usaban, a los albañiles y
carpinteros "para que derrumbara lo que estaba caído, a los encaladores para
que "encalaran y remediaran lo que estaba descompuesto, calculando que se habían
sacrificado "casi mil" en la ceremonia de coronación. Destacó la aportación de
Ahuizotl en la construcción de un templo al rey Huitzilopochtli por lo que
participaron muchos canteros. En cuanto a la relación que tenía con Texcoco
Hayden, Doris. A guide to Mexican Ceramics, en Boletín del INAH, Época 2, Núm. II, oct.dic. 1974, p.7
347
514
precisó que si bien no tributaban mantas, ni joyas, ni plumas, ni comidas,
directamente a México "halla empero a los mexicanos metido en tierras tezcucanas,
donde sembraban y cogían algunos de ellos, hechos terrazgueros de los señores de
México y halla que ofreciéndoles estas fiestas y solemnidades daban tributo de
esclavos para ello, de lo cual ninguno estaba exento o reservado".348
Ya se habló aquí de miembros de por lo menos 4 oficios, como serían los lapidarios,
que se dedicaban a trabajar la piedra, los plateros, el oro y la palta, los albañiles y los
carpinteros, dedicados a la construcción, entre los cuales se incluyeron a los
canteros y desde luego incluimos a los jarcieros que fabricaban las cestas para
transportar piedras. Estos son los "especialistas" que se pusieron en movimiento y
disposición de Ahuizotl para construir una piedra ceremonial de gran importancia
simbólica, o para construir una de las fases del Templo Mayor. Obsérvese que se
utilizan nombres europeos para definir estas ocupaciones los que empelados en
forma ligera nos haría considerar que se trataba de una sociedad estamental como
la medioeval en Europa.
Sería un exceso hacer una comparación de esta naturaleza pues el "sector
especializado" era en realidad muy pequeño aunque se encontraba en crecimiento
constante. En realidad, la carencia de una mayor especialización era una de las
características de esa sociedad debido al escaso desarrollo de sus fuerzas
productivas, en la falta del uso industrial de la rueda, el bronce, los animales de
carga, lo que les impelía utilizar un uso intensivo y masivo de la fuerza de trabajo
348
Duran, Diego. Historia de las Indias de la Nueva España, T. II, p.337
515
de miles de personas, que por sí mismo implicaba un bajo nivel de productividad.349
Describió Motolinía los oficios mecánicos a los que se dedicaban los indios
empezando por los pintores, que habían alcanzado un "gran perfeccionamiento" y
"ágora hace tan buenas imágenes como en Flandes, a los batihojas, que
aprendieron este oficio muy rápidamente, antes de los 8 años que señalaban las
ordenanzas; los plateros a los cuales les faltaban los instrumentos y las
herramientas para labor de martillo; los que se dedicaban a cortar corambre y que
podían hacer zapatos, borceguíes y "este oficio comenzó en Mechoacán"; a los que
fabricaban sillas para montar canteros y pedrerías que antes labraban muchos ídolos
de piedra, pero ahora labraban todo tipo de cosas. "En Texcoco hay tantos y muchos
telares de paño, que es una hacienda gruesa. Téjense muchas maneras de paño y de
estas los maestros son españoles pero en todas entienden y ayudan a los indios y
luego ponen la mano en cualquier oficio y en pocos días salen maestros; hoy indios
herreros, cerrajeros, tierreros, cuchilleros, funden los indios plata y hay sastres que
hacen sayos, calzas, gabanes y otras muchas ropas, hay carpinteros y entalladores
que tienen escapuelos y en lugar de barrenar y taladrar usaban unos punzones
cuadrados estas herramientas las fundían de cobre, mezclándolas con estaño y
después que vinieron los carpinteros de España y trajeron herramientas, también
los indios labran y hacen todo cuanto los españoles". Pero también había quien
fabricaba vihuelas, arpas, flautas y chirimías.
En relación con la economía basada en el esclavo, Chayanov consideró que en
realidad no había salarios de por medio "pues el agricultor y el artesano se
administran independientemente, controlan la producción y las demás actividades
349
Motolinía, Toribio, Memoriales, p.23
516
económicas bajo su propia responsabilidad. Tienen a su disposición todo el
resultado de la producción de su trabajo y la impulsan o logran esta producción de
trabajo las necesidades de la familia, cuya satisfacción solo limita el cansancio del
trabajo. Ninguno de estos factores existe en la economía de la esclavitud. El
esclavo trabaja en una producción dominada por la voluntad de un extraño; es
solo un instrumento ciego y no tiene derecho a disponer del producto de su
trabajo. Solamente lo mueve a producir trabajo el miedo al castigo y satisfacer sus
necesidades a discreción del amo solo hasta donde es necesario para conservar su
capacidad de labor. Para el empresario dueño de esclavos, la esclavitud solo
espacial si le deja un producto excedente después reducir los gastos y el costo de la
esclavonia; después de realizarlo en el mercado este producto de un ingreso
objetivo por la posesión de los esclavos. El costo de mantener esclavos lo
determinan normas fisiológicas y la tarea del trabajo asignada; no puede tomarse
como una categoría sustentada por complicadas relaciones sociales y económicas
análogas a las relacionadas con la categoría de los salarios. Por eso el esclavo
apenas difiere de las bestias de carga en lo tocante a la organización de la
empresa, si hacemos caso omiso de las normas éticas que configuran la vida
patriarcal, de especial significado, por ejemplo, en la esclavitud musulmana".350
Existen muy pocas referencias al trabajo de los esclavos en las crónicas históricas y en la
pictografía, lo que confirma que su presencia social no es considerable, ni su importancia
económica y social significativa. Ya hemos visto que las dos principales fuentes de
Chayanov, Alexander, Teoría de los Sistemas No Capitalistas, en Chayanov y la Teoría
Económica Campesina, Cuadernos de Pasado y Presente, Editorial Siglo XXI, México,
1997,196 p., p.63
350
517
generación de riqueza eran los macehuales que labraban las tierras, siendo esta la actividad
económica fundamental y el trabajo de los artesanos que transformaban los bienes de la
naturaleza en bienes de consumo. Existe, claramente, un volumen de excedentes de la
producción agrícola y artesanal, el cual acaparaban los grupos sociales parásitos, como los
funcionarios gubernamentales, los sacerdotes y los militares. Mantenían una capa creciente
de esclavos, concebidos como un conjunto de productores sometidos a voluntad de un
propietario sin ningún derecho ni prerrogativa implicaba destinar una parte considerable de
ese excedente para alimentarlos y así poder asegurar su subsistencia física y su
reproducción social, pero este interés no fue manifestado nunca por los tlatoanis que
prefieren a los macehuales por encima de las restricciones económicas que planteaban los
esclavos; tampoco eran concebidos como unas bestias de carga pues ese papel lo
desempeñaban los tamemes. Constituir una sociedad esclavista supone el desarrollo de un
alto grado de producción económica que los mexicas no tuvieron.
La lámina LX del Códice Mendocino es rico en la descripción de ocupaciones y oficios:
a los niños mayores de siete años de edad se les daban sus redes para pescar, mientras
que en otro escenario las madres ejercitaban a sus hijos en el arte de hilar y tejer y a darles
buenos consejos para que siempre se aplicasen y ocupasen el tiempo en algo, para
renunciar toda ociosidad. En la tercera portada de la lámina LXI se aplicaba al muchacho y a
la muchacha, a partir de los 13 años de edad el castigo de traer leña del monte, carrizo
para hacer canoas y se les daba de comer dos tortillas. Se señalan castigos o penitencias
para aquellos jóvenes que estuviesen adiestrados en oficios,
no fueran descuidados o
negligentes, a quienes les eran aplicados puntas de maguey en distintas partes del cuerpo.
Hay otro glifo en el cual los mandones aplicaban castigos a jóvenes mancebos que
518
"anduvisen vagabundos o viciosos".351
La pertenecía a un linaje, a un clan, en una primera etapa, determinaba la existencia de todos
sus miembros y por ende de la sociedad en su conjunto. Visto esto con la lejanía de tiempos,
diremos que era una sociedad cerrada, estamental, signada por la fatalidad y la
inexorabilidad del nacimiento y de la pertenencia, lazos que por supuesto se fueron
debilitando pero que no desaparecieron. Los niños eran educados y formados para el trabajo
en aquellas actividades que eran vitales para su subsistencia, la agricultura, la caza y la
pesca. Los hijos debían seguir el oficio de sus padres y ser tan eficaces y adiestrados como
ellos en la aplicación práctica de los instrumentos del trabajo. Por ello observamos que los
padres conducen a los hijos a las lagunas, se suben a los canoas y les enseñan a lanzar las
redes, a distinguir los distintos tipos de peces existentes en ellas. Con el tiempo la
experiencia práctica que acumularon los padres tras haber desempeñado durante su
vida, un oficio, este de la pesca, fue trasladado a sus descendientes, los cuales, a su vez, la
enriquecieron, la cual se tradujo en un perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo y así
en forma sucesiva. Esta acumulación de conocimientos, prácticos y teóricos, contribuyó a
desarrollar las fuerzas productivas.
Un principal aconsejó, según el Códice Florentino que "se procurara saber algún oficio
honroso, como es el de hacer obras de plumas y otros oficios mecánicos, también porque
estas cosas son para ganar de comer en tiempo de necesidad; mayormente que tengáis
cuidado con las cosas de la agricultura porque estas cosas las tienen, todas estas cosas las
procuraron saber y hacer vuestros antepasados porque aunque eran hidalgos y nobles
siempre tuvieron cuidado que sus tierras y heredades fuesen labradas y cultivadas porque
si solamente tuviesen cuidado de tu hidalguía y de tu nobleza y no quisieres entender las
351
Kingsbourogh Lord. La Explicación del Códice Mendocino, T. I, p.138
519
cosas ya dichas en especial en las cosas de la agricultura, con que mantendrás tu casa y
con que te mantendrás a ti mismo, no hay en el mundo ningún hombre que no tenga
necesidad de comer y de beber, mirando hijo que es necesario sembrar los maizales, plantar
los magueyes y tunales porque según lo que dijeran los viejos, loa fruta es regocijo de los
niños, regocijo y mata la sed a los niños...".352
A diferencia de la cultura hispánica, la prehispánica tenía como una de sus finalidades
centrales la de la preparación de los niños y jóvenes para que pudieran desempeñar
actividades manuales o artes mecánicas, es decir, aquellas vinculadas con hacer cosas,
transformar los bienes de la naturaleza en objetos útiles para el consumo humano, en
dedicarse a las llamadas artes mecánicas. ¿Cuál era la actividad básica de la sociedad
mexica? La agricultura en sus diferentes modalidades. Por lo tanto, se requería la formación
permanente de personas que pudiesen dedicarse, con eficiencia, a esta actividad de la
cual dependía la existencia mínima de esa comunidad. Se tenía que asegurar la
reproducción social de los macehuales pues sin ellos no habría producción de alimentos
posible y sin ellos simplemente la vida de los seres humanos no existiría. Muertos o
desaparecidos los macehuales de una generación tenían que ser sustituidos por otra
generación de macehuales.
Esta fatalidad o perentoriedad estaba determinado por el escaso grado de desarrollo de la
manufactura y por el carácter eminentemente agrícola de esa sociedad, por la gran
importancia social que se le concedía al trabajo físico por encima del trabajo intelectual y por
el tipo de necesidades existentes que eran las más perentorias. Se habla de una
enseñanza que se transmitia desde en el hogar y en el el hogar y no de un conocimiento
352
Códice Florentino, T. II, p.78
520
institucionalizado que con frecuencia nos hace pensar erróneamente que se trataba de
gremios estructurados, como los que había en Europa.
"El oficial de cualquier oficio mecánico primero es aprendiz y después maestro de muchos
oficiales y de tantos que se puede decir que es el omnis homo. El buen oficial mecánico es
de estas condiciones, que a él se le entiende bien el oficio, en fabricar e imaginar cualquier
obra la cual hace después con facilidad y sin pesadumbre, al fin es muy apto y diestro
para hacer, para componer, además, aplica, cada cosa para su propósito. El mal oficial es
inconsiderado, engañador, ladrón y tal que nunca hace obra perfecta. El oficial de pluma es
único, hábil ingenioso en el oficio. El tal oficial "es bueno que le son imaginativos, diligentes,
fiel y convenible. El platero es conocedor del buen metal y hace cualquier obra sutil y
artificiosamente; el buen platero tiene buena mano y todo lo hace con medida y compás y
sabe apurar cualquier metal y de lo fundido hace planchuela o tejuela de oro o de plata,
también sabe hacer moldes de carbón y echan metal en el fuelle para fundirlo. El mal platero
no sabe acendrar la plata, dejarlo envuelta con ceniza, astuto para sacar y hurtar algo de la
plata y del oro"353, dijo el Códice Florentino.
Los primeros pobladores del Valle eran omni-homo, es decir, sabía trabajar en todos los
"oficios", lo mismo en la agricultura, que en la lapidaria, la orfebrería, que el arte de tejer,
como ya hemos afirmado con anterioridad pero a pesar de la evolución que registraron estos
grupos de especialistas, no encontramos indicios que nos permitan concluir que llegaron a un
grado de organización y de madurez que el de los gremios de la Edad Media. No llegaron a
ese nivel, con seguridad, por lo que fue la Nueva España en rigor estaba en un grado de
desarrollo inferior al del Viejo Continente y por lo tanto no es adecuado utilizar la categoría
que utiliza Sahagún para referirse a esos grupos, empleaba los términos aprendiz y maestro
353
Códice Florentino, T. III, p.13
521
que obedecen a otro contexto socioeconómico. No había una estructura rígida, jerarquizada o
cerrada; no existían los requisitos que eran válidos en Europa para formar parte de esta
estructura y ni siquiera sabemos si existían escuelas o centros de adiestramiento que
permitieran la capacitación en esos oficios. Esos son traslapes que Sahagún hizo de las
categorías europeas a una realidad que era distinta. Lo que seguramente existían entre los
miembros de esos oficios fue el sentido de la pertenencia, el de la adhesión, que permitía en
forma natural y espontánea, conocer "secretos", transmitirlos y protegerlos y un "espíritu de
cuerpo" que estaba más asentado, por ejemplo, entre los comerciantes que entre los
artesanos.
Dijo Valle que había muchos glifos en los cuales se pintaban a los trabajadores
especializados con la característica de que aparecieran realizando una función específica y no
de su persona, que la imagen se reduce solo a la cabeza o se agrega parte del bastón y
aparece con línea de enlace el glifo del oficio. Aparecieron los trabajadores que portaban la
coa como herramienta de uso general. Estaban los pescadores, petateros, y comerciantes; en
el caso de los primeros había una red, de los segundos una entera tejida de tela y de la
tercera de un abanico de hojas, mientra que el Códice Osuna aparecieron los albañiles, los
aguadores, los barrenderos, los carpinteros y los encaladores.354
En estos glifos apareció la función o actividad a la que se dedicaban y no el de las personas:
por ejemplo, el pescador tenía dibujada una canoa, el tejedor, una tela, el labrador, una coa,
el petatero un petate o equipal. Ello revela que aun no había llegado a un elevado grado de
especialización y de organización, el punto de que pudieran aparecer como individuos
distinguidos de carne y hueso; en cambio, se aparecen en otros glifos comerciantes
Valle, Perla. Glifos de cargos, títulos, oficios en Códices Nahuas, del Siglo XVI, Revista
Desacatos, sep.-diciembre 2, 2006, 12 p., p.l 1
354
522
individualmente considerados lo que reafirma el elevado estatuto a que habían alcanzado
en la ciudad.
Las funciones productivas "especiales" se fueron perfilando en el transcurso del tiempo,
en la medida en que la población fue creciendo, sus necesidades individuales y colectivas
se fueron ampliando y clarificando con mayor nitidez y se fue requiriendo de una mano
de obra cada vez más especializada y detallada que permitiera satisfacer las solicitudes de
artículos suntuarios que en forma creciente demandaban los pillis y en general el grupo
gobernante. En la medida en que esto sucedió se fueron requiriendo objetos cada vez más
bellos y sofisticados, las mantas con labrados cada vez más ricos y de mejores calidades,
los objetos de cerámica con acabados más brillantes y ostentosos, los orfebres haciendo
objetos de oro y plata más impresionantes, mientras se desarrolla el arte plumario, con
plumas de animales exóticos e tierra caliente.
En la proporción también en que aumentaron los servicios religiosos, el número de sus
sacerdotes y cuerpos auxiliares, los privilegios de los militares que participaban en la guerra y
que se distinguían en los actos de batalla, en la medida en que el sector que acompañaba al
Tlatoani, fueron requiriendo volúmenes cada vez más grandes de piezas de oro, objetos de
lujo más decorados y vistosos, más piedras preciosas y filigranas de oro y plata elaborados,
plumajes de variados colores, aumentó el gasto suntuario y con ello se beneficiaron los
comerciantes, por un lado, que debía traer las materias primas de lugares más lejanos y los
especialistas que se dedicaban a la fabricación de esas piezas.
Dijo Motolínia:
"Hay indios herreros, tejedores, canteros, carpinteros y entalladores y el oficio que
mejor han tomado y con el que mejor han salido ha sido de sastres, porque hacen
523
un gabán y sayal y chupa, de la manera que se lo demanda, tan bien como en
Castilla y todas las otras ropas que no tienen número sus hechuras porque nunca
hacen sino mudar trajes y buscar invenciones nuevas. También hacen guantes y
calzas, de aguja de seda y bonetillas de seda y también son bordados razonables.
Labran bonduarías, vihuelas y arpas y en mil libres y lazos. Sillas de calderos han
hecho tanto que las casas de los españoles están llenas. Hacen también flautas
muy buenas. Han despedido a curtos, calambres, o hacen fuelles de hierros y son
tan buenos zapateros, que hacen zapatos y sevillas, borceguíes y pantuflas a todo
lo demás que se hace en España: este oficio comenzó en Michoacán porque ahí
se surten buenos cueros de venado. Han salido grandes pintores desde que
vinieron las muestras e imágenes de Florida y de Italia; aprendieron a batir oro
porque un batido de oro que pasó a esta Nueva España aunque quiso esconder su
oficio a los indios; no pudo porque ellos miraban todas la particularidades del oficio
y martillo. Para ser buenos plateros no les falta sino las herramientas, que no las
tienen, pero una pieza sobre otra hacen una taza llena y un plato, mas para fundar
una pieza y hacen lo de vaciado, hacen ventaja a la platería de España".355
De nuevo aquí Motolinía se refirió a los especialistas indígenas que ya estaban
influidos por la tecnología europea, lo que sirvió para confirmar la tesis de que los
habitantes antiguos del Valle eran personas suficientemente capacitadas y
racionales como para aprender y desempeñar cualquier oficio, no solo las de
carácter mecánico o manual sino otros que implican un mayor esfuerzo de
Motolinía, Historia de la Nueva España. En Colección de Documentos Históricos de
México, publicado por Joaquín García Icazbalceta, México, T. I. Porrúa, 1980, p.21t5.
355
524
carácter intelectual. Todo ello contra la tesis de Paw, Sepúlveda y otros que los
consideraban como seres inferiores, que en el mejor de los casos solo podían
"hacer cosas con las manos" y dudando, incluso, de su potencia cerebral. Cuando
los españoles llegaron ya existían la mayoría de estos especialistas para confirmar
con su existencia el grado de avance a que había llegado esa sociedad. Motolinía
decía que los indígenas eran suficientemente capaces para "hacer cosas" y que lo
único que les faltaba era la tecnología, lo cual vendría de España y de Europa en
general. Por ejemplo, el "arte de curtir pieles" ya se practicaba en la región
purépecha, pero el corambre, que permitía que los cueros así curtidos duraran
más tiempo, se trajo de España con lo que se enriqueció ese oficio y dio pie a una
"industria", la de la curtiduría, que florecía, por ejemplo, en Puebla y Querétaro.
Díaz del Castillo, al hablar de las mansiones en que vivía Moctezuma, refirió a los
oficiales que trabajaban para él y eran los siguientes: los lapidarios y plateros que
labraban diferentes tipos de piedras; los que trabajaban las plumas, los pintores
entalladores; los tejedores, que en realidad eran en mayoría mujeres "que vivían en
un especial recogimiento"; los bailadores y danzadores; los hortelanos que cuidaban
las flores y los que cuidaban los animales y toda clase de alimañas que había en el
Palacio Real.356
En este pasaje ya estaban los especialistas viviendo en el "Palacio" de
Moctezuma, pero no formando parte de su séquito gobernante sino sirviéndole a él y a
su grupo. Esto puede hacer concluir que no tenían el mismo grado de importancia
política y social que tenían los comerciantes, a los cuales incluso, se les invitaba, en
plan de consultores, a la hora de nombrar al nuevo tlatoani. No encontramos esta
356
Díaz del Castillo, Bernal, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, p.187
525
referencia respecto de los artesanos, ni siquiera de los "altos artesanos" que eran los
más famosos por la calidad y belleza de sus trabajos. Estaban en el recinto que
ocupa Moctezuma en un plano de sirvientes o de ejecutores de sus decisiones y
peticiones.
Posiblemente muchos de los regalos que brindó a Cortés y a su comitiva los
hayan elaborados estos artesanos que, sin duda, eran de los más destacados. Había
"artesanos menores" que eran los que elaboraban objetos de menor calidad, de
"menor primor", como se decía, pero que producían un volumen mayor y que servía
para el consumo de amplios sectores de la población que por razones de estatus
social no podían tener acceso a los bienes suntuarios y desde luego, los "artesanos
de los barrios" que fabricaban objetos para los macehuales y otros sectores más
pobres y que permitieron desarrollar, por ejemplo, la orfebrería de carácter doméstico
o familiar.
Destacó De Durand Forest el gran interés que tuvo Sahagun de describir la
íntima relación que había entre los pochtecas y los artesanos mayores y la
descripción que hizo de estos como los amantecas que se dividían entre los
tecpan y amanteca, que laboraban para la Casa Real, los calpixca amantecas, que
laboraban para el Tesoro y que trabajaban para el gobierno y los calla-amantecas
que eran los artesanos independientes, pero enfatizó en el trabajo de los que se
dedicaban a las actividades textiles, como lo Tlalelicconi, que hizo alusión al telar de
pedal introducido por los españoles; el vocablo Tlaquili-tlaquili que quiere decir
"bruñía, pulía enchapa" que significaba que el alfarero unta una vasija metiéndola
en un baño de de arcilla líquida para aplanar la superficie del recipiente y tezictoc,
526
que quiere decir "terminar, fijar, sujetar un trabajo de cestería" y que significa "una
cestería bien sujetada".357
Entre los comerciantes y los artesanos había una estrecha relación pues los
primeros los proveían de materias primas para fabricar sus piezas y objetos,
siendo muy apreciados aquellos que se encontraban en la zona de tierra caliente y
también vendían sus productos, ya elaborados en regiones cercanas o lejanas,
según fuera el caso. Es por eso que se ha encontrado, por ejemplo vasijas de
barro, elaboradas en Tenochtitlán, en sitios muy distintas, debido a que los
pochtecas tenían una amplia red de caminos que les permitía llegar incluso hasta la
región inca, o a Venezuela y Colombia.
Un comerciante no era solo un vendedor sino también un trasmisor de influencias
culturales, de estilos artísticos, de vocablos lingüísticos, en suma un difusor de la
ideología y de las voces dominantes en la región del Valle de México y se dice que
hasta cumplir funciones de espionaje y que iban como avanzados antes de declararle
una guerra a un señorío. Había otros artesanos, quizá menos numerosos, pero no
por ello menos importantes, como los calpixca amatecas que llevaban los
registros pormenorizados de las producciones materiales de cada pueblo y de los
tributos que pagaban de una manera regular a los amatecas o escribas, que tenían
un registro de carácter histórico, habiéndose destruido la mayor parte de esos
testimonios por los españoles.
De Durand Forest, Jacqueline. El Acercamiento Enciclopédico de Sahagun a la cultura
Náhuatl, un ejemplo, La Artesanía de los Mexicas., p.5
357
527
"Solían hacer muchas cosas de pluma, como animales y aves y hombres, capas o
mantas para cubrirse y vestimentas para los sacerdotes y coronas o mitras, rodelas
y mascadores y otras mil manera de crías que se les antojaban, Estas plumas eran
verdes, coloradas, o rubias, moradas, encaramadas, amarillas, azules, o pesadas,
negras o blancas y de todos los demás colores mezclados y puros no teñidos por
alguna industria humana. Asentaban esta pluma sobre lienzos de algodón y sobre
una tabla. Los oficiales de la pluma son con mucha razón admirables y demuestran
su gran ingenio y habilidad de los plateros por sus útilísimas y regias obras no son
indignos de admirar. Hacen aves, hacen animales, hacen hombres, hacen ídolos,
hacen vasos, rosarios, collares, ajorcas, zarcillos y otras muchas joyas que traían
hombres y mujeres".358 Sobre todo los plateros labraban alhajas de oro y plata. Dijo
que en la plaza de México había visto a un indio que llevaba hierros en los pies y que
era considerado como esclavo y estaba un español junto a él y este era su amo.
Entre los especialistas, se distinguían, por el trabajo y el material que
procesaban, los llamados "oficiales de la pluma" que utilizaban plumas de aves de las
más brillantes y varios colores, para hacer penachos, collares, vestidos, adornos
en general y que eran empleados por los militares, los sacerdotes, los funcionarios,
gobernantes y el propio Tlatoani. Las plumas se traían a la ciudad de México desde la
zona del Istmo de Panamá por lo que se trataba de un costoso cargamento, cuyos
frutos iban destinados a una minoría, la que detentaba el poder político y económico.
Estos oficiales eran desde luego muy respetados pues los vestidos y adornos que
fabricaban indicaban por si mismos el estatuto social que tenían sus portadores y
bastaba verlas en algún sitio público para darse cuenta de su rango. Se han
358
De Las Casas, Bartolomé. Apologética Historia Sumaria,. 326
528
elaborado estudios, por ejemplo, sobre los trajes de los guerreros, sobre todo de
los guerreros heroicos, para darnos cuenta que su vestimenta estaba acorde con su
categoría social.
Entre las "artes mecánicas" a que se refirió Zorita mencionó a los indios que se
dedicaban a la pintura y "halen muy buenas figuras como en Flandes",
fabricaban campaña muy perfecta. "A la platería de aquellas tierras les faltaban
unos instrumentos o herramientas para labrar de martillo pero con una piedra
sobre torrasen una taco llana y un plato y en fundir una pieza o una joya de
vaciado hacen ventaja a los plateros de España; hacen fuelles; saben hacer todo lo
que se labra de cuero y curtirlo y comenzasen estos oficios en Mechoacan en
donde se curten bien los cueros de venado; había también cantera y pederos y
aunque no sabían geometría hacía una carga de cantera como los de la sala de los
señores y mui grandes y mui buenos y los demás con un extremo pauperrismo. Tejen
en telares de Castila sayal y manta frescadas, paños, reposteros y muchos paños de
muchas manera refinas y en todos entienden y ayudan y en pocos días salen
maestros y ay tintes para todo ello, hay también indios herreros, cerrajeros, perreros,
cuchilleros y que saben guarnecer una espada y limpiarla y saben fundir plata y hay
sastres calceteros, jubeteros, quarteros, carpinteros, entalladores y los muchachos
conoce todos los nombres de las aves, animales, árboles y hierbas, así como todas
las propiedades para comer y hacer medicinas; todos saben labrar una piedra,
hacen una cosa simple, torcer un cordel o una cosa y los otros oficios que no
demanda mucha arte o sutiles instrumentos".359
Es un periodo relativamente corto, desde la culminación de la etapa armada de la
359
Zorita, Alonso, Historia de la Nueva España, p.298
529
conquista, transcurrieron unos 50 años, tiempo en el cual llegaron a la Nueva
España artesanos españoles y especialistas en artes y oficios que desde luego eran
portadores de la tecnología medioeval europea y española y la implantaron en estas
tierras, pero no en forma mecánica pues esto no era posible po lo que recurrieron la
adecuación a las características de la población y al grado de desarrollo de las
fuerzas productivas a que había en la región. Por ahora ni deseamos referirnos a las
artes mecánicas que se impulsaron en esta etapa sino solo a las prehispánicas,
conscientes, como estamos, de que no puede haber un corte rígido entre ambos
pues muchos de estos se basan en la primera. Tenemos los casos de los pintores o
tlacuilos que se dedicaban a dibujar códices para registrar genealogías de reyes,
hechos históricos, dioses y otros, así como tributos que pagaban los pueblos y
muchas toponimias. Ya había plateros que englobamos en la definición general de
orfebres, entre los cuales figuraban los fundidores de metales a que hace
referencia el Códice Florentino. Desde luego estaban los tejedores los cuales se
desarrollaron y ampliaron en las múltiples especialidades que tenía este "ente" y que
ya son propios de la época hispánica; los lapidarios o trabajadores de la piedra que
eran muy antiguos y que ahora procesaban distintos materiales y que después
comenzaron a usar punzones metálicos.
De Rojas dijo que había en Tenochtitlán oficiales artesanos los cuales eran
contratados por sus servicios pero que no se les pagaban con tierras, sino con
mercancías "y sobre todo de artículos reconocidos como medios de cambio, los
cuales podían ser empleados para satisfacer las necesidades primarias. En el
caso de que el contratante fuera una persona pundiente o una institución, la
530
remuneración podía consistir en el otorgamiento de su manutención".360 Hizo
referencia al Códice Mendocino que registró la existencia de un mayordomo
encargado de las obras públicas y de un tecuhtli, de reparar las calles y puentes, el
que contaba con un mandón que actuaba como alguacil. Pero también estaban los
que se dedicaban al mantenimiento de los canales, las acequias y calzadas,
albardones, los templos, los acueductos, los servicios sanitarios.
Existe poca información de este tipo de artesanos a que hace referencia De Rojas que
podríamos considerar como independientes por ser susceptible de ser contratados.
Este tipo de trabajadores, siguiendo la lógica de la actividad productiva de entonces,
no percibían una remuneración no en efectivo sino en especie y por lo tanto sujeta a
esta característica, eran diferentes de los artesanos que estaban ubicados en los
calpullis. La aparición de estos artesanos conllevaba un mayor dinamismo en la
economía local pues podía obtener un "pago" muy superior al de sus congéneres,
seguramente porque se trataba de "artesanos mayores", es decir, de quienes habían
desarrollado mucho sus cualidades artísticas y manuales y por lo tanto sus obras eran
de una mayor calidad y belleza.
Estos artesanos rivalizaban en prestigio social y estatus político con los pochtecas y
a ellos hacieron referencia los cronistas como individuos dotados de una gran
capacidad creativa, hasta "de una genialidad destacada" que los hacía comparar con
360
531
los especialistas europeos. La aparición y
consecuente progreso de estos
especialistas hizo posible también una mayor diversificación de las artesanías,
sobresaliendo las de carácter suntuario por encima de las domésticas.
"En esta etapa del desarrollo económico y social de un complejo cultural, el individuo
deja de percibir íntegramente el fruto de su trabajo; agricultor, cazador, pescador,
tejedor, alfarero, orfebre, lapidario, ya no dispuso libremente del producto de su
esfuerzo sino que labora principalmente para pagar sus tributos en especie, o se
agotó en el trabajo forzado y sin retribución de las prestaciones que hacían producir
las tierras ajenas y elaboraban las materias primas controladas por las clases
privilegiadas. Así comenzaron a fluir a Tenochtitlán y Texcoco, o a Azcapotzalco los
variados productos de la agricultura de todos los climas del centro y sur de
México y de la industria doméstica de todos los pueblos sojuzgados por los
conquistadores infatigables. Y así también, en las grandes ciudades indígenas, los
talleres de los artesanos y orfebres, lapidarios, tejedores, trabajadores de la pluma y
transformaron en beneficio de los señores del oro, la diorita, el algodón y la pluma
rica, compuesto como tributo a las remotas comarcas de Guerrero, Oaxaca,
Veracruz y Chiapas. A principios del siglo XVI, en este poderoso centro de
población y cultura un número cada vez mayor de individuos pertenecientes a las
clases privilegiadas, habían dejado de producir y aumentado sus consumos, en la
medida que lo demandaban las crecientes necesidades del ritual religioso de la vida
señorial, de los brillantes instituciones militares, de los múltiples organismos
judiciales o administrativos y de la general elevación del estándar de vida de sus
532
agentes y servidores directos," escribió Miguel Othón de Mendizábal.361
Mendizábal integró a los artesanos y a su perfeccionamiento ulterior al desarrollo
económico y social enfatizando que la producción para el pago de tributo era
una forma de explotación de su trabajo, con el cual no debieron estar satisfechos
para trabajarles a otro y otros. Pero los artesanos que se encontraban
ubicados en los mercados y que percibían un pago por su trabajo, estaban en
tránsito de ser asalariados lo que se confirma con muchos de ellos ya en la etapa
hispánica. Pero, sin duda, esto fue una minoría pues los productos que se
elaboraban tenían un destino doméstico y por ello los "orfebres menores"
debieron seguir siendo la mayoría absoluta.
Ello se puede observar, por ejemplo, en las piezas que acompañaban a los
enterramientos de los fallecidos a los cuales les colocaban vasijas y otros objetos
que recordaban su vida terrenal. Mendizábal observó cómo el aumento de los
consumos de los grupos privilegiados contribuyó a impulsar el desarrollo de las
fuerzas productivas pues se requería: a) un mayor volumen de productos y de
piezas y b), una mayor diversificación en sus presentaciones, lo que obligaba a
emplear otras materias primas. Estos cambios hicieron que las técnicas se
depuraran y se perfeccionaran y que aumentara la rentabilidad del trabajo
humano.
Mendizábal, Miguel Othón, Obras Completas, 5 Vols. México, 1946, Talleres Gráficos de la
Nación, T. 2, p.123.
361
533
Los "oficios" a que hizo alusión Motolinía se refieren al periodo de la Post conquista,
es decir, cuando ya había llegado una gran cantidad de tecnología europea, lo que
propició que muchas de las especialidades que existieran en la época prehispánica
se modificaran y se desarrollaran bajo nuevos parámetros. Lo que sí es conveniente
señalar aquí es que estas artes mecánicas ya existían en la etapa precedente a la
llegada de los españoles solo que con las características que hemos señalado para
cada una de ellas. Ejemplo. Los batihojas serían aquellos que en el pasado hacían
el martillado de oro hasta convertirlo en una lámina muy delgada.
Desde luego los tejedores que existieron, en los primeros periodos de la historia de
las sociedades antiguas en que los propios labradores tenían que fabricarse los
vestidos que tenían que utilizar. Después aparecieron muchos de los otros oficios a
que se hace referencia que son un reflejo muy claro de la expansión del capitalismo
mercantil que se estaba implantando en las regiones comarcanas.
"Los pueblos mexicas extraían antes de la Conquista el plomo y el estaño de las
vetas de Taxco, al norte de Chilpancingo y de Ixmiquilpan y el cinabrio, que servía de
colorante a los pintores, de las minas de Chilapa. El cobre era el metal más
comúnmente usado en las artes mecánicas y reemplazaba hasta cierto punto al hierro
y al acero; los arcos, las hachas, los cuchillos todos los utensilios se hacían con el
cobre de las montañas de Zacatitlan y de Cohoxco. Los escultores mexicanos hacían
grandes obras con la diorita, con el pórfido basáltico y con otras rocas mas duras. Los
joyeros contaban y horadaban las esmeraldas y los jades por medio de instrumentos
de metal y de unos polvos de sílice. Los instrumentos cortantes de los mexicanos era
534
unos de cobre otros de obsidiana.362
No conocían el hierro ni sus aplicaciones industriales, lo que planteaba a las
sociedades que tienen estas características, un sensible atraso tecnológico,
económico, social y político con respecto de aquellas sociedades que si poseían y
utilizaban este tipo de metales. Después de los cambios revolucionarios que
produjo el pulimento de las piedras, el siguiente movimiento radical fue el uso
industrial y sistemático de los materiales, en forma señalada del hierro, con el cual se
perfeccionaron muchos instrumentos técnicos que se empleaban en la agricultura,
como la coa, distintos punzones para diferentes usos, navajas y cuchillos de un filo
mayor, la fabricación de ruedas metálicas para transportar grandes cargamentos y
así reducir el transporte de mercancías de la dependencia que implicaba movilizar y
mantener a miles de cargadores humanos, la elaboración de armas de mayor
eficacia destructiva, entre otros muchos adelantos.
El uso del trabajo humano intensivo o masivo no sustituye el uso del hierro y sus
productos derivados y al intentar hacerlo implicó costos muy elevados que finalmente
representaban un peso demasiado elevado en el funcionamiento de la economía en
su conjunto. Precisamente por su maleabilidad, el cobre sustituyó al hierro, sobre
todo tratando de trabajar "piedras duras" o de incorporarlo al aparato productivo, a
su sector, en forma directa.
Afirmó Castillo que "no se conocía la rueda del alfarero pero la técnica empleada por
Vázquez Vázquez, Elena. Estudio Geográfico, Histórico y Económico, Investigaciones
Geográficas, número 50, abril, 2003,30 p., p.12
362
535
el zuguichiuhqui, el ceramista, produjo excelentes resultados: los instrumento
cortantes no eran de metales duros, pero existieron magníficos cuauhxinques o
carpinteros que cortaban y labraban la madera como se puedo hacer en otros lugares;
el huictli, instrumento principal de labranza y en otros menesteres, era y aun es
realmente simple, pero los cultivos cubrieron las necesidades".
363
Concluyó que si
bien la técnica era "raquítica", los resultados no lo fueron.
El grado de desarrollo de las fuerzas productivas se valora en relación con el nivel
imperante que en términos generales existía en las respectivas sociedades humanas
que eran coincidentes en el tiempo histórico en ese momento, con lo que
determina el grado de progreso que habían alcanzado unos pueblos con respecto a
otros. Es decir, el grado de evolución de los mexicas tiene que referirse, con base
en este parámetro, con el nivel de desarrollo que observaban los pueblos de
Mesopotamia, Egipto, Grecia, India, China y la región incaica en América.
Todos esos pueblos ya conocían el uso de la rueda, de los metales (con excepción
de los incas desde mucho tiempo antes) y por lo tanto el grado de evolución de sus
sociedades es mayor que el que registraban los mexicas. Se podían tener
carencias tecnológicas o insuficiencia en otros campos, sin que ello alterara el ritmo de
desarrollo, pero no se puede ignorar o menospreciar la importancia que tenían la
rueda y los metales industriales porque fueron decisivos y determinantes en la
evolución de los pueblos. Los grupos humanos que no dispusieron de estos
adelantos, se quedaron rezagados en el ritmo evolutivo del desarrollo de la
Castillo, Víctor M., Estructura Económica de la Sociedad Mexica, Según las Fuentes
Documentales, p.65
363
536
humanidad.
Se hizo otra comparación que es aquella que consiste en relacionar el grado de
avance de las fuerzas productivas con las necesidades sociales de las poblaciones,
afirmando que sí existía una correspondencia, y que entonces no existía
preocupación con respecto de este retraso. Es necesario señalar que las fuerzas
productivas se renuevan y perfeccionan en forma incesante en el tiempo histórico,
aunque esta evolución no es rectilínea sino está condicionada por factores sociales o
históricos y muchas veces las relaciones sociales obstaculizan ese progreso. De esto
se dio cuenta Moctezuma al restarles privilegios a los militares que absorbían una gran
parte del excedente de producción agrícola, el cual él pensaba que se debería destinar
para fines "productivos", es decir, para favorecer a los comerciantes y a los artesanos,
que eran dos sectores sociales que dinamizaban la estructura económica.
La conquista no interrumpió ese proceso de "modernización" sino lo aceleró pues
eliminó el poder político despótico de los tlatoanis y estimuló relaciones de
producción basadas en los intercambios comerciales y en la monetarización de las
relaciones de intercambio. Es decir, se sentaron las bases de la acumulación
primitiva del capital.
537
En el Códice Azcatillan, en uno de los últimos cuadros, en que se produjo el
encuentro entre Cortés y Moctezuma, se dibujaron tres tamemes, o cargadores,
ataviados con un maxtlatl, dos de ellos van descalzos y el otro usa cacles y los
tres van cargando pesados bultos sobre sus espaldas, uno de ellos, guajolotes y
los otros tortillas y huevos. En lo lámina número 5 aparecieron dos damas vestidas
de huípil, cargando bultos en la espalda".364
La falta del uso industrial y comercial de la rueda, así como de los animales
domésticos para cargar, como serían los llamados en los Andes, fue sustituido por el
uso de centenares y miles de indios que cargaban cada uno de ellos un bulto y que
formaban largas caravanas que transportaban grandes volúmenes de productos y
de mercancías. Los tamemes los vemos descritos en muchos documentos
pictográficos y existen sobre ellos muchas alusiones directas en las crónicas
históricas. Al no existir los progresos técnicos que ya muchos pueblos tenían, los
sistema de comunicación y de transportación eran muy rudimentarios, una rueda o
camino angosto que hacían dificultoso, costoso y peligros la transportación de
mercancías y de personas. Por esta razón las caravanas de tamemes, iban siempre
acompañadas de un cuerpo de seguridad pues era frecuente que sufrieran asaltos,
robos y hasta la muerte.
No debemos olvidar que había algunos señoríos que eran "independientes", es decir,
Valero de García Lascurain, Ana Rita. El Códice Azcatillan, una mirada a la Historia
Mexica, Revista Ciencia, Academia Mexicana de Ciencias, número 4, vol. 57, octubre-dic.
2006, p.12
364
538
que no estaban sometidos a la Triple Alianza, otros estaban en estado de "rebelión"
y otros eran enemigos", todo lo cual se refleja en el sistema de transportación en su
conjunto. El uso de centenares de tamemes implicaba, en primer lugar, un elevado
volumen de alimentos para asegurar su subsistencia humana física, lo que
implicaba un costo elevado por lo que decidieron crear almacenes regionales, antes
de traer los productos a la ciudad de México.
TEJEDORES
Al arribar a las costas de Yucatán, Díaz del Castillo describió al grupo indio que
había llegado en canoas "vestidos con camiseta de algodón como jaquetas y
cubriendo sus vergüenzas con unas mantas angostas, que entre ellos llaman
masteles y tuvímoslos por hombres de más razón que a los indios de Cuba
porque andaban los de Cuba con las vergüenzas de fuera, excepto las mujeres,
que traían hasta los muslos unas ropas de algodón que llamaban enaguas.365
Por su parte, Serra afirmó que era difícil encontrar evidencia arqueológica del
uso de madera, pero si encontraron muestras de azadones de basalto en las
regiones de Teotihuacán y Temacalapa, de los cuales no se tenían noticias de su
Díaz de. Castillo Berna!, Historia Verdadera de la Conquista de laNueva España,., p,58
365
539
uso; posiblemente, se emplearon ante el crecimiento de la población, mientras en
Terremote-Tlaltenco definió que era una aldea de pescadores que explotaban el
medio lacustre "y una especialización artesanal en la manufactura textil, como
canastas, cuerdas, tanto de tule como de maguey por lo que los desflbradores,
lejos de representar una intensificación agrícola reflejan una especialización
artesanal". Entre la evidencia arqueológica a que hizo alusión, destacó las
cuchillas rectangulares con mango en el extremo y que se utilizaban en la
preparación de las fibras de maguey; en Tlapacoya se encontraron lajas de
basalto, definidas como instrumentos de corte y desgaste. En Teotano, se
encontraron 308 piezas de basalto "pues sirvieron para desbastar, raspar o rebajar
la pulpa del maguey y dejar expuesta la fibra y para despulpar las pencas de
maguey.366
Serra consideró que en la región Puebla-Tlaxcala se habían encontrado 473 azadas
que sirvieron para la agricultura y para la construcción de canales de irrigación y
tenían una forma trapezoidal pues si no la tuvieran se trabaría o se quebraría; tienen
un filo pulido. Refirió la presencia de los tallados de ixtle y de lechuguilla y para ello
se utilizaban los desfibradores para cortar las pencas. Para ello se han encontrado
canastas, cuerdas y redes y eran largas de piedra en forma de cuña cuadrangular.
Ya para la llegada de los españoles a costas americanas, el algodón se había
extendido a varias regiones del mundo, tenían miles de años en que se habían
aclimatado y transformado en sus plantas originales de tal manera que resultó
Serra, Mari Carmen, Desfibradores, Análisis Microscópico de algunos implementos líticos
de una aldea de pescadores y canastero de Terremote y Tlaltenco, Revista Antropología y
Técnica, 2007,17 p., p.
366
540
muy difícil precisar el origen de la misma; las semillas de algodón ya habían
llegado a nuestras playas o posiblemente transportado en una de las migraciones
que llegaron a nuestro Continente, de tal forma que ya era conocido en varias
regiones indoamericana en forma señalada en la región andina en donde a la
llegada de los hispanos ya había hilados y tejidos.
Por las descripciones que se hicieron en la conquista del Caribe en forma
señalada en la Isla la Española, el algodón solo se usaba en sus vestimentas y
rodelas, los altos dignatarios y no los miembros de las clases bajas, las cuales
ni siquiera podían ocultar "sus vergüenzas" con excepción de las mujeres, lo
que reafirma el relativo atraso social y cultural que tenían esos grupos humanos
con respecto de los que habitaban tierra firme, es decir, lo que sería México.
En las costas recientemente descubiertas muchos indios andaban casi
desnudos, al igual que los caribes, lo que a su vez confirma un atraso en
relación con los que vivían en el Altiplano Central en done se encontraban
vestidos casi todos sus habitantes, aunque se trataba de vestidos muy sencillos
y elementales en los cuales se utilizaban materias primas vegetales.
Mastache estudió los telares de cintura de las etnias zoque y tzotzil afirmando que
representaba una continuidad de los telares prehispánicos, considerando que ese
telar era horizontal y recibió el nombre (telar de cintura) "cuyo nombre se debe a
que uno de los extremos se coloca en la cintura del tejedor, lo que permite no solo
sostener un extremo de la tela, sino también que el tejedor mantenga debidamente
tensa la urdimbre; el otro extremo se mantiene por medio de otro bando o cordel
amarrado a cualquier punto fijo, generalmente un árbol. Se trataba en realidad de
541
un artefacto muy simple, que constaba fundamentalmente de dos barras y carece
de armazón rígida, al quitar la urdimbre, el telar queda limitado a esa barra y a otro
palo pequeño.367
Dijo que había por lo menos unas 15 técnicas distintas y muy sofisticadas. Hizo
mención de los tejidos de algodón de San Mateo del Mar, Oaxaca, huípil mixteco
de algodón de Pinotepan, el hipil Chinanteco de algodón de Valle Nacional.
Observó "que la trama y la urdimbre no siempre se entrelaza de la misma
manera" por lo que se producen telas, aspectos, calidades y texturas, entre las
cuales señaló las tapicerías, gasas, sarga, damasco, confites y terciopelos.
El telar de cintura estaba presente en casi todas las sociedades indígenas de
América, en su estructura principal y su finalidad esencial, aunque se ajustaba a las
necesidades y gustos específicos de las comunidades pues en la medida en que
estos fueron revolviendo no solo los estampados y los coloridos, sino también la
trama de las telas y por ello la calidad de las mismas. Mastache señaló que había
hasta 15 estilos diferentes, muchos de los cuales han llegado hasta nuestros días,
pero lo principal fue la cantidad de hilos que se manejaron y las materias primas
que se emplearon. Se han encontrado en los enterramientos más antiguos sobre
todo en la región inca, telas muy rudimentarias, con escasa o nula policromía, lo
que reafirma la existencia de grupos humanos, que estaban más atrasados desde
el punto de vista cultural y social; se trataba de telares destinados al consumo
utilitario comunal que no requería de telares más sofisticados, ni de trama más
Mastache, Alba Guadalupe, El tejido en el México Antiguo, Arqueología Mexicana, Vol.
XIII, 56, 2007. p. 23
367
542
delicadas, a diferencia de telares encontrados por ejemplo en la época mexica o
mixteca, en donde la variedad y el colorido son mayores.
Al estudiar el origen del algodón, Mastache confirmó que se habían localizado
restos de fibras en etapas tardías en Tlatilco, Chichenitzá, Chometla, Balsas, pero
sobre todo en los valles de Morelos, Guerrero y en la costa del Golfo, pero que al lado
de este tipo de fibras había otras de agave y de yuca, pero también había
sustancias colorantes de origen orgánico e inorgánico. "A los primeros se les
denominó colorantes, son materiales de origen animal o vegetal cuya característica
principal es su solubilidad en el agua, razón por la cual son absorbidos con facilidad
y con frecuencia se cambian químicamente en los materiales a lo que se aplican.
Los segundos reciben el nombre de pigmentos, son generalmente de origen mineral
e insoluble en agua, por lo cual no pueden aplicarse directamente sobre superficies
de los objetos sino que se requiere de un adhesivo o vehículo. Los colorantes
requerían de ordinario, un agente fijador o mordente. Con este fin era usado
frecuentemente el sulfato doble de aluminio y potasio cuya obtención fue sin duda
sencilla dada la abundancia con que se encuentra en la naturaleza. También como
mordente se usaba el nitro o salitre, ambas sales, además de fijar el color lo
modificaban purificándolo o haciéndolo más intenso".368
Mohar, en su estudio obre la Matricula y el Mendocino, afirmó que había por lo menos
19 técnicas y clases de tejido, entre los cuales figuraban el estampado, tapicería,
bordado, confite, brocado, gasa, enlazado, sarga tela doble, plumería, trabajo de red,
acolchado, tintura con reservas, indicando que a partir del año de 1396 los mexicas
comenzaron a vestirse de algodón, en lugar del hilo de la palma silvestre, o bien
368
Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehispánicas del Tejido, p.18
543
maxtle de henequén y al precisar los detalles mencionó a los siguientes: quachtli o
manta de algodón y "son las que abarcan los tributos de la mayor parte de las zonas;
las inacaizminqui, u oreja flechada, la canauc, o manta delgada de algodón; la
Tlipapallauac, manta de rayas negras anchas; Ichtlilmatli o manta de fibra de maguey;
Cacamoliuhqui, que presenta dos dedos en el borde; Tilmatli, o manta acolchada;
cazhuanqui,con rayado de amarillo a cuatro brazos; chichicueye, con ocho brazos
cada uno; Ycotilmalli o manta e izote; Tistamalli, que era manta lisa sin diseño ni
color; Ichcatilmatli, una manta de algodón; tenchapanqui, manta adornada en la
orilla; Tenchapqui ichtilmatli, manta de maguey adornada en la orilla; inellacuilolli,
una manta que tenía como diseño una cabeza de águila en el centro; Nechpalli, una
manta de la tuna roja; ocuitlecaya que era una manta de henequén; Campolla
Tolmatli, manta morada de color oscuro; Yecacozcayo, manta de joyeles de
viento; Ocellotilmatli, manta a la manera de un ajolote; Yitzcouacoliuhqui, con un
dibujo de culebras de obsidiana; Tlapalcoliuhqui, manta pintada con grecas; Ichtilma
conahuac, manta de algodón con fibras de maguey; huitzilsilla, un manta pintada por
un colibrí; tlapallo, manta pintada con pintura ocuilteca, entre otras.369
Recordó que Francisco Hernández había localizado dos tipos de gusanos de seda,
nombrando Ichicatzin y Temoctli, que eran gusanos "que se encerraban en una piel
mortuoria tejida por él mismo, que también Sahagún habló de la existencia de os
capullos que florecían en los árboles, que se volvían mariposas y que no eran
comestibles; Clavijero mencionó la existencia de una seda silvestre e incluso en el
vocabulario de Molina se hizo referencia al gusano de seda llamado Tzauhquiocuilin
Mohar Betancourt, Luis María. La Escritura en el México Antiguo, 2 Vols., Plaza y Valdez,
UAM, México, 2001, T. I, pl.293.
369
544
y al capullo del gusano, llamado cochipilotl.370
Prevalecían en la confección de vestidos el ixtle, el henequén, la lechuguilla, los
tules, en primerísimo lugar; de la seda solos se hablaba de una "seda silvestre"
pero no existen referencias de que de los productos de los capullos se hicieran
vestidos indicando con ello que el uso más ordinario de esta materia prima se da en
la época prehispánica. Se tejían las fibras vegetales ya señaladas para hacer con ellas
hipiles, mantas, bragueros y maxtles que formaban parte del consumo habitual de los
macehuales, sus esposas y sus hijas; las pictografías que conocemos ilustran que
se trataba de prendas muy sencillas en su diseño y contextura, como los taparrabos
que encontramos en los códices, mientras que los altos dignatarios usaban prendas
más sofisticadas, hechas de algodón.
La apariencia que daban las vestimentas eran muy importantes en el grupo social
pues en los glifos o ideogramas es fácil advertir las diferencias de rangos sociales y
políticas tan solo observó a la calidad de las ropas que vestían. Era muy sencillo
identificar a un macehual, a un guerrero y más aún, a un pilli por lo que el algodón
que ya era un cultivo muy común en la zona cálida o templada, se seleccionó para
los miembros de las minorías policía y social, aunque después se amplió a los grupos
más pobres.
El uso de colorantes estaba determinado por los recursos naturales disponibles
pues en el caso del color rojo lo había en gran cantidad en el Altiplano, pero no lo
Núñez Ortega, A. Apuntes Históricos sobre el cultivo de la Seda en México, Bruselas,
Editor Gustavo Morales, 1883,13,p.,p.7
370
545
encontramos en iguales proporciones en la zona maya, en donde
predominaba
el
color azul. Esto explicaba la prevalencia en las decoraciones y en la pictografía
de un color o de otro, pero también explica los intercambios de que eran objeto las
regiones. Había colores azules en algunos frescos de Teotihuacán, pero
probablemente los pigmentos se trajeron de la región de Montealbán, en donde había
muchos colorantes de azul. En términos generales, los pigmentos de origen vegetal y
animal eran escasos y por ellos se trataba de bienes que tenían un elevado valor.
En algunos casos, esos colorantes los traían los mercaderes como si fuera polvo
molido, siempre con el peligro de que pudieran ser robados en el camino pues esa
materia prima se solicitaba en muchas regiones y poblados. Por ello se explica que,
por ejemplo, las
regiones
productores de
la grana
cochinilla,
estaban
debidamente resguardadas y protegidas, por considerarse regiones de alto valor
económico y social. 371
En cuanto a los tributos que pagaban los pueblos, Rojas se refirió en forma especial
a la entrega de bienes manufacturados "entre los que se destacaba el número de
mantas que pasaban de dos millones solo con las confeccionadas de algodón".372 A
ello había que agregar las naguas y huípiles e incluso las mantas eran utilizados
como monedas. Estos ingresos sostenían los gastos militares, la celebración de
fiestas, los gastos sociales y para mantener a los artesanos y canteros que
trabajaban en palacio. Que algunos artesanos vendían directamente sus productos
en los mercados lo que la convertía en comerciantes ocasionales, pero también
había regatones, es decir, personas que compraban sus productos y luego los
371
Roquero, Ana. Colores y colorantes en América, Anales del Museo de América, 3,1995. 23
P
372
De Rojas, José Luis, México Tenochtitlán, Economía y Sociedad en el siglo XVI, p.233.
546
vendían y considera que estos regatones eran muy parecidos a los que existían en
España.
Describió Mastache el "proceso de teñido como la inmersión del metal que se desea
teñir en una solución acuosa y caliente del tinte. Probablemente el mordente era
agregado a esta solución o bien el material se sumergía primero n la solución de
mordente, siendo transferido después del baño colorante. Es posible que esta
operación durara varias horas o quizá días, dependiendo tal vez de los materiales
colorantes y de la cantidad de mordente empleado, o bien, el tono que se deseaba
obtener. Parece que era empleado para teñir tanto colorantes como pigmentos.
Después de ser pulverizado el pigmento en un ácido se aplicaba esta solución al
tejido donde se produce la precipitación del hidróxido férrico; la operación se
efectuaba sobre las madejas del hilo y no sobre tela ya elaborada. En el caso de los
tejidos con franjas de urdimbre...".373 Pero también distinguió el proceso de pintura
que era la aplicación del colorante sobre el tejido empleando un vehículo o medio
que haga posible su aplicación y permita que perdure y había telas pintadas por
completo y otros motivos pintados a mano en negativo.
En el Códice Magliabechiano, aparecieron dibujos de por lo menos 18 tipos de
mantas; una dedicada a los muertos, otra humeante, una tepeaca, una molida,
otra negra, otra de junco y rosas, sol, el diablo, ortigaza, tigre, águila, fuga de
indio, del gris del fuego. Había un tipo de numeración a color, de color amarillo,
que refería 4 gatos, 5 águilas, otra de 5 águilas amarillas. Además, estaban tres
calli o casas, 4 conejos, 6 caña y 7 tepatl o cuchillo y después cambiaba el número
Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehlspánicas del Tejido, INAH, México, 1971,125 p.
p.40.
373
547
correspondiente a cada uno de los grabados.374
Entre los artículos textiles que describió Sepúlveda estaba desde luego las mantas de
algodón blanco de 2, 4 y 8 cenmatl , las cuauchtla o mantas ordinarias o delgadas. Las
mantas teñidas, rayadas, rojo, morada, amarillo, las mantas labradas o acolchadas
que sumaban 5 tipos. Las mantas de ichtle o pota que eran finas o teñidas, las mantas
de Iczotl o Ízate o pelma. En la indumentaria masculina estaba el maxtlatl o braguero y
en la femenina el huipilli o camisa de mujer y el suxitl o faldellines. Entre las unidades
de medidas se destacaban las cargas que eran de 20 mantas, las longitudes y anchos
especiales de los cenmatl eran de 2.50 a .69 cm. Una carga de algodón era un bulto o
un fardo que pesaba 23 mil kilos.375
El Conquistador Anónimo hizo referencia a una de las principales actividades, "el
hilo con que labran y que toman el pelo del viento de las liebres y conejos y lo tienen
en greña del color que quieren, cuyos tintes dan tanta perfección, que no hay más
que pedir. Después, las hilan y con este hilo hacen tan lindas labores, casi como con
nuestra zeda. Aunque se lave nunca pierde el color y la tela hecha con él duran largo
tiempo".376
Por su parte, Noguera dio a conocer los diversos tipos de tejido que hacían: los
tejidos sencillos, que usaban hilos gruesos finos o bien hilos de color; el tejido de
tapiz, en el cual los hilos se aprietan unos con otro hasta formar los diseños;
brocados, que eran hilos adicionales de colores contrastados; el confite; o sea, el
uso de telas de varios colores; el tejido labrado, que era una serie de urdimbres
Códice Magliabechiano, CLXIII 25232, Biblotea Nazionale Céntrale Di Finenzi, Fernardino
de Andeuso, Austria, 1970.
375
Sepúlveda Herrera, Teresa, Arqueología Mexicana, Ed.
376
El Conquistador Anónimo, Colección de Documentos para la Historia de México, Manuel
Orozco y Berra, T. I, p.578
374
548
para formar un tejido; el tejido de sarga; el tejido de tela doble; la Jaya, que era
una tela de encaje que se elaboraba cruzando hilos impares de la urdimbre; el
acolchado, que era de algodón y se usaba en la guerra.377
Los primeros tejidos cuyas muestras han sido encontradas en múltiples
enterramientos y en diferentes excavaciones arqueológicas, patentizan que se
trataba de urdimbres muy elementales, un telar de hilar, que las piezas no eran
labradas sino lisas en su mayor parte, lo que revela un sensible atraso en la
tecnología aplicada en esa rama, pero también había prendas hechas por las fibras
vegetales después hemos hablado con anterioridad, lo que probablemente indique su
sola existencia de unos malacates rudimentarios, sin que se utilizara el telar de
cintura; este artefacto no fue un invento mexica, ni siquiera mesoamericano,
pues miles de años antes ya se conocía en otras regiones del mundo y en forma
señalada en la región andina, por lo que estamos ante un aparato tecnológico de
distintas migraciones humanas y de intercambios comerciales. Aquí como en otros
aspectos se manifiestaba un gran paralelismo entre los grupos humanos de México y
los del Perú.
En la medida en que aumentó la población y se incrementó la complejidad de esta
con la aparición de grupos sociales, primero y de clases sociales después, la
industria de los tejidos evolucionó, primero, en un cada vez más extendido uso del
algodón como materia prima fundamental y en una disminución de las fibras
vegetales las cuales demostraron su vulnerabilidad ante la humanidad y su
377
Noguera, Eduardo. Cerámica Estratigrafía, en Esplendor de. México Antiguo, T. I. „p421.
549
incapacidad para responder a los altas y bajas temperaturas. Además, las prendas
hechas con esas fibras entraban en descomposición más rápidamente que las
prendas de algodón.
En relación con las técnicas empleadas, Mohar mencionó la utilización de un huso
de palo delgado de 25 a 30 centímetros de largo "el cual era más ancho en el centro.
Esta pequeño palo requería de un peso o volante que lo impulsaba a girar por lo que
se le colocaba un disco entre el centro y uno de los extremos. Este volante eran los
llamado malacates, que podían ser de barro, hueso o de piedra. Las mujeres usaban
la rueda o tizatl para hilar. La cual hacía más fácil y homogénea el movimiento
giratorio del huso. Concluido el hilado las mujeres preparaban el vendado,
disponiendo los hilos antes de colocarlos en el telar. La manera más sencilla de
hacerlo consiste en colocar dos estacas clavadas en el suelo; la distancia entre
ambas correspondía a la medida del tejido. La hiladora se preparaba según el ancho
y largo de la pieza que se iba a elaborar; se enrollaba los hilos alrededor del
volador que contaba de un número variable de varas ensartadas en una tabla o
simplemente de dos estacas clavadas en el suelo. Los dibujos del tejido dependían
de esta operación, pues la colocación de hilos de distintos colores alternados
producía franjas que contrastaban. Los hilos debían de unirse en forma de ocho,
configurando un cruce para que se introdujera en ella el hilo de la trama. Del urdidor
los hilos pasaban al telar de cintura", dijo para enfatizar en la siguiente etapa pues
había varias y toda sellas dependían de la habilidad de los tejedores.378
Dijo Noguera que:
"...los malacates se hacían de barro, piedras, hueso y otros materiales. Es probable
378
Mohar Betancourt, Luz María, Manos Artesanas en el México Antiguo, p.143.
550
que la madera también se usara; tenían gran cantidad de formas y tamaños,
algunos eran sencillos, otros ornamentales con diseños convencionales por incisión,
impresión, pintura, estampado o modelado. Dos tipos de telares que usaron en
México: el de cintura y el rígido horizontal de tipo rudimentario. El telar de cintura se
usó sobre todo en la parte central y sur de México. Es probable que también se
usara una varilla de liza, aditamento que constituye un adiestramiento muy avanzado
en la mecanización del proceso de tejido. El telar de cintura, o telar de otate, no tenía
un marco rígido. La barra o ángulo superior sencillamente se amarraba a un poste o
árbol. En el ángulo inferior se ajustaba por medio de un mecapal alrededor de la
cintura de la tejedora, quien se sentaba en el suelo y sostenía el telar estirado con
el peso de su cuerpo. Los demás implementos necesarios para el tejido más
sencillo eran: la espada, el templero, la bobina, la varilla de lizo y la varilla de liza.
La espada se usa para apretar cada hilo de la trama durante la operación del ejido.
Puesto de canto permite abrir una colada por la que la trama pasa con facilidad.
El hilo de la trama se derrama longitudinalmente en un palo delgado, para
formar la bobina. El huso del hilo terminado y enrollado puede también servir como
bobina".379 Después marcó el llamado "tejido de dedos" en que se utilizaban palillos
de labranza que se clocaba en extremo superior de telar y había un telar rígido que
consistía en la aplicación de cuatro estacas, las que se adherían a un marco que
sostenía los hilos de la urdimbre.
Los malacates fueron sistemas elementales de rodillos, que permitían enrollar hilos
de diferentes grosores y calidades y después hacer tejidos con ellos para distintos
usos y sobre todo se hacían de piedras y de madera y correspondieron a una
379
Noguera, Eduardo. Cerámica Estratigrafía, en Esplendor del México Antiguo, T. I p. 450.
551
etapa temprana en la historia de las civilizaciones humanas e indoamericanas. Se
han encontrado en los enterramientos estos objetos o rodelas, algunos hechos de
hueso. La desventaja consistía en que al mezclarse se tenían que usar las dos
manos y mantenerlas ocupadas, en cambio, el telar de cintura permitía un sensible
ahorro del tiempo de trabajo pues el artefacto quedaba fijo en el suelo y también
en la cintura, quedando las manos libres para realizar las distintas operaciones del
hilado y para manipular las distintas piezas de que se integraba.
El desarrollo técnico de los telares andinos demuestra la versatilidad que había en
ese tipo de telares en donde lo principal era el trabajo social acumulado y desde
luego una mayor productividad. El crecimiento de la población y por ende de sus
categorías sociales y profesiones reafirmaba la necesidad social de disponer de
mayores volúmenes y variedades de prendas de vestir y por ello los telares a que
hemos hecho referencia, constituyeron la respuesta tecnológica a esa demanda
creciente.
Afirmó Mohar, que los oficios de tejer e hilar, eran esencialmente femeninos pues las
niñas eran iniciadas desde los cuatro años y ya a los 6 hilaban por sí mismas. "A los
14 años ya sabían tejer en el telar de cintura y a partir de ese momento el tejido se
convertía en parte de sus actividades cotidianas. Se empezó a usar el algodón bajo el
reinado de Huitzilohuitl. Antes, el ixtle y otras fibras duras eran de uso generalizado
para todos los grupos sociales. Inicialmente los mexicas podían adquirir el algodón
solo por vía del comercio; más tarde lo exigieron como tributo tanto en rama como
552
elaborado en textiles".380 Indicó que había obtenido el algodón por la vía del comercio
casando a Huitzilihuitl, hijo de Acamapichtli, con la hija del señor de Cuahuhnahuac y
a partir de Iztcóatl este señorío quedaría sometido.
Afirmó Mastache que los colorantes usados por los indígenas eran extraídos de
semillas, flores, hojas, raíces, cortezas y frutas, pero el colorante más apreciado era el
de la grana cochinilla, los había azules y morados, o ben se extraían de conchas de
caracol. Dedicó un capítulo a los implementos y a los procesos, indicando que era
bastante laborioso y largo: primero se limpiaba para quitarle las semillas y basuras,
arrancando los pequeños bazos fibrosos, la preparación el algodón para limpiarlo
que se golpea con una o dos varas "hasta lograr hacerlo esponjoso y suave,
quedando en esta forma lista la fibra para ser hilada".381
Definió Mendizábal el avance prehispánico para el tejido que consistía en malacates
con un telar suspendido; el malacate era un disco que se hacía girar con los dedos de
la mano derecha y en eI que se retorcía el hilo de algodón con la izquierda, la fibra
hilada se enrollaba formando una especie de ovillo. "El telar se instaló siempre en la
casa o sus anexos pues el tejido es una función privativa de la mujer que no puede
desatenderse de sus otras labores domésticas para lo cual se amarra, en la parte
superior en un harca de la propia choza o en un árbol cercano, aproximadamente a
dos metros de altura, quedando sujeta la parte inferior a la propia cintura de la
tejedora, quien con su simple peso le pone en la tensión requerida para ser
operado".382
Mohar Betancourt, Luz María, Manos Artesanas en el México Antiguo, p.139
Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehispánicas del Tejido, INAH, México, 1971,125 p.
p.24
382
Othón de Mendizábal, Miguel. Obras Completas, T. III., p.345
380
381
553
Dijo que este procedimiento tan sencillo había venido operando en distintas regiones
el país, una vez lograda la conquista de México, sobre todo para la fabricación de
ayates, costales, cinchos, lienzos y artículos ixtle, de maguey, henequén,
lechuguilla, pero que después habían llegados las cardas, las ruedas, las
devaneras, los tornos, los julios, las lanzadoras, los peines y en fin los telares "lo
que implicó una revolución en el mundo indígena porque los hombres reivindicaron
exclusivamente el uso del aparato, relegando a la mujer, que siempre había sido la
única tejedora, a las labores del lavado, cardar, devanado, teñido de lana, aunque
la mujer siguió usando casi privativamente su arcaico telar suspendido,
especializándose en los tipos textiles que requerían poca anchura de trama".
Del malacate al telar hay un paso tecnológico muy importante que consiste en que se
introduce una mayor velocidad en el hilado y en la trama de los tejidos, lo que
incrementaba la velocidad de los que se dedicaban a ese oficio. Con esta promesa
se amplía lo ancho de la trama, pues al principio eran muy angostos pero después se
amplificaron, permitiendo que se pudieran fabricar mantas, por ejemplo, en forma
mucho más rápida. Esto debió, además, aligerar el trabajo de quienes se dedicaban
a este oficio, los cuales ya no permanecían atados o esclavizados a las ruecas o a la
lanzadera sino que podían dedicar más tiempo a la realización de labores agrícolas y
actividades domésticas, a cuidado de los animales y otros menesteres.
554
Si en un principio la fabricación de prendas de vestir servía para satisfacer las
necesidades de los miembros de las familias después cuando evolucionaron las
relaciones de producción y se implantó el sistema tributario, se fabricaron para pagar
esas imposiciones y por lo tanto se requería de un mayor número de tejedores que
produjeran un volumen cada vez más grande de prendas.
En relación con el uso de colorantes en la fabricación textil, en la Matrícula de
Tributos "se tejían las madejas antes de tejer; las sumergían en una lejía suave,
luego la ponían a fuego manso, la dejaban enfriar, reposar hasta el día siguiente, la
lavaban y luego la sometían a la acción de un mordente, de la que el alumbre fue el
más usado, pero también recurrían a la ceniza, la sal, el tequesquite, el taliac, el
pulque y aun los orines animal y vegetal, así como minerales. El color rojo fino , lo
obtenían de la grana cochinilla o nocheztle, el morado fino de la espuma del caracol
purpura, para el color amarillo fino usaban la flor llamada Xochipilli, de la planta
llamada xiuhquititli obtenían gomas de color azul, con la semilla de achiotl
preparaban el color rojo, no tan fino como la grana; con la tierra llamada tecozahuitl se
hacia el color amarillo y lograban el color negro con la corteza quemada y molida de
algunos árboles y con el humo de ocote quemado: para preparar precisamente
usaron el cinabrio, la malaquita, la azurita, el yeso y la cal".383
Básicamente los colorantes empleados eran de origen vegetal o extraídos de piedras
pues, desde luego, no habían desarrollado de la química industrial. Muchos de los
dibujos multicolores que se hicieron en los estucos, las albardas, de las pirámides
yd e los templos se han borrado pues ese tipo de colorante son resiste la lluvia ni el
383
Matrícula de Tributos Nuevos Estudios, p.110.
555
paso de los tiempos. Solo subsisten algunos pictogramas en algunas ciudades y
centros ceremoniales que se mantuvieron ocultos durante muchos años o que se
edificaron en sitios techados.
Sin embargo, en la fabricación de prendas de vestir la situación era distinta pues se
han descubierto enterramientos que datan de muchos años en los cuales aun sin
conservar parte de tejidos, con sus respectivos colorantes. Debemos destacar como
aportación originaria el uso que se hizo de la grana cochinilla que ya en la etapa
colonial adquirieron un gran auge y se utilizaron industrialmente en varios países
europeos, rivalizando con los tintes del Viejo Continente.
Describió Chavero algunas ruinas nahuas indicando que a las niñas "se les
enseñaba a preparar el alimento, e hilar el algodón ya tejer lienzos para la troje y
esteros para las habitaciones. Se encontraron algunos aparatos para tejer.
Usaban para preparar los alimentos y moler el maíz a fin de hacer la harina, de
un mortero o molcajete, instrumento cóncavo, de piedra dura o barro cocido,
apoyado en tres pies. De esta harina hacían el pinole, polvo que les servía de
pan. Hilaban el algodón y lo tejían así como el ixtli o fibra de maguey. No se ha
encontrado en aquella región el malacatli".384
Siendo el vestido para el cuerpo humano, una función social de primera importancia,
del mismo rango que la alimentación y la habitación, el "arte de tejer" era una
actividad de todos los miembro de la sociedad, de la misma categoría social que la
siembra y atención de las cosechas, la caza y la pesca y la obtención de madera y
384
Chavero, Alfredo, Historia Antigua de México, p.123
556
otros materiales para fabricar casas. Este, cambio se produjo una vez que los
hombres abandonaron su carácter de nómadas, para pasar al sedentarismo y
a la vida en las ciudades en donde se establecen patrones uniformes de
existencia. Si con anterioridad era socialmente aceptable que los hombres anduvieran
semidesnudos, ahora esto ya no era socialmente aceptable.
Andar semidesnudo, con apenas un braguero en la parte "pudenda" que era una
forma de vestir de aquella época, sobre todo utilizando una prenda de cuero, en la
etapa del nomadismo era un signo de atraso social y de primitivismo cultural. Esta
transición se observa en los códices y glifos en donde en materia de vestimenta
se progresa también, al igual que en otras actividades productivas y humanas, de las
más sencillas a las más complejas, de lo rudimentario a lo estilizado, de lo lizo a lo
labrado, de lo monocromático a lo policromático, del ixtle al algodón, hasta encontrar
aplicaciones en la fabricación de materiales de guerra, como la rodela o escarda.
Explicó Mastache la etapa de hilado a que era sometido el algodón: se trataba de
distribuir fibras estirándolas al mismo tiempo para lograr que quedaran paralelas,
torsión de las hebras para formar el hilo, traslado y enrollado del hilo. Este proceso,
dijo que se iniciaba en forma primitiva "pues consistía en torcer las fibras en las
palmas de la mano, con la mano y el muslo, luego se emplean un palo, dando así
origen al huso, y los usos son hechos de madera. El huso necesita de un peso o
volante que lo impulse a girar y para este efecto se le agrega un disco que se coloca
en la parte inferior, en el centro y en uno de los extremos del huso. A esos volantes
se les llama malacates los cuales aparecieron en el clásico tardío postclásico y en
557
el postclásico se encontraba de formas y tamaños semiesféricos".
385
Luego
veía la operación de Tejido que era la inserción de hilos en la tramas a través de la
urdimbre y había dos tipos de telares, unos verticales y otros horizontales.
"Al color con que se tiñe la grana que llama nocheztli, que quiere decir sangre de
tuna, porque en cierto género de tunas se crían algunos gusanos que llaman
cochinillas apegados a las hojas y aquellos gusanos tienen una sangre muy
colorada ésta es una grana fina, esta grana es muy conocida en la tierra y fuera de
ella y grandes tratos de ella; llegan hasta la China y hasta Turquía, casi en todo el
mundo es apreciada y tenida en mucho. A la grana que ya está purificada y
hecha en pancitos, llaman Tlaplli que quiere decir grana recia o fina, venden en los
tianguis echa panecitos para que la compren los tintoreros del tochamitl y los
pintores. A otra manera de grana baja o mezclada que llaman tlapalnextli que quiere
decir grana cenicienta y es porque la mezclan con greda o con harina. Al color
amarillo fino llaman xochipali que quiere decir pintura de flores amarillas. Al color
azul fino llaman matlalli que quiere decir azul y este color se hace con flore
azules".386 Reseñó la existencia de un "árbol grande" que llaman uitzqueuitl, que
tiene una madera colorada y que al revolverlo con alumbre y con otros materiales
se hace muy colorado y con ese color tiñen los cueros coloridos de venado y
después hizo mención de otros árboles que también producían colorantes
naturales.
En una primera etapa, los lienzos eran lizos, es decir, no tenían bordados ni color
alguno, pero después se fueron transformando en piezas cada vez más sofisticadas,
385
386
Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehispánicas del Tejido, p.34
Códice Florentino, T. III, p.371
558
con una aplicación paulatina de colorantes de origen vegetal y animal, como la
grana cochinilla. Aquí encontramos una similitud con la cultura peruana quienes
tuvieron acceso a múltiples sustancias que permitían la tinción de las prendas.
Encontramos dibujos geométricos, de animales, plantas, alusiones a las deidades; las
prendas pintadas o labradas requerían un esfuerzo de trabajo mayor en la medida en
que los diseños y estelas eran más elaborados y también sus costos en el mercado,
cuando esto sucedió, eran más elevados.
Los gusanos de la gran cochinilla tuvieron un gran desarrollo en la región de la
Mixteca oaxaqueña, en donde hubo un notorio progreso en la orfebrería, en el
tratamiento del oro y de la plata, para fines artísticos y ornamentales y en el
tratamiento de las piedras de jade y de otras piedras preciosas.
Originalmente, los indígenas buscaron materias tintóreas, en la naturaleza, valiéndose
de las plantas, cortezas de los árboles, insectos y moluscos. Un factor inicial para que
ciertos colorantes fueron adaptadas a la dependencia geográfica de plantas o
animales". Señalando que el morado era extraído de un molusco llamado Púrpura
patulo, el azul se sacaba de la secretina, del índigo y de la piedra de añil; el negro del
caracolito llamado yute y del palo de Campeche; el café de la cascara de nanche, el
amarillo del camotillo o achiote; el rojo de la cochinilla y el verde de una raíz llamada
"cúrcuma".387
"El algodón era un producto natural de nuestro territorio y uno de los productos
agrícolas que desde la mayor antigüedad cultivan los nahuas. Cosechando el
algodón, debían despepitarlo a mano y cardarlo con púas de maguey y otros
Alfredo, Historia Antigua de México, México A través de los Siglos, Obra única en su
género, publicada bajo la dirección del general Vicente Riva Palacio, X Vols., Editorial
Cumbre, México T. I, p. 123
387
559
instrumentos muy primitivos y después lo hilaban sin duda, el matacatl y
advertimos que no solamente hilaban el algodón sino también el pelo de conejo. La
otra planta de la que sacaban hilo los nahuas es el maguey o metí. El cultivo del
maguey es el más sencillo que puede imaginarse y el más apropiado para un pueblo
primitivo pues consiste solamente en poner retoños en almácigos, transportarlos
cuando han secado y después removerles periódicamente la tierra, sin que
necesiten nada más, ni riego. El uso más importante del maguey era el de las fibras
que extraían de las pencas, las que les producían el ixtlí o pita. Para obtener este,
finalmente recogían las pencas ya secas y las echaban en agua a fin de que se
destruyesen la parte carnosa y recogían entonces las fibras".388 De esta hacían
cordajes, sogas, sandalias, joyas, enredos, hordas y también tejían telas y mantas
para vestirse.
Chavero con mucha frecuencia
hizo alusión al algodón, destinado para la
fabricación de prendas de vestir, lo que demuestra que ese era su uso principal pero
conviene precisar que al igual que los hilos que se extraían del maguey, también
tenían un uso "industrial", es decir, se empleaban para elaborar cordeles, lazos,
balsas o recipientes, redes para pescar o cazar. Las caravanas de mercaderes
que caminaban por los senderos de Mesoamérica utilizaban grandes cantidades de
ixtle para amarrar sus cargamentos y ser transportados por los porteadores. En las
habitaciones se utilizaban también para fabricar recipientes en donde se guardarían
las jumas y otros alimentos, enseres domésticos y animales.
Carranza Forkel, Idolly. Colorantes y Métodos de Tinción, en la Artesanía Textil
Guatemalteca, 45 p., p.23
388
560
El maguey está asociado al grupo mexica desde la primera etapa de su
peregrinación no solo por el peligro que producía, que está muy relacionado con el
conjunto de deidades que ellos tenían, sino también con los hilos que producían sus
pencas que servían, entre otras cosas, para hacer cordeles que permitieran hacer
envoltorios de diferente naturaleza. En la zona árida y semiárida había otras plantas
que les llamaban chequillo que también producía hilos para los mismos fines.
También Carranza estudió la industria textil afirmando que los vestidos indígenas
femeninos, que era la falda, la faja y el huípil, habían sido prehispánico y que para ello
empelaba el telar de cintura y el de pie, habiendo sido introducido este por los
españoles, habiendo desplazado este aquel en la fabricación de piezas de vestir.
"El quipal es la pieza más importante de la indumentaria. Le seguía el pañuelo y la
servilleta. Es difícil fijar el orden, entre las demás prendas porque las cintas de cabeza
y las fajas pueden o no ser introducidas en el telar familiar, mientras que el corte o
falda es raramente manufacturada en la comunidad misma".
El que es tintorero tiene por oficio el teñir la lana con diversos colores, y a las veces
con colores deslavados y falsos; la lana que se vende es bien teñida y daba buen
punto y tiñe de diversos colores, amarillo, verde, leonado, morado, verde oscuro,
verde claro, verde fino, escariado, con los cuales colores tiene lana".389
Ramírez, al referirse al sitio arqueológico de El Rosario, San Juan del Río
Querétaro, afirmó que las fibras vegetales eran difíciles de conservación porque las
afectaban los cambios de temperatura y humedad, los rayos ultravioleta, las
atmosferas contaminadas y los microorganismos. En referencia a este sitio,
localizado a 7 kilómetros de la cabecera de San Juan del Río Querétaro, que
389
Sahagún, Bernardino. Historia General de las Cosas de la Nueva España., p.570
561
correspondió a la cultura teotihuacana, correspondiente a la etapa de 600 años
D.C., y se encontraron fundentes carbonizados y eran fibras de algodón, agave y
lana. Había una fibra gruesa y una delgada, físicamente aplastadas y retorcidas,
pero el resto carbonizadas ya no se distinguieron sus tinciones.390
Los hallazgos de fibras vegetales en los enterramientos sobre todo confirman el carácter
antiquísimo de los mismos, sobre todo si las referimos a las regiones de Egipto,
Mesopotamia y la India, pero también la registramos en las poblaciones andinas. Se
trataba de prendas de vestir muy elementales, sobre todo para los individuos pobres y de
prendas ricamente adornadas para las personas que se encontraban en los niveles más
elevados de la sociedad, pero debido a su composición material, no resisten los efectos
del tiempo. Por ello, se pasó de las fibras que se sacaban del maguey, del henequén,
que fácilmente se corrompían, a las extraídas del algodón que eran más resistentes y
podían ser tejidas de una manera más vistosa.
En los estudios que realizó Mastache sobre los hallazgos arqueológicos e los tejidos llegó a
las siguientes conclusiones: la fabricación de cestas, redes, cordeles y esteros, precedió a
la fabricación de ejidos, se usaban fibras de origen vegetal, en mayor medida, aunque había
otros de origen animal, el uso de fibras duras es más antiguo que el algodón, la mayor
parte de los colorantes eran extractos vegetales obtenidos de flores, raíces, cortezas o
frutos. "Si bien la mayor parte de los malacates conocidos son de barro, se sabe que también
los había de otros materiales, tales como hueso, piedra, conchas y probablemente madera.
Se ha podido determinar que el tamaño y el peso de los malacates están en relación con las
fibras empleadas en las finuras del hilado, en general los malacates grandes y pesados,
Ramírez Segura, Octavio. Método para identificación de fibras vegetales de teztal
prehispánico del sitio arqueológico en el Rosario, San Juan del Río Querétaro, 7 p., p.2
390
562
fueron empleados para hilar fibras duras, obteniéndose hilos más toscos, mientras que los
malacates pequeños ligeros fueron empleados así siempre para hilar algodón y lograr finos
hilos, aunque la regularidad y calidad del hilado dependía más bien de la habilidad y
experiencia de la persona que hilaba".391
La invención del telar ha sido una de los grandes triunfos del ingenio humano. Sus
inventores son anónimos e hicieron una aportación esencial al patrimonio del
conocimiento humano, proporcionándoles una aplicación científica indicando que el
telar también había sido producto de la acumulación de experiencia y de la aplicación de
dedicarse extraído de ellas, pero dijo que las tradiciones artesanas no fueron productos
individuales sino colectivas y todo fue resultado del trabajo corporativo o colectivo, todo
esto en poblaciones pequeñas".392
Los hombres demostraron su capacidad para transformar una piedra en un artefacto que
pudiera tener una utilidad en la caza, la pesca, la guerra, la producción de vasijas y
cestos, de cerámica en general y para satisfacer una serie de necesidades objetivas e
inmediatas que se tenían en las habitaciones. Sus moradores buscaron siempre, de una
manera casi instintiva , tener una serie de comodidades elementales para preparar y
guardar alimentos, para descansar, para almacenar agua y semillas para la siembra, un
corral para la guarda de piezas de ganado que aseguran la disponibilidad de leche, carne y
de pelo siendo fabricadas y labradas por miembros de la familia, en forma señalada,
de las mujeres, entonces no había necesidad de que estuvieran rubricadas por sus
autores, a menos que se quisiera usar para fines de intercambio comercial y religioso.
Por ello tiene razón Childe cuando observa que esta producción no era individual sino
391
392
Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehispánicas del Tejido p.101
Childe, Cordón. Los Orígenes de la Civilización, p.151.
563
colectiva.
Tenía que ser por lo tanto volúmenes muy pequeños de piezas, las necesarias para la
sobrevivencia de las familias, pero sin duda y de una manera particular se fue
incrementando la producción para otros fines e incluso para el encumbramiento de unos
individuos sobre otros. Encontramos productos sumamente sencillos y elementales, los
cuales estaban asociados a las cocinas en donde se hacía un uso muy frecuente del
fuego pero después esta situación se fue modificando para instalar pequeños talleres,
también familiares, que permiten producir en forma más diversificada y en una escala
mayor, cuando la familia era más numerosa.
Escribió Mastache:
"El telar empleado en Mesoamérica: en el horizontal y que le llama "telar de cintura", "telar de
átale", o telar de dos barras y en uno de sus extremos lleva una anda que se colocaba a la
cintura del tejedor lo cual permite no solo sostener en un extremo del telar sino también que
el tejedor mantenga debidamente tensa la urdimbre; el otro extremo se sostiene por medio
de otra banda o cordel amarrado generalmente a un árbol o a cualquier punto fijo. Se trata
de un artefacto muy simple que consta fundamentalmente de dos barras que sostiene la
urdimbre y carece de armazón rígida. Al quitar la urdimbre, el telar imitado y las dos barras
mencionadas y varios palos pequeños sueltos. Un aditamento muy importante del telar es el
lizo, que consiste en una tira de madera o carrizo del cual cuelgan hilos en formas de
pesilla; para enrollar el hilo de la trama, es decir, como bobina, puede usarse
simplemente un carrizo o pedazo delgado de madera con una hendidura en los extremos;
con el fin de apretar cada uno de los hilos de la trama que van siendo colocados en el
tejido, se emplea un trozo de madera ancho, aplanado y pesado", dentro se lo que se
564
consideró como un huso sencillo.393
Smith describió una parte de los vestigios arqueológicos que se habían encontrado en
Calixtlahuaca, entre ellos malacates grandes con incisión que se utilizaban para hilar las
fibras de maguey, así como desfibradores, reafirmando que los hábitos de este poblado
habían realizado frecuentes intercambios con otras regiones de Mesoamérica, así como
objetos de cobre en sus relaciones las zonas tarasca de Michoacán".394
El intercambio de fibras vegetales para uso textil que realizaban los grupos humanos y que
después se han encontrado en los hallazgos arqueológicos demuestraron la amplia gama
de posibilidades que existían, desde las fibras de maguey, hasta los de conejo, pasando
desde luego, por el ixtle y la lechuguilla hasta las hilaturas de algodón, ya que la hilatura de
lino llegara posteriormente. Se trata de una actividad muy rica y compleja que se inicia
propiamente desde los primeros tiempos del desarrollo de la humanidad como lo
testificaron al encontrarse restos de alacates antiquísimos. Era una industria que nace
estrechamente vinculada a las mujeres, hasta constituir talleres de gran y mediano nivel,
que producían para el consumo familiar, primero, de las comunidades propias, después,
y al final para el intercambio comercial. Se trata de una actividad productiva que tenía
asegurado su futuro desarrollo pues atiende a sus necesidades básicas, al lado de la
alimentación, que es la del vestido, tan importante o más, también, que la habitación.
Estas son las necesidades básicas de todas las poblaciones, de todos los individuos,
independientemente de su estadio evolutivo, de su ubicación geográfica y del progreso que
Mastache, Guadalupe Alba, Técnicas Prehispánicas del Tejido, p.35
Smith, Michael. Los Materiales Arqueológicos de Calixtlahuaca y la Sociedad Posclásica
de Matlazinco, ponencia presentada para el Vil Coloquio Internacional sobre Otopanes, El
Colegio Mexiquense, Toluca, Estado de México, 15 de noviembre de 2005,7 p.23
393
394
565
tenían sus fuerzas productivas las cuales pronto se incorporaron a las tarea productiva
para potenciar su innovación y por lo tanto su productividad y la diversidad de sus
productos. Todos los seres humanos, en las diferentes etapas de la historia, necesitan un
techo con qué cobijarse, un alimento que llevarse a la boca y un vestido para cubrir su
cuerpo y protegerlo de los cambios climáticos.
Dijo Las Casas:
"...las mujeres se dedicaban a hilar, tejer algodón para hacer sus camisas y mantas que usan
para vestirse, unas que se llaman naguas con las que se cubrían las mujeres desde la cinta
hasta la media pierna y también tienen grandes cuidados en criar y regular a sus hijos; los
maridos en instruirlos en los oficios y en la cosas de sus costumbres y ritos, así en su religión
y culto divino como en la de su policía y no tenían esclavos comúnmente; en alguna
parte tenían sus haciendas o peculio, con sus mujeres e hijos propios, como los otros
vecinos libres, salvo que cuando el señor hubo a menester, que se hiciera en su casa;
hacienda o algún servicio, aquella lo hacía". Todo ello en relación con los habitantes de la
española.395
Al igual que sucedió en otros grupos humano es, "el arte de tejer" fue una
actividad esencialmente femenina, la cual se producía desde que ocurrían las
primeras diferenciaciones sexuales del trabajo. En una primera etapa las mujeres,
se encargaban de la siembra y de los cultivos, mientras los hombres se dedican a
la cacería y a la pesca. Después las mujeres se concentran en las tareas
domésticas, cuando aparecen las familias nucleares y se precisó el carácter de le
De Las Casas, Bartolomé. Apologética Historia Sumaria, Ediciones Preparadas de
Edmundo O. Germán, Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México, 2 Vols., 1967
395
566
los padres y en este contexto apareció la mujer como tejedora. Es decir, si las
madres o las mujeres se encargaban de la crianza y del cuidado de los hijos, una
tarea muy cercana a esta función es la de proveer a los miembros de la familia de
la vestimenta que necesitaban. Por ello, los primeros telares se ubicaron
precisamente en el interior de las casas, en los patios de estas, en donde debían
permanecer las mujeres cumpliendo con las otras tareas "propias de su sexo".
Las mujeres tenían múltiples papeles dentro de la familia y de la sociedad y una
de ellas era el de tejedoras, es decir, elaborando las piezas de vestir para los
miembros de su familia y solo mucho tiempo de que se pensó que podrían fabricar
piezas para el mercado externo. Eran los tiempos en que existía una economía de
subsistencia, es decir, la evolución que habían tenido las fuerzas productivas,
alcanzaban niveles de producción relativamente pequeña.
Dijo Fernández, al referirse a la "industria textil" "que las prendas más usuales se
hacían de algodón o ichcatl hilado, perfectamente tejido de colores, tan fino y tan bien
trabajado que los conquistadores lo alaban de continuo. La calidad del algodón era
tan alta, que les permitía hacerlas gruesas, delgadas o transparentes y no
necesitaban de otras fibras para la manufactura de las distintas texturas esenciales
para sus ropajes, pero para telas de menor cuantía y para ser usadas por los
miembros de los niveles sociales menos encumbrados, empleaban varias fibras
vegetales como el henequén, ichtli, Iczotl o palma silvestre, quetzalichtli, y pati y
una multiplicidad de otras fibras derivadas del maguey. "Había dos clases de hilos,
los de pluma y los de pelo de conejo y también por ello las mantas más labradas, de
567
colores las usaban las personas de las más latas jerarquías sociales lo mismo
sucedía con las joyas, pero a los esclavos les estaba prohibido el labrado de telas.396
Había especialistas en la fabricación de cosas de algodón con los cuales "hacen
camisas y con que cubren por vestidos y mantas para sus camas, blancas,
negras, pintadas de muy finos colores, gruesas, delgadas, muchas como
almaizares mancas, ágora común de cinco lienzos con el cielo de diversas
maneras y otros que parecen de damasco blanco, que se le pueden poner el
rey en su cama como otra cosa muy rica. Hoy hacen frazadas y guadameciles
de solamente que lo vieron hacer una vez porque como los oficiales
españoles conocen que cuanto ven hacen, por lo cual les llaman manos. Hay
oficiales de navajas de piedras y esto es cosa admirable verlos hacer y poder
hacer como las hacen; salen estas navajas de la misma hechura y forma de una
lanceta con que los barberos nuestros acostumbran sangrar... 397 También
describió a los que se encargaban de pintar paños chicos y grandes, retablos, el
uso de plumas "pues son excelentes pintores, sobre todo e aves de distintos
colores y también fabrican cenefas, casullas, capas, velas, mangas, y todo lo
necesario para el culto divino.
La "industria textil" alcanzó un alto desarrollo tecnológico y material debido a que en
el régimen tributario imperante la fabricación de mantas tuvo una gran
preponderancia en el conjunto del sistema lo que motivó que miles de miembros de
la colectividad se dedicaran a estas actividades por estar en aptitud de cumplir en
tiempo y forma con las cargas impositivas. Aunque no conocemos de la existencia
Fernández Barrea, Josefina. El Are Textil entre los Nahuas, en Estudios de Cultura
Náhuatl, Vol. V, México, 1968/89
397
De las Casas, Bartolomé. Los Indios de México y la Nueva España.., p.24
396
568
de "talleres textiles" en los cuales se congregaron un grupo de personas solo con la
finalidad de producir, mantas y sí sabemos de la existencia de "barrios de tejedores",
de tejedoras en muchas ciudades y poblaciones.
A pesar de los requerimientos de grandes volúmenes de prendas, el telar de
cintura no se modificó de una manera radical, pero si mejoró su funcionamiento,
imprimiéndole más velocidad a sus operaciones, de cardado y urdimbre, por lo que el
rasgo característico siguió siendo el uso continuo de mano de obra pues
prácticamente no había una población en donde no hubiese un grupo de
trabajadores dedicados a este oficio. Así se llegó hasta una etapa de alto desarrollo
en las calidades y en los sistemas distinguiendo claramente las prendas lizas para los
macehuales, de los "vistosamente coloreados" para los pillis, hasta que con la
llegada de los españoles arribaron los nuevos artefactos medievales europeos, que
rápidamente aprendieron a manejar los indígenas.
Acosta, al describir la trayectoria empleada por las técnicas
de construcción, dijo, que habían progresado desde el Preclásico Medio, en
que no era sino montones de tierra, hasta avanzar a construcciones más
sólidas, con rampas y escaleras y luego inventaron un muro en forma de talud.
"Esta innovación permitió construcciones más altas, pero también tenían sus
limitaciones, por lo que se ideó la combinación de dos cuerpos encimados con
un pasillo intermedio que permitió la circulación; gran adelanto que culminó con
la construcción de numerosos cuerpos superpuestos hasta que llegaron a
tomar el aspecto de una pirámide truncada. Durante la época clásica los
pequeños pueblos se transformaron todas en ciudades. Puede observarse en
569
ellas un principio de planificación y de servicios públicos como son las calles y los
sistemas de drenaje. Los edificios ceremoniales estaban cubiertos con tableros y
cornisas que variaban los gustos artísticos de cada región".398 Para construir los
basamentos
y
las
plataformas
emplearon
las
técnicas
de
usar
un
amontonamiento de piedras sueltas o simplemente de tierra y que estaban
revestidas con piedras labradas y con complicados tableros y cornisas.
Al observar la pirámide de Cuicuilco, pensamos en su carácter rudimentario, es decir,
se trata de un gigantesco amontonamiento de piedras y lodo, sin que se hubiese
precisado sus rampas y taludes o sus escaleras. Sin embargo, en Teotihuacán la
aplicación de técnicas constructivas permite concluir que se dio llegada a una gran
complejidad arquitectónica en la que los taludes y las rampas han llegado a un gran
esplendor, aparecen los taludes labrados en alto relieve, así como una gran
cantidad de estructuras superpuestas. De una pequeña población, conjunta apenas
por un reducido número de chozas de paja, se transitó hacia un gran centro urbano, lo
que se llamaría una "gran ciudad", conformando por un conjunto de edificaciones, la
mayoría de ellas de carácter ceremonial y otras de naturaleza administraba. Se
habían avanzado notablemente no en la concepción de las pirámides que seguían
siendo, en esencia, el mismo sino en su perfeccionamiento arquitectónico pues se
habían utilizado grandes cantidades de piedra, la cual se había "trabajado" con otras
piedras más resistentes, hasta construir un complejo de edificios, calles y canales.
"En el periodo de los centros ceremoniales se inició la construcción de estructuras
civiles y religiosas que van creciendo según las necesidades de la población que
reside en ellas; se crearon los dioses y los cultos dirigidos por una casta de
398
Acosta, Jorge. Técnicas de la Construcción, Esplendor del México Antiguo, T. I, p.501.
570
sacerdotes que además posee más complejos conocimientos como el calendario, la
numeración y la escritura; se intensificó el comercio y las artesanías; se comienza a
jerarquizar la sociedad, a la vez que en esos centros se radican las funciones
religiosas, administrativas, comerciales y políticas y cada uno es sostenido por
una serie de aldeas, vecinos que lo reconocen como fase de integración social y
cultura; ahora hay una mayor concentración de excedentes económicos, una
agricultura intensiva, una población más concentrada, una planeación de los
centros ceremoniales, y la proliferación de edificios y servicios públicos, una
extensión del comercio y una jerarquización más marcada de la sociedad, con el
consiguiente incremento de los conocimientos intelectuales, de la religión, de las
festividades, de las artes, en suma, de toda la cultura", dijo Pina Chan.
La construcción de centros ceremoniales, que en realidad eran ciudades religiosas y
administrativas por los fines esenciales que tenían, fue un paso muy importante en la
evolución de todas las actividades económicas, productivas y profesionales y sin
duda, estuvo acompañado de un desenvolvimiento mayor de las fuerzas productivas.
Una de los primeros motores de esta transformación hacia adelante es el desarrollo
de los grupos humanos, fue el crecimiento de la población, que estaba
abandonando el patrón de disposición en pequeños asentamientos que le habían
caracterizado por mucho tiempo. Las ventajas de agruparse en una sola ciudad o
población, con un mando político y administrativo único tenían ventajas materiales y
sociales obvias.
Consecuentemente, se desarrollaron los lapidarios, el "arte de labrar piedras" pues
se requierían grandes volúmenes de piedras volcánicas, basaltos y de otras piedras,
571
como cantera, para levantar nuevas construcciones: el trabajo de los planificadores
de las ciudades que utilizaban los conocimiento del calendario para precisar las
jornadas de trabajo y de la observación de los astros para ubicar los edificios y
trazar las calles y ubicarlas en las regiones más cercanas y las más lejanas como
se comprueba con las excavaciones realizadas, por ejemplo, en Teotihuacán. Una
"ciudad grande" era un centro de atracciones económicas pues a ella llegaban y de
allí salían, grupos de mercaderes que intercambiaban bienes y productos con otras
comunidades y también de ella salían bienes y productos que se enviaban a regiones
cercanas o distantes.
Sin embargo, las "ciudades" están ya marcadas por la diferenciación social pues en
forma predominante solo podían vivir en ellos los miembros de los grupos
gobernantes, de los sacerdotes, los militares y los artesanos, que ocupaban los sitios
más cercanos al centro de la ciudad. A estos lugares no tenían acceso los
macehuales sino era solo en calidad de servidores.
Por su parte, Outwater estudió, desde el punto de vista de las normas de la
construcción y de los ingenieros, edificios de Malinalco, Xochicalco y Mitla,
habiendo excavado en el primer caso más de 1 600,000 kilogramos de roca viva
para construir la escalinata de un monolito y para ello se utilizan varias canales
para llevar agua. "Se usaron azadones de piedra y de madera en donde pudieron
haber empleando unos 50 hombres para un periodo de 8 años". En el caso de
Xochimilco se construyó una pirámide la cual tiene una gran simetría con la
colocación de 4 piedras cortadas en las esquinas y los lados tallados en relieve "y se
realizó un escrupuloso trabajo de labrado". En el caso de Mitla también se utiliza
cantera en grandes cantidades y para llevar esas piedras hasta el lugar de
572
construcción se emplearon vigas y cuerdas hechas de fibra local, habiendo
utilizando de 500 a 800 hombres.399
Desde los olmecas, que fueron los primeros grandes constructores, los grupos
humanos movilizaron grandes volúmenes de piedras y rocas para hacer parte de
las pirámides y de los templos y demás instalaciones y para ello utilizan canoas y
barcazas, perdiéndolos transporte para medios acuáticos. En todos los casos y ante
la falta del uso de la rueda y del metal, se requierían enormes cantidades de
personas que con su esfuerzo físico unificado y coordinado pudiesen transportar
esas piedras. Para ello usaron azadones de piedras y de madera para apalancar o
jalar grandes moles y después hacían los tallados y labrados, una vez que la piedra
se encontraba en los sitios acordados, para hacer los relieves, dibujar los
correspondientes motivos decorativos para pulir la cantera, empelaban piedras más
duras como el basalto y para ello fabricaron punzones de diferentes tamaños y
formas, los cuales se utilizaban para hacer cortes. Con una piedra más dura se
trabajaba una piedra más suave, siendo este el principio general.400
Marquina indicó que: "las ciudades prehispánicas se componen de un centro
ceremonial que adquiere gran importancia en relación con el tamaño de la ciudad de
una zona de palacios o residencias importantes, generalmente relacionada con un
cementerio formado por tumbas, sepulcros o entierros y por las habitaciones de
mucha importancia que se extiende en una gran superficie en sitios más alejados del
centro.401 En la zona ceremonial están los templos sobre plataformas en grandes
Outwater Osden, V. Técnicas de la Cantería, Esplendor del México
Pina Chan, Ramón, Del Nomadismo a los Centros Ceremoniales* INAH, México, 1975, 318
p., p.12
401
Outwater Osden, V. Técnicas de la Cantería, Esplendor del México Antiguo, T. I, p.485.
399
400
573
basamentos piramidales, los juegos de pelota, las casas de los jefes y de los
sacerdotes y en general es la parte más aparente y mejor conservada. Las
habitaciones importantes aparecen en forma de montículo de poca altura. De la
construcción de menor importancia solo se conservan pocos restos, debido a la
pobreza del material empleado y aun estas en muchas ocasiones han
desaparecido por completo.
Los centros ceremoniales en la región central de México se caracterizan por la
amplia y simétrica distribución de los monumentos y por sus grandes dimensiones.
Sobre todo cuando se encuentran en lugares planos, los edificios se distribuyen a lo
largo de avenidas, a veces formadas por una sucesión de patios rectangulares,
limitadas por las plataformas En los primeros edificios todavía no se encuentra el
empleo de la cal, como elemento de construcción por lo que exteriormente eran
acabados con piedras toscamente colocadas y aplanadas con barro con pequeños
fragmentos de toba muy comprimida que naturalmente no ofrecía una resistencia
suficiente".402
Ya hemos afirmado que las ciudades o centros ceremoniales están signadas por
la diferenciación social pues existía un sector de habitaciones, generalmente muy
cerca o al lado de los templos o pirámides, en donde habitaban los sacerdotes y su
personal auxiliar, que gozaban de todos los adelantos arquitectónicos de la época.
Por ejemplo, en Teotihuacán tenían un sistema interno de agua potable, drenaje,
baños, lo que les permitía vivir con confort y hasta con lujo, empleando este
Marquina, Ignacio. Arquitectura Prehispánica. Instituto Nacional de Antropología e
Historia SEP México, 1951, 977 p., p.15
402
574
concepto en función de los grados del progreso social a que se había llegado. Una
situación urbanística similar tenían los altos funcionarios públicos, que ocupaban
lo que denominaremos edificios administrativos o gubernamentales.
Pero a un lado o cerca de ellas había habitaciones más modestas, hechas con
materiales de construcción más precarios, o sin condiciones sanitarias, en donde
habitaban los artesanos pobres, los agricultores que se encargaban de llevar los
alimentos y más lejos aun o fuera de la "traza urbana" estaban los barrios de los
calpullis que tenían características muy distintas a las anteriores. Durante muchos
años los arqueólogos estudiaron y se maravillaron de las instalaciones que habían en
la zona de "palacios y templos, pirámides" y elaboraron estudios muy profundos sobre
ellos, para olvidaron aplicar su atención e ingenio a la zona en que habitaban los
artesanos pobres y los macehuales.
También López Lujan refirió que en Teotihuacan había varios conjuntos de edificios
en los cuales vivían personas de distintos niveles, desde los gobernantes hasta las
modestas viviendas de personas humildes. "En la mayoría de los conjuntos, sus
habitantes pertenecían a la misma etnia, estaban emparentados entre si,
desempeñaban un oficio común y rendían culto a un mismo dios patrono. A
diferencia de lo que sucedía en el resto de Mesoamérica, donde la mayoría de la
gente habitaba chozas unifamiliares, casi todos los teotihuacanos vivían en
conjunto de departamentos. Se trata de residencias multifamiliares de cal y canto
que alojaban entre 20 y 100 individuos. La calidad de los materiales y el enorme
esfuerzo que implica su erección, no hablan del relativamente elevado bienestar de
575
la población urbana".403
Otros aspectos que no se han estudiado a profundidad son a los que se refiere
López Austin: la pertenencia social de los grupos humanos que habitaban las grandes
ciudades, lo que confirma que a pesar de que se habían transformado su entorno
físico-geográfico pues habían dejado sus viejas aldeas, se reconocían como
descendientes de un padre o un origen común, de una misma filiación étnica,
adscrita a un calpulli con un dios tutelar.
Esta reciedumbre en los lazos de linaje y parentesco se observa, por ejemplo, en la
conformación de los cuatro barrios principales de la ciudad de México, cuyos
habitantes tenían similitudes históricas, culturales, y hasta profesionales. De la
residencia multifamiliar se transitó hacia la unifamiliar, en donde esos lazos deberían
debilitarse y hasta desaparecer algunos de ellos con el desarrollo de las relaciones
mercantiles que comienzan ya parecen en la etapa de Moctezuma.
Al referirse Marquina a la llamada "pirámide de Cuicuilco" dijo que era de barro muy
comprimido o que estaba limitada por grandes piedras empotradas perfectamente en
el suelo, había un gran desconocimiento de la cal, los altares están construidos con
barro y ubicó su construcción en dos mil años de nuestra era, cuyo basamento fue
cubierto por la lava que lanzó el volcán Xitle.
En el caso de Teotihuacan, dijo que eran núcleos de piedra irregulares unidas por
'López Lujan, Leonardo. La Cuenca de México, Clásico 150-600 en La disfunción campociudad Revista Arqueología Mexicana, año 44,13 p., p.7
403
576
lodo, grandes taludes que decoraban cada uno de los cuerpos del monumento,
bloques de tepetate pegados con lodo, un aplomado hecho con tezontle molido y cal,
los pisos están hechos con relleno de piedra mezclados con lodo y una capa de
tepetate molido y apisonado con una delgada capa de cal.404 Los edificios tenían
sistema de desagüe que consistía en una sección de caños bien aplanados.
Los materiales predominantes de las pirámides de Cuicuilco, es decir, la pasta de
lodo con los cuales se hicieron los aplanados que cubrían la erupción del volcán Xitle,
mientras que en Teotihuacán, además de la piedra y el lodo, aparecieron el
tepetate, el tezontle y la cal que permitieron la realización de los estucos
policromados. A diferencia de la pirámide de Cuicuilco, hay en Teotihuacán
grandes taludes que dibujan escenas de animales, vegetales, deidades, en
escenas guerreras, figuras mixtecas que vislumbran la existencia de relaciones
sociales, cada vez más complejas en las que prevalecen las relaciones de
intercambio con otras ciudades y regiones, la conquista de nuevos territorios, la
variedad de la religión.
Por ello la cal era tan importante pues sobre el aplanado se pudieron escribir los
grandes mensajes que conocemos; la complejidad de Teotihuacán hace notar
también la existencia de un mayor número de artesanos y no solo de los arquitectos y
de los diseñadores. Por ejemplo, el tratamiento de una piedra en forma especial, la
cantera hizo que surgiera y se desarrollara una especialidad en los lapidarios.
Si bien en el pasado se habían trabajado con "piedras volcánicas duras", ahora se
Marquina, Ignacio. Arquitectura Prehispánica. Instituto Nacional de Antropología e
Historia, SEP, México, 1951, 977 p., p.41
404
577
estaba trabajando con piedras más "suaves", por lo tanto más moldeables, que
requerían una mayor precisión y calidad en el trabajo artesanal, pues un golpe
equivocado en un bloque de cantera, podían destruirlo.
Las pirámides no tenían la finalidad de depositar cámaras mortuorias en las que se
quedaran los restos de los jefes políticos o jefes guerreros sino la de dejar una
constancia perenne de hechos históricos trascendentes y/o de veneración o
adoración de una deidad. Por lo tanto tenían que dejar una serie de mensajes
políticos y sociales para la posterioridad. Por eso los aplanados de arena con cal
para cubrir los taludes fueron muy importantes pues en Teotihuacán no solo
aparecieron elementos geométricos como grecas sino también escenas de guerra,
linaje de guerreros y de sacerdotes y sus atavíos.
Estos dibujos, eran policromados, es decir, no solo tenían una finalidad
meramente descriptiva, que por el solo hecho de serlo, es ya de suyo importante,
sino también reflejo de magnificencia y de poderío. Existen habitaciones en las que en
las cuatro paredes hay descripciones de esta naturaleza, que describen hechos
históricos o míticos, a la manera de libros de la época. En virtud de que en los
estucos se dejaban mensajes para la posteridad, los revestimientos, en los cuales se
agregaba mortero, debían tener la mayor duración posible.
Es muy importante la afirmación que hizo Cervantes de Salazar, al referirse a la
ciudad de México, indicando que las construcciones prehispánicas eran de
materiales muy precarios, eran de adobe y por ello desaparecieron en muy poco
tiempo por lo que, según él, fue muy fácil su reedificación pues las nuevas
instalaciones españolas se erigieron exactamente en los mismos sitios en donde se
578
levantaron los templos de los aztecas. "Hízose venir de toda la comarca una
multitud innumerable de indios para trabajar en los edificios, de los españoles que
no fue poca vejación para los vencidos: inmediatamente después de la ocupación
de la ciudad, mandó Cortés que los indios la limpiasen y que reedificasen sus casas
en las partes que les señaló, dejando libre las que destinaban a los edificios de los
españoles".405
También, siguiendo las tendencias de la arqueología oficial, al referirse a la ciudad
de
México,
se hizo una
referencia muy destacada a
las grandes
construcciones, entre ellas, claro está, el Templo Mayor y a otras edificaciones de la
zona central, pero pocos estudios se han hecho a cerca de las condiciones
insalubres en que vivían la mayoría de la población en virtud del carácter
lacustre de la zona. En efecto, todas las construcciones y habitaciones lujosas
lanzaban sus depósitos sanitarios en las acequias, a los canales, lo que fue una
causa importante de grave contaminación y de enfermedades. Desde luego se
menospreciaron las condiciones físicas y ambientales de los cuatro barrios, para
exaltar la belleza y el decorado de las iglesias, conventos y hospitales, ignorando
dos hechos fundamentales: las familias indígenas vivían hacinados en espacios
muy reducidos, carecían de sistema de drenaje y alcantarillado para satisfacer sus
necesidades sanitarias y en una primera etapa los indígenas no podían salir del
barrio al que pertenecían hasta que los españoles se dieron cuenta que esta
medida era impráctica para poder contratar mano de obra barata. En realidad, las
habitaciones de los macehuales siempre fueron concordantes a la situación de
405
Cervantes de Salazar, Francisco, México, 1554, p.120
579
pobreza y miseria en que siempre habían vivido, es decir, empleaban materiales
muy deleznables como el bajareque.
Afirmo Melgarejo que "después de las covachas, de las cavernas, de sus
adaptaciones vino la construcción del jacal en sus diversos tipos: techo de paja y
maderas ensambladas; techo de paja y embarres; techo circular de paja y adobe,
planta cuadrangular y adobe, techo de tejamanil y adobe, techo de paja y adobe
para llegar finalmente a los tipos de casas urbanas, con planta circular o
cuadrangular, sus agrupamientos y anexos, como el temascal. Con el tiempo la
construcción dejó de ser de madera y se hizo el montículo, una especie de isla,
ciertamente artificial, construido por el hombre y el montículo se transformó en
pirámide o en cono.
En el área de Teotihuacan, llegó un día en que se agotaron las tierras, los
montes habían sido talados, las lluvias disminuyeron haciéndose más
irregulares, la producción agrícola se desplomó, se agotaron la cacería y la
pesca, sin poder adquisitivo, la gran masa campesina redujo la compra de
productos de la ciudad, el comercio vino a menos, la industria fue paralizándose
por las ruinosas reservas de sus bodegas, diminuyó la mano de obra y el salario
dejó de recircular; por otra parte, la población había crecido, ya eran graves los
fenómenos de la presión demográfica y de la inconveniente distribución de los
recursos humanos y la cultura clásica se traslada a otra punto, más ya era el
580
Horizonte Clásico Tardío, Xochicalco".406
Los constructores utilizaron en las primeras habitaciones la piedra y la madera
pero pronto se dieron cuenta de que lo primero era una materia prima deleznable, es
decir, que por efecto de la humedad o porque eran susceptible de ser atacados por
hongos, se destruían en muy poco tiempo, pero no fue abandonado sino
empelado siguiendo otras modalidades, como arenilla, tablones y vigas para
construir techos y levantar paredes, al lado de construcciones de piedra, pero sobre
todo de aplomados en donde se empelaban sobre todo la cal. Pero el acceso a la
madera nunca fue sencillo debido a que algunos bosques habían desaparecido en
forma parcial y total y había que traer las materias primas de la Sierra Nevada.
El uso de la madera en sus diferentes aplicaciones hizo surgir la necesidad social
de que hubiese especialistas en su tratamiento pues no bastaba la madera en
tronco sino dispuesta en tablones o morillos. Los "arquitectos" solicitaron la
colaboración de los carpinteros, colaboración que se fue haciendo muy estrecha, en
la medida en que nos acercamos, al momento de la conquista. Se requería para
satisfacer las nuevas necesidades arquitectónicas, tablas y tablones, es decir,
preparaciones de madera que implicara un mayor valor agregado pues los tipos de
casas y de habitaciones se hicieron muy variados y complejos.
Mendieta se refirió de las casas de los principales; que todas eran grandes
aunque no usaban altos, más porque la humedad no les causase enfermedad,
alzaban los aposentos hasta un estrado poco más o menos y así quedaban
Melgarejo, José Luis. Historia Antigua de México, 3 Vols. SEP-Documentos, sin fecha,
Vol. III, p.144
406
581
como entre suelos. En estas casas había huertas y vergeles y aunque las
mujeres estaban por si en piezas separadas, no salían las doncellas de sus
aposentos a la huerta o vergeles sin ir acompañadas con sus guardias. Siendo
la niña de cinco años las comenzaban a enseñar a hilar, tejer, labrar y no las
dejaban andar ociosas y a las que se levantaban de labor fuera de tiempo
atáñanle los pies para que se asentase y estuviese quieta. La gente común y
plebeya tampoco se descuidaba de criar a sus hijos con disciplina, antes luego
que comenzaban a tener juicio y entendimiento, los amonestaban dándoles
buenos consejos y retrayéndolos de vicios y pecados, llevándolos consigo a los
templos Llevábanlos consigo á los templos, y ocupábanlos en trabajos
enseñándoles oficios, según que en ellos veían habilidad y inclinación, y lo mas
común era darles el oficio y trabajos que su padre usaba. Si los veían
traviesos ó malcriados, castigábanlos rigorosamente, á las veces riñéndolos
de palabra, otras hostigándolos por el cuerpo con ortigas en lugar de azotes.407
De las cuatro calzadas que había en la ciudad de México, la de Tlacopán fue
construida durante el reinado de Chimalpopoca y se iniciaba en la puerta del
recinto sagrado del templo de Huitzilopochtli y terminaba en Popotla, con una
extensión de media legua. La calzada de Tepeyacac fue construida por los
tlatelolcas y partía de la puerta norte del recinto sagrado y tenía una extensión
de dos leguas y terminaba en Tepeyacac o en Tepequaquilla. La más larga
calzada, que estaba en el sur, era la de Iztapalapa, fue construida en el tiempo de
Itzcoatl y atrancaba con la puerta sur del recinto sagrado. En cuanto al recinto
sagrado dijo que contenía 78 templos siendo los más importantes los
407
De Mendieta, Gerónimo, Historia Eclesiástica Indiana, p. 137
582
dedicados a Huitzilopochtli y Tlaloc y además del albarradón que separaba
las aguas de Texcoco, se construyó el dique de Cuitláhuac para contener las
aguas de los lagos de Xochimilco y Chalco. 408
Los desniveles de las aguas de lagunas y lagos y un sistema de comunicación
interna, se basaron en los llamados "caminos de agua". La edificación de las
cuatro calzadas fue el primer esfuerzo
tecnológico que se completó para que
los habitantes de la ciudad se trasladaran, ellos y sus mercancías, de un sitio a
otro de la cuenca, en un intento integracionista que correspondía a las
funciones específicas de la Triple Alianza, aunque las obras materiales no
correspondían exactamente a ese tiempo histórico. Se concebía a la zona acuática
como una unidad en donde el centro sería el Templo Mayor y la serie de
edificaciones que estaban adjuntas al mismo y que tenían funciones
ceremoniales; las cuatro calzadas tenían la finalidad de hacer llegar a las
personas y a los bienes materiales hacia ese lugar que se consideraba
sagrado. Las aguas se fueron llenando de lodo y piedras hasta construir las
calzadas que estaban ligeramente por encima del nivel de las aguas pero que al
estarlo así, eran susceptibles de experimentar frecuentes inundaciones. Se
proyectaba que a lado de las calzadas, se erigirían los barrios y desde luego
también las casas de los habitantes de la región.
Siendo la ciudad de México una zona lacustre, dominada por grandes cuerpos de
agua, las cuales determinaban su existencia física y la de sus habitantes,
entonces era necesario construir un sistema hidráulico que regulara los desniveles
Memoria de las obras del drenaje profundo en el Distrito Federal, 4 Vols., México, 1973, T.
II, p.80
408
583
de las aguas de lagunas y lagos y un sistema de comunicación interna, es decir, los
llamados "caminos de agua". La edificación de las cuatro calzadas fue el primer
esfuerzo tecnológico que se completó para que los habitantes de la ciudad se
trasladaran, ellos y sus mercancías, de un sitio a otro de la cuenca, en un intento
unificador que correspondía a las metas específicas de la Triple Alianza. Se
concebía en la zona acuática como una espacio común en donde el centro sería el
Templo Mayor y la serie de edificaciones que estaban adjuntas al mismo y que
tenían funciones ceremoniales; las cuatro calzadas tenían la finalidad de hacer
llegar a las personas y a los bienes materiales hacia ese lugar que se consideraba
sagrado para los habitantes de la región.
Definió Sahagún al carpintero con las siguientes palabras: "es de su oficio hacer lo
siguiente, cortar con hacha, hender las vigas y hacer trozos, aserrar, cortar ramas
de árboles y hender con cuñas cualquier madera. El buen carpintero suele medir y
compasar la madera con nivel y labrarlas con la puntera para que vaya derecho y
cepillar, emparejar y encajar unas tablas con otras y poner las vigas en conciente
sobre las paredes; al final ser diestro en su oficio.409
Dentro de las obras importantes que hicieron los mexicas, destacó la
introducción de aguas que provenientes de Chapultepec, llegaron a Tenochtitlán
"pero la laguna de Texcoco era la más baja de la cuenca y en consecuencia
cuando caían fuertes lluvias crecía sobremanera por la precipitación misma, por el
aumento del caudal de los ríos y porque los otros lagos, más altos, vaciaban su
sobrante en ella. De la misma manera que el agua anegaba las chinampas y aun las
casas y algunas ocasiones, así también en otras retornaban escasas, se retiraban,
409
Sahagún Bernardino. Historia General de las Cosas de la Nueva ESpaña,p.554
584
y eran causa de sequías y de hambres. Por otra parte, no eran aguas propias para
beber. Los manantiales de Tenochtitlán eran pocos -tres a lo sumo- y no bastaba
para las necesidades diarias de os habitantes ni para las obras".410 Por ello las
crónicas hablaban de grandes lluvias con inundaciones, terribles sequías, lo que
explica la construcción de un dique, dirigido por Nezahualcóyotl, para contener las
aguas salubres de Texcoco.
La ciudad enfrentó algunos problemas fundamentales, aparte del de las
inundaciones recurrentes debido al desnivel de los lagos y lagunas, lo que se
pretendía resolver con la construcción del llamado albarradón de Netzahualcóyotl: la
separación de las aguas salobres de las dulces y la carencia de agua potable. Para
ello se construyó un sistema de canales y se edificó el acueducto de
Chapultepec al centro de la ciudad, obra que nunca se cumplió con el objetivo
para el que fuera diseñada y concebida. La ciudad, por su régimen de lluvias
específicas, siempre estaba sujeta ya sea a las inundaciones, es decir, lluvias más
grandes de las esperadas y las obras que habían sido proyectadas para evitar
este fenómeno, resultaban insuficientes; por otro lado, había momentos y
etapas de sequía en que pasaba los niveles de las aguas y también en este caso,
los citados obras resultaban inoperantes.
Joyeros
Reyes Valeriano estudió una de las principales aportaciones: el color azul que se
empleaba para teñir, conocido como azul maya, producido por medio del índigo que
García Quintero, Josefina. México Tenochtitlán y su Problemática Lacustre. UNAM,
México, 1978, 123 p., p.84
410
585
al mezclar atapulquita, producía índigo sintético que era resistente a los ácidos, o sea,
se trata de hojas de planta de añil que podían teñir arcilla después ya en la época
colonial se utiliza para teñir telas en los obrajes. El mundo de los colores, que tan
extendido estaba entre los prehispánicos, era tal "que un hombre sin méritos militares
no podía atreverse a utilizar determinado vestido, insignia o colores porque lo tenía
prohibido y la contravención era un castigo". Además, dentro del mismo estamento
también había distinciones obligatorias. Todavía eran más rigurosas las costumbres
establecidas por el gobernante supremo los atuendos, después de las figuras de
los dioses, era el que más colores llevaba...".411 Pero a diferencia de otros
historiadores, Reyes Valeriano afirmó que el conocimiento de los oficios no se
transmitía de padres a hijos sino que esta función estaba encomendada a los
maestros y de que un oficio lo podían aprender en el Calmecac.
En la miniatura número IX aparecieron cuatro canteros que trabajaban en la
reparación de dos estatuas, una de Moctezuma, otra de Tlacaelel, vigilados por los
sobrestantes de la obra.412
Esta definición de "canteros" es imprecisa pues estos especialistas no solo trabajaban
la cantera como materia prima para la realización de sus obras sino también otras
piedras de naturaleza volcánica. En realidad, los canteros, como tales, es decir, los
especialistas de estas piedras, se conocen plenamente y se desarrollan en la época
colonial, pero por ahora nos imitamos a utilizar este concepto solo con propósitos
explicativos, precisando más tarde nuestro concepto al respecto. La cantera la
411
Reyes Valeriano, Constantino, De Bonampak al Templo Mayor, El Azul Maya en
Mesoamérica, Editorial Siglo XXI y AGROMEX, México, 1993,153 p., p.70
412
Obregón, Gonzalo, Los Tlacuilos de Fray Diego de Duran, Edición privada de Cartón y
Papel de México, México, 1975, sin paginación.
586
conocieron los mexicas y era una piedra blanda, suave y porosa que fácilmente se
podía manejar utilizando piedras más duras. Era absorbente a los líquidos, pero se
utilizaba sobre todo para cubrir exteriores y embellecer fachadas; tenían además
otros inconvenientes se podían romper y astillas fácilmente por lo que los
especialistas debían trabajar con mucho cuidado.
Era una piedra "vistosa y atractiva" para pirámides, templos y estatuas pues
podían ser moldeadas con relativa facilidad, a diferencia del basalto, por ejemplo. En
obras públicas en que trabajaban estos especialistas, habían inspectores o
supervisores que vigilaban su trabajo, pero en general los canteros eran muy
apreciados por su trabajo "lleno de arte y primor", como lo describen los
cronistas.
En la Teogonia se definió el trabajo de los caleros que "eran los naturales
introducidos que la cal no lo pueden quemar todo sino algunos viejos señalados los
cuales cuando alguno ha de quemar cal llaman y venido toman un poco de piciete y
ponerlo sobre cuatro o cinco piedras sobre que se arme e horno, que dicen
Teñamaztli. Y dentro del horno en el suelo y por fuera hacen unas rayas como
aspas y una oración. Xiuhtecuhtli que es el fuego para que con su ayuda. Armado el
horno tiene su pulque aparejado y una gallina y es quemado el horno, derraman del
pulque por lo alto en el borde del horno y en boca baja sacrificio una gallina,
cortándole la cabeza. Suelen bailar delante de la boca por donde respira el fuego
para todo lo cual cada cosa es particular, dicen sus palabras que se podrán al
margen". Después estaban los cortadores de leña que hacia de ella vigas y que
estos leñadores invocaban a Quetzalcóatl para que les ayude y para que no les
587
sucede nada mal en el camino.413
Para "trabajar" los canteros
utilizaban punzones de diferentes tipos y medidas,
hecho de pedernal y de otras "piedras duras", tomando en cuenta que se trataba de
una "piedra noble" y que fácilmente se podía rajar, romper, pulir, moldear y hacer
en ellas figuras de alto relieve y bajo relieve. En las zonas de pirámides y templos
se utilizaban, pero su uso no estaba extendido; se consideraba que la cantera
permitía hacer algunos realces en muros y paredes, sobre todo en taludes, el lado
de otras piedras, incluía más bellas; en el proceso de tratamiento se empleaba
también la cal para acompañar la cantera pero no para usarla como estuco en el
cual se podía hacer varios dibujos. La cantera servía para hacer contrastes que
llamaran la atención de quienes adornaban las construcciones y generalmente se
utilizaba, al igual que la cal, las vigas o los morillos de madera, en calidad de
acompañantes, para colocar muros y "levantar" paredes.
Canteros
Los olmecas, dijo Covarrubias, utilizaban todo tipo de piedras duras, compactas,
semipreciosas, especialmente jadeíta y técnicas lapidarias, corte de las piedras, abrasión,
desmenuzamiento para percusión, horadación para taladros, cortados, hicieron agujeros
en placas de los edificios y dibujaban la aplicación de la técnica de taladro de una
corona que consistía en un tallado tosco para "conformar las asas fundamentales y
definir la forma y los rasgos de la composición, taladrando después agujeros
estratégicos para establecer las áreas deprimidas removiendo la piedras superfluas por
medio de cortes e incisiones y finalmente, acabándolos detalles y la superficie con
distintos abrasivos", destacándose la influencia que tuvieron en distintas regiones de la
413
Teogonia en Historia de los Mexicanos, p.130
588
máscara del jaguar.414
"Aunque los metales preciosos eran conocidos y utilizados entre los muchos pueblos
indígenas americanos, no habían pasado de la categoría de materias primas en la
joyería, en el adorno individual, el ornato de los palacios o en el culto religioso, sin que su
uso se hubiera generalizado entre la masa de la población o bien por su rareza, bien por
prohibirlo las pragmática suntuaria. Entre los pueblos que habían superado el estadio
consuntivo de la economía y practicando de manera sistemática el comercio por
trueque, cierto tipo de mantas de algodón, como las llamadas cuachtli por los
mexicanos y las almendras de cacao, investidos de un valor convencional generalizado,
llenaban las limitadas funciones monetarias en los casos en que este se hacía necesario.
Por esta razón era poco el oro que existía en poder los indígenas".
Se inició desde luego el descubrimiento de minas de placeres auríferos en los ríos y
arroyos, hasta que Cortés introdujo a la Nueva España las primeras máquinas para
desaguar las minas y molinos para moler metales y otros como Alonso de Herrera que
trajo herramientas especiales y Antón García Saldaña quien ideó ingenios para fundir
metales y batanes.
Una de las aportaciones más grandes de los toltecas fue el cultivo de las artes de
orfebrería, es decir, la fabricación de piezas de oro, mezclados con piedras
preciosas, pero el mayor desarrollo se dio en la región de la Mixteca oaxaqueña, en
la zona de Montalbán y Mitla, en donde también observamos influencia cultural
maya. El oro en sus distintas modalidades y formas se conoce desde Tenochtitlán;
desde un principio descubrieron una de sus cualidades, una ductilidad y maleabilidad
al calor, a los procesos de fundición que ocurren sobre todo en la región purépecha
414
Covarrubias, Miguel, Arte Indígena en México y Mesoamérica, p.77
589
de Michoacán en el Occidente.
Pero más que pensar en el oro para amonedar se interesaron por ese metal como
materia prima para hacer joyas, es decir, brazaletes, pectorales, pulseras, collares,
buscando el orden personal, es decir, realizar las figuras de los gobernantes y de los
dirigentes religiosos, políticos y militares.
En una sociedad en la que la vestimenta y la apariencia exterior era muy importante
porque reflejaba la posición social de las personas, el oro y las piezas que se fabrican
con él tuvieron una gran importancia en la distinción que se hacía por ejemplo, entre
los pillis y los macehuales y en el conjunto de estímulos y recompensas que se
pagaban a los indígenas distinguidos en campañas civiles y militares. Por otra parte, el
uso del oro con fines de adorno personal estaba muy extendido entre las
poblaciones caribeñas que probablemente influyeron con sus conocimientos y
tecnologías entre los grupos humanos de tierra firme.415
Solís refirió el trabajo de los orfebres de la siguiente manera: "El laminado, llamado
también martillado era debido a la sencillez de su manufactura, las técnicas más
antiguas para trabajar el oro: la pepita cuando era colocada sobre una piedra lisa,
ligeramente cóncava que funcionaba como yunque y luego era golpeada con
hachuelas o martillos de roca muy compacta, especialmente de diorita y nefrita. El
golpeteo se realizaba en frío o en caliente con el fin de que el metal se fuera
extendiendo poco a poco, hasta lograr el objeto con el grosor y la forma deseados. Para
realizar las decoraciones en estas piezas laminadas se utilizaban las "técnicas del
415
Othón de Mendizábal,M iguel. Obras Completas, T. V., p.31.
590
repujado" que consistían en golpear el objeto, ahora con cinceles más angostos sobre
una superficie de madera la que produciría la formación de los diseños de alto o
bajo relieve, según la circunstancia. Con el tiempo los plateros mesoamericanos
aprendieron la fundición de los metales preciosos, siendo la técnica de la "cera prendida"
la que más fama le dio, debido a que la joyería así producida tenía una gran demanda
por la vistosidad y la alta calidad de su manufactura".416
También Grinberg mencionó el uso del sistema de martillado por medio del cual un trozo o
una pepita de oro se martilleaba hasta convertirse en lámina, cuya hoja después se podía
recortar con un instrumento cortante que podía ser de metal o de piedra que después
se quebraba por medio de un barril y para ello puso como ejemplo varias piezas
encontradas en Chichenitza y también se podía fabricar vasos o vasijas cóncavas. "En los
proceso de fundición se requieren herramientas diferentes a las empleadas en
laminación. Para fundir es indispensable tener un crisol en cuyo interior se coloque lo
que se quiere fundir, sea un metal nativo, un metal obtenido por reducción varios
metales juntos".1417Para ellos se utilizaban crisoles en los cuales se empleaba carbón de
leña y una vez que se tenía fundido el metal se colocaba en un molde y cuando ya
estaba vaca seca la pasta se esculpía la forma del objeto que se quería fabricar.
"...los oficiales que labran oro son de dos maneras, uno se llaman martilladores o
majadores porque estos labran oro con martillos, majando el oro, con piedras, o con
martillo para hacerlo delgado como papel. Otros se llaman tlatlaliani, que quiere decir que
"asientan el oro", o alguna cosa en el oro o en la plata; estos son verdaderos oficiales,
que por otro nombre se llaman tultéca, pero están divididos en dos partes porque labran el
416
417
Solís, Felipe. El Reino de Moctezuma, p.87
Grinberg, Dora. Los Señores del Metal, p.42.
591
oro cada uno de su manera. Tenían por dios estos oficiales, en tiempo de su idolatría, a
un dios que se llamaba Totee, a este dios hacían fiesta cada año".418
En la región purépecha de Michoacán y el Occidente es en donde se impulsaban los
oficios de majadores y de fundidores de oro, tal como la describe el Códice Florentino.
Había algunas minas de las cuales se extraía cobre, oro, plata y estaño y por medido de
distintas aleaciones se produce el objeto ya sea de oro y de plata con diferentes grados
de pureza o mezclados estos metales con cobre, para reducir su aleación. Una gran
parte de las piezas fabricadas que se encontraban en el Valle de México, provenían
precisamente de estas zonas en las cuales se obtenían por medio del intercambio
comercial pues, como sabemos, los purépechas no eran una provincia tributaria. Sin
embargo, había regiones que sí lo eran, como los de Tehuantepec en donde había
yacimientos de oro y plata cuyos habitantes debían pagar, ante otros tributos objetos de
oro y plata.
En una de las primeras conversaciones que tuvo Moctezuma con Cortés y ante la
insistencia de éste porque le dijera en dónde estaban ubicados los grandes yacimientos
de oro, le dijo que, en efecto se encontraban en esa región sureña, pero que sus
habitantes los habían traicionado (como emperador). Habiendo entonces oro y plata
surgieron por "razones naturales" los oficios correspondientes y así unos fundían el oro al
alto fuego empleando una canuta por medio de las cual soplaban y los que lo hacían
"enfriar", es decir, aquellos que a golpe de martillo adelgazaban los tejas de oro
hasta dejarlas como hojas muy delgadas.
Grinberg observó que había un desarrollo de la metalurgia del cobre en la región tarasca,
418
Códice Florentino, T. II, p.327
592
es decir, los indígenas podían fundirlo, señalando que en Churrumaco había tres
minas y concluyendo que al observarlas no se habían empleado el fuego para quebrar
las piedras, no se emplearon herramientas y hierro si no que fueron trabajadas con
cuñas, probablemente con cuñas de madera; las minas eran de tajo abierto, que llegan
a trabajar hasta 20 fundidores, pero que este trabajo no era permanente sino que su
ocupación básica era como labriegos y se encontraron morteros, cuñas de madera,
cucharas de cerámica y para amarrar los usaban fibras vegetales, pero también se
encontraban minas de obsidiana en las sierras las Navajas y "en América no se han
encontrado fuelles, pues los indios, solo soplaban cañutos y para ello recordó las
figuras que aparecieron en el Códice Florentino, en el Mapa Tloltzin y en el Lienzo de
acutacato.419
Sahagún describió a los plateros "que son aquellos que tienen que ver con el metal
fino, los fundidores de él y los labradores de oro y de plata. Unos se nombran
batihojas. Estos no tienen más oficios que el batir el metal fino, adelgazarlo, con
piedras, extenderlo, donde sea necesario, laminarlo. Cada año hacían fiesta, le
rendían veneración ahí en su templo al señor Totee Xipe, que era el señor desollado
y trabajaban con cera diseñada, dibujaba algo, con lo que se formaba metal
precioso, sea amarillo, sea blanco. Con esto daban principio a su arte.
Primeramente el que pesaba les repartía coba. Primero los muelen bien, los hacen
pulir, se le reducen a menudos polvo y ya que lo han molido, luego lo juntan, la
mezcla con un poco de lodo de ollera, el que es pegajoso, con el que se hacen allí.
Cuando lo han acabado, de igual manera hacen laminillas, las tienden al sol y otras
Grinberg Dora. Los Señores del Metal, Minería y Metalurgia en Mesoamérica, Conaculta y
Pangea, México, 1990,. 70 p. p.32
419
593
laminillas hacen de semejante manera que ponen al sol. En dos días se secan, se
enjutan, se endurecen y así señalan los pasos consecutivos que recorrerán los
batihojas hasta realizar el objeto de oro, en tanto que los plateros hacen los objetos
de plata".420
Sahagún empleó la terminología europea para designar como plateros quienes labran el
oro a la plata y batihojas a quienes la transforman en laminillas muy delgadas para
después adornar distintos objetos sobre todas dedicadas al culto católico. Otras
revelaciones son muy importantes: no todo el oro se extraía de las minas, ignorando en
realidad qué porcentaje lo era; otra parte, se tomaba de los plácemes de los ríos y de los
arroyos, se batía y fundía hasta convertirse en tejos, que fueron muy comunes en la
Nueva España. El tejo era en sí importante y después se convirtió en una forma de
atesoramiento pero desde luego lo era aun más si mediante una serie de tratamientos
físicos se hacía de ella toda clase de joyas.
Era cuando el tejo adquiría su verdadero valor pues ya dijimos que el oro no fue concebido
como moneda, ni tenía el significación que ostentaba en Europa durante la etapa
mercantilista en que el poderío de las naciones se medía por los barrios o lingotes de oro
que tenían en sus terrenos, teniendo un propósito fundamentalmente ornamental servía
para elaborar toda clase de artefactos y utensilios que servían para ataviar ricamente a
los dignatarios, así como piedras preciosas, el jade, la turquesa, el ámbar, tal y como se
ha encontrado, mezclados en algunos grandes descubrimientos de tumbas.
De acuerdo con los estudios realizados en torno a la Matrícula de Tributos había una
Sahagún Bernardino. Historia General de las Cosas de la Nueva España, Anotación y
apéndices de Ángel María Garibay, Editorial Porrúa, México, 1982, 887 p., p.523.
420
594
en especial que llamaba la atención: la entrega del oro en polvo, que se entregaba a
los tlatoanis en bolsitas de cuero y que probablemente se empleaba para adornar,
con laminillas e incrustaciones, tocados de pluma de quetzal, escudos militares de
gran significado, máscaras, otras prendas de ropa de algodón de excelente
calidad y otros usos similares lo que guarda una gran similitud con el trabajo que
posteriormente hicieron los batihojas.
"Es obvio que los mixtecas no fueron grandes escultores aunque por otra parte
pueden considerárseles como maestros en el tallar piedras duras semipreciosas.
Existen alhajas extraordinarias en forma de figurillas, pectorales y pendientes de
jadeíta, cristal de roca, amatista, ópalo, obsidiana, azabache, amozanato. Los temas
favoritos fueron personajes lujosamente ataviados ya fuera de pie o sentados con las
piernas cruzada, en talla para pectorales o con mayor frecuencia efigies de deidades,
Tlaloques o Ehecatles. La técnica de la talla de piedra dura estaba por lo general,
mecanizada, cortes directos, aserrados con cuchillos de pedernal, combinados por
agujero, círculos, y medios círculos, taladrados con instrumentos tubulares para
indicar los miembros, rasgos de la cara y ornamentos. Pueden incluirse en las artes
lapidarias mixtecas la hechura de vasijas de alabastro y de espléndidos mosaicos
de turquesa. Los plateros mixtecas de Oaxaca fueron los maestros de este arte;
fabricaron ornamentos extraordinariamente ricos en una inmensa variedad deformas.
Los metales usados principalmente fueron oro, cobre y con menor frecuencia,
plata, para hacer campanas, anillos, narices falsas o protectores de nariz, pectorales,
pendientes, mascaritas...".421
Dijo de los plateros Sahagún:
421
Covarrubias, Miguel, Arte Indígena en México y Mesoamérica, p.340
595
"... es conocedor del buen metal y de él hace cualquier obra sutil y
artificiosamente. El buen platero tiene buena mano y todo lo que hace lo hace con
medida y compás y sabe apurar bien cualquier metal y de los fundidos hace
planchuelas o tejuelas de oro o de plata; también sabe hacer molde de carbón y
echar metal en el fuego para fundirlo. El buen herrero es vivo, hábil y de buen
sentido en sus obras y suele hondar con las tajaderas, masar o martillar y usar de
fraguas y de fuelles de carbones, y cortar el hierro de pasta, como si fuese una
cera.
De acuerdo con Sahagún había sistemas de fraguas y de fuelles a la manera
de las que se utilizaban en los países de la Edad Media, en las cuales los
fundidores pasaban al rojo vivo el oro y la plata y después le hacían distintas
presentaciones, según los requerimientos de los orfebres que de conformidad con
los descubrimientos y las crónicas, elaboran piezas y joyas sumamente hermosas
que rivalizaban en belleza y acabados con las de los indígenas del Perú y
Colombia. En estas regiones el tratamiento de los metales llegó a un elevado nivel
y públicamente esto sucedió antes de que se presentara el mismo fenómeno en el
Valle de México. Es factible que alguna de la tecnología haya sido transferida y
enseñada a los mexicas y primero a los teotihuacanos pero estos prefieren no
especializarse en ese mismo nivel sino adquirir joyas por medio del intercambio
comercial.
La satisfacción de necesidades sociales ocurría de diferentes maneras y formas y
aplicando una política de "complementariedad industrial" optaron mejor por
abastecerse de los talleres de orfebrería de la región oaxaqueña, con quienes
596
tenían excelentes relaciones de carácter político y cultural. Uno de los avances
más notables de estos especialistas fue el haber elaborado moldes de piezas y
objetos que tenían un uso muy generalizado y que requerían producirse en
grandes cantidades. Hasta existen indicios de que hubo algunos talleres
pero desconocimos su tamaño y al grado de división el trabajo que tenían
internamente.422
Al referirse a la fabricación de metales, dijo Covarrubias de los mixtecas: "Usaron dos
técnicas. La primera consistía en martillar el metal hasta lograr láminas delgadísimas
de oro en las que se recortaba la silueta del objeto deseado; después se decoraba
con diseños repujados. Esta fue la técnica empleada en monumentos espectaculares,
coronas, brazaletes, cinturones, discos para usarse sobre todo en los vestidos,
ornamentos nasales. La segunda técnica fue la de la fundición por medio del proceso
llamado de la "cera perdida". El objeto que se deseaba fundir se construía con
láminas delgadas y tiras aplicadas de cera endurecida con resina blanca de copal y
se le proveía de un centro núcleo de carbón vegetal, finamente molido, mezclado
con barro con el propósito de que el objeto quedaba hueco. Este modelo de cera y
resina se cubría de un molde e arcilla que se sometía al cocimiento para eliminar la
cera; se vertía en este molde el metal fundido que empleaban, entonces, la cera que
se perdía con el calor. Finalmente se quebraba el molde y se pulía la reproducción de
oro y cobre".423
Escribió Othón de Mendizábal:
"Aunque los metales preciosos eran conocidos y utilizados entre muchos de los
422
423
Sahagún, Bernardino. Historia General de las Cosas de la Nueva España, p.553
Covarrubias, Miguel, Arte Indígena en México y Mesoamérica, p.341.
597
pueblos indígenas americanos, no habían pasado a la categoría de materias primas
en la joyería, en el adorno individual, el ornato de los palacios o en el culto religioso,
sin que su uso se haya generalizado entre la masa e la población, bien por su
rareza, bien por prohibirlo la pragmática suntuaria. Entre los pueblos indígenas de
México, las piedras verdes o azules, llamadas genéricamente "chalchihuitl" por los
nahuas; la obsidiana, el cristal de roca y las plumas ricas de diversas aves de vivos
colores, eran tenidas en más estima que el teocuicatl, excremento de los dioses, el
oro. Por esta razón era poco el oro que existía en poder de los indígenas que
habitaban nuestro actual territorio, en la época de la conquista, por lo cual los
conquistadores se vieron en la necesidad, para satisfacer su ambición, de explotar
por si mismos los recursos del país en materia de metales preciosos".424 Resultaba
que en las matriculas de tributos destacaban las aportaciones de objetos de oro ya
sea en polvo o tejuelas y después los españoles explotaron los recursos auríferos
que se encontraban en los ríos y arroyos; explotaban las minas y cuando ya las
empobrecían, las abandonaban.
Grinberg estudió las piedras y los materiales que se usaron en la etapa de la
prehistoria, durante el periodo de los olmecas, en que se emplearon piedras de
obsidiana, cuarzo perforado, pedernal y hematita, pero que después en la etapa de
la cerámica se aplicaron otro tipo de conocimientos como el empelo del horno para la
coacción de piezas, las distintas variedades de arcilla y el desarrollo de pigmentos.
"Se llama lascado a un proceso en el que aplicando una ligera presión sobre los
bordes de las herramientas de piedra, se produce el desprendimiento de escamas, o
lascas, la cual genera un filo delgado y cortante. Si se caliente una piedra, digamos
424
Othón de Mendizábal, Miguel, La Minería y la Metalurgia Mexicana, 15230-1943. 76
598
de pedernal, pero sin excederse en la temperatura y haciendo un calentamiento y
enfriamiento lentos las escamas que se desprenden después de este procedimiento
son más pequeñas y el filo del pedernal se vuelve más uniforme".425
También se refirió Las Casas a los plateros que con "gran sutileza" hacían
figuras de aves, animales, cuentas, rosarios, collares y muchas joyas y también
hay "grandes y sutilísimos carpinteros de obra de talla que hacen obras en sus
manos más dignas de toda alabanza y sobre todo perfectísimos crucifijos y
devotísimos para provocar en los cristianos una gran devoción, no solo en
cuanto al bulto y forma de madera pues añadiéndolos, proporcionándoles
colores y pinturas. Esculpen y señalan una tabla las armas del emperador con
todas sus menudencias y en tan poco espacio asentados que no es menor cosa
que otra de ver...". 426
Al referirnos al trabajo de los orfebres en la etapa prehispánica y siendo sobre todo
un ente decorativo los principales motivos eran las figuras geométricas, las de
animales, de plantas, entre las cuales había collares, bezotes, haciendo alusión
siempre a la naturaleza, los dibujos de algunas deidades y otros grabados.
Servín afirmó que se "trabajaba" el mosaico habiendo verdaderas técnicas para el
tratamiento de piedras como el corte, foliación, taladrar, pulimento, técnica que fue
desarrollada en horizontes antiguos y sin la ayuda de los metales que
posteriormente se emplearon como el cobre endurecido. "La perforación se
lograba por medio de taladros que originalmente deberían ser de alguna piedra
dura -cuarzo, jade- que funcionaban como un arco y un vástago en cuya
425
426
Grinberg, Dora. Los Señores del Metal, Minería y Metalurgia en Mesoamérica p.56
De las Casas, Bartolomé. Los Indios de México y la Nueva España.., p.34
599
exterioridad se fijaba la punta de piedra. El arte debió producir un movimiento
oscilatorio en el vástago, lo que originaba una perforación cónica que se
comunicaba con otro taladro iniciado en el lado opuesto, lo que producía n el
orificio, un aspecto de dos conos unidos por su vértice. Posteriormente debían
usar un pequeño canuto de cobre endurecido que auxiliado por algún esmeril y
con la ayuda del agua, hacían la perforación, aunque es presumible el largo
tiempo empleado y la enorme paciencia que este procedimiento requería. Los
llamados esmeriles fueron arenas y polvos de sílice, cuarzo y jade que finalmente
molidos desbastaban y abrillantaban las piedras".427
En la leyenda de Quetzalcóatl, se afirmó que los vasallos que tenían eran "todos
oficiales de las artes mecánicas y diestras en labrar piedras verdes, que eran muy
ricas pues tenía tanto cuanto era menester y necesario de comer y de beber y que
el maíz era abundantísimo y las calabazas muy gordas, de un brazo en redondo y
las mazorcas de maíz eran tan largas que se llevaban abrazadas". Se hizo
referencia a que Tollan, lugar de residencia de esos dioses, era un lugar en donde
había abundancia de plantas, flores, árboles, algodón, metales y de todas las
riquezas del mundo de oro y plata. "Los vasallos de Quetzalcóatl estaban muy ricos y
no les faltaban cosa alguna y en referencia a los tolleca, afirmó que "sabía casi de
todos los oficios mecánicos y en todos ellos eran y únicos y primos oficiales porque
eran pintores; lapidarios, carpinteros, albañiles, escaladores, oficiales de la pluma,
oficiales de lazo, hilanderos y tejedores".428
El sistema de utilizar una piedra más dura sobre una más "suave" fue el principio
Servín Falencia, José. Las Artes Menores, en Esplendor del México Antiguo, T. I, p.407
Krickeber Walter, Mitos y Leyendas Aztecas, Incas, Mayas y Muiscas, FCE, México, 1985,
221 p., p.49.
427
428
600
general del tratamiento de la lítica, desde los primeros albores de la humanidad
prácticamente, desde que los hombres se hicieron colectores y cazadores en que
emplearon
piedras para pulir otras, romperlas, sobre todo para fabricar piezas
punzocortantes que permitieran abrir los tallos de una planta, destazar un animal y
prepara su carne para el consumo del grupo, limpiar pieles de animales para
después usarlos como vestimenta y para cubrir sus chozas. En este caso se
necesitaba romper una piedra más grande, de sílex o de granito, o de cuarzo, para
hacer desprender de ellas partes más delgadas a la manera de cuchillos y navajas
que eran indispensables para las labores de cacería.
El arco y la flecha fueron los instrumentos básicos no solo para cazar grandes
animales sino también para pescar, junto con redes muy simples. Se perforaba una
piedra con otra hasta el grado y con la paciencia requeridas pues el trabajo no era
sencillo, pues se rompía y se fracturaba; es así como pudieron romper grandes
piedras para hacer de ellas otras de menor volumen y emplearlas para las
construcción de templos y pirámides. También empleaban un pequeño tubo de cobre
que hacía las funciones de ese esmeril el oval perforaba una hoya, así que se
fracturaba el monolito y había unos polvos de sílice con los cuales se desgastaban
piedras más duras como el jade o el cuarzo, para que después estuvieran en
posibilidad de ser empleados y distintos ríos.
También Horcasitas describió el proceso de la cera en la metalurgia indicando que
se buscaba que en estos recipientes del metal tuviera el mismo espesor, que el
enfriamiento fuera uniforme. "El núcleo de barro se cubría con la capa de cera que
se adhería a él ya fuera por simple presión o fijándolo con pequeñísimos
601
espiguitas o briznas de madera compacta para que se conservaran en el lugar
debido mientras el objeto era calentado".429 Dijo que este método se aplicaba en
Colombia. Indicó que debería tener una proporción exacta para que su
maleabilidad fuera perfecta, en lo que se denomina la cera perdida y los moldes se
hacen con una mezcla de barro y de carbón. También confeccionaron hilos
metálicos o alambres. En la técnica de dorado es donde se calentaba el objeto
hasta 850 grados para después alisarlos y bruñirlos. Se emplearon polvos de oro y
láminas de oro e incluso afirmó que se utilizaba la soldadura; había aleaciones de
plata y oro con bronce y cobre; se hacían hachuelas de cobre.
Dijo Aguilar que se habían establecido dos categorías: una, la de los martilladores o
majadores y la otra eran los fundidores. El oro se sacaba de las arenas mediante el
uso de bateas y de jícaras, ya sea en polvo o en granos pues el oro y el cobre se
encontraron en estado nativo. Habló enseguida de las técnicas en frío, entre ellas,
el laminado y el martillado, el repujado que se aplicaba en las láminas delgadas
por medio de la presión y la repercusión, las uniones mecánicas que permitían
hacer figurillas y objetos de partes articuladas y en el pulido se empleó arena
muy fina, especialmente con granos de sílice, objetos forrados con lámina de oro,
engastaba el oro en piezas de jade, turquesa, obsidiana, esmeraldas, ámbar; se
licuaba el metal aplicándole fuego hasta fundirlo, ya sea total o parcial. Sin embargo,
se refirió a una técnica muy utilizada, la de la fundición en unas azuelas y para
ello se servían de fuelles, unas canastas de caña con las que se encendía el
fuego, pero había unas más evolucionadas y finalmente el vaciado en moldes
'Horcasitas Barros, María Luisa. Una Artesanía con Raíces Prehispánicas, Sta. Clara del
Cobre Colección Científica, INAH, México, 2002,171 p., p.33
429
602
abiertos como el de la cera perdida.430
Sobre todo en la región occidental y ante el auge de la metalurgia, la primera "gran
división social" que se dio fue entre los fundidores y los martilladores o
majadores que empleaban la aplicación del fuego para fundir y laminar. Las
recolectas de cobre "en estado de naturaleza" extraído en las arenas de los ríos
se las entregaban a los fundidores las cuales los sometían a los procedimientos
correspondientes y estos a su vez a los martillados o laminadores quienes
adelgazaban el metal par que pudieran ser "trabajado" por los orfebres. Estos, a su
vez, le incorporaban al mayor volumen de valor agregado personal al elaborar
los diseños que primero fueron fuente de ostentación de los dignatarios y después
de admiración para todos.
Estas operaciones fueron aisladas en los laminadores hasta convertirse en
artesanos especializados que recibían la protección de los gobernantes y su
decidido apoyo económico pues fabricaban un producto que significaba una
elevada condición social. Durante mucho tiempo los sitios en donde se encontraban
los yacimientos de estos metales se convirtieron en una información reservada
solo a los tlatoanis pues había temor fundado de que fueran a ser ocupados o
saqueados por grupos humanos hostiles.
Por su parte, Rozar dijo que la afirmación de que los prehispánicos no conocían el
uso de la rueda, era algo relativo pues para mover piedras pesadas y voluminosas
se utilizaban rodillos de madera, pero señaló que faltaron ciertos elementos lógicos
Aguilar, Carlos, Orfebrería en el México precortesiano, en Acta Antropológica, Dic. 1946,
p.62.
430
603
de valor para que operara esa funcionalidad. "Cada sociedad desarrolla solo los
objetos técnicos que necesita, esto no quiere decir que, desde el estricto punto de
vista del saber, dicha sociedad sea incapaz de descubrir otros principios físicos
generadores de ciertos principios técnicos. Tampoco el no desarrollar ni
generalizar ciertos principios técnicos ya descubiertos no es de ninguna por una
supuesta falta de madurez histórica y lógica, ni quiere decir que esa sociedad sea
incapaz de encontrar, analizar y reconocer, bajo apariencias diversas, sus leyes
físicas y química".431 Dijo que lo que había que preguntarse era como una sociedad
que no aplicó la rueda a los principios productivos puede desarrollarse. Por medio
de los canales es más fácil transportar las cargas de maíz y de trigo de los valles
de Chalco y de Mixquic a la ciudad de México, que utilizar carreteras.
"El que vende piedras preciosas o lapidario sabe labrar sutilmente las piedras
preciosas y puede pulirla para hacerla relucir, algunos las pule con la caña maciza,
que llama ótlatl, algunas lima y algunas adelgaza. El que vende las piedras sin
engaño, el buen conocedor de los géneros de piedras preciosas como son la
esmeralda fina y perla preciosa azabache y de otra piedra pintada y de otros
muchos colores que por ser finas resplandecen o relucen y las que tienen por
buenas después las venden a otro, según que cada uno puede vende, mirando
la virtud y propiedad de ellas. El que vende piedras falsas es engañador por hacer
piedras falsas y hacer preciosas las que no lo son, o las que son comunes, que
no son de estima alguna; es carero; al fin, las vende con palabras engañosas.432
Los indígenas no contaban con punzones de acero, con martillos o mazos, ni con
431
432
Rozan, Guy. El redentor occidental y sus fantasías técnicas, p.26
Códice Florentino, T. 11, p.46
604
lijas, ni con ácidos que pudieran perforar piedras y desintegrarlas, lo que plantea
una limitación muy grande en la posibilidad de construcción de templos, edificios,
pirámides y otras instalaciones las cuales con la tecnología disponible, ya descrita
arriba, tenían que dedicar muchos años a estas labores constructivas y movilizar
a miles de individuos, es decir, los proyectos de obras se diseñaban y se llevaban
a cabo mediante procesos de largo plazo.
Un Tlatoani empezaba una cierta obra, pero la concluía otro; por ejemplo, para la
edificación del llamado albarradón de Netzahualcóyotl, del cual se esperaba que
evitara el traslado de las aguas del lago de Texcoco al lago de México con la
consecuencia catastrófica ya conocida, primero se hizo un llamado abierto a todos
los jefes de la Triple Alianza para que enviaran el mayor número posible de
individuos, pero después se redujo esta exigencia y se les pidió que enviaran
dos materias primas esenciales: grandes cantidades de piedra y de madera
para levantar muros. Para la realización de esta obra se usaron los métodos
primitivos de la época por lo que no pudo soportar la embestida de las aguas y en
menos de 20 años ya se habían derrumbado en grandes secciones.
Por su parte, González Ruiz afirmó que una vez que los yacimientos de obsidiana
escasearon "se formó un grupo especializado de mineros y canteros que extraen y
preparan el material y otro de trabajadores que se dedicaban a transportarlos para
consumo propio o ajeno y así la obsidiana que se utiliza fue la verde botella, la dorada
y en menor medida la gris, las vetéales y la lija". Después mencionó la existencia de
varios sitios o poblados en los cuales se emplea la obsidiana como la zona de
Chicoloapan y Tlapacoya, el Arbolillo, Ticomán; había mucha obsidiana en Otumba
605
de donde se abastece la región Teotihuacana, y fuera del valle de México estaba
Huazca, San Miguel Regla y Tulancingo. En relación con la propiedad de las minas
dijo que era tribal o comunal, hasta explotarse yacimientos de grandes
dimensiones en el cerro de las Navajas, Hidalgo, en la sierra de Pachuca, que eran
propiedad de los de Tepeapulco, las canteras las cuidaban y la guarnición las
protegía.433
Se refirió López Aguilar a la existencia de grandes cantidades de obsidiana en la
sierra de las Navajas, ubicada cerca de la ciudad de Pachuca y eran producto de
derrames volcánicos y los yacimientos fueron encontrados en las rancherías del
Zembo y en las cercanías de Huasca y era de color verde botella traslucido. Habló
de la existencia de talleres para la explotación de esa materia prima que se
encontraba en forma compacta y se efectuaron excavaciones profundas por
medio tiro, con túneles horizontales. Para ello mencionó la existencia de varios
talleres. Al descubrir el proceso de fabricación indicando que primero se fabricaban
lascas obtenidas por medio de la percusión directa siendo sus productos para uso
o consumo doméstico. Se preparaban núcleos de navajillas primitivas. También
hizo referencia a la existencia de los yacimientos de Otumba en donde también se
encontraron lascas de descortezamiento y se elaboraban navajas para fabricar
artefactos obtenidos mediante percusión directa. Había dos cuevas en las cuales se
encontraban esos yacimientos y sus artefactos bifaciales corresponden a la época
azteca.434
González Ruiz, Francisco. Sobre las Minas de Obsidiana del Cerrón Pelón, Hidalgo,
Boletín del INAH, Época II, oct.-dic. 1972, 6 p., p.3.
434
López Aguilar, Fernando. La Producción de Obsidiana en la Sierra de las Navajas, en La
obsidiana en Mesoamérica, Margarita Gaxiola, coordinadora, Colección Científica, México,
INAH, 1989,271 p.,57
433
606
Manzanilla afirmó que tenía una gran importancia los materiales que se usaban para la
fabricación de instrumentos de piedras, tales como sílex, obsidiana, pedernal, basalto,
con las cuales se podía hacer cuchillos, puntos de proyectil, raspadores, perforadores,
navajas, indicando que "la obsidiana es un vidrio volcánico que se forma por
refinamiento rápido del material fundido. La técnica de la hidratación de la obsidiana se
basa en la asimilación de a gua por parte del objeto lo cual proviene del enterramiento
en que se encuentra. La obsidiana enterrada se transformaba en pelota debido a la
humedad del suelo, convirtiéndose así en una forma más estable. Pero es muy
importante la siguiente precisión: "el objeto arqueológico fuera de contexto es un ente
desvalido, carece de un sentido, ya que no ha sido registrado en asociaciones que le
otorguen significado en el interior de una sociedad. Quizá sea un objeto muy bello o
raro, se puede decir de que material fue hecho, con que técnica y con cuales motivos
de decoración"...435 Farrero observó que en la Matrícula había los registros de la
entrega de oro y cobre, pero no de plata. En los primeros casos, los pueblos
tlapanecas y mixtecas aportaban al año hasta 20 jícaras de oro y polvo; Cozolapan
tributaba 20 tejuelas de oro, Tlapa, 10 barras del mismo metal, Cuextala y
Xoconuscho, bezotes de ámbar empastados en oro, en tanto que el cobre era
entregado no como metal sino transformado en cascabeles y hachuelas que se
usaban como adornos y ofrendas, en tanto que las hachuelas tenían finalidades
rituales decorativas y utilitarias, "mientras que el oro tributado en tomines o en tejuelos
se entregaba a los artesanos joyeros los cuales lo transformaban en adornos y objetos
Manzanilla, Linda. La Arqueología, una Visión Científica del pasado del Hombre, SPEFCE, CONACYT, Colección La Ciencia desde México, México, 1994,97 p., p.93.
435
607
rituales".436
Desde luego se notó un gran énfasis por el oro pero no en su sentido comercial,
como sinónimo de riqueza y poderío de una nación, como ocurrió en Europa durante
el mercantilismo. Se decía que una nación era tan rica y poderosa como lingotes de
oro guardaban en las Tesorerías o en las Cámaras reales pues con él se podían
financiar muchas operaciones comerciales y militares. En México, estas funciones no
eran conocidas por lo que se puede concluir, en la manera de un argumento
adicional, que estos pueblos tenían un grado de desarrollo económico atrás de los
del Viejo Continente, que se encontraba inmerso en una ola expansiva del
capitalismo.
El oro tenía entonces una finalidad eminentemente decorativa y también una función
"industrial" primaria pues con él los plateros podían fabricar preciosos adornos, es
decir, le incorporaban al oro un valor agregado. Por ello lo preferían en forma de teja
pues con la técnica ya conocida podían fundirlo. Tampoco el cobre fue utilizado
individualmente hablando pues han sido muy pocos ejemplos teniendo también en
muchos casos un papel ornamental, lo que constituyó otra de las limitaciones
estructurales que tenían las fuerzas productivas. Esta es una debilidad de la economía
en su conjunto, que la sitúa atrás de otras culturas del mundo antiguo.
Afirmó Childe que: "el trabajo de los metales implica dos grupos o conjuntos de
descubrimientos: que el cobre, cuando es calentado, se funde y puede vaciarse en
cualquier molde deseado y que al enfriarse se hace tan duro como la piedra y se
Matrícula de Tributos. Nuevos Estudios, Secretaría de Hacienda y Crédito Público,
México, 1991,133 p., p.121.
436
608
le puede sacar un filo tan bueno como a esta, que este metal resistente, cortado y
rojizo se puede producir calentando ciertas piedras o tierras cristalinas, poniéndolo
en contacto con carbón vegetal".437Hizo referencia al uso de los metales que
conocían los indígenas de la región de los grandes lagos, pues llegaron a conocer
su maleabilidad, produciendo objetos de cobre batido. Pero, dijo, la "verdadera
superioridad del metal es que es fusible y se puede colar, pues una vez en estado
líquido se puede vaciar en cualquier molde y adquirir la forma que se diese, sin las
restricciones que impone el hueso y la piedra, del estado líquido pasaba al estado
sólido y podía ser afilado.
Las técnicas descritas por Childe son esencialmente las mismas en los distintos
regiones del mundo que van desde las más simples, el simple vaciando a unos
moldes, hasta el uso de la "cera perdida" pues lo que importaba era fabricar
utensilios más resistentes, maleables y por lo tanto más útiles para desempeñar
múltiples actividades en la agricultura, la ganadería, la minería, la construcción de
edificios, diques y terraplenes, el deslazamiento de animales y su preparación. Se
elaboraron muchos raspadores, navajas y cuchillos, cada vez más afilados y
sólidos, que podían durar mucho tiempo. Observar que los artefactos fabricados con
cobre eran, además, muy flexibles y podían tener muchos usos, guardarse en
sitios seguros. Además, estando el cobre en estado líquido, al vaciarse podía
adquirir las formas más variadas y dispares y por ello los rangos de utilidad práctica
eran mayores que aquellos utensilios hechos con piedras o madera.
También el Códice Florentino habló de la existencia de una "piedra de navaja",
que en realidad era una esmeralda y de un esmeril que utilizaban los lapidarios para
437
Childe, Gordon. Los Orígenes de la Civilización, p.170.
609
"moler arena y pulir piedras preciosas y la escoria que sale de los metales cuando se
funden o se labran y también la arena o piedra de donde se saca otros metales.
Había unos pedernales de los que salía del metal después de molido. Había unos
pedernales y piedras recias que se hacían en Oaxtepec, en los arroyos traídos por
acá, muelen aquellas piedras preciosas para después purificarlas con el mineral".438
El uso de las navajas en sus diferentes calidades y tamaños estaban muy extendida
pues las había de obsidianas, que eran las más comunes, pero no las más
resistentes al contacto con otras piedras, hasta las de cuarzo y pedernal que sí
podían hacer grandes devastaciones y horadaciones, con lo que sustituyeron los
objetos de metal pues tenían una duración muy parecida. Con ellos hacían bajo
relaciones y altos relieves en piedras de grandes dimensiones como la de Coatlicue,
que quedaron inconclusos.
El resto de las piedras que encontramos en las pirámides y templos, por ejemplo, de la
ciudad de México era de menor frente, por lo tanto podían "trabajarse" más fácilmente
con las herramientas que estaban disponibles; en muchos casos se trata de rocas
volcánicas que podían fracturarse rápidamente para dar paso a la creación humana;
había piedras de ríos de varios colores y texturas que servían de adorno. En realidad,
lo sobresaliente fueron los acabados de los taludes o de las escaleras aunque se
hacían con una mezcla de arena y cal y luego se pintaban en lo que se llama el
estuco.
438
Códice Florentino, T. III, p.368
610
Para Childe, "el arte de fundir no es menos difícil. Como en el caso del colado, es
fundamental contar con una especie de fuelle. Y para la producción en gran escala,
tuvo que inventarse un horno. Solamente los minerales superficiales de cobre se
pueden reducir directamente, calentándolo con carbón vegetal; los minerales más
profundos son generalmente sulfuro y tienen que ser calcinado a descubierto para
que se oxide, antes de poder fundirlo. Los exploradores, mineros y fundidores
debían dominar por lo tanto, una suma de conocimientos todavía más complejos
que los requeridos por el forjador. Tenía que clasificar las distintas clases de
minerales, aprendiendo las características más notables para reconocerlo y las
técnicas más apropiadas para su tratamiento".439 Indicó que a pesar de las
ventajas que tenían los objetos de metal, fue muy lento el proceso de sustitución de
los artefactos de madera o de piedras que sufrían desgaste por su uso frecuente.
Se observó un avance mayor de la metalurgia en las regiones de Mesopotamia,
Egipto, India, que con respecto a América, sin establecer establecer un
paralelismo histórico entre estas zonas. Lo sobresaliente consiste en que en
aquellas ciudades o poblaciones había, desde luego, una mayor aplicación técnica
y práctica de los objetos fabricados con distintos metales, hasta fabricar las
ruedas metálicas para los carros de combate, observando que en las zonas de
América fue mucho menor. De todas formas y a pesar de esta asimetría, los
principios generales, así como los procedimientos técnicos fueron esencialmente los
mismos, con la utilización de los fuelles para fundir, para colar y preparar los
metales (cobre) para distintos usos, ceremoniales o de ornato en unos casos u
utilitarios en otras.
439
Childe, Cordón. Los Orígenes de la Civilización, p.175
611
Los fundidores están presentes en las más diversas regiones y culturas y lo único
distinto eran los fuelles que se utilizaban, desde los más primitivos, como los que
describió el Códice Mendocino, hasta los más "avanzados", como los de Egipto,
que tienden a parecerse a los fuelles modernos. Independientemente de su origen
social y de su ubicación histórica, muchos se dieron cuenta por la experiencia
acumulada, que los objetos fabricados con metal son más resistentes que los
hechos con hueso o piedra, por ejemplo.
El ingeniero Adolphus Langenscheidt reconoció, en una respuesta que dio al
antropólogo Emiliano Melgar, no había muestras del uso de abrasivos como el
coridam que tiene una gran dureza
y
que se hubiera usado en la época
prehispánica, pues no se habían encontrado restos de estos metales en el área
mesoamericana, con lo que se podía explicar que los indígenas trabajaban la
jadeíta y el cuarzo. "Hacen cortes en jadeíta solo con obsidiana cuya dureza es
cercana al 5, no es posible", en tanto que del crisibelio, con una dureza del 8.5
también era muy escaso en la región.440
Hausberger, al referirse a la aplicación del método de la amalgamación,
empleada por Bartolomé de Medina dijo "que era un procedimiento simple,
pero requería amplias inversiones en la molienda y el lavado de los minerales
beneficiados y dependían del suministro regular del mercurio, un insumo
administrado por un monopolio real y bastante caro. Procedía de las minas de
Huancavelica en el Perú y de Almadén en España, además de cantidades
Respuesta de Adolphus Langenscheidt a Emiliano Melgar en Revista de Arqueología
Mexicana, nov. Dic. 2006, p.3.
440
612
menores de Idna, en la Eslovenia de hoy". Distinguió la aplicación de do s
métodos, uno el método frío y el otro, el caliente. En el primero el mineral se
amontonaba en un patio abierto y se mezclaba con agua, azoque y sal y otros
ingredientes y se espera varios días, si no semanas, a que el mercurio
se amalgamara con la pasta y en los hornos calientes, se cocinaba el mineral
molido con el azogue en grandes casos de adobe. Dijo que en términos
generales, los mineros mexicanos carecían de capitales suficientes, hasta bien
entrado el siglo XVIII, aunque siguieron existiendo explotaciones muy primitivas
y arcaicas hasta finales de la colonia.441
También García Bárcenas anunció la realización de un cambio tecnológico muy
importante: a la percusión que se utilizaba de una manera exclusiva se añadió la
presión, que permitía un mayor control sobre la hechura de las herramientas y la
diversificación de estas, sobre todo para hacer puntos de proyectil. "La
organización social, aparentemente, seguía estando basada en grupos de
carácter familiar, pero varios de ellos se unían para la caza mayor" pues al
encontrar restos de mamuts, se encontraron estos tipos de proyectiles y después en
el periodo del Cenolítico superior, se agregó el pulido, y así se construyeron los
metates. "Metates y morteros permitieron la utilización amplia de semillas, que quizá
entonces pudieran haberse empezado a emplear como alimentos de reserva para
las estaciones del año en que los recursos derivados de la caza y la recolección
escaseaban. Al parecer, en esa época, la organización social estaba constituida por
familias extensas, que se separaban en la estación de secas y se unían en la de
Hausberger, Bernd. El Universalismo Científico del Barón Ignaz von Born y la
transferencia de tecnología minera entre Hispanoamérica y Alemania a finales del siglo XVIII,
Historia Mexica, Vol. 2, oct-nov 2009 p.605.
441
613
lluvias, siguiendo un patrón de nomadismo cíclico y a partir del año de 5,500 A.C.
se comenzaron a cultivar plantas".442
Se observaron primero "toscas piedras", desbastadas con una percusión muy torpe,
pero después esta operación se fue precisando ejerciendo la presión necesaria
en el punto preciso lo que producía lascas más perfectas de las cuales se podía
hacer, por ejemplo, navajas y cuchillos. Sucedió que si los golpes de percusión no
tenían la necesaria presión, la piedra podría romperse y astillarse, lo cual era una
gran pérdida en el caso de piedras finas. Aprendieron las cualidades de la piedra y
su naturaleza de tal forma que los golpes de percusión se hicieron más precisos y
por lo tanto, la siguiente etapa, el pulido, se hizo más sencillo. Uno de los
productos sociales de mayor relieve, instintivamente asociado a la agricultura y a
la preparación de alimentos, fue le metate, hecho de piedra volcánica, del cual
encontraron muestras antiquísimas en muchas culturas antiguas. Este objeto
permitió que productos tan esenciales como el maíz y el frijol pudieran olerlo y
triturarse y después guardarse en polvo para fines ulteriores de alimentación.
Destacó Horcasitas la existencia de importantes yacimientos de cobre en la región
de Occidente, especialmente en la región purépecha, así como la aparición de
"gremios" de plateros "que en realidad trabajaban cobre, habiendo localizado
muchos hallazgos arqueológicos y para ello publicó el llamado Mapa del Cobre,
editado por la UNAM en el que aparecen, entre otros, los siguientes sitios: Petatlán,
Churumuco, Inguarán, Huetamo, Pátzcuaro, Angangeo, Aguchitlán, Tuzontla,
Oropeo. Por ello encontraron varios glifos que indican la existencia de grupos
García Barcenas, Joaquín. La Etapa Lítica. Los Primeros Pobladores, Arqueología,
Mexicana, Vol. XVI, Num.16.
442
614
humanos fundiendo metal y por ello tributaban a los mexicas hachas y cascabeles
de cobre. Entre los bienes utilitarios describió las hachas, las coas, agujas, alfileres,
anzuelos, azadones, cinceles, punzones, alambre, restos de tubo, pero también
había muchos que eran ornamentales o ceremoniales. En relación con la técnica
empleada enfatizó en el fundido, el martillado, el dorado o platinado.443
Esta región, precisamente, por tener depósitos de cobre casi a flor de tierra o en
minas de escasa profundidad, propició un rápido desarrollo de las técnicas
metalúrgicas de tal forma que en textos muy antiguos aparecían varios individuos
soplando con un cañete sobre un horno por lo que podemos decir que estaban
fundiendo metales. El cobre, como sabemos, es muy maleable al fuego y fácilmente
pasa a un estado de licuefacción, es muy dúctil y ligero y puede adquirir distintas
formas sobre todo por medio del laminado. Los purépechas conocían las
técnicas de la época, según lo ha explorado Horcasitas quien también ha
desmentido que el conocimiento de esta técnica también es resultado de los
intercambios humanos y comerciales con los demás pueblos aborígenes de
América.
En este campo de actividad tenían el mismo grado de desarrollo que los pueblos
de Colombia y Perú, quienes también se distinguieron por tener importantes
depósitos de cobre y por los distintos tratamientos que les daban. Horcasitas no
refiere tampoco que hubiese habido un uso industrial de ese metal que en otros
pueblos se manifestaba por sus aplicaciones en la fabricación de armas y de
ruedas; por lo demás en los vestigios solo se han encontrado pequeños objetos
443
Horcasitas de Barros, María Luisa. Una Artesanía con Raíces Prehispánicas, p. 67
615
que tenían más bien una finalidad de