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Dieta complementaria y el desarrollo de alergias
Dieta complementaria
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y el desarrollo de alergias
y
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o
l
Carlos Eduardo Olmos O., MD, FAAP
Alergia, Inmunología y Reumatología Pediátrica
Fundación Cardioinfantil IC, Bogotá, D.C.
Objetivo
Introducción
1. Revisar la evidencia actual del efecto de la
dieta complementaria o de los alimentos
sólidos en el desarrollo de alergias.
La incidencia de las enfermedades alérgicas
tales como el asma, la dermatitis atópica, la
rinitis y la alergia a los alimentos ha aumentado dramáticamente en las últimas décadas.
Estas condiciones son un problema creciente
para los clínicos no solo por la frecuencia
sino por el impacto en calidad de vida y en la
salud pública. Las enfermedades alérgicas se
inician usualmente en la niñez y, por lo tanto,
intervenciones tempranas tales como la introducción de la dieta son factores importantes
en el desarrollo de estas enfermedades. Los
primeros años de vida se convierten de esta
forma en una oportunidad para prevenir o
retardar las enfermedades alérgicas.
2. Intentar resolver los interrogantes más frecuentes que tiene el pediatra actual sobre el tema:
a. ¿Cuándo, cómo y con qué alimentos se
empieza la dieta complementaria?
b. ¿La introducción temprana de sólidos
produce alergias?
c. ¿La introducción tardía de los sólidos
previene alergias?
d. ¿De qué depende que en algunos niños
los alimentos produzcan alergias y en
otros no?
e. ¿Cuáles son los alimentos que se asocian
a las alergias?
f. ¿La fresa y los cítricos producen alergias?
g. ¿Cuándo se debe iniciar la introducción
del huevo?
h. ¿El pescado produce alergias?
20 ■ Precop SCP
Muchos estudios han examinado el efecto
de la lactancia materna y la duración en la
enfermedad alérgica. Sin embargo, son pocos
los que examinan el efecto del momento de
la introducción y del tipo de alimentación en
las enfermedades alérgicas. Revisaremos en
este capítulo las recomendaciones actuales,
sus principios y los estudios más recientes
que retan las recomendaciones presentes.
Analizaremos los conceptos actuales sobre
inmunología de la ablactación, la tolerancia
oral, los alimentos como alergenos y, finalmente, se darán recomendaciones sobre
Carlos Eduardo Olmos O., MD
la individualización de la introducción de los
sólidos en el primer año de vida.
¿Cuándo se deben
introducir los sólidos?
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
recomienda lactancia exclusiva por seis meses
o hasta cuando se desee la introducción de
sólidos después de estos meses. La Academia
Americana de Pediatría (AAP) recomienda
retardar la introducción de sólidos hasta los
seis meses de edad, evitar lácteos, huevo y
pescado hasta el año y, en el niño de alto riesgo,
no introducir el huevo hasta los dos años, y
pescado y maní hasta los tres. De acuerdo con
las guías de la Sociedad Europea de Alergia e
Inmunología Pediátrica, la Sociedad Europea
de Gastroenterología y de Nutrición Pediátrica
se recomienda la lactancia materna exclusiva
durante los primeros cuatro a seis meses de
vida seguido de la dieta complementaria. La
mayoría de las guías mundiales recomiendan
introducción gradual de ciertos grupos de
alimentos.
¿De qué depende el inicio
de la dieta complementaria,
y con qué alimentos?
El momento de la introducción depende
esencialmente de las siguientes consideraciones:
1. Adquisición de las habilidades digestivas
y neurológicas a partir de los cuatro a seis
meses de edad.
2. El inicio de sólidos debe ser dirigido a la
respuesta de señales de apetito y saciedad
del niño individualmente.
3. La selección del alimento depende de la
capacidad de estos como micronutrientes
o como fuentes de energía y la utilidad
considerando el balance con la edad y las
necesidades individuales del niño.
4. El alimento debe ser apropiado para el
estado de desarrollo del sistema inmunológico, y del riesgo individual de sensibilización y susceptibilidad genética para
enfermedad alérgica que tenga nuestro
paciente.
Introducción tardía
y la evidencia de protección
La introducción de sólidos después de los
cuatro a seis meses de vida se basa científicamente en unos pocos estudios observacionales realizados en los años 80. En un
estudio prospectivo no aleatorio realizado en
niños con alto riesgo de eccema, Kajosaari
y colaboradores encontraron menos alergias
en aquellos que recibieron sólidos después
de los seis meses de edad comparados con
los niños que recibieron sólidos a los tres
meses de edad; este efecto se observó solo
hasta el año de edad pero desapareció a los
cinco años. Fergusson y colaboradores, en
Nueva Zelanda, siguieron una cohorte no
seleccionada de 1.265 niños observando que
aquellos que recibían sólidos antes de los
cuatro meses tenían más dermatitis atópica
que los niños sin introducción de sólidos antes
de esta edad; este efecto protector se observó
hasta los 10 años de edad. En otro estudio, la
introducción de cuatro o más alimentos en
niños prematuros, comparado con menos de
cuatro alimentos antes de los cuatro meses
de edad, se asoció con mayor riesgo de dermatitis atópica al año de edad.
Estos estudios mostraron cómo el momento
de la introducción y la diversidad de la dieta
complementaria eran factores cruciales en
el desarrollo de las enfermedades alérgicas.
Actualmente, la mayoría de estos estudios son
encontrados con limitaciones e inconsistencias epidemiológicas lo que los convierte en
insuficientes para sostener la recomendación
de retardar la alimentación complementaria
para disminuir el riesgo de hipersensibilidad
a los alimentos.
CCAP  Volumen 7 Número 4 ■
21
Dieta complementaria y el desarrollo de alergias
Introducción tardía y
la evidencia de no protección
Estudios recientes que observan con más detenimiento las condiciones en la decisión del momento
de introducir la dieta complementaria, arrojan
resultados que entran en conflicto con los anteriores. En un estudio prospectivo observacional
realizado por Forsyth y colaboradores, en 671
niños hasta los dos años de edad, se encontró
que aquellos niños que recibieron alimentos sólidos antes de los dos meses presentaban menos
eccema que los niños que recibieron los sólidos
entre los dos y los cuatro meses de edad. Estos
hallazgos podrían ser explicados por la tolerancia
inmunológica que se induce al introducir tempranamente grandes versus pocas cantidades de
antígenos (véanse figuras 1A y 1B).
Figura 1A. Tolerancia: Dosis Altas (Chehade M. Oral
tolerance and its relation to food hypersensitivities.
JACI 2005; 115: 3-12) Figura 1B. Tolerancia: Dosis Bajas
1A. High-dose Tolerance
Anergy
Peptide-MHC
TCR
Effector
T cell
CD95
CD95L
Deletion
Ag-presenting
cell
1B. Low-dose Tolerance
Suppression
TGF-βR
TGF-β
Th3
cell
Surface
TGF-β
Effector
T cell
IL-10R
IL-10
Tr1
cell
22 ■ Precop SCP
TGF-βR
CD4+CD25+
cell
En el estudio alemán de nutrición infantil
(GINI), al seguir 2.252 niños de alto riesgo
para enfermedades alérgicas, se observó una
tendencia hacia el aumento en la incidencia
de la dermatitis atópica con la introducción
de sólidos tardía o después de los seis meses.
Estos resultados se pueden explicar por el
fenómeno de causalidad reversa, dado que
a las familias de los pacientes se les recomendaba la lactancia materna exclusiva,
evitando sólidos en los primeros cuatro
meses de vida. En un estudio realizado
por Zutavern y colaboradores en el 2003
siguió una cohorte de 643 pacientes desde
el nacimiento hasta los seis años y no se
observó protección contra asma o eccema
con la iniciación de la dieta complementaria
después de los seis meses.
En otro estudio prospectivo más reciente, realizado por los mismos autores en el
2006, en una cohorte de 2.612 niños, considerando y eliminando el efecto potencial
de la causalidad reversa, se observó que la
introducción de leche y huevo después de
los seis meses no afectaba la prevalencia de
asma ni de dermatitis atópica y, adicionalmente, se percibió una tendencia hacia un
mayor riesgo de eccema con la inclusión del
huevo después de los seis meses, comparado
con la introducción antes de esta edad. Este
estudio no encuentra evidencia significativa
que apoye la prevención de eccema o sensibilización alérgica con la administración
tardía de sólidos después de los seis meses
y, por el contrario, se encontró un mayor
riesgo de eccema con la introducción tardía
del huevo. Con este estudio no se puede descartar el efecto de tolerancia y de protección
con el inicio de sólidos antes de los cuatro
meses. En otro estudio realizado por Poole
y colaboradores, siguiendo una cohorte de
1.612 niños desde el nacimiento hasta los
cinco años, se encontró que esperar hasta
los seis meses de edad para introducir los
cereales puede aumentar el riesgo de desarrollar alergia al trigo.
Carlos Eduardo Olmos O., MD
Inmunología de la ablactación
Figura 2. Respuesta Inmune (Chehade M.
Oral tolerance and its relation to food hypersensitivities.
JACI 2005; 115: 3-12)
1. Sistema inmune perinatal
Para que exista tolerancia fetoplacentaria y se
evite el aborto durante el embarazo, el sistema
inmune se desvía hacia una inmunidad tipo
Th-2, la cual consiste en un predominio de
citoquinas Th-2 (IL-4, IL-5, IL-13) sobre las
citoquinas tipo Th-1 (interferón γ o IFN-γ).
Este predominio Th-2 se extiende hasta el
primer año de vida. El neonato nace inmunológicamente con patrón de citoquinas tipo
Th-2, que predispone a la enfermedad alérgica. El sistema inmune se torna Th-1 ante el
estímulo antigénico localizado esencialmente
en la flora intestinal.
2. Tolerancia oral
Diariamente, la mucosa intestinal entra en
contacto con múltiples antígenos, sobre todo
con proteínas alimentarias y microorganismos, aunque solo una pequeña proporción
de estos antígenos son nocivos y requieren
una respuesta inmune de defensa. El sistema
inmune debe discernir entre un antígeno
extraño nocivo y uno no nocivo como los
alimentos. Estos antígenos, cuando son presentados por vía oral, inducen una respuesta
inmune de tolerancia. Normalmente, para que
la respuesta inmune ante un microorganismo
se lleve a cabo se requiere la presentación
del antígeno por la célula dendrítica o célula
presentadora de antígeno al linfocito T. Esta
presentación requiere la unión del antígeno al
complejo mayor de histocompatibilidad (CMH)
y la producción de moléculas coestimulatorias. El linfocito T recibe al antígeno, que se
activa liberando citoquinas proinflamatorias
y factores citotóxicos (véase figura 2).
Gracias al curso de la evolución y la presión
ambiental, el sistema inmune de mucosas ha
desarrollado y seleccionado un sistema capaz de
adaptarse a los retos alergénicos en los alimentos.
Este sistema es conocido como tolerancia oral,
2. Immunity
Co-stimulatory
molecules
Effector
T cell
TCR
Peptide-MHC
Ag-presenting
cell
TCR
Peptide-MHC
CD28
CD80/86
Helper
T cell
cytokine
el cual es un fenómeno complejo que responde
con apoptosis ante la exposición excesiva de
antígenos; en este caso, la presentación antigénica
ocurre en ausencia de coestimulación llevando
a apoptosis de los linfocitos.
Si la exposición ocurre ante cantidades
escasas o bajas de antígenos, estos se presentan
y activan linfocitos T reguladores, los cuales
suprimen la respuesta inmune a través de
citoquinas supresoras como la interleuquina 10
(IL-10) y el factor transformante de crecimiento
β (TGF-β).
Estos procesos aún no están completamente definidos y se requiere de un delicado
equilibrio entre tolerancia y sensibilización, la
cual depende de diversos factores como predisposición genética, naturaleza del antígeno,
frecuencia en la administración, edad de la
primera exposición, estado inmunopatológico
(infección viral, enteropatías), exposición previa
de la madre, etc.
La producción de inmunoglobulina E
resulta de una falla en la inmunorregulación,
que normalmente restringe los anticuerpos de
esta clase. Una respuesta de IgE ocurriría solo
cuando la cantidad de antígeno absorbido fuera
CCAP  Volumen 7 Número 4 ■
23
Dieta complementaria y el desarrollo de alergias
menor que el umbral requerido para la supresión
y la tolerancia.
y muchos nutrientes es un caldo de cultivo
para bacterias. La flora del neonato proviene
de la madre, la cual es variable y depende
de muchos factores incluyendo genéticos,
dieta, antibióticos durante el embarazo y el
tipo de parto. La flora intestinal se adquiere
de forma rápida después del nacimiento y
se completa en la primera semana, aunque
fluctuando en los primeros tres meses. Una
vez establecida la flora intestinal, esta permanece estable de una manera sorprendente.
La colonización temprana es principalmente
con anaerobios facultativos como lactobacilos
y enterobacterias y, posteriormente, aparecen
los anaerobios puros como las bifidobacterias
(Figura 3).
Durante mucho tiempo se ha pensado que la
alergia alimentaria se produce por la exposición
precoz a grandes dosis de proteínas alergénicas
en los primeros años de vida, en los que existe
una inmadurez inmunológica que facilita la
respuesta. Sin embargo, estudios realizados en
prematuros, a los que se les supone una inmadurez intestinal con mayor permeabilidad a los
alimentos, no demuestran un incremento en el
riesgo de alergia a la leche. Otros estudios han
confirmado que la ingesta de dosis altas de proteínas en los primeros años produce tolerancia
más que sensibilización.
3. Efecto de la flora intestinal
La flora intestinal es indispensable para el
desarrollo de la tolerancia oral. En animales
de experimentación sin flora intestinal, la
tolerancia oral no se lleva a cabo y se restaura
Al momento de nacer el intestino es estéril; sin
embargo, el tracto digestivo con poco oxígeno
Figura 3. Desarrollo y maduración de flora intestinal (Saliminem S, Isolauri E. Intestinal colonization,
microbiota and probiotics. J Pediatrics 2006; 149: S115-S120)
Breast feeding
Introduction of solid foods
Microbial succession in the gut Weaning
Achieving the mature
microbiota
Increased
Complexity
Unculturable
Bifidobacteria
Anaerobes
Facultative anaerobes
6 months
Primary Exposure &
Genetic factors
24 ■ Precop SCP
Age
24 months
Carlos Eduardo Olmos O., MD
con flora normal (Figura 4). Dentro de los
buenos promotores de una buena flora intestinal esta la lactancia materna en los primeros
meses de vida.
Figura 4. Tolerancia oral en modelo animal
Tolerancia
No Tolerancia
Sudo et al JACI 1997; 159: 1739
Los alimentos como alergenos
Los alimentos producen alergia dependiendo de la capacidad de la población que los
consume, de generar respuesta alérgica y de
características particulares del alimento. Los
alimentos considerados universalmente más
alergénicos han sido el huevo, la leche, el
pescado, el maní, las nueces, el trigo y la soya.
No obstante, existen variaciones geográficas,
como por ejemplo, en Francia, en donde los
alimentos considerados más alergénicos son
las frutas seguidas de los vegetales. En los
Estados Unidos (EE. UU.), es el maní después
de la leche de vaca, el alimento encontrado
como más alergénico.
Los alergenos alimenticios son glicoproteínas hidrosolubles, resistentes al calor y a los
ácidos. Existen proteínas compartidas entre
alimentos o con reacción cruzada in vitro
pero, por lo general, no se traduce en reacción
cruzada clínicamente. Por ejemplo, la mayoría
de alérgicos al trigo toleran otros granos y los
alérgicos al maní toleran otras legumbres.
Sin embargo, los alérgicos a la leche de vaca
pueden reaccionar a leche de cabra.
1. Huevo: la clara del huevo contiene más
proteínas alergénicas que la yema. Existen
cinco proteínas alergénicas en la yema, siendo
la ovoalbúmina la proteína más abundante.
La hipersensibilidad depende de la resistencia al calor, a las enzimas y pH gástricos. Se
prefiere el huevo homogeneizado, cocinado y
mezclado que crudo. Sin embargo, la lizosima
del huevo, aunque no es tan abundante, es
resistente al calor y es alergénica incluso en
el huevo cocinado.
2. Cereales: el trigo es responsable de alergias
en niños y ha sido implicado en anafilaxia
mediada por alimentos e inducida por el ejercicio. Los alergenos del trigo son estables al
calor y la mayoría de los síntomas se atribuyen
a la ingesta de pan y derivados. En ciertos
países el trigo produce enfermedad celíaca
más frecuentemente que alergia. El momento
de la introducción del trigo en la dieta está
determinado por la enfermedad celíaca y
no por la alergia. La alergia a otros cereales,
como al arroz, se describe principalmente en
áreas del Asia. En nuestro medio la alergia a
los cereales es muy rara.
3. Maní: la alergia al maní, aunque rara en
nuestro medio, es reportada con más frecuencia
en países como EE. UU. e Inglaterra, donde
la prevalencia ha aumentado en los últimos
años y se reportan frecuencias mayores al
1%. Actualmente, la alergia al maní en estos
países es objeto de estudio prioritario, por el
impacto en salud pública y por muertes debido
a anafilaxia. Aún se desconocen las razones
del aumento en prevalencia a pesar de que
desde 1998 se recomienda evitar el consumo
de maní en embarazadas, madres lactantes e
individuos en alto riesgo de alergias. También
hay reportes que la administración tardía se
asocia con más alergia que con el consumo
temprano. Se sabe que la alergia al maní es
permanente, a diferencia de la alergia al huevo
o la leche, que desaparecen en la edad escolar
en la mayoría de los casos. La alergia al maní
se asocia con frecuencia a reacciones severas
CCAP  Volumen 7 Número 4 ■
25
Dieta complementaria y el desarrollo de alergias
y potencialmente mortales. Los alergenos
del maní son sensibles a la cocción completa
pero no al secado o al efecto de la brasa. Esto
podría explicar la razón por la cual la alergia
al maní no es frecuente en China, comparado
con los EE. UU., a pesar de que el consumo
per cápita es similar en ambos países.
4. Comida de mar: esta contiene proteínas
alergénicas altamente resistentes al calor y a
varios métodos de cocción y, además, tienden
a aerosolizarse sin desnaturalizarse. El pescado
y los diferentes anfibios comparten proteínas
que producen reacción cruzada entre diferentes especies. La tropomiosina, una de las
principales proteínas alergénicas, también se
encuentra y produce reacciones cruzadas con
ácaros, caracol, insectos, camarón y cucaracha.
Se describe una extensa reacción cruzada entre
diferentes tipos de pescados. Existen reportes
epidemiológicos de mayor frecuencia de alergia
con la administración tardía.
5. Soya: pertenece a la familia de las leguminosas
y sus alergenos son relativamente termoestables.
La soya es menos alergénica que los alimentos
antes mencionados. Hoy en día se usa en el
tratamiento de alergia a la proteína de la leche
de vaca, especialmente en niños mayores de
seis meses, en quienes los hidrolizados no son
muy aceptados por el sabor.
6. Frutas y vegetales: los alergenos de las
frutas y vegetales son muy sensibles al calor, lo
cual los convierte en alimentos poco alergénicos. Por esta razón, se consideran de elección
para la introducción de los alimentos sólidos.
Estos alimentos son consumidos, cocidos o
procesados en compotas o jugos, a diferencia
del adulto que los consume frescos o crudos.
Esto explica el mayor potencial alergénico en
el adulto. La fresa, por ejemplo, debe administrarse inicialmente en jugo o compota y
evitarse el consumo crudo.
7. Carnes: la alergenicidad de las carnes se
elimina con el procesamiento y cocción siendo
26 ■ Precop SCP
recomendada la administración en forma homogeneizada y bien cocinada a la hora iniciar la
dieta complementaria.
¿Qué alimentos producen alergias
temporales versus persistentes?
A la hora de considerar la introducción de los
alimentos sólidos en los niños, se debe tener en
cuenta no solo la susceptibilidad genética sino el
tipo de alimento como causa potencial de alergia
transitoria o permanente. En general, existe
una relación directa entre severidad después
de la ingestión y la posibilidad de desarrollar
una alergia permanente o transitoria. Los niveles de anticuerpos IgE específicos, la edad de
exposición y sensibilización son determinantes
en este proceso.
La duración de la alergia alimentaria
depende esencialmente del tipo de alimento.
La mayoría de los niños alérgicos a la proteína de la leche de vaca terminan tolerando el
alimento a los tres años. La alergia al huevo
tiende a ser más prolongada que la anterior
con resolución en solo el 50% a los cinco
años de edad, siendo la persistencia tres veces
mayor que la alergia a la proteína de la leche
de vaca. La alergia al maní desaparece en
solo un 20% de los niños, siempre y cuando
la reacción haya sido leve. Algunos pacientes
logran una tolerancia temporal reapareciendo
la susceptibilidad posteriormente. La alergia
al pescado es considerada persistente aunque
existen reportes de tolerancia y reaparición de
la susceptibilidad.
Una observación importante, tanto en
niños mayores de seis meses como en adultos,
es que la reactividad al alimento alergénico
se pierde si dicho alimento es eliminado
estrictamente y por completo de la dieta,
independiente de la severidad de la manifestación alérgica, excepto de anafilaxia. Esto
apoya la conveniencia de la introducción de
los alimentos sólidos en la infancia avanzada
en niños de alto riesgo.
Carlos Eduardo Olmos O., MD
Resumen y conclusiones
¿Cuándo, cómo y con qué
alimentos se inicia la alimentación
complementaria?
A la hora de responder estas preguntas a
los padres, el pediatra debe seleccionar un
esquema razonable que integre conocimientos
bioquímicos, inmunológicos, epidemiológicos,
geográficos y sociales, tal como se ha planteado
previamente.
La selección del alimento que se va a introducir depende del “índice de alergenicidad”
que consiste en:
a. Riesgo de sensibilización: ¿Cuántos niños
se sensibilizan ante la exposición?
b. Riesgo de alergia: ¿Cuántos niños sensibilizados desarrollan síntomas?
c. Riesgo de alergia persistente: ¿Es el alergeno
persistente o transitorio?
d. Riesgo personal: ¿Existe historia familiar
significativa?
Debido a que existe evidencia contundente con respecto al momento óptimo de
la introducción de los alimentos sólidos,
en la actualidad se recomiendan esquemas individualizados que consideren lo
planteado. Adicionalmente, se debe evitar interferir con fórmulas lácteas que se
estén administrando. La lactancia materna
exclusiva sigue siendo el pilar de la alimentación del lactante en los primeros
cuatro a seis meses de vida, siendo esta
la única estrategia alimenticia con efectos
preventivos comprobados en enfermedad
alérgica. A partir de este período, no existe
evidencia clínica de que la introducción
de los sólidos ni la prolongación de la
lactancia materna afecten el desarrollo
de las alergias.
Los alimentos deben ser introducidos de
acuerdo con el potencial alergénico y administrados individualmente. Por lo tanto, la
alimentación mixta debe establecerse una
vez los ingredientes individuales han sido
evaluados previamente. Se recomienda utilizar alimentos procesados o cocinados. Se
sugiere ser menos rígidos con respecto a la
introducción de los alimentos a partir de los
cuatro a seis meses de edad. No olvidar que
los niños desarrollan alergia alimentaria no
por el consumo de los alimentos sino porque
tienen la capacidad de producir IgE específica
para dicho alimento.
Lecturas recomendadas
1. Greer F, Sicherer SH, Burks W and The Committee on
Nutrition and Section on Allergy and Immunology. Effects
of early nutritional interventions on the development of
atopic disease in infants and children: The role of maternal
dietary restriction, breastfeeding, timing of introduction of
complementary foods, and hydrolyzed formulas. Pediatrics
2008;121:183-91.
2. Burks W, et al. Oral tolerance, food allergy and
immunotherapy: Implications for future treatment. J Allergy
Clin Immunol 2008;121:1344-50.
3. Chehade M, Mayer L. Oral tolerance and its relation to food
hypersensitivities. J Allergy Clin Immunol 2005;115:3-12.
4. Von Berg A. Introduction of solid foods. In: Primary prevention
by nutrition intervention in infancy and childhood. Nestle
Nutr Workshop Ser Pediatr Program 2006;57:125-34.
5. Fiochi A, Assa A, Banha S, for the Adverse Reactions to
Foods Committee of the American College of Allergy and
Immunology. Food allergy and the introduction of solid
foods to infants: a consensus document. Ann Allergy Asthma
Immunol 2006;97:10-21.
CCAP  Volumen 7 Número 4 ■
27
examen consultado
Dieta complementaria y el desarrollo de alergias
9. La introducción
de sólidos depende de:
A. la edad y de las necesidades nutricionales
B. la madurez neurológica y digestiva del niño
C. la historia heredo-familiar y genética
D. solo A es cierta
E. todas las anteriores son ciertas
10. Las siguientes aseveraciones
son falsas o verdaderas:
A. la evidencia de protección de la
introducción tardía de los alimentos es
considerada hoy en día insuficiente y con
fallas metodológicas
B. la evidencia de no protección con la
introducción tardía de los alimentos se
basa en estudios más sólidos y extensos
epidemiológicamente
C. la introducción temprana de ciertos
alimentos se ha asociado a tolerancia
D. la introducción tardía de ciertos alimentos
se ha asociado a mayor riesgo de
sensibilización
11. Los alimentos producen
alergia solo si:
A. se consumen crudos
B. se consumen cocidos o asados
C. depende del alimento, del huésped y del
riesgo genético
D. ninguna de las anteriores es cierta
E. todas son ciertas
12. Al introducir un alimento
complementario se debe
tener en cuenta:
A. el tipo de alimento y su potencial alérgico
B. el potencial del alimento que va a
desarrollar tolerancia con el tiempo
C. el potencial para desarrollar persistencia
alérgica
D. todas las anteriores son ciertas
E. solo A y B son ciertas
28 ■ Precop SCP