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ARTE MESOPOTÁMICO, PERSA E IBÉRICO
Elaboración: Don Jesús A. Manzaneque Casero
Profesor de Educación Secundaria
I.E.S. Isabel Martínez Buendía Pedro Muñoz (Ciudad Real) ESPAÑA
ARTE DE MESOPOTAMIA
INTRODUCCIÓN
- Mesopotamia significa en griego “entre ríos”. La región así denominada abarcaba
inicialmente los territorios comprendidos entre los ríos Tigris y Eufrates (ver vídeo de
introducción... geográfico-espacial, histórica, etc. ).
- La historia de Mesopotamia es una sucesión de civilizaciones, iniciada por los
sumerios hacia el 3.000 a.C. Estos son vencidos por las huestes de Sargón, rey de los
acadios hacia el 2.350 a.C. Desde ese momento conviven dos importantes culturas: los
asirios (Assur) al norte, y los babilonios (Babilonia) al sur, hasta que toda la región
quede bajo dominio del Imperio Persa en 539 a. C. (ver vídeo... "Civilizaciones
Perdidas - Mesopotamia - Retorno al Edén" ).
- La sociedad era controlada por una fuerte jerarquía a cuya cabeza estaba un “lugal”
(gran hombre), considerado como intermediario de la divinidad, y una casta de
sacerdotes.
1. SUMER
- En Sumer florecen numerosos centros urbanos muy relacionados entre sí, como las
ciudades-estado de Kish, Ur, Uruk, Lagash o Mari. Para llevar el control de los
crecientes intercambios comerciales se perfecciona la escritura, que se llama
“cuneiforme” por estar desarrollada con signos en forma de cuña. Es la época del poema
épico de Guilgamesh, rey de Uruk hacia 2.650 a.C., en el que ya se menciona el Diluvio
Universal.
- Los templos, con enormes escalinatas de acceso, se alzan sobre plataformas en talud,
rematadas por una torre de la oración, un ejemplo es el Ziggurat de Ur III (fig. 1):
delante del ziggurat, que presenta un aspecto muy sólido, con pocos vanos, se abren
enormes patios abiertos, donde se congregaban los fieles. La escasez de piedra obliga a
emplear el adobe o el ladrillo, a veces decorado, como material de construcción.
- En el interior de estos templos ha aparecido una gran cantidad de esculturas que no
representan a los dioses sino a los hombres en trance de solicitar ayuda a los dioses,
como es el caso de la estatua del Intendente Ebih-il de Mari (fig. 2): sentado en actitud
orante, el rostro recibe diferente tratamiento al cuerpo; la cabeza se caracteriza por la
minuciosa elaboración de la barba y las incrustaciones de lapislázuli en los ojos; el
cuerpo, en cambio, es poco detallado y tiende a la forma geométrica; la figura lleva la
típica falda sumeria, hecha con mechones de lana.
- De 2.500 a.C. a 2.360 a.C. se instala la Dinastía I de Lagash, que alcanza su apogeo
con Eannatum. En este reinado la orfebrería y el relieve alcanzan una gran sofisticación:
- En la llamada Estela de los buitres (fig. 3) las imágenes y texto aparecen unidos para
favorecer el carácter narrativo de las victoriosas campañas militares de Eannatum, el rey
aplasta sin piedad a los enemigos, que son devorados por buitres (de ahí su título
actual). Técnicamente se caracteriza por representar el rostro de las figuras de perfil y el
resto del cuerpo con un punto de vista frontal. Es interesante comparar esta obra con el
arte acadio (Estela de Naram-sin, que veremos a continuación); en el Estandarte de Ur
(fig. 4), encontrado en un cementerio regio, aparecen escenas de guerra y conquista, en
una cara, mientras que en la otra se describe la vida diaria en períodos de paz. Todas las
figuras desfilan en procesión, pero en el registro inferior hay un intento de crear
sensación de espacio a través de las patas de los caballos; el Toro de Ur, que forma
parte de un arpa encontrado como ajuar funerario de la reina Subad, confeccionada en
gran parte en oro, refleja ya un total dominio en la representación naturalista de los
animales.
2. AKKAD
- El primer rey de este pueblo de origen semita, Sargón I (2.334 a.C. - 2.279 a.C.),
derrotó al rey sumerio Lugalzaggesi y estableció la supremacía acadia en Mesopotamia,
Siria y Asia Menor, llegando incluso a la isla de Chipre (fig. 5: Sargón I de Acad).
- Su nieto Naram-sin (2.254 a.C. - 2.218 a.C.) relanza el imperio acadio con nuevas
conquistas, que ordena perpetuar en obras como la Estela de Naram-sin (fig. 6): esta
enorme estela de dos metros supone la máxima exaltación del rey, que aparece de
mayor tamaño que sus súbditos y con atributos divinos, como la tiara con cuernos;
intenta crear un paisaje, con árboles aislados y una montaña, sobre la que aparecen
astros, símbolos de diversas divinidades. Existe un busto que parece ser su retrato,
Cabeza de Naram-sin, obra maestra del trabajo sobre bronce, alcanza un alto grado de
belleza idealizada en el rostro y los labios, contrastando con la barba, muy detallada y
agrupada en formas geométricas.
3. PERÍODO NEOSUMERIO
- Hacia el año 2.150 a.C. se unifican los reinos de Sumer y Akkad, consolidando una
compleja burocracia e iniciándose transacciones que podemos calificar de bancarias,
con préstamos a interés en la compra de productos, pruebas del alto desarrollo político,
social y económico alcanzado.
- En general, es una época brillante para el arte, coronada con la figura de Gudea, “ensi”
o gobernador civil de Lagash entre 2.141 a.C. y 2.122 a.C. Este poderoso gobernador,
también poeta y arquitecto, inicia un intenso programa de creación y reconstrucción de
templos, debiéndose a él también el encargo de abundantes obras escultóricas.
- Como ejemplo podemos citar la Estatua sedente de Gudea (fig. 7): la diorita de este
retrato fue traída desde el valle del Indo; los brazos pegados al cuerpo insisten en la
frontalidad, mientras que el rostro es una imagen idealizada; en su faldellín se describe
el poder de Gudea y sus méritos ante la divinidad.
4. ASSUR
- El Imperio asirio se extiende entre 1.800 a.C. y 612 a.C. En su historia podemos
distinguir tres períodos: Imperio Asirio Antiguo (1.800 a.C. - 1.375 a.C.), Medio (hasta
1.047 a.C.) y Nuevo (entre el año 883 a.C. y el año 612 a.C., fecha de la invasión de los
medos).
- Su primera gran capital, Assur, toma el nombre del principal dios de este pueblo
guerrero, del que hay noticias ya en el año 2.500 a.C. Pero pese a la gran cantidad de
construcciones civiles y religiosas realizadas por los asirios, su arte viene determinado
por la escultura. Hay mucha diferencia entre las estatuas de bulto redondo, por lo
general muy rudimentarias, y los relieves, que suponen una de las cimas del arte
universal.
- Los relieves representan animales (fig. 8: La leona herida, resultado final de una
cacería de Assurbanipal, es una dramática imagen del dolor animal; se trata de un
asombroso estudio anatómico en el que las patas delanteras, aún poderosas, arrastran el
peso del resto del cuerpo, ya sin vida por la flecha que atraviesa su espalda), seres
mitológicos o escenas de caza y guerra (fig. 9: Assur-nasirpal II cazando leones, como
en toda la mitología mesopotámica se consagra la lucha entre el hombre y las fieras, hay
una evidente intención narrativa que se esmera en describir minuciosamente a
cazadores, animales y carros, tendiendo a la estilización y a las formas geométricas),
llenas de vida y movimiento.
- También se fomentan otras artes, como el ladrillo vidriado o la pintura mural, de gran
calidad.
5. BABILONIA
- Podemos establecer la existencia del imperio babilónico entre el año 2.000 a.C. y 539
a.C., fecha de su derrota ante el imperio aqueménida.
- El rey Hammurabi (1.792 a.C. — 1.750 a.C.), alterna su condición de guerrero
(domina Sumer y Akkad) con reformas internas. El famoso Código de Hammurabi (fig.
10) resume toda la legislación vigente, en él se asignan derechos y deberes concretos a
los tres grupos de población, los poderosos, el pueblo y los esclavos. Se trata de una
estela de diorita de 2,25 metros de altura, en la parte inferior está redactado el texto del
Código y en la superior esta representada en relieve una escena en la que Hammurabi se
encuentra de pie ante un dios que le dicta las leyes y le entrega los símbolos de poder.
- También reglamenta la propiedad de tierras, muchas de las cuales marcan sus límites
con las estelas llamadas kudurru, como en el Kudurru del rey Meli-shipak II, en el que
en diferentes registros aparecen figuras de dioses, encarnados en animales, cuya
presencia consagra jurídicamente la propiedad de esas tierras; a veces, incluso, aparece
también el texto del contrato.
6. EL IMPERIO NEOBABILÓNICO
- El imperio neobabilónico (600 a.C. - 539 a.C.) comienza tras la muerte del rey asirio
Assurbanipal. Es la época de Nabucodonosor II, que conquista Jerusalén en 598 a.C. y
reconstruye las ciudades míticas de Mesopotamia.
- Es este el gran momento de la ciudad de Babilonia, que tuvo un perímetro de 20 Km.,
con doble muralla y ocho puertas de acceso, entre ellas la Puerta de Ishtar (fig. 11). La
ciudad también contenía los Jardines colgantes de Semíramis, una de las siete
maravillas de la Antigüedad, y la mítica Torre de Babel, objeto de la ira divina en la
Biblia, que en realidad tuvo que ser un ziggurat. En el Palacio de Nabucodonosor II, la
decoración se realiza a base de motivos geométricos, vegetales y de animales en
procesión, tales como toros, dragones o leones, empleándose colores brillantes,
predominando los azules y dorados, que dan sensación de lujo.
EL ARTE PERSA
INTRODUCCIÓN
- Inicialmente, los pueblos persas se asientan en el actual Irán, entre Mesopotamia y el
valle del Indo. Allí establecen sus principales ciudades en Persépolis, Susa y Pasargada.
- Hacia 625 a.C. Ciaxares funda el imperio medo y, aliado con Babilonia, destruye
Asiria. Este primer imperio medo-persa es derrotado por los persas aqueménidas, al
mando de Ciro II (559 a.C. - 529 a.C.). Su hijo Cambises II conquista Egipto en 525
a.C. y se adentra en Nubia y Libia. Esta expansión persa choca con el creciente
protagonismo de Grecia, que vence finalmente a los persas en la batalla de Salamina
(480 a.C.) e inicia un cambio en la guerra, culminado por Alejandro Magno al
conquistar en 330 a.C. el Imperio Persa (ver vídeo de introducción ).
1. Arquitectura Persa
- El primer momento de esplendor de la arquitectura persa tiene lugar durante la dinastía
Aqueménida, cuyo reinado se extiende aproximadamente desde el 560 al 330 a.C.
- Los restos de arquitectura Aqueménida son bastante numerosos, siendo los más
antiguos las ruinas de Pasargada, la capital de Ciro el Grande. Incluyen dos palacios, un
recinto sagrado, una ciudadela, una torre y la Tumba de Ciro (fig. 1), pequeño mausoleo
de piedra, en forma de cilindro y tejado a dos aguas, colocado sobre una plataforma
escalonada.
- Darío I el Grande construyó una nueva capital en Persépolis. Sobre una zona rocosa se
abrieron y nivelaron tres amplias terrazas en las que se fueron levantando edificios de
madera, ladrillo y piedra (fig. 2: Escalinata del Palacio de Persépolis; fig. 3: Apadama
del palacio de Persépolis; y fig. 4: Puerta y columna persas).
- A través de grades escalinatas decoradas con relieves se accedía a salas hipóstilas con
decenas de columnas, recintos dedicados a las grandes recepciones; las puertas
presentan una cornisa de cuarto bocel (tipo de moldura con un perfil de cuarto de
círculo) decorada con motivos vegetales de origen egipcio; los fustes de las columnas,
se trata de una arquitectura arquitrabada, eran estriados en lugar de lisos, influencia
recibida de Grecia, aunque los capiteles, muy originales, toman formas naturalistas
reproduciendo los cuartos delanteros de toros que a veces aparecían alados, motivo que
también encontramos en las puertas monumentales de acceso a la ciudad (fig. 5: Puerta
de Jerjes I en Persépolis).
- Por último mencionar que estos edificios tenían los techos de madera de cedro
apoyados sobre robustas vigas y escuadras que descansaban en los capiteles de piedra
de las columnas.
- Otros restos de arquitectura Aqueménida podemos encontrarlos en la ciudad de Susa,
donde también Darío I construyó un gran palacio.
- La arquitectura vinculada a la dinastía de los Aqueménidas abarca también tumbas
excavadas en la roca, como los hipogeos egipcios, pero con la entrada elevada sobre el
nivel del terreno, de entre las que destacan las de Naqsh-i-Rustam, cerca de Persépolis
(fig. 6: Tumba de Artajerjes I).
- Tras la conquista de Persia por Alejandro Magno en el 331 a.C. y la toma del poder
por parte de la dinastía Seléucida, la arquitectura persa imitó las formas del mundo
griego.
2. Escultura Persa
- Es una época marcada en las artes plásticas por los magníficos relieves que decoran
los palacios, como el de Persépolis (fig. 7).
- Destacan los del palacio de Susa, decorado con relieves en piedra al estilo de los de
Persépolis y con paneles de ladrillo vidriado azul, verde, blanco y amarillo (fig. 8:
Relieve de arqueros del Palacio de Susa), en los que las figuras, soldados, toros alados,
esfinges y grifos, aparecen en procesión, con el rostro en estricto perfil, deteniéndose el
escultor a describir con minuciosidad los detalles de su vestido, sus armas y las
diferentes etnias del momento, por lo que constituye un documento excepcional de la
sociedad de esa época. La utilización de este material viene de tradiciones anteriores,
asiria y babilónica.
- Debemos mencionar también de nuevo en este apartado las tumbas reales excavadas
en la roca de Naqsh-i-Rustam, talladas en la roca imitando la fachada de un palacio,
con figuras sobre un estrado en el que aparece el rey adorando a los dioses (fig. 9).
EL ARTE IBÉRICO
INTRODUCCIÓN
- Pese a ser eclipsado por otras civilizaciones, el pueblo íbero, que dio su nombre a nuestra
Península, tuvo una cultura avanzada para su época (ver vídeo de introducción ).
- Su arte, del que nos han llegado suficientes obras para su conocimiento, es de una gran
complejidad por la influencia cultural de los pueblos colonizadores orientales que se habían
instalado en ella con anterioridad (fenicios, Sarcófago antropoide de Cádiz, y griegos, Esculapio
de Ampurias) y por la tradición dejada por los tartesios.
1. ARQUITECTURA IBÉRICA
1.1. URBANISMO
- El tamaño de las ciudades ibéricas varía mucho, desde las 300 hectáreas hasta apenas una.
Las ciudades más grandes se concentran en el sur y sureste de la Península, mientras que en la
costa oriental son más reducidas. La mayoría de las ciudades se intentaban situar en lugares
elevados, aunque también hay algunas que se encuentran en llano.
- Prácticamente todos los poblados ibéricos estaban rodeados por una muralla, de
mampostería, ciclópeas, etc. Por regla general, todas las murallas ibéricas se refuerzan con
torreones de tipo y ubicación variable.
- Los planos de ciudades y poblados que conocemos son pocos y casi siempre corresponden a
aldeas pequeñas, que por eso han sido fáciles de excavar, como el del Cerro de la Nieves de
Pedro Muñoz. Las casas, de reducido tamaño, suelen estar construidas con muros de adobe
sobre un zócalo de piedra y revestidos con arcilla encalada.
1.2. TEMPLOS
- Se han encontrado muy pocos restos de templos íberos, por lo que sólo dejan hacer
conjeturas sobre este aspecto de su arte. Por un lado, han aparecido recintos cuadrangulares,
aparentemente descubiertos y con una losa en el centro, que se han interpretado como
santuarios hípetros, similares a los conocidos como "lugar abierto" del mundo oriental.
- Por otro lado, se han encontrado un cierto número de edificios con una estructura bastante
compleja que se piensa que podían tener una finalidad religiosa.
1.3. ARQUITECTURA FUNERARIA
A) Tumbas de cámara
- Podían estar excavadas en el subsuelo o construidas sobre él y cubiertas por un túmulo. Son
características del mundo ibérico meridional, casi todas eran de planta rectangular, aunque
también las había circulares; las urnas cinerarias se depositaban sobre el suelo o en una
cavidad abierta en el suelo y cubierta con losas planas. El Túmulo de la Galera en Granada está
construido sobre el suelo, contaba con un dromos de acceso cubierto con una falsa bóveda y
una cámara de planta cuadrada cubierta con losas que descansaban sobre un pilar central,
todo realizado con sillares y cubierto por un túmulo de tierra que tenía marcado su perímetro
con piedras.
B) Monumentos turriformes
- El más importante es el Monumento de Pozo Moro, sobre un podio escalonado, presenta
forma de torre con un cuerpo principal cuadrangular, con sus esquinas inferiores adornada por
leones yacentes y algunos sillares decorados con relieves.
C) Pilares-Estela
- Hay muchísimas por todo el ámbito ibérico, consisten en un basamento, por lo general
escalonado, sobre el que se alza un pilar con un remate en forma de capitel, que es la base de
una escultura de animal, normalmente un toro. El mejor ejemplo de este tipo de monumento
es el Pilar-Estela de Monforte del Cid.
2. ESCULTURA IBÉRICA
2.1. ETAPA ORIENTALIZANTE DE LA ESCULTURA IBÉRICA
- Es clara la existencia de una etapa antigua de la escultura ibérica con claras influencias del
Mediterráneo oriental, que arranca de la etapa orientalizante del arte tartésico, a su vez
inspirada por los fenicios y, en menor medida y más tardíamente, por los griegos y, con
matices, influjos etruscos o cartaginenses, portadores a su vez de un lenguaje artístico
helénico transformado.
- A esta etapa correspondería la más arcaica escultura animalística de la Turdetania y los
relieves del Monumento de Pozo Moro.
- El León de Nueva Carteya pertenece a esta primera etapa orientalizante de la escultura
ibérica. Es el mejor conservado de los varios aparecidos en este lugar y estaría destinado a
proteger una tumba. Se fecha en el s.VI. La cabeza y la melena son muy detallistas. La Esfinge
de Agost es uno de los mejores ejemplos de hasta qué punto influyó el arte griego en el
ibérico. Salvo algunas variantes, como la forma de disponer la cola, seguramente por
imperativos del material empleado, se ajusta perfectamente a los prototipos griegos de
mediados del s.VI. Seguramente tendría la misma función que en Grecia: servir de portador de
las almas al más allá, por lo que estaría en una tumba.
- La Bicha de Balazote es en realidad un toro androcéfalo que está tallado sobre un sillar de
esquina, de manera similar que los leones de Pozo Moro, y que es una versión de las figuras
fluviales de los griegos. Debió estar destinado a un monumento funerario como expresión de
la vida que se deseaba al difunto en el más allá, ya que el toro era símbolo de procreación y
vida. Se fecha hacia la segunda mitad del siglo VI.
- Los Relieves del Monumento de Pozo Moro, en forma de frisos que se encontraron tallados en
los sillares que conforman este monumento. La técnica y las figuras, importantísimos para el
conocimiento de la iconografía y la mitología ibéricas, ya que representan escenas de
divinidades, ritos relacionados con el más allá y figuras monstruosas, resultan muy toscas, ya
que pertenecen a la primera etapa de la escultura ibérica y se fechan hacia el 500 a.C. En ellos
y en los leones que hay en las cuatro esquinas del monumento se puede ver una clara
influencia oriental.
2.2. ETAPA “CLASICA” DE LA ESCULTURA IBÉRICA
- Desde mediados del s. VI y, sobre todo, a lo largo del V a. C. ejerce sobre los íberos una fuerte
influencia la escultura griega (Esculapio de Ampurias), a cuyo estímulo se realizó la producción
escultórica ibérica más importante, aunque sobre estas influencias se superpone la
personalidad que le imprimieron las sociedades ibéricas. Así, por ejemplo, hay una ausencia de
la proporción y armonía característica del arte griego, no por falta de pericia, sino por una
diferencia de mentalidades, para los íberos era más importante el cuidado de los detalles que
el conjunto.
- El material más utilizado es principalmente la piedra, especialmente areniscas y calizas
blandas. Las piedras duras, el bronce y el barro cocido se reservaron a la realización de
figurillas menores (figurillas ibéricas en bronce).
- La Dama de Elche es un busto, el mejor ejemplo de la etapa "clásica" de la escultura ibérica,
realizado en caliza con restos de policromía. Seguramente formara parte de una estatua de
cuerpo entero similar a la dama de Baza, ya que el corte inferior es muy abrupto e irregular. El
rostro está sereno y mira al frente, es un rostro muy clásico, aunque todavía tiene algunos
rasgos orientalizantes. La dama lleva un exuberante atavío, especialmente llamativo por las
joyas, en concordancia con restos arqueológicos encontrados, y el complejo tocado. Pese a lo
problemático de cualquier interpretación, parece tratarse de una divinidad, que sirvió de urna
funeraria. Se fecha en el s.V a.C.
- La Dama de Baza esta dama está realizada en caliza estucada y policromada. Se fecha hacia
los comienzos del s.IV. Se halló en el interior de una tumba de la necrópolis de Baza y servía de
urna monumental. Se trataría de a una divinidad de la muerte, representada según un
esquema iconográfico de diosa sedente sobre un trono alado, muy repetido en el ámbito
griego.
- La Dama oferente del Cerro de los Santos es de piedra arenisca y se realizó hacia el s. II en
Montealegre del Castillo, en Albacete. Se trata de un exvoto de gran tamaño que representa a
una dama oferente, ataviada según la moda de las damas distinguidas de la sociedad ibérica,
que sujeta en sus manos el vaso de ofrenda. Es muy hierática y sus formas son muy rígidas.