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Título: Hipertensión arterial en adolescentes y riesgo cardiovascular Autores: **MsC. Dra. Raquel González Sánchez MsC. Dr. René Llapur Milián Ahmed Llapur González Danetsy Fernández Morales Facultad de Ciencias Médicas Calixto García Íñiguez Ciudad de La Habana Resumen La hipertensión arterial esencial del adulto tiene sus orígenes en la niñez. A diferencia de la hipertensión arterial secundaria, con frecuencia se asocia a otros factores de riesgo cardiovascular. Se ha descrito que los pacientes con algún riesgo cardiovascular tienden a presentar otros factores de riesgo asociados. Existen pocos estudios de factores de riesgo en la adolescencia que tengan en cuenta la actividad física. Con el objetivo de identificar los adolescentes con hipertensión arterial en una población determinada y describir la relación de la hipertensión con otros factores de riesgo como la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo, y la agrupación de estos factores. Se realizó un estudio de corte transversal, en una población constituida por 180 adolescentes, de 10 a 17 años, pertenecientes a 4 consultorios médicos del Policlínico Plaza. Las variables utilizadas fueron: edad, sexo, peso, talla, tensión arterial, tabaquismo activo y pasivo y actividad física. En el procesamiento estadístico se utilizaron la prueba t de student y el Chí Cuadrado con un grado de confiabilidad de un 95%. Se encontró un 4,4% de hipertensión arterial y 13,9% de prehipertensión. Un 19,4% de sobrepeso corporal, incluyendo la obesidad y una asociación entre la hipertensión arterial con la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo. Se observó una agrupación de factores de riesgo que fue mayor a medida que aumentó la presión arterial. Se recomienda realizar una evaluación del riesgo en los niños y promover un estilo de vida saludable en la comunidad. Palabras clave: Hipertensión arterial, riesgo cardiovascular, adolescentes Introducción La hipertensión arterial esencial o primaria del adulto tiene sus orígenes muchas veces en la niñez. A diferencia de la hipertensión arterial secundaria, con frecuencia se asocia a otros factores de riesgo cardiovascular. Se ha descrito que los pacientes con algún riesgo cardiovascular tienden a presentar otros factores de riesgo asociados.1-4 Así mismo, cuando existen varios Factores de Riesgo Cardiovascular (FRCV) en un mismo paciente, el riesgo global que presenta la persona no es igual a la suma de los riesgos aislados de cada uno de ellos, sino que es exponencial. 5 Debido a los nuevos estilos de vida inadecuados y la instauración de la obesidad como problema de salud epidémico, se plantea que en los próximos años habrá un aumento de las enfermedades cardiovasculares, formando parte de ellas la hipertensión arterial. Ya algunos estudios han confirmado este ascenso. Existen pocos estudios de factores de riesgo en la adolescencia que tengan en cuenta la actividad física. El objetivo de este trabajo es identificar los adolescentes con hipertensión arterial en una población determinada y describir la relación de la hipertensión con otros factores de riesgo cardiovascular como la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo, así como la agrupación de estos factores. Método. Se realizó un estudio de corte transversal, descriptivo, en una población constituida por 180 adolescentes, de 10 a 17 años, pertenecientes a 4 consultorios médicos del Policlínico Plaza de Ciudad de La Habana. Las variables utilizadas fueron: edad, sexo, peso, talla, tensión arterial, tabaquismo activo y pasivo y actividad física. El estado de nutrición se midió por el índice de masa corporal y para buscar la asociación con la hipertensión arterial se sumaron el sobrepeso y la obesidad en la categoría de sobrepeso corporal. La tensión arterial se evaluó por las tablas de referencia del 4to reporte de Hipertensión en niños, según edad, sexo y talla 6 y para la actividad física se tuvieron en cuenta las horas dedicadas a la actividad física y a las actividades sedentarias y se consideró sedentario al que estuviera por encima de la media del cociente de horas sedentarias diarias entre horas semanales de actividad física. En el procesamiento estadístico y para comparar las horas activas con las sedentarias se hizo utilizó la prueba t de student y para la determinación de la asociación entre las variables cualitativas se utilizó la prueba Chí Cuadrado con un nivel de confiabilidad de un 95%. Resultados De los 180 adolescentes estudiados, 4,4% fueron hipertensos, 13,9% prehipertensos y el resto normotensos, con un 18,3 % de adolescentes con cifras de tensión arterial por encima de la normalidad. Así mismo, el 8,3% de adolescentes estuvo en la categoría de sobrepeso y 11,1% obesos, presentando sobrepeso u obesidad el 19,4% lo que representa casi la quinta parte del total de adolescentes, es decir, que 1 de cada 5 adolescentes presentaron algún grado sobrepeso corporal. Es de destacar la frecuencia con que se presentó la hipertensión arterial en los adolescentes con sobrepeso corporal (11,4%), en relación a los que no tenían sobrepeso, que fue 4 veces mayor (2,8%). (Gráfico 1) Gráfico 1. Tensión arterial en adolescentes según estado de nutrición 90 84,8 80 68,6 70 60 50 Normotensos 40 Prehipertensos 30 20 20 12,4 10 Hipertensos 11,4 2,8 0 Sin sobrepeso Con sobrepeso Normotensos 84,8 68,6 Prehipertensos 12,4 20 Hipertensos 2,8 11,4 *p=o,o1 Fuente; Encuesta El sobrepeso corporal fue 3 veces más frecuente en los hipertensos que en los normotensos (Gráfico. 2) Gráfico 2. Estado de nutrición según tensión arterial 90 83,7 80 72 70 60 50 50 50 Sin sobrepeso Con sobrepeso 40 28 30 20 16,3 10 0 Normotenso Prehipertenso Hipertenso *p=0,01 Fuente: Encuesta La obesidad central dada por la circunferencia de la cintura mayor del 90 percentil se presentó con mayor frecuencia que la obesidad medida por el índice de masa corporal, y tuvo una relación directa con la hipertensión arterial (Gráfico 3) Gráfico 3. Obesidad central según tensión arterial 80 71,4 70 60 56 Obesidad central 50 50 50 44 Sin obesidad central 40 Con obesidad central 28,6 30 20 10 0 Normotenso Prehipertenso Hipertenso *NS Fuente: Encuesta El tabaquismo activo y/o pasivo fue casi 2 veces más frecuente en los hipertensos que en los normotensos. (Gráfico 4) Gráfico 4. Tabaquismo según tensión arterial Tabaquismo 87,5 53,7 Sin tabaquismo 52 48 46,3 Con tabaquismo so s H ip e rt en so s rt en ip e re h P N or m ot en so s 12,5 *NS Fuente: Encuesta El cociente de horas sedentarias diarias, sobre horas de actividad física semanales, fue significativamente mayor en los prehipertensos e hipertensos en relación a los normotensos, con una media de 3,51 en el grupo de hipertensos y de 2,49 en los normotensos. (Gráfico 4) 4 Gráfico 4. Índice de sedentarismo según tensión arterial. 3,51 3,5 3 2,49 2,5 Normotensos 2 Hipertensos 1,5 1 0,5 0 Media de índice de sedentarismo *P=0,01 La agrupación de factores de riesgo se realizó con los factores: sobrepeso corporal, tabaquismo y bajo nivel de actividad física o sedentarismo. Se observó que en los normotensos un 27,5% no tuvo factor de riesgo asociado. Un poco más de la mitad de los normotensos (51,7%) presentaba un sólo factor y el porciento fue disminuyendo a medida que aumentó el número de factores, existiendo solamente un 2,7% con los 3 factores agrupados. En los prehipertensos predominaron los que tenían 1 ó 2 factores de riesgo (40% y 48% respectivamente) y un 12% tuvieron agrupación de los 3 factores. La diferencia se hace más evidente cuando se analizan los hipertensos, los cuales la mayoría presentaron una agrupación de 2 ó 3 factores de riesgo, correspondiendo 37,5% en cada grupo y el 25% restante tuvo 1 factor. (Gráfico 2) Gráfico 2. Agrupación de factores de riesgo personales según tensión arterial 60 51,7 50 48 40 40 37,5 37,5 0 30 27,5 25 1 18,4 20 2 12 10 3 2,7 0 0 0 Normotensos 0 Discusión 1 2 Discusión 3 Prehipertensos Hipertensos 27,5 0 0 51,7 40 25 18,4 48 37,5 2,7 12 37,5 Discusión En los últimos años ha existido un aumento sin precedentes de la obesidad en proporciones epidémicas, que ha hecho que se encuentre entre las epidemias del siglo XXI. Se espera que consecuentemente haya un cardiovasculares. 7 ascenso en los próximos años de las enfermedades y dentro de ellas de la hipertensión arterial. En los niños y adolescentes ha aumentado el sobrepeso y la obesidad, triplicándose en los últimos 30 años.8 De una prevalencia de obesidad en adolescentes de 12 a 19 años de 5,0 en los años de 1976-80, en el 1999-2000 aumentó a un 15,5%, según el estudio NANHES 9 En el 4to Reporte de Hipertensión en niños se plantea que los niños obesos tienen 3 veces mayor riesgo de sufrir de hipertensión arterial que los no obesos y a su vez alrededor del 30% de los hipertensos son obesos. 6 y 7 En el presente estudio se encontraron resultados similares, los obesos tuvieron 4 veces más riesgo de hipertensión que los no obesos y el sobrepeso fue 3 veces más frecuente en los hipertensos. Los efectos de la obesidad dependen también de la distribución de la grasa corporal, éste puede ser un mejor indicador de disbalance endocrino que la grasa en sí, los niños que tienen una circunferencia de la cintura o relación cintura-cadera mayor tienden a tener valores mayores de presión arterial. En nuestro estudio se mantuvo también una relación directa entre 3 la obesidad central y la hipertensión arterial. El tabaquismo es otro factor de riesgo de hipertensión arterial. Se ha demostrado que después de fumar un cigarrillo, durante la media hora siguiente, existe un aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca. 10 Fernández-Britto y col. estudiaron mediante la aplicación del sistema aterométrico, las arterias de fallecidos de edades comprendidas entre 5 y 34 años a los que se les realizó autopsia, obteniendo como principales conclusiones que la distribución de las estrías adiposas y placas fibrosas fue mayor en fumadores que en los no fumadores y la transformación de estrías adiposas en placas fibrosas comenzó más temprano y con mucha mayor intensidad en los fumadores. 11 Kawasaki y col. estudiaron el efecto del tabaco sobre la presión arterial de individuos normotensos, compararon 25 no fumadores con 25 fumadores de una media de 25,4 cigarrillos al día. Observaron que estos presentaban una elevación significativa de las medias de presión sistólica y diastólica durante la vigilia. Las medias de presión nocturnas no presentaron diferencia entre los grupos. 12 En los adolescentes que estudiamos el tabaquismo que se reportó fue fundamentalmente pasivo y los hipertensos tuvieron 2 veces más frecuencia de tabaquismo que los no hipertensos. Con el desarrollo de la sociedad, el modo de vida se ha ido modificando, y se ha establecido, en muchos casos, estilos de vida inadecuados, con predominio de actividades sedentarias con relación a la actividad física o ejercicio físico. Además, los hábitos alimentarios han ido, de las comidas tradicionales confeccionadas en la casa, a la comida de chatarra, rápida de cocinar o de adquirir, ya cocinada. En el estudio NHANES I realizado de 1971 a 1992, se analizó la relación de los niveles de ejercicio físico, presión arterial y enfermedades cardiovasculares y se obtuvo, como conclusión, que existía asociación entre el incremento de ejercicio físico y la disminución de eventos cardiovasculares. Este efecto fue mayor en los hipertensos que en los prehipertensos o normotensos, con un significativo beneficio del ejercicio en la enfermedad cardiovascular.13 No solamente se recomienda aumentar la actividad física, sino disminuir las horas dedicadas a las actividades de tipo sedentarias, Lo aconsejable es realizar actividad física aeróbica moderada la mayoría de los días de la semana y limitar las horas de actividad sedentaria a menos de 2 horas diarias, para prevenir la obesidad y la hipertensión. 6 La American Heart Association recomienda que todo niño mayor de 2 años: Tenga al menos 30 minutos de actividad física moderada que sea de su agrado diariamente. Realice 30 minutos de actividad física más intensa al menos 3 veces por semana. apropiada para su edad, sexo y estado de desarrollo físico y emocional, que garantice su acondicionamiento cardiorrespiratorio. 14 El ejercicio en el niño para que sea más placentero debe acomodarse a sus preferencias y no a esquemas rígidos en un gimnasio. El sedentarismo es muy difícil de medir en la infancia, debido a la actividad física propia del niño que es diferente del adulto. Paterno, en el estudio FRICELA, de Factores de Riesgo Coronario en adolescentes realizado en Argentina, definió de forma empírica el sedentarismo al índice obtenido por el cociente de horas sedentarias diarias entre horas de actividad física semanales mayor de 1. En esa investigación el ejercicio físico resultó tener un efecto protector para la hipertensión arterial 15 En el presente estudio calculamos de igual manera el cociente de horas sedentarias diarias entre las horas activas semanales, la que tuvo una diferencia significativa entre ambos grupos con un predominio de horas sedentarias en los hipertensos. Con el objetivo de poder utilizar el sedentarismo como factor de riesgo y por no existir valores de referencia para el número de horas a realizar de ejercicio o actividad física diarias en los niños, definimos como sedentarios aquéllos que estuvieran por encima de la media del cociente de horas sedentarias diarias entre las horas activas semanales. Se comprobó el efecto favorable del ejercicio físico para la hipertensión arterial. El enfoque actual del manejo de la hipertensión arterial es el de hacer una evaluación integral del paciente hipertenso, identificando todos los factores de riesgo cardiovascular que pueda tener asociados y actuar sobre ellos. La estrategia debe ser la de promover y fomentar estilos de vida saludables a través de un enfoque familiar integral e identificar los grupos de riesgo cardiovascular. 16 Ante la detección de un FRCV se debe hacer la búsqueda del resto por la frecuencia con que se presentan relacionados. En el estudio de cohorte realizado en Bogalusa, se vio que la presentación a menos nivel de las variables del síndrome metabólico se asociaron a menor riesgo cardiovascular en la adultez. Así mismo, la prevalencia de los valores más bajos de agrupación de 3 ó más variables de riesgo en la niñez se presentaron en sujetos con historia negativa de enfermedad cardiovascular coronaria en los padres, esto fue documentado mediante el estudio del engrosamiento de la íntima de la arteria carótida para medir la aterosclerosis. 17 En nuestra investigación se encontró un “clustering” o una mayor agrupación de factores de riesgo en los hipertensos que en los no hipertensos Conclusiones. Se encontró una asociación de la hipertensión arterial con la obesidad, el bajo nivel de actividad física y el tabaquismo, así como una agrupación de factores de riesgo que fue mayor en los adolescentes hipertensos que en los no hipertensos. Se recomienda realizar una evaluación del riesgo en los niños y adolescentes y pesquisar con mayor énfasis la hipertensión arterial en los que tengan otros factores de riesgo asociados, además de promover un estilo de vida saludable en la comunidad. 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