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Curso 2009-10 PROFESORA: Mª Teresa Sanz de Acedo Baquedano TEMA 9. La Psicología Social de la Agresión. Aportaciones teóricas y empíricas para la intervención psicopedagógica TEMA 9: PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA AGRESIÓN 1.- Introducción 2.- La agresión. Definición y dimensiones 3.- El origen de la agresión. Primeras manifestaciones 3.1. La agresión como tendencia innata 3.2. Teorías del impulso 3.3. Teorías biológicas 3.4. Teorías de la escalada de la violencia 3.5. El papel de la madurez bio-social 4.- Análisis psicosocial de la agresión. La transmisión social de la violencia 4.1. Aprendiendo a comportarse agresivamente. La Teoría del Aprendizaje Social 4.2. El papel de la cultura en la violencia 5.- Antecedentes de la agresión 5.1. Antecedentes situacionales 5.2. Antecedentes motivo-emocionales 5.3. Antecedentes socio-motivacionales 6.- Mecanismos implicados en el proceso de agresión 6.1. La activación como intensificador de la agresión afectiva 6.2. Transferencia de la activación y cólera 6.3. El papel de la cognición y la emoción en la transferencia de excitación 6.4. El motivo de venganza 6.5. Mecanismos cognitivo-motivacionales 6.6. Mecanismos grupales instigadores de la agresión 7.- Factores psicosociales de riesgo 7.1. Vínculos afectivos (apego a los padres) 7.2. La experiencia de violencia 1.- Introducción El estudio de la agresión desde la Psicología Social tiene una larga tradición. No obstante, en los últimos años la agresión y otros fenómenos relacionados con ella están reforzando el protagonismo de su estudio dentro del marco de las disciplinas psicosociales. Parte de este protagonismo se deriva de que en las escuelas aparecen continuamente conductas agresivas y además, sus manifestaciones alcanzan una gran falta de inhibición y un alto grado de brutalidad. 2.- La agresión. Definición y dimensiones. La agresión es entendida como: Cualquier forma de conducta dirigida a dañar o perjudicar a otro ser vivo que está motivado a evitar tal trato (Baron y Richardson, 1994). - Existen dos tipos de agresión (afectiva e instrumental) con mecanismos motivacionales y expectativas de consecuencias específicos, pero no mutuamente excluyentes. CLASIFICACIÓN PREDOMINANTE DE LA AGRESIÓN 1/ AGRESIÓN AFECTIVA, HOSTIL O EMOCIONAL 2/AGRESIÓN INSTRUMENTAL • Se suele considerar impulsiva, sin • Se caracteriza por ser un medio para premeditación, dirigida por la ira y cuyo fin último suele ser causar daño a la persona o personas víctimas de la agresión. • Se suele relacionar con un instigador previo, surge como una reacción a un daño o a una provocación verbal o física. obtener una meta. Por eso, el daño no es su último fin, sino únicamente el medio para conseguir la verdadera meta de la acción. • Se realiza tras anticipar consecuencias reforzantes o para evitar castigos, es más deliberada y racional que la anterior. 3.- El origen de la agresión. Primeras manifestaciones. 3.1. LA AGRESIÓN COMO TENDENCIA INNATA • Las propuestas más clásicas dentro de esta perspectiva explican la agresividad: una tendencia innata caracterizada por un instinto agresivo: • Lorenz vincula este instinto a un impulso de lucha por la supervivencia del individuo. • Freud lo vincula al instinto de muerte o destrucción (en forma activa: un deseo de agredir a otro; en forma pasiva: un deseo de ser dañado o destruido). • Las perspectivas más actuales destacan el valor adaptativo de los comportamientos no sólo para el individuo, sino para la propia especie. • Las perspectivas predominantes son: -La Psicología Evolucionista -La Etología -La Sociobiología. La Psicología Social comparte con estas perspectivas uno de sus supuestos básicos: La conducta agresiva no es necesariamente una manifestación de anomalías individuales sino que forma parte de las conductas normales del ser humano. 3.2. TEORÍAS DEL IMPULSO DEFINICIÓN • La agresividad es una manifestación que surge como reacción a eventos del entorno. • El mecanismo instigador de la conducta agresiva sería motivacional (el motivo de hacer daño) y el agente elicitador de tal motivo sería una variedad de estímulos externos que provocarían el impulso de hacer daño. 3.3. TEORÍAS BIOLÓGICAS • Las teorías biológicas de la conducta plantean que existen determinantes biológicos diversos que explican las diferencias interpersonales en la tendencia a comportarse de manera agresiva. Vamos a señalar dos: 1) El modelo de activación-inhibición conductual: predice que la presencia de altos niveles de dopamina hará más urgente el motivo de satisfacción inmediata de las necesidades y, como consecuencia, facilitará el uso de la agresión para tal fin. Mientras que la serotonina, se relaciona con la capacidad para inhibir la conducta y por eso, niveles bajos dificultarán la inhibición de la conducta agresiva. 2) Los determinantes hormonales: el hecho de que la conducta violenta se manifieste cuatro veces más en hombres que en mujeres hace pensar en el papel de la hormona masculina o testosterona como causante de tal diferencia. 3.4. TEORÍAS DE LA ESCALADA DE LA VIOLENCIA • Tres preguntas han articulado el origen y evolución de la conducta agresiva a lo largo del ciclo vital: 1) ¿Cuándo aparecen las conductas agresivas en el repertorio conductual de las personas? Se han encontrado evidencias que demuestran la precocidad de dichas manifestaciones. Por ejemplo: a los 4-7 meses de vida aparecen las primeras señales faciales de ira; durante el primer año de vida aparecen manifestaciones de agresión como respuesta a una provocación; la agresión física de carácter instrumental se da en interacciones entre iguales de 1 y 3 años de edad. 2) ¿Cómo evolucionan las formas de agresión? Varían a lo largo del ciclo vital: la lucha es más frecuente a los 8 años, el vandalismo a los 12 y el homicidio a los 18. Estos resultados sugieren la llamada Teoría de la escalada de violencia a largo plazo: una tendencia creciente en la gravedad de las conductas agresivas desde la infancia a la adolescencia. 3) ¿Cuál es la tendencia diferencial a agredir a lo largo del ciclo vital de las personas? La Teoría de la escalada de violencia a corto plazo o intraindividual: existe una tendencia relativamente estable a manifestar conductas agresivas (o no agresivas), de forma que la violencia adulta no surge repentinamente, sino que suele ir precedida de una historia de violencia juvenil e incluso infantil. 3.5. EL PAPEL DE LA MADUREZ BIO-SOCIAL • Tremblay (2002) pone en duda la existencia de un perfil de alta violencia, por el que las personas que manifiestan conductas antisociales y violentas en la edad adulta tienen un historial previo de conducta agresiva que se inicia durante la adolescencia. • Los resultados obtenidos en sus estudios longitudinales con niños de 6-15 años señalan que en todos los grupos la edad de máxima agresión es los seis años y desciende a medida que va aumentando la edad. Estos datos contradicen la Teoría de la escalada de violencia intra-individual ya que no encuentran perfiles que reflejen esta escalada. • Los datos obtenidos por Tremblay y colaboradores, le llevan a explicar la evolución de la conducta agresiva teniendo en cuenta aspectos madurativos físicos y sociales asociados a aquellos momentos del ciclo vital en los que la conducta agresiva se manifiesta de forma más aguda. • La madurez bio-social: sugiere que la agresión sería una consecuencia conductual, entre otras, de la adquisición de nuevas habilidades físicas y sociales que permiten estas manifestaciones. • La conducta agresiva: sería fruto de la fuerza recién adquirida, de la creciente autonomía física y de la mayor independencia social. 4.- Análisis psicosocial de la agresión. La transmisión social de la violencia 4. ANÁLISIS PSICOSOCIAL DE LA AGRESIÓN PRIMER ENFOQUE SEGUNDO ENFOQUE • Considera que la adquisición y el • Considera el papel de aspectos mantenimiento de la conducta agresiva son sensibles al aprendizaje social. • La Teoría del Aprendizaje Social sintetiza las aportaciones más destacadas de este enfoque. concretos de la cultura en la promoción y orientación del uso de la violencia o en el desarrollo de sociedades no violentas. • La Perspectiva Transcultural sugiere ideas dentro de este enfoque. 4.1. LA TEORÍA DEL APRENDIZAJE SOCIAL • La Teoría del Aprendizaje Social enfatiza que los comportamientos agresivos se aprenden, ya sea a través de la experiencia directa y la práctica o de forma vicaria, a través de la observación a los demás. • Los estudios de Bandura confirman que la agresividad es una conducta que se puede aprender al observar a otras personas comportarse agresivamente. • Los modelos influyentes pueden llevar a la adquisición de la conducta observada y a la imitación del modelo. • Este tipo de aprendizaje es afectado por: -Las características del modelo -Las consecuencias que recibe el modelo • En el estudio clásico de Bandura, Ross y Ross (1963). Unos niños observaban a un adulto golpeando a un muñeco hinchable. • Los resultados: los niños que habían observado al modelo agresivo se comportaron más agresivamente que los que no lo habían observado. • Esta teoría sugiere importantes implicaciones, sobre todo, en el contexto educativo, donde los alumnos son expuestos, muchas veces, a modelos de comportamiento agresivo cuyas consecuencias no son absolutamente controlables. • La escuela está inmersa en un contexto social más amplio que aporta con frecuencia modelos influyentes y contradictorios sobre la agresividad. 4.2. EL PAPEL DE LA CULTURA EN LA VIOLENCIA • La posibilidad de aprender un repertorio de comportamientos violentos y las condiciones para ponerlo en práctica se relacionan estrechamente con la idea de la transmisión cultural de normas, valores y actitudes asociados a la agresión y al uso de la violencia. • El meta-análisis realizado por Rohner (1976) con 130 estudios, investiga la conducta agresiva en 101 sociedades y encuentra que la cultura era el predictor más importante de la conducta agresiva. En este apartado vamos a analizar: 1) La subcultura de la violencia 2) Los rituales compartidos en torno a la violencia o miedo 3) Las bandas, base de mitos generacionales 4.2.1. LA SUBCULTURA DE LA VIOLENCIA • El término subcultura de la violencia remite al desarrollo, dentro de determinadas sociedades, grupos, bandas o colectivos, de las condiciones, los códigos y las manifestaciones específicas bajo las que el uso de la violencia o la agresividad está regulado, legitimado e incluso ritualizado. • • La cultura del honor representa un ejemplo de este tipo de subculturas y se basa en un conjunto de creencias y actitudes compartidas que aprueban el uso de la violencia y la agresión en defensa de la propia reputación o dignidad (honor). El trabajo de Beynon (1989), ilustra otras facetas de la subcultura de la violencia, en este caso, en los centros educativos británicos, donde la violencia es sometida a un estricto código que regula la interacción entre alumnos y maestros, e identifica tres tipos de agresión: 1) La agresión divertida o lucha fingida entre maestro y alumno 2) La agresión real, en la que por diversos motivos se puede desencadenar el riesgo de hacerse daño y 3) La agresión justa-injusta En este contexto sólo la agresión injusta está deslegitimada. 4.2.2. LOS RITUALES COMPARTIDOS EN TORNO A LA VIOLENCIA O MIEDO • La subcultura de la violencia recurre con • frecuencia a los rituales de agresión: son una serie de conductas estereotipadas que se utilizan en ciertas condiciones y que ayudan a enfrentarse de manera experta a las dificultades de las situaciones. 1) El desarrollo de los rituales es frecuente cuando amenazan peligros o en situaciones de transición de rol o estatus. Cumplen dos funciones: Dan seguridad para enfrentarse a los acontecimientos amenazantes. • Los rituales están asociados a los comportamientos grupales y, en concreto, a 2) Ayudan a prevenir actos los comportamientos de las bandas. agresividad descontrolada. de • La hipótesis de la catarsis: teoría que dice que expresar los impulsos agresivos de forma relativamente segura y controlada reducirá la tendencia a desarrollar comportamientos agresivos fuera de control. • Según esta hipótesis al permitir unas pequeñas muestras de violencia por parte de los miembros de distintas bandas pueden evitar que se llegue a sus demostraciones más extremas. No obstante, esta interpretación no está libre de críticas y de evidencia en contra. 4.2.3. LAS BANDAS, BASE DE MITOS GENERACIONALES • Se pueden identificar subculturas compartidas generacionalmente y estructuradas en torno a un mito. • Para ilustrar este fenómeno de los mitos generacionales, Guggenbühl (1996) recuerda: • Podríamos definir los mitos como conjuntos de imágenes y símbolos que capturan y expresan un sentido de vida, al tiempo que aportan un contra-mundo al de los adultos (en el caso de los adolescentes). - El rock and roll, el “poder de la flores” o Flowerpower (años 70); el mito de los chicos de la calle (años 80 y principio de los 90), la cultura del graffiti, los “Latin King” y los “Ñetas”… • En resumen, las tres funciones que cumplen los rituales y mitos de violencia: 1) Función socializadora: por la que los ritos comunican las formas de agresión correctas o legitimadas. 2) Función de afrontamiento simbólico del entorno: que aporta seguridad a la hora de enfrentarse a acontecimientos amenazantes y que previene la violencia descontrolada. 3) Función estructuradora de la identidad: por la que el rito se convierte en el camino para llegar a ser uno mismo y un miembro ejemplar. • Supuestos básicos del estudio psicosocial de la agresión: Cuadro 9.1. pág. 407 5.- Antecedentes de la agresión Dentro de los antecedentes de la agresión, se van a considerar fundamentalmente tres tipos: 1/ ANTECEDENTES SITUACIONALES 2/ANTECEDENTES MOTIVOEMOCIONALES 3/ ANTECEDENTES SOCIOMOTIVACIONALES 5.1. ANTECEDENTES SITUACIONALES LA PRESENCIA DE CLAVES O ESTÍMULOS ASOCIADOS A LA AGRESIÓN. EL CC. • Las teorías clásicas del aprendizaje sugieren que los conceptos o ideas relevantes para la agresión aparecen asociados en la memoria. • A partir de una situación determinada, la presencia de ciertos estímulos pueden actuar como una clave que active el conjunto de aspectos relacionados con la agresión, afectando al procesamiento de la información y, finalmente, a la propia conducta. ESTÍMULOS FÍSICOS Y AMBIENTALES COMO ANTECEDENTES DE LA AGRESIÓN • Los factores ambientales instigadores de la agresión están determinados: a) no por sus características objetivas sino por sus aspectos subjetivos; b) los mecanismos propuestos para explicarlos son similares. • Cuadro 9.2. (pág. 411) se enumeran los principales factores físicos y ambientales relacionados con la agresión y mecanismos implicados (el ruido, el hacinamiento, la temperatura y el dolor). 5.2. ANTECEDENTES MOTIVO-EMOCIONALES LA FRUSTRACIÓN COMO ANTECEDENTE DE LA AGRESIÓN LAS EMOCIONES COMO ANTECEDENTES DE LA AGRESIÓN • Hipótesis de la frustración-agresión: • Modelo del cálculo emocional: intenta teoría que sugiere que la frustración es un factor causal de la agresión. Posteriormente se señala que no es un factor causal pero sí que existe una relación entre frustración y agresión. • Investigaciones de Berkowitz: arousal, afecto negativo. • Cuadro 9.3. (pág. 412 del libro) explicar la agresión a partir de la conexión cerebral cólera-miedo (la primera unida al ataque ofensivo y el segundo al ataque defensivo). La acción de este mecanismo se ve modulada por procesos cognitivos de distinto tipo que determinarán la manifestación de conductas agresivas/huida. • La cólera como instigadora de la agresión (Cuadro 9.4) y la empatía como inhibidora. 5.3. ANTECEDENTES SOCIO-MOTIVACIONALES • EL ATAQUE INTERPERSONAL es quizá, el instigador más potente de la agresión e incluye una diversidad de estímulos que provienen de otras personas en forma de insultos, menosprecio y otras formas de agresión verbal. • Adquiere su carácter instigador por cuestiones subjetivas, es decir, cuando se percibe como una provocación. Por eso sus efectos deberán considerar la interacción de factores situacionales y personales. • LA EXCLUSIÓN SOCIAL Y EL RECHAZO son potentes instigadores de sentimientos duraderos de agravio y humillación que pueden estar en el núcleo de conflictos destructivos y agresiones extremas. • Hay tres contextos públicos donde el rechazo adquiere una especial relevancia: a) en el contexto laboral llamado también mobbing; b) en el contexto escolar, denominado matonaje o bullying y c) en el marco social amplio también conocido como excusión social. • El INCUMPLIMIENTO O TRASGRESIÓN DE NORMAS suscita reacciones emocionales de ira, agresión y deseos de reparación de la injusticia. • La vulneración de una norma y la consecuente percepción de injusticia no provocarán reacciones agresivas si se juzga que tal infracción está justificada y legitimada. 6.- Mecanismos implicados en el proceso de agresión 6.1. LA ACTIVACIÓN COMO INTENSIFICADOR DE LA AGRESIÓN AFECTIVA • Los estímulos como la frustración, el ruido, el hacinamiento y otros, aportan activación o energía para realizar aquella conducta para la que la persona está predispuesta. • El estudio de Christhy, Gefland y Hartmann (1971), confirman el efecto de la activación en la conducta agresiva. Se encontraron diferencias entre los grupos que tenían que competir y los que no compitieron y no se encontraron diferencias entre los grupos que al competir resultaban vencedores o perdedores. Es decir, el mecanismo diferencial no fue la frustración por perder o el deseo de venganza sino la simple activación derivada de la competición. 6.2. TRANSFERENCIA DE LA ACTIVACIÓN Y CÓLERA • La transferencia de excitación: sugiere que la energía producida por un estímulo inicialmente irrelevante para la agresión puede añadirse al arousal elicitado por otro estímulo, próximo en el tiempo, que sí es relevante para la agresión, es decir, que se acumulan ambas energías para la realización de la agresión (Zillmann, Indiana, Katcher y Milavsky, 1972). Leer su experimento. • Algunas de las conclusiones que se derivan del estudio del efecto del arousal y su transferencia en las manifestaciones de la agresión se recogen en el Cuadro 9.5 (pág.423 del libro). 6.3. EL PAPEL DE LA COGNICIÓN Y LA EMOCIÓN EN LA TRANSFERENCIA DE EXCITACIÓN EL ETIQUETAJE COGNITIVO • La Teoría del etiquetaje cognitivo: ante un estado de activación serán las cogniciones disponibles las que etiquetarán la emoción como relevante para la agresión (si se atribuye a la provocación y se etiqueta como cólera) o no (si se atribuye a una causa no relevante para la agresión). LA CÓLERA EN LA TRANSFERENCIA DE EXCITACIÓN • Algunos autores plantean que la propia emoción de cólera actúa como fuente de información que guía el procesamiento cognitivo de la información dentro de la agresión. • La respuesta de cólera está asociada a respuestas físicas y comportamentales relevantes para la agresión (Berkowitz, 1983). 6.4. EL MOTIVO DE VENGANZA EXPLICACIÓN • Los pensamientos rumiativos y la idea de vengarse de quien ha causado el mal cursan con una fuerte sobrecarga emocional que activa los aspectos relevantes para la agresión. Mientras que la meta de retribución: la necesidad de reparación del perjuicio o exigencia de una compensación por el daño sufrido cuando se ha padecido una situación que se considera injusta o dañina. • Topalli y O’Neal (2003) plantean que el motivo de venganza es la consecuencia de que el perceptor: a) experimenta la ira; b) atribuya intencionalidad al provocador y c) crea que el acto de vengarse es posible y está pendiente. 6.5. MECANISMOS COGNITIVOMOTIVACIONALES EXPLICACIÓN • Comenzaremos haciendo una aclaración inicial: no es fácil aislar los mecanismos cognitivos y motivacionales implicados en la interacción social. De hecho, estos mecanismos están tan estrechamente relacionados que, en ocasiones, es difícil establecer una distinción entre unos y otros. • Presentamos a continuación una serie de creencias, expectativas, ideologías, tipos de atribución y actitudes que se han relacionado con las manifestaciones agresivas. 6.5.1. ESTRUCTURAS DE CONOCIMIENTO Y SESGOS EN EL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN • La perspectiva de la cognición social analiza las fuentes de conocimiento relevantes para la agresión suponiendo que existe una estructura latente y única que organiza la información relevante para la agresión. • Mencionaremos a continuación algunos de los productos de esa organización de la información que más relevancia tienen para la agresión. Comenzaremos por: • LAS CREENCIAS del tipo “las personas van a lo suyo, no puedes esperar nada de nadie”, pueden enmarcar las relaciones interpersonales, guiar las expectativas y el propio comportamiento en un sentido claramente hostil. • Incluso la creencia de un mundo justo puede, en algunos casos, desencadenar procesos de justificación y aceptación de la violencia (por ej.: “cada uno tiene lo que se merece”, “cuando el río suena…”). • En el contexto escolar esta creencia puede llevar a que se acepte como normal la exclusión, el rechazo u otras formas de violencia hacia alumnos marginales. El mecanismo que subyace en este efecto es la culpabilización de la víctima. 6.5.1. ESTRUCTURAS DE CONOCIMIENTO Y SESGOS EN EL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN • LAS CREENCIAS NORMATIVAS son específicas en función de la cultura, el contexto concreto y diversas variables personales, y se manifiestan en múltiples comportamientos. Por ej.: el uso individual de la agresión para castigar a otros se considera muy adecuado en Japón e Irán y resulta inaceptable en España, Polonia y EE.UU. También se han encontrado diferencias intra-culturales. • En el contexto escolar, las creencias normativas pueden formar parte del currículum oculto de los centros (por ej.: las que consideran una traición y una cobardía informar a los profesores, de las agresiones que están siendo sometidos ellos mismos u otros en el centro escolar o fuera). Esto contribuye a la espiral de silencio de la violencia conocida por todos pero tolerada silenciosamente. • LAS ACTITUDES, en concreto, hay tres tipos relevantes para la agresión: 1º) Las actitudes pro-violencia: son las creencias ya mencionadas que justifican la agresión o las que culpabilizan a la víctima (se relacionarían positivamente con la agresión). 2º) Actitudes que recogen la desaprobación de la violencia: por un lado, reflejan actitudes negativas hacia la conducta agresiva y por otro lado, hacia los agresores (se relacionarían inversamente con la agresión). 3º) Las actitudes pro-víctima: aquellas que reflejan empatía y apoyo hacia las víctimas (se relacionarían con la manifestación de conductas de ayuda, empatía y apoyo hacía las víctimas). 6.5.1. ESTRUCTURAS DE CONOCIMIENTO Y SESGOS EN EL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN • LOS ESQUEMAS PROCEDIMENTALES actúan como scripts o guiones de acción, y contienen la información acerca de las formas adecuadas de enfrentarse a los eventos a lo que la persona está expuesta. Estos esquemas de acción indican cómo debe sentirse por ejemplo: la persona que está expuesta a una provocación. Informan, considerando de lo que le está ocurriendo, de la pertinencia o no de las conductas agresivas. • LA CONSIDERACIÓN DE LAS CONSECUENCIAS FUTURAS señalan que las personas no siempre reaccionan de forma agresiva ante una misma situación. A través de la experiencia, la cultura y otras vías, las personas desarrollan expectativas y creencias acerca de las consecuencias futuras de la acción. Los estudios acerca de la relación entre consideración de las consecuencias futuras y agresión han planteado dos predicciones divergentes: 1ª) sugiere una relación inversa; 2ª) sugiere que cierto tipo de expectativas de consecuencias se relacionan con una mayor tendencia a agredir. En este sentido, se concluye: a) los niños que tienen una alta “orientación hacia las consecuencias futuras” obtienen puntuaciones más bajas en escalas generales de agresión (Zimbardo y Boyd, 1999); b) los niños que se muestran agresivos ante conflictos interpersonales son menos capaces de anticipar las consecuencias futuras de sus acciones (Guerra y Slaby, 1989); c) cuando las personas creen que la agresión mejorará su estado de ánimo, como consecuencia del beneficio que les aportará es más probable que se comporten de forma agresiva (Bushman, Baumeister y Philips, 2001). El sesgo atributivo hostil es entendido como: Una tendencia a interpretar intenciones hostiles en la conducta de los otros, es decir, se tiende a percibir, sin que la información disponible lo garantice, que las acciones de los demás contienen intenciones hostiles. 6.6. MECANISMOS GRUPALES INSTIGADORES DE LA AGRESIÓN • La agresión puede ejercerse como: 1º) Agresión intragrupal: entre los miembros del propio grupo y cuyos factores principales son con frecuencia de dos tipos: a) los relacionados con la adquisición de liderazgo o de alto estatus dentro del grupo, y con el estilo de liderazgo. b) los que surgen cuando el propio grupo o los líderes se sienten amenazados, bien por agentes externos, bien por conflictos internos que amenazan la posición de poder de los líderes ya establecidos. 2º) Agresión intergrupal: en las relaciones con otro u otros grupos. • La pugna por el poder dentro de un grupo puede llevar a estrategias más o menos agresivas de coacción (por ej.: el uso de la amenaza). • En un grupo que se define a partir de la violencia, la agresividad es un requisito necesario para el alto estatus. • El desarrollo de grupos potencialmente hostiles y agresivos es más probable en situaciones de crisis política, identitaria y social. 6.6. MECANISMOS GRUPALES INSTIGADORES DE LA AGRESIÓN • Las manifestaciones de agresión se pueden explicar en: 1º) Grupos extremos: cuando se organizan en torno a un líder que simboliza las metas del grupo y surgen así comunidades cerradas que se caracterizan por la despersonalización, el compromiso total y el carácter hermético y cohesivo del grupo en torno a una ideología compartida. Estas comunidades ilustran el fenómeno del pensamiento de grupo o del pensamiento único. 2º) Grupos no extremos: en los que, en principio, no se definen por el uso de la violencia. En este contexto, las tres tradiciones predominantes manifiestan que: A) La Teoría del Conflicto Realista: señala que las relaciones entre grupos marcadas por la competición del tipo “suma-cero” (para que uno gane el otro tiene que perder), dan lugar a una percepción de amenaza, sea ésta real o no, del bienestar del propio grupo, o de uno mismo como miembro del grupo, pudiendo facilitar soluciones agresivas a esta situación. B) La Teoría de la Identidad Social y la Teoría de la Categorización Social: predice que los mecanismos que sirven para producir cohesión grupal pueden, en determinadas condiciones, actuar como instrumentos de exclusión y agresión intergrupal. Por ej.: el favoritismo endogrupal. C) Las Teorías de Comparación Social: señalan el papel que pueden tener los sentimientos de ilegitimidad, injusticia y frustración en las manifestaciones de violencia. 6.6. MECANISMOS GRUPALES INSTIGADORES DE LA AGRESIÓN AGRESIÓN SOCIETAL • Se produce cuando los miembros de una sociedad experimentan un desequilibrio entre las necesidades o expectativas de metas y lo que se consigue. • Algunos autores hablan que se manifiesta cuando se desencadena frustración sistémica: que se refiere al descontento que produce este desequilibrio y puede llevar a la violencia sociopolítica. PRIVACIÓN RELATIVA • Para explicar las revueltas sociales que surgen cuando los miembros de una sociedad culpan al sistema político del desajuste entre el bienestar que habían esperado, o que les parece mínimamente aceptable, y el bienestar alcanzado (Gurr, 1970). 7.- Factores psicosociales de riesgo Algunos de los factores que con mayor frecuencia confluyen son ciertas experiencias derivadas de: 1/ LOS VÍNCULOS AFECTIVOS (APEGO A LOS PADRES) 2/ LA EXPERIENCIA DE VIOLENCIA: -Directa -En los medios de comunicación -En la escuela 7.1. VÍNCULOS AFECTIVOS (APEGO A LOS PADRES) EXPLICACIÓN • El desarrollo adecuado de los vínculos afectivos (6-7 meses) con otras personas, permite al niño enfrentarse ante experiencias estresantes de forma más adaptativa. • Los estudios de laboratorio realizados con el Test de Situaciones Extrañas (Ainsworth, Blehar , Waters y Wall, 1978) han sugerido cuatro tipos de vínculos relevantes para la agresión, que se definen a partir de los patrones de conducta con la madre y con el entorno (ver Tabla 9.1). Tabla 9.1. Vínculos de apego Tipos de Vínculos Reacciones cuando: Inseguro Seguro La madre está Explora activamente presente el entorno La madre se aleja Muestra disgusto La madre regresa Recibe con calidez y disfruta del contacto Evitativo Ambivalente Desorganización Poco Se muestra interés en ansioso y poco explorar el interés en entorno explorar Carece de afrontamiento coherente Poca reacción de malestar Expresa gran malestar Carece de afrontamiento coherente: agitación paralización Evita el contacto Ambivalente: llora y al tiempo evita el contacto Carece de afrontamiento coherente 7.1. VÍNCULOS AFECTIVOS (APEGO A LOS PADRES) • Las teorías que relacionan el tipo de vínculo con los padres y los comportamientos agresivos predicen que: 1) El modelo seguro: se logra cuando los padres son sensibles a los estados emocionales de los niños y responden a estos estados. 2) Los modelos inseguros: son consecuencia de conductas parentales erráticas, intrusivas e inconscientes con las necesidades de los niños, que no responden positivamente a la típica demanda de proximidad de los niños. Debido a este conjunto de experiencias, los niños: - difícilmente desarrollarán estrategias que satisfagan sus necesidades de seguridad cuando estén sometidos a estrés, por lo que, en este tipo de situaciones, recurrirán a conductas de oposición y agresión hacia el adulto. 7.2.1. LA EXPERIENCIA DIRECTA Y OBSERVADA DE VIOLENCIA • La exposición a un ambiente violento convierte al niño en una víctima de la violencia en un doble sentido: 1º) Por los efectos sobre su desarrollo emocional y psicosocial: incide en la manifestación de desórdenes conductuales y emocionales, afecta a su visión del mundo y de sí mismo, a sus ideas acerca del significado y el propósito de la vida, a sus expectativas de felicidad futura y a su desarrollo moral (Ney, Fung, Wickett, 1994). 2º) Porque compromete la capacidad de los padres para satisfacer las necesidades de cuidado y apoyo, en el desarrollo del niño: bien porque sean los propios progenitores los agresores o víctimas, bien porque la violencia en la comunidad les lleve a sentirse atemorizados e indefensos. • Los efectos de las experiencias de violencia son diversos: relación positiva entre la hostilidad emocional de los padres y la conducta agresiva y antisocial de los hijos; los niños que han sido agredidos físicamente por sus padres, asaltan y agreden más a los cuidadores y a sus iguales,etc. • Una vez más, los resultados confirman que es frecuente que los niños que conviven con la violencia padezcan simultáneamente otras adversidades como son: pobreza, malnutrición, hacinamiento, abuso de sustancias, inestabilidad familiar, etc. 7.2.2. LA VIOLENCIA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN • Existe un acuerdo generalizado en aceptar que la visión de la violencia en la TV, cine y demás, facilita el mantenimiento y difusión de normas, valores y actitudes que regulan el comportamiento violento. • Los mecanismos que facilitan estas conductas son el modelado, la imitación, el aprendizaje operante y el aprendizaje vicario. Siendo los adultos más imitados que los niños; los hombres más que las mujeres; los grupos mayoritarios más que los minoritarios y el modelo es más imitado si las consecuencias de su conducta son beneficiosas que si es castigado por su conducta agresiva. • Un segundo acuerdo generalizado es aceptar que la visión de la violencia en los medios no se hace de una forma pasiva ni al margen de la sociedad en la que se desarrolla (los padres, los iguales y otras personas relevantes para el niño modulan los efectos que finalmente tendrá la visión de películas violentes en la TV y otros medios). • Unido a estos datos, la propia cultura puede modular los efectos de la visión de la violencia en los medios de comunicación. • Diversos estudios (de tipo transcultural) sugieren una destacable conclusión: la violencia en los medios de comunicación puede contribuir a la agresión en una sociedad, pero el grado en que lo hace depende del contexto cultural en el que esta violencia se ofrece. 7.2.3. LA VIOLENCIA EN LA ESCUELA EXPLICACIÓN • La agresión de alto nivel en la escuela es muy infrecuente y tiene un impacto puntual y limitado, es la violencia “cotidiana” la que predomina y la que está produciendo un grave perjuicio en las condiciones psicosociales de los alumnos y en el entorno escolar. • En España los trabajos iniciados en los años 90, constatan que el tipo de violencia más frecuente en las escuelas es la que se produce entre iguales, particularmente el bullying o “matonaje”. El bullying o “matonaje”: Es un tipo de agresión que incluye una variedad de conductas verbales o físicas no provocadas, repetitivas y que se prolongan en el tiempo, llevadas a cabo por uno o varios agresores contra una víctima que se encuentra indefensa y que por sí misma no puede salir de la situación. CONJUNTO DE PARTICIPANTES PRESENTES EN UN EPISODIO TÍPICO DE ACOSO (Goldstein, 2002) • El agresor o matón: inicia el acoso y lo promueve. • Los seguidores: que no inician la agresión pero que la alientan y que pueden participar activamente una vez iniciada. • Los simpatizantes del agresor: que no toman parte activa en la agresión pero apoyan al que la realiza. • Los observadores pasivos neutrales: que no se implican ni en un estudio ni en otro. • Los observadores pasivos: a quienes disgusta lo que ven pero que no hacen nada por evitarlo. • Los defensores de la víctima: que intentan ayudar activamente. • La propia víctima: que sufre indefensa y de forma reiterada esta situación. • Habla de un elemento central en la existencia del acoso en las escuelas que es la conspiración del silencio y la falta de recursos estructurales, materiales y educativos necesarios para el desarrollo de una cultura de la paz en la escuela. * Otros autores hablan de la necesidad de desarrollar el currículo de la no-violencia. Con ello se pretende enfatizar la capacidad de la comunidad escolar y de sus diferentes miembros en la reducción de la agresión en las escuelas. •El Cuadro 9.6 (pág. 441 del libro) presenta algunos programas de prevención del bullying en España. Los programas de prevención y erradicación de la violencia en la escuela y las propias estrategias educativas, se transforman en auténticas herramientas para el desarrollo de una cultura de la no-violencia.