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14 Marzo 2014
DÍA MUNDIAL DEL SUEÑO
“Sueño reparador, respiración estable en cuerpo sano”
M.C. Victoria Santiago Ayala,
Dra. Matilde Valencia Flores,
M.C. Montserrat Reséndiz García,
M.C. Alejandra Castaño Meneses
Dr. Carlos G. Cantú Brito,
Dr. Guillermo García Ramos.
Clínica de Trastornos del Dormir, Departamento de Neurología y Psiquiatría,
Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán;
Laboratorio de Trastornos del Dormir, Facultad de Psicología, UNAM y la
Maestría en Trastornos del Dormir, Facultad de Psicología, UNAM.
El Día Mundial del Dormir (World Sleep Day) es un evento que se realiza anualmente, con el
objetivo de concientizar a la sociedad sobre los distintos problemas vinculados con el sueño y sus
alteraciones. Con ello se promueve la prevención, educación y una mejor comprensión de como
las alteraciones del dormir afectan la salud y la calidad de vida en el 45% de la población mundial.
La Asociación Mundial de Medicina del Dormir (World Association of Sleep Medicine – WASM)
celebra el Día Mundial del Sueño cada año, el viernes anterior al equinoccio, este año será el
Viernes 14 de Marzo. Se organizan diferentes actividades a nivel mundial con el fin de difundir
información respecto de los trastornos del sueño su prevención y su tratamiento.
Este año el lema es “Sueño reparador, respiración estable en cuerpo sano”, que marca la
necesidad de atención a las quejas o alteraciones del sueño más comunes. El conseguir dormir
bien por la noche es posible a cualquier edad y es de vital importancia para mantener un buen
estado de salud general.
La Clínica de Trastornos del Dormir del INCMNSZ convocada por la WASM se une a éste esfuerzo
proporcionando información que esperamos sea de utilidad para los profesionista en el campo de
la salud y público en general.
SUEÑO INSUFICIENTE, TRASTORNOS DEL DORMIR Y SUS CONSECUENCIAS SOBRE
LA SALUD.
El sueño es un estado cerebral activo en el que se generan cambios hormonales, metabólicos,
térmicos, neuronales y bioquímicos. El sueño tiene múltiples funciones: fisiológica, homeostática,
de conservación, de restauración de la energía, descanso, con participación activa en los procesos
cognoscitivos como atención y consolidación de la memoria.
En la última década se ha reconocido que el sueño, en particular el sueño suficiente y de calidad,
es una parte indispensable y vital para mantener la salud física, mental, emocional y bienestar
general. Dormir lo suficiente es esencial para la promoción de la salud, la prevención de
enfermedades crónicas como la obesidad, hipertensión arterial y diabetes mellitus tipo 2.
Una definición simple de sueño suficiente o adecuado es el periodo de sueño seguido de un
despertar espontáneo, que deja una sensación restauradora y lleva a un buen estado de vigilia
diurno. Si bien, cada organismo tiene una necesidad de sueño individual, La mayoría de las
investigaciones asume que la cantidad de sueño normal en adultos es entre 7-8 horas cada noche,
si se quiere mantener un buen funcionamiento durante el día. El no dormir lo suficiente (privación
de sueño) se asocia a somnolencia diurna, rendimiento bajo y problemas de salud. Son múltiples
los factores que afectan y modifican el sueño: la edad, el género, los problemas de salud
coexistentes (enfermedades médicas, mentales y/o psicológicas), algún trastorno del sueño
específico (el Síndrome de Apnea Obstructiva de Sueño, insomnio), estilo de vida, factores
ambientales y conductuales (hábitos incorrectos).
La prevalencia de los problemas de sueño ha aumentado, así como el número de personas que no
duermen lo suficiente, lo cual afecta a hombres y mujeres de todas las edades y clases
socioeconómicas. Se estima que cerca del 45% de la población mundial tiene algún problema de
sueño, pero sólo una tercera parte de ellos busca atención especializada. En los adultos mayores
esta cifra se incrementa, se estima que aproximadamente el 50 % de ellos tienen dificultad para
dormir. En la población Estadounidense se ha informado que más de una cuarta parte de la
población general no duerme lo suficiente, y que en cerca del 10% se presenta insomnio crónico.
Actualmente se estima que más del 30% de los adultos entre 30 y 64 años reportan dormir menos
de 6 horas por noche, cifra que va en aumento.
La disminución en el número de horas de sueño es una conducta que se ha venido acentuando en
las últimas décadas a nivel mundial. Un estudio reciente en los Estados Unidos de América (EUA)
documentó que en los últimos 20 años, aumentó de 24% a 30% el número de trabajadores (de
diferentes ocupaciones) que refirieron una duración de sueño de ≤ 6 horas por noche. Este estudio
además proporcionó evidencia de que la privación parcial o crónica de sueño o la "restricción de
sueño" se asocian a factores externos ambientales y sociales. Entre los factores están el cambio
del estilo de vida, la modificación de hábitos de sueño por demandas familiares, escolares y
laborales como es la necesidad de tener más de un trabajo o de trabajar turnos más prolongados.
Insomnio.
El insomnio se define como la dificultad recurrente para iniciar el sueño, mantenerlo o para
obtener una calidad adecuada del mismo, lo cual ocurre a pesar de tener la oportunidad en
tiempo y condición para dormir, dando como resultado alguna forma de alteración diurna. El
insomnio puede presentarse de diferentes formas: 1) dificultad para conciliar el sueño (insomnio
de inicio), más común en adultos jóvenes; 2) dificultad para permanecer dormido (insomnio de
mantenimiento) y 3) el despertar temprano por la mañana, ambos más comunes en el adulto
mayor. El insomnio puede ser transitorio con una duración de unos pocos días o semanas, pero el
que se presenta en el adulto mayor por lo general es crónico (se padece por años).
La prevalencia de insomnio en la población general se estima entre el 10 a 20%, mientras que en
el adulto mayor el insomnio es de 40%. Los adultos mayores con alguna enfermedad crónica o
alteración del afecto tienen mayor riesgo de padecer insomnio. Se piensa que el aumento de la
prevalencia del insomnio en el adulto mayor puede ser secundario al debilitamiento de los
mecanismos que regulan el sueño, lo que puede verse reflejado con la disminución de la etapa de
sueño de ondas lentas (Sueño N3) asociado con el proceso de envejecimiento. Además de los
cambios en los mecanismos que regulan el sueño, el insomnio puede estar asociado con
hipercortisolemia, cambio en el patrón de secreción diurna de la interleucina IL-6 y el factor de
necrosis tumoral alfa, condiciones que pueden dar lugar a múltiples problemas de salud que a su
vez pueden afectar la esperanza de vida.
En los adultos mayores que padecen enfermedades crónicas pueden presentarse otros síntomas y
signos que alteren o interrumpan el sueño nocturno: tos, nocturia y dolor crónico (artritis). En
pacientes institucionalizados (p. ej., hospitales, asilos), los factores ambientales como el ruido y la
luz pueden con frecuencia interrumpir el sueño. La falta de sueño durante la noche contribuye a la
somnolencia durante el día y puede inducir a tomar siestas durante el día. Esto ocasiona un círculo
vicioso en el que dormir la siesta conduce al insomnio durante la noche. Las alteraciones del
estado de ánimo también afectan la calidad de sueño. La depresión se asocia frecuentemente con
insomnio. Un número de estudios tanto transversales como longitudinales ha mostrado que el
insomnio tiene un impacto negativo en el funcionamiento cognoscitivo y en la calidad de vida. Los
pacientes con insomnio presentan tiempo de reacción más prolongado, pobre concentración, son
más propensos a tener fallas en la atención y alteración en el equilibrio.
Trastornos respiratorios durante el sueño (TRS).
Los músculos que mantienen abierta la vía aérea superior (VAS) en vigilia se relajan de forma
natural al dormir, disminuyendo levemente el calibre de la VAS. Al inicio de la inspiración, se
genera una presión negativa intratorácica, que en condiciones normales, permite la entrada de
aire a los pulmones (ver figura 1). Pero en el caso de individuos con alteración en la respiración
durante el sueño como el Síndrome de Apnea Obstructiva de Sueño (SAOS) hay un colapso o
disminución de la VAS que no permite la entrada de aire, provocando repetitivamente que el
individuo deje de respirar durante el dormir.
Figura 1. Condición Normal durante el Sueño
Figura 2. Paciente con SAOS.
Los Trastornos respiratorios durante el sueño alteran los patrones normales del sueño y afectan la
calidad de vida. Dentro de los TRS podemos citar el Síndrome de Apnea Obstructiva de Sueño
(SAOS), el síndrome de Aumento en la Resistencia de la Vía Respiratoria Superior, y Apnea Central
del Sueño (ACS), siendo el más frecuente del SAOS. El SAOS o apnea de sueño es un trastorno del
sueño crónico que se puede controlar. El SAOS se caracteriza por episodios recurrentes de
obstrucción parcial (hipopnea) o completa (apnea) de la vía aérea superior (cese completo del
flujo de aire) durante el sueño, a pesar de mantenerse el esfuerzo inspiratorio. El SAHOS se asocia
con:
• Hipoxemia nocturna durante el sueño (disminución de la saturación de oxígeno en
sangre)
• Despertares durante el sueño
• Fragmentación del sueño
• Somnolencia Diurna Excesiva
La prevalencia del SAOS
El SAOS puede presentarse en cualquier grupo de edad, pero la prevalencia aumenta con la edad.
El SAOS se presenta entre el 1-3% de la población general adulta, siendo más frecuente que se
presente en individuos entre los 30-60 años de edad. El SAOS afecta al 4% de los hombres y al 2%
de las mujeres, es más frecuente en individuos con obesidad, se estima una prevalencia de SAHOS
en el obeso se estima entre el 30-98%.
Morbilidad del SAOS
El SAOS es uno de los trastornos del dormir con mayor impacto en el estado general de salud. Es
un factor de riesgo, responsable de la mayor morbilidad y mortalidad que ningún otro trastorno
del dormir.
Alteraciones asociadas al SAOS:
•
Cardiovasculares: arritmias, HAS, Hipertrofia Ventricular y en casos graves la muerte
súbita.
•
Alteraciones metabólicas y endocrinológicas: Diabetes Mellitus tipo 2.
•
Trastorno en estado de ánimo: depresión, ansiedad e irritabilidad.
•
Aumento de accidentes laborales y vehiculares.
•
Déficit cognoscitivo en: atención, memoria y aprendizaje.
Factores de Riesgo para SAOS
El SAOS es de origen multifactorial, entre los factores de Riesgo se encuentran:
•
Obesidad o sobre peso (principal factor de riesgo)
•
Cuello corto y ancho
•
Anormalidades cráneo faciales (estructurales): malformaciones maxilo-mandibular
(retrognatia o micrognatia, macrognatia
•
Alteraciones anatómicas de la Vía Aérea Superior (VAS): úvula alargada, exceso de
tejido blando, macroglosia, desviación septal, hipertrofia amigdalina.
•
Enfermedades endrocrinológicos: hipotiroidismo, acromegalia
•
Sexo masculino
•
Menopausia
•
Uso de tranquilizantes, pastillas para dormir
•
Alcohol
•
Tabaquismo
Síntomas del SAOS
•
Ronquido (frecuente)
•
Apneas observadas por el compañero de cama
•
Sueño no reparador
•
Somnolencia diurna excesiva
•
Fatiga
Los pacientes con SAOS pueden no mostrar el descenso nocturno esperado en la presión arterial
debido a que la hipoxemia intermitente y alertamientos se asocian con un aumento brusco de la
presión arterial, la cual, con frecuencia se mantiene alta durante el día. Actualmente se considera
al SAOS como un factor de riesgo independiente para hipertensión arterial sistémica y eventos
cardiovasculares.
El efecto a largo plazo de un sueño insuficiente o por algún trastorno del dormir.
Existe evidencia que el no dormir lo suficiente, ya sea por cambios en el estilo de vida o por algún
trastorno del dormir (ejemplo: insomnio, síndrome de apnea obstructiva del sueño, etc.,) tiene
impacto a diferentes niveles:
 Deterioro en el estado de salud general:
• física
• mental
• psicológica
• emocional
 Laboral
 Social
 Familiar
 Conductual
 Económico
Entre las consecuencias sobre el estado de salud general podemos mencionar:
•
Alteraciones metabólicas y endocrinológicas: que pueden traer como consecuencia la
ganancia de peso u obesidad.
•
Alteración en la regulación de la glucosa.
•
Aumento de resistencia a la insulina: lo que aumenta el riesgo para desarrollar
diabetes Mellitus tipo 2, en particular entre los hombres que duerme 5 horas o
menos.
•
Alteraciones cardiacas: aumento del riesgo de hipertensión arterial, infarto al
miocardio, infarto fulminante, etc.
•
Salud mental: hay alteración en el estado de ánimo (depresión, ansiedad, irritabilidad)
y en particular, existe evidencia epidemiológica que sugiere que el sueño insuficiente
compromete la función inmunológica.
A nivel conductual se relaciona a alteraciones cognoscitivas como: fallas de atención,
concentración, memoria, las que repercuten en el rendimiento académico e inducen disminución
de la interacción familiar y social. Así mismo se ha documentado retardo en el tiempo de
reacción, disminución de la agudeza sensorial / motora lo que se ha asociado con aumento de
accidentes vehiculares y laborales, causando grave perjuicio y discapacidad en sujetos que
manejan maquinaria.
En otros estudios se ha demostrado que el dormir 5-6 horas por noche aumenta la somnolencia y
el tiempo de respuesta (por ej., toma más tiempo el aplicar los frenos cuando se trata de detener
un coche), originando un aumento en la probabilidad de lesiones y en particular de accidentes
vehiculares. Se estima que cada año, en Estados Unidos de América hay 110,000 lesiones
relacionadas a trastornos del dormir, de los cuales 5,000 son fatales por colisiones
automovilísticas (incluyendo camiones comerciales). El conducir con sueño puede ser tan
peligroso como conducir en estado de ebriedad. El 18% de los accidentes carreteros y 36% de los
accidentes aéreos están asociados a los efectos de NO dormir lo suficiente. La Organización
Mundial de la Salud estima que en general, el 30% de los accidentes están relacionados a la
somnolencia excesiva diurna y cansancio, síntomas característicos de no dormir lo suficiente o por
algún trastorno en el dormir.
En cuanto al impacto económico, hay una disminución de la productividad laboral, aumento del
ausentismo, un mayor uso de servicios como el incremento de las vistas al médico, hospitalización
y atención médica en general, y en consecuencia un aumento de los gastos por uso de servicios
médicos y por prescripción de medicamentos.
El dormir lo suficiente es una necesidad que debe ser considerada como un "signo cardinal" de un
buen estado de salud general. Por lo que en las intervenciones terapéuticas, debe considerarse el
manejo y tratamiento de los trastornos del dormir, así como la implementación de estrategias
para disminuir el impacto de la privación de sueño sobre el estado de salud general, con lo que se
pretende además prevenir los problemas de sueño disminuyendo las consecuencias sobre la salud
y mejorando la calidad de vida.
En términos generales podemos decir que los efectos acumulativos de no dormir lo suficiente (por
privación aguda/crónica) y la presencia de trastornos del dormir representan un problema de
salud pública que es subestimado, complejo y de origen multifactorial que debe ser atendido por
el profesional de la salud.
TRATAMIENTO PARA ALTERACIONES EN EL SUEÑO
De acuerdo a la presentación de los síntomas, frecuencia y gravedad del trastorno se determina su
manejo. Por lo general la intervención es multidisciplinaria y puede consistir en tratamiento
farmacológico, médico y conductual (medidas para mejorar la calidad y los hábitos de sueño).
El Tratamiento conductual puede prevenir algunos problemas de sueño y cuando es necesario es
referido al especialista para su manejo y seguimiento. Inicialmente se pueden seguir estas
medidas para mejorar la calidad y los hábitos de sueño.
 Dormir las horas necesarias del sueño nocturno (la cuota de sueño es individual).
 Acostarse y levantarse de la cama a la misma hora (con ellos se estabiliza el reloj biológico,
sobre todo con la hora de levantarse).
 Mantener horarios regulares (fijos) para desayunar, comer y cenar. En caso de realizar
colación mantener horarios establecidos por el especialista en nutrición.
 Evitar siestas durante el día, en casos específicos se puede permitir una siesta después de
comer con una duración no mayor de 30 minutos y realizarla antes de las 4:00 pm.
 Evitar ver televisión, leer, estudiar, utilizar laptop, tablet, celular o comer en la cama
cuando se dispone a dormir.
 Evitar beber demasiados líquidos antes de acostarse, para tomar sus medicamentos solo
utilice la cantidad mínima necesaria.
 Limitar el consumo de líquidos por la tarde, sobre todo si uno de sus problemas es ir a
orinar frecuentemente.
 Evitar tomar café, refrescos de cola, té verde o negro, bebidas energizantes y chocolate 3
horas antes de acostarse.
 Eliminar o evitar el consumo de alcohol después de las 6 de la tarde.
 Evitar fumar 3 horas antes de acostarse.
 Pasar tiempo al aire libre y disfrutar de la luz solar, si es después de las 10 de la mañana,
utilizar protector solar.
 Realizar ejercicio en la medida de sus posibilidades, pero no cerca a la hora de ir a la cama,
y en casos especiales puede realizar ejercicio en la bicicleta fija o en caminadora.
 Considerar los posibles efectos secundarios de ciertos medicamentos sobre el sueño, los
estimulantes a la hora de acostarse y los sedantes durante el día pueden afectar de forma
desfavorable el sueño. Consulte con su médico tratante.
Si usted o un ser querido tiene problemas del sueño, averigüe si requiere ser atendido por el
especialista en medicina del sueño.
□
¿Duerme mal desde hace un mes o más tiempo?
□
¿Tiene dificultad para iniciar o mantener su sueño?
□
¿Tiene insomnio?
□
¿Ronca o le han dicho que ronca?
□
¿Le han dicho que deja de respirar cuando duerme?
□
Cuándo está sentado(a) o recostado(a) ¿siente usted una necesidad fuerte e irresistible de
mover las piernas?
□
¿Le dice su compañero(a) de cama que mueve las piernas mientras está dormido(a) o que
cuando está despierto(a) experimenta a veces sacudidas involuntarias en las piernas?
□
¿Se encuentra con frecuencia cansado(a)
□
¿Tiene somnolencia durante el día?
□
¿Se queda dormido(a) involuntariamente durante el día, al estar sentado viendo T.V.,
leyendo o incluso conduciendo su automóvil?
□
¿Se siente deprimido(a) o ansioso(a) y esto le afecta su sueño?
□
¿Se siente con frecuencia incapaz de concentrarse durante el día?
□
¿Tiene problemas de atención y memoria?
Si contestó afirmativamente a más de 7 preguntas, Usted debe consultarlo con su médico o con
un especialista en medicina del dormir.
Bibliografía
International Classification Sleep Disorder-2, 2005.
American Academy of Sleep Medicine Task Force Sleep, 2005
http://www.sleepfoundation.org/es/node/2210
Diagnóstico y Tratamiento del Insomnio Crónico en los tres niveles de Atención Médica. México:
Secretaría de Salud, 2012. www.cenetec.salud.gob.mx/interior/gpc.html
Detección, Diagnóstico y Tratamiento del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño en los Tres
Niveles
de
Atención.
México:
Secretaría
de
Salud;
2012.
www.cenetec.salud.gob.mx/interior/gpc.html