Download La dieta hipocalórica, junto con el ejercicio físico

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Transcript
CONOCIMIENTO DE LA
ALIMENTACIÓN Y
NUTRICIÓN EN LA ACTIVIDAD
FÍSICA
Trabajo realizado por:
Cristina Miranda Peña
ÍNDICE
Dieta mediterránea……………………………………………………………………………………………………………3
Dieta mediterránea……………………………………………………………………………………………………………4
Dieta mediterránea……………………………………………………………………………………………………………5
Dieta mediterránea……………………………………………………………………………………………………………6
Atletismo…………………………………………….………………………………………………………..…………………..6
Atletismo…………………………………………………………………………………………………..……………………..7
Atletismo………………………..…………………………………………………………………………….…………………..8
Ayudas ergogénicas en el deporte…………………………………………………………………….….……………9
Ayudas ergogénicas en el deporte……………………………………………………………………………………10
Efectos de una alimentación hipocalórica………………………………………………………………………..10
Efectos de una alimentación hipocalórica………………………………………………………………………..11
Efectos de una alimentación hipercalórica………………………………………………………………………11
Efectos de una alimentación hipercalórica…….…………………………………………………………………12
Conclusiones……………………………………………………………………………………………………….……….….13
Webgrafía……………………………………………………………………………………………………………………….14
DIETA MEDITERRÁNEA
¿QUÉ ES?
La dieta mediterránea es un patrón alimentario que se complementa con la práctica de
ejercicio físico y el clima de los países colindantes con el mar Mediterráneo, y que tiene
múltiples beneficios para la salud.
En términos de alimentación, la dieta mediterránea se basa en los ingredientes propios de
la agricultura local de los países con clima mediterráneo, fundamentalmente España e
Italia. Se resume en reducir el consumo de carnes e hidratos de carbono en beneficio de
más alimentos vegetales y grasas monoinsaturadas.
CARACTERÍSTICAS
La dieta mediterránea es una opción de alimentación saludable, por la variedad y consumo
de productos de origen vegetal, su riqueza vitamínica, el aporte de cereales y de aceite de
oliva virgen.
Los siguientes aspectos de la dieta, marcan las características de la misma.
El valor más importante de la dieta mediterránea es el aceite de oliva, rico en ácido oléico
y otros componentes. Tienen un efecto beneficioso sobre la salud, evitando el desarrollo de
enfermedad coronaria, control del colesterol y en la prevención de algunos tipos de cáncer,
además de ser un potente antioxidante, entre otros beneficios. Se recomienda su uso como
grasa principal para aliños y frituras.
Otra característica de mucha importancia de esta dieta es el consumo de cereales. Se ha
comprobado su efecto beneficioso sobre la salud al reducir el riesgo de cardiopatía
isquémica y de algunos tipos de cáncer. Se recomienda el consumo diario de pan, pasta,
papas, arroz y otros alimentos fabricados preferentemente con cereales integrales.
Las legumbres, frutas y hortalizas, alimentos ricos en hidratos de carbono complejos y
fibra, se han mostrado eficaces como protectores de la salud. Se recomienda el consumo
de alimentos vegetales, frutas, verduras, legumbres y frutos secos. La utilización de la fruta
fresca como postre habitual es la elección más saludable, esporádicamente puede
acompañarse con algún dulce.
El consumo de pescado se asocia a disminución de la mortalidad por enfermedad
coronaria. Se recomienda mayor consumo de pescado que de carne, eligiendo los pescados
llamados azules, por su tipo de grasa (ácidos grasos omega 3), con un alto efecto protector
del corazón. La ingesta de carne roja debe hacerse con moderación, como parte de otros
platos o acompañando el bocadillo.
El consumo de lácteos es importante para el crecimiento y desarrollo en esta etapa de la
vida. Por ello se recomienda su consumo diario, en forma de leche, queso, yogur, etc.,
eligiendo aquellos con contenido bajos en grasa. Las leches fermentadas son
recomendables, puesto que mejoran el equilibrio de la microflora intestinal.
El agua es la bebida de elección y debe ser consumida frecuentemente a lo largo del día.
Durante la infancia y adolescencia la recomendación de vino, tal como la propone la dieta
mediterránea, está desaconsejada.
Se aconseja el empleo de alimentos frescos y de temporada propios de la zona. Además,
deben estar poco procesados.
Los guisos y cocciones deben ser sencillos: plancha, horno, vapor, papillote (envuelto en
papel para horno), etc. El uso de hierbas aromáticas y especias, aportan sabor y
enriquecen los platos.
Alimentos básicos que la integran
Entre los ingredientes recomendados están las verduras y legumbres, la fruta, el pescado,
las carnes blancas, la pasta, el arroz y los frutos secos, además del consumo de vino con
moderación. Otro de los productos más recomendados es el aceite de oliva, que gracias al
ácido oleico y a sus grasas de origen vegetal disminuye el riesgo de padecer obstrucciones
en las arterias, y tiene un alto contenido encarotenos y vitamina E. La dieta mediterránea
promueve el consumo de aceite de oliva frente a otros tipos de aceite y especialmente
frente a la mantequilla. En este patrón alimentario escasean productos como las carnes
rojas, los dulces y los huevos.
La dieta mediterránea también tiene en cuenta las recetas típicas de estos lugares,
elaboradas con productos de temporada, así como las formas de cocinar tradicionales y
otros factores culturales como el hábito de las comidas compartidas en familia o con
amigos, las tradiciones y las celebraciones.
BENEFICIOS
En los últimos años, los estudios epidemiológicos y clínicos han proporcionado una base
científica sólida sobre los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea en la prevención de
las enfermedades cardiovasculares y de otras patologías crónicas relacionadas con la dieta
entre las que se incluyen algunos tipos de cáncer.
Numerosos estudios científicos han apuntado las razones por las cuales el aceite de oliva
es preferible desde el punto de vista de la salud a otros tipos de grasa e incluso a otros
tipos de aceites vegetales:
El ácido oleico es considerado como un agente antitrombótico en comparación con los
ácidos grasos saturados.
La mayor parte de los estudios de intervención sobre las enfermedades cardiovasculares
han demostrado que los ácidos saturados son aterogénicos, mientras que los ácidos grasos
monoinsaturados disminuyen los niveles de colesterol total. Pero así como los ácidos
grasos monoinsaturados (y también el aceite de oliva) producen una disminución de los
niveles de colesterol-LDL (factor de riesgo en las enfermedades cardiovasculares) y
mantienen los niveles plasmáticos de colesterol-HDL (factor protector), los ácidos grasos
poliinsaturados sólo disminuyen el colesterol-LDL.
Respecto a los ácidos grasos poliinsaturados, el ácido oleico presenta la ventaja de que es
más resistente a los fenómenos oxidativos, lo cual resulta beneficioso dada la implicación
de los procesos oxidativos en el desarrollo de la aterosclerosis.
El aceite de oliva aporta antioxidantes como la vitamina E y compuestos fenólicos.
Asimismo, la abundancia de alimentos de origen vegetal en la dieta mediterránea asegura
un aporte suficiente de gran variedad de micronutrientes esenciales (vitaminas y
minerales), fibra y otras sustancias presentes en los vegetales con conocidos efectos
beneficiosos en la salud. Por ejemplo, el ácido fólico contenido en algunas clases de
verduras puede reducir los niveles de homocisteína, identificada como uno de los factores
de riesgo en la enfermedad cardiovascular5. También se sabe que el consumo moderado
de alcohol disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular, probablemente al aumentar
los niveles de colesterol-HDL. Sin embargo, no hay que olvidar que las recomendaciones
sobre los efectos beneficiosos del vino deben ir siempre acompañadas de una advertencia
sobre los peligros del abuso de alcohol sobre la salud. Por último, el aporte de
antioxidantes contenidos tanto en frutas y verduras como en el aceite de oliva (rico en
vitamina E) o en el vino tinto reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.
El elevado consumo de frutas y verduras en la dieta mediterránea puede ser el responsable
la reducción del riesgo de ciertos tipos de cáncer, sobre todo de esófago y estómago.
También estudios recientes han apuntado un posible papel preventivo del aceite de oliva
en ciertos tipos de cáncer como el de mama y el de ovario.
CARENCIAS
La dieta estilo mediterráneo tiene menos carnes y carbohidratos y más alimentos a base
de vegetales y grasa monoinsaturada (buena) que una dieta estadounidense típica.
Muchas personas que viven en Italia, España y otros países en la región mediterránea han
comido de esta manera durante siglos.
Seguir la dieta mediterránea puede llevar a niveles de azúcar en sangre más estables,
colesterol y triglicéridos más bajos y a un riesgo menor de cardiopatía y otros problemas
de salud.
La dieta mediterránea está basada en:
-Comidas a base de vegetales, con sólo pequeñas cantidades de carne de res y pollo,
cuando se utilizan
-Más porciones de granos, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres
-Alimentos que en forma natural contengan cantidades altas de fibra
-Mucho pescado y otros mariscos en lugar de carne roja
-Aceite de oliva, una grasa saludable y monoinsaturada, como la fuente principal de grasa
empleada para condimentar y preparar los alimentos
-Alimentos que se preparan y sazonan de manera simple, sin salsas ni jugos de la carne
Los alimentos que se comen en cantidades pequeñas o que definitivamente NO se
consumen en la dieta mediterránea abarcan:
-Carnes rojas
-Dulces y otros postres
-Huevos
-Mantequilla
Las posibles preocupaciones de salud con la dieta mediterránea abarcan:
-Aumento de peso a raíz de las grasas en el aceite de oliva y las nueces.
-Niveles de hierro reducidos. Si usted opta por seguir la dieta mediterránea, asegúrese de
comer algunos alimentos ricos en hierro o en vitamina C, lo cual le ayuda al cuerpo a
absorber el hierro.
-Pérdida de calcio por consumir menos productos lácteos. Pregúntele al médico si debe
tomar un suplemento de calcio.
-Es común tomar vino con las comidas, aunque no es una parte esencial de la dieta
mediterránea. Evite el vino si usted es propenso al alcoholismo, está en embarazo, tiene
riesgo de cáncer de mama o tiene otras afecciones que el alcohol podría empeorar.
ATLETISMO
El atletismo es considerado el deporte organizado más antiguo. El atletismo
abarca numerosas disciplinas agrupadas en carreras, saltos, lanzamientos,
pruebas combinadas y marcha.
Si hay un grupo de personas que deben cuidar lo que comen son los atletas. Sin embargo
son los que peor asesorados suelen estar. La mayoría de sus entrenadores no son expertos
en el campo de la nutrición y su régimen dietario está lleno de mitos o falacias. Piensan
que para desarrollar una buena musculatura, su dieta tiene que ser alta en proteínas. Por
eso de que "carne da carne." El gasto en suplementos proteicos y multivitamínicos es a
veces excesivo y fútil. Es mi deseo que a través de este artículo obtengas una mejor
orientación.
Encontré esto en un lugar y estoy de acuerdo. "Una buena nutrición no hará que un atleta
de fin de semana se convierta en campeón, pero una nutrición pobre convertirá a un
campeón en un atleta de fin de semana." Por eso es importante que quienes practican
deportes, tanto los que compiten o los aficionados, se aseguren de satisfacer
adecuadamente sus necesidades nutricionales para evitar tanto los excesos como las
deficiencias.
Las necesidades nutricionales dependen de la edad, estilo de vida, estado de salud, y en
especial, del tipo de actividad física. La dieta debe ser equilibrada para conseguir un
óptimo rendimiento deportivo. La ingesta de alimentos debe cubrir sus necesidades y
permitir al deportista mantener su peso corporal ideal. En general, el atleta o deportista
debe consumir una dieta relativamente alta en carbohidratos. Esto optimiza la
disponibilidad de glucógeno muscular durante períodos de entrenamiento intenso y
competencia, y así podrá obtener una mayor resistencia deportiva.
Las proteínas deben suplir alrededor del 10-15% del total calórico. Aunque a menudo el
deportista ansioso de mejorar su desarrollo muscular tenga la tentación de exagerar la
ingesta de proteínas, las necesidades no superan los 2 g de proteínas por kg. de peso al
día. Por ejemplo si una persona tiene un peso ideal de 150 libras su requisito proteico es de
aproximadamente 136 gramos. Estos requerimientos son cubiertos ampliamente por una
ingesta razonable de carne, huevos, pescado y productos lácteos. Un exceso de proteínas
en la alimentación puede ocasionar una acumulación de desechos tóxicos como urea y
sobre carga el trabajo del riñón, además de traer otros efectos perjudiciales para la buena
salud del deportista.
Una ingesta óptima de grasas debe ser de un 30-35% de las calorías totales. Tanto un
exceso como una pobre ingesta de grasa pueden desencadenar en efectos adversos para el
organismo. Si el contenido de grasa en la dieta es bajo, existe el riesgo de sufrir
deficiencias en vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales. Si por el contrario, la
dieta tiene un contenido excesivo de grasa el rendimiento físico es menor, y además
aumenta el riesgo de la obesidad, problemas digestivos y cardiovasculares.
Las recomendaciones de hidratos de carbono (carbohidratos) para el atleta es de de 5060% del total de las calorías ingeridas, correspondiendo menos del 10% a los hidratos de
carbono simples (azúcar, dulces…) y el porcentaje restante debe ser de hidratos de carbono
complejos (cereales y derivados, panes, pastas, viandas, arroz, etc.) En condiciones
normales, necesitamos alrededor de tres litros diarios de agua para mantener el equilibrio
hídrico (un litro y medio en forma de bebida y el resto a través de los alimentos). En caso
de un esfuerzo físico importante las necesidades de agua aumentan, pudiendo perderse
hasta más de dos litros por hora. Es aconsejable, beber agua o alguna bebida deportiva
para reponer fluidos y minerales antes, durante y después del ejercicio físico, sobre todo en
los deportes de larga duración
En cuanto a los minerales se sabe que las necesidades de calcio aumentan en las mujeres
con una gran actividad deportiva, en las que suele producirse ausencia de la menstruación.
Hay que aumentar la ingesta de este mineral para compensar sus bajos niveles de
estrógeno, lo que disminuye su absorción intestinal de calcio. Por lo que se recomienda
una alimentación rica en productos ricos en calcio como lácteos (leche, queso, yogur, etc.)
Un suplemento de calcio es a veces necesario.
Se ha observado que las necesidades de hierro de las personas que practican
habitualmente deporte son mayores que las de una persona sedentaria. La mujer debe
compensar las pérdidas que se producen a través de la menstruación. En el caso de
mujeres deportistas es conveniente aumentar el consumo regular de alimentos ricos en
hierro (carne, huevos, granos y legumbres).
En lo relativo a las vitaminas, se ha demostrado que la capacidad física disminuye cuando
hay una carencia de las mismas. A partir de este hecho se ha extendido la creencia de que
un suplemento vitamínico puede incrementar el rendimiento en una práctica deportiva.
Pero todos los estudios realizados hasta ahora han llegado a la conclusión opuesta: una
adición de vitaminas no mejora el rendimiento físico. Un aporte suplementario de
vitaminas sólo puede ejercer un efecto beneficioso en el rendimiento de las personas que
tengan un déficit vitamínico. Pero éste no es el caso de la persona alimentada de forma
equilibrada.
Cómo distribuir las comidas durante el día es extremadamente importante para una buena
utilización de todos los nutrimentos ingeridos. Un mayor número de comidas al día trae un
rendimiento mejor, se evitan así las fatigas digestivas y los problemas de hipoglucemia.
Una buena distribución de las calorías diarias consistiría en efectuar cuatro comidas
diarias.
Desayuno: 15-25% del total calórico
Almuerzo: 25-35% del total calórico
Merienda: 10-15% del total calórico
Cena: 25-35% del total calórico
Un buen estado nutricional no se consigue unos pocos días antes de la competencia, sino
que es el resultado de unos hábitos alimentarios practicados adecuadamente, durante
mucho tiempo y con regularidad. Por supuesto, mi mejor recomendación es que busques el
consejo del dietista, profesional que puede desarrollar un plan nutricional que se ajuste
perfectamente a tus necesidades.
AYUDAS ERGOGÉNICAS EN EL DEPORTE
Sabemos que es muy común que en el mundo deportivo se de la nutrición desequilibrada
tanto por exceso como por defecto. Las prácticas que requieren esfuerzos mayores a las
posibilidades del deportista, los deportes que exigen una masa muscular demasiado
desarrollada, las exigencias de peso corporal en ciertas disciplinas, todos estos factores
llevan a que se presente una problemática en la alimentación deportiva. Esto nos lleva a la
necesidad de que los especialistas en nutrición intervengan en la dieta de los deportistas
para mejorar su rendimiento, esto es lo que llamamos la ayuda ergogénica en el deporte.
Uno de los principales objetivos de esta ayuda está en prevenir una condición muy común
en los deportes de competición, que es el sobreentrenamiento, que provoca una fatiga
crónica, la cual puede agravarse hasta convertirse en una patología. Entre las
manifestaciones de esta condición las más comunes son: disminución de la condición física
y la aptitud, también de las condiciones psicológicas, apareciendo síntomas
psicosomáticos y tendencias depresivas.
Como siempre, la mejor medida es la prevención y para ello, la implantación de una
nutrición adecuada que apunte al aumento de las reservas corporales, con un correcto
aporte de minerales y vitaminas, favorecerá el entrenamiento y la competición. También
debemos establecer pautas de entrenamiento que permitan al deportista mantener una
condición física general, con mayor flexibilidad y elasticidad musculares, una ejecución
biomecánica apropiada del gesto deportivo, lo cual mejorará la eficiencia de los
movimientos y disminuye los riesgos de fatiga. Pero cuando la fatiga física ya está
instalada en forma aguda o crónica, no es mucho lo que se puede hacer, por tanto, la
prevención es la mejor arma con que contamos.
¿Cómo me pueden favorecer las ayudas ergogénicas?
Vamos a explicar un poco el concepto de ergogénica. La ayuda ergogénica permite al
deportista realizar más trabajo físico del normal. La ergogénesis es la manipulación del
rendimiento mediante la producción de energía. En el deporte, la ayuda ergogénica
consiste en técncias o sustancias que se emplean para mejorar el empleo de la energía,
llegando a controlar su producción, eficiencia y control.
Estos suplementos contribuyen a aumentar la fuerza, velocidad, coordinación, disminuir la
ansiedad, controlar el peso, aumentan la agresividad, mejoran la actitud competitiva y
retardan la fatiga, así como también, aceleran la recuperación del organismo. Pero aquí es
donde se plantea el dilema. Estas ayudas pueden ser positivas o negativas, todo depende
de la forma en que se utilicen. Cuando son aplicadas por personas inescrupulosas o
ignorantes, pueden ocasionar mucho daño. El empleo de suplementos selectivos, en dosis
apropiadas a la actividad y sus requerimientos, mejora el rendimiento deportivo sin
producir daños al organismo. Y esto precisamente, es lo que busca la ergogénesis.
EFECTOS DE UNA ALIMENTACIÓN HIPOCALÓRICA
La dieta, en términos generales, es la suma de alimentos ingeridas por una persona, según
sus gustos y necesidades.
La misma debe ser variada y equilibrada estando formada por los diferentes grupos de
alimentos para, así poder, cubrir todas las necesidades energéticas y nutritivas de la persona.
En otras palabras, la dieta diaria es aquella que ingerimos o comemos día a día para poder
mantener nuestras funciones vitales.
Si nuestra manera de comer hace que no se cubran
esas necesidades básicas de nutrientes, nuestra salud se verá
afectada. Una de las dietas más recomendadas por los especialistas
en nutrición, es la famosa dieta mediterránea, la que debido a su gran
variedad y tipo de alimentos es absolutamente beneficiosa para la
salud.
La dieta hipocalórica,
junto con el ejercicio
físico, son la única
solución frente al
sobrepeso y la
obesidad.
Por lo tanto, el termino dieta no debe estar referido solo
a aquellas personas que deben seguir un tipo de alimentación especial, ya sea
para reducir el peso, aumentarlo, por carencias, o por demás enfermedades,
las cuales si están caracterizadas por la supresión o adición de determinados
alimentos, según corresponda.
Las bases de una buena dieta diaria son:



que incluya una gran variedad de alimentos de manera equilibrada
que sea moderada en azucares refinados, grasas saturadas y sal
que nos permita mantener el peso ideal correspondiente a un buen estado de salud sin
oscilaciones bruscas.
En el caso de una alimentación donde se busca cumplir con esto es donde nos
detendremos para detallar la dieta hipocalórica.
Lamentablemente, la mala fama de las dietas se debe a un sin numero de propuestas
milagrosas y surrealistas que prometen resultados instantáneos y sin esfuerzos.
Las promesas milagrosas son totalmente falsas y peligrosas para nuestro organismo ya que
son dietas muy pobres en calorías y nutrientes. Sus desequilibrios alimenticios llevan como
consecuencia a caer en enfermedades y en carencias nutricionales.
La mala fama de las
dietas se debe a un
sin número de
propuestas
milagrosas y
surrealistas que
prometen resultados
instantáneos y sin
esfuerzos.
Una dieta hipocalórica debe estar siempre avalada por un especialista
en la materia para, de esta forma, aseguraremos que la misma
contenga todos los nutrientes necesarios correspondientes a la
persona, según su edad, sexo, y actividad. Es decir, adecuada a cada
individuo, siempre con la proporción y reducción calórica que se
considere necesaria.
La dieta hipocalórica, junto con el ejercicio físico, son la única solución
frente al sobrepeso y la obesidad. La finalidad de estas dietas, es
lograr una reducción del peso corporal, para luego conseguir un
posterior mantenimiento, sin efecto rebote.
Siguiendo una dieta hipocalórica, la persona no tiene porque pasar hambre, sino todo lo
contrario, la misma debe contener alimentos que generen saciedad pero con menos calorías.
El éxito de una dieta hipocalórica depende de la correcta elección de los alimentos, de
la cantidad y formas de cocción y a esto ayuda en gran cantidad la actividad física
cotidiana que la acompañe.
Siguiendo estas pautas y acompañándolas con un poco de ejercicio físico diario
lograremos una reducción segura de peso, agilidad y buena salud. Este es el real
objetivo que justifica el esfuerzo por cambiar nuestros hábitos a cambio de mejorar
nuestra salud.
Efectos de una alimentación hipercalórica
Si lo que se desea es aumentar de peso como consecuencia de su delgadez, es fundamental
tener en cuenta que la alimentación a llevar a cabo es una dieta
hipercalórica.
La delgadez puede ser constitucional o estar causada por diversas
razones. Siempre que una persona presenta bajo peso deben
analizarse las causas. Estas pueden ser:







una alimentación deficiente.
pérdida de apetito.
trastornos de absorción intestinal de los nutrientes.
enfermedades como diabetes e hipertiroidismo.
enfermedades debilitantes como el cáncer o el sida.
excesiva o exagerada actividad física.
situaciones de estrés.
La dieta hipercalórica
no es sólo una dieta
alta en calorías. Es
aquella que permite
lograr un aumento de
peso, mejorando la
calidad y cantidad de
lo que se come
Para llegar al objetivo de aumentar el peso corporal, lo que debe tratarse prioritariamente es la
situación que condujo a tener bajo peso. Entonces así, teniendo conocimiento de las causas,
el próximo paso será corregir la alimentación.
Cuando esa delgadez es constitucional, una dieta rica en calorías logra
aumentar el tamaño de las pocas células grasas de la persona ganando así
algo de peso. Pero esta ganancia también se pierde fácilmente ante alguna
situación fuera de lo habitual.
La dieta hipercalórica debe tener en cuenta la sensación o grado de apetito de
la persona, y no generar a través de los alimentos una gran sensación de saciedad. Es en
este punto donde dejamos claro que como las grasas son las que brindan esa mayor
saciedad, no deben usarse exageradamente para aumentar las calorías.
Por otro lado las proteínas, tampoco deben usarse en demasía, puesto que generarían una
sobrecarga renal y hepática.
En cambio los carbohidratos son los más convenientes a la hora de tener que aumentar el
aporte calórico. Son considerados un gran recurso para la dieta hipercalórica.
Una dieta que provoque aumento de peso debe tener un aporte calórico entre 20 y 50%
superior al valor calórico normal.
Es decir que si una alimentación normal nos aporta unas 2.000 calorías, una dieta
hipercalórica debe cubrir unas 3.000 calorías aproximadamente. Esta debe ir aumentando de
manera gradual dependiendo de las necesidades de cada persona según edad, sexo y
patología (en el caso que la hubiese).
Si lo que se desea es lograr un aumento de peso corporal, deben seguirse las pautas
anteriormente descriptas. El aumento de peso debe ser lento y gradual. Si la persona es sana
el objetivo es que mantenga el peso ideal. Pero si existe una patología asociada, el aumento
de peso le permitirá mejorar su estado de salud general y prevenir futuras complicaciones
(infecciones).
CONCLUSIONES
El deporte no debe ser considerado solamente como una cuestión de competición. Hay que
subrayar los beneficios de una actividad física regular. Basicamente la suplementación se
hace necesaria dada la destrucción de nutrientes que tienen lugar en la elaboración y
conservación que sufren los alimentos y así serán necesarios en el deportista debido al
ejercicio intenso. Una vez decidido que suplemento nutricional se va a administrar, se
deben de conocer una serie de pautas para intensificar sus efectos beneficiosos. De esta
forma potenciaremos su acción y evitaremos posibles desequilibrios en el balance general
de nutrientes. La administración podrá ser a su vez, simple, compleja o secuencial. Se
deberá tener en cuenta la complementariedad, aprovechando su efecto sinérgico y
estudiar si lo más conveniente es administrarlos individual o combinados siguiendo un
orden terapéutico. Finalmente mencionar el peligro que supone llevar el cuerpo más allá
de sus niveles óptimos por medios de sustancias no permitidas (doping), por sus efectos
negativos sobre la salud del deportista.
Debe quedar claro que la mejor manera de alimentarse para perder peso, es teniendo una
buena educación alimentaria, pudiendo de esta manera saber elegir aquellos alimentos
beneficiosos para nuestra salud de manera sana y equilibrada, realizando ejercicio
físico para ayudarnos a estar bien anímicamente y quemar el exceso calórico y siempre
consultar con el médico/nutricionista sobre cualquier duda que pudiera llevarnos a un
deterioro de nuestra salud.
WEBGRAFÍA
http://www.dmedicina.com/vida-sana/alimentacion/diccionario-de-alimentacion/dietamediterranea.html
http://www.zonadiet.com/alimentacion/dieta-hipocalorica.htm
http://www.zonadiet.com/alimentacion/dieta-hipercalorica.htm
https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/patientinstructions/000110.htm
http://www.vitonica.com/complementos/las-ayudas-ergogenicas-en-el-deporte
http://www.nutricionpr.org/publico/articulos-nutricion/46-nutricion-deportiva/133nutricion-para-el-atleta.html
http://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-efectos-beneficiosos-dietamediterranea-15467
http://www.programapipo.com/menus-saludables/dieta-saludable-dietamediterranea/caracteristicas-de-la-dieta-mediterranea/