Download mezquita islam -reino

Document related concepts

Mezquita de los Omeyas wikipedia , lookup

Gran Mezquita de Alepo wikipedia , lookup

Mezquita Tekkiye wikipedia , lookup

Arquitectura fatimí wikipedia , lookup

Mezquita wikipedia , lookup

Transcript
GRAN
MEZQUITA
DE
DAMASCO.
DE LOS OMEYAS A LA ACTUALIDAD.
ÍNDICE
1.- Santuario dedicado a Hadad, dios de la lluvia y las tormentas…………….2
2.- Templo de Júpiter…………………………………………………………………………….2-3
3.- Basílica de San Juan Bautista…………………………………………………………….3-4
4.- Mezquita de los Omeyas……………………………………………………………………..4
 4.1.- Análisis formal……………………………………………………………………5-10
 4.2.-Incendios, destrucciones y restauraciones desde el año 750
hasta la actualidad……………………………………………………………….....10-13
5.- Conclusión…………………………………………………………………………………………13
6.- Bibliografía………………………………………………………………………………………..14
1
1.- SANTUARIO DEDICADO A HADAD.
Al igual que otras mezquitas que se asentaron sobre antiguos santuarios, la de Damasco se
desarrolló en un terreno donde antes se había situado un templo arameo dedicado a Hadad,
dios de la lluvia y de las tormentas, construido cerca del 1000 a.C., del cual se encontró un
monolito de basalto.
No se sabe exactamente cómo se veía el templo, pero se cree que el sitio probablemente
consistía en un patio amurallado, una pequeña cámara para la adoración, y una estructura de
torre que suele simbolizar el "lugar alto" de los dioses de la tormenta, en este caso Hadad. Una
piedra se mantiene del templo arameo, que data del reinado de Hazael, y se encuentra
actualmente en exhibición en el Museo Nacional de Damasco.
2.- TEMPLO DEDICADO A JÚPITER.
El templo de Hadad continuó sirviendo un papel central en la ciudad, y cuando los romanos
conquistaron Damasco en 64 d.C asimilaron a Hadad como su propio dios del trueno, Júpiter.
Por lo tanto, participan en un proyecto para reconfigurar y ampliar el templo bajo la dirección
del arquitecto Apolodoro de Damasco, que creó y ejecutó el nuevo diseño. La simetría y las
dimensiones del nuevo templo greco-romano de Júpiter impresionaron a la población local.
Pese a las ampliaciones, se conservó la mayor parte del diseño semítico original.
Incluía dos recintos concéntricos: el témenos, (τέμενος1), o recinto sagrado, de base
rectangular de unas medidas de 360 x 310 m, con torres en las esquinas, que rodea al períbolo
2
(160 x 100 m), que a su vez encuadra la naos con la escultura de dios.
Dos puertas monumentales con tres vanos se abren en medio de los lados este y oeste del
témenos. Las dos galerías que parten de él franquean el períbolo mediante puertas también
triples que conducen a la naos 3central.
1
Témenos: palabra que proviene etimológicamente del griego (τέμενος) y que surge en el contexto de la
Antigüedad clásica. Hace referencia al recinto sagrado que podría incluir varias partes como los
propileos, el altar, el templo, tesoro...
2
Períbolos: palabra que proviene etimológicamente del griego (γύρω βόλος). Se trata del muro que
delimita un espacio en torno a un templo o edificio sagrado. Podía estar cercado de árboles y viñas los
cuales rodeaban los templos.
3
Naos: palabra que proviene etimológicamente del griego (ναός). Se trata de la cámara central que, en
los templos griegos, era generalmente de forma rectangular, con tres naves separadas con columnas,
donde se alojaba la escultura del dios. Es la sala, por tanto, más importante de los templos. También la
encontramos en los templos del Antiguo Egipto. También recibe el nombre de cella.
2
Tanto las dimensiones de la mezquita como su ubicación quedaron determinadas por el
témenos romano. De entre las reutilizaciones de los elementos de época romana citamos las
columnas del interior de la sala de oraciones, con sus capiteles corintios, ya empleadas en
época bizantina, así como el pórtico que rodea al patio. En efecto, el témenos se encontraba
rodeado por una galería de arcadas. Este pórtico ha subsistido al este y al oeste. Además,
fueron reutilizadas las ocho columnas que sostienen el edículo octogonal situado al oeste del
patio, que se corresponde con la Cúpula del Tesoro.
El Templo de Júpiter sufriría adiciones durante el primer período de la dominación romana de
la ciudad, en su mayoría iniciadas por los altos sacerdotes que recogen las contribuciones de
los ciudadanos ricos de Damasco. La puerta oriental del patio se amplió durante el reinado de
Septimio Severo.
En el siglo IV d.C, el templo fue sobre todo
conocido por su tamaño y belleza. Se separó de
la ciudad por dos conjuntos de paredes. La
primera, la pared más amplia abarcó una amplia
zona que incluye un mercado, y la segunda
muralla rodeaba el santuario real de Júpiter. Era
el templo más grande de la Siria romana. Hoy en
día podemos admirar la puerta occidental del
templo de Júpiter ubicada al final del zoco AlHamidiyya [FIG.1].
FIG.1. Puerta occidental del templo de Júpiter
3.- BASÍLICA DE SAN JUAN BAUTISTA.
En el año 391, el Templo de Júpiter se convirtió en la Catedral de San Juan Bautista por el
emperador cristiano Teodosio I si bien es cierto que, durante su transformación en una basílica
cristiana, no se dedicó de inmediato al santo, sino que dicha adscripción se produjo en el siglo
VI. Destaca la función que tuvo la basílica como sede del obispo de Damasco.
En cuanto a la morfología de la basílica, se
sabe que el emperador había habilitado el
períbolo del antiguo templo de Júpiter,
conservando las entradas laterales y
levantando la basílica justo en el centro del
témenos romano [FIG.2].
FIG.2. Planta de la Mezquita de Damasco,
según Ortega Andrade, Historia de la
construcción, 1993)
3
Obedeciendo a la tradición cristiana, la basílica, estaba orientada al este. Presentaba cinco
naves, resultado de cuatro grandes arcadas, de dos niveles de arcos, que soportaban un tejado
a dos aguas de vigas de madera. Así concebido, el edificio, con su ábside, debía de medir 65 m
de largo y entre 40 y 45 m de ancho por lo que no debe sorprendernos que esta basílica fuera
una de las más grandes del mundo cristiano.
4.- MEZQUITA.
La mezquita es el edificio en el cual los musulmanes llevan a cabo la plegaria ritual colectiva al
mediodía del viernes, que deviene en el día sagrado de la comunidad musulmana. Mezquita,
en árabe masyid, significa etimológicamente templo y puede definirse como un lugar para
prosternarse en la oración. La mezquita del viernes o gran mezquita se conoce en castellano
como mezquita aljama.
El musulmán no necesita de ningún lugar específico para recitar la plegaria, le basta con el
plano horizontal del suelo, sobre el que prosternarse, y la orientación hacia la Meca, la cual la
proporciona la ubicación de la quibla4. Por ello Mahoma había declarado recibir la tierra entera
como masyid.
Sin embargo, la mezquita no es un templo en términos estrictos pues en ella no reside ninguna
divinidad. Se trata de un lugar para la oración que reproduce la casa de Mahoma [FIG.3], pues
era costumbre recitar la plegaria en la casa del profeta en
Medina. Dicha casa estaba constituida por un patio de
planta cuadrada en el que tras el profeta se disponían los
seguidores, en hileras paralelas, para orar. En un principio
se tomaba a Jerusalén como orientación sagrada para,
posteriormente, orar hacia la Meca, en dirección contraria,
hacia el sur, que desde entonces se ha convertido en la
orientación sagrada para todas las mezquitas del Islam.
La zona del patio de la casa de Mahoma se cubrió con una
techumbre de arcilla y hojas de palmeras sobre troncos
para protegerse del sol, originándose así la primera sala de
oraciones o haram. El resto del patio de la casa quedaba al
descubierto, dando lugar también al primer sahn o patio.
FIG.3. Casa del profeta en
Medina según Ortega Andrade,
Historia de la construcción,
1993.
4
Quibla: En el arte islámico, es el muro de la mezquita orientado a La Meca, en el que se sitúa el
mihrab. Durante la oración, los fieles hacen sus prosternaciones de cara a la qibla pues indica la
orientación sagrada, donde deben ir orientados los rezos.
4
4.1.- ANÁLISIS FORMAL
A continuación haremos un análisis formal de la mezquita, tal y como se conserva en la
actualidad, para después analizar en cada época las construcciones, ampliaciones,
demoliciones, incendios y demás vicisitudes que ha sufrido la mezquita de los Omeyas.
En primer lugar, el patio o sahn, al que accedemos mediante dos puertas: la de Jairún, en el
extremo oriental, y la de Bâb al-Berîd, en el occidental, funciona como una plaza y presenta
unas medidas de 122,5 x 50 m. Está rodeado en tres de sus laterales por pórticos (riwaq) sobre
pilares que alternan con dos columnas; las columnas superiores son ostensiblemente menores
que las situadas en la parte inferior. Las columnas proceden de construcciones anteriores y los
capiteles, de varios órdenes, generalmente son corintios. Está rodeado en tres de sus lados por
un pórtico de pilares alternando con dos columnas
En el cuarto lado, el del sur, encontramos tres naves largas e iguales, de 24 columnas cada una,
paralelas a la pared sur y cortadas en el centro por una nave axial perpendicular a la pared de
la quibla. La fachada sur, que da al patio, destaca por la monumental entrada con hastial en el
centro, que evoca los palacios bizantinos. [FIG.4]
FIG.5. Mosaicos de la fachada sur.
FIG.4. Fachada sur de la mezquita.
Todas las paredes del pórtico estaban revestidas con una decoración de mármol de colores
que alcanzaba los 3,5 m de alto pero sólo la zona sureste [FIG.5] conserva mosaicos en tonos
verdes y dorados con dibujos de paisajes con ríos, árboles y frutas, como el conocido mosaico
del Barada (llamado así por el río de Damasco que, según la tradición, aportó el barro con el
que Dios hizo a Adán), de estilo greco-romano y bizantino. Antaño estuvo rematado con un
friso "karma", una larga y ondulada rama de parra con volutas de acanto y uvas, que
recordaba al de la Cúpula de la Roca en Jerusalén.
5
En torno al patio encontramos tres minaretes o
alminares 5 [FIG.6] que datan de épocas distintas. A
pesar de que la tipología común del minarete sería la
de planta cuadrada, nos encontramos, en Damasco,
con minaretes de planta hexagonal o cuadrangular.
FIG.6. Vista de los tres
minaretes de la
Mezquita de Damasco.
El más antiguo de todos es el conocido como Minarete de la novia o Al Arous [FIG.7], situado
en la pared norte, se atribuye su construcción a los abasíes y dataría del siglo IX, durante el
reinado del califa al-Mamun. Al este nos encontramos con el Minarete de Jesús o Minarete
Blanco, [FIG.8] construido en época de los otomanos, alrededor del siglo XIII. Según la tradición
musulmana, Jesús, considerado un profeta en el Islam, volverá el día del juicio final, se subirá a
ese minarete y dirá "Alá es el único dios, y Mahoma es su profeta". Finalmente, el del suroeste,
de estilo otomano, fue reconstruido por orden de sultán Qayt Bey [FIG.9] en el siglo XV. Por
esta razón, el minarete toma su nombre.
FIG. 8. Minarete de Jesús.
FIG.7.Minarete de la Novia.
FIG.9. Minarete de Qayt Bey
Dentro del patio se encuentran tres pequeñas construcciones entre las que distinguimos la
Cúpula del Tesoro (Al-Mal) [FIG.10], nombre que alude a su función como lugar donde se
5
Minarete o alminar: en el arte islámico, es la torre de las mezquitas desde la cual el muecín llama a los
fieles a la oración.
6
guardaba el dinero y demás posesiones con las que contaba la
mezquita. De forma poligonal, está levantada sobre ocho
columnas reutilizadas corintias y está decorada, en sus ocho
lados, por excepcionales mosaicos.
FIG.10. Cúpula del Tesoro.
La segunda, levantada sobre planta cuadrada y cubierta por un púlpito con dosel de madera y
las antiguas columnas de las lámparas, es la Cúpula de Las
Abluciones6[FIG.11]. Es a ella donde los fieles acuden antes del
rezo para lavarse la cara, las manos y los pies con el fin de
acudir limpios a la oración.
FIG.11. Cúpula de las
Abluciones.
En último lugar nos referimos a la Cúpula del Reloj (Al-Sa’at)
[FIG.12], construida en el siglo VIII para atesorar los relojes. Es
la de menor tamaño. Está cubierta por cúpula y ubicada al
oeste del patio, delante de la entrada de la sala donde se guarda la reliquia de la cabeza de
Hussein, hijo de Alí y nieto de Mahoma asesinado por los Omeyas en Kerbala. Estamos ante un
lugar de peregrinación para los shiíes.
FIG.12.
Cúpula del
Reloj.
En cuanto a la sala de oraciones o haram [FIG.13] nos
encontramos con una división de tres naves paralelas al muro
de la quibla y separadas por dos filas de columnas reutilizadas
corintias que, a su vez, están divididas en dos mitades por un transepto, de mayor altura,
sobre cuya segunda crujía se levanta una suntuosa cúpula, originalmente de madera y de
doble casco, y perpendicular a la qibla. Se trata de una disposición heredera de las iglesias
bizantinas.
6
Cúpula de las Abluciones: se corresponde con el sabil o fuente para las abluciones. Situada en el sahn o
patio, el sabil es la fuente donde acuden los fieles para acudir limpios a la oración.
7
FIG.13. Sala
de oraciones o
haram.
El transepto conduce al mihrab7, al nicho de oración [FIG.14]. A su derecha, un mimbar8
[FIG.15]. La nave marca el espacio de la macsura9, el lugar destinado al califa. La cubierta de la
sala de oraciones es a dos aguas.
FIG.14. Mihrab.
FIG.15. Mimbar.
7
Mihrab: en el arte islámico, nicho u hornacina situada en la pared de la qibla y que da acceso, a través
de un arco profusamente decorado, a un espacio interno que se corresponde con el Sancta Sanctorum
de la mezquita. El mihrab indica la dirección de La Meca hacia la que se hacen las prosternaciones
rituales de la oración islámica.
8
Mimbar: en el arte islámico, púlpito ubicado en las mezquitas desde el cual el imán dirige la oración. Se
trata de una plataforma elevada, formada por unas escaleras de acceso. Se sitúa a la derecha del
mihrab. El mimbar más antiguo del mundo se encuentra en la Gran Mezquita de Kairuán,Túnez, y data
del siglo IX
9
Macsura: en el arte islámico, espacio aislado destinado al califa. Se trata de una zona protegida junto al
mihrab y el mimbar, separada por un cancel del resto de la sala de oraciones y donde el califa lleva a
cabo sus plegarias. La aparición de la macsura responde a un acontecimiento histórico, ya que uno de
los primeros califas, Umar, fue asesinado mientras oraba.
8
Estamos ante una sala de oraciones hipóstila. De hecho, la mezquita de Damasco es la cabeza
de las mezquitas de esta tipología y, al tratarse de la fundación religiosa más importante que
nos hayan dejado los Omeyas, debió de servir de modelo a más de una mezquita siria. Así, la
mezquita de Amida-Diyarbekr, en la orilla este del Tigris, la mezquita de Dera y, según parece,
la Gran Mezquita primitiva de Alepo beben de la Mezquita de Damasco. También influirá en
mezquitas de Túnez y Al- Andalus.
El punto central de la mezquita queda determinado por el mausoleo de San Juan Bautista
[FIG.16], conocido entre los musulmanes como el Profeta Yahya. Una cúpula de mármol verde
corona al mausoleo. La reliquia del santo que aquí se conserva, santo venerado tanto por los
cristianos como por los musulmanes, es la razón que motiva la continua peregrinación desde
los primeros tiempos del islam. Se trata de la cabeza de Juan Bautista. Se trata de un edículo a
donde fueron trasladados los restos del santo. Era lógico que la iglesia consagrada a este
venerable personaje, honrado en el Corán, fuera objeto de toda la solicitud del califa y por ello
perpetuó, en su propia mezquita, la memoria de Yahya. Mahoma menciona a este personaje
profético:
«Mientras que él (Zacarías) oraba de pie en el Templo, los ángeles le llamaron: Dios te anuncia
la noticia del nacimiento de Juan (Yahya) que confirmará la verdad del Verbo de Dios. Será
grande y casto, será un profeta entre los justos.» (Corán, 11 1, 40).
FIG.16. Mausoleo de San Juan Bautista.
Aunque las dimensiones de la mezquita y casi todos
sus elementos de construcción se han tomado de
edificios más antiguos, no se ha conservado íntegra
ninguna parte de la arquitectura romana o cristiana
y, a pesar de las numerosas reparaciones efectuadas
a lo largo de los años, todo lo que es visible excepto
los techos, pertenece a la edificación omeya.
Digno de destacar en este monumento es la profusa
decoración que en él se observa. En la parte baja de
los muros había paneles de mármol y la parte
superior, intradoses y enjutas de los arcos así como la
mayor parte de la fachada del patio, estaba cubierto con mosaicos que simbolizarían una
visión paradisíaca de un apacible mundo musulmán [FIG.17].
FIG.17. Mosaicos evocadores del paraíso musulmán.
9
Los artesanos que decoraron la mezquita pensaban que Damasco era el Jardín del Edén, por lo
que edificaron muros que cubrieron con oro, piedras preciosas y cristales de color, en forma
de temas que representaban la belleza natural más exquisita y el arte más refinado que se
podían contemplar.
Prescindiendo de su valor ornamental a los mosaicos se les puede atribuir legítimamente de un
significado iconográfico, del mismo modo que la decoración de monumentos similares en
otros lugares, las iglesias por ejemplo, tienen un sentido iconográfico. Se representarían
edificios y con ellos un fondo, a veces significativo y otras ornamental. En el caso de la
Mezquita de Damasco se representaron árboles naturalistas dispuestos rítmicamente en
primer término [FIG.18].
FIG. 18. Mosaicos de la mezquita
Estos árboles se convierten en el equivalente formal de los personajes que constituyen el tema
principal en los modelos utilizados por los mosaístas de Damasco. Estamos ante un ejemplo
fascinante en el que la búsqueda de un significado concreto – la arquitectura paradisíaca dentro de un lenguaje iconográficamente comprensible - el vocabulario de la tradición clásica condujo a la mutación de un tema de fondo en tema principal, y a la transformación del
motivo en primer plano-tradicionalmente sujeto principal-en un tema secundario. La mezquita
tuvo el mayor mosaico de oro del mundo, que cubría unos 4000 m², pero que
lamentablemente fueron dañados tras el incendio de 1893.
4.2.- INCENDIOS, DESTRUCCIONES Y RESTAURACIONES DESDE EL AÑO 750 HASTA LA
ACTUALIDAD.
Tras el levantamiento que puso fin al régimen omeya en 750, la dinastía abasí llegó al poder y
se trasladó la capital del califato a Bagdad. Los abasíes no tenían ningún interés en Damasco,
por lo que apenas podemos hablar de una actividad constructiva importante entre los siglos
VIII y X. Sin embargo, los abasíes reconocieron que la mezquita era un importante símbolo del
poder musulmán, por lo que en su tarea de erradicar el pasado omeya de la ciudad respetaron
la mezquita.
10
Incluso, el gobernador abasí de Damasco, Ibn Ali, construyó la Cúpula del reloj en la parte
oriental de la mezquita en el año 780. Nueve años más tarde, se inició la construcción de la
Cúpula del Tesoro con el fin de albergar los fondos de la mezquita. En el año 831, durante el
reinado del califa Al-Mamun, al tiempo que se eliminaban y se sustituían las inscripciones
omeyas, se construye el minarete norte de la mezquita, conocido como Minarete de la Novia.
El dominio de los abasíes sobre Siria comenzó a desmoronarse durante el siglo décimo, y en las
décadas que siguieron, quedó bajo el control de los reinos autónomos. Los fatimíes de Egipto
conquistaron Damasco en el 970, abriendo un período de inestabilidad que provocará que las
condiciones de vida en la ciudad de Damasco sean bastante difíciles. Finalmente, en el año
1069, se produjo un levantamiento por parte de los habitantes de Damasco contra el ejército
fatimí instalado en la ciudad. Una de las consecuencias del enfrentamiento fue el incendio de
la mezquita de los Omeyas. Destacable fue el derrumbamiento del muro norte de la mezquita.
En el año 1079 se abre el período selyúcida, seguido del período ayyubí que gobernará
Damasco hasta el año 1260, cuando la ciudad sea conquistada por los mongoles. Del periodo
selyúcida-ayyubí nos interesa el incendio del año 1174. De entre las destrucciones que causó
se encuentra la pérdida de libros, obras en madera y muchos de los elementos artísticos
originales.
El rey selyúcida Tutush inició la reparación de los daños causados por el fuego del año 1069. En
1082, el visir de Tutush, Abu Nasr ibn Ahmad Fadl, inició un programa de restauración que
incluía la cúpula central, el refuerzo los dos pilares que la sostienen y la renovación de los
mosaicos omeyas originales de la fachada interior norte. Además, en el año 1089 se
reconstruyó el pórtico norte. Ya en el siglo XII, concretamente en el año 1110, destacamos la
actuación de Toghtekin, atabeg de Damasco desde el año 1104 al 1128, quien reparó el muro
norte. Como consecuencia, los dos paneles con inscripciones situados por encima de sus
puertas se dedicaron a él.
Fue el gobernador Nur al- Din, cuyo gobierno en Damasco comienza con su conquista en 1154,
el que puso gran empeño en la restauración de los daños provocados por el incendio de 1069,
encargándose de que la mezquita recobrase de nuevo su antiguo esplendor. Bajo su mandato
se construye un reloj monumental, el Reloj de agua que probablemente sobreviviera hasta el
siglo XV tras su construcción fuera de la entrada este de la mezquita por el arquitecto
Muhammad al-Sa'ati y reconstruido por él tras un incendio en 1167. Finalmente fue reparado
por su hijo, Ridwan, a principios del siglo XIII.
Es con el sultán Saladín con quien comienza la dinastía ayyubí en el año 1171 y que se
extenderá hasta el año 1250 cuando sea asesinado el sultán Turan Shah por los mamelucos. En
este período se produjo un nuevo incendio que dañó la mezquita y cuya restauración corrió a
cargo de Saladín. Las secuelas del incendio de 1069 se pueden rastrear todavía en este
periodo pues es ahora cuando el Minarete de la Novia es reconstruido por el sultán ayyubí.
11
Durante las disputas internas entre los príncipes ayyubíes, la ciudad sufrió un gran daño, y el
Minarete de Jesús, situado al este de la mezquita, es destruido a manos de As-Salih Ayyub,
gobernador ayyubí en Egipto que se enfrentó a su hermano al-Adil, que se había proclamado
sultán en Siria. La guerra civil que se inició con el enfrentamiento entre ambos hermanos es la
causa de los grandes daños que sufrió Damasco. El minarete fue posteriormente reconstruido
con poca decoración.
Saladín, junto con muchos de sus sucesores, fueron enterrados alrededor de la Mezquita de
los Omeyas. De hecho, antes de entrar propiamente al recinto de la mezquita hay que cruzar
un pequeño jardín arqueológico donde se encuentra el Mausoleo de Saladín.
A partir de 1260 comienza el dominio mameluco de la ciudad de Damasco. En 1270, Baibars,
sultán mameluco en Siria y en Egipto, ordenó restauraciones extensas en la mezquita,
concretamente en sus mármoles, mosaicos y dorados. Según el biógrafo de Baibars, Ibn
Shaddad, las restauraciones cuestan al sultán una suma de 20.000 dinares.
Entre los fragmentos de mosaicos más grandes restaurados destaca el segmento del pórtico
oriental citado anteriormente, el Barada. Los mosaicos que decoraban la mezquita eran un
objetivo específico del proyecto de restauración y tuvieron una gran influencia en la
arquitectura mameluca en Siria y Egipto.
Destacable es la actuación del virrey de los mamelucos de Siria, Tankiz, quien desarrolló ll
trabajos de restauración en la mezquita entre 1326 y 1328. Se volvieron a montar los mosaicos
en la pared de la qibla y se reemplazaron todas las baldosas de mármol en la sala de oraciones.
El sultán mameluco al-Nasir Muhammad también realizó importantes obras de restauración de
la mezquita en 1328. Se demolió y se reconstruyó el inestable muro de la qibla y se movió
hacia el este.
Por desgracia, gran parte de ese trabajo fue dañado durante un incendio que quemó la
mezquita en 1339. Siguiendo con los incendios, el producido en 1392 dañó gravemente el
Minarete de Jesús.
El experto en arte islámico, Finbarr B. Flood, describe la actitud mameluca hacia la mezquita
como “un interés obsesivo y con un esfuerzo en el mantenimiento, reparación y restauración
de la mezquita sin igual en ninguna otra época de la dominación musulmana”.
Es en año 1400, cuando el conquistador turco-mongol Tamerlán ordenó la quema de la ciudad
causando la devastación de la mezquita de los Omeyas. El minarete oriental fue reducido a
escombros y la cúpula central se derrumbó. Además saqueó la ciudad a su retirada.
Fueron los otomanos quienes, tras la conquista del Damasco mameluco en 1516, se
encargaron de la reparación y redecoración de la mezquita, fuertemente dañada por la
actuación de Tamerlán a comienzos del siglo XV. Este programa de restauración de la mezquita
formaba parte del plan de reconstrucción arquitectónica de la ciudad. Pero los trabajos
llevados a cabo por los otomanos fueron asolados de nuevo por otro incendio, el de 1893, que
12
dañó los mosaicos y el revestimiento de mármol de la mezquita. El
fuego también destruyó el tejido interior de la sala de oraciones y
causó el derrumbe de la cúpula central de la mezquita. Esta cúpula
es conocida como la Cúpula del águila [FIG.19]. Tras el incendio de
1893, su estructura original en madera fue sustituida por una de
piedra. Pese a la restauración de los otomanos, la mezquita
mantiene su estructura original.
FIG.19. Cúpula del
Águila.
El dominio otomano se mantuvo 400 años después de su conquista en 1516. Tras este periodo,
ya en el siglo XX, destacaríamos las restauraciones llevadas a cabo entre 1950 y 1960. La
primera, en 1954, durante el periodo en el que Damasco fue capital del Mandato francés de
Siria y, la segunda, en 1963, ya bajo la República de Siria que había alcanzado su
independencia en 1946, tras la retirada de las tropas francesas.
Finalmente, en la década de 1980 y comienzos de 1990, el presidente sirio Hafez Al-Asad
ordenó una restauración a gran escala de la mezquita. No obstante, los métodos y concepto
del proyecto fueron fuertemente criticados por la UNESCO, que había declarado la Ciudad
Vieja Patrimonio de la Humanidad en 1979.
5.- CONCLUSION
Todos estos cambios históricos, desde el templo de Hadad, hicieron que la basílica conservara
elementos de las civilizaciones anteriores en el momento de ser conquistada por los árabes.
Los materiales y vestigios fueron aprovechados por los nuevos moradores.
Pese a las sucesivas restauraciones y reconstrucciones conserva su forma original, aunque la
morfología que observamos hoy día se corresponde con la de 1894, por tanto, con la del
periodo otomano. No obstante, se asemeja a la anterior basílica cristiana, pese a que el edificio
ha sido reorientado de modo que el mihrab se halle en el centro de uno de los lados
longitudinales, en lugar de estar al final, y opuesto al gran antepatio. Los capiteles y los
revestimientos de mármol son de tipo bizantino y los mosaicos parecen estar en deuda con los
de Constantinopla. Sin embargo, los sucesivos incendios y destrucciones, seguidos de
restauraciones no menos funestas, hicieron perder a la mezquita casi todo el ornato que
provocaba unánime admiración. Las restauraciones poco afortunadas no han hecho justicia a
uno de los centros sagrados más destacables del Islam, sólo superado en sacralidad por La
Meca y Medina.
Fue considerada una de las maravillas de su época y ha sido declarada, por supuesto,
Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, al igual que el área histórica de la ciudad de
Damasco.
13
6.- BIBLIOGRAFÍA
BLAIR SHEILA, S. y BLOOM, M, JONATHAN, M. Arte y arquitectura del Islam. Madrid. Ed.
Cátedra. 1999
BORRAS.G. Y BANGO.I. Arte bizantino y arte del islam. Madrid. Ed. Conocer el Arte. Historia 16.
1996.
ETTINGHAUSEN, R. y GRABAR, O. Arte y arquitectura del islam. 650-1250. Madrid. Ed. Cátedra.
1996.
GRABAR, O. La formación del arte islámico. Madrid. Ed. Cátedra. 2008.
HATTSTEIN, M. y DELIUS, P. Islam. Arte y arquitectura. ¿? Ed. H.F. Ullmann. 2004.
MARÇAIS, G. El arte musulmán. Madrid. Ed. Cátedra. 1983.
PORRAS GIL, C. Arte islámico. Madrid. Ed. Creaciones Vincent Gabrielle, D.L. 2010.
TALBOT RICE, D. Arte islámico. Barcelona. Ed. Destino. S.A. 2000.
 Páginas web consultadas.
http://www.almendron.com/
http://www.arteguias.com/
http://arte.laguia2000.com/
http://centrodeartigo.com/
http://moleskinearquitectonico.blogspot.com.es/
http://editorial.cda.ulpgc.es/ Fecha de consulta: 28/12/2014.
14