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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR FACULTAD DE MEDICINA ESPECIALIDADES MÉDICAS POSTGRADO MEDICINA FAMILIAR INSTITUTO SALVADOREÑO DEL SEGURO SOCIAL HOSPITAL AMATEPEC “ESTRATEGIA CAMBIO DE HÁBITO EN DISMINUCIÓN DE RIESGOS Y DESARROLLO DE ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES EN OBESOS. UNIDAD MÉDICA MARZO-OCTUBRE 2011”. Informe Final Presentado Por: Dr. José Carlos Hernández Del Valle Dr. José Gregorio Alberto Yanme Reyes Para optar al título de: MÉDICO DE FAMILIA Asesor: Dr. Ernesto Martínez Avilés SAN SALVADOR, 7 DE DICIEMBRE DE 2011. RESUMEN . Objetivo: Desarrollar una estrategia preventiva, “Cambio de Hábito”, en la Unidad Médica Soyapango del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, modificando patrones de conducta, disminuyendo factores de riesgo y su progresión a patologías crónicas y degenerativas y sus complicaciones agudas. Hipótesis: “La herramienta Cambio de Hábito es efectiva para lograr en los pacientes obesos disminución de factores de riesgo y prevenir enfermedades crónicas y degenerativas”. Tipo de estudio: prospectivo, longitudinal, cuasi experimental y comparativo. La muestra para fines del investigador 48 pacientes obesos que cumplen criterios de inclusión y exclusión a los que se aplicó la estrategia cambio de hábito (Modelo Proshaska y Di Climenti), comparando la fase de captación y la fase de seguimiento a 6 meses. Resultados: Sólo desearon participar mujeres, con edad promedio entre los 30 y 39 años. En su mayoría en estado de sobrepeso y obesidad tipo I (según IMC). En el 58% de la población en estudio está asociada la depresión al trastorno alimentario (escala de Goldberg). La mayor parte de los pacientes, al tener un cambio de hábito dirigido por un especialista, demostró reducción de su IMC así como de su categorización de riesgo cardiometabólico y mejoría en su estado de ánimo patológico. Conclusiones: La estrategia cambio de hábito basada en la rueda del cambio, es efectiva para disminuir gradualmente en la escala de obesidad según el índice de masa corporal y reducir el riesgo de desarrollar patologías crónicas prevenibles y las consecuencias personales, familiares, sociales e institucionales que traen inherentes. Palabras claves: obesidad, cambio de hábito, riesgo cardio-metabólico, estrategia, índice de masa corporal. INDICE. PAG INTRODUCCIÓN………………………………………………..….1 OBJETIVOS………………………………………………...………..4 MARCO TEÓRICO……………………………………………...…..5 HIPÓTESIS……………………………………………………...……39 DISEÑO METODOLÓGICO…………………………………...……40 RESULTADOS Y ANÁLISIS………………………………………...48 DISCUSIÓN DE RESULTADOS…………………………………….59 CONCLUSIONES……………………………………………………..62 RECOMENDACIONES……………………………………………….63 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………….64 ANEXOS………………………………………………………………...65 INTRODUCCIÓN El Instituto Salvadoreño del Seguro Social se ha destacado en el ámbito médico nacional por su interés y vanguardia en la salud de los salvadoreños. Las residencias médicas son una forma de heredar a la población, conocimiento y garantizar de esta forma la atención médica de calidad a través de los años. El avance de la tecnología y la inevitable adquisición de costumbres propias de otros países desarrollados por la alta migración hacia ellos y el constante bombardeo mediático de las empresas transnacionales de “comida rápida”, han traído como consecuencia el alza de enfermedades que hace unos años se encontraban silentes. Lastimosamente en El Salvador, aún se desarrolla una medicina curativa primordialmente, con evidencia en otras regiones de ser el más caro enfoque de la medicina. La Medicina Familiar es una especialidad médica que marca en sus principios la importancia de prevenir, promoviendo hábitos saludables, disminuyendo riesgos y costos, constituyéndose el médico de familia un gestor. Cambiar un hábito es un trabajo arduo, que necesita destrezas y habilidades médicas que van más allá del simple uso de psicología. Los resultados son lentos y a largo plazo que se traduce en abandono del tratamiento, sin la presencia de un profesional de la salud capacitado en dicha área y con la pericia clínica que ello conlleva. Desde hace unos años en el país, la obesidad ha tomado auge considerada como una enfermedad per se y no un estado o modo de vida como antes se pensaba. La propaganda sobre su tratamiento está ligada a la estética y el concepto de belleza y salud que eso implica; anualmente se invierten millones de dólares del bolsillo salvadoreño en gastos para lograr figuras esbeltas. Cambiar un hábito va más allá, es cambiar patrones de conducta y modificar la “psique” para lograr que el paciente mantenga un plan terapéutico y lo adopte como forma de vida. Es indiscutible el alto gasto nacional a causa de atención de enfermedades crónicas degenerativas, algunas de ellas prevenibles, y las complicaciones que ellas generan y conllevan a ingresos hospitalarios en instituciones de segundo y tercer nivel de atención, generando procedimientos atenuantes, exámenes diagnósticos y medidas terapéuticas solo de mantenimiento y soporte. Solo en el Hospital Amatepec del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, se atienden en la Unidad de Emergencia un promedio de 67 pacientes al día por enfermedades cardíacas y metabólicas y/o las complicaciones agudas y crónicas que estas generan, un promedio de 18 a 22 ingresos hospitalarios día y una mortalidad de 7 a 10 pacientes mensuales. 1 La Medicina Familiar ha cobrado importancia con el pasar de los años a nivel mundial, en países en desarrollo aún no se explota el verdadero potencial de esta especialidad. La visión hacia la “superespecialización” persiste en el estudiante de pre-grado, e impide que el sistema de salud progrese, centrando la atención para cierto y escaso grupo poblacional, saturándolo; a pesar que la mayoría de problemas de salud no requieren la intervención de una subespecialidad para su resolución. La obesidad, así como el tabaquismo y el alcoholismo son entidades clínicas prevenibles que dependen de la conducta humana, con factores en su génesis modificables que se traducen en disminución de calidad de vida y pobre sobrevida. La sociedad aún no le brinda la importancia que se merece a estas enfermedades y no asimilan que es necesario la guía profesional con el apoyo de un equipo multidiciplinario. En el país existen actualmente “clínicas antitabaco” como intentos de emprender el camino hacia una visión preventiva, en cuanto a obesidad no existen programas o clínicas integradas que busquen modificar conductas sino, solo las clínicas metabólicas que se dedican a pacientes con enfermedades crónicas degenerativas. El cambio de hábito es una técnica que inicia con la pre-contemplación de un problema y luego la determinación de realizar una acción hacia cambio de condiciones y actitudes de vida que suponen una mejoría clínica en términos de prevención. 1 Datos obtenidos en Departamento de Estadística Hospital Amatepec Instituto Salvadoreño del Seguro Social 2010. Se pretende demostrar que está herramienta de la Medicina Familiar logra cambiar en el paciente su “psique” y que conozca sobre “obesidad” y las consecuencias de lo mismo, disminuyendo de esa forma riesgos y evitando su progresión hacia otras patologías, a un bajo costo institucional. OBJETIVO GENERAL: Desarrollar una estrategia preventiva, “Cambio de Hábito”, en la Unidad Médica Soyapango del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, modificando patrones de conducta, disminuyendo factores de riesgo y su progresión a patologías crónicas y degenerativas y sus complicaciones agudas. OBJETIVOS ESPECIFICOS: 1-Establecer la distribución de pacientes obesos según sexo y edad. 2-Determinar la población obesa y clasificarla según sus medidas antropométricas y factores de riesgo. 3-Identificar según su categorización en estadios de obesidad, el riesgo cardíaco y metabólico. 4-Analizar la pesquiza de pacientes y detección temprana de enfermedades crónicas y degenerativas como parte del proceso de investigación. 5-Determinar el componente afectivo en el paciente con obesidad y su relación con el tratamiento. 6-Analizar el impacto de la estrategia cambio de hábito, cuantificando el número de pacientes con disminución de valores de medidas antropométricas. MARCO TEORICO. I. OBESIDAD. I.1 INTRODUCCIÓN: Si bien la desnutrición es una de las causas más frecuentes de muerte en el mundo, es francamente notoria la importancia creciente que, desde principios de este siglo, han adquirido el sobrepeso, la obesidad y los trastornos relacionados con la alimentación. La obesidad es una enfermedad caracterizada por el aumento total de la grasa corporal y constituye una de las patologías crónicas más prevalentes de los países industrializados occidentales. Tanto la sociedad como los seguros de salud la siguen entendiendo como un problema de “mala conducta” o “malos hábitos” (comer mucho o moverse poco) y no como una condición crónica de gran complejidad en su manejo. La población obesa presenta mayor riesgo de enfermar y de morir que la población no obesa. El médico de familia debe comprender que el manejo de esta enfermedad es muy difícil y que las posibilidades de éxito terapéutico son muy bajas por ahora. Para realizar un correcto abordaje de la obesidad, es importante contar con algunas definiciones. Peso corporal ideal o normopeso: para determinar qué es normal, se establecieron tablas que dan cuenta de cuál es el peso teórico adecuado sobre la base de la talla, el sexo y la edad del individuo. En la práctica cotidiana el médico no debe recurrir a estas tablas, sino a índices fáciles de calcular. Sobrepeso: es el aumento inferior al 10% del peso corporal ideal a expensas de la masa grasa. No representa un problema de salud en sí mismo sino un factor sociocultural que puede ocasionar gran sufrimiento e intensa demanda por parte del paciente. En algunas poblaciones de riesgo (adolescentes, deportistas, modelos) puede actuar como factor desencadenante de otros trastornos más graves de la alimentación, como anorexia y bulimia. Obesidad: es el aumento superior al 10% del peso corporal ideal, a expensas de la masa grasa. En esta entidad se encuentra alterada la regulación del apetito y la relación que existe entre el balance metabólico y el gasto energético. Tiene origen multifactorial y se reconocen en ella factores genéticos, ambientales, psicosociales y culturales. La diferencia entre obesidad y sobrepeso es fundamental debido a que el aumento de la morbilidad fue demostrado sólo en los pacientes obesos.2 I.2EPIDEMIOLOGÍA Históricamente, el hombre nómada debía trasladarse de manera continua para obtener sus alimentos. Sobrevivía el que ahorraba más energía. En la época victoriana, la obesidad era sinónimo de riqueza, salud, erotismo y belleza. Quien más tejido adiposo tenía, más resistía a las enfermedades crónicas, como la tuberculosis. Dos grandes eventos provocaron el cambio: por un lado, la Revolución Industrial puso al hombre delante de una máquina, y así redujo su consumo energético a 200 calorías diarias (antes de la industrialización, el consumo promedio era de 1500 calorías al día). Los alimentos comenzaron a ser más elaborados, aumentando el porcentaje de grasas y disminuyendo el contenido de fibras y residuos. Por otro lado, el descubrimiento de los antibióticos modificó el concepto de salud, con lo que ya no fue necesario tener grasa acumulada para resistir las infecciones. En 1901 se publicó un artículo sobre el aumento de la morbimortalidad de las personas con sobrepeso. A partir de ese momento, todas las compañías aseguradoras se interesaron por el tema y la obesidad comenzó a entenderse como una enfermedad. Los conceptos de salud y belleza se modificaron en toda la sociedad. 2 Conceptos de normopeso, sobrepeso y obesidad. Medicina Familiar y Práctica Ambulatoria. Rubinstein Adolfo. Segunda Edición. La obesidad, en el siglo XX, comenzó a ser considerada como una enfermedad. Este concepto es correcto. Sin embargo, el efecto adverso de este cambio de paradigma fue que la sociedad comenzó a relacionar a la delgadez con la salud, la belleza y los logros económicos, afectivos y sociales. Diferentes estudios dan cuenta de que las medidas y el peso de las modelos y actrices, en los últimos 20 años, disminuyeron significativamente. Encuestas en colegios de los Estados Unidos, comprobaron que la discriminación a causa de la obesidad es mayor que por cualquier otra discapacidad (incluso la mental). Otro estudio, donde intervinieron más de 1000 hombres de negocios, mostró una fuerte relación entre tener una figura delgada y musculosa y la posibilidad de lograr mejores puestos de trabajo y mejores ingresos. Los datos comenzaron a alarmar cuando distintas encuestas, realizadas en Estados Unidos, mostraron que, respecto de la percepción de sí mismos, sólo el 12% de la población estaba satisfecha con su forma y peso corporal, mientras que más del 40% de los hombres y el 50% de las mujeres estaban insatisfechos. El 71% de los jóvenes norteamericanos entre 14 y 20 años se consideran obesos, independiente de su peso. La obesidad se ha convertido en uno de los problemas más importantes de Salud Pública en los países industrializados. Representa una importante proporción del costo total en salud. Su prevalencia ha aumentado drásticamente desde la década del sesenta sin distinguir raza, edad, sexo. En 1996, la Organización Mundial de la Salud clasificó oficialmente a la obesidad como una enfermedad epidémica. En los Estados Unidos, se realizó un estudio en la población adulta, encontrándose que la prevalencia de la obesidad había aumentado en un 5% entre 1987 y 1993. 3 El NHANES III, efectuado desde 1994 hasta 1998 en los Estados Unidos, muestra que el 35% de las mujeres y el 31% de los hombres mayores de 20 años tiene un IMC mayor de 27.4 3 4 Historia de la Obesidad. Organización Mundial de La Salud. Artículo 2009. Third National Health and Nutrition Examination Survey, reporte official 1999. Ante estos resultados, se elaboraron programas gubernamentales que tuvieron como objetivo lograr que en de la población fuera obesa. Las cifras, hasta el momento, son sumamente desalentadoras, pues el número de obesos sigue aumentando. Con respecto a Argentina, algunos datos de centros urbanos de Medicina Familiar son similares a los de Estados Unidos. La obesidad es un factor de riesgo independiente de enfermedad cardiovascular. Además, los pacientes obesos tienen mayor incidencia de otros factores de riesgo vascular como hipertensión arterial, hipercolesterolemia y diabetes, que aumentan más la probabilidad de un evento cardiovascular. Por ejemplo, la hipertensión en adultos obesos es 3 veces más frecuente y la prevalencia de diabetes en la población obesa es 2.9 veces mayor que en la población general (este riesgo es mayor si presenta antecedentes familiares y si la obesidad es de distribución central); además, se asocia con el aumento del colesterol total, LDL y triglicéridos y con disminución de la HDL. A medida que se incrementa el IMC (a partir de 25) aumenta el riesgo de enfermedad coronaria.5 Además, la obesidad facilita la aparición o el empeoramiento de diferentes condiciones como trastornos funcionales respiratorios (somnolencia, apnea del sueño), litiasis biliar, empeoramiento de gota y osteoartritis. La asociación de la obesidad con el cáncer fue evaluada en diversos estudios que han mostrado causalidad. En la mujer, se asocia con mayor riesgo de cáncer de mama, endometrio, ovario y vejiga, mientras que en el hombre, se asocia con cáncer de colon y próstata. Además, la incidencia de adenocarcinoma esofágico aumenta en los pacientes de ambos sexos a medida que aumenta el IMC. La obesidad también se asocia con depresión y peor calidad de vida. La ganancia de peso se relaciona con deterioro en la función física y una sensación de meno vitalidad, mientras que el descenso de peso voluntario genera mayor vitalidad y mejor percepción de la condición física. El riesgo quirúrgico está aumentado en los obesos. 5 Componente de Score de Framingham para riesgo de coronariopatía a 10 años. I.3ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA “No todos los gordos son grandes comedores, ni todos los delgados son cuidadosos de las comidas”.6 Ese concepto es correcto. Para entender a la obesidad, es imprescindible desterrar el mito que los gordos lo son sólo porque comen en exceso. La obesidad resulta de una sutil y aún no conocida interacción entre la herencia y el medio ambiente. Esto significa que cada individuo expresa su carga genética en forma y en tiempos particulares como respuesta al medio en que crece y se desarrolla. I.3.1Causas de la obesidad Para entender la etiología de la obesidad, primero hay que tener claro que la obesidad es una enfermedad multifactorial. 1- Factores genéticos: En 1994, un grupo de investigadores descubrió el “gen de la obesidad” en las ratas. Este gen luego fue homologado en el hombre y se lo denominó “G-OB”. Se encuentra expresado en las células adiposas. Se cree que determina la producción de una proteína (leptina) que, al ser liberada al torrente circulatorio, interactúa con receptores específicos hipotalámicos, regulando la ingesta, modulando el estímulo de la saciedad y el gasto energético. En otras palabras, regula la acción hipotalámica dando la orden de comer menos y gastar más. Cuando el gen G-OB muta, produce una leptina alterada. Esta leptina alterada circula por el torrente sanguíneo, pero el hipotálamo no responde ella. Esta leptina “mutada” determinaría que el individuo coma más y gaste menos. Pese a la importancia del descubrimiento del G-OB, la herencia de la OB está determinada por muchos otros genes, la mayoría de los cuales son aún desconocidos (herencia poligénica). 6 Edimburg 1760 enunciado sobre obesidad. Existe gran controversia en cuanto a la real trascendencia de la genética en la etiología de la obesidad. Muchos autores consideran que, si bien los factores genéticos son importantes, la obesidad es una enfermedad predominantemente de etiología ambiental. Esto se justifica por ejemplo, si se tiene en cuenta que la prevalencia de la obesidad en Europa al terminar la Segunda Guerra Mundial era baja (menor de 15%) y actualmente supera al 30%. Se considera que la obesidad tiene una predeterminación genética. Sin embargo, es necesario que exista un medio ambiental propicio para que los genes puedan expresarse. 2-Balance energético: El exceso de tejido adiposo que caracteriza a la obesidad es producto de un ingreso que supera al gasto. Este desequilibrio puede estar dado por un alto ingreso, un bajo gasto o por la combinación de ambos. Desde sus orígenes, se consideró a la obesidad como una entidad única con un solo factor etiológico: la sobreingesta. A partir de 1980 se realizaron estudios que examinaron la cantidad y calidad de la comida ingerida por las personas obesas y las no obesas y no se encontraron diferencias significativas en ambos grupos de pacientes. Hoy se asume que los pacientes obesos metabolizan los alimentos de una manera menos eficiente. El aumento del tejido adiposo sería el resultante de desequilibrio en el balance energético. El gasto energético es un proceso de liberación de energía química contenida en los alimentos, que permite mantener las estructuras vitales. Está integrado por los siguientes componentes: a) Metabolismo basal: es la suma total de la energía necesaria para la síntesis proteica y el mantenimiento de las funciones vitales (balance iónico, metabolismo cerebral y hepático, etc); representa el 60-75% de las necesidades totales diarias de energía. b) Efecto térmico de la alimentación: constituye el aumento del gasto cardíaco que sigue al ingreso de la comida, necesario para la digestión; representa el 10% del gasto energético diario. c) Actividad física: corresponde al 15% del gasto energético total. Es el único componente donde se puede intervenir para aumentar el gasto. d) Termogénesis: tiene por función la transformación de la energía de los triglicéridos almacenados en calor. De este balance energético, ya enunciado como primera línea de intervención en los primeros planes terapéuticos, se mantiene aún vigente una sencilla ecuación para el tratamiento de la obesidad: Disminución de peso = Disminución de la ingesta + Aumento del gasto 3-Factores socioculturales Dos grandes factores socioculturales, desde principios de siglo hasta nuestros días, tienen influencia desfavorable en la prevalencia de la obesidad. Ellos son el sedentarismo y los cambios en el patrón de alimentación. A principios de siglo, el común de la sociedad occidental tenía un gasto calórico de 1000 a 1200 cal/día en su actividad cotidiana. Actualmente, con la incorporación de mejoras en el transporte, cintas, escaleras mecánicas, ascensores, etc., dicho gasto se ha reducido a 200 calorías por día, diferencia que se traduce en un aumento de cuatro a cinco kilogramos por año. Los ingleses realizaron mediciones similares, determinando que el patrón de actividad cotidiana en estos últimos 20 años presenta una disminución de 800 calorías por día. A este factor de marcado descenso del gasto calórico se le suma el fuerte aumento del porcentaje de grasa en los alimentos. Los cambios en la alimentación, la incorporación de la comida “chatarra”, hacen impacto en la sociedad en todos sus estratos, fundamentalmente los niños y adolescentes. 4-Factores familiares: Es evidente que la obesidad muestra una agregación familiar. Existe una fuerte correlación entre el IMC de los esposos y el del resto de la familia. 5-Factores psicológicos: Los problemas emocionales, como las situaciones de pérdida, crisis vitales, sentimiento de frustración o respuestas defensivas ante la ansiedad, angustia o depresión, pueden ser detonantes para el desarrollo y perpetuación de la obesidad. Estas situaciones pueden generar sobreingesta, a la que se denomina sobreingesta compensadora. No queda claro por qué ante situaciones similares de estrés, algunos individuos responden con hiperfagia y otros con anorexia. Diversos estudios realizados dan cuenta de que los pacientes obesos presentan, en general, una estructura de personalidad infantil y narcisista, en la que se gobierna el principio del placer y la ley de la satisfacción inmediata. Tienen muy poca tolerancia a la frustración y tienden a la depresión. Son pacientes “evitadores” de conflictos y negadores. Hasta los años cincuenta, los fracasos terapéuticos llegaban al 100%. En los años sesenta, con el desarrollo de las escuelas psicológicas conductistas y el abordaje sistémico, se observó una mejoría significativa en los resultados del tratamiento de la obesidad, especialmente en el logro del descenso de peso durante la implementación del tratamiento inicial. 6-Factores endocrinos y metabólicos primarios: Algunas fallas endocrinológicas primarias son causantes de exceso de peso y obesidad. Las más importantes son el hipotiroidismo, el síndrome de Cushing y el síndrome de ovario poliquístico. Sin embargo, la suma de todas las causas endocrinológicas juntas constituyen sólo el 2% de las causas de la obesidad. 7-Mecanismos que desencadenan o reciclan la obesidad: A principios de la década de los setenta se formuló la teoría del “set point metabólico”.7 Esta teoría revolucionó el enfoque de la obesidad, concluyendo que las dietas periódicas restrictivas desarrollan mecanismos compensadores metabólicos que facilitan el ahorro de calorías. Estos mecanismos compensadores son dos: a)Mecanismos metabólicos Debido al “efecto yo-yo” de las dietas (se denomina así a la tendencia a recuperar la cantidad de kilos bajados en una dieta “clásica” o restrictiva), el peso se recupera más fácilmente luego de cada nueva dieta. Por otro lado, ante un nuevo intento de bajar de peso, el descenso se producirá más lentamente. En otras palabras, luego de cada descenso de peso a causa de una dieta, se recuperará más fácilmente el peso inicial y se adelgazará más lentamente ante un nuevo intento. Posiblemente, las fallas en las respuestas terapéuticas al tratamiento de la obesidad se deban a mecanismos metabólicos compensatorios, que intentan mantener el peso corporal alterado. b)Síndrome de inanición Las dietas producen efectos en las personas, independientemente si son obesas. Se comprobó que, al tiempo de implementar dietas restrictivas en personas sanas (sin ningún trastorno de la alimentación previo), se desarrollaban cambios en la conducta. A estos cambios se los denominó síndrome de inanición. 7 Historia de la terapéutica del paciente con sobrepeso. Primera edición, 2005. Este síndrome consta de cambios en la personalidad y en el carácter y produce el desarrollo de patrones de conducta alimentaria anormales. Algunos de los cambios de personalidad son: irritabilidad, apatía y aislamiento, síntomas de depresión, disminución de la autoestima, ansiedad, menor rendimiento intelectual y disminución de la libido. Por otro lado, los patrones de conducta alimentarias anormales son la preocupación extrema por la comida (almacenar alimentos), las ingestas a escondidas y a horas no usuales (como a la madrugada), la aparición de atracones e incluso, de mecanismos compensatorios, como el vómito. El síndrome de inanición puede presentarse en personas de peso normal con la implementación de dietas restrictivas. Los pacientes con sobrepeso y obesidad que realizaron voluntariamente este tipo de dietas mostraron los mismos cambios. Otro defecto de la dieta restrictiva fue la aparición, en algunos pacientes, de bulimia nerviosa. Algunos pacientes refirieron que sus atracones comenzaron en el transcurso de una dieta restrictiva o de un ayuno. Por otro lado, las dietas restrictivas han sido señaladas como predictoras de estrés. La dieta restrictiva es la causa que desencadena, más frecuentemente, una recaída de los trastornos de la alimentación (bulimia o anorexia). El efecto de una dieta restrictiva, en pacientes con exceso de peso y obesidad, genera lo que se denomina mecanismos de contraregulación. Estos mecanismos son la aparición de ingestas impulsivas-compulsivas. Luego de estas ingestas, el paciente continúa su dieta en un ciclo autoperpetuado de control y descontrol. Diversos factores son predisponentes como la edad, la estructura de la personalidad, la profesión (deportista, bailarina). Al continuar la dieta restrictiva, estos pacientes deben reparar el impacto de una ingesta descontrolada y abundante. Para dicha reparación deben realizar algún mecanismo compensatorio como el ayuno prolongado, el uso de laxantes o diuréticos, los vómitos o la actividad física. I.4 DIAGNÓSTICO Para hacer el diagnóstico de obesidad debe medirse la grasa corporal total y su distribución, para luego relacionarla con la talla, sexo y la edad. I.4.1 Métodos antropométricos La ventaja de estos métodos es que son económicos y fácilmente aplicables en el consultorio del médico de familia. Se toman como base las medidas del cuerpo, utilizando la balanza y la cinta métrica. a) Índice de masa corporal (IMC) Este índice se calcula dividiendo el peso sobre la talla al cuadrado. Es un muy buen indicador de la relación que existe entre el peso y la cantidad de grasa de un individuo, ajustado por la influencia de la talla. En otras palabras, esto significa que con el peso y la talla puede determinarse si el individuo tiene normopeso, sobrepeso u obesidad. Se toma como valor normal un índice de entre 19 y 25. El IMC es aceptado internacionalmente, es fácilmente reproducible, tiene gran valor diagnóstico y pronóstico y se emplea tanto para la investigación como para la práctica diaria del médico. b)Circunferencia de la cintura Se valora con una cinta métrica la circunferencia mínima de la cintura con el paciente de pie. Es útil para realizar en todos los pacientes con sobrepeso y con obesidad, pero pierde utilidad cuando el IMC supera el valor de 35. Permite evaluar la distribución de la grasa corporal y detectar a los pacientes con obesidad visceral (que es el subtipo más relacionado con el desarrollo de enfermedad coronaria). Los hombres que presentan una circunferencia de cintura mayor de 102 centímetros y las mujeres con una medición de más de 88 cm presentan mayor riesgo de padecer diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión y enfermedad cardiovascular, y constituye uno de los criterios diagnósticos del síndrome metabólico.8 I.4.2 Métodos Tecnológicos Los métodos tecnológicos utilizan instrumentos de medición variados y sofisticados que no son aplicables en el consultorio del médico de atención primaria. a)Espesor del pliegue cutáneo Mide la grasa depositada en el tejido celular subcutáneo utilizando un instrumento pequeño semejante a una pinza, llamado plicómtero. Con este instrumento se mide, por convención y con el paciente de pie, la región tricipital, subescapular, abdominal y superior de los muslos del lado derecho del cuerpo. Esta medición no es sencilla ni fácilmente reproducible. Se considera diagnóstico de obesidad a los valores superiores al percentilo 90 de los de referencia en tablas especiales. b)Bioimpedancia Es la medición de la resistencia al paso de la corriente a través del cuerpo. La grasa, a diferencia del tejido magro, no conduce bien la electricidad. Con este método, se logra una buena estimación del porcentaje del tejido adiposo y de su correlación con el tejido muscular. La bioimpedancia es muy utilizada para el entrenamiento físico-deportivo de alta competición. 8 Diagnóstico de obesidad. Medicina Familiar y práctica ambulatoria. Adolfo Rubinstein 2da edición. c) Otros Aquí se incluyen la tomografía computarizada y la resonancia magnética. Son técnicas más sofisticadas y caras para determinar la distribución de la masa grasa corporal. Su utilización no se traduce en beneficios para realizar el diagnóstico o para evaluar tratamiento. I.5 CLASIFICACIÓN En los pacientes obesos, la morbimortalidad está directamente relacionada con el grado de obesidad, la edad de comienzo de la enfermedad y la distribución de la grasa corporal. La asociación con otras patologías puede modificar el riesgo. Existen diferentes clasificaciones. Son dos, las más prácticas en el consultorio. CLASIFICACIÓN DE LOS PACIENTES SEGÚN SU ÍNDICE DE MASA CORPORAL ESTADO IMC NORMAL 18.5 a 24.9 SOBREPESO 25 a 29.9 OBESIDAD CLASE I 30 a 34.9 OBESIDAD CLASE II 35 a 39.9 OBESIDAD CLASE III >40 CLASIFICACIÓN DE PACIENTES SEGÚN SU % EXCESO DE PESO ESTADO % EXCESO DE PESO OBESIDAD LEVE 10 a 40 % OBESIDAD MODERADA 40 a 100% OBESIDAD MORBIDA >100% Del total de pacientes obesos, el 90% presenta obesidad leve, el 9% moderada y el 0.5 al 1.7% mórbida. La complicación médica más importante de la obesidad es el aumento de la mortalidad por enfermedad coronaria. Está demostrado que cuanto más severa es la obesidad mayor es el riesgo coronario. Por ejemplo, la obesidad mórbida aumenta 12 veces el riesgo de mortalidad global en los pacientes de 25 a 34 años. Si bien la obesidad, en general, se asocia con un aumento global de la morbimortalidad, existen diferentes subtipos de obesidad que se vinculan en mayor medida con diferentes enfermedades. obesidad. Según los National Institutes of Heath, existen cuatro fenotipos de La obesidad tipo III se asocia con enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular, hipertensión arterial, hiperinsulinemia, insulinorresistencia, diabetes, hipertrigliceridemia y disminución de HDL. Las tipo I y II se asocian con dislipidemias, enfermedad cardiovascular, insulinoresistencia, intolerancia a los hidratos de carbono y, en la mujer, con mayor riesgo de cáncer de mama y endometrio (probablemente por la retención de estrógenos a nivel graso). I.6 ABORDAJE TERAPÉUTICO El objetivo de la evaluación del paciente con obesidad es determinar el grado de obesidad y la presencia de factores de riesgo que afecten o modifiquen el tratamiento. Es importante destacar que el tratamiento del paciente no solo implica el descenso de peso, sino también el mantenimiento del peso alcanzado y el control adecuado de los factores de riesgo existentes. En las primeras consultas, el médico debe tomar conocimiento acerca del tipo de paciente que consulta, del tipo de obesidad y de los factores que aumentan la morbimortalidad a mediano o largo plazo. Pasos a seguir: 1-Determinar las medidas antropométricas Prácticamente el diagnóstico de obesidad el médico lo hace “cuando el paciente entra al consultorio”, no obstante es importante realizar las mediciones correspondientes para evaluar el grado de sobrepeso u obesidad y la presencia de obesidad abdominal. La tarea es simple y sencilla y puede ser realizada en el consultorio. Se debe tomar la altura y el peso del paciente para determinar el IMC y medir la circunferencia de la cintura. 2-Evaluar el riesgo cardiovascular y de enfermedades coexistentes Cada paciente debe recibir una evaluación de su riesgo cardiovascular. Para ello, se intenta detectar la presencia de factores de riesgo cardiovasculares como: hipertensión arterial, tabaquismo, LDL elevado, HDL bajo, historia familiar de enfermedad coronaria precoz, diabetes o glucemia alterada de ayuno y apneas del sueño. Además, se deben buscar lesiones que confirmen la “presencia” de enfermedad cardiovascular como enfermedad coronaria, arteriopatía periférica, enfermedad carotídea, etc. RIESGO DE DM TIPO II, HTA, Y ENFERMEDAD CORONARIA SEGÚN IMC Y CIRCUNFERENCIA ABDOMINAL PESO IMC Circunferencia normal Circunferencia alterada NORMAL 18.5 a 24.9 SOBREPESO 25 a 29.9 Incrementado Alto OBESIDAD I 30 a 34.9 Alto Muy Alto OBESIDAD II 35 a 39.9 Muy alto Muy Alto OBESIDAD III >40 Extremadamente alto Extremadamente alto Luego de determinar el riesgo cardiovascular, el médico debe iniciar la búsqueda de otros problemas de salud que puedan empeorar su evolución con la obesidad, como la osteoartritis, la litiasis vesicular o los problemas ginecológicos (amenorreas, metrorragias) 3-Considerar la posibilidad de obesidad secundaria La probabilidad que la obesidad sea debida a una causa secundaria es muy baja. A pesar que muy pocos casos la obesidad puede deberse a alguna causa identificable (causas secundarias), es importante que estas sean evaluadas inicialmente. Las medicaciones que pueden causar aumento de peso son: antidepresivos (paroxetina, sertralina, tricíclicos), neurolépticos, corticoides, insulina y sulfonilureas. De las enfermedades que pueden cursar con obesidad secundaria, las más frecuentes son el hipotiroidismo, la poliquistosis ovárica y la enfermedad de Cushing. Ante la sospecha de alguna de estas entidades, se deberán realizar las pruebas adecuadas para arribar a su diagnóstico o interconsultar al especialista. Siempre es importante en todo paciente con sobrepeso u obesidad investigar las circunstancias del comienzo del incremento de peso y los factores concurrentes (embarazos, desajustes afectivos u otros cambios vitales). También se debe evaluar la relación del paciente con la actividad física. Todo esto permite saber ante qué pacientes estamos y cuáles son sus dificultades, y planear estrategias terapéuticas para sortear los obstáculos que el médico encuentre. I.7 TRATAMIENTO La prevalencia de la obesidad se ha incrementado en la población, tanto en la niñez como en la adolescencia y la edad adulta. Por lo general, las complicaciones aparecen en el adulto. El problema es que, por un lado, es muy poco probable que un adulto pueda cambiar sus hábitos para lograr bajar de peso y mantenerlo, y por el otro, sus complicaciones ya se encuentran presentes. En otras palabras, el médico habitualmente llega tarde. Por lo tanto, la prevención de la obesidad en la infancia y el tratamiento efectivo del sobrepeso en el niño son esenciales para evitar las complicaciones de la obesidad, se deberá trabajar con el núcleo familiar, promoviendo fundamentalmente un plan de alimentación saludable, actividad física, hábitos y conductas saludables. Los niños obesos de tres a nueve años, con antecedentes de padres obesos, son los candidatos ideales para comenzar el tratamiento de sobrepeso. Teniendo en cuenta que la obesidad es una enfermedad crónica que se asocia con el aumento de la mortalidad, es importante definir a quién tratar. Existen indicaciones precisas para recomendar bajar de peso. Los pacientes que deben bajar de peso son: a) Todos los pacientes obesos definidos por un IMC mayor de 30 b) Los pacientes con IMC superior a 27 y alto riesgo porque presentan una circunferencia de cintura anormal o factores de riesgo cardiovasculares. Sin embargo, ante los desalentadores resultados terapéuticos, se han cambiado fundamentalmente las metas de éstos. Desde siempre, el único objetivo fue bajar de peso y mantenerlo. Los objetivos actuales en el tratamiento de la obesidad son los siguientes: lograr una significativa pérdida de peso sostenida en el tiempo (descenso del 5% del peso total corporal o un punto del IMC por más de un año), mejorar los factores de riesgo asociados e incorporar hábitos saludables como alimentación adecuada, actividad física, controles periódicos de salud, recreación y socialización del paciente obeso. Numerosos estudios han examinado los probables efectos adversos de las distintas intervenciones para lograr un descenso de peso en los pacientes obesos. Luego de analizar los diferentes trabajos, se concluyó que no hay suficiente evidencia de que la variación del peso en los humanos (yo-yo) tenga efectos adversos y se alienta a realizar esfuerzos para intentar el descenso de peso todas las veces que sea necesario. Este concepto es muy importante: por un lado, hemos visto que el yo-yo (subir y bajar de peso) puede ser un determinante etiológico del mantenimiento de la obesidad. Sin embargo, no es correcto, como se creía antes decirle al paciente: “No sirve de nada bajar, si no lo mantiene”. Este concepto debe cambiar por el concepto más moderno: “baje de peso, si logra mantenerlo mejor, pero si no lo logra también vale el intento”. Los beneficios de la pérdida moderada de peso en pacientes con obesidad moderada, grave o mórbida, derivan de las mejorías de otras patologías agregadas (HTA, diabetes, dislipidemias). El tratamiento clásico para la obesidad consiste en la instrumentación de cinco medidas terapéuticas: I.7.1Plan alimentario: Es conveniente que todo individuo sea sano o enfermo, con exceso de peso o sin él, realice como mínimo cuatro ingestas en el día (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Pueden agregarse dos ingestas opcionales. El logro de este simple objetivo es el primer paso para tratar cualquier trastorno de alimentación. Además, es fundamental para poder continuar con el tratamiento, ya que si no se consigue el cumplimiento de esta primera consigna, no se puede seguir adelante. Es muy frecuente que los pacientes, en su intento por bajar de peso, recurran a ayunos parciales o a comer, por ejemplo, una vez al día. Este tipo de actitudes son nocivas. Sólo después de haber incorporado las cuatro comidas, se puede comenzar a trabajar con el paciente sobre la cantidad y calidad del alimento. El plan alimentario será mejor cuanto más variado sea. Lo ideal es que se contemple todos los alimentos. Dicho de otro modo, más de lo que se come debe modificarse cuánto y cuándo se come. Es muy importante (y además da sensación de libertad) que el médico autorice al obeso a comer lo que quiera, pero en fórmula equilibrada. No debe haber alimentos prohibidos. La base es una alimentación variada. El paciente no debe “estar a lechuga y tomate” sino debe tener un plan alimentario basado en verduras. Otro concepto importante es que no debe haber restricciones ni tampoco periodos prolongados de ayuno. Todo trastorno de la alimentación se mejora comiendo bien. Las dietas clásicas que todos conocemos (dieta disociada, de la luna, de la sopa, del astronauta, de la manzana) son dietas basadas en la restricción alimentaria, esta restricción lo único que genera es compulsión una avidez extrema por comer determinado alimento. Por otra parte, el médico debe supervisar que todo intento de plan alimentario incluya las cuatro comidas y no tenga periodos de ayuno. Como puede observarse, para indicar un plan alimentario, no es necesario hacer un cálculo de las calorías de los alimentos, ni escribir una dieta detallada, ni tener conocimientos específicos sobre nutrición. Solamente es necesario que el médico de familia se interese por su paciente, por su historia personal y logre establecer una correcta relación para ayudarlo en la difícil tarea de mantener un plan alimentario adecuado. I.7.2 Plan de actividad física: Entre el 50 y el 60% de la población occidental es sedentaria, mientras que sólo el 20% realiza actividad física en forma regular. El sedentarismo es el más común de los factores de riesgo de enfermedad coronaria. Se han realizado estudios que demostraron que la realización de ejercicios aeróbicos regulares disminuye la mortalidad por todas las causas. La actividad física es el mejor predictor del éxito terapéutico en el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso. Asimismo, es fundamental para el mantenimiento del peso, luego del tratamiento. La actividad física determina un aumento en la masa magra muscular (único tejido metabólicamente activo), favorece la oxidación de los lípidos y provoca un balance calórico negativo. También aumenta el efecto termogénico de los alimentos, aumenta la sensibilidad de los receptores periféricos a la insulina, disminuye la presión arterial, aumenta la respuesta lipolítica a las catecolaminas, disminuye los triglicéridos y aumenta la HDL. El ejercicio contribuye en gran medida a disminuir el tejido adiposo visceral. El efecto de la actividad física sobre la insulina, los triglicéridos y la presión arterial es independiente del descenso de peso. Por el contrario, el aumento de las HDL requiere de la disminución del peso corporal total, además de la actividad física. Es necesario que la actividad física comience muy lentamente, teniendo en cuenta que casi el 100% de los pacientes obesos son sedentarios y el sobrepeso les impide movilizarse con facilidad. La indicación inicial puede ser: “camine cinco cuadras por día y vaya incrementando lenta y progresivamente”. Se recomienda que la actividad sea al principio aeróbica. Si hay mucho sobrepeso, no se recomienda realizar una actividad de gran impacto, como trotar o correr. Luego que el paciente realice la actividad aeróbica, puede incorporarse una actividad física anaeróbica. Ambos tipos de actividad física deben practicarse diaria y crónicamente no menos de 30 minutos por día. I.7.3 Programa grupal y multidisciplinario La conformación de equipos multidisciplinarios permite el abordaje más integral de una patología crónica y multifactorial, como es la obesidad. Los programas grupales y multidisciplinarios son fundamentales para el tratamiento y el mantenimiento de los pacientes obesos. En ellos, puede brindarse correcto asesoramiento, control de los planes de alimentación y, fundamentalmente, contención grupal. Los fines de estos programas no son sólo el descenso del peso sino también fomentar el cambio de hábito en los pacientes, la detección de situaciones de riesgo y el automonitoreo de la ingesta y actividad física. El aprendizaje de estas pautas le permite al paciente ocupar un rol activo en el tratamiento y evitar el efecto yo-yo de las dietas. Los equipos multidisciplinarios realizan distintos abordajes terapéuticos, según la evolución de los pacientes. Se componen de profesores de educación física, nutricionista, asistente social, terapista corporal, psicólogo, secretario y médico de atención primaria. Los pacientes llegan a los grupos derivados por los médicos de familia o por otros pacientes que hayan hecho la experiencia terapéutica. Estos programas suelen constar de tres etapas o grupos: el grupo I o educativo, el grupo II o terapéutico y el grupo III o recuperados. I.7.4 Grupos educativos Brindan los conocimientos básicos para comprender la enfermedad y las herramientas para enfrentar las dificultades que implica bajar de peso. Se enseña un plan alimentario no restrictivo, con un sistema de reemplazos, en donde se incluyen todos los alimentos. Se trabaja de manera teórica y práctica con clases de gimnasia orientadas a pacientes obesos. Se propone, como herramienta terapéutica, la búsqueda y el logro de cambios graduales. Al principio se persiguen cambios mínimos y más tarde la determinación de metas finales, que no sólo son las vinculadas al descenso de peso. También se trabaja con el esquema y la imagen corporal, falla que se encuentra como común denominador en todos los pacientes que presentan trastornos de la alimentación. Recuérdese que el objetivo de los programas no solo es el descenso del peso, sino también la adopción de conductas que favorezcan cambios de hábitos, el automonitoreo de la ingesta y de la actividad física, y de la detección de situaciones de riesgo. I.7.5 Grupos terapéuticos Trabajan las dificultades que surgen para realizar el tratamiento ya aprendido. Los pacientes deben concurrir al gimnasio, como mínimo, tres veces por semana. Es común que concurran más veces e incluso organicen actividades los domingos, como caminatas y marchas aeróbicas, donde participen, además de los pacientes, familiares y amigos. La duración puede ser de tres a doce meses, según el grado de obesidad y las características de la personalidad de los pacientes que integran los grupos. I.7.6 Grupos de pacientes recuperados Se reúnen una vez por mes y es optativo concurrir al gimnasio. Se los insta a que busquen otras alternativas que no tengan que ver con el ámbito médico, como concurrir a un club o realizar algún deporte. I.7.7 Tratamiento farmacológico El tratamiento farmacológico en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad solo se emplea en el contexto de un tratamiento combinado como el citado procedentemente (plan alimentario hipocalórico, plan de actividad física y modificación de hábitos de vida) en un paciente con incremento de la morbimortalidad por el peso y nunca en un paciente que quiere descender de peso con fines “cosméticos”. Las indicaciones formales de utilizar drogas para bajar de peso son: 1) Pacientes con obesidad y 2) Pacientes con IMC > 27 y alto riesgo por la presencia de obesidad abdominal o por factores de riesgo cardiovascular que se encuentren realizando un plan alimentario adecuado, actividad física y modificación de los hábitos de vida. No deben utilizarse fármacos en aquellos pacientes que no llevan adelante cambios en los hábitos cotidianos. Los fármacos recomendados actualmente por las guías terapéuticas para el tratamiento de la obesidad son la sibutramina y el orlistat.9 II. ANSIEDAD II.1 INTRODUCCIÓN Sentirse nervioso es una experiencia humana universal que, en ocasiones permite el crecimiento y desarrollo de del individuo, así como la resolución de algunas situaciones de la vida cotidiana o de conflictos en el seno familiar, social o laboral, experiencia conocida como ansiedad de adaptación. La ansiedad, es una sensación de inquietud, temor y/o molestia que puede estar acompañada por síntomas físicos como sudoración en las manos, taquicardia, etc. Cuando este conjunto de síntomas y molestias es de tal intensidad que causa incomodidad e interfiere en la vida laboral o cotidiana del paciente, se convierte en un problema médico. El reconocimiento de estos trastornos, así como la elección de la estrategia a implementar y el momento de hacerlo, pueden ser un desafío para los médicos. Por otro lado el abordaje debe contemplar el reconocimiento de la personalidad del paciente, su familia, su contexto social más amplio y su medio laboral, a través de una escucha empática. Los distintos tipos de tratamiento psicológico son una herramienta fundamental en la terapéutica de estos problemas, en los cuales la función del médico de familia es no solo brindar un tratamiento psicofarmacológico específico para resolver el problema que motiva la consulta, sino también la orientación permanente y a largo plazo que pueda brindar el seguimiento longitudinal. Los trastornos de ansiedad incluyen las crisis de angustia (o pánico) con agarofobia o sin ella, las fobias (incluyendo la social), la ansiedad generalizada, el trastorno obsesivocompulsivo y el desorden por estrés postraumático. Es preciso reconocer que la ansiedad y 9 Efectos secundarios cardiogénicos para infarto agudo de miocardio y trastornos de la repolarización. FDA 2009. la depresión son cuadros de gran comorbilidad y que el tratamiento de ambas tiene gran superposición. Los inhibidores de la recaptación de serotonina son los medicamentos de elección en la mayoría de estos trastornos, mientras que la psicoterapia es el tratamiento inicial de elección para el estrés postraumático y la fobia. II.2 EPIDEMIOLOGÍA En conjunto, los trastornos por ansiedad constituyen un problema muy frecuente en la población general y de las entidades más comunes en salud mental; se estima que alrededor del 25% de la población sufre ansiedad patológica en algún momento de la vida, con predominancia en el sexo femenino. Tanto este tipo de cuadro como el pedido de alguna “píldora para los nervios” son un motivo de consulta muy habitual en la atención primaria. Estos pacientes suelen utilizar mucho los servicios de salud, generando más consultas, más estudios y más interconsultas con especialistas. II.3 PRESENTACIÓN CLÍNICA La ansiedad es un síntoma que puede estar presente en diferentes patologías. Existen tres entidades que se presentan estrechamente ligadas y, que a veces, resulta difícil diferenciar en un paciente con ansiedad. Son la depresión, el abuso de sustancias y las enfermedades en las cuales la ansiedad es un síntoma secundario. La interrelación entre ansiedad y depresión es tan importante, que en general, se tratan en forma conjunta. Algunas de las entidades de los trastornos de ansiedad llevan implícito alteraciones en conductas alimentarias, a pesar que no corresponde a un síntoma primario, el trastorno obsesivo compulsivo cursa en ocasiones con problemas alimentarios graves. II.3.1 TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO Afecta al 2.5% de la población. Se caracteriza por la presencia de obsesiones o compulsiones que son lo suficientemente graves como para causar ansiedad en el paciente o interferir en sus funciones. Este trastorno es de difícil manejo, por su gran complejidad. La interconsulta con un psiquiatra es de gran ayuda para confirmar el diagnóstico y para determinar un tratamiento. El 80% no mejora pero en el 40% disminuyen los síntomas. En el DSM-IV se define a las obsesiones como pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan, en algún momento del trastorno, como intrusos e inapropiados y que causan un malestar acentuado o ansiedad. No se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real, sino que intenta ignorarlas, suprimirlas o neutralizarlas mediante otros pensamientos o actos. A diferencia de los pacientes, psicóticos, estas personas reconocen que estos pensamientos, imágenes o impulsos obsesivos son producto de su mente y no son impuestos. Las compulsiones se definen como comportamientos o actos mentales de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar. Pueden producirse en respuesta a una obsesión o por reglas que se deben seguir estrictamente. El objetivo de estas operaciones o comportamientos mentales es la reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos. Sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales no están siempre conectados en forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir, y resultan claramente excesivos. II.4 TRATAMIENTO Considerando que la ansiedad es una experiencia humana universal y que los trastornos de ansiedad no lo son, la pregunta que nos hacemos en el consultorio es ¿Cuándo tratar a un paciente con ansiedad? ¿Cuál es la estrategia más eficaz en este paciente?. Hay una serie de medidas generales difundidas ampliamente. La actividad física es un buen ejemplo de ello, y estudios comparativos la reconocen tan eficaz como los mejores tratamientos farmacológicos. También existen estrategias para manejar el estrés desde los problemas, desde el individuo y desde las herramientas. Otra consideración general es el tratamiento psicológico en sus diferentes modalidades, como la terapia cognitivoconductual y la terapia conductual. La terapia cognitivo-conductual es útil como monoterapia o en combinación con antidepresivos. Se basa en que los síntomas son producto de una distorsión cognitiva que genera una conducta mal adaptativa. El candidato a tratamiento farmacológico, es el paciente que presenta síntomas de ansiedad que interfieren en su calidad de vida o aquellos en los que se desea prevenir el desarrollo de complicaciones. Antes de indicar un tratamiento farmacológico para ansiedad debe considerarse los síntomas, el compromiso de la calidad de vida y el riesgo de abuso de sustancias. El tratamiento farmacológico de primera elección en la mayoría de los cuadros de ansiedad son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Tienen la misma eficacia que los antidepresivos tricíclicos, pero se toleran mejor, por lo que han ganado mayor aceptación general entre los pacientes y los médicos. Por otro lado existe suficiente evidencia como para recomendar el uso de antidepresivos como fármacos de primera línea en el tratamiento farmacológico de los trastornos de ansiedad. Se ha observado que las benzodiacepinas ofrecen un alivio sintomático rápido, pero los antidepresivos a las 4 semanas logran mayor estabilidad del paciente, mayor remisión de los síntomas, menor tasa de recaídas y más fáciles de suspender que los ansiolíticos. III. DEPRESIÓN III.1 INTRODUCCIÓN Los médicos de familia tienen un alto número de consultas relacionadas implícita o explícitamente con la depresión, lo que nos obliga estar entrenados en la detección y el manejo de este problema. Los pacientes que presentan depresión se caracterizan por generar una elevada demanda al sistema de salud debido a la gran cantidad de consultas que realizan por síntomas somáticos. No obstante, es frecuente observar la falta de reconocimiento de la depresión como causa del padecimiento, lo que produce respuestas inapropiadas. Se estima que menos de la cuarta parte de los pacientes con este tipo de patologías recibe un tratamiento adecuado. Sólo una minoría de los pacientes accede al tratamiento por un psiquiatra; para el resto su única posibilidad de tratamiento es la que su médico de atención primaria puede ofrecerle, que puede brindar una atención de calidad si conoce del cuadro y pone en práctica todas las herramientas que tiene en este nivel de atención. III.2 EPIDEMIOLOGÍA La Organización Mundial de la Salud estima que para el 2020 la depresión será la segunda causa más importante de discapacidad, después de la enfermedad isquémica coronaria. Los desordenes depresivos provocan un deterioro progresivo de la calidad de vida y un gran gasto en salud debido a la múltiple utilización de los servicios y a la pérdida de los días de trabajo. La depresión es una de las principales causas de consulta en atención primaria y en ocasiones la primera. La estadística refleja que el Médico de Familia atiende en promedio al menos dos casos de depresión al día. III.3 FISIOPATOGENIA Es indiscutible el papel de la herencia en la génesis de la depresión, múltiples estudios controlados han dejado claro que el ADN es en ocasiones el único factor presente en diversos casos de desarrollo de estados depresivos. Es indiscutible, el papel de los neurotransmisores en el desarrollo de esta patología y su papel en el tratamiento farmacológico. III.4 PRESENTACIÓN CLÍNICA Si bien la depresión se asocia con “tristeza”, la mayoría de los pacientes no la refiere en forma espontanea en la consulta. El médico debe ser capaz de vencer una serie de barreras que limitan el diagnóstico. La tristeza no es el síntoma predominante en todos los estados depresivos, y menos aún su carta de presentación. Los trastornos depresivos en el primer nivel de atención suelen asociarse a síntomas de ansiedad y quejas somáticas. Los pacientes deprimidos sufren distintos dolores somáticos; los más frecuentes son el de cabeza (60%), abdomen (29%), espalda (39%) y pecho (20%). También debe sospecharse depresión con alteraciones del sueño, astenia o cuando hay dos o tres síntomas no relacionados entre si. Por las dificultades anteriores y los problemas para su clasificación, se han establecido criterios para facilitar su diagnóstico y tratamiento secundario (DSM-IV). III.5 SISTEMATICA DE ESTUDIO El diagnóstico es clínico, pero puede ser necesario realizar un examen neurológico, se les interrogue con mucha delicadeza sobre el uso de sustancias psicoactivas, y se investigue la existencia de hipotiroidismo y eventualmente anemia cuando el cuadro lo sugiere. Aún no se ha encontrado ningún estudio de imagen que seas útil para el diagnóstico de depresión. Se utilizan diferentes tipos de escalas como Beck, Prime-MD, Zung, Hamilton; cuya validación se ha hecho comparándola con la entrevista clínica. Pueden ser útiles en caso de duda diagnóstica o para tener un parámetro objetivo de medición de resultados. III.6 TRATAMIENTO La selección del tratamiento es una decisión que debe ser compartida entre el médico y el paciente, permitiendo una mejor adherencia. Existen tratamientos farmacológicos, psicoterapias, tratamiento electroconvulsivo y la combinación de ellos. La psicoterapia demostró su efectividad en distintas modalidades. La terapia interpersonal y la cognitiva conductual han mostrado resultados comparables con los antidepresivos. Los antidepresivos tiene una efectividad demostrada en todas las formas de depresión y son el tratamiento de elección cuando: el paciente los prefiere, no existe la posibilidad de psicoterapia, el paciente ha respondido previamente a ellos. La terapia electroconvulsiva, muy resistida en algunos países de Latinoamérica por el abuso que se hizo de ella, incluso como castigo o dominación social en los antiguos “loqueros”, esta indicada en depresiones resistentes a otros tratamientos, alto riesgo de suicidio difícil de contener y situaciones en que los fármacos no son recomendables por sus efectos secundarios. IV. ESCALA DE GOLDBERG SUBESCALA DE ANSIEDAD 1. ¿Se ha sentido muy excitado, nervioso o en tensión? 2. ¿Ha estado muy preocupado por algo? 3. ¿Se ha sentido muy irritable? 4. ¿Ha tenido dificultad para relajarse? (Si hay 2 o más respuestas afirmativas, continuar preguntando) 5. ¿Ha dormido mal, ha tenido dificultades para dormir? 6. ¿Ha tenido dolores de cabeza o nuca? 7. ¿Ha tenido alguno de los siguientes síntomas: temblores, hormigueos, mareos, sudores, diarrea? (síntomas vegetativos) 8. ¿Ha estado preocupado por su salud? 9. ¿Ha tenido alguna dificultad para conciliar el sueño, para quedarse dormido? TOTAL ANSIEDAD: > 4 SUBESCALA DE DEPRESIÓN 1. ¿Se ha sentido con poca energía? 2. ¿Ha perdido usted su interés por las cosas? 3. ¿Ha perdido la confianza en sí mismo? 4. ¿Se ha sentido usted desesperanzado, sin esperanzas? (Si hay respuestas afirmativas a cualquiera de las preguntas anteriores, continuar) 5. ¿Ha tenido dificultades para concentrarse? 6. ¿Ha perdido peso? (a causa de su falta de apetito) 7. ¿Se ha estado despertando demasiado temprano? 8. ¿Se ha sentido usted enlentecido? 9. ¿Cree usted que ha tenido tendencia a encontrarse peor por las mañanas? TOTAL DEPRESIÓN: > 3 La escala de ansiedad y depresion de Goldberg es un instrumento de cribaje para detectar la ansiedad y la depresión. Su aplicación es hetero-administrada, intercalada en el contexto de la entrevista clínica, en la que se interroga al paciente sobre si ha presentado en las últimas dos semanas alguno de los síntomas a los que hacen referencia los ítems; no se puntúan los síntomas que duren menos de dos semanas o que sean de leve intensidad. Interpretación: cada una de las subescalas se estructura en 4 items iniciales de despistaje para determinar si es o no probable que exista un trastorno mental, y un segundo grupo de 5 items que se formulan sólo si se obtienen respuestas positivas a las preguntas de despistaje (2 o mas en la subescala de ansiedad, 1 o más en la subescala de depresión). Los puntos de corte son > o igual a 4 para la subescala de ansiedad, y >o igual a 2 para la de depresion. El instrumento está diseñado para identificar probables casos no para diagnosticarlos.10 Propiedades psicométricas: la escala global tiene una sensibilidad del 83% y una especificidad del 82%. La subescala de depresión muestra una alta sensibilidad para captar los pacientes diagnosticados de trastornos depresivos (85.7%), con una capacidad discriminante para los trastornos de ansiedad del 70%. La de ansiedad tiene una sensibilidad del 72% pero una mayor capacidad de discriminar. V. ESTRATEGIA TOPIC 10 Puntaje de Goldberg, probabilidad de alteración del estado de ánimo, herramienta no diagnóstica. Task Oriented Process In Care es una herramienta utilizada por Médicos de Familia que simplifica la consulta médica facilitando los motivos de consulta del paciente y que espera el paciente con respecto al resultado. Un paciente puede asistir al consultorio médico familiar por las siguientes causas: -Nuevo problema -Problema crónico agudizado -Problema psico-emocional -Chequeo médico -Cambio de hábito. Para el cambio de hábito, se hace uso de la entrevista motivacional, una estrategia terapéutica fácil de aprender, factible de aplicar en atención primaria, de bajo costo y alta efectividad. Consiste en ayudar a las personas a cambiar estilos de vida o conductas de riesgo desde su propia percepción del problema. El terapeuta “motiva” o “provoca” al paciente desde su estado de cambio para que fortalezca su propia autoeficacia para lograr el cambio. Su aplicación necesita un elemento clave: A) Modelo del cambio conductual Tiene seis etapas planteado por Prochaska y Di clemente, donde se distinguen las etapas precontemplatidos y contemplativa, la determinación, la acción, el mantenimiento y la recaída. Es un modelo circular donde el paciente puede ingresar o salir con facilidad y en cualquiera de sus etapas aunque hay ciertas fases en que la salida se considera como parte normal del proceso. La fase precontemplativa es cuando el paciente solo tiene la percepción de un problema pero no realiza ninguna acción para corregirlo. La contemplativa, el paciente es consciente de un problema e inicia la búsqueda de soluciones. Determinación, implica un plan terapéutico establecido a seguir. El objetivo es hacer en el paciente, de su cambio de conductas, un hábito nuevo, que decida mantener por lo largo del tiempo. Y como se menciono con anterioridad la posibilidad de la recaída está siempre presente en cualquier fase. HIPOTESIS: “La herramienta Cambio de Hábito es efectiva para lograr en los pacientes obesos disminución de factores de riesgo y prevenir enfermedades crónicas y degenerativas”. DISEÑO METODOLOGICO Descripción del proceso: Actualmente la Unidad Médica Soyapango del Instituto Salvadoreño del Seguro Social entre sus proyectos apoyados por Médicos Residentes del Programa de Especialización de Medicina Familiar, ha implementado una Clínica de Selección que busca optimizar las consultas por día, disponibles por médicos de otras especialidades y generales adscritos a dicho centro y educar al paciente sobre el uso de los servicios del Instituto, desarrollada con horario de 7am a 12 pm de lunes a viernes. Durante esa consulta, se crea por la relación médico-paciente establecida, la confianza suficiente para proponer al paciente detectado con sobrepeso u obeso, y que cumpla los criterios de inclusión y exclusión, su participación en este estudio, haciendo ver los beneficios del mismo y se realiza un “contrato de trabajo” conocido como Consentimiento Informado; utilizando como formato el previamente establecido por la Institución. (Ver anexos) Se entrega a cada paciente una “Cartilla de Cambio de Hábito” (Ver Anexos) para identificar al paciente, y facilitar en archivo la adjudicación de citas y préstamo de expediente para consulta. En Marzo se realizó la cuantificación del número de pacientes con sobrepeso y obesos que acudieron a la clínica de selección para determinar la muestra de trabajo. Durante abril hasta agosto se ejecuto el proyecto identificando pacientes y dando seguimiento a aquellos que ingresaron al estudio, la atención fue brindada en horario de 1 a 3 pm, martes y jueves en Clínica de Médico Familiar. Al identificar al paciente como obeso por medidas antropométricas, se le explicaba el riesgo y las posibles patologías a desarrollar, y los posibles beneficios al entrar al estudio. Una vez aceptada la participación, se establecía un “contrato de trabajo”, materializado por el consentimiento informado. La estrategia incluyó una fase inicial o de captación, con una historia clínica basada en problemas y completada con la historia clínica familiar, captando los datos por entrevista. Una vez establecidos los riesgos y demás rubros por medio del instrumento se negoció el plan de tratamiento: -Evaluación por nutricionista y psicología -Incorporación al plan de actividad física -Calendarización de charla educativa y sociodramas participativo por los pacientes. -Seguimiento mensual para control de medidas antropométricas y demás parámetros. -Grupos de paciente recuperado -Confrontación del paciente con recaída UNIVERSO Todos los pacientes con sobrepeso u obesos que consultaron en la Clínica de Selección de la Unidad Médica de Soyapango en marzo de 2011. MUESTRA Selección aleatoria de un 20% de los pacientes obesos que asistieron a la Clínica de Selección de la Unidad Médica de Soyapango en marzo de 2011 y que cumplieron los criterios de inclusión y exclusión, y que desearon participar en el estudio. Total de pacientes con sobrepeso u obesos en marzo 2011: 240 pacientes Muestra para fines del investigador: 48 pacientes CRITERIOS DE INCLUSIÓN -Paciente cotizante o beneficiario del Instituto Salvadoreño del Seguro Social -Paciente con domicilio del área de influencia de la Unidad Médica Soyapango. -Paciente mayor de 18 años y menor de 60 años -Paciente sexo masculino o femenino -Paciente que no posea al momento de la entrevista inicial enfermedades cardíacas o metabólicas o que esté en estudio de ellas. -Paciente que decide participar en el estudio. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN -Paciente no cotizante o beneficiario de empleado -Paciente que resida fuera del área de influencia de la Unidad Médica Soyapango -Paciente menor de 18 años o mayor de 60 años -Paciente con enfermedad cardíaca o metabólica diagnosticada previamente o que esté en estudio de las mismas. -Paciente que no desee participar en el estudio. OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES VARIABLE DEPENDIENTE Pacientes obesos. VARIABLES INDEPENDIENTES DEFINICIÓN OPERACIONAL VALORES INSTRUMENTO Están determinados por el índice de masa corporal medido en metros al cuadrado por la formula peso en kilogramos entre la talla al cuadrado Un índice de masa corporal (IMC) de 25 y menor de 30 es considerado un paciente con sobrepeso. ENTREVISTA Un índice de masa corporal (IMC) mayor a 30mt2 da el diagnostico. EDAD Cada uno de los periodos en que se considera dividida la vida humana con la variable que en el seguro social la edades solo son personas adultas. MEDIDAS Es la subrama ANTROPOMETRICAS de la antropología que estudia las medidas de las personas CLASIFICACIÓN DE OBESIDAD Edad de 18 años en adelante sin tener una patología crónico degenerativa establecida. 1. peso en kilogramos 2. talla en centímetros 3. índice de masa corporal (IMC) medido en kilogramos por metros cuadrados. Grado de masa la fórmula del índice de corporal dado masa corporal.(IMC) por una formula. Valores. 1. sobrepeso Sobrepeso con IMC mayor a 2. obesidad 25 y menor de 30 kg/mt2. clase I 3.obesidad clase Obesidad clase I es un IMC mayor de 30 y menor o igual II ENTREVISTA ENTREVISTA ENTREVISTA 4. obesidad de 34.9 kg/mt2. clase III. Obesidad tipo II mayor de 35 y menor o igual 39.9 kg/mt2. Obesidad tipo III mayor o igual a 40 kg/mt2. RIESGOS GRADO DE ANSIEDAD O DEPRESION. RUEDA DEL CAMBIO TIPO DE FAMILIA Variables que Clasificación: pueden 1. Metabólicos predisponer al 2. Cardiovasculares adulto a tener algún proceso secundario por estas mismas. Patología que se pueden acompañar o no de la patología en estudio Es una forma de técnicas para practicar las terapias persuasivas y una forma de ser con el paciente. Se da deacuerdo al número de personas y el parentesco de ellas y que vivan en la misma casa Test de golberg. El cuestionario consta de 9 preguntas cerradas (si o no) como respuestas una puntuación de 3 o más positivas será tomado como depresión. Modelo de prochaska. Etapas: Precontemplación Contemplación Determinación Acción Mantenimiento Recaída Tipos de familia. 1. Pequeña de 0 a 4 personas 2. Mediana de 5 a 6 personas 3. Extensa más de 6 personas. ENTREVISTA ENTREVISTA ENTREVISTA ETAPA DEL CICLO VITAL FUNCIONALIDAD FAMILIAR Acontecimientos que cada familia vive divido por etapas Etapas: 1. Conformación 2. Extensión 3. Contracción 4. Disolución Según la Según el FF-SIL: dinámica familiar y como Funcional estén la Moderadamente comunicación y funcional respuestas a las Disfuncional crisis familiares Severamente disfuncional. ENTREVISTA . ENTREVISTA TÉCNICA Y HERRAMIENTA DE OBTENCIÓN DE INFORMACIÓN La información se recolectó por medio de la entrevista clínica tanto inicial como consecutiva basada en el formato de historia clínica basada en problemas e historia clínica familiar (ver anexos). Ambos formatos ya avalados internacionalmente. Se incluyó además algunos puntos propios del estudio como medidas antropométricas y estadificación y clasificación de riesgos. PROCESAMIENTO Y ANALISIS DE LA INFORMACION Para facilitar la tabulación de datos y su procesamiento, se diseño una plantía en formato Microsoft Excell que permitió obtener la totalidad de la información de forma ordenada para su posterior análisis y ser representada para el lector en tablas y gráficos que facilite su análisis y la interpretación de los resultados. RESULTADOS. GRÁFICO 1 DISTRIBUCION PACIENTES OBESOS SEGUN SEXO 0 48 FEMENINO Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. No hubo representación masculina en el estudio, como se observa en la gráfica la población femenina fue el 100% del estudio dando un sesgo solo para la población femenina. GRÁFICA 2 DISTRIBUCION PACIENTES OBESOS SEGUN EDAD 18 16 14 12 10 8 PACIENTES 6 4 2 0 15 a 19 20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 años años años años años años años años años Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. La población de mayor porcentaje que se estudio fuerón las edades de entre los 30 a 39 años que son las personas establecidas ya en sus familias y económicamente activas. GRÁFICA 3 DISTRIBUCIÓN PACIENTES OBESOS SEGUN IMC MARZO 2011 Obesidad Mórbida Obesidad tipo II PACIENTES Obesidad tipo I Sobrepeso 0 5 10 15 20 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. Como se observa en la gráfica el mayor porcentaje de pacientes que se realizaron el estudio estaba en la categoría de sobrepeso, y así descendiendo hasta el menor porcentaje fue una obesidad mórbida. Por ende se puede trabajar así con la mayoría de personas en sobrepeso y no llegar a tener mayores probabilidades de enfermedades crónico degenerativas que se potencializan con la obesidad. GRÁFICA 4 DISTRIBUCION DE PACIENTES OBESOS SEGUN RIESGO CARDIO-METABOLICO MARZO 2011 Muy alto riesgo 35% Bajo riesgo 42% Alto riesgo 23% Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. La probabilidad del desarrollo de una enfermedad crónica degenerativa ya sea cardíaca o metabólica a corto plazo, para un paciente obeso es alta y acorde a su IMC y circunferencia abdominal. GRÁFICA 5 DETECCION TEMPRANA DE ENFERMEDADES CRONICAS Y DEGENERATIVAS Hipotiroidismo Dislipidemias PACIENTES Diabetes Mellitus tipo II Hipertensión arterial 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. La gráfica representa las enfermedades que se asocian a la obesidad y las que se pueden desarrollar más rápidamente por la obesidad, teniendo como resultados en la pesquisa de enfermedades se detectaron 6 personas con enfermedades crónico degenerativas y otras 3 con enfermedades asociadas a la obesidad, dando un diagnóstico temprano y manejo adecuado. GRÁFICA 6 PRESENCIA DE ANSIEDAD Y DEPRESION EN PACIENTES OBESOS MARZO 2011 NO ENFERMEDAD PACIENTES DEPRESION ANSIEDAD 0 5 10 15 20 25 30 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. El 70% de la población presentó una asociación con estados de ánimo que aumentan o contribuyen a la obesidad. GRÁFICA 7 ETAPA EN RUEDA DEL CAMBIO MARZO 2011 25 20 15 10 5 PACIENTES 0 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. La participación activa del paciente lo ubica en ese amplio margen de etapas desde la contemplación hasta la acción y depende de cada uno el interés al objetivo del estudio y su meta en el mantenimiento de hábitos saludables. GRÁFICA 8 COMPARACIÓN DISTRIBUCIÓN OBESOS SEGUN IMC MARZO Y AGOSTO 2011 Obesidad Mórbida Obesidad tipoII Agosto Obesidad tipoI Marzo Sobrepeso Normal 0 5 10 15 20 25 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. Como se puede comprobar en la gráfica se observan muy buenos niveles en la disminución del peso corporal y también un grado menos de obesidad y sobrepeso hasta llegar al peso normal, lo que demuestra nuevamente que pacientes pueden lograr mantener su peso con las técnicas de cambio de hábito. GRÁFICA 9 20 COMPARACIÓN DISTRIBUCIÓN OBESOS SEGÚN RIESGO CARDIOMETABÓLICO MARZO Y AGOSTO 2011 18 16 14 12 Marzo 10 Agosto 8 6 4 2 0 Sin riesgo Bajo riesgo Riesgo alto Riesgo Muy alto Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. Lógicamente los pacientes que logran alcanzar estados corporales normales según su IMC, rara vez podrían tener una circunferencia abdominal que les confiera categoría de riesgo. Es decir, modificando patrones de conducta y confeccionando psiques para adoptar nuevos hábitos de vida, puede eliminar el riesgo que tiene una persona para desarrollar en futuro próximo enfermedades crónicas y degenerativas. Así también, puede funcionar en pacientes que persisten con un margen de riesgo por su circunferencia abdominal, pero hay una tendencia clara a la disminución de riesgo. GRÁFICA 10 COMPARACIÓN PRESENCIA ANSIEDAD Y DEPRESION MARZO Y AGOSTO 2011 Nada Agosto Depresión Marzo Ansiedad 0 5 10 15 20 25 30 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. La imagen corporal es un factor que influye mucho en el autoestima personal, los cambios que se logran con hábitos saludables traen consigo una proyección satisfactoria personal y sensación de bienestar y de logros de metas propuestas. Estas emociones disminuyen estados de ánimos patológicos. La proporción de personas que bajan de peso y pasan a estados sin ansiedad o depresión guardan una relación directa entre sí. GRÁFICA 11 COMPARACION ETAPA RUEDA DEL CAMBIO MARZO-AGOSTO 2011 Recaída Mantenimiento Acción AGOSTO MARZO Determinación Contemplación Precontemplación 0 10 20 PACIENTES 30 40 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. Es satisfactorio encontrar la mayor parte de la población en estudio situada en la rueda del cambio en la etapa de acción y mantenimiento pues implica un alto grado de apego al tratamiento y ello traduce el grado de satisfacción al proyecto y el progreso a una percepción y sensación de bienestar. DISCUCION No hubo representación masculina en el estudio. Al identificar al paciente con sobrepeso u obeso y proponerle la incorporación al estudio, aún explicando los posibles beneficios del mismo y los riesgos implícitos por esta patología, no desearon participar. Podría deberse a la concepción misma nacional de ver la obesidad aún como un estado y no una enfermedad per-se. La imagen del binomio “Autocuidado-femeneidad”; es decir, la persistencia de modelos “machistas” donde se concibe el control de peso y la estética como un hábito femenino. Es innegable que las nuevas generaciones masculinas tienen por el bombardeo publicitario ideologías diferentes, y adoptan el autocuidado del peso y la imagen por el interés social que ello representa y posiblemente porque la población masculina que se deseo incorporar no oscilaba en las edades de adolescencia ni adulto joven. (Tabla y gráfica 1) Muchos factores pueden explicar los rangos etáreos predominantes. El adulto propiamente dicho alcanza la madurez emocional alrededor de los 35 años, es decir el momento ideal para el autocuidado y la consolidación de una identidad. Puede coincidir la adquisición de una estabilidad laboral y económica así como establecimiento y desarrollo de una familia. Población económicamente activa que necesita una evaluación médica que avale una ausencia laboral. Por lo anterior, no puede decirse que la mayor parte de obesos se encuentran en estos rangos de edad, sino que las condiciones que se establecen y el contexto es el propicio para generar una mayor demanda de consulta a esta edad. (Tabla y gráfica 2) Puede pensarse que las campañas publicitarias y la influencia social sobre el peso y la imagen corporal generan que la población consulte prontamente al iniciar alteraciones del estado corporal y ello explique el predominio de pacientes con sobrepeso inicialmente. Esta tendencia poblacional puede facilitar la disminución a estados precoces o un peso normal y contribuir al apego al tratamiento. Sin embargo, debe insistirse en cambios de conductas y actitudes que persistan en el tiempo y vuelvan planes terapéuticos en hábitos sanos para evitar recaídas. (Tabla y gráfica 3) La probabilidad del desarrollo de una enfermedad crónica degenerativa ya sea cardíaca o metabólica a corto plazo, para un paciente obeso es alta y acorde a su IMC y circunferencia abdominal. La terapia preventiva debe ir encaminada al grupo con la menor probabilidad de desarrollar una enfermedad, sin embargo los estados con mayor riesgo aun desarrollando tales patologías tienen mejor control y menos complicaciones agudas. (Tabla y gráfica 4) Programas preventivos llevan implícito “pesquiza”, permiten detectar enfermedades silentes y asintomáticas para su pronto tratamiento y control. Alteraciones del IMC y la circunferencia abdominal se traducen en riesgo cardíaco o metabólico a futuro tal como se expresa en el porcentaje de pacientes que debuto en este estudio. Obesidad y grasa abdominal predisponen a resistencia a la insulina y posible existencia de enfermedades ocultas. (Tabla y gráfica 5) Los estados de ánimo están asociados a trastornos alimenticios y puede ser que la persistencia de obesidad y el fracaso de medidas para mejorar la “autoimagen” conlleven a estados depresivos persistentes y algunos de difícil manejo. El 70% de la población presentó este patrón, tendría que interpretarse que para modificar patrones de conductas debe incluirse en la terapia la atención de estas enfermedades y a la vez que al mejorar la autoimagen y la sensación de bienestar disminuimos la morbilidad de estados depresivos o ansiedad. (Tabla y gráfica 6) Con el “Contrato de trabajo” y firma de consentimiento informado, era de esperar no encontrar pacientes en fase de precontemplación. La participación activa del paciente lo ubica en ese amplio margen de etapas desde la contemplación hasta la acción y depende de cada uno el interés al objetivo del estudio y su meta en el mantenimiento de hábitos saludables. (Tabla y gráfica 7) Lógicamente los pacientes que logran alcanzar estados corporales normales según su IMC, rara vez podrían tener una circunferencia abdominal que les confiera categoría de riesgo. Es decir, modificando patrones de conducta y confeccionando psiques para adoptar nuevos hábitos de vida, puede eliminar el riesgo que tiene una persona para desarrollar en futuro próximo enfermedades crónicas y degenerativas. Así también, puede funcionar en pacientes que persisten con un margen de riesgo por su circunferencia abdominal, pero hay una tendencia clara a la disminución de riesgo. (Tabla y gráfica 8 y 9) La imagen corporal es un factor que influye mucho en el autoestima personal, los cambios que se logran con hábitos saludables traen consigo una proyección satisfactoria personal y sensación de bienestar y de logros de metas propuestas. Estas emociones disminuyen estados de ánimos patológicos. La proporción de personas que bajan de peso y pasan a estados sin ansiedad o depresión guardan una relación directa entre sí. (Tabla y gráfica 10) Es satisfactorio encontrar la mayor parte de la población en estudio situada en la rueda del cambio en la etapa de acción y mantenimiento pues implica un alto grado de apego al tratamiento y ello traduce el grado de satisfacción al proyecto y el progreso a una percepción y sensación de bienestar. (Tabla y gráfica 11) CONCLUSIONES 1-Es evidente que el género femenino tiene una búsqueda más activa hacía el autocuidado en beneficio de mejorar su imagen corporal y el bienestar físico, y debe tomarse en cuenta este factor al iniciar un programa de hábitos saludables. 2-La población adulto joven y económicamente activa representó una alta frecuencia de casos de sobrepeso y obesidad, es decir que este grupo olvidado por otros programas preventivos, son los candidatos para dirigir las acciones del cambio de hábito. 3-Existe un alto riesgo cardiovascular y metabólico en la población con obesidad para el desarrollo de enfermedades a mediano plazo, sin embargo son estados transitorios que pueden disminuir progresivamente hasta desaparecer en función de técnicas preventivas de atención en primer nivel. 4-La herramienta cambio de hábito tiene un enfoque preventivo primario y secundario en el sentido que la búsqueda activa de factores de riesgos prevenibles pueden orientar hacia un estado patológico ya establecido y servir de pesquiza de enfermedades ocultas. 5-La depresión y la ansiedad, uno más que el otro, son alteraciones del estado de ánimo que condicionan el pronóstico y desarrollo de los pacientes obesos, y que debe establecerse el papel protagónico en un plan estructurado de promoción de hábitos saludables. 6-La estrategia cambio de hábito basada en la rueda del cambio, es efectiva para disminuir gradualmente en la escala de obesidad según el índice de masa corporal y reducir el riesgo de desarrollar patologías crónicas prevenibles y las consecuencias personales, familiares, sociales e institucionales que traen inherentes. RECOMENDACIONES 1-Hacer promoción de la salud, desarrollando estrategias preventivas dirigidas al adulto joven sano para disminuir o detectar precozmente factores de riesgo cardíaco y metabólico, garantizando la presencia de ambos géneros. 2-La población económicamente activa detectada con alta frecuencia de sobrepeso u obesidad y en un período de vida decisivo para modificar hábitos y disminuir el desarrollo de estas enfermedades; debe ser captada precozmente y puede coordinarse con las clínicas empresariales el tamizaje y la determinación de su población obesa así como ser los ejecutores de estas herramientas para garantizar a la vez la participación de ambos géneros. 3-Desarrollar en las Unidades Médicas del Instituto Salvadoreño del Seguro Social clínicas de “Cambio de Hábito” donde el Médico de Familia implemente la rueda del cambio y logre la disminución gradual y por etapas de obesidad y sobrepeso hasta lograr el normopeso y el riesgo cardiometabólico mínimo o nulo. Hacer prevención secundaria en la detección temprana de enfermedades crónicas y degenerativas incorporándolas en el control periódico institucional para estas patologías. 4-Promover la salud mental trabajando el binomio obesidad-estado de ánimo utilizando la escala de Goldberg y aplicar la técnica cambio de hábito para lograr fortalecer personalidad y autoestima y de esa forma garantizar su continuidad y apego a la etapa de mantenimiento. 5-Establecer en las Unidades Médicas de la Institución y Clínicas Empresariales, “Clínicas de Hábitos Saludables” para desarrollar las estrategias descritas en este plan piloto y dar continuidad a través del tiempo y obtener los resultados a mediano y corto plazo incluyendo la disminución de los costos administrativos en un centro de segundo o tercer nivel de atención. BIBLIOGRAFIA. - Adolfo Rubenstein-Adolfo terrasa, Medicina familiar y práctica médica ambulatoria editorial panamericana 2006, capítulo de obesidad. - Grupo DORICA, Articulo de medicina estética; Obesidad y riesgo cardiovascular, estudio realizado en España 2006. - Harold I. Kaplan, Benjamín J. Sadock. Terapia de Grupo. 4ta Edición. España, Madrid. Editorial Médica Panamericana 2006. - Howard Hugdhes, Articulo de medicina estética; leptina conexiones neuronales y control del apetito, Medical Institute. 2006. - Jack H. Medalie. Medicina Familiar Principios y Prácticas. México, DF. Editorial Limusas S.A. de C.V. 2000. - Jeffrey S. Filer, ELeftheria Maratos-Filer, Principios de Medicina Interna Harrison 17ª edición capítulo 74 Biología de la obesidad.2010 - Rafael Álvarez Alva. Salud Pública y Medicina Preventiva. 2da Edición. México, DF. Editorial Manual Moderno. 2008. -Ricardo Anzurres Carro, Víctor Chávez Aguilar, María del Carmen García Peña, Octavio Noel Pons Álvarez. Medicina Familiar. México, DF. Corporativo Intermédica S.A. de C.V. 2008. - Robert F. Kushner, Principios de Medicina Interna Harrison 17ª edición capítulo 75 evaluación y tratamiento de la obesidad. 2010 ANEXOS. CRONOGRAMA PERIODO Año 2010 ACTIVIDAD OBJETIVO Planteamiento del problema Tema de interés nacional con visión preventiva Febrero 2011 Diseño Protocolo de Propuesta de investigación Investigación y evaluación de factibilidad Presentación de Protocolo Obtener aval de dirección Marzo 2011 del Centro Médico y Asesor Universidad de El Salvador Selección de Muestra según Obtener el conglomerado Marzo – Abril 2011 criterios de inclusión. de pacientes para desarrollar el proyecto e iniciar plan terapéutico y seguimiento. Desarrollo Abril- Septiembre 2011 Cambio de de estrategia Implementar Hábito todos los y componentes de la estrategia facilitar el tabulación de datos. y análisis de datos. Análisis de los resultados y Determinar el logro de los Septiembre – Octubre 2011 elaboración de reporte final. objetivos plasmados y el impacto preventivo en general del proyecto Presentación y divulgación Compartir y facilitar las de los resultados a personal conclusiones de Octubre – Noviembre 2011 Unidad Soyapango, Hospital como Médica investigadores del proyecto. Autoridades Amatepec Docencia Central UES. y ANEXO 1 RESUMEN FRECUENCIA DE MORBILIDADES ASOCIADAS A HABITOS NOCIVOS EN HOSPITAL AMTEPEC ENERO A NOVIEMBRE 2010 HOSPITAL AMATEPEC PERIODO: ENERO-NOVIEMBRE 2010 FUENTE: SISTEMA DE ALTAS HOSPITALARIAS Encefal opatia Hepatic a EP OC HIPERTE NSION 25 5 20 54 7 5 13 2 22 44 11 9 1 31 7 26 38 11 ABRIL 3 1 22 3 10 43 9 1 94 MAYO 5 4 18 44 8 1 111 JUNIO 9 3 27 7 10 42 12 2 112 JULIO 3 5 31 1 22 45 12 AGOSTO SEPTIEMBR E 10 4 21 4 10 57 7 1 114 4 3 25 2 7 43 6 1 91 OCTUBRE NOVIEMBR E Total general 3 1 16 3 13 60 4 100 6 9 52 11 44 167 522 98 100 118 8 MES/DIAGN OSTICO Alacoho lismo BRONQUIE CTASIA ENERO 6 4 FEBRERO 1 MARZO Encefal opatia 2 31 2 55 Diab etes DISLIPID Mellit EMIA us 1 19 27 261 1 1 1 4 TRASTO Tota Pie RNO DEL l Diabe METABO gen tico LISMO eral 121 3 101 123 121 9 ANEXO 2 Anexo 3. JUSTIFICACIÓN MORBILIDAD Y MORTALIDAD POR ENFERMEDAD CARDÍACA O METABÓLICA HOSPITAL AMATEPEC 2010 CONSULTAS INGRESOS DEFUNCIONES • 67 / día • 18 a 22 / día • 7 a 10 / mes ESTADÍSTICA HOSPITAL AMATEPEC 2010 RUEDA DE PROSHACKA. MUNICIPIO DE SOYAPANGO. TABLA 1 DISTRIBUCIÓN DE PACIENTES OBESOS SEGÚN SEXO SEXO PACIENTES % FEMENINO 48 100 MASCULINO 0 0 TOTAL 48 100 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. TABLA 2 DISTRIBUCIÓN DE PACIENTES OBESOS SEGÚN EDAD RANGO EDAD PACIENTES % 15 a 19 años 2 4.17 20 a 24 años 3 6.25 25 a 29 años 4 8.33 30 a 34 años 13 27.08 35 a 39 años 16 33.33 40 a 44 años 3 6.25 45 a 49 años 2 4.17 50 a 54 años 4 8.33 55 a 59 años 1 2.08 TOTAL 48 100 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. TABLA 3 DISTRIBUCIÓN DE OBESOS SEGÚN IMC MARZO 2011 CLASIFICACION PACIENTES % Sobrepeso 18 37.5 Obesidad tipo I 13 27.08 Obesidad tipo II 11 22.92 Obesidad Mórbida 6 12.5 TOTAL 48 100 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. TABLA 4 DISTRIBUCIÓN DE PACIENTES OBESOS SEGÚN RIESGO CARDIO-METABOLICO MARZO 2011 CLASIFICACIÓN PACIENTES % Bajo riesgo 20 41.67 Alto riesgo 11 22.92 Muy alto riesgo 17 35.42 TOTAL 48 100 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. TABLA 5 DETECCIÓN TEMPRANA DE ENFERMEDADES CRONICAS Y DEGENERATIVAS DURANTE LA INVESTIGACIÓN. PATOLOGÍA PACIENTES % Hipertensión arterial 3 6.25 Diabetes Mellitus tipo II 3 6.25 Dislipidemias 2 4.17 Hipotiroidismo 1 2.08 Total 9 18.75 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. TABLA 6 PRESENCIA DE ANSIEDAD Y DEPRESIÓN EN PACIENTES OBESOS POR ESCALA GOLDBERG MARZO 2011 PATOLOGÍA PACIENTES % ANSIEDAD 6 12.5 DEPRESION 28 58.33 NO ENFERMEDAD 14 29.17 TOTAL 48 100 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. TABLA 7 ETAPA EN LA RUEDA DEL CAMBIO MARZO 2011 ETAPA PACIENTES % Precontemplación 0 0 Contemplación 6 12.5 Determinación 21 43.75 Acción 21 43.75 Mantenimiento 0 0 Recaída 0 0 TOTAL 48 100 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. TABLA 8 COMPARACIÓN DISTRIBUCIÓN OBESOS SEGÚN IMC MARZO Y AGOSTO 2011 PACIENTES % PESO Marzo Agosto Marzo Agosto Normal 0 7 0 14.58 Sobrepeso 18 22 37.5 45.83 Obesidad tipoI 13 11 27.08 22.92 Obesidad tipoII 11 3 22.92 6.25 Obesidad 6 5 12.5 10.41 48 48 100 100 Mórbida TOTAL Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. TABLA 9 COMPARACIÓN DISTRIBUCIÓN OBESOS SEGÚN RIESGO CARDIOMETABÓLICOS MARZO Y AGOSTO 2011 PACIENTES % RIESGO Marzo Agosto Marzo Agosto Sin riesgo 0 7 0 14.58 Bajo riesgo 20 17 41.6 35.42 Riesgo alto 11 16 22.92 33.33 Riesgo Muy alto 17 8 35.42 16.67 TOTAL 48 48 100 100 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. TABLA 10 COMPARACION PRESENCIA DE ANSIEDAD Y DEPRESION MARZO Y AGOSTO 2011 PACIENTES Trastorno % Marzo Agosto Marzo Agosto Ansiedad 6 03 12.5 6.25 Depresión 26 19 54.17 39.58 Nada 14 26 29.17 54.17 TOTAL 48 48 100 100 emocional Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011. TABLA 11 COMPARACION ETAPA RUEDA DEL CAMBIO MARZO Y AGOSTO 2011 PACIENTES % ETAPA MARZO AGOSTO MARZO AGOSTO Precontemplación 0 0 0 0 Contemplación 6 0 12.5 0 Determinación 21 0 43.75 0 Acción 21 14 43.75 29.17 Mantenimiento 0 31 0 64.58 Recaída 0 3 0 6.25 TOTAL 48 48 100 100 Fuente: entrevista realizada a los pacientes en la clínica de selección de la unidad médica de Soyapango en el período de Marzo-Octubre del 2011.