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Genocidios
Los genocidios. En la antigüedad, distintos relatos bíblicos se podrían incluir dentro
de este modelo de ejecuciones en masa. En unos casos las ejecuciones eran
alentadas, incluso ordenadas, por Dios. Como en la toma de Jericó, con la
ejecución de todos sus habitantes. En otros casos, como en el Diluvio Universal o
la destrucción de Sodoma y Gomorra, Dios mismo era el juez y el ejecutor de las
sentencias:
"Entonces los forasteros dijeron a Lot: 'Quién más tienes aquí? Yernos, tus hijos, tus
hijas y todo cuanto poseas en la ciudad, sácalo del lugar, porque vamos a arrasar esta
localidad, pues es grande el clamor ante ellos de Yahveh, y Yahveh nos ha enviado
para arrasarla' (...) Yahveh hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego
procedente de Yahveh, desde los cielos. Arrasó, pues, estas ciudades con toda la
Cuenca, todos los habitantes de las ciudades y las plantes del suelo."
Génesis, 19;12-13, 19;24-25
Otro asesinato masivo relatado en la Biblia es la décima plaga de Egipto, la
ejecución de todos los primogénitos egipcios por parte del Ángel exterminador
enviado por Dios. Siguiendo con los relatos bíblicos, posteriormente será el pueblo
judío el que sufrirá un infanticidio, cuando Herodes ordena la ejecución de los
inocentes:
"Entonces Herodes viendo que había sido burlado por los magos, se irritó
fuertemente, y enviando unos emisarios acabó en Belén y en todo su territorio con
todos los niños de dos años o menos, conforme al tiempo que había precisado
informándose de los magos."
Evangelio según San Mateo, 3;16
Todas las tradiciones religiosas incluyen episodios parecidos. Las distintas
mitologías recogen las iras de sus dioses desatadas contra aquellos que no le son
fieles. Los dioses del Olimpo, asiáticos, egipcios, precolombinos...
Ya dentro de la historia, los hombres se empeñarán en hacerle la competencia a los
dioses de las distintas tradiciones religiosas. Así, por ejemplo, las persecuciones de
cristianos en el Imperio romano durante los primeros siglos de nuestra era también
se podrían incluir en este apartado.
Durante los siglos XII y XIII, por motivos religiosos, se producen nuevos exterminios
en masa. La Iglesia Católica, justificándose en la necesidad de preservar la
ortodoxia oficial, decretó las cruzadas contra los cátaros del sur de Francia. Uno
de los episodios más emblemáticos es el asedio y toma de la ciudadela cátara de
Montségur (1244) por las tropas del senescal de Carcasona y del arzobispo de
Narbona, culminado con la masacre y la muerte en la hoguera de los líderes
cátaros y sus seguidores.
En el siglo XVI, durante las guerras de religión de Francia, se producen episodios
parecidos. Se conoce como la Matanza de San Bartolomé el asesinato en masa
de hugonotes (calvinistas franceses) por parte de católicos durante aquella época.
Los hechos comenzaron el 24 de agosto de 1572 en París, extendiéndose durante
los meses siguientes por toda Francia. Se estima que en aquella ocasión murieron
asesinados entre 5.000 y 10.000 protestantes. Las guerras de religión en Francia
terminaron con el Edicto de Nantes, firmado por el rey Enrique IV el 13 de abril de
1598, por el que se autorizaba, con ciertos límites, la libertad de culto a los
protestantes.
Los ejemplos expuestos son sólo esto, ejemplos. De la misma forma que en
relación a la mitología hemos apuntado que la ira de los dioses no era exclusiva de
ninguna divinidad, la ira de los hombres y sus venganzas también se prodigan
en las distintas religiones, culturas y continentes. Por ejemplo, a partir del siglo
XV, la época de expansión colonial europea será pródiga en todo tipo de masacres
de las poblaciones indígenas de todo el mundo. Concretamente, la colonización de
América del norte se llevó a cabo a cambio de aniquilar casi toda la población
nativa.
Otra ocasión propicia para los asesinatos en masa han sido los desenlaces de las
confrontaciones bélicas, cuando los ejércitos vencedores se han ensañado con
las tropas vencidas o con la población civil de las ciudades conquistadas. A lo
largo de la historia, en estos casos los saqueos, las violaciones y los asesinatos
masivos han estado a la orden del día, con el beneplácito, explícito o implícito, de
los mandos de las tropas vencedoras. Hemos mencionado antes el relato bíblico de
la conquista de Canaán y la toma de Jericó por Josué. Adjuntamos a continuación
(entre múltiples ejemplos posibles), este fragmento relativo a Napoleón Bonaparte:
"Durante la campaña de Egipto de 1799, cometió Napoleón uno de los actos de
crueldad calculada más siniestros de la historia. Jaffa, desmoralizada por el saqueo
de Alejandría, apenas opuso resistencia, pero Napoleón consideró oportuno dar
satisfacción al ansia de rapiña, crueldad y violaciones de sus soldados, y dio licencia
de saqueo. Asesinaron a mansalva a hombres, mujeres y niños (...) Napoleón
encontró inconveniente tener que alimentar a los soldados cautivos y dio orden de
matarlos en las dunas al suroeste de Jaffa. El general Bon dirigió la matanza.
Comenzó por dividirlos en grupos y fusilarlos, pero, con el mismo espíritu ahorrativo
de Napoleón hacia los víveres, calculó que era excesivo el gasto en municiones. El
resto de los prisioneros fue muerto a golpes de bayoneta. (...) Otro contingente de
tropas enemigas, que desconocía el episodio anterior, se rindió. El mando francés era
eficiente y aprendía sobre la marcha. Decidió además de economizar víveres y
municiones, hacerlo con las fatigas de sus tropas. Perfeccionaron la técnica, por
orden directa de Napoleón todos los miembros de esta masa de prisioneros murieron
degollados."
Juan Antonio Vallejo-Nágera. Perfiles humanos. Planeta. Barcelona, 1988
Pero quizás las muestras más contundentes, las ejecuciones masivas más
escalofriantes, son los genocidios del siglo XX, tanto por el momento histórico en
que se producen (cuando cabría esperar que las lecciones de la historia debieran
haber vacunado a la humanidad), como por sus dimensiones abrumadoras. Por un
lado, el holocausto de judíos y gitanos diseñado por el nazismo:
Por otro lado, el conjunto de políticas represivas y genocidas que llevaron a la
muerte a millones de personas durante las dictaduras comunistas soviética,
china y camboyana.
"En Camboya tuvo lugar el experimento de ingeniería social más atrevido y radical de
todos los tiempos. (...) El gobierno del Angkar duró tres años y ocho meses y sembró
de cadáveres el país: alrededor de dos millones de muertos para una población total
de ocho millones. (...) La muerte cotidiana era lo frecuente; curiosamente los casos
considerados graves eran los que iban a prisión, donde se obligaba con tortura a la
delación y, finalmente, se ejecutaba a los presos. (...) En los campos, lo que
atemorizaba era la imprevisibilidad y el misterio que rodeaban las innumerables
desapariciones. Los asesinatos se llevaban a cabo con discreción. (...) No obstante, la
brutalidad reaparecía en el momento de la ejecución: para ahorrar balas sólo un 29%
eran disparados. El 53% moría con el cráneo aplastado, el 6% ahorcado, el 5%
apaleado."
Daniel Rodríguez Herrera. Los campos de exterminio. www.liberalismo.org/articulo/126/20
(2006)
"Los hombres de Yechov afirmaron que en el transcurso de estos dos años habían
sido fusilados en toda la Unión Soviética medio millón de 'políticos' y 480.000
delincuentes comunes."
Alexandr Soljenitsin. Archipiélago Gulag (La industria carcelaria; hacia la medida máxima)
Más recientemente, los genocidios de la antigua Yugoslavia (1991-1995) y de
Ruanda (1994) nos demuestran la capacidad de olvido de la humanidad, nos
recuerdan que las agresiones en masa a la población no son un hecho superado ni
de imposible repetición si no se toman las medidas preventivas oportunas. En
Ruanda se calculan que murieron asesinadas entre 800.000 y 1.000.000 de
personas. Si fueron 800.000 equivaldrían al 11 por ciento del total de la población
(4/5 de los tutsis que vivían en el país).
Para terminar este apartado, es oportuno recordar que a la lista de ejecuciones en
masa del siglo XX hay que añadir, en un capítulo aparte, las víctimas de Hiroshima
y Nagasaki, el 6 y 9 de agosto de 1945. En este caso, el juicio previo se celebró en
la Casa Blanca, sin abogados defensores ni derecho a apelación por parte de
población civil indefensa de las dos ciudades. El juez responsable de la sentencia
fue Harry Truman, entonces presidente de los Estados Unidos. Murieron más de
200.000 personas, entre las dos ciudades (esta cifra no incluye las muertes a medio
y largo plazo, mucho más numerosas, causadas por las radiaciones).
Paradójicamente, el anterior presidente de los Estados Unidos, Roosevelt, a finales
de 1939 había dicho (con motivo de los inicios de la Segunda Guerra Mundial):
"El bombardeo aéreo despiadado de civiles en poblaciones sin defensas en el
transcurso de las hostilidades que han existido en medio mundo durante los últimos
años, que ha producido el dolor y la muerte a millares de hombres indefensos,
mujeres, y niños, han afectado a los corazones de cada hombre y mujer civilizados, y
producido una profunda sacudida en la conciencia de la humanidad."
En la actualidad, repartidas por distintos países, existen miles de cabezas nucleares
de mucha mayor potencia que las lanzadas por Estados Unidos en Hiroshima y
Nagasaki.
Amnistia Internacional
www.es.amnesty.org/cms/temas/pena-de-muerte
Algunos Ejemplos Historicos
Leopoldo II, terror del Congo
La historia de Leopoldo II en el Congo (1835-1909), rey de Bélgica, es uno de los genocidios mas
sangrientos que se conocen de la era moderna.
Mientras en Europa se dedicaba a rodear su obra de un aureola de altruismo, defensa del libre
comercio y lucha contra el comercio de esclavos, el iba dictando normas por las que expropiaba a
los pueblos congoleños de todas sus tierras y recursos, e incitaba a su ejército privado, la Fuerza
Pública, a someter a la población a los trabajos forzados.
Si no cumplían eran asesinados, violados o en otros casos
les cortaban las manos, orejas, narices, senos y los decapitaban, matándolos igual que a sus familias.
Se calcula que al menos 10 millones de personas perdieron la vida entre 1885 (año de
reconocimiento internacional del Libre Estado del Congo) a 1908, aunque algunos hablan
incluso del doble. Leopoldo murió en el 1909, pero durante su reinado, la población del Congo
se redujo de 30 a 9 millones de habitantes.
Stalin y las hambrunas letales en Ucrania
Entre los numerosos crímenes cometidos por Stalin, clama al cielo la hambruna forzosa de
Ucrania durante los años 1932-1933. El socialismo usó frecuentemente las hambrunas
intencionadas como arma política utilizada para alcanzar los deseados objetivos contra varias clases.
Las víctimas en Ucrania fueron los kulaks, los agricultores campesinos que tenían propiedad y
contrataban a trabajadores.
Cuando Stalin alcanzó el poder en 1924, vio el nacionalismo ucraniano como una amenaza al poder
soviético, creyendo que cualquier insurrección futura podría provenir probablemente de los kulaks.
Así que decidió aplastarles utilizando los métodos que tan exitosos habían sido en la URSS durante
la política de “liquidación como clase”. En 1929, arrestó a miles de intelectuales ucranianos bajo
falsos cargos y los fusiló y los envió a campos de trabajo en Siberia.
Llevó a cabo la colectivización de las explotaciones ucranianas requisando todas las tierras y el
ganado privados, lo que afectó aproximadamente al 80% de la población de Ucrania. Declaró a los
kulaks enemigos del pueblo.
Se han estimado en diez millones de personas las que fueron desposeídas de sus hogares y
pertenencias y enviadas a Siberia en trenes de mercancías sin calefacción, condiciones en las
cuales pereció al menos un tercio de ellos. Los que se quedaron en Ucrania lo pasaron aun peor.
Enfrentándose a la propaganda de guerra y a una ardua batalla, muchos kulaks se rebelaron,
volviendo a sus propiedades, e incluso matando a las autoridades soviéticas locales.
Cuando el partido comunista ucraniano solicitó a Stalin una reducción en las cuotas, éste respondió
enviando al Ejército Rojo para exterminar el PC ucraniano e impedir que los ciudadanos fueran a
más con la creación de un inmenso campo de concentración dentro de sus fronteras.
La policía secreta aterrorizó a la población haciendo inspecciones aleatorias de las pertenencias
personales y requisando toda la comida que encontraran, ahora considerada sagrada propiedad del
Estado. Cualquier ladrón de comida del Estado o bien, era ajusticiado inmediatamente o era enviado
por lo menos por diez años a los Gulag.
El efecto fue la hambruna, masiva y prolongada. Murieron 6 millones de personas. En los días
de mayor crudeza morían 25.000 al día.
El infierno de Camboya, Pol Pot
En Camboya tuvo lugar el experimento de ingeniería social más atrevido y radical de todos los
tiempos, orquestado por el radical comunista Pol Pot.
En solo tres años y ocho meses.,sembró de cadáveres el país:
mas de dos millones de muertos para una población total de ocho millones.
Pin Yatay, superviviente, nos cuenta “no había cárceles, ni tribunales, ni universidades, ni institutos,
ni moneda, ni deporte, ni distracciones… En una jornada de veinticuatro horas no se toleraba ningún
tiempo muerto. La vida cotidiana se dividía del modo siguiente: doce horas de trabajo físico, dos
horas para comer, tres para el descanso y la educación, siete horas de sueño. Estábamos en un
inmenso campo de concentración. Ya no había justicia”.
La planificación central y el desprecio por la técnica destruyeron la hasta entonces siempre próspera
cosecha arrocera camboyana.
El hambre era inevitable y, con él, la deshumanización y el sometimiento al gobierno. El
canibalismo se convirtio en costumbre. La familia era considerada una forma de resistencia natural
al poder absoluto del Partido, que debía llevar al individuo a una dependencia total del Estado. Por
tanto, las familias eran separadas y la autoridad paterna castigada: la educación era responsabilidad
exclusiva del gobierno.
Los sentimientos humanos eran despreciados y considerados un pecado de individualismo. Al
intentar ayudar a una vecina, un vecino camboyano se ganó esta reprimenda:
“No es su deber ayudarla, al contrario, esto demuestra que todavía tiene usted piedad y sentimientos
de amistad. Hay que renunciar a esos sentimientos y extirpar de su mente las inclinaciones
individualistas.”
Mas de un tercio de la población de Camboya fue exterminada
Ruanda. De espaldas al mundo
En Ruanda dos etnias abrigaban sentimientos de enemistad. Los hutus componían el 85% de la
población y los tutsis representaban el 12%. El recelo entre los dos grupos surgió en 1962 cuando
los hutus tomaron el poder después de la muerte del rey tutsi. Debido a eso, unos 130.000 tutsis
tuvieron que abandonar su país.
En 1994, el gobierno del hutu Juvenal Habryrimana temía una invasión de los tutsis antes exiliados.
El poder hutu entonces organizó una gran matanza. Distribuyó machetes y azadas para perpetrar un
vendaval frenético de asesinatos y quemas de casas de los tutsis.
La comunidad internacional observó los hechos desde la distancia y la indiferencia. En el país
africano no había grandes riquezas en oro, petróleo o algún otro preciado recurso natural, que
despertara el interés de las naciones poderosas en intervenir para contener la avalancha de muerte.
Armados con garrotes, azadas y machetes, en una campaña que duró sólo 100 días, 800.000
ciudadanos fallecieron según las cifras estudiadas por la ONU.
El genocidio terminó cuando los tutsis, al mando de Paul Kagame, lograron tomar la capital, Kigali.
Cuando vieron lo que había sucedido comenzaron a perseguir a los genocidas (mataron al menos a
25.000) y muchos de ellos huyeron con sus familias al vecino Congo, entonces llamado Zaire.
En total, un millón -aproximadamente- de personas fueron exterminadas con los más bárbaros
métodos en una contienda sin igual, donde los medios de comunicación y los gobiernos del
primer mundo no hicieron nada hasta terminada la guerra cuyas heridas siguen abiertas a día
de hoy.
Canibalismo y Uganda
Idi Amin pertenecía a la tribu kakwa y a los 18 años de edad ingresó al ejército británico. Su
participación, muy joven, en la Segunda Guerra Mundial, a favor de los aliados, y durante la
rebelión del nacionalismo Mau-Mau en Kenia, le valieron el reconocimiento de los británicos
colonialistas.
Preparó y ejecutó un golpe de estado en 1971, apoderándose de todos los resortes del gobierno,
implantando una férrea dictadura. En los primeros años mantuvo buena relación con Gran Bretaña y
los Estados Unidos pero muy pronto surgieron sus ideas racistas hacia otras etnias africanas y
especialmente asiáticas. Ordenó la expulsión de cerca de medio millón de trabajadores
asiáticos. Rompió relaciones con el Estado de Israel.
Su régimen se transformó en una feroz tiranía que incrementó la represión y agravó el conflicto
étnico al marginar, y en algunos casos perseguir a varias etnias. En esa represión murieron y
desaparecieron aproximadamente 400.000 personas.
Amin, apodado “el caníbal” o “el carnicero de África”. Llegó a comerse el hígado de varios
enemigos políticos suyos siguiendo una tradición de guerreros que consumían las vísceras de sus
enemigos derrotados para apropiarse del valor de los finados.
Incluso se corrió el rumor que Idi había consumido las partes nobles de una bella chica que se negó
a sus requiebros. Amín hizo que la joven fuera mutilada para que nunca pudiera gozar con otro, e
hizo alarde de haber consumido las menudencias de la joven.
Los Emiratos Árabes Unidos le acogieron en su huida, al verse invadido su país por sus vecinos
africanos. Idi Amin murió allí tras vivir sus últimos días escondido en ese país.
El genocidio Kurdo entre varios países
Uno de los genocidios mas recientes es el del pueblo Kurdo que conforma la nación más
grande del mundo sin una patria reconocida. Herederos de los medos, esta etnia indoirania fue
empujada, como otros pueblos indoeuropeos, a abandonar Europa Central y, desplazándose hacia el
sureste, se asentó en Turquía, Irán, Irak, Siria, Georgia y Armenia. Han sufrido el ataque constante
de Turquía, Irán e Irak.
El genocidio kurdo tiene datos variados. Sólo en un día, en la ciudad de Halabja, murieron
asesinados cinco mil kurdos, en su mayoría niños que se preparaban para ir a la escuela, bajo
un ataque sorpresa con aviones del régimen de Husseín cedidos por Francia y la URSS y
armas químicas de gas mostaza donadas por Alemania. La España socialista de Felipe
González se encargó de venderle únicamente armamento convencional.
Entre 1981 y 1984, cuarenta mil prisioneros kurdos fueron torturados y asesinados bajo las
órdenes de Saddam Husseín ya que se negaron a renunciar a su identidad.
Asimismo, las reseñas oficiales datan en cien mil los muertos kurdos en manos de las fuerzas
militares de Saddam Husseín. Los muertos civiles durante el régimen de Husseín son incalculables.
Muchos fueron torturados hasta morir. Tenían formas tan atroces de ejecutar a disidentes iraquíes
como colocarles 100 gramos de explosivos en el estómago para después hacerles explotar por los
aires. Las cifras de muertos pueden rondar los sesenta mil si excluimos a los cien mil
desaparecidos.
En total casi 2 millones de kurdos exterminados.
Los “Tonton Macoutes” en Haití
François Duvalier ascendió hasta llegar al poder en Haití y haciendo que su familia retuviese los tres
poderes del país desde 1957. Se apoyó en dos pilares fundamentales para los haitianos en primer
lugar, el vudú. Un sistema de creencias que recrea un universo mágico-demoníaco a partir de una
integración arbitraria de algunos aspectos del catolicismo, la magia negra popular, el fetichismo y el
zoomorfismo de algunas religiones africanas.
El otro pilar del régimen de Duvalier eran los tonton macoutes que dieron al gobierno el monopolio
terrorista de la violencia física y psicológica que se saldó con 70.000 victimas civiles
En 1964, Duvalier, conocido popularmente como Papá Doc, se declaró presidente vitalicio. A su
muerte, en 1971, su hijo Jean-Claude Duvalier -Baby Doc- heredó la presidencia de la república.
Desgastado a nivel internacional por las permanentes denuncias de violaciones a los derechos
humanos y, dentro de fronteras, por una activa oposición, el gobierno de Duvalier llamó a elecciones
en 1984. La abstención alcanzó el 61% del electorado. La oposición creció y se organizó en partidos
y sindicatos, mientras el régimen se convertía en una carga para Estados Unidos.
La represión aumentó y en 1985 se calculaban en 40.000 los asesinatos cometidos por el
régimen de Baby Doc. En medio de una creciente ola de protestas y huelgas en todo el país,
Duvalier huyó del país en un avión de la fuerza aérea norteamericana para recibir luego asilo
transitorio de parte del gobierno de Francia.
Actualmente los descendientes de los Tonton Mancoutes siguen asesinando y sumiendo al país en
un caos de muertes, apoyados por Estados Unidos. Incluso alguien como Teresa de Calcuta,
canonizada, llegó a decir de la familia Duvalier que “amaban a los pobres” sino que, además, eran
“adorados por ellos”.
El Genocidio Armenio
Armenia fue uno de los primeros lugares en los que se desarrolló la civilización humana.
Considerada por algunos especialistas como una de las primeras regiones donde se logró fundir el
hierro y el cobre, también en Armenia algunos granos de cereales, como el centeno, pudieron
haberse desarrollado por primera vez. Durante la mayor parte de su historia, Armenia fue regida u
ocupada por potencias extranjeras, entre las que caben destacar los asirios, persas, romanos,
mongoles, turcos y rusos. Los estados armenios independientes duraron cortos periodos de tiempo
en el pasado; el de mayor duración estuvo bajo el gobierno del rey armenio Tigranes el Grande.
Durante su reinado, el territorio controlado por los armenios se extendía desde el mar Caspio al
Mediterráneo y comarcas de la actual Siria. Este periodo de independencia finalizó en el 69 a.C. con
la invasión de los romanos. Armenia se convirtió en el 301 d.C. en el primer Estado cristiano del
mundo.
Armenia ha sido tratada de forma extremadamente violenta por las potencias extranjeras varias
veces a lo largo de su historia. La invasión de los turcos Selyúcidas en el siglo XI tuvo como
consecuencia la primera emigración a gran escala de los armenios. Otros periodos de emigración se
sucedieron, especialmente a finales del siglo XIX, cuando los armenios sufrieron persecución por
los gobiernos turco y ruso al discutir por sus demandas políticas. Las fuerzas turcas masacraron a los
armenios. El gobierno ruso, aunque no tan represivo como el turco, cerró las escuelas armenias y
ordenó la confiscación de las propiedades de la Iglesia armenia. Las peores atrocidades contra los
armenios que vivían en el Imperio otomano tuvieron lugar durante la I Guerra Mundial (1914-1918),
cuando las deportaciones masivas y las masacres supusieron la eliminación de nueve de cada diez
armenios residentes en Anatolia (la actual Turquía asiática). El gobierno otomano acusó a los
armenios de alinearse con los rusos y adujo como justificación para llevar a cabo las masacres y
deportaciones masivas la situación de rebelión interna existente. Cientos de miles de armenios
fueron desalojados de sus hogares en Anatolia y enviados al exilio en las áreas desérticas de la Siria
actual. Un gran número de armenios pereció de hambre y enfermedades o fueron asesinados por
soldados o civiles durante las marchas forzadas. Aunque el gobierno ruso y las potencias europeas
elevaron sus protestas por las atrocidades otomanas, optaron por no intervenir. En el momento de
finalizar la I Guerra Mundial, más de 800.000 armenios habían muerto. Las masacres continuaron a
comienzos de la década de 1920, por lo que muchos armenios huyeron a otros países, incluidos
Rusia y Estados Unidos. De acuerdo con la mayoría de los historiadores, el trato concedido por las
autoridades otomanas a los súbditos armenios del imperio constituyó el primer genocidio del siglo
XX. No obstante, el actual gobierno turco rechaza que esos acontecimientos tuvieran el carácter de
genocidio, pues argumenta que las muertes fueron el resultado de enfrentamientos bélicos,
enfermedades y hambrunas.
Fuente Consultada: Enciclopedia Encarta
1. ¿Qué es el Genocidio Armenio?
Las atrocidades cometidas contra el pueblo Armenio por el Imperio Otomano y el Estado de Turquía
durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial y años anteriores y posteriores a ésta, son
llamadas en su conjunto el Genocidio Armenio. El Genocidio es una forma organizada de matanza
de un conjunto de personas con el objetivo explicito de ponerle fin a su existencia colectiva. Esto
requiere un planeamiento central y una maquinaria organizada para implementarlo haciendo que el
genocidio sea un prototipo de crimen de estado, ya que solo un estado cuenta con los recursos
necesarios para llevar a cabo tal destrucción. El Genocidio Armenio fue planeado y administrado
centralmente por el Estado de Turquía contra toda la población Armenia del Imperio Otomano. Fue
llevado a cabo durante la Primera Guerra Mundial entre los años 1915 y 1918. El pueblo Armenio
fue sujeto a deportaciones, expropiaciones, secuestros, tortura, masacre e inanición. La gran mayoría
de la población Armenia fue forzosamente removida desde Armenia y Anatolia a Siria, donde una
gran parte de la población fue enviada al desierto para morir de hambre y sed. Gran número de
Armenios fueron masacrados metódicamente a lo ancho y largo del Imperio Otomano. Mujeres y
niños fueron raptados y brutalmente abusados. Toda la riqueza del pueblo Armenio fue expropiada.
Después de menos de un año de calma al final de la Primera Guerra Mundial, las atrocidades contra
el pueblo Armenio fueron reanudadas entre 1920 y 1923, donde los restantes armenios fueron
victimas de más masacres y expulsiones. En 1915, treinta años antes de que la Organización de las
Naciones Unidas adoptase la Convención sobre la Prevención y Castigo de los Crímenes de
Genocidio, la comunidad internacional condenaba el Genocidio Armenio como un crimen contra la
humanidad.
2. ¿Quién es responsable del Genocidio Armenio?
La decisión para llevar adelante el genocidio en contra de la población Armenia fue tomada por el
partido político que detentaba el poder en el Imperio Otomano. Este fue el Comité de Unión y
Progreso (CUP) o Ittihad ve Terakkí Jemiyettí, conocido popularmente como los "Jóvenes Turcos".
Tres figuras del CUP controlaban el gobierno; Mehmet Talaat, Ministro del Interior en 1915 y Gran
Primer Ministro en 1917 (Grand Vizier); Ismael Enver, Ministro de Guerra y Ahmed Jemal,
Ministro de Marina y Gobernador Militar de Siria. Los Jóvenes Turcos bajo asamblea determinaron
los altos cargos del gobierno y asignaron a los comandantes militares la efectiva ejecución del
Genocidio. Además del Ministro del Interior y el Ministro de Guerra, los Jóvenes Turcos contaban
con una organización recientemente creada, conformada por convictos y tropas irregulares que
llamaron la Organización Especial (Teshkilati Mahsusa). Su objetivo principal fue llevar a cabo la
masacre masiva de los Armenios deportados. A cargo de la Organización Especial estaba Behaeddin
Shakir, un médico. Por otra parte, extremistas ideólogos como Zia Gokalp, promocionaban a través
de los medios la propaganda del CUP, el Panturquismo; la creación de un nuevo imperio que se
extendería desde Anatolia hasta Asia Central y cuya población seria exclusivamente turca. Estos
conceptos justificaron y divulgaron los planes secretos del CUP para exterminar a todos los
armenios del Imperio Otomano. Los cómplices de los Jóvenes Turcos, otras figuras que
encabezaban del gobierno otomano, miembros del CUP Comité Central, y muchos administradores
provinciales responsables de las atrocidades en contra de la población armenia fueron acusados por
sus crímenes al final de la Primera Guerra Mundial. Los principales criminales evadieron la justicia
al huir de Turquía. Sin embargo, fueron juzgados en ausencia y han sido encontrados culpables de
crímenes capitales. Las masacres, expulsiones y los maltratos a los Armenios entre 1920 y 1923 fue
realizado por los Nacionalistas Turcos, quienes representaban un nuevo movimiento político
opuesto al de los Jóvenes Turcos, pero con quienes compartían la ideología sobre la exclusividad
étnica del Estado Turco.
3. ¿Cuántas personas murieron en el Genocidio Armenio?
Está estimado que un millón y medio de Armenios fueron exterminados entre 1915 y 1923. La
población armenia del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial era de aproximadamente dos
millones. Más de un millón fueron deportados en 1915. Cientos de miles fueron masacrados en el
acto. Muchos otros murieron por inanición y epidemias que arrasaban en los campos de
concentración. Entre los armenios que vivían en la periferia del Imperio Otomano, muchos
escaparon al destino de sus compatriotas de las provincias centrales de Turquía. Más de diez mil
armenios en el este de Turquía escaparon a la frontera con Rusia llevando una vida precaria como
refugiados. La mayoría de los armenios residentes en Constantinopla, la capital de Turquía, fueron
deportados. En 1918 el régimen de los Jóvenes Turcos llevó a cabo una guerra en los Cáucasos
donde aproximadamente 1.800.000 Armenios vivían bajo la dominación de Rusia. Las fuerzas
Otomanas avanzaron por el este de Armenia y Azerbaiján donde también se estaban llevando a cabo
masacres sistemáticas contra el pueblo Armenio. Las expulsiones y masacres realizadas por los
Turcos Nacionalistas entre 1920 y 1923 sumaron cientos de miles de nuevas victimas. Para 1923 las
tierras de Asia Menor y la histórica Armenia del oeste, fue expugnada de la totalidad de su
población Armenia. La destrucción de las comunidades Armenias en esta parte del mundo fue total.
4. ¿Existieron testigos del Genocidio Armenio?
Existieron muchos testigos del Genocidio Armenio. A pesar de que el gobierno de los Jóvenes
Turcos tomó precauciones e impuso severas restricciones en los reportes y la toma de fotografías del
acontecimiento, existieron muchos extranjeros en el Imperio Otomano que presenciaron las
deportaciones. La mayoría de estos eran diplomáticos y misioneros de los Estados Unidos de
América. Ellos fueron los primeros en llevar las noticias al mundo externo sobre el desarrollo del
Genocidio Armenio. Algunos de sus reportes fueron titulares en las noticias del mundo occidental y
de los Estados Unidos. También entre los que presenciaron las atrocidades cometidas contra el
pueblo Armenio existieron muchos ciudadanos alemanes. Los alemanes eran aliados de los Turcos
durante la Primera Guerra Mundial. Algunos oficiales alemanes condenaron las acciones de los
Jóvenes Turcos y otros informaron a sus superiores en Alemania sobre las masacres realizadas a la
población civil armenia. Muchos rusos pudieron observar por ellos mismos las atrocidades
cometidas contra las comunidades armenias cuando el ejército ruso ocupó parte de Anatolia.
Muchos árabes de Siria, donde la mayoría de los deportados eran enviados, pudieron ver la
espantosa condición de los escasos sobrevivientes de tan cruel proceder. Por ultimo, muchos
oficiales turcos fueron testigos de la masacre mientras tomaban parte de ésta. Muchos de ellos
dieron sus testimonios bajo juramento en los tribunales de posguerra donde se sometió a juicio a los
Jóvenes Turcos, organizadores del Genocidio Armenio.
5. ¿Cuál fue la respuesta de la comunidad internacional ante el Genocidio Armenio?
La comunidad internacional condenó el Genocidio Armenio. En Mayo de 1915, el Reino Unido,
Francia y Rusia advirtieron a los líderes de los Jóvenes Turcos que serian responsables de un crimen
contra la humanidad. Al final de la guerra, los aliados victoriosos demandaron al Gobierno Otomano
que citara ante la justicia a los Jóvenes Turcos acusados por crímenes de guerra. También se
realizaron esfuerzos para socorrer a los armenios que morían por inanición. Los gobiernos de los
Estados Unidos de América, Reino Unido y Alemania patrocinaron la preparación de reportes sobre
las atrocidades cometidas y muchos de estos fueron dados a publicidad. Sin embargo, ninguna
medida se tomó contra el Estado de Turquía, sea para sancionarlo o para rescatar al pueblo armenio
del exterminio. Además, tampoco se tomó ninguna medida contra el Gobierno Turco para la
restitución de la inmensa pérdida material y humana que sufrió el pueblo Armenio.
6. ¿Por qué se conmemora el Genocidio Armenio el 24 de Abril?
Desde hace ya décadas y en cualquier país donde haya una comunidad de armenios establecidos,
cada 24 de Abril se recuerda al millón y medio de armenios masacrados por la Turquía Otomana. La
fecha simboliza la decapitación estructural del pueblo armenio, ya que comenzada la noche del 23
de Abril y durante toda la madrugada del día 24, cientos de intelectuales, religiosos, profesionales y
ciudadanos destacados de origen armenio, fueron despojados de sus hogares bajo arresto e
inmediatamente deportados hacia el interior del Imperio para ser posteriormente asesinados. Esta
fecha en el calendario concentra dos acontecimientos muy importantes: el comienzo del plan de
exterminio de todo el pueblo armenio que pondrían en marcha los miembros del Partido Ittihad
(Jóvenes Turcos) desde 1915 y hasta los primeros años de la República de Turquía fundada por
Mustafá Kemal Attatürk (1923). Por otro lado, el 24 de Abril resume simbólicamente todos aquellos
crímenes de lesa humanidad, que los turcos-otomanos cometieron en perjuicio del pueblo armenio,
es decir las matanzas anteriores al 24 de Abril de 1915.
7. ¿Son las masacres de Armenios consideradas en la actualidad como Genocidio según la
Convención sobre Genocidio de las Naciones Unidas?
La Convención sobre la Prevención y Castigo de los Crímenes de Genocidio de las Naciones
Unidas, describe al genocidio como "el acto cometido con el propósito de destruir, en parte o en su
totalidad, a una nación, etnia, raza o grupo religioso" . Claramente esta definición se aplica a las
atrocidades cometidas contra el pueblo armenio por parte del Gobierno Turco. Ello así, dado que la
Convención de las Naciones Unidas fue adoptada en 1948, 30 años después de perpetrarse el
Genocidio. Los ciudadanos de origen armenio procuran lograr el reconocimiento oficial por parte de
los gobiernos donde ellos se han afincado luego de esos atroces episodios. A pesar de que varios
países han reconocido oficialmente el Genocidio Armenio, la Republica de Turquía como política de
estado niega sistemáticamente el mismo. Mas aún, Turquía minimiza las evidencias de las
atrocidades llevadas a cabo, como meras alegaciones y obstruye regularmente los esfuerzos
aplicados al reconocimiento de tal episodio. Por lo tanto, afirmar la verdad sobre el Genocidio
Armenio se tornado en un asunto de importancia internacional. La recurrencia de genocidios en el
siglos XX y y comienzos del XXI, hace que el reconocimiento de los crímenes y atrocidades
cometidas contra los armenios por parte del Estado Turco, sea una obligación apremiante de la
comunidad internacional.
Otro 24 de Abril y ya pasaron 90 años….
Los 24 de Abril los armenios recordamos el horror. Tantas historias contadas,
explicadas y transmitidas para resguardar la identidad cultural del pueblo y
resguardar la memoria… cumplir con nuestros antepasados.
El genocidio que nos hirió para siempre, fue cometido contra el pueblo armenio por
el Estado turco entre 1915 y 1923. Fue el primer genocidio del siglo XX. Fueron
masacrados 1.500.000 armenios, hombres, mujeres, niños, con el único objetivo de
terminar con la etnia.
En la historia de los Derechos Humanos, las violaciones y crímenes ejercidos desde
el aparato estatal y ejerciendo la violencia institucional, son las que llevan más
tiempo para reparar. Esto, siempre y cuando los estados reconozcan su proceder.
En el caso del genocidio contra los armenios, aun hoy Turquía niega los
hechos. Muchos 24 de Abril, las personas nos preguntan por qué algo que sucedió
ya hace 90 años sigue siendo un tema de conmemoración. Y la realidad es que le
damos importancia porque es algo que no ha terminado, es un tema que corroe
nuestra memoria, un punto oscuro aún sangrante, nuestras historias de vida aún
abiertas… aún esperan respuesta, porque el que no fue víctima directa fue testigo.
Por eso transmito a mi hija los relatos, como una vez en casa lo hicieron conmigo.
Para no olvidar. Para que no se repita en ningún lugar… nunca más.
Básicamente, el problema radica en que el paso del tiempo no ha curado la
generación de víctimas, no terminó con los masacrados en las deportaciones ni con
la generación de los perpetradores. Como descendientes aún hoy nos sentimos
afectados por aquella violencia, vivimos el exilio forzado de los que pudieron huir.
La muerte, por el sólo hecho de pertenecer “a otros”, la muerte por no aceptar la
diversidad. Un martirio que comenzó incluso antes de 1915: entre 1894 y 1896 la
represión del Imperio Otomano se cobró 300.000 vidas en procedimientos “de
rutina”. El golpe final fue asestado bajo el gobierno de los Jóvenes Turcos, cuando
se oficializa la orden de eliminar a toda la minoría armenia.
Así, en la noche del 24 al 25 de Abril de 1915, de un golpe fueron asesinados más
de 800 intelectuales, líderes de la comunidad armenia de Estambul. Los armenios
que estaban bajo servicio, siguieron en la lista. Luego se llevaron a las adolescentes
para venderlas en los minaretos, y así fueron documentadas 1.500.000 víctimas.
Le debemos al Dr. Rafael Lemkin, un abogado lingüista, judío polaco, que en 1941,
para describir las muertes sistematizadas de armenios, crease la palabra Genocidio
(“genos”, del griego “etnia” o “tribu”, y del derivativo latino “cidium”, "matar"). La
Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1948, aprobó la Convención para la
Prevención y Castigo del Crimen de Genocidio y en su art. 2ª establece:
“En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos
mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o
parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial, o religioso tales como:
- matanza de miembros del grupo
- lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo
- sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de
acarrear su destrucción física, total o parcial
- medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo
- traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo”
En el caso del pueblo armenio, las características descriptas por el artículo se
cumplieron punto por punto.
La Convención que describe el delito de genocidio de lesa humanidad entró en
vigor en 1951, nuestro país la ratificó en 1956. Lamentablemente la comunidad
internacional fracasó en evitar que el crimen volviera a suceder. Así, años después
Hitler, utilizando el mismo plan sistematizado de exterminio decide aplicarlo a los
judíos proclamando: ¿"quién recuerda hoy la matanza de armenios"…? La Turquía
de hoy sigue negando los hechos, desea mostrarse democrática, occidental, y
amplia pues quiere ser admitida en la Unión Europea, pero simultáneamente
censura su propia historia, a diferencia de Alemania, que reconoció su accionar en
la “Shoah” durante la Segunda Guerra Mundial.
Hoy, pocos niegan el crimen de genocidio contra los armenios. La abrumadora
documentación escrita y fotográfica hiere profundamente. El Parlamento Europeo,
Uruguay, Francia, Bélgica, Rusia, Italia, Suecia, Grecia, Líbano, Suiza, Bulgaria,
Holanda, y Canadá así como también más de 30 estados norteamericanos, y en
Argentina ambas Cámaras del Congreso desde 1983, han reconocido el crimen de
genocidio contra el pueblo armenio.
La demanda de justicia no será interrumpida por el mero transcurso de los años. La
reparación es necesaria para proceder al perdón. Los derechos del pueblo son
inalienables e imprescriptibles, la verdad histórica es inocultable, y la justicia
llegará. Los armenios del mundo exigen memoria, reparación y restitución territorial.