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TEMA 5: LA EXPLICACIÓN METAFÍSICA DE LA REALIDAD. 1º
BACHILLERATO
Índice:
1. La antigüedad.
1.1. El idealismo y espiritualismo platónico.
1.2. El empirismo de Aristóteles.
2. La metafísica medieval.
2.1. Características de la filosofía medieval.
2.2. El argumento ontológico de San Anselmo.
2.3. La síntesis entre la filosofía aristotélica y el cristianismo en Santo Tomás.
2.4. La síntesis entre razón y fe en Santo Tomás. Las cinco vías.
2.5. Ockham y la escisión entre filosofía y teología. El rechazo del universal.
3. El subjetivismo moderno.
3.1. El racionalismo cartesiano.
3.2. El subjetivismo trascendental de Kant.
4. El materialismo.
4.1. El materialismo griego de Demócrito.
4.2. Marx. Materialismo histórico y materialismo dialéctico.
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1. La antigüedad.
1.1.
El idealismo y espiritualismo platónico.
Platón ( S. V a. C ) establece un dualismo en tres sentidos: ontológico, gnoseológico y
antropológico. El dualismo ontológico consiste en el establecimiento de un abismo entre dos
mundos: mundo inteligible o de las ideas y mundo sensible o de las cosas. El mundo inteligible es
eterno, perfecto, inmaterial, inmutable y único. Al mundo inteligible se accede por medio de la
razón. Constituye la verdadera realidad, por tanto su conocimiento proporciona ciencia.
El mundo sensible es corruptible, imperfecto, material, mutable, múltiple y no es eterno. A este
mundo se accede a través de los sentidos y no es la verdadera realidad sino la apariencia y la
sombra de la realidad. Su conocimiento no proporciona verdad, sino opinión ( doxa ).
Las ideas son el fundamento ontológico y gnoseológico del mundo de las cosas. Gracias a las ideas
las cosas existen y las conocemos. Las cosas, el mundo sensible, es copia imperfecta del mundo de
las ideas.
El dualismo gnoseológico se basa en dos niveles de conocimiento: conocimiento racional o ciencia
y conocimiento sensible u opinión. Tiene por objeto dos ámbitos de la realidad: mundo inteligible y
mundo sensible respectivamente. En el mundo sensible encontramos los dos grados más bajos de
conocimiento: conjetura y creencia. La conjetura es el más bajo y tiene por objeto sombras e
imágenes de las cosas sensibles. Es un conocimiento deformado del mundo sensible, un saber de
oídas e hipótesis vagas. La creencia es el conocimiento perceptivo de las cosas sensibles
particulares que vemos todos los días y creemos que son la verdad. Por ejemplo, el que toma por
justicia solo la ley de su nación y cree que es la verdad absoluta.
En el mundo inteligible encontramos los dos niveles superiores de conocimiento: la razón
demostrativa y la inteligencia pura. Estos dos niveles constituyen ciencia.
La razón demostrativa tiene por objeto las matemáticas, la cual parte de axiomas. La inteligencia
pura tiene por objeto las ideas y es el grado más elevado de conocimiento.
Platón ilustró su teoría del conocimiento con el mito de la caverna ( libro VII de La República ). El
tema central es la ascensión gradual de los niveles de conocimiento como paso de la opinión a la
ciencia.
Pide Platón que nos imaginemos una caverna subterránea con una abertura por la que penetra la
luz. En esta caverna viven unos prisioneros encadenados desde la infancia, de tal manera que no
pueden mirarse entre ellos mismos. Solo ven el muro del fondo de la gruta y nunca han visto la luz
del sol. A espaldas de los prisioneros y en la abertura de la caverna hay una hoguera. Por el camino
externo a la caverna pasan hombres, llevando objetos sensibles. Los prisioneros de cara al muro de
la caverna, no pueden volver la cabeza atrás, solo ven las sombras de ellos mismos y las de los
objetos de fuera de la caverna, que están reflejadas por el fuego en la pared a la que miran. Estos
prisioneros representan a la mayoría de la humanidad, que permanece durante toda su vida viendo
solo sombras de la realidad. Su opinión sobre el mundo está deformada por sus prejuicios, pero se
aferran a ellos porque creen que es la verdadera realidad. No tienen deseo de escapar de ellos. Sin
embargo, uno de los prisioneros logra escapar y se acostumbra poco a poco a la luz, es capaz de
mirar los objetos sensibles de los que antes solo había visto las sombras, aunque todavía no ha
ascendido a contemplar las ideas. Este prisionero ve a sus compañeros aferrados a sus cadenas, que
simbolizan los prejuicios. Intenta convencerles de que salgan fuera, se liberen de las cadenas y
contemplen la realidad exterior, pero se niegan ya que consideran que la verdad está en la
oscuridad de la caverna, que representa el mundo de la opinión, las sombras de las cosas y la
conjetura.
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Este mito pone de relieve la ascensión en los niveles de conocimiento: sombras e imágenes de las
cosas ( conjetura ), cosas físicas ( creencia ), razón demostrativa ( matemáticas ) e inteligencia pura
( contemplación de las ideas ). Es un proceso gradual que requiere esfuerzo y disciplina. De ahí la
importancia de la educación como arte que posibilita la corrección en Platón.
El dualismo ontológico da lugar a un dualismo antropológico y a una concepción espiritualista del
hombre en Platón que influirá en la metafísica cristiana. El alma para Platón es una realidad
radicalmente distinta del cuerpo, al que se halla unida de forma accidental y antinatural. En el mito
de carro alado, Platón representa al alma como un carro guiado por un auriga, viajando por el
mundo de las ideas, y tirado por dos caballos: uno blanco y dócil y otro negro y rebelde. El caballo
blanco tira hacia arriba, mientras que el negro, desobedeciendo al auriga, tira hacia abajo y provoca
la caída del carro a la tierra, y como consecuencia al cuerpo. Simboliza así Platón el abandono del
alma de su lugar natural, el mundo de las ideas, para encarnarse en un cuerpo mortal. La naturaleza
del alma es tripartita: alma racional, alma irascible y alma concupiscible. Estas tres partes del
alma están presentes en todos nosotros, lo que ocurre es que en cada uno predomina una de ellas.
El alma racional está representada por el auriga y situada en el cerebro. Su función es controlar a
las otras dos partes. El alma irascible está representada por el caballo blanco y situada en el pecho;
es el valor, la ambición, el espíritu de lucha. El alma concupiscible está representada por el caballo
negro y situada en el vientre. Es la tendencia que tenemos al placer sensible.
En resumen: Para Platón el cuerpo es la cárcel del alma, la encadena a multitud de deseos y
oscurece el recuerdo de las ideas contempladas. Por ello, el objetivo del alma es liberarse del
cuerpo e ir a su lugar natural. Se purifica mediante la reencarnación, de ahí que sea inmortal.
Conocer para Platón es recordar lo que el alma ha olvidado con su caída al cuerpo. A esto se le
llama reminiscencia.
1.2.
El empirismo de Aristóteles.
Aristóteles ( S. V a.C ) rechaza el dualismo ontológico, gnoseológico y antropológico de su
maestro Platón. Es el primer gran filósofo empirista, su pensamiento influirá en Tomás de Aquino.
Para Aristóteles lo único que existe es el mundo sensible, que es la naturaleza.
Aristóteles tiene una concepción teleológica de la naturaleza. Cada ser tiende a un fin, que es
realizar lo que le es propio por naturaleza. La esencia del hombre es ser racional, por tanto su
finalidad será ejercitar al máximo su razón.
La sustancia y los accidentes son las formas más generales del ser, de ellas se ocupa en la
Metafísica. Para Aristóteles la sustancia es el sustrato, lo que permanece; los accidentes son
modificaciones de la sustancia, no son necesarios ni constantes. Los accidentes son: cantidad,
cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión.
Lo único real que existe para Aristóteles es el individuo concreto, particular ( Juan, esta mesa…). A
eso lo denomina substancia primera. En la substancia primera se da un modo de ser esencial, su
esencia ( objeto, ser humano, animal…) , que se denomina substancia segunda u es universal.
La substancia más los nueve accidentes constituyen las diez categorías, que son ontológicas ( son
los modos de darse el ser en la realidad ) y lógicas ( los modos más generales de referirnos al ser )
La teoría hylemórfica defiende que el hombre, la substancia primera es un compuesto de materia y
forma. La materia es aquello de lo que la substancia primera está hecha ( madera, cobre, piel etc ).
La forma es la esencia, lo que hace que la substancia primera pertenezca a uuna determinada
especie, es decir, la substancia segunda universal ( mesa, ser humano etc ) En el hombre la materia
es el cuerpo y la forma es el alma, principio que da vida a el mismo. Aristóteles, al contrario que
Platón, rechaza la inmortalidad del alma y revaloriza el cuerpo. No es posible tener sensaciones ni
conocer sin el cuerpo. El alma nace vacía de conocimiento, no hay nada en ella que no haya
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entrado a través de los sentidos. Este enfoque empírico influye en Tomás de Aquino. El origen del
conocimiento está en la experiencia.
Potencia y acto son dos conceptos fundamentales en Aristóteles. Acto es lo que algo es en un
momento concreto. Ser en potencia es lo que algo no es en un momento dado, pero puede llegar a
ser. Por ejemplo, un niño es joven en acto y es anciano en potencia. Aristóteles introduce en el ser
en potencia un no ser relativo.
Aristóteles define el movimiento como el acto de lo que está en potencia pero mientras siga estando
en potencia. Es el paso del ser en potencia al ser en acto, mientras se está pasando. Por ejemplo, el
ir poco a poco envejeciendo pero sin haber llegado todavía a anciano.
Aristóteles parte de la tesis de que todo lo que se mueve es movido por otro. Pero si el motor que
mueve es a su vez movido por otro, el número de motores movidos no puede ser infinito, tiene que
haber un primer motor que sea inmóvil. El primer motor está al final del cosmos y mueve la última
esfera transmitiéndose ese movimiento por fricción al resto de esferas. Mueve el universo como
causa eficiente. La noción de primer motor será utilizada por Santo Tomás en el S. XIII, en la
primera de sus vías para la demostración de la existencia de Dios.
Por último, para Aristóteles conocer algo científicamente es conocer sus causas. Considera cuatro
las causas de cualquier ser: material, formal, eficiente y final. La causa material es aquello de lo
que está hecho, la materia. La causa formal es la esencia universal. La causa eficiente es lo que lo
ha producido, y la causa final es aquello para lo que ha sido producido.
2.
La metafísica medieval.
2.1.
Características de la filosofía medieval:
o
o
o
o
o
o
o
o
o
Lengua de transmisión: Latín
Comentarios a obras clásicas.
Tema central: Dios. Teocentrismo.
La Filosofía es “ancilla theologiae” y el lema es : “Credo ut intelligam”. La razón está
subordinada a la teología, por tanto la filosofía carece de autonomía.
Filósofos dependientes de la Iglesia, no hay separación entre Iglesia y Estado.
Los focos son principalmente las universidades y escuelas monacales. De ahí la
Escolástica.
Sociedad estamental: campesinado, burguesía, nobleza y clero. Feudalismo.
Los estamentos más bajos son mayoritariamente incultos e iletrados.
En ciencia prevalece la física y astronomía aristótélica: Geocentrismo y defensa de
movimiento circular y uniforme de los astros. Se mira al cielo con temor. La ciencia está
supeditada a la fe. Pero en el SXIV se produce la crisis del medievo y se ponen en
cuestión las síntesis escolásticas entre filosofía y teología. Razón y fe se separan y la
ciencia comienza su andadura al margen de la fe.
2.2. El argumento ontológico de San Anselmo.
San Anselmo es un filósofo del S. IX y pertenece a la Escolástica. Una de las aportaciones
fundamentales de San Anselmo es la formulación por primera vez en la historia de una prueba
de la existencia de Dios, a partir de la idea misma de Dios que está en él mismo. Dicha prueba
es el argumento ontológico: “Si soy capaz de pensar algo absolutamente perfecto, debe por
fuerza existir, pues en caso contrario no sería perfecto. Su no existencia sería una
limitación en su perfección”.
4
Santo Tomás hizo una crítica al argumento ontológico de San Anselmo, argumentando que
partiendo de la esencia pensada solo se puede llegar a la existencia pensada.
No obstante, en la filosofía moderna, Descartes hará suyo el argumento ontológico de San
Anselmo para demostrar la existencia de Dios, dotándolo de la misma necesidad que una
demostración matemática.
2.3.
La síntesis entre la filosofía aristotélica y el cristianismo en Santo Tomás.
Tomás de Aquino armoniza en el S. XIII el pensamiento pagano de Aristóteles con el
cristianismo, en temas como el conocimiento, la existencia de Dios y el hombre. Todo ello con
la dificultad que conllevaba fusionar el enfoque empírico de Aristóteles y el espiritualismo
cristiano. Hasta entonces el predominio del platonismo era absoluto, ya que la filosofía de
Platón se adaptaba mejor al cristianismo, por su defensa del dualismo ontológico, antropológico
de la inmortalidad del alma.
La filosofía aristotélica no era afín al cristianismo, entre otras cosas por el enfoque empírico y
su interés por el estudio de este mundo, el sensible. Todo ello chocaba con el axioma cristiano
que afirma otro mundo y otra vida.
Santo Tomás acepta de Aristóteles los siguientes puntos:
1. El enfoque empírico: “Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu” (Nada
hay en el intelecto que previamente no haya estado en los sentidos ).
2. La concepción teleológica del mundo y la naturaleza de cada ser.
3. La distinción entre potencia y acto, y la definición del movimiento como el acto de
lo que está en potencia mientras sigue estando en potencia.
4. La distinción entre sustancia y accidentes.
5. La noción de Primer Motor, presente en la primera de sus vías de la demostración de
la existencia de Dios.
6. La aceptación de las formas universales o conceptos universales.
7. La teoría hylemórfica y la valoración del cuerpo como fuente de sensaciones, aunque
Santo Tomás, al contrario que Aristóteles, defiende que el alma es inmortal. No solo
somos alma, sino también cuerpo. Por ello para Santo Tomás, al contrario que para
Platón, la unión entre cuerpo y alma no es accidental ni antinatural, pero tampoco un
castigo.
Aunque el conocimiento comience por los sentidos para Tomás de Aquino, éstos captan
realidades particulares, mientras que el intelecto es el conocimiento del universal o formas
universales. La forma es el principio de universalización. Por eso conocer intelectualmente
para Tomás de Aquino es captar las formas mediante abstracción: caminar de lo particular y
concreto hacia el concepto universal. Sin embargo, no olvidemos que el conocimiento
comienza por ser sensible.
2.4.
La síntesis entre razón y fe en Santo Tomás. Las cinco vías.
Dado que para Santo Tomás el conocimiento parte de los sentidos, no podemos tener un
conocimiento directo de lo inmaterial, por ello el conocimiento metafísico es imposible,
incluido Dios. La mente humana es finita y limitada, pero aunque no podamos aprehender, es
decir, captar directamente a Dios, los objetos sensibles, la realidad y los seres del universo
nos revelan su relación con él. De ahí que el conocimiento de Dios para Tomás de Aquino
sea analógico.
En las cinco vías de la demostración racional de la existencia de Dios, vemos el enfoque
empírico de Aristóteles, ya que todas parten de una realidad sensible. Además, representan la
fusión entre fe y razón, filosofía y teología. La razón colabora con la fe en la demostración
de Dios.
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Las cinco vías son las siguientes:
1. Vía del movimiento: La experiencia nos muestra que las cosas se mueven y todo
movimiento ha de tener una causa. Como no se puede retroceder al infinito, existe un
primer motor que no es movido: Dios.
2. Vía de la causalidad eficiente: Todas las causas de este mundo están causadas, ninguna
causa es causa eficiente de sí misma. Como es imposible recorrer una serie infinita de
causas, existe una primera causa incausada: Dios.
3. Vía de la contingencia: Todos los seres de la realidad podrían no haber existido, ya que
ninguno de ellos es necesario. Lo posible no tiene en sí mismo la razón de su existencia,
como seres podríamos no haber existido. Por ello, el hecho de que todos los seres del
universo existan implica la existencia de un ser necesario: Dios.
4. Vía de los grados de perfección: Detrás de la mayor o menor perfección de las cosas y
seres, hay un ser perfecto en grado máximo, que es el término de comparación que nos
permite ver si las cosas son más o menos perfectas. Este punto de referencia absoluto de
perfección y causa de la perfección de las cosas es Dios.
5. Vía del orden cósmico: Todos los seres de la naturaleza persiguen una finalidad, ello
exige un ser que haya determinado dichas finalidades, un ser inteligente que sea el
ordenador y director del universo. Ese ser es Dios.
2.5.
Ockham y la escisión entre filosofía y teología. El rechazo del universal.
Guillermo de Ockham representa en el S. XIV la crisis de la Escolática y la crisis de la
filosofía medieval. Inaugura con su nominalismo una forma de pensar empírica y crítica,
caracterizada por proclamar la separación total entre filosofía y teología. Por ello, Tomás de
Aquino representa el final de un periodo teológico y el paso a un periodo en el cual el interés
será para la ciencia y la naturaleza.
El nominalismo de Ockham se puede definir de la siguiente manera: Reivindicación de lo
particular y concreto frente a las formas y conceptos universales. Influye en Ockham el
empirismo de Aristóteles y la importancia de la sustancia primera o individuo.
La “navaja de Ockham” es un principio de economía que afirma que no han de
multiplicarse los entes sin necesidad. En este sentido, no necesitamos la esencia universal de
hombre para explicarlo, ya que solo existen hombres particulares y concretos. Los conceptos
universales para Ockham no tienen base real ni empírica, son un recurso de nuestra
mente para , simplificar y explicar la realidad, son meros nombres. Por eso la
compresión de la realidad de Ockham, al contrario que para Santo Tomás, es
aesencialista. Recordemos que Santo Tomás defendía que lo que hace que algo sea lo que
es, es su esencia, común a todos los individuos que la comparten. Según Santo Tomás
conocemos lo individual a partir de su esencia universal. Ockham, en consonancia con su
nominalismo, sostiene lo contrario, niega la posibilidad de conocer el universal, ya que solo
existe aquello de lo que se tiene experiencia directa. De ahí que la verdad para Ockham sea
la conformidad del ser aprehendido, captado con el ser real, rechazando así el concepto
escolástico de verdad ( adecuación entre la cosa y el entendimiento ).
Consecuencia fundamental del nominalismo de Ockham es la separación de fe y razón,
filosofía y teología. Constituyen ámbitos totalmente distintos. La teología no es una ciencia,
ya que no cabe en ella recurso a la experiencia sensible, se basa en la fe y creencia, por tanto
no puede demostrar racionalmente sus argumentos. Dios no es objeto de conocimiento
sensible y directo. Ello no implica que Dios no exista, sino que es objeto de fe.
Razón y fe son facultades distintas, por ello la filosofía no ha de estar subordinada a la
teología. Queda así rechaza la síntesis entre razón y fe que hizo Tomás de Aquino. De ello se
infiere también que el poder civil y eclesiástico tienen que estar separados.
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3. El subjetivismo moderno.
En la filosofía moderna el tema central ya no es Dios, sino el conocimiento. Descartes
representa la irrupción de la subjetividad. Se parte del sujeto que conoce y no del objeto
conocido. Kant, continuará esa línea haciendo una síntesis entre racionalismo y empirismo.
3.1.
El racionalismo cartesiano.
Descartes se encuadra dentro de la corriente racionalista. El racionalismo, al contrario que el
empirismo, sostiene que el auténtico conocimiento se obtiene a través de la razón. Los
sentidos nos inducen a error. Las matemáticas son las únicas ciencias que no se equivocan,
dormidos o despiertos dos más dos son cuatro.
El racionalismo tiene las siguientes características:
a. Infravaloración del conocimiento sensible.
b. Afirmación de la existencia de ideas innatas que están en la mente al margen de la
experiencia.
c. Afirmación de una ciencia universal y necesaria basada en las matemáticas.
d. Defensa de la racionalidad del mundo: Nada es casual ni azaroso, todo tiene una
justificación que la razón puede conocer por sí sola.
Descartes establece cuatro reglas fundamentales para su método:
1. Evidencia: Se da en la intuición, y la intuición se basa en la claridad y en la distinción.
De esta forma se evita la precipitación ( tomar por verdadero lo que es falso ) y la
prevención ( tomar por falso lo verdadero )
2. Análisis: Descomponer el problema en sus elementos más simples.
3. Síntesis: Una vez descompuesto el problema en sus partes simples, se procede a
recomponer la cuestión.
4. Enumeración: Revisión general con el objetivo de no omitir nada.
Establecidas las reglas del método, Descartes se propone encontrar algo de lo que no sea
posible dudar. La duda cartesiana es general, radical, provisional y metódica, es decir, es una
duda para dejar de dudar. Descartes establece tres motivos de duda:
1. Los sentidos nos engañan.
2. La imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño.
3. La hipótesis de un genio maligno.
Pero Descartes llega a su criterio de certeza. Puede dudar de todo menos del hecho de dudar.
Si duda, si piensa, tiene que haber algo que dude, del dudar se infiere el existir: “Pienso,
luego existo”. Puede que lo que piense sea una mentira o una falacia, pero es innegable el
hecho de dudar, de pensar. De ahí que la duda cartesiana no desemboque en el escepticismo
sino que lo supera, llega a la primera certeza: ser, existir.
En principio Descartes solo está seguro de su existencia, pero su existencia se define como
pensamiento. Por ello la filosofía cartesiana es una filosofía de la conciencia de la propia
existencia, que en principio solo se define como pensamiento. No olvidemos que Descartes duda
de la existencia de su propio cuerpo y del mundo exterior. Pero pronto demostrará la existencia de
otras dos sustancias: la sustancia extensa ( cuerpo y mundo ) y la sustancia infinita ( Dios ). Para
Descartes es necesario eliminar la hipótesis del genio maligno, ya que con su poder puede hacer
que nos engañemos. Aparece así Dios como un ser bueno y veraz que no nos engaña al creer que
nuestro cuerpo y mundo existe. Dios se convierte así en el garante de la filosofía cartesiana, al
destruirse así el motivo de duda más radical: el genio maligno. Tenemos así las tres sustancias:
sustancia pensante ( alma ), sustancia extensa ( cuerpo, mundo ) y sustancia infinita ( Dios ).
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En cuanto a la concepción del hombre, Descartes establece un dualismo más radical que el
platónico. El hombre está constituido por la sustancia pensante ( alma ) y la sustancia extensa (
cuerpo ). Alma y cuerpo son sustancias autónomas y autosuficientes, pueden existir la una sin
la otra. El alma, según Descartes, no está encerrada en el cuerpo de una manera accidental como
dijera Platón, sino que es independiente del mismo. El que cuerpo y alma sean independientes, le
permite afirmar a Descartes la inmortalidad del alma. La coordinación e interacción alma-cuerpo
la situará en la glándula pineal, situada en el centro del cerebro. La función del alma, que es
razón, es controlar y dominar las pasiones que actúan en el cuerpo.
3.2. El subjetivismo trascendental de Kant.
La filosofía kantiana es denominada subjetivismo trascendental, porque Kant parte del sujeto que
conoce no del objeto conocido. El sujeto construye la realidad mediante las formas a priori de
la sensibilidad ( espacio y tiempo ) y las doce categorías o conceptos puros del entendimiento.
Las formas a priori de la sensibilidad y las categorías del entendimiento son condiciones de
posibilidad de la experiencia y no propiedades de las cosas. Ahora bien: El límite del
conocimiento humano es la experiencia: el fenómeno. Por tanto las formas a priori de la
sensibilidad y las categorías del entendimiento sólo son aplicables a los fenómenos, pero las pone
el sujeto y por eso son trascendentales.
El sujeto conforma y conoce al objeto aplicándole las formas a priori de la sensibilidad y las
categorías, ya que de lo contrario tendríamos un caos de impresiones sensibles confusas que no
podríamos conocer.
Las tres preguntas fundamentales que se plantea Kant son las siguientes:
1. ¿Qué puedo conocer? A ella ha de dedicarse la filosofía.
2. ¿Qué debo hacer? A ella ha de dedicarse la ética.
3. ¿Qué me cabe esperar? A ella ha de dedicarse la religión.
La Crítica de la razón pura, su obra fundamental, se divide en tres partes, las cuales se
corresponden con las tres facultades humanas: sensibilidad, entendimiento y razón.
La Estética trascendental se ocupa de las formas a priori de la sensibilidad: espacio y tiempo. La
Analítica trascendental se ocupa de las doce categorías de entendimiento. La Dialéctica
trascendental se ocupa de los límites de la razón y de si es posible la metafísica como ciencia.
Las formas a priori de la sensibilidad y las categorías del entendimiento son necesarias, pues
gracias al espacio y tiempo los objetos son sensibles, y gracias a las categorías comprendemos y
pensamos los fenómenos, sin ellas tendríamos un caos de impresiones sin orden, no conoceríamos
ni comprenderíamos nada.
¿Por qué la filosofía kantiana constituye una síntesis entre Racionalismo y Empirismo?
Las formas a priori de la sensibilidad y las categorías del entendimiento están de manera innata en
el sujeto, a priori, al margen de la experiencia. Por otro lado, formas a priori de la sensibilidad y
categorías del entendimiento solo son aplicables a la experiencia. Las formas a priori de la
sensibilidad y las categorías del entendimiento sin experiencia están vacías. La experiencia sin
formas a priori de la sensibilidad y sin las categorías del entendimiento es incognoscible e
incomprensible.
Las intuiciones empíricas ( fenómenos) sin categorías serían ciegas, inconexas. Por eso son
necesarias e imprescindibles para el conocimiento tres cosas: formas a priori de la sensibilidad,
categorías del entendimiento y experiencia.
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Las categorías del entendimiento son 12: unidad, pluralidad, totalidad, realidad, negación,
limitación, sustancia, causa, comunidad, posibilidad, existencia y necesidad.
Con respecto a la razón, Kant nos dirá en la Dialéctica trascendental, que en ocasiones intenta
trascender el límite del , que es la experiencia, e intenta conocer noúmenos ( Dios , el alma, la
libertad ). Es inevitable la tendencia de la razón humana a ir más allá de los límites que le impone
la experiencia; el hombre siente la necesidad de ir más allá de la misma, por ello la metafísica es
también inevitable. El hombre es un “animal metafísico”. Kant dirá que del noúmeno, de la cosa
en sí, no podemos saber ni conocer nada, solo podemos conocer la realidad fenoménica. Así a la
pregunta sobre si es posible la metafísica como ciencia Kant responderá no, porque la metafísica
va más allá del fenómeno, trasciende el ámbito experiencial, versa sobre noúmenos. El noúmeno
se mueve en el terreno de la creencia, no en el de la demostración científica, ya que está más allá
de lo fenoménico, es decir, de lo que podemos experimentar. Pero el que no podamos conocer
noúmenos, no implica que no podamos pensarlos.
4. El materialismo.
4.1. El materialismo griego de Demócrito.
Demócrito es un filósofo presocrático que defiende que la realidad está formada por un número
indefinido de elementos invisibles e indivisibles llamados átomos. Los átomos son sólidos,
inmutables y homogéneos. La diferencia entre los átomos es cuantitativa, por su forma y
magnitud. Determinan el nacimiento y muerte por su unión y disgregación, y la diversidad y el
cambio de las cosas por su orden y posición.
Los átomos se mueven libremente en el vacío, con un movimiento eterno, determinado por leyes
inmutables. Poseen movimiento en todas las direcciones y chocan entre sí, produciéndose
infinitos mundos. Las cualidades propias de los átomos son objetivas: forma, dureza, número,
movimiento.
Es un modelo mecanicista de la naturaleza: solo hay átomos moviéndose en el vacío. Este
modelo, volverá a resurgir en la Edad Moderna.
4.2. Marx. Materialismo histórico y materialismo dialéctico.
El materialismo dialéctico.
La dialéctica de Hegel constituye una clara influencia del pensamiento de Marx. El concepto de
transformación será la influencia más notable que recibirá Marx de Hegel. Para Hegel la
contradicción es el principio rector del proceso dialéctico. Todo momento de lo real lleva en sí
su propia negación, de igual manera sucede en el pensamiento. Para Marx la historia se
desenvuelve de manera dialéctica. La dialéctica hegeliana consta de tres momentos tesisantítesis- síntesis. Avanzamos gracias a la contradicción y la contradicción para Marx es cambio
y el motor de la historia.
Marx recibió la filosofía de Hegel desde la interpretación de Feuerbach .La obra de Feuerbach
que más influyó en el joven Marx fue La esencia del cristianismo (1841), donde sostiene que la
religión no es más que una divinización del hombre. La crítica de Marx a la religión tiene su
origen en la crítica que realizó Feuerbach.
Para el materialismo lo único real es la naturaleza. Fuera de la naturaleza y de los hombres no
existe nada. Los seres superiores que nuestra imaginación religiosa ha forjado no son más que
reflejos fantásticos de nuestro propio ser. Feuerbach sostiene Dios no es más que el doble
perfeccionado del hombre, por ello el culto a Dios no consiste más que en la idealización de
uno mismo. Para Feuerbach, el hombre religioso está alienado, se ha convertido en un extraño
9
para sí mismo. Es preciso acabar con la religión para que el hombre se dé a sí mismo la
importancia que merece. El hombre será verdaderamente libre cuando reconozca que no hay más
Dios que él mismo.
El materialismo histórico
Para el materialismo histórico la sociedad se basa en condiciones materiales estrictamente
económicas, puesto que la economía representa la necesidad primaria de los individuos.
Toda economía se fundamenta en el modo que tienen los hombres de trabajar, de producir. Según
el modo de producción y las relaciones sociales que de él derivan estaremos en una etapa
histórica u otra, pero al no participar todos en la producción la sociedad será clasista, estará
dividida en clases sociales: una explotadora ( capitalistas ) y otra explotada ( los trabajadores ).
El materialismo histórico, al interpretar así la historia, entiende que hay que llegar a una
sociedad sin clases en la que todos participen en la producción y en el disfrute de los bienes,
ya que una sociedad clasista es injusta.
Marx interpreta la historia como una sucesión de diferentes modos de producción. Cada
sucesión supone una revolución social provocada por las contradicciones entre las fuerzas
productivas y las relaciones sociales de producción, es decir, desencuentros entre la clase ociosa
y los explotados. Por eso el discurrir de la historia es dialéctico.
Las fuerzas productivas son el resultado o combinación de dos factores: la fuerza de trabajo (
energía humana ) y los medios que tienen los trabajadores para realizarlo ( herramientas,
maquinaria… ). Las relaciones sociales de producción son las que se establecen entre los
propietarios de los medios de producción y los trabajadores. Son conflictivas y antagónicas:
explotador - explotado. Fuerzas productivas y relaciones sociales de producción constituyen la
estructura o infraestructura económica de la sociedad, que determina la superestructura. La
superestructura son las ideas, creencias, costumbres que configuran la conciencia social y
jurídico-política. Para Marx lo radical es la infraestructura, la superestructura es algo
añadido. En este sentido sostendrá que la forma de vivir determina la forma de pensar, no a
la inversa como dirían los idealistas. Las ideas brotan de la infraestructura económica.
Marx se encargó de estudiar los modos de producción, la manera como se producen los bienes
materiales según las diversas sociedades:
1)
2)
3)
4)
Primitiva: propiedad colectiva de los bienes.
Esclavista: dominio y sometimiento, el esclavo es el instrumento del amo.
Feudal: el señor es el dueño de la tierra.
Capitalista: propietario de los medios de producción y de la fuerza de trabajo del
trabajador.
5) Socialista: propiedad colectiva de los medios de producción.
Al estudio del cuarto modo de producción, el capitalista, dedica Marx la mayor parte de su
investigación.
Para Marx, el sistema capitalista está estructurado de tal manera que somete a la gran mayoría de
sus miembros a una situación de explotación. En el sistema capitalista los medios de producción,
tierra y capital, son de propiedad privada. Bajo el sistema capitalista el control del sector privado
por parte del público es mínimo, todo se rige por la ley de la oferta y la demanda.
La estructuración del sistema capitalista se basa en la existencia de la propiedad privada, lo que
marca la existencia de clases sociales antagónicas: la clase propietaria de los medios de
producción, tanto de las tierras como del capital, y el proletariado, que solo posee su fuerza de
trabajo y que se ve obligado a venderla a cambio de un salario. El proletariado se ve sometido a la
explotación de la burguesía porque esta busca obtener el máximo beneficio de los medios de
producción que posee, para ello no duda en pagar a los trabajadores menos salario que el que les
corresponde por la fuerza de trabajo que ejercen. Así, el proletariado se siente alienado porque se
convierte en una mercancía más dentro del sistema de intercambio capitalista.
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El obrero que trabaja a jornal genera una plusvalía, parte de su trabajo que no se le paga y que es
el beneficio del capitalista y que intentará aumentar. En la crítica a la economía capitalista de
Marx es fundamental el concepto de plusvalía. La diferencia entre el salario y el valor del
producto es denominada plusvalía y es la fuente de los beneficios y riqueza. Se trata del
crecimiento del valor primitivo del dinero que se invierte para producir mercancías. En el
proceso de producción capitalista, el burgués invierte un dinero para comprar los medios de
producción ( capital constante ) y paga con un salario ( capital variable ) la fuerza de trabajo de
los obreros. Una vez comprada la fuerza de trabajo, el burgués obliga a trabajar a los obreros
durante más tiempo del que les paga; durante ese tiempo de trabajo suplementario el obrero
engendra un “plusproducto” no retribuido por el capitalista que produce la plusvalía. Al
apropiársela, el capitalista explota al obrero y lo aliena respecto a lo que produce. El producto
elaborado es vendido por el burgués a un precio superior al capital invertido o coste de
producción.
La alienación es la principal fuente de malestar y conflicto entre las dos clases sociales
antagónicas. Recogiéndolo de Hegel, Marx utiliza el término alienación para referirse a
“cualquier situación en la que el hombre queda desposeído de algún aspecto esencial de sí
mismo: su trabajo, su conciencia, que acaba convirtiéndose en algo ajeno e independiente a
él.”
Según Marx la riqueza no es producida por el capital sino por el trabajo humano. Lo que origina
la ganancia capitalista no es otra cosa que la explotación de los obreros. Por eso el objetivo de
Marx es que el proletariado tome conciencia de su situación de explotación, injusticia y miseria y
se revele contra el sistema capitalista. La aniquilación del sistema capitalista solo es posible por
medio de la “revolución del proletariado”. Aquí reside la aplicación del método dialéctico a la
historia.
El capitalismo puede ser definido como un sistema en el que el único objetivo de la
producción es aumentar sin límites la acumulación de capital. Aquí se encuentra la
irracionalidad del sistema capitalista. Al obrero se le paga lo necesario para sobrevivir. La
acumulación de riqueza significa acumulación igual de pobreza, sufrimiento, ignorancia,
embrutecimiento…
El capitalismo evoluciona hacia su destrucción de acuerdo con dos leyes:
-
Ley de concentración: tendencia a una minoría de capitalistas y a una mayoría
de desamparados.
-
Ley de crisis: mientras en el sector de la oferta hay superproducción, en el sector
de la demanda hay subconsumo. Ello lleva necesariamente a la crisis.
Todos estos factores unidos al hastío del proletariado provocarán la crisis del sistema capitalista.
El proletariado tomará conciencia de su situación de explotación y se organizará para
atacar el sistema capitalista y eliminarlo por medio de la revolución. El proletariado vencerá a
la burguesía y formará la “dictadura del proletariado”. Esta será una etapa transitoria en la que
se eliminará la propiedad privada de los medios de producción y se pondrán las bases para la
llegada del comunismo, que representa una sociedad sin clases donde se aprovecharán al máximo
los recursos y los medios de producción.
El comunismo se presenta como algo que ha de advenir necesariamente según la dialéctica de la
historia Para conseguirlo hay que atravesar una serie de etapas que constituyen el proceso
revolucionario:
1. La democracia. Se constituye la “dictadura del proletariado” mediante la toma del poder
político. El pueblo toma el mando y obliga a la burguesía a abandonar sus privilegios
económicos y políticos. Se hace con los grandes medios de producción.
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2. El socialismo: El proletariado, constituido en Estado, ejerce su dictadura. Este periodo debe
caracterizarse por un gran desarrollo de los medios de producción y de la riqueza social, al ser
administrada por un Estado plenamente democrático que representa los intereses de toda la
sociedad. Van así desapareciendo las clases y sus antagonismos.
3. El comunismo: Esta etapa supone la culminación del proceso revolucionario. Es una época
de absoluta libertad en la que habrán desaparecido las clases sociales y se habrá abolido
definitivamente la propiedad privada. La propiedad de los medios de producción será colectiva
y el Estado será ya innecesario.
La religión, según Marx, presta una estabilidad y una justificación a la organización económica,
social y política capitalista, en la medida en que la liberación que propone no lo es en este mundo
y no requiere la transformación de la estructura social. La religión es un modo de existencia
falseada cuyos caracteres son la resignación, la justificación trascendente de la injusticia social y
la compensación en el cielo de la sociedad oprimida. Para Marx la raíz de la religión está en la
miseria y desgarramiento de la vida social, por eso dirá que “La religión es el opio del pueblo”.
La religión adormece al proletariado, haciendo que se revele contra su situación de explotación.
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